Síndrome facetario

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Síndrome facetario Facet joint syndrome El síndrome facetario se puede definir de forma muy general como, dolor o disfunción proveniente principalmente de las articulaciones facetarias (o articulaciones interapofisiarias) y tejidos blandos adyacentes. El papel de las articulaciones facetarias lumbares es controlar el excesivo movimiento, especialmente en la rotación y extensión y con ello proporcionar estabilidad a la columna, protegiendo el disco de estas rotaciones y deslizamientos. Las articulaciones facetarias lumbares también tienen un papel en el soporte de la carga del peso del cuerpo. Normalmente, pueden soportar aproximadamente un 16% del total de la carga axial que soporta la columna en cada segmento vertebral, el restante lo soporta el disco intervertebral. Pero debido a su reducida superficie de área (son articulaciones relativamente pequeñas) por lo que la carga que soportan está muy concentrada y es

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Síndrome facetario

Facet joint syndrome

El síndrome facetario se puede definir de forma muy general como, dolor o disfunción proveniente principalmente de las articulaciones facetarias (o articulaciones interapofisiarias) y tejidos blandos adyacentes.

El papel de las articulaciones facetarias lumbares es controlar el excesivo movimiento, especialmente en la rotación y extensión y con ello proporcionar estabilidad a la columna, protegiendo el disco de estas rotaciones y deslizamientos.

Las articulaciones facetarias lumbares también tienen un papel en el soporte de la carga del peso del cuerpo. Normalmente, pueden soportar aproximadamente un 16% del total de la carga axial que soporta la columna en cada segmento vertebral, el restante lo soporta el disco intervertebral. Pero debido a su reducida superficie de área (son articulaciones relativamente pequeñas) por lo que la carga que soportan está muy concentrada y es equivalente a 10 veces la carga por cm2 que soportan las rodillas.

La carga vertical que soportan las articulaciones facetarias aumenta cuando la zona lumbar se coloca en extensión, y puede llegar a aumentar hasta un 70% del total del segmento en casos en los que hay disminución de la altura del disco por desgaste del disco lumbar. El aumento de la carga sobre las articulaciones facetarias está considerado como un componente muy importante en el síndrome facetario y se puede medir radiográficamente. Por eso se deben evitar posturas que aumenten la lordosis lumbar como por ejemplo el uso de tacones

muy altos.

Pero también las posturas por tiempos prolongados con el tronco en flexión (por ejemplo sentado inclinado hacia delante) pueden irritar las articulaciones facetarias y producir dolor. Así pues, el síndrome facetario, también tiene un componente postural. Otra causa es la traumática, generalmente con la columna lumbar en hiperextensión, que impacte bruscamente las articulaciones facetarias.

El síndrome facetario complica el dolor en cuello y zona lumbar, como se puede ver, de forma animada, en esta página

Los síntomas que produce, además de dolor en la zona lumbar, pueden incluir:

- Dolor en el glúteo y cadera.- Rigidez lumbar, especialmente a primera hora de la mañana o después de una inactividad prolongada.- Dolor difuso referido a la pierna por la cara posterior, simulando una ciática, pero sin déficit neurológicos como hormigueos o pérdida de reflejos musculares.- Aumento del dolor con hiperextensión lumbar.

Puede que hasta un 80% de los pacientes con dolor crónico lumbar tengan parte de sus síntomas provenientes de las articulaciones facetarias. En ocasiones los síntomas pueden ocurrir de repente después de un movimiento trivial del tronco lumbar, normalmente en rotación y/o flexión como agacharse a recoger algo del suelo. Un ejemplo de ello es el “acute locked facet síndrome” o síndrome agudo de la faceta bloqueada donde se produce una pérdida repentina de la movilidad muy marcada descrito por el paciente como enganchado o atascado y un dolor muy intenso a cualquier movimiento, ya que las articulaciones facetarias son extremadamente sensibles.

Aunque nos estamos refiriendo a la zona lumbar , también se puede aplicar de manera general a la zona dorsal y cervical. En muchos casos de tortícolis cervical el origen está en una irritación de las facetas cervicales y no de un músculo aunque haya un espasmo muscular secundario. Contracturas intensas localizadas entre los omoplatos son frecuentemente debidos a una faceta dorsal inflamada con espasmo muscular asociado.

En resumen, el síndrome facetario no es más que una manifestación de diversos problemas músculo-esqueléticos poco diagnosticada, y hay que averiguar cuales son las causas especificas de cada caso mediante el examen incluyendo estudios radiográficos para realizar el tratamiento apropiado. Se ha de tratar la causa y no sólo los síntomas que ésta produce, ya que como en la mayoría de los problemas de columna, estos tienden a empeorar con el tiempo siendo más difíciles de tratar.

¿Qué es la rizolosis o facetectomía?

En cerca de un 40% de pacientes con dolor lumbar el dolor es debido a sobrecarga de las

articulaciones zigoapofisarias (Síndrome de la facetas posteriores). Son pacientes en que el dolor lumbar aumenta sobre todo con los movimientos de extensión de la columna lumbar. En la columna cervical el cuadro clínico cursa con dolor en la parte posterior de cuello, referido la mayoría de veces a los hombros y que generalmente aumenta con la extensión del cuello.

La rizolisis consiste en la termo-coagulación del nervio que recoge la sensibilidad de estas articulaciones; estos nervios no tienen territorio cutáneo, por lo tanto no hay pérdida de sensibilidad después del procedimiento. Mediante bloqueos anestésicos se confirma que el dolor procede de estas articulaciones y se delimita el número a tratar.

La rizolosis en sí es un procedimiento que dura 30 minutos, percutáneo, que se practica bajo control con rayos x y anestesia local; algunas personas más ansiosas pueden precisar de sedación. Es ambulatorio (no requiere ingreso en clínica) y es efectivo en el 80% de los pacientes.Video: About Facet SyndromeEn español

Lumbago

Causas, ver imagen

El dolor de espalda bajo o "lumbago" es quizás la causa más frecuente de queja de muchos pacientes en la consulta médica general. Este dolor es tan frecuente que la mayoría de las personas lo padecen en algún momento de su vida. La lumbalgia cuya causa reside en las articulaciones facetarias es el llamado "síndrome facetario".

Según algunos autores es responsable del 15-40% de los cuadros de lumbago en personas menores de 45 años. El tratamiento específico del dolor de origen facetario no emergió hasta los años 70 y desde entonces se han utilizado diversos métodos terapéuticos, tanto médicos como quirúrgicos, encaminados a darle la mejor solución a este problema.

Algunos especialistas plantean que la denervación de la estructura facetaria podría aliviar el dolor de la faceta articular. Años más tarde se introduce el concepto de lesión por radiofrecuencia en el área parafacetaria coagulando el nervio de la articulación, mediante el fluoroscopio para la localización de la unión facetaria.

La termocoagulación facetaria es una técnica simple y segura de reciente aparición y aún poco difundida. El objetivo de la cirugía es el alivio del dolor mediante la "coagulación" del nervio articular, con la aplicación de calor con un electrodo de radiofrecuencia en la faceta articular como podéis ver en este enlace

Los mecanismos de producción del dolor lumbar crónico cuyo origen anatómico está en las articulaciones facetarias, son diversos y la lesión traumática del nervio articular de Luschka y sus ramas durante la cirugía espinal lumbar producen irritación radicular que genera el dolor, la agresión directa de las superficies cápsulo-articulares crea fallos en la fusión articular y

procesos cicatrizales periarticulares que producen recesiones inflamatorias locales, las cuales son un estímulo permanente sobre los terminales nerviosos de la articulación.

Los cambios osteoartrósicos y del envejecimiento, así como los traumatismos importantes y los microtraumas repetidos son también una fuente que da origen al dolor facetario. Las anomalías congénitas de las carillas articulares como ocurre en la condromalacia pueden predisponer a la aparición del síndrome facetario.

En las edades jóvenes de la vida y sobre todo en el sexo masculino es donde más aparece esta enfermedad, debido a que la actividad física en general es mayor, así como la frecuencia de los accidentes de tránsito, accidentes de trabajo y deportivos; sumado a lo anterior los cambios degenerativos de las estructuras discales ligamentosas, óseas y capsulares que en esta edad comienzan a manifestarse, contribuyen al desarrollo de hernias discales, espondilolistesis, fracturas vertebrales y lesiones capsuloarticulares que pueden originar el dolor facetario.

Aunque al diagnóstico se llega por exclusión, por no existir datos clínicos e imagenológicos patognomónicos de este síndrome en ninguna de las estructuras que conforman la región lumbar; se pueden encontrar algunos elementos tanto en la historia clínica como en el examen físico sugestivos del síndrome facetario como son: un dolor lumbar crónico de tipo esclerotómico mal definido que se irradia al trocánter mayor, región glútea, cara posterior del muslo y ocasionalmente por debajo de la rodilla, imitando algunas veces al dolor radicular; el cual se agrava con la extensión del tronco y su rotación, también se manifiesta con el sedentarismo, la bipedestación y mejora con la deambulación. La ausencia de signos de tensión de la raíz [Lassegue] ayuda a establecer el diagnóstico, al igual que la manipulación de las articulaciones facetarias por palpación, lo cual desencadena un dolor intenso que se irradia en este mismo territorio. También se encuentran ausencia de reflejos patológicos, parálisis o paresias y no hay cambios con las maniobras de Valsalva. El diagnóstico se confirma con la infiltración anestésica de las carillas articulares con un anestésico local.

El lumbago que se irradia desde las articulaciones apofisarias fue descrito en 1911 por Goldhait. Putti en 1927 quien propuso que dichas articulaciones eran el origen del dolor radicular. Hirsch describió la distribución de la respuesta dolorosa después de la inyección intra-articular de solución salina. El término síndrome facetario fue introducido por Ghormley en 1933, pero su significado es diferente al de hoy.

