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MUJERES MEMORABLES
Pág
ina4
2014
EDITORIAL TRASCENDERNOA
MUJERES MEMORABLES
Alejandra Burzac
Primera Edición: 8 de marzo 2014
EDITORIAL TRASCENDERNOA
Corrientes 415, S. M. de Tucumán, Tuc.; Tel —Fax: 0381—421—5165
0381—155—429275; e mail: [email protected]
www.trascendernoa—edic.com.ar
ISBN: 978—987—27356—6—1
Queda hecho el depósito de la Ley 11.723
Realizado en Argentina
Editora Literaria Contratapa, Coordinación General y Compilación:
Alejandra Burzac
Fotos de tapa: Editorial Trascendernoa y Autores Anónimos.
Páginas: 92
Idiomas: Español y Portugués
Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacena-
da o transmitida de ninguna forma sin ser mencionada la fuente,
página y autora.
MUJERES MEMORABLES
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MUJERES MEMORABLES
Antología
ALEJANDRA BURZAC
Compiladora
15 Autoras Seleccionadas
MUJERES MEMORABLES
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ÍNDICE 9
PRÓLOGO 11
POESÍA 13
ALEJANDRA BURZAC 15
CONCEPCIÓN 16
CLARA 17
ESTÁ SALIENDO EL SOL EN SANAGASTA 19
AMIRA JURI 21
XXVI 22
DÉBORA TREJO 23
19 DE FEBRERO 24
ESTELA PORTA 27
TODAS LAS LETRAS ALINEADAS ENTRE
TUS LUCES Y TUS NOCHES 28
COMO UN PÁJARO SIN LUZ 29
TANTO FUEGO TODAVÍA 30
EVA 31
ELLA Y EL MAR 32
UN ENJAMBRE DE ESPERANZAS 33
ELLA 34
SCHERAZADA 35
HILDA ANGÉLICA GARCÍA 37
LA CASA 38
MADRE BORDANDO 39
MUJERES MEMORABLES
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LAURA BEATRÍZ URETTI 41
MUSA Y ESCRITORA 42
MARÍA DEL CARMEN SUÁREZ 43
MUJERES SALVAJES 44
MANOS CREADORAS 46
MARÍA ESTHER ROBLEDO 49
ABUELA MARGARITA 50
MARÍA EUGENIA HERNÁNDEZ SALÁIS 51
TONANTZIN*1 52
MARÍA PAULA MONES RUÍZ 53
SE DESBORDA TU NOMBRE 54
SILVIA GÓMEZ 55
RESISTENCIAS 56
VOLVER 57
EN ESTOS CLAUSTROS 58
CLANDESTINA 59
MUJERES 60
TERESITA FLORES 61
LA COPLA 62
NIÑA MARTA 63
CANTORA DE COPLAS 64
VANDA LÚCIA DA COSTA SALLES 65
SOBRE O FRUTO E A FLOR 68
PROSA 71
MUJERES MEMORABLES
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ina9
GABRIELA CHAMBEAUD 73
FLORA TRISTÁN (SEMBLANZA) 74
MARÍA GABRIELA DE BOËCK 79
LA REINA 80
CÍRCULO ÁUREO 82
MUJERES MEMORABLES
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Prólogo:
El 8 de marzo no es un día como todos, es la
fecha en la que conmemoramos la lucha de un
grupo de mujeres que alzaron la voz para hacer
oír sus demandas, lamentablemente su final no
fue distinto al de otras mujeres en la historia de
la humanidad el fuego se llevó sus cuerpos pero
ese espíritu revolucionario, de lucha por la con-
quista de los Derechos se multiplicó en nuestro
género y arde en nuestros corazones constante-
mente.
“MUJERES MEMORABLES” engloba mu-
jeres de todo tipo, la de las grandes luchas y esas
otras que hacen desde su lugar, muchas veces
pequeño y distante pero no por eso menor. Para
construir los ladrillos se colocan de a uno, algu-
nos debajo de la tierra, donde no se ven ni lucen
colores ni molduras y otros totalmente engalana-
dos. Las Mujeres todas somos constructoras, to-
das nosotras llevamos dentro la llama de la
Creación. Estamos llamadas a la vida para dar
vida, para multiplicar la humanidad, para em-
bellecerla con nuestros atributos y cuidados. Es-
tamos llamadas a velar por la humanidad for-
mar a los hijos y con ello delinear el futuro de las
sociedades.
Esta Antología constituye un homenaje a la
Mujer y cada Mujer que forma parte de esta se-
lección se inspiro en su congénere para producir
su obra. Se recuerdan mujeres, en distintos roles,
con distintas actividades que generan distintos
sentimientos y sensaciones en las artistas que
escriben y eso me parece mágico que podamos con
MUJERES MEMORABLES
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un conjunto de palabras recrear y dar vida a
alguien y dejarla plasmada para siempre desde
una mirada particular y transformar esa mirada
en una imagen universal en la que muchos reco-
nocerán a sus propias mujeres, esas que forman
parte de su vida y de su entorno.
Seguro que había muchos más textos para
compartir pero estos son los que elegí para esta
entrega de “MUJERES MEMORABLES”, espe-
ro que la disfruten y la compartan.
Prof. Alejandra Burzac
San Miguel de Tucumán, 8 de marzo de 2014
MUJERES MEMORABLES
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ALEJANDRA BURZAC
Escritora, Ensayista, Editora,
Poeta y Gestora Cultural, tucu-
mana. Fue Directora de Área
Quichua en la UNSE, Correspon-
sal de Prensa de la Asociación
Indígena de la República Argen-
tina y Delegada de Apoyo de la
Secretaria de Estado de Cultura
de la Provincia de Tucumán. Es Coordinadora
General de la Fundación Familia y Educa-
ción y del Centro de Prevención contra la
droga. Responsable de SADE Filial Tu-
cumán. Editora literaria de diversos autores de
la región. Conferencista y Jurado de Concursos
Literarios, Coordina encuentros, Congresos,
Ferias Literarias, Café Literarios. Publicó:
“Ella” (2 edic. 2012, 2013); “Instintos Natura-
les” (2011); “Eterna Búsqueda” (2006/ 2011);
“Origen Entrada y Consolidación del Qui-
chua Santiagueño” (2010), “El Avá Neê”
(1996). Publicó además en revistas locales, na-
cionales e internacionales.
Fue seleccionada por Concurso en la Antología
“Basta”, 100 mujeres argentinas en el mun-
do contra la Violencia de Género. Tienes
menciones en diversos concursos internacionales
y su obra forma parte de importantes antologías.
MUJERES MEMORABLES
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CONCEPCIÓN
A Olga Angélica Sáenz, mi madre
Una vez cuando era tan pequeña
que cabía en el hueco de una mano,
en un dedal, holgadamente en el más simple
átomo
fui luz.
También entonces fui misterio
duda, susurro y esperanza.
Mi madre me tenía prendida a sus entrañas
me sentía latir con acelero.
Una vez cuando era tan célula,
cusiforme, inquieta. Vivía en agua
pero era luz en agua
adherida como musgo al vientre de mi madre.
Y ese vientre era como dos manos
agradecidas o en ruego
¿Quién lo sabe?
Pero tengo ese recuerdo tan preciso
de mi tiempo de luz viviendo en agua
en las entrañas dulces de mi madre
que no puedo dejar de conmoverme
con la vida
y cada vez que nace algo
sentirme agradecida
de mi origen de luz en sus entrañas.
MUJERES MEMORABLES
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CLARA
No me tome el tiempo
para entender que encerraba
en sus azules ojos esquivos
o que escondía en su ceño fruncido todo el tiem-
po.
O adonde la llevaban sus piernas delgaditas
ausente de color, blancas extremas
tan chuecas como las del loro
que vestía su pequeño patio
de verdes y rojos en el aro de metal
en permanente movimiento.
No se si fue feliz ni como fue su infancia
si amaba y era amada
si se sentía plena de ser madre
de mis cuatro primos.
Ella era casi taciturna,
lejana, como la cima del cerro
mirado desde el pie sin poder treparlo.
Tenía voz de chicharra grata
sus cabellos canosos y sencillos
caían en una leve melena cortita,
apenas femenina.
Nunca hizo nada que yo sepa
su marido secuenciaba colores
en los más diversos firuletes sobre todo tipo de
elementos,
camiones, carros, bicicletas, murales, lienzos…
artista de pinceladas finas en tonos de arcoíris.
Y el domingo repartía la eucaristía y la palabra
entre ancianos, enfermos y pobres.
