J.Touchard, Historia de las ideas politicas, Caps. IX a XII

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Jean Touchard, Historia de las ideas politicasdesde Capitulo IX a XII

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Profesor del Instltuto de Dstuil,los pollücos (te la Ur.luercüdad dc pdrtr,Secretarlo General d,e la Ford.atlon Nattonale d.es Salcnccc pou|laua.

HISTORIAde las

IDTAS POLITICAS

CON LA COLABORACION DE

Louis BodinllÍoltru de conférences del Insrituto ile Estudios Folíticos. ¡h parls

Georges LavauP¡oÍecor de la Facuhad ¡le Dereclrc y Ciencias Económicas, ile Poít

Pierre Jeanninl)ireclot ¡le Lstudios en l'É,cole Pratique des Hsutes Etudes, de

Jcan Sirinelliltro,f*or dt lo. I,'ilcul qd.t úe La¡ú y Cionciu Hutnanas

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7

Págs.

lpfrulo UI.Lf,r A¡-rn Eonu Me»¡A: uN,EMpIúsMo rurnocnÁrIco (si-"-?ó' v, vI, vII, VIII, Ix, X) .............1.....-'...'..........'.'..'..........:

l.- Primer período: redistribución de las fueuas, A) Li Iglesia y los Estados: nacimiento del agi¡stinismo po-

106107

lítico ..'.......B) f.oiderechos internos de los Estados ..........."

2. Sáqutdo período: el equilibrio, vuelto a'poner en duda " ""A)" Grarideza y debliáad de Bizancio .......'.'.."Bi La conguisia árabe; las ideas-políticas del IslamCi Nacimiánto del Estado pontificio

3. TLrcer período: Carlomagno y 9l -or-den cristiano

1. Cuarto foríodo: la revancha de la IglesiaA) Lai dificultades de Luis el PiadosoBi El oobierno de los obisposCi La "ent¡ada en escena del PaPado

5. Lá tentativa de los Otones de restau¡acion del Inaperio """

108109lo9110l1l11111511771,7118

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rr$pf¡ulo IV.-L¡ Eotp MsDh: EL poDER poNTIFIoIo ENrRE Los ANTIcuos-'k-r-os+ütrbs

PoDERES (siglos XI, XII, XIII)

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- 16-r , /C¡pfru¡.o V.-E¡, oeAÉo DE ¡.n Bpao MBp¡¡ (siglos XIV y XV)- L fl ti . Secclón l.-lsleela

.'' ii Ii . A) Lo¡ confllctst,,,,,,,,'"i I \ rHí L;; iaó;t.d:edver¡r¡r¡ Mar¡llto de Padua v Guillermo de

\ Ockam

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- Sección l.-Papado : fase defensiua .....'.'.. " "- - A) Los desórdenes .'..'......'lnÍ La reforma: Gregorio VII ...........

C) Auxiliares y controversistas ..........

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l¡lptt;I r;ttt*ttt¡t g

Jiq:rC) Los últimos teóricos de la teocracla pontlficlaD) El Gran Cisma; las herejíasEi El Conciliario de Constánza; la teoría conclllar .,. '.. "

Sección II.-"SsñoniAA) EI conflicto ent¡e Milán y FlorenciaB) Defensa e ilustración de FlorenciaC) fustificación de la tiranía

a D) La república universalSección III.-NIc¡óN

. A) Nacimiento de una patria "'..."Bi Pro,patria mori......... """"""""""'"

"ai bJ iatriotismo a Ia idea de nación

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LuteroCalvino

cctón lV.-tra s conttoversias de un mundo desgarradoLas primeras luchas y su expresión ideológicaLos monatcómanos ........"Las reacciones catÓlicasVictoria del monarguismo """"" """¡"""!"""'

¡§ecclón V.-Ias construcciones doctrinales| 'flPodin.r r\ \'\ [ ñ Alrhusius

' \ ¡ Suárezbonclusión: Ias teoúas g la opiniÓn a finales del siglo XVI """"""

Bls¡.locRAríA

*C¡,piru¡,o vilr^ REN6'ACTóN DE LAS rDEAS EN re3 lucnes por-ÍrIcas psl/t-- -----

'srcI.o XVI .........I §eccion I.-Ios progrcsos del Estado moderno g la-política positiua ...

\ - Supervivencias feudales y particularismos locales

\ cEl'absolutismo monárguico ........."\ .,^ Claude de Seyssel y la monarquia. moderada """""""""""

Prolonqaciones del humanismo cristiano .......'. " "'Vitoria" y el derecho internacional ..'....:,.:..'...'.

Sección lll:La'reforma g sus concepciones plíticas

Page 3: J.Touchard, Historia de las ideas politicas, Caps. IX a XII

I]ISTORIA DE LAS IDEAS POLÍTICAS

Sección

7'¡ Seccio,n

r? ttv /

/l

\ . su., ion

La evolución del derecho naturalSecr:ión lll.-Indiuidualismo g absolutismo en Inglatena ....

¡lt\, ConI"rv4áurismo y opo.iu'i.*o ..:..:::.:..¡:ir"

¡(1 , *Sección IV.-E, absolutismo francés. Progresos g dificultades ..........l? .^ f - .,- - - ' I ñ! r r. ----- JL- ' La época de Richelieu

i Las ideas políticas de la Fronda'\ rI-a época de Luis XIV .........

B¡sr¡ocn¡rie

CepÍruro \zlll.-Oceso DEL ABSoLurrsMo

Las ideas políticas de los janseniitas ....La oposición protestante ...............La oposición aristocráticaIf.-Filosofía g política en Spinoza g LeibnizC_rítica religiosa y análisis político en SpinozaLJna nueva generación de libertinosRacionalismo metafísico y universalismo en LeibnizIII.-Ias ideas políticas'en Inglaterra antes de la reuolución

'81 radicalismo de los Niveladores[.-In comunismo utópico: WinstanleyEconomía y. utopía: Harrington ..........Un republicápismo aristocrático

Pags.

257257257258*-a,259262 ,.261'-t""-267.269272

279279279281282287287289290

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294"..297 ,-

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292293293

B¡suocnrrÍllY.- 'Locke i1 la teoría de la reuolución hrylesa

- Dg¡CrpÍ'nlr.r¡ IX.- -E¡. srcr.o DE LAS LucES

- t.l Sección-I.-Liberalisnto aristocrático ...............f'.,'',\ -[ r-1. Montesquieu. \ 2. Vico.

§ Se<, 1ón II. El tttilitaristtto políticol. Voltalre2, I)lder<¡t y la linciclopedia .........l. l'¡¡n flsir'»cr¿rt¿rs .....1, lf,l r¡tlllt¿¡rtsrrro lnglós de Locke a Bentham5. lil tlcs¡xrtlsrrro llr¡strado

¡ Sccclirrt Ill /fr,/,r./,Jr,r,s r¡ rtlrtpíasI,. ' -i .l . lr.rrn l,rr r¡rrr.s ll,¡rrssr.¿¡u .................F" \ 2. [,an ldear roclales

3. lll ¡rnr tllrrrro rlr.l s11¡kr XVIIIUtter ¡l¡rtrll,¡t l,r ,rlrr.r cle Condorcet

B¡¡¡.rc¡clr¡r,lr 340

35235235635E361361366367

C¡rpiff¡t.o X lt,¡, t,!¡N¡,nruttrnt.o ¡utv()t.trctoNARIor) , Yr& Seccltin L la te.t,titu,h1¡t ¡tttte.rlt¿ttu¡

v u Secctón IL la ret,oltr.lótt lttttt,,e,sttl. Los o¡lt¡r'l¡rlos rlel At)Lor prlrrrlploe rlel2. Lns l.leE¡ rlel U Ij r¿;,,ii;i;;;;;,. y i,r,,r,r,"

_ Ls¡ ldea¡ lxrlllh Áé rlr Na¡rolerirrBl¡l¡ocnerfn ....,,., .. ..

(.iiu,ilur.o XI.-RrruxIoNEs soBRE I-A REvoLucl'ÓN .....Sccción l.-El rechazo de los principios de la reuolución ....

l. Burke .

2, La contrarrevolución y los escrito¡es de la lengua francesa ...Sección ll.-Filosofía g política en Alenktnia

l. El c<¡ntexto ideológico2. Kant.........

tl

Itagt

t7 ).

37¿37¿3763783793803E33. Fichte ..

Sección lll.-Hegel o la tentatiua de una filosofia del Estado 381BrnllocnlrÍ,q ........ ......... 394

C¡piruro XII.-E¡- MovIMIENTo DE LAS IDEAS poLfTICAS HASTA 1848 ......... 397El Romanticismo político , 398 r r,

Sección l.-El liberalismo' ........ 401 :'l. El liberalismo liancés 403 r

'tt2. El liberalismo inglés3. Del nacionalismo revolucionario' al nacionalismo liberal ......

Sección ll.-Tradicionalismo g tradiciones ..............1. Los grandes temas del tradicionalismo francés2. Los ioctrinarios de la contrarrevolución: Maistre y Bonald ...3. [,a poesía de la tradición: Chateaubriancl1. De la teocracia a la democracia, los comienzos del catolicis-

Sección1.

2.

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4134tr*415115419

.420 .

123421427428

438412444

mo sociallll.-El socialísmo antes de Marx........La evolución de las ideas sociales en InglaterraLos socialismos francesesI ) La relorma de la sociedad (Saint-Sirnon, Fourier, Proudhon)2) Socialismo y democracia (Cabet, Buchez, Pierre Leroux,

Louis Blanc, Blangui) ..........3) Los sentimientos populares .............Conclusión: el espíritu de 1848

f ]r¡r.rocner'Íe 446

(l,rpiluro XIIL-La posTERIDAD DE H.EcEL Y LA FoRMACIÓN DEL MARXISMo(Alemania, 1830-1870)

Sección l.-De la " jouen Alemanía" a'la izguierda hegelianaSección ll.-Las ideas socialistas g comunistas en Alemania

i,Sc,:ción lll.-Ld forntación del 'pénsamiento de Karl MarxIJllr.rocRe¡Ía ...i.... .....(.....

r(l¡piruro XIV.-E¡, MARxISMo. Sec:ción l.-El lagar de Ia política en el pensamiento de 'Karl Marx ...

Sccción ll.-Crítica de la políticaI Crítica de la "filosofía" del Estado2 Crítica de las reformas del Estado ...'......t, (lrítica del socialismo de Estacl«r4. Crítir:a de las utopías apolíticas y del anarqtllsmo .

';. (lritica del nacionali§mo ...........iir., , t,,rr lll, [,a arttropología de Marx .

I l¡,1 rrrótodc¡ de MarxJ lr,l rrr¿¡terialisr¡o y el hunranismo ....I l{l rrrirteri¡rllsnro hlstórlco{ l,,r ¿rllt'nrrllírn t'toltl¡r¡rlct¿t y ln ltrchn tle cl¡ts,':i,,..,.",!,r,,1t,,,i,

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IIIS ORIA DE LAS IDEAS POLÍTICAS

Págs.

5, Las revoluciones y Ia Revolución ....................6, El comunismo o "i reino de la lib"rt.J .:.::::.:..:::Sección IY.-Vías g medios á;;;ro a la sociedad "o*un'¡r|u....:.:.:l. La dicraduá transtoria 'd¿i p;"É;;; _.....'.:..2. La rucha der proletariuáo-"n l;-;;lr;i"";"'i"r'eriuaos ........Brauocn¡ri¡

,-penÍr'uro XV.-L¡¡enArJSMo, TRADrcroNALrsMo. rMpERrAr.lsuo (lS4g_1914).' Lt positivismo políticoSección t._tet uu"ráí¡r;;-...... : : : :...... ....'1. Et libera-lism" r,u".dr,"¿'ái ;;i;ffi;; ;i ;;;ii;il .....::...a2. El liberalismo inglés ...._...........Sección ll.-Trad.icion"t¡íÁá, ,iilirul¡r*o, imperialismo ..................1. Neotradicionalismo y .r".iorrulir*á'"; F;;;...

B) r,os fundado."r-¿;i;";;;"di"i;;;iiü;, t;;; R;;;; ..c ) Er .nacionarir*" f'u".¿rl- É;;;,' pa;'iü'""rras ..... .2. Hacia el imperialismo .......A) Alemania, dJ;¿i;;;ii;;; ;i ;;;;;;;;;;; ..::....:..:B) Inslarera: d"r "";;;;;;durismo ;t iil;;;'ltr*o ............9) !1 génesis del imperialismo americano ............D) EI proceso del i*periátismo .... . ......::::.::.:...... .. ....B¡¡r,¡ocnerÍe ....... ... .....

4 c*l'ut'o XvI.-soc¡ArJSMos y Movr,rENTos.REvolucroNanros (t g70- 1 91 4 ) .Sección L-La.Comu"" á" iiriii"'i)

"p,,ososección rl.-Er.anarq"i"r"" ;"i;;"lis det sigro xrx,: una reberdía ...Secctón III.-E| sindícaiisÁo-pL:i;i"r, un rechazo. . ....Sección lV.-§oc¡a/ls *" ; ;r;r;';;;; ( C o nrpte ntento r,,er ¡r¡ir-i": ;i;,;_donos)

1. Fi*i;"i?*l ;;;;;;i i;i *;;;i;;; .. . .. .2. Los medios.de"acción J" U'r"""1".i0" f a"i .".i"iir." ......3. La unidad ael soc¡ulir'oo f*"t;;-h;;;¿";¿;;;i. El soctattsmo inglésr ,á, lrU-i"r", i"i-i;üír,ñJóB¡¡r¡ocn¡¡fl

193195497197499501

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596sef i606609 l*::lh it"+¡,..,',,:,, 1,:..:,n+iUli¿;j :::: :: : ::: : : :: ::::Secctón IV,-*Med,.r toí, i"i,ii'' L'

" ;i;;;í;;" i; s' tliiá,t: iiá ; . ;; ; ;:nouaclén_1. ¡\,I.¡ft..¡o;;;;"ü;.i; ;;¿;á;;;;; ; ;;fi;;i;;;; ;*;; i;;;i;i;,'?. Le cl¡t¡ det lrbaráti¡n;; .l_-l_..3. Neotradre ton_Err¡rr. y ;.;;.i,;,;;;;;;;il;...::. ... .... ........... . .1. Cl¡l¡tl¡nl¡mo y de¡rr«rrlrn¡ltr

Conclu¡lón: ¿tln rtrteur,,,u,,1,,ii,1jr,,,"i............:..:...:...::...:::..Brrr.rosnnrh

INo¡c¡ ps AuroRBg y MATEntlÉI ftátlá, H!, 'i,li, lult'J, 2fllf lrtt¡rr.

""T',Ilu

PrefacioEste libro es una obra colectiua. Los capítulos I g II sob're Grecia, Roma

1¡ los comienzos del cristianismo han sido elaborádos por lean Sirinelli,agrégé-répétiteur de griego de la Escuela Normal Superior. Los capítulosconcernientes ala Edad Media (caps. III,IV q V) han sidq redactados potLouis Bodin, en estrecha colaborición con Jacques Le Go[f , assistant deHistoria de la Edad Media en la Facultad de Letras de Lílle; lacques LeGo[[, que inicialmente había aceptado encargarse de esta parte de la obray al que un accidente de salud ha obligado a renunciar a ello, ha tenidon bien poner sus notas a disposición de Louis Bodin g seguir de mug cercala elaboración del manuscrito. Eil capítulo VI, sobre el siglo XVil, es obrccle Picrce leannin, agrégé-répétiteur de Historia de la Escuela NormalSuperior. Georges Lauau, único profesor de Derecho en esta empresa de"literatos", se ha encargado del marxismo g de la euolución del socialismo<lcspués de 1848 (caps. XUI, XIV, XVI, dos primeras seccíones del ca-pitulo XVII); ha redactado asimísmo la magor parte del capítulo titulado"Reflexiones sobre la reuolución" (cap, XI), especialtnente el desartollosobre Hegel. En cuanto al firmante de este prefacio, c¡ue, natutalmente,ha reuisado el conjunto del texto g especialmente las bibliografías, es eloutor de los capítulos sobrc los siglos XVII g XVIil (caps. Vil, VilI g IX),sobre el pensamiento reuolucionario (Cap. X), sob're la ¡trimera mitad delsiglo XIX (cap. Xil) g, rcspecto al período posterior al 1848, sobre lascorrientes distintas al socialismo (cap. XV: "Liberalismo, tradicíonalismo,imperialismo ( 1848-1914)"; también es el autor de las dos últimas seccionesdel capítulo XVII relatiuas al síglo XX. A él debe considetársele rcspon-sable de la concepción general de la obra,

La dístinción entre "doctrínas políticas" e "ideas políticas" es, para to-¿los /os colaboradores de este libro, fundamental. Según el Littté la doctrinacs "e/ conjunto de dogmas, bien rcligiosos, bien filosófícos, que dirigen aun hombre en la interpretación de los hechos g en la dírccción de su con-<lucta", E/ Larousse da una definíción casi idéntica. Según estas definlclo-ncs, Ia <loctrina política es, por consiguiente, un sistenta completo de pen-sarnicnfo que descansa sobre un análisís teóríco del hecho polítlco. En estesenfldo, sc habla de la doctrina de Aristóteles, de Cardin Le Bret o deMontescyieu, de los "doctrinarios" de la Restauración o de la "docfilnatátll+'al" t'utlos "elementos" Alain trató de conjuntar, El térmlno de "ldeülpolltlr'trs" *-t¡l como Thibaudet lo emplea cuando habla de las "ldcalporlf ,cnr le l¡rnncia" I- ss más amplio, Aquí no se trata solamenfe dc f¡p

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300

yÍ:"f..'ii:Tff".r:{"1'ü"i,,y;,Í"K,3[J,ff;,.#y,l:{::t:i; Ir"j*?,ixi,i] ,á^,[1,,§:

#i{;if i,#i§!"{tt;#t}{,s:§;rrytilil,n§,$h*,É:ijiMilton'-¡Areopagitica.-pout ra ribecté d'imprintet sans _autorbatíon ,i censure, tradu-cida y prologada por o. Lurer¡o, eu¡i.r, lgiai"ilr n1os. [Hay ve¡sión casterana: áero-pagítica, trad. Ce Tosé Carner,-y;¡;;.' ií;;"- de Cultura Económica.sobre Mitton, A,th,,r B¡nx_e-n, uit"i'Ái¿i;;';rri;"áii;;;.,."i;;fi¿Zb, +:;LX1.,riffr1x:xtv'440 páss. Don n¿. worru,-lt¿ttt"""ii"inZ'.putitan.revorut¡bn, Nuáva york, Ner-son, 19{1, xtv-496 páqs. para_rÁ ¡iúibg.ái¡r'i,a, completa sobre esta secsión, vid. sl-BINE, op. cif,, págs. 495 y 515-16 "rsd Lv¡¡¡v¡Ero ¡uu¡'c esra se

IV. Locxe.Textos.

L'essai sttr le pout¡oir cJurl, pubticado por J.-L..Fyor en.la colección dirigida porMtn¡r¡¡-6u¡rzÉvrrcu y M: ñ;;;;: p:ü.'F,:'1e5? wr).)7 ^.:^- rñ^- -¡,-,B, Mrn«l¡¡r-GugrZ-Évrrcn y M.i:l "q?f: r;

;ien t e; : u" u, a'"

. Á, u" i;- -Lá.;;

ñ;.,' i\¿á'.iá-ffiíí'¿;',,1"1!s,:^?1?::9,'::^:i11,1"9p.';Ü,,Jr'ñ.;,ü¡;"óJf,;:'H.#i.il,'i*"j'i"Carner; urnuu. ánii"n"r- .ou Éi *n,í,iaJ'tir".lll'segtúdo :ie cartas sobre la tot"rriik,'Fiü-i¿íZl.vqr¡¡r¡, dr¡luas conuenen so.lo eI segundo ensavo. una antigua edición: Da;;;;"r;; ¿í;isegddo_cie cattas sobre l" toteruiiír,- pJrü'l¿íü.:

?)"p;:'y::!,:,:: :Í:Íí:,y"*,i i,11.7",'Íi'i.*u sobrc ta totetancia. Et cristianismo,razonabte. no han sido editadas.en ¡;";á-á&;"i,,ui.ffi¡Ji#1:,1#'j"ái'":;'ff:i.tr"f:,i.:, l2,!:t\^i,u:,:,: ,t?..j::d5.-.-tT :ú;li,e ;;i É;",y;';ii""i,ii",i"ihi",iento huma-no. Méjico, Fondo de Curtur; Ec;n-;m;A: i3;;¿s"f"é#r,:í"ff;^#";:#1?::"":"fr::chete, e¡ 1882. Quelques pensées tu, t'¿¿iiuii".'ÍEn cr"tnll,,;,-ü;;;';i- -^..¿^^t^ ^^^-:\*::T,!j?:^?,i"-.,r,:":,pensées."ii t;-iü.tí.Á.'Ld;''d;iffi,T#,i"1"É"rJ;#:;fJ"i!;3i l,:,,:",?,1i:,i,:";'*X*r-"^,,,"t* a"-ñ.- ti'";"1-¿;ü"3;i;";;;? ffffi:'";::,:í:i;É:r:l;::*,: ,oe*.,§"::l:,',?g:_r.i*; q.;.É; Dí,rI"*, 'ií,1"Í3.'"Áf":, rÉ"r:iji[:

?;lz*";:::z',)'10;.,"2):^1n:J-Y:ll"lry, Ji:ñ; rs[;:;"fi"""::Hi ?,:!ii;'""ti'2i,ii'.?:::T;í::r?,:!,:,::,"{ ii;i1::::.,:,,¡th toteeat¡ii, óifñ, Éiáir_ilii-rdi {,ií-iáe"'í!!ginas (introducción de ]. W. Gouclr).

P, [. F.,_ 1953, w;227 ,pagr. ib";-E;;#;rro Ros, Madrid-Bueno, Áiris, É¿ii".lái'ás;i-_l::^d",j"_ Culrura Económica, t*¿ ¿" lK¿

Estudíos.

H. o. cunls'opitERstN, A btbtíographicar ítúrcdtrtion to the studg of lohn Locke,osro, re30 (más de r30. páginas J;"ilái;;á;;; bJrjr.oá;rrili. ¿f;í". Basrroe. /oánrocftc. scs thcories potitiq'ueí ¿ t"i, iiú-",r*-'";. $iyíg;;g lár.,ii,'r'sio, 398 páginas.(sólida tesis de letras o,,e ha qu_edado unti.uraá¡. I."w. ód.;7Znn'Lorr"., potíticarphilosophv' oxford, cÍarendon'p.".., ls5b,-)i?. págs. (breve pe-ro substancial). ,wiil^¡noore KEND¡IL, lorm Locke and ttti ¿octr'¡ne-it majotitg r¿rle, urbana, universitv ofIllinois press, 1941, t4t ngg.. nuyáo";-i;ffi."Lo pit¡tiíu""iÁ"liiüiJ'a" fuhn Lócke,P. u. F., 1e60, 32a páqs.-El- estudío de V¡u*i*ln'§i',:áii ¡"-ilZ"'ii;t,;; , tomo r, pá-ginas 130-203, continúa .siendo crásico; contiene un aruirisis y_un.'.riti." iguarmentea fondo del liberalismo de Locke. Viá.-irñ;ileesn¡e¿ Bo¡*No, Les dations intellectuel.les de Locke auec ra France,

-Berke¡.rt,-tsii: ?Ág p"s.. A ;.;r;i;i* ffi la edrción del'nuets in France (r67s-t6isi:'p,üli.i"áá-í"."1.ñ;"ilo;;;..Uiiiüirar?l u. p., 1e53,rxv-308 páss, I. w. yo,ro¡¡.'i"í;1;;'i; {*i thZ i,li;';;",-i"6il"?, u, p., te56,235 páss. (rnsrstc sobrc todo en1 lo. iJ"or r.iiéio.o, a" io.iu,-;it;;ffiii,-.n er amblentede Inslatcrra a ftnules dcl st-s^to xvu¡, nr.r,rrá"H,"óü;;;/r;g;Iari,,,ii pur"r, oxford,clarendon l¡rc¡s, 1960, xx.21h¡l¡¡s,'Tic;';;ü.rí;, a qgnarnri ó,'n.'lr¿iii*,"nso¡¡, ,,Lockcon caprtnlfrt ¡,,prrroprlRilon'', i.t,i,'W"r¡¿r;--;A¡iü;,'i 'gii,'iiiiul;ñi.;b;'a.

t95t, pást,nas 550.56(r (lrrrer,oretaelón próxlrnn nt ,r,,ritornnj; Leo S,r¡reuss,.,On Locke,¡ doctrlncor narural rrght", Prt//or,phtíat .nii,nii,, ixi"iltiii,É;r, 4i;;ól (ñproi',,crao en Droid

iÍ'ff#T,l,i;:Jff ii,:?',áf ,'J,T,l;,li;lPti,;*thh-fl.,¡llii,Iiry¿ili,,Híf:;;

-"-w-

I.ugroR¡A DE LAg rDEAs po¡.fr¡c¡s

o.comie,nzos del xrx (ed. Thu_

CAPITULO IX

Et siglo de las luces

IJna lilosotía burguesa.

^unhechodominalahistoriadelasideaspolíticasenelsigloxvltllt'@.r".iláto áe la burguesía en Europa occidental'

A este respecto, Éuy qu"- menciónar no sólo el progreso técnico' sino

también el clima g"rrrJt ie lu economía' en la que aparecen los primeros

;iñ;;l;-r"""fr.li" ilá"JrA' iargo períod" á" "*p.tsión iniciado ha-

cia lZ3O, en primer liigár "" el domiíio- aqrícola (prqgreso agronómico y

producción in.r"*"nüdl- C."" p"t*it"n.alimántar a una población más trtt-

merosa ); coyuntura furo.iUt" 'en beneficio de todos los sectores' que esti-

mula los intercambior V irr á.ifvidades manufactureras; crecimiento de las

ciudades y puertos; ioá"t áu los u"nadote.y negociantes' cuyo panegírico

ofrece vottaire "" ,r]t"rrl";;";¡;;;t, ;Eí conLr.io,_que ha enriquecido

a los ciudadu,o, "r"iriüü;, h";;;;iribuido a hacerlos libres' v esta li'bertad a su vez ha dilátado el comercio' ;;;;'¡;; así la graídeza .delEstado". Este texto ¿"-V"lt"i* define el ideal de una ciase' Plantea eu tér'

ilr*-p;".t.o, lu, cuatro ecuaciones que constituyen' para.la burguesia eu'

ropea, el ciclo d"l p;;;;;"..*"á"] f"cror de íigu.ru; riqteza, factor de

ir"tirrá¿,'ü lti"riád favorece el comercio; el comeréio favorece la grandeza

clel Estado.]aurésenumeracletallada.ycasilíricamente'ensuHisúoíresocíalis/e'las

familias burgtresas ár" -r..á¿á"

al poder económico I que no tardarán etr

reivi¡rdicar "l poa.r'iJlr;ü C;;; ii* Bur,rure' "Una'nueva distribución

clc la riqtrezu o.r.r"i uno n'"" distribucirón del poder"'.

Esta burguesía del siglo xvtlt no es' en modo alguno' homogénea; cuan'

d. ;. ;r - i-"* :: I "r gi' r "-: * i' [tldy ::.i I # ¡' !3á". :e:,ill'Ji,"!?

:i:"1;#::":Xi' X,#i ;;;, "1 ñ;;;;.:, -r, ;ffi ';;ü; 1-

:;e r r' i

"te' " i n s t ar a dos

;;'ffi;; ;*iü, ilp..rfJ"r., ltipo ;Tt'.caret"'), financieros ftlósofos

(ttpo Helvétrur), n.sofü;',;;;r;uitr.r, iubricuntes y..técnicos, lntelec'

tuule¡ (et austan,vou¡;;;i;;;;tí ü;i;;l t;f faire Drevf*i", pero c¡crlblr ca

vo uñ btt.lo cn el elglo xvlll)'

Page 6: J.Touchard, Historia de las ideas politicas, Caps. IX a XII

302¡llS'l'OnlA I)n r,A$ rt)flA§ rrOt,fTIC^§

I^*:l^3lfi"lj" l:lll:.se producirá un sigro J;,;;;;,^;;;ijli "i'rjiárciTjiTj

v ¡¡ruv Lrrreferre oer oue se producirá un siglo después: cuando el proletária-j::j::,:.:¡1 191,.iá"1iu,d" to.*,. ;;;.iu'" ;;G;;il;;I "doptu,a una

*:, :,::- ¡_::]:?", l,- u na doc t rin 1 a. ; !^...

-i,;;';ru;;#;: iJ "ffi i J [:aun conservando un vivo sentimiento de las jerarquír.,

"lubáru una doctri-

;:,,::í"Jj:,:i:a en el mismo instante en que toma concie""i. a"-*-Jrisi-

comienza asi el tiempo de las mayúsculas: Libertad, proqreso, Hombre,El siglo xvur descubre la existen.i, dáih;;b;; -B;;, "n".'u

rrirro ire unr-uerselle, no habla del universo, sino d" .argu.r"r-;;i;;;"";"r.p..1.iJ".,Pascal habla sólo de los hombres: 'crá"do"*" il;;';;;.id".u" en alqu-na ocasión Ias diversas agitaciones de los horbile*- ;".ü;-;;"-;il;"i;desgracia de los hombres lroviene de una_sola.orr, q* l.-Jrro saber per-1-?1":"r en reposo en una habitación". cuando voitaire trata de ,"fuüreste tamoso pasaie

.gI- sls Réilexions sur les pensées cle pascal pr.u áüplural al singular: "El hombü ha naciáo ;;¿ l;-;.iár,'Joroo er fuegotiende hacia arriba v la piedra hacia abajo.'pur" "t h;;;;", ;. esrar ocu-pldo y no existir es la'-isma cosa". Cá*lio ild;;;H, .uyo alcancesubraya Condorcet: "Como filósofo, Voliaire

", "i p;il";;;;" há ú;;:;;el modelo de un simple ciudadano q.r" ábur.u "rr-

.u, ,pnápt.ito, y en su§trabajos todos los iniereses der hom6re "; ;;¡.;-l;;ír;;5;'en todos rossiglos., y gye se alza contra todos los ".ror".,

contra todas ías opresiones,que_defiende y propaga todas las ve¡dades humanas,'.La burquesía europea confunde así su causa con la de la humanidad:"Lo-s miemLros det rá"*" Brtá¡;;;"i" ó;rtláy""i" .i*.iib" surtr*

"nsu Pr é se nt at io n de s T emps.M od err*- ".u, br"gí;;; por! u'á'r" considera-ban sencillamente hombrls^ [recogido ei s¡tuauóns //, tradl esp. de AuroraBernárdez, con el título ¿eué "t i"1¡t"rituraT Buenos Aires, Losada, r950,262 páginasl.

. A) DocrRIN¡s Y REALIDADES.-Si bien el desarrollo de las ideas politicas en el st-g1o xvnr está estrechamente vinculado u l" """iu.io".económica y **iái"" str conjunto,tarnbién depende de los acontecimientos qu" r" p.o¿u;;;-ilt"'"""r1."iu como fuerade Europa.

1'" Las dí[icultades de -ra Monart\uía frencesa,-Er penoso ftnal der rernado deLuis.XIV. contribuyó a, la difusión d.'lu. ,u""á.-irleas. La tarea de los filósofos seráasimismo.facilitada por-la impopularidad de tris xv, v-p*-¡ri.."p*ráái ¿. Luts xvlpara resolver la crisis financiera.. Sin embargo, los comtenzos de la Revottrclón f¡ancesa atestiguarán Ia profundtdadde las convtcctones monárqurcas cn ro. .".u.-joprrrr"s.-Lo-Lp;:i;¿;".í poder adoptala forr¡a dc una oposrcrón ir. fr*co y ar Lolinrcí;¡i;;;i';;"-I;';;*i.ron n Ia corte;en modo alguno dc unn oposlclón ¡r'lrr mo¡ürqulir.

2'o La prcponcletancltr. france-ra.- Hl predonrlnlo europeo cstá todnvlu ascgurirdo yEuropa proÉlouc le conqurria del mundo.' Europr¡ es, en ¡rnrptr¡r mcdrda, unn .,Europafrancesa"; l¡r lrrndlnclótr de In l'¡u,'n y clc l¡r lá",,*lr,'ii..iii;';;',,'t."jil*rl..r en Ins cnpl.tales más nleJodar,

I\I, SIGLO DE I,AS LI.ICES303

Existcunaespeciedcdesaittstc-entr'elainfltrenciaintelectualyelpodernrilitaryeco-ruómico. Los e,iércitos trur.".á', sulren graves.r.u"ü'il"t,,u clc'los Siete Años' pérdida

clel Canadá, etc.); la "..;;;;;

irr"..rá''"sllejos de ui.unru, el desarrollo de la econo-

mia inolesa, v, sin en,bari;:"i; ;;6;-'d"tancia ínteüctual de Francia' especialmente en el

campo'de laí ideas políticas, apenas se discutc' ..[.as icleas toman una fi;"J-d*;";.ijrl-u, frtósolos I1^"u-1 1,-"j_.:,1:y1l_:1._]lg],:,:

camentc, Ettlopa esta mas-áividida que. nunca'. pero existe una "conciencia europea y'

oor encirna de las fronte.i.I"i^l'.i!rá- as u¡¡ "¡enirhlica de las letras".' 3." E! tlespotisrrto ¡lulTruio.-g siglo xvrtl "í "f--.iufá

de los "déspotas ilustrados":

I;cderico II en prusia, c:"i;ffi; 1r"." rt".r". José Ii *"Au.t.u, Gustavo III en Srrecia'

u"ffi;k'í*'i:i,?rt f"i:lt?i,¿t;1.. se organiza.ese minuet del qulhabla Paul Hazard,

ese intercambio d" ."1'",.i'"i'il" ;; P"itt:D;i;it"it"' Diderot' D'Alembert' etc' Vol-

taire ¡eside algún tiempo "?'i¡üi"'v ñld".oi,"r,

'sán'p"t".tr,""go, y D',Alembert escribe

a Federico II: .,Los f,lO*i""?i!r i*t.r-áá f"t.", d" todut las-naiiones os miran desde

hace tiempo. señor, como a su jete y modelo'

Lahistoriadelasideaspolíticas-d-ebereservaraFedericollunamplioes,pacio;sinduda, no a causa a" u""¡ó""iiJrá ¿a-p"n.u-i"rrá dát "filo""fo de sans souci", sino

a causa de la adnriract.rl'o'r"'.rfi¿.'Ailé"rf q"J g"tiqr" lV. fue considerado' en el

siolo anterior, "l ,nod"lo'i.'ñ";ü;;, É"¿"i1.. IÍ fue coisiderado durante larqo ticmpo

..i-o el monarca p"rf".toi-"i-á fliásofia .."iu .".rrirr" de los reyes, y eran los reyes los

or" 1" ."tuiun de ella" (Hazard) ''. 4." Las tet,o.lucior"j,jfii"J,ni. xv-ul finaliza con ,a independencia de los Estados

Unidos y con la Revolu.iO" ir.r¿"rr. A este respecto, ,o .e.,rliu fácil medir la influencia

de las ideas sobre los ái"i,,..riri""""a;. P; lu'i"iü"".iu de los. acontecimientos sobre

las doctrinas -y todaviá Ir;;-;;;; i;" ideas-- es manifiestamente considerable'

por eso d"di.ur"rro.,'i"ñ;; ¡;; iu.go.upit,rt" sobre la filosofia de las luces' un

capítulo especial a la Revolución americana y a ia Revolución francesa'

B) L¡ onc¡ilrz¡ctóN or r¡ PRoPAÜANDA'-Antes de pasar revista rápidamente a los

nrríJ", 1;;;;;i-;üb' *"t' 'i;;;'iu '""'lto' u" h"'ho cuva novedad ha sido exase-

rada a veces, pcro cuya;;#.i;.s_indiscutiÚie: la difusión de las ideas políticas se

orqaniza. poco a po.o,'.oi'iná preci.ion.y "fi*.io-irecientes; los centros de reflexión

y 'ios órganos de difusi#'y ?J í'p'g""¿á tt ""rtiolitan' Recordemt'

.""J3"3t ,3á"i:: f*)Lacetas, el de las ".,.itiápáiut-'

ii á" "lot ca[ós' el de los salones' el de

.ücretas y especia1men,""""i"i""'ü'ñ;";;J;;;;r:'d;"';..*-'i,npo*udu de Inslaterra' -consique en Francia uru.ürar*aiirri,irr.-§"g,i" do-.,,nr*i". masónicás, el número de logias

cn Fiancia e¡ 1776 r,ru'.?á'l?4""iói],'^;"¿i9 ";-i78g, .on unos treinta mil "hermanos"

en toral. Montesquieu, "#:#;, óai"á¡á¿ .U"f"iii"-,-V.liaire, Federico II, Wieland'

Lessing, Herder, ¡,ao'utíiü"Jtl'i'lgt"t'' r'*tLlin y', quizá' "l Tt-t^T:-;5'lt' son masones'

E,lcultoalahumanidadeselprimerorincipiode.lafrancmasonería....,.'"-o.-".-cribe Ramsay ", .,, p,"llir"- ai illt- 'i"u,ii f t"d;; i;. ho,,bt"* de pensamiento ilus-

trado, de apacibles .o.-tulü.""-y- á" hu.o. ug'.u'ii'üü,';o-'.áiá ."aiunte el amor por($-)

las Bellas Artes, sino 'án,,'úii"

,nJ¿i'nt" lo" g'untl;;;;'ipit" de virtud" de ciencia v de

rcligión, en los qrre_ "l ili;;; i" l"'ó"r_i*,ÉrniJJ !e coirvierte en el dcl sénero huma-

no, de los que todas il';;t;;; p""d"" "*tü"i tolidot conocimientos y en los que

todoslosreinospueden'up'""a"ttq.'"t""".mutua''et'te'sinrenunciarasu'patria''La tesis d.l ...o,"p1ái";'":;;.*-;irigido .ort.u la monarquía, muv extendida ha-

cia 1940, ha sido ,,""*Ii,""ái"'ü;: p;;lá; i'rblios r,',as.recien[es, sue iubravan: l) La

función social de t"t ü;il; ;;;'";; i* 'i'a'att te provincias' tienen 'o poto el papel

de .,círculos,, .,rtturut.iof'.1.,1",i"r..t-zl-^Lr,ináiferencia politica o la fidelidad monár-

quica de la mayoria i"'l"r"*1"ár"",-"'Se.b,,.=cu.iu "n tuno el menor rasgo de una

coniuración anti,,ronarüica""t"l".- f.á1". A"f ptiio¿á prerre-volucionario"' escribe Théo-

.loró Ruvsscn "n lSfA,lii"Y','^'.fi;"';"1;: ü;;;;;t ántle la francmasonería v el ilumi-

ntsnro. el ocrrltisrn' y "i'nit.,i.trrno

(véase ,.b;;-;.L-;;nto Roger Priouret, La trcnc'

,iiii,in"rt, sot¡s /c¡ /ur. 1953)'

|Éllllfll¡tleot.httl6ldoÉ¡lf}llrlllolltlÉlrulovóllrnnt¡tgodeJontopógg.82Ú.327'

Page 7: J.Touchard, Historia de las ideas politicas, Caps. IX a XII

304

. -C) UN Nu¡ivo vocABuLARlo.-El siglo xvrrr cs una época dc rcvoluclórr cn cl v,*r-bulario político.La palabra "social" no.adopta su sentido modenro hasta el contc¿tt s<¡cr¡r/; Ia Encr.cl,opedia.(17,51'1772¡ consid".u i" puluu.u .o-o'-"r."o y le conficre un scrr,dq dlferenteal acrual. "capitarista'- ¡rertenece ál "o.i¡ririio-e; iris;;. ir'.-,i.üio" ,,clase

¡nedta,,será empleada en la constituyente durante la discusión iobre ál .il;:-E" .ri"t"'i''iupalabra "pueblo", qrre u.con,í"rrzos de siqro-tiüe por ro generar un sentido pcyorailvo("Llamo pueblo a todo Io que piensa ;iir"";--; comúnmer:te", dicc Mnre. de Lambertla amisa de Montesquieu), toma'un sentido nuJuo u parrir de'ritó; ;;;; Ios redactore¡de la Encíclopedia,'er pu"bl" er iu-"p;;á;;; nunerosa y necesaria de Ia nacrón,,.Igualmente Ias palabras nación y "u.io"ál-iolo"]"po.o u poco, su sentido moderno,

rr¡n'¡'oRtA DE ¡.As ¡DEAS poufttcln

tica_s. Monarcas y

más originales, al menos má§:i1,:'_7"t¡:l:.:,.d:...^:.:p??, L"u";|acques B"Ge?;;';'".,"áill" para besar

*r1-,i::.*:T:",fl.1"]_voc7!ulario. es er sisno de una profunda evo.lycion .d.e las ideas. Algu"", p;i;br;;'á"_,"t"'ii'".,ü1,iglo: naturaleza, felich

*i* I,j,:j: *1ji:Ll"ji::.:,ñ;. .;;;;"!I, i r". ülr;;"1::,:illíL i,liilil,"i;"J?:if, ::I"l,"i:'::*"1:':l.i!i!4é#ilffiffi::x,:i:"fi ''[:T[ritu det sislo", u', u*pfio ".r;;; .;;;;';í;#:'lil,11l?r?; ?;:""ffir;ilj:

1;., 1i.,9,":,"::^ f^ p. ,Il tar ateza._Tras los sran des desc ubrim i en to gdel siglo xvr, el siqio x-vru es sobre t"¿" i,""?""-J;"dT""rffi:.":l;:T,:*::ticas. Monarcas y filOsofos manifio.ir.-i,i, --.,.- -^¿_r-r- ,- r'cas. rvlonarcas v firósofos manifiestan una pasién notabre'por i;;:tid::voltaire estudia matemáticar y ;i;;;i_r; a Newton; Dide;or estudia ana-tomía, psicología y química; eÍ misá., lol^n_T^"n,,o D^,.^-^^.. ^^ __f""['li.li'ii''.n"'f ,Jrl1::::i,::l?t"";;r-"ü;"ú;;'""1::.::ff T;o", i"j.i; ",1l, *1i 9 ",* ii y ; it;;i, ET:; i:;;o X""j, Hil i: "..,:*, *:La hisroria naturar y ru. .i"""i"; ü*d;: ñ;l:i ,Xil:";iJl,lrilii:fon (1707-1788)_es ,r,ó d" t;. ;;ñ;';no más orioineraq ar ma-^^ -¡-

:1,:'*l:", de su puert"i

^¿.nír,,¿' G";i; á; Hif"" i'.:t;iil;J"á: ;::::

- La ciencia de Buffon es positiua v laica; rechaza las causas finales,- Es euotutiua: Buffon .r"é ", ru1íorr.lá"-i;'ñ"ñJi?.. s* Epo_

X:i"!;,!: #;ffi á:H;¿ L'esquissi á';;"¡;ü";; í'i'áiiái'"' ¿es proirés

- Por último, ra ciencia de Buffon es unítaria. En srr Histoire natureile,cuvos 32 volúmenes aparecen de rz49 a r7g9, áiirÁ"i"'r,iijr¿ de ra es-pecie humana.

grinaje

)ust.

,;" *^l*":1.,1;y:,Hg?1"r, ni,pascat, ni.Bossuer, ni siquiera Locke

13 ol* fSl :

"

g "^ j"*,91 p,

I 1 É " i "

I"' i" i i.j6i """iri; :Hl' :i "J3, i: : [:un amprio lugar en la mayoría de los iitor"r., á"i";H;"ili rl,l,"ijii:igTll,^b:: :T_ypnt:rg.uieú,.de l" "..ioii,ltil en Vor"tl-¡rl,"jál ensueño engquilibrio en Montesquieú, de lu ,..iáii ¡til en VRousseau, etc. "La felicidad ;; ;;"-;;;; nrra*a ^* E#jffi , :L.^* i:' ;:fl i iÍh ii lx

"Ti::"" i :1,"1" E",f,;;T,, *l jt ü. g:, j,:El desarrollo de este tema está evidentem-ente vincurado a Ia reroJacrónde |a¡, discipltnas catóttcas, T;;; ¡i;;;;, formasr

- rer¡cidad e¡r Ia naturnle¡.; felicidad clel alre libre (ta nrarcha y Ia mon.taña según f,-f, Rouasenu, rns isras settiir'iñ;ür,;t;'srí^;bi.r;;

30ttI I Strit,o r)[ I Af, l,tlr l1s

los apriscos de Maria Autonieta,.. )l la felicidad del vlaJe (Montes'qrrieri) y del viajcr6 desco¡certad«r que mira el nrundo con ojos nue-

vosr [eliz siamés, felices Persa§'.- felicidad eu la naturaleza; íema del buen salvaje, i§¡ualmente vtsible

err Montesquieu (l-cttres per.sane.s) y en Rot¡sseau (l)iscours .sur

l'inégalité).-- felicidai en la utopía, recurso a la fábula: fabula de las abejas de Man-

deville, episoclío de los Trogloditas en las^IeúfIes__persanes, el Ro-bínson'dá Daniel de Fóe, á GuLíue, de Swift, Mí*omégas, Can'dide, etc.

- felicidad en la virtud, la medida y la rczÓnt la felicidad se conqu-is_ta,

se merece; existe un derecho á la felicidad y un debe¡ de ser feliz;la felicidad particular coincide con la_ felicidad gengral. La felicidadti".r" ,u, ley"s, su iusto medio. La política no puede dejar a un ladoa la felicidad.

3, La virtud.-La definición de la virtud es ob;eto de una especie de

querella entre antiguos y modernos. Llnos sueñan con una virtud a laantiqua, sobre el ,ñodelo de Esparta o de Roma. Otros preconizan una

virtüd amable, social: el hombre-más virtuoso es el más útil a sus conciu-

a"¿á""". Apur".en asi dos tipos de hombre virtuoso, Cató'n y Franklin.Si bien Voítaire opta resueltamente por e!

-segundo tipo

-por el "gran

hombre" y contra "l h¿ro"-, la obrá de Montes,quieu revela una ciertavacilación.

En cuanto a Rousseau, ofrece otro tipo de virtud, la del hombre sensl'ble a la manera de los héroes de la Nouuelle Héloise, de Saint-Preux, siem-

p"L "or-o"ido

y siempre razonador, si no razonable. La sensibilidad es el

refinamiento de la razón.La virtud se hace laica, el deísmo se desarroll a y \a moral se separa del

o",.,tl*i",rtá religioso, be'ahi la importancia de lás discusiones sobre los

chinos, que gozá., en el siglo xvu¡ de un singular prestigio'

4. La raz6n,*Lumiéres, AufkLárung, Entightennt.ent-. Luces. Encon-tramos la metáfora * to¿ur'las ienguasl Los t?mas de la ciencia, de la;ilá;, de la feticidad, de la virtird y de la verdad se confunden con

el de la razón,Dos textos característicos, entre muchos otros:

- Esta definicién JL1" rirA" en el Catéchisme uniuersel de Saint-Lam'

b".r. -¿Qrá "s la raa!n?-. El conocimiento de las verdades útiles para

nuestra felicidad,

- Esta definición de ley en la Encíclopedia: "L.a.ley,.en generat, es.la

razón humana en tanto que gobierna todos_los pueblos_de la tierra; y las

leves ooliticut v .i"il.t d'e caia nación no deben .ser más.. gue los diverso¡

;;,.ál;;;ii;i,1,,íu".n los que se aplica esa razón humana"'--- Áú;;;n ¿. .rto torma la ldei de una razón. universal que permltc ac'

ceder'al mls¡no tlenrpo i la verdad y a la lelicidad, y la tdea de.un progreto

irrcluctable c lndlvlsiblc, yendo emparcJado el progreso mát3rlal con Cl pltl'

Page 8: J.Touchard, Historia de las ideas politicas, Caps. IX a XII

30ri ilrilt)lllA ¡.)tl t.As il)11As ¡,ot,l't't(:As

greso intelectual, emparejado a su vez con el progreso moral. A esta con-cepción materialista y burguesa se opondrá Rousseau en nombre mismo de7a razón.

5, La utilidad.-El siglo xvru inventa el optimismo (la palabra, segúnparece, surge entre 1735 y 17a0) y se coloca bajo el signo de la utilidad,Bentham, a fines de siglo, definirá así la utilidad: "La propiedad o la ten.dencia de una cosa a p.reservar de algún mal o a procurar algún bien. Males 'pena, dolor o causa de dolor. Bien es placer o causa de placer. Lo queestá conforme con la utilidad o el interés clel individuo es lo que tiende aaumental la suma total de su bienestar".

Este utilitarismo que confunde moral e interés y gue subordina la poli.tica a la eco,nomia no es exclusivo del utilitarismo inglés. Voltaire, los en-ciclopedistas, los fisiócratas, los fundadores de la economia liberal, los par-tidarios del despotismo ilustrado y los promotores de la revolución ame.ricana parten, con muy diversos matices, de trna concepcirón utilitaria de lapolitica.

Es sorprendente la concordancia existente entre las obras de Voltaire,Diderot, los enciclopedistas, Adam Smith y Franklin, y las ideas politicasde la burguesía, tal y como se expresan en las memorias o corresponden-cias de la época. Las obras de Voltaire y Franklin, poco significativas enel plano de las doctrinas políticas, resultan fundamentales cuanclo se buscaen ellas la expresión de una sociedad.

Cuidémonos mucho de representarnos al siglo xvlt como dominado pordos obras op,uestasr Esprit des lois o el liberaiismo sin democracia, y elContrat social o la democracia sin iiberalisnlo. Por un lado *<omo vere.mos- estos dos libros, una yez emplazados en su contexto, dejan de opo.nerse entre sí tan absolutamente como suele con frecuencia afirmarse. Porotro lado

-y sobre todo-, ni Montesquieu, señor de [,a Bréde, ni Rous-seau, antiguo criado, pertenecen a esa burguesía nueva cr:yo ideal politicose expresa ampliamente en la filosofia de las luces. Los dos libros de doc,:trina política más célebres del siglo xurr son, si no dos libros a contra-co-rriente, al menos dos libros al margen de la ideología dominante.

Estas observaciones preliminares nos dictan nuestro plan:_- Primera Parte: el liberalismo aristocrático, Montesguieu.

- Segunda Parte, Ia más amplia: el triunfo del utilitarismo,-- Js¡gs¡¿ Parte: rebeldías y utopías (Rousseau, las construcciones socia,listas, los ensueños depaz perpetua y de progreso irreversible).

SECCION PRIMERA

El ltlteratiaüto orlctocrátlco,

El eloglo dc l¡ Gonrtlturlón lnglcre,--f)r,'rprrér de lo "glorlor¡r Rcvoh¡eló¡¡", Iugl.rtcrra, .';.pasa durante el rlglo xvtlt llor lo r¡ue Larkl de¡ro¡nlnn ullil "e[n de e¡tilnclliltlento". La',5)áristoc¡ac.la ¡lgue ile¡tdo psderoaÉ y ¡u¡ Edver¡nrlo¡ le re,pror'h,rn rl conftrncllr cl hlen- del Estado eoñ el blpn d¡-la elare lobornnnte, Balo el relnrrdo de forge I y tle forge ll

--!!tF.F--

itfrTnr, sr(;Lo Dti !,AS LUCI'lS

l¡asta la salida de w'alpole, en 1712, el nrovlnrlento de los negoclos ayuda a ocultar el

inmovilismo político. fr;i,,t.,...n'dj;i;;';,,-;;";úálot y .on,.ntá a Locke, slendo csen¡n¡

las obras originales de teoría politica'pero la Constitucion lnfr.;";l;;;. sobre el continente europeo una poderosa .seduc'

.i0.,^."üoit..-q.,;;;-, v.il;i;;-r"áid.r, al6¡ún tieulpo_ en Inglaterra y se convlerten en

propagandistas de unas institucioncs qu" .ono..n'áá1. yoltuit", en sús lefúres anglalses'

insiste sobre todc err la libertad de conciencia y Je opinian que reina,. según é1, en In-.

glaterra. En cuarrto , ñ;r;;r;;, fu elogio'de la'constitución inglesa en el Esprlf

áes /ois se convierte rápidamente en clásico'Montesquier*o ...,5i]'.i:;;;il;"^;; Inglaterra. No parece que Bolingbroke haya

c|ercido sobre él la influencia que a veces. se le atribuve:.además, Bolingbroke no era

un qra, pensador. f fr" :t'..[.'r-trlfl"rt . clice Laski). Robert Shackleton, que ha estrt'

diado de cerca el catalogo ?á'f, ür¿¿". hu p"$i.lá ,"ñulur que la biblioteca de Montes-

quieu contenía ,nu, ,olXJ.üri'""'rrgie;].i.-R. Shackleton, Montesquieu, "Two un'pu-

ü;;-h;t;;.;*cnts' . Frcncá Srudícs, 19j0)'El elogio a" 1", i".iit*i".".'l"gi"á. hecho por Montesquieu descansa sobre un

equívoco. Mo,tesqrrieu';;;,;;;." a la"nobleza y roiti*t" la causa de los parlamentarios'

Sin duda, su liberatismS":.;':il;'y'p.áit"aá, -páto

"." liberalismo cstá vuelto hacia

el pasatlo; ". u, liu"rjt"i.i-,t .:i"|".ri.,ü-y i;;;.á.; -uy aleiad" del liberalismo' inglés,

-ui-.ápu*ao a su vez de las realidades británicas'

Montesquieu.

Montesquie1-| 6S9-|755)'vulgarizadordelaConstitución-inglesa,teló.r,ñri.o'"i""'iu-";;;;;iá a;ód"'d adepto de un perfecto liberalismo' unu-Montesquieu huy próximo.a !o5fe"' to de Burdeos,

Moniesquieu,- ráño, de la Bréde'-p-residente del parlamen

autor de las Le*r"es 'p;;;;';'

" üo"t"'quieu pióximo a Saint-Simon"'

La obra ¿" r.¿."tíü;i;;;';;;;ü,;' v '" d'b"'evitar el reducirla a

estas dos sumarias imágenes'

1) EL HoMBRE.--EI homl>re apenas aparece cn el Esprit cles.lors (1748)' ni en tas

Consitlératio,s srrr ¿es carrses de la grandeut;;"-R;;i et de leut décadence (1731)'

En cambio, las Lettris p"."rlr"" (172i-) estan..Jt". p.i "n hombre que se divierte; y la

recopilación outoUiogLfi.r,"rit.tllár'¡ "t--peiten, es .rn documento sin duda un poco

afeciado, pero de una incomparable riqueza'.A Montesquieu le qtrsta inostrarsc et1 estos cscritos como rln honrbre feliz ("Mt cspl-

ritu se intcres" ,o' toJJ:)] áT;;;;itü i:i';j;""';'i;i"i""' to¿o me asombra")' bcnévolo

("No sé odiar"), modcsto ("Vcriid para qt¡e á. oú.,i.., horr'bres- modestos")' pcrfccta'

;;;;";;Xiluio ¡"¡r'--,0'cncio tcnido 'tinca disgrrsto gue trna hora de lectura no mc

haya qrritado" ).Estasabiduri¿rescilsi(lt,lnasiado,perfccta,perofelizmenteÑIontesquielrdejaaveces

de vigilarse. E*.)un,a,-'i;i4u gu*t,,n lo.s campesinos; no son lo bastante sabios conro para

razonar torcid¿rnrer.)tc' . Apcnas crce _en .r proii".o -itttopon".

la pcrfección a un slglo

<¡uc cs c.da u", p.,,r...'i, y cscribc pntlt -i^

"iittito,

- .i" t't"g'ini .

"Es el csplrltu clt'

comcrcio q,,i.n ¿,r,,,i,i,"".n''u,L.i,o.^ á-i,,í' 'Er.

cspiritu tlc c,ntcicio ltacc qttc se' s.¡nct;t

todo a ciilcult.>."Encontt¿tttlos jtrlcios antilt:gtrs cn cl ,lispríf clcs /tlis, cs.ncclirlrtlclrtc cll cl tibro XXI

I)cs /oi.s d¿¡rls /tl t"¡'rl''''r"ti"tt'iit' ''it ti""'/c eorrlrrtcrcc coi¡sir/óró d¿¡ns sn n¡ltrrc ef ¡c'¡

¿Ilsflncfl.,q, Ir¿n,,r.*,ií,i.',,,íii'.",,r-q". Iiigl,rt"rra t's cl prrcblo dcl lnrrrrdo Qtrc tttclor ltt¡rtr

enor¡¡ullce crse n r,r i).1)"¿,1".*i,,- ''ir"-- g'iir"a..".o*,tt' l,r relig¡lón, el comerclo y l;r lther'

tncl", llero ¡trs lulclon'¡olrre los contcrcl¿trrtes son de lo mús rescrvadol no tltrtet'e qtte

l,rs rrolrlc¡ prrrr¡t¡rrr,'i sl ,r,,,.r.ii.,'y ,ii .1,,.1,,".,i'-**.rit ri,-;'V¡r corrtrn cl e*plrltu del so'

rrrcrclo el ,,,, l,' ,'ui,luin'li"ftti.i,,ri,* ..,t-l,t- ,uo'iu'*ltiín'.' V't contra el t'solritu de lc ntrt'

nRrqrrtn q,,u rn ,,or,i.'l,i"t,i.i..iii;i;J"i'; .li; ';l

;;;'i;;'¿i.,, L,' .,*t,inibt* q"o 'hn permltlde ett

Page 9: J.Touchard, Historia de las ideas politicas, Caps. IX a XII

308 ¡ll$'fOtllA Dl{ LA$ rDBAC po¡.1't,tcAl

i

,i

1i

lnglaterra -el comercio a la nobleza es una de tas co¡as guc már ha contrlbuldo a dcbt.litar el gobierno monárquico".

.- !-o,1 consiguiente, Montesquieu se opone a Voltaire en esta fundamental cuelgón.?e:oroca,ren.el canpo de la tradir:ión. Las transformaciones que se produccn en cl mun-oo tan so-lo insPiran reacciotres reticentes a este nohle provlnclano -naturalmente

lrónlcoy moderado.

2) Ll porfr¡c¡ DIr LAS "Ler:ines pBns¡ues".-Las f,efcrcs persanes son el dlverg.miento de un ho¡nbre feliz. Lo-s dcs persas -Usbek el Raánaíoi-l'¡ii.u e¡ Gascon_poneri- al desnudo a la sociedad <ie'Ia Regencia,

--l*"riL'iüá,'l"r"ira..rr"., -n.d"ni nadie les engafia.

lQs-hombres son felices.-por los placeres de los sentidos o por la práctica de lrvirtud? usbek resporde mediánte r¡ fábura de los troft,cáiii. tp.:e*il iueblo de uáiArabta irreal).

.Primer acto: monarguía. Los trogloditas tienen un rey "de origen extranjero,,; lomatan.

segu-ndo acto: anarguía. Reir.ado del egoismo y del interés particular. serie dccatástrcfes.

Tercer actol democracia patriarcal. . Dos amigos consiguen persuadir a los troglo.

ditas.de que "el interé-s-de_ios.particulares se eicuentra ü"tnprá en el interés comú-ni.Ayuda mutua, virtud, felicidad idilica y familiar. Los trogloditás rechazan una invaslónison invencibles y felices,

Ultin¡o acto: aumento el número de los trogloditas y la virtud comienza a pesartcs.Los troglo-ditas quiereri darse un rey y eligen á un unáono venerable. Este derranrá al¡rrlncipio- "torrentes de lág,rirnas" y ácába pór aceptar. Regreso al prlmer acto...

Conclusión escéptica: las costtimbles són más'cficaces-que lasieves (;las costumbretsiempre hacen me.jores ciudadanos gue las leyes"). pero tós hombrás...on."n de-sirvirt-uosos; los mejores regirncncs no duran nrás que un cierto tiempo...- Nada lmpide pensar que l\4ontesquieu pusiára en esta desenvuelta fabuta lo esenclal

de su filosofia politica, Corno quiera que sta, esta filosofia de las lefdres persanes DarG.cS, a primera vista, nruy difcrente de la qtre maiestuosamente se expresá en el Esprlúdes lors.

3) MÉrooo DE MoNrESourEu.-¿Cómo explicar en un país determl.tado la_prelencia-de una legislación determinada? Tal es Ll ob¡eto delEsprit des /ois. Montcsguieu ,va en busca de un orden inteligibÍe; y scesfuerza por distinguirlo y explicarlo.

Los principales rasgos de su método son los siguientes:a) Sentido de la díuersic{ad.-Para Montesquieu la primera tarea dc

Ia inteligencia consiste en percibir las distincionás (cf. las ideas claras ydistintas de Descartes). Como más adelante Benjamin Co¡rstant y Tocquáville y como todos los grandes teóricos del liberalismo, Montesqúieu se- ln.teresa apasionadamente por la diversidad del mundo. Nada teme tantocomo la unidad. Contrariamente a'Bossuet

-que multiplica las compara.ciones-, Montesquieu distingue los gobiernos según las épocas y pais€s,"El sentido común *dice- corlsiste err gran parte ell conocer loi maticende las cosas."

b) Relaúíuisn¡o,-La ley es para Montesquieu un sistema de relaclo.nesr "El esplritu de lus leyes consiste e¡r las diversas relirciones que l§!leyes pueden tcncr con diversas cosas", Relaciones con la constituclón dccada goblerno, con lns coslumbres, climn, religión, comerclo, etc.

Montesguleu !c epllse, por conElgulerrte, a cleterr¡rinar todns lns lnflu,..n,

ItI, SIGI,O I'H LAs LLICEII ,90t1

clas gue se eiercen sobre las leyes; su método parte de trn anáhsls soclo-lógico.

c) Determinismo.-Montesquieu cree gue las cosas tienen una natu-raleza: "Las leyes, en Ia significación más extendida, son las relaciones ne-cesarias gue derivan de la naturaleza de las cosas". Relaciones necesárlag,pero no relaciones suficientes; las leyes tienen sus leyes, pero estas leyesson complejas, y ni el clima ni la Constitución bastan para explicar la si-tuación de.un país. La historia es inteligible, y los hombres pueden ha.cerla.

d) Racionalismo.-Si Montesguieu recusa todo fatalismo (y natural-mente todo providencialismo), su método no cae en el empirismo. Tieneuna elevada idea de la ley; es

-debiera ser- la encarnacirón de la razónl

"Es un pensamiento admirable de Platón el de que las leyes se hacen paraanunciar los mandatos de la raz1fl a guienes no pueden recibirlos inrnedla-tamente de ella".

e) Escepticisme.-ps¡q la ley está hecha por legisladores, y éstos rnuya menudo están por bajo de su misión. Grandeza de la ley y debilidacl delos legisladores: "La mayoría de los legisladores han sido hombres li¡nita'dos a quienes el azar puso al frente de los demás y que apenas han con'sultado-más que a sus,prejuicios y sus fantasías. Parece,que desconocieranla grandeza y la dignidad misma de su obra".

De esta forma, el método de Montesquieu, riguroso y matizado, hacetun lugar a la debilidad humana. Nunca se admiraría 1o suficiente la am'plltud- de un propósito que convierte a Montesguieu en uno de los funda'dores de la sociología.

Pero el método vale más gue las aplicaciones. En especial, nos pareceque se le hace un mal servicio a Montesguieu cuando se insiste en su ÚeoríA

áe los climas. Por un lado, esta teoría existia mLlcho antes que Montes-quieu; por otro

-y sobre todo-, sus largas consideracio_nes sobre el tema

(áel tip'o¡ "Se posee mayor vigor en los climas fríos" o "Los indios carecen

naturálmente de ,ralor" i no rro" sorprenden hoy día ni por su oiiginalidadni por su pertinencia.

4\ L¡ rnoni¡ DB LOS COn¡snNOS.-La teorla -de los. gobiernos, qlle ,abre el Esprlt¿"" já¿r, ár -junto con la separación_de poderes* la teoría más conocida de Montesquleu.

Si; -;;l*g",'"""n1tu

dudosó que Montásguieu puslera en ella lo esencial de su pensa'

mlento politico.Montesquieu distingue entre la naturaleza de cada gobierno *-lo que 1e hace 'ser-

y.;;;i;;ipi" j; dt le hace actuar-. Pasa revista a tres tipos de goblerno'

a) El gobierno rcpublicarto,-Naturaleza: "EI goblerno. republicano es- aquel ..en-elor," "t rrr"bjo colectivamenie, o sOlo una parte del pleblo, tiene el, poder, soberano". I)or

:;;ri;"i;;:-h;l;;, f;;áJ rnrv diferenies de república: la repúbltca democráfica y lalcpúbllca arlstocrátlca'

¿) La rcoúbllca democráflca,-Naturaleza: el pueblo colectlvamenter o §ea el con,

tuntJ de los iludadanos reunldos, eJerce el ¡roder soberano''"^'ñrü.riio,'iñ'ñtrd. .n *ontr¿o'ct,vlco y no cn sentldo moral, es declr, la facultad

qu.'iüii'.lai-sriüádi"d d* ¡u.or pusar dl tnterés seneral por enclma del lntcrél pet'

tlcular,

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3t0lll§ll)lllA ¡)l{ l,^s ilI{A§ l¡ot,l,t,tc^lt

@La repúbtrica democrática-según Montesquieu (gue no distingue claramentc cntre Iapálabra "república" v Ia parabá "J";;;;;:i;;i es una repúlrrrcn a la .ntigua, nust€.ra, fnrgal, virtuosa, Íimitada u p"qu"áá. .irar¿'". cuyos ciudadanos puedcn reunrrse enuna plaza pública.P) La rcpúblíca aristocrátíca (tipo_ Venecia).-Naturareza: el poder soberano perte.nece a "un cierto número de pe.roni.l'.

'---"Principio: Ia mode¡ación-eá el uso ie Ia desigualdad. La aristocracia gobernante debcser bastante numerosa y debe, en cierto;;., "hr;;i"¿;';'i.;-;obe.nudo.

su exrs.tencia: "cuanto más se aproxime una aristoclac;;'-; h"á;ii"i".'.?,tiun,o más perfectaserá; y Io será menos, a r¡redida qu. ," "piá"irr" , iu Á""á;;-;1-, '

b) El gobíerno monárcfilco.-Su naturaleza.imp,lica que gobierne uno solo, pe,ro ta

%iq*t*fq+,*#d.-tri¡r:il"g¡,f "Hil*f*,*.f#*"1i*

Principio: er ho,or, es decir, cl espírittr a" .r".p"I:"i.;r;¡r.';';';".ada persona y dGcada condición". "La naturaleza del Éoná" .ur"i.t" en exigir preferencias y distinciones".Montesquieu no habla ni de la virt"á ae-i"u fríncipes frl ..tlá á" no.'.u"t o de Fénelon)ni de la virtud de los ciudadanos, sino der Éono"''de irg,r"á.. Éor*áonsiguiente, er prrn,cipio del gobierno monárquico no se encuentra en manos'd"l .onr..u. És una concepclónaristocrática y tasi feudar de Ia monarquía. cuando fi¿;;;;q;i"" h;lu- d; l; ;;#;;r;en los primeros libros der Esprit des /ois, pr..." p"r.u" más en ra monarguía fran.cesa de Ia Edad Media que en una moaarquía constitucional a lá irrgl.L.c) El gobierno despótíco.-Es el único tipo de gobierno al q"ue- Montesguieu con.dena formalmente, su naturareza consiste "" qiig uno sólo gobierna según su caprrcho,sin leyes ni reglas. su principio es el temo";'J déspota tñtu u ,ur-l¡udito, como lbestias.Ncr se encuentra en Montesq rjeu ninguna- distin-ción_ entre diferentes formas de despo,tismo, ni ninguna referencia ar despotisÁo irustrado. sir ..üig.,

"üoniesquieu apunt!,por encima del des,potismo, hacia Ia monarquía absoluta.

Esta tipologia de los gobiernos es doblemente ábstracta:

- Abstracta respecto a los gobiernos existentes en la época en gucMontesguieu escribiá nipiil-á;t"l;i;,--l; monarquía insresa no entra enninguna categoría y no se hace ninguna distincién entre las diversas mó.narquias.

* , _l Abstracta, por otro _ Iado, respecto a ras preferencias íntimas dcMontesguieu. condena el .despotismo; pero er goúerno de su preferánata

no está conforme ni con el.tipo monárquico, ni ion el tip;-a;istocrático, nlcon el tipo democrático, tal y como loé ha dibujado. U;; ;; mas, Mon.tesguieu encubre su .íntigo pensamiento; únicamente cuando se ha leldOno sólo el conjunto de l'Espiit des lois, sino el con¡unto Je-* "ur",

," v:aparecer, como una imagen compuesta, esa monarquía aristocrática, r4f.lyosa y moderada en la que soñába Montesquieu sin hacerr" d"*urladá¡ilusiones sobre sus posibiliáades de realización.

5-) Er- G.BTERN. MoDERADo.-Montesguieu parece menos preocupadoryt t_filll d:,.lor, gohiernos que por las instituóiones, y menos preocup€.do por Ias instltuciones q!e por Ias costumbres, Errcontraremn. id¿ntlcatendencia en To.cqrrevllle,

-Pnévost-Paradol y Rennrr-

-

La teorla polf tlcn de Montesq.uleu.es.^uní teorln de los corrtrnpesos (,,Erpreclso que el podcr. deterrgn ai poder"), La scl¡n,.nción cle-páa.r.r,'ln.cuerpos lntermedlon, la deneentrnllznclón y ln nroinl ,n,,-p.ro ,i

"ir*r't,iñ-

glIril $tclo DI! t,A$ l,u(lH$

tos contrapesos, otras tantas fuerzas que lmpiden qtre el poder calga en el

despotismo,

a) La separación de ¡toderes,-La separación. de podeles se ha colr-,r"rtiáo. oru.ijr a Montesquieu, en una especie de dogma. El articulo 16 de

f,i ó"iiuii.ión de Derechbs del Hombre-proclamará: "Toda sociedad en

la que no esté asegtrrada la garantía de los derechos ni determinada la se-

paráción de poderés carece de constitución"'En realidád, sin embargo, la doctrina de la separación de poderes no

tiene en Montesquieu el alcance que le han atribuido sus sucesores. Se

¿;;¿"t. .o" ufi.áu" que el poder á;ecutivo, el poder legislativo y el poder

iudicial no deben encóntrarsl en las mismas manosi pero de ningún modo

pi"nru en preconizar una ri5¡urosa separación entre los tres poderes, inexls-

terte por lo demás en el régimen inglés.Lo qr" Montesquieu preconiza es. una armonía entre los podereS, una

atribucián conjunta e indívisa del p_oder a tres órganos,.la co-soberanía de

irur iu"rrur politicas, y también -de

tres fuerzas socialesr rey, pueblo yorirto.ru"iu. Óo*o h. óbservado Ch, Eisenmann, existe una corresponden-

cia entre las ideas constitucionales y las ideas sociales de Montesquieu I

'-'Su aparato gubernamental aparece -co_mo

la proyeccitón en el plano cons-

titucional de "su imagen de la sociedad: tres fuerzas sociales están encar-

irráár por tres nuerias políticas: la correspondencia .es-petfecta". ,En rea-

ii¡;á,;. existe en Moritesguieu una teoría (jurídica) de_la separación de

Doderes, sino una cor.ep.ión (político-social) del eqtilibrio de poderes,

i'q;llib;ir gue tiende a consagrar a un poder entr_e los demás: el de laari.to.ra.iu (cf. los análisis de Louis Althusser en "Montesquieu, la politiquect l'histoire", P. U. F., 1959, pá9. 120).

b) Los cuerpos intermedios.-Montesquieu cree. en la utilidad social

y moral de los ",,"*por

intermedios, especialmente los parlamentos y lanobleza.

Montesquieu, presidente del Parlamento de Burdeos, defiende con vigorIos privilegíos de'los parlamentarios, a los que parece confundir a veces

.or,io, privilegios de lá nobleza. Montesquieu no vacila en.defender la ve-

""li¿u¿ h" lor""urgos: se trata sin duda dá un abuso, pero de un abuso titil.

Montesquieu "i u., gentilhombre orgulloso de su nobleza ("trescient6s

cincuenta aáos de nobleia probada" ) y ionsidera a la nobleza como el me-

i;;;;;¿, de la monarquíá, como Ía'mejor garantía de la libertadr "Sin

í""-*.",-"o hay noblezai sin no.bleza, no hay ironrt.u, pero sí un déspota".Resulta extrañó

-aunqge sin duda él hizo todo lo posible para mantener

"ri. o*tlgi.iedad- que Montesqtrieu haya sido considerado como un admi-

rador del" sistema iÁgl,és, cuando la verdad es que su pensamiento está

prlfun¿u¡¡.nte enraiádo en las más antiguas tradicio¡res francesas' El ca'

;it,;ñ;;i; E;;¡¡ ¿;tiois gue más frecue"¡temente se cita es el capitulo VIi.i liUr" Xl, iJf.r¿o a la'Constitrrci(rrr de Inglaterra. Pero, hay qu-e oh'

servar, en 'primer lugar, qrre estc ca¡rítrrlo no tielrde en abSoltrto a ofrccer

,i" ái...f p.fOn ff.t ácl ¡ístenra hritánico: es. trna In¡laterra .l<lcnllzada, c¡';tli;r&;-;¡i; iiiglaterrn a la frnncesn, mry nleJnda de la realldad hlntórlea,pár ot.u párte, €§te errplttrlo ro[re Inglnterra sólo ocgpn dicr págln§Ü en

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3t2 lilÉTOn¡A Dt{ ',AS

tDn^r FOr.lTtcAS

un libro que cuen-ta con má,s de 700. ¿p.or quf no atr.rbrrr la mrsma rmpor.tancia . lul amplias consideraciones iobre 'el derecho f;rJ;i .o" ln, luetermina el Esprit des lois, a esas páginas robre los á"ig"r* a. la noblezatrancesaTque hacen pensar en saint-simon y en su pasión por ra etiqueta?c) La descentr¿\i,^¿isn.-La descentraÍización ás un cóntrup.ro Lli."icontra el despotismo. El señor de La Bréde tiene sobre el

-t.*; i* .i;;;ideas que mantendrá el señor {e Tocquevilre. EI pensamiento de Montes-guieu no se opone tanto.al de Rousseáu (mucho **o, centralizadoo de-tF.::::B {ch-o),como al de sus discípulos montañeses y "l d" i;, g"""d;;runcronarios de la monarquía.

d) Las costumóres.-"Nunca se debe hacer mediante las leyes Io guese puedg hacer mediante las costumbres." Lu ""rJud"r;-;;i;;*" no es Do-lítica, sino intelectual y moral. No_deben tu.""r" á"ááJ"¿-ár-r'"v"r.-ü#-

deración es la virrud-princip_al: "Er espírtu d" *;á;;;;ió" i"t" ,"" "l dell"_q:.]4^._r,,.¿'bien

potitico, ál igga:l quJ "1

ui"* *"rár, ."'"".i,"",ra siempreentre dos límites". La moral de Montesguieu es una moral del justo *"áio.Aungue su condición social y,sus opciones p"iiti."rl".il,¡"" á" "r "".1ode la aristocracia, su moral eé burguása, o po¡ 19 ;";;; ;;;J;.", udopiááá

fácilmente -y 19 será efectivu-"it"- po" l. br;g;;;;----'En cuanto a Ia religión, para Montesquieu es á"la vez una bella decora.ción (como en las Letties pérsanes) y un'freno ro.iul. n¿ortÁqri"u

-antl-clerical, poco religioso- áiega gue íeu ateo. cree "" l" ,iiir¿-Ja de h reii-gión en.tanto que "motivo reprelivo"; "Es rnuy útil gue se .r"u ", Ia exis.tencia de Dio,s... Aun cuando fuera inútil qr'" lo. 3,i¡Jito. trviesen unareligión, no lo sería que Jos*príncrpes.la tuviesen". t, ,"li;rá; á" ñ"p"l.,iiies muy semejante a la de Montesquieu.

