k)228/319 sección 4 - OLA · tierras de relleno sobre la antigua costa hoy “naturali-zada”...

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228 Anónimo. Vue des travaux dans l'Av. de Mayo depuis Santiago del Estero vers l'Ouest. Detalle. 28 de marzo de 1912. (Cat. nº 301) Construir la gran capital Anonymous. Vue des travaux dans l'Av. de Mayo depuis Santiago del Estero vers l'Ouest. Detail. March 28, 1912. (Cat. nº 301) Sección / 4 Section / 4 Building the Great Capital

Transcript of k)228/319 sección 4 - OLA · tierras de relleno sobre la antigua costa hoy “naturali-zada”...

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Anónimo. Vue des travaux dans l'Av. de Mayo depuis Santiago del Esterovers l'Ouest. Detalle. 28 de marzo de 1912. (Cat. nº 301)

Construir la gran capital

Anonymous. Vue des travaux dans l'Av. de Mayo depuis Santiago delEstero vers l'Ouest. Detail. March 28, 1912. (Cat. nº 301)

Sección / 4

Section / 4Building the Great Capital

11.. FFrroomm tthhee sskkyy:: bbaalllloooonnss,, ppllaanneess aanndd sskkyyssccrraappeerrss

During the Centennial a novel and exciting possibility forarriving in Buenos Aires was added to the traditional waysto come from the river through the port, or from thepampas through its dusty roads or by its modern trains:arrival by air. Until the beginning of the 20th century, notraveller coming closer to Buenos Aires could see thewhole city in a single glance. This opportunity, so trivialfor the inhabitants of a city in a mountain valley, wasdenied to porteños and visitors. The flat surface of thepampas and the wide river only allowed seeing the cityfrom afar, rising barely above the line of the horizonsmoothly flattened by the dome of a perfect sky, orspreading successively and regularly along the straightline streets of the grid.

Only in the elaborated bird´s eye view of the 19thcentury or from the church towers, did the inhabitants ofBuenos Aires have the possibility to see the wholeextension of the city at one time. This possibility oflooking at themselves, denied by the geography andhindered by the grid layout, was a novelty for the fearlessinhabitants that ascended in the balloons risingperiodically in the sites of the International Exhibition ofTerrestrial Transports in Palermo, as one of the bigattractions of the Centennial celebrations.1 It was alsothe brave aviators' privilege, like the Italian Cattaneo andthe Newbery brothers who broke records flying over citiesand rivers for the first time.2 And for the less fearless, butnot less adventurous photographers, turned into graphicurban chroniclers, who climbed to the top of whatevernew high building was built to document the city in everydirection.

The vertiginous dizziness caused by the biginfrastructure works, as the iron bridges in fullconstruction over the Riachuelo River, did not scare these

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11.. DDeessddee eell aaiirree:: gglloobbooss ccaauuttiivvooss,, aavviioonneess yy rraassccaacciieellooss

A las tradicionales llegadas a Buenos Aires desde el ríopor el puerto, o desde la pampa por sus polvorientoscaminos o sus modernos trenes, se agregaba en el Cen-tenario la posibilidad de una novedosa y excitante lle-gada desde el aire. Hasta principios del siglo XX, nin-gún viajero al acercarse a Buenos Aires podía abarcarla ciudad entera en una sola mirada. Esta circunstan-cia, tan trivial para cualquier habitante de una ciudadsituada en un valle montañoso, estaba negada a por-teños y visitantes. La chata geografía de la pampa y elancho río sólo permitían ver de lejos la ciudad levan-tándose apenas al fondo de un horizonte aplanado porla cúpula de un cielo perfecto, o desplegándose suce-siva y regularmente a lo largo de las rectas calles de lacuadrícula.

Sólo en las elaboradas perspectivas a vuelo de pá-jaro del siglo XIX o desde las torres de las iglesias, loshabitantes de Buenos Aires tuvieron la posibilidad deabarcar en una sola mirada toda la extensión de laciudad. Esta posibilidad de verse a sí mismos, negadapor la geografía y dificultada por la cuadrícula, fueprimicia para los osados habitantes que subieron alos globos cautivos que se elevaban periódicamenteen los predios de la Exposición Internacional deTransportes Terrestres en Palermo, como una de lasgrandes atracciones de las fiestas del Centenario.1

También fue privilegio de los aguerridos aviadores,como el italiano Cattaneo y los hermanos Newberyque batían records sobrevolando ciudades y ríos porprimera vez.2 Y para los menos osados pero no menosaventureros fotógrafos convertidos en gráficos cro-nistas urbanos, que se subieron a cuanto nuevo edi-ficio alto se levantaba para documentar la ciudad alos cuatro vientos.

El vértigo de las grandes obras de infraestructura,como los puentes de hierro sobre el Riachuelo en ple-na construcción, no amedrentó a estos fotógrafos,quienes tomaron desde sus aún incompletas alturas al-gunas de las más interesantes vistas aéreas del sur dela ciudad. También volvieron a subir a los altos de lacasa de gobierno, como sus antecesores décadas antes,dejando un excelente testimonio de la transformaciónde la ribera norte y sur de la ciudad. En esta serie defotos se ve, entre otras cosas, el gran movimiento detierras de relleno sobre la antigua costa hoy “naturali-zada” como parte de la ciudad. En realidad, se observael proceso de construcción de la nueva geografía de laciudad, más plana aún que la original, alejando el ríocon las dársenas portuarias y con tierra de relleno traí-da de barrios altos, rediseñando su barranca natural,alisando y tapizando el suelo urbano hasta hacer casidesaparecer los tímidos accidentes geográficos de lapampa: algunas tierras un poco más elevadas y algu-nos arroyos que corrían hacia el Río de la Plata, aque-llos que tanto habían dificultado durante la Colonia lacomunicación con los entonces suburbios sur y nortede la ciudad.

Desde el aire, sólo se percibían diferencias de altu-ras y densidades de la masa construida, su volumen yextensión, los grandes espacios abiertos y muy poco delos bordes desgranados dentro del extenso ámbito mu-nicipal. Así muestran la ciudad algunas de las fotos to-madas desde globos, que fueron publicadas y divulga-das con fruición por las revistas populares como Carasy Caretas y PBT.

De este modo, los adelantos tecnológicos modernospermitieron a los habitantes de Buenos Aires mirarse así mismos, justo cuando la gran expansión demográfi-ca y física de la ciudad en vías de convertirse en unaextensa y compleja metrópolis, hacía imposible abar-

A City under Construction Una ciudad en obra

Margarita Gutman

Anonymous. Construction of President Nicolás Avellanedatransporter Bridge. 1913. (Cat. nº 141)

Anónimo. Construcción del puente trasbordador Pte. Nicolás Avellaneda.1913. (Cat. nº 141)

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photographers who took some of the most interesting airviews of the southern parts of the city from those yetuncompleted heights They also went up theGovernment's House again, as their predecessors decadesbefore, and left an excellent testimony of thetransformations in the northern and southern waterfrontalong the river. In this series of photographs one can see,among other things, the great movement of earth forlandfill along the old coast, today “naturalized” as part ofthe city. In fact, the pictures showed the constructionprocess of the new city landscape, even flatter than theoriginal one, drawing back the river with the port innerharbors and with earth for filling low lands brought fromhigher areas, redesigning the natural cliffs, flattening andcovering the urban ground until the shy geographicalfeatures of the pampas almost disappeared: smoothheaps of land and streams running to the Rio de la Plata,which had hindered communication between the currentsouthern and northern suburbs of the city during theColonial period.

From the air, the observer could perceive onlydifferences in heights and physical mass, their volumeand extension, big open spaces, and very little of thediscontinuous borders of the large municipal area. Thecity was shown in this way in some of the pictures takenfrom the balloons which were published and displayed bypopular magazines like Caras y Caretas and PBT.

Likewise, modern technological advances allowed theinhabitants of Buenos Aires to look at themselves, justwhen the great demographic and physical expansion ofthe city, on its way to becoming a large and complexmetropolis, made it impossible to catch a glance of thewhole city from one vista. This was another sign of themodern times and the beginning of the process thatturned Buenos Aires into a metropolis. To recreate thephysical extension of the city in a single image, it wasnecessary to appeal - not only to the visual images fromthe air - but also to the abstract drawings of the plans.

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car toda la ciudad desde un sólo punto de vista. Era és-te un signo más de los tiempos modernos y el comien-zo de la metropolización de Buenos Aires. Para recom-poner en una sola imagen la extensión física de la ciu-dad, era necesario entonces recurrir no sólo a las vi-suales desde el aire, sino a las gráficas abstractas delos planos.

22.. PPllaannooss:: uunn tteerrrriittoorriioo ccaassii vvaaccííoo bbaajjoo eell iimmppeerriioo ddeellaa ccuuaaddrrííccuullaa

Los planos de la época, como los municipales desde1904 en adelante, o los de las guías Baedeker o el Peu-ser de 19123 exhiben una imagen familiar para nues-tro tiempo: la ciudad aparece con los límites actualesdefinidos por la avenida General Paz y su aspecto ge-neral está determinado por el trazado en cuadrículaque se extiende con leves giros por toda la ciudad. Es-ta cuadrícula es la misma que hoy se reconoce con po-cas variaciones en los planos de toda el área metropo-litana de Buenos Aires. ¿Por qué? porque la cuadrículaha sido el modelo de expansión física que más persis-tió a lo largo de la historia de Buenos Aires, el que fueadoptado siguiendo distintas motivaciones en cadauna de las épocas en las que se tomaron decisiones ex-plícitas o implícitas sobre el destino de la metrópolisdesde su punto de vista físico.

A pesar de la vertiginosa rapidez de la expansión dela ciudad en los barrios y la radical transformación delcentro, y a pesar de las quejas por los “adefesios”, lasgrandes alturas permitidas en los edificios del centro yla falta de un plan general, el crecimiento de la ciudadfue ordenado y controlado. Desde 1904 la Municipali-dad contaba con planos que establecían la apertura detodas las calles del municipio, extendiendo la cuadrí-cula del trazado colonial sobre todos los terrenos aunsin dividir ni lotear.4 Eran terrenos rurales o con acti-vidades periurbanas, como hornos de ladrillos y cha-cras o tierras baldías apenas cruzadas por los antiguoscaminos y arroyos. El trazado de las nuevas calles si-guió una minuciosa cuadrícula que sólo respetó anti-guos caminos como Triunvirato o Rivadavia o el cami-

no a Puente Alsina, o propiedades ya subdivididas enalgunos barrios como Nueva Chicago o Belgrano o Vi-lla Las Catalinas y Villa Modelo, las dos últimas luegoenglobadas en Villa Urquiza.5 Desde 1904 en adelante,al tiempo que comenzaba la gran expansión de la ciu-dad en los barrios, la Municipalidad contó con los ins-trumentos necesarios para abrir las nuevas calles amedida que se iban subdividiendo y loteando las anti-guas propiedades y terrenos municipales.

Es interesante destacar que el dibujo de lo que ibana ser las calles de la ciudad, elaborado por los técnicosde la Municipalidad a fines del siglo XIX, se realizó mu-cho antes de que esos sitios se hubieran realmente po-blado, construido sus casas y desarrollado una vida so-cial. A comienzos del siglo XX la ciudad capital era máspapel, buenas intenciones de mejoras y miles de discu-siones sobre su destino, que realidad construida. De al-gún modo, esta situación repitió —basándose en diag-nósticos y motivaciones cargados con los saberes de laépoca tanto locales como internacionales— la mismaacción normativa del trazado de las ciudades colonia-les, que se caracterizaron por existir primero en el pa-pel, en las normas y en la legislación y luego en la rea-lidad. La administración municipal reeditó, posible-mente sin saberlo ni quererlo, en una nueva clave mo-derna, este rasgo característico de la ciudad colonialhispanoamericana, tan distinto al modelo anglosajóndonde la ciudad fue tomando forma a partir de las ins-tituciones creadas por sus habitantes.6

El sector más construido de la ciudad en 1910 cu-bría apenas un quinto del territorio municipal estable-cido con sus actuales límites en 1887. Las calles quecontaban con un perfil más continuo de fachadas ocu-paban cerca de 45 manzanas hacia el oeste de la Pla-za de Mayo y 13 a cada lado de Rivadavia.7 Desde allí,las zonas más o menos edificadas se extendían en aba-nico principalmente hacia el oeste y el norte, haciadonde la ciudad crecía con más rapidez. Dejando mu-chos vacíos y creciendo en forma deshilachada y portentáculos —tal como luego se repetiría en el creci-miento del suburbio metropolitano— la mancha edifi-cada llegaba hasta Flores y los alrededores de la Cha-

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carita; Belgrano aún estaba algo separado de Palermoy cerca del deslinde del municipio se encontraba el ba-rrio Saavedra; hacia el noroeste despuntaban los ba-rrios que luego formarían Villa Urquiza y hacia el oes-te, Villa Devoto. Por contraste, en la otra mitad del mu-nicipio, de Rivadavia hacia el sur, salvo los viejos ba-rrios de la Boca y Barracas, el resto estaba casi vacío.Los servicios de agua, cloacas y alumbrado, así comolos pavimentos de las calles, eran muy inferiores en lazona sur, situación que provocaba continuas demandasde mayor atención. Sin embargo, hacia el sur indus-trial, a través del Riachuelo, se había formado el pri-mer continuo edificado con el partido de Avellaneda.

33.. LLaa ffoorrmmaacciióónn ddee llooss bbaarrrriiooss yy llaa ccaassaa pprrooppiiaa

El enorme aumento de la construcción registrado en laprimera década del siglo XX, evidenciada en el inéditoaumento en las cifras de viviendas nuevas,8 se localizódesde 1904 en los loteos de los nuevos barrios que co-menzaron a formarse en esos años, marcando unanueva tendencia en el crecimiento de la ciudad. Alproceso de concentración y densificación en el centroproducido a fin del siglo XIX, le siguió esta tendenciaexpansiva que incrementó la superficie ocupada prin-cipalmente hacia el oeste y el norte de la ciudad. Laexpansión en los barrios fue posible, entre otros facto-res, por una nueva modalidad del mercado inmobilia-rio que ofrecía facilidades para comprar lotes a crédi-tos pagaderos en numerosas mensualidades; por unaumento de los salarios, producido por la bonanzaeconómica entre 1904 y 1912, y por el tendido de lasvías de tranvías —electrificados desde 1897— que per-mitían viajar diariamente con facilidad al centro, yeran complementados en algunos barrios por el servi-cio de trenes.9

En los barrios, miles de habitantes de pocos o me-dianos recursos comenzaron a concretar el sueño de lacasa propia, que tan importante papel tendría másadelante en la consolidación de las capas medias urba-nas. Aun cuando los barrios más alejados del centropermanecieron por muchos años con escasa o nula in-

fraestructura de servicios, las calles se fueron poblan-do de casas más bien bajas, que muchas veces comen-zaban con una casilla de chapa, luego una habitacióny al fin la casa de ladrillos que se ubicaba sobre la lí-nea municipal o detrás de un muro a la espera de laconstrucción de la sala. Estas casas eran levantadaspor albañiles y constructores, la mayoría inmigrantesitalianos, o por algunas de las compañías constructo-ras cuyos anuncios poblaban las páginas de revistas ydiarios. Los barrios contaban con unos pocos edificiosimportantes, como iglesias y colegios, ubicados sobrelas calles principales y alrededor de las plazas.

De este modo, el mercado inmobiliario y la peque-ña iniciativa privada de miles de habitantes construye-ron los barrios de la ciudad. No hubo en Buenos Airesningún gran propietario urbano o empresa inmobilia-ria con facultades para decidir por su cuenta por dón-de se abrían las calles en su terreno. Esta decisión, co-mo se ha mencionado más arriba, estaba en manos dela Municipalidad, quien a lo largo de los años se ocu-pó de conservar los rasgos de regularidad y homoge-neidad que permitía el trazado en cuadrícula repitien-do la herencia colonial, aun cuando los entendidos encuestiones urbanas se quejaban amargamente de laslimitaciones de la cuadrícula.

Una vez comprado el terreno, los propietarios de-bían atenerse a un conjunto de reglamentaciones mu-nicipales que desde la década de 1870 normaban laedificación en la ciudad, y desde 1910 debieron respe-tar el Nuevo Reglamento de Construcciones que fijaba,entre otros aspectos, las nuevas alturas permitidas so-bre calles y avenidas, las alturas y ventilaciones de lashabitaciones y los materiales de construcción, prohi-biendo la construcción en madera en casi todo el perí-metro municipal.

Estas normativas, junto con las concesiones de lí-neas de tranvías y de mercados otorgadas a empresasprivadas, marcaban las tendencias de expansión delmercado inmobiliario, uno de los mejores negocios dela época: “La tierra es oro” rezaba un cartel anuncian-do uno de estos remates en los barrios. La respuestamunicipal a los requerimientos de los vecinos —trans-

22.. PPllaannss:: aa tteerrrriittoorryy aallmmoosstt eemmppttyy uunnddeerr tthhee llaayyoouuttooff tthhee ggrriidd

The plans dating from those times, as well as themunicipal ones from 1904 onwards, or those publishedin the Badaeker or Peuser guides from 1912,3 show afamiliar image: the city appears with its present limitsalong Avenue General Paz and that general appearanceis determined by the grid layout meandering smoothlythroughout the city. This grid is the same that nowexists with few differences in the plan of the BuenosAires metropolitan area. Why? Because the grid modelof physical expansion was the longest lasting layout inBuenos Aires’ history, which was adopted for differentreasons each time that explicit or implicit decisions weretaken about the physical destiny of the metropolis.

Despite the dizzying expansion of theneighbourhoods and the radical transformation of thecity centre, complaints about “ridiculous” construction,the allowed heights of downtown buildings, and theabsence of a general plan, the growth of the city wasorderly and controlled. From 1904 on, the Municipalityhad plans establishing all municipal street layouts, whichexpanded the colonial grid over all sites not yet dividedinto lots.4 In these areas, rural or peripheral activitieswere performed in brick kilns, on farms, or on vacantsites crossed only by old roads and streams. The layoutof new streets followed a careful grid, respecting only oldroads such as Triunvirato or Rivadavia or the road toAlsina Bridge, or estates already subdivided into someneighbourhoods like Nueva Chicago, Belgrano, Villa lasCatalinas, or Villa Modelo; the last two later became VillaUrquiza.5 From 1904 onwards, by the time the greatexpansion of neighbourhoods had started, theMunicipality had the necessary elements to lay out newstreets while old estates and municipal lands were beingsubdivided into lots.

It is interesting to mention that the layout of theprospective city streets, undertaken by municipaltechnicians by the end of the 19th century, had beenmade long before sites were effectively occupied, housesbuilt, and social life developed. At the beginning of the

20th century, the capital city was more a creation in paper,with good intentions, and thousands of discussions about itsfuture, than a constructed reality. In some way, this situationrepeated –based on both diagnosis and intentions, supportedby both national and international knowledge of the time- thesame normative view of the layout of colonial cities: first onpaper, secondly in norms and legislation, and lastly in reality.Municipal administration established a new modern process,probably unaware and unintended, of a characteristic designof the Hispano-American colonial city, so different from theAnglo-Saxon model where cities took their form from theinstitutions created by their inhabitants.6

The most built-up part in the city in 1910 covered only afifth of the municipal territory within the limits established in1887. Streets having a more continuous line of facades werefound in 45 blocks towards the west of the Plaza de Mayo andin 13 blocks along the avenue Rivadavia.7 From this point themore or less constructed areas spanned mainly towards thewest and north, the latter being the point where the city wasgrowing fastest. This pattern of growth left many vacantspaces, following the form of tentacles – a pattern laterrepeated in the growth of the metropolitan suburbs- , with thebuilt area stretched to Flores and Chacarita surroundings;Belgrano was still somehow separated from Palermo and theSaavedra neighbourhood was near the municipal boundary;towards the northwest sprang up the neighbourhoods thatlater would form Villa Urquiza and towards the west, VillaDevoto. On the other side, in the other half of themunicipality, from Rivadavia towards the south, the rest wasalmost empty, except for the old neighbourhoods of La Bocaand Barracas. The water, street lighting, sewerage, and streetpavements were of an inferior quality in the southern area, asituation that generated continuous demands for moreattention. However, towards the industrial south, across theRiachuelo River, the first buildings were forming the district ofAvellaneda.

33.. TThhee ffoorrmmaattiioonn ooff tthhee nneeiigghhbboouurrhhooooddss aanndd pprriivvaattee hhoommeess..

The enormous increase in construction registered in the firstdecade of the 20th century, reflected in the unprecedentedincrease in the numbers of new dwellings,8 took place from

1904, with the division of lots in new neighbourhoods thatbegan appearing in those years, marked a new tendency in thecity growth. This expansion, which increased the occupiedareas mainly towards the west and the north of the city, wasfollowed by a concentration and densification process in thecentre by the end of the 19th century. Neighbourhoodexpansion was made possible by, among other factors, a newmodality in the real estate market that offered facilities to buylots with loans payable in various installments. Since there wasan increase in wages as the result of a period of economicwealth from 1904 to 1921, and because streetcar rails –whichafter 1897 were electric – spread and allowed easy downtowntravel everyday, the possibility existed for commuting viatrains in some neighbourhoods.9

In the barrios, thousands of inhabitants with low oraverage incomes began to achieve the dream of having theirown house, a reality which would play a most important rolein the consolidation of the urban middle class. Even if theneighbourhoods most distant from the centre remained with arather poor or no infrastructure services for many years, thestreets started to be populated with single-storey houses thatvery frequently began as a metal sheet hut, then turned intoa room, and finally ended up being a brick house. These werebuilt along a line set by municipal authorities or behind a wallawaiting the construction of the living-room. These houseswere put up by masons and builders, most of them Italianimmigrants, or by some of the construction companies whoseadvertisements covered the pages of magazines andnewspapers. The neighbourhoods had a few importantbuildings, such as churches and schools, placed on mainstreets and around plazas.

In this way, the real estate market and the thousands ofprivate efforts built the city’s neighbourhoods. There was nogreat urban landowner or real estate company in Buenos Aireswith the authority to decide by themselves about the layout ofstreets in their land. This decision, as mentioned above, was inthe hands of the Municipality which during the years had beenin charge of preserving the regularity and homogeneity of thegrid layout from colonial times, even when the experts in urbanmatters complained bitterly about the limitations of the grid.

Once the land was bought, the owners had to comply witha body of municipal regulations which, from the 1870’s,

regulated construction in the city. After 1910, owners had tofollow the New Construction Regulations that settled, amongother things, the new height of buildings permitted on streetsand avenues, the height of rooms, vents, and constructionmaterials, banning the use of wood from construction inalmost the whole municipal area.

These regulations, together with the concessions ofstreetcar lines and markets granted to private companies,influenced the expansion of the real estate market, one of thebest business at the time: “Land is gold” read a posterannouncing one of these auctions in neighbourhoods. Themunicipal answer to the neighbours’ requirements –transport,paved streets, a sewerage system, lighting, running water, andwaste water drains- was slow and, in the cases of the transportand lighting, were solved by means of agreements with privateservice companies. The Municipality only invested in andlegislated these services in order to develop theneighbourhoods, differentiating its investments between thesouthern and the northern neighbourhoods, between whichthere was a strong contrast. Although these activitiescontrasted with the constant attention and the importantinvestments that the Municipality and the nationalgovernment carried out to foster improvements downtown,these municipal actions contributed to provide Buenos Airesneighbourhoods with a homogeneous recognizable urbanquality within the physical and social diversity that stillcharacterizes the city today.10

44.. NNeeiigghhbboouurrhhoooodd ggrroowwtthh11

Between 1904 and 1914, the growth of the different areas ofthe city was uneven: first populated areas grew little or noneat all, but the newest, as well as the faraway and uninhabitedneighbourhoods grew substantially. For example, the sectionsthat formed the central district of Monserrat and San Nicolásand the adjacent sections towards the south and the west–Concepción, San Cristobal, and Balvanera Oeste Sur andNorte - the most dense and the most populated up to the1900, grew very little. Neither did the Socorro and Pilar, nearto the centre from the north, which had become more densebefore 1900 with the residences of the wealthiest families.

On the other hand, the less-inhabited areas, farther from

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porte, pavimentos, alcantarillado, alumbrado, agua co-rriente y desagües cloacales— era lenta y se resolvía,en los casos del transporte y el alumbrado, medianteconvenios con compañías privadas. Esto fue todo loque la Municipalidad invirtió y legisló para el desarro-llo de los barrios, diferenciando sus inversiones entrelos barrios del sur y del norte, entre los que existíanfuertes contrastes. Si bien estas actividades se contra-ponen con la persistente atención y las grandes inver-siones que la Municipalidad y los organismos del go-bierno nacional realizaron para impulsar mejoras en elcentro de la ciudad, estas acciones municipales contri-buyeron a otorgar a los barrios porteños una reconoci-ble calidad urbana de cierta homogeneidad dentro desu diversidad física y social, que aún hoy caracteriza ala ciudad.10

44.. CCrreecciimmiieennttoo ddee llooss bbaarrrriiooss11

Entre 1904 y 1914, el crecimiento de las distintas zo-nas de la ciudad fue desparejo: crecieron poco o nadalas zonas pobladas más antiguas, y mucho las másnuevas, los barrios más alejados y despoblados. Porejemplo, crecieron muy poco las secciones que confor-maban el distrito central de Monserrat y San Nicolás ylas secciones adyacentes al sur y al oeste —Concep-ción, San Cristóbal, y Balvanera Oeste Sud y Norte—,que eran las más densas y pobladas hasta el 1900.Tampoco crecieron mucho el Socorro y Pilar, aledañas alcentro por el norte, que se habían densificado antes de1900 con las residencias de las familias más adineradas.

En cambio, fueron las secciones más alejadas delcentro y más despobladas las que crecieron con ma-yores tasas y más se densificaron: San Bernardo y Vé-lez Sarsfield. Belgrano, también en la periferia peroalgo más poblada, junto a las circunscripciones ubi-cadas al norte y oeste de la ciudad a mitad de cami-no entre el centro y los límites del municipio, como

Bateman, Parsons & Bateman. Mejoras de Buenos Aires. Obras dedesagüe. 21 de octubre de 1892. (Cat. nº 1)

Bateman, Parsons & Bateman. Improvements of Buenos Aires.Sewerage works. October 21, 1892. (Cat. nº 1)

the centre, grew at faster rates and became more dense: SanBernardo and Vélez Sarsfield. Belgrano, also in theperiphery, but much more populated, together with thedistricts located towards the north and the west of the city,such as like Palermo and Flores, also experienced rapidgrowth.

Among the neighbourhoods located in those ares, somegrew quickly, such as Villa Devoto and Villa Urquiza; othersslower, like Villa Lugano and Villa Soldati to the south, andthe Paternal and Villa Ortúzar to the northwest, where therehad been vacant lots for many years. Old neighbourhoodslike La Boca, Barracas, Flores, and Belgrano became more

dense and were linked quite quickly to the centre andsurrounding areas through streetcars and train lines. Someof these new neighbourhoods, as Villa Devoto and VillaUrquiza, were formed around railroad stations with thedivision of old farms and country houses into lots, whileothers grew spontaneously around sites such as the Abastomarket on Corrientes Avenue, or Nueva Pompeya wherethere were the old stockyards or Palermo around Plaza Italia.Other spontaneous neighbourhoods developed along thestreetcars rails, such as Villa Crespo or Almagro.

It is certain that around 1910 there were largesegregated areas in the city. Except for the Italians in La

Boca and some groups of Jews in Balvanera, there wereno clear ethnic settlements. Neither were there, like inother rapidly-growing cities, districts segregated byincome; in the north, the wealthy classes new place ofresidence, the big palaces of the bourgeoisie coexistedwith numerous conventillos and modest houses. Socialmobility was one of Buenos Aires more characteristicfeatures and social achievement was determined by homeownership.

According to José Luis Romero, the ruling classescreated the confused signs of the homogenizing processin those neighbourhoods where the vitality ofintercultural contact was evident. These interactionshelped to form a new society, different from thetraditional one, where the sociologists of the time,worried about their understanding of reality, “observedthe appearance of hybrid forms where vernaculartraditions were transmuted into the new environmentcreated by the immigration: likewise, the gaucho'scourage was continued in the virile and boastful attitudesof the man of the suburb, of the “compadrito” whoseunmistakable type was highlighted in local farces:sainetes, and tangos”12

55.. BBeeyyoonndd tthhee ssuubbuurrbb:: ttoowwnnss iinn tthhee ffuuttuurree tteerrrriittoorryy oofftthhee mmeettrrooppoolliittaann aarreeaa

In the first years of the century, when the territory of thecapital was still rather empty, the city started with thedevelopment of its suburbs, first towards the south,beginning the process of metropolization. While sometowns grew quickly, such as La Matanza and San Martinin the west, Avellaneda located in the south across theRiachuelo River was the first town which was built,becoming by 1910, a built mass linked to the capital. Thisgrowth was related to the development of industriesoriented both to exports, like the slaughterhouses andflourmills, and to consumption; some, like matches andsoap factories, or blacksmithing and printing houses, wereorganized like crafts shops. However, the industrial basedid not determine metropolitan growth; this wasproduced by the enormous development of foreign trade

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Palermo y Flores, también tuvieron un importantecrecimiento.

