John stuart mill

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John Stuart Mill John Stuart Mill. John Stuart Mill (Londres, 20 de mayo de 1806- Aviñón, Francia, 8 de mayo de 1873) fue un filósofo, político y economista inglés de origen escocés, repre- sentante de la escuela económica clásica y teórico del utilitarismo, planteamiento ético propuesto por su pa- drino Jeremy Bentham, que sería recogido y difundido con profusión por Stuart Mill. 1 Biografía John Stuart Mill, el mayor de los hijos del filósofo, histo- riador y economista James Mill, nació en Londres el 20 de mayo de 1806. Los recuerdos más dolorosos de Mill en su infancia co- nectan con la forma en la que su padre, seguidor de la teoría denominada utilitarismo hablaba y trataba a su es- posa e hijos delante de los invitados llegando a decir que su educación no fue una educación de amor sino de mie- do. Los hijos de mi padre ni le amaron a él ni sintieron ningún tipo de afecto por nadie más. Le tenía demasiado miedo como para que pu- diera expresarme de forma franca y carecía de voluntad propia, porque estaba tan acostum- brado a que se me dijera lo que tenía que hacer (...) que adquirí la costumbre de dejar que mi responsabilidad como agente moral la detenta- se mi padre. [1] Pretendía darles a sus hijos una educación modelo si- guiendo los principios del utilitarismo, que consistía en someterlos a una secuencia de placeres y dolores y ense- ñarlos a razonar adecuadamente. J. Stuart nunca jugó con otros niños. [2] Su precocidad era excepcional: a la edad de tres años le enseñaron el alfabeto griego y largas listas de palabras griegas con sus correspondientes traducciones al inglés. Con unos ocho años ya había leído las fábulas de Esopo, la Anábasis de Jenofonte y las Historias de Heródoto en su idioma original; y también conocía ya a Luciano, Diógenes, Isócrates y seis diálogos de Platón. Para enton- ces ya había leído mucha historia en inglés. A la edad de ocho años empezó a estudiar latín y álgebra. Fue designado como profesor de los niños más pequeños de su familia. Su principal lectura continuaba siendo la historia, pero estudió también a todos los autores latinos y griegos comúnmente leídos en las escuelas y universi- dades de aquel entonces. No le enseñaron a escribir en latín ni en griego y nunca fue exactamente un erudito; to- do estaba orientado hacia el fin por el cual le hacían leer. A la edad de diez años ya leía a Platón y Demóstenes con facilidad. La Historia de la India de su padre fue publi- cada en 1818; inmediatamente después, a los doce años, John comenzó el cuidadoso estudio de la lógica escolás- tica al tiempo que leía los tratados lógicos de Aristóteles en su lengua original. Al año siguiente lo introdujeron en la economía política y el estudio de Adam Smith y David Ricardo, este último amigo cercano de la familia Mill. Pero a los 20 años, en 1826, sufrió una «crisis mental», descrita detalladamente en su Autobiografía (1873): Desde el invierno de 1821, cuando leí por vez primera a Bentham, y especialmente desde los comienzos de la Westminster Review, llegué a tener lo que con verdad puede llamarse un fin en la vida: ser un reformador del mundo. La concepción de mi propia felicidad se iden- tificaba enteramente con este objeto. [...] Pero llegó el momento en que desperté de esto co- mo de un sueño. Fue en el otoño de 1826. [...] El fin ha dejado de producir su encanto. ¿Có- mo podrán interesarme los medios? Me pare- 1

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John Stuart Mill

John Stuart Mill.

John Stuart Mill (Londres, 20 de mayo de 1806-Aviñón, Francia, 8 de mayo de 1873) fue un filósofo,político y economista inglés de origen escocés, repre-sentante de la escuela económica clásica y teórico delutilitarismo, planteamiento ético propuesto por su pa-drino Jeremy Bentham, que sería recogido y difundidocon profusión por Stuart Mill.

1 Biografía

John Stuart Mill, el mayor de los hijos del filósofo, histo-riador y economista James Mill, nació en Londres el 20de mayo de 1806.Los recuerdos más dolorosos de Mill en su infancia co-nectan con la forma en la que su padre, seguidor de lateoría denominada utilitarismo hablaba y trataba a su es-posa e hijos delante de los invitados llegando a decir quesu educación no fue una educación de amor sino de mie-do.

