MUJERES CON TRASTORNOSPOR DÉFICIT DE ATENCIÓN

Cómo aceptar sus diferenciasy transformar su vida

Sari Solden, MS, LMFT

Introducción deKate Kelly y Peggy Ramundo

Prólogo de los médicosEdward T. Hallowell

y John J. Ratey

Introspect PressAnn Arbor, Michigan

Mujeres Con Trastornos Por Déficit De AtenciónISBN-13: 978-0-9785-9093-2Copyright © 2013 by Sari Solden

Para información sobre seminarios, presentaciones, consultas profesionales o para contactar a la autora, escríbale a Sari a su PO Box 3320, Ann Arbor, Michigan 48106 o por correo electrónico: sari@sarisolden.com. O visite www.sarisolden.com

Las ideas de este libro se basan en la experiencia personal que ha tenido la autora con TDAH y por ello no deben considerarse como recomendaciones médicas. Este libro no pretende ser un sustituto de la psicoterapia ni un tratamiento médico para los Trastornos por Déficit de Atención e Hiperactividad. Los diferentes medicamentos aquí mencionados solamente pueden ser recetados por un médico. El lector debe consultar a un profesional especializado en la salud, particularmente si se trata de cualquier síntoma que requiera diagnóstico o atención médica.

Traducción del inglés y edición al español por Heine Esperon (Babel Linguistics Inc.)

Publicado en formato electrónico eBook por Introspect Press.www.introspectpress.net

Conversión hecha por http://www.eBookIt.com.

Cover illustration is a detail from the painting “Hera” by Francis Picabia, 1928, Collection Gaston Kahn, París.

Dedico este libro con agradecimiento y amor a mi esposo Dean, quien día tras día se aventura con valentía dentro del ojo del huracán, donde juntos encontramos calma y paz en el centro de la tormenta.

Nota al Lector

Yo quise escribir este libro porque descubrí en mi trabajo como psicoterapeuta que existen muchas mujeres que han vivido toda su vida con dificultades serias, inexplicables y a menudo, misteriosas. Estas mujeres han mantenido una vida secreta de vergüenzas y de callada desesperación, siendo incapaces de describir su frustración a sus amigos cercanos, a su familia o a psicólogos de manera que lograran un auto-entendimiento. Muchas de estas mujeres han ido por la vida confundidas y desorientadas, sin poder tener acceso a sus considerables habilidades. Mujeres que viven una constante rutina fatigosa, sintiéndose atrapadas e incapaces de encontrarle sentido a su vida.

Escribí este libro porque he observado a estas mujeres cruzar una línea en un momento determinado y he apreciado un viraje en sus vidas. Quiero que otras mujeres sepan que he visto cómo las que viven con estas dificultades aprenden a seguir adelante y toman el control de sus vidas.

Sé que otras mujeres también pueden emprender este viaje emocional y aprender a aceptar sus vidas de una forma nueva y poderosa.

Para el lector de esta edición al español: Este libro originalmente se publicó en 1995 y se revisó para ser publicado otra vez en 2005. Ésta es la primera edición al español (2013) y es un híbrido de esas dos ediciones más la revisión y adición de datos actuales. Muchas de las referencias son del libro original, que hizo mención a acontecimientos tempranos en este terreno. La investigación y los cambios de medicamentos ocurren con rapidez y frecuencia, especialmente en el ámbito de la salud mental. Siempre consulte con su médico o con un experto en TDAH para conocer el medicamento más reciente que mejor funcione para usted. ¡Mi mensaje y el fundamento psicológico del libro permanecen invariables!

ÍNDICE

SECCIÓN INTRODUCTORIA

PRÓLOGO A LA SEGUNDA EDICIÓN de Dr. Edward T. HallowellPRÓLOGO A LA PRIMERA EDICIÓN de Dr. John J. RateyINTRODUCCIÓN de Peggy Ramundo y Kate KellyPREFACIO DE LA AUTORAMENSAJE INTRODUCTORIO DE LA AUTORAGuía de bolsillo sobre TDAHEl tesoro enterrado

PARTE I : SOBREVIVIR

CAPÍTULO UNOCómo salir del (desorganizado) clósetCAPÍTULO DOSUn trastorno con las mismas probabilidadesCAPÍTULO TRES“Baila con la que tiene el hueco en la media”CAPÍTULO CUATRO“¿Quién soy?” y “¿Qué me sucede?”CAPÍTULO CINCOEl trastorno del desorden

PARTE II : ESCONDERSE

CAPÍTULO SEISUn empleo del infiernoCAPÍTULO SIETEEl legado emocionalCAPÍTULO OCHOEfectos secundariosCAPÍTULO NUEVEUn tercer efecto secundario

PARTE III : RESURGIR

CAPÍTULO DIEZDilemas del diagnóstico en las mujeresCAPÍTULO ONCEAuto-evaluación y caminos hacia el diagnóstico

CAPÍTULO DOCEPanorama del tratamiento: la etapa inicialCAPÍTULO TRECEEl comienzo del Modelo Solden de TratamientoCAPÍTULO CATORCETemas femeninos. Problemas en el tratamiento de las mujeresCAPÍTULO QUINCEContinuación del Modelo Solden de tratamiento:

PARTE IV: ACEPTAR

Diamantes en brutoCAPÍTULO DIECISÉISAceptar la desorganizaciónCAPÍTULO DIECISIETELas tres ERRES en el trabajo y en la vidaCAPÍTULO DIECIOCHOReestructurar el hogar y la vida personalCAPÍTULO DIECINUEVERenegociar las relacionesCAPÍTULO VEINTERedefinir la imagen propiaSOBRE LA AUTORAAGRADECIMIENTOSAGRADECIMIENTOS (ADAPTACIÓN DE LA EDICIÓN ORIGINAL DE 1995)REFERENCIASBIBLIOGRAFÍA

SECCIÓN INTRODUCTORIA

PRÓLOGO A LA SEGUNDA EDICIÓN de Dr. Edward T. Hallowell

Sari Solden inició, prácticamente sola, el tema de las mujeres con TDAH al publicar la primera versión de este libro hace una década. Recuerdo mi entusiasmo al leer su libro entonces. Hoy me siento igualmente emocionado al leer esta nueva versión actualizada.

“Mujeres con TDAH” tuvo un impacto inmediato en los muchos lectores que estaban ansiosos por conocer los aspectos particulares de la vida de las mujeres con TDAH. El libro de Sari lleno un gran vacío y lo hizo de una manera bella. Antes de que surgiera este libro muchos pensaban que ninguna mujer podía padecer de TDAH. Y las tantas mujeres que sufrían de TDAH fueron mal diagnosticadas con depresión, ansiedad o simplemente “disociación”. He tenido el placer de tratar a muchas mujeres, que vinieron a verme después de haber leído el libro “Mujeres con TDAH”, y ver cómo sus vidas han cambiado considerablemente para bien.

Lo que más me gusta del enfoque de Sari es que es personal, humilde, gracioso y real. Evita la prosa elaborada que uno lee con tanta frecuencia en publicaciones secas. En su lugar, ella ofrece palabras cálidas y flexibles que captan el espíritu del TDAH desde la perspectiva de una mujer y brindan enfoques positivos y prácticos para llevar una vida mejor.

Siempre me siento escéptico en cuanto a la dicotomía hombre-mujer. Después de todo, todos somos humanos y somos más semejantes que diferentes, por lo que puede ser un error sugerir que las mujeres llevan una vida enteramente distinta a la de los hombres. Aunque de cierto modo es así. Sari capta la experiencia femenina única sin generalizar apenas la separación entre hombres y mujeres con TDAH.

Me encanta su sentido del humor, su sensibilidad, su comprensión mientras detalla las dificultades y tribulaciones de vivir con TDAH, así como su celebración de los triunfos potenciales de este interesante tipo de mentalidad. Sari sabe por experiencia propia lo vergonzosa y difícil que puede resultar la vida debido al TDAH, pero también conoce bien la ventaja que representa el TDAH si se maneja apropiadamente. Ella capta lo divertido y lo atractivo, así como el fiasco y las desilusiones. Pero sobre todo capta la realidad de la experiencia de ser una mujer que padece de TDAH.

¿Cómo es la vida de una mujer que siente vergüenza de abrir su bolso por temor a que los demás vean el desorden que hay dentro? ¿Cómo es la vida de una mujer que se siente avergonzada de la sala de su casa y no pueda invitar a otras personas a que la visiten? ¿Cómo es la vida de una mujer que se siente estúpida aún cuando “sabe” que es inteligente? ¿Cómo es la vida de una mujer que siente la preocupación de no ser una buena madre por tener TDAH? ¿Cómo es la vida de una mujer que se distrae en el momento inoportuno, por ejemplo, mientras hace una presentación o trata de recordar un número importante o incluso a mitad del acto sexual? Sari nos cuenta sobre todo esto y muchísimo más.

Es maravilloso ver este clásico libro en su nueva encarnación. Espero que ayude a otros miles de lectores como lo hizo su primera edición.

Dr. Edward Hallowell

El Dr. Edward (Ned) Hallowell es un psiquiatra de niños y adultos y el fundador del “Centro Hallowell para la Salud Cognitiva y Emocional” de Sudbury, en Massachusetts. Fue miembro de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard desde 1983 hasta 2004.

El Dr. Hallowell se graduó en la Universidad de Harvard y de la Escuela Tulane de Medicina. Es un experto en ofrecer enfoques prácticos para los problemas más difíciles de la vida. Es coautor de los libros mejor vendidos Driven to Distraction (publicado por Pantheon en 1994), Answers to Distraction (Pantheon, 1995) y Delivered from Distraction (Ballantine Books, 2005), los cuales tratan sobre el Trastorno por Déficit de Atención en niños y adultos.

PRÓLOGO A LA PRIMERA EDICIÓN de Dr. John J. Ratey

Los recientes avances en las ciencias cognoscitivas capacitan a los investigadores para descubrir los numerosos secretos del cerebro. Las técnicas como la neuroimagen nos permiten observar, medir y analizar la actividad del cerebro en el momento en que ocurre, acercándonos más a entender la tremenda complejidad del mismo. Para muchos, sin embargo, el entusiasmo en cuanto a estos progresos está acompañado de la amenaza de que, en última instancia, todo va a ser definido en términos de materia y que la categoría más etérea del espíritu humano dejará de ser aceptable.

Más recientemente, los descubrimientos neurológicos han sido complementados por los avances en la genética. No obstante, estos avances tropiezan con aquéllos que se oponen a la idea de que pudiéramos estar controlados por el pasado o determinados de algún modo por nuestro destino genético. Para muchos, esta idea parece invalidar la esencia de nuestra existencia, o sea, la búsqueda por alcanzar nuestra propia individualidad. Incluso si hasta nuestras más sutiles características fueran determinadas por nuestra historia genética, este logro sería imposible. De todos modos, lo que comenzamos a conocer es que la guía genética es extremadamente sensible al ambiente. De hecho, los neurocientíficos, junto con otros dedicados enteramente al estudio de los misterios de la conciencia humana, resaltan que la individualidad se hace evidente a través del cerebro. Esta variación se debe, en su mayor parte, a la experiencia única de cada individuo en el mundo. Nos hemos percatado que cada cosa cuenta, que todo lo que experimentamos tiene un efecto en el desarrollo del cerebro. Mientras que el cerebro permanece susceptible a las influencias del ambiente a través de toda la vida, el mayor impacto ocurre en el útero durante la primera etapa de la existencia.

De particular interés es el papel de las hormonas en el desarrollo del cerebro, especialmente con respecto a las diferencias de género.

Actualmente, el hecho de que el cerebro del hombre y el de la mujer son diferentes porque han estado expuestos a diferentes ambientes hormonales en el útero es algo comúnmente aceptado. La diferencia no implica que un ambiente sea preferible al otro, sino simplemente que cada uno de ellos produce efectos únicos. Después del nacimiento, el cerebro continúa desarrollándose y se reorganiza constantemente a través de la experiencia con el ambiente que le rodea, en especial el medio interpersonal y social. Por lo tanto, unido al ritmo acelerado en el que vamos ganando nuevos conocimientos sobre el cerebro y la genética, también reafirmamos científicamente la idea de que el ambiente social contribuye en gran medida al desarrollo del cerebro y de la mente.

Por ejemplo, estas influencias sociales pueden causar que una condición genética como los Trastornos por déficit de atención se exprese de manera muy diferente incluso entre miembros de una misma familia. Al examinar esta interacción entre la genética y el medio ambiente, Sari Solden ha ganado un nuevo terreno en Mujeres con Trastornos por déficit de atención: cómo aceptar la desorganización en el hogar y en el trabajo, un libro que sigue el dictado del Dr. William Osler, que expresó: “No preguntemos qué enfermedad tiene la persona, sino qué persona tiene la enfermedad”. Tanto en lo personal como en lo profesional, Solden explora cómo las mujeres enfrentan la diferencia neurológica que representa el padecimiento de TDAH. Inmediatamente nos enfoca nuestra perspectiva y amplía nuestra noción al revelarnos cómo se manifiesta en las mujeres la composición genética de este trastorno. Hasta hace poco, la mayoría de estos trastornos eran considerados desde una perspectiva limitada, la cual explicaba la forma en que este padecimiento se expresaba en los hombres. Y cuando se presentaba alguna información correspondiente a los dos sexos, las diferencias de género al nivel de la genética y del

desarrollo raramente, o nunca, se reportaban. Al examinar las diferencias de género en el padecimiento de TDAH, no sólo las influencias hormonales, sino también las sociales, son importantes, sobre todo porque este trastorno es a menudo sutil y fuera de lo común.

Para una mujer, los rasgos del padecimiento de TDAH como la impulsividad, el descuido, el olvido, la volubilidad y el retardo se extienden más allá del ambiente laboral o escolar para entrar en cada aspecto de su vida. Estos rasgos existen en la raíz de lo que espera una mujer de sí misma y de la sociedad en que vive. La expectativa de que ella será la roca, la persona segura, la fuerza estable en cada situación, le causa sentirse mucho más susceptible ante la presencia aislante y aterradora de la vergüenza. Esta dinámica actúa sutilmente, pero es extremadamente persuasiva y a menudo inhibe el crecimiento en cualquier dirección de una mujer que padezca de TDAH. En Mujeres con Trastornos por déficit de atención, Sari nos presenta valiosas anécdotas y una riqueza de invaluable conocimiento clínico. Su trabajo representa uno de los primeros intentos para ampliar nuestra perspectiva al concentrar la experiencia de este trastorno genético solamente en la mujer. Ella nos brinda un entendimiento vital de la experiencia de una mujer con TDAH en el marco de una compleja matriz social.

John J. Ratey es co-autor (junto al Dr. Ned Hallowell) de los libros mejor vendidos sobre TDAH: “Driven to Distraction”,“Answers to Distraction”y “Spark” The Revolutionary New Science of Exercise and the Brain. Ratey es profesor asistente de psiquiatría en la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard y ejerce su práctica privada de psiquiatría en Cambridge, Massachusetts, donde atiende a adultos que padecen de Trastornos por déficit de atención e hiperactividad.

INTRODUCCIÓN de Peggy Ramundo y Kate Kelly

Estimados lectores:

Cuando Sari nos envió su manuscrito completo para que lo revisáramos, nos sentimos honradas y encantadas de que nos solicitara escribir una introducción a este nuevo libro tan importante.

Cuando comenzamos a escribir “You Mean I’m not Lazy, Stupid or Crazy?!”, no existía ningún libro que haya sido escrito específicamente para adultos con TDAH. Dado que había tan poca información impresa sobre este tema, nos vimos precisadas a intentar lo imposible: ¡crear una enciclopedia sobre TDAH!

Con esa tarea gigantesca ante nosotras, el proceso de escribir nos parecía infinito. Pero nos las arreglamos para terminar el libro después de más de dos años de esfuerzo. No lo terminamos tan pronto como quería Kate ni tampoco estuvo a la altura de la noción de perfección de Peggy.

Sin embargo, logramos crear una guía de auto-ayuda bastante abarcadora para adultos con TDAH. Aún así, sabíamos que todavía nos quedaba mucho por aprender sobre TDAH y otro tanto que no podíamos concretar por falta de tiempo y espacio.

Aunque somos mujeres con TDAH, en nuestro libro no nos referimos en ninguna medida a la situación de las mujeres.

Sari ha utilizado su experiencia personal y profesional para darle alguna luz al oscuro clóset en el que habitan demasiadas mujeres con TDAH. Un clóset de vergüenza, desesperación e invisibilidad.

Las voces de las mujeres no han sido escuchadas lo suficientemente alto en el mundo del TDAH, reflejando así la situación de la mujer en la sociedad en sentido general.

No intentamos desacreditar las invaluables contribuciones hechas por los hombres al tema de los Trastornos por déficit de atención. No obstante, nos parece que la comprensión del padecimiento de TDAH ha estado dañada y dominada por una tendencia a delegar demasiado en medios objetivos para evaluarlo.

Como descubrió Belenky et. al. (1986) en su estudio masivo sobre el desarrollo intelectual de las mujeres, el aprendizaje empírico y subjetivo constituye un paso importante en el proceso de desarrollo de la mujer. En estudios similares con sujetos masculinos, la parte subjetiva era notablemente deficiente.

El TDAH es un padecimiento complicado que no cabe perfectamente en las encuadradas definiciones para su diagnóstico. Tratar de describirlo como suele hacerse, según los tres síntomas clásicos de hiperactividad, impulsividad y desatención, nos sitúa en una perspectiva unilateral y simplista de los problemas que enfrentan las personas con TDAH.

Casi toda la literatura disponible ha sido escrita desde el punto de vista del experto en TDAH que observa este padecimiento desde afuera.

Pero la mirada desde afuera nos cuenta sólo una parte de la historia. El padecimiento de TDAH es un impedimento sutil que puede afectarnos de una manera que sólo estamos comenzando a entender.

Cuando empezamos a explorar el efecto de estos trastornos en nuestras propias vidas, no se conocía casi nada sobre TDAH en los adultos. Tuvimos que leer la literatura sobre niños y extrapolar principalmente los ejemplos de niños varones hiperactivos. Fue un punto de partida, pero aportó muy poco en términos de ayudarnos a encontrarle sentido a nuestra experiencia como mujeres con TDAH.

Descubrimos que las historias personales de otros adultos con TDAH nos proporcionaron la pieza perdida del rompecabezas, la que nos dio una imagen más completa de nuestras propias vidas y dificultades.

Sari ha llevado esta perspectiva más lejos en su libro. Ella les da poder a las mujeres con TDAH al validar sus experiencias como seres humanos dignos que se enfrentan a serios problemas organizacionales en muchas áreas de sus vidas. Ella ilumina la pesada carga que llevan sobre sus hombros estas mujeres con TDAH, quienes enfrentan exigencias adicionales debido a las habilidades organizativas que las expectativas de género les imponen en nuestra cultura.

Las niñas y mujeres con TDAH han sido orientadas socialmente a sufrir sus problemas en silencio o al menos, en una versión más callada que la clásica imagen presentada por niños y hombres con TDAH. Las niñas hiperactivas aprenden a inhibir su conducta hasta el extremo o a sufrir las consecuencias de ser marcadas como no femeninas. Y aquéllas que tienen TDAH sin hiperactividad pasan inadvertidas.

Los problemas de las mujeres con TDAH son simplificados o descartados muy a menudo porque permanecen ocultos, encerrados en el clóset de la vergüenza.

No nos dejemos engañar por el título de este libro. No es meramente otro libro de auto-ayuda sobre cómo organizarnos. Este libro nos brinda sugerencias prácticas para lidiar con la desorganización concreta en la vida de las mujeres. Sin embargo, el corazón del libro está en el tema mucho más amplio que trata el impacto de la desorganización crónica en todas las facetas de la vida.

El “clóset desorganizado” es una metáfora para un cerebro que está encerrado y oculto porque esa persona está atormentada por el caos creado por tantas expectativas y por su incapacidad de organizarlas y priorizarlas.

Al compartir sus experiencias personales y las de sus clientas, Sari ayudará a innumerables mujeres a empezar a reconocer y a enfrentar la vergüenza aterradora que les impide salir de ese oscuro clóset.

Peggy Ramundo y Kate Kelly

Kate Kelly y Peggy Ramundo son las co-autoras del clásico libro para adultos con TDAH “You Mean I’m Not Lazy, Stupid or Crazy?!” y de “The ADDed Dimension”. Kate fue una especialista clínica postgraduada en enfermería psiquiátrica y fue miembro de la junta directiva de la ATDAH (Asociación Nacional de Trastornos por Déficit de Atención), derivada de las siglas en inglés ADDA (“National Attention Deficit Disorder Association). Desde que Kate murió en 2012 hemos sentido la pérdida de una pionera del TDAH en adultos. La extrañamos profundamente. Peggy, cuyo trabajo de postgrado se concentró en los impedimentos para el aprendizaje y en trastornos del comportamiento, es también miembro de la mencionada junta directiva y fundadora del Instituto Nacional de TDAH. Pero la credencial más valiosa, tanto de Peggy como de Kate, es haber aprendido a vivir y a amar con éxito como adultas con TDAH.

Referencia: Belenky, M.F., Clinchy, B.M., Goldberger, N.R. & Tarule, J.M. (1986). Women’s ways of knowing. New York: Basic Books.

PREFACIO DE LA AUTORA

Muchas mujeres tienen una dificultad extrema para organizarse en su vida diaria. Con frecuencia se sienten atormentadas e incluso, durante toda su vida, se sienten deprimidas, ansiosas, con bajo rendimiento y con problemas en sus relaciones. Algunas de estas mujeres son hiperactivas y entran en la noción estereotipada de lo que la mayoría de las personas (incluso los profesionales de la salud mental) piensan que es el padecimiento de TDAH: individuos hiperactivos que hablan rápido, no prestan atención y son inquietos. Sin embargo, existe una mayor cantidad de mujeres que padecen lo que ahora se conoce como el tipo inatentivo de TDAH. Puede que no hayan sido hiperactivas nunca, pero como no encajan en la noción más común de TDAH, nunca han considerado este trastorno como una manera de explicar sus dificultades.

Antes de que yo escribiera este libro en 1995, el promedio regular existente variaba de 6-1 en los niños con TDAH a 10-1 en las niñas con TDAH. Sin embargo, en ese momento, los expertos estaban comenzando a entender y a descubrir que esto sucedía porque esos estudios no incluían al niño tranquilo no hiperactivo. Kate Kelly y Peggy Ramundo explican en su libro “You Mean I’m Not Lazy, Stupid or Crazy?!” que si incluyéramos a las niñas sin hiperactividad, el índice promedio se acercaría a 1-1. También, a principios de los noventa, el Dr. Daniel Amen dijo en su video “Windows into the ADD Mind” que “a las niñas se les pasa por alto y esta gran falta de diagnóstico, de ser corregida, podría igualar las estadísticas que regularmente reportan una incidencia mucho mayor en los varones”. Otro experto en la materia, el Dr. Larry Silver, autor de “The Misunderstood Child” (1992), escribió en aquel momento que el índice entre chicas y chicos con TDAH está probablemente mucho más cerca de ser el mismo porque es más posible que las niñas a las que les va mal en la escuela sean retraídas y calladas, dando la impresión de estar desinteresadas o deprimidas en lugar de padecer de TDA.

En los años que le siguieron a la publicación original de este libro, la clasificación del tipo TDAH inatentivo en las niñas y los niños se ha hecho aún más aceptable, demostrando que ambos están igualmente afectados por el tipo inatentivo de TDAH. A pesar de que existe mucha semejanza entre niñas y niños en cuanto a las características del TDAH inatentivo en la niñez, las dificultades que enfrentan en la adultez, aunque igualmente desafiantes, son a menudo muy diferentes debido a las expectativas de género que las mujeres luchan por alcanzar.

Aunque en este libro me refiero a las mujeres que nunca han sido hiperactivas, mucho de lo que trato aquí sobre ellas se ajusta también a las que son o fueron hiperactivas. La hiperactividad no es el único elemento crítico del TDAH. Otros déficits del funcionamiento ejecutivo desafían a las mujeres que se identifican con los síntomas del TDAH.

¿Por qué escogí escribir un libro sobre mujeres con TDAH?1. Las mujeres con TDAH no han sido nunca antes el enfoque completo de ningún

libro y este tema no ha recibido la adecuada atención. 2. El tipo inatentivo de TDAH (sin hiperactividad) es la forma más común de

TDAH en las niñas y las mujeres.3. El tipo inatentivo de TDAH ha sido y aún continúa siendo la forma menos

comúnmente entendida e identificada de TDAH.4. Los que padecen este tipo de TDAH usualmente permanecen sin diagnosticar por

más tiempo que aquéllos con hiperactividad.

5. Los que han permanecido más tiempo sin diagnosticar son a menudo los que sufren las consecuencias más serias, sobre todo en la forma en que interiorizan sus problemas, lo cual termina con frecuencia en depresión, ansiedad y problemas con la autoimagen.

6. Incluso después del diagnóstico y el tratamiento médico, las mujeres continúan teniendo serias barreras internas para recibir el apoyo que necesitan con sus problemas en la vida real. Esto se debe a la vergüenza que sienten por no poder satisfacer las expectativas de género debido a sus problemas con el TDAH.

7. Muchas mujeres aún ven sus problemas de desorganización como un defecto de personalidad.

8. Las parejas de las mujeres con TDAH necesitan una referencia de apoyo para tener un mayor entendimiento de los problemas que enfrentan en su relación.

9. Los profesionales de la salud mental que tratan de ayudar a las mujeres con TDAH también necesitan entender los complejos problemas emocionales presentes en este trastorno para poder guiar más eficazmente a estas mujeres y sus parejas.

Existen muchas mujeres que sufren problemas serios de organización sin tener la más mínima idea de que algo neurobiológico como el TDAH es la raíz de sus dificultades. Hace unos años leí un artículo sobre unas mujeres que formaron un grupo de auto-ayuda para “mujeres desorganizadas”. Se reunían en privado para proteger su identidad y se describían a sí mismas como “vagas confesadas”. Desde entonces, se me hizo muy importante tratar de llegar a este tipo de mujeres y ayudarlas a entender que, en la ausencia de cualquier trastorno mental serio, existe otra explicación para la desorganización severa. Desde que se publicó este libro por primera vez, ha sido aclamado por las mujeres en todo el mundo, quienes antes estaban completamente aisladas pensando que sus problemas eran el resultado de defectos en su personalidad.

PerspectivaHe escrito este libro desde tres perspectivas diferentes: como psicoterapeuta,

como mujer con TDAH y como alguien que ha estado involucrada personal y profesionalmente durante muchos años con otros adultos y profesionales en el contexto del TDAH. Como psicoterapeuta, estoy entrenada especialmente en el impacto que tienen las experiencias de la vida en las relaciones, las dificultades interpersonales y la autopercepción. Originalmente, este libro se basó en seis años de observación clínica y trabajo con adultos con TDAH, con un enfoque en los desafíos específicos que enfrentan las mujeres. Hoy, con casi 20 años más de experiencia, aún considero que las situaciones únicas descritas en este libro les son comunes a incontables mujeres que se han visto fuertemente afectadas por sus expectativas culturales y por los papeles desempeñados e interiorizados por ellas. En segundo lugar, como mujer con TDAH, pude observar mi propio proceso personal cuando empecé a entender lo que significa vivir exitosamente en esta cultura. En tercer lugar, el libro surgió a partir de todas las conversaciones y reuniones que he sostenido con mujeres de todo el país, quienes han compartido sus vivencias sobre esta enfermedad y me han explicado cómo la desorganización ha afectado sus vidas. Junto a todo esto, se hallan los maravillosos escritos de numerosos expertos, así como la literatura actualizada disponible en cuanto al diagnóstico del TDAH y las opciones y recomendaciones actuales para su tratamiento. Algunas de las referencias que primero se usaron para este libro ya no existen o no se publican. Muchas de las citas

en esta edición pertenecen a las primeras discusiones que hubo sobre el tema y a seminarios o grabaciones a las que ya no existe acceso.

El alcance y enfoque de este libroExiste una gran diversidad en lo que llamamos TDAH, desde los que son

hiperactivos a los que son hipo-activos, de los individuos que son obviamente impulsivos a los que son más tímidos y retraídos. Existen hombres con TDAH, mujeres con TDAH, aquéllos que han sido diagnosticados desde la niñez y aquéllos que son diagnosticados en su madurez. Están los que padecen de TDAH con un elevado nivel educacional, un empleo y una relación íntima que disfrutan y existen aquéllos menos afortunados que luchan por sobrevivir. No intento referirme a todas las facetas o elementos del TDAH, mucho menos a sus aspectos médicos y neuropsicológicos. Aunque me refiera a los aspectos biológicos que afectan a las mujeres, como el SPM (síndrome pre-menstrual), el embarazo y la menopausia, mi perspectiva como psicoterapeuta es trazar la jornada emocional que viven las mujeres con TDAH al tratar de entender sus experiencias.

Se han escrito muchos libros buenos, como libros de texto virtuales, que se dirigen a una amplia y diversa población con TDAH y que tratan principalmente del diagnóstico, los exámenes, los medicamentos y el tratamiento para niños y adultos.

Los personajes del libroPara demostrar mis ideas he utilizado materiales reunidos en el trabajo con mis

clientas, así como entrevistas con otras mujeres con TDAH. La mayoría de los ejemplos aparecen en forma de retratos que son representativos de las historias reales que muchas mujeres con TDAH han compartido conmigo. Otros ejemplos son historias verdaderas sobre clientas específicas que me han dado permiso para compartir sus experiencias con los lectores. Por supuesto, he cambiado sus nombres y cualquier otra información identificable para proteger su privacidad.

También he creado dos personajes ficticios en estos retratos, Jodi y Lucy, para representar los principales desafíos reportados por las mujeres con TDAH. Utilizo esta técnica para aportar cierta información en una narrativa más interesante. Trazo estos personajes desde sus años de formación para ayudar al lector a entender la trayectoria de las mujeres con TDAH a un nivel más personal.

ResumenMujeres con Trastornos por déficit de atención incluye una Guía de bolsillo

sobre TDAH que esboza los conceptos básicos para aquéllos que no estén familiarizados con este padecimiento y para servir como referencia durante la lectura del libro. La PARTE I, Sobrevivir, empieza con mi propia historia personal y profesional con el padecimiento de TDAH, en la que explico las ideas que he mantenido sobre cómo vivir satisfactoriamente con este trastorno como mujer. A partir de esto he esbozado el desarrollo de una niña pequeña para examinar las consecuencias de no haber sido diagnosticada en las varias etapas de su vida como niña, lo cual ayudará al lector a entender los desafíos y las dificultades que esta niña enfrentará como adulta antes de recibir un diagnóstico.

En la PARTE II, Esconderse, vamos más allá de los síntomas primarios del TDAH y exploramos la colisión entre estos síntomas y las expectativas culturales que enfrentan las mujeres. Aquí empezaremos a entender el legado emocional de “vergüenza” que a menudo resulta de esta experiencia. También examinaremos los

“efectos secundarios” complejos y dolorosos por los que pasa la mujer con TDAH, tales como bajo rendimiento, depresión y dificultad en sus relaciones.

En la PARTE III, Resurgir, presento un resumen de los diagnósticos y tratamientos particularmente para las mujeres. Examinaremos la facilidad con la que las mujeres son sobrediagnosticadas y mal diagnosticadas. Iremos por los distintos caminos que se pueden tomar para entender su TDAH y/o desorganización y haremos referencia a las herramientas que necesitan estas mujeres para iniciar este viaje y salir del período de sufrimiento del TDAH. Describiré el modelo de tratamiento que he desarrollado, que combina medicamentos, educación, estrategias, apoyo y terapia. También incluyo un nuevo instrumento de análisis que he diseñado especialmente para las mujeres.

Finalmente, la PARTE IV, Aceptar, se enfoca en las “tres erres” esenciales para que una persona pueda vivir satisfactoriamente con TDAH, específicamente la mujer: re-estructurar su vida, renegociar sus relaciones y redefinir su autoimagen. Hacer estas cosas le permitirá a la mujer en algún momento aceptar su TDAH. Llegará a un punto en el que podrá ser proactiva para buscar la ayuda que necesita. Esto, a su vez, la conduce a un nuevo “ciclo de éxito” donde podrá comenzar a prosperar, en vez de simplemente sobrevivir.

MENSAJE INTRODUCTORIO DE LA AUTORA“No existe agonía mayor que llevar por dentro una historia no contada”.

—Maya Angelou

Hace poco descubrí esta cita que de inmediato se convirtió en una de mis favoritas. Encierra lo que ha sido para mí una de las experiencias más gratificantes desde que publiqué este libro por primera vez. Cuando conozco a mujeres que se han beneficiado con mi libro, con orgullo me muestran su copia que luce vieja, gastada por el buen uso, con páginas dobladas, subrayadas, resaltadas con color, con viñetas, marcadores, con notas de papel de varios colores, escritos al margen de las páginas, todo para decir: “Ésta soy yo. Ésta es mi historia no contada”. La leen y releen, no tanto por algo en particular, sino para aliviarse del peso de esta historia no contada que han llevado por dentro toda una vida… sin saber realmente que era una historia al pensar que era tan sólo su propio secreto vergonzoso.

Estas mujeres me dicen: “Usted me ha seguido a todas partes” o “Usted se leyó mi diario”, dándose cuenta que si yo pude describir con tal exactitud su mundo interior, entonces debe ser cierto que muchas otras mujeres realmente comparten sus experiencias. Con esta revelación comienzan a sentirse parte de algo más grande, ya no están solas. Después de tantos años de ser ignoradas, no consideradas y de escuchar que los demás les dijeran que sobreactuaban o que eran hipersensibles, ahora se sienten validadas. Les ofrecen el libro a sus psicoterapeutas, a sus parejas, a la familia, a sus médicos para decirles: “Ésta es mi historia”.

En los últimos años, estas mismas mujeres han ayudado a conformar y definir lo que significa la experiencia de vivir con esta diferencia a la que llaman TDAH, agrupándose para decir la verdad sobre sus experiencias colectivas. Su valentía al dejar de esconderse ha hecho posible que otras mujeres de áreas más remotas del planeta rompieran sus cadenas de silencio y recibieran diagnóstico y tratamiento.

Algo que me sorprendió con frecuencia y convicción desde que publiqué este libro por primera vez y empecé a tener contacto con mujeres de todo el mundo fue lo mucho que las mujeres con TDAH sufren con las expectativas culturales, algo similar a la forma en que otras mujeres sufren con la edad y la imagen de su cuerpo. El desafío de todas las mujeres es liberarse de todos los ideales culturales que han interiorizado y comenzar a definir lo que en verdad significa ser una mujer, madre o pareja competente y útil.

A pesar de que esta lucha interna es fundamental en esta edición del libro, mucho ha cambiado en esta esfera desde que publiqué el libro por primera vez en 1995. Las opciones para el tratamiento médico del TDAH han aumentado y mejorado considerablemente, así como la esfera de los asesores de TDAH y los organizadores profesionales. También ha crecido muchísimo el trabajo en los problemas de las mujeres derivados del TDAH, junto a la oportunidad de las mujeres de conectarse y recibir apoyo y la información de libros, revistas, recursos por Internet y conferencias en todo el mundo.

Espero que un grupo nuevo de lectores comience a identificarse con otras mujeres con TDAH rompiendo su hábito de aislamiento y de andar a escondidas. A medida que integren más profunda y positivamente el TDAH a su auto-concepto, podrán apartar parte de la vergüenza que aún las limita. Finalmente, espero que otro grupo de mujeres reciban ayuda para compartir su historia no contada.

Sari Solden2013

Guía de bolsillo sobre TDAH

Esta sección puede ser utilizada como información esencial sobre TDAH antes de leer el resto del libro. Es útil para los que no conocen bien este padecimiento y también puede consultarse como referencia durante la lectura del libro.

Definir el TDAHLa mayoría de los autores primero explican lo que es TDAH. Yo prefiero

comenzar diciendo lo que no es este padecimiento, ya que muchas personas que no se ajustan a la descripción común de TDAH se excluyen prematuramente de este trastorno. Es por ello que es importante aclarar los conceptos equivocados y los estereotipos sobre el TDAH.

El TDAH…• no lo tienen solamente los niños• no tienen solamente los varones• no significa solamente ser hiperactivo• no significa solamente un “déficit de atención”• no significa ser irresponsable o tener defectos de personalidad

El TDAH ES…• Un trastorno neuroquímico (no psicológico) que afecta el comportamiento a

varios niveles:– la atención, – la actividad – la impulsividad

• Para diagnosticar el TDAH es necesario que estas conductas sean: – crónicas (lo cual significa que la persona las ha padecido por un largo

período de tiempo) – severas (lo cual significa que afectan la vida negativamente de forma seria y

más que a otras personas).

Diagnosticar el TDAH es complejo

Aunque usted haya presentado desafíos toda su vida, éstos pueden haber sido enmascarados por su estructura o por el apoyo recibido o porque usted era muy lista o creativa. Puede que haya balanceado su vida de manera que haya podido mantener sus síntomas bajo control durante cierto tiempo, o puede que se haya auto-medicado sin saber que lo hacía.

Lo que puede resultar aún más confuso es que, incluso cuando haya presentado los síntomas crónicamente, éstos no han sido constantes. Como dijera el Dr. Thomas Brown: “Pueden ser crónicos pero no constantes” (1999, pág. 3). Varían de una a otra situación. Puede que usted haga algunas cosas muy bien por un lado y tener grandes lagunas en otras áreas. Para complicar el esquema del diagnóstico aún más, no existen dos personas con TDAH que tengan exactamente los mismos problemas.

El TDAH puede entenderse mejor al explicar la función ejecutiva, o administrativa, del cerebro. El Dr. Thomas Brown, un líder experto en TDAH en adultos del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Yale, ilustra metafóricamente este trastorno durante su conferencia sobre funcionamiento ejecutivo: “¡una orquesta de músicos maravillosos que tocan sin un director!” La función ejecutiva está descrita en más detalle en el Capítulo 5, pero tiene que ver con cambiar, empezar, dividir, detener y re-empezar su atención. Incluye lo siguiente:

• Activar el cerebro para que comience a trabajar. • Mantener la atención en medio de las distracciones.• Mantener la atención aunque la energía y el interés disminuyan.Es extremadamente importante entender que, aunque el TDAH es un trastorno

serio, no es caracterológico (propio del carácter) ni psicológico, sino neurobiológico. Esto significa que no es culpa suya, sino la forma en que funciona su cerebro en particular. No significa que tenga ningún daño cerebral.

Aunque nadie conoce exactamente la causa del TDAH, normalmente se cree que es genéticamente transmisible. Se nace de esa manera y probablemente habrá otros en la misma familia que también tienen o han presentado las mismas dificultades.

La avenida de información dentro de su cabezaEl cerebro usa múltiples sustancias químicas llamadas neurotransmisores, los

cuales actúan como mensajeros que envían información hacia y desde las distintas partes del cerebro. Existen tres neurotransmisores que han sido asociados con los trastornos de comportamiento y emocionales: dopamina, serotonina y norepinefrina. Mientras que los niveles bajos de serotonina están vinculados a la depresión clínica, el TDAH se asocia con los otros dos neurotransmisores: la dopamina y la norepinefrina. La mayoría de las personas están de acuerdo en que los síntomas del TDAH están asociados a la ineficiencia e irregularidad de este sistema químico de transmisión de la información en el cerebro. El cerebro en sí no tiene problemas. No existe ningún daño e incluso las personas con TDAH son realmente muy inteligentes o creativas; sólo que por algún motivo esos mensajeros químicos no trasmiten estable o eficientemente. Es lógico que si los reguladores no funcionan adecuadamente en la parte del cerebro que regula la atención, el nivel de actividad y la impulsividad, estas áreas del comportamiento también serán irregulares.

El Dr. Terry Dickson, un experto en este campo, en un artículo del año 2004 sobre los principios de la neurobiología del TDAH, hace una similitud entre la dificultad de la comunicación ineficientemente a través de la sinapsis de nervios en el cerebro y hablar por un teléfono celular con mala señal. Yo comparo esta irregularidad de los neurotransmisores con los problemas que a veces tenemos con una computadora. Aún si uno tiene la computadora más cara y mejor fabricada, capaz de procesar y almacenar grandes cantidades de información, puede que el disco duro esté demasiado lleno o que exista alguna falla en el sistema operativo. Puede que la computadora tenga una gran capacidad de almacenamiento de información a largo plazo, pero muy poca o inadecuada capacidad operativa para balancearla. Todos los que hemos utilizado computadoras hemos experimentado la frustración de ver de repente un mensaje de error, sin ninguna advertencia: la pantalla se bloquea y el sistema se cierra. De cierta forma, así ocurre con el padecimiento de TDAH, o sea, no podemos aprovechar el potencial del instrumento ideal con el que contamos.

La transmisión ineficiente e irregular de la información en el cerebro causa una serie de dificultades que son únicas para cada persona afectada. El gran número de variaciones y las ilimitadas posibilidades de combinaciones que existen en esas conexiones químicas, convierten lo que llamamos el TDAH en algo complejo de

comprender. Es una definición difícil de aceptar para muchos, particularmente porque los síntomas se manifiestan de forma tan diferente en cada persona. Este padecimiento es incluso diferente en la misma persona en diferentes períodos.

Ver para creer

Las nuevas y prometedoras tecnologías ya nos permiten en realidad ver el cerebro en acción, por lo que ahora estamos más cerca de entender cómo funciona. El Dr. Dickson explica que las técnicas de imágenes para el cerebro funcional han desempeñado un papel vital para entender el cerebro con TDAH.

Uno de los descubrimientos líderes fue realizado por el Dr. Alan Zametkin del Instituto Nacional de Salud Mental. Mediante equipos de tecnología TEP o Tomografía por Emisión de Positrones (PET, según siglas en inglés), que es una técnica especial para obtener imágenes cerebrales, el Dr. Zametkin ha podido medir y documentar el proceso metabólico de la glucosa en individuos. Estos exámenes muestran con bastante claridad que, durante las tareas que requieren concentración, el cerebro de los individuos con TDAH tiene un nivel marcadamente más bajo de actividad cerebral en ciertas áreas si se le compara con aquéllos que no padecen de TDAH.

No existe una teoría clara del proceso exacto por el cual los síntomas de TDAH se producen en el cerebro. Sin embargo, debido a que los medicamentos que conocemos intervienen en los procesos específicos del cerebro contribuyendo positivamente a reducir los síntomas de TDAH, los investigadores suponen que los elementos químicos del cerebro que son afectados por estos medicamentos son los mismos que intervienen en la creación de los síntomas de TDAH. Con la promesa de estas nuevas tecnologías para obtener imágenes cerebrales, podremos entender mejor en el futuro las grandes variaciones del cerebro humano.

Las diferentes caras del TDAHDurante muchos años, cuando la gente pensaba en el TDAH, la imagen que

venía a la mente era la de un niño hiperactivo y conflictivo que corría y causaba un montón de problemas. En realidad, el TDAH es mucho más diverso que esto y posee muchas más dimensiones que esta imagen comúnmente estereotipada.

Solíamos creer que los niños con tales comportamientos superaban su TDAH cuando se hacían adultos. Pero luego supimos que un gran porciento de ellos continuaba enfrentando estas dificultades como adultos. Lo único que realmente disminuía en muchos adultos no era el TDAH, sino la hiperactividad. A pesar de que sus dificultades eran mucho menos visibles como adultos, su incontrolable sistema de atención les causaba las mismas frustraciones. También, fue hace poco que las personas comenzaron a percibir que existe otro grupo grande de adultos con TDAH que nunca fueron hiperactivos. Estas personas, que en su mayoría son mujeres, continúan no identificadas en la infancia y a menudo, no diagnosticadas en la adultez.

TDAH con otros nombres…

Los nombres cambian, pero los hechos siguen siendo son los mismos.

Al parecer, las etiquetas oficiales utilizadas por la comunidad de profesionales para diagnosticar el Trastorno por Déficit de la Atención cambian en pocos años, lo cual confunde a muchos en el proceso de intentar describir con mayor precisión este síndrome y captar sus variaciones, así como sus características principales. Los individuos de la comunidad profesional difieren en cuanto a la sabiduría de alguna de estas nomenclaturas, pero las características generales que tratan de describir siguen siendo las mismas.

Para complicar aún más las cosas, es común que muchas personas, sobre todo la población en general, usen los términos TDAH o TDAH sin diferenciar los tipos ya que resulta raro especificar los tipos en una conversación normal.

Diferentes tipos de TDAH (hasta el momento de esta edición)

TDAH de tipo hiperactivo-impulsivo

A estas personas se les denominaba TDAH con hiperactividad (TDAH), que son las personas rápidas, muy inquietas y distraídas.

TDAH de tipo inatentivo

A estas personas se les denominaba TDAH sin hiperactividad. Suelen ser soñadores, lentos y a menudo hipoactivos. Las mujeres con TDAH inatentivo constituyen la mayor parte del enfoque de este libro.

Reitero que hay mucha variación. Muchas mujeres que fueron hiperactivas de niñas aún viven las consecuencias de los problemas en la atención. Muchas que son hipoactivas por fuera son hiperactivas en sus pensamientos y viven una sensación interna de distracción, que se traduce en una actividad física hiperactiva.

También existen tipos combinados de TDAH que comparten características de ambos.

Resumen detallado de lo que es y no es el TDAH

TDAH NO es = un déficit de la atención

En su lugar significa irregularidad de la atención e incoherencia. Esto ocasiona dificultades con lo siguiente:

• Distracción, cambios excesivos en la atención.• Activar, desplegar y dirigir nuestra atención.• Concentrar y mantener la atención.• Discernir lo que no es materia importante para nuestra atención

Y contrario al significado de déficit, existen muchos atributos positivos que suelen acompañar el TDAH e incluyen un exceso de ideas, creatividad, emoción e interés.

TDAH NO es = Hiperactividad

En su lugar significa una des-regulación de la actividad y de los niveles de excitación que incluye niveles de actividad extremos desde alto a muy bajo o de hiperactivo a “hipoactivo”, lo cual yo llamo sobre-inactivo

TDAH NO es = Problemático Impulsivo

En su lugar puede ser un tipo de impulsividad más tranquila y menos evidente, con cambios excesivos de tareas o rumbos en la vida.

Un análisis más profundo de las complejidades del TDAH

Lo que llamamos TDAH suele ser confuso porque el TDAH parece y se manifiesta muy diferente en cada persona. El tipo inatentivo de TDAH parece externamente muy diferente del tipo más comúnmente entendido y percibido de TDAH. También se manifiesta de manera diferente internamente. Sin embargo, no es un caso leve de TDAH. Ambas formas de TDAH comparten las mismas dificultades esenciales, pero se experimentan y se expresan de varias formas, con consecuencias diferentes en la vida de la persona. Ambos están en los extremos, pero se ubican en los lados opuestos del espectro del TDAH. El elemento importante a recordar es que ninguno de nosotros tiene un control perfecto sobre la atención ni sobre la regulación de nuestras actividades o impulsos. Sin embargo, como podemos apreciar en el siguiente espectro, el TDAH está definido por síntomas que son extremos, crónicos y severos.

VARIEDAD DEL TDAHVARIEDAD DEL TDAH

Rango promedioRango promedioTDAH TDAH(tipo inatentivo) (hiperactivo/impulsivo)

ATENCIÓNATENCIÓNSueña despierto. Se distrae en extrema medida.Se pierde en su mundo interior. Se pierde con los estímulos externos.Hace una sola cosa a la vez. Hace muchas cosas de una vez.

NIVEL DE ACTIVIDADNIVEL DE ACTIVIDADHipo-activo HiperactivoTrabaja y piensa lentamente. Trabaja apresuradamenteSe impacienta cuando está tranquilo. No puede dejar de moverse.

IMPULSIVIDADIMPULSIVIDADCambios impulsivos y excesivos de actividades y de dirección en sus vidas.

Actúa por impulsos y sin pensarlo antes.

¿Es posible presentar estos síntomas y no padecer de TDAH?

¡Sí! No todos los que presentan estos síntomas tienen TDAH. Digamos que usted ha presentado estos problemas de manera severa y que los ha tenido por tanto tiempo como le es posible recordar (crónicamente) y a pesar de que no fueran problemas demasiado visibles, le han afectado bastante. ¿Quiere esto decir que usted padece de TDAH? ¡No necesariamente! Es posible presentar estos síntomas parte del tiempo y no tener TDAH.

• Quizás esté pasando por un cambio significativo en su vida, como un divorcio, una mudanza, se haya quedado sin trabajo o tenga un elevado nivel de estrés. Como resultado se vuelve muy desorganizada, deprimida o se siente mal consigo misma por un tiempo. Para padecer del TDAH, estos síntomas deben estar presentes la mayor parte del tiempo y por un largo período de tiempo.

• Puede que usted presente todas estas dificultades todo el tiempo, sin que le afecten demasiado su vida, y aún así no padecer de TDAH. “Yo también pierdo mis llaves. Y si vieran mi clóset… siempre pospongo organizarlo”. Esto pudiera ser un problema, pero si no es lo suficientemente severo como para causarle grandes dificultades en todas las áreas importantes de su vida, entonces no es TDAH.

Estas son condiciones necesarias a las que nos hemos referido, pero por sí solas no son suficientes para hacer un diagnóstico de TDAH. Existen otros elementos que deben ser descartados. Primero, tenemos que descartar o considerar otros desórdenes neurológicos, psicológicos y físicos que pueden causar los mismos síntomas que hemos mencionado. Además, las dificultades individuales no deben haber sido causadas solamente por razones familiares o ambientales, tales como crecer en medio de una caótica vida familiar; por ejemplo, en un hogar abusivo, con padres mentalmente enfermos o con una familia alcohólica. Algunas veces, estas situaciones pueden causar estos síntomas similares al TDAH. Se puede tener síntomas severos de TDAH desde la niñez y aún así no tener TDAH si esos síntomas pueden justificarse del todo por algo que ha sucedido durante el crecimiento. Lo que requiere de un diagnóstico experto es si una persona puede haber tenido estos antecedentes familiares y también tener TDAH o si las dificultades de sus padres pueden haber sido el resultado de su TDAH no diagnosticado.

Debido a esta posibilidad y a las razones mencionadas, es particularmente importante obtener un diagnóstico de un profesional de la salud mental que entienda el TDAH (con y sin hiperactividad) así como otros padecimientos que se parecen al TDAH.

Efectos del TDAHLo que hemos analizado hasta ahora son los tres síntomas fundamentales del

TDAH y sus muchas variaciones. Los problemas que realmente pudieran apreciarse como resultado de estos síntomas en la vida de los adultos con TDAH son:

• desorganización• reacción emocional• baja productividad• baja autoestima• relaciones problemáticas• depresión

Las personas con TDAH tienen dificultades para discernir la información innecesaria. Los individuos sin este problema bloquean las distracciones internas y externas cuando no son relevantes, sin esfuerzo y sin pensarlo. Las personas con TDAH, a cambio, operan con sus puertas completamente abiertas. No pueden filtrar las distracciones fácilmente, por lo que se sienten inundados, bombardeados, asaltados y atormentados. También es fácil comprender cómo vivir de esta manera puede conducir a reacciones emocionales. También es fácil apreciar cómo este tipo de fluctuación en la atención puede provocar una desorganización severa y contribuir a que el individuo se sienta fuera de control y tener la sensación interna de que las cosas le empiezan a fallar. Por otra parte, algunas personas desarrollan una compensación de súper-organización en la cual invierten una extraordinaria cantidad de tiempo para organizarse, en detrimento de sus relaciones y del disfrute de la vida. Sin embargo, pueden parecer organizadas ante los demás. Este no es el criterio por el cual juzgamos esta dificultad. En su lugar, es el proceso que atraviesan estas personas para lograr ese nivel de organización lo que debe ser explorado y entendido para valorar del todo la s consecuencias y sus trastornos.

El impacto en la vidaEstas dificultades puede afectar fácilmente las relaciones, la elección de pareja y

sobre todo, afectar profundamente la autoestima. Estos sentimientos también conducen a una creciente desesperación, desesperanza y depresión, dificultando así la concentración y el logro de metas importantes. Esta situación también causa una baja productividad en el individuo haciendo que reaccione emocionalmente una vez más, lo cual reinicia este ciclo negativo.

Sin embargo, es un mito que si usted padece de TDAH no podrá entrar en la universidad, obtener un título superior o tener éxito. Estos hechos no excluyen necesariamente un diagnóstico de TDAH. Es necesario contar con todo el apoyo posible para enfrentar los desafíos y recibir ayuda para encontrar sus puntos fuertes.

Tratamiento básicoLa piedra angular del tratamiento de TDAH la constituyen los medicamentos,

normalmente los estimulantes y últimamente, su combinación con otros medicamentos como los antidepresivos. Mientras que bajos niveles de serotonina se asocian a la depresión clínica y el tratamiento se hace en base a esto, los medicamentos antidepresivos aumentan la disponibilidad del neurotransmisor de serotonina en el cerebro, lo que explica que los medicamentos estimulantes aumenten la producción de los dos neurotransmisores, la dopamina y la norepinefrina, que están vinculados a los síntomas del TDAH al estimular sus niveles hasta un rango normal. Aunque los medicamentos han probado ser muy eficaces para disminuir muchos de los síntomas primarios de TDAH, esto es tan sólo el primer paso. La educación, el apoyo, las estrategias, la ayuda y la organización pueden desempeñar un papel importante en el logro de resultados positivos a largo plazo. La psicoterapia puede también ser extremadamente útil para valorar lo que las personas piensan sobre su padecimiento y sobre sí mismos.

MoralejaEs esencial recordar que a pesar de todos los problemas discutidos en esta

sección, existen muchos puntos fuertes asociados con el tipo de cerebro que produce los síntomas que llamamos TDAH. Estos individuos, cuando reciben un diagnóstico,

tratamiento y apoyo, son capaces de llevar vidas excepcionales. Cuando aceptan y valoran sus diferencias y encuentran la forma de usar sus puntos fuertes en el mundo, hallan un trabajo que los realiza y tienen relaciones relevantes. Es ésta la moraleja verdadera de este libro.

El tesoro enterrado

Millones de personas tienen este padecimiento neurobiológico. Cuando no se diagnostica, éste puede resultar devastador y debilitante, robándole silenciosamente al individuo sus sueños, sus esperanzas, su autoestima. Estas personas se pasan la vida tratando de resolver un acertijo: que el misterio de sus vidas debe encontrarse en alguna parte, quizás al doblar la próxima esquina. Ellos recuerdan haberlo vislumbrado, ese algo especial que sintieron o imaginaron alguna vez, antes de que todo se les volviera tan agobiante y se sintieran atrapados y perdidos, vagando sin rumbo por un bosque, buscando señales como si se tratara del mapa antiguo de algún tesoro. Ellos saben que el tesoro está ahí en alguna parte, pero quizás esté profundamente enterrado o encerrado tras una fortaleza. Pero ellos tienen la increíble perseverancia y determinación de seguir adelante, cargando con frecuencia un enorme peso. El recuerdo de ese sentimiento especial y el saber, muy adentro, de que ellos tienen algo importante y valioso que hacer, que crear, que contribuir, los mantiene en su búsqueda. Ellos continúan, aunque el recuerdo, su creencia, se desvanece más año tras año y la desesperación comienza a devorar su esperanza, la esperanza de que alguna vez encontrarán el tesoro, de que incluso hallarán el camino para salir del bosque y regresar.

Aún así, ellos insisten en el viejo mapa, estrujado y desvanecido, aferrándose a la esperanza de que encontrarán ese tesoro enterrado y reclamarán sus esperanzas abandonadas y sus sueños perdidos.

PARTE I : SOBREVIVIR

CAPÍTULO UNO

Cómo salir del (desorganizado) clósetIntroducción a mi historia personal y profesional

No fue hasta que asistí a mi primera “Conferencia de adultos con TDAH”, donde me pasé tres días bajo el mismo techo con cientos de otros adultos con este padecimiento, que comencé a desarrollar el concepto de “estar dentro del clóset”, aplicado a los individuos con padecimientos invisibles. No fue hasta que vi a cientos de personas que no estaban en el clóset comportarse como ellos mismos por primera vez entre los demás, que me di cuenta de cuánto tiempo y energía uno gasta diariamente escondiéndose, aparentando lo que no es y monitoreando con cuidado nuestra conducta. Disfruté especialmente ver a las mujeres abrir inmensos bolsos, abarrotados de cosas, buscando furiosamente algo que necesitaban y que no podían encontrar, pero sin mostrar el acostumbrado sentimiento de vergüenza o cohibición. Me deleitaba observarlas cuando dejaban caer cosas al piso, en busca de algún papel o de un número de teléfono que no encontraban, o cuando se garabateaban en las manos al no hallar dónde anotar algo, o cuando hablaban rápido, interrumpiéndose, riéndose, finalmente encontrándose entre personas que eran capaces de entenderlas. Es cierto que se notaba también el disgusto y la frustración cuando algo no marchaba bien, pero la imagen de estos adultos con TDAH que se comportaban tal y como eran, evidentemente brillantes e interesados, aunque a menudo confundidos o desorientados, pero afectuosos y emocionantes a pesar de sus dificultades, me hizo recordar vívidamente hasta qué punto estos padecimientos invisibles se esconden en la vida diaria. Cuánto tiempo estas personas invierten en esconderse, aparentar, o simplemente controlar sus síntomas para presentarse mejor a sí mismos, para pasar por “normales”.

Aunque yo había sido diagnosticada y tomaba mi medicamento en ese momento, muchos de mis familiares, amigos y compañeros de trabajo no conocían mi “secreto”. Yo sabía que vivía en dos mundos: mi mundo de TDAH y el llamado mundo “normal”. A pesar de que durante años yo había hablado con otras mujeres y clientas sobre el concepto de la vergüenza, no me había percatado de la extensión de mi propia vergüenza hasta el siguiente incidente: Me habían anunciado para ofrecer una conferencia sobre mujeres y TDAH. Sin embargo, la asociación auspiciadora había distribuido un folleto por toda la ciudad que anunciaba esta conferencia en la que yo iba a discutir mis experiencias personales con TDAH y en la que mi esposo iba a hablar sobre la vida con una mujer con este padecimiento. Este folleto había llegado hasta mis colegas, asociados y amigos. Y allí estaba yo, “expuesta”. Me sentí mortificada y avergonzada. Me sentí como si le hubieran anunciado al mundo que yo era una delincuente desagradable. No me había dado cuenta, hasta ese momento, que yo también estaba todavía tremendamente afectada por esos profundos sentimientos de vergüenza.

Me gustaría ahora volver atrás antes de ese momento crucial en mi vida y trazar mi historia personal y profesional con TDAH, la cual me llevó a escribir este libro.

Yo estaba trabajando como psicoterapeuta en una gran agencia de consultas en la que atendía a clientes adultos de toda la población que presentaban problemas en sus relaciones, así como depresión, ansiedad y problemas de autoestima. Al mismo tiempo, tuve la suerte de formar parte de un proyecto muy inusual en esta agencia, que también atendía a adultos con padecimientos “invisibles”, como disfunciones en el aprendizaje y déficit de atención. Muy pronto descubrí que existía una gran diferencia entre esos dos grupos de clientes.

Lo que causaba el mayor dolor y que afectaba severamente las vidas de los adultos con padecimientos escondidos, la esencia de lo que se discutía semana tras semana durante las horas de terapia, era muy diferente a lo que afectaba a mi otro grupo de clientes que no tenía esos padecimientos invisibles.

El tema que los individuos con TDAH abordaban más en sus horas de terapia era la confusión y frustración de su ordinaria vida diaria. Aquí era donde se concentraba directamente. La dificultad que tenían para organizarse en la vida era monumental, comparada con las personas sin este tipo de padecimiento. Cuando alcanzaban la madurez, ellos describían su frustración como una especie de desesperación que nacía de no haber sido capaces de lograr lo que originalmente se habían propuesto. La doble ironía era que, junto a esa severa desorganización, a menudo planteaban que aún tenían “miles” de ideas emocionantes que habían iniciado e interrumpido, quedando enredadas e inconclusas en sus habitaciones, como un desafío que les perseguía. Y aún cuando los clientes con TDAH se enfrentaban a su depresión y a los problemas en sus relaciones, estas dificultades eran a menudo el resultado del padecimiento escondido.

Estas personas no se parecían en su comportamiento. Algunas eran impulsivas, se metían en problemas, gritaban, interrumpían a los demás, reaccionaban exasperadamente, irritándose en los momentos inapropiados. Otros eran retraídos, muy tímidos y no causaban ningún problema. Algunos no podían levantarse del sofá ni dirigir su energía desde la idea hasta la acción. No podían movilizarse a sí mismos. En el otro extremo, algunas personas no podían dejar de moverse, se sentían determinados y necesitaban hacer diez cosas al mismo tiempo para permanecer alertas y enfocados. Estaban los que buscaban un nivel muy alto de estímulo mientras que los demás, por el contrario, se sentían bombardeados por cualquier estímulo y sólo podían hacer una cosa a la vez en un ambiente muy tranquilo y controlado.

Desde afuera, las personalidades de estos individuos no se parecían entre sí. En muchos casos, nadie podría diferenciarlos de las personas que no presentaban estos tipo problemas en particular. Pero durante las horas de terapia, todos ellos describían el mismo tipo de dolor y contaban la misma historia, de una forma u otra. Narraban anécdotas de inusuales giros y cambios en sus carreras y en sus vidas. Hablaban sobre sus dificultades para trabajar en grandes organizaciones de mucho detalle y documentación. Muchos querían ser independientes y trabajar por cuenta propia, pero eran muy vulnerables a caer en un abismo de vacío, sin ninguna estructura que los apoyara. Muchos se sentían atrapados y se autoculpaban. La mayoría, cuando alcanzaban la madurez, particularmente si no habían sido diagnosticados tempranamente, tenían la arraigada idea de que la fuente de sus problemas la constituía un defecto de su personalidad o un error fatal. Y aún después de ser diagnosticados y tratados, todavía se autoflagelaban con los calificativos de “irresponsable, holgazán, desmotivado, desastroso, fracasado”. Aún después de tener tratamiento con medicamentos y de conocer que un padecimiento neurobiológico era la raíz de sus dificultades, eran incapaces de borrar automáticamente los años de escasa autoestima y los sentimientos de fracaso.

De la misma manera que pude ver claramente la diferencia entre los grupos con TDAH y sin TDAH, también comencé a notar en mi trabajo clínico las diferencias significativas entre los hombres con TDAH y las mujeres con TDAH, en cuanto a los desafíos especiales que ellos enfrentaban para vivir exitosamente después de ser diagnosticados, y en cuanto a la manera en que buscaban la ayuda que necesitan para reconstruir y re-estructurar sus vidas. Los patrones reportados por las mujeres eran muy similares entre sí, especialmente con respecto al nivel de dificultad para actuar de manera que pudieran re-estructurar sus vidas. Comencé a observar estas actitudes como algo que se trasmitía culturalmente. Las dificultades en torno a las expectativas culturales parecían ir más allá de la psicología individual. Parecía existir una vulnerabilidad única que estas mujeres enfrentaban, que las situaba un desafío muy especial al tener que aprender a vivir con este tipo de dificultades.

Los hombres con TDAH también enfrentan sus propias dificultades dolorosas en esta cultura, tales como la expectativa de que sean ellos los proveedores estables, los que se “ganan el pan” exitosamente, la columna fuerte de la familia. Pero parece que las mujeres enfrentan una completa colección de otros problemas. Observar y entender estas otras dificultades se convirtió en parte importante de mi aprendizaje para ayudar a las mujeres a que atraviesen exitosamente el proceso de tratamiento. Yo podía ver, por un lado, que las mujeres estaban muy motivadas a ayudarse a sí mismas. Por otra parte, cuando necesitaban pedir alguna ayuda, en la escuela o en el hogar, estas mujeres se paralizaban. No podían ir avanzar. En la escuela, necesitaban pedir más tiempo para hacer las tareas; en el trabajo, necesitaban pedir que las ubicaran en un área más tranquila; o en el hogar, querían pedir ayuda con la desorganización y las tareas por hacer.

Pero ellas chocaban con una pared tan fuerte de vergüenza y culpabilidad, que se hacía necesario comprender y solucionar este problema primero antes de emplear las estrategias que se recomiendan con frecuencia para resolver las dificultades organizacionales.

Esas barreras internas, al igual que los síntomas de TDAH, afectaban a estas mujeres de manera diferente que a los hombres, manteniéndolas encerradas en una rutina ordinaria hasta llegar a sentirse vacías, agobiadas y fracasadas aún después del diagnóstico. Yo observé como estas mujeres luchaban para superar estas barreras, convirtiéndose en pro-activas y llegando a tomar el control de sus vidas. Fue un proceso emocionante ser testigo del lento retorno de estas mujeres a la vida. Fue como si ellas hubieran abierto una puerta y comenzado a caminar por la vida de nuevo, de manera tranquila pero substancial. No comenzaron a vivir totalmente libres de estrés ni se volvieron perfectamente organizadas ni un tipo diferente de mujer, sino que comenzaron a ser capaces de pedir ayuda, a reparar sus sentimientos de baja autoestima y a poner sus vidas en perspectiva.

Descubrimiento personal

Al mismo tiempo que yo estaba ocupada con las sesiones de psicoterapia de estos clientes, además de estar todo el tiempo leyendo, asistiendo a conferencias, escarbando en la literatura para entender todo lo posible sobre TDAH, empecé a encontrar referencias sobre adultos con severos problemas de desorganización a los cuales se les recetaba el Ritalín, al igual que a los niños. Comencé a preguntarme cada vez más si algunas de las dificultades que yo había experimentado durante toda mi vida pudieran tener algo que ver con el TDAH. Ciertamente me había ido bien en la escuela y nunca había tenido problemas de conducta, pero aún así…

En aquella época (y durante toda mi vida), yo tenía un pequeño cuarto en una parte de la casa en el cual me pasaba todas las noches y todos los fines de semana tratando en vano de “organizarme”. No tenía la menor idea de que otras personas no pasaban sus fin es de semana como un puente entre viernes y lunes, intentando frenéticamente excavarse una salida de entre los escombros antes de que llegara de nuevo el lunes. Cuando comencé a entender el TDAH, noté pequeñas cosas. Por ejemplo, escuché a otras personas que hacían planes para ir al parque o a un concierto durante el fin de semana. Para mí era como escuchar a personas de otro planeta. Cada viernes en la agencia donde yo trabajaba, mi amiga y colega Lisa me preguntaba: “¿qué vas a hacer este fin de semana?” y yo le respondía: “Voy a organizarme”. Después de varios meses escuchando la misma respuesta, Lisa finalmente me dijo: “¡Claro, seguro que estás tratando de terminar un proyecto importante!”. Y yo le respondí: “No, solamente me estoy organizando”.

Entonces me empezó a quedar claro que las otras personas no vivían de la misma manera, pero yo no tenía la menor idea de cómo lo hacían. Comencé a observar a Lisa, cómo se desenvolvía a través de la jornada laboral. Ella tenía una inmensa

libreta de notas, con divisiones multicolores. Lo que a mí me parecían miles de papeles depositados cada día en nuestros buzones, cabían perfectamente en las secciones apropiadas de la libreta de notas de Lisa. Lo que más me sorprendía era ver cómo ella cumplía con esa tarea sin ningún esfuerzo, con muy poco gasto de energía física o mental. Ella no tenía que llevarse nada a la casa al final del día. Yo la observaba sentarse día tras día en el ruidoso y agitado salón de espera, donde escribía sus notas al tiempo que charlaba con otras mujeres. Eso era absolutamente impensable para mí, ya que las distracciones usuales en la oficina de trabajo no me permitían concentrarme en la más simple de las tareas, sin mencionar mi propio trabajo.

Por mi parte, a puerta cerrada, encerrada en una pequeña oficina, empleaba una gran parte de mi tiempo intentando organizar todas esas piezas de información. Pero primero yo tenía que guardar el reloj de la oficina dentro de una gaveta para ahogar el sonido. También tenía que cerrar las ventanas y apagar el ventilador para bloquear todos los sonidos irritantes.

Invariablemente, al final de cada día, todavía desorganizada, yo metía todos mis papeles en maletín y me los llevaba a casa. Los ponía con todas las otras cosas acumuladas en aquel pequeño cuarto en la planta baja y me pasaba la noche tratando en vano de organizarlos. No es difícil imaginar que rápidamente me estaba sepultando a mí misma. Al mismo tiempo, nadie en la agencia tenía la menor idea de la situación por la que yo estaba atravesando y ciertamente yo no iba a poner en riesgo la favorable opinión que tenían de mí dejándoles descubrir mi vergonzosa falta de capacidad organizativa.

Parecía que el dilema que yo enfrentaba en ese punto de mi vida era que yo no podía desarrollar todo mi potencial y de esa manera permanecer de cierto modo organizada, o por otro lado, podía continuar mi trabajo pero terminaba agotada y sepultada, y al final chocaría con una barrera organizativa tan sólida que tendría que cambiar mi destino. Cuando recuerdo esos años, me doy cuenta que cada decisión importante hasta ese momento, cada movimiento que había hecho en mi carrera, relaciones o ubicación geográfica, estuvieron basados no en mis verdaderos intereses o habilidades, sino en mi incapacidad para enfrentar las exigencias organizativas cuando éstas alcanzaban cierto nivel.

A través de más investigaciones y de mi creciente comprensión, finalmente logré ser diagnosticada y tratada. Desde ese momento he observado cuidadosamente mi vida y mi proceso a medida que he continuado aprendiendo a vivir exitosamente como una mujer que padece de Trastornos por déficit de atención.

Vivir éxitosamente como una mujer con TDAH

He afirmado que aprendí a vivir exitosamente como una mujer con TDAH. La definición de la palabra exitosa es muy importante porque las mujeres muy a menudo quedan atrapadas en una infructuosa búsqueda de logros inalcanzables. Cuando afirmo que vivo exitosamente no significa que vivo libre de estrés. No significa tampoco que estoy perfectamente organizada. No significa que no tengo que trazarme estrategias ni enfrentar dificultades. Tampoco quiere decir que nunca estoy atormentada ni que ya no me escondo en ocasiones.

Lo que significa para mí vivir exitosamente con TDAH es que he encontrado una manera de situar la atención de mi vida en mis puntos más fuertes, en mis talentos y mis habilidades con el objeto de incrementar mis opciones y elecciones. Eso significa que gracias a los medicamentos me mantengo despierta, alerta y capaz de mantener mi energía y atención a lo largo de casi todo el día. Significa que puedo separar mi neurología de mi psicología y decidir qué cosas en mi vida puedo cambiar y cuáles necesito solamente controlar o vivir con ellas. Significa que he aprendido a separar mis fortalezas de mis debilidades y aceptar ambas como partes de mí misma, aún

cuando sea mucho que aceptar. He llegado a aceptar el hecho de que tengo deficiencias desproporcionadas con respecto al resto de mis habilidades y que esas deficiencias afectan severamente mi vida. He aprendido a separar la vergüenza y la culpa asociadas con esas dificultades de la esencia central de mi ser. Ahora, cuando aparecen mis síntomas de TDAH, no les añado una carga negativa que les cree un ciclo descendente.

Lo que he aprendido es que para tener éxito cuando se padece de TDAH, uno tiene que finalmente re-estructurar su vida. Uno se mueve a través de la Vergüenza y la Culpa y luego tiene que redefinir su noción de lo que significa ser mujer, madura, confiada y competente, incluso si después del tratamiento todavía somos un poco desordenadas, desorganizadas u olvidadizas. Para mí, significa que he aprendido a valorarme a mí misma como una mujer creativa que nunca estará de acuerdo con ninguna de las imágenes culturalmente sancionadas que yo había interiorizado hace mucho tiempo sobre lo que una mujer debe ser o sobre lo que debe ser capaz de hacer.

CAPÍTULO DOS

Un trastorno con las mismas probabilidadesLas niñas y el TDAH

Los alumnos de cuarto grado de la señorita Collins están sentados tranquilamente resolviendo los problemas matemáticos que su maestra les ha asignado. La punta del lápiz de Billy se le ha partido hoy por cuarta vez. El chico salta de su asiento y corre hacia el sacapuntas en el otro extremo del aula. Por el camino se fija en una foto de Michael Jordan que ve en la portada de la libreta de otro niño, se detiene y la toma en la mano para observarla admirado. Su amigo se la arrebata de la mano y sin pensar en las consecuencias, Billy rompe a gritar: “¡Pendejo estúpido!”, interrumpiendo la clase. Dado que este es el incidente número veinticinco en las últimas dos semanas, la señorita Collins finalmente está harta y lo reporta a la oficina del director. Billy se molesta y comienza a discutir con ella, sin saber por qué se ha metido de nuevo en problemas si todo lo que él quería era afilarle la punta al lápiz para terminar su tarea.

Jodi, que estaba sentada tranquilamente al fondo del aula, no se ha dado cuenta de esta conmoción. Está mirando un pajarito fuera de la ventana, preguntándose dónde habrá pasado el invierno y dónde está el resto de su familia. Regresa bruscamente a la realidad al escuchar el sonido de la voz de la Señorita Collins, que le preguntaba por la solución del problema número siete. Ella se aterroriza porque apenas ha logrado resolver el problema número dos. Se sonríe dulcemente y dice con voz suave: “Lo siento, Señorita Collins, todavía no lo he terminado”. La Señorita Collins le responde: “Está bien, mi cielo, trata de terminarlo ahora”, y piensa para sus adentros que Jodi es “una niña tan agradable” pero un poco lenta en las Matemáticas. Pero al recordar a Billy, inmediatamente se da cuenta que preferiría tener un aula llena de niñas como Jodi.

Al final del mes, Billy ha sido examinado por el psicólogo de la escuela y diagnosticado con Déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Su médico de cabecera lo ha atendido y le ha recetado el Ritalín. La señorita Collins y los padres de Billy observan una marcada diferencia en la conducta de aquél y en sus tareas escolares.

Al final del curso escolar, Jodi a duras penas logró aprobar Matemáticas con una calificación promedio de C menos, pero recibió una A en Cívica y una buena recomendación de la señorita Collins que describía a Jodi como una niña muy dulce. En los años siguientes, sus padres continuaron recibiendo quejas similares de sus maestros con respecto a las bajas notas de su hija en muchas asignaturas, aún cuando sus padres pensaban que Jodi era una niña brillante. Los maestros continuaban asegurándoles que nada andaba mal y que no se preocuparan pues Jodi era simplemente una estudiante promedio, insinuándoles con esto que, como muchos padres, ellos sobrevaloraban la inteligencia de su hija. En la casa, ellos observaban a Jodi cada vez más atormentada por la cantidad de tareas asignadas, incapaz de organizar sus tareas o sus pertenencias personales, y veían que parecía cada día más retraída e infeliz.

Hasta ahora, cuando la mayoría de nosotros escuchábamos las siglas “TDAH”, lo que nos venía a la mente era la imagen de niños hiperactivos, como Billy, acabando con la casa y chocando con las paredes. Debido a que estos niños les causaban tantos problemas a las personas a su alrededor, eran detectados y posteriormente diagnosticados y tratados. Aunque la vida para estos individuos y sus familias continúa siendo un desafío y una fuente de estrés, al menos todo el mundo

sabe cuál es la raíz del problema. Los Trastornos por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es el tipo de TDAH que padecía Billy y es en lo que comúnmente consideramos TDAH.

Pero las niñas pequeñas como Jodi, que se sientan al final del aula, sin molestar a nadie, han sido y son todavía ignoradas. Jodi pertenece a un grupo de individuos que, como lo entendemos ahora, no manifiestan o nunca han manifestado hiperactividad, pero aún así padecen de los Trastornos por déficit de atención. La Dra. Kathleen Nadeau denominó a este tipo de niñas “las complacientes”, pues tratan fatigosamente de satisfacer las expectativas de los maestros. Nadeau explica que a menudo los síntomas de TDAH en estas niñas solamente se manifiestan en el hogar tras haberse esforzado tanto todo el día por “mantener una buena imagen”.

TDAH (sin la hiperactividad)Los niños con TDAH sin hiperactividad han sido descritos por el Dr. Dale

Jordan, que es un psicólogo que ha escrito mucho sobre TDAH sin hiperactividad, como “jóvenes perdidos que navegan y flotan tranquilamente en las fronteras de su medio”. El Dr. Tom Brown, otro psicólogo que ha aportado mucho a todo el bagaje de conocimientos sobre TDAH sin hiperactividad, enfatiza que TDAH sin hiperactividad no es simplemente una forma moderada de TDAH, sino que es en sí mismo un padecimiento severo. Esos chicos presentan todos los extremos de dificultad en algunas de las mismas áreas que los niños con TDAH, pero en el otro lado del espectro. En vez de ser hiperactivos, ellos son hipoactivos, extremadamente por debajo de lo normal. En vez de ser incapaces de dejar de moverse, tienen dificultad para empezar a moverse. En vez de actuar impulsivamente y sin pensarlo, les resulta difícil avanzar desde el impulso hasta la acción. Y en vez de buscar un mayor estímulo, estos niños se sienten bombardeados por los estímulos. En vez de hacer muchas cosas al mismo tiempo para concentrarse, estos muchachos sólo se pueden concentrar en una sola cosa al mismo tiempo.

El TDAH puede ser tan complicado para el individuo como para las personas que lo rodean porque normalmente asociamos la inteligencia con un proceso rápido de asimilación. Los síntomas del TDAH tales como la tendencia a la distracción, ya sea debido a los estímulos internos o externos como a la dificultad para sintetizar y organizar las ideas, unido a una vaguedad y confusión general, hacen difícil que la información pueda procesarse en un tiempo promedio. No solamente esto enmascara el nivel real de inteligencia de los individuos, sino que la gente tiende a pensar que ellos son lentos. Por otro lado, aunque una niña sea una buena estudiante y parezca lista, esto no significa que no tenga TDAH. Eso sólo significa que a) la velocidad de procesamiento puede no ser uno de sus problemas; b) cuenta con un buen sistema de apoyo; c) puede que se esté esforzando muchísimo para lograr buenos resultados o d) puede que sus dificultades estén afectando más otras áreas de su vida y no tanto su rendimiento académico. Esto probablemente se revelará más tarde en su vida.

Una mujer que ahora es madre de cuatro hijos habla de su propia niñez: “Mi maestra de pre-escolar le dijo a mi madre que yo quería saber todo sobre la luna y las estrellas, pero que era incapaz de abotonarme el abrigo correctamente o de recordar dónde lo había dejado”.