6) L¡s lo¡¡s soclALEs-DE i\4oNrrsoulru.-a) Las ideas sociales de Montesguieu nadatienen de revolucionario. La libert"d consiste para él il',d;",i;]"*;;,;';'üI"ilffi;"La única ventaja que un pueblo,libre posee sobre otro .. r, ,"tr.iá"J qte cada unotiene de gue el ca,pricho de uno solo no le privará de sus bienes á-á.-", ";a",,. f.¡ r¡,,a|-dad absoluta es un sueño: "Así co¡no el áielo esta

no dirán otra cosa.

su vida". La tgual

los constituyentes de 1769

qas aosolura es un sueñLo: Asi como el cielo está separado de Ia tierra, asi lo esiá clverdadero espíritu de. igualdad- del espiritu de iguald-ad -ex1;;;. iii';reblo no debcser contundido con el rDonrrlachó sien.ln nrr,áa.¡Á --^-- ^l J^-^^L^ )^ --- L-.", .""iinai-i"' .o"-"r ,J"p,i"Jr,",".i;fi'J.#,i:T:;:; :i':T¿ilo-j" '';;i'j"uT",:fl:

se encuentran en un profundo "estado de vileza": "incluso en pl oohicrnó ñññ,,i.r .l§s er¡cuenrran en un prolundo estaclo de vileza i -"incluso en el gobierno populaf, elpoder no debe caer en manos del ,oueblo ba;o". Voltair; y É -.oi.girv""tá, '¿e

iTas

á),,,Pero Montesquieu es un conservador ilustrado" 0, I.chevallier). su tdeal noes el laissez-taire' de los economistas libera-l_es y_ dc quienes invocarán su obra para tadefensa del orden burgués. opina que el Estato "d;be ; iáaá.-].. -ciudrdanbs un¡

subsistencia asegurada, alimentación, un vestido conveniente y un género de vida que nosea contrario a la salud".Ivéase sobre g:!9_punlo el capííulo sóbre tos t..fitni"s iñel Esprit des lois, libro XXIII, cap. XXIX). _por tantá, ¡"t.r,t"rqri*-ertrrii qiie ciprqoio Estado debe _proveer al mantenimiento de los enfermos, de' los ancianor'y ailos huérfanos, que debe abrir graneros públicos y luchar contra lá ml.serla, Ma'xtnraI=eroy .ve. en estas preoc,upaciones de 'Móntesguieú las prlmiciis dc-'un--"sociafiriri"-'jiEstado de tipo patrlarcal.

^ Pgt consl0ulentc, Montc.squlcu no es tan sólo el antopasado dcl orlc¡nlsmo ll§er¡rt,Su. obra.ejerce trnn proftrndtr lnfltre¡rcia en Salnt-Just y entrrslasrnii n M¡r,,t, cl "anrloodel puebJo' nfl¡'mn, en ñ[t proyecto dc Constlttrclón, que Montesqulerr cs cl honrhre mirgrande dcl rlglo,

Blgrlf. ilcr,o nE r At t,ll(iH[

Tnl es ln nnrhlfiiled¡rcl clc Montesqttlctr, Stt¡t convlccloncs polftlcas son

las {e los a.rlstócratns-ltüernles y las ie toclos aqtreltos qtte con§lderon l§

trnai.iOn como la saiuafriardia de la libertad, Pero Montlsqtrleu llel¡aba

J"ru.ri"¿" tarde -o demasiaclo pronto- en un siglo de btrrg-uesfa, y su

ái." iii.'"¿.ptu¿o -V oá"ptu¿"- por una burguesia gue la dtrlS¡tó en el

".riia" cle lo. ,olo.es'burgi,eses, dá 1a se5¡'ridad' de. 11 pq:' del réglmen

."irii*1"-v"á"t or¿." moral. De esta formá, el señor de La Bréde pasa por

i,rr.lo.lo, á" ,n sistema q'e seguramente Ie habría prodtrcido horror.-- Mont"squieu -se

dice L.nenüds- ¿¡p¡s5a ]a opi-nió-n de los medios par'

lamentarios, asi como Voltaire qxpresa la opinión de la burquesía -capita-ii*tu. B.tu afirmación no es falsa, pero sería más exacto decir que los me-

;;;;';;i;*;;;lo, hi.l"to, su libro de cabecera v su arma de combate de

,,nn álrr" que propendia inicialmente a situarse del lado de la nobleza más

;;;; i;li;i;¡;i;! Partamentos. Sin duda Montesquieu permanece fiel a sus

ci.i.renes parlamentariá., p"to considerarlo un ciego defensor de los Parla-

;,r;;il; .;fi" J"r.or,o."r su libertad de espíritu. Es ciertamente su defensor,

;;;;;l;.1á;, J""¿"no." y _peliqro-so para-los privilegios que defiende...

Como guiera qr" ."u, los Purlu-Lnto^s, confundiendo un poco sus liber'Í¡¡¡11¡5 -ss

clecir, strs prerrogativas- con la libertad, utilizan abundantemente

a Montesquis¡ -¡6'sin deiormar el sentido de su obra- en su lucha contra

-l -p"á",

"i.ri. Lu.hu

".t¿.it y combate de r_etaguardia qrre obstaculiza toda

i""t"tirá ie moderni iácitan politlca y social de la monarquía. Son los me'

iiinr prtlu*entarios quienes expurgaron y aburguesaron a Montesquieu'

. La loual,

lllstoría y progreso según Vico.

El napolitano Giovanni Batista vico (1668-1744) es un a11tor tan dl-

ficil de clasificar como de leer. Su obra más importante se titula Príncí-

¡rlo, á" una cienc:ia nftet)a en torno a la naturaleza común de las naciones,

f,i" outii.uda por p.iÁ"L vez et 1725 y apareció en su forma definitivaen 1744,

Se compara a veces a Vico con Montesquieu. Ambos.tuvieron Ia ambi-

ción de ofrecer ,r* t*rá general de las sociedades v de los_qobiernos, Sin

"*¡uroo. las analoqías entie ambas obras son superficiales' No parece que

Vico infltry"ru .o6.e Montesquieu' Su .obra -permaneció durante mucho

ti;;6 lq;árudu; poi unu upu.L"te paradoia, fue Michelet quien reveló al

,rttli.o francés la'importanái" d" este filÓso[o profundamente cristiano''""'É;.;;;;;';rfi;';i q'" ru c¿"ncia Nueua'v lo: demás libros de Vico

*on "*trános

a la ¿p".á qirl fos vio nacer. Res.rita desde luego Tlty ilfi:il;;l;;-il;bra de'Vico'con las E¡randes corrientes de la filosofía de las

ü;;;, V,;"-iondeno ná-sOlo el iniividualismo, sino también -el utilitarismo

.tu; triurf" en el siglo xvur: "La utilidad -dice* no es el.n1i1cinio,¡1-

;lt;ri;;;-e; tn ,iorriído¿, ya que proviene de la parte corporal del hombre,

nlientras que la moralidad"es eterna".-"-E;-;";iiJuá, lu "ü;e; Vi.o ", muy característica de una época de tran'

siclórr v cle urra socledacl recorrida poi fuerzas colrtradictorlas:""'i'i ' E; ';;;.i;;; -otp..tnt,

Vlco' es ttn hombre del .pasado' En ctte¡tto

r,rlsti¿¡¡ro, está conve¡lcián-¿. q,,. ü Provtdencia dirige el- mttndr¡; "au fllOro'

Page 12: J.Touchard, Historia de las ideas politicas, Caps. IX a XII

,

3tñl.rrl4}IISTORIA DB I-AS IDEAS POLíTICAS EL SIGLO Dlj I,AS LL¡CES

fia de Ia historia €s una teología de_ la historia" (p. |anet). pero su cristia_nismo está teñido de plato-nismo. Vico busqa el tr¿á" "ié*. de las .or"r,"la Historia ideal de ias Leyes eternas d""i", qu.;;ü;; Ios Destinos

de todas las naciones, su ,uéi*i"lto, fu progr"só, su decade,cia y su fin,,.Y'.T11i", oye Montesquieu m u rripricu ru. ii.iin.l;;;; ü'ü;;;"'" descubrirta unidad. una de sus obras más importantes es el De uni o72o).-----",,.7.",.Es precisamente este_apetito de unidad ei q;" ;;á;¿irá a'Herder,Yi.^n:r:.r-?,1:grr," Comre. Vico encuentra su pribfico en el siglo il, :ri;oDra se adelánta a Su época.

a) - contra las ideas claras y distintas, Vico invoca las fuerzas obs_curas, Ios sentimientos profundoé, los mitos y las l"ylii¿u.. n"nu¡ilita laimaginaciión, la poesía; anticartesian ismo, pt erVomantióismo.b) vico tiene el sentido de ra historia. No brr.r,

"r, ella eiempros demoral como F,énelon, o la justificación de ,"" p"liti.u ;;; B;rr;;i. i;historia se le pr-esenta como una evorución continua. cree que cada p;"br;

p.asp pgr tres edades, la edad de los dioses, Ia edad cle los Ii¿.L", y É ;;;de los hombres; a estas tres edades corresponderiun tr"u lorá". ¿" gobi""-no: la teocracia, la aristocracia y el gobrerno humano. Ert" i;y d; ü;l;,edades anuncia Ia ley de los trés esiados d" A;lg;; ó""rtl.c). El progres_o_es la l-ey de la historia; ra eiolu.ro" J"lu humanidadno adopta, según_vico, la forma de una línea recta, sino Ia de una serie decírculosen espiral; por ta,to, la historia nurlca se acaba: ,.i, iru, haber lle-gado a Ia democracia, "todas las naciones quieren descansár en Ia monar_quia.', * ]" qq" pasan a la.aristocracia y d"r;;¿;

"""iü*""t" a Ia demo-cracia. Tal es la ley de los "ricorsi", es áecir.'d;1..-;;;;;;..Bsta concepción idealista_y ciclica del progreso cs rnuy diferente del

pjTl-"::..t"1,y .orno la conciben los enciclop"d!,ug, Lu ,iiií*u pulub* d"la ciencia Nueua es un llamamiento a la piedad: "euien ,o ,áu piadoso,no puede ser verdaderamente sabio".. Tales son los principales-rasgos de una obra que, como la de Montes-quieu, se sitúa al margen del utilitarismo reinante.

SECCION II

El utilitarismo polítiect.

. El utilitarismo político tomó diversas forrnas según Ios paises y segúnlos problem-as a resolverr_ política del "sentido comúri"

"" vjtáir", subordi-nació-n de Ia política a la economíá en los enciclopedistas y "" niáLrái,mezcla de liberalismo económico y de autoridad poiitica

"r, ío. firit;;;;;:

radicalismo filosófico y malthusiaáis*o liberal en'Inglaterrá...-Adam Smitlanaliza el "pode-r_ de las naciones" mientras "dcspótas ilustrados" ."

".-fuerzan por establecer el, poder del Estado; en un cierto contexto social eldespotismo ilustrado es lá coronación del utilitarismo poiíti;,

7. Voltaíre o la politíaa ilel sentido com.ún.

No fue un teórico; incluso su obra'es contradictoria. Pero su gloria fueinmensa. Su vejez se asemeja a una apoteosis. La burguesía francesa se

reconoció en el'"rey Voltaire",y Voltaire (1694-1778) supo hacer lo ne-

cesario para nutrir su leyenda. Sus ideas políticas son tanto más intere-santes cuanto que son menos originales.

Las expresó en diversas obras-, pero sobre todo en las Lettres philoso-phiques o Leftres anglaises (1734), gue contribuyeron a popularizar en Fran-.iu iu i-ug"n de la l'íbre Inglatetta,-en el Dictionnaire philosophíque (1764),en sus no'Jelas --especialménte Candide g L'ingénu (17§7)-, en su corres-pondencia, en los Commentaíres sur I'Esprit des lois (Voltaire contra Mon-tesguieu ).

Hay'dos paftes bien diferenciadas en la vida de Voltaire (como en lade Viáor Húgo., cuyos últimos años se parecen a los de Voltaire). Tienemás de sesentá ,:raido se convierte en el apóstol de la tolerancia (asuntos

Calas, Sirven, de La Barre) y aborda de frente la política. Si hubiera muer-tp a los sesenta años no haÉría dejado, sin duda, más que el recuerdo de

un segundo Fontenelle, más espiritual y más hábil que el primero.

Qeligión.-Las ideas religiosas de \¡oltaire son más conocidas que sus ideas_ poli-ticas. Árin así, hay que cuiáarse de reducirlas a una fórmula sim,plista como- "aplastad

al infame". La ieciente tesis de René Pomeau, Voltaite et la teligion, ha demostrado

de ma¡era efectiva que existía en Vo taire un fondo auténticamente religioso, una in-quietud metafísica. VáItai.e no era volteriano al estilo de M. Homail (*),' Voltaire emprende su combate en nombre del "sentido común": "Ha-y que. verterla sangre para servir a los amigos y pala vengarse de los enemigos,. sin lo cual no Se

"; Aid" di .er ho-bre. Yo mor'íria desafiando á todor los enemigos del sentido común".Esta expresión de "sentido común" ("sens comnn") será sustituida en el siglo XIx pofla de "buen sentido" ("bon sens"), de la que se hará un gran uso en la monarquia dejulio (cf. el periódico Le bon §ens, qan apreciado por Béranger)' La religiOn es para Voltaire sinónimo de su,perstición _y _fanatísmo;. el fanatismo re-ügiáso ie rlesulta fisicamente intolerable; en el aniversario de la noche de San Bartolomé,

iJ ""t., li"U." y ha de meterse en la cama. Su anticlericalismo es apasionado, tumul-

tuo"o. P".o .".á.ro." la'utilidad social de la religión ("Si tenéis una aldea que gober-nar, es necesario que Lposea una religión", escribe en el Díctionnaire philosoplúque). Elmismo tiende a disiingúir entre los saierdotes y la religión: "Hay gue tener una religióny ná-.r""" á los sucárdotes". Su deísmo no ei ni rrna- superchería ni una concesión. Surreligión natural" es una religión razonable. "El Dios de Voltaire es el de NeWton'maniiestado en la armonía de- las esferas, Dios sensible a la inteligencia, no al cora-zón" (R. Pomeau),

Autorídad.-"'Liberty and property' es el grito inglés..., es el grito de

la naturaleza." ¿Pero .é*o urlgurar la libertad, cómo garantizar la- pro-piedad (dos noclones que están es-trechamente ligadas en Voltaire)?' En \.as Lettres phitósophíques Voltaire hace un vivo elogio de la Cons-titución inglesa, p"ro ", éonfianza parece dirigirse.cada vez.más hacia un

régirnen ftierte: cuenta con Ia autoiidad para ftrndarnetttar la libertad,

,r l,r,rsoIltJo rlc l¡r. ¡tovl,lrt rl1, (lrrxlrtvo ft,\'lrlllltl'l' ltttltt»¡tt tlor,,t'11: ull' fnltltncf'llll('o ttot'ltt,fx,rll(1,tllr Irr,rlr, lllr'r'lx,lrNllrl"l' \' Irrllt'tlltlto,

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ll t73r6 tlr§'r'oRrA Dri r-As ¡DllA§ pof,ltrcAs EL rilcl,o Dli l,As l,tl(.83

Cuando Voltaire habla de libertades, piensa generalmente más en laslibertades civiles gue en las libertades polÍticas. No- tiene ninguna confianzaen los .cuerpos intermedios y juzga muy severamente las preteusiones delos parlamentarios, así como la venalidad de los cargos pr:rblicos. Desea unamagistratura sometida al gobierno; y la reforma de Maupeou le inspira unvivo entusiasmo.

Contribuye .al culto del "buen^ rey Enrique" al escribir la Hentiade, yerige_un_-grandioso cuadro del Sidc/e de Louis XIV. "iAh, Luis XIV,Luis XIV!, ¿acaso no fuiste tú filósofo?..."

ftiqueza y propiedad.-Voltaire no cree en la igualdad: "La igualdades, a la vez, la cosa más natural y la más guimérica". Su filosofia sócial esla de un prop,ietario burgués.

_ Voltaire, g,uy rico a su vez, hace el elogio del lujo y de la riqueza enLe mondain Habla en el tono más desdeñoso del Discottrs sur l'inégalité,de Roussea¡,,-especialmente del famoso pasaje sobre la propiedadr "El pri-mero gue habiendo cercado un terreno...". "Tiene qie Áer

-declará el

personaje llamado C en el ABC-- algún bandolero pretendidamente inge-nioso guien haya escrito esa impertinencia." Y A redarguyer "Supongo tansólo que es un indigente muy perezoso... El autor de este pasaje me pa-rece un animal muy insociable".

Voltaire considera beneficiosa l-a jerarguia de las clases sociales; haygue abstenerse de desarrollar la enseñanza de las clases popularesr "Meparece esencial que existan mendigos ignorantes... No es al peón a quienhay que instruir, sino al buen burgués, al habitante de las ciudades... Cuan-do el populacho se mete a razorraÍ, todo está perdido" (a Damilaville, I deabril de 1766).

Las ideas de Voltaire proceden de una visión censitaria de la sociedad.

Re[orntas.-.p"* tu política de Voltaire es una política concreta. No seeleva a vastas síntesis, sino que propone para la vida de cada día las refor-mas que le parecen necesarias y realizables. La política para Voltaire escotidiana; toma el gobierno tal como es y combate por reformas administra-tivas y civiles: prohibición de las detenciones arbitrarias, supresión de latortura y de la pena de muerte, abolición del procedimiento secreto, ade-cuación de las penas con los delitos, unidad de la legislación, supresión delas aduanas interiores, mejor percepción de los impuestos, supresión de algu-nos derechos señoriales, garantía de la libertad de pensamiento y de expre-sión, etc.

Tal es la política de Voltaire. Ninguno de sus contemporáneos -niMontesquieu, ni Diderot, ni Rousseau- expuso un catálogo semejante de

reformas; ninguno batalló tanto por hacerlas prevaler. Cuando Voltaire fuecalurosarnerrte aclamado en 1778, unas semanas antes de su muerte, lasovaciones no se dirig¡ian al escritor, sino al defensor de Calas. Voltaireinaugura blilla¡rteurentc un nuevo tipo de filósofo, lo quc más tarde se lla-¡nará el "filósofo conrprouretido",

2, El utilitarismo francéc. Didcrot y Ia 6'Emciclopedful''

La Enciclopedia es el mejor documento sobre las ideas de-la.burguesia

f.u.*"ru ""-ei"siglo

,u,rr, y éobre sus audacias y sus límites. Diderot supo

asociar a su empresá'.'."6i.r.o*o D'Ale*bei: y Bu,ffon (el más q.i]l,"filOsofo de su tíempo, según Diderot), a. financieros ilttstrados como nel-;¿;ü-"-;r;;dii.á; en

"areísmo como el barón de Holbach, a los princi-

oales representantes á" lu "..r"la fisiocrática (Quesnay.redacta los artículos

l'lub.adárer" y "granos", Turgot el -ar.tículo "ferias"). lncluso conslgulo

de Voltaire y'Roússeau una breve colaboración'

La Enciciopedia, obra colectiva, es necesariame,te u'a obra de conte-

nido vario. por esto h; ilt evitar el confundir ias ideas políticas de la'Ér"¡riá,i"a¡a

con lur'JJ did"-t, que cle 1745 (concesión del privilegio)

l"iili'il"-a"-iut ptunchas) fue ei infatigable protagonista de esta gran

"fi". Sm embargo, l" "i *uí.o de este mañual

",9 p9d"*": menos de estu-

diar coniuntamente á- ñi¿"."t y a la Enciclopedia, tratando de señalar lo

il;;i;l;;i;;; Dideror en una empresa qr" ,o podría haber sido aca-

bada sin é1.

A ) Ma'mRtaI-lsMo Y MoRALIsMo EN DIoBRor'-No es seguro que D¡-

a"roi'(tili-li84l fr".u -.o*o afirma Yvon Belaval- el personaie más

representatiuo a" .r1-lg1o, p"- es sin duda el más desbordante de vida' Se

i;i"r"ró';;; t"¿.,-i""tÜ por las artes como por ,las ciencias.; frecuentó to-

;;;'h ffit;;, ;; prár.iu y fuera de Francia; de;ó obras de todo gérrero.

Ñi;;;; i¿tni"o le conviene'rnejot que el de enciclopedista'.

El temperamento de Dideroí'es un temperamento {" d1'1.:9q (Le neueu

a" nuiárL, Jo"qu"i li ¡utolirt", etc). D_ialogo entrc la razón ("ese astrrto

campesi,o qr" ,i"*pr-"'f*;,-ií." Pául Verñi¿re) y el entusiasmo: "Só1o

i;;"-;i"""r] y ru. giu"des pasiones, pueden elevar el a¡na a las cosas gran-

des". Abrazu, p"roü^g*iLuiu, p"to sabe lo que.hace'. "E'1. destino -diceé;;";- l" .ti."diá'"l";ur;r bilr,, ,rt-u sereniáad de alma inalterable, jun-

to con una gran puio-";; l;t titas de genio y por el viento del norte""'

Diálogos entre materialismo,y moralismo. Diderot derrama lágrimas ante

los cuadros de Greuze, pero es un materialista decidido. Algunos (V 9tp9-;á;;;; I"* rrr"Á"rl estiman gue el pensamienro de Diderot evolucionó,

oue su materialismo'." áliigá "r,

,ii t "*á"ismo.

Sin ernbargo, para Veruié're

f§#fiirfi';,ü; á"i-p"iru*iento de Diderot es su anticristianismo: Di-

derot parec" ooor,"r*ir":;;;il ;1át t."t órdenes tabicados de Pascal:

;r|!,J#'i" rJi.ii"rirl áá¡á, sociat, sacrificio por la humanidad".

DeestaformaelhumanismodeDiderotderivadesttmismomateria.lismo. Es furrdo*"riufá"rü f-,*iil al innatismo, al inmovilismo, al finalismo'

CreeenlaevoluciÓn,enelprogreso,enlapo-.ibi.tici.ad-yeneldeberdetr""rr"r*., u lor r"r". y de'coñt.ibuir a su felicidad. El universo es una

sola y única máqui;;;á"J; todo está vinculado y .donde todos los seres

se elevan o a"r.i"ndl,.,-;;-fl,;e;s inrperceptibles,'de forma que. no haya

,i"e il ;.-i"-;;-il';;J.i,u- 1ui't itulo " Ánimai" en la Enciclopedia )'

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Illltf318 llrsr()ntA t)t.: t.A§ [)nAs ¡()t,i ncA:]; Ir, slüLo Dll r,As r,il(:IS

.B) _ sunonnwecróN DE LA porÍuca A LA ECoNo¡,rÍa ¡;i.,1 re "E¡¡clclope-nn-,r-L1 Enciclopedia es un himno al progreso técnico. En el r)iscoutspréliminaire de 1751 D'Alembert se asombia del "clespreJo" quu o*irt"por l.as artes mecánicas y por los inventores mismos; observa con sorpresaque "los nombres de estos bienhechores der E¡éner. h;;;;;; son casi des-conocidos, mientras que Ia historia de sus destructores,

". J".ir, cle sus con-quistadores, no es ignorld-a por nacrie, sin embargJo, las más admirablespruebas de.la sagacidad del eipiritu, de su pacie,cia'y cle s,.,s-rec,",rsor, huyque buscarlas segurame¡rte enire los artesános".

- , Lor oji¡io¡ y, las t,écnicas encuentran sif io cn l¿ .Enr.l<.lopedia, que se

coloca así bajo el signo cle la utilidad. El iilósofo es "rrn hombre hánestoque guiere agradar y ser úril".

Toda la doctrina del utilitarismo cstá en oe'nen en la Enciclopedia, guesubordina delil¡eradamente la politica a I¿r eloirom¡a. LÁ llü"rt",i ."gú.,-ioEn.ciclopedia es esencialnrcnte la libertad

".orór,ri.o, Ja"¿*" Ia libertadpolítica por añadidura: "El Estado debe a cada uná de.us miembros Iadestrucción de los obstáculos que les estorbarían "" .u iirJ.iulria o que lesperturbariari en el goce de los'productos que son su recompensa".

- EI articulo "Ho,lbre" (redactado por Diderot) es muy importante. Después de unadefinición general, se conrpone de cros partes: la primera, titulacia Hombrc rÁiii¡,-r"r"i_*^l?..r,o,"l,",lidad dcl homb¡e y.el páder de la razón. pero la,";;r¡; parte, ttuladanontote (poltlico), es la que debe retener más especialmente nuest"ra atención. En estepasaje, cuyo titulo co¡tiene fa palabra politico, Diderot uo se hace problema ;; il;de la ag_ricultura, la dcrnogralia,-cl bicle.star y la riquezi,,_. "Las Írnicas verdadáras riquezas son eÍ homb¡e y Ia tierra. El hombre nada valesin Ia tierra y la tierra nada

'are sin er hombre" 1t".ur'rrri"."ái;.;.).-

.'"'-

- "E'1 hornble vale por su número; cua¡to más numerosa es una sociedacl, tanto

más poderosa es..." (como en Voltaire, tern¿r del poder; uoreocupaciones "p"prláiJnistas ') .

- "Pero no es suficiente cpn tenet hombres; han de ser industriosos y robustos.

Habrá hourbres robustos si tienen buenas costunrbres y si el bienestar ".-ia.ií d;;;q;i-

rir- y de conse¡var". "Habrá hombres industriosos si'son lib¡es". (vinculaclón entre Iasalud, ias buenas costumbres y el bienestar, entre el trabajo y la libertad-)

Asi,.el fin dc la o_r'ganización política será el mcjor "npl.o

posible áe los homb¡escon e.t..Jifl de asegurarles una existencia agradable y de garantizar la riqueza de la na-ció¡:."Nadie,_se apresura a entrar en ,nJ condición máique por la esperanza de unavida. buena. El goce de una vida. agrad-able lo retiene y 1o ilaina " ella. El

";ri;";;hombres sólo es bueno cuando el beneficio va r¡¡ás alÍa de los gostos- del sal;io. i;riqugza de u13 nacíón es el ploducto de la suma de srrs trabajos-superiores a los gas-tos de salario".

q) Esrasrrmao y sEGuRTDAD.-De esta forma los problemas políticosse,plantean en la Enciclopedia en términos económicor. Lur concepcionespolíticas de. ?iderot parecen rnuy inciertas. Oscilan entre la monargúía a lainglesa y el despotismo ilustrado, no sin contradicciones.

Los autores de tendencia marxista tratan de lavar a Diderot del repro-che de habcrse inclinado hacia el despotismo. Es cierto que Diderot eicri-bio: ."Elsgbierno a¡bitr.ario de un príncipe justo e iruétrado es siempremalo" (Rclutolion d'Helpétitts), asi como-uuiios textos de la rnisma ten-dencia. Pero no pucclcn olvid¿lrse los ditirambo,s de Diderot cuando Cata-lina II compra su bitrliolcc¡r, ni l¿r entusiasta carta a la princesa Dashkoff

en la que Diderot atribirye a Catalina II "el al¡na de Bruto con los encantosde Cleopatra".

Parece, en efecto, que este problema de la forma de gobierno fue paraDiderot enteramente sácundario. La única cosa gue le importa es que elgobierno sea estable y que fomente la actividad- económica-y artística: "Esto

iuede decirse tanto áe un gobierno en general como de la vida animal. Elmejor gobierno no es aguel que e_s inmortal, sino el que dura más tiempo ymás tránquilamente" (artículo "Ciudadano").

Por consiguiente, el pensamiento político de la Enciclopedia no es nirevolucionarid ni democtático. El artículo "Propiedad" (redactado por Di-derot) no contiene ninguna reserva sobre el derecho de-propiedad. El ar-tículo "Libertad" (redactado por )aucourt) no es más audaz y encoutratnosen él la mísma referencia a lá seguridad gue en Montesquieu: "La libertadpolítica del ciudadano es esa tranguilidad de espíritu que procede de la opi',rión gr" cada cual tiene de su ieguridad". Los textos sobre la igualdadtambián son prudentes: "Los progresos de las luces son limitados: apelalse extienden án los arrabales; el pueblo es allí demasiado necio' La cantidadde canalla es casi siempre la misma' La multitud es ignorante y embrute-cida"' El artículo "Estado" es igualmente característico; define un Estadoen sí, independiente de la Historia y de la evolución socialr "Se puede- de-finir el Esiado como una sociedad civil por la ,que una rnultitud de hombresestán unidos bajo la dependencia de un soberanor P1r9 gozat, mediante suprotección y sui cuidados, de la seguridad y de la felicidad que faltan enel estado de naturaleza",

Sería fácil multiplicar las citas, pero habría que citar también los textosque condenan el despotismo y la intolerancia y que elogian el traba¡o yíeclanran reformas. La Enciclopedia señala una ruptura con el pasado dentrodel clima del capitalismo en formación. Su principal interés político es mos-trar los límites que la burguesía liberal está resuelta a no franguear'

D) Hs,lvÉrlus y HoLBACH, o EL ATEísMo coNSERVADon.-Las princi-pales obras de Helvétius (1715-1771) son: De l'esprit (1758) y De l'hom-.me (1772). En cuanto al barón de Holbach (1723-1789 ), es el autor delChristianisme déuoilé, del Sysféme de la nature, de la Politique naturelleou Discours sur les uraís principes du goutternement, de L'éthoctatie ou legouuernement fondé sur la morale, etc.

Estas compactas obras deben retener nuestra atención por diversas ra-zones:

1) Tuvieron en el siglo xvtll un éxito de escándalo, especialmente Del'esprit y Le systéme de la nature. Diderot criticó a Helvétius, y Voltairecriticó a Holbach.

2) Tanto Helvétius como Holbach son hombres ricos; Helvétius es"fermier général" (arrendatario de la cobranza de impuestos).

3) Sus obras, y especialmente la de Holbach, ex'ponen una versión ra-dical del ateísmo.

4) Estas obras, tan audaces cn el campo religioso, son más conserva-doras en materia politica,

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lt! I

320 l:r. :it(;r,(l t)li l,Al,i l,ll( 1,'$ilr5T()RtA l)r, l,As ll)ItAs n()l.l'l'rfAq

5 ) Flelvétius y Holbach exponen un utilitarismo franc,és que anunciael de Bentham.

Bentham ¡econoció la influencia que había ejercido sobre él la obra de Helvétius, enla gue habría descubierto la fórmula de la mayor felicidad para el rnayor número. Laobra de Helvétius es una reflexión sobre el fundamento de ia moral. Preocupado porfundamtntar la msral sobre una base rigurosamente cientifica, estima que la utilidad esel único criterio satisfactorio. El hombre es un organismo puranrente físico y las accio-nes hu¡ tanas serán juzgadas buenas o malas, según su efecto sobre la felicidad humana.De est¿ moral utilitaria deriva naturalmente una política: el único medio de formar ciu-dadanos virtuosos es unir los intereses de los particulares con el interés gencral, El go-bierno debe ser representativo, y hay que confiar en el Estado para que cree la felicidadde los hombres. Pero no hay gue confundir gobierno representativo con gobierno democrá-tico: el homb¡e qr¡e carece de propiedacl "no tiene patria". En definitiva, Helvétiuspropone un sistema capitalista y descentralizado, de tipo federativo. Francia sería dividi-da en una treintena de provincias, teniendo cada una su legislación, su policía y susmagistrados. No se puede .llegar a una fórmula más tírnida partiendo de principios enapariencias tan corrosivos.

El estilo del barón de Holbach es similar. Afirma abiertamente su ateísmo y atacaa los sacerdotes, a ios dioses y a los reyes: "La ignorancia y eI temor crearon los dio-ses". Pero no es partidario, en modo alguno, de una revolución y atribuye pocá impor-tancia a la forma de gobierno. Se preocupa ante todo por la felicidad y el bienestar,que le parecen indisolublemente ligados: "La sociedad sólo es írtil porgue proporcionaa sus miembros ios medros de trabajar libremente por su felicidad... La sociedad, el go-bierno y la ley están hechos tan sólo para trazarnos la ruta hacia el bienestar, de formaque no se pongan obstáculos al bieuestar de los demás...". Naturalmente, Holbach esta-blece una distinción entre los propietarios y el ",populacho imbécil que, privado de lucesv de buen sentido, puede convertirse en cada momento en el instrumento y el cómrplicede los turbulentos demágogos que quieran perturbar la sociedad". Opone a una falsalibertad hasada en "una pretendida igualdad de los ciudadanos", una libertad "igualmen-te ventajosa para todos ios miembros de la sociedad". "No protestemos nunca contraesa desigualdad *exclama- que siempre fue necesa¡ia y que es la condición misma denuestra fidelidad". El pesado barón pudo escandalizar a algunos de sus contempo-ráneos, pero sus ideas no eran como para amenazar el orden establecido.

E) M¡rrnnlrsuo y DEsporrsMo TLUSTRADo; Ln Mrrrur.-La Mettrie (1709-1751)

-inmoral para Di(lerot, "frenético" para Holbach- llevó el materialismo más lejos que

nadie en el siglo xvn¡. Pero este materialisnro, expresado especiahnente en ljhomme ma'chine (1748), procede de una visión estática y mecanicista; la idea del devenir socialy la influenciá de la sociedad sobre el individuo son extrañas a La ñIettri¿, Además,este audaz lilósolo es un,político muy prudente. Reside en la corte de Federico II y haceel elogio del despotismo ilustrado: "'Iodo lo que deseo es que quienes desempeñan elpoder del Estado sean algo filósofos; todo lo que Pienso es gue nunca podrían serlodemasiado".

Condena el despotismo, pero no indica preferencia por una determinada forma degobierno, y jtzga con severidad la Constitución inglesa. Cuenta con la. sabidurÍa de un[obierno fueite e ilustrado ,para asegurar el acucrdo del interés particular con el interésgeneral, la virtud y la felicidad.

3. Liberalísmo ecoruSmico y autoridatl polítíca: los fisiócratas.

La doctrina fisiocrática es una mezcla de liberalismo económico y de des-potismo ilustraclo. Los fisiócratas son los únicos doctrinarios del siglo xvtllgue se prorlunciilll abiertamente por el "despotismo legal".

Los principales teóricos de la escuela {isiocrática son Quesnay, crtyo

trataclo clel Droil niúLrrcl ¿¡parcce r:n 17651 el Dlorgués. d.e_Mirabcau, el:l*r;; i"'f*-rr"*ú."s;' y áutor de la,philosophic.rurale 11763); Mercler

de La Rivi¿re, ,,.,to. á. í'ordr" naturcl et essent¡el des sociétés Poli.tíque§;

L; i;.;", atitor de l'¡rtér¿t sociat \1777 ); Dupont de Nemours; el abate

¡á"i"áii, ár;. i;r ideas de Turgot están, en ciertos aspectos, muy próxi-

;;;l;; á" lo, fisiócratas. Atri6uye, sin embargo, mucho Teqos_ importan-

.i"-or" ellos a la agricultura; su pánsamiento se acerca al de Adam Smith'

i;il;;r" d"l"ltUáu¿ del comercio de granos, de la supresión de la 'pres';;;;;;;t;nal v de iás .om"nldades de ófitio, chocará con la oposición de

i;;- [;il;;i";os, áe los parlamentarios, del clero y de la corte'

El r¡ensamiento de los fisiócratas se ordena en torno a cuatro grandes

,"*L,'ü^;;;;;Éu, lu lib"ttuC, la tierra y el despotismo legal'

La naturaleTs.-!65 fisiócratas creen en la omnipotencia de la natura-

leza y en Ia existe".* ¡; leyes naturales. su escuela es uno de los resulta-

dos de la doctrina áá -i"r.'.t

" natural. Cf . el Droit naturel de Quesnay,

L,ordre naturel et is-sentiel des socíétés Politigues de Mercier de La Ri-

vi¿re, etc.[,os fisiócratas se interesan ante todo por_ los derechos.econÓrnicos y,

co;;l ili;;; i" ;t." Jüt, po.' 9l derecho de propieda{' "E orden esen-

;i;f J;'ñ ro.i"duá".1riiÍr"d"d", seslún Merciér de La Riviére, sobre

et derecho a" U prJfi"d;á, ::Eih;ábre"recibe de la misma naturaleza la

".ooi"dud exclusiva áe su persona y la de las cosas adguiridas por sus es-

í;;il;;;ñ;;. D,so ii-pr"pi"dád. exclusiva, ya gue¿ sino fuera exclu-

;i;,;";;i" í" ¿"r,iÁ" i" ir"pi"dad" (Merciár de La Riviére). Pocos

autores han llevado más lejos el absolutismo de la propiedad'

La tierra.-La propiedad de la tierra es la forma auténtica de la propie-

dad. Contrariamentl á lo. *"*.u"tilistas y a los enciclopedistas, los fisió'

cratas estiman qu" iulg.iultura es la úníca creadora de riguezas. Comer-

ciantes v financieros**ii ".iráf"s a la Ciudad, prestos a aprovecharse de

iár"ári,áfi"¿..-J"-ü-pat.ia para enriguecerse. ,Él Estado debe ser gober-

nado por propietarios terratánientes; tan sÓlo ellos tienen patria; patria y

patrimonio están unidos.El ideal económico de los fisiócratas es "un gran- taller de cultivo sobre

""u ri* f,"redad".-§uefár, .ot un cultivo mecañizado de alto rendimiento'

.or, ,t, "capitalismo agrario" (C. Bouglé)'

La libertad.-La agricultura vive de la libertad; existen leyes naturales

tan inviolabl". co*o ei ritmo de las estaciones. El legislador no tiene otro

Daoel oue "l ¿" .".ái;;;;.p;ar las leyes naturalés; desempeña la [urt-

'.io" ¿á un escribano de la naturaleza'

Porconsiguiente,losfisiócrata.ssonhostilesatoclareglamentación.epüiir""^l;1-;[-i,""r;;;"f.;;,"t de Turgot' Su fórmula es "luissez fnire'

laissez Passer .

Page 16: J.Touchard, Historia de las ideas politicas, Caps. IX a XII

*til§'tollr^ l)t1 L^s ll»14$ pol,h'l(iAs r1l, stcl,o l)li 1.,\s l,tl(:r,§ it9$

322

El .,despotismo legal".-El papel que incumbe al monarca es simple;

debe actuar'lo menos piosible. Ct. tá fambsa ocurrencia atribuida a Quesnay:

-iQue haríais si fueseis reY?

-No haría nada.

-¿Y quién gobernaría?

-Las leyes."

Los fislocratas son partidarios de la monarquía absoluta: "Que la auto-

ridad soberana -declára

Quesnay- sea itnica y superior a todos los in-dividuo,s de la sociedad y a todas las empresas injustas de los intereses

particulares".' Por tanto, la teoría politica de los fisiócratas es lo que Mercier de LaRiviére denomina el "deipotismo legal". Esta teoría es tan hostil a los cner-pos intermedios como al principio de igualdad política.

Voltaire se burla de los fisiócratas en L'homme aux quarante écus, perosu crítica no,se dirige a 1o esencial. El pensamiento de los fisiócratas estápróximo, económica y políticamente, al de los filósofos: igual culto por laiatwaleza y la propiedad, iguales preocupaciones demográficas, igual :ui-dado por aumentar la producción y la tigueza, idénticas concepciones _cen-sitarias, idéntico respeto por una autoridad ilustrada, igual primacía de laeconomía sobre la política. El único punto aparentemente aberrante de ladoctrina fisiocrática es la preeminencia concedida a la agricultura; aún así,

es preciso recordar que la Francia de 1770 era todavía, en amplísima me-

dida, una nación agrícola.

41. El utilitarismo inglés. De Locke a Bentltant,.

Mientras que los fisiócratas cuentan con 1a autoridad política para ase-gurar el desairollo de la economía francesa, la economía inglesa realiza unprogreso mucho más rápido.' Et überalismo inglés es una doctrina coherente; todos sus aspectos (eco-

oómicos, político,s, démográficos, humanitarios) proceden d-e una misma filo-sofía, el útilitarismo. Filosofía de conquista pacífica, filosofía de una naciónplenamente consciente de su supremacía económica, filosofia ad hoc,

Bentham fue quien formuló más claramente la doctrina del utilitarismo.Pero

-como hemos visto ya- Hobbes, y sobre todo Locke, habían colo-

cado ya el acento sobre el principio de utilídad. Bentham no hace sinosistemátizar la ideología de una Inglaterra más preocupada por la eficaciay el bienestar que por la especulación política.

La Fábula de las abejas (1723), de Mandeville, es la carta simbólica de este utilita-rismo. Nos presenta una tolmena donde las abejas se vuelven virtuosas, sobrias, austerasv caritativaÁ; es un desastre. Conclusión: los vicios de los individuos son un beneficioíara lo sociedad, y el egoismo de cada uno condiciona la prosperidad de todos. Lainfluencla de Mnndivtllc plarece haber sido grande, especialmente sobre _Voltaire. Encon-tramos en su o§ra la ldea dc que el eiercicio real del poder está fundado en el poder

económico,

A) Por.flrr:¡ nn l'lr¡un: ¡jNlprRlsMo y coNst,rtv^,D¡.¡n¡s¡r¿o.*^,Davld l{ume (l7l1.1776)constituyc un puc¡rte cntrc Locl<e, por ¡na .p¡rte, y Adam_ Smith y Bentlram, por otru.

Su iilosofiá proccdc dcl crnpirisrno y soncte a una critica rigurosa el prlnclplo de

causalidad. Su moral se inspira en la noción de utilidad, pero da una gran lnrportancltta la simpatia. Su ,politica es fundamentalmente conservadora.

Aspecto negatiio de esta política: l:lume no cree ni en el derecho dtvino nl en lasleyes naturalesJeternas e independientes del estado de la sociedad. Las pretendidas.lcyes¡r¿ítu"ales sólo son convencioies útiles: estabilidad de las propiedades, respeto de loscompromisos adquiridos. El verdadero fundame¡rto del gobierno es el hábito.

Pero es un funda¡¡ento sólido, Los hombres respetan los corqpromisos porque tienencse hábito y porque tal es su interés. De otra forma, las relaciones sociales no ofrecerlanninguna seguiidad, Hqme se preocr¡pa muy ,poco por el origen de los gobiernos; a sus

o;oi, la utilidad es Ia piedra de toque de las instituciones.'En consecuencia, ius conclusiones políticas son de lo más prud.ente: "un_goblerno

iiceptado y establecido ofrece, por eso lnismo, una ventaja ,iufinita". En su RepúblJcaperiecta, que

". urru especie de utopía, expone un rproyecto_ de Constitución, con un sls.i"á."n.itarlo y dcscántralizado, que recuerda al de las_Prgvincias Unidas: "El únlco

. procedimlento pára hacer al pueblo-más avisado,_es impedirle que se reúna-,para formargrandes sambláas". Hume no tiene el sentido de la evolución histÓrica; su filosofía polf'tica es Puramente estática'

HuÁe ha sido comparado a vece§ con Montaigne, pe¡o su pensamiento político ¡rro-ccde más directamentó de Hobbes. Destruye el concepto de contrato social, pero-nocae en el escepticismo, Agnóstico antes que escéptico, guiere seguir_de_cerca la realldad,ate¡to a los interescs, prócupado por lá seguridad y !a estabilida_d. Representa todo looue Rousseau, que se peleará espáctaculutn',ente con é1, detesta. Anuncia a Burke (por

Ju respeto p6,r ól habito, por el carácter antirnetafísico de su pensamiento) tanto como

a Beniharn (por su culto a la utilidad).

B) LlsEn¡r-rsñ{O ECONóMICo.-En materia económica, Hume no es merlcantilista. Se declara partidario, mucho antes que Adam Smith, del librecomercio. Preconiza un gobierno moderado que favofezca el desarrollo de

la clase comercial y que recurra al impuesto con moderación'-- Ááu* Smith (1i23-17g¡l expresa el ideal de ,,a clase y de un pueblo

"r, pl"rru expansibn en su é¿lebre obra Ensago sobre la natutale-za y. las

ca¿rias de lá riqueza de las naciones (1776), en la gue sostiene la tesis de

i. ur*n"iu fundamental entre el interés particular y él inter'és general. Cree

en el progreso económico constante-y estima gue la verdadera riqu.eza es

el troÚa¡o"nacional. Ensalza los beneficios de la concurrencia y del ahorro, yse alza contra las reglamentaciones. Su obra, que comespond€ a una época

cle revolución comerc-ial, no acierta a perfilar la era de la industria.- El liberalismo económico de Adam Smith asigna al Estado funciones

pr.Jror, Jacilitar la producción, hacer reinar el órden, hacer respetar la

igsticia, proteger la piopiedad. De esta fornta, la obra de Adam Srnith no

!Ái" ini"r"ro á l, historia económica, sino también a la historia politica.El ünsaqo sobre el príncipio de población de Malthus (1776-1834) es

cle 1798, El'malthusianismo dé¡ara una profunda impronta en el liberalismoirrolós. La iclca de salvaquardar la felicldad y el bienestar limitando el nú-,r,ero dc sus beneficiarioi es lanzada y adoptada por hombres qtle illvocantul lilrcralisrno rnás ortodoxo. El utilitarismo de Bentham es malthusiano, y)ohn Stunrt Mill resalta cn su Arrloáiografía la inf[encia.del malthtrsianls'í,i.r.nlr." los jóvcnc's Iihcralcs nacidos haiia taOO. También enTranqia las

idc¿rs ln¿rltltusí¡nas ttrvieron rrtl¿r gran difusión. En 1858, ),-|. Rqpet escrt'

iiirA, "n

¡na obtil prentllelu ¡tor li Academia de Ciencias Morales y Polltl'

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324 tllsToRlA l)r r,A$ tr)r.A$ p()1,1il(As

casr "Los obreros se casan con una ligercza inexcusable y sin preocuparsepor el porvenir de sus .hi¡os" (Manuel de morale et d'économie p'olitique áI'usage des c/asses ouuriéres):

Malthus no cesa de repetir que "los pobres flo tienen derecho algunoa ser mantenidos... No corresponde a los ricos el proporcionar a los pobresocupación y pan; y, en consecuencia, los pobres, por la naturaleza mismade las cosas, no tienen ningún derecho a pedírselo". El joven pastor reco-mienda, pues, el celibato a los pobres hasta que puedan mantener una fa-milia.

Esta conclusión divide irremedial¡lemente el nrundo en dos clases: los ricos, que pue-den casarse jóvenes, y los pobres, que sólo pueden casarse viejos. Pero no hay queconfundir a Malthus con el malthusianismo, ni juzg¡ar a Malthus exclusivamente por elEnsago sobrc el principio de población, lli con iu EnsalSo -_-gue tuvo una amplia-reper-cusión- presta un servicio a la clase dominante, también la inquieta con sus Ptincipiosde economía polítíca, en los que, rornpiendo con el optimismo liberal, llama la atenciónsobre la posibilidad y el peligro de las crisis generales. El ,pensamiento de Malthus

-como ha señalado uno de sus más recientes comentadores- se encuentra, así, cerca del

de Keynes (Paul Lambert, prefacio del libro de ]oseph Stassart, fuIalthus et la populatíon,Lieja,1957).

C) Beurs¡u.-El utilitarismo desempeñ.a, a fines del siglo xvrn, eipapel de filosofía oficial. Burke, Malthus, Paine, Godwin, etc., invocanel principio de utilidad para sostener tesis a veces opuestas.

El utilitarismo es Ia doctrina de una época, de un pais, de una clase.Procede de una especie de "newtonismo moral", del deseo de explicar elconiunto de los fenómenos sociales mediante un principio único. El utilita-rismo, aieno a toda forma de romanticismo, es una filosofía comercial, unamecánica, una contabilidad.

Moral y contabilidad, felicidad y utilidad están estrechamente ligadasen Bentham (1748-1832). Al princípio, Bentham se preocupa sobre todo porlas reformas sociales (reforma de las prisiones, del procedimiento legal y dela organización judicial), y no considera a la política más que como unmedio de asegurar el orden y de concluir las reformas sociales que le pre-ocupán.

Bentham define la economía política a la manera de Adam Smith: "Elconocimiento de los medios adecuados para producir el máximo de fehcldad,en la medida en que este fin más general tiene como causa la produccióndel máximo de riquezas y del máximo de población". Publica wa De-fensade la usura y se pronuncian en favor de la libertad económica: "El ,Estadono tiene como función aumentar la rígueza o crear capitales, sino afirmarla seguridad en la posesión de la riqueza, una vez adquirida. El Estadotiene una función judicial gue cumplir, pero su función económica debe serreducida al mínimo".

El pensamiento político de Bentham evolucionó. En el t^ragrnento sobreel gobierno (1776). critica los Comentarios de Blakstone y la concepciiónwhig; expone cómo la base del gobierno no es el contrato, sino la necesidadhumana; el inter,és de los súbditos está en obedecer al soberano rnientrasque favorezca su felicidad. En su Introducción a los principios de noral gde legislación (1789), donde expone proyectos filantrópicos semejantes a los

de Beccaria, se muestra preocupado antc todo por la paz socia,l y la eficacin.Tan oprresto como Burke a la metlfisica, jtrzga absurda la declaracló¡r dederechos d,e 1789.

Bentham evoluciona hacia el radicalismo democrático, en p¿rrte bajo lainfluencia de )ames Mill (1773-1836). En adelante se mostrará partidarlode un poder fuerte y bien armado para la acción (Inglaterra está en guerracon Napoleón), y sostendrá Ia teoría de la "democracia representativapura"i sufragio universal, soberanía del pueblo, estricta subordinación delos gobernantes a los gobernados, ausencia de contrapesos y de cuerposintermedios, sistema fuertemente centralizado.

Por consiguiente, Bentham, partidario inicialmente de un sistema pró-ximo al despotismo ilustrado, termina en el autoritarismo democrático. Perola democracia sigue siendo para él un conjunto de individualidades, el pro-ducto de un cálculo: "La democracia es necesaria para conciliar los intere-ses individuales del soberano y los intereses corporativos de la aristocracia(del dinero )".

5', El despotismo ilustrdo.

La expresión "4espotismo ilustrado" parece haber sido inventada porlos historiadores alemanes del siglo xrx. Designa un hecho histórico, ca-racterístico de una determinada época (la segunda mitad del siglo xvrrr ) yde determinados países (la mayoría de ellos situados en la Europa centraly oriental ).

El despotismo ilustrado es el encuentro de una política y de una filoso-[ia. Los filósofos adulan a los monarcas y los monárcas adulan a los filó-sofos. |osé II declara: "He hecho a'la filósofía legisladora de mi Im,perio".

Ninguna definición del despotismo ilustrado, es plenamente satisfacto-rig "El despotismo ilustrado es la racionalización del Estado" (Pirenne)."Todo para el pueblo, nada por el pueblo" (Ch. Sei.c¡nobos). "Los principesilustrados fueron aguellos gue poseyeron el espiritu del siglo" (M. Lhéri-tier ).

En realidad, el despotismo ilustrado tiene diferentes aspectos. Parecenecesario hacer dos distincionesr

l. Entre la teoría y Ia práctica del despotismo ilustrado;2. Entre diferentes estilos de despotismo ilustrado; el estilo, de Fede-

rico II no es el de )osé [I.

A) Tronfr t' pRÁcT'rcA DEL DEsportsMo ¡l-¡srn¡no.-Algunos filósofos se inclinan ha-cln el despotlsnlo ilustrado, pero ninguno de ellos ofrecé una teoria completa de é1,Voltirlrc y Dtderot coquetearon con los monarcas, pero se cuidaron mucho de preconlzarlrnpruclcntementc el despotis¡no. Veamos, por ejemplo, lo que escribe Voltaire cn sr¡l)l<'th»ttuirc phil<tsophiquc (artícrrlo "'f irania") :

. "¿Bllo c¡rré tlrnnfn preferlrlais vivir? Baio ninE¡una; pero si fuera nccesarlo escogcr,tletest¡trln nrenos la tlrlnfa dc uno sólo que la dc vrrrios. Un déspota tiene slcrnpre at-gu-noa rnomcllt()§ brrcnos; trnn n¡turrhlca clc déspotas no los tiene rrt.rnao,"

Ltr¡ flslócrutrrs r,¡rn lnás leJor, y Mcrcier dc La Rivi0rc exporle, e¡ lT6T, !u corl.lepclÓn del elcr¡totlrrrro _le¡ll eu ¡u ()rry'rc_ntlturcl cl essonlfcl-rfc.c socldfd¡ polllk¡uex,¡¡lrrn ¡ttne¡'[or nl li,r¡rr/l tles Lr/¡, n lrtlt'kr dr Diderot, Mcrclcr tle la Rlvit\re, irnili¡uo hiten

ll¡. srct,o DB LA8 r.r¡cn§ :l!¡ 11

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l-328 illsTonrA DE LAs TDBAS POLITTCAS

dente, al igual gue Tungot y Sénac de Meilhan, era, como Turgot, un adepto de la "ad-ministración ilustrada". Pero sus concepciones, esencialmente económicas y dictadas porla preocupación de lo gue hoy <iia se denomina productividad, son muy diferentes de lasconcepciones esencialmente pol¡ticas de Federico II. Por lo,-demás, e¡ 1767 -la guerra delos Siete Años había finalizado en 1763-, Federicc II se encuentra en la cumbre de sugloria, y ha expresado ya en varias obras sus ideas politicas. Por consiguiente, no esla politica de los fisiócratas la gue inspira al despotismo ilustrado, sino que es el despq-tismo ilustrado el que propone un modelo a los fisiócratas ,

Sin embargo, el despotismo legal y el despotismo ilustrado proceden de diferentesprincipioc *los derechos de los individuos, en el primer caso; el poder del Estado, en elsegundo-. Los fisiócratas no tienen ninguna confianza en el Estado. Su fórmula es: "Elrey reina, y la ley gobierna". LIn Federico II afirmará tal vez gue la ley reina, peropara él es al rey a quien incumbe gobernar. "El despotismo legal es lo contrario deldespotismo" (M. Lheritier).

Por consiguiente, hay que buscar en los mismos monarcas una teoría del despo-tismo ihstrado, estrechamente ligada a la acción y procedente de la acción.

B ) Dos ronvr¡s DE DEsporlsMo lI-usrR¡p6.-l .o El Estado según Fe-derico //.-Federico ll (1712-1786) expresó sus ideas politicas en nume-rosas obras (sin hablar de una voluminosa correspondencia ) : Antímaquíauelo(1740), Historia de mí tiempo (1746), Testamento político (1752\, Ensagosobre las formas de gobierno y sobre los deberes de los soberanos (1781),etcétera.

La política de Federico II. es, sobre todo, una teoría del Estado. Con-trariamente a Luis XIV, Federico II disting¡ue claramente al soberano delEstado; el soberano es el primer servidor del Estado. La autoridad real noes de derecho divino. "Es de origen humano y descansa sobre un contratoformal... Los hombres eligieron a guien creyeron el más justo para gober-narlos, el mejor para servirles de padre." De esta forma, el soberano lopuede todo, pero no quiere más gue el bien del Estado. Aunque es amoabsoluto, lo es para mejor cuidar de los intereses de todos.

Por consiguiente, el soberano es el ¡efe de una familia, el padre de supueblo. Federico II muestra un gran resp€to por la moral, al menos al co-mienzo de su carrera (cf. su Antimaquiauelo): r'E,l principal ob¡etivo de lospríncipes es la justicia... Resulta más agradable instruir a la humanidadque destruirla". Federico II exalta las virtudes pacíficas, al tiempo que¡iractica las virtudes militares; considera peligrosa la irreligión del banónde Holbach y se dedica a refutarla; por último, preconiza la tolerancia enmateria religiosa.

En materia económica, Federico II es mercantilista; le preocupa sobretodo el obtener un excedente en la bala¡za de pagos; se preocupa por me-jorar la producción, sin perjudicar las situaciones adquiridas. Aun siendoprogresivo, este régimen es conservador; y sin ser nacional

-pues Fede-

rico II presume de ser europeo--, es imperialista (M. Lhéritier).Bajo la presión de necesidades militares y financieras, Federico II ela-

bora poco a poco la doctrina del Estado prusiano, al tiempo que construyeese Estado. Tal doctrina deriva menos de Ia influencia de los filósofos quede los acontecimientos, de las instituciones y de las tradiciones prusianas;pero nada permite afirmar gue la filosofía del "rey filOsofol' fuera un sim-ple "barniz". Sin duda alguna, Federico II creyó gue el Estado prusianc)

gltrL lrcLo DB LAr LUCII

era la más perfecta expreslón de Ia filosofta de las luces. Numerosos flló'sofos fueron también de esta opinión. El problema importante no es la ln'fluencia (muy limitada) de los filósofos sol¡re los déspotas ilustrados, sinoel prestigio áe los déspotas ilustrados sobre los filósofos y, de maneta másgeneral, sobre la oPinión.

2,o Iil iosefismo.-El emperador |osé II (1741-1790) no tuvo,,en manera alg-gna, -larnisnra concipción del Estado gue Federico II. T¡as la exaltación de la razón de Estado,viene una especie de filantropia dernocrática: "El Estado significa -e! may_o1 bien parael mayor núÁero... Mi dolor-es no poder hacer a todo el mundo feliz... Mis guardlasson mis súbditos, mi seguridad es su amor".

José II se conruoromete en una ernpresa de unificación y_ se esfuerza por realizar unprog.u.u cornpletó de reformas que áeberían hacer, de la Iglesia -austriaca una lg.leslanaclonal: liberiad de prensa, tolerancia para todas las sectas, disolución de las órdenesmendicantes, prohibicién del traje talar, nombramiento de los obispo-s _por eJ empera.clor, etc. Estas reformas terminarán en el fracaso, El más sincero sin duda de los déspo.tas ilustrados no consiguió plasrnar en los hechos medidas que eran la expresión de losprincipios ¡acionallstas del siglo'

Es posible extraer algunos rasgos comunes del despctismo ilustrado cle

Federiio lI y del de |osé II: l) Absolutisrno centralizadou 2l La jerjrrquiade los funciánarios; Zl yl "fuior de gobernar" (intervenciones del Estadoen materia económica, pedagógica y réligiosa); 4) Las concepciones huma'nitarias. Fueron causas económicas

-y políticas, más que ideoló§icas, las que

llevaron a esta concentración y a ésa "racionalización" del Poder de qlehabla H. Pirenne. Se trata, aite todo, de construir un Estado fr"tr", "*-presa eminentemente racional.,.

La noción del despotismo ilust¡ado ha sido so¡netlda a un análisis crítico por Fritzl{artuno v Roland l\4ousnier, en el Congreso internacional de Ciencias Históricas de

n"*o ü965), Según Hartung, la noción de despotisrno ilustrado es una noción excesl-vamentl cloqiadai F-ederico II tuvo una política interior conservadora hasta el "innro'

vitismo". Se atu,vo a un estrecho ¡nercantilisrno. Dejo subsistir una sociedad cornpuestapor órdenes y cuerpos. El único déspota ilustrado digno de este-nombre es ]ose II, cuyasc,np.esas son otroi tantos fracasos,.. En suma

-concluye- Hartung*, no existe una

difnrencia fundamental entre el absolutis¡no y el despotismo ilustrado.

SECCION III

Rebelilía"s y utopías.

El utilitarismo es una doctrina filosófica reali§ta, la doctrina de la bur-guesia. El proletariado

-disperso, miserable, dividido po: las corporacio-

ñer* no eétá en condiciones de oponerle una doctrina coherente. Por otraparte, ¿puede hablarse de proletariado en una,Europa todavía esencialmente,,ural, ábnde el artesanado presenta los más variados aspecto§ (con su aris'tr¡cracia, su burguesia, stl proletariado)?

Como conseiuencir¡, las ldeas democráticas e igualitarlas sólo son so§te'ulclas por pensadores aislaclos qtle se rebelan contra el utilitarismo triun'fuute ó qué consttuyen cludodcs cle utopia,

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328

'_a

IIIS'TORIA D8 T"AS IDEÁS FOLITICAS

-Qeusss¿u es el más,grande de estos solitarios. Aun así, hay gue cuidar-

se de presentarlo como un revolucionario o como un reformador I I ].-Si la democracia de Rousseau no es igualitaria, las utopías igualitarias

que florecen en el siglo xvIII no son siempre democráticas, Están inspiradasen una especie de comunismo espartano y moralizarrte,. muy ajeno al socia-lismo gue verá la luz con la revolución industrial [2].

En cuanto al pacifismo del siglo xurr, es también muy diferente del pa-cifismo pop,ular que se expanderá en el siglo xrx y, sobre todo, en los co-mienzos del xx. Es la época del pacifismo utópico [3].

7, lean-lacquos Rousseant.

El Contrat socíal (17621 está en el centro de la obra de Rousseau (1712-1778). Pero sería erróneo considerarlo como una especie de suma en la queRousseau habría concentrado todas sus ideas políticas. Es importante inter-pretarlo a la luz de las obras que le precedieron o le siguieron:

1) Las obras de escándalo: el Díscours sur /es scíences et les atts (1749), el Dis-cours süt l'ínégalité parmi les hommes (1775),la Lettre á D'Alembert sur les spectacles(1758), Rousseau contra el progreso, contra Ia propiedad, contra el teatro.

2) Las obras contemporáneas del Contrat social y que aparecen como su prolon-gación en el campo de la educación (Emile, 1762), de la religión (Profession de foí duoicaire savogard, en el libro IV del Emile), de la vida cotidiana (La Nouuelle Héloí-se, 17611.

3) Las aplicaciones prácticas -y muy pragmáticas* de sus teorías políticas:

- Las Letttes á M. Buttafuoco sur la légíslatíon de la Ccrse (1764..1765) y el Projetde Constítution pout la Cotse (17651,

- Las Consídérutíons sur le gouvetnement de Pologne ef s¿lr sa ftformatíon (1772).

Rousseau es, sin duda, el pri*", escritor político qrre esti enteramentepresente en su obra. El hombre que Rousseatl era, nunca se deja olvidar,ni siquiera en los pasaies más abstractos; y tal vez haya gue buscar, en de-finitiva, la clave de su política en las Confessíons, en los Réueries, en Ro¿r.s-seau iuge de lean-Jacgues. En cualquier caso, cuando se estudia a Rous-seau, es importante seguir de cerca la cronología.

1." IJn hombre fiel a su infancia: esto es ante todo ]ean-]acques Rous-seau. Infancia ginebrina; infancia sin familia; infancia de autodidacta apa-sionado; infancia de rebelde. fean-facques en el horrible hospicio de loscatecúmenos de Turín; |ean-)acques, lacayo y ladrón, descubriendo la fe-licidad en Mme. de'Warens: otras tantas imágenes que definen una vida.Después de sentir la tentación de encumbrarse (cf. su embajada en Venecia,su orgullo de autor mundano cuando se representa en la gs¡t9 Le deuín deuillagé), Rousseau elige ponerse del lado de quienes no triunfan. Despreciael dinero; el ,éxito social y burgués de Voltaire le produce horror'

Se pelea con Voltaire, con Diderot, con Grimm, con Hume. Es inestabley excesivo, pero no agrio. Mientras gue Voltaire y Diderot se aburguesan,Rousseau es tal vez quien permanece más fiel al espíritu de la Enciclopedia,No renuncia a la felicidad; ni a la suya (cf, los admirables ftéueries), ni a

Ef, srcr"o DB LAS LUCEÜ 8!0

la de los hombres, Llnas veces redacta trn plan de gobterno en §us má§l

pequeños detalles; otras, se sumerge en "el país de las quimeras, SU verda.dero país" (Guéhenno).

2." Racíonalismo o utopía.-Es un viejo debate que existe desde que

se escribe sobre Rousseau, Pero ¿no habría que decir racionalismo y utopía?Pues el pensamiento de Rousseáu difícilmentg puede reducirse a unidad.Comportá contradicciones, proviniendo unas de su naturaleza \"esa vivacl-dad ie sentir, aliada a esaientitud de pensamiento,") y otras de su época:

Rousseau eligió la democracia en una época en la grle la democracia noexistía ni en ios hechos ni en las ideas. Como las condiciones históricas de

la democracia no existían, Rousseau se vio obligado, bien a aceptar la ideo-iogiu d"l liberalismo burgués. que era entoncei la ideología.domiuante (li-be".iad, desigualdad, p.o,!i"dud), bien a construir una Ciudad de utopia.Utopía, pero utoPía racional.

Le pOI.írtc¡ DE Los "DIscOuns".-¿Hay que ver sólo en los dos dlscursos una brl'llante oaradoia (el hombre es naturaime.rt"

-bu".ro, la sociedad es quieq lo,pervierte),

""á-itl"t¿"'i"i. .ob." el derecho dc propiedad ("El primero que, habiendo cercado

""-t*i""", clescubrió la manera de decir ésto nre pertenece")? E'sto sería descomocer

singularmente srt alcance.---"1)--a;; bl.our" ."" una autobiografia indirecta, un fragmento de las Confessions.g.rátru-.,. en ellos el conflicto, funáamental en Rousseau,

- entre pobreza y socledad'

Ei--t";;.t; dámina los D¿scours es la injusticia de la sociedad; la bondad de la natu'raleza es un tema secundario.^--)i'i"f"-t"áu

."c-""áurio pero que no es exclusivo de Rousseau' Cuando habla del

horib." natural, rto piensa "n fo.n'rá alguna en la prehistoria. Piensa en sí mismo y en

i;'ñ;;";;";;i;L;". á" ÁÁ¿rica y de otios lug_ares, descritos en las natraciones de viajes

leidas por él coi pasión ("Pasé mi_vida leyenáo narraciones de viajes").'-''¡i'p"r-rlltl-ó "r

urrLli.i. de Rousseaú'tiene un alcance sociológico. Muestra,"l-{9: ffrniniá de la sociedad sobre los individuos, la ¡ed de coacciones que ,establece' eI peso('I)qr"- ti""á ,át r" l. vida de cada cual. Liga el nacimiento de la sociedad con Ia aparición \-7;;u';;;pi;á;á, iu u,_,toriáuliá, iu .ul"ásuardia de tos intereses. N" -"..19::" j^t_f:,l::ni como ,na esencia teolóqica. ni como uná cons'trucción julidica. ni. como una conquista

militar, sirro como una su"ma de intereses. Fl D¿.sco¿¡rs sur I'inégalité posee así acentos

.¡,r"t*t,*i"ir., strbt'ayados por Engels en su Anti-Dülting' . -rRousseau no pensó ;J;; ;";b"i' iu p."picdad o en rcnunciar d ,-q,-.r,?.-,_!-1

*.i."Jrá'r"t.i.ál l-escribir¿- es natural a l.á eipecie humana...". No es cosa de --volver

; ;iü, al bosque junto a los osos, y de quemar 1as bibliotecas"; Rousseau no construye

,at qu" una h'iPótisis, un "sueño".pero este sueño no ;rrú;; en la resignación. Si e1 hombre es desgraciado' es por

razones políticas V.".i"i*"qi"-i"-1ráu-a"penden de la naturaleza de las cosas. Es

posible y necesario .""iu. fJ¡ bases de uná politica nuevai este será el objeto de'

Contrat socíat,--'El-"Dir;;;;s sur l'inégallfé exigiriria otras nuevas observaciones, especialnente en lo

oue sc relaciona con U-á"ii"l.ió""ae Rousseau del estado de naturaleza. Robert Dérathé

I;H"d*f#o."';.i;;;;-ñ;;;;-;;'.ó1o .e.huzu la concepción iobbesrana de la

naturaleza salvaie, .ino tuáLi¿n la concepción -inversa de la sociabilidad natural' sostenl'

;;";;;-i;;l;¿;;.-;" rr'-i.y-"ot.,r"t. Ei estado de naturalcza no es, para Rousseau, nl

,,;r';;.; ;;;;;;i, "r ,""-íri, .ááLbl", .ino rrn estado de dispersión y de alslamlento,""siii-aii¿r] el ho,,,brJ'Js b;;r;;; este estado de naturaleza. Pero donde el hombrc

.. ni.i, loii,'.. un t, ro.i"áuá-'*.i",*", .¡, decir, en un estado inte¡'medio entre el estado

¡; ;;ii;,;;i;;" y-lo .o.t"áál ésiahlecida, Estado.aparentemente. precarlo, ,pgro.qug' según

iil;;;;;-ü i"-;ttd;¡;; ii'cnt'J clel nrundq";'"el sénero hrtnrano estaha hechQ pnrfl

nennirnfcer nlempre en ll".

Page 20: J.Touchard, Historia de las ideas politicas, Caps. IX a XII

330

.C' E. Vaughan_ha afirmado que Rousseau rechazaba totalmente la ley natural. I)é.rathé estima que Rortsseau se contenta con establecer una.distinción enire el derechonatural primitivo, que es instinto y bondad, y ,el derecho natural restableciáo por i,razón.

En todo caso, Rousseau.negó siem,pre Iorrnalmente que la ley natural pufiiera servir,como en Grocio y Pufendorf, para iundamentar el ábsolutismo. D"nur,.iu con vigoresta capitulación, ese abandono al despotismo. De esta forma, Dérathé conside¡a el Cón-trat socíal como una refutación de Pufendorf. Tesis exacta, sin duda, si nos limitamosal estudio de las fuentes; pero cabe dudar de gue las fuentes lib¡escas tengan taflta ,:m-portanci-a para explicar la obra de Rousseau como su inti¡na natural""u y io^o la sc¡cie-dad en la que vivió.

,. - . Eu.Eor{rnaro socrAl.-El contrat socia/ está inspirac{o por ra,iáJá-áefu fa unida;1, unidad del cuerpo social, subordinaci¡óÁ de to-s inteieses pir-\Pticulafes a la voluntad general, soberanía ábsolufl á indisoll-Bjer de Iá*ló=-

luntad general, reinado"J" l" "lrtr¿ ""'r* ñ-ád;"-j;i""á;á;;.. '- '"

El contrato de Rousseau no es ni un contrato entre individuos (como enHobbes ) ni un contrato entre los individuos y el soberano. Esta úliima for-ma.de contrato es particularmente extraña al-pensamiento de Ruosseau, querechaza cu'alquier forma de contrato de gobierno, bien se t¡ate de funáa-mentar el absolutismo (como en Grocio o en Pufendorf ), bien de fund¿r-mentar la libertad.

lllsl'()¡rlA l)ll t,As ltll^s l,()l.l,t,lr:¡s

¿odünidátt-'Exísr¿' üíá'dIfáéñcia, " dé nátüiáleiá' vy no cle grado, entre la

ioluntad general y la voluntad de los particular".l ná.rr.*J.r- .*r" "r,

la vo-Iuntad general el mejor refugio contrá las obstaculizaci,ones de los par-ticulares.

El. -c-o.¡J¡-p1g,*social garantiza, a la vez, Ia ig-qaldad--ya que todqs-losasociados tiéñéñ igualeí-derechosen él seno ¿.iu.J-rridáJ-

" la libertadq.ue, gegqn Rousseau,. depende -esrrecharnente de la igualdad. Ságfn t-oqlss_-el individuo es libre de hacer cualquier contrato; Roüsseau estimá, "ri

iáÁ-bio,]ué Já sobr:ranÍa del pueblo es la garantia más segura de los derechosindividuales. El individuo sólo es libre en y por la Ciicacl; v la libertad esla obediencia a las leyes, La_úulrt"J,l"i*'¿i *t*;;;;;;"á;'por er sobe-r.an9' lglo puede ser iealizada por el ,obe"uno. Podría decirse, pu.uf"u."ur,,do Ia fórmula de los existenciálistas, que el individuo mediante el contrátose condena a ser libre.

_úñ. El hombre realiza su libertad obedeciendo a las leyes: "un pueblo libre7'ffibedece, pero no sirve; tiene jefes, pero no amos; obeáece a las'leves, pero/ :iho obedece má.s que a-las leyes; y es por la fuerza de las leyes pór lo'guer jno obedece a los hombres",

I

j{.)

I y tóafo"§üpó--der-bajo*la srapr"ema..direccién de la volunt_qd generáI, ybimos colectivamentq a cada'miembro como parte incliüsiulé"¿"I t"¿á;-

11t, St(it o l)tl I A¡i I llr'l1i

bierno reprlsentatiüó y la *-Aaqum-inElélá:. "L¿)ndena el go.del pueblo no

- Es infalibl] (a condición de que los intereses particulares se encLren-

). La voluntad general es "siempre recta y tiende siempre

llll I

Vemos, así, que la libertad en Rousseau es muy diferente de la llbertaden Locke. Locke'asocia libertad y propiedad; Rousseatt, libertad e igtralclad.Para Locke, la libertad es conciencia de una particularidad; para Rousseatt,es ante todo solidaridacl. Para Locke la libertad es tln bien gue se protege;para Roussealr, una posibilidad que se realiza,

Er soneneNo.-Así, pues, el soberano es la voluntad general, de la qfgla ley ss g¡,presión: "Lá voluntad del soberano es el soberano mismo, Elsobeiano guiere el interés general y, por definición, no puede querer másgue el interés general".' La soberanía tiene <soberanía tiefie cuatro caracteres:

Es inalieitabtd La soberanía no se deleg¡a. Rousseau condena elreprlse+rtativá v la *iAarqum-ingleláI ¿Lós diputados del puebl

son ni pueden ser.sus representantes: sólo son sus comisarios"

- Es indiuisibli). Rousseau es hostil a la separación cle ptc u erDo s int érm e dfoé. ;-Ér-Iá¿¿ióñ¿§* dántió-d¿I' E§táaló. -tln' ó'- Es ¡n¿I¡v¡s¡blé. Rousseau es hostil a la separación cle poderes, a los

rpos inliérmedfoí á-lár-Iá¿¿ióñ¿§-dán-tió-ilel E§tacló:. -tln óü¿ipó iepré-

hacer prevalecer.el inter'és general.

- Es infalibl] (a condici,ón de

tren neutralizadiós). La voltrntad st

senta necesariamente intereses particularés; no hay que contar con él para

a la utilidad pirblica". "El soberano, por el exciusivo hecho de serlo, es

siempre lo que debe ser." Fórmula menos segura de lo gue parece, ya queel problema¡esideren que el soberano sea'--

Es absolutd "El pacto social confiere al cuerpo politico un poderabsoluto ib'bre'tóáos los suyos".

Pero este absolutismo de la voluntag! general no corre. el peli51ro, segtlnRoirsseau, d¿ s¿; árbitrario. Véase a este respecto el capitulo "De los Iímitesdel po'dersoberaro'r'l'tíi-étpoder se convierte en arbitrario, es que la volun-tad general no es ya soberana.

Er co¡rrn¡¡o.-En e1 .sisterna de Rc¡rrssc¿ru cl gobierno desentpeña un papel .ubordt- /nado. Roirsseau distingu.e- c¡ti'e el .sobc.¡no,.. pueblo que estat,lece las "léyés colectiva: Irnente; y el gobieiló, liipc, cle hor¡bres particulares gue lars ejecuta,n'

-"¡/ La principal funciórr d¿l sobenrno con:.isl¿ en hacer las lcycs, que tienen un valor/ ¡eligioso y que son el reileio <le un orden trascendente. [,as leyes deben ser Poco fiu.

7l ¡eósas; iu objeto debc ser 1¡eneral: "'l'oda función quc se refiera a un objeto indivldual' no pertenece al pocler legislativo".

En cuanto al gobicrno, es un sirnple agente de ejectrción: "Elecuta siempre Ia leyv uo eiecuta sino la ley''. E! .gobierno-Jau--sols-.es".r].-]minislro-,.del.soberaoolli los go.t:ernantes son los depositari,o§"iicl.podg¡, pgqg -n9 !i5ge1_dg Pgt.¡¡ 4!ngún,p.qp-91: no. tlcncrl.r|solútarnenté iiiás qrre una conlrsron, rrn e,npIeó eá eT qiiéisimples oficiales del sobe.r.ano- e;ercen, en slr nonbre, el poder clel que se les ha hecho depositarios, poder gtrc el

soberano puede nrodific¿rr, lilnitar o recuperar cuando le plazca.Rousseau pasa revista a tres tiúos de gobierno:

- la monarquia, de la que hace una'viva critica;

- la aristoiracia, que -puede

ser hereditaria o electiva. La aristocracia heredltnrla e¡un sisterna detestaÚle, pero "el que los más sabios gobiernen la multitt¡d es el ordennrejor Y más uatural"i

- por riÍtir¡á, la derrrocracla, cs dccir -según la telminología de Rousseatr-, Ia conftr'

sión clcl poder ejccrrtlvo y tlcl podcr legi¡lativo. .Iiste tipo de .goblclno _co, práctl-'i

,,,,'ei'te, 'lr.reirllz;ilrlel por ()tr'¡r pirrte, .pit'scutaria pcligros, pt¡ei t)o qs lrttctto qttr

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334 lllS'¡OlllA l)li LA§ ll')liA§ l'(tl,l'll(lAS

Quiere favorecer la agricultura, hacer desaparecer tanto el lujo como laindigencia, instaurar un estado social en el gue los siervos puedan llegar aser libres y donde los burgueses puedan llegar a ser nobles.

Iores soc¡elEs DE Rousseau.-1Ror.o) oo plg-l-s-a -en. absgl-uto. e,n. ius:taurar una socieda{ ¡larg_o=s.gqg$9 ig-üalltaqia, pero quiere corregir.la. injus---!¡.E-r;educii

fa_ {ji!fiila .qiré- sepa:á.a los más po'br"r de 6Álmes riiqsi*"'*¿(Juéféib -dái consistencia al Estado? -escribe en el Contrat social--.

Acercad los grados extremos tanto como sea posib.le; no permitáis ni gentesopulent-as ni mendigos. Ambos estados, naturalmente insepaiab,les, son igual-mente funestos para el bien común; de uno proceden los instigadores a latiranía, y del otro, los tiranos; son siempre ambos quienes comercian conla lib,ertad pública: unos la compran y otros la venden".

