Unc Editorial Gaceta Deodoro 47

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    UNIVERSIDAD NACIONAL DE CÓRDOBA

    Rector: Dr. Francisco TamaritVicerrectora: Dra. Silvia BareiSecretario General: Dr. Alberto LeónDirector Editorial UNC: Mgter. Carlos LonghiniSubsecretario de Cultura: Lic. Franco RizziProsecretaria de Comunicación Institucional:Lic. María Cargnelutti

    Director: Mariano Barbieri

    Secretario de redacción: Guillermo Vazquez

    Consejo Editorial: Matías Lapezzata, María JoséVillalba, Natalia Arriola, Agustín Massanet, GonzaloPuig

    Corrección: Raúl Allende

    Administración: Matías Lapezzata

    Diseño: Prosecretaría de Comunicación Institucional,UNC

    Ayudante alumna: Virginia Sanguineti

    Redes: Martín Aguaisol

    Revista mensual editada por la Editorial de la UNCISSN: 1853-2349

    Editorial de la UNC. Pabellón ArgentinaHaya de la Torre s/n, Ciudad Universitaria.(351) 4629526 | Córdoba | CP [email protected]@editorial.unc.edu.arDEODORO, GACETA DE CRÍTICA Y  CULTURA no se hace res-ponsable de las opiniones y artículos aquí publicados.Los textos son responsabilidad de quien los firma.

    Impreso en Comercio y Justicia Editores

    AperturaKeynesianismo literario. Guillermo Vazquez

    Ministerio del Interior: las cuestiones de laliteratura cordobesa | DossierCinco hipótesis sobre CórdobaPablo Natale

    Del recontra interior

    Kike Bogni

    La literatura de Córdoba, el boom y uncanon a la esperaBibiana Eguía

    “Entiendo a la literatura como un campo deexperimentación”Mariano Pacheco

    Al final lo publiqué acá

    Alejo Carbonell

    “Es la cultura, y estas gotitas de veneno quetambién están”Gino Maffini

    Asumir la melancolíaEmanuel Rodríguez

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    Deodoro

    Música a primer oído: Jenny Náger conArnaldo Antunes en la UNCGastón Sironi

    Córdoba en orsai: estrategias para jugar almargen de la industriaSoledad Soler

    La vida atravesada por el pop

     Juan Manuel Pairone

     José López: la ciudad que no nos perteneceSantiago Pfleiderer

    Sigue rodandoMatías Lapezatta

    La Guayana. Un “presente” francés enterritorio continental suramericanoDaniel Vaca Narvaja

    Ciclo de ilustración Obreros del Lápiz

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    A P E R T   UR A 

    Guillermo Vazquez

    Keynesianismo literario

    La querella de las generaciones, el problemade la sustentabilidad de la industria,ciertas imposturas o sobreactuaciones –y sucontraparte, el cinismo absoluto–, la necesidadde la crítica, las complejas relaciones entrederechos y consumos, las recuperacionessimbólicas que no necesariamente tienenvalor económico, la inflación mediática deciertos objetos, el ego de otros cuantos. No,la lista esbozada no habla directamente sobrelos tópicos de la última década y su fuerzapolítica mayoritaria, aunque parezca. Son losque aquí pensamos que pueden tener, también,operatividad para pensar algunos ejes de lo queocurre hoy en la literatura argentina, digamos,federalmente. Y asentarlo sobre todo en Córdoba,pero no con impostado orgullo de fiesta patriaescolar –como a veces se enarbola aquí y allá,en tantos ámbitos, y quizás  Deodoro a vecestampoco pueda evitar ese embrujo–, sino másbien como  problema.

    En el número pasado,  Deodoro publicó un

    dossier sobre consumos culturales. El diseñográfico de su exterior y su interior establecíaalgunas pautas para cruzar lugares vinculados ala cultura que solían ostentar cierta sacralidad–centros culturales, galerías de arte, etc.– conlogos de multinacionales (Carrefour) y empresaslocales (Coto) dedicadas a la comercializaciónde diversas mercancías. Hay muchos modos deencarar ese vínculo entre masividad y cultura.Pero no es fácil en Argentina encontrar formasaptas para diferenciar correctamente entre“derechos” y “ consumos”. Están, de varias

    maneras, implicados –por ejemplo, se hablade un “derecho al consumo”, y de derechos delconsumidor–, confundidos, un poco incómodostambién.

    El cine, el stand up, la literatura, la música,el teatro, y otras expresiones culturales,tienen ya decenas de editoriales, mercados,público, productores. No es que antes no lohaya habido, ni que haya sido detenida suasiduidad productiva, pero desde hace unadécada, pongamos, han tenido un crecimientoexponencial. Es, a su modo, una industria más.Varios factores en el medio pueden aducirsecomo causas eficientes. Vayamos a la literatura,el caso del dossier de este número de  Deodoro.Está claro que no es semejante la cantidad derecursos materiales y económicos que hay en laliteratura cordobesa en comparación, por caso,con el perseverante cine cordobés de los últimospocos años. Es sabido que pasa mucho tiempousualmente (dependiendo el caso, pero puedevariar décadas) hasta que un escritor puede

    vivir solamente de –seamos un poco solemnes–“su obra”; o los “derechos” de su obra (con loscineastas también). Y sin embargo, no ya ennuestro circuito, sino en el monstruo social ymediático que fue establecido como capitaldel país, hay críticos literarios, editoriales,suplementos culturales y otros lugares decirculación de la literatura, que comienzana hablar de una  generación de escritorescordobeses –a hablar de escritores cordobesescomo una generación–, a darle una relevancia(fundada en su calidad literaria) que hacía un

    tiempo largo que no se le daba. En esa atribucióncapitalina, como si la ceremonia del sacerdocioporteño fuera dadora de vida, reside uno de losproblemas mayores.

    No es posible, a esta altura del partido, negarque buena parte de las discusiones, debates,lecturas y escrituras que pasan por la web –y subrazo armado: las redes sociales– toman unaintensidad que prácticamente convierten a esemundo virtual en ineludible, al menos para losfines de tener un “estado de la situación” dela literatura cordobesa actual. Allí se podránrastrear los inicios de un libro luego publicado enpapel, o parte esencial de las discusiones sobrealgún otro libro o poema cuya reseña no veráninguna página en papel de ningún suplementoliterario. Sin embargo –y estaríamos lejos de darun panorama acabado–, no ha proliferado muchola polémica. La crítica, incluso la más feroz, hasido tal vez un viejo modo del crecimiento de laliteratura argentina, causa también de su avance(si es esto posible), de fijar ciertas novedades en

    la lengua que a veces pasan desapercibidas. Sien política, la tarea a futuro (decimos 2015) serápara todo el mundo cerrar filas, disciplinar a latropa y avanzar en conjunto por más alergia queproduzcan ciertos vínculos, en literatura hacefalta una gran densidad de polémicas al interiorde la escena literaria cordobesa. Entre diversasgeneraciones, estilos, temas y posturas. Larecordada hipótesis viñezca de que la literaturaargentina nace de una violación, aquí deberíaresurgir con el cuchillo sangrante que recorre elcuello entre hermanos.O

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    A continuación me gustaría relevar cincohipótesis acerca de Córdoba como casa,

    hogar, tierra, espacio neocultural o como ustedesprefieran, cinco tendencias que de una u otramanera han estado dando vueltas durante estosaños. Antes que nada habría que empezar porla idea básica, por momentos hiperdivulgaday por momentos arcaica, de que acá no pasa(ni puede pasar) absolutamente nada valioso.Es una sensación primigenia que aparece porejemplo cuando alguien dice “siempre va lamisma gente a esos eventos” o “eso ya se hizo” o“es una copia d e” o “uf, una película cordobesa”.Esta idea está latente y flota como un séptimosentido en el aire que respiramos, aunqueúltimamente, por los embates de la nuevaliteratura cordobesa o la nueva música cordobesao el nuevo cine cordobés, parece quedar relegadaa ser simplemente una idea gruñona y mala

    onda. La hipótesis 1, entonces, es la deCórdoba como catástrofe cultural y mero

    accidente geográfico, y funciona a la vezcomo estigma y secreto a voces. Esta hipótesistiene su momento de paradoja y privilegioen la inundación de Miramar (una catástrofeconvertida en postal) y en los incendios anualesen las sierras (que amenazan convertir el paisajeen humo y cenizas), y aparece de modo lateralen la solitaria y trágica biografía de VicenteLuy y en esa épica y dramática catástrofe

    familiar llamada “El desie rto y su semilla”. Aquípodrían seguir los ejemplos, pero me interesaparticularmente recordar los blogs que durante2006 explotaron en todas partes y que fueron unmedio de contacto y guerra contra esta hipótesisde parte de muchos artistas que residían enla provincia y, antes que eso, la editorial LaCreciente, que editaba unos hermosos librospequeños, con tapas coloridas en donde no sepodía leer ni el nombre de la obra ni del autor. Ellogo de esa editorial era un hombrecito sentadocon una caña de pescar en el techo de una casatapada a medias por la crecida. Leído desde estahipótesis, ese hombrecito estaba solo, el hogarera la catástrofe y el nombre de la editorial serefería a esos momentos en que el agua se llevapor delante lo poco que queda de las cosas.

    2. Es cierto que la semilla en el desierto

    bien puede estar sugiriendo un espacio deesperanza y excepción en el marco de unadesolación mayor, y es aun más cierto que ahíestá el cuarteto como una industria culturalespecíficamente cordobesa, e incluso es fácilrecordar esa campaña de los demagogos deturno que rezaba “Córdoba sabe”. Tambiéncorrespondería pensar otra vez en el logo de laeditorial La Creciente, donde el hombrecito estátrepado en un techo, sumido en la catástrofenatural, solo, sin más compañía que el agua.

    De tal modo, la hipótesis 2 es que Córdobaes una isla, de hecho hasta podría decirse quees una isla rodeada no de agua, sino de sierrasy campos de soja. Esta idea puede tener sucostado antipático (provincianismo, falta dereconocimiento), pero también su encanto:nada es acá como en otra parte, el espacio esun lugar de retiro, un territorio salvaje que creasus propias reglas, etcétera. El escritor JuanTerranova durante años habló de Córdoba comola Dublín del cono sur, trazando una similitudentre estas tierras e Irlanda, de donde salieronU2, My Bloody Valentine, Van Morrison yasombrosos escritores como Oscar Wilde, JamesJoyce, Samuel Beckett y John Banville. La virtudde esta comparación es que recuerda el extractocatólico de ambos lugares; el problema es que allado de esta isla está La Isla, el territorio mayordonde los ingleses hacen sarcasmos a la hora delté, se burlan de sus vecinos y le ponen el nombrea las cosas, lo que remite indirectamente a ladesigual distribución del poder de consagraciónen el falso federalismo cultural argentino donde“la posta está en Buenos Aires” (casualmente,el hombrecito del logo de La Creciente mirahacia el este). En relación con esta noción de“isla” y de la marea de novedades artísticaso argucias políticas fue que llegó a ponersede moda la palabra “cordobés” y la menciónde regionalismos o realismos estéticoscontemporáneos para hablar de las obras deescritores locales, como si se escribiese y

    produjese desde el interior “profundo” con tierraen la boca. Esto implica entender a Córdobacomo un espacio aislado de los demás, unaespecie d e milagro o volcán que “da la nota”. Estambién una idea turística muy simpática quecrea un lugar distinto y lo separa, para beneficiode los ciudadanos, los consumidores y lospaseantes culturales. Estoy produciendo desdela periferia de la periferia, recuerdo que alguiendijo una vez, y se quedó callado, mirando el cielocordobés.