Uno de los signos más reveladores de TDAH sin hiperactividad es la desorganización. Con tan solo echar un vistazo a la taquilla, al buró, al cuarto o quizás a la letra de cierto individuo, podemos tener una idea de que se enfrenta a este padecimiento. La Dra. Kathleen Nadeau apunta que esas niñas que son “complacientes en la escuela, pero desorganizadas e hiperactivas en la casa”, frecuentemente son mal diagnosticadas. También pueden ser extremadamente

sensibles a visiones y movimientos físicos y muy propensas a distraerse tanto por sus mundos internos como externos.

Socialmente, las niñas con TDAH sin hiperactividad pueden también presentar problemas. Al tener problemas en las conversaciones simples y tratar de descifrar las reglas de interacción social, tienden a ser tímidas y retraídas. La Dra. Nadeau dice que las niñas pequeñas sin hiperactividad “a menudo parecen raras, penosamente tímidas e incapaces de encajar”. Además, estas chicas a menudo se sienten confundidas y en un ambiente nebuloso. Algunas veces les es difícil permanecer completamente despiertas durante todo el día.

Las niñas con TDAH (con la hiperactividad e impulsividad)

Lucy, de niña

Sentada al fondo del aula de la señorita Collins, junto a Jodi, está Lucy. Lucy habla sin parar con varias de sus amiguitas. Ella les pasa notitas sobre el muchacho tan apuesto que se sienta a dos sillas de ella. No presta atención a la extensa y aburrida lectura de la señorita Collins sobre la ubicación de los países alrededor del mundo. En cambio, ella sonríe entusiasmada al pensar que el receso comenzará en sólo cinco minutos y entonces podrá practicar el nuevo juego de saltos que tiene en mente. A la hora del receso, sin embargo, las otras niñas se ríen de su nuevo invento y no quieren jugarlo. Lucy se mortifica. Estalla en llanto, tira la tiza y sale corriendo. La Srita. Collins, observando esto, sacude la cabeza y piensa que es otra típica “hiper-reacción” de Lucy. La Señorita Collins atribuye la conducta de Lucy al reciente divorcio de sus padres.

¿Por qué el TDAH permanece sin diagnosticar durante más tiempo en las niñas?

A pesar de que las niñas con TDAH son más activas y por tanto, más notorias que las niñas con TDAH sin hiperactividad, ellas también son identificadas y tratadas mucho más tarde que los varones hiperactivos porque no sobresalen demasiado y no causan tantos problemas. Otro estereotipo cultural que afecta a las niñas con TDAH ocurre cuando ellas no cumplen con las expectativas de la “agradable niñita”. Ellas son etiquetadas a veces como “masculinas” en vez de comprender que presentan un problema de aprendizaje. O porque a veces son muy sociables, conversadoras y reaccionan emotivamente, son etiquetadas como “locas por los chicos”, “no orientadas académicamente” o “chicas de fiesta”. La Dra. Kathleen Nadeau dice que la hiperactividad de las niñas con TDAH se manifiesta a menudo de manera muy diferente que en los varones. Las niñas son frecuentemente “hiper-conversadoras, hiper-sociables e hiper-reactivas emocionalmente”. Ella explica también que la conducta impulsiva de las niñas con TDAH no es tolerada de forma similar en que se tolera la de los varones. Esas conductas son percibidas negativamente como “impropia de una dama”.

En vez de ser atribuida a un desorden de la atención, muchas veces la conducta de esas niñas es atribuida a problemas familiares o emocionales. Por ejemplo, en el caso de Lucy, si ella todavía no había sido diagnosticada al momento del divorcio de sus padres, le será particularmente difícil obtener un diagnóstico adecuado. Además de su TDAH, ella estará reaccionando a este cambio en su vida.

Dado que las niñas con TDAH sin hiperactividad no tienen problemas de conducta, ellas no son identificadas a menudo en edades tempranas, a menos que

también muestren dificultades evidentes en el aprendizaje. Otra razón por la cual no son diagnosticadas, según el Dr. Daniel Amen, es que los estereotipos culturales que tenemos sobre las niñas contribuyen a un bajo nivel de identificación. En el caso de Jodi, el sistema escolar tolera bajos rendimientos en las niñas que no serían igualmente tolerados en los varones. También considero que las niñas con TDAH sin hiperactividad se encasillan con frecuencia en el estereotipo de la “niñita agradable”. Debido a que son tranquilas y dulces y generalmente tratan de complacer a todo el mundo, en realidad satisfacen las expectativas culturales y por lo tanto, la gente no las nota o no se preocupan por los sutiles problemas que presentan a la hora de procesar la información.

Otra forma de detectar el TDAH es a menudo durante una evaluación sobre las dificultades en el aprendizaje. Según los Dres. Hallowell y Ratey en Answers to Distraction (Respuestas a la distracción), debido a que las niñas con TDAH tienen menos dificultades en el aprendizaje en los primeros grados en las asignaturas de Matemática y Lectura, tendrán menos posibilidades de ser diagnosticadas a través de este método si se les compara con los varones.

La razón por la que una identificación temprana sea tan importante para las niñas es que tantos años de ser equívocamente encasilladas, malentendidas o simplemente ignoradas, provocan serias consecuencias a largo plazo en su autoestima, sus relaciones, logros y emociones. Nosotros podremos observar estas consecuencias cuando recorramos las vidas de Jodi y de Lucy a través de su niñez, adolescencia y adultez.

Aún sin diagnosticar a los doce años de edad…Son las 3:30 PM y Jodi, de 12 años, se ha acostado extenuada en su cama desarreglada para tratar de recuperarse de un día normal de clases en la escuela secundaria. Sus ropas de los últimos días se amontonan por el piso. Sus libros y papeles están en total desorden sobre su buró. Pero a Jodi no le es posible descansar porque la distrae el ruido de una pelota de baloncesto en la casa vecina. Su irritación crece a cada minuto. Su madre entra, mira a su alrededor y le recita el acostumbrado sermón para que empiece a hacer sus tareas temprano y limpie su cuarto. Pero Jodi está pensando en el proyecto de Historia de séptimo grado y lo estúpida que se siente porque no puede imaginarse cómo hacerlo, a pesar de que todos sus compañeros de clase lo han comenzado fácilmente. Además del proyecto, le espera toda una noche de tareas escolares pendientes. Tiene la esperanza de que suene el teléfono, pero sabe que no sucederá. En la secundaria se le hace cada vez más difícil imaginar qué decirle a los demás o cómo hacer nuevos amigos. Después de analizar una conversación que tuvo ese día en la escuela, de estudiar las rajaduras en el techo y de tratar en vano de limpiar su cuarto, se desanima al escuchar la voz de su madre que le grita: “Jodi, espero que estés haciendo tus tareas. Son casi las 5:30, la hora de tu cita con el Dr. Evans”. (El Dr. Evans ha determinado que Jodi sufre de depresión y ha recomendado la terapia de familia para averiguar la causa).

Luego, ¿cómo podemos saber si el psicólogo no está en lo cierto y que Jodi no está simplemente deprimida? No es sencillo diferenciar el TDAH sin hiperactividad de la depresión ya que muchos de los síntomas de ésta se asemejan a los de aquél; por ejemplo, los bajos niveles de energía, la desorganización, la dificultad para concentrarse y el retraimiento social. Sin embargo, en materia de exámenes formales, de los cuales hablaremos más tarde, existen algunos signos importantes que pueden ser fuertes indicadores de TDAH sin hiperactividad. Además, puede que Jodi también esté deprimida, al haberse tenido que enfrentar durante años a todas estas

dificultades, sintiéndose cada vez más fracasada. Pero la cuestión importante a dilucidar es: ¿está Jodi deprimida porque es desorganizada o es desorganizada porque está deprimida?

Para complicar aún más la situación, el psicólogo está tiene razón en parte, pues pueden existir discordias familiares y también un exceso de atención a los problemas de Jodi que nadie ha sido capaz de resolver. Una vez más, esto puede ser el resultado del TDAH no diagnosticado en Jodi y no la causa del problema.

Por lo tanto, ¿cuáles son los factores importantes a considerar para analizar todo esto? En el caso de Jodi, existe mucho más que una simple reacción al comienzo de la enseñanza secundaria, un ajuste importante en su vida. Sus signos de dificultad eran evidentes desde mucho más temprano. En su caso, no existe una historia familiar caótica, de alcoholismo o de abuso, que pueda justificar el por qué de estas dificultades.

Otro factor importante es la severidad de los síntomas de Jodi. Si se le compara con otras niñas de su edad y nivel de habilidades, puede observarse que sus dificultades son extremas y que afectan severamente su habilidad para funcionar de acuerdo a sus posibilidades. Como veremos en este libro, aunque algunos de nosotros presentemos algunos de estos síntomas durante algún tiempo, en el TDAH los síntomas son severos y crónicos. Y debemos recordar que aunque los síntomas del TDAH sean severos y crónicos, tales síntomas en las niñas pueden ser a la vez sutiles, discretos, escondidos e invisibles.

Cuando las niñas experimentan estas fuertes emociones y reacciones hacia el mundo, son más capaces de interiorizar estas dificultades y desarrollar depresión y ansiedad, en vez de exteriorizar sus emociones. Sus historias tratan probablemente de callados fracasos de autoestima y de dudas sobre sí mismas. Éstas son las semillas del legado emocional que continuará creciendo a medida que estas niñas se conviertan en adolescentes y en mujeres.

La adolescencia: Lucy en las nubes (sin los factores protectores)

Lucy es ahora una adolescente y ha vivido con su madre desde que sus padres se divorciaron. Su madre era muy desorganizada (probablemente otro caso de TDAH no diagnosticado). Ellos no tenían dinero extra para tutores o para pagar clases extra-escolares que pudieran haber ayudado a Lucy a desarrollar su especial interés en las artes. Cada día al terminar las clases, Lucy andaba por su cuenta la mayor parte del tiempo. Todas las noches intentaba estudiar antes de que su mamá llegara del trabajo, pero con frecuencia se aburría y terminaba mirando la televisión y comiendo cosas sin valor nutritivo que la hacían engordar mucho. Cuando tenía unos 15 años, se tomó unas tabletas que una amiga le dio para bajar de peso. Por primera vez (las tabletas eran estimulantes), se sintió despierta, alerta y bien enfocada.

Aproximadamente por esa misma época, también comenzó a probar la marihuana y el alcohol. Se sentía tan relajada y tan bien entre un grupo de personas a quienes ella parecía agradarles y con las que no sentía ninguna presión. Por aquel tiempo, ya estaba harta de la escuela porque a pesar de cualquier esfuerzo de su parte, siempre terminaba mal y sólo obtenía malas notas.

Durante los años de adolescencia, las exigencias organizativas aumentan para los adolescentes. Los años pre-universitarios les crean confusión. También les atormenta tener que moverse de un aula a otra. Las mismas tareas exigen más habilidades organizativas independientes. La vida social del adolescente también requiere de más independencia, dado que el adolescente es ya menos dependiente de los padres. A

medida que crecen todas las variables en la vida de las niñas con TDA, a ellas les es cada vez más difícil manejar las exigencias de su medio. Los Dres. Hallowell y Ratey en su libro Answers to Distraction analizan los cambios que ocurren en las niñas con TDAH alrededor de la pubertad. Ellos explican que ese despertar, que acarrea cambios hormonales, hace que estas niñas sean más vulnerables a los síntomas determinantes de TDAH. Ellos señalan que las chicas que han vivido calladamente hasta ese momento con esos síntomas, empiezan a desarrollar una tendencia mayor a usar drogas y alcohol, a tener embarazos precoces, a llevarse cosas de las tiendas, a tener desórdenes en el apetito y a buscar actividades altamente emocionantes.

Las adolescentes con TDAH que sufren de impulsividad y una conducta que busca gran estimulación se alejan de la escuela y con frecuencia buscan la atención de los chicos o más vida social para compensar. Las chicas con TDAH sin hiperactividad también se aíslan aún más dentro de su cascarón y permanecen absortas en sus propias ideas. Ambos grupos de chicas con TDAH se sienten atraídas por los medicamentos, el alcohol y el café; se automedican sin saberlo en un intento para concentrarse, permanecer despiertas, relajarse o superar las dificultades sociales. Esto es muy diferente a lo que experimenta normalmente un adolescente, quien realmente trata de ganar control en vez de perderlo. Estas chicas también tienden a otras conductas adictivas, como exponerse sexualmente o convertirse en víctimas de los desórdenes del apetito. Hacen esto en un intento por aliviarse, por estimularse o como una forma de hallar apoyo y enfoque.

Cuando sus mecanismos de lucha se agotan, algunas de estas muchachas son identificadas con algún tipo de problema, aunque no siempre son correctamente diagnosticadas con TDAH. Por ejemplo, puede que reciban ayuda para su ansiedad o depresión o para comunicarse con su familia. Habrá otras, sin embargo, que continuarán pasando más trabajo y permanecerán sin ser diagnosticadas debido a distintas razones.

La razón por la que no son identificadas se debe a la presencia de factores protectores en sus vidas que prolongan hasta su adultez la aparición total e intensa de sus síntoma . El Dr. Tom Brown en su artículo Trastornos por déficit de la atención sin hiperactividad enfatiza los efectos de tener un elevado CI (coeficiente de inteligencia). Los talentos especiales, así como un alto grado de apoyo y de estructura familiar también mitigan y enmascaran los efectos de TDAH. Por ejemplo, puede que una chica tenga una familia que le garantiza tutores, orientación para hacer sus tareas y un programa de actividades bien estructurado. O quizás ella tiene el tipo de familia que la ayuda a encontrar su nicho apropiado para permitir que sus talentos y habilidades florezcan. Otras chicas quizás desarrollen una estrategia de trabajo extremadamente fuerte que les permita salir adelante con calificaciones promedio.

Sin embargo, estos factores protectores son una espada de doble filo para una joven con TDAH no diagnosticado ya que aunque la protegen de la carga pesada de sus dificultades durante su crecimiento, también impiden que otras personas comprendan sus dificultades y que consecuentemente puedan obtener la ayuda apropiada.

“¿Qué me sucede? ¡Qué estúpida soy!”, piensa Jodi sobre sí misma. “Tengo dieciséis años y creo que no sirvo para la universidad. No entiendo, tengo buenas notas en los exámenes y mis maestros de arte y de drama piensan que soy brillante y creativa, pero sólo saco notas de “D” en mis trabajos de inglés. Mi maestro dice que yo no me esfuerzo lo suficiente. Pero cada vez que abro la boca para expresar mis ideas, nada de lo que digo es adecuado. Para colmo, no puedo ir a la fiesta de este sábado por la noche porque no he estudiado para el examen y ni siquiera sé dónde están mis notas. Además, mi vestido de fiesta está sucio y se me perdió la dirección y no puedo llamar otra vez porque van a pensar que soy una cretina. De todo modos, siempre estoy cansada y actúo como un niño de dos años. Ayer mismo dije la cosa

más estúpida en la clase…A pesar de que mi madre me ayuda todas las noches y me pone tutores, yo todavía no sé cómo me las voy a arreglar en la universidad. Y si no voy a la universidad, no sé qué será de mí. Estoy tan confundida que es mejor que duerma una siesta...”

A pesar de que Jodi sufre tanto, cualquiera que no la conozca la identificaría como otra típica adolescente pues la mayoría de los adolescentes se sienten confundidos sobre el futuro, cansados y sufren problemas de autoestima. Una vez más, lo importante aquí es lo crónico y lo severo de sus síntomas. Si miramos su pasado veremos que éste ha sido el hilo conductor de toda la vida de Jodi. Mientras que los síntomas de TDAH en sí mismos no cambian, lo que es nuevo y se ha ido desarrollando es su auto-evaluación negativa al ser incapaz de entender su experiencia de otra manera.

Cada año que una chica con TDAH pase sin diagnosticar, se volverá más vulnerable a los problemas emocionales, sociales y académicos. Como hemos visto con Jodi y con Lucy, una niña comienza con síntomas primarios de TDAH. Cada año que pasa sus dificultades se combinan, resultando en efectos emocionales secundarios, tales como depresión, baja autoestima, bajo rendimiento y dificultades en sus relaciones. Estos efectos continuarán aumentando y cobrarán vida por sí mismos cuando ella se convierta en una mujer, añadiendo otra capa de complejidad a los síntomas originales de TDAH que ha venido confrontando durante los años.

En algún momento, las exigencias que caen sobre estas jóvenes y las presiones que consecuentemente reciben y llevan por dentro, crecen hasta el punto de ahogarlas. Nadie sabe lo que les sucede, ni su familia, ni sus maestros, ni sus amigos, ni siquiera ellas mismas.

CAPÍTULO TRES

“Baila con la que tiene el hueco en la media”Un retrato de la vida de las mujeres con TDAH antes del diagnóstico

El mundo secreto

Las mujeres con TDAH usualmente viven en un mundo secreto. Algunas personas lo llaman ‘pasar por normal’. Yo lo llamo ‘estar encerrada en un (desordenado) clóset’. No importa cuán ingeniosa sea la metáfora, la penosa realidad es que muchas mujeres con TDAH se han alejado de sus relaciones o al menos han mantenido una parte de sí mismas escondida de otras personas, a menudo sin ni siquiera darse cuenta. Sus vidas toman un tono secreto, como si la forma en que vivieran fuera de cierta manera vergonzosa. Esta sensación de secreto y vergüenza les aleja la posibilidad de disfrutar o apreciar sus otras habilidades y cualidades. Su mundo interior es un lugar que los demás no pueden imaginarse, donde las más simples actividades como vestirse, planificar el día o hacer cualquier tarea sencilla les resultan extremadamente difíciles y frustrantes. El efecto acumulativo de estas experiencias diarias las hace sentirse extrañas, alienadas del mundo de alguna forma importante, pasando sus días sin poder vivir la vida, tratando de arreglárselas con ese silencioso ladrón de su tiempo y de sus sueños.

En este capítulo exploraremos el mundo interior de las mujeres con TDAH para entender mejor la complejidad de sus vidas. Entonces seremos más capaces de apreciar lo que sucede cuando estas mujeres se enfrentan a las expectativas del mundo exterior.

La buena noticia es que…

Una vez que estas mujeres son diagnosticadas y tratadas, muchas de las cualidades que han desarrollado a lo largo de su vida pueden ayudarlas a retomar el camino. Como resultado de su enfrentamiento a tantas dificultades, a menudo desarrollan una reserva de fuerza, perseverancia y determinación. La habilidad creativa para resolver problemas que han desarrollado al no ser capaces de hacer las cosas “de la manera normal”, puede ayudarlas a la hora de crear estrategias para dar soluciones efectivas a sus dificultades, sobre todo una vez que han comprendido lo que enfrentan. Debido a sus experiencias, estas mujeres se muestran muy compasivas y sensibles con otras personas que presentan dificultades.

Otra buena noticia es que el TDAH está estrechamente relacionado con la creatividad ya que el individuo con TDAH tiene la habilidad extendida de ver las conexiones entre sucesos o estímulos que otros no siempre ven. Sin diagnóstico y tratamiento, esa creatividad algunas veces se vuelve salvaje, creando el caos que alimenta la sensación de sentirse bombardeada, atormentada y descontrolada. La buena noticia es que, con tratamiento, esta creatividad puede ser dirigida y encauzada. Esa abundancia natural de ideas y de enfoques frescos, combinada con las cualidades positivas desarrolladas a lo largo de la vida, les permite a estos individuos tener acceso a sus puntos fuertes y a sus talentos y seguir adelante en una dirección nueva y significativa.

Aún sin diagnosticar en la madurez

Siempre que doy una conferencia o un seminario sobre TDAH, normalmente cuento la historia que mi amiga Adriana me hizo sobre las ranas porque pienso que es muy aplicable a las personas que sufren de padecimientos invisibles. La historia cuenta que si uno pone a las ranas en agua fría y muy lentamente comienza a elevar la temperatura, ellas no se dan cuenta de que el agua está hirviendo hasta que es demasiado tarde para saltar y para entonces habrán muerto cocinadas. Si las ranas hubieran notado el problema en que estaban, podrían fácilmente haber saltado fuera del agua para salvarse

Desafortunadamente, esa historia demuestra que algunos adultos con TDAH no diagnosticado se enfrentan a algo similar. No saben cuánto se esfuerzan ni cuánta energía emplean solamente en sobrevivir. No saben que vivir no debe ser tan difícil. Frecuentemente, al igual que las ranas, cuando al fin descubren que las cosas no son como ellos creían, ya están agotados, deprimidos o atormentados.

Para las mujeres que han crecido con TDAH no diagnosticado es como si su termostato para medir el disfrute y el sentido de lo normal se haya desajustado completamente, de la misma manera que muchas personas que continuamente se ponen a dieta desestabilizan su metabolismo. Al final esto les hace imposible comer cualquier cosa sin que aumenten de peso. Estas mujeres con TDAH han pasado toda su vida simplemente tratando de mantenerse con la cabeza a flote. Su reloj interno, que marca cuán difícil hay que trabajar para mantenerse a flote, se ha quedado seriamente sin cuerda. Desafortunadamente, no hay tiempo para que reflexionen sobre esta realidad. Están demasiado ocupadas tratando de no ahogarse o intentando esconder sus problemas ante el resto de las personas que pudieran estar dispuestas a lanzarles un salvavidas. Sobrevivir se convierte en el único objetivo. Si sobreviven creen que les va bien. El objetivo se convierte simplemente en “no sentirse mal”, en lugar de “sentirse bien”.

Esto es comprensible porque nunca han conocido otra manera de vivir. Las mujeres dicen: “Yo puedo con esto”, “puedo salir adelante”, “todo está bien”. Y así viven. Se las arreglan, buscan balancearse, crean sus propios sistemas, se esconden, se enmascaran o se automedican con alimentos y otras sustancias. Trabajan más de la cuenta o limitan severamente sus opciones en la vida para poder controlar sus vidas. Organizan sus días en función de mantener su vida en orden, excluyendo a los amigos, a los familiares, el ejercicio o la recreación.

El TDAH es un trabajo a tiempo completo, a tal punto que algunas mujeres nunca han tenido la oportunidad de detenerse a imaginar una manera diferente de hacer las cosas. No han descubierto cómo cambiar las reglas, qué significa sentirse cómoda o cómo vivir sin atormentarse. Ellas simplemente carecen de estos conceptos.

“Éste es tan solo el comienzo”

Obviamente existe una gran variedad de senderos que una joven con TDAH no diagnosticado puede seguir en la vida. Como hemos dicho anteriormente, la espada de doble filo de los factores protectores a menudo les permite a algunas mujeres pasar como normales: ir a la universidad, hacer una carrera, crear una familia. Los factores protectores, tales como una estructura paternal o un alto coeficiente de inteligencia, puede que les impida a estos individuos ser identificados o sentir en plena fuerza sus síntomas en un período temprano de la vida. Esto les dificulta mucho más comprender el peso que llevan encima y el sentido de las grandes dificultades que atraviesan. Mientras más logros alcanzan, más confuso les resulta a ellos y a los que les rodean apreciar el complejo proceso en que viven para mantener

su éxito o sus logros. Examinaremos este escenario más detalladamente cuando prosigamos más adelante con la historia de Jodi.

Otras mujeres, aún cuando apenas han recibido apoyo durante la enseñanza preuniversitaria, se las arreglan para entrar en la universidad. Desafortunadamente, como no tienen idea de lo que anda mal ni de los ajustes que tienen que hacer para tener éxito, en poco tiempo se sienten atormentadas y dejan su carrera o cambian de estudios varias veces.

Otras continúan automedicándose con medicamentos o alcohol para contrarrestar su baja autoestima y conseguir alguna forma de relajarse y de mantenerse enfocadas. Hay jóvenes que mantienen relaciones sexuales con diferentes hombres y hasta llegan a tolerar relaciones destructivas con tal de tener la seguridad de algún tipo de estructura en la cual apoyarse.

Veamos a Lucy en sus años de juventud

En su último año preuniversitario Lucy ya estaba harta. Dejó la escuela y se mudó con su novio, a quien no parecía importarle mucho cómo ella era. Él no la molestaba como su madre por ser desorganizada. Secretamente, Lucy creía que su madre tenía razón cuando le decía que ella nunca llegaría a ser alguien y la tildaba de holgazana e irresponsable. Lucy sólo trataba de vivir cada día y se esforzaba tenazmente en olvidar el “estúpido” sueño que tuvo alguna vez de convertirse en diseñadora de modas.

Durante cierto tiempo le gustó vivir con su novio porque a pesar de que él se volvía cada vez más dominante, de alguna manera se sentía bien teniendo a alguien que le dijera lo que tenía que hacer. Empezó a trabajar en un restaurante de comida rápida y muy pronto se sintió atormentada. Confundía las órdenes, se confundía con el dinero y se molestaba cuando los clientes se impacientaban. Todo parecía ocurrir al mismo tiempo: los gritos de la gente, el ruido creciente, las exigencias repetidas de que prestara atención. A menudo olvidaba procedimientos importantes lo cual irritaba a su jefe. También llegó tarde al trabajo un par de veces. Finalmente fue despedida. Su familia se preguntaba cómo ella podría hacer algo con su vida si ni siquiera había podido mantener ese empleo evidentemente sencillo. La experiencia le confirmó lo que ella había temido durante largo tiempo: que era simplemente una estúpida. Intentó imaginarse cómo hacer lo que todo el mundo le decía que debía hacer:

“Cambia la forma de hacer las cosas.”“Cambia tu actitud.”“Esfuérzate más.”“Concéntrate en lo que haces”.“Sé responsable.”Sobre todo ella seguía tratando de resolver la respuesta a la pregunta que

continuaba retumbándole los oídos: “¿Cuál es mi problema?”

Los muchos caminos recorridos…

Hasta hace poco, antes de que hubiera gran conocimiento público sobre el TDAH en adultos, Lucy probablemente no habría tenido la oportunidad de reconocer sus síntomas por sí misma. Su vida pudo haber tomado una de las tantas direcciones diferentes. Podría haber continuado en una espiral descendente, bebiendo cada vez más, saliendo de una mala relación para entrar en otra sin obtener nunca la ayuda necesaria. Si tuviera suerte, en algún momento puede que obtuviera ayuda para su

depresión y su baja autoestima. Esto podría proporcionarle algún alivio y la tan necesaria dirección durante cierto tiempo. Con este tipo de intervención quizás terminaría trabajando en una tienda por departamentos, entre las ropas de moda que tanto le gustan. Si todo siguiera yéndole bien, entraría incluso en algún programa de las universidades comunitarias. Con suerte, quizás algún profesor, muy observador, pudiera notar sus dificultades, especialmente si sus problemas de aprendizaje se hicieran obvios. De esa manera, Lucy finalmente podría obtener alguna ayuda para su padecimiento. Por otro lado, puede ser que ella permanezca sin diagnosticar hasta que tenga su propio hijo, quien al ser diagnosticado con TDAH, la ayudaría a identificar los síntomas en sí misma.

Las mujeres como Lucy, sin el beneficio de una educación, a menudo tienen que trabajar en empleos no calificados y mal pagados, que pueden resultarles o demasiado rápidos para poderlos terminar o demasiado aburridos para poderlos soportar. De cualquiera de las dos maneras, sus talentos, habilidades y fortalezas serán sepultados. Su autoestima descenderá rápidamente y a menudo se encontrarán sumidas en una depresión crónica, de bajo nivel.

Otras mujeres en esa situación, aún haciendo trabajos no calificados, pueden ajustar bien sus personalidades en cierto ambiente laboral. El choque contra la pared puede que se posponga para ellas. El Dr. Pennington, en Diagnosing Learning Disorders (“Diagnóstico de los problemas del aprendizaje”), señala: “Los empleos de bajo nivel son altamente estructurados y rutinarios y no exigen demasiado funcionamiento ejecutivo, pero otros aspectos del desarrollo adulto que requieren iniciativa, planificación y flexibilidad, tales como el desarrollo de una carrera, la intimidad, el matrimonio y la tarea de ser padres, pueden presentar otros problemas”.

Por último, si una joven es muy talentosa en un área en particular y tiene la gran fortuna de encontrar un nicho o un ambiente en el cual florecer, posiblemente tenga una mejor oportunidad de desarrollo en este período de su vida y pueda seguir adelante con un mínimo de problemas por un período de tiempo mayor.

“Oye, Jodi….escoge una canción triste y mejórala…”(Alusión a la canción inglesa de Los Beatles,

“Hey Jude, take a sad song and make it better.”)

La historia de Jodi es representativa de una mujer no diagnosticada.

A pesar de sus dificultades previas, Jodi tiene una experiencia diferente a la de Lucy. Aunque internamente ella enfrentaba sus problemas, consiguió la ayuda de un psicólogo, quien aunque no la diagnosticó con TDAH, sugirió que necesitaba tutores y le facilitó el apoyo familiar. Esto modificó las cosas de tal manera que Jodi logró terminar la escuela secundaria y desarrolló su interés por la actuación dramática lo suficiente como para elevar su autoestima.

La universidad

Después de terminar el pre-universitario, Jodi asistió a una pequeña universidad privada donde descubrió que le gustaba la carrera de comunicaciones, particularmente la radio y la televisión. Dado que no tenía que trabajar para mantenerse durante sus años de estudio en la universidad, se tomó el tiempo necesario para graduarse, matriculándose en el mínimo de créditos requeridos por cada semestre. Algunos de los cursos obligatorios de Ciencias, por ejemplo, le resultaron muy difíciles y recibió algunas notas de 70 puntos. En otros cursos, como en el de Historia, desarrolló elaborados sistemas para estudiar y procesar la

información. Ella sabía que en algún momento alrededor de las 2 de la madrugada su cerebro se despabilaba y podía estudiar increíblemente bien. Se envició con el café y los cigarrillos y muchas veces permanecía despierta toda la noche, pero logró graduarse. Sus profesores de los cursos de televisión pensaban que ella tenía talento y Jodi se sentía “realmente viva” frente a las cámaras. Apenas tenía vida social, pero concentraba toda su energía en hallar la manera de mostrarle al mundo sus habilidades reales.

Después de la universidad

Después de terminar la universidad, un amigo de sus padres que tenía “conexiones” le consiguió a Jodi un primer trabajo como ayudante en un canal local de televisión, y luego, como asistente de uno de los escritores. Sus padres estaban orgullosos de ella y se jactaban con sus amigos sobre el trabajo de Jodi en un campo tan emocionante como el de la televisión. Todo el mundo estaba de acuerdo que era lo perfecto para una muchacha tan creativa como Jodi.

Al principio Jodi también estaba entusiasmada. Después de todo, éste había sido su sueño. Pero muy pronto descubrió, sin embargo, que tener talento e interés en algo al parecer no era suficiente. Algo que parecía ser igualmente esencial para su éxito era el desenvolvimiento diario, los requerimientos de trabajo de la vida real que no siempre congeniaban con sus habilidades, sus puntos fuertes o sus intereses. Este trabajo de principiante requería una gran cantidad de papeleo, estar al tanto de los detalles, responder a múltiples exigencias en un ambiente de mucha distracción y cumplir con un montón de tareas aburridas tales como archivar. Ella estaba motivada y decidida a mantenerse el tiempo que fuera necesario para poder ascender hasta donde realmente podía brillar: frente a las cámaras.

Finalmente llegó su primera gran oportunidad y fue promovida a escritora principiante de anuncios. Jodi tenía un montón de grandes ideas para varias historias, pero descubrió que tenía también una gran dificultad para comunicar sus ideas en profundidad a otras personas. Además de esta frustración, escribir continuaba resultándole difícil. Descubrió que para poder cumplir con sus fechas de entrega, al igual que en la escuela, tenía que permanecer despierta hasta muy tarde esperando a que su cerebro se despertara para poder producir algo valioso.

Su familia pensaba que le estaba yendo muy bien. Sin embargo, cada vez que ellos la elogiaban, Jodi se sentía deshonesta, como si los estuviera engañando. Ella sabía cuánto más tenía que trabajar en comparación con otras personas. Aún cuando el producto final fuera bueno, nadie veía el caos que ella creaba y con lo que se enfrentaba detrás del escenario. Su ansiedad crecía. Se estaba quedando exhausta. Cada día se preguntaba: “¿Será hoy el día que bajaré la guardia y se me caerá la máscara cuando alguien venga a pedirme que haga algo para lo cual no me he preparado lo suficiente y entonces quedaré expuesta como el fraude que realmente soy?”

Los escritores principiantes no tenían asistentes, tenían que teclearse y archivarse su propio trabajo y no tenían oficina propia. Todos trabajaban en medio de un salón rodeados de teléfonos que sonaban todo el tiempo, máquinas de escribir y mucha actividad. Finalmente, Jodi no pudo encontrar los documentos e informaciones importantes para las historias en las que estaba trabajando. Empleaba horas buscando estadísticas o números telefónicos que había perdido y que necesitaba para verificar sus fuentes.

Las exigencias aumentaron. La gente comenzó a burlarse de ella y a hacer comentarios sobre el desorden que tenía en su buró y a su alrededor. Comenzó a esconderse, llevándose a casa todo el trabajo que podía, con la esperanza de que allí podría concentrarse mejor.

Un día, para disgusto de sus padres, quienes creían que a su hija le estaba yendo muy bien, Jodi renunció. Al no saber cuál era su problema, ella no tenía forma de resolverlo ni de entender lo que le había sucedido. No tenía idea de qué era lo que le había salido tan mal en un trabajo que a ella le gustaba tanto. Quizás era ella misma, que no había nacido para una carrera en la televisión…

Casada y sin hijos

Un año más tarde, Jodi se casó con un hombre que parecía muy organizado y tenía un trabajo seguro. Jodi se sintió secretamente aliviada de salir de un ambiente laboral exigente. Su marido apoyaba sus instintos creativos y Jodi comenzó felizmente a explorar sus muchos intereses: la escritura, la fotografía, la actuación y el dibujo. Muy pronto tuvo ideas para varios proyectos que combinarían todas esas actividades en un proyecto empresarial nuevo y emocionante. Ahora que ella tenía el tiempo y el espacio, sabía que sería capaz de realizarlo.

Jodi tomó clases de arte… y entonces quiso darles palabras a sus creaciones, por lo que recibió clases de poesía Haiku, en las que conoció a una persona muy interesante que le habló sobre la situación política local y ella se sintió impulsada a escribir un artículo sobre el tema. Se dio cuenta entonces que necesitaba adquirir más habilidades en la computadora y tomó una clase en un centro de educación para adultos donde se dio cuenta que podía enseñar clases mucho más interesantes que ésa… y entonces descubrió que podía convertirse en productora de una estación local de televisión por cable, como voluntaria, lo cual le resultó muy emocionante porque finalmente podría expresar sus ideas de la manera que quería hacerlo: a través de la televisión…

Cinco años más tarde, Jodi miraba los casi veinte sueños incompletos amontonados por el piso de su cuarto y otros cinco o diez encajonados en su clóset.

Casada y con hijos

Muy pronto Jodi tuvo una hija a la que llamó Jessica y empezó a abrigar la esperanza de que a lo mejor sus verdaderos talentos se relacionaban con el cuidado y educación de los niños. Tanto ella como su esposo acordaron que era importante para ella permanecer en la casa durante los años pre-escolares de la niña. Se metió de lleno en el papel de madre y se enamoró de su hija y de las tareas maternas. Se leyó cada libro publicado sobre el cuidado de los niños y se matriculó en todas las clases para madres con hijas pequeñas. También emprendió rutinas frecuentes como:

• Frecuentar las tiendas de alimentos orgánicos y la guardería.• Servir de voluntaria y hornear.• Conducir y hacer plastilinas.• Hacer fiestas de cumpleaños y fiestas por el Día de las Brujas.• Diseñar postales de Navidad con fotos de la niña.• Crear un horario especial para la niña y para reunirse con otras madres.De pronto le pareció que el mundo era mucho más grande que la noción de “mi

esposo, la niña y yo”. Y su hijita tampoco parecía ser como las demás. No era tan sociable como las otras niñas. Jessica lloraba todo el tiempo, reaccionaba exageradamente, era retraída y se molestaba muy fácilmente. Poco a poco, Jodi se fue sintiendo cada vez más atormentada, descontrolada y deprimida.

El aturdimiento escolar

Finalmente Jessica entró en primer grado. El esposo de Jodi la apoyó mucho al principio cuando ella reanudó su trabajo a medio tiempo, pero cuando Jessica comenzó a tener problemas en la escuela, unido a las crecientes quejas de su marido sobre la falta de organización en el hogar, Jodi dejó de trabajar. Pero eso no hizo las cosas más fáciles. Secretamente, ella deseaba poder tener una ayudante doméstica, pero ¿cómo iba a justificar esa decisión si solamente tenía una hija y no estaba trabajando? Sus días parecían una pesadilla. Cumplir con las más simples tareas se le hacía agobiante y aburrido. Nadie comprendía por qué una gestión que debía tomarle sólo unos pocos minutos, para ella significaba varias horas de frustración y confusión. Cuando lograba encontrar sus llaves y una blusa que ponerse que no estuviera arrugada y reunía todas las cosas y las listas que necesitaba, y cuando tenía que pararse a sacar dinero porque no llevaba efectivo ni tampoco su talonario de cheques, entonces se sentía frustrada y molesta. Sólo tener que ir a comprar la comida era para ella como un bombardeo de muchas decisiones a tomar. Las filas la irritaban a tal extremo que cuando regresaba a la casa se sentía como quien había vuelto de una batalla.

Cuando la niña estaba en la escuela, quería ir a tomarse un café, escribir en su diario y tratar de relajarse, pero las conversaciones a su alrededor en la cafetería la agobiaban y se sentía incapaz de bloquearlas. Se cambiaba de lugar varias veces, pero aún así se molestaba si alguien en la mesa vecina hacía algún ruido irritante con la taza. Así, regresaba a su casa en busca de paz, pero el perro del vecino entonces le ladraba y la sensación de campo de batalla comenzaba otra vez. Por supuesto, cuando su esposo regresaba a la casa y le preguntaba: “¿No llevaste la ropa a la tintorería?”, ella explotaba, tiraba la puerta y rompía a llorar. El no tenía la menor idea de que ella había ido a la guerra y regresado a casa.

La madre de una niña con TDAH

Cuando Jessica estaba en tercer grado empezó a retrasarse académicamente en comparación con los demás niños. En la reunión de padres y maestros, éstos le pidieron ayuda a Jodi para que mantuviera a la niña mejor organizada y le sugirieron un elaborado sistema de recompensas diarias para estructurar el horario de Jessica. Jodi descubrió que era incapaz de mantener ese tipo de estructura y su hija continuó rezagándose cada vez más. Ella y su esposo comenzaron a pelear con frecuencia y toda la familia empezó a culparla por ser una mala madre y demasiado holgazana para ocuparse debidamente de la casa y de su hija. Cuando empezó a pasar más tiempo acostada en el sofá, también comenzó a creer que probablemente ellos tenían razón. Lo que parecían ser miles de obligaciones vagaban por su mente junto con los millones de ideas para nuevos proyectos, pero ella se sentía paralizada, incapaz de moverse o de emprender alguna acción. Todas las ideas creativas que había acumulado durante años yacían amontonadas entre papeles alrededor de su cuarto. Su sentimiento de desesperanza iba creciendo y comenzó a temer el momento en que su esposo regresaba a la casa cada día, sabiendo las críticas que le esperaban cuando él notara todas las tareas inconclusas.

Sin embargo, cada dos o tres días y durante unos pocos minutos al día, Jodi se sorprendía de lo bien que se sentía. Cuando llegaba el momento adecuado del mes, cuando existía la cantidad precisa de estímulo sin mucho agobio, era como si el interruptor de la luz se encendiera dentro de su cerebro. Se podía levantar fácilmente, dirigir sus energías y cumplir con sus tareas sin esfuerzo. En esos momentos, se sentaba ante la computadora y empezaba a llenar un calendario de planes. Se sentía bajo control y determinada a permanecer así. Al día siguiente, tan misteriosamente

como había aparecido, esa sensación desaparecía. Su esposo le decía que obviamente eso significaba que ella no estaba realmente motivada o que no le importaba.

Se sometió a la psicoterapia para resolver su rencor hacia el esposo, lo cual fue obviamente relacionado con conflictos no resueltos con su padre. Tras un par de años de terapia, ella había resuelto todos los conflictos con su padre y con su esposo. Pero,, ¡demonios!, ella aún empleaba el noventa por ciento de su tiempo rebuscando en su cartera, buscando la pareja apropiada de unos calcetines o una agenda organizadora que le resultara útil. Lo más asombroso de todo era que, después de toda esa terapia aún Jodi no sabía por qué tenía esa callada sensación de ansiedad, de caos interno y de depresión.

ResumenVivir con TDAH afecta en gran medida cada aspecto de la vida de la mujer,

sobre todo a su pareja íntima, sus amistades y las relaciones con los miembros de su familia. Un aspecto importante a tener en cuenta al intentar entender a Jodi y a otras mujeres como ella con TDAH no diagnosticado, es que casi todas las mujeres, no sólo las que padecen de TDAH, presentan dificultades para cumplir con las complicadas expectativas del mundo de hoy. Casi todas las mujeres encuentran que la vida actual es compleja, irritante o frustrante, pero aún así ellas son capaces de responder razonablemente bien la mayoría de las exigencias y de salir adelante con sus vidas de cierta manera. Sin embargo, para las mujeres con TDAH no tratado, las exigencias de la vida diaria pueden ser paralizantes, tanto para su autoestima, sus familias, sus vidas, sus empleos como para sus relaciones. Con TDAH no diagnosticado y no tratado, aparecerán algunas consecuencias severas en algún momento de sus vidas, aunque a veces permanezcan invisibles y ocultas. Estas mujeres no siempre hablan de esto. Sólo aquellas personas muy cercanas a ellas saben el nivel de dificultad que ellas confrontan cada día en sus vidas. En el capítulo siguiente examinaremos el efecto de estas experiencias en una mujer que está desarrollando su auto-imagen.

CAPÍTULO CUATRO

“¿Quién soy?” y “¿Qué me sucede?”El impacto en la imagen propia de una mujer en desarrollo

Miremos atrás y consideremos el desarrollo de la niña que sigue creciendo sin ser diagnosticada, con ese confuso bagaje de atributos y experiencias. Uno de los efectos básicos de este tipo de experiencias en la niñez se refleja en la auto-imagen de la mujer, quien a menudo se pregunta: “¿Quién soy? ¿Soy lista o tonta? ¿Soy talentosa y creativa o soy incompetente? ¿Soy exitosa e interesante o soy inmadura y malcriada? ¿Soy dulce o torpe?” Con frecuencia, estas mujeres presentan dificultades para desarrollar una imagen coherente, con sentido, ya que según van creciendo, las piezas del rompecabezas no encajan bien juntas.

Como podemos ver en esta figura de la Mona Lisa, las piezas que componen su propia imagen no siempre encajan de manera fácil o natural. Usualmente, otras personas que no poseen esta amplia gama de habilidades pasan inconscientemente por la vida componiendo una imagen de quiénes son, la cual está formada por sus experiencias. Estas experiencias tienen sentido hasta cierto punto. Están en el rango de lo ordinario. La mayoría de la gente tiene ciertos éxitos y fracasos a lo largo de sus vidas. Desarrollan algunas habilidades y notan algunas dificultades en otras áreas, pero sus experiencias mayormente se ubican en un rango relativamente estrecho. Puede que ellos no estén excepcionalmente dotados con algo especial, pero tampoco están tan lejos ni en dirección opuesta. Un individuo con TDAH puede que tenga un rango más amplio entre sus debilidades y sus habilidades.

A medida que la persona sin TDAH prosigue su vida, las piezas continúan teniendo sentido. Ellos no obtienen calificaciones de “A” un día y de “F” al día siguiente; nadie los elogia como creativos un día para luego criticarlos como vagos, poco motivados e irresponsables. Cuando las personas sin estas dificultades intentan hacer algo, sus esfuerzos usualmente son remunerados. O sea, existe una relación directa entre el esfuerzo y los resultados. Esto es porque ellos poseen el apoyo de las principales habilidades organizativas necesarias para que puedan terminar una tarea. Esto les permite comunicar esas ideas coherentemente a otras personas.

Dado que sus discrepancias son mucho mayores, las personas con padecimientos escondidos están muy confundidas consigo mismas y dejan perplejos a los demás. Como su rango es demasiado amplio, estos individuos no pueden aceptar e incorporar fácilmente en su auto-imagen sus puntos fuertes y sus debilidades como

un todo. Esto es particularmente cierto antes de que ellos conozcan la naturaleza de su problema. En un día en que las cosas les salen bien, cuando están “sintonizados”, puede que ellos y los demás piensen que son muy competentes y hasta talentosos. Al día siguiente, cuando se necesita un tipo diferente de habilidad que mostrar y/o ellos no están “sintonizados”, entonces se les ve transformados en egoístas, preocupados y no motivados. ¿Acaso se han convertido de repente en tontos, raros, desesperadamente mezquinos o controladores? Si simplemente pudieran aceptar ambas partes de sí mismos, entonces todos se darían cuenta de que no sólo tienen habilidades, sino también dificultades. La aceptación sería mucho más fácil para ellos mismos y para los demás.

Cuando un individuo es diagnosticado con TDAH siendo niño, todavía es de esperar cierto caos en su vida a causa de las dificultades que sus trastornos les crea en la escuela y en sus relaciones, acompañado de tremendo estrés y de una afectación en su autoestima. Pero cuando el asunto es explicado y entendido, al menos tiene sentido. Es comprensible.

El problema para las mujeres es que la mayoría de ellas no fueron diagnosticadas en la niñez. Aunque eran hiperactivas, usualmente no actuaban de la misma manera que los varones. Eran susceptibles de ser señaladas como varoniles o rechazadas de cualquier otra manera, sin recibir comprensión ante sus serios trastornos por déficit de atención. Y para aquellas niñas soñadoras sin hiperactividad, era aún menos posible que llamaran la atención de alguien. Los padres y hasta los profesionales no habrían tenido ninguna forma de entender sus sutiles problemas para procesar la información, su confusión o su desorganización. Esas mujeres a menudo crecieron sin ningún medio de darle un sentido a su desconcertante auto-imagen. Las maravillosas imágenes que ellas llevaban por dentro no coincidían con las reacciones que recibían del mundo exterior. Para ellas, esas etiquetas significaban que, a pesar de cuánto se esforzaran, y a pesar de tener las mismas habilidades que otros muchachos, no eran capaces de mostrar lo que realmente sabían. A pesar de todos sus esfuerzos, no eran capaces de estar igualarse a los demás o de complacerlos.

Una clienta me contó de todos los sábados que pasó en su cuarto cuando era una niña porque no le permitían salir a jugar hasta que no ordenara su habitación. Ella sabía que no podía imaginarse cómo limpiar su cuarto, pero tampoco podía entender por qué no sabía cómo hacerlo. Ella sólo sabía que, por alguna razón, no lo podía hacer. Así que se pasaba todo el día encerrada en su habitación, incapaz de salir a jugar hasta que no terminara su trabajo, el cual no podía terminar de todos modos.

El interior y el exterior no encajan

Una hermosa mujer que yo conozco dice que ella se sentía como en una cochiquera con una nubecita de polvo siempre flotando a su alrededor. Esto me demostró muy agudamente la dificultad que las mujeres con TDAH experimentan para integrar imágenes opuestas en un mismo concepto de sí misma.

Además de la discrepancia entre lo que uno siente por dentro y lo que los demás ven, existe también un abismo entre las ideas que uno tiene en su interior y la capacidad de verbalizarlas. Es penoso tener maravillosos pensamientos y no tener la forma de organizarlos y expresarlos. Es como si las ideas de estas mujeres estuvieran encerradas en una caja fuerte, como tener un hermoso auto pero no tener las llaves o la gasolina para echarlo a andar, es como estar exquisitamente vestida sin ningún lugar adonde ir. Muchas de mis clientas expresan lo que una de ellas resumió de esta manera: “Es como si yo tuviera una sinfonía dentro de mí, pero lo único que sale al exterior es el ruido de un viejo piano roto”.

Otra discrepancia en las vidas de estas mujeres se da entre su nivel académico o sus logros profesionales y la manera en que lidian con los detalles de la vida diaria.

Una vez fui a casa de una amiga, que era un caso de “TDAH con un Doctorado”. Ella estaba paralizada en medio de su cuarto, observando ausente un montón de ropas y trastos. No tenía la menor idea de cómo proceder para limpiar el cuarto”. Otra clienta mía acababa de aprobar los exámenes requeridos para obtener su Maestría. Sin embargo, se le olvidó llenar las planillas que le permitirían graduarse. Para todas estas mujeres, desafortunadamente estas dificultades le quitan todo el sentido a sus logros reales. Como veremos más adelante, el objetivo para esas mujeres es entender y aceptar ideas opuestas sobre sí mismas al mismo tiempo.

Estos problemas son a menudo invisibles, y aún cuando tienen signos visibles, el nivel de dificultad interna es invisible. Dado que las tareas cotidianas le resultan difíciles a la mujer con TDAH, pues además son tareas rutinarias que a nadie le gusta hacer, se hace aún más difícil comprender que estas mujeres se enfrentan a algo más que eso. Hasta muy recientemente nadie sabía sobre los desórdenes neurológicos que causan los síntomas del TDAH. No importa cuántos consejos convencionales ella escuche, todavía ella no será capaz de mantener una apariencia de orden en su vida. Mientras no existan otras respuestas a su alrededor, ella continuará sintiéndose deprimida, desesperanzada, y caerá de nuevo en los tres “Yo Soy”, descritos en la siguiente sección.

¿Qué me sucede?Una vez que estas mujeres hayan madurado y vivido sin ser diagnosticadas

durante tantos años, se cuestionan: “¿Qué me sucede?”. Yo he denominado estas auto-etiquetas negativas que las mujeres a menudo usan para describirse a sí mismas, como los tres “soy”.

1. Soy incompetente2. Soy inmadura3. Soy una impostoraVamos a examinar estas tres áreas básicas.

Soy incompetente

Las mujeres con este tipo de dificultad se preguntan incrédulamente: “¿Cómo es posible que otras mujeres lo logren?”, refiriéndose a la vida. Observan a otras mujeres capaces de vivir de manera regular y consecuente como si fueran seres de otro planeta. Simplemente no pueden imaginarse cómo lo logran. Como expresan Hallowell y Ratey en Answers to Distraction: “Ellas no están equipadas” para ser capaces de ofrecer ese tipo de estructura por sí mismas. Hallowell y Ratey explican que “el cerebro con TDAH carece de la organización interna que naturalmente conduce a la mayoría de la gente a estructurar sus vidas”. Como una de mis clientas me dijo, cuando finalmente se dio cuenta de que su amiga tenía tiempo libre los fines de semana: “¿Eso quiere decir que esta mujer no tiene seis meses de ropas acumuladas sin ordenar regadas por toda la casa? ¿No tiene que salir de un montón de correspondencia sin abrir o de cuentas sin pagar? ¿Quiere decir que ella no está constantemente preocupada de que le vayan a cortar el servicio telefónico o la electricidad, que el cheque con el que pagó el alquiler pudiera regresar del banco sin fondos?” Porque para estas mujeres es inimaginable que esas cosas no le sucedan a otra gente. Hasta que ellas no se hayan realmente integrado a la idea de que esto es parte de su padecimiento de TDAH y entendido que esa es la manera en que ellas están hechas, continuarán sintiéndose confundidas y le atribuirán sus dificultades a su

inmadurez o falta de carácter. Dos razones por las que estas mujeres se sienten incompetentes son:

• Sólo se comparan con las mujeres sin TDAH.• Sienten que no existe absolutamente ninguna forma en que puedan seguirle el

ritmo a las exigencias de la vida. Analizaremos más esto en el Capítulo 6, sobre la descripción de empleos para las

mujeres, cuando veamos qué poco le sirve esta descripción a una mujer con TDAH.

Soy inmadura

Muchas mujeres se preguntan: “¿Cuándo me sentiré finalmente crecida?” ¿Cuándo superaré esto? ¿Cuándo dejaré de ser tan irresponsable?”. Se critican a sí mismas porque la discrepancia entre su nivel de habilidad y de dificultad es mucho mayor que el promedio. A pesar de su gran madurez y competencia en otras áreas, algunas partes de sus vidas a menudo muestran un nivel de desarrollo mucho menos maduro. Es difícil aceptar esto en uno mismo o en su pareja como algo diferente de haberse quedado detenido en la infancia o de estar todavía actuando como un adolescente desordenado e irresponsable. Como hemos visto, cuando observamos el tipo de discrepancia que interioriza la mujer con TDAH, podemos entender por qué para ella es tan desconcertante y por qué se atribuye esto tan fácilmente a una falla del carácter. Y esto no viene sólo de los demás, sino mucho más marcadamente de los propios adultos con TDAH. Aún después de ser diagnosticadas, sin un tratamiento exitoso este tipo de concepto negativo de sí misma es muy difícil de erradicar.

Una vez le escuché decir al Dr. Ned Hallowell que ser capaz de actualizar el talonario de cheques es una prueba para saber si alguien está o no mentalmente sano. De la misma manera, considero que las mujeres tienen que entender que ser capaces de mantener la casa de cierta forma o permanecer organizadas de cierto modo no es una señal de que sea adulta o madura. ¿Es acaso una señal de madurez ser capaz de ver cuando se es ciego o de caminar cuando se tiene una fractura en la pierna?

Una mujer profesional me dijo en una entrevista: “Me siento como una idiota. Me siento como un niño de dos años”. Ella se castigaba de manera muy crítica por no poder manejar los detalles de su casa o de su negocio ni siquiera de manera similar a cómo lo hacían sus otras amigas o colegas. Se preguntaba: “¿Por qué no puedo arreglármelas? ¿Por qué soy tan indisciplinada? ¿Por qué digo que voy a hacer algo y después no puedo hacerlo?”

Soy una impostora

Muchas mujeres creen simplemente que engañan a todo el mundo, a pesar de que los demás resalten lo competentes que ellas son o cuántos logros han alcanzado, Esto se debe en parte a la gran disparidad entre sus mundos interior y exterior. Otras personas a menudo perciben la competencia real de estos adultos con TDAH, pero no pueden ver el conflicto que existe en su interior. No ven el “desorden” en otras áreas de sus vidas ni cuán difícil les resulta llenar esa imagen externa. Las mujeres con TDAH a menudo creen que ellas engañan a cualquiera que piense bien de ellas porque, sin advertencia alguna, el interruptor dentro de sus cabezas puede apagarse y entonces sus sentimientos de incompetencia quedarán expuestos. Ellas se preocupan de que no tendrán suficiente tiempo, de que sus sistemas no funcionarán, de que la gente puede aparecer inesperadamente. En cualquier momento las cosas pueden comenzar a derrumbarse.

Esto explica la sensación de desastre inminente que a menudo se reporta, esa sensación de caos interno. Aún si los logros de estas mujeres son reales, ellas lo s consideran blandos y amenazantes y sienten incluso que son impostoras. Alguien describió esta disparidad interna/externa con la idea siguiente: “los mostradores están limpios, pero las gavetas son un desastre”. Esta es una gran metáfora para el exterior que esas mujeres a menudo presentan, mientras experimentan la sensación interior de desorden, desorganización y confusión. En vez de sentirse estimuladas por sus “mostradores limpios”, implemente sienten que es una cobertura. Aún cuando asumen el riesgo de quitarse la máscara y dejarles saber a los demás lo que ocurre dentro de ellas, lo único que encuentran como respuesta es la incredulidad, la invalidación o el ridículo. La ironía es que cuanto más ellas logran y cuando mejor les va, los demás se sienten mucho menos inclinados a creerles y ellas se ven aún más obligadas a permanecer dentro del clóset.

Los misterios no resueltos

A lo largo de sus vidas, estas mujeres enfrentan sus dificultades, se compensan e inconscientemente desarrollan formas de ir sobreviviendo para cubrirse y mantener la cabeza fuera del agua. Ni siquiera saben cómo hacer esto. Reducen sus horas de sueño, reducen su círculo de amistades, sus diversiones y sus logros. Si deciden salir adelante y socializarse o trabajar, entonces enmascaran lo caro que eso les cuesta. Suelen tener un exquisito sentido de no pertenencia, de esconderse, de estar aparentando y de esperar a ser descubiertas. Intentan resolver un misterio sin saber qué tratan de resolver. Aún aquéllas a las que les va mejor durante un mayor período de tiempo, bien compensadas y con frecuencia adultas automedicadas, al final chocan contra una pared, ya sea física o emocionalmente. Es posible que al final busquen y acepten las explicaciones psicológicas a sus dificultades. En ese punto obtienen ayuda, se hunden aún más en la depresión o deciden tener más fuerza de voluntad.

Esforzarse más

• Voy a esforzarme más.• Voy para la casa y LO HARÉ esta vez.• Voy a limpiar el buró.• Voy a organizar estos papeles.• Voy a llegar a tiempo esta semana.• Voy a actualizar el talonario de cheques todos los meses.• Voy a mantener estos sistemas.Estas mujeres con TDAH están decididas a trabajar más duro. Tratan de resolver

el problema de la misma manera en que trataron de hacerlo antes, pero cuando esto no funciona, resulta desmoralizador y debilitante. Recordemos que no se trata de que estas mujeres no puedan hacer las mismas cosas que otras hacen o que no tengan la habilidad, es simplemente que ellas no pueden hacerlo ni tampoco pueden llevar una vida regular y equilibrada. No se trata de que ellas no puedan hacerlo, sino que ellas no pueden hacerlo sin invertir una tremenda cantidad de sus recursos, sin permanecer levantadas hasta altas horas de la noche y sin sacrificar todo su tiempo libre.

Algunas de las vidas de estas mujeres se desgastan en “organizarse secretamente” de la misma manera que otras personas secretamente comen o beben. Ellas sienten a menudo que su dilema es tener que decidir entre dos opciones

igualmente malas. La primera es decidir entre hablar o esconderse y la segunda es decidir tener logros o no.

Hablar o no hablar

HablarSi dejaran de esconderse y mostraran más su desorganización, serían etiquetadas

como distraídas e irresponsables. Temen que nadie las tome en serio y que sean juzgadas por sus dificultades exteriores más que por la fuerza de sus ideas.

No hablarSe esconden. Esto significa muchas horas adicionales detrás del escenario, con

un alto precio a pagar en tiempo y energía.

Ser o no ser

La otra manera en que esas mujeres se sienten atrapadas entre dos opciones precarias se relaciona con sus propios logros y ambiciones.

SerUna opción es no tratar de controlar lo incontrolable y en vez de eso tratar de

mantener un alto nivel de logros y de auto-enfoque. Desafortunadamente, esto a menudo crea el caos para ellas mismas y para quienes las rodean. Si ellas se concentran en sus propias habilidades, sin añadir una estructura de apoyo, como una guía o asistencia organizativa, sin aceptar y entender sus dificultades, el caos reinará y las agobiará, destruyendo finalmente sus sentimientos de éxito. De cualquier manera es una trampa terrible porque perciben la otra opción como si tuvieran que reprimirse, como se describe a continuación.

No serCon esta opción, las mujeres recortan sus ambiciones y logros o descarten la

idea completamente para tratar de controlar las exigencias que se les vienen encima rápida y furiosamente. Descartarán la idea de concentrarse porque les parece un imposible, dado el hecho de que ni siquiera pueden arreglárselas ante las exigencias de la vida diaria. Así las cosas, ellas gastarán sus vidas enfocándose en las tareas rutinarias, que es “la parte dura” para ellas. Esperarán a tener esa parte bajo control antes de seguir adelante y atender sus propias necesidades y vidas. Pero eso no es posible sin cambiar las estrategias de alguna manera porque ellas se concentran más en sus áreas de dificultad que en sus propias fortalezas. Sin obtener ninguna ayuda, nunca llegarán a tener su vida bajo control ni a concentrarse en sus puntos fuertes. Esta es una rutina fatigosa de la cual no logran deshacerse.

Otras opcionesLas mujeres con TDAH no tienen que hacer estas elecciones imposibles. de

esconder sus problemas y no tener una vida o de no esconderlos y ser rechazadas. Más adelante, examinaremos el proceso en el que una mujer comienza a extender su sentido de la elección, las opciones y el control.

Nos hemos referido hasta ahora a las sensaciones de desorganización interna. En el capítulo siguiente veremos cómo la desorganización se manifiesta externamente, o sea, a través del desorden, la acumulación y el amontonamiento.

CAPÍTULO CINCO

El trastorno del desordenCómo entender la desorganización

“La desorganización provoca que los talentosos y los bien motivados fracasen… Asume muchas formas e invade cada aspecto de la vida diaria. Es perniciosa. Se perpetúa por sí misma. Se va edificando sobre sí misma y condena a las mejores mentes a trabajos inferiores”.

Es así como Sally Smith, en Succeding Against the Odds (“El triunfo sobre los obstáculos”), describe los efectos de la desorganización.

La desorganización, de una forma u otra, es el tema sobre el que más hablan las mujeres con TDAH durante la terapia: ya sea el estrés de vivir con la desorganización, las estrategias para enfrentarla o las emociones que la rodean.

Es importante analizar con profundidad la desorganización porque nos ayudará a entender cómo las experiencias de las mujeres con TDAH chocan contra las expectativas culturales para todas las mujeres. Veremos que el efecto en la vida real de los síntomas primarios del TDAH es a menudo la desorganización. Esa desorganización conduce a muchos de los conflictos internos y a sentimientos de fracaso en las mujeres. Con la desorganización como su compañera constante, se generan posteriores complicaciones emocionales para las mujeres a medida que van por la vida.

Prestemos atención a cómo algunas personas me han descrito sus luchas diarias con la desorganización y el nivel de dificultades que enfrentan.

• “Yo desordeno todo tan rápidamente. Doy una vuelta después de unos pocos minutos de estar en la cocina y cuando miro, veo las gavetas y los estantes abiertos, la leche sobre el mostrador. Y no tengo idea de cómo todo eso sucedió. La gente piensa que hago estas cosas a propósito o simplemente que no me importa nada”.

• “Yo empleo el noventa por ciento de mi tiempo en buscar cosas”.• “Los demás me dicen que use una agenda. Tengo como veinte y no puedo

encontrar ninguna”.• “Me dicen que haga una lista. Tengo cientos de notas garabateadas en

papeles. Las encuentro en mis bolsillos por dondequiera”.La desorganización es un problema severamente malentendido y subestimado en

las vidas de millones de personas. Cada cosa simple en la vida lleva organización, desde lavar los platos hasta organizar las cuentas o hacer vida social, terminar las tareas del día en tiempo y organizar la lista de compras. Igualmente importante es la habilidad para organizar sus pensamientos e ideas, escribir un informe, sostener su opinión en una discusión.

La desorganización afecta tanto las habilidades cognitivas como el ambiente físico.

Sin buenas habilidades organizativas es fácil acumular un gran desorden que puede atormentarla al final del día. Las pobres capacidades organizativas, junto a las

ideas adicionales que genera la mente con TDAH, exacerban el problema constantemente, en lugar de organizarlo y mantenerlo bajo control.

Recuerde de nuevo, éstas no son las dificultades ordinarias con la desorganización. Estas son dificultades crónicas y severas. Y son inestables. Ellas entran en la vida de una persona de manera penetrante, invasiva e insidiosa. La forma automática conque otras personas se organizan simplemente no forma parte de la composición de un adulto con TDAH. El Dr. Dale Jordan dice en su libro Trastornos por déficit de atención que la desorganización es “el destino marcado de l os adultos con TDAH”.

La desorganización no es un padecimiento ni merece un tratamiento, a menos que cree serios problemas o consecuencias en la vida del individuo. Así es como la distinguimos entre las personas creativas o muy ocupadas que presentan este problema, pero no les molesta extraordinariamente. La desorganización les causa serios problemas a las personas con TDAH, afectando su habilidad de alcanzar sus objetivos o de tener tiempo para los amigos, la familia o las relaciones serias; les afecta seriamente su estado de ánimo y su autoestima. Le causa un gran dolor al individuo al no permitirle sentirse capaz de alcanzar su potencial.

Para una persona con estas dificultades existe un constante drenaje del tiempo y la energía, a menudo al punto de excluir el resto de la vida. Una simple tarea de diez minutos (como fregar los platos), sin un componente emocional, se convierte en un largo y extenuante asunto para el individuo que padece de TDAH. Además de tomarles un tiempo valioso, puede también contribuir a un sentimiento de sobrecarga emocional. Incluso las mujeres con TDAH que afirman ser muy organizadas, lo son obsesivamente. Estas personas todavía centran sus vidas en el esfuerzo de “atar todos los cabos sueltos”, sabiendo que si bajan la guardia en esta área, estarán perdidas como un ciego en la oscuridad. Para estas mujeres (y hombres) que necesitan tenerlo todo en su lugar para funcionar, la desorganización aún les cobra un precio a sus vidas porque el desequilibrio de concentrarse en esa área los mantiene apartados de otros esfuerzos creativos, productivos o recreativos.

Mi mano izquierda

Recientemente tuve una lesión en la mano izquierda y tuvieron que inmovilizármela. Todas las personas eran muy solícitas y amables, constantemente preguntándome si necesitaba alguna ayuda. Eso me sorprendió mucho porque aquello no era nada comparado con mi TDAH y mis problemas organizativos. La solución a este problema físico era simple: simplemente no usar la mano izquierda. Sin embargo, no podría simplemente “no usar” una parte de mi cerebro. No puedo decir: “Bueno, hoy dejo esa parte de mi cerebro fuera de mis asuntos”. No usar la mano izquierda era un inconveniente, pero los demás obviamente entendían que había algo físico que yo no podía hacer. No había ninguna autocrítica ni nada que esconder sobre esto. Ninguna emoción estaba en juego. Pero eso no era nada comparado con el padecimiento invisible del cual nunca he podido deshacerme. No importa cuántas ideas creativas uno tiene, si uno no puede organizarlas o comunicarlas. La organización afecta todo lo que uno hace y piensa. Domina cada momento de la vida. No podemos huirle.

¿Sufre usted de TDC (Tiempo, Dinero y Cosas)?

Cuando hablo de desorganización me refiero a una variedad de cosas para una variedad de personas. Para las mujeres tanto como para los hombres, el tiempo, el dinero y las cosas pueden dominar sus vidas, afectando sus habilidades para lograr sus objetivos y sentirse como individuos maduros.

Tiempo

“El tiempo es sólo un objetivo en un espacio ampliamente vacío, sin ninguna marca, indivisible”. Algunas personas tienen más problemas con el tiempo que con las cosas, como expresa la cita arriba de más arriba, y sienten que no hay manera de proceder exitosamente a través de su jornada diaria. Esto obviamente afecta la puntualidad, así como la planificación a corto y largo plazo. También afecta la habilidad de priorizar y la secuencia del quehacer diario, de la semana y del mes. No ser capaz de planificar el nuestro propio día con efectividad puede ser desmoralizante. El pobre manejo del tiempo le añade una gran cantidad de esfuerzo a cualquier proyecto y obviamente reduce las posibilidades de terminarlo. Y aunque pueda terminarse y se haga en tiempo, el proceso que se tiene que atravesar para cumplirlo está probablemente dominado por la ansiedad y el estrés. Puede existir una atmósfera de caos que afecte negativamente a los familiares o compañeros de trabajo y que cobre también un precio en otros aspectos.

Los problemas con el tiempo pueden afectar seriamente las relaciones y el trabajo. Por ejemplo, si un individuo llega crónicamente tarde tanto a sus citas personales como a sus responsabilidades de trabajo, esto envía el mensaje no-intencional de que no respeta a la persona o su trabajo.

Es como viajar en una larga jornada sin un mapa de carreteras. Puede hacerse, pero es muy lento. Es como caminar en una cuerda floja, un pie delante del otro, teniendo que planear consciente y cuidadosamente la posición de cada pie, controlando cada paso para evitar la caída.

Dinero

Usted también puede tener dificultad para controlar y monitorear el dinero. Por ejemplo, la aburrida rutina y la atención al detalle de actualizar el talonario de cheques, hacen esa tarea simplemente imposible para las personas que padecen de TDAH. Esto, unido a la impulsividad de hacer gastos excesivos o sobrecargar las tarjetas de crédito, pueden hacer que tengamos la sensación crónica de ser inmaduros y descontrolados. “Mis cuentas por pagar están dentro de sobres sin abrir por toda la casa. Yo vivo con la sensación constante de que me van a cortar el gas y la electricidad en cualquier momento”.

Cuando la ansiedad se acumula, se presta cada vez menos atención a esa área, creando un círculo vicioso de rechazo y desorganización. Esto al final termina creando problemas reales en la vida diaria, como un corte en el servicio de la electricidad y las amenazas de penalizar con dinero y reportar un mal crédito. También crea problemas con las relaciones y con la confiabilidad.

Aún hoy día, cuando la mayoría de las mujeres trabajan, muchas que no padecen de TDAH tienen problemas con el dinero y con hacerse cargo de sus asuntos financieros. Ellas no son tan conocedoras de los temas financieros como les gustaría ser y tienen problemas con el control, el poder y la dependencia. El enfrentarse a las dificultades del TDAH y sentirse agobiada les crea una mayor tendencia a encerrarse y desconectarse en este aspecto.

Cosas

Para algunos, la desorganización está centrada alrededor de las cosas físicas como los papeles, libros, sobres, platos, cajas, ropas; o sea, los objetos físicos comunes con los que usted entra en contacto. Esto conduce a un sentido básico de confusión y de sentirse atrapada, casi con las manos atadas. Su vida está acosada por

imágenes animadas de “cosas”, al estilo Disney. La gente describe esto como surrealista o kafkiano. Se sienten bombardeados por “billones” de cosas que no pueden controlar.

“Miro a mi alrededor después de unos minutos de haberme sentado en mi habitación y veo papeles y toda suerte de cosas acumuladas y desorganizadas. ¿Cómo sucedió esto? ¿Por qué no les sucede a otras personas? Es algo vergonzoso.”

“Nosotros tenemos que echar a un lado de la mesa todas las cosas y papeles para poder sentarnos a comer.”

He escuchado a muchas personas decir que “se desordenan rápidamente”. Es muy frustrante para ellos y para aquéllos a su alrededor. Los demás con frecuencia les preguntan: “¿Por qué lo dejas todo abierto?, ¿Por qué no vuelves a poner las cosas en su lugar?”. Ellos no entienden que todo esto no constituye una decisión consciente. Las personas con TDAH plantean que no tienen idea de lo que ha sucedido hasta que miran atrás y ven que todas las gavetas están abiertas y que han dejado toda la comida y la leche fuera del refrigerador y que hay cosas por el suelo.

¿Por qué las personas con TDAH tienen dificultades organizativas?

La razón de que los adultos con TDAH tengan dificultades en la organización está en la esencia de lo que es el TDAH. Anteriormente hemos discutido los síntomas primarios, las irregularidades y las deficiencias involucradas en el TDAH, en relación con la atención, la activación y la impulsividad de una persona. Dado que estas áreas son parte de la organización, las dificultades aquí conducen inevitablemente a la des-organización.

En las siguientes secciones veremos cómo los problemas del funcionamiento ejecutivo, los problemas relacionados con la regulación de la atención, la actividad y los impulsos, así como las diferencias cognitivas y la rapidez para procesar la información, conducen a los problemas de organización. Éstos pueden ser con el tiempo, el dinero y las cosas, como hemos visto, pero también pueden conducir a grandes dificultades con la organización, la expresión y el almacenamiento de las ideas.

Funcionamiento ejecutivoEn la publicación del otoño de 1999 de la revista Focus, el Dr. Thomas Brown,

del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Yale, dijo que la investigación actual reconoce los impedimentos de las funciones ejecutivas como un problema central del TDAH. Explicó: “Las funciones ejecutivas son funciones administrativas del cerebro. Activan, regulan e integran una amplia variedad de otras funciones mentales. La habilidad del individuo de terminar muchas tareas diarias importantes en la escuela, el trabajo, con la familia y en su interacción social está marcadamente impedida en relación con otros de la misma edad y desarrollo mental. Mientras que todos tenemos problemas a veces, los adultos con TDAH tienen serios impedimentos crónicos que son persistentes y más dominantes que los de sus semejantes”. Brown identifica las funciones que están afectadas con este impedimento del funcionamiento ejecutivo como una “dificultad severa para movilizar y mantener la atención, la alerta, el esfuerzo y las funciones de la memoria activa ante las tareas menos interesantes que son también importantes.

Estos problemas, como los describe Brown, tienen que ver con la activación (la habilidad de organizar el cerebro para echarlo a andar), la distracción (la habilidad de mantener la atención en las tareas) y el esfuerzo (la habilidad de mantener la energía, la alerta y la rapidez para procesar la información). La dificultad para mantener la concentración cuando uno la persona está afectada por emociones como la frustración y las dificultades con la memoria funcional (o activa) y la capacidad de recordar también son componentes de la función ejecutiva.

Activación

Algunos individuos con TDAH, especialmente sin hiperactividad, tienen un problema de activación, como ha descrito el Dr. Tom Brown en su artículo ADD without Hyperactivity (“TDAH sin hiperactividad”). Más que un déficit de la atención, esto significa que el individuo no puede desplegar la atención, dirigirla, ponerla en el lugar correcto en el momento correcto. Él explica que los adultos que no tienen hiperactividad a menudo tienen severas dificultades para activar lo suficiente el inicio de una tarea y mantener la energía para terminarla. Esto es sobre todo aplicable a las actividades de bajo interés.

Con frecuencia, estas personas no pueden pensar en una idea y ejecutarla. Puede que no sean capaces de ejecutar nada en lo absoluto o como dicen Kate Kelly y Peggy Ramundo en You Mean I’m Not Lazy, Stupid or Crazy?! (1995), puede que experimenten una “parálisis de la voluntad”.

“Las ropas de mi viaje del mes pasado están todavía en un bulto dentro de la maleta”.

“Yo paso mucho tiempo en la cama mirando televisión, pero mi mente no está mirando la televisión. Estoy pensando en lo que debería estar haciendo, pero no tengo la energía para hacerlo”.

Secuencia, prioridad, planificación y categorización

Reducir nuestra atención a categorías muy pequeñas es difícil y frustrante para muchos adultos que padecen de TDAH. Resulta complejo procesar toda la información que entra en un hogar y ubicarla en los lugares correctos. La mayoría de estas tareas recaen en las mujeres y la mayoría de la gente las hace más o menos automáticamente. Los adultos con TDAH no. Kelly y Ramundo también reportan las dificultades para priorizar y clasificar que presentan los adultos con TDAH. Lo atribuyen en parte a la tendencia de los adultos con TDAH a considerar una multitud de opciones, lo cual vuelve estas pequeñas distinciones increíblemente difíciles.

“Soy una ejecutiva en una gran compañía donde debo ser excelente en la planificación estratégica a largo plazo. Mi esposo no me cree cuando, en la casa, me resulta un tormento tener que clasificar los periódicos, las botellas y las latas que serán recicladas”.

Muchas personas tienen dificultades para imaginar cuál debe ser el siguiente paso en una tarea o proyecto o cómo planificarlo. Pueden mirar al cuadro completo pero no saben cómo proceder con un trabajo. Simplemente no pueden figurarse un buen plan de ataque (problemas de funcionamiento ejecutivo).

“Yo me levanto por la mañana sin idea alguna de cómo elegir entre las millones de cosas que necesito hacer ni cómo organizar mi día…

simplemente me quedo sentada ahí. Mi esposo, que no padece de TDAH, me dice cómo limpiar la cocina después de las comidas. Primero, me explica, pones todos los productos que necesiten conservarse en el refrigerador. Luego, llevas cualquier otra comida para la despensa. Después, desechas cualquier cosa que no sirva en la basura. Luego, juntas los platos y los vasos. Entonces limpias el fregadero. En ese punto comienzas a enjuagar los platos y de nuevo los juntas según su tamaño antes de ponerlos en la fregadora automática”.

Así es como la gente sin TDAH hace sus tareas y organiza sus vidas. Eso es exactamente lo que una persona con TDAH encuentra tan difícil de hacer. Para ellos, la vida contiene millones de estímulos iguales, sin ningún orden, sin categorías, sin prioridades. Encontrar una cuenta en particular o hallar la pareja de unos pendientes puede ser tan terrible y frustrante como escribir un informe. Todo es lo mismo.

Memorial visual: Imágenes mentales sueltas y cambiantes

El Dr. Dale Jordan en Attention Deficit Disorder describe en profundidad algunas de las razones de la desorganización en los adultos con TDAH. Él usa frases como: “Estas personas no pueden mantener imágenes mentales organizadas… Sus impresiones mentales cambian inmediatamente… Tienen patrones internos dislocados… Su cerebro no mantiene una impresión organizada del tiempo, del espacio o de las cosas dentro de un espacio dado”. Aún si estas personas tienen la activación necesaria para organizar, a menudo no pueden recordar dónde van las cosas o cómo deben lucir. Algunos no tienen una imagen sólida en sus mentes que les pueda permitir poner un objeto de nuevo en un lugar particular o de una forma específica. Olvidar dónde están las cosas puede ser extremadamente frustrante ya que uno anda a la caza de un ganso salvaje, perdiendo minutos y hasta horas buscando aretes, calcetines, cinturones, libretas de notas o las llaves”.

“Yo tengo un Doctorado, pero no puedo imaginarme cómo limpiar mi clóset. Simplemente me paro ahí y lo miro. No recuerdo dónde van las cosas o qué debo hacer. Me siento tan confundida y agobiada”.

En su libro You Mean I’m Not Lazy, Stupid or Crazy?! , Kate Kelly y Peggy Ramundo discuten el efecto en la organización de lo que ellas llaman “el errático sistema de almacenamiento (en la memoria)” de los individuos con TDAH. Ellas enfatizan que para organizarse, uno debe primero ser capaz de recordar dónde están sus pertenencias y qué hacer con ellas. Se refieren al problema espacial asociado a menudo con TDAH y señalan que aún cuando los adultos con este padecimiento tienen la motivación y se detienen lo suficiente para confrontar sus tareas organizativas, a menudo “enfrentan la pesadilla de imaginarse qué hacer con los ambientes caóticos que los rodean”.

Además, las dificultades motoras asociadas, como tropezar o dejar caer las cosas, suelen crear un desorden mayor del que existía al principio, en el proceso de tratar de limpiar. Kelly y Ramundo también hablan sobre un “distorsionado sentido del espacio” que se suma a las dificultades organizativas de los individuos con TDAH.

La tríada tradicionalAntes de que surgiera una polémica sobre el funcionamiento ejecutivo, la gente

creía tradicionalmente que el TDAH era un problema con tres áreas diferentes: la

atención, la impulsividad y los niveles de actividad. Veámoslo con esta perspectiva para entender la relación entre estos síntomas y la desorganización.