De los barrios ubicados en esas secciones, algunoscrecieron con rapidez, como Villa Devoto y Villa Urqui-za; otros menos, como Villa Lugano y Villa Soldati alsur, y la Paternal y Villa Ortúzar al noroeste, donde hu-bo lotes vacíos por largos años. Los viejos barrios co-mo la Boca, Barracas, Flores y Belgrano se densificarony se vincularon con cierta rapidez al centro y sus ad-yacencias a través de tranvías y trenes. Algunos de es-tos nuevos barrios, como Villa Devoto y Villa Urquiza,se formaron alrededor de estaciones de ferrocarril conel parcelamiento de viejas quintas o solares, y otroscrecieron espontáneamente alrededor de un foco comoel mercado de Abasto sobre la avenida Corrientes oNueva Pompeya donde estuvieron los Corrales viejos oPalermo en torno a Plaza Italia. Otros barrios de creci-miento espontáneo crecieron a lo largo de las vías deltranvía, como Villa Crespo y Almagro.

Lo cierto es que en torno a 1910 no había en la ciu-dad grandes segregaciones espaciales. Salvo los italia-nos en la Boca y algunos grupos de judíos en Balvane-ra, no se encontraban nítidos enclaves étnicos. Tampo-co había, como en otras ciudades que crecieron rápi-damente, distritos bien definidos con población de dis-tintos ingresos. En el norte, el nuevo lugar de residen-cia de las clases adineradas, coexistían los grandes pa-lacios de la burguesía con numerosos conventillos ycasas modestas. La movilidad social en Buenos Airesera uno de sus rasgos más característicos y el ascensoestaba determinado por el acceso a la casa propia.

Según José Luis Romero, en esos barrios se puedenencontrar los signos confusos del proceso de homoge-neización que se instrumentaba desde los sectores diri-gentes. Era allí donde se manifestaba la vitalidad de loscontactos interculturales que ayudaron a conformar unanueva sociedad distinta a la tradicional, donde los soció-logos de la época, preocupados por entender la realidad“observaban la aparición de formas híbridas en las quelas tradiciones vernáculas se transmutaban en el nuevoambiente creado por la inmigración: así el coraje delgaucho se prolongaba en las actitudes viriles y jactancio-

sas del hombre del suburbio, del ‘compadrito’ que desta-caba su inconfundible figura en el sainete y el tango”.12

55.. MMááss aalllláá ddeell ssuubbuurrbbiioo:: ppuueebbllooss eenn eell ffuuttuurroo tteerrrriittoorriioo ddeell áárreeaa mmeettrrooppoolliittaannaa

En los primeros años del siglo, cuando el territorio dela capital estaba en buena parte aún vacío, la ciudadsin embargo se conurbó hacia el sur comenzando deesa forma el proceso de metropolización. Al tiempoque algunos pueblos crecieron rápidamente como LaMatanza y San Martín al oeste, Avellaneda en el surcruzando el Riachuelo fue el primer pueblo que se co-nurbó constituyendo para 1910 una masa edificadacontinua con la capital. Este crecimiento en extensiónestuvo relacionado con el desarrollo de industriasorientadas a la exportación como los frigoríficos y losmolinos harineros, y de otras orientadas al consumo,algunas de características artesanales como fosfore-rías, jabonerías, herrerías e imprentas. Sin embargo, labase industrial no fue la que determinó el gran creci-miento metropolitano. Este fue producido por el enor-me desarrollo del comercio exterior y los servicios, porel crecimiento del mercado de consumo interno y porel impulso de las enormes ganancias que producía laespeculación inmobiliaria.

Los partidos que años más tarde integraron elárea metropolitana de Buenos Aires, crecieron conun ritmo parecido al de la capital entre 1895 y 1914.Los partidos limítrofes fueron los que más rápida-mente crecieron entre 1895 y 1914 con tasas mediasanuales que en algunos casos duplicaron las de laCapital: hacia el sur la localización de las primerasindustrias cercanas al Riachuelo determinó el rápidocrecimiento de Avellaneda (11,4% anual). Tambiénhacia el sur crecieron rápidamente Lomas de Zamo-ra (6,7%) y Quilmes (6,3%), y al oeste La Matanza(7,5%), Morón (6,1%) y San Martín (10,9%). Entrelas industrias se contaban los ya citados frigoríficosy todas las industrias subsidiarias de la ganaderíabovina y ovina que se ubicaron en forma práctica-mente excluyente en el partido de Avellaneda, y las

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textiles que comenzaron su radicación en el parti-do de San Martín.13

66.. VViivviieennddaa ppaarraa llooss oobbrreerrooss14

En esta época, cuando la adquisición de viviendasdependía exclusivamente de la iniciativa privada ydel ahorro y estaba sujeta a los vaivenes del merca-do inmobiliario, se consideraba que el Estado no de-bía tener una injerencia directa en la construcción deviviendas obreras. Ante la dimensión que cobraba la“cuestión social” principalmente en la ciudad deBuenos Aires, la “intelligentzia administrativa” libe-ral y progresista, desarrolló una concepción reformis-ta que impulsaba una mayor injerencia del gobiernoen la solución de los problemas sociales.15 Sin em-bargo, en lo que se refiere a la vivienda hubo pocosresultados concretos en estos años.

En 1905 la Municipalidad otorgó franquicias aparticulares para la construcción de viviendas obre-ras al mismo tiempo que se sancionaba una ley porla que se autorizaba a construir unas 300 viviendassobre terrenos fiscales financiadas por la emisión detítulos. Así se construyeron en el sur de la capital dosbarrios de 64 y 116 viviendas individuales: el Buteler,construido sobre terrenos donados por la familia Bu-teler, y el Patricios, sobre terrenos municipales. A es-tos se le debe agregar el barrio realizado por la So-ciedad Católica San Vicente de Paul.16

En un frustrado intento por motivar a la empresaprivada, en 1913 la Municipalidad firmó un contratocon la Compañía de Construcciones Modernas paraconstruir 10.000 casas para empleados y obreros, ba-sado en exenciones impositivas a materiales de cons-trucción y préstamos municipales. Esta campaña notuvo resultados concretos, a pesar de un nuevo con-trato firmado en 1922.

Anónimo. Puente de Barraca de Peña, del Ferrocarril Sud, en construcción.1913. (Cat. nº 107)

Anonymous. Bridge Barraca de Peña, of the Ferrocarril Sud, underconstruction. 1913. (Cat. nº 107)

and services, by the growth of consumption in thedomestic market, and by the impulse given by the hugeincomes generated by real estate speculation.

The districts, which years later integrated into theBuenos Aires metropolitan area, developed as rapidly asthe capital between 1895 and 1914. Border districts grewfaster between 1895 and 1914 with average annual ratestwice those of the Capital. In the south, the opening ofthe first industries near the Riachuelo River determinedthe rapid growth of Avellaneda (11.4% per year). Also inthe southern area of Lomas de Zamora (6.7%) andQuilmes (6.3%) developed quickly, and to the west, LaMatanza (7.5%), Morón (6.1%) and San Martín (10.9%).Among those industries were the already mentionedslaughterhouses and all the cattle and sheep subsidiaryindustries which were located almost exclusively inAvellaneda, and the textile industries that wereestablished in San Martín district.13

66.. WWoorrkkeerr HHoouussiinngg14

During this time, when house purchase depended onprivate initiative, savings, and the fluctuations of the realestate market, it was considered that the governmenteshould not interfere directly in the construction ofhousing for workers. Given the magnitude of the “socialissue” mainly in the city of Buenos Aires, the“administrative intelligentsia”, liberal and progressive,developed a reformist conception that encouragedgovernment's broader involvement in the solution ofsocial problems.15 However, as regards housing therewere only few concrete results in those years.

In 1905, the Municipality granted concessions toprivate companies and individuals for the construction ofworkers´ housing, while at the same time, a law wassanctioned authorizing the construction of 300 houseson land financed through the issuance of securities. Inthis way, two neighborhoods were built in the south ofthe capital, with 64 and 116 individual housesrespectively: the Buteler, and the Patricio; the former wasbuilt on lands donated by Buteler family, and the latter,on municipal lands. Another neighbourhood was created

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La acción de fomento a la construcción estuvo lide-rada por el Banco Hipotecario desde 1899 hasta 1914,en que se paralizó, a raíz de la Primera Guerra Mun-dial. En el ámbito legislativo, en 1912 el diputado JuanF. Cafferata presentó un proyecto que luego de largasdiscusiones se convirtió en la Ley de Casas Baratas,aprobado recién en 1915. A través de la Comisión Na-cional de Casas Baratas el Estado participó directa-mente, y por primera vez, en la construcción de vivien-das obreras, entregando un total de 1.095 viviendasentre 1916 y 1943, fecha en que dejó de funcionar.Posteriormente se creó el Banco Hipotecario Nacio-nal.17

77.. UUnnaa cciiuuddaadd ““hhiiggiiéénniiccaammeennttee iinnvvuullnneerraabbllee””

Luego de varias décadas de preocupación y de obras desaneamiento e higiene llevadas a cabo en gran escalaluego de la epidemia de 1871, el censo municipal de1904 explica orgullosamente los motivos que tiene laciudad para ser “higiénicamente invulnerable”:

“Con las costosas obras de salubridad, que a lavez distribuyen filtradas y profusamente lasaguas del gran río y recogen por medio de unaextensa red cloacal, pública y domiciliaria, conque pocas ciudades europeas cuentan, las aguasservidas y residuos orgánicos; con la apertura decalles amplias —de pavimentos impermeables yarboledas frondosas— y plazas para la vida al ai-re libre [...]; con los servicios municipales de lim-pieza y las obras del puerto y el saneamiento delos terrenos bajos contiguos, puede decirse quela ciudad de Buenos Aires se ha hecho higiéni-camente invulnerable”.18

En la década de 1900 la preservación de la salud pú-blica y las condiciones sanitarias se habían transfor-mado, según un reporte oficial, en una “marca de civi-lización y cultura” registrándose fuertes bajas en lastasas de mortalidad y en especial en las tasas de mor-talidad por enfermedades infecciosas.19 Entre las obras

comenzadas en la primera década del siglo figura laampliación de las redes de agua y desagües cloacalesen los barrios, la construcción de una nueva toma deagua en el Río de la Plata y la construcción del granestablecimiento San Martín en Palermo. Este últimofue inaugurado en 1913, poco despues de la creaciónde Obras Sanitarias de la Nación en 1912. El estableci-miento, actualmente en servicio, tenía depósitos dedecantación, filtros, bombas elevadoras y cañeríasmaestras de distribución; reemplazó al anterior ubica-do en la Recoleta y posteriormente transformado enMuseo Nacional de Bellas Artes. En esos años de prin-cipios de siglo, también se construyeron los depósitosde gravitación de Caballito y Villa Devoto.

Sin embargo, había marcadas diferencias entre elcentro y sus adyacencias —que constituían el radio an-tiguo— y los barrios alejados. Mientras estos distritoscentrales o vecinos al centro estaban perfectamenteabastecidos con agua y cloacas, los distritos más ale-jados, como Vélez Sarsfield, San Bernardo y Belgranono tenían aún cloacas ni agua corriente. Solamente enun sector de Belgrano, al igual que en Flores, un pocomenos de la mitad de la población tenía agua corrien-te.20 En 1912, Obras Sanitarias de la Nación planifica-ba proveer de agua y cloaca a todos los barrios de lacapital en el término de siete años, hasta 1919, fechaen que se cubrirían los distritos más alejados del su-roeste.21

88.. CCaammbbiiooss eenn eell cceennttrroo.. UUnnaa cciiuuddaadd aaúúnn iinnccoommpplleettaa

En estos años de rápido crecimiento poblacional deprincipios del siglo XX, la ciudad no sólo aumentó susuperficie construida expandiéndose en los barrios, si-no que consolidó, densificó y equipó su antiguo distri-to central, concentrando allí los mejores esfuerzos pú-blicos y privados. Continuando las transformacionesiniciadas en la década de 1870, unos cuarenta añosmás tarde la plácida “Gran Aldea” de Lucio V. López —la ciudad que conservaba aún los rasgos colonialesapenas modificados en la primera mitad del XIX— setransformó en la París de América del Sur. De ese mo-

by the Catholic Society San Vicente of Paul.16

In a frustrated attempt to encourage private activity,the Municipality signed a contract in 1913 with theCompañía de Construcciones Moderna to build 10,000houses for employees and workers, based on constructionmaterials tax exemptions and municipal loans. Thiscompany did not achieve concrete results, in spite of anew contract signed in 1922.

Measures to encourage construction were led by theReal Estate Mortgage Bank from 1899 up to 1914 whenit stopped its activities because of the outbreak of theFirst World War. In the legislative order, in 1912 theRepresentative Juan F. Cafferata submitted a project,which, after long discussions, became the EconomicHousing Act in 1915. Through the Commission forEconomic Housing, the State participated directly in theconstruction of worker housing for the first time,providing 1,095 houses between 1916 and 1943, date ofthe end of its activity.17

77.. AA cciittyy ““hhyyggiieenniiccaallllyy iinnvvuullnneerraabbllee””

After many decades of worries, improvement, and publichygiene programs carried out on a large scale after theepidemic in 1871, the municipal census from 1904explained proudly the reasons why the city is“hygienically invulnerable”:

“Expensive works have been carried out to promotehealth, both distributing filtered water abundantly fromthe big river, and collecting waste water and organicmaterials by means of a large public and household sewersystem, present only in few European cities. These worksalso promoted the construction of broad streets –withwaterproof pavements and bushy trees, plazas for life inthe open air; municipal cleaning services, port works, andimprovements in nearby low lands; it can be said that theCity of Buenos Aires has become hygienicallyinvulnerable.”18

During the decade of 1900, the protection of publichealth and sanitary conditions had become, according to

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do, en 1910, Buenos Aires no sólo se afirmaba como laciudad más importante del país y encarnación de lanueva y próspera Nación Argentina, sino que estaba encamino a convertirse, al menos en sus áreas centrales,en un digno par de las grandes ciudades europeas.

El gran crecimiento económico del país basado enla producción y exportación de productos agropecua-rios y el papel de Buenos Aires como capital nacionaly principal puerto del país produjo una gran diversifi-cación y aumento de las actividades públicas y priva-das que se ubicaron en el centro de la ciudad. Esta de-manda aumentó el valor de los terrenos y aceleró laconstrucción de edificios. Se dio albergue así a las ac-tividades comerciales como las relacionadas con el co-mercio exterior, el puerto, la comercialización de pro-ductos nacionales y la importación de bienes de con-sumo, a las actividades bancarias y también a las ad-ministrativas como consecuencia del crecientementecomplejo aparato gubernamental tanto nacional comomunicipal. Se agregaron los negocios de comercio mi-norista especializado y actividades culturales y de es-parcimiento como cines y teatros que continuaron ra-dicándose en el centro, así como las residencias priva-das de numerosas familias. Los nuevos edificios se-guían los modelos estilísticos europeos. La mayor par-te de las construcciones fueron primero de inspiraciónitaliana, luego francesa y más adelante ecléctica e his-toricista, dejando atrás los estilos coloniales y neoclá-sicos de principios del siglo XIX.22

De este modo, con la ubicación preferencial de lasnuevas actividades y la persistencia de otras antiguas,al elevarse la demanda y los precios de los terrenos, elcentro se densificó y ganó en altura. Pero no fue uncrecimiento desordenado ya que estaba controlado porun conjunto de normativas urbanas y luego por el nue-vo Reglamento de Construcción de 1910, muy critica-do en la época porque favorecía la especulación al per-mitir mayores alturas edificables en el centro, y cons-tituía, según cronistas de la época, un verdadero aten-tado a la higiene.

Este conjunto de circunstancias produjo una trans-formación radical del perfil y la imagen de las angos-

tas calles del centro, que inevitablemente comenzarona congestionarse y parecieron más estrechas aún porla mayor altura de los edificios que reemplazaron laantigua edificación colonial. En estos años el centrofue adquiriendo la imagen que todavía hoy lo caracte-riza.

Sobre esa transformación incidieron también deci-sivamente los nuevos proyectos de remodelamientourbano, como la apertura de avenidas, la fijación denuevos anchos de calles y alturas permitidas, la insta-lación de los servicios de alumbrado eléctrico y laconstrucción de nuevos pavimentos y veredas.

Durante la intendencia de Joaquín Samuel de An-chorena (1910-1914) fueron concretados varios pro-yectos para el centro que venían siendo estudiadosdesde tiempo atrás, que implicaban grandes inversio-nes y polémicas, y que tuvieron una fuerte influenciasobre el aspecto y funcionamiento de la ciudad. Laconcesión otorgada a la empresa de tranvías AngloArgentina para construir el primer tren subterráneomunicipal colocó a la ciudad a la altura del desarro-llo tecnológico de las capitales europeas. Fue la pri-mera intervención en gran escala que intentaba solu-cionar el tránsito del centro y canalizar bajo nivel eltráfico ferroviario de mercaderías hacia el puerto deBuenos Aires.23 Con cerca de 6 kilómetros de exten-sión, esta primera línea de subtes atravesaba la ciu-dad desde la Plaza de Mayo hasta el barrio de Caba-llito, con un pequeño tramo de cerca de un kilómetrocorriendo en una trinchera a cielo abierto bajo nivel.Las obras Plaza de Mayo-Once fueron comenzadas en1911 y terminadas en 1913.24 La serie de fotografíasque pertenecían al ingeniero italiano Giuseppe Pe-triali, administrador delegado de la Cía. Anglo Argen-tina de Electricidad, documenta el avance de los tra-bajos entre esas dos fechas y muestra el obrador ubi-cado en la Plaza del Congreso así como vistas inespe-radas de la ciudad desde el subsuelo a medida queavanzaban las obras realizadas a cielo abierto hastaPlaza de Mayo y hacia Primera Junta. La construccióndel subte incluyó también numerosas obras de cana-lización de desagües.25

240

Anónimo. Construcción del puente transbordador Pte. Nicolás Avellaneda.1913. (Cat. nº 140)

Anonymous. Construction of President Nicolás Avellanedatransporter Bridge. 1913. (Cat. nº 140)

241

Otro de las grandes proyectos en el centro fue laapertura de las avenidas diagonales. Luego de casi unadécada de presentación y evaluación de numerosaspropuestas, algunas comentadas más adelante, duran-te la intendencia de Anchorena se dictaron las leyesque sancionaban la apertura de las primeras diagona-les y la avenida Norte-Sur, actual avenida 9 de julio.26

En 1913, sólo se abrió la primera cuadra de la diagonalNorte, demorándose su continuación por los juicios ex-propiatorios y luego por el impacto económico de laPrimera Guerra Mundial en el país. También se comen-zaron a ensanchar las avenidas establecidas por Riva-davia en 1822 —Santa Fe, Córdoba, Corrientes, Belgra-no, Independencia y San Juan— tal como lo establecíala Ordenanza Municipal de 1904. El más importante deestos ensanches fue el de la avenida Alvear —hoy Li-bertador—, entre la Recoleta y el barrio de Belgrano.

A medida que se ampliaban y diversificaban las ac-tividades del centro aumentaba el número de personasque acudía a trabajar, a pasear por la calle Florida, aencontrarse con amigos en las tertulias de los bares dela avenida de Mayo o a asistir a los numerosos teatros.A los viajeros de la época les llamaba la atención elbullicio y la actividad del centro y el aire de ciudad eu-ropea que se respiraba en sus calles, a pesar de su ima-gen aún incompleta.27

En la ciudad, para 1910, había más gente que semovilizaba mucho más: el tráfico de la ciudad aumen-taba asombrosamente. En diez años, entre 1908 y 1913,mientras el número de habitantes casi se duplicaba, elnúmero de autos aumentaba 120 veces, el total de loscoches y autos 27 veces y los viajes en tranvías 3 ve-ces. La gente viajaba más: en 1913 se realizaba un pro-medio de 279 viajes en tranvía por habitante, contra149 viajes en 1903; en 1913 había un auto por cada196 habitantes, contra 14.900 habitantes por auto en1903; en 1913, había 183 habitantes por cada coche oautomóvil, contra 107 habitantes en 1903. Es decir, queaumentó más el número de automóviles por habitante,luego el número total de coches y automóviles y final-mente el número de viajes por habitante, acelerándoseeste incremento entre 1908 y 1913.28

Asimismo, casi todos los cronistas de la época des-tacaban el fuerte contraste que se percibía en la callesde la ciudad, tanto en el tipo, altura y categoría de susedificios —por ejemplo, entre los conventillos y lasgrandes mansiones de una alta y dispendiosa burgue-sía— como entre sus habitantes. Se cruzaban en lamisma vereda acaudalados comerciantes con aspectosde dandies, con empleados, mendigos y una multitudde trabajadores inmigrantes. Este contraste era muchomás acusado en el centro y en los distritos más aco-modados, como el Socorro y Pilar, que en los barriospopulares como Balvanera o, un poco más lejos, la Bo-ca o Barracas, más homogéneos económica, social yétnicamente.29

Estos contrastes reflejaban importantes conflictossociales. La Argentina opulenta del Centenario, magní-ficamente representada en la nueva imagen del centroy en las viviendas de los barrios del Socorro y del Pilar,se completaba con los paseos vespertinos de los ca-rruajes y coches en los jardines de Palermo y en la vi-da de los clubes de hombres fundados en esos años.Este despliegue de riqueza en la ciudad, en las estan-cias y en los viajes a Europa, tuvo un importante cos-to social que fue analizado e intentado superar a tra-vés de iniciativas reformistas en el ámbito laboral, so-cial, higiénico y también urbano.

99.. PPllaanneess uurrbbaannooss:: eell CCeenntteennaarriioo ccoommoo pprreetteexxttoo ppaa--rraa eexxhhiibbiirr uunnaa nnuueevvaa iimmaaggeenn

Al igual que en otras capitales latinoamericanas comoMéxico, Santiago de Chile, La Habana, Quito y Bogotá,también en Buenos Aires los festejos del Centenario dela Independencia tuvieron como principal escenario yobjeto a la ciudad capital.30

El objetivo explícito de los sectores dirigentes e in-telectuales era poner a Buenos Aires —espejo y vidrie-ra del país ya incorporado al comercio mundial— a laaltura de las grandes ciudades europeas. La idea erausar la ciudad como carta de presentación ante elmundo civilizado y moderno, el europeo y estadouni-dense, encaminada hacia un promisorio porvenir. En

an official report a “sign of civilization and culture”,which brought about an important decrease in mortalityrates especially in deaths caused by infectious disease.19

Among the works begun in the first decade, recordsmention the expansion of water pipes and waste waterdrains in the neighbourhoods, and the construction of thebig San Martín establishment in Palermo. This place wasopened in 1913, shortly after the creation of ObrasSanitarias de la Nación in 1912. The San Martínestablishment still in operation, had decanting tanks,filters, pumps, and main distribution pipes; it replacedthe original one placed in Recoleta which years laterbecame the National Museum of Fine Arts. At that time,the gravitation tanks deposits were built in Caballito andVilla Devoto.

There were important differences between the centreand its boundaries –that constituted the old limits of thecity - and the distant neighbourhoods. While thesecentral or close to the centre neighbourhoods werefurnished with water and sewerage, the more distantdistricts, like Vélez Sarsfield, San Bernardo and Belgranodid not have sewers or running water. Only in an area ofBelgrano, as well as in Flores, did a little more than halfthe population did have running water.20 In 1912, ObrasSanitarias de la Nación expected to furnish water andsewers to all capital neighbourhoods within a period ofseven years, when the farthest southwest districts weresupposed to be reached.21

88.. CChhaannggeess iinn tthhee cceennttrree.. AA cciittyy ssttiillll iinnccoommpplleettee

In these years of great population growth at beginning ofthe 20th century, the city not only increased its built-uparea, expanding into the neighbourhoods, but it alsobecame more dense, and refurbished its old centraldistrict, concentrating there the best public and privateefforts. Continuing transformations started in the1870´s, some forty years later, Lucio V. López placid“Gran Aldea” –the city that retained many colonial traits-became the South American Paris. Likewise, in 1910,Buenos Aires not only was the important city in thecountry and the incarnation of the new and prosperous

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realidad, en el aniversario de la Revolución de Mayo, laconmemoración del pasado se convirtió en una cele-bración de la modernidad, el progreso y el futuro de laNación, simbolizada en su ciudad capital.

Desencadenadas por la urgencia de readecuar laciudad para tan magno acontecimiento y también co-mo parte del dispositivo de homogeneización de la so-ciedad aluvial formada por nativos e inmigrantes, en laprimera década del siglo XX, arreciaron en Buenos Ai-res las propuestas y discusiones de numerosos planesurbanos. Diversos agentes, entre los que se contabanrepresentantes de compañías de tierras, políticos, in-genieros y arquitectos, formularon estos planes y eva-luaron sus costos y beneficios, sus formas, sus aspec-tos estéticos, funcionales e higiénicos.

Entre los planes presentados figuraban: el plan pa-ra la avenida Norte-Sur de Eugenio Badaro (1905); elplan para Buenos Aires del ingeniero Enrique Chanour-die (1906); y los de Varela, Ocantos-Bemberg-Coelo,Justo, Desplats y Laínez. También algunos grupos devecinos, como los del Suroeste, así como el diario LaNación propusieron planes.31 Se formaron asociacio-nes civiles pro-avenidas, como la que lideró el arqui-tecto y crítico urbano Victor Julio Jaeschké.32

No faltó un plan formulado por un urbanista fran-cés: el que en 1906 el Intendente Carlos de Alvear en-cargó a Joseph M. Bouvard, Jefe de Trabajos Públicosde París. Bouvard presentó su plan en 1907 y luego dereformularlo con una comisión de técnicos locales vol-vió a presentarlo en 1909. El plan, también llamadoPlano del Centenario, incluía proyectos formulados an-teriormente y abarcaba toda la capital. Consistía en eltrazado de avenidas y diagonales para mejorar el sis-tema de circulación con vías principales y secundarias,creaba parques y plazas, y adecuaba algunos lugarespara la construcción de los grandes edificios que el de-sarrollo de la ciudad requería, entre ellos las grandesestaciones de ferrocarril. Las avenidas diagonales cru-zaban toda la ciudad tanto la ya construida como la aúnvacante, sólo esbozada en la cuadrícula de los planos.

A nivel oficial, no se manifestaron en el escenariourbano miradas celebratorias hacia el pasado colonial

y mucho menos aún hacia el pasado prehispano.33 Lareflexión sobre el pasado no estaba presente en la lis-ta de prioridades. En realidad, el pasado de la ciudadsólo se mencionaba cuando se discutía sobre la cuadrí-cula colonial, invariablemente asociada a valores ne-gativos: en algunos casos era considerado como un“pecado original”, tal como lo menciona un editorial de1905, o una “imprevisión primigenia”.34

Se podría sintetizar el debate sobre los planes ur-banos de la época como una discusión absorbida porla contienda entre avenidas y diagonales, sobre elfondo cuestionado, pero nunca transformado, de lacuadrícula colonial. En 1910, basándose en el plan deBouvard, el H. Consejo Deliberante aprobó la aperturade 32 avenidas diagonales ubicadas entre Callao/En-tre Ríos/Vélez Sarsfield y el río. De todas ellas, tal co-mo se menciona más arriba, en 1913 sólo se abrió laprimera cuadra de la actual diagonal Norte partiendode Plaza de Mayo. La diagonal Sur fue comenzada mástarde, y constituye, junto con la diagonal Norte, todolo que quedó en la ciudad después de tantas y tanaguerridas discusiones.

Argentine nation, but also was in process of becomingthe counterpart of the big European capitals, at least inits central areas.

The great economic growth of the country, based onthe production and exportation of agricultural productsand on Buenos Aires role as the country’s national capitaland main port, produced a great diversification andincrease of public and private activities that wereconcentrated in the centre. This demand raised the priceof land and speeded construction of buildings. Thus,Buenos Aires housed the commercial activity as well asinternational trade, the port, the commercialization ofnational products and imports of consumption goods,banking and administrative activities as a consequence ofthe increasingly complex governmental apparatus, bothnational and municipal. To the former were added retailshops. These were also cultural and leisure activities suchas cinemas and theatres which, as usual, were placed inthe centre, as well as many families private residences.New buildings followed the European stylistic models.The majority of construction first followed an Italianstyle, then French, and later, an eclectic and historiciststyle, leaving behind colonial and neo-classical designsfrom the beginning of the 19th century.22

Due to the preferential location of the new activitiesand to the persistence of older ones, with the increaseddemand for lots and rising prices, the centre becamemore dense and grew in height. However, growth wasnot disorderly; because of a body of urban regulationsand later on by the new Construction Regulations from1910, very much criticized at the time because theyfavored speculation by allowing the construction of higherbuildings in the centre, which constituted a true affront tohygiene, according to some chroniclers of the time.

