Poderes Locales, Nacion y Globalizacion

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libro de economia poltica

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  • PODERES LOCALES, NACINY GLOBALIZACIN

    Historia de teorasy debate CoNteMPorNeo

    Ral Gonzlez Meyer

  • ndice

    Presentacin .................................................................................................... 7

    PRIMERA PARTEAGENTES Y TERRITORIOS LOCALES. INVENTARIO HISTRICO DE APROXIMACIONES .......................................................... 15

    Enfoque desde la geografa fsica .............................................................. 17

    Patriarcado y oligarqua local ..................................................................... 19

    Los hombres de negocios de la localidad ................................................. 23

    La elite nacional ............................................................................................ 29

    Los agentes transnacionales ....................................................................... 35

    La comunidad local...................................................................................... 38

    La idea del notable local y el poder perifrico ......................................... 42

    Elites locales diversas y poder policntrico .............................................. 45

    Las clases sociales locales ............................................................................ 48

    Los agentes econmicos optimizadores.................................................... 52

    SEGUNDA PARTEEL DEBATE SOBRE LO LOCAL EN LOS TIEMPOS DE LA GLOBALIZACIN ............................................................................. 57

    Introduccin .................................................................................................. 59

    1. Los agentes protagonistas de la globalizacin ..................................... 63

    Otros sujetos de la globalizacin ........................................................ 67

    El rol del Estado .................................................................................... 69

    La institucionalidad internacional ..................................................... 741.1. La determinacin de lo local desde las acciones globales .. 761.2. Globalizacin, desarticulaciones y dualismos ..................... 83

    2. Algunos agentes locales en la literatura de los ltimos decenios ..... 91

    2.1. El enfoque sobre el protagonismo de los agentes empresariales pequeos y medianos. ................................... 95

    Pequeo y mediano empresariado local y la idea del distrito industrial .................................................................. 96

    Sistemas locales de empresas y globalizacin ........................... 103 La construccin de sistemas locales de empresas ...................... 107 Los agentes locales en procesos histricos de acumulacin ...... 109

    1a edicin, 2007

    Poderes locales, nacin y globalizacinRal Gonzlez Meyer

    Registro de propiedad intelectual N XXXXXISBN: XXXXXXXXX

    De esta edicin: Universidad Academia de Humanismo Cristiano Direccin: Condell 343, Providencia, Santiago de Chile. Telfono: 787 8000 Ral Gonzlez Meyer

    Comit de publicaciones de la Universidad Academiade Humanismo Cristiano:Jens Alid N.Ximena Duarte M.Luis Osandn M.Luis Rivera C.

    Diseo de la coleccin: Andrea Goic

    Imagen portada: Marcel Duchamp, Discos bearing espirales, 1923, tinta, pintura blanca y lpiz en siete discos de papel blanco, montados en un disco de papel adjunto a un pizarrn de 108,2 x 108,2 cms., Museo de arte de Seatle.

    Correccin de textos:

    Impresin: Salesianos Impresores S.A.

    Prohibida la reproduccin total o parcial de este texto por cualquier medio. Derechos reservados, conforme a la ley.

  • Presentacin1

    Agentes y Produccin de lAs reAlidAdes locAles

    Este libro expone un amplio grupo de teoras o aproximacio-nes presentes, especialmente en la historia del siglo XX, acerca de cules son los agentes que producen los territorios o realida-des locales. Es decir, teoras que han destacado con cierto grado de generalidad a determinados agentes y tipos de interacciones entre ellos, como explicativos de las dinmicas de los espacios lo-cales en general o de algunos de sus tipos de expresiones. Dentro de ello, se consagra un captulo especfico a las interpretaciones

    sobre lo que ocurre en y con los espacios locales en los tiempos ltimos de la globalizacin.

    Adicionalmente y sobre la base de las teoras y de los agentes aparecidos en la exploracin sealada, se realiza en la parte fi-nal del texto una reflexin acerca del conjunto de teoras, la cual

    combina dos propsitos:Uno, de tipo analtico orientado a destacar y reflexionar acer-

    ca de los tipos de agentes y relaciones entre ellos expuestos por las teoras revisadas. Otro, de carcter ms normativo, que re-laciona lo anterior con las implicancias que puedan inferirse en funcin de desarrollar procesos locales de carcter endgeno. Es decir, procesos o dinmicas locales con importante protagonis-mo de los agentes para los cuales esas localidades constituyen su medio de vida y de trabajo2.

    2.2. Enfoques desde los agentes y prcticas populares ........... 111

    El carcter de las prcticas populares locales ........................... 113

    Identidades locales populares .................................................... 117

    Las tensiones y ambivalencias en la lgica de lo popular ..... 120

    Experiencias populares y relacin con el estado ....................... 125

    Grupos populares y otras expresiones locales ........................... 128

    2.3. Las expresiones tnicas ......................................................... 130

    Expresiones tnicas, causas y espacialidad del fenmeno ......... 131

    Algunos sentidos de la accin ................................................... 133

    Movimientos tnicos, modernizacin y descentralizacin ........ 137

    2.4. Las instituciones estatales locales ........................................ 139

    El mayor peso de los municipios ............................................... 140

    Alcaldes y funcionarios locales ................................................. 145

    El debate sobre el alcance de los cambios .................................. 150

    TERCERA PARTE

    REFLEXIN POLTICA SOBRE AGENTES, TERRITORIOS Y DESARROLLO

    ENDGENO .................................................................................................... 155

    Introduccin ................................................................................................ 157

    1. La naturaleza de las relaciones socio-polticas intralocales ........... 161

    2. El peso de los agentes y los estados nacionales ............................... 169

    3. Los agentes globales y la estructuracin de lo local ....................... 181

    4. El lugar de las asociaciones de base y prcticas populares en el poder local ................................................................................... 192

    Notas finales................................................................................................ 201

    Bibliografa .................................................................................................. 2091 Agradezco comentarios de C. de Mattos, J. P. Peemans, B. Dcleve, M. Quvit, J.

    Bengoa, J. Cavada, O. Figueroa y especialmente de F. Debuyst.2 El desarrollo endgeno en la escala local no debe ser entendido en desconexin con

    el exterior de la localidad. En este sentido, se separa de las nociones de autosufi-ciencia o de autarqua locales. Ms bien se plantea que este tipo de desarrollo es el resultado de un importante impulso y protagonismo desde dentro del espacio local, aun cuando sea necesario actuar desde otros niveles de la sociedad para producirlo e interactuar con otras realidades locales. Como veremos, el que este desarrollo end-geno sea democrtico y socialmente inclusivo no es una consecuencia espontnea. Conceptualmente no debe ser confundido con la nocin de crecimiento endgeno, el que se refiere principalmente a internalizar, como parte de una estrategia de desa-rrollo, la formacin de capital humano en la sociedad, en tanto pilar de su invencin y absorcin tecnolgica, entendidos como base, a la vez, del crecimiento econmico.

  • 8 Poderes locales, nacin y globalizacin. Historias de teoras y debate contemporneo Ral Gonzlez Meyer Presentacin 9

    Los territorios o realidades locales, son entendidos como es-calas de carcter subnacional. Son asociables, por lo tanto, a espa-cios regionales y menores y pueden tener expresiones diversas, como una localidad rural, una provincia, una ciudad intermedia, un rea metropolitana o una zona dentro de esta ltima. En este sentido, entonces, para la exploracin acerca de las teoras se en-tendi que lo local se constituye como concepto y realidad en relacin y oposicin a la escala nacional y mundial y que puede representar, a su vez, diferentes magnitudes y realidades socia-les, como las antes sealadas. Algunas de estas sern de carcter ms macro-locales y otras ms micro-locales.

    El reconocimiento y caracterizacin de una teora o enfoque es-pecfico sobre la produccin de lo local ser principalmente reali-zado desde el ngulo de los tipos de agentes que son destacados.

    Es importante resaltar que tales explicaciones sobre los agen-tes productores de las realidades locales pueden serlo no slo de manera expresa, sino tambin ser deducidas o extradas de enfoques generales existentes sobre la forma en que se estructura la sociedad, en los cuales estn implcitas aquellas explicaciones. Lo importante, para efectos de nuestro inters, es que puedan ser ledas en trminos de cules son aquellos agentes y la manera en que inciden en la dinmica local.

    Construir un inventario de los enfoques que han existido so-bre cules son los agentes que producen las realidades locales debe sustentarse en una afirmacin de base acerca de que los

    territorios a esa escala deben ser principalmente comprendidos como la resultante de las acciones y orientaciones de diversos agentes. Son stos los que reproducen y/o transforman la reali-dad local y la hacen una produccin social.

    Los territorios locales, en tanto realidad social, no son algo dado o esttico sino el producto complejo de relaciones sociales y el reflejo de tensiones y de compromisos (Mazares, 1978: 235).

    En este sentido, las realidades locales deben ser entendidas como una escala en que existe lo social (Arocena, 1986:17).

    El fundamento de una proposicin como la sealada radica en la existencia de un fuerte desbalance durante las ltimas dos o tres dcadas entre el desarrollo de planteamientos normativos a veces bajo la forma de simple retrica acerca de las bondades o

    potencialidades de la poltica local o descentralizada y una cierta pobreza terica para aprehender las realidades locales.

    En efecto, en Chile, como en otros pases, los espacios loca-les han sido notoriamente valorizados en los discursos pblicos internacionales y nacionales como potenciales aportes a las so-ciedades en varios rdenes de materias: en la poltica social ya sea en funcin de focalizacin o de su carcter ms participativo y pertinente; en cuanto a la Democracia, en funcin de asegurar componentes ms directos de ingerencia de las personas en las decisiones; en funcin de estilos de vida ms comunitarios y so-lidarios; en la bsqueda de nuevas vas para promover la gene-racin de riqueza y de empleo; en cuanto a una mayor eficiencia

    organizacional de los Estados, empresas y de la sociedad civil, con base en una mayor descentralizacin y desconcentracin o en funcin de la diversidad cultural y ecolgica3.

