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UNIVERSIDAD DEL SALVADOR
CARRERA DE ESPECIALISTA EN DIAGNÓSTICO POR IMÁGENES
HOSPITAL DE AGUDOS JUAN A FERNANDEZ
DIVISION DE DIAGNOSTICO POR IMÁGENES
PREVALENCIA DE INCIDENTALOMAS ADRENALES MEDIANTE TC EN EL HOSPITAL
JUAN A. FERNÁNDEZ
TESINA PARA OBTENER EL POSTGRADO EN LA ESPECIALIDAD DE:
DIAGNÓSTICO POR IMÁGENES
PRESENTA:
DRA LUISA JOHANNA FABREGAS RAMIREZ
ASESORA:
DRA. ERNESTINA GENTILE
BUENOS AIRES, OCTUBRE 2018
ÍNDICE
RESUMEN………………………………………………………………..01
INTRODUCCIÓN…………………………………………………………02
OBJETIVOS………………………………………………………………04
ANTECEDENTES CIENTÍFICOS…….…………………………………05
POBLACION Y MUESTRA……………………………………………..20
MATERIAL Y MÉTODOS……………………………………………….21
RESULTADOS...………………………………………………………….25
DISCUSIÓN………..…………………………………………………….35
CONCLUSIONES….…………………………………………………….48
BIBLIOGRAFÍA…….……………………………………………………40
ANEXOS…………….……………………………………………………41
AGRADECIMIENTOS…………………………………………………..42
2
RESUMEN
TÍTULO: Prevalencia de incidentalomas adrenales mediante TC en el Hospital Juan
A. Fernández.
OBJETIVO PRINCIPAL: Determinar la prevalencia de incidentalomas adrenales
mediante TC de tórax y abdomen no contrastado en pacientes adultos asintomáticos en
el Hospital Juan A. Fernández.
MATERIAL Y MÉTODO: En el presente estudio se incluyeron 300 pacientes adultos
mayores de 20 años y de ambos sexo, sin sintomatología de disfunción adrenal ni
antecedentes oncológicos. Estos pacientes consultaron al servicio de tomografía del
Hospital Juan Fernández para la realización de TC de tórax y abdomen no contrastada.
Se revisaron en el sistema Carestream PACS del hospital los estudios realizados
durante el periodo de enero -agosto 2018, encontrándose que 23 pacientes
presentaron incidentalomas adrenales. Dichas lesiones fueron clasificadas en lesiones
adenomatosas y no adenomatosas acorde a sus características tomográfícas, pero
principalmente su coeficiente de atenuación expresado en unidades Hounsfield (UH).
RESULTADOS: De la muestra total de 300 estudios de tomografía, solo en 23 estudios
(7,7%) se identificó incidentalomas, 18 de los cuales (78,3%) mostraron aspecto
adenomatoso y 5 (21.7%) no adenomatoso, según las características imagenológicas.
En cuanto a la localización, 19 de estos incidentalomas afectaron una sola glándula
adrenal, y solo 4 comprometieron en forma bilateral a la glándula adrenal. Tres (3) de
las lesiones bilaterales mostraron morfología de adenoma y una (1) de lesión maligna,
esta última a su vez se asoció a nódulo pulmonar solitario. En cuanto a la edad se
evidenció un aumento de la frecuencia entre los 60-70 años, con afectación del sexo
masculino predominantemente.
CONCLUSIONES: La prevalencia de incidentalomas en nuestro estudio fue del 7,7%,
un porcentaje similar a los reportados por series de autopsias. La lesión con aspecto
adenomatoso fue el incidentaloma adrenal más frecuente. La bilateralidad se relacionó
más con lesiones benignas. Descubrimos una lesión maligna bilateral por secundarismo
pulmonar. Los incidentalomas predominaron en el sexo masculino. La frecuencia de los
de estas lesiones aumentó con la edad y con el uso/abuso de las técnicas de imagen.
1
INTRODUCCION
Se define como Incidentaloma Adrenal (IA) a una masa suprarrenal mayor o igual a 1
cm, descubierta de manera casual, en un estudio por imágenes realizado por una
indicación no vinculada con una patología de dicha glándula.
La creciente demanda de pruebas radiológicas y el envejecimiento progresivo de la
población ha llevado al aumento progresivo en la detección de lesiones suprarrenales
indeterminadas.
Las imágenes diagnósticas cumplen un importante papel no sólo en la detección de las
lesiones adrenales, sino también en su caracterización como benignas o malignas. En
pacientes sin historia conocida de neoplasia primaria estas lesiones son usualmente
benignas, pero en pacientes con diagnóstico conocido de cáncer la probabilidad de que
estas lesiones sean malignas aumenta.
La aproximación inicial en la caracterización de una lesión suprarrenal debe intentar
determinar fundamentalmente si es benigna o maligna, para esto se han desarrollado
múltiples técnicas, principalmente TC, RM y PET, que además de basarse en
fundamentos morfológicos clásicos apoyan esta discriminación en tres principios
fisiológicos: a) la presencia de lípidos intracelulares; b) el comportamiento de la lesión
con el uso de medio de contraste endovenoso y c) la actividad metabólica de la masa.
Dado que es más frecuente que se encuentre la masa adrenal en un estudio tomográfico
y a la alta especificidad de la medida del coeficiente de atenuación en la TC sin
contraste, expresado en unidades Hounsfield (UH) para determinar la presencia o no de
lípidos intracelulares en una lesión usado para diferenciar lesiones benignas de
2
malignas, hemos elegido este método diagnóstico para conocer la prevalencia de las
lesiones suprarrenales en pacientes que concurrieron al servicio de tomografía del
Hospital Fernández para la realización de estudio tomográfico de tórax y abdomen sin
contraste EV , que según la solicitud de estudio no había sospecha clínica de
enfermedad asociada a patología de las glándulas suprarrenales ni antecedentes
oncológicos. Además diferentes grupos de investigación, han comprobado que el valor
en UH en la tomografía no contrastada es un criterio que supera en gran medida a los
demás características imagenológicas usadas para definir la naturaleza benigna o
maligna del tumor.
