TESIS COMPLETA - hera.ugr.es · TESIS COMPLETA Author: Francisco Subject Keywords Created Date:...

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Departamento de Análisis Geográfico Regional y Geografía Física Programa de Doctorado: El Análisis Geográfico en la Ordenación del Territorio TESIS DOCTORAL CRISIS ECOLÓGICA Y GEOGRAFÍA PLANTEAMIENTOS Y PROPUESTAS EN TORNO AL PARADIGMA ECOLÓGICO- AMBIENTAL Director: Rafael Hernández del Águila Autor: Francisco Javier Toro Sánchez Granada, mayo 2011

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  • Departamento de Anlisis Geogrfico Regional y Geografa Fsica Programa de Doctorado: El Anlisis Geogrfico en la Ordenacin del Territorio

    TESIS DOCTORAL

    C R I S I S E C O L G I C A Y

    G E O G R A F A

    P L AN TE AM IEN TO S Y P R OPU E ST A S E N TO R NO AL P AR AD IGM A E C OLG IC O -

    AM B I E NT AL

    Director: Rafael Hernndez del guila Autor: Francisco Javier Toro Snchez

    Granada, mayo 2011

  • Editor: Editorial de la Universidad de GranadaAutor: Francisco Javier Toro SnchezD.L.: GR 3793-2011ISBN: 978-84-694-4446-7

  • Imagen de portada: The Heart of Andes (1859) F. E. CHURCH NOTA: El ao en el que se expuso este cuadro coincidi con la publicacin de El origen de las especies de C. DARWIN y con la muerte de A. VON HUMBOLDT, padre de la Geografa moderna.

  • C R I S I S E C O L G I C A Y

    G E O G R A F A

    P L AN TE AM IEN TO S Y P R OPU E ST A S E N TO R NO AL P AR AD IGM A E C OLG IC O -

    AM B I E NT AL

    Autor: Francisco Javier Toro Snchez

    Director: Dr. Rafael Hernndez del guila

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    A mis padres,

    por ensearme la geografa de la vida

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    AGRADECIMIENTOS

    Seran incontables las personas a las que he de agradecer su apoyo e inters para que esta

    tesis se llevara finalmente a cabo.

    He de agradecer de una manera muy emotiva al Prof. Rafael Hernndez del guila por un

    doble motivo. En primer lugar, por su acertada tutela, sus aportaciones claves y por

    despertarme el entusiasmo y la preocupacin por el medio ambiente, razones, todas ellas,

    que han sido decisivas para que yo me decantara por una investigacin de este tipo. En

    segundo lugar, y ms importante que lo anterior, por su amistad, el afecto y la confianza

    que me ha mostrado en los momentos ms difciles. Gracias por hacerme ver cosas que

    antes no vea. Gracias por abrirme la mirada.

    Al Departamento de Anlisis Geogrfico Regional y Geografa Fsica de la Universidad de

    Granada por las comodidades que me han ofrecido para que pudiera desarrollar mis tareas

    de investigacin, especialmente a su director, el Prof. Francisco Rodrguez Martnez. A su

    vez quisiera tener un sincero reconocimiento a todos mis compaeros y amigos de

    Departamento, as como a los del Departamento de Geografa Humana, pues todos ellos

    han dejado huella en mi formacin como gegrafo y como investigador durante los aos

    de licenciatura y doctorado (Miguel ngel Snchez, Miguel ngel Villacreces, Maite

    Camacho, Rafael Machado, Diego Compn, Mara Elena Martn-Vivaldi, etc.). Gracias

    tambin a Enrique Fernndez y Puerto Ventanas por la honesta ayuda con la que hacis

    ms fcil nuestro da a da.

    Quisiera agradecer especialmente a los profesores Francisco Villegas Molina y Francisco

    Ortega Alba por la pasin y el esfuerzo que han dedicado durante tanto tiempo a la

    Geografa Fsica. Sus didcticas y animadas clases marcaron el principio de este sendero por

    distintos paisajes geogrficos y estoy en deuda con ellos.