    Ello se ha expresado en una significativa elaboracin norma-tiva acerca de lo que deberan hacer distintos agentes de la socie-dad y de los cambios institucionales necesarios para concretar aquellas potencialidades de activacin local4. Dicha literatura, a travs de orientaciones generales o ms acotadas, fundamenta y promueve renovados roles para los Municipios organizaciones sociales territoriales, niveles desconcentrados del Estado, em-presariados locales organismos No Gubernamentales, Universi-dades regionales. En sntesis, agentes estatales, instituciones no gubernamentales organizaciones sociales y empresarios. Des-centralizacin, desarrollo local, focalizacin social y otros, han traducido lo anterior en nociones movilizadoras y referenciales para el quehacer.

    3 Estas valorizaciones tienen caractersticas ya sea ms pragmticas e instrumentales o ya sea ms utpicas; ya sea ms centradas en el Estado o ya sea en la sociedad civil o en los agentes productivos y pueden, alternativamente, ser provenientes de los cam-pos de la administracin, la economa, la cultura o la poltica. (Gonzlez, 1995:72).

    4 Ello ha sido tambin objeto de contestaciones crticas tanto en trminos de si aquello es efectivamente una alternativa positiva para la sociedad, como en el plano de las limitaciones o escollos para los avances reales de dichas orientaciones. (Gonzlez, 1995:82).

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    En contraste con lo recin descrito, como se sealaba ante-riormente, son relativamente menores los esfuerzos intelectuales por entender cmo se producen, estructuran o cambian las reali-dades locales. Adolecemos de tradiciones disciplinarias y de tra-bajos transdiciplinarios que aborden lo local con una pretensin analtica, traspasando los relatos descriptivos. No contamos con un patrimonio importante de conceptos y teoras que nos ayu-den a caracterizar los procesos que all ocurren y, en particular, que indiquen cules son los actores principales que dan movi-miento a la vida local. En trminos sintticos podemos afirmar

    que sabemos poco de cmo los agentes reproducen y alteran las sociedades locales.5

    Aunque en otro contexto histrico, la emergencia en los aos 60 en Chile y en Amrica Latina, de la cuestin regional en los debates sobre desarrollo, tampoco se tradujo en un esfuer-zo por entender las sociedades locales, a la vez que se elabora-ban indicadores, mapas de sus carencias y catastros de recursos. Tanto las problemticas de la no integracin de ciertas reas al desarrollo, de la desigualdad de las dinmicas regionales, como del surgimiento ya en ese entonces de las voces crticas a una concentracin excesiva de la poblacin en la capital, llevaron a poner en tela de juicio la dinmica de desarrollo nacional y fun-damentaron la necesidad de polticas estatales centrales para un desarrollo regional equilibrado. (De Mattos, 1985)

    En ese perodo, as como en los decenios recientes, este obje-tivo de desarrollo equilibrado llev a una importante construc-cin normativa y de propuestas de polticas. Sin embargo, fueron tambin menores los esfuerzos de explorar en trminos ms fi-nos cmo se reproducan las sociedades locales. Algo interesante es que este dficit, posteriormente, fue evaluado como una de-bilidad de la poltica y el pensamiento regionales, en el marco de un balance sobre su recorrido por Amrica Latina, (Boisier,

    1990:35), aunque sin transformarlo en un punto terico-prctico

    de primera importancia en las elaboraciones posteriores. Dicho dficit fue caracterizado como la falta de una economa poltica

    de lo regional, lo que haca ver cierta enajenacin de parte del pensamiento regional respecto de los actores e intereses consti-tuyentes de dicho espacio.

    Una aproximacin, un tanto impresionista, a algunas de las disciplinas representativas del mbito universitario durante los ltimos decenios parece ir en el mismo sentido. La compren-sin de las realidades locales parece haber sido una materia especfica de inters slo para la Antropologa, ms bien centra-da en comunidades tnicamente especficas o realidades rurales

    apartadas; para una parte del Trabajo Social, en un plano ms de promocin de la organizacin comunitaria que de compren-sin de la realidad local con su historicidad, representaciones e instituciones y tambin para cierta vertiente del Derecho, pero acotado a una discusin doctrinaria con relacin al tema de la naturaleza y autonoma de la institucin municipal. Por ltimo, se puede reconocer una aproximacin desde el Urbanismo a travs de la especificacin de un cierto orden urbano deseable,

    expresado en la construccin de planes locales reguladores del uso y funciones de las distintas zonas, sin embargo, no con la pretensin de una interpretacin comprensiva de los agentes que protagonizan la produccin de los territorios locales6.

    En general, en Chile y en Amrica Latina como conjunto la Ciencia Poltica, la Sociologa, la Historia y la Economa poco han indagado en los espacios sociales locales ya sea aplicando cate-goras generales o creando campos conceptuales propios. Aun ms, podra pensarse que lo local/regional, ms all de eventual objeto de poltica, fue visto como una escala de poca relevancia para el anlisis econmico, social, poltico y cultural. Una cierta connotacin como algo tradicional, folklrico y anti-universal lo

    5 Justamente, segn algunos anlisis, el inters por el espacio local estara llevando a un estudio ms sistemtico de algunos agentes locales como cmaras de comercio, asociaciones de diverso tipo, sindicatos territoriales, universidades regionales y otros.

    6 Escapan a esta aseveracin, sin embargo, aproximaciones que han intentado mostrar el papel cumplido en ello en particular en las ciudades de tamao medio o mayorpor algunos agentes, como el empresariado inmobiliario o los movimientos sociales urbanos.

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    disminuy como objeto de inters. Carecemos, por ejemplo, de historias de comunas, de formacin de localidades, de estudios econmicos territorializados, de interpretacin de conflictos lo-cales. Segn algunas visiones y refirindose al pasado, los pocos

    estudios tericos y empricos sobre el nivel subnacional tienen una de sus explicaciones en el poco valor poltico concedido por la visin de izquierda a dicho nivel, al entender que los cambios y las estrategias deban apuntar a los niveles centrales del Esta-do. (Ortega, 1996: 132). Sin embargo, es necesario decir que ello

    parece un rasgo mucho ms generalizado y no propio de dicha corriente poltico-intelectual.

    En la actualidad, lo que es ms fcil encontrar, aunque no en exceso, son descripciones de experiencias locales; anlisis de instituciones u organizaciones locales en trminos ya sea de carencias o de referencias a un comportamiento deseable; des-cripciones de realidades locales en un plano de cuantificacin

    de variables o de construccin de ranking de desarrollo o po-breza; diagnsticos operacionales y generalmente estticos para fundamentar una determinada estrategia de desarrollo comunal o regional de acuerdo a las exigencias hoy existentes hacia los gobiernos municipales y regionales. Menores son los esfuerzos analticos, tericos y conceptuales que aporten en entender la es-tructura de agentes y de poder local que da curso y enmarca la dinmica local y con relacin a la cual se va a insertar cualquier eventual poltica de o hacia la localidad.

    Este dficit, a su vez, puede significar que los propios plan-teamientos de orden normativo en relacin a la orientacin que se quiera para un espacio local determinado o para un conjunto de ellos, disminuyan su efecto prctico. Puede limitar la concre-cin de las propuestas de valorizacin de lo local antes seala-da, en tanto ellas son ajenas y no contrastadas con los agentes efectivos que estn produciendo los territorios locales. En este sentido, puede significar que las valorizaciones antes destacadas

    terminen siendo construcciones formales que suponen que la realidad local es perfectamente maleable a propsitos determi-nados; espacios vacos en los que se puede inscribir cualquier trayectoria imaginada y deseada desde arriba. En este caso, dichas propuestas normativas son ciegas al entendimiento de los

    procesos locales reales y, con ello, tambin ciegas a verificar cu-les son los mrgenes de posibilidad y maniobra o los requisitos polticos necesarios para ser concretadas.

    Esta comprensin es clave para la exploracin acerca de las condiciones y viabilidades para que los territorios locales tengan procesos ms endgenos de desarrollo, es decir, procesos donde exista un grado alto de protagonismo de los agentes propiamen-te locales en las estructuraciones de las realidades locales. En esta perspectiva, desarrollo local debe siempre significar que sus

    agentes locales sean capaces de gobernar sus bases econmicas y sociales ejerciendo poder a escala local. (Coraggio, 1988: 66).

    Es decir, entender las realidades locales como una produc-cin social de lo local tiene un particular sentido si se piensa en cambios locales intencionados hacia el desarrollo local en-dgeno. De lo contrario estas formulaciones, que pueden ser tiles en tanto dan marcos de referencia para la accin, pueden alejarse excesivamente del mundo real, distanciando proyectos de sujetos.

    Este inters por un tipo de dinmica local con grados de au-togobierno, junto a su potencialidad democrtica, tiene la impor-tancia de que es all donde estn los marcos de la vida concreta de la mayora de la poblacin, tanto en espacios rurales como urbanos y que es all donde, en buena medida, pueden rein-ventarse las vas de un desarrollo humano y durable (Peemans,

    2001:19). En este sentido, resulta importante realizar reflexiones

    conclusivas de algunos de los contenidos de las teoras o enfo-ques encontrados que presenten inters para un propsito de mayor endogeneidad en los procesos de desarrollo.

    Esta publicacin no constituye un intento de respuesta direc-ta a todos los desafos tericos y polticos descritos. Ms bien se inscribe en ese orden de intereses, buscando contribuir a ese tipo de discusin. En este caso, al identificar y ordenar, desde un pun-to de vista histrico y analtico, algunas teoras acerca de cmo se constituyen las sociedades locales, desde el ngulo de los agentes y sus relaciones, que esas teoras han enfatizado como los deter-minantes en la produccin de las realidades locales.

    Dentro de este objetivo se han distinguido dos tiempos his-tricos en los que se realizar esta indagacin de los enfoques

  • 14 Poderes locales, nacin y globalizacin. Historias de teoras y debate contemporneo Ral Gonzlez Meyer

    sealados. En una primera parte, haremos un recorrido hist-rico acerca de dichas aproximaciones o, ms estrictamente, de teoras que pueden ser ledas desde la pregunta sealada. Esto permite construir un inventario amplio de aproximaciones sobre los agentes productores de lo local y su relacin con tiempos y espacios especficos.