La atención

Dificultad para concentrarse en tareas de rutinaLas personas con TDAH necesitan altos niveles de estímulo para concentrarse.

Los neurotransmisores del cerebro, esos mensajeros de la información, no les funcionan eficiente o establemente. Es durante esas tareas rutinarias, sin ninguna elevada estimulación, que uno se pone somnoliento, desenfocado e improductivo. Una historia que me contó una mujer llamada Susana trata sobre esto.

Hace años, antes de ser diagnosticada, ella vivía en una casa que tenía un árbol de manzanas en el patio. Todos los otoños las manzanas caían del árbol y la familia de Susana tenía que recogerlas porque de otra manera se podrían en la tierra. (Ella no era el tipo de persona que se interesaba por estas tareas, todas típicas de alguien sin TDAH: recoger las manzanas, hacer puré, conservarlas para el invierno.) Su esposo insistía, al menos por consideración a los vecinos, en recoger las manzanas. Esto era una tortura para ella. Susana era lenta y se molestaba desde el mismo comienzo de esta faena, obviamente no-productiva. Esto se convertía en un motivo anual de conflicto entre ellos.

Las tareas como ésta, con muy poco estímulo o estructura externa, crean una situación que puede ser de extremadamente bajo interés para el individuo. Aquí es donde los medicamentos pueden ser extremadamente útiles. Éstos activan el cerebro y lo ayudan a enfocarse cuando no hay nada que externamente lo pueda incitar a moverse.

Incapacidad para filtrar las distraccionesPara las personas con TDAH no existe un sistema eficaz para filtrar cierta

información, para bloquear todos los pensamientos internos y los estímulos externos. El resultado es que la persona se siente bombardeada por el exceso de información; los sonidos, los olores, los ruidos, el movimiento y aún las ideas internas de la propia mente. Entre la vida laboral y la vida doméstica, las cosas pueden acumularse tanto que se siente como un tornado dentro de la cabeza. Las distracciones en el trabajo pueden incrementarse tanto hasta el punto de llevar el trabajo de la oficina a la casa para ponerse al día. Pero al estar en casa, existen tantas distracciones, especialmente si hay niños en el hogar, que no solamente el trabajo adicional de la oficina se queda sin hacer, sino que las tareas domésticas tampoco se cumplen. Usted puede ver cómo esto conduce a otro agobiante océano de disgustos.

“Cuando estoy dentro de mi casa es como si estuviera en el medio de una calle muy concurrida. Cada sonido alrededor de mi casa me saca de quicio. Si tengo una idea y suena el teléfono en ese momento, me siento perdida. Cada tic-tac del reloj me saca de mis casillas. La gente me dice: “Simplemente ignóralo”, pero no me es posible bloquearlo”.

“Yo estaba en Atlantic City para una conferencia. Tenía que irme constantemente a mi habitación para escaparme… del ruido, del sonido de las teclas de las computadoras, de las monedas. Estuve a punto de perderme de allí. Fue una pesadilla”.

Para las mujeres con TDAH todos los días son como el clímax de las fiestas navideñas: los tipos de estrés y exigencias que todas las mujeres reportan en esta época del año son días normales en la vida de las mujeres con TDAH.

La impulsividad: Cambios excesivos de atención o actividad

En el hogar de una mujer existen tantas distracciones, opciones y variables, tantas cosas que reclaman su atención, que puede ser difícil seleccionar las más importantes que debemos hacer con prioridad. Ello conduce a una gran ineficiencia. En este ambiente estructurado, con tantos reclamos en distintas direcciones, es difícil mantener un hogar organizado. Muchas mujeres simplemente no pueden imaginar la secuencia apropiada de los pasos para terminar una tarea.

“Yo empecé a organizar la casa, pero me di cuenta que no tenía toallas, así que bajé a buscar algunas, pero cuando estaba al final de las escaleras había olvidado lo que iba a buscar, entonces noté mis zapatos y me los llevé arriba al cuarto, donde leí el artículo sobre los viajes, que estaba sobre la cama porque yo quería planificar un viaje y como recordé que había una fecha límite, empecé a buscar el teléfono del agente de viajes, pero me encontré con tantos papeles y números garabateados además de las cuentas que no había pagado y pensé, que era mejor salir a comprar algunos sellos de correo, pero recordé que no tenía gasolina y que no podía encontrar mis llaves…”

“Me parece que he vagado simplemente durante todo el día. No logro hacer nada. Sólo muevo las cosas de un lugar a otro”.

Regulación de la actividad

A pesar de que tradicionalmente fueron considerados como individuos con problemas de hiperactividad, muchos adultos con TDAH lidian con lo opuesto: la hipoactividad. Ambos extremos de este espectro irregular son un desafío para la organización porque la mujer lo mismo anda apurada ejecutando actividades e ideas o es demasiado lenta para ejecutar las tareas que esperan por ella.

Dificultades cognitivasAdemás de la visible desorganización, un individuo con TDAH a menudo tiene

extremas dificultades en la organización interna, sobre todo para organizar las ideas. Hay muchas maneras en las cuales el procesamiento de información puede ser problemático.

El Dr. Tom Brown enfatizó en la Conferencia de 1995 sobre TDAH (National Attention Deficit Disorder Association) que el TDAH causa varias deficiencias cognitivas significativas pero muy sutiles. En su libro Answers to Distraction, los Dres. Hallowell y Ratey también se refieren a los sutiles problemas de procesamiento de la información en las mujeres con TDAH. Analicemos algunas de las formas en que las mujeres con TDAH se ven afectadas por estos problemas cognitivos que agudizan su desorganización.

Sintetizar las ideas

Para muchos, tratar de encontrar dentro de sus cabezas las ideas que necesitan para un propósito en particular puede ser tan difícil como encontrar papeles en un buró desordenado. Lo que resulta difícil para muchas personas creativas con TDAH, es poner todas las ideas juntas, especialmente de forma escrita, de una manera

organizada, lógica y lineal. Muchos pasan un momento extremadamente difícil para crear una estructura, un esqueleto sobre el cual construir sus ideas. Eso es lo que provoca que muchos individuos trabajen en exceso. Con frecuencia tienen que emplear muchas horas “detrás del escenario” para atar los cabos sueltos de lo que finalmente deviene un excelente producto. El nivel de dificultad que esto implica es muy desproporcionado con respecto a las ideas y la habilidad de la persona de tratar el tema. Es como si ellos tuvieran que atravesar por muchos más procesos cognitivos para arribar al producto final. Por ejemplo, una joven brillante de la universidad afirma que emplea cincuenta horas para producir un ensayo de cinco páginas. Este tipo de dificultad es algo que escucho a menudo relatado por brillantes individuos con TDAH.

Existe con frecuencia una limitada capacidad para la información que hace que la persona se sienta agobiada porque no puede organizar la cantidad de material que genera mentalmente. Esto parece venir tanto de la incapacidad para ignorar alguna idea o conexión que ellos hacen en su mente, como de la necesidad (que ya hemos observado) de entender la totalidad de un tema antes de que puedan entender una parte del mismo.

Con frecuencia, los individuos con TDAH sólo necesitan “un puente sobre aguas turbulentas”, es decir, un guía, una pareja o un profesional que se siente con ellos y los ayude a estructurar su jornada diaria, a seleccionar aquellas pequeñas cosas en las que deben concentrarse. Sin ese pequeño puente, estas personas se quedarían atrapadas y solas, sin nada que los esperara del otro lado de la isla, sin saber siquiera que pueden hacer señales para pedir ayuda.

Luego examinaremos los “trabajos” que nuestra cultura requiere de las mujeres en el curso de un día normal, las expectativas que aún las mujeres más “liberadas” tienen que interiorizar y mantener como sagradas. Nos referiremos a los efectos de la desorganización en la mujer cuando ésta trata de alcanzar ese ideal cultural.

PARTE II : ESCONDERSE

CAPÍTULO SEIS

Un empleo del infiernoDescripción del trabajo de una mujer

¿Se imagina el siguiente anuncio en su periódico local?

“Se busca una mujer para que coordine múltiples horarios en una atmósfera muy poco estructurada y con muchas distracciones. Deberá ser capaz de procesar un gran número de detalles rápidamente y mantener un entorno muy limpio y bien organizado. Deberá llevar la cuenta de todas las fechas importantes, incluidas las obligaciones sociales, tarjetas de cumpleaños y notas de agradecimiento para muchas personas, así como ser responsable de todas las sutilezas y detalles de la vida. Deberá ser capaz de elegir rápida y fácilmente entre un gran número de opciones. La candidata será responsable de procesar toda la información, mantenerla y organizarla de acuerdo a todos nuestro, así como cuidar del mantenimiento de todos los equipos. Si le interesa, por favor llame al (911) S-I-N T-D-A-H”.

Aún hoy existe una descripción de empleo no escrita para la mujer, tanto en el hogar como en el trabajo, que requiere de una gran habilidad organizativa. Estas expectativas de trabajo crean una imagen interiorizada de la “mujer culturalmente ideal”. La dificultad para equipararse a esa “imagen ideal” es una confrontación permanente para la mujer con TDAH, lo cual provoca sentimientos de frustración y de fracaso en la vida diaria. Esto le hace particularmente difícil sentirse segura de sí misma o solicitar lo que ella considera una “ayuda especial”. Todas las mujeres están expuestas a esas expectativas y a menudo se enfrentan a ellas, pero para la mujer con TDAH, cuyas dificultades se encuentran en la misma base de estas expectativas, los problemas se acumulan y se intensifican.

Hemos observado varios síntomas del TDAH y trazado el desarrollo del mundo interior de una niña con TDAH que va creciendo hasta convertirse en una mujer. Ahora colocaremos a esa mujer en medio del contexto cultural en el que vive cada día. Veremos cómo los síntomas del TDAH y la desorganización chocan con las expectativas del papel de la mujer en nuestra cultura.

Por qué el TDAH afecta a las mujeres de forma diferente que a los hombres

Los hombres con TDAH enfrentan su propia serie de penosos retos y luchas al no cumplimentar las expectativas culturales de otros; por ejemplo, al no ser capaces de proveer de manera estable y sólida para el hogar. A continuación enumeramos algunas maneras en que el TDAH afecta a las mujeres de manera diferente que a los hombres.

Las mujeres tienden a:• Tener un mayor número de responsabilidades en varias áreas de su vida que

requieren coordinar y organizar.

• La vida de la mujer suele ser más difusa; las mujeres tienen múltiples conflictos en su papel de mujer y muy a menudo tienen que lidiar con mayores distracciones.

• Las mujeres con niños tienen más responsabilidades al estructurar la vida diaria de sus hijos (que a menudo también padecen de TDAH).

Los hombres tienden a:• Tener una esposa o pareja que les organicen la vida. • Tener secretarias o asistentes que los organicen en su trabajo. • Los hombres están más motivados desde una edad temprana a concentrarse en

un área estrecha que sea su fuerte y desarrollarla.• Los hombres no han interiorizado las expectativas culturales organizativas en

la misma extensión que las mujeres, por tanto, ellos no sienten el mismo nivel de vergüenza por su desorganización. Como resultado, les piden ayuda a otras personas más fácilmente, lo que les permite continuar concentrados en sus talentos y habilidades.

• Los hombres con las mismas dificultades son a menudo percibidos como distraídos u olvidadizos en general, mientras que las mujeres con estas dificultades son catalogadas por ellas mismas y por el mundo exterior como defectuosas o deficientes en un nivel básico.

La candidata ideal

Si usted llama para pedir mayor información sobre el empleo anunciado (al principio de este capítulo), uno recibirá una más detallada descripción de la candidata ideal, como veremos a continuación.

La mayor parte del trabajo as aburrido y rutinario, así que la candidata debe ser capaz de funcionar bien sin necesidad de tener un gran interés o estimulación. La

apariencia es importante, la candidata debe poseer un atuendo de ropas bien coordinado y variado. Este empleo requiere mantener la apariencia y el mantenimiento del edificio, así como atender todos los detalles sutiles que hagan el ambiente más atractivo para los demás. Este puesto supone una gran cantidad de entretenimientos y es necesario saber lo que es socialmente correcto y lo que se debe decir en todo momento. La candidata debe ser excelente en las conversaciones sociales, nunca interrumpir ni decir la palabra equivocada en el momento inoportuno, nunca quedarse en blanco y recordar siempre las caras y nombres de todo el mundo. Debe ser capaz de conversar sobre una variedad de temas, de recordar los detalles de las películas y obras teatrales y por supuesto, haber leído mucho, para sentirse cómoda al conversar sobre los libros más vendidos del momento, ya sean de ficción o basados en hechos reales, así como dominar la situación política actual. Es también importante no reaccionar fuertemente en su trato con las personas, sino más bien mantener una conducta sosegada en sus interacciones personales. Este puesto puede incluir la oportunidad de cuidar niños que tengan severos problemas de atención y de conducta. Puede requerir la habilidad de estructurar cuidadosamente sus vidas para ofrecerles la atmósfera de apoyo, calmada y organizada que ellos necesitan. La candidata será responsable de garantizar el éxito de esos niños. Finalmente, la candidata perfecta para este empleo irá muy por encima y más allá del real cumplimiento de sus tareas para convertirse en un ejemplo para los demás en el desempeño de esas tareas particulares. Se le celebrará doblar cuidadosamente las servilletas. Se preferirá a alguien que disfrute ir de compras al supermercado y que seleccione con cuidado los mejores vegetales que se utilizarán. Por supuesto, llevar un excelente control de los horarios y poseer habilidades de planificación es lo más apropiado para este empleo. También se prefiere a alguien que nunca se niegue a cumplimentar los requerimientos de las organizaciones de voluntarios, las obras de caridad y por supuesto, las actividades de amigos y familiares. Será muy importante asistir a la mayor cantidad posible de esos encuentros organizativos. Se les otorgarán promociones basadas en sus méritos a aquéllas que no gasten ningún tiempo en sí mismas, sino que dediquen todo su tiempo y su energía a los demás. Esta adición significa decir siempre que sí y no pedir favores especiales. Usted deberá saber como manejar cada situación y salir adelante, además de reservarse cualquier dificultad para sí misma.

¿Una persona con TDAH (o sin TDAH) se presentaría deliberadamente a solicitar un empleo como éste? Por supuesto que no. Pero aún así, las mujeres con TDAH se atan a esta imagen y a menudo continúan decididas a lograr ese nivel ideal.

Resumen de la descripción de un empleo básico para una mujer

• Coordinadora de tareas múltiples.• Coordinadora central de información en el hogar.• Directora del mantenimiento del hogar.• Creadora de una atmósfera hogareña atractiva y confortable.• La que paga todas las cuentas.• Organizadora del presupuesto.• Encargada de la limpieza del hogar.• Encargada de la cocina.• Organizadora del tiempo y los horarios.• Planificadora, directora y ejecutora de todo evento.

• Encargada de comprar los alimentos.• Encargada de comprar la ropa.• Encargada de coordinar las ropas para la familia.• Coordinadora social y anfitriona.• La que prepara las maletas y empaca para los viajes.• Coordinadora de los viajes.• Decoradora.• Coordinadora de las vacaciones.• Presidenta del club de ocasiones y obligaciones sociales.• Secretaria del comité de postales “Hallmark” (“la postal ideal para la persona

adecuada en el momento oportuno”).• Presidenta del comité de “voluntarias”.• Organizadora de TDAH y entrenadora de los niños con TDAH.• Miembro activo del “vagón de bienvenida” (“nosotros voluntariamente

abrimos nuestras puertas a amigos y vecinos”).• Ingeniera del estado “de ánimo” de la familia (al establecer la temperatura

emocional del hogar).

¡Y con frecuencia, súmele a esto tener que trabajar fuera de casa todo el día!

La descripción de cómo manejar un hogar y una familia requiere de la coordinación de múltiples tareas, lo cual puede resultar desastroso para una mujer con TDAH. Podemos ver que esta descripción del empleo para la mujer y sus expectativas las pone precisamente contra la pared en sus áreas deficitarias a las que nos hemos referido previamente. Como dijo la Dra. Lynn Weiss en su libro Attention Deficit Disorder in Adults (Trastornos por déficit de atención en adultos), “un día ordinario para cualquier mujer es una pesadilla para una mujer con TDAH”. La Dra. Kathleen Nadeau, que ha escrito bastante sobre mujeres con TDAH, expresó en un artículo publicado en ADDult News que las madres con TDAH “pueden ser percibidas por otras como ‘malas madres’, en vez de considerarse el hecho de que se enfrentan valientemente a exigencias que para ellas son difíciles, si no imposibles, de cumplimentar”.

Sentimientos de fracaso

Existen tres partes principales de la descripción de empleo en las cuales las mujeres experimentan sentimientos de fracaso: 1) fracaso al desempeñar y cumplimentar las expectativas del empleo, 2) fracaso en su identidad como mujer y 3) fracaso al desempeñar el papel de esposa y madre.

Los sentimientos de fracaso para desempeñar y cumplir las expectativas de un empleo

Las mujeres con TDAH a menudo expresan sentimientos de fracaso en el desempeño y cumplimiento de las expectativas de un empleo, ya sea si están casadas y/o si permanecen en casa al cuidado de sus hijos y/o si trabajan fuera de la casa, o si es soltera y trata de cumplir con las exigencias de una vida social. A Brenda

realmente le gustaba permanecer en casa cuidando a sus cuatro hijos. Pero ella no era capaz de cumplir con sus responsabilidades domésticas ni siquiera aproximadamente al nivel requerido. Las distracciones le resultaban agobiantes y ella no lograba filtrar las múltiples exigencias para atender la cocina o a la limpieza, mientras los niños estaban presentes. Se preguntaba amargamente: “¿Por qué soy un fracaso incluso en lo único que yo quiero hacer?”

Otro ejemplo es Joan, una mujer soltera, que nos dice: “Mis amigos no entienden por qué estoy tan extenuada y agobiada después de un día de trabajo que no puedo salir con ellos por la noche. Realmente yo tampoco lo entiendo. ¿Qué me sucede?”

Los sentimientos de fracaso en la identidad femenina

Los sentimientos que las mujeres a menudo expresan sobre el impacto de estos fracasos apuntan directamente al corazón de su identidad como mujeres. Acumulados durante toda una vida, esas experiencias de fracaso en su papel tienen un gran efecto sobre el sentimiento de “feminidad”. Como me dijo una clienta: “Yo no sé sostener conversaciones ligeras o ir de compras. Éstas son dos cosas que me hacen sentir como si no fuera una mujer”.

Una joven y bella clienta, Lani, también me habló sobre esa sensación de no ser femenina. Debido a que seleccionar los accesorios, coordinar las ropas y las dificultades de vestirse por las mañanas le resultaban tareas tan difíciles, ella siempre elegía ropas muy sencillas. Esto interfirió con la plena y natural expresión de su personalidad, dominando su percepción sobre sí misma durante muchos años.

Para Nancy, ir al supermercado le daba deseos de esconderse de los estímulos y las selecciones que debía hacer. Aún peor le resultaba ir a una tienda por departamentos donde tenía que enfrentarse a pianistas, decoraciones chocantes y llamativos arreglos de colores, fragancias y opciones.

Nancy pasaba un mal rato tratando de concentrar su mente en lo que ella necesitaba comprarse para combinar un atuendo bien coordinado. A menudo vagaba por los departamentos de la tienda durante horas y se marchaba sin haber comprado nada. No sólo sentía que había perdido su tiempo y que no tenía nada que ponerse, lo más importante era que se sentía como un fracaso abismal, como alguien que ni siquiera era capaz de comprarse ropa, sin mencionar que tampoco lo disfrutaba como otras mujeres parecían disfrutarlo.

Los sentimientos de fracaso como esposa y madre

Rosa estaba llorando cuando me preguntó: “¿No son las esposas las que tienen que encargarse de la vida social del matrimonio, por ejemplo, hacer planes para salir con otras parejas? Me temo que mi marido me va a dejar en algún momento porque yo no cumplo con ese tipo de funciones básicas. Simplemente yo no puedo encargarme de todo eso”.

Rosa, una profesional exitosa, admitía con un penoso sentido de “confesión” sus profundos sentimientos de fracaso en su papel de esposa y su temor de resultar inaceptable para su marido, como si ella lo hubiera traicionado. Aunque su esposo decía que a él no le importaba su papel como organizadora social, ella se las

arreglaba para recibir ese mensaje del mundo que la rodeaba. Observaba constantemente cómo otras mujeres manejaban sus vidas y desempeñaban sus papeles muy bien, o al menos adecuadamente.

La maternidad también acarrea una serie de problemas adicionales para las mujeres que intentan cumplir con las expectativas básicas de su papel, especialmente cuando esto implica estructurar la vida de un hijo con TDAH. Más adelante exploraremos sugerencias más específicas para una aproximación a este caso, en la sección de las “tres erres”. Por ahora, podemos comenzar a apreciar el tremendo choque que tiene lugar cuando la mujer con TDAH confronta las expectativas de la crianza de sus hijos.

Kay, una mujer con TDAH, tuvo un hijo que fue diagnosticado con TDAH y asistió a una reunión para poder brindarle una apropiada estructura en la escuela y en el hogar. Una de las metas era asegurarse de que su hijo Mark terminara sus tareas cada noche. Si Mark iba a la escuela con una tarea incompleta, Kay era la que se sentía responsable de ese fallo. Kay era a quien el maestro confrontaba con las “malas noticias” al final del día cuando ella iba a recoger a Mark. El esposo de Kay, Jerry, no sentía esta vergüenza, frustración o estrés diario de responsabilizarse con la tarea de su hijo, a pesar de que él no tenía TDAH y pudiera haberlo ayudado más fácilmente. Mark ciertamente no sentía la presión por no haber hecho la tarea tampoco. Kay, que ya tenía extremas dificultades para organizar su propia vida, se obsesionó cada noche más allá de lo posible con la tarea de su hijo para tratar de evitar la queja del maestro al siguiente día. Ella terminó siendo la responsable de la tarea y básicamente se echó encima la carga emocional de cumplir esa meta. Obviamente, el resultado fue una sobrecarga en un área de operación ya de por sí sobrecargada.

La (tácita) descripción del trabajo de la mujer en su centro laboral

Aún en el trabajo, las mujeres con TDAH enfrentan sus propias dificultades muy particulares. Aunque a veces les resulta más fácil tener más éxito en el trabajo que en el hogar porque hay menos distracciones y son capaces de concentrarse en un talento o habilidad específica, el centro laboral a menudo presenta una serie de desafíos particulares:

• Sostener pequeñas conversaciones en la cafetería.• Servir como recaudadoras de fondos en los comités.• Hornear o contribuir con comidas para actividades especiales.• Recordar los cumpleaños de los compañeros de trabajo.

• Enviar postales de apoyo a los compañeros que estén enfermos.• Pasar algún tiempo con alguien que lo necesite.• Escoger regalos y organizar almuerzos de despedida.• Socializarse durante el almuerzo (sostener conversaciones no relativas al

trabajo).• Atender u organizar fiestas para los compañeros en ocasión de bodas o

nacimientosAún cuando la mujer haya alcanzado cierta medida de éxito en su trabajo,

frecuentemente le es una penosa realidad descubrir que la gente asume (sin preguntar) que ella naturalmente disfruta, es buena para, desea hacer o tiene tiempo para el tipo de actividades que hemos enumerado más arriba. Puede sentirse sutilmente presionada a cumplimentar este tipo de expectativas culturales no relacionadas con su trabajo real. Esa presunción se basa en que, siendo mujer, ella tiene esas inclinaciones por naturaleza. Esa situación mantiene a estas mujeres absorbiendo sus sentimientos de fracaso y ocultándoles a los demás su disgusto, a pesar de sus éxitos. Esto les impide ser capaces de sentir el pleno florecimiento de su éxito en el centro de trabajo. Ellas aún mantienen partes de sí mismas escondidas “en el clóset” que les dicen que sí a todos esos requerimientos “extracurriculares” que en un final les provocan la sensación de estar sobrecargadas.

En el centro de trabajo, una mujer puede sentir la presión sutil de involucrarse en tareas voluntarias o pertenecer a grupos especiales. Les es particularmente difícil decir que no a las causas “caritativas” que ayudan a otros a través de la recaudación de fondos, entre otros. Las “comisiones de embullo” en el trabajo, que se ocupan de las cosas agradables de la vida y ayudan a los que están enfermos o sin trabajar, pueden ponerle encima una nube oscura a la mujer que ya está de por sí sobrecargada pero que continúa sonriendo y escondiéndose.

Actualmente, se le puede pedir a un hombre que firme una postal o incluso que traiga algo de comer a una reunión colectiva, pero raramente se espera de él que organice la actividad. Si él asume esa responsabilidad y falla en hacerlo adecuadamente, se le tolera afectuosamente porque ha cumplido con las expectativas culturales establecidas para un hombre.

Las mujeres son menos capaces que los hombres de compartimentar sus relaciones en la casa y en el trabajo, por eso ellas sienten más la presión de invitar a sus colegas de trabajo a sus actividades personales y aceptar similares ofertas de los demás.

Una de las cosas peores para muchas mujeres con TDAH es tener que asistir a comidas de trabajo y sostener “pequeñas conversaciones”. Cuando los hombres almuerzan juntos es muy probable que conversen sobre negocios. De las mujeres se espera que discutan sobre otros intereses como las compras o el teatro o los libros mejor vendidos, cosas sobre las cuales puede que no tengan mucho interés o conocimiento. Las mujeres con TDAH sienten que ellas han sido incapaces de adquirir o de recordar este tipo de información cultural popular y que esto refleja un fracaso personal. Cuando esto sucede con los colegas del trabajo, cuya buena opinión es de esencial importancia para ellas, pueden pasar la mayoría de estas ocasiones sociales encubriendo lo que perciben como sus desajustes, en vez de sentirse bien con respecto a sus puntos fuertes. Particularmente cuando han trabajado duro para lograr la excelencia en su trabajo, les parece una trampa tener que “disfrutar malamente la hora del almuerzo” o aún tener que rechazar este tipo de ocasiones sociales y ser vistas como esnobs o como personas raras.

Las áreas que enfrenta una mujer con TDAH son aquéllas a menudo requeridas para desempeñar satisfactoria o fácilmente la “descripción básica del empleo” que todavía hoy existe para las mujeres. Esas dificultades están compuestas por los

mensajes culturales que ella recibe a medida que va creciendo. Como resultado, ella lucha diariamente con presiones y conflictos internos.

ResumenAún sin darse cuenta de ello, la mujer con TDAH interioriza profundamente las

imágenes trasmitidas de conducta y rendimiento que culminan en su obsesión por alcanzar el estándar de la “mujer culturalmente ideal”. No importa lo exitosa que sea una mujer con TDAH en otros aspectos de su vida, ella confrontará continuamente sus dificultades y puede que experimente una dosis diaria de estrés, frustración o incluso fracaso.

Volveremos a trazar este legado y veremos cómo, al pasar el tiempo, este drenaje cotidiano de autoestima se añade a la frustración de no poder igualarse en algunos aspectos fundamentales. A través de los años, esto socava silenciosamente el sentido básico de competencia y auto-merecimiento, creando una fuerte necesidad de autoprotección.

CAPÍTULO SIETE

El legado emocionalLa vergüenza y la culpa

Ahora puede que usted se pregunte: “Yo sólo quiero pagar mis cuentas, llegar a tiempo y ser capaz de ver mi buró de nuevo en orden. ¿Por qué tengo que entender las implicaciones emocionales de todo esto?” Bueno, yo pudiera simplemente recomendarle que se compre una nueva y llamativa agenda, pero esta vez, ¡ponga más esfuerzo! Pero ahora piense que ya ha hecho esto millones de veces. Entonces, ¿qué hacer? Usted sigue desorganizada y probablemente se siente peor cada vez que uno de estos sistemas no le funciona. Solamente si entendemos los componentes emocionales de la desorganización, seremos capaces de adquirir las herramientas para aprender a vivir exitosamente con TDAH.

Hemos visto las dificultades que muchas mujeres adultas tienen para cumplimentar sus expectativas de trabajo y el sentido de fracaso que a menudo desarrollan cuando se esfuerzan para mantenerse al día con esas agobiantes tareas. Esto va unido a su intento de internarse en el callejón sin salida que supone la persecución de la imagen idealizada y culturalmente aprobada de lo que debe ser una mujer.

En este capítulo exploraremos los dos tipos de mensajes que las mujeres reciben a través de sus vidas. El primer tipo son esos mensajes generales, culturalmente trasmitidos, que la mujer absorbe a medida que va creciendo. El segundo grupo de mensajes son más personales en su naturaleza: los que reciben de las personas importantes en su vida. Veremos cómo esos mensajes pueden al final resultar en los legados emocionales de vergüenza y culpa.

Los mensajes culturales

Los mensajes culturales son las reglas profundamente arraigadas de las conductas aceptables, que a menudo son trasmitidas tanto a través de la sociedad en su conjunto como por la familia de origen. Parecen tan simples, que la mayoría de las mujeres pueden considerarlos ridículos y pensar que los pueden superar fácilmente. Pero, de hecho, son mensajes muy poderosos y pueden fácilmente retrasar o frenar a la persona más determinada. Se refieren a estas cuatro áreas: ayudar a otras personas, pedir ayuda, sentir temor por actuar de manera especial y estar en conflicto con nuestras propias necesidades.

Estos mensajes son articulados de alguna manera por la mayoría de las mujeres que reciben terapia y que tratan de hacer cambios en sus vidas. Para las mujeres con TDAH, estos mensajes culturales pueden tener un efecto mayor. Es absolutamente esencial que los confronten y que trabajen de manera que puedan crear los cambios necesarios para hacer funcionar sus vidas. Esos cambios tienen que realizarse en el hogar, en la escuela, en sus trabajos y en sus relaciones.

Mensajes generales para la mujer

• Sé agradable.• Trata de acomodar en vez de pedir acomodos.• Ayuda a otros en vez de pedir ayuda.• No digas que NO a los pedidos de personas necesitadas.• Siempre tiende una mano para ayudar a los demás.

He aquí otras prohibiciones culturales o advertencias que las mujeres siempre tienden a creer:

• Si pides mucho, alguien se molestará o pensará que intentas salirte con la tuya.

• No trates de esquivar tu trabajo pidiendo favores especiales.• Si dices que NO, vas a herir los sentimientos de alguien.• Nunca debes herir los sentimientos de otra persona.• Si pones límites a tu tiempo y a tus proyectos, la gente pensará que no puedes

cumplirlos.• No te quejes, guárdate tus problemas para ti misma.• No actúes como si fueras mejor que los demás.

Los siguientes valores culturales profundamente arraigados y trasmitidos a través de la familia de origen se engranan en la mente de los jóvenes y continúan ejerciendo una fuerte influencia en las mujeres cuando ellas consideran pedir ayuda o hacer cambios en sus vidas. Además, cada familia tiene ciertas reglas, rituales y tradiciones que se consideran sagradas. Éstas son extremadamente difíciles de confrontar y romper.

“La fuerza de voluntad y el trabajo duro te llevarán adelante”.“Ponle siempre al mal tiempo buena cara”.“La limpieza es lo más cercano a la santidad”.“No empieces algo que no estés dispuesta a terminar”.“Esta es la manera en que se ha hecho siempre”.“Hay una forma correcta y una forma errónea de hacer las cosas”.Una de las primeras mujeres con TDAH con quien trabajé en terapia fue Carla,

una joven brillante que estudiaba en la universidad. Se había matriculado en un curso altamente técnico, para el que le era absolutamente esencial tener un tiempo adicional para los exámenes. Le tomó meses decidirse a pedir lo que necesitaba. Era la primera vez que yo presenciaba cómo, a pesar de la gran motivación y la documentación oficial que identificaba su impedimento, algo mucho más poderoso detenía internamente a esta joven.

Para Carla, como para muchas mujeres, esto tenía mucho que ver con pedir privilegios o favores especiales. Carla creía firmemente que no se merecía lo que ella misma percibía como una ventaja injusta. Más aún, ella sentía que si le concedían esa ayuda, de alguna manera eso disminuiría su imagen ante los ojos del profesor. Carla no creía realmente que ella simplemente pedía algo justo. Ella creía que estaba tratando de “salirse con la suya” para trabajar menos o engañar a alguien. Todos esos guiones de días remotos nadaban alrededor de su cabeza causándole grandes conflictos a la hora de solicitar las facilidades que necesitaba.

He observado esto muchas veces entre mis clientas. Las mujeres con TDAH crecen escuchando las los regaños y las atribuciones de sus padres y maestros. Se acostumbran tanto a explicar sus misteriosos desperfectos como a motivarse a cambiar de actitud. Estos mensajes continúan ejerciendo una fuerte influencia sobre ellas como adultas cuando consideran tomar medidas que les ayuden a reestructurar sus vidas. Necesitan obtener la ayuda necesaria en sus áreas de dificultad para poder seguir adelante ayudada de sus puntos fuertes. A menos que se aprecie la profundidad y la fuerza de estas barreras, una mujer con TDAH (así como cualquiera que intente intervenir para ayudarla) pasará mucho trabajo tratando de entender su aparente falta de seguimiento.

Después de vencer su resistencia inicial, Carla hizo un débil intento de pedir ayuda en la universidad pero le fue denegado. En ese punto, en vez de seguir el proceso, ella se dio por vencida. Carla, como muchas mujeres que se encuentran en esa posición de confrontar un sistema cerrado para defender sus propias necesidades, enfrentaba una mayor resistencia interna que externa. Una mujer con TDAH ha luchado por años para llegar a una posición de realizar su potencial o de comenzar a sentir la posibilidad del éxito. Tener que admitir vulnerabilidad en el punto de sus mayores esperanzas puede resultar, como es lógico, muy amenazador.

Cuando la mujer con TDAH teme pedir cambios que puedan hacer más fácil su vida, siente que su posición puede considerarse exigente o agresiva. Ella tiende a pensar que otras personas las rechazarán o le demostrarán resentimiento.

Todas las pequeñas conversaciones y las charlas constantes hacían imposible que Diana cumpliera con su trabajo. Ella sabía que existía un área lejos de su puesto de trabajo que pudiera ser un lugar de menos

distracción para ella. Pero vacilaba en pedir que la trasladaran para ese local. Sentía que las otras mujeres pensarían que ella se consideraba importante, mejor que ellas o especial de alguna manera.

A Diana le tomó mucho tiempo y apoyo por parte de su grupo de TDAH antes de que pudiera expresar ese tipo de sentimientos y confrontar sus barreras internas. Después de unos meses de conocer a otras mujeres con TDAH, se hizo menos susceptible a las reacciones de las otras personas en su oficina. Gracias al apoyo de otros miembros de su grupo, Diana fue capaz de considerar la opción de mudarse a otra ubicación en su oficina.

Janis tiene su propia oficina en su trabajo. Sus colegas continuamente se detienen allí para hacerle preguntas o simplemente para conversar durante el día. Ella pasa un mal rato para concentrarse y para lograr hacer su trabajo en medio de todas las distracciones de las oficinas circundantes.

Teóricamente, Janis podría cerrar la puerta de su oficina si lo quisiera. Pero pasaría un mal rato considerando esa opción a la hora de imaginarse cómo mejorar su vida laboral. Se preocupaba de que les pareciera descortés a las otras personas, aún cuando eso la hubiera ayudado tremendamente a crearse un ambiente libre de distracciones. Pero ella pensaba que no podía decir que no o que no podía excluir a los demás.

Después de toda una vida de oír y observar lo que una mujer debe ser o hacer, los mensajes culturales tienden a convertirse en pensamientos virtualmente inmóviles que se graban en la mente de las mujeres. Aunque quizás intelectualmente las mujeres no crean en esas ideas cuando se ven obligadas a actuar en contra de esos mensajes, ellas confrontan poderosas barreras internas. Es en ese punto que el tratamiento de TDAH puede perder efectividad o detenerse, aún cuando se ha hecho el diagnóstico y se ha comenzado el tratamiento médico.

La culpa

Hemos visto que estar expuestos a los mensajes culturales dificulta que la mujer con TDAH pida ayuda. Cuando ella considera esta posibilidad, que la ayuden en lo que debería ser capaz de hacer por sí misma, el resultado es frecuentemente un sentimiento de culpa. La culpa también se genera a menudo cuando una mujer considera que pide concesiones “especiales”. Tomar tiempo del que debería dedicar a otros, en reorientarse a sí misma, la mantiene atada a una rutina fatigosa permeada de culpabilidad. Las mujeres con TDAH a menudo temen que defender sus propios derechos (como se les enseñó indirectamente en su camino a la adultez) puede causar la ira de los demás. En un nivel inconsciente, ellas esperan una venganza, confirmando sus mayores temores. He escuchado esto de mujeres con TDAH de todas las edades durante la sesión de terapia.

Si ellas se las arreglan para dar el primer paso, a menudo tropiezan con el rechazo y tienen dificultad para continuar al siguiente nivel. Esta dificultad proviene parcialmente de su falta de habilidades asertivas, pero también de carecer de la creencia de que ellas merecen esas concesiones. Todavía no han interiorizado plenamente la realidad del padecimiento de TDAH, ni descartado los mensajes que han interiorizado:

• No causes problemas.• Agradece que al menos estás aquí.• No molestes a nadie.

• Guárdate tus problemas para ti misma.• Simplemente, intégrate.• No formes una tempestad en un vaso de agua.Las mujeres con TDAH, como muchas mujeres, se sienten incómodas al poner

sus necesidades delante de las de los demás, al decir que no, o no contribuir al grupo o al equipo. Posponen sus propias vidas y sus necesidades por tanto tiempo como les sea posible para evitar decirles que no a los demás o tener que pedirles ayuda especial. Aún si se sienten con la confianza suficiente como para diferir una tarea o buscar un espacio para sí mismas, no disfrutan el tiempo libre que logran con esto. Permanecen obsesionadas con lo que han dejado sin hacer y se sienten culpables por eso. Si las tareas diarias les resultan muy difíciles de terminar, a menudo se sienten incapaces de participar en otras actividades de entretenimiento o remunerativas porque han fallado en hacer primero su trabajo. Ciertos tipos de trabajo nunca se terminan (porque las tareas son tan agobiantes e interminables) y ellas nunca se sienten justificadas de apropiarse de un espacio de tiempo para relajarse y entretenerse.

Una parte importante del proceso de cambio, como examinaremos con mayor profundidad más adelante, es romper con esa coraza y gradualmente sentirse más cómoda disfrutando la vida, aún cuando algún trabajo se quede sin hacer.

La vergüenza

Una mujer siente vergüenza como resultado de un efecto acumulativo del tipo de mensajes que los demás han usado para describirla. No importa lo brillante o competente que sea; el recuerdo de esos mensajes negativos se queda en ella como una espina y le crean un sentido interno de auto-culpa, de no ser suficientemente buena.

La siguiente anécdota sobre una antigua clienta mía, Sharon, demuestra con creces cómo los síntomas de TDAH pueden levantar olas de vergüenza en una persona, desatando instantáneamente reacciones intensas. A pesar de su madurez y sus éxitos, una mujer que exhiba sus síntomas de TDAH frente a alguien que piensa que ella es competente, puede colocarse en un estado de ansiedad y de vergüenza.

La chica de la beca Rhodes

Sharon era una mujer de cincuenta y dos años con dos hijos crecidos, divorciada después de veinte años de matrimonio. Toda su vida había escuchado mensajes malignos, como estos: “Eres más lenta que una tortuga”. “Olvidarías tu cabeza si no la tuvieras pegada al cuerpo”. A pesar de tales mensajes, Sharon regresó a la escuela comunitaria. Comenzó a irle muy bien y a tener grandes dificultades al mismo tiempo. Por primera vez en su vida fue identificada como una persona con problemas en el aprendizaje. Cuando terminó la escuela comunitaria, se matriculó en una prestigiosa y muy competitiva universidad. Recibió algunas concesiones para sus dificultades en el aprendizaje y sacó buenas notas, a pesar de confrontar extraordinarios problemas durante sus estudios. Descubrió que tener que integrar y sintetizar una gran cantidad de materiales, tener continuamente que tomar decisiones (por ejemplo, decidir cuándo cursar o no determinada clase, cuándo pedir extensiones de tiempo, etc.) contribuía a que se sintiera abrumada y ansiosa. En cierto sentido, ella disfrutaba de ese mundo estimulante, emocionante y lleno de retos, pero por otra parte, se sentía continuamente a punto de ahogarse.

A través de la terapia ella comenzó a aprender a aferrarse a sus éxitos, aún cuando el proceso le resultara difícil y sintiera que el desastre estaba a punto de caerle encima. Sharon al final se percató de que padecía de TDAH, pero en aquel momento ella sentía simplemente que era una personalidad burbujeante. Ella solía denominar esta situación como su “abundancia” porque se sentía desbordante de ideas, de entusiasmo, de libros y de papeles. Tenía dificultades pero también tenía las cualidades correspondientes para sentirse emocionada, interesada, curiosa e involucrada. Comenzaba a ser capaz de integrar y expresar las ideas a las que estaba expuesta.

La cima de su éxito llegó en su último año, cuando se ganó la prestigiosa beca Rhodes. Luego supo que ese honor le había sido conferido por error porque solamente los estudiantes por debajo de cierta edad eran elegibles. Esto la descalificaba técnicamente, pero a Sharon no le importaba. Ese momento de triunfo fue naturalmente intenso para ella, a la luz de todas sus luchas. Experimentó un terremoto interno porque aquello no coincidía con su propia experiencia. Por ejemplo, ese mismo día ella había solicitado una nota de “incompleto” en una asignatura porque no había sido capaz de terminar el trabajo requerido en el tiempo estipulado. Tenía papeles desorganizados por todo su cuarto, libros desordenados encima de todas las mesas. Estaba siempre tan interesada en seguir tantas ideas que no era capaz muchas veces de cumplir con sus propósitos. Por supuesto, estaba emocionada con aquel honor en cierto modo, pero todavía luchaba por integrar este gran logro a la imagen que tenía sobre sí misma.

Sharon agarró la carta de aceptación de su beca junto con el resto de sus cosas y recorrió los vacíos pasillos de la gran universidad. Por allí se encontró con un distinguido profesor, una figura imponente cuyas opiniones significaban mucho para ella. Emocionada y ligeramente sin aliento, le dijo: “Profesor Churchill, deseo decirle algo muy importante. ¡Me aceptaron para matricular en la beca Rhodes! Quiero mostrarle la carta”. Ella miró a sus pies y contempló horrorizada que no podía encontrar la carta en medio del desorden de papeles, libros, notas y de su bolso desbordado de cosas.

Entonces se arrodilló y comenzó a hurgar entre todo el desorden buscando en vano mientras el profesor la contemplaba desde arriba. En ese momento, todos los sentimientos de una niña avergonzada, incompetente e insegura la inundaron. El sentimiento de vergüenza, me dijo ella, le comenzó en la punta de los pies y viajó por todo su cuerpo hasta la cabeza. En ese momento sintió que todos sus éxitos fueron barridos de un golpe. Los extremos de ese momento crucial demuestran las dos caras de la moneda del TDAH: por un lado, el éxito, la brillantez, la creatividad, la competencia; y por el otro, el balbuceo, la torpeza, el desorden y la confusión.

Sharon levantó la mirada hacia el profesor Churchill y en medio de sus lágrimas le dijo: “¡Ay, qué broma ésta! ¿¡Cómo puedo ser parte de la Rhodes si soy un desastre!? ¡Hasta he tenido que pedir una nota de incompleto hoy para su clase!”. En su mente, ella había deshecho por sí misma todo el gran éxito que había alcanzado. El profesor, sin embargo, entendía que ellos otorgaban las becas Rhodes a personas que habían superado grandes adversidades y mostrado una gran perseverancia hasta conseguir el éxito. Estas becas se concedían para recompensar a las personas que se habían comprometido a superar sus conocimientos. Aunque él sabía que ella había pedido un incompleto en su clase, se percataba de que era su intenso amor por el conocimiento lo que la guiaba en tantas direcciones diferentes. Con toda la sabiduría de sus años, el profesor Churchill miró a Sharon y le dijo: “Escúcheme, Srta. Openheimer, es precisamente por todo lo que usted representa, que ha sido seleccionada para recibir este honor. Su sed de conocimientos y su perseverancia le causan muchas dificultades, pero también la hacen merecedora de la beca Rhodes”.

En ese momento, este hombre resumió la esencia de este tipo de discrepancia. La dificultad para mantenerse en la senda correcta a causa del intenso interés en tantas cosas, la motivación y emoción, aún cuando podían causarle severas dificultades,

también hacían de Sharon una persona especial en muchos sentidos. Esta historia de la beca Rhodes demuestra la batalla contra la profunda dosis de vergüenza que se desata tan fácilmente, a pesar de contar con grandes éxitos.

Unos años después de este incidente, Sharon fue capaz de decir: “Ahora cuando me sucede algo parecido ya no me hundo hasta el fondo. Todavía me siento avergonzada algunas veces, pero esos sentimientos ya no me hacen sangrar en mi autoestima de la misma manera”.

Los mensajes personales malignos

Además de los mensajes culturalmente trasmitidos están los otros profundamente engranados y más personales “mensajes malignos”, los cuales por ser personales, son inherentemente más tóxicos. Con frecuencia, una mujer con TDAH ha estado guardando inconscientemente mensajes malignos desde su niñez. Éstos permanecen con ella y aparecen en los momentos aparentemente más ordinarios.

MENSAJES MALIGNOS SOBRE LAS MUJERES DESORDENADAS Y DESORGANIZADAS

“Ella es una holgazana”.“Ella no siente orgullo de su hogar ni de su apariencia”.“Ella no atiende bien a sus hijos”.“Ella es egocéntrica”.“A ella no le importa nada”.

Los mensajes malignos son llamados “tú” y “ella”. Los mensajes “tú” se le han trasmitido directamente a una mujer desde la niñez y son interpretaciones y evaluaciones de su rendimiento y conducta. Los mensajes “ella” son descripciones que ella ha escuchado sobre otras niñas o mujeres con sus mismas dificultades. Ella tomará esos mensajes como críticas indirectas e indicaciones de sus propios fallos y se volverá penosamente sensible a ese tipo de comentarios.

Los mensajes “TÚ”

Hemos visto cómo una niña con TDAH puede presentar una imagen confusa para otras personas. Como resultado, la niña colecciona una serie de etiquetas y

atribuciones negativas a lo largo del camino. Las conductas del TDAH pueden parecer como algo que ella “les hace” a otras personas. Muchas etiquetas negativas que se adquieren a una edad temprana permanecen como “puntos sensibles” aún cuando esas niñas se convierten en adultas. Las niñas con TDAH a menudo son culpadas por cosas que ellas simplemente no saben cómo cambiar; son culpadas por ser ellas mismas. Este tipo de preguntas las conduce al mensaje “tú”:

• ¿Y TÚ dónde creciste ? ¿En un corral de cerdos? ¡Qué desastre!• ¿Por que TÚ eres tan obstinada? • ¿Por que TÚ no limpias tu cuarto? • ¿Por qué TÚ eres tan descuidada? • ¿Por qué TÚ no te preocupas por tu apariencia?• ¿Por qué TÚ no te esfuerzas más?Las mujeres con TDAH temen que, aún siendo adultas, si se esfuerzan

demasiado por obtener lo que necesitan, escucharán a gritos en su propia cara algunas de estas “terribles verdades” sobre sí mismas:

• Tú eres estúpida.• Tú no cabes en este lugar.• Cometimos un error. Tú nos engañaste durante cierto tiempo.• Tú causas muchos problemas. Tú causas problemas todo el tiempo.

Los mensajes “ELLA”

Los mensajes “ella” son las palabras que uno escucha para describir a otras niñas y mujeres que, como uno, no consiguen alcanzar los estándares aprobados culturalmente.

• Ella es una holgazana.• Ella no siente orgullo de su hogar ni de su apariencia.• Ella no atiende bien a sus hijos.• Ella es egocéntrica.• A ella no le importa nada.• Ella siempre está en las nubes.• Ella es descuidada.• Ella no es muy interesante.• Ella no le dedica tiempo a su apariencia personal.Jodi salió a almorzar con un grupo de mujeres (todas universitarias) que

hablaban sobre el más reciente éxito literario. Jodi no se había leído un libro completo en muchos años. Nadie podía imaginar ese secreto sobre ella. Estaba haciendo un gran esfuerzo durante todo ese almuerzo para mantener la ilusión de que, aunque no se haya leído ese libro en particular, ella era una persona que leía bastante.

De repente, el tema sobre Dina aparece en la conversación. Jodi se estremece por dentro pues sabe bien que a continuación vendrá el mensaje estándar “ella”, que hace referencia a Dina: qué irresponsable era ella, qué egoísta, desconsiderada y haragana. “Dina siempre parece estar demasiado ocupada por cualquier motivo. Sus niños

nunca tienen una comida decente. Su marido tiene que hacer todas las tareas caseras. Ella nunca envía una nota de gracias por los regalos que le enviamos hace meses. No ha sido recíproca con las invitaciones a cenar que ha recibido. ¡Es increíble que sea una abogada! ¿Cómo pueden sus clientes entenderse con ella si es tan desorganizada!”

El nivel de ansiedad de Jodi iba en aumento. Estaba segura de que sus amigas también hablaban sobre ella de la misma manera. “¿Cómo debo reaccionar?”, se preguntaba. ¿Debería decir: “Bueno, yo también tengo esos problemas” o simplemente quedarse callada y tratar de seguir escondiéndose?

Esconder el “vergonzoso” secreto

Aún si Jodi considerara confiarle a otras personas sus dificultades y acercarse más a ellas para obtener ayuda, pudiera escuchar este tipo de respuestas: “¡Ay, no seas tonta! Tú eres muy lista. Yo también tengo ese problema, se me pierden las llaves todo el tiempo”. Todos sus sentimientos sobre ser invisible o no ser capaz de ser comprendida o su temor de ser rechazada se activan y a menudo se retira dentro de la relativa tranquilidad del clóset. En su interior, escucha a su voz interna que le repite:

• Sólo tratas de inspirar lástima.• Eres hipersensible.• Estás inventando problemas.• ¿A quién tratas de engañar?• ¿A quién le tomas el pelo?• ¿Con quién crees que juegas?Las mujeres crecen expuestas continuamente a mensajes sobre lo qué es correcto

y sobre cuál es la conducta aceptable. Cuando ellas fallan en cumplir con esos estándares, a menudo se encierran en un “clóset”, escondiéndose de otras personas. Esto resulta en una gran dificultad incluso para obtener ayuda. Si la mujer siente que es vergonzoso ser desorganizada, tan vergonzoso que ella no puede permitirle a nadie ver la clase de desorden en el que vive, entonces naturalmente mantendrá a los demás a distancia. Este es un escenario perfecto para la depresión y tiene un efecto negativo en las relaciones y en los logros, dejando a las mujeres sintiéndose aisladas, solas y desconectadas.

Una clienta llamada Joan no le permitía a una amiga, mucho menos a un guía o a un miembro de su propia familia, venir a su casa para ayudarle con los montones de materiales, cuentas por pagar y cosas acumuladas. Sobre todo no le permitía a una niñera que viniera a su casa a cuidar a sus niños para que ella pudiera empezar una carrera y ganar dinero. Cuando contemplaba la idea de buscar ayuda, surgía el imaginado sentimiento de vergüenza si alguien tenía que venir a su casa a ayudarle a dilucidar todas sus cosas.

Esto tiene sentido si se considera que cada desorden, cada hoja de papel examinada y cada cuenta sin pagar, saca a la luz un nuevo sentimiento de fracaso, una nueva reafirmación de las oportunidades abandonadas, otro recuerdo de que ella no fue capaz de lograr algo. Este tipo de sentimiento le impide obtener la ayuda que necesita para seguir adelante. A menos que esas emociones sean comprendidas por el individuo y por todos los que tratan de ayudarla, ella al final chocará contra una pared de ladrillos. Antes que un guía, una amiga, un consejero o un miembro de la

familia pueda intervenir de manera efectiva, ellos deben entender el grado de dificultad que tiene una mujer al emplear estrategias que parecen completamente razonables para la persona que las sugiere.

Resumen

Seguir el flujo (emocional)

Como podemos apreciar en el Diagrama del Flujo Emocional, los síntomas de TDAH de atención inestable, la impulsividad y la activación pueden conducir a una auto-imagen confusa, sobrecargada por la desorganización. El choque entre la descripción del trabajo de una mujer y las expectativas culturales le crean a la mujer un sentimiento de fracaso para alcanzar el ideal cultural. Unido a esto, la mujer escucha difamaciones y mensajes culturales que le crean un legado emocional de vergüenza y de culpa.

El efecto acumulativo de esta experiencia usualmente conlleva a que la mujer decida, en cierta medida, esconder y proteger gran parte de sí misma del resto de las personas. Esto la mantiene bien encerrada dentro del clóset, por miedo a ser examinada, descubierta, expuesta públicamente y humillada. Queda entonces atrapada en una constante rutina fatigosa, incapaz de obtener la ayuda que necesita para reestructurar su vida, incapaz de romper las barreras de culpa y de los mensajes culturales, en vez de concentrarse en la búsqueda de un tratamiento especial.

La falta de tiempo y de energía, las sensaciones de agotamiento y el esconderse, se combinan en la vida de estas mujeres para crearles “efectos secundarios”, identificados como bajo rendimiento, ánimo deprimido y dificultades en sus relaciones.

CAPÍTULO OCHO

Efectos secundariosBajo rendimiento y ánimo deprimido

La vergüenza, la culpa y la necesidad de autoprotección que hemos examinado contribuyen en gran medida a lo que he denominado como efectos secundarios de los síntomas de TDAH. Los efectos de los síntomas primarios de TDAH (desatención, impulsividad, exceso o defecto en el nivel de actividad) consisten en la dificultad para cumplir con las tareas rutinarias, tales como las tareas escolares, las domésticas, el trabajo y por supuesto, el síntoma de la desorganización. Los efectos secundarios del TDAH afectan a las mujeres primariamente en tres aspectos: su rendimiento, su ánimo y sus relaciones. En este capítulo discutiremos los primeros dos aspectos: el rendimiento y el estado de ánimo.

Bajo rendimientoSara era una buena estudiante en la secundaria. También le fue bien en la universidad, aunque trabajaba en extremo hasta el punto de agotarse. Después de su graduación, consiguió un empleo en una agencia social local. Le fue bien allí, sin embargo, el papeleo se le hacía agobiante y al final le causaba frustración. Cambió de carrera varias veces, buscando algo que se ajustara mejor a ella, pero nunca lo encontró realmente. Siempre se daba por vencida al llegar a cierto punto y nunca permanecía suficiente tiempo en un centro de trabajo como para llegar a ser promovida. Tuvo varios trabajos en un período de varios años, usualmente con el mismo resultado. Se casó, tuvo un hijo y pocos años más tarde empezó a trabajar de nuevo. Sin embargo, nunca logró tener eficiencia en nada. Sara comenzó a ver los nombres de sus compañeros de secundaria y de la universidad en el periódico: el presidente de tal compañía, el director de tal agencia. “Yo era tan inteligente como esas personas”, pensaba ella, “no comprendo por qué ellos lo lograron y yo no”.

Cada año que pasa, la mujer con TDAH se siente más preocupada por las otras personas que le toman la delantera, quienes tienen las mismas, o inferiores, habilidades que ella. Esos otros han sido capaces de avanzar en una sola dirección, de permanecer en el camino correcto, de movilizar sus energías para construirse una carrera. La mujer con TDAH no puede imaginarse, particularmente si no ha sido diagnosticada, por qué suceden estas cosas y no sabe cómo ponerse a sí misma en ese camino correcto. Podemos ver cómo la telaraña en que se siente atrapada la mantiene en el mismo lugar, sin permitirle avanzar y situarse en ese camino. Cada persona que se encuentra o de quien escucha hablar, que muestre una historia de logros, le causa una puñalada de dolor, un sentimiento de autoestima disminuida o de sufrimiento sobre las oportunidades perdidas y al final, un sentimiento de desesperanza. Sin diagnóstico y sin tratamiento, continuará sintiéndose atrapada. Su incapacidad para desatarse de sus propios amarres y expectativas la hace desesperarse para encontrar algún camino que la conduzca a alcanzar logros significativos y a mantenerlos. Hallowell y Ratey, en Driven to Distraction, ubican el dolor del bajo rendimiento como el número uno en su lista de los temas comunes que escuchan de las personas que padecen de TDAH.

La mujer con TDAH evita hacer una llamada telefónica para obtener la información que necesita para seguir adelante en su carrera. Teme que la tomen por idiota o que la critiquen si ella ya recibió esa información y la perdió. Teme que se rían de ella o que piensen que es rara si muestra un nuevo enfoque interesante de un problema y requiere de alguna ayuda para llevarlo a cabo.

He identificado tres áreas de rendimiento en las cuales los efectos secundarios de TDAH afectan particularmente a las mujeres. La primera la he llamado Estancarse, la segunda, La pena de la autoafirmación y la tercera, La máscara de la competencia.

Estancarse

Aunque las mujeres obviamente ocupan ahora más posiciones de poder que años atrás, todavía se enfrentan a tener que procesar más papeleo y a hacer más trabajos de detalles que los hombres con el mismo nivel de habilidades, a medida que avanzan en su carrera. Cuando una mujer con TDAH se eleva por encima de los empleos de nivel básico y medio, a menudo les va bastante bien, pueden ver “el panorama completo”, conceptualizar maravillosamente bien y (finalmente) tener una secretaria. Con frecuencia, existe una doble barrera organizativa que confrontan las mujeres; ellas pueden enfrentar tanto el tradicional “techo de cristal” en las organizaciones, así como las dificultades en organizarse que las mantienen atrapadas en posiciones donde tienen que organizar para servir a otros que ocupan puestos superiores.

A veces a las mujeres les parece una deficiencia que sus habilidades organizativas no alcancen a cumplimentar los requerimientos de su trabajo y por ende, consideran esto un fracaso personal en vez de pensar que hay una discrepancia entre la persona y el trabajo. En esos casos, las mujeres usualmente asumen que ellas “no son lo suficientemente buenas” y deben entonces descender a un trabajo “más simple”. En realidad, puede ser que necesiten ascender a un trabajo que no les exija reducir su manera de pensar para ajustarse a los límites de ese empleo. Puede que necesiten de una red de sólida para poder manejar los detalles del trabajo que les permitirían expresarse o presentar sus ideas de una forma organizada.

Magda tiene un empleo básico en una empresa de servicios. Se autocritica constantemente por no ser capaz de manejar las pequeñas tareas. Sin embargo, todas sus ideas, proyectos y conceptos son magníficos. Ella acostumbra a decirse a sí misma: “Soy un fracaso, no soy capaz ni siquiera de cumplir con estas tareas básicas. ¿Cómo voy a ser capaz de seguir ascendiendo?”, en vez de pensar: “Necesito un tipo de trabajo diferente, donde pueda brillar y crecer y recibir ayuda para hacer este otro tipo de tareas”. Magda al final pasó los exámenes necesarios para entrar en un área profesional muy exigente y obtuvo calificaciones casi perfectas.

Las mujeres a menudo confunden sus puntos fuertes con sus deficiencias. Lo ven todo como un gran globo de habilidades que las define. Es de crítica importancia que las mujeres continuamente logren analizar, separar y aislar sus fortalezas de sus debilidades. Muchas parecen operar sobre la premisa de “yo soy el problema”. Se plantean: “No puedo pensar en pequeña escala. No puedo hacer ese tipo de trabajo lento y aburrido. Yo sólo puedo escribir grandes informes. Sólo puedo pensar en grandes ideas. Yo soy el problema. Necesito disminuirme. Necesito descartar las partes grandes y emocionantes de este asunto para poder hacer las tareas pequeñas requeridas, para encargarme de los detalles”.

Sin ningún tipo de ayuda organizativa, ellas abandonarán el trabajo que requiere de un mayor pensamiento conceptual (el cual es su punto fuerte) y buscarán un trabajo donde puedan manejar las exigencias organizativas (sin usar sus habilidades

conceptuales) o seguirán pensando que son malas porque no son capaces de cumplir con las tareas que requieren una detallada y menor atención. Esas mujeres no necesitan disminuirse, sino que necesitan encontrar la forma de seguir creciendo continuamente y de descubrir cómo hacerse de una red de apoyo con una base sólida, al tiempo que utilizan sus habilidades reales y sus fuerzas conceptuales. Deberán constantemente buscar medios para mantener el paso con sus logros y así continuar creciendo. Por supuesto, esto se aplica también a los hombres, pero usualmente los hombres están en una posición de contar con más apoyo, tanto en el hogar como en el trabajo.

Pensemos en esto como “el paquete organizativo”. Esto es un conjunto separado de deberes que requieren ser cumplidos, pero quizás son solamente el diez porciento de las funciones esenciales de un empleo. Estos deberes no dominarán sus opciones de carrera, si el noventa porciento de sus habilidades son tan adecuadas para el empleo que haría sus sueños realidad. Cuando entendemos esto, podremos presentarnos a nosotros mismos con confianza. Cada día que trabajo con mujeres que padecen de TDAH, conozco a mujeres creadoras, competentes y talentosas que han tenido que desechar sus sueños, pensando que ellas no son suficientemente listas para hacerlos realidad. En verdad, ellas simplemente carecen del “paquete organizativo”, de esas habilidades que una buena secretaria podría garantizarles.

La pena de la autoafirmación

Cuando examinamos los mensajes culturales observamos las razones por las que las mujeres tienen problemas de autoafirmación. Ahora veremos cómo esto afecta los logros de las mujeres con TDAH. Por ejemplo, cuando ellas reciben un “no” como respuesta a su solicitud de concesiones, tienden a aceptarlo sin insistir más en el asunto. Algunas veces las mujeres no tienen las habilidades de lenguaje para convertir una petición en una declaración auto-afirmativa, sin volverse agresivas o retirarse en la pasividad. Ellas no siempre se sienten cómodas o están acostumbradas a declarar sus necesidades de una forma calmada, no defensiva, no avergonzada. Además de estos problemas con la propia reafirmación, a menudo estas mujeres no han progresado lo suficiente a través del período de sufrimiento, o no han interiorizado la idea del TDAH de una manera profunda y personal. Ellas todavía no han alcanzado el punto donde no tienen que disculparse u ofrecer excesivas explicaciones.

Cuando esa identidad es todavía muy nueva y la creencia en el TDAH es aún tambaleante, es muy difícil proyectarse como una personalidad afirmativa, especialmente si se cuestiona a las autoridades en la escuela o en el trabajo. He observado repetidamente cuánto tiempo les toma a las mujeres con TDAH ser capaces de pedir simples y razonables concesiones como tiempo adicional, que les presten las notas de clases o tener un ambiente sin distracciones. Gracias a mi trabajo con estas mujeres, he podido entender la fuerza de esas dificultades, la vergüenza que ellas tienen que superar y su percepción de que serán consideradas como alguien que trata de salirse con la suya.

La máscara de la competencia

La necesidad de mantener una máscara de competencia les dificulta más a las mujeres exponer su vulnerabilidad y pedir la ayuda que necesitan para hacer un mejor trabajo. Si les va bien, a menudo piensan que se las arreglan para engañar a los demás. Cuando sus dificultades no son obvias para los demás, la última cosa en el mundo que desean es anunciar que tienen problemas y que necesitan ayuda especial. Tratan de esconder sus dificultades, a menudo alimentando la tendencia a trabajar

más de lo establecido y crearse un abismo entre ellas y los demás. Se sienten tan bien por ser apreciadas finalmente como competentes, que no pueden arriesgarse a poner límites cuando los demás les exigen más. El problema aquí es que los demás no van a decirles: “¡Oh, estás haciendo un gran trabajo! No voy a pedirte que hagas más”. Lo que sucede es que, mientras mejor lo hacen, más les van a pedir. Es una doble trampa, o un círculo vicioso. Mientras mejor lo hacen, más difíciles se vuelven las exigencias organizativas y también les resulta más difícil mantener el paso en este sentido. Si ellas marcan un límite en la cantidad de trabajo que pueden aceptar o hablan sobre sus dificultades, eso puede borrar todo el buen trabajo que ellas han hecho. A menudo ellas sienten que pueden decepcionar a las personas que tienen una buena opinión sobre ellas y crear una situación en la cual, a partir de entonces, los demás solamente verán sus limitaciones.

Eso les recuerda en cierta medida lo que experimentaron cuando eran niñas, pues a menudo parecía que cuando causaban un problema, esto borraba las buenas impresiones que otras personas tenían sobre ellas. Ellas fueron niñas tan confundidas y eran tan inseguras y susceptibles que a menudo frustraban a la gente a su alrededor, especialmente a las figuras de autoridad. Esto explica por qué las mujeres a menudo están dispuestas a recurrir a extremos para mantener a la gente a su alrededor ignorante de esas partes de su ser. De nuevo, eso a menudo crea la misma cosa que ellas temen: no ser capaces de cumplir con las exigencias. Dado que no obtienen ayuda o concesiones que las ayuden a mantener sus éxitos, ellas al final se extenúan tanto que dejan las tareas sin cumplir o las cumplen pobremente o simplemente renuncian a ellas.

Ánimo deprimidoEn el momento en que muchas mujeres con TDAH llegan a adultas, muy a

menudo ya están deprimidas. Algunas veces esta depresión es un padecimiento co-existente, plenamente desarrollado en sí mismo, que no está relacionado con el TDAH. Las mujeres también tienen, encima de esto, una variedad de cambios hormonales relacionados con el SPM (síndrome premenstrual), la pre-menopausia o la menopausia que intensifican los sentimientos de depresión y de ansiedad, aún cuando ellas tomen medicamentos.

La mujer siente un nivel bajo y crónico de depresión como resultado del TDAH: con frecuencia lucha contra algo sin saber qué es, tiene baja autoestima y se siente atrapada, indefensa o bombardeada. Nos referiremos a los cuatro aspectos que afectan el ánimo de la mujer con TDAH, comenzando con el concepto de sentirse atormentada, sobrecargada y agobiada. Luego exploraremos cómo las mujeres añaden más peso a este problema al ser no-asertivas y sostener monólogos negativos. Finalmente, también veremos cómo algunas mujeres con TDAH pueden reaccionar exageradamente en presencia de estados de ánimo rápidamente cambiantes.

Atormentada

La palabra que escucho con más frecuencia que ninguna otra en las mujeres con TDAH que presentan desorganización es “atormentada”. Hemos visto cómo las tareas que por su esencia recaen a menudo sobre las mujeres son tan difíciles para una persona con TDAH. Esas tareas en sí mismas causan sentimientos de fracaso y de agobio y así nunca se sienten capaces de terminar un trabajo. Las tareas por sí mismas traen cierto nivel de caos y de confusión. Esta sensación de no tener control a menudo contribuye a la depresión. Una mujer con TDAH simplemente no tiene el tipo de habilidades y de estructura ni el equipamiento que le permitiría tener control sobre las cosas. Esto no se compara a una situación en que todo se nos desordena y se

nos va de las manos, como nos sucede después de un fin de semana intenso. A otras mujeres les parece, en cierta forma, que ellas simplemente pueden subirse las mangas y entrarle a la situación y dejar todo limpio y en orden nuevamente.

Para la mujer con TDAH, sin embargo, el problema es mucho más que esto. Primero está su percepción, cuando mira alrededor de la habitación, y ve millones de objetos por separado que la desafían. También existe a menudo una gran acumulación de desorden, que contribuye a una sensación de tormento. Mucho más importante, ella siente que no tiene la capacidad para moverse fácil y automáticamente y poner las cosas de nuevo en su lugar. Esa sensación de no tener control, aunque halla una fuerte motivación o deseo, contribuye muy poderosamente a los síntomas depresivos.

Sobrecargada por no poder decir “no”

Bárbara, que ha tenido éxito en muchas áreas a través de su vida, “confesa” (como si fuera un crimen) que es incapaz de cumplir las exigencias de las organizaciones caritativas y cívicas que han solicitado sus servicios voluntarios. Ella en realidad les ha dicho que “no”. Otras mujeres en el grupo admitieron en conversaciones con ella que también, “vergonzosamente”, han considerado mentir sobre su capacidad de tiempo o por el contrario, han asumido sus obligaciones con esas “causas nobles” lo cual ha resultado en fracasos. Esos tipos de obligaciones parecen tomar un aspecto de devoción religiosa; el fracaso en darse desinteresadamente a los demás acarrea una sensación casi pecaminosa.

Otro escenario de agotamiento y sobrecarga en las mujeres es el momento difícil que atraviesan para decir que no ante los requerimientos de los demás. A menudo sienten que tienen que hacerse cargo de los requerimientos de otras personas. Si las necesidades de los demás compiten con las suyas propias, estas mujeres dejan las suyas a un lado. Una mujer con TDAH presionada por el tiempo, a menudo descuidará su propia alimentación, su entretenimiento, su carrera o sus amigos porque éstas son las únicas áreas sobre las que ella siente suficiente control para eliminarlas. Dado que su vida es tan abrumadora, con tantas exigencias competitivas para su trabajo, sus hijos, su pareja y su entorno, ella considera que tiene que eliminar algo. Lo que sucede es que ella usualmente corta cualquier camino que conduzca a su propia satisfacción y sentido de realización o que le reporte un sentido de sus propias fortalezas. Mientras se anule a sí misma para eliminar el creciente número de exigencias y tareas, cae en una espiral descendente que la deja cada vez más extenuada, menos enriquecida y más sobrecargada.

Estas mujeres suelen esperar simplemente a que se acaben las exigencias para poder concentrarse en ellas mismas.

• Esperaré a que no me den tanto que hacer en mi trabajo.• Esperaré a que dejen de pedirme cosas en mi casa.Esto, por supuesto, nunca ocurre. Irónicamente, mientras más eficientemente

ellas cumplan con las necesidades de otras personas, las demandas crecerán aún más. A causa de esa necesidad de aprobación y la necesidad de esconder sus áreas de dificultad, las mujeres a menudo incrementan su necesidad de rendir al máximo, de mantener el paso, para no decepcionar a nadie. En vez de decir: “No, no puedo con esto, éste es mi límite”, ellas simplemente esperan que algún día dejen de exigirle cosas. Sin embargo, en la medida que los demás en su trabajo, por ejemplo, las vean como exitosas y competentes, y les exijan más, mejor se van a sentir hasta cierto punto. A causa de ese mecanismo de reforzamiento, esas mujeres se esforzarán aún más para cumplimentar esas exigencias, sentirán una presión creciente en su

desempeño y al mismo tiempo, se sentirán cada vez más extenuadas. Esta lucha les hará sentir que decepcionan a los demás cuando no aceptan sus exigencias. “Ellos sabrán que he estado engañándolos y perderán la confianza en mí”. Por lo tanto, estas mujeres continuarán diciendo que sí.

Sobrecargadas

El constante exceso de trabajo y la sobrecarga para prevenir los recordatorios de aquellos penosos mensajes de los fracasos de la niñez es otro escenario para la depresión. Esas mujeres caminarán un largo trecho para evitar los mensajes malignos a los que nos hemos referido anteriormente, o incluso para evitar el menor indicio de que ellas no son competentes.

• Tú sabes que no das la talla.• ¿A quién tratas de engañar?Ellas temen que alguien las descubra, que la impostora sea descubierta bajo su

frágil sentido de competencia. Para evitar oír: “Tú no eres lo suficientemente buena”, ellas se mantienen diciendo que “sí” aunque sea por una pizca de retroalimentación positiva. Les es muy difícil pensar que pueden aún ser percibidas como competentes, exitosas y bien respetadas y al mismo tiempo, establecer límites a la cantidad de trabajo que pueden asumir. Irónicamente, al no percatarse de ello, en un final no serán capaces de mantener el paso porque estarán extenuadas y sobrecargadas. Esto crea un círculo vicioso y una auto-alimentada profecía de fracaso.

Es fácil ver que vivir con TDAH como mujer, especialmente antes de ser diagnosticada, es un escenario para estar abrumada, agotada, sobrecargada y sentirse indefensa, con baja autoestima y con desesperanza. Todo esto contribuye a la depresión.

Dificultades en la autoafirmación. “Ayuda tóxica”

Otro escenario de la depresión surge de la dificultad en la reafirmación que se desarrolla en la medida que la mujer madura. Con frecuencia a estas mujeres les resulta muy difícil establecer límites, sobre todo si las personas son amables con ellas o las ayudan a organizarse o si sienten que los demás hacen demasiado por ellas. Se sienten culpables por recibir ayuda y pronto comienzan a sentir que son una carga y que los demás se hartarán y las dejarán. Algo que también contribuye a alimentar este temor es la experiencia temprana de recibir el mensaje de otras personas de que ellas molestan demasiado o simplemente que causan problemas. A la mujer se le hace particularmente difícil decir que no o establecer límites en cuanto a cómo quiere que la traten o se dirijan a ella cuando reciba ayuda. Es difícil para una mujer decirle a alguien que está tratando de ayudarla: “Realmente aprecio su ayuda hoy, pero aún me siento irritada por lo que usted me dijo ayer”. Le es difícil entender que puede ser agradecida y aceptar ayuda, pero que también tiene derecho a expresar sus propios sentimientos. Durante la ayuda, usted no deberá permitir lo que yo llamo “ayuda tóxica”. La ayuda tóxica se produce cuando el ayudante dice cosas como ésta: “¿Cómo puedes vivir así?” Al final de una sesión de “ayuda” como ésta quizás los montones de cosas ya no estén desordenados por el suelo, pero su autoestima sí estará por el piso. La mujer tiene que aprender a ser capaz de separar lo que es útil de lo que no lo es.

Por ejemplo: “Le agradezco su ayuda de hoy, pero me parece que cuando me da lecciones o me dice cosas como “¿cómo puedes vivir de esta manera?”, es muy

contraproducente y no me ayuda. Así que es mejor que tratemos de encontrar una manera más efectiva”.

Los monólogos negativos

Los monólogos negativos también contribuyen en gran medida al desarrollo de la depresión. Los mensajes negativos “Yo” son el resultado de años de dificultad en varias áreas de la vida, los cuales son confirmados por los mensajes malignos de otras personas.

• No soy buena en nada.• ¿Qué me sucede?• Me comporto como si tuviera dos años.• ¿Por qué no puedo actuar como una adulta?• ¿Por qué no puedo hacer las cosas que los demás hacen?Los mensajes negativos “yo”, como estos, son el resultado de años de

dificultades en varias áreas de la vida, confirmados por los mensajes malignos de los demás.

Como podemos ver en la ilustración del Monólogo, tras una dieta continua de este tipo de experiencias, usted al final se sentirá deprimida además de tener que lidiar con el TDAH. Entonces resulta aún más difícil moverse y hacer las cosas, lo que acelera la caracterización negativa de esas mujeres. Todos los viejos mensajes negativos de la familia, aunque no los continúen recibiendo actualmente, permanecen encerrados en su interior. Los adultos con TDAH tienden a caracterizarse a sí mismos como la fuente del problema y cuando los síntomas del TDAH causan problemas, la mujer tiende a decir cosas como éstas:

• Soy una imbécil.• Soy tan estúpida.• Soy una vaga.• Soy tan irresponsable.• No tengo remedio.• No merezco ser madre.• Mis hijos estarían mejor con cualquier otra persona.• ¿Cómo puedo ser tan estúpida?Añada a estos monólogos negativos las tareas abrumadoras, la química cerebral,

el trabajo adicional, el agotamiento y esta auto-carga y tendrá la receta perfecta para la depresión. Más tarde, cuando hablemos de la terapia, veremos qué sucede cuando ese monólogo se vuelve más positivo.

Las reacciones: Puntos de presión

Don le preguntó a su esposa Susana si ella podía ir a la tienda después de su trabajo para comprarle una crema de afeitar. Susana lo miró desconcertada y le dijo: “No puedo, mi amor. Apenas me alcanza el tiempo. ¡Tengo tanto que hacer!”. A lo que el esposo replicó: “Pero eso solamente te toma cinco minutos”. “¿Cuál es el problema?”. “Quizás no sea un problema para ti, pero para mí…”, le respondió ella e inmediatamente rompió a llorar.

Es muy fácil de entender, considerando el tipo de experiencias que hemos examinado, por qué una mujer puede reaccionar exageradamente. Yo lo concibo como si estas mujeres comenzaran cada día con el noventa porciento de sus copas ya llenas. Si combinamos esto con el caos, la desorganización y la energía que les toma para enfrentar cada día, entonces resulta fácil ver que no se hace falta demasiado para sacarlas de sus casillas. Esto puede resultarle confuso a una persona que evidentemente sólo está pidiendo un favor menor. Pero, para un individuo con TDAH, tal pedido puede parecerle lo mismo que subir al monte Everest.

En la historia mencionada más arriba, es posible que Susana haya estado en el punto en el que ya no tiene espacio para incorporar una tarea más. Y encima de eso, realmente no son cinco minutos. De qué manera ella podía decirle a su pareja: lo siguiente: “Puede que te parezca que son cinco minutos, pero para mí, posiblemente se convierta en más de dos horas”. Este tipo de tarea puede demorar cuarenta y cinco minutos desde el momento en que ella trata de salir de la casa porque no sabe dónde están las llaves o el dinero. Al salir puede caérsele algo y así se irá enredando más y más en la telaraña del TDAH. Las personas a menudo describen esto como “caminar en la melaza” o tener las manos atadas. Es por ello que Susana, con todas sus buenas intenciones, reacciona con irritación, frustración o lágrimas al pedido de su esposo. Este tipo de conducta la hace sentirse peor consigo misma. Cuando le grita con ira a alguien, ella también se preocupa por esa persona que no se lo merece, se siente más inmadura, fracasada o como una mala compañera. Esto se añade a su ya baja autoestima y aumenta su vulnerabilidad a la depresión.

Estados de ánimo volubles

Las personas con TDAH tienen rápidas recaídas en el estado de ánimo que parecen detonar con facilidad. Considero que parte de esto tiene que ver con las discrepancias que hemos mencionado previamente. Hasta que sus sentimientos internos sobre sí misma no sean más estables y ella sea capaz de aceptar por igual sus puntos fuertes y sus dificultades, su estado de ánimo variará en dependencia de hacia cuál de los extremos ella se siente empujada ese día. Si tiene grandes éxitos, tendrá un estado de ánimo muy elevado. Pero un visible fracaso pocas horas después ese mismo día y su estado de ánimo disminuirá considerablemente. Por otra parte, una mujer como ésta puede ser exquisitamente sensible, cualquier cosa irritante en su entorno la saca de sus casillas y todo su cuerpo entra en un estado de mini-pánico. Si ella trata de concentrarse intensamente y el teléfono suena, siente como si todo se borrara de su cerebro, como si la computadora se hubiera descompuesto. Obviamente, su ánimo estará por el piso.