    MINISTERIO DEL INTERIOR:LAS CUESTIONES DE LA

    LITERATURA CORDOBESADesde hace unos años, y comprobable con algunas "mediciones", la producción literaria localviene fortaleciéndose, en crecimiento cuantitativo y cualitativo, como tantas otras del interiorargentino. Sin embargo, a veces sustentada en el mito porteño del "interior profundo" (queprovoca, en tantos casos, un forzado cordobesismo), subsiste la dificultad persistente quetienen muchas voces para ser leídas. La pregunta por la existencia de un canon de la litera-tura cordobesa, coexiste con las mil flores que han florecido en el gran momento que pasa laliteratura cordobesa. Causas, consecuencias y panoramas.

    Cinco hipótesis sobreCórdoba

    Pablo Natale*

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    Confesión personal: el año pasado fui invitadoa leer en Santa Fe y Rosario y fui gratamentesorprendido por “la movida” de allá. Tambiénme hice fanático de Lavanda Fulton, Mi amigoinvisible y Mariana Paraway, músicos queviven o vivieron en Mendoza. Esto tiene quever con la hipótesis 4, más afín a los tiemposhiperconectados que corren, y es pensar aCórdoba como un estadio, momento o hilo

    de un archipiélago o red. Esa red conectaríamusicalmente a Córdoba con Mendoza, conVilla María, Neuquén, Rosario, Tucumán y LaPlata, y esa red está presente en las antologíasy compilaciones interprovinciales que han sidopublicadas. En cierto sentido, esa red prescindede Buenos Aires como centro o, en todo caso, seacerca un poco más a favorecer las condicionespara alguna versión local de federalismo utópico.Acá podría hablarse de las fechas compartidasentre bandas de distintos sellos, en los viajesde escritores y artistas a congresos en otrasprovincias, en las mesas de diálogo, en losfestivales de poesía, etcétera, aunque al mismotiempo ocurren cosas horripilantes como lamesa “Lecturas con tonada” a la que fueroninvitados escritores “de provincia” durantela Feria del Libro Buenos Aires en 2014. Acátambién podría hablarse del supuesto nuevotorneo de A.F.A. o, mejor aún, del presidente deBelgrano, siempre crítico del sistema centralistadel fútbol “ argentino”. El problema es que de l ahipótesis 1 a esta hipótesis 4 parecería estarse

    escuchando una clara canción de desarrollo,evolución y progreso, es decir, antes no habíanada, luego una tierra separada usada comocanal de comercio y finalmente llegaronlos tiempos de integración cooperativa ycolaboraciones en red. Más que hipótesis, quizásconvendría recordar que en este cuarto casoestamos ante una táctica de guerra.

    5. Ahora bien: durante estos últimos años se haescuchado de boca o de mano de tal o cual que

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    3. Claro que lo anterior bien podría serparcialmente falso y lo anterior a lo anterior nihablar. Podría decirse en cambio que, Hipótesis3, Córdoba es un canal, como el canal deBeagle o el Canal de Panamá. Esto implicaríapensarla como lugar de paso, quizás de modoestratégico, quizás como espacio accidental,pero no por eso menos relevante. Ahí está labiografía mítica de Sumo, el museo del Che oel giro que tomó la vida de varios compañerosartistas que decidieron irse a Buenos Airesporque “ya no daba para más”, “había queintentarlo” o “sería terrible envejecer enCórdoba”. Habría qu e tomar esta idea d e canalno sólo en el sentido de “tránsito” que implica eltérmino, sino también de pantalla, de simulacro,es decir, Córdoba como un canal de tele o comouna Antena (nombre con el que, de hecho, sebautizó uno de los espacios de la Feria del Libro).Cabría pensar acá en el hecho de que duranteaños los principales canales de la provincia hanretransmitido programas de los canales de airede Buenos Aires e incluso en Villa Carlos Paz,ciudad donde los turistas del país construyendurante dos meses un lugar totalmente distintocon gente que quiere tomar un descanso peroque abarrota las playas y las calles, con el famosoteatro de revista que imita lo que Tinelli, Rial,Susana reproducen durante el año no vacacionaly con bares que contratan bandas que hacencovers. Podríamos hablar entonces de un “CanalCórdoba”, un simpático producto y espacio listo

    para ser atravesado por buscadores de tesorosy legiones de fantasmas de paso, pero tambiénun escollo o estancia en el camino, un agujeroque conectaría al resto de las provincias con suhermanastra mayor o, como se dice, “el corazónde mi p aís”.

    4. El pensamiento es una trampa, la lengua esuna trampa, el territorio es una trampa. Hay otracosa en el logo de La Creciente que me llama laatención: ese hombre está pescando con caña.

    “en Córdoba es tán pasando cosas importantes”,enunciado con sorpresa, admiración y ungesto solidario de combate. El problema deesta frase es que se revela como la contracaraevidente y refleja de aquello que dice que “aquíno pasa nada”. El problema es, también, quesi se sigue afirmando que “en Córdoba pasancosas” durante años la sentencia pierde valor,se hace sospechosa, parece más una repetición,una voz en eco que revela un falso diagnósticoy sigue esperando algo aún mayor al final delcamino, situando cualquier fenómeno en eldudoso estadio de promesa permanente. Sinembargo ahí están el Cordobazo, la ReformaUniversitaria y los saqueos del 2013, fenómenosque luego se replicaron en el resto del país, comosi lo que ocurre en estas tierras tuviese carácterprofético. Hipótesis 5: Córdoba es unaprofecía, es decir, se manifiesta siempre

    como futuro, una tierra casi imposible,

    una promesa constante y traicionera. Un

    oasis. Es justamente aquí donde se unen demanera mestiza y llamativa esa idea de que laprovincia es una isla, que es un lugar de paso,que es un mero accidente neocultural, que nopasa nada y que es una red. Otra vez hay quevolver sobre el logo de la editorial La Crecientey el hombrecito que está trepado sobre el techo,en el medio de la correntada que enterró la mitadde su casa. Hay que volver sobre esa imagenpara pensar acerca del valor que las catástrofestienden hacia lo excepcional; en la soledad

    placentera y meditabunda que implica estaraislado de los otros; en la evidente necesidad dela pesca con red en tiempos en que el agua vienecargada, e incluso en los beneficios estratégicosde la visibilidad, la astucia y el comercio en loscruces de caminos. Finalmente cabe decir que laimagen es sólo una imagen: un oasis, agua real eimaginaria para calmar la sed en este laberinto yen este desierto. O

    *Escritor

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    Del recontra interiorKike Bogni*

    Escribir en la pobreza, la marginación, elencierro, es hacerlo en el interior del interiordel recontra interior.Hay que escribir sobre lo que uno conoce, dijoun amigo, por eso aprovecho la oportunidad paradecirlo. Y agrego: acompañar los procesos quellevan a las personas a reconocerse y sentirsereconocidas a través de la escritura, también esposicionarse en los márgenes de casi todo.Si vivimos en cualquier lugar del país que no seala capital, somos del interior. Si de alguien sedice que escribe desde el interior o en el interiores porque ya existe un reconocimiento. Ahora si,además, vivís en un lugar donde no sos tenidoen cuenta como persona, mucho menos comoescribiente.Los que tomamos el desafío y vamos haciadelante, los que consideramos la palabra impresacomo un arma y documento de un trabajo, de unaconstrucción, sabemos que el reconocimientoa veces llega. Aunque más no sea como meroejercicio de memoria.Ejemplos, sobran.Va pequeño homenaje a tanta gente de bien.

    Instituto Gregorio BermannFue la primera vez que pude observardetenidamente cómo el Loco grandote que mehabía paralizado con su pregunta en la entradameses antes, escribía lentamente sobre una hojade cuaderno a rayas. Después volví a ver su poemaen la publicación que había en el Bermann. Unapena no recordar el nombre.En el Bermann había un taller de escritura. Habíauna publicación impresa. Todos los viernesparticipábamos de ateneos donde la oralidadde la asamblea contaba de Basaglia en Italia, segeneraban espacios alternativos. Allá trabajabandesde lo expresivo.Había un taller de fútbol. De expresión corporal.Alrededor de quince talleres, había.

    Los Yerbeados de Bella VistaEn una canchita al borde de La Cañada, sietechicos de entre 11 y 14, se juntan bajo un elástico

    de cama que oficia de techo. Charlan sobre elpartido que acaba de terminar y calientan elyerbeado.Los que llegan traen criollos y azúcar.Con la decisión de que cada uno es un personaje,se inventan un nombre y cuentan una historiadonde los protagonistas son de su edad, viven enlos márgenes de una ciudad y se fanean todo el día.También roban. Caen presos y salen de a poco.La envían a un concurso de guiones y ganan elprimer premio.Avión a Buenos Aires. En el aeropuerto los esperan Página 12,  La Nación,  Revista Luna, el Noticiero deAmérica TV.

    Hotel en calle Corrientes. Entrega de premios en laBiblioteca Nacional.A la vuelta, en el barrio hay alegría, huboreconocimiento. Luego se filma la historia. Lapresentan en el galpón y se llena. Hay lágrimas.Mucho trabajo, crecimiento.

    La voz de los jóvenesUna red de grupos de jóvenes de barriosperiféricos de la ciudad produce una revistainterbarrial.Miradas similares, particulares; movimiento.Fotos y dibujos ilustran sus notas de opinión.Las encuestas que les muestra la realidad de susbarrios y los temas que les preocupan.La tarea les permite el encuentro con otros,trascender la casa, la escuela, el barrio. Y la revistase vende, abre puertas. Organiza.

    El Ale del IpemDibuja las paredes del Ipem donde pasa la semanainternado.Los márgenes de sus hojas tienen personajes deuna historia que solo puede contar él porque lavive.No se lleva materias pero lo echan del colegio.