    En la segunda parte, se buscar reconstituir el debate y las distintas posiciones acerca de la produccin de los espacios lo-cales subnacionales en los tiempos presentes de la globalizacin. Como se observar, en conexin con la acentuacin de dicho fenmeno, ha tomado fuerza el debate sobre la relacin real y deseable entre lo local y lo global, lo que hace referencia a agentes que son propios de y que actan a diferentes escalas. Examinaremos, por un lado, la caracterizacin de la naturaleza y los impactos relativos a los agentes globales y, por otro lado, identificaremos a los principales agentes locales que han sido

    destacados por la literatura de los ltimos decenios.Por ltimo, en una tercera parte, se desarrollarn algunas

    reflexiones generales acerca de las explicaciones, conceptos y

    debates encontrados en los dos captulos anteriores, respecto de la produccin de lo local. Esto puede ser presentado como una elaboracin reflexiva, buscando identificar y retener tipos

    de problemticas analticas, con un alto significado para la com-prensin de las dinmicas de estructuracin y cambio de una localidad. En particular interesar destacar los elementos ms significativos para una reflexin sobre desarrollo endgeno.

    PriMera Parte

    AGENTES YTERRITORIOS LOCALESinventario histrico de

    aproximaciones

  • enFoQue desde lA geogrAFA FsicA

    Podramos iniciar una presentacin sobre las maneras en que se ha entendido la produccin de las realidades locales recono-ciendo que una de las iniciales, dentro de una poca que comen-zaba a estar marcada por la formacin de campos disciplinarios ms separados, puede ser caracterizada como asocial. Esto, por conceder una primaca explicativa a factores fsicos en la rea-lidad social local7.

    Ello est explicado por el hecho que, durante el siglo XIX y hasta la Segunda Guerra Mundial, el anlisis de lo territorial sub-nacional, en concreto lo regional, estuvo predominantemente influido por los gegrafos. Estos privilegiaron, hasta un cierto

    momento de la evolucin de su disciplina, la accin del medio fsico sobre las sociedades humanas. Hasta cierto grado ello era explicable en trminos de la naturaleza e identidad disciplina-rias.

    Dentro de esta ptica, a su vez, hubo una posicin determi-nista extrema en cuanto a la gravitacin del medio fsico sobre las caractersticas de la sociedad humana respectiva, lo que dio base a la nocin de regin natural (Dauphine, 1979: 7). As,

    densidades humanas, formas de habitar, actividades econmi-cas, usos y mentalidades procedan de manera directa o indirecta del orden natural en que los grupos humanos existan (Fremont,

    1976: 20).

    La idea de regin natural no es simple y combina varios cri-terios de referencia, como el clima, la vegetacin y la topografa.

    7 En cierta medida resulta obvio preguntarse porqu incluir, en un inventario de en-foques sobre los agentes constituyentes de las dinmicas territoriales locales, una perspectiva analtica que privilegia los factores fsicos o geogrficos. Podramos en-tender tal perspectiva como una negacin de la premisa central, esto es la idea de la produccin social de los territorios. Las razones para haberla incluido, a pesar del carcter asocial sealado, fueron varias. Primero, introducir aunque sea en esa for-ma radical y bastante desprestigiada, la cuestin de la relacin entre medio ambiente fsico y la vida social. Segundo, tal enfoque debera mostrar cmo las caractersticas del medio ambiente fsico se incorporan como fuerzas constituyentes del sistema de valores y representaciones de la sociedad (local) y, con ello, de las conductas de sus habitantes, es decir, cmo lo natural se convierte en social.

  • 18 Poderes locales, nacin y globalizacin. Historias de teoras y debate contemporneo Ral Gonzlez Meyer Agentes y territorios locales. Inventario histrico de aproximaciones 19

    Justamente, un primer problema terico que tuvo esta aproxima-cin, dentro de sus propios trminos, es que las diferentes reas no calzaban simtricamente, segn se consideraran esos distin-tos aspectos naturales. Ello haca a la nocin de regin natural una nocin imperfectamente sinttica (George, 1970: 45).

    Ese debate llev al predominio de los relieves dentro de la nocin de regin natural; es decir a la dimensin geomorfolgica como la determinante. As la regin natural queda ms o menos asimilada a la idea de regin geolgicamente homognea. Es un principio de homogeneidad de ese tipo lo que define lo local y a

    lo cual estn asociadas las sociedades humanas correspondien-tes (Dauphine, 1979: 9). Cada regin es original y nica; es un

    espacio fsico, natural, un paisaje y una historia que le corres-ponde. Subyace en esta perspectiva que son los tiempos largos del cambio natural, salvo accidentes fuertes y bruscos, los que determinan la evolucin.

    El rigor de lo natural est en la base de la sociedad humana local; es una adaptacin a las condiciones naturales, pero en ese proceso es ella misma la que resulta configurada.

    Este tipo de aproximacin fue cediendo paso a miradas que entendieron las realidades locales como explicables por factores distintos a los de carcter geogrfico. Ello por el avance de otras

    disciplinas sociales y por la propia evolucin de la disciplina geo-grfica en la consideracin de los factores econmicos, polticos

    y culturales como determinantes de las sociedades locales. Todo esto se expresa en el predominio de la geografa humana como una nueva aproximacin a la relacin entre lo fsico (natural) y

    lo social. Esto no debe llevar a desconocer la importancia de las variables fsicas en la organizacin y dinmica de las sociedades humanas (locales), sin embargo, no puede analizarse una socie-dad local desde las mismas, como factores que por s mismos determinan mecnicamente su carcter8.

    8 Sin embargo, ello no impide reconocer el inters analtico que puede revestir la pre-gunta acerca de los grados o tipos de influencia que las geografas locales pudiesen tener en los procesos sociales locales. Hay que decir que esto se manifest como

    PAtriArcAdo y oligArQuA locAl

    Esta aproximacin representa a las realidades locales como el producto de la direccin y dominacin de patriarcas y oligar-quas locales. Una amplia literatura es identificable a la idea de que lo que ocurre en los espacios locales est sobredeterminado por una autocracia poltica personalizada. Ello puede encontrar-se bajo las nociones de cacicazgo local, de gamonalismo (Centro-amrica) o de coronelismo (Brasil).

    Desde este enfoque la (re)produccin de la sociedad local est

    fuertemente determinada por los intereses y decisiones de estos sujetos. Las caractersticas, los valores, la personalidad de este patriarca local se convierten en el centro de la explicacin de la dinmica local. Sin duda la comunidad local no se reduce a dicho personaje, pero es ste quien aparece como el agente ms deci-sivo en lo que ocurre y en la reproduccin del mundo local. Aparece como un centro de gravedad al cual queda referida la totalidad de la dinmica local.

    Esta aproximacin a la interpretacin de la dinmica local se ampla cuando el poder local es entendido en las manos ya no de un slo poderoso local sino de un grupo de familias de una localidad, las que constituyen un poder ms colectivo sobre ella. La sociedad local queda articulada e integrada alrededor de este grupo local dominante. La reproduccin de la localidad as como sus cambios est marcada por las circunstancias y los avatares que vaya teniendo esta clase oligrquica local, lo que puede in-cluir conflictos materiales y valricos en su interior.

    algo ms relevante y complejo en el anlisis de las regiones y localidades chilenas marcadas por sistemas productivos significativamente ligados a los recursos natu-rales. En este caso el espacio nacional, junto a espacios transicionales, contiene geografas marcadas por la existencia de ciertos recursos o caractersticas climticas. De hecho, una de las caracterizaciones crticas del modelo econmico chileno se basa en definirlo como un sistema econmico rentista, por poseer la caracterstica de basarse en la explotacin y procesamiento bsico de los recursos naturales. Es interesante, adems, constatar que en algunos casos existen representaciones de los propios sujetos que les conceden una alta importancia a las configuraciones geogr-ficas en la explicacin de las diferencias en una especie de determinismo geogrfico. Es el caso de Ecuador entre costa, sierras y oriente. (Ramrez 1998 : 61)

  • 20 Poderes locales, nacin y globalizacin. Historias de teoras y debate contemporneo Ral Gonzlez Meyer Agentes y territorios locales. Inventario histrico de aproximaciones 21

    El dominio de lo local ejercido por dicho grupo social apa-rece sustentado en bases distintas pero complementarias. Una primera es la econmica (patrimonial), la que generalmente apa-rece como la determinante y emana de la propiedad de la tierra en tanto activo productivo fundamental de la localidad. Es esta propiedad de buena parte de la tierra local lo que, principalmen-te, va a llevar a constituir a esta clase como una oligarqua lo-cal preponderante en la localidad. Esta lectura est inspirada en realidades locales rurales, en las cuales la tierra sirve en buena medida de sustento a la colectividad local. Ello puede expresarse en instituciones como la Hacienda constituida en el centro de una sociedad local. Revela, simultneamente, la referencia lati-noamericana especialmente marcada por la concentracin de la propiedad de la tierra como una herencia de la colonizacin es-paola y portuguesa.

    Sobre esa base econmica sealada se asienta otra caractersti-ca de esta aproximacin sobre lo local, cual es la fusin del poder poltico no necesariamente bajo la forma de autoridad formal designada o electa y del poder econmico, conformando un po-der concentrado al nivel local. Ello, aparece como caracterstica adscrita a la definicin misma de poder oligrquico. En este caso,

    desde la esfera poltica no se levanta algn agente independiente como contrapeso del poder econmico, sino que aparece como una emanacin directa de ste.

    Pero en esta representacin de la sociedad local, el dominio oligrquico est tambin asociado a una cultura que asume la jerarquizacin social como algo ms o menos natural. Esto se re-produce a travs de relaciones que son de fuerte subordinacin y en las cuales subyace la preponderancia del grupo de fami-lias poderosas. Ello, an puede coexistir con formas esclavas de produccin, como en las plantaciones azucareras, en las que est presente la relacin estrecha y personal entre los plantadores y los esclavos. (Garca (a), 1993: 12) y en las que se observa el peso

    que puede tener la cultura como legitimadora de relaciones so-ciales asimtricas.

    En este sentido, se destaca en dicha aproximacin la conside-racin de la fuerza que puede tomar el poder personal y familiar de algunos en esas relaciones directas, cara a cara, en la locali-

    dad. Esas relaciones directas, ms que ser fuente o potencialidad de relaciones democrticas, se transforman en relaciones de su-jecin cercana y cotidiana. En este caso, lazos de proximidad y dominacin no slo coexisten, sino que lo segundo se reproduce a travs de lo primero.