Cuando una mujer empieza a aceptarse totalmente a sí misma y su autoimagen se vuelve más estable, deja de sentirse insegura y de oscilar demasiado entre “ahora soy brillante, ahora soy tonta; ahora soy buena, ahora soy mala”. Finalmente, este tipo de retrocesos emocionales disminuye y el sentido de sí misma permanece más constante. Es entonces que podrá observar las dificultades por un lado y los puntos fuertes por el otro, y entender que ambos son parte de sí misma.

“Tan cansada de esperar…”

Las mujeres a veces sienten que ellas tienen que esperar hasta que sus vidas estén bajo control, antes de empezar a enfocarse en sí mismas. Ellas quieren esperar a que sus vidas estén equilibradas antes de permitirse a sí mismas moverse en una dirección más contribuyente y satisfactoria. Como hemos visto anteriormente, ellas están tan acostumbradas a capear el temporal que se consideran como exitosas cuando han sido capaces simplemente de sobrevivir. Ellas consideran que les va bien cuando no están severamente deprimidas. Ellas son como esas ranas de las que hemos hablado. No tienen idea de cuánto apoyo emocional merecen, o cuánto apoyo físico ellas pueden permitirse solicitar. Ellas se cuestionan: “¿Cuánto es demasiado pedir? ¿Cuándo alguien va a decidir que no merezco la pena y me abandonará?”. Ellas se mantienen “marcando el paso”, gastando más tiempo y energía, agotando sus recursos, y trabajando más de lo normal para hacer cosas que las dejan extenuadas. De esta manera, ellas algunas veces crean las mismas situaciones que tratan de evitar.

Como resultado de sentirse extenuadas y deprimidas, las mujeres pueden ahuyentar a las personas mucho más que si admitieran la verdad y trabajaran con sus compañeros para obtener ayuda para sus deficiencias originales. En vez de esto, al no comer o no dormir, al trabajar más de la cuenta, se vuelven deprimidas, reactivas y sobrecargadas, y terminan por tener los conflictos en sus relaciones, lo que precisamente estaban tratando de evitar. Es similar en el campo monetario, cuando sale dinero sin que entre ninguno, sin balancear las cuentas, se acumula un gran déficit. Al final el precio se paga, usted termina sobregirada y emocionalmente endeudada.

ResumenEl bajo rendimiento y la depresión son dos penosos resultados del TDAH.

Especialmente si no ha sido diagnosticada, una mujer con TDAH tendrá una gran probabilidad de no alcanzar su potencial. Probablemente se estancará en empleos de

bajo y medio nivel que requieran del uso de sus habilidades menos desarrolladas en vez de sus puntos fuertes. Esto, unido a la incapacidad para decir que no, debido a los mensajes culturales que ha recibido, la detiene en el camino de obtener la ayuda necesaria para concentrarse en sus puntos fuertes.

Todos estos comportamientos nos encierran en un estado depresivo: agobiarnos, sobrecargarnos de trabajo, mantener nuestra inseguridad, sostener monólogos negativos, y reaccionar en exceso mediante bruscos cambios de ánimo. La culpa nos impide disfrutar de nuestra vida hasta que no hayamos concluido el trabajo que nos quedó pendiente. Y como nunca lo terminamos a tiempo, esto también nos impide disfrutar de la vida. Cuando uno tiene que luchar para mantener todos los cabos atados y esconder nuestras dificultades ante los demás, entonces sentimos un caos interno que nos hace sentir muy vulnerables. Aún cuando nos sentimos bien por el momento, nunca logramos experimentar un sentimiento de paz y relajación porque nuestro control sobre la organización es muy débil. Esto me recuerda a las personas que dicen estar “a punto de quedarse en la calle”. Saben que si algo sale mal con su carro o si un hijo se les enferma, ellos perderían el frágil control que tienen sobre sus vidas. Es con este mismo sentido de inseguridad y con la misma anticipación de desastre que las personas con TDAH enfrentan su vida día por día. Aún cuando las cosas anden bien por el momento, saben que faltaría muy poco para que su delicado equilibrio se rompa.

CAPÍTULO NUEVE

Un tercer efecto secundarioLas relaciones y la autoprotección

Vanesa, una joven y bella mujer en sus veinte años, sabía desde su niñez que padecía de TDAH, pero nunca lo tomó muy seriamente ni se sometió a tratamiento, hasta el momento en que comenzó a ser mi clienta. A través de los años ella observó como sus amigos se graduaban de la universidad y comenzaban a construir sus vidas y sus carreras. Ella se consideraba tan lista como ellos, pero había sido incapaz de progresar en la escuela o de controlar su hiperreacción emocional para poder considerar la opción de asistir a la universidad. Hasta el momento en que se convirtió en mi clienta, siempre que ella se encontraba con algún ex-compañero del pre-universitario que hubiera terminado una carrera en la universidad, esta joven respondía a las preguntas sobre su propia experiencia universitaria con una mentira. Ella mencionaba alguna prestigiosa universidad de la que pretendía haberse graduado. Las dificultades originales del TDAH que la habían alejado de la senda universitaria se acumulaban rápidamente. Cada vez que mentía, se acrecentaban sus sentimientos de vergüenza y descendía su autoestima. Sus dificultades ahora no estaban solamente relacionadas con el TDAH, sino también con la mentira y la ansiedad de esconderse y evitar a la gente por temor a ser descubierta. Esto incrementaba su sentimiento de aislamiento. Además de sus problemas originales de atención y para regular su nivel de actividad, ella ahora se consideraba a sí misma una mentirosa. Las simples dificultades de atención la llevaron a un doloroso sentido de bajo rendimiento, en el que todos los efectos secundarios se combinaron con las dificultades tejiendo la red y convirtiéndola en una madeja aún más enredada.

La enredada red que tejemos

La mujer que crece con TDAH a menudo toma una serie de decisiones pequeñas y sutiles que de cierta manera la separan de los demás, la ponen fuera del juego. Este alejamiento, consciente o no, tiene el efecto acumulativo de integrarse a las dificultades originales del TDAH. Éstas adquieren vida propia y se basan en significados emocionales que detonan una carga de nuevas dificultades.

El hecho es que muchas personas con TDAH (especialmente los que no han sido diagnosticados y tratados) se alejan de sus relaciones por una razón u otra. Muchos se sienten como extraños durante la infancia, la adolescencia y la juventud y cuando llegan a la madurez no tienen a nadie cerca y se sienten aislados. Veamos algunas razones por las que una persona puede mantener esta reacción interpersonal insatisfactoria, a menudo conscientemente, debido a la auto-protección.

Los efectos secundarios que hemos discutido hasta ahora, como el ánimo deprimido y el bajo rendimiento continúan alimentándose uno al otro también de una manera negativa. Esos efectos a menudo se combinan con las dificultades que traen las relaciones para incrementar los sentimientos de aislamiento y depresión. Lo principal a tratar en este capítulo será la necesidad de auto-protegerse, y en el siguiente, la tendencia a desconectarse.

La mujer con TDAH a menudo se encierra en patrones interpersonales que son insatisfactorios y frustrantes. La depresión, a su vez, estimula el sentimiento de alejarse de las relaciones, lo cual afecta el rendimiento y la autoestima. Ninguno de estos efectos existe por separado, todos se interrelacionan. Estos sentimientos pueden

estar tan entrelazados que resulta una tarea muy difícil (aunque esencial) analizarlos y separarlos.

Para analizar esto, dividiremos las relaciones en dos categorías. Primero, observaremos las relaciones con conocidos, amigos, con la familia lejana y con los colegas. Debido a la vergüenza y la necesidad de autoprotección, la mujer puede comenzar a malinterpretar las reacciones de otras personas en cuanto a sus síntomas de TDAH y por tanto es posible que se desconecte de ellos. En segundo lugar, nos referiremos a la elección de parejas íntimas y al legado emocional resultante.

La autoprotecciónUna de las principales razones por la que las mujeres con TDAH tienen

dificultades en sus relaciones es que el legado emocional de vergüenza y de culpabilidad las impulsa a alejarse de los demás. La mujer con TDAH siente la necesidad de protegerse a sí misma, tanto del bombardeo de la estimulación como de la vulnerable autoimagen que ella ha desarrollado. Ella cumple con esta autoprotección escondiéndose y separándose de sus relaciones.

Todos nosotros necesitamos auto-protegernos, pero tenemos que encontrar medios saludables para hacerlo sin crear más círculos viciosos de aislamiento, decepción y alienación. Sin haber trabajado sobre algunos de estos problemas, la única vía que nos queda son los recursos auto-protectores automáticos que nos distancian de los demás. A menudo las mujeres dan un paso inseguro para salir de su postura defensiva, extienden la mano, se acercan demasiado al fuego y entonces se retiran instintivamente. Les toma cierto tiempo desensibilizarse y seguir progresando en vez de meterse de nuevo dentro del clóset.

El temor a ser descubierta

Cuando algún síntoma de TDAH amenaza con aparecer la mujer puede caer en un estado de mini-pánico. ¡Será descubierta, su máscara será destrozada! Es como ser un espía en un país extranjero. Se cuestionará constantemente el síntoma en particular la pondrá en evidencia, si tendrá una hiperreacción o si se le olvidarán las cosas, qué síntoma será el que elimine la reputación que ha ganado por su competencia, su buena voluntad y la aprobación por la que ha trabajado tan duro. ¿Será éste el momento en que ella finalmente decepcione a alguien y la desenmascaren?

Sentirse incomprendida

Cuando estas mujeres se sienten incomprendidas, o son percibidas como extrañas, las viejas heridas de vergüenza y necesidad de autoprotección se activan. Esto las impulsa aún más a alejarse de la gente. Como la desorganización es un tema tan esencial para ella, la mujer con TDAH puede pasarse horas organizando y limpiando antes de pensar en la opción de invitar a unos amigos de visita. Por otro lado, es muy posible que no invite a nadie y así se evita la vergüenza.

Una clienta mía, Joan, empezó a hacer amistad con otra mujer en el trabajo. Ella se sentía muy bien por esto porque uno de sus objetivos con el TDAH era tratar de no aislarse a sí misma, sino hacer amigos y pasar buenos ratos. Después de un fin de semana dedicado completamente a atar los cabos sueltos en su vida, se sentía totalmente extenuada. Aunque no había hecho nada fuera de lo ordinario, se sentía tan agobiada como

cualquier otra mujer después de un fin de semana lleno de actividades y eventos especiales. El lunes le dijo a su amiga en el trabajo: “Estoy tan cansada”. Cuando la amiga le preguntó: “Oh, ¿qué hiciste el fin de semana? ¡Seguro fueron días muy intensos!” todo lo que ella pudo responder es que había ido al cine y a cenar fuera con su esposo la noche del sábado. La amiga se rió y le dijo: “¡¿Cómo puedes estar tan cansada si no has hecho tanto?!”.

Cualquier otra persona que sea ridiculizada por no haber podido mantener el paso que de ella se espera, no le prestaría mucha atención, pero para esta mujer tales palabras le abrieron viejas heridas. Gradualmente, comenzó a alejarse de esta relación. Ella no sabía cómo explicar que era muy diferente en sus niveles de energía y capacidades, especialmente porque las dos tenían cargos de alto nivel en los que ambas funcionaban igual. Con frecuencia, la mujer con TDAH piensa que si “se destapa” y se abre sobre sus dificultades, esto quebraría su frágil capacidad competitiva y por tanto se sigue escondiendo, gastando excesivo tiempo y energía en compensar, encubrir y sentirse como una impostora.

Otras dificultades en la comunicación que la hacen sentir incomprendida

A veces usted se sentirá incomprendida porque las dificultades principales del TDAH aún son áreas problemáticas para facilitar una comunicación clara o para hacerse entender. Cando esto sucede y no la toman en serio ni la escuchan, sus heridas se activan otra vez. A continuación, nos referimos a dos de estas dificultades en la comunicación: la conversación social y la regulación del discurso.

Conversación socialA menudo, las mujeres con TDAH se alejan de las relaciones en los períodos

iniciales de formar amistades por sus dificultades para mantener conversaciones sociales. Mucha gente con TDAH tiene dificultad para encontrar las palabras que necesitan para expresar algo. Algunas veces resulta tan difícil hallar las palabras en sus mentes confundidas como encontrar un papel en su desordenado buró. Kate Kelly y Peggy Ramundo llaman esto una “irregularidad en el tiempo de reacción”. Ellas apuntan que una persona con estas dificultades puede parecer torpe o desinteresada, cuando realmente lo que sucede es que tiene “problemas para retirar cosas de la memoria en una situación exigente”.

Además, las personas con TDAH tienen dificultades para regular su nivel de discurso. Son proclives a interrumpir, a reaccionar exageradamente o a callarse inesperadamente. Hablan demasiado rápido o cambian con frecuencia de tema haciendo difícil que los demás entiendan sigan el hilo de su s ideas.

Existe una expectación cultural de que la mujer sabe sostener conversaciones sociales; es la manera en que una mujer empieza a hacer amistades y tantea el terreno, un vehículo para revelarse a sí misma. La mujer con TDAH no quiere que la consideren desprovista, así que su instinto natural la lleva a protegerse de manera defensiva. Algunas veces evita esas situaciones, en las que se siente incapaz de participar en conversaciones de tema actual o cultural. Esto limita su oportunidad de conocer a otras personas. El sentimiento de no ser capaz de revelarse a sí misma le dificulta aún más meterse en una relación más profunda.

Ser incomprendida porque no puede explicarse bien

Las mujeres con TDAH (de tipo inatentivo) a veces tienen una necesidad real de recargar sus baterías para recuperarse, de aislarse para reducir la cantidad de estímulos. Las personas sin hiperactividad a menudo no andan buscando un alto nivel de estimulación. Por el contrario, se sienten bombardeados por los estímulos y a menudo necesitan apartarse de la gente sin dar explicación, en lugar de hablar sobre sus necesidades especiales, lo que posiblemente la haría sentirse más cerca de la otra persona. Como dijera Hope Langner, psicoterapeuta, asesor y especialista en mujeres con TDAH (2000): “Es duro tener siempre que decir en voz alta lo más difícil”.

Reitero que ésta es un área en que las mujeres tienen que aprender a entender las diferencias entre las formas saludables de autoprotección y la conducta defensiva que las aleja de la gente. Las mujeres tienen una legítima necesidad de protegerse a sí mismas de los bombardeos y deben planificar lo que van a hacer cuando tienen un “ataque de TDAH”, cuando se sienten sobrecargadas. Desafortunadamente, ellas hacen esto con mucha frecuencia sin previa explicación. Les resulta muy embarazoso explicar o hacer ajustes para sus necesidades tan especiales, pero es saludable tener una reducción de los estímulos y planear cómo alcanzarla de manera que a los demás no les parezca una alienación inexplicable.

Patty se “sobrecargaba” cada domingo cuando ella y su esposo tradicionalmente iban a desayunar fuera y a pasar la tarde entera con los familiares del esposo. Se reunían varios hermanos y hermanas y muchos niños de distintas edades, así como varios animales domésticos. Los adolescentes ponían música, los niños jugaban juegos de video, los hombres y las mujeres discutían de política y las mujeres preparaban y servían la comida y limpiaban después. Había un juego de fútbol perpetuamente en la televisión. Aunque a Patty le agradaba la mayoría de esos familiares, esos domingos eran para ella de tensión. Mantener las conversaciones sociales y esconder su ignorancia sobre la situación política del momento, unido a la increíblemente agobiante distracción del nivel de ruido a su alrededor, la ponían al borde de las lágrimas después de una hora.

Además, sus cuñadas siempre hablaban de las últimas tendencias de la moda y la incluían en esas conversaciones, lo cual la hacía sentirse mal por su carencia de “conocimientos femeninos”. Una hora después del desayuno, ella se deslizaba fuera del grupo, lo mismo se retiraba a uno de los cuartos de atrás donde esperaba no ser descubierta por un rato o si hacía buen tiempo daba una larga caminata para tratar de recuperar algún sentimiento de equilibrio. Ella estaba cada vez más consciente de que podría resultar arrogante y se convencía cada día más de que ellos la consideraban rara y la veían como una extraña.

Así, su necesidad original de reducir la estimulación cobró vida propia, creándole más sentimientos negativos sobre sí misma y quizás sentimientos negativos también sobre su conducta con la familia. Patty necesitaba ser capaz de describir lo que ella necesitaba en esas situaciones y encontrar una manera de cuidar de sí misma y al mismo tiempo mantenerse conectada con aquellas personas significativas en su vida.

Una autoprotección sana es vital y hay que crearla dentro de nuestra propia vida. El equilibrio que luchamos por alcanzar no es para encerrarnos o desconectarnos o salir de la habitación, sino para proyectarnos a nosotras mismas sin pedir disculpas, sin disminuirnos o sin escapar de los demás. Más adelante exploraremos la forma de lograr esto.

Las malas interpretaciones (cuando crea el problema que trataba de evitar)

Las malas interpretaciones constituyen el próximo aspecto gigantesco que causa problemas en las relaciones. Sin importarnos las reacciones de las personas, a menudo malinterpretamos la forma en que la gente reacciona ante los síntomas de TDAH. Esto causa que nos comportemos de manera que realmente alejemos a las personas de nosotros. El diagrama sobre los Efectos Secundarios muestra que esto es un ciclo que se perpetúa a sí mismo, creando así el problema que hemos tratado de evitar. En estos casos, en vez de acercarse a las personas como las mujeres en realidad lo desean, sus acciones defensivas algunas veces terminan por alejarlas. Una vez que se dan cuenta de esto, sienten más vergüenza y bochorno.

Las personas reaccionan ante esta conducta, pero estas mujeres piensan que eran los síntomas del TDAH los que causan todos los problemas. Esa mal interpretación inicia un ciclo emocional en descenso. Para la mujer, esos síntomas parecen tan fuera de lugar y de carácter que se concentra en ellos y a menudo se aleja de las otras personas por vergüenza. Su conducta se hace intrigante para los demás y su capacidad para desempeñar su trabajo se ve afectada.

Aún cuando una mujer se las arregla para ser exitosa en su medio laboral, ella a menudo tiene que confrontar el tipo de expectativas culturales para la mujer que ella pensaba haber dejado atrás, en el hogar. Sin embargo, esas expectativas la persiguen aún dentro de esta área, donde ella trata de canalizar sus fortalezas. Por sentirse insegura con estas otras exigencias de conversaciones sociales, trabajos voluntarios, etc., ella empezará a evitar a la gente en la oficina y a concentrarse solamente en aislarse para hacer su trabajo. Pero cuando ella empiece a evitar a la gente, se dará cuenta de que esto no es lo que se espera de ella y que parecerá que está “menospreciando” a los demás. Puede que trate de abandonar el lugar en cuanto otras personas entren. Puede que no se socialice con sus compañeros fuera del trabajo o que no sea capaz de transmitir cierto interés y preocupación hacia otras personas.

Puede sentirse tan bombardeada por todos los estímulos que quizás no sea capaz de funcionar en un ambiente convencional. Cuando ella empiece a concientizar su conducta, le será fácil entender por qué sus compañeros de trabajo piensan mal de ella porque no es amistosa o porque parece esnob. Ella se preguntará si esto influirá en las opiniones de sus compañeros en cuanto a su capacidad profesional. Si es así o no, le será difícil saberlo. Sus percepciones sobre los sentimientos de los demás con respecto a ella estarán dominadas por sus propios sentimientos de fracaso en su desempeño.

Julia, una brillante joven que trabajaba en una pequeña agencia de administración, sentía que tenía dificultades para comunicar claramente sus ideas en un grupo pequeño. Ella lo mismo hablaba demasiado rápido que no era capaz de contribuir adecuadamente a la conversación. Creó una fijación en la idea de que una supervisora en particular pensaba que ella no estaba a la altura de su puesto. Julia empezó a evitar a la gente que participaba en esas reuniones (y específicamente a la supervisora). Comenzó a sentirse cada vez más convencida de que ella no era bien vista en la agencia por su dificultad para expresar sus ideas en las reuniones.

En sus sesiones de terapia, Julia empezó a examinar esta situación y a entender lo que había hecho para crearla. Vio que esta otra mujer probablemente reaccionaba al ver que Julia la evitaba. Cuando ella perdió un poco su actitud defensiva, fue capaz de ver que era su conducta la que estaba alejando a la gente de ella y no sus síntomas de TDAH, los cuales en este caso no habían afectado realmente la opinión de los demás sobre sus capacidades. Ellos la consideraban brillante. A causa de sus pasadas experiencias, ella había sobredimensionado aquello como la razón de que los demás no se sintieran a gusto con ella. Era en realidad su conducta, no relacionada con el TDAH, lo que causaba los problemas en sus relaciones.

Mi historia

Yo trabajaba en una gran agencia de consultas, bajo la inmensa exigencia de llenar planillas y tramitar papeles. Yo era tan sensible con mi letra pues durante todos mis años escolares siempre recibí los ensayos revisados con grandes marcas en rojo, que vivía en constante temor de encontrar mis planillas rechazadas en mi buzón cada mañana. En el pasado, yo había sido lo que llaman “abusada por el burocratismo”. En otra agencia, un miembro del personal de apoyo me había hecho sentir disminuida y se había quejado sobre mí, emitiendo críticas sobre mi rendimiento. Ella me llamaba descuidada y holgazana. En esa agencia, mis planillas regresaban a mi mesa nuevamente con aquellas grandes letras rojas y con palabras que decían: “¡No puedo leer esto! ¡Cuántos errores de descuido!”,

Muchos años después, en otra agencia donde yo contaba con un personal de apoyo muy amable, todavía esperaba que me sucediera lo mismo. Empezaba cada día con una gran dosis de ansiedad, como si todavía estuviera en séptimo grado y mis trabajos me fueran a ser devueltos marcados con tinta roja y con estas palabras: “¡Qué desastre! ¡Parece hecho por un alumno de segundo grado! ¡Pon más cuidado!” Aunque yo no soy naturalmente predispuesta a la paranoia, no importaba cuán bueno fuera mi trabajo realmente, yo me llegué a convencer de que el personal de la oficina hablaba sobre mí y que yo no les gustaba por mi letra tan descuidada (lo cual es ridículo si se mira objetivamente). Pero todos esos años de experiencia estaban trabajándome inconscientemente. En vez de ir hacia ellos y hablar sobre el tema, (en realidad ellos eran personas encantadoras), yo empecé a evitarlos. Al final, ellos probablemente pensaron que yo no era una persona amistosa. Así que, quizás en algún momento, yo reaccionaba correctamente ante el hecho de que ellos no eran amistosos conmigo. Cualquiera que fuera la realidad de esta situación, yo había creado un escenario muy diferente debido a mi experiencia pasada.

Al final, cuando entendí mi conducta y comprendí mis dificultades, fui capaz de hablar sobre ellas. No sólo rompí ese dañino ciclo de emociones, sino que en realidad recibí más ayuda en mi trabajo porque fui capaz de hablar sobre las dificultades que tenía. El secreto y la vergüenza ligados a los problemas originales toman una vida propia. Es muy importante que las mujeres con TDAH entiendan que cuando la vergüenza, la culpabilidad y el deseo de autoprotección se desatan, distorsionan sus

percepciones. Esto les crea dificultades interpersonales al mismo tiempo que les impide obtener la ayuda que necesitan.

Desconectarse

Otra razón por la que las mujeres se alejan gradualmente de sus relaciones es que simplemente, como lo expresara una de ellas, “se desconectan”.

Empezar nuevas relaciones: ¡No!

Las relaciones simplemente traen demasiadas cosas que hacer y que considerar, añadiendo más estrés y sensaciones de agobio. Las mujeres sienten que, en algún nivel, el desarrollar más relaciones, o el profundizar unas pocas a un nivel más profundo, las coloca por encima de su tope. Aunque ellas encuentran una relación que es potencialmente compensatoria, les parece que no merece el esfuerzo. Como dijimos anteriormente, ellas balancean el tiempo y las exigencias de energía en sus propias espaldas. Parece tan difícil decir que no a las exigencias de otras personas, aunque sea a expensas de algún tipo de relación satisfactoria. Además de esto, el sentimiento de culpabilidad que provoca el hecho de “no poder jugar hasta que no esté terminado el trabajo”, alimenta la percepción de que no tienen realmente tiempo para ese tipo de placeres cuando todavía dejan tantas cosas sin hacer.

La cantidad de tiempo invertido, combinada con la vergüenza por no cumplir con las expectativas, sólo incrementa la carencia de conexiones. Alejamiento de la familia puede ocurrir en esos casos. He escuchado a muchas mujeres de mediana edad con TDAH hablar acerca de sus vanos intentos por explicar a otros miembros de su familia sobre sus dificultades, los cuales cayeron en oídos sordos o fueron recibidos con miradas de incomprensión. Cuidar de los padres ancianos es difícil de por sí, pero cuando usted tiene TDAH y no encuentra la manera de explicar su aparente falta de preocupación de la misma manera que otros hermanos lo hacen, eso causa sentimientos de angustia y culpabilidad.

Joe y Cindy eran una pareja de mediana edad y ambos padecían de TDAH. Como ellos no podían encontrar una manera de explicar sus dificultades, se alejaron de sus familias, que a la vez no podían entender por qué ellos no eran capaces de pasar cada fin de semana dedicados al cuidado de sus padres, de arreglarles la casa, el auto, cortarles la hierba, tal y como los otros hermanos lo hacían. Ellos ni siquiera podían comenzar a cuidar de sus propias vidas, menos aún podrían ocuparse de cuidar a sus padres. Sin saber qué hacer, ellos simplemente se alejaron de la familia.

Ese alejamiento como respuesta incrementó la dificultad con otras relaciones, dentro de ellos mismos y finalmente también en la misma relación de pareja. Sin entenderlo, y muchas veces sin notarlo, esa es la opción que muchos individuos eligen. Personas así pasan su vida nadando contra corriente. Funciona en cierto nivel, mientras ellos no se ahogan, pero en otro nivel llegan a agotarse demasiado con esta, su única estrategia. ¡Hay que buscar un salvavidas, buscar una balsa, extender el brazo hacia alguien! Veremos más adelante cómo esta pareja puede reconectarse.

Mientras pasa el tiempo

Cuando hablamos de falta de conexión, lo que sucede más frecuentemente que el alejamiento total es que se pierden las pequeñas ocasiones y las actividades

importantes de compartir con otras personas. No se envían notas de agradecimiento, se olvidan los cumpleaños, las invitaciones no son reciprocadas. Las conexiones no se mantienen y finalmente, se pierden. Los individuos con TDAH pueden sentirse tan abochornados o culpables por no mantener adecuadamente sus conexiones que pueden imaginar sentimientos de disgusto y comentarios malignos que se hacen sobre ellos. La ansiedad sólo provoca que ellos eviten mucho más a esas personas.

En algún momento, tanto la ansiedad como el rechazo se desatan, así como la realidad de no mantener las conexiones durante muchos años. Esto conduce a ese punto en la vida en el que usted mira a su alrededor y se da cuenta que ha perdido la mayoría de sus relaciones importantes. Ni siquiera se había dado cuenta de ello porque mientras nadaba contra la corriente, tratando de no ahogarse, todas sus fuerzas y energías se concentraron en ese empeño.

El bochorno

Hemos hablado acerca de una razón por las que las mujeres se desconectan, la vergüenza de recibir personas de visita en su casa. Ese es un gran tema. Ellas sienten que su casa está muy por encima del nivel normal de desorganización y eso las coloca en un estado de pánico al pensar en recibir a alguien. Esto afecta mayormente a las mujeres con hijos porque hay muchas ocasiones en que los amiguitos vendrán a la casa o sus hijos tendrán que participar en organizaciones como ‘las chicas exploradoras’ (Girl Scouts), donde sienten que tienen que cumplir con ciertas obligaciones. Cualquier tipo de participación externa posibilita la oportunidad de que haya gente que venga a la casa, otra razón más para alejarse de la participación en esas actividades, En vez de encontrar medios alternativos para reciprocar o buscar maneras de discutir este asunto, ellas simplemente dan excusas y al final, las personas terminan por no llamarlas ni visitarlas más.

La casa desordenada

Kris estaba en un estado de pánico porque su hija quería traer amiguitas a dormir en la casa. Su esposo también quería invitar a una pareja a pasar un fin de semana con ellos. A su nueva vecina, al parecer, le gustaba pasar por la casa a cada rato para saludarla. Aunque algunos amigos muy cercanos le habían ofrecido ayudarla a organizar la casa de manera que ella se sintiera cómoda en estas situaciones, la agobiaban terribles sentimientos de vergüenza y rechazaba estas ofertas. Cuando apareció una oportunidad de trabajo temporal, fuera de las horas escolares, lo cual requería tener una niñera en su casa, Kris tuvo que rechazar el empleo a pesar de ser algo que tanto deseaba. Sus sentimientos de fracaso sobre la tarea básica de mantener su casa en cierto orden tuvieron grandes ramificaciones en su vida.

Sin saber por lo que ellas atraviesan mientras crecen, estas mujeres absorben mensajes culturales completos e interiorizan imágenes culturales que nunca podrán alcanzar. Ésa es la razón de que esto vaya a un nivel tan profundo, más allá de su entendimiento intelectual y el por qué de que esas mujeres confronten semejantes barreras de vergüenza y de culpa cuando intentan resolver esas dificultades.

Elegir las relaciones íntimas

Las mujeres que han crecido con TDAH, especialmente aquéllas no diagnosticadas, son a menudo influenciadas por sus experiencias al seleccionar un tipo particular de pareja. Es particularmente importante comprender esto porque cuando ellas finalmente son tratadas y reciben medicamentos, la pareja que les ha encajado tan bien de cierta manera, a menudo cambia radicalmente. Lo que sigue a continuación son patrones que he observado en la selección de parejas íntimas por las mujeres con TDAH.

Las parejas caóticas

La vida externa de un individuo con TDAH puede a menudo parecer caótica y su vida interna puede sentirse caótica. Como sabemos, sin embargo, cuando observamos a través de los “lentes de atención” (una frase acuñada por el Dr. John Ratey y Andrea Miller en su artículo sobre el tema) esa apariencia puede ser el resultado de sus problemas de déficit de atención y no un disturbio psicológico profundo. Antes de que ella entienda la razón de su a menudo caótico estilo de vida, una joven mujer puede encontrarse atraída hacia parejas cuyos estilos de vida son también caóticos. Primero que todo, esas parejas pueden aceptar más fácilmente el ambiente caótico que la mujer con TDAH a menudo crea a su alrededor. Esos individuos también pueden estar tan confusos y perdidos en la niebla como la mujer con TDAH se siente estar. Por desgracia, esas parejas suelen tener una vida caótica por otras razones mucho más serias. Por ejemplo, puede que tengan una enfermedad mental severa que causa desorganización, o un desorden de la personalidad que los hace impredecibles o erráticos. En muchos casos, la mujer con TDAH se siente atraída a alguien que tiene serios problemas de drogadicción. La probabilidad de involucrarse con este tipo de personas aumenta porque muchos individuos con TDAH se automedican con ciertas drogas antes de ser diagnosticados y puestos bajo tratamiento. Esto incrementa la posibilidad de que hagan vida social con individuos que tienen el mismo problema.

Es muy sencillo ver cómo las personas desorganizadas parecen semejantes en su exterior, en cierta medida, aunque su desorganización tenga orígenes diferentes. El nivel de emoción y la hiperreacción pueden también parecer similares en estas parejas potenciales, pero ellas se generan desde muy diferentes experiencias, ambos no son la misma clase de persona. Una vez que las mujeres con TDAH son diagnosticadas y comienzan a ser tratadas, ellas entienden esas diferencias y se dan cuenta de que su pareja no es realmente la que les corresponde. A su debido tiempo, ellas se alejarán de este tipo de compañeros, pero a menudo es un proceso difícil. A estas mujeres les toma mucho tiempo entender a dónde pertenecen y con qué tipo de personas realmente desean convivir. Puede resultar muy confuso durante mucho tiempo.

Las parejas inalcanzables

Algunas mujeres con TDAH escogen parejas que son inalcanzables, ya sea física o emocionalmente porque de esa manera ellas tienen menos exigencias sobre sí mismas.

Yo atendía a una mujer cuyo esposo tenía una vida profesional muy exigente y estaba muy poco tiempo en el hogar. Sus amigas solían decirle: “¡Tú eres tan paciente y tolerante!”, pero esta mujer lo que sentía era un alivio con esas ausencias. “Si él estuviera aquí todo el tiempo, yo no sería capaz de

manejarlo. No sería capaz de cumplir con todas sus exigencias”. Las mujeres con TDAH piensan que ellas tienen que buscar tiempo extra de cualquier manera que puedan, así que como hemos visto antes, la elección es entre salirse de su propio escondite o seleccionar una pareja que no venga con un plato lleno de expectativas.

Una variación de esto es una mujer que esté involucrada con alguien emocionalmente disponible y entonces, por la misma razón, mantiene a su pareja a distancia. A un nivel profundo, esta mujer siente que si su pareja llega a acercarse demasiado a ella, la encontraría inaceptable de alguna manera. Su pareja ahora puede ver esta máscara exterior, pero si se acerca demasiado y ve la manera en que ella realmente vive, si él observa el verdadero desorden, se dará cuenta de lo difícil que sería una vida juntos. Es posible que ella piense que si se revelara ese lado de su persona, la relación se volvería tan inaceptable que él finalmente la rechazaría. Es fácil apreciar cómo una mujer que se siente de esta manera puede mantener a un posible pretendiente a tanta distancia. Esto se sustenta en los sentimientos profundamente engranados de vergüenza desde la niñez, que hace que estas mujeres crean en su “fracaso” de alcanzar el modelo de las expectativas tradicionales. Sus discrepancias, tan desproporcionadas con respecto a sus habilidades, son suficientes para borrar todo lo bueno que ellas pudieran contribuir a su pareja. Ellas creen que les sería imposible encontrar una manera de resolver la convivencia y por eso se lanzan a una carrera de escape. Hace falta mucho tiempo para trabajar en una relación cuando una mujer tiene sentimientos tan profundos sobre la manera personal en que ella vive. Pero una vez que la mujer haya interiorizado y aceptado este tipo de dificultades dentro de sí misma, podrá trabajar con su pareja para permitirle conocerla a plenitud y permitirles a otras personas que la ayuden.

Las parejas protectoras

Tanto las mujeres como los hombres con TDAH a veces descubren que inconscientemente han seleccionado una pareja cuya función es cuidar de ellos. Su pareja le estructura y organiza su vida tanto, que ese adulto con TDAH puede que nunca se tropiece con la “barrera organizativa” hasta que suceda algo que perturbe la relación. Si el profesional de la salud mental o la propia mujer no entiende las funciones que en la vida real su pareja le ha estado facilitando, le sería muy difícil comprender la posible reacción exagerada ante la pérdida de esa relación. Para un adulto con TDAH, la pérdida de una relación protectora significa más que el sentido “normal” de pérdida que se siente al final de cualquier relación. En su caso, las estructuras vitales de la vida diaria se interrumpen cuando esa relación termina.

Por supuesto, este tipo de protección puede convertirse en dependencia y co-dependencia. Es esencial, cuando una mujer busca la ayuda que necesita de su pareja, que ella no acepte lo que yo llamo “ayuda tóxica” y que no ceda demasiado en su sentido de poder y de control. Cuando este tipo de pareja funciona bien, esto ayuda a la mujer a alcanzar sus metas y a obtener el tipo de guía funcional adecuada que necesita de su esposo. Es posible, sin embargo, que también se sienta sobreprotegida durante tantos años que quizás desarrolle un sentido de incompetencia y quede expuesta a una fuerte recaída en caso de que esa relación se interrumpa.

Las parejas controladoras

Otro tipo de relaciones íntimas que he visto en la mujer con TDAH es con una pareja controladora. Es muy fácil entender cómo puede sucederle esto a una mujer que siente como si flotara, sin ningún sentido de estructura interna. Resulta atractivo

arrimarse a alguien que pueda ofrecerle una estructura fuerte. Esto funciona hasta cierto punto, si la pareja es capaz de proporcionar límites y estructuras firmes o si es muy sistemático y organizado. El peligro es que él cruce la raya y se vuelva controlador y dominante. Una mujer puede involucrarse con alguien organizado hasta el punto de ser obsesivo-compulsivo y que, al no poder tolerar la desorganización de ella, será abusivo y sutilmente la hará sentirse disminuida. Como ya vimos con la pareja protectora, ambos pueden funcionar hasta cierto límite, mientras la interacción continúe siendo positiva, complementaria y trabajada de manera consciente.

Vivir con TDAH tiene un gran impacto no sólo en el proceso cognitivo o de atención de la mujer, sino también en cada aspecto de su vida, especialmente en su pareja íntima, sus amistades y sus relaciones con los miembros de su familia.

PARTE III : RESURGIR

CAPÍTULO DIEZ

Dilemas del diagnóstico en las mujeres

Las mujeres con TDAH, a pesar de los años que han tratado de mantener la cabeza fuera del agua, a menudo sienten que se hunden más y más profundo quedando atrapadas e indefensas. Muchas mujeres con TDAH sin diagnosticar son incapaces de explicarse o de hacer que alguien las ayude a entender su experiencia. Puede ser incomprensible para otros creer que una mujer aparentemente exitosa o una mujer que nunca ha sido hiperactiva, pueda tener TDAH. En su lugar, son etiquetadas como si padecieran de típicos “problemas emocionales femeninos” o de serias perturbaciones psicológicas. Si existen algunos signos exteriores de éxito, eso sólo crea mayor confusión a su alrededor. Y si han estado enfrentando dificultades visiblemente, esto sólo reafirma las opiniones de los demás de que ellas son en realidad débiles, incompetentes o inútiles.

Cuando estas mujeres con TDAH no están flotando, están corriendo. Al final, chocarán contra una pared a noventa millas por hora o simplemente se mantendrán corriendo hasta que gradualmente se queden sin energía y se detengan completamente.

Por qué el TDAH en la mujer se diagnostica mal o no llega a diagnosticarse

Esta mujer no “parece” caótica.

Es difícil que los demás perciban el sentido interno de caos en el individuo con TDAH. Otras personas a veces no les creen, aún cuando esas mujeres tratan de abrirse hacia los demás y explicarles. A menudo les dicen que reaccionan exageradamente y que son hipersensibles.

Existen tres razones que dificultan el diagnóstico correcto de la mujer con TDAH.

1. Las historias personales de niñas y mujeres no siempre se ajustan a lo que es normalmente considerado el curso típico vital del TDAH.

2. El TDAH es algunas veces la causa de otros trastornos (o causa síntomas de ese trastorno). El TDAH es la causa y el otro trastorno es el efecto. El otro trastorno es diagnosticado y el TDAH pasa inadvertido.

3. El TDAH se parece a muchos otros trastornos y a menudo coexiste con ellos.

Dado que el lenguaje y la presentación del TDAH se parece a otros padecimientos, los profesionales a menudo diagnostican otro trastorno que no es TDAH. Algunas veces, sin embargo, una persona puede tener ambos, el TDAH y el otro padecimiento también.

Por esas razones, resulta muy fácil que el TDAH sea sub-diagnosticado, sobre-diagnosticado o no diagnosticado en lo absoluto. Mi principal preocupación y la esperanza para mis lectoras, es que las mujeres sean correctamente diagnosticadas.

Muchos profesionales de la salud mental no están entrenados para identificar el TDAH.

Cuando se deciden a buscar ayuda profesional, puede que las mujeres con TDAH elijan el servicio de un profesional de la salud mental que no entienda este trastorno. Para un psicoterapeuta no habituado a tratar adultos con TDAH puede parecer como algo en la “dinámica familiar” lo que está provocando esas reacciones en el hogar, o ella puede ser definida como “pasiva-agresiva” hacia su esposo. Quizás un psicoterapeuta lo vea como un trastorno psicológico mucho más severo. Ellos pueden diagnosticar depresión, sin darse cuenta que lidiar con el TDAH causa la depresión. La causa puede ser confundida con el efecto.

Desafortunadamente, no obtener ayuda para el trastorno subyacente y ser malentendida de esa forma puede crear un sentimiento desesperación cuando una mujer busca en vano una respuesta a sus dificultades. Yo he visto muchas mujeres que han estado en terapia por años, trabajando en algunos válidos problemas psicológicos, familiares y secundarios, pero nunca trabajando en su problema básico subyacente: el TDAH.

Cuando una persona con TDAH va a un médico o psicoterapeuta en busca de ayuda, describe las dificultades para mantener el orden en su vida diaria una y otra vez. Habla sobre sus decisiones, su desorganización, su rutina, el sentimiento de agobio y sus sentimientos de falta de control. Puede que se refiera a las mismas cosas generales de las que hablan otros clientes, sobre sus relaciones o sobre su depresión. Sin embargo, más allá de todo esto está presente el problema severo de no ser capaces de resolver los problemas de su vida diaria. Y esto es a pesar de sus logros en otras áreas. Como he enfatizado repetidamente, es la discrepancia entre este tipo de dificultades y sus logros en otras áreas lo que les hace difícil a estas personas entender cómo sus problemas pueden estar relacionados con algo cognitivo o atencional, más que con algo psicológico o emocional.

Los profesionales sin experiencia para tratar el TDAH en mujeres, desafortunadamente tienden a descartar la auto-identificación del TDAH por parte de la mujer. Una mujer con TDAH algunas veces presenta una agobiante cantidad de material y un cuadro muy confuso puede aparecer a la vista de este profesional de la salud mental. Puede que no siempre se tome a estas mujeres en serio. Sus preguntas iniciales sobre TDAH pueden ser rápidamente rechazadas a causa de la carencia de una historia estereotipada. Es posible que el especialista considere que esta mujer niega su depresión o sus verdaderos sentimientos. Esto, unido a su tendencia de no ser afirmativa con las figuras de autoridad, puede hacerle aceptar la opinión del psicoterapeuta, alimentando la gran inseguridad que ya domina a sus sentimientos.

Hoy día tanto los profesionales como los individuos están más conscientes del TDAH en el adulto que cuando escribí la primera edición de este libro. Ahora es mucho más fácil obtener un diagnóstico; sin embargo, incluso con la creciente atención profesional y de los medios masivos de comunicación, las mujeres, en especial las mujeres con TDAH sin hiperactividad, todavía tienen dificultades en ser diagnosticadas. Los especialistas de la salud mental han comenzado a entender este trastorno en las mujeres.

Una lección de historia

Los antecedentes de las niñas y las mujeres no siempre se ajustan a lo que normalmente se considera una típica historia de TDAH.

Cuando una mujer va a un consejero, psicólogo o psiquiatra en busca de ayuda, una de las primeras cosas que el profesional de la salud mental hará es interrogarlas sobre su historia completa de problemas en la niñez, así como sus presentes

dificultades en la vida. Con la historia completa que ella le cuente, el psicoterapeuta al final decidirá su diagnóstico. El primer problema que una mujer con TDAH suele tener a la hora de ser diagnosticada es que su historia no se parezca a lo que muchos profesionales consideran un padecimiento de TDAH.

Historias de la niñez sin hiperactividad

Si usted fuera a un psicoterapeuta quejándose de depresión o de sentirse agobiada o sobrecargada sin tener absolutamente ninguna historia de hiperactividad en su niñez, resultaría muy difícil ser diagnosticada con TDAH. Usted puede, de hecho, tener la otra experiencia opuesta de no querer moverse en lo absoluto o tener dificultades para moverse directamente desde el impulso hasta la acción. Puede haber grandes discrepancias en sus niveles de energía. Puede que usted no sea hiperactiva en su exterior, pero puede sentir una inquietud interior que no refleja.

Puede que usted presente una historia de ser somnolienta, desorganizada, distraída o simplemente tímida. O puede que no haya sido extrovertida porque le enseñaron que no debía serlo. Dado que usted no le causaba problemas a nadie, nadie se molestaba lo suficiente para pensar que pudiera haber algún problema. Esta historia no se parece a los síntomas hiperactivos que la mayoría de los psicoterapeutas conciben como TDAH. Esto se parece más a otros padecimientos. POSIBLE MAL DIAGNÓSTICO: Depresión.

Factores protectores en la niñez

Los psicoterapeutas buscan la cronicidad, es decir, cuán crónico o por cuánto tiempo el problema ha estado presente. Si no ven cronicidad, si el problema parece de algún modo reciente, entonces puede que no consideren que el TDAH sea el problema porque la cronicidad es un elemento clave en el diagnóstico de TDAH.

Muchas mujeres han tenido en su vida lo que yo llamo “factores protectores”, que pueden conducir al psicoterapeuta a pensar que no hubo o no hay ningún problema. El problema ha estado ahí, sin embargo, no había salido a la luz todavía porque esos factores estaban “protegiendo” al individuo. De nuevo, en este caso, los síntomas del TDAH no serían obvios en la historia del individuo.

Hay muchas circunstancias en la vida de una persona que pueden demorar el efecto completo (severidad) de los síntomas del TDAH hasta más tarde cuando las exigencias organizativas y las complejidades aumenten. Muchas mujeres crecen en un ambiente estructurado y no “chocan contra la pared” hasta que llegan a la universidad, al matrimonio, empiezan a trabajar o tienen hijos. Es posible que no descubran hasta tarde en sus vidas que son incapaces de tener logros y de funcionar en la misma medida que otros con el mismo nivel educacional o de habilidades.

Otros factores protectores, como ser muy inteligente o muy talentosa en un área determinada, pueden también desorientar al psicoterapeuta. Si usted es muy brillante, su inteligencia puede haber encubierto sus debilidades de atención y de organización y puede haber parecido una estudiante promedio, en vez de una alumna muy brillante con TDAH. O, si fue muy talentosa en cierta área, esto puede haberla enfocado hasta tal punto que sus dificultades no se notaran mucho.

La compensación opaca la imagen

Existen varios modos de vida que los individuos con TDAH crean para poder alcanzar un cierto nivel de éxito; sin embargo, éstos complican la manera de identificar el TDAH.

Estas son algunas formas que usan las mujeres para resistir y compensar: • Automedicarse• Supercontrolar• Superorganizar• Subproducir (monetariamente)• “Vivir con ayuda”A pesar de que esas mujeres no parezcan tener bajo rendimiento, aún es posible

que padezcan de TDAH. Al profesional le resulta complejo diagnosticar el TDAH en estas mujeres que se presentan bien ante el mundo o le es difícil creer en las dificultades severas y cotidianas que ellas les describen. Por ejemplo, una enfermera fue examinada y diagnosticada con TDAH, pero el psicólogo consideraba que ella no necesitaba medicamentos porque tenía un trabajo en el cual obtenía buenas evaluaciones. Su carrera le brindaba un ambiente muy estimulante en el que podía moverse bastante. “Perfecto”, pensó el psicoterapeuta, tratándose de una persona con TDAH. Lo que este profesional no vio fue el agobiante bombardeo de exigencias que esta enfermera sentía en lo que ella percibía como un ambiente caótico. Aunque le fuera bien, el proceso era insatisfactorio para ella, le provocaba mucha ansiedad y un agotamiento tanto físico como emocional. Cuando fue tratada con medicamentos e hizo algunos ajustes en su trabajo diario, ella sintió un gran alivio.

Estas personas alcanzan logros a pesar de sus dificultades interiores. Es muy difícil, aún si son diagnosticadas, que los profesionales crean que ellas necesitan ser tratadas pues parece que les va bien. “Irles bien” no es un criterio muy eficaz sobre el cual evaluar a alguien que necesita tratamiento. A una persona que enfrenta dificultades puede irle bien en su trabajo y obtener excelentes resultados. Pero es el proceso interior, no el producto final, lo que requiere ser examinado. Es necesario considerar el nivel de dificultad requerido para mantener ese nivel de logros y el impacto emocional y físico que esto implica.

Automedicarse

Hay mujeres que parece irles muy bien, pero cuando el psicoterapeuta obtiene más información, descubre que han estado tratando de “arreglar” su química cerebral mediante la auto-medicación. Puede que la mujer así ingiera cantidades excesivas de café o refrescos de cola para tratar de permanecer alerta, despierta y concentrada. Puede que se haya valido de otras sustancias que actúan como estimulantes también, como la nicotina, pastillas para perder peso, los antihistamínicos o incluso, la cocaína.

En vez de, o además de, automedicarse con estimulantes, quizás también se automedique con calmantes, alcohol, marihuana o comida para mantenerse relajada y poder concentrarse. Estas sustancias a menudo se ingieren por la noche antes de dormir para contrarrestar los estimulantes que han sido ingeridos más temprano en el día y así permanecer despierta. Esto obviamente no es un ciclo saludable y a pesar de los efectos positivos a corto plazo, tiene muchos efectos negativos a largo plazo.

Este tipo de automedicación, por supuesto, puede aparecer a los ojos del psicoterapeuta como un problema de abuso de sustancias, que bien puede ser el caso para entonces. El punto importante a recordar es que la auto-medicación permite a los individuos con TDAH alcanzar un nivel “normal”, enmascarando el verdadero nivel de dificultad causado por el TDAH.

Super-controlar

Una manera en que algunas personas enmascaran sus síntomas de TDAH es anclando sus vidas con sistemas y controles intensos. Estos pueden limitar seriamente la cantidad de actividades en sus vidas para tratar de mantener las cosas bajo control.

Super-organizar

Si usted es un individuo con TDAH que trata de ser diagnosticado, cualquier profesional pudiera preguntarle sobre el nivel de desorganización en su vida. Usted puede responderle honestamente: “Soy muy organizada. Nunca llego tarde, en realidad siempre llego temprano. Nunca se me olvidan las citas y mi casa está muy limpia. Tengo un lugar para cada cosa”. Sería muy difícil entonces verla a usted como un caso de TDAH o como alguien que presenta dificultades de cambios de atención o impulsividad. Pero, y ésta es la clave, si usted mira más de cerca su vida diaria, comenzará a entender que su vida entera puede estar centrada en organizarse. Usted siente que si no lo hace, todo se va a derrumbar. Es muy difícil para usted o para un profesional dilucidar en este punto de su vida las diferencias entre su personalidad y sus compensaciones.

Decir solamente que usted es organizada no significa que no padezca de TDAH. Es posible que se concentre más en la organización y excluya todo lo demás. Esto puede convertirse en una obsesión, al punto que agonice sobre el lugar de todas y cada una de sus pertenencias. O puede que permanezca despierta durante toda la noche, preparándose cuidadosamente para la rutina ordinaria del siguiente día, para poder estar a tiempo y completamente preparada. Desafortunadamente, ésta es una manera muy difícil de vivir, a menudo a costa de su familia o de otras áreas de su vida. De nuevo, la distinción importante para el diagnóstico no es determinar si usted es capaz de permanecer organizada, sino determinar la cantidad de tiempo y de energía que esto le lleva, en comparación con otras personas que no tienen esas dificultades de organización.

Bajos logros

Finalmente, algunos de los prejuicios sexuales que todavía existen con respecto a las mujeres, pueden predisponer a un profesional en juzgar a una mujer medianamente exitosa como alguien que ha logrado mucho, cuando ella de hecho puede estar severamente muy por debajo de sus expectativas. Su nivel de habilidades puede ser mucho mayor de lo que ella ha sido capaz de desplegar, a causa de las dificultades de toda su vida. Cuando ella estaba creciendo, las expectativas del estereotipo cultural de su familia pueden haber minimizado las preocupaciones con respecto a sus elecciones de vida y sus niveles de logros. Si ella ahora expresa inconformidad con sus logros, especialmente si ha alcanzado lo que la mayoría de la gente piensa que es un nivel de éxito regular para una mujer, puede ser vista como alguien en extremo ambiciosa, agresiva o perfeccionista.

Es posible que una mujer muy inteligente tenga continuamente su TDAH mal diagnosticado o no diagnosticado; puede que continúe sintiendo penosamente que está muy por debajo de sus expectativas, sin entender por qué.

SubproducirLa mitad del trabajo: La mitad del dineroComo dijera el Dr. Stephen Copps:“Con frecuencia la persona con TDAH siente

que es el doble de inteligente, trabaja con un esfuerzo doble y gana la mitad del dinero”.

Una mujer llamada Joan vino a verme. Le había sido difícil que la diagnosticaran porque a menos que la observaran detenidamente, nadie sabría que su vida había estado completamente dominada por su padecimiento no diagnosticado de TDAH. En un momento dado, tuvo que abandonar la gran corporación en la que había comenzado su carrera. Luego se trasladó a una compañía mediana y de ahí a otra más pequeña. Finalmente, fue incapaz de asumir el tipo de restricciones o exigencias de trabajar para otra persona, por lo que inició su propio negocio, el cual operaba desde una oficina en su casa. Le iba bien. No era desorganizada y no dejaba nada sin terminar. Lo que no hacía era ganar tanto dinero como otras personas con su mismo talento. Controlaba su entorno de manera que pudiera manejar las cosas, pero se dio cuenta que sólo era capaz de hacer la mitad del trabajo que otras personas podían hacer, si quería mantener la calidad de su trabajo y cumplir con las exigencias organizativas de dirigir un negocio. Dado que se molestaba y no podía funcionar si alguien le tocaba o movía algo en su bien diseñado entorno, era incapaz de contratar ayuda de oficina, lo que hubiera favorecido el aumento de su productividad en el trabajo.

Como mencionamos anteriormente, algunos individuos con TDAH funcionan como personas ciegas, que se quedarían totalmente desorientados si alguien interfiriera en sus sistemas y les cambiara su entorno.

Vivir con ayuda

Otra razón que puede dificultar el diagnóstico de TDAH, particularmente en una mujer, es cuando ésta tiene una relación con alguien que las cuida. Esta persona es alguien que natural y voluntariamente llena las lagunas del que padece de TDAH y se encarga de los detalles de su vida diaria, evitando que el efecto mayor de su padecimiento sea visible. (Muchas mujeres, a propósito, son las que “cuidan” de los hombres). Esto puede ser una compensación efectiva. Sin embargo, los problemas aparecerán si: a) su propio sentido de competencia está comprometido por la situación; b) los temas de poder y de control comienzan a salir a flote y c) si la persona que cuida de la otra comienza a tener resentimientos. (Una de las parejas que yo atiendo denomina esto como factor “R”. Cuando la “R” comienza a crecer, es tiempo para que los ‘cuidadores’ se tomen un descanso y dediquen tiempo a ellos mismos). Obviamente, si la relación termina, los sistemas de la mujer pueden empezar a derrumbarse. Cuando su nueva desorganización aparezca al mismo tiempo que su depresión y ansiedad por la relación perdida, puede que el TDAH continúe pasando inadvertido.

Casos de identidad equivocada

1. Causa o efecto

En muchos casos, el TDAH es el trastorno primario subyacente que produce síntomas de un padecimiento diferente, los cuales se disipan cuando el TDAH es diagnosticado y tratado adecuadamente. O sea, vivir con TDAH no diagnosticado puede producir síntomas que son vistos como la evidencia de un trastorno separado y

diagnosticado. De hecho, lo que uno ve es solamente un efecto del padecimiento de TDAH.

La depresión

La depresión es probablemente el trastorno más común que puede enmascarar al TDAH. La depresión puede ser un problema coexistente que puede necesitar tratamiento junto con el TDAH o puede ser un resultado del TDAH, cuyos síntomas desaparecerán una vez que el TDAH sea tratado. Una mujer puede atravesar por distintos períodos de una “depresión grave” en los cuales puede sentirse sin esperanzas, perder el interés y el placer por sus actividades. He encontrado que esto es usualmente un padecimiento coexistente, que requiere de su propio tratamiento. Frecuentemente, sin embargo, las mujeres experimentan un nivel menos intenso y unos sentimientos más atenuados de depresión durante varios años. Esos niveles bajos de depresión pueden coexistir con el TDAH, pero son a menudo el resultado del enfrentamiento de toda una vida a un TDAH no diagnosticado y no tratado. Es comprensible ver cómo una mujer puede desarrollar un sentimiento de agotamiento si ha cargado con este “problema” desconocido durante toda su vida.

Una tercera dificultad en diagnosticar la depresión además del TDAH, es que los síntomas del segundo pueden parecer síntomas del primero. Cuando la persona se queja de sus dificultades para concentrarse o de ser desorganizada y letárgica e incluso inquieta y agitada, esos son todos síntomas tanto de depresión como de TDAH. Si la depresión es un resultado del TDAH, a menudo se alivia cuando el TDAH es tratado. Si es realmente un padecimiento separado, la depresión necesita ser tratada independientemente del TDAH.

¿Estuvo deprimida antes una mujer que describa síntomas de desorganización? ¿O está deprimida porque durante toda su vida ha tenido dificultades para organizarse y concentrarse? El tema de la no-hiperactividad es el que hace las cosas más difíciles. Cuando una mujer describe sentirse deprimida cognitivamente, holgazana e incapaz de ponerse en acción, otra vez está en presencia de síntomas que pueden parecerse a cualquiera de los dos trastornos.

Uno puede observar que la depresión es un padecimiento que se confunde fácilmente con el TDAH; puede coexistir con él o puede ser el resultado de un trastorno primario por déficit de atención.

Trastornos de ansiedad

Como la depresión, los trastornos ansiosos son también difíciles de separar como síntomas del TDAH. Usted puede desarrollar trastornos de ansiedad solamente por vivir con TDAH. Las personas a menudo padecen de los dos. Vivir toda una vida sintiéndose insegura, como si las cosas fueran a derrumbarse, y si le toma una increíble cantidad de energía simplemente atar los cabos de su vida, esto puede al final crearle un trastorno ansioso.

De nuevo, una manera de diferenciar si la ansiedad es un padecimiento en sí misma o un resultado del TDAH es poniendo atención en el lenguaje que la persona emplea para describir sus sentimientos. ¿Hace referencia a un “desastre inminente, una sensación de que todo se les va a derrumbar”? ¿Es ésta una ansiedad que flota libremente o es la descripción de un estado cognitivo en el que nadie se puede detener? Como dijo una mujer con TDAH: “miles de pensamientos corren a toda velocidad”. Ella no puede atraparlos. Su mundo interno es tan rápido y desorganizado que parece un estado caótico. ¿Es esto lo que uno transmite? ¿O es un temor real lo que reporta? ¿Acaso la persona tiene un mini-ataque de pánico como

resultado de sentirse sorprendida, cuando se concentra excesivamente, o es mayormente un miedo general desvinculado de un estado cognitivo?

Las mujeres con TDAH, especialmente aquéllas sin hiperactividad, a menudo evitan a personas o situaciones para poder controlar su entorno. Hemos visto que ellas pueden sentir la necesidad de protegerse a sí mismas del bombardeo de las obligaciones adicionales y los estímulos que resultan de sus relaciones. Algunas veces evitan las relaciones por el sentimiento de vergüenza que albergan debido a la manera en que viven. O porque su cabello, sus ropas, sus joyas o cualquier otro de sus atributos “femeninos” no están debidamente en orden, puede que ellas eviten las situaciones sociales. Es posible que los demás piensen que estos individuos tienen un trastorno desarrollado de alienación, cuando de hecho ellos simplemente tratan de enfrentar las dificultades que les provoca su padecimiento.

Abuso de sustancias nocivas

El TDAH puede ser la razón de que las personas abusen de sustancias cuando se auto-medican para mantenerse enfocados. Si el TDAH es tratado, la necesidad de automedicarse suele desaparecer y con ella, el abuso de otras sustancias nocivas.

En esa situación, muchas veces el TDAH primario subyacente puede ser ignorado en el diagnóstico y solamente el abuso de sustancias será atendido. En esos casos, el tratamiento para el abuso de sustancias a menudo fracasará. Sin embargo, si una persona va a rehabilitación, al final ellos pueden darse cuenta que existe algo que no ha sido atendido: el TDAH primario.

Las personas que han abusado de sustancias para “arreglar” su desconocido TDAH, tienen gran necesidad del medicamento apropiado. Desafortunadamente, estas son las mismas personas ante las que muchos doctores dudan en el momento de prescribirles porque temen que se convertirán en viciosos o que abusarán del medicamento. Mientras que esto es una preocupación legítima y necesita ser tratado con cautela, todos los expertos que he leído o escuchado afirman que, con el medicamento apropiado y monitoreado correctamente, estas personas se benefician grandemente y de hecho, no abusan del medicamento.

El Dr. Daniel Amen dice que los hijos adultos de padres alcohólicos pueden presentar síntomas similares al TDAH. Muchos padres alcohólicos pueden haber tenido TDAH y haber usado el alcohol para automedicarse.

Las síntomas similares al TDAH en los hijos adultos de un padre alcohólico pueden ser el resultado de haber crecido en un hogar con TDAH o en un ambiente de alcoholismo o también como resultado de haber heredado el TDAH o la tendencia al alcoholismo.

2. Trastornos que se parecen al TDAH

El TDAH se parece a otros trastornos. Esto es más aún un problema para las mujeres, especialmente las mujeres sin hiperactividad. Como en el caso de la depresión, el lenguaje usado por la mujer con TDAH para describir sus sentimientos, así como el estilo en el que ella expresa esas experiencias, puede parecerles a los psicoterapeutas no familiarizados con el TDAH en adultos muy similar a otros trastornos psicológicos mucho más serios. Es posible que una mujer con TDAH cuente su historia de una manera muy exaltada, agitada y extensiva y que relate las grandes dificultades de su vida. Puede que ella sea sobre-diagnosticada, es decir, que se considere que tenga una patología mucho más seria de la que realmente presenta.

Otra razón cultural por la cual las mujeres son mal diagnosticadas es porque no es inusual descartar los casos de mujeres que tienen muchas enfermedades físicas y problemas que han estado enfrentando a lo largo de sus vidas. Puede que los

psicoterapeutas ignoren los síntomas de estado de ánimo y variabilidad de la concentración como el SPM (síndrome pre-menstrual), la menopausia o simplemente, la tan mencionada “sensibilidad femenina”.

Por otro lado, lo opuesto puede ser verídico y algunas personas pueden equivocadamente atribuir esas condiciones naturales al TDAH. Por supuesto, una persona puede tener más de un padecimiento o una combinación de padecimientos.

A continuación explicaré algunos otros trastornos psicológicos con los que puede confundirse el TDAH, debido a la similitud de los síntomas. Es siempre importante recordar que estos padecimientos pueden coexistir con el TDAH y/o pueden realmente ser el trastorno que sufre la persona, y no el TDAH.

Haré una breve descripción de algunos de los trastornos para luego seguirla de una explicación más detallada del por qué cierto padecimiento puede ser fácilmente atribuido a una mujer con TDAH.

La conducta de una persona con TDAH puede ser interpretada como narcisista. Lo que parecer ser egocentrismo, autoenfoque o preocupación puede simplemente ser la dificultad de ese individuo para bloquear sus pensamientos y necesidades o la dificultad para cumplir con las exigencias de la vida. Como he mencionado con anterioridad, es importante mantener la concentración cuando usted se esté ahogando.

Si un psicoterapeuta se inclina a ver a las mujeres como hiper-emocionales, nuevamente esto puede predisponerlo a ignorar el diagnóstico de Trastornos por déficit de atención. Estas mujeres serían vistas como histriónicas, histéricas o que exageran sus dificultades. Si una mujer reporta altos logros, pero severas dificultades en aspectos que parecen triviales, como las actividades de la rutina diaria, ello puede indicar que exagera y que no ve las cosas con claridad.

El lenguaje que las personas usan para describir su estado interno puede ser fácilmente malinterpretado, por ejemplo, una mujer reporta inestabilidad en su estado de ánimo, sus relaciones, el trabajo o en su identidad básica. Las personas a veces describen un sentimiento de fragmentación, un sentido de sí mismo que se desarticula, un sentimiento de inminente desastre, en el que no podrán hacer que nada funcione. Sin entender que esto pone de manifiesto una experiencia cognitiva, no emocional, esa persona diagnosticarse con un trastorno severo de personalidad en vez de con los trastornos por déficit de atención. La distinción crítica entre TDAH y los problemas serios de la personalidad descansa en el significado que esas descripciones tienen para el individuo. Los Dres. Hallowell y Ratey tratan en profundidad esas diferencias en Driven to Distraction.

La confusión entre una persona que es severamente desorganizada porque tiene TDAH y alguien que es desorganizado debido a un serio trastorno mental, está demostrada en la siguiente anécdota.

Una mujer que vino a verme llevaba años atendiéndose con un psicoterapeuta que quería hospitalizarla porque probablemente la tenía por esquizofrénica. En una visita a su casa, el psicoterapeuta había observado un hogar extremadamente desorganizado y pensó que eso pudiera ser una manifestación de una severa enfermedad mental. Por supuesto, esta clienta tenía una severa desorganización en su casa, pero en verdad estaba mentalmente saludable. Tenía un trabajo de alto nivel y cuidaba apropiadamente de su hijo. Sin embargo, funcionaba con mucho estrés a causa de su desorganización. Era evidente que no padecía una enfermedad mental severa, a pesar de que su casa pudiera ser una señal para tal diagnóstico.

A continuación analicemos otros trastornos psicológicos comunes que pueden parecerse al TDAH. Recordemos que es posible tener estos padecimientos y también padecer de TDAH o simplemente padecer de estos trastornos sin presentar TDAH.

El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)

El trastorno obsesivo-compulsivo puede coexistir con el TDAH. El TOC es un intento de ordenar el sentido interno de caos. De nuevo, hagamos la siguiente pregunta: “¿Constituye un caso de TOC el comportamiento dominado por la ansiedad o es este comportamiento un intento de mantener un ambiente organizado en el cual poder funcionar? “ El segundo, por supuesto, puede ser el indicador de un caso de TDAH.

La depresión

En nuestra discusión anterior de Causa y Efecto, la depresión era un problema real a diagnosticar y tratar a pesar de que el TDAH aún no se había identificado. En un caso similar, la depresión se confundiría con el TDAH inatentivo. Cuando una mujer se queja de tener dificultad para concentrarse, estar desorganizada, letárgica o incluso inquieta y agotada, presenta todos los síntomas de la depresión, así como del TDAH de tipo inatentivo. Como mismo lo describió tan bien una mujer con TDAH al indagar si tenía depresión o TDAH: “¡No puedo sostener una depresión!” Pensé que ésa era precisamente la distinción entre ambos padecimientos. Ya que el TDAH es un problema inestable, ella sentía que no podía mantener una depresión.

Es por supuesto común que una mujer también esté deprimida si ha vivido toda una vida sin un diagnóstico del TDAH. Seguramente se siente fracasada, con el dolor de no haber alcanzado sus metas y con los problemas en sus relaciones que la han dejado aislada. En estos casos, también es necesario tratar la depresión además del TDAH. También puede que esté biológicamente predispuesta a la depresión, además del TDAH.

El trastorno de la personalidad dependiente

Como hemos visto anteriormente, las mujeres pueden crear relaciones con sus cuidadores y cuando esa relación termina tendrán naturalmente una reacción extrema, al perder ese tipo de apoyo. Es posible que ellas realmente dejen de funcionar. Pueden sentirse desorientadas, caer en un estado de pánico que pudiera parecer un problema severo de dependencia. Por supuesto, ellas eran dependientes de esa persona, pero lo eran para las funciones de la vida diaria, no por una profunda necesidad psicológica. Sin el apoyo diario, sus vidas han dejado de funcionar.

Es muy importante que un profesional determine cuándo un cliente describe sus sentimientos internos sobre sí mismo o sus realidades y problemas de su vida cotidiana. Puede que una mujer parezca tener una personalidad dependiente, cuando en realidad es una persona con TDAH que se compensa con la ayuda de un cuidador o un organizador. Cuando esa relación se rompe causa un trauma mucho mayor que las dificultades emocionales normales de cualquier ruptura. Esta forma de apoyarse totalmente en otra persona no es buena idea y puede conducir a consecuencias negativas, pero esto tiene que diferenciarse de un trastorno de personalidad. Por supuesto, el TDAH no impide tener trastornos más serios de ese tipo, pero usualmente ensombrece el asunto.

Las mujeres pasivo-agresivas y los hombres que las aman

Una mujer puede ser percibida como pasiva-agresiva si constantemente llega tarde o siempre olvida las tareas vitales para su familia. El psicoterapeuta puede

buscar la razón de que la mujer “actúe de esa manera” hacia su familia, especialmente si no actúa de la misma forma en el trabajo (donde le resulta más fácil funcionar). El psicoterapeuta deberá descubrir el significado de los olvidos y la desatención al esposo y a otras relaciones. En ese punto, especialmente cuando no se cumplen las sugerencias del tratamiento, esto puede ser interpretado por el psicoterapeuta como una resistencia al proceso de la terapia.

El estado pasivo-agresivo significa dejar de hacer algo inconscientemente. Es posible que una mujer exprese algún tipo de ira al dejar de hacer algo (olvidar hacer la comida, no responder a las invitaciones, no ir a recoger la ropa de su esposo a la tintorería, no ocuparse de lo que alguien le encargó hacer). Otros pueden sentir que los demás atentan contra ellos.

El papel de la mujer como madre es normalmente organizar la vida de su hijo; es a ella a quien los demás miran con preocupación cuando no cumple con las estructuras apropiadas. Dado que la mujer está predispuesta a aceptar la responsabilidad por los errores de sus hijos, con frecuencia también se auto-culpará. Después de muchos años, la “desordenada” imagen de la mujer en la familia puede solidificarse hasta el punto de convertirse en la identificación personal de los problemas.

Una mujer puede presentar síntomas que se parezcan a otros trastornos a los ojos del psicoterapeuta. Puede parecer que se sabotea a sí misma, que le tiene miedo al éxito, que siente ira contra su marido o que tiene conflictos no resueltos con su padre. Las mujeres a menudo presentan una complicada imagen que se presta a la confusión. Un especialista en salud mental tratará de entender a qué se debe la conducta de la mujer en una relación o si lo que sucede en esa relación pudiera convertirse en el foco de su investigación.

Un niño en la escuela secundaria comienza a tener muchos problemas, pero puede que no sea hiperactivo o puede que obtenga calificaciones promedio aunque sea muy listo, así que nadie entendería que éste podría ser un caso de TDAH. El que observe este caso podría percibirlo como un problema de las relaciones entre los padres que se proyectan en el hijo. Cualquier estructura que no sea seguida por la madre para ayudar al niño, cambiará el enfoque del niño hacia la madre como problema. Es posible que los padres comiencen a pelear sobre la atención al niño y la falta de seguimiento por parte de la madre. Las cosas pueden deteriorarse en un ciclo de culpas y peleas y puede ciertamente parecer que (y así ocurre ahora en cierta medida) el niño presenta dificultades como resultado del conflicto entre sus padres. La fuente original del problema, el TDAH del niño, continuará pasando inadvertida. La madre seguirá sintiéndose cada vez más culpable y deprimida. Esto es muy común cuando uno de los padres y el niño tienen TDAH no diagnosticado y es muy probable que esto les ocurra a las mujeres que no presentan hiperactividad.

El TDAH a menudo coexiste con otro trastorno separado y frecuentemente se pierde a la sombra del padecimiento más obvio.

La enfermedad bipolar

Un trastorno del estado de ánimo muy difícil de distinguir del TDAH es el llamado trastorno bipolar o maníaco-depresivo, como ha solido llamarse. La persona puede tener diferentes períodos de manía parecidos al TDAH o el TDAH puede parecer una manía. En el trastorno bipolar, usted tiene períodos de grandiosidad, de una extremada actividad, de hablar rápido, una superabundancia de ideas y de planes. Esto puede fácilmente parecerse a una persona con TDAH, a menos que usted tenga mucha experiencia observando ambos tipos de trastorno. Sin embargo, éstos son muy diferentes. Las personas con TDAH suelen sentir que oscilan entre lo más alto y lo más bajo varias veces en un mismo día. Pueden distraerse fácilmente entre un estado de ánimo y otro, sintiéndose molestos, disgustados o preocupados. Si el teléfono

suena o alguien llama su atención, es suficiente para que éstas personas se distraigan de un estado de ánimo a otro tipo de emoción diferente. El TDAH se desata ambientalmente, mientras que los estados de ánimo bipolares tienen la cualidad de detonar interiormente. Los ciclos bipolares se definen mucho más entre extremadamente altos y extremadamente bajos, cada uno de los cuales puede durar varios días a la vez.

Yo trabajé con una clienta que había sido diagnosticada como bipolar y tratada con litio, pero continuaba muy agitada, deprimida e hiperreactiva. Lo que ella describía, penosa y repetidamente, era un profundo sentimiento de bajos logros. Era brillante, a pesar de que tenía dislexia y TDAH, sin que éste último hubiera sido nunca apropiadamente tratado. Se había enfrentado a un agobiante número de tareas cotidianas y organizativas en su vida.

La causa original de muchos de sus problemas era el TDAH. Muchos de sus otros síntomas emanaban del TDAH. El psiquiatra que la trataba se rehusó a ver sus síntomas bajo esa luz. Cada semana ella describía sus horas perdidas, su desorganización. Estaba claro que no podría llegar más lejos sin un correcto diagnóstico y tratamiento. Además de necesitar un correcto tratamiento médico, necesitaba cambiar su patrón de autocríticas. Atribuía sus dificultades y errores a tener un “mal carácter” y a no estar motivada. Finalmente, vio a un médico que la trató apropiadamente por su TDAH. El nuevo medicamento, junto a la educación y la terapia, la ayudó muchísimo más que su tratamiento anterior que era para alguien con un trastorno bipolar.

Quiero resaltar que es más peligroso aún diagnosticar erróneamente un trastorno tan serio como el bipolar, llamándolo TDAH. Estos trastornos pueden parecerse y confundirse.

Niñez caótica y abusiva

Pienso que una de las circunstancias más difíciles para dilucidar el TDAH en una mujer es en los casos en que la mujer ha crecido con una historia de abuso. Cualquiera de los siguientes traumas pudieran detonar conductas y síntomas en un adulto que pueden parecerse al TDAH: el abuso infantil, el abuso sexual, el abuso físico, el abuso emocional, el abuso verbal. Es especialmente difícil diagnosticar adecuadamente a esas mujeres porque ambos grupos tienen dificultades en recordar claramente muchos de los sucesos de la niñez. Aún más, las mujeres con TDAH que han tenido una niñez abusiva reportan problemas crónicos y severos en sus vidas, especialmente en la concentración y la distracción y ya sabemos que la cronicidad y la severidad son dos criterios principales para diagnosticar el TDAH. Hay mujeres que reciben un diagnóstico de TDAH pero esas otras heridas ocultas de la niñez o una enfermedad como el Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT) quedan desatendidas. A la vez, los síntomas de hipervigilancia o distracción derivados de algunos factores de la niñez no se diagnostican por separado, sino que se usan para descartar el TDAH como la causa de esos síntomas.

Enfermedades o padecimientos físicos

A veces se trata solamente el TDAH aún cuando es posible que existan algunas enfermedades o alteraciones físicas que afectan el comportamiento de la mujer. De hecho, los médicos y profesionales de la salud mental con frecuencia no le prestan la debida atención a los síntomas que sus pacientes mencionan, como el mal genio, la distracción y la variación en la concentración, y los traducen simplemente en “la acostumbrada sensibilidad de las mujeres” o en factores psicológicos sin detenerse a pensar en el desequilibrio hormonal oculto del TDAH.

Existe un amplio rango de padecimientos físicos que necesitamos analizar y eliminar antes de saltar a la conclusión de un diagnóstico de TDAH en la mujer. Puede haber existido un trauma temprano en la cabeza o algún trauma o enfermedad más reciente que pueda especialmente explicar algo que no ha sido un padecimiento crónico. Puede ser envejecimiento, con la persona experimentando una perdida normal de memoria. Puede que la mujer esté pasando por la menopausia u otro tipo de cambio hormonal que puede justificar los síntomas. (En el Capítulo 14 nos referimos con más profundidad a las fluctuaciones hormonales y sus efectos en relación con el TDAH). Puede ser el comienzo de la enfermedad de Alzheimer, si los síntomas ocurren tarde en la vida. Es por ello que el factor de la cronicidad tiene que ser cuidadosamente investigado. Hay otras circunstancias, como el padecimiento de tiroides, el Síndrome de Fatiga Crónica (SFC) y otros tipos de trastornos hipoglicémicos, que necesitan ser considerados también.

La narcolepsia, un trastorno del sueño, puede parecerse mucho a un TDAH latente, según la Dra. Edna Copeland, (1995). Es posible que no cumplan todos los requisitos, pero suelen luchar por mantenerse despiertos durante tareas aburridas y otras tareas que requieran de concentración, como leer. Otros trastornos del sueño, como el Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño, causan algunos de los mismos síntomas que el TDAH inatentivo. Todos estos padecimientos físicos deben ser observados cuidadosamente al hacer un diagnóstico cuando los síntomas se parecen a los del TDAH. Hay que saber distinguirlos y tratarlos. Por ello es necesario estudiar el perfil completo de la salud de un individuo antes de arribar a un diagnóstico.

Dificultades del aprendizaje (DA)

Las dificultades del aprendizaje pueden imitar o acompañar el TDAH. Las dificultades del aprendizaje se distinguen del TDAH en que esas dificultades son impedimentos reales y permanentes en procesos específicos, mientras que el TDAH es un trastorno neuroquímico. A causa de su naturaleza “química”, el TDAH puede ser tratado con medicamentos. Las dificultades del aprendizaje no. Ellas solamente pueden ser acomodadas y compensadas. En muchos casos los individuos tienen ambas, el TDAH y las dificultades del aprendizaje. Hay muchas preguntas importantes que uno tiene que hacer al tratar de diferenciar entre una dificultad en el aprendizaje y el Trastorno por déficit de atención. ¿Por qué el individuo no puede prestar atención? ¿Es porque tiene TDAH o porque tiene un problema de procesamiento auditivo? ¿Por qué no leen? ¿Es porque no pueden concentrarse o porque se aburren o porque tienen problemas para distinguir las palabras? ¿Por qué su escritura es ilegible? ¿Es que no pueden formar las letras adecuadamente o no son capaces de seguir el paso de sus rápidos pensamientos?

Si una persona es tratada por su TDAH y no coopera de manera significativa, hay que mirar un poco más allá hacia las posibles dificultades de aprendizaje. El Ritalín u otros medicamentos no curarán una dificultad en el aprendizaje.

Creatividad, opciones del estilo de vida y pensadores independientesAunque nos hemos concentrado en personas que han sido sub-diagnosticadas

con respecto al TDAH, existen también aquéllos que son sobrediagnosticados. Algunas veces una persona que es muy creativa puede presentar síntomas de TDAH, cuando en realidad no padece de este trastorno. O una persona muy energética, con una vida extremadamente ocupada puede parecer que tiene TDAH, pero no es así. Y también puede haber un diagnóstico exagerado de TDAH cuando en realidad existe un trastorno psicológico realmente serio, como hemos discutido previamente.