Este texto señala una via media, pero Rousseau sabe perfectamente queresulta muy difícil atenerse a ella. No ignora que la iguaidad es precariá ygue está siempre amenazada. Pero cuenta con el legis]qdor para emprenderqon!¡a_f1.'lfuérza-de-las ssses-l_(AiTüLrZa dé"]áJ ióJár dá^la que hablaraSaint-Just) u'na lucha comparable a la de Sísifo: "Precisamente ooroue lafuerza de'lás có§as-tienáé-ri"*pr" a déstruir la igualdad, la fiirza'de Ig"Iégis..laciOn ddb¿ ;isápré tendei'a mantenerla". "

¡'- Las ideas de Rousseau "r,r, ;rr;ruJu., oo" tanto, en Ia preocupación/Por la "movilidad social" y en la aversión gue le inspiran las situaciones, extremas: opulencia e indigencia.

Hay en Rousseau dos concepciones de Ia libertad, de la igualdad, de la, religión, de la felicidad: felicidad del "paseante solirario", feiictdad en una,' multitud unánime: "¿Existe un placer más agradable que el de ver a uni pueblo entero entregarse a la alegría en un día de fiesta?".\ La naturaleza, la nación: del primer Discours al Gouuernement de Po-

logne, la obra de Rousseau oscila de un tema a otro. Por eso algunos críti-

(Eric Weil).Rousseau se opone radicalmente a Ia socie§ad tal y co,mo es, pero n§

quiere ni volver hacia atrás, ni proceder a un cambio brutal, ni proceder a¿.rreglos d¿ detalle. No es ñí ieáccionario, ni revolücionario, ni reformistájy es"infinitamente-probable gue hubiera detestado el régimen de la Conven-ción, cuya paternidad tan a menudo se le atribuye.

"Rousseau -concluye

Eric Weil- continúa siendo así el súbdito rebel-

r1t, §lcl.o Dlt t,As t,rr(,Es

de... Y porque quiso ser siempre rebelcle, todos los revolt¡cionarlos y todo.rIos reforrnadores han podido estar convencidos de gue marchaban tras subandera."

2, Las idev¿s sociales.

Aunque André Lichtenberger ha dedicado un importante libro al So-<:ialisme au XVIII siécle, no parece justificado denominar socialistas, em-pleando el término en un sentido riguroso, a las ideas expresadas por Mably,Morelly o Linguet. Y en el caso de que se emplee la palabra al hablar delsiglo xvru, hay que subrayar lo que separa a esa especie de fraternalismopremevolucionario y preindustrial, de las doctrinas socialistas gue surgen,al tiempo gue el propio t,érmino de socialismo, a partir de 1830.

Varios autores del siglo xvur elaboran planes de ciudades fraternales.Pero estas obras no parten de un análisis económico. Unas, las de Mo-relly y Mably, están inspiradas en una especie de comunismo utópico y re-trógrado; otras, las del abate ,Meslier y Linguet, en un populismo elemen-tal. Ni las unas ni las otras despiertan eco en los medios populares.

A) Monn"uv,-Morelly traza, en el Code de la natute (1755), el plan de una utopiacomunista. Et 1796, Babeuf le llamará el maestro del comunismo. Pero este comunismono descansa ni sobre un análisis económico, ni sobre el conocimiento de la oposición entrelas clases sociales. Es un comunismo literario (influencia de Platón, Moro, Can:,panella),poético (relatos de viajes, el buen salvaje) y rnoral: Morelly reprocha sobre todo a lapropiedad privada el haber corrompido al hombre y el haberle hecho desgraciado. Lasociedad humana, para ser feliz y virtuosa, debe vivir de acuerdo con el códígo de lanaturaleza.

Las tres "leyes fundarnentales y sagradas gue cortarlan de raiz los vicios y los malesde una sociedad" son:-- la abolición de la propiedad privada: "En la sociedad, no pertenecerán a nadie sln-

grrlarmente y en propiedad más gue las cosas de que se hagan un uso actual, blensea para sus necesidades, sus placeres o su trabajo diario";

- un sistema de asistencia ¡acional: "Todo ciudadano será hombre público, alimentado,mantenido y ocupado a expensas del público" (en este espíritu, Morelly es par-tidario de una educación colectiva y estatizada);

- por último, trn sistema de cooperación, que en algunos rasgos anuncia al fourlerismo:

"Todo ciudadano contribuirá por su parte a la utilidad pública según sus fuerzas,srrs talentos y su edad; sus deberes serán reglados, sobre esta base, según leyesdistributivas".

Por tanto, el comunismo de Morelly es, a la vez, centralizador y moralizante. Surcpública carece de pasado y de porvenir. Este comunismo utópico y es!ático atestigualai aspiraciones de algunos intelectuales. Sin embargo, sólo con la revolución industrialsurgirá una verdadera doctrina comunista.

B) Mrnrv.-En la obra de Mably (1709-1785) -conlo

en la de Morelly-, po.lltlcay nróral se encuentran estrechamente ligadas, casi conft¡ndidas, siendo, sobre todo, lacrltlca cle la sociedad. una crítica moral.

Mably critica vivamente la desig¡uatdad de las condiciones y se pronuncia a favorde la coáunldad de bienes. Pero, como en el caso de Morelly, no se trata tanto de hacerrclnar la lustlcia conro la fellctdad ("Sólo podemos encontrar la felictdad en la comunl.dacl dc btónes") y lu vlrtud: "Crco que la igualdad, al mantener la modestla de nuestra¡necesldades, .oísárva cn nuestra alma una paz que se opone al nacimiento y a los pro'

llB'1

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336 lllsToRlA I)ri, LAs lr»iAs pol,lI'lcAs

gresos de las pasiones".'Esta pasión por la frugalidad la volveremos a encontrar enBabeuf. Esparta es el modelo de Ivlably; y cuando necesite de un portavoz que expongasus ideas sobre las relaciones entre la moral y la politica, recurrirá naturalmente a Fo-ción (las Entretiens de Phocion aparecen en 1763).

Las ideas politicas de Mably, al igual gue sus ideas sociales, están nutridas dereminiscencias antiguas. Mably habla continuamente de Licurgo, y su política está do-minada por el tema del buen legislador. Critica el "despotismo legal" de los fisiócratasy se aplica a refutar detalladamente L'o¡dre natud et essentiel des sociétés politiques, deMercier de La Rivi¿re. Critica igualmente la Constitucióq inglesa, que comete el errorde subordinar el poder legislativo al poder ejecutivo, Mably es partidario, por el contra-rio, del predominio del legislativo.

Sin embargo, no es .rn demócrata. Desconfia de la multitud ("la historia de Greciame ha enseñaáo lo suficiente cómo la democracia es caprichosa, veleidosa y tiránica"),de la elocuencia, de las aclamaciones, de la pasión, "El poder legislativo no .podria re'flexionar 1o suficiente y, si se me permite decirlo de esta forma, replegarse sobre símismo",

I'odas las sim,patías de Mably se dirigen a los países donde rcina la sim,plicidad.Le gusta Suiza por sus leyes suntuarias y por la relativa igualdad gue reina entre lasfortunas. Formula severos juicios sobre el comeicio y los comerciantes. Su socialismo,inspirado en la antigrüedad, es económicamente retrógrado y políticamente conservador.

C) R¡vNm.-El abate Raynal (1713-1796) fue considerado por sus contemporáneoscomo el igual de Diderot y Rousseau. Su principal obra es la Histoire philosophíque etpolítique des établissententi ct du commerce des eutopéens dans les deux Indes (1770).Encontramos en ella, confusamente explesados y sin gran cuidado por la coherenciainterna, Ios principales temas de los fisiócratas, da Montesquieu, de Rousseau y de losenciclopedistas: exaltación de la simplicidad patriarcal y crítica severa del sistema colo-nial, ataques contra la Iglesia -que debería estar sometida al Estado-, desconfianza res-pecto al ejército, crítica del despotismo (pero elogio de Federico II), respeto simultáneopor la Constitución inglesa y por las virtudes republicanas, exaltación de la libertad yafirmación de que el interés del Estado es la ley supren',a, preocupación por Ia igualdady culto de Ia propiedad... Raynal representa la opinión media de su época. En estesentido interesa a la historia de las ideas políticas más por sus contradicciones quepor su originalidad.

D) LfN soc¡¡uspro populrs'rA.-Sin embargo, existe en el siglo xvlu una forma di-ferente de pensamicnto socialista: la representada por el cura Meslier y, sobre todo, porLinguet (1736-1794), el principal adversario de los fisiócratas. El testamento del curaMeslier fue utilizado por la propaganda anticlerical. Se encuentra en su obra un vivosentimiento de la miseria y de ta injustica. En cuanto a tinguet, describe al peón comoal paria de Europa. Su "socialismo" es puramente negativo y no desernboca en ningunaconclusión práctica; pero su ob¡a --en lugar de estar vuelta hacia la utopia o, la anti-güedad, como las de Morelly o l\'Iably- está inspirada en el espectáculo de las reali-dades cotidianas y muestra la conciencia de una lucha entre las clases. Linguet "es unode los escasos escritores anteriores a 1789 de los que se puede decir, con algún funda-mento, que es más un precursor de Karl Marx que un antecesor de Fourier o de Cabet"(A. Lichtenberger).

3. El pacilismo on el siglo XVlil,

Hasta la Revolución francesa, la guerra continúa siendo una operación limitada queno interesa al conjunto de la nación. Las guerras se deciden en el silencio de las Cor-tes y su desarrollo comporta inesperados cambios (cf. la inversión de las alianzas).

Los ejércitos cstáu conrpuestos, en amplia medida, por mercenarios, aventureros y pro-letarios, [.,os nlllltarcs sen ,poco considerados; hasta la llevolución, algunos edificlos os-tentan el rétulor "Nl perros, ni lacayos, ni soldados". El conde Saint-Germain, coDo-cido por la auducla de ¡us reformas militares, no tiene una elevada idea del eJército:

lif, st(;l,o Dtr r,As ¡,ll(111,§ ils7

"Scria dc dqsc¡r, sin duda, que sc puclierarr fr¡r'tnal L¡s c.iércltos con, hontbre8 8('gtrt'o¡l'l:icn escogidos y de la melor especic; pero r1o se tlcbe dcstrtrir la, naclón pttra fornttrrrru ejór'ciú, y ícria destruirla piivarla

'dc lo nrcior qud_ ticnc. En el acttral cstac{o dc.o.r., lo. ejér'citos sólo puedeu estar cornpuestos pol' cl fango de _las naciorles-y ,portodo lo gue es inútil a 1á sociedad. Corresponde luego a la disciplina nrilitar depuritrcsa rnasa corrompida, modelarla y hacerla útil".

Las guerras ion relativamente poco mortíferas. El inglés Robins expresa, en 1742,eü sus ¡l-eu, principles of gunnetg, la o¡pinión de que la invención de la pólvora ha hechomucho menoJ sanguinarias las guerras; con el progreso de las técnicas mil-itares -oplna-la guerra llegaráL ser cada vez más lirnitada, rnás rápida, menos mortífera...

Lu. gr,e.á" no se consideran como catástrofes, Voltaire describe con emociólr lasinraginarias batallas de Candide, pero el sanguinario combate de Filisburgo no le ins'pira más que estos amables versos:

...C'est íci qu'on dott sans litEt qu'on ptend des rcpas par tene... (* *).

Sin embargo, un cierto número de pensadores buscan.los medios de suprimir las gue.

¡,ru. y d" insiaurar la paz perpetua. La -uyo.ía de ellos ponen sLls esperanzas en la,u¡i¿á.i" de los prínciper y e" el res.pcto áe los pacios, El pacifismo del siglo xvtllno es, pues, un íentimlento popular; pe.o *" advierte, en el espacio de un siglo, una

clara e.¡olución del concepto de paz'

A) Ei- p¡clrrsvo RELIGIoso.-La obra de Leibniz 2 está animada- por un profundo

r,r,iveisalismo de inspiración religiosa. Pero se trata de un universalismo, -más gue de

,ir, ,".iti.n,," radical. Preocupadó por asegurar la paz- en Europa' no. duda en incltar;'Lí';'XIV.-. "-irr"r¿"i

,""'Ñiti.. de coiquista, en Oriente y especialmente.en Egi.pto,

aiLii}"rt. realiz;ble por'*"dio. pacificos. El proyecto de.pai perpettta del abate Saint'iierre 1" inspirará, haáia el fin de su-vida, juicios reservados'- --ót.;

fáráa de ins.pi.u.iáo á. pacifismo religioso, más claramente-pacifista: la de Wil'li"^-i;;";;-;r"-Siiig" sobte Ia-pa: ptesente g futura de Europa data de 1693.----Éi}""iraá,

de Pánsil"uoir p"rt.ri.." a la-secta de los Cuáqueros; partidario de lano violencia, mantiene que el criitiano no debe -en principio- recurrir a la ftetza, pte'.;r; l;- ;;d*iio" d"' armamentos y expone un plan de inspiración federativa, muy

;;;;"-; ir.'lá"., de Spinoza, que escribia: "La paz no es la ausencia de guerra, slno

runa virtud que nace de la fuerza del alma".

B) E¡- ¡,Qulu¡n¡o EURoPEoTEI pqg{i§:no del abate de Saint-Piern-q::!"t-!:":rcnclie la paix pétpetuelle en Europei 1713) es de naturaleza diferente. Enlaza con el:;;;;;;";"Jo'' á" g"r-iqo" iV, v ,ro pto..d" de consideraciones religiosas (Saint-Pierre

"I;"'h.ilil';i celibato de'los sacérdotei y denunciaba dc buen grado el nitmero exce-

;i;;;;-;.r,";i;-.i;" de su preocupación- pg el eguilibrio.europeo;i propone una especle

¿" -'Srntu

¡¡ián u" entre los ¡rorrá.ut di Et topa, sobre 1a base de tn statu quo tertl'torial, Saint-Pierre es ";

-;;pftid fecunclo, out que no carece, de, co¡fu.sión; partidarlo

;;'l; p.li;i;;áiá, a" tu';1.;¿i¿;-;"-lá* ru".ionoiios, de una Academia internacional de

Ciencias politicas, .oor"lJiá-o-á"-á* l" "¿"¿ _de oro se encuentra en el futuro, es el

;;'}i;,"; E;;J;;á";;;;i"" .'" io"i.rgun el humanita¡istro y el utilftarismo: " Florece

cn él el entusiasmo por etpá"tu y por'Licurg.o, el amor por Plutarco, la preocupaclón

;;.-il- -.u. n,orutá., "1

;;iliJ por utu ihina lmaginaria, el culto de la razón dej:lstaclo" (A. Lichtenberger).

c) PACTFISMo y DEMocRAcTA rN KrNr.-Kant (1724-l\Ol).'..po","1 contrario' sólo mues'

rr¡ desD'ecio oo, "l

""quiñ;i"'ilr"p";'- Su ;;Proy".to filosbfico de paz.perpetua" (179.5)

:'""";:I':lr";#"ü u'ia""-J" qu" lu paz rlo es asunto dc los príncipes' sino de lo¡

i-,i;[i,iii. i:';ffi; "i;;l'ñ.;.iu lnuá-i.ibl" en un estado independiente (cf' las ldeac

l<au.anas sobrc la ,ut"io]niii'ü.-i^ ".lrrt"¿1, Por ello, Kant reprtreha el servtcio obllga'

- *.--"ilt,f to tlttol'llto Hll¡ rRllltl y xrt (1)lltrr on (l Buljlo.''r 1ir¡¡,i ,t¡t¡lr ltrt'llrlt, tltl¡¡¡' 20ll'201.

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$,rl3l]8 illil'oRlA t)li l.As tDtr.^s Pot,[r¡c^s Ílt, slct,o I)rt t,As r.lt(:t1s

torio y afirrna que ninguna guerra deb€ emp,renderse sin el conseutimiento de los parti-cipantes, es decir, del propio pueblo,

Kant ve tres remedios contra las guerras:* el comercio: el espiritu comercial se apodera ta¡de o temprano de cada pueblo, sien-

do incompatible con la guerra. Kant expone aqui Ia primera versión de 1o gueserá una de las ideas-fuerza d,e\ liberalismo burgués en el siglo xlx: el desarrollodel comercio hará desaparecer las guerras, siendo el ,pacifismo la fase superiordel capitalismo...;

* la moral democrática: la paz es una virtud mo¡al, virtud de los pueblos y no de lospríncipes. Los regímenes monárquicos son peiigrosos para la paz;

- la publlciciad; el secreto de las negociaciones f¿rcilita las guerras; la política reali-zada a la luz pública, que resultará corriente en los regímenes democráticos, fa-vorecerá la paz'.

D ) IN-rBnNecIoN¡LISMo Y NActoNAlrsMo.-Algunos proyectos de paz,pero ninguna concepción verdaderamente internacionalista con anterioridada Kant: tal seria el balance del siglo xvIII. Y esto por una sencilla razínisi el siglo xvIII no posee una noción clara de una sociedad internacional, esporque el propio concepto de Ia nación continúa siendo muy vago.

Ni el Esprlt des lois ni el Essai sur les moeurs (titulado, sin embargo,Essai sur les moeurs et I'esprit des natíons) contienen una definición pre-cisa de nación. No existe el artículo "Nación" en el Dictíonnaire philoso-phique de Voltaire, que, sin embargo, contiene un interesante artículo titu-ia.<lo "Patria": "¿Qué es, por tanto, la patria?, ¿No sería, por casualidad,una buena tierra?, etc.". Voltaire define la patria como una propiedad, entérminos muy concretos (la patria es un campo, una aldea, una familia); nose trata de pat¡iotismo, sino de patria ("Cuanto mayor se hace la patria,menos se la ama" ).

La palabra "nación" posee, en el siglo xvtll, un sentido muy diferente delactual. Se habla más de nación bretor,a que de nación francesa. Las ideasde los filósofos sobre la nación son una mezcla

-contradictoria sólo en apa-

riencia- de particularismo y de cosmopolitisrno, de espíritu de campanarioy de universalismo, "Quien quisiera que su patria no fuera nunca ni másgrande ni más pequeña ni más pobre, sería el ciudadano clel mundo", escribeVoltaire, de acuerdo en este punto con Montesguieu.

Los déspotas ilustrados, a pesar de sus protestas de cosmopolitismo, con-tribuyeron a desarrollar lo que más adelante se llamará el nacionalismo' Así,Federico II escribe, en 1779, Cartas sobre el amor a la patria, o corcesPon-dencia de Anapistemón g Filópatros. Este último, cuyo nombre ya indica suspreferencias, explica a su amigo, el filósofo escéptico y cosmopolita, el po-der del sentimiento nacional: "... El amor a la patria no es un ente deraz6n, existe realmente".

El Sturm und Drang, en Alemania, es una revolución literaria de ins-piración nácionalista.. Hérder afirma que la poesía debe ser la expresión delgenio nacional y precomi.za el retorno a las tradiciones alemanas; el mismoGoethe, en la época de "Goetz von Berlichingen", sufrirá temporalmente laimpronta de este prerromanticismo nacionalista. La obra de Hegel hunde,susraices en este prerromanticismo típicamente alemán, que trata de concitiar

un nacionalismo confinante a veces con ta xenofobia, con asplraciones hu-manistas y místicas.

Sin embargo, sólo con la Revolución francesa entra la palabra "nación"en el vocabulario político con su sentido actual: "Una ley común y unare,presentación común, he ahí lo que constituye una nación" (Sieyés ).

Conclusi6n.-Unn sínfesis: la ohra de Condorcet.

Para la claridad de la exposición, hemos distinguido en el siglo xvIII trescorrientes de pensamiento, con las gue se corresponden

-en Francia- los

nombres de Montesguieu, Voltaire y Rousseau.Pero en la realidad, las tres corrientes no se distinguen tan claramente.

Sería completamente abusivo considerar a Montesquieu, Voltaire y Rous-seau los portavoces de tres categorías sociales homogéneas y distintae: me-dios parlamentarios (Montesquieu), burguesía de negocios (Voltaire), claseintermedia entre la burguesía y el proletariado (Rousseau ). Mientras gueen nuestros días llama nuestra atención 1o que separa a Voltaire de Mon-tesquieu, o a Rousseau de Voltaire, son numerosos los lectores del si-glo xvtu gue parecen haber percibido, sob,re todo, lo que les aproxima.

Los liberales del siglo xvrrr no tuvieron la sensación de que habian deescoger entre tres filósofos, Y ni siguierá tuvieron la sensación de que lescorrespondía efectuar su síntesis; esa sintesis se realizaba en cierto modopor sí misma, por la eliminación de los contrarios y la acentuación de losrasgos comunes, conforme a una técnica comparable a la de la "foto-robot". Condorcet, que no es ni muc,ho menos un caso excepcional, resultaasí rrna especie de resumen vivo del siglo xvtrt francés.

Marie-]ean-Antoine-Nicolas a*nu ,rr)-tllq, ^urq'cs de Condo¡cet, de una anti-gua familia del Delfinado, es --segiln su más reciente hisotriador, G. G, Granger- "elrepresentante más retrasado, pero quizá el más perfecto, del enciclopedismo".

1 ) Condorcet es un estudioso que sueña con abarcar la totalidad del saber huma-no. Trata de construir una ciencia del hombre basada en las matemáticas, de donde pro-ceden sus proyectos de "matemática social". Voltaire calificaba a Condorcet de "fil&sofo universal".

2\ En Condorcet se funden e1 utilitarismo de los enciclopedistas y la pasión de Rous.seau, Adnrira por igual a Voltaire y a Roussean: "Ambos sentaron los fundamentos deeste edificio de la libertad que estarnos acabando en nuestros dias". Es racionalista conpasión. D'Alembert le califica de "volcán cubierto de nieve". "Intelectualmente liberal,era liberal con intolerancia'.'.

3) Condorcet no dejó de saludar con entusiasmo la Revolución americana. Cf. suestudio I)e I'inÍluence de la Réuolutíon d'Amérique.

4) El sistcma politico de Condorcet está basado en la afirmación de los derechosdel honrbre, que deÍine como los constituyentes de 1789. Para é1, los dos ,principales de-rcch<¡s dcl hoi¡brc son "la seg¡rrridad de la persona" y la ".seguridad del libre goce de lnpropicdad". Conctpción muy burS¡uesa, que lleva a Condorcet a distinguir entre ciuda,<lirrros activos y citrd¡rd¿rnos p;tsivos.

5) A pirrtir dt: 1792, Concl<¡rcct sc acerca a los girondinos. No vota por la muertcrlcl rey y, cn 1793, cl¡rlxrr;r rn l)r()yc(to dc C,onstitucióu en el que se preocu.p¿r por ¿Lqr'

1¡,rrirr "'l;r sr¡[rcr¡rnlir del ,prrelrlo, l,r i1¡uirldird cntre los hombres y la unidad de la Re'púlrllcn",! Sol)ro l¡¡ ¡rolfllr,n rlr''li¡url rr"¡r¡i' lr¡1s n(lolnrtli, Drlgs. i]'80-383.

Page 24: J.Touchard, Historia de las ideas politicas, Caps. IX a XII

i

CAPITULO X

El pensamiento reuoluciorlürlo

Ningún autor del siglo xvru ofrece una teoría de la re¡¡olución; ninguno,

u"t""-áÉ n"ü"rr[, .ugi"rÉ los medios de tomar el Poder. De manera general,

las poblaciones -en la mediia en que pueden expresar sus opiniones polr-

ticas- parecen apegadas a las instituciones existente_s y- no 'parecen poner

*-á"dJ "l principio"mlsmo del sistema morr_árquico. Así lo prueban, al me-

nos, los Cuádernos de reclamaciones de 1789._---La revolución americana es, en el siglo xvlU, el primer ejemplo de una

r"rotr"iá"-triunfante. Esto le confiere una gran importancia para la historia

;; i;; id;Jláliticas. Señala el paso de la *especulagión

a la acción. Ofrece

;;;f;";""ia y pr"r*ta un modelo (que será ampliamente utilizado, espe-

cialmente en Amé¡ica latina).

SECCION PRIMERA

La reoolucián annericcuta.

El alcance de la Declaración de Independencia (4 de iulio de 1776) y de

la Constitución americana (1787) no guardan relación can la población de

Estádos Unidos a finales del siglo xviu (tres millones cle habitantes, apro-

ximadamente).

A) OnÍcrNes DE LA REvoLuc¡óN eMen¡c¡N¡.-f.¿ ¡gvolución americana -es necesario

recoráarlo bnevemente- tuvo orígenes económicos, políticos, religiosos e intelectuales'---;j-' U, violento .""niitá á""irt"r.r". enfrenta-a los negociantes y armadores de

Nr"'íu f"gfui"ir" .on 1". ¿" lu metrópoli, gge quieren conservar,,.con el apoyo de las

;;;;;ü"4;:;-;l Áo,-poli" áel comerciá con'las -Antillas. El conflicto recae igualmente

;;b;;l;-dúdbuctón de Ls cargas fiscales, ya gue el Parlamento inglés, durante y des"

;ff$ ü-;;;;;-a". l* sr.i""Á¡"i, traia'de fijar impuestos aún más gravosos a los

colonos americanos.**;;- g"t "-l.r

g"lrernadores,y las -asambleas de las colonias los motivos 4e-oposición,oo-.u¿u-¡r", -á"'f.".rr"rrt"s. [ás colonos soportan difícilmente la autoridad de los go-

bernadores.'-'?I-gl-".tado de ánimo de los colonos sigue fiel al individualismo de,los puritanos,

gue constituyeron una tr"" putt. de los prim-eros inmigrantes. Algunas colonias -tspe-

,l

l

'tii,il,i

ti1. IIlNSAMlltN1.() RUVOI,UCIONAR¡U llt',ll

.lnhnentc In de Rhode Lrland, bolo ra rnfruencra de Roger wtllrams (16o{-16g3)- c¡ta,Llere¡¡ un rrlglmcn de tolerancla ,Lilgir;l-1", ,..tas se ríultipli;r;.-Á,;rt; tradlclón purl.lHilR Éc rrrrc l¿¡ trudlción de rlbcrtaá personal d"l ,o^iroi i*,-r.i'*ro el háblto delrell gorcrnnrcnd cn el ntvel del ¡n,lrf.i;i, (cá" ia práctica de los fo¿¿rn meettngs, sgboTsrle ¡le,rrocrircrn drrecta) y de Ia .or;rü ae;;;i á; í;;-;;tüilrüá;J, democracra dc¡rrrl¡rlr.tirrlos),

ll) A¡.ceNcB DE L"A, REvoLucróN.*La revolución americana se realizahefo el finpulso-de los hechos. Ni está precedida:."*;l;R;oru.io"Jünlr,orl

," de una.larga maduración ideolégica, ni "" "t

proau.to ni er criroi áL:::l:::,'l:: i.lglTil"r: frasra et comienzo de Ia. guerra el problema gue do-rrrlrra los debates es el del impuesto: ¿puedd imponer tributos ,h p"r-la¡¡rer¡to ll jl qu". no se está represeníLÁ"-/", íiiii¡ri^ *;itno"t-r;p;;-i.::,r:l!,t,!,)?

Los colonos invocan éimultáneamente los de"echos naturáles,I,H de los ciudadanos b.ritánicos y \rs gu_e derivan de sus propios priviie-gma; pe ro fqds5 -sg trate de |amei otis,'de Dickinsont á" lliÉ. w;rs;;:¡ltrlan nrrn reivindicaciones, antes de 1725, en el interior dál

-siste-a brftá-rrrt'., t,¡r (lonstituciión inglesa es ob¡ero d; ;;_;;$;t"';;.;iriiv""sur, y losteórk'¡re cle la insurreccióñ aportan s'ólo pequeñas íariantes a los temas fun-tlelterrtales de Locke.

lr,nlretnnto, Ia insurrección triunfa y América apárece como un modelotea *rrf.r',re con el derecho natural el qle lu. ""1á"ii.liü*"; ."" indepá-rllr.len, y corlla molalel^gu9 lleguen'aser económica ! politicamente po-tjr,rsRs. I,os Esrados * Amcri.u luti,u, " *;áid, ;;;;jq;;"" su inde-¡retrde.cl., rrdoptar8 constituciones directamente insp,iradás en la cons-tlt,elón nmerlcana. En la misma Europa Ia influencia l"l"-i""olución ame-f]:.lt'i es profunda,,formándose un-a imagen ¿e e*ári." t"¿""i" más míticaqlre rfl rr¡líl8cn de tnglaterra gue.habia inspirado Ia revolución americana.

Nrr ertanto¡ nhora en el terreno de tas doctrilas, sino en el de las representaclones¡olsrilve¡, llcnrlta del mayor interés tratar a. á"ri*it"i-r" ilü;d;ilérica que pre.valprF.er¡ lirrropa a frnes del siglo *iiit-"-pri;;ipios der xrx. Hay que evocar los E¡-tarl¡¡ [l¡rrtk¡¡ de rrrankrin y.su-nacionaliá-" iáio"átl;, ñ-e;'¿;-'F.;,;t", er ..héroe dehr¡ l)1¡o Mrrr¡rlos"; Ios de óhateaJ;i;J, l;É;e-no^s irogueses; los de Tocguevilre; rorrle Lr¡ rrrrrneros,s vrareros europeos gue bponen

"l Sr;,-á;;;'.;G: iien, ar Norte,lrlutal y vulgur.,.

(:.) FHn¡.¡xltr.¡ y EL urrlrrARrsMo ArwERrcANo.-pocos extranjeros hant!tt,trL,, e^ tsrancia de_una glo-ria semejante a la de-r"u"Hi". [,a sesiónrlel 27 «lc .brtl de tzTS en li Academia'de ciencias, ";-ü;; ü.ltáüyIrra,klln ae abrazan enrre los aprausos ¡"G ;;ilili, ; ;;llontec¡mientotl€ 'rrr nlca¡rce espectacular. Tras l. oruáte d" Fru"lh",G Áru*urea na,t'lolral E propuesta de Mirabeau, guarda luto durante tres días.... lQuó. represcnta, pues, Frankhá,_el "socrates de e-áriá; if T06-lT90l?li].h,[ del pueblo (sú padre rabricaba veras),

"i ;r1;il4;;ii .ii ri¡r"párá:dor, el hombre que triunfa por sus propios medios, el sabio (in"entir- áellfr:lj:ill,r], et,periodista, et fitántropo (sociedades de templanza y escuetasilc nHtncton), el hombre virtuoso...

Ileee falta leer la Autobiografía.oer Armanaque del buen ftrcardo paraÉnr'ontrér el tono exacto de ésa

-sabidur¡a burgulsa, de esá-rrp.rt*úbli

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364 l¡l§'l'olt¡A t)u t,As lDtlA.1 ¡,()l,t'l'lcAri

buena eonciencia, de ese nacionalismo paciffco, de esa combinación de mo-ralismo y utilitarismo. Béranger será califtcado de "Franklin francés" porsus admiradores, incapaces de encontrar un .elogio más elevado, En 1837,la "Sociedad Montyon et Franklin" publicará un Almanach des hommesutiles, con esta leyenda: "lvlontyon, genio de la beneficencia; Franklin, be-neficencia del genio".

Por consiguiente, el utilitarismo no es exclusivo de la Inglaterra deBentham. ,Es un fenómeno general que aparece igualmente en EstadosUnidos y Francia, y del que constituyen manifestaciones sirnbólicas la glo-ria de Franklin y la de Voltaire (y después la de Béranger): "Amar, amar

-dirá Béranger- es ser útil a uno mismo, hacerse amar es ser útil a los

demás". La fórmula podría ser de Franklin.

Franklin es el prototipo del burgués. Para é1 la virtud.mayor es la economia. Nocesa de aconsejar la aplicación y la templanza; no hay otras vias que conduzcan a lariqueza: "No derroches ni tiempo ni dinero; da a uno y a otro el mejor empleoposible".

Flanklin une la preocupación por Ia mo¡al con la preocupación por el ahorro, Cuentaen sr Autobiogtafía cómo decidió adquirir las trece virtudes siguientes: templanza, silen-cio, orden, resolución, economía, trabajo, sinceridad, justicia, moderación, limpieza, ttan-guilidad, castidad y humildad. ("Imitad a |esús y a Sócrates...".) E" lugar de fijarse si-multáneamente como objetivo todas estas virtudes, eligió el procedimiento más económicode emprender sucesivamente su conquista: "Procadiendo de este modo... podía hacer entrece semanas un curso completo, y volver a principiarlo cuatro veces al año".

D) PeINr v r-A FILosopÍA DE LAs LucEs,-Algunos meses antes de la Declaración deInderpendencia, Thomas Paime 11737-1809), que urás tarde llegará a ser ciudadano francésy diputado en la Convención, publica un panfleto

-con un título muy característico: E/sentido común- de inspiración abie¡tarnente republicana y que contiene una viva críticade Ia Constitución inglesa. Considera a la rcaleza como un "papismo político" e insisteen la distinción entre sociedad y gobierno: "La sociedad es producto de nuestras nece-sidades; el gobierno, de nuestros vicios; la primera procura nuestra felicidad de unamanera positiva, uniendo nuestros afectos; el segundo, de una manera negativa, rest(in-giendo nuestros, vicios. La una alienta la unión, el otro crea distinciones. La una protege,el otro castiga".

En 1791 Paine publicó Los derechos det homber, en donde toma a su cargo, contraBurke, la defensa de la revolución francesa. Encarcelado por la Convención, escribe du-rante su cautiverio La edad de la razón.

En este amigo de Cbndorcet se encuentran los principales temas de la filosofía delas luces,

E) Le prc¡-enacróN DE INorpsNorNCIA y LA CoNsrlruclóN AMERTcANA.-La declaración de Independencia, redactada por |efferson, procede del de-seo de justiffcar a las colonias sublevadas ante e1 tribunal de las naciones;,presupone la validez eterna de la ley natural. Afirma gue los hombres po-seen ciertos derechos inalienablesr la vida, la libertad y la búsqueda de lafelicidad. La función del Gobierno consiste en preservar estos derechos na-turalesl si incump,le esta misión, los gobernados tienen el derec.ho de suble-varse. Todos estos principios estaban ya en Locke, pero nunca habían sidoafirmados con tanta resonancia. No se trataba ya, como en 1688, de justi-ficar un cambio de dinastía, sino del nacimiento de un nuevo Estado.

ril, pllN9AMillNr,o lillvoLt¡(:loNltlloll11¡'l

I-a constltucrón arnericana es el prodtrcto de tendencias diversasl: admiración por el sjstema inglés y fidelidad haci¿r los princi¡:ios dclgobierno mixto y de la s,:paiacion de poderes. jot" Áarrn.,.rutl,a Turgot, que censuraba á los americanos ,u "irrs"rruta imitación',de las instituciones inglesas;*- tlesconfianza hacia Ia inasa, cuyos errores deben ser prevenidos me_diante un derecho de sufragio inteligenrem";r" ;";l;áentado, t ;;;-tificados por un senado vifirante. rá co".tit,,.ro"-i"¿"r"1 es menosdemocrática aún que la de ios Estados;

= "- desconfianza inicial respecto al Gobierno federal, pero conciencia del¿rs necesidades,politicás,-y sobre to¿o

".á"áÁl;;,-;;; conducen areforzar el Poder central. cf. sobre este punto ía'tesrs de char-les-4. Beard, gue expone una interpretación económica de la consti-tt¡ción americana,

[,¡rs diez primeras e¡miendas a Ia constitución de los Estados u,idosr.rrntltrryen una verdadera declaración de los derecho" J"l to*¡re, en lálirren rlc Locke. Esta declaracirón difiere de las decla¡aciones europeas enel 'ae¡rticlo de gue sus prescripciones.or, .pli.ábl", ;;;-r"" ; ,rd"J. Ap*16, !x,r consiguiente, una garantía efectivá, y ,o u.ru simple declaración delttl e¡rcioltes.l,a (jonstitución americana es el fruto de un compromiso entre grandes

y ler¡rreño.s Estados; entre partidarios de un Poder fu"rt" v partidiios derAE rr)ell¿lctes locales; entre quienes estimulan la industrial¡iaé¡on y quienessr atnyírn en la agricultura. Se enfrentan así dos .o.r."p.iorr"r-d"'la'demá_r r'ñ( td: l¡r democracia autoritaria de los "federalistas,, y la democracia libe-rnl rle |efferson. Nin-guna de estas dos concepciones ás de orige, poprtur,p€r'rr riu§ bases filosóficas y sociológicas son diferent.".

- - ---'

lr) "ll,. FroenAlrsrA" y LA DEM,.RACTA EBtcAz. -

Entre er otoñorle l7tt7 y el verano de 178.8 los periódico" t"J"áiJ* prbri*ron una serietle a.ticr¡los para incitar a la pobiación del g"t"J. J;-ñ""";lork a ratifi-t,ar-la (ionstitución establecida en rz8z. ia mayoría de estos artículos erande lln¡¡rilto¡r, y los-resrantes de Madison y i"i. Fr;;"'p"Lii.ra", port.-rirrrrrrerrtc en un volumen titulado El Federai¡sía.

l,n fllosofía de Hamilton (1757-r}o4) es -como

la de Hobbes- una filo-nrfia tlel Poder. Teme la^anarguía y Iá desunión más que el despotismo, ytrr.'.¡n t¡rrc.la energia del Poder ejecutivo es el mejor c.rierio p".u r".orro"",lr¡ r)ilell LroDlerno. §e opone, por tanto, a quienes desconfian del poder fe_rle.al y tr¿rt.n de preservar ceiosámente, b¡án h ;r¿;;;;;" cl^e-los Esta¿os,bler¡ el ¡xrcler de las "facciones".

,lil n¡rcionalismo de Hamilton tiene bases econlómicas. Cuenta con la?illil:l:tjll fcdcral para consrruir una poderosa organización eronómica, paralErv()r'e('er la i¡rdustria, pulu crear la prosperidad y_permitir la autarquía:rrrercnrrtllismo y proteccionismo. Hamilion,'p."o.rpádá po. li productividady r¡ ('re('tnrlento económico, siente poca inclinación por el Gobíerno popular.( lree r¡rre lo. gue resulta bueno pará el grupo económico dominante es ür,.rroIrdrH cl pueblo americano en su coniunto.

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",[

s50 lll§'¡'oRlA DI LAS mB^§ poltI'lcas

. Al.i_gual que Hártriltoq, Iohn Adams, el segundo presidente de los Es-

t-ados unidos, desea un- Gobierno fuerte, u,poyádo "r,

,nu áristocracia po-derosa. Adams es hostil al despotismo, pero su pensamiento es funda[nen-talmente antiigualatorio y pesimista. Su'liberalismo es aristocrático y con-servador. A esta concepción de la democracia se opondrá Jefferson, que su-cede en Ia Presidencia a Adams. en 1801.

- - G) ferrnnsoN y LA DEMocRAcTA LTBERAT.-Mientras que Hamilton v

Adams son, en el fondo, partidarios de la constitucián in'gi;r;, J;if;"í(1743-1826) desea una extánsión de la democracia, Mientrá! áu" Hamiltonpertenece a la escuela -de Hobbes y afirma su admiración por' Jrlio c¿;;,|efferson invoca a Locke, cree en É bondad innata del horib.e y considerael Gobierno como una- amettaza permanente pára los gob*"uáo.. pie;;aque el homb.re posee derechos ir-alienables, que corresfionde" a lus leyesde la naturaleza. se pronuncia contra el dereiho de primogenitura, contrala esclavitud, contra fodo menoscabo de la libertad ,"iigi"ru".-

Jefferso-n desconfía de un Poder demasiado concentrádo (incluso cuandose trata del Poder legislativ-o), y cuenta con los poderes lociles para hacerf¡acasar las pretensiérrer ubúsiías del Foder .É"tr"t.

-eriere- extender el

derecho de sufragio y desarrollar Ia instruccirón púflis¿, hav que hacer com-prender a los ho,mbres que el obedecer las leyes de la morálidad está enconformidad con su intenés, y gue_ la ignorancía no sólo impide el compor-tarse bien, sino el ser feliz: móralismdy uHlitarismo.

Mientras Hamilton piensa sobr_e todó en la industria y encuentra en elNorte sus más fieles rpartidarios, Jefferson se preocupa ásencialménte porla agricultura ("Quienes trabajan fa tierra

"oo ál pu"úo eregido de Dio;" )y se apoya principalmmte en el Oeste y en el Sur.

- Nacionalismo, -culto d,ela éIite, respeto por el Poder: tales son los prin-cipales rasgos-de la democracia segúr los iederalistas. Los principios áe lademocracia jeffersoniana son el Gobierno limitado, los derecios del hombrey laigualdad natural. La democracia jeffersoniana parece t¡iunfar entre 1820y 1840; es la gue Tocguwille describe en s, .rriu¡" por Estados Unidos.Pero las concepciones federalistas han impreso uía'profunda huella, nosiernpre visible, en el pensamiento político americano; realizan la primerasíntesis entre_ capitalismo L det"ocracia, entre eficacia y libertad, enire pla-nificación y laissez-faire. El New Deal, aun invocandá la tradición jeffer-soniana, pondrá al servicio de la democracia ampliada, el Poder federal re-clamado por Hamilton

SECCION II

La Reoolución trancesa

La Revolución que se inicia en 1789 altera las instituciones france-sas y contribuye ampliamente a transformar las instituciones europeas. Sino¡nbargo, entre 1789 y 1815 aparecen en Francia pocas obras de doctri-na política. Y las gue aparecen están profundamente marcadas por el

EI, PENIIAM¡BNTO REVOLUCIONANIO 867

áconteclmlento. Hay que hacer la Revolución, Iuchar contra ella o sencilla-mente vivlr. Además, la guerra deja pocos ocios a los pensadores y alslan los ldeólogos profesionales de la naéión.

. f]_Pot consiguiente, una historia de las doctrinas políticas bajo Ia Revo-Itrción y el Imperio podría relatarse bastante rápidamente. sin eábargo, lnore.sulta anormal reservar mayor espacio a. la Restauración que a la Revolu-elón en una historia de las ideas ,políticas, por el solo heého de gue apa-re'-cieron mayor_número de obras doctrinales entre l8l5 y 1830 gire entre1789 y.l815? Los-símbolos, las palabras y las ideas políticu".oi las quevlvlrros hoy no se formaron entre 1815 y t840, sino entie rz89 y 1sl5'-ts-peeinlmente.entre la toma de la'Bástiliá-y ei 9'Teimidói:: no sólo laflesta .y el himno_ nacional francés datan áe este perír:do, sino conceptoseonro-los de derecha e izguierd,a, patria y nación armada; los blancos cónti-núun oponiéldose a los azules en una parte de Francia que todavía no haolvldado la Chuanería; la Constitución civil del clero, la dáscristianización vel culto a la rczón, ¿acaso no pesan todavía sobre los sentimientos d; il;.;rosos católicos respecto. al Estado? ¿Y no han encontrado tiempo los dipu-lntlos franceses para enfrentarse con pasión con ocasión de una ceremonia enIrorror cle Robespierre? ¡

., [,o¡ cstudios de vocabu]ario político son, a este respecto, de una gran importancia.Nrrrr,, aconsejariamos lo bastanle la lectura del tomo" dedicado a óiauuluiio áe--üllcvolullón en la monumental'Histoire de la langue-frangaíse, de Ferdinand Brunot (tá"l¡o IX), Podría resultar también interesante el eitudiar lás metáforas,políticas y

"orüe-rnr lnn qrre datan de la Revolución; podría dedicarse un estudio similjr d rituál revolu-rlon¡rlo. La mayoria de nuestros símbolos.potríticos datan de esta época.

. l¡'ñevoluctón francesa o Revolucido del Occidente?-Los trabajos más recientes tien.rlrtt n rcacclonar contra una explicación demasiado exclusivamente francesa de la Re-volttclén quc comienza en 1789, Hay gue cúidarse, sin duda, de comparar situacio¡iesqllF tro son comparables, pero es evidente gue la revolución americana y la Revoluciónftnttecs¡t tlenen causas comunes, especialmente el crecimiento de Ia burguisía. Igualmenteee preclso relacionar la Revolución francesa con todo los movimientás revolücionariás9rte. re clesarrollan en Eu¡opa a finales del siglo xvu¡. La Revolución francesa no es unIter.lro ¡puranrente francésl Cf. sobre este punio el primer ca.pítulo a" C. i"f"u"re, ¿"Ilét¡.¡lt(lon trangaise, co%ición "Fzuples ef civilisatiéls" (edicion ¿" léstl, y sobre iodof, -(iodcchot, Ia grande tntioa Piris, Aubier, 1957, 2'vols., excelente'oÉra dedicaááE ¡n expansió-rr revolucionaria de Francia en el mundo entre 1789 y 1299, que contiene,lilnrerosns referencias sobre el movimier¡to de las ideas fuera de Francia y sobre lásórgnnoc de la penetración francesa.

Pa Influencia de lo-s filósofos.-¿En gué medida las doctrinas del siglo xv¡¡¡ determl.rrpy'ort ln Rcvolución francesa? Esta vieja polémica está lejos de habér sido zaniada. Il)arrlel Morrtct ha dedicado a los Origínes'ítztellcctuelles de'la ftéuolution ir.rxáin-r#lllrlo ¡¡¡1p¡1-¡nente documentado, pero que no puede ser consiclerado .o-ó dáfirritivo.I'urr,ee g-ue la, investigación debe ser dirigida en varios planos:.. l) Es lmportante, cie¡tamente, tratai dc enumerar ios ejemplares de voltaire o deI(otl¡se¡ttl c¡ue estaban en circulación antes de 1789[Es útil recordar que el precio de lallrtt'lt'lopctlin era muy elevado, y gue Ia lectrrra estáÉl reservada a las ciases ricas.I zl I'cro también habría que saber en qué medios

-excluidas, salvo excepclones, las

cláres populares- se encontraban más extendidas las obras de los filósofos: -nobleza

det rpntlr, ¡rt¡l¡leza de toga, burguesia comerciante y financiera. El estudio sistemático deIrra (oH'cspotrdencias y de las memorias permitir.ia extraer algunas conclt¡siones; sin duda,rro rrer,li¡ Ia burguesia nueva la que ocu,para la primera fiÉ entre los cqnsumld;rgs

-&,.r[rt'ns "ltrrcvas",

f_qt

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3ó8 il¡s1'olltA I)ti LAS It)tlAS FOLh,tCAS

3) Y aún habría-que esforzarse -ahí está el problema fundamental- no sólo en con.tar los lectores de-Voltaire (o las bibllotecas en-que se encuentran sus obras), sino encaptar el volterian-ismo de quienes no leyeron a Voltaire.-vJt"ri"rrr-. J,ri"í'.i.pltiáy deformado, pero -mucho más poderosl que el dá lo. l".iá."r'relativamente escasosque habían asir¡rilado la ob¡a de los filo,sofor. Pu.r-upr;ñ;;"

".tu" áiir.á. ;ó;sentaciores, un proc.edimiento resulta posible: estudiar dó cerca L literatura ,".,olu'.io-naria, especialmente los-periódicos y almanagues que tanto proliferaron entre 1789 v 1792.y qge

-apenas han sido analizados hasta áhora, Cf. el cuadro aá fu pi"nrá- .ífr".ía"p!rJ. G^odechot, Les institutions politiques, parís, tSSi t;ai* 5T , Oil.-

r¿!^¡vs v'¡Lvrsv

.l tl Seria posible, de esta forma, determinar una "ip"ü" de jerarquía de las influen-

cias. gue se nos escapa.casi completamente en el momento actuai, |. Godechot (op. cii.,l1Página 14) estima que la influencia dominante a finales del siglo xvur es la de ioi fisio-(d. |ratas y gue esta_influencia es aún mayor que la de Rousseau", colocado

"ii "" ."ol-"¿"---lu9ar a.ntes gue Voltaire, Ios enciclopedistas y Montesquieu. Queda por probar'tales

ll ¡ l 1,t"IY.iories.. r. Uodechot parece inclinado, a nuestro juicio, a mininri2ar [a influen¿iai'. \ 1 oe .Montesquieu, a quien juzg-a retrógrado y reaccionario, y a exagerar Ia de los f¡iio-

-"i cratas, -cuya obra expresaria los sentimientos de la clase en expans-ión. En realidad,riásideas dc Montesquieu fueron parcialmente ado.otadas por una'burguesía a la que náapreciaba y quq había leído.poco su obra; rnientras que las de üs fisiócruiu.]-¿¡1"éxito lógicamente debe¡ía haber sido nluy grande, ,ura ,iz fueron adopraál¡-pái ér[i1,aparecían conro sus aliados naturales,J

7, Los principíos ilel 89.

' f Lor- "inmortales ,principios" fueron expresado,s en algunos textos céle-bres: el folleto de sieyés,_Qu'est-ce que'le Tiers-Etat?"(1zgg), ra Decta-ración de Derec,ho-s del Flombrg v_ dLt ciudadano (agosto de lzgg), elpreámbulo y el título primero de la Constitución de l79i.

Si se comparan estos textos con los Cuadernos de reclamaciones, resulta'1., posible extraer_ los rasgos principales de la ideología dominante. Fuera de* los "privilegjados"

-¿n_o dice acaso sieyés que no forman parte de Ia

nación?-, el credo,revolucionario párece ier aieptado por todá Ia nación,y aun alg-unos privilegiados pareceñ adherirse a é1, nocñe del tl de agosto,fiesta de la federación, ilusión de unanimidad que no tardará en disiiarse,pero que dejará una profunda huellal

\

ri,

a) sonrner.¡íe DE LA NACróN.-"La nación existe ante todo y es el ori-/\ gen de todo.-Su voluntad es siempre legal; es la ley misma. Anies de ella,(8J p"r encima {q "!]", no hay más que el derecho nárural" [trad. Rico Go-- do/, pág. H7l. SJe¿9s plantga así, de manera resonanre, ei principio de la

soberanía nacional. El rey, identificado en otro tiempo con el'Estaáo, formaparte de la_nació:r; pero la nación es soberana, proilamándose los EstadosGenerales Asamblea nacional Constituvente.

1* Sieyés tiene- de la nación uru .o.r.ápción racionalista, utilitaria, indivi-I dualista y fundamentalmente jurídica.

I ^ Ru.;oralísm-o.i§1 pensamiento de siey,és no deja sitio a ra historia. EnQ.u'est-ce que le Tiers-Etat? no hay ninguna alusién a Ia evolución de lasinstituciones ni al papel histórico de la nobleza o de la monarguía. La Hjs-toria comienza el 1789.fPoco importan las causas de la situáción actual;es irracional y, por coniflguiente, inaceptable,

lil, !¡(NlAl\I¡nN l',() tr¡tv([.t¡(I0NAIt() slf0

\ Lltil¡tnr.ismo,-"¿Qué es nccesarlo para que una_naclón exista y pros-¡rc.c? 7.'rrrl,rtjos ,partictt/arcs y. funcionls públicas" ttruá. ni.o, páA.'¿á1,l',1 .'rrricrzo del folleto está dcdicado a áemostrar la utilidad dll "Tercé,list¿rclo y la in,tilidad.de los órdenes priviregiador. p*, §;y¿s el argu-rrrnt(, tlc rrtilidad es el argumento priáordiai¡Es el leng"aie'de Volta"i;errr l,rs /,t'ffrcs an¡¡laiscs; es el lengua¡e de BefiÉam, i i;;;;';"rá más ade-lrurl(' cl lcrrgtraje de Saint-Simon en su parabole. '

I Intlipiclttalismo,-La voluntad nacional es el'"resultado de las volunta-rle¡ lrrdividuales, al igual como la nación "r "l .""¡r"ilá; b, individuos"l

I..a ,¡r.i,í¡r nparece asi como una colección de i"di"íJuoi -.z-i"e,'iá';ilt"áJrle lrrrllviduos, con la excepción de 200.000 nobles o .u.*¿át"r-; lu Íueria¡rnrvltrnc clcl número.

,l lrrrirli.i.snro.-"¿Qué es una nación? un cuerpo de asociados gue vivenlr,r,. rrnir .lcy -común y_están representados por lá misma regisratur?' tiü¡,,¡rá1¡rrr;r 70 1. Sieyés subraya doblemente en esta frase la iñportancia'de lalry, srr ¡rrrnto de vista es puramente jurídico. No encontramos ni análisiserollr'rrrrlco ni la menor referencia a diitinciones sociales: el Tercer EstaJáee ¡rlrrentirtlo como un bloque indisociado de 25 millones de individuosItlritrl k'os. I.l .l

,ir rirffi. clistinción es la que o-pone a privilegiados con no privilegiados.()u'e¡t ('e r/r¡c le Tiers-Etat?'no iace *ás que"completar el ijssaí í"r-ii,,rrJl'il+il/r's (tlsa¡, breve folleto de combate gúe da toáo su sentido a la obrade sleyts, Principios,universales y pr"o.rpución por los intereses del mo-nrgrlo: sicyüs, que abre resonantemente una,époóa de la Revolución, con-Irllrrrlr',i nrÍrs cliscretamente a cerrarla, favoreciendo el golpe de Estado dellrrrrrnllo. I'l¡r cuanto a Barnave, ,gue "encarna a la p"ri"..io, u esa*uleul:rufitltrycntt:" (|.-|. Chevallier), muere en el cadalso en lz93:, su destinotq r olnp¡rr;rlllt: al de Condorcet. \

Il§lt'yts..y ]]arnave no r".r-dilel 89, pero ambos son "personajes repre-aerrtntlvos", "H,l esp,íritu de Sieyés es el espíritu mismo áe la Revolucionfr'.rrrlrn.r", csr:ribe P. Bastid, ,En cuanto a Barnave, |.-|. C:hevalliei estimarltte "r'el)r'cscnta.rnejor. que nadie a esá burguesía fraácesa cultivada, posee-rlrrlrr y (luc sc siclrte "a gusto"

-.con Io gue tenía de mejor, con sus estre-rlrr.es y ('r'orcs*-, a.ese joven Tercer Estado que deseó Ía Revolucjtón y laIttt¡rttltr'r trt stt cttrso'\

lr) L,s I)nnnr;rros DEL HoMsnB.-La Declaración de los Derechos delllorrrlrle_ y-elcl Citrcladarro recoge algunos principios afirmados en la Decla-totlrirt tle l)crechos cle Virginia (junio de 1776j, en la Declaración de In-rle¡rettrlerrcht .o en las Constitt¡ciones de los Estados americanosf,Tero latlet'l.rr'¡tclórl clc l7U9 tiene un alcance mucho más amplio. En la Declaración

. fil _ rlr lrrrle¡rtrrrlcrrci¡r sólo se dedican algunas líneas a los derechos del hombre,V ¡rt'¡trttlñrttkrst't'l textr> conro una inquieta y prudente iustificación de una

sllua.rrfrrr tl*rlir (,., "La prude,cia dirá que los Gobiernoi establecidos desdetlettt¡lo Rtt'ft.q no clcben ser carnbiados por motivos ligeros y causas pasajeras.lrero, rtt'."), [,n Dcclnracióu dc 1789, por el contiario, se dirige'solenrne-lnettte ;r lotlt¡¡r los hombres,

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300 illsl'onrA DE LAS [)nA§ pOr,h'tCA§

' La Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano -.brillante^ qranifestación de universalismo, triunfo del derecho ¡¿fu¡¿l- enumera losi' derechos "naturales e imprescriptibles" del hombrer la libertad, la propie-

dad, la seguridad y la resistencia a la opresión (la Declaración de Indepen-dencia americana hablaba de "la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad" ).

El principio de igualdad está contenido en el artículo 1."r "Los hombres

r y nacen y permanecen libres e iguales en derechos"; la Declaración de Vir-"V ginia tan sólo afirmaba: "Tbdos los hombres nacen igualmente libres e in-

depe¡rdientes". La igualdad judicial está reconocida en el artículo 6.', y laigualdad fiscal en el artículo 13.

El artículo 4." da una definición esencialmente negativa de \a libertad:n "

"Lu libertad consiste en poder hacer todo lo que no dañe a los demás". SeV define, por consiguiente, por sus límites. Sin embargo, se nos muestra como

un poder, no ya como una cosa al estilo de Locke.lNo obstante, la noción de libertad se encuentra estrechamente vinculada

.oi, lu de propiedad, ala gue está dedicado el artículo l7: "siendo l-u p-lo-"piedad un'deiecho inviolabie y sagrado, nadie puede ser privádo de ¿1, a ñoler que Ia necesidad pública, legalmente constituida, lo exija cor¡ toda évi-dencia y bajo la condición de una justa y previa indemnizacióqJ En nues-tros dlás ,o*o. sensibles a la pruáenclá áe este texto, a los -ááverbios yadjetivos que garantizan los derechos del propietario; pero en 1789 no se

esía,ba tan-lejoi del tiempo en que los doctrinarios del absolutismo afirma-ban que el monarca era propietario del reino. La Declaración de 1789 indica,respecto a tales doctrinas, una ruptura que no será ya discutida.

fT-a Declaración de Derechos afirma no sólo la soberanía de la nación,sirlo la ilegitimidad de una política basada en los cuerpos intermediosr "El

fty principio d-"e toda soberanía ieside esencialmente en la nación. Ningítn cuer-po, ningún indivi{uo puede ejercer autoridad gue no emane expresamentede;lla" (art. 3.')nl

fDe Ia soberanü de la nación deriva la soberanía de la ley. La ley: delartícuio 5." al artículo 11 la expresión se repite once veces, como se repetirá

r'1, incesantemente en los discursos de Robespieme, Montesquieu hablaba de' las leyes; Robespierre, de la leY. !§Eéa ma;estad de la ley se encuentra reÍotzada por el carácter religioso

de una decÍaración hecha-"en presencia y bajo los auspicios del Ser Supre-'L mo". Los derechos del hombre, además de naturales e inalienables, son sa-

grados, y "ningún hombre puede ser inguietado por sus opiniones, ni siquie-ra reliqiosas" (art. 10).1

fl,a"Decluruiió., d"'fÉrechos, racionalista y deísta,-e-s la suma de la [ilo-soiía de las luces. Algunos pasajes hacen pensar en fuJontesguieu (como Ia

.\ referencia a la separaiilón de poderes, en el artículo 16); otros, en Rousseattt 1.o*o la referencia a la voluntad general, en el artículo 6.": "La ley es laexpresión de la voluntad oeneral").f\-'lu Declaración ha sidt calificáüa de "incompleta" y de "tendenciosa"

, (l.Godechot. op. cít., pág.36). Es evidentemente la obra de una Asamblea,- bu.gu".a, en lúcha contia los privilegios y ,poco preocupada por conceder

a todas las clases de la sociedad el beneficio de los principios de igualdad

! t r,¡'N3^illl N't (l RttVr)t.il|t(rN^ur) Bn!

y lilrcrtirtl tltte solctttttcnrelltc lta[:í¡r afirur¡rclor no se reconoce la l6¡rraldadr'ivlI lrl tt krs ¡rtt¡l¿rt<ls rti ¡l los esclavos, y la Constitución de l79l distln6¡tret'rrllc "t'ir¡rlircl¿rnos ¿rc.tivos" y "citrdaclairos pasivos"'. La ley Le Chapeiierrle l7t)l cs tl,r¿l r¡rartifcstación del ec]oismo burguésl "Debe p'ermitirse a to-tl¡r,'r L»i ciucl¿rclanos unirse,,pero no debe permitirse a los-ciudadanos der tr r'! ,rs ¡rlol:csiones t¡ltirse para sus pretendidos intereses comunes".

!-1 )r,r'r'.¡rsicltricutc, Ios piincipios áe 1789 son, y no podían ser otra cosa,

rle irui¡rilitci(llt bursuesa, pero su alcance sobrepasa infinitamente las inten-'l rlrrrre,r rlt.r¡uicnes los sostuvieron. Sin duda, están fechados y situados; perorl,'¡tl. lurcc .si1¡lo y medio han vivido y han muerto para defenderlos, en elrr¡urrtlo ('ntcro, hombles que no siempre eran burgueses,J

2, lru fu|t,o,", úeI 93.

l,¡r rlistinción entre el 89 y el 93, entre la buena Revolución y la malallrvolrrcirin, h¿r sido, durante una parte del siglo xrx, uno de los lugaresr!rililil('s clc la historiografía burguesa, Algunos historiadores han pare-r klo olviclur que los hombres del 93 fueron antes hombres del 89. Enl'*',rllrl¡rrl, l¿rs ideas políticas del 93 no son tan diferentes de las del 89; sonlÉrg ('ir'('rlrstirncias las gue han cambiado: no se trata ya de abatir el Antiguol{t-1¡lrrrn, sino dc gobernar y hacer la guerra.

fnl l,A:i rt)rins poLÍuc¡s DE Los crnoNo¡¡ros.-Existe una leyencla sobre los girondl-trrrq, ,r l,r r¡rrc Lurnurtiue contribuyó en gran medida mediante

"i Hi"toir" des Gírondinsll8'li), lir,lr'lil»'o, de inmenso éxito, popularizó la.imagen del revolucionario idealistallr.tl,r l)r,t'cl ¡:orvcnir y obrero de Ia humanidad-l

1,,,q lr'lt'r 1¡inrudirtos no son, ni geográfica ni socioló¡icamente, muy diferentes deJ l,ir lrlr"l rlt'l¡r l\4t>nt¿tíia. Ni son mucho rnás burgueses ni mucho más provincianos, pero' ¡!lr;rrrrr cl l'otlt'r cn coudiciones y en momentoJdiferentes de los de"la Montaña.-Por

,,,nilgnl('ul(', srr ¡rolítica es diferente, habióndose deducido de esto -un poco rápidamente

lr¡l r'r','l l,r r'o¡tclrtsión de que sns principios politicos eran fundamentalmente diferentes.('l ,rrx 1¡lrotrcllnt¡.r soflaron con un Gobie¡no mixto, desearon la guerra gue les preci,pitó

¡r cr |+tr'(ll(l;r, sc o¡rrrsicron a la centralización parisiense, t¡ataron -sin éxito=* de apo.1¡ritp ('tr l,rs ¡rrtrviuciirs frente a Paris, A los ojos de la posteridad, los girondinos apa-r+rrÉrt r,r¡ro los cncrnigos de la violencia y los adversarios de Pa¡is. Sin embargo, est Jrr,,l,,il,l* (luL' lnl c..ltuciio sistemático permitiera concluir:

| ) (Juc l¡rs lclcas politicas de los girondinos carecen de la coherencia que a veces,,¡, lrq ¡llllIrrrvcl cxistcn diversas variedades de girondinos; el pensamiento de Brissot,Ilrr;rrl, l,rrrrvlt, l],rlbaloux, Isnard, Gensonné, Guadet, etc,, no está vaciado en el mismorrrr rLlr,

l) (Jrrc l;rs lc{cas politicirs de los girondinos y las de Ia Montaña ofrecen mayoresr,lrrrtltlr¡r['¡ tl,' lo r¡rrc cirblia pensa{

¡l) [,os .Jnr:outttos.-Sería necesario seguir de muy cerca Ia cronologíalr,lrrt €xlr'¡rcl l¿rs idcas políticas de los jacobinos, que no forman

-ni siguierarri ltohes¡rierrc y Saint-]ust- un cuerpo de doctrina intangible e inmutable,l'll lacohirrisn¡o no es el mismo antes y después de la declaración de guerra,.llleH y clcs¡ru(.s de la caída del rey, antes y después de la de los girondinos,ctulrí y clcspuús clc la cle Robespierre,

, fn,,irqrrc'cl Club cle los fircotrinos existia desde más de dos años antes,'1,' t.l l*rrurlrlrrisnur --cn el scntlrlo uroder¡ro del término- nace con la guerra¡ ea

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'11'

862 HTSTORIA DE LAS TDIIAS POLf'rICA§

una doctrina de Ia patria en peLigro (cf. Clemenceau invocando la tradlciónjacobina), de la salvación públicá, de la nación en armas. Con los jacobinosaparece una nueva conc-epción de lá guerra, una ñueva dimensión dll patrio-

o tismo.r,os partidarios de la Revolución se denominan, desde 17g9, los "pa-.!i¡triotas" (opuestos a los "aristócratas"); la palabra adguiere entonces tódo

's.tr sentido. F.l patriotismo jacobino es inflexible, pero nó xenófobo; proviene, de la ,,$."uj" una misión nacional (cf. Ia concepóión de las "repúblicas her-. m-anas" ),. Es un patriotismo democrático, que supone el derecho de los pue-i blos a determina_r_ por sí mismos su poríenir. Es tambi¿n un patriotismo' unitario: la Repúblicqes una e indivisi6le, condenándose las fracciones comoi empresas de traición.l'" -- fEstrechamente fiFqo- q esle tema de patria se encuentra er de la revo-lrlución, o más bien, el del hombre revolucíonario. Los iaiobinos sienten oue

la revolución es, ante todo, la obra de los hombresfsáint-first -"n rü &s-

curso del 26 de Germinal del año II, tras la e;ecutfun de'los hebertistas ydantonistas- describe detalladamente todas lás virtudes del hombre revJ-lucionario, inflexible, razonable y sensible a la vezt "Un hombre revolucio-nario es un héroe de buen sentido y de probidad".

l-Robespierre, "el -incorruptible", íind"

"rlto a Ia virtud. No hay polítican separada de la.moral ni distinción entre la moral pública y la moraÍ prirrada,\ siendo la moral_pública el desarrollo de las virtudls privaáas. [.a consecuen-

cia es una combinación de idilio y de terror¡ el teror es la emanación de

'"fii[:.irerre, fiel a las recciones de Rousseau, no cree en los beneficios\ del régimen-representativo: Ia soberanía no se delega. El Gob¡erno revolu-' cionario nada tiene de Gobierno parlamentario. Es él primer ejemplo de un

Gobierno.por medio de Comités. El radicalismo de ta ill Repiblica invoca-rá Ia tradición jacobina para intentar resucitar el Gobierno áe los Comitásl(.! St panfleto de Daniel Halévy, La Répubtique des Comités). Jf tl rcligión de Robespierr" er la de Rousslau; así, impone el curto al

, §er supremo (gue no ha de-confundirse con el culto a la Razón y las ma-\ nifestaciones anticristianas)lps primeros jacobinos, contrariamente a susherederos, no son laicos. I.ldtoncíben una éeparacilon rigurosa entre Iglesáy Estado, y cuentan con una religión civil paia apoyar li obra d¿ Gob"ierno ,Lrevolucionario. Su pensamiento no sólo esia teñído de idealismo, sino tam-

Y

bié4 de espiritualismo.l

r r IEI pensamiento delos jacobinos.-o, al menos, el de Robespierre y saint-\¿]ust--es esencialmente politico, religioso y moral, y poco r"*ibl" ílu

"ro-nomíall-a principal decisión del Gobierno revolucionario en el campo eco-.nómic6'y social

-los decretos de ventoso (febrero de rz94l- tiene sóloun alcance limitado: 1) Esta decisión fue tomada bajo la presión de las

i, circunstancias- y está inspirada por el oportunismo ("1;á fueria de las .orár.,./ -dice Saint-|ust- nos conduce talvez a resultados en los sue nunca ha-'Árbiaqos pensado" ); 2 ) No proviene de una concepción original, exclusiva Ide Saint-|ust. Numerosos oradores pedian, desde un año a-ntes, la atribtr-ción de los bienes de los sospechosos a los patriotas indigentes;3) porúltimo

-y -sobre todo.--, no se trata en modo álguno de una"medida de ins-piración colectívista, Saint-]ust no piensa en atácar a la propiedad. Desea,

IL PBNSAMIHNTO IIEVOLIICIONARIO 00c

como Robespierre, ttna democracla de.pequeños propletarlos enenrlgos dellulo. animados de virtudes espartanas, I

PEI pen.umiento de Robespierre y ?e Saint-)ust no resulta conforme nlcoh lni aspiraciorres confusamente socialistas de los sans-culotte ni con las

de la burguesía mercantil, Algunos amigos, que _tienen conciencia de su so'ledad (cf."la importancia del iema de lá amistad en las Institutions réuolu'tlonnaires de Sáint-|ust ), tratan de hacer una revolución que no sea ni lade la burguesla capitalista ni la del proletariado

-cgyq opínión no está

toduvfa fo"rmada y que se preocupa más de vivir que de hacer una revolu-clén*. Corno coásecuelciá, existe en los iacobinos una especie de ahgus-tler pedagógica; elaboran planes de instrulción nacional ("tluy que dedi'carst a firinar una conciencia pública", dice Saint-|ust), sabiendo gue notlenen tiempo para ponerlos en práctica; tienen la certidumbre de deten,tar ln verdád y se sáben aisladoé en la sociedad francesa de lTgflAsi se

expllca, sin duáa, el carácter deliberadamente utópico_de lo.s ^Ft.agiidnts sur

lei lnstitutions réuolutionnaires y el silencio de Saint-|ust el 9 de Termidor.

No exlste ¡ingún estudio de conjurrto sobre la ideología politica de lols jacobinos yIrt¡ rirlces sociales-. Creemos que ios'princi¡rales problemas a estudiar son los siguientesl

I ) ¿Cór¡o se for.rnó y evolucionó 1a ideología de los jacobinglS No hay que. olvldar,,,,u §ut,it-I,i.r se nos mrrástra, en su Esprit r1c1a Révolution (1791), como un admiradoráe Montciquieu y un defensor de la Constitución de 1791.

2') ¿No se hace mal en confr¡ndir el pensamiento político de los jacobinos con el de

llot e¡pterre y Satnt.Just? ¿No habra u.urá qu" _tene¡ más en cuenta a los jacobinos pro"

vltrelnlror, ari .un,o Ías tenclencias favorables a la Comuna de París?

3) ¿No habría que subrayar las inÍluencias antiguas (especialmente la de Esparta),r,,r¡lr i'p.r.ütblcs iobre todá en Saint-Just) y arte-sanales (perceptibl-es sobre todo en

iiáijiiiriiiii,'que..-"¡.r."n sobre el pensainiénto de los jaiobinos? Los ¡acobinos del

bl-nr'ifrr.i, trns de sl ni la clase rnás numerosa ni la clase de ideología más coherente,

ls ünlcil cohercntc'1) ¿Cuál es la i¡fluencia de la "filosofia de las luces" sobre la ideología. jacobina?

Eatriúluit es, ¿e ntanera profuncla, un hombre del siglo xvlll; no hay que olvidar que

li""i,í,ir '¿i-'tr.-

¡n.irii,r,o,ir rópubiicaines e.s tarnbién el autor de un poema licencloso

¡()¡sant).t) ¿Dc qué fgrrrra la icleologia jacobina se- fue enraizando ,poco. a

or,e.ín, tn"tu'qtre Eclrrarclo Ilerriot exclame' "Nosotros, los hijos de

Ücl'-iu.ol,r.ru'al radiealis¡¡o. Cf, el perióclico Le lacobin, órgano de

tqler cle Mendtrs-Ftence.

poco en la bur-los jacobinos.'."?los jóvenes radl-

fl

Gl f,¡s lt.¡¡i¡:t polftrc¡S Dti Los "ENRAcÉs".-La vida cala suscita en 1793 violentos

r,u1,r,l,r.r,to* clc p.r'ot*ita ;,.;,,trt, S; d;; !.; lo general, el término de..enragés (rabtosos)

;'l;;;;;ñ;*t,r[* ¿. .'*é.',novirnientos; lacques-Rorrx, "el cura rojo"' es el más cono'

clelo cle ellr¡s, \""-V"l,l,,i *ins lriur subr¡tyaclo la importancia de los enragés y han presentado su mo-

vllllÉnto corno un¿r npori.íOti proletarra al Gobierno burgués- de Robe:pierre; 1111 !ut*ir-exo,restn oor D,rniel Gr¡érin en La lutte des c/asses sous la prerniérc Républtgue.Hu¡geolL e, "áras'nrrs" ( 179i'1797 ), Gallimard' 1946' 2 vols'§'L", lclen¡ ¡oclnles dt los enragós son simples y vehementes: muertc a los aglotlstal') ü1.:.'iiilil;;:-; lo.-tráiiop"ottzadorcs".'"La'ltbertad no es sino un vano fanta¡ma

,,,;;td;';;il".:i;i"ii; i,"r,fri*- ;i,;¡¿ lnlpuncnre.te hacer padecer hambre a los demár.-tr'iür.f,lÁá no es slno ;;';;"á f¡rntns¡¡ra ctrando el rlco, medlante.el monopollo, elcrcc

li.l.";:ffid;'"rii"l"á.-ii,ürie r,rt"" sü sernc¡ante..," "Las leyes han ¡ldo cruele¡ re¡'

;Lü;';'ñr-;uüi.l fí"ü'd"ii""É.o .ia"-iic.¡n*'u'n,, quo por loí rlcos y para lor rlcor,"

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36+ }ÍISTORIA DE LAS IDEAS POLITICAS

\

Tales textos sientan el principlo de Ia lucha de clases y de lo que más tarde se llamarála distinción entre "libertades formales" y "libertades reales". Se comprende que Marxcite, en La Sagrada Família, a ]acques Roux, eutre los .predecesores del comunismo.

Sin ernbargo, es necesario reducir a sus jtlstas proporciones el movi¡niento de losenragés:

1) No hay que atribuirle una coherencia que nunca tuvo. Marat se alza contraRoux, a su uáz ignorado por Bebeuf, Los principales enragés -Valet,

Roux Chalier,Leclerc- se conocefl poco o desconfían unos de otros'

2) Este movimiento de defensa proletaria no es un movimiento popular;, JacquesRouí no puecle ser elegido para la Convencióh, y só1o¡ desempeña un limitado papelen e1 Ayuntamiento, no-rebasando apenas su popularidad los límites de su sección,losGravilliers.