La articulación facetaria es una fuente continua de estímulos nocivos y por tanto su denervación parece ser un método apropiado para resolver la generación del dolor. Se conoce que una artropatía ocasiona una reacción inflamatoria constante que pudiera beneficiarse con la aplicación intra-articular de antinflamatorios.

Desde el punto de vista anatómico y fisiológico los niveles más bajos de la columna lumbar están sometidos a mayor sobrecarga y las superficies articulares de estos segmentos deben soportar una parte importante de la carga axial especialmente durante los movimientos de flexión y rotación, haciéndolos más vulnerables a su lesión.

La termocoagulación facetaria con el uso de electrodo de radiofrecuencia crea neurolisis (destrucción del nervio) térmica del nervio articular de Luschka, eliminando la conducción del estímulo doloroso. El proceso de deterioro de las superficies capsuloarticulares no se detiene con la termocoagulación, además de la regeneración de los terminales del nervio articular de Luschka permite la conducción de los estímulos nocivos y por ende la reaparición del dolor.

Los autores que reportan esta técnica destacan varias características: es un proceder ambulatorio, fácil de realizar, no invasivo, sin riesgo de morbimortalidad y poca complejidad del procedimiento.

Se han publicado múltiples trabajos con el uso de esteroides intra-articulares los cuales muestran excelentes resultados en 20% de los casos aproximadamente. Los criterios de selección de pacientes varían ampliamente con cada trabajo. Se consideraron candidatos para la inyección de esteroides a aquellos pacientes con dolor persistente en la región lumbar con irradiación a la región glútea y cara posterior del muslo, sin radiculopatía; con o sin anomalías radiológicas de la articulación facetaria. Se inyectó el esteroide en el lado donde el dolor era dominante generalmente los niveles [L4-L5 y L5-S1], al menos que se encontraran cambios marcados en otro nivel articular específico.

Al nivel actual del conocimiento un tratamiento conservador adecuado para las anomalías de la articulación facetaria es un programa de ejercicios encaminados a estabilizar la misma por medio de la actividad muscular y mejorar la nutrición de la articulación mediante la actividad mecánica. Así pues, la inyección de esteroides en la articulación cumple un importante papel en el alivio del dolor con una duración suficiente que permita la realización de un programa continuo de ejercicios. Se han diseñado diversos métodos de denervación de la superficie articular; entre los que se mencionan la inyección del nervio con un agente destructivo como el fenol y la utilización de frío “congelado”, con resultados aceptables en ambos procederes.

La termocoagulación facetaria es una técnica simple y segura de reciente aparición y aún poco difundida. El objetivo de la cirugía es el alivio del dolor mediante la “coagulación” del nervio articular, con la aplicación de calor con un electrodo de radiofrecuencia en la superficie lateral y a cada lado de la faceta articular.

Ejercicios para la zona lumbar

Publicado por Francisco Gilo en 10:18

Etiquetas: columna

viernes, 28 de noviembre de 2008

La protusión discal L5-S1

La presión en el disco intervertebral es mayor al nivel de la columna lumbar y sacra, debido al peso del cuerpo, la curvatura lumbar y las fuerzas vectoriales en esta región, a pesar de que las vértebras lumbares son más robustas. Se calcula que el tronco, los miembros superiores y la cabeza, compongan cerca de la mitad del peso corporal del individuo. La reducción de la espesura del disco intervertebral en la región de las L5 y S1 (disco entre la 5ª. Vértebra lumbar y la 1ª. Vértebra del sacro) puede provocar un roce en el proceso espinoso y a largo plazo producir también una artrosis. No es raro que las personas tengan hernia discal acompañada por una artrosis en esa región, males cuyos diagnósticos se podrían confundir.

Algunos estudios han demostrado que el inicio de la degeneración del anillo fibroso comienza a partir de los 25 años, perdiendo así, gradualmente la resistencia y produciendo pequeñas rasguños entre las láminas, abriendo camino para el paso del núcleo bajo presión, corriendo el riesgo de esparcirse. Esta es una forma de hernia de difícil diagnóstico, porque el dolor puede manifestarse en varias regiones y no en apenas una localizada.

En gran parte de los casos existe la posibilidad de que con ejercicios contrarios al movimiento que provocó el deslizamiento del núcleo, pueda provocarse la inversión del mismo y promover una especie de soldadura en el anillo fibroso.

La deshidratación del disco es un cuadro degenerativo, en teoría progresivo, sin que nadie pueda decir con qué velocidad. Es, en definitiva, la artrosis del disco.

La fisura, protusión o hernia discal, (aquí, en su visión lateral), se producen cuando la presión dentro del disco es mayor que la resistencia de la envuelta fibrosa. Como la envuelta fibrosa es un tercio más gruesa en su pared anterior que en la posterior, la mayoría de las fisuras, protusiones y hernias se producen en esta última.

Cuando estas lesiones causan dolor, el principal mecanismo por el que éste aparece es que los nervios de la envuelta fibrosa entran en contacto con unas sustancias activadoras presentes en el núcleo pulposo -especialmente la fosofolipasa A2, o PLA2-.

Estas sustancias activan esos nervios provocando un dolor muy intenso que el paciente nota cerca de la columna. Además, si el tamaño de la hernia es suficientemente grande, puede comprimir una raíz nerviosa. En ese caso, el paciente nota también el dolor irradiado a la pierna -si es lumbar-.

Es de destacar que en ese caso el paciente nota dos dolores a la vez y, aunque tiende a considerar que es el mismo, realmente se deben a dos causas distintas:

El dolor en la zona de la espalda baja y área de los riñones (si es lumbar), es debido a la activación de los nervios del dolor de la envuelta fibrosa y, al cabo de unos minutos u horas, a la contractura muscular refleja que se produce, y El dolor irradiado a la pierna (si es lumbar) será debido a la compresión de la raíz nerviosa.

En el caso de hernia lumbar, hay compresión del nervio ciático, y por esto se le da el nombre de ciática.

Entre el 30% y el 50% de los sanos tiene una o varias hernias discales que no les causan ningún problema. Si en el lugar en el que se produce la hernia la envuelta fibrosa tiene pocas fibras nerviosas, es posible que ni siquiera duela y pase desapercibida para el paciente.

La protusión discal L5-S1 es operable siempre que provoque molestias que no cedan frente a un tratamiento conservador bien llevado, que incluya antiinflamatorios, reposo, eventualmente un bloqueo peridural, tratamiento kinésico, mejoramiento de los hábitos posturales, técnicas para esfuerzos, etc.

Este tipo de hernias generalmente sólo dan dolor de tipo lumbar, sin irradiación a la extremidad inferior, ni déficit neurológico. La indicación de cirugía sólo la dará un dolor incapacitante y no el mero hecho de tener una imagen de protusión discal L5 - S1 en la Resonancia Magnética.

Si finalmente se llega a la cirugía, este tipo de hernias pueden intervenirse mediante Nucleotomía Percutánea, ya sea con visión endoscópica o sólo con control Radioscópico

La enfermedad degenerativa del disco tiene un componente genético que predispone al individuo a padecer la enfermedad; además existen factores de riesgo como obesidad, tabaquismo, sedentarismo, conducción prolongada de vehículos, vibraciones constantes, caídas, falta de hidratación, estrés laboral, posturas inadecuadas y actos inseguros en actividades físicas laborales y deportivas.

El disco intervertebral tiene una parte periférica, el anillo fibroso, constituido por una sucesión de capas concéntricas, como en una cebolla, y en su interior la parte central o núcleo pulposo, redondo como una canica, gelatinoso y con un 88% de agua.

El disco intervertebral constituye la principal estructura de amortiguación de cargas físico-mecánicas del raquis. Tanto sus fibras como su composición química tienen unas características especiales para cumplir su función amortiguadora

Estos discos soportan las presiones que se ejercen sobre el raquis, actúan como amortiguadores y distribuyen las cargas.

El núcleo soporta el 75% de la presión ejercida y el anillo fibroso el 25%. Por el día, en posición erecta, hay una presión continua, simplemente por el peso del cuerpo, que aumenta con los esfuerzos, las sobrecargas posturales y la manipulación de cargas. Bajo esta presión el disco pierde altura, espesor, y esta pérdida de espesor acumulado en la altura total del raquis puede alcanzar los 2 centímetros. Por la noche, sin soportar presión, recupera el espesor normal, se expande y este movimiento de expansión va acompañado de absorción de agua, como una esponja, de las estructuras vecinas.

Por eso somos más altos por la mañana o más bajos al acabar el día. Este proceso de hidratación es fundamental para la conservación de la estructura del disco. Precisamente, en la degeneración discal la deshidratación es una causa fundamental. La presión sobre el disco es

máxima entre la última vértebra lumbar y la primera sacra (L5-S1) y es en este nivel donde las hernias discales son más frecuentes.

Gran parte de estas lesiones, pueden ser evitadas con ejercicios adecuados y posturas correctas durante el día y tres grupos musculares son los responsables directos por la protección lumbar: los paravertebrales, los de las capas dorsales (superficiales, intermediarias y profundas) y los abdominales. El trabajo es, por así decir, dividido entre los tres y cuando uno de estos falla los otros quedan sobrecargados, pero los paravertebrales acaban "pagando la cuenta" solos por ser músculos posturales. Basta que estemos parados, sentados o haciendo cualquier movimiento para que los mismos sean solicitados.