Es importante que las personas que tengan algunas dificultades organizativas, u otros síntomas de TDAH, no sean diagnosticados con un trastorno que realmente no tienen. Puede que una mujer parezca muy creativa, lo cual pudiera ser solamente una

exagerada creatividad y es posible que su manera de vivir se parezca a la de alguien que padece verdaderamente de TDAH. Es posible que una mujer sea muy desordenada y tenga sus cosas por todas partes, pero esto puede ser solamente parte de un estilo de vida visual, una manera de ver las cosas con la “parte derecha del cerebro”. Solamente si esto es un problema para el individuo o un problema significativo para aquéllos cercanos a ella, entonces deberá ser diagnosticada. Si la persona puede funcionar bien, si puede encontrar sus pertenencias, si disfruta de ese emocionante y creativo modo de vivir, entonces no hay ningún problema. Por otro lado, los síntomas no deben ser tomados a la ligera, ya que pueden indicar otro tipo de trastorno neurológico, psicológico o físico. Sin embargo, si una persona presenta síntomas, eso no significa que necesita correr a realizarse un examen costoso. Consultar a un profesional experimentado en TDAH en adultos deberá ser su próximo paso. Actualmente hay bastantes casos de TDAH en adultos como para encontrar un profesional conocedor en cualquier parte del país. Ellos pueden evaluar todos los síntomas y comenzar a diferenciar lo que parece TDAH y lo que pudiera ser otro trastorno.

ResumenMuchas mujeres con TDAH han enfrentado sus dificultades y se han

compensado tan bien durante tanto tiempo, que puede resultar difícil ver su problema bajo la superficie. Otras circunstancias mediadoras, como el apoyo familiar, la estructura o un alto CI (coeficiente de inteligencia), acoplado con una falta de hiperactividad, pueden fácilmente enturbiar el cuadro de cronicidad y severidad que es requerido para el diagnóstico; y en este demasiado común escenario, las preguntas de la mujer sobre el TDAH pueden ser fácilmente rechazadas.

Es posible que el profesional que la trate malinterprete la confusa imagen que una mujer con TDAH puede presentar. Puede que la mujer se queje de una depresión de años, de baja auto-estima, de sentirse fuera de control y agobiada. También puede ser sobrediagnosticada por un profesional de la salud mental que puede estar predispuesto para verla como un caso de depresión crónica, dependiente, histérica, narcisista o pasivo-agresiva, en dependencia de cómo ella se presente a sí misma.

Es un error insistir en que usted no tiene otras dificultades y asumir que cada problema que pueda tener es un trastorno por déficit de atención, pero en ausencia de una enfermedad mental severa o de otros problemas neurológicos, en ausencia de otros grandes problemas estresantes, situaciones familiares u otras cosas que puedan justificar su severa dificultad para organizarse, usted debe seguir la búsqueda de su diagnóstico de TDAH. Si siente, a pesar de otros grandes logros y demás habilidades, que aún después de la terapia choca con esos problemas una y otra vez, continúe buscando el diagnóstico correcto. Si pasa su vida buscando cosas, si está agobiada, fuera de control, sepultada en papeleos y detalles, incapaz de cumplir con las tareas de la rutina diaria, puede que tenga razón si halla la explicación en el TDAH. En el próximo capítulo, daremos los primeros pasos para el diagnóstico.

CAPÍTULO ONCE

Auto-evaluación y caminos hacia el diagnósticoAuto-evaluación

Los primeros pasos

Hasta este punto, hemos cubierto lo que sucede cuando una mujer tiene dificultades y no sabe si es TDAH o algo diferente. Hemos mostrado también lo fácil que resulta recibir un diagnóstico incorrecto ya que el TDAH es similar a muchos otros trastornos. Digamos que usted, como mujer, se siente identificada con algunas de las características que hemos descrito. Pudiera preguntarse: “¿Cuáles son los pasos a seguir para ser diagnosticada?”

Aunque las mujeres comparten muchos síntomas primarios y secundarios del TDAH con los hombres, ellas tienen algunos temas significativos con el TDAH que se diferencian. Una de las dificultades, hasta ahora, ha sido la falta de un instrumento de auto-evaluación para los adultos con TDAH en general. Yo siento que había y aún hay necesidad de una nueva forma en que las mujeres puedan comenzar a identificarse ellas mismas. Muchas mujeres se examinan a sí mismas temprano, cuando empiezan a tener cierta noción de que algunas de estas características las describen. Cuando observan las diversas descripciones del diagnóstico, suelen sentir que, aunque hayan leído unas cuantas palabras, algunas líneas o incluso un capítulo que puede aplicarse a ellas, la mayoría del contenido “no es ella”. Entonces retroceden a su posición anterior de que simplemente son holgazanas, desorganizadas o deprimidas.

Esto es especialmente cierto en las mujeres sin hiperactividad, que ahora llamamos el tipo inatentivo de TDAH. La imagen de Picasso de la mujer que duerme representa la apariencia y la manera en que se siente la mujer sin hiperactividad, en contraste con una persona más hiperactiva, que sería naturalmente más fácil de identificar como individuo con TDAH.

Al principio cuando escribí este libro, el concepto de TDAH en adultos, cuando menos en las mujeres, era todavía un fenómeno relativamente nuevo. Había comenzado muy recientemente a entrar en la corriente de las posibles probabilidades de diagnóstico para los profesionales de la salud mental. Con la publicación de muchos nuevos libros sobre adultos con TDAH, así como las conferencias, boletines y grupos de apoyo que surgieron a través de todos los Estados Unidos y alrededor del mundo, comenzó a diseminarse la noción de que este padecimiento realmente existe y que debe existir una razón para las dificultades de incontables adultos.

He diseñado mi propia herramienta de auto-evaluación para las mujeres porque es vital que las que piensen que tienen este trastorno estén bien informadas. De la

misma manera en que es importante ser un consumidor educado a la hora de comprar algo importante como una casa, un auto, una embarcación o una computadora, hoy día es imperativo ser un consumidor educado a la hora de buscar atención para nuestra salud mental, especialmente cuando se trata de algo que es nuevo o poco conocido para el público, así como para muchos profesionales.

He escrito esta lista de auto-chequeo como una alternativa a otros métodos más tradicionales, dado que para las mujeres, muchas de sus tareas y roles culturales se ven afectados de diferentes maneras. Esto no es un sustituto para los demás tipos de herramientas de evaluación y diagnóstico, sino una información adicional y una nueva forma de mirar el asunto desde la perspectiva de las mujeres.

Herramienta para la auto-evaluación

Cada mujer presenta de cierta manera y en algún momento de su vida los tipos de sentimientos o problemas que han sido enumerados aquí. ¿Usted los ha tenido de forma más severa que las personas promedio? ¿Han estado presentes durante la mayor parte de su vida? ¿Le parece que esos síntomas particulares son la razón principal de que haya tenido dificultades en sus logros, su autoestima, sus relaciones y su estado de ánimo? Si su respuesta general a estas interrogantes es un gran ¡sí!, quizás deba considerar una consulta profesional y una evaluación completa sobre TDAH.

Autoevaluación “Solden” para las mujeres con Trastornos por Déficit de Atención

Derecho de autor © 1995 Sari Solden (Prohibida la reimpresión sin el debido permiso)

Instrucciones: Marque los que correspondan a su caso.

Sistema para filtrar el estímulo

• ¿Se siente bombardeada en las tiendas por departamentos o en los supermercados?

• ¿Se siente sobrecargada y extenuada después de un día en la oficina?• ¿Le atormentan el ruido y la actividad en las fiestas?• ¿Se encierra a menudo en sí misma, a mitad del día, por sentirse acosada?• ¿Le resulta imposible apartar los sonidos cercanos y las distracciones que no

molestan a los demás?

Tiempo. Dinero. Cosas (TDC)

• ¿El tiempo, el dinero, los papeles o las “cosas” le dominan su vida y le afectan su habilidad de alcanzar sus objetivos?

• ¿Se le acumulan las cuentas, los papeles importantes y las planillas sin darle la atención que requieren?

• ¿Emplea usted la mayor parte de su tiempo en resolver dificultades, en buscar cosas, en tratar de ponerse al día o en esconderse?

• ¿Alguna vez aprendió a actualizar su talonario de cheques?• ¿Su carro constantemente permanece lleno de toda clase de cosas?• ¿Usted siente que no puede limpiar sin hacer un esfuerzo extraordinario?• ¿Siente con frecuencia que la vida corre fuera de su control y que le es

imposible cumplir con las exigencias diarias?• ¿Tiene problemas para cumplir con fechas de entrega, planificar y priorizar

tareas?• ¿Las personas frecuentemente se irritan con usted porque llega tarde o se

olvida de las citas?• ¿Empacar para un viaje le resulta una pesadilla?• A pesar de sus mejores esfuerzos, ¿le resulta imposible mantener un sistema?• ¿Invierte mucha energía en organizarse hasta el punto de excluir otras cosas

que le gustaría hacer?• ¿Le causa demasiada vergüenza que alguien venga a limpiar su casa porque

van a ver su desorden?• ¿Está tan avergonzada que no contrata a alguien que la ayude porque piensa

que usted está más allá de cualquier ayuda?• ¿Usted comienza cada día decidida a organizarse?

Las relaciones

• ¿Usted evita a la gente a causa del desorden o la desorganización que hay en su vida?

• ¿Ha dejado de invitar a las personas a su casa porque le da vergüenza el desorden?

• ¿La han considerado egoísta porque no escribe notas ni envía postales de cumpleaños?

• ¿La han llamado descuidada o distraída?• ¿Tiene la impresión de que está “haciéndose pasar por normal”?• ¿Se siente como una impostora?• ¿Se queda en blanco en las conversaciones con frecuencia?• ¿Le es difícil mantener pequeñas conversaciones sociales?• ¿Tiene momentos en que no puede dejar de hablar?• ¿Tiene momentos en que no puede evitar interrumpir a los demás, aún

sabiendo que no debería hacerlo?• ¿Tiene dificultades para hablar sobre temas internacionales?• ¿Ha tenido dificultades en sus relaciones sexuales porque no ha podido

concentrarse lo suficiente?• ¿A menudo ha hecho relaciones con personas que funcionan como

‘cuidadores’?• ¿Posee temores específicos de abandono o de terminar sola porque piensa que

no puede cumplir con las exigencias de la vida diaria por sí misma?

• ¿Duda de acercarse íntimamente a una pareja por temor a no poder manejar las exigencias de un matrimonio y de los hijos?

Las emociones

• Cuando le piden “una cosa más”, ¿usted siente que “la sacan de quicio” emocionalmente?

• ¿Se siente sobrecargada o vaciada?• ¿Se siente deprimida porque no logra hacer todo lo que se propone en su vida?• ¿Se ha sentido así por largo tiempo? ¿Desde su niñez?• ¿Cree que no puede mantener una vida equilibrada ni cumplir con las

exigencias que ello conlleva?• ¿Se autocritica negativamente debido a su desorganización y a sus olvidos?• ¿Se considera irresponsable?• ¿Se preocupa excesivamente? ¿Tiene la sensación de que las cosas se le van a

derrumbar?• Si alguien interrumpe uno de sus sistemas, ¿usted reacciona con una ira muy

fuerte?• Si el teléfono suena cuando usted está tratando de concentrarse, ¿le provoca un

estado de “mini-pánico”?• ¿Cambia de un estado de ánimo a otro con facilidad?• ¿Tiene la sensación de vivir en una rutina de la que nunca podrá salirse?

Permanecer alerta, niveles de energía y nivel de actividad

• ¿Usted toma una cantidad excesiva de café o de refrescos de cola todos los días?

• ¿Ha abusado de estimulantes como la cocaína para permanecer enfocada o del alcohol o la marihuana para auto-medicarse?

• ¿Se siente como una muñeca de sofá o como un tornado en uno de los extremos de actividad irregular?

• ¿Se siente como si estuviera entre la niebla?• ¿Su motor está siempre encendido?• ¿Cree que su mente es hiperactiva y que siempre está pensando en ideas

nuevas?• ¿Le es muy difícil sentarse tranquila o sentirse relajada durante largos períodos

de tiempo en las reuniones o en las conferencias?

Ideas y síntesis

• ¿Cree que tiene muchas más ideas que otras personas?• ¿Cree que no puede sintetizar, organizar o ejecutar sus ideas de una forma

ordenada?

• ¿Tiene dificultades para priorizar?• ¿Tiene dificultades para leer y recordar los hechos básicos?• Al final del día, ¿ha reunido una cantidad de notas garabateadas al azar?

Los logros

• ¿Ha visto que otras personas con un CI y educación similares la superan?• ¿Ha comenzado a sentirse desesperada porque nunca desarrollará su potencial

ni alcanzará sus metas?• ¿No comprende cómo los demás llevan una vida coherente y regular?• ¿Le es difícil imaginar cómo concentrarse en sus habilidades porque está

hundiéndose en las exigencias?• ¿Le resulta muy difícil cumplir con las exigencias de un empleo de 9 AM a 5

PM?

Antecedentes

• ¿La tildaban de soñadora cuando era niña?• ¿Le decían que era desordenada, distraída, holgazana, egoísta o hipersensible?• ¿Alguna vez la diagnosticaron con dificultades en el aprendizaje?• ¿Era torpe y tropezaba mucho con las cosas?• ¿Era extremadamente tímida o extremadamente sociable y conversadora

cuando era niña?• ¿Algunas de sus notas en la escuela diferían con otras calificaciones?• Aún siendo niña, ¿tenía problemas para organizar su taquilla, sus gavetas, el

clóset o el cuarto?• ¿Fue promiscua en la adolescencia?• ¿Cambió de escuelas o de universidades con más frecuencia que los demás?• ¿Cambió de carrera varias veces?• ¿Ha tenido más cambios en su vida que el promedio de las personas?• ¿Usted cambia de trabajo frecuentemente?• ¿Ha cambiado la senda de su vida frecuentemente? ¿Ha tenido más empleos y

han sido éstos más diversos comparado con otras personas?

Asuntos de mujeres

• ¿Tiene dificultad para mantener en orden sus joyas, cosméticos y accesorios?• ¿Le resulta muy difícil comprar en las tiendas por departamentos?• ¿Tiene problemas de hacer compras impulsivas o compulsivas?• ¿Encuentra agobiante ayudar a su hijo a organizar su vida social y escolar?• ¿Es incapaz de ofrecerle a su hijo la estructura requerida, especialmente si su

hijo tiene TDAH?

• ¿Usted come o tiene relaciones sexuales de manera compulsiva como una forma de concentrarse o de sosegarse?

• ¿Cambia de una actividad a otra cuando trata de hacer las tareas domésticas, sin lograr mucho resultado?

Si ha respondido afirmativamente y con seguridad a muchas de estas preguntas o incluso si algunas de estas cuestiones le ocasionan gran dificultad en su vida, le recomiendo que valore la posibilidad de padecer de TDAH.

Después de la autoevaluación: ¿Y ahora qué?

Si después de responder la auto-evaluación anterior sobre TDA, asistir a algunas conferencias y contestar algunos cuestionarios de auto-evaluación inicial a través de Internet, usted todavía considera que el TDAH es lo más cercano a la descripción de las dificultades que afectan severamente su vida, entonces vale la pena que busque una evaluación profesional. Si usted confronta dificultades que no parecen coincidir con el TDAH, pero que la molestan de todos modos, la convido igualmente a buscar ayuda profesional ya que puede ser tratada por depresión, ansiedad o cualquier otra dificultad interpersonal ajena al TDAH. Recuerde que usted puede presentar todos los síntomas enumerados en cualquier lista o descripción y hasta haberlos presentado de manera crónica y severa, pero todavía no ha recibido un diagnóstico. Sus síntomas pueden deberse a otros factores y deben ser evaluados en el contexto de un cuadro completo de diagnóstico, por un profesional experimentado en TDAH en adultos. Este especialista debe entender ciertas sutilezas, sobre todo en las mujeres que pueden haber enmascarado sus síntomas muchos años.

Existen tres áreas en las que usted necesitará ayuda profesional para recibir un diagnóstico y tratamiento completos. Algunas veces, es posible encontrar a un profesional experimentado en estas tres áreas, pero a menudo se hace necesario ver a más de una persona para continuar su tratamiento. Primero, es necesaria una evaluación y un diagnóstico profesionales. Esto incluirá no sólo el diagnóstico de TDAH, sino el de otras dificultades que también pueden estar afectándole. Segundo, si usted es diagnosticada con TDAH (y/o con depresión u otras dificultades coexistentes), necesitará ver a un médico que le prescriba y monitoree los medicamentos apropiados para usted o al menos tener una consulta con el médico, aunque decida no tomar los medicamentos. Y tercero, también necesitará de una constante educación, apoyo, guía y a menudo, terapia.

Caminos hacia el diagnósticoHe encontrado que las personas a menudo resultan diagnosticadas con TDAH de

una manera inútil. Una persona puede simplemente leer algo sobre el TDAH, acudir a un psiquiatra inmediatamente, obtener una prescripción, irse a casa y ya está. Puede que otra persona tome la batería completa de exámenes con un psicólogo que le dice: “Sí, usted tiene TDAH”, luego se marcha, compra los medicamentos y se va a casa. Nada de terapia. No se menciona a ningún guía. Cualquiera de esos escenarios es beneficioso hasta cierto punto porque al menos usted sabrá que padece de TDAH. Si usted está motivado, leerá mucho más sobre eso, se involucrará con otras personas y desarrollará una red de apoyo. Para algunas personas eso puede funcionar por cierto tiempo. Puede incluso funcionar muy bien, en dependencia de su iniciativa.

Para la mayoría de los adultos, sin embargo, no será suficiente. Si son diagnosticados y tratados muy rápidamente o si el proceso es muy breve y directo y se les deja por su cuenta, ellos no se involucrarán con otras personas ni continuarán

educándose sobre su TDAH. No tendrán el tiempo necesario para absorber e integrar este nuevo tipo de identidad. No tendrán a alguien con quien trabajar en la re-estructuración de sus vidas y para confrontar las situaciones difíciles que surgirán cuando intenten hacer los cambios necesarios. Al final, se sentirán a menudo decepcionados.

¿Con cuál profesional comenzar?

Si usted ya visita al psicoterapeuta, háblele sobre sus reacciones en su auto-evaluación. Si el psicoterapeuta tiene la experiencia idónea, será capaz de evaluarla él mismo o le recomendará a otro profesional que se especialice en TDAH. También puede remitirla a un psicólogo para una evaluación neuropsicológica completa o a un psiquiatra para un diagnóstico y tratamiento médico sin necesidad de pasar por este tipo de exámenes extensivos.

En otros casos, usted puede empezar refiriéndose a sus sentimientos sobre el padecimiento de TDAH con su médico general o con un psiquiatra. Si éste no le ofrece un seguimiento en su educación, un apoyo o una terapia junto con los medicamentos, entonces deberá ser referida a otra persona para lograr este sistema completo. La combinación de un profesional de la salud mental y un psicofarmacólogo (un médico especializado en tratamiento con medicamentos) suele funcionar bien.

También debe tratar de obtener recomendaciones de grupos locales de apoyo para TDAH, asociaciones nacionales y a través de Internet.

La calidad de la experiencia

Existe una variedad de enfoques, herramientas y profesionales que pueden participar y ser útiles en este proceso. La experiencia y meticulosidad del profesional que lo atienda es crítica a lo largo del proceso, así como en el momento del diagnóstico. He visto personas a las que les han aplicado el trabajo completo y han tenido experiencias destructivas y malos diagnósticos y también he visto cómo otros profesionales son sensibles, cuidadosos y experimentados al hacer un gran trabajo de análisis de todos los temas sin necesidad de emplear ninguno de los instrumentos mencionados, Es posible que a usted le resulte este proceso meticuloso y específico, pero tendrá muchas oportunidades de explicar los detalles de su experiencia interna única. Usted es un ser humano complejo y no simplemente otro caso de Trastornos por déficit de atención. Es bueno que usted comprenda que el especialista busca lo que sucede en realidad, no solamente el TDAH ni tampoco solamente los trastornos emocionales.

Si no puede encontrar a alguien que entienda lo que usted le describe, vaya a otro lugar. Es importante mantener la mente abierta y escuchar lo que le tienen que decir sobre otras posibles causas de sus dificultades. Pero también confíe en sí misma. Muchos profesionales no tienen todavía la experiencia para ver el TDAH en las mujeres. Confíe en sí misma y encuentre a un profesional en quien pueda confiar y trabajar en una relación de colaboración, a medida que ambos traten de entender los desafíos que usted presenta.

Antes de ver a un profesional

Antes de acudir a un profesional para más discusiones o evaluaciones, es muy útil anotar las cosas que le parezcan que tienen que ver con usted a medida que las lee, o subrayarlas en el texto, por ejemplo:

Trate de recordar su niñez y todo el transcurso hasta el momento presente y anote las dificultades que pueda haber experimentado. Piense sobre algunas inconsistencias inusuales en la escuela, cambios de trabajo, relaciones sociales o experimentos con sustancias. Especialmente piense sobre la organización de su vida diaria.

Piense acerca de la severidad de sus síntomas. Observe los períodos de tiempo en que las cosas marchaban bien y trate de imaginarse qué tipo de apoyo tuvo en esos tiempos que le ayudaron a que su vida funcionara. Trate de recordar cuándo las cosas dejaron de irle bien, cuándo pudo haber chocado contra un nivel de exigencias en su vida que le ocasionó no ser capaz de seguir funcionando bien. Hable con su familia. Si usted tiene una pareja o hijos, hable con ellos. Si sus padres o hermanos están disponibles, hable con ellos sobre lo que recuerden.

Prepararse para la primera consulta con un profesional

Lleve sus notas y no tenga miedo de usarlas. Es mejor evitar que el especialista se sienta agobiado con su estilo de comunicación. Lo menos que usted necesita es más vergüenza.

Antes de someterse a una evaluación, converse con alguien que le diga lo que puede esperar de esta consulta y de qué manera le será útil. Después de la evaluación, necesitará tener una buena explicación verbal y escrita de los resultados. Quizás prefiera tener una grabación de la sesión o tomar notas para poder recordar todo lo conversado. Si alguien se molestara por esto, usted deberá preguntarles al respecto o revisar de nuevo sus notas sobre TDAH.

Haga funcionar esta experiencia porque es posible que obtenga una buena cantidad de información complicada y usted querrá irse a casa con la posibilidad de procesarla más tarde. Cuando el especialista le explique los resultados, pida una buena explicación de sus habilidades y de sus debilidades. Pídale algunas sugerencias sobre lugares adonde dirigirse y qué hacer en lo adelante… Recuerde que es mejor no sentirse como parte de un molino, en el que usted está siendo triturada por dentro y por fuera: “Aquí tiene algunos medicamentos, gracias, hasta luego y que tenga una buena vida”. Esto es para toda la vida, el principio de un largo y lento proceso que debe ser tratado de una manera muy humana. Usted tiene el derecho de exigir esto y de trabajar con alguien con quien se sienta cómoda.

La Internet es una manera de acceder a excelentes redes de recursos sobre TDAH. Los profesionales de la salud mental en su área, su médico de cabecera o los médicos que trabajan con niños pueden probablemente darle referencias también.

Es importante que el profesional pase bastante tiempo con usted para separar los síntomas psicológicos de los neurológicos. El Dr. Thomas Brown enfatiza que evaluar el TDAH sin hiperactividad (el que ahora llamamos TDAH inatentivo) requiere de escuchar y preguntar con extremo cuidado durante las entrevistas. Él señala que identificar los síntomas cognitivos del TDAH sin hiperactividad requiere de medidas mucho más sutiles que “la simple observación o los casos de conducta expresa, los cuales pueden identificar a los tipos hiperactivos-impulsivos de TDAH”.

Otras herramientas de evaluación

El Dr. Thomas Brown creó un instrumento de evaluación denominado Escala Brown para Trastornos por Déficit de Atención (BADD, por sus siglas en inglés) (1998). Para los adultos, éste puede ser un instrumento muy útil cuando es utilizado por un profesional durante una entrevista estructurada con el paciente. Un profesional experimentado puede usar este u otros instrumentos de evaluación, una entrevista estructurada, una evaluación neuropsicológica completa, o las tres, para hacer su diagnóstico.

La mayoría de los adultos pasará por toda suerte de matices y esto puede ser utilizado para explorar con profundidad las diversas áreas del funcionamiento ejecutivo . (Vea el Capítulo 5 para mayor referencia al funcionamiento ejecutivo). Incluso si utiliza una lista de autoevaluación en su casa, la llena y la entrega, ésta debe ser comentada en vez de servir de mera referencia.

Exámenes

Evaluación neuropsicológica

Una tercera forma de aproximarse al diagnóstico es comenzar con un examen neuropsicológico completo que ayude a explicar la formas en que su cerebro funciona bien y las áreas donde radica la mayor dificultad. Esto puede ir acompañado de una referencia para medicamentos y de preparativos para un seguimiento con terapia, guía, apoyo o educación.

Los beneficios de una evaluación completa

Un examinador de experiencia puede usar una variedad de herramientas, una entrevista estructurada, una evaluación neuropsicológica completa, o todos juntos, para hacer su diagnóstico. Muchos adultos tienen una sólida historia de TDAH sin muchos otros factores complicados. En esos casos, después de una evaluación e historia completas, el diagnóstico puede parecerle relativamente claro a un profesional experimentado en materia de TDAH en adultos, especialmente si también es capaz de descartar claramente otros trastornos coexistentes.

A menudo existen razones, sin embargo, por las cuáles es importante seguir una ruta diferente, aunque más costosa y prolongada. Esto es lo más apropiado cuando un profesional está inseguro de que el TDAH es la causa de las dificultades de su paciente, después del período de evaluación inicial. Esto puede deberse a las historias de la niñez o las dificultades coexistentes en ese momento, que puedan enturbiar el cuadro del diagnóstico. Las dificultades de aprendizaje requieren ser analizadas. Puede que usted tenga otro padecimiento neurológico, trastornos del estado de ánimo o dificultades de la personalidad que opacan el asunto que usted necesita diferenciar. En estos casos, existe una gran cantidad de buenas razones para someterse a una serie de exámenes neuropsicológicos más profundos y completos. En estos casos, una completa batería de exámenes neuropsicológicos puede brindar una gran cantidad de información valiosa, y aún mejor, puede ser de gran ayuda para que el individuo entienda la realidad y el significado de su TDAH y comience a integrar esta idea de manera más profunda.

Otra razón muy importante para someterse a una evaluación completa es el requerimiento legal para poder obtener la certificación que ampara el acomodo de impedimentos en la escuela o en el trabajo. También se puede obtener a veces tiempo adicional para algunos exámenes profesionales. Estas son excelentes razones para hacerse una evaluación neuropsicológica completa.

Existen otras razones, quizás más opcionales, para obtener una evaluación completa, pero serán de gran valor si la persona tiene los recursos y la inclinación para hacerlo. Algunos, aún sabiendo que tienen TDAH, quieren entender cuál es su perfil neuropsicológico. Quieren saber en qué áreas exactamente radican sus puntos fuertes y sus debilidades. Es siempre útil conocer más sobre usted misma. Después que haya recibido alguna introducción al TDAH, haya tenido algún tiempo para absorberla y haya desarrollado una relación con un profesional con el que hace un seguimiento sobre cómo vivir con su padecimiento, entonces, especialmente por las

razones de diagnóstico anteriormente mencionadas, sería un paso muy útil someterse a la batería completa de exámenes.

Estos exámenes y este proceso son útiles para romper la negación. El tipo adecuado de exámenes y explicaciones, ayuda a los individuos a entender que ellos tienen TDAH y comienzan a integrar esa idea de una forma más profunda. Los exámenes pueden también ayudar a los miembros de la familia a entender y aceptar el diagnóstico más fácilmente porque ellos a menudo ven las deficiencias y las lagunas en blanco y negro.

Desventajas de una evaluación completa

Los exámenes neuropsicológicos son costosos y no existe una respuesta absoluta que afirme o descarte la presencia del TDAH en el individuo. Como apuntaron los Dres. Hallowell y Ratey en Driven to Distraction, los resultados de estos exámenes no reflejan con precisión el funcionamiento diario de la persona porque a menudo las condiciones de los exámenes brindan la motivación y el estímulo que una persona con TDAH necesita para prestar atención. A veces, el individuo saldrá mucho mejor en estos exámenes de lo que sus dificultades en la vida diaria pudieran sugerir.

Esta es una coyuntura crítica en la vida de un individuo y con demasiada frecuencia se atraviesa de una forma rápida y clínica. Aunque la evaluación debe ser meticulosa, he visto muy a menudo resultados de exámenes que no son estudiados con suficiente profundidad. Los exámenes sólo son útiles si sus resultados son cuidadosa y sensiblemente explicados. Deben resaltarse sus áreas fuertes tanto como sus dificultades, qué se puede hacer para ayudar, qué es efectivo, qué tipo de estrategias usted puede emplear y a dónde dirigirse a partir de ese punto. A no ser que obtenga ese apoyo informativo, simplemente someterse a una batería completa de exámenes y gastarse en ellos varios cientos de dólares no le va a resultar tan eficaz como usted quisiera.

Esta evaluación no es necesariamente para todo el mundo, especialmente como manera de comenzar. El tiempo es crítico en el contexto del plan de tratamiento completo del TDAH. Yo personalmente considero que el enfoque y la ruta apropiada para cada persona requieren ser determinadas sobre una base individual. Además, muchos no pueden permitirse las evaluaciones neuropsicológicas, pero necesitan urgentemente de ayuda. Si estas personas pudieran ser correctamente diagnosticadas sin los exámenes, deberían tener un tratamiento y un seguimiento cuidadosos.

La sesión sobre el diagnóstico

Después de su primera sesión o de un par de sesiones de exámenes, usted se reunirá con la persona que le hizo las pruebas o con el psicólogo supervisor para hablarle de los resultados. Esta “sesión informativa” es esencial porque el diagnóstico es el comienzo del tratamiento. “La esperanza empieza con el tratamiento”, como dijeron Hallowell y Ratey en Driven to Distraction. Una vez que la mujer con TDAH recibe su diagnóstico, se siente aliviada y preparada para entender su problema. Unos cuantos sentimientos diferentes pueden acompañar este diagnóstico. Considero que lo mejor para tener éxito en el tratamiento es que estos sentimientos se exploren con un profesional de la salud mental que sea compasivo, sepa discutir sus problemas y pueda explicar lo que usted siente y responder la cantidad de preguntas que acompañen su diagnóstico y el comienzo de su tratamiento. Éste es un momento crucial de su vida y lo mejor es no apresurarse ni hacerlo de forma clínica.

A pesar de que los exámenes pueden ser exhaustivos, he visto con demasiada frecuencia que los resultados no son analizados al detalle con el cliente ni explicados

de manera cuidadosa y sensible. Se deben resaltar sus puntos fuertes así como sus dificultades y ver todo lo que se puede hacer para ayudar, lo que es efectivo, qué tipos de estrategias puede usar y cómo continuar a partir de este momento. Usted deberá obtener una explicación sólida verbal y escrita de los resultados, que incluya referencias y/o sugerencias. Asegúrese de que el especialista tenga claro lo que significa y cuáles son los próximos pasos a seguir.

Usted puede llevar algo para grabar esta sesión o tomar notas para recordar lo que le dijeron. Si alguien le pone trabas para esto, usted debe cuestionar si esa persona entiende los desafíos de la memoria en los individuos con TDAH. También pudiera llevar a alguien que le acompañe y le ayude a recordar la información ya que usted malentender lo que oye al estar en una situación vulnerable. Tuve una cliente que oyó mal, recordó mal o malinterpretó una parte de nuestra sesión porque resaltaba la forma negativa en que ella veía sus síntomas. El informe de los resultados explicaba en una parte que ella utilizaba “estrategias de memoria ineficientes” debido a su TDAH, pero todo lo que recordó fue que ella pensó que la conclusión del informe era que ella era “deficiente”. A otras mujeres se les dijo que la evaluación demostró que en realidad tenían varias cualidades especiales, pero salieron de la sesión superenfocadas en la baja puntuación obtenida en otras áreas que validaban los problemas que atravesaban.

Asegúrese que esta experiencia sea de gran utilidad porque es posible que obtenga mucha información que lo confunda y usted quiera regresar pronto a casa para procesarlo todo luego. Pida una explicación de sus puntos fuertes y de sus dificultades. No permita que lo apuren en esta sesión: “Vaya a comprar este medicamento, gracias y que le vaya bien”. Esto es para toda la vida y es el comienzo de un largo y lento proceso que debe realizarse de forma humana. Usted tiene derecho a pedir esto y a encontrar la persona con la que se sienta cómoda.

Cuando esté a punto de recibir su diagnóstico, si se siente que subestiman o minimizan lo que usted siente o dice o si le dicen que los resultados no se ajustan a lo que usted explica, pero usted aún cree que el TDAH es la fuente de sus dificultades, busque una segunda opinión. Por otro lado, no ignore que quizás usted pueda padecer de otro trastorno parecido al TDAH que también necesite tratamiento.

ResumenEsta forma de ver a las personas, sobre todo a las mujeres, es aún relativamente

nueva. Pensábamos que los problemas provenían siempre de causas emocionales y familiares. Nunca entendimos que las personas tienen cerebros muy diferentes, como las huellas dactilares. Ahora todos comienzan a reconocer cuánto influyen en nosotros nuestra química cerebral y nuestras conexiones cerebrales. Todos somos diferentes, cada persona tiene variaciones. Todas las diferentes transacciones químicas que ocurren en nuestra mente, nuestra conducta y emociones, son reacciones a nuestra química cerebral. Ahora es que entendemos que las diferencias cognitivas y las variaciones sutiles explican nuestras dificultades.

Estábamos acostumbrados a enfocarnos en las experiencias de la niñez temprana y nunca consideramos en qué medida nuestra psicología y nuestra vida respondían en particular a nuestra propia neurología. Hemos comenzado a explorar estas diferencias y su efecto en nosotros. Justo ahora existe un gran comprensión sobre este tema, lo cual seguirá progresando. Aunque está empezando a ser aceptado, existe todavía un gran escepticismo y falta de conocimiento sobre el TDAH en adultos, el TDAH en mujeres y especialmente el TDAH en mujeres que nunca han sido hiperactivas. En el capítulo anterior tratamos con mayor profundidad por qué y de qué formas las mujeres son a veces mal diagnosticadas.

CAPÍTULO DOCE

Panorama del tratamiento: la etapa inicialPeríodo de sufrimiento

Vamos a comenzar con este esquema de “Todos los caminos conducen al éxito” para ofrecer un panorama del tratamiento que seguiremos hasta el final de este libro. Cuando digo “tratamiento”, me refiero a sentirse mejor, sea cual fuere el significado para usted. El tratamiento no tiene necesariamente que significar psicoterapia individual cada semana, sino una combinación de medicamentos, guía, apoyo o terapia, con parejas, individual o en trabajo de grupos, en dependencia de la historia particular de cada persona y de su situación actual.

Cada individuo, en el camino hacia una vida exitosa con TDAH, puede tomar una ruta diferente; en dependencia de su historia puede encontrarse con mayores o menores obstáculos o desvíos en su camino. Lo importante es siempre volver a la senda y continuar avanzando. Al final de la jornada, sin embargo, debe esperar encontrarse a sí mismo, no a una persona diferente, solamente un poco más de quien usted realmente es. Para que el viaje sea exitoso, necesitará combustible (medicamentos) y buena compañía (usted no puede hacerlo sola, ni puede hacerlo con una “ayuda tóxica”). También necesitará un mapa para saber hacia dónde va, cuáles son las señales a seguir en el camino y cómo saber que ha llegado. Y aún más importante, deberá estar segura de que se dirige adonde realmente quiere llegar.

DESPUÉS DEL DIAGNÓSTICO: UN PANORAMA DEL PROCESO

El momento del diagnóstico, una vez explicado por un profesional compasivo y de experiencia, suele traer una sensación de gran alivio y esperanza. En algún momento después del diagnóstico la mayoría de las personas buscan algún tipo de ayuda, ya sea con algún profesional o asociándose a algún grupo de apoyo y cuidado personal.

Algunas veces son los síntomas primarios de TDAH los que llevan a un individuo a buscar diagnóstico y tratamiento. Una mujer siente que no puede poner su vida en la senda correcta, o que su vida en el hogar y en el trabajo es demasiado difícil y consumen demasiado de su tiempo. En otros casos, son los síntomas secundarios los que llevan al individuo a buscar ayuda. Estas son las dificultades relativas al estado de ánimo, la autoestima, las relaciones o el rendimiento que están relacionadas con el TDAH. En cualquier caso, el momento del diagnóstico a menudo brinda una sensación de gran alivio y de esperanza, especialmente cuando el diagnóstico se acompaña con el contexto educativo. Los medicamentos debe ir acompañados por el énfasis en el cuadro completo de TDAH y algunas opciones de terapia continua o de apoyo.

Tan pronto como se hace el diagnóstico, el individuo con TDAH comienza a trabajar en camino hacia lo que llamamos el período de sufrimiento. Este concepto fue originalmente concebido para describir cómo las personas confrontan y llegan a admitir las enfermedades terminales. Desde entonces ha sido aplicado a cualquier cambio sustancial en la vida. La Dra. Lynn Weiss, en su Manual sobre el Déficit de Atención en los Adultos, así como Kate Kelly y Peggy Ramundo, han vinculado el período de sufrimiento al proceso de aceptar el TDAH. Yo tengo mi propia descripción de lo que he visto que sucede cuando las personas avanzan a través de este período de una manera o de otra. Puede existir un esfuerzo obvio al atravesar por ese período o el proceso puede ser más sutil, pero al final todas las personas diagnosticadas con TDAH deben transitar ese camino a través de todas sus etapas.

Al seguir la enseñanza al final del diagrama del camino hacia el éxito, puede que la persona tome una ruta menos directa para alcanzar el mismo objetivo o arribar al mismo destino. Además de los síntomas primarios, por ejemplo, es posible que la mujer lleve sobre sus hombros el legado emocional de vergüenza y culpa al que nos hemos estado refiriendo. Aún se siente afectada por muchos de los efectos secundarios, como las dificultades en su estado de ánimo y en las relaciones. Éstas pueden interferir en su habilidad de enfrentar el período de sufrimiento o en el empleo de las técnicas y herramientas necesarias para cambiar o manejar los síntomas del TDAH. La mujer que cargue con esa experiencia de vida más complicada, necesitará una terapia profesional, ya sea individual, de grupo o en pareja.

La mujer puede verse estancada sin saber por qué, confrontando barreras internas que le impiden continuar haciendo los cambios que ella desearía. Además, cualquier cambio en la vida de una persona o en su familia, conlleva a su propio estrés. Aún cuando los cambios sean positivos, las personas cercanas a ella pueden resistirse o reaccionar de manera inesperada. La intervención profesional puede ayudar a apoyar y a mantener los cambios positivos. Más adelante, cuando ella empiece a tener nuevos éxitos y a ser más afirmativa en sus relaciones, necesitará nuevas habilidades y apoyos. Por todas estas razones, se recomienda periódicamente alguna forma de terapia, lo cual resulta de gran utilidad en la medida que la mujer continúa aprendiendo a vivir su vida exitosamente aunque padezca de TDAH.

El período de sufrimientoEn el diagrama del período de sufrimiento vemos ilustradas las etapas del mismo

y los sentimientos relacionados con cada una de ellas.

La negación

Después del período de alivio que suele acompañar al diagnóstico, uno puede entrar en un estado de negación. Las personas al principio pueden negar la realidad del TDAH o aceptarla superficialmente, pero continuar preguntándose si eso realmente se aplica a su propio caso. Aún si ellos dicen tener TDAH, ellos todavía no lo han integrado en ningún tipo de forma profunda o significativa que los pueda ayudar a ajustarse. Aún después del diagnóstico, cuando sus síntomas de TDAH emergen, las personas a menudo vuelven a recaer en la idea de “Yo soy estúpida e irresponsable”. Aún si ellos admiten a flor de labios la idea del TDAH, les toma un tiempo integrarla en su visión de sí mismos.

Como cualquier nuevo evento trascendental en la vida, una etiqueta o un cambio de autoimagen, la persona diagnosticada con TDAH a menudo atraviesa un período inicial de shock. Este shock puede persistir por un largo tiempo, a menos que ellos hayan tenido mucho tiempo para investigar sobre el TDAH antes del diagnóstico. Si el individuo ha estado leyendo, interiorizando y pensando sobre el TDAH, aplicando la información a sí misma y se ha convencido de que el TDAH es su problema antes de ser diagnosticada, entonces, por supuesto, ella ya habrá atravesado por algunos de estos sentimientos. Sin embargo, si la primera noción de TDAH es seguida demasiado rápido por el diagnóstico y el medicamento, la persona puede creer que está atravesando eficazmente por el período de sufrimiento, pero puede que tenga que volver a recorrerlo de nuevo en una forma más profunda.

Otra forma en que las personas niegan su TDAH es en la primera etapa del período de sufrimiento, cuando desmienten el efecto (opuesto a la realidad) del TDAH. Ellos niegan el efecto que el padecimiento ha tenido en sus vidas, que continuará teniendo en sus vidas y especialmente los cambios que van a tener que hacer. Esto sucede muy frecuentemente como resultado de un diagnóstico rápido,

seguido de un tratamiento médico sin ninguna educación profunda o sin una terapia de seguimiento. Una persona en esta situación no entenderá que su padecimiento y tratamiento implican mucho más que simplemente tomar un medicamento. También, si ellos no aprecian plenamente la realidad del TDAH, no serán capaces de entender las fuerzas potenciales que pueden acompañar el TDAH ni podrán aprender a dominarlas. Hurgar sólo en la superficie del período de sufrimiento evita que la mujer se sumerja en sí misma, en un proceso que puede ser un desafío emocionante y una recompensa.

La ira

Después que una mujer entiende que ella tiene algo denominado TDAH y que lo ha tenido por un largo tiempo, ella comienza a mirar hacia atrás y a ver cuán profundamente eso ha afectado cada área de su vida. En ese punto, ella a menudo se moverá hacia el período siguiente, que es la ira. Sentirá ira a menudo sobre las oportunidades perdidas y mirará atrás a los caminos que nunca tomó. Ella se enfocará en el punto cuando las cosas empezaron a salirse de su cauce y empezará a sentir ira hacia un sistema que la dejó atrás cuando era niña. Ella puede sentir ira hacia su familia porque no la ayudaron o hacia los maestros que no la comprendieron o hacia las personas que la culparon. O puede simplemente sentir ira en general de que esto le suceda precisamente a ella y que la vida le haya sido tan dura aunque ella fuera incapaz de entender por qué, o cómo arreglarla.

Es muy útil para un individuo ver la ira como una parte natural del período de sufrimiento y que es importante y necesario pasar a través de ella para poder continuar adelante en una dirección positiva.

La negociación

Cuando una persona entiende que tiene TDAH, naturalmente se siente estimulada y excitada por saber que ella puede tomar un medicamento que la ayudará. Ella dice: “Está bien, tengo TDAH, pero si yo simplemente tomo mi medicamento, todo se va a arreglar”. Ella se imagina que tomar los medicamentos podrá resolver el TDAH. Desafortunadamente, los medicamentos para el TDAH son a menudo promovidos (especialmente en los medios de prensa) como la píldora mágica. Los medicamentos son un pilar del tratamiento, como ya hemos visto, y son a menudo esenciales, pero no son mágicos ni perfectos y no son suficientes como tratamiento. Como los beneficios del medicamento no siempre cumplen las expectativas de las personas, viene como resultado el desencanto y el disgusto.

La depresión

Cuando los medicamentos no lo curan todo; aunque los individuos con DA se sientan mejor y muchas áreas de su vida mejoren grandemente, ellos todavía tendrán muchas de las mismas dificultades. Ellos entran entonces en el siguiente período del ciclo. Un estado de depresión puede resultar en este punto porque ellos han descubierto que las cosas todavía son muy duras. Las dificultades pueden ser vistas como mucho más terribles en este punto porque la experiencia en su totalidad puede ser muy desorganizada en sí misma. Ellas están atrapadas entre dos mundos por un tiempo y no pueden volver atrás. Quisieran olvidarse del TDAH, volver a la manera en que eran antes. Aunque el sistema no les funcionara muy bien, al menos les resultaría familiar. Ellas han visto otras personas con TDAH y ahora saben que existe un largo camino por recorrer, pero el proceso les parece demasiado agobiante. A

menudo, todavía no han obtenido un apoyo suficiente que les facilite hacer los cambios necesarios. Como resultado de no tener suficiente apoyo en este punto, ellas se sentirán aisladas y solitarias, lo cual también contribuye a los síntomas de depresión.

Estas son señales que apuntan al camino para salir de la depresión e indican el tipo de apoyo que es necesario obtener para poder continuar avanzando a través de este período. Además, como resultado del nuevo enfoque que ellas han logrado con los medicamentos, son mucho más capaces de ver las cosas claramente. Esto a menudo significa que pueden ver los problemas en una relación, para los que no habían tenido la energía suficiente para enfrentarlos anteriormente. Ahora pueden enfrentar el hecho de que tienen que lidiar con más conflictos y resolver asuntos que habían estado sepultados durante años. Puede haber sucesos de su propio pasado, muchos sentimientos que ahora comienzan a enfrentar. Es natural que, en este punto, empiecen a sentir la pérdida de sueños, esperanzas y oportunidades. Todas las emociones que una mujer siente a medida que avanza a través de este período son todas naturales y necesarias. Esto significa que ella se va integrando a la idea del TDAH, que comienza a conocerse a sí misma y a entender su pasado de una forma que conducirá a un modo de vida más satisfactorio.

La aceptación

Con el apoyo correcto, la terapia, la educación o simplemente con el paso del tiempo, las personas a menudo se mueven a un nuevo nivel que nosotros llamaremos la fase de aceptación. Algunas veces estas personas pasan a través de otras fases varias veces, sin alcanzar la aceptación; otras veces llegan a la aceptación y entonces pasan por todo el ciclo de nuevo. Pero llegará el momento que ellos integren de una manera profunda la idea de sí mismos como personas con TDAH. En este punto, ellos dejan de pensar en el TDAH como un asunto de fuerza de voluntad o de fracaso moral. Una de mis clientas, un año después de ser diagnosticada, aún entendía que el TDAH no era otra cosa que mal carácter de su parte y aún continuaba criticándose a sí misma cada vez que aparecía uno de sus síntomas.

En el período de aceptación, finalmente las personas empiezan a manejar sus síntomas primarios de TDAH de una manera menos reactiva. Ellos aprenden que, aunque pueden manejar sus síntomas de TDAH, estos ocurrirán. Aprenderán a reconocer sus respuestas al TDAH cuando puedan empezar a cambiarlas, de manera que no pongan las cosas mucho peores para ellos mismos.

En un final, ellos aprenderán a ser menos sensibles a las opiniones de otras personas y comenzarán a exteriorizarse o a liberarse del sentimiento de vergüenza y de vivir en secreto. Ellos pueden todavía sentir esa vergüenza, pero ahora está fuera de ellos. En este punto, los adultos con TDAH dejarán de pedir disculpas o de atacar porque sentirán que tienen más control y que pueden expresar claramente lo que necesitan.

El enfoque se moverá hacia sus capacidades. Ellos no sentirán más la necesidad de esconderse y serán capaces de pedir más ayuda o concesiones para obtener mayor ayuda. Como resultado de estos cambios, sus puntos fuertes continuarán fortaleciéndose. Este sentimiento de pro-actividad estará vinculado a un nuevo sentido de autoestima, menos depresión y más esperanza. Una vez que se cruza esa línea, las personas comienzan a explorar opciones y a renegociar sus papeles y relaciones para hacer que sus vidas funcionen bien para ellos. Un nuevo ciclo completo de aceptación se inicia. Esto realmente cobra una vida propia. Yo lo he llamado el “período de éxito”. Éste consiste en que la necesidad de autoprotección disminuye y la conducta hacia los demás comienza a cambiar. Esto puede ser el comienzo de más relaciones satisfactorias.

La siguiente combinación de herramientas les ayudará a progresar a través del período de sufrimiento y a manejar los síntomas primarios del TDAH. Ésta es una forma muy efectiva de iniciar este proceso: re-estructurando, buscando cotejos y validaciones, trabajando a través del período de sufrimiento, identificándose con otros y obteniendo la educación necesaria.

Yo uso la palabra “desorden” como una herramienta para desensibilizar, pero ello me ayuda a describir los tipos de intervenciones que son importantes, especialmente para trabajar a través del período de sufrimiento.

CAPÍTULO TRECE

El comienzo del Modelo Solden de Tratamiento Los medicamentos

Esta combinación de herramientas e intervenciones le ayudará en su progresión durante el período de sufrimiento y en el control de sus síntomas primarios de TDAH. Como puede ver en el diagrama, el tratamiento consiste en integrar varios elementos. En este capítulo nos enfocamos en los medicamentos, pero en los capítulos siguientes continuaremos refiriéndonos con más profundidad a cada elemento de este modelo. A continuación brindamos un panorama de los elementos importantes del tratamiento. El término tratamiento se define ampliamente aquí como la forma en que usted necesita tratarse a sí misma a medida que avanza hacia la aceptación y luego pasa a llevar una vida plena.

La mujer con TDAH puede seguir este modelo sola, pero en un final necesitará ampliar su sistema de apoyo para incluir a otras personas de varias formas. Los medicamentos siempre debe ir acompañados del énfasis en la vida integral del individuo con TDAH y en algunas opciones para continuar la psicoterapia o el sistema de apoyo. La mujer puede asistir a grupos de apoyo, formar parte de organizaciones sobre TDAH o solicitar el apoyo de asesores, miembros de la familia o de un psicoterapeuta que facilite este proceso.

Medicamentos: Son realmente la piedra angular del tratamiento. Aunque el Rolls-Royce sea un auto fabuloso, aún así necesita la gasolina adecuada para funcionar

bien. No importa lo caro o hermoso que sea el auto o lo potente que sea su motor. Si no tiene gasolina, simplemente no irá a ninguna parte. De la misma forma, los medicamentos para las personas con TDAH son el combustible que le permite al cerebro funcionar fácilmente y en su plena capacidad.

Educación: Implica aprender tanto como sea posible sobre el TDAH y especialmente sobre su propio cerebro y cómo funciona. Le sugiero que asista a clases magistrales y conferencias, lea libros sobre el tema, investigue en internet y únase a organizaciones.

Estrategias: Son modificaciones a su ambiente que brindan una estructura y nos mantienen bajo control. Incluyen cambios cognitivos internos de perspectiva y actitud como darnos permiso para recibir ayuda, lo cual hace posible que actuemos según las modificaciones externas del estilo de vida para promover, organizar o estimular la energía cognitiva. Los cambios en el estilo de vida incluyen la implementación del uso de estrategias de poca tecnología como los beepers pasados de moda y las alarmas, calendarios de planificación o estrategias de mayor tecnología, como los smartphones o móbiles multiusos o algún software de organización.

Apoyo: Con éste ganamos en identificación y apoyo emocional de los que nos entienden, así como apoyo físico en nuestras áreas de dificultad y desarrollamos una filosofía de interdependencia. Recuerde que el nivel de intervención deberá corresponder a su nivel y tipo de déficit organizativo. El apoyo también incluye a los asesores profesionales.

Terapia (con un profesional de la salud mental): Consiste en un trabajo individual, en pareja o en grupo. Algunos de los problemas que se abordan incluyen las habilidades comunicativas, superar la vergüenza, vencer las expectativas negativas y aprender a tomar buenas decisiones. La depresión, los problemas en las relaciones y la falta de logros son otros problemas comunes que pueden explorarse, así como aprender a establecer límites y plantear las necesidades.

Las herramientas del Modelo Solden le ayudarán a progresar en las tres áreas críticas siguientes y a continuar integrando lo que usted descubra de sí misma, sus puntos fuertes y sus dificultades. Me refiero a éstas áreas como las “Tres Erres”:

1. Reestructurar su vida2. Renegociar sus relaciones 3. Redefinir su autoimagen Las Tres Erres son el tema de los Capítulos 16 y 17 y son los pilares para

construir y modificar su vida interior y exterior a medida que continua su aprendizaje para llevar una vida placentera y con sentido en su hogar y en el trabajo, aunque tenga aún que lidiar con los desafíos del TDAH.

Reestructurar su vida significa hacer cambios que le permitan vivir más según sus puntos fuertes y recibir el apoyo que necesita para enfrentar sus dificultades. Para lograr esto, deberá renegociar sus relaciones con las personas en su vida, tanto en el hogar como en el trabajo y en su vida personal. Esto no es fácil y requiere plantear las necesidades y establecer límites. Para hacer esto tendrá que esforzarse por redefinir lo que significa para usted ser una mujer exitosa. Todos los roles y reglas que usted ha interiorizado deberán re-examinarse. Esto requiere que usted alcance el tipo de aceptación a la que nos referimos en el período de sufrimiento. Para usted la meta, y lo que esencial para reestructurar su vida, es disfrutar realmente el tipo de mujer que es incluso si no se ajusta al molde tradicional.

Ahora que ya tiene un panorama del tratamiento, nos referiremos al primer paso del Modelo Solden y resaltaremos lo más importante sobre los medicamentos.

Mi punto de vista sobre los medicamentos

El TDAH es un padecimiento neurobiológico. No importa lo que usted haga para hacer que su vida funcione, a menos que tenga el combustible básico para que su cerebro trabaje correcta y eficientemente, todas las otras intervenciones tampoco funcionarán bien. No se puede curar la neurobiología con psicología. Es esencial observar la psicología que se desarrolla como una reacción por vivir con un cerebro en particular, pero el medicamento es la fundación que a menudo le proporcionará energía para hacer los demás cambios necesarios. El medicamento correcto nos aporta la base fundamental sobre la cual construir. Con frecuencia nos da el enfoque para poder trazar estrategias efectivas, buscar apoyo y mantenerse en el camino correcto para hacer que la vida funcione de nuevo.

Es importante que recuerde que si toma medicamentos o los usa durante algún tiempo, no siempre tiene que usarlos para siempre. Algunos los usan para despertar al cerebro con un empuje de energía para empezar a tomar mejores decisiones, ajustarse mejor a su trabajo, establecerse y usar estrategias y encontrar apoyo.

El proceso de decidirse

A pesar de que el medicamento correcto ofrece una estructura, rara vez se toma a la ligera o por diversión o sólo para mejorar aún más nuestra actuación aunque ya fuera buena. Es duro tener que contar la misma historia una y otra vez para tratar de explicar las sutilezas de nuestra experiencia interior y explicar las dificultades de la vida diaria que quizás no se ajusten perfectamente al criterio oficial del diagnóstico. Es especialmente inconveniente para una mujer tratar de convencer al profesional que la atiende que sus dificultades son severas, sobre todo si nunca han tenido hiperactividad y si han recibido una buena educación u otras señales evidentes de competencia que hace que los demás cuestionen su problema.

Ningún individuo con TDAH que yo he conocido dice: “Qué bueno; realmente quiero tomar este medicamento que influya sobre mi cerebro de forma estable”. La mayoría siente temor y preocupación por su seguridad, los efectos a largo plazo, las reacciones adversas y tienen miedo de lo que el medicamento haga de ellos o del cambio que ocasione en ellos. Sin embargo, aún con todo esto la mayoría de la gente que reciben el diagnóstico de TDAH siendo adultos han estado enfrentando tantos síntomas difíciles por tanto tiempo que en un momento dado toman el medicamento con la gran esperanza de poder aliviarse. Algunos logran aliviarse de inmediato y de forma radical. Otros persisten a pesar de tener resultados no tan alentadores. Con frecuencia es difícil encontrar la dosis correcta y el medicamento correcto, pero muchos continúan intentándolo porque, como me han dicho algunas mujeres, vale la pena tener la posibilidad de poder permanecer despiertas y alertas todo el día. ¡Éstas son las cosas que los demás no tienen que apreciar! Las personas con TDAH tienen grandes dotes, pero también tienen grandes dificultades, por lo que la esperanza y la posibilidad de comenzar a expresar lo que llevan por dentro y conectarse de forma renovada con los que desean tener cerca es suficientemente importante para que acepten posibles resultados adversos.

¿Y si usted no puede tomar medicamentos o no quiere hacerlo?

A pesar de que los medicamentos suelen ser efectivos, algunas personas no se sienten cómodas tomándolos por una variedad de razones. A algunos no les gusta tomar medicinas en lo absoluto. A otros les es difícil encontrar un régimen de medicamentos que funcione sin tener reacciones adversas. Otras personas no pueden tomar medicamentos para el TDAH por motivos médicos. Debo resaltar que aunque suele ser más difícil enfrentar los síntomas sin la ayuda de los medicamentos, he visto a muchos hacer un gran esfuerzo hasta vencer sus dificultades concentrándose en sus puntos fuertes, valiéndose del apoyo, la rutina, el ejercicio, la meditación, la buena nutrición y los suplementos dietéticos, o cualquier otra cosa que les funcione para hacer que su cerebro trabaje más eficientemente. Los Dres. Hallowell y Ratey en su libro Delivered from Distraction tienen mucho que decir sobre esto en el Capítulo 25. Por ejemplo, se refieren a la ayuda que ofrecen los remedios nutricionales. Ellos sugieren añadirle a la dieta ácidos grasos de Omega 3 para favorecer la salud general, resaltando al aceite del pescado como la mejor fuente para obtenerlo. Sin el beneficio de los medicamentos, también se hace aún más importante ganar educación sobre el cerebro, afiliarse e identificarse con otras personas que tienen problemas similares, y sobre todo para las mujeres es esencial aprender a establecer límites y barreras y pedir lo que necesitan.

¿Qué médicos prescriben medicamentos para el TDAH?

Cuando los adultos comenzaron por primera vez a recibir un tratamiento para el TDAH se les prescribía el Ritalín de acción corta. En los últimos diez años más o menos, muchos más estimulantes, además de otros medicamentos que se combinan con los estimulantes, fueron desarrollados y usados para localizar con más precisión y tratar con más eficacia la combinación de dificultades que suelen atravesar los adultos con TDAH. Con esta nueva selección de medicamentos surgieron nuevos tipos de psiquiatras que se especializan en psicofarmacología. Son expertos en usar medicamentos para tratar los problemas de la salud mental que se originan en el cerebro. Con frecuencia los clientes se sorprenden de que su terapia esté en manos de un profesional de la salud mental que no sea un psiquiatra y que la cita con el psiquiatra sea tan sólo una breve consulta para chequear cómo van los medicamentos. Esta tendencia se ha desarrollado a medida que hemos logrado comprender mejor qué porción de nuestros problemas son el resultado de los elementos químicos del cerebro y no de nuestras experiencias. Ahora sabemos que la psicoterapia en combinación con los medicamentos suele ser el tratamiento más eficaz para tratar una amplia variedad de problemas, incluido el TDAH.

Antes de ir al médico

Aunque los medicamentos de primera línea siguen siendo los estimulantes, el rango de posibilidades ha aumentado para ofrecernos muchas más opciones de sistemas de envío y combinaciones.

Recomiendo que antes de comenzar un medicamento le dedique un tiempo a leer lo suficiente sobre el mismo para que pueda hacer preguntas informadas durante su consulta sobre los medicamentos. Mientras más usted sepa antes de hablar con el médico, más seguro se sentirá si ve que sus preocupaciones no se consideran adecuadamente. Que le indiquen tomar un medicamento no le ayudará si su médico no le ofrece el apoyo y ayuda necesarias en este importante proceso. Usted tiene que

sentirse a gusto con el concepto y el proceso antes de comenzar a tomar un medicamento.

Trabajar con el médico que trabaje en su cerebro

Si usted tiene un médico con un amplio repertorio de opciones y la voluntad de trabajar con usted de cerca, aunque tarde más en encontrar la combinación correcta, ya que existen tantas posibilidades de alterar y ajustar el tratamiento, de este modo la posibilidad real de hallar lo que funcione para usted será considerablemente mayor. Al final, usted será el experto en su propio cerebro. Esté dispuesta a escuchar la experiencia y guía de su médico, pero también no dude en poner un límite y expresar su criterio cuando su propia experiencia le dice que algo anda mal. Hay médicos que son conservadores y les gusta ir despacio y hacer ajustes cautelosamente, mientras que otros son más experimentales y agresivos. Usted deberá buscar el tipo de especialista y enfoque con los que se sienta cómoda. Lo importante es mantener una buena comunicación con su médico para que éste pueda monitorear su evolución y ajustar y precisar su medicamento.

¿Por qué todos los expertos tienen enfoques diferentes?

Los Dres. Hallowell y Ratey han dicho que no existe un “libro de recetas” para encontrar el medicamento exacto para la persona adecuada en el momento adecuado. Mi analogía es que, al igual que los pintores usan diferentes gamas que producen combinaciones diferentes de colores que resultan en obras de arte únicas, así mismo hacen los médicos expertos con los medicamentos para individuos y situaciones particulares.

¿Dónde encontrar el médico apropiado para usted?

Encontrar el médico apropiado posiblemente requiera de mucha perseverancia. Ahora existen más médicos con más consciencia sobre el TDAH y se sienten cómodos al respecto, por lo que usted pudiera comenzar con su propio médico de cabecera. Si su hijo/a tiene TDAH y ya tiene un psiquiatra que le prescribe su medicamento, éste mismo médico pudiera hacerle a usted un diagnóstico o referirla a algún colega. Si el profesional que la diagnostique no es médico, sino psicólogo o psicoterapeuta, también puede referirla a un médico que le prescriba el medicamento si usted desea tener una consulta para empezar a tomar medicamentos. Indagar con el grupo de apoyo de TDAH de su comunidad es también una buena idea para buscar un médico general con experiencia o un psiquiatra experto en tratar a adultos con TDAH en su área.

Panorama de los medicamentos usados en adultos con TDAH

Estigma, sospechas y seguridad

El estigma de usar medicamentos para tratar el TDAH ha mejorado muchísimo desde que yo recibí mi primera receta de Ritalín hace más de diez años, cuando me trataban con mucha sospecha en la farmacia. Cada vez que tenía que llamar a una farmacia para ver si tenían una dosis específica o un tipo de medicamento, se negaban a darme la información por teléfono porque creían que yo estaba tanteando a

la farmacia para un robo de narcóticos. Era una experiencia humillante que espero no le suceda aún a nadie en este país. Es muy común que las personas que necesitan medicamentos para el TDAH sientan ansiedad y preocupación por comenzar a tomarlos en vez de querer abusar de ellos.

En esta sección ofrezco un panorama de algunos de los distintos tipos de medicamentos que suelen utilizarse en los adultos con TDAH. Primero me referiré a los que se utilizan para tratar los síntomas del TDAH y luego me referiré a otros medicamentos que tratan otros problemas acompañantes.

¿Para qué tomar medicamentos para el TDAH?

Entre los objetivos de tomar medicamentos para el TDAH está ayudar al paciente a que logre lo siguiente:

• Permanecer despierto y alerta regularmente.• Mantener una energía estable en la realización de proyectos.• Mantener la concentración y disminuir la disociación. • Disminuir la impulsividad.• Moderar mejor los niveles de actividad: Reducir la hiperactividad o aumentar

la energía• Filtrar o reducir el exceso de estímulo y sobrecarga interna y externa. El proceso de prestar atención involucra varias etapas complejas de

autorregulación y requiere de una flexibilidad cognitiva. Esto significa que el individuo puede hacer lo siguiente:

• Seleccionar en cualquier momento a lo que quiere prestarle atención. (Esto implica la habilidad de filtrar cientos de pequeños estímulos, enfocarse en lo importante y retirar lo que no lo es en ese momento).

• Sostener la atención para escoger el estímulo.• Cambiar la atención a una prioridad mayor cuando sea necesario.• Desarrollar estrategias para mantener diferentes tipos de atención. Prestar atención también requiere de inhibir ciertas respuestas cuando se toman

las decisiones anteriores. Esto implica inhibir lo siguiente:• Actuar hasta que se haya procesado la información.• Expresar lo que pensamos (esto implica interiorizar lo que vamos a decir o

“hablar dentro de nosotros mismos” ¡sin hablar en voz alta nuestras ideas a no ser que estemos listos!).

¿Cómo actúan los medicamentos para el TDAH?

Las complejidades mencionadas con respecto a la atención están comúnmente relacionadas con la transmisión ineficiente o irregular de la información en el cerebro a través de los mensajeros químicos del cerebro llamados neurotransmisores (NT). Para recordar un poco de lo mencionado en la Guía de Bolsillo, los neurotransmisores transmiten información a millones de células nerviosas en el cerebro.

Los medicamentos para el TDAH son compuestos químicos utilizados para conseguir un cambio deseado en el equilibrio del cerebro. Estos medicamentos

ayudan a que los dos neurotransmisores más comunes asociados con el TDAH, la Dopamina (DA) y la Norepinefrina (NE), funcionen más eficazmente. El medicamento hace que estos dos neurotransmisores estén más disponibles donde se necesiten, “suavizando” de esta manera la transmisión de información en el cerebro y por lo tanto, reduciendo algunos de los síntomas más problemáticos del TDAH. Los NT regulan diferentes aspectos del estado de ánimo, la capacidad cognitiva y el comportamiento. Los desequilibrios de Norepinefrina se asocian a bajos niveles de energía, un estado de letargo y disminución de la capacidad de permanecer alertas. Los bajos niveles de Dopamina están relacionados con una disminución del placer, la motivación, la atención y la rapidez para procesar la información. Los estimulantes hacen que el cerebro pueda usar la Dopamina y la Norepinefrina por más tiempo y de forma más eficaz.

Tipos de medicamentos utilizados en los adultos con TDAH

Los estimulantes

Cómo funcionan los estimulantes en el cerebro

Los estimulantes hacen que el cerebro pueda usar la Dopamina y la Norepinefrina por más tiempo y de forma más eficaz.

Beneficios de los estimulantes

Los medicamentos estimulantes aún se consideran la primera opción en la administración de medicamentos para el TDAH y se ha comprobado en numerosos estudios que son el tratamiento más seguro y eficaz, contrario a la percepción y representación de los medios masivos de comunicación. Cuando se les recetan estimulantes a los adultos con TDAH, les ayudan a incrementar su estado de alerta y concentración y a regular sus niveles de actividad. También ayudan a reducir la reacción y la distracción del individuo. Aumentan la habilidad de filtrar los estímulos que no son importantes o relevantes para la tarea que el individuo intente realizar y disminuye la impulsividad y otras características asociadas al TDAH. Los estimulantes funcionan en el 80% de las personas que los toman. Como no necesitan tiempo adicional para surtir efecto, los pacientes tienen cierto control de su uso y pueden empezar a tomarlos o suspenderlos fácilmente o utilizarlos cuando sea necesario ya que no permanecen en la sangre.

Para las mujeres con TDAH también suelen existir beneficios en el aspecto sexual e íntimo al tomar este tipo de medicamento. Las mujeres con TDAH que no toman medicamentos suelen distraerse durante el acto sexual pensando en lo que tienen que hacer. Esto no se debe a una falta de participación compenetración o sensibilidad con su pareja, sino simplemente a la incapacidad de concentrar tanta atención. Esto provoca dificultad para alcanzar el orgasmo, ¡pero los medicamentos estimulantes la pueden ayudar a concentrarse en el momento sexual y no en la lista de las compras! La habilidad de la mujer de concentrarse, relajarse y disfrutar de la intimidad mejora tan solo con un tratamiento normal de su TDAH con estimulantes.

Tipos de estimulantes

A continuación hago una breve descripción de algunos de los medicamentos más comúnmente utilizados. Recuerde que para cada uno de éstos, las dosis recetadas, los efectos secundarios y los beneficios variarán marcadamente de una persona a otra.

Ritalín (Metilfenidato)

El Ritalín en sus diversas formas es todavía el medicamento estimulante más utilizado y el que más a menudo se recomienda primero. El 70% de las personas con TDAH obtienen grandes beneficios con el Ritalín.

Es un medicamento de corta acción y de liberación inmediata, con un tiempo aproximado de efectividad máxima de dos a cuatro horas. Está disponible también en su forma genérica, pero de hecho puede que tenga una base química diferente para su administración. Algunos individuos han reportado diferencias en la absorción y los efectos. El Ritalín también está disponible en una variedad de formas diferentes de liberar el medicamento según la duración de su efecto, ya sea larga acción o prolongada o sostenida, con muchos nombres diferentes; por ejemplo, Ritalín LA (de larga acción).

El Ritalín actúa sobre la dopamina y la norepinefrina bloqueando la recaptación del espacio entre las células. Esto aumenta la cantidad de tiempo disponible para mejorar su concentración, motivación y atención.

Efectos secundariosEs necesario estar alerta ante el llamado “efecto de rebote” entre dosis, cuando

el efecto del medicamento comienza a desaparecer. Esto causa irritabilidad en los pacientes, nerviosismo (tembleque) o dolores de cabeza. Si le presta atención a esto podrá aprender a tomar el medicamento justo antes de que pierda todo su efecto o a reconocer el comienzo de estos síntomas como un aviso de que ya es tiempo de tomar su próxima dosis. Este efecto de rebote varía de poco molesto a bastante molesto Hay nuevas posibilidades de tomar el Ritalín en combinación con otro tipo de medicamentos para atenuar estos efectos o tomar compuestos de acción más prolongada para minimizar estos problemas. Además del efecto de rebote, otras quejas frecuentes son la falta de apetito y problemas para dormir .

DosisLas dosis varían y no dependen de su peso corporal, así que no compare su dosis

con la de otras personas. La dosis tiene un efecto altamente individualizado.

DuraciónTodas las formas del Ritalín liberan el medicamento de manera diferente con una

duración diferente de su tiempo de efectividad. Existen algunas formas de acción a largo plazo con las que se libera una cantidad del medicamento en diferentes horas del día, teniendo una eficacia de seis a ocho horas en vez de las cuatro horas usuales de duración.

Concerta

Concerta es otra forma de larga acción del Metilfenidato (Ritalín). La única diferencia entre Concerta y otras formas de larga acción está en el sistema de

liberación, que fue desarrollado para facilitar una liberación más lenta y más estable del medicamento durante un período de 12 horas.

Focalín

El Focalín es una versión modificada del Ritalín y contiene sólo el ingrediente más activo del Ritalín. Debido a esta fórmula especial, la dosis usual que se recomienda es la mitad de la dosis del Ritalín.

Dexedrina

La Dexedrina, otro tipo de estimulante, está disponible en una fórmula de liberación inmediata con un nivel óptimo en sangre de dos a cuatro horas aproximadamente. También existe en una cápsula de liberación lenta que ofrece la misma cantidad del medicamento (5, 10 ó 15 mg), pero lo libera de manera más lenta hasta un período de tiempo de seis horas. Esto resulta en una dosis más baja administrada en un período más largo de tiempo.

Vyvanse

Es básicamente lo mismo que la Dexedrina. Su duración es bastante larga con un efecto posible de hasta 12 horas y tan eficaz como el Adderal y el Ritalín en el tratamiento del TDAH.

Adderal y Dexedrina XR (de liberación prolongada)

Otro estimulante típico que se prescribe en ambas fórmulas es el Adderal. Inicialmente se pensó que el Adderal en forma regular tendría un efecto más sostenido, pero en estudios posteriores se descubrió que duraba de tres a seis horas en la mayoría de las personas. Luego se desarrolló el Adderal XR, usando el mismo medicamento contenido en pequeños “conteos” dentro de una cápsula, lo que ofrece aproximadamente entre diez y doce horas de un nivel estable del medicamento.

El Adderal también aumenta la disponibilidad de dopamina y norepinefrina.

Los tratamientos no-estimulantes que a veces se usan para tratar el TDAH

A continuación, algunos medicamento son estimulantes que a veces se utilizan para tratar los síntomas del TDAH de formas diferentes en los adultos. Estos medicamentos ofrecen ventajas para los que deseen o no puedan tomar un estimulante por motivos de salud como la hipertensión arterial o problemas cardíacos. También, al no considerarse un medicamento controlado, las personas preocupadas por el abuso de éstos, así como los que los recetan y los que participan en programas de recuperación, pueden hallar en los medicamentos no estimulantes una alternativa mejor que los estimulantes.

No quiero decir con esto que exista un alto riesgo de abuso de los estimulantes bajo prescripción entre la población general de adultos con TDAH o incluso automáticamente en las personas con antecedentes de abuso de sustancias nocivas. La investigación demuestra que muchos adultos con TDAH que usan y abusan de

ciertas sustancias lo hacen en un esfuerzo por auto-medicarse porque no fueron adecuadamente diagnosticados y tratados en un inicio. El diagnóstico, el tratamiento apropiado y el seguimiento eliminan en gran medida la necesidad de estos individuos de abusar de los medicamentos. Pero para los que tienen algún trastorno de la alimentación, una historia severa de abuso de sustancias nocivas o abuso actual de las mismas, es importante ser cuidadosos y considerar otras alternativas de los estimulantes.

Como dijeran Hallowell y Ratey en su libro Delivered from Distraction, los estimulantes no crean adicción ni hábito si se toman apropiadamente. Por otro lado, si usted los hace polvo y los esnifa (inhala) o inyecta, como hacen algunos, entonces sí son peligrosos” (Pág. 18).

Strattera

Este medicamento, cuyo nombre comercial es Atomoxetina, ha sido ampliamente usado en Europa por sus efectos antidepresivos. Fue el primer medicamento no estimulante que se probó en niños, adolescentes y adultos con el propósito de tratar el TDAH. Usualmente se receta una o dos veces al día para controlar los síntomas durante todo el día.

¿Cómo actúa la Strattera en el cerebro?Funciona utilizando un método diferente a los estimulantes al prevenir la

“recaptación” o reciclaje de Norepinefrina en el cerebro, de manera que se mantenga una mayor cantidad durante un mayor período de tiempo. A diferencia de los estimulantes, no es considerado un medicamento controlado ya que no afecta el área del cerebro que se considera causante de los efectos de euforia que potencialmente conducen a un hábito. Se ha reportado que la Strattera causa efectos fluctuantes en el control de los síntomas de TDAH durante los primeros días, pero puede tomarse de dos a seis semanas para alcanzar y mantener un nivel estable en la sangre y lograr los mejores resultados.

Beneficios de la StratteraLos efectos que este tipo de medicamento produce en el individuo es diferente al

que provocan otros estimulantes, por lo que pueden ayudar a algunas personas en particular que no hayan tratado sus síntomas con estimulantes como ellos lo hubieran deseado. Por otro lado, puede que no influya en las áreas que usted necesite. Es importante que observe y esté al tanto de los síntomas que mejoran en situaciones diferentes y haga un seguimiento de cerca.

Intuniv

El Intuniv es un tratamiento inicialmente usado para disminuir la presión arterial y recientemente se ha comenzado a utilizar para tratar el TDAH; lo contrario de los estimulantes, los cuales aumentan la presión arterial. Este medicamento activa ciertas áreas del cerebro, especialmente la corteza prefrontal, lo que se traduce en mejor concentración y atención.

Wellbutrin

El Bupropión, cuyo nombre comercial es Wellbutrin, es un antidepresivo atípico cuyo efecto no se considera tan útil como el de los estimulantes y puede tomar varias

semanas para desarrollarse. Se ha descrito que tiene un efecto similar a la combinación de un estimulante menos potente con un antidepresivo. Tiene una mayor probabilidad de provocar convulsiones que otros antidepresivos, sobre todo en dosis altas.

¿Cómo actúa en el cerebro?Se considera un inhibidor débil de la recaptación de dopamina, serotonina y

norepinefrina.

Beneficios del WellbutrinPuede ser beneficioso para individuos que también enfrentan una depresión

clínica significativa y algunas veces es usado en terapia combinada con medicamentos estimulantes. También es usado en personas que no pueden tomar estimulantes para sus síntomas de TDAH. Este medicamento también es vendido como Zyban y utilizado para dejar de fumar.

Modafinil

Su nombre comercial es Provigil. Es un medicamento que mejora la memoria y eleva el estado de ánimo, estimulando al mismo tiempo el sentido de alerta y vigilancia. En comparación con los otros estimulantes tradicionales, el Modafinil tiene menos probabilidad de causar nerviosismo o tembleque, ansiedad o un exceso de la actividad motora.

¿Cómo actúa en el cerebro?Su perfil farmacológico es bastante diferente a los otros estimulantes descritos.

Promueve permanecer alerta o despiertos sin una estimulación generalizada del sistema nervioso central. Su acción está en el área del cerebro que controla la vigilia y el sueño.

Beneficios del ModafinilLas investigaciones actuales sugieren que el Modafinil es seguro, efectivo, bien

tolerado y de larga acción. El modafinil ha sido probado clínicamente como beneficioso en el tratamiento de la narcolepsia y ya se utiliza en pacientes con TDAH, especialmente aquéllos que sufren de somnolencia diurna, lo cual es reportado por muchas mujeres con TDAH. Este medicamento no se aprobado para uso específico del TDAH, pero para muchas mujeres con estos síntomas este tratamiento puede resultar eficaz.

Otros medicamentos para tratar enfermedades acompañantes

Existen muchos otros medicamentos que se usan para tratar otros síntomas y enfermedades que afectan a los que padecen de TDAH. Esta gama de medicamentos va más allá del alcance de este libro, pero su médico puede recomendarle algunos. Lea e investigue cualquier medicamento que le sugieran. Para nuestro propósito aquí, me referiré a un tipo de antidepresivo comúnmente prescrito para los mujeres que sufren de depresión o de una variedad de síntomas de ansiedad.

Los antidepresivos: Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina (ISRS)

La depresión y el comportamiento obsesivo-compulsivo están asociada usualmente con un desequilibrio de otro neurotransmisor químico: la serotonina. Los ISRS más comunes son: Zoloft, Celexa, Luvox, Paxil, Prozac y Lexepro.

¿Cómo actúan en el cerebro?

Los ISRS demoran la recaptación de serotonina y esto hace que esta sustancia química permanezca disponible por más tiempo y en más cantidad.

Beneficios de los ISRS

Cinco razones por las que los antidepresivos pueden recetarse junto a los medicamentos para el TDAH

1. Con frecuencia las mujeres se sienten crónicamente deprimidas al tener que enfrentar toda una vida el TDAH sin diagnosticar. En muchos casos, una vez que la mujer recibe la dosis adecuada de un medicamento estimulante, sus síntomas depresivos se alivian junto con los síntomas del TDAH. Si no es así, el médico puede usar este tipo de medicamento para tratar su depresión y así tratar su TDAH. Por lo tanto, un antidepresivo combinado con un estimulante suele ser eficaz.