3) Jacques Roux es principalntente un .agitador. Sus ideas sociales son sumariasy co"[rias,- Denuncia los ábusos en la distributión, pero no se ,preocupa ni de- la pro-áucción ni de las necesidades de la guerra. Aunque lance declaraciones hostiles a lapropiedad privada. ¿no se limita acaso a desear un cambio de propietarios?' 4l Por último, los enragés mantienen sus reivindicaciones en el terreno social' Envano se buscaría en ellos el esbozo de una doctrina política. Se contentan con vet trai-c{ores por todas partes, con recomeirdar la multiplicación de los controles y Ia ejecuciónde los"rehenes, cán denunciar la com,plicidad de los convencionales con los acaparadores.Su antiparlanrentarismo es tan violento como anárquico, No conocen los problemas que

se le plántean a ¡n Gobierno. Algunos de sns ataques contra el Gobielno revolucionariocoinciáen -colrlg

no dejará de subrayar Robespierre- con los que le dirigen los emi-

.r¡rados. I{I ») L¡s rnres polírrcAs DE Los EMrcRADos.-Los emigrados .constituyeron, fuera de

Franáa, centros hostiles a la Revolución francesa. Pero fueron al mismo tiempo -c-omo

t á." ,"t- J. Godechot en La grantle natíon- influyentes agentes de la expansión fran-cesa en el extranjero.---Er-rr".".r.io

distinguir, por lo demás, varias emiglraciones: los emigrados de 1792

" a"-iSZ itras el 18"de Fiuctidor) eran en su mayor parte -menos.hostiles a la Re-

"ot*iá" f.it."ru que los emigradós de 1789: varios emi.qrados habia_n de,sempeñado

i".lr." ," pa.pel imiortante en -los primeros -tiempos de la Revolución' tlno de los emi-

;;;$;;rá.'r;fo..uáo."s es Mormiei, que había estado asociado muy estrechamente a laileJuccion de la Declaraciórr de los Derecht¿s del Hombre y del Ciudadano, y cuyo sistemapolÍtico es, en cierto n:odo, preorleanista..l'-'iráU;!"-f,ry;;; ái.ti"g;ir entrc loffiue Chateaubriand denomina la "emigración fa-tua'; (es decir,'los dignataiios de la emigración) ,y la ernigración que se bate y que

iá"o.J"á durante muáo tiempo la mise¡á y el harnbre. El Essa¿ sur /cs révolutiorcqrá-Óiát"á"Urt.nd publica en'Londres e¡1797 no procede en-moCo alguno de una hos-

tilidad sistemática iespecto a la Revolución francÁa; su titulo compléto es Essaí lrís-

iir¡qrr", polttitprc et moral sur /es réuolutic,n anciennes et nodetnes considérées dans

lctps rcpborts aucc la ftéuotutíort frangaísc.fl-Los

'autor.es de lenqua francesa rnás hostiles a la Revolución -Mallet du Pan, foseph

dL Maistre (el pri¡rerd es suizo; el seguncfo, saboyano)-- contribrryen a difundir la ideaá" o"" lu Revoiución rebasa a sus actóres' de que es querida por Dios' etc'i su hostilidadaumenta todavía nrás el alcance de la Revoluciór3

3. Tertnídorittrnos Y rebeldes.

El 9 de Termidor cierra una época, en.tanto que el 18 Brumario marca

una etapai lbs hombres de Termidor serán con frecuencia los de Brumario.pla) Los rBnurooRrANos.-Las ideas políticas de los termidorianos se

\ hallan en los orígene§ del libeialismo moderno. Docttina del orden y del

ll0ñr,t. l,liNs^Ml¡1N'l'() tll(v(rl,ll(.ltlNAllt(l

rullientent, de la conciliación, de utra libertad quc se confundc c<lr1 l¿l posl-bilidad de gozar, l¿¡ ckrctrirra de lob termidorianos utillza,los principios de\1789 para garantizar el orden btrrgués y para constrci)ir al silencio a los noposeedoresl Las "dinastias burguesas" comienzan a formarse.\Benjanrin(lonstant hace amistad con Mme. de Sta¿l y publica De la forcb du gott-t)ct.nement actuel de la France et, de la nécessité de s'y ralliét. Más tardep.rsará por ser el corifeo del liberalismo. En cuanto a Mme. de StaéI, es,

cn muc,hos aspectos, le blas'bleu del Termidor.

f gl B¡srur.-La doctrina "babuvista" nace de una conspiración d\esti-rr,,da'a derribar al Gobierno del Directorio. La conspifación, ahogada porllir policÍa, fracasa. Babeuf, considerado como su jefe, es eiecutado en mayo I

de'l797.lla p,rinci¡¡al fuente de información sobre el movimiento es el libro¡rrrblicadt en'1828 por un antiguo conjurado, Buonarroti. En cuanto al Ma-lii:csfe des égaux, pa.rece haber sido redactado 'por Sylvain iMaréchal.' Los histoiiadorás no han determinado aún clararnente la in{luencia res-¡rcctivi de Babeuf, Buonarroti y Maréchal en la formación de la doctrinailcnominada "babuvismo". Seqún el historiador italiano Galante Garrone,lli,.rirrrráti, bájo 1á influencia á" ,ro estancia en Córcega, habría sido qtiienlnsnirara a BaLeuf lo esencial de Ia doctrina. Como quiela que sea, el "ba-lrrrvisrno" de Babeuf no es idántjgo al de Buonarroti, Este último fue siempreflr:l a Robespigffg,-y su comunismo espiritualista prolonga directamente-el(,onrrrnismo útépióó del siglo xuIL, Babeuf es más oscilante (comienza ale-

llt,¡uldose de la caída de Robespierre, antes de invocarie), rnás inquietante(el asunto de su destitución de 1793 continúa siendo obscuro); su comunis-rrrgJundamentalmente proletario enlaza con el de los erltagés.\ El "babuvismo" es, más que una doctrina, una técnica de agitación, un

¡rl,ur de sublevación. Es, en primer lugar, una reacción ante la rniseria y elir¿rrr¡l¡re. La Revolución francesa es "la guerra declarada entre los patriciosy los plebeyos, entre los ricos y los pobrés". Babeuf plantea así el p-roblema¡rl,' lir lucha de clases. Afirma que los gobernantes hacen una política dell,rst', y el Manifiesto de (os iguales mantiene que la revolución política nbes nnda sin la ievolución sociall "La revolución francesa no es sino lalrrr('ursora de otra Ievolución mucho más grande, mucho más solemne, yrrrrt. scrá la riltima"l"i.rii J',ii.,;:i"ti*r*ento de "babuvismo" es el sue da su nombre a )at'rrrrspilación: la igualdad.ElManifiesto de los iguales

-como el de los en-

1rd¡¡ri,s - afirma ladistinción entre la igualdad formal ("La igualdad no fuer,ráo que una bella y estéril ficción d-e la ley") y lu igualdad real: "Quere-,,,,,, 1,, igualdad real o la muerte§

listc igualitarismo conduce al ionunismo, El Manifiesúo rechaza, poÍirrsrrl:ltic»tc, la ley aglaria o el leparto de tierras: "Buscamos lo más subli-lrle y lo nrás iustó, el bien común o la comunidad de bienes. Basta de pro-

¡rtetlirtl irrcliviáual de tierias, la tierra no es de nadie..., los frutos son delod1l s¡ nlundo".

\,1 ll .or,,,nisnro dc los hrrbrrvistas es un comunismo de la distrlbución,,()rilercn p,roscribir no $ólo cl lrrjo, sino toda apariencia de desigualdad, salvo \

$ñe ribe §ylvnln Maréchnl hs de edad y §exo, Apenas se prcocupan por

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306 l.llSTonfA DF. t.^S lDtr.As PoLft'tcAs

la producción. su comunismo es ascético y reéeloso. [os dos tlpos de socie-dad a los- gue se refiere con mayor agraáo Babeuf, son la aqricultura y elefército. Su_comunismo resulta inapliclble en sociedades coñplejas en víade industrialización. Su doctrina está vuelta hacia un pasado_de ínspiraciónrornana: Babeuf se llama Graco, y uno de sus hiios.'Cavo.I

Los babuvistas desconfían de la inteligencia y'de los inteJtctuales. Indi-:1" !r.ple{grencia pol el trabajg manual, por Iaí virtudes militares. SylvainMaréchal llega a exclamar: "¡Perezcan iodas las artes si es necesario, acondición de que nos quede la igualdad!".

fEl "babuvismo" es una doctrina autoritaria y centralista. cuando raconspiración triunfe, Babeuf se propone mantener áuránte un largo períodola dictadura de lo que denomina el "Comité insurrector". para iñstáurar elcomunismo cuenta con un Gobierno fuerte; y no parece gue sintiera mayorinclinación por la democracia directa qu" pór la áemocraiia representatíva.l

El "babuvismo", según Maxime Leiroy, es una "combinación de terroridmo y de asistencia-social". Es exacto queel Manifiesto de los iguáles com-para a Ia sociedad futura con un "hóspicio". Sin embargo,

"r"lu primera

doctrina indiscutiblemente comunista gue descansa sobre"una organizaciónpolítica y que no es tan sólo el sueño de un filósofo. Tiene, por tanto, unaimgortancia cierta en la ITistoria de las doctrinas políticas._ lpntiéndase, _en lá historia de las doctrinas *á. qr" en la de las ideas.Pues, a pesar de su tono plebeyo, la doctrina de Bábeuf nunca interesó alas masas a las que pretendía sublevar. El "babuvismo" extendió su acciónmás allá de las fronteras francesas, pero esta acción quedó limitada, salvogxcepciones, -a burgueses idealistas y a profesionales- de la conspiración.Babeuf fue detenido y después e¡ecuiado (un año después de.su dáención)sin gue el proletariado hiciese el'menor esfuerzo por Áalvarlol

tfle Rrvoru6¡oN rn¡Ncrs¡: HrsroRrA y LEyENDA.-EI gorpe de Estado de Brumario

1 1cab1 con el régime-n d_el Directorio, pero no con el pódér de los termido¡ianos. iaRevolución entra en la tlistoria. ¡- A.lo largo d.el siglo xtx loJhistoriadores de la Revolución francesa se multiplican.Las obras de Thiers, Mignet, Louis Blanc, Buchez, Lamartine, cabet, Michelet,' Toi-queville, Taine, ')aurés, propagan- imágenes diferentes y a veces opuestas de la Revo-lución, y mantienen en torno a ella uná atmósfera de leyenda.

Sería interesante escribir la historia de esta leyenda revolucionaria -que se confu¡de

durante algun-os añ-os con -la leyenda napoleónica, antes de oponerse a ella-, trazar suevolución, indicar los uedios de su propagaciórr y espccialmente el papel áe los ma-nuales escolares. Libros como la Histoíre des Girondins, de Lamartine, o la Histoicesocr'a/isfe,-de_Jaurés, intercsan- en primer término a la histo¡ia de las ideas políticas, yague han fi;ado, p-ara un amplio ftlblico, una cierta imagen de la Revoluciá. Huy qír"lamentar que los historiadores no sé hayan interesado más por la historia de la H¡átoíia.

i**

\Les rores polÍrrc¡s or Nepor-BóN.-El Imperio es una época de acción,no de doctrina. Napoleón detesta a los "ideólogos" y atribuye la responsa-bilidad de todas las desgracias sufridas por Francia a la ideologia, "esa te-nebrosa metafísica que,-al buscar con sutileza las causas primeras, quierefundar sobre esas bases la legislación de los puebloi, en lugar de adecuar

\

l1l, l!r1N5AM[1N'r'.() lltlvOl,tl(ll()NAl¡l{l :107

las leyes al conochnlcltto clcl corazón httlrrano y a las leccio¡res de la Hls-toria".

Napoleón nada ticne de doctrinario. Se expresa de la fonna aparen-tementl más contradictoria ----rpero siempre la más oportuna- scgún los- in--

ferlocutores, los lugares y loÁ momentos. [Jnas Yeces denuncia ]os falsospri¡cipios del 1789] otra§ se presenta como el heredero de la Revolución("H"áo. terminado la novela'de la Revolución; hay que-comenzat su his-ioria").F;n4 de mayo de 1802 afirma en el Consejo de Estado: "En todoslos paises la f.uerza'cede a las cualidades civiles.., Predije a los militarpsgue tenían algunos escrúpulos que el Gobierno militar nunca prendería enÉrancia, u *énor que la- nacióá fuera embrutecida por cincuenta años de ,lignorancia...". Peró más tarde declarará a Gourgaud: "En último análisis, [ -para gob"rrrar es p,reciso ser militar; no se gobieina más 'que con espuelatt-ly botas...".'

Las ideas políticas de Napoleón son eminentemente pragmáticas. Lo mis-rno ocurre con sus ideas religiosas. La religión es pára NapoleOn el sópoi-tc del orden social: "No veó en la religión el misterio de la Encarnación,sino el misterio del orden social". Añade que la religión satisface nuestrott,,rro, po, lo maravilloso" , garantizándonos'de esta foima -charlatanes

y he-

.'hiceros, "Los sacerdotes rialen más que los Cagliostro, los Kant y todoskrs soñadores de Alemania...'1.

Napoleón tiene, por tanto, la prgocupación de lo nraravilloso,. el gusto

¡ror el fasto y el aparato escénico' Piensa que la imaginación gobierqa. eli,,urrdo. "El íicio de nuestras instituciones áonsiste en no tener nada gueh¿rble a la imaginación. Sólo mediante ella puede gobernars.e al hombre;

sin la imagitu.iór, éste es un bruto". La poesia, el sentido de la epopeyasc combiná con el oportunismo. Y Napole-ón, "n

Santa Elena, forja ya su

't'"nou:---.$BIBLIOGRAFIA

I. La RevoructóN AMERICANA.

Vé¡se la bibliogr.afía general concerniente a los Estados Unidos al principio de la

¡rrtscntc obra. Hali ,rurnuó.n, indicaciones bibliográficas sobre_la _revolución americana

i,¡r Al¿rn Pendletoí Gnrnr¡s. A.metícan political tltiught, Nueva York, H. Holt. and Co,,

lr)'i5, 500 ,págs. Véase .ó..iái",""t" bhutle. A. Éu¡no, An economic ylerPletation,ottlu. ()onstit'ution of thc unff"d s¿arcs, Nueva York, Macmillan, 1913, 33,0 págs' IHaytr,,rtlrrcción cspañoia: l)na intetpret¿c.i(n o.!6nómica rle la Constitución de los Estados

I/¿rt,/t»s, Btrcná" Álr"t, Eciciones'Aray'3, 1953,320 págs'] C' Il' M-cIrw¡rN' The Ameúcanllru,tltíiott: A cottstiniiánal interpr&at¡on, Nueva- York, Macmillan, 1924, 198-páglnas.\/rrrrt¡rr L. I)¡nnrsc.r.os¡, Iult¡i ciurents o[ An'*tícan titought, I,iueva- York, Harcour-t,

llr,¡rtlt' anrl Cb., 1930, á ";i.. Itraducción española, citadi en la- bibliografia generall.

llos ¡rticulos: to,,lt Hn*rrr,'-ttÁtn"ti.un political thought and-the- American Revo-

t,,tf,,ii', Á,,i.r¿",,u ¡t<tliticnl scie,¡ce reuiL'rr, jrns de 1952,- págs. 321-342. Cllnton Ros'iliiiii, l'f'fi. irátiri.it tfr".ry-oi tf,c A,ncriia'n Re,"olution", R"uí"ru of politics' encro dc

[)5l, pilltt, 97-108.S.lrr.e l;r rlccl¡raclón clc lu{epcn,.lcncia: C¿rrl BEcr(nR, The D-eclTatíon ol Indl'pendcn'

,,', A slttdtt lrr tl¡t' ttlstorl),'i'¡',il,ri,,,,t i(lcits' Ntrcva York' A'-A' rKnog! 1942' 286 pá¡s'"'ú.rr,r."Í,rr;kii;, 'i;;,"'.l,lir',,r,tcntcurcntc prrblicados cn francés áifercntc¡ ertu(li()r:(.";i';;N ñü,iüñ,"¿¡riiii^i),'-itr¿,iiiit,:,,-Á,i1,r.r.,' 1956, 50{ páss. (vcrstón abrcvrnrl¡r de l¡r

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B6B rirs'l'olt¡^ D[, l,As il)li^s ttot,l'r¡c^s

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edición americana); Gilbert, Cn¡¡¡¡np, L'apothéose de Benjamín Franklin, colecclón detextos, acompañada por una intloducción y notas de Gilbert Cn¡N¡no, Libraire Orientaleet Américaine, 1955, 189 págs. (muy interesante). [Una selección de textos de Franklinen castellano: El librc dil hontbrc'de bien, Madrid, Nueva Biblioteca Filosófica, 1929,255 págs.l LIna nueva edición en francés del Federalista, con un prefacio de AndréTui'¡ó, Libraire Générale de Droit et ]urisprudence, 1957, Lv¡-782 págs. Véase tambiénla edición inglesa con el prefacio de Max Belonr, Oxford, B. Blacltwell,-1948- t,xxtt-484.páginas. [Háy traducciói castellana: H.rlvuttog MeoIsoN y !ex, El Federulista a lanuéua Constítición, Méjico, Fondo de Cultura Económica, 448 págs.l

Sobre lefferson y Hamilton: Claude G. Bowens, lefferson and'Hamílton; the strugglefor democtacg in Amedca, Boston, Houghton, Mifflin and Ca., 1933. Saul K. P¡pown,"The Singular Mr'. Hamilton", Social Research, verano de 1957,_págs' 156-190_(anunciar¡n libro áe conjunto sobre Hamilton). Saul K, P¡ooven, ed., The Complete lefferson,Nueva York, Duell, Sloan and Pearce, 1943, 1,332 págs. Charles A. Brrno, Economicotígins o[ lefferconian democtacg, Nueva York, Macmillan, 1915, 475 págs. Sobre Adams:Tie pofitical u,titings of lohn Adams, Nueva York, The Liberal A¡ts Press, 1954,xxxtt-223 págs.

Sobre la lnfluencia de la revolución arnericana en Inglaterra 'véase la recopilación detextos publicada por Max Buorr, en la colección "The British Political Tradition": TñeDebaté on the Ameúcan Reuolution, 1761-1783, Londres, Nicholas t(aye, 1499, 304 pá-ginas,-

Sobre Ia imagen de los Estados Llnidos en la F¡ancia del siglo, xvllI: Du¡and EcHe-VERRIA, Mttage ín the West. A historg of fhe Frenclt image o! Amedcan socíetg lo- 1815,Princeton, 1t57, xvul-300 págs. Para il periodo posterior véase la tesis de René RÉuoNp,Les Etats-LJnis devarú l'opinion frangaise dans Ia premiirc moíti[ f,s XIX síécle, A. Co-lin, 1962,

[Trozos escogidos de Washington y Jefferson en: Philip S' FoNBn, Washington,laffetsott, Lincoln, Montevideo, P. Unidos, 1945, 207 págs,

_' Obras de Thomas P¡¡Nr en castellano: Los derechos del hombrc, prólogo de Eloy

.fe¡rón, trad. de ]. A. Fontanilla, Buenos Aires, Aguilar, 1954,367 págs.; La índepen'lencia Ce la Cosia firn¡e, traducción y extractos (de E/ seflf¡do co¡nún y la Diseúaciónsobs¿ ls5 prímeros principios de gobietno) cle Manuel García Siena, Filadelfia, 1911, rc-impresión, Caracas, 1949,]

II. Le RpvorucroN nR¡Nces¡.

La más reciente puesta a punto es la de Jacguer Gooeclrot, Les réuolutions (1770'

figgl, i. U. F., 1963, 411 págs. (Nouvelle Clio). Del mismo autor, La pensée réuolu-iion;i¡" en Frán"e eí en EurLpe (17ffi-1799), A. Colin, 1964, 404 págs.,-_(Antología

de textos escogidos para la coleición "U"), a¡Í como ,Les instittttio¡ts de Ia .lirance -so¿¡s

lo Réuolution ét t'Empire, p. U. F., 1951,696 págs., y La Grand^e_Nation. L'expansiorr'i.,ilut¿ornuire de la Fúnce dans le monde (1789-1799), Aubier, 1956,2 vols., 759 págs.

El libro de Bernard GnoernuyseN, Philosophie de la péuoltLtion frangaíse. Prócédó de

Montesquieu, Gallimard, 1956, 307 págs., se refiere a la filosofía del siglo xvrll en su

conjuntá; por consiguiente, se corresponde *uy intperfcctamentc con su ti'tltlo. En cuanto

al iibro de Paul JeNrr, PÁilosoplúe de la Réuolutio;t frang-aisc, Ballliére, 1875, 175 pá1s.,

s€ contenta con pasar una brer-e revista a los diversos_juicios^sobre la Revolución fran-cesr, especial-"it" lo. de Thiers, Mignet, Michelet, Louis

_ Blanc,- Buchez, .f_o^c^qu_1v^ille

v Tuine. André LtrcrtrENBERGER,- Le iocialisme et la Révolutíon frangaise (1789'1-7.96)'

ht. Ái¡;., iSSS, ¡rO págs. lean BnuN-Mruenos, La -lo-giqte"

d'un9 id.ée'force' L'ídéeá;ut¡l¡t¿ s'ociale'et la Reiotuí¡on frangaise, Hertnann, 1939, 7 fasc. (emplea con not'able

confusiólr una abundante documentación).

Sobre las relaciones de las ideas políticas y de las ideas religiosas: André LlrnBllrB,¡,Bglise catholique et la Réuolutíon frangaise, Hachette, 1946-50, 2 vols.; Alphonse

:lr¡rlr1r. lrllN§AMl¡1N',l',r) lll(v(ll ll(:loNAlll(,

Aril,nrD, Lc (lltrisllttttlxtttc ú ln Jtdpo/rrlíofl l¡¿¡rr§¿isc" Illcclcr, l92l -160 pág¡'; Jt'¿rn [Jt'i,i,,iÑ, l, c'rlsc rr't.'o/rrflt¡ rtrr,tirc ( l789'1846), Illoud & (iay, 1949, 524 páqs'

Sol,rc la lnÍlt¡cu«:i¿r tlc lt¡s filósofos, cl libro báslco, con sus limltaclones, sl0uc ¡le¡do..1 ,t.''-ij;ri;l Mo*ñ,ii, ¿"r'i,.,giii".'l,ii"tliriu"ttr" cle la Révolution fcansatse (1715'178:7),

A. Coltn, 1933, 552 págs."' S;É;; áí t"in,,-J.í ''tomplot" revolucionario: Augu-stin 9g9rJ,*.Iu" sociétés de pcnsée

,,t lr- ii^i"rofre, Etudes d[,irtoi." révolutionnaire,-Plon, 1921, 300 págs.-(tre§ estudlo§

rcflrtén.lose el más extens;;-;;; p"l¿^i.o con Aulard).; del mismo.autor, Ia Révolutlon',:t'ii'ilili"pii¿e, Pton,'1gsS, irizbl págs. (tres estuálos, indlcando el.título acertada'

,,,.,rL'iá-áii.rtá.íor' ttÚ"rláL" i" p."'t¿É.oiiuli.é""; "Liberté ou lavolo-nté socialtsé-e";:,iili.;;; l"; bi"n" ,o.io-li"¿-"'l: il"'"r*y"-"afido, pe"o sugestivo: Daniel HuÉw, Hrs-

t,l,ii" ,t'un" histoire, "rqri""J" pout le tioisiérie^ciiquanteiaire.,de la Réuolution ttan'

,;,r;,'d;r;;-,--lSli5, 1tT páss.'Véure también: Bernárd Ftv, L'esprit_¡éuolutiontaire en

il;:;;,;.-;; ;; Eiiis'-un¡s'á tá ti" du xvtll" síéc/s champion, 1925, 378 pass'

l,os príncípios d.el 89.

Resultará cómodo estudiar la Declaración de Derechos del Homb¡^e-¡r del Ciudadanoy t;-¿;;;titr.-tó"-ái tigt en la edición de M. Bou*r.rnv, Tiranty, 1947,.216^pá9,s. (3u-

l|r(,rosos textos anexos y bibliografia). Se podrá- encontrar en George-s LBrcsvnE, La Ré--,,',,i,,iiiÁ fruncu*", pagl lSA, lás ,príncipalás referencias de la discusión Jellinek,Boutnry

r,,,l,rlc 'la"

infiuencia áe las' declaraclones americarras sobre la declaración francesa.

]vii. Ij;;^-;;, liai"ior*¡oi ai Ut detechos del hombte s del c.íudadano, trad. A. Po'J,,,t,i,- ivto¿.id,

'Biblioteca- áe berecho y de Ciencias Sociales, vol. XLII.] Véase sobre

,"i,' nu,ito, Gllbert CruN¡po, La déctaíation des droíts de l'homme et du citogen et ses

,urlt'rtr/enfs améticains, Washington, Instituto francés, 38 págs'§uryrls,- Qu'est.ce que le Tiárs Etat?, precedido del Essai sur les pfirtllé7e1, gdict-ón

,,'rti.,i -a"'f,a.e

Champion, 1888, xv-95 pags. [En castellano: Ernmanuel-]oseph S¡rrüs,ji"¡,i,,'".i¡ ¿1.tÁ¿o U"Á"1, precedido del EnTagó sobre los ptioilegios,_versióo castellana

,lc l.rs¿ Rico Godov, .o1r ,ln ,prólogo de Valentín Andrés Alvarez, Madrid' Instituto de

i,l,,1,ii.r*-lüit["r-ib;0, ZOt p¿ss.i Sobre Sieyés el libro básico es el de Paul Brst¡p,,;,;;./,'s--i*-ti iiii¿", Hacheue, t9$, ASZ p3ss.'-Sobre Earnaye-véase ]ean-Jagque¡--Cury-voií.tilu-,-A*r*,i" oí t"t-ieux'laces de la'Réuolution (1761.17,9il,_Payot, 1936, 361 pá'qrrros. §oire Márri"., Iean EánBr, La Réuolution des notables, Mouniet et les monac'r /rrrr¡, ,A. Colin, 1950, 24.4 págs.

Lor girondimos.

V(,irsc el tomo VI de los Grands otateuts tépublícains, edición de Michel Lr¡ÉnlrIEn,¡\t,1,;,".;;-d;,;"ir, fSiO,257 págs. Véase también la obra de Copponcrr (cf. más arriba,

t;;,;;;;;-iiii;loi' Ítii^"¡tet á""M^". Roland _(documento muy_ caracteristico de la sensl'

i',tiit,'.1 1,,,rá,i"sa de la ¿ó".o-t"uálutionaria); Mithtl LuÉo'uÉn' res Gbondins' Botdeaux

, r /,¡ /lrtt,.riirfictn trangaiÁe,.Qenaissance du l,iorc, t917, 365 págs'

l,oe julxtlfinoa.

(ln¡trrrr MrnuN, Ics jacobíns, P. U. F., 1945, 118 págs. Crane Bn¡NroN' /acoáÍns: an

..\4in! l,t tlrc nau, histoiy, Nr¡cla Yorft, Macmillan, 1931 , x'319 págs. Remitirse con

,,lio,lr,'r 1,,',,u"r,1¡r u l¡ oi¡rir fundar¡cntal de Albert So¡ouL, Les sans-culoflcs pnrlslt'r¡.s

,.,, l',,,t il, Nlottt¡ctno¡tt populairc cf f,/olr¿¡crncnrcnl róvolutionnaire, Clavreuil, 1958, 1.170

I á rllili §.

lr,l nrlrrrllltrl lnstrt¡rnc¡rto de traberjo para el estudio de Robespierre es la monumcntal

=,tr,i,i','.í.";,;; ir;;,,,;", ¡rrtpur.adn br'r¡b la dlrccclón de M. BouLo¡se¡ru, G. [-Enu¡vnn

;' Áli;,'i siriri,t¡ (9 tornris nparecklos)', _ lintrc los reclcntes trozos escogidos vtl¿rnsc los

,'i" l l",,,ii ( lrrr vl r', Món,rco, li.-r,'e,',,, l95l\, 252 pr'r1¡s, (/,r's ¡7/rncls ortút'rrs rd¡rrr6/lcrllns)

1,l,ra rle Je.l¡ lr()!'ti[11N, l.]iltt¡rrr¡,,,,1n1"0, [)56, ) vols, (intcrplct;tclt{lr lnnrxlstit, ttltt elc'

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CAPITULO XI

Reflexiones sobre la Reuolución

La Revolución francesa era un acontecimiento demasiado importante ensí mismo, habia sdo, 'pre,parado" por oreada. ia""ioji.ás áe-asiado pode-rosas y qe acompañaba de demasiadas a¡moní.as (en la-historia de io! hill;;sociales, económicos y, políticos).como para no tener importantes repercu-siones en la historia-dél pensaáiento ptliti.o.-

, ]uristas, publicistas_y iiloroiár-"" fiái"ro, prescindir de una ..reflexiónsobreIarevolución',..YnosóloenFrancia,sinotambié

:i, I?:f_1:"' fl::,19"' por tas. g;"",á' á"'É'ñ-";;i",;il, JZ co,,,utado yIir_r*p-Tjo. Rellexión pasional.y apasio-nada- en algunos .uro., p".o iá#Dren

-sobre todo por parte de los filósofos alemanei- reflexión integradaen una vasta tentativa de reconstrucción lógica, moral y -"t.f¡sicu, t e'una filosofia de la Historia y del ,Espiritu.

Es, sin duda, arbitrario, pero seguramente útil para ra claridad de laexposición, estudiar sucesi-v.p...g¡ente: ---- r--e -w !'

- el rechazo de.los piin.ipios de la Revolución, especialmente visibleen los pen-samientos de Búrke, i?ivaror-y |".uph á" I\i"i.ir" i."."rón I).- Ia filosofia alemana, Íe ta Auf*Iarung. H"g"i t."..iá" Ir¡. '

- la obra de Hegel, o la tentativa de u"na rito.áriJ J"i-Ertu¿o moder_no: el Estado es uno de los "momentos" supremos de l" Historiu, gr" no es,a su vez, más gue una historia del Espírifu (sección III).

SECCION PRIMERA

El rechuo de los prilwipios d,e la Retsolución,

1. La reacción arnsionada de Burke.-Evidentemente, sería reducirIa personalidad v la obra de Edmund Burke (rz2g:llgil-"iir,u¿iu"ras sóroa través de su reacción ante la Revolución francesa. §iá á*r""go, sus Re-flexiones sobre la Reuolución francesa_(rzgg) ";;;;;" "Li'ñ"rt"nte

p,er[ec-ción el conjunto- de su _pensamiento. G máé importante ; ;.t" respecto esque -como

ha observado Leo strau5s- "u¡¿ miÁma [e inspira sus campañasen favor de los colonos americanos y de ros ""táli.* ;;iá;;;r, en contra

IrF,Fl flxtoNttrS ¡t{)nIR l,A lrnv(l¡,ttc¡t't¡l

,le'Wnrrcn Hnstirrgs y clc la Revolución francesa; esta última,.. no hizo.rl)cil¿ts rnírs c¡rre r:oll[irnrar su concepción del bien y clel mal, tanto en polf-lit'¿r conro clr uroral".

(irntt parlamcntarlo wlú¡1, tempcr.lmcnto inrpetuoso y espírifu poco slstcrnático (alnrrrl()s ('n1a cxposlción cle sus convicciones), ISrrrkc rro escribió ningún tlatado sobre teorta¡rolltlcit, Srrs pcnsanrlentos sobrc política sc expresan en ca¡tas, discursos y panfletosrlc r ltt'ttttstuncias. IJurke se expresa mecliante aforismos, efusiones líricas o polémlcas)/ ¡rrf lurf('rtt()s nd lrcntinem que apuntan las más de las veces a un resultado práctlco,I )r¡¡v,¡¡¡ tlc irt¡tri aparentes contradicciones, debidas tan sólo a las diferentes situaciones!lli'('x(itiur su cmoción, La inspiración es sienlpre la misma. Es, erl primer lugar --cnlrlc lr«l¡rlrrc que,es ante todo un contradictor-, el odio hacia los "filósofop, ¡¡3¡i¡ienses"rtt ¡tirt tlcular Rousseau-, hacia esos "audaces' experiñentádó'ié§'"dé" 1á" nueva moral".Nr) cs (lre no admita, muy por el contrario, la teoría del contrato social y de la sobera-rrtrr «lcl ptrcblo; pero nadie insistió más que él en la idea. de que razóm y teoría no sontrlett.rt«:iirs válidas para la vida de las sociedades, de que la Historia es menos asuntorlr "r's¡rcculaciones" (que Burke aborrecc con todo su instinto de irlandés, aristócrata e lrr"arrlrrr') c¡uc de un largo depósito de tradiciones, de prudencia, de moral incorporada enl,ra rrsos y en las "civilizaciones". Violento detractor del "legalismo"

-gue para él setrllrtll:lclr con una creencia racionalista en "dercchos metafísicos"'-, purke niega. que las( irrl,titrrcioncs ptredan ''hacel'se" (la misma idca se encuentra en Joseplt de Maistrc)':ru ¡)nr'(lcn más que crecer , gracias a la adquisición del "patrimonio iazonable de.los',11¡Lrr", Sl hlcn cs un apasionado admirador de la ''Constitución" británica, no lo es tán-lir ¡l()r(¡lrc considere que el derecho natural esté encarnado en ella (el derecho natural esálelrlr'('la gran preocupación de Burke) como porque, a sus ojos, esa Constitución tiencrl ¡rllito dc establecer y hacer valer rcalmente la libertad de los ingleses "como un estado¡rirllllrlirr del,pueblo de este reino, sin ninguna ¡eferencia a cualquier otro derecho más ge.rrer¡ll r¡ ¿ulterior", En cierta r¡edida, anuncia a Hegel por la lntuición, que atraviesa todoarr ¡rr'rrs;rrriento, de que lo real (es decir, el presente, lo actual corno producto de los¡tuLr¡) cs racional, Pol irltimo, si Burke, liberal contemporáneo de Adam Smith, consideraIllvltlcnciat la miseria de los pobres y se'irtdigná ion la "idea especulativa" de que unrlrr rctr» hunrano puecla remediarla, es porgue cige profundanlente gue el ho¡nbre nunca¡otllr'r'llt,1¡irr o s"i "l amo clarividente áe su ¿áítlnoi la espegulación del más sabio légii-i¡dol no alcanzará nur¡ca la sabiduría práctica contenida en "1o que ha sucedido en únt¡rirrr lir¡;so cle tiempo y por una gran variedad, de accidentes".

l'il ¡ruusamiento de lJurke se inscribe en un contexto ideológico, clásico (la sabidu.rl¡r ritr.roniana) y tomista alavez."falvez a esto se agregue, en este aristócrata liberalr, t¡ultvlchralista, una ética y una estética que postulan orden y belleza en la irregularidadníltur'¡rl ),en cl t¡rote de lo individual'. Burke reprobó frecuentemente al universalismorlrl "t.rr¡rirlttr filosólico" el proceder a utra "secularizació¡ de lo eterno". Aun admitiendor¡rre r,l lt¡rloche no le pueda ser devuelto, cabe de seguro hablar, respecto a é1, de unarr¡rlrrr,rli;irrión de lo espiritual.

Lrs "RBnlexroNES soBRE LA RpvoruclóN FRANCESA".-La ocasión dee¡ilc libro compacto, tan inspirado como desordenado y desprovisto de se-lerritl¡d, fue un elogio de la Revolución francesa pronunciado por Prlceel '1 cle novicmbre de 1789 en la Sociedad de Ia Revoltrción.

lhrrke se indigna, ante todo, de que Price haya, proptresto la RevoluciónIr'¡rrt t'sl a los británicos como modelo. ¿No son acaso éstos, gracias a lalrvolur:itón de 1688 y a las tradiciones y Constitución del reino, un,puebloIthr,c? En la libertad ,proclamada en Francia no ve y prevé más gue una

| ,'l\tPl¡rl'lxllrr" ll0tIr ¡lr,trrlrrtr ('u ll|ltl(f l|ll ¡[n'll(.lo l)Oyorlrtlvo.t lrr rlIl|lr 0lI.lr lr,ól.lrrr rlrr Ilril,l(r, H' lll|ll¡t A lh,tlosilph,loal 1,il,qil¡fl] lulo ll¡r Or,lltln ill outItlata ol llt¡ Nultlln¡r ililt¡, llrtttlllttl, l)o lrÍrrr,r'rl,o ('on cl Hcüilrftllxttto lugléx, hl olrrtt o¡ tt¡t¡lhlóttIr,r,fl,oIiltrllll, l,tt.l[ 1llr'rll(1I,.][ rlilo llnl,l{ r,rr lrro rl0 rtilrI 0t¡trrll,t'llxtcl(ltt tlol ¡o¡rlhrrlttnttt y d¡llrrrllrrlo r,r,lrlIn ln rntón.

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1r!1t

374 HTSTORTA DE t,AS TDEAS POLÍT¡CAS

fuente indefinida de desórdenes. Ahora bien, la libertad debe ser "viril, mo-ral y ordenada".

"Yo htibiera suspendido mis felicitaciones a Francia por su nueva libertad hasta queme hubiera dado crrenta Ce cómo tal libertad se adecuaba con el Gobierno, con Iafuerza pública, con la disciplina y obediencia de los ejércitos, con la percepción y buenadistribución de los ingresos, con la moralidad y la religión,. con la raigambre de la pro-piedad, con la paz y el orden, con las costumbres privadas y públicas" [cit. de Ia trad. deEnrique Tierno Galván, pág. 361.

Se cornprende en seguida el movimiento constante que.conduce a Burkea privilegiar bruscamente los valores prácticos, únicos guardianes del ordennatural, aun cuando acaba de admitir, en teoría, valores universales. Elpensamiento utilitarista que impregna la Inglaterra del siglo xvlrl imprimeuna profunda huella en Burke y le lleva en ocasiones a emplear argumentosbastante cercanos a los del maquiavelismo.

Burke enfrenta, en un cuadro violentamente contrastado, a la Revolu-ción francesa, geometría orgullosa edificada sobre una tabla rasa, con laConstitucióri inglesa, cuya profunda sabiduría no reside en algunas reglaso principios, sino en una amplísima y sutil armonia de costumbres, ,prejui-cios e instituciones concretas depositadas en el curso de los siglos; Ias cualesfrecuentemente, sin excluirse lóqicamente entre sí, se han superpuesto, ar-monizado y "fundido", suscitando naturalmente el diálogo alternativo delos p,artidos polítícos, cuyo papel consiste, a la vez, en estimular y eguilibrarese organismo vivo que es la Constitución británica.

Esta antítesis entre las dos Constituciones y.las dos libertades constituyeel telón de fondo sobre el que Burke proyecta, a propósito del comienzo dela Revolución francesa, los principales temas de una filosofía del conser-vadurísmo.

El odio a la nbstraccíón.-"flos filósofos parisiensesl son peor que indiferentes a Iossentimier.tos y a los hábítos gue sostienen el mundo moral..., tratan a los hombres ensus ex,periencias ni más ni menos como lo harían con ratones en una bomba de aire ocn un recipiente de gas mefítico,..

... Las decisiones nacionales o los problemas políticos no se centran, en primer lugar,sobre la verdad y el error. Se relacionan con el bien y el mal, con Ia paz o la mutuacomodidad..., (con) el juicioso manejo del temperanento del pueblo...

... La antigua costumbre es e1 gran sostén de todos los Gobiernos del mundo."

,r' La novedad de la Revolución francesa, que Burke diferencia radicalmen-te de las demás revoluciones (la inglesa, por ejemplo) y a Ia que relacionamás bien con los des6rdenes y trastornos de origen religioso, consiste en seruna "revolución de doctrina-y de dogma teórico", "lá primera revoluciónfilosófica", rcalizada por hombres que desprecian el poder del azat y qveolvidan que "tal vez \a única cosa de Ia que, con alguna seguridad, seamosresponsables, es el tomar a cargo nuestro tiempo". La Declaración de De-rechos de1 Hombre y del Cludadano provoca de manera especial los sar-casmos (vehementes) de Burke. Frente a ella invoca 1o partiéular, Io único,1o "maravilloso" de las diferencias naturales de lugar, tiempo, costumbres,experiencias y personas.

lilttrl.tixloNli$ tsoilt¡ttr ¡,A Rtt\,()t,tfCtóN s7l

-.Elog¡io de la naturalcza.*.según Burke, la naturaleza no es un "unlver-sal" racional, sino lo que la Providencla nos entrega dentro de su libertad¡rristcriosa, elr la que ,participamos "natnralmente".

. . D5¡de este punto de partida Burke llega hasta el elogio de los hábitos(cfr. Hume) y de los prejuiciosr

. "cuanto más han durado y más general ha sido su influencia, más los cuidamos"Itrad.'Iierno, pág. 4811.

Este liberal no admite, en modo alguno, la igualdad -evidentemente('ontra ¡¿fu¡¿- y rechaza con^desprecio, Ias pretensiones que candeleros y

¡rcluqueros pudieran tener al Gobierno del Estado.

. Elogio de las sujeciones.-Burke cree que Ia sociedad civil descansa so-l',rc un contrato que,puso fin al estado de naturaleza, que era el gue corres-¡rondia a "nuestra desnuda y temblorosa naturaTeza". Segírn Burle, éste est:l estado de naturaleza anf.erior a la Providencia (y, en consecuencia, una¡rrrra imaginación), de tal suerte que la sociedad civil "convencionada"(conuenant,ed) es el verdadero estado de naturaleza (providencial). La so-cicdad civil tiene, sin duda, el fin de proteger los deráchos de los hombres,l)cro estos derechos son exclusivamente el derecho de alcanzar la felicidadrrrediante la victoria de la virtud sobre las pasiones. Por ello, ha de contarsecrr primer término, entre esos derechos, el derecho a ser qobernado, el de-rccho a las leyes, a las sujeciones. El derecho de cada .rál r su conserva-ci<in y felicid,ad no implica,'en modo alguno, el derecho individual ¿ ,parti-.ipar en la discusión de los negocios ,públicos o en el Gobierno, sinó tansólo el derecho a un buen Gobierno. Así, Burke postula el Gobierno der¡na "aristocracia natural", hondamente penetrada

'por la práctica de una

tlisc_iplina personal y de virtudes severas y restrictivás. De áquí proviene laexaltación (en desorden) de las sujeciones del matrimonio,-la-frugalidady la religión.

Instittt.cioncs "rl,arradus-

en personas.--Este_tema, destinado a alcanzar un gran éxitor'¡r todo-el pensamiefrto,tradicionalista, surge eo Burke por su horror al legalismo."La Revo-lrrt ión .trance-sa pre{ende, hacer a la familia real simple titular fisico de una funcion pú-l,lir';r, "En el nuevo orden de cosas un rey no es más que un hombre; una reina, unatttttier", protesta Burke. Su_indignacimr no conoce límitei cuando piensa en los atáquesrllrigidos a Ia jov,en,reina María Antonieta. Esa racionalización dá la función real quelrrrcc abstracción de Ia persorut carnal del soberano le parece, a la wez, una desacrallia,r ltin sacrileg_a y un desorden fuera de los sentimientos naturales. El amor es una leyrlt' la naturaleza; ahora bien, aunque es natural amar a las personas, no lo es el esperarr¡rrc los hombres dirijan su amor a las instituciones y a las funciones.

Las libertades, no la libertad.-Así como Burke defendió ante todo, enl;¡ causa de los colonos de América, las libertades de las comunidades ingle-sirs contra la tentativa centralizadora y asimilacionista de |orge III, asi ser¡lza contra los proyectos de la Asamblea nacional francesa de remediar elrr¡rnrcnte capricho de la orE¡arrización administrativa y financiera de la mo-ttarquia, Esta era el fruto dc ln historia y de la experiencia, la red de

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ffi

376 ¡IISTORIA DII LAS TDEAS PO¡"hICAS

alvéolos en la que se equilibraban las mriltiples libertades concretas. LasIibertades sólo pueden sei el producto de una herencia. En cambio, la liber-tad proclamadá como absoluta no proporciona sino miseria. El tema serárepe[ido hasta la saciedad en Francia por la escuela de "Acción Francesa"y por Ia propaganda del Gobierno de Vichy.

lla Reuolución en la historia prooidencial.-Bosguejando un tema gue.seiá amp,liamente desarrollado po" Maistte, Burke no dista mucho de con-siderar ia Revolución francesa como un castigo de Dios por los pecadosde los hombres. En sus últimas cartas admite que la victoria de esa Revo-lució,n haya podido ser decretada por la Providencia y que el Estado nacidode ella pudiera existir "como un daño sobre Ia tierra para varios centenaresde años'. En su pesimismo llega a pensar que los hombres no serán ni lobastante virtuosos ni lo suficientemente resueltos como para oponer unabarrera a una corriente tan poderosa. La historia providencial de Burke noestá guiada por una razón. Es enteramente fortuita' El azar parece un atri-buto de Dios.

2. La contrarrevolución y los escritores de lengua fi¡¿ngss¿.-De Burkea los escritores de lengua francesa, Ios cargos de acusación contra la Revo-Iución son casi siemp,re los mismos y muchos de los temas son id'énticos'Sin embargo, el. contexto ideológico es diferente. Cuando Burke vituperael 1789, lo-que sob,re todo hace es exaltar a Inglaterra y su "combinación"incomparable de libertades y tradiciones. Con su característico tempera-mento y con la emoción que los acontecimientos le transmiten, realiza unatransposición de Locke, imp,regnado como está (incluso inconscientemente)por el utilitarismo. Rivarol o )oseph de Maistre ni siguiera tienen una mi-rada para las instituciones británicas. Rivarol se sitúa en la línea de Vol-taire. En cuanto a ]oseph de iMaistre, su peusamiento es propiamente teo-

I crático, más inspirado, por 1o demás, en las {uentes del iluminismo teosóftco

\gr" "n las doctrinas teocráticás medievales.

J

A) Rrv¡nor.,-Aunque Rivarol no fue un teórico, su recuerdo permanece vivo ennuestios dias (cf. el periódico que lleva iu nombre). El estudio de su obra descubre lasraíces gue el pensamiento contiarrevolucionario huncie en la filosofia del siglo xvu¡. L_a

contrarrevolución no es una simple reacción contra el siglo de los filósofos; aungue vuel.va contra ellos algunos de los temas de ellos recogidos, les debe mucho.

-

Con anterioridád a t789 Rivarol (1753-1801) es conocido como un brillante conver-sador, especialista en retruécanos y chistes. Parásito sarcástico de una sociedad_a p_unto

de de.rrumbarse, es uno de los úliimos arribistas del Antiguo Régimen. Como ha dichoV.-H. Debidour en su prefacio a los trozos escogidos pubiicados por Grasset en 1956,tiene su lado de Jean-Jácgues Rousseau, su lado de Chénier y, sobre todo, su lado deVoltaire: "Plenamente de su tiempo, no es más que de su tiempo".

Pero la Revolución estalla y Rivarol se alza contra ella. El incrédulo se convierteen defensor de la Iglesia y de-la mouarquía, lo que no le impide iuzgar con severidada Luis XVI. Criticá la Diclaración de Derechos, "prefacio criminal de urt libro impo-sible", estimando que debe ser sustituida por una declaración de hechos y una declara-

"iOn d" deberes. Úenuncia las ilusiones dé la sol¡eranía popular y de la igualdad' Indi-

ca su preferencia por la agricultura y utiliza r¡rucho el tema del árbol'("¡Ah! ¡No seáis

s Tan ¿mpli:lmente utiliza o por la titer¿tura tradicionalista. Cf. n)fts ade!¿nto, Póg' 415.

nrlrr,ilxt0Nt1$ 3r.tnnt,, t,A ¡ltvot,tttllrlN iy17,

¡rrrls sal¡los que lu urturirlcZ¡r; rl c¡ttcr'éls qrte lln. graln prrt'blo gcxc. de la oonrbra y.te,rltnrcnte dc lis frutos ¿.l"i,liol qur:'l¡irlrtls plr'ntlclol rro ácléls sds.rntccs ll dcscublcrto")'ti;;-¿; r,,, Á.o" ll.ro r"-'tiiuü-n-i, ñ.ín,', Dc I'ltomme tntcllcctucl ct monl (17971.

C.Á" *á--trr¿" hara Maurras, hahla de polltlca nutural: "No se debe desear ser más

lirbio que la naturaleza".sin embarqo, conHnúa slenclo r¡n hombre clel siglo xvlu. como Rousseau- y qulrt-

l,,J'iJil"áeoi; 'f;ffi;;¡'- ;LIna nac¡ón no tiene derechos contrarios a su fehcldad"'

í]i.J'-il1á'r¿,il."Lp."r.ii"r,es de una nacióu no son quienes realizan str voluntad del

,,nrr"nü, .ino los' qrre interpretan y sigu_en su voluntád eterna; esa voluntad gue nO

tllfiere núnca de su floria y de su felicidad".En contextos histOricás'difer."t"r ni"r."l siem,pre tendrá en Francia herederos: brl'

11,,.t", y-;iláÁ" iit"rutor, i"i"iii"".1"" .laras y áiiles, plumas impertinentes. La po ltica

lr.s atraeria poco, a no.-"r-porq'u.,la iritacióí próducida-por los "ideólogos" de tosco

i;üj"^; ái¡á.Áiii.i.l'r,,rtÉ a jueblo encólerizado les hiciera tomar bruscamente

(()nciencia de que son.oiia1.io"-¿" uía socicdad cuyo orden y tradiciones les garantiza

;;;;]ft;Ji'Z*ii". pui"Jóiicamente, esros impertiirentes negadores se transforman en

:;,i;;;;;;; áballe.ia lrg".""á"1 1.áai.ionrli"-o que caracolea*en torno al pesado escua'

,l,lOn ¿" l"r académicos, -cuyos vacios llenarán llegado el momento'

B) ILIIMTNISMo y rBOcn¡cl¡.-El tradiconalismo de Rivarol es de estilo volteriano'

I¡,1 cle Joseph de Maist.e"h"u"¿"'*r ,"i."r en el iluminisilo que se expandió con bastante

,rrrrplitud a finales del siglo xvttt.sólo porJemos ,qr, .""r.i"r"r la obra de Fabre d'olivet (1768-1825\ v de claude

rlt.Srint-Martin (17{3-1803). el "filóso[o d"-..ono.iáo-',."t"t á"'L'homme de'd¿s¡t (t790)'

, rryas Cor»itl éralíors p"tl'¡áiit. iilotoph-i"" et relíqieuses sur la Réoolutíon ltanQaíse

(1705) prcceden en un "n,l'á" f.!

'ó. i"si,lt"nt¡ons stír la France de |oseph de Maistre

;''',i;rí;;,-;ilg"ul qu";;;', "l iarácter providencial de la Revolución'

Maistre posee un ",g"r;r; I 5ár.f* ialento, dcl oue Saint-Martin, aunque elerciera

:u,l:re sus fieies u,a p;f;;;, influencia, .ur"." pot iompleto' A este respecto' resulta

""t'iit"t:r"!iil13l'*,r,,.rs del ri"adicionarismo francés: En las consídératíons sut la

l,r,l,lr",j::";t"'á;"ñiuiit." d".loru gue espera una nueva Revelación' una expresión re-

trrri.s^ ,ueva ou" fo"-,ril'p1";;;ü; .;J"trJ" a" las Éscrituras' Nada hay más alejado

.i,jl racionalisrnó del qr" presumirá Maurras'

2\ Los puntos d" ,iffi;':;""'li,.rat.i"ralismo rnístico de Maistre v el "nuevo

tr.lstianismo., a" to. ,oi.,1l'iilo;;;;"."T;;;;¿irrrli.;" y saint-simonismo ofrácen más de

,r¡ rasso en común. Et :ñü;':;'i';*t;;;;;; il"É;tár,a-L.,is Rousseau conoce bien la

.l,rir de saint-Martin y de ]oseph de Maistre:.,r.,"11'."^is¡? u-ti r" católica, pasa po'r el

forrrlclismo y llega u .", irn árdiente propogr.rdi.iu áei catolicismo social"' Este caso

|lo es excepcional. y ]l"va l'"i'r"i"á"Ui" ár.é,pti.irrl".".pecto a los planes que introdu'

( cn tajantes separacipnes ;.t." l;, diversos iooriÁl*tot de pensamiento de una mis-

rrr,r ópoca... I

I

C) Ll stsrpn¡¡tzAclóN DE Los 'rEMAs coNTRARREvolT¡cloN¡nlos'-Primero con el sa'

lxryilno Joseph de M"it;;";i;ñJ;t; "t 'i""ná"-áe Bonald (Chateaubriand v La'

nrr.nnais a.portan ,rrru noir"¿ll";;;iJ,-"i tradicionalismo --en adelante presentado siempre

,,,rrlo la contrarrevolución- pasa de las reaccion". fr]lguru.,tes. de Burke y de los epígra-

Lllll'iJ'n',""1J . ir- "áiíi.".rá"

-á",rn .r.'po coherente de doctrinas.

[,¡ continuidad d" ]'T";;rt" ""i* r"t n-"¡/;;;;'"á"-b;'ke (1790)' v las Considé'

f¿rftons suf la France tizé?i''i"-lJ."i,i, J".iü;iit*'", i"¿i.."ti¡re'y euidtnte' idénticas

,rrrcvcncroncs conrra er ;:'.;JJir;;;;iiáo u,tu, spciedades humanas, idénticos trans-

n.rrtcs cuando r..ro.o'iu'i;1el;i; á'" i^* t.r¿i.i;*:';;;i;;"., idéntica creencia en la

hr.'vtdr¡rcta, rcsuladora #.i;;i;;';;úl'"r" a"i á..ti;-a; ios pueblos' idéntica ftlo-

a.ff¡r ctc ln Htstoria qr;";;;ji;; ior-.oto.lirrJ;;;Ii¿'-v ve en cllos el slsno dcl

"'-'i5l"il'"'Xfltl iff;ii"¡., rrnnt,¡rr¡rsó¡, T::ll:", Joseph cte .t\ilaistre-ho-:t:

"1 rlumrnrsnro

rlc s;rlnt-Mrrrgn res,ltil cvl¿ente, su contcpclón tJtiimcnt" rnistlca, por e¡emplo' dcl ''vcr"

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wr

378 HISTORIA I)U t,AS IDIIAS POLÍT¡CAS

ir

dugo", "horror_ y vínculo de asociación del mundo..., agente incomprensible del mundo',,o su concepción de la guerra t, sólo pueden comprende-rse . I" i;; ;;T iluminismo.Por consiguiente, éste e.s el apartaáo en el guá deberiu-ós-e.t"ái*.-o"-'üáirt* fvtambi,én a Bonald, menos inspirado y más siste;átic¡). s;; ;ü;ü,'pi .uron". p"ru-mente cronológicas, lo_haremos en él capítulo XII, ¡unto d ":tr;l;' í.I'trudi.ionji.Inofrancés del siglo xx. siniuda, el perxamiento de joseth J; M;ñ" irta y" casi ente-ramente formado hacia 1795; pero no-,es por ello'."ri", J"it"

-or" ir"a'De Maistrecomo Bo-nald. ejercieron su mayor infrueniia bajo la n".üril1ijr. üuj.t." muere en1821. y Bonald

"l-.lsa9,^^"1 ranio gue Burke, Riíarol v s"i"i-ü"riin

-dl.upur"."rr, ,".-pectivamente, e¡ 1797, 180r,y.1803. Bastará, por tanto, con ;b;;ñ;-;q;i É conti"uiáud

del .

pensamiento contrarre'¡olúcionario u.

SECCION II

Filosolía y polítíca en Alemania.

.. Hacia 1789 Kant interrumpía su solitario paseo diario para es,perar Iallegada d9l correo de Francia. En lr93 Ficht¿ er..ib" áo.'"p,i."rio, purádefender los áctos de la convención. y Heger

".¿;,bü, ;i;;;.". años mástarde los comienzos de Ia Revolución francesa:

,^,-..:-1.h"fu p"r,. y"f primera el hombre ha llegado a reconocer que el pensamientodebe regir la realidad espirit-ual. Fue esto, por consiguiente, un maqrlifico árto. TodosIos seres pensantes han, celebrado esta época.. una emoción sublimÉ reinaba en aguel1i".p9; elentusiasmo Cel espiritu estremeció al mundo,.".".i*á1"

""t"t."" se hubiesellegado a la efectiva reconáliación de lo divino.o" ul -rnaá"-li;rá.-i;J c""rl. ----

- Y, sin embargo, casi todos-los, pensadores alemanes se ap,artaron conmás o menos tristeza u horror, desde 1795

-y algunos desde ántes-, si no

9:^1^r: principios, al_menos de la obra de h Róolución. Gentz _que enl79a habia exclamador "Miraría el fracaso de esta revohlcián como Ia ma-yor

-desgracia- gue haya, azotado nllnca al género ¡urrrurro;t_ publica en

1793 una traducción, adornada con comertaiios entusiastas, de'tá, n"¡l*xiones de Burke.A pesar de esta rápida desafección, casi todos los escritores alemanes

conservaron una vivísimá conciencia de la importancia decisiva y universalde Ia Revolución (re_cuérdense las reflexiones que la batalla j; Vrñr;;:pjlrO

".Goethe...). No parece excesívo decir qtie, al menos pu* ulgrío, á"

ellos, la importancia del "signo" histórico gue'la Re"olucil"'.orrstituyó, con-

"Sobrs esta§ numoro§Írs -razas de animafes está colocaalo el hombre, cuya mano destnrc-to^r¿. no deja Iibre nada de -lo que vive... pei;-éitr r.v,-i"o-."-lo:rniiir:¿- á er hombre?...¿;Qué ser r3xterminará ¿ aqu-el qué a todos eite"rmi"ái ri mi**o. "nil;;ñ;;; ;. quien está en_ca_rgado de d.egoltar at hofobre... La gu¿r"á Á; iá-'irro esta en"¿"grioá áó'i¡.icutar el decreto..:,No ofs la tlerrd que crita v 1,ide sair,gre?... -Lá-tia.ra no ha g¡,itado ;; ;;;o, rr guerra seh¿ encendido. Er hombie. inir,?"adg o.e repentJ-con u; fir;o;*d;;;;;".;i;r;;' ar oali,c y a racólera, s6 arroja sobre er campo ae balalil sin-;;h# i;^áir.""óüíJrl"]i';;; ro que hace...Nada resiste, nada puede-resisiir a ta ruerza" que-*arrastra'ar ñom¡ie'ar-áo*ort"; inocenteasesino, instrumo¡to pasivo de una. mano üsmibrá .-e-;"";j;^ü *i.iii:'".,r-n"rjgi.o en el abisnoque él,mismo se h¿ cavado... Dl lngel exterlninádor girá eomo el sol'en'ió?no.le este des-gra,ciqdg gl-otlo y Eo deJrr -respirar a üna nación más que ¡ar* herir & otr&s,, (r,ds Detadas d,eSan Petersburgo, 7.e velada),¡ No debe omitirsa al §uizo Chnrles-Louis o¡ rl¡r,r,rR (11_c-8.- 854), admira(lor y ómlllo d^Bonald, autor de ra Restuaracióm ¿e ta aencaa ytouiióa'1rá10--11¡'d, 'ii"rli1r. r .

ntsFt,HxroNElr SOFnn r,A nnvnt,uctóN 379

f rlhrryó poderosamente n integrar en su fllosofia la dimensión de los hechos¡rolitlcos y sociales.

Tnnto la causa dc estas variaciones con respecto a la Revolución comol¡r fnsclnación ejercida por ella sobre el pensamiento alemán, reside tal vezen cl contexto ideológtco en el que la Alemania de finales del siglo xvIII yrle principios del x¡x se hallaba sumergida; contexto en el que se mezcla-h¡rn, a veces hasta fundirse, las influencias de la filosofía de las luces¡ delIristoricismo y del prerromanticismo.

l, ,Iil contexto ideol.6gíco,

Conro toda Errropa, Alemania conoció su época de filosofía de las luces: la Autktárung.I)t.rlvada de Ias concepciones de Leibniz, fue vulgarizada sobre todo por un discípulotle óste, 'Wolff.

Iln rnuchos aspectos la Auflelárung ofrece las mismas características que la "filoso.fl¡r clc las luces" en el ¡csto de Europa, especialmente en Francia: idéntico método analí-tlto y crítico (que será el punto de partida de Kant), idéntica tendencia al dogmatismoprrrlrircnte lógico, idéntico horror a la "ignorancia"; Kant definió bien la ambición de laArl.kliirung:'-...Es la emancípación del hombre, que sale de la edad de minoría intelec.tlirl cn la que hasta entonces vivió por su propia voluntad... Sapere aude' ¡atrévete acrrrplcur tu juicio! Esta es la fórmula de la Auficlárung".'Sin

embargo, \a Aufkltuung, que no penetró más que en una pequeña élíte (en formarrlgrrna en toda la élite inteleciual alemana) y que coexistió con un_vigoroso movimientoplitista, ofrece algunos rasgos que la caracterizan bastante acentuadamente.' ['in primer lugar, no es--o lo es en pequeño grado-- un movimiento de ideas polí-llcas. Se preocupa esencialmente de problemas religiosos y morales. Su ob;etivo prirnor,rli¡rl cs una pedagogía de la razón crítica dentro cle las categorías éticas.

Iin el pláno politico eran varios los factores que pr-edisponian poco a_los pensadoresrrlcrnanes á di.igi. su crítica sobre las instituciones: infl,rencia luterana, divisiorr políticarlt, los países alemares, tendencias idealistas de la élite intelecttral, burguesía 1o más a

rrrc¡udo- funcionarizada, etc. Por 1o demás, el despotismo ilustrado utilizaba y captaba

lrcrfectamente, en provecho de los monarcas, la reivindicación bastante anodina de Ia'At{klátung en favor de un Gobierno ilustrado por la razón, en busca de la armoniosa

fclicidad de los pueblos.Pcro s<¡brc tádo Ia Auf.klárung nunca túvo en Alemania (salvo en Wolff, quizá) el

c;rr¿icter fríamentc racionalista (o superficialmente deísta) que tan frecuentemente tuvocn Francia Ia filosofía de las luces. Sus fuertes prcocupaciones morales la rnantienen en¡n;r inquietud qr" u{.rrrzu, por ejemplo, a Lessing u, a la espera de una religión defini-liv;t v folalnrenle vehdadera. Esto explica, en cierta manera, por gué Kant -que, segúnl,r frase de J.-E. Spchle, marca a la vez "el término y la liquidación" de Ia Aut'klfuung-sc¡tirá la nócesidaá de fundamentar su filosofía en categorías dadas (por el entendimiento)r[' una razó¡ pura, y no en los datos de la experiencia. Esto taml)ién explica cómo, en

1770, Goetlre y H".d". pasán tan fácilmente, en Estrasburgo_, del clima de la Aufklántn¡¡;rl dcl germaiismo que caracteriza el Sturm und Drang. La filosofía de las luces notlesarroli'ó cn Alcmania, al menos en el terreno de las idcologias políticas, la misma fuerzarr;rrosiva qtrc en Francia.

Por otra p,arte, la Aufklárun¡¡ tro,pezará desde 1770 con una te:,¡cción anti-intelecttra-llsta y anti-cósmopolita, la del Sfrrrnr utd Drang (Tempestad c impttlso). Srr punto de par-tida firc, sin duda, puramente estético (Lessinq¡, cn stt Dramatutgia de llambutgo, criticabnltr t'stétic¡ prctendidanrcntc universal de los franceses y elogiaba a Shakespeare), conlir conslq¡na del rctorno a la n¡lturalcza tosca y virgcn. Sin crnbargo, el rnovimiento no ca-lcclti cle inr,plicnciones polltlcns, Ante toclo, en cl scntido dc quc cs nctamentc rraciottallstn;

r ,,Sl l)l0x ¡Io l)rol)uHl{'r'fl IJÉ(,ol{l',l'('rlIr, lir \'(,1'rlil(l ¡rosofrln o lI lltisqttodtr lttt'lttl.nttltlt',lr,¡Iollrlollrr: tlrtnr,rln'¡rrr,irr'l'l ln t,olrl¡trl, l'o llllrt ¡rrrtrr. rttf lrt lnqrtlolrrrl {la ln hl'lsqllo{In,"

lo

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880 Hlt¡ontr Dú LA! tDrt! PollTrcr! nEFLEXtONt¡ 30EnB tA rlvoructóN 3ü1

¡i

luego, porgue "coloreó" indiscutiblemente el pensamiento de autores como Herder, Flchtey, sin duda también, Hegel.En cuanto al tomanticLsmo alemán, resulta difícil precisar su lugar en el contexto deIas ideas poliricas. Tan sóro Hólderiin pá,=." hrb¿r;; ;;;;pááJ'üu"rte por los

:::1tf.r_Ti1"1.s_politicos. Indiqrre-mos, sin embárgo, qu" rá "r.ui,üroinirrti." der ..Ate-

neum se creerá a veces-en el deber de invocai a Fichte. Pero fuán sobre tádo-áostemas del roÍranticismo aremán,ros que pudieron,ejercer una infruencia difusa, ;l;";;;sobre el estilo de la filosofia".politica posGrior a Fichte. b" p.rÁ". i"g'*,il tá"-iv"-pr"-serte.en Lessinj) de 1o "infinito dinámico", "t"-;-i;;;;É;á,;"'rX"á.'." ,* de intro-duccion tanto a Ia idea del reto,rno cíclico como a la de 16. á"iriáilrtJ"'dialécticos de IaHistoria. En segundo lugar, er tema "organicista't ¿" ,r.ra á-,rrrii"J^ail¡a" y experien-

il?;;t§i'fiiljfu"':.0'e elementos irraciónales lt"uaiciá"".,-miü;ü , *ó1.¡. 1-'"-El hístoricismo ---,al que están ligados los nombres de Adam Mtiller y savigny_ tiene,más que el romanricisrno,...', ,rca-ná p"riti.á ai".i.. Áár,o n¿tjiá.,'j".áJa" Burke y deMaistre, repudiando en bloque ra herencia individuarisia-d;;¿;i;;omano y de ra

{llosofia del siglo xvur, exarta con insistenciu l.n uno. .á,r¡"i."!iu". ,i.orrrrr.iadas enDresde, en 1808-1801- el desarrollo histórico que.--a través de las fariilias según él-d-a_origen al Esrado, organismo dotado de vidá. de ;ni¡;¿-vl"i¡rrára. párJ n¿uu".el Estado prima sobre todo,.pues sólo él posee un "alma ."á,1"f-si" "^bargo,

el des_Pgti¡t}o no está justificado (ya que sería tarnbirn una manifestá.iá--a"-i"aiüdualisáo,el del mo'arca); a Ia omnipotencia del Estaclo Müllea;;;;;-?-s'"r,ii.ierrto religioso.En 1814 el historiador v ¡uriJta Savigny, al-replicar a ciertós juristas alemanes que recla-maban para Alemania ii ,i.t"rnu de" áe.e.ho".oáihá,i. ^1,i.:pí-á""",'.i"..¿rgo francés,enuncia su teoría de1 derecho, "producto histórico y comunitario clel alma ¡""i p;Ll;l(Volksgeist). ll \/olksgeist, siempre en desarrollo, ir"r*--""rn"'i""., li.iul" al Estadogue, p¡ocediendo históricamgte_ d9 la familia y después ¿u lu i.ib", se encuent¡a hoven fa .co¡nunidad amplia&. T-oda la organizaciól judicial hereda¿a cle Jüd, ü'ii,íiti"r".ies Ia forma legitima de Estado.

2. La política en la lilosolía de Kant.

La única obra de Kant (1724-l-804)., q_ue reviste un carácrer directamente político,es su Prouecto -de paz perpe.tya (1795). Árgunas otris á; il-.t;;;; I menudo sim-ples opüsculos, abordan el problema poiirico a partir áe una *lt.riá" .át"" aroái* l-¿lderecho, o a partir de la filosofía dc-la Fiistoriá. y,_sin cmba.go, ;ilJ;rr, o f.rgá"o-tos-de otras, están lejos Ce expresar el conjunto del pensami"nt.-p"tli." contenido enIa filosofía kantiana. La crítici de la_ra:ón-'prra y la cr¡t¡i) Ji [.-'ii':.-.i" práctica sontan-necesariats para la co,mprensión de la filosofíá politica de Kant como'los escritosy Slusiones directamente dedicados a la -política. La reflexión kantiana-sobr" l; ;;Iilüy la llistoria adquiere su sentidg y su lugar dentro del conjunto dei-iJealismo trascen-dental -y moral_ de Kant. Para Kant no háy saber absoluto'de lor real Ln si. E[ saberes el dominio del conocimiento, la acción ei el dominio de Ia moral. Para construir lospostulados de.su moral y de su metafísica rccurre a la "forma pura" dei-deb"", a.i irn-perativo moral categórico.

.. l"g"!gt g présta-mos.-Además de los escritores políticos de la anti-güedad Ka-gt recibe la influencia de Montesquieu, Rojsseau y, sobre toáo,de los Aufktárer.

Toma de Montesguieu la idea_ de la separación y el equilibrio de los trespoderes. T¡ansforma la teoría del contratá soclal de Ror.ñseau, que sucedíaal estado de naturaleza: no se trataya,_en modo alguno, de una'especie dehipótesis histórica, sino de una "ideá de la razón"" que constituye el fun-damento legítimo de la auroridad pública. La idea áe la tgualdád funda-

nlental de los hombrc¡ y la teorla de Ia voluntad general no constituyen yE,(omo en Rousseau, Ios'elementos de una doctrlnddemocrátlca, Kani es'unrepubllcano, no un demócrata, En é1, ambas ideas sólo son postulados queelerivan del imperativo nroral y que prohiben al soberano (i. e. la respublica,rro el pueblo en-el sentido-de Rouséeau) decretar uná decisión que no pu-dlera ser tomada por cada suieto moial. Por último, Kant tóma de'raAufklárung el postulado de un irogreso homogéneo de la humanidad haciaIa libertad y la moralidad, y, án ionsecuenciá, hacia la paz,perpetua. Emc_on_t¡apartida, se separa sin lugar a dudas del intelectuálismo slco de IaAufklárung, admitiendo de man-era resuelta el primado de la práctica sobrela teoría e insistiendo en el factor decisivo gúe, en esta progresión de lahumanidad hacia su humanización, el trabajo,practico del hómbie constituye.

Las consecuencias políticas de Ia filosofía general.-La universalidadde la moral lleva consigo la igualdad de todos És indrviduos en tanto queJlietos morales. La autonomía de cada uno de éstos implica su dignidád.Digno:.-en cuarrto personas racionales, estos suieto" *e"eó", la liberíad po-lítica. El mundo moral {y, por consiguiente, el mundo de las realidades pólí-ticas y sociales) está dominado por el reino de los fines. En consecueácia,este mund-o sólo puede ser regido por un estado de derecho; en el gue lapolítica debe encontrarse en una absoluta subordinacilón respecto a la áoral,cuyo carácter es absoluto y rígido. Repetimos que no se tratá de una teoríaaplicada a la exclusiva brisqulda de la verdaá en sí, sino de un esfuerzopráctico por ,parte de la filosofía. Kant, al igual que Rousseau, no reconocemás mérito a su filosofía gue el de ayudar a los hombres a establecer susderechos:

"Hubo-un tiempo en el que yo, consideraba c¡ue únicammte la búsqueda der la verdadconstituía la gloria de la humanidad, y despreciába al hombre ordinario que nada sabía.Rousseau me puso en el recro camino.,.; apreudí a conocer la recta naturaleza humana, yme consideraria mucho más inútil que el trabajador ordinario si no creyera que mi filosofíápuede ayudar a los hombres a establecer ius derechos" (Frag., ed. Hartesnstein, vo-lumen VIII, pá9. 624).

-'1" política fuhdud, en el derecho.-Kant define el derec,ho:

\"EI conjunto d" .\ndi.ior"s por las que el libre arbitrio de uno puede concordarse

con el de los demás según una ley geneial de libertad."

.--, Definición que, por una parte, dimana de la idea kantiana de la auto-nomia de la voluntad y del reino de los fines, y que, por otra parte, trans-cribe la fórmula de la Declaración de Derechos de 1789.

. Los derechos del hombre son: 1 ) La libertad como hombret 2l La igual.dad como sujeto ante una misma Ley moral;3) El derecho a ser ciudadano,es decir, el d¿recho de todos los que no se encuentran en un estatuto dedependencia (gue excluye a los domésticos y obreros ) a disfrutar de unestado de igual fraternidad ante una ley común.

La defensa y el respeto por estos derechos inalienables son el funda-mento de todo orden político legítimo. El fin de toda política es esta de-

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382 IIISTORTA DB LAS tD¡'A§ !'OLITICAS

fensa, y no la felicidad y la satisfacción de los ciudadanos (Kant repudiaaquí el despotismo ilustrado y toclo el utilitarismo de la Aufklárung). Laúnica forma política (forma regiminis y no forma imperii) que responde aeste fin es la forma republicana (opuesta a la forma despótica), que implica,como únicos mecanismos concretos, el sistema representativo y la separa-ción de poderes. Kant admite la monarquía constitucional y el sufragio cen-sitario. En la práctica política es, con frecuencia, prudente.

Política y filosofía de Ia Historla.-Kant es el primer gran filósofo cuyafilosofía política no se limita, como en muchos de quienes le precedieron,a ser ilustrada o aclarada por "consideraciones históricas", sino que se in-tegra en una filosofía de la Historia.

Kant cree en un "proyecto" de la especie humana, o al menos (pues estetérmino "proyecto" implicaría gue es la voluntad humana, inteligente y cons-ciente, quien forma el proyecto) cree gue la Naturaleza prepara su univer-salización, conduciendo a la humanidad hacia sus fines. La Naturaleza daespontáneam'ente sus fines a la política, al conducir a la especie humanahacia la extensiión sobre toda la tierra y hacia la cultura, condiciones parala instauración de un Gobierno legítimo, republicano y universal que haráreinar ur.a paz perpetua. El régimen republicano, naturalmente destinado auniversalizarse y a eliminar guerras y antagonismos, constituye así una"preparación" del reino de Dios,

No obstante, el régimen republicano concreto (es decir, histórico), en lasimple ,práctica, instituye sólo imperfectamente el reino de la libertad. Na-turaleza y política conducen a la legalidad, no a la moralidad. Pero el estadode derec,ho es ya, en el plan general de una filosofía de la Historia, la pre-ffguración y la esperanza de una absoluta dominación práctica de la Leymoral.

Política g moral, Fin g medios.-La raz6n práctica no es para Kant, enforma alguna, una razón oportunista. Los mandatos de la razón práctica(i. e. de la razl1n aplicada a1 mundo de la acción) se imponen como abso-lutos, no siendo admisible con respecto a ellos ninguna transgresión. Eimandato moral contenido en los fines en ningún caso puede ser subordina-do a los medios, ni siquiera cuando éstos permitieran abreviar el camino gueconduce a los fines. El ideal de ,Kant es el "político moralista" y no el ma-quiavélico. La moral es siempre el iuez sin apelación de Ia política. SegúnKant, la máximá del "político moralista" es Fiat iustítia, pereat mundus.

En ciertos aspectos Kant constituye un puente entre el Rousseau delDiscours sur l'origine de l'inégalité y Hegel. Lleva a efecto y sistematizaen una filosofía general la idea, efl germen en los "filósofos" y proclamada,por la Revolución, de una subordinación de Ia política al derecho y a \amoral. Pero anuncia a Hegel pof la inclusión de la teoría de las formas po-líticas en una filosofía de la Historia. Su idealismo moral imprirnirá suhuella a la filosofía política alemana tanto, si no más, como el idealismohistórico de H,egel. Sin embargo, las lagunas de esta filosofía, en el planode la reflexión política, soo:,grandes. Sin duda, en ella guedan trazadas

ilii¡¡! E{t()NLñ ñ(}n¡lE t,^ ttnvolutltrl¡l :lris

r¡rutlr,r¡ ¡rclspcctivrrs (Karrt corrclenu Ia colonizaclón, eloglu el fcderallsmo,illilrue rtlit orgilllosir rcs¡rucstir ul viejn clilemu de los fines y de los nedlq§,etr Étrr'¡r), ¡1.','., tocl«l su pcrrsirnricnto eshá sunrcrg¡ido en un formalisrno lnde-flrrlrlo, l,rl r¡rrc pt'ol1()nc son sicrrrpre "formas puras de la razón". HeE¡eltetttlrá lrlrr.rrir ocirsi(in cle objctarle el desacuerdo práctico de la vida, el "áo-Lr" tl,, l¿rs.o.cicncias «les.qarradas entre el Ser y el Deber, la necesldadrL- e¡l,licirl plcnamente lo trágico en la Historia, de dar a la conciencia unai'rrrlntlcr'¡r scrcnidad haciéndole aceptar la alienación del individuo en elir,qt¡rrl. tonlo l¿r racionalidad misma de la violencia en la Historia (no sien-rl¡r e¡:t¿r vi«rlcncia más que la ley mediante la que el Espíritu se "realiza").

I"lrhlr.

l,.r ol)r'ir rnás conocida y difundida de F¡chte (1762-lS14) es sus Dís-laucrrr n l¡t nación alemana, pronunciados en Berlín durante el invierno 1807-l§(18 ¡rirlir ll¡rrnar q la derrotada Prusia a luchar contrá los ejércitos de Na.¡¡rler'rrr, l)r¡r ello Flchte es presentado frecuentemente.como .el ,prinrer doc-lllrr¿u'ir¡ rlcl nacionalismo alemán, como un,pred.ecesor del ,pangermanismo.

l,'r lr¿rlitl¿td es más compleja:l) Iirr primer lugar, Fichte es un [ilóso[o, y su política procede dlrec-

t¿rnr'!rl('«k'su filosofía. Su vocación filosófica la decide la lectura de Spt-tlut.r, y sc entusiasma con'Kant: dos autores aparentemente poco naciona-llclrrs, l,¿r filosofia política de Fichte afirma que la libertad es la esenclallttertrn tlrl hornbre y que los individuos, mediante slr colaboración viviente,r'lcÉur un ¿rlma colectiva: la verdadera filosofía, escribe en sus Discurios,rnuattllr',r "cl pensamiento libre como la fuente de toda verdad indepen-rll¡'rrf r"',

l) listrr filosofía de la libertad lleva a Htqhg,como es natural, a de-[rrrtlr'r' irrrlc sus compatriotas a la Revolución fiancesa. En 1793 publica enflr,r unir Contribución a la rectificación de los juicios del público sobte laIlclql¡¡1'!¡i¡¡ lritncesa, donde se muestra tan entusiásta como denigrante hablaalrlo Ihrrkc, Muestra id,éntica desconfianza hacia la monarguía absolutay lta, l,r Lr rnonarquía universal: "Toda monarquía absoluta aspira necesa-rlrurrrrrlr ir lir n\onarquía universal". Algunos años más tarde, acusado de==ripir' (.n los cstt\diantes los fundamentos de la religión y del orden público,r* v,'olrlil¡ldo a\abandonar |ena. En 1800 publica en Tubinga su Estadott,ttt¡'rt'i:¡l c<'rraclo (Der geschlossene Handelsstaat), donde se opone tantort l,r lllrclt¿rcl ;rnárquica del liberalismo económico como a la reglamentaciónrilrirr'r¡rrir'ir tlcl mercantilismo; obra singular en la que aparece a la vez unrr¿r torr¡rlisnl«r económico que anuncia a List y un anti-individualismo quearlnrt'i¡r t.l so«'iirlismo de Estado; al Estado corresponde realizar la libertady f,r i1¡rrirlclrrtl, hircer reinar la raz6n,

l,lrr srrs ¡lrilcipios, la filosofía de Fichte es una filosofia de lo universal.Man 1r;rru .rsqflrrr¿lr el triunfo de lo universal cuenta con la nación alemanay sólo t'on cl[¡. De aqui dimana este texto fundamental de los Discursos: "Laveltl¿rrlerrr filosofía, la filosofia autónoma y realizada, la que, más allá dehrs fendrrnenos, ha ¡renetrado erl su esencia, no sale de tal o cual vida par-llrrrl¡rr': sirle, por cl cont*trio, de la vida una, pura, divina, de la vlda ab

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Tfl

384HISTORIA DE LAS TDIJA§ I'OI,ITICAS

soluta' que continúa sfendo vida eternamente y subsiste en una eterna uni-dad... Esta filosofía es, por consiguiente, propiamente alemana, es decir,primitiva; e, inversamente, si alguie"n llegará a ier verdaderamente aremán,no podria filosofar de otra *.rrár.,'.1." Nacionalismo metafísico._.,No poseen, Ios franceses, un yo quehayan formado por sí misáos; no tienen más que ,n yo histórico, nacidodel consentimienlo individuál;-ei"l"-¿o po.