    A mis compaeros gegrafos y ambientlogos del rea de Urbanstica del Departamento de

    Expresin Grfica, con los que he compartido preocupaciones sobre la tesis y asuntos de la

    vida (Prof. Luis Miguel Valenzuela, en primer trmino, y a Roco, Julio, Fran, Mercedes,

    Rubn, Miguel, as como a Mabel). En especial, me gustara agradecer al Prof. Alberto

    Matarn su amistad y apoyo durante estos ltimos aos, quien me animado a seguir

    adelante, pese a las dificultades. Mi afectuoso agradecimiento a mi amigo Yasser con el que

    me he sentido menos slo en estas lides investigadoras. Gracias por tu apoyo final y por

    ayudarme a decolonizar el pensamiento.

  • [ 4 ]

    Agradezco a la School of Geography de la University College of Dublin las facilidades que

    me ofrecieron para que pudiera desarrollar mi estancia. Gracias, en especial, a la Prof.

    Vernica Crossa y a su marido quienes me dieron acomodo los primeros das y que me

    hicieron sentir como en casa.

    Gracias a todos mis amigos y personas que alguna vez habis soportado mis divagaciones

    tericas; vuestro apoyo y afecto han sido fundamentales para que esta tesis viera finalmente

    la luz. Todos estis reflejados en estas reflexiones (Migue, Laura, Ana, Fernando, Paqui,

    Teresa, Rafa, Maite, Leticia, Guadalupe, Jos, Annie gracias por el ingls, y a todos mis

    amigos de San Pedro, Marbella y Granada). Agradezco, finalmente, a toda mi familia

    (abuelos, tos y primos). En especial, a mi hermano, por la paciencia y por su confianza y,

    sobre todo, a mis padres, a quienes les debo lo que tengo pero, especialmente, lo que soy.

  • [ 5 ]

    La vida slo puede ser comprendida hacia atrs,

    pero nicamente puede ser vivida hacia delante.

    SREN KIERKEGAARD

    El nivel de velocidad es directamente proporcional

    a la intensidad del olvido

    M. KUNDERA

    Gran parte de las dificultades por las que atraviesa el mundo

    se deben a que los ignorantes estn completamente seguros

    y los inteligentes llenos de dudas

    BERTRAND RUSSELL

    Nada es suficiente para el hombre,

    a quien aquello que es suficiente le parece poco

    EPICURO

  • [ 6 ]

    Toda lengua es un antiguo bosque de la mente,

    una cuenca fluvial del pensamiento,

    un ecosistema de posibilidades espirituales

    WADE DAVIS

    La cuestin no es qu miras, sino cmo miras y si ves.

    H. D. THOREAU

    El principito se sent sobre la mesa y resopl un poco. Haba viajado tanto!

    - De dnde vienes? le dijo el Seor anciano.

    - Qu es ese libro gordo? dijo el principito. Qu hace usted ac?

    - Soy gegrafo dijo el Seor anciano.

    - Qu es un gegrafo?

    - Es un sabio que sabe dnde se encuentran los mares, los ros, las ciudades, las montaas y los desiertos.

    - Eso es muy interesante dijo el principito. ste es, por fin, un verdadero oficio!

    ANTOINE DE SAINT-EXPERY. El principito

  • [ 7 ]

    RESUMEN

    El fenmeno de la crisis ecolgica planetaria est despertando un inters creciente

    en el campo acadmico e investigador. En los ltimos aos, los procesos de deterioro social

    y ambiental se han incrementado notablemente como consecuencia de importantes

    transformaciones que estn teniendo lugar en los modos de concebir y usar el medio como

    soporte biofsico, pero tambin como construccin social. La globalizacin y la era

    postmoderna actuaran como los dos grandes ejes interpretativos de los conflictos actuales

    entre ser humano y medio. Estas cuestiones forman parte del inters de la Geografa, por lo

    que, en principio, jugara una baza fundamental a la hora de dilucidar y comprender las

    causas que subyacen en la crisis ecolgica contempornea y los procesos vinculados a esta

    nueva realidad geogrfica. Sin embargo, la posible utilidad de la Geografa como una

    ciencia ocupada y preocupada por las cuestiones ambientales debe ser revisada a la luz de

    nuevas propuestas y planteamientos que surgen del paradigma ecolgico-ambiental. En

    consecuencia, este trabajo se propone, en primer lugar, realizar una caracterizacin de la

    crisis ecolgica contempornea desde la perspectiva geogrfica, para luego valorar la