    Fuma porro pero es el coordinador de la murga quetantas puertas le abre al colegio.Según se ha dicho siempre, a ese colegio delinterior de la provincia, solo van los choros ydrogadictos de Córdoba. A pesar de ello, Ale deseahacer un libro con sus historias y dibujos.

    Todos somos alguienEn el primer encuentro se define los temas: Lalucha que llevó instalar el secundario para adultosen barrio Acosta y lo que sienten al haber vuelto aestudiar de grandes.Tapas de tetrabrik pintadas con pincel y sintéticode color celeste oscuro. Un hilo tomado a lacostura del libro sostiene un símil lápiz. Eldiseñador comienza a acomodar los textos, los lee,se emociona y ofrece regalar once grabados querealiza en la noche anterior a que el libro ingresaraa imprenta.

    Fueron trescientos ejemplares. Las mujeresdijeron que sería bueno editar a otras personasque escribían y eran del barrio. Que nuncahabían imaginado participar de un libro. Que lassorprendió el efecto del trabajo entre todas.La frutilla del postre fue la presentación enel pabellón Argentina. Una red de hilos entrecolumna y columna. Cada libro encontró quién loeligiese.

    AmbulantesDurante seis años juntándonos una vez a la semanaen diferentes lugares, diferentes situaciones.Constantes en la idea que algo de lo que allí sucede

    es sanador, saludable, altamente recomendable.Lo hacemos entre las personas que estamos ese díay con lo puesto.De Ambulantes puede decirse que es un librorevelador que se hizo con los textos que un díacomenzaron a llegar. Los dibujos y las pinturasque fueron ilustraciones estaban pegadas en lasparedes. Fotos. Rincones de lo cotidiano de unalbergue municipal para personas en situaciónde calle. Tres números de una revista. Textosteatrales. Pequeñas escenas. La música, laoralidad. El recitado de un poema que viene a lamemoria. La ronda. El fogón. Un libro de postales.Una fotonovela. Otro libro. Seis presentacionesdel Bar de los Recuerdos. Seis años de trabajomultiexpresivo.El aplauso de la gente les hace bien. Nos hace bien.Y lo demandan como un derecho.

    HumanosChicos y chicas que están o estuvieron presos.Historias cotidianas. Del reducto miserable a laferia del libro de Córdoba para presentar uno delos ocho libros que se construyeron en diferentesmomentos a lo largo de tres años.La ronda de textos. La ronda de lectura y ver hastadónde le da a cada uno para ponerle el cuerpo a laescritura. Hay que decirlo. Buscarle la vuelta. Losrelatos disparan otros relatos y se escribe parte de

    eso. Se diseñan las imágenes. Se invitan a trabajardurante los encuentros para estar conformes conla producción que luego será tapa.Una mañana, cuando tuvo listo el ejemplar quehabía cosido, se lo guardó en el pantalón paraentregárselo a su mamá en la visita, por la tarde.Luego se arrepintió cuando los invitamos a esperarla presentación. ¿Quién hubiera dicho que íbamosa terminar choreando libros?, dijo y rieron todos.El primer libro se llamó: SOMOS HUMANOSCOMO TODOS. GarekaYo soy escritor pero nunca nadie me dio bola acáporque nadie me cree. Tengo una carpeta así llenade cosas escritas, dijo y recitó un poema por el queun yanqui palomero le había dado diez dólares.Desde aquella declaración callejera hasta laaparición de su tercer libro pasaron tres años.

    Cuenta con el apoyo de más de setenta comerciosde su lugar y la pregunta constante: ¿Cuándo saleel nuevo, Gareka?La poesía. El relato breve. Herramientas paradesagotar la cabeza loca que imagina y juega y lodice de mil maneras para ocupar diferentes lugaresy contar su tiempo. Se instala en la esquina delsupermercado. Vende libros usados. El diario losdomingos.La compañía lo hizo fuerte en la constancia pese alas tormentas que lo azotan y lo cansan. Busca. Lebusca la vuelta a la vida. Da pelea.

    Tómese este texto como pequeño homenaje alpaso del tiempo sobre la vida y a los cruces de laspersonas.Que estas historias de vida y que la vida hechahistoria ocupe las páginas de esta publicacióntendrá que ver, seguramente, con una decisión

    política que así lo determine. Y, como lasdecisiones políticas siempre se asientan sobrela espalda de la gente que más sufre, quizás,estas palabras busquen hacer un poco de justiciacada vez que la imprenta repita el movimientonecesario de decirlo una vez más.Por eso la palabra como arma. Para pelearle a lamuerte. Y a sus representantes sobre la tierra.Por eso la alegría de la palabra impresa entrelas manos, para pasársela a quien lucha porreconocerse en el reconocimiento recibido.O

    *Psicólogo, escritor, editor

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    La literatura de Córdoba, apelada tambiéncomo “literatura del in terior”, ha sido rotuladaen numerosas oportunidades de un carácterde excesivo provincianismo, regionalismo yextemporaneidad, cuando no como literatura deescape, de catarsis... o de terapia. La difusión deestos prejuicios atenta el estatus de realidad (yde calidad) de la literatura de Córdoba, desde laignorancia que supone esa afirmación, que resultauna mirada ajena. La invitación es a mirar desdeadentro y atenderla en su complejidad y razones.La realidad de la literatura de Córdoba, tandesconocida por los extraños, tampoco cuenta conel conocimiento de los locales. Sobre ello es lo quebuscamos atender y reflexionar en un momentoen el que se despliega un sorprendente boom deautores y lectores.No es tarea sencilla el reconocimiento dado quesupone advertir los elementos de una complejatrama en las que se involucran el autor, el texto, eleditor y el lector y al modo de un marco, la políticacultural literaria que acompaña y apoya a esta trama

    para hacerla efectiva. Analizamos brevemente:

    a. Los autoresEl margen de exclusión y reclusión al que hasido sometido el escritor de provincia, no fueobstáculo para que la literatura en Córdoba crecieramucho durante el siglo XX a, y con esto, se haperfilado como una provincia activa y dinámica,centralizadora y promotora de cultura, punto depasaje, de arraigo y de difusión de voces literariasque más tarde alcanzarían resonancia nacional einternacional.Como nunca en la historia de la literaturacordobesa, por estos días participamos de un“boom” literario. Escritoras como EugeniaAlmeida, Viviana Rivero y Laura Escudero, porejemplo, han trascendido las barreras provincialesy ganado un elevadísimo número de lectores entierras lejanas. Junto a ellas, hay otros nombres enascenso y consolidación, cuya obra está en estrecha

    referencia al nuevo quehacer literario cordobés:Federico Falco, Sergio Gaiteri, Luciano Lamberti,David Voloj, Alejo Carbonell, Hernán Tejerina,Sebastián Pons, Gustavo Gros, Carlos Busqued(Villa María), Pablo Dema y José Di Marco (RíoCuarto); o Carlos Surghi, Elena Annibali, LeticiaRessia, Laura López Morales, Alexis Commamala.A través de sus obras, la literatura de Córdoba estácreciendo, sólida, ante los lectores.El hecho promueve la pregunta por el canon. No elde la literatura argentina, con Borges y Cortázar,Arlt, Piglia, Puig o Lamborghini, presentes (o noaunque siempre de lectura ineludible) en estosautores noveles que ven en ellos a padres, maestros

    La literatura de Córdoba, elboom y un canon a la esperaBibiana Eguía*

    y guías. También se descubren afinidades conotras literaturas y otros autores como Antonio

    Machado, Cesare Pavese, Raymond Carver, ItaloCalvino, o Mallarmé y muchos latinoamericanos,por mencionar algunos. La pregunta es por elcanon cordobés. Resulta difícil proponer algunaobra al modo de un “canon” de lectura. Sinembargo, es una construcción que desde estosnuevos escritores, se gesta poco a poco en méritode encontrarse como pares en un mismo oficio paradecirse en la palabra. El hecho implica, también, elcomplemento de acciones de editores, editorialesy escritores de renombre que participan de laliteratura como una instancia cultural que vinculala lectura y la escritura del presente con el textocordobés del pasado, para construir una tradicióny una identidad. En este punto, se hace precisoreconocer la labor como comprometidos agentesde cultura de Córdoba, a Lilia Lardone, SusanaCabuchi, María Teresa Andruetto, Livia Hidalgo,Hernán Jaeggi, Julio Castellanos, Eugenia Cabral,entre muchos otros. Todos, importantes lectores

    de la obra de Córdoba. Su labor permite confiar elpresente al futuro.

    b. Los textosLas numerosas obras literarias, de mayor o menorenvergadura aunque de existencia materialinnegable realizada en los más de cuatro siglosde Córdoba, se han mantenido en su mayoría,poco conocidas. Ello ha promovido que el mayorobstáculo para la difusión de su literatura, sea el deldesconocimiento.Por estos días, sin embargo, la web proveecondiciones para una difusión de gran alcance,tanto del texto cuanto de su autor. Tal vez así secomprenda uno de los fundamentos del boomliterario de autores y textos cordobeses.

    c. Los editoresEn Córdoba, durante la década del 50, tuvo lugarun verdadero programa para organizar y consolidarnuestro patrimonio literario: Alfredo Terzaga, comodirector de la Editorial Assandri, realizó una tareaimportantísima por la política de difusión de lasobras editadas, la comprometida actividad de loscreadores a través de cargos públicos, la promociónde acontecimientos culturales donde la literaturatenía protagonismo. Otras empresas editoriales(Establecimientos Gráficos Biffignandi, EditorialProvincia, Ediciones Mediterráneas, AlbertoBurnichón, o la obra de Francisco Colombo, entreotras) acompañaron la tarea para construir redes deconsolidación de las letras locales. Estas empresasperduraron en su mayoría, hasta la década del 70,época en que las condiciones del mercado y los

    acontecimientos de la historia nacional dificultaronel desarrollo de las economías regionales.Luego de aquello, sólo el decreto municipal delFondo Estímulo a la Actividad Editorial (entre 1986y fines de los 90), posibilitó el crecimiento, pero,con objetivos muy acotados, ya que no se consolidóen una adecuada política de lectura.Desde 2000, numerosas editoriales han iniciadosus actividades en Córdoba: Foja Cero, Babel, Raízde dos, Editorial Nudista, Llanto de Mudo, Brujas,

    Espartaco, Comunicarte, Ediciones del Boulevard,El Copista, Prosopis, entre otras, y fuera de lacapital, Cartografía (Río Cuarto) y Eduvim (VillaMaría). Estas empresas han redimensionado laespecificidad de la labor al añadir como política detrabajo, la gestión de actividades para la difusión deautores y obras en eventos, y particularmente, enla web. La visibilidad y lectura, también está en lovirtual.

    d. Los lectoresEl desarrollo de una intensa vida literariaen Córdoba, no fue atendida por el hombrecorriente, dominado, en particular por la imagencentralista de la idea de una cultura falsamente“nacional”, y sustentada en l a mercantilizaciónmasiva. Es comprensible: resulta más fácilacceder materialmente a los autores del canonde la literatura argentina que las empresaseditoriales proponen desde Buenos Aires con

    libros económicos, mientras no se ha propiciadola formación de lectores que consuman textoscordobeses. El hecho también acompaña la escasapromoción de la lectura en general, por lo cual,resulta un factor doblemente difícil de revertir. Loslectores de literatura de Córdoba han consumidotextos, casi con seguridad, desde lo asistemático,desde la amistad, casi constituyendo un gruposelecto, una élite, podría afirmarse.

    e. Las políticas culturalesLa ausencia de políticas de acciones culturales sehace cómplice de la “globalización” que destruyecualquier identidad cultural. El desconocimientoopera para favorecer que se instalen nombresforáneos. Junto a ello, negar la dimensión delmercado editorial de Buenos Aires es tonto, perotambién lo es considerar que sólo existe (o vale) loque allí se edita, tal como pretendería establecersecomo consenso foráneo.