    Algunos autores, sin embargo, en referencia a esta asimetra de las relaciones sociales y personales en espacios como la Ha-cienda, sealan que no debe exagerarse el dominio basado en la aceptacin. Este dbil equilibrio poda romperse debido a que los seores solan explotar a sus sometidos en forma infrahumana, lo que llevaba a que algunos criollos y mestizos buscasen huir de los territorios de los hacendados y ubicarse en tierras perifricas, librados de un duro rgimen laboral, prefiriendo la inseguridad

    de la subsistencia a la subordinacin y el despotismo seorial. Esto permite entender, a la vez, otra dimensin del dominio, que es destacado en algunas caracterizaciones de este tipo de realida-des locales y que se refiere al uso de la violencia. sta era usada

    frente a comportamientos o reacciones entendidas al margen de las normas que reproducen dicha jerarqua y que en su lmite eran los intentos de fuga, severamente castigados. (Garca (a),

    1993: 15)

    Interesa recalcar que en esta aproximacin, si bien existen fenmenos que son supralocales, las familias poderosas locales aparecen actuando con gran autonoma en la localidad en la cual ejercen su ascendencia. Se puede decir que la realidad local apa-rece como una realidad ms o menos autnoma al interior de una sociedad mayor; como una unidad social integrada (Mendras,

    1970: 14). Ello, puede expresar realidades y Estados nacionales

    an no plenamente constituidos y que dejan espacios amplios de accin para los grupos locales.

    Desde una visin poltica moderna, con alta valoracin de la Democracia, algo que se destaca crticamente en este tipo de realidad local, es que el sistema local aparece aqu como una do-minacin de base patrimonial en la que se manifiesta una pro-longacin de los intereses privados de la oligarqua local hacia lo pblico o, ms precisamente, en que hay una confusin de lo privado con lo pblico. Hay falta de presencia del ejercicio de agentes y funciones poltico administrativas estatales que tengan

  • 22 Poderes locales, nacin y globalizacin. Historias de teoras y debate contemporneo Ral Gonzlez Meyer Agentes y territorios locales. Inventario histrico de aproximaciones 23

    autonoma respecto de los intereses del grupo oligrquico. Esta situacin puede mantenerse, en determinados contextos locales, pese a cambios en el contexto nacional y a pesar de una cierta separacin fsica mayor de las clases polticas y funcionarias lo-cales, respecto de la clase propietaria de la tierra.

    Sera la existencia de este ltimo fenmeno lo que justifica-ra que algunos autores sigan caracterizando al poder local, al menos en algunas de sus manifestaciones, como formas de ca-cicazgo local o regional ya que, aunque el poder econmico y la autoridad poltica no quedan expresados en el mismo personaje, el primero ejerce una influencia decisiva en la designacin y ejer-cicio del segundo, entindase gobernadores provinciales, dipu-tados locales y presidentes municipales (Ramrez, 1994: 120)

    En general podemos evaluar que esta aproximacin a la pro-duccin de lo local est impregnada de un tono crtico que corres-ponde, ms ampliamente, a una mirada sobre las caractersticas de la sociedad rural. En sta, las relaciones sociales constituidas alrededor de estos poderosos u oligarquas locales son caracteri-zadas como propias de una pre-modernidad poltica, lejanas de las ideas de Democracia y ciudadana y montadas sobre una cul-tura que legitima como normales grandes desigualdades entre los miembros de la localidad. En este sentido, esta lectura suele estar estrechamente vinculada a la idea de modernizacin de la socie-dad como proceso emprico en curso y como proyecto deseable9.

    9 Una cierta lectura de lo local proviene de la aproximacin costumbrista, en la cual el espacio local, por un lado, aunque conservando rasgos, escapa a las caractersticas rurales sealadas, pero, por otro lado, no se convierte en lo que se va a entender como propiamente urbano y civilizado. Esta lectura cobra auge en la segunda mitad del siglo XIX y sobrevive en el siglo XX. La sociedad local aparece marcada por cos-tumbres que en cierta medida son ms importantes que los sujetos que las encarnan. El poder queda de este modo relativamente diluido en medio de una situacin local que se reproduce por la fuerza de aquellas costumbres. Es un intento de representar lo que es la vida local propia de la provincia, en la que hay una cierta stira de los per-sonajes tradicionales, una presentacin de los sectores sociales que aparecen como emergentes y una referencia al lugar que ocupan los distintos grupos sociales (Iba-rra, 1997: 80). El pueblo es visto siempre desde fuera y caracterizado como lo que hay que descifrar, comprender y perdonar. En este sentido puede no ser plenamente asimilado al retraso y, al contrario, representar grados de pureza y nobleza.; aunque nunca, ciertamente, es la civilizacin. Sus personajes no tienen lenguaje sugerente ni costumbres refinadas y carecen por tanto, para la minora ilustrada, de sicologas individuales (Monsivis, 1986: 20).

    Consecuentemente, se desprende que desde este enfoque se le concede poca potencialidad democrtica endgena a los es-pacios locales. Son los dirigentes nacionales los que, a partir de proyectos de modernizacin poltica, social y cultural, pueden introducir una nueva dinmica en la localidad, en ruptura con el poder de la clase oligrquica local. En este sentido, justamente, la expansin de grupos sociales y de idearios modernizadores y/o democratizadores de carcter nacional, contiene el desafo de doblegar a estos poderes locales sostenedores de un status-quo de dominacin local.

    Debe finalmente insistirse en la frecuencia con que esta lectu-ra an se realiza respecto de las sociedades locales contempor-neas, aunque desprendida de algn rigor conceptual. La visin de un poderoso local total suele repetirse como caracterizacin de mltiples localidades por parte de agentes internos y externos a ellas. Ello acta connotando a lo local como un lugar ms cer-cano al despotismo que a la Democracia. Una diferencia respecto de las representaciones del pasado es que ese poder se presenta, al menos en buena parte de aquellas caracterizaciones, sobre ba-ses ms polticas que econmicas.

    los HoMBres de negocios de lA locAlidAd

    Podemos identificar otro tipo de aproximacin a la produc-cin de lo local en aquella que enfatiz el protagonismo del em-presariado local urbano, comprendido como el centro de una elite local y el que, por definicin, basa su constitucin y susten-tacin en su capital y empresarialidad econmicos. Una referen-cia importante de tal enfoque fue el anlisis de ciudades medias norteamericanas, desde la pregunta acerca de quines eran los agentes con mayor poder en ellas. A partir de investigaciones, una lnea de respuesta concluye constituyndose en una teora del poder en las ciudades intermedias que los agentes clara-mente decisivos en dichas ciudades eran grupos de empresarios locales con fuertes relaciones entre s (Hunter, 1952: 27)10.

    10 Un caso que se hizo representativo de tal forma de explicar la dinmica local fue el de la ciudad de Atlanta. Los estudios fueron hechos a travs de lo que se denomin

  • 24 Poderes locales, nacin y globalizacin. Historias de teoras y debate contemporneo Ral Gonzlez Meyer Agentes y territorios locales. Inventario histrico de aproximaciones 25

    Una manera popularizada de plantearlo fue que el acontecer de las ciudades (medias) estaba esencialmente definido por los

    intereses de los hombres de negocios locales. (Hunter, 1952:

    27). En la cspide del poder local, definiendo la dinmica, es-taba un grupo de hombres de negocios ricos que tomaban las decisiones en la localidad. Esto, en su formulacin lmite, llega a plantear la existencia de una familia empresaria predominante en la colectividad local. Estos sujetos en este enfoque aparecen como los agentes claves en la produccin de lo local (la ciudad

    media) en tanto son, principalmente, los agentes protagnicos

    en la definicin de las acciones pblicas necesarias para que ella

    marche bien. El argumento central respecto del peso de este grupo en la

    ciudad es, entonces, que aquel emanara no slo del hecho de que constituyen sujetos con patrimonio econmico, sino de ma-nera muy significativa de que logran ser los artfices de la polti-ca pblica local moderna, es decir tcnica y especializada. En otros trminos, constituyen una dirigencia de los asuntos pbli-cos locales, aunque ello no ocurre a travs de su conversin en clase poltica abierta o directa.

    Como ya se seal, esta lectura de la produccin de lo local emana del examen de ciudades intermedias. Este enfoque, en-tonces, tiene la peculiaridad de referirse al medio urbano y dife-renciarse de los enfoques de la oligarqua local en el medio rural. A su vez, la explicacin de las tendencias a la concentracin del poder urbano aparece ligada a rdenes de factores diferentes, por ejemplo, a las caractersticas estructurales que van emergien-do en las localidades urbanas intermedias, las que por su evo-lucin van presentando altas complejidades en su gestin, slo posibles de ser enfrentadas por una elite, la que, adems, maneja los recursos y el acceso a las informaciones para hacerles frente.

    Estos hombres de negocios presentan fuertes relaciones entre s y se muestran compartiendo mbitos sociales donde se recrean permanentemente sus lazos y su sentimiento de grupo. En parte esos mbitos estaban constituidos por algunos tipos de asociacio-nes voluntarias, dentro de las muchas existentes en la localidad y que, aunque en general no eran presididas por esta clase local superior, en tanto no son percibidas jugando un rol decisional importante s se constituan en canales claves de informacin y en rganos de formacin y de prueba de los miembros futuros de dicha clase. (Hunter: 1952: 42).

    La entidad decisional clave eran los comits ad-hoc y es all donde la mecnica de funcionamiento de la toma de decisiones en la ciudad expresa esta preponderancia de los empresarios lo-cales. Frente a un problema o para llevar a cabo una idea, dicho grupo social constitua comits informales y cerrados que slo incluan algunos otros miembros de las clases altas locales. Las mismas personas reaparecan en distintos comits acerca de di-ferentes materias, lo que grafica la alta concentracin del poder

    en unas pocas familias de la ciudad. Luego, cuando el comit, con ayuda de expertos haba avanzado en una solucin o en una propuesta, segn fuese el caso, se ampliaba la informacin a cier-tas asociaciones, a la prensa y a las autoridades polticas locales, todas las cuales solan ratificar lo formulado por el comit, para

    finalmente entrar en la fase de implementacin de lo decidido

    (Hunter, 1952: 43).