    posicin de la Geografa en algunas de las propuestas que estn surgiendo del nuevo

    paradigma ecolgico-ambiental (transdisciplinariedad, ciencia posnormal, tercer cultura,

    tica planetaria, etc.). El objetivo final es ofrecer argumentos relevantes que permitan

    evaluar la Geografa como una ciencia para la sostenibilidad y como una perspectiva til

    en torno a la definicin y consolidacin del nuevo paradigma. Para ello se cuenta con un

    recorrido bibliogrfico sobre la crisis ecolgica, sobre aspectos filosficos y epistemolgicos

    relativos al medio ambiente y sobre las conexiones tericas y conceptuales de la Geografa

    con el estudio de la problemtica ambiental.

    PALABRAS CLAVES: Geografa, medio ambiente, crisis ecolgica, paradigma ecolgico-

    ambiental, transdisciplinariedad, globalization, perspectiva geogrfica, desterritorializacin,

    tica planetaria.

    ABSTRACT

    Global ecological crisis is attracting growing interest in academia and research. In recent

    years, social and environmental degradation have increased markedly as a result of major

    changes taking place in the ways of understanding and using biophysical environment as

    support, but also as a social construction. Globalization and postmodern would be two

  • [ 8 ]

    main lines of interpretation of the current conflicts between humans and environment.

    These issues are part of the interest of geography. So that, Geography would play a

    important role in elucidating and understanding the causes of contemporary ecological

    crisis and processes connected to this new geographic reality. However, the potential

    usefulness of geography as a science concerned about environmental issues should be

    reviewed in the light of new proposals and approaches that arise from the eco-

    environmental paradigm. Accordingly, this research proposes, firstly, characterizing

    contemporary ecological crisis from a geographical perspective, and then, assessing the

    position of geography in some of the proposals emerging from new paradigm of eco-

    environmental (transdisciplinarity post-normal science, third culture, global ethics, etc.).

    The ultimate goal is to offer arguments relevant to assess the Geography as a science for

    sustainability and useful "perspective" around the definition and consolidation of the new

    paradigm. We provide by a bibliographic review of ecological crisis, philosophical and

    epistemological aspects relating to the environment and theoretical and conceptual issues

    concerning geography and study of environmental problems.

    KEY WORDS: Geography, environment, environmental crisis, eco-environmental

    paradigm, transdisciplinarity, globalization, geographical perspective, deterritorialization,

    global ethics.

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    INTRODUCCIN

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    INTRODUCCIN

    I. ANTECEDENTES Y CONTEXTO DE PARTIDA

    El estudio del medio ambiente y su problemtica viene ocupando un lugar central

    en la investigacin cientfica desde hace varias dcadas. Durante este perodo se ha

    reconocido e insistido en que el problema ambiental es un fenmeno que, en trminos

    geogrficos, alcanza magnitudes planetarias, traspasa las fronteras de Estados y territorios y

    se manifiesta en complejos procesos, dinmicas y dialcticas entre sistemas humanos y

    sistemas naturales a distintas escalas (de lo global a lo local y viceversa). Han sido muchos

    los enfoques y formas de abordar la problemtica ambiental que han emanado del campo

    cientfico, y esto llevara a pensar que contamos con un conocimiento suficiente mediante el

    cual podamos afrontar con garantas los retos actuales y futuros que plantea y plantear la

    crisis ecolgica planetaria.

    El inters por el estudio y el conocimiento de un problema de tal envergadura ha

    supuesto el principal campo de reflexin del profesor R. HERNNDEZ DEL GUILA en el

    rea de Geografa Fsica del Dpto. de Anlisis Geogrfico Regional y Geografa Fsica de la

    Universidad de Granada, una lnea de investigacin terica ampliamente dilatada (ms de

    treinta aos), que tambin llev a incursiones ms aplicadas en el mbito de la gestin,

    como supuso, por ejemplo, la coordinacin de la Agenda 21 Local de Granada durante seis

    aos (2000-2006). Dicha reflexin se materializ, en un momento inicial, en dos trabajos:

    una Memoria de Licenciatura dirigida a profundizar, desde un punto de vista terico, en la

    lnea ecolgica dentro del pensamiento y los estudios geogrficos y una Tesis Doctoral que

    llevaba por ttulo El sistema hombre-medio y la crisis ecolgica: aportaciones para un

    nuevo paradigma cientfico (1984). Tal y como indica su ttulo, se planteaban dos hechos

    que an hoy siguen despertando multitud de interrogantes en el seno de la comunidad

    cientfica: por un lado, el problema de la crisis ecolgica como un estado de desequilibrio

    entre ser humano y medio ambiente; por otro lado, la necesidad de definir un nuevo

    paradigma (el propio autor enfatizaba en su no exclusividad cientfica) para afrontar el

    cambio ecolgico.