Los hijos de mi padre ni le amaron a él nisintieron ningún tipo de afecto por nadie más.Le tenía demasiado miedo como para que pu-diera expresarme de forma franca y carecía de

voluntad propia, porque estaba tan acostum-brado a que se me dijera lo que tenía que hacer(...) que adquirí la costumbre de dejar que miresponsabilidad como agente moral la detenta-se mi padre.[1]

Pretendía darles a sus hijos una educación modelo si-guiendo los principios del utilitarismo, que consistía ensometerlos a una secuencia de placeres y dolores y ense-ñarlos a razonar adecuadamente. J. Stuart nunca jugó conotros niños.[2]

Su precocidad era excepcional: a la edad de tres años leenseñaron el alfabeto griego y largas listas de palabrasgriegas con sus correspondientes traducciones al inglés.Con unos ocho años ya había leído las fábulas de Esopo,la Anábasis de Jenofonte y las Historias de Heródotoen su idioma original; y también conocía ya a Luciano,Diógenes, Isócrates y seis diálogos de Platón. Para enton-ces ya había leído mucha historia en inglés.A la edad de ocho años empezó a estudiar latín y álgebra.Fue designado como profesor de los niños más pequeñosde su familia. Su principal lectura continuaba siendo lahistoria, pero estudió también a todos los autores latinosy griegos comúnmente leídos en las escuelas y universi-dades de aquel entonces. No le enseñaron a escribir enlatín ni en griego y nunca fue exactamente un erudito; to-do estaba orientado hacia el fin por el cual le hacían leer.A la edad de diez años ya leía a Platón y Demóstenes confacilidad. La Historia de la India de su padre fue publi-cada en 1818; inmediatamente después, a los doce años,John comenzó el cuidadoso estudio de la lógica escolás-tica al tiempo que leía los tratados lógicos de Aristótelesen su lengua original. Al año siguiente lo introdujeron enla economía política y el estudio de Adam Smith y DavidRicardo, este último amigo cercano de la familia Mill.Pero a los 20 años, en 1826, sufrió una «crisis mental»,descrita detalladamente en su Autobiografía (1873):

Desde el invierno de 1821, cuando leí porvez primera a Bentham, y especialmente desdelos comienzos de laWestminster Review, lleguéa tener lo que con verdad puede llamarse unfin en la vida: ser un reformador del mundo.La concepción de mi propia felicidad se iden-tificaba enteramente con este objeto. [...] Perollegó el momento en que desperté de esto co-mo de un sueño. Fue en el otoño de 1826. [...]El fin ha dejado de producir su encanto. ¿Có-mo podrán interesarme los medios? Me pare-

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2 2 PENSAMIENTO

ció que no quedaba nada por lo cual vivir. [...]Mi amor a la Humanidad y a la excelencia desu propia salvación se habían agotado. [...] Vi,o creo que vi, lo que siempre había acogido conincredulidad: que el hábito del análisis tiende aacabar con los sentimientos. [...] Las fuentes dela vanidad y de la ambición se habían secadoen mí. [...] Me había quedado embarrancadoal comienzo de mi viaje, como un barco bienequipado y con timón, pero sin vela.[3]

La lectura del pasaje de la muerte del padre en las Me-morias de Marmontel empezó a sacarle del atolladero en1827: “La felicidad es la prueba de toda regla de conductay el fin de la vida, pero solo puede alcanzarse no hacien-do de él un fin directo” (Autobiografía, cap. V). Se rebelócontra su estricta educación, contra el utilitarismo (aun-que sin romper con él) y se abrió a nuevas corrientes inte-lectuales, como el positivismo de Comte, al pensamientoromántico y al socialismo.Mill trabajó para la Compañía Británica de las IndiasOrientales y fue al mismo tiempo miembro del Parlamen-to por el partido Liberal. Mill abogó por aligerar las car-gas sobre Irlanda y básicamente trabajó por lo que él con-sideró oportuno. En Consideraciones sobre el gobierno re-presentativo, Mill propuso varias reformas del Parlamentoy del sistema electoral, especialmente trató las cuestionesde la representación proporcional y la extensión del sufra-gio. En 1840 inició una fecunda amistad con el psicólogoy filósofo escocés Alexander Bain.En 1851 Mill se casó con Harriet Taylor tras 21 años deamistad. Taylor tuvo una importante influencia sobre sutrabajo e ideas, tanto durante su amistad como durantesu matrimonio. La relación con Harriet Taylor inspiró ladefensa de los derechos de las mujeres por parte de Mill.Aunque no fue profesor universitario, Mill cultivó casi to-das las ramas de la filosofía, desde la lógica hasta la teoríapolítica pasando por la ética. En lógica, psicología y teo-ría del conocimientoMill era empirista y positivista. Con-sideraba que el conocimiento humano tenía su origen ysu límite en la experiencia observable. Todo conocimien-to parte de las impresiones sensibles de los sujetos y losconceptos más abstractos se forman a partir de las «aso-ciaciones» de impresiones realizadas por la mente. Es-te es el llamado asociacionismo psíquico. Según Mill, lainducción es el principio lógico que permite derivar cono-cimientos universales a partir de la observación de fenó-menos particulares. Después de haber observado muchoscisnes blancos particulares podría inducirse el enunciadouniversal «todos los cisnes son blancos». Ahora bien, unagran cantidad no equivale a la totalidad; muchos —pormás que sean— no puede equipararse a todos. De mane-ra que el conocimiento científico es meramente probable,no necesario, como ya indicó en su momento David Hu-me, a quien Mill sigue en este punto.