MUJERES MEMORABLES
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Pero mi tía Clara era un misterio,
su mirada, su risa
toda ella era una incógnita sobre piernas chue-
cas
tan idéntica en aspecto a mi padre
y a la vez tan distintos.
No la había tocado la barrita mágica del encanto
ni la seducción
no contaba historia ni traía caramelos
bruja le decían a sus espaldas sus hermanos
… bruja en voz baja se oía cuando llegaba o se
iba.
Heredé su nombre,
o ambas lo heredamos de su madre.
Clara bruja le decían
tal vez por esa rigidez de ser y estar
y no ser ni estar al mismo tiempo.
Quizás crecer entre nueve hermanos
varones no le había favorecido
O la infancia de campo con padre adusto
que a látigo administraba a los peones
del ingenio San Juan sin misericordia.
Una tarde de julio del ‘82,
mientras el país entero vibraba las instancias
de la selección de fútbol en España
cerró los ojos sin retorno.
Y quedó allí. Tiesa y Ausente.
Eternamente ausente.
Con sus ojos azules vidriados, deslucidos
sin su voz achicharrada grata,
sin sus piernas chuecas haciendo ruido
arítmico con los tacos sin que sepa donde iban.
MUJERES MEMORABLES
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ESTÁ SALIENDO EL SOL EN SANAGASTA
Dedicado a Teresita Flores, poeta riojana
Está saliendo el sol
en Sanagasta
y sobre el cerro muestra
las grietas profundas, enormes
en su cuerpo de piedra
donde guarda la historia
de su pueblo.
Y Teresita cuenta
le cambian los colores de las mejillas
se le quiebra la Palabra en el recuerdo
los ojos se le pierden en el pasado
que la apresa.
Está saliendo el sol
en Sanagasta
los paisajes todos estremecen
en el sentir de mi corazón turista.
Las casas, los solares.
Evocaciones trémulas
acompañan mi oído.
Y Teresita sigue en ese viaje
mitad de guía
mitad de viaje interno
hacia el sitio aquel
donde sus abuelos
malcriaban chiquilines.
MUJERES MEMORABLES
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Sus padres exigían
a hijos pequeñitos
posturas altruistas.
Está saliendo el sol
en Sanagasta
y todo queda pleno
piedra, montaña
lugares y recuerdos
y Teresita suspira
intensa y sabia
en armonía con la belleza ancestral
de su paisaje.
Sanagasta, La Rioja,
14 de septiembre de 2013
MUJERES MEMORABLES
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AMIRA JURI
Tucumana. Licenciada y
Magister en Filosofía. Do-
cente desde 1996 en Facul-
tad de Filosofía y Letras de
la UNT.
Ha realizado cursos de post-
grado en la Universidad de
Granada (España) en Histo-
ria del Arte.
Cultiva la poesía.
Dicta talleres literarios para jóvenes y adultos.
Ha publicado: “Al Andalus” (2001), “Árbol de
viajes” (2004), “El tiempo y las cosas” (2007).
MUJERES MEMORABLES
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XXVI
(Del libro: Árbol de Viaje)
A María Teresa, mi madre
En esa gramática personal
el verbo “decir” es un jarrón de vidrio rompién-
dose
o brotes de lapacho de una primavera nueva
el sustantivo “noche” es una transformación de
luna llena
o una claridad esférica de luz
y así de puerta en puerta
las palabras se quedan en la piel
o en el aire de tu mirada.
MUJERES MEMORABLES
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DÉBORA TREJO
Nacida en Tucumán, Profesora
de Letras. Obtuvo premios y
distinciones tanto en Cuento
como en Poesía. Entre ellos:
Distinción Especial en el Con-
curso Poético para la Mujer del
Instituto Literario Rega Moli-
na de la provincia. de Buenos
Aires, 1° Premio en el Concurso de Cuento del
Banco Velox, 1° Premio en Cuento en las IV
Olimpíadas Literarias del Instituto Dr. Carlos
Pellegrini, 2° Premio en X° Concurso Literario
de Cuento Ernesto Sábato.
En octubre de 2012 editó su primer libro de Po-
esía “Palabras Impúdbicas”, un canto al amor
con un tinte erótico.
Editora de la Revista: “Tucumán en Foco”
MUJERES MEMORABLES
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19 DE FEBRERO
A mi hija
Me doliste tanto, tanto,
ese día esperándote
entre gritos de mujer
que sufre pero que ama,
las dos cosas a la vez.
Con la vista nublada
entre esas paredes blancas,
me sentí desfallecer,
pero vinieron del alma
fuerzas para no temer.
Respiré profundo
ya había llegado el momento.
Disfruté de aquel dolor
que marcaba abrupto el sisma
entre tu cuerpo y el mío.
Tu llanto me hizo llorar.
Y la sangre,
el cordón,
sentí triste aquel instante.
Las tijeras
desprendieron
un pedazo de mi ser
que en mi útero, tu nido,
nueve meses cobijé
nueve meses hija mía
que jamás olvidaré.
MUJERES MEMORABLES
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Te estreché entre mis brazos
y con tus labios morados
succionaste de mi seno.
La magia surgió de tus ojitos brillantes.
Esa mirada, ese amor,
me transformó con encanto
de mujer pasión
a pecho,
leche,
Madre.
MUJERES MEMORABLES
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ESTELA PORTA
(Argentina) Escritora tucu-
mana, vive en Tafi Viejo.
Prof. en Letras, egresada en
la UNT. Coordinó talleres de
lectura y teatro en escuelas
secundarias de Tafí Viejo y el
Ciclo “Café con letras”, de
la Dirección de Cultura de
Municipalidad de Tafí Viejo.
Tuvo a su cargo la presenta-
ción y análisis de libros de diecinueve autores
tucumanos de reconocida trayectoria. Obtuvo
importantes premios y fue jurado en diversos
certámenes a nivel municipal, provincial y na-
cional. Presidente fundadora de la Sociedad Ar-
gentina de Escritores (S.A.D.E.) (2004 – 2006)
filial Tafí Viejo. Asesora Cultural de ASOLAPO
de Argentina. Fue distinguida por la Municipa-
lidad de Tafí Viejo en 2010 y 2011 (Día Interna-
cional de la Mujer destacada en el campo de las
Letras). Fue nominada en una terna de poetas
para representar a Tucumán en el evento global
La Noche en Blanco de Granada, España e inte-
grar la Antología Internacional La Luna en Ver-
sos. Publicó en periódicos y revistas locales. Par-
ticipó en veinte antologías de poemas, cuentos y
microrrelatos. De reciente publicación: “Peque-
ños Fuegos” (poemas), a través de INSIL (Insti-
tuto de Investigaciones Lingüísticas y Literarias
Hispanoamericanas) – Facultad de Filosofía y
Letras de UNT, S. M. de Tuc., 2013. En prepara-
ción: “Del lado de los tarcos” (microficciones) y
“Escrito en la piel” (poemas).
MUJERES MEMORABLES
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TODAS LAS LETRAS ALINEADAS ENTRE
TUS LUCES Y TUS NOCHES
a Elvira, mi mamá – tía,
in memoriam
¿en qué cielo rutilas
única estrella de mi infancia?
el abc de los fuegos enciende el arco de mi hori-
zonte.
MUJERES MEMORABLES
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COMO UN PÁJARO SIN LUZ
a Elvira, mi mamá — tía
in memoriam
tan de azahares eran las siestas
habitadas de cuentos y ternuras
mariposas ebrias de feliz promesa
abrojos del viento,
como hoy
este corazón — pájaro huérfano
las palomitas de pan
bocado crocante de recuerdos
caliente
el poncho rojo
cuelga las hebras de la infancia verde
de sus flecos
sólo la nostalgia enhebra las agujas
el alma remendada
suave ensueña un organito
un perfume de naranjo en flor
golpea intenso
me devuelve tu mano, viejita,
caminemos
vamos a “andar sin pensamientos”.
MUJERES MEMORABLES
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TANTO FUEGO TODAVÍA
a la abuela Gladis
in memoriam
así como se quiebra el tallo de una rosa
así la muerte oscura
y la casa sola
su refugio su muralla
hoy sin sentido las puertas
los objetos consternados aún la esperan
sola la casa
pero toda florecida de violetas
sonrientes desde las ventanas
afuera el naranjo cobijará
tu sombra blanca
y la del abuelo entrelazadas
siempre
siempre será la casa de la abuela
la del domingo feliz
del pastel francés
el atracón de nísperos a la siesta
y la rueda de mate en la vereda
tanto fuego todavía
tanto ruido
silencio chicos la abuela duerme.
MUJERES MEMORABLES
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EVA
Una muralla de silencios
se
des
plo
ma
cuando Dios sueña a la mujer
su primer poema.