    Parece obvio que realizar una aproximacin general de este calibre sobre dos asuntos

    tan complejos y difciles de acotar iba a resultar una tarea ardua y titnica que, en cualquier

    caso, no quedara cerrada, ni mucho menos, con la realizacin de esta tesis doctoral. Ms

    an cuando los propios asuntos ambientales no son precisamente realidades estables y

    fciles de simplificar, sino todo lo contrario. Pese a ello, sorprende que muchas de las ideas

    y reflexiones que tuvieron cabida en este trabajo no han perdido un pice de actualidad.

  • [ 12 ]

    Cabe especular que si nada ha cambiado en todo este tiempo (luego matizaremos esta

    asercin) es porque existen una serie de hechos o factores que se mantienen vigentes y a los

    que el autor dedic una atencin prioritaria: lo que podramos denominar, la

    sintomatologa de la crisis ecolgica global, es decir, las causas que dan origen y que

    alimentan el conflicto sociedad-naturaleza contemporneo hasta hacerlo un problema

    civilizatorio y de dimensiones planetarias. En la mencionada tesis se exploraron algunos de

    los factores ideolgicos, culturales y psico-sociales que subyacen en el conflicto sociedad-

    naturaleza, para lo cual fue fundamental la formacin geogrfica adquirida en aos previos,

    as como un enorme y exhaustivo recorrido bibliogrfico que, sin duda, ofrecieron una gran

    credibilidad y fundamentacin a las reflexiones y conclusiones que en este trabajo se

    llegaron. El objetivo final no era pararse en esta diagnosis, que ya de por s legitimaba su

    labor investigadora, sino en proponer y reivindicar la necesidad de un paradigma ecolgico-

    ambiental en las relaciones ser humano-entorno, lo que daba a entender que haba ciertas

    formas por las que el ser humano estaba entendiendo, usando y valorando la naturaleza que

    eran inadecuadas y que requeran de una profunda revisin y de nuevas propuestas. Sin esta

    reforma del conocimiento, de la cultura y de la tica no seran concebibles y

    operativizables unas formas de bienestar y desarrollo humano que fueran conscientes de la

    naturaleza como sustento vital y espiritual, lo que ahora se conoce ms popularmente como

    sostenibilidad o desarrollo sostenible.

    Pero, como decimos, si lo que podramos denominar, el problema cultural de la

    crisis ecolgica planetaria an se mantiene vigente, nos lleva a plantear que esta deseada

    revisin en la que viene insistiendo desde entonces el profesor HERNNDEZ DEL GUILA no

    se ha producido realmente. Al menos, desde este punto de vista, cabra preguntarse si

    realmente nada ha cambiado en todo este tiempo?

    Una primera observacin, llevara a pensar que hay hechos que indicaran que s han

    cambiado cosas, al menos en lo que se refiere a la toma de conciencia del problema

    ecolgico. En todo este tiempo la preocupacin por el uso humano de la Tierra y sus efectos

    no ha hecho sino crecer. Hoy da el medio ambiente est en boca de todos: en los

    crculos acadmicos, en el mundo empresarial, en el mercado, en el mbito institucional, en

    la gestin poltica y, en general, en la vida cotidiana. La popularidad de la que gozan desde

    hace ya varias dcadas los temas ambientales (y ahora insistiendo especialmente en el

    cambio climtico), indicaran que stos ya no slo son cuestiones sobre las que se ocupen y

    preocupen de un modo exclusivo cientficos e intelectuales. La crisis ecolgica ha servido

    para configurar una idea de sociedad global, en la que individuos, pueblos y territorios

    estn conectados entre s y afectados por las serias advertencias ecolgicas y en el que todos,

  • [ 13 ]

    de una forma u otra, estamos comprometidos con la causa ambiental (el propio

    desarrollo sostenible parece actuar como aglutinante).