These circumstances brought about a radicaltransformation of the profile and image of the centrecity’s narrow streets, that inevitably became congested,and seemed to be even narrower because of the highbuildings that replaced the old colonial construction. Inthose years the centre started to acquire its presentimage.

This transformation was also influenced by new

projects of urban remodelling, like avenue layouts, the settingof new street widths and allowed building heights, theinstallation of street public electric lighting, and theconstruction of new pavement and sidewalks.

During the time Joaquín Tomás de Anchorena served asthe city Mayor (1910-1914), some projects regarding thecentre that had been studied for a long time wereimplemented, attracting investment and controversy, whilehaving a strong influence on the city’s appearance andfunctioning. The works concession granted to the Anglo-Argentina streetcar company to build the first municipalunderground raised Buenos Aires to the level of technologicaldevelopment of European capitals. This was the firstimportant measure intended to solve the traffic problem in thecentre and to channel goods and railway traffic to BuenosAires port under the ground.23 This first line of underground,about six kilometres long, ran across the city from Plaza deMayo to the neighbourhood of Caballito, with a short sectionof about one kilometre where the train ran in a kind of opentrench. The works for the section Plaza de Mayo – Once werestarted in 1911 and finished in 1913.24 The series ofphotographs belonging to the Italian engineer GiuseppePetriali, the delegated administrator of the Anglo Argentina deElectricidad Company, documents the progress between thetwo dates and shows the construction street deposit placed inPlaza del Congreso as well as the unexpected views of the cityfrom under the ground, as long as the construction works inthe open were progressing until they reached Plaza de Mayoand Primera Junta. The underground construction includedmany canal and drainage works.25

Another big central project was the opening of thediagonal avenues. After almost a decade of presentation andconsideration of numerous projects, the laws that provided forthe construction of the first diagonal avenues and theNorth/South Avenue, the present 9 de Julio Avenue, werepassed during Anchorena´s period.26 In 1913, only the firstblock of the North diagonal avenue was built; its constructionwas delayed because of expropriation lawsuits and later on,because of the economic impact of the First War World on thecountry’s economy. The avenues established by Rivadavia in1822- Santa Fé, Córdoba Corrientes, Belgrano, Independenciaand San Juan- also started being widened following the

Municipal Regulation of 1904. The most outstanding of thesewidening works was Alvear avenue –presently Libertador-, inthe section between Recoleta and the neighbourhood ofBelgrano.

As central activities widened and diversified, the number ofpeople going there also increased. They went to the centre towork, to walk along Florida Street, to meet friends at theAvenue de Mayo bars, or to attend the various theatres. Thetravellers of the time admired the bustle and activity of thecentre and its European ways which were perceived in thestreets, although its image was still incomplete.27

By 1910, there were more travellers within the city: citytraffic increased astonishingly. In the years between 1903 and1913, while population almost doubled, the number of carsincreased 120 times, the total figure for coaches and cars rose27 times and streetcars trips, 3 times. People travelled more:in 1913 there was an average of 279 streetcar trips perinhabitant, against 149 in 1903; in 1913 there was a car foreach 196 inhabitants, compared to 14,900 inhabitants in1903; in the same year the number of inhabitants per eachcoach or car was 183, while in 1903 there were 107inhabitants per coach or car. In sum, the number of cars perinhabitant increased more than the total number of coachesand cars and, finally, the number of trips per inhabitant. Thisincrease speeded up between 1908 and 1913.28

Likewise, almost all chroniclers of the time highlighted thestrong contrast perceived in the city streets, both regarding thetype, height and quality of constructions – for instance,between the conventillos and the big mansions belonging tothe upper classes and the extravagant bourgeoisie- and theinhabitants themselves. On the same sidewalks walkedwealthy traders with a dandy look, employees, beggars and amultitude of immigrant workers. This contrast was much moreevident in the centre and wealthy class districts, like ElSocorro and Pilar than in the popular neighbourhoods likeBalbanera or, a bit farther, La Boca or Barracas, which weremore homogeneous from an economic, social, and ethnicpoint of view.

This contrast reflected deep social conflicts. The wealthyArgentine of the Centennial, magnificently represented in thenew image of centre and in the houses of the El Socorro andPilar neighbourhoods, was complemented by the evening

coaches and cars promenading in Palermo and by the life ofgentlemen’s clubs founded in those years. This display ofwealth in the city, the country houses, and the trips to Europehad a very high social cost which was analyzed and tried to beovercome through reformist measures applied to work, socialissues, hygiene, and also urban areas.

99.. UUrrbbaann PPllaannss:: tthhee CCeenntteennnniiaall aass aann eexxccuussee ttoo ddiissppllaayy aanneeww iimmaaggee..

In Buenos Aires as well as in the other Latin American capitals,such as Mexico City, Santiago de Chile, Havana, Quito, andBogotá, the celebrations of the independence centennialfocused on the capital city.30

The intention of the ruling and intellectual classes was toplace Buenos Aires as the mirror and display window of acountry already incorporated into the world market as weremost important European cities. The idea was to use the cityas a personal card to introduce the country to the civilized andmodern world, Europe and the United States, in order toencourage a promising future. Actually, by the time of thecentenary anniversary of the May Revolution, thecommemoration of the past had become the celebration ofmodernity, progress, and the national future, symbolized asthe capital city.

Motivated by the urgency to prepare the city for such animportant event, and also as a part of the mechanism ofhomogenizing a society made up of natives and immigrants,many proposals and discussions of different urban plansengulfed Buenos Aires during the first decade of the 20thcentury,. Different interests, such as representatives of landcompanies, politicians, engineers, and architects, formulatedthose plans and evaluated their costs and benefits, their form,aesthetic aspects, functionalism, and hygiene.

Among the plans submitted were: one for the North –South avenue by Eugenio Badano (1905); one for BuenosAires by the engineer Enrique Chanourdie (1906); and thoseby Varela, Ocantos-Bemberg-Coelo, Justo, Desplats, andLaínez. Some groups of neighbours, like those from thesouth-west, as well as La Nación set forward their ownplans.31 Civil associations were formed to encourage avenuelayouts, like the one led by the architect and urban critic Victor

243

Julio Jaeschké.32

There was also a plan presented by a French urbanplanner: one commissioned in 1906, by the Mayor Carlosde Alvear to Joseph M. Bouvard, Chief of Paris PublicWorks. Bouvard presented his plan in 1907 and afterhaving it reformulated by a commission of localtechnicians, he presented it again in 1909. The plan, alsocalled the Centennial Plan, included projects formulatedearlier and covered the whole capital. It consisted in thelayout of straight and diagonal avenues to improve thecirculation by means of main and adjacent streets, in thecreation of parks and plazas, and in the conditioning ofsome places for the construction of the big buildingsrequired by the city development, including the bigrailway station. The diagonal avenues crossed the city inboth built and vacant areas, drawn only on the grid.

Officially, there were no congratulatory attitudestowards the colonial past in the urban scene, let alonetowards the pre-Hispanic past.33 Consideration of thepast was not a priority. Actually, the city’s past was onlymentioned when the colonial grid was discussed,invariably associated with negative values: in some casesit was considered an “original sin”, as an editorial headingputs it in 1905, or a “original lack of foresight”.34

The debate on the urban plans of the period could besummarized as a discussion absorbed by the battlebetween straight and diagonals avenues, and on thequestioned but never transformed colonial gridbackground. In 1910, based on Bouvard´s project, theConsejo Deliberante, the city legislative power, approvedthe construction of 32 diagonal avenues placed amongCallao/Entre Ríos/Vélez Sarsfield and the river. Of all ofthem, the only one constructed was the first block of thepresent Diagonal Norte starting at Plaza de Mayo. TheDiagonal Sur avenue was built later on, and constitutedtogether with the northern one, the remains of so manyfierce discussions.

244

NNoottaass

1. En el Río de la Plata se realizaron vuelos en globo desde mediados del

XIX. Algunos terminaron en catástrofes y muertes como la caída de un glo-

bo sobre un barco en 1868, donde murieron muchos de sus ocupantes, y el

de 1904 en el cual murió Antonietta Sillimbani —italiana llegada en 1902

que con su marido hizo muchas ascensiones en el Río de la Plata— al des-

plomarse su globo en el río; Napoleón Baccino Ponce de León, Aarón de

Anchorena. Una vida privilegiada, Montevideo, 1998, p. 18; “En la Exposi-

ción Ferroviaria: la prueba aerostática del domingo”, Caras y Caretas n.

620, 20/8/1910; “En la Exposición Ferroviaria”, PBT. n. 1312, 19/10/1910.

2. Jorge Newbery hizo su primer viaje en globo el 25 de diciembre de 1907

acompañando a Aarón de Anchorena en el cruce del Río de la Plata. Se ele-

varon desde el estadio de la Compañía de Gas la Sportiva, que luego serían

los terrenos de la Cancha Argentina de Polo. N. Baccino Ponce de León, op.

cit., p. 18.

3. Talleres de Jacobo Peuser, Plano de la Ciudad de Buenos Aires y sus alre-

dedores, 1912, 80x86cm, impreso a color. Instituto Histórico de la ciudad

de Buenos Aires, Mapoteca. Un ejemplar en mejor estado se encuentra en

la Library of Congress, Washington DC.

4. Sobre el plano de 1904 ver Adrián Gorelik, La grilla y el parque. Espacio

público y cultura urbana en Buenos Aires, Bernal, Universidad Nacional de

Quilmes, 1998.

5. Entre estos caminos se encontraban: la avenida Rivadavia hacia el oes-

te, Montes de Oca y el camino a Puente Alsina hacia el sur, la avenida San

Martín y la avenida Libertad (hoy avenida Constituyentes) hacia el partido

de San Martín y la avenida Santa Fe hacia Palermo, Belgrano y los pueblos

del norte de la provincia. Otros caminos vinculaban zonas periféricas entre

sí, como el camino de La Floresta o calle Lacarra que vinculaba Puente Al-

sina con avenida Rivadavia en el barrio de Floresta y otros. Margarita Gut-

man y Jorge Hardoy, Buenos Aires. Historia urbana del área metropolitana,

Madrid, Ed. Mapfre, 1992, p. 152.

6. Richard Morse, “Las ciudades como personas”, en Jorge Hardoy y Richard

Morse (compiladores), Nuevas perspectivas en los estudios sobre historia

urbana latinoamericana, IIED-AL, Buenos Aires, 1989, pp. 59-76.

7. Impresiones de la República Argentina en el siglo XX, LLoyd’s Greater Bri-

tain Publishing Company, Ltd. Londres, 1911, p. 402.

8. Ver el capítulo “La población y la vivienda” de Francis Korn.

9. Horacio Torres, “Evolución de los procesos de estructuración espacial ur-

bana”, Desarrollo Económico, n. 58, vol. 15, Buenos Aires, julio-septiembre

1975.

10. A pesar de que el Plan Regulador de la ciudad se sancionó recién en

1962, los proyectos urbanos que se llevaron a cabo estuvieron basados en

las ideas formuladas en sucesivos planes que no llegaron a sancionarse. Al

mismo tiempo la construcción estuvo regida por los sucesivos reglamentos

de construcción de 1910, 1928 y el código de 1942 y dispuesta según la

normativa de los planos municipales.

11. Buena parte de las secciones 4, 5, 6 y 8 están basadas en Margarita

Gutman y Jorge Hardoy, Buenos Aires. Historia urbana del área metropoli-

tana, op. cit., capítulos V y VI, pp.113-162.

12. José Luis Romero, El desarrollo de las ideas en la sociedad argentina del siglo

XX, Buenos Aires, 1987, p. 55.

13. Según datos de los censos nacionales elaborados en “Area metropoli-

tana de Buenos Aires (AMBA): Tasa de crecimiento media anual por anillos

y ubicación 1869-1991”; M. Gutman y Jorge Hardoy, Buenos Aires. Histo-

ria del área metropolitana, p. 274.

14. Ibíd.

15. Eduardo A. Zimmermann, Los liberales reformistas. La cuestión social en

la Argentina (1890-1916), Editorial Sudamericana y Universidad de San

Andrés, Buenos Aires, 1995, p. 34.

16. Oscar Yujnovsky “Políticas de vivienda en la ciudad de Buenos Aires,

1880-1914” en Desarrollo Económico, n. 54, vol. 14, Buenos Aires julio-

septiembre 1974; y Martha Schteingart, Ana María Facciolo, Marta Ka-

llinsky, Alicia Toribio y Beatriz Broide, “Políticas de vivienda de los gobier-

nos populares para el área de Buenos Aires”, primera parte, revista Sum-

ma, n. 71, Buenos Aires, enero 1971.

17. Sobre el desarrollo de la discusión parlamentaria de la ley de Casas Ba-

ratas, que sitúa los límites entre los cuales se concebían las soluciones al

problema de la vivienda obrera, ver: Oscar Yujnovsky, “Revisión histórica de

la política de vivienda en la Argentina desde 1880”, revista Summa, n. 72,

febrero 1974; Martha Schteingart, op. cit.; Ramón Gutiérrez y Margarita

Gutman (compiladores), Vivienda: Ideas y contradicciones. Desde las casas

baratas hasta la erradicación de las villas de emergencia, Instituto Argen-

tino de Investigaciones Históricas de la Arquitectura y el Urbanismo, Sub-

secretaría de Urbanismo y Vivienda de la Provincia de Buenos Aires, Bue-

nos Aires, 1989, pp. 21-32.

18. Citado por Héctor Recalde, La higiene y el trabajo/1 (1870-1930), Cen-

tro Editor de América Latina, Buenos Aires, 1988, p. 56.

19. Eduardo Zimmermann, op. cit., pp. 101-102.

20. Margarita Gutman y Jorge Hardoy, “Servicio de agua corriente y cloa-

cas por circunscripciones en 1909. Cuadro elaborado en base al Censo Na-

cional de Población de 1909”, op. cit., p. 282.

21. Obras Sanitarias de la Nación. Plano: “Saneamiento del Territorio de la

Capital Federal. Fecha en que se construirán las obras de provisión de agua

245

y cloacas en los diversos barrios”, en Memoria del Directorio, 1912, Edito-

rial Kraft, Buenos Aires, 1913.

22. Para una acabada descripción de los cambios en la arquitectura, ver

Ramón Gutiérrez, Buenos Aires. Evolución histórica, Editorial Escala, Santa

Fe de Bogotá, 1992.

23. En 1907 se elaboró un proyecto de Ordenanza para nueve líneas sub-

terráneas, comenzando por la de Plaza de Mayo-Once de Septiembre- Flo-

resta-Mataderos. El resto de las líneas conectaba el centro con los diver-

sos barrios del municipio y los barrios entre sí, de modo circular en dos de

los casos. Proyecto de Ferrocarriles Metropolitanos Subterráneos. Docu-

mentos del Proyecto, Mayo de 1907, Buenos Aires, Imprenta Kraft, 1907.

24. “Los progresos de Buenos Aires. Inauguración de las obras del primer

subterráneo” Caras y Caretas n. 677, 23/9/1913.

25. Compañía de Tranways Anglo Argentina, Ltda. Subterráneo de Buenos

Aires. Inauguración al Servicio Público de la Nueva Línea Plaza de Mayo-

Plaza Once de Septiembre. 1º de diciembre de 1913. Folleto con una des-

cripción general de túneles, vías estaciones, costos, etcétera, con plano y

ampliación hasta Caballito, así como los trazados proyectados para las lí-

neas de Retiro a Constitución y de Plaza de Mayo a Plaza Italia.

26. Actual avenida 9 de Julio que comenzó a abrirse recién en 1936.

27. Algunos testigos calificaban a la ciudad como una obra de arte híbrida

e incompleta; Lloyds, op. cit. p. 402.

28. Según datos de la Compañía de Tranways Anglo Argentina, Ltda.

Subterráneo de Buenos Aires. Inauguración al Servicio Público de la Nue-

va Línea Plaza de Mayo-Plaza Once de Septiembre. 1º de diciembre de

1913:

29. Según cronistas de la época, hacia el norte de la Avenida de Mayo se en-

contraban las residencias particulares y el centro comercial de la ciudad y,

hacia el sur, el elemento industrial y artesano; Lloyds, op. cit., p. 402.

30. Entre 1910 y 1922 se celebraron escalonadamente las fiestas del pri-

mer Centenario de la independencia en los países iberoamericanos. El es-

cenario privilegiado de esa celebración y a la vez el objeto por excelencia

de las muestras, fueron las capitales nacionales. Entre 1909 y 1911, Bue-

nos Aires, México, Santiago de Chile, La Habana, Quito y Bogotá tuvieron

sus festejos patrios. Ver Bulletin of The International Union of The Ameri-

can Republics,1908-1909 y Bulletin of The Pan American Union, Washing-

ton D.C., 1910-1911.

31. Jorge Tartarini, “El Plan Bouvard para Buenos Aires (1907-1911)”. Ana-

les del Instituto de Arte e Investigaciones Estéticas “Mario J. Buschiazzo”, n.

27-28, Facultad de Arquitectura Diseño y Urbanismo, Universidad de Bue-

nos Aires, Buenos Aires, 1992.

32. Los proyectos y sus críticas se publicaban en la Revista Técnica. Suple-

mento de Arquitectura, en diarios importantes como La Prensa, La Nación

y otros de menor tirada, y en libros como el de Badaro (1905) y el de

Jaeschké (1912); Victor Jaeschké, Las avenidas, Buenos Aires, 1912; Jorge

Tartarini, “La polémica Bouvard-Jaeschke (Buenos Aires 1907-1911)”, DA-

NA n. 30, Buenos Aires, 1991, p. 46; Alicia Novick, “Arbitros, pares y so-

cios”, Arquitectura Sur, n. 4, Mar del Plata, 1991.

33. Sólo algunas alusiones idealizadas, como se ve en uno de los afiches

de la Exposición de Transportes Terrestres, mostraron la figura de un indí-

gena en primer plano.

34. Como “pecado original” aparece en el Editorial del Suplemento de Ar-

quitectura de 1905: “Frecuentemente se le ha tachado de ciudad monóto-

na, y con no escasa razón, pues esa es la condición propia de las trazas en

forma de damero generalizadas en Sud-América, pero creemos que este

pecado original contribuirá precisamente a determinar en el futuro su fi-

sonomía propia, sin que por ello persista la monotonía actual cuando se

ha haya dotado de las avenidas, plazas, monumentos etcétera de que tan-

to ha de menester por razones de utilidad y de estética”. Editorial, Suple-

mento de Arquitectura de la Revista Técnica n. 30, Buenos Aires, septiem-

bre de 1905. p.13.

NNootteess

1. There had been balloon flights over the Rio de la Platastarting in the mid 19th century. Some of them endedin catastrophes and deaths like a balloon falling over aship in 1868 when many people died, or an incident in1904 where Antonietta Sillimbani –an Italian arrived in1902 who made many balloon flights with her husband-died after the balloon fell in the river; Napoleón BaccinoPonce de León, Aarón de Anchorena. Una vidaprivilegiada, Montevideo, 1998, p. 18; “En la ExposiciónFerroviaria: la prueba aerostática del domingo”, Caras yCaretas n. 620, 20/8/1910; “En la Exposición Ferroviaria”,PBT, n. 1312, 19/10/1910.2. Jorge Newbery made his first balloon flight onDecember 25, 1907, accompanying Aarón de Anchorenain the crossing of the River de la Plata. They ascendedfrom the stadium of the Gas Company la Sportiva, whichwould become the field of the Argentine Polo Court. N.Baccino Ponce de León, op sic , p. 18 3. Jacobo Peuser workshop, Plano de la Ciudad deBuenos Aires y sus alrededores, 1912, 80 x 86cm, printedin colour. Instituto Histórico de la Ciudad de BuenosAires, Mapoteca. A sample in better condition can befound at the Library of Congress, Washington DC.4. About the 1904 plan see Adrián Gorelik, La grilla y elparque. Espacio público y cultura urbana en BuenosAires, Bernal, Universidad Nacional de Quilmes, 1998.5. Among these roads we can find: Rivadavia Avenuetowards the West, Montes de Oca and the road to PuenteAlsina towards the South, San Martín and LibertadAvenues (the latter present Constituyentes avenue)towards the district of San Martín and Santa Fe Avenuetowards Palermo, Belgrano and other villages to thenorth of the province. Other roads link boundary areas,such as the road to La Floresta or Lacarra Street whichjoined Puente Alsina with Rivadavia Avenue in theneighbourhood of Floresta and others. MargaritaGutman and Jorge Hardoy, Buenos Aires. Historia urbanadel área metropolitana, Madrid, Ed. Mapfre, 1992,p. 152.6. Richard Morse, “Las ciudades como personas”, in JorgeHardoy and Richard Morse (compilers), Nuevas

aaññoo

1903

1908

1913

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255.073.000

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hhaabbiittaanntteess

895.381

1.189.180

1.457.887

perspectivas en los estudios sobre historia urbanalatinoamericana, IIED-AL, Buenos Aires , 1989, p. 59-76.7. Impresiones de la República Argentina en el siglo XX,Lloyd´s Greater Britain Publishing Company, Ltd. Londres,1911, p. 402.8. See chapter on “La población y la vivienda” by Francis Korn.9. Horacio Torres, “Evolución de los procesos de estructuraciónespacial urbana” Desarrollo Económico, n. 58, vol. 15, BuenosAires, July – September 1975.10. Although the Regulating Plan was approved only in 1962,the urban projects carried out prior to that date were based onthe ideas set forth in successive plans that were never in force.Meanwhile construction was regulated by the successiveconstruction regulations from 1910, 1928 and by the 1942code and followed the norms provided for in the municipalplans.11. A good part of sections 4,5,6,and 8 are based on MargaritaGutman and Jorge Hardoy, Buenos Aires. Historia urbana delarea metropolitana op. cit. , chapters VI and VI, p. 113-162.12. José Luis Romero, El desarrollo de las ideas en la sociedadargentina del siglo XX, Buenos Aires 1987, p. 55.13. According to the national census discussed in “BuenosAires Metropolitan Area (AMBA): Average yearly growth rate byrings and location 1869-1991”, Margarita Gutman y JorgeHardoy, Buenos Aires. Historia del área metropolitana, p. 274.14. Ibid.

15. Zimmermann Eduardo A. Los liberales reformistas. Lacuestión social en la Argentina (1890-1916), EditorialSudamericana y Universidad de San Aandrés, Buenos Aires,1995. p. 34.16. Oscar Yujnovsky “Políticas de vivienda en la ciudad deBuenos Aires, 1880-1914” in Desarrollo Económico, n. 54, vol.14, Buenos Aires July-September 1974; and MarthaSchteingart, Ana María Facciolo, Marta Kallinski, Alicia Toribioand Beatriz Broide, “Políticas de vivienda de los gobiernospopulares para el área de Buenos Aires” first part, magazineSumma, n. 71, Buenos Aires, January 1971.17. The evolution of the Economic Housing parliamentarydiscussion, which shows the limits whereupon working classdwelling problem solutions were conceived, is presented in:Oscar Yujnovsky, “Revisión histórica de la política de viviendaen la Argentina desde 1880”, magazine Summa n. 72,February 1974; Martha Schteingart, op. cit.; Ramón Gutiérrezand Margarita Gutman (compilers) Vivienda: Ideas ycontradicciones. Desde las casas baratas hasta la erradicaciónde las villas de emergencia. Instituto Argentino deInvestigaciones Históricas de la Arquitectura y el Urbanismo,Subsecretaría de Urbanismo y Vivienda de la Provincia deBuenos Aires, Buenos Aires, 1998, p. 21-32. 18. Cited by Héctor Recalde, La higiene en el trabajo/1(1880-1930), Centro Editor de América Latina, Buenos Aires,1988, p. 56.

19. Eduardo Zimmermann, Los liberales reformistas. Lacuestión social en la Argentina (1890-1916), EditorialSudamericana y Universidad de San Aandrés, Buenos Aires,1995. p. 101-102.20. Margarita Gutman y Jorge Hardoy, “Servicio de aguacorriente y cloacas por circunscripciones en 1909. Cuadroelaborado en base al Censo Nacional de Población de 1909”,op. cit. P. 282.21. Obras Sanitarias de la Nación. Plan: “Saneamiento delterritorio de la Capital Federal. Fecha en que se construirán lasobras de provisión de agua y cloacas en los diversos barrios”,in Memoria del Directorio, 1912, Editorial Kraft, BuenosAires, 1913.22. For a complete description of architectural changes, seeRamón Gutiérrez, Buenos Aires. Evolución histórica, EditorialEscala, Santa Fé de Bogotá, 1992. 23. In 1907 a regulation project for nine underground lineswas prepared. The first was from Plaza de Mayo to Once deSeptiembre, Floresta, Mataderos. The rest of the linesconnected the center with the different municipalneighbourhoods and the neighbourhoods with one another,with two circuit lines. Proyecto de Ferrocarriles MetropolitanosSubterráneos. Project documents, May 1907, Buenos Aires,Imprenta Kraft, 1907. 24. “Los progresos de Buenos Aires. Inauguración de las obrasdel primer subterráneo” Caras y Caretas n. 677 23/9/1913

246

247

25. Compañía de Tranways Anglo Argentina, Ltd. Subterráneode Buenos Aires. Inauguración al Servicio Público de la NuevaLínea Plaza de Mayo-Plaza Once de Septiembre. December1st, 1913. Brochures with a general description of tunnels,rails, stations, costs etc, with plan and extension to Caballito,as well as the layout projected for the lines Retiro –Constitución and Plaza de Mayo – Plaza Italia.26. The present 9 de Julio avenue whose construction startedin 1936.27. Some observers described the city as a hybrid andincomplete work of art; Lloyds, op. cit. P. 402.28. According to data from: Compañía de Tramways AngloArgentina, Ltd. Subterráneo de Buenos Aires. Inauguración alServicio Público de la Nueva Línea Plaza de Mayo- Plaza Oncede Septiembre. December 1, 1913.

29. According to chroniclers of the time, to the north ofAvenida de Mayo there were the private residences and the citycommercial center, while in the south the industrial andcraftsmen element could be found; Lloyds, op. cit. P. 402.30. Between 1910 and 1922 the celebrations of the firstcentennial of the Latin American countries independence tookplace one after the other. The favorite stage for thecelebrations as well as their object par excellence were the

national capitals. Between 1909 and 1911, Buenos Aires,México City, Santiago de Chile, Havana, Quito, and Bogotácelebrated their patriotic deeds. See:Bulletin of The PanAmerican Union, Washington D.C. 1909-191131. Jorge Tartani, “El Plan Bouvard para Buenos Aires (1907-1911)” Anales del Instituto de Arte e Investigaciones Estéticas“Mario J. Buschiazzo. N. 27-28, Faculty of Architecture,Design and Urbanism, University of Buenos Aires, 1992.32. The projects and their critics were published in the RevistaTécnica. Suplemento de Arquitectura, in importantnewspapers like La Prensa and La Nación and in others offewer issues, and in books like Badaro´s (1905) and Jaeschké(1912); Victor Jaeschké, Las Avenidas, Buenos Aires, 1912;Jorge Tartarini, “La polémica Bouvard-Jaeschke (Buenos Aires1907-1911)”, DANA n. 30, Buenos Aires, 1991, p.46; AliciaNovick, “Arbitros, pares y socios” Arquitectura Sur n. 4, Mardel Plata, 1991.33. Only some idealized references , as the one appearing inposters of the Terrestrial Transports Exposition, show theimage of an Indian native in the foreground. 34. As an “original sin” it appears in the Suplemento deArquitectura Editorial from 1905: “It has frequently beenconsidered a monotonous city, not without reason, since thatis the inner characteristic of checkers grid layout generallyspread in South America, but we think that this original sinwill contribute precisely to determine its physiognomy in thefuture, without letting the actual monotony persist when theavenues, plazas, monuments, etc. So needed for useful andaesthetic purposes were finally introduced.” Editorial,Suplemento de Arquitectura de la Revista Técnica n. 30Buenos Aires, September 1905. P.13.

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1903

1908

1913

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895.381

1.189.180

1.457.887

249Anónimo. Chantier de la Place du Congrès. Vue à vol d'oiseau. 9 denoviembre de 1911. (Cat. nº 297)

Anónimo. L'extrémité Est de la tranchée de la 1ere. ligne. Vue prise dufond. 7 de enero de 1913. (Cat. nº 310)

Anónimo. Drague I. (Place de Mayo). 11 de enero de 1912. (Cat. nº 300)

Anonymous. Chantier de la Place du Congres. Vue a vol d’oiseau.November 1911. (Cat. nº 297)

Anónimo. L'extrémité Est de la tranchée de la 1ere. ligne. Vueprise du fond. January 7, 1913. (Cat. nº 310)

Anónimo. Drague I. (Place de Mayo). January 11, 1912. (Cat. nº 300)

250

Anónimo. Excavation du tunnel dans Rivadavia à hauteur des rues Rioja-Ecuador vue prise du fond. 14 de diciembre de 1912. (Cat. nº 309).

Anonymous. Excavation du tunnel dans Rivadavia à hauteur des ruesRioja-Ecuador vue prise du fond. December 14, 1912. (Cat. nº 309).