"l .orrtru.ío; ;;;"" un yo me_

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; JXf;'f:iX?"*:*. t á áp"' i.'io"' á t * t v.' r, i.iá#" "

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á i2." Nacionalism.o rerigioso y mistico.-La superioridad de Aremania esun artículo de fe. El auténtico "cristianismo

"" praá ."".á "ra*

que entreIos alemanes (Lutero es para Fichtt ái-"i"*a" por excerencia). euiere rea_lizar "el desarrollo sje.mire *as p.rro,;;;,ñffi";;;'.;,"'"nioso, en unprogreso incesante, del principio eterno y dívino * .a;;;do"3." Nacionalismo romániico.-Fichíe exarta "r ""tr.i"ráo y h vidar"ved, además, un rasgo fundamentai áLr

""pi"it; "i;;;;. "crando

busca,encuentra más de lo que busca; pues bucea "" "l tor"""t" á" lu-"i¿.

"i;;;:que corre por su propio-impulso y le arrastra con é1". La Historia es trán_sito del instinto a la raz6n, de Ia ínconsciencia " i; iiú"d. ^'"

4." Nacíonalismo. pedagógiyt-"Hemos perdido todo _dice Fichte_,pero -nos queda la educación.n Ren.n se expresará en términos casi análo_

q1s desRués de la.guerra de 1870, en La i¿ñÁ" liritt""i""it" et morare;pero mientras gue Renan lanza un llamamienio a las élitu;, F;.ht; ; il;;;al conjunto de la nación atremana v cuenta con er uli*tá ¿" to¿o "i il;bÉ;con la nación armada. vuerve ."ít"u

"il;;;; ;;;üó"i.; Ias reccionesde Ia Revolución francesa.Fichte afirma oue no distingue entre ra sarv_ación de Alemania, y Ia deEuropa y la de ta'humanidad,;";" ;;;;iá"ll,r"-.* ,ioi.l**r" germá_nico v xenófobo, aurárguico

" i.oug"" áe su "Est.d; ";;;;iar ce¡rado,,.Fanáticamente anrilatinó,

"rqá pror"u"á"**L .."""*iá;'ü gue ra razaalemana posee una superioridaj fr";;;;;;i; ;;ü;: -.,I=ho, quq se.4_ceder a los.judíos el dlrecho d" .i;¡;áu"ía, y piensa q* ru ,t.ion de AIe-mania consisrE en formar un Estado unificaáo, ;¡ il;*ñ irrr.o qug".s"rael "verdadero Imperio_del derecho, .orr"-a -r"á" i"ría.'i" "isto,,.

El ra_cismo al servicio del Derecho.Sin duda, Fichte

_fue-:1"Tp,1" un ,,jaco ino mistico,, (Víctor Basch).Pero "es uno de los orígenes^dál pan_geráanisino, como es ,ru ¿" las fuen_tesdelliberalismoalemán,'(CharlLsÁndIer).

SECCION IIIHegel o la tentatit¡a de una liLosolía del Estr¡do,

. cualquier. clasificación es evidentemente arbitraria, y nuestra decisiónde estudiar. el hegelianismo como concrusión de los *á"í*i""iá" de pensa-miento originados por la filosofía del siglo xvrrr y por la n"r"ir.i"" francesano escapa, ciertámente, a este reproche. Sin ám'bargo, desde "l p;il;;;

lit l,t !xt()Nt13 §()lilln l,A trHv()l,ll(:t{1N

t'reln rl(' l¿r lilosof r¡r ¡roliticir, rros hir ¡rarcciclo qtrc Hcgel (1770-ltt ll ), enqrr lrllrxiórr sohre lrr his-toli¿r rrnlversal, sobrc el derechó y sobre "l li.ia,lo,lrrrrrrl. ('()lll() ¡rrtttlo tlc refcrcncí¿r" la cri.sis que la Revolucién fralcesa señala,l)csrle t'rlc r¡lrsclvatorio "remonta" la Historia y proyecta hacia adelantear¡ r't'flexiírn sobre el Estado moderno.

[,¿1 tt'oria del Estado, la teoría del derecho y la filosofia de la Historiar.rrnalJtuyrn, c¡l l¿r filosofía de Hegel, partes áe un conjunto sistemático.A rlilel'c¡rciir de Montesguieu

-que sólo trata de instituciones concretas ytenlcE , {l,9s3l ¿¡firmó én varias- ocasiones +por ejemplo, a propósito dátu lenr'1.r rlel Estado- que importa poco consiáerar'Estados parúculares ollt¡lllrrr'lorrt',s particulares, gue es necesario c-onsiderar, en pri*e" lugar, /orr,rr',Ff, ¡¡l l.ist¿tdo:_ no se puede )uzgar a los Estados antes de saber 1; q;;e¡ el list,rck¡, es decir, la-idea di E"stado,

l, b)l úe¡rm¡r lilosólico de Hegel.

Itru ini,,¡, ,,, ,,,,;;r*"á¡,'¿",;¡'-á;;;; ¡i;;¿:ír,,1,'i"í,"áu',i"#i,X,l,-iJ,",'¡átllHillltl$a rrlrrrr .r r't:rrrp,lctada por la Filosofía del Derecho (publicada en lg21), qu"

"., ",fÉálida,l, ,n rlr'Hiu'r'ollo de una de las partes de la Enciclopedia. Es la obia én lai gueia= t-dr¡¡ ¡,,tnit';rs clc Hegel ." 9*p"""á;;; ñ";;;r;;i;."§rr'lñ""!, ie.ogiendo ma-

Á 1,, lrrl¡,r tlc sus años de estudios en Tubinga, primeramente ql1gg-1793), y másIts rtrr¡rrt. sr¡s ¡rños de preceptorado en Berna (-1793-1796) y en Francfót'(797-....,r' ':' r,rtfr, .c sus anos oe estuctros en lut)¡nga, primeramente {l7gg-1793), y másldrcp rlrr,rrr. sr¡s ¡rños de preceptorado en Berná 07%-1796) y en Francfort'lliéi_lEtrlt, tlrl¡r'l srrf.ió l¿rs más áir.rü, influenciasiii*oii.á* rií".áriá."i i.. a" b Au[.klá.

k^,irrtlrir¡r(), naturalismo,sp-inozista de su amigo scheiling, r;;;;ii;;;-la travési-tltlg, h.ilrll,,r¡r,r, n¿ttrrralisn:o spinozista dC! ert rrtt,r ,rrttl() dc .juventud,'FlAlderl¡n).Ert rttr ,rrrrtl¡o dc .juventud, Flalderlin).

I-.ac ¡,¡¡¡¡, lrr,rlcs obras de Hegel .oo Zu fenome'norogía del espíritu {1go1), la Logica

llrteetihr¡ y. l',l.ts- dc curso,. publicaron tras la muerte del maestro varios de-rua "uraoaFelE el ltlrrl,' rlt'/,ccctones (especialmente las leccío¡zes sobre la fílosofía de lA Historm\-fg ef lttrrlrr rlt' /.cccíones (eipecialmente las leccíones- _sobre li fttosiiii}"i"-ií¡tiii¡i¡",t¡rf L,r /er,,¡r¡cnolo¡1ía H"gel .e propone, no ya reflexionr, *b." ""1 §átt.", es decir._....t],,, r ,t rc'trt,,ncttorotria.Heger se propone, no ya reflexiona¡ sobre el sollen, es decir,

§l{HrF l, r¡rrc rk'lrc scr, sino cornprcnder lo gue es como es, ya gue todo es necesario.

. ,ál lil ltrttnl,tstt¿tt ABsol-uro DEL r{EGELIAT\irsn¿o.--El idealismo hegeliano es radical. paraEl lc lrle,i rr) r.s un¿r creación su§,jetiva del-sujeto, sino la rnisma "";;iid"J-"bj;ii". ;, ;i§É pr'efier+', et ¡rrirncr y único su;eto. Todo iroierfe d; "ii;,-ilt"-J_-ur,áo r"r.ibi"ecnre. lnc lrrrhrr(i()ncs del espiritu _(y, en coniecuencia, mi propia reflexion).

El rleqru'r'olhr lrr,,tlrüsivo de la Idea inicial hacia el Esniritu rrn;wersal esEEfllE. rñc Ir.rrlrrct()ncs\del esp¡ritu _(y, en consecuencia, ¡hi propia reflexión)....81 rlenru't'olhr ¡rro1;¡\s¡yq de la Idea inicial hacia el Espiritu universal és la propiaHlÉh'tlñ, tlrre.rro. t's sin\ la historia de la creciente plenitúd del Espiritu en el irundoI 14 hirilrlrr rk. l;r cnrcrgieucia del mundo a la conciencia:' Fl Erl'llltu, lrrces¡tntemente, se nieoa. se romDe. se ohietiwa e. r,n m,,..{^ "avia.ia-"I 14 hlrilrlrr rk. l;r cnrcr6feucia del mundo a la conciencia:' Fl Er¡'llttu, lrrces¡tntemente, se niega, se rompe, se obIn( es¡lntemente, se niega, se rompe, se ob¡etiva en un mundo "exterior",pete rlcrrr¡rte n,l',r haccrsc más consciente ante si mismo, para "recobrarse" y, finalmen-[€, ¡crn t,ter'cr',

Hl l,rri r,nvrrs prnr.llc'rrc:¡s DEL cREcrMrENro oer Esplnrru.-El Espiritu no, se desarro-lla *.¡¡t,, rl ¡ri¡u, () cl puro arbitrlo, sluoklce lrrrtlr nr (¡e lr¡r dlcho dcl sistcnra h

ril Fl fl?¡u' o cl- puro _arbitrlo, sluo según leyes conformes con su naturaleza, segúnlqlrrrr (rie h¡r.dlcho dcl sistema hegeliano gue era un panlogismo). pero esta-ló-lrr rle l,r tliirlóctlcir v no ln dc l¡l iderrtldad lo de l¡ nn rnnrili,' ri¿v¡ Ao I^., -^-§h a re l,r rlc l,r tliirlóctlc:r y no ln dc l¿r idcutidad (o de la no coñciliació¡ de los con

Farl+'ql,. ['a rlt¡tléttlt'n es lit ley del desurrotlo i¡ tr¿rvrts cle la caáservación y la superaclón decanservación y la superaclón delas a¡rllrrtnrla¡, qur sc "ri'guelven" cn un tercer t.-iirl" q,i6-fur.rp"rr.'nria ritmo de tres§er+p,tr leel¡-ntrtllc¡l¡-Rlt¡tesls-- cs cl ú¡rlco rnodo de desarrollo, tanto del Ser como clclftH¡atttletrl,r,

- El ecte riltlto t'e¡ttenn et-t todn l¡r rtrrtr¡r¡rlezzt y cu todl lr I'llstorla, es il cAusil cle la tl-§altCa:l r¡rre lrrrprrlra ¡ l¡r lden n l¡nccr¡e l.lsplrliu unlvcrual,

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TflI

386 lilsToRIA DB LAS II)IAS pOLtflCAS

C) INprvlouo v purnro.*Para Hegel eI individuo, o sea el suieto pensante, estáirre¡nediablemente aprisionado entre su sub¡etividad particular, finita, y su deseo deacceder a lo universal. I)esde esta visión individualista, la única solución, es la de Kant:el individuo aspira a un deber'ser, gue, sin embargo,"permanece para é1 inaccesible. Porello la única verdadera solución es la de admitir que el individuo no accede al Espírituuniversal más que a través de la mediación de un todo orgánico, que es un pueblo. "[,amoralidad se realiza y deja de ser tafl sólo un deber-ser, un ideal inaccesible, en un pue.blo y únicamente en un pueblo."

Hegel llama Moralítát al ideal moral al que aspira el individuo, y Síttlichkeit a larealidad vivicnte de las costumbres y de Ias instituciones de un pueblor en un momentodado. La religiOn, por ejemplo, es una de las más elevadas aspiraciones del espiritu deun pueblo (Volksgeist), es un fenómeno supra-individual.

El ptreblo es la única encarnación concteta de Ia ética, Q.uerer buscar en otra parteque no sea el espíritu de un pueblo el fundamento de la ética equivale a perderse enpuras abstracciones. ¿Por qué? Porgue un pueblo es una organización espiritual.

Pero cada pueblo es único, y excluye a las restantes individualidades semejantes a é1.Por esta razón las guerras entre pueblos, en un monlento o en otro, son necesarias. Sonuna condición de la "salud ética de los pueblos". Las gu.erras sacuden la dilución delhombre en el mundo de los intereses y de los conflictos de clase, y dan al puebld suunidad.

Sin ernbargo, las guerras, aunque necesarias, llevan a los puebtros hacia su decaden-cia, incluso a los que logran el triunfo. En efecto, mediante las guerras se construymlos Imperios, demasiado vastos para conservar la unidad, demasiado amenazados de dis-persión intema como para no compensar este riesgo, mediante la pura dominación de laviolencia. Tal fue el destino de Roma. En semejante caso el ciudadano no halla ya enel Estado la mediación hacia lo universal; se reti¡a a su fuero interno, se aleja delEstado.

2. I-a historia uníoersal segú.n Hegel.

A) Le n¡zóN ES LA srrBsrANcIA DE r¡ Hlsronl¡"-Toda la lectura de la Historiauniversal que lleva a cabo Hegel consiste en rnostrar a la Razón interviniendo pro-gesi,vamerrte en los acontecimientos (ningrrno de los cuales es fortuito ni resulta "per-dido": todo es "recuperado" e integrado en una vida del pensamiento"). Si Ia ¿ó'gica de Hegel es "histórica" en cuanto se, dedica a comprerrder la vida del perxamietrto,inve¡sarirente su Hístoúa es una histcda de la Razón. Tal actitud ante la Historia explicatambién la forma, a veces escandalosa, en qce Hegel acogió ciertos acontecimientos desu tiempo. Al ser la Historia universal -conro Hegel se complació muchas veces enafirmar.- "el tribunal supremo', el filósofo se limita d buscar la "taún" de los acon-tecimientos: "Todo lo real es racional".

B) Too¡ r¡ Hlsronr¡ TRAZA EL PRocRESo DE LA LIBERTAD EN LAS coNclENctAs.--¿aHistoria es la historia del Espíritu, o mejor, es ulla re,presentación" del Espíritu quemuestra a los irombres cómo éste se esfuerza en elevarse al conocimiento de lo quees en sí, La Razón, que actúa en la Historia, consigue sus fines mediante r¡na "astucia":utiliza las "pasiones"-de los hombres; éstos siguen su propio, interés y lo realizan; "pero,

al hacerlo, producen algo más, algo que está en lo que hacen, p€ro qy-e no estaba ni ensu conciencia nl en su intención" (introducción a \a Fílosofía de la Hístoria, trad. JoseGaos, pág.70). Este fin le;ano.es la realización y la toma de conciencia de la natura'leza, más peculiar del Espíritu: la libertad.

Este es el motivo oor el que Hegel se interesa poco, en la economía general de laHistoria universal, por los Imperios orientales de la antigüedad y por las tri'bus deAmérica y Africa. f.a conciencia de la libertad sólo floreció en los griegos, que poresta razóá fueron libres. Por ello Hegel sitúa al mundo del pensamiento griego en elcert¡o mismo de su historia de la libertad. Pero el mismo espíritu griego no habÍa alcan,zado arin más que la ado escencia del concepto de la libertad del Espíritu. Es el cris.tianisnio, s<¡bre todo cuando penetró en los pueblos gertnánicos, quien, al destruir la "bella

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3B?rrEFt.nxto¡¡tss soutlP, l,A tttivl)t.tlclÓN

I,tillldud" de. la Ctucl¡d a¡tigu¿r c¡ la quc las eittcgot'iits tlt',lo "privaclo" y lo "público"

sr ltl(,ntlfic¿rb¡n cn l¡ .,rii,,i""n.i,., clcl cir,¿aclan,r, lrii- pcrmiticlo ,rñ tue',o progrcso de la

lrrrt'lcncla de la llbcrtad'

C)Eruspfnlr'uQuEAcTú^enr¡HlsTonIANoESuNESpíRITuINDIVIDIIAL,SINoELÉgr,ln¡L,U DE UN pUEBLO.-En la Historia universai-rro t"n".ou, que habérnoslas con lo

¡ttr(t¡lrrr: el Espirltu ,. ."-irifi*t"-"o lu Ui.totia a-trar'és de loi "todos concretos"' es

;1.,'i;.,";; ür;;"-Iril.-Él E*pirit, de que _aqui se tráta es "el-espíritu nacional", es decir,

cl "tlcsarrollo de un ¡rrincipio envuelto al princi'pio baio la forma de un obscuro deseo'

!, (trc sc manifiesta h*i"';i;";;,;;;-ti""áe. u it"áut-á ser ob'ietivo. Se despliega en la

i.fil'i,r,,,'1"".i*.iá,-1"" urt"l.*üJ'a!!tir* y l.s-acántecimientos" (véase sobre este punto

I liyppolite, Etudes sur Marx et Hegel' pág' 27)'llrt "c,spiritu nacional" particular "" u,, sá. vivá que nace, se desarrolla y muere' En

rrrr rrr.rucnto de la Historiatá"g".prl.lü ru."lrt. ,u "r.u.t^u

en uu pueblo y lo es.piritua-

It¡n. f,c lnsufla entonces la cultu¡a. Esta cultura riacional se imponá como realidad obje-

flvn ¡r los individuos de esa naciónSlrr cmbargo' Hegel no adopta-hasta sus.,últimas consecuencias la tesis de la escuela

l¡lqtrl¡lc¡r alemana. Sup"61.t"-ártudio de la "contáÁpiación".,del Espiritu en ufl "espíritu

r¡ur i,¡ri¡r1". En ese estadio, dice Hegel, "el espiritu--ná.i.*t" reprásenta, en efecto' "el

,r,rt)t() más elevado q"""'.ifi;pil,;t," táiJ"'¿" sí mismo", pero e§te nivel está destina-

;i;;;"; ;;b;";;d". Él-f.pi.iír, á" "i".t", ".tiene lo que qniere"' Su actividad no es va

e¡l¡rrr¡l.rrl¡r, "su alma ".pi"l"ái-iá nL es activa". No es ya lá ¡uventud de un pueblo; "tr-as

la r¡,rltz¡rción sobreviene "ii?¡i,.;; i;;ii;.:. É. "f á,íÁ"rto d" 1, nulidad politica v del

lr-rll,r".l()rré ocurrirá entonces? El espíritu nacional nlucre' pero 1o que. representaba'. su

rur,l,'r¡,i,,, "rl.t"¡il'ri.' ,á pr"a"'r1á.ir totalmettte, se al-:iira camino hasta un principio

*rñr elrvndo qu" ." "n.u.rraá

en otro espiritu ,rácional. ''Ura pueblo. domina en la his-

torL: rlrl rnundo en u"" ipJ."¡"i.""*J. -y cada pueblo, no puede hacer época más

rlun rrr,r vcz.,." (Filosofía del Derecho) 'iil lrlcrr Hegel afirmol ""p*ürr,."á

enL su- lección inaugural_en,la.Lrniversidad de

H¡rttrr, l.r, coincidencia nl.tiri*'"ri*'""f nttáá" p;;.;; y"el Estado ideal v racional

sl r¡rre r'rcluce su filo..rfiu'á"i O.r*f- l-¿" l."iii.tü.ir.'r;;-;ii;it'á ('q'"'sepamos)

nrre rl rrr¡e¡lo qu" t,i.i""I'¿J*""*'.t"tiá*p" -iu"t,

"l puebto- ge.rmánico' No por ello

#i" ,i,';::;";;.i;;;;]'á" toáo" sus escritos posteriores al'periodo de |ena, se induce que

cl ¡,rrrl,¡r ¡rlcrnán, ", .¿.ü;;; ;;; ;;; ir.. 'd" -tlu

fresca ¡uven-trd" de un pueblo

ele¡¡tr¡r ¡xrr cl Espíritu, ;;;;;;.;* de la Histária, para da.sá, a través de é1. el más

Élp*n,l,r..,t.e,pto ¿".i -i.niá. ili;i.;" se adivina la uiilizacion que los apolooistas de la

sra,,t.i, ,lcmana ¿r*"i"'""r'p;;i;d. ";i;;;'.d;; ;;;;-hacer de iextoi como el

HHF rr,,rlr¡rros de citar: ;1";"ñ;-il;ificacion de la líbertad del bien v del mal' en pro-

',6, f ¡,r rlr I Itrrcnuollc."'tr,,-l;, t,Lrtoriu itr ".to.

sucesivos imperialismos (S.penlé), uq pueblo encargado de una

*i.ioll 'i,r_iáiiá'r"ü;; -Jñin" y tá aventura á"i B'p¡.it, (que no puede encontrar

E* (d.rrr(, nr¿s que . "r=i¿I'á""iá

íiáü".i"i.- p"t-"." l* demáí pueblos carecen frer¡te

a et ¡le tlrrcchos (rectrtliil',"y;q* i;;;;;Éitt; son indivlduos (los únicos que ptleden

il,,", ,f .,:", i,nrj . ir.ro la 'miíma'violerrcia que este .pueblo dcspliega le conducirá a su

l,i;,,,'t,;',,';;'""g.td.át¿-ia detención de '" progréso',,de d9n!1 provendrá' a su vez'

crr rlr, ¡¡lerr.t¡r. De esta f#; ;;ü;;lJi"ra tiuigudo", pero en el,tribunal de 1a His-

lHttrr lltvers¡rl, a su h;"!:.runáo su dcstino'le'háVu .,,.plido (die Weltgeschichte

;;; ';r;"ir;.i;;'t"rirti, lu fri'io']u-u"i".'.ui .. el tribunal su,prámo). De aqtrí deriva, en

FHtuFr urr¡r l¡t, lir justificación de la guerra entre los pueblos'

á, ln ttkteotia d'el Esrado.

Le tr¡rcliclón ha popularizado, sobre todo en Francia, la idea de un

Hd;i liirtl'ñ.rJ.. y ieárico del absolutismo prusiang'.d:. l'] Hegel apolo-

ii.ü-'.fl i.r-"-J*".f,1" ,Usolutos del Estado frente al i,dividuo' Casi se lc

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[TI"

s88I'IISTOIIIA DE I-AS ¡DEAS POI.ÍTICAS

lt""t¿: considerar responsabre der autoritarismo aremán der período bisrnar-

Pero esto es una simp,rificación contra Ia gue ya Marx protestó. En nues-tros días, primero |ean Hypp.orite y lu;g;,-sobre todo- Eric weir, éste deforma mucho más apasionáda, r,ár, r"!tuurüJ.-"i ""rarr"io perrsa-i"ntode regel. Aunque, eÁ efecto,.prr"." q* H";;1, ..b;"'t.j"1"'r., años lglg-1830' crevó enconrrar en el,Fsta.do prurirrrá i" .r-ir"áp"l¡na encarnaciónhistórica d" s, teoría der Estado-;;á;r"o,,o parece, sin embargo, quequepa reprocharle er haber sostenido sue ese E.tuá".*.r"to ru"rulá ;ü;;organización política posible.

A) La n¡rr¡¡cróN ne Hrcrl EN su rroeÍe orr Esra»o.-Hegel toma,en el fondo, el camino inverso de ros ;firosofos' der sigro xvrrr y d¿ ros ,,fa_

bricantes de constituciones" d;l" ñ""orucion frun.esá, qrl'i."r" buscaronla "piedra filosofal dg la poliuc;;; t;;; tanto se obstina¡on en decir cuálera. el mejo¡ Estado. para'Heger, uí.",,todo i; ;;" ;;i;; rlna c¡eación his_

;"J[f;.Í,1"fspíritu' en Io que á" t'uv v'' v sie*pre, razdn,;iliJil; il;;

De creer a los teóricos del "buen Estado", .parecería ',que no habríaexistido todavía en el mundo Estado o ClnstituciOn de Estadá; que se debecomenzar ahora oor el comienzo'; lprefucio d" lu-F,.¡o;-."¡;áel Derecho).Para Hegel ésta es una idea furru.'§-". pos_ibre bu..u, io que podría serel Estado, es porque er Esrado ""irt" ñIüri" u¡.qr"¿" #armente cien-tífica del "buen" Estado sóro puede ."í,_ po, consiguiente, Ia teoria de Iaracionalidad del Estado que

"si se trara de co*prená;;i;-;;; es er Esradoy lo que será.

En el-prefacio a su. Firosofía der Derecho Hegel puso a sus lectores enguardia. La filosofia llega siempre demasia.d" t;J; Gr;;;;r"gar recerassobre cómo debe ser,el,áundo, tq+ei";+ Io que;; ;;^; iro,,"nto ..en elque una forma de vida..ha envejecido". "cuu"aíi"Il.rtrr.'páta gris sobregris una forma de vida ha eníeiecido, v no ." de¡u

""¡.rrrJrr".", con ello;se deja sólo conocer. La rechuzu'¿" n¿iá"*. ,ór;-;;p;;;U^r, vuero a racaída de la noche."ciertamente, tal Estado concreto y particurar puede ser maro, pero ratarea del pensamiento- es tratar d" .á*pr"r¿". d qr" iJ pisitirro existehit et nunc en el Estado actualmente y cáncretamente malo.

- B)-

_ La "LTBERTAD coNCRErA".-La equivocación de Ka,t y de los filó_sofos liberales es, a juicio de.Heger, EÉ;;;;;;tJ;;;'ío"dr" voruntaddel sujeto.pensante éolo ;n abstrácrc. pr"; H;;;i,-J,l".#tad ribre ensí, es 1o arbitrario. La voluntad libre sólo puede ,"Júr"."r." Já-p"errdr"rdoque no es una pura negatividad-; que buséa_ y_ ha buscado .i"*pre la 1.bá_tad en una orsanización ¡acio¡ral y universur i" lu .ni.*;: p;;;""riguiente,

la politica es la ciencia de la réarización rri.io¡.r-á"-i" i¡L""r¿ en susencarnaciones sucesivas_y progresivas, a través d" *"diu.itr*s concretas(familia, corporaciones, ,nÁtáao[. El hombre gue quiere actuar en Ia realidaddel mundo, no puede basarse excrusivamert" ".,

lá .orui..¡o, e-spontánea de

irlllt,flxloNtls s()Nlt1 l,A tutvot,tt¡:tfi¡l

su cunt'['nci¡r rnornl indiviclual, Por una parre, ha de someterse a las leyesrl''l rrrrrrrtlo olrjetlvo qrre existe fucra de él; por otra, en tanto que ser racio-l.rl, est¿'r llamaclo a sobrepasar su particularidad para acceder á la conside-i'at'lórr dc lo rrniversal.

l)¡rrn le.suurir: la "libertad concreta" postula la conciliación de dos ten-rlelrciirs (o, si se prefiere, de dos necesidades) de las personas individuales:

lir persona individual, inmersa en sus intereses particulares (que noq.rr t'xt'lusivamente materiales), encuentra o desea encontrar su desárrollolrrl ¡rl crr lns csferas "privadas" constituidas,por la familia y por la sociedadr lvll;

¡rcro esta misma perfona individual reconoce, gracias a su razón, guerlrlrr rrrhlcpasar su particularidad y que no puede reálizarla finalmente másrlur rn cl interés universal.

l)r lir tensión entre estas dos exigencias dimanal

. (Ilc Io unive¡saI no podría tener valor y no podría ser realizado sinr¡rr,. l,r irrrlividual ¡eciba también satisfacción;

r¡rrt: lo universal no podría ser alcanzado por la simple yuxtaposiciónl, t,t'\istcncia de voluntades subjetivas y de intereses porticulares.

. .Alr.r'ir [r_ien, ¿cuál es el instrumento de esta conciLiación? según Hegel,el lir,t,rrkr. Lo repitió en varias ocasiones: "El Estado es la es'fera de"larrrrrr lll;rr'irin de lo universal y lo particular", "el Estado es la realidad( 11' h hl¡'' hh'cít) de \a libertad concreta".

( i) "lir. Esleoo ES LA,AStucra';.-Según Hegel, la antinomia entre lalilrert,rrl irrtr:rior del sujeto y el orden ob;eiivo de ia comunidad organlzaJá.1, r\¡rtiir cn la "bella vida pública" de la antigüedad griega. El iádividuoli. lrrrlri¡r irclcluirido aún su libertad interior y noie perr.iba á sí mismo comoal¡srrltrto, Lrr conciliaclón de lo "privado" y de lo "'p,úblico" era inmediataicl lrrrltvitlrro no tenía más que uáa voluntad general.

l'11 rrrr¡rr<lo moderno ya nunca será así. Como consecuencia del cristia-rlcrrrrr, l,r rt'li¡1ión no es ya la religión de un pueblo particular, sino la reli-Elñr r.l.l.t's¡ri'itu \niversal; la riqueza de las ciudades ha dado cuerpo a una¡lr lrrl,rrl t ivil que §q:ara fuertemente al individuo de Ia comunidad. En ade-lnrrtr eristc una oposición entre el individuo y la colectividad organizada,tlilE FÉ f rrllt's(rra al individuo como poder exterior y f.uerua constriciora.. ll..t',r csl;r oposición es un momento que debe ser superado, ¿Cómo? Me-

rli,urfe r¡rr irrtificio, o rrediante 1o que Hegel denomiia una';astucia". ElHatrrth¡ uroclclno es qrrien pone en prácti.u ésa astucia. En efecto, el Estadottqrt rlr .s¿r irstucia en la meclida en que se sirve de la libertad "privada" de-irtrlrr rr los. honrbres, p¿rla conducirles a reconocer el carácter superior de su¡,ur,lel y t'l car'írctcl razonable cle su ley. EI Estado es, pues, eja mediación+¡ue tlrrrrsf«rlnr¡r la "ctrltura" del uulgus (sirnple agregado de personas pri-verlee) ¡rrr'ir cclrrclucirlo:r pcnsarse como populus, és decir, corno una u"idu-rlc'r'R trurrrnicl¿rd lilrrc clc honrbrcs que han conrprendido que el Estado, man-lrrlll.lttrl{)Hr ¡r«rt'ctteirttit clc los itttercscs privados, eDcarna ese universal alrttsl elkrs ¡nis¡rros se han elevac{o,

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319_III§TORIA DE LAS IDEAS POLÍTICAS

. . PoI consig-uiente, Hegel concruye gue sólo existe libertad en er Estadosi las dos condiciones sigJientes se áncuentran realizadas:- a) si el ciudadano razonabre puede encontrar

"rri n satisfaccion deIos deseos -y de los intereses razoiabres ar", áJ"rri; ;; ser pensanre,puede justificar ante sí mismo.

.b) si las leyes del Estado pueden ser reconocidas como iustas porquienes han renunciado a vivir s"g,i' s.u instinto natural i"*"Jiatá [o;"ñ;su arbitrio) y han com,pre.ndido qüe el homb"" ".iu"J-nt-", ,"ur*"rit" rit"",y gue sólo el ser razonable y uníversal puede serlo.

.. -D) -Lo oue rs el Esreoo "DEL ,ENSAMTENT." EN re Époce ACTLtirL.-Si. bien l{ps_4, en el cuadro que t uii de lo. *".u"ir;;.-; del funciona_miento del Estado moderno, tiene en consideracián,

"" "l-rágr"do términode su.pe-nsamiento, al Estado de prusia i" Jai"rr;",^tr-p"1, se limita adescribirlo tal y como realmente era.

Por Io demás, su objetivo no es éste. Tratatan só,ro de mostrar aquelroen Io que el Estado gue describe es una organízacíón racionar de la libertad(per-o ulqorganización que es histórica y que no es eterná).La "constitución" de este Estado saordena de tal foráa que en ella se

:lj::,L,j"? jr;¡ rydere¡: tos Estados (S.tánd.e), que detentaí et p"¿"i: l"_grstatlvo; los tuncionarios, que ejercen el poder administrativo; el principe,gue_tiene el poder de poner fin a las deliberacion"r, ¡;;;d;;i".1." El monarca hereditario encarna ra continuidad der Esiado; p,ero, aligual que-los otros dos poderes, representa lo universal, Á-¿*ir, iJ qr;;ic_onjunto de los ciudadanos comprenden como su interés común, E¡""ürrráfunción que corresponde a un áomento de Ia vida J;i E.tu};, ar momentoen el gue, tras Ias deliberaciones de los Estados y las decisiones o proyectosde Ios f 'ncionarios, hay gue zanjar la cuestión áediante u,

"i o un no.

?: El pueblo está'representádo en los Esrados (q;; h;.;; Ias veces deParlamento), no en virtud de,una representación de individuos, sino en vir-tudde una representación de los intereses. No e*iite-el"c.ioi-r"ái"".tu.. No se pide a esta representación del pueblo el tomar las iniciativas, sinogl *. un- puente, entre el .Estado, poder siempre parcialmenie exterior alos individugs,. y.Ia.sociedad civil. permite, a la iez,;;rd;l;s individuosoe ra soclectacl civil gue sus intereses no son descuidados por la Adnrinis_

lt:r.I"_rl"l_or_el .príncipe, y garantizar que los funcionario's no ejercen supooer de lorma ciega.3.". sin embargo, el .funcionario es quien ejerce, dentro del Estado, laautoridad,p.rilcipa.l y guign mejor expresa la áisión del Estado. Sñ;;;y dueño del Estado, en él se realiza lo universar. En primer lugar, porgue

es imparcial y desinteresado; Juego, porque su función óonsiste precisamenteen ejercer diariamente el Poder,-preparándo continuamente los'actos de al_canc.e universal y aplicando constantemente las reglas g"n"rJ". a los casosparticulares. Los ciudadaaos comprenden

.g.ue. lg".o*fr"t"*ir-y ü;;;;:cialidad de los funcionarios realiz'an la uniáad de la socieduJ é" h .o'*,r_nidad organizada,

¿Equivale esto a decir que el Estado ha ilegado, de esta forma, a disol_

IlrFl,¡!xtoNrl§ §otlRIt t,A n¡lvo¡,uclóN 301

ve-r'ee en la sociedad, o, inversamente, que la sociedad esté totalmente iden-tillcnda con el Estado? No; entre ellos iay sólo una mediación.

A pesar de los esfue.rzos desplegados por Eric weir para demostrar que"la .teoria hegeliana del Estado

"J correita, ya gue unáriru correctamente

el Estado real de su época_y de la nuestra" (op.'cit,, pág. Zl), las ferocescrltlcas.dirigidas por Karl Marx a esta teoría s-on basianie ¡ustificadas. Enle¡rlidad, I1"g4 en ningún momento demostró que el Estado concilie real-ruente, en la constituc-ión que- esboza, lo que, según sus propias tesis, de-he¡'ía conciliar. El problemá de la conciliation eñtre la lite¡iad individualy kr unidad de la voluntad. general no es resuelto, en forma alguna, por larrrorrarquía constitucional, las dos Cámaras corporativas y lj burocracia.lltgel demostró, todo lo más, que no existe orgánización racional a menost¡rrc esta conciliación se realice; pero cuando qq* " la descripción de lo queexlste, no hace más que yuxtaponer a un próblema ló,gico la descripción derun Llstado histórico, sin demosi"ar en absoiuto que

"r, ál

"ri¿ lá solución. En

srrrrn,.esguiva la dificultad pretendiendo que en todo sistema político exis-tr.rr(c hay razón y libertad concreta.

ll) L¡s n¡surlcrENcrAs n¡r Esrano.-Este Estado ,,del pensamiento',no..t's la. irltima palabra del Espíritu, ni tampoco la "'reconciliáción definiti-va" rlcl homb¡e consigo mismo.'Nuevas transiormaciones se ,preparan. La viaHrfllt(. slendo tragtca.

lirr tres circunstancias, al menos, revela el Estado sus insuficiencias.ll,sios tres "momentos" son:

" las relaciones de los Estados en la vida internacional;' las crisis interiores que justifican la tiranía de los "grandes hom-

lrrer" y de los "héroes ;

- la constitución, en el seno de la sociedad civil, de una clase explo-larlir t¡ue, teniendo conciencia d" ñq participar ni en la sociedad ni ei elllet¡rclo, trabaja por la desrrucción d\te ¡líimo.

I ," Los Estados en la uida internacional.-En el plano interno. lo quer'a¡'¿rctcriza al Estado es que las relaciones entre las iersonas individuáesEe errcuentran, en adelante, mediatizadas por las.leyás del Estado.,En el¡rlarr«r de las relaciones entrg Fstados, por el cont¡a'"io,

"o "r¡.t" ningunattrerli¿rción ni ninguna autoridad superior que trascienda sus voluntades"sub_,r'liv¿ls,

¿liquivale esto a decir que la violencia y el estado de naturaleza son Iatittic. regla de las relaciones entre Estadosí ciertam"rrte q,re rro. Los Esta-rl.H sc reconocen mutuamente como independient"r, lo q*-i-pii.u para ellostttro.'r ciertos deberes morales. Los tratados deben .". ot."r.vádos, ios emba_jnrlorcs deben ser respetados, etc.

, I)cro,.según Hegel, no se trata más gue de un so//en. En otros términos,I.r'r Estados se encuentran en la misma situación que los individuos antesrlc l¿r constitución del Estado. La voluntad libre ás capaz d,e conocer surleber moral; p"ro, como ninguna norma o autoridad .rp."*u--t"-"Ufli"crrncretantente a conformarse con este imperativo moral, puede ajustarse"a

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392 HISTORIA DE LAS ¡DEAS POLÍTICAS

l

él o transgredirlo. El deber sigue siendo el deber, y la acción sigue siendoIa acción.

como escribe Eric'w_eil: "Hegel no dice que este estado de cosas seaperfecto, nj asume su defensa; cohstata q coÁprende,, (op, cit,, pág. ZZ).¿Hay, pues,. que rendir homenaje a HegÉt?_A'd".i.

""iiá¿, ;...'*ütá,

ícomprender" está aquí al alcance de todás. La crítica (con frecuencia llená{e Resada ironía) que realiza Hegel de Kant, no es en uurotut" pertinente.Es verdad gue un "Proyecto d3 oaz perpetua'' se queda en proyectoi ¿perosignifica

":1," g,ig su auior no "cónstátó; ni "compre,dio" lJ qr" es?

-'En Ia filosofía de la Historia de Hegel las guerras están destinadas a

impedir que los pueblos lleguen ,_ r", "r.iurros

dé la "i¿"-

Bf Erpi"itu áu ráguerra a los pueblos para hacerles sentir gue su verdadero dueño es Iamuerte: los pueblos.gue tienen miedo de la muerte y que prefieren intere-s.arse por su "ser-ahí", se convierten en esclavos y pieídén ., irrd"p"rrd"rr"iá."De esta forma, la agitación de los vientos pr"."*á u lu, ug.r; j;6;l;;;;de pudrirse."

si queremos limitarnos a comprender" el pensamiento de Hegel, estanecesidad espiritual de las guerr"r prr. "r"rri"diar" la tendencia' J" io,.Estados a encerrarse en su individualidad se deduce perfectamente de lospostulados de la "filosofia del Espíritu", En efecto, para I{egel el Espíriiuno actúa en el mundo de manera idealista ni moial, si,o con viollncia(cf. E. Weil, op. cit., pág. T9).

2f pt pape-t le to_s "grandes hombtes" g de los,,héroes,,.-Antes degue se funde el Estado, ó cuando sobrevien? una crisis profunda q;; i;de.struye, _tan sólo existe el estado de naturale za, es clecii, 1a anarguia yarbitrariedad de las voluntades individuales. Nacla. existe entonces: ni vir-tud individual, ni sistema moral colectivo (sítttichiei,t¡. Es el mundo dela negatividad absoluta; 1o universal no está en ninguná pare. Ahora bien,es necesario (para el Espíritu ) que el Estado se fundé o se restaure.

Entonces es cuando el Espíritu acfira mediarrte la astucia y se sírve delos grandes hombres y-de los-héroes. Lltrliza sus pasione. y., sed de do-minación: no son sino los instrumentos inconscienies del Eépíritu. En estosmomenos no hay derecho que valga frente a los derechos del héroe, pueséste, al ejerce-r aparentemente st plra voluntad individual, eierce, en rlali-dad, el derecho absoluto de la Idea a realizarse en instituciones comunesconcretas. Por esta razón los pueblos siguen a los grand"s ho*bre. y sealínean bajo su estandarte.

Más tarde, cuando el Estado ha sido f,ndado o restaurado (pero reno-vado), la tiranía del gran hombre se convierte en inritil. Una solá virtud esnecesaria entonces en ei Estado: la del ciudadano y del hombre honrado.La tiranía es abatida, y el "héroe", expulsado: cl estado de naturaleza dejas-u lugara-un estado de razón, y la voluntad general rei»a gracias a la -á-diación del Estado.

3." La socíedad cíuil recrea un estado de insatisfacción que niega alEstado,-Alexandre Kojéve ha dcmostrado con acierto que toda lu í"áriádel .Estadg,.de Hegel descansa sobre dos nocio,es: satisiacción y recono-cimiento, El Estado existe cuando, en el seno de la colectividad, cada c¡u-

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ltirrf.lixtoNtls SODnll l,A nnvot,t¡ctÓN 308

tl¡rdano encuentra satisfacción de los intereses que reconoce como razonables;v cada cual reconoce al Estado al reconocer su voluntad personal raZo-

í,,Lrt" "n

la voluntad qeneral expresada por los órganos del Estado' L9 que

i'qri"ri" á postular qré, "r,

la reáüdad, lá separación entre ese universal pen-

*,ido y el estado de ia sociedad no sea demasiado flagrante' .

Bá f AOS Hegel leyó La ríqueza de las naciones, de Adam Smith (gue

¡rc¿rbaba de ser táduciáo al aleáan); más tarde leerá a Ricardo y a |.-8. Say.

l.ir preocupación por ese mundo económico_ imprimirá progresivamente su

lrtleila en sus riltlÁas obras. Hegel cornprende perfectamelte, muchas veces

tlc manera profética, las transfolmacioáes que la sociedad liberal burguesanporta.' Heoel adopta parcialmente lo esencial del credo liberal. Sin embargo,

rro se áetien" uh¡.'M"diante el trabaio, el hombre escapa a la nattraleza,y¡l que actúa sobre ella. Pero Hegel-observa cómo la división del trabajo

irndu." un trabajo parcelario y mécanizado: el trab-aio del hombre se hace

ihstracto, lus opáru.iones se Éacen formales, y_ el hombre sufre así la es-

;:i;r;it,rJ-á" un irabr¡o gue 1o des-espiritualiza.'Las variaciones del mercádo

y lrrs desapariciones i" á-p.".ut dejan al trabajador cAda vez más expuesto

á l.» p"lii.os de la vida Lconómica: una clase se encLlentra condenada arrrtn pobreZa creciente de la que no ,puede salir.

De esta forma la sociedád civii ha vuelto a un estado seudonatural,vkrlcnto y dividido. EI "populacho" se encuentra en estado de revuelta, se

Eepara: ée niega u ,".orrt"ér a una socieda{gue- n9 le # y" satisfacción.t,ris «los rrpu"Jtos que permiten "pensar" el Estad-o falta4.

l.ll Estádo deberia reconciliar'a la sociedad (Hegel {uelve a encontrarer¡rrf cl Sotlen). Pero sería necesario gue el populacho se'reconociera en é1.

Aft,rr,t bien, no se reconoce y'niega su universalidad; en efecto, en la me-

rlltl¡r en que el Estado ha róconoéido una cierta autonomía a la esfera de

los lntereses privados, la sociedad civil, desarrollando lógi:amente sus me,c*lrlsnros natúrales, ha llegado a la situación ,presente. El Estado no es ya,

¡tera cl populacho, el "todo" del pueblo. Desde ese momento existe_un_par-

il.lu ,',, ll ,Ertudo. Ahora bien, cómo Ia teoría del Estado, según Hegel, no

¡¡rp.rtir la noción de "partido" (es antinómica de lo universll), ese partido¡ci sólt¡ no está dentro del Estado, sino que está contra el Estado. Si estepartkkr se constituye y se desarrolla, otros partidos se alzarán frente a é1,

y lrecesoriamente frente al Estado.Iti¡tonces? Entonces Hegel no concluye. "Una forma del Espíritu ha

errve¡r.cido..." La Historia c-ontinúa... Este Estado concreto ha vivido ytleulp,rrccerá, por violencia, por guerra, por la acción de un. gran hombre(llericl no pieása que el heróe pueda ser un ser colectivo: el proletariado,

¡r,,r'.¡",rpló). Pero ha sido la verdad de su época, y contenía una positivi-,ln.l q,'e'sera recogida y superada en la nueva forma gue se dará el Es'

¡rllltrr, * * *

A ¡lesar clc los honores de que se le- rodeó en sus últimos años, a pesar

tlel éxíto inmenso de qtle qozó su filosofia entre el público intelectual alemán

a partlr de 1E20, I-lejel ápenas tuvo discípulos perfectamente fleles. En gu

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394 HISTORIA DE LAS TDEAS POLÍT¡CAS

ii

liii

I

l

sistema había equívocos y, sobre todo, una ambivalencia gue conduio a suposteridad intelectual a dividirse en varias corrientes. En el plano religiosose ha utilizado el hegelianismo para justificar, bien un racionalismo deístao humanista, bierr una teología cristiana. .En el plano político veremos másadelante (cap. XIII) cómo de Hegel derivó, a la vez, una corriente conser-vadora y una corriente de "izguierda". De esta última nacerá el marxismo.

BIBLIOGRAFIASobre el coniunto de las cuestiones abordadas en este capítulo: Jacques GoDEcHor,

Le grande nation (op, cif., en el capítulo precedente). Del mismo autor: La contre-réoolu'tion, Doctilna g: acción (17S9-1801i, P. U. F., 1961,427 págs. (estudio muy impo,rtante).

I. Le covrReRREVoLucróN.

1. [,a mayoria de las obras de Bunxe fueron traducidas al francés en la ápoca desu publicación y no han vuelto a ser reeditadas desde esa fecha, salvo las Réf/erionssut la ftévolutíon ftanEaise. La traducción de las Réf/e.¡ions más cornoda es la de ]acquesD'Awcrsr¡N, NouveJle Librairie Nationale, 1912, xwut:418 págs, En inglés hay que se-ñalar la edigión de las Ref/e.rrones realizada por Thomas H, D. Mer¡oNnv, Nueva York,The Liberal Arts Press, 1955, xt-w-307 págs. (con una bibliografía muy precisa). Paratener una visión más cornrpleta del pensamiento de Burke, con demasiada frecuenciajuz,gado tan sólo por sus Rdlexiones sob¡e la Reuolución trancesa, consúltese la exce-lente edicion de Textos escogídos de Ross ). F. Hbnrnrlw y Paul Levecx, Burlee's Politícs,Selected n»titittgs on Retorm, peuolution and Wat, Nueva York, A. A. Knopf, 1949,xJoryu-536 págs. La mejor biografía de B¡.rrke es la de sir Philip MacNus, Edmund. Burke,a liie, f-ondres, Murray, 1939, xtu-367 págs.

[En castellano: Edmund Bun,rp, Retlexiones sobrc la freuolucíón irancesa, trad. yprólogo de Enrique Tierno Galván, Madrid, Instituto de Estudios Políticos, 1954, 588 pa-ginas: Texúos escogidos, trad. de )ose Carner. Me;ico, Fondo de Cultura Económica.]-

Estudios sobre el pensamiento de Burke: Alfred Coss¡N, Edmund Eurlce and thercoolt against the eighteerúh Cenfurg, Nueva York, Macmillan, 1929, 28A págs. fohnM¡c Cur.¡u, The political phílo'sophg of Burke, Londres, E. Arnold, 1913, 278 págs. AnnieM, OssonN, .Qorrsseau and Bur,ke: a studg of the idea of libeúg ín eighteenth centurgpolitica thoughf, Londres, Oxford, U. P., 1940, xr-272 figs. (Burke deaunció a Rousseaucomo un falso profeta, pero los principios dirigentes de su política no son muy diferentes de los de Rousseau). Stephan S,«¡rweIr, Edmund Builce und Frankrcich, C-olonia,'Westdeutscher Verlag, 1956, 75 págs. Charles PARKIN, The moral basis of Builce's potiticalthought, Cambridge U, P,, 1957, 1'15 págs. Francis P. Gluevau, The polittcal teason otEdmund Burke, Duke, U. P., 1960, xvt-222 .oágs. Carl. B' BoNr, Burlce and tlrc natutalof politics Kentucky Pless, 1957-1964'

2. Han sido publicados trozos escogidos de Rtv¡nor por V-.H. Drntooun, Grasset,1956, 244 págs. Ver también RIvlnor, lournal pólitíque national et autres tdctes, pre'sentado por Willy'de SprrNs, Union Générale d'Editions, l9@, 309 págs', André T¡tr'¡¡rnpublicó en 1946, en la colección "Le cri de la France", rJttiles trozos esc_ogidos _de.Ie's'gnostíques

de [a Réoolution (un tomo sobre Saínt-Maúin, un tomo sobre Faáre d'Ot¡uet,Louis-Claude de S¡l¡¡r-M¡nrtN' ,non poúrait historique et philosophíque (1789-1803), pu-blicado por Robert Auenou, Julliard, 1961, 472 págs. León CErurn ha dedicado su te-sis a Fábre d'Olivet. Sobre el misticismo y el iluminismo en Joseph de Maistre véase ellibro de Emile D,rnr"lrNcrIEM, loseph de Maístre, mgstíque. Ses rapporls avec le natti'nisme, l'illuminisme et ia francmagonerie, L'influence des doctrines mgstiques el occultessur sa pensée religieuse, La Colombe, 1946, 301 págs. Auguste VI¡rn, les so¿rrces oc-

cultes ciu romantiime (177A-1E20), champion, 1928,2 vols. Para la bibliografia generalsobre Joseph de Maistro véanse más adelante, pá9, 453.

II. FtrosorÍe Y PoLÍrICA EN ALEMANIA.

Obras generales ya citadas en la_bibliografia general relativa al siglo xvur: [évy-Bruhl, Speulé, Basch, Brunschwig, Minder, Cassirer, Meinecke, etc. Emile BnÉsren,

I

I

I

800¡r¡iFLtlxroNlts soltlltt LA lrttvo¡.ttctóru

lllslolta clc la philosophie allemande,3.l qd.puesta al día qor P' Rlcosun' p¿¡ls' Vrln''Á;i,'i.di-etgs. (insi.ü en Kant y el idealismo postkantiano)'

Kunt,,'l't'xtoe de Kant de carácter político.

l, Obra directamente politica: Progecto de paz perpetua (1795) [versión española

r ll,ul¡r cn Ia bibliografía det cap. IX].' ), Ob.o" gue

"tratan a" páiiti.u"u partir de la moral v del derecho:

nl Sobre el luoat comúi, "ro pu"á. ser justo en ftoíía, peto nada'vale en Ia pcác'

,,,,"1r2ü]l'1"il"'iffi; j; t;;;J; ír't"i'»"'t" relación de lá teoría y la nráctica en el

rlr¡,cr.lrr¡ público: .ont.u Ho'bÚ"s", y ter-cera .pr.tJ,-::ó" ;';"ü.ió; á" lá t"oria y .la,iii,ti.,, in el derecho ¿e g*t"r, coít.a Mendálsohn", trad' francesa ds §leruN en apÉn-

lii;;';'il';'*Ji";;1. ciittca de ta razón ptáctica (vrin)'""],i' 'r"'rrfrlii. ái-úi'i}stumbres, primera p*tl,

-tó".trina del Derecho" (179)'

[Ver¡lón castellana en: Óútíca de la tázón práétíca, Crítica de.l luicio'-Fundamentación,i, ir"ii"rrii";-;-d"-l;' lá't'i^alit,-1rád. d""Muo""i Garc¡a Mbrlnte' Buenos Aires' El

Alette,r, 1951, 544 Págs.l.'- i, 'Olr.o" g,re iraán- de la política g partir de la filosofía de la Historia.

,lixtrs los opúsculos ;;;dáil; §tápf,án" nour,rre baio el título:. Kant: la philo'

Lttt'lttr tlc l'histoire. A"b;, 1é4i,%gláit., *bre todo: Idea de una hístoria uniue¡sal

:i;,:i': ,.'i"n,:;;:'ái",¡#ii,h.iii¡i"-ozp\li-ii¿ii"",tu " la cuestión: iQu!-sen "tas tuces"?

iiznll,'ri,,;"iiá "ouru í;;;i;;;"; d"- tu i*ior¡u de ra.humanídná 1t290¡, EI conttícto

'ii"t,,lr' i,;,-,r,1íiiái" (r7gq:"2i"':;;iá". -t_e"

casrellano: Fitoso[ia de Ia Histotia, prólogo

irii,,i,,,.io" a" Éug.rriá'IÁur, ¡rfiii.",'¡1 Colegio de Mé¡ico, 1.941,.147 páss.l,1, ()l¡ras en las que se encuentran interesa_ntes alusioáes sobre la politica,y]:,frt1:

¡atrr' ,f"'i"-ilÁiÁá.'Crali" del iuícío (metodología) [véase supra trad, castellanal; r'a

¡állgh"t¡ it,ntro de los límites de la mera rq¿Ón'

hitl tttlltts sobre K¿rltt.

llr,r l,tr,"ra introducción general: Georges P+scel, La.pensée de¡Kant' BIdas' -2: e$',,,,,,,'iil;2,'ZóO pag.. S.U'Jfá-p.ilti.á di Kant, dós obias impoy'tantes:- La philosoplúe

¡,,tt,¡¡,¡rt,. tt¡ K:tnr, l,n. t-.i. ü¿tii, rr, Ruvssr,Ñ, M. VIrlr:v, ilq,.P.ll' F" 1962' 1S8

',,,,u,,,i,',, , t;"oréá.'v.oérát,'Lá pensee polítiquc rle Kant, P' U'lF- 1962' xx-59t págs'

iirti,,,r,,' .1" l'i"r,l" H^.tti.i ,-7, gu"uu "t la paix en Kant, Revue Frangaise de science

llultlt'lr(', scptiembre 196'1 .

l/,rr lnglés: capitulo d" v¡¡.¡corox, en s,Ú¡¡dies in the histotg... (op'cüÚ'l; Ernst c¡s-§rrpr¡, /irrr¡ssea u, Kant, G.";i;-fri;¿"t"" Ú. p. igls, x'98 págs'; C' J' Fnreomcr' In'

ri,rf ,,,, r.i" a TÁe plúlosophc of Kanú (Modern t'ihrarv)' 't¡,r¡ ,rtcmán: Kurt Bonl#í rtr;;;L'-i;1.¡¡iii,' I*ip'isr¡'-Meiner' 1928' utt'248 páginas'

l,urrl Nn..onp, Kant ¡;bet ft'r'ii""ii fi¡"aen, E laoéetiWeltkreis-Vetllg, 16 págs'; Otto-

ltr,rrrrl,h voN DER cnutu*irl",fái1 iii1i1;;n" Phílosophie urú die Weltpoliti* unsetet

r;,,r",'ii"ain, Colloquium Verlag, 1956'.24.?ágs'lllt.rre H¡ssNrn, antiguo "'f."iir"-á"'ú

Er.üeh Normal Superior, profesor de la Uni'

ver,¡rttirct, trabaia en ""ii;'il:;'É;";;.lrti;; d" kant. Nos'ha ayúdudo a redactar la

¡rarte sobre Kant y " pr"pá* árt, bibl;"grafiu. Tenemos que agradecérselo muy vi-

vdiltetltc,

l,'k htc.

Ii,rr francés: Discouts á la nation alletnande (trad. Morrro!), {' costes' 1923' x)o(vt'

,r{r) ¡rrl1¡s.; I:Etat commleíráí i*ili.' E;q;t"':; pii;lophique' sLpptément i Ia thcortc du

tttt,tt ct c.s.s¡¡i d ,,n" p,iiiq'ii á donn", uí¿t¡"iriÁi"i (trad. GráÉI-rN), Librairie génÓr^lc

rlr llrott et de Jurtsprud#¿, 1940 áié ñ;. [En casteuano: Los caractetes de I¿ soclc'-

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396 T.IISTORIA DE LAS IDEAS POLÍTICAS

I

iili1rrriiit,iI

dad contempotánea, tuad. ]osé Gaos, Madrid, Revista de Occidente, 1934, xvlt-213 pági-nas; Drscurso a la nación alemana. Regeneración y educación de la Alemania moderria,traducción de R. Altamira, l\{adrid, s, f.l

Pdncipales estudios en francés sobre Fichte,--una voluminosa obra de Xavier IJÉoN,Fichte et son temps, A. Colin, 1922-1927,3 vols., 649, 533, 329 págs. (extremadamenteminuciosa; sqbre la política véase sobre todo el tomo III). Georges-Vi¡crios, Fédéralismeet raison d'Etat dans la pensée internatíonale de Fichte,'pedone] 1948, vtfl-íog págs. (so-lido, un poco cornpacto). Maurice Boucnrn, Le sentiment natiornl en Allem:agné,L" óo-lonibe, 1947, 260 págs. (dedica a Fichte un amplio espacio; un capítulo sobre "La opi-nión pública y la Revolución francesa").

III. Hacpr.

_ Ob¡as de_ Hegel recientemente traducidas al francés: La phénoménologie de lesprít(trad. Jean_HrppolrrE), Aubier, 1939-1946,2 vols. [Fragmentoi en castellano: Fenoméno-logía clel Espíritu, trad..de X,-Zub¡ri, Madrid, Rev. dá Occidente, 19341; Príncipes dela-_phílosophie du droít (trad. André KeeN, prefacio de J. Hvnnorrre), Ñ. R. n., tS+S.[Una selección de textos en castellano: F¡lósotia del Derecho.-Intróduccíón, La Eticidad, trad. de F. E. G. Vicent, Madrid, Revisra de Occidente, 1935, xu-86 págs, Una edi-ción íntegra: Filosolía del Derecho, trad. de A, Mendoza de Montero sobre la've¡sión ita-liana de pro,ce y Gentile, Buenos Aires, Editorial Claridad, Biblioteca Filosófica, 1955,lpQ na_O¡.l; LeEons sur_l'hist_oíre de la plúlosoplúe. Intro_duction (trad. GrsrrrN), N, R. F.;1954, lBn castellano: Intrcducción a la Histotia de la Filosofía, próloqo v tíaducción depl,oy Terrón, Buenos Aires, Aguilar, 1956,302 págs.; Historia áe la-Fiiosotía, trad, deWenceslao_Roces, Méjico, Fondo de Cultura Económica, 1955,3 vols., xxi21,462 y 534páginas.] I-Ina excelente selección de textos, por Henri Lrrr¡vne y N. Gurennr¡Nu, Éegel,Morceaux c/¡oisis, con una buena introducción de los autores (N. R. F., 1.^ ed. 1936;"2,;edición 1939, 352_págs.).^r-ego¡s sur la philosophie de l'histoire (trad. GrnrrrN), nuevaedición .revisada, _Vrin, 1945. Legons sur ['histote cle la philosophie, lntroductto'n (trad.G-tg¡rry), N. B. F., 7954, [-egons.sur la phílosoph,ie de ta -religion (trad. GmrrrN), Vrin,1959. Ver también Ia antología. de textos escogicos por Kosias prnarorNNou, Slghers,1^966,207_oá9.: ulg edición de textos escogidos en iqglés, Hegel's politicai wrúings',oxford, clarendon Press, 1964, vlt-366 págs. [Vid. tambt¿n en cástellano: Lecciones io'-bre la Filosolía c1e la llistoria uniuersal, traducción de José Gaos, reimpresión con unestudio preliminar de Adolfo P.,Carpio, Mad'iid, Revista de Occidente, Ediciones de laUniversidad de Puerto Rico, 1953, 2 vols. de xl¡-395 y 415 págs.l_ Princip-a_les

-obras en {¡a¡cé¡ sobre Hegel: An_g_t)le Manrrrrr, La pensée de Hegel,Pp$":, 1,95.7; 203,pags. (introducción-út-il). |ean f"{vnnorrre, rntroduciiii a tu phitiso-phie-de -l'listoie de fegel, Iliuiére, 1948,98 págs.; del mismo autor, Ehtdes sir Marxet tlegel, Riviére, 1955, 207 págs. Alexandre KorÉvr, Introduction á la lecture de Hcget,Gallimard, 1947, 599 págs. (obia profunda, pero Ia rnayoría .1" rr. pu.t.. son de lec-tura dificit). Henri Nírr] oi ta Á¿aiaiio" {r;; h phitásophii a"-it[iéi, Aubier, 1945,381 págs.-(interpretación cristiana de la filosofía hegeliana). Edmon VÉnri¡elr, La penséegglj!¡qy:^a. Hes.el \erL Etudes sut Heget, paris, tg3i¡. Eric W{i, Aesa

"i-'f1t.tiWi",1950, 118 págs. (elocuente defensa en favor de Hegel,'pero también la oi.a más penetrantesobre el_coniunto de las cuestiones abordadas ¿n es!e_capitulo). Jacgues d'Hoñor, Hegetphilosophe de l'histohe vívante, P. U. F., 1960, 497 páS..

sobre las obras en lenguas inglesa y alemana dedicadas a Hegel, véase la biblio-grafía de-c. f. Fnrrouc:r^, et The Phíloiophg of la,w ín hístorical pérspecttoe (op. ci).Recom-endam,os.especialmente Herbert M¡ncrrsr, Reason and Reuoitttion, Heget ánd thetise of social tlrcotg, Routledge and Paul Kegan, 1941, xrr-r140 págs.

li

lll

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CAPITULO XII

Itl, mouimiento de las ideas políticas hasta 1B4B

l, i b e rali smo, nacio.nalis.ma, sq §¡qU gg9 i*HlS: -'-qL l*::"p-"c lelssxl*g,- "1sl¡¡kl xlX.

tl,l liberaliqgr.g -es la ideologÍa de. la" s-!g-s-g bu¡gqelar qqe- re -b-e4-eff91¿-.de,

l,r l|'v<¡lución fiáncesa. Pero én Alemaniá,-éd IGna" én1áEulopá centraly ollt'ntal, gobierna la aristocracia y Ia unidad nacional nó se hlréátIiálo;f,,n lil,",,ales"están en la oposición y el movimiento libelai se confun$g*-§u-t¡rrrlc la primera mitad áei ilglo, góq el movimiento'nacional."De'es-tá"1ór-rla, ,l,rrunte mucho tiempo, cáexisten dos estilos muy'dif¿réntes-dd tibeiá:llelrol el liberalismc¡ confortable, cuya expresión más perfecta es la doctrinarfu Mrrnchester, y el liberalismo militante, gue inspira, en Alemania o enlfali¡r, a los eternos derrotados de todos los movimientos revolucionarios.

Ni Ia unidad alemana ni la unidad italiana son realizadas por los libe-l'rrlr¡i; c incluso, en cierta medida, se realizan contrá ellos. El nacionalismor Furrl)iil de naturaleza; de liberal pasa a ser conservador y a veces hasta¡lrir:r'trrrnente reaccionario. Aparecen nuevos Estados en el marpa de Europay err cl de América latina. Los más poderosos se enfrentan por el dominiorlel r¡rundo. El nacionalismo se convierte en imperialismo/4Europ¿

-ss dsgi1,

¡rrlrrci¡:almente Inglaterra y Francia- extiende su inf)fiencia sobre el con-Itrrrlo clel mundo. Los irnperios coloniales se forman d se reforman. El Ex-Irerro Oriente se abre á1 comercio europeo y a las ideas occidentales.

l,ir revolución industrial transforma la faz del mundo. Abre un foso en-Ire lirs rlaciones gue se lanzan febrilmente por Ia vía del progreso, y las gue,lurrro España, se .refugian en el recuerdo. Concentra, gn.,un mismo lugar yItrr|ir una misma tarea, a los proletarios antes dispersos, y les hace descu-Irlir su solidaridad y su fuerza. .El socialismo deja de ser un sueño huma-rrll¿u'io o un divertimiento literario para convertirse en una doctrina cien-lllitn y en la esperatza de una clase.

llacia mitad de siglo las revoluciones de 1B4B marcan en Europa un¡rlofundo corte. El corte es menos neto en Inglaterra, pero la adopción dell¡hlccambio y el fracaso del cartismo testimonian el comienzo de una nueva

"r'¡r, De 1861 a 1865 la guerra de Secesión desgarra los Estados Unidos,Ni el tradicionalismo (que pasa de la contrarrevolución al positivismo),

nl el nacionalismo (que de liberal se convierte en conservador), ni el socia-

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m"I'¡

398 rrrsroRlA DB LAs IDEA§ Porfrlc¡s

lismo (que, como dirán los marxistás, pasa del estado utóp,ico al estadocientífico), ofrecen las mismas características en la primera mitad del sigloy en la segunda. El liberalismo es el único, entre todos los grandes movi-mientos de ideas, que evoluciona poco; pero mientras permanece anacróni-camente fiel a.formas orleanistas o manchesterianas, el mundo evolucionaen torno a é1.

, -':?unque cabe estudiar de una sola tirada el liberalismo, después el tra-i dicionalismo y después el socialismo de 1815 al9l4, nos ha parecido mejorI hacer una pausa en 1848 y distinguir dos épocasr la del romanticismo y laI del positivismo.1. Esta distinción exige, evidentemente, muchos matices. Podemos pensar

que las revoluciones de 1848 constituyen el t,érmino e indican el fracaso deliomanticismo político; pero es evidente que el romanticismo no desaparecióbruscamente a finales de 1848: pueden encontrarse vestigios del romanti-cismo en la Comuna de Paris (1871 ), en el sindicalismo revolucionario, enel nacionalismo de Barrés, en el imperialismo de Kipling, en el irracionalis-mo de Nietzsche... Es también evidente que el positivismo se manifiestamucho antes de 1848, aunque no sea más que en el saint-simonismo, sin elque el comtismo es incomprensible. Y, sin embargo, el positivismo saint-slmoniano está ma¡cado, a nuestro juicio, por el romanticismo, y difiere pro-fundamente de las doctrinas cientificistas que se desarroilarán hacia 1880.

Es evidente también que existen doctrinas (como la de Tocqueville, unode los más vigorosos pensadores del siglo), a laslque se adecuan mal tantola palabra "romanticismo" como la palabra "positivismo". Una época no pue-de ser resumida en una palabra.

Pero cada época tiene su atmósfera dominante, su clima particular. Enel siglo xrx nos parecen más estrecha-s y significativas las correspondenciasen¡¡d obras de una misma época pero de inspiración diferente, gue entre obrasque invocan una misma doctrina, pero gue no pertenecen a la misma gene-íación. Con el obleto de tener en cuenta estas diferencias de generaciónhemos optado, no sin_vacilación, por un plan que tenga en cuenta los cor-tes cronológicos, aun ton el riesgo de hacer discontinuo el análisis de lasdoctrinas.

El romanticismo polítieo.

La expresió{r "románticismo político" es ambigua.

¡' los países, las posiiiones politicas más diversas. En Italia la mayor parte de, los románticos son liberales, mientras gue en Alemania el romanticismo es

r generalmente, hasta mitad de siglo, sinónimo de conservadurismo político.En cuanto a los románticos ingleses, emprenden vias aparentemente opues-tas: Byron muere en Missolonghi en 1824, y Coleridge se consagra a ladefensa de las tradiciones.

En Francia es necesario distinguir los siguientes períodos: 1'o El pri-mer romanticismo está sentimental y políticamente vuelto hacia la antiguaFrancia; Clhateaubriand, Lamartine, Vigny son monárquicos, y el joven Víc"tor Hugo canta la consagración de Carlos X; por eso los revolucionarios

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800Ft. MovtMillN',l'o ¡)ll l.As ¡l)l!As

rle ltilO tuvieron la sensaciórr de vencer a los románticos, al mismo tiempo

;;;'-'; i;' É;.b;;;";; J;;;t" rqg '-r'g' gloriosos" * puedeescuchar-se-e! erito,i.. ,,fAúa¡o to, ,o*a"ti.orl..:'.23 Peá la situación cambia con la Monar-

,ii,i,,'¿" iíiioi Chat"urbriand, Lamennais, Lamartine y,Ivlichelet pasan, uno

i1',;; ;;;, ; iu opo.i.iár,-"tn. no:lo hará hasta 1849' siendo uno de los

iifr:i,r", fieles ul trl"urrir*o. Lámartine, tras haber sido uno de los más elo-

t rrr.nres adversarios á;i-;tl;il ;edio", sube al Poder en 1848; una revolu', ió,l .ornanti.r ,rr."J"-u 'rrru ,.rrolu.ión antirromántica. 3." Tras la brusca

,.,,iiiif" J" la oleuda rEvolucionaria comíenza la terc-era época del romanti-

,1,,,',o, clominada po. Vi.to. Hugo. Chateaubriand, Lamennais y Lamartin^e

,i"r,'¡',,,r"."", p"to Vícor Hugo,--*ug" d^el-progreso,. de la.democracia' del

i,i,,.üf,i y-J"'lá [rut.r"iárj, ;i"; hasía 1885: rdmanticismo "tras la batalla"

;;'t,:;r'"I "*llio", romanticismo retrospectivo que aporta a la ideología re-

j,.,l,li.una el prestigio del genio, asi cómo algúnos pretextos para el inmo-

vllisr¡ro,Sitr embargo, no hay que confundir- el romanticismo con los escritores

,,,,,i¡,iiiár. Ei Íu r"ááud f"un.".u de la época existe.una especie de apti-

ii,,t iru,'n "iromanticü;' á;" explica.gl^!xi!o popular de r1n.a obra como las

lLii,il,.. cl'un *oyanl,-'iá i-u^""nais_(183a). Étie romanticismo popular.es

.,l r¡rr.' sc expresa ""-i;;;""1". de Al"¡anáro Dutnas y-' s^obre todo' en los

i,lfii.i.,,lÁ dá E.rgcrr" Sr;i ,"r mgstéres de Paris, Le-Jui[ ercant. Hístobe"¡;;,,,,.

¡,,*iile á "traJels-l¿t-;;"t.:. Romanticismo elemen-tal 1i"_,.I^"j:1:¡,,ut,,,i lo injusto, y que descansa sobre algunos-tipos y.temas plasmactos

rl,. rrrr¡r vez pafa ri";;;a;l héroe, el traiáor, el miserablé, el golfillo, la

¡;;.;;,; l.l;6,iii"ta "f ¡,i"n sacerdote, el mal sacerdot_e, el.pueblo, la instruc-

, i.,,,, t,i revolución, iá-superioridad de Francia... La elección de Eugéne

i;it*'',, i,, Árurrbl"r legisla[iva en 1850 resultará, así, un acontecimiento sim-

i'i,ir,',, lnunque Eug'én"e Sue no tuviera sino un minimo de convicciones po-

llt tr';rs ) .

l,ll romanticismo francés es socioógicamente incoherente' Los escritores

,,,,,,,,uri.o, son de orisen muy diversoi gtat' o pe5-ueia-noblgza' burguesía'

r[,cr l,rsirdos, urt".urrud'o-prá"í*o al prolJtariailo(fvlichelet). En cuanto a la

rllfr*iiirn del ro*unticis*i, también "t *,ry diver§a: romanticismo de salo-

ii.ju, i..r,r,o.,ticismo de cafés, romanticismo'populah. La única clase que du-

iriir" ,,,u.t o tiempo .""til¡u siendo impóráeable al ¡omanticismo, es la

i,,irii,'.-lá. io, .oÁárrticos de 1830 tomaí a la.burguesía como-blancoi 1, el

],iuli,,¿* tiembla ante las audacias románticas; el Diátio del académico Vien-,;;:;'i;;"-;;'b;;;;i h.';;; ar" los románticos inspiran a los bugues.es libe-

rrrle¡, Sin embargo, el romanticismo se aburguesapoco a potg'y el lrberalrs-

,u,-, ,. .,,br" de ü idealismo gue la burguesía confunde con el romanticismo'

ij",,,,'..rlu trur.[or*l.iár, "* i""tu. De"mareru,general, el romanticismo fue

r,l r.crtro. Existe un iradicionalismo, un sociali-smo y un nacionalismo ro-

,,,u,,ti.or, Pero el lib"rulis*o francés se muestra durante mucho tiempo -ylal vez todavía hoy* impermeable al romanticismo'

A) Ar.cur.ros RAscos DEL ROMANrIctsMo polÍttco.-l." El sentido del eswctáculo (el

,1r,,-,,i,i, .l hcrolsrno, "l'ro..ifi.io, la grandeza, 1a sangre derramada...).-El romantlcismo

- t,,,* ,tt,rr 2?', :ltl ¡ lJO rle julio de 1830' (N' ¡tel f')

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400 I,I¡§TORIA DE I-AS ¡DEAS POLITICAS

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político está alimentado por los recuerdos de la Revolución y del Iurperio. Los másseveros censores de Ia Revotrución (Maistre) o del Imperio (Chateaubriand) son más sen-sibles que nadie a su giandeza.

2: Una concepcíón sentimental g eloatente de la política.-La política, en otrotiemipo arte de 1o posible, se convierte en llamamiento al ideal. Hasta entonces la polí-tica estaba fundada en el secreto y tendía a la máxima, a la lítote; desde ahora no setrata sólo de gobernar (o de obedecer), sino de corrvencer, de entusiasmar; Ia políticarecurre d poder del verbo y se transforma en un género literario.

3." I'a piedad,-Piedad hacia los humildes, atención por los problemas sociales (delos gue la mayoría de los liberales se desinteresan), idea de que la "cuestión social" esmás im,portante y más urgente que las cuestiones puramente politicas. EI romanticismosocial (muy evidente en Chateaubriand, Lamennais, Michelet) no excluye opciones políti-cas aÍ)arentemente op.uestas; y es este romanticismo social el que da su profunda unidada la obra de Lamennais, d.e L'essaí sut l'lndi,ttérence al Liwe du peuple.

Piedad por los pueblos oprimidos: primero, Grecia; luego, Polonia. El movimientofiloheleno suscita el etrtusiasmo del romanticismo i[ternacionali en cuanto a la defensade Polonia, da origen a una literatura tan elocuente como poco eficaz.

4: En definitiva, el romanticismo es una uísión global del uníuetso. [,a políticaclásica consistía en seriar los problemas para intentar resolverlos. [,os románticos no, tra-tan q:izá tanto de resolverlos como de plantearlos en toda su amplitud, de extenderlosa las dimensiones del universo y de la flistoria.

B) Le H¡sronn.-El siglo xtx, so,bre todo su primera mitad, conoció una prolife-ración sin precedentes de obras históricas de todo tipo: las de Walter Scott, Chateau-briand, Lamartine, Augustin Thierry, Guizot, Thiers, Mignet, Michelet, Quinet, historia.dores alemanes, Carlyle, etc.

El hecho no deja de tener relación con el romaticismo. Así, Augustin Thierry de-clara, en su prefacio a los Réciás des temps mérouingiens (1840), que su vocación histó-rica se la inspiró la lectura de los Mattgts, de Chateaubriand. Por otra parte, es conocidala afición de los románticos por las obras de teatro y las novelas históricas. P"ro,

"rri-dentemente, el romanticismo no es la única causa de ese retorno a la Historia, que nosólo se manifiesta en los autores próximos al romanticismo, sino también en historiadoresgue, como Guizot o Thiers, están muy alejados de é1.

Seríar más exacto decir que el romanticismo y el desenvolvimiento de los estudios his-tóricos tiene una causa común: la opinión

-compartida por todos los hombres nacidos

a finales del siglo xvul y a principios del xlx- de vivir una época de transición entreun pasado acabado y un futuro incie¡to. Toda una generación tuvo la sensación, trasla Revolución y el Imperio, de que una época acababa de cerrarse y que otra nueva,fundamentalmente diferente de la precedente, comenzaba. En unos, sentimiento de exal-taciófl; en otros, nostatrgia. En ambos casos 1a Historia proporcionaba un récursd.

La historia reciente ofrecía grandiosos cuadros, emociones poderosas. De ella pro-ceden la Histobe de la Nuolulion frangaise (1823-1827), de Thiers, Ias de Mignet y deMichelet, y, sobre todo, la Histoire des Gbondíns (1847), crrya repercusión eh la vfsperade la revolución de 1848 fue inrrensa, De ella procede también la Histobe du Consulatet de l'Empíre (1845-1862) de Thiers.