    Pero dicha aceptacin no es suficiente para valorarlo como un cambio sustancial.

    Como el propio R. HERNNDEZ DEL GUILA ha expresado en ms de una ocasin, esta

    preocupacin mayoritaria hace sospechar que, en el fondo, el medio ambiente es una forma

    de estar al da o a la moda1, ms que una necesidad o exigencia vital. La sensibilidad

    ecolgica presenta, en realidad, un comportamiento oscilante, con altibajos, cuando los

    problemas ambientales exigen compromisos ms estables, duraderos, a largo plazo. La

    popularizacin del medio ambiente y de sus palabras fetiche (el mencionado desarrollo

    sostenible, lo ecolgico, lo verde, etc.) no ha ido en concordancia con una reflexin en

    profundidad sobre las implicaciones que estos trminos tienen. El uso indiscriminado que

    ha experimentado la semntica ambiental ha propiciado un clima de confusin y

    ambigedad en el que se han banalizado y descuidado sus significados y planteamientos ms

    razonables. Se ha logrado as una conciliacin mediante el lenguaje, en la que toda

    propuesta saliente del discurso ambiental parece sonar a lo mismo, pero en la que, sin

    embargo, es obligado efectuar importantes diferenciaciones.

    Todo ello viene a mostrar que, en la prctica, la preocupacin ambiental y, ms an,

    la responsabilidad contrada en cuanto al uso individual y colectivo de la naturaleza, tiende

    a disiparse o a no ser lo suficientemente importante en aquellos aspectos que ms interesan

    a la ciudadana. Se observa, por lo general, que los aspectos relativos al medio ambiente

    suelen ocupar un segundo plano o se aslan de los intereses especficamente sociales

    (economa, trabajo, salud, educacin, etc.). En esta jerarquizacin de prioridades ha

    influido notablemente el reciclaje de la lgica capitalista. El conformismo y la anestesia

    que ha provocado sobre la sociedad de consumo una prctica de adquisicin ms flexible

    y presuntamente desmaterializada ha servido para encubrir la carga ecolgica real que

    lleva consigo el estilo de vida alentado por el modelo de desarrollo occidental. La

    preocupacin ambiental, pese a estar cada vez ms extendida, no ha bastado para una mejor

    comprensin de lo que supone el medio ambiente, y de los diversos valores y funciones que

    proporcionan al bienestar humano.

    No se debe olvidar, adems, que la cuestin ambiental ha sido empleada e

    internalizada en estos discursos para, de algn modo, aflojar esta preocupacin. Pues, si

    bien, no hay duda de que los problemas relativos a la degradacin ecolgica no son simples

    costes del progreso humano, su presencia en las agendas polticas no deja de estar

    1 Vanse, por ejemplo, HERNNDEZ DEL GUILA, R. (1993, 1998, 2002).

  • [ 14 ]

    supeditada a decisiones cuya principal motivacin (si no la nica) es la de generar algn

    tipo de valor aadido extra, con el fin de que la naturaleza resulte rentable para el

    crecimiento econmico y no resulte demasiado molesto para los ciudadanos. De esta forma,

    se intentan corregir los fallos y daos ambientales con las propias reglas de funcionamiento

    del sistema econmico, cuando stas son, en gran parte, el origen del problema.

    Nos situamos, pues, ante un problema en el que el mal entendimiento de lo que

    supone el medio ambiente y, especialmente, la manera en la que ste influye en el bienestar

    y el desarrollo humanos, explican que las buenas intenciones no hayan significado avances

    notables hacia la sostenibilidad. Las tendencias en la explotacin de recursos, en los niveles

    de contaminacin o en la alteracin de ecosistemas y servicios ambientales (hablamos en

    trminos globales) as lo indicaran. Este problema de tipo epistemolgico tiene, entre

    otros detonantes, la forma con la que se construye y se legitima el conocimiento cientfico.

    Es en parte a lo que nos hemos referido cuando se ha hecho mencin de la crisis ecolgica

    como un problema esencialmente cultural. El conflicto sociedad-naturaleza

    contemporneo viene soportado por toda una serie de lgicas, mitos, ideas y modos de

    pensamiento que gobiernan nuestras prcticas y relaciones con la naturaleza y que cuentan

    con una elevada legitimidad social y respaldo cientfico.

