La hermenéutica filosófica de Gadamer

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Este escrito proporciona el metodo hermenéutico elaborado por Gadamer.

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  • Revista Electrnica SincticaE-ISSN: [email protected] Tecnolgico y de Estudios Superioresde OccidenteMxico

    AGUILAR, LUIS ARMANDOLa hermenutica filosfica de Gadamer

    Revista Electrnica Sinctica, nm. 24, febrero-julio, 2004, pp. 61-64Instituto Tecnolgico y de Estudios Superiores de Occidente

    Jalisco, Mxico

    Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=99815918009

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    * Doctor en Filosofa por laEscuela Superior de Filosofa deMnich. Autor de los librosEn el lmite del universo. Lavisin cosmolgica de StephenHawking(1993) y de El de-recho al desarrollo(1999).Profesor-investigador del doc-torado de Filosofa de la Edu-cacin del ITESO.

    La hermenutica

    filosfica de Gadamer

    LUIS ARMANDOAGUILAR*

    P U E R T O S

    Hans Georg Gadamer (1900-2002) es con-siderado el padre de la hermenutica filosfica con-tempornea. La hermenutica o arte de la inter-pretacin es antiqusima, se remonta a los orgenesde la escritura y a la necesidad de encontrar el sen-tido de los textos. La obra del telogo alemnFriedrich Daniel Ernst Schleiermacher marca ungiro decisivo en la historia de la hermenutica.Hasta antes de l se conocan hermenuticas espe-cficas de las disciplinas dedicadas a interpretar lostextos legales, literarios o religiosos. Schleiermacherpropuso la sistematizacin de la hermenutica ge-neral como arte del comprender mismo, que sir-viera de base a las teoras y metodologas para lainterpretacin de textos. Gadamer se propuso de-sarrollar una nueva teora de la experiencia her-menutica en toda su extensin, recogiendo loshallazgos de Schleiermacher y otros pensadores,como Wilhelm Dilthey y Martin Heidegger.1

    La hermenutica filosfica es el arte del enten-dimiento2 que consiste en reconocer como prin-cipio supremo el dejar abierto el dilogo.3 Se orien-ta a la comprensin, que consiste ante todo enque uno puede considerar y reconsiderar lo quepiensa su interlocutor, aunque no est de acuerdocon l o ella. Es un saber peculiar: lo mucho quequeda por decir cuando algo se dice.4 La culmina-cin sera llegar a ponerse de acuerdo.5 Gadamerinsisti en que la peculiaridad de la hermenuticafilosfica que l se esforz en desarrollar radica enponer de relieve el carcter fundamentalmentemvil de la existencia, que es lo que constituye el

    carcter especfico y finito del ser humano y abar-ca la totalidad de la experiencia humana.6 La mo-vilidad a la que se refiere remite a las formas siem-pre provisionales de la comprensin. La insistenciaen la finitud de la existencia y, por tanto, de lacomprensin, pretende subrayar el alcance de todoconocimiento, en claro contraste con la preten-sin de tener un conocimiento objetivo como elque persiguen las ciencias, como si fuera posibleasentar su carcter definitivo por el mero recursodel mtodo y, lo que es ms importante, como side ese modo fuera posible que el ser humano lo-grara una comprensin definitiva de s mismo. Hayque contar con la posibilidad de que exista des-acuerdo y, a partir de l, retomar la conversacinuna y otra vez.

    La pretensin de Gadamer es integrar el pro-greso de la ciencia y el del pensamiento en unaconcepcin unitaria de la experiencia del mundoque se fundamenta en un lenguaje comn. Su in-tencin se orienta a comprender las condicionesde la solidaridad humana. Su punto de partida esla experiencia de la finitud de la comprensin, quese desprende del ser humano. La insistencia en elmtodo no nos lleva a la verdad. La filosofa esms que saber verdades. Al tratar de establecer loslmites de la ciencia y de sus pretensiones de obje-tividad, la hermenutica como experiencia dejaabierta la puerta a una manifestacin del ser, porencima de los lmites evidentes del contexto in-mediato. Aqu se evidencia hasta qu puntoGadamer hizo suya la tesis heideggeriana que afir-

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    ma que el lenguaje es la casa del ser. Pero paracomprender hay que comenzar por reconocer quelo dicho en una conversacin no es lo decisivo. Loque hace que lo dicho se convierta en palabra es lono dicho que en lo dicho podamos captar. Hablares buscar la palabra. Encontrarla es rebasar un l-mite. Quien de verdad quiere hablarle a alguien,comunicarse, busca la palabra adecuada, porquecree que lo que no logra decirse est por encimade los lmites de lo finito; precisamente porqueno se consigue, comienza a resonar en el otro.7