    Sería no sólo importante sino también muyinteresante la excusa del boom para comenzar unapolítica cultural a consolidar en el tiempo en pro deconstruir y guardar nuestra literatura y reconoceren ella un pasado, un presente y asegurar el futuro.

    Conclusiones¿Verdadero o falso? La posición periférica deCórdoba en referencia a los centros culturalespareciera ser la justificación de que su Literaturahaya quedado (permanezca) al margen del sistema.¿Aceptamos también la continuidad de losrótulos (prejuiciosamente errados) y que llegandesde afuera, promovidos por el silencio (que hasido, históricamente, nuestro)? También valdríapreguntarse si estarían las editoriales de BuenosAires, interesadas en cambiar el rótulo.Resulta sencillo afirmar que la cultura de Córdoba,y en ello, su literatura, se afirmó y descansóingenuamente en el paradigma del mundoglobalizado, imponiéndose a sí misma, una políticaen la que el descuido se confunde con el olvido.Tal vez el boom provea, desde la transversalidad,herramientas para revertir en alguna medidala cuestión. Por lo menos, el dato que señala essobre la existencia de lectores en un marco deflorecimiento de espacios de edición. Sería un datocon un importante signo de cambio en la historiacultural. Tal vez, el que se precisaba para comenzar.No hace falta contestar, sólo conocer, cada uno,entre todos. O

    Docente e investigadora del Seminario de Autores de Cór-doba. Escuela de Letras. UNC.

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    Guillermo Saccomanno, que acaba depublicar por editorial Planeta su últimolibro (Terrible accidente del alma) acepta elconvite de  Deodoro para conversar sobre laliteratura argentina actual, sus escritoras yescritores, las editoriales, de lo que se producepor fuera de Buenos Aires, en el denominado“interior” y también, de los vínculos entrepolítica y literatura, la importancia de lahistoria nacional en muchas de sus novelas yel fenómeno del peronismo, al que define en sudoble dimensión de “maldito” y “cantera demitos”.

    Interiores

    Hace años está radicado en Villa Gesell. Desdeallí escribió gran parte de su obra literaria.Incluso su anterior novela se llama CámaraGesell, jugando con el doble sentido deinspirarse en aquella geografía y, a su vez, ver suspersonajes como d esde una “gesell d ome”.

    —¿Cómo ve esta situación actual del país, en laque se habla mucho de una proliferación de unaliteratura a la que se denomina “del interior”?

    —No creo en la diferencia de una literatura delinterior y otra de capital. Por supuesto, esono implica negar la contradicción que implica

    afirmar esto y saber que Dios atiende en BuenosAires, como suele decirse. Está claro: es allí endonde se mueve más el mercado editorial. Losescritores del interior, en todo caso, lo que pidenes promoción y no publicación, ya que siemprese publica y existen importantes editoriales enprovincias y ciudades que no son Buenos Aires,en donde los escritores del interior muchas vecesson maltratados. En Córdoba, de hecho, está Alción. Y el Fondo Editorial Rionegrino publicómás de 500 títulos. Por otro lado creo que lapromoción debe ser una cuestión de Estado y no

    de los escritores, a quienes uno va y lee, y evalúala calidad de su literatura, más que de dónde esel escritor. Además, si uno revisa la historia dela literatura argentina, se encuentra con que haygrandes escritores que no son de Buenos Aires:Manuel Puig, de General Villegas; Héctor Tizón,de Jujuy; Antonio Di Benedetto, de Mendoza;Juan L. Ortiz, de Santa Fe, por nombrar algunos.

    De tíos a sobrinos

    Hace ya un siglo, la corriente de los formalistasrusos definió la relación de transmisión literariaentre generaciones como una suerte de pase deposta “de tíos a sobrinos”. Saccomanno no losnombra, pero hay algo de ese espíritu presenteen la conversación que sostiene con esta gacetacultural. No se coloca en el lugar del padre,del escritor consagrado que mira con desdén

    o condescendencia a las nuevas “camadas” deescritoras y escritores (y las comillas vienen alcaso, ya que el narrador radicado en Villa Gesellse niega a utilizar el concepto de generación) alos que –dice– no siempre puede leer del todo,porque con el paso de los años le tomó el gustoa releer textos abordados en otros momentos desu vida, y cada vez más frecuenta los clásicos, deliteratura, como William Faulkner, pero tambiénde filosofía, como Friedrich Nietzsche.“Un clásico es un libro que nunca termina dedecir lo que tiene que decir ”, planteó alguna vez

    “Entiendo a la literatura

    como un campo deexperimentación” La “trilogía del profesor Gómez” lo consagró como uno de los escritoresmás importantes de la literatura argentina contemporánea. Entiende a laliteratura como un campo de experimentación y le molesta que lo en-casillen en el género “novela histórica”.

    Mariano Pacheco*

    Italo Calvino. “Es clásico lo que tiende a relegarla actualidad a la categoría de ruido de fondo,pero al mismo tiempo no puede prescindirde ese ruid o de fondo”, agregaba el escr itoritaliano. Tal vez pensando en esa mirada –queseguramente alguna vez leyó y hasta quizáscomparta– Saccomanno rescata a escritoresclásicos en medio de la charla sobre “ los nuevos”,entre quienes destaca al bonaerense JuanDiego Incardona y los porteños Félix Bruzone yMariana Enríquez, pero también a la mendocinaFernanda García Lago y el cordobés FedericoFalco. “Hay nuevas voces, tanto de escritorescomo de editoriales”, dice Saccomanno. Peroenseguida agrega: “no creo en la diferenciageneracional en la literatura. Como alguna vezseñaló Jean Paul Sartre, los pobres no tienenjuventud, pasan directo de la cuna a la fábrica”.

    Política y literatura

    Si bien venía escribiendo y publicando desdehacía muchos años, la “trilogía del profesorGómez” colocó a Saccomanno en un lugardestacado dentro de la literatura nacional. Encinco años (entre 2003 y 2008) tuvo la capacidadde narrar y dar a conocer tres novelas ejemplares,en donde la historia política argentina fueabordada de un modo sencillo e inteligente,dando cuenta a su vez de preocupaciones

    contemporáneas, como la cuestión de género,haciendo de la homosexualidad —tanto dehombres como de mujeres— un nudo narrativode vital importancia.“Entiendo a la literatura en relación con larealidad”, comenta el autor de  El pibe. Y agrega:“aun cuan do incluye eleme ntos fantásticos”.Saccomanno reconoce en sus lecturas y en susmodos de escribir la influencia de algunos desus maestros, como Noé Jitrik, o David Viñas,quienes —dice— le enseñaron que hay queleer en el marco de una época, contextualizar,

    »Los escritores del interior,en todo caso, lo que pidenes promoción y no publicación,

     ya que siempre se publica yexisten importantes editorialesen provincias y ciudades que noson Buenos Aires, en donde losescritores del interior muchasveces son maltratados.

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    fechar. “Me pueden tildar de realista, pero esono descarta que me parezca central los usos dela imaginación para la literatura”, explica y ponecomo ejemplo, para graficar lo que intenta decir,la idea de Ernest Hemingway, quien concebía ala literatura como radar, como sismógrafo quedetecta los temblores antes de que ocurran.Saccomanno remarca el hecho de que cadaescritor habla desde determinados interesesliterarios, y él —insiste— lo hace desde unamirada forjada en la enseñanza de Viñas y Jitrik,pero también de Sastre y otros autores máscontemporáneos, como Edward Said, de quienrescata que la política puede ser un enfoque más—“aunqu e no el único”, aclara— para abordar laficción. “Mi literatura, de todos modos, no es nipretende ser bajada de línea”, remata el autor de El buen dolor.

    Fenómeno maldito

    En la novela La lengua del malón  (primerepisodio donde aparece Gómez) el profesor vemorir a su amiga Lía, junto a Delia, su amante.Lía es lesbiana, izquierdista y judía, además depoeta y periodista del diario  La Nación. Delia—obviamente, también lesbiana— es escritora(autora de la inconclusa novela La lengua delmalón, cuyos manuscritos conservará el profesorGómez), sí, pero también la mujer de un capitán

    golpista, que conspira contra el gobierno de JuanDomingo Perón (el hijo de Delia y el Capitángorila, será un joven militante que se integrará ala guerrilla a mediados de los 70). Las ve moriren aquella tarde de junio de 1955, cuando losmilitares bombardean la Plaza de Mayo: son losprolegómenos de la“Revolución fusiladora”—adecir de Rodolfo Walsh— de Isaac Rojas y PedroEugenio Aramburu.

    —¿Cómo leer el peronismo, después de tantosaños?

    —Me interesa el peronismo, sobre todo, comocantera de mitos y de historia viva. Yo no soyperonista, pero creo que no se puede negar laidentidad política de las víctimas. Y desde 1955hasta hoy, el peronismo ha aportado un caudalinmenso de víctimas. No solo con el bombardeoa Plaza de Mayo, sino también durante la últimadictadura, muchos de los que pasaron por laEscuela Mecánica de la Armada (ESMA) y porCampo de Mayo eran peronistas. En fin, elperonismo es un fenómeno maldito. Y creo queno se puede eludirlo ni escapar de él.

    La sombra de Facundo

    Saccomanno plantea que, para nosotros, paranuestra época, los años 70 son como “la sombrade Facundo”. Y que por eso n o le sorprende queescritores como Alan Pauls y Rodrigo Fresán, queson de una generación distinta a la de él, hayanabordado de maneras tan distintas pero ambastan inteligentes, aquel período. Y cita como

    ejemplos a  Historia Argentina, de Fresán, y “lashistorias” de Pauls ( Historia del llanto;  Historiadel pelo;  Historia del dinero).