MUJERES MEMORABLES
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ELLA Y EL MAR
la luna riela sobre un mar de angustia
vuelan peces con alas de gaviotas
tristes siluetas de sal y arena
la noche cómplice y misteriosos poemas
Alfonsina no duerme
habita en las caracolas
collares nacarados de secretos.
MUJERES MEMORABLES
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UN ENJAMBRE DE ESPERANZAS
tantea la desnudez de tu corteza negra
de mujer sedienta
hasta que la lluvia…
beso a beso
la piel de la sequía
se destrenza en verdes cintas
olor a hierbas mojadas
hay una resurrección de pájaros
aleteando la ternura del alba
tu carne goza entregada
el tamborileo de los dedos de agua
y en el nudo ceñido de los ciclos
con redondez de luna tucumana
balbucea la luz
el azúcar de las cañas.
a la Madre — Tierra
MUJERES MEMORABLES
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ELLA
a María
una mujer sube
la de mil nombres
a su luz
tajaduras de nubes
van deshojando las rosas
perfume intenso
lo sabe el viento
lo respira la piedra
que aplasta la ponzoña
una lluvia de palabras blancas
leer la sintaxis del ascenso
a contra tierra
a contra noche
a cielo abierto
sujetar el instante
cuando las alas de ángeles
sutiles los bordes del milagro
nadie y todos te nombramos
mujer
al fin y al cabo
MUJERES MEMORABLES
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SCHERAZADA
Había una vez, mil veces y una vez. Una
Historia infinita de rosas deshojadas por el des-
pecho deshojado por el hechizo de las palabras.
La Palabra inteligente que calla, demorando la
muerte. La Palabra seductora y femenina en el
eterno tiempo de Shahriyar.
MUJERES MEMORABLES
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HILDA ANGÉLICA GARC-
ÍA
Poeta, Escritora, Ensayista,
Crítica Literaria catamar-
queña.
Es miembro de la Academia
Creceña de Letras, Veedora
de las Artes (Provincia de
Catamarca), Columnista del
Ancasti y colaboradora de diarios y revistas de
prestigio tanto del país y del extranjero.
Su obra figura en numerosas antologías. Alcanzó
importantes premios y distinciones a nivel na-
cional e internacional.
Su poesía está editada en los libros: “Después,
volver” (1967); “Los Días del Amor” (1980);
“Memoria de La Luz” (1989); “Literatura
Catamarqueña. Escritores Contemporáne-
os” (ensayo, 1995); “Agua de Sed” (2003); y
“Moradores de Sueño” (2012)
También publicó un libro de relatos “Sucedidos
en Saujil” (1999); y dos ensayos: “A Libro Abierto
I” (2007); “A Libro Abierto II” (2011) y “Aire de
invocaciones”.
Presidenta de la Sociedad Argentina de Escrito-
res filial Catamarca.
MUJERES MEMORABLES
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LA CASA
Del libro: Aire de invocaciones
La casa era de sueños
cuando madre regaba los geranios.
Ella cantaba antiguos valsecitos
y el agua deslizaba por las hojas
sus gotas transparentes.
Había
un rosal de rosas rojas que crecían
mojadas de rocío.
El jardín a la calle era un retablo
de pétalos sembrando sus colores,
mientras madre barría la vereda
con el aire en su piel, en su cintura.
Iba su escoba
aventando gorriones
saludando a las hojas.
Era de sueños
la casa
y el aroma y su voz por las mañanas.
MUJERES MEMORABLES
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MADRE BORDANDO
Entraba el aire por la ventana limpia
perfume a paraísos
y rosales.
Madre leía
revistas de labores y calcaba
paisajes fugitivos de ángeles
y pájaros. Bordaba
en punto cruz las flores
y en sombras de colores delineaba
contornos de la hojas
que iban y venían con la aguja
sobre un mantel de hilo inmaculado.
MUJERES MEMORABLES
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LAURA BEATRÍZ URETTI
Escritora. Nació en 1960, en
Andalgalá. Es Profesora para la
Enseñanza Primaria. Trabaja-
dora de la Cultura. Forma parte
de diversas organizaciones y
entidades locales, culturales,
deportivas y de servicios. Em-
pleada Municipal. Secretaria del Grupo Literario
Tantanakuy. Obtuvo Mención Especial en el con-
curso organizado por la Biblioteca Popular Sar-
miento y el Primer Premio en el Concurso Lite-
rario “Homenaje Lírico a Andalgalá En el Año
del Bicentenario de la Revolución de Mayo”, Julio
de 2010.
MUJERES MEMORABLES
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MUSA Y ESCRITORA
En tu esencia
de infinita ternura y fortaleza,
abrevan a diario
los pájaros de los sueños,
y tu íntima sensibilidad
hecha sonrisa y canción,
ilumina al mundo
en perenne bendición.
Bendita y pródiga seas
por siempre Mujer,
eje firme e inamovible
de la especie humana.
Los poetas te cantan,
los sones de adornan,
¡encarnación única
de musa y escritora!
MUJERES MEMORABLES
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MARÍA DEL CARMEN SUÁ-
REZ
Nació en el barrio de La Boca el
3 de agosto de 1943. Su padre
uruguayo pertenecía a la fami-
lia Castro Suárez, inmigrantes
españoles de La Coruña. Recibió
la Mención de Honor en el Con-
curso Internacional de Poesía
"José Martí" de Perú (1971) y
Premio Poeta América Latina
1983, compartido con el poeta chileno Enrique
Lihn, Lima, Perú. Como periodista obtuvo el
Premio de la Fundación Rizzuto en 1980 por su
trabajo sobre la ciudad de Buenos Aires en
homenaje a los 400 años de su fundación.
En 1986 publicó Poesía de la mujer argentina
(selección y prólogo) En 1993 editó el ensayo
Potencia del símbolo en la obra de Luisa Merce-
des Levinson. Luisa Mercedes Levinson, estu-
dios sobre su obra fue publicado en 1995 y com-
partido con Mirta Arlt, Leonor Calvera, Rolando
Costa Picazo, Jorge Cruz y Pedro Orgambide.
En octubre de 1993 parte de su novela inédita
fue publicada en Austria por la Editorial Wiener
Frauenverlag en una antología de mujeres lati-
noamericanas seleccionadas por la profesora
Erna Pfeiffer. Colabora con revistas de Argenti-
na y del exterior. Sus poemas figuran en impor-
tants antologías publicadas en Colombia, Méxi-
co, Perú, Venezuela, España y Estados Unidos.
Poesías de su autoría fueron traducidas al jindi y
publicados en la India en 1980, también han sido
vertidos al inglés, italiano y francés.
MUJERES MEMORABLES
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MUJERES SALVAJES
(Del libro: Poesía de Márgenes, Antología)
A Lucía Carmona
He visto amor en las nervaduras del ocaso
en la mirada ardiente de mujeres salvajes
y lloré frente a una grieta oscuros deseos perdi-
dos
lloré por hermanas ardorosas que no conocen
claves
de la alegría
pájaros en ramajes de árboles en llamas
vi lámparas apagadas en los cuartos
lechos donde el agua seminal grababa dibujos
extraños
y la huella de los cuerpos aparecía terriblemente
oscura
vi fluorescencias diminutas
parejas reales que agudizan el oído para escu-
char
las voces del amor
amantes constructores que levantan blancas
paredes
gestan bellos hijos y cultivan jardines de fuego
damas melancólicas
con vestidos oscuros y tragedias
se hieren con filamentos y veo su sangra embra-
vecida
desde mi casa brillante de papeles y felinos
MUJERES MEMORABLES
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observo a esas hermanas
sus signos
esperando del amor una mirada intensa
que despierte en los cuerpos la rotación del uni-
verso.
MUJERES MEMORABLES
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MANOS CREADORAS
(Del libro: Poesía de Márgenes, Antología)
Todas las mujeres de mi familia
abrían la noche con un canto
labriegas
tejedoras
bordadoras
bailarinas
creaban el silencio
para saber acerca del cielo.
Eran creadoras
lavaban sus cuerpos en aguas
de ríos caudalosos
o el mar esmeralda
de costas misteriosas
eran seres que dejaban huellas
por todo lugar donde moraban
corazones ardientes
impulsados por remotos designios
madres cuidadosas
amantes
sanadores de dolores intensos
quebraban los hechizos
durmiendo en lo alto de árboles sagrados
moviéndose al ritmo de la tierra
que debajo de ellas latía como los corazones.
Viven en un sitio de arenas movedizas
y vuelven en sueños
cuando descanso en el campo
MUJERES MEMORABLES
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a la luz de la luna
o recojo una naranja
donde me refugio
para hablar con ellas.