    Algo clave de esta aproximacin es que los lderes polticos locales electos aparecen subordinados a esta clase superior de empresarios locales. Es sta la que conduce los asuntos de la ciu-dad en funcin de sus intereses. En ese mismo sentido, se obser-va en este enfoque, que las estructuras del Estado, instituciones y municipalidades, no aparecen con un peso propio y significativo

    en la definicin de la dinmica local. Es decir, no actan de acuer-do a racionalidades propias, sino ms bien como instrumento al servicio de la elite empresarial local.

    Del mismo modo, el grupo de tcnicos y profesionales loca-les, que tiene conocimientos y experiencias en diversas materias y que encarna la capacidad para actuar frente a las problemticas complejas de la ciudad, tampoco acta como un grupo con inte-

    el mtodo reputacional que tena cmo base reconstruir el poder local desde las informaciones brindadas por informantes considerados claves respecto de quienes tenan ms poder e influencia. Informantes, ellos mismos, considerados previamente con grados de poder en la localidad.

  • 26 Poderes locales, nacin y globalizacin. Historias de teoras y debate contemporneo Ral Gonzlez Meyer Agentes y territorios locales. Inventario histrico de aproximaciones 27

    reses y propuestas propias, sino al servicio de la elite empresarial local. Esencialmente, su rol es nutrir de proyectos y soluciones a esta ltima.

    Este dominio del empresariado local se expresa tambin en relacin con una poblacin local que no posee ningn poder y forma la base de la estructura piramidal de la sociedad local11. Sin embargo, debe sealarse que en algunas de las formulaciones de este enfoque se seala que la relacin entre la clase superior y la clase inferior son tambin caracterizadas por la existencia de algunos conflictos y luchas.

    Esta aproximacin a la produccin de lo local, en este caso analizando ciudades medias, puede, a su vez, conectarse con una tradicin previa que haba establecido la relacin entre el desa-rrollo del empresariado urbano como clase y la produccin de la ciudad y que est presente, por ejemplo, en la obra de M. Weber. En sta, el desarrollo de los burgueses como grupo social est ligado a la creacin de un orden (urbano) local, en funcin de

    sus intereses. Sin embargo, en la perspectiva weberiana, como tambin en

    la de Marx, la importancia protagnica del agente empresarial en la produccin de un orden social local, como la ciudad, no est esencialmente referida a su participacin e influencia en las deci-siones pblicas locales, sino ms bien al efecto estructurante que de manera directa ste tiene sobre la dinmica urbana, a travs de su proceso de acumulacin econmica.

    En la medida que la produccin de excedente capitalizado crece en las ciudades, va introduciendo una dinmica nueva de permanente cambio en la ciudad. La poltica, si bien juega un rol en permitir y facilitar esa acumulacin econmica, es menos

    11 En este sentido, este enfoque de un poder concentrado debe ser comprendido en opo-sicin a la idea de que una caracterstica de la sociedad norteamericana lo constitua la existencia de poder por parte de las asociaciones de base. Esta idea fue fuertemente defendida y popularizada a travs de de la obra de A. de Tocqueville La Democracia en Amrica y ha constituido una de las imgenes ms extendidas de la sociedad civil norteamericana. Esto se retomar ms adelante en la aproximacin a la produccin de lo local que destaca la importancia de las organizaciones comunitarias.

    determinante que sta en la explicacin de la produccin y mo-dificacin del espacio urbano.

    En esa perspectiva de anlisis, primero fue un capital comer-cial que se organiza de modo que el empresariado o burguesa comercial detenta el poder urbano. Luego, se consolida el em-presariado industrial como el sujeto central de la expansin de la ciudad. A su vez, con la revolucin industrial se afirma y aumen-ta el rol del capital es decir de los capitalistas en la evolucin urbana. Ese capital va creando, reproduciendo y modificando las

    ciudades. En el anlisis de M. Weber la ciudad industrial ve surgir, jun-

    to al empresario otro agente que puede llegar a ser influyente

    en la dinmica urbana, el obrero. ste constituye una clase con

    tiene intereses transversales pero que tambin forma grupos so-ciales territorializados. Como sealan otros autores, genera iden-tidades de clase, pero tambin identidades territoriales. (Oberti,

    1997:132). En este caso ya no se tendra, por lo tanto, una do-minacin nica del empresario u hombre de negocios, sino una dominacin en medio de tensiones y negociaciones.

    Esta ciudad industrial es marcada, en general, por una sepa-racin tajante entre barrios obreros de fuerte densidad colecti-va y los espacios urbanos residenciales ocupados por las clases superiores. Ello por un lado corresponde a la gestin que estas ltimas hacen de la ciudad, pero tambin estn al origen de di-nmicas sociales y produccin de sociabilidades urbanas que expresan la presencia popular en ella. Esta presencia, aun en su calidad de grupo social subordinado, es constituyente de la ciu-dad tanto por presiones que pueda hacer como por la creacin de espacios propios de reproduccin.12

    12 Un ejemplo de ello es la banlieu rouge (F. Dubet et D. Lapeyronnie, 1992) en cuan-to sistema social que articula una lgica comunitaria construida alrededor de una cultura popular, una lgica de conciencia de clase y una lgica de participacin social construida alrededor de partidos, sindicatos y asociaciones. Ello incluye formas de control social de desviaciones. Todo ello estaba fundado sobre la base de un territorio que asociaba casa y fbrica, pilares de una misma condicin dentro de la ciudad.

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    En estas ciudades industriales clsicas, las clases medias pri-vadas son poco significativas y las pblicas trabajadores socia-les y cuadros medios tienen menos distancia cultural con la cla-se obrera y suelen tener un significativo origen popular, lo que

    define posiciones ms sociales. (Oberti, 1997: 133)13. Otro empresariado especfico que es destacado en anlisis

    ms contemporneos sobre las caractersticas de la dinmica ur-bana, es el empresariado inmobiliario. ste va a influir a travs

    de sus decisiones en la creacin de nuevos barrios residenciales para distintos tipos de grupos sociales, en la creacin o modifi-cacin de centros urbanos, en zonas de turismo, en creacin de periferias para sectores de altos ingresos. Ira modelando la es-tructura de la ciudad y otros espacios, determinando la dinmica local en trminos de estructura socio-espacial, espacio-funcional y tamao de sitios.

    En una mirada general de tipo histrica podemos decir que, en trminos de enfoques, la importancia de una burguesa o em-presariado local como el agente predominante de la dinmica local urbana perdi fuerza en la medida que la escala de produc-cin ms masiva se impone como tendencia ya que supone capi-tales y mercados mayores. Se pasa de financiamientos ms per-sonales o familiares, a agrupaciones en sociedades empresariales cada vez ms poderosas financieramente, que van refiriendo sus

    decisiones hacia escalas nacionales y aun internacionales. Respecto de una realidad local, entonces, el capital que parte

    de all para irse a otro lado o el que puede llegar de otro lado para instalarse all, pasa a ser superior y ms determinante que aquel que esencialmente se reproduce en la localidad. Bajo esa tendencia histrica es que puede ser ubicado y entendido el in-ters de trabajos y enfoques antes nombrados sobre el peso de aquel agente en los espacios locales (ciudades intermedias) en la

    13 Sin embargo, otra variante de ciudad Weberiana es la ciudad de consumidores, en que los agentes principales son los rentistas y funcionarios, quienes con el gasto de sus ingresos permiten la existencia y expansin de los comerciantes y artesanos locales. Son los grupos consumidores a diferencia de las ciudades productivas- quienes dominan y estructuran la ciudad.

    mitad del siglo XX. A ese respecto, resulta destacado su carcter protagnico antes descrito y analizado.14

    lA elite nAcionAl

    Otro enfoque que puede ser identificado en relacin a la pro-duccin de lo local es el que establece la supremaca de una elite nacional como estructurante de las realidades ms locales que componen el espacio nacional. Esto, a la inversa de los enfoques anteriores, que conceden un papel decisivo a determinados agen-tes locales, sea un patriarca o una clase local empresarial. Algo caracterstico de este enfoque es llamar la atencin acerca de que la realidad local es producida exgenamente desde fuera de ella misma y que los actores externos (nacionales) resultan ser

    los ms decisivos en la dinmica interna de la colectividad (Bas-saud, 1985: 243)

    En el enfoque especfico analizado, ello se debe a la existencia

    y consolidacin de un grupo nacional que estructura la realidad en el conjunto de dicha escala, al interior de la cual las sociedades locales van quedando comprendidas. (Wright Mills, 1969: 44). Es

    una idea de clase dominante nacional que comanda, estructura y orienta la realidad, definindose desde esa escala espacial mayor

    las caractersticas especficas de cada localidad, como una espe-cie de sub-producto de la dinmica nacional.

    En su acepcin ms amplia, la elite nacional proviene de quie-nes detentan activos econmicos en gran escala, de los gober-

    14 De manera implcita, la aproximacin que resalta al empresariado local como de-terminante en la dinmica de una localidad se encuentra tambin en muchos diag-nsticos (pasados y actuales) de diversas regiones cuando se seala que su estan-camiento se explica por la inexistencia de empresarios regionales. En este caso, la importancia determinante de este agente sera fundamentada en su ausencia, cuestin que impedira la posibilidad (re)estructurante de lo local. En particular la falta de di-cho agente en el interior del pas (y la no movilidad de capital hacia dicho espacio) explicara, en esos diagnsticos, una falta de dinmica local. A su vez, ello en oca-siones ha sido y es la inspiracin de presiones hacia el Estado, para que genere con-diciones especiales a travs de polticas, como incentivos tributarios, zonas francas, parques industriales u otras, que permitan la emergencia de dicho empresariado. En este ltimo caso, sin embargo, se hace aparecer al Estado como otro agente estructu-rante en tanto provocador de las conductas de otros, en este caso de los empresarios, bajo la forma de provocar eventuales deslocalizaciones o su emergencia local.