    Gadamer llega a hablar de la necesidad deaprender la virtud hermenutica: la exigencia de,ante todo, comprender al otro. El sujeto est enrelacin consigo mismo, se autoposee, no de ma-nera esttica sino a travs de un continuo procesode relacin con el otro y con su mundo. La her-menutica conlleva una exigencia moral: llegar alotro a travs de la palabra y del esfuerzo del concep-to (Hegel). Para eso es necesario el olvido de smismo, lo que segn Gadamer constituye una de

    las grandes bendiciones del arte y una de lasgrandes promesas de la religin.8 El arte es la pro-mesa de que sus obras pueden abrirse camino enmedio del mundo de nuestros prejuicios con talfuerza que nos permite un acceso casi directo a laexperiencia de la comprensin. Junto con la reli-gin, nos conduce a relativizar nuestra propia po-sicin individual, nuestros prejuicios, deseos ypuntos de vista, y nos lleva a un exitus, a una sali-da de nosotros para dejar que lo otro se abra ca-mino en nosotros. En estas condiciones es posibleque nos planteemos las grandes preguntas metaf-sicas, de modo que nuestra comprensin del mun-do no se reduzca al que nos ofrece el conocimien-to cientfico ni el curso de la tcnica.9

    Acceder a la propia morada

    En una charla que sostuvo a los cien aos de edad,10

    Gadamer reiter el temor que lo acompa a lolargo de toda su vida: la posibilidad de que la es-

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    pecializacin y todo lo que significa vivir en unmundo tecnificado los peligros de los mediosmasivos para la cultura de la comunicacin, el fun-cionamiento masivo de las universidades, la ticadel rendimiento, el optimismo del progresoimpidan el aprendizaje, que sera la derrota delverdadero dilogo y de la capacidad de compren-sin. Esto equivale a la imposibilidad de que el serhumano llegue a estar en casa o acceda a su mo-rada, es decir, su ethos, trmino que Gadamer uti-liza en el sentido que le atribuan los antiguos grie-gos: las viviendas, el sedentarismo y cualquier lugaren un marco de convivencia ordenada.11

    La morada del mundo es el mundo tecnificadoy dominado por la informtica, que tiende a uni-formarlo todo. Para contrarrestar esta tendencia,Gadamer considera necesario cultivar el lenguajeen sus posibilidades ms propias: encontrar la pa-labra precisa, pero tambin el silencio elocuente.Estar presente en el dilogo es lo ms opuesto a larutina del dilogo polmico, la disputa, la reac-cin que busca contradicciones o inconsistenciaslgicas, el lenguaje periodstico que se reduce a unsimple trabajo informativo, etctera.

    Adems, es necesario defender el dilogo en suposibilidad interna de verdad, particularmentecontra la sumisin a las reglas de la lgica aparen-te de la sofstica. Cabe preguntar si a esta actitudsubyace un rechazo del mundo moderno. EnGadamer encontramos una actitud ambivalente.Por una parte, la plena afirmacin de la historia,sus tradiciones, los logros culturales y particular-mente las obras de arte; por otra, un cierto pesi-mismo asociado a lo que el mundo ha llegado aser en la era de la tcnica. En toda su obra muestratemor frente al peligro de absolutizacin de la cien-cia, a que se depositen en ella expectativas des-medidas respecto de sus posibilidades. Esta ten-dencia slo podra contrarrestarse gracias a laspromesas de las religiones, a la vigencia perma-nente de las preguntas metafsicas y a la fuerzacon que se abren camino las obras de arte, queson como las fuentes de las que se nutre el climabsico para la convivencia y la conversacin.

    El mundo es morada porque, a pesar de losriesgos que encierra, estamos en conversacin,en bsqueda de aquello que intentamos expresar

    por encima de todas las palabras encontradas obuscadas. Ah reside la esencia del comprender yde la comunicacin12 cuya forma ms acabada seda en la amistad. Lo que hace que algo sea unaconversacin es el hecho de que encontremos enotro algo que no habamos encontrado en nuestraexperiencia del mundo. La conversacin posee unafuerza transformadora afn a la de la amistad.13

    Conversacin, lmite y esperanza

    La conversacin y el entendimiento son indispen-sables. Pero son slo un paso. El vnculo social esmucho ms fuerte que el vnculo dialgico, quecorre el riesgo de quedarse en el orden puramenteintelectual. Los vnculos humanos son preverbalesy abarcan la realidad ms honda de las personas.La actitud hermenutica es del todo necesaria, peroresulta insuficiente para hacer de este mundo unaverdadera morada en la que haya lugar para to-dos.

    Gadamer constat los lmites de toda compren-sin, cuyo origen ltimo se encuentra en la limi-tacin del ser humano. El hombre es como unapalabra a medias, un balbuceo que slo se com-pleta y se vuelve inteligible con el otro y por elotro. Por la escucha recproca y la conciencia deque aun la comprensin ms lograda tiene algode provisional, una reserva de silencio en espera deuna mejor comprensin, lo propio del hombrequeda abierto a un horizonte de esperanza. Comola obra de arte, la verdad que se da y se comunicaen el dilogo es inagotable. De ah su carcter depromesa. Esa es la fuente de la esperanza de que elser humano no se reduzca a una especie de dilo-go trunco. El esfuerzo por salir de s hacia el otro,concediendo que quiz sea l quien tenga la ra-zn, abre el horizonte esperanzado de un dilogoen el que siempre est presente la palabra y la pre-sencia de los otros, aun de quienes nos precedie-ron y de aquellos que se pretende excluir de laconversacin. Al conversar el ser humano trascien-de su lmite, se hace dilogo, se vuelve capaz deesperar comprender ms, comunicar ms.