Mucho más que por estética, los músculos del abdomen deberían ser vistos con importancia desde el punto de vista de la salud. Cuando éstos están frágiles el centro de gravedad cambia de posición y el brazo de resistencia entre la lumbar y la pared abdominal aumenta y el esfuerzo en las vértebras lumbares también aumenta.

El entrenamiento con peso, aunque a los ojos del aficionado no parezca, tiene un índice de contusiones muy bajo, siendo considerada una actividad segura mientras que, la orientación sea dada por personas habilitadas. Los índices indican 1 para cada 10000 atletas que participan de entrenamiento o competencia. Si comparamos con las demás modalidades deportivas estos números pueden ser prácticamente desconsiderados. Mientras tanto, el que se dedica a levantar peso, debe estar atento para la columna lumbar, local donde se originan la mayoría de los problemas. Entre dolores musculares, articulares, tendinitis, distensiones y contracturas en las diversas partes del cuerpo, del 44 al 50% atacan la lumbar (lumbalgias, dolores ciáticas y/o hernia discal). Por lo tanto, si el atleta dedica atención a la postura, respiración, refuerzo de los músculos erectores de la columna y a la carga de peso compatible con la aptitud, tendrá un índice bajísimo de problemas en su vida atlética.

¿Quiénes sirven de vías para la transmisión del dolor discal?

El disco es silencioso a la presión, pero puede contener nociceptores que son silenciosos normalmente pero que se estimulan por la acción de sustancias químicas álgicas (que provocan dolor) producidas por el daño tisular y la inflamación.

El ganglio de la raíz dorsal es más sensible a la presión que la propia raíz dorsal o el nervio espinal quienes requieren de una previa reacción inflamatoria para transmitir descargas dolorosas. El ganglio de la raíz dorsal parece responder satisfactoriamente al simple estímulo

mecánico de tensión-compresión. Su alta sensibilidad está determinada por la alta concentración de los canales de sodio en la membrana de la célula o en la unión del cuerpo celular con el axón. Recordemos que el ganglio de la raíz dorsal contiene el cuerpo de la neurona sensitiva. Estos canales de sodio podrían ser el mecanismo que aseguraría la continuación de los potenciales de acción cuando el ganglio está comprimido y por tanto la ciática.

En resumen:

El dolor relacionado con la afección discal no es la simple consecuencia de un fenómeno mecánico ejercido sobre estructuras nerviosas aferentes, sino el resultado de un proceso inflamatorio en el que intervienen tanto sustancias procedentes del disco como otras que llegan al sitio de lesión o se liberan en su vecindad.

El proceso irritativo puede estimular diferentes estructuras nerviosas de la vía aferente, siguiendo tanto patrones anatómicos normales como vías alteradas por el daño que sobre ellas ocasiona el proceso inflamatorio.

Una comprensión adecuada del fenómeno doloroso lumbar a partir de la enfermedad discal obliga a considerar la reacción inflamatoria local como elemento causal.

El uso de la terapéutica inflamatoria resultaría eficaz desde etapas tempranas de la enfermedad discal sintomática y debe emplearse siempre que se la sospeche

Más información con animación, en esta página

Correr equivale a una sucesión de saltos. Eso expone a los discos intervertebrales a una carga y descarga rítmica, con mayor o menor grado de vibración en función del terreno sobre el que se corre y el calzado que se usa.

Es un deporte que produce rigidez. Los corredores de fondo deben entrenar al mismo tiempo su flexibilidad para prevenir las lesiones. Correr supone mantener una postura específica con un enorme esfuerzo muscular durante un largo período de tiempo. Los corredores declaran con frecuencia sufrir dolor lumbar, así como dolor interescapular, en los hombros y en el cuello. La mayor parte de los corredores con dolor mecánico lumbar se curan con ejercicios de estiramiento. Los corredores tienen también una tendencia natural a desarrollar debilidad abdominal aislada.

Correr no implica la contracción natural de los músculos abdominales y estabilizadores de la columna vertebral. Con frecuencia se observa un desequilibrio significativo entre los músculos flexores y extensores, no sólo en las piernas, sino también en el tronco. El dolor interescapular y de espalda es también la consecuencia de posturas anormales al correr. Tal como hemos dicho anteriormente, la clave para la postura es una buena fuerza isométrica del tronco que mantenga el cuerpo en una postura erguida con el pecho fuera.

El tratamiento para los corredores con dolor lumbar debe incluir lo siguiente:

Un programa vigoroso de estiramientos que estire el tronco, así como las extremidades inferiores. El entrenamiento cruzado y las técnicas de fortalecimiento muscular que también fortalecen los músculos antagonistas, tales como los extensores de las caderas y los de las rodillas. El fortalecimiento abdominal, usando ejercicios isométricos de estabilidad para el tronco para mejorar el control abdominal. Ejercicios de fortalecimiento con el pecho fuera, comenzando con el fortalecimiento abdominal y añadiendo encogimientos de la parte superior del cuerpo y de los hombros, ejercicios con los brazos detrás de la espalda para realzar la postura con el pecho fuera y un ajustado control abdominal. La base de la prevención del dolor de espalda en los corredores son los ejercicios de estiramiento. Un calzado adecuado para el amortiguamiento y la mejora de la función de los pies.

PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO

Varias medidas han demostrado ser eficaces para prevenir el dolor de espalda en los deportistas:

El entrenamiento adecuado, con una intensidad progresiva que contemple un período de calentamiento previo.

El desarrollo de la musculatura de la espalda y de los abdominales antes de practicar deportes que requieran su participación.

El uso de un estilo correcto al practicar deporte, que incluya el cumplimiento de las normas de higiene postural para cada deporte.

Realizar siempre un calentamiento de unos 15 minutos antes de empezar la práctica deportiva propiamente dicha. El calentamiento es fundamental para preparar el cuerpo para el ejercicio posterior y evitar lesiones. El tipo de calentamiento variará según la edad y nivel físico; primero se realizará un calentamiento general enfocado al sistema cardiovascular y posteriormente uno específico para las articulaciones que más intervendrán. En este caso se realizarán maniobras de estiramiento especialmente para extremidades inferiores, continuando con varias carreras suaves y cortas, o sesiones cortas de marcar el paso, simulando correr pero sin avanzar y elevando mucho las rodillas.

Terreno: corra preferentemente sobre superficies blandas (césped, tierra) y no duras (asfalto). Esto siempre es importante, pero es indispensable si le sobra peso. Intente que todo el circuito tenga el mismo tipo de suelo, evitando pasar de uno a otro (por ejemplo, de césped a asfalto). Circuito: mejor llano, especialmente cuando no esté previamente entrenado. Cuanto mayor sea el ángulo de pendiente, mayor es el trabajo que exige a la musculatura de la columna vertebral, además de a su sistema cardiovascular y al conjunto de su musculatura.

Postura: Evite inclinarse hacia adelante; mantenga el tronco erguido y equilibrado, o ligeramente arqueado hacía atrás (en lordosis). Balancee los brazos en sus flancos, evitando cruzarlos por delante del pecho.

Zancada: Apoye el pie suavemente y con toda la planta, contactando con el suelo en una línea vertical con la rodilla.

Equipo: calzado deportivo ligero cuanto menos pese, mejor, con un talón estable pero no rígido y un borde alto y rígido para evitar rozaduras. La suela debe tener un grosor de 2 cms. en la parte del talón y ser ligeramente descendente hacia adelante. Es importante que la suela tenga buena capacidad de amortiguación.

Piso: de caucho de alta resistencia y el piso interior cementado; plantilla de alta ventilación y recambiable

Hay varios factores que aumentan el riesgo de dolor de espalda entre los adictos al ordenador:

-La postura: Al estar sentado, el disco intervertebral sufre más carga en su posición anterior. Al ser flexible, el disco tiende a aumentar la presión sobre su pared posterior, por lo que el mantenimiento constante de esa postura incrementa el riesgo de que se rompa o deforme y aparezca una fisura, protrusión o hernia discal. En condiciones normales, la musculatura de la espalda protege el disco, por lo que el riesgo es mayor si la musculatura es poco potente.

-La falta de actividad física: En condiciones normales, los distintos grupos musculares que participan en el funcionamiento de la espalda, como los abdominales y la musculatura paravertebrales coordinan entre sí para mantener una postura o conservar el equilibrio en movimiento. Esta coordinación depende de reflejos nerviosos que, para funcionar correctamente, necesitan repetirse. La inactividad física disminuye ese entrenamiento y empeora los reflejos, haciendo que la musculatura se contraiga inadecuadamente o a destiempo, lo que facilita su contractura.

En general, el deporte es conveniente y recomendable para mejorar el estado de salud general y la espalda en concreto. No obstante, algunos deportes aumentan el riesgo de padecer dolores de espalda, especialmente si se practican de forma intensa o competitiva. Esencialmente, son aquellos que:

- Obligan a realizar movimientos de flexo-extensión de la columna, especialmente con carga, torsión brusca o mantenida,

- Someten la columna a vibraciones, o

- Tienden a desarrollar más la musculatura de un lado que la del otro, generando así a la larga un desequilibrio en la dinámica de la columna, en su reparto de cargas e incluso en su estática.

Sin embargo, la realización de un programa de ejercicios que desarrolle adecuadamente la musculatura de la columna y la utilización de un material deportivo adecuado puede disminuir el riesgo que suponen algunos deportes.

Es necesario someterse a un reconocimiento médico antes de iniciar una nueva actividad deportiva. No sólo para valorar el estado de su espalda, sino también para evaluar su sistema cardiovascular y su estado general de salud, con el fin de recomendar las pautas de ejercicio más adecuado. Además, si su columna le duele al realizar algún deporte o ejercicio físico debe interrumpirlo y acudir a un especialista.