    No está de más recordarle al lector de  Deodoro que el propio Saccomanno, con 77 (el libroque cierra la “trilogía del profesor Gómez”)se mete con el período de la última dictadura.En 1977 Gómez enseña literatura argentinaen un colegio secundario. Es un “cincuentónque está de v uelta”. Es cabecita negra. Es puto.Es casi peronista.“En el país de la Sociedad

    Rural todos somos ganado que avanza hacia elmatadero—dice Gómez—.En ese país en el quelos militares han vuelto sospechoso lo cotidianoy transformado al prójimo en alcahuete, todossomos sospechosos, pero también alcahuetesen potencia”, puede leerse en l a novela. Allí, enel colegio, el profesor Gómez comparte sus díascon sus alumnos, pero también con sus colegas,esos docentes que van a la sala de profesoresa tomar mate cocido sólo después de habercomido (solos y a escondidas) las cosas ricas quehan llevado. Y es allí, en el colegio, donde Gómezse transforma en testigo obligado del secuestrode Esteban Echagüe, uno de sus alumnos que es“arrancado” de la clase que da sobre Facundo,de Sarmiento (enseñado, aclara, desde JuanJosé Hernández Arregui). Según nos cuentaSaccomanno, el profesor Gómez era especialistaen literatura inglesa, pero acorde con los tiemposde anticolonialismo que agitaban al país durantelos primeros años de la década del 70, se habíapasado a la literatura nacional. Y había pasadoa preguntarse (y preguntarle a sus estudiantes),qué definía lo nacional. Y a recorrer los lugaresescindidos por la barricada que separaba losbandos que, desde Sarmiento, se denominabancomo civilización y como barbarie. Conversandoen torno a esas preguntas estaban cuando“lapatota” irrumpió (“de civil. Calzados”) enla clase. “Los tipos se le fueron al humo. Le

    abrieron la boca. Lo agarraron a culatazos, loarrastraron a través del patio. La sangre quedó enlas bal dosas. Así se lo llevaron”.

    Con 77  Saccomanno cerró la trilogía, y tal vez,un período de su escritura. Su nueva novela,así como  El oficinista, marcan otra direcciónnarrativa. Y una actitud hacia la literatura yla vida: no copiar (se), conjurando el riesgo derepetirse como farsa.  O

    *Periodista

    »No creo en la diferenciageneracional en la literatura.

    Como alguna vez señaló JeanPaul Sartre, los pobres no tienen

     juventud, pasan directo de la cunaa la fábrica.

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    Llegué a Córdoba en 1997. En esos días, teparabas en la vidriera de una librería ysaltaba a la legua cuál libro pertenecía a unaeditorial “grande” (es decir, nacional –o sea:

    de Buenos Aires– o de afuera) y cuál al campodoméstico: lo denunciaba el diseño de tapa y latipografía, incluso el formato.También en algunas librerías podíanencontrarse todos los libros de producciónlocal reunidos en un solo anaquel, es decir queantes que narradores, poetas o ensayistas, eran“cordobeses”. Parecía más u n acto de toleranciaque otra cosa: “Acá te hacemos u n lugarcito”.Con esto quiero decir que podías encontrar en elestante de poesía El país de las larvas , de SilvioMattoni, publicado por una editorial de BuenosAires, pero que a Tres poemas dramáticos, delmismo autor, publicado por Alción, lo ibas aencontrar en el estante de Córdoba. Lo mismopodía suceder, sólo por citar otro ejemplo, con laobra de Daniel Moyano.Recuerdo como cosa distinta de la época loslibros de Kike Bogni y de Guillermo Daghero,

    siempre presentes en la mesa de IngenioPapelero.En los años posteriores cerraron libreríasfundamentales: Paideia, Assandri, Rayuela yOlocco. Quedaron Rubén y El Espejo. Algunaseditoriales se mantuvieron o terminaron deconsolidarse. Son las que hoy podríamosdenominar “grandes” para la ciudad, enrelación a la antigüedad pero también a susfrondosos catálogos: Alción, Del Boulevard, ElCopista. Por otro lado los escritores jóvenesrecién comenzaban a leer a los poetas de los90, pero ya aparecían intentos editoriales, unhormiguero cuya cima era el trabajo colectivo deLlantodemudo.

    Alrededor de 2004 surgen varias editorialespequeñas, que junto con algunas que veníantrabajando desde hacía poco tiempo atrás,dan una sensación de “movimiento”: librosen pequeños formatos, posters, plaquetas. Enun año se organizaron más de diez ferias deeditoriales. Nada nuevo, pero era “otra” gente,con nuevas lecturas, con nuevos prejuicios.No se le cortó la cabeza a nadie de los que yaestaban. Tal vez bondad, tal vez respeto, tal vezfalta de iniciativa o puro cálculo, pero lo ciertoes que aparece con nitidez una nueva generaciónde gente que escribe y edita y no se termina deromper lanzas con lo que ya estaba.Por lo pronto, un dolor de cabeza para loslibreros, que no se decidían a recibir esos libros 

    tan chiquitos, tan fácil de perderse, y con unprecio tan bajo. Para colmo, la energía vitalde estos nuevos sellos genera entusiasmo enalgunos críticos, profes de la universidad y

    escritores más grandes que deciden atender a laproducción emergente.

    A partir de 2009, más o menos, aparecen enCórdoba entre tres y cuatro editoriales por año.No estoy seguro de que se produzcan muchosmás libros que antes, pero es un fenómenoexpandido, somos más los que nos dedicamos aeditar, por lo tanto somos más los correctores,los diseñadores, los maquetadores, las imprentasque se dedican a hacer libros. Esto tambiénimplica que cada uno busque su modo dedesmarcarse del bloque fortaleciendo su miradaparticular sobre lo que se quiere publicar: hayeditoriales que se hacen fuertes en rescates,en historietas, en cine, en zonas estéticasdeterminadas. Aparece el Festival Internacionalde Literatura de Córdoba, en la Casona

    Municipal, donde organizamos una feria deeditoriales. Para la segunda edición utilizamosel salón más grande del lugar y dos salas más:en una de ellas había solo editoriales de cómics,y en la otra, solo editoriales universitarias.Se reunieron 48 sellos editoriales, casi todosde la provincia. Para la tercera edición, en laplanta alta del auditorio de Radio Nacional, secontó con libros de 60 editoriales, con muchapresencia cordobesa y una quincena de sellosque venían desde otros puntos del país.

    Hay muchas editoriales que están haciendo biensu trabajo. Algunas cobran a los autores, otrascogestionan, otras pagan. Están las que publican80 títulos por año, y las que publican uno. Hayquienes tienen tiradas de 5.000 ejemplares, yquienes de 50. Algunas comienzan a trabajarcon los ebooks, a otras no les interesa para nada.Algunas tienen distribución nacional, otrasapuestan a la calidez de vender sus libros sinintermediarios. Es tan amplio que ni siquiera sepuede pensar en más denominadores en comúnque el hecho de que se dedican a hacer libros.Los editores creemos fervientemente en lo quehacemos. Es nuestra virtud y nuestra falla.

    Aparece también una nueva camada de libreros,que abren negocios con este nuevo contextoya en marcha y que incorporan naturalmentelos libros locales a la vidriera, la mesa o la

    recomendación del mostrador. Hay estadísticasmuy auspiciosas: aparecen libros de factura localentre los más vendidos en al menos tres libreríasde la ciudad.A partir del buen pulso comercial, las libreríasmás tradicionales también asimilaron que partede lo que se lee y se vende se hace aquí y son unengranaje importante para las pretensiones de latodavía incipiente industria editorial local.

    Aún quedan dos muñecos que nos faltan tumbardel estante de los prejuicios para recibirnos deeditores. No digo los problemas de ventas, dedistribución, de políticas estatales. Esos sonproblemas que existen más o menos para todosy cada uno tendrá que resolverlos según la escalade su desarrollo, me refiero a cuestiones deconcepción cultural: los escritores cordobeses

    que antes de enviar un manuscrito a una editorialde Córdoba agotan absolutamente todas lasinstancias en las editoriales de Buenos Aires(de hecho, a las editoriales de allá les mandanlos manuscritos con los ojos cerrados y a las deacá las citan para “contarte de qué va la cosa”) ylos escritores reconocidos a nivel nacional quemientras negocian lo que consideran lo mejor desu obra en editoriales de Buenos Aires, le ofrecena las de aquí textos que consideran de menorvalía, como para generar una ola de simpatía conel público alternativo al mainstream y de pasopara que la editorial “chica” haga el desgaste, eltrabajo sucio, de mantener su nombre circulandopor los suplementos culturales, las redessociales y las librerías, mientras ellos esperan seraceptados por el Vaticano de la industria.En ambos movimientos, el del escritor “local”que va a Buenos Aires a tocar todos los timbres ya pagarle cervezas a los editores, y el del escritor“nacional” que te tira un hueso, está expresadoel carácter de “doméstico” al que se quieresubordinar lo que se hace aquí. Está patente elmolde que se debe romper: las editoriales deCórdoba no deben ser el plan b de nadie. Susescritores, sus editoriales, sus revistas, susfestivales, y muy especialmente sus lectores,están en condiciones de trascender estasdisyuntivas conservadoras.O

    *Escritor, editor de Caballo Negro

    »Los editores creemosfervientemente en lo que

    hacemos. Es nuestra virtud ynuestra falla.

    Al final lo publiqué acá

    Alejo Carbonell*

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    La economía nacional cerró el primersemestre del año con indicadores deactividad y consumo en retroceso. Enese escenario, el establishment  reforzó suconsabida estrategia de presión cambiaria–vía restricción de divisas y mercado ilegaldel dólar–, alza de precios, desinversión yajuste del mercado laboral, a lo cual se sumóla situación generada por el conflicto con losfondos buitre. Este es el escenario sobre el queconversamos con Fiorito.

    –Durante este segundo semestre del año sevolvieron a redoblar las presiones empresarias para forzar una devaluación brusca, algoque ya pasó a finales de 2013. Esos sectoresinterpretan que eso generaría crecimientoeconómico, aunque una conclusión parcial dela suba del tipo de cambio forzada en eneroes que ha sido contractiva e inflacionaria.¿Qué relación existe entre devaluación ycrecimiento?