3
OBJETIVO GENERAL
Determinar la prevalencia de incidentalomas adrenales mediante TC de tórax y
abdomen no contrastada en pacientes adultos asintomáticos en el Hospital Juan A
Fernández.
OBJETIVOS ESPECIFICOS
Describir las características imagenológicas tomográfícas de las lesiones adenomatosas
y no adenomatosas.
Exponer la utilidad de la tomografía sin contraste EV como herramienta para la
detección y caracterización de las lesiones adrenales.
4
ANTECEDENTES CIENTIFICOS
HISTORIA
La primera mención sobre las glándulas suprarrenales las hizo Eustaquio, que describió,
en 1563, los “opúsculos anatómicos” que después se llamaron cápsulas atrabiliarias
(órgano hueco lleno de sangre oscura); luego Jean Riolan Jr., en 1629, las denominó
cápsulas suprarrenales y Bartholinus, en 1651, hizo una descripción de la médula
suprarrenal. El siglo XIX trajo nueva información sobre las cápsulas: Ecker observó la
zona reticular y fascicular de la corteza (donde se producen glucocorticoides y
andrógenos, según se encontró posteriormente) y Arnold hizo lo propio con la zona
glomerular (productora de aldosterona). Sobre los tumores Frankel fue el primero en
describir un caso en 1866 y, en relación con el papel que juegan las suprarrenales en el
manejo del sodio, las células yuxtaglomerulares fueron descritas por Gourmaghtigh en
1939; en 1952 Grundy describió la electrocortina, llamada luego aldosterona, que
controla la excreción renal del sodio y permite su reabsorción al intercambiarlo por
potasio e iones hidrógeno1
ANATOMIA Y FIOSIOLOGIA ADRENAL
La glándula suprarrenal posee dos glándulas, una interna (médula) y otra externa
(corteza).
5
Las glándulas adrenales son órganos endocrinos, poseen dos glándulas, una interna
(médula) y otra externa (corteza), en los que se suman dos orígenes embriológicos: un
componente ectodérmico (médula) con secreción de catecolaminas (noradrenalina y
adrenalina) y un componente mesodérmico (corteza) en el que se reconocen las tres
líneas de corticoides especializados glucocorticoides, mineralocorticoides y esteroides
sexuales- producidas en las zonas fascicular, glomerular y reticular de la corteza.
Las dos glándulas suprarrenales se encuentran en situación retroperitoneal, por dentro
de la cápsula adiposa renal (fascia de Gerota), inmediatamente por encima y en contacto
con el polo superior del riñón. En condiciones normales el peso aproximado de cada una
de ellas es de tres a cinco gramos y mide entre tres y 5cm de largo por de dos a 3cm de
ancho, aunque solo tiene un espesor de cuatro a 8mm. Su forma triangular es
característica a modo de gorro frigio, más típica en el lado derecho que en el izquierdo.
La corteza suprarrenal elabora, a partir del colesterol, glucocorticoides,
mineralocorticoides y hormonas esteroideas sexuales. Los glucocorticoides tienen su
principal representante en el cortisol, mientras que el mineralocorticoide más importante
es la aldosterona. En la médula suprarrenal se produce la biosíntesis de las
catecolaminas en las células cromafines y se inicia a partir de la tirosina, que puede ser
aportada a través de la dieta o sintetizada en el hígado a partir de la fenilalanina. La
dopamina y la noradrenalina, que son neurotransmisores, originarán la adrenalina
mediante interacción enzimática medular.
6
MÉDULA SUPRARRENAL: EFECTO DE LA SECRECIÓN HORMONAL
La médula suprarrenal produce catecolaminas, más o menos el 90% es adrenalina y el
10% noradrenalina; éstas son las hormonas que colaboran en la estimulación del
Sistema Nervioso Parasimpático. Tienen una estructura amina y se almacenan en
gránulos. Producen los efectos citados en el Sistema Nervioso Parasimpático (aumenta
la vigilia
Las células de la médula suprarrenal sufren un crecimiento tumoral benigno,
denominado freocromacitoma, en el cual se produce un aumento de la producción de
catecolaminas a la sangre y como consecuencia el aumento de la tensión arterial.
Estudiando los metabolitos presentes en la orina, se observará un aumento del ácido
vanilmandélico, procedente de la degradación de catecolaminas.
CORTEZA SUPRARRENAL: EFECTO DE LA SECRECIÓN HORMONAL
La hormona de la corteza suprarrenal es esteroidea, por lo tanto no tendremos que fijar
en las características de dichas hormonas
Los andrógenos tienen poco efecto reproductor, efecto en cuanto al aumento del
metabolismo proteico y del crecimiento, responsables del vello axilar y púbico en la
mujer. Si apareciera una tumoración en esta capa, se producirían cantidades elevados de
estos andrógenos, en la mujer provocaría efectos virilizantes, a esta patología se la
conoce como síndrome adrenogenital.