251

Anónimo. Détournement de la circulation de la rue Pueyrredón sur lapartie couverte et remblayée de la station Once. 3 de abril de 1913. (Cat. nº 312)

Anónimo. Les quatre entrées de la station Piedras. Vue prise, en directionEst, du haut d'un balcon. Detalle. 18 de octubre de 1913. (Cat. nº 313)

Anónimo. Rivadavia et Centenera. Travaux de reconstruction de lachaussée et des trottoirs. 24 de junio de 1914. (Cat. nº 315)

Anonymous. Détournement de la circulation de la rue Pueyrredónsur la partie couverte et remblayée de la station Once. April 3, 1913.(Cat. nº 312)

Anonymous. Les quatre entrées de la station Piedras. Vue prise, endirection Est, du haut d'un balcon. Detail. October 18, 1913. (Cat. nº 313)

Anonymous. Rivadavia et Centenera. Travaux de reconstruction de lachaussée et des trottoirs. June 24, 1914. (Cat. nº 315)

253Villalobos. "La transformación de Buenos Aires." Caras y Caretas. 3 de abril de 1913. (Cat. nº 507)

Plano de la Ciudad de Buenos Aires y sus alrededores. Talleres de JacoboPeuser. 1912. (Cat. nº 5)

Villalobos. "The transformation of Buenos Aires." Caras y Caretas.April 3, 1913. (Cat. nº 507)

Plan of the city of Buenos Aires and its surroundings. Workshops ofJacobo Peuser. 1912. (Cat. nº 5)

254Anónimo. “De mi Guignol. Mr. Bouvard...”. PBT. 4 de mayo de 1907. (Cat. nº 468)

Intendencia Municipal de la Capital. Proyecto modificaciones al trazadoactual de la ciudad de Buenos Aires. 1909. (Cat. nº 8).

Anonymous. “De mi Guignol. Mr. Bouvard...”. PBT. May 4, 1907. (Cat. nº 468)

Intendencia Municipal de la Capital. Projected modifications in thelayout of the city of Buenos Aires. 1909. (Cat. nº 8)

255

In a speech to the National Congress in 1910, PresidentFigueroa Alcorta said: “Here an open plaza will be seenin the very centre of the worthy central avenue (...) an airbreathing area around this building of the Congress. (...)It is the accomplishment of (...) the ardent desire of ahygienic plaza in the densest area of the Capital ( ... ); ithas been destined and exclusively consecrated to theNational Congress ( ... ) it will display the ornamentationof the monuments”. This unusual statement ratified thetranscendence acquired by public green areas in a citythat looked like the perfect postcard as a result of theachievements of the generation of 1880.

The new habits coming from Paris had alreadydisplaced the Spanish customs. The first detail was theintroduction of vegetation, previously absent. Treespresent along the streets and promenades – an orderednature and one dominated by men- came to biologicallyrecondition a city that, with its growth, left far away theformerly close virgin nature. “According to a repeatedphrase from the beginning of the 20th century, thesupreme triumph of progress consisted in the fact thatlarge parks, broad avenues, modern and efficient publicservices had to astonish the traveller,;” points out JoséLuis Romero (1976).

It was a time of strong social and urban contrasts.While the image of the centre was improved, theneighbourhood and the suburbs did not have thenecessary infrastructure services. In that context, theparks and plazas might seem a stylistic luxury, althoughthey contributed to the airing of crammed areas; tohealthy leisure in the open air; and above all, “to allowall social classes participate in the use of urban publicspace, in a true democratization of the city.”

The Buenos Aires of 1910, counted with all types ofnecessary green areas for a city of first rank; urban parks,civic plazas, plazas in the centre and in the

256

En el discurso al Congreso Nacional de 1910 el Presi-dente Figueroa Alcorta expresó: “Aquí se contemplaráuna plaza abierta en la misma entraña de la valiosaavenida central (...) pulmón en torno de este edificiodel Congreso. (...) Es el cumplimiento del (...) anhelo deuna plaza higiénica en la zona más densa de la Capi-tal (...); se ha destinado para consagración exclusivadel Congreso Nacional (...) llevará como ornamenta-ción los monumentos”. Esta declaración poco comúnratificaba la trascendencia adquirida por los espaciosverdes públicos en una ciudad que lucía la imagen deperfecta tarjeta postal alcanzada por los logros de lageneración de 1880.

Los nuevos hábitos venidos de París ya habían des-plazado a las costumbres españolas. La primera notafue la incorporación de la vegetación, antes ausente.Las calles y los paseos arbolados —una naturaleza or-denada y dominada por el hombre— vinieron a reacon-dicionar biológicamente a una ciudad que, al crecer,alejaba a la otrora cercana naturaleza virgen. “El su-premo triunfo del progreso consistió, en que extensosparques, grandes avenidas, servicios públicos moder-nos y eficaces debían asombrar al viajero, según unareiterada frase de comienzos del siglo XX”, comentaJosé Luis Romero (1976).

Fue una época de agudos contrastes sociales y urba-nos. Mientras se mejoraba la imagen del centro, en losbarrios y suburbios no existía la infraestructura de ser-vicios requerida. En ese contexto los parques y plazaspueden parecer un lujo elitista pero en realidad contri-buyeron a la aireación de tugurios, al sano esparcimien-to al aire libre, y sobre todo, a hacer partícipes a todaslas clases sociales del uso del espacio público urbano, enuna verdadera democratización de la ciudad.

El Buenos Aires de 1910 contó con todos los tiposde espacios verdes necesarios a una ciudad de primer

nivel: parques urbanos, plazas cívicas, plazas céntricasy barriales, plazoletas, paseos y jardines científicos. ElCenso de ese año contabiliza 93 ejemplos con algomás de 1.000 hectáreas que no bastaban “ya que seconstata fácilmente que está lejos de tener las plazas,parques y paseos que su adelanto y desarrollo exigen”.

En este período se plasmó el nacimiento y afianza-miento de los barrios. Se repitió —ampliado— el proce-so de la primitiva Buenos Aires cuando la Plaza Mayorera el núcleo de la población. Ahora, la plaza de barriocumplía aquella función aunque a veces se invertíanlos términos y al loteo inmobiliario especulador seguíala lucha del vecindario por su anhelado paseo. Así fue-ron surgiendo o remozándose las plazas de Villa Devo-to, Villa Urquiza, Villa Mazzini, Belgrano, Villa Crespo,Villa Alvear, Boca, Barracas...

Los parques que nacieron en esta época —Saavedra,Lezama, Ameghino, Patricios, Chacabuco, Los Andes,Avellaneda y Centenario— se dispersaron en la geogra-fía porteña en una visionaria acción que estableció de-finitivamente la relación entre áreas verdes y urbe to-tal. El Parque 3 de Febrero continuó siendo el paseo“siempre predilecto del público, elegido como sitio don-de debían realizarse las exposiciones más importantes”,como documentó la Memoria Municipal de 1910.

Los trabajos más representativos del Centenario sonla Plaza del Congreso y el Parque Centenario: una comoremate adecuado a la Avenida de Mayo y al Palacio Le-gislativo; otro como parque moderno, punto de reuniónde avenidas, descentralizador del tránsito, en el eje geo-métrico del municipio. Otra tarea decisiva fue el empla-zamiento en los paseos de los monumentos, fuentes ydemás ofrendas llegadas desde diversos países.

Estilísticamente, el jardín público francés materia-lizado por Haussmann y Alphand en París a partir de1850 fue la resultante de la influencia de la irregulari-

An Ordered Nature: parks and gardens La naturaleza ordenada: parques y jardines

Sonia Berjman

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Harry Grant Olds. Rosedal. Puente. ca. 1910. (Cat. nº 249) Harry Grant Olds. Rosedal. Bridge. ca. 1910. (Cat. nº 249)

neighbourhood, squares, promenades, and gardens. Thecensus of that year registers 93 examples with more than1000 hectares which were not enough “since it is evidentthat the city is far from having the plazas, parks andpromenades required by the state of its progress anddevelopment.”

During this period neighbourhoods were created anddeveloped. The process of the primitive Buenos Aireswhen the Plaza Mayor was the core of the village wasrepeated in large scale. Now, the neighbourhood plazaplayed this role, although sometimes it happened theother way around and with the speculative division of thelots following the neighbours fight to obtain the desiredpromenade. In this way, the plazas of Villa Devoto, VillaUrquiza, Villa Mazzzini, Belgrano, Villa Crespo, VillaAlvear, Boca, Barracas were born or remodelled.

The parks that were created during this period–Saavedra, Lezama, Ameghino, Patricios, Chacabuco, LosAndes, Avellaneda and Centenario- spread in thegeography porteña as the result of a visionary measurethat definitely established the relation between greenareas and the whole city. The 3 de Febrero parkcontinued being the promenade “always preferred by thepublic, chosen as the place where the most importantexhibitions should take place.”, as documented in theMunicipal Report of 1910.

The most representative works of the Centennial arethe Plaza del Congreso and the Parque Centenario: theformer as a suitable ending for the Avenida de Mayo andthe Legislative Palace; and the latter as a modern park,point of union of the avenues, decentralization of traffic,on the geometrical axis of the municipal district. Themonuments put up in the promenades constitutedanother decisive work as well as the fountains and othergifts sent from various countries.

Stylistically, the French public garden brought intoexistence by Haussmann and Alphand in Paris from 1850was the result of the English irregularity influence in thegeometry of the park in Versailles style. This model wasexported to the civilized world at the time, Argentinaincluded, and from 1880, it was established in BuenosAires, but not until the years between 1891 and 1914 did

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dad inglesa en el geometrismo del parque versallesco.Este modelo fue exportado a todo el mundo civilizadode entonces, la Argentina incluida, y a partir de 1880se estableció en Buenos Aires, pero fue entre 1891 y1914 cuando con la acción de Carlos Thays se plasmócontundentemente.

Los recursos utilizados por la jardinería pública por-teña para instaurar la copia del modelo fueron: pers-pectivas con ejes que tendían a ser infinitos; centrali-dad lograda por elementos de gran fuerza; constantepresencia de la simetría; patrones de diseño geométri-co, irregular y mixto coexistiendo en una o distintascomposiciones; subordinación a la traza viaria existen-te; amplio equipamiento arquitectónico y de mobilia-rio urbano; obras de ingeniería; combinación de ele-mentos naturales y artificiales (praderas, miradores ybalaustradas, uso del agua y de circulaciones arbola-das, bosquecillos, decoraciones florales, obras de arte);plazas cercadas e inclusión de grutas y ruinas ficticias.

La razón de ser de los paseos públicos sostenida porlos paisajistas franceses —incluido Thays— coincidíacon los presupuestos de la generación del 80: la esté-tica, la higiene y la recreación igualitaria para todos.Las palabras de Figueroa Alcorta enfatizaban las mis-mas pautas: higiene, ornato, más el homenaje a he-chos relevantes de nuestro pasado como correspondíaa un país en formación y que debía asimilar a enormesmasas de inmigrantes construyendo una historia co-mún a todos.

La educación y el cultivo del espíritu por medio delparque urbano fueron materializados por Thays, así co-mo la consideración del jardín como obra de arte. Alingresar en cualquiera de sus realizaciones era posible“integrarse al mundo total de la naturaleza, en apa-riencia espontáneo y casual, pero regido firmementepor una rigurosa estructura subyacente que no le im-pide en absoluto captar, a través de los sentidos, unanaturaleza idealizada y mejorada con respecto a su es-tado natural”, según lo describe Olga Paterlini (1992).

El fin de la Intendencia Anchorena también fue elde la actuación pública de Thays. Su sucesor, el Inge-niero Agrónomo Benito Javier Carrasco, ya había reci-

bido otras influencias y se inclinaba por una cienciaque nacía: el urbanismo. Por sus convicciones filosófi-cas y políticas se propuso que la Dirección de Paseosno se limitara “a la creación de parques y jardines: (...)tiene también una misión social que llenar” (Berjman,1998), como acostumbraba a enfatizar en sus discur-sos. Así, tuvimos un Rosedal sin rejas, un Balneario enla Costanera Sur, teatro infantil en las plazas, campeo-natos deportivos para obreros en los parques, huertasurbanas... pero eso ya es otra historia.

it actually take the form under the action of Carlos Thays. The features used by the city public garden to set up the

copy were the following: perspectives with axes tending tothe infinite; centering achieved by elements of great force;constant presence of symmetry; irregular and mixedgeometric patterns, coexisting in one or differentarrangements; subordination to the existing streets layout;large architectural equipment and urban furnishing;engineering works; combination of natural and artificialelements (prairies, turrets, balustrades, use of water andpaths accompanied by trees, tree shelters, floral ornamentalarrangements, pieces of art); fenced plazas and the inclusionof grottoes and purposely built ruins.

The raison d’être of public promenades, sustained by theFrench landscapers –Thays included- coincided with thegeneration of the 80´s axioms: hygiene and equalrecreation for all. Figueroa Alcorta´s words emphasized thesame principles: hygiene, ornament, and homage to therelevant events of our past as it corresponded to a formingcountry and to one that should assimilate large masses ofimmigrants to build a history common to all.

The education and the cultivation of the spirit throughthe urban park was made possible by Thays, as well as theconception of the garden as a work of art. Entering any ofhis works, one could “become part of the total world ofnature, looking spontaneous and casual, but strictly ruled byan underlying rigorous structure which does not prevent thesenses from experiencing a nature idealised and improvedrespecting its natural state”, as Olga Paterlini had it (1992).

The end of the Anchorena mayoralty was also the endof Thays’ public work. His successor, the Agronomist BenitoJavier Carrasco, had already received other influences andwas inclined towards a newly born science: town-planning.Owing to his philosophical and political beliefs, he proposedthat the Promenades Department not limit its functions to"the creation of parks and gardens (. . . ) since it also had asocial function to perform. In this way, we had a Rosedalwithout artistic iron fences, a bathing complex in the SouthCostanera, theatre for children in the plazas, sportchampionships for workers in the parks, urban vegetablegardens . . . but that is already history.

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Mario Zavattaro. “De mi Guignol, Carlos Thays...” . PBT. 29 de abril de1905. (Cat. nº 463)

Mario Zavattaro. “De mi Guignol, Carlos Thays...” . PBT. April 29,1905. (Cat. nº 463)

260Carlos Thays. Palermo chico. 11 de diciembre de 1912. (Cat. nº 2)

Carlos Thays. Parque Chacabuco. 1 de octubre de 1906. (Cat. nº 3)

Carlos Thays. Palermo chico. December 11, 1912. (Cat. nº 2)

Carlos Thays. Chacabuco Park. October 1, 1906. (Cat. nº 3)

261Harry Grant Olds. Zoológico. ca. 1900. (Cat. nº 248)

Equipo de fotografos de la Compañía Hispano-Argentina de Electricidad(CHADE). Parque Japonés. ca. 1910. (Cat. nº 154)

Harry Grant Olds. The Zoo. ca. 1900. (Cat. nº 248)

Camera crew of the Compañía Hispano-Argentina de Electricidad(CHADE). Parque Japonés. ca. 1910. (Cat. nº 154)

The discovery of the photo-mechanical impression ofhalf-tone around 1880, -utilizing the now venerable leadplates with a reticle of points - implied a real revolutionin graphical means and photography itself as in a form ofcommunication and also expression. Until that momentthe usual process for mechanically reproducingphotographic images consisted in drawing them onplates, wood or stone through a system of lines similar towood engravings, in order to obtain the impression of theengraving or lithographs afterwards. Despite theprecision of the drawing, the technique destroyed theeffect of reflected reality needed for photographic realismand is synonymous with documentary authenticity. Thehalf-tone reinstates this effect.

In the Ilustración Sudamericana, the best illustratedmagazine at the turn of the century in our country, thefirst photomechanical impression of half-tone came intoview in Issue 36 on June 16, 1894. Its title was“Montevideo, Plaza Zabala”. From that time and forseveral years in the magazine pages, lithographicimpressions were found together with photogravure untilfinally the latter became predominant. Photographsusually had the author’s name at the bottom. In somecases, he was a well-known portrait professional whotook care also of sights and habits, like AlejandroWitcomb, Chute and Brooks, Félix Corte from Rosario orAugusto Lutach from Santa Fe. In other cases, theybasically devoted themselves to sights and habitphotographs, publicity or interviews, like Samuel Rimathé,E.C. Moody, H.G. Olds, the amateurs from the ArgentinePhotographic Association of Amateurs or S. Vargas & Co.,among others. The latter, the Peruvian Salomón VargasMachuca, was going to be a member -and probablydirector and organizer- of the graphics reporter first teamwhich worked in the first illustrated magazine in thecountry : the magazine Caras y Caretas since 1898.

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Fotografía y ciudad tuvieron, desde los tiempos del da-guerrotipo hasta hoy, una fuerte amistad. Por las razo-nes que fuera —documentación institucional, interés ocuriosidad por las transformaciones y la historia urba-na, comercio fotográfico, investigación urbanística osocial, estudio estético, curiosidad turística— la foto-grafía fue siempre compañera fiel de la ciudad.

Siguiendo el modelo de los países que inventaron ydesarrollaron las técnicas y las aplicaciones fotográfi-cas —históricamente los usos de la fotografía fuerontributarios de lo que se hacía en los países industria-les—, en la Argentina el retrato y la vista urbana inau-guraron la era de la imagen fotográfica, y durante mu-chos años fueron los únicos géneros que se practica-ron. Los primeros retratos al daguerrotipo tomados enBuenos Aires datan de 1843. Las primeras vistas urba-nas, de 1852. En ambos casos los autores fueron ex-tranjeros. En el Museo Histórico Nacional hay nuevevistas de Buenos Aires al daguerrotipo. No se conocenimágenes similares de ninguna otra ciudad argentina,y probablemente entre las grandes ciudades latinoa-mericanas Buenos Aires sea de las que mayor cantidadde vistas daguerreanas conservan.

Las primeras fotos de Buenos Aires en papel a laalbúmina que se conocen, con atribución de autor fi-dedigna, pertenecen al italiano Benito Panunzi. Fue-ron editadas en 1865 en un álbum llamado Vedute diBuenos Aires. El siguiente fotógrafo que publicó vistasde Buenos Aires agrupadas en álbum —su título: Vis-tas y costumbres de la República Argentina. Provinciade Buenos Aires— fue Christiano Junior, en 1876. Porprimera vez aparecen aquí, además de paisajes urba-nos, retratos de vendedores ambulantes, que en laiconografía fotográfica se conocen como tipos popu-lares. Fotógrafos posteriores del siglo pasado que seocuparon de Buenos Aires fueron Samuel y Arthur

Boote, L. Wallace Chutte, E.C. Moody, Eduardo Ferrari,Alejandro Witcomb, Samuel Rimathé y, particular-mente, la Sociedad Fotográfica Argentina de Aficiona-dos, el primer club fotográfico del país.

La Sociedad Fotográfica Argentina de Aficionadosfue fundada el 29 de abril de 1889 por un grupo deamateurs pertenecientes a la clase alta de Buenos Ai-res, y permaneció activa hasta 1925. Desde sus iniciosla ciudad de Buenos Aires fue el motivo más frecuen-tado por los socios, como puede comprobarse en losarchivos fotográficos de la institución, depositados enel Archivo General de la Nación. Constan de unos 4700negativos con sus respectivas copias pegadas en cua-renta y dos álbumes. De estas imágenes, 2700 fuerontomadas en Buenos Aires entre el año de la fundaciónde la Sociedad hasta 1905 aproximadamente, y es lamayor y más importante colección del período sobre eltema. Los motivos generales que más interesaron a losfotógrafos de la S.F.A. de A. —sigla que utilizaban parafirmar las fotos publicadas, reservando el nombre delautor— en este amplio registro urbano fueron: lugaresy edificios históricos, costumbres y tipos populares, elprogreso y los cambios. La insistencia con que docu-mentaron la ciudad a través de los años dejó un regis-tro único de la transformación vertiginosa que sufrióBuenos Aires en el período de entresiglos. En algunoscasos se advierte un propósito deliberado de subrayarlas mutaciones violentas que se estaban produciendo,fotografiando hasta tres veces una vista determinadadesde el mismo punto de cámara con espacio de pocosaños entre foto y foto.

Los hombres de la Sociedad llamaban fotografíasnacionales a los documentos de su archivo, que asi-mismo reunía muchas imágenes del interior del país.Lo hacían en conciencia de que el medio fotográficoera el más eficaz para ilustrar el progreso del país, sus

Photography and Urban Change Fotografía y cambio urbano

Luis Priamo

Anónimo. Estación Retiro del Ferrocarril Central Argentino reciénterminada. ca. 1915. (Cat. nº 138)

Anonymous. Retiro Central Argentine Railroad Station, recentlycompleted. ca. 1915. (Cat. nº 138)

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Caras y Caretas was the illustrated magazine in ourcountry describing current events that applied andinstilled modern canons in the use of photographicimages arranged together with journalistic texts. First,photographs were published systematically and copiously.Besides, the texts had correspondence with the imagesand were connected with them, showing that the graphicreporter and journalist worked together. Similarly thepublisher’s decision to examine a wide range of subjectsthrough new and varied photographic techniques isevident from the first issues, like articles connected withcrime and police activities. Sometimes the photographswere taken directly on the scene, once in a while theywere arranged, a kind of dramatization acted by the samephotographers and journalists of the editorial office.There were also photo-montages of political and socialsatire, in fact these ones constitute the first convincingand meaningful body of the Argentine history of photo-montage.

The success of the magazine was superb - printing asmuch as 180,000 issues per edition - and it lasted fordecades. One of the main reasons for its success wasundoubtedly the untold impact produced by thephotographic reports unfolding Buenos Aires daily life(During the first two years of being published, that is tosay during the 100 first issues, the magazine published 60articles devoted to Buenos Aires in contrast with the 14pieces devoted to the country’s interior.) Through Carasy Caretas, the porteño reader was able to see for the firsttime a concrete image where the diversity and excitementof urban life could be perceived, detached from the dailyturbulence of which the city inhabitant was a part. It ispossible that this experience produced a revelatory effectin addition to helping him to create the image of themodern populated city into which Buenos Aires wasdeveloping. The multiple activities performed in the citywere underlined by the magazine which included articlesabout very different subjects in the same issue. Forexample, issue number 12 contains two graphic articles,one containing information about exams taken in theSchool for Teachers and in the Medicine School, and theother one containing information about the daily routine

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tipos, costumbres y paisajes. En este sentido, su labortenía un evidente carácter de proyecto político-cultu-ral, ya que siempre se ocuparon de difundir y comercia-lizar activamente sus trabajos. Después de 1905 —fe-cha aproximada, como dijimos— la Sociedad parece ha-ber abandonado el procedimiento de coleccionar orde-nadamente los negativos y copias que sus integrantesentregaban. De allí que este archivo guarde escasasimágenes de los eventos del Centenario, aunque es se-guro que fueron generosamente documentados por losamateurs de la institución. Un ejemplo son las sorpren-dentes y bellas imágenes de Buenos Aires nocturna,iluminada para los festejos de 1910, tomadas por JuanCunill, del que nada sabemos pero que fue, muy pro-bablemente, integrante de la S.F.A. de A. El registro sis-temático de los principales edificios, plazas y calles delcentro, y asimismo de las fiestas venecianas en elpuerto, así lo sugieren. Otro amateur que dejó pocaspero valiosas imágenes del Centenario fue León JuanBautista Lacroix, ingeniero francés llegado al país enese año. Asimismo David Mazziotti realizó, entre 1902y 1914 aproximadamente, una serie inédita y extraor-dinaria de esquinas del centro de la ciudad y del barriode San Telmo. En suma, la fotografía amateur, aunquepoco investigada, es una de las fuentes documentalesfotográficas de Buenos Aires más rica que tenemos.

Hace poco tiempo se descubrió, en manos de un co-leccionista de Buenos Aires, un importante archivo denegativos de gran formato tomados por Harry GrantOlds en las primeras décadas del siglo. Este hallazgopermitió calibrar con precisión la importancia de suobra documental en este período, que hasta entonceshabía pasado desapercibida. Olds era norteamericano.Llegó a Buenos Aires en 1900 e instaló un negocio defotografía comercial, es decir documental, publicitariae institucional. Durante toda su actividad en nuestropaís, que prácticamente duró hasta su fallecimiento,en 1943, nunca hizo retratos. Fue el primer profesionalque en 1901 suministró imágenes a Roberto Rosauer,editor pionero de postales fotográficas en nuestro país,y el fotógrafo que más publicó en La Ilustración Suda-mericana, la revista ilustrada más importante del pe-

ríodo junto a Caras y Caretas. En los numerosos álbu-mes impresos publicados durante los primeros años delsiglo y, principalmente, en el año del Centenario, susfotos abundan. La mayor parte de su obra conservadase refiere a Buenos Aires. Los temas no difieren de losque frecuentaban los profesionales de entonces —edi-ficios públicos notorios, residencias, plazas, monumen-tos, mercados, estaciones ferroviarias, el puerto, callescéntricas, etcétera—, aunque en Olds se observa unainsistencia particular en el registro de tipos populares,es decir vendedores ambulantes y otros oficios de ca-lle que abundaban por entonces, especialmente en losbarrios. También dejó excelentes registros de conven-tillos y calles suburbanas. Olds difundió sus fotos sóloa través de la moderna técnica de impresión fotome-cánica —no se conocen álbumes suyos con las fotospegadas, forma de publicación típica del siglo XIX—, yen este sentido podemos considerarlo uno de los pri-meros reporteros gráficos independientes que actuóentre nosotros.

Otra de las fuentes iconográficas más importantesy menos conocidas sobre la ciudad de Buenos Aires aprincipios de siglo son los archivos de las empresas pri-vadas y los organismos estatales de servicios públicos,que adoptaron la fotografía como una herramienta dedocumentación institucional sistemática desde el ini-cio de sus actividades en casi todos los casos. El grue-so de esta producción abarca los últimos años del si-glo pasado hasta mediados del nuestro. Hoy es posibleencontrar colecciones importantes —aunque a vecesmermadas por repetidas historias de negligencia ymaltrato— de negativos, copias y álbumes fotográficosproducidas por empresas ferroviarias o de electricidad,organismos municipales como la Dirección de Paseos,o nacionales como Obras Sanitarias y las direccionesde Arquitectura y Obras Hidráulicas del Ministerio deObras Públicas. En buena parte de estas fotos BuenosAires es el gran tema implícito, ya que si bien el registrode obras y modificaciones que aquellos organismos yempresas ejecutaban en la ciudad estaba concebido co-mo documentación de la propia actividad —y tambiéncomo promoción y publicidad institucional o empresa-

ria, en muchos casos—, de hecho uno de los grandes su-jetos de las fotos es la propia ciudad y sus cambios.

Otros temas centrales, y muy difíciles de encontraren archivos de fotógrafos profesionales del período,son las nuevas técnicas de ingeniería y arquitecturaque se aplicaban en la época, como así también el tra-bajo y el proletariado industrial moderno. Muchas deestas imágenes sobre la construcción de la primera lí-nea de subterráneos, de los grandes transbordadores ypuentes ferroviarios y viales sobre el Riachuelo, de laestación Retiro, o del tendido de la red ferroviaria su-burbana hacia el oeste, tienen un aliento épico ex-traordinario, para nada menor al que se puede encon-trar en obras de grandes fotógrafos. Otras, que en sumomento fueron rutinarias y hasta banales —como losretratos carnet de obreros y empleados para comple-tar sus legajos, o los grupos de trabajadores, muchosde ellos inmigrantes, mirando la cámara con las palasy picos en sus manos—, hoy nos resultan documentospreciosos, epifanías conmovedoras y entrañables.

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Anónimo. Estación Retiro del Ferrocarril Central Argentino enconstrucción. 1912. (Cat. nº 136)

Anonymous. Retiro Central Argentine Railroad Station, underconstruction. 1912. (Cat. nº 136)

of the National Penitentiary - the photographs in the latteradded unusual and individual interest : to bring the readernear a disturbing, somber, and usually alien world. Themagazine pages described for the first time and periodicallythe habits, vicissitudes, political and social activities of thepopular classes, crafts and modern industrial work. Finally,having weekly editions -an unusual frequency- allowed editorsto provide current commentary and information aboutimportant events.

The photographic style in Caras y Caretas interviews brokewith the customary way of taking photographs, whichdepended until then on the use of an specific technique,namely big format cameras placed over a tripod which wereunable to comply with the demands of the modern photoreporter, who wanted to keep a vigilant and agile gaze. Fromthe beginning, the magazine’s graphic reporters used the smallformat adopted by that time, namely 9 x 12 cm with portableand easy-to-use cameras, giving them autonomy to frame, touse the light or to ask people to pose, all these conditionswere almost always unforeseen and depended on the eventsthemselves more than on the photographer’s will. With greatexpertise, they handled the light conditions in office,workshop, and warehouse indoors, with many remarkablephotographs still lively, with a spontaneous style kept freshand fascinating until the present day. At the same time,persons in charge of Photography Department were taking inconsideration the technical improvements in the market andadopted them immediately, for example using the magnesiumflash for the first time in a chronicle of a social party given atErnesto Tornquist’s house published on January 7, 1869.