    –La dificultad de cualquier proceso deestudio empírico es individualizar oseparar cosas que pasan juntas, no podésexperimentar en ciencias sociales. Hayaproximaciones, en la idea de intentarseparar cuestiones a partir de la experienciahistórica, pues existen regularidades. Unaregularidad que no pasa, ni en América Latina

    ni en ningún otro lugar del mundo, es que unadevaluación per se genere más demanda deun producto; es decir, que por devaluar vayasa vender más. Hay un consenso entre loseconomistas –ortodoxos y heterodoxos– deque habría una relación, pero cuando analizaslos datos de tipo de cambio, exportaciones,importaciones y crecimiento del ProductoBruto, no se observa correlación. Hay querendirse ante eso en primer lugar, pues es algoque no pasa ni en China, ni acá, ni en ningúnlado. Entonces, cuando se produce una

    “Es la cultura, y estas gotitas de

    veneno que también están” Conversamos con el economista Alejandro Fiorito –docente de las universidades de Lu-

     ján y Buenos Aires–, que visitó la UNC para dictar, junto a Fabián Amico, un curso sobreeconomía clásico-keynesiana. En el plano económico estamos, sin dudas, ante uno de losmomentos más difíciles de la posconvertibilidad. Justamente por ello es necesario no perder-se en la incertidumbre promovida desde la ortodoxia y los sectores de poder y lograr claridaden los debates estructurales.

    Gino Maffini*

    devaluación y se crece, hay otras variablesque están operando y no se las está mirando.La visión convencional –y muchosheterodoxos también la tienen sin saber– esque está funcionando de alguna manera eljuego de oferta y demanda, lo que se llama“principio de sustitución”. ¿Qué dice es teprincipio? Si algo está más barato, lo comprás;si algo está más caro, no lo comprás. Para todofuncionaría eso, para los Estados y para lasfamilias. Entonces, desde esta visión, si vos

    devaluás y te haces más barato, vas a exportarmás. En principio si devaluaste, puede haberproductos –como la soja, por ejemplo– alos que no les determinás el precio, lo haceChicago, aunque nosotros exportemos unmontón. Entonces, lo único que va a pasares que pudiéndolo vender más barato, lo vasa colocar al precio internacional, que no semovió porque hayas devaluado. Lo único

    que hiciste fue distribuir de manera distintaeso que antes estaba repartido con menosmargen de ganancia, les diste más gananciaa los grandes exportadores, nada más. Ladevaluación lo único que hace es hacer ganarmás plata a esos productores, lo cual es lógicodesde su punto de vista, pero está mal que elEstado les dé cabida.

    –Decías que en ciencias sociales es difícilindividualizar los hechos para conocer suimpacto. En lo que respecta a la inflación,

    desde la heterodoxia no hay un acuerdo conrespecto a sus causas en Argentina. ¿Es posibleidentificar algunos núcleos claves en el origende la inflación en nuestro país?

    –Lo que claramente tiene relación con lasuba de precios es el conflicto distributivo.Agreguemos otro factor más: los costosinternacionales también afectan, porimportaciones o exportaciones. No solo por loque importas –como costo– sino que tambiénel exportador busca cobrar en pesos lo quecobraría si exportara esta producción. Esa esla explicación, no tiene que ver con un efectomonetario o de emisión, sino con que hay unatorta y cada uno quiere el 60% en vez de lamitad, pero hay una sola torta.Otra cosa es clara: los oligopolios no son unaexplicación de la generación de la inflación.La explicación es el juego en el tiempo de quealguien suba un precio y el trabajador busquerecuperar poder adquisitivo y el otro lo vuelvea subir y así. Es un proceso circular, muydifícil de definir cuando comienza.Desde el punto de vista de la política públicapodés hacer algo, pero no se trata de cortarese proceso, ni es tan importante hacerlo. Sila inflación tiene que ver con que subieron lossalarios, no es tan importante, al menos paramí, porque es el resultado de que subieron lossalarios.

    –Sos reacio a las interpretaciones culturalesde los procesos económicos, como por ejemploen lo que respecta al dólar, a la inflación o a lasinversiones. ¿Por qué?

    –Más bien, porque es lo más fácil. Nosé por qué pasa algo y te digo: “Porquenosotros somos así”. ¿Y por qué? “Porqu esomos así”. Es decir, no se indaga en lo queestá ocurriendo. Si vos tomás agua comoremedio y tenés un sarpullido, por ahí se te

    »Una regularidad que no pasa,ni en América Latina ni en

    ningún otro lugar del mundo, esque una devaluación per se generemás demanda de un producto; esdecir, que por devaluar vayas avender más.

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    va porque es un placebo, te ibas a mejorartarde o temprano y por ahí eso te ayuda. Perosi tenés un cáncer y tomás eso, te morís decáncer. ¿Qué quiero decir? Que, por ejemplo,la inflación no puede explicarse por algocultural, porque los monopolios e stán entodos lados, y estuvieron en los noventa yno había inflación. Había o tras razones porlas cuales en esos años no hubo inflación:se reventaron los salarios, los preciosinternacionales no subían, había un tipo decambio fijo. ¿Domingo Cavallo qué hizo enese entonces? Aquí sirve recordar la frasede Voltaire, que dijo: “Maté a un rebaño deovejas con palabras mágicas, y unas gotitasde veneno”. Acá podría decirse lo mis mo:“Es la cultura, y estas gotitas de veneno quetambién están”. Vos podés pensa r que es l acultura, pero entonces tenés que explicar porqué en la convertibilidad no pasaba o por quéentre 2004 y 2006 nadie quería irse al dólar.

    –Hay un excesivo foco a nivel social en que el principal problema de la economía argentinaes la inflación. Sin embargo, la escasez dedólares es mucho más grave e importante queeso. ¿Cómo generar una política de captaciónde divisas que nos ponga a resguardo de esteciclo circular en el que estamos inmersos? ¿Laexperiencia internacional sirve para eso?

    –Sí, claro, sirve la experiencia de los paísesdesarrollados antes que se desarrollaran,una cosa que se oculta mucho. Hay algunoslibros que dicen algunas cosas interesantesen ese sentido. Uno de ellos es ¿Qué fue delbuen samaritano?, del coreano Ha-JoonChang, quien evidencia que no hay magia:esos países hicieron política intervencionistapara desarrollarse y aún la siguen haciendo.Los países se han industrializado paradesarrollarse y esa es una condiciónnecesaria. Hay que industrializarse, y eso

    generalmente se puede hacer a partir de lasvariables que controlas.

    –Entonces la pregunta es cuáles controlas ycuáles no.

    –Claro, las que no controlas son lasexportaciones. ¿De qué dependen lasventas externas de nuestra economía? Secorrelacionan con el PBI de los países quenos están comprando: si el PBI de esos paísessube, necesitan importar más y compranmás. No es por el precio, que está dadointernacionalmente. Cuando crecemos,también nos pasa lo mismo: necesitamos másimportaciones y compramos más. Todas esascosas se hacen en dólares. Entonces hay queconseguir los dólares, y estos se consiguen, alargo plazo, por exportaciones. Y esa es unavariable que no controlás, podés hacer algo,pero no mucho.

    ¿Qué podés controlar entonces? Lasimportaciones, porque dependen únicamentede nosotros. Si a un producto no lo comprásafuera, tenés que hacerlo, pero para ellohay que hacer política de sustitución deimportaciones. Todos los países que sedesarrollaron hicieron eso. Para eso seprecisa un Estado importante, que pasen losgobiernos y mantenga esa línea. En Argentinahay una cosa que es clara: en los períodos enque más se intervino en la economía, se creció

    más; y cuando se liberalizaron los mercados,se creció menos. Por supuesto que se puedeintervenir mejor, siempre se puede mejorar.Pero está claro que ningún empresario vaa hacer, por sí solo, nada para salvar a lapatria, porque en ningún lugar del mundolo hizo, siempre fueron los Estados lo quehicieron eso: los Estados llegaron a la luna y

    los Estados descubrieron América, fueron losque bancaron la guita para algo que no teníaganancia segura.¿Qué tienen los países desarrollados? Lamitad de la torta de PBI va a salarios, demanera directa o indirecta (subsidios, ensalud, en educación). Hay que llegar al fifty-fifty, ni siquiera estamos hablando de unajusticia absoluta, porque en una mitad estácontenida el 80% de la población. Eso se hacecon políticas industriales desde los Estados.Este gobierno nacional se equivoca cuando lepide a los empresarios que hagan algo por laPatria: no lo van a hacer. El Estado tiene quehacerlo, poniéndole la zanahoria, así van a irsolos, ni les tenés que decir que vayan. Es así ypasó durante todo el proceso inicial de NéstorKirchner.

    –¿Cómo evaluás las experiencias de laindustria electrónica en Tierra del Fuego olas terminales automotrices en Argentina,donde el Estado estuvo presente? ¿No estuvo losuficiente o no fue eficiente su intervención?

    –Allí el Estado no ha estado lo suficiente,porque está dejando que eso se desarrollesolo y así no se desarrolla nada. A lo mejorse logró reducir la pérdida de dólares porimportaciones, pero después hay que seguirincentivando al sector. Por ejemplo, tenemoslitio y Vaca Muerta. ¿Eso es riqueza? No,riqueza será cuando la podamos sacar, y porahora no tenemos la tecnología. La tienenempresas que no te la van a vender barata, porlo que vas a tener que aceptar algo a cambio.No existe la salida de “obliguémoslos adarnos la tecnología al precio que queramos”.Nos vamos a morir con el petróleo a tresmil metros de profundidad. El litio lo podésvender a otro para que haga la batería paracelulares, pero el Estado también podríanegociar –te van a acusar de vendepatria,pero la multinacional no iba a venir sinnegociación– y así poder exportar desdeacá las baterías para los celulares, a todoLatinoamérica, algo que ya está haciendoBolivia. ¿Cuál es el costo? Y, que viene unamultinacional y quiere un porcentaje delnegocio. Ahora, ¿la opción cuál es? Nada. Hayque reconocer relaciones de fuerza, y cuandovos tenés esas empresas en el país, le metés

    ingenieros y en el largo plazo podés pujar conuna empresa estatal que también empiece afabricarlas, es decir, vas consiguiendo otrascosas. La opción a eso es nada, exportarla sal que te compran, la chupan con unasmáquinas, la procesan y le incrementan suvalor en 500%. Bueno, quedémonos al menoscon una parte de eso y con el conocimiento.No es magia, siempre se negocia algo.  O

    *Periodista

    »Este gobierno nacional seequivoca cuando le pide alos empresarios que hagan algo

     por la Patria: no lo van a hacer.El Estado tiene que hacerlo,

     poniéndole la zanahoria, así van air solos, ni les tenés que decir quevayan.

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    E  NT  R E  V I   S T  A 

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    –En el libro hay un tono poético que siempremarcó tu obra... pero por ahí aparece un perromuy puteador... Un perro que insulta a todos y seinsulta a sí mismo.

    –El perro me permitió dibujar a un tipo depersonaje que también existe y que no abordodemasiado porque publico en  La Nación y en undiario no se puede putear, entonces, bueno, eneste libro, en el que tuve la libertad absoluta dehacer lo que quise, me permití dibujar un perro

    puteador. Que me gustó tanto, y me pareció tangracioso, que lo hice aparecer de nuevo másadelante en el libro. Aparece ahí, puteando almundo, ladrándole a Dios...