7
La aldosterona, interviene en la regulación del potasio, sodio y del hidrógeno en los
líquidos corporales. El organismo diana es el riñón, actúa sobre el túbulo contorneado
distal y colector. El aumento de la concentración de potasio en el líquido corporal,
estimula la liberación de la aldosterona, ésta tiene los receptores en el riñón. Su función
será la de eliminar el potasio a través de la orina, también eliminará el hidrógeno y
reabsorberá el sodio, por tanto aumentará la tensión arterial
Cuando hay un aumento de la aldosterona se ven estos efectos, pero aumentados, dando
lugar al síndrome de Hiperaldosteronismo. El potasio se verá reducido provocando una
hipopotasemia, alcalosis, disminución del hidrógeno y aumente en la reabsorción de
sodio y agua, provocando hipertensión. También padecerá problemas de debilidad
muscular o parálisis muscular porque sus células estarán hiperpolarizadas por la
hipopotasemia, teniendo problemas de conducción del impulso nervioso.
Si hay un defecto en la producción de aldosterona, estaremos hablando de
hiperpotasemia, acidosis, hiponatremia (disminución de la concentración de sodio) y
disminución del volumen de sangre (hipovolemia). La hiperpotasemia produce una
despolarización de las células, dando lugar a contracciones cardiacas inefectivas.
Los corticoides producen un aumento de gluconeogénesis hepática (producción de
glucosa a partir de aminoácidos)
Producen una movilización de los aminoácidos, desde el músculo hasta el plasma,
aumentando el transporte de los aminoácidos hacia el interior de la célula hepática,
estimulando a las enzimas hepáticas para la transformación de los aminoácidos en
glucosa, y aumentando el glucógeno en las células hepáticas y la glucemia procedente
de los aminoácidos.
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TUMORES DE LA GLANDULA SUPRARRENAL
Tumores suprarrenales (TS) Son masas suprarrenales que pueden o no acompañarse de
estados de hiperfunción hormonal y que se detectan bien en el curso del estudio de un
síndrome de hiperfunción o como hallazgo imagenológico fortuito1
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Los tumores de las glándulas suprarrenales tienen formas variables de presentación:
según su etiología, por la presencia o no de manifestaciones clínicas, por el tamaño del
tumor o por su evolución. La etiología de los TS incluye los tumores benignos y
malignos de todas las zonas de la corteza y de la médula suprarrenal, las metástasis a las
glándulas suprarrenales y las enfermedades infiltrativas. Ocasionalmente la
investigación de estas lesiones lleva a un diagnóstico de “pseudoadrenal”
correspondiente a tumores o masas artificiales derivados de estructuras adyacentes
(riñones, páncreas, bazo, ganglios linfáticos o estructuras vasculares). La utilización de
técnicas radiológicas mucho más eficientes permite, en la actualidad, la detección de
tumores suprarrenales de tamaño más pequeño que los diagnosticados en décadas
pasadas, mayoritariamente a raíz del desarrollo de los estudios de imagen, pues la
utilización rutinaria de técnicas radiológicas sofisticadas ha puesto de manifiesto un
problema que no es nuevo, pero que cada vez es más reconocido en la práctica médica.
Los incidentalomas en la actualidad tiene un alto índice de incidencia y prevalencia y
se encuentra entre el 0.35 y el 5% de las tomografías axiales computadorizadas de
abdomen. La prevalencia de incidentalomas suprarrenales es 3% en adultos y aumenta a
10% en los adultos mayores. En el caso de los tumores de corteza suprarrenal los
adenomas tienen una frecuencia que aumenta con la edad, son más raros en jóvenes
(0.2% en personas de 20 a 29 años) y llegan hasta un 7% en personas mayores de 70
años. El carcinoma suprarrenal es muy poco frecuente; así, por ejemplo, representa el
0.02% de todas las neoplasias informadas anualmente en los Estados Unidos de
Norteamérica, con una incidencia de un caso por 1.7 millones de habitantes por año; la
incidencia global es de 0.5 a 2 por 1000 000 de habitantes. Las metástasis de
determinados tumores (pulmón, mama, intestino, riñón) representan el 20-30% de las
masas de más de 3cm. En algunos carcinomas pulmonares las metástasis en la glándula
10
adrenal son bilaterales, pero muy infrecuentemente es la forma clínica de presentación
del tumor. Entre los tumores de médula suprarrenal está el feocromocitoma, que es un
tumor infrecuente (su incidencia es del 1-2 por 100 000 adultos), responsable del 0.1-
1% de los casos de hipertensión arterial curable y frecuente en la tercera, cuarta y
quinta décadas de la vida. Otros tumores medulares son los ganglioneuromas y los
ganglioneuroblastomas, que no se presentan regularmente en adultos.
Tumores suprarrenales funcionantes
La actividad de los tumores funcionantes obedece a la hiperproducción hormonal que
ocasione glucocorticoides, mineralocorticoides, sexoesteroides y catecolaminas. El
síndrome de Cushing, el hiperaldosteronismo primario, el carcinoma de corteza
suprarrenal, las metástasis y el feocromocitoma son los cuadros más representativos de
este grupo. Síndrome de Cushing: es una anomalía multisistémica que se debe, en su
mayoría, a adenomas (10%) o carcinomas (8%) suprarrenales con un cuadro clínico
característico del exceso de corticoesteroides. Los pacientes presentan cara de luna
llena, obesidad de distribución central que afecta a la cara, el cuello y el abdomen,
atrofia muscular de extremidades, hipertensión arterial, diabetes mellitus, osteoporosis,
cólicos nefríticos y fragilidad capilar que produce hematomas frecuentes. Los músculos
se debilitan, los huesos se adelgazan y la piel es incapaz de soportar las agresiones
externas de una actividad normal y da lugar a la aparición de estrías y úlceras. El
sistema inmunitario se hace menos eficaz y posibilita la aparición de infecciones
oportunistas. Los carcinomas habitualmente producen todos los tipos de esteroides, por
lo que cuando en un paciente con síndrome de Cushing se presenta virilización,
feminización o exceso de mineralocorticoides, el carcinoma suprarrenal es la causa más
probable.