La musculatura de la espalda también trabaja en movimientos para los que aparentemente no debería emplearse, puesto que contribuye a mantener el equilibrio cuando se mueven distintas partes del organismo. Por eso, es siempre recomendable que antes de hacer cualquier deporte garantice que la musculatura de su espalda está bien desarrollada. Cuanto más desarrollada esté y más equilibrada sea, menor riesgo tendrá de lesionar su espalda haciendo cualquier tipo de deporte.

Con ese fin, puede ser recomendable realizar durante un tiempo ejercicios específicos para desarrollar la musculatura de su espalda, antes de iniciar la práctica de cualquier deporte. Los ejercicios que son adecuados para un individuo pueden ser contraproducentes para otro, por lo que es necesario que un especialista le haga una exploración física y un balance muscular para determinar cuáles debe hacer y con qué intensidad.

FACTORES QUE AUMENTAN EL RIESGO DE DOLOR DE ESPALDA

Por las posturas y movimientos que condicionan, algunos deportes aumentan el riesgo de provocar alteraciones orgánicas de la columna vertebral como:

-Escoliosis y espondilolistesis, que han demostrado asociarse muy frecuentemente en chicas en edad de crecimiento que practican gimnasia rítmica de competición.

- Hernias discales en deportes que conllevan la flexo-extensión con carga, como algunos estilos de halterofilia, la exposición a saltos y vibraciones repetidas, como el baloncesto, o la torsión brusca y repetida, como el golf o el squash.

Sin embargo, para que un deporte llegue a ocasionar una alteración orgánica de la columna vertebral debe ser practicado de forma muy constante e intensa. Por eso, habitualmente sólo ocurre en deportistas profesionales.

Otros deportes generan fácilmente contracturas musculares que condicionan esfuerzos muy intensos. La falta de entrenamiento y la incorrección del estilo facilitan que la contractura aparezca ante esfuerzos menos intensos, por lo que también aparecen entre los deportistas no profesionales.

Por último, otros deportes exponen a otros factores que aumentan el riesgo de padecer dolor de espalda, como las vibraciones.

La sensación del paciente no es solo dolorosa, también conlleva ansiedadLa mayoría de los episodios de dolor lumbar (más del 95%), surgen en los tejidos blandos relacionados con la columna vertebral, tales como tendones, músculos, ligamentos, o daños en los discos intervertebrales que afectan otras estructuras. Estos tejidos tienen nervios que conducen las

sensaciones de dolor a la médula espinal; contra la creencia popular, ni el hueso ni el disco intervertebral tienen nervios, pero sí el periostio, la lámina rígida que rodea el hueso.

Una persona con los cambios mencionados puede sentir dolor cuando la columna está en reposo o en movimiento. Cuando no hay desplazamientos, cambios en las curvas normales de la columna -que a su vez ocasionan tensión de los ligamentos posteriores y de los músculos que permiten extender la columna- pueden desencadenar dolor. Si estos tejidos ya están sensibilizados, el movimiento corporal puede originar dolor.

CONSECUENCIAS NEGATIVAS

El dolor de espalda puede tener consecuencias negativas sobre los deportistas, hasta el punto de llegar a impedir la práctica de algunos deportes o condicionar el final de las carreras deportivas de algunos profesionales.

Estas consecuencias negativas pueden ser:

- La cronificación del dolor. Si no se adoptan los tratamientos adecuados y se sigue realizando con dolor el deporte que lo desencadenó, exponiéndose a los mismos factores de riesgo, el dolor puede hacerse crónico. Un mecanismo neurológico explica que si el dolor persiste largo tiempo es más difícil curarlo.

- La adopción de tratamientos inadecuados. Algunos deportistas abusan de tratamientos sintomáticos que aunque pueden estar indicados a corto plazo en algunos casos, pueden generar efectos indeseables a largo plazo. Ese es el caso de la administración de corticoides u otros fármacos.

- La interrupción de la práctica del deporte. La mayoría de los deportes requieren que la musculatura de la espalda sea potente, funcione correctamente y se coordine bien, para mantener las distintas posturas, asegurar el equilibrio y permitir movimientos rápidos del cuerpo. Además de que el propio dolor puede incitar a abandonar el deporte, varios mecanismos neurológicos pueden hacer que la musculatura se contracture o funcione inadecuadamente cuando hay dolor de espalda, dificultando la práctica correcta del deporte.

- La buena noticia es que con el entrenamiento adecuado, los mecanismos de prevención eficaces y los tratamientos correctos, es fácil poder practicar deporte toda la vida sin limitaciones debidas al dolor de espalda.

Estiramientos de los músculos dorsales del muslo en el dolor lumbar

La rigidez de los músculos dorsales del muslo (semimembranoso, semitendinoso y bíceps) se observa comúnmente en los atletas que presentan dolor lumbar. Los estiramientos de dichos músculos constituyen un componente importante del tratamiento activo en conjunto con el soporte y el mantenimiento.

Es mejor enseñar a los pacientes a realizar sus estiramientos de los músculos dorsales del muslo estando acostados; levantando la pierna estirada hacia el tronco mejor que buscando tocar los dedos de los pies doblando el tronco sobre las piernas.

El estiramiento puede realizarse:

- Utilizando las manos para empujar el dorso del muslo o el dorso de la rodilla utilizando una correa o banda elástica para empujar la pierna hacia arriba, o

- Acostándose en el espacio de una puerta y colocando la pierna hacia arriba en el marco de la puerta mientras se estira la pierna contraria a través del espacio de la puerta.

Estos estiramientos de los músculos dorsales del muslo aumentan la flexibilidad de la pelvis y la columna lumbar sin involucrar la columna lumbar. Los estiramientos se deben practicar después del ejercicio y mantenerse por 30 a 60 segundos sin exagerar.

El disco intervertebral desempeña un papel básico en la preservación de las propiedades mecánicas de la columna lumbar. Está formado por un núcleo central blando (núcleo pulposo) y con un alto contenido de agua, rodeado por una porción fibrosa. A medida que el núcleo pulposo pierde agua, como parte del proceso normal de envejecimiento, por ejemplo, decrecen sus propiedades de deformación y distribución de las fuerzas, haciéndose más proclive a la lesión.

De las distintas articulaciones de la columna lumbar, merece especial atención la articulación lumbosacra. En ella, la superficie articular del sacro está orientada hacia arriba y adelante, con una inclinación de 45° con respecto a la horizontal, en tanto que la cara articular de la quinta vértebra lumbar tiene una inclinación hacia abajo de 20°, de manera que entre ambas superficies se forma un ángulo de 100° a 130°, que favorece el deslizamiento de esta vértebra sobre el sacro.

Conceptos biomecánicos

Durante la bipedestación y la marcha, la región lumbar es el segmento de la columna vertebral que concentra la mayor cantidad de fuerzas tensionales. Al estar de pie es preciso mantener el eje de gravedad del cuerpo dentro del perímetro del polígono de sustentación y ello se consigue de forma pasiva mediante los ligamentos y en forma activa, por acción de los músculos erectores del raquis; por ello, cualquier condición que rebase los mecanismos de adaptabilidad muscular o que altere las estructuras ligamentarias llevará a un desequilibrio mecánico, que predispone al dolor y a las lesiones ante mínimos agentes agresores.

De otra parte, por acción de la gravedad se producen grandes fuerzas de compresión, las cuales son distribuidas de manera uniforme por el disco intervertebral y las trabéculas óseas de los cuerpos vertebrales; sin embargo la cara anterior de éstas estructuras es un sitio frágil y de baja resistencia, por lo que a partir de allí se originan las fracturas por aplastamiento.

Otro elemento fundamental en la biomecánica del raquis es el disco intervertebral , estructura cuya función es soportar las fuerzas de compresión, torsión y flexión y que se comporta, gracias a su alto contenido de agua, como un elemento altamente deformable y compresible. Cualquier proceso que modifique las características elásticas del mismo, favorece el desarrollo de zonas con alta concentración de fuerzas y genera un mayor trabajo a nivel de las estructuras músculoligamentosas.

Los estudios electromiográficos han demostrado que en la posición bípeda, los músculos propios de la columna (masa común) presentan una actividad contráctil discreta y sostenida, de manera que no se mantiene una posición estática sino que hay un imperceptible desplazamiento lateral.

Por otro lado, los movimientos globales (flexión, extensión, rotación y circunducción) son el resultado de la suma de pequeños desplazamientos entre dos vértebras adyacentes. Mientras que la flexión es el resultado de la actividad de los músculos abdominales, la extensión es

producida por los músculos de los canales vertebrales y se trata de un movimiento de alto esfuerzo, es decir que, por ejemplo, levantar un peso de 100 kilos, transmite una fuerza final de 1.000 Kg, a la articulación lumbosacra.De todo lo anterior se deduce que la columna lumbar es una región particularmente susceptible a la sobrecarga de fuerzas y que cualquier alteración que comprometa los cuerpos vertebrales, los discos intervertebrales, las articulaciones, los ligamentos y músculos, así como las raíces nerviosas puede causar dolor.

Ejercicios

Publicado por Francisco Gilo en 11:11

Etiquetas: columna

lunes, 24 de noviembre de 2008

Falsa tendinitis de adductores y lumbalgias

Hay lumbalgias que se asocian con frecuencia a molestias que a su vez simulan dolor ginecológico intestinal o urogenital

Estos asientan en el mismo lado de la lumbalgia. Son consecuencia de la irritación de la rama anterior de los mismos 11º, 12º nervios dorsales o del primer lumbar, es decir, que ocupan el territorio cutáneo del nervio abdomino-genital.