Pero la Historia ofrece también añnas para las luchas políticas, es proveedora deargummtos. 'En 1817

-escribe Augustin Thierry en el prefacio a los D¡r ans d'études

hístodques-, preocupado por el vivo deseo de contribuir por ml paite aI triunfo delas ideas constitucionales, me puse a buscar en los libros de Historia pruebas y argu-mentos en apo.yo de mis creencias politicas" (cf. su teoría que explica la historia de lospueblos mediante Ia lucha entre la raza conquistadora y la raza conquistada). Guizot,,por su parte, trata de probar, en su Hísloire de la cioilisatíon, gue la evolución históricase realiza en el sentido del orden y de la libertad: "(F'rancia) no.renunció nunca, du-rante mucho tiemrpo, ni al orden ni a la libertad, esas dos condiciones, tanto del honorcomo del bienestar duradero de las naciones" (prefacio de 1855). [,os prejuicios deMichelet, aunque no se orientan en la misma dirección gue los de Guizot, no por ello sonmenos evidentes. En cuanto a los historiadores alemanes, su obra asocia de la maneranrás estrecha ciencia y política. De esta forma la Historische Zeítschrift, fundada en Mu-nich en 1857, proclama su finalidad de "propagar en la nación los buenos métodos histó-ricos e inculcar a los alemanes principios políticos sanos".

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!r MoVrMlllN'l'(, l)ll lA:i ll)l{^5 d0I

SECCION PRIMERA

El liberalism.o.

L¿r historia de las ideas políticas en el siglo xlx está- -dominada por elpr.(,1¡.cso del liberalismo en el con¡unto del uñiverso. El liberalismo triunfa.,' ii,,ropu ocidental; se propaga án Alemania y en Italia, donde el movi-i,,i*,ito úberal está ligado eitráchamente al movimiento nacional; gana lalirrlopa oriental (luc.há de "eslavófflos" y "occidentales"); penetra, bajo su

l'.,r,rrra europea, e; losl 'países de Extremo Oriente, que se abren al comerciotxt'irlclrtal;'las repúbliias latinoamericanas se o-torgan Constituciones libe-

reles, inspiradas án la Constitución de Estados Unidos.-ti,i criánto a Estados Unidos, aparece como la tierra de elección del

llhtr¡rlismo y de la democracia, efic;zrnente conciliados. De considerar so-

lanlente las doctrinas, cabria la tentación de dejar a un lado la aportación¡le listados Unidos; pero lo que importa es la imagen de Estados Unidos,¡o lirs obras doctrinafes

-relátivqñénte poco numerosas y poco originales-

rlrr(.¡rllí salen a laluz, Sin duda,iiá imagen que los liberales-europeg-s adop-

lnrr,.'on frecuencia está muy lefo-s'de córresponder a la realidaSEl .mismo,;i;,,.,,,,,"ui11". más oue descri6ir Ía realidad americana, interpreta los Estados

[l',r.i,,* a la'liz d"'rus propias convicciones' La referencia a Estados Unidosáil,r¡,t,,, pues, la for*a dá ,n mito o de una serie de mitos, cuya historiacleuile ,'cr*ienzos del siglo xlx es muy instructivo segui#

l,1l siglo xrx es, anü todo, el sigl'o del liberalismo, Pero ¿de qué libera-

liarrr,rl Són necesarias aquí algunas distinciones.' I ; L,¡beralismo g progre\o técnico.-El liberalismo es inicialmente una

fllorrofia del progresó lndivisible e irreversible; progreso .técnico, prog{eso

rlel [ic¡restari p.ógr".o intelectual y progreso moral yendo a,la par' Pero,,1 t,',,,,, del prágráso se vacía poco a-poco de su substancia'-Hacia finales

riel siglo x,x'roñ numerosos loÁ liberales -especialmente

€n Francia- gue

Eucilil¡r con una era estacionaria,-Con un\uniierso detenido; este estado de

niirrrl, "r porticularmente evidente entre \os progresistas de los años 1890'

t)e cst¿l ftrrna es necesario distinguir er\re un libe'ralismo dinámico, que

rrlr.¡rta la máquina y que favorece la indudt.ia, y 9n liberalismo econ¡ómica-

,,,,.',," .or."rvador y proteccionista. Esa primera forma del liberalismo pre-

vnlc('c, en coniunto, en Inglateffai y la ságunda domina en Francia' donde

el lilrcralisme 1-general^"irt" más áudaz qre "n

Inglaterra en materia poli-tk'¡r - se muestra económicámente muy timorato, y donde el progr-eso de la

irrrlilstria y de los transportes se debá a homb,res, especialmente los saint-sirrrouianos, cuyas conceiciones políticas son totalmente ajenas al liberalismo

tr¡dicional.2: Liberalismo q burguesía.-El liberalismo es uno de los elementos

,,rroinurior-1" iá fito"."fiu?e la burguesía. Pero, durante el siglo xlx, la.s

i;;rl;;;;;"iliü"r"llr*" no coincideñ yu "tt

lnanera alguna -5i s5 que al'

;;,,;;;-;;; .ái".i¿i"ro" exactamente- con las fronteras de la burguesía. Laxltrración, a este resplcto, difiere según las épocas y según los países'. En

i;,,i,ii.i" Li liberalismo permanece, en coniunt-o, estrechamente vinculado a

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ffin-- nr

402 IIISToRIA DE I-AS IDIiA,s por.irlc¡s

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la defensa de los intereses ("Bajo la guardia de nuestras ideas, venid a co-locar vuestros intereses", dice iíónicaáente el liberal charles J" ná"rrruij.Pero mientras que el liberalismo francés apenas evoluciona y lleva la im-pronta de un orleanisrno congénito, Lrglaterra conoce varias tá¡tativas paracnsanchar y revisar el liberarismo, espácialmente en l, é;;; cre stuart Milly, más tarde, en los últimos a¡os dLI siglo xrx. Bl ,oéiut¡.*o francés del:isl:-T]I :3l.lity" una reacción contra

"i liU"ruiirrr" br;ñ;, en ranro queei socialismo inglfs está impregnado en gran medida de iiberalismo' er ire-cno es partrcularmente claro entre los fabianos. El liberalismo ingl,és es másinglés- que burgués, siendq el imperialismo su término normal; el liberalismorrances es más burgués qge francés, y, dedicado a conservar, vacilará enc,on.suistar, por lo qíe el iirp"ri" ."rlíiul f.ur.á. ;r;-l;; áe argurros in-dividuos.

3: Liberalismo y libertad. -

En el siglo xvrrr se hablaba indistinta-T€r]te d_e libertad y de libertades; y el libe¡al'ísmo aparecia como la gurá;iiude las libertades, como la doctrina de la libertad. La confusión de

"los tresrérminos (liberalismo, lihertades.y. libertad) es manifiesta en la 1n9¡j¡ü;

99 i"li". felo 9n la. misma medída "n

q,rá er liberarismo rfur"." como rafilosofía de la clase burguesa, ,o ur"gu,á más que la liuertuá J; r" t-;;;r;:sía; y. l-os no-b,rgueses, por e;emplo, proudhoí, tratan de establecer lá nbertad frente al líberalismo.

. Por consiguiente, existen, por lo menos, dos clases de liberales: los quepiensan

-como dirá más tarde Emile Mireaux en su pÉilosophie a"i¡tir"_

lisme (1950)- que el "liberalismo es uno,porque Ia libertad h,i,nu.ru es una,,,y Ios que no creen en Ia unidad de Ia libertad humana y piensan gue laIibertad de unos puede alienar la libertad de otros. - r r'

4P Liberalismo y tiberalismos.-Durante mucho tiem,po el liberalismoaparece como un bloque: para Benjamin constant, liberalismo politico, libe-ralismo económico, li-berallsmo intárectual y tirerulirn o ,;lü;ro no consti-tuyen más gue los aspecros de una sola e id¿rrtlca doctrina.",,H" áár""Jia"durante cuarenta años

-escribe- el mismo principio: litre.iu¿ en todo, en re-ligión, en lfte¡atura, en filosofía, en industrü, en'politi* ; ;; hbertad en-tiendo el triunfo de la individualidad, tanto sobrá tu urioíiá.J que preten_d-a gobernar mediante el despotismo, como sobre las *urur-'[r" reclamanel derecho de sojuzgar a Ia mino¡ía".

Esta concepción es ]+ ¿"_l siglo xvrir, para el que la unidad áel liberalismoera-un dogma indiscutible. Peró en el siglo rr".L produce.r, h".ho capitai,la fragmentacion -del liberalismo

", uuiiu. ideologias ai.ti"iu., -urú]ie";;

siempre distinguidas:

- el liberalismo ecorrómico descansa sobrg dos principios: rigueza y

propiedad; se opone al dirigismo, aun aviniéndose .on lo. ?ulor". del Es'-tado; es el fundamento docirinal del capitalismo;

- el liberalismo político se opone ai despotismo; es el fundamento doc_trinal del Gobierno representativá y de Ir dárnoc"áciu p""rá*"itu"iu,

- el liberalismo intelectual se éaracteriza por e-l ".iirit, a" tole..ncia yde conciliación; este espíritu liberal no es excrusivo de ios liberareí

algunos de los cuales se muestran incluso notablemente i.riolerarrt"..

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403t1r, lilo!tM¡ltNTO Dtr t,As ll)nA3

De esta forma, la unidad del liberalismo, al igual que la unidacl tlcl pr'«r-

llrcso, se nos presenta .o¡no un mito. EI liberalisáo ofiece aspectos rntry di-

;;;';;;, .egr1n'las épocas, según los países y según las tendencias de trna

rrrisrr¡¿r época y de un mismo país'

1. El liberalismo francés.-La historia del liberalismo francés ett el

*lillo xlx, está ialonada de crisis y revoluciones. Los liberales, bajo.lorr rel';;,1.ü,,., ¡; irir kVltI y de Carlos X, están en la oposición; suben al Po<lcr

..,,u fr, *""ár!"i" de iulio; son expulsados de él e; 1848; tras el §egundcrt,,,j,*rio, pe.iJdo de áposición maiizada, el advenimiento de la III Repúr'

ttiii,i r"íJtu el aparentá triunfo y la falta de aliento,-pronto evidente, de t¡¡r

i¡i,-itli.*" qu" árr.urt" mucho íi"rr,po - -y quizá toq""lu h.ol- estará a lu¡;,;;;, ¡;;"á ideologia gue no sacrifique 1á übertad al ejercicio delgobi.erno,

^ il lu.go d" sü histor¡a, desde comienzos del siglo xtx, el liberalismo

Ir,¡urcús se r¡iuestra estrechamente tributario del acontecimiento.

1.,, EL rlsnn¡rrstro or onosrcroN.-a) La impronta impeilal.-tsajo-el Im-perio --o¡,,,,1,,i,, ircluso añadirse.orr rrn mínimo de exugeracion: bajor el consulado- el libcralts'¡rrrr [r.,r,cés adquiere sus principales caracteres] de los quá no se deshará nunca total-

r¡rerrll cl liberaiismo francÉs estárá siemPre marcado por la impronta napoleónica'"' ii' l,^-;J.r-i"tiu" U"rg""i--;lB;já "l Imperio se sitúan cerca del Poder csas tll,

rr,rqi¡,r¡ liberales que maniflestan un seátido del-ralliement del-que darán ulteriores prtle-

1,,,o. ,,r,r como una notable aptitud ,para beneficiarse del Poder sin asumir "t li-lllll:ii,, ¡,,,,i,,,ná" ágri rirro remitir al lib¡ó de Emmanuel Beau de [,oménie, ¿es respons¿¡{'¡lff(1§

,1"" i17,,rriÁ b:ourgeoisis-,'qi" ." ¿".liru a veces hacia_el p,anlleto, pero gue muestra clartt-

r,,",,i.'f,r-q"" ¿.É"1 .f f.!..iá f"r grandes,familias liberales, que ocuparán el Poder co¡r

i;",,,;,,,,;rü; á" ¡rfi" y--i;;";.;ry;rán durante mucho tiempo un lugar preponderorrte

rrr t,r lrirnca, en la industria, en las Academias, etc.' )l El "rp,tit"

d. C;;peti"-1.á"t"r, entre el Poder y la-oposición no resulta,

¡,,,,..,'[,'.ii de establecer. f,ás principales opositores del Imperío, Mme. de Stai¡l y I]crr'

lrrlriir Constant, comienzan udhi.i¿nio." ai Consulado. Beniamin Constant se ¿rdhcrlrá,

r,,,r ricrr¡nda,r"r, drru.rálts Ci"" Diu., y contribuirá a la iedacción del Acta ulici<¡tutl'

'i1,,,,;",]';il;.,'"ri rnárr"-¿-"-rliS, "r ".tículo de extremada violencia contra Napolcón,

,,,,,. ,,,1¡r"rJu de la isla áe- Elbu ("N" iré, miserable .tránsfuga, a .arrastrarme dc utt

¡1,,,f,,, ii""t"o, .-"."1t."-lu l"Gái"'mediante el sofisma", etc.), escribe el 13 de rrrrry<r

,1,, lttl5 cn su diario íntimo: ;V"ludu con el emperador, charlé largo rato con é1, cntlcn-

rle rrrrry bien la libertad".l,e¡.o cl círculo de bop,pet ro tieqe la misma,concepción del liberalisno c¡rtc lits

,f,,,,,-ti,."U*gr".m"' ". l[-iiU"ruli..d de emigrados, un liberalismo.:::rr:!:l]jt''.1":.;,,i,,. ¡,.",rc.pudá d" hu."r fortuna--gue.d\ estudiar la literatura y las civilizacioncs. Jl c¡

,tr,,rr¡r cle Coppet .";;;-;Ñálolea),, -no es tanto porque'1o considere rrn déspot¡t

,,rrr() ooro*c vea en éí;; d;.;"é-mai'ilrst.ado, el rápresentante de trn impcrlallsntrr

t,.,,,,,,*. ii filorofiu de Coppet es la del siglo xvttl; persigue-el sueño de una soelcd(l(l

1,,;,1';,;,ri fra"'iri,á'i.n¡uñá'4" ü. t.t.ur, q;e la Re"ol"ció' francesa v el Intpcrl, lr'tr,rr t,rjitcltl al pasado.

lr) [.as lLtchas de la Restauración,-El liberalismo de la Restauración nitcc dr'l crr'

,,,,,i,/*, 'á; ;i'n'..,ijr ,d"ó1.g.;-;;"politu, .o' una sociedad de burS¡ueses ¡rdvcrrt'tllzo¡

0 rlt.scosos de subir. Los iri-eros proporcionan la doctrina- y 1a indiipcustrblc lrrstlflcn', r,i, i,-riJ, Jáo-..gunaü !i p¡Utt." diipuesto a hacer triunfar la doctrina' Itlflnreftr con"

l,r-ráii,'V'J.¿"J d" B";i#ñ"C"^ti-"..trUiendo para un público c.n el qttt' ttncln

(lr¡rc e Il cotlrún.l,ll lihcrillismo dc la Restauración ofrece diferentes caracteres:ol srr t,xrrcrnaclir ;,,''.,/"r;il'y'-;i'

-oii.ián por i". sociedadcs sccrct,i. (i;i1ll1"iil::LllA,,,,,j,,.'.:i ;óiii;"" rlc l¿r Rrstat¡íaci(xr no pcrirrdicará gravcmentc l¡ts .sltttnulone¡ etltlttl-

,i,i,,*1 "* "l liii,.co cI",,i,,.t,,.* pirrtleulirntcnle velrcnlentes, en los qtte llel¡aron E ¡ér tÉ

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l"jt:i.i#"j ,ÍTi!'Jíl*'E;l*;: fi",:í,"J,;;ííj j"u,j¿i,ll,I, popu,arida,l supcra

- at rev ipor ciemoro,. lá ."".iJ"'á""'il;fi;", -;;Ér""lr's,'l,x'ál charres re simpte);-'.' *

"t*;:" rl, l,f "f.?*""Í'.t#'1l 11' "'t r' n - ;; ü#': aL"* Lu.,",-, m u y po¡

- :' ü.T?{:!.í;:, ?,;-;i;::,?t}'i:,f,;*l"J;,Í #xx,l; ,J*:,n..n" prisionero por

-- y' sobre todo, a los sacerdotes--v'l"rrí".,'r.; rrh"ilL;;;';;n-*.'r''d" Béranger. EI an_

_ ,t:.J:l.fi'i#:.,ri','no a" l".Ligá. Ilracte.ristic.o. a.-i,"o.fo.ili-on rib",ur, sue en. ¡r rit.lári,." i"'i,''n[1:i*:#'"]"::itff, 1 t,-i"]t,";;,;"*í;"Ungregación.Ia fo¡ma d"

"n"-",ip."sa.dc denigrac,o" .".i lii'J'.llte. critico, negativo; é., bouri", to-u

B) La revcntla ''u""¿"¿"'r'-1di'iü";;i:;", en busca de- un idear v de una poesia.se coloca baio el

"i",,ó a"t .i.f";: ó;'".tj",ror,ru ,-our".e la leyenda napoleónica, ouese manifiesra no sóío, ", t'*'i.ir."*,r" ,"ri,!, "r.itriiá,-"; ai";#r, en er Irr,perioaustro-húnsaro, en poro¡ria,

"t.. nr"iirnl"'i;"i;"g"r,.r, cancrár, y';l';;;a popurar (cf. clretato en et grancro, "r-¿; ;;J";;;';:r:k;:n,¡e, de Balzac), -esta

teyenda napoteónicai""X:'::r:#'::'i::':",-"*lX',ffi; ';;'i;;"í"u ru' qu" ,p".,á. rega ia'riteratura impresa

Béranger jueaa, a es,tc íespácto. un papel es.pecialmentc jnteresante. Dcspuis de sus-traerse prudentemente a la,conscripc,o"'uIiJ "i i;p.rio, .unirj".i" ,?""1-r,r.iasmo tan vivocomo retrospectivo nor Naporeoi, y .oríriuuu" en gran ma,era a propagar Ia imagende un I'taporcón soriado a* ir-liü"rl,i";"á"""i, igrui,Jrá, ffi;'Nr#l"on ar uso popu_lX'J::ffd,."t *::,*"¡:,,;"';'::"á""iu',uür. .;;J; .;;;'fiI ."riquiu er^vaso

Ni courier ni óonstani rinden curto a ra leyenda. pero ésta aparece, bajo diversasformas' en Las cases (cuyo rtl"n.ori.i-"t¡"idrr,pr"."rrtr.r un Naporáón riberar), en cha-teaubriand (Naporeón ".. un "po"i, l""l.Iio"', su vida ..es Ia úrtima gran existenciaindividual"), en stendhar-rqr" 1"'lrt"*.J'ffi:: por Naporeón. que por Bonaparte), enBalzac (que considera ".Náp"r-ir"."-"'rrr'lüo"."so organizador y un hombre de vo-luntad), en Hrrqo (sensible .áU."'1.¿. I lr.'nillru imperiales), erc.r) un ideal de confusión..-ei-tá"rl ;; il.'principales escritores liberalcs es eminen-temente brrrgués; pero se.tiende, ¿"il

"*'iai"rl burgués una caución popurar. courier,propiet¡rio susceptible y helenista ai.iirgrlá".'i" presenta a sus rectores como lrn.,si¡nore'iñador" o un "cañoná" ¿" o .uuriro'':"ü;;;;". no vacira * á..i.,".,b puebro es mimusa . Su amigo loseph.Bernurá, irtr-?"r*lto .or, Lul" n.iii".'"...iu" en rg29: LeDons sens d'un hommc de rien, á,, t,ii¿'ái''i"t¡r¡q.,,i;-i;;;;?*".",*pr"". en el quef".T,],1

,"", ideal,que viene a ser el de ]ás"ih'trrudto,n_s *.Ld rocoroqra riberar es esenciarmente confirsa:.confusión entre ]a burquesía y er pue-I¡lo enr.e la Revorución v^"r l*p"...-;r,;""i;.'rru*ira".^i'i"'i,u.r,Iil'"r,re ra poriricay los buenos sentimientosl s"

""árá,'a"'".iu'Ti.rrru, entre É t,r.gr;.iu'v er proretariado,un ¡cuerdo precario oue no tarda "" ."-p"r." i.". l, iá""rr;t#;x":'d5016) Libetralísmo dc tos doctin)'r¡it'í-lii"i'tir^o ,1" ros ittdependienres.-El riberaris-*:"t:X,#X'*

"1,iolÍ1,1".... .o,,o ,n "rl"q,"l'i".t,,;-";ü.";" ";; 's,,s'

contradiccionesLos "doct¡inarios". cuyo más célebre rep:-esentante es Royer-Collard fi763_1g45\,ofrece, una teoria dcr "rísto ,r"¿i.;"tlri*''rI.''d"f"r,.ores der Ántigrc, Reqimen v Iospartidarios dc Ia dernocrácia. para

"lr";'l; c-*tr."¡--i" i,lr,-, p"irtil-d" ru sabiáuría,cl "punto final" de ra época reroru.;onuJa. c.r. "l

-Ér.i";;,;ri'""ffi.ir," a ra naciónsino a los "intereses" de los ciudaáá;;;, ; ,oi;';"capacidades';, ü;-.; l" ¡".t"rü'iir.,."at".'i"lll"-reservarse a los propietarios-y a Ias

courier, c",.táni" " st",Jr,ll, "r,á^u;;.""¿"i":i;"01:;,,:'xJ":?,:,T",f?i:,"nx.o"oJ:..1liberalisrno doomático. ,. l"ir-r"ilp-irtu.'§;"ü;"i -escribe -";-";;-s;r;

nirs d.ésotísm*"Aunque liberál, yo enl-ontraba ,' iá. m.r"l". "exce.i.run,e.rte necios...,' De esta formacoexisten, v rnuchas veces se

""fr"rtun,- J liL"rrli.." ;;i;;""';'":i Iiberarismo cre tosindependientes. Esta oposición se dará cn-tol*"1r, épocas.

.r(l tlli'loltrA l)t.i t,As II)llAs t,olfl.lc¡s

o, ir,.'r?XJ'ü.ili{l'%Ti¿ii.;:"?il:'r"'itil:i"'' der esc,itor Hrx,i AIo,,i,¡or. r,erso,iric¡ ar r)eque-

llcrriitrttirt Ot¡nslitttt. Ilcrrj:rrlin (lollst¿tnt 0767-1830) cs cl ¡rriru i¡r;rlt¡ i,r rr o tlcl lihcr'¡rlisrrro hirjo l¿r Rcstauración. Sus textos politicos nr¿ts ir¡r-

f ','rr,rrt(':; I'rrcr'orr reuniclos cn el Col¡r.s de politique constitutíottnclle (1." c(li-, ri'rr ('n llil(r; eclición aumentada en 1872, con una importante introduci:itin,1,' l.;rl,oulrye) y las Mélang1es de littérature et de po!ítique (1829). Pero t'sirrr¡,.r;rlrlc comprcnder la política de Benamin Constant si no se conoce 1,cI .tlt^ t touqc, Adolphe, Cécíle y, sobre todo, Ies joutnaux intimes (a Iccr,,' l,r t,rlición de Roulin et Roth, Gallimard, 1952).

( l¡nst:ult define la libertad como "el ,pacífico goce de la independenr:iir1,,,,'.,,1r", y expone una teoría muy clásica del Gobierno representativo a l¿r

rr!tl( ri,r: responsabilidad ministerial, poder legislativo ejercido por dos Cii-,¡,.,r.r::, tli:fensa de las libertades locales y de la libertad religiosa. El Estado,¡,,lrr, irlo a la funció,n de cajero, subvenciona los cultos, pero rio los con-r,,'1,,. l'ln cuanto al rcy, su autoridad debe ser "neutra"; "planea irrespor-

rlrlr'¡ror" encima de las agitaciones humanas"; reina, pero no gob,ierna.l,r r ¡rolítica de Constant es censitaria y burguesa: "La propiedad es l;r

,r,i¡.r (lue proporciona e1 ocio indispensable para la adquisiciÉn de las luces, l.r r.r'titud del ¡uicio; por consiguiente, sólo ella hace a los hombres c¿l-

1,,,, . ,lt'l ejercicio de los derechos políticos". Constant piensa que corres-1,,,,,,1,' :r[ comercio y a la industria el "fundamentar la iibertad, mediante su

',, ¡,,rr lcnta, gradual, que nada puede detener" lDes électíons prochai-,,. |lil7).

I',1 liberalismo de Constant es de una abstracción que eI título de srrs,,l,r,r:; ;rtestig:ua Príncípes de politíque ap'plícables á tous les souuernements¡t tttt \ttltatíts, De la doctrine politique qui peut réunir les parties en Fran-, (lonstant busca incesantemente un denominador común, una fórmtrl;r

1,, :ruf:ic:ientemente abstracta como para que sea aceptacla por todos: "Es¡,r,', i:;o que 1o apasionado, personal y transitorio se vincule y se someta a lorl,,,rlrrcto, impasible e inmutable" (Réactíons polítíques).

liin embargo, nada hay más apasionado y personal qr-re las obras íntimas,1, ( lonstant. Tanto como son proli¡as sus obras políticas, son agudas y,,,r)( ('lrtraclas sus obras íntimast tanto como son optimistas y burguesas sus,,1,,',rs políticas, son escépticas e inconformistas sus obras íntimas, Constant,r( rrl)('r¿rmento de diálogo, no tolera\ la uniformidad: "La diversidad es I¿r,,,lrr; la uniformidad es la muert"", hu lee en el Cours de politique consti-ttttit'¡nnelle. Es de esas naturalezas dóbles que nunca se entregan completa-,¡r( nlc. Su liberalismo es la transcripción abstracta de su drama íntimo, rrrr'.r:;f ('m¿r de impotencia intelectual, una teoría de la irresolución. Es, a la vez,rrrrrr cloctrina burguesa y la expresión de un temperamento dividido.

2." El- r-InrnarisMo EN EL PoDER,-Benl'amin Constant muere alqrrrras,i'nriurírs desprrés de los "Tres gloriosos". El reinado de1 "rey-burctués" cs,l tlitrrrfo del liberalismo; Dupont de l'Eure, Laffitte, Guizot y Türiers scri'rrrrnirristros; la "c.lase meclia" es, no sólo la dirigente írnica cle la socieclirtl,'irro tirrnhiórr, recoqiendo la expresión cle Tocqueville e11 slrs Sorlrrr'¿i¡¡', "¡,,f t'¡urii'r'c": ''Sc colocló en toclos los puestos, aumentó prodioiosamcntc t'lnrlrut'r'o «lc ('stos, y sc hrrbit'rri rr vivir casi tanto del Tesoro púrblico c«'rrrro tlc' rr ¡rr'o¡riir irrrlrrstlirr... T,ir r'llurt' rrrcrlirr, clucña clc toclo corlro nun('ir kr lrrr

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I IIll;1()RIA t)ll t.Ali lt)liA¡i I,of,fUCA:i

y corno t.al vez nunca lo será n_in-guna aristocracia, convertida en gobierno,tomó un aire de indust¡ia privada't,Este severo jtiicio del iiberar rocqueüille sobre los liberales en el poder

prueDa que cl liberalismo estaba lejos de presentar un frente unido. Efecti_vamente, nunca serán tan evidentes las contradicciones internas del libera-Iismo como en la época de su aparente apogeo.

a) CoNrnaoIccIoNES LIBERATBs,-Estas contradicciones se manifiestanen casi todos Ios terrenos:1) Política inf¿¡i6¡.-los liberales que, bajo la Restauración, reivindi-caban "la libertad en todo", cuando llegan al'poder se cántentan con re-bajar Iigeramenre el censo elecroral: g0.gbO. eiecto"es ap;.;;"Á;;",;^i;1"la Restauración,200.000 en ra monarquía a. i"lr.r-á*:ñs áe lgaO Guizorse o-pone ¡esueltamente a ctralquiei próyecto de reformá.

-Igualmente, los liberales en er pt¿á yuguian, en abrir d,e rg34,la liber-tad d.e.prensa, que reivindicaban bajo 1á fr";t";.*¿;-.o]io ur* ribertadesenclaI.2) Política

"*¡¿r¡6v.-los liberares son generalmente hostiles a las aven_turas gu-erreras. Pcro estas tendencias pacifÉtas no exciuy"r, ", absoruto el

:.,:l: :^I"fo].:9n (ba,p cuyo signo se 'coloca

"ri.iál*L,rtJ i, -onrrquia delufio, con er retorno de las cenizas) ni un chauvinismo gue se manifiestaviolentarnente durante Ia crisis ¿e tá+0.

3) Palítica relígiosa.*lo-s_burgueses liberales continúan mostrándoseinclinados al anticleiicalismo. No oüstante, conside¡an u t. tgt".i, ¿;i;li.;como ,n poder de orden, y su anticlericalismo ,ro er.luye-urr deísmo más omenos nrarcado. Béranger, autor del pape musul*ur,'." t-o-bi¿r, "1

;;L;del Dieu des bonnes.g-.rt, "n el que D-ios aparece como un pegueño bur-gués complaciente e indulgente coá los libertinajes:

Es un Dios; ante Él me inclino,pobre y contento, sín pedirle nada...*

^ 4) Política s6m¿¡gi¿1.-Los liberales se declaran particlarios del /aissezfaire; laíssez passer.. l""o:1, de buen pruJ" t* l.y;J;;;;;;i", y tas .,ar_monías-económicas", tan dei gusto de Blstiat (lg0l:1g50). pero preconizanuna política rigurosamente proteccionista cuanio se trata ¿"l"r!"a"" u láeconomía francesa frente a la concurrencia extranjera y de mantener pre-cjos elevados. EI lihro de. Henri-Thjerly Des.ha.ps , Í-" nrigique deuantla France de luillet. l'opiníon et Iattitudl Ironquiri,;-á"-i"asg'á Ig4g (paris,I es Belles-L"itr"., 195'6). muesrra uáá.rrar-;";-"1 lr;;; i" lo qr" hovdenominaríamos los "grupos de presión" proteccionistu,

".p".iui*#;:idiputado Mimerel, defensor de los intereses .ia"r,iroi.".. -"r"

5 ) Política ¿g6n(mi¿¿.-Aun afirmando el princ'ipio de 1ibre concurren_cia, los liberales tratan de obtener del Estado'el máximo Je venta;as. LaIey de 1842 sobre los ferroca¡riles (contra ra que Lamartine

"r rrro de los_p":": =1ulzarse) es muy caracteristica. Beáu de Loménie ."".t,ry"

-..,

* Il cst ux I)ieu; rlr:v¿nt lui je m'incline / Pxuvre et contorl silrs lui rltrr¡lurlcr ¡:iorr.

, r !',\l^tll l,l,r I'l I A. llrl \',

r¡,rlr.,i:i:;ell¡r,t,slc lt'¡¡r rrIrrnrirtttl.» t¡ilc "lit t't'otlotlli;r liltcl'¡rl Ittc, t'll l'r'¡rll

,1.,,1, rn¡r t'r'ollortríit "itt'it¡litt'itdit".r, ) lrr>l¡li, tt sor.i;11. I-os lilrcr¿rlcs collsideran, c()lllo t'ctllit r¡cltt'rirl, t¡ttr'

¡rl ,rl ll:;l,rtlo lri ¿r kls p¿ltronos correspondc mejorar la srtcrtc clc[ «rlrl'cr<1. l']l,,1,r,.rr, ,':; cI pr.incipal rcsponsablc de su miscria,.corrcspoudicnclo ¿t lit llclrt'Ir, r rrr irr ¡,rivird¿ .., t"rrr"dio. Por consiguiente, la moral es el suprctrto t'c

,,,,.,1,,, l,,,litit:o y social. La Academia de Ciencias Morales y Politicas ol:rett':,,,1,r. r':;(t'tcr)la una amplia cosecha de textos instructivos.

( rrr.r.(,sl)oltcle el honór de haber denunciado -antes

de 1a crítica lrrill'xi:r

ir 1,,:, lr'rrcas del sistema industrial a algunos grupos de católicos, csl)(', r¡lrrr.rrlr' rrI grupo de la "Universidad católica", políticamente re¿rc(iotrirli(]

. rr .il uriry()rá. 'E t."tunto la ideología liberal permanecía, por lo gcrlcllrl,l¡, Lr rrr;r lógica de autodestrucción.

l,) l,lr. onlr,eNlstro.-Sin embargo, ¿cabe hablar de una "ideoloS¡ía lillc;.,1 , rr,rltlo la burguesía es tan .ru.ádu-como lo era bajo la monarqtríir rlt'

i,rli,,i ,' li,, puede lñcluso hablar de una burguesía cuando existe un¿t bttr"

r!¡¡ r r ¡,.,,irie.se, una burguesía provinci?na y una -burguesía rttral' ttrt¡t

,,,=,,, ,,,,,1i,',ra y ,pequeña ür.gr"tiu, una burguesía de la banca, un¿t bttl'

,,,,, ., , ,1,. lir ináuÁtriá, una buiguesía del comercio, una burguesía tll.tivcrsi*',,,,, ,,rr,r fiurguesía de la admlnistración, u¡a vieja burguesía parlamctttit.i:i rrrr,r lrrrgúesía de rentistas, etc.?

i\r.(lrc ía condiclón burguesa' tal y como aparece, por ejemplo' ctt l¿r

,,1,r, ,1,' l',;rlzac, es muy varia, la ideología burguesa posee, en su-corrjttttltt',rr r ,tr,,,, ,rnidaá. Así, Gaudissart no dista mucho de Nucingen, y Laffitt«'r;c,!, '!r,,r( r' ('n Béranger con el mismo título que Michelet'

Ail,rrl:rnros q.r""lu, fronteras de la ideología_burguesa son mttcho ttt¡ti

! r, !r,,.r.i ,¡,," luJde la burguesía. El periódico L'Atelier, escrito para obrct'«r.'r

r r,,,r ,,1,,,,'r'os, no es tan dlferente dé| Constítutionnel. Los "poetas-ol'rrcr'os"

,t,,, ,,l,ilrrtl:ilr en esta época -los

Savinien Lapointe. los Reboul. los Mrr.¡rl.

' r,,r, r.r ¡rit'trsan y escriben como Béranger y como George Sand' Ac¡r'icttl

i,, r,lr,¡rric' y Martií Nadaud, dos autores d" oiiget de lo más popular - y,,|,'1,, ,,,,,1, ,liu,ll.ro, ya que el primero era.un artesano meridional y el .scgtrtrtl,,,,r, ,rll,.rril .1,:la Creuse-, adoptan fielmente los grandes artículos dcl cl'ctl"lil,,.r,rl. Los So¿¡uenirs d'un ,oin'pugno, du Tour de France, de Perdil¡rricr',

r 1.r,. A/r.216i¡c.s cle Léonard. urá¡"Á {Jargon magon, escritas por Nodarrcl, rrt'

.¡rr, r.n t'l Ionclo, muy diferentes de los Souuenirs de Laffittc, "rcy clc Lrrr

l,.rrr,¡rr.r'r,,1 y hitttqttero de ]os reyes".1,,,r,t.1¡¡i*i¡¡1¡icnte, cxiste, en Lfecto, trna ideoloS¡ía orleanist¡, qttc lto tlio

lrr,¡.rr .r ,¡,,,,r,i", obras dc doctrina, pero,-qtlc clttrante mrtcho tierrlpo y. t'rlt,tl,rvilr ¡r¡er.ir hir irnpreso su'huell¿i a Ia vida políticir Iranct:sl. lislt'

t,rlr.,¡¡r;¡r(), trryir liclclicl:tcl lt¡rcia la [¡milia de Orleáns no es sinrl tttr its¡lt't'{tr

tr,t,rlrrrr,lrlt'st'c¡lttltt¡i.r, lrtlCtlC sCr csttrdi¡clO, co11 matizaC:iol-tCS {ivcl'sits, t'l¡

I ,,¡..()t ll'/87.187a) y ,.,, ,,, ,rr,,icl Iilis;r, cn nr¿¡dattre l)osne, strct¡t'rt .tlc'l'1,,,.r,,r ,.¡ ,'l rl.rr.li¡' Vtrr'<rrr, ¿rnirrr;rtlor clcl C'on.slilltti<¡ttttcl y ittttot' tlc lilrl

l\1,.¡¡t,,itr.., ,l'tttt l¡t¡ttrtlrt¡i.; tlc l)¡tris: t'n cl ltcirtltinricr¡ vicltllct, t ttyltll ltlt'rlttlri,r,r',,¡,,,' 1,,.,,,,,,r,,., lrror¡rnrt'rtto rlc ¡tt'ctt'ttsil'rlt slrtis[ct'lllt: t'lt l,ltl'fillt', r¡tlt'

r,l,tl,t r.n rirr:l,r¡t;t:;iorr¡tillt,ll Mr;lll,ril'r's l¡tl; t'1ll¡litS <lC t¡tl;t illl(('lllii()ll;l llll llll

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408 rrrsrontA nIl L^s tf)rAS por,l,rrc^s

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cio altamente moral; en Duvergier de Hauranne, que desarrolla en r g3g

;,":j:t-_ljÍry^"_:_d" gouuerrelm"nt représentatif-:l; t"o.á ."g,i, Ia cual.el _rey reina. pero no gobierna,'.

briand, stendhal, Lamennais, La"martná y'Mi¿h"i;-1"-.o"ri¿"run, ademásde un g':an poet_a, un gran hombre, sie"¿á r"Jrááui"*-"rü'á "r.ritor fran_cés que ha renido Ia. mayor in_fluencia en ros ;;Jt* ñ;;u'r". y en er ex-tranjero-- plantea al historiador argunos pr"ri"rr", irrir"Já","r...

)r:r F.L usrneusMo DE Toceunv*rB.-La ob¡a de Tocquevire (1g05-1859), el,máximo escritor liberal J" fu "po.u,

se sitúa al margen de este or_leanismo hipertrofiado. No-es.representaiivá-á" ,"" "*plru-lo.rr"rr" de pen_samiento; es el resurtado de ra ieflexirón, ro más;;;;J","litaria, d;;;espiritu no exento de.prejuicios, pero dedicado " ¡irgiiy á ¡rrgur.".o,una rigurosa independencia.

... El "Mgnlesquieu der sigro xrx" (|.-|..cheva[ier) es señor de Tocque-'ille, en el Cotenrin, como

"Mont".qri"á lo era d;-i"--B";d". Es herederode una tradición aristocrática y terráteniente, a ra qr" p"rrrrurrecerá siemprefiel. véase, a este respecto, en sus so""iii, ü';"ü;;5;riry po"o demo-crática.descripción__de las elecciones de rg48 ;;l b;;ó'ál sui,t_pi"r.",cerca de Tocgueville: "Todos los votos fueron otorgado's al mismo tiempo,

\_:"_lS?_r?rones para pensar que casi todos fuerorr"puru u.r--is-o candi_ctato_ (que no es otro gue Tocqueville).

Esta tradición aristocrática se "ot.íliu en Tocqueville con Ia tradiciónparlamentaria. Por su madre, es nieto de MurerhJ.fe..

-3,, -á.titrd, respe-tuosa p'ero libre, res,pecto a Ia religión, es ra de t;r"-ñá*["" t"i ,igr "ír,profundamente interesado po¡ el iu.io"áirsá.

"rp"ri*""',? (Georoes Le_febwe, prefacio a L'Anciei Régime "t ti n¿"oiit;;i."""-Tocqueville es un provinciaío, ," giro"áirro u-q.íi"r, parís extraña y aveces asusta. Léanse- a este respecto ral páginas "r,

iu, lr"-Tt.qr"ville ex-presa su.profundo alivio cuandb regresa a"su paciÍic" ñá"rorrraía, tras las"saru¡nates" parisienses de febrero"J"-is+a,,..ü ;;;p;;i;J"s" hubiu cor_""*i*^o_:l una especie de fraternidad para quienes iorábá" á"

"11.,,.r ocqueviile no es ni un revolucionario ni un reaócionario. Aunque su fa_milia sea legitimista (su. padre fre p.efecil con ra R;;;;;;.,i, u."pt. .""-vir a la monarquia de.¡úlio, y, uurrqr";rrg" -rvl;;;;;;;;; a Ios revolu_cionarios de 1848, será miniitro de'la Seqirrd" É"p,iuli.á. i;Lio estas adhe_:ior": son siempre totarmenre desinteresaáár.-§i iáüí"üirc "."p";l ;il-tecimiento,.sinde;ar por ello de criticar a los hornb-r-ü;r;;ür" cree en lacontinuidad del Estado; es para ser útil, no para utilizar. ' .

- Es. preciso distinguir en Tocqueviilá er instinü;l; refrexión, el cora-zón y la razóm. Es arisgócrata de instinto, pero ra refláxiárrr;-il". a aceptarcomo irreversible la evolución hacia la democracia, " ua"ftuÁ" a un régimenque no le gusta:

- Ji"gg una incrinación racional --"r..iu! * Jna nota ínrimaenco:rtrada por |.-P. Mayer.- por las_instituciones de*oc¡aiicus, pero soyaristócrata por instinto,.es-decii, ,q-ue desprecio y temo u lu _rliitf;:-ilácon pasión la libertad,. la legaridad, el -respeto á" lo, ¿".".r,or, pero no rademocracia. Este es el fondá del hombre;,.

Ét il! i\'|IulllN t(t l)11 l,At1 il,llAS 40t)

A) ( )lrla¡ rlc 'l'otr¡trcttllk, l,rts ¡rlitrcl¡lrlt'r <¡br¿t* clc .'l'ocqtrcvllle son:

l) l,a lIétnu'1úk, t.n Allr{rit¡ut-, r¡lrrit tle u¡r lr«rmbrc tlc ttclntl ¿lños tras tttl¿t cstnn-

.i" ¡íu,,r.,,,,r rle rin ¡rñ,r, t'.1¡r llc,',rulrrrrt, t'rr l')st,rtlos tLlld«¡s. [.a prlntcrl ¡r;rrtc (llt]i5),-lnáel,li n,¡g¡ln ¡ror. trrs r,orrt{,rrrporilneos, cstudi¡r la irrfltrcncln clc l;r clemocracln sol¡rt' ln¡

i,i*i1i,, 1,,,rü, lo nr,1¡trnrlir prrrte 11840) , nrlrs abstr¡cta, está dcdlcada a la influencln cle

iag lrtetllur irtltcs ¡olr,'c lits c<¡stttntbres.'*- Ji ¡,'11,,,,/err /lLi/úr¡c ct lt lltuctlution (1356)_es una obra inacabada, El_prlmei vo-

!,,r,,i,, ,,1 rr¡i,6 e¡rc' ¡rpnrcció vlviendo Toiqueville, se detiene al comienzo de Ia Revo'i,¡.¡.¡i,, .l ,rrrl,,r rirrrcstra cór¡o la ccntralizaóión administrativa es obra del Anttg¡uo- Rd-

atItrÉt v rr,.r el.' l¡t llcvolucirórr o del Im,perio; Ia Revolucioo es e'l fruto de una lar6¡a

ár"f,,,,.,, lr,r s¡rlit¡r rle lo que precede". Toc_qrreville habia rcuniclo para los volúnlcncs

rlHirtprrt.q r¡rrc rlr.¡cLi;rn estai dedicados a la Revolrrción y al Imperio, ntlmerosas not¡ls,,ln- i*u ',,,, Arr,lr'.r I;rrclin ha publicado lo más irntrortante," iu ¡i,,,,,,,i,,rrri;r'rle L'Ancien Régíme ct la Ré'uolufi'on es, por lo menos, i.q,ual a Ja tle| 6'l ta,,,,,i t,t1,, rn AnÉriquc (de la"que se ocupan_ más fácilmente los historiadores de l¿ts

fucu-. ¡,,lrtr,,r¡). 'l'trinc, en sus Orrgines de la France contemporaínc, sigue de cerca a

I-etditsr lllr,,l l,rs ,,iorrrcrrirs, admirablemente lúcidos y en ocasiones irónicos, están dedicados

-u u,l ,,,u',-,* ir,,'t" nt o".i"¿o de 18'18-16'19, especialmente al breve paso de Tocqrrevtllc

Eác"'uf"'t,ii,,,.i;'i;; J; 'Á..irt.,. Extran'ieros. Las primeras páginas ofrecen un cuadro

ixe! de lrr rrr()tr;rrquia de iulio.-il

"-¡,,, 1,,,t.r"r,;urnurre'de Tocqueville está en curso de publicación en una ntlcv{t

;iel1 r¡u 'rlx)rlil numerosos textos inéditos'Éi'. li,,' iililrrr., ¡ay que señalar 7os Vogages que- contienen.numerosos texlos.inédlto§

il 'ii ',,,,;",,,;,;,;,i":;i"

io incq,,euifie u-el-espéctáculo de América'-La Arnérica qtre

i' f ",,'1,,'l,ri,' "" Ia Arnériá iacksoniana --¡acl<son,(1767'1845,\ t" l**it-trr-1:i'f,1,,i,,r"",,'iS)é v-'"i-'iái-, il";ra"" a las ftientes de 1á democracia ieffer': ¡i¿cr,,rrllittrza respecto a los privilegios y a los monopolios' retorro' ? l*'?:ln-áiá,

',i*.,,,rrllir,za respecto a los_ privilegios y a los monopolios, retorrio' a Io'§ pttn-

.J?u il, ll,, l,,r',.i¿, áe IndepentJencia. ilsistencia- en la igualdad de,clerechos' Mlen-"É*iJ r'i",,'ii,,,i; .;;; "; el coirili.to fundamental. de los tit-"-":t-"-:,^ l::Ir'::-':"i:1 fl:

ár.,r,,,,'.,',"',,t;;;;;";t" coniugados y estima qirg hay -qt:--t:lfil:".a.los ¡:¡o'

ifru,,,,.,,, frrnción propia, que consiste-en proteger las personas y,'o1-lt".1t^1- ,^t''";i'|";,,',',;,i',:-"';;jl;J;;i"' plr"t"á"" -lo p'"g""i'' ¿En'q,é mldi:l.a las ideas dc

Tr,,',t,,,, ril,, ¡,,1,r,. ln d"#"Iá.fo "!ii,ri"ro" inÍluicias-por su.estancia en A¡nórica?

'"'Ái,,,,u rr,rr t,r posible;;;¡;;-.;" una cierta precisión a ":11 B."pult?.,*.:1"^.-,::

I lr f,,trv¡r lrrr rrril, icado en la colecciOn de las "Oerrvres comp'1'dtes", la edición íntegra

Iri l,r,,"L,j ,i: ü,,r,ir""ai't".q*"itt". Este Diario. que complc_ta_,.admirablemente el

ill:,,',1;. Iir"r],,,,,, Turáu"i¡ll. o,id' B"nunrnnt ín Anrcríca, permite seguir de cerca la gé-

arsei¡ ,1,. ln l)in<¡cratíe en Amirique-.§¡rlrrr, r.,rrt.¡rrrrblema,."ááíáii.|-f^ comunicación de René RÉn¿om, reprcxlucida cn cl

¿t,i.',i,, i'"r,r"i,,,it"'.i;¿l;;l; d" iocc¡ueuille, Editions du C' N' R' S" 1961'

(') l,tt libcrtad según Tocqueuille'-F'l m'é1odo seguid.o por Tocque-

vlllr,jc.i u,i.-o .n lá"O¿Áocrátie e, Amériqui"gue estudia una sociedad

o;;;.,;;;, ',tiirt ii-f'eli¡en Résim"e, qlle evoca lá hisi'orla de la sociedad [ran-

**.u,';t',r.ii su obra "r-ii"l á"ditaÉión sobre la libertad' Más gue I,a olra

,G ;,,, ;;;i;;l"gn o ¿" un historiador, es la obra de un morálista, situado den-

fn¡ ,1" ltr 1¡ran tradición de moralistas franceses'"' ''il,..,i,,l1riii" no ." pruÁ.upu ni de describir, ni de rglafr,1i de agotar

el 1.,,,o,"1'rr.to al cstiráiar la'socicdad americatla como la Francia del anti-

ei,,, ;;iif,".,r, b,ir.n rtln rcs,uesta a esta itnic.t_pregu,ta: ¿Clómo conciliar

l"'lifi.,fii',i'.nn in ,iir"fnciírn igualititria, cómo snlvar la libertad?"' 'i,;',,i;;,; .i" iocqucville ü cncucntra cn lo.s antípodas del positivismo'

N,, -"r, '*n

*.*tn nl¡i,n.r, cibictiva. Estár aninrada por una vibración íntima,

i".,,.rlrf" p"r iii6,rn,,r ir1tui.'í,,ncs lulgullrrrtes, Se cita con frecuencia Ia pti-

*rli,;,',r;1lfi.n,l,r ll,. p,.i.;ti,:u, *,,brc c[ futuro dc Am('ric:a y Rtrsia, llanracl¡s;

Page 52: J.Touchard, Historia de las ideas politicas, Caps. IX a XII

ffir¡,,410 I¡¡s'rontA l)t1 t,As il)Il^.s pttt,lr¡c¡s

a repartirse el mundo; pero _hay_ que recordar tamb,ién el capitulo de LaDémocratie en Amérique sob¡s la nueva aristocracia industrial (De quémanera pod:r: la aristocracia- originarse d.e la industría), o simples frasescomo ésta: "se es ante todo de su clase, antes de ser de su opinión" (AncienRégime, tomo II, libro II,_cap. 1."), o también: "Pueden áponérseme, sinduda, individuos; hablo de clases; sólo ellas deben o.rpui ra Historia"(Ancien Régime, torno I, pág. 179).

La Démocratie en Amérique procede de una reflexión sobre la igualdad.Los hombres tienen una "paiión ardiente, insaciable, eterna, invenciÉle" porla igualdad. _La _sociedad evoluciona necesariamente hacia la igualdad,' esdecir, hacia la democracia, es decir, hacia el nivelamiento. Está evoluciónllena a Tocqueville de un "terror religioso", pero le parece ilusorio oponersea ella. Es preciso aprender a conocer-la dembcracia para impedir quá caiga,bien_ en la anarquía, bien en el despotismo.

L'Ancien fiégime et la Réuolultion es una meditación sobre la centraliza-cilón y-la decadencia de la aristocracia. La centralización monárguica con-duce al mismo resultado que el nivelamiento democrático: el aislamiento deindividuos uniformes, incapaces de oponerse a un despotismo que precisa-mente_triunfa después del2 de diciembre. L'Ancien Ré§ime et li Réiolutiones el libro de un derrotado, pero de un derrotado que no renuncia a laesperanza.

En definitiva, el tema de la libertad domina toda la obra de Tocquevilley le da su unidad, "Una libertad moderada, regular, contenida por lascreencias, las costumbres y las leyes" (Souuenirs, pág. 74.). Esa iibertad

-dice- es la pasión de su vida. ¿Cómo protegerla? -

Tocqueville, contrariamente a Monteiquieu, no cree en los cuerpos in-termedios, en su forma tradicional. En cuanto a la organización de ios po-deres, habla relativamente poco del tema; es partidarió d" ,n sistema bica-meral y se muestra hostil al sistema presidencial, pero no tiene sino una li-mitada confianza en las instituciones políticas para garantizar la libertad.

Tocqueville preconiza tres remedios contra Ll individualismo, "destruc-ción de las sociedades":

l.o La descentralización administrativa, las libertades locales y provin-cia-les. "EI espiritu comunal es un gran elemento de orden y de traíquilidadpública."

2." La creación de asociaciones de todo tipo -políticas,

industriales,comerciales, científicas o h¡s¡¿¡i¿5* que ayuden a formar un substituto dela aristocracia; ")No se puede fundar en el mundo de nuevo una aristocra-c-ia, pero nada impide constituirla mediante asociaciones de sim,ples ciuda-danos, de seres muy opulentos, muy influyentes, muy fuertes; en una pala-bra, de personas aristocráticas".

3: Por último, y sobre todo, las cualidades morales, el sentido de lasresponsabilidades, la pasión por el bien público; Tocqueville cree, comoMontesquieu, en el primado de la moral sobre la política.

Estos remedios para los males de la democracia son muy tradicionales eincluso tradicionalistas; Taine no dirá otra cosa, pero Taine no habría es-crito seguramente la página del Ancien Régime sobre el idealismo revolu-cionario: "El 89 fue tiempo ds i¡s¡periencia, sin duda, pero también de

t!t MoVtMIENTO I)ts l,l5 ll)BAlt411

gerrer,osklad, de enttrslastno, cle vlrilidnd y dc g¡rande¡a' etc.l' (tomo I' pá'

atna 247 | .' ,l,ocurrcvilte sabe renclir hornenaje ¿rl adversario; lleva al más alto grado

=t ,,,,.1'i;';;;p;;;á.r f. qu" le repugna. En este sentido es realmente un

lll re r¡r l,

2, El liberalismo inglés.-La situación nolilig *.lnglaterra no evo'

!ur.l,'dr sensiblemenr; ;;íJ; la revolución ae tOSa. Del ráy, la. preponde-

r'nrrfhr pasa a una aristocracia que poselel suelo' el dinero' todos los pri-

i';i;';;,,J ,;¡o, io, poá"r"t del Estádo' F'n cuanto al self gouernrnent' en-

tn!.,nt¡r cn Francia ;";. la. ,"rantía de las libertades ing-lesas, no es má§

urre l¡t rrtlministracld-J;i país" por parte de la aristocracia local'

'"' l;;:,';'"i;;i;;;;;;;'ieir" v u'á1"" la transformación de su econom¡a'

n,,'.'ii,".iiiY.;j;:#;";'p,; ;";-ü-i;dustrialización. La reforma electoral

á-"r Á iz -._qu"'hu."

;;;r;'J "A*ero de electores de 425.000 a 650.000- no

Ei ,ii,., ,,,.ajJu á"-oIráti.u, ,i"o una _reforma destinada a asegurar una más

asr.lt¡ r.r:nresentació;;-Ü; lná,rst.iales y a los exportadores' La evolución

A;i''i;i;,.;;i;;;;'il;i¿;-.igr" a" cerca la eíolución económica de un país qtte

Eñ;"i"',:;*;td';qr¿-;;";i" 1o bastante fuerte como pará adoptar el

librer ¿rrrhio."='iü;;;;,;;. que el liberalismo de courier, de constant, de Tocqueville,

E¡fi',;';.ji,; hu'.ir lo.-práUf"*"t políticos, el liberalismo inglés de la misma

€cr¡,,r rk,tlic, u., luoui*ucho *át amplio a las preocu-páciones económicas'

ff;,,l'.iii,:;:;"^rr"'á'*""üi-". ,q"" Francia acaÉa de hacer una revolución'

á¡i',,,,,',,';;," i; ;j;;^;;;;lr.iroi i"glutt se remontá a 1688. El liberalismo

f.rirrr run vive del r";;;á;'J;'ll}g, e"incluso pa-ra algunos ese recuerdo oct¡'

trrr .t t,r(lirr d" l, i;;;; ;iliburuli.rr,o iigles dá la primera mitad dcl

Li,rlrr rirx nr¡ debe.;;i;;il u-lu R""ol"ción írancesa, se sustrae sólo lenta

I'il,i,li,ir,,,.";"u., ,uilt"tit*á Lenthamiano' v sigue baio la influencia de

Arl'rrrr Sruith t.

l'l'lttt'ut,¡'l¡nlsuoIIENTIIAMIANo:|aur's.N;ln'r'--Bentham(qrtemuereenl832)con"g*rrrr ri¡rrt¡, cl principi ilr;."n1;" i"i .raiáii""";;iii;;;l"lhicurdo pub ica en l8l7

Éf r¡ Irr lr¡r //rio.s dc econonía politica I tributacon'L,,,,rh Mril (177::¡8,ió "r;lili,lJii'í;;;;'." amiqo Benrham y publica cn 1820 un

Fr,,,,,,, ",,¡'r'c tl Gobictno' donde pone "" 'eloJát' la"doctt{no del'Gobierno reprcscnta'

tlr,, ,,,rr r'l princioio de la mayoi felicidad. p;;;^ J ñ/át nrnt"'o Considcra quc l¡r

Iilhrtrrtt ¡lt'l (iobicrno J* "tu"tinil]"'rte negativa: se trata'de asegurar la oolicía ncccs¡l'

rrÉ ,'r,r ,¡ttc t;tcl. ,ra,'iat,.,^r'"ü'f"""güit' sin tiabas' str intcrés 'p"t'onil' Jamcs Mtll'

¡trrf tr,rh, l,r rrriryor p"r,;-;. ;; -;e,r'"n .iro ofi.i,-,o -dc

ia conlooRía dc Indias. es cl ,cr'Irr l,¡ lllrr .1,' ,1,>ctrin¿rriti

jj" "tt'i

fornra tanto. en Inqlatcrra como cn Francia sllrgelr' ¡l

,rt,, t't,rl rl.l sl1¡lo *,*,"".,oíi,,,i.,.,ios-de tcndcnci¡r i¿""íeti.o' cf. tos idcólogos, cttyn nocl-

r,trt¡ril N¡r,.tco,, a..,unj.i,l]"i;r-1i¡;"ir;;i;;'a ü ñestauración, asi co,"o los salnt'rl'

i¡trrlIltllloá,

),"1)ttt,t¡'¡'lt,tt'lutsMoALLllll'RAl'lsMoI'IuM¡lilrARIo:SruAR'l'Mtt'¡---Stun¡'tMlll(180f)'tñ/t), ¡.rtrrr¿utr, "n

r,,*'pJi,illint,,-'.¡.:i ';;;i;.;i;i¡,,';;tiíii,,;ismo, recibió de.s* pirclrc ttt¡¡t etltt'

rn,trirr trrl¡rrr;rrirrrcrtc',];,:i.:i;;;;¡,1;;,,,,',1" ln"q,," pir.n n poco se frre rlesprt'ndlcndo pttrtt

'""il:"ir;,I,,:"l.i,T;J,llI', ,lfillll-lil.'lll 1l]l:iiilli',,.lr',. 1¡cncrircit',rr, «r. ,,.ir rcvrrcrr¡r c,ntr¡r el

r \'¡r¡¡ar lrll¡ nlt'ñx, l'ilEr' itt:t lliltl'

Page 53: J.Touchard, Historia de las ideas politicas, Caps. IX a XII

ilm"il'

l,'

4t2HrsroRrA DE LAs rDEAs poilr¡cls

i,rlti,ili

jil,l

iiIirl

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irriil

i

dogmatisrno. Mi oadre -escribe stuart Miil- ha sido .,er úrtimo p,ensador der sigro xvnr,,.EI mismo stuart'Miil es una naturarez" inquietr, sensibre, -u;.u'd;';;"- un romanticismo

l"l*?1"",:':Xh"f:*i?'¿":ti?i; i";;;;;ió';'i't"'',""'ll"'I'wii'a:i';h-, ;'c.r;'ü;;

sufre ta¡nbi'én infruencias continentales -ra de 4ant, ra de comte-, se interesa porel saint-silnonismo y mantiene.o.r".p*á"rr.ir*._on To.qu""in". f-r-l'i¿n en este caso Iaoposición con la oeneración anterioi

", i;i;I. rü""t."1"qr"'"l ,iiiiijil.o de Bentham:,*#t.":#llr"I "."".iui-",,t;l;;,h" f f,ita,i.o, er rÉ""uri._á"-á"-§t,,u.t Miu aspira

'['a obra de stuart Mill es. contemp^oranea de una crisis del liberarismo y constituyeIa mejor expresión de esta crisis' En ta+iJá-co-i.ión Real de Encuesta sobre la Indus-tria Minera elaboró ,ro ulrurruáá, i"f;;; i;"ó_a¡able. con er informe Viilermé, en Fran-cia)- El princjpio, tan der.sustá ¿; ñ;.J-üiir, a. l" ir¿ári"ia"""p"rr.«i¡,ridad, no sesostiene ante ros hechos. Er-industriarís,ro "" .á*"ii¿;-üil;.' ñi' pur"." ya posibrereducir la vida sociar a argunos;;i;.rpi;; j;;-".;"1;;. D;;i;.;;';I-pon"r' ra e'o-lución de las sociedades y

"u aiu"!".iáuá.-- -"

*Stuart Mill se dedicá, _pues, a formular ur_r_ I,iberalismo instalado de nuevo en IaHistoria v en la sociedad- vri.ni'u. ;;;'i;;" Mir ;;-i;ü;.;'b;;;;. iodo po. er pro-blema del Gobierno v le daba

"r"1o-r".iár"."".ari.a (".io.nu;; I;;;;r.."nración y ex-tensión del derecro áe srf¡agioi, strrrttüili'"Jima que er Gobierno no puede ser liberalsi no existe una sociedad libárai.Para Bentham el Gob',erno. Iiber-al era bueno, no por.que fuera riberar, sino por!rue eraeficaz. Por el contrario, Ia libertaá

-";-;r-r;-'§;;r.t Miri ,r, ui"n

-"]-,-'Ii' ,,i.,no, indepen_dientemente *l prin-cipi-o de la mayor r!ii.ia"¿,'y un bien no sólo inclividual, sino tam-bien social. sruart Mill critica el capitarismo. ó.* *;--l;lr*i¿r^'i"l Estado liberalno es p'úramante neoativa, que debe tratar de realizar_-las condicionesáá U lit."trá.-3"libelalislg está, por ionsigu¡gnte, en -oposijón'con Ia firosofia der raissez-faire.Las ldeas políticas de stuart M_ill -cuya Autobíografía es un dácumento muchasveces sabroso- están expresadas sohre todá e" -L.u l¡bíiid-tláiSi"v"il las Considera-ciones s,obre el Gobierno'rcprcsentat¡uo (iBó-i&li *vJ)t v <tt

La libertad comienza coá .r., rri,,ro. ui l"ái"iJrrá, .o, una denrrncia más vigorosa queoriginal de los sistemas gue instauran el despotis"r"- {" iá .Jü;;-"^l, tiranÍa de Ialnavoria. Stuart Mill Dasa, -poco. a poco, del culto d.l l"di"i,il;li-.Jlt" de las inclivi-dualidades y al culri\.; de üs ¿/r.resl nr'"1-."Jtrl". iir-..p""* .iárJi"rrr" su nostalsiapor. una Inglaterra donde pudieran salir u lá'ruz h".¡.eí á. ;l;;.rr. diferente delde Ios mediocres que en tod-as pu.t"" ránáni-,,Á lr-'i-ü;;""i;i; il'rr, E.trdo

". "tvalor de Ios indi'viduos que ro éornpoo""'. stuuii ¡vrilir".i"ü.*'áqj'""c.¿yre y a suculto. al hé59g, eue se eipandirá "ri lo i"grái"; victoriana.§ruarr IVIill preconiza en La Líbertad "la ma-yor _diqoersión der poder compatiblecon Ia acción útil del Poder". Plecisa .ur ia"á. i" Í"" ciiliáiá",""""

"J"" el Gobíernorepresentatíuo, donde distilgue dos frrnciones: u"u f.r".rárr'á";;;;i;-ücorresponde alParlamento, y_ Ia- función le-sistativa. stril Mirl';;i;;; ;;"*"r'#'¡tlit'u run.ion no recorrcsponde al Parlamonro y qrrc crebe "e. ,i.itui¿,

" ;rJ ¿.;ilo",r"i"qi.ruti*,u. En sult?!;"2;"r;:",i"ol,ljj,li"ii::..,::"J; ,;;'r;'';;1.;p;,ái,i""",i-Ilil"i.l.o,,o_íu. y d"

La filosofÍa politica de St.art ñriil es, -pucs, .na mezcla de idealismo y de avaricia.de kantismo v de utiriraris,no, de g"ner.á.iaáJ-l d" ".t.".í"r;"';;;;:"É.presa adecua-da¡nente Ias íacilacion". a" ,rnu-r8.;;rd'; .JI".o período de transición.

3." Le »ocrnl*e or, M¡NcuEsrER: coBDEN.-stuart Milr es, como Tocquevire, unhombre aislado. su obra apenas nos infonná ro¡." lr. opiniones der ,,riberar medio,,.Richard cobden {r804-1865), en.contra.partiia., es un perfecto represcntante de esahrrrgrresía industrial que consigue obtener i, ot oti¡án..';"'l;;';;;;ti;l".obr" el trigo(.18a6) y del Acta de navegaclón llSlg). Antiquo- crrid¿dor de rebaños, más tarcle ricofabricante de teiidos de algoáón en Manchester. t-"ud""'". ,rl;";;;";; acción. su Anticorn [,aw Le-ague es un

-pocre.oso g;;;;;';*.ión, ar q*e conduce con arte hasta Iavictoria. su idea maestra es el libre iomercio: comprar Io 'nrenos ."- p".jul., vender Ionrás caro posible. Presenta, como. remedio para todos ro, i"gl"r"., -;no'i"ai¿,

evidente-mente conforme con los intereses de crase que representa. Hubü;1;'.".;; {J]u,s míddte and

I

fri ,

1Lr, MOVtMlllN',l'O lrll ¡-A3 IDEAS{13

It.(loustclous c./asse.s y afiluta qtrc el GOl¡ierno,. cn tlll pais irrdustlilrl' tlctlc po(il llllp(Jr'

r¡r¡rcia. Ad¡nira o n.,oal.'ül.itt V-p*iái,iza la »roolccl¿¡d' la cficacia' una cstrlct¡¡ cco'

;;;;;;;;. ó;i;;; .,lti'o. i'n;i';',bá'A;' i^ore.' ;1ffi,.1lh"1$X,Ttl,:,1i'u"1,,;,:fl".1,i.:";i';i;;;; lu-r.,bi.i¿', de llesar'- el deseo dc

ocnsamiento de este destr.uctor de utogías .u" .n tá utqpía cuando se trata dc cuestlo'

ir,,s sociales.En materia de relaciones internacionales Cot¡den es partidario cle..la oaz v de la llo'

tiltcrvencion. Es hostil a la guerra de crimea,;i;;";;ir."s de ultramar. En un /lfúlc

lin¡¡lander,Coneltriunfodellibrecanrboyconelfracasoclelcartismoterminaunaépocadel

llbcralismo inglés. La era victoriana comienza'

; 3. Del nacionalismo revolucionario al nacionalismo liberal.-El st-

rrlo xtx, pa.a hablal;;; p'r"¡ad, no presertcia "el despertar de las na-

, lffi"l-c;#r1 ffij; ".t",irio" de los naÉionalismos. La mayoría de los mo-

\vimientos r"rrotu.lo.rlrlot q"ft-" ptta"cen entr-e 1815 y 1848 -en ltalia' en

'lAlemania, en Polonia, en el Imperio austro-hú"ST;'.tienen una doble

U;lffi::i.;,1u",#v ;."i."r1.-iá Ñátiáiut "., "r" Francia, el periódico de

los liberales.

'

A)N¡cIot'¡¡¡-ISl'loECONóMICOYNACIONALISMJROMÁNTICo:M¡zzlNl'-til nacionalir*o ".o"roáÜ¡;i;1"*án

Lirt, que publica en.1841 su sisferna

nflt ional de economía política, es muy poto iiU"tut' Anuncia la unidad ale'

,r¡rrir y luMurhtpoii¿í.-i;;;;'"btas dL Lste sénero son raras antes de 184E'

Ir,rr Mickiewi., líél-igSil, "" éi"Uerti (í80t-t852.\, en M,azzini (1805'

tt172), en el húnsa; ir;i;¿á (igzz-taqg) mul influido por Béranger-,

r.l rracionalismo es tit".urio y romántico: nacionalismo de escritores y poe-

tns en paises qt", p;;[;i; áe indultria v á" tlut" media comparables con la

rlr lirancia, f,gfutáI*';- il;j;; U;iáJ., "o conocen el nacionalismo mer-

t nntil.Mazzírliesunodelosmejoresrepresentantesdeestenacionalismolibe.

.,rl y romántico. És*rln"ñ"trüt"n"ri;";;; "t"*o proscrito, un obstinado

.rtrs¡:irado* p"r*urr"." ii"l u 'ut "o""ittio""' t"pt'blitanas y no cesa .de

rletrunciar "f *rquiu""fit*o á" Cavour' incluso después de la realización

tle lir unidad italiana.liste patriota italiano es un europeo convencido (c[" por eiem'plo' su

,\atttn Alianru ¿"'iir'"i"iator,-prUti."há-en_ 1Sa9). Cuenta con los pueblos,

rr, ('orr los reyes, p;ñá;;ár'el reinado de la justicia y dela oaz'

t¡,[ pcnsamiert;;"^iü;;r1ri ", p."f;;;;;íi" i¿"uíl.tu v 'religio.so. se

,,¡,,,,," í,i-iá¿", 1.. p.*to, a Bentham, cuyo utilitarismo Ie repugna' Mazzini

( r.r.c cn "l progr"# il;;il;;¡;á, ; la fusión de clases, en la frater.

trirli¡cl humana, en la eminente dignidaJáei pueblo' No cree ni en la lucha

rlr clases, ni en los antagonismos entrJ "á.iá""., ni en la.influencia de la

er,.,omia ,obre tr'ioiilü. il ;b;a está "" áur"trt" contlldicción con la de

M¡rrx. .,Religirón y política sorr. insepar;ür--"r..ibe Mazzini-. sin reli-

1¡ió,, la ciencia poiiti.u no puede t'"ut'Á7t que despotismo o anarquia"'

Mazzini p"rt";;:; ;?;;i"ilt*át'tismo' La revolución de l8{E

t,,rrstituye su suprema esperanza V *,'trpt** áettota' Tras el fraCaso de

l¿r revolución Mazzini se sobrevive u 'i *i'*o' Los tientpos de generocos

Page 54: J.Touchard, Historia de las ideas politicas, Caps. IX a XII

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414 Ils't'oRtA DE LAs rDEAs po¡,frtcts

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li

sueños de frate¡nidad universal han acabado. Las naciones se constituyeny se enfrentan. [-Ina nueva era comienza en Ia historia del nacionalismo:la era de la f.uerza.

B) Ii- nacroNalrsMo FRANcÉsl M¡cuelE,r.-E, Ia ,primera nritad delsjglg v{x el-nacionalismo francés está estrechr-",rt" Iig"á"-á to, recuerdosde Ia Revolución francesa y de ra epopeya imperiar. Érancia, a diferenciade Alemania o de Italia, há realizado y" Á" r.rrrídud .u.iorrui. El nacionalis-mo tiene, por.consiguiente, un doble carácter, retrospectivo y profético, cla-ramente visible en la obra de Michelet (179g-1574)'.

Cuando Michelet habla de nación pi"rrru en Francia, en su patria. suobra es un himno a Francia. c.ee en su misión, Ia consiJera como unapersona: "..,La nación no es una colección de seres diversos, es un serorganizado; más aún: unafersona moral; un admirable misterio se háce:IiÍ""Í:,,Ia gran alma de Francia". La nación es, por consiguiente, invio_Iable: "Matar a un hombre es un crimen. pero

¿gué es matará una naci¡ón?¿Cómo calificar este enorme crimen?".

Micfrelet, como muchos de sus contemporáneos, cuenta con el sentimien-to.nacional para fundar 19 paz y la coniordia universales,- Gntrariamentea .voltaire -que

oponía la patia al universo-, opina que "la patria es lainiciación necesaria para,la patria universal". considera que la'patria estábasada en la amistaá: "La patria, ra gran amistad...". En lg{6 escribe en

!: Or::Ol:^]::r_cera ,pafte, "up. t."):,"ia patria, t, grurr-ár,iJua

""-iá-qr;se dan todos nuestros cariños y afectos, se nos muestra en primer lugara_travé: de,éstos; después, a su vez, los ge'eraliza, los e*tienáe, lo, "rrio_blece. El amigo llega á_ ser un p,uebío. Nuestras amistades individuales soncomo primeros grados) de esa gran iniciación, estaciones por las que el alma

11:I^¡3:"--u-¡p." asciend.e, para conocerse y amarse en esa á*. *"¡*,mas desjnteresada y más elevada que se llama la patria". Esta definicioáde,ta patria. hay que oponerra a ra célebre definición de Renan en eu'est-ciqu une nation? 2.

Michelet asocia estrechamente nación y libertad, nación y revolución;1egún é1, Francia es la nación revolucionariá por

"*á"".ü, -.,Ánte

Er.op.,Francia, sabedlo, no tendrá lun:a mas que'; ;;;br"'-i"*pi.il1",;;";su verdadero nombre eterno, la Revolucián .

. como ha subrayado ya Roland Barthes, ras ideas politicas de Miche-let están de acuerdo con el credo clásico del pequeño burgués liberal de1840: ."convicción1:údica dF gue las clases soóiai", .rr,r, á Í"¿"r""rá, p"-no-a desaparecer. Piadoso deseo de una asociación cordial entre capltll ytrabajo..-Lamentaciones<ontra el. maquinismo. Anticlericalismo ("1 d v.í-taire). Deísmo (el_d,e Rousse.au). Eí.pueblo es infalible, Bá*árrg"" e,

"lmás grande poe-ta del siglo. Alemania{áxcepto prusia) "r r, gr"r, pais, ge-

neroso y apacible. Ing-latema es pérfida. Francia tiáne dos"ene-igos,"elsacerdote y el oro inglés...".

Pero Michelet es un,pogta,y un hombre que durante su infancia tuvouna experiencia di¡ecta del frío y del hamb"e. Por ello su obra, cuyo fondo

tsi

2 Véase más ¿delante, pág. b26.

4tél,r rvroVlMlllN'l'O l)ñ, l,All II)IlAs

ee lrrrr,l¡ués, posee *-al igual .gue la de Lamennais, ntucho más nroderada

rarrto c'ir cl fándo.orno "ñ

la fárma_. un tono revolucionario. El nacionalis-nro ronrántico, estilo Michelet, es uno de los elementos del "espíritu del( I.rr('iltíl y ocho".

SECCION II

Tradicionalismo y tradíciones.

L Introducción generall El tradicionalismo desde la Revolución fran're¡n hasta nuestros iías.-A) Los rrpres DEL TRADICI9NALISMo.--J¡¿5estn r'ápida exposición de la "tradición liberal" nos proponemos evocar su-

trrall¡rrnente uía tradición de pensamiento diferente, gue presenta en Fran-¡ia utta homogeneidad bastaite notable y gue está,caractetizada por unatnrrr¡rlitciente ávocación de temas que, o son muy diferentes de los temas

lll,"r¡rlcs, o poseen un contenido diferente a pesar de emplear las mismas

¡talrrlrrirs:1.,, Temas psicológicos (afición de Balzac y de sus contemporáneos por

el tÉr,r¡rino psicLlogía:" "psiiología del matrimonio", "psicologia del gus-

ttr", elc.), rlcu"so"a 1a Áaturaléza (politica natural" de Maurras) y a laé+¡,,,ritntia. El término "naturaleza" tiene en los tradicionalistas una signi-tlr ar lótt completamente distinta gue en los liberales. La naturaleza de los

liher,rlcs está ügada a la noción'de un orden natural; el orden natural es

Irrr ,ilrlcn econóirico, una consecuencia del iuego armonioso de algunos me-r rli¡lrinlos de adaptación, prescinde de la Histoiia; se refiere a un mundo en

el ,¡rrr domina lá industria y el comercio (con algunas notables -excepciones,,,'1,r,, la de los fisiócratas)í recurre de buen grado a las metáforas orgáni-lr,, (irrragen del cuerpo). Íjor el contrario, paia los partidarios de la tradi-rl¡,n, la iattraleza eitá'ligada ala Historiá;la politica_natural no se básaetr l¡r rraturaleza del homblre, sino en el desarrollo de la Historia, en las lec-r l{ltcs de la experiencia: poder de los hechos, desconfianza respecto a las

alr¡l r'¡rcciones, positivismo y relativismo.'2,o De ah? derivan lo's te-as de la tietra (en todos los sentidos de la

¡ralrrlrra: tierrá natal y agricultura), del medio, de la continuidad, de la'ltrrttt<.ia, el recurso aíos íntepasadás ("la tierra y los muertos" de Barrés),l+r rrbrrndancia de metáforas vegetales.

t,ir metáfora del árbol es esáncialmente tradicionalista. Aparece en Cha-

r*ruirr¡aná flos arboles de Combourg), en Taine ("el plátano de M. Taine",rtt /.c.s dérácinés, de Barrés; M. Taine todos los días va a meditar ante un

¡rlñtilno del bulevar de los Inválidos y exclama: "Este árbol es la imagen

"*¡lresiva de una bella existencia... Nó me canso de admirarlo, de c_ompren-

,t,.i Ú;), en Bar¡és (cf. la misma expresión de "desarraigldg ), en Maurras("elispúia del alamo" narrada por-Gide, en Prétextes: Maurras denunciahrs claños del desarraigamiento, y Gide alaba los beneficios delirasplante),*,, Molrnr* (Les noy"ers de l'Aitenburg' pág'

-15-l ), en Saint-ExupérY: ei-(,(rrcra, El árbol es la" i*agen de la espántanáidad, de la continuidad, de la-,ri¡ii".¡Or, Je la discipliná; metáforas anexas de las raíces, del tronco, de l¿¡

,,'¡r:t, cle l¡r savia, de ios brotcs, del follaje, de la planta"'

Page 55: J.Touchard, Historia de las ideas politicas, Caps. IX a XII

4r6 HTSTORIA DE LAS ¡DBAS POL,T¡CAS

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3," Temas de,la asociacion, gue se oponen al individualismo liberal yque adoptan diversas formas:

- asociación natural: la familia (lig_ada frecuentemente al tema de la pa-ternidad, fundamental en Balzag, en |oseph de Maistre, en Món-therlant ) :

- asociación local: descentralización, regionalismo, gusto por el folklore;

- asociación profesional: importancia dál corporafiuls*o .Á la escuela deL'Acction Frangaise, orígenes de esta tiadición.