11
Hiperaldosteronismo primario: se produce por una hipersecreción autónoma de
aldosterona y se debe, en la mayoría de los casos, a un adenoma único de la capa
glomerular, lo que se conoce con el nombre de síndrome de Conn. Clínicamente origina
hipertensión arterial, hipopotasemia con potasuria inadecuada que produce calambres,
polidipsia y poliuria. Cuando la hipopotasemia es marcada se presenta debilidad
muscular grave, parestesia, tetania o parálisis. En muchas ocasiones la hipertensión
arterial suele ser grave o moderada y resistente al tratamiento. El carcinoma productor
de aldosterona es muy raro.
Carcinoma de la corteza suprarrenal: tiene un comportamiento muy agresivo, el 79% de
los carcinomas suprarrenales son funcionantes y el cuadro clínico depende de los
efectos de la propia masa adrenal, de la diseminación regional y a distancia (o ambas) y
de la hiperfunción hormonal, que puede presentarse como un síndrome de Cushing, con
exceso de sexoesteroides (virilización en mujeres y feminización en hombres) o
patrones mixtos.
Adenomas suprarrenales virilizantes: son infrecuentes, la mayoría se producen en
mujeres antes de la menopausia, con un acusado hirsutismo, adopción de un tono grave
de la voz, amenorrea y clitorimegalia en el 80% de casos; cuando aparece en hombres
quedan restringidos a la infancia, en la que la forma de presentación es la precocidad
sexual y una edad ósea acelerada.
Metástasis en las glándulas suprarrenales: representan el 10% de los TS, la mayoría de
las metástasis adrenales son asintomáticas y se detectan como hallazgo fortuito durante
un estudio de extensión en pacientes con tumor primario conocido; no es infrecuente la
manifestación clínica de insuficiencia suprarrenal en aquellos casos en los que existe
una destrucción prácticamente total de las mismas. Los tumores adrenales bilaterales
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son muy frecuentemente metastásicos y el estudio histológico es imprescindible para
confirmar el diagnóstico e intentar determinar el origen primario de la neoplasia
Feocromocitomas: produce una hiperfunción de la médula suprarrenal, con una tríada
clínica clásica que consiste en cefalea (80%), palpitaciones (64%) y diaforesis (57%).
Esta tríada en un paciente con hipertensión arterial tiene una sensibilidad para el
diagnóstico del 90.9% y una especificidad del 93.8%. Cuando los síntomas están
presentes se deben a los efectos farmacológicos del aumento en la concentración de
catecolaminas circulantes. La hipertensión arterial resultante puede ser mantenida
aproximadamente en la mitad de los pacientes y paroxística en un tercio, mientras que
en el resto de los sujetos se presenta normotensión arterial. Otros tumores de médula
suprarrenal (ganglioneuromas y ganglioneuroblastomas) crecen lentamente y pueden
secretar ciertos químicos u hormonas. No se conocen factores de riesgo; sin embargo,
los tumores pueden estar asociados con algunos problemas genéticos como la
neurofibromatosis tipo 1.
Tumores suprarrenales no funcionantes
Incluyen los hematomas, los lipomas, los mielolipomas, los quistes y los adenomas que
generalmente no producen manifestaciones clínicas. Los carcinomas suprarrenales no
funcionantes presentan síntomas poco específicos como dolor abdominal, fatiga y
pérdida de peso; generalmente son hallazgos anatomopatológicos.
Diagnostico por técnicas de imagen.
TC:
Por su sensibilidad y disponibilidad es la técnica de elección para el estudio de la
patología suprarrenal.
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RM:
Modalidad de segunda línea, si los resultados de la TC no son diagnósticos. También se
utiliza como modalidad primaria en casos de hallazgo incidental en RM solicitada por
otra causa. La espectroscopia-RM se ha convertido en los últimos años en una
herramienta útil en el diagnóstico de los metabolitos, fundamentalmente para la
caracterización de los feocromocitomas.
US:
La ecografía es una técnica operador-dependiente y la visualización de las glándulas
suprarrenales viene condicionada por factores tales como el hábito corporal, la
experiencia del explorador y el equipo disponible, por lo que su sensibilidad y
especificidad para la detección de patología es variable.
No obstante es una herramienta útil en el estudio inicial de una lesión suprarrenal en
niños y mujeres embarazadas.
PAAF:
Permite diferenciar tejido adrenal de no adrenal, aunque su rentabilidad es escasa en la
diferenciación de adenomas/ carcinomas.
CARACTERIZACION DEL INCIDENTALOMA POR TOMOGRAFIA
La TC es considerada la técnica de imagen de elección en el examen de las glándulas
adrenales. La utilidad de la TC se fundamenta en el hecho que el 70% de los adenomas
adrenales contienen abundante/suficiente grasa intracelular en contraposición a las
lesiones malignas. De ahí la importancia de medir adecuadamente y con buena técnica
los valores de atenuación en UH de la lesiones adrenales.
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Los estudios de TC sin contraste deben ser siempre el primer paso en el algoritmo de
imagen de la glándula adrenal.
Técnica de la TC
Para el estudio de las glándulas suprarrenales, debe utilizarse un equipo helicoidal o
multicorte, que disponga, además, entre sus herramientas de software, las de la región
de interés (ROI), para analizar a través de ella el valor de atenuación o densidad,
expresado en unidades Hounsfield (UH). El estudio se realiza con una colimacion de 7-
10mm con cortes de 3-5mm o incluso más finos si se sospechan lesiones pequeñas. El
imagenólogo, a través de esta herramienta, traza el área del tumor que va a analizar,
observa que seleccione un área mayor de 2/3 de la superficie del tumor, evita los bordes
de la lesión (para que no haya superposición de órganos vecinos), y las zonas
calcificadas o necrosadas que también pueden distorsionar el verdadero valor de
atenuación. El programa informático calcula la densidad promedio, la desviación
estándar y el número de píxeles, el perímetro y el área de la zona seleccionada.