Harriet Taylor.

2 Pensamiento

La obra Sobre la libertad de Mill se dirige a la naturalezay límites del poder que puede ser ejercido legítimamentepor la sociedad sobre el individuo. Uno de los argumentosque mantenía Mill es el «principio del daño» o «princi-pio del perjuicio» (harm principle). Este mantiene «quecada individuo tiene el derecho a actuar de acuerdo a supropia voluntad en tanto que tales acciones no perjudi-quen o dañen a otros». Si la realización de la acción soloabarca la propia persona, esto es, si solo afecta directa-mente al individuo ejecutor; la sociedad no tiene derechoalguno a intervenir, incluso si cree que el ejecutor se es-tá perjudicando a sí mismo. Sostiene, sin embargo, quelos individuos no tienen derecho a llevar a cabo accionesque puedan causar daños perdurables y graves sobre supersona o propiedades según postula el harm principle.En tanto que nadie existe en absoluto ostracismo, el dañoque recibe uno mismo también perjudica a otros y el des-truir propiedades afecta a la comunidad tanto como a unomismo.[4] Mill excluye a aquellos que son «incapaces deautogobierno» de tal principio, tales como niños en edadtemprana o aquellos que viven en «estados socialmenteatrasados» (backward states of society).Para dichos estados atrasados Mill mantiene que eldespotismo puede considerarse una forma de gobiernoaceptable, siempre que el déspota tenga en mente los in-

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tereses del pueblo, a causa de los obstáculos y dificultadesdel progreso espontáneo.[5] Aunque este principio parez-ca claro, hay un número de complicaciones. Por ejemplo,Mill defiende explícitamente que lo que entendamos por«daño» puede englobar actos de omisión así como actosde comisión. Por ende, fracasar a la hora de salvar un ni-ño en apuros contaría como un acto perjudicial, tanto co-mo no pagar impuestos o ausentarse en una vista judiciala la que se ha sido exhortado como testigo. Todas estasomisiones negativas pueden ser recogidas por una regu-lación, según Mill. Por contra, no cuenta como un ecoperjudicial el dañar a alguien si —sin fuerza o fraude—el individuo afectado consiente asumir el riesgo. Por estarazón, uno podría ofrecer empleos sin seguridad laborala otros, dado que no involucra decepción (Sin embargo,Mill reconoce un límite concreto a este consentimiento:la sociedad no debe permitir que los individuos se vendana sí mismos en la esclavitud). En estos casos es importan-te tener en mente que los argumentos que usa en Sobre lalibertad están basados en el principio de utilidad y nuncaapelan a derechos naturales.La cuestión de cuáles son las acciones que consideramoscomo atañentes exclusivamente al individuo ejecutor ycuáles, ora por comisión, constituyen daños sujetos a re-gulación, sigue viva en las interpretaciones del autor. Esimportante enfatizar que Mill no consideraba que la ofen-sa fuera constitutiva de «daño»; ninguna acción podríaser restringida simplemente por haber violado las conven-ciones morales de una sociedad determinada. La idea deuna ofensa que perjudica y, por tanto, objeto de restric-ción fue posteriormente desarrollada por Joel Feinberg ensu «principio de ofensa» (offense principle), que es esen-cialmente una extensión del harm principle de Mill.En Sobre la libertad se lleva a cabo una apasionada defen-sa de la libertad de expresión. Mill defiende el discurso li-bre como una condición necesaria para el progreso sociale intelectual. No podemos determinar con claridad, dice,que una opinión silenciada no contenga algún elementode verdad. Además sostiene que el permitir divulgar opi-niones falsas puede ser productivo por dos razones. Enprimer lugar, los individuos tenderán a abandonar creen-cias erróneas si están involucrados en un fecundo inter-cambio de ideas. Y en segundo lugar, forzando a otrosindividuos a reexaminar y reafirmar sus creencias en elproceso de debate, estas creencias se abstienen de desvir-tuarse volviéndose meros dogmas. No es suficiente pa-ra Mill la defensa de una creencia que casualmente seacierta: el creyente debe comprender por qué la idea quesostiene es la verdadera.