4," Temas morales. Al igual gue los liberales, los defensores de la tra-dición invocan de buen gradó la moral (Renan, La réforme intellectuelle etmorale), pero no resultá imposible distinguir dos ti,pós diferentes de idealmoral (que aparecen a veces como en Renan- en un mismo escritor). LosIiberales prefieren hablar de virtud y creen en la educación moral, mientrasque lo-s tradicionalistas prefieren ha6lar de cualidades y desconfían algo dela pedagogía. cf. el siguiente texto de Montherlant:1'La cuaridad "í urrunoción bastante indefinible. Sin embargo, está en el primer plano de mispreocupaciones y de mis "exigencias"; La cualidad es-independiente de lainteligencia, de la moralidad y del carácter. si bien puede'suplirles, lá in-versa no es verdad. Transfiguran a un ser y... le sitúan en el rango: de losseñores".

. Algunos com'ponentes de este ideal moral: el honor (particularmenteimportante e{r chateaubriand), |a energía (tema funda."ttál en Balzac yen Barrrés: Roman de-I'é_nergie nationále), la rcsponsabilidad (saint-Exu'-péry), el..trabajo bien hec,ho (ádopción abusiva de Feg,-,y por la ''."rolr.iánacional" petainista), el patriotismo, etc.

Esta moral puede estar ligada a una fe religiosa (y en este caso los te-mas fundamentales son, comó en Péguy, la enéarnac'i'ón y la comunlón delos santos), perg no_ siempre ocurré ásí (ejemplo de Íaine, tibieza áebarrés). En cambio, las cualidades exaltadas son siempre de esencia uiril(c[. "el orden viril" de Montherlant, fren_re al papel dásempeñad" p"" iutmujeres en la tradición liberal ----rMme. Roland. Mme. sta¿I...-).'Iguat-mente, los mantenedores del tradicionalismo se complacen en evocar, seqúnlos períodos, a Alemania (Taine y Renan) y a Espária (Barrés y M;iñ;;:lant), mientras gue los liberales y neotbáráles, dá Tocqueville'u TurdJer,toman la mayoría de sus ejemplos del mundo anglosajón.

La exaltación del heroísmo camina a la par-con'el culto del héroe, del"hombre providencial", y con el_llamamientá a las é/ires, visible ;;;ld;ien los teócratas de comiénzos del xx, en los saint-simonianos, en'los frosi-tivistas, en los nacionalistas de finales del xrx: el santo y el héroe sigrinP_¿ggy,^ la referencia a Juana de Arco (prolongada despúes de la guerra1914-1918 con la referencia a Clemenceau ).

.5." I, por último, el tema del orden, tema tan ambiguo como el propiotradicionalismo y que es utilizado, sucesiva o simultáneimente, en diitmtossentidos: sentido medieval ("Orden de caballería"), sentido del AntiguoRégimea ("los-tres órdenes -del ¡eino"), sentido familiar ("una persona"degldel"), sentido político ("el orden reina en Varsovia"), ientido positivista("orden y progreso"), sin hablar del orden público, del orden áoral, del

lrr t\'t()VlMlllN'l'() l)ll l,AS llrllA:;

orrlcrr nrrcvp, clcl partido clcl orcletr, del "ordcrl etcl'llo cle los campos"' clel

"'rrrlcrr viril", etc.

l]) Dts't'lxclóN EN EL ESrACIo Y EN EL TIEMPo'--Tras haber enumerado

t,,, fj,:un.tu.-i.,"rr ¿"i tradicionalismo, es preciso añadir, a renglón seguido,

,¡,,,,'i,, realidad es singularmente más compleja gue.nuestros. análisis.

1." Hemos limitaáo nuestros análisis, desde el principio de este capi-

Irrlr, c¿rsi enteramente a F.ancia; y es bien evidente 9_{e el tradicionalismo,

.r, l,r ,uedida en que ".ia

basudo á la "eferencia

a la Historia, no reviste la

Irrisrrrir forma en paises cuya historia está lejos de ser idéntica.

Sc¡'ian aquí necesarios'amplios estudios comparativos' En ausencia de

.",,,,,¡,|nt". "rtrdio.

pár"." posible retener, como-hipótesis, gue el liberalis--;,; ,|,;i;t", r"g,i" los paises, aspectos más claramente contrastados que el

t,,,,li. ionalis-J, Burke'"rta ,".rt, lejos de Joseph de Maistre que Bentham

:a. i[;;ñ;; Constant, o incluso Stuárt Miil de TogueviLe, Confirma esta

i;;,1;,,;r;e; la lectura de un libro como el de Russell Kirk, The Conseruatioe

itiiri,l. p".o antes de admitir la existencia de un "espíritu conservador" se

Ilr¡orrclt precisiones y matizaciones',1.' Éstas precisíor"t d"b"" referirse más a la Historia que a la Geo-

g,rii,,, E1-t.ud'i.iorr"li;; "" ". una doctrina inmovilizada, inmutable. Es

ilr¡roll ;rnte distinguir las épocasl' ',,, iu áp".u"a" la "rlstauración", con Maistre, Bonald y también La-

ttelrrr,ris (ya'gue su obra constituye una rama de la escueia teocrática)'

fi,,, ,¡,,"'írbÁyu. lr á*birrul"ncia de esta escuela teocrática, fundamental-

*rrEnl. r'eaccionaria "; ñ;"ph Je Maistre, y que conduce a Lamennais a latr¡r rlr'l catolicismo social.

l,) La época poritirrirtu, con Auguste Comte, cuya importatrcia política

trrrr lt,ccuencia no se estima lo súficiónte. El comtismo es una filosofía am-

I'tllrr,r. Existe rrn positiui.Áo.ont"tvador que,.a través de Taine y tambi'én

,l,l'li.',tar, lqre .orstituy" ,r, complejo cáso)., conduce a Maurras' Pero

e¡l¡rc tambián un positivismo demoiráiico, el de Littr¿, gue rechaza la evo-

it,, ,,i,, d" AugustJ Co'mte hacia el misticismo y q-ue- nutre-el pelsamiento

,i* l,r, 1¡*.tdeJ Universidades laicas de comienzós áe la III República'

,') La gran epoca Jel nacionalismo francés' del boulangerismo a 1914

Illalr'r:s. Maurras).','':i)"' p;;ñ;;, la época contemporánea, en,la. que el tradicionalismo

1,,,.,.,í .orr-¿ificultad, u, Ju-i"o "ttt" "l conservadurismo y el fascismo'

(:) Soclorocie DEl. rRADlcloNausr,no.-Serían precisos ¡rofu1!-o;-llabaios para ofre'

,0, ,',,,., iociología del tradicionalismo. Contentémonos aqui con indicar que parece muy

¡rlr,rtrr,r. lil tradicionali;;;;';; ";.""[unde con rrnu.lu." social; recluta adeptos' no sólo

err !¡ ,rristocraciu, el clero y--üs .edio. rurales, sino también en la burguesía, en el arte-

éFrr¡rl, c incluso en.iartá.'rr"áor prO*i.o. al proletariado. Por otro lado, las posiciones

ii,, "-t,,,i .iiriiliruAur, ylr--;;;.'.iones politiéas evolucionan como las mismas catego-

t¡rrq,tr)(iilles; asl, un caso muy característico es el del Eiército' qu-e' bajo la Restauración'

l!rr!r ¡)()t'ser una guoriáu-áá lib"tules y qtre' mas taráe' pasará por ser una fortaleza

,lr,l ,.¡*icr.vadurismo (sobrá esta evolucióá, íéu.,e Ráo,1 Gi.u"dei, Li societé militabe dans

l,r l/r,¡rlrrc "o,rte^porotnii.

r"-I.á"áriá Jel tradicionalismo debería ser estudiada al tiempo

'itr':*r sot'iologia: cn g;;";J,-Jtradicionalismo francés es pobre y' en consecuencia' an-

I Ir ,rt)llirli{tir,

Page 56: J.Touchard, Historia de las ideas politicas, Caps. IX a XII

fl4t8 IIISI'OIIIA DE I,AS IDEAS POI,fTICAS

I

I

La historia del tradicionalismo franoés no se confunde con la historiade la derecha. No todos los hombres de derecha t";;;;; ;i tiadicionalis*o;la derecha es invadida, cada vez más, por el orleanismo.-ñi-t"ao, los de-fensores de la tradición se sitúan a ra áerecha; la referenJa a la tradiciónjustifica actitudes políticamente opuestas: caso de Lamennais en lg30 defégrv en el -momento del asunto Dreyfus, de Ber,anos durante la guerrade ,España, de Mauriac en nuestros díás.

2. Los doctrürarios de Ia -contrarrevoluciór Maistre y Bonald._Los dos principatesdoctrinarios de la contrarre-volución en toJo- J- continentó son Joseph a" n¿árít* tíZS:-191,,"L^"ii^1" "1b_?I,"?:

y el vizconde a" ná",ia 1i7-l+_js*o),'0.í"tiiñ;;;" d"l R;,;;s;;.lvlaistre tiene inclinación por_el misterio y el seniido de la fó-rmula; Bonald ".

.r., ,jro-'ador

pesado ei'r ocasiones. En canrbio, Éonald tiene ,un se.tido ;á" ü;á; d" l;r-;;;-P]"+:t^:^":lft:s que Maistre.; 3a t=égislation iiimtttue denuncia

"l -uqrirr"i.-o y Iu ".t,re-Ia. material y. materialisia" de Adam smith: "...cuantas.más máquinas existen en un.Estado para aliviar Ia industria.del hombre, más hombres hay gue sólo son -aqrr"u"tt,

, . Aunque el pensarniento de Bonard ."u ái.tinto del de ¡rrláisti;, ;;.lio, of¡ecen nota-bles senrejanzas.

. A) L¡ rxprn¡eNcrA coNrRA ra n¡zóN.-AI igual que Burke., Maistre y Bonald seburlan de las ,pretensiones racionalistas det sigld xvrri, "]uzgar'todá seg,úá las reglásabstractas, sin consideración a la experiencia, fire un singuiar"ridículo d"l"e;J¡; ;ülo;(Maistre, Du Pape). El hombre abítracto no existe; es irrisorio y peligráso el qtÉr"rl.e'gislar para el _hombre, el q,t'erer-establecer Constiiuciones escritás 'y á"eclaracionás dede¡echos: "La constitución áe 7795, como sus mayores, está hechá para el hombre.Ahora bien, no existen hombres en el mundo. He vísto á" ¡ni "ia. Jru'o."r"., itatianos,rusos, etc'; pero, eo cuanto al hombre, declaro no hatrerlo encontrado en mi vida; siexiste, es sin yo saberlo" (Maistre, Considératiotts sut la France).. Es preciso oponer a los sueños universalistas y a las preiensiones racionalistas laslecc_iones de la experiencia y de la sabiduría providencial.

-

- Maistre y Bonald dan a-la_palabra "naturaláza" ei mismo sentido que Burke, La polí-tica natural está basada en la Historia: "Reconozco en política una auioridad indiscuíible,qu_e es._la_de la Historia, y en materia religiosa una aútoridad infalib,le, que es la de laIglesia"_ (Bonald, Théoríe du pouuoir potilique et rcligieut, tomo II). Los tradiciona-listas, al igual que .los liberales de la misrr.a ápo.u, .".rri""n a la Historia como principiode explicación y cie justificación politica; de esta for¡na Del Vecchio habtra dei ,.hislo-riscismo político" de Ia escuela tradicionalista.

- - Sin e¡¡rbargo, Ia tlistoria está subordinada a los designios de la Providencia. ParaMaistre. como pa.ra

. Bossuet la tlistoria es el producto dá un orden providencial. Este"providencialismo" de Joseph de Maistre le conduce a presentar a Ia Rávolución francesa

como una expiación querida por Dios; a Napoleón, como el instrumento de la providen-cia divina; a Francia, como investida de uná misión religiosa; y a la guerra, como unaobra divina. Esta concepción_ grandiosa de la Histo¡ia áesvia 'a l\,Iaisi¡e ¿"'ú- l"l.i".sumarios gue llenan la ob-ra-de Burke; lejos de emlpequeñecer a sus adversarios, I\áaistrelos convie¡te en agentes de Ia voluntad divina.

_ B) L¡ socrro¡¡ coNTRA rit rr.rorvrouo.-fanto pa¡a Bonald como para Maistre -y to-davía más para, Maistre- no son los indivi'duos lós, que constituyen ia sociedad, sinJ qrrees la sociedad .1a- que constituye _a los iudividuos; Ios i"dlviduos

-; ;;i"t"" más que eny por la sociedad,.y.no, poseen-derechos sino deberes respecto a ésta,Ilsta religión de la sociedad termina en relioión del Estado, "la sociologia se con-vierte en sociolatría" (]ean Lacroix, vocation peisonnelle et trááuioi r*tiá),"f.1, ñ;;i;

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. \réase má.§ .atrás, págs. 8?2-3?6.

Ft M{)VtMiliN',t',O l)t( l,As ll)l1^§ 4il)

furiuí el li¡tldo sc cncucntr¿r clivinizacL¡, cl (io[¡kl'no se cstab,lecc sol¡¡e b¿tses ter¡cr'¿itic¡tjsy l!r olr{'(licnelit cstá slcmprc Justlflcada: "L¡r nattrralcza dcl catollcisrno lc hace cl nnrigo,el r lrr¡erv¡rtlt¡r, el nlás ardlentc defensor dc todos los Gobiernos" (Maistrc, Ról/cxl<»rl.ssllr l{! r,r'()/c.rlfl ntlsnrc).

l)r e¡t¡rs premlsas teocráticas derivan el antiprotestantismo de Maistre, el antisernl"t!crr¡u rle lloni¡ld, la justificación de la Inguisición por parte de Maistre, la legitinrlrci(rnde l* rscl¡rvitud por parte de lJonald.

(:) l,I. or¡ouN coNTRA EL pRoGRESo,-La sociología de foseph de Maistre es u[á.so.pf*lrrgln clcl orden, y su obra expresa la nostalgia de la unidad. Unidad de la ie (Ut¡i¡t¡ ¡¡ttttm), unidad del rpoder, cohesión de1 cuerpo social.

M.rtrlr(! y Bonald insisten en el papel de la familia y de las corporaciones, en loshe¡r,'lt,to* tlc la agricultura, que "debe ser el fundamento de la p,rosperidad pública enfurqr sr)rit'tl¿rd constituida" @onald, Théorie du pouuoir polítique et digíeux, tomo II).

l(l oldcn tradicionalista es esencialmente jerárquico. El Gobierno más natural paragi l¡rrrr¡lrrc es la monarquía; la soberanía es una, inviolable y absoluta. "Cuando se dice1rc rl lrr»nbre ha nacido para la libertad se dice una frase que carece de sentido...lil ',,,,,,,,¡,,r

pueblo es el más duro, el más despótico y el más intolerable de todos losrr¡rnlu! .rs (lVlaistre, Etude sur ia souueraineté).

ñ{¡iritr'c subordina estrechamente el poder temporal al poder espiritual, y atribuye al!'ai,,¡ rurir cspecie de tnagistratura universal. Condena las tesis galicanas, y su librollti lt¡l,e (1819) constituye 1a rnás perfecta expresión del ultramontanisrno político.

fir¡icrlt'ncia, sociedad, orden, unidad, Providencia: estos temas constituyen el fondore¡¡¡r rlrl tr¿rdicionalismo universal, La obra de Joseph de Maistre y de Bonald contporta

§er.rra rclr,tencias precisas a las tradiciones francesas; es menos tradicionalista que con-il et t r r'',lrrr i()rl¿tria.

l, ltr poesía de la tradiciónr Chateaubriand.--E1 tradicionalismo, al igual qqe el ll-l¡erdller,u,, i¡.r".ur doctrinarios: rBonald y Royer-Collard son Contemporáneos. Sin enl-

[:ar¡¡rr, (]lr¡rtcaubriand (1768-184S) contribuyó más que nadie a dar al tradicionalismoItarr, r'e rr¡r cstilo.

( llr¡rlr.¡rrrl¡riand no es, ciertamente, un teórico. Este monárquico contribuyó a derribar1,1 rrr,rrr,rrt¡uia de los Borbones, al adherirse en 1830 a la oposición liberal. Maurras

r¡rre gntía haci¿. él poco aprecio- ha subrayado sus inconsecuelrcias, sus caprichos,Eit r¡¡r,t. por las ruinas: "Chateaubriand, lejos de conservar, llegado el caso destruyólur rl flu de tener más firmes motivos para lamentarse".

1,,¡trr lntcrnretación está muv extendida: Chateaubrian<l',xl;r interpretación está muY : Chateaubriand, esclavo de sus rencores y de

¡rrc nrrrbicionós, diletante siempre dispuesto a escoger el más bello gesto, poeta extra-l.lllil() cn lar politica. No obstante, Chateaubriand aportó al tradicionalismo precisamentenr¡rrelto <lc lo que carecían tanto el libe¡alisrno como la obra de Maistre y <ie Bonald:ttltrt ¡rocsiit.

f i, Pocsía del rcchazo. .* Mientr.as que la carrera de la mayor parte de 10s libe-r¡rlr¡ cstá jalonada de rcillements, la de Chateaubriand es una serie d,e rupturas: se opone,r lrr llcvólución, al Imperio, a la Restauración, a la monarquía de, julio, su discursoerr l,r (lilrnara de los Pares, el 30 de julio de 1830, en el que rechaza el régimen que había¡¡rtl,llrt¡ldo a establecer, será durante mucho tiempo el rnodelo de aquellos a quicnes

¡r (;¡ts{rn repugnancia ias dimisiones espectacularei y que colocan ea el prirner -plano,lr llr virtudá. "politicur la fidelidad y ló que Monthérlant denomina la virtud del des-

¡rrcr lo,'¿.{ Poesía del honor.-"Ese honor que ha llegado a ser el ido o de mi vida, y alrl¡(. titnt¿ts veces he sacrificado descanso, .placer y fortuna", ese hono,r que _inv^oca .el,,,,,,.1c cle Chainbord cuando se declara fiel

'ir la bandera blanca en 1873 (cn. La [ín dcs

rr,,f¡lr/cs, dc Daniel Halevy, gue ve en la carta del conde de Chambord a Chesnelong-rtnrir¡,lc Chatcaubriand), eáe Éono. del que tanto hablan Péguy y Barrés: "En esa aln¡n,rrt¡rreircla hasta el nihilismo -escribe

Bárr,és a propósito de Chateaubriand-, se alza cllr,¡ttr¡r, solitarlo como un castillo en rnedio de la landa bretona".

i,; pt»csí¿r dc la soledad y de la natla.-" ¿Puede creerse en los reyes dct futuro?

¡llny t¡uc crccr on cl pueblo dá presente? El lombre sabio y desconsolado dc cstc si1¡Lr

ñlt! eot¡viccloucs l¡o cncuentra un miserable descanso ntás que cn el ateÍsnro ¡rolitico,"

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tm'420

HISTORI¡\ DE LAS IDEAS POLiTIC]AS

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Pero aunque chateaubr.iand sea indiÍerente a ra forma. de_gobie,ro, no lo es r.e.spectoa s. espíritu v a su alma. ¿cree en Dios?'"No hay en h rü;;;';;;;tioro ,r,a. creyenrey hombre nrás incrédLrro qu"" yot'. §, drgio"^"á es rü fe, ni esperanza, ni -sobre todo-caridad; es una armadrr.. .oéiul, urru .ori"tru..i-0" d" l, voluntad, una fidelidad a Ia in-fancia' Aprecia la libertad' p"- i. .i""i"Iá.prirul" ."" l.-"i""ir.iol'ig;aliturio y con erreinado del dinero; Ia coniidera.r"rupu.rllu"J" -i;"";*lilioi";'iir'hl,,g"o

Régimen,pero sabe que la Historia no vuelve át.ar. lA, "*.esivo hablar, a propósito de Chateau-briand, de "caballería de Ia nada,,iPropone un modelo a todos aguellos que--aun considerándotro como un ..mal

maes-t¡o"- ¡echazaron ra monargrr," áÉ ¡rlig, li-s.gurrdo Imperio, er ftailiement, ros inventa_rios, la decisión de Roma conderrandl Acción ii.ur."ru, a todos ros que rechazaron, a ravez, Ia derrota de junio de 1940.y vichy-. F;miri.. a" r,iárigo., j""r"llig"io.os, de oficialesque se niegan a adheri¡se ar orreanismo- triunfante, i,cruso árrnq;. ii--r".-r"jiti.ir;;';;;;desaparecido mucho tiempo ha, incruso -t iob;;',;d":";ffi;"''.",j.,, cada vez másescasos.

Pero Ia sociologia der tradicionalismo no se confunde con Ia de un le,gitimismo guese extingue' Dos nuevas íorn¡as de tradicionalismo, procedentes d" aárra"p.iooes aparente-

;§#:ir,:*fqtnicas, aparecen con algunos años de-distancla,-"1-;;li.'i.-o sociat y el

4. De la teocracia a ra democracia.-A) Los conalrNzos DEL cAro-LICISMo 566¡¡¡.-[,¿ expresión de,,catolicismo social,'data de los años lg90;pero, como ha demostrado en su tesis ).-8. Duros"ii",-"riutolicisrmo so-cial se remonta, en sus orígenes, al .o-íerrro d"l ;igl"-;; l'i; ffi; d;l:ig]i]i,_Intesia católica est-á utraverada por corrientes que es importanreqrstrngulr:

,,-,1,-l- !rf:"1?rr puede ser considerado como el antepasado del cafo_Itcismo social' Ahora bien, durante un largo período se manifestó como unteócrata intransigente, expresando en sus-primeras obras las misnas ideasque |oseph de Maistre yBonald. E incluso cuando, d"rprár-d" 1g30, ponesu obra baio er siono de Dios y ribertad, L;";;d, ;. iá lpu".to u ,r,Iiberal.

. .Así aparece una primera corriente de pensamiento, el "leqitimismo so-cial", en cuyo campo entran, a ro largo d"i;;gr";;:ioi¡r"l.omo Albanl; _y,i,,"1:,rye:,rr,a-rSemont, Armand de Melun, La Tour du pin, Alberr deYr_un

(ló'lt-.ty,tq) gue, conmovidos profundamente por la miseria de lasclases rrabaradoras, denuncian Ios vicios del triunfanie liberalismo.2." Este carolicismo sociar es muy difereniá- á"i-;;r;;]i;; *istíano deT -lr.h:,

(179.6-1865), fundador, ¡ír,to .o,, Bazard, de 1os Carbonariosoe rrancla, _antiguo saint-simoniano convertido al catolicismo, teórico de laasociacirón obrera'. Ni la inspiración ni la sociologr" a" "J" ,t.iuli.*o ..i.-tiano se confunden con las del catolicismo social.3'".. Pero es importante, sobre todo, dirti"grir entre catolicismo socialy catolícismo tiberal. El catoricismo liberui es i" ".1".i[r;;;:'r"" sínresisde Iiberalismo v catolicismo,.una uauptu.iá" del catolicismo al orden liberal.Ante todo, adáptación económica: ros catolicos it;;;ü';;pá .o,, tu ,"-ticencia inicial de la Iglesia respecto al maquinismo, corl ,u ;r;fJ;;;;;;,el. trabajo agrícola; rrdle. produce r"prg,ur.,.iu

"l erriqueceñ"'"r, la indus_tria, en el comercio o en la banca. pe"o"se trata también d" ,rr. acraptación

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{ SobIc el positivisuo vó¡se rrls t(lelaIhl, I,rtgs. 50g_5t:1.! Sut,rc B,uchez véase nrás adelar¡to, p¿c.'+'Bd] ' ""'

¡.¡ ^iOvrMll,Nl0

lI, I Ati ll)1,^c

¡rolrttt'ir: los c:atólicos liberalcs se consideran desligados de cualqtrier [icle-llrl,rrl srr¡lclsticiosa respecto ¿r la monarquia; aceptarált la democracia, el

¡rirrlnrnt'rrtitrismo y la república. Se adhieren al régimen, pero muestran siern-

Ft'e ullir conciencia menos aguda de los problemas sociales que los liberalesrlo t'ntcrlic<¡s. Asi como existen católicos sociales antiliberales como Ville-¡rerrvr-llirlqemont (y quizá también Lamennais), existen también católicoslllrer'¡lcs licnos al catolicismo social como Dupanloup (y quizá también Mon-tnlrrrrhclt); asi, Lamennais, fundador del catolicismo social, vota en 1850t,lrrll'.r lir lcy Falloux que instaura la libertad de enseñanza.

Ailllrlllr l)llrcce necesario distinguir claramente, eD Io que concierne a Francia, entreral,rll, l,¡rrr,r libcral y catolicismo social, la distinción es mucho menos inequívoca en Bé1.

§ir:r 1,,:,rrlrlc todo, en Alemania, donde l(etteler y Doellinger representan, a la vez, ltnliertrr lrl,r.r.,rlisnto católico, en el plano político-religioso, y un cierto catolicismo social.fer rrlr,r ¡rirrtc, el protestantismo liberal ha dado origen a un importante movimiento de

Efl¡li¡rrirrrro rr¡cial" 6.

F-,rr llr'11¡irir la denominada política de "unionismo" (acercamiento entre católicos y li.Feral¡,¡l ,,mtluce a la Constitución de 1831, gue establece una cierta separación entre

i€ieet,r v list;rdo y afinna los principios de las grandes libertades modernas. Los recien-igt tr,rl,,rl,,l <lc loi historiadores betgas han delnostrado que Lamennais no es el origenñl tls l¡q ¡le¡rs ni de los métodos de los unionistas belgas, preocupados ante todo de las

fEqil:a, i,,lr¡ ¡rrácticas y muy poco agdaces en sus co,ncepciones sociales-. Estg ?al§cei¡ráie,,,trl,!", ¡rclo tambien parece algo forzado concluir, al contrario, como hace J.-ts. Dt¡-Frgeile r¡rr "cl unionismo belga impresionó a Lamennais". Duroselle no da ningunaprucl,,i r,rltrl,rttoria de esta influencia; nos rparece que su iuicio sobre el papel de La'ñtÉul¡ie r' , ,rl1Jo estrecho.

llI ('tr)N()r.ocÍA LARGA Y cnoNoI-ocí¡r conr¡.-Podenlos recordar aqui el diálogo en'lie f,,ur.¡,1¡ l lorrrs y Etienne Borne a propósito de la "cronologla larga" y de la "cro-¡¡xlrr1¡l,t rotl,t .

ii''r ,.1 ( lrlricr número 31 de la Fundación Nacional de Ciencias po íticas, que llevael ill,,l,, lr l,ibéralisme, traditíonalisme, décentralisafíon (París, A. Colin, 1952), figurai¡¡l eor,,,lr,' tlc |oseph Hours: "Los orígenes de una tradición p,olítica:la formación enF,ur,, r,, ,1,. lir doctrina de la democracia cristiana y de los poderes intermedios" (pági-iac /U ,r l2_l). llste estudio desar¡olla y sistematiza un artículo publicado en la Viel-¡t¡.11,,¡,,, 11".

"n *uyo de 1948: "Los cristianos en la ¡política, ta experiencia det M. R. P."

fpá¡¡iri,r: lt). it 77).'' Jir, ".,1,,u

dos estudios Hours, se dedica a determinar los orígenes lejanos de la demo-rte,I.r ¡rt,,ti:ln¡ v a dcmostrar que sus fundadores no fueron ni liberales ni demócratas.

i * ,1,,,,,,,, r;rt,ia Éristiana es en Francia, según é1, la corriente_ política- y religiosa- más

ira,lt,r,,,,.,l, localizándose sus orígenes en -el

ocas<¡ de la Edad Media, y siendo stt

C,r, f ,,,,,, ,r',rirsionada y sistemáticarnente antiestatal y antigalicana. . Hours establece así

tln¡ lllr,,,i,i'r, borgoñones, Liga, partido devoto,_ultrarnontanistas de la Restauración, Iegi-i¡,,ii,,r,,, r,,(.i;¡les de la III R"eptr6lica, partido demócrata popular, M. R. P. Se muestra

fiar¡,rli*rlc¡te severo con Lamennais: 'Resrrlta dificil comprender córno un espíritu tan

ii¡¡r, l,,lt,rl y cxcesivo pudiera ser verdaderamente liberal".'"A ¡,.¡t,t tcsis vigorosamente galicana y 'antieuropea" Etienne Borne contesta en Tette

Iu,,tit,,t,t,.t¡. j¡lio-Jgosto de l9i? (págs.-76 a 101): "¿f,a democ¡acia ^cristiana

contra el

i-ur,'r,l,,t' lil'cliálofro prosigue "n cl".rúun.ro de octubre (pág:--76' a 85) con una carta

Je f,,,ie¡rlt l16rrrs 1i unn ,.1.r'o respue_s-ta de Ftiemrc Borne. Véase sobre.esta -polémicaul ,,',tr,i'1,, rle Jirc<¡res L-at¡vet cn Le Monde del 16 de-septiembre de-1952 "M. Robertá, f

",,,i,,i,'-,,'t.il'Ñ-itici ];¿rrxle d'Arc?", y cl de Pierre de Sarcus en Lo Ru""" Polilic¡rt<:

e( l,rtl",tt,,ttlttírc rlc rx¡vit'¡rl¡rc dc 1053 (prigs.248'257): "Le M. R' P. at-il des an-iÉl¡'q1",

. lr¡rt t.r,\lBlrt lrtlll(,Hlt¡¡1i,, llllrl'otlr rru I'l¡r'fH, ll¡vrt torlttvf¡t hoy (l[l (lolrclnll¡tclón,

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Page 58: J.Touchard, Historia de las ideas politicas, Caps. IX a XII

422 IIISTORIA D11 I,AS IDIIAS POT.fN(]^S

,

1

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I

Etienne Borne no admite, evidentemente, que |oseph Hors reencuentre en la politicadel .M' B. .p. v en los proyectos europeístas de M. schunran el espíritu de lá Liga.Rechaza_la "cronología,larga." de Joseph Hours y propone una "cronol"ogía corta", seg"únla cual Lamennais es cl predecesor de la demociaiia cristiana, de la qué Marc Sangiieres el "segundo ft¡ndador": "Lamen¡rais es guien realmente irrventó li democracia cris-tiana. . . "^

C) LemeNN:lls,-No ha de buscarse un cuerpo de doctrina en Ia obrade Lamennais (1782-1854).A primera vista se nos muestra como el autorde dos obras profunclamente opuestas: en el ,Essaí sur I'indifférence en tna-tíére de religion _(1817-1824) se expresa como lln teócrata iniiansigente; conI¡r publicaciOn de L'Auenir (1830-1631; lema "Dios y libertad"f, con lasParoles d'un croyant (1834) o el Liure du peuple (1837), pasa de Ia teo-cracia a la democracia.

En la primera parte de su vida denuncia, con el más violento de los fa-natismos, los vicios del siglo, especialmente las infamias de la UniversidadImperial. Después se declara.firme partidario del socialismo, aun perma-neciendo fielmente apegado al derecho de propiedad. Su socialismo es va-poroso-y sentimental;_no propone prácticamente ninguna reforma gue seaaplicable, y muestra hacia el Estado Ia mayor desconfianza; conáena elcomunismo sin tratar de comprenderlo, y manifiesta con respecto a sus con-temporáneos los mismos sentimientos gue más tarde exteriorizarán Péguyo Bernanos.

- Sin embargo, este irreducible solitario ejerció sobre su época una in-fluencia mucho:ná-s profunda de 1o que el análisis crítico de sú obra permi-tiría suponer. Todavía en nuestros días el destino de Lamennais suscitaardientes polémicas,

Lrn marco romántico (La ch€naie). U" temperamento romántico, vio-lento, inestable, apasionado, sensible a la poesía ("No ure gustan las ciuda-des, He.nacido para trazar mi surco a1 aire libre, bajo un ái"lo libre y limi-tado solame_nte por algunos árboles en el horizonie" ). un gran áestinoromántico: Lamennais, "sacerdote a pesar suyo", ultramontanó condenadopor Roma, apasionadamente religioso, muriendo fuera de la Iglesia: "euieroser enterrado en medio de los pobres y como los pobres.

-No se pondrá

nada sobre mi tumba, ni siquiera una sim,ple piedra...".Durante la primera parte de su vida [.amennais predica la unidad de las

Iglesias, así como la- unidad de la fe. Para él la verdadera religión es "lague descansa sobre la mayor autoridad visible"; la adhesión unánime es elúnico criterio de la fe (Essai sur t'indifférence). Después, Lamennais pasade la unidad a la unión, y- su9ñ_a con una vasta reconciliación en la qué to-das las clases_queden confundidas. De esta forma, para Lamennais, ál pue-blo no .es proletariado, sino el género _hlmano (menos una minoría de pri-vilegiados o de culpables ) : "La causa del pueblo vencerá. . . Lo que el puábloquiere Dios mismo lo guiere... La causa del pueblo es la caúsa rurrt., lucausa de Dios". La democracia aparece como la rcalización de la teocra-cia. Nada existe más ajeno al marxismo o al liberalismo.

. No hay que exagerar la influencia de Lamennais en el seno de la Iglesiade Francia. La totalidad del alto clero y la inmensa mayoria del clerdbaiose mostraron impermeables a las ideas de L'Au¿nir. La obra de Lamennás

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¡iru,

4fltt:t M()vlMlllN'l'O l)ll l,All ll)l1AS

tr!vo su influencia mayor, de ttna forma di[usa, fuera de la Iglesia, U¡r lihro,,,rrrr l¡rs Paroles d'un croganú ,parece haber tenido una amplia difusión,Irrr lrr¡«r cn los medios populares, Lamennais

-gue era lo más opuesto a ttn

,,rHrkrr o a un tribuno* fue elegido en 1848 p'ara la Asamblea nacional,,Lrrrrlt: clesempeñó, por lo demás, un papel poco importante.

( lrrirlquiera gue fuera la influencia de Lamennais, el catolicismo social¡r,, ¡,: cónfunde con é1. Resulta indispensable mencionar hombres comoMontalembert (cuya correspondencia con Lamennais, cuando Ia ruptura conll¡¡lrr¡t, es un documento conmovedor), Lacordaire (que decidió bruscamentealrarrrlorrar La Chénaie), Gerbert, Charles de Coux, Villeneuve-Barqemont(nrrtrrr cle un gran Traíté d'economie politique chrétíenne), Ozanam, etc.; ins-tltrrr,krncs como la Sociedad de San Vicente de Paúl y Ia Sociedad de Sanfrr¡nt.isco lavier; publicaciones como L'Université catlrclique;los vínculos en-lre el fourierismo y el catolicismo social; las tentativas de asociación agrícolarle irrs¡riración cristiana ("Croisade du x¡x si'écle", de Louis Rousseau: "Com-Irrurre t'hrétienne", de Hippolyte de La Marvonnais, etc").

Aurr con p,royectos utópicos o realizaciones modestas, los católicos fran-rese,q rrranifi"ituá

"n esta época una preocupación por los problemás sociales

q¡u lontrasta con la indiferencia, al menos aparente, de los liberales insta-lá,1,,n,.n el Poder. Sin duda, estos católicos sociales son relativamente poco

¡¡¡¡rr.t.osos, pero contribuyen á acreditar, en torno a ellos, la idea de que la

l6le¡l¡r ,,o "i u., poder conservador. E incluso algunos llegan a considerarÉ-í r,rt,rlicismo coáo wa Í.uerza revolucionaria, y a asociar a la Iglesia con

ftra r,elucrdos de 1789. El catolicismo social es uno de los componentes delea¡riIilrr de 1848.

SECCION III

El socialísmo crntes d.e Marx.

lil término "socialismo" aparece, casi simultáneamente, en Francia y en

Irrl¡lirterra entre 1830_ y 1840, pero la_palabra posee en esta época un sen-

f ¡ii, hlstante vago. Aií, para Pierre Leroux, el socialismo se opone al in-rllv¡tlrralismo (articulo dela Reuue Encyclopédique, en noviembre de 1833);

¡rarir llobert O,wen el socialismo es principalmente un sistema de asociacio-irr" .,rope.utivas. En 1836-1838 Louis Reybaud, futuro autor de- Jér6me|¿tf ttrot, publica en la Reuue des Deux Mondes una serie de articulos, tittt-lrr,l¡r ,Socía/istas modernos (los saínt-simonianos' Fouúet, Owen). En 1841( l'wcrr publica su panfleto What is Socialism?

[,a primera mitad del siglo xx ve nacer, en los países más industrializa-rftlr cle' Europa, numerosas doctrinas de reforma_ social que difieren pro-Irrrrrl¡rmente de las utopías humanitarias o cle las efusiones sentimentales delrl1¡lo xvtll t, así como áe la conspiración de los Iguales 8. Los-autorcs del si-

r¡li', xrx se encuentran ante un inmenso problema que no se les habia plan-

r Vórrxo trtlx ttlrír, ltÁ.gx. 3116"Íllt(l'i \'rlrrrr¡ tllx ttl rl.o, ¡rlgr. il(lll-ilYl(1.

Page 59: J.Touchard, Historia de las ideas politicas, Caps. IX a XII

424 IIIS'I'ORIA I)II I,A,S II)I1AS PoI,hI(;AS

teado ni a Mably, ni a Morelly, ni a Babeuf, ni a los lejanos ,precursoresdel socialismol las consecuencias sociales de la revolución industrial.

Esta revolución -como

es sabido- comienza en Inglaterra durante elsiglo xvtll, en tanto que la transformacilón de la economía francesa es muchomás lenta. En la época en la gr.re escriben Saint-Simon, Fourier, Ruchez,Louis Blanc, Blanqui y en la que Proudhon elabora lo esencial de su obra,Francia no vive todavía la gran fiebre de industrialización qr-re se manifestarábajo el Segundo Imperio. El socialismo ingl,és

-especialmente el de O,u'en-

da pruebas, por el contrario, de un íntimo conocimiento de las realidadesindustriales, que los teóricos franceses están lejos de poseer.

Las primeras denuncias solemnes del maquinismo se inspiran en el es-pectáculo de Inglaterra, especialmente en la crisis inqlesa de 1815. El gi-rrebrino Sismondi escribe sus Nouueaux príncipes d'éconontíe politíque oula ríchesse dans ses rapports avec la population (1819) tras una estanciaen Inglaterra. Sismondi no es, en modo alguno, un revolucionario. Es unliberal que pertenece al círculo de Coppet. Se muestra hostil hacia el sufra-gio universal, yendo sus preferencias hacia una sociedad de pequeños pro-pietarios campesinos que cultiven la tierra segirn rrétodos intensivos, con elconcurso de un Gobierno que cuide del orden, del bienestar y la eficacia. Noobstante, Sismondi afirma con vigor que el optimismo cle Ricardo y de|.-B. Say ha sido totalmente desmentido por los hechosl

L" La libre concurrencia no produce, como afirman los economistasliberales, la armonía de los intereses y la igualdad de las condiciones, sinola concentración de las fortunas,

2." Esta concentraciór.r produce, como consecuencia, la superproduc-ción y las crisis.

3." El desarrollo de la qran industria, lejos de mejorar la suerte de Iacl¿rse obrera, no hace, pues, sino agravarla.

Sismondi expone los males, pero no sllgiere ninqún remedio. Como haseñalado EIie Halevy, su obra es "pesinrista y reaccionaria".

Las ideas expuestas en los Nouueaux príncípes d'économíe politique noson patrimonio exclusivo de Sismondi. Autores que invocan la tradiciónmonárquica y católica también incoan el proceso de la economía liberal.Cuando se estudia un ,poco cle cerca el movimiento de las ideas en la pri-mera mitad del siglo xrx, se advierte que las diferentes escuelas se encuen-tran mucho menos alejadas de 1o que a primera vista cabe pensar. Las doc-trinas son, indudablemente, muy distintas entre si; pero ios hombres que lasdefienden muchas veces realizan una especie de amalgama, en la que lasdivergencias desaparecen en provecho de alqunas creencias fundamentales,Muchos hombres de esta época fueron, sucesiva y casi simultáneamente,saint-simonianos. fourieristas, católicos sociales, lectores de Saint-Martin,de |oseph de Maistre y de Sairrt-Sirnon, de l-amennais y de Fourier. EnFrancia el socialismo premarxista tiene vincrrlaciones con el iluminisrlo, conel tradicionalislno, corr el romanticisrlo, con cl cristianisrxo; y en Inqlaterra,con el utilitarisuro.

1. La evr¡lrrción de las itleas sot:iales en Inglaterra.---E[ rá1;ido crcci-rrricr.rto dcl maqLrinisrno. cl Iaelort¡ .si-s/e¡i¡ y una severa lcgislación imponen

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.1:lñl,l MlrVlMlllNl'(, l)11 t,At ll)¡1AF

al ¡rlolctaria«lo in¡¡lés clur¿rs colrcliciol'tcs cle existencia "' L¿r re[orma electo-

rrrl r.rr 1832 constituye rrna vicloria. para la blrguesía. radical, tlo'para el

i,,,,r.i,,rjn¿o, qr..oíridátá to ley de.l834 sobre los indigentes como una

uretlicl¿t cle clase, irrpi*áu u"-"t iát"o de proporcionar a los fabricantes mano

rlr ollra barata.t,trsprimerasdoctrinascorrientementecalificadasdesocialistasvenla

lrr., err una Inglaterra perirÓdicamente sacudidq Pot.Bt"[]1"1':^:::t]:"1T,P".:,'i,,f ,,'"t,,á "" tólS y en'1845)' Hacia 1830-1840 los términ-os owentsmo y

"ao(,iirlismo" ,or, .orrlii"'udo' to*o sinónimos' Sin embargo' es importante

ll,rrr,,rl la atención sobre dos puntos:1,,, Estas primerá."f"Ái ie socialismo nunca fueron verdaderamente

t"'t'!l,itt"ün movimiento auüénticamente,popular como e1 cartismo, nunca fue

verrlirclcramente socialista'

A) OwaN.-Robert Owen (1771-185-8) ."! ul S:11 empresario' A los

dtr,r,t.trcve años dirig"J^;'ilk;; á" ulqádO.t de-500 obreros' Es cons-

rierrte «lc no deber más que a si mismo su "fortuna. su autobiografía es una

vlrln t.rlificant", ut ".ii'iá

á"lur ¿" Franklin o Laffite. Sobrio, ahorrativo' me'

fórlllo,incansablementeoptimista'este-autodidactaesunhombredeacciónguts ( res en la omnipotu"iiu de la raz6n' Su ideal: "La formación integral'

e¡r Lr l'isico y en Io "rlt"f,-¿" f'o*b'"t y mujeres' que pensarán y actuarán

Elr rr ltlc raciánalmente".I,isrr empresario {ilantrópico, que no retrocede ante 10s gestos prudhom-

lltr.ár.l¡r (c[. su ¿".lu.ulür"á" i"a1p""a"rr.ir,religiosa en agosto de 1817),

.n,sirlcr¿¡ ul horrrUr"^á*oio t'n p'roducto manufactürado; piensa que el carác'

i;;';;'.:i p."ár.t. del medio'social y de circunsrancias exteriores; cree en

la srrrirtt:trte virtud i"'U'"á"1*'rl"' ó*"' es' cronológicamente' uno de los

tl',',',:,,'""p.¿l;;g.;á" un siglo extremadamente pedagógico'

l),.st.a una p.otu,ia-u-refoi*u d" la soci¿*dátl;-pero. las.fórmulas que pre-

Frrill,'¡r 1'titra realiza, "rtu ""{o'ma son numerosas' pudiéndose distinguir cin-

§. l.t,rrirs sucesivas á" .'o*""irmo", Indudab,lemente, esta sucesiÓn no es

flglrorir, pero el p"rráái",,,o de O'wen ""áf'Jo"u de la Íilantropía patronal

gl'' rrr r',ri, r nismo social.| " l.u fitanttopía pattonal' tal y como la practicó O'wen en New

i¡rr,r|l al principiJ de'su carre'ut 'meiá'u*¡ent'o !9'fa vivienda"y de la

hlgt,'trt', construcciÓn d" ""u"lut' uu-*"t'io^d9 salarios' redggción"de la"du:

i.r' r.,rr (lel tf+g&;áJ'O?é;;;'"é; ái'o;'it;t' 'esultaáos

que maravilla-

'rrr rr sus .o^r"*po}'rr";:';;Jilte métoclos algttnas vsses singulares.(ins-

tÉl,rr r()rr cerca de .r';;;;;;;;;;" indicador que permitia ver inmediata-

lrlrlr', tlracias " .oJot"t -¿iferentes'

si el obreio *u *uy bueno' btteno'

lur,lirtr't'c o malo'). Sin embargo' la actuacion de C)we¡ án New Lanark

ro|t'('rl)or)de u la de"u";;;;E;tit ilustrado"' en absoluto a la de trn so-

i lrtltril it' /í/ r.c.rrr.so al Eslatl<¡ [ue, dtrrante mucho tiempo, rrna constante dcl

"|.|.|..1,Ill.'..illllltlll(}lll,Hlxlll(llltllr.lrttlll),yllllÑ|llf(loCI{lelt]N{ll'l,s,lils¡lltucililLtltlut.ll,trhi rI t! tin l,t,lJkllol't'u, l8'll'

Page 60: J.Touchard, Historia de las ideas politicas, Caps. IX a XII

a6 HISTORIA DE LA§ IDEAS POLÍTICAS

I

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pensamiento de o'wen. Trata inútilmente de_ hacer adoptar una ley queg]odifi'gue radicalmente las condiciones de trabajo de los'niños; la ley quefinalmente áparece en 1819 es muy diferente de'lo gue o,wen habia áesea-do. Mas tarde contará_con el Estado pará alentar éus experiencias de co-munismo agrario o de banco de intercamb,io.

3." El comunismo_ agraúo.-Al igual gue Fourier, o,wen muestra unaclara preferencia por la ágricultura; jueña'con disolver Ia industria en iaagricultura y,se propone crear poblados modelos de los gue la propiedalprivada estaria totalmente excluida. Las comunidades de 'O,*", ,presentanasí dos diferencias con los falansterios de Fourierr a,) Son principalmenteagrícolas, mientras que los falansterios son polivalenteá; b) Mlentras que erlellas_ debe de desaparecer la propiedad privada, Fourier prevé una

'dirt.io.q91on proporcional q ]."_ aportación. de cada cual (5/12 para el trabajo,4/12 parc el capital, 3/12 $ara el talento).

Las tentativas de realización acabaron en completos fracasos (especial-mente New Harmony, fundada por Owen en Estádos Unidos),

4,o El socialismo-mutualistá y ,oop"rutíuo.--O,we" opir* que el tra_bajo es I_a.medida del valor, y prát"rrdl fundar ,r, Bun.á'Jondl se inter-cambien bonos de trabajo. Es- lá "Bolsa nacional equitativa puru ob"eror;;,que se inaugura et 1832 y desaparece en. lg34. En este punio las ¡deas dáon¡¡en se aproximan a-las qre e*pres.rá proúdhon

"iul-qg (e;;t".r"de constitución de un Banco-de iníercambio y acto de fr"Ja.io" del BancodeJ Pueblof y en 1855 (proyecJlo de sociedad de la Exposicio, perpetua).r anto en Proudhon como en o,wen, se trata de un soéialismo limiiado álcambio, sin organización socialista de la p,roducción.

Quienes contribuyeron a desarrollar el movimiento cooperativo fuerondiscípulos de Owen.- Owen alentó con condescendencía

"jt" *ovi-ierrto,gue Ie parecía animado de buenas intenciones, pero gue dejaba, a su juicio,demasiado espacio al espíritu mercantil.

5.o En sus últimas obras owen se convierte en el apóstol de un nrcsia-nísmo social, adecuadamente.expresado en El nueuo mundo

^orul (riii.especialmente el Catecismo del nueuo mundo moral, al final del libro áeDolleans sobre owen, págs. 332-35r). Anuncia el reino de bios sobre latierra, el advenimiento de una era de vi¡tud y de felicidad; repite sin cesargue "los tienapos están próxim9s". El owenismo, pu"., pu"t" d¿ p"t"*"lir-mo y termina en una especie de milenarismo laicó.

La notoriedad-de ^wen en su época fue grande, incomparablemente

m-ayor que la de saint-simon. El motivo radica-en que srl doctrina era f.á-cilmente asimilable por la burguesía, en gue seguía siendo en el fondo unadoctrina burguesa. Era relativamente fácil dejar a un lado su comunismoagrario y retener sólo una mezcla de utilitarismo_ y de idealismo,, J; p;ú:nalismo y de cooperación gue permitiera a hombí". *,ry áü".o, p.o"lá-gqse igualmente sus discípulos. En l84l -Owen .."rpoíd" . I; ;¿;;;;"¿Qu9 es- el -socialismo?_' de la siguiente forma: "Ef si.teÁ racional desociedad fundado sobre la naturaleia". ¿euién no suscribiría una deflniciontan vaga?

o'wen criticó a Bentham, p.ro se encuentra más cerca de él -y de los

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427rir. MovrMlllN'ro l)E l,As lDIlAii

"filósofos" del siglo xvttt- gue de los obreros de New Lanark. Su doctrina

lrrrnca fue populir, 'pero contribuyó a acreditar dos nociones:" 1.., La'idea

-propiamente uíópica y gue se encuentra en muchos teóri-

t.s franceses, espe.iulli"rrt" "r, Fourieri- d" qt'" la sociedad puede ser re-

lrrrmada a partir de una comunidad ejemplar'' 2:- La'idea de que la reforma sócial es independiente de la acción po'

litica y de la toma del Poder.

ll) El c¡nrrs¡uo.-owen y sus discípulos desprecian la.acciÓn politica; creen que

.l ;,;i"";i, üi""r1"i y t. d"rá.nor polití.os ,o .oo condiciohes previas para 1a funda'

,i,r,, .le"poblado, .oáunirtu.. O*"rr'afirma en 1837: "'La igualdad es más fácil que

r rr'll(llrier otra reforma".l;,,r-"1 l"rirario, la Carta del pueblo (8 de mayo de 1838), gr-".diq su, nombre al

,,r,,rf ,'¡"nto-.l.ti.iá, .Ot" formula reivindiiaciones políticas:- anr-ralidad del Parlamento'

Ii,ir,,iii"""rr""rá;-;g;;ld"l de los ciistritos electoráles, abolición del censo de elegibi-

It¡ln,l,' voto .ot e.crútinio secreto, indemnización parlamentaria'l,ll cartismo es, en su origen, un movirniento pápular. La-Working Men's Association

fi¡¡rrl,rtla cn 1836, .Ol" c"Áp'r""ae obreros, Los -primeros

iefes-del cartismo son Lovett,

¡l ,l,rcro autodidacta, urtiÁu'" ái..ipulo d" Otu"tt'B'romterrá O'Brien' el burgués jacobino'

il,,,ii ,,á.riráLiá"-Rob""oi".re y dL Babeuf, y Benbow, cl tarbernero demagogo que lanza

l,r lrlrrnula de huelga general.lil primer cartisino-.o.p."td" un cierto número de Owenistas disidentes, a quienes

rFr)ilrilI;l el doomatismo de Ówen y que no cuentan ya con él para realizar una reforma

u,,i,,,i Cr."n {ue la conquista de tos derechos políticos es el único medio para asegurar

,r,,,, ,,,,"ru distribuciOn áe las tiqt "zut, y q.té la demc¡cracia es el camino más corto

Fñr.r llcgar al socialismo."lll cartis¡no se transiOlma en trn movimiento ¡evolucionario Cuando se extiende p-Or

l,rq ,,rndados industriales iei Ná.o".t", Feargus O'C-onno. elimina a los primeros jefes

¡lel , rrrtisrno; su elocuencia inflama a las masas pooulares'A nartir de 1843 d ;;;;;-";á""n J"iuá"ácia. Se desconrpondrá definitivarnente

,,,,.'r,j',rrrrri.,"iáá á"-áüi,l--J"-rAaA y la seudopetición rubricada por cerca de seis

*rill,,rrcs de [irmantes.

lil cartismo es el único ejemplo, antes de 1848' de un movimiento obrero

.,,f ,,,n¿" o"i-u1á id"ología de cÍase. Los cartistas se niegan, en su conjunto,

:';:,;b"#'.á" l"r á¿ilales, y se oponen durante much.o tiemp.o a la cam-

:,r,i;,'.jji;i iiU.".-"-*Ui., que'd"n,rncian como una maniobra de la burguesia

i;il;;,,ñ.i;;;:r,;;-"r*'iáLoiogiu obrera no es, en modo alguno, una ideo-

i,,.,i,,.".i"fista. Se trata de unirebelión elemental contra el maquinismo y

;:;l;,;;il;i."riu"-O'Connor -menos socialista que nadie- propone.a- Ios

;i;:;;;s q;; r" u.ru.ru-" iá- i*ug"t, .1d.eal.de un campesino propietario (cf ' la

i',,,,,f*roi ¿" O'Corrrilr"lf" """rg+7). Nostalgia dei pasado, temas tomados

;i; il i;I";;i" d"f rigl" *v,,,, .t"do de los revólucionarios franceses, afirma-

r.lé¡r de una especie"á" r*iulit-o eterno: tal es la materia de la que está

i"írriá" el .artis*o, El proletariado inglés, en el mismo momento en gue

aflr¡na su existenciu .o"ró clase, se muestra poco apto para elaborar una

irleología de clase.

2,Lossocialismosfrance§es.-Loshistoriadoresdelasdoctrinasso,r.i¡rlistasseinteresanhoyespectnmenteporlaobradeSairrt-Simon,Fourier;"iñ:ñ;.--iráu¿uUláenie, estas tres obras son las más originales de

i.tln¡l cuantas propusieron, t,rl lrt ¡rrint.r. mitad del siglo Xtx, una nuev¿l

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HISTORIA DE LA.S TDEAS POLÍT¡CAS

i

organización de Ia sociedad. No obstante, obras menos oriqinares tuvieronmavor irradiación en ra misma época. T;i ;;^;i J;;;""iJris Blanc v desu famosa fórmula sobre..,la ""gá"iá.iorr. de.l traba¡o,,, qr" ji;g;:,:"I ;;dogma para todo un púbrico, id;i;r,", sin duda, der deiare de sus obras.Tal es rambién

"1 caio d" iü.;;^ L;;;r*, en cuya obra se encuentran ramayoría de los temas diseminados

"rt* .u, contemporáneos. pierre Leroux,Ilevando hasta la confusión ;r; t"trr i" vocación á" .irt"ri., presenra unaespecie de foto-robof de un socialismo enternecido q,e se confunde con lareliqión de la humanidad; _es "f

ner""g"i ¿et .o.iulir]rJO".,Y,ilir,"r

de orden pedagógico ""§ .uiil""" á-á,r,iir'gui" dos grupos de

I '" Las doctrinas, que sitúan en el primer plano Ia reforma de la eco-nomía, v gue prescinden de ra democraóia porit'rc; ;;; ;;;;ir." Ia reformaeconómica y social: saint_simonismo, fourieri.*o, pr6rafr;;;".2." Las doctrinas gue -no, separan l, ,"-fo.áI-r.J"i'á"'u democraciapolitica v de los r"ruerdos d" r-Íü;í;.,ó, frur,.".a: cabet, Buchez, pier¡eLeroux, 'Louis BIu"c,- Blunq,ii.

* ^" ""'*''. . Pero,.semejante anárisis nos obliga a estabrecer, entre las diferentes doc-trinas' disrinciones

.que q9 siempre"fuer." J"".ti¿l;-;# I". contemporá-neos. Aunque Ias obras de ro. áo.t.irárros apenas penetran en las masas,algunos temas, elementares p".r ;;e;;;;amente_ senridos, se imponen a roque es legítimo deno1inar...".i"i.iá-p"prtur. ior-";;;.;ó-, nos pregun-taremos, como conclusión, Ia forma en oue s.eria posible "rt.á", Ios grandes

i?.yiirl" Ia ideotosÍa popular "" "i p-;i"á;;;"-;;;"d"';.la revirución

I ) La relorma do la sociedad.

A) Er selNr-slMoNrsMo.*Los saint-simonianos de estricta obedienciafueron '|poco numerosos, pero er saint-simonismo ha ejercido una cierta in_fluencia en los medios áirig""t;'ir""."r".. L. doirm.*Iaint-simoniana,puesta en circulación en unJ Francia todavía esenciarmente aqricora, anun_cia y reclama una revolución industriar, q""-ñr-r"i"i:ri-l"i1nos contribu_yeron, .por su parte. a realizar bajo el Segundo I*p;;.-"' ""'"'i Saint-Simon cree :" lr;;¿,.; iL"greso conrinuo, en la existenciade una ciencia sociar cuvos principios fr"i#;t;ül;;;;;üonde a ér in-

fducjl: "Que las abstraccioná' -á*"ru-uj]üui;;:,';;'ii", a ras ideaspositivas',..". Y concruye: "La.i"*i" J"l"s socieda'des iiá" áL.¿" ahora unprincipio]-Por fin ,ega a ser una ciencia p..;;J;;fé;,ri-^s-,,i", ruvo como

:i:fr#;,*:l*:t"."f ;;; ü;; J[" ¿. ;r .;;s,"

áj.J.i'# "",e der po_

. Positivismo apasionado, impregnado de romanticismo. saint-simon sien-te por Ia ciencia una pasión e*alü¿u,-.Jigiosa: "L";p.Iu'qr" yo aco_meto -confía- está por encima de mis frlrá L;-.;^;"üAiero ignorar.No tengo más gue e*ultu.io", pe";tü; .r.r. .

a) sainr-simo¡¡ u ros saint-simonranos.-r.. El saint-simonisnro es. cn primer rug:rr.la doctrina de un hoirbre, crára"-nl.i'á" n"u"'.oy, conde de saint-sirnon (1760-rg25r.

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r,i, M()vtM¡IN',l'o ¡)E LAS ¡DBAS 42ft

^ttntócrat¡t llustr.ado, prrticipa cn la gucrra de la Independencia anlerlcana,.:r la guc

rri+i¡ tirr.ds presentará óon,o él punto de,partida de sus re-fle,xiones politicas: "Desdc esc

ilrrrrr¡errto cntrevi -escr.ibe

en í817 en lá recopilación titulada L'industtie- que la rcvo-tur ldrrr dc Anérica se{lalaba el comienzo de una nueva era política, que estal revoluclón¡lelrl;r necesariamente determinar un progreso importante en Ia clvilización general y que

nl ¡xrco tieripo causaría grandes cambios en el _orden social que existía entonces en

tl,uri,pa". Gana una fortuna especulando con los bienes nacionales y se arruina tan de

l,rlán como se había enriquecido. Frofeta incorqprendido, trata de convertirse en el con.arlrr.¡ politlco de la joven burguesia capitalista. Poco tiempo antes de su muerte publtcarrr Nrx¿ueau christíanisme (1825),

)." La escuela saint-simoniana se constituye tras la muerte dc Saint-Simon. En 182E

r u¡¡t(.pz¿l la exposición de la doctrina. El saint-simonismo atrae a algunos af¡tiguos_ -con§'

r¡tr,r(l(,r'cs lcomó Bazard v Buchez) y a muchos politecnicos e ingenieros (Enfantin, Mtcheli l,"r,,licr,'Tatabot, leaí Reynatá,-Edouard Charton, etc.), de los cuales tn buen nú-ürÉr) son israelitas (tOliode Qodrigues, los Péreire, etc.). La seducción ejercida por el

aalrrt siuronisrno sobre la Fscuela Pblit¿cnica debe ser particularmente subrayada.

l,¿r historia del saint-simonismo comporta generosos sacrificios, intuiciones proféticas,errls,rtllos burlescos (colno la retirada a Ménilmontant), resonantes procesos e innumera"l,l,'o , lsnras hasta la dispersión final.

l,ln una exposición más detallada sería indispensable distingtlir neta-!¡rrrfc entre lo'gue corresponde a Saint-Simon y lo que corresponde a SUs

§,r r$ores; también sería nLcesario señalar las divergencias entre los mismos

FrrrÉH()res (cf. Ia oposición de Bazard al hipermisticismo de Enfantin). EnEulllutrto, y uu., súbrayando hasta la caricatura los rasgos religiosos de latlo,iri¡a (úniforme, ritual, cantos, jerarguía eclesiástica' etc.), los saint-sl'ir,r,,i,,,'os'parecen haber insistido en los aspectos prácticos, en todo leuelloqrrc ¡r1di.a'seducir a una generación, apasionada sin duda por el ideal, pero

frrr,,l,¡.,,r por la eficacia. En cambio, apenas si desarrollaron las.ideas -gue

¡rnrllirn párecerles difícilmente realizables- que Saint-Simon había expuesto¡,'l,r'" li éorganisation de la société eutop'éenne (1814) y sobre la utilidadrlriF r'(:presentária la institución de un Parlamento europeo.

l'll saint-simonismo de los saint-simonianos es, pues, más pedagógico y¡rfr¡¡ l)ráctico que el saint-simonismo de Saint-Simon. Pero, en general,

.esIrrrrr'hir más fiei al pensamiento de Saint-Simon que lo fue la escuela fourie-ll¡ln ¿rl de Fourier.

l, ) [Jna doctrina de la producción,-El saint-simonismo es, ante todo,r¡rra rioctrina de la produccióá: "L,a política es la ciencia gue tiene- por ob¡etoel ,ri,tlcn de cosas áás favorables a iodos los tipos de producción)'fl,[4ientrast¡uc Adam Smith y los teóricos de la econQmía liberal se interesaban sobrel,rlr¡ tlor los eonsu-idores, Saint-Simon subraya la eminente utilidad de los

¡rrorlricrores./Tal es el sentido de la famosa "parábola'i (1819): ''Suponga-

i,r,,o qr," Francia pierde súbitatrente sus,primeros cincuenta físicos, sus

¡rr,rrrrcíos cincuenta químicos, etc.". Según Saint-Simon, Francia- podria per-ile., si¡ menoscabo, la familia real, los ministros, los altos funcionarios,"toelos los empleados de'los Ministerios", el alto clero, los jueces y los

l(),000 ,propietarios más ricos gue no cultivan directamente sus tierrás -o§e¡r, cll iotáI, los 30,000 individuos considerados como los más importantestlel listada-; etr canrbio, serin una catástrofe nacional si Francia perdierau,,. ;' j.000 prirn"ror sablos, urtlstas. y artesános". Entre estos 3,000 hombres

a s¿rlvar flguran 600 culttveclorec dircctos, 200 negociantes, 200 sablos, 250

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WHISTORTA DE LAS TDEAS POLÍT¡CAS

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I

escritores o artistas, 250 9 300 representantes de las profesiones liberales,in-te-grando el resto las industrias y los cuerpos de oficiá; t.l or" conservar50 banqueros, pero también 50 hárreros, 5p cuchilleror,

"t.l ='

sainr-simon esrable-ce aqi_.]1ng _{istincr& r""dáá"d^tri áre.los+ro.ruc-tores,y los ociosos,(su. d".""-*ilr¡.;fil;;;.r,,i.-ñ;*r;;'puil io. producto-res.eI término de "industriales", del oué hace- ^ ÍtArti" ¡" tnrz ,i; ;;;nx

d) Crítica del orden establecido,-:fal economismosaint-simonismo muv lejos de 1o que denominamos hoycialista.

res .er telmr_no, d9 ¡".d:r:JI,gJ":*, 9"1 gue hace, a parti-r de tgl7, ún ámi;ffo-§:: ü.vrf¿ie.industrlet (1821-r\?zl, ca_téchisme des iidistriets (r823-rgi4).Kouget de Lisle compone en l&2r un Chant des industriels: ..Fionor . ,oÁ_otros, hijos de la industria". saint-simon afirma, "t**h;,i-ndustrial es laclase fundamental de la sociedad, Ia crase nutricia de h sü[i:;:a;;:-"

"'"Y '';

^. No hay que engañarse sobre la expresilón ,,.la.e ir¿ritriái;. Fárá Su¡rrt_

ürmon, un cultivador directo, un carretero o un carpintero §on industriales.Los industriales son lor p"odu.ioro-.r-"lqri*u qu" é". la producción de guese trate. Quedan, así, enrolados en una *ir*, i'clase"

"t'úá"qu"ro, el p'.e.pietario terrateniente y el cerrajero.

c ) Tecnocracia.-La tarea más urgente consiste ert orqanizar la eco_nomÍa: "La filosofía d.el último siglo ha"sido revolucionlrii-Í.-¿"1 sigio xxdebe ser or-ganizadora". Los saintlsimonianos creen en la virtud á"-i; ;ü;-nización (cfi 1a publicación titulada L'organisateur, 1gi9-1g20 j.

La .orga?ización de la.economía importa más gue las instiíuciones poli-ticas: "Atribuimos demasiada im,portancia a la fárma de los Gobierno;',.E,l saint-simonismo afirma, de esta manera, Lt pri-.¿"-de-lo economicosobre lo_político: "Ira Declaración de Derecho" aát rt"á¡.", -lu il;;h;contemplado como Ia solución del problema de la libertáá sociai, no erarealmente más que su enunciádo". sáinrsimon no rolo ."gi"r"-lu dirtin"ion--que se convertirá en clásica- entre libe¡tades formales /libertades r"ul".,sino gue pone en duda los principios mismos del liberalís*o potiti.o y ááIa democracia.

saint-simon no es un demlócrata. considera la desigualdad como natu-ral y beneficiosa. cree en Ia virtud de las ¿t¡tes.Enli,l;;ñ;i" saint-simo-niana se clasifica a cada cual según-su capacidad_ y sá te i"triury"-;&;sus obras. Desconfía tanto de loj pohticos como de los militares.

,1p ,irii"o

que- pide al Gobierno es gue organice la economía, especialmente el crédito;en la cumbre de la jerarguia üint-simoniana se sitúan to, burrqu"ros. EiGob_ierno, según saint-siáon, es, propiamente hablanJ.,

-;; tecnocracia.

Así, saint-Simon se convierte er,, ei precursor de quienes aiub"" los mé-ritos de los "Gobiernos de .técnicos" y ieprochan periódicamente a Franciasu "fobia por lo econóanico".

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... sF embargo,. aur\que l¿s soluciones sugeridas por ros saint-simonianosijfícilmeate pueden ser calificadas de sociálistas, 1á crítica a" lu

""o""-iuliberal de Saint-Simon anuncia la crítica marxista. Engels, - en su Anti-Dahriry, habl_a de la "profundidad genial de mirada" de Sáint-S¡mon.

-

. "Iviejorar lo más rápidamente pósible Ia existencia *orui v material dela clase más pobre." La inspiracío.r de saint-simon rro Jifilr" de la JeMarx; su objetivg es la reforma social.

h,, '

rlt M()vlMlIJNTO DE t,AS ll)EAlt

parece situar aluna doctrina so-

Su método subraya la importancia de la infraestructura económica.y basa

err el traba¡o la difeienclaci6n de las clases.."No hay<ambios en el orden-,,.ül ri" í" .á*Ui" en la propiedad", escribia Saini-Simon en 1814. Mu-.li,io t"*tot de Saint-Simon'anuncian, de esta forma, los temas fundameu'tnles de Marx.

Po; riltimo, aungue saint-simon {espgtl la propiedad (aun pidiendo allrnroo su reorsanizaci1n baio control del Estado) y conserva, a este res-

i;;.i;, l" *"¡iáti¿ad de antíguo comprador de bienes nacionales, algunos

lf.-r"r áir.ilrt"r van más a11á que él y_consideran a.la.propiedad como una

iii,,;i;n;;'á, pronunciándose contrá h herencia: "El único derecho con-

¡;;iJ; p;; el'titulo á¿-ptopi"turio -puede leerse en la exposición de la

it,,ri¡ii-Lr iá ¿ir"..ié", el empleo, ia explotacilón de la propiedad".

"l Sueños g realizacione.-Ír.ru podeiapreciar correctamente el saint-

Élutonismo es necesario confrontpr los sueños con las realizaciones'to. sueños so-n,grandi999¡r1fl!99,.s.1int§moniaqos flui-e.r-ep realizar una

r.t,liiu -¡;-U¡i..iéjr""*i"d.¿.

ü1"' áe-'iatisfacen. co¡. real¿as¡-o"-n.-e§-p-e¡gel"e.s'

rr)n em,presas nacionales. Creen en la unidad del género humano y guier.en

Irrsl¡rurár la concordia y la armonía universales. Cuentan con el desarrollo

,ir'i,,^m¿*.olá i- á" Íor transportes para. poder.cimentar una paz defi-

rrl¡v¿¡, Están coívencidos de qúe la edad de oro de la humanidad no está

,,, .t pu.udo, sino en el porvenirj La "religión saint-simoniana" -yague asi

¡r tlcnomina la escuela'despuésf de 1830- es, ante todo, religion. del pro'gleno. No es una meditación individual (el saint-simonismo es fundamental-

ñlÉ,te antiprotestantel, sirro rrru efusión social y la regla de una comunidad.

t,.s saint-simoniaáos realizaron muy concietamente su ideal. Ing-enie-

,,,.,'it"Ji"."r-y áá"ri"istradores, contribuyeron a crear los primeros ferro-

rar,rilcs franceses, "r*iá"á.t" muy de ""t.u

u tal empresa "el .padre"ijiii,,ru". n."Á"i y f"f Ánún trazan los primeros planos,del canal de Suez,

,,,,, ,"ra realizado'por un antiguo saint-simoniano, Fetdinand de Lesseps;

il," f,*,,,."*'ü;;¿;t;anizan"el crédito mobiliario: Edouard Charton lan-

rá rrra revista p"p"fur"J" grán tirada, Le .Magasin Pittoresqt e; Qlalle1ii"r"*i"r iu"¿á É pri-"ru"ugencia de publicidá{-put. per-iódicos; ÑIichel

iiil;;iffi ".;;; á" io" conse¡áros econóáicos de Nápoleon lII. Et Segundo

i;;;;;;;-;;il"; auroritario sue fomenta la ec_onomía y la banca- se nos

¡nuestra, en ciertos aspectos, como la tardía realizacifin de los sueños saint-

!lrrrt¡nianos.r Realización o traición? ¿Fueron los saint-simonianos infieles a los sue-

0,,*t¿"-!u-Iul*ru¿, " no tenian otros medios para realizarlos? En cualguier

;;r;r;';; út;.ü menos u,tópico ni renos socialista qu-e esta participación

rle los saintlsimonianos en la Lxpansión del capitalismo francés.

l1) Founmn.-La obra de cftrarles Fourier (1772.1537\, plena de ex-

fran"á desarrollos (¿cómo hacer gue le gusten las matemáticas a una.ioven

e ln que gusta el uláii V a" profecias ex-travagantes (el agua de mar llegará

" ,".'r",áüi"1-f'*'U.ifá"as éerán sustiruidas [or antiballenas_ qu.e áyudarán

;;;"il;-í;r'barcos), ha ejercldo una influlncia no desdeñable, pero sln

rlrrdn menor que la de Salnt'Slmon'No obstaáte, tlene el trlplc lnterésr

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Frn"-I432 rnsroRtA DE LAs rDEAs polírrcrs

1." De tratar de exponer una-interpretación global del universo, y demanifestar esa pasión por la unidad que caractáriza el comienzo dei si-glo xtx.

?.P De exponer una crítica muy aguda del sistema capitalista.f* 3-:- De sugerir un plan de asóciaiión voluntaria, en'el gue aparecen' ampliffcadas y,sistematizadas aspiraciones confusas p""o u*pliu,oJrt" L*-

tendidas entre la pequeña burguesÍa y el artesanado, ámenazaáos por la re-volución comercial, así como tambi¿í entre_ un proletariado gue no poseetodavía la conciencia de formar una clase. La oÉra ¿"

-n""riá contrifuyl,

de esta forma, a iluminar la mentalidad de una .".i"Juá. --'

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testarudo" (M. Leroy), "amigo de comer en iondas r.í"tJ;iñ- Mx;,hr;;ítestarudo" (M. Leroy), "amigo de comer enFourier es- un person aje balzaquiano. Hij,uiano.. Hijo de un comerciante en paños,

baratas" (R. Máublanc i,Ilevó la vida medioc"e áe un viajante de comercio y d" ,;; ;;;i""d";üi:

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terno, -esperando hasta su muerte el mecenas que áeberia apdarre a refor-mar el universo.Fourier creía, en efecto, haber rcarizado un descubrimiento capitar al

:jto1".3" gue el principio. de atracción "" ,áo-"!g¡;;l-;;" físico, sinotambi,én el mundo social. La ciencia de las sociádades,"

""du"e,-;";ú"é1, a una matemática .le las pasioaes. Ct".ifi*,-p-r"r,-*il-r"io"uorente, nosin alguna propensión al erotismo, las pasiones huáanas. Ari "o-o los saint-simonianos preconizaban la "rehabihtáción de Ia carne,l-á !ui""e exaltarrománticamente las pasiones, a fin de instaurar h ";;;;;,iri*r".t. Fourierhace, de manera inagotable, la crítica de la sociedad que re rodea; co-odijo Engels en sq. Anti-Di¡hr¡ns, "es r;; ¡; l;;il ,i;ü. saríricos detodos los tiempos".

"Todo es vicioso. en el sistema industrial _afirma_; tal sistema no esmás gue un mundo al revés." contrariamente a ros sai"t-ri*ánünos, Fourierno tiene la menor inclinación p-ol r? industria: "L;r-;;;;¡;;üas progresana cqy,sa del empobrecimiento áel obrero"..EI hombre no debe dedicar a ra industria más gue ra cuarta parte de sutiempo como máximo. En co-nsecuencia, hay que di."*i;;i;" ráuii"." pá,el campo,,al.ob¡eto de que los obreros p"á¿á"-."ii*g;;; parte de sutiempo a la labranza.

, Fourier' que había-vivido err Lyon y que había üsto de cerca Ia miseriaoDrera' muestra una cra¡a .preferencia. por la agricurtura, especiaimente porla horticultura. Flores, frutos y .o,nidJs ocrpuñ ,r,

"-pir"-írg* en el uni-verso fourierista.En todo caso, Fourier persigue con,un odio tenaz ar comercio y a ros

comerciantes. Estos son parásitos, y todo su arte consiste en vendeí a seisfrancos lo que cu.esta jr-".: y "n "ofop"u" en tres b q;;-;r;.ia seis. Er co-mercio crea una "feudalidad mercan[il" y favorece Ét

""r""á" de los ban_11lir Í1 l-"."

que Fourier juzga con ..ráh. o,"rro. ilñ;;re Saint_Si-monr. El rrberarismo, económico engendra una anarquiá v uná miseria deIT.qyg l-nglaterra ofrece.un triste_éspectáculo r"rrj", rráui. sin ningunaafabilidad de los "comerciantes de tondrert , ¿" ru .oi¡"iá-¡n'or""".De esta forma' en tanto gue lor saint-simo'ni;;,;ú;;;;"" profundatransformación de Ia economía, Fourier parece ¿"."orrriu" a; aÉ,-;;-;;

tiilir

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Irurto oue los saint-simonianc¡s insisten en la necesidad de aumentar la pro-

rlrrcción, Fourier subraya la inutilidad de todas las doctrinas que no con-

llrryan en aumentar el'bienestar de los consumidores'

Para reformar la sociedad Fourier cuenta con los falansterios, es decir'

r,on una especie de sociedades cerradas' formadas aproXiinadamente -porj.;bd;;rr;;; q;a"t"" asumir todas lás funcióires sóciales, sucediéndose

;';;,;" J;;;r iárá ""itur una especialización excesiva. Fourier describe cbrñ-

iriii.i*tl-""ie "l ,nurco de un-falansterio, en el que los pasillos están en-

l'rirtoiuio. y disponen de un sistema de calefac-ción, y en el que los come-

,l,,rcs ofrecán a'los consumidores 40 platos diferentes. Y como el trabajorlebe resultar siempre atrayente, los falansterianos corren sin cesar del cul-tlvo de las rosas al esguileo de los corderos...

i'El falansterio no ás en absoluto un sistema comunista. Fourier detesta

el desorden, respeta la herencia y considera como naturales riqueza .Y,

p'- /hrcza; trata de atraer a los capitalistas, haciéndoles es,perar maravillosos/

rllviclendos si invierten sus fondos en los falansterios.