    Pero, volviendo a la cuestin con la que dbamos comienzo esta introduccin, las

    dos ltimas dcadas no se han caracterizado, precisamente, por su estabilidad, sino ms bien

    por intensas transformaciones que han ido configurando una realidad planetaria

    crecientemente ms compleja. Podramos sealar, en primer trmino, cmo, en lo que

    respecta a la degradacin del medio ambiente global, se empiezan a conocer los efectos de

    ciertos comportamientos hacia la naturaleza que vienen siendo desarrollados, sin embargo,

    desde tiempo atrs, lo que habla de su carcter no-lineal y acumulativo. El cambio climtico

    sera quiz el mejor exponente. Pero tambin han aparecido nuevas problemticas y otras se

    han hecho ms virulentas porque no se han corregido, en esencia, una serie de

    comportamientos y pautas que son insostenibles por definicin. Los problemas relativos a:

    el crecimiento urbano disperso, los conflictos por el uso del agua, la introduccin en el

    mercado de sustancias txicas, el empleo de la biotecnologa en la agricultura y en los

    procesos industriales, los biocombustibles como alternativa o complemento a los

    combustibles fsiles, etc., son hechos que estn a la orden del da y se han incorporado al

    terreno de las nuevas incertidumbres y contradicciones ambientales que trae consigo el

    modelo de desarrollo econmico dominante. Esto viene a indicar lo que P. VITOUSEK y sus

  • [ 15 ]

    colaboradores ya advertan en 1997 que estbamos cambiando la Tierra a un ritmo ms

    elevado de lo que ramos capaces de entenderla2.

    No es casual que la aceleracin del deterioro ecolgico coincida con otra serie de

    cambios que han tenido lugar en las esferas poltica, econmica, social y cultural de la

    sociedad contempornea. La mayora de estos cambios han sido parte de los efectos que ha

    trado consigo el proceso de globalizacin econmica y la forma con la que ciertos modelos

    de desarrollo se han reinventando con otras apariencias y mensajes (el propio desarrollo

    sostenible). En sntesis, las dos ltimas dcadas han supuesto la configuracin de nueva

    realidad geogrfica, la cual, sin embargo, empezaba a tomar forma mucho antes, de modo

    que es posible trazar una continuidad histrica que comienza (al menos) en la era de los

    descubrimientos y viene secundado, con posterioridad, por el proyecto de modernidad

    dirigido desde Occidente. Estas transformaciones y nuevas realidades, junto con lo

    heredado de la modernidad, han debido de tener, forzosamente, algn tipo de impacto en

    nuestra manera de relacionarnos con la naturaleza y de entenderla.

    Puede sealarse cmo la globalizacin y todos aquellos procesos que han

    intervenido en su articulacin (vase, la racionalidad econmica capitalista, las nuevas

    tecnologas de la informacin y de la comunicacin, el desarrollo de los transportes, etc.)

    han formado un tipo de entorno cada vez ms devaluado y desarraigado de su matriz

    fsico-ambiental. Esto es algo que ha reflejado Z. BAUMAN al definir la poca actual, como

    la de una modernidad o sociedad lquida 3 , refirindose, entre otros hechos, a la

    inestabilidad de las relaciones que hoy los individuos tienen con los objetos materiales, con

    las personas y con los lugares. Es decir, la idea de una modernidad lquida que el propio

    BAUMAN sostiene, ilustrara cmo aquellos caracteres que haban conferido identidad,

    solidez y arraigo a las sociedades, entre los que cabe sealar el vnculo productivo y

    reproductivo con la tierra y los valores culturales y ecolgicos asociados al territorio, estn

    seriamente devaluados. El desapego de los lugares provocado por un modo de vida definido

    ms por la movilidad, y menos por la sedentarizacin y el arraigo en un mismo sitio,

    condiciona que la preocupacin ambiental est igualmente de confusa, deslocalizada e

    incomprendida, dificultando, de esta forma, los compromisos sobre lugares que son

    utilizados como mero trnsito o para usos muy selectivos.

    Es ms, se asiste a un proceso en el que el entorno ms cercano (y, por tanto, fsico,

    material, tangible) es reemplazado por una serie de nuevos intermediarios que se han

    erigido en el centro de sus preocupaciones diarias. Las nuevas tecnologas y los medios de

    2 VITOUSEK, P. M. et al., 1997,"Human Domination of Earth's Ecosystems", Science, n 277, p. 498. 3 BAUMAN, Z., 2007, "Modernidad lquida", Fondo de Cultura Econmica, Buenos Aires.