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    nantes nacionales, de las elites culturales y de los agentes que constituyen el poder militar. A la vez, dicha elite nacional est asentada slo en parte en la autoridad formal. Las fuentes de su capacidad directiva engloban tambin su poder fctico, asentado en aquellas dimensiones polticas, econmicas, militares o cultu-rales. (Writh Mills, 1969: 60).

    En este enfoque de la elite nacional, entonces, la realidad se estructura desde la cspide nacional hacia abajo. Sera una eli-te que acta desde una lgica de construccin y reproduccin de lo nacional, lo que, como resultante, define el marco y las

    condiciones en que se desenvuelve cada localidad, aun ms, de-finiendo a las localidades en cuanto tales, en su aspecto poltico

    administrativo. Lo anterior debe entenderse en el sentido de que dicho grupo social toma decisiones que tienen un efecto de es-cala nacional y, por tanto, de estructuracin y dinamismo en algn grado decisivo de las distintas realidades locales15. Esto puede comprender polticas de desarrollo de territorios especfi-cos en virtud de consideraciones relativas al desarrollo nacional, tal como ste es percibido por el mencionado grupo dirigente nacional.

    En su expresin ms radical, esto puede entenderse como la existencia de un sistema nacional orgnico, en que cada territorio local queda definido en relacin al todo que es el espacio nacio-nal. Lo local es producido desde quienes producen un conjunto social mayor que es lo nacional y es desde esa lgica que van re-sultando determinadas trayectorias locales, las que, a su vez, son comprensibles desde su funcionalidad a dicho espacio nacional. Las regiones son integradas en su estrategia unitaria y unificado-

    15 En un ensayo histrico reciente sobre Chile, aunque sin una referencia terica especi-fica al enfoque que analizamos, se ha enfatizado que para entender la manera en que funcionan las regiones y localidades, es necesario referirse a la elite nacional. Esta elite es entendida como el grupo clave para efecto del anlisis de la estructuracin del poder nacional y la determinacin de la realidad de las regiones. Aunque ms centra-da en la elite poltica asentada en una pequea parte de Santiago desde Plaza Italia hacia arriba se la seala como la que concentra el poder y determina lo que ocurre en el resto de los espacios locales. Es una mecnica de reproduccin de la sociedad nacional de tipo centralista, en tanto aquella est movida desde un poder concentrado y aplicado hacia el resto del pas. (Valenzuela, 1999: 17).

    ra. Para ello puede ocupar tanto la represin frente a resistencias regionales, como la integracin de sus demandas.

    Desde algunas tradiciones tericas y conceptuales, ello tam-bin fue entendido como la existencia de un colonialismo inter-no, el que no slo se refera a un plano de subordinacin poltica, sino de extraccin de excedente econmico y de factores produc-tivos que fluan desde las regiones de un pas hacia su capital.

    Era en sta donde se encontraba localizada, en sus varias expre-siones, la clase o elite nacional (Rofman, 1974: 44)

    En visiones que pueden ser comprendidas dentro de esta aproximacin, el ejercicio de un poder nacional se apoya, en tr-minos de legitimidad, en una ideologa unitaria que sostiene, como principios bsicos, la unidad y la indivisibilidad nacional. Es decir, el dominio de los agentes locales por los nacionales jun-to con ser un hecho es, a la vez, presentado como deseable. Esto puede ir ms all de un principio poltico sujeto a la discusin pblica y transformarse en un principio de alta moral cvica, respecto del cual la violacin representa una traicin. (Mazares,

    1978: 239). Est presente un proyecto de Nacin que aparece de

    mayor peso y valor que cada uno de los espacios locales. Esto puede reforzarse si se asimila lo local a sociedades tradicio-nales y atrasadas o, al menos, como representando lo particular frente a lo universal (lo nacional).

    Asimismo, de acuerdo a ciertos anlisis, el ejercicio del poder central dominante se apoya en el fantasma del peligro perma-nente de la disgregacin del Estado, introducindolo en el in-consciente colectivo y caracterizando la reivindicacin poltica regional o local como contraria a las exigencias de la unidad na-cional (Santana, 1995: 142).

    De acuerdo a esta aproximacin la existencia de una elite na-cional como agente determinante de la realidad est fuertemente apoyada en una ideologa sobre la bondad del centralismo esta-tal, el que, por un lado, acta como una fuerza unificadora y, por

    otro, es valorado como una expresin de la unidad de la Nacin. (Mazares, 1978: 238).

    En ese marco, las autoridades poltico-administrativas locales seran concebidas y operadas desde el centro poltico adminis-trativo para regular los conflictos locales, hacer frente a los des-

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    contentos locales y llevar a cabo las polticas centrales. Se puede constituir una relacin centro-periferia, en la cual el centro ya no es una colectividad ms sino el lugar poltico desde donde se rige el funcionamiento de las instituciones polticas locales, lo que va-riar segn el grado centralista o federalista del sistema nacional (Bassand, 1979: 102).

    En esta lectura de cmo se produce lo local, las autoridades de esa escala no pueden ser ms que agentes del sistema de regulacin estatal nacional y central (Mazares, 1978: 247). Esto

    es as, tambin, en ciertas variantes marxistas de esta visin del poder estatal local, el cual es caracterizado como una extensin del Estado Nacional. Con esa funcionalidad, el Estado local in-terviene para asegurar algunos componentes de reproduccin del capital y la fuerza de trabajo, proveyendo servicios (Paddi-son, 1983: 7)16.

    Tambin la extensin de una accin estatal coherente se ex-plica porque el propio desarrollo va generando complejidades que obligan a su accin organizadora del espacio social desde criterios de racionalidad general (Castells, 1976: 27). As, las po-lticas de urbanizacin, de creacin de nuevas ciudades, de orde-namiento urbano y otras, van respondiendo a la necesidad de en-frentar problemas y adecuar la ciudad al proceso de crecimiento econmico. Ello no est exento de constituir un campo especfico

    de debate urbano en que se da origen a distintas corrientes acer-ca de dilemas como ciudades integrales o barrios dormitorios satlites; vivienda individual versus edificios colectivos u otros.

    Las salidas que a estos debates se den desde las elites nacionales son las que principalmente definirn el quehacer local.

    En funcin de ello, el Estado debe tener una eficacia, para lo

    cual debe tener una unidad de accin. La descentralizacin po-

    16 En esta teora de la elite nacional, sin embargo, dicha accin del Estado debe ser en-tendida como un instrumento para el ejercicio del poder de esa elite y no en trminos de una lgica interna propia. La potencia de la accin del Estado no debe obscurecer el hecho de que obedece a fuerzas de la sociedad que lo condicionan. Ello incluye las acciones que el Estado despliega hacia los niveles regionales y locales.

    dra aparecer como una poltica eventualmente positiva y has-ta necesaria para mejorar la eficacia de la accin pblica, pero

    slo en la medida que no amenace la unidad nacional destacada desde la elite nacional y, para ello, que no fortalezca los poderes locales.

    Como puede desprenderse de lo dicho, en este enfoque las clases dominantes nacionales se despegan y se distancian de las clases locales superiores y son mucho ms decisivas que stas para entender las dinmicas de los espacios locales (Wright Mi-lls, 1969: 50).

    Sin embargo, al menos en referencia a algunos casos latinoa-mericanos, desde ciertos anlisis se seala que la fuente de ori-gen de la elite nacional es la propia oligarqua local, la que, de este modo, se transforma en la base social primera de la elite na-cional, ubicacin desde la cual va a combatir luego a los que sean entendidos como caudillismos locales (Santana, 1995: 142).

    Desde esa ltima consideracin, dentro del marco del prota-gonismo de la elite nacional sobre el conjunto del espacio nacio-nal y de su ejercicio en buena parte a travs del Estado suele polemizarse, al menos en las sociedades del sur, acerca de si ello significa una lgica completamente distinta al ejercicio del poder

    propio de los poderes locales oligrquicos fuertemente persona-lizados antes sealados. Algunos autores sealan que las prcti-cas clientelistas propias del mundo tradicional no desaparecen con la entrada de las instituciones pblicas racionalizadas como de carcter universal. Esos procesos, por el contrario, seran por-tados por las elites de carcter nacional. (A. Garca (b), 1993: 127).

    Ellas pueden a veces ser presentadas como prcticas residua-les, pero tambin pueden ser comprendidas como la constitu-cin de poderes mucho ms hbridos en cuanto a su naturaleza.

    Dentro de aquel mismo contexto histrico, algunos anlisis irn ms lejos y plantearn que el propio poder nacional qued amortiguado por un grado de cercana con algunos poderes locales. Ello permitira comprender que en ocasiones la afirma-cin de poderes nacionales resulte consistente con el refuerzo del poder de las elites agrarias locales. (Leal, 1975: 38). En di-cha discusin, se plantea que el centralismo crea tambin clien-telas locales y fortalece elites locales. Esto perpeta relaciones

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    de cacicazgo o gamonalismo en la regin, no antagnicas con la acentuacin de elites nacionales. Esta visin polemiza con una mirada en que las elites nacionales, al construir su poder y el Estado Nacional, destruyen y subordinan a los poderes locales. (Carrin, 1997: 228)17. En este caso los poderosos locales quedan reducidos en cuanto a la posibilidad de incidir en sus realidades locales, pues los fenmenos y las divisiones de raz nacional y centrales son ms determinantes en ellas.

    En resumen, se encuentran descripciones que muestran o leen de manera diversa la relacin entre los poderosos locales y la constitucin del espacio nacional. En ciertas situaciones y enfoques se seala que el Estado construido con posterioridad a la independencia en referencia a Amrica Latina fue contro-lado por elites locales ancladas en una fragmentacin territorial y dentro de las cuales siguieron operando prcticas de terrate-nientes, caciques y gamonales. Las elites locales constituyen la regin como su patria y a partir de ello piensan y configuran lo

    nacional. (Carrin, 1997: 225)

    No obstante, en otras aproximaciones lo que aparece es que este poder local tiene un proceso interno de descomposicin, al menos en sociedades como la chilena y la argentina. Observando las historias de Santiago y Buenos Aires se destaca que las clases enriquecidas, basadas en la agricultura, la ganadera y la minera, dejan las regiones, se hacen tempranamente urbanas y tienden a hacerse hegemnicas en esas capitales, ejerciendo desde all un dominio sobre los poderes locales. (Capron, 2001: 120). A la vez,

    aunque con posterioridad, en la medida que se van produciendo dinmicas y cambios en las regiones, van surgiendo nuevos gru-pos sociales locales que van rompiendo con las representacio-nes en que se sustentaba el poder caciquil y patrimonialista. Esa ruptura proviene de experimentar en dichas representaciones la justificacin de una realidad que constituye una barrera para

    sus aspiraciones de mejoramiento y ascenso social (Guadarrama,

    1999: 132)

    17 En la medida que ello sea crticamente evaluado supondr la necesidad de generar una fuerza desde las sociedades locales a fin de conquistar poder en funcin de sus propsitos, de manera de construir un poder local ms fuerte.