La existencia de un incidentaloma adrenal nos lleva a intentar definir si la lesión ante
la que nos enfrentamos cumple o no criterios de benignidad/ malignidad.
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Existen ciertos hallazgos por TC que son muy útiles en la diferenciación de una masa
suprarrenal. Las lesiones de gran tamaño con mayor probabilidad serán lesiones
malignas, particularmente las lesiones mayores de 4 cm de diámetro. La morfología de
la glándula suprarrenal también es útil en la predicción de malignidad, los adenomas
tienen unos márgenes lisos y una densidad homogénea, mientras que las metástasis son
heterogéneas y tienen una morfología irregular, aunque la multinodularidad glandular se
asocia habitualmente con benignidad. Una vez la lesión alcanza los 4 cm de diámetro, la
posibilidad de un proceso maligno aumenta hasta el 70%. De cualquier forma estos
hallazgos no son específicos.
Hay dos criterios principales histológico y fisiológico por TC que se usan para
diferenciar un adenoma benigno de una metástasis. El contenido lipídico intracelular de
la masa suprarrenal representa una diferencia anatómica entre ambas entidades,
mientras que las diferencias en los patrones de realce vascular representan la diferencia
fisiológica. La mayoría de los adenomas (70%) tienen abundante grasa
intracitoplasmática en el córtex adrenal y por ello tienen una baja atenuación en la TC
sin contraste (< 10 UH), mientras que las metástasis tienen una escasa cantidad de grasa
intracitoplasmática y por tanto no presentan una baja atenuación en la TC sin contraste
(> 10 UH). Éste límite en las 10 UH tiene una sensibilidad del 71% y una especificidad
del 98% para caracterizar las masas suprarrenales dado que adenomas atípicos pueden
tener una densidad de 10 UH y no son malignos, en cambio una densidad >20 UH se
considera una característica típica de carcinoma adrenal.
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Por tanto aunque un valor de atenuación en la TC sin contraste < 10 UH es diagnóstico
de adenoma, un valor superior a 10 UH no es específico de metástasis. Cuando no es
posible su diferenciación se recomienda el término de “lesión indeterminada”. Aunque
una baja atenuación es útil para caracterizar un adenoma, hasta un 30% no contienen los
suficientes lípidos como para que quede patente dicha baja atenuación en la TC sin
contraste, por ello el segundo parámetro para diferenciar los adenomas de las metástasis
está en relación con sus diferencias fisiológicas de perfusión. Los adenomas realzan
precozmente tras la administración del medio de contraste (tanto contrastes iodados en
TC como gadolinio en RM) y el lavado también se realiza de forma precoz. Las
metástasis en cambio también presentan un ávido realce tras la administración de
contraste, pero el lavado se realiza de forma mucho más lenta y prolongada. Ésta
diferencia en el lavado se utiliza para su diagnóstico.
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La TC con contraste se realiza habitualmente en fase venosa portal (a los 60-80
segundos tras la administración del medio de contraste), aunque ésta fase es útil para
detectar lesiones hepáticas, es subóptima para la diferenciación entre lesiones
suprarrenales benignas y malignas dado que ambas lesiones realzan precozmente, por lo
que los valores de atenuación se superponen. Por éste motivo deben obtenerse imágenes
tardías en la TC con contraste, donde deben medirse dos parámetros como son el valor
de atenuación de la glándula suprarrenal y el lavado del medio de contraste. Un valor
de unidades Hounsfield (UH) < 30 medido a los 15 minutos tras la administración del
medio de contraste se ha mostrado diagnóstica de adenoma rico en lípidos, no obstante
muchos adenomas pueden tener unas UH > 30 por lo que éste test se ha mostrado muy
específico pero poco sensible. Un parámetro más útil es valorar el porcentaje de lavado
a los 15 minutos de dicha glándula suprarrenal comparativamente con la TC con
contraste en fase portal, una pérdida del 40% del valor de atenuación de la masa
suprarrenal en ésta fase tardía es específica de adenoma, mientras que un lavado inferior
al 40% es indicativa de metástasis o de un adenoma atípico (algunos autores aceptan un
retraso en la TC con contraste de 10 minutos y unos valores de lavado superiores al 50%
en ése período de tiempo para un adenoma típico). El porcentaje de lavado se calcula
con la siguiente fórmula:
-El lavado absoluto (LA) de la lesión consiste en cuantificar el lavado en fase tardía
respecto o la captación en fase portal:
LA= CA portal- CA tardía x 100
CA portal- CA basal
*Siendo CA= coeficiente de atenuación en UH.
-El lavado relativo (LR) se realiza cuando no disponemos de estudio sin contraste:
LR= CA portal- CA tardía x 100
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CA portal
Estos cálculos de lavado de las lesiones no son útiles en la caracterización de masas con
focos de baja atenuación no homogénea (necrosis o áreas quísticas).
La TC debe ser la prueba de inicio dado que es más accesible y económico que la RM,
habiéndose demostrado que la medición del lavado tras la administración de contraste es
la prueba de imagen más efectiva para diferenciar un incidentaloma suprarrenal
indeterminado o con características malignas.
Por otra parte, para diferenciar los adenomas de los tumores no adenomas suprarrenales,
diferentes grupos de investigación han comprobado que el valor en UH en la TC no
contrastada es un criterio que supera al del tamaño del tumor.
Finalmente el valor que hemos hallado 100% específico para descartar los lesiones no
adenomatosas en nuestro estudio se basa en el valor de referencia del consenso de
National Institutes of Health quien recomendó 10 UH como valor umbral. Las lesiones
con valores de UH > 10 se recomendó estudio TC con contraste EV con el
correspondiente protocolo para estudiar glándulas suprarrenales.
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POBLACION Y MUESTRA
Población: pacientes adultos con edad ≥ 20 años y ambos sexos, los cuales
concurrieron al servicio de tomografía del Hospital Juan A Fernández con solicitud de
examen TC de tórax y/o abdomen no contrastada durante el periodo comprendido
desde entre enero hasta el agosto de 2018.
Tamaño muestral: se examinaron las tomografías de 300 pacientes, 162 fueron TC de
tórax y 138 de abdomen.
Criterios de inclusión: pacientes ≥ de 20 años sin sintomatología de disfunción adrenal
ni antecedentes oncológicos sometidos a TC de tórax y/o abdomen no contrastada.
Criterios de exclusión: se excluyeron a todos aquellos pacientes que presentaron
manifestaciones clínicas ostensibles y específicas de disfunción suprarrenal, pacientes
asintomáticos con predisposición genética para tumores suprarrenales y pacientes con
cáncer extra adrenal en proceso de estatificación.
Criterios de eliminación: Se eliminaron a aquellos pacientes cuyos estudios de
tomografía salieron con algún defecto técnico.
Reparos éticos: se accedió a toda esta información con previa autorización de las
autoridades institucionales correspondientes.
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DISEÑO, MATERIAL Y MÉTODOS
Diseño: estudio descriptivo, observacional, transversal y prospectivo.
Material: se examinaron 300 tomografías de tórax y abdomen no contrastada, las cuales
se realizaron en un tomógrafo Helicoidal Multislices Toshiba Activion 16 filas de
detectores de 0,5 mm y archivadas en el sistema Carestream PCAS del hospital con sus
correspondientes hoja de solicitud de estudio donde brevemente el medico solicitante
informa los antecedentes del paciente y motivo del pedido del estudio.
Método: Tomando como referencia los estudios tomográficos que cumplían con los
criterios de inclusión se procedió a la revisión de estudio por estudio con sus respectivos
informes, confirmando las características morfológicas informadas de cada una lesiones
encontradas. Principalmente utilizamos la medición del coeficiente de atenuación o
densidad de la lesión expresada en unidades Hounsfield (UH), en cada una de las
tomografías. La técnica se realizó, según lo recomienda la bibliografía, se midió la
densidad, es decir la región de interés (ROI), sin incluir áreas de necrosis ni de
hemorragia, y abarcando al menos la mitad o dos tercios de la lesión, evitando el
artefacto por ruido y el efecto de volumen parcial con el tejido adiposo adyacente.
Manejo de datos y Análisis estadístico: los datos fueron analizados por estadística
descriptiva usando el SPSS V 2.0.
Se hizo asociación de las siguientes variables: presencia de lesión adrenal, localización
de la lesión, coeficiente de atenuación de la lesión, forma, densidad y tamaño de la
lesión, edad y sexo de los pacientes.
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OPERALIZACION DE LAS VARIABLES:
VARIABLE ESCALA NOMINAL SISTEMA DE REGLAS
Presencia de lesión adrenal Si
No
Según hallazgos
tomográfico
VARIABLE ESCALA NOMINAL SISTEMA DE REGLAS
Localización de la lesión Unilateral
Bilateral
Según hallazgos
tomografico, unilateral si
compromete una glándulas,
bilateral si compromete las
dos glándulas.
Localización/relación
Naturaleza de lesión
Bilateral adenomatosa
Bilateral adenomatosa
Según hallazgos
tomografico
VARIABLE ESCALA ORDINAL SISTEMA DE REGLAS
Coeficiente de atenuación
de la lesión adrenal
0-10 UH
11-20 UH
>20 UH
<10 UH lesión benigna
11–20 UH lesión
indeterminada (requiere
estudios
complementarios)
>20 UH lesión maligna
VARIABLE ESCALA NOMINAL SISTEMA DE REGLAS
Forma de la lesión Regular Según características
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adrenal Irregular morfológicas tomográfícas
VARIABLE ESCALA NOMINAL SISTEMA DE REGLAS
Densidad de lesión adrenal Homogénea
Heterogénea
Según características
morfológicas tomográfícas
VARIABLE ESCALA ORDINAL SISTEMA DE REGLAS
Tamaño de la lesión 1-4 cm
>4-6 cm
>6cm
< 4 cm probablemente
benigno
> 4 cm probablemente
maligno
VARIABLE ESCALA NOMINAL SISTEMA DE REGLAS
Aspecto de la lesión
adrenal
Adenomatoso
No adenomatoso
Según características
morfológicas tomográfícas
VARIABLE ESCALA NOMINAL SISTEMA DE REGLAS
Sexo Mujer
Hombre
Según hoja de solicitud de
estudio tomografico.
VARIABLE ESCALA NOMINAL SISTEMA DE REGLAS
Edad 20-30 años
31-49 años
50-69 años
≥70 años
Según hoja de solicitud de
estudio tomografico.
23
RESULTADOS
Los resultados se resumen en las tablas y gráficos del 1 a 9, y en las imágenes desde la
1 a 6.
Del total de pacientes (n=300) sometidos a TC de tórax y abdomen no contrastada,
solo se identificó la presencia de lesión adrenal en el 23 (7.7 %) pacientes, el resto de
24
ellos (n=277) no presento ningún tipo de lesión a nivel de las glándulas adrenales.
Grafico 1.
En relación a la localización encontramos que 19 (82,6%) pacientes presentaron
lesiones unilaterales “Imagen 1”, y 4 (17,4%) bilaterales, de estas lesiones bilaterales 3
(tres) reunían criterios de benignidad (adenoma) “Imagen 1, y solo 1(una) tenía
criterios bien definidos de lesión no adenomatosa/metastásica “Imagen 2”, secundaria
a metástasis de primario pulmonar desconocido , debido a que se halló masa pulmonar
espiculada en lóbulo superior izquierdo en TC de torax “Imagen 3”). Grafico 2.
En cuanto al coeficiente de atenuación se observó que la densidad de 18 lesiones
(78,3%) fue menor a 10 UH, por lo que se clasificaron como adenomas “Imagen 1”, y
las otras 5 lesiones mostraron densidad mayor a 10 UH, es decir, fueron lesiones no
adenomatosa; Cuatro (4) de las lesiones no adenomatosas exhibieron densidad
promedio de 15 UH “Imagen 4”, y solo una (1) mostró densidad mayor a 20 UH
“Imagen 2”. Gráfico 3.
La forma regular predomino en el 91,3 % (n=19) debido a que la mayoría de las
lesiones cumplieron con criterios de benignidad. Solo una (1) lesión presentó forma
irregular “Imagen 2”. Grafico 4.
La densidad homogénea de las lesiones predomino en nuestro estudio y fue común en
las lesiones adenomatosas, mientras que las lesiones con aspecto no adenomatoso
expresaron densidad heterogénea (lesión benigna atípica vs lesión maligna). Grafico 5.
En referencia al tamaño, el 95,7% de las lesiones presentaron tamaño menor a 4 cm, con
rango promedio entre 12 - 21 mm Grafico 6.
El aspecto adenomatoso de la lesión predominio en 18 pacientes (78,3%). Grafico 7.
25
La distribución en cuando a la edad reveló que las lesiones adrenales incidentales se
diagnosticaron con más frecuencia en pacientes con edad ≥ 70 años, y un segundo pico
de presentación se observó entre los 60-65 años. Grafico 8.
Los incidentalomas predominaron ligeramente en el sexo masculino. Grafico 9.
CUADROS, GRAFICOS E IMAGENES
Grafico 1
PRESENCIA DE LESION ADRENAL
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje
acumulado
Válido SI 23 7,7 7,7 7,7
NO 277 92,3 92,3 100,0
Total 300 100,0 100,0
26
Grafico 2
LOCALIZACION DE LA LESIÓN
Frecuencia Porcentaje
Porcentaje
válido
Porcentaje
acumulado
Válido UNILATERAL 19 82,6 82,6 82,6
BILATERAL 4 17,4 17,4 100,0
Total 23 100,0 100,0
LOCALIZACION BILATERAL/NATURALEZA DE LA LESIÓN
27
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje
acumulado
Válido BILATERAL
ADENOMATOSA
3 75 75 75
BILATERAL NO
ADENOMATOSA
1 25 25 100,0
Total 4 100,0 100,0
Grafico 3
COEFICIENTE DE ATENUACION
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje
acumulado
Válido 0-10 UH 18 78,3 78,3 78,3
11-19 UH 4 17,4 17,4 95,7
≥ 20 UH 1 4,3 4,3 100,0
Total 23 100,0 100,0
28
Grafico 4
FORMA DE LA LESIÓN
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje
acumulado
Válido REGULAR 22 95,7 95,7 95,7
IRREGULAR 1 4,3 4,3 100,0
Total 23 100,0 100,0
29
11-19 UH ≥20 UH
Grafico 5
DENSIDAD DE LA LESIÓN
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje
acumulado
Válido HOMOGENEA 18 78,3 78,3 78,3
HETEROGENEA 5 21,7 21,7 100,0
Total 23 100,0 100,0
Grafico 6
TAMAÑO DE LA LESIÓN
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje
acumulado
Válido 0-4 cm 22 95,7 95,7 >95,7
>4-6 cm 1 4,3 4,3 100,0
Total 23 100,0 100,0
30
DENSIDAD DE LA LESION
Grafico 7
ASPECTO DE LA LESIÓN
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje
acumulado
Válido ADENOMATOSA 18 78,3 78,3 78,3
NO ADENOMATOSA 5 21,7 21,7 100,0
Total 23 100,0 100,0
31
>
Grafico 8
EDAD
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje
acumulado
Válido 20-30 años 1 4,3 4,3 4,3
31- 49 años 3 13,0 13,0 17,4
50-69 años 6 34,8 34,8 52,2
≥70 años 13 47,8 47,8 100,0
Total 23 100,0 100,0
32
≥ 70 años
Grafico 9
SEXO
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje
acumulado
Válido Hombre 14 68,8 60,8 60,8
Mujer 9 39,2 39,2 100,0
Total 23 100,0 100,0
IMAGEN 1 IMAGEN 1.1
33
HombreMujer
IMAGEN 2 IMAGEN 3
IMAGEN 4
34
DISCUSIÓN
La prevalencia de incidentalomas adrenales en nuestro estudio fue de 7,7 %. Los
adenomas fueron, con mucho, la entidad más común, constituyendo el 78,3% (n=18) de
todas las lesiones adrenales, con un tamaño medio de 1. 6 cm, estas lesiones
cumplieron con los criterios de benignidad propuestos en la bibliografía (lesión con
densidad < 10 UH, tamaño menor a 4 cm, forma regular, densidad homogénea).
El resultado en el porcentaje de prevalencia de incidentalomas del presente estudio es
similar a los valores reportados por series de autopsias 2,3, quienes han informado las
tasas más altas de frecuencia de estas lesiones las cuales oscilan entre 8-10%.