    Tute habla de libertad y su libro tiene por lomenos 300 gestos de libertad. Uno por página,y nos quedamos cortos. Quizá el que mássorprenda es la manera en la que el humoristava prescindiendo del remate. Como si se fueraliberando de una obligación del oficio: “Alprincipio del libro hay más remates, y despuésme fui desprendiendo. Fue un proceso natural, alprincipio veía que la página se iba terminando yquería rematar. Fue una costumbre que me tuveque sacar”. Sin esa her ramienta, las historiascomienzan a hilarse por signos de continuidad

    totalmente absurdos, caprichosos: el zoomse posa sobre un detalle de una viñeta que seconvierte en parte de la viñeta que sigue.

    Un avión de papel es uno de los personajesrecurrentes. Tal vez diga algo, ese papel, perono lo sabemos. En un momento el avión entraa una casa, por la ventana, en esa casa hay unaausencia: “Está en la casa. Quedó su olor. El olorde su presencia. Que ahora es el de su ausencia.Su olor en todas partes. Impregnado en la cama,en la silla, en los muebles. En los pájaros. En lacomida que cocino. En el verde. En el azul. Suolor en la luna”. Ese texto acompaña un viajepor las habitaciones vacías de un domiciliomisterioso. “Aún sigue en la casa”, dice la últ imaviñeta de esa serie.

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    –Está Caloi en la novela. Tu papá aparece porahí...

    –Yo creo que sí. Y está de un modo muy sutil.Aparece, y de hecho en algunos pasajes de lanovela ya no es tan sutil esa presencia. Hay unaparte de la novela que habla de una ausencia,y esa ausencia es la de mi viejo. Ahí yo sé queel lector va a creer que se está hablando de una

    ausencia de una pareja, porque de hecho despuésaparece una mujer con otra mujer y hablan deuno que se fue... pero en realidad a esa historiala dibujé y la escribí pensando en mi viejo, queademás aparece a cada rato en el libro.

     Dios, el hombre, el amor y dos o tres cosas más articula las obsesiones de su autor en un relatoque puede ser leído como si fuera el guióngráfico de una película, y de hecho hay variasherramientas del cine en funcionamiento: zoom,travelling, planos secuencias. Por momentosda la sensación que de poder proyectar cuadroa cuadro el libro, el resultado se pareceríaa una película de animación, un filme sinprotagonista y sin argumento, pero con unaunidad indiscutible. La novela de Tute pasa dela reflexión en torno de la idea de Dios a un juegosobre el viaje en el tiempo, a una conversación

    sobre la insatisfacción como modo de estar enel mundo, a un primer plano de un tipito quese parece mucho al vecino más triste que hayastenido. Hay un viaje espacial con un astronautaporteño insoportable, y dos mujeres que lidiancon sendos Hugos. ¿Qué une esas historiasestrafalarias y sencillas al mismo tiempo?Una especie de alegre melancolía. Parece unaparadoja. Pero de esas paradojas está hecha lapoesía.

    –¿Sos tan melancólico como tus dibujos?

    –Puede ser que a través de mis dibujos desarrollealgunas obsesiones, y entonces aparezcan conmayor magnitud. Probablemente yo no sea tanmelancólico como mis dibujos, pero sin dudasesa melancolía y esos dibujos son una parteimportante de mí. Cuando tenía 20 años y me

    preguntaban si era melancólico, respondíaque no. Me desmarcaba de ese mote porque nome gustaba. Me parecía una enfermedad. Yodecía que me ponía en un lugar favorable parala creación. Pero ahora te digo, con 40 años,que ya no me puedo hacer el gil y que asumo mimelancolía.

    Las dos chicas que esperaban para entrevistar aTute prueban la cámara con gesto de pedirnosque la cortemos. Usan también la estrategiade mirarlo a cada rato. Dan ganas de pedirlespaciencia. Explicarles que en esta mesa ya sehabló de Dios y del amor, y del hombre. Que nosfaltan cubrir dos o tres cosas más. O

    *Periodista

    » Al principio del libro hay másremates, y después me fuidesprendiendo. Fue un procesonatural, al principio veía que la

     página se iba terminando y queríarematar. Fue una costumbre queme tuve que sacar.

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    desde hace años. Además del estudio y lasgrabaciones experimentales, ha presentadocomposiciones propias sobre poemas deAntunes en diferentes espacios. Un abordaje

    nacido desde el amor, un amor a primer oídoque conectó música y palabras con intensidad.

    El encuentro personal con el poeta brasileñollegó de manera natural, igual que aquel amor:a las primeras grabaciones que enviamos porcorreo electrónico Antunes respondió conentusiasmo y generosidad. Así fue naciendola idea de invitarlo a Córdoba. Cuandocomenzábamos a organizar el I FestivalInternacional de Poesía, él estaba en losprimeros lugares de nuestra lista de sueñosy lecturas. “A esta primera edición no voya poder viajar –nos decía–, pero no dejende invitarme a la próxima”. No dejamos debuscar, claro. Y fue así que en marzo de 2013Jenny y Antunes compartieron escenario, enel II Festival de Poesía, cuando el brasileño

    deslumbró con una inolvidable performancepoética ante 700 personas.

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     M Ú  S I   CA Y L I  T  E R 

    A T   UR A 

    El miércoles 29 de octubre habrá unencuentro de planetas musicales en la Salade las Américas. En coproducción con la UNC,Jenny Náger y el sello local Viento de Fondo

    presentarán su nuevo proyecto, el libro-disco Estamos, con la presencia del completísimoartista brasileño Arnaldo Antunes y un equipode artistas que reúne lo mejor de la músicacontemporánea de nuestra ciudad.En una aproximación al universo Antunes,Jenny Náger desarrolla este nuevo disco quedeviene de su particular mirada sobre la obrapoética del gran artista brasileño.

    Arnaldo Antunes es una de las personalidadesmás importantes del arte brasileñocontemporáneo. Poeta, cantante, letrista,diseñador gráfico, investigador de múltipleslenguajes, desde la caligrafía y la tipografíahasta la poesía visual y la fotografía, ArnaldoAntunes desarrolla una enorme y sólida obraque siempre ancla en la palabra. La palabra en

    sus sentidos y como conjunto y juego de signosgráficos: un disparo de sonidos e imágenes devibrante estallido filosófico.Participante del movimiento concreto conHaroldo de Campos y Décio Pignatari, suobra poética es prolífica y variada. Entre susúltimos libros: 40 escritos, Outros 40,  Instanto y  Las cosas, edición en castellano que el sellouruguayo Yaugurú presentó en Córdoba en2013, en el marco del Festival Internacional dePoesía.Es también una figura central de la músicacontemporánea. Ha sido parte del grupoTitãs, la banda de rock más importante deBrasil en los ochenta. En los últimos añosformó parte del proyecto Tribalistas, junto aMarisa Monte y Carlinhos Brown, con granrepercusión internacional. Además, Antunes

    ha compartido escenarios y grabaciones conun ejército de notables del mundo entero,desde Gilberto Gil a Arto Lindsay y JaquesMorelenbaum, desde Caetano Veloso y ChicoBuarque a Adriana Calcanhotto, Lenine y RitaLee, entre muchos otros.Recientemente ha lanzado, con su sello RosaCeleste, su último trabajo discográfico, “Disco”.

    Una pequeña historia

    La compositora y cantante cordobesa JennyNáger viene recorriendo la poesía de Antunes

    Después, en formato fogón, Arnaldo yunos cuantos amigos, poetas y músicosuruguayos y argentinos compartirían unazapada interminable en la Casona Dadá deSan Vicente. En una casa de amigos, Antunestocó y cantó toda la noche con una entrega sincálculo, y así lo recibimos ahora.

    Otra vez parte del Club

    El corolario de este largo recorrido es un discopersonal y potente: “Estamos - Música aprimer oído”, una lectura incl asificable sobrela poesía del versátil artista brasileño. Enformato de canciones, paisajes, secuencias eimpresiones musicales, Jenny Náger fusionaritmos y juega con la idea de un gran escenariode música y poesía popular.

    Jenny intenta llegar a ese territorio con lacompañía de destacados músicos cordobeses.En la etapa de preproducción del disco, ycomo en “No me busques en el frío”, nuestroTiti Rivarola, que sigue viviendo ahí, hondo,en la música de nuestros corazones. Después,el timón de los botones quedó en manosdel pianista y productor Germán Nager,responsable también de los teclados. Y esteequipo: Franco Dall’Amore y Félix Scotto enguitarras, Paola Bernal en voz, Tebi Giordanoen percusión, y coros de Luci y Eli Rivarola,Julieta Ghibaudo, Agos Gentili, MarielaCarrera, Ornela Lanzillotto, Andrés Arias yRocío Yacobone. Por cierto, el propio ArnaldoAntunes participa con su voz en tres temas.En diálogo con el disco, un breve libro reúnediez poemas de Antunes en formato bilingüe,con traducción de Gastón Sironi. Todo desdeel sello independiente Viento de Fondo, luegodel antecedente de  Ahora / No me busques en elfrío, disco-libro que fuera seleccionado por elClub del Disco de Buenos Aires y distinguidocon el Premio Alberto Burnichon al mejor libroeditado en Córdoba.

    Ahora, con este nuevo proyecto, el Club delDisco ha escogido por segunda vez el trabajo deJenny Náger. Al presentar su selección del mesde septiembre, dice la reseña del Club: “Muchalibertad creativa en la composición, asociadaa la cultura rock. Desprejuiciadamente, JennyNáger escapa a cualquier clasificación posible.Y esta colaboración con Arnaldo Antunes (otroque no se puede encasillar) está a la altura desus talentos y al mismo tiempo es universal.La voz de Náger es un portento: puede adoptartimbres y tonos muy diversos; es sumamenteflexible y adaptable a lo que tiene que cantar,o decir. Una producción musical bastanteexuberante, pero también capaz de momentosde sobriedad, con canciones pegadizas a laprimera escucha y un notable equilibrio con las

    duraciones y la expectativa, hacen de este discoun material inusual y precioso. Apenas terminaqueremos e scucharlo de nuevo”.El libro-disco puede leerse y escucharse en elsitio de Viento de Fondo: vientodefondo.com.

    Será la primera vez que Antunes participe de unshow en nuestra ciudad. Mientras trabajamosen la urdimbre de este sueño, imaginamos verloarriba del escenario, compartiendo con Jennylas canciones que ella descubrió en su poesía. O

    *Escritor, editor

    Música a primer oído:Jenny Náger con Arnaldo

    Antunes en la UNC Junto al enorme Arnaldo Antunes, Jenny Náger presenta a finalesde octubre el disco-libro Estamos en la Sala de las Américas.