    Por ltimo, se puede considerar dentro de esta aproximacin, una teora evolutiva sobre el desarrollo poltico moderno, que seala que se trata de un proceso que pasara por tres momentos. El primero, de la constitucin de un poder central-nacional y que es asimismo la constitucin de una elite nacional central que se le-vanta por sobre los poderes locales. Un segundo, en que dicho po-der y dicha elite se afirman y amplan, integrando plenamente la

    nacin desde un centro poltico administrativo. La elite nacional se constituye en el agente integrador y organizador en forma plena. Muy posteriormente y habindose ya afirmado esta centralidad y

    nacionalidad ocurre una dispersin de poderes que aumentara el poder de los agentes locales. (Huntington, 1993: 145)

    los Agentes trAnsnAcionAles

    Esta aproximacin ampla la escala desde la cual se producira la subordinacin de los espacios locales. En este caso, los agentes determinantes desbordan lo nacional y sus decisiones y acciones tienen una referencia e impacto supranacional, por lo que quedan definidos como agentes transnacionales. Desde una conceptua-lizacin marxista abundante respecto de este proceso dichos agentes se constituyen con el desarrollo capitalista a travs de los procesos de reproduccin, centralizacin y concentracin del ca-pital, entendidos como intrnsecos a la existencia de dicho sistema. En la medida de su expansin y del volumen creciente de transac-ciones econmicas que abarquen, van teniendo una incidencia cre-ciente en los distintos territorios locales, que son, as, constituidos como partes de una economa interdependiente e internacional.

    Esto quiere decir que es imposible explicar una colectividad local en si misma o por si misma, sino en la ligazn que esa co-lectividad tiene con el resto del sistema internacional, particular-mente en lo econmico, a travs de los flujos de mano de obra, de

    bienes, de capitales, de tecnologas y cuyos agentes ms decisi-vos son aquellos que tienen como referencia y son constituyentes de una economa mundo18. Son, entonces, los agentes de carcter

    18 Este enfoque se refuerza y adquiere pleno desarrollo en el actual perodo definido como de globalizacin y ser objeto de profundizacin en la segunda parte de

  • 36 Poderes locales, nacin y globalizacin. Historias de teoras y debate contemporneo Ral Gonzlez Meyer Agentes y territorios locales. Inventario histrico de aproximaciones 37

    internacional los que aparecen determinantes, de manera cre-ciente en el tiempo, en lo que ocurre en los distintos espacios nacionales y locales.

    Debe, s, destacarse que los espacios y escalas relevantes de esta aproximacin son lo mundial y lo nacional. Lo territo-rial subnacional queda ms bien subsumido en lo nacional, sin ser objeto muy importante de anlisis en si mismo. Es la escala nacional, en particular referido a los pases subdesarrollados, la que es caracterizada como dependiente de los agentes trasna-cionales. Sin embargo, en una versin ms integral y organi-cista de la supremaca de dichos agentes, esta debe entenderse como en la cspide de un sinnmero de relaciones de depen-dencia hacia abajo y que estn presentes en todas las escalas y niveles de un sistema mundial fuertemente integrado desde los agentes y procesos econmicos transnacionalizados.

    Lo que existe, en sntesis, es una cadena de dependencias que son a la vez sociales y espaciales, en que grupos o clases de escala de accin mayor y ms envolvente van subordinan-do a otras de escala menor, conformando una cadena de me-trpolis y satlites relativas (Frank, 1966: 10). Esta cadena de

    dependencias comprende y empieza desde la escala de las relaciones internacionales y abarca los niveles subnacionales, hasta las comunidades ms locales, llegando hasta los campe-sinos y trabajadores rurales como los sectores ms dbiles, en los que dicha cadena de subordinaciones termina. (Allende,

    1966: 12)

    As, la subordinacin de las elites locales respecto de las elites nacionales es parte de un cuadro de subordinaciones ms am-plio, verticalmente interconectado, en el cual la elite nacional es, a la vez, subordinada respecto de las elites internacionales.

    Lo que se construye como representacin es un sistema mun-dial dado que un conjunto significativo de agentes econmicos

    realizan su proceso de reproduccin ampliada a esa escala en que lo local queda orgnicamente atado a travs de las relaciones sociales que son, a la vez, relaciones que ponen en contacto, de manera jerrquica, espacios diferenciados. Las aproximaciones que comprenden lo local desde la accin de agentes internos de-pendientes de agentes externos tienden a expresarse en trminos de centro-periferia o de metrpolis-satlite.

    Dentro de esta trama que ata lo internacional con lo local, los grupos dominantes locales existen y ejercen su dominio sobre los espacios locales, sin embargo, son a la vez dependientes de gru-pos con poder ms envolvente y que, por ello mismo, tienen un impacto sobre las realidades locales que puede ser ms decisivo. En otros trminos, un grupo dependiente ejerce su dominio en cierta escala, dentro de los mrgenes de maniobra que le deja su dominador. En este sentido las clases dominantes locales expre-san los eslabones con menor poder dentro de la cadena de poder. (Rofman, 1974, cap. 1)

    Sin embargo, desde algunos anlisis realizados con este mar-co interpretativo, dichas elites locales no son completamente in-significantes. Como cualquier elite en cualquier escala de esta

    cadena metrpolis-satlite, aqullas son las que ponen en con-tacto a la sociedad local con el nivel nacional y central. Quienes cumplen mejor ese rol son claves para la sociedad local y pue-den producirse cambios entre quienes mejor cumplen ese rol, por ejemplo en comunidades locales rurales. En este sentido, los cambios ms globales, es decir en el plano de las elites de ese or-den global, pueden generar situaciones y efectos que impulsen, a su vez, el cambio en el carcter de las elites locales, haciendo emerger otras nuevas, ms armnicas a esas nuevas situaciones globales. (Allende, 1966: 65)19.

    19 En estudios situados dentro de esta perspectiva, se observ que en las localidades rurales se estaba transitando desde el antiguo hacendado que va perdiendo su poder por la emergencia de nuevas realidades locales y nacionales hacia una nueva capa

    este libro. Sin embargo, las aproximaciones que destacan la importancia de agentes econmicos transnacionales o multinacionales como estructurantes decisivos de la realidad, haban ya cobrado fuerza en perodos anteriores. En Amrica Latina, en los aos 60, ello estuvo fuertemente presente en los anlisis de la escuela de la dependencia.

  • 38 Poderes locales, nacin y globalizacin. Historias de teoras y debate contemporneo Ral Gonzlez Meyer Agentes y territorios locales. Inventario histrico de aproximaciones 39

    Este enfoque, en general, tiene un fuerte componente norma-tivo relacionado con una crtica radical de las elites y las rea-lidades nacionales de los pases entendidos bsicamente como dependientes, es decir donde sus grupos de poder de escala na-cional son dependientes de los agentes ms internacionales. Es-tos grupos de poder se mueven dentro de rangos limitados, en tanto elite nacional, justamente por esa dependencia y no son los verdaderos conductores de la nacin. Ello las aparta de la posi-bilidad de ser promotoras de un verdadero desarrollo nacional.

    La alteracin de sta situacin estructural no nos remite a la accin en los espacios locales sino a un cambio profundo en el tipo de grupos y las polticas de escala nacional. En este sentido, suele no existir un inters analtico mayor en la recomposicin de poderes locales, sino en la medida que ello sea til a la cons-titucin de otra composicin de agentes nacionales dirigentes. De todas formas, ello fue la fuente de ciertas polmicas dada la existencia de una tradicin de carcter marxista iniciada por C. Marx en sus anlisis acerca de la Comuna de Paris alrededor de las organizaciones sociales territoriales como las bases de un nuevo poder nacional.

    lA coMunidAd locAl

    Otra aproximacin a la produccin de lo local tiene como agente relevante a la comunidad local urbana. Esto a pesar que en general se ha asociado el crecimiento de los espacios urbanos con el desarrollo de un proceso de individuacin que disminu-ye o elimina el peso o el significado de las comunidades locales

    como agentes. Sin embargo, desde el anlisis de la ciudad o de lo urbano han surgido influyentes visiones que han introducido a

    la comunidad como constituyente de realidades urbanas locali-zadas y, en tanto tal, de la ciudad como conjunto.

    Este enfoque tiene una referencia conceptual en la idea de comunidad local o geogrfica que busc caracterizar la realidad

    social propia de sociedades menos mviles y cambiantes que la moderna. All la nocin de comunidad expresa un todo social en que la vida y el inters de quienes la conforman se identifican de

    una manera plena con el inters del conjunto (Bassand, 1979: 95).

    La fuerza del todo aparece envolviendo a cada individuo y, por ello, no aparecen sujetos o agrupacin de sujetos que impongan dinmicas particulares. Lo local comunitario pone a disposicin de sus integrantes desde su nacimiento hasta su muerte las insti-tuciones necesarias para la satisfaccin de sus necesidades.

    Del mismo modo, en la idea de comunidad, la estabilidad do-mina largamente sobre el cambio. Hay una reproduccin cultu-ral que mantiene la comunidad y que es transmitida oralmente por cada miembro y por el significado de sus propias conductas.