2.0.1 La visión deMill en cuanto a la libertad socialy la tiranía de la mayoría

Mill creía que «la lucha entre Libertad y Autoridad es elrasgo más destacable de las etapas de la historia». Paraél, la libertad en la antigüedad era «concurso (...) entresujetos, o ciertas clases de sujetos, y el gobierno». Mill

definió «libertad social» como protección de «la tiraníadel gobernante político». Presenta en su obra varias tira-nías, entre las cuales están la tiranía social y también latiranía de la mayoría.La libertad social según Mill consistía en poner límites alpoder del gobernante, de tal forma que no fuese capaz deutilizar su poder en beneficio de sus propios intereses ytomar decisiones que pudieran conllevar perjuicio o da-ño para la sociedad; en otras palabras, la población debeostentar el poder de tomar parte en las decisiones del go-bierno. Mantuvo que la libertad social es «la naturalezay límite del poder que puede ser legítimamente ejercita-do por la sociedad sobre el individuo». Esta se intentalograr de dos maneras: la primera es la que recurre a lavía del reconocimiento de unas determinadas inmunida-des, llamadas libertades políticas o derechos; la segundarecurre al establecimiento de un sistema de «comproba-ciones constitucionales». Sin embargo, limitar el poderdel gobierno no resulta suficiente:

John Stuart Mill y Helen Taylor. Helen era hija de Harriet Taylory colaboró con Mill durante quince años tras la muerte de sumadre en 1858.

La sociedad puede ejecutar, y ejecuta, suspropios decretos; y si dicta malos decretos, envez de buenos, o si los dicta a propósito de co-sas en las que no debería mezclarse, ejerce unatiranía social más formidable que muchas delas opresiones políticas, ya que, si bien de or-dinario no tiene a su servicio penas tan graves,deja menos medios de escapar a ella, pues pe-netra mucho más en los detalles de la vida yllega a encadenar el alma.

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4 2 PENSAMIENTO

John Stuart Mill, Sobre la libertad[6]

2.0.2 Concepto de libertad

La concepción de Mill sobre la libertad, influenciada porJoseph Priestley y Josiah Warren consiste en el hecho deque el individuo ha de ser libre para hacer cuanto deseemientras no dañe al prójimo. Cada persona es por sí mis-ma suficientemente racional para poder tomar decisionesacerca de su propio bien y elegir asimismo la religión quele plazca. El gobierno solo debe intervenir en tanto se tra-te de la protección de la sociedad, explica Mill.

No hay otro fin que la raza humana tengagarantizada, individual o colectivamente, al in-terferir en la libertad de acción cualquiera quesea su número, que no sea la protección per-sonal. El único propósito por el cual el pro-pio poder puede ejercerse adecuadamente so-bre cualquier miembro de una comunidad civi-lizada contra su voluntad es la prevención deldaño ajeno. El propio bien, sea físico seamoral,no es garantía suficiente. Uno no puede obligara la ejecución o abstención a otro porque estoconlleve un beneficio para uno mismo, porquele hará a uno feliz, porque en opinión de otroshacerlo sería sabio o correcto... La única partede la conducta de una persona por la cual éstaes dócil ante la sociedad es aquélla que con-cierne a los demás. En la parte que solo atañe auno mismo, su independencia es, por derecho,absoluta. Sobre sí mismo, su propio cuerpo ymente, el individuo es soberano.