El signo clínico esencial es el dolor de los planos cutáneos del dermatoma con la maniobra del «pinzado rodado»: están espesados y sobretodo muy sensibles al amasado que provoca esta maniobra. El resultado del examen se ha de comparar con el otro lado. Que exista afectación bilateral, es raro, pero existe.

A estos dos elementos: dolores lumbares y dolores pseudoviscerales, hay que añadir otro elemento a este síndrome de irritación de los nervios de la charnela dorsolumbar; es la frecuente sensibilidad del hemipubis del mismo lado. Con el paciente en decúbito supino, se palpa frotando ligeramente el hemipubis con el pulpejo de los dedos, y se compara con el otro lado. Éste se muestra sensible, a veces muy sensible. Se debe al hecho de que el hemipubis recibe la inervación del ramo púbico del nervio abdómino-genital, (como se puede ver en la imagen de la portada del presente artículo)

Esta sensibilidad disminuye o desaparece muy rápido, a veces de forma inmediata tras el tratamiento vertebral (manipulación o infiltración) en el segmento dorsolumbar responsable. En ocasiones, los tendones que traccionan de este periostio sensible, provocan un dolor que simula una tendinitis de adductores.

Examen abdominal

Se encontrará con el «pinzado-rodado» una zona de sensibilidad más o menos extendida en la región anal, y de manera constante en la parte superior de la cara interna del muslo (este territorio no siempre se atribuye a D12 y a L1 en los tratados clásicos) (ver figura)

Este examen va seguido de la palpación del pubis. Se examina frotando con el pulpejo de los dedos. En el lado afecto, esta maniobra es desagradable e incluso dolorosa, mientras que no lo es en el lado contrario. Esta sensibilidad del hemipubis se encuentra con frecuencia entre los sujetos que presentan una lumbalgia aislada del mismo lado, y es un descubrimiento del examen sistemático. Pero a veces el sujeto se queja de un dolor púbico aislado o incluso de un dolor que él localiza en los adductores.

Dolores de inserción de los Rectos Abdominales

Junto con los dolores de los adductores (verdaderos o falsos) los futbolistas presentan dolores

de inserción de los rectos abdominales en el pubis. Algunos pueden ser dolores de inserción clásicos, pero también pueden ser consecuencia de una hipersensibilidad crónica del periostio púbico debida a la irritación de D12 o L1.

Discusión patogénica

Como lo hemos constatado numerosas veces en otros casos (epicondilalgias, dolores de trocánter); el periostio (como sucede con la piel), puede estar muy sensible a la maniobra del «pinzado-rodado» cuando la raíz nerviosa que lo inerva sufre una irritación en el raquis, por sufrimiento mecánico, clínicamente demostrable, del segmento vertebral correspondiente (“Desarreglo Intervertebral Menor”).

En deportes como el baile, judo, futbol; hay una muy importante solicitación de la charnela dorsolumbar por los movimientos de torsión del tronco, que además se efectúan muy a menudo en lordosis.

La columna lumbar, lo sabemos, tiene posibilidad de rotación muy débil en posición neutra, pero es inexistente en lordosis. Ello es debido a la orientación sagital de las articulaciones interapofisarias.

Las dorsales, al contrario, son muy móviles en rotación. La parrilla costal limita el movimiento pero no en los dos últimos segmentos dorsales en los que se insertan las costillas flotantes. Esta zona de la charnela dorsolumbar está sometida a estrés considerable en los movimientos de rotación forzada del tronco, particularmente en lordosis. Ello explica la frecuencia con la que el examen sistemático del raquis de estos pacientes revela una sensibilidad de uno de los últimos segmentos dorsales. Lo corriente es que estas sensibilidades segmentarias sean pasajeras y sin consecuencias.

Pero a veces se vuelven crónicas constituyendo lo que nosotros llamamos «desarreglo intervertebral menor»; este puede provocar una cierta irritación del nervio raquídeo correspondiente que excepcionalmente se traducirá en un dolor neurálgico; pero en general; como hemos señalado, por manifestaciones neurotróficas «celulo-teno-miálgicas» en su territorio de inervación. A estas manifestaciones, hay que añadirles la frecuente sensibilización del periostio inervado por el mismo nervio.

Es el caso que nos ocupa, en el que el pubis está inervado por una rama nacida del nervio abdomino-genital (D12, L1). El periostio sensible a la palpación (en comparación con el lado opuesto) se volverá francamente doloroso durante las tracciones considerables que ejercerán los adductores solicitados al máximo durante el chut, los movimientos de segado del judo, o en la danza. El dolor se percibe entonces como una tendinitis de los adductores.

Con el tiempo se vuelven también ellos mismos igualmente dolorosos. En otros casos el dolor se percibe como una pubalgia aislada y a veces como un dolor de inserción de los rectos abdominales.

Tratamiento

- El tratamiento es vertebral. La manipulación, si es posible según las reglas que hemos establecido, es la que proporciona los efectos más rápidos y constantes.- La infiltración de la interapofisaria dorsolumbar sensible al examen (generalmente del mismo lado que la pubalgia) puede reemplazar (a veces) y a menudo completar la acción de la manipulación.- La infiltración de la rama anterior de D12 o L1 ha sido útil en los casos en los que la manipulación no se podía usar.- El tratamiento local (fisioterapia, infiltraciones) puede ser interesante para eliminar completamente un dolor residual muy atenuado tras el tratamiento vertebral

En esta imagen , podemos ver:

A) Distribución esquemática de los nervios raquídeos T12 y L11. Rama anterior 2. Rama posterior 3. Rama lateral perforante cutánea

B) Los dolores proyectados a partir de la charnela dorso-lumbar ocupan el territorio cutáneo de estos nervios, asiento de una celulalgia refleja.

Pero estos dolores se perciben como dolores profundos.

1. Lumbalgia (rama posterior).2. Dolor pseudovisceral y de la ingle (rama anterior).3. Dolor pseudotrocantéreo (rama perforante).

El origen habitual es un desarreglo intervertebral menor de un segmento de la charnela dorso lumbar.

Biomecánica

La charnela dorso lumbar tiene características biomecánicas particulares. Transición entre la columna lumbar en la que el movimiento de rotación es casi inexistente y la columna dorsal en la que este movimiento de rotación es libre.

Esencialmente, ello es debido a la orientación de las articulaciones interapofisarias. Orientadas en el plano frontal en el raquis dorsal. Por el contrario, orientadas en el plano sagital en el raquis lumbar. Esta disposición debería permitir que el raquis dorsal tuviera una movilidad particularmente libre, sobretodo en rotación, si las costillas no estorbaran. Por contra, el movimiento de rotación es prácticamente nulo en el raquis lumbar, salvo cuando está en ligera flexión. Esta rotación es del todo imposible cuando el raquis lumbar está en extensión.

Anatómica y fisiológicamente, T12 es una vértebra intermedia, transicional, en el hombre y en la mayor parte de los cuadrúpedos. Puede ser T11 en algunos individuos. Esta vértebra transicional separa el segmento Cervicodorsal del segmento lumbosacro.

Las articulaciones superiores de T12 tienen la forma de las de las vértebras dorsales y las inferiores la de las vértebras lumbares. Hay pues una cierta ruptura de la armonía del movimiento que favorece las presiones padecidas en esta región. De alguna manera T12 es una vértebra charnela a través de la que se efectúan los cambios de posición en inflexión lateral, en flexión y en extensión, de dos segmentos vertebrales.

Orientación de las articulaciones posteriores (A.P.) dorsales y lumbares.

En esta imagen podemos ver como la orientación es:

- frontal para el raquis dorsal bloqueando la rotación- sagital para el raquis lumbar lo que bloquea la rotaciónT12 es transicional, dorsal para sus A.P. superiores, lumbar para las inferiores.

Sabemos que T11, T12, y L1 son asiento de fracturas-aplastamiento en caso de traumatismo, con una particular frecuencia. Cuanto menos, hay que remarcar, que esta zona de la charnela dorsolumbar, sometida a esfuerzos considerables, presenta pocas lesiones degenerativas, al contrario que la charnela lumbosacra.

Los nervios raquídeos T12 et L1 emergen del raquis a nivel de la charnela dorsolumbar. Estos dos nervios tienen trayectos similares, como se puede ver en la portada.

Territorios cutáneos inervados por T12 et L1. Estos dos nervios tienen una distribución comparable:

- 1 territorio de la rama posterior- 2 territorio de la rama anterior- 3 territorio de la rama lateral cutánea originado de la rama anterior.

Publicado por Francisco Gilo en 09:35

Etiquetas: Cadera

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Pubalgia por tendinitis de adductores

La pubalgia es una molestia muy frecuente entre los futbolistas, corredores de distancia y jugadores de baloncesto, aunque también se observa en practicantes de la equitación.

La lesión es producto de la inflamación de los músculos adductores (ver imagen) del muslo en su inserción con el pubis. Este grupo muscular tiene un punto común de inserciones con músculos de la parte inferior del abdomen, y tienen por función la flexión de la cadera y levantar el muslo, ejercicio que se repite en los deportes arriba mencionados.

Las tendinitis de los adductores, inguinocruralgias y osteopatías de Pubis son una de las causas más frecuentes de dolor inguinal en el deportista, aunque no son las más frecuentes como antes se creía.

Su diagnóstico diferencial es el choque fémoro-acetabular, hoy por hoy reconocido como la causa de dolor en cadera y dolor inguinal más frecuente en el deportista. Es más, muchos casos de choque fémoro-acetabular cursan con retracción-acortamiento de los tendones abductores.