MUJERES MEMORABLES
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MARÍA ESTHER RO-
BLEDO
Poeta y narradora. Docente.
Creadora y coordinadora del
Proyecto Entretejiendo desde
el hacer de las palabras. Su
labor ha sido distinguida con
primeros premios y mención
de honor. Participo de anto-
logías y Congresos fuera y dentro de su país.
Vocal de S.A.L.A.C. —Sociedad de Escritores
letras Artes y Ciencias Filial San Juan2008—
Conductora y creadora de Programa Radial “El
hacer de las palabras”. Por radio Nacional desde
año 1998—hasta el 2000 y en radio Universidad.
FM. 93.1 desde el año 2000 hasta 2004
Libros: “Huellas”; “Verde esmeralda”; “Te-
jiendo colores de otoño”; “Granos de Arena
en el viento”; “Los nombres”.
MUJERES MEMORABLES
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ABUELA MARGARITA
Margarita
de paso lento,
sentada en su silla baja
con asiento de totora,
tejía
con aguja para crochet de madera.
Eran pasadas colchas coloridas
para los pies de nuestras camas.
Hoy las veo,
adornaban y arropaban.
Si, Margarita tejía en silla de paja;
tejía sueños,
tejía familia,
en la galería con piso de baldosas
lustrosas como mosaico,
que daba al norte.
en el caminar de nuestras vidas.
MUJERES MEMORABLES
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MARÍA EUGENIA
HERNÁNDEZ SALÁIS
Mazatlán, Sinaloa, México
Abogada con maestrías en
derecho penal, administración
y una especialidad en literatu-
ra mexicana del siglo XX
Asistente a congresos de lectu-
ra y poesía en:
Puebla, Oaxaca, Hermosillo, México, la habana
cuba, encuentros de poetas en San Juan, Buenos
Aires y Santa María de punilla, y Brinkmann en
argentina.
Publicaciones:
En 2009 libro de poemas titulado “Brumas y
Lejanías” editorial de los cuatro vientos de
buenos aires, argentina.
En 2010 libro de poemas titulado “fuegos fa-
tuos” editorial de los cuatro vientos de buenos
aires, argentina.
En 2011 libro de relatos titulado “sirenas ama-
rillas” editorial de los cuatro vientos de Buenos
Aires, argentina
MUJERES MEMORABLES
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TONANTZIN*1
Quiero recibir la primavera engalanada
úngeme de colores primigenios madre tierra,
perfuma mi cuerpo con el almizcle poderoso
que sale de tu vientre oliendo a barro.
Xóchitl llenara mi copa
con la savia dulce y soberana del maguey;
deseo sentirme niña
dormir una vez más entre tus brazos
oscuros, amorosos, sabios y tiernos,
¡ven! calma mis terrores, vieja nana.
*1—TONANTZIN significa madre venera-
ble..to=nuestro...nan=madre...tzin...venerar...des
pués de la conquista se utilizó para decir “Nues-
tra señora”..por eso después de las “apariciones
de la virgen de Guadalupe” inicialmente los
indígenas la llamaban “Guadalupe Tonantzin...
*2—XOCHITL...termino ahuatl también signifi-
ca Reina de las Flores
*3—MAGUEY es un cactus que en nahuatl se
nombraba Metl, pero después de la conquista los
españoles utilizaron una palabra caribeña para
designar esta planta...AGAVE o MAGUEY...del
cual se obtiene un destilado llamado aguamiel,
que después de fermento y procesamiento da
origen al mezcal (agua ardiente) y al Tequila
finalmente
MUJERES MEMORABLES
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MARÍA PAULA MONES
RUÍZ
Poeta argentina, nacida en
Buenos Aires el 3 de abril de
1955. Estudió Letras y es
Correctora Literaria.
Ha publicado: “Piedra,
papel o poema”, 2004;
“Calle blanca”, 2006; “La
clave”, 2008; “Poemas pa-
ra la magia y otras visiones”, 2009; “Avepo-
esía”, 2010 Faja de Honor de la SADE Central.
MUJERES MEMORABLES
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SE DESBORDA TU NOMBRE
(Del libro: Avepoesía)
A Rosa María Sobrón, In memoriam
Se deshoja tu nombre
y tu fragancia de poeta perfuma mi nostalgia.
Hay en el aire una extrañeza,
una rosada alquimia.
Otoño. Te escribo.
Asciendes
y mi mano no parece sobre el papel apoyarse.
Seguramente, como una hoja otoñada
quiera suspenderse, rozar tu vuelo
y volver…
sin tu partida.
MUJERES MEMORABLES
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SILVIA GÓMEZ
(1964) Profesora de Ciencias
Jurídicas. Licenciada en Cien-
cias sociales y Humanidades.
Trabaja actualmente en el
Sistema Provincial de salud
de la Provincia de Tucumán.
Integra la Comisión directiva
de la biblioteca Popular La
Randa de Yerba Buena en la que dirige un taller
literario. Integrante del grupo Las Lilith femi-
nistas.
Ha participado en publicaciones digitales, mesas
de lecturas y en revistas especializadas en tema
género y poesía. Ha publicado un libro de poe-
mas: “Transformaciones Urgentes”, (Edicio-
nes Parque Chas. 2012). Tiene una obra en edi-
ción: “Esas que soy” (Ediciones de Octubre)
Antologías publicadas: Escritura compartida
(Centro Nacional de Escritores. Córdoba 2012),
Antología Contra la Violencia de Género, con-
curso Micaela Bastidas (Inadi—Buenos Aires.
2013), Poesía Bajo el Farol (Ediciones Del par-
que. Tucumán. 2013), Revelaciones (Editorial
Dunken. Buenos Aires. 2013)
E—mail: [email protected]
MUJERES MEMORABLES
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RESISTENCIAS
Del libro: “Transformaciones Urgentes” (2012)
Ellas danzan
subidas en manteles esquirlados.
Ellas pujan.
Trepan.
Escapan por las ventanas.
Ellas reptan.
Se seducen.
Se desmayan.
Se aproximan al infinito cielo
que las mira
para desvestirlas en jirones escarlata.
Ellas danzan
la alegría de la vida
y batallan una a una las palabras,
izando sus faldas como banderas
en los centros de las calles,
de las plazas.
MUJERES MEMORABLES
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VOLVER
Del libro: “Transformaciones Urgentes” (2012)
Mi madre,
que sólo esperaba
permanecer despierta
hasta que el alba tiñera sus hortensias,
me vio llegar esa mañana
cargada de figuras, de sombras y de exilios.
Acarició mis ojos,
mis pestañas y mi pelo.
Quiero decir,
me acunó en silencio,
tras esta larga travesía
de volver a casa.
MUJERES MEMORABLES
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EN ESTOS CLAUSTROS
He buscado tras los muros
del convento
la tentación del saber
y el escribir indómito.
He preferido estas paredes
no las reglas
(escritas para mí, por ser mujer)
He cedido la libertad andante
por la libertad de mis ideas y mis palabras,
aprendiendo de esta forma
que la música y la ciencia
enseñan más
que los enseres de la casa y la cocina.
He respondido
a los hipócritas designios de los hombres
(cargados de furiosas moralinas)
aprendiendo a menudo que la paz
se encuentra encerrada entre tabiques.
He sabido de noblezas y de nobles.
He traído los poetas a mi claustro.
He quemado mis libros tras los pasos
de este año 1600 que se rompe.
Cambié mis honores designados,
me llamé Sor Juana Inés
para la historia.
El tifón me fue gestando en poeta
en el convento,
en estos claustros,
y entre estos muros de mi vida.
MUJERES MEMORABLES
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CLANDESTINA
“Aborto legal, seguro y gratuito ya!”
(Consigna popular)
Anestesiada en esta cabellera oscura
que pinta mi falda de rojo
y entrañas ingrávidas, estériles
me desangro. Clandestina.
Me ahogo en los rellanos oscuros,
intromisiones mortales me segmentan de a poco.
Me parto. Evaporo
Me asfixio. Clandestina.
Los gritos malolientes de esta ciudad sombría
que esconden sus hartazgos más violentos
conduce esta noche a otros desvelos
que sujetan el cuerpo,
¡Tanta agonía!
Mientras se empaña la vida de pecados,
de roñas , de inmundicias
una hipocresía se cuelga en sotanas
que a lo lejos bendice
a los feligreses en misa.
Y yo
muerta.
Silenciosamente.
Clandestina.
MUJERES MEMORABLES
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MUJERES
Nos pusieron cadenas,
nos blandieron espadas
nos mataron oscuras
en fuegos, hogueras, cenizas, llamas.