2. Con frecuencia a las mujeres con TDAH se les prescribe este tipo de medicamento para los síntomas de provocados por fluctuaciones hormonales como el SPM (Síndrome Premenstrual) o la menopausia. Vea más detalles en el capítulo siguiente. Estos tipos de medicamentos también suelen usarse para tratar la ansiedad y la ansiedad social que resultan de vivir con TDAH, así como la compulsividad –escribir notas obsesivamente, por ejemplo, para tratar de lidiar y compensar el TDAH. Resulta difícil discernir entre un verdadero trastorno obsesivo-compulsivo, las compensaciones del TDAH y la impulsividad.

3. Según Hallowell y Hatey en su libro Driven to Distraction, los comportamientos referidos como compulsivos, tales como salir de compras y gastar demasiado, con frecuencia son conductas impulsivas de personas que sufren de TDAH y no realmente de un trastorno compulsivo. Estos comportamientos impulsivos también causan problemas serios, pero mejoran con el tratamiento para el TDAH, mientras que las compulsiones verdaderas solo mejoran con medicamentos ISRS como el Luvox, que hace que halla una mayor cantidad de serotonina, lo cual suele reducir los síntomas obsesivos. A menudo, el tratamiento médico para el TDAH permite que la persona “relaje su impulso” ya que el medicamento de alguna manera se encarga de ella ha estado tratando de compensar (como analizamos en el Capítulo 10: Dilemas del diagnóstico en las mujeres).

4. Estos tipos de medicamentos también se usan para suavizar el efecto de los estimulantes, ayudando a atenuar el efecto de rebote o el nerviosismo que a veces acompaña al uso de los estimulantes en algunos individuos. Un médico de experiencia sabrá cómo balancear estos medicamentos para encontrar la combinación adecuada para usted.

5. Las mujeres que sufren de trastornos de la alimentación también suelen sentirse mejor con este tipo de medicamentos. (Lea más sobre los trastornos de la alimentación en el Capítulo 14).

Su experiencia con los medicamentos

Dosis y efectos secundarios

La dosis de estimulantes normalmente comienza siendo baja y va subiendo hasta que usted sienta el máximo beneficio sin los efectos secundarios o reacciones adversas. Cuando sienta un cambio o síntoma indeseado, como resultado de los medicamentos, puede que esto sea un efecto secundario o la forma en que ese compuesto químico funcione. No es lo común, pero a veces las personas sienten taquicardias o nerviosismo, agitación o agotamiento cuando los estimulantes van perdiendo su efecto. No obstante, si estos medicamentos le son beneficiosos, este problema suele corregirse reduciendo la dosis o añadiendo otro medicamento para ayudar a minimizar esos efectos. Otras reacciones adversas de los ISRS en las mujeres incluyen sequedad en la boca, pérdida de la libido, malestares digestivos y pérdida de peso.

Para muchos que toman estos medicamentos existen efectos secundarios moderados o ningunos, mientras que otros presentan reacciones más molestas o intolerables. Con frecuencia las personas dejan de tomar el medicamento, a pesar de que es posible estudiar con su médico cómo disminuir estos efectos secundarios ajustando la dosis utilizada, ingiriendo alimentos con algunos tipos de medicamentos, cambiando el día y el número de veces al día en que se toma o variando el medicamento de acción corta a acción larga, por sólo nombrar algunas soluciones. También es importante mantener un medicamento a prueba por un período de tiempo suficiente para conocer cuál es la dosis óptima correcta que no cause reacciones adversas.

Cómo monitorear la eficacia de su medicamento

Con frecuencia las personas experimentan una respuesta radical positiva ante el medicamento recetado, incluso en pocas horas de haberlo tomado. Se sienten despiertos y alertas por primera vez en su vida. Comienzan a salir de la neblina.

Por otro lado, puede que no sientan gran diferencia. Tendrían que valorar, después de varios meses, si su vida ha mejorado de manera significativa. Por ejemplo, lograron hacer más cosas, se mantuvieron bajo control o vieron una mejoría en sus relaciones. Algunas personas necesitan la opinión de otras para verificar cuánto han mejorado.

También resulta beneficioso llevar un diario cuando se empieza un nuevo medicamento para hacer un seguimiento de uno mismo y entender realmente la influencia que ha tenido un medicamento en particular, la dosis o el horario en que lo toma. Para comenzar, escoja una o dos situaciones específicas en las que usted ha presentado dificultad por mucho tiempo. Note las diferencias que sienta ahora que está bajo el tratamiento. Esto suele ayudar a determinar la eficacia de cierto medicamento y le permite tener buena información para compartir con su médico. Aquí tiene algunos ejemplos a tener en cuenta:

• ¿Le ayuda este medicamento en las situaciones sociales? • ¿Le ayuda con la lectura? • ¿Disminuye sus reacciones emocionales?

• ¿Han mejorado sus relaciones?• ¿Le es más fácil organizarse y trabajar con documentos?Los medicamentos provocan grandes efectos en cada aspecto de la vida. No se

trata simplemente de tomarse una pastilla para poder estudiar. Lo sorprendente es que los medicamentos ayudan a las mujeres no sólo con la escuela, el trabajo o la organización, sino que les permite también mantener una conversación e interactuar y conectarse con los demás de manera novedosa. Ayuda a reducir su ansiedad y a dejar de responder a cada distracción nueva o idea interesante que pueda surgir.

Dado que el medicamento tiene un efecto organizador en el cerebro, personalmente recomiendo tomarlo todo el tiempo o la mayor parte del tiempo, en vez de hacerlo para una tarea específica, ¡sobre todo para aquéllos con poca motivación porque es posible que nunca se levanten a hacer nada sin antes tomar su medicamento! Es también importante mantenerse con una prueba de medicamentos por bastante tiempo hasta descubrir cuál es la dosis óptima que no nos ocasiona efectos colaterales.

Lo que siente durante su tratamiento con medicamentos

Existe una amplia variedad de sentimientos asociados con los medicamentos. Aún si consulta a un psiquiatra desde el comienzo de los medicamentos, es muy valioso hablar con un psicoterapeuta para velar y controlar los efectos del medicamento y hacer preguntas sobre qué es normal y qué se puede esperar. Es posible que tenga que lidiar con su desilusión o decepción, preguntándose: “¿Es esto lo que puedo esperar?” o “¿qué debo esperar y qué necesito hacer ahora además de tomarme el medicamento?”. Hasta cierto punto, no es inusual sentirse desilusionado con el efecto del medicamento. Algunos se sienten muy emocionados al principio como si tuvieran un juguete nuevo. Por supuesto que la mayoría continúa experimentando una gran ayuda con los medicamentos, pero al principio, la euforia de cada experiencia suele elevar además el estado de ánimo. ¡Una mujer me dijo que estaba tan emocionada porque nunca antes creyó que las gavetas realmente funcionaban! Pero ahora entendía cómo doblar las ropas, guardarlas y cerrar las gavetas.

El tratamiento exitoso con algún medicamento no quiere decir que a la mujer le guste todo lo que ahora experimenta. Como psicoterapeuta sé que los medicamentos provocan muchos cambios en las relaciones. Aún los cambios positivos son difíciles.

ResumenEn este largo capítulo mi posición con respecto a los medicamentos es evidente.

Son extremadamente útiles para tratar os síntomas del TDAH, así como otras enfermedades asociadas a las que se enfrentan las mujeres. Para la persona que ha sido correctamente diagnosticada, el uso de medicamentos es parte de un plan de tratamiento completo, pero no sustituye hallar un ajuste adecuado en el trabajo o la escuela. El medicamento no persigue convertir a la persona en otra, sino que intenta ayudar al individuo a encontrarse a sí mismo y a manifestar cómo es por dentro.

Por primera vez, podrá entender y vivir la experiencia de otras personas que no se sienten bombardeadas o sobrecargadas diariamente. Esto se ha comparado con la diferencia entre visión y observación. Con el TDAH uno puede ver, pero nublado y neblinoso. El medicamento devuelve la visión real.

El medicamento también ayuda a transmitir la información a través de los mensajeros del cerebro de manera más eficiente y ayuda a bloquear algunos de los estímulos abrumadores que entran. Ofrece una energía sostenida, le ayuda a

mantenerse despierta, a concentrarse y estar alerta y reduce su reacción emocional. Le brinda un apoyo para que no se sienta tan sensible, expuesta y cruda. A veces las mujeres se sorprenden de su experiencia con los medicamentos, sobre todo al principio. Puede salir de compras a cualquier tienda sin sentirse totalmente atormentada y vencida. Para la mujer, son estos momentos diarios sus grandes triunfos.

Cuando usted no se siente tan cruda y abierta, es capaz de concentrarse mejor. Es capaz de elevarse a nuevos niveles de éxito y de mejorar sus relaciones; entonces el éxito cobra vida propia. No es solamente el tratamiento médico durante el resto de su vida lo que la hará sentirse mejor. Usted también reconstruye sobre los efectos del medicamento para controlar mejor su vida, para entender y mejorar su autoestima y para recuperar su dirección y concentrarse.

Es importante recordar que los cambios positivos que usted logra con su tratamiento, son cambios que usted hace y pasos que usted sigue ahora que tiene el combustible apropiado. Lo más fácil es darle todo el mérito a los medicamentos en vez de halagarse a usted misma por todo el trabajo difícil que ha hecho. Deberá darse mérito a usted misma para empezar a desarrollar su propia confianza y poder continuar recibiendo usted misma más cambios positivos en el futuro.

Volvamos a la analogía que usamos al principio de esta sección: una vez que usted tenga el medicamento adecuado (su combustible), aún así necesitará ponerle aceite a su carro, darle mantenimiento y manejarlo con cuidado. Nos referiremos a esto también en lo próximos capítulos. En el capítulo siguiente trataremos otros problemas físicos relacionados con el TDAH y las mujeres.

CAPÍTULO CATORCE

Temas femeninos. Problemas en el tratamiento de las mujeres

Además de los problemas mencionados sobre los medicamentos, existen otros problemas físicos especiales que afectan a las mujeres, su tratamiento y su habilidad de enfrentar la enfermedad. Durante años, muchas mujeres en todo el país me han hecho preguntas sobre el TDAH y los temas particularmente femeninos, como el síndrome premenstrual (SPM), la menopausia, el embarazo, la sexualidad, los trastornos del apetito y los síntomas obsesivo-compulsivos. Cuando escribí este libro por primera vez, había muy poca información disponible sobre estas conexiones. Sin embargo, en estos diez últimos años ha habido mucho más énfasis en estos temas a medida que muchas más mujeres han sido diagnosticadas, tratadas y estudiadas. Las mujeres han alzado sus voces y han compartido sus experiencias. Además de la gran gama de cambios hormonales, este capítulo también se referirá brevemente al embarazo, los trastornos del apetito y las adicciones ya que éstas se relacionan con las mujeres y el TDAH.

SPM

Muchas mujeres que sufren del Síndrome Premenstrual junto al TDAH me han dicho que sus síntomas de TDAH se vuelven más severos justo antes de la menstruación, aunque tomen medicamentos estimulantes. Los síntomas típicos del SPM, como la depresión, la ansiedad y la irritabilidad, parecen ser aún más intensos para las mujeres con TDAH. Además, los síntomas de TDAH, que pueden haberse aliviado en otros momentos del mes con los medicamentos, también parecen incrementarse con el SPM. Parece como si los estimulantes perdieran su efectividad durante ese período.

Lo que parece ocurrir es que la química cerebral que causa los síntomas del SPM viene de otro neurotransmisor, la serotonina, y no de los trasmisores que causan TDAH. Durante el período del mes cuando se desata el SPM, ese neurotransmisor, a la vez que causa los síntomas del SPM, también desarticula el delicado equilibrio existente entre los demás neurotransmisores y los medicamentos. Es por ello que los medicamentos estimulantes no parecen funcionar. Las mujeres, por consiguiente, necesitan otro medicamento adicional a los estimulantes para aliviar el neurotransmisor “SPM”. Esto permitirá entonces que los estimulantes hagan su trabajo.

Además del aspecto médico, es útil que las mujeres con TDAH que presentan SPM sepan que ese período del mes les va a resultar un desafío, a pesar de sus mejores esfuerzos. Al entender esto pueden hacer dos cosas. Una es ajustar sus “monólogos interiores” cuando las dificultades y síntomas del TDAH incrementen, de manera que no se destruyan a sí mismas empeorando sus momentos de depresión o aumentando su ansiedad por el miedo de perder la capacidad de controlar su TDAH. Necesitan decirse cosas que las reafirmen, recordarse a sí mismas que esas dificultades eran de esperarse.

Lo segundo que necesitan hacer es, siempre que sea posible, ajustar las exigencias de su entorno durante ese período crítico. Se debe reducir la cantidad de estímulo y de estrés durante ese tiempo. También es necesario incrementar el nivel de apoyo y de estructura y dedicar un cuidado adicional a priorizar las horas adecuadas de sueño, la nutrición, el ejercicio y la relajación.

Hallowell y Ratey, en Answers to Distraction, reportan que muchas de sus pacientes femeninas parecen sentir que las píldoras para el control de la natalidad tienen un efecto estabilizador en sus hormonas, eliminando los problemas del SPM y por consiguiente, el incremento de los síntomas del TDAH.

La peri-menopausia y la menopausia

El impacto de las fluctuaciones hormonales del TDAH es similar al del período peri-menopáusico (en el que los niveles de estrógeno comienzan a disminuir gradualmente entre 5 y 15 años antes de la menopausia) y por supuesto, similar en las mujeres que entran la fase menopáusica. El aumento y severidad de los síntomas del TDAH se complican aún más con síntomas físicos severos como sensibilidad en los senos, inflamación pélvica, dolor de espalda, dolor en las articulaciones, retención de líquido en general, aumento de peso y fatiga severa.

Muchas mujeres que atraviesan por la menopausia ahora son diagnosticadas con TDAH por primera vez. El padecimiento de TDAH y la menopausia han captado una creciente atención desde que se imprimió este libro por primera vez. Las mujeres que entran en la menopausia me han expresado sus preocupaciones sobre los efectos acumulativos en su salud física y mental causados por el estrés generado por estos dos padecimientos. Las mujeres con TDAH ya tienen un sistema vulnerable y sensible y con el SPM los grandes cambios hormonales pueden desajustar incluso los tratamientos que habían sido previamente efectivos para el TDAH. Por otra parte, los efectos del envejecimiento pueden también contribuir a la disminución de las habilidades cognitivas y de la memoria, interfiriendo con las compensaciones que la mujer pueda haber usado durante todos esos años. Las hemorragias y el estrés que todas las mujeres enfrentan durante ese período, en combinación con la exacerbación de los síntomas del TDAH debido a los cambios hormonales, pueden provocar una crisis. Lo mismo que cualquier otra mujer que atraviese por la menopausia, al ser diagnosticada con TDAH por primera vez, estas mujeres se beneficiarán tremendamente tanto con la terapia, la educación y el apoyo como con la intervención médica.

La menopausia crea algunos de los mismos síntomas del TDA, tales como “una creciente capacidad de distracción, un estado de ánimo sombrío, de irritabilidad, inquietud, extrema fatiga y hasta problemas de memoria” (Answers to Distraction). Invito a cualquier mujer que experimente los síntomas de la menopausia a conversar con su ginecólogo acerca de sus síntomas de TDAH y también a hablar sobre sus síntomas menopáusicos con el médico que le receta sus medicamentos para TDAH.

Desde la primera edición de Mujeres con TDAH se ha suscitado mucha discusión sobre las mujeres con TDAH y el efecto que la fluctuación de los niveles de estrógeno tiene en sus vidas. Recientemente han habido grandes polémicas y debates sobre la confiabilidad en la terapia de sustitución hormonal, lo cual les dificulta más a las mujeres con TDAH tomar una decisión sobre este asunto.

La Dra. Patricia Quinn ha sido una de las líderes del tema sobre mujeres, hormonas y TDAH. En el libro que ella coeditó y publicó, “Gender Issues and ADHD”, junto a la Dra. Kathleen Nadeau, aporta una gran fuente de conocimiento para las mujeres con estos problemas. Existen también otras fuentes de información mencionadas al final de este libro.

Las mujeres, el TDAH y las hormonasJusto antes de la pubertad, las chicas comienzan a experimentar cambios físicos

y emocionales relativos al ciclo menstrual, los que provocan que una vez al mes tengan fluctuaciones de las hormonas sexuales, o sea, estrógeno, progesterona y en

cierta medida, una cantidad mínima de testosterona. Ahora se entiende mejor que los estrógenos estimulan una cantidad significativa de la producción de dopamina dentro de ciertas partes del cerebro, las cuales ayudan a regular la transmisión eficiente de la información dentro del cerebro y del cuerpo.

Durante los períodos de baja producción de estrógeno, las mujeres experimentan a veces fluctuaciones del estado de ánimo, de sus patrones de sueño, creciente ansiedad, posiblemente depresión, menor interés en sus actividades, dificultades para concentrarse, problemas de memoria y en otras habilidades cognitivas.

Primero, esto sucede cuando los niveles de estrógenos atraviesan por el carrusel de la pubertad, cuando se empieza a tener ciclos mensuales que están compuestos de diferentes fases. Durante el espacio de tiempo inmediatamente anterior a la ovulación, el nivel de estrógeno se eleva gradualmente hasta su máximo punto en el mes. La progesterona comienza a elevarse y ambos permanecen en un nivel alto por cierto espacio de tiempo, hasta la ovulación (14 días más o menos). Después de ovular, la mujer entra en una fase en que la progesterona se convierte en la hormona de más elevado nivel, mientras que el estrógeno desciende rápidamente.

Al comenzar la menstruación, de nuevo comienza a producirse el estrógeno y el ciclo se reinicia otra vez. Esto conduce a los típicos cambios emocionales y físicos del síndrome pre-menstrual, que para MUCHAS mujeres son tan severos que llegan a sentirse moderada o extremadamente incapacitadas, tanto emocional como físicamente. Esto es un problema real para CUALQUIER mujer, pero para la chica o mujer que YA tiene las diferencias de procesamiento cognitivo del TDAH, la experiencia suele ser un severo empeoramiento de los síntomas del TDAH.

Lo mismo resulta aplicable para las mujeres pre-menopáusicas (cuando decrecen gradualmente los niveles de estrógeno, lo cual sucede entre los 5 y 15 años antes de la menopausia) y, por supuesto, para las mujeres que entran en la fase menopáusica.

Esos problemas pueden incapacitar tan marcadamente a la mujer con TDAH que éstas se ven impedidas a funcionar en su vida diaria. El incremento y los cambios en la severidad de los síntomas de su TDAH pueden volverse mucho más complicados por síntomas físicos extremos como los ya mencionamos.

A causa de ello, las mujeres y sus médicos empiezan a entender la posible necesidad de ajustes en la dosis de estimulantes y de antidepresivos, en el caso de las mujeres que experimentan esos problemas.

Mientras las mujeres entran en la fase pre-menopáusica, que puede iniciarse tan temprano como a los 30 años o tan tarde como a los 60, experimentan síntomas de deficiencia de estrógeno, lo cual puede ocurrir a través de un período de tiempo ¡o puede ser una rápida transición! Junto con los cambios cognitivos, pueden sufrir “calores” (vapor en la piel durante las repentinas caídas en el nivel de estrógeno), creciente irritabilidad, síntomas continuos de ansiedad y/o depresión y para muchas mujeres, el inicio de severos problemas para dormirse y mantenerse dormidas.

Cuando el estrógeno desciende, los niveles de dopamina, norepinefrina y serotonina bajan hasta que la mujer llega a culminar el proceso de la menopausia y la ovulación/menstruación ha cesado completamente.

La mujer que todavía no ha sido diagnosticada con TDAH, ya sea porque la severidad de sus síntomas es menor o porque ha desarrollado muchas habilidades para esconder sus síntomas, etc. puede recibir el diagnóstico cuando sus cambios en el nivel de estrógeno ¡hayan exacerbado (empeorado o hecho incontrolables) los síntomas!

Los estudios han demostrado que la terapia hormonal puede resolver la exacerbación de esos síntomas, pero tomar hormonas no es una decisión fácil.

Algunas mujeres eligen tomar terapia hormonal, mientras que otras no, pero un ajuste en los demás medicamentos para el TDAH y los estados de ánimo puede requerirse en cualquiera de estos dos casos. Encontrar un equilibrio saludable que funcione bien para el individuo es la clave en hacer esas elecciones.

El embarazo

Otro aspecto de gran preocupación para la mujer con TDAH, especialmente para aquéllas que han experimentado los beneficios y el alivio de los medicamentos, es la perspectiva de atravesar por el embarazo y la lactancia sin tomar los medicamentos. Dado que las mujeres han sido sólo recientemente identificadas como pacientes de TDAH en su adultez, todavía no existen respuestas definitivas sobre los efectos de los medicamentos estimulantes durante el embarazo. Como principio general, las mujeres deben evitar tomar cualquier medicamento durante el embarazo, así que esto tiene que ser cuidadosamente discutido con un médico. Algunas mujeres con las que he hablado tienen tanto miedo del agotamiento y el estrés de un embarazo que prefieren adoptar a sus hijos.

La mujer deberá reconsiderar sus opciones en ese momento; por ejemplo, elegir trabajar menos. Sin duda tendrá que hacer algunos ajustes si continúa su embarazo sin los medicamentos. Por otro lado, algunas mujeres reportan sentirse tan bien durante el embarazo y estar tan enfocadas en ese tema, que su sentido de bienestar las sostiene a lo largo del proceso (Hallowell y Ratey, 1995). He notado que esas mujeres suelen contar con apoyo y son capaces de disminuir las demandas de su entorno para compensar la falta de medicamentos. Pero los cambios en el entorno y la re-estructuración de la vida durante el período de embarazo son esenciales, (sobre todo en ausencia del medicamento).

Hallowell y Ratey mencionan, en el Capítulo 6 de Answers to Distraction, que no existen estudios disponibles sobre los efectos de tomar medicamentos estimulantes durante la lactancia y el embarazo, pero recomiendan en general suspender el medicamento en este período, si la mujer puede tolerarlo. Hallowell y Ratey señalan que los riesgos y beneficios de continuar o descontinuar los medicamentos durante el embarazo necesitan ser sopesados cuidadosamente por la mujer y su médico para determinar qué opción genera mayores daños.

En resumen, no es generalmente recomendable que las mujeres tomen el medicamento durante su embarazo. Pero si la mujer presenta síntomas extremos del TDAH sin sus medicamentos, lo cual puede ser de mucho estrés para ella y el bebé, deberá valorar en profundidad (lo mismo que con cualquier otro padecimiento médico serio) los riesgos y beneficios con su médico. No obstante, las mujeres deben también recordar que es posible sentirse bien durante el embarazo aún sin los medicamentos, especialmente si reestructuran su vida de manera que reduzcan las exigencias de su entorno. ¡Suele ocurrir que la intensidad con la que una mujer con TDAH lleve su vida y sus emociones le trae a su familia gran espontaneidad, alegría y sorpresa!

Los trastornos del apetito

Comer suele asociarse con un placer, con llenar “sensaciones vacías que tenemos dentro” y con darnos un sentido de control sobre algo cuando parece que no hay mucho más en la vida que podamos controlar. No es difícil ver cómo se desarrolla este patrón en una mujer que se enfrente a los síntomas insoportables de su propia vida con TDAH. No obstante, estos intentos por ganar algún control conducen a severas consecuencias como la anorexia (no comer lo suficiente), atracarse (comer en exceso como una adicción) y/o bulimia (atracarse y luego vomitar). Las mujeres bulímicas se dan atracones de comida para “llenarse” o cubrir su vergüenza y dolor para luego purgarse deshaciéndose de la creciente vergüenza y el posible aumento de peso por haberse hartado de comida. Esta adicción siempre se añade al ciclo de vergüenza y nunca lo resuelve. Es vital que las mujeres que viven estos desafíos adicionales reciban tratamiento para su TDAH y para estos otros problemas ya que descuidar cualquiera de éstos perjudicará el éxito de cualquier tratamiento.

Los Dres. Hallowell y Ratey, en Answers to Distraction, se refieren a la relación que existe entre el TDAH y los trastornos del apetito y sugieren que quizás la elevada estimulación que provoca el hambre es una forma de auto-medicación ante las dificultades en la concentración. Ellos mencionan algunas investigaciones que indican que los estimulantes son eficaces en esos casos si la mujer con trastorno del apetito realmente intenta solucionar un trastorno subyacente de déficit de la atención.

Como mencionamos anteriormente, los medicamentos antidepresivos (ISRS) también son utilizados en el tratamiento de las mujeres con trastornos del apetito. Por supuesto, cualquier individuo con síntomas de anorexia o bulimia deberá consultar a un médico o a un profesional de la salud mental. Éstos son padecimientos serios que requieren de atención profesional.

Es importante además ayudar a las mujeres con TDAH que se auto-medican a que hallen una estimulación saludable y otras formas de usar su tiempo libre de manera más útil, o sea, “llenando” su vacío de una forma más saludable.

John Fleming y Lance Levy, en el libro Gender Issues and AD/HD (2002), explican que el TDAH contribuye a los trastornos del apetito debido a la complejidad de la rutina de planificar las comidas, ir de compras, prepararlas e incluso recordar comerlas. Ellos sugieren que parte de la intervención para las mujeres con TDAH debe incluir el impacto de la dieta en su vida y ofrecerles ayuda en la planificación de las comidas, las compras y la preparación como parte de sus rutinas.

El abuso de sustancias nocivas

Para auto-medicarse, muchos utilizan excesivas cantidades de comida, cafeína o nicotina, en un esfuerzo para mantenerse enfocados o relajados. En su libro, When Too Much Isn’t Enough (“Cuando demasiado no es suficiente”), la psicoterapeuta Wendy Richardson habla de otras “sustancias” usadas para auto-medicarse, tales como el uso de internet, trabajar en exceso, salir de compras o apostar. También, algunos abusan de sustancias nocivas como las bebidas alcohólicas, la cocaína, la marihuana o los medicamentos bajo prescripción para cambiar su incómodo estado interno cognitivo. En algunos casos, los adultos con TDAH se vuelven adictos y necesitan recibir tratamiento para el abuso de sustancias nocivas y comenzar un programa de rehabilitación antes que muchos profesionales estén dispuestos a ponerles tratamiento por su TDAH. Pero en algunos casos, si el uso excesivo de sustancias nocivas está básicamente motivado por la necesidad de auto-medicarse, comenzar un programa con medicamentos apropiados podría eliminar el deseo de consumir esas sustancias. Esto debe analizarse cuidadosamente en el contexto de la relación con un profesional de la salud mental con experiencia en el abuso de sustancias nocivas. Para algunos resulta apropiado tratar cuidadosamente el TDAH con estimulantes u otros medicamentos utilizados en el tratamiento del TDAH a la vez que mantienen su tratamiento y rehabilitación por su dependencia química.

Wendy Richardson, que se especializa en adicción y TDAH, se ha referido a las necesidades especiales de las mujeres con TDAH durante su rehabilitación para tratar la adicción. Ella señala que la meta de estas mujeres es aprender a llevar una vida balanceada y romper con el hábito de auto-medicarse para reducir sentimientos de vergüenza y culpa presentes en las mujeres con TDAH.

La sexualidad y los medicamentos

Los medicamentos para el TDAH ayudan a la mujer que enfrenta dificultades para concentrarse durante las relaciones sexuales, expresa Hallowell en su artículo Living and Loving with Attention Deficit Disorder (“Vivir y amar con el Trastorno por Déficit de Atención”). Él plantea que saber que un miembro de la pareja tiene

TDAH puede borrar el sentido de auto-culpa que afecta a la sexualidad, proporcionando un ambiente íntimo para maximizar el placer al permitir que el miembro de la pareja con TDAH permanezca enfocado. Los medicamentos pueden reducir la falta de respuesta, o de lo contrario, disminuir la hipersexualidad que algunas personas con TDAH necesitan para poder concentrarse.

Las mujeres con TDAH suelen distraerse durante el acto sexual al pensar en lo que necesitan hacer. Esto no es falta de sentimientos o de cercanía con su pareja, sino simplemente su incapacidad de enfocar esa cantidad de atención. Otras usan la hipersexualidad como un instrumento para enfocarse, dado que la alta estimulación, la intensidad del momento y la implicación pasional (aunque sea breve) pueden serle de gran alivio. Obviamente, el primer caso puede resultar en dificultades con el orgasmo, pero los medicamentos estimulantes pueden ayudar con la concentración para mejorar esa situación. Los medicamentos de tipo ISRS, sin embargo, pueden inhibir la libido.

ResumenLas mujeres con TDAH tienen fluctuaciones y desafíos hormonales especiales

que afectan el tratamiento del TDAH y su habilidad de enfrentar este padecimiento. Con frecuencia, esto requiere de cambios en los medicamentos o sustituirlos por otros nuevos o usar otras intervenciones como re-balancear las actividades en su vida. Es especialmente importante que la mujer entienda lo que le sucede en estos momentos para que puedan alterar su monólogo interior y tener explicaciones para estos cambios. Además, comer puede volverse un dilema en las mujeres con TDAH. Algunas de sus responsabilidades culturales se afectan con el TDAH lo que ocasiona interrupciones en su rutina usual. El tratamiento médico para los trastornos del apetito y otras adicciones unidas al TDAH es complejo y debe ser manejado con un respeto saludable por un equipo de profesionales que entiendan el TDAH al igual que las demás enfermedades o adicciones que vayan a tratar. Al menos deben ser flexibles ante la necesidad de tratar el TDAH subyacente como un posible factor que contribuye a los demás trastornos.

CAPÍTULO QUINCE

Continuación del Modelo Solden de tratamiento: Educación, apoyo, estrategias y terapia

La educaciónEl siguiente elemento o piedra angular del modelo que he creado es la educación.

Siempre he considerado que la educación tiene dos aspectos: el emocional y el informativo. El propósito en su totalidad es ayudar a manejar el TDAH y a moverse a través del período de sufrimiento para ser capaz de integrar el TDAH tan profundamente como sea posible dentro de la autoimagen. La educación les proporciona la oportunidad de aprender sobre estructuras, estrategias y medicamentos y también ayuda a interiorizar el TDAH. Yo recomendaría aprovechar cualquier recurso disponible en su área. Busque en Internet las últimas noticias de talleres y conferencias sobre TDAH.

Asista a clases y conferencias para escuchar la amplia variedad de información disponible sobre TDAH, medicamentos, neuropsicología, el período de sufrimiento, emociones, temas sobre las relaciones, estrategias y técnicas para lidiar con el TDAH.

Intégrese a organizaciones como CHADD (“Niños y Adultos con TDAH”), la ADDA (“Organización Nacional de Trastornos por Déficit de la Atención”), busque redes de apoyo, ya sea personalmente o a través de internet, que se ocupen de los adultos. Resulta muy útil asociarse con otros adultos que tienen TDAH, ya sea en persona o por Internet.

Existen algunas conferencias nacionales maravillosas, organizadas a través de CHADD y ADDA (así como otras estatales y locales). Una conferencia es una tremenda experiencia para personas con TDAH, quienes pueden solamente haber leído sobre el tema o asistido a algunos grupos locales. Ver a cientos de personas en el mismo lugar durante varios días, los cuales ya no se esconden, quienes no permanecen ya dentro del clóset, quienes hablan acerca de todas las cosas que han experimentado, encontrarse con ellos en persona, simpatizar con ellos, llegar a conocerlos, es muy emocionante. Usted verá personas en todos los niveles de integración, desde aquellos que son ahora muy exitosos, gente que ha lidiado con esto por largo tiempo, hasta personas que apenas comienzan. Esto es una buena manera de dar el primer paso para aliviar algunos de los viejos sentimientos de vergüenza y de aislamiento.

Si usted no puede asistir a una conferencia, lea sobre las experiencias de otras personas o consiga publicaciones sobre el TDAH. Apenas unos meses después de haber sido diagnosticada, yo me subscribí a un boletín sobre TDAH. Después de cierto tiempo recibí un aviso de que ya era tiempo de renovar mi suscripción. El aviso decía: “Bueno, con frecuencia resulta difícil encontrar una estampilla y puede que le lleve horas hallar un sobre, pero póngalo reúna todo esto y envíelo porque es muy importante renovar su suscripción”. Aquello me causó una profunda impresión. Tuve esta “impresión”: “Estas personas realmente saben quién soy y entienden las dificultades que implica hacer algo así”.

La educación transita por un largo camino para romper el aislamiento. No sólo se obtiene información, sino que se aprende sobre otras personas y sus experiencias. Esto tiene un efecto sedante y curativo, al saber que otros han transitado por similares experiencias. Las personas con TDAH pueden encontrarse muy aisladas. No tienen idea de que sus síntomas son un padecimiento real. Cuando descubren que

lo tienen, no saben que otros también lo padecen. Después que conocen de otras personas con TDAH, no se dan cuenta de que ellos experimentan los mismos síntomas diariamente. La educación también nos conduce por un largo camino para aliviar la ansiedad y las dudas sobre uno mismo porque como he dicho anteriormente, se requiere de mucho tiempo para que alguien crea que realmente padece de TDAH constantemente. Es bueno recordar esta idea si se es positivo con respecto a esto y si uno enfrenta y vive con esta dificultad también. La educación le dará a usted la ventaja de escuchar y hablar sobre estos temas por primera vez.

El apoyoEl próximo escalón del Modelo Solden es el apoyo. Existen dos componentes

estrechamente relacionados con lo que ya hemos mencionado sobre la educación: el apoyo emocional y el físico. Ambos son el próximo paso para realmente involucrarse con otros adultos que tienen TDAH. Especialmente en el primer período del TDAH, suele ser muy difícil para la familia y los amigos porque no han sido educados de la manera en que ya usted lo ha sido y no han trabajado en esto. Es difícil que ellos entiendan el TDAH y también les resulta complicado aceptarlo. Tienen su propio cuadro emocional sobre el TDAH, que deberán superar, así que usted no siempre podrá obtener el apoyo que necesita inmediatamente de las personas que le son más cercanas. Esto propicia una situación de aislamiento, disgusto y frustración.

A medida que usted trabaja en este tema, es esencial que comience a tener apoyo de otras personas que puedan facilitarle un ambiente positivo. Con la psicoterapia puede obtenerlo, pero además es importante romper el aislamiento que usted sienta, desarrollar estrategias, ganar entendimiento y correr todos los riesgos que pueda con otras personas en un grupo de apoyo. Existen grandes grupos de apoyo (a través de CHADD y otras redes nacionales) en los que escuchará las historias de otras personas y compartirá en una atmósfera muy positiva, y existen grupos más pequeños donde obtiene educación, trabaja en sus habilidades de comunicación y confronta otro tipo de temas interpersonales que pudieran relacionarse con su TDAH. Escuchar las historias de otras personas que están en diferentes momentos de su diagnóstico y tratamiento, le dará esperanzas, reducirá su aislamiento y le ayudará a entender el proceso y a tener una mejor idea de hacia dónde realmente se dirige. Idealmente, usted querrá obtener apoyo de las personas en su propio círculo de relaciones. Hasta que esto sea posible, sin embargo, es importante que empiece a encontrar ayuda exterior para sí misma. Mientras mejor se sienta sobre su padecimiento de TDAH, podrá mucho mejor hablarles a las personas cercanas sobre el mismo y trabajar también en esa área.

El apoyo físicoEl apoyo físico significa arreglárselas para tener personas a su alrededor que la

ayuden cuando los detalles físicos de su vida le resultan demasiado difíciles. Eso implica que usted no intentará lidiar por sí sola con esos problemas. Las personas recientemente diagnosticadas con TDAH suelen decir: “Ahora que ya conozco esto me iré a casa a esforzarme mucho más”. Hacer la misma cosa que siempre han hecho, “esforzarse más”, simplemente los conducirá a la frustración. Las mujeres sobre todo, experimentan buscándose un mejor calendario o un nuevo sistema. Esto es admirable, y puede ser útil, pero no es el cuadro completo. El cuadro completo implica obtener ayuda de otras personas, un apoyo al nivel necesario. Con cada nuevo éxito, necesitará ascender a otro nivel de apoyo físico. Cada nuevo éxito, desafortunadamente, crea un nuevo nivel de exigencias organizativas que les causa a

las personas sentirse aún más frustradas. Es necesario continuamente mantenerse al paso con el éxito.

A menos que las mujeres entiendan este concepto y estén dispuestas y abiertas a confrontar sus barreras para obtener el tipo de apoyo que necesitan, ellas estarán perdidas. Usted dirá: “Voy a esperar hasta que tenga las cosas bajo control, hasta que todo el mundo este bien. Quizás esperaré a mudarme a una nueva casa y eso resolverá mis problemas. O hasta que los niños estén en la escuela y eso resolverá mis problemas. O yo simplemente esperaré…” Y eso nunca sucede. Lo que tiene que suceder primero es su transformación. Solamente usted deberá enfocarse exitosamente en sí misma. Concentrarse en otras personas para tratar de que ellos cambien y para obtener su ayuda sería muy bueno, pero si usted cambia por sí misma, si hace simplemente un pequeño cambio, aunque no parezca mucho, todo lo demás empezará a girar a su alrededor. Las cosas comenzarán a organizarse alrededor suyo, en vez de usted tratar de ponerlo todo bajo control. Esta es una dinámica poderosa.

Usted no solamente necesita recibir apoyo emocional, también necesita reconsiderar cómo va a organizar su vida. Usted en realidad tendrá que negociar con su pareja, intercambiar tareas con amigos o contratar ayuda en las áreas específicas que necesite. El TDAH es un padecimiento que causa una gran desorganización para muchas personas; no sólo requiere la ayuda doméstica ordinaria y no puede ser considerado solamente a ese nivel. Muchas mujeres a menudo sienten barreras contra la idea de buscar el tipo de ayuda que necesitan. Sienten una pérdida de su autoestima y más culpabilidad y vergüenza cuando consideran cómo simplificar sus vidas, cambiando la forma en que siempre han hecho las cosas. Les toma tiempo añadir ese apoyo que necesitan en su nivel organizativo, en el cual tienen tantas dificultades, de manera que puedan seguir adelante en aquellas habilidades especiales que tienen en abundancia.

Los organizadores profesionales

El campo de los organizadores profesionales ha crecido con rapidez en años recientes. Existen organizadores profesionales que incluso están entrenados para ayudar a las personas con TDAH y se especializan en desorganización crónica y severa. Existe incluso la Asociación Nacional de Organizadores Profesionales (NAPO, según siglas en inglés). Usted puede buscar mediante una de estas vías o investigar por Internet y en los periódicos locales o boletines. Puede intercambiar información con alguien de confianza, en la medida que esa persona le brinde apoyo y sea neutral. Con frecuencia necesitará a alguien cerca que le brinde apoyo y estructura para concentrarse lo suficiente en las tareas que se le dificultan y en las que presenta problemas de funcionamiento ejecutivo. Priorizar y decidir resulta muy difícil para el individuo con TDAH.

Simplemente asegúrese que la persona que esté a su lado la entiende a usted y sus necesidades particulares, de manera que no termine atrapada en un sistema que no la ayudará. Si este profesional quiere organizar sus documentos en bonitas carpetas de colores con etiquetas, pero usted necesita ver los papeles para recordar que existen, deberá comunicarle esto y trabajar juntos para encontrar una solución creativa. Si contrata a un organizador profesional para que le cree grandes sistemas, asegúrese de también crear una estructura para la persona que le ayude a mantener ese sistema. Es en el mantenimiento y la rutina que los adultos con TDAH presentan los mayores problemas.

Los asesores para el TDAH

Se ha hecho muy común que los adultos con TDAH reciban la ayuda de un asesor profesionalmente entrenado. En los últimos veinte años ha habido una proliferación de programas de entrenamiento para estos asesores, cada uno con una filosofía y un enfoque en particular. Los asesores para el TDAH comenzaron con esta profesión temprano en 1994, cuando Nancy Ratey y Sue Sussman formaron lo que se llamó entonces la “Red Nacional de Asesores” (National Coaching Network, según el nombre original en inglés). También en 1994, el libro Driven to Distraction presentó un modelo de asesoría para el TDAH conocido como el Modelo ESPERANZA (del inglés “HOPE”). Desde entonces han surgido muchos modelos y la mayoría tienen sus propias páginas web o tienen publicidad en revistas. Existe una gama de personalidades, asesoramiento y nivel de educación, por lo que usted deberá investigarlos y también conocer sus precios, el método de trabajo que utilizarán con usted y la frecuencia de contacto. Muchos asesores trabajan por teléfono o por internet y no es necesario buscar a alguien en su área. Esto abre la posibilidad de trabajar con asesores altamente entrenados desde cualquier lugar del mundo.

Las estrategias

Las estrategias están estrechamente vinculadas al apoyo físico, pero se refieren más a pensar en cómo organizar el entorno de manera que funcione para usted. Esto implica el uso de aparatos tecnológicos y de planificación. Las estrategias incluyen detalles tales como ponerle etiquetas grandes y claramente escritas a las cosas guardadas. Una mujer decidió poner ganchos en sus paredes para colgar su ropa, en vez de usar gavetas y colgadores de percheros. Otra mujer decidió crear una gran pared de corcho donde ella pudiera mantener a la vista sus notas mientras estaba en el teléfono. De esa manera ella podía recordar las preguntas que quería hacer, o seguir el procedimiento indicado.

Diseñar estrategias efectivas significa tomar en cuenta sus dificultades reales y arreglar las cosas de tal manera que usted tenga una mejor posibilidad de éxito. Por ejemplo, no vaya de compras en los días en que siente exceso de estrés. Contemple siempre un margen de tiempo suficiente entre sus actividades para darse espacio. Trate de prepararse detalladamente la noche anterior con lo que necesitará la próxima mañana, cuando le va a ser más difícil pensar. Permítase mucho más tiempo en sus actividades para procesar la información. Cuando usted estaba en la universidad era necesario tratar de determinar una carga equilibrada de sus cursos en términos de horas de clases y de trabajos requeridos. En el trabajo, esto implica considerar el uso de bloqueadores de ruidos para crear un ambiente que no la distraiga. Considere el uso de una contestadora automática para que el teléfono no la moleste. Una mujer decidió que tenía que poner a sus hijos al cuidado de una niñera si pretendía algún día poder limpiar la casa y hacer la comida pacífica y exitosamente.

Usar notas adhesivas no será suficiente si presenta serias deficiencias organizativas. Usted puede terminar explotando como la mujer de esta ilustración:

Más adelante veremos con más profundidad la necesidad de reorientar y reorganizar su vida más allá del uso de estas estrategias. Éstas pueden incluir eliminar y reconsiderar cosas que usted ha hecho automáticamente durante años. Por ejemplo, puede que ahora decida salir a comer fuera en los días feriados o incluso irse de vacaciones si los días feriados son un período de agobiante estrés para usted.

Preguntas estratégicas que usted puede hacerse para echar a andar su vida doméstica y laboral

• ¿Necesita ruido ambiental cuando otras personas están en la casa?• ¿Necesita mover ese televisor del centro de la sala, aunque todos los demás

prefieran tenerlo ahí?• ¿Necesita a alguien que le dé orientaciones en su casa tres veces a la semana o

diariamente?

• ¿Necesita a alguien que le limpie la casa un par de veces a la semana o que le arregle la casa todos los días por un breve período de tiempo?

• ¿Necesita tener a alguien que la controle para ayudarla a poner límites en sus actividades o tareas antes que se le acumulen demasiado?

O considere opciones como éstas:

• Intercambie tareas con una amiga.• Utilice alguna ayuda física como los bloqueadores de ruido o mover el

televisor a otra habitación cuando le moleste.• Deje a los niños al cuidado de una niñera mientras trata de cocinar o limpiar.• Ponga grandes etiquetas alrededor de la cocina.• Aunque los demás piensen que usted es rara, no planifique demasiadas

actividades estresantes para un mismo día, si le es posible.• Puede crear zonas de tranquilidad que sean solamente para usted. Aunque sea

un área pequeña, donde usted ponga un letrero para que nadie la moleste. Éste puede ser su retiro.

• Trate de concentrarse en una sola cosa cada día, si eso es lo que necesita.• Use la estrategia correcta para su adecuado nivel de dificultad. Vaya más allá

de las ‘notitas amarillas’ si usted presenta un severo déficit organizativo.• Si contrata a un organizador profesional para que cree un gran sistema que la

ayude, asegúrese de crear también una estructura con alguien que le ayude a mantener el sistema.

• Experimente con ayudas personales tales como las computadoras, los correctores ortográficos automáticos, los organizadores, las alarmas personales, los teléfonos en el carro, las agendas electrónicas (para algunas personas es bueno eliminar tantos papeles como sea posible en sus vidas y así no terminan buscando veinte agendas sepultadas debajo de otros tantos papeles).

• Considere contratar (o negociar) ayuda personal para trabajos específicos o ciertas áreas de su vida. Un contador, una persona que se siente con usted una hora al día o unas cuantas horas a la semana para salir del papeleo y planificar la semana y priorizar sus tareas. Converse sobre las cosas que necesita hacer o las decisiones que debe tomar en voz alta, con una persona que no sea muy crítica.

• Muchas personas con TDAH tienen que oír las cosas porque eso les permite dar el paso adicional que necesitan para procesarlas. Para interiorizar la información, necesitan que escribirla o repetirla en alta voz.

• Pida a alguien que le ayude a encaminar las tareas cotidianas.• Pida a alguien que le ayude a escoger tres de los muchos proyectos que usted

quiere realizar y póngalos por escrito.• ¿Necesita para sus proyectos de un socio que sea bueno con los detalles, de

manera que usted pueda aportar sus virtudes complementarias?• Quien sea que usted consiga para ayudarla, no permita que esa ayuda se

convierta en una sesión de críticas, tareas y regaños. Mantenga su control.

Crear estrategias es algo que, si no funciona, usted tendrá que hacer modificaciones. Si vive o trabaja sola o con otras personas, no continúe haciendo las cosas de la misma forma que antes, con la diferencia de estar esforzándose más. Si trata de ir a Nueva York pero termina siempre en California, ¡móntese en otro tren! Haga las cosas de manera diferente. No trate de resolverlo con fuerza de voluntad. Extienda su idea de ayuda e incluya a otras personas. El TDAH puede ser controlado solitariamente sólo por un tiempo muy breve. Muchas situaciones requieren de un compañero o un asistente para llenar el vacío y hacer el trabajo detallado o de alguien que la ayude a mantenerse en la dirección correcta. Esas estrategias pueden determinar la diferencia entre el éxito y el fracaso.

La terapiaEsta última parte del “Modelo Solden” se refiere a la psicoterapia. Como hemos

visto en la senda del éxito, al comienzo del último capítulo, algunas personas con TDAH tienen más facilidad para llegar adonde quieran después de ser diagnosticados. Otros padecen más de efectos secundarios, como resultado de haber vivido muchos años con TDAH sin diagnosticar, por lo que su camino será un poco más complejo. Hemos observado los efectos en el concepto de sí misma y el dolor de lograr pocas cosas. Con frecuencia hay que enfrentarse a la depresión y a sus tantas consecuencias en las relaciones. Agobiadas por la vida diaria, las mujeres suelen sentirse aisladas. Estos son todos temas comunes para aquéllos que sufren de TDAH y buscan terapia. Estos asuntos pueden tratarse de forma efectiva con una combinación de terapia de pareja, de grupo o individual. Las terapias activas, interactivas, educacionales y de apoyo son adecuadas. Idealmente se debe alcanzar un equilibrio entre el guía de sus asuntos cotidianos y la exploración de los sentimientos que le impiden al individuo tomar los pasos necesarios para alcanzar sus objetivos.

Si la mujer fuera capaz de emplear las estrategias sugeridas anteriormente para hacer que su vida funcione o para encontrar el nicho adecuado, sería ideal y ella probablemente no necesitaría tanta terapia adicional. Sin embargo, muchas mujeres están orientadas a perseguir una imagen para la que no están preparadas a alcanzar o presentan problemas de comunicación y reafirmación. Como resultado las estrategias que le pueden parecer muy fáciles de implementar a un observador externo, suelen ser las más complejas de seguir para estas mujeres. Estos patrones pueden llegar a fijarse tanto que, al momento del diagnóstico, la educación, ya sea individual, en parejas o en grupos, no será suficiente para facilitar los cambios necesarios.

Lo que con frecuencia les sucede a las mujeres es que estas tareas, al parecer concretas, las sitúan contra una barrera interna tan fuerte (de vergüenza y de culpa, por ejemplo) que terminan sintiéndose paralizadas. Cuando chocan contra esa pared, al tratar de re-estructurar sus vidas, tanto ellas mismas como sus compañeros o sus consejeros, se quedan desconcertados sin saber por qué ellas no dan los pasos necesarios y deseados. Esto puede suceder con cosas tan simples como pedir más tiempo para un examen o buscar a alguien que les ayude en la casa. Sin haber entendido la profundidad de los problemas así como la solidez de esas barreras, tanto el terapeuta como este tipo de paciente se hallan atascados. Esta interacción puede recrear una experiencia en la cual la mujer siente que no deja de decepcionar a una persona importante en su vida. El punto donde su neurología se une con su psicología es donde a menudo tiene lugar la terapia para la mujer con TDAH. Es preciso trabajar con estos sentimientos antes de que la mujer pueda seguir adelante.

Como hemos visto anteriormente, la mujer con TDAH instintivamente espera generar “mensajes malignos” sobre su conducta. Por ello, con frecuencia actúa de manera autoprotectora y en ese esfuerzo evita buscar el apoyo que la pudiera ayudar. La tendencia a mantener una “máscara de competencia” a toda costa para evitar el

resurgimiento de antiguos y penosos temores de “no dar la talla”, la aleja de la ayuda que necesita.

La terapia de grupo es a menudo muy eficaz para una mujer que comienza a redefinirse y a aceptarse a sí misma a pesar de sus dificultades. Conocer y llegar a respetar a otras mujeres con las mismas dificultades y fortalezas que ella, le ayuda a volverse menos sensible ante los problemas anteriores y a ponerlos en perspectiva. Además de los patrones del individuo, si ella tiene una relación (en el momento del diagnóstico), la interacción de pareja también habrá sido organizada en torno a las dificultades no diagnosticadas. En este punto, la pareja tendrá una carga de resentimiento y de ira y de esta manera sus propios sentimientos de sufrimiento y de pérdida tendrán que ser también tratados antes de que la pareja siga adelante.

Tropiezos en la terapiaLo que suele ocurrir en la terapia de las mujeres con TDAH es que el

psicoterapeuta se queda “trabado” en la parte estratégico-organizativa del tratamiento, sin entender la complejidad de estos asuntos. Dado que la terapia del TDAH reclama un enfoque mucho más directivo que la psicoterapia tradicional, un consejero puede caer en un patrón de exceso de sugerencias y consejos, enfocándose demasiado en la modificación de la conducta. Cuando esto sucede, la mujer con TDAH siente que es tratada como una niña majadera en vez de una adulta inteligente.

Una psicoterapeuta con experiencia en el trabajo con niños con TDAH ahora trata también a adultos con TDAH e intenta aplicar el mismo método con recompensas, estrellas y estructuras. Por ejemplo, en su esfuerzo para motivar a una mujer madura, creativa y vivaz, ella le dijo a su clienta: “Si mantienes tu buró limpio el ochenta por ciento del tiempo esta semana, te daré galletitas de chocolate cuando vuelvas”. La clienta se sintió disminuida, por decir lo más mínimo. Obviamente, la complejidad de su vida iba más allá de esa simple y condescendiente actitud que ella percibió como una falta de empatía. Lo que también perciben las clientas como falta de empatía en los psicoterapeutas es cuando la profundidad de sus problemas es malentendida. Una mujer que intenta comunicar la sensación de estarse hundiendo en un montón de asuntos desatendidos y en la desorganización, se siente invalidada cuando alguien le dice simplemente que se esfuerce más en organizarse, en hacer sus listas, que compre una agenda mejor que la ayude a planificarse. Los niveles de emoción en torno a estos asuntos son a menudo completamente ignorados.

La frustración que el psicoterapeuta siente cuando un plan previamente acordado no se lleva a cabo se corresponde con los vergonzosos sentimientos de la mujer con TDAH en ese tipo de situaciones. Poner tareas y acordar estrategias es muy útil cuando se hace de una manera no crítica y cuando la clienta es quien finalmente decide lo que es importante para ella. El consejero es mucho más útil cuando puede escoger entre lo que parecen (para la clienta) cientos de posibilidades y ayudarla a priorizar y a organizarse. Esto reduce la sensación de las ideas que flotan libremente y la ansiedad en la clienta, ayudándola a salir de la sesión con una clara idea de lo que quiere hacer y de cómo va a lograrlo. Salir de una sesión de terapia con tres ideas anotadas en un papel, le dará incluso algo concreto a lo cual referirse cuando pierda el camino y empiece a atormentarse.

El enfoque necesita centrarse en lo que la mujer quiere hacer y qué pasos pequeños puede dar para moverse hacia el objetivo deseado. Si parece haber una barrera que le impida dar ese paso, esa barrera necesita ser examinada. En el fondo suele estar la vergüenza y la culpa, así como las dificultades en la comunicación o en establecer límites. Hasta que no se trabaje en estas barreras, todas las estrategias de este mundo no funcionarán porque la mujer no será capaz de emprender el paso siguiente. Lo que es importante recordar en la terapia es alcanzar un equilibrio entre guiar y ayudar a alguien a mantenerse en el camino correcto y a explorar sus emociones cuando éstas intervienen en logro de sus objetivos. Los extremos de exceso de control o de sugestión o de dirección deben evitarse. Estimular un exceso de emociones o continuamente explorar las raíces psicológicas tempranas de la conducta resultan de poca ayuda.

Los objetivos de la terapiaCuando la mujer se estanca en el período de sufrimiento y lleva encima una

carga de ira o queda atrapada en la depresión y le afectan muchos factores complicados para seguir adelante, es como si estuviera entre dos mundos. No ha integrado su nueva identidad aún, pero ha sobrepasado la anterior. Quizás esté en el

proceso de redefinir su imagen, pero la gente a su alrededor se resiste a esto y ella se siente solitaria o estancada. Ésta es una buena razón para iniciar la terapia individual o de parejas. El proceso de redefinición puede crear dificultades en la comunicación con otras personas. Los individuos con TDAH esperan lo peor, malinterpretan y a veces incluso crean una auto-profecía en sus relaciones, al emplear un exceso de autoprotección defensiva.

Hemos visto que las personas con TDAH necesitan autoprotegerse. El psicoterapeuta necesita validar sus dificultades y trabajar con ellas para moldear sus vidas de una manera saludable. Aprender nuevas y efectivas estrategias, rediseñar la autoimagen, y mirar hacia atrás con frecuencia para examinar la vergüenza y la culpabilidad son factores vitalmente importantes en la mujer con TDAH. Los grupos son idealmente adecuados para este tipo de aprendizaje y los psicoterapeutas pueden brindar este apoyo en pequeños grupos de terapia o referir a la clienta a los grupos más grandes o a las conferencias.

Pequeños gruposMuchos de los problemas que se analizan en los grupos de apoyo, después de las

sesiones iniciales sobre el TDAH, son los mismos que la gente conversa en cualquier grupo, sin importar el enfoque: las relaciones, el trabajo, la autoestima, los problemas con otras personas. Pero cuando las personas con TDAH se juntan, intercambian con otros que los entienden y que hablan su mismo “idioma”. Lo que me resulta claro al observar estos grupos es que las mismas experiencias coinciden en los grupos sin TDAH, pero vienen de una experiencia interna diferente que solamente las personas con TDAH pueden entender. Los individuos con TDAH tienen esta sensación de caos interno, dentro de la cual se desarrollan todas las otras experiencias cotidianas. Por ejemplo, una mujer expresó: “Aunque tome mis medicamentos y esté bajo tratamiento, todavía me siento como si colgara de un hilo”. Otras personas no entenderían esto. Ellos dirían: “Bueno, si estás bajo tratamiento, ¿por qué todavía actúas de esa forma? ¿Por qué sigues llegando tarde?” Las personas con TDAH pueden entender, por su propia experiencia, que aún si toman las medicinas habrá problemas que todavía persistirán y que su situación será aún difícil.

En los grupos de apoyo, las personas con TDAH hablan sobre sus relaciones problemáticas, no sólo para quejarse, sino para sugerir y entender por lo que sus compañeros atraviesan para encontrar maneras útiles de abordar estos problemas y ganar más entendimiento sobre otros individuos como ellos mismos. Un grupo le puede dar esperanza, puede darle validación que lo que usted siente es real. Cuando usted intenta hablar con otras personas que no tienen TDAH, puede que experimente una gran negación. Quizás ellos digan: “Ay, ése era mi caso también. ¡No seas tonta! ¿Cuál es el problema? Tú eres inteligente. ¡No seas ridícula! ¿Por qué te comportas tan rara? ¿Por qué no sales o te pasas las vacaciones con tu familia? ¿Qué significa que tienes que alejarte? ¿Qué te pasa?”. Otras personas con TDAH pueden darle la validación de que sí es real, que ellos experimentan esas mismas cosas y comprenden por lo que usted atraviesa. Las personas recién diagnosticadas pueden agarrarse a la realidad objetiva de su situación por cierto tiempo, pero no durante todo el día, todos los días, durante mucho tiempo. Cuando ellos comienzan a recaer en los viejos patrones de pensamiento, tales como: “Yo soy un imbécil, ¿qué me sucede?”, pueden obtener la comprensión y apoyo de sus semejantes. Otros con similares problemas le reforzarán la idea de que sus problemas son reales y difíciles, pero que definitivamente hay esperanza. Ellos pueden ayudarte a aferrarte a tus éxitos, a enfocarte en ellos por suficiente tiempo como para cambiar tu imagen.

En un grupo, una mujer que nunca se ha considerado como creativa, obtuvo una retroalimentación muy alentadora semana tras semana, acerca de sus interesantes ideas, del entusiasmo conque las presentaba y las conexiones que establecía. Ella

había pensado que sus ideas eran inútiles divagaciones, pero con ese tipo de respaldo, ella integró esto dentro de su sistema de creencias sobre sí misma y empezó a hacer elecciones basadas en su nueva identidad propia. Las personas se regocijan tan fácilmente con sus logros, sean éstos pequeños o grandes, que un grupo puede enfocarse en ellos de manera que uno de sus miembros pueda detenerse a darse cuenta de sus éxitos. Más tarde, eso se convertirá en una parte natural del proceso.

Es también muy bueno obtener apoyo al principio de otras personas, más que esperarlo de las parejas o de la familia. Le llevará mayor tiempo a tu pareja y a tu familia trabajar a través de su propio período de sufrimiento. Será más fácil para todos y también más efectivo si usted obtiene apoyo parcialmente de otras personas. Su pareja tendrá una carga de ira o de resentimiento con la cual trabajar, así que mientras más apoyo y entendimiento usted pueda traer a su proceso, la cosa será más fácil para ustedes dos. En su momento, usted será capaz de obtener apoyo de una relación íntima tanto como de la comunidad de TDAH. Mientras más apoyo usted tenga en ese momento, mejor usted integrará el TDAH y se sentirá menos defensiva sobre el mismo, menos malentendida y será capaz de refrenarse y hablar con mucha más calma con su pareja.

El TDAH es un estrés crónico, como hemos dicho anteriormente, cada nuevo nivel de éxito puede a menudo romper con una de las estrategias de lucha, que ya no se aplica al nuevo nivel de éxito. Una vez iniciado el tratamiento, quizás usted necesite regresar al grupo periódicamente. En dependencia de su situación, quizás necesite “sintonizarse” semanal, quincenal o mensualmente o cada cierto tiempo. En la siguiente sección nos referiremos a la terapia con mayor profundidad, la cual es espec ia lmente ú t i l cuando e l ind iv iduo se es tanca en las “ t res ERRES” (Reestructurar, Renegociar y Redefinir).

ResumenEstos últimos capítulos han sido un panorama del tratamiento del TDAH. Hemos

destacado la importancia de los medicamentos, especialmente en etapas tempranas. Usted no sabrá (hasta que los medicamentos no empiecen a funcionar y usted empiece a trabajar en estos temas) qué tipo de sentimientos van a salir a flote cuando comience a implementar las estrategias. Es importante que el psicoterapeuta, la mujer, sus familiares y amigos, sepan que algunas veces las dificultades irracionales para implementar las estrategias están profundamente arraigadas. Probablemente necesite algún tipo de guía o de grupo de apoyo mientras siga el Modelo Solden y trate de manejar los síntomas primarios de TDAH. Cuando usted se estanque, ya sea por querer esconderse o por temor a las percepciones que los demás tengan de usted o por una “crisis de confianza”, como lo denominó una de mis clientas, existe un montón de razones por las que no resulta tan simple emplear los medicamentos, la educación, el apoyo y las estrategias. Añadir algún tipo de terapia puede ser muy importante para que usted, su esposo y toda la familia, puedan moverse juntos como un núcleo mientras usted empieza a hacer que funcione su vida.

Si es soltera, usted, sus amigos y su familia pueden ayudarla a establecer relaciones y a confiar más en otras personas. Los ajustes legales, la terapia, la orientación en grupo, en pareja y en sesiones individuales, regular o periódicamente, puede ser muy útil para manejar este estrés crónico. A causa de su naturaleza crónica, puede que necesite algún tipo de relación de base, un grupo de apoyo exterior o un asesor o psicoterapeuta. Puede que no necesite la terapia semanalmente después que estos asuntos centrales estén resueltos, pero es posible que luego necesite otra clase de apoyo a medida que choca con diferentes obstáculos en los desafíos que tendrá por delante. El TDAH puede ponerla en situaciones mucho más exigentes o los viejos detonantes emocionales pueden desatarse en circunstancias específicas de la vida. El objetivo del tratamiento del TDAH no es solamente convertirse en una

persona más organizada, es también avanzar a través del período de sufrimiento para al final comenzar un nuevo ciclo de éxito. Entonces será capaz de concentrarse en sus puntos fuertes, encauzar su creatividad y trabajar en función de sus objetivos con creciente energía y autoestima. Cuando trabaje en alguno de estos temas, será capaz de distanciarse de algunos sentimientos de vergüenza o culpa por sus síntomas y pedirá ayuda en la re-estructuración de su vida. Será capaz de mantener el enfoque para manejar sus dificultades y movilizar y dirigir sus puntos fuertes, no solamente para convertirse en una persona diferente, más tranquila y organizada.

La psicoterapia ayuda a la mujer a trabajar a través del proceso hasta que esa extraña, nueva identidad del TDAH esté más firmemente enraizada. Cuando la mujer fija ideas como “soy simplemente inmadura o irresponsable”, aún mucho después de haber sido diagnosticada, el psicoterapeuta puede aferrarse a una imagen más positiva reforzándole la idea de lo que es el TDAH hasta que ella misma sea capaz de entenderlo. El psicoterapeuta necesita mantenerse firme hasta que la mujer llegue a integrar la idea de que tiene ambas cosas: grandes puntos fuertes y grandes dificultades. Si el psicoterapeuta ve a la clienta claramente, y es capaz de separar el TDAH de la psicología, la mujer acogerá ese reflejo positivo e interiorizará esa nueva autopercepción. Dejará atrás algunas de sus expectativas negativas y las reemplazará con otras más positivas, con una nueva imagen de sí misma.

PARTE IV: ACEPTAR

Diamantes en bruto

Yo veo a las mujeres con TDAH como “diamantes en bruto”. Su desorganización en la superficie esconde una belleza interior, aún para ellas mismas, y las mantiene encerradas y alejadas de las otras personas y de su propio potencial.

El objetivo del diagnóstico y tratamiento es desenterrar esas cualidades especiales escondidas profundamente bajo la superficie. Es reconocer la brillantez que espera por salir de su áspera coraza y hacer visibles las bellas facetas, de modo que puedan ser observadas y apreciadas.

La enciclopedia dice que “con cortes habilidosos y puliéndolos constantemente, estos diamantes en bruto pueden transformarse en joyas deslumbrantes”. Esto significa que aquéllos que trabajan con las mujeres con TDAH pueden desempeñar un papel importante en su revelación. También refleja el hecho importante de que las mujeres con TDAH deben aceptar la idea de que necesitan ayuda de otras personas para re-estructurar sus vidas y desarrollar plenamente sus capacidades. Esa necesidad de ayuda no disminuye sus merecimientos. Como los diamantes, la ayuda (extraerlos, cortarlos, pulirlos) les permitirá alcanzar sus valores y merecimientos más completos.

Los diamantes, a pesar de su gran dureza, también tienen una gran vulnerabilidad. Cuando los trabajan inadecuadamente, pueden partirse y fragmentarse en muchas direcciones. Ellos también pueden ser destruidos por aplicarles un intenso calor. Así también sucede con estas mujeres, quienes deben entender lo que ellas necesitan para poder vivir de una manera saludable que las proteja. Como dice la enciclopedia, “Aún en los terrenos más fértiles, hay que extraer y separar muchas partículas de tierra antes de encontrar un pequeño diamante”. El potencial está escondido, pero definitivamente la búsqueda merece la pena.

Se ha hecho muy claro para mí, a través de mis conversaciones con mujeres con TDAH a lo largo de todo el país, que lo más valioso para una mujer desorganizada (y lo que es a menudo ignorado) es cierto tipo de validación y de esperanza. Lo que sucede a una mujer en un curso de tratamiento exitoso, es un giro interno en el propio sentido de sí mismas; esto afecta el patrón de las relaciones, del estado de ánimo y del éxito a partir de ese momento. Yo he observado a muchas mujeres con TDAH buscar obsesiva e infructuosamente lo que yo considero ser un falso objetivo, un callejón sin salida. También las he visto colocarse en la senda del fracaso al imitar a las personas sin TDAH para medir si tienen éxito o no. Mientras que resulta esencial enfocarse en organizar la propia vida, he llegado a comprender que el objetivo real no es llegar a “curarse”, sino usar esa reorganización no como un fin en sí misma, sino como un vehículo para desarrollar cualidades y virtudes únicas. El asunto no es convertirse en un tipo diferente de mujer, sino dar mucho más de lo que usted verdaderamente es para hacer más visibles sus propias y bellas facetas.

CAPÍTULO DIECISÉIS

Aceptar la desorganización¿Aceptar la desorganización?

Seguramente piensa que he enloquecido al pedirle que acepte la desorganización. En verdad, también pudiera decirle que la enfrente y que la supere. Pudiera decirle que la ignore, que la odie o que la esconda. Pero ninguna de esas opciones funcionará porque usted todavía mantendrá una gran parte de sí misma separada del resto de su persona. Eso le costará un alto precio en términos de tiempo y energía invertidas en esconderse, así como un gran desajuste emocional. Es tan dañino como contraproducente odiar y esconder una gran parte de uno mismo.

Lo cierto es que usted es un todo compuesto por sus virtudes y dificultades. Posee algunas habilidades fuertes y algunas grandes dificultades y todas son partes de sí misma. No es que algunas partes sean aceptables y otras no. Aceptar todo lo que usted es constituye una de las claves importantes para curar las heridas de la autoestima, para mejorar su estado de ánimo al superar la forma en que usted se refiere a sí misma y para darle un sentido de fuerza interior que no le permita avergonzarse cuando los síntomas del TDAH inevitablemente ocurran. La aceptación le ayudará a progresar por el “período de sufrimiento”, llegar a un profundo sentido de aceptación y más allá, hasta realmente disfrutar de su TDAH y de su creatividad. No me refiero a un tipo de aceptación “ingenuamente optimista” porque sin una verdadera aceptación y un entendimiento de la magnitud real de sus dificultades, usted no comenzará a construir una estructura de apoyo suficiente para respaldar sus considerables virtudes. Solamente cuando sea capaz de abrirse y aceptar tanto sus puntos fuertes como sus dificultades, podrá seguir adelante con su vida y comenzar lo que he llamado el “período de éxito”.

Desordenadamente dotadasQuiero enfatizar que las personas con TDAH tienen grandes habilidades para

desorganizar; de hecho considero que están “desordenadamente dotadas”. A propósito de esta “jocosidad”, todo artista sabe que un paso esencial en la creatividad es la habilidad de des-organizar. Es esa misma habilidad, ese don para desorganizar, el que usted puede utilizar para romper sus sistemas y desmantelar su vida de “la forma que usted siempre la ha vivido”.

En este libro he puesto énfasis en la necesidad de reestructurar nuestra vida para poder vivir exitosamente con TDAH. Cuando digo que el objetivo es reestructurar la vida, no significa arreglárselas solamente con los problemas para ir resolviendo, como siempre ha hecho. Significa que reconsiderará completamente la manera en que vive y trabaja. Esto no sucede de la noche a la mañana y no sucede sin dificultades.

Para ayudarla a lograr esto, deberá valerse de su habilidad para “desorganizar” para poder generar formas frescas de trabajar con nuevas soluciones. Puede crear muchas opciones. Puede que no las siga todas, pero en su mente hiperactiva, usted tiene una gran habilidad para pensar en medios de hacer las cosas funcionar. Chocará a menudo con barreras y tendrá que abrirse paso a través de ellas para hacer que las cosas sucedan de una manera nueva. Pero si empieza a pensar en aceptar esa desorganización, si se considera a sí misma como poseedora de una gran habilidad para desorganizar el status quo, entonces usted no tiene que caminar alrededor todo

el tiempo diciéndose: “¡Qué desorden! ¡Qué desastre soy!”. Puede que usted se pregunte: “¿Cómo puedo usar mi creatividad para pensar en nuevas formas de ayudarme a resolver estos problemas?”

La razón de que las estrategias comunes para el TDAH por sí solas no siempre funcionen, es porque ellas usualmente se enfocan simplemente en controlar las partes negativas y difíciles del TDAH. Lo que uno necesita enfocar es no simplemente resolver las dificultades, sino apoyar el nuevo crecimiento. Cuando usted crece, se convierte en más y más exitosa, usted constantemente pensará en nuevas maneras de hacerse de estructuras de apoyo y sostén. El énfasis debe ponerlo no solamente en manejar sus deficiencias, sino en manejar sus éxitos.

Me refiero a romper con el viejo orden. Esto significa desafiar y cambiar tradiciones que habían sido sagradas en su casa durante años. Significa cambiar papeles y rituales. Significa determinar dónde están las limitaciones del sistema, hablar realmente con su pareja y desafiar la manera en que usted ha manejado estos temas en el pasado. Esto va a significar sacudir la balanza de control y de poder en la casa. Usted tendrá los medios ahora que está bajo tratamiento médico. Será capaz de permanecer en la discusión y confrontar los temas, sin ignorar cómo se siente o cómo desea que sean las cosas. Esto no será fácil. Sería más sencillo no actuar. Le causará ansiedad hacer estos cambios para cambiar la forma en que siempre ha sido.

Es posible que tenga que recurrir a facilitadores profesionales en algún momento porque aceptar la desorganización significa dejar escapar algunas de aquellas imágenes ideales que usted acariciaba y eso es difícil. Aceptar la desorganización significa trabajar profundamente a través del período de sufrimiento, hasta que usted sea capaz de aceptar la idea completa del TDAH y todas las partes de sí misma. Solamente entonces usted será capaz de seguir adelante.

Aceptar tiene una imagen positiva: significa que usted no pretenderá más que sus dificultades no existen y significa un reconocimiento de que sus virtudes existen. Significa abrir los brazos y aceptar ambos lados de usted misma. Aceptar realmente significa “sostener, rodear, contener”. Cuando la energía creativa es encauzada y dirigida, puede crecer con mucha más fuerza. Usted puede hacerse de una autoimagen más coherente sin dispersar solamente las partes de sí misma que otros no encuentran aceptables.

Lo que le sugiero es similar a la manera en que los medicamentos estimulantes ayudan cuando se padece de TDAH. Es paradójico. En vez de combatir la desorganización, aceptarla le producirá calma. Usted se relajará con eso. Le traerá un cierto orden, y no más desorden, cuando usted la acepte. Aceptar la desorganización significa no solamente controlarla. Por supuesto, pruebe todas las estrategias que pueda para mantenerse organizada. La ironía es que hasta que usted no se sienta un poco mejor sobre su TDAH, no será capaz de obtener la ayuda que necesita. Si no centrara su vida entera en el objetivo de estar perfectamente organizada o de convertirse en la mujer perfecta, se desarrollaría más plenamente y tendría más tiempo y energía para disfrutar de la vida.

En cierto momento, cuando realmente haya integrado estas ideas tan disímiles sobre sí misma, comenzará a crear experiencias exitosas. El éxito cobrará vida propia. Usted comenzará a aferrarse a sus éxitos y a crecer, en la medida que los mismos se acumulan rápidamente.

En algún momento, usted llegará al punto de haberse aceptado a sí misma y a su padecimiento. Entenderá que es una necesidad y no un lujo obtener la ayuda que necesita, liberando su tiempo y sus recursos emocionales, permitiéndose concentrarse en sus puntos fuertes. Entenderá la necesidad de romper barreras y de encontrar medios saludables para protegerse a sí misma. Entenderá que de verdad puede empezar a perseguir objetivos que realmente se ajusten a usted. Cuando se acepte a sí misma, acepte su TDAH, sus puntos fuertes y sus dificultades, no le hará tanto daño que otras personas no la acepten o no la entiendan. No tendrá que disculparse o dar demasiadas explicaciones. Será capaz de hablarles a los demás sobre lo que necesita

y podrá establecer límites sin auto-disminuirse por ello. Esto validará a las otras personas y será una muestra de respeto por sí misma, aún cuando sus síntomas de TDAH no desaparezcan.

Nos referimos, en un final, a no tratar de librarnos del TDAH, o esperar superarlo, sino dirigirlo y controlarlo. Me refiero a vivir con un padecimiento controlado, no negándolo sino reconociéndolo, trabajando en él para hacer que la vida funcione. Esto no se hace en un día y no se logra solamente con medicamentos (aunque normalmente tampoco se logra sin ellos). Necesitará preguntarse a sí misma: “¿Cómo puedo hacer que mi vida funcione? ¿Cómo puedo hacer funcionar mis relaciones? ¿Cómo puedo hacer que mi trabajo sea relevante?”

Si esto significa hacer las cosas un poco diferente de otras personas, entonces sea diferente; se necesita valentía para romper las barreras de la vergüenza y la pena para pedir apoyo. Si eso significa romper el molde, entonces rómpalo; se necesita coraje para aceptar que usted no puede hacer lo que otras personas pueden. Si ello significa retar “la forma en que siempre ha sido” entonces rétela; porque se necesita coraje para celebrar que usted a menudo puede hacer lo que otras personas no pueden.

Es posible que tenga que preguntarse: “¿Cómo puedo hacer que mi vida funcione bien para mí aunque esto moleste a otras personas en mi familia? ¿Cómo puedo cambiar las reglas y los roles que no han funcionado? ¿Cómo podré tolerar la ansiedad de incomodar a los demás, de una manera que no descuide sus necesidades ni obstruya las mías?” Muchas veces esto requiere de ayuda profesional.

Cuando digo aceptar la desorganización, no quiero decir que no se organice o que no concentre su atención en la creación de sistemas organizativos o que descarte la idea de ser organizada. Lo que quiero resaltar es que no intente las mismas cosas que no le han funcionado anteriormente y que no continúe enfrentando sola sus dificultades. Trate de incluir a otras personas que le brinden apoyo y que la guíen en su afán de organizarse. Usted necesita superar la obsesión de convertirse en una persona organizada o de tratar de “atar todos los cabos” de la misma forma que las personas sin TDAH lo hacen. No siga esforzándose tanto. No se invente otro sistema organizativo propio. Lo que necesita comprender es que tiene que cambiar el sistema. No puede comparar su vida con lo que otras personas logran hacer porque en su caso, usted tiene un padecimiento. Un padecimiento significa que las cosas no tienen un nivel promedio de complejidad. No resulta productivo compararse con los demás y con la forma en que ellos viven sus vidas. Es productivo, sin embargo, hablar con personas que tienen el mismo tipo de dificultades y de habilidades que usted tiene. Es productivo realmente entender que usted necesita de un nivel de apoyo organizativo mucho más elevado que las otras personas.

Aceptar la desorganización significa separar todas las cosas y volverlas a juntar de una forma novedosa. Significa tomar seriamente su padecimiento de TDAH. No espere a superar el TDAH para empezar su vida porque usted nunca superará su TDAH. No mida sus éxitos en términos de cuán diferente al TDAH ha llegado a ser porque usted nunca será completamente diferente de una persona con TDAH. Sepa que sus trastornos van a aparecer cada cierto tiempo. Lo que haga con respecto a ello, lo que diga sobre ello y cómo se sienta con respecto a ello va a influir en si las cosas mejorarán o empeorarán para usted. Yo he llegado a entender que el objetivo final no es llegar a curarse ni ser más organizada es tampoco una finalidad en sí misma. Las estrategias organizativas deben ser utilizadas solamente como un vehículo para sus talentos, para sus cualidades únicas, para sus virtudes.

El objetivo para las mujeres con TDAH es comenzar a percibirse a sí mismas desde una perspectiva diferente. Las exhorto, pues, a dejar de perseguir un sueño imposible, que esté culturalmente aprobado. Salga de la rutina perpetua, acepte todas las formas de sí misma y comience a recuperar su vida.

Las tres ERRES para vivir exitosamente con TDAHEsta parte se refiere a la necesidad de ir más allá de las estrategias y el apoyo. La

necesidad de ir más allá de los medicamentos, la educación e incluso de la terapia. Se trata de aceptar la desorganización. El objetivo de todo lo que hemos hablado es, a larga, hacer que su vida funcione. Esto significa re-estructurar su vida en la medida en que realmente funcione ahora para usted. Eso implica reconsiderar completamente la manera en que usted vive su vida, sus tareas y su tiempo, en la casa y en el trabajo. Ello implica sobrepasar las barreras internas de vergüenza y de culpa. Como usted verá en el diagrama de las “3 ERRES”, para lograr esto le harán falta herramientas adicionales. Éstas implican renegociar sus relaciones en el hogar y en su vida personal, así como redefinir la imagen de sí misma, de su trabajo y de su pareja. Hará esto para poder alinearse más estrechamente con sus verdaderos puntos fuertes y vivir más eficazmente con sus dificultades reales.