Caras y Caretas’ success encouraged other publishers, andin 1904 they started printing a magazine which was going tobe memorable and in very great demand: PBT. It put emphasison the use of photography - it printed more than 200 per issue- adding a section exclusively devoted to graphic information;each photograph was barely commented on, with briefepigraphs: The week was seen through the zoom lens. In thissection, the main guide was precisely the subject diversity

which included over and above all the social classes with theiractivities and habits. This vital reflection of the relativelyrecent complexity of the social fabric produced by massiveimmigration explains also the success of these publications. Inboth magazines there was also an important section devotedto foreign news, especially from Europe, obviously aimedtowards those recently arrived.

Other important illustrated magazines from that periodwere La vida moderna, El Hogar and Mundo Argentino. All ofthem, like Caras y Caretas, more or less adopted massive useof photographic images and even had sections completelydevoted to photographic chronicles: for example MundoArgentino’s section was called The Graphic Week and El Hogarone called Graphic Current Events. Finally it is worthwhilementioning that the only photographic archive of thesepublications from which one portion was preserved - only itscopies because the negatives were lost - was the onecorresponding to Caras y Caretas, the most important part ofwhich is in the National Archives.

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Sociedad Fotográfica Argentina de Aficionados. Paseo Colón desde laCasa de Gobierno. ca. 1895. (Cat. nº 34)

Sociedad Fotográfica Argentina de Aficionados. Paseo Colón fromGovernment House. ca. 1895. (Cat. nº 34)

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Sociedad Fotográfica Argentina de Aficionados. Paseo Colón desde laCasa de Gobierno. ca. 1900. (Cat. nº 35)

Sociedad Fotográfica Argentina de Aficionados. Paseo Colón fromGovernment House. ca. 1900. (Cat. nº 35)

Sociedad Fotográfica Argentina de Aficionados. Paseo Colón desde laCasa de Gobierno. ca. 1912. (Cat. nº 36)

Sociedad Fotográfica Argentina de Aficionados. Paseo Colón fromGovernment House. ca. 1912. (Cat. nº 36)

To have an exact idea of the progress of the metropolis,nothing is better than seeing an old picture. Neitherstatistics or books nor accurate witnesses accounts havethe convincing value of photography.

Ezequiel Martínez Estrada, La cabeza de Goliat

The expressive technique that crystallizes in timefragments of the reality was a particularly effective meansto register the city in a process of transformation.Paradoxically, a selective criterion was set in motion,manifesting itself in standards of preferences determiningwhat photographs should be taken, as can be traced fromimages of the Centennial years.

One of the most substantial and disseminatedcollections during those years was that of the ArgentinePhotographic Association of Amateurs which includedprominent members of the political and social porteñaclasses. Their images usually had a title with a sealbearing the underwriting S.F.A. de A. without identifyingtheir author individually.

The subject selection aimed mainly to Buenos Aires,especially its renewed urban space, occasionally enteringopulent mansion indoors.

The particular gaze of the group describes a citythematic journey. The perception of the centre of the citywas expressed in numerous images of Plaza de Mayo,longitudinally taken with aerial shots that allow showingits recent remodelling focusing towards the governmentbuilding as the center of the image; in some cases thecore of the composition was the Avenida de Mayo axis.The scenery was registered, finished, and consolidated asif it had been always there. With aerial shots, they

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“Para tener una idea cabal del progreso de la me-trópoli, nada mejor que observar una fotografíaantigua. Las estadísticas, los libros, las informa-ciones de testigos veraces: nada tiene el valorconvincente de la fotografía.”

Ezequiel Martínez Estrada, La cabeza de Goliat

Esta técnica expresiva que cristaliza en el tiempo frag-mentos de la realidad fue un medio particularmenteadecuado para el registro de la ciudad en proceso detransformación. Paradójicamente se puso en marchaun filtro selectivo, que se tradujo en particulares crite-rios de selección de lo fotografiable, como se puederastrear en las imágenes de los años del Centenario.

Una de las colecciones más cuantiosas y difundidasen estos años fue la realizada por la Sociedad Fotográ-fica Argentina de Aficionados, integrada por persona-jes destacados de la política y la sociedad porteña. Susimágenes incorporaban por lo general un título acom-pañado de un sello con las iniciales S.F.A. de A., sinidentificar individualmente a su autor.

Su selección temática enfocó mayoritariamente aBuenos Aires, especialmente a su renovado espacio ur-bano, penetrando sólo ocasionalmente en el interior dealgunas viviendas opulentas.

La mirada particular del grupo delinea un recorridotemático de la ciudad. El reconocimiento del centro seexpresó en las numerosas imágenes de la plaza de Ma-yo, fotografiada en dirección longitudinal, con tomasaéreas que permiten mostrar su remodelación recien-te, enfocando hacia la Casa de Gobierno, como centrode la imagen; en otros casos, el centro de la composi-ción es el eje de la Avenida de Mayo. Registraron el es-cenario terminado y consolidado, como si siempre hu-

biese estado allí. Con tomas aéreas fotografiaron otrasplazas remodeladas: Libertad y Lavalle, rodeadas toda-vía por un bajo entorno edilicio. La imagen del centrode la ciudad fue transmitida también a través de múl-tiples ejemplos de edificios relevantes de recienteconstrucción.

En el área costera la colección miró hacia el río.Rescató el paisaje del área fluvial, las embarcaciones yel Hotel de Inmigrantes, con un pulcro y cuidado rele-vamiento del edificio.

Entre los barrios, fotografiaron sobre todo los ale-daños al área central hacia el Norte: Socorro, Pilar, LasHeras, Palermo; son en cambio escasas las fotografíasde otros barrios. Respecto de los parques, aparecennumerosas fotografías del Parque 3 de Febrero, algu-nas de un paseo tradicional del sur, como el Parque Le-zama y algunas del Hipódromo, lugar que la elite ha-bía adoptado como propio.

Sobre la periferia y los límites de la ciudad hay es-casas imágenes, salvo algunas fotos notables de fun-ciones específicas como “matadero y quema de basu-ra” y los recién instalados puentes metálicos sobre elRiachuelo.

Dentro del gran número de fotos de edificios, sereitera la predilección por los de construcción recien-te; son escasas las de edificios históricos. Se rescata lomoderno, denotando una valoración positiva del pre-sente. Sin embargo, se evita mostrar el proceso deconstrucción de las obras que se multiplican. Aplican-do una tradición estética de parámetros clasicistas sevalidan como fotografiables los objetos acabados.

La cámara registra con frecuencia las calles, privi-legiando situaciones donde el conjunto de fachadas vacerrando el perfil edificado que limita el espacio. Lastomas reiteran un encuadre visual que incluye los dosplanos de fachadas, enfocando al infinito, descentran-

Argentine Photographic Association ofAmateurs : the crystallization ofchange

Sociedad Fotográfica Argentina de Aficionados: la cristalización del cambio

Marta Mirás

Sociedad Fotográfica Argentina de Aficionados. Paseo de Julio desde laCasa de Gobierno. ca. 1890. (Cat. nº 216)

Sociedad Fotográfica Argentina de Aficionados. Paseo de Julio fromGovernment House. ca. 1890. (Cat. nº 216)

photographed other remodelled plazas: Libertad andLavalle still surrounded by not tall buildings. Centre ofthe city images were conveyed through multiple examplesof recently erected important buildings.

In the coastal area the collection looked towards theriver and rescued the fluvial area, the ships and theImmigrants Hotel, taking good care of the buildingdetails.

Regarding neighbourhoods, most of the picturesportrayed the adjoining central area towards the north:Socorro, Pilar, Las Heras, Palermo, on the other handthere are few pictures of other neighbourhoods.Concerning parks, they are plentiful: 3 de Febrero Parkpictures and a few from the traditional south walk likeParque Lezama and the hypodrome, adopted by the eliteas their own place.

There are not many images of the periphery and cityboundaries, except those remarkable ones taken forspecific purposes like “slaughterer and rubbish burning”and the recently built metallic bridges above theRiachuelo.

Among the numerous shots of buildings, newconstructions are more likely to be found than thehistorical ones; emphasis is put on the modern and thepresent..However abounding works in progress wereavoided, taking into account an aesthetic tradition ofclassical ideals for which only the concluded objects wereworthwhile portraying.

Frequently the camera took street shots favouringviews of the wholeness of facades. These photographsrepeat visual framing including two facade levels,focusing on the infinite, and putting perspective in thecenter. During those times the street was the site forservices for the inhabitants, however, the camera did notpay too much attention to these technologies.Railway and street-car networks are another feature ofthe city in transformation. Regarding the railway system,large stations facing the city are shown, while engineeringworks like tracks, platforms, and engine houses areavoided. Street-cars are scarcely seen in street pictures;they are usually an accompaniment in urban scenes. Inonly a few cases do they occupy close-ups.

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do la fuga. En esta época, acompañando los avancestécnicos, la calle pasó a cumplir la función de distri-buidor de los sistemas de servicios a la población. Sinembargo, se puede observar que en las tomas de callesla cámara no se detuvo particularmente en estos arte-factos tecnológicos.

Otro aspecto de la ciudad en tranformación lo cons-tituyen los sistemas de redes ferroviarias y tranviarias.En el tema ferroviario se exhiben las grandes estacio-nes terminales y su cara hacia la ciudad, y se evitan engeneral vías, andenes y galpones con su impronta inge-nieril. Los tranvías se filtran en algunas fotos de calles,en general como un elemento más de la circunstanciaurbana. En poquísimos casos, cobran protagonismoocupando primeros planos.

Para el grupo la fotografía será expresión de obje-tos y circunstancias aprobados socialmente por estosmiembros de la elite. Observa García Canclini (1982):“Lo que un grupo social escoge como fotografiable re-vela qué es lo que considera digno de ser solemnizado,cómo fija las conductas socialmente aprobadas, desdequé esquemas percibe y aprecia lo real”. La producciónde imágenes funciona como un medio que puede re-forzar el grado de integración al grupo, a la vez quelos criterios comunes de selección y de identificación.

La difusión de la imagen de un modelo compartidode Nación: en este sentido, por demás expresivo resul-ta lo expuesto por Antonio Montes, uno de los presi-dentes de la Sociedad:

“Cuando en el extranjero se propaguen las foto-grafías que hagan conocer todas esas cosas, nose nos mirará como un país de hombres vestidoscon plumas y quillangos, sino como lo que real-mente somos, un país nuevo que encierra todaslas riquezas imaginables que factor del trabajo ydel progreso, marcha a la cabeza de las nacionessudamericanas, imitando y semejando en todo alas principales Naciones de la Europa.” (Citadopor Gómez, 1986).

La cita revela el país que se quiere mostrar al mun-do. Y el grupo selecciona para sus álbumes las imágenesque intentan trasmitirlo con la recurrencia de ciertasconstantes estéticas: mantener el orden convencionalde lo visible, equilibrar la escena buscando simetría, ubi-car lo destacable en el centro, graduar la relación entrefondo-figura y entre los distintos planos de la composi-ción. Y si bien la colección cuenta con algunas instan-táneas urbanas, por lo general la gente fotografiadamanifiesta una pose estudiada, según el ritual.

En síntesis, esta selección refleja un uso social dela imagen, una serie de criterios homogéneos queapuntan a cristalizar las profundas transformacionesque se estaban materializando en la ciudad.

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For this group, photography was the expression of objectsand circumstances socially approved by the elite asconstituted by its members. García Cancilini (1982) remarks:“What a social group chooses to photograph reveals what isconsidered worthy of dignifying, how social proper mannersare instituted, from which patterns reality is perceived andappreciated”. Images work as a means of reinforcing thedegree of integration of a group as well as sharing ideasabout selection and identification.

It is interesting what one of the presidents of theAssociation, Antonio Montes, stated: concerning the idea ofspreading an image of a shared national model: “When thepictures showing all these things will be seen abroad, we arenot going to be considered as a country of men clothed withfeathers and quillangos, but as what we really are, a newcountry which includes unimaginable wealth; a countrywhich through work and progress is leading the SouthAmerican nations towards being very similar in everything tothe main nations of Europe” (quoted by Gomez, 1986).

The quote reveals what country is desired to be shown tothe world. The group chooses for its albums the imageswhich would convey this resorting to some aestheticconstants: keep the conventional order of what is visible,bring into balance the scene searching for symmetry, placethe most important at the centre, graduate the relationshipbetween background and figure and the different levels ofthe composition. Even though snapshots are found, thecollection is mainly composed of people posing, followingthe rules of the times.

Summing up, this selection reflects the social use ofimages, a series of homogenous standards that aim tocrystallize the deep transformations that were taking place inthe city.

Sociedad Fotográfica Argentina de Aficionados. Paseo de Julio desde laCasa de Gobierno. ca. 1900 – 1905. (Cat. nº 37)

Sociedad Fotográfica Argentina de Aficionados. Paseo de Julio desde laCasa de Gobierno. ca. 1910. (Cat. nº 38)

Sociedad Fotográfica Argentina de Aficionados. Paseo de Julio fromGovernment House. ca. 1900 – 1905. (Cat. nº 37)

Sociedad Fotográfica Argentina de Aficionados. Paseo de Julio fromGovernment House. ca. 1910. (Cat. nº 38)

Recognizable, surprising, impressive, appealing, manyshared the praise of palaces. In what way did the newbuildings relate to the urban scenery of Buenos Aires? Towhat extent did they make possible new ways ofinhabiting the port city?

The pavilions destined to hosting exhibitions, withtheir contingent, festive and ephemeral architecture, onlypermitted in special sites, covered a large part of thepages of architect’s specialized press in 1909 and 1910.Nevertheless, this architecture did not give rise to changesthat could be incorporated into the urban habits or forms.If anything, it adhered to mobility in terms of recreation,recognition and outings. Attractive spots, butnevertheless insulated entities, with ephemeral limits,restrictions and destiny.

The large residences close to San Martín Square andon Alvear Avenue were the pride of a metropolis in tunewith the greatness of Paris. These new palaces, whichwere either built by foreign architects or based on projectscommissioned in Europe, responded to the expectationsof the opulent porteños They were the frame of elegantpromenades, a landscape worthy of the world of the firstautomobiles: the Harilaos residence, in Olmos (presentNuncio’s residence), that of the Ortiz Basualdo, theresidence of Mercedes Castellanos de Anchorena.

Fifteen years before, these great homes did not exist.Fifteen years later they were not to be repeated. Theirowners had never lived in such places before. Instead,they had moved from house to house inside thecheckerboard of blocks of Buenos Aires. Shortly later,some of the largest of those family residences wouldchange destiny and ownership, which led to thedisconnection of the exclusive and unbroken world thathad united in one domain furniture, urban space, vertigo

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Reconocibles, sorprendentes, imponentes, convocan-tes, muchos compartieron el apelativo de palacios.¿Cómo se relacionaron los nuevos edificios con el es-cenario urbano de Buenos Aires? ¿Hasta qué punto hi-cieron posible nuevas formas del habitar porteño?

Los pabellones destinados a las exhibiciones, con suarquitectura eventual, festiva y fugaz, instalable enpredios especiales, ocupó buena parte de las páginasde la prensa especializada de los arquitectos en 1909y 1910. Esta arquitectura, sin embargo, no originócambios incorporables a los hábitos ni a las formas ur-banas. Adhirió en todo caso a la movilidad en términosde recreo, reconocimiento y paseo. Focos atrayentes,pero universos encapsulados al fin, con límites, contro-les y destino efímero.

Las grandes residencias cercanas a la plaza SanMartín y sobre la Avenida Alvear fueron orgullo de unaurbe en sintonía con la grandeza de París. Estos pala-cios relucientes, realizados por arquitectos extranjeroso bien a partir de proyectos encargados en Europa, res-pondieron a nuevas expectativas del sector de los por-teños de vida opulenta. Fueron el marco de paseos ele-gantes, digno paisaje del mundo de los primeros auto-móviles: la residencia Harilaos de Olmos (actual Nun-ciatura), la de Ortiz Basualdo, la de Mercedes Castella-nos de Anchorena.

Quince años antes estas grandes viviendas no exis-tían, quince años después no volverían a repetirse. Susdueños no habían vivido antes en esos sitios, sino quevenían desplazándose por el tablero cuadriculado delas manzanas porteñas. En breve, las más grandes deestas residencias familiares cambiarían de destino y depropietarios y quedaría desconectado el exclusivo ycontinuo mundo que vinculó en un mismo dominiomobiliario, espacio urbano, vértigo de coches a motory disciplinada domesticación de la barranca.

La secuencia de salas y salones para recibo y usossociales específicos del interior de estos edificios tu-vieron su correlato en una ordenada disposición de losespacios exteriores: de la calle y las entradas a las te-rrazas y jardines diseñados hasta el detalle.

Con bastantes similitudes, se estrenaron los Círcu-los y Clubes, acaso con más metros cuadrados y algomás amplios en lo social.

Cuando se trató de construcciones ad hoc se adju-dicaron por concurso profesional, como el caso del Cír-culo Naval (1910). También hubo reutilizaciones, comoel caso de la residencia Paz y su rápida reconversión enCírculo Militar.

Las puertas de palacios familiares o de círculos seabrieron con frecuencia febril para tés y agasajos,siempre dentro del reducido circuito de pares. La gen-te común sólo pudo asomarse a través de las columnasdel calendario festivo de PBT o Caras y Caretas, endonde el fasto fue vecino habitual de romerías y feste-jos populares.

En contraposición con tanta exclusividad y exclu-sión, la Avenida de Mayo con sus edificios recientesllegó a su espléndida consolidación y admitió en sumarco, sin conflictos, a todo habitante, visitante o re-cién llegado.

Cuajaron sus frentes, las cúpulas celebraron las es-quinas, asomaron balcones aterrazados para un téocasional en día de compras. Todo un mundo urbanoabierto y complejo llegó a su madurez. Y el Gran Sur-co de la avenida se refundó por el subte y se rematócon otros grandes edificios vecinos del Palacio delCongreso.

Las veredas fueron escenario de paseos o descansosen una casi continua proyección de mesas de confite-rías, entradas, pasajes y cafés, disposición interrumpi-da para el montaje de la fiesta anual del Corso. Los

City and Buildings: new rituals, new places / sites

Ciudad y edificios: nuevos ritos, nuevos sitios

Rita Molinos

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Anónimo. El arquitecto Sydney G. Follett frente a la mesa de dibujo. ca.1910 –1915. Cat. nº 217)

Anonymous. The architect Sydney G. Follett in front of his draftingtable. ca. 1910 –1915. Cat. nº 217)

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planos de fachada y las líneas de su arquitectura, tu-vieron oportunidad de encenderse como nunca.

Y en la Avenida comenzaron los edificios altos. Pa-ra nuevos usos, hoteles, grandes tiendas, oficinas deempresas y bancos, se repitieron elementos acostum-brados como mansardas, cornisas, almohadillados, ba-samentos pero también se mostraron novedades. Des-de la ventanilla del tranvía, a 10 km/h, la vista del pa-sajero podía recorrer los frentes de la ciudad, seguir decerca las grandes obras, contar pisos o cúpulas. Losgrandes ventanales interrumpieron tanta repetición,aportaron transparente liviandad y estrenaron propor-ciones y acentos para alineamientos, enmarcados ovolumetrías.

Las sedes de Gath & Chaves, las oficinas del Ferro-carril Central Argentino del Paseo de Julio, la Inmobi-liaria en la Avenida, la torre para ferrocarriles en PaseoColón o la Casa Moussion en Callao, son ejemplos dela variedad desplegada ante nuevos y viejos paladares.

No tan altos como los de Nueva York o Chicago, losnuevos edificios porteños adoptaron sin embargo rápi-damente otros cambios como el ascensor. Después depasada la fiesta del Centenario, los arquitectos revisa-ron la cuestión de la altura y de los rascacielos. En elinforme Los altos edificios norteamericanos. Cómo yporqué se los construye comentaron: ”Sus obradoresaéreos requieren el concurso de obreros especialmen-te experimentados en obras de esta índole, trabajado-res que, al par de hábiles obreros, sean ágiles acróba-tas, no sujetos a vértigos...”

Las inauguraciones de edificios públicos como elTeatro Colón (1908) y el Palacio del Congreso (1906)—proyectados entre una y dos décadas antes— prepa-raron también el clima del Centenario. Permaneceríanen la memoria de las generaciones que habían espe-rado con inevitable paciencia la resolución de esasobras aparatosas, ruidosas, sospechadas. La crónicade estos edificios podría escribirse como una saga enla que se cruzan protagonistas de distinto género(desde la política nacional hasta la crónica policial) yen donde los autores mueren antes de la conclusiónde sus trabajos.

Ambos caracterizaron el ambiente urbano de suslocalizaciones, pero el Palacio del Congreso fue espe-cialmente singular. Había requerido audacia en el dise-ño y en la desacostumbrada disposición constructiva.Su autor lo había imaginado para las alturas y las dis-tancias de Buenos Aires. No sólo para el viaje en tran-vía: para la llegada al puerto y las orillas y para el por-teño mirar desde las azoteas. Los edificios altos no seacercaban a los 80 metros de su cúpula.

De allí en más, llegado en tranvía al Congreso, elpaseante animoso habrá podido —trepado desde el mi-rador de la Aguja del Legislativo— observar el surgir desucesivos rascacielos, esa obra de acróbatas.

of automobiles and a disciplined domestication of thehill.

The sequence of parlors, salons and rooms for specificsocial events in the interior of these buildings had theircorrelate in an orderly arrangement of exterior spaces:from the street and the entrances to the balconies and thegardens designed in detail. With many similarities,several Societies and Clubs were opened, perhaps withmore square meters and less exclusive.

Ad hoc constructions were awarded by means ofprofessional competitions, as was the case of the NavalSociety, (1910). There were also cases of reuse, such asthe Paz residence and its rapid restructuring into theMilitary Society.

The doors of family households or societies werefrequently opened to let in tea parties and receptions,always restricted to the small circle of peers. Ordinarypeople could only catch a glimpse of these eventsthrough the written columns of the festive calendar ofPBT or Caras y Caretas magazine, where sumptuousnesswas the regular neighbor of popular celebrations andfestivals.

In contrast with such exclusiveness and exclusion,Avenida de reached its splendid consolidation with itsrecent buildings and allowed into its frame, and withoutconflicts, any inhabitant, visitor or newly arrived person.Its fronts coordinated, domes celebrated corners, terracedbalconies projected for the occasional tea on a shoppingday. An entire urban world, open and complex, reachedits maturity. And the Great Furrow of the avenue wasnewly founded by the underground and was completedwith other large buildings in the vicinity of the CongressBuilding.

Sidewalks were the scenery of walks or rests in analmost unbroken projection of coffee shop tables,entrances, arcades and cafes, an arrangement that wasregularly interrupted for the staging of the annualcarnival parade. The facade plans and the lines of itsarchitecture then had the opportunity of lighting up asnever before.

And tall buildings appeared on the Avenue. In hotels,large stores, company and bank buildings, buildings with

new uses, the accustomed elements were repeated;elements such as mansards, cornices, bosses and plinths;but some novelties were also shown. A passenger in astreetcar, looking out of the window, travelling at a speedof 10 km/h, could see the fronts of the city, follow thegreat works closely, count floors or domes. The largewindows interrupted so much repetition and introducedtransparent lightness and new proportions and accents foralignments, frameworks or the play of volumes.

The headquarters of Gath & Chaves, the offices of theCentral Argentine Railway on Paseo de Julio, the RealEstate Agency on the Avenue, the railway tower on PaseoColón or the Moussion House on Callao Street areexamples of the variety on display for new and old tastes.

Although not as tall as those in New York or Chicago,the new porteño buildings rapidly adopted other changes,such as the elevator. After the celebrations of theCentennial were over, architects revised the question ofheight and skyscrapers. The following was stated in thereport “Tall North American buildings. How and why theyare built”: “Their construction sites require the aid ofworkers with a special training in this kind of buildings;workers who, besides being skilled in their trade, should beacrobats, not suffering from vertigo...”

The inauguration of public buildings such as the ColónTheatre (1908) and the Congress Building (1906) -planned one or two decades before- also prepared theatmosphere for the Centennial. They were to becomeengraved in the memory of generations that had awaitedthe resolution of these flamboyant, noisy and suspectedbuildings, with inevitable patience. The chronicle of thesebuildings could be written as a saga in which protagonistsfrom different genres mingled (from national politics topolice chronicle) and where the authors died before thecompletion of their works.

Both buildings characterized the urban ambience oftheir location, but the Congress Building was especiallysingular. Its design and unconventional constructionlayout had required audacity. Its author had imagined itin relation to the height and distances of Buenos Aires.Not just for the streetcar journey: for the arrival into theport and onto the riverbanks and for the porteños look atfrom their balconies. No other tall building came close tothe 80 meters of its dome in those days.

Since then, having arrived at Congress by streetcar, thecheerful tourist was probably able to observe -from thetop of its spire- skyscrapers, those works of acrobats,spring up one after the other.

277Estudio Lauriston Conder. Oficina de ajustes del FCCA, esquina PaseoColón y Alsina, Frente Alsina. 7 de noviembre de 1910. (Cat. nº 23)

Estudio Lauriston Conder. Retiro. Detalle de mosaicos piso boletería &gran hall. ca. 1910 – 1915. (Cat. nº 26)

Lauriston Conder Studio. Adjustment Office of FCCA, corner ofPaseo Colón and Alsina, facing Alsina. November 7, 1910. (Cat. nº23)

Lauriston Conder Studio. Retiro. Details of floor mosaics in ticketroom and great hall. ca. 1910 – 1915. (Cat. nº 26)

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Estudio Lauriston Conder. Nueva Estación Retiro. Salón de Boletería.(Perspectiva interior). ca. 1910-1915. (Cat. nº 25)

Lauriston Conder Studio. New Retiro Station, Ticket room. (Interiorperspective). ca. 1910-1915. (Cat. nº 25)

Estudio Lauriston Conder. Royal Insurance. ca. 1901. (Cat. nº 22) Lauriston Conder Studio. Royal Insurance. ca. 1901. (Cat. nº 22)

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In the days when the city (the country) opened itsdoors to the turmoil of the immigration that had chosenit as the scenery for a play that was to be written in thefuture, among the countless actors, many architects cameoff the ships, carrying with them their hopes and dreams.Other architects, who never stepped on these shores,made their contribution through designs sent by mail.But they all played their part in this play (in this city)destined to be a lighthouse, a guide or a model. Withthe actors ready, the scene set and an anxious publicwaiting, the curtain to the main act rose in 1910.

The architects of the Centennial of the declaration ofindependence were a significant part of the cast. France,Italy, England among other nations, were the bestrepresented stars in the constellations visible in thearchitectonic sky. At the same time, several sons of thisland had been educated on the other side of the ocean.Both kinds of architects acknowledged and practiced aprofession of prestige and soundness worldwide. Yet theywere not very many. In 1904, the city census showedthat there were approximately a thousand medicaldoctors, slightly fewer lawyers and about eight hundredengineers. Architects, two hundred and fifty six.Argentine architects? Less than one third of that.

In those years, the Central Society of Architects was“the” selective institution that grouped the professionalsin the art of building. There, the richest debates - inseveral languages- took place. This society was, after all,the intellectual and condensed reflection of anothersociety, which inhabited a polyglot and multiethniccosmopolis with much of Babel under the Southern Cross.

Nevertheless, the repertoire of our actors was not veryvaried. In fact, it could be said that only one play, thatof eclectic architecture, was shown over this entire period

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Mientras la ciudad (el país) se abría al torbellino de lainmigración que la privilegió como escenario para unaobra que se escribiría a futuro, de los barcos, entre in-contables actores, bajaron muchos arquitectos que lle-garon con sus propios anhelos y sueños. Otros, que ja-más pisaron estas playas, dejaron su contribución através de diseños enviados por correspondencia. Perotodos representaron su papel en esta obra (en esta ciu-dad) destinada a estrenarse como faro, guía o modelo.Con los protagonistas preparados, la escena dispuestay un ansioso público a la espera, el telón del acto prin-cipal se levantó en 1910.

Los arquitectos del Centenario representan unaparte significativa del elenco. Francia, Italia, Inglaterra,entre otras naciones, fueron las estrellas mejor repre-sentadas dentro las constelaciones visibles del cieloarquitectónico. Al mismo tiempo, varios hijos de la tie-rra habían encontrado su formación más allá del océa-no. Tanto unos como otros reconocían y practicabanuna profesión de prestigio y solidez ultramarinos. Perono eran demasiados. En 1904, el censo porteño infor-maba sobre unos mil médicos, algo menos de aboga-dos y cerca de ochocientos ingenieros. Arquitectos,doscientos cincuenta y seis. ¿Arquitectos argentinos?Menos de la tercera parte.

Por esos años, la Sociedad Central de Arquitectosera “la” institución que agrupaba al selecto grupo deprofesionales del arte de construir. Allí se daban —envarios idiomas— los debates más sustanciales de laprofesión. La Sociedad era, en definitiva, el reflejo in-telectual y condensado de otra, que habitaba una cos-mópolis políglota y multiétnica con mucho de Babelbajo la Cruz del Sur.