Nos precipitamos abismos
significamos palabras
nos volamos los siglos
huellas andantes,
semillas aladas.
Nos sembramos los vientres
nos parimos vedadas
nos despertamos vida,
susurramos el alba.
Seguimos
surcando los cielos, barriendo caminos
creando esperanzas.
Cantamos
cada luna nueva, nuevas melodías
que despiertan los labios
y prometen sus alas.
MUJERES MEMORABLES
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TERESITA FLORES
Riojana, nacida en Sanagasta,
es docente, poeta e investiga-
dora de temas relacionados
historia, alimentación y mito-
logía americana. Dicta confe-
rencias en el país y en sus via-
jes lleva a La Rioja en el bolsi-
llo.
Ha presentado sus obras en España en el marco
del Encuentro Mundial de la Décima y el Trovo
en Ronda (Andalucía), en Chile, Uruguay, Boli-
via, etc. Ha recibido diversos reconocimientos
por su obra y por su trayectoria. Como docente
desempeñó funciones de maestra de grado, direc-
tora y supervisora de Zona, jubilándose en 1986.
Es mujer destacada de La Rioja (1996), Vecina
Ilustre (2001), Visitante ilustre en Tarija y
San Lorenzo (Bolivia) Fundadora, junto a sus
hermanos, del Museo “Rumy Mayu”, de Sana-
gasta.
Publicó muchos libros de distintos géneros.
MUJERES MEMORABLES
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LA COPLA
(Del libro: El Ojo de la Aguja)
El canto viene desde las hurañías
con su pobreza llana
de albahaca desgajada.
Ceñido es a la ofrenda
que en el decir regresa,
ordenada en vidalas.
Sube la copla niña
al corazón de las cajas
y se desploman las voces
ocultas en las gargantas.
Cuando la chaya esté lista
han de yaparle su sueño,
le anudarán la nostalgia
como una flor en el pelo.
Van sembradoras de coplas
las mujeres por los pueblos:
Josefa Díaz, Rosario con Amaranta Toledo
subidas al canto llano
que les retumba en el pecho.
¡Ay! Chayita de Alpasinche
Dándole gusto a febrero.
MUJERES MEMORABLES
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NIÑA MARTA
(Del libro: El Ojo de la Aguja)
Vive entre la banda poniente del ocaso,
vecina del río que se encabrita a veces;
suelta su voz de rezos
cuando la sombra avanza
entre las cañas del ejército verde.
Lee en el aire
las corredizas maniobras de la arena
y sabe cuando el río amenaza
con su creciente negra:
Le vuelan los gorriones en el pelo
y le ofrecen serenatas las cigarras.
En días imperiosos, su paciencia,
me regresa a la tierra de conceptos domésticos
anudando a su vida la vida de mis hijos,
y urgida de quehaceres,
y lenta de fatigas,
guisa la tarde en el horno de leña.
Niña obstinada, ordenada, ordena la sucesión
del día
que viene con su modo a la cocina;
el locro crepitante, la cazuela, el arroz,
su voluntad, su gracia humeando en cada plato
y el polen de la harina en sus mejillas.
Su alegría desenfunda
cargamentos de amor en nuestros días.
MUJERES MEMORABLES
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CANTORA DE COPLAS
Ojos de las mujeres empozados y negros
socavando el abismo donde la copla espera.
Ignacia Carrizo con su canto se aferra
a las uñas del tambor y de su herencia
decidora de la tierra.
Con ella camina
la sacra memoria de Salicas,
donde el tambor no era el cuero
estirado y reseco
sino su propio corazón cocido de madera.
La miro pasar delgadita y morena,
hundida en el vaho fragante de la siesta.
Va marchándose sola, de frente, sin apuro,
con el hollín del rancho
en su rostro de cera.
La copla va con ella,
quebrada y soñolienta.
La miro, y me sucede
que evoco el augusto de la tierra,
que me enhebra y me mata
con sus dulces pájaros de greda.
¡Ay! Doña Ignacia Carrizo,
como me duele su pena.
MUJERES MEMORABLES
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VANDA LÚCIA DA COSTA
SALLES (VANDA SALLES):
Nasceu em Italva (antigo
distrito de Campos de Goita-
cazes—RJ), Brasil, em 25 de
abril de 1956. É escritora,
poeta, ensaísta, artista plás-
tica, compositora, tradutora
e conferencista. Graduada
em Letras/Português—
literaturas, pela UERJ/FFP; Pós—Graduada em
Literatura Infanto—Juvenil pela UFF; e em
Arteterapia na Saúde e na Educação pela pela
UCAM. Monção de Aplauso e Congratulações—
Câmara Municipal de Rio das Ostras (2001);
Catedrática de Literatura do Museu Belgrano
(Argentina), outorgada pelo Fundador e Diretor
Dr. Ricardo Vitiritti (2008); Diretora Internacio-
nal do Taller Artístico Alas Rotas—Alitas de
América, nomeada pela Fundadora e Diretora
Geral do T.A.A.R., em Argentina Srª Silvia Aida
Catalán (2008); Fundadora e Diretora do EN-
LACE MPME MUSEU PÓS—MODERNO DE
EDUCAÇÃO (2010). Diploma e Comenda Gon-
çalves Dias— IHGMA/UFMA (2013). Distingui-
da com Menção Honrosa (Shogum Editora,
1984/5), Monção de Aplausos e Congratulações
(Rio das Ostras—RJ, 2001), Menção Honrosa
(Sec. De Estado e Educação do Rio de Janeiro—
V Bienal Internacional do Rio de Janeiro—1991),
Comenda Gonçalves Dias (IHGMA/UFAM—
2013), Prêmio Luso Brasileiro— Melhores Poe-
tas de 2014 (Editora Mágico de Oz, Fevereiro
2014), entre outros.
Atualmente cursa Direito na UNESA— campus
Alcântara—SG—RJ (3º período)
MUJERES MEMORABLES
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Publicou: No Tempo Distraído (narrativas, Ágo-
ra da Ilha,2001), Diversidades e Loucuras em
Obras de Arte— um estudo em Arteterapia (en-
saio, Ágora da Ilha, 2001), A palavra do menino
e as abobrinhas ( infanto—juvenil),
HP.Editora,2005), O Chamado das Musas. Pô—
Ética Humana: o enigma do recheio— a artete-
rapia ao sabor da educação brasileira (pesquisa
poética em arte e educação, Creadores Argenti-
nos, 2008; Núncia Poética (poesias, Cbje,2010);
Universo Secreto (Entre o Abismo e a Monta-
nha)— (contos, Virtualbooks , 2011); Cantigas
Para a Mulher do Século XXI—30 anos de poesia
(poesias, Cbje, 2013).
Participa também das seguintes Antologias:
* Os Melhores Poetas Brasileiros Ho-
je/1985(Shogum Editora, 1985), * III Encuentro
Nacional de Narradores y Poetas — Unidos por
las Letras — 2009—Bialet Massé (Córdoba, Ar-
gentina,2009), * Poesia em Trânsito—
Brasil/Argentina (La Luna Que, Buenos Aires,
2009,
* 1º Antología Literaria Nacional e Internacio-
nal 2010 “Ser Voz en el Silencio”, S.A.L.A.C —
Carlos Paz, Córdoba—Argentina (Galia's, Edito-
ra Independiente, 2010.
* Time to say: NO!— Philo Ikonya e Helmuth A.
Niederle— P.E.N Club—Áustria, 2013
* Mil Poemas Para Gonçalves Dias, Coordena-
ção: Dilercy Aragão Adler e Leopoldo Gil Vaz.
IHGMA/UFAM: São Luís—Maranhão, 2013; *
Mil Poemas Para Óscar Alfaro— Coordenador
Alfred Asís, Tarija—Bolívia, novembro de 2013;
* Mil Poemas Para Madre Teresa de Calcutá—
Coordenador Alfred Asís, Chile, dezembro/março
2013/2014
MUJERES MEMORABLES
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* Antologia Confraria dos Poetas LUA ÚNICA—
Cascavel—Paraná— Brasil, novembro de 2013
* Antologia Luis de Camões e Convidados, Má-
gico de Oz, Portugal, fevereiro de 2014
* Antologia do Forte de Copacabana, fevereiro
de 2014
* Cien Poemas Para Nicanor Parra, Coordena-
dor Alfred Asís,Chile, 2014.
Participação em Salão de Artes Plásticas, Gale-
ria e outros:
e— mail: vanda—[email protected]
http://wwwmuseuposmodernodeeducacao.blogsp
ot.com/
http://museuposmodernodeeducacao.blogspot.co
m/
http://bioecolinguistica—vandasalles—
poetica.blogspot.com.br/
MUJERES MEMORABLES
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SOBRE O FRUTO E A FLOR
Chamo—me Joana Paula Manso Noronha, penso
e escrevo.