John Stuart Mill, The Contest on America[7]

2.0.3 Concepto de libertad de expresión

Sobre este tema el propio autor escribe lo siguiente, plan-teando un caso hipotético para ilustrar su postura:

A fin de ilustrar más completamente elerror de negarse a oír a determinadas opinionesporque nosotros, en nuestro propio juicio, lashayamos condenado, será conveniente que fi-jemos la discusión en un caso concreto; y elijo,preferentemente, aquellos casos que son menosfavorables para mí, en los cuales el argumentocontra la libertad de opinión, tanto respecto ala verdad como a la utilidad, está consideradocomo el más fuerte. Supongamos que las opi-niones impugnadas son la creencia en Dios yen la vida futura, o algunas de las doctrinas co-rrientes de la moralidad. [...] Pero debe permi-tírseme observar que no es el sentirse seguro deuna doctrina (sea ella cual sea) lo que yo llamo

una presunción de infalibilidad. Ésta consisteen tratar de decidir la cuestión para los demás,sin permitirles oír lo que pueda alegarse por laparte contraria. Y yo denuncio y repruebo estapretensión igualmente cuando se refiere a mismás solemnes convicciones. Por positiva quepueda ser la persuasión de una persona no sólode la falsedad, sino de las consecuencias perni-ciosas de una opinión—y no sólo de estas con-secuencias perniciosas, sino para adoptar ex-presiones que terminantemente condeno de suinmoralidad e impiedad—, si a consecuenciade este juicio privado, aunque esté apoyado porel juicio público de su país o de sus contempo-ráneos, prohíbe que esa opinión sea oída en sudefensa, afirma quien tal haga, su propia infali-bilidad. Y esta presunción, lejos de ser menosreprensible o peligrosa, por tratarse de una opi-nión que se llama inmoral e impía, es más fatalen este caso que en cualquier otro.

John Stuart Mill, Sobre la libertad[8]

El autor explica aquí lo absurdo de tomar de antemano lasopiniones propias por buenas (infalibilidad), incluso ba-sándonos en juicios socio-culturales (inmoralidad e im-piedad de opinión) para obrar mediante la censura, re-calcando la especial gravedad del caso dado que está enjuego lo que atañe a los demás, a los otros. Así, el autorse sitúa radicalmente a favor de la libertad de expresióny con visiones críticas a toda actitud censora.

2.1 Derechos humanos y esclavitud

En 1850, Mill envió una carta anónima (que posterior-mente sería conocida como The Negro Question, habi-tualmente traducida como La cuestión negra), en calidadde refutación a la misiva asimismo anónima de ThomasCarlyle publicada en la revista Fraser’s Magazine forTown and Country. Carlyle había defendido la esclavitudpor razones de inferioridad genética y argumentaba queel desarrollo de las Indias Occidentales se debía única-mente al ingenio británico, negando cualquier tipo dedeuda en lo referente a la importación de esclavos parael desarrollo de la economía del lugar. La respuesta deMill y sus referencias al debate que durante aquella épo-ca se daba en EEUU sobre la esclavitud fueron enfáticasy elocuentes.[9]

Mill es además conocido por ser uno de los primeros ymás acérrimos defensores de la liberación femenina. Sulibro El sometimiento de las mujeres (The Subjection ofWomen) es una de las obras más antiguas en el campo delfeminismo defendido por hombres. El autor notaba que laopresión de la mujer era uno de los pocos vestigios con-servados procedentes de modelos sociales obsoletos, unconjunto de prejuicios que impedía arduamente el pro-greso de la humanidad.[10]