Sin embargo, el repertorio de obras de nuestros ac-tores no era muy variado. Se diría que en realidad unasola pieza, la arquitectura ecléctica, fue la única que se

representó durante todo el período. Sin embargo, co-mo en cualquier puesta en escena, los matices apare-cieron en los lenguajes de los protagonistas, hablaranen estilo “académico”, modernista o neomedieval; ensu memoria para recitar la letra aprendida en sus es-cuelas de origen y también en su capacidad de impro-visación, en los gestos y de los modismos que cada unoera capaz de aportar.

En esta obra hubo actores principales y de reparto.Entre los primeros se destaca Alejandro Christophersen,de origen noruego, aunque nacido en Cádiz. Los manda-tos compositivos y el repertorio formal de la Academiade Bellas Artes de París llegaron con él a la máxima ex-presión local. Su figura paradigmática es también em-blemática de la generación de profesionales que aportólas formas consagradas para una ciudad que se cons-truía según las búsquedas de su clase dirigente.

La dinámica desenfrenada de la construcción urba-na frecuentó, entre las opciones, la contratación de ar-quitectos extranjeros para ciertas obras públicas en-cargadas por el Estado. Al francés Norbert Maillart letocaron algunas en suerte. Tal vez sus diseños paralos palacios de Tribunales y de Correos (con la pesadezy opacidad de sus formas) representen —con poca fe-licidad— la escala urbana que podían alcanzar los ar-quitectos del período, con la parisina Academia comosoporte teórico.

Soporte que permitió al piamontés Vittorio Meanodiseñar la obra quizás más importante del momento,el Congreso Nacional, aportando a la ciudad uno delos edificios más polémicos de su tiempo, poco reco-nocido por sus contemporáneos y descalificado por lacrítica. La cúpula estilizada que cierra la perspectivade la Avenida de Mayo muestra claramente la capa-cidad de “hacer ciudad” que permitía el lenguaje dis-ponible.

Babel Architects under the Southern Cross

Arquitectos de Babel bajo la Cruz del Sur

Horacio Caride

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Perspectiva de la Galeria Florida (Güemes).1915. (Cat. nº 28) Perspective of the Florida Gallery (Güemes).1915. (Cat. nº 28)

of time. And yet, as it is usual in any production, nuancesshowed in the languages of its leading actors, whether theyspoke in “academic”, modernist or neo-medieval style. Itshowed in their memory, when they recited the wordslearned in their home schools, and also in their ability toimprovise, in their gestures and in the idiomatic expressionsthat each one of them could contribute.

In this play there were leading and supporting actors.Among the former, Alejandro Christophersen, of Norwegiandescent although born in Cadiz, stands out. The rules ofcomposition and the formal repertoire of the Beaux ArtsAcademy of Paris reached with him their highest localexpression. His paradigmatic figure is also emblematic ofthe generation of professionals that gave a city underconstruction its famous forms, following the searches of itsruling class.

The frenzied rhythm of urban construction frequentlyresorted to hiring foreign architects, among other options,for certain public buildings commissioned by the State. TheFrench architect Norbert Maillart was granted some of them.Perhaps his designs for the law courts and the Central PostOffice (with the heaviness and opacity of their forms) areunfortunate representatives of the urban stature thatarchitects were able to reach at the time, with the ParisianAcademy as technical support.

This support allowed the Piedmontese architect VittorioMeano to design what is perhaps the most important workof that time, the National Congress Building. In doing so,he gave the city one of the most controversial buildings ofits time, which was given little recognition by hiscontemporaries and was depreciated by critics. Its stylizeddome, which closes the perspective of Mayo Avenue, clearlyshows the capacity to “create a city” that the availablelanguage allowed.

Still reciting eclecticism as an argument of facade toconfront the city, other architects reconciled backroomlanguages. Such were the English architects EustaceLauriston Conder, Sidney Follet and Francis Farmer, whoarranged an academic facade for Retiro Station, whileimpressive metal and glass vaults covered the platforms,boasting a knowledge that could easily have been placed inBuenos Aires, Bombay or Istanbul. This is a good example

of the tension that this profession systematically created inthe buildings of this period of time: the necessarycomposition canon versus the usefulness required by theprogram.

There were those architects who assumed the challengeof being modern and, at the same time, responding to themarket. When the image of a booming city demanded tallbuildings, architects were ready to supply it. Alfried Zücker,a Prussian architect from Silesia, completed the Plaza Hotel(1909). Conder, Follet & Farmer (and Chambers andThomas), the Office of Railway Adjustments, in 1914. Thatsame year, another architect from Piedmont, FrancescoGianotti, completed Güemes Gallery, expressing his opinionon academic truth by means of the art nouveau ornamentsthat his brother Gian Battista brought him from Milan.Before him, an Argentine with Catalonian education, JuliánGarcía Núñez, had approached the Exhibition of SpanishProducts, in a modernist style that had disturbed thegoverning élite, and that was only excused on account ofthe ephemeral character of the event. But the Centennialwas not a year it was an epoch.

Perhaps, the performance reached its climax in 1910.Nevertheless, architects, far from participating in themasquerade of eclecticism, cultivated in their works greatergenres, with much drama and some comedy, for a professionthat assimilated the modernity of its times as a guideline forits projects. Their works contributed to creating the imageof a complex and contradictory city, to a greater extent thanany other actor did. The city was to take a long time toreplace the power of its repertoires, of its actors and of itssceneries.

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Aun recitando al eclecticismo como argumento defachada para enfrentar esa ciudad, otros conciliaronlenguajes de trastienda. Tal el caso de los ingleses Eus-tace Lauriston Conder, Sidney Follet y Francis Farmer,quienes dispusieron un frente académico para la Esta-ción de Retiro, mientras que imponentes bóvedas demetal y vidrio cubrían los andenes, alardeando de unsaber que bien pudo ubicarse en Buenos Aires, Bombayo Estambul. Buen ejemplo de una tensión que la pro-fesión aportaba sistemáticamente en las obras del pe-ríodo: el canon necesario en la composición vs. la uti-lidad que reclamaba el programa.

Hubo quienes asumieron el desafío de ser modernosy a la vez responder al mercado. Cuando la imagen deciudad pujante reclamó edificios en altura, los arqui-tectos estuvieron preparados para aportarla. AlfriedZücker, un prusiano de Silesia, terminó el Plaza Hotel(1909). Conder, Follet & Farmer (y Chambers y Tho-mas), la Oficina de Ajustes de Ferrocarriles, en 1914.Ese mismo año, otro piamontés, Francisco Gianotti,completaba la Galería Güemes, opinando con sus for-mas y con los ornamentos art nouveau que su herma-no Juan Bautista le proveía desde Milán sobre la ver-dad académica. Antes, un argentino de formación ca-talana, Julián García Nuñez, había encarado la Exposi-ción de Productos Españoles, expresando un modernis-mo que molestaba a la élite dirigente, justificado sóloen lo efímero del evento. Pero el Centenario no fue unaño, fue una época.

La función teatral tal vez haya alcanzado su mo-mento culminante en 1910. Sin embargo, los arquitec-tos, lejos de participar en el baile de máscaras deleclecticismo, cultivaron en sus obras géneros mayores,con mucho de drama y algo de comedia, para una pro-fesión que asimilaba la modernidad de su tiempo co-mo pauta de sus proyectos. Más que ninguna otra, suobra contribuyó a caracterizar la imagen de una ciu-dad, compleja y contradictoria, que tardaría bastantetiempo en reemplazar la potencia de sus repertorios,de sus actores y de sus escenarios.

283Anonimo. Taller en Milan de Giovani Bautista Gianotti. ca. 1914. (Cat. nº 219)

Giovani B. Gianotti. Obra Florida. Tipo de cabina aceptada para losascensores principales a construirse en hierro y bronce. ca. 1914. (Cat. nº 29)

Anonymous. Workshop in Milan of Giovani Bautista Gianotti. ca.1914. (Cat. nº 219)

Giovani B. Gianotti. Florida Works. Type of cabin accepted forprincipal elevators to construct in steel and bronze. ca. 1914. (Cat. nº 29)

My grandfather was a constructor who arrived on theshores of the Río de la Plata in 1898, at the age of 13.He came from the center of Sicily, more precisely, fromthe town of Centúripe, the origins of which dated back tobefore the Etruscan Civilization, and located halfwaybetween the cities of Etna and Catania.

His father was also a constructor, and for the family,working on stone or imitating it was a day to day routine.The whole of Sicily is a giant rock carved by man, bearingthe traces of different civilizations that have fought overit for thousands of years. In 1987, I was able to visitCentúripe, located on a mountain that has become a cityover the centuries. Most of the old houses were dug,sculpted into the rock. The cultivated land was takenfrom the mountain, forming stairs and terraces, a sceneryin its own right, operated on and constructed by man.Examples of ingeniousness and knowledge of the art ofconstructing can be found at every step. A very poortown, but of construction masters, where I would verymuch like to return.

After I told my grandfather that I was beginning mystudies at the faculty of architecture, we had somememorable conversations, pervaded by his recollections.Among them I would like mention the story of the stophe made in Genoa, at the start of his trip to Argentina.He spent it visiting the cemetery, which in those days, andparticularly to Italians, was one of the pinnacles of art,architecture and construction techniques. The cemetery,he would say, held in its architecture and its statues theHistory of the World and the History of Art. His father,don Santiago Arena, had recommended that he visit thisplace before leaving for America, after my father hadexpressed his interest in dedicating himself toconstruction. For this reason, he had been put to the careof an uncle, a constructor as well, who taught him thefirst rudiments of the trade in Centúripe, and who

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Mi abuelo fue un constructor venido en 1898, cuandotenía 13 años, a las costas del Río de la Plata desde elcentro de Sicilia, exactamente desde el pueblo de Cen-túripe, cuyos orígenes son anteriores a los etruscos, yse encuentra situado a mitad de camino entre las ciu-dades de Etna y Catania.

Su padre también era constructor, y en la familia,trabajar la piedra o imitarla era lo cotidiano. Toda Si-cilia es una gran roca trabajada por el hombre ateso-rando diversas civilizaciones que a lo largo de mileniosse la disputaron. En 1987 pude visitar Centúripe ubi-cado sobre una montaña que a través de los siglos de-vino en ciudad. La mayoría de las casas antiguas estánhoradadas, esculpidas en la piedra. El terreno cultiva-ble está ganado a la montaña configurando escalerasy terrazas, todo un escenario intervenido y construidopor el hombre. Las demostraciones de ingenio y cono-cimiento del arte del construir se encuentran a cadapaso. Un pueblo muy magro pero de maestros cons-tructores, al que me gustaría volver.

Cuando le conté a mi abuelo que estaba iniciandomis estudios en la Facultad de Arquitectura, mantuvi-mos algunas conversaciones muy impregnadas por susrecuerdos, de donde rescato el relato de la escala quehizo en Génova, al iniciar su viaje a la Argentina. Ladedicó a visitar el cementerio, que para esa época ypara los italianos en particular, era uno de los pinácu-los del arte, la arquitectura y las formas del construir.

El cementerio, me decía, atesoraba a través de suarquitectura y su estatuaria la Historia del Mundo y laHistoria del Arte. Su padre, don Santiago Arena, antesde partir a América le había recomendado esa visita,dado que él ya había manifestado su interés por dedi-carse a la construcción. Por ese motivo había quedadoal cuidado de un tío, también constructor, que le ense-ñó los primeros rudimentos en Centúripe, y le proveyó

de sus primeras herramientas y una “valijita de made-ra” con la que vino a la Argentina, y que yo llegué a co-nocer. Han quedado de él también algunos libros muysimples de geometría, algunas herramientas, cuader-nos con trazados, manuales técnicos y el Viñola comolibro fundamental y unico para consultar los estilosclásicos.

Una fuerte dosis de coraje, empuje y una gran fe enel trabajo fue lo que le permitió evolucionar y “hacersela América”. Empezó primero como ayudante, luego co-mo “oficial” de su propio padre, personaje exuberante ypintoresco, más afecto a la ópera, a la comparsa y a lasmujeres que al andamio. Don Santiago Arena había lle-gado a la Argentina dos años antes, para fundar unapequeña empresa constructora dedicada a la ejecuciónde frentes, ya que era frentista y su especialidad el “sí-mil piedra”. Mi abuelo heredó esos conocimientos, quea posteriori lo habilitaron para tomar trabajos de en-vergadura cuando fundó su propia empresa.

Asistió a los cursos nocturnos del colegio industrialde la calle Salguero hasta los 20 años.

Sus comienzos en la construcción se dieron traba-jando para su padre siendo aun adolescente, en losfrentes del Hipódromo de Palermo, y luego en el Pala-cio Errázuriz, verdadera obra emblemática para la épo-ca. Después vinieron una serie de trabajos para la or-den Salesiana y para los Jesuitas, el camarín de la Vir-gen del Valle en Catamarca, el Auditorio del ColegioLasalle, la Iglesia de Nueva Pompeya, una serie de ca-sas importantes resueltas en diferentes estilos en elbarrio de Flores que ya realizó como empresario, y laiglesia neogótica de Constitución, sin duda su obra demás envergadura, iniciada en 1919, que ejecutó bajo ladirección del Arq. Flandoli a lo largo de diez años.

Ha quedado en la familia el recuerdo de su valora-ción por los arquitectos con quienes trabajó, la amis-

A Builder’s Memories Recuerdos de un constructor

Mederico Faivre

Plomada que perteneció a Victor Arena. s/f. (Cat. nº 783) Plumb line belonging to Victor Arena. s/f. (Cat. nº 783)

supplied him with his first set of tools and a “littlewooden suitcase” with which he came to Argentina, andwhich I have had the chance to see. Other things of histhat have survived him are some very simple books ongeometry, some tools, sketchbooks, technical manualsand the Vignola, the only and fundamental book whereto consult the classical styles are.

A large amount of courage, spirit and a great faith inwork was what enabled him to improve and to “make itin America”. He started out as a helper. Then he workedas trained bricklayer for his own father, an exuberant andpicturesque character, more given to opera, carnival andwomen than to the scaffold. Don Santiago Arena hadarrived in Argentina two years before, and had founded asmall construction company dedicated to the executionof facades. He was a facade master and his specialty was“imitation stone” My grandfather inherited thatknowledge which was to qualify him to take on works ofrelevance once he started his own company. His firststeps in construction he made working for his father, asan adolescent, on the facades of the Racetrack of Palermoand the Errasuriz Household, a truly emblematic work forthe times. Later, came a series of works for the Salesianand Jesuit orders: the chamber of the Virgen del Valle(Virgin of the Valley) in Catamarca, the Auditorium ofLasalle School, Nueva Pompeya Church. Already abusinessman, he constructed a series of important homes,resolved in different stiles, in the neighborhood of Floresand the neo-gothic church of Constitución, doubtlesslyhis most important work, started in 1919 and executedunder the direction of Architect Flandoli, over a period of10 years.

The memory of his respect for the architects heworked with, the friendship that grew between them, hisadmiration for good proportion, his knowledge of stylesand his celebration of the final beauty resulting from agood job have stayed in the family. Some of thosefamiliar names were architects Flandoli, Lecuojna, Siguierand engineer Spaini.

The setting where my grandfather and his father actedwas the Buenos Aires of the beginning of the century,where the city was a huge construction site, built by

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tad que nació entre ellos y su admiración por las bue-nas proporciones, el manejo de los estilos, y la celebra-ción de la belleza final, resultado de una buena tarea.Algunos de esos nombres familiares: los arquitectosFlandoli, Lecuona, Siguier, y el ingeniero Spaini.

El escenario donde se movieron mi abuelo y su pa-dre es el Buenos Aires de principio de siglo donde laciudad era un gran obrador, construido por artesanosde todas las nacionalidades y con materiales de todo elmundo. Las sociedades de socorros mutuos cubrían laausencia absoluta del Estado. Las asociaciones creadaspor las colectividades, por los gremios y por los bene-factores, colaboraban con los huérfanos y viudas.

Los catalanes eran muy buenos herreros y muy se-rios en todo lo que hacían. Los pocos alemanes que sededicaban a la construcción trabajan de manera excel-sa los secretos de la pintura, los estucos y los empape-lados decorados a mano. Los italianos del norte, delcentro y del sur de la península, así como los sicilianos—un grupo aparte— estaban presentes en el conjuntode las construcciones y cubrían desde las tareas rústi-cas hasta las especialidades, como los frentistas, queeran personajes muy buscados y apreciados, a quienesse esperaba para que la “obra hablara”, para que lascasas tuvieran cara, para que las construcciones toma-ran su carácter definitivo en la escena urbana.

En este ámbito, y en esta época, hay que recordarcómo se formaba un aprendiz. La escuela era el mismolugar de trabajo: la educación se basaba en la acción,en la práctica diaria. Mi abuelo me contaba cómo seiniciaba un aprendiz, cómo debía resolverle los proble-mas al “maestro”, cómo debía ganar su confianza paraque paulatinamente le transfiriera sus secretos y sabe-res, procedimientos y aprendizajes que venían repi-tiéndose desde el medioevo, los dosajes en las mezclas,el curado de los materiales... todo.

Las documentaciones y planos de obra que conser-vo de mi abuelo, que me han dado mi madre y mis tías,demuestran que cada gremio, cada especialidad, sabíalo que tenía que hacer, porque los datos que aportabanlos legajos eran bastante genéricos, pero se comple-mentaban con una intensa dirección de obra, y con el

saber y el amor propio de cada artesano que guiadopor los manuales de los estilos hacía el resto, y lo ha-cía bien.

Entre los recuerdos que se mezclan con navidades yfestejos familiares está también el orgullo, que miabuelo nos transmitía, referido a que nunca le habíantirado una bomba de alquitrán en el frente de unaobra, por no pagarle a los obreros en los tiempos difíci-les, costumbre bastante generalizada para la época.

Los esfuerzos de este “italianito” fueron constantes.La crisis del 30 le sacó todo lo que había hecho en tér-minos económicos, como también a los de toda su ge-neración. Pocas empresas constructoras sobrevivierona lo que fue la gran crisis mundial. Una fuerte depre-sión afectó su carácter y su capacidad de iniciativa, yno volvió a ser el mismo.

Su última obra fue una pequeña casa en Miramarque construyó para sí. Falleció en 1962.

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Grotesque face with beard and tendril. ca. 1910. (Cat. nº 743)

artisans of all nationalities, with materials from all over theworld. Friendly societies compensated for an absolute absenceof the State. These associations, created by communities, tradeunions and benefactors, helped orphans and widows.

Catalonians were very good steel workers and very reliablein everything they did. The few Germans who worked inconstruction mastered the secrets of painting, stuccos andhand decorated wallpapers outstandingly. Italians from thenorth, the center and the south of the peninsula and Sicilianswere present in the all areas of construction, from rustic tasksto specialties, such as facade masters. The latter were verysought after and highly thought of individuals, expected to“make the work speak”, to give the house a face, to letbuildings adopt their final character in the urban scene.

The knowledge that circulated in this environmentincluded learning how an apprentice was initiated, how hehad to solve the “master’s” problems, win over his trust toinduce him to gradually communicate his secrets andknowledge, the proceedings and teachings that had beenreproduced since medieval times, the dosages used in themixtures, the curing of materials.

The documents and plans of my grandfather’s that I keep,given to me by my mother and my aunts, prove that everytrade union, every master, knew what they had to do. In fact,the data given in the files were rather generic but werecomplemented by an intense direction on the job, and by theknowledge and the pride of each artisan who, guided by themanuals of styles, did the rest, and did it well.

Among my memories, confused with Christmas and familycelebrations, there is also the pride that my grandfather tookin the fact that nobody had ever thrown a bomb of tar againstthe front of any of his works for not paying the workers inhard times, which was a rather generalized habit in those days.This pride he passed on to us.

The efforts of this “little Italian” were constant. The crisisof the ‘30s took away everything that he had madeeconomically, just like it did to the rest of his generation.Only a few construction companies were able to survive thegreat world crisis. A deep depression affected his personalityand his initiative, and he was never the same.

His last work was a small house in Miramar that he builtfor himself. He died in 1962. Mascarón con barba y pámpanos. ca. 1910. (Cat. nº 743)

Viñola. Tratado práctico elemental de Arquitectura o Estudio de los cincoórdenes según J-B Viñola. (Cat. nº 350)

Viñola. Tratado práctico elemental de Arquitectura o Estudio de loscinco órdenes según J-B Viñola. (Cat. nº 350)

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Anónimo. Retrato de Víctor Arena. ca.1910. (Cat.nº 215) Anonymous. Portrait of Víctor Arena. ca.1910. (Cat.nº 215)

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The great plans of the time, kept in the Centre for theDocumentation and Investigation of Public Architecture(CEDIAP) within the current Ministry of Economy andWorks and Public Services, reflect the influences, theinterests and the models of the time, while showing thetensions between the different social subjects.

TThhee PPaasssseennggeerrss WWhhaarrff

According to the “Bases for the public auction, chapter 1:The works will consist of a passengers wharf, made ofreinforced concrete, on a platform made of the samematerial, and seven buildings that will constitute theImmigrants Hotel, separated from the latter by a street”.

The plan, dated in 1905, is a view showing thesimplicity of the buildings conception. The zinccoverings, with its moulded membranes and ornamentedridge piece, become the almost unique ornament on thefacade. We can observe the use of iron not only in theimportant window of the central body, but also in therhythm imposed by the cast iron columns in the gallery.

Imported materials are used: “Section 17. All thematerial used for the paint will be foreign of first quality.Section 73. On the indicated parts there will be placedwhite foreign tiles of first quality...”

The signature that can be observed in the plancorresponds to Massini, the professional in charge of thework, who also signed the conditions for the work publicauction. As provided by law, the Ministry of Public Works(MOP) was responsible for the construction and study ofall the buildings intended to render services of a nationalcharacter.

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Los grandes planos de la época, conservados en el Cen-tro de Documentación e Investigación de la Arquitec-tura Pública (CEDIAP), que pertenece al actual Minis-terio de Economía y Obras y Servicios Públicos, refle-jan las influencias, los ejes de interés y los modelos deuna época, a la vez que dan cuenta de las tensionesentre sus diversos sujetos sociales.

EEll ddeesseemmbbaarrccaaddeerroo ddee ppaassaajjeerrooss

Según las “Bases de Licitación, Capítulo 1: Las obrasconsistirán en un desembarcadero de pasajeros, hechode cemento armado, sobre una plataforma del mismomaterial, y de siete edificios que constituyen el Hotel deInmigrantes, separados del anterior por una calle.”

El plano, fechado en 1905, es una vista que mues-tra la sencillez con la que estaba concebido el edificio.Las cubiertas de cinc, con sus membrones molduradosy cumbreras ornamentadas, se convierten en casi elexclusivo ornato de la fachada. Vemos también el usodel hierro tanto en la importante vidriera del cuerpocentral como en el ritmo que marcan las columnas de“fierro” fundido de la galería.

Se emplean materiales importados: “Art. 71. Todo elmaterial para la pintura será extranjero de primera ca-lidad. Art. 73. En las partes que se indique se coloca-rán azulejos blancos extranjeros de primera clase ...”

La firma que se observa en el plano corresponde aMassini, profesional a cargo de la obra, quien tambiénfirmaba los pliegos de la licitación. Tal como lo disponíala ley, era de incumbencia del Ministerio de Obras Públi-cas (MOP), la construcción y estudio de todos los edifi-cios destinados a prestar servicios de carácter nacional.

MMoonnuummeennttoo aa llaa RReevvoolluucciióónn ddee MMaayyoo

Fue concebido para reemplazar a la Pirámide de Mayo,pero quedó en la categoría de proyecto, ya que nuncafue ejecutado.

En los planos, hechos en Europa, se observan losbocetos del basamento del monumento, de las esta-tuas de La Patria y de La Libertad y de las que repre-sentan episodios de guerra. Estas simbologías preten-den expresar, según el folleto editado en Milán en1909, por los autores L. Brizzolara y G. Moretti, “lasgrandes raices de aquel fuerte sentimiento popular quela chispa inicial del 25 de mayo de 1810 llevó al triun-fo de la revolución”.

De esta base partiría “un obelisco colosal de 35mde altura que evoca los recuerdos patrióticos mas so-bresalientes [y terminaría con] la Apoteosis del pueblo,de la revolución del nuevo estado...”

En las Memorias de Obras Públicas quedó asentadoque hubo deficiencias de convenio y particularmenteproblemas con el precio estipulado. En la propuesta ini-cial los revestimientos y grupos escultóricos serían eje-cutados con costosos materiales importados. Aunquelas ambiciones fueron reduciéndose hasta aceptar eluso de mármoles nacionales, los costos no permitieronsu construcción: “Pende la aprobación de la modifica-ción del contrato del Honorable Congreso Nacional”.

CCoolleeggiioo NNaacciioonnaall CCeennttrraall

Maillart, autor del proyecto, desarrolla la propuestaglobal del edificio en París y elabora la documentaciónentre los años 1909 y 1911. En algunos casos, la Direc-ción General de Arquitectura usa como referente ladocumentación dejada por el autor, y en otros, resuel-ve temas que éste no había considerado.

The Great Public Architectural Plans Los grandes planos de la arquitectura pública

Alicia CantarellaSusana CastilloLucrecia Guarrera

Colegio Nacional Central. Frente Principal. Modificación del frente de lacalle Bolívar. [actual Colegio Nacional de Buenos Aires]. Julio de 1914.(Cat. nº 12)

National Central College. Principal Facade. Modification of facadeon Bolivar street. [actual National College of Buenos Aires]. July 1914. (Cat. nº 12)

MMoonnuummeenntt ttoo tthhee MMaayy RReevvoolluuttiioonn

It was conceived to replace the May Pyramid, but itremained in the category of project, since it was nevercarried out.

In the plans made in Europe can be observed thesketches of the monument bases, the statues of theNation and Liberty and of those representing warepisodes. This symbolism tries to express, according tothe brochure published in Milan in 1909 by the authorsL. Brizzolara and G. Moretti, “the deep roots of thatstrong popular feeling flared up on 25th of May 1810leading to the triumph of the revolution.”

From that base would be built a “colossal 35 meterhigh obelisk evoking the highest patriotic memories (andit would be ended with) the Apotheosis of the People,the revolution of the new state ....”

In the Public Works Reports, it was registered thatthere had been deficiencies in the agreement andparticularly problems with the stipulated price. In theoriginal proposal, the finishing and the sculptural groupswould be made with expensive imported materials.Although pretensions became less ambitious until the useof national marble was accepted, the costs did not allowit construction: “The modification of the contract iswaiting approval by the Honorable National Congress.”

NNaattiioonnaall CCeennttrraall CCoolllleeggee

Maillard, the project author, elaborated the overallbuilding proposal in Paris and prepared thedocumentation between the years of 1909 and 1911. Insome opportunities, the General Department ofArchitecture used as a reference the documents left by theauthor, and in others, decided on points that the latterhad not taken into account.

In these plans can be observed the emphasis placed onthe finishing of the facades, halls and principal rooms.The one corresponding to the building’s Principal Facade,dated in Buenos Aires and signed by the General Directorof the General Department of Architecture (DGA), is amodification of the author´s original; the 1st floor plan

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En estos planos puede apreciarse el énfasis que seponía en la época en las resoluciones de fachadas, ha-lles y salones principales. El del frente principal, fecha-do en Buenos Aires y firmado por el Director Generalde la Direccion General de Arquitectura (DGA), es unamodificación del original del autor; el plano del 1º pi-so —Sala de Actos Públicos— muestra la proliferaciónde detalles para los elementos ornamentales, obser-vándose pocas acotaciones técnico-constructivas. Eluso de las escalas respondía a una concepción que di-fiere de la actual: a manera de zoom, se mostraban losdiversos detalles de la obra aumentando o disminu-yendo el tamaño del dibujo, desechando la síntesis pa-ra aquéllas escalas más reducidas.

CCoonnggrreessoo NNaacciioonnaall

Meano, arquitecto-ingeniero piamontés, gestó la obracomo una unidad estructura-forma.

Se han seleccionado estos planos para la muestrano sólo por el preciosismo en la técnica del dibujo si-no porque fundamentalmente resaltan el enfoque téc-nico que conjuga belleza formal con resolución estruc-tural. El impacto visual que los planos expuestos pro-vocan responde a la técnica de copiado empleada, yaque no estamos ante originales, sino copias en ferro-prusiato, de uso corriente en la época.

Como puede verse en la Planta de Techos y Cúpula,la torre central constituye una espina dorsal alrededorde la cual se desarrolla el conjunto del edificio. El planodel Corte en el Gran Hall muestra la torre de gran altu-ra (aproximadamente 80 mts.) que sobresale claramen-te del resto de la construcción. La misma está rematadapor una cúpula muy pronunciada de estructura metáli-ca. Sucesivas articulaciones van transmitiendo las car-gas de este gigantesco cuerpo hasta que finalmente seancla en el suelo mediante dos arcos invertidos, plateay pilotes de madera que consolidaron el terreno.