Conclamo por igualdade de direitos,
Os Direitos Humanos, Senhoras e Senhores, não
são profanos.
Saibam, ainda, se decapitam mulheres e crian-
ças.
A vida está no centro do nosso pensar: Educação
e voz são os caminhos!
Liberdade! Liberdade! – Em uníssono a todas e
todos
Não! As mulheres não silenciam, disse a Olympe
de Gouges
Erguendo a cabeça ao carrasco, sorriso nos
lábios...
Tudo o que tenho levo comigo: os desejos e os
sonhos,
As realidades paralelas, o bom—humor,
A plenitude da música,
O fulgor das orquídeas,
A vida desejada,
Sem silêncio,
Sem resignação,
Sem obediência, pois
Ensinando, aprendemos
Sobre o fruto e a flor.
Vi Christine de Pisano, li Cidade das Damas,
No Autorretrato, de Sofonisba Anguissola, até
O Inferno Monacal, de Elena Cassandra Tara-
botti
MUJERES MEMORABLES
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Na história da humanidade
A misoginia,
O machismo,
Explicitado nas sátiras de Mary Montagu
E a sensibilidade profundo no deja—vu
Quando
Artemisia Gentileschi absorvia a linguagem da
luz e da sombra em um Caravaggio
Todas nós estávamos ali,
Para a aprendizagem da autonomia da consciên-
cia,
Da potência,
Do respirar d’alma
E na estruturação da forma, esta
Que a língua dignifica lugar de ser: Palavra,
dou—te na beleza da intenção!
MUJERES MEMORABLES
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GABRIELA CHAMBEAUD
Escritora tucumana, trabaja
en el Ente de Cultura de la
Provincia.
2° premio en Poesía y 1°
Mención – Certamen Litera-
rio Municipalidad San Miguel
de Tucumán – Año 2001.
2° Premio en Poesía “Encuentro Nacional de
Poetas “Monteros – Año 2004 — Auspiciado
por UNT y Secretaria de Cultura. Declarado
de interés provincial
Seleccionada en el X Certamen Internacional
de Poesía y Narrativa. Integra la obra
“Mundo Literario 2005” Editorial Nuevo Ser.
Convocada para publicar en la Sección Lite-
raria del Diario El Siglo – Año 2006
1° Premio en Poesía Muestra Generarte –
Museo Timoteo Navarro Año 2006 – Auspi-
ciado por la Secretaria de Cultura y Gobier-
no de la Provincia.
1° Premio en Poesía – Segunda Muestra
Artística de Mujeres Estatales – Año 2007 –
Auspiciado Secretaria de Cultura, Red de
Mujeres y Gobierno de la Provincia.
MUJERES MEMORABLES
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FLORA TRISTÁN
“Tengo a todos en mi contra. A los hombres, por-
que pido la emancipación de la mujer, a los pro-
pietarios porque reclamo la de los asalaria-
dos.”[1] Flora Tristán
Hace doscientos años, en París, nació una de
las mujeres más importantes en la historia del
socialismo y del feminismo: Flora Tristán, hija
de un peruano rico y una francesa. Aunque vivió
sólo cuarenta años, éstos fueron intensos, carga-
dos de novedosas ideas y actitudes vitales. Du-
rante su existencia, esta mujer vislumbró que el
sojuzgamiento que las mujeres aceptaban como
algo natural, al jugar el rol que la sociedad y la
cultura les destinaba como madres y esposas —
reproductoras biológicas y sociales— era similar
a la relación que se da entre el amo y el esclavo,
entre el obrero y el patrón.
Cabe preguntarse por qué la historia oficial
sólo la recuerda como la abuela del pintor Paul
Gauguin y, de esta manera, mantiene en el olvi-
do a esta extraordinaria mujer que se sobrepuso
a las dificultades y logró plasmar sus audaces
pensamientos a través de la militancia, convir-
tiéndose, sin saberlo, en una precursora de la
Asociación Internacional de los Trabajadores,
cuando escribió, en su obra “Unión Obrera” ,
acerca de la necesidad imperiosa de que la clase
trabajadora se uniera superando las fragmenta-
ciones nacionales y luchara por construir una
MUJERES MEMORABLES
Pág
ina75
organización única en todo el mundo, que le di-
era la fuerza suficiente para lograr su emancipa-
ción. Sensibilizada —gracias a una particular
mirada que le permitía alternar entre los frívo-
los círculos privilegiados, así como sumergirse
con valentía en los ambientes más sórdidos—,
hace suyos los desafíos que el socialismo utópico
comenzaba a construir. A tal grado lleva su acti-
vidad, que las revistas de la época comienzan a
publicar sus artículos en favor de los derechos de
las mujeres, de los obreros, por el divorcio, con-
tra el oscurantismo religioso, contra la esclavi-
tud e, inclusive, por la abolición de la pena de
muerte.
También viaja a Inglaterra, país en el que la
Revolución Industrial se hallaba en su apogeo,
donde los trabajadores vivían en condiciones
paupérrimas, en ciudades sin servicios, hacina-
dos, asolados por epidemias, agotados por jorna-
das extenuantes. Allí conoce lugares de espanto,
no titubeando en disfrazarse de hombre para
poder entrar a prostíbulos, manicomios y cárce-
les. Pero también visita el parlamento británico,
las carreras hípicas y los clubes aristocráticos. A
partir de esa experiencia, escribe” Paseos por
Londres”, que publica en 1840, donde responsa-
biliza a la burguesía y al sistema capitalista de
las condiciones de miseria en las que sobreviven
hombres y niños, así como de las aún más terri-
bles condiciones de existencia de las mujeres,
muchas de las cuales están obligadas a prosti-
tuirse para poder sobrevivir. Y es aquí donde
MUJERES MEMORABLES
Pág
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Flora concibe la idea de que los trabajadores y
las trabajadoras son los únicos que pueden de-
fenderse y luchar por mejorar esta situación. Así
se dispara en ella la necesidad de publicar el
pequeño pero importante trabajo “UNIÓN
OBRERA” en el que dice: “Obreros, durante dos-
cientos años o más, los burgueses han luchado
valerosa y descarnadamente contra los privile-
gios de la nobleza y por el triunfo de sus dere-
chos. Pero, llegado el día de la victoria, aunque
reconocieron la igualdad de derechos para todos,
de hecho acapararon para ellos solos todos los
beneficios y las ventajas de esta conquista.” El 7
de abril de ese mismo año, Flora viaja a Perú,
donde va a reclamar su herencia. Esta experien-
cia la marcará en forma indeleble. Aunque a su
llegada a tierras americanas, su tío no la recono-
ce como heredera, en Lima experimentó las vi-
vencias del dulce pasar de las limeñas adinera-
das y de las duras condiciones en que vivían las
mujeres pobres —sirvientas, pordioseras, prosti-
tutas. También conoció a las RAVAÑAS, muje-
res de los pueblos originarios armadas que
acompañaban a los soldados, llevando a cuestas
a sus hijos, aprovisionándose en los pueblos —
por la fuerza si era necesario— y que no perte-
necían a ningún hombre en particular. Flora
percibe en estas mujeres una forma de vivir ra-
dicalmente diferente a la de las mujeres que
había conocido hasta entonces, lo que le plantea
nuevos interrogantes sobre la naturaleza de los
sentimientos femeninos. Y, simultáneamente,
MUJERES MEMORABLES
Pág
ina77
reafirma su idea de que la educación es el ver-
dadero factor que logrará eliminar la desigual-
dad entre los sexos. Flora Tristán fue una mujer
que se adelantó como ninguna en la lucha por la
causa de las mujeres y por los derechos de los
trabajadores del mundo, porque vio indisoluble-
mente ligadas las tareas de emancipación de la
mujer y del proletariado: “El hombre más opri-
mido puede oprimir a otro ser, que es su mujer.
La mujer es la proletaria del proletario.” Se diri-
gió al proletariado para que libere a las mujeres
de su esclavitud atávica, al mismo tiempo que se
libera a sí mismo de la opresión social capitalis-
ta. Como dijo el poeta Andrè Breton: “Acaso no
haya destino femenino que deje, en el firmamen-
to del espíritu, una semilla tan larga y lumino-
sa.”
[1] Citada por E. Thomas en Les Femmes en
1848
[2] Feminismo y Utopía, de Yolanda Marco.