Las estrategias de que hemos hablado antes suelen valerse de ayudas, como notas y recursos tecnológicos, para manejar los síntomas primarios del TDAH. Estos recursos son útiles y necesarios. Pero esas estrategias y sistemas de apoyo suelen quedarse cortos al ayudarle a vivir exitosamente con este padecimiento porque no profundizan lo suficiente, no duran mucho tiempo y no pueden seguirle el paso a su crecimiento. Y usualmente, estos recursos no involucran a otras personas en su vida de manera relevante o al extremo necesario. Esos recursos normalmente le ayudarán a manejar por sí misma su TDAH, sin involucrar a su pareja, su familia o sus amigos. Pero esto no es suficiente.

Vivir exitosamente con TDAH no es algo que usted pueda hacer en su tiempo libre ni acomodarse a los planes de otras

personasA medida que comienza a reestructurar su vida usando las herramientas de

renegociar sus relaciones y redefinir su imagen propia, es posible que choque con una barrera. Aquí le será muy útil la psicoterapia para facilitar esos cambios. Cambiar significa que tendrá que sacudir todo el sistema de cierto modo. Esto suele ser incómodo y es la razón que detiene a muchas mujeres.

Reestructurar también implica volver a balancear el sistema familiar y con ello, las tres áreas primarias de enfoque en su vida: el enfoque en sus puntos fuertes, el enfoque en sus propias necesidades y en las de los demás y el tiempo que se conceda a usted misma para entretenerse y divertirse. La manera en que las mujeres con TDAH dividen estas tres áreas las deja sin equilibrio, en una perpetua rutina fatigosa. Reestructurar las ayuda a recuperar ese equilibrio.

Llegará un momento en que necesite reconsiderar su vida a un nivel más profundo para realmente mejorar de forma duradera su vida personal y poder alcanzar logros significativos a largo plazo. O sea, además de dividir las tareas de una nueva forma, probablemente tendrá que hacer otros cambios sustanciales en la manera en que vive y trabaja. Eso no significa solamente reacomodar las distintas cosas que tiene que hacer, sino eliminar aquéllas que no le funcionen y añadir otras nuevas que sí funcionen y que representen más claramente quién es usted. Esto implica una completa reconsideración y reevaluación de aquellas tradiciones personales que siempre consideró sagradas, así como las imágenes profesionales ideales que siempre mantuvo para sí misma.

Este proceso de reconsiderar personalmente la manera en que usted vive puede significar grandes cambios para las personas a su alrededor. Las otras dos “ERRES” serán necesarias para poder realmente reestructurar su vida.

Renegociar sus tareas y relaciones es muy difícil, pero es esencial porque los cambios en un miembro del sistema, en el hogar o en el trabajo, causarán cambios en todo el sistema. Otros miembros suelen resistirse aún cuando los cambios sean positivos. Renegociar en el hogar y en el trabajo implica establecer límites y protegerse a sí misma, al tiempo que se mueve hacia sus relaciones en vez de alejarse de ellas. También implica aprender a obtener ayuda sin sacrificar el respeto a sí misma.

Aún después de aprender a renegociar sus relaciones con mejores habilidades en la comunicación, es posible que aún siga estancada. Para derribar esa barrera, será necesario que preste gran atención a redefinir su imagen propia. Es necesario que tenga en cuenta lo que se dice a sí misma y los mensajes negativos que inconscientemente usted misma se envía cuando no logra alcanzar el ideal cultural que había interiorizado. Esta imagen idealizada desaprovecha las fuertes cualidades esenciales que usted tiene, así como los ajustes y acomodos que usted necesita hacer ante sus dificultades.

En la casa, su pareja o familia aún la compara con cierto tipo de imagen cultural y es posible que estén atrapados en su(s) propio(s) período(s) de sufrimiento. Redefinir también implica el tránsito de ellos por sus propios problemas. En el trabajo, tendrá que revisar su concepto sobre qué tipo de trabajo es apropiado para usted, reemplazando algunos de sus viejos sueños con otros nuevos. Tanto en el trabajo como en el hogar, trabajar con las tres ERRES le ayudará finalmente a definir lo que significa ser una mujer madura, competente y valiosa, aunque padezca de TDAH.

CAPÍTULO DIECISIETE

Las tres ERRES en el trabajo y en la vida Reestructurar, Renegociar y Redefinir

Volvamos al caso de Lucy, a quien conocimos anteriormente. Cuando Lucy tenía treinta años asistió a la universidad comunitaria y estudió diseño de modas y arte. Fue allí donde un maestro observador notó sus dificultades y le sugirió que se sometiera a un examen sobre dificultades en el aprendizaje. Tras este examen, fue diagnosticada con TDAH y empezó a tomar Ritalín. Obtuvo concesiones tales como tiempo adicional para hacer sus exámenes y al final llegó a alcanzar un Diploma Asociado (dos años de estudios universitarios). Lucy consiguió trabajo en una agradable tienda por departamentos como diseñadora de vitrinas, organizando las vidrieras y vistiendo los maniquíes. Ella adoraba este trabajo porque podía mantenerse activa y usar sus habilidades creativas. Aunque a ella le encantaba el diseño, Lucy tenía problemas en otros aspectos de su trabajo. Ella era un poco torpe, tumbaba los maniquíes y se le caían los alfileres. Había un montón de requerimientos y de papeleo. Lucy también tenía problemas con las otras mujeres en el departamento porque ella desordenaba sus cosas por todo el salón. Sus compañeras se encontraban bastante molestas con ella, o así lo creía.

Aunque Lucy tomaba medicamentos y podía concentrarse mejor, comenzó a sentir que molestaba a los demás y se les atravesaba en su camino. Ella empezó a pensar que disgustaba a los demás y dejó de disfrutar su trabajo. Lucy sentía que los demás diseñadores se reían de ella cuando se le caían las cosas y se sentía mal con las pequeñas bromas que ellos le hacían sobre la cantidad de espacio que ella ocupaba. Comenzó a olvidarse de todas las grandes y hermosas creaciones en que estaba trabajando y empezó a concentrarse en sus ansiedades. Pensó que quizás ese empleo era demasiado para ella, que no era lo suficientemente lista. Quizás pudiera trasladarse de departamento y encontrar otro trabajo con menos responsabilidades.

El peligro estaba en que Lucy decidiera que ella no era suficientemente talentosa, cuando en realidad, a ella probablemente le iría mucho mejor en un nivel más elevado del diseño, más que en el nivel inferior al cual la empujaban sus debilidades. Los acomodos que pudieran darle un mayor espacio, un área de trabajo diferente o un asistente diario durante una hora que la ayudara con algunas de las tareas de detalles, pudieran haber cambiado muchísimo su situación. Ahora bien, para que esto suceda, sin embargo, Lucy tendría que estar dispuesta a arriesgar cierto reconocimiento de sus necesidades. Desafortunadamente, eso era exactamente lo que ella trataba de esconder porque se sentía demasiado avergonzada de sobresalir de esta manera entre las otras mujeres. Para poder mostrar sus verdaderas virtudes y continuar elevándose hasta su propio nivel, éste era el tipo de barrera que al final ella tendría que superar.

Atravesar por esos niveles mínimos de éxito, los empleos de nivel básico e intermedio representan usualmente la caída para las mujeres con TTDAH, incluso cuando están bajo tratamiento médico. Una mujer necesita esforzarse en aprender a pedir los acomodos necesarios o al menos ser capaz de expresar cuáles son sus necesidades. Ella necesita entenderse a sí misma, saber cuáles son sus puntos fuertes y valorarse lo suficiente de manera que demuestre que tanto ella como su jefe tienen el mismo objetivo: que ella es capaz de hacer el mejor trabajo. Presentándolo de esta manera, ella preserva su autorespeto y se concentra en sus puntos fuertes, lo cual es un tremendo reto para las mujeres que son particularmente sensibles en estos aspectos.

En el capítulo próximo, vamos a ver cómo aplicar las ‘tres ERRES’ en el trabajo de la siguiente manera: reestructurando el entorno, renegociando las relaciones y redefiniendo la autoimagen.

ReestructurarEl diagrama de las prioridades en la reestructuración es un ejemplo del equilibrio

del tiempo y del enfoque que una mujer emplea en tres áreas diferentes:1. La cantidad de tiempo invertido en sus puntos fuertes (a cambio de

simplemente manejar sus deficiencias).2. El tiempo empleado para concentrarse en sus propias necesidades y en las de

los demás.3. El tiempo que usted dedica en divertirse y en su vida personal a cambio del

trabajo de cualquier índole.Primero analicemos el equilibrio entre los puntos fuertes y las dificultades en

el área del rendimiento y el trabajo de una mujer. Es esencial que la mujer no confunda sus virtudes y habilidades con sus dificultades.

Es muy común que la mujer con TTDAH se aferre a un empleo que se considera simple (porque las tareas que implica son simples para la mayoría de la gente) y cuando ella no puede cumplimentar exitosamente ese trabajo, asume que necesita un trabajo todavía más simple. Otro escenario muy común ocurre cuando tiene un empleo muy exigente que se ajusta a sus habilidades, pero no puede manejar todas las tareas organizativas requeridas para que marche bien este trabajo. Ella naturalmente asume que no es buena para este tipo de empleo. Al final va descendiendo en la escala hasta que encuentra un puesto en el cual puede cumplir con todas las exigencias organizativas. Es decir, ella constantemente trata de medirse y alcanzar los requerimientos de su nivel de dificultades más que el de sus puntos fuertes.

No es difícil predecir que de esto se derivará un bajo rendimiento. Si ella no tiene las habilidades organizativas para respaldar sus ideas conceptuales y no se da cuenta de que necesita ayuda y apoyo para implementar estas ideas, estará seriamente por debajo de su rendimiento, trabajando constantemente en las áreas de sus mayores incapacidades. La resultante frustración puede afectar su autoestima y su estado de ánimo en gran medida.

Algunas veces lo que retrasa a las mujeres en sus empleos son las barreras internas de vergüenza y de culpa que enfrentan cuando consideran la posibilidad de pedir algunas concesiones. Algunas veces carecen de las habilidades de comunicación necesarias para expresar sus necesidades de manera afirmativa y no defensiva, sin culparse por ello. Otras veces, es sólo el no saber que es razonable pedir lo que necesitan, no saber cuáles son sus derechos y no sentirse cómodas con lo que merecen. A menudo es solamente el aplastante sentimiento de que no es justa con las demás personas. A cambio de esto, la mujer con TDATDAH necesita estar consciente de que pide un trato equitativo, que le permita poder dar su mejor contribución a la organización.

Hasta que ella no cambie su modo de pensar, no comprenderá en lo absoluto las diferencias que todos nosotros tenemos en cuanto al funcionamiento de nuestros cerebros, de nuestras propias y únicas “huellas cerebrales” que hacen a algunos buenos para algunas cosas y no en otras. Crecemos en esta cultura pensando que la inteligencia se identifica con la rapidez de presentación. Como las personas a menudo confunden la rapidez de procesamiento o las habilidades organizativas con la inteligencia, es esencial que la mujer con TDATDAH comience a separar su inteligencia y sus habilidades de sus dificultades organizativas. Entonces ella podrá decirse a sí misma: “Estas son mis dificultades organizativas. Este es mi TTDAH. Esto no es mi inteligencia”. Solamente cuando ella haga esto, podrá entender y continuar perfeccionando sus puntos fuertes. Necesitará trabajar continuamente para hacerse de un apoyo que la sostenga, con la ayudad de otras personas. A medida que se vuelva más exitosa, las exigencias van a incrementar. Las estrategias de compensación que usaba en la universidad, por ejemplo, no van a funcionar más a medida que ascienda hacia sus capacidades plenas.

En la universidad, ella puede haber tenido tremendos problemas para organizar sus ideas y escribirlas. Puede haber “atado todos los cabos sueltos” permaneciendo despierta toda la noche, empleando cincuenta horas en un proyecto que a otros les llevaba sólo cinco horas. Aunque sea igualmente lista, la estructura, que para otros es más o menos automática, para ella no existe. A ella le lleva una gran cantidad de procesamiento atar todos los cabos. Esto puede haberla extenuado en la universidad, pero fue capaz de sobrevivir. A medida que se mueve de la universidad a los estudios superiores o a una carrera o cuando trate de combinar los estudios o el trabajo con una relación, la vida social o la familia, descubrirá que sus compensaciones ya no le funcionan igual. Se vuelve matemáticamente imposible acomodar todas las exigencias y pasarse tantas horas con su antiguo sistema de trabajo adicional. Algo tendrá que eliminar. Se detendrá en el camino de su carrera o desechará la idea de tener una familia o una vida social.

Al final, el tipo de mujer que ha ido sobreviviendo el temporal con trabajo adicional chocará contra una pared. Sentirá que tiene que dejar el trabajo o los estudios que le gustan y que tiene la capacidad de manejar. Si lo abandona, se llevará en ese proceso la autoimagen de que ella “no dio la talla”. Una mujer que tiene dificultades necesita descubrir que ella simplemente ‘no pega’ con determinado empleo. Puede que necesite dejarlo o quizás habrá una manera de mantener las partes buenas y crear un ajuste mejor para las malas. De esa forma, no tendrá que abandonar por completo el trabajo. Lo más probable es que no encuentre fácilmente un empleo que le parezca perfecto, con ese abismo tan inmenso entre sus habilidades y sus dificultades.

Si ella decide dejar los estudios o el trabajo, es esencial que lo haga con el entendimiento de que su problema no es un asunto de inteligencia o de habilidad. El empleo puede simplemente contener demasiados detalles organizativos con muy poco apoyo disponible. Cuando medite en cómo lograr el equilibrio entre sus puntos fuertes y sus deficiencias, deberá recordar que tiene lagunas en sus habilidades. Para mí las habilidades son una escalera muy elevada. Su escalera puede ser mucho más alta que la de la mayoría de la gente. De hecho, puede llegar hasta la azotea del Empire State Building de Nueva York, pero tiene algunos espacios entre los escalones o algunos escalones ausentes. Si no encuentra una manera de llenar esos espacios para llegar al siguiente escalón, no podrá llegar a ninguna parte, no importa cuán amplia sea su capacidad. Para tener éxito en el trabajo, deberá encontrar el equilibrio entre sus puntos fuertes y sus dificultades. No puede ignorar el hecho de que tiene deficiencias, pero al mismo tiempo no debe ignorar el hecho de que también tiene lados fuertes. Debe honrar ambos por igual, de manera que pueda ponerlos a trabajar para sí misma El objetivo es florecer y alcanzar el éxito, no sobrecargarse o extenuarse ni permanecer levantada toda la noche, sino hacer que el proceso de su vida funcione.

Buscar el equilibrio y concentrarnos en nuestras necesidades y en las de otras personas en el trabajo

Otra área que necesita equilibrio se encuentra entre sus propias necesidades y las de otras personas. En el trabajo, esto a menudo significa aprender a decir que no y a poner límites, tanto con sus supervisores directos como con sus compañeros de trabajo. Esto se aplica tanto a las tareas laborales como a esas otras expectativas no escritas que existen para las mujeres en los centros de trabajo. Es difícil aprender a decir que no y al mismo tiempo (como ya hemos explorado) protegerse y proyectar ese sentido de competencia que es tan importante para usted. Una mujer que ha lidiado con el TDAH toda su vida, a menudo siente que si ella dice “no” a una petición, eso borrará la buena opinión que tienen de ella otras personas. Algunas veces, sin embargo, al decir que “sí” a todo, usted crea la misma situación que ha tratado de evitar. Si usted continúa diciendo que sí sin poner límites (para aparentar que puede encargarse de todo lo que le piden), al final comenzará a cometer errores y no podrá mantener el ritmo.

Si la mujer hace un buen trabajo y continúa teniendo éxito, le exigirán cada vez más. No le dirán: “Janis, tu trabajo es tan bueno para mi negocio que no te voy a recomendar a mis amigos”. En cambio, mientras más exitosa sea, más oportunidades se le presentarán. En cierto sentido (después del medicamento y el tratamiento) el sentirse finalmente reconocida y exitosa le hará sentir muy bien. Pero llegará un momento en que las retribuciones comienzan a disminuir cuando ella trate de mantener el ritmo. Deberá descubrir cómo estructurar su vida para hacerla funcionar.

Algunas veces esto significará obtener más ayuda, otras veces significará realmente tener que decir que no, establecer límites con la gente de una manera que no les parezca un rechazo a los demás, pero que tampoco la haga usted sentirse disminuida. Esto sucede al validar la importancia de querer hacer un mejor trabajo, algo que la mujer y su jefe pueden acordar como un objetivo común. La mujer debe descubrir ( y encontrar la manera de explicárselo a la gente) y de hallar lo que mejor funcione para todas las partes.

Quizás usted tenga que cerrar su puerta todos los días y colocar una señal de “No moleste” durante cierto espacio de tiempo. Es correcto que no conteste el teléfono cada vez que suene. Usted no tiene por qué responder a las necesidades de todo el mundo, aunque sea para causas caritativas. Le será más fácil decir que no cuando aprenda a validar la importancia de los requerimientos de las otras personas. Usted tiene qué aprender a decirle a la gente: “Me gustaría poder participar en ese proyecto

con usted, pero estoy trabajando en algo que me tiene muy ocupada en este momento. Estoy muy entusiasmada con este proyecto y me ocupa todo el tiempo. Quizás podemos planificar alguna reunión la semana próxima en que podamos sentarnos y conversar”. De esa manera, usted valida la importancia tanto de la persona que le plantea el requerimiento, como sus propias necesidades. Una vez que usted haya definido sus necesidades y trazado sus límites, estará libre para sugerir alternativas que resulten beneficiosas para ambos.

Establecer un rango de tiempo para lidiar con los requerimientos de otros es especialmente importante para las personas con TDAH, para que su flujo no sea interrumpido. Puede que usted no tenga tiempo para conversar con otras personas en el momento necesario; entonces le funcionará mejor crear un ambiente sin distracciones y sin interrupciones. Cualquiera que sea su estrategia, alejarse de las distracciones o establecer un horario más prolongado para manejar todas las solicitudes o pedir más tiempo y más ayuda, recuerde siempre que la pregunta es: ¿Cómo puedo hacer que mi trabajo funcione como lo deseo?

La vida personal y el trabajoEstablecer límites para poder terminar su trabajo está muy bien, pero eso no

significa que usted tiene ahora una razón para bloquear tanto a las personas como a las diversiones, aún en el trabajo. Establecer límites significa que usted puede tener su trabajo hecho sin sentirse culpable o alejar a las personas. Sin embargo, lo que necesita también descifrar en esa ecuación, es cuándo parar de trabajar y va a dejar las cosas un poco por hacer. Reconocer que, con el TDAH, usted nunca podrá sentir realmente que todo está organizado y hecho. Es muy importante que pueda establecer límites consigo misma, acerca de cuánto tiempo va a emplear en un proyecto. Una vez que ha cumplido con sus propias expectativas de trabajo, entonces es importante que interactúe con otros de una manera que sea verdaderamente disfrutable, plena e interesante, o simplemente en alguna diversión placentera. O sea, que se aligere y que cambie el enfoque hacia otras personas y otras causas.

Usted puede sentirse sobrecargada al principio, pero si hace esto en sus propios términos, seleccione cuidadosamente las cosas que realmente le interesan y dedique la cantidad de tiempo apropiado para estar con las personas que de veras le importen. Verá cómo compartir con los demás la nutrirá y le hará sentirse más plena. Dar lo que realmente sale del corazón y de su genuino interés es una manera saludable de reducir el estrés. Es muy diferente que darlo todo en términos de cansancio y de culpa, diciendo que sí a todo, en detrimento de sí misma. Deberá balancear constantemente estas áreas de su vida. Revíselas a menudo usted misma o utilice alguna guía frecuentemente.

Si aún no tiene un trabajo fuera de casa o si piensa en estudiar

Algunas veces es aún más difícil balancear esos factores u obtener la ayuda organizativa que le permita enfocarse en sí misma cuando no esté trabajando fuera de la casa. Una mujer que yo conozco tiene un guía que va a su casa una vez a la semana para ayudarla a mantenerse organizada. Ella terminó por usar ese tiempo de guía para enfocarse en las tareas de sus hijos y en los detalles domésticos en vez de moverse hacia su objetivo de regresar a sus estudios superiores. Ella ha tenido que aprender a reservar una parte de cada sesión de guía para enfocarse en sí misma. Los mensajes que usted va a recibir de los demás a su alrededor pueden ser difíciles de asimilar. Por ejemplo, puede que usted se de cuenta de que necesita una asistente

doméstica una vez a la semana o a alguien que le cuide a los niños después de la escuela o un servicio de niñera para cuidar de los más pequeños. Es posible que reciba comentarios negativos en cuanto a esto de su esposo, de la familia o de los amigos, como si estas cosas fueran lujos para alguien que no trabaja fuera del hogar. La mujer con TDAH tiene que desentenderse de esos comentarios para darse cuenta de que esos no son lujos para ella, ya que tiene un padecimiento por el cual es tratada. Además, si usted quiere ponerse en el camino donde puede llegar a utilizar sus habilidades, entonces deberá encontrar una manera de planificar y trazarse estrategias.

A causa de sus dificultades, la mujer con TDAH más que nadie necesita tener un espacio libre de distracciones y retirarse en el mismo por algún espacio de tiempo cada día. Es una necesidad para ella, si va a ser capaz de descubrir lo que quiere hacer, contar con cierta ayuda para seguir adelante con sus planes. Ella necesita trazar estrategias, emplear tiempo en el teléfono para conseguir información y reservarse tiempo, lo mismo que haría si ya tuviera un empleo. Es esencial para ella hacer algo cada día (aunque sea sólo por diez minutos) relacionado con su plan de vida, aunque ella todavía no esté en búsqueda activa de un empleo.

Empiece a reservarse un tiempo y un espacio para sí misma. Si usted no sabe cuáles son sus habilidades, entonces tómese un poco de tiempo cada día o cada semana para explorar sus posibilidades. Matricule en una clase, o reúnase con alguna amiga para hablar sobre sus planes. Vaya a la librería sola y busque lo que le resulte interesante. Emprenda cualquier pequeño paso en relación con sus intereses, sus puntos fuertes y sus habilidades, cualquier cosa para incrementar el tiempo que emplea en concentrarse en sus fortalezas o para descubrir cuáles son esos puntos fuertes. Recordemos que usted trata de romper con un período, con un sistema, y que intenta salirse de la rutina en que se encuentra. Tiene que hacer algo diferente. No tiene que hacer grandes cosas, no tiene que dar pasos enormes, ni siquiera tiene que hacerlo por un largo período de tiempo. Aunque sea un paso pequeño, con él hará que todo gire alrededor suyo. El sistema girará, las personas girarán, usted se convertirá en la persona alrededor de la cual la gente trabaja, en vez de trabajar usted alrededor de las necesidades del resto de las personas.

Asegúrese un espacio de tiempo “sagrado” cada día, cada semana. Esto puede ser escribir un poco en un diario. Puede ser recibir la visita de un amigo que se siente con usted mientras procesa información sobre estudios o empleos. También puede significar tener a alguien que la llame al principio y al final de su tiempo personal para ofrecerle alguna estructura externa que usted sea incapaz de descifrar. Puede significar también matricularse en alguna clase y pagarla por adelantado para asegurar su ayuda. Algunas veces resulta útil involucrarse en una actividad con otra persona, de manera que no sienta que sería fácil dejar de hacerlo. Estos pequeños pasos son muy importantes para comenzar a crearse un espacio para sí misma.

Tener un lugar físico en la casa sólo para usted es imprescindible. Aunque sea solamente la esquina de una habitación, en la que pueda tener sus cosas, ése será el lugar que representa sus fortalezas, sus esperanzas, su futuro. Tiene que tener un espacio para respirar. Imagínese a sí misma en un edificio derrumbado, necesita encontrar una bolsa de aire para comenzar a respirar de nuevo. Eso es lo que usted trata de hacer, crear más bolsas de aire para que su fuerza creativa, sus virtudes, sus habilidades no se queden asfixiadas. Nadie va a hacer esto por usted. Nadie más le va a decir: “Está bien, no te pediré que hagas más nada”. Tiene que encontrar la manera de decir que no, o decir “Ahora no, discúlpame. Me gustaría ayudarte pero este es mi tiempo privado”. Descuelgue los teléfonos, haga lo que tenga que hacer. No responda a las necesidades de otras personas durante tanto tiempo como le sea posible. Quince minutos al día al principio sería bueno. ¡Si tiene que irse de la casa para hacerlo, hágalo! Esto puede ponerla muy nerviosa al principio. Puede que se sienta ansiosa, pero cuando se acostumbre, la ansiedad se reducirá cuando los demás vean que usted es seria, que se toma a sí misma muy en serio. Si no puede permitirse pagar por el

cuidado de los niños cuando ellos no estén en la escuela, haga un trato con alguna amiga. encuentre todas las formas de reservarse tiempo para sí misma.

Comenzar a explorar qué tipo de trabajo, de estudios o de intereses usted quiere perseguir requiere a menudo de una búsqueda de información. Como el procesamiento de la información suele ser un problema para las mujeres con TDAH, en este punto puede surgir una gran dosis de ansiedad y miedo. Esto puede desatar barreras internas que le impidan a la mujer progresar. Teme no saber qué decir por teléfono y posiblemente se quede en blanco. Puede que tema olvidar la información o perderla y si eso sucede tendrá miedo de llamar otra vez. Esas situaciones desatan todos los antiguos temores de parecer una mujer rara, estúpida, hacer preguntas incorrectas, perder las cosas, sentirse irresponsable. Encuentre estrategias para lidiar con esto: escriba instrucciones para usted misma antes de hacer una llamada, escriba la información tan pronto como la obtenga, posiblemente en una libreta de notas que mantenga junto al teléfono en la que guarde cualquier información con seguridad. Para romper con sus temores iniciales, llame fuera del horario de oficina y deje un mensaje en la contestadora pidiendo cierta información. Con la tecnología actual, puede enviar un correo electrónico o un mensaje de texto para vencer ese período inicial de ansiedad.

Las mujeres también se resisten durante ese período inicial a obtener información porque temen que finalmente no serán capaces de tener éxito en el nuevo empleo o en los estudios. Se sienten incapaces de cumplir con las exigencias de esas situaciones. Debido a esta mentalidad de TDAH, en exceso creativa, muchas veces piensan en todo el proceso futuro y ven delante de ellas cada posible obstáculo que pudieran encontrar. Este tipo de pensamiento puede ser contraproducente. Lo que necesitan hacer es dar el primer pequeño paso. Es bueno que usted no piense demasiado lejos en el futuro. Sólo dé ese primer paso porque las cosas se desenvolverán de la manera que usted nunca hubiera esperado.

Reconsiderar el trabajoHágase las siguientes preguntas:¿Su vida le funciona de la manera que usted lo desea?Si no es así, ¿que cambios necesitaría para hacerla funcionar?¿Son esos cambios posibles y razonables?¿Qué pasos puede dar para hacer que esos cambios ocurran?Si se siente incapaz de dar esos pasos, pregúntese qué la detiene.¿Se siente usted predispuesta ante alguna barrera interna, como la vergüenza o la

necesidad de proteger su sentido de competencia, que pueda contribuir a hacerle difíciles esos cambios?

Si no, pregúntese: ¿hay algo en este ambiente de trabajo que parece demasiado resistente o demasiado tóxico para acomodar lo que yo necesito?

Tras explorar esas opciones cuidadosamente, hágase las siguientes preguntas. Deberá considerar realmente sólo dos opciones:

¿Deseo permanecer aquí en este trabajo y hacer que funcione?o

¿No quiero permanecer aquí y debo encontrar otro empleo que funcione para mí?Lo que usted trata de dilucidar es si realmente su trabajo forma parte de un

medio que es demasiado tóxico, sin importar cuál sea el tipo de trabajo que usted desempeñe. Si éste es un lugar donde las personas no la aceptan a usted o a su

padecimiento o son tan inflexibles que aún si usted fuera legalmente capaz de lograr concesiones, no valdría la pena. Las co-fundadoras de la Red Nacional de Asesoramiento (National Coaching Network) Nancy Ratey y Susan Sussman, en su presentación durante la Conferencia de 1995 sobre TDAH en el trabajo, enfatizaron que vale la pena pedir acomodos si la situación general en el trabajo es buena y si su relación con el supervisor o jefe es productiva. Por otra parte, si usted y el trabajo hacen una mala pareja, los acomodos probablemente no resultarán efectivos a largo plazo. De nuevo, las dos mejores opciones son permanecer y hacer que funcione o irse y hacer que funcione. Si decide irse, tendrá que considerar las opciones discutidas más abajo para ver cuál será más beneficiosa.

Si no quiere quedarse e intentar acomodarse en su actual trabajo de manera que funcione para usted y si encuentra que ha identificado los pasos que necesita dar pero todavía no los puede dar, identifique qué barreras la detienen. Como hemos visto, las personas a menudo confrontan una pared de vergüenza y de culpa que les hace difícil que pidan ayuda. Esto sucede no sólo en la vida personal, sino también cuando consideran pedir concesiones o ayuda en el trabajo o en la escuela, tales como un tutor, tiempo adicional o un ambiente sin distracciones.

Cómo y dónde trabajar. El trabajo en una oficinaExisten dos categorías de ajustes o cambios a considerar en la creación de un

ambiente laboral que funcione para usted. Puede tratar de crear cambios en el entorno físico (re-estructurar) y también puede tratar de asegurarse ayuda de una forma humana. Existen también estrategias de comunicación que puede utilizar para hacer cada día laboral efectivo. Nos hemos referido a algunas cuando hablamos de establecer límites.

Veamos qué estrategias le pueden ayudar. Crear un ambiente sin distracciones puede incluir cosas tan simples como cerrar la puerta de su oficina, usar algún aparato para bloquear los sonidos o arreglárselas para trabajar en las horas menos concurridas, si es posible.

En cualquier caso usted puede evitar que las distracciones la agobien. Deberá saber cómo la afecta el tipo de TDAH que padece. ¿Puede trabajar mejor con un alto grado de estimulación? ¿Necesita un trabajo donde tenga que moverse mucho, trasladarse de un lugar a otro, recibir muchos estímulos que la mantengan enfocada o todo esto la agobia? ¿Necesita trabajar en un ambiente muy tranquilo para bloquear los sonidos exteriores? De cualquier manera, usted tiene que honrar y entender la noción de su propio TDAH y no puede invertir todo su tiempo y energía enfrentándose a los ruidos de su entorno. No puede pretender que va a poder concentrarse en un medio donde no puede filtrar las distracciones. No puede pasarse el noventa y ocho porciento de su día laboral tratando de bloquear las distracciones y sintiéndose ansiosa en tal esfuerzo. No se encadene a un buró si usted necesita moverse. Aprenda a conocer su equilibrio particular entre baja estimulación y sobre-estimulación, entre sentirse atormentada y desocupada.

La tecnología puede ser extremadamente útil para el manejo eficiente del tiempo, con nuevos sistemas de computadoras, móviles y opciones para recordatorios. Una estrategia aún más importante para algunas mujeres con TDAH es pedir un tipo de ayuda humana. Este tipo de ayuda puede ser muy valiosa y a menudo hace toda la diferencia para que la mujer con TDAH pueda tener éxito en su empleo. Esto puede ser ayuda en la mecanografía y procesamiento de palabras, archivar, hacer copias y componer folletos, por ejemplo. Si esas son las tareas esenciales de su trabajo y es también su área de dificultad, ésta puede ser una situación que quizás deba reconsiderar para analizar si éste es un empleo apropiado para usted.

Aunque usted no pida ajustes formales, existen otras maneras de crear estructuras formales e informales que le provean de la ayuda necesaria.

Informalmente, esto puede incluir acordar formas para que las personas con quienes usted trabaja le recuerden las cosas importantes. Por ejemplo, pedirle a un compañero de trabajo, de una manera positiva, que pase por su oficina en el camino hacia una reunión. Usted pudiera solicitar inspecciones regulares por parte de un supervisor para revisar los proyectos en los que trabaja y ayudarla a mantenerse en la ruta correcta. Pudiera pedir breves reuniones regularmente que la ayuden a ser realista sobre la cantidad de trabajo que puede asumir. Todo esto puede enmarcarse de una forma positiva, con la declarada intención de cumplir con los objetivos comunes, lo cual implica que haga el mejor trabajo posible. En esas inspecciones, especialmente en los momentos en que sienta que la carga de trabajo ha incrementado hasta el punto en que será incapaz de ejecutarla, usted tratará de lograr un entendimiento común sobre cuáles son realmente las prioridades.

El enfoque de esas sesiones debe ser generar alternativas que satisfagan el objetivo de un trabajo bien hecho. En vez de una actitud de todo o nada, por ejemplo, usted pudiera sugerir lo siguiente: Primero, yo puedo aceptar un puesto menor y hacer un trabajo de gran calidad en el mismo. Segundo, puedo terminar todo este trabajo en un período de tiempo mayor o puedo hacer todo este trabajo con ayuda. Esto claramente definirá sus límites y también le dejará la decisión a tomar en manos del supervisor, a cambio de seguir tratando de cumplimentar exigencias imposibles y siendo incapaz de producir la calidad de trabajo que usted quisiera. Una vez más, no es una situación de “aprobar o desaprobar el examen” ni de “todo o nada”. Es importante que se concentre más en hacer un trabajo bien hecho que en lo que no puede hacer bien.

Trabajar en la casa o por cuenta propiaSi usted ha considerado cambiar la forma en que trabaja o si ya trabaja desde su

casa o por cuenta propia, es esencial considerar la estructura y el estímulo que usted necesita para trabajar sola. Existe un margen muy estrecho en el que las cosas a menudo funcionan muy bien para las personas con TDAH. El desafío es mantenerse dentro de ese estrecho margen porque una vez que se sale de él, las cosas empiezan a salir mal. La paradoja parece ser que las personas que necesitan esta estructura son capaces de encontrarla en una gran organización corporativa. Trabajar para alguien allí, sin embargo, también implica más límites, reglas, plazos que cumplir, burocratismo, papeleo, o aburrimiento y frustración. Por otro lado, trabajar sola (lo que usualmente se acomodaría bien a sus talentos y habilidades empresariales y creativas) a menudo la deja sin ninguna estructura, a su propia suerte, en la suerte de los “no ocupados”. Usted lo mismo pudiera alejarse y perder cierta perspectiva que atormentarse y permanecer muy ocupada entre tantos detalles y papeles.

Aún cuando se sienta sofocada en una compañía burocrática, cuando usted trabaja sola sin nada externo en lo cual recostarse, puede caer en el abismo de la nada. El ingrediente esencial es hacerse por adelantado de una estructura y una estimulación externa. Puede emplear asistentes que le den apoyo organizativo en su negocio o en su trabajo independiente. Puede hacerse de un socio que tenga una serie de habilidades diferentes a las suyas. Thom Hartmann, en su libro Déficit de atención: una percepción diferente (Attention Deficit Disorder: a Different Perception), denomina a ese otro tipo de personas “campesinos”. Ellos pueden ayudarla con el mantenimiento diario, controlar los archivos y el trabajo de detalles que resulta tan difícil para las personas con TDAH y ellos le brindarán un gran complemento a sus habilidades de “cazador”. La otra estrategia humana que usted puede integrar en su vida laboral independiente pudiera ser contratar a un guía que verifique todo con usted todos los días, la mantenga encaminada y le aporte el estímulo necesario. Trabajar por cuenta propia le brinda el mejor camino para resaltar sus puntos fuertes, pero es importante entender a tiempo que también sacará a la luz

sus deficiencias. Es importante que usted se concentre en sus puntos fuertes, pero debe precaver y prepararse para sus dificultades. No ignore o niegue sus debilidades, trabaje en ellas.

No importa la forma en que usted trabaje, en la casa por su cuenta o para otra persona, reconozca y honre su nivel de actividad particular. Aprenda a conocer el tipo de trabajo que puede realizar durante una jornada de ocho horas diarias. Llegue a un arreglo con la variabilidad de sus niveles de energía, ya sea porque no puede estar tranquilamente sentada todo el día o porque no le es posible estar alerta durante todo el día. Aunque los medicamentos pueden ayudarla tremendamente en esas áreas, éstas variables pueden aún ser factores a considerar en su vida. Esto puede significar atravesar por otro período de sufrimiento porque las mujeres dirán: “¡No quiero tener que considerar todas esas cosas! ¿Por qué tengo que ser tan diferente?” Es esencial tomar en consideración no sólo qué tipo de trabajo usted es capaz de hacer, no sólo para qué usted sirve o cuáles son sus intereses, sino también cuál es el ambiente laboral y qué es preciso hacer cada día de trabajo.

¿Qué significa realmente ser una abogada?¿Qué significa ser una escritora?¿Qué significa día por día?¿Cuántas tareas aburridas de papeleo y de archivar implica este trabajo?¿Se trabaja en una oficina o en la calle?¿Hay que moverse mucho?¿Hay que moverse de oficina en oficina, de un lugar a otro o de un buró a otro?¿Hay que cargar con todos los materiales?¿Hay que transportar todas las cosas y moverlas rápidamente?¿Hay que asistir a muchas reuniones?¿Hay que escribir muchos informes?Es importante pensar sobre los pequeños detalles que conforman un típico día

laboral en un empleo en particular. Las entrevistas informativas o conversar con personas en su área de interés podrían ayudarle a obtener el entendimiento necesario. Recuerde que no es solamente la organización lo que usted evaluará, sino las exigencias organizativas también. Si usted decide que tiene suficiente interés en un área determinada, ¿puede diseñar una manera de trabajar en ese terreno valiéndose de ayuda o re-estructurándose? Si no le parece fácil re-estructurar una determinada situación laboral tradicional, ¿usted trataría de hacer el mismo tipo de trabajo de una manera más independiente, como consultora o por cuenta propia? ¿O querría tomar las mismas habilidades e intereses que la atraen hacia esa área y aplicarlas en otra que mejor pueda acomodar sus dificultades organizativas?

Siempre recuerde que deberá continuar moviéndose hacia sus puntos fuertes, no simplemente acomodar sus dificultades. Cuando se consideran sólo las dificultades, se elimina un amplio rango de opciones ocupacionales que pudieran permitirle sacar a flote sus habilidades creativas. Muchas personas con TDAH tienen una gran habilidad para conceptualizar, ver las conexiones, aceptar el cuadro completo. Serían geniales si pudieran llegar a ese nivel en un trabajo o profesión, pero moverse a través de los niveles intermedios resulta tan confuso que muchos de estos individuos automáticamente se frenan a sí mismos. En vez de hacer eso, empiece a pensar cómo puede seguir adelante mientras obtiene apoyo para sus dificultades.

La universidadMucho de lo que hemos dicho acerca del trabajo también se aplica a la

universidad. Re-estructurar al pedir acomodos en la escuela a menudo envuelve la superación de las mismas barreras internas. Los estudiantes pueden arreglar sus acomodos con la oficina para discapacitados (extensiones de tiempo para exámenes o ambientes sin distracciones para hacer los exámenes). Determinar una carga equilibrada de cursos y comunicarse sobre esos temas con sus profesores. Contratar tutores y guías para ayudarlos a mantenerse encaminados o asistirlos con sus trabajos escritos. Lo suele interferir con los estudiantes con TDAH en todas las edades son los sentimientos de vergüenza y culpa por tener que pedir concesiones especiales. Ellos sienten que es como admitir que no son muy listos o de que piden algo que les dará una ventaja especial, en vez de entender que lo que piden es algo justo. Eso sucede a menudo cuando las personas no han integrado y entendido lo suficiente lo que el TDAH significa en sus vidas.

Comuníquese con sus maestros sobre sus dificultades en vez de esconderlas porque de otra manera ellos no tendrán idea de cuánto usted se esfuerza. Ellos sólo saben que usted no entrega las tareas en tiempo y no saben que usted ha empleado cientos de horas en un ensayo porque tiene dificultad en expresar sus ideas. Si no se comunica con sus profesores, ellos pueden tener una imagen suya completamente diferente. Cuando llegue al punto en que tenga que pedir una extensión de tiempo, una calificación de incompleto o alguna ayuda adicional, tendrá más posibilidades de éxito si los profesores conocen el tipo de dificultades que usted tiene, así como la clase de esfuerzo que hace. Lo que usted no debe hacer es permitir que la vergüenza y la culpa interfieran hasta tal punto en que las cosas se tornen peores, cuando desapruebe un examen o no cumpla con la fecha de entrega de un trabajo por haber evitado enfrentar el asunto. Esto sólo incrementará su ansiedad y saboteará sus posibilidades de éxito. Si usted trabaja con sus sentimientos de vergüenza y obtiene concesiones legales en la escuela, establece buenas relaciones de trabajo con sus profesores, usted incrementará grandemente sus posibilidades de éxito.

Investigue la actitud y las concesiones ofrecidas por cualquier universidad en particular que usted considere. Existen algunas guías excelentes que enumeran los recursos en una sección que le ayudará en esa búsqueda.

Si usted es una mujer joven en la universidad, es ideal que pueda ganar el apoyo de su padres e involucrarlos en su diagnosis del TDAH y su tratamiento. Esto puede ayudarlos a entender por qué usted puede necesita cambiar, o a lo mejor ya ha cambiado de programas, de escuelas y de dirección en general. Necesitará el apoyo de su familia y de su escuela si quiere tener éxito; necesita ajustes que la ayuden, el tipo de carga reducida que usted puede manejar o un tipo de programa equilibrado que funcione mejor para usted. Tendrá también que tratar de balancear sus diversiones y hacer tiempo para alimentarse. Enfrentar los problemas de drogas en el ambiente universitario y ese tipo de presión social le hará más difícil enfocarse en su TDAH. La autoimagen preocupa mucho en la juventud y también hace particularmente complicado aceptar la idea de tener un déficit de atención. La misma idea de tomar medicamentos a esa edad es también más amenazante para alguien que tiene problemas con su autoestima, así como inseguridades naturales en esa etapa de la vida.

Una persona joven suele ver los medicamentos para el cerebro como una confirmación de locura, debilidad o poca inteligencia. Esa es otra razón para necesitar apoyo familiar y posiblemente profesional. Usted apenas está formándose opiniones sobre la independencia; esto puede hacerla sentir más dependiente, causarle ansiedad sobre su habilidad de abrirse paso en este mundo, para cuidar de sí misma y para obtener un trabajo adecuado. Dado que esto añade toda una capa de presiones, es muy importante que busque apoyo y conozca a otras mujeres jóvenes con TDAH que han llegado a tener éxito. Ellas han pasado por esos problemas de

autoimagen, han tomado medicamentos y han hecho que sus vidas les funcionen. La buena noticia es que si lo hace a tiempo, será mucho más probable que no desarrolle una confusión más tarde. Seleccionará una carrera y una atmósfera en la cual trabajar que pueda apoyar sus puntos fuertes. Necesitará reorientar sus ideas o pensar en nuevos Modelos cuando haga nuevas relaciones, en sus relaciones íntimas y con sus amistades. Es importante que empiece a valorarse a sí misma y que no esconda esas partes de su TDAH. Si choca con una pared, un asesor o terapeuta podría ayudarla a enfrentar estos problemas.

Renegociar las relacionesA veces usted sólo necesita las habilidades de comunicación para saber cómo

establecer límites, para saber cómo comunicarse de una manera positiva sobre sí misma y saber cómo mantener su autorespeto mientras obtiene lo que necesita en su trabajo. Aquí es dónde nos movemos hacia la siguiente R cuando ésta se aplica al trabajo. Si usted queda trabada, algún tipo de consejería profesional o de consejos para las habilidades de la comunicación pueden ayudarla a reconsiderar este asunto. Va a ayudarle mucho si usted ha atravesado ya el período de sufrimiento; mientras más profundamente lo haya hecho, menos vergüenza sentirá en medio de este proceso. Usted será efectiva al obtener lo que necesita comunicándolo de una manera afirmativa sin auto-defenderse o explicar demasiado, convenciendo a los demás y sin rebajarse a una posición de subvalorarse para obtener lo que quiere.

Una mujer joven, Beatriz, ha empleado más tiempo de lo esperado en un proyecto que aún no tiene listo para la reunión del día siguiente. Ella empezó a actuar defensivamente y a alejarse, creando la impresión de estar haciendo algo malo, cuando en realidad lo que necesitaba era una forma positiva de declarar la verdad: que ella había creado algo muy especial, pero para terminarlo en tiempo necesitaría un asistente que la ayudara con los detalles, para hacer copias y encuadernarlas. Todo lo que ella podía enfocar en ese momento era que sus dificultades de TDAH para terminar los proyectos en tiempo iban a traerle consecuencias negativas. En realidad era su conducta la que generaba sentimientos negativos por parte de los demás, más que el problema mismo del TDAH. Le hacía falta aprender a decir: “Yo he hecho algo muy especial y estoy muy entusiasmada con ello. Creo que les va a encantar. Necesito un poco más de tiempo o alguna ayuda”. La situación ya existe y ella necesita ser capaz de reformularla para expresar que lamenta los inconvenientes sin auto-disminuirse.

Cuando los síntomas aparecen en cualquier tipo de problema de TDAH, en vez de enviar el mensaje: “Yo realmente lo echo a perder todo, no me merezco estar aquí, yo no hago un buen trabajo”, le irá mejor si emplea estrategias que la ayuden a retomar el control. Cuando suceda lo inevitable y esté atrasada con algo o se le olvide algo, no lo empeore evitando la situación o disminuyéndose a sí misma. Necesitará ser capaz de comunicar cuánto lamenta cualquier problema que pueda haber ocasionado, que esta persona o ese proyecto es importante para usted y que será capaz de hacer lo mejor posible en las circunstancias actuales. “Sí, estoy retrasada y siento mucho que esto ocasione un problema. Si obtengo alguna ayuda, podré evitar que esto suceda en el futuro. Ahora mismo lo que podemos hacer para que esto funcione es…” De esta manera, resalta la naturaleza positiva de lo que usted ha logrado.

Cuando necesite ayuda para algo y busque guías informales, mencione ideas como la siguiente: “Yo me meto de lleno en mi trabajo, me intereso tanto por el proyecto que pierdo la noción del tiempo, pero es muy importante para mí llegar temprano a esta reunión. ¿Podrías hacerme un favor? Voy a anotar la hora de la reunión en mi agenda, pero como te agradecería si pasas por mi oficina cuando vayas para la reunión”. Entonces puede ofrecer reciprocidad con algo que esa persona agradezca. Siempre es bueno reciprocar cuando alguien la ayuda. La comunicación positiva con otras personas también implica establecer límites. Muchas mujeres temen establecer límites y decir que no porque piensan que serán criticadas, rechazadas o que causarán una mala impresión en la otra persona. Tiene que hacerlo validando que esto es importante para usted, que usted desearía poderlos acomodar, pero que ahora mismo no va a poder ser. Puede sugerir otra manera de hacerlo funcionar —por ejemplo, si es un gran almuerzo al que no quiere asistir, puede pedirle a esa persona que se reúna a solas con usted. Déjele saber que es importante hablar con ellos, pero que usted encuentra difícil hacerlo en un ambiente de distracciones.

Como hemos visto en el diagrama de los “cuatro pasos de la validación”, hay cuatro ingredientes esenciales cuando nos aproximamos a este tipo de situaciones: la validación, la negociación, el aprecio y la reciprocidad. Lo más importante para usted es describir lo que necesita, lo que funciona para usted, lo que los demás pueden hacer por usted para ayudarla a ser eficiente y lo que usted puede hacer para

satisfacer las necesidades de los demás. Usted no tiene que ir diciéndole a todo el mundo que tiene TDAH. Esto la desanimará mucho. Usted sólo necesita llegar a ese extremo en caso que requiera algunos acomodos legales o si existe alguien a quien usted quiera informar sobre su TDAH por alguna razón particular. Describa lo que usted necesita, valide que usted y las otras personas tienen el objetivo común de hacer un buen trabajo. Usted puede decir algo como: “Cuando usted me explica esto, es muy importante para mí entenderlo. Lo que realmente funciona mejor para mí es poder tenerlo por escrito, de manera que pueda releerlo. Algunas veces tengo dificultad para recordar las listas verbales y no me gustaría interrumpirlo todo el tiempo, así que es mejor que usted me deje las instrucciones escritas junto a la computadora”. Si necesita estar sola y teme parecerles torpe a las demás personas, es siempre mejor tratar de decirlo primero, decirles a ellos cómo usted se siente y que no es su intención ser torpe. Con TDAH, a menudo sus intentos de autoprotección parecen como si usted estuviera arrojando a la gente fuera de su entorno. Es importante encontrar una manera de hacerlo funcionar para usted, pero usted no querrá hacerlo de un modo que ellos puedan malinterpretar o reaccionar negativamente. Usted pudiera decir:

“No quiero parecer irrespetuosa, pero realmente voy a estar tan complicada con mi trabajo durante un par de horas que voy a cerrar la puerta. La abriré en cuanto termine con este informe”.

“Cuando me interrumpen todo se me va de la mente. Voy a descolgar el teléfono por un par de horas todos los días”.

“Realmente me gustaría responderle esas preguntas. ¿Qué le parece si separamos un tiempo para esto, quizás el viernes a la una de la tarde, y así me puedo preparar y prestarle mejor atención?”

“En la mitad del día, algunas veces estoy distraída y no puedo brindarle a uel tipo de atención que me gustaría”.

“Es realmente importante para mí hacer un buen trabajo, así que necesito que usted me dé las instrucciones por escrito”.

“Yo sé que a veces es difícil que los demás sigan el hilo de mi conversación. Me entusiasmo tanto hablando sobre este tema. Dígame si se pierde. Por favor, interrúmpame”.

“Tengo problemas para llevar la cuenta del tiempo porque me meto de lleno en mi trabajo”.

“Esta conversación con usted es tan importante para mí, pero me resulta difícil bloquear todo el ruido que hay aquí. Vamos a buscar un lugar más tranquilo para que yo pueda concentrarme y prestarle mejor atención a lo que usted está diciéndome”.

Si alguien intenta explicarle algo y usted no comprende, puede decirle: “Gracias por ser tan paciente” en vez de “siento mucho ser tan tonta”.

Si usted tropieza con algo, diga: “ Siento mucho haber chocado con sus libros”, en lugar de: “Lo siento, soy tan torpe”.

En vez de decir: “Yo no puedo o yo no haré eso”, puede decir: “Este tipo de trabajo es muy difícil para mí”. Entonces haga sugerencias de cómo proceder, ya sea con otro tipo de instrucciones o con más tiempo y mayor ayuda.

Usted es capaz de separarse del TDAH. Siempre valide a la otra persona, valídese usted misma y entonces sugiera alguna otra situación, en vez de sentir que tiene que estar disponible y a la orden. Si es un jefe que le pide hacer más y más trabajo, usted puede decir que se siente complacida de que le pidan hacer ese trabajo y que realmente lo disfruta, pero que siente que para que salga lo mejor posible

necesita una asistente o un espacio de tiempo más amplio. Aunque odie tener que darle el proyecto a otra persona, lo hará por el bien de la compañía en ese momento.

Lo que usted no puede hacer es esconderse y pretender que todo esta bien, ni trabajar más de la cuenta, ni llevarse más trabajo para la casa y no hacer un buen trabajo. Usted perdería el control de las cosas y se pondría cada vez más ansiosa. Este incremento de la ansiedad arrasará con todo lo bueno que ha hecho y alimentará el sentimiento de ser una impostora o de que las cosas se van a derrumbar a su alrededor. Esto va a afectar su conducta y sus relaciones.

RedefinirAlgunas veces, aún si usted renegocia y es capaz de decir lo que quisiera y su

comunicación es buena, las cosas todavía no siempre funcionan. Usted puede realmente querer cambiar de trabajo o cambiar su nicho pero usted puede estarse aferrando a una imagen corporativa. Quizás a usted le han enseñado que una cierta manera de trabajar es apropiada para alguien con su educación, o su inteligencia o sus habilidades. Puede tomarle cierto tiempo encontrar un nuevo Modelo o una manera de trabajar independientemente o de forma diferente. También, qué significa ser una mujer madura, exitosa y competente en el centro de trabajo? ¿Significa que no puede permanecer en casa parte del tiempo si lo desea? ¿Deberá trabajar a tiempo completo aunque no necesite el dinero? ¿Significa que es un fracaso si se encuentra extenuada por trabajar cinco días a la semana? Quizás debería intentar trabajar diez horas al día un par de días cada semana. A veces es mejor, en vez de tener que hacer dos trabajos, hacer un trabajo durante un día y dividir su semana. A veces es mejor concentrar por completo toda nuestra energía en una misma área durante varios días y entonces tomarnos un tiempo para descansar.

Es posible que también reciba mensajes de su esposo, de su familia o sus amigos, que no entienden por qué usted se cansa mucho más que otras personas con un cierto ritmo de trabajo, sobre todo si usted lleva una vida en familia. Acepte el hecho de que puede trabajar de diferentes maneras, con diferentes impulsos o diferentes niveles de energía, aún después de estar tomando medicamentos y que el bombardeo y la sobrestimulación pudieran resultarle demasiado. A través de la terapia y de los grupos de apoyo puede encontrar talentos, fortalezas y habilidades creativas increíbles que probablemente usted todavía no se ha decidido a usar. Explorar esto pudiera ser precisamente su mejor opción. La terapia profesional puede ayudarla a obtener este apoyo, mientras trabaja en esos aspectos con su pareja o con su familia.

Dos cosas esenciales pueden suceder en la terapia cuando usted redefine positivamente quién es. Cuando entiende su TDAH, es capaz de analizar sus síntomas primarios, su neurología y separarla de su psicología y de su autoimagen interna.

Hemos discutido previamente los efectos de los monólogos negativos. La ilustración de los Monólogos muestra los efectos negativos y positivos de los mismos. Cuando aparecen los síntomas del TDAH (los cuales continuarán apareciendo), usted tiene que esperarlos y entender lo que va a pasar. Después que usted se ejercite, se organice y tome sus medicamentos, sus síntomas ocasionales de TDAH no son los que van a causarle problemas. Aquí usted tendrá que tomar la decisión de no empeorar esos síntomas. Lo que hace al empeorarlos degrada su estado de ánimo y afecta sus relaciones. En la parte izquierda de la ilustración, cuando ocurren los síntomas del TDAH, usted puede desatinarse, desorganizarse y encerrarse. Comenzará su monólogo negativo: ”Soy una estúpida, olvida toda esa basura, lo que me dicen sobre el TDAH no es más que una excusa. ¿Qué me sucede? ¡Soy tan imbécil!”.

Esto la conduce a la depresión, especialmente cuando esas cosas suceden en el trabajo. Pero en ese punto, usted será capaz de distanciarse y decirse a sí misma” No descenderé al fondo ahora” cuando eso le suceda. usted será capaz de separar sus puntos fuertes de sus deficiencias y de ver que ellos son cosas aparte. Usted puede decir, como vemos en el lado derecho de la ilustración: “¡Ay, otra vez este TDAH! ¡Qué manera de molestarme esto!”. Es solamente un ataque de TDAH, deshágase de él. Usted puede usar el ataque como señal: “Me doy permiso para relajarme”. “Esta es una señal de que estoy haciendo demasiado sin tener suficiente ayuda.”. O usted puede usar estrategias tales como controlar este ataque, aguantarlo y pedir ayuda. Pero usted sabe que ésta es una señal de que necesita actuar. No es un desastre. Si usted es capaz de calmarse a sí misma, de conversar consigo misma, el episodio desaparece como un ataque de ansiedad.

ResumenMientras que usted se concentre en su principal objetivo, que es hacer su vida

funcionar, continuará descubriendo cómo apoyarse lo suficiente para continuar avanzando. Ello puede conllevar un gran monto de renegociación con su pareja y con su familia. Cuando eso suceda, puede que usted necesite reconsiderar creativamente su propia imagen. Muchas mujeres ni siquiera piensan que son creativas. No les parece que sea creatividad, antes de su tratamiento; más bien les parece confusión y caos, lo cual es, pero el truco es ahora cómo encauzar eso y dirigirlo con un propósito creativo.

Después que ellas ven nuevas posibilidades, conocen a otras personas y obtienen retroalimentación en sus ideas, su autoimagen cambiará. Ellas pueden ver nuevas opciones, nuevas oportunidades que se abren. Ellas pueden tener que reconsiderar la manera en que quieren trabajar. Quizás retroceder a la ‘América corporativa’ y vestir un traje de tres piezas y llevar un portafolio no es algo que va a funcionar para usted, pero a lo mejor sus talentos empresariales son grandes y usted sólo necesita encontrar un socio que la apoye o un asistente. Así que, si usted no está trabajando o estudiando actualmente, usted querrá comenzar lentamente a reservarse un poco de tiempo y de espacio para sí misma. Hágalo poco a poco y re-estructure su vida de manera que le funcione. Si eso le implica renegociar y redefinir, si requiere ayuda profesional, ¡entonces avance y hágalo!

CAPÍTULO DIECIOCHO

Reestructurar el hogar y la vida personal

Volvamos al caso de Jodi para ver qué ha sucedido con ella desde que fue diagnosticada y desde que empezó a tomar los medicamentos.

Jodi ha sido diagnosticada con TDAH y ha empezado a tomar el Ritalín. Se siente con mucha más energía para sus tareas cotidianas y más calmada cuando se enfrenta con todas las típicas frustraciones diarias. Incluso ha comenzado a leer de nuevo y ha empezado por los más recientes libros sobre TDAH. Tiene un buen “sentido” de lo que es el TDAH y de lo que necesita hacer para que su vida funcione mejor. Su esposo piensa que esto es un gran logro y se siente feliz porque ella se siente mejor. Él está especialmente contento de que Jodi ya no llore tan fácilmente.

Una vez al mes, él cuida a la hija de ambos mientras ella va a los encuentros de CHADD, donde escucha conferencias sobre el TDAH en adultos. Pero Jodi ahora nota que recibe muy poca ayuda del esposo en la casa y con la niña. Han empezado a pelear sobre este asunto, aunque nunca antes lo habían hecho.

Jodi ahora tiene una ayudante doméstica que viene una vez a la semana para hacer la limpieza general. Se siente sosegada porque tiene un nuevo sistema organizativo instalado en su computadora que la ayuda a pagar las cuentas y a administrar su tiempo. Además, su madre viene una vez por semana para ayudarla a organizar los montones de papeles apilados por toda la casa y arreglar poco a poco el desorden acumulado durante años.

Tres meses después de haber sido diagnosticada y haber comenzado su tratamiento, Jodi regresó a ver a su psicoterapeuta, a quien no veía desde que había empezado a tomar los medicamentos. Jodi está molesta y confundida porque todavía no logra organizarse y encima de eso, se siente irritada y solitaria. Quiere saber por qué la medicina no funciona mejor en su caso.

En el resto de este libro veremos lo que una mujer como Jodi necesita hacer y pensar para reestructurar su entorno.

Reestructurar implica hacer cambios profundos en la manera en que usted lleva su vida. He visto este éxito como resultado de cambios sucesivos en tres áreas

importantes. La primera, como hemos visto al analizar el trabajo, es equilibrar las áreas de nuestra vida que no funcionan.

Como indica el diagrama de “Reestructurar su Entorno”, usted debe además reconsiderar la división de tareas en su hogar y hallar la manera de que eso le funcione. Cambiar significa muchas veces ir a un nivel más profundo en el que usted realmente elimine o altere la forma en que ha venido haciendo las cosas.

El equilibrioEl equilibrio en las familias con TDAH, en las parejas y en la vida de una mujer

con TDAH con frecuencia necesita reajustes. El diagrama llamado TDAH en el Sistema Familiar muestra diferentes maneras en que se maneja el TDAH en este medio. Cuando una persona padece de TDAH, ya sea antes o después del diagnóstico, una de estas dos cosas usualmente sucede. El sistema puede volverse totalmente organizado en torno al TDAH; es decir, todo el mundo es más o menos un esclavo del mismo. Todo lo demás se detiene a medida que las personas se convierten en sirvientes, agobiados por la desorganización, la impulsividad o la actividad de la persona con TDAH. Los miembros de la familia invierten sus energías en tratar de resolver los problemas de su pariente con TDAH, echándose encima todas las tareas del mismo. Al final, ellos comienzan a sentirse perdidos y resentidos.

En el otro extremo, lo que suele ocurrir es que hay poco o ningún reconocimiento del TDAH. Existe un reconocimiento superficial de la familia después del diagnóstico, así como un apoyo superficial, pero no hay una voluntad real para cambiar la forma en que opera el sistema. Esto les sucede con frecuencia a las mujeres, especialmente a aquéllas sin hiperactividad, que no tienen la energía o el poder para reafirmarse a sí mismas. A través de los años, a causa de su fracaso al cumplir con las “expectativas femeninas” que hemos mencionado anteriormente, la mujer puede haber perdido su autoestima y haber sido identificada como el problema por toda su familia.

La imagen de un hombre y una mujer, pintada por Degas, que aparece en la siguiente ilustración, expresa la soledad que una mujer puede sentir en de su matrimonio o con su pareja cuando es diagnosticada con TDAH y todavía intenta vencer las dificultades por sí misma en el hogar. Ella intenta “acomodar” su TDAH alrededor de todo y de todos. Aunque se sienta mejor gracias a los medicamentos y pueda emplear algunas nuevas estrategias (como hizo Jodi), todavía puede tener un sentido de soledad y hasta de resentimiento. Ella ha comenzado a transitar por el período de sufrimiento y comienza a entender su TDAH. Su pareja, sin embargo, no ha empleado la misma cantidad de tiempo y energía (lo cual se entiende porque esto no le sucede a él) en educarse y atravesar por su propio proceso. La situación es diferente ahora porque el medicamento le da a la mujer la energía no sólo para sentir esos nuevos sentimientos, sino para expresarlos y mantener su posición.

Hacer cambios en un sistema familiar puede provocar ansiedad y muchas veces la mujer chocará con los mensajes de “volver atrás”. Por ejemplo, la mujer oirá esta opinión de los demás: “Me gustaba más como eras antes”. Esto sucede mucho más en sistemas donde las mujeres son tratadas por su TDAH y no los hombres. Para los hombres, los medicamentos suelen funcionar volviéndolos más abiertos y receptivos a sus parejas. Para las mujeres, la medicina las ayuda a ser más positivas y es más probable que entren en conflictos que no habían tenido antes del tratamiento.

Para poder equilibrar el sistema familiar, la mujer deberá pensar en tres áreas importantes en su vida. Si ha tenido severos problemas relacionados con el TDAH, esas áreas probablemente se han salido del equilibrio. Como hemos destacado antes, las mujeres suelen balancear las agobiantes demandas de su entorno sobre sus propios hombros, reduciendo todo lo que puedan sus propias necesidades y contribuyendo más aún a su agotamiento. La mujer puede revisar esas áreas mentalmente de forma regular, cuando las cosas parezcan agobiantes, para ver si algo necesita reajuste.

Previamente, cuando hablamos de re-estructuración en el trabajo, vimos los tres diagramas que representan el desequilibrio en la vida de una mujer con TDAH. A continuación veremos cómo el equilibrio entre esas tres áreas afecta la vida de la mujer en su hogar.

1. El tiempo empleado en concentrarse en sí misma a diferencia del tiempo empleado en las necesidades de otras personas.

Establecer límites en cuanto a la cantidad de tiempo que usted dedica a las necesidades de los demás no incluye ese tipo de tiempo que usted quiere dar de sí y que la enriquece a usted y a los demás. El establecimiento de límites saludables en su tiempo y energía le permitirá tener más de ambos para conectarse e involucrarse en relaciones reales. Esta “verdadera” contribución a sí misma es diferente de cualquier otra contribución si usted tiene dificultad para “decir que no”. Una autoprotección saludable y un saludable establecimiento de límites le permitirán sentirse lo suficientemente segura para aventurarse en una relación estrecha. Aprenda a poner límites, no como una manera defensiva de alejar a la gente, sino como una forma de enriquecerse a usted misma y de mantenerse concentrada en camino a sus propios objetivos.

Recuerde, usted puede poner límites aún cuando otras personas sigan pidiéndole ayuda. Puede establecer límites aún cuando las personas sean amables con usted o le pidan ayuda para una causa noble.

La mujer necesita reservarse un espacio y un tiempo para sí misma. No espere a tener un mes, un año, el entorno perfecto o la cooperación de otras personas antes de enfocarse en sí misma. Si usted simplemente comienza a hacer un pequeño cambio mientras se enfoca en sí misma, al final otras partes del sistema comenzarán a cambiar a su alrededor.

2. El equilibrio en su vida, entre el tiempo empleado en el trabajo y las diversiones.

El trabajo implica las actividades relacionadas con el mismo, además de cualquier otra tarea, rutina o actividad personal estresante. Entendemos por diversión el tiempo empleado en actividades remunerativas, creativas, divertidas, recreativas, relajantes, ya sea en el área social o espiritual.

Para lograr esto, puede que usted tenga que comprometerse con otras personas o pagar por adelantado de manera que usted realmente lleve a cabo la actividad. Ponga la fecha en su libro de notas o involucre a otra persona de manera que no pueda salirse del compromiso. Las mujeres tienen que aprender a empujar el trabajo contra la diversión, empezar a tolerar la culpabilidad de divertirse aunque el trabajo no esté terminado. Usted necesita ese tiempo para recargar sus baterías, pero planifíquelo de manera que se sienta agobiada o la extenuada.

Conozco a mujeres con TDAH que no pueden creer esto, pero es verdad. Aunque usted se tome un tiempo fuera de su trabajo, el cual ya la tiene agobiada, descubrirá que participar en actividades recreativas le proporcionará más energía física y emocional.

Haga elecciones conscientemente para permitirse cuidar de su estado de ánimo, teniendo en cuenta que usted tiene un sistema sensible y que reacciona muy fácilmente. Aún haciendo su mejor esfuerzo, si usted ocasionalmente comienza a sentirse sobrecargada, mantenga algunas ideas en mente que le permitan recuperar su equilibrio. Pueden ser cosas muy simples, como dar una caminata en el medio de una

fiesta, o encontrar un lugar tranquilo dónde permanecer sola por algunos momentos, mientras recupera su equilibrio. El punto es que usted no necesita rechazar las oportunidades de divertirse y socializar sólo porque teme que pueda sentirse sobrecargada.

He escuchado a muchas mujeres decir: “Estoy esperando a que dejen de pedirme tantas cosas”, pero esto nunca sucederá. Incluso les he escuchado decir: “Me doy cuenta que necesito dormir, que necesito comer”. Esas son cosas básicas. Las mujeres con TDAH están desesperadas por encontrar tiempo en sus programas para “tener sus vidas hechas”. Vuelva a balancear su “presupuesto de tiempo” y deje de sacarlo de su propia salud física y emocional.

3. El tiempo empleado en desarrollar sus fortalezas a cambio del tiempo y energía gastados en enfocarse en sus dificultades.

No es un secreto que enfocarse en sus puntos fuertes es un elemento clave en la senda del éxito. Esto ha sido validado en la psicología educacional, en el desarrollo profesional o en cualquier tipo de entrenamiento para el crecimiento personal. El enfoque en el tratamiento del TDAH, sin embargo, a menudo se convierte en “administrar el TDAH”, lo cual también a menudo se traduce en sobre-enfocarse en las deficiencias y no en las virtudes. Obviamente, es esencial obtener ayuda para superar esas deficiencias. Pero es frustrante y contraproducente emplear todo su tiempo y esfuerzos tratando de manejar sus áreas débiles. Esto la mantiene en una noria donde usted se vuelve cada día más débil con una autoestima decreciente. Como alternativa, busque la manera de poner un poco más de energía cada día en sus áreas fuertes o en sus sueños. Manejar sus deficiencias puede entonces convertirse en una ayuda para moverse hacia sus objetivos, que reflejen quien realmente es usted y cuáles son sus verdaderas habilidades.

Resérvese un pequeño espacio cada día y cada semana para el propósito de descubrir cuáles son sus puntos fuertes y sus sueños, si usted todavía no lo sabe. Nuevas ideas sobre sí misma emergerán cuando usted cambie el enfoque hacia sus fortalezas. Entonces, el manejar sus dificultades se convertirá en algo mucho más porque usted habrá creado una estructura interna para usted misma y una nueva imagen interna hacia la cual avanzar.

Cuando su tiempo en esas tres áreas esté más equilibrado, usted comenzará a sentirse completa. La imagen de esos pasteles puede ayudarla a recordar que usted no quiere simplemente una pequeña porción de vida, o sólo las sobras. La opción de cuánta vida usted quiere, es suya.

Dividir las tareasLa segunda área de re-estructuración incluye la división de tareas en el hogar,

según las fortalezas y las dificultades de cada persona. Esto parece simple, pero es realmente bastante complejo, a medida que las emociones que esta re-estructuración saca a la luz son más difíciles de manejar que las propias tareas en sí mismas. Yo hablo sobre esta división de tareas como si una persona viviera con una pareja primaria, pero es necesario que la persona en cualquier tipo de situación de vida atraviese por este proceso, aunque viva sola. Usted deberá atravesar el proceso de re-estructuración con otra persona. Por definición, re-estructurar significa buscar formas de compensar sus deficiencias y obtener el tipo de apoyo y de estructura que usted necesita. Si usted no tiene una pareja primaria, busque otra pareja para re-estructurar que la ayude a conseguir estos objetivos.

Ahora les sugiero un proceso en el cual usted comenzará a re-estructurar. Éste implica una reunión de re-estructuración, que idealmente se realizará semanalmente. Durante esos diálogos, es importante que haya un espíritu de equipo de trabajo y de cooperación, más que una posición de enfrentamiento.

Al principio de ese proceso, usted y su pareja se ocuparán de determinar cuáles son las fortalezas y debilidades de cada uno, de manera que puedan tomar mejores decisiones sobre la división de tareas.

Fortalezas y debilidades: todos las tenemosTodos, no sólo aquellos con TDAH, tienen cosas que hacen bien y otras que les

son difíciles. El cerebro de cada individuo tiene fuerzas, debilidades y variaciones de alguna “norma”. Para el propósito de estas reuniones es crucial que no sólo se enfoquen en las dificultades de la persona con TDAH, sino en descubrir tanto los puntos fuertes como las debilidades de ambos miembros de la pareja y poder asignar el trabajo adecuado a cada persona. Como en cualquier negocio que funcione bien, asignar las tareas apropiadas a la persona adecuada es hacer lo correcto.

El primer paso en dividirse las tareas de manera efectiva y menos estresante, es evaluar y discutir de forma realista las áreas de fuerza y de debilidad de cada miembro de la pareja. Esto se hará tanto en función de las tareas en sí mismas, como de las cualidades que ellos aportan a la pareja.

Utilicemos los puntos fuertes y las dificultades comunes enumerados más abajo como un punto de partida para su propia discusión. El propósito es incrementar la comunicación en la pareja, no solamente dividirse las tareas de forma mecánica como si estuvieran repartiéndose las cartas. Posiblemente sea necesario tener varias conversaciones para salir adelante con algunas ideas que realmente funcionen.

1. Comiencen por discutir las fortalezas del miembro de la pareja con TDAH. (Por ejemplo: la creatividad, la espontaneidad, el entusiasmo, las habilidades conceptuales, las habilidades para generar ideas…). Piensen en cómo utilizar esas habilidades en la medida en que se dividen las tareas diarias.

2. Discutan los puntos fuertes del miembro de la pareja sin TDAH. (Posiblemente sus habilidades organizativas, su confiabilidad, su facilidad para planificar, su seguimiento…). Obviamente, éstas pueden ser un gran complemento en una pareja con TDAH.

3. Discutan las dificultades del compañero con TDAH. (Por ejemplo: el manejo del tiempo, el dinero y las cosas acumuladas, el papeleo, priorizar, emprender algo, la tendencia a la distracción…). Nuevamente, es importante que usted no deje a su pareja con esas dificultades ni a cargo de las tareas que requieran de un trabajo lento y rutinario.

4. Discutan las dificultades del miembro de la pareja sin TDAH. (Si asume demasiadas responsabilidades, si controla demasiado, si carece de espontaneidad, se pierde en los detalles…). Esas cualidades no serán las mismas para todas las parejas sin TDAH. De hecho la pareja sin TDAH puede que tenga problemas en las mismas áreas que su compañera con TDAH, aunque menos severos. Es en este caso que una pareja deberá buscar ayuda externa, como veremos más adelante.

Trate de ser tan específico como le sea posible al discutir las fortalezas y las dificultades. Por ejemplo, una persona puede tener grandes habilidades organizativas en algunas cosas y muy pobres en otros campos. Una mujer con TDAH puede tener una gran habilidad conceptual y de planificación, puede que planee mentalmente un viaje completo de principio a fin, que decida los pasos que se requieren dar. Pero ella puede no ser capaz de manejar los detalles de poner ese plan en acción. Así que, cuando usted especifique su área de dificultad para este ejercicio, no diga solamente: “habilidades organizativas pobres”, sino especifique su dificultad para implementar los muchos pequeños detalles de un plan.

A continuación, seleccione las tres áreas de su vida juntos en función de las tareas que más les afectan, ya sea como individuos o como pareja. Si algo es extremadamente difícil en la forma en que está estructurado en el presente para el miembro de la pareja con TDAH o si algún aspecto del funcionamiento del hogar es estresante para el miembro sin TDAH, enfóquese primero en esas áreas.

Ahora veamos algunas áreas típicas con las que usted querrá comenzar su discusión. Lo importante es descubrir cuál de ellas le resulta crítica.

Comprar la comidaAtender las finanzasLa escuela y otras actividades de los niñosComprar la ropaLas obligaciones socialesMantener la casaPreparar las comidas y limpiar luegoTraten juntos de crear ideas de la misma manera que lo harían en el trabajo y así

ver qué tiene más sentido para cada miembro de la pareja. Sobre todo trate de discernir qué parte de qué tarea puede encargarse cada uno. Determine también el nivel de dificultad, sea bajo, moderado o severo. En la siguiente fase de la división de tareas, usted usará esa información sobre nivel, severidad y especificidad para decidir las diferentes formas en que puede cumplirse una tarea. Para cada tarea que usted analice, use la lista más abajo como una escala para determinar dónde radica su nivel de dificultad, generar opciones sobre cómo podemos alterar esa tarea de manera que los acomode a ustedes como pareja en particular. La primera pregunta a hacerse: “¿Es esto algo que la persona con TDAH en la pareja pudiera manejar de forma realista? ¿Es algo en lo que esta persona resulta ser un desastre, algo que le cause tal abrumadora ansiedad que afecte todas las áreas de su vida?”

Raras veces las respuestas son “todo o nada”. Use la siguiente lista para facilitarle enfocar o alterar una tarea para acomodar el nivel de dificultad de ambos.

Obtener el tipo de ayuda apropiada1. ¿Debe el miembro de la pareja con TDAH hacer esta tarea?2. Puede hacer la tarea sólo, pero con ayuda escrita o mecánica (pegatinas

amarillas, calendarios, agendas, alarmas personales, etc.).3. Necesita instrucciones escritas por el miembro de la pareja sin TDAH (cómo

actualizar el talonario de cheques, diagramas de dónde colocar la vajilla en los estantes).

4. Necesita al miembro de la pareja sin TDAH en la misma habitación, sin hacer una función en especial, sino porque su presencia la ayuda a concentrarse. Al mismo tiempo, la pareja sin TDAH puede hacer sus propias tareas individuales en la habitación, , solamente para brindarle a su compañera una estructura externa que la mantenga enfocada.

5. Necesita al miembro de la pareja sin TDAH como copartícipe en la actividad (esto puede hacerse de una manera no-tóxica y no-controladora), para limpiar la cocina o el cuarto juntos, hacer las compras, atender las finanzas juntos.

6. El miembro de la pareja sin TDAH asume la tarea, pero su compañera con TDAH es su asistente en esa actividad.

7. El miembro sin TDAH asume la tarea, pero su compañera con TDAH está presente en la habitación, sin participar en la actividad (limpiar, actualizar el talonario de cheques, etc.). Esto es beneficioso porque aunque la pareja con TDAH no participe, su presencia le brinda una sensación de apoyo y puede aliviar el resentimiento.

8. El miembro de la pareja sin TDAH está dispuesto y es capaz de hacer la actividad sólo y el miembro con TDAH reciprocará a su compañero de alguna otra forma.

9. Si la actividad es algo que ninguno de los dos es capaz o está dispuesto a hacer, entonces deben incorporar a otra persona en el sistema.

Piensen juntos en amigos, familiares o en un profesional para cubrir el hueco, ya sea pagándole o intercambiando servicios.

Nadie quiere hacerlo. Vamos a conversar.Si ninguno de los dos quiere hacer ciertas tareas o ninguno tiene habilidades en

ciertas áreas, ¿cuáles son las opciones? ¿Deberíamos pensar en contratar alguna ayuda, en un profesional, un amigo o un familiar para llenar el vacío? Intercambiar tareas con un amigo o vecino es siempre una buena idea. Si decide recibir o contratar alguna ayuda, ¿qué tipo de ajustes en el presupuesto o en el tiempo para su familia necesitaría esto? Obviamente, esto sólo sería eficaz con dos personas que estén dispuestas a hablar y a renegociar. Si ellos no pueden, necesitarán de alguna ayuda para hablar sobre esos temas, como veremos en la siguiente sección sobre la renegociación.

Pero piense realmente cuáles son los beneficios y los costos para contratar la ayuda de alguien. ¿Será posible que contratar a un contador una vez al mes sea más efectivo que pagar una terapia de pareja semanal para discutir sus cuentas sin pagar?

Es inteligente pensar de esa manera en cuanto a la ayuda exterior, sobre todo si el desgaste de vivir sin ella le causa crisis médicas, psicológicas, maritales y financieras mucho más costosas que la ayuda que le pudiera aliviar esos problemas.

En todas las áreas, imagine el proceso a través de todos sus detalles. Por ejemplo, limpiar la cocina es realmente imposible, ¿o priorizar las diferentes tareas (lo cual los demás hacen automáticamente) es la barrera real? Quizás resulta mejor tener a su pareja presente en la cocina mientras usted cocina o limpia o ayudar a su pareja a hacerlo. ¡Hablen y generen soluciones juntos! Piensen en lo que realmente les causa dificultades en todo el proceso. Por ejemplo, cuál es el problema fundamental en cierta situación, ¿el procesamiento cognitivo, la dificultad en la secuencia o la dificultad para priorizar? ¿O es un problema de atención, una necesidad de estimulación o de estructura externa? ¿Es una dificultad en la atención al detalle, la impulsividad y los cambios, la planificación espacial visual, una dificultad motora o una necesidad de estructura externa para mantenerse en el camino correcto? Es necesario identificar el problema antes de que usted pueda hallar la solución correcta.