LLaass eexxppoossiicciioonneess ddeell CCeenntteennaarriioo

El conjunto de planos presentados, de diversa facturay procedencia, hablan claramente de la manera en quefueron concebidas y desarrolladas las exposiciones. Es-ta vez no fue el Estado a través del MOP quien tuvo acargo las obras sino grupos de ciudadanos involucra-dos con las distintas temáticas, (SAC, Unión Industrial,Sociedad Rural, Sociedad Médica Argentina). En cam-bio, según las Memorias del MOP: “Cupo a esta Repar-tición intervenir, en parte, en la distribución de pabe-llones y locales que ocuparon las Exposiciones del Cen-tenario, como también en lo referente a la distribuciónde muebles y artículos diversos que se destinaron a Re-particiones públicas y Asociaciones particulares”...

Las plantas de conjunto muestran la ubicación geo-gráfica de las exposiciones. La de Higiene se ubicaba enel predio que actualmente ocupa la Biblioteca Nacional;la de Agricultura, en lo que es hoy la Sociedad Rural; lade Industria en el Parque Tres de Febrero y la de BellasArtes, en la plaza San Martín. La más alejada, la deTransporte y Ferrocarriles estaba cerca del Hipódromo.

Es posible apreciar a la Avenida Alvear, hoy del Li-bertador, como elemento vinculante que conectaba lasdiversas Exposiciones y una concepción urbanística enla cual los espacios verdes prevalecen sobre la masaconstruida.

Cada Exposición se constituye por una sumatoriade partes en las que participan distintos autores. Cons-trucciones, —en algunos casos ordenadas por leyes desimetría—, y tramas circulatorias de diversa y eclécticaconcepción, configuraban el proyecto.

La mayoría de los pabellones fueron desmontablesaunque algunos de ellos, concebidos para perdurar,pueden verse aún hoy, por ejemplo en la Sociedad Ru-ral y en los cuarteles del Regimiento de Patricios.

–Hall of Public Acts- shows the proliferation of detailsabout the ornamental elements, while only a few commentsare made about technical construction matters. The use ofscales results from a conception differing from the presentone: acting as a zoom, the different details of the workwere shown by increasing or decreasing the size of thedrawings, ignoring the synthesis for those most reducedscales.

NNaattiioonnaall CCoonnggrreessss

Meano, architect and engineer natural of the ItalianPiamonte, conceived the work as a structure-form unit.

These plans have been selected for the exhibition notonly because they show a most careful drawing technique,but also and fundamentally, because they highlight thetechnical approach that combines formal beauty withstructural resolution. The visual impact produced by theexhibited plans results from the technique used for theircopying , since we are not in front of originals, but in frontof ferroprussiate copies of current use at the time.

As it can be seen on the Plan of Roofs and Dome, thecentral tower constitutes a spine around which the wholebuilding is developed. The Section plan in the Great Hallshows the tower of a great height (approximately 80 m) thatstands out from the rest of the construction. The same iscapped by a very high dome of metallic structure.Successive articulations transmit the forces of this hugebody until it is finally anchored to the floor with twoinverted arches, platform and wooden piles that consolidatethe ground.

TThhee EExxppoossiittiioonnss ooff tthhee CCeenntteennnniiaall

The group of submitted plans, of different makes andorigins, clearly shows how expositions were conceived andcarried out. This time it was not the State through the MOPthat was in charge of the works, but the groups of citizensdealing with the different disciplines, (S.A.C., UniónIndustrial, Sociedad Rural, Sociedad Medica Argentina).Notwithstanding, according to the MOP Reports: “It wasthe responsibility of this Ministry to decide, in part, uponthe distribution of the pavilions and places occupied by theCentennial Exposition, as well as upon the distribution offurniture and various articles sent to public Secretaries andprivate Associations. . .”

The joint plans show the geographic location of theexpositions. The Hygiene exposition was placed in the sitepresently occupied by the National Library; the Agricultureexposition was where the Rural Society is today; that ofIndustry, in Park 3 de Febrero and that of the Fine Arts, inPlaza San Martín. The furthest one was the exposition ofTransport and Railways that was placed near theHippodrome.

The Avenue Alvear, presently Libertador Avenue, can beappreciated both as a joining element connecting thedifferent Expositions and as an urban conception wheregreen areas prevailed over the building mass.

Each show results from the addition of parts wheredifferent authors participate. The project configurationconsisted in constructions that in some cases were orderedby the laws of symmetry, and circulatory schemes of diverseand eclectic conception.

The majority of pavilions were built to be dismantled,although some of them, conceived to last, can still be seentoday in the Rural Society and in the quarters of theRegiment of Patricios, for example.

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Ministerio de Obras Públicas. Direccion General de Arquitectura. ColegioNacional Central. 1er Piso Sala de Actos Públicos. Marzo de 1914. (Cat. nº 13)

Ministerio de Obras Públicas. Dirección General de Arquitectura.National Central College. First Floor Room for Public Events. March 1914. (Cat. nº 13)

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Víctor Meano. Palacio del Congreso Nacional. Planta de los techos ycúpula. 1895. (Cat. nº 9)

Víctor Meano. Palacio del Congreso Nacional. Corte del Gran Hall. 1895.(Cat. nº 10)

Carlos Massini. Hotel de Inmigrantes. Desembarcadero. Julio de 1905.(Cat. nº 11)

Víctor Meano. National Congress Building. Plan of roofs and dome.1895. (Cat. nº 9)

Víctor Meano. National Congress Building. Courtyard of the GreatHall. 1895. (Cat. nº 10)

Carlos Massini. Immigrants Hotel. Disembarking area. July de 1905.(Cat. nº 11)

In order to erect the highest monument to evoke thepatriotic deeds of May, in the most representative place inthe city and in the country – the Plaza de Mayo- in 1907,the Centennial Commission organized an internationalcontest with the participation of national and foreignsculptors and architects. In 1908, seventy-four projectswere submitted out of which only six were selected forthe final round. The winning project, only by a narrowmargin, was the one presented by the Italian LuigiBrizzolara (a sculptor) and Gaetano Moretti (an architect).Although it was never carried out, the project waspublished in two handsome volumes in Milan. (Moretti –Brizzolara, 1909, 1914).

Columns and obelisks, small temples and arches oftriumph, grand staircases, genies, nymphs and tritons, seaanimals and fabulous turtles, composed the repertoire ofthe different maquettes exhibited in the Sociedad Ruralin Palermo, where the participants showed their allegoriesintended to glorify the May exploits. The arch oftriumph and sculpture group presented by the ArgentineRogelio Yrurtia was selected in the first round but wasturned down later because it did not comply with therules of the contest (Chanourdie, 1908). This project wasfar from the exotic present in other projects, but it wasclose to the heart of many of the author´s fellow citizens.

The winners, Brizzolara and Moretti, not only made aprecise sketch of the monument which was going tohouse the historic Mayo Pyramid, but also remodelled thePlaza de Mayo layout altogether. They conceived it as amagnificent platform facing the grandiosity of the Riverde la Plata. In order to carry out the project, theysuggested demolishing the House of Government, theCabildo, and the warehouses at the port. The building ofthe Cathedral was supposed to survive.

In 1912, a couple of years after the placing of theMonument cornerstone in May 1910, with great technical296

Para levantar el máximo monumento evocativo de lagesta patria en el sitio más representativo de la ciudady del país —la Plaza de Mayo— en 1907 la Comisión delCentenario llamó a un concurso internacional en elque participaron escultores y arquitectos nacionales yextranjeros. Setenta y cuatro proyectos se presentaronen 1908 y seis fueron seleccionados para la rueda fi-nal. Ganó, con poco margen, el presentado por los ita-lianos Luigi Brizzolara (escultor) y Gaetano Moretti(arquitecto). El proyecto fue publicado en dos bellos li-bros en Milán, pero nunca se construyó (Brizzolara-Moretti, 1914).

Columnas y obeliscos, templetes y arcos de triunfos,escalinatas, genios, ninfas y tritones, animales marinosy tortugas fabulosas, componian el repertorio de lasdiferentes maquetas expuestas en la Sociedad Rural dePalermo, donde los concursantes exhibieron sus alego-rías para glorificar la gesta de Mayo. El arco de triun-fo y conjunto escultórico del argentino Rogelio Yrurtia,lejos de estos exotismos y cerca del corazón de muchoscompatriotas, a pesar de haber sido seleccionado en laprimera rueda fue rechazado por no responder a lasbases del concurso (Chanourdie, 1908).

Los ganadores Brizzolara y Moretti no sólo dibujaroncon precisión el monumento que en su interior alber-garía la histórica Pirámide de Mayo, sino que rediseña-ron todo el escenario de la plaza de Mayo. La concibie-ron como una magnífica plataforma abierta a la gran-diosidad del Río de la Plata; para conseguirlo, propo-nían demoler la casa de gobierno, el cabildo y los de-pósitos del puerto. La catedral se salvaba.

En 1912, un par de años después de haberse coloca-do la piedra fundamental del Monumento a la Revolu-ción de Mayo en mayo de 1910, con gran alarde técni-co de rodillos, poleas y andamios, el ingeniero AnselmoBorrel dirigió las obras del traslado de la histórica pi-

rámide hacia el centro de la plaza. Estaba destinada aquedar en la cripta de la columna-obelisco de 35 me-tros de altura del proyecto de Brizzolara y Moretti. Laantigua Pirámide de Mayo, ya recubierta una vez en1857, estaba en camino a ser nuevamente tapada yprotegida y tapada (Gutiérrez-Berjman, 1995, p. 161).

Las demoras en los trámites para su construcción,las opiniones encontradas y el comienzo de la guerraeuropea volatilizaron el proyecto de Brizzolara y Mo-retti, así como la ambiciosa propuesta de demolicióndel Cabildo y la Casa Rosada. Pero el afán de reformarla Plaza de Mayo, cuyas obras habían comenzado en1884 con la demolición de la recova, seguía en pie, yen las décadas posteriores se presentaron numerososproyectos para transformarla. Si bien las reformas quese introdujeron con los años tomaron en cuenta algu-nas de las ideas discutidas, ninguno de esos proyectosfue realizado (Gutiérrez-Berjman, 1995).

Monument to the May Revolution Monumento a la Revolución de Mayo

Margarita Gutman

Equipo de fotógrafos de Caras y Caretas. Exposición de maquetas delConcurso de Monumentos a la Revolución de Mayo. Junio de 1910. (Cat. nº 61)

Camera crew of Caras y Caretas. Exhibition of models for theCompetition for Monuments to the May Revolution. June 1910.(Cat. nº 61)

297

display of rollers, pulleys and scaffolds, the engineerAnselmo Borrel directed the works for the transfer of thehistoric pyramid to the centre of the plaza. It wasdestined to remain inside the crypt of the 35 metres highcolumn – obelisk of the Brizzolara and Moretti project. The old Mayo pyramid, already covered once in 1857, wasabout to be covered again and protected. (GutiérrezBerjman, 1995, p. 161.)

The delays in the paperwork for its construction, theantagonistic positions and the beginning of the war inEurope made Brizzolara and Moretti’s project vanish aswell as their ambitious proposal of demolishing theCabildo and the Casa Rosada. Nevertheless, the intentionof remodelling Plaza de Mayo, whose works had begun in1884 with the pulling down of the Recova, continued andin the following decades, various projects were submittedfor this remodelling purpose. In spite of the fact thatmany of the reforms introduced along the years hadtaken into account some of the previously discussedideas, none of those original projects was carried out.(Gutiérrez – Berjman, 1995.)

298Gaetano Moretti y Luigi Brizzolara. Monumento a Mayo. Obelisco Lado A,vista del frente del monumento. ca. 1909. (Cat. nº 14)

Gaetano Moretti y Luigi Brizzolara. Monumento a Mayo. Basamento,Lado A, vista del frente del monumento. ca. 1909. (Cat. nº 15)

Gaetano Moretti and Luigi Brizzolara. May Monument. Obelisk SideA, view of the front of the monument. ca. 1909. (Cat. nº 14)

Gaetano Moretti and Luigi Brizzolara. May Monument. Base, Side A,view of the front of the monument. ca. 1909. (Cat. nº 15)

299Anónimo. Traslado de la Pirámide de Mayo. “Durante los discursos”.1912. (Cat. nº 115)

Anonymous. Move of the May Pyramid. “During the speeches”.1912. (Cat. nº 115)

The period of elections and the end of the government ofVice President José Figueroa Alcorta marked the politicalclimate during the preparation of the celebration of theCentennial : “This regime which circumscribes thefunctioning of government to the simple and untimelycriterion of official omnipotence “tightens the springs” toassure the presidential succession in a parody of elections.Announcement of this spectacle is anticipated for theyear of the Centennial. When the May sun will bring itsbrilliance evoking a century with the accompaniment ofheroic deeds, magnificence, self sacrifice and abnegationin pursuit of freedom ; the Argentines of these days,making comparisons, would ask themselves if they hadgone to such a level that they are unable to win backtheir rights from official usurpation when one hundredyears ago they had gained Independence from an armedforce of a domination many times secular.” (La Nación1.1.1910)

Graphic humor helped to build a negative image of theconservative government and especially of FigueroaAlcorta, a task in which the illustrators of “magazines”excelled themselves. Naturally, the title pages of Caras yCaretas and P.B.T. were the graphic expression of therelationship between the middle urban classes and theconservative regime. The so-called “magazines” wereweekly booklets with a strong rapport between text andimage. Photographs taken for the weekly chronicles wereadded to sketches.

Technical improvements like the color (tri-chromaticand tetra-chromatic) developed since the turn of thecentury were very important in a visual culture becomingmore popular among the masses. These advances werevital to the maturing of humor and political caricature,

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La etapa electoral y el fin del gobierno del vicepresi-dente José Figueroa Alcorta marcaron el clima polí-tico durante los preparativos para los festejos delCentenario:

“Este régimen, que ha subordinado todo el fun-cionamiento del gobierno al criterio simplista yanacrónico de la omnipotencia oficialista, ajus-ta hoy sus resortes para asegurar en farsaicasparodias comiciales la sucesión presidencial. Esel espectáculo que se anuncia para el año delCentenario. Cuando el sol de mayo traiga en susdestellos las evocaciones de un siglo con todo elcortejo de heroicidades, de grandezas, de abne-gaciones y de sacrificios desplegados en holo-causto de la libertad, los argentinos de hoy, ha-ciendo comparaciones, habrán de preguntarse siha degenerado tanto la raza que hoy no es ca-paz de conquistar sus derechos contra la usur-pación oficial cuando hace cien años conquista-ba la independencia contra la fuerza armada deuna dominación varias veces secular”. (La Na-ción, 1/1/1910)

El humor gráfico político contribuyó a construir unaimagen negativa del gobierno conservador y en espe-cial de Figueroa Alcorta, tarea en que se destacaron losilustradores de los magazines. Desde luego, las carátu-las de Caras y Caretas o PBT eran la expresión gráficade la relación de los sectores medios urbanos con el ré-gimen conservador. Los magazines eran revistas sema-nales con una fuerte relación entre texto e imagen. Ala tarea de los dibujantes se sumaba la presencia de lafotografía para las crónicas semanales.

En una cultura visual en proceso de masificaciónrevistieron importancia los avances técnicos desarro-

llados desde fin de siglo para la incorporación del co-lor (la tricromía y luego la cuatricromía). Estos avancesfueron relevantes en el desarrollo del humor y la cari-catura política, permitiendo una mayor caracterizaciónde las siluetas y un uso simbólico de los colores. El gé-nero se entroncaba con una larga tradición en BuenosAires, iniciada con El Mosquito de Henri Mayer y Hen-ri Stein siguiendo los clásicos modelos franceses desde1867 hasta su cierre en 1893. El mismo formato de pe-riódico ilustrado continuó con Don Quijote de EduardoSojo bajo el gobierno roquista. El establecimiento dedibujantes españoles, exiliados republicanos algunos,migrantes otros, fue clave para sostener el auge de laseditoriales. A los nombres señeros de Manuel Mayol yJosé María Cao se sumaron entrado el siglo, entreotros, los de Francisco Redondo, Federico Ribas, JuanCarlos Alonso y Pedro de Rojas. Los dibujantes españo-les generalmente eran diestros tanto en ilustrar relatoscomo en hacer caricaturas y humor político; algunospodían destacarse, como Alonso, haciendo siluetaspersonales. Además trasladaron a Buenos Aires lasprácticas aprendidas en la española Blanco y Negro,publicación que en su perduración hizo los cambiosnecesarios de revista ilustrada a magazine. Junto conel sólido grupo de españoles destacaban el italianoMario Zavattaro, excelente ilustrador, y los orientalesAurelio Giménez y Pedro Angel Zavala, “Pelele”.

Una de las características de este período es la cir-culación de los ilustradores y dibujantes por distintosmedios gráficos, desde una actividad más comercialhasta colaboraciones en publicaciones políticas socia-listas o anarquistas. Por otra parte Buenos Aires erauna plaza importante de circulación de las revistas es-pañolas, como la mencionada Blanco y Negro o ABC.En Buenos Aires se destacaron los magazines: Caras yCaretas, PBT y Fray Mocho. Otras publicaciones hoy

Politics and City: satirical and graphicimages

Política y ciudad: imágenes gráficas y satíricas

Roberto Amigo

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Pedro de Rojas. “El verdadero aspecto del Congreso...”. La Vida Moderna.27 de abril de 1910. (Cat. nº 445)

Pedro de Rojas. “The true appearance of the Congress...”. La VidaModerna. April 27, 1910. (Cat. nº 445)

using the silhouette and the symbolic use of the colours.This genre interlaced with an old tradition in BuenosAires, started by “El mosquito” by Henri Mayer and HenriStein published from 1867 until its closure in 1893,following the classical French models. The same formatof illustrated newspaper continued with “Don Quijote” byEduardo Rojo under the government of Roca. The arrivalof Spanish sketch artists, some of them expatriatedrepublicans, others migrants, played a key role insupporting the height of publishing houses. In additionto the names of Manuel Mayor and José Maria Cao wereadded those of Francisco Redondo, Federico Ribas, JuanCarlos Alonso and Pedro de Rojas when the century hadbegun. The Spanish sketch artsists were skilled not onlyin caricature but also in political humour, some, likeAlonso , were able to excel making personal silhouettes.Moreover, they brought to Buenos Aires the practiceslearned in the Spanish “Blanco y Negro”; a publicationthat, while issued, made the necessary variations tochange from an illustrated magazine to the so-called“magazine” mentioned above. Together with the solidgroup of Spanish stood out the Italian Mario Zavattaro,an excellent illustrator, and the Uruguayans AurelioGiménez and Pedro Angel Zavala, “Pelele”

During this period, the illustrators and sketcherswandered around different graphic magazines, theyperformed commercial activities and works incollaboration with political publications (socialist oranarchist). Moreover, Buenos Aires was an importantmarket for the Spanish magazines such as “Blanco yNegro” or “A.B.C”. In Buenos Aires the more importantmagazines were : “Caras y Caretas”, P.B.T. and “FrayMocho”. Other publications almost forgotten now hadsurprising editorial and graphic quality : “La VidaModerna” (Giménez) and “Sol y Sombra” (Navarrete).

Among the huge variety and amount of politicalhumor of the Centennial, it is important to mention the

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casi olvidadas sorprenden también por su calidad edi-torial y gráfica: La Vida Moderna de los Giménez y Soly Sombra de Navarrete.

Entre la enorme variedad y cantidad del humor po-lítico del Centenario, importa destacar la obra de Pedrode Rojas, cuya larga trayectoria en la Argentina inclu-yó hasta funciones en el diario Crítica. Sus ilustracio-nes de 1910 contienen una ácida crítica al régimenconservador. De Rojas, en sus dibujos, podía realizaruna interpretación de la situación política con un jue-go entre la imagen y el texto; así en “El final de las fies-tas” con los obreros dormidos y la invocación para queal despertar reclamen la rendición de cuentas al go-bierno. Quizás una de sus carátulas más logradas sea laque muestra a Figueroa Alcorta, cuyo aspecto físico pa-recía preparado para el humor político, trepado en loalto de una serie de escaleras leyendo un discurso queya nadie escucha: imagen de un régimen que termina.

En el humor gráfico del Centenario no podía faltarla llegada de la Infanta —otra contextura física desti-nada a los caricaturistas—, tal vez la única visita queingresó a la memoria colectiva. Pedro de Rojas retratóla fascinación de la clase política argentina ante la lle-gada de una aristócrata en “España descubre Américapor segunda vez”: la Infanta Isabel, recién descendidade la nave, rodeada de su corte y sus equipajes , mirapor sus anteojos a los integrantes del gobierno nacio-nal representados como indios. Otro dibujante espa-ñol, Federico Ribas, ilustró con extrema simpleza elpaseo de la Infanta y la muchedumbre abriéndose ycerrandose al paso del carruaje. Pocas veces el humoralcanzó tan claramente a representar las relaciones depoder en el espacio urbano, el disciplinado comporta-miento que buscaba el gobierno. Además, la miradadel dibujante es gráficamente moderna: la multitud esvista desde arriba.

Desde luego eran habituales las referencias al frau-

de electoral. Las urnas, a veces dibujadas como fune-rarias en doble alusion a la urna electoral y a la vota-ción de muertos, eran una asociación casi inevitablecon el fraude. Las conflictivas relaciones entre el po-der ejecutivo y el Congreso Nacional y las intervencio-nes provinciales por el poder nacional eran otros de losasuntos reiterados en el humor gráfico del Centenario.

También la oposición podía ser blanco de los dibu-jantes. Navarrete, que en su revista Sol y Sombra habíadibujado al pueblo como una figura gauchesca enfren-tada al poder político, presentó en 1911 a Hipólito Yri-goyen probándose la barba de Leandro N. Alem, elcaudillo radical fallecido, para sintetizar un programay una nueva situación política que culminaría con elascenso del radicalismo en 1916. Etapa de la cual tam-bién se ocuparán algunos de estos dibujantes, juntocon nuevos ilustradores.

works of Pedro De Rojas, whose extended activity inArgentina included positions in the newspaper Critica. Hisillustrations from 1910 are ferociously critical of theconservative regime. In his drawings, De Rojas was able tomake an interpretation of the political situation throughmatching imaging and text, like in “The end of the parties”with workers sleeping and an invocation on them forwaking up and asking the government a rendering ofaccounts. Amidst his title pages which achieved moreperfection was the one depicting Figueroa Alcorta, whoseappearance fitted perfectly for the political humor. Therehe is at the top of a staircase reading a speech whichnobody listens to, an image of the end of the regime.

In the graphic humor of the Centennial, the arrival ofthe “Infanta” was an unavoidable subject; anotherpersonage whose look fitted the caricature. Maybe this wasthe only visit to enter the collective memory. Pedro deRojas painted the fascination of the political Argentine classwith the arrival of an aristocrat. In “Spain discovers Americafor a second time”, the Infanta Isabel who has recentlydescended from the ship and is surrounded by her court andluggage looks through her glasses at the members of thenational government who were represented like indigenouspeoples. Another Spanish sketch artist, Federico Ribas,illustrated with great simplicity the stroll of the Infanta and

the opening and closing of the crowd while the carriagewas passing . Only on a few occasions did the humoraccomplish such a good representation of the relationshipbetween power and urban space ; the disciplinarybehaviour expected by the government. Besides, the artist’sview is modern, the crowd is viewed from above.

Naturally, references to fraud in the elections werehabitual. Ballot boxes were drawn like funeral urnsappealing to a double sense, the urn itself and the ballotscast from death persons, obviously connected with thefraud. Recurrent themes of the graphic humor of theCentennial were also the conflictive relations between theCongress and the Executive Power and the provincialinterventions made by the National Power.

Furthermore the political opposition was also the targetof sketch artsists. Navarrete who has depicted the peoplelike a gaucho figure in opposition to the political power inhis magazine “Sol y Sombra”, in 1911 presented to HipólitoYrigoyen trying on Leandro N. Alem’s beard, the recentlydeceased political leader of the “radicales”. The drawingsynthesized a new political situation that ended in theascent of radicalismo in 1916, a subject of which thesesketch artists and new illustrators would address in thefuture.

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Pedro de Rojas. “El vice en el centenario. En la altura y en la soledad...”.La Vida Moderna. 1 de junio de 1910. (Cat. nº 447)

Pedro de Rojas. “The vice-president in the Centennial. High andalone...”. La Vida Moderna. June 1, 1910. (Cat. nº 447)

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Pedro de Rojas. “Cometa de la futura presidencia. ¿Seguirá con esa cola ose desprenderá de ella?". La Vida Moderna. 13 de abril de 1910. (Cat. nº 443)

Navarrete. “Haciéndose una Cabeza. -¿Y? ¡Estoy bien caracterizado?...” .La Vida Moderna. 26 de julio de 1911. (Cat. nº 451)

J. Villanueva y Soler. Alegoría de Alem. 1914. (Cat. nº 635)

Pedro de Rojas. “Comet of the future presidency. Will it continuewith its tail or will it loose it?". La Vida Moderna. April 13, 1910.(Cat. nº 443)

Navarrete. “Making a head - And? Am I well portrayed?...” . La VidaModerna. July 26, 1911. (Cat. nº 451)

J. Villanueva and Soler. Allegory of Alem. 1914. (Cat. nº 635)

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There were banquets in the times of the Centennial, andthere were guests who said some words to justify (orclarify) the scope of that social act. Besides, with the aidof photography and thanks to the press, these banquetsconstituted the testimony that was given to the public ofthe existence of a collective purporting some difference,which allowed the table companions to interact by thismeans with the rest of the community.

To have a meal together becomes an index of thedegree of closeness of that relationship, since the bondamong the participants is shown through that act whichis closer to the conservation of life: those who eattogether, are those who were born together or those that,by the work of some common word, will also die together.

Such celebrations exhibit (or they generate) a powertowards the outside that reaffirms, for it commits itsparticipants, a bond towards the inside of the group thatcongregates and operates as the source of that power. The media banquet (by 1910, it is the one that is madepublic by the press) differs from the unpublishedcelebrations in the fact that the latter only comply with apart of the enunciated conditions, those corresponding tothe strengthening of the bond or in many opportunities,to the precipitation into crisis of the bond itself. In thislast case, its public presence is tardy, and corresponds tothe words of some indiscreet table companions,sometimes perpetrated as a piece of writing; the mostoutstanding example corresponds to the suppercelebrated by Jesus and its pupils, under thecircumstances well known to all of us.

The habit of eating and drinking and addressing otherpeople, which dates from very old times was a widelyspread practice among our people; in some occasionswith consequences usually evoked by our history: tosettle a political alliance, to consecrate a personality or toshow a strong disagreement. As regards what follows, our

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Banquetes, los hubo en el Centenario, y también la con-siguiente toma de palabra por alguno de sus circuns-tantes para justificar (o ampliar) los alcances de ese ac-to social. Además constituyó, fotografía mediante ygracias a la prensa, el testimonio brindado al público dela existencia de un colectivo que detentaba alguna di-ferencia, la que habilitaba a los comensales a vincular-se, por su intermedio, con el resto de la comunidad.

Comer en conjunto se convierte en la indicación delgrado de proximidad de ese vínculo, dado que el liga-men entre los participantes se muestra a través deaquello más cercano a la conservación de la vida: quie-nes comen juntos, son quienes han nacido juntos o porobra de alguna palabra común morirán también juntos.

Tales celebraciones exhiben (o generan) un poderhacia afuera que reafirma, porque compromete a losparticipantes, un lazo hacia adentro del grupo quecongrega y opera como fuente de ese poder. El ban-quete mediático (para 1910, se trata del que es difun-dido por la prensa), difiere de las celebraciones no di-fundidas, que cumplen sólo una parte de las condicio-nes enunciadas, las que corresponden al reforzamien-to del vínculo o, muchas veces , su puesta en crisis. Eneste último caso su presencia pública es morosa, co-rresponde a la palabra de algunos comensales indis-cretos, fijada a veces por la escritura; el ejemplo másresonante corresponde al celebrado por Jesús con susdiscípulos, en las circunstancias por todos conocidas.

Esto de comer, beber y dirigirse a los otros, que vie-ne de tan lejos en el tiempo, se ejecutó entre nosotrosde manera profusa; en muchos casos con consecuen-cias que la historia suele evocar: sellar una alianza po-lítica, consagrar a una figura o dar la señal de un gra-ve descontento. En lo que sigue, nuestro propósito con-siste en echar la mirada sobre los banquetes olvidadosen las páginas de las revistas, procurando circunscribir

algún sesgo que nos hable del lugar que se le asignabaen tiempos del Centenario a esa añeja costumbre.

Basta abrir, según riguroso proceso aleatorio, unarevista de 1910 (Caras y Caretas n. 619), donde se pue-den observar las informaciones de celebraciones,acompañadas de la fotografía correspondiente: sietebanquetes que reúnen a ingenieros agrónomos, diplo-máticos, militares; se suma un encuentro mixto, un“Five o’clock tea”, en la residencia del director generalde Correos. A estos encuentros sociales se agrega unaquincena de otros, de sociabilidad más extendida, queincluyen a veces el componente oratorio pero no la co-mida; en estos casos el perímetro es variable, puedetratarse de los festejos del 14 de julio o la reunión delos vendedores de diarios. La circulación de alimentos,como se ve, establece el límite entre un interior que sereconoce como tal, frente a algo que no lo es o, al me-nos, lo es de otro modo.