MUJERES MEMORABLES
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MARÍA GABRIELA DE BOËCK
Nació en San Miguel de Tu-
cumán el 4 de julio de 1.970. Es
Profesora y Lic. en Letras, egre-
sada de la Facultad de Filosofía y
Letras de la UNT. Se desempeña
como docente de Lengua y Litera-
tura en zonas rurales del interior
de la Provincia de Tucumán.
Participó en numerosos concursos literarios,
obteniendo en ellos premios y menciones. Entre
sus obras reconocidas citamos: «La muerte entre
las cañas», El testigo», «Argumento para un tan-
go llorón o agenda de amor de un día», «Sagra-
das Escrituras», «Tatto», entre otras.
MUJERES MEMORABLES
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LA REINA
La mujer está sentada, en una plaza, sola, de
madrugada.
La mujer sola, sentada en una plaza en la
madrugada, vestida aún de fiesta, sólo piensa.
Se esfuerza y piensa. En las estrellas… que no
son iguales en todos los cielos… Quizá no todos
saben eso pero ella sí, sin ser brillante. Lo sabe
pero no lo entiende: ¿cómo es posible, si es el
mismo cielo en toda la tierra?
La mujer que está sola y sentada en una pla-
za de madrugada no aprendió que las estrellas
no son iguales en todos los cielos, en ningún libro
(nunca ha leído uno, nunca pudo). Lo aprendió
en los viajes…
La mujer está sola, es de madrugada, mira el
cielo bajo la plaza y piensa qué manera de viajar,
Dios. Tanto mundo, tanto cielo recorrido con esos
pies descalzos. No, no es brillante pero sí hermo-
sa, demasiado hermosa.
La mujer está descalza ahora, de madrugada,
en una plaza pero ha viajado por el mundo como
La Reina. Es hermosa, demasiado hermosa aun-
que no brillante. ¿Para qué serlo, después de
todo? “No sos brillante, hija, pero sí hermosa.
Hacé algo con eso”—dijo una vez su padre.
La mujer que fue Reina, en la plaza sola y a
la madrugada descalza, piensa que sí hizo algo
con su hermosura al casarse con un magnate. Lo
sabe pero no lo entiende: ¿si es hermosa y sonríe
a todos en las fiestas, por qué los golpes?
MUJERES MEMORABLES
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La mujer reina descalza en la madrugada so-
la en una plaza mira el cielo y piensa que no
entiende las estrellas que no son iguales. Ni los
golpes.
MUJERES MEMORABLES
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CÍRCULO ÁUREO
Las frías manos del invierno han desen-
hebrado casi todas las hojas de la alameda de su
calle. Le gusta sentir la caricia intensa del aire
helado de la mañana en el rostro; así, se siente
más viva en ese andar solitario al que se ha
acostumbrado desde que su matrimonio comenzó
a derrumbarse. Bastó una infidelidad, — “una
relación sin importancia; no exageres. Te harías
más daño”— le dijo él sin intentar siquiera de-
fenderse —, y en la basura terminaron quince
años de entrega diaria, quince años de matrimo-
nio, quince años de una vida que no puede abo-
llar, como abolló en un rapto de impotencia el
maldito papel donde ilusamente juraban la pro-
mesa del amor para siempre.
Camina y algo que se parece al dolor le ca-
lienta los huesos; sus pasos se aceleran. Como
autómata va hacia la cita con Ernestina Lacroix,
una pobre anciana de un hospicio a quien debe
entrevistar para que el gobierno le otorgue una
pensión. No la conoce, tampoco le preocupa: la
rutina del trabajo, lejos de tensionarla, la sostie-
ne como una red de simples certezas ante el
abismo de la crisis. Sólo sabe que la vieja tiene
principio de Alzheimer y que, sin embargo, todos
la llaman “la señora”, que su cuarto es como un
palacio en miniatura, aunque en decadencia, y
que suele delirar con una vida de esplendor que
nadie comprobó pero tampoco cuestiona. “Sin
dudas, una aristócrata venida a menos”— pien-
MUJERES MEMORABLES
Pág
ina83
sa, mientras está segura de que no sentirá
lástima o así quiere creerlo. Es mejor cubrirse de
una coraza de insensibilidad antes de entrar; los
viejos ojos nublados y pequeños, entrecerrados a
tanto desamor en esos pasillos de un falso hogar,
le serían de otra manera insoportables. Después
de todo, ya no sufren las urgentes contingencias
de la vida y desandan el camino del desencanto.
¿Qué puede ya importarles?
Golpea la única puerta con llamador de bron-
ce, la del cuarto dieciséis. Una vez, dos veces.
Quizá ella está durmiendo: los viejitos huyen del
tiempo. A la tercera, Ernestina Lacroix la recibe
con una dignidad que la impacta y que cuida
tanteando su pelo blanco recogido en trenzas (le
recuerda la imagen de un camafeo con el que
jugaba adornarse en su niñez, pareciéndose a su
abuela). Vestida con una bata de satén con es-
tampados búlgaros, deja adivinar las huellas de
una figura otrora esculpida. Perfecta y exagera-
damente maquillada para esa hora del día, re-
saltan las altas cejas delineadas en marrón. No
olvida el despliegue de perlas grises en los aros y
en la gargantilla. Las manos inevitablemente
venosas, que toman las suyas con un sorpresivo
gesto de afecto mientras la impulsan a entrar,
terminan de confundir sus expectativas: disimu-
la el asombro que le provoca el anillo en el anu-
lar izquierdo, una valiosa pieza de un dorado
inconfundible surcado por diminutas luces rojas.
Quizá no se la anunció, todo parece indicar que
la señora va a salir— duda.
MUJERES MEMORABLES
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Inmediatamente, sin darse cuenta, entablan
un diálogo afable con una naturalidad que las va
llevando por otros caminos alejados de las for-
mas. Ernestina Lacroix le invita un chocolate en
una mesa servida. La desconcierta su lucidez: no
está desconectada del mundo porque —dice— la
televisión la mantiene al tanto. Olvidando el
protocolo de entrevista, la conversación va to-
mando nuevos matices. A la hora, le cuesta vol-
ver a las preguntas que a la señora le dolerían y
decide postergarlas para una próxima visita. Por
lo menos, ya sabe que la anciana tiene un único
hijo, odontólogo y de mucho prestigio en Inglate-
rra y que no vive con él porque el frío de esas
tierras le haría mal a sus huesos. No le cuestio-
na la insolvencia del vínculo pero supone lo que
no se dice. Enviudó a los cuarenta y cinco años
de Conrado Lacroix, renombrado hacendado y
comerciante de cueros de la pampa, de una
enorme fortuna pero dado empedernidamente a
la bohemia de los casinos y los viajes. Ernestina
recuerda entonces las noches cálidas de Punta
del Este, la brisa del mar enredada en las ondas
platinadas de su pelo mientras camina abrazada
a su hombre, el ritmo desacompasado de sus pies
en la arena. Ella lleva las copas y Conrado el
champagne. Aman la madrugada, al fin de la
fiesta, sintiendo que la vida les pertenece, que él,
a pesar de todo, le pertenece...
Hace rato que Ernestina dejó de verla; habla
y una pared llena de retratos donde se pierde su
mirada parece la pantalla de una película que
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cuenta. De pronto, la señora calla y se queda con
la vista en alguna imagen que no comparten. El
silencio se prolonga. Propio de la enfermedad.
Decide irse.
Al fin de este primer encuentro, no sabe si la
atípica entrevista transitó por los senderos del
sueño o de la realidad. Antes de ver a la anciana
sólo sentía cierta curiosidad, ahora cree saber de
ella como quien ha entrado en la intimidad ase-
diada de un personaje de novela. Los imagina:
ella, hermosa, inteligente, magnética; él, dueño
de un poder de seducción que ejerce sin inocen-
cia; la pareja perfecta.
La segunda visita la desconcierta. Tenía mu-
chas razones para volver a ver y oír a Ernestina
Lacroix pero, sorprendida, le escucha decir que
no recibe visitas ese día. Percibe la falsedad en
la sonrisa forzada con que la anciana la despide
en la puerta, parece no reconocerla y esto la eno-
ja. Había tomado este caso con mucha seriedad,
no va a volver, su tiempo es valioso, con todos los
viejos allí y en el mundo que sí necesitan una
pensión y que no usan perlas ni anillos de oro ni
alucinan! Qué se ha creído!. Sus tacos resuenan
enérgicos en los pisos brillantes y rojos de las
galerías del asilo; alertados, los opacos ojos des-
de las sillas la miran extrañados y le duelen más
que nunca. No comprende tanta devastación en
el cuerpo y en el alma. ¿Por qué envejecer? ¿Por
qué no morir, simplemente? El enojo se le va
licuando y la lástima le rebasa en las lágrimas
que intenta contener, lástima de los viejos aban-
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donados, lástima de las manos huesudas, man-
chadas y solas y de las siestas eternas tomando
sol en jardines ajenos, lástima de Ernestina La-
croix que tal vez delire pero no le importa ya.