    Esto es a travs de una sociabilidad que se repite de manera ms o menos mecnica. La colectividad comprende sus propias fuer-zas integradoras y, en ese sentido, se constituye como una repro-duccin autnoma. (Bassand, 1979: 96)

    Esta idea de comunidad estuvo originalmente referida a las zonas rurales, pero luego se busca aplicar a la ciudad a partir de la observacin de ciertos fenmenos que ocurren en ella. (Bas-sand, 1979: 96). Se inspira en la existencia de una poblacin que

    se distribuye y habita de acuerdo a unidades de vecindad, (co-munidades), a veces muy cerradas y que expresan maneras sin-gulares de ser. (Grafmeyer, 1994: 11).

    Se busca destacar ciertas maneras de estar y ser en la ciudad y que configuran estos conjuntos humanos diferenciados y loca-lizados espacialmente: homogeneidad de poblamiento, homoge-neidad de modos de vida, fuerte identidad a un territorio, alta sociabilidad interna, centramiento en el medio ambiente huma-no del barrio ms que en la casa; alto uso de la calle como espacio de relacin social; densidad de conocimiento mutuo en la locali-dad; redes de solidaridad; control social del vecindario sobre las reglas que deben organizar las conductas y relaciones. (Young y

    Willmont, 1983: 52). Un factor decisivo en la configuracin de un

    fenmeno tal puede ser el comn origen tnico y/o geogrfico de

    quienes constituyen la comunidad.

    local que va emergiendo y en la que participan funcionarios, tcnicos y comerciantes locales, los que van asumiendo un liderazgo local y una funcin de representacin de la localidad. Todo ello, dados cambios ocurridos en el nivel nacional en trminos de grupos de poder (Allende, 1966).

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    Ahora, si consideramos a la ciudad como una realidad local se desprende que ella, como totalidad, no posee agentes que puedan imponer su fuerza sobre estas comunidades locales ba-rriales o zonales. La ciudad, tomndola como un espacio local, es un mosaico de sujetos colectivos barriales. Las partes son ms fuertes que el todo, lo que queda bien expresado en la nocin de village dans la ville. All en la village se mantiene y reproduce lo propio; se es el protagonista como colectivo de esa parte de lo local.

    Desde algunos autores la homogeneidad propia de una co-munidad est asociada al aislamiento, esto es, al poco contacto con el entorno, lo que impide la influencia externa y la diferen-ciacin interna. Justamente, desde ese razonamiento, el aumen-to de ese contacto se correlaciona con varios procesos internos como el de desorganizacin comunitaria y el aumento de la in-dividualizacin. Ello es lo que desde algunos anlisis tendera naturalmente a ir ocurriendo, disminuyendo, a la larga, la fuerza de estas comunidades y hacindolas menos intensas en sus rela-ciones internas.

    Sin embargo, ciertas aproximaciones en trminos de comuni-dad no necesariamente se plantean una relacin inversa con su carcter cerrado. Se seala que una comunidad local en tanto sistema est justamente en equilibrio cuando es capaz de reac-cionar a un cambio, minimizando el impacto de aqul en las rela-ciones entre sus unidades. Aqu, an bajo el concepto de comuni-dad, a sta no se le concibe esttica sino en reproduccin por sus reacciones adaptativas, lo que la lleva a cambios como totalidad. Sin embargo, la tendencia sera a que los sujetos de la colectivi-dad se orienten cada vez ms hacia fuera de ella. Asimismo, al-gunas aproximaciones en trminos de comunidad local resaltan que la sociabilidad comunitaria es tambin conflictiva, contiene

    prejuicios y tensiones (Lewis, 1986: 120)

    En esa lectura de una ciudad formada por mosaicos no es-tablemente cerrados se inscriben estudios como los de L. Wir-th caso de comunidad india en Chicago en que la comunidad puede ser un primer paso de integracin a la ciudad. El ghetto es

    el lugar de primera instalacin e insercin de los recin llegados. (Grafmeyer, 1994: 83).

    Luego vienen los recorridos residenciales que indican cam-bios de estatus, de comportamientos, que van marcando una in-tegracin distinta a la ciudad. La comunidad se constituye as en el lugar en donde se equilibra tradicin y adaptacin; tolerancia y conflicto. Aquella limita el efecto desintegrador del choque de

    culturas al precio de una separacin espacial que permita caute-lar normas bsicas de identidad. En este sentido, es ms la anti-gedad en la ciudad, que el ciclo individual, el que orienta las movilidades espaciales.

    Aun cuando este proceso pudiese ser entendido como adap-tacin/asimilacin, debe inferirse que tambin ha determinado un tipo especfico de ciudad asociado a la existencia de comu-nidades.

    En los estudios de los pobladores en Amrica Latina, en los aos 70 y 80, principalmente, hubo mltiples referencias a la creacin de zonas populares, con un origen e historia ms o menos comn. Ello poda comenzar con la ocupacin de te-rrenos bajo formas espontneas y acumulativas en el tiempo o formas organizadas y masivas. Se va a llamar la atencin sobre la densidad interna de esas experiencias colectivas en dimen-siones como las de autoconstruccin de la vivienda, los inter-cambios no mercantiles, la organizacin de servicios internos. Sin embargo ya sea por liderazgos propios, por la accin de partidos polticos o por la propia accin del Estado, en gene-ral, los anlisis van a destacar los significados polticos de estos

    grupos poblacionales. Una variante de la idea de comunidades dentro de la ciudad

    con partes delimitadas y a la vez constitutivas de aqulla, est en la idea de la existencia de una (sub)cultura de la pobreza en

    la ciudad. Esta es vista como un subsistema dentro de la ciudad, que tiene una reproduccin ensimismada, que tiende a repro-ducirse hacia dentro en el tiempo, ms que proyectarse hacia fuera. Los valores encontrados seran la resignacin, la angus-tia, fatalismo, machismo, apata, baja autoestima, constituyendo un modo de vida que expresaba las condiciones de marginalidad social y, a la vez, a un subsistema local (el vecindario) que per-mita sobrevivir en la ciudad. (Lewis, 1986: 105). Ms amplia-mente, esto puede ser inscrito en el enfoque de la marginalidad

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    presente en Amrica Latina a travs de la importancia que ad-quiere el gran poblamiento urbano. (Desal, 1966: 70)

    lA ideA del notABle locAl y el Poder PeriFrico

    Tambin podemos encontrar un enfoque de la produccin de lo local desde los anlisis que destacan la existencia de un agente especfico que es el notable local, al cual va adosada la funcin notabiliaria. A travs del ejercicio de sta, dicho agen-te es presentado jugando un rol protagnico en la construccin de lo local.

    Esta aproximacin busca dar cuenta de la dinmica local en particular a partir de su relacin con un Estado con alto centra-lismo poltico administrativo y que tiene un gran peso en la din-mica de la sociedad. Sin embargo, a pesar del centralismo y peso estatales, la dinmica de la localidad no se reduce al impacto de la accin de dicho poder central, sino que debe ser combinada con la figura del notable y los intereses que canaliza.

    Este notable se ubica en el escaln local del sistema poltico-administrativo nacional. Es un personaje gravitante cuya base de legitimidad inicial es una autoridad formal en la localidad, con-cedida por eleccin o designacin, pero en que la mantencin y ampliacin de dicha legitimidad y el grado de su ascendencia en dicha localidad dependen de ser capaz de conseguir beneficios

    desde el nivel central para la sociedad local. En este sentido, la funcin y capacidad para obtener ventajas

    o recursos para la localidad se mueve dentro del lmite dado por el hecho de que la accin de los notables se reduce a solicitudes dirigidas al poder del Estado Central (Mazares, 1978: 252). En

    este sentido, se trata de un personaje que hace de bisagra entre la sociedad local y el poder central, a partir de intereses y deman-das de la primera y de la necesidad de mostrar un mnimo de capacidad de respuesta del segundo.

    El notable para reproducirse en tanto tal, de cara a la comu-nidad local que representa, necesita mostrar ante ella una capa-cidad bsica de logro, sin la cual se vera cuestionado en cuanto puente de comunicacin con el poder central. En este sentido, la demanda y/o el descontento local termina expresndose como

    una presin de los notables locales ante las autoridades centrales, a fin de obtener de stas ciertas ventajas. A su vez, su legitimidad

    y poder en la comunidad local radica en que dicho notable, ms all de sus eventuales fracasos parciales en obtener respuesta a demandas locales en el nivel central, puede seguir apareciendo como el que ofrece mayores probabilidades en comparacin con otros, para obtener dicho tipo de beneficios. Ello le otorga un

    margen de maniobra respecto de la comunidad local en cuanto a seleccionar la cantidad y el ritmo de las demandas.

    Esta caracterizacin del rol del notable tiene como marco de anlisis la existencia de Estados nacionales fuertes en cuanto a su influencia en la dinmica de la sociedad nacional y en que,

    por tanto, su accin ejerce efectos significativos en las realidades

    locales. Asimismo, se trata de un Estado en que sus planos deci-sionales estn fuertemente concentrados en sus niveles superio-res y localizados predominantemente en la ciudad capital de la sociedad nacional. Es decir, un Estado centralista. Una referencia emprica destacada en la elaboracin de este enfoque fue el sis-tema poltico administrativo francs, generalmente presentado como ejemplo de un Estado con aquellas caractersticas.

    Este poder central, para hacer eficaz su presencia en el con-junto del territorio, necesita tener representacin local que per-mita llegar con sus rdenes, polticas y visiones a cada uno de los puntos del territorio. Sus estructuras locales, en las lneas polti-cas y tcnicas, son claves para ello; es decir para ser una estructu-ra centralizada que efectivamente estructure las realidades hasta sus escalas ms locales.

    Pero, como sealamos anteriormente, la mecnica estatal que conecta sus niveles superiores con sus niveles inferiores es, des-de este enfoque del notable local, representado como ms com-pleja que slo compuesto por flujos de carcter verticalista. Es

    decir, no se agota en una jerarqua vertical, en que en lo local slo existen operadores locales de las rdenes centrales.

    Esto porque el nivel central del Estado necesita, para repro-ducirse con legitimidad y sin crticas radicales, acceder a parte de las necesidades y demandas locales. Para ello necesita conocerlas de manera de emitir respuestas adecuadas. Este es un rol clave y caracterstico, como hemos visto, que cumplen los notables

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    locales y que define a la funcin notabiliaria. Es decir, los gru-pos que ocupan el Estado central necesitan escuchar y aceptar, en algn grado, las peticiones portadas por los notables locales.