Fourier no cuenta con el .Estado para crear falansterios. Estos se cons-

iitrrirírn libremente, mediante "acuerdb afectuoso". La reorga-nización de la

.,,,,i.J"¿ vendra de abaio, no desde lo alto, como pensaban los saint-simo-

iil,,,"*. Co."o Proudhoá, Fourier siente horror por un régimen autoritario

v', .:,tir"ilr-á¿ár. El Ert"áo es para él una federación de asociaciones libres'

tiourier desconfía de las revoluciones y jtzga de forma muy severa a la

rlr l7gg. Es antidemó$ata y anti-igualitario. Pone todas sus esperanzas en

fa,,t i;rciones de menos de i.OOO miembros, y piensa que', para retormar la

Éfir irrlad en su conjunto, lo más importurí" '". creai algunas sociedades

¡rer f rctas.

l,) Realízaciones fouríedstas.-Se realizaron .numerosas tentativas de tipo falanste'

ltRr,, no sólo en pr*.i;,-:i;;i"*Ui¿"-"" lás Estados tlnidos' Ingl'aterra, Rusia, etc'

[]f, ¡t,lrre este punto "f "iillriÁá;;üilde

Henri-óesroche: "Fourieiismo escrito y fou-

rl,tt,,rr() práctico. Not"."'¡r""lot"L.l"ái"t.fou"ieristas contemporáneos"' en el libro de

llrrrrlr, poular. I*' Cuhi"Á"'i.iirtiÁ--ii -f

ouríe", iaris, Ed¡tións de- lVlinuit' .1957 ' 223

i;;i;,,,r'. -fi,i".f,* ¿.

".-tr.-táiitáii""r-(especialmente la de Condé'sur-Vesgre) fracasaron'

y, ,r,,rdo triuntaron, tr. -á.-üáü ü-i"i.á-¿. asociaciones coo-¡rerativas que de ver-

i",i.,:,,."i^frr"il,t.r-'V¿"r"'; ;;; i"rp".t" los traba¡os de |. Gaumont sobre A' de

Fl,,rrrr,rrd v su estudio: "De la utopía falanst"tiur,u-ái 'aiociacibnismo- francés de 18'18"'

I"'i,'i-'"ri,¿". ";;; *ñi¡"1iiáIil¡..-1J 7;á'io''¡otio'- ouutiérc' Editions de Minuit'

ItJif,, l,l8 Égs., ) El fotttierismo después de Foutiet'--Tras la muerte de Fourier en 1837 Víctor

t,,,,,,,.1"roni,-á"ü"" p"fiü."ico, se conryierte en iefe de la escuela fourierista v en prin-

,rr,,,l r)ropagador de la il.ilü "¡n"1*1rn;tt ";';i ;;tiódit" La Démoctatie'PaciÍíque'

rtrr, ,r,r),rrc(e a partir a. flf?' E"ilá Poulat "t'otu' en'lu importantís.ima.obra que ha de-

,1r,,r,1,, ;r Fourier, "r .""ñi.LIt"-"tit""to a- los fa*ida.rí91 d.et fourierismo orto'doxo'

r11,rr.rt.rrr¿rdo por Víctor'Uáirl]¿¿'árt,';;'i;-];;"iittus ditidettttt, más preocupados de

Irrq !.c¡rllzacion., .oop"rutltá, que de teorlas sociiiei. [-os fourieristas ortodoxos' "gentes

,,,¡,,¡¡.¡ltlcs v de buen tráto;, cft"ideran su deber ocultar las extravagancias y exagera-

:1i;;:"á;"hf;i.;'; "ti-tr.,i.n-á"trntc varlos años de pubticar.sus obras' v cuando se

rlertrlrrr. ello proced.n-á-lut selccclones y."i"t mas discut¡bles' De csta forma Ias

r¡lrr,nr c¡. Ilourtcr tu.ro' p*rt ii.1,i;;;¡;-l;;o i".átt"t""t", incompleta.y ex,purgada"'.Por

r-¡,r lr,rrrllc poulrrt hn ,.,itizadn unn tnren p;rrttcularmente útil al- pub'licar el lnventarlo

,rl,'r,"",,,"",".*llái Ji f¡"i,rl.r-.i,rir.rvn.l.r, cÁ los Archlvos nacionales.

Page 64: J.Touchard, Historia de las ideas politicas, Caps. IX a XII

FrT"'

434 HlsroRIA DE LAs rDEAs polírlc¡s

El movimiento cooperativo no carece, evidentemente, de relación con elpensamiento de Fourier, pero seria totalmente abusiuo presentar a Fouriercomo el profeta y el fundador de la cooperación. Es lícito pensar gue eljuicio de Fourier sobre las cooperativas de consumo habría carecido de err-tusiasmo; tal vez incluso, al tiempo que hubiera deplorado su ausencia deambición ampliamente reformadora, hubiera visto en ella.s la manifestaciónde ese espíritu mercantil gue le horrorizaba. Nos parece que Henri Desrochey E,mile Poulat, llevados por su simpatía hacia Fourier, abultan un poco suinfluencia.

C ) Pnouonor.¡.-No es posible separar el proudhonismo de la vida deProudhon; el proudhonismo es, ante todo, la presencia de un hombre.

Pierre-|oseph Proudhon (1809-1865) fue hi¡o de un tonelero y una co-cinera. Cuidó animales en el campo, cerca de Besangon (cf. el famoso pasajede La justice dans Ia Réuolution et dans l'Eglise, quinto estudio, cap. IV:"¡Qu,é placer antaño en revolcarme en las altas hierbas gue yo habría de-seado ramonear como mis vacas!"). Se juró a si mismo permanecer fiel a laclase obrera y trabajar sin descanso... para la mejora intelectual y moralde quienes se complace en denominar sus hermanos y compañeros (cartaa la Academia de Besanson en 1838).

tlna existencia "a 1o Péguy', cuyos principales acontecimientos sori:

-la ruptura con Karl Marx en 1846. At Sgstéme des conbadíctíons économiqÍres ouphílosophie de la mísérc publicado por Proudhoo Marx responde con la Mrsérede la,philosophie;

- la elección de Proudhon en 1848 a Ia Asaniblea Nacional, en la gue no consiguehacerse escuchar (c[. el testirnonio de Víctor Hugo en Cáoses vues, y el de Toc-queville en sus Souuer¡írs);

-- su condena a tres años de prisión en marzo de 1849, tras violentos artículos contrael príncipe-Presidente;

- su Réuolution sociale démontrée pat le coup dEtat du 2 décembre 1851 (1852), quea juicio de muchos de sus antiguos amigos resulta una esca¡rdalosa adhesión a Na-poleón III; las obras ulteriores de Proudhon muestran gue muy pronto guardó lasdistancias con ei Segundo Imperio. pero a pesar de todo se le sigue acusandode haber pactado cou el "régimen fue¡te".

Proudhon escribió mucho, Sus principales obras gue conciernen a la politica son lastres memorias sobre la propiedad (1840-1842), I)e la création de l'ordte dans l'humanité(18{3), Sgsr¿me des contradíctions économiques ou philosophie de la'rnisére (1846), So-lution du probléme socia/ (18'18), Les contessions d'un réuolutíonnaire (1849), Idee généralede fa Révolution au XIX' síécl.e (1851 ), Ia ftét'olution sociale demontrée pat le coupcl'Etat (1852), De la justíce dans Ia ftéoolution et dans lEglíse (1858-60), La gue*eet la paíx (1861 ), Du príncipe tédératlt 0863\, De la capacité polítíque des c/asses ouvrié-res (1865).

Las principales obras de Proudhon son posteriores a la revolución de1848. Sin embargo, creemos adecuado hablar de Proudhon en este capítu-1o gue estudia el período anterior a 1848. El pensamiento de Proudhon seformó en una Francia todavía ampliamente artesanal y campesina, antesde la gran expansión industrial del Segundo Imperio. Este pensamiento pre-capitalista pertenece a una edad diferente de la del pensamiento capitalis-

llr

4:lflFi MovtMlt,N.t.o DH t,AS ILtlAS

l¿r de Marx. No obstante, volveremos a encontrarnos con Proudhon ctlalrdolr¡rblernos, en un capitulo próximo, de Marx'0.

a ) Contradicciones y actualidad de Proudhon.-Proudhon fue autorrk' irlgunas fórmulas que produjeron escándalo ("La propiedad es un robo","l)ios es el mal"). En su obra existen muchos textos aparentemente con-lr¡rdictorios, nada resulta más fácil que oponer a un texto de Protrdhon otroarryo, Se da a conocer mediante una diatriba contra la propiedad, perorxrrlta luego la propiedad campesina; lo gue ocurre

-asegttran los proudho-

rrl¡uros- es gue no critica la propiedad en tanto gue tal, sino el mal uso guese hace de ella, la propiedad sin utilidad social... Declara la guerra a larrlil¡ión en nombre de la ciencia y en nombre de la moral, pero luego hacerlr clla un magní,fico elogio en La ctéation de l'ordre ("¡Como supo enno-hlecer el trabajo, hacer llevadero el dolor, humillar el orgullo del rico yre¡rlzar la dignidad, del pobre!", ed. Cuvillier, págs. 7j-74); los proudhonia-rros cxplicarán, es cierto,,que es un elogio fúnebre... Dirige a la guerra unealudo que )oseph de Maistre no habría desaprobado ("¡Salud a la guerral( l¡'¡rcias a ella el hombre, apenas salido del barro que le sirve de matriz,ar constituye en su majestad y valor", La guerre et la paix, pág.29), peroiirr l)oco más adelante afirma que contiene un elemento bestial y que ins-lrlr'¡r, en consecuencia, un legítimo horror; los proudhonianos explican aquíilrir la guerra exaltada por Proudhon es "la guerra ideal, la guerra sometidaa leyes, la guerra leal entre combatientes seguros de su derecho" ".

l'ln tantb gue Saint-Simon, Fourier, l,ouis Blanc y Pierre Leroux sonhoy temas de Historia, Proudhon tiene todavía sus fieles, sus entusiastaspatt itlarios. La escuela de Action Frangaise ha exaltado durante muchoiler,r¡,,, a Proudhon como un "maestro de la contrarrevolución", como un€rlvrrsario de la democracia. Y a los proudhonianos de derec,ha se han opues-[r nrdientemente los proudhonianos'de izguierda. En la época actual se haruttvcrtido en costumbre el considerar a Proudhon como el maestro de lorrrrr habría podido v debido ser el socialismo francés, si no hubiera sidoJ*ov,i¡do de'su camino por el marxismo; la renovación del federalismo harrrrrllibuido a nutrir esta leyenda proudhoniana, ala que los marxistas con-

tllrrrirn oponiendo la imagen de un Prouclhon resueltamente reaccionario 12.

No cs [ácil, pues, distinguir el proudhonismo de las leyendas que se let!l x )ll c11,

lr) Proudhon y la democracia.-Saint-Simon y Fourier consideraban,¡tr,. lt, solución del"problema social no era un asunto politico. Proudhon es

,ie l¿r misma opinión. Estima gue existe una ciencia de la sociedad y que el¡ ¡lrot'imiento 6á.i.o es la ecoiomía política: "La política hoy dia es econo-l!¡¡r l)olítica", afirma en La guerre el la paix en 1861. En 1848 declara que

rl "lianco del Pueblo" es la-"solución del problema social".Proud,hon no tiene mayor confianza que Saint-Silon y_ F'ourier en la

rlrrrrocracia parlamentaria. "'Democracia -escribe en diciembre de 1851-

rri una pahÚra ficticia que significa amor al pueblo, amor a los niños, pero

rrr, 1¡obilrno del pueblo.; Y eñ Ia révolution socíale, démontrée par le coup

,, V-óilfir¡¡tr rulolnntp, r¡rL¡¡¡, a?ñ-lt(]4.,, i¡i.i,rxü'-iiui;riiil'ñir, I'r¡,o. Nnllytllld.lt ¡tr*tóo tlo I'rou¡ltt¡,n, I-|or'(lrr, tlt'17, ¡xlr-..J.?1.m tiir',i(irl¡¡i(¡i¡u drr f'prrUto" ltán c({rÍl{lo B-titlr¡t-Hhtton y ¡t lrou.rlor, ¡]orr) lto ll I'rot¡ollrlll

Page 65: J.Touchard, Historia de las ideas politicas, Caps. IX a XII

Fry''I436 I"rrsroRlA DE LA.s IDuAs poLl'rrcls

d'Etat afirma ,que "democracia es demopedia", es decir, educación delpucblo.

E¡r 1848 Proud,hon considera que el p,ueblo francés no está preparadopara la revolución. Cuando cuatro años más tarde acepta el golpe de Estadoes, sin duda, porque considera que la única revolución intportante es deorden económico y social; el golpe de Estado es L1n acontecimiento pura-mente político que no af.ecta a lo esencial; po. ello no resulta imposibleotorgar la confianza al nuevo régimen y contar con él para realizar esarevolución de la economía, que es la única verdadera ¡:evolución.

Proudhon critica ásperamente el sufragio universal: "ReligiOn por reli-gión, la urna popular está todavía por debajo de la sainte ampoule mero-vingia. Todo lo que ha producido ha sido el cambiar la ciencia en tedio yel escepticismo en odio". Las fórmulas de este tipo, que abundan en Lajustice dans la Réuolution et dans l'Eglise, serán recogidas con entusiasmopor los doctrinarios de Action Frangaise.

La desconfianza proudhoniana respecto a la democracia se encuentra,además, en la tradición de los sindicalistas franceses, que durante muchotiempo se aplicarán a distinguir entre la acción sindical, la única verdade-ramente revolucionaría, y la acción política, gue corre el peligro de caer enel oportunismo.

c) Proudhon contra el Estado.-Proudhon desconfía del Estado toda-vía más que de la democracia; siente la mayor aversión hacia la centraliza-ción y la burocracia. Critica el Contrat social de Rousseau, que amenazacon conducir al despotismo de la voluntad general: "su programa hablaexclusivamente de derechos políticos; rro reáno." derechts

"económicos"

(De la justice.../. Proudhon sueñá con una sociedad anárquica -en

el sen-tido etimológico del término- en la que el poder político sería sustituidopor libres acuerdos entre los trabajadores. Prefiere Voltaire a Rousseau.

Proudhon se opone a cualquier autoridad, tanto a la de la Iglesia comoa la del Estado. Contrariamente al saint-simonismo, la doctrina de Proudhones fundamentalmente antirreligiosa, y si rompe con Marx, en 1846, es por-gue considera al marxismo como una religión intolerante. "... No nos. convir-tamos en los jefes de una nueva religión, no adoptemos la postura de jefesde una nueva religión, aungue esta religión fuese la religión de la lógica, lareligilón de la razón" (carta del 17 de mayo de 1846).

En su libro sobre Proudhon et le christíanisme el R. P. de Lubac hasubrayado con vigor lo que él denomina su "antiteísmo social", así como su"iumanentismo moral". Concluye de esta forma su análisis: "Su crítica, dirigida en primer lugar y de forma más explícita contra el cielo de las reli-giones, afecta por añadidura a cualquier mesianismo terrestre".

d) Igualdad y solidaridad.-f.a doctrina de Proudhon es, a la vez, unadoctrina de libertad y de igualdad. También aquí el proudhonismo se dife-rencia del saint-simonismo y del fourierismo, ya que ni el uno ni el otroson doctrinas igualitarias. Proudhon, en cambio, se muestra apasionada-mente apegado a la igualdad: "La igualdad de las condiciones, he aqui elprincipio de las sociedades; la solidaridad universal, he aquí la sanción deesta ley", declara en su primera memoria sobre la propiedad.

No quiere sacrificar la libertad a la igualdad, ni la igualdad a la liber-

,,L

,1,

iltl,,' r

'l it7l1l, M()VlMlllN'l'() l)ll l,As ¡l)li^ft

t¿tl. Devolviendo todo su sentido al lema revolucionario, piensa qtre el eqtri-

Irhrio etrtre la libertad e igualdad sÓlo puede ser realizado mediante una

u,rii,i,,.iJ"J fraternal.-DL üsta forma, "i tu. Confesions d.'un réuolution'

;;;,'*;;;;"^"-i"-iiU"'táJ ri*p1".-sue es la del baibaro, o la del civilizado

r*rc no reconoce mas ley qr" i. de cáda uno para sí- la libertad compuesta,

::;;:. ;;;;;il;;;;;; luiii¿u.iaud: "Desde ál punto de vista social' libertad

i s,rlidaridad son términos idénticos: la libertad de cada cual encuentra en

í,, iib;;r;¡ de los demás no un límite, sino un auxiliarr el hombre más libre

"n ,'l oue tiene más relaciones con sus semejantes"'' ' *l'T"J"'rit¡irrá y-Áui""lit*e.-pe¡ consíguiente, la doctrina de Proud-

1,,,,r ós una doctrina áe la solidaridad:,ri- En el .urrrpo politic:: fedetalísrno. P'ara Proudhon' el Estado es

,,,,,,''i"d"ración de'g;";;;- H Éstado es la consecuencia de la reunión de

;;;;;;;rp;. ¿if".J"iÉr, tanto por.la naturaleza como por el obieto,."for-,t{r(los ludu ,rro para el ejercicío de una funciÓn especial y la creación de

lrr «rbieto particuiar, v uniáos despu'és bajo una ley común y con un interés

trl,'ntiáo" iO" tu iustíce, cuarto estudio)'-l)roudhon es iartidario, igualmente, de la federación en el cam'po -inter-

,,,,, ¡.,,*1. Dedicó'a íá-á..lO""u"tinacionalista y anliulltaria varios folletos'

,,n, ,j,r*o un tratado: Du princípe tédératif (i863). Desetó para Italia un

,',;i,t,,,."-r"á".át, y ,ro1á.ito-"tt'póf"ti,uti "Lu eta de los Gobiernos de

;,,1i¡;;r.;¿;; á" iár gr."¿"r áglomeraciones de pyeblos ha terminado.

iii ,lruf. "¡¡ "biiral^;"

á; Ias fedáaciones, en la que la humanidad volverá

rr ( ()rr.rcnzar un purgatorio de mil años"'

tl) En el Éu-!á to.iul: mutualismo' La asociación mutualista ofrece'

,,,',¡luí Prordlo",:iá p".iUiUaua de resolver el problema.social sin violencia

, .i,, lr.fr" á" .tu."L-Ei-*uiruli.-o consiste ", ,r, intercambio en virtud

ilrl ,.,,ni los miembros asociados se garantizan recíprocamente "servicio por

,.,irt.io',..áiit" p* crédito, retribüción por-retribución, segur-idad por se-

rrrrr¡rl;rd, valor,por valor, información,por información, buena [e por h.,"lui. t.''áu¿ po, *r"tdud, libertad por libertad, p^ropiedad por..propiedg{": Lo

trtrrr iral institución *rüáii.i.iáaginada por'Próudho.{r, el "Banco del Pue-

l:i,';",'',,;;;;;; J"i".iá¿i" iel p'ovecto, pe.ro Proudhon no por ello

iie,¡., rle ,fi.-ur'qr"-"ü-"tualidad "i ,áu fórmula, hasta el presente des-

rL.n;rtla, de la justicia".t) El humanísñ-proudhoniano'-Paya. Proudhon 1,a,]us,ticia es la su-

¡,,,',',,, tirird. a .rt"o¡á.,-"iptoÚt"*a esencial es un pr.blema moral' Cual-

;;;;;.;'.i;,;;; d" i"t"iáááb1ol-po. bien concebido que esré, sólo puede fun-

r trtri'. si los participá"t"r r"lpltu., to sólo la honrádez, sino también la jtrs-

tl, ¡;t, que es un sentimiento propiamente revolucionario: "Las revolttciones

qrrr t.s susesivas *;ii;;.i;s de la justicia en la humanidad" (brirrdis

rlrl l7 de octubre de 1848).I)roudhon, "r,

.orrr".uáncia, asocia estrechamente justicia y revoltrción'

1,",',,'¿Ñ ".'rr ¡rrii.i"t "Es el respelg, espontáneamell.l-lentido y rccí-

¡,,',,,',,riránte garaítizado, de la dignidad humana' en cualquier persona y clr

I rr¡rlrruicr cirCrrnstanciA crl qtle sc enCtlentre com'prqmetida, y a Cualc¡r"rit'r

;;;i;;i;';,'"';;"];i;;;,i ,u,* **p"n¡. (Dt' ta iustic:e' segundo estudio' «:nPi'

trrIr VII).

Page 66: J.Touchard, Historia de las ideas politicas, Caps. IX a XII

438 HISTORIA DE LAS TDEAS POLITICAS

I

il

En definitiva, la política de Proudhon descansa sobre una determinadaconcepción d.el hombre. Su humanismo

-como ha señalado |ean Lacroix-

es un "humanismq de la tensión". .Mientras los marxistas se preocupan porIa síntesis, Proudhon opina que "la síntesis es gubernamenial", y'qu" e"menos conveniente el resolver las contradicciones gue el asumirlás, Sobreesta¡uestión la oposición entre Proudhon y Marx es irreductible.

El. pensamiento- de Proudhon es la expiesión de un temperamento apa-sionadamente hostil a cualquier forma de

-alistamiento. Pero este individua-

lismo no es algo exclusivo de P¡oudhon. Es Ia expresión de una sociedadgue todavía no ha descubierto las necesarias disciplinas de la acción colec-tiva en un medio industrial. No cabe duda de gue el proudhonismo es másun socialismo para los artesanos gue

-como sá ,ha dícho- "un socialismo

para los campesinos". En armonía con un determinado estado de la socie-dad francesa, corría el peligro de gue el día en que Ia revolución industrialmodificara las bases de esta sociedad, apareciera anacrónicamente como unmoralismo. Por consiguiente, la decadencia de la influencia proudhonianaal final del Segundo Imp,erio fue precipitada, más que por lá propagandamarxista, por las nuevas condiciones creadas por 1á ¡eíolucióá induitrial.

g) - Ensayo de síntesis saint-simon-Fouríet-Proucllrcn-p¡oudhoo se opuso con ex-tremada violencia a los saint-simonianos. especialurente a Enfantin, y juzgó sin indul-gencia- a los fourieristas. Sin embargo, co-o acertadamente ha inditaáo -G.

Gurvitch,Proudhon no serÍa posible sin Saint-Simon. Pueden indicarse algunos puntos de coinci-dmcia entre su obra v la de Proudhon:

1.' El Estado esiá destinado a disolverse en Ia sociedad;2: La propiedad constituye la base de toda la estructura social, pero se encuentra

en perpetua evolución;

4," La clase obrera o proletaria (la palabra es de saint-simon) se opone a la clasede los propietarios ociosos;

5: La nueva moral descansa sobre el trabajo;9:- El humanismo prometeico es el único que puede conducir a comprender Ia so-

ciedad y..su destino (pero en Saint-simon este humanismo es "panteista", mientras queen Proudhon es "antitelsta".

2) Socíalísmo y d.emocracia.

"Louis s{¿¡g -s5gribe

Proudhon en sus confessions d'un réuolutíonnai-,e- rEpresenta el socialismo gubernamental, Ia revolución desde el Poder;yo represento el socialismo democrático, la revolución por el pueblo. Exis-te un abismo entre nosotros." En otro lugar Proudhon califica á Louis Blancde "sombra desmedrada" de Robespierré.

cabet, Buchez o Pierre Leroux son indudablemente, en ciertos aspec-tos, muy diferentes a Louis Blanc. Pero todos tienen de común una éon-f.ianza en la democracia y en la revolución política gue está muy lejos deaflorar en Saint-Simon, Fourier o Proudhon.

Blalgui parece, a primera üsta, un personaie fuera de serie, un acti-vista de :una raza diferente a la de sus contemporáneos, fabricantes deutopÍas. Pero, en realidad, sus ideas no son tan diferentes de las de suscontemporáneos, ya que proceden del mismo idealismo, del mismo refor-mismo.

llr,,rliú

iliiliiili

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klr

480Ér. !,KrVllltlNTO DE LAI IDEAt

,,) Cabel y cl cotnunismo utópico,-Etlenne- Cabet (1788-1856) etu hli" de un tone'|",.i,'pcro ná iue nl un prolctarto nl un agitador. Reai¡zó estudios de Derecho, ejercló

i. i,ráf.rio"-a;;b"g;¿"'y ocu.pó incluso áurante cierto tietnpo, -tras. la. revoluclón de

it¡it, "l

ipuesto de p"*.r.Jdo. jl."rul en Córcega. En 1832 fue elegido disputado de la( hle-cl'Or. En 1842" publicó uná utopía comunista, el Vogage en lcade'

(-irbet es un "demócrata coruveriido en comunista". Antiguo dirigente de los carbo'ildrl()s, antiguo secretario del burguesísimo

-Dupont de l'Eure, Cabet es un fiel admira-,i,;;. ;; i; ñ";lr,.ión frurrcesa. gri t¡¡g publicá ura Histobe populaíre d.e la Réuolutiont:r,,,,i:,r*i Ji- li¿ii a l¿lo, i, l, gu" define de la siguiente forqa a la democracia: "Por

rlrnu¡cracia... entiendo, "r, ,rru pálub.u, el sistema iocial y-político más favorable a la

iii,liir.l"l-v ¡-p..i.i.i"n"-ientJ del hornbre, al orden- publico' al reqpeto de las leyes

r,'i iii ]ai.ta"d d" todo"-io. ciudadanos, dándole por Iuidamento la educación y el tra-

l,,rl,,'. Cabet, partidario d"i *f*gio uni.rersal y'de la educación popular. cree.que la

i,"i,'lárJ'"-ü íüürr¡Jáa árrír."ri de forma natrral a la comunidad de bienes: "(El 9o-

Jl,,,,ir,".l'; ü-;#;;.ión ;; iornpleta y la únic3 perfecta de la Democracia... La

l)¡rrr6cracia conduce . i;"i;rr""id;á y...,'sin la Comunidad, la Democracia perfecta

er lrrr,posible".lil comunismo de cabet no deriva en modo alguno de _un análisis_ a fondo de, las

rfirll(l¿rdes contemporáneát. gt-"". "r.r.i, ",,

la qué se combinan.Plató'n' Tomás Moro'

¡rr rrtopias co.riri.tu" ¿"f .igl; xvnr, el dwenismo .y un cristianismo, fraternal gue fs;;,;t,;,;;;;".;; "l J" S"i"t-Sirion: el comunismo icariáno es el "verdadero cristianismo",'I,: ;;;.iG-u.t"ui""^-ro"-lár-¿t..ipulos, los imitadores y. los .?ltilY"do.:":-9"_]-":errr rlsto". Cabét piensa que la comunidad resulta. más fácilmente practicable en una gran

¡rt, l()n industrial'y comJrciurrt" gr-t" en un pueblo pequeño poco desarrollado; su comu-

tllsmo, difiere, en consecuencia, del comunismo espartauo de IJaDeut'( )rrbet, al igual que owcn y que Fourier, cuenta, para. realizat esa. fraternal recon-

, lll¡,'¡in .o' lá gre- sueña, coí eÍ ejen¡plo -c-ornrrnicatii'o de una experiencia con éxito'

l,r.r,o las tentativas i.".iu"l* "" f"*"á y"en Illinois fracasaron compfetamente. No pare^ce

iri,,. l"r-illr" J" C"¡"t-l""i"iu,' oou í".dud".a aucliencia en los'medios populares' Su

frr'r'l(xlico I-e Populaire ti;; 3.¿-00 á¡"*plrre, en 1846, y Qqb^e1^no co'n^sigue salir elegido

i,,,,,, t, Asa.blea Nacional de 1848, obtenie'do menos de 70'000 votos'

l,) Buchez y el socíalisn.¿o ctisliano,-El médico Buchez (1796-1861) -es,-iunto con

t1,,,.,í.¿,-,*"-áe-los frl;d;á;res de los carbonarios franc-eses (1821). Seducido -por los

Eiit||t simoniano., ." ""porá,

sin embargo, de ellos en 1829; no obstante, los buchezianos

;;;,t;.;,J;,;;-;;., á".o*"-ár.n" _,f".rjr, los herederos del saint-simonismo auténtico. Se

irrrrvicrtc al catolicismo, ,a "" lA¡¡ prrbli.u urta lntroductíon á la science de l'hístoire, y,

¡lea¡,rr(,s, una Hístobe ¡tarlerncntaire de la Réuolutíon ltangaíse (1834-38).

llr¡chez se dedica a demostrar, no ya gue los principios de la Revolución francesa

'ri sc encuentran en ",p";i;ió"

con loí príncipios cristiános, sino.que derivan directa-

ii,,,,,r:. J" "ttá.,

[,u R"t;'"i".ió" francesa á. Iu totte.rencia más adelantada de la civili--rr t(in: v la civilización-;;á;; h; salido enteramente del Evangelio' Tales son las dos

u',,,,',f""',"J.-;;;-R;;i;";;;Jrrolla. Critica vivamente a la Constituyente y no oculta

ettl ¡rreferencias por la Convención.liuchez, teóriáo de la asociación obrera y de la_ cooperativa de producción, quiere

,ltr,rtn;; -ei

sala.iado y o.gurir". el trabaio. íorris Blanc se inspiró bas.tante, ,al p3t1t1:, ,, ,,',* id.u", tal es, ai -""""., t" que Ariand Cuvillier sugiere en su libro sobte Buchez

t r les origines du socíalísme chtétíen.L¿rs iJeas de Buchez tuvieron una cierta difusión en los medios obreros. Testimonia

".,,,'áif"rior J-p*i¿ái;"-rÁtili"i-'aigi"g de los intereses morales y materiales de la,r,,r,.-.Ui.rá", qir" upuiá.io-i"'-i-AaO-u'rSSO y^que fue-,sientpre excl'.'ivamente redac'

Irr(l(, por obreros, ..po.iái-"rrt" por Anthime'Corbon' L'Ateller' que tenía como lema

i,,r' l,,i"t.r" a" Sr"'P;üo';-.;tf 'qr" -r. iraba;a no corne", tenía vinculaciones buche-

,;,,,,i,;:.'Ei;rqpl" n"Á"r-]r", "" iA+¿, el- priáer presidente de,la Asamblea Nacional'

ll,:,ltrr;rción simbólica ;; -;;.r,r"

adecuadimente ál eco suscitado en la.opinión por.cl;,;;;r;Ji;";;:;;;;;;';"';;".i-'""t* el iristianismo, el socialismo v el ideal revoltr-

{ li )lütrlo,

r,) Plcrce l.crottx y ln rr:llgiittt dc ltt lutn.anitl¡¡cl.--Pierre Leroux-(1797'1871) es, ntd's

,,,,, ',¡,," 'ii".n.?,

"i-- hi¡ulrre áe ln¡ ,¡,*t,,s sintesls. Al lgual quc Bttclrcz, pasa por cl

Page 67: J.Touchard, Historia de las ideas politicas, Caps. IX a XII

p{m,

440 IIISTORIA DE LA§ IDEAS POLITICAS

,ilr

i

i

saint-simonismo (que abandona en 1831), y también, como é1, invoca con emoción losrecueidos de la Convención y da incluso a entender que ha nacido en 1793: "Naci porel tiernpo en que la Convención luchaba contra el negociantismo", escribe en 1846 enMaltlrus et les économísfes. También habla Leroux del "verdadero cristiano" y de "esas

dos grandes cosas: el Evangelio y la Revolución".Pierre Leroux fue muy admirado durante su vida, Lamartine afirmaba que algún día

se leerian las obras de Pierre f,eroux como se leyó e\ Contrat socra/. George Sand sedeclaraba pálido reflejo de Pierre Leroux, Renan, en sus §ouuenírs d'enfance et de leunes.-"e, subraya la seducción que Pierre Leroux ejercía sobre los alumnos del seminario deSaint-Sulpice, Sus principales obras, De t'hutnaníté, De l'égalité, Du chtistianísme etde son orígine démoctatique, Malthus et les éconotnistes, La gréoe de Samarez, etc.,constituyen, por consiguiente, importantes documentos para el conocimiento de la época.

Según Pierre Leroux, gue lanzó la expresión- el socialismo tiene como misión "con-ciliar, mediante una verdadera síntesis la libeltad, la fraternidad y la igualdad". Haceenlazar, pues, al socialismo con la Revolución francesa. En 1832 p,reconiza "la doctrinade la Revolución francesa, la doctrina de la igualdad organizada". En 1833, en el nú-mero de octubre-diciembre de la Rcoue Encgclopédique, escribe: "La lucha actual delos proletarios contra la burguesía es la Iucha de guienes no poseen los instrumentos detrabajo contra quienes los poseen".

El pensamiento de Pierre f,eroux es, sobre todo, religioso: "Soy un creyente", se

cornplace en repetir, y en Le caffosse de M. Aguado (1848) no vacila en escribir: "|esús

es el más grande de todos los econorristas, y no existe ciencia verdadera fuera de sudoctrina".

Tres palabras se repiten sin cesar en la obra de Pierre Leroux: unidad ("Buscamosla unidad y demostramos la posibilidad de establecerla"), igualdad ("Esta palabra resumetodos los anteriores progresos realizados, hasta .ahora, por la humanidad") y, sob¡e todo,humanidad ("No sornos los hijos ni de ]esús ni de lMoisés, somos los hijos de la hu-manidad" ).

La dernocracia es, para Pierre Leroux, una religión. Cree gue el sistema representativono debe ser una representación de lo que es, sino una representación del ldeal". Esto leconduce a elaborar, en 18{8, un proyecto de Constitución totalmente extraño, en elque las instituciones parlamentarias reflejan el riristerio de la Trinidad. Por lo demás,no faltan los pasajes extraños en la obra de Pierre Leroux, aunrque sólo fuera su teoríasobre el principio de continuidad y la utilización del abono humano...

d) Louis Blanc g Ia organízación del ttabajo.-Louis Blanc (1811-1882), redactor- jefe

del Bon Sens, Iundádor dé la Reuue du Pro:grés, redactor de La Rétotme, presidenteen 18,18 de ta Comisión de gobierno para los trabaiadores o Comisión de Luxemburgo,exilado en Londres tras las ;ornadas de jrrnio, autor en el exilio de una Histoite de lapéuolutíon frangaise, es el tipo mismo de demócrata reformista. Sus ideas sociales, que

produjeron ,, g.uo temor a la burguesia, no son, sin embargo, ni muy originales nimuy revolucionarias.

ia popularidad de Louis Blanc en los medios obreros se vincula con una fórmula: laorg.anizacíón del trabajo. L,ouis Blanc, recogiendo un tema ampliamente vulg-arizado porlos' saint-simonianos, expuso en un artículo de Reuue du Progrés

-recogido luego en

un folleto con el título L'otganísation du {ravail (1640)* un plan de reforma encaminadoa abotir la concurrencia y a asegurar "el mejoramiento moral e intelectual del destinode toclos, mediante el libre concurso de todos y su fraternal asociación".

[,ouis Blanc rpreconiza la creación de "talleres sociales" que permitan "a todos losobreros que ofreiieran garantias de moralidad la compra de los instrumentos de trabajo".La restriición es signiflcativa: Louis ,Blanc considera conveniente que los instrumentosde trabajo pertenezcan a los trabaiadores, pero- inmediatamente precisa -qge esta posi-bilidad debe reservarse, al menos durante una fase transitoria, a los trabajadores sufi-cientemente educados.

Louis Blanc cuenta con el Estado para crear los talleres sociales. A este respecto, sus

concepcioncs autoritarias y centralizaáoras se encuentran en comp'leta o-posición con el

orru.qrri.rno de Proudhon, Los talleres sociales se crearían gracias a los fondos del Esta-.lo, pe"o Louis Blanc también cuenta con la generosidad de los capitalistas, llamados de

csta' maüera a favorecer la destrucción def régimen dei que son dueños. Lejos de

p¡econizar la lucha de clases, Louis Blanc intenta mostrar a las clases dirigentes stl ver-

li,,r,,

41r]tf. MOVIMIBNTO DE I,Ag IDEAI

dadero lnterés, Con¡ldera gue loa talleres soctales ofrecerlan tal -'poslbllldad. de ptogl?!9

rócnlco v tales ventalas en todos tos aspectos (remuneración de los trabaladores' calldad

;i;'i;-ñá;;.lon, ¡án"R.io. para tgs socios- capitatistas), que concurrlrian victorloáa-

rneritc con las empresas "*ittJ"t"t. De esta forma, tras un perJodq. de, transición en el

q,,i"*¡ri.ti.iá d;';iil* ;;;"; ; doble sector,. libri y. nacionalizado,-_el slstema de

ilir t"if"ii. sácules sá propagaúa poco a poco y terminaría por extenderse al con,unto

rle la economla'-- f.;;;i;;;s preconizadas por [.ouis Blanc,- gue considera ta omnipotencia del Estado

l,,,rouJ.-.o-o un'hecho inái..utlU", son, indudaLtemente, melos innovadoras gue la ma-

;.;;i;;"-i;;pñir ááU"rááo. en la misma época. Es interesante observar ,que fueron

í;;';",.r-;;úiá;-;b";;dios populares. El ?8 de febrero de 1848 las delesaclones

,rlrrcrAs oue se Dresentan ante el Áyuntamiento llewan banderas sobre las gue .van ins-

:';;iil';J;p"ui."''";ó.gá;tui¡on'¿"t trabajo. Abolición de la explotación del hombre

rxlr el hombre".'""S"r;;;;iias tas dificultades gue louis Blanc encontró en la Comisión de Luxem't,,,;;.'E" ;;Éi¡; tambi¿n-cOmo los "talleres nacionates", simples talleres- de caridad sln

;,:;i;¡ei], ;;;i;"-;;; ior á11"."" sociales de Louis Blanc, fueron una de las causas de

l,rs jornadas de junio de 1848.

e) La reuolucíón según Btanqui.-Lolis-Auguste.Blangui (1805-1881.),""1

".,carcelado", es

-sá.qún su biógrafo Geffroy- "la manifestación Poli-

tira de la Revolucion franiesa en el siglo xx"'Blanqui se nos muestra como un révolucionario integral: "El deber de un

,,.rJii"iorurio -decia Blanqui- es siempre la lucha, la--lucha- a pesar de

r.,,to, lu iuchu hastu la extiicitón". La vida de Blanqui' llena. de tentativas

;.;;ir;1.;i"r y a" largas estancias.en prisión, bajo todos los regímenes'

Fe nos aparece ási co*oia de un hombre de acción, poco preocupado por larlo«'trina,

El excelente libro de Alan B. Spitzer, The teuolutíonaty theor-ies of

Ltttis-Auouste Hanáuí, ha demostraio que este iuicio- sumario debe ser

,,..iiii.ráá. fr;Á de'ser un revolucionarió-profesional, Blanqui es un inte-

ler lual qud se irrt"r"rJ-por-;;;"1".;t problámas-y cuyos manuscritos inédi-

lrrH atestiguan vastas llcturas. Este téórico de la insurrección, permanente

Fs,n "insurrecto rr.ituri"t'(A.B.Spitzer). Casi todos los líderes blan-

r¡rristas pertenecen a la burguésia, iuzgan-severamente al anarquismo y cuen-

i:,,' ;;.á hu.e. la revolucién con uná é/iúe ilustrada'Rlanqui es, ante ;;Á;;" hombre^del siglo xvrrr. considera al hombre

( ililro un animal social y perfectible. cree en el progre-so, del que tiene una

,"",1"p.i0" idealista y.iédagogica. Estima qyq ".1

siglo. xlx sólo se justiti-

r,rrir por la ciencia, i}i;;"!re "1. morálidad eJel fundamento de la:ot iedad".

I3ianqui atribuye mucha importancia al problema. d". lo,-"d;':ación' Vigo-

,rs¡rmente anticlericail d-"||,;iu L nefasta influencia de la I-glesia católica

y, ('omo muchos d" .r. contem'poráneos (c[' l9s c.ursol,de Michelet y de

il,,l."ii, -""-"r-t.J";-;"il"

la'mano de los lesuitas. "Libertad, laicismo'

l¡rrtrucción": tal es su fórmula."' 'hl, "-Uárg",

Bfá"qui es muy patriota, inclinado al chauvinism-o y a la,,,,,.,io¡ir. Coiro T;;;:;;J;ít* ¿"t célebre panfleto sobre Les luifs rois

,i,.'i:;;;;;"1ili*11-, ."r.rrid"rn que los judíos encarnan la usura y Ia rapa-

, ¡rlircl, Durante nrucir«i tt.r;p; Juhsisti(í en Francia un antisemitismo dc

ir,i,,*r¿-",'"f'lgu"i ."." ;,,;ti- clrr*rntc ln (lomtrna (1871) un nacionnlisnr()

Page 68: J.Touchard, Historia de las ideas politicas, Caps. IX a XII

Frln'442 HIston¡A DE LAs rDEAs po¡,fr¡c¡s

iacobino. Sólo en los últimos años det siglo xx se transforman el naciona-Iismo y el antisemitismo en atributos trádicionales de la derecha francesa(pero no só1o de ella).

Blangui es p.artidario, al tiempo gue de una revolución política, de unarevolución social. La república debe-realizar "la emancipriion d" los tra-baiadores, el fin del régimen de explotación..., el advenimiento de un nuevoorden destinado a liberar a los_traLajadores de la tiranía del capital". p".oel "socialismo" de Blangui resulta exíremadamente vago: afirmaiiones igua-Iitaia.s y referencias a la justicia, del tipo: "euien iíace la ."p. d.l"".o-pe4a" (artículo escrito en 1834 para Le'Libérateur), confianza L, u, "pr"-blo" muy- impreciso, referenciai a la lucha entre'explotadores y

"*pí"tu-dos sin el menor análisis ecor¡lómico de las diferentes clases soóiales. Laspeticione-s blaqguistas al Gobierno provisional en 184& .ál ¿".o.ráticas,no socialistas.

A Blan-q-ui no le gust?-Robespierre. t e reprocha tres traiciones: Ia eje-cución de H¿bert, la de Danton-y el culto ai Ser supremo. Manifiesta'lamayor- aversión hacia el socialismo utópico, especialmáte hacia Cabet, asícomo hacia el reformismo y economismo de Pioudhon. Su idea de revolu-ción parece vincularse, de lá manera más directa, con Babeuf y los heber-tistas' En 1864 Tridon, discípulo muy antisemita de Blangui,'publica unlibro sobre los hebertistas.

Por consiguiente, _el

pensamiento de Blanqui se refiere ar pasado. comog,scribe -Engels -en 1874, es "un revolucionaiio de la pasadá generación".según.v.-q. volguine, se detuvo en su desarrollo idLológico en el nivelgue había alcanzado en 1848.

sin embargo, la tradición blanquista siguió viva durante largo tiempo,no sólo entre los socialistas francesás (cf. el-artículo de Ben6it M"alon en laReuue Socialiste en iulio de 1885¡ "Blanqui sociali-qte"), sino en todos losgue se complacen eí exaltar la energia y'la voluntad, tlerrrenceau escribeen lE96 un elogio de Blanqui.

3) Las sen imiat os ¡topubres.

Tras este inventario de doctrinas resulta indis.ocnsable preguntarse en gué medidapenetraron éstas en los medios populares.

Para responder,a semejante pregunta habría gue realizar una investigación tan mi-nuciosa como la de Georges Duveau sobre el periodo del Segundo Imperio. Resultaposi_ble, al menos, indicar algunas firentes para uná investigación áe este ti.po:l.o La literatr:ra obrerai que proliferó durante la nroirarquía de ;ulio'con la clobleberdición _de Georges sand y de i]eranger, cf. Michel Ragon. JlrsfoÉ de la littératureouuriárc, Editions ouvriÉres, 1953, 223 págs.

2." Periódicos obreros como L'Ateliet órgano especial de la ctase traba.iadora, re-dactado exclusivamente por obreros, que apareció de 1840 a 1850'". Véase sobre estcpunto el excelente libro de Armand Cuvillier. tln .iournal d'ouvríers: L'Ateliet Editionsouvriéres, nueva edicid,n,1951,221 págs. A completar con dos estudios del mismo autor,"Les iourneaux ouwiers en France avant 1840" y "Les doctrines économiques et sociatesen 1840", e¡ Hommes et idéologies de 184O, Rivi¿re, 1956, 254 .oágs, Este segundo estrr-dio es especialmente interesante; muestra que los redactorcs de L'Atelier juzgaban seve-

¡l*,1 i

13 Véaae m¿tsi atrrl,§, ptlg. 439.

EL MOVIMIENTO DE LAS .IDEAS443

ramente a los saint-simonianos, a los fourieristas, a Louis Blanc, etc'; excepto en materia

retigiosa, era de proudilil; q,-ri"n e.tub.r, *a.-*á sus concepcioncs. sin embargo'

hav oue abstenerse o" l'á.I :;:ir;d;;-d"*u.iááo-g";erales áe este. estudio sobre

L,Atei¡cr. por un u,ao, iÁiA¡ur-fl"só.ó1" u..rrr,R,ibli.ó muy reducido (l'000 abonados

como máximo) ; po" ot'o, l';;;;"'i.t;, no todos lá" á¡t"tot áe la época tenían las con-

vicciones religiosas ¿" lo, t¡.""'.* 'ñu¿h"riu"".

qrle redactaban LAtelíer.

3." Las memorias d"' ñ, 1;;b; *áoi áel oroletariado, como el carpintero me-

ridional Aqricol e"raig.'itJ"(l{ió!-i¡zll' tr9:nlg" 'Á;t;;;;"is la Vertrt"' v el albañil'

oriundo de-la creuse, Milili N"á;;á'irrri-ias.al.'r^"t"""Iip",ááo'd" la sesunda Re-

*ü'ü ,"*,"9::,r. ji'ii:it_?i.$i:ái,*';:.,1,f "s:::;i,,,,#::1i;'r!ui: !y![f-"mi"Xr¿ ;!i"tr,0;;:,;:'5;:;;';'d¿'?;; *li,,X;' rZ' í21::::í,"::,t"';",'i:;maEon, Egloff' 1948, 285 Págs' .

4.o [,os almanaques, cuya boga cn esta ¿poca es muv siqnificativa y que no ex-

oresan tanto la realidad ¿i-ío' """iit'i"'tos poprrltrres (la mayoría de los

'almanaques son

árorr".u" bursuesas, ' l""i;?;';;i'li;;;'i"'P:tt;;;";i"' e' incluso excelentes nego:ios)

llriíi'i" rá",i,"" "n

L qu" iá -i'L'gt'"ti"

se representa al rpueblo'

,o,,i;,"k',;lff :,""T'a.li3":I"tr1;:"s¡:6mUA"''r'"rmir?Tx¿:l,ir"i1:dos libritos de pierre e.TJt".";"-ir;;;;¿"'í1.-Cf*.iques du Peuple"' Béranser ct

son temps y, sohre t"a","i)"1'iiit"t du pauutc.'. i"Á'¡tli'" utopíqué á la Réuolutíon

de l*g, Editions ,o.iul".,-igí7, íóii pag.., consrituyen una excelente introducción.

Seolbtienendeestosdocumentosalgunosrasgosdominantes:lacos-rumbre de planrear ;Ü;;i;;-'p"f,ti."1 "n

¡¿t*iíot de moral; idealismo;

un patriotismo a veces chauvinista' ""u q;lá ausencia Ce conciencia de

clasl, qre ,ro "*.l.ry""t"iát';;;;;"ti" d? lo 'que más tarde se denominará

obrerismo. vingard-.;;;;"-;r, tg¡s una canción titulada El oroletaúo;

en ella se llama .l p;'iJ#i; ;*" "ri,"# m¡.-á"'U .¡.eria"' Louis Fes-

teau compot" tu*bi['";;;";':91 tltulada Ét. proletario; el refrán es sin-

gularmente ..p"qr"no-t';.grc;'', "Quiero r"ti.i¿u'¿ a poco precio.'.". "Quie-

ro Moral a poco pr"J;i:1óri"rJer"gÁo u po.o.precio.'.". Es verdad

que Festeau ,ro ", u,i-t'ltáu¿Játut"to'á"ou" Óti"¿á Rodrigues le reserve

un amplio espacio ; ff;r;;;t"r-ro.¡rl"J-iÁ- oiur¡"rt Pero-charles Gille

fl320-1856), qrl" ri'"]*t"' *L"dud"ro'proletario' no em.plea palabras muy

Hi?ffiül' t;;;"á;-Á Lo' uieios obteros escribe:

Et humílde obreto gue se consume en su trabaio

es como "i- 'há"a"

quL r,u" en el campo del honor * '

Su canción titulada El Salatio comienza así:

Marchemos,muchachos...,Diosprotegealosoalientes,

y termina:

Obtendremos un derecho' el derecho de viuir'

o *o,¡'"^'ii con las atttas en la tnano** '

En todas estas canciones populares.continuamente se-habla de Dios' de

..fiuestra hermosa ;;;i;;;-áJ;rrrát".niJuá universal". Poco antes de que

I UI,*r"¡l- ¿nrv¡lt't' r¡ul x'tlxo ¡\ ¡ol¡ ollvrllg{r / \'lt'ut le soltltt qui toulll)e au ('ltnlnl) (l'hollllotll"

''- "I''Iiii,*Iiji,,,[li';,,",11:11,,1"'llln;lii,'11-,,,1"i',)"',:l'z o, uous,tourrouB r€'a

'rn¡oc r rr¡ trrurrt'

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444HISTORIA DE I,AS IDEAS POLÍTICAS

I

l

Marx redacte el Manifiesto der part-ido comunista pierre Dupont conquistauna efimera gloria con-su canto'de ros ,or:"rái'(iáqZj,'.rrí [rrán dice así:

, " "*#:? W il ;: : 2X",Í:"1::,'

bien sea que el cañón calle o ietumbe,bebamospor la índependencia del mundo * * *

.

Este canto de los obreros es un buen documento sobre ese ..espíritude 1848", más frecuentemente evocado que defrnido, y del gue vamos acontinuación a tratar

El espírítu de lB4B.

corrientemente se habra der "espíritu de rg4B", mientras que se bus-caria en vano la huella de un "espírit, a" tsio;;;J;;';i;'.poitu de 1g7a,,.Espíritu común -seguramente no sin variantes- a todos los movimientos¡evolucionarios que Je manifiestur, .ári ,i.rltarr"un

";;.;;"E"ropa; espi_ritu común a las diversas categorías socrares c-om;;;;;;,d;'á estos movi_mientos,No hablamos de unanimidad. sin duda, subsisten ras divergencias, yson-fundamentales, entre ra rr.gr".iu rib..ur'y

"l pr.ü"riraJ."p".o duranteun breve período las divergená, ;;";;i"s.1al1T ,";ñ;" plano y lafraternidad figura en

"r orá""-J"l dá.^iir.ion lírica que sería seguida desangrientos despertares.FI espíritu de 1848 está_formado por diversos elementos:l '" El romantic¿.r¡1e.*r¿s revoluciones de l g+s mar.J,

"l punto cul-minante del ¡omanticismo político, gue "epresenta una conjunción sin pre_cedentes entre la literatura.iománticJyei romanticismo popurar ro. La mayorparte de los grandes.escritores particípan en las rr.h".:ñri;;as (c[. er nú-mero de escritores elegidos puia Ia á."-ur*"#l;;;,;#s ereccionescon sufrasio universari-Lamártine. L".;;;;: ü¿;#;"I"iiinl,

",..). La-martine, triunfalmente eregido para la constituyente (Élegido Él primero enParís, así como en rr".r."d"p"'ri.ñ"",".j, fracasa en su tentativa der Go-bierno romántico. pero la.pálr,r.á J.'iál'a en su- conjunto, ral y conro seexpresa en las hoias populá.es o en el lenguar" de l;;-.rrbs,"ás emirente-mente literaria.2." Los recuerdos de la Reuolución francesa, el crrlto a los ..grandes

antepasados", Ia adopción der ceremonial'y del vocabulario revolucionario:Montaña, Clubs, arÉoles- d" l"-liú;;táI periodicos titulados el p¿re Du_,,!2i,, : ̂ ! ̂ !*, .Í", !: y * : ^l: _,, i s.;;,;;;;; -f ;q ;;i I rl"i" a,.. q u e r osrevolucionarios de r848 parecía" -á.-pÁ.upacros por evocar ü1*fi.f;

ii¡, L

+"+ ^imons-n'ous'

et quanrl nous. pouron¡ / \'orrs rrnir-¡rol¡r boir.e .i I¡ rolrr'ro / Quo re (.ril¡,,r¡se tir¡$ .r g¡.orrde L/ Brrvon-c Z^1 l,¡i,r+lniiiraí,."'iiu-r,,o,,,t,,.r{ \'étsp nlás atrás, l¡áSs. Jgg-400.

tll IvlOVlMlllN'l'(, l)11, l,AS ll)llAS 44r,

(lu(: l)or hacerla. C[. Ias numerosas historias de la Revolución publicadas¿rrrtcs dc 1848.

.}," La mística del progreso y el culto de la ciencia, la idea de que los

¡rloblcnras planteados a la sociedad moderna serán restteltos por técnicosy ¡r<rr: sabios. A este respecto L'Auenb de la science, de Renan (escrito enel irrvierno 1848-49), representa adecuadamente el espíritu de 1848.

Iis preciso subrayar el carácter pedagógico de esta revo'lución (influen-r'irr cle las escuelas saint-simoniana, falansteriana, bucheziana, etc.; papel¡rrc¡ronderante de la educación cívica y popular para los miembros del Go-lriclno provisional, obra de Hippol¡e Carnot en el Ministerio de Instruc-r i(rn pública).

4." Un culto del pueblo, que llega en ocasiones a convertirse en un¡xr¡rulismo ingenuo ("descubrirse ante la gorra, de rodillas ante el obre-ro...") y gue confunde, más o menos conscientemente, dos definiciones deln ¡>alabra "pueblo": el pueblo-humanidad (con excepción de algunos trai-rlrrlcs) y el pueblo-proletariado. Esta confusión es muy visible en Le líure,ltr ¡teuple, de Lamennais (1837) y en Le peuple, de Michelet (1816): "Qui-lrr¡rdo un pequeño número de privilegiados sumergidos en el puro goce

cscribe Lamennais-, el pueblo es el género humano". Y Mlchelet escribe:"lil pueblo es la voz de Dios". De esta forma aparecen, a veces en un mismorrrr(«rr, una mentalidad de clase y un sueño de fraternidad que funde atutlirs las clases. La lucha de clases no fue descubierta por Marx. Buchez,e¡ st Introduction á la science de I'histoire (1833) escribe que la sociedade¡t¿i dividida en dos clases, una de las cuales "se encuentra en posesión delotlos los instrumentos del trabajo, tierra, fábricas, casas, capitales", no¡,,rscyendo nada la otra, que "trabaja para la primera". Análogas ideas sonrt¡rrrestas por los obreros que redactan L'Atelier.

l)ero son muy escasos quienes sacan 1as consecuencias de estas afirma-r ir¡rres. La reconciliación universal continúa siendo el sueño de la mayoría.!,ir palabra "fraternidad" adquiere una_boga sin prjcedentes. "El amor es

¡rírs fuerte que el odio", escribe.Pierre Dupo-nt en EI canto de los obreros;¡, Louis Festeau, "el cancionero del pueblo", compone un poema tituladol¡nternidad, al que pertenecen los siguientes versos:

Reguardados úodos baio Ia mísma bandera,adjurando de rencorosos furores,no tengamos más gue un canto, más que un [in, más que

[un Dios, más que un alma,

fratetnídad, une nuestros brazos y nuestros cotazones * .

5.o (.)na concepción ídealista, a menudo incluso espiritualizada, de lalttlitica.-La Iglesia católica francesa se ad,hirió a la revolución. MonseñorAlfre recomlenda al clero una adhesión sin reservas. Los sacerdotes bendi-, rrr los árboles de la libertad, Se recuerda "que la causa del sacerdote es

l¡r t'irusá del pueblo y que fue )esucristo el primero que dio al mundo lal,,r'rrrula republicana:

'Libertad, igualdad, fraternidad" (Daniel Stern)' I'Ere

, ,l,,,rrr ltltrll.ór xou¡ lc nll0nr,l1 orlfl¡t¡r¡no l/ ttn ttl)JuraJlt de h¿iueuses fureurs / N'nyot¡8

'¡ll'ur i'lilurl¡ (!u'ur¡ btlt, (llt'tll\ IrlFlt, t¡tt'tttt$ lnto l/ Ii'r¡teruité, JoiD]E ¡¡o§ bü&s ot ¡rod ('oqltl'H

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trHISTORTA DE LAS TDEAS POLÍTICAS

Nouuelle, del abate Maret, intenta conciliar los principios de 1789 y la fecatólica, y declara: "Consideramos el mejoramiento pioqresivo del áestinouoral y material de la clase obrera como

-eÍ fin mismt d"e la sociedad". En

junio de 1848 la tirada de L'Ürc Nouuelle sobrepasa los 20.000 ejemplares.

- En las masas populares se manifiesta una religiosidad confusa.'se'exaltaal ''proletario de Nazaret".- Una profesión de fe

-materialista en un club po-

pular es interrumpida por los gritos de "¡Ateo, aristócrata, canallal...".'Elpintor deL'éducation sentímentale, al tratar de fijar sobre el lienzo el espí-ritu de 1848, representa lrn Cristo muy barbudo conducjendo una locomo-tora a tra'vrés de una selva virgen...

No es necesario s,er marxista para estar de acuerdo en que Ia revoluciónde 1848 tuvo no sólo causas políticas, sino tambié, e.oáó*i.as; en queciertas adhesiones a la causa revolucionaria fueron interesadas;

"n g,rj lu

burguesía liberal, en su conjunto, deseó restablecer lo más pronto plsibleel orden burg.ués, por un momento debilrtado; en que las ¡oráadas dá ¡uniofueron deseadas por algunos (cf. el análisis de Marx en La's luchas de álasesen_Francia). Pero nada autoriza a atfibuir sistemáticamente hipocresía atodos los brlrgugses o católicos que se adhirieron desde el priicipio a larevolución de 1848. A este respecto las afirmaciones de Hánri Guilleminsobre Lamartine son más elocuentes gue matizadas. Por otro lado, nadaautoriza a silenciar este hec.ho fundamental: el proletariado de 1848 noposeía una ideologia proletaria, y las tesis marxisias no penetraron prácti-camente en é1. En consecuencia, los dos siguientes capítulos serán dedicadosa la génesis y a la exposición de la doctrina marxista.

BIBLIOGRAFIA

Osn¡s cnxrnAl-Es: En la "Histoire généra1e des civiiisations", Robert ScH¡l¡ns,Le XIX' siécle. L'apogée de I'expansión euiopéenne (1815-1914), P. U. F., 1955, 62& pá.ginas fversión españoia citada, de Editorial Destino, Barcelona]. En Ia colección "Peu-ples et civilisations" 4 vols. tratan del siglo xrx: Georges Wern, L'éueiL des nationalitéset Ie mottvement líbéral (1815-1848), P. U. F., 1930,592 págs. Charles Pournrs, Dé-mocratie§ et capitalisnte (1848-1860), P. U. F., 2." ed., 1948,639 págs. Henri H¡usrn,]ean Meunaw, Pierre B¡u.qBnts, Fernand Lrlurruer, Du líbéralisme á l'impétialisme(18ñ-1878), P. U. F., 1952,677 págs. Maurice B¡uuoNr, I'essor industtiel et l'impéría-lisme coloníal, P. U. F., 2," ed., 1949, 610 págs. En la colección "Clio". 2 volúmenes:Jacques Dnoz, Lucien GeN¡r, ]ean Vma,I-rNc, Restautalíons et ftévolutions (1815-1871),P. U. F., 1953, xvt-659 págs. Pierre ReNouvrN, Edmond PnÉcuN, Geor.ges Henoy, Iapaix atmée et la gtand guetre (1B71-191», P. U. F., 1947, xxvtu-707 págs.Ver tambié¡: ]ean-|acques CHevartr,n, ITistoíre cies instifutions eú des úgimes politiquesde la France moderne,3." ed., Dplloz, 1967,742 págs. (excelente sintesis que liga estre-chamente historia de las instituciones e historia de las ideas). René RÉmoNo, Ia oiepolítique en France depuis 1789, 17E9-1848, A. Colin, 1965, 424 págs. (Obra muy ricay muy sugestiva en 1o concerniente a la historia de la opinión.) Charles MonezÉ, f,esboutgeois conquérants, A. Colin, 491 págs. (insiste más en la evolución de las técnicasque en la evolución de las ideas).

Hrsronra DE LAS rnr¡s por-íTrc¡s.

El ¡nás impo¡tante estudio de conjunto recientemente publicado es el de John Bowrr,Politics and Opiníon in the Níneteenth Century, an histodcal introduction, Londres, ]ona-

lll

i:

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I

44ir.r MovtMillN'Io l)lt l,ArJ lljllAs

tlr,rrr c;qrc, 1951, 512 ¡rilgs. (ir pcsar dcl titulo, se intercsa relativatuente Poco,,Por lur,nrrrt(rrt] Se rclirclt¡n;u¡."ir ci siitlo xtx dos tonros de la coleeción clirigida por l¡. J.-C.ii,;;;Ñi,,;^;, i'1,"'.Str.:i,,f ¿tnd Poiitictil ltleas ol some reptesentatiue thinkers of the Age,,) i¡,.,i.:ri.,ii ,"J-¡t"""ri.rr,¿i'ti<¡n, Lonclrcs, 193Ó; Nueva York, Barne-s and Noble, l9'19,

,,),)'o,ict.. (autr¡r.cs cit¿rclos: Chaieaubriand,.Hegel, Coleridge, Owen,.Stuart Mill, Auguster i,,,,,i,,,'lohir Austin,'Ifiomas l-lodgskin). Tlrc Socíal and Polítical ldeas of so,ne tepresen-

t,,,'',.itii,ir"rtáÍ itu i¡r¡orian A[e, I-ónd.e", 1930; Nueva York, Earnes and Noble, 1950,

,,/l piigs, (especialmente sobre -carlyle, spencer, Maine, Tocqueville, Marx, Bagehot,

'l ,rlrrc).Vútrse también: ], T. Mrnz, A historg ol European thought-_in the nineteenth cen!Y!,

,,,,"u,i'"¿i.iá", Ci,i.ág" U. p., tgZl,4 vdls. ilertra.,d Russuri, Llistoire des ídées au XlX"zt¡t'lt', líbarté et oryánísation, trad. francesa Gallimard, 193E,397 págs. (este libro, muyr¡rr((l(itico y constiuido conforme a un plan singular, no puede ser considerado como unr.rtrrtlio coípleto y cientifico). I.'¿lix PoNrrtr, La pensée politique depuis Montesquieu,',rrr.y, 1960, xvl-335 págs. Por último, señalaremos la-importante obra de Raymond Anon,1,,r','firpes de ta peni¿é sociologique, Montesquieu, Comte,. Marx, Tocqueuílle, Durkheirn,lt;rrto, Weber, Gallimard, 1967, 364 págs,

Fne¡c¡e.llt,copilaciones de textos escogidos: Albert B¡'¡'er y Franqois |'Lae¡r, I*s éctivains

t',,t';,;,',;;;'"d;-*ik; t¡¡¿ii", Á. Cot'in, 1935, 500 páss. 1táxtos escogidos de autores france-

l"r, i,i i"uyoria de la prirnera mitad del siglo; iecopilació,n concebida co¡r-el misrno espí'.

!lr (Jue la anteriorment"';iAd" ;J". á .iit9 xvrui. Rrdol1_voN ArsEntlllt, Freíheít und'ii,,.,,,,',kroli" i Franbeích, Friburgo y Munich, Karl Alber, 1957,370 págs. (textos esco-

,t¡l,rs de autores frunceses Je la"Restauración a la Resistencia; substancial introducción

,i,. lt,t páginu., buena bibliografía)."' ii,r'f"ié"r'frár.".u "*i.i.o pá.ur obras^generales: Emile Facuer, Politiques et-mota'

/,.r,1, ,,,, *.tX. ,¡¿d", f".lr" ¿i Oudin, t89l-1900, 3 vols. 1.' serie: )o-sephde Maistre,

ti,,,,,,t,í,"U.". ¿e Stá¿I, B. Constant, Royer-Collard, Guizot;2.'serie: Saint-Simon, Fou-

,r,.,, i,".""".is, Ballanchl,-Eágur Qug"t, Victor Corrsin, A¡1'uste _Comte; 3." serier

i;i,.,,,ri",f,"iá.qr".,iif., pr"'1¿ñ"r1,-'S"ñ¡-B¿;"", Taine, Renan:..y;""y MIcu¡'r, L'idée cle

t lit,Í, Essaí crítíque "ur-l'húo¡rl" des théories socíales et politiques en Ftance depuís la

'¡ii,',,',i,,iáÁ,'no.fráite, f SSO, x-660 págs. (vigorosamente compúesta; pertenece a un género

,rrr,'l'r rruedado unti.uuáJi.-O"-látü" Ú¡óce, Itt idées polítiques sous Ia Restautation'

i;' ri.' il,'iüii, ;;-;¿l;js; J'ltuv' pu..iul y rnucho más ambicioso que sólido: insiste

i,,,,',:,lr,,fá"rt"-á. lo. "r.ito".".'coítrárr".rol,rÉionarios,

a los que se dirigen las oreferen-

r r,rr tlr,l autor). Maxim"'iñ;; iliiii¡r" d"" i.J"".r*roii, li", ", Fr.,r", torño II: De Bebeut'r'l|,,iri,r"uilU',

Gallimard, 1950,447 págs.; tomo lll: D'Auguste Comte á"Ptoudhon,7954'1U1 ¡rrigs. 1""'ta, Il"no.'áe ind'icacioies" útiles, pero son mucho más confusos, sobre -todo

"f r,,i,,o"-lli, que "1

,ol1r*án."¡." el siglo'-ivur).-Georges-Wrrut, Histoite de I'ic|ée-t)t,t,,,,.

""-F'ruiii i, it* siéc/e, F. Alcan-, 1925, 374.págs. René ReuoNo, La_dtoite en

F,,ii,.,' .1" la Prcmiére -R"tiuuri'¡o"

á la C'inquiénrc République, nueva ed'' Aubier' 1963'

iii ir,igr. ';"*t."-udu-"nte sugestivo; el auior señala tres corrientes -legitimismq--ot-

I.,,,,iu,rá, bonapartismo- y sigue su errolución hasta la época contemloránea)' Kaoul

I irrrrH¡ri'f, La société mil¡tá¡re áur" Ia France contempo-taine, Plon, 1953, 333 págs' (in'

ter,.r,rnte'estudio de hi;;;;i;-tá.i"1 V de historia de las ideas; ilumina la génesis del

;lrltrrrilitarismo) .

l,.rr inolés: I. P. Mrven, Potitical tho4Tht in Ftance from SEyés to Sorel' Londres'I ,t;,,r' ,;;ü-F;t,- lgli, l{8 págs. (panorama rápido). Y -sobre.todo: Rog-er-H. So¡-rru,'fir:,,r,li"paitlál-'iiigirt'¡n ihe" níieteenth centirs, Londres, 1931, »o<¡-500 págs. (im-

¡r'rl.rrrtc).l,lrr ¿rlemán, además de una excelente introducción de Rudolf voN Al-srnrl¡.lt-(op, -cit,);

I t,rr.l lip'rrxc, Du, trunrii"ii" Sendungsbewussfseín ín 19 und-20 lafuhundett. Heidelberg,

ii 'V,rtrin.L"l,

tS\2, ZIS-iags. O. H1 voN DER G¡¡reNrz, Die politischen Theo¡ien seit

,r,', /r,,,,rát,".t"i RLuitrtiori Ktiltt urrd Opladen, lWestdeutscher V-erlag, 1957'

Sr»l¡rc las relaciones ottrc ll hist<¡ria dconómica y la historia de lás ideas: Charles

M,,i,;;;¿; i.,i riÁ)ii Oi,,.ri.i,,¡,., 1." etl., A. C.olrn, t952.xvt-22O..gáss..(uncapítulo sobrc

l,r r,let>ltioi¡r «rrlc¡¡nlst¡r), t'lltt,u¡t¡tttt'l lllrnt¡ tllt J,«ltr'lÚ¡tt¡u, ftespnsabilités cles dgtÚstics -D.ouÍ'.;;,,,;',f;:''iil;;rji:'iil,i-ibii; i'virle. (t,'l'rny¡r lls vlncrrlaciones entre el pensamlento llbcral

Page 71: J.Touchard, Historia de las ideas politicas, Caps. IX a XII

F460

}IISTORIA DE LA§ IDEAS POLÍTICAS

e) Blnnqui.

- "Los "Classiques du peuple" haT publicado unos-utilísimos trozos escogidos de Br¡¡¡eu¡:Textes choisis de Braiqui, introduccion J" V.;p.'üói"1i,*1,'r¿lir'.lT'sociares, 1956,223 'páss' La biblioorafíu de lu paginá-68 r,u á" .". .o-qletuáu-cáo-ái importante librode Alan B. sp¡rzrnl The revotuiioiurs ii"i,í;-o{L.";;"-Á;;;;"-áiuiiu'¡, Nueva york,

Columbia U. p,, 1957,208 pags: Á ..ñrr."tái"."¡,, Uuur¡9'Do'*rñ;ñ I*s ídées poli-tiques et soc¡a/es de Bta$ui,-Rivi¿re, 1g57, +2g pagr. Éi libr;;;:;i"ain MouMrn,Btanqui, P. u. F., t94B..fo pag..,-"í r. *l".i,oríaü +;t";ü":-"o"r". _a. que unarápida introducción. El libro de-Gustave é"ur*br,,.l;."f#;EJq";j;,' figr, 446 pá-ginas, ha quedado como crásico. Albert M¡rsrrjr, "N"t;. á;.plciüri'.1,. Robespierre,,,Annales historíques de ra_Réuo.rutu" frirquiti,lJio-ugorto de 192g, págs.305-32r. RogerG¡n¡uov v André M-nnrv mantuvieron una inteiesante porémica sobre Blanqui: A. M¡nrv,Quelques'aspects de tactit¡íti d" Éh"q;';,-s;ii¿ij a"" A¡nis de Blanqui, 1951 (subraya Ia1T1"".,,:Ii? de Blanqui como precursár del marxismo-leninismo); H;;.;- C¡n¡mv,, :,üneo-branquisme de contreband-e et les_positions antiléninistes ¿ran¿r¿'-n¿"ity,,, cunüdu.contmunisme, enero de 1953..págs. 3áá0. v;ase también charres nB cosr,c, Les bra¡uquistes. Histoirc des pactis soc¿a/itrá en Frun"e,Tol ú1, ni"i¿"":1bi;,6! pags.

C) Los srvrur,lrENTos popuL.AREs.

- A*más de los textos de Agricor perdiguier y de Martin Nadaud y de los libros deJean Briquet, Michel Ragon, É,grq s'i¿hil--v'aiilr;'ó;;irt;i-|u'.itudo., GeorgesDwreu, La oensée ernt¡if¡¿ sur. r'educ-ation p"Á42"i ii"§"rár¿i'-n¿plitrqu. "t Ie secondEmpirc, Domat-Montchrestien,,_1941: ,¡t-;;;!-. véu." tu,o¡l* rr'p!ñ.ip"l tesis der mis-mo autor, La vre ouvtríire en F¡ance -"or" /" i"""ii-nÁi¡n;-é"1,i#;rá,'i %6,-;*"{ñz-;;-

g_inas. -Habría gue, estudiar otros autores, especiarmente c"r.t"rti, 'Éi*u,r*,

autor deta t neorte nouueue d economie sociale_ et politíque (1942), que reúne numerosos temasdiseminados entre los nensadores socialistas. V¿aie timbdn Éio.. -iii.táo y el libro de|.-L. PurcH, La uie ei r"g""ii-ai fi",á'i"^i¿r, ni"ilri,'tizi,'\ti'pjg.. tu", traduc-ción de Fron¡ TnrsrÁN: Peregdnacíones de una paria, trad. y ,rotas

-de" Eniirr.-n*r".á,Lima, Cultura Antártica, 1946i xxlt-444 páS..1

El espírítw de 7848.

- -Algunos estudios generares sobre ra idea de revorución: Michel R*r¡ , L'ídée de révo.Iution dans les doctrlnes.socía/rsfes, ¡"""", isza, _400 págs. ftesis de letras). G. Erro¡¡,The reuotutionaru idea in.France (tzAg-tgllj, Nuevá'V*i;,-t;;;i*, ISZ¡. Ro¡"*Prrroux, "Remaio,,e" sur_re mot et'r'id¿l d;;á"i;;i""r, h;;;"ÉHr?i,:: de scíence po-litigue, enero--u.rá d" tgsz, iáá".'sz-tí -- .''

_Sobre el espiritu de 1848,-J.lg. Dunoserre, ,'I_,esplit de lg4g", en: Ig4g, ñuolutioncréatrice, obra colectiva public;da en l9{g, Bloud-&--óuy, z¡i pag..'iir.i.t"

", Ios sen_timientos religiosos v en er tema de Ia fraternidad), Ár.án¿"dw,iiü*,,.úiál"rágl"de 1848"' Hommes ei idéorosie-s dg .1840, Rivi¿re, rss6 {.rb."t" rñ!ro";,", curtos y losasp€ctos populares). L'espr! le $ag, por E. Brru or Lon¿ÉN'rr, Ál sut;."*os, A. D¡u-pru¡,¡-M¡uN¡¡n, etc., Bader-Dufour, 194E, 351 págl. lua.-u t¡"rái"

"-"i"n.¡r", Ed. Atlas,1948,333 f-Ti:j".ry^.':lmente tos textos de ó.'ó,ruuoü, i;ü.;;"1;";ri|'susestiva).

vease también, de géncros mu_y diversos: Paul_ Besrlo, Doitrines. et instit"utíons'polítí-

ff:nÍ;.':,"1;;",,:!; Fifr?'l:iri;i::i:";.,#'j",,.:"j,."*rl;;t"l* :í::*[ #f[colección, especialmente, además de'las obras anteriormente citadas: -C"o.g".

Duvr¡u,Raspail, P. u. F., 1948,62 págs.-(m¡esrra "". .3rgl"rg r,-p",r, r,".ia"iasparr). pierrecnrum¡, Eugéne sue eú la secónde Repubtiq", !. u. f..,-isíE,'ir'pi;. para orientarseen.las publicaciones de Ia sociedad de'Historia d" iu ñ";;ír.ili aí-l"ris, Lrse Dun¡rr,Tables analytisues des publications de ta Société ¡,Iftr¡";;-rt;"ti'R""rotutio, de lg4g,La Roche-sur-Yon, Imprimerie centrale de I;Ou".i, 44 ;á;;. -

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CAPITULO XIII

L,t, ¡tosteridad, de Hegel y la formación delnxarxismo (Alemania, 1830-l BZ 0 )

SECCION PRIMERA

De la '(!oren Alemoní,q?t a Ia "lzquierda hegelíana".

llt:g¡cl muere en Berlín en 1831. Desde hacia algunos años su filosofiae¡,r l,r iilosofía casi "oficial" de las Universidades prusianas y también, en

rlcll¡r uredida, de los dirigentes políticos de Prusia.Sirr embargo, no ib,a itranscurrir mucho tiempo antes de gue fuese conr-

hnurl¡r, sobre iodo a causa de la utilización religiosa y política de gue erarllrieto por parte de la Iglesia luterana y los medios conservadores alemanes''lin'el

piano politico-el rey Federico-Guillermo III se había adherido a laFjsrrt¡r Alíanza, con gran dáscontento de los liberales prusianos .y,- sobreforhr, cle los de Rena-nia, provincia en la gue las "ideas francesas" habian

¡rerrrtrirdo profundamente. El asesinato del escritor Kotzebue (que era elgrarr irclversario de los intelectuales liberales) en 1819- trajo como conse-

Gtrerrt'ii¡ una severa represión contra la prensa y contra las agrupacio-nes deeslrrrli;rntes. La re,volución francesa de 1830, gue supuso un notable fracasotlrl ctlificio "legitimista" de la Santa Alianza, tuvo un grafi eco, especial-iiienlc en Alerñania del Sur, desencadenando una viva agitación en lastllrivelsidades. La monaqquía prusiana replicó con una censura mucho máS

¡É\,elir y con un régimen policiaco fastidioso y sofocante' El rey-se neg6 a

ltillntctler sus promesas de conceder una Constitución liberal. Desde estaferh¡r hasta 1848 se producen algunos movimientos insurreccionales que en

rrlll¡trn rnomento poád.at seriamente en peligro al régimen. La oposlclénol,,'iir'¿r, sir'¡ ser ináxistente, durante bastante tiem'po carecerá de importan-i.l¿l Alemania apenas sl comienza su industrialización; y si -a

partir de 1839lrast¿uttes obrerós y etrtesnltos clcsterrados por agitación subversiva se dlri,grrr l París, es pieclsatne¡tte porque su acción ha sido aplastada en Ale-r¡rerrl¡t.

Iin eonsecuc¡c16, ln opttclclórt contra el conservadurlsmo pruslano re