Una extraña sensación de pena infinita la va
poseyendo como un gigante: quizá ya no pueda
tratar con los viejos, quizá no pueda manejar
nada ni siquiera su vida, quizá ya no pueda lle-
gar a soplar las velas de una torta por sus cin-
cuenta años de matrimonio; quizá, de verdad, no
pueda...
No obstante, un domingo de nostalgia, el re-
cuerdo de la voz experimentada de Ernestina
Lacroix, la lleva otra vez al asilo, aunque con
menos expectativas. Contrariamente, la señora
la recibe con un despliegue de amabilidad y
vuelve a ser la perfecta anfitriona. Otra vez el
chocolate y la charla amistosa. Un comentario
sobre los retratos en la pared y el pasado que
vuelve a instalarse entre ambas cómodamente:
¿Verdad que era irresistible? Siempre adoré cómo
le quedaban los bigotes y las patillas con ese re-
flejo rojizo. Parecía un señor de la pampa con su
pañuelo de seda en el cuello, yo cuidaba que tu-
viera uno distinto cada día, cuidaba sus impeca-
bles camisas donde más de una vez quedaron las
huellas de un ordinario rouge, cuidaba su ropa,
lo cuidaba a él. Ya sabe, no es fácil ser la mujer
de un hombre así. Él podría tener muchas putas
pero yo era su mujer. Recuerdo el día en que me
regaló este anillo, no al casarnos porque entonces
no teníamos dinero. Lo que llegó a ser Conrado
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Lacroix vino después; olfato para los negocios, la
oportunidad justa y la constancia en el trabajo
como buen gringo que era labraron nuestra for-
tuna. Lo hizo traer de Bélgica, creado por un
artista especialmente para mí; él sabía cuánto
me gustaban el rojo y el dorado, rubíes y oro del
mejor. Por esa época yo estaba embarazada de
nuestro hijo y una loca llamaba a casa todos los
días diciéndome que mi marido la amaba. Tra-
taba de ignorarla pero a veces me era difícil
cuando me daba las señas de su cicatriz de
alambre de púas en el pecho (que se había hecho
una vez en un mal rodeo) y del perfume que ella
le dejaría esa noche para que yo fuera conocién-
dola. Él nunca escuchó un reproche de mis labios
y siempre cubrí mi angustia con el color del ma-
quillaje. Debía estar a la altura de la mujer que
me tocaba ser a su lado. No todas podían ser la
señora Lacroix y él me lo confirmó tantas veces,
como cuando cenamos en un lugar exclusivo de la
costanera y me entregó el anillo. Tenía esas co-
sas; había pagado el lugar para nosotros solos,
en la mesa ordenó un champagne que valía mil
dólares y contrató unos mariachis de México que
nos acompañaron toda la noche. — Señora Er-
nestina Lacroix, la amo y me ama — dijo. Esta
joya no vale nada si no le recuerda siempre que
en este círculo sólo cabemos usted y yo, pase lo
que pase...
Ernestina extiende sus manos mientras revi-
ve esta escena del pasado, mira la que lleva el
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anillo, mientras una sombra va arrugándole la
frente. Calla.
Otra vez el silencio, como en la última charla.
La joven no intenta llamarla al presente de nue-
vo. En ese mundo de muertos parece plena. Ya
de espaldas para irse, la voz de la anciana la
descoloca: —Si va por una perfumería, por favor,
tráigame una pinza de las cejas. La mía ya per-
dió filo.
A la semana, necesita volver. Sólo unas fir-
mas de rutina y el trámite, que es lo de menos,
estará concluido. Sólo unas palabras más, la
clave para un matrimonio feliz y quizá su propio
círculo se cierre. Con la excusa de la buena noti-
cia, comparten otra vez el chocolate. Ernestina
está —curiosamente— más bella este día. Algo
en su rostro ha rejuvenecido, aunque sabe que es
imposible. Pero sus ojos tienen una nueva luz,
como la de quien se prepara para algo. “La luz
que se apaga en los viejos”, se dice disimulando
la amarga idea con la sonrisa que acompaña el
halago a la anciana. A lo mejor una pizca del
pasado se cuela por la hendijas del tiempo y
vuelve a ser la Ernestina de antes, como cuando
habla... ¡La Ernestina de antes, mi querida! Eso
sólo yo lo sabía. La verdadera Ernestina La-
croix... ¿Que por qué creo que él me amaba sobre
todas? Era muy hermosa y fui la madre del hijo
que él quiso tener. Lo hice feliz, sabe. Pero todo
tiene un precio y él, sin saberlo, lo pagó. No
siempre me sentí dichosa a su lado y busqué la
plenitud de la manera en que lo hace una mujer
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que transitó el camino del hartazgo tantas veces
que ya ni lágrimas quedan. No pequé porque
fueron sólo momentos, ni siquiera recuerdo nom-
bres y Conrado, con todo su poder, jamás lo supo,
nunca no lo herí. Sí, puede ser... una venganza
secreta, una revancha del alma pero así conser-
vamos nuestro pequeño mundo. Se ama a uno
sólo, a quien se ha entregado la vida alguna vez.
Los demás fueron una solución desesperada pero
la señora Ernestina Lacroix siguió siendo la es-
posa incondicional y para siempre de un único
hombre. Después de Conrado muchos quisieron
acompañarme en mi acomodada soledad, pero
hubiese sido inútil. Pasa que era muy hermosa,
como ves en estas fotos. Tenía un peluquero per-
sonal que me peinaba día por medio para conser-
var el pelo como a Conrado le gustaba. Adoraba
presumir con mi cabello en las reuniones de
hacendados; todos se volvían a mirarme pero yo,
como todo lo nuestro, tenía su marca. A él le en-
cantaba llevarme de la mano, que pareciésemos
novios, que ambos mostrásemos en las sonrisas el
éxito conquistado. Una noche, en una fiesta de la
Rural...
Y nuevamente, la señora se deja llevar de la
mano por los recuerdos de un mundo perdido. No
la interrumpe, la escucha con asombrada aten-
ción, los viejos son un libro abierto.
La última visita al cuarto dieciséis le desar-
ma la sorpresa que pensaba dar con el anuncio
de la pensión otorgada: varios hombres desocu-
pan el cuarto, ya casi familiar, sacando muebles
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y baúles. Ansiosa, pregunta por la señora y por
respuesta la envían a la administración del hos-
picio. Su voz repite las palabras usuales ante la
fatalidad: —No puede ser. Estuve con ella la se-
mana pasada, se la veía mejor que nunca. En
ningún momento me dijo que se sentía enferma.
¡Debe haber un error, revise los datos por favor!
Como un eco lejano, escucha a alguien dicién-
dole que la señora no sufrió, que la encontraron
sentada en su sillón, vestida como para una fies-
ta, con el pelo suelto, como si se hubiese dormido
mientras esperaba a alguien que viniera a bus-
carla, que el forense dijo que se trató de muerte
natural, que por su expresión parecía que fue
algo muy rápido y sin dolor, que...
No inquiere más detalles. No hay nada ya
que hacer o decir. Aún aturdida, recibe un pe-
queño paquete a su nombre, lo palpa. Adivina en
él la forma de un anillo.
MUJERES MEMORABLES
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Este libro se terminó
el 8 de marzo de 2014
en San Miguel de Tucumán
EDITORIAL TRASCENDERNOA
MATERIAL DE
DISTRIBUCIÓN GRATUITA
MUJERES MEMORABLES
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“MUJERES MEMORABLES”, contiene obras
de las siguientes autoras:
ALEJANDRA BURZAC / AMIRA JURI /
DÉBORA TREJO / ESTELA PORTA /
HILDA ANGÉLICA GARCÍA / LAURA BE-
ATRÍZ URETTI / MARÍA DEL CARMEN
SUÁREZ / MARÍA ESTHER ROBLEDO /
MARÍA EUGENIA HERNÁNDEZ SALÁIS /
MARÍA PAULA MONES RUÍZ / SILVIA
GÓMEZ / TERESITA FLORES / VANDA
LÚCIA DA COSTA SALLES / GABRIELA
CHAMBEAUD / MARÍA GABRIELA DE
BOËCK
La mujer tiene la llama de la lucha por sus
Derechos encendida en lo profundo, con esa
llama ilumina el mundo.
EDITORIAL TRASCENDERNOA