Las intervenciones simples funcionan para las deficiencias menos severas. Si existe una leve dificultad organizativa, las pegatinas amarillas, las agendas o nuevos calendarios pueden cambiar la situación favorablemente. Un nivel moderado de dificultad requerirá que otra persona permanezca en la misma habitación con la persona con TDAH para guiarla. El paso siguiente puede ser una ayuda parte del tiempo o aún todo el tiempo, especialmente si sus áreas de dificultad se superponen. Sólo porque un miembro de la pareja no padezca de TDAH no significa que no pueda tener dificultades propias en ciertas áreas. Por tanto, acumular tareas sobre sus

hombros no es la manera de resolver el problema. A medida que usted progrese, será más capaz de descubrir exactamente qué tipo de intervención es necesaria para acomodar cada dificultad y quién tiene que hacerlo. Hay tantas maneras posibles de estructurar esto sin implicar la idea de “todo o nada”; por ejemplo, “tú cocinas y yo pago las cuentas”.

Simplemente estar ahí con una persona con TDAH puede ser una tremenda ayuda. Por ejemplo, pagar las cuentas puede ser algo que haga que el miembro de la pareja con TDAH se sienta perdido si tuviera que encargarse de esta tarea, que pudieran realizar juntos. Sentados uno junto al otro, uno puede escribir los cheques mientras que el otro los pone en los sobres. Una persona está a cargo y la otra es su asistente. Si los roles se distribuyen de esa forma, no habrá mucha confrontación. Otra solución es que la persona sin TDAH pague las cuentas mientras su pareja con TDAH permanece en la misma habitación, observando o brindándole una ayuda mínima.

Si realizaran algunas tareas juntos, el miembro de la pareja sin TDAH necesita hacerlo sin disminuir a la mujer o controlarla demasiado. Trabajar juntos, lado a lado, puede ser una gran cosa si usted no es bueno en una tarea, y así puede retener cierto sentido de control. Tener cierto entendimiento sobre su dinero es mucho mejor que no saber nada en absoluto sobre sus finanzas.

No trate de cambiarlo todo al mismo tiempo. Sus elecciones pueden incluir algunas tareas del hogar, que usted ni siquiera había considerado como problemas, así como aquéllas que ya lo eran (cocinar, limpiar, fregar los platos, hacer las compras, comprar la ropa para los niños). Trate de romper con sus esquemas sobre los roles y el género en este aspecto. Discuta todo lo que le parezca difícil o agobiante: el mantenimiento del hogar, coordinar los programas de cada uno, comprar ropas para toda la familia, hablar con los maestros, darles mantenimiento a los carros, tender las camas, manejar las cuentas, actualizar el talonario de cheques, hacer compromisos sociales. No se olvide de todas las demás áreas de su vida: hacer planes de recreación, cuidar de sus papeles, las diversiones, la intimidad, etc. El tiempo devora esas áreas cuando usted padece de TDAH. Y recuerde, puede que existan áreas que usted no considere problemáticas, pero su pareja sí.

RecompensarseUsted siempre deberá darse una recompensa después de una de estas sesiones de

re-estructuración. Elija una actividad divertida, en la cual ambos coincidan. Esos encuentros también pueden ser una buena forma para conocerse mejor, en un nivel más profundo. Si la relación ha perdido un poco de la comunicación que al principio tenían, esos encuentros pueden ser un vehículo para comenzar a dialogar de nuevo. No convierta esas sesiones en una carga. Puede tratar de tenerlas lejos de la casa, en un lugar que ambos consideren divertido. Tenga sus reuniones cada semana a la misma hora, de manera que no entren en una batalla de voluntades para ver quién se acuerda y quién no. Si algo sucediera y uno de los dos no pudiera asistir, tómese un tiempo para volver a planificar un próximo encuentro.

Si no hace eso efectivamente, con el propósito de que funcione para los dos, y no sólo para cumplir con las tareas, usted se sorprenderá del efecto que tendrá. Comenzará a sentirse mejor con su vida re-estructurada. Tendrá más control y menos resentimiento. Su vida sexual, sus sentimientos románticos mejorarán también ya que tendrá un estado de ánimo más positivo y mayor energía física y emocional.

Usted no puede hacerlo todoEl miembro de la pareja que no padece de TDAH no puede ayudar en todo a su

compañera que sí padece de TDAH; sin embargo, él puede ayudar a decidir qué tipo de ayuda exterior o de ajustes ambos necesitan hacer. De la misma forma, el miembro de la pareja sin TDAH puede necesitar planificar algún tiempo para sí mismo para salir o participar en algún tipo de actividad social que a su pareja con TDAH le resulte demasiado agobiante. Ambos deberán considerar estas cuestiones. Lo importante es hacer que su vida funcione, sin cansar a nadie y sin acumular resentimientos.

El apoyo no significa codependencia, lo cual es asumir responsabilidades por estar a cargo de todo. El miembro de la pareja sin TDAH no tiene por qué hacerlo todo, pero a menudo ayuda a trazar estrategias en cuanto a obtener ayuda y planificarse. Unido a la reafirmación, esto brinda la idea de “estamos en esto juntos”. Ninguno de los miembros de la pareja se sentirá bombardeado todo el tiempo con exigencias ni sentirá la necesidad de esconderse o se sentirá frustrado por tantas demandas. Si la persona con TDAH tiene necesidades especiales y sufre de pequeños ataques de pánico durante la semana, pero sabe que esto será discutido durante la reunión semanal, esto la ayudará a sentirse más apoyada y a tener más calma.

También es necesario tener un mecanismo para el pánico y el entrenamiento diarios, si usted no cuenta con el apoyo de un guía. Si esto le sucede frecuentemente, sería buena idea involucrar a una tercera persona. Quizás el esposo pueda sugerir, gentilmente, un momento de reafirmación, si esto resultara más conveniente. O quizás hacerse de cinco minutos al comienzo de cada día para ayudarla a concentrarse y establecer las prioridades. Con frecuencia, los pequeños ataques de pánico son una pérdida repentina de perspectiva y tan solo una palabra de reafirmación ayuda lo suficiente a una mujer a que continúe por el camino correcto. Un guía puede facilitar este proceso. Mientras más logre que las necesidades como éstas se resuelvan fuera de la pareja, su esposo o compañero conservará mucho más energía e interés permitiéndole así desempeñar un trabajo más profundo y útil dentro de la relación.

ReciprocarEs importante que piense en una manera de reciprocar la ayuda con sus tareas.

Por ejemplo, puede intercambiar algún trabajo que usted pueda realizar o hacerle un favor especial a su pareja en recompensa por la ayuda que le brinda respecto a sus puntos débiles. Siempre recuérdeles a los miembros de su “equipo de apoyo” que usted realmente los aprecia. En realidad, al darles o al hacer algo por ellos usted mantendrá un sistema saludable y evitará que se desarrollen resentimientos.

Limpieza general del mundo interior

Este diagrama ilustra lo que algunas personas han considerado útil al poner orden en su mundo interno que tan caótico les resultaba. Estas personas pueden usar imágenes tales como correr las cortinas para bloquear los pensamientos ajenos y encajonar las cosas menos importantes para colocarlas de nuevo en los estantes. Ellos pueden tomar esas cajas cada una por separado y abrirlas a medida que lo necesiten. Al principio, todas las opciones parecen igualmente importantes y pueden resultar muy confusas. Un guía o consejero puede ayudarla a encajonar asuntos mentalmente y a priorizar lo que es importante. Entonces, usted podría hacer un plan de acción, en el que siempre pueda dar pequeños pasos. En el lado izquierdo del diagrama, desorganizado y descategorizado, todo parece tener la misma importancia. En el lado derecho, el cuadro completo está más ordenado y estructurado y resulta mucho menos agobiante.

El nivel más profundo: cambiar las tareas. Recortar y alterar

Hemos visto cómo re-equilibrar y dividir las tareas, tanto interna como externamente. Ahora el tercer y más profundo nivel de re-estructuración es realmente recortar, alterar, reconsiderar y con frecuencia, abandonar la forma en que usted siempre ha hecho las cosas. Esto significa simplificar, eliminar y rediseñar los papeles, las reglas, las tareas y las tradiciones que durante años se han considerado sagradas en la familia sin haber sido re-examinadas, a pesar de que ya no funcionan.

Demasiadas tareasAlgunas veces hay demasiadas tareas que cumplir. Quizás ambos trabajen fuera

del hogar y quizás tengan hijos. Si hay demasiadas tareas o si las que tiene son demasiado complicadas, piense nuevamente en ellas. ¿Le consume demasiado tiempo la manera en que las hace? ¿Le roban demasiada energía física y emocional? Probablemente no tenga que hacer todo lo que realmente hace. Puede que haga lo que se espera de usted, pero sin tener ninguna diversión o recreación. Es posible que no se socialice lo suficiente, no tenga tiempo para divertirse o para el romance con su pareja. Sin embargo, todo el mundo necesita tiempo para divertirse, para los amigos, para la familia extendida y sobre todo, tiempo simplemente para disfrutar de su vida y para hacer cualquier cosa que disfrute hacer.

Si no existe ninguna forma en que usted pueda cumplir con todas sus obligaciones, deberá re-estructurar su vida de una manera profunda. Hasta ahora hemos discutido como reordenar su vida. Piense ahora en términos de omitir tareas o cambiar los requerimientos. Es posible que tenga que desafiar aspectos de su familia, de su vida religiosa o cultural que previamente usted consideraba intocables o inalterables. ¿Cómo maneja esas tradiciones que nunca antes han sido cuestionadas? Tradiciones que suelen mantenerse sagradas durante varias generaciones. Por ejemplo, las vacaciones, los rituales anuales (por ej., tener listos a los niños para la escuela en septiembre) e incluso las rutinas diarias. ¿Qué obligaciones, que le fueron impuestas por tanto tiempo, pueden reconsiderarse? ¿Existen algunas obligaciones que usted pueda eliminar, cambiar o simplificar?

Para lograr estos cambios tendrá que comunicarse a un nivel más profundo que antes porque esas alteraciones afectarán a muchas otras personas.

Reglas, roles, rituales y tradicionesLe he sugerido sentarse de nuevo con su familia, con una lista titulada: Reglas,

roles, rituales, tradiciones, vacaciones, estructuras y obligaciones. Juntos, van a tratar de descubrir cuáles tienen verdadera importancia para la familia. Nos hemos referido a las parejas, pero por supuesto, si usted no tiene pareja, es igualmente importante que piense sobre esto en términos de su familia extendida, sus amigos o simplemente para usted misma. Puede que necesite cambiar algunas de las cosas relevantes en su vida o que son esenciales para otra persona. ¡Tal vez usted no quiera hacerlo o quizás sí! (¡Piense en esas vacaciones de familia cada año que suelen ser una pesadilla!) Demasiadas reglas, roles y tradiciones le impiden involucrarse plenamente en su propia vida. Sin embargo, cambiar las cosas “sagradas” en la vida no sucede sin pagar un precio. Abandonar las tradiciones puede conducirla a un período de sufrimiento. Es molesto pensar que usted no puede hacer lo que quiere a causa de su padecimiento, pero puede hacer otras cosas maravillosamente bien. Aprenderá que existe otro lado de la vida, diferente del que ha vivido hasta ahora.

Usted realmente no estará renegando de sus tradiciones o abandonándolas, sino más bien apoyando sus fortalezas para liberar su energía en lo que más desea hacer. Es importante no desperdiciar la energía recién encontrada ahora que está bajo tratamiento médico.

Cambiar las tradiciones no significa abandonar otras actividades placenteras. Recordemos el “Diagrama de las prioridades”. Es importante re-estructurar para cubrir sus necesidades, para obtener las partes del diagrama deseadas, no solamente para librarse de las tareas.

Reconsiderar qué hacer y cómo hacerloEn términos de simplificar o eliminar tareas, considere este tipo de preguntas y

modifíquelas para acomodarlas a su propia situación.¿Tiene siempre que ir a hacer las compras?¿Puede ordenar o coordinar sus compras por teléfono?¿Puede solicitar un servicio a domicilio?¿Puede contratar a un asistente, una estudiante quizás, para hacer algunos

mandados, como recoger la ropa en la lavandería o llevar a los niños después de la escuela a otra actividad durante una o dos horas? Esto le quitaría una gran carga de encima.

¿Tiene usted misma que ir siempre a la tienda por departamentos a comprar ropas o pudiera hacerlo más a menudo a través de catálogos o compras electrónicas? ¿Pudiera comprar más cantidad de productos similares, y así cuando se le pierda un par de calcetines pueda tener otro para sustituirlo?

Hay muchos libros de sugerencias sobre cómo eliminar el desorden y la correspondencia inútil. Deje de subscribirse a tantas revistas o boletines.

¿Puede comprar cestas que tengan grandes etiquetas para guardar la correspondencia o las llaves? Ponga etiquetas grandes y coloridas alrededor de su casa (si no le resulta demasiado extraño hacer esto). Algunas personas usan solamente ganchos en el clóset y en los cuartos en vez de las perchas. Puede cubrir algunas paredes con pizarras de corcho si las libretas de notas no le son suficientes para la cantidad de ideas que usted genera.

Prepárese para el hecho de que padece de TDAH. Los mecanismos de ayuda a la memoria, como algunas alarmas personales que le pueden recordar las citas, son estrategias que pueden simplificar su vida.

¿Tiene usted que celebrar el Día de las Madres exactamente de la misma forma todos los años? ¿Puede llevar a su mamá al teatro en vez de recibirla en su casa?

¿Tiene usted que invitar a la familia de su esposo a desayunar todos los meses en una fecha específica? ¿No puede invitarlos a comer fuera alguna que otra vez?

¿Podría la abuela comprar algunos de los materiales escolares necesarios? Empezar una nueva tradición sería divertido.

¿Puede su esposo ser el que vaya a la escuela cuando necesiten alguna información?

Aquéllos en su hogar que deseen cosas específicas del supermercado pueden hacer sus propias compras si son lo suficientemente mayores.

¿Es necesario que usted cocine esa gran cena todas los viernes aún cuando haya trabajado todo el día y esté atormentada y extenuada? (Ordene comida por teléfono los viernes por la noche).

¿Es necesario celebrar la más elaborada fiesta de cumpleaños de la ciudad?

Más conversaciónComience a discutir esos rituales en profundidad en sus reuniones familiares

semanales. Puede resultar divertido hablar sobre temas multigeneracionales, cómo empezaron esas tradiciones, por qué es esa “la forma en que siempre se ha hecho”. Hablar sobre el pasado elimina un poco el enfoque y la culpa sobre el presente, ayudándoles a entender lo que ambos han aportado a ese matrimonio (si usted está casada). Qué significan esas tradiciones para ambos? Discuta primera cómo usted va a mantener su nuevo plan y escriba uno bien sencillo. Cuál es el primer paso que ustedes necesitan dar como pareja? Discutan sobre cualquier barrera interna que les impida hacer esos cambios. Algunas parejas dan un paso adelante y entonces la familia extendida se involucra y hace comentarios críticos sobre lo que el hombre hace por su mujer. Esto sitúa a la pareja en sentido contrario a la forma en que han

hecho las cosas siempre, aunque la nueva forma funcione mejor para ellos. ¿Qué tipo de mensajes de la familia de origen pueden interferir en sus habilidades?

Usted puede usar el ‘Diagrama de la división de tareas’ para estructurar los temas que hemos mencionado en este capítulo. La mejor manera de usarlo es hacer copias, y cada uno de ustedes llenarlas por sí solos y posteriormente usarlas como base para la discusión y la comparación. En la primera columna, escriba unas cuantas áreas que usted crea son las más importantes para trabajarlas. Entonces ponga sus iniciales o una marca bajo las columnas que se aplican a su voluntad o habilidad para hacer esas tareas, ya sea sola o juntos. Después de todas sus discusiones, usted puede decidir que una persona ajena puede ser lo más apropiado. En la última columna, indique si usted siente que la tarea debe ser eliminada, simplificada o modificada radicalmente.

Dar pequeños pasosHemos cubierto una gran cantidad de terreno en estas discusiones de re-

estructuración. Pero vaya despacio, tanto individualmente como en pareja. No se encaminen a un fracaso por querer hacer demasiado a la misma vez.

Los psicoterapeutas pueden apoyarla, investigar junto a usted, ser curiosos con usted si choca contra algunas barreras. Los psicoterapeutas no sólo entregan recompensas y aplican castigos, dan exceso de sugerencias o la hacen sentirse disminuida (dándole estrellas doradas, etc.), sino que examinan los puntos donde el TDAH encuentra resistencia y trabajan en ellos. La resistencia asume muchas formas: imágenes internas, patrones de relaciones, patrones de comunicación, vergüenza, autoestima, depresión, dificultades en la planificación primaria. La terapia debe identificar las barreras que le impidan re-estructurarse y no establecer una situación en la que usted decepcione a otra persona querida, frustrándose ambas en el proceso. Es importante que no se coloque en una posición negativa de auto-crítica.

El resto de la historia de JodiAl principio de este capítulo vimos los cambios que Jodi efectuó después de su

diagnóstico. Aunque ellos fueron buenos y necesarios, quizás no fueron lo suficientemente profundos o avanzados como para ayudarla a integrar todas sus experiencias. Quizás tampoco fueron suficientes para permitir a su familia alcanzar un nuevo nivel de reconocimiento para acomodar el TDAH de Jodi. La familia entera comenzará a florecer cuando ellos puedan romper sus viejos patrones de relacionarse y de pensar con respecto a Jodi.

La mamá de Jodi ha venido cada semana a ayudarla. A Jodi le es difícil lidiar con la ira que siente cuando su mamá le dice cosas tales como: “¡No sé cómo puedes vivir así! ¿Qué tipo de ejemplo le das a tu hija? En realidad, yo no creo completamente en eso del TDAH y pienso que todavía no te estás esforzando lo suficiente”. Tanto su esposo como su madre le dicen este tipo de cosas: “¿Por que todavía eres así? Yo creía que cambiarías con los

medicamentos. Ahora asistes a la terapia, los dos te ayudamos, tienes a alguien que te limpia la casa ¡y todavía no es suficiente!”

Si usted se queda atrapada en la división de tareas, puede que necesite renegociar sus relaciones, a menudo mediante una ayuda profesional. Necesita trabajar con su familia, sus amigos, para establecer límites de una forma no defensiva, para establecer un ambiente que funcione para usted, en vez de alejar a los demás. Necesita encontrar formas de comunicarse con su pareja que le permitan mantener su auto-respeto y la igualdad en la relación, al tiempo que considere también las necesidades de él.

En los siguientes capítulos, daremos una mirada a cómo hacer la comunicación más efectiva y reafirmativa en el proceso de la reestructuración.

CAPÍTULO DIECINUEVE

Renegociar las relaciones

Para poder avanzar en la reestructuración de su vida, usted a menudo necesitará de ese instrumento de comunicación que yo llamo renegociar. Esto implica la renegociación de las relaciones con su propia familia, con su familia extendida, los amigos y aprender a poner límites de manera no-defensiva. Usted aprenderá a protegerse a sí misma de una manera saludable para poner el entorno a trabajar a favor suyo y de los demás.

Renegociar en la vida personal

La ayuda tóxica

¿Cómo obtener ayuda de su esposo o pareja o de cualquier otra persona en su vida, su madre, su amiga o incluso una ayuda profesional, sin recibir lo que yo denomino ayuda tóxica? El símbolo de “ayuda tóxica” representa una ayuda que es dañina aunque venga de alguien que le ofrece la ayuda. Es muy difícil rechazar las palabras negativas mientras aún intentamos trasmitir agradecimiento y movernos hacia la estructuración de una relación beneficiosa. Es posible que usted tema que cualquier límite que le ponga a los mensajes negativos de otras personas amenace continuar recibiendo la ayuda que necesita. Usted pensará: “¿Cómo puedo ser tan malagradecida y criticar a alguien que me está ayudando?”. Es muy importante separar la “ayuda” de la “no-ayuda”. El período inicial después del diagnóstico es un momento especialmente vulnerable porque es cuando usted trata de construir su autoestima y de concentrarse en sus puntos fuertes. Pero no puede permitir sentirse disminuida con tal de obtener ayuda. Ése es un precio demasiado alto a pagar.

Usted necesita tener respeto propio, pero eso resulta difícil cuando se siente tan vulnerable y si aún cree que las opiniones negativas son verdaderas. Cuando los ayudantes hacen comentarios sobre la dificultad que usted tiene con las tareas, fácilmente usted se identifica con las viejas sensaciones de vergüenza y de incompetencia. Es importante que comience a cambiar la forma en que mide el éxito. Puede que tenga dificultades en algunas tareas, pero la base nueva para medir su éxito no es lo buena que sea usted para hacer ciertas cosas, sino lo bien que se encargue de resolverlas.

Aunque los amigos y los miembros de su familia no entiendan su TDAH, usted no querrá alejarse necesariamente de las relaciones que le son potencialmente

valiosas en muchos niveles. Al final es posible que decida que tiene que hacerlo, pero a través de la renegociación trate de mantener y de alimentar lo que es bueno en esas relaciones, si es que existe algún futuro en ellas.

La ayuda tóxica puede venir en formas sutiles y críticas de uno de sus padres, de su pareja o de una persona a quien usted le paga, cuando usted no se mantiene enfocada, cuando no alcanza las metas establecidas. Es posible que escuche mensajes como los de la mamá de Jodi: “Tú vives como una chiquilla” o “qué mala madre eres” o “pensé que ya habías superado eso” no contribuyen a ninguna ayuda o beneficio. Otros pueden intentar motivarla con premios por cambiar su conducta o darle estrellitas como si usted fuera un niño o peor aún, un perro. Puede que le tracen metas a cumplir creadas por ellos o en otros casos, es posible que le atribuyan razones psicológicas a sus dificultades para cumplir esas metas. Todas estas cuestiones no funcionan en los adultos con TDAH, sino que hacen que se sientan disminuidos y malentendidos y como si hubieran decepcionado a alguien importante para ellos.

Establecer límitesEs importante aprender a comunicar que lo que alguien hace no es útil. Aprender

a decirles a ellos que aunque usted aprecia sus esfuerzos e intenciones, resultaría mucho más efectivo si su ayuda no estuviera acompañada de ese tipo de comentarios. Sea específica acerca del tipo de comunicación que usted quisiera tener y ponga ejemplos.

Los mensajes “yo”, un elemento básico en los bloques de comunicación, son esenciales aquí. Usted puede decir, por ejemplo: “Yo le agradezco que usted me esté ayudando. Es un gran alivio contar con su esfuerzo para ayudarme con estas cosas. Pero al mismo tiempo, yo me siento de alguna manera deprimida y ansiosa y hasta molesta algunas veces cuando me percibo disminuida de esa forma”. Si usted tiene confianza con esa persona, puede decirle que eso le trae a la memoria muchas malas sensaciones. “Yo sé que quieres ayudarme y por eso sería maravilloso que me animaras y resaltaras lo bien que me va en general o alguna de mis cualidades positivas. No siempre estoy segura de cómo llegar a donde quiero y por ello sería muy útil si yo pudiera tener más control sobre la forma en que hacemos esto o al menos tratar de trabajar como un equipo”.

Este tipo de relación de trabajo no siempre es posible con un miembro de la familia que arrastra una carga de resentimientos desde el pasado. En ese caso, es mejor no tener a esa persona con usted, especialmente al comienzo. Quizás más tarde, cuando ellos entiendan mejor el TDAH y lo que es útil, ellos serán capaces de colaborar de forma más efectiva con usted. Después que usted se sienta más cómoda en su nueva piel y sea más capaz de comunicarse de una forma no-defensiva, usted será capaz de decir cosas de una manera menos reactiva y más clara.

Lo que usted no quiere es estar en una situación de supuesta ayuda, ya sea con un profesional o con un miembro de su familia que le haga recordar los viejos sentimientos de frustración, de decepcionar a los demás o de hacer algo incorrecto. Usted no puede sentir que es holgazana porque no se haya mantenido enfocada durante la semana o que está saboteando deliberadamente sus esfuerzos o que de alguna manera es todavía una chiquilla. Usted necesita de alguien que la ayude y que le brinde apoyo, que haga notar sus éxitos hasta que sea capaz de reconocerlos por sí misma.

Cuando las personas son diagnosticadas con TDAH, algunas veces les toma mucho tiempo antes de que puedan aceptar sus puntos fuertes. Cuando cometen errores o son confrontados por sus dificultades, les es muy fácil mantenerse en la posición de “soy mala”. Aún después del diagnóstico, muchas personas todavía creen que tienen un defecto de carácter, se auto-disminuyen y se atribuyen una carencia de

motivación. A menudo la ayuda de un facilitador profesional es muy beneficiosa en este punto. Al final, cuando usted haya tenido suficientes reflexiones positivas y bastantes éxitos y experiencias, será capaz de recordarlos por sí misma y seguir construyendo a partir de esos logros. Le será entonces mucho más fácil atraer y construir una ayuda beneficiosa para sí misma.

Globalmente rechazadaCuando alguien sabe que usted tiene TDAH, es posible sentir que la tratan como

a un niño o que la sobreprotegen. Y más aún, que sutilmente la consideren menos competente en sentido general, a cambio de ser alguien que tiene algunas áreas específicas de debilidad. A esto yo le llamo ser “globalmente rechazada”. Muchas clientas han referido un exceso de solicitud de parte de las personas que saben que ellas tienen TDAH. O que no les encomiendan ciertas tareas porque su TDAH es malentendido.

Por ejemplo, una mujer con TDAH ha tenido problemas para establecer prioridades. Su esposo se sentaba a ayudarla cada mañana y separaba todas las cosas que tenía que hacer para darles un orden de prioridad en su horario. Aparte de esta dificultad y de otros tipos de dificultades organizativas, ella era competente e inteligente y se podía planificar muy bien.

(Muchos piensan que la gente con TDAH no se planifica. La mayoría puede planificarse muy bien, tener una gran capacidad organizativa en el sentido de que son capaces de ver su plan completo. Pueden planificar un gran esquema en sus más mínimos detalles, pero llevar a cabo esos detalles es lo que se les hace difícil).

Esta pareja se preparaba para mudarse al otro extremo del país, lo cual requería de mucha planificación y coordinación. La mujer tenía sus responsabilidades y el hombre las suyas, pero sin darse cuenta de esto (hasta el momento de la terapia), él se encargaba cada vez más de todas las decisiones. Él tomaba decisiones en el área que le correspondía a ella en la división del trabajo y ni siquiera la consultaba. Él deshacía las decisiones de ella hasta que se dio cuenta que, inconscientemente, la estaba apartando, creyéndola incompetente en sentido general porque ella tenía áreas de dificultades Específicas.

Al dividirse las tareas, es importante mantener un sentido de auto-respeto y no insistir en dividir las cosas en términos de ”mitad y mitad” o a partes iguales. Debe haber una cantidad de ayuda cualitativa que una persona con TDAH pueda aportar en términos de apoyo emocional, ayuda creativa y conceptual y en otras áreas más allá de la verdadera división de tareas.

Como podemos ver en el cuadro de Monet, que refleja a una mujer rodeada de su hermoso jardín, el artista nos dice: “Yo sólo puedo hacer dos cosas bien: la jardinería y la pintura”. Este punto expresa fuertemente el estrecho rango de habilidades que tienen las personas con TDAH. Es posible que ellos no desempeñen una gama amplia de actividades tan eficazmente como los demás, pero sí tienen unas cuantas áreas en las cuales se desempeñan maravillosamente bien.

El dominio, la dependencia y otros temoresAl dividir las tareas, como hemos discutido, la renegociación a menudo saca a la

luz una cantidad de asuntos sobre poder y control que están presentes en cierta medida en todas las relaciones. Con el TDAH, estos factores se introducen y tienen un gran efecto, juegan un importante papel sin que usted los pueda identificar. Esto suele suceder cuando el esposo o pareja que es capaz de hacer las tareas cotidianas de manera más organizada, comienza a sentirse dominante en la relación, ejerciendo cada vez más control. Lentamente el poder se le escapa al miembro de la pareja con TDAH. Es posible que la mujer con TDAH empiece a sentir disminuida su autoestima y se mueva hacia estos sentimientos:

• Mejor trato de no mover el bote.• Él hace todo esto por mí.• Mejor mantengo la boca cerrada.• Mejor no expreso lo que siento.• ¿Cómo puedo decirle que estoy molesta cuando él me ayuda tanto?• Si no tengo cuidado, puedo alejarlo de mí.• ¿Cuánto tiempo puede durar esta situación?• Él terminará por hartarse de mí y me dejará.• No soy para nada una buena pareja.Muchas mujeres sienten este tipo de temores de quedarse solas o de ser

abandonadas, lo cual se torna en dependencia y sepulta los sentimientos de ira o el impulso de establecer límites saludables para poder obtener el tipo de apoyo y ayuda que necesitan. Yo he visto mujeres permanecer en relaciones emocionalmente abusivas porque sienten que no pueden ser completamente independientes y ocuparse de todo lo que es necesario hacer en la vida diaria. Por supuesto, muchas mujeres sienten este tipo de presión, pero las mujeres con TDAH con ese tipo de problemas diarios experimentan esto en una mayor extensión y les afecta su decisión de permanecer en una relación. A causa de que estas mujeres saben cuán fácilmente ellas se agobian y se extenúan, ellas pueden no ser capaces de trabajar en un empleo tradicional de nueve a cinco todos los días. Como todas las mujeres, pero en mayor extensión, las mujeres con TDAH expresan temores de llegar a viejas en soledad, o tienen más fantasías sobre quedarse en la calle, al parecer.

Lo que ellas necesitan es aprender a decir: “Te agradezco de corazón todo lo que estás haciendo y realmente estás ayudándome mucho, pero aún así me siento molesta con este otro asunto”. Para hacer esto, con frecuencia se necesita una ayuda profesional.

Cuatro pasos para renegociar las relacionesLos cuatro pasos principales a recordar cuando se renegocien las relaciones,

como habíamos visto anteriormente en el Capítulo 17, son la validación, la negociación, el agradecimiento y la reciprocidad.

La validación

Cuando alguien la ayuda, esto primero valida la importancia que tienen para usted los sentimientos, las necesidades y las relaciones con esa persona y la

importancia de ese tema para la otra persona. Por ejemplo, pudiera decirle a su pareja: “Comprendo tu necesidad de invitar gente a la casa. Sé que es importante para ti que salgamos juntos a socializarnos. Pero eso me resulta difícil por estas razones. Necesitamos encontrar una manera de que tú seas capaz de socializarte sin mí algunas veces o si quieres invitar personas a casa, de que tú te encargues de preparar la mayor parte de las cosas para esto”. O puede decirle: “Podemos hacer una vida social juntos fuera de la casa”.

La negociación

Intentar varias formas de hallar un terreno común es la esencia de la negociación. El enfoque de la negociación deberá estar en resolver los problemas, no en usted como “el problema” a resolver. En cada relación, ambos miembros de la pareja tienen diferentes necesidades, pero con TDAH es a menudo más extremo. Busque una manera de protegerse a sí misma de validar y honrar su propio TDAH, pero también de legitimar y validar las necesidades de su pareja, de manera que ninguno de los dos tenga que sacrificarse. Esto implica un entendimiento real y la aceptación del TDAH por parte de ambos. Cada miembro de la pareja entiende sus propias fortalezas y debilidades tan bien como las de su pareja y trata de hacer que esa combinación funcione. Ellos tienen que crear soluciones que no son iguales a las de otras personas, pero eso no importa mientras que trabajen en el asunto como un equipo. Esto no puede incluir pensamientos en blanco y negro, sino más bien proyecciones orientadas a resolver problemas y a generar una cantidad de opciones. De nuevo, esto puede requerir de ayuda profesional, especialmente al principio, ser capaz de mantener una posición no de culpar, mientras trata de resolver los problemas y comenzar a realmente escucharse uno al otro.

El agradecimiento

Después de la negociación es obviamente importante manifestar verbalmente su agradecimiento. Después de eso, reciprocar puede mantener el equilibrio, de manera que la persona con TDAH no sea sólo un recipiente de la ayuda o se convierta en la persona causante de los problemas en la familia.

La reciprocidad

Reciprocar puede tomar en cuenta todas las habilidades de la mujer. Puede no suceder en las mismas áreas dónde ha recibido la ayuda original, pero ella puede reciprocar en otras áreas.

Integrar los cuatro pasosAhora profundizaremos un poco más en el tema de la negociación. Les ofrezco

un guión que escribí para practicar la negociación y que puede serle útil. Sugiero que lo practique a modo de entretenimiento con su pareja. Lean el guión juntos y sustituyan aquellas áreas en las que necesiten trabajar. Pueden hacerlo una y otra vez con diferentes temas que surjan. Al final, no necesitarán más el guión, pero es un modelo muy fácil de seguir cuando se trata de resolver problemas en un área específica. Comiencen con alguno muy concreto al principio y luego traten las áreas de mayor dificultad.

Estos son los pasos de la negociación: 1. Escuchar realmente qué quiere la otra persona. 2. Decirle eso mismo a ellos otra vez y entonces… 3. Referirse a lo que a usted le gustaría en cuanto a esa sugerencia, pero

también referirse a lo que no funciona para usted. Luego, deberá sugerir su propia solución.

4. Repetir el proceso con la primera persona, progresando hacia algún tipo de solución factible que, al menos en una base teórica, sea aceptable.

Tenga en cuenta que puede que esto no funcione, pero al menos hará que ustedes vuelvan a la mesa de negociaciones sin culparse uno al otro.

Primero, decida en qué tema le gustaría trabajar. Después, si se siente estancada o si necesita mayor información antes de llegar a una decisión, decida cuál debe ser el próximo paso. ¿Quién va a ser el responsable? Marque en su calendario y anote cómo le van a dar seguimiento al tema. Después de cada sesión, continúe con expresiones de aprecio y ofertas de reciprocidad. Organice esto de manera que ambos se diviertan haciéndolo. Háganlo mientras toman una copa de vino o de helado, seguido de un paseo a pie o en la bañadera o cuando sus hijos no estén en casa.

El guiónSin TDAH: Esto es lo que propongo. Dime si te parece bien. Como éste es mi punto fuerte y no el tuyo, ¿por qué no dejas que me encargue de actualizar tu talonario de cheques?TDAH: Me gusta la parte de no tener que encargarme de eso porque me resulta tan difícil, pero lo que no funciona es sentir que tú asumirás todo el control. Me sentiría como una niña chiquita y puedo resentirme. ¿Qué tal si lo hacemos juntos?Sin TDAH: Puede que eso funcione, pero me parece un poco ambiguo. Yo me siento más cómodo cuando las cosas están claras. Por ejemplo, como tengo la habilidad de hacer las cosas periódicamente, puedo planificar, digamos, que revisemos las finanzas cada domingo por la noche. Puedes contar con eso, y ya que la estructura es importante para ti, esto también te puede resultar útil. Puedes venir a mi oficina a esa hora y sentarte conmigo mientras yo hago esto y así te sientes más en control y no estarás desorientada.TDAH: Me parece bien. ¿Qué tal si me lo recuerdas? Es que a menudo voy a estar complicada con otras cosas, y como hacer eso me aburre aunque definitivamente quiera hacerlo, tengo el presentimiento de que me será difícil acordarme.Sin TDAH: No me pesa recordártelo, pero no quiero que eso se convierta en hostigamiento y resentimiento.TDAH: Está bien. Qué tal si me lo recuerdas una o dos veces, ya sea con una nota o un mensaje telefónico uno o dos días antes. Entonces, si yo no me presento, la consecuencia será que no sabré lo que pasa, pero al menos me lo habrás recordado.Sin TDAH: Y entonces yo no me sentiré como si te tuviera que obligar a asistir a este encuentro. Todo estará acordado previamente.TDAH: Me parece bien. Gracias por ayudarme con esto. ¿Por qué no buscamos algo que yo pueda hacer y que sea difícil para ti?Sin TDAH: Vamos a buscar nuestras agendas y anotar esto. Yo marcaré incluso los días previos en que tengo que recordarte la reunión. Me alegra que nos hayamos

sentado para hablar de esto. Realmente era algo que me molestaba mucho. Veamos si funciona.

Los amigos, la familia y las obligaciones socialesAdemás de renegociar en el trabajo y con su pareja, cuando usted elimina o

cambia rituales, eso también tiene un gran efecto en las amistades y en la familia extendida. La manera en que usted establece límites, aunque sean saludables, afecta a otras personas, y usted se encontrará que ellos reaccionan. Será muy importante aprender a comunicar estas cosas de una manera que valide la importancia de sus relaciones y que también les diga a los demás lo que usted necesita para tener una buena relación sin tenerse que alejar de ellos. Cuando le pidan una contribución, usted puede tomarse algunos minutos para decir: “Déjenme pensarlo. Los llamaré mañana”. No sienta que tiene que tomar una decisión de inmediato porque es entonces que sentirá una mayor presión. Espere un tiempo y diga: “Necesito pensar sobre la mejor manera de manejar esto. Quisiera contribuir, pero no sé si seré eficaz en estos momentos dado que tengo otros compromisos”. Declarar su dilema en este punto resulta muy efectivo. Entonces puede regresar a ellos. Escriba las cosas de manera que sea capaz de recordarlas en su próxima conversación. Usted puede tratar de buscar soluciones que no sean “todo o nada”. Usted puede ofrecer una donación de dinero o ropas o pedirles que la llamen el año próximo. Usted puede decir: “Yo no puedo donar tiempo para ir en una campaña alrededor del vecindario, pero si ustedes me dan algunos panfletos, por ejemplo, yo los repartiré en mi trabajo”. O pudiera decir: “En realidad no soy la persona indicada para repartir estos mensajes, pero pudiera hacer diez llamadas telefónicas”.

La próxima área de conflicto en las relaciones de las mujeres resulta de sentirse bombardeadas por demasiados estímulos. Las mujeres sin hiperactividad, especialmente, sienten que tienen que apartarse de las reuniones familiares y las fiestas. Se sienten sobrecargadas o extenuadas y no pueden mantener el ritmo. Puede que tengan dificultades para sostener una buena conversación, intentando pensar en qué decir en medio de tanta actividad. Lo que muchos hacen en esta situación, como hemos comentado anteriormente, es retirarse misteriosamente. Se deslizan hacia otra habitación o simplemente no asisten a ese tipo de actividades o se quedan tranquilos, molestos o aislados. Todas esas actitudes trasmiten señales a otras personas de que usted no se preocupa por ellas. Ellos no saben que usted está pasando un mal rato ni por qué. Usted no tiene que andar gritando TDAH todo el tiempo, pero usted puede explicar que se siente agobiada y sobrecargada, que usted necesita algún tiempo de tranquilidad y que usted regresará pronto. A usted le gustaría darse una caminata a solas.

Si usted quiere hablar con alguien, puede decirle: “Realmente quisiera hablar con usted, pero no logro bloquearme de este ruido que hay aquí. Por qué no encontramos un lugar más tranquilo?”. En respuesta a una invitación para una fiesta, usted puede decir: “Yo me siento agobiada en las fiestas, pero realmente me gustaría conversar con usted con más profundidad. Por qué no hacemos una cita para el viernes?”. Si usted asiste a alguna actividad, permítase marcharse temprano cuando comience a cansarse, sabiendo de antemano que usted quiere ir y relacionarse con otras personas, pero que se marchará antes de dejar de disfrutar la situación. Planifique esto, piénselo por adelantado y así no se sentirá ansiosa. Planifíquese para su TDAH.

Las mujeres con TDAH a veces tienen situaciones difíciles cuando tienen que quedarse en casa de amigos o parientes o de personas que no conocen muy bien. Dado que ellas no tienen su propio lugar para mantenerse organizadas, son incapaces de arreglar y mantener sus cosas. Están muy conscientes de su desorganización, se sienten bombardeadas, no tienen suficiente tiempo y se atormentan.

Una mujer con TDAH necesita ser capaz de buscar otras salidas que funcionen en su caso, cuando les sea posible. Si usted decidiera no quedarse por mucho tiempo en casa ajena o quedarse en un hotel según sus posibilidades, asegúrese de arreglar las cosas por adelantado. No se ponga en situaciones que exacerben su padecimiento ya que esto afectará sus relaciones con otras personas.

Esto también requiere decir que no, establecer límites y describir sus necesidades.

Pero yo no soy buena en la cocina…Es posible que una mujer con TDAH no se sienta cómoda en una situación de

grupo. Por ejemplo, una reunión social que involucre muchas rutinas domésticas y que implique la preparación de comidas, servir una mesa, lavar platos o participar en otras actividades domésticas. Además de tener dificultad con la distracción y el bombardeo inherente en esas actividades de grupo, estas mujeres tienen dificultades para tratar de mantenerse enfocadas y saber qué hacer en esas situaciones poco estructuradas y poco claras. Esto puede generar una gran ansiedad porque las mujeres con esos problemas sienten una gran vergüenza cuando esos llamados fracasos, en trabajos que les son básicos a las mujeres, se hacen públicos a los ojos de todos. Esto a menudo conduce a que eviten esas reuniones, desafortunadamente causándoles la pérdida de importantes relaciones y oportunidades.

En vez de evitarlo, estas mujeres tienen que aprender a pedir orientaciones, a encontrar guías informales para situaciones donde todos parecen saber qué hacer. Necesitan declarar claramente lo que ellas serían capaces de hacer. “Si usted me dice exactamente cómo desea que la ayude, deme las instrucciones y la ayudaré sin problemas. Sé que todo el mundo tiene su librito para hacer sus cosas”. Pregunte por los detalles y explique lo que le resulta difícil. Siempre trate de enfocarse en puntos positivos y en lo que usted puede hacer bien, en vez de disminuirse a sí misma y resaltar sus inseguridades. Valide la importancia de la otra persona para usted. Mantenga siempre su propio sentido de cuáles son sus correspondientes puntos fuertes. “Yo no soy buena cortando los vegetales, pero tengo facilidad para organizar juegos para los niños”.

DesconectarseAprenda cómo hacer contacto con las personas de las que usted se ha estado

desconectando. Una mujer dijo que se sentaba en su cuarto y se hundía profundamente en su depresión, contando el número de invitaciones y notas que no reciprocaba y todas las personas que se le habían evaporado con el tiempo. Es importante encontrar una manera de “tocar la base”, aún si usted solamente cuenta con pocos minutos. Puede encontrar una forma que no le lleve mucho tiempo. Con la tecnología actual, un correo electrónico, un tweet, un mensaje de texto o un breve comentario en Facebook u otro medio de conexión social, les dejará saber a algunas personas que usted piensa en ellas, que no puede darle seguimiento a todo en el momento ideal, pero al menos esto es una manera de no desconectarse. Muchas mujeres, después de una larga ausencia, nunca ven a esas personas de nuevo. Las evitan y las dejan ir porque es demasiado penoso enfrentar lo que ellas temen sean una sesión de regaños y críticas, que les devuelvan los recuerdos de aquellas dificultades.

Anteriormente observamos un diagrama titulado “Efectos secundarios” que mostraba el tipo de ciclo de malas interpretaciones que puede suceder en este tipo de situación. Ahora podemos apreciar un mejor resultado en la parte inferior de este diagrama. Cuando sus síntomas de TDAH emergen a este punto tardío, cuando ella

tiene mayor auto-aceptación y entendimiento de sí misma y de su TDAH, una mujer no acumula sus problemas de TDAH junto con la forma exagerada en que ella se comporta o reacciona. En vez de evitar a las personas porque teme que pensarán que es rara o estúpida o porque teme un regaño, ella puede hablar sobre eso de una manera sencilla o hablarse a sí misma para brindarse el apoyo que le permita continuar cultivando sus relaciones. En este momento, ella no acumula sus complicaciones derivadas del TDAH con esas capas adicionales de dificultades emocionales en las relaciones.

El apoyo emocionalUsted puede no ser capaz de moverse a través de estos problemas sin ayuda

profesional al principio, sobre todo si uno de los miembros de la pareja tiene una carga de patrones interpersonales difíciles de romper, una historia de resentimiento o un pasado de patrones de comunicación que no funcionan.

¿Cómo puede el miembro de la pareja sin TDAH obtener un apoyo emocional adicional para que él no termine agotado y resentido? ¿Cómo puede el miembro de la pareja con TDAH obtener ayuda de los demás de manera que no siempre tenga que depender de su compañero sin TDAH, sobre todo para no sentirse tan solitaria? Ampliar su base de apoyo la ayudará a sentirse mejor entendida mientras atraviesa por el período inmediato después del diagnóstico. Ella no querrá “quemar” a su pareja, por una lado, y no querrá sentirse tan sola, por otro lado.

Puede que exista mucho dolor y resentimiento en ambos lados de la pareja, fuertes fricciones más allá de las dificultades del TDAH. La facilitación profesional puede subrayar algunas conductas del TDAH más claramente y las reacciones del sin TDAH que corresponden a las mismas. ¿Cuál es el significado de la atención brindada por la persona sin TDAH, particularmente si él no logra sobreponerse a los resentimientos? Para el individuo con TDAH, qué significa tener que ser cuidado? Para el miembro de la pareja sin TDAH qué significa ser ignorado algunas veces, o sentir que las promesas a menudo se rompen? Para los dos, ¿cuáles son los temas de

abandono que se desatan? usted verá hasta qué punto algunos de éstos son realmente simbólicos de sus otros problemas iniciales. La facilitación profesional puede ser muy útil para manejar estos temas y trabajar en ellos.

Cuando lleguemos al último capítulo, veremos que aunque una mujer pueda haber trabajado con muchos de estos patrones de comunicación y dividido las tareas del hogar, es posible que todavía se sienta trabada. Esto puede requerir una seria mirada a la imagen hacia la que usted y su pareja pueden estar aferrados. ¿Alguno de ustedes insiste en una imagen ideal, culturalmente aprobada, de lo que una mujer madura, exitosa y competente debe parecer, esperando así a que llegue ese momento antes de que comiencen a disfrutar de ustedes mismos y de su relación de pareja?

CAPÍTULO VEINTE

Redefinir la imagen propia

EN ALGÚN MOMENTO en el proceso de reestructuración y renegociación, usted deberá redefinir la imagen de sí misma y tanto usted como su pareja tendrán que redefinir la imagen de su relación como pareja. Su familia no va a parecerse a la de los demás; su pareja no va a ser como todas las otras. No importa lo bien que se sienta consigo misma, aún si ha trabajado en muchos de estos problemas, si todavía espera por el día en que aparezca una persona sin TDAH, estará constantemente avanzando hacia el fracaso. Esto es lo que puede detener su progreso e impedirle dar el paso final hacia una vida de pareja emocionante y plena o hacia una vida creativa, interesante y satisfactoria como individuo.

La parejaSi el miembro de la pareja sin TDAH siente que está estancado, debe ser porque

no progresa a través de su propio período de sufrimiento. Hemos hablado sobre el período de sufrimiento para el miembro de la pareja con TDAH, pero yo también he escrito uno para el miembro sin TDAH porque ellos son a menudo la persona perdida en este sistema. Ellos no avanzan a través del período de sufrimiento tan rápidamente, ellos no reciben ayuda de los grupos de apoyo y a menudo ellos no están tan involucrados porque no es algo que les sucede a ellos. Quedarse trabado en el período de sufrimiento es mucho más que sentir la pena. Es sobre trabajar a través de sus sentimientos de pérdida y de ira hacia la aceptación. Pero es también, definitivamente, aceptar y valorar a la pareja y no solamente aceptarla, sino celebrarla. Los miembros de la pareja sin TDAH a menudo tienen objeciones a esa frase “celebrar a su pareja”. Usted celebra a la persona, no a sus dificultades. Usted acepta a la persona, sin que necesariamente le gusten o sin que disfrute las dificultades. Finalmente, deberá, de cierta manera, celebrar a la persona con la que vive para hacer que su vida funcione.

Una vez que el miembro de la pareja sin TDAH trabaje en este problema, se dará cuenta de que el TDAH no es una agresión que le hacen a él; sino que entiende que no es un acto pasivo-agresivo o un fracaso de su madurez. Por otro lado, este individuo se da cuenta que no tiene la responsabilidad total sobre la otra persona y que no es necesario sacrificar sus propias necesidades. Es posible que deje escapar sus sentimientos de frustración y de ira cuando atraviese por este período de sufrimiento.

Como toda mujer que padece de TDAH, usted tiene que trabajar en esto para entender que puede ser un integrante maravilloso y contribuyente en una relación de pareja. Aún si ya está lista para aceptarse a sí misma como una mujer madura y completa, algunas veces es todavía un problema tratar de aceptarse a sí misma como una buena pareja. Además de ser una mujer exitosa, madura y competente, usted también deberá ser una compañera cariñosa, vivaz, interesante y colaboradora, aunque no se ajuste al molde cultural. Esto conlleva a que tanto usted misma como su pareja vean en usted una mujer completa.

El tema de su cerebro y sus fortalezas y debilidades particulares es algo con lo que usted y su pareja tienen que llegar a sentirse cómodos y familiarizados. Dado que cada uno de nuestros componentes bioquímicos personales influye en nuestra conducta esto puede proporcionarnos un “lente” adicional a través del cual mirar nuestras relaciones. Validar las variaciones personales de cada individuo, sus fortalezas y debilidades, será muy útil para cada pareja, con o sin TDAH. Debido a

que las personas que viven con el individuo que padece de TDAH tienen que enfrentar directamente las dificultades de su pareja, ellos tienen la oportunidad de alcanzar un nivel muy alto de comunicación marital, de aceptación y de entendimiento.

Navegar a través del período de sufrimiento le permite al miembro de la pareja sin TDAH apreciar y aceptar a su pareja como un ser humano completo y atesorar la combinación inusual que ella representa.

Período de sufrimiento para el miembro de la pareja sin TDAH

Es importante conocer estos períodos para poder entender que es natural experimentar esos sentimientos. Aún más, es esencial atravesarlos para poder trabajar con los sentimientos de manera que la relación puede comenzar a funcionar para ustedes dos.

La negaciónAunque usted acepte el diagnóstico del TDAH, todavía tiene dificultades para

aceptar la explicación neurológica de las conductas. Usted niega el grado de afectación que eso va a continuar teniendo en su vida. Niega el tipo de cambio que la familia completa necesitará hacer, tanto física como emocionalmente, para vivir exitosamente con TDAH.

La iraUsted personaliza la conducta del TDAH como dirigida hacia usted mismo.

Hasta cierto punto todavía siente que es algo “que le están haciendo a usted”. Aún si superara esto, sintiera ira porque esto le ha sucedido y también por el impacto que tiene el padecimiento en todas las áreas de su vida. Tiene resentimiento y comienza a culpar y a devaluar a su pareja. Es posible que se sienta traicionado pues ésta no era la vida que se imaginaba. Puede que se sienta avergonzado alrededor de otras personas y se empeñe en tratar de cambiar la conducta de su pareja y en pensar que todo se desenvuelve alrededor de ella.

La negociaciónSu pareja tomará los medicamentos y asistirá a grupos de terapia y las cosas

serán más normales. Usted leerá algunos libros y asistirá a algunas reuniones y tratará de pensar en cómo ayudarla a cambiar o simplemente se encargará de todo para asegurarse de que todo esté bajo control.

La depresiónEsta situación no parece ser tan fácil de controlar como usted esperaba. Se siente

agobiado, extenuado, utilizado y fuera de control. Las exigencias y las presiones se incrementan y usted se siente sin esperanzas. Incluso comienza a considerar la viabilidad de mantenerse en esta relación. Ha olvidado todas los puntos fuertes y valores de su pareja y siente una gran pérdida de todo lo que había esperado de este

matrimonio. Se concentra demasiado en sus problemas y no se siente en una relación de pareja, no halla la manera de resolver las cosas juntos. Se siente responsable por todo. Como pareja, ambos se han aislado de los amigos y familiares que no tienen este tipo de problemas. Usted está avergonzado y se siente crecientemente aislado de su esposa.

La aceptaciónA medida que usted trabaje a través de estas emociones, cambiará su punto de

vista. Las expectativas se volverán más realistas, las deficiencias se ajustarán mejor para que no afecten los aspectos positivos de la relación. Juntos aprenderán a controlar las áreas problemáticas. El TDAH se externaliza, no define a la pareja con TDAH. Usted todavía se sentirá frustrado o iracundo algunas veces, pero ya no sentirá que los síntomas están dirigidos contra usted. Las posiciones se vuelven menos polarizadas a medida que usted y su pareja se orientan más hacia las soluciones. Comenzarán a relacionarse de nuevo como pareja, con puntos débiles y fuertes. Las expectativas de ambos miembros de la pareja se vuelven más realistas. Cuando usted ha trabajado en el sufrimiento y la pérdida y ha aceptado que son diferentes de las familias sin TDAH, podrán formar un concepto diferente de lo que significa ser una pareja madura, amorosa y valiosa. Ustedes combinan áreas de fuerza para formar una pareja, encontrar soluciones, minimizar efectos y acumular puntos fuertes. Para hacer esto, ambos miembros de la pareja deberán estar de acuerdo con ese objetivo común.

El concepto esencial de sí mismaComo pueden ver en la ilustración del concepto de sí misma, lo que sucede en

cierto momento de la redefinición es que la mujer con TDAH acepta o incorpora dentro de la idea de sí misma todas sus fortalezas y sus dificultades, aún cuando ninguna de ellas la define completamente. A través de la facilitación profesional y después de un largo período de apoyo de otras personas, una mujer comienza a integrar esas ideas a medida que trabaja a través de su período de sufrimiento. El dibujo de la izquierda muestra todas las dificultades y puntos fuertes, todos los sentimientos, juntos en un paquete además de la sensación de “esto es lo que soy”. Después de un largo y positivo proceso, el sentimiento central sobre sí misma comienza a separarse de los sentimientos sobre el TDAH. El sentido de su propio ser se vuelve más cohesivo y estable. El individuo es capaz de echar una mirada y decir: “Bueno, tengo cantidad de lagunas aquí. Es un tramo largo, pero ahora puedo hacerme a la idea de que tengo tantas habilidades como dificultades que andan desalineadas con mis puntos fuertes y todas ellas son parte de mí. Debo recordar ambos lados y no negar o minimizar mis dificultades o negar ni minimizar mis puntos fuertes. Necesito descubrir la forma de “trabajar en ambos lados de la habitación”.

“Esa vergüenza que yo solía sentir cuando algo relacionado con el TDAH me ocurría, no desapareció completamente, pero ya no me define. Yo soy sensible ante esa vergüenza, pero sé los mecanismos que la desatan. Me he planificado para eso. Ahora sé cómo trabajar en esto. Ahora me resulta externo a mi persona“. La facilitación profesional puede ayudar con esto porque, como he dicho anteriormente, toma un largo tiempo antes que el individuo llegue a este punto. El psicoterapeuta puede aferrarse a la idea de una mujer integrada hasta que ella sea incorporada en la forma en que se ve a sí misma. Cuando esto suceda, todas sus opciones y decisiones tomarán un matiz diferente en lo adelante. ¿Qué trabajos va a solicitar, qué tipo de

relaciones va a cultivar? Antes de llegar a ese momento, su autoimagen no le permitirá ver las oportunidades o percibir que tiene opciones.

Cuando surgían los síntomas del TDAH, ella sentía pánico, se autocriticaba, se tornaba deprimida o retraída. Ahora, cuando surgen sus síntomas a causa de su mejorada imagen propia, su entendimiento y sus mejores habilidades de comunicación, ella no se enreda de nuevo en un ciclo negativo. Aunque los síntomas del TDAH se presenten, ella es capaz de mantener su curso porque no está diciéndose cosas negativas a sí misma, no se está alejando de los demás y no está cerrando sus ojos a las oportunidades. Ella se mueve hacia sus habilidades porque sabe cómo hacerse de un apoyo y estructura propios para mantener el ritmo de su éxito. Aumenta su sentido de control y sus opciones. Por encima de todo, no intenta ser otra persona. Al final, no será otra persona, sino ella misma, pero mucho más realizada integralmente.

El período de éxitoLa jornada realmente termina o un nuevo sueño comienza en realidad en un

punto que el individuo alcanza y que yo denomino un nuevo “período de éxito”. La mujer cruza una misteriosa línea invisible en algún momento y se convierte en proactiva, habiendo integrado la idea del TDAH profundamente en su identidad. Es capaz, sin el mismo nivel de auto-conciencia o de vergüenza, de pedir los acomodos necesarios o ayuda personal. Dado que ella se siente más segura, es capaz de revelar mayor vulnerabilidad. La vergüenza no desaparece completamente, pero es capaz de emprender las acciones necesarias a despecho de esos sentimientos. Entonces entiende y puede comunicar que lo que pide no es un lujo o un favor especial ni algo de lo que ella intenta “apropiarse”, sino algo que necesita para hacer funcionar su vida.

Su vida está ahora reestructurada, su comunicación es más efectiva y usted ha redefinido su imagen propia. Después que haya trabajado con esas tres ERRES, usted halla el equilibrio en su vida mucho más eficazmente. Ha aceptado esta idea del TDAH, la ha aceptado dentro de su identidad y ha redefinido lo que significa ser una mujer exitosa en nuestra sociedad.

El objetivo de todo tratamiento del TDAH, entonces, es moverse a través del período de sufrimiento y más allá, en un nuevo ciclo que toma una vida propia. Después que usted ha alcanzado un aceptable nivel de aceptación, como resultado de todos los cambios que usted ha integrado en su vida, un nuevo momento se impone. Después que usted ha cruzado esa línea, usted arriba a un nuevo nivel de confianza. Un nuevo sentido de fuerza le permite a usted sentirse menos vulnerable, menos amenazada, menos en peligro cuando aparecen los síntomas del TDAH. Las cosas no siempre van bien, por supuesto, la gente no siempre le dará a usted la ayuda que ha pedido. Las cosas no siempre funcionan o suceden mágicamente, pero hay un nuevo estado mental de posibilidades y esperanzas, una nueva auto-visión. Por primera vez, existe una idea de: “Sí, yo tengo estas dificultades, pero también tengo esas otras cosas. Son todas parte de mí. Aunque yo haga todo lo posible por minimizar los efectos negativos en otras personas, he dejado de estar disculpándome por el tipo de persona que soy”.

EL ÉXITOLa vergüenza la separa de los sentimientos esenciales sobre sí misma. Usted

todavía siente vergüenza, pero ésta no determina sus sentimientos sobre sí misma, aún cuando se presentan sus síntomas de TDAH.

Inusual en vez de defectuosa. Usted ahora se ve a sí misma como inusual en vez de verse defectuosa. Tiene los mismos síntomas, pero usted casi (¡créalo o no!) comienza a disfrutarlos hasta cierto punto. Comienza a verse a sí misma como un tipo de persona interesante, con originalidad.

La creatividad encaminada fuera del caos. En vez de dejar su creatividad en estado salvaje, usted comenzará a dirigirla y encaminarla para que sea productiva. Puede imaginar las posibilidades resultantes de dirigir y poner fronteras alrededor de toda esa fuerte energía creativa. Cuando esa fuerza creativa es encauzada y dirigida, se sentirá emocionada y satisfactoria en vez de caótica.

La comunicación se hace afirmativa. Usted ha aprendido a declarar sus necesidades de manera no defensiva y no agresiva. A medida que su autoimagen cambia y usted pierde la vergüenza, usted es capaz de poner límites. Cuando usted es capaz de establecer límites, usted es capaz de obtener éxito. Usted entiende que poner límites no significa admitir que usted no puede hacer una cosa. Usted se da cuenta que un límite es una frontera, una manera de aumentar su éxito. Usted es capaz de comenzar a protegerse a sí misma de forma saludable, declarando sus necesidades, orientándose hacia las soluciones con otras personas a través de un creciente sentido de las opciones de comunicación.

La energía regresa. Imagine que en cuanto comience a pedir ayuda, su tiempo y su energía regresarán. Como resultado combinado de la necesitada ayuda, los medicamentos y como la sobrecarga y agotamiento estarán bajo control, usted ya no experimentará la agobiante sensación de carga. Usted no gasta mucho más tiempo en esconderse. Cuando usted recibe mayor ayuda y tiene un sentido de control, el resto de su vida se vuelve más regulada. Usted duerme, come y hace más ejercicios. Es más capaz de dedicarle tiempo a la diversión y a relaciones compensatorias. Recibe energía del trabajo que realiza o de las actividades en que participa, aportando mucho más de su creatividad y sus puntos fuertes.

Los monólogos cambian, el estado de ánimo mejora. La depresión y la ansiedad ya no la hunden más. Usted no va en una espiral descendente cuando comete un error, empeorando la situación. Recupera su equilibrio mucho más pronto. Puede separar sus dificultades neurológicas de su carácter y puede dilucidar lo que puede controlar de lo que no puede.

El apoyo es más fácil de lograr. Cuando usted no logra terminar su trabajo porque genera más de lo que puede controlar, entonces busca ayuda. Sabe que no tiene un defecto de carácter. Tiene una imagen de sí misma como persona creativa que necesita ayuda para llenar algunas de sus lagunas. Sabe que necesita guía o estructura o apoyo. Sabe que necesita personas que le hablen de una manera beneficiosa. Sabe que necesita exigirse su propio respeto.

En algún momento todo cristalizará. Usted se ve a sí misma como una persona con gran creatividad y habilidad que tiene problemas organizativos. Eso es todo. Pierde la vergüenza, o si no la pierde, usted es capaz de actuar de todos modos.

Me gustaría terminar haciendo un contraste entre el retrato que hizo Picasso de una mujer y el retrato de la Mona Lisa. Las dos son obras de arte maravillosas. El Picasso presenta una versión completamente diferente de la belleza, una imagen a la que la mujer con TDAH pudiera aferrarse a medida que redefine para sí misma lo que significa ser una mujer. Esta nueva imagen dinámica puede ser un símbolo para sustituir la imagen tradicional de la Mona Lisa de feminidad y belleza. La mirada calmada y serena de la Mona Lisa es un tipo de figura bella, organizada y estable. Pero es ciertamente diferente a este multifacético retrato emocionante y lleno de vida que Picasso ha hecho de una mujer, el cual representa a la mujer con TDAH, un diamante en bruto. No es difícil darse cuenta del fracaso que le espera a la mujer del Picasso si decidiera pasarse la vida tratando de ser como la Mona Lisa.

Para concluir, mi mensaje es… Si usted es una mujer como la de Picasso, vista con orgullo sus colores chillones. No se esconda detrás de una sonrisa sutil.

Una mujer profunda y visionaria, que se mueve y que cambia,que sorprende.

Una mujer de muchas facetas, emocionante, abarcadora, contagiosa.

Imposible de predecir.

Una mujer única, sin molde, pero absolutamente incalculable.

Todo un tesoro…si tan sólo ella pudiera verlo.

SOBRE LA AUTORA

Sari Solden, MS, LMFT (Máster en Ciencias y Licenciada en Terapia Matrimonial y para la Familia) es una psicoterapeuta en práctica privada en Ann Arbor, Michigan, que ha trabajado durante 25 años con hombres y mujeres que padecen de TDAH.

Tras graduarse en la Universidad de Michigan, Sari se mudó al área de San Francisco, donde obtuvo un título de Master en Psicología Clínica en la Universidad Estatal de California. Mantiene una licencia para ejercer la Terapia Matrimonial y para la Familia en California. Después de 20 años en el otro extremo del país, regresó a su estado natal, Michigan, donde posee su licencia como terapeuta profesional.

Es la autora de “Mujeres con Trastornos por déficit de atención” (Women with Attention Deficit Disorder) y de “Viajes por la adultez del individuo con TDAH” (Journeys Through ADDulthood), que fue escrito tanto para hombres y mujeres como para los profesionales de la salud mental. Solden entrena a profesionales de la salud mental en la terapia para adultos con TDAH y es una oradora prominente en conferencias nacionales e internacionales sobre TDAH, así como frecuente colaboradora en las publicaciones sobre ese tema. Ella forma parte de la junta consultora profesional de la “Asociación Nacional de Trastornos por Déficit de Atención” (ADDA, por sus siglas en inglés) y ha servido en el comité de programación de conferencias para CHADD. Sus áreas de especialización incluyen el TDAH de predominio inatentivo, los problemas de la mujer, así como los problemas de la psicoterapia a largo plazo en los hombres y mujeres que no fueron diagnosticados hasta su adultez.

Sari recibió el premio de la Asociación Nacional de Trastornos por Déficit de Atención por su destacado servicio en la ayuda profesional.

2013

AGRADECIMIENTOS

Una vez leí que la mejor parte de escribir un libro es que nos devuelve a nuestras raíces. Sé que esto es cierto cuando pienso en las personas que he conocido o de las que he oído y luego conocido desde que se publicó este libro por primera vez en 1995 y luego se revisara en 2005. Algunos de estas personas increíbles se han convertido en mis clientes y he tenido el privilegio de trabajar con ellas. Otras se han convertido en amistades, mentores y colegas. Hacerme miembro de esta comunidad mundial que he atesorado y sentirme tan cómoda con ellos ha sido una de las experiencias más gratificantes de mi vida profesional y personal.

Los agradecimientos originales que escribí antes también aparecen después de éstos. Quiero añadir a otras personas que no he mencionado y que han sido importantes en mi trabajo y vida desde entonces. Les agradezco a Denise Brogdon y a Regina Carey por su paciencia continua y su trabajo dedicado, profesional y de gran calidad. Y sobre todo por la amistad de todos estos años.

Gracias a Heine Esperon, de Babel Linguistics Inc., por su constancia en este proyecto a largo plazo cuando parecía tan difícil seguir trabajando para hacer posible que esta edición especial al español fuera el gran libro que es hoy. Quiero agradecerle por su labor incansable y su dedicación de todos estos años a pesar de la distancia geográfica y los cambios en su vida personal. Heine ha perseverado para que yo pueda compartir mi trabajo con lectores de habla española de todo el mundo.

Siempre les estaré agradecida a Ned Hallowell, John Ratey, Kate Kelly y Peg Ramudo quienes han estado presentes durante años cada vez que les he pedido ayuda. El trabajo de estos pioneros ha sido una contribución inmensurable para numerosos adultos a través de los años y para mí ha significado muchísimo que reconozcan mi trabajo.

Profesionalmente, a nivel local en el área de Detroit, quiero reconocer y agradecer el trabajo de todos los que forman parte de la “Red de Profesionales de Michigan para Adolescentes y Adultos con TDAH”. A nivel nacional, le doy las gracias a la “Asociación Nacional de Trastornos por Déficit de Atención”, así como a sus presidentes y miembros de la junta directiva anteriores y actuales, por todas las oportunidades que me han dado para crecer profesionalmente todos estos años. También agradezco a “Niños y Adultos con TDAH” (CHADD, según siglas en inglés), tanto en Michigan como a nivel nacional, por su apoyo de años.

Les agradezco a la comunidad de TDAH (demasiados para mencionarlos uno por uno) que me ha invitado para que les hable a las mujeres de todo el país. Les agradezco especialmente a los miembros de la comunidad internacional de TDAH por el trabajo maravilloso e inagotable que hacen y por invitarme a conocer a las mujeres en esas áreas.

Les doy las gracias a mi hijo Evan y a mi familia en los agradecimientos del libro original. Después que publiqué el libro por primera vez, tuve una hija que se llama Dasha, a la que le estoy eternamente agradecida. No deja de asombrarme su comprensión y aceptación innatas del TDAH.

A mi esposo, Dean, a quien aún va dedicado este libro por su continuo apoyo y amor…esta mujer con TDAH le da las gracias.

2013

AGRADECIMIENTOS (ADAPTACIÓN DE LA EDICIÓN ORIGINAL DE 1995)

Quiero agradecerle a un gran número de personas que me han apoyado a través de los años, tanto personal como profesionalmente.

Primero, quiero agradecer al grupo de personas que específicamente me ayudaron a conformar mis ideas para poder llevar a cabo este proyecto. Fue en gran medida el estímulo de mi editor, Tim Underwood, lo que me motivó a emprender este proyecto. Él reconoció que lo que yo había observado y discutido con él era relevante y merecía salir a luz. Quiero reconocer y agradecer a Howard Morris, de Frontier Productions, por muchas de las bellas imágenes que aparecen en el libro.

Quiero expresar mi más profundo aprecio al Dr. John Ratey, a Kate Kelly y Peggy Ramundo por su apoyo, no sólo en este proyecto, sino por su calor y estímulo en el curso de nuestra asociación personal y profesional. El libro de Kate Kelly y Peggy Ramundo “You Mean I’m not Lazy, Stupid or Crazy?!” fue un viraje importante para mí en lo personal y en lo profesional porque fue la primera vez que leí con tanta profundidad sobre la experiencia de la vida real de las mujeres que padecen de TDAH. La contribución del Dr. John Ratey al entendimiento del TDAH en los adultos es incalculable. Sus dos libros sobre TDAH, escritos junto al Dr. Edward Hallowell, “Driven to Distraction” y “Answers to Distraction”, le han abierto mundos de entendimiento a incontables adultos que se han esforzado para entender las complicadas experiencias de toda una vida.

Además de estas personas que he mencionado, este libro debe su culminación a las experiencias que comenzaron hace varios años. Me consta que no habría llegado a este punto sin el apoyo, el estímulo y la fe de muchas personas a lo largo del camino. Aprovecho esta oportunidad para expresarles a ellos mi más sincera gratitud.

Tuve la fortuna de crecer en una familia que valoraba las diferencias y la creatividad. Les expreso a ellos mi amor y gratitud por haberme dado la oportunidad de desarrollar y crecer a mi manera. Mi madre, Marion Shubow, me dio una combinación única de apoyo, estructura y libertad que me permitió ser capaz de desarrollar mis puntos fuertes sin tener que enfrentar las dificultades de ajustarme a las expectativas culturales más tradicionales. Mi padre, David Shubow, me enseñó el principio básico del proceso de creatividad: para crear, primero hay que ser capaz de destruir. Este concepto de pensamiento sobre la habilidad de desorganizar como una forma de crear nuevas estructuras, influenció mis ideas sobre vivir exitosamente con TDAH. Mi hermano Michael me enseñó que hasta las personas brillantes, si odian vestirse con pantalones de algodón, necesitan irse por una ruta menos tradicional en la vida. Y finalmente, Marie, que me dejó un extraordinario entendimiento y aceptación. Esto ha permanecido conmigo aunque ella haya partido hace muchos años.

Quiero también agradecer a Lucille Solden y al resto de la familia de mi esposo. Su aliento y constante apoyo me han sido inapreciables. Especialmente quiero agradecerle a Jodi, que me enseña cada vez que nos reunimos a respetar los misterios del cerebro y el poder del espíritu humano.

Deseo expresar también el gran amor y respeto que siento por mi hijo, Evan, quien me ha enseñado cada día de su vida sobre la complejidad y resistencia de los seres humanos. Su determinación me ha maravillado y me ha hecho ser más

consciente en mi trabajo y en mi vida personal de los pequeños éxitos y el reconocimiento que merecen los logros que son discretos.

Mi esposo y mejor amigo, Dean, ha dado de sí mismo mucho más de lo que imaginé que alguien podía darle a otra persona. Le estoy más que agradecida por las tantas horas que trabajó en este proyecto y la gran edición y síntesis que hizo con increíble paciencia para entender y organizar mis ideas. Su contribución a este libro es enorme. Sin embargo, más importante que su participación en este proyecto es nuestra vida juntos. Es con profundo aprecio que quiero agradecerle a Dean por su apoyo y amor incondicionales.

A todas las mujeres que se enfrentan a la desorganización y quienes han compartido sus historias conmigo tan abiertamente, quiero agradecerles especialmente. Ustedes me inspiran cada día para continuar rompiendo los moldes tradicionales y me dan aliento para seguir descubriendo maneras de compensar mis dificultades y poder seguir cultivando mis puntos fuertes. Y más aún, quiero agradecerles a todas mis clientas que tienen “padecimientos invisibles”. En medio de la confusión y el dolor, ustedes me han dado el privilegio de ser testigo de ejemplos relevantes de perseverancia, fuerza y valentía.

REFERENCIAS

Lo que sigue es una lista de referencias y recomendaciones. Estas referencias son en idioma inglés para los lectores que puedan consultarlas, ya que sus traducciones no están disponibles. No es una lista completa.

No he incluido muchos libros buenos ni recursos que son solamente para niños y adolescentes, excepto los libros que menciono sobre las niñas

Debido a que los medicamentos y la investigación de este tema cambian tan rápidamente, recomiendo que visite CHADD.org o add.org para obtener fuentes de información actualizadas (en idioma inglés). Para información actualizada de referencia sobre adultos y mujeres con TDAH, vea las referencias que aparecen en ADDJourneys.com, también en inglés.

ADD-Friendly Ways to Organize Your Life, Judith Kolberg, Kathleen Nadeau, Ph.D., Brunner-Routledge, New York, NY 2002

Attention Deficit Disorder: The Unfocused Mind In Children And Adults, Thomas E. Brown, Ph.D. Yale University Press, Aug 2005

Coaching College Students with AD/HD: Issues and Answers Patricia O. Quinn, Nancy A. Ratey, Theresa Maitland. Advantage Books, Silver Springs, MD, 2000

Conquering Chronic Disorganization, Judith Kolberg. Squall Press, Inc., DeCatur, GA , 1999

Defeating The 8 Demons of Distraction: Proven Strategies To Increase Productivity and Decrease Stress, Geraldine Markel, Ph.D., iUniverse Inc 2008

Finding a Career That Works for You, Wilma R. Fellman, M.Ed. Speciality Press Inc., Plantation, FL 2000

Finding Your Focus: Practical Strategies For Adults with ADD To Get On The Right Track, Judith Greenbaum, Ph.D. and Geraldine Markel, Ph.D. McGraw-Hill. Octubre de 2005

Gender Issues and AD/HD: Research, Diagnosis, and Treatment Kathleen G. Nadeau (Editor), Patricia O. Quinn (Editor) Advantage Books Silver Springs, MD 2002.

Capítulos 4 y 5: The Socio-Cultural Forces por Ellen Littman Ph.D. Role Expectations por Hope Langner CPCC MCCCapítulo 10: Hormonal Fluctuations and the Influence of Estrogen, escrito por Patricia O. Quinn, MD. Y Capítulo 16: Fibromyalgia/Chronic Fatigue and Women with ADHD por Jerry Littman, MD y Gail Rodin, MD. Capítulo 19: Addictions por Richardson, W.

Journeys Through ADDulthood, Sari Solden, MS Walker & Company, New York, NY 2002

Survival Tips for Women with AD/HD, Terry Matlen MSW, ACSW Specialty Press, Plantation, FL 2005

The Disorganized Mind: Coaching Your ADHD Brain to Take Control of Your Time, Tasks, and Talents, Nancy A Ratey Ed.M., MCC St. Martin's Griffin, New York, NY, 2008

The Keys to Creating a llife of Passion, Purpose & Possibility for Adults with ADHD, David Giwerc, Vervante, Huntington Beach, CA 2011

The Link Between ADD and Addiction: Getting the Help You Deserve, Wendy Richardson, MA. Pinon Press, Colorado Springs, CO 1997

The New Understanding of ADHD in Children and Adults: Executive Function Impairments, Thomas E. Brown, Routledge Taylor & Francis Group, New York, NY 2013

Understanding Girls with AD/HD, Kathleen Nadeau, Ellen Littman, Patricia Quinn, Advantage Books, Silver Springs, MD 1999

Understanding Women with AD/HD, publicado por Kathleen Nadeau, PhD. and Patricia Quinn, MD, Advantage Books, Silver Springs, MD 2002

Unleash the Power of the Female Brain: Supercharging Yours for Better Health, Energy, Mood, Focus, and Sex Daniel G. Amen, M.D., Three Rivers Press, New York, NY, 2013

What Does Everybody Else Know That I Don’t? Michele Novotni Ph.D. with Randy Petersen. Speciality Press Inc., Plantation, FL, 1999

You Mean I’m Not Lazy, Stupid, or Crazy?!, Kate Kelly & Peggy Ramundo. Scribner, New York, NY, 1995. 2da edición publicada en 2006

AYUDA ORGANIZATIVA

National Association for Professional Organizers (NAPO)www.napo.net

Institute for Challenging Disorganizationhttp://challengingdisorganization.org

ADHD Coaches Organizationhttp://www.adhdcoaches.org

REVISTAS

ADDitudewww.additudemag.com

PARA CONEXIONES

Organizaciones – Conferencias – Teleclases – Localizadores de grupos de apoyo

ADDA – National Attention Deficit Disorder Associationwww.add.org

CHADD – Children and Adults with Attention Deficit Disorderwww.chadd.org - localizador de grupos de apoyo en este sitio web

Attention Deficit Disorder Resources(Recursos sobre los Trastornos por Déficit de la Atención)www.addresources.org

APOYO, INFORMACIÓN Y CONEXIONES

http://www.tdah.com.ar

http://feaadah.org/es

http://www.adhdeurope.eu/adhd-europe/who-is-who/member/spanish-federation-of-adhd-supporting-associations.html

BIBLIOGRAFÍA

Algunas de las referencias usadas para la primera edición en inglés de este libro ya están fuera de circulación o impresión. Muchas de las citas pertenecen al comienzo de la polémica sobre este tema y fueron sacadas de seminarios o grabaciones que ya no podemos enumerar como referencias. En los casos posibles le dejo saber al lector la fuente de referencia y dónde hallar el trabajo actualizado de algún autor en particular.

Amen, D. (1993) Windows into the ADD Mind (Video). Fuera de circulación. B u s q u e e n M i n d w o r k s P re s s l a i n f o r m a c i ó n m á s a c t u a l i z a d a : www.mindworkspress.com

Brown, T.E. (Fall 1999). New Understandings of Attention Deficit Disorders in Children, Adolescents and Adults: Assessment and Treatment. Focus, The Official Newsletter of the National Attention Deficit Disorder Association. (Focus, el Boletín Oficial de la Asociación Nacional de Trastornos por Déficit de Atención) (Páginas 3 y 12).

Brown, T.E. (1998) Attention Deficit Disorder Scales. San Antonio, TX: The Psychological Corporation

Brown, T.E. (1995) ADD Without And Beyond Hyperactivity. Presentado en la Conferencia de la Asociación Nacional de Trastornos por Déficit de Atención (ADDA, en inglés) de Merrillville, Indiana

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Sussman, S. (1995) ADD in the Workplace. Presentado en la Conferencia de la Asociación Nacional de Trastornos por Déficit de Atención (ADDA, en inglés) de Merrillville, Indiana

Weiss, L. (1992) ADD In Adults. Dallas, TX: Taylor Trade Publishing

Zametkin, A.J. & Nordahl, T.E. & Gross,M. et.al.(1990) Cerebral Glucose Metabolism in Adults with Hyperactivity of Childhood Onset, New England Journal of Medicine, 323(20), páginas 1361-1366