Los músculos adductores y músculos abdominales actúan como las astas de un molino cuyo eje será la sínfisis pubiana. Cualquier desequilibrio (desequilibrio muscular de los músculos antes mencionados, uso repetitivo de balones de fútbol mojados-pesados, cambios bruscos de entrenamiento, entrenamientos incorrectos,…) provocará una alteración de las fuerzas, un efecto de cizalla sobre la sínfisis pubiana y en consecuencia, una patología local que se traducirá en dolor e incapacidad funcional en el paciente.

La frecuencia del uso de los adductores suele provocar fatiga y por lo tanto sufrimiento, así como una predominancia en volumen con respecto a los músculos abdominales, lo que provoca un desequilibrio que constituye la principal causa de dolor en la zona del pubis, a este factor hay que añadir técnicas inadecuadas de pateo y ejercicios de estiramiento insuficientes.

Aparte del dolor en la parte baja del abdomen y en la región inguinal, el deportista reporta dificultad y dolor para los cambios de velocidad y dirección, al pateo potente o largo (cambios de juego), y en acciones comunes como el toser o al levantarse de la cama.

Los tres músculos adductores o aproximadores tiran, desde la cadera, del fémur de una pierna hacia adentro, cruzándola y acercándola a la otra, mientras que los abductores o separadores, alejan o separan el muslo de la línea media.

Si se corre cuesta arriba o subimos escaleras, los adductores trabajan para tirar del muslo cuando la pierna se mueve hacia delante, para conseguir una mayor economía en los movimientos. Por tanto, una excesiva repetición de la zancada forzada puede ocasionar gran sobrecarga de estos músculos

De hecho, suelen manifestar cierto grado de dureza por sobrecarga cuando nuestro apoyo podal o forma de correr no es el correcto. Sucede que, cuando hemos tenido alguna lesión o molestia en la pierna, intentamos pisar o correr variando la forma natural de carrera, de manera consciente o inconsciente. El resultado suele ser contractura de adductores que, si se mantiene varios días, puede conducir a molestias más graves que terminarán limitando nuestra zancada y ello hará que corramos incómodos.

Los adductores son músculos que necesitan ser «escuchados a tiempo». Con mínimas molestias en ellos tomaremos las medidas conservadoras oportunas, desde disminución del tiempo y distancia de nuestros rodajes, en terreno más bien blando, hasta el reposo de varios días si las molestias no ceden.

Por tanto entre LAS CAUSAS que pueden dar lugar a este tipo de patología, tenemos:

Factores intrínsecos.-

Acortamiento de los miembros inferiores

Displasia de cadera

Hiperlordosis lumbar

Espondilolisis

Deficiencias de la pared abdominal y/o el trayecto inguinal.

Factores extrínsecos

Calidad del terreno deportivo (terreno pesado y resbaladizo)

Agotamiento deportivo o sobreentrenamiento

Error en la programación del entrenamiento

Práctica de ciertos movimientos peligrosos

Para cualificar el grado de preparación física del individuo, se contemplan tres clases:

Buen acondicionamiento físico, con trabajo específico de la musculatura abdominal y ejercicios de estiramientos adecuados.

Mal acondicionamiento físico, el individuo entrena con regularidad, sin embargo es un entrenamiento mal dirigido en el que no se contempla la importancia de las cadenas musculares afectas ni se realizan estiramientos adecuados.

Nulo acondicionamiento físico, el individuo no entrena específicamente para la práctica deportiva. Se trata de un sujeto que practica deporte esporádicamente sin una rutina de entrenamiento a lo largo de la competición.

EL DIÁGNOSTICO es principalmente clínico, el corredor refiere el dolor en el pubis en relación con el deporte. A la exploración se desencadena dolor en la región inguinal a la aproximación de la pierna contra resistencia del examinador, el tendón del adductor mediano es doloroso a la palpación, e incluso el anillo inguinal puede presentarse doloroso y dilatado.

Existen otras pruebas diagnosticas que pueden confirmar la existencia de la lesión y orientarnos sobre su estado evolutivo y su tratamiento, no obstante serían secundarias, ya que para nosotros el diagnostico es puramente clínico. -Radiografía de pelvis anteroposterior en bipedestación en apoyo bipodal y unipodal, donde podríamos apreciar la inestabilidad pélvica, Radiografía lateral de pelvis y Radiografías lumbares anteroposterior y lateral, valorando posibles alteraciones estructurales que puedan contribuir a la lesión. Ecografía de la musculatura adductora, Gammagrafía, Resonancia Magnética Nuclear, y de más utilidad desde nuestro punto de vista es:

La Dinamometría Isocinética que nos permitirá evaluar los posibles desequilibrios musculares a nivel pélvico y realizar el trabajo de compensación como tratamiento y prevención de la pubalgia.

DIÁGNOSTICO DIFERENCIAL: Se deben descartar otras afecciones como apendicitis, hernias inguinales, desgarros musculares, osteopatía dinámica del pubis, trastornos renales, artrosis de cadera, o epifisitis isquiática por la similitud sintomatológica.

ESTIRAMIENTOS PARA LOS ADDUCTORES

En las siguientes páginas se pueden ver la diferencia entre abductores, técnicamente conocidos como pelvitrocantéreos, que se sitúan en profundidad en la parte posterior de la pelvis y, por dar un dato más, a menudo se ven involucrados en patologías asociadas con el nervio ciático:

El estiramiento de los abductores lo puedes ver aquí

Y los adductores, que son los que estamos estudiando, puedes verlos aquí y también con la ayuda de una cuerda . Por último, otro más, esta vez en el suelo

Aparte de los descritos en la página señalada, repetir y/o añadir los siguientes:

1- Este ejercicio se realiza con las nalgas apoyadas en la pared. Se colocan los codos sobre la parte interna de las rodillas y se empujan las piernas hacia el suelo. La espalda siempre tiene que estar recta.

2-En la misma postura inicial que el ejercicio anterior, se cogen los tobillos o pies y se empujan hacia las nalgas. Espirad e inclinaos hacia delante, con la espalda recta, intentando bajar el pecho hacia el suelo.

3- Tumbados boca arriba, con las rodillas flexionadas, mantened los talones y las plantas de los pies juntos mientras se dirigen hacia las nalgas. Espirad y separad las rodillas todo lo que podáis, manteniendo las plantas de los pies en contacto.

4- Con los pies «planos» sobre el suelo, separados unos 30 centímetros, y las puntas de los pies ligeramente giradas hacia afuera, colocad los codos en la parte interna de los muslos, espirad, y empujad las piernas hacia afuera con los codos.

5- Sentados sobre el suelo, con las piernas tan abiertas como podáis, dejad caer un brazo y elevad el otro por encima de la cabeza. Espirad, rotad el tronco y flexionadlo hacia adelante, inclinando su parte superior sobre la pierna correspondiente.

6- Sentados sobre el suelo, con las piernas tan abiertas como podáis, espirad, girad el tronco, y, lentamente, extendedlo sobre una pierna sujetando el pie correspondiente. Concentraos en mantener la zona lumbar y las piernas extendidas, y los talones contra el suelo.

NOTA: En todos estos estiramientos debe mantenerse la posición durante 20 o 30 segundos. Estos ejercicios, realizados antes y después de nuestros entrenamientos, pueden ayudarnos a prevenir problemas en los adductores.

Ojo al estirar estos músculos: El grado de concentración de la sesión de «stretching» debe ser máximo, pues una ligera tensión al sobreestirar puede realimentar todo el cuadro aumentando la gravedad de la lesión. Es muy aconsejable realizar, de forma analítica, la autoelongación sintiendo y localizando («aislando») la zona de ingle que nos ha venido molestando. Es más importante realizar bien los estiramientos un par de veces al día que hacerlos durante mucho tiempo o muchas veces.

EJERCICIOS:

Tumbados boca arriba, llevar lentamente el talón de la pierna lesionada (flexionada la rodilla) hacia el glúteo, haciendo varias paradas que aprovechamos para realizar el estiramiento indoloro y de, al menos, veinte segundos.

Sentados, en «posición de buda», intentar abrir ambas piernas con suavidad ante la ligera resistencia de los codos, luego centrarnos en la pierna afectada repitiendo la misma técnica sin que duela y sin «rebotes».

VIDEO SOBRE POTENCIACIÓN DE ADDUCTORES

Cuando se puedan realizar ejercicios isométricos sin dolor se trabajará presionando una pelota o balón (del tamaño del de balonmano) entre las rodillas y entre los pies, manteniendo diez o doce segundos, también sin dolor. Dichos ejercicios se pueden hacer utilizando gomas apretadas a tobillos o a rodillas, para crear cierta resistencia elástica.

La movilización articular de cadera y rodilla, en los arcos indoloros de flexión, extensión, rotaciones externa e interna, separación y aproximación, facilitarán la recuperación de los músculos adductores, integrándolos rápidamente en su cadena cinética adecuada .

Si las anteriores medidas no han sido suficientes, conviene consultar, sin tardar, a un médico deportivo que oriente el diagnóstico y aplique el tratamiento oportuno, que pasará por solucionar la inflamación y el dolor sin olvidar la corrección de las posibles causas de lesión.

El masaje terapéutico de los adductores consiste en un conjunto de complicadas maniobras que nada tienen que ver con los, por desgracia cada vez más habituales, masajes de descarga consistentes en «meter mucho los dedos» (dejando, a veces, marcados «moratones»). Si en alguna zona hay que ser exactos, en la localización manual palpada y en las técnicas de descongestión muscular, es en la ingle.

Las maniobras de decoaptación de ramas púbicas son necesarias si el bloque pélvico es el origen del síndrome de adductores.

La aplicación de vendajes funcionales en ingle exige, igualmente, un exquisito conocimiento no sólo de la localización de los músculos, también es preciso conocer con exactitud el discurrir de los vasos y nervios inguinales.