El 83,3 % (n=15) de estas lesiones adenomatosas afectaron una sola glándula adrenal, es
decir fueron unilaterales, y el 16,6% (n=3) presentaron una localización bilateral. La
bilateralidad en este estudio se relacionó más con la presencia de adenomas corticales
(lesiones benignas) que con lesiones malignas, ya que solo un (1) caso de bilateralidad
se asoció con enfermedad maligna. Lo anterior difiere de lo reportado en la
bibliografía6, donde la bilateralidad se asocia con más frecuencia a malignidad.
Solo el 21,7% (n=5) se categorizó como lesiones no adenomatosas, y se le recomendó
al 17.4 % (n=4) estudio adicional (TC con contraste EV protocolo suprarrenal) para la
caracterización de dichas lesiones debido a su apariencia indeterminada o maligna. El
0,3 % (n=1) presentó más de dos lesiones no adenomatosas, una en cada glándula
(bilateral), con un tamaño promedio de 5 cm, asociado a nódulo pulmonar espiculado.
35
Estos hallazgos se interpretaron como probable metástasis de tumor primario pulmonar
no conocido, y se convirtió en un problema indicando un estadio avanzado de la
enfermedad, siendo poco susceptible de resección quirúrgica o curación.
En relación a otras investigaciones realizadas con mayor número de pacientes donde no
encontraron lesión de naturaleza maligna alguna4, nosotros identificamos un paciente
con lesiones de características maligna, bilateral y por probable secundarismo de
origen pulmonar.
Los adenomas correspondieron al 6,03 % y las lesiones no adenomatosas (adenoma
atípico, metástasis, feocromocitoma o carcinoma adrenocortical) al 1,67% del total de la
población que presentó incidentaloma en la evaluación tomográfica (7.7%).
Los incidentalomas adrenales se observaron predominantemente en el sexo masculino y
en un rango de edad promedio entre 60- 70 años, demostrando que el porcentaje de
lesiones no adenomatosas aumenta con la edad, debido a que todas estas lesiones se
presentaron en pacientes mayores de 60 años.
Esta distribución por edad, edad/naturaleza y género está de acuerdo con lo descripto en
la bibliografía5, según los cuales estas lesiones no adenomas son infrecuentes en
menores de 30 años6.
La TC no contrastada con la técnica de medición del coeficiente de atenuación ha
demostrado su alta sensibilidad para evaluar con precisión las estructuras que
componen las glándulas suprarrenales, estructuras adyacentes y patología que la
comprometen, por lo tanto es un método altamente confiable para la detección de las
36
lesiones adrenales silentes, y el primer examen de elección para la detección de
alteraciones adrenales sospechadas o no.
37
CONCLUSIONES
La prevalencia de incidentaloma fue del 7.7 % en los pacientes sometidos a estudios
por imágenes tórax/abdomen no contrastada en el Hospital Juan A Fernández. Dicha
prevalencia es mayor que otros estudios publicados y similares a series de autopsias.
De acuerdo con la bibliografía los adenomas fueron las lesiones adrenales más
frecuentemente encontradas en dicha población.
Identificamos un paciente con lesión maligna bilateral, lo cual ha sido un hallazgo poco
frecuente o casi nulo en otros estudios de prevalencia similares al nuestro.
Los avances en las técnicas de imagen y el uso/abuso de los mismos han elevado la
prevalencia de los incidentalomas. En nuestra experiencia hemos comprobado que a
medida que recibimos cada día más y más solicitudes diversas para estudios de
tomografías (muchas veces injustificados) más nos encontramos incidentalmente con
estas lesiones.
La prevalencia de los incidentalomas adrenales aumenta con la edad: es más raro en
jóvenes.
El Incidentaloma es predominante más común en el sexo masculino que en el sexo
femenino.
La TC simple con la técnica de medición del coeficiente de atenuación es el método de
elección para detectar estas lesiones silentes, y en la mayoría de los casos no se
requieren otros métodos diagnósticos por imagen.
38
El coeficiente de atenuación en una TC no contrastada inferior a 10 UH descartó la
metástasis suprarrenal y el carcinoma cortical suprarrenal, corroborando la naturaleza
adenomatosa de la lesión.
El coeficiente de atenuación mayor a 20 UH descarto lesión adenomatosa y confirmo la
presencia de lesión maligna (metástasis pulmonar).
Se recomienda a los pacientes con tumores suprarrenales con un coeficiente de
atenuación en la TC no contrastada de 10 UH o menos vigilancia anual, y a los
pacientes con lesiones no adenomatosas >10 UH estudiar con TC
A medida que las técnicas por imágenes mejoren, se espera que estas lesiones adrenales
sean descubiertos con mayor asiduidad.
Creemos que además de detectar la lesión adrenal y de hallar un valor (porcentaje)
epidemiológico, contribuimos en forma activa y favorable en la conducta terapéutica y
el pronóstico de cada paciente.
Se requiere de un estudio prospectivo a largo plazo para tener mayor compresión de la
historia natural de estas lesiones, para seguimiento y control de las mismas.
39
BIBLIOGRAFIA
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40
ANEXO
41
AGRADECIMIENTOS
A Dios por esta oportunidad de estudiar, por el apoyo, por el sustento y por las fuerzas
para seguir adelante en este proyecto de vida.
A mi familia por promover cada sueño y confiar en mí.
A mi asesora Dra Gentile Ernestina y a todas las personas que de una u otra forma me
apoyaron durante estos arduos años.
A la directora de la carrera de especialista en Diagnóstico por Imágenes de la
Universidad del Salvador, Dra. Marta Lujan Kura, por cada una de sus enseñanzas
académicas y personales, por la dedicación y entrega inestimable todos estos años, y por
su grandioso compromiso con sus alumnos y pacientes. Un gran ejemplo a seguir!
42