    Educarse y formarse en la era de la tcnica esaprender sus verdaderos alcances, as como sus l-mites. Esta es una tarea difcil que supone una

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    P U E R T O Sactitud positiva, esperanzada, confiada en la ca-pacidad del ser humano para producir lo que ne-cesita y reorientar sus capacidades y logros. Elmundo no tiene un destino determinado por latcnica. No es el ser lo que se ha olvidado. Lo quehay que recordar es lo humano, y los riesgos dedeshumanizar. Educarse en la escucha, la acogidadel otro, la colaboracin, la comprensin y la trans-formacin del mundo, en el sentido de que res-ponda a los anhelos ms profundos de las grandesmayoras, a sus capacidades de invencin y de crea-cin. La solidaridad es el presupuesto bsico parala creacin de convicciones comunes. Para quepuedan existir la comprensin, la solidaridad y launidad entre los hombres es necesario escuchar.Esos son los fines que Gadamer asigna a la educa-cin. Haber insistido en ello es parte de su ricaherencia.

    Notas

    1. Maceiras Fafin, Manuel y Julio, Trebolle Barrera.La hermenutica contempornea, Cincel, Bogot,1990, p.23.

    2. Cfr. Gadamer, Hans Georg. Verdad y mtodo, vol.II, Sgueme, Salamanca, 1992, p.243.

    La dialctica de Hegel (1980 2), Ctedra, Madrid.3. Cfr. Grondin, Jean (comp.). Gadamer Lesebuch,

    Mohr Siebeck, Tbingen, 1997, p.27.4. Dialogisches Gesprch. En Grondin, Jean (comp.),

    op. cit, p.186.5. Cfr. Gadamer, Hans Georg. Vom Wort zum Begriff.

    En Grondin, Jean. Op. cit, p.107.6. Cfr. Gadamer, Hans Georg. Verdad y mtodo, vol.

    I, 6. Ed. Sgueme, Salamanca, 1996, p.12.7. Cfr. Gadamer, Hans Georg. Poema y dilogo, Gedisa,

    Barcelona, 1993, p.12.8. Gadamer, Hans Georg. Vom Wort zum Begriff,

    en Grondin, Jean. Op. cit, p.110, cfr. nm.29.9. Mauricio Beuchot ha mostrado el modo en que

    Gadamer defiende la posibilidad de la metafsicacomo ontologa fundamental: Gadamer cree que,a travs del lenguaje, pero en su forma de conversa-cin, puede recuperarse la posibilidad de hacermetafsica, de or la voz del ser, pero en el murmu-

    llo del lenguaje mismo. Cfr. Beuchot, Mauricio.La bsqueda de la ontologa en Gadamer, en In-tersticios, publicacin semestral de la Escuela deFilosofa de la Universidad Intercontinental, ao6, nms. 14 y 15, 2001, p.39. La metafsica con-siste en la pregunta por las cosas. Esta caracteriza-cin me parece pobre. Creo que sera necesariomostrar que tambin tiene un aspecto afirmativo,de respuesta, que es lo que ha intentado el mismoBeuchot. Cfr. Beuchot, Mauricio. Las caras del sm-bolo: el cono y el smbolo, Caparrs, Madrid, 1999,pp.7371.

    10. Cfr. Gadamer, Hans Georg. Educar es educarse,Paids, Barcelona, 2000.

    11. Gadamer, Hans Georg. La herencia europea, Penn-sula, Barcelona, 2000b, p.117. Gadamer recuerdaque el ethos es lo que le da valor al logos, a la lgica.Ethos, no es, sin embargo, nada alto y sublime,sino el ser creado que uno es y que no puede ha-cer, aunque haya sido el propio hacer, dejar u omi-tir lo que le ha hecho a uno como es. Cfr. Ibdem,p.153.

    12. Cfr. Gadamer, Hans Georg. El giro hermenutico,Ctedra, Madrid, 1998, p.59.

    13. Cfr. Gadamer, Hans Georg. Verdad y mtodo, op.cit, p.209.

    Bibliografa

    Beuchot, Mauricio La bsqueda de la ontologa enGadamer en Intersticios, Nmero Especial, Publi-cacin Semestral de la Escuela de Filosofa de laUniversidad Intercontinental, Ao 6/nms. 14 y15/ 2001, p. 39.

    Las caras del smbolo: el cono y el smbolo (1999).Caparrs, Madrid, pp. 43-71.

    Clreary, John y Pdraig Hogan The reciprocalcharacter of Self-Education en Journal of Philosophyof Education, vol.35, nm.4, Blackwell, Oxford,2001.

    Kosellek, Reinhart y Hans Georg Gadamer. Historia ylenguaje: una respuesta, Paids, Barcelona, 1997.

    Jaln, Mauricio y Fernando Colina. Pasado y presente,Dilogos, Cuadro, Madrid, 1996.