    Gastón Sironi*

    Estamos. Música a primer oído Jenny Náger sobre textos de ArnaldoAntunesViento de fondo ed., Córdoba, 2014

    + info | El showMiércoles 29 de octubre - 21 hsSala de las AméricasInvitado especial: Arnaldo AntunesEntradas anticipadas en Disquerías Edén

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    DE B A T  E 

    Si nos ponemos a pensar, nadie inventó nada.

    Gieco le copió a Bob Dylan y Keith Richards lecopió a Charly García, como lo afirmó con actitudSay No More el padre de “K ill Gill”, un disco quese empezó a difundir en las redes mucho antes decontar con la edición final del sello discográficoEMI, con el cual García había firmado contrato.

    Ni siquiera el título de esta nota es original. La ideade encontrarse e n “orsai”, fuera de juego f rente alas reglas de la industria, fue un invento del señorHernán Casciari. Afortunadamente, Casciarijamás leerá esta nota y muy probablementetampoco tenga entre manos presentar unademanda judicial por violación a sus derechoscomo autor.El creador, primero del blog y después, de larevista Orsai conoce muy bien cuán destrozadosquedan los derechos de los autores al intentarformar parte de un mercado editorial concentrado.Además sabe que “Orsai” ya no es de su exclusivapropiedad, sino que le pertenece también a lacomunidad de miles de lectores que compraron ydistribuyeron su revista en todo el mundo.

    Una buena parte de estos lectores comprometidoses de origen cordobés. Junto con Montevideo,Rosario y Buenos Aires, Córdoba cuenta conuna de las mayores comunidades “Orsai” detodo el planeta tierra. Y esto no es casual. Enesta provincia alejada del mar, las experienciasculturales de organización colectiva hacen olas yforman parte de una extraña obstinación que enlos últimos años se ha convertido en sello propio.

    Quizás una de las experiencias más próximas enel tiempo sea la del nunca tan nombrado, “Cinecordobés”. Con la nueva marea de produccio neslocales –post Ley de Servicios de ComunicaciónAudiovisual– salieron a la cancha películas como

     El invierno de los raros (Dir. Rodrigo Guerrero), De Caravana (Dir. Rosendo Ruiz),  Hipólito (Dir.Teodoro Ciampagna) y por estos días estánasomando Tres D (Dir. Rosendo Ruiz) y  Atlántida (Dir. María Inés Barrionuevo) dos nuevas apuestasque se animan a contarle al mundo (ya sucedióen Bafici, en el Festival Internacional de Cine deRotterdam e incluso en el Festival de Cine de Berlín“Berlinale”) que los productores audiovisualescordobeses no están dispuestos a ceder ante unmercado históricamente concentrado en BuenosAires y reglado por las recetas de Hollywood.Claro que en el caso del audiovisual, resultaronfundamentales las políticas públicas de aliento a la

    producción a través del Instituto Nacional de Cine

    y Artes Audiovisuales (INCAA), institución quetambién dio un empujón a las productoras locales,a través de los concursos federales, para insertarcontenidos propios en las nuevas pantallas de laTelevisión Digital Abierta (TDA). Solo en 2010,año en que se produjo una especie de boom delsector, el Ministerio de Planificación Federal de laNación inyectó en la Provincia cerca de 5 millonesde pesos para la realización de series de ficción ydocumentales.Así, en el marco de esta nueva ola audiovisual,surgieron productos netamente cordobeses como Edén,  La Purga,  La 40,  Las otras Ponce, Corazónde Vinilo y Córdoba Castings que se animarona abandonar el “porteño neutro” para asumirel arrastre de la tonada y proyectarlo hacia elterritorio nacional.

    Pero además de contar con un Estado presente,los productores audiovisuales de Córdobatambién se las rebuscaron con estrategias definanciamiento colectivo. La película  El espacioentre los dos, dirigida por Nadir Medina, un jovenguionista y director cordobés, fue realizada demanera independiente, a través de un sistemadenominado “crowdfounding”, que en criollosignifica: financiación en masa. Esta herramientaque actualmente utilizan reconocidos directores,

    como David Lynch, le sirvió al equipo de  Elespacio... para recaudar cerca de 10 mil pesos, lamitad del presupuesto total de la película que, porcierto, fue notoriamente bajo.

    Otros cordobeses también recurrieron a estaalternativa de financiamiento colectivo. Elperiodista de los SRT Víctor Pintos utilizó el portal Idea.me para recaudar fondos para la reediciónde uno de sus libros. Pintos relanzó el trabajo enel cual cuenta la historia de José Alberto Iglesias,más conoc ido como “Tanguito”, luego de quepudo recuperar los derechos que había cedido a la

    editorial Planeta en la década del 90 y en base alaporte de cientos de potenciales lectores.Editoriales independientes como “Ediciones de laTerraza” recurrieron también al crowdfounding através del portal “Pan al de Ideas”, que les pe rmitefinanciar la publicación de sus libros e ingresarluego con el producto al circuito de las librerías.

    La venta anticipada, implica de alguna maneraun compromiso directo entre el artista o

    pequeño productor y el consumidor, salteandointermediarios. Quien realiza la compra setransforma así en una suerte de mecenas y se veincluido en el circuito de producción del libro,del disco o de la película que aún se encuentra enestado de “prome sa”.

    Para contrarrestar la concentración de la industriadiscográfica, la liberación de singles o la difusiónde discos completos en la web, también sonestrategias cada vez más visitadas por estaslatitudes. Lucas Heredia fue uno de los primerosque se animó a subirse a la movida que ya habíalanzado al mundo la banda  Radiohead cuandoliberó el conten ido de su disc o “In rainbows”,conservando la propiedad de los derechos sobrela obra.El sello cordobés “Ringo Discos” también seatrevió a cuestionar las reglas de la industria.

    Los discos de los artistas con los que trabaja seencuentran disponibles en la web para escucharlosy descargarlos de manera gratuita. Lo curiosoes que, poniéndonos Bourdieanos, este tipo deestrategias no son exclusivas de los músicos ‘pococonsagrados e n el campo’. Hurgando un poc o lared es posible encontrarse también con artistasexitosos, quizás no tan mundialmente masivoscomo Radiohead, que deciden liberar parte de susproducciones en sitios como Taringa!De alguna manera, el mensaje entrelíneas queadvierten estas prácticas orientadas a compartiren las redes, es que la industria discográfica estáen vías de extinción y que el disco no representael principal ingreso para un artista. De hecho,Carlos “la Mona” Jiménez es prácticamente elúnico artista local que logra vender sus discoscomo pan caliente. Para el resto, la realización deshows se transformó en la principal manera desostener la actividad, siempre pensada por fuera

    de los contratos leoninos de los grandes sellos queconcentran el mercado nacional e internacional(Universal, Warner y Sony Music) y que defiendenlos derechos de propiedad intelectual en beneficiopropio.

    De todos modos, es cierto que si bien el mercadose encuentra en plena transformación, el CDtodavía es la carta de presentación de un artista yproducirlo representa todo un desafío económico.Además de los costos fijos de grabación, diseñográfico y masterización del material, el artistadebe resolver el copiado y luego la distribución.En el caso de la música, las alternativas definanciamiento vía crowdfounding  permitencalcular la cantidad de copias en función de lademanda real y resuelven al mismo tiempo ladistribución. Artistas y grupos locales como LaViajerita, Viaje a un Minúsculo Planeta, Un díaperfecto para el pez banana, Enrico Barbizi y Diego

    Marioni, entre otros, recurrieron a campañas depreventa a través de Facebook o del viejo “de bocaen boca” para editar de ese modo su obra musical.

    Las experiencias de financiamiento colectivoen Córdoba son infinitas y jugar en “orsai” esprácticamente una marca registrada para losartistas de por acá. Quizás el mayor desafío y elmérito más importante de los músicos, los editoresy los realizadores locales sea el de imaginar yconcretar colectivamente cosas imposibles. O

    *Periodista

    Córdoba en orsai:estrategias para jugar al

    margen de la industriaComunidades de lectores que compran libros antes de que salgan, músi-ca circulando libremente en la web y financiamiento colectivo para hacerpelículas. Artistas locales que se la juegan y públicos comprometidos quese ponen la camiseta. El objetivo: dejar fuera a los intermediarios.

    Soledad Soler*

    »Quien realiza la compra setransforma así en una suerte

    de mecenas y se ve incluido en elcircuito de producción del libro,del disco o de la película queaún se encuentra en estado de“promesa”.

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     M Ú  S I   CA Y L I  T  E R 

    A T   UR A 

    Hay periodismo, hay pasión, hay humor ybelleza. Hay datos precisos y preciosos ytambién reflexiones en varias capas de sentido.Hay música, cine, videojuegos, literatura,fenómenos populares y no tanto. Hay personajesde todo tipo y más de una historia increíble. Yesta podría ser la síntesis de la línea editorial y el

    espíritu de más de una revista cultural. Pero no.Es, apenas, un escueto resumen del contenido y laforma de  La vida de Spencer Elden (y otros apuntesde cultura pop).

    Editada por Llanto de Mudo como acto inauguralde su colección Extralife y constituida comoun objeto de colección en sí mismo (con cuatrointeresantísimas portadas alternativas), lapublicación permite extraer dos conclusionesmás que significativas. A) Heinz es uno de losperiodistas cordobeses más finos y precisos,tanto en sus ideas como en su lenguaje. Suestilo queda al descubierto en este conjunto deartículos seleccionados y sus virtudes comoescritor, como cronista y como pensador son lacolumna vertebral que sostiene la amenidad y laastucia del libro. B)  La vida de Spencer Elden... esmucho más que un buen compendio de buenos

    escritos periodísticos. Su forma, su capacidad deabarcar diferentes temáticas sin perder la línea, lavariedad de personajes y problemáticas asociadosa la cultura contemporánea que contiene y elmencionado estilo de Heinz llegan todavía unpoco más allá. O sea: se animan a defenderexplícitamente un modelo de lectura asociado a lavorágine y la inmediatez, aunque con la palabra ysu profundidad ya no como obstáculos, sino comoprincipales aliados.

    Con anotador a mano o, mejor aún, con unapestaña virtual lista para bucear en YouTube, La vida de Spencer Elden... se lee como medioy no únicamente como fin. Replicando elmodelo retromaníaco del crítico inglés SimonReynolds, Heinz aporta una infinidad de datos,afirmaciones y anécdotas que invitan a seguirinvestigando más allá de las páginas del libro.Es cierto, gran parte de lo que está ahí para ser

    leído ya fue incluido en otros medios, en otrosmomentos, con otros tiempos de edición. Nohay novedades en sí mismas, pero sí una pasiónmanifiesta por el oficio. Periodismo que invita aconocer, que seduce y que deslumbra en tiempoy espacio récord. Y que no duda en ser honestoy autobio