El uso de antiinflamatorios se reduce a los tres primeros días del cuadro agudo, luego baja mucho su eficacia. Se desaconseja el uso de relajantes musculares, siendo más convenientes los defatigantes musculares de tipo homeopático como «Rendimax»

Las infiltraciones locales de anestésicos y antiinflamatorios esteroideos pueden ser un tratamiento excesivo para lo poco que pueden resolver a largo plazo. Si bien es cierto que a corto plazo reducen los síntomas mejorando el cuadro, los efectos secundarios, a la larga, no son desdeñables.

El éxito o fracaso del tratamiento dependerá en gran medida de dos factores:

El correcto diagnóstico del origen de la patología. La correcta combinación de técnicas según sea pubalgia crónica o aguda.

No obstante, no hay que perder de vista que se trata una enfermedad que a menudo presenta recidiva (del orden del 25% de los casos) debido fundamentalmente a que el deportista no abandona la actividad de riesgo, y a que el grupo muscular afectado se ve comprometido en numerosas situaciones cotidianas, por ejemplo, simplemente por bajarse del coche

trata de una patología articular crónica, dolorosa, caracterizada por lesiones del cartílago y del hueso. El cartílago se fisura, se erosiona, se ulcera y desaparece progresivamente. El hueso queda al descubierto y se deforma. El cartílago ya no puede cumplir su papel de amortiguador, por lo que aumentan las presiones transmitidas al hueso. El tejido óseo se hace más denso, más duro, se esclerosa a la altura de las zonas de presión situadas por debajo del tejido erosionado y así se produce la formación de geodas (cavidades llenas de líquido sinovial o de tejido fibroso). Lateralmente aparecen unas protuberancias óseas, los osteofitos. Estas lesiones ósteo-cartilaginosas son definitivas.

Cuando un corredor se queja de dolor en la cadera, debemos seguir una de las reglas de oro de la exploración del aparato locomotor, y examinar: “la articulación que está por encima" (la columna lumbar), y la “articulación que está por debajo" (la rodilla), así como la cadera.Muchas enfermedades de la cadera se presentan con dolor en la ingle. De hecho, cuando un corredor refiere dolor inguinal, la primera cosa en que uno debe pensar es que ese dolor tiene su origen en la cadera.

Preguntas y respuestas a las incógnitas del corredor:¿Cuál es la patología más común que provoca dolor lateral en la cadera?- La Bursitis Trocantérea¿Cuál es la causa más probable de dolor posterior en la cadera o en la nalga?- Irradiación de dolor lumbar¿Cuál es un buen test de screening para ayudar a determinar si un paciente tiene o no patología en la cadera?- La valoración de la rotación interna y externa de la cadera (ver imagen)

- Un método alternativo, que supone una movilización mayor de la cadera, pero también de la rodilla, es flexionar la cadera y rodilla 90º, y entonces rotar la cadera interna y externamente. Esto puede hacerse con el paciente tendido, o sentado con las piernas colgando del borde de la mesa de exploración. (ver imagen)

¿Qué patologías de cadera pueden pasar desapercibidas con la técnica descrita?

- Bursitis trocantérica (en algunos casos)- Bursitis iliopectínea- Tendinitis del iliopsoas- Distensión de adductores- Fracturas de stress del cuello femoral o de la pelvisLa rotación interna y externa de la cadera, debería causar dolor si el paciente tiene una afección de la cadera localizada dentro de la cápsula articular. De hecho, todos los movimientos de la cadera deberían provocar dolor si la lesión es intracapsular (ej. Artritis,

artrosis y fractura del cuello femoral). Por otro lado, en caso de patología extraarticular el dolor sólo aparece cuando el movimiento estira la estructura afecta. Ejemplos de esto son la aducción resistida para la distensión de adductores, o la flexión contra resistencia en la tendinitis del iliopsoas

Un paciente con coxartrosis que camina con una sacudida lateral, hace esto no porque tenga una función inadecuada de sus abductores, sino para disminuir la presión aplicada a la cadera durante la fase de apoyo.Durante la fase de apoyo, la cadera debe soportar no sólo el peso del tronco y la cabeza, sino además la presión aplicada a la articulación por la contracción del los abductores de la cadera ipsilaterales. Cuando estos abductores se contraen, evitan que caiga el lado contralateral de la pelvis, pero además aplican una fuerza compresiva significativa a través de la articulación. En caso de artrosis, esto puede ser doloroso.

Una forma de disminuir la fuerza compresiva de los abductores es trasladar el centro de gravedad del tronco y la cabeza directamente sobre la cadera. La articulación tendrá entonces que soportar el peso de la parte superior del cuerpo, pero existirá relativamente poca fuerza compresiva adicional.

Esta es, entonces, la fisiopatología de la marcha con sacudida lateral de la osteoartrosis de cadera. Se diferencia de la marcha de Trendelenburg genuina en que la pelvis no cae, como en los casos de debilidad de abductores, sino que se eleva en mayor grado de lo que ocurre en la marcha normal.Por supuesto, en muchos pacientes con artrosis de cadera, la enfermedad es bilateral. Entonces pueden presentar una sacudida lateral en ambos lados.

La articulación de la cadera es del tipo enartrosis , de mucha amplitud y con diversos movimientos, ya que se efectúan en los tres planos. Junto con el hombro, la cadera es la articulación de mayor movilidad. Está reforzada por ligamentos, músculos y tendones y juega un papel fundamental ya que no sólo resulta esencial para andar, correr, saltar sino que también soporta el peso de nuestro cuerpo. Cuando, por defectos de alineación de la articulación, estas tensiones no se reparten uniformemente y hay zonas o puntos de la cabeza femoral que soportan un exceso de carga, se dan las condiciones para que aparezcan procesos degenerativos como la artrosis, que en el caso de la cadera se denomina coxartrosis.

Cualquier mala alineación del esqueleto puede originar zonas de presión excesiva, con roturas inicialmente microscópicas del cartílago articular que posteriormente generan la aparición de la artrosis.

En la artrosis de cadera (o coxartrosis), se deben observar los siguientes síntomas: El más relevante es el dolor de tipo mecánico (dolor que se produce al moverse y tras el reposo prolongado al iniciar el movimiento), localizado en la ingle, y que se irradia a la cara anterior del muslo hasta la rodilla. A veces presenta una localización diferente, con dolor en la región glútea, cara posterior o interna del muslo.

El ejercicio programado y adecuado ayuda a mantener la movilidad de la articulación, mantiene la flexibilidad, potencia la musculatura y contribuye a estabilizar la articulación.

La articulación de la cadera, como otras articulaciones, tiene dos caras articulares. Por un lado la cabeza del fémur, redonda y cubierta de cartílago, y por otro la cavidad cotiloidea, de la pelvis, donde la cabeza del fémur encaja perfectamente. La cadera es una articulación de mucha movilidad y por ello está muy bien estabilizada por el encaje de la cabeza femoral en la cavidad cotiloidea. Además, un ligamento que une las superficies articulares refuerza la unión. Se puede considerar, por tanto, como una articulación sólida en el adulto normalmente desarrollado.En casi dos tercios de los casos de artrosis de cadera, ésta es secundaria, es decir, hay otra lesión que explica que se desarrolle esa artrosis de cadera. Por ello, se denominan coxartrosis secundarias.

Las principales causas que pueden predisponer a una artrosis de cadera son: luxación congénita de cadera, enfermedad de Perthes, diferencia de longitud entre las extremidades inferiores, desviaciones de columna (escoliosis), mala alineación de las rodillas (genu varo), hiperlaxitud ligamentaria y anomalías de crecimiento de los huesos, alteraciones anatómicas que conviene diagnosticar precozmente y corregir para evitar que en el futuro se desarrollen artrosis.

En cuanto a las artrosis primarias, en las que no hay ningún factor patogénico local ni general, son varios los factores de riesgo que parecen asociarse a la aparición de artrosis: deportes que sobrecargan la articulación, factores ocupacionales que ocasionan microtraumatismos de repetición, la obesidad, los traumatismos, los procesos inflamatorios de la articulación, los defectos de vascularización de la cabeza del fémur, los defectos de alineamiento de las extremidades inferiores

Movilidad articular: El corredor refiere habitualmente que presenta rigidez al iniciar la marcha, que cede con el movimiento, como si la cadera "entrara en calor", venciendo la contractura muscular.

También puede referir dificultad para cortarse las uñas de los pies, ponerse medias o calcetines, entrar a la bañera o ducha, subirse al autobús, poner una pierna sobre la otra, subir o bajar escalas, etc. Pero muchas veces, si no hay dolor, el corredor no se da cuenta de la limitación de movimiento, sobre todo si éste es inicial.

Cuando la rigidez es mayor, se produce una secuencia en la limitación de la movilidad; primero se afecta la rotación externa e interna, luego la abducción. La flexión es lo último que se afecta. Casi nunca desaparece.

La alteración de la movilidad lleva a posiciones viciosas de la cadera, las más frecuentes son las actitudes en flexoaducción y en rotación externa. Menos frecuente es observar abducción o rotación interna.

Cuando la actitud es en flexoaducción se produce un acortamiento relativo de la extremidad comprometida, ya que para mantener la posibilidad de marcha, el paciente debe inclinar la pelvis levantándola de ese lado, lo que da el acortamiento relativo. Si se pone la pelvis horizontal (con las crestas iliacas a la misma altura), la extremidad afectada quedará sobre la sana cruzándola.

Cuando en vez de adducción (aproximación del muslo) se observa abducción (separación) viciosa, se produce un alargamiento aparente de la extremidad, pero esta situación es muy poco frecuente.

Otros síntomas y signos son crujido articular, falta de fuerza, inestabilidad subjetiva y disminución franca de la capacidad de marcha, que se va incrementando a medida que avanza el proceso artrósico.