No conforme, repaso un PBT, el n. 282, correspon-diente al mismo año: computo nueve banquetes, tanvariados como los anteriores; se suman dos almuerzoscampestres y un té, de carácter mixto. A lo que seagregan plurales encuentros y reuniones tales como laconmemoración de la batalla de Maipú o la gran reu-nión del “Primo Circolo Mandolinistico”.

Tal profusión confirma su vigencia social por esacontracara insoslayable de toda ceremonia: la presen-tación humorística. Esta se patentiza, como el humorlo reclama, en una desproporción entre lo que nos esdado a oír, si el humor es verbal, o a ver, si se recurrea las imágenes y aquello a que se refieren.

La imagen, un esquicio rápido sin las profusionesilustrativas de época, del “Banquete del Centenario”,alude al número de comensales y a la proporción gi-gantizada de los enseres de cocina que deben proveera semejante concurrencia. Pero, sin duda, el procedi-

The Dream of the Never Ending Banquet El sueño del banquete interminable

Oscar Traversa

Juan Carlos Alonso. “Los banquetes monstruos...”. La Vida Moderna. 11 dejunio de 1908. (Cat. nº 439)

Juan Carlos Alonso. “The monstrous banquets...”. La Vida Moderna.June 11, 1908. (Cat. nº 439)

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interest will be concentrated in casting a glance at thosebanquets sunk into oblivion on the pages of magazinesso as to discover some clue that will tell us about theplace given to this ancient habit in the times of theCentennial.

It is enough to open at random any magazine from1910 (Caras y caretas nº 619) where one can observe thecelebrations accounts, accompanied by the correspondingphotographs: seven banquets gathering agronomists,diplomats, army men; there is also a write up of a mixedmeeting, a “Five o’clock tea” at the residence of thegeneral director of the Post Office. To these socialmeetings a dozen more are added. Being of a morenumerous attendance, they sometimes include the speechcomponent but not the supper. In these cases theperimeter is variable, it can be about the celebrations ofthe 14th July or the meeting of newspaper vendors. Thecirculation of food, as it can be observed, establishes thelimit between an interior that recognises itself as such, infront of something that it is not or, at least, it is but inother way.

Not being satisfied enough, I go through a PBT nº282 of the same year: I can count nine banquets, asvaried as the formers, and there appear also two lunchesin the country and one tea, both of a mixed character.Many gatherings and meetings are also accounted, forinstance: the commemoration of the Maipú battle, or thegreat meeting of the “Primo Circolo Mandolinistico”: Such profusion confirms their social presence through theother undeniable facet of every ceremony: the humorouspresentation. The latter becomes evident, as humourdictates, by means of a disproportion between what isheard, if there is oral humour, or what is seen, if there isrecourse to the images and what they refer to.

The image of the “Centennial Banquet”, a quicksketch without the detailed illustrative profusion of thetime, alludes to the number of guests and to the enlargedproportion of kitchen ware necessary to wait on such a

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miento hiperbólico es llamativo: el limite de instala-ción de los participantes se extiende hasta la línea delhorizonte y los adminículos de cocina configuran unperfil industrial, donde no faltan las chimeneas. Lospanes, que reposan sobre las mesas, ocupan a lo largo,por su tamaño, las plazas de varios circunstantes. Unpollo guisado, al fondo, se equipara en tamaño con lacúpula de una iglesia. Las figuras de los participantes,mas cercanos, revisten un aire envarado que se pierdeen las imágenes, según se alejan hasta tornarse peque-ños puntos.

Dos rupturas de límites entonces, el del número deasistentes y el de la cantidad de comida. Dos ilusionesdel momento: todos participan del banquete y la pi-tanza será de proporciones gigantescas y suficientes.

El extendido del territorio (hasta el horizonte), ha-bilita a instalarse sin las molestias orográficas de otrasregiones del mundo. Esta amplitud territorial aventaotro fantasma, el fantasma de los panes pequeños, re-sultado de la estrechez o de la infertilidad de la tierra,sufrida —de primera o segunda mano—, por tantos lec-tores de la época.

El gesto humorístico se desliza hacia lo alegórico, elbanquete como tantos —o como todos ellos— encierra

un programa. Es posible que leído en la época patenti-zara una convicción colectiva de extensión y prodiga-lidad sin límites. Finalmente debe ser cierto que algo deeso haya sido compartido por muchos, tantas expresio-nes del lenguaje común han hecho patente esa convic-ción de exuberancia y de prodigalidad. Hubo, incluso,poetas mayores , como Lugones, que cantaron a los ga-nados y las mieses con versos laboriosos, donde se per-fila el sueño de un banquete interminable y pacífico.

Como todo programa la alegoría humorística mues-tra sus fisuras: es escaso el personal de servicio, las po-cas figuritas que atienden a los comensales se ven pre-surosas entre las largas mesas, en franco desequilibriocon la potencial demanda. Es posible que algunos, enese banquete, debieran engullir su plato frío o retirar-se sin haberlo recibido. Los banquetes —los del Cente-nario no constituyeron una excepción—, no regulan suexcelencia por el número soñado de comensales, sinopor la vigilia en la justicia del servicio.

quantity of guests. However, the hyperbolic procedure ispeculiar: the limit of participants’ seating arrangementsextends towards the line of the horizon and the kitchenutensils configured an industrial profile, where thechimneys were not missing. The loaves of bread that reston the tables longitudinally occupy the places of severalguests because of their length. A cooked chicken, seen atthe back, matches a church dome in size. The figures of theparticipants, which are closer, have a stiff air that is lost inthe images as they go farther away until they become smallpoints.

Then, there are two ruptures of limits, the number ofparticipants and the quantity of food. Two illusions of themoment: all participate in the banquet and the servings willbe of gigantic and sufficient proportions.

The extension of the territory (up to the horizon) makessettlement easy without the geographic nuisances of otherregions of the world. This territorial extent blows anotherghost away: the ghost of scarce bread, resulting from thenarrowness or infertility of the land, that so many readersof the time suffered in a direct or indirect manner.

The humorous expression moves towards the allegorical,the banquet like many others-or as all them - contains aprogram. It is possible that, as currently understood at thetime, it revealed a collective conviction of extension andprodigality without limits. Finally, it should be certain thatthis discourse has been shared by many, since manycommon language expressions have patently shown thatconviction of exuberance and prodigality. There were evengreat poets such as Lugones, who sang of the cattle andthe crops with industrious verses, where the dream of anendless and peaceful banquet is profiled.

As in any programme, the humorous allegory presentssome failures, the waiters are scarce, the few figures thatassist the guests are moving hurriedly among the longtables, in frank disproportion with potential demand. It ispossible that some guests will have to gulp up their mealcold or retire without having received it. The banquets -those of the Centennial were no exceptions- do notmeasure their excellence by the ideal number of guests, butby the care taken in providing fair service.

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Anónimo. “-¿Qué le costaron esas 350 urnas?...”. PBT. 13 de diciembre de1905. (Cat. nº 436)

Anonymous “What did these 350 ballot boxes cost?” PBT.December 13, 1905. (Cat. nº 436)

Even though no more than a month had passed since thedate of the commemoration of Centennial of the MayRevolution, the celebrations were going on withoutpause. The performances on the stage of the recentlyopened (two years before) Colon Theater were part of theentertainment.

In the twelfth performance of the season, with a fulltheater like as it was the custom that year, Manon byMassenet was presented. The main characters wereperformed by Rossina Storchio and Jose Anselmi. TheLa Prensa newspaper chronicler narrated : “When thecurtain rose and the Second Act began , the moment thatDes Grieux writes a letter to his father telling him abouthis intention of marrying Manon, an awful explosion washeard. It was on the right side of orchestra beforearriving to the entrance corridor . A big cloud of smokerose allowing to estimate the effect of the detonation.There was an immediate alarm, the audience, especiallywomen and children, were panicked into running like itusually happens in those cases. Everybody was trying toleave hastily. Screams of pain were heard and somepeople helped those who were wounded. The wholetheater realized then that the events were part of aniniquitous attempt made by the anarchists. There was anunanimous protest against the perpetrator of theattempt.

Running away, the frightened audience collided withthe theater personnel who were coming in together withthe police in order to prevent the escape of the criminals.The police arrived promptly. There was commotioneverywhere. While the Public Assistance ambulancesarrived at the theater foyer in order to help the injured,some people suffered nervous breakdowns and blackouts.

At first it was thought that the bomb was droppedfrom the upper seats in the top gallery or low gallerywhere only men were allowed to enter. The ticket office

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Aunque ya había pasado más de un mes desde la fechadel Centenario de la Revolución de Mayo, las celebra-ciones continuaban sin pausa. Y las representacionesen el escenario del nuevo teatro Colón (inaugurado só-lo dos años antes) formaban parte de los festejos.

En la duodécima función de abono, con un teatrorepleto, como era hábito ese año, se presentaba Manonde Massenet, con Rossina Storchio y José Anselmi enlos papeles protagónicos.

“Al levantarse el telón para comenzar el segundoacto, y cuando Des Grieux escribe la carta a supadre, comunicándole su deseo de casarse conManon —narraba el cronista de La Prensa— seoyó un estampido seco, formidable. Era en la par-te derecha de la platea, antes de llegar al pasadi-zo de entrada. Allí se elevó una intensa nube queno permitió apreciar los efectos producidos por elestampido. El pánico se había apoderado de losasistentes, especialmente de las señoras y niñas y,como sucede siempre en estos casos, todos trata-ban de salir con verdadera precipitación. Se oye-ron gritos de dolor y muchos se precipitaron a au-xiliar a los heridos. Todo el teatro se dio cuentaentonces de que se trataba de un inicuo atenta-do anarquista. Se levantó una protesta unánimecontra el autor del atentado.”

Los aterrorizados espectadores que intentaban huir de lasala chocaban con el personal del teatro que acudía jun-to con la policía, que llegó muy velozmente para impe-dir que los responsables del crimen pudiesen escapar. Seprodujo más de un tumulto, hubo varias crisis de nerviosy desmayos, mientras las ambulancias de la AsistenciaPública llegaban al foyer del Colón para atender a losheridos.

En un primer momento se supuso que la bomba ha-bía sido arrojada desde las localidades del último pisodonde estaba ubicado el gallinero, donde sólo se acep-taba el ingreso de hombres, o desde la tertulia. El em-pleado de la boletería aseguró que dos personas le ha-bían llamado la atención por su aspecto desaliñado.Como consecuencia, todos los ocupantes de los últi-mos pisos fueron detenidos. Una vez más funcionó elprejuicio: era imposible que la bomba hubiese estadoen la misma platea, tenía que venir de las ubicacionesbaratas; los palcos y las plateas del Colón, eran un co-to privado donde no podían ingresar los enemigos dela sociedad.

Pero cuando se presentó el propio Jefe de Policía,coronel Luis Dellepiane, pudo comprobar que el arte-facto había hecho volar dos butacas de la fila catorcey había destrozado otras dos de la fila precedente.

La bomba, que produjo varios heridos (algunos degravedad) había sido colocada debajo del asiento deuna persona que a instancias de su esposa, había de-cidido que esa noche fueran a otro teatro.

El jefe de Policía ofreció la suma, fabulosa para en-tonces, de diez mil pesos de recompensa a quien de-nunciara al terrorista. Hubo algunas detenciones yallanamientos en casas de militantes y simpatizantesdel anarquismo, pero sin ningún resultado efectivo.

Al día siguiente del atentado, a primera hora sereunió la Cámara de Diputados en sesión extraordina-ria para tratar el tema, con el objeto de aprobar unalegislación represiva que pudiera prevenir otros hechossimilares.

La discusión parlamentaria, así como algunos de losproyectos presentados, descubren, más que la indigna-ción, los prejuicios, la xenofobia, de una sociedad quese autocalificaba de liberal. Apenas tres horas bastaronpara establecer el marco ideológico de la sesión.

A Bomb in the Colon Theater Una bomba en el Colón

Horacio Salas

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Anónimo. "El atentado del teatro Colón." La Vida Moderna. 29 de junio de1910. (Cat. nº 462)

Anonymous. "The bombing of Colon Theater." La Vida Moderna. June29, 1910. (Cat. nº 462)

employee affirmed that two individuals had caught hisattention due to their untidy clothes. As a result all thepeople located at the top of the theater were arrested. Conclusions were drawn from prejudice, it wasunthinkable that the bomb would have been planted inthe orchestra floor, it must have come from the cheapestlocations. The orchestra floor and the theater boxes werean enclosed ground where the enemies of the societywould not enter.

Later on, Colonel Luis Dellepiane, Chief of Police,discovered that the mechanism had blown up two stalls inrow 14 and destroyed two other more in the precedingrow.

The bomb that caused injuries to many people -someof them were seriously hurt- was under the seat of a manwho had been dissuaded by his wife from attending theperformance. That night, the couple had decided to goto another theater.

The Chief of Police offered a reward of 10.000 pesos(a huge amount at that time) to those who identified theterrorist. Some people were arrested, houses of someactivists and supporters of anarchism were broken into,without results.

The day following the assault, a session was held inthe House of Representatives with the intention ofpassing repressive legislation in order to prevent similarincidents.

The discussion in Parliament and the proposed lawsreveal more than the indignation of a society that, eventhough considered itself as liberal, was full ofxenophobia, prejudice, and bigotry. Only three hours werenecessary to demonstrate the ideological tone of thesession.

A Congressman proposed that anarchistic activists beexecuted without taking into account whether they wereguilty of the assault. Congressman Manuel Carles,(Buenos Aires) who would become well-known in theunfortunate week of 1919 because of his leadership of

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Un diputado propuso fusilar a los militantes anar-quistas, sin importar su posible inocencia respecto delatentado. El diputado porteño Manuel Carlés, quienluego adquiriría notoriedad durante la Semana Trágicade 1919 por ser la cabeza de las Guardias Blancas yposterior fundador de la Liga Patriótica, que realizaríaasaltos contra comercios judíos y contra supuestossimpatizantes bolcheviques, se exaltó en la sesión:

“¡Es una mente extranjera, bastarda, ignominio-sa y cruel la que inspiró el crimen! (...) ¡El anar-quismo, el terrorismo, la obsesión, la cobardía,la bomba y la traición, son sinónimos ante laconsideración de nuestras leyes de seguridadsocial! —y concluía— ¡Si hay extranjeros queabusando de la condescendencia social ultrajanel hogar de la patria, hay caballeros patriotascapaces de presentar su vida en holocaustocontra la barbarie, para salvar la civilización!”

De paso se aprovechaba para presentar, en forma dis-frazada, restricciones a la entrada de extranjeros.Uno de los proyectos establecía no sólo la prohibicióndel ingreso de militantes o simpatizantes ácratas;tampoco podrían entrar enfermos, mutilados, epilép-

ticos “o personas que por su condición física o moralrepresenten una carga inútil para la sociedad”.

El diputado cordobés Gaspar Ferrer fue más lejos:presentó un proyecto de ley por el cual todos los anar-quistas debían ser conducidos a Tierra del Fuego. Perofue más explícito: sostuvo que su proyecto perseguíaque el anarquista supiese que pesaba sobre él “unasentencia de muerte, sin trámites, sin preparativos,que cada uno tiene derecho de matar, como se mata altigre que se encuentra por delante”.

Finalmente se impuso un proyecto más cauto por elcual quedaba prohibido el anarquismo, así como la en-trada de militantes de esa tendencia en el país, y secerraban todos sus locales. La pena de muerte se reser-vaba sólo para los delitos de sangre.

Pero con el paso de los días y la falta de responsa-bles del atentado, comenzó a circular entre la oposi-ción, cada vez con más fuerza, la versión de que el ar-tefacto habría sido colocado por la misma policía, co-mo medio de facilitar —debido a la indignación que elhecho produciría en la sociedad— el aniquilamiento detodo resabio de ideología anarquista en el país y depaso, por rebote, lograr el rechazo de cualquier pensa-miento de izquierda, incluido el socialismo.

the group “Guardias Blancas” afterwards creating and beingthe leader of the “Liga Patriótica”; a group that committedassaults against Jewish establishments and Bolsheviksupporters got very excited during the session : “It is aforeign, spurious, and disgraceful mind who has inspired thiscrime!” (...) “Anarchism, terrorism, obsession, cowardice,bombs, and treachery are all synonyms regarding our laws ofsocial safety !” and finished his speech : “If there areforeigners, taking advantage of our graciousness in socialmatters, who insult our motherland, there will be gentlemencapable of offering their lives to fight against the barbarity forthe sake of civilization!”

The opportunity was taken to pass disguised restrictionsupon the entrance of foreigners. According to the proposedlaws, neither anarchistic activists nor supporters nor sickdisabled nor epileptic people would be allowed to enter thecountry , “those representing an unnecessary burden to thesociety due to their physical or moral condition”.

Congressman Gaspar Ferrer went further, he submitted aproposal for sending all anarchists to Tierra del Fuego. Hewas even more explicit : he maintained that his proposed lawhad an specific purpose, to let know the anarchist that adeath sentence was pending, “a sentence with neither legalprocedure nor preparation. Every one has the right to kill, asif one were in front of a tiger ! “

At the end, a temperate proposal was accepted. Anarchismwas prohibited, supporters of the movement from abroadwere not allowed in the country, and the premises devoted totheir activities were all closed. The death penalty was usedonly when crimes against life were committed.

When the days had passed and the perpetrator of theassault was not found, some rumours were spread, especiallyamong the opposing party. The account was that the bombmight have been planted by the police as a means ofdestroying any trace of anarchistic ideology in the countryand in the meantime, and as a result any leftist ideology,including socialism, because the police were supposed toknow the indignation an assault may cause in the society.

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The execution of the Chief of Police, Ramón Falcón andthe bomb planted in La Merced Church during a mass ofthe “carlistas” during 1909, - the bomb didn’t explode -were present in memory when the government imposedmartial law to prevent vindictive acts from the anarchists.The idea was to protect foreign guests invited to thecelebration of the Centennial. The problems of theworkers were aggravated during tits preparation.Consequently the martial law would carry into effectrestrictive measures in order to avoid that workers wouldgather more radical unions in their actions.. Thediscourse in the press about the danger and evil that thestrike would cause was an unfailing presence to such adegree that in the catalogue of the International ArtExposition it was impossible to avoid mentioning theconflict. It was also an excuse for the delay in the works,a delay caused by the lack of control in expenditure andproblems of the committees more than by the workersconflict itself. To conclude, the government appointeda considerable larger number of policemen in thepavilions and public spaces to avoid sit-down strikes onthe part of the workers and paid higher salaries todismantle the solidarity among workers. “La Razón,4.19.1910”

At the begining of April, the leaders of the “RegionalFederation of Argentine Unions” were authorized by thedelegates of the unions to call a strike against “TheBourgeois Centennial” and to start the action with apublic ceremony on May 1, 1910. From the beginning ofthe century, the working class had grown wise in politicalmatters, in their organization as a class and in their classstruggle. They were accumulating experience with strikesper union, general strikes, tenant strikes against highrents, and strikes against the Residence Statute. They had

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El ajusticiamiento del jefe de policía Ramón Falcón y labomba sin estallar de la iglesia de La Merced duranteuna misa de los carlistas, ambos episodios ocurridos en1909, estaban tan presentes en la memoria un añodespués que el gobierno decretó el estado de sitio pa-ra evitar atentados anarquistas, preocupado en espe-cial por la protección de los invitados extranjeros a lasfiestas del Centenario. La “cuestión obrera” se poten-ció durante los preparativos. Por ello el estado de sitiocumpliría además un papel coercitivo para evitar quelos trabajadores se plegaran a las medidas de lucha delos gremios más radicalizados. El discurso en la prensasobre el peligro y los males que la huelga ocasionaríafue una presencia constante que, por otra parte, servíapara justificar los atrasos en las obras, debidos más aldescontrol en los gastos y a los problemas de las comi-siones que al conflicto obrero. Para poder finalizar lospabellones y los espacios públicos el gobierno desple-gó un mayor número de policías de control para evitarpiquetes, y se pagaron jornales altos para quebrar lasolidaridad obrera (La Razón, 19/4/1910).

A principios de abril, la dirección de la FederaciónObrera Regional Argentina había quedado autorizadapor los delegados de los gremios a convocar a la huel-ga contra “el Centenario burgués”, y a comenzar lasacciones con un acto el 1º de mayo. Desde principiosde siglo la clase obrera había crecido en su aprendiza-je político, en su organización clasista y en sus medi-das de lucha, acumulaba la experiencia de paros porgremios, de huelgas generales, de huelgas de inquili-nos contra los alquileres, y de lucha contra la Ley deResidencia. Había difundido sus deseos de emancipa-ción y sus esperanzas en el futuro de la humanidad,pero también había experimentado la represión violen-ta de sus actos y movilizaciones. La cuestión obrera eraentendida como uno de los males nacidos del progre-

so capitalista y la inmigración, según sectores de laburguesía; otros no comprendían su razón de ser en lapujante Buenos Aires. Una de las opciones para frenarel avance de las ideas radicales fue el nacionalismo,tanto en sus facetas coercitivas como consensuales.

Eduardo A. Holmberg (h) ilustró en Ideas y Figuras,en una serie de dibujos de mayo de 1909, el tratamien-to que recibían por parte de la policía los obreros ca-tólicos y los obreros anarquistas en sus movilizacionesurbanas. En 1911, en la misma publicación, MartínMalharro dibujó el acuerdo ideológico represivo entreel ejército y la Iglesia, un presagio de los tiempos porvenir, posición que sostenían las ilustraciones europeasanticlericales y antinacionalistas que acompañaban losprimeros números de Ideas y Figuras, entre las cualesmerecen destacarse las del suizo Felix Valloton. Lasilustraciones en la prensa socialista y anarquista te-nían un fuerte carácter moralizador, acentuado por losrecursos expresivos que permitía la impresión de tintasnegras o rojas. Algunas portadas de La Vanguardia o dela revista Germen sirven como buen ejemplo de estosrecursos.

Es interesante notar cómo en algunos casos los ma-gazines dieron cuenta en sus carátulas del carácter re-presivo del régimen conservador, en especial mediantedibujos alusivos a la figura del comisario Ramón Fal-cón, representado como un turco sanguinario con elfez en la cabeza en los trazos de Pedro de Rojas. Antecada explosión de una bomba anarquista, dibujantescomo Fortuny o Eusevi hacían la reconstrucción plás-tica del episodio junto a las fotografías del lugar, de lostranseúntes curiosos y de los retratos posibles; así, porejemplo, en la noticia sobre el estallido de la bomba enel Teatro Colón.

Los festejos del aniversario de la Revolución de Ma-yo se realizaron, entonces, bajo el estado de sitio, el

“Cuestión obrera” and Repression:visual images

”Cuestión obrera” y represión: imágenes visuales

Roberto Amigo

Equipo de fotógrafos de Caras y Caretas. Huelga general. Local social demarineros y foguistas. Enero de 1904. (Cat. nº 46)

Camera crew of Caras y Caretas. General strike. Meeting hall ofsailors and firemen. January 1904. (Cat. nº 46)

also been violently repressed in their acts and mobilizations.The working class issues were viewed as evil’s born fromcapitalism and immigration, even though some parts of thebourgeoisie did not understand their purpose in thevigorously growing Buenos Aires. One of the options tocontrol the development of radical ideas was nationalism,not only in its coercive but also in its consensual aspects.

Eduardo A. Holmberg (junior) in a series of drawings inthe magazine “Ideas y figuras “of May of 1909 illustratedthe treatment the police gave to the catholic and anarchisticworkers in their urban mobilizations. In 1911, in the samepublication Martin Malharro drew the ideologicallyrepressive agreement between the Army and the Church, anomen of later times. This position was also sustained byEuropean illustrations against nationalism and clericalpower which were part of the first issues of “Ideas yFiguras”. The illustrations of the socialist and anarchisticpress had a determinedly moralistic disposition enhanced bythe expressive resources of red and black ink. Some titlepages of La Vanguardia or Germen are examples of theseresources.

It is interesting to mention how some title pages ofmagazines displayed the repressive nature of theconservative regime by means of drawings of the Chief ofthe Police Ramón Falcón, depicted by the lines of Pedro deRojas as a cruel Turk with a fez on his head. When ananarchistic bomb exploded, sketch artists like Fortuny orEusavi made a aesthetic reconstruction of the event togetherwith the pictures of the place, the curious passersby, andpossible portraits, like the explosion of the bomb in theColon Theater.

The Anniversary of the May Revolution was celebrated ina context of Martial Law, closing of newspapers, censorship,and application of repressive laws. The coercive measureshad succeeded although it is important to point out thatthere was a social consensus for the celebration. The foreigncommunities played a key role in the celebration due to theircapacity to summon people. They were in charge ofreceiving the delegates of their nationalities and guidingthem to the Pavilions in Palermo. They were part of themultitude praised by the press as part of the Argentinepeople : “No city in the world has shown the masses ofpeople in such a lucid and tidy manner and also plenty ofevident well being. Everybody knows how difficult it is notto find drunkards, beggars dressed in rags and tatters orsomeone exceedingly offensive in a mass formation of200,000 people. The morality of the people which shouldbe taken as a virtue has taken place together with theirculture and enthusiasm.” (La Nación 5.31.1910).

The Nationalism of the Centennial was also aneducational program to create a homogenous nation and toavoid the evils of economic progress and bourgeoisdemocracy. Ricardo Rojas expressed this idea lucidly in “TheNational Restoration” (1909), a report requested by theMinistry of Justice and Public Instruction on historyeducation : “The ignoble poison widely spread by cheapbooks published by greedy publishers has contaminated theignorant multitudes and the impressionable youth. It hasbeen a violation of the democracy of our time and ourcountry that works of dangerous philosophy have passedaround in cheap volumes more easily available than thenational book or school texts”.

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cierre de periódicos, el ejercicio de la censura y la apli-cación de las leyes represivas. Las medidas coercitivasdieron resultado. Pero a la vez hay que destacar quetambién existía un consenso social para los festejos.Las asociaciones de colectividades extranjeras fueronclaves por su capacidad de convocatoria para recibir alos delegados de sus nacionalidades y concurrir a suspabellones de Palermo. Formaron parte de esa multi-tud disciplinada que elogió la prensa como el puebloargentino:

“Ninguna ciudad del mundo había presentadouna masa más lúcida, más aseada, más llena deevidente bienestar; y cualquiera sabe lo quecuesta poder decir que no hubo un ebrio, un an-drajoso, un excedido hasta el escándalo en co-lumnas de 200.000 personas. La moralidad delpueblo, que debe anotarse como su mérito másalto, ha corrido pareja con su cultura y su entu-siasmo”. (La Nación, 31/5/1910).

El nacionalismo del Centenario fue también un pro-grama educativo, para construir una nación homogé-nea y para evitar los “males” que acarreaban el pro-greso económico y la democracia burguesa. RicardoRojas lo expresó con llamativa claridad en La restau-ración nacionalista (1909), un informe encargado porel Ministerio de Justicia e Instrucción Pública sobre laenseñanza de la historia:

“El innoble veneno, profusamente difundido enlos libros baratos por ávidos editores, ha conta-minado a las turbas ignaras y a la adolescenciaimpresionable. Y ha sido una de las aberracio-nes democráticas de nuestro tiempo y de nues-tro país que la obra de alta y peligrosa filosofíacirculase en volúmenes económicos, más ase-quibles que el libro nacional o que los manua-les de escuela”.

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Equipo de fotógrafos de Caras y Caretas. Huelga de panaderos.Huelguistas reunidos en el local de la calle Montes de Oca 1977.Diciembre de 1911. (Cat. nº 51)

Equipo de fotógrafos de Caras y Caretas. Huelga en el puerto. Grúamanejada por un oficial y un conscripto. Junio de 1907. (Cat. nº 49)

Camera crew of Caras y Caretas. Bakers’ strike. Strikers meeting inthe hall on 1977 Montes de Oca street. December 1911. (Cat. nº 51)

Camera crew of Caras y Caretas. Strike in the port.Crane run by anofficial and soldier. June 1907. (Cat. nº 49)

Harry Grant Olds. Cuerpo de lanceros. Detalle. ca. 1905 – 1910. (Cat. nº 234)

"En el Centenario de la Revolución por la Libertad...”. La Vanguardia. 30de septiembre de 1910. (Cat. nº 388)

Pedro de Rojas. “¿Cómo puso el fez las hojas?”. PBT. 22 de mayo de 1909.(Cat. nº 441)

Coraza y casco de la armadura de la escolta presidencial "Los coracerosde Mitre". 1900. (Cat. nº 781)

Harry Grant Olds. Presidential lancers. Detail. Ca. 1905 – 1910. (Cat. nº 234)

"The Centennial of the Revolution for Liberty...”. La Vanguardia.September 30, 1910. (Cat. nº 388)

Pedro de Rojas. “How the fez stained the sheets?”. PBT. May 22,1909. (Cat. nº 441)

Chestplate and helmet of the presidential guard "Los coraceros deMitre". 1900. (Cat. nº 781)

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