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2.2 Utilitarismo 5

2.1.1 Conexión con el feminismo

En tiempos de Mill, las expectativas vitales de una mu-jer correspondían al lugar al que la sociedad la relegaba.La mujer media era analfabeta e instruida en el estereo-tipo de la pureza y la honradez para poder lograr así unmarido. Esta honradez que la mujer debía poseer no soloafectaba directamente a sus posibilidades de matrimonio,sino también al honor familiar. Mill daba importancia atales asuntos y se propuso remediarlo, para lo cual comen-zó a escribir sobre derechos de la mujer. Con ello, Millpuede ser considerado como uno de los primeros femi-nistas. En su artículo El sometimiento de las mujeres hablasobre el rol femenino en el matrimonio y la grave necesi-dad de cambio que requiere. Aquí, Mill comenta las tresprincipales facetas de la vida de la mujer que suponenun obstáculo: la sociedad y la construcción del género,la educación y el matrimonio. Estos tres elementos estánfuertemente entrelazados y se afectan mutua y enorme-mente. No obstante, la elaboración social del género y lasociedad en general son los que han de comenzar el efec-to dominó que producirá aquello en lo que la mujer debeconvertirse, cayendo todo lo demás tras dichos factores.La sociedad en que Mill vivía solo tenía una considera-ción respecto a la mujer: el ser educada de tal maneraque fuese más atractiva y se volviese un objeto determi-nado y llamado al matrimonio.[11] Para la mujer no habíaalternativa, pues no se le permitía una educación o ca-rrera. Esto obligaba a que cualquier posibilidad de dejarla casa familiar pasase ineludiblemente por un marido.Esta noción del matrimonio condicionaba a la sociedada continuar reduciendo a mujeres a meros objetos y, sipensaban en algo que no conllevase el matrimonio, eraninmediatamente acalladas. Uno de los factores principa-les que Mill identificó en esta situación era la ausencia deeducación, problema que él intentaba solventar.Así, Mill luchó por la educación femenina basándose envarios argumentos. El primero fue el hecho de que lasmujeres fuesen las encargadas de los cuidados de los ni-ños y de su tutela. La idea era que, en tanto era la mujerla encargada de la instrucción de los infantes (tanto chi-cos como chicas) hasta que tuviesen edad de entrar en lasescuelas (típicamente solo los chicos), los niños recibíanuna educación defectuosa, pues las propias madres care-cían de educación. La única forma, decíaMill, en que unamujer puede criar a sus hijos de manera adecuada era es-tando educada ella misma.[12] Otro de los puntos de lacrítica de Mill es el hecho de que la mujer debe entraren la sociedad como parte de la mano de obra. Con esto,Mill dice que podrían considerarse al fin seres humanosy añadirse a la «masa de disposiciones mentales dispo-nibles para los más altos servicios de la humanidad». LoqueMill dice aquí es que la humanidad solo puede recibirbeneficios de la educación de la mujer, pues sumando suscapacidades a las ya presentes toda ayuda a la raza hu-mana se vuelve más fácil. El último argumento que Millesgrimió fue el de que los maridos también recibirían be-

neficios si sus esposas fuesen educadas, pues estarían ver-sadas en negocios y otras labores tales que podrían serlesde ayuda en la toma de decisiones.[12] La mujer no teníaderechos al entrar en el matrimonio y el hombre era elúnico sustento familiar y el único que encaraba las leyes.Los maridos no recibirían sino beneficios de la educaciónde la mujer porque la mujer sería capaz de gobernarse así misma prácticamente sola.

2.2 Utilitarismo

La declaración canónica del utilitarismo de Mill se pue-de encontrar en su libro El utilitarismo. Esta filosofía tieneuna larga tradición y la aportación de Mill está influencia-da principalmente por Jeremy Bentham y su padre JamesMill.La famosa formulación de Mill del utilitarismo se cono-ce como el «principio de la mayor felicidad» («greatest-happiness principle»). Sostiene que uno debe actuar siem-pre con el fin de producir la mayor felicidad para el mayornúmero de personas, dentro de lo razonable. La mayorcontribución de Mill al utilitarismo es su argumento parala separación cualitativa de los placeres. Bentham trata atodas las formas de felicidad como iguales, mientras queMill sostiene que los placeres intelectuales y morales sonsuperiores a las formas más físicas de placer. Mill distin-gue entre felicidad y satisfacción, afirmando que la pri-mera tiene mayor valor que la segunda, una creencia in-geniosamente encapsulada en la afirmación de que «...esmejor ser un ser humano insatisfecho que un cerdo satis-fecho; mejor ser Sócrates insatisfecho que un necio satis-fecho. Y si el necio o el cerdo tienen una opinión diferentees porque solo conocen su propio lado de la cuestión.»[13]

La doctrina utilitaria afirma que la felici-dad es deseable y lo único deseable como finen sí, siendo todo lo demás únicamente desea-ble como medio para este fin.

John Stuart Mill, El utilitarismo[14]

J.S. Mill también creó el llamado «principio de compen-sación», utilizado actualmente en la economía del bienes-tar.

3 Obras principales

• 1843: Un sistema de lógica

• 1844: Ensayos sobre algunas cuestiones disputadasen economía política.

• 1848: Principios de economía política: con algunasde sus aplicaciones a la filosofía social.

• 1859: Sobre la libertad (On Liberty).

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6 6 BIBLIOGRAFÍA

Essays on economics and society, 1967

• 1859: Pensamientos sobre la reforma parlamentaria.

• 1861: Consideraciones acerca del gobierno represen-tativo.

• 1863: El utilitarismo.

• 1864: Historia de India.

• 1865: Examen de la filosofía de sir William Hamil-ton.

• 1869: El sometimiento de la mujer / La esclavitud fe-menina (The Subjection of Women).

• 1873: Autobiografía.

4 Véase también

• Helen Taylor

5 Referencias

[1] John Stuart Mill. Citado en “Mujeres, varones y filoso-fía. Historia de la filosofía” de Amalia González Suárez.ISBN: 978-84-8063-983-5 Ed. Octaedro

[2] González Suárez, Amalia (2009). Mujeres, varones y fi-losofía. Historia de la filosofía. Octaedro. p. 135. ISBN978-84-8063-983-5.

[3] John Stuart Mill, Autobiografía. Buenos Aires-México:Espasa Calpe Argentina S. A., 1948, 4.ª ed., cap. V.

[4] Mill, John Stuart. On Liberty. Penguin Classics, 2006,ISBN 978-0-14-144147-4, páginas 90-91

[5] Mill, John Stuart On Liberty. Penguin Classics, 2006,ISBN 978-0-14-144147-4, página 16

[6] John Stuart Mill, Sobre la libertad. Traducción de Pablode Azcárate. Biblioteca Alianza Editorial 30 aniversario.Alianza editorial, Madrid, España. ISBN 84-206-6357-3.Páginas 86 y 87.

[7] John Stuart Mill (1806-1873), «The Contest in Ameri-ca». Harper’s New Monthly Magazine, Volumen 24, En-trega 143, página 683-684. Harper & Bros., Nueva York,Abril de 1862. . Traducción por Wikipedia.

[8] John Stuart Mill, Sobre la libertad. Traducción de Pablode Azcárate. Biblioteca Alianza Editorial 30 aniversario.Alianza editorial, Madrid, España. ISBN 84-206-6357-3.Páginas 114 y 115.

[9] The Negro Question por John Stuart Mill. Incluye enlacea la carta de Carlyle.

[10] Mill, J.S. (1869) The Subjection of Women, Capítulo 1

[11] Kolmar 81

[12] Kolmar 85

[13] David Papineau, Filosofía. Editorial Blume, Barcelona,España, 2004. ISBN 84-8076-524-0. Página 20.

[14] David Papineau, Filosofía. Editorial Blume, Barcelona,España, 2004. ISBN 84-8076-524-0. Página 139.

6 Bibliografía

• John Stuart Mill: Autobiografía. Madrid: Espasa-Calpe (Colección Austral).

• John Stuart Mill: Sobre la Libertad. Madrid: Hispa-mérica.

• John Stuart Mill: La Naturaleza. España: Alianza.

• John Stuart Mill: La esclavitud femenina.

• John Stuart Mill:De la libertad. Barcelona: EditorialAcantilado.

• Ana de Miguel: Élites y participación política en laobra de John Stuart Mill. UAM[1]

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7

7 Enlaces externos

• Wikimedia Commons alberga contenido multi-media sobre John Stuart Mill. Commons

• Wikiquote alberga frases célebres de JohnStuart Mill. Wikiquote

• Dossier Sobre Utilitarismo, Bentham y Mill (en ca-talán y en español)

• Resumen y Comentario de Historia del PensamientoEconómico, vol. II, Murray N. Rothbard

• Participación, deliberación y excelencia (en la esferapública y en la esfera privada). En torno a la filosofíapolítica de John Stuart Mill ISEGORÍA 2011

• John Stuart Mill y su aportación al feminismo, Anade Miguel. Conferencia INSTIFEM-UAM, Videoen YouTube

[1] de, Miguel Álvarez, Ana. «Élites y participación políticaen la obra de John Stuart Mill». repositorio.uam.es. Con-sultado el 30 de marzo de 2016.

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8 8 ORIGEN DEL TEXTO Y LAS IMÁGENES, COLABORADORES Y LICENCIAS

8 Origen del texto y las imágenes, colaboradores y licencias

8.1 Texto• John Stuart Mill Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/John_Stuart_Mill?oldid=94951475 Colaboradores: Joseaperez, Pjimenez, Oblon-go, Moriel, Sauron, JorgeGG, Sanbec, Zwobot, Bermiego, Jamawano, Rosarino, Dodo, Sms, Cookie, Sistema13~eswiki, Sunsinron, Bafo-met, Francisco Polo Llavata, Cinabrium, Robotico, ManuP, FAR, Petronas, Airunp, Rembiapo pohyiete (bot), LP, Magister Mathematicae,Orgullobot~eswiki, RobotQuistnix, Chobot, Oscar ., FlaBot, BOTijo, YurikBot, Gaeddal, Icvav, Equi, KnightRider, Gaudio, Martinmar-tin, The Photographer, Zaqarbal, FedericoMP, Eskimbot, José., Maldoror, Santiagocapel, Tomatejc, JeanV, BOTpolicia, Roberpl, Dorieo,Chilenillo, Thijs!bot, Gilwellian, RoyFocker, Albireo3000, Will vm, Botones, Isha, MSBOT, Mboix, VanKleinen, Xavigivax, TXiKiBoT,Netito777, Sincro, Fixertool, Chabbot, Dhidalgo, Cipión, VolkovBot, Technopat, Simon Peter Hughes, Onanymous, Matdrodes, Pooh1711,AlleborgoBot, Muro Bot, SieBot, Ctrl Z, Loveless, Cobalttempest, Sageo, Pmsanz, Raymac, Anual, STBot~eswiki, Jcmcoll, Descabellat,Fadesga, Copydays, Javierito92, Farisori, Veon, Leonpolanco, Alejandrocaro35, Furti, Descansatore, Petruss, Alexbot, Goldorak, JorgeQueirolo Bravo, UA31, AVBOT, NZ, EjsBot, FranRamonCruz, Cirt, NjardarBot, Diegusjaimes, DumZiBoT, MelancholieBot, Carsrac-Bot, Saloca, Andreasmperu, Luckas-bot, Beatriz.sevilla, Roinpa, Ptbotgourou, Vic Fede, Markoszarrate, Racconish, Vandal Crusher, Na-dialacoppola, Nixón, Unnamened, Felipe Schenone, ArthurBot, SuperBraulio13, Yosoyhayek, Xqbot, Najerachief, SassoBot, Botarel, As-taBOTh15, Jlbezares, EmBOTellado, BOTirithel, TobeBot, Halfdrag, RedBot, Compinchados, PatruBOT, Jrsantana, Humbefa, Foundling,Wikiléptico, Afrasiab, EmausBot, Rubpe19, VasquezXXI, Kdavid95, ChuispastonBot, Palissy, Cordwainer, Filfogo, MerlIwBot, Pepapdra,Globalizacionononon, Sp123~eswiki, Xoquito, Alritoazul, MetroBot, Invadibot, Gusama Romero, Elvisor, Grzegorznadolski, OlaiaDBH,Legobot, Addbot, Sgsfgsfg, Jarould, Federico Leva (BEIC), BenjaBot, Grabado, Lectorina, Jlsmrx y Anónimos: 186

8.2 Imágenes• Archivo:Commons-logo.svg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/4/4a/Commons-logo.svg Licencia: Public do-main Colaboradores: This version created by Pumbaa, using a proper partial circle and SVG geometry features. (Former versions usedto be slightly warped.) Artista original: SVG version was created by User:Grunt and cleaned up by 3247, based on the earlier PNG version,created by Reidab.

• Archivo:J_S_Mill_and_H_Taylor.jpg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/d/dc/J_S_Mill_and_H_Taylor.jpg Li-cencia: Public domain Colaboradores:

• http://en.wikipedia.org/wiki/File:J_S_Mill_and_H_Taylor.jpg Artista original: http://www.spartacus.schoolnet.co.uk• Archivo:Mill_-_Essays_on_economics_and_society,_1967_-_5499347.tif Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/2/28/Mill_-_Essays_on_economics_and_society%2C_1967_-_5499347.tif Licencia: Public domain Colaboradores: Este archivo estádisponible en biblioteca digital BEIC y fue subido como parte de la sociedad con BEIC. Artista original:Mill, John Stuart

• Archivo:Spanish_Wikiquote.SVG Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/1/13/Spanish_Wikiquote.SVG Licencia:CC BY-SA 3.0 Colaboradores: derived from Wikiquote-logo.svg Artista original: James.mcd.nz

• Archivo:Stuart_Mill_G_F_Watts.jpg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/7/78/Stuart_Mill_G_F_Watts.jpg Li-cencia: Public domain Colaboradores: National Portrait Gallery Artista original: George Frederick Watts

• Archivo:Taylor-harriet.jpg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/1/1d/Taylor-harriet.jpg Licencia: Public domainColaboradores: http://www.marxists.org/glossary/people/t/pics/taylor-harriet.jpg Artista original: ?

8.3 Licencia del contenido• Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0