Claudicación: Esta empieza siendo leve y casi inaparente, hasta hacerse muy ostensible al aumentar el dolor, por la atrofia de la musculatura abductora, especialmente el músculo glúteo medio y el acortamiento aparente y por la mayor rigidez en flexoaducción de la cadera.

Cuando la artrosis es de instalación lenta y poco dolorosa, los corredores consultan tardíamente, adaptándose a sus limitaciones de falta de flexibilidad, dolor y carrera, a veces claudicante. Muchas veces se atribuyen estos dolores a "reumatismos", que ceden con antiinflamatorios.

En la artrosis, la radiografía simple sigue siendo el examen más importante y útil. No es necesario en la casi totalidad de los casos el uso de otros medios radiográficos para el diagnóstico y el tratamiento.

El hecho más relevante es el compromiso del cartílago articular, por lo tanto, también del espacio articular. Se produce precozmente adelgazamiento del cartílago, lo que lo hace diferente del espacio articular de la cadera contralateral.

A medida que se avanza en el proceso degenerativo, van apareciendo signos más evidentes de la artrosis, que podemos dividir en tres grupos.

Alteración de la forma: La cabeza se deforma levemente, se alarga, se aplasta ligeramente y sobresale del borde del cotilo, o se puede profundizar en él. Empieza a aparecer osteofitos en los bordes del cotilo y de la cabeza femoral.

Alteraciones de la estructura: se produce esclerosis subcondral, que en la radiografía aparece como una línea nítida más blanca (mayor densidad ósea), en la zona de mayor presión y zonas hipodensas llamadas geodas, tanto en el cotilo como en la cabeza femoral.Esta alteración estructural produce, a nivel de la cabeza y del cuello, una distorsión de la arquitectura de las trabéculas óseas.

Alteraciones de la relación entre los componentes de la cadera

En la artrosis primaria se puede producir pérdida de la normal articularidad por protrusión acetabular, o por lateralización y ascenso de la cabeza. Esto se produce por la diferente forma y lugar donde crecen los osteofitos.

En la artrosis secundaria puede haber una pérdida parcial o total de la relación cefalocotiloidea, a lo que se agregan los fenómenos artrósicos ya mencionados. Con frecuencia, se observa esta situación en la artrosis, secundaria a subluxación de cadera, en personas de la cuarta década de la vida.

Una clasificación muy importante, conocida y utilizada en la actualidad, es la que considera la ubicación predominante de los osteofitos y la estrechez del cartílago articular. De acuerdo a estos parámetros, la artrosis de cadera se divide en:

Artrosis superoexterna. Es el grupo más frecuente. Se observa pinzamiento del espacio articular en la parte superoexterna del acetábulo con geodas a ese nivel y osteofitos.

Concéntrica. Se observa una disminución de todo el espacio articular. La cabeza sigue siendo esférica. Hay eburnización en la parte superior, que es la zona de mayor carga.

Interna. Hay pérdida de cartílago y, por lo tanto, disminución del espacio articular en su parte interna, manteniéndose la parte superior del cartílago o, incluso, aumentando el espacio articular a este nivel. Los osteofitos son escasos y la cabeza puede protruirse en el cotilo.

Inferointerna. Es poco frecuente. Se observa desaparición del cartílago a ese nivel.

TRATAMIENTO DE LA ARTROSIS DE CADERA

En las etapas iniciales de la artrosis, en que predomina el dolor, puede tratarse con medidas conservadoras: antiinflamatorios no esteroideos, calor local, ejercicios adicionados, entre otras.Al tratamiento médico se puede agregar tratamiento fisiátrico y kinésico, en términos de calor profundo (ultrasonido) y ejercicios que tiendan a mantener la musculatura y el rango de movilidad lo más normal posible, evitando las posiciones viciosas. No hay que realizar ejercicios violentos que aumenten el dolor.Deberemos vigilar también nuestro peso, ya que la obesidad sobrecarga nuestra débil cadera. Pedalear en una bici o en un aparato fijo doméstico o de gimnasio constituye un buen ejercicio: mantiene la movilidad y fortalece los músculos. Ahora bien, habremos de hacerlo sin pedalear con mucha fuerza. Lo mejor para la cadera es moverse a menudo, y evitar “sentadas” de muchas horas, por ejemplo ante el televisor; nos costará mucho volver a levantarnos. Los ejercicios fortalecedores de los músculos (Tabla C) hay que hacerlos al menos tres veces a la semana. También debemos relajar los músculos y potenciar su flexibilidad y movilidad, con los ejercicios de la Tabla A.

Tratamiento quirúrgico: Cuando ya se ha sobrepasado la posibilidad médica del tratamiento, que puede ser muy corto o muy prolongado, queda el recurso quirúrgico

Dependiendo de cada paciente, se utilizan diferentes procedimientos quirúrgicos, en ello influye la edad, el tipo de artrosis, la causa y la gravedad de la artrosis.

Las osteotomías que se realizan más frecuentemente son las intertrocantéricas que pueden ser en varo o valgo. Su objetivo inmediato es cambiar la zona de carga de la cabeza femoral, donde existe daño del cartílago articular, y así colocar en la zona de mayor presión al cartílago sano. Otro objetivo es centrar la cabeza femoral cuando hay incongruencia cefalocotiloídea, susceptible de mejorar.

En la osteotomía valguizante no sólo se puede valguizar, sino también extender el cuello femoral, con lo que se logra la llamada "osteotomía valgo-extensora", que coloca la zona de carga en cartílago sano de la parte interna anterior de la cabeza. Esto se logra resecando una cuña a nivel intertrocantéreo de base externa y posterior.Esta osteotomía, además, por tracción capsular, provoca crecimiento de los osteofitos superiores, que tienden a cubrir la cabeza femoral después de algunos años de operado. Con ello se aumenta la superficie de carga.

La osteotomía varizante tiene el mismo objetivo que la anterior, es decir, cambia la zona de carga de la cabeza sacándola de su posición ¿normal?. Tiene el gran inconveniente que acorta el miembro operado, produciendo o agravando la claudicación.

¿Enfermedades que producen dolor en la cadera? (dolor inguinal o dolor en la cara interna del muslo)

Muchas enfermedades de la cadera se presentan con dolor en la ingle. De hecho, cuando un paciente refiere dolor inguinal, la primera cosa en que uno debe pensar es que ese dolor tiene su origen en la cadera. Algunas de las causas de dolor anterior en la cadera de origen en el aparato locomotor son, al margen de las fracturas y de las artritis sépticas de la cadera, tenemos en el deportista: Distensión de adductores, Tendinitis del psoas-ilíaco y Bursitis iliopectínea.

La Pelvis resulta importantísima porque recibe y soporta el peso de la columna vertebral y de toda la parte superior (tórax) y conecta con las piernas transfiriendo el peso a tierra.

Conviene hacer un diagnóstico diferencial del dolor que estamos comentando con otra patología, frecuente en el deportista.

La periartritis de la cadera también origina síntomas que pueden equivocarse con la artrosis. La inflamación de las partes blandas que rodean a la articulación, músculos, tendones y sobre todo las bolsas serosas que aseguran un buen deslizamiento de tendones y músculos, origina dolor en la cara externa de la nalga y muslo.

Por todo lo expuesto, cuando la cadera duele, o se presenta dolor en la nalga, en la cara externa del muslo o en zonas próximas, debemos identificar la afección para que se pueda dar con el tratamiento más adecuado.En el corredor, parte de las molestias en la ingle están relacionadas con lo que se llama PUBALGIA (dolor en el pubis) por tensión de los adductores y que en breve viene a ser lo siguiente:

Dolores en la región de la ingle y el pubis, que surgen en especial al hacer un esfuerzo durante una caminata o en una carrera.

Se suele dar: Personas que practican deportes de manera intensiva (maratón, etc)

¿Por qué duele?: La articulación de la sínfisis del pubis (región ósea situada en medio y delante de la pelvis) y los músculos de esta zona sometidos a excesivos tirones, son foco de una inflamación. Las estructuras afectadas pertenecen a 4 grupos distintos: los músculos abdominales, los aductores (músculos que mueven el muslo hacia el interior), los músculos que se insertan en el pubis y la sínfisis del pubis propiamente.

¿Qué se puede hacer?: El reposo es indispensable. Toma analgésicos comunes y antiinflamatorios (bajo prescripción médica).

Al finalizar el reposo es necesaria la rehabilitación: masajes de estiramiento, reforzamiento de los músculos abdominales, trabajo de los músculos aductores y luego recuperación de la carrera en banda móvil, trabajo de los abdominales en torsión y recuperación muy paulatina del entrenamiento.

Cirugía: En caso de pubalgia persistente durante varios meses, debe pensarse en la cirugía, que consiste en volver a tensar los músculos grandes del abdomen y a destensar los aductores. La rehabilitación postoperatoria debe llevarse a cabo con tesón.

¿Se puede prevenir? : Evita los errores de entrenamiento (ritmo, frecuencia, intensidad y progresión). Haz siempre un buen calentamiento antes de practicar ejercicio. Bebe líquidos y come lo suficiente antes de iniciar cualquier tipo de competición.

Unos Estiramientos

Estos videos nos ofrecen como evaluar y rehabilitar las lesiones comunes del flexor de la cadera a través de estiramientos para dejarlos aptos en futuras participaciones atléticas:

- Video 1: Estiramiento

- Video 2: Evaluación

- Video 3: Estiramiento para cadera y rodilla

- Video 4: Ejercicio para el flexor de la cadera

-Video 5: Ejercicio para tu cadera

Publicado por Francisco Gilo en 13:51