  • [ 16 ]

    comunicacin (en especial, Internet) funcionan como un sucedneo de entorno en el

    sentido topolgico, es decir, aquello que se ubica entre el individuo y el cosmos y que

    acta como intermediario en su acceso a la realidad. Este espacio virtual reemplaza a los

    lugares, las regiones y los paisajes, realidades que han constituido el centro de inters de la

    disciplina geogrfica.

    A esta situacin hay que aadir que, con la globalizacin, se ha producido un hecho

    sin precedentes en la historia: por primera vez, la poblacin mundial es cuantitativamente

    ms urbana que rural. Ello significa que la ciudad es la principal forma que tienen los seres

    humanos de habitar el Planeta, lo cual tiene unas evidentes implicaciones

    socioambientales. Por un lado, porque las ciudades son sistemas de asentamientos que viven

    en un continuo desequilibrio ecolgico son su entorno. Por otro, porque ciertas ciudades

    han alcanzado dimensiones tales que resulta complicado llegar a pensar que stas pueden

    llegar a ser verdaderamente sostenibles. En relacin a ello cabe plantear un dilema: si un

    futuro ms sostenible pasa por una accin decisiva desde las reas urbanas, al ser los

    principales asentamientos de poblacin y los focos que concentran los mayores ndices de

    huella ecolgica, cmo es posible adecuar estrategias de sostenibilidad sobre lugares donde

    los usos que hacen la ciudadana y los usuarios de este territorio son temporales y muy

    raramente permanentes?

    Es curioso comprobar tambin cmo el propio discurso ambiental ha

    experimentado tambin una especie de desarraigo del territorio. ste se ha universalizado

    y globalizado de tal forma, que tiende, frecuentemente, a ocultar las distintas incidencias y

    modalidades que adquieren los problemas ecolgicos segn cada contexto socioecolgico

    (territorio) y segn el nivel de aproximacin a estos problemas (escala). Un discurso que,

    influido por la racionalidad cientfico-tcnica y por el mito de una economa

    desmaterializada, ha llevado a un entendimiento de los problemas ecolgicos en los que la

    dimensin territorial se encuentra, por lo general, ausente4. Es revelador que, incluso, haya

    ido en perjuicio del mismo entendimiento de lo global como marco de accin y

    razonamiento sobre la crisis ecolgica. Lo que nos lleva a plantear que hay una relacin muy

    estrecha entre el mal entendimiento del medio ambiente y lo que podramos denominar

    una falta de perspectiva geogrfica.

    As, el afamado alegato del desarrollo sostenible se ha quedado, en la mayora de

    los casos, en mera retrica, pues no ha calado con la misma fuerza en su faceta prctica. Si

    hay algo que se ha echado en falta en la concrecin de la filosofa de la sostenibilidad es

    4 DAZ QUIDIELLO, J., 2005, "Territorio y Sostenibilidad", en VVAA, "Introduccin a la sostenibilidad en Andalucia", Consejera de Medio Ambiente, Junta de Andaluca, p. 107.

  • [ 17 ]

    plantear soluciones que sean flexibles y adaptables a cada contexto territorial y que no

    agraven los ya acusados desequilibrios ecolgicos entre regiones. Buena parte de las

    estrategias de sostenibilidad desarrolladas en el mbito local han estado aquejadas a causa de

    este modus operandi por propuestas tecnocrticas y con escasa participacin de la

    ciudadana. Resulta un tanto paradjico que esta falta de perspectiva territorial y de

    escalas, se produce en un momento en el que el territorio o el paisaje, es decir, categoras

    que tienen un soporte fsico-ambiental y una concrecin espacial, estn nutriendo cada vez

    ms el campo de las polticas, la planificacin y la ordenacin a distintos niveles.

    Profundizando en este breve diagnstico, hay otro sntoma ms de este desarraigo.

    J. M. NAREDO5 advierte del claro desplazamiento que ha experimentado el inters de la

    problemtica ambiental desde el territorio hasta el clima (cambio climtico), y apunta a la

    hegemona alcