Bloch, Marc, La sociedad Feudal. Vol 1 “La Formación de los Vínculos de Dependencia”

Averigüe procedencia y trayectoria del autor

Miembro de una familia de origen judío, su padre, Gustave Bloch, fue un destacado historiador de la Antigüedad. Marc Bloch estudió en la École Normale Supérieure, en Lipsia y en Berlín. Tras combatir en la Primera Guerra Mundial, en 1919 inició la carrera de Historia Medieval en la Universidad de Estrasburgo, donde trabó amistad con Lucien Febvre. En 1920 publicó Reyes y siervos. Un capítulo de la historia de los Capetos, y cuatro años más tarde, Los reyes taumaturgos. Estudio sobre el carácter sobrenatural atribuido al poder real, particularmente en Francia e Inglaterra. En este último libro aplicó por primera vez su método interdisciplinario, combinando la investigación histórica con otras ciencias sociales (economía, sociología y psicología). Con este mismo método elaboró la revista Annales d'histoire économique et sociale, que fundó en 1929 junto con Febvre.

En 1930 dio una serie de conferencias en Oslo, cuyo texto, reelaborado y profundizado, apareció un año después con el título de Los caracteres originales de la historia rural francesa, obra que revolucionó los estudios de historia económico-social. Como escribió Febvre, fueron precisamente estas conferencias las que revelaron todo el vigor de Bloch y su dominio de una materia tan compleja. El libro pronto quedó agotado a causa de su extraordinaria acogida: desde su misma aparición fue juzgado como un clásico de la historiografía francesa. No era el primer estudio sobre la Francia agrícola (hay que recordar especialmente el de H. Sée, Les classes rurales et le régime domanial en France au Moyen âge), pero Bloch fue el primero en tratar las relaciones entre la técnica agrícola y los problemas sociales y el primero en dar a este tipo de investigación una amplitud nacional. Su conocimiento excepcional de los problemas agrarios europeos le permitió efectuar sagaces confrontaciones. Ya entonces estaba sostenido por largas investigaciones anteriores que le habían llevado a explorar cuidadosamente los archivos franceses, de modo que pudo dar a su trabajo un acusado sello de concreción, dejando rara vez divisar el fatigoso itinerario recorrido.

En 1936 ocupó la cátedra de Historia Económica de La Sorbona. En 1939-1940 publicó, en dos volúmenes, otra de sus obras fundamentales: La sociedad feudal. Con esta síntesis ejemplar de la alta Edad Media comienza en la historiografía europea la revisión de las interpretaciones influidas durante largo tiempo por los juicios y motivos del romanticismo. El mismo Bloch suele polemizar contra ellas, demostrando que no son suficientemente fundadas para una madura crítica histórica. Su investigación historiográfica de la era feudal se plantea, efectivamente, en abierto contraste con las anteriores, que habían sido siempre guiadas por prejuicios negativos o despectivos con respecto a la Edad Media. En el esfuerzo auténtico de comprender aquel mundo tan distinto del nuestro, Bloch llega a resultados absolutamente nuevos.

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Bloch combatió también en la Segunda Guerra Mundial, y tras la caída de Francia ejerció la docencia en las universidades de Clermont-Ferrand y de Montpellier. Cuando el gobierno de Pétain le destituyó a causa de su origen hebreo, empezó a colaborar con la Resistencia. Arrestado por la Gestapo, fue torturado y fusilado. En 1946 se publicó póstumamente La extraña derrota, testimonio escrito en 1940, una meditación sobre las razones de la derrota de Francia; y en 1949, Apología de la Historia o mester de historiador. En este último ensayo, Bloch no pretendía crear una teoría de la historiografía ni un manual de metodología histórica, sino más bien presentar y profundizar críticamente en los problemas y dificultades que se plantean de continuo al historiador a lo largo de su trabajo1.

B1-Pueblos que la integraron, procedencia de los mismos, siglos en que se produjeron, causas que las originaran, espacios geográficos que afectaron y consecuencias de las mismas

MUSULMANES

Las sociedades occidentales chocaron con los islámicos en dos frentes:

Italia meridional: quería ser conquistada por los soberanos que reinaban en la antigua provincia romana de África: los emires aglabitas de Kairuan y luego los califas fatimitas. Sicilia fue arrebatada por los aglabitas a los griegos (902) al mismo tiempo los árabes pusieron pie en la península. En 982 el emperador Oton ll partió a la conquista del sur, pero las tropas mahometanas le infringieron un humilde derrota. En el s. Xl, aventureros de Normandía francesa arrollaron a bizantinos y árabes uniendo Sicilia con la parte meridional de la península. En el suelo italiano, la lucha contra los musulmanes empezó en el s lX y se prolongó durante mucho tiempo, pero fue débil en ganancia territorial

España: esta era la otra línea de choque, no eran simples expediciones o anexiones efímeras. Allí vivían poblaciones mahometanas en gran número y los estados fundados por los árabes tenían sus centros dentro del mismo país. A principios del X, los sarracenos no habían olvidado los Pirineos. Sin embargo, la Reconquista Cristiana a pesar de las humillaciones progresaron lentamente:

1. Hacia mediados del s. Xl, llegaron hasta el Duero2. En 1085 llegaron hasta el Tajo

Pero el valle del Ebro, continuo bajo dominio musulmán y Zaragoza cayó en 1118. En este contexto se destaca la piratería y bandidaje por parte de los:

Sarracenos (tribu del norte de Arabia, se ubicaron también en el norte de África)

1 En Línea [http://www.biografiasyvidas.com/biografia/b/bloch_marc.htm] consultado el día: 30/03/2015

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Practicaban expediciones fructíferas En 842, remonta al Ródano hasta los alrededores de Arles,

saqueando las dos orillas a su paso. La Camargue sirvió de base ordinaria pero necesitaron un establecimiento más seguro por eso.

En 890, una nave sarracena procedente de España, navego por la costa Provenzal alrededor de Saint_Tropes

Surgió aquí el país de Freint, era un nido de piratas, toda la vecindad del litoral tuvo que sufrir devastaciones

Por otra parte los Alpes eran atrayentes ya que anidaban en ellos valles fértiles, en donde se levantaron numerosos monasterios. Varios de ellos valles fértiles. En donde se levantaron numerosos monasterios. Varios de ellos fueron saqueados como el de Novalaise (906) o el de San Mauricio Agaune (940)

Los estados de la época no podía ejercer una vigilancia en los Alpes y en las campiñas de Provenza, no quedaba otro remedio que destruir la región de Freint.

No se disponía de flotas, los únicos marinos expertos eran los griegos, que a veces se aprovecharon para hacerse corsarios como los sarracenos

En 931 y en el 942 la flota bizantina apareció en la costa de Freint y once años antes el rey de Italia Hugo de Arles, pero estas dos tentativas quedaron sin resultados

Después del rey de Francia oriental, Oton el grande, se hizo rey de los Lombardos y queriendo edificar un poder en Europa central y en Italia. Intento terminar por el bandidaje sarraceno, lo hizo a través de la diplomatura, provoco obtener del Califato de Córdoba la orden de evacuar Freint pero no lo logro

Finalmente el conde de Provenza, Guillermo ataco Freint y puso fin al bandidaje, sin embargo, el litoral de Provenza con el de Italia continuaron expuestos a sus desembarcos

HÚNGAROS

Los húngaros o mangiares surgieron en Europa casi de improvisto. Su primitiva historia es más oscura que la de los hunos, al parecer pertenecía al mundo de las nómadas de la estepa asiática. Se relacionaba con el tipo lingüista llamado fino-ugrio, pero a los largo del tiempo se mezcló con elementos de lengua turca. A partir del 833, aparece por primera vez, inquietando a los pueblos sedentarios alrededor del mar Azof, amenazaban con cortar la ruta del Dnieper, vía comercial muy activa. Por otra parte, los penechegos que se situaban más allá de los Urales, los hostigaban sin cesar, el camino les estaba cerrado por el imperio búlgaro, por esta razón la mayor parte de franquearon en los Cárpatos hacia el año 896, para repartirse en la llanura de Tisza y del Danubio medio. Solo los jefes pertenecientes al de los pueblos de los monarcas, que habían logrado constituir en

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el ángulo noroeste un principado, ofrecieron resistencia, pero los ataques húngaros los destruyeron definitivamente en el 906.

A partir de entonces la historia de los húngaros toma un nuevo giro, ya no se los puede llamar nómades puesto que la llanura que ahora lleva su nombre establecimientos fijos. Se lanza no a conquistar tierras, su único deseo es el pillaje. Con la decadencia del imperio búlgaro, después de la muerte del zar Simeón (927) le abrió el camino a la Tracia bizantina, que la saquearon repetidas veces. En 862 una expedición los llevo a las fronteras de Germania, luego algunos fueron enrolados. En 862 una expedición los llevo a las fronteras de Germania, luego algunos fueron enrolados como auxiliar del jefe de este país, Arnulfo en una de sus guerras con los moravios.

En 899 se cae en las llanuras de Po, al siguiente en Baviera, en adelante los monasterios de Italia, Germania y Galia sufrieron devastaciones. Las incursiones se extendieron en 906 fue alcanzada hacia el noroeste de la Sanjonia, es decir el vasto territorio que se extiende desde el Elba al Rin medio. En esta fecha entraron en Lorena y el norte de Galia, de allí a Borgoña e incluso el sur de Loira. Eran verdaderos salvajes. Soldados temibles, hábiles para combatir. La única ciudad que ocupo fue Pavía.

En 955, el rey de Francia oriental Otón el Grande encontró a una banda húngara que regresaba de una expedición sobre Alemania se produjo un sangriento combate luego Otón va a organizar los puestos de mando en la frontera, se creó dos marcas:

Una en los Alpes (orillas del sur) Y la otra en el norte en el Enns, luego conocida bajo el nombre

de mando del este, luego va alcanzar el bosque de Viena, Leitha y Moravia

En 926 las correrías se fueron espaciando. En Italia (954) finalizaron en Tracia se reducen a mediocres empresas de pillajes (960). Por otra partes, estas expediciones no eran fáciles las hordas cometían espantosos estragos pero apenas cargaban con el botín. Los carros apenas podían transitar porque los caminos permanecían deplorables. Cuando se establecieron al norte del mar negro se hizo el esfuerzo de elevar a los jefes de las hordas al título de gran señor. Fue elegido un tal Arpad, no se hablaba de estado unificado, pero esta dinastía tuvo gran hegemonía. En el s X consiguió establecer su poder sobre la nación entera, una población estabilizada era mejor de someter. En 1001 el príncipe Vaik descendiente de Arpad tomo el título de rey, las hordas saqueadoras se convirtieron en un estado implantado de manera sólida a la manera de las monarquías de occidente. Vaik al proclamarse rey se hizo bautizar con el nombre de Esteban

NORMANDOS

Desde Carlomagno, las poblaciones de lengua germana que habitaban al sur de Jutlandia eran ya cristianas y estaban incorporadas a las dinastías francas. Hacia el norte vivían otros germanos que conservaban su independencia y sus

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tradiciones populares, tenían un idioma muy diferente a la Germania propiamente dicha. No formaban un simple conglomerado de tribus dispersas, ni una única nación se podían distinguir los:

Daneses: en la Escania (región sur de Suecia) en las islas y un poco más tarde en la región de la península de Jutlandia

Gotar: donde las provincias suecas de oester y Verstergotland han conservado recuerdos

Suecos: alrededor del lago Malar y Poblaciones diversas: en lo que luego se llamaría Noruega

Estos grupos tenían semejanzas muy marcas, por esta razón la población románica de Galia los llamo ¨ hombres del norte¨, el empleo de esta denominación quedo limitada al continente. Los ingleses en cambio se esforzaron en distinguir entre los diferentes pueblos o los designaban colectivamente por el nombre de uno de ellos daneses con el cual tenían contacto. Sus incursiones comenzaban hacia el 800 y se prolongaron por un siglo y medio en occidente. Inspiraban mucho terror, las colectividades veían al poder público incapaz de defenderlas. Por esta razón algunos monasterios aislados empezaron a pagar rescate. Después los propios soberanos se acostumbraron a esta práctica: por un precio determinado, conseguían de las bandas la promesa de cesar provisoriamente sus saqueos sucedió esto:

Francia occidental: Carlos el Calvo Lorena: Lotario ll Francia oriental: Carlos el Gordo

En el 793, la empresa de los invasores empieza a cambiar, al principio llegaron a las islas británicas, bajas tierras costeras de la llanura del norte y acantilados de Neustria (denominación que se le dio a la parte occidental del reino franco en el periodo merovingio) organizados en pequeños grupos de vikingos. Luego se extendieron hasta el Atlántico y aún más lejos hacia el Mediterráneo. Desde el 844, algunos puertos de España recibieron la visita de muchos piratas. En 856 y 860 llegaron a las islas Baleares, Pisa y el bajo Rodano y remontaron al valle del Arno hasta Fiesole.

En estas expediciones de larga distancia exigían una organización muy diferente de las bruscas correrías de antes. Los vikingos tenían la costumbre de invernar entre dos campañas en la misma región que habían elegido como terreno de caza. Asi lo hicieron en Irlanda, en Galia (843) en Noirmoutier (isla del golfo de Vizcaya) en Tamesis (851). Al principio se quedaban en las costas, pero pronto se estableció en el interior del país. Eran estancias prolongadas, algunos llevaban consigo mujeres y niños.

LOS ESTABLECIMIENTOS ESCANDINAVOS: INGLATERRA

Los escandinavos invernaron por primera vez en el suelo británico en el 851, desde entonces las bandas relevándose ya no abandonaron el territorio

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Algunos estados anglosajones desaparecieron como el de

DEIRA, en la costa occidental entre el Humber y el Tess ANGLIA ORIENTAL, entre el Tamesis y el Wash Otros como el de: BERNICIA, en el extremo norte y el de MERCIA, en el centro subsistieron, algún tiempo pero

disminuidos en su extensión y colocados bajo una especie de protectorado

Solo el de WESSEX, que se extendió por el sur, consiguió conservar su independencia por el heroísmo del rey Alfonso (871), este monarca consiguió someter hacia el 880, lo que quedaba de Mercia, sustrayéndola de la influencia danesa.

Por otro lado, el territorio en manos de los conquistadores, no formaron un solo Estado. Reyes o “iarls” escandinavos y pequeños príncipes anglosajones, como los sucesores de los príncipes de Bernicia, se repartían el país unas veces unidos por alianzas o subordinación y otras peleándose.

Solo los reyes de Wessex eran los únicos que en la Gran Bretaña disponían de un poder territorial extendido y de recursos considerables, apoyándose en una red de fortificaciones construidas poco a poco, pudieron llevar a cabo la reconquista. A partir del 954, su autoridad suprema es reconocida por todo el país antes ocupados por el enemigo.

Sin embargo, algunos “iarls” con sus bandas de seguidores, se reembarcaron pero la mayoría de los invasores se quedaron en sus emplazamientos, los jefes conservaron bajo la hegemonía real, sus derechos de mando y las gentes del pueblo conservaron sus tierras

Mientras tanto en Escandinavia, se daban transformaciones políticas. Además de los pequeños grupos políticos, se van a consolidan verdaderos Estados: aparte del de Dinamarca, donde el poder de los soberanos se reforzó a fines del s. X; y del reino de los Suevos, que absorbió el de Gotar; surgió hacia el 900 el reino de Noruega.

Las incursiones a Gran Bretaña se volvieron a intensificar después del 980, llegaron dos pretendientes de los reinos nórdicos: uno a la corona de Noruega, otro al de Dinamarca. Los dos fueron luego reyes más adelante, el noruego Olaf Trygvason no volvió nunca, por el contrario el danés no olvido el camino.

Las expediciones de pillajes continuaron, el rey de Inglaterra Etelredo decidió tomar vikingos a su servicio es decir oponer vikingos contra vikingos. Al comprobar la infidelidad de sus mercaderes daneses, Etelredo ordeno la matanza de aquellos, entre estos la hermana de Svein. A partir del 1003 el rey de Dinamarca incendia ciudades inglesas. En adelante empezó una guerra constante que termino con las muertes tanto de Etelredo como de Svein. En 1017 los últimos representantes de la casa de Wessex se refugiaron en la Galia o fueron enviados

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por los daneses vencedores al país de los eslavos y se reconoció como rey de todos los ingleses a Canuto, hijo de Svein.

Canuto cuando asumió:

El trono en Inglaterra no era rey de Dinamarca, donde reinaba unos de sus hermanos, lo fue dos años más tarde.

Conquisto Noruega, trato de establecerse entre los eslavos y fineses más allá de Báltico, hasta Estonia.

Paso el final de su vida en Inglaterra, prefería a la crecería inglesa para organizar sus iglesia de sus estados escandinavos.

Fue hijo de un rey pagano, quizás convertido a último momento. Fue devoto de la iglesia romana, fundador de monasterios. Con ello se acercó a sus súbditos de la Gran Bretaña.

Como sus predecesores anglosajones en 1027, hizo una peregrinación a Roma” para la redención de su alma y la salvación de sus pueblos”

Asistió a la coronación Corando ll, rey de Alemania e Italia y se encontró también con el rey de Borgoña, supo obtener de este exenciones de peajes para mercaderes de Inglaterra en los pasos alpinos

Pero este Estado no tenía gran cohesión, además las comunicaciones eran difíciles debido a las largas distancias. Las partes del imperio en las que el soberano no estaba eran gobernadas por los virreyes, que no siempre fueron fieles

Después de su muerte, la unión que creo y mantuvo por la fuerza, se rompió.

Inglaterra fue atribuida a unos de sus hijos, y después se volvió a unir por corto tiempo a Dinamarca, Noruega estaba separada de manera definitiva.

En 1041, fue elegido el príncipe Eduardo en la casa de Wessex como rey, llamado luego el “Confesor”. Sin embargo, las incursiones por las costas no habían terminado, ni las ambiciones de los jefes del norte se habían extinguido. Pero el Estado ingles desgarrado por tantas guerras, pillajes, desorganizado en su organización política y eclesiástica, y perturbadas por las rivalidades entre las familias nobles, no pudo resistir porque era débil.

Después de la muerte de Eduardo, uno de los principales magnates del reino Haroldo, fue coronado rey. Dos ejércitos desembarcaron en la costa inglesa con pocas semanas de intervalo. Uno en el Humber, era el rey de Noruega, otro Haroldo o Haraldo. El otro ejército, desembarcado en el litoral de Sussex, estaba al mando del duque de Normandía, Guillermo el Bastardo. El noruego Haraldo fue derrotado y muerto en puente de Stamford. Guillermo vencio en la colina de Hastings. Sin embargo, los sucesores de Canuto no renunciaron, en dos ocasiones durante el reinado de Guillermo, el Yorkshire vio reaparecer a los daneses. Pero estas empresas guerras eran simples bandidajes, hacia el final, las expediciones escandinavas volvían a tener los caracteres del principio

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LOS ESTABLECIMIENTOS ESCANDINAVOS: FRANCIA

Ese mismo duque de Normandía, conquistador de Inglaterra, por francés que fuese por su lengua y su género de vida, no dejaba de ser un auténtico descendiente de vikingos. Hacia el 850, dos miembros de la casa real de Dinamarca, exiliado de su país, recibieron del emperador Luis el piadoso, la región que se extendió alrededor de Durstedes, entonces el principal puerto del imperio en el mar del norte ensanchados mas tarde con territorios de Frisia. Este territorio así concedido continuo de manera permanente en manos de los personajes de esta familia, hasta que el último de ellos fue muerto, acusado de traición, en el 885, por orden de Carlos el Gordo. Estos eran vasallos que no dudaban en saquear, a pesar que se habían hecho cristianos. Es decir estaban desprovistos de fe y era malos custodios de la tierra.

Un poco más tarde, un grupo de normandos, aun paganos, parece que vivieron bastante tiempo en Nandes, o en sus alrededores, en buena relación con el conde Breton. En muchas ocasiones los reyes francos, tomaron a su servicio a jefes de bandas.

Es decir que a principio del s. X, la idea del establecimiento está en el aire, esto se debe por otra parte a las falta de fuentes o la falta de precisión de las mismas, sobre este periodo que es bastante oscuro.

Para el 885, sin descuidar la desembocadura del Rin y del Escalada, se concentraron en el valle del Loria y del Sena. Una banda instalada en el bajo- Sena, en el 896, asolo el país en busca de botín, pero estas expediciones no siempre terminaron bien, en 991 los bandidos fueron vencidos en Chartes. Por el contrario, en el Roumois y comarcas cercas era amos, para mantenerse en el invierno tuvieron que cultivar las tierras, este establecimiento constituyo un centro de atracción de las nuevas bandas que vinieron a engrosar el grupo primitivo. No era posible frenar sus devastaciones y desalojarlos de sus guaridas, sobrepasaba las fuerzas del rey.

Por otro lado, el nuevo rey de Francia, Carlos el Simple, consagrado en el 893, desde su subida al trono tenía intenciones de llegar a un acuerdo con los invasores. Durante el año 897, puso en práctica este proyecto, llamando a su lado al jefe que dirigía por entonces los normandos del bajo Sena, pero esta primera tentativa no tuvo resultado. Sin embargo, lo tuvo catorce años después, cuando Rollon estuvo al frente del ejército. Por otro lado, este había sido vencido en Chartes y tomo conciencia sobre las dificultades de sus correrías. Carlos y sus consejeros, establecieron un vínculo de vasallaje a este principado ya organizado, que sería el que guardaría las costas contras los ultrajes de nuevos piratas

La fecha del acuerdo no puede ser fijada con exactitud, desde luego fue después de la batalla de Chartes (20 de julio de 911) probablemente Rollon y los suyos, recibieron el bautismo. Los territorios cedidos fueron algunos de los condados alrededor de Ruan (esta se extendía desde Epte al mar y una fracción de la Evreux). Pero los normandos no se conformaron con este territorio tan

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reducido más con la llegada de nuevos inmigrado. Aprovecho las nuevas guerras dinásticas del reino y consiguió del rey Raúl le entregara Bessin y en 933, las diócesis de Arranches y de Coutances a su hijo y sucesor. Así se forma de forma progresiva la Normanda neustriana, sus límites permanecieron inmutables.

Quedaba el bajo-Loira con sus vikingos, en 921, el duque y marques Roberto, cedió el condado de Nantes. En esta región los escandinavos se hallaban en menor número. El reino o ducado de los bretones, reconquisto este territorio, al mando de Alan de Barba torcida que llegaba de Inglaterra, donde estaba refugiado y expulso a los invasores. La Normandía de Loira, a diferencia del Sena fue efímera.

El establecimiento de Rollon, no puso fin a las devastaciones en la costa. La región de Borgoña fue saqueada en el 924, los normandos de Ruan se sumaban a estos bandidos. Nunca se olvidaron del bandidaje, empleaban tropas llegabas del norte, aun en el 1013. Otra banda opero en el litoral (966-970) y llego a España tomando Santiago de Compostela.

Sin embargo, las invasiones fueron mermando, las fronteras de Francia quedaron liberadas, no así las orillas del Mar del Norte, que estuvieron abierta a los golpes de estos piratas.

B2- Coincide la visión del autor con la tradicional? Fundamente

La visión de Bloch no coincide con la tradicional, los normandos ha sido asociado durante mucho tiempo a una piratería desenfrenada a partir del momento en que los asaltantes llegaron desde las tierras nórdicas en sus barcos, asolando y saqueando en su camino a través de la Europa civilizada. Bloch no reconoce esta afirmación ya que destaca los logros de la era vikinga en lo que se refiere al arte, la artesanía, la tecnología naval, los viajes de exploración y el desarrollo del comercio escandinavo:

Los escandinavos no se limitaron solo al pillaje: es sus establecimientos de Inglaterra y de Normandía introdujeron un nuevo elemento humano.

En los normandos de Sena, alrededor de Ruan, desde 940, la lengua nórdica ceso de ser uso general. Contrariamente en Besin, su importancia seguía siendo grande, el duque reinante creyó necesario hacerla aprender a su heredero. Hasta los primeros años del s. Xl, estos condes de Ruan, largo tiempo fieles a los hombres del norte, debieron ser bilingües, eran capaces de usar idiomas escandinavos. Sin embargo, por el acercamiento religioso de produjo una asimilación lingüística ej. Rollon y sus compañeros hablaban dialecto románico de Normandía y por su mediación, al francés vulgar, no tomaron más que algunas palabras técnicas, que casi todas se refieren a la navegación o topografía de las costas. Esto quiere decir que si las palabras d este tipo continuaron vivas, a pesar de la influencia románica, fue la impasividad de hallar equivalentes en el lenguaje del

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interior tan torpe para construir navíos como para describir la fisonomía de un litoral.

En Inglaterra, la evolución siguió otros caminos. Los escandinavos no persistieron en su aislamiento lingüístico; aprendieron el anglosajón, pero de manera muy particular. Sometidos bien o mal a su gramática y adoptando gran parte de su léxico, no dejaron de introducir palabras de su lengua original. Los indígenas en contacto con nuevos inmigrados, se acostumbraron a usar con amplitud este vocabulario extranjero. El nacionalismo de esta palabra y del estilo era un sentimiento desconocido. Hay muchos términos que hoy creemos que son típicamente ingleses, pero en realidad nacieron en el norte

En el terreno de lo juridico, puede verse la inflluencia que tuvo la presencia de gobernadores extranjeros. En Inglaterra, los señores que que administraron justicia, a manera del mundo nordico, dividieron al pais en circunscripciones y se introdujo un Derecho completamente nuevo. Hacia 962, despues de la victoria de los reyes de Wessex, se declaro que entre los daneses el Derecho continue regulado por sus costumbres. Por otro lado los usos juridicos eran fijadas por grandes asambleas judiciales locales.

En Normandia, el vasallo siguio siendo signado con el termino importado de dreng y la legislacion conservo la huella escandinava, sin embargo esto se dio en un medio restringido. Finalmente el derechho normando perdio todo color etnico original. La concetracion del poder en manos de los duques, muy pronto adpotarton las costumbreas de la aristocracia francesa, era aca mas favorable la asimilacion juridica que el fraccionamiento de poder que se dio en Inglaterra.

Los grupos inferiores establecidos en las provincias o en condados, como por ej. Las villas inglesas como Leicester y Stamford, conservaron las tradiciones judiciales de los guerreros y mercaderes establecidos allí en el momento de la invasión. Lo mismo ocurrió en Normandía.

Con respecto a las tierras rurales, el conjunto de tierras dependientes de la casa rural, se llamaba en Dinamarca “bol”. Esta palabra paso a Normandía, donde se fijó más tarde algunos nombres del lugar y también tomo el sentido de cercado, comprendiendo el jardín o el huerto, los edificios de la explotación. Para designar en el interior de la finca, el conjunto de parcelas alargadas, una junto a otra siguiendo una orientación paralela: delle en Francia, dale en Inglaterra. En Inglaterra danesa, la mudanza fue lo bastante grave para producir la desaparición de la unidad agraria primitiva, la hide, y su sustitución por una medida más pequeña, la charruee.

En la estructura social, tanto en Inglaterra (Danelaw) y de la Normandía, se marca un rasgo común, que muestra un parentesco de

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instituciones. El vínculo servil que se estableció por toda la parte norte de Francia, entre señor y su hombre, una relación hereditaria, no fue conocido en tierras normandas. En norte y noroeste de Inglaterra, se caracterizaron por la extensión de las inmunidades campesinas. Estos pequeños agricultores, que dependía de los tribunales señoriales, tenían la categoría de hombres libres, podían cambiar a voluntad de señorío, enajenaban las tierras según sus conveniencias. De esta manera soportaban cargas menos pesadas y mejor reguladas que las de sus vecinos, es decir fuera de las tierras danesas.

Es decir que en la época de los vikingos el régimen señorial era extraño a los pueblos escandinavos. Sin embargo, ni Normandía ni el Danelaw fueron países sin señoríos, pero, durante largos siglos, la subordinación fue en ella menos escrita que en otras partes.

C-En la Parte Primera, Libro ll, el autor considera que hubo dos edades feudales:

C1-¿Qué ubicación cronológica le asigna a cada una? ¿Cómo las caracteriza? ¿Qué cambios destaca en el plano económico y social?

Según comenta Bloch, para lograr un análisis de las relaciones sociales del periodo feudal se debe comenzar con el estudio de la economía o de la mentalidad. Empieza haciendo una división de dos épocas feudales, tratando de evitar el término “civilización feudal”1-ya que este concepto entiende al tiempo como un bloque unido, como si el feudalismo se diera de forma igual desde el siglo IX hacia adelante-.Si bien surge con las últimas invasiones, con el paso del tiempo va sufriendo cambios; especialmente en el siglo XI, en la que va a llegar de distintas formas hacia diferentes países, alcanzando a todo el conjunto social.

La primera Edad Feudal: Con respecto al poblamiento de la primera Edad Feudal, se observa

que hay en Europa una fuerte caída de la taza poblacional. Acompañaba a este descenso la repartición desigual de los habitantes dentro de los terrenos, ubicándose de forma separada unos con otros, y lo cual era un factor que desencadenaba constantemente hechos de inseguridad. Y si bien se reunían en agrupaciones, las extensas tierras cultivables constituían el elemento separador. Con respecto al suelo cultivable, o bien constituían verdaderos baldíos, o bien la más desarrolladas técnicas agrícolas exigían que cada año la mitad o un tercio del suelo cultivable debían descansar. La Naturaleza terminaba por imponerse. Más allá de los poblados también existían los bosques y zonas de matorrales, otro elemento muy característico que se muestra en abundancia.

En el ámbito de las relaciones es muy evidente en este periodo la incomunicación y el constante aislamiento. Solo el Imperio carolingio supo sacar provecho de las relaciones públicas. La mayoría de los puentes y de las calles (construcciones romanas) estaban ya deterioradas. Unido a esto iba la inseguridad de los bandidos en las vías. Por otra parte solo el medio

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de transporte más rápido de la época eran los barcos, pero en tierra a caballo o a mula podía también ser más fácil. El barón circulaba por todo el territorio que debía administrar; el mercader debía recorrer extensiones a pies, por lo que se les denominaba “pies polvorientos”2; y el sacerdote se transportaba especialmente por sus necesidades espirituales, más aun cuando en un viaje largo se encontraba con monasterios muy dispersos entre sí. Aun así ese estilo los hacía nómades como a los fugitivos, los bandidos, los trabajadores que dejaban su patria para encontrar mejores tierras, los aventureros y los peregrinos. Esta dispersión iba acompañada de la creencia de lograr la salvación mediante un extendido viaje.

Para esta época se acentúa un común nomadismo en Europa. Viajes de reyes y de señores, exploración de terrenos, prófugos de la ley, peregrinajes, huidas de guerras o por razones de enfermedades o la búsqueda de mejores condiciones de vida determinaron ese nomadismo. Tampoco existían grandes redes comunicativas que unían diferentes lugares. Las vías no se concentraban en verdaderas arterias sino que se canalizaban según los caprichos de diversos caminos. La empresa de transporte más regular era la de correo que se extendía desde Constantinopla a Venecia. También era más común los viajes a largo distancia que entre las de ciudades cercanas. Entre las dificultades de los viajes se presentaba en las características geográficas y el peligro de asaltantes en los viajes. Aun así, el deseo de aventura reemplazaba al miedo a vagar por todas partes

Los intercambios se desarrollaban mayoritariamente en la España musulmana, atestiguando esto las monedas de oros, que eran buscadas como objetos de imitación. En Oriente el comercio parecía ser más débil. En Occidente, mientras se recibía productos lujosos de los países de Levante, a cambio se ofrecía más que esclavos. Ahora bien, la moneda no llegó a faltar por completo en las transacciones, ya que el deudor podía pagar en géneros apreciados. La penumbra de metal amonedado se debía a la anarquía de las acuñaciones por causa del fraccionamiento político y la dificultad de comunicación. La moneda circulaba de forma irregular.

Con respecto a la economía cerrada, no se podía aplicar a las pequeñas explotaciones campesinas. La insuficiencia de técnicas agrícolas, los disturbios sociales y las intemperies contribuyeron a un mercado interior. Los intercambios, si bien no faltaban, eran muy escasos.

Además de la forma de trueque, la circulación de bienes se producía por los censos, entregados a un jefe como remuneración de su protección o como reconocimiento de su poder; o se producía por la corvea, que era una prestación personal. Uno de los problemas de los intercambios era que reducía al extremo el papel importante del salario.

La revolución económica en la Segunda Edad Feudal: Las trasformaciones feudales a partir de mediados del siglo XI

permitieron un desarrollo económico que de poco fue repercutiendo en la sociedad feudal de esta época. Los movimientos poblacionales y el mejoramiento en las técnicas de producción permitieron un avance económico. Surgieron o se modificaron poderes que impulsaron un cuidado

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comercial: las burguesías urbanas y las realezas y principados. El crecimiento poblacional permitió el crecimiento poblacional, produciendo mayor cantidad de recursos que los que había antes. Así mismo el crecimiento económico repercutió en la vida social, mejorando las condiciones de la población. El comercio exterior fue creciendo a través de los medios de pagos. El cobro de impuestos permitió a reyes y grandes señores hacerse con el mayor número de riquezas. A partir de esta época, además, la clase comercial y artesana comenzó a constituirse como un grupo que intervino con mayor vigor en la vida urbana.

C2- Este autor, considerado un preculsor de la historia de mentalidades: que pensamientos, sentimientos y creencias considera que definen la mentalidad feudal?

El hombre ante la naturaleza y el tiempo: el hombre de las dos edades feudales estaba proximo a la naturaleza. La caza era un medio de defensa indispensable y proporcionaba alimentacion una ayuda necesaria. La recoleccion de frutos y de la miel seguian practicandose como en los primeros tiempos. La madera era muy importante servia en las noches oscuras y frias. La mortalidad infantil no dejaba de endurecer los sentimientos frente a unos lutos casi normales. La vida del adulto, dejando de lado los accidentes de la guerra, eran relativamente corta, la vejez empezaba muy pronto, confundiendose con lo que nosotros llamamos edad madura. Las muertes tambien eran debido a las grandes epidemias y al hambre. Esto contribuyo a la inestabilidad de sentimientos tan caracteristicos de la mentalidad feudal. Habia una higiene muy medicre. Vivian en un mundo cuyo teimpo se les escapaban, apenas lo sabian medir. los relojes de agua eran costos y escasos. Los de arena fueron un poco mas corrientes. Los de sol no se podian ultilizar en los cielos nublados del norte. Habia una uniformidad del dia que era excepcional. Habia una indiferencia ante el tiempo

La expresion: la lengua de la cultura era el latin, era privativo de la sociedad occidental y contribuia a oponerla de manera vigorosa a sus vecinas: mundo celta y escandinavos, provistos de ricas literaturas, poeticas y a las del Islam

La mentalidad religiosa: para la caracterizacion la actitud religiosa de los hombres de la Europa feudal, se acostumbraba decir pueblos creyentes, el destino del hombre y del universo se inscribia casi unanimente en el mdelo trazado por la teologia y la escatologia cristiana bajp sus formas occidentales

C3-Que papel se le asigna a la historiografia y a la epopeya en la construcion de la memoria colectiva?

La historia, se explicaba por intermedio de lecturas encaminadas, en principio, a otros fines: escritos religiosos, en los que se buscaba una introducción teológica o moral, obras de la antigüedad clásica destinadas, a proporcionar modelos del decir bien.

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Los historiadores de la antigüedad latina, no perdieron nada de su prestigio, si bien Tito Livio, no era el más consultado, igual su nombre figura entre los libros distribuidos entre 1039 y 1049.

La influencia más considerable correspondía, a los escritores que, en el momento decisivo de los siglos IV y V, se propusieron la tarea de sintetizar las dos tradiciones históricas, y cuya doble herencia se imponía al mundo nuevo: la de la biblia y la de Grecia y Roma.

El escrito quedaba reducido a informarse por sí mismo, la fragmentación de la sociedad limitaba sus conocimientos, que la narración progresa y a su vez enriquece en detalles y, en el espacio restringe su visión. La misma variedad de los géneros practicados por los historiógrafos atestigua, el universal placer que se encontraba en aquel tiempo en narrar o escuchar los relatos del pasado.

En ese momento, las biografías estaban de moda.

Por abundantes que fueses, los escritos históricos eran solo accesibles a una minoría bastante restringida, a excepción de los anglosajones, tenían por lengua el latín.

Los problemas que suscita la epopeya son quizás los más debatidos en los ámbitos de los estudios medievales.

La epopeya, así como la conocemos, empieza hacia la mitad del siglo XI. Es cierto que desde ese momento circularon por el norte de Francia canciones heroicas en lengua vulgar.

En los siglos XII y XII, la fábula se hace más abundante, a medida que el género, no consigue renovar su temática más que a base de ficción.

Al principio, las gestas épicas no se destinaban a la lectura sino a ser declamadas o entonadas. De castillo en castillo, en una plaza pública, etc., eran recitadas por juglares.

En la epopeya, no es difícil encontrar dos imágenes del gran carolingio que se contradicen con violencia.

La primera corriente concordaba con la historiografía eclesiástica, en la segunda, no se puede dejar de reconocer la huella antimonárquica de los nobles.

La epopeya, ejercía sobre las imaginaciones una acción tanto más fuerte cuando que en el lugar, como en el libro, se beneficiaba todo el calor de la palabra humana.

C4-A que se denomina renaciemiento intelectual, cuando lo situa y como lo caracteriza?

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La aparición de los grandes poemas épicos en la Francia del siglo XI, puede concebirse como uno de los síntomas precursores por los que se anunciaba el poderoso desarrollo cultural: “Renacimiento del siglo XII”

En el orden de la inteligencia, la revolución no fue total. Aunque cercana por su mentalidad a la primera edad feudal, la segunda está señalada por rasgos intelectuales nuevos.

Los poemas compuestos en Francia, son imitados en Alemania, en Italia y en España. Los centros de la nueva ciencia, son grandes escuelas internaciones: Bolonia, Chartres y París.

El arte romántico, expresaba una cierta comunidad de civilización o la interacción de una muchedumbre de pequeños focos de influencia. El arte gótico, por el contrario, da ejemplos de formas estéticas de exportación que se propagan a partir de centros de irradiación bien determinados: la región entre el Sena y el Aisne y los monasterios de Borgoña.

Aproximadamente en el siglo XIII, primero en Francia y después en los Países Bajos y en Alemania, algunos documentos, aún raros, redactados en el lenguaje corriente, permitieron, al fin a los hombres participantes en un contrato el conocer directamente el contenido del mismo.

A medida que la verdadera historia, tomaba en la memoria colectiva el lugar de la epopeya, surdieron unas formas poéticas. Se trata de novelas de pura ficción, eran también poemas líricos cortos.

La nueva literatura tendía a reintegrar lo individual a la introspección, colaboraba con una influencia de orden religioso: la práctica de la confesión auricular, del fiel al sacerdote, se propagó durante el siglo XII ente los laicos.

C5_Proceso de cambio del derecho consuetudinario al derecho escrito.

Como sabemos, la costumbre fue la única fuente viva del derecho y como toda civilización de la época, el sistema jurídico de la primera edad feudal reposaba sobre la idea de lo que fue, y que el derecho debió ser inspirado por la moral. Frente a una sociedad temporal, los clérigos tenían buenas razones para rehusar el confundir lo justo con lo ya visto.

La mayor parte de los tribunales se contentaban con decisiones orales.

En los contratos, las voluntades se ligaban, por medio de gestos y a veces consagrantes.

En Italia, se veía al documento escrito, como un intercambio de voluntades, era simplemente un elemento ritual.

La tradición no tenía otras garantías, más que la memoria.

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En la Europa feudal y entre los laicos, la mayor parte de los hombres que se pronunciaban sobre el derecho no lo hacían de forma profesional.

En las escuelas de Italia el derecho romano nunca dejó de cultivarse hacia fines del siglo XI.

Las fuentes originales volvieron a tomar su lugar, en especial el Digesto.

En la misma época en el resto de Europa, los grandes señores, tenían el deseo de ayudarse con las opiniones de los juriperitos profesionales.

En el siglo XII, el derecho romano penetró en las escuelas. Esa penetración no dejó de suscitar viva oposiciones inquietantes, por su paganismo latente, a muchos hombres de la iglesia.

Los guardianes de la virtud monástica, los acusaban de desviar a los religiosos de la oración. Los teólogos lo acusaban de suplantar las únicas especulaciones que les parecían dignas de los eclesiásticos.

En el Mediodía de Francia, los juristas tuvieron por resultado elevar el derecho escrito a la categoría de derecho común. Lo mismo pasaba en Provenza, y a mediados del siglo XII, el conocimiento del Código Justiniano, parecía tan importante a los propios laicos, que se tomó el cuidado de dar un resumen en lengua vulgar.

D- La Parte Segunda trata sobre los vinculos de hombre a hombre. Lea el libro 1 que hace referencia a los vinculos de la sangre y responda:

Que papel le asigna a los vinculos de parentesco y al linaje en la sociedad feudal?

Las instituciones de parentesco, eran cada uno de los grupos de orígenes diversos que su destino llevó a vivir uno junto a otros. En toda la Europa feudal, existen grupos consanguíneos. En Francia, de ordinario parentesco o linaje.

La palabra característica en Francia, para hablar de parientes por la sangre o alianza era: amigos. El hombre encontraba en sus parientes una ayuda natural. Se tomaban amigos “carnales”, ya sea por prescripción o conveniencia.

En la Edad Media, y en particular en la era feudal, vivieron bajo el signo de la venganza privada. Como el modo más sagrado de los deberes, al individuo ofendido, aunque ya estuviera fallecido.

Todo el linaje, tomaban las armas para castigar a muerte o solamente la injuria inferida a uno de los suyos. No solo en contra del autor de la ofensa, sino también la solidaridad activa respondía, igualmente, a una solidaridad pasiva.

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La renunciación a toda venganza, que no era posible ni en la práctica, ni moralmente imponerla a una casta guerrera, aún más difícil obtener la de la población.

Como quizás era natural, en una sociedad, donde el parentesco era concebido, como un medio de ayuda mutua, el grupo contaba mucho más que sus miembros tomados uno a uno.

En cuanto al matrimonio, era una asociación de intereses, y para las mujeres, una institución de protección.

La iglesia no simpatizaba con las segundas y terceras nupcias, cuando no les era hostil. El contraer nuevo matrimonio tenía casi fuerza de ley en todas las clases sociales, y por el cuidado de colocar la satisfacción de la carne bajo el signo del sacramento.

Cuando era el hombre que desaparecía primero, a veces, la misma autoridad señorial, intervenía para que fueran provistas de maridos.

La Iglesia proclamaba la indisolubilidad del vínculo conyugal. La mujer no pertenecía más que a medias al linaje al que su destino la hizo entrar. En la antigua Germania, cada individuo tenía dos categorías de parientes, uno del lado e la espada y otro del lado de la madre y era solidario en grados distintos. Podía ser tanto al padre como a la madre, indiferentemente al que se unieran por este artificio verbal, la sucesión.

La zona de las obligaciones de linaje se enfrentaban, podía ocurrir que un mismo individuo perteneciese, en uno, por el lado de su padre, y en el otro, por el de su madre. Beumanoir, aconseja inclinarse por el pariente más próximo y si eran del mismo grado abstenerse.

En Sepúlveda, en el siglo XIII, para que la venganza ejercida sobre el homicida de un pariente no pueda ser imputada como crimen, es suficiente tener, con la víctima un tatarabuelo común.

Desde los últimos años del siglo XII, en los documentos franceses se nota una tendencia a limitar a los parientes más próximos la demanda de aprobación para las enajenaciones(suspensiones). Después, vino el sistema del derecho de rescate.

El debilitamiento y la fragmentación del linaje, como órgano de la faide (venganza de los parientes), parece que fue ante todo efecto de cambio sociales más profundos, el progreso de los cambios llevaba a limitar las trabas familiares, sobre los bienes, los de la vida de relación, provocaban la ruptura de colectividades demasiadas vasta, que a falta del Estado civil, no podían conservar el sentimiento de su unidad más que quedándose agrupadas en un mismo lugar.

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A partir del siglo XII, se tomó la costumbre de añadir al nombre único, que se usaba hasta entonces, un apodo a veces, un segundo nombre, tuvieron un efecto el multiplicar los homónimos de la manera más molesta.

El paso decisivo, se dio solo cuando el segundo nombre, ya convertido en hereditario, se transformó en patronímico.

En cambio los servidores tomaban con gusto el de su amo.

La estricta heredabilidad no fue impuesta hasta mucho más tarde, con el Estado civil, por los poderes públicos, deseosos de facilitarse así su labor de vigilancia y de administración.

E- El libro ll de la Parte Segunda hace referencia al vasallaje y el feudo. Lea los diferentes capitulos que componen el Libro ll y responda:

E1-El homenaje expresa un vínculo de dependencia personal ¿Cuál precisamente? ¿Entre quienes se realizaban? ¿Cómo se explica su instauración? ¿Qué evolución sufrió este vínculo desde los tiempos carolingios a los postcarolingios?

De la política de los carolingios se puede decir que estuvo dominada, a la vez por hábitos adquiridos y por principios. Salidos de la aristocracia, llegados al poder como consecuencia de un largo esfuerzo contra la monarquía tradicional, los primeros de la raza se hicieron, amos del pueblo franco, agrupando a su tronazgo a otros jefes.

Deseaban que reinase el orden y la paz cristiana en sus reinos, y querían soldados para extender a lo lejos su dominación y llevar contra los infieles la guerra santa.

Pero las antiguas instituciones parecían insuficientes para esta tarea. Además, las condiciones económicas impedían la institución de una vasta red de funcionarios asalariados. Las comunicaciones eran largas, poco cómodas e inciertas. La principal dificultad, con que chocaba, la administración central era el llegar hasta los individuos, para exigirles los servicios debidos y ejercer sobre ellos las sanciones necesarias. Por este motivo, surgió la idea de utilizar para los fines de gobierno el sistema de relaciones de subordinación ya constituidos de una manera tan firme.

Los carolingios no tuvieron el monopolio de esta concepción, que ya inspiró a la monarquía visigoda de España, muchas prescripciones legislativas, después de la invasión musulmana, los refugiados españoles contribuyeron quizá a hacer conocer y apreciar estos principios.

“Que cada jefe ejerza, una acción coercitiva sobre sus inferiores, con el fin de que estos, cada vez mejor, obedezcan de buen grado a los mandatos y preceptos imperiales”. Una de las máximas fundamentales del edificio construido por Pipino y Carlomagno.

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La más urgente de las medidas a tomar, era la integración en la ley de las relaciones de vasallaje, darles una estabilidad sin la cual no podían ser un firme apoyo.

En España, el derecho visigodo nunca dejó de reconocer a los soldados privados la facultad de cambiar de dueño. En cambio los carolingios, en varios edictos reales o imperiales, se preocuparon de determinar con precisión las faltas que, cometidas por el señor, justificaban la ruptura del contrato por parte del vasallo. Era lo mismo que decir, que en estos casos o de una separación por consentimiento mutuo, el vínculo era indisoluble durante toda la vida.

El señor, fue encargado oficialmente, de asegurar la comparecencia del vasallo ante los tribunales o en el ejército. Sus vasallos combatían bajo sus órdenes, y sólo en su ausencia, pasaban a ser mandados directamente por el representante del rey: el conde.

Instalados en el poder, tuvieron que recompensar a sus hombres y les distribuyeron tierras. Además, mayordomos de palacio, después reyes, para procurarse los apoyos necesarios, sobre todo, para formarse un ejército, se vieron obligados, muchas veces también mediante donaciones de tierras, a traer bajo su dependencia a una multitud de personajes, en su mayoría parte de alta categoría.

Los vasallos del señor, entiéndase vasallos del rey, que disfrutando de la protección particular del soberano y encargados de proporcionarle una gran parte de sus tropas, debían formar unas mallas de red de lealtad. Este vínculo de fidelidad, quisieron emplearlos los carolingios para asegurarse la fidelidad eternamente de sus funcionarios.

Poco a poco, esta práctica, se generalizó. Al menos a partir del reinado de Luis el Piadoso, no existió oficio palatino ni jefatura de tropas, en particular condado, cuyo titular si no lo era ya, debiera hacerse, juntando las manos, vasallo del monarca.

Estos vasallos privados formaban una sociedad entremezclada, pero sin que hubiese confusión en ella, en la que figuraban aún elementos bastantes humildes.

Entre los condes, obispos, abades y abadesas están autorizados a dejar en su tierra cuando se convoca la hueste, como los vassidominici de poca categoría, a los que queda confiado el nombre cuidado de mantener la paz.

Alrededor de los jefes de todas las categorías como alrededor delos reyes, el servicio puramente doméstico era el molde en el que iba a verterse toda sujeción no desprovista de honor.

La evolución que sufrió este vínculo desde los tiempos carolingios a los postcarolingios:

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Llegó el hundimiento del estado carolingio. Se abrió, un largo período de disturbios y, al tiempo, de gestación: en su transcurso, el vasallaje tenía que precisar sus rasgos de manera definitiva.

Más que nunca el hombre buscaba un jefe, y los jefes buscaban hombres. Pero la extensión de estas relaciones de protección dejó de hacerse en provecho de los reyes. Los homenajes privados van a multiplicarse. Alrededor de los castillos, se edificaban cada vez en mayor número, los señores, que en su propio nombre o en el de alguien más poderoso que ellos.

El rey, es incapaz de defender contra los peligros que los amenazan ni a sus obispos ni a sus otros súbditos. Y así se ve a unos y a otros ir, con las manos juntas a servir a los poderosos.

En Artois, en el siglo siguiente, un monje explica cómo sólo un pequeño número de hombres de la nobleza, pudieron, evitando los vínculos de dominación señorial, quedar sólo sometidos a las sanciones públicas. En esta última expresión, conviene entender no tanto la autoridad monárquica, como la del conde, depositario, en lugar del soberano, de lo que dejaba de poder superior, por su esencia, a las subordinaciones personales.

La dependencia, se propagaba de arriba abajo de la sociedad y no sólo ente estos nobles.

Es cierto que la lengua e incluso las costumbres, conservaron por largo tiempo muchos vestigios de la antigua confusión.

La mayor parte de encomendados de orden inferior cayeron en la servidumbre, a despecho del carácter ingenuo de que, originalmente, se afectó su sumisión, en una época en que las clasificaciones sociales respondían a principios diferentes. La otra relación que se llama vasallaje, dura de derecho, únicamente hasta el día en que terminará una u otra de las dos vidas atadas.

Desde fines del siglo IX, los documentos latinos dicen indiferentemente de un hombre, que es el vasallo o el miles de un señor. Al pie de la letra, este último término tendría que traducirse por soldado.

Surgido, por una lenta diferenciación, de la antigua y dispar encomienda, el vasallaje militar representaba en definitiva su aspecto más elevado.

E2-Concepto de feudo

Entre los encomendados de época franca, la mayor parte no esperaban sólo protección por parte de su nuevo amo. Pedían a este poderoso, que al propio tiempo era un rico, que también les ayudase a vivir.

El señor, por su parte, no tiene como única ambición dominar a las personas: a través de ellas, con frecuencia se esforzaba en llegar a los bienes. En una palabra, desde su origen, las relaciones de dependencia tuvieron su aspecto económico. Y el vasallaje, igual que las demás. Las liberalidades del jefe para con

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sus compañeros de guerra parecían tan esenciales a la relación que, con frecuencia, en la época carolingia, la entrega de algunos presentes, formaba la contrapartida casi ritual del gesto de entrega personal.

Pues bien, al jefe de un grupo de vasallos, como a todo patrono, las condiciones generales de la economía, no le dejaban elegir más que entre dos sistemas de remuneración. Podía retener al hombre en su vivienda, alimentarlo, vestirlo y equiparlo a su costa. O bien atribuyéndole a su propio cuidado: dotarle de su vivienda.

Los reyes hijos de Luis el Piadoso, manifestaron en varias ocasiones, su generosidad para con sus vasallos.

En otras palabras, no transmitiéndose el vasallaje por la sangre, la remuneración del vasallo no podía, revestir un carácter hereditario.

A semejantes concesiones territoriales, transitorias por definición y que estaban desprovistas de toda garantía, ni el Derecho romano oficial, ni la costumbre germánica, con sus rígidos sistemas de contratos bilaterales, ofrecían ningún precedente.

Su terminología era confusa, como es lógico en una institución, que se mantiene al margen de la legalidad. Se hablaba de precarium, a causa de una petición, que emanaba o debía emanar el donatario.

Una y otra palabra continuó siendo empleada en la Galia franca. El de precarium, sin embargo, al precio de una transformación gramatical que ha hecho soñar mucho a los historiadores. Pasó al femenino: precaria.

Los dos nombres precario y beneficio, parecen haber sido usado en principio indiferentemente. A medida que el precario, incorporándose elementos tomados del derecho de arrendamiento, se convertía poco a poco, en un contrato de contornos bastantes estrictos. La etiqueta de beneficio, por el contrario, a la vez más vaga y más honorable, se aplicó con preferencia a las liberalidades provisionales, mediante un servicio, a favor de personas afectas a las casas señoriales y en especial a los vasallos. Un acontecimiento de considerable importancia contribuyó a fijar la distinción. Para procurarse las tierras destinadas asegurarles el apoyo de muchos fieles, los carolingios tomaron, sin reparo, de las inmensas posesiones del clero. La primera expoliación, en tiempo de Carlos Martel, fue brutal. Sus sucesores no renunciaron a estas requisas, pero regularizaron de una vez la operación pasada, las del presente y las del provenir y se preocuparon de reservar, los derechos de los legítimos propietarios.

Con respecto a la Iglesia, el bien jurídicamente, era un precario. Del Rey, el hombre lo tenía en beneficio.

El uso de esta última palabra para designar las tierras concedidas a cambio de un servicio y, en particular, de un servicio de vasallaje, tenía que perpetuarse, en el latín de las cancillerías y de los cronistas, hasta el siglo XII.

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Durante los tiempos feudales, quizás desde el siglo IX, cuando los escribas franceses escribían beneficium, pensaban en feudo.

El precio se estipuló en moneda ordinaria, pero el comprador no posee en numerario esta cantidad y por ello paga, conforme a una costumbre corriente, en objetos de valor equivalente. La comparación con otros documentos prueba que, por lo general, se trataba de armas, vestidos, caballos y a veces, artículos comestibles. Eran los mismos objetos que en las distribuciones recibían los seguidores mantenidos que habitaban en la casa del señor, o que eran equipados a sus costas. No hay que dudar que en, estos casos, también se hablaba de feudos.

En las casas señoriales, donde era de uso cotidiano, se acostumbró a reservarle solo la idea de la remuneración en sí misma, sin poner atención en la naturaleza, mobiliaria o inmobiliaria de las donaciones.

Después de como la tierra se convirtió poco a poco en el salario normal del vasallo, fue a esta forma de retribución, con exclusión de toda otra, a la que finalmente el viejo nombre, quedó reservado.

Siendo, en principio, provisionales las distribuciones de tierra con que se beneficiaban los hombres de servicio, ase tomo la costumbre de designarlas por un sustantivo sacado de un verbo muy corriente, cuya significación era: ceder a tiempo, prestar. El feudo fue un préstamo.

Quien decía feudo, decía bien concedido a cambio, no de obligaciones de pagar, cuando estas intervenían era sólo a título accesorio, de obligaciones de hacer.

Los señoríos rurales, oponen de manera expresa el feudo, estaban gravados con trabajos, además de las cargas censuales. Pero prestaciones de cultivo, acarreos e incluso suministro de pequeños productos de la industria doméstica, los trabajos a que obligaba a todos los hombres a cumplir.

La tenure, así obligada a servicios de una naturaleza muy particular, se definía, por su carácter de remuneración, o sea, como una tenure-salario.

El agente señorial era con frecuencia un sirvo, estos servidores profesionalmente calificados eran contados entre los dependientes enfeudados.

En la Francia del siglo XIII, se continuaba hablando de feudos de oficiales señoriales y de artesanos, de suerte que preocupados en esperar los feudos de vasallaje, los juristas los caracterizaban con el epíteto de francos, sometido sólo a obligaciones dignas de un hombre perfectamente libre.

Otras lenguas, recibieron la palabra del uso francés, le conservaron más tiempo todavía el sentido general del salario. En Italia en el siglo XIII, los sueldos en dineros de ciertos magistrados o funcionarios urbanos eran llamados fio.

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Entre las dos formas de remuneración del vasallo, por el feudo y por la alimentación, la incompatibilidad no era absoluta.

Vasallos mantenidos y vasallos con casas representaban, dos variedades bien diferenciadas y, con respecto al señor, de diferente utilidad.

El tipo de compañeros mantenidos en la casa del jefe era más antiguo, pero continuó durante mucho tiempo coexistiendo con el tipo más reciente del dependiente enfeudado.

Al inconveniente, propio de los señoríos de un tipo particular, sumaba otra dificultad más grave que, si no impedía de manera absoluta la manutención en el domicilio, al menos limitaba singularmente su empleo.

Con más razón, el régimen de manutención se hacía impracticable cuando los vasallos, a lo que se trataba de pagar la fidelidad, eran de una categoría demasiado elevada para acomodarse a una existencia pasada por entero a la sombre del señor. También obligaba a ello, en ocasiones, la dedicación al servicio. El cargo de un vassusdominicuscarolingio suponía que debía pasar ña mayor parte del tiempo en su provincia, ocupado en vigilarla. En la época carolingia, la extensión de las relaciones de vasallaje, no sólo en número, sino también, si se puede decir, en altura, estuvo acompañada de una inmensa distribución de beneficios.

De otra parte, formarse una imagen muy imperfecta de la multiplicación de las relaciones feudales, el pensar que en el origen de todos los feudos existía una concesión del señor al vasallo. Muchos por el contrario y por paradójico que esto pueda parecer, nacieron en realidad, de una donación hecha por el vasallo al señor. El hombre que buscaba un protector debía, con frecuencia, comprar esta protección. El poderoso que forzaba a uno más débil a vincularse a él, exigía que las cosas le estuviesen sometidas como las personas. Los inferiores ofrecían, pues, con sus propias personas, sus tierras al jefe. Una vez contraído el vínculo de subordinación personal, restituía al nuevo sometido los bienes cedidos, pero sin haberlos, en el tránsito, ligados a su derecho superior, lo que se expresaba por el peso de cargas diversas.

Al rústico, su fondo era devuelto, cargado de censos, en especie o en dinero, y de presentaciones personales agrícolas. El personaje de condición más elevada y de costumbres guerreras, después de haber prestado homenaje, recuperaba su antiguo patrimonio, en calidad de honorable feudo de vasallaje.

Entonces, acabó de marcarse la oposición entre las dos grandes clases de derechos reales: por un lado, las modestas tenures en villanía, que obedecían a las costumbres colectivas de los señoríos y de los feudos, por el otro, exentos de toda dependencia, los alodios.

Alodio, era de origen germánico, adoptado en las lenguas románticas, no podía sobrevivir, sino en este medio ficticio. La significación de esta palabra, continuó estable, desde la época franca al final de los tiempos feudales. A veces

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se la define como “plena propiedad”, lo que es olvidar que esta expresión siempre se aplica mal al derecho de la Edad Media.

En otras palabras, el alodio no es forzosamente hacia abajo un derecho absoluto, pero, lo es hacia arriba. “Feudo del Sol”,-entiéndase sin señor humano, dirán de él, con elegancia, los juristas alemanes de finales de la Edad Media.

Fuese cual fuese la procedencia real del feudo de vasallaje- separación operada sobre la fortuna del jefe, o feudo de repetición como dirán más tarde los juristas, es decir, antiguo alodio abandonado y después feudalmente vuelto a tomar- se presentaba oficialmente como concedido por el señor. El señor entregaba al vasallo un objeto que simbolizaba el bien, contentándose con frecuencia con un simple bastoncillo. También podía ocurrir que se prefiriese una imagen más simbólica: terrón de tierra.

En principio, cualquier bien podía ser feudo. La condición social de los beneficiarios, cuando se trataba de feudos de vasallaje, imponía ciertos límites. Al menos, desde que se estableció, entre las diversas formas de encomienda, una neta distinción de clases.

En una palabra, la mayor parte de los feudos de vasallaje eran señoríos grandes o pequeños.

Solo más tarde, cuando los progresos de los cambios y de la organización administrativa permitieron, en los reinos o grandes principados, la acumulación de depósitos monetarios relativamente considerables, los reyes y grandes señores se dedicaron a distribuir, como feudos, simples rentas que, sin soportes inmobiliarios, no por ello dejaban de exigir la prestación de homenaje.

A los jefes de Estado, les daba el medio de asegurarse fieles lejanos, incluso fuera de los territorios sometidos de forma inmediata a su dominación.

Cuando se trataba de guerreros domésticos, la retribución pecuniaria evitaba las molestias del abastecimiento. Si en el curso del XIII, el número de vasallos de esta clase disminuyó con mucha rapidez, fue, en más de un caso, porque la entrega de alimentos pura y simple quedó reemplazada por la donación, bajo forma de feudo, de un sueldo fijo en dinero.

En consecuencia, el beneficio o feudo fue, en adelante, considerado como debiendo ser detentado por el vasallo hasta su muerte o la de su señor, sólo hasta ahí. Está fue hasta el final la regla inscrita en el formalismo del Derecho: de la misma forma que entre el superviviente de la pareja primitiva y el sucesor del otro la relación de vasallaje no persistía más que con la repetición del homenaje, la conservación del feudo al heredero del feudatario o al feudatario por el heredero del que se lo había concedido, exigía que fuese reiterada la investidura.

E2-La diversidad feudal en los espacios carolingios y no carolingios

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La diversidad feudal en los espacios carolingios Desde la Edad Media, Francia tuvo por destino el vincular, un haz de sociedades en sus orígenes separadas por poderosos contrastes, todos lo saben o lo presienten.

El Midi aquitano: regiones de Touluse, Gascuña y Guyena. La propagación de las relaciones de dependencia parece que encontró muchos obstáculos. Hasta el final los alodios continuaron siendo frecuentes: tanto pequeñas explotaciones campesinas, como señoríos. La misma noción de feudo, perdió rápidamente la nitidez de sus contornos.

En el norte, con respecto al vocablo honor, es casi sinónimo de feudo.

En Normandía, como en las orillas de Garona, la palabra feudo tomo rápidamente el sentido general de tenure. Pero no fue por razones equivalentes, parece que lo que faltó fue el sentimiento, en otros lugares tan poderoso, de la diferenciación de las clases y por consiguiente, de las tierras por el género de vida. Lo atestigua el derecho especial de los vasallos.

Junto a obligaciones de servicio armado, a pie o a caballo, el vasallaje soportaba censos, e, incluso, prestaciones personales, por tanto, era medio feudo, medio villanía.

La Italia lombarda vio desarrollarse de forma espontánea unas prácticas de relación personal casi en todos sus aspectos análogas a las de las Galias: desde la simple entrega de la propia persona en servidumbre hasta la compañía militar. Los compañeros de guerra, al menos alrededor de los reyes, de los duques y de los principales jefes, llevaban el nombre germánico común de gasindi. Muchos de ellos recibían tierras, con la obligación en general, de restituirlas si retiraban su obediencia al jefe que se las dio.

Sin embargo, la noción de una categoría jurídica de bienes especializados en la remuneración de los servicios, parece que no se estableció con claridad antes de la absorción del Estado lombardo en el Estado carolingio, el beneficio fue en Italia una importación franca.

El norte de Italia fue, entre todos los países de Europa, el que tuvo un régimen de vasallaje y de feudo más parecido al de Francia.

Alrededor de las ordenanzas, promulgadas, desde 1037, por los soberanos del reino de Italia, surgió una literatura técnica, que se dedicaba a describir, las buenas costumbres de las cortes. El derecho de vasallaje, tal como lo exponen, presenta una particularidad general: en ellos nunca se menciona el homenaje de boca y de manos, el juramento de ge parece bastar para fundamentar la fidelidad.

La Iglesia, ciertamente, distribuía tierras, pero usaba para ello antiguas formas romanas.

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Las prácticas del feudo y del vasallaje, se extendieron no obstante por toda Alemania transrenana, aunque sin penetrar nunca, sobre todo en el Norte, en el cuerpo social tan a fondo como en los viejos territorios francos.

La oposición entre el servicio de las armas y el cultivo del suelo, verdadero fundamento en otros lugares de la diferenciación de las clases, tardó mucho tiempo en imponerse en estas tierras.

Dos rasgos continuaron, hasta el fin de la Edad Media, atestiguando esta feudalización retrasada de la sociedad alemana. En primer lugar, el número y la extensión de los alodios, en particular de los alodios de jefes.

Por otra parte en Alemania el derecho de feudo y de vasallaje, en lugar, como en Francia, de mezclarse de manera confuso a todo aparato jurídico, fue concebido bajo la forma de un sistema aparte, cuyas reglas, aplicables sólo a ciertas tierras o personas, dependían de tribunales especiales.

Diversidad feudal en los espacios no carolingios: Los reinos bávaros de la Gran Bretaña, no se encontraban al abrigo de las influencias francas. La admiración que el Estado carolingio inspiró a las monarquías de la isla parece haber llegado a veces a verdaderas tentativas de imitación. Pero las influencias extranjeras fueron superficiales.

Como sus contemporáneos, los anglosajones no encontraban en los lazos del pueblo o de la sangre nada que pudiese satisfacer en los humildes su necesidad de protección, y en los fuertes, sus instintos de poder.

Las leyes desde el principio, reconocieron y reglamentaron estas relaciones, a las que se quería indicar la protección concedida por el señor, el vocablo germánico mund.

Entre la multitud de dependiente, pronto se distinguieron, como en todas partes, los fieles armados con que se rodeaban los grandes y los reyes.

El formalismo de importancia social, pudieron, de manera uniforme, ya comportar el rito de ofrenda de las manos, ya prescindir de él.

En la Inglaterra anterior a la Conquista, fue desconocida la equivalencia, usual en el continente, entre vasallo y caballero, después de la llegada de los normandos, acabó, no sin titubeos, por ser empleado en el sentido de la segunda de dichas designaciones, de debió sin duda, a que los caballeros llegados con los invasores eran en su mayor parte, como la mayoría de los knigths, guerreros sin tierras.

Cataluña, en el nordeste de España, conservó profundamente la huella de las instituciones francas. Lo mismo se puede decir, aunque de forma más indirecta, del vecino Aragón.

La herencia de la sociedad visigoda, transmitida por los primeros reyes y por la aristocracia, y las condiciones de vida entonces comunes a todo el

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Occidente favorecieron el desarrollo de las dependencias personales. Los jefes, tenían sus guerreros familiares, a los que de ordinario llamaban sus criados.

En algunas ocasiones se encuentra la palabra homenaje, y con ella, el rito. Pero el gesto indígena de entrega era otro, consistía en el besamanos, como acto de simple cortesía.

Con el establecimiento de los duques de Normandía en Inglaterra, se observar un notable fenómeno de migración jurídica: el traspaso de las instituciones feudales francesas a una tierra conquistada.En Italia del Sur, desde 1300, aventureros llegados también de Normandía empezaron a crearse principados, destinados al fin, al cabo de un siglo a constituir por su unión el llamado reino de Sicilia.

Estos feudalismos de importación tuvieron por carácter común el estar mejor sistematizados que en los lugares donde el desarrollo fue puramente espontáneo.

E3- El carácter hereditario del feudo

¿Cómo el feudo pasó al patrimonio del vasallo?: Nunca la posesión del feudo se transmitió mediante herencia en el momento en que muere el poseedor. Pero por motivos determinados fue cobrando éxito la heredabilidad natural por sobre un derecho que ya había caducado.

Así mismo, las relaciones de fidelidad tendían a unir más que a dos individuos a dos linajes; en los que unos estaban destinados a mandar y los otros a obedecer, sobre la base de una sociedad en donde se valoraban muchísimo los vínculos de sangre. Como el vasallaje se basaba en la posesión de bienes, para un hijo era de suma importancia heredar un feudo. Despreciar esa herencia o dejarla de recibirla era perder una parte importante del patrimonio familiar. Recordemos que un feudo era considerado como el antiguo alodio familiar.

En el caso del señor, era menos generoso en este sentido. Se encargaba de que los vasallos renegados sean castigados y de que el feudo, si era descuidado, pasase a mejores manos. Pero aun así la heredabilidad seguía siendo lo indispensable en la Edad Media. Por lo tanto, rechazar un feudo también sería exponerse a la perdida de la confianza de los nuevos vasallos, así como al de los viejos. La práctica compleja de heredabilidad venía ya con los primeros carolingios, siendo los “beneficios” transmitidos con frecuencia.

Un vasallo, ya envejecido o enfermo, puede ser reemplazado por su hijo en el servicio; y en este caso el señor no está autorizado a despojarlo. Incluso no se veía con buenos ojos el que un señor desposeyera de un beneficio al hijo de un vasallo ya muerto, por más joven que sea, y pese a no estar preparado en el servicio de armas.

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En este contexto de comodidades y conveniencia, la “verdadera” heredabilidad se fue estableciendo poco a poco, y se fue haciendo más evidente en la época de la turbulenta fragmentación del Imperio Carolingio.

El rey le daba los principales cargos a los vasallos para que administraran los grandes territorios, marcas, ducados o condados, como ya lo sabemos. Esos cargos reciben el nombre de “honores”, que con cuidado se pueden distinguir de los “beneficios”. Ambos se diferenciaban por la falta del carácter vitalicio, ya que sus titulares podían ser revocados, aun cuando no cometían faltas o incluso por ventaja personal. Pues a veces podían ser cambiados a mejores puestos, y siempre retribuyéndose los esfuerzos de estos ya sea mediante “honores” o por medio de “beneficios”; porque para la época era imposible la paga de dinero. En su territorio, el conde no solo recibía el tercio de las multas, sino que también disfrutaba de ciertas tierras fiscales, entre otras ventajas. Así mismo, las mismas autoridades sobre el pueblo aparentaban que (así como estos amasaban una fortuna ilegalmente cuando se les presentaba la oportunidad) era una autentica riqueza ser señor en esa época. Así pues, el otorgamiento de un condado era una de las dádivas más bellas que el señor le podía ofrecer a sus vasallos. Este regalo le permitiría al juez o jefe de guerra diferenciarse de aquellos que tenían simples beneficios, ya que posibilitaba su acceso al señorío. Cuando la realeza, a partir de Luis el Piadoso, se fue debilitándose, esta norma que amparaba a la autoridad central se fue dificultando para ser aplicada, porque los condes, en base a la renovación de las viejas costumbres de la aristocracia, se esforzaron con éxito gradual para convertirse en potestades territoriales. En la época del Imperio Carolingio se consideraba “honores” a todos los beneficios de los vasallos reales, cuyo papel los colocaba muy cerca de un funcionario como tal. El término se convirtió en simple sinónimo del feudo. Igualmente, las tierras afectadas a la remuneración del oficio fueron denominadas “beneficio” o feudos. La similitud de ambas se daba en que las dos demostraban ser equivalentes para referirse a la posesión de un prestigio.

Estos, para mantenerse inamovibles en la zona que administraban, necesitaban de algo más: adquirir nuevas tierras; construir castillos en zonas estratégicas; convertirse en protectores de las principales Iglesias y sobre todo poseer personal para que trabaje en esa zona. Para lograr dicha meta era necesario el trabajo paciente de generaciones, que necesitaban sucederse en la misma tierra. De allí surge la necesidad de heredabilidad natural en base al poder territorial. Esto se observa de manera absoluta en los Estados que van surgiendo sobre el Imperio franco, más que en otros territorios. Los ducados, marcas o condados fueron parte de las concesiones feudales, y la historia de su transformación en bienes familiares se mezcló confusamente con el de la de patrimonialidad de los feudos en general. Tanto en Francia occidental como en Borgoña, la prematura debilidad de la realeza llevó a que los beneficios, constituidos por funciones públicas, sean los primeros en conquistar la heredabilidad.

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Son varios los casos de la transmisión de heredabilidad y de su negación., y muchas veces dependía de la buena administración de un feudo. En el siglo X un señor, a través de un otorgamiento escrito, posibilitaba la devolución de un feudo; pero a mediados del siglo XII las estipulaciones escritas solo se limitaban al disfrute del primer beneficiario de la misma.

La evolución del feudo iba a ir acompañada de la organización social que se iba asentando en la época imperial, más precisamente en el norte de Italia, en el reino de Lombardía. Nos encontramos a la cabeza con la figura del rey, que es a la vez rey de Germania y ungido emperador por el papa. Luego le siguen los barones, señores de la Iglesia o de la espada; y debajo de estos los vasallos de los barones, es decir los vasallos de segunda mano del rey, que se denominaban valvasores. El problema que va a surgir a principios del siglo XI es que los valvasores van a querer que sus concesiones sean hereditarias, pero los barones van a insistir en su carácter vitalicio y de revocabilidad. El emperador Conrado II va a establecer en 1037, la heredabilidad de los “beneficios” de los abad, monjes e incluso de los valvasores. La diferencia en este sentido es que mientras que Italia era un territorio en donde se valoraba la legislación, en Alemania se Imponía el poder y en Francia se gobernaba sin leyes, es aquí donde la curva se va a abrir más.

Otras características posee la heredabilidad del feudo: En el caso del Derecho Sucesorio, vemos en un principio que la heredabilidad era natural del padre o del abuelo al hijo o nieto, pero que en el caso del hermano y del primo tenían que buscar el camino por otro lado. Es por eso que el reconocimiento de las herencias colaterales significaba la transformación del antiguo beneficio en patrimonio. En Alemania los beneficios eran otorgados solamente a los descendientes, pero en otros lugares eran transmitidos al primer beneficiario. Quienes no recibían por heredabilidad los feudos eran las mujeres, ya que estas no portaban las armas. En cuanto entregar beneficios al hijo menor de edad, también era un problema. Si bien otorgarles este beneficio era algo sin sentido, despojarlo de la misma sería una crueldad. Se decidió en su lugar que fuese un vasallo, un administrador particular, quien se haga cargo de los feudos y de rendir homenajes. Esta medida no ha sido adoptada por todos los países, sino solamente en Italia.

También el feudo era al principio indivisible, ya que la división de la misma llevaba a la confusión y al desorden. Para ello se decidió que se transmite a un solo heredero, pero esta norma entraba en conflicto en lo establecido por el Derecho sucesorio. El problema creció cuando, en medio del debate, se decidió la instalación del Derecho de primogenitura, establecido a fin de que sea el primogénito quien se hiciera cargo de los feudos.

Con respecto a los feudos, debemos tener en cuenta que más que como un don, era concebido como una responsabilidad que se debía cumplir. Muchas veces el incumplimiento de un feudo traía problemas al vasallo que administraba allí, y a la población que tenía bajo mando.

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E5- Causas de la pluralidad de homenaje: que solución se busco? Eficacia de la misma

Observamos que los capitulares carolingios prohibían que un hombre se sujetara a un segundo señor. Debía cumplir fielmente con el señor que tenía, y al debía cumplirle todas las obligaciones que este le encargaba. Sin embargo, vemos que en estos tiempos era muy común que los caballeros tuvieran dos o más señores. Por ejemplo hacia el siglo XIII era muy que común que un barón poseyese entre 20 y 43 señores distintos. La Iglesia misma, en sus escritos, planteaba que un hombre no podía ser esclavo de dos amos, pensamiento extraído de la Biblia misma. Aún así lo que llevaba a que constantemente los vasallos tuvieran varios amos era la ganancia que les conllevaba el Ejército. Esta le daba la posibilidad en ocasiones de jurar falsa fidelidad a un determinado señor, cuando en realidad está sujeto a otros tantos.

Con respecto a los homenajes ligios, la necesidad de expresar la solidez de un vínculo entre el jefe y su vasallo se llevó a la creación de los mismos. Esto era por el poco efecto que empezaron a tener los homenajes ordinarios. Los homenajes ligios (la palabra ligio proviene del alemán liged que quiere decir “libre”, “puro”) eran súper- homenajes. Eran de carácter sagrado, pero con el paso del tiempo empezaron a ser tan diversos estos juramentos, que pasaron a formar parte de la realidad misma. En realidad se trata de la restauración del antiguo homenaje, que pasó a ser muy común entre los siglos IX Y XIII. Pero frente a los problemas de incumplimiento e ineficacia fue decayendo.

E6-Obligación entre las partes ¿Podían dejar de ser cumplirlas?

Servir, y también ayudar y proteger, eran la principal obligación de vasallos y de señores. Por obligación no vamos a entender obediencia en todo detalle. Lo que si podemos afirmar es que con el tiempo esa sumisión iba a ser cuidadosamente especificada en un contrato. En esta el vasallo no solo se comprometía a ayudar, sino también a no perjudica. En el caso de la seguridad, jurada después de la fe, autorizaba al señor, en caso de incumplimiento, al embargo de determinadas prendas.

El deber principal de un vasallo era prestar su ayuda en la guerra. El jefe del ejército, ante el problema de pagos, necesitaba el apoyo de la chusma campesina para su protección en la guerra. Así mismo el vasallo tenía la obligación de brindar guarnición en el castillo, ya que el mismo debía ser protegido. Cuando él mismo posea su fortaleza, debe abrir las puertas a su señor. Además, cada vasallo contaba con sus propios vasallos, lo cual era exigido por el deber; pero sin embargo la costumbre requería que llevase un número limitado de los mismos.

El señor no solo llamaba a sus vasallos en la época de guerra. En periodo de paz los convocaban a las cortes, que se realizaban en calidad de fiesta litúrgica o también con la función de tribunal o de asamblea. En estas reuniones se trataban diversos temas. El Señor podía entregar regalos a sus súbditos, ya sean

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caballos, prendas o armas, que eran una gratificación por su fidelidad. Según los documentos, el señor debe “administrar justicia”, “ayudar a los oprimidos”. Poco a poco el servicio de la corte fue reglamentado y limitado.

Además los súbditos debían apoyar a los señores económicamente, cuando estos se encontraban en necesidad. Le prestaban su ayuda o talla, que eran regalos. Pero pronto el apoyo económico se convirtió en una obligación, pasando de a poco el dinero a formar parte de la prestación de auxilio.

Ahora bien hay que tener en cuenta que debido a los múltiples vínculos de dependencia de un mismo vasallo para con su señor o para con sus súbditos, unas de sus obligaciones tenían más importancia que las otras. Paralelo a ello, si bien los vínculos de sangre eran considerados de mayor importancia para la época, se debía atender primero a las necesidades del señor. Esto lo registra El Libro de los Feudos de la Italia del siglo XII, cuando expone que los vasallos deben servir al señor “contra sus hermanos, contra sus hijos y contra sus padres”.

F-El Libro lll de la Parte Segunda hace referencia a “Los vínculos de dependencia en las clases inferiores”. Lea los diferentes capítulos que componen el libro lll y responda:

F1-¿A qué llama el autor las clases inferiores?

Así como existían vínculos de dependencias entre el señor y el vasallo ligado al homenaje militar, también encontramos los vínculos de dependencia de grado inferior, que tiene existencia mucho más antigua que el régimen señorial. Ese vínculo señor-siervo es lo que denominamos señorío territorial.

F2- ¿Qué relaciones de dependencia personal designa el señorío?

Para empezar, debemos tener en cuenta que un señorío es una tierra habitada por gente sometida. Este espacio se divide en dos fracciones: por una parte nos encontramos con el dominio, también llamado reserva, de donde el señor obtiene los frutos directamente; y por el otro, las tenures, que son pequeñas o medianas explotación de campesinos situados alrededor de la corte dominical. Acompañaba a todo esto el derecho real superior, que el señor extiende sobre la choza, el labrantío y el prado del pechero.

Lógicamente no todos los señoríos abarcaban los mismos territorios. Los mayores, que correspondían a países de gran densidad poblacional, abarcaban hasta ocupar toda una aldea. Pero esto era muy raro en el siglo IX. Así mismo, a fin de remunerar a sus vasallos, un señor tenía que dividir las tierras. Ya sea por donación o por venta, muchos señores tuvieron que hacerse cargo de territorios que no coincidían entre sí. Es por eso que en el siglo XII muchos señores y aldeas se habían fundado al mismo tiempo, partiendo de cero. La mayor parte de los campesinos dependía, a la vez, de dos autoridades distintas: por un lado de los súbditos de un mismo señor, y por otro por miembros de una misma comunidad local. Y a pesar de que las viviendas de los trabajadores se elevaban una cerca de otras, y cuyos campos se encontraban dentro de un mismo límite,

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en realidad se encontraban repartidos en varias dominaciones, con intereses en común, incluso por la obediencia a unas mismas servidumbres agrícolas. Esta dualidad seguramente causaría el debilitamiento para los poderes del mando señorial. Y con respecto a las regiones en donde las familias se encontraban repartidas y con minúsculas viviendas, el señorío era de contextura menos firme.

El señorío, para la época de los carolingios presentaba unos límites muy claros. Hay que tener en cuenta además que las tenures, o mansos, solamente algunos terrenos eran considerados servibles.

F3-¿Qué caracterizó a la servidumbre? ¿Tuvo variantes según el espacio?

Contrariamente al hombre libre (comúnmente se entendía libre como sinónimo de la nacionalidad que se poseía, y en este caso será franca) se introdujeron diferencias profundas entre los mismos esclavos. Para empezar los esclavos caseros o trabajadores de parcelas, dependientes de un amo, vivían bajo el techo de estos y eran considerados bienes muebles. Mientras el esclavo cultivador tenía su propia casa, subsistía con el producto de su propio trabajo, poseía sus propios bienes muebles y podía vender los sobrantes de las cosechas.

Cuando los agricultores de los señoríos, que no eran de estatuto servil, recibían el nombre de colonos.

Ahora bien, cabe destacar que las encomiendas no se limitaban al uso de las clases superiores. Muchos modestos hombres se buscaban un defensor, pero no por ello haciéndose esclavos. En el ámbito de las tenures, por otra parte, las relaciones entre las dos partes (señor-siervo) se hacían más personales.

Durante la época feudal en Borgoña y Francia existía una fuerte antítesis entre servidumbre y esclavitud. Las mismas deficiencias de leyes lo evidenciaban. A los esclavos cristianos, los nobles no lo utilizaban como tal, sino como siervos. Diferente sucedía con los paganos . Por otra parte, si bien la esclavitud no era ya demasiada fuerte como la Antigüedad, seguía existiendo la división hombre libre y no libre.

Con respecto a Alemania, aún en época feudal, y a diferencia de Francia, subsistía la vieja jurisdicción pública que tenía a todos los hombres por libres y que solo eran juzgados en Asambleas. Solo la libertad del señor alodial era más completa.

En Inglaterra, hacia el siglo XI, el señorío territorial no estaba tan firmemente establecido, por el caos que se vivía hasta entonces. Pero la conquista normanda acabó con esos años de retraso y organizó los viejos vínculos territoriales. A diferencia de Francia, el señor ingles lograba retener al hombre cultivador, incluso al obrero libre, en su trabajo. Esto se debía al asombroso poderío que poseía la autoridad frente a los niefs fugitivos y castigar al que los hubiera ocultado.

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F4-¿Cómo se transforman las relaciones humanas en el espacio del señorío?

A partir del siglo XII comienzan a establecerse cambios dentro del régimen del señorío territorial. En primer lugar las cargas se estabilizaron como consecuencia de los cambios sociales. Para atraer a trabajadores, los señores debían prometer seguridad y buena recompensación. Con la introducción del dinero, los trabajadores más pobres podían acceder a trabajos pagos, frente a los trabajos de peores condiciones que les ofrecían ciertos señores.

En cuanto a las transformaciones de las relaciones humanas, mencionaremos que a partir del siglo XIII las manumisiones repetidas que se aplicaban en aldeas completas disminuyeron considerablemente el número de trabajadores franceses e italianos. Pero en otros lugares muchos recuperaban su libertad por simple desuso.

La vida señorial cambiaba y establecía nuevas pautas, como por ejemplo el pago en especias o por la eliminación o abandono de ciertas cargas.

Bloch, Marc, La sociedad Feudal. Vol 2 “Las clases y el gobierno de los hombres”

Explique el proceso de cambio en el que desaparecen las aristocracias de sangre y surge la nobleza feudal

Para merecer el título de noble, debían reunir dos condiciones: la posesión de un estatuto jurídico, que confirme la superioridad que pretende tener; y que este estatuto se perpetúe por la sangre.

Durante la primer edad feudal, muchas familias germánicas van a ser consideradas como nobles (latín nobiles), pero poco a poco van a ser desposeídas de su poder político. Su grandeza los convierte en blancos fáciles por lo que no sobreviven en la época de los reinos bárbaros. Entre los francos sólo existía una minúscula oligarquía frágil.

Se comienza a observar la aparición de la palabra noble, pero con una distinción de nacimiento y una fortuna; aunque el sólo hecho de poseer un alodio era motivo suficiente de usa el nombre de noble. Se atribuye la cualidad de noble a aquellos hombres libres que conservaron su libertad personal.

¿Nobles la masa de hombres libres? Sólo podía entenderse en un solo sentido: el de subordinación, aparece el vasallaje militar. Su papel relacionado con las armas y como consejeros, se los distinguiría con el nombre de nobleza. Sin embargo, esta palabra sirvió para colocar aparte las familias más poderosas,

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más antiguas y más provistas de prestigios. Ahora si se puede hablar de de una clase social y de un género de vida.

A veces, se los denominaba clase terrateniente, porque obtenían sus rentas de dominio ejercido en la tierra; pero el noble ante todo era un señor. Un señor que tenía un oscuro y desconocido pasado genealógico.

La posesión de los señoríos era la marca de una dignidad verdaderamente nobiliaria y la única forma de fortuna que pareciera compatible con una elevada categoría era los poderes de mando que suponía sobre los otros hombres; se le debía agregar la de guerrero. Este último rasgo explicar la parte que tuvieron los vasallos militares en la formación de la aristocracia medieval. Entonces se produce la evolución del vocabulario: el paso de la vieja unción de nobleza como raza sagrada a la unción nueva de nobleza por género de vida. Para el noble, ir a la guerra representaba una razón de vivir.

Caracterice la clase noble: función, estilo de vida y código de conducta

FUNCION: Existía un buen retrato del buen guerrero: huesudo, membrudo, con el cuerpo bien cortado y acuchillado de honorables cicatrices, de espaldas y entrepiernas anchas. El fuerte apetito es condición de ser guerrero, aunque había que añadirle valor, valor que se manifestaba en la guerra.

El guerrero debía devoción a un jefe o una causa. En las guerras encontraba su diversión, así nació el apetito en otras guerras lejanas. Esta tendencia fue frecuente entre los franceses, que también fortalecieron las relaciones entre mundos distantes (España, Italia, Israel, etc.) e inconscientemente propagaron la cultura occidental, en especial la francesa.

Aunque la mayoría de las veces era por decisión de ellos, otras veces les era impuesto asistir a una guerra. Estas guerras eran las principales fuentes de ingresos, como el botín (personas, cosas, riquezas) e incluso el rescate. Añadimos que cumplieron una función jurídica. Aunque era raramente practicada, sólo se limitó a los de su clase.

ESTILO DE VIDA: La clase caballeresca se distinguía por su género de vida propia propiamente nobiliario.

En el siglo XIII las ciudades de Francia estaban habitadas solo por los burgueses, mientras que la nobleza habitaba en el campo. Fuera de Italia o la Francia meridional, se hicieron casi por completos extraños a la vida de las poblaciones propiamente urbanas.

Por lo general, la casa señorial se levanta en una aglomeración. Se distinguen con facilidad porque está organizada para la defensa. Las invasiones húngaras o normandas fueron las que hicieron levantar por todos lados los castillos rurales.

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Eran edificios simples, el más extendido fue la torre de madera. Su disposición se describe en unos pasajes: el primer piso, una sala; el piso bajo, la bodega para provisiones; y la cocina apartada por temor a los incendios.

Fueron los grandes magnates los primeros en recurrir a la piedra. Su uso se introdujo lentamente en el siglo XII y XIII, para este siglo, los pequeños y medianos caballeros lo usaban para sus viviendas.

La opinión de los contemporáneos no veía con buenos a estas “guaridas”; y los reyes y príncipes deseaban destruir estas torres esparcidas en todo el territorio, lo cual hacía que el caballero viviera en constante estado de alerta.

Describa la caballería como institución

Los caballeros empezaron a tomar conciencia y se hizo sentir la necesidad de sancionar, por medio de un acto formal, la entrada a la colectividad. Este cambio de mentalidad respondía a tendencias característica de la sociedad medieval.

Para el siglo XII es necesaria la consagración. El conjunto de los caballeros armados constituyen una “orden”: ordo. Un ordo es una división de la sociedad, temporal tanto eclesiástica. Nace la institución.

¿De qué forma en una sociedad acostumbrada a vivir bajo el signo de lo sobrenatural, el rito, no recibiría una marca sagrada? Dos usos sirvieron de punto de partida para la intervención de la iglesia:

En primer lugar, la bendición de la espada. El futuro caballero depositaba por un momento su espada sobre el altar, y este hecho era acompañada de oraciones.

En segundo lugar, la iglesia también quería tener su papel. El cuidado de armar al adolescente no pudo pertenecer, originalmente, más que a un caballero ya confirmado en este título: su padre o su señor. Pero llegó el momento en que también se confió a un prelado.

En el siglo XI, para encontrar un verdadero ritual religioso de la investidura, hay que mirar más hacia el norte, hacia la región del Sena, que fue la auténtica cuna de la mayor parte de las instituciones propiamente feudales:

Bendición de la espada Oraciones del mismo sentido a demás insignias A continuación, la bendición misma del caballero Y por último, la mención expresa de la espada será ceñida por el

obispo.

Esta intervención también conlleva la famosa “palmada”. La iglesia había procurado transformar la antigua entrega de armas en un sacramento.

Se reglamentó que con su espada, el investido defenderá la Santa Iglesia, en particular contra los paganos. Protegerá a la viuda, al huérfano y al pobre.

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Perseguirá a los malhechores. Los textos laicos añaden recomendaciones que se refieren a la conducta en el combate: no matar al vencido sin defensa; por último, las incidencias en la vida cotidiana: no dar malos consejos a una dama; ayudar, si se puede, al prójimo en sus dificultades. De esta manera, asignándole una tarea ideal, la Iglesia acababa de legitimar la existencia de esta orden de guerreros que se identificaba con la colectividad de los armados caballeros.

Explique el proceso de cambio de nobleza de hecho en nobleza de derecho

La Orden del Temple agrupaba dos categorías: los caballeros y los sirvientes de armas. Esta distinción respondía a una diferencia de origen social, aunque no estuviera impuesta en la primer Regla. La segunda Regla, más estricta, es necesario ser investido, y además “ser hijo o proceder de un linaje de caballeros”, pasaba a llamarse un gentilhombre.

¿Qué pasó entre 1130 y 1250? La transformación del derecho a la investidura en un privilegio hereditario. En muchos países reconocieron por “legítimo caballero” sólo aquel cuyos antepasados también lo fueron. El día en que se convirtió en un privilegio leal y riguroso fue una fecha muy importante; pero los soberanos y tribunales apenas se dieron cuenta de esta innovación, ya que siempre se dio con los descendientes de caballeros.

En el siglo XII, nació una nueva potencia: la del patriarcado urbano. Ricos mercaderes que procuraban comprar señoríos para sí mismos o para sus hijos. Los reyes de Italia y Francia toman medidas para que la compra de un feuda no convirtiese al nuevo rico en un descendiente de caballero. La clase empezaba a cerrarse.

A pesar de que solo se tenía como aptitud al linaje caballeresco, la investidura aún era posible. Algunos reyes (Capetos) daban autorizaciones (cartas de nobleza) para recibir la caballería. Este derecho era más usado para reconocer largos servicios. El acto no sólo consistía en crear un caballero nuevo, sino también un linaje caballeresco.

Las autorizaciones de investidura se transformaron en máquinas de hacer dinero. Parece ser, que Felipe el Hermoso, fue el primer soberano que puso abiertamente la caballería al comercio. Este grupo no se encontraba cerrado del todo, más bien con la puerta entreabierta. No hay duda de que entre el 1250 y 1400 fue un período de rigurosa jerarquización de las capas sociales.

Este grupo para convertirse en una verdadera nobleza, faltaba un rito que podía cumplirse o no. La situación que reconocía a caballeros, como guerreros ordenados y vasallos, como encargados en las misiones de combate, se tendía a concretar en un código jurídico preciso. Para disfrutar de esta ventaja es necesario que el hombre responda de sus deberes como vasallo, aparte de haber sido investido.

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En el siglo XIII, la evolución ya estaba terminada. Lo que en adelante crea al noble no son ya los viejos ritos de iniciación, tanto peor, es la capacidad hereditaria de pretender los beneficios de tales ritos. Se llama gentilhombre: cualquiera que es “de linaje de caballeros”.

¿Cómo incide el feudalismo en la administración de la justicia?

En torno al año mil la justicia acompañaba el desarrollo de una sociedad conflictiva, ya que al multiplicarse los lasos de dependencias cada jefe deseaba alcanzar el puesto de juez. Esto se debía a que solamente el derecho a juzgar permitiría mantener en el deber a los subordinados y, evitando que se sometieran a las resoluciones de los tribunales extraños, proveía el medio más seguro para protegerlos y dominarlos. Así mismo este puesto permitía, además de cobrar por multas o por otros ingresos judiciales, favorecer la transformación de las costumbres en obligaciones.

Si bien la justicia no era un ejercicio difícil en la época feudal, era fiel a las leyes, las cuales debían aprenderse de memoria o ser leídas como tales para evitar la interpretación personal. Los ritos en un juicio se basaban en la fidelidad a las leyes aprendidas mentalmente, y los medios de pruebas eran básicos y de fácil aplicación. Se utilizaban testigos para registrar declaraciones más que para investigarlas. Tanto el levantamiento de un acta escrita, como el recibimiento del juramento de alguna parte o la comprobación de una ordalía o de un duelo judicial no exigían preparación técnica. En el caso de los conflictos en el mundo comercial, eran únicamente tratados en los capítulos de los contratos; pero cuando se manifestaba una economía de cambio más activa, los mercaderes decidían sus debates entre sí: primero con arbitrajes no oficiales y después en sus propias jurisdicciones.

Además de los tribunales ordinarios existían aquellos especiales que pertenecían a la Iglesia. El ejercicio de la justicia que los obispos y monasterios realizaban sobre sus dependientes no necesariamente estaba bajo el carácter de la jurisdicción eclesiástica. El campo del poder judicial de dicha institución era doble: por un lado apuntaba a aquellas personas que llevaban el signo de la consagración, clérigos y monjes; y por otro lado se ocupaba de aquellos delitos que en mayor o menor medida eran de naturaleza religiosa, como es el caso de la herejía o el divorcio.

¿Por qué se habla de fragmentación de las justicias?

Se habla de una fragmentación de la justicia ya que el sistema judicial europeo, desde la conformación de los reinos germánicos, estaba dominado por la división tradicional de hombres libres y esclavos. Mientras que los primeros eran juzgados por tribunales compuestos, por otros hombres libres y el debate era dirigido por un representante del rey; los segundos era el amo el que dirigía un poder de decisión y de corrección. Muy pocas veces los esclavos eran entregados a tribunal público, ya sea para que el amo salve su responsabilidad o porque alguna ley lo exigiese así.

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En la realidad vamos a ver que por un lado muchos esclavos se habían convertido en colonos, y por ende en hombres libres. Así mismo muchos hombres libres estaban bajo autoridad de un señor, del cual poseían sus campos. Ese derecho les daba permiso para asumir el título de juez. Con respecto a la inmunidad franca, muy antigua en la Galia se extendió por medio de los carolingios en todo el territorio. Esta palabra aludía a la unión de dos privilegios: libertades de ciertas percepciones del fisco y la prohibición a los oficiales reales de penetrar, cualquier que sea el motivo, en territorio inmune. Esto sería una de las causa por lo que el señor detentaría ciertos poderes judiciales sobre los habitantes. Tradicionalmente los bienes reales eran clasificados dentro de los inmune. Es decir que si bien eran explotados directamente en provecho del príncipe y administrados por un cuerpo especial de agentes, escapaban a la autoridad de los funcionarios de cuadro normal. Entre ellos se encuentran el conde y sus subordinados que no percibían ni entraban dentro de estos bienes.

En el Estado merovingio la legislación abarcaba muy poca extensión de aplicación. A esos territorios judiciales los conocemos bajo el nombre romano o germano de centena. Estas estaban bajo el dominio de un conde, quien debía convocar a tribunal. Las sentencias eran dictadas por un grupo de jueces elegidos por la asamblea; mientras que el oficial real tenía la tarea de encabezarlas y de hacer cumplir los dictamines. Uno de los problemas que constituyó esta medida era que imponía a la población libre la asistencia constante a los tribunales, por un lado; y por el otro al conde le costaba mucho aplicarlas correctamente. Es por eso que surgiría una división de justicias. Los tribunales generales se ocuparían de las “causas mayores”, mientras que las “causas menores” se realizarían en pequeñas reuniones, encabezada por un representante del conde, llamado centenaire o voyer. Más tarde, esta división recibiría la distinción de “alta y baja justicia”.

Por otra parte, en el tema de los crímenes, en las causas mayores solo el tribunal condal tenía el derecho de condenar a muerte o a reducir a esclavitud. Además, las asambleas condales tenían antes sí dos categorías por resolver: por un lado, las que ponían en juego el estatuto, servil o libre, de una de las partes o referente a la posesión de los esclavos; y por el otro, las que se referían a la posesión de los alodios.

Dentro de un territorio en la época feudal, toda justicia mayor predominaba sobre la justicia menor. Es por eso que un hombre que dependía de otro, para resolver un asunto grave dentro de las causas menores, debía recurrir al tribunal vecino. Lo que unía a la justicia mayor con la justicia menor era el tema del suelo. Es decir que un hombre estaba sometido a las leyes de las fronteras en que vivía. Pero en la práctica siempre terminaba por imponerse el principio personal por sobre el principio territorial. Esto se debía a que los lazos de hombre a hombre en la época eran muy fuerte, que siempre un hombre debía acompañar al hombre que estaba sujeto a él a los tribunales para resolver las graves faltas que se le imputaban.

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Describa el mapa político en el espacio europeo, diferenciando reinos e imperio.

Luego de la caída del Imperio romano Occidental, los pueblos germanos que llegaron al territorio se fueron constituyendo en reino que a la larga irían transformando el mapa político de Europa hasta la época feudal. A continuación desarrollaremos esta evolución:

*Inglaterra: En la Inglaterra anglosajona, entre 5 o 6 Estados, descendientes de los antiguos dominios invasores, pervivieron hasta la primera mitad del siglo IX. Pero con las invasiones normandas solo sobrevivió el reino de Wessex. A partir del siglo X, el monarca comenzó a tomar el título de rey de toda la Bretaña, o rey de los anglos o ingleses. En las fronteras aún existían poblados celtas, mientras que en País de los Gales, los bretones se dividían en pequeños principados. Hacia el Norte, unas familias de escotos comenzaron a someter a las poblaciones celtas o a los germanos del Lothian, constituyendo la monarquía de Escocia.

*Península Ibérica: La noble familia goda, que se refugiaba en Asturias luego de la invasión musulmana, eligieron a su propio rey. Con el proceso de Reconquista, trasladaron su capital a León, ubicada en la Meseta al sur de las montañas, a principios del siglo X. En el mismo siglo un mando militar ubicados en el Este, en Castilla, y que era perteneciente a los reyes astur-leoneses, se independizó; y en el 1035 su jefe militar tomó el título de rey. Siglos más tarde, una situación similar daría lugar al nacimiento de Portugal en el Oeste. Por otra parte, los vascos de los Pirineos Centrales, llamados navarros, se constituyeron en reino hacia el 900; y en 1037 una pequeña monarquía que dependía de estos, llamada Aragón, se independizó. Finalmente, en el Norte, en el bajo curso del Ebro, los francos habían establecido una marca, el condado de Barcelona, que hasta la época de San Luis era un feudo del rey de Francia.

*Francia: Al norte de los Pirineos, el Estado franco alcanzó su mayor extensión con los Carolingios. Con la deposición y muerte de Carlos el Gordo, en 888, la unidad nacional se quebró. Anteriormente, en 843, se había firmado el Tratado de Verdún, que dividía al Imperio Franco en tres porciones: la Francia Oriental, la Francia Occidental y el reino de Lotario, ubicada esta ultima entre l0os dos primeros. En la Francia Oriental, hacia el 888, gobernaba Arnulfo de Carintia. Este ambicionaba la dominación del Oeste. A partir de este momento podemos llamar a este territorio “Alemania”. Con respecto a la Francia Occidental, estaba disputada por dos grandes señores prácticamente proclamados reyes: Guido de Spoleto, de familia franca, y Eudes, conde de Neustria. El segundo terminó por imponerse al reunir una clientela mucho mayor y al desempeñarse en la guerra contra los normandos. Por otro lado, al territorio que se encontraba entre los Estados de Luis el Germánico y los de Carlos el Calvo, ubicada al norte de los Alpes y que se extendía por toda la Italia hasta llegar a Roma, se constituyó, en 843, como reino de Lotario. Este monarca no tuvo descendientes masculinos, por lo que el territorio gradualmente pasó a manos de la Francia Oriental.

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*Italia: El reino de Italia, que surgió luego del Estado Lombardo, se extendía por el norte y el centro de la península, a excepción de Venecia que estaba bajo dominación bizantina. Varios linajes se disputaban la dominación del reino, entre ellos duques de Spoleto al Sur, en el Norte los señores de los pasos alpinos, marqués de Friul, reyes de Borgoña, reyes o condes de Provenza, etc. Además, muchos de estos monarcas se hacían proclamar emperadores por el papa, que era uno de los títulos que más prestigio otorgaba. A diferencia de los reyes de la Francia Occidental, alejados de Roma y con otras preocupaciones, los reyes de la Francia oriental anhelaban el territorio vecino de Italia. En el 894 y el 896 Arnulfo, orgulloso de su origen carolingio, penetró en esta y se hizo coronar emperador. En el 951, Otón I de Sajonia hizo lo mismo.

* Otros territorios: En el 888 el güelfo Rodolfo se encontraba frente al gobierno de los carolingios, y estableció entre la Jura y los Alpes el ducado de Transjurana, que dominaba algunos de los principales pasos interiores del imperio. Más tarde le fueron incorporadas la mayor parte de la provincia de Besaçon.

Al norte de esta, la herencia del reino de Lotario estaba vacante. Se la llamó la Lotaringia, en honor al hijo de este. Esta se tuvo que enfrentar a las monarquías limítrofes. Y si bien los reyes de la Francia Occidental eran muy débiles, los de la Francia Oriental se mantuvieron fuerte, y especialmente cuando el trono lo ocuparon los Capetos a partir del 987. Estos últimos renunciaron a los proyectos de la tradición familiar y encontraron una clientela bien fuerte. Por largos siglos la Lotaringia quedó incorporada a Alemania.

En las fronteras de la Transjurana, el Lyonnais, el Viennois y Provenza estuvieron dos años sin el dominio de un rey. Pero Boson, despreciando la legitimidad carolingia, constituyó allí un Estado monárquico independiente en 887. Pero con su hijo Luis el gobierno se vio afectado. Al quedar este ciego, gobernó en su lugar Hugo de Arles, quien, al ser nombrado rey de Lombardía, dejó que los Güelfos llevaran la dominación hasta el mar. A partir del siglo X, por su parte, el reino de Borgoña se extendía entre Basilea y el Mediterráneo. Para ese momento, los reyes figuraban como modestos protegidos de los reyes o emperadores alemanes; y a partir del siglo XIII se convierte en el reino de Arles.

Explique la fragmentación del poder público sufrido en la sociedad medieval.

A diferencia de la época romana y carolingia, en la época feudal varias actividades que le competían al Estado fueron ignoradas por este. De la educación se encargó la Iglesia, y los poderes públicos eran abandonados a merced de los propietarios locales. La preocupación de los gobernantes por estos se empezó a manifestar a partir del siglo XII. Pero es en el siglo XIII cuando los reyes y príncipes intervinieron en la tasación de los precios y se preocuparon de a poco en la política económica. AS partir de la segunda época feudal, en realidad, fueron los pequeños poderes (las ciudades) los que se

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preocuparon por la legislación de bienestar, estando sujetas a las necesidades educativas, de salud y sobre la reglamentación económica.

Los tres deberes del rey o del barón eran para la época feudal: asegurar la salud espiritual del pueblo por medio de instituciones creadas para tal fin, defender al territorio de invasiones externas, tarea que era complementada con la conquista; y hacer reinar la paz y la justicia interior. Pero su misión de guerrear constantemente con los invasores o los revoltosos le llevaban más tiempo a ocuparse en la milicia que en la administración.

Uno de los rasgos que caracteriza a todos los poderes es, más que una debilidad, la falta de eficacia; haciéndose esto más presente en los lugares en donde la ambición era mayor. Por otra parte la imagen de poder estaba mal separada de la de jefe concreto. En esta época los lasos familiares imponían limitaciones en el papel del monarca. Pero con esto no pensamos que hubo un absolutismo personal, ya que ante una decisión importante los monarcas debían recurrir al auxilio de las cortes, compuesta por los principales súbditos del rey.

La sociedad feudal, especial mente en su primera época, estaba sujeta permanentemente a la inseguridad colectiva, Las guerras estaban a la orden del día, especialmente cuando el imperio carolingio había llegado a su fin, siendo el territorio ambicionado por todos. La economía ejercía una dura presión sobre los más pobres, y los poderosos se aprovechaban más de una vez de ellos. Las invasiones eran otro factor de desorden. La amenaza pesaba no solo contra el individuo en sí, sino también contra sus bienes. El pillaje y los homicidios no tenían límites en una sociedad donde los poderes judiciales no eran muy efectivos. Pero aún más: la inseguridad y la violencia llegaba a lo más profundo de la estructura social y de la mentalidad.

Desde lo económico costaba mucho hacerse rico, y muchos para lograrlo recurrían al botín o la opresión. Toda la clase dominadora y guerrera dependía de esto. En el derecho, los principios consuetudinarios tendían a la usurpación. Así mismo, estos conducían a la venganza personal. La faida familiar, por otra parte, no solo era un medio que ponía en peligro el orden público, también los constituían las malas decisiones que tomaban las asambleas de paz ante un acto de injusticia. La violencia también estaba en las costumbres, ya que la mentalidad de la gente estaba puesta en la Eternidad celestial, mientras que a los actos más dolorosos de violencia y de homicidios los reprimían; era algo común no sentir culpa además por las atrocidades que se cometían.

Indique sobre la institución de la Iglesia, su rol pacificador.

En las reuniones de paz nacieron las asociaciones de paz. Entre el clero, la Cristiandad era considerada el cuerpo místico del salvador. Pensaban que si un cristiano mataba a otro, estaban derramando la sangre de Cristo. El deber de la Iglesia, por ende, era la de proteger a su rebaño, y en especial a los pobres y humildes de la opresión y ambición de los poderosos.

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El origen de los movimientos de paz fue en Francia, en el Concilio de Charroux. A partir del siglo XI se propagó por Borgoñas y al norte del reino; en Lorena y Alemania la influencia llegó a fin de siglo; mientras que a Inglaterra nunca llegó. Si bien los cleros sabían que no erradicarían toda la violencia de la época., pero si le podían imponer un límite. Propusieron un proyecto, denominada la “Paz de Dios”, que salvaguardaba a algunas personas o a ciertos objetos. La lista del Concilio de Charroux prohibía penetrar y saquear iglesias, robar el ganado de los campesinos, golpear un clérigo. Con el tiempo esta se desarrollo mejor. Incluyó a los mercaderes entre los protegidos naturales. Así mismo, el inventario incluía las siguientes prohibiciones y se hizo más precisa: la de destruir los molinos, arrancar las viñas o atacar a un hombre que vaya a la iglesia. Otras leyes, establecidas de forma más universal, fueron las del Concilio de Narbona exponían la prohibición de arrestar a los pobres o humildes por querellas de los poderosos, prevenir la venganza cuando esta no tenía justificación; y prevenir el pillaje. Pero estas peticiones eran demasiadas elevadas.

Se establecieron ciertos días para que ciertos días para frenar a toda violencia. Una capitular carolingia prohibía que la faida fuese proseguida el domingo. Pero pronto dejó de parecer suficiente un día de descanso. Se extendió a los tres días de la semana que precedían al domingo de Pascua, bajo el nombre “tregua de Dios”. Hacia el 900 el obispo de Puy, Guy, le rogó a sus asistentes a observar la paz, pero ellos rehusaron. Al mismo tiempo, la promesa del pacto de paz se hacía cada vez más precisa. Algunas veces iban acompañadas por la entrega de rehenes. Estos movimientos de pases querían abarcar a todo el pueblo representada a través de los jefes. Se castigaba u obligaban a quienes no los cumplían. Los castigos que ejercía la ejercía la iglesia eran muy variados, mientras que los castigos del las cortes oficiales no tendrían efecto si no eran impuestos por los poderosos. En un principio la violencia de paz era exigida al “señor del país”. Pero por una evolución casi fatal, las asociaciones casi juradas tendieron a transformar un órgano de ejecución. Muchas de estas se constituyeron en verdaderas milicias con el fin de perseguir bandidos.

Explique el proceso de cambio, de las monarquías feudales a la conformación de los Estados nacionales. Causas y ejemplos.

A partir de la segunda época feudal comienza a observarse un proceso de cambio y de renovación de las monarquías feudales. El crecimiento poblacional llevó a que el control del orden se estructurara de la mejor forma, así como lo hacían la renovación de las ciudades, del artesanado y las nuevas tecnologías. Fue una época en que circulaba la moneda, desplazando los viejos contratos hereditarios. Ante el crecimiento económico, el rey tenía más tierras y mas vasallos. Además su alta posición lo llevaba a poder ejercer el derecho de cobrar impuesto a las iglesias y a las villas. Así el Estado empezó a tener más bienes y mucho dinero de lo que poseían los sectores privados siglos anteriores.

Así mismo el renacimiento cultural permitía al individuo volver a encontrarse con su realidad social. También el conocimiento sobre las

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civilizaciones antiguas, como del viejo Imperio romano, rescataría la importancia del código y del derecho social, o del imperio carolingio, con el amor a la leyenda. Ahora bien, quienes comenzaron a recibir la instrucción no fue un grupo de gente reducida de la aristocracia, sino más bien una elite más abarcable: contando desde la aristocracia hasta la clase caballeresca. Además, el amor por los escritos llevó a valorar la importancia de los registros y de los archivos con los que un Estado se respaldaba. Aparecerán el uso de contabilidad periódica, el registro de actas expedidas o recibidas.

Ahora bien, todo este desarrollo se dio de forma desigual en los distintos países:

*La monarquía de los Capetos: A partir del siglo XI, los reyes franceses comenzaron a recibir nuevos condados, sin la necesidad de establecer en ellos un conde. Los han dejado de considerar como funcionarios. A cargo de las tierras, en cambio, pusieron a los prebostes, un grupo pequeño, transformados casi todos en colonos temporales en el siglo XII. Después de Felipe Augusto, aparecen verdaderos funcionarios asalariados: “bailes o senescales”.

Entre los principales condados que existían entre los territorios franceses se empezó, a partir del siglo XIII, a prohibirse los repartos. Los reyes reunieron a los franceses más que los unificaron. Hubo un proceso feudalizante de aglomeración de condados, de castellanías y de derechos sobre las iglesias.

*Alemania: Si bien hasta el siglo XIII los reyes no dejaron de ejercer la influencia sobre el nombramiento del episcopado y de abaciales, ceso, sin embargo, la detentación de una función pública, para aparecer más adelante como simples feudatarios,

Por otra parte se produce una evolución en la conciencia religiosa, produciéndose un conflicto con la idea del valor sagrado ligado a la dignidad real. A nivel provincial, con los cambios sociales se observan en los cambios de monarquías existentes allí. Disminuía el número de hombres libres en estos puestos.

El estado se eleva a imperio en la figura de Federico Barbarroja, en el siglo XII, cuya idea de extensión territorial fue acompañada por una cultura más rica y más consistente.

Otros poderes aparecerán sobre las viejas estructuras monárquicas. Los principados territoriales, débilmente unidos, luego del siglo XIII se van a desgajar de a poco de los Estados burocratizados, con una organización característica, sometidos a impuestos y provistos de asambleas representativas. Lo que sobrevive de la organización de vasallaje queda en provecho dl príncipe. Entre los problemas de los alemanes vamos a encontrar el retraso de la evolución social, pero se va a observar un orden y concentración de los poderes públicos (como en toda Europa).

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La monarquía anglonormanda: La Inglaterra anglosajona estaba, en los últimos tiempos, organizada en verdaderos principados territoriales, formada por aglomeraciones de condados, en cuya cabeza estaban los earls. Para la monarquía, la infidelidad de sus barones, llevó a la supresión de las formaciones políticas que estos últimos habían creado. Si bien los reyes persistían en la creación de condes, se limitaron a entregarles la administración de la justicia. A los sheriffs se les encargaba del ejercicio de los poderes judiciales, el reclutamiento de tropas y la percepción de las rentas fiscales. Con el tiempo este cargo se hizo hereditario y sus mandatarios fijaban como debía establecerse. Es por eso que a partir de 1170 Enrique II fue destituyendo uno por uno. Por otra parte, como el feudo no era confundido con el feudo, por mucho tiempo Inglaterra estaba constituida como Estado.

El rey era señor de todos los señores. Poseía un fuerte sistema de feudos militares. Cada baronería estaba fijada, primero por el ducado normando, y luego por toda Inglaterra. Por otra parte, los reyes, a partir del siglo XII, tomaron la costumbre de exigir de sus tenentes directos en lugar de sus soldados, un impuesto por cada número de caballero.

En lo administrativo, Inglaterra se seguía sirviendo de las tradiciones pasadas. La persistencia de los antiguos tribunales de hombres libres, apegados al mantenimiento del orden público, favoreció la conservación, y luego la extensión, de la justicia y del poder administrativo de los reyes.

Indique las razones por las cuales el término feudalismo se usa o interpreta erróneamente.

Diversidad de definiciones. Los que dieron el nombre de feudalismo percibían, lo antético con la

noción de Estado centralizado. Fragmentación de los poderes sobre los hombres. La confusión de riqueza con la autoridad fundada en el señorío. Feudalismo, régimen señorial: existe una confusión, se produce el

empleo de la palabra vasallo, aplicada a siervos o colonos. El señorío como tal era más antiguo y tenía que ser más duradero.

Sintetice los caracteres que para el autor definen el feudalismo europeo.

Las obligaciones del parentesco, no se fundaba por completo en el linaje.

El feudalismo coincidió con un profundo debilitamiento del Estado, en particular en su función protectora.

La relaciones de dependencias personal tenían algo de parentesco artificial, que fue el primitivo lazo entre los compañeros y entre los derechos de gobiernos ejercida por pequeños jefes.

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Las invasiones germánicas que obligaron a funcionarse a dos sociedades.

El feudalismo suponía una profunda disminución de la vida de relaciones, circulación monetaria demasiada atrofiada y una mentalidad, apegado a lo sensible y a lo próximo

Una sociedad desigual. La estrecha dependencia económica de gente humilde hacia algunos

poderosos. Las sociedades en las que persistió un campesino armado, ignoraron

la organización del vasallaje y el señorío, o conocieron de ambas formas muy imperfectos.

El lazo humano característico, fue la vinculación del subordinado a un jefe muy próximo.

La tierra permitía procurarse hombre, remunerándolos. La herencia, que impuesta por las condiciones económicas, llegaba a

cargar la tierra de servicios.

¿Por qué hubo una feudalización europea incompleta?

Porque la feudalización no se realizó al mismo grado, ni ritmo, en ninguna parte lo fue por completo. Ya que en ningún país la población rural cayó totalmente, en los vínculos de una dependencia personal y hereditaria; y además la noción de Estado, nunca desapareció por completo, algunos hombres insistieron en llamarse libre, por el hecho de que no dependían más que del jefe del pueblo o de sus representantes.

En su sentido comparativo, ¿qué concluye Bloch con respecto al Imperio Bizantino? ¿Y a Japón?

Concluye que se produjo una feudalización de diferentes modos y características, al igual que en Europa.

Porque en lo que respecta a Bizancio, los reyes hacían montar sus genealogías hasta los dioses, virtud mística de que sus personas estaban hereditariamente impregnadas, mientras que su pueblo esperaba la victoria en el combate y durante la paz querían la fecundidad de los campos, de manera que los emperadores vivían rodeados de un nimbo divino, considerando estas figuras divinas con poderes extraordinarios, frente a los vasallos que lo adoraba y respetaba.

Pero en Japón se formo un sistema de subordinaciones personales, muy análogo a nuestro régimen feudal, por ello las dos instituciones coexistieron sin penetrarse, el emperador continuó, de derecho, como soberano de todo el pueblo. Pero debajo de él la jerarquía de los vasallos se detenía en el shogun, su jefe supremo. El resultado fue durante largos siglos este shogun acaparo todo el poder real.

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Consigne alguna de las supervivencias del feudalismo, a partir del siglo XVIII en Europa.

A excepción de Inglaterra, donde la primera revolución del siglo XVII abolió toda distinción entre los feudos de caballeros y las otras tenures, las obligaciones de vasallaje y feudales, inscritas en la tierra, duraron tanto como el régimen señorial (ejemplo de Francia) o hasta que se procedió a la alodificación general de los feudos (ejemplo de Prusia en el siglo XVIII), apenas menos tiempo. Únicos capaces, en el futuro, de utilizar la jerarquía de las dependencias, los Estados renunciaron con lentitud a sacar partido del instrumento militar que parecía poner en sus manos. Luis XIV todavía convocó en varias ocasiones el arrière ban de los vasallos. Pero, por parte de la mayoría de gobiernos, esto no era más que una medida desesperada ante la falta de soldados, o en otros casos, por el juego de las multas y las exenciones, un simple expediente fiscal. Entre los caracteres del feudo, sólo las cargas pecuniarias que pesaban sobre él y las reglas particulares a su sucesión conservaban realmente un valor práctico, desde fines de la Edad Media. Como va no existían los vasallos domésticos, el homenaje había quedado uniformemente ligado a la posesión de una tierra, Su aspecto ceremonial, por vano que pueda parecer a los ojos de los juristas formados por el racionalismo de los tiempos nuevos, no era indiferente a una clase nobiliaria con preocupaciones por la etiqueta. Pero el propio rito, antes cargado de un sentido humano tan profundo, casi no servía más, aparte las percepciones a que a veces daba lugar, que para comprobar el traspaso del bien, fuente de derechos más o menos lucrativos, según las costumbres. Esencialmente contenciosas, las “materias feudales” ocupaban a la jurisprudencia y suministraban hermosos temas de disertación a una abundante literatura de doctrinarios y de prácticos. Que, con todo, el edificio estaba carcomido por completo y los provechos que esperaban sus beneficiarios fueron de rendimiento muy débil, nada lo muestra mejor, en Francia, que su fácil hundimiento. La desaparición del régimen señorial se realizó al precio de bastante resistencia y no sin perturbar de manera grave !a repartición de las fortunas. La del feudo y del vasallaje pareció el inevitable y casi insignificante final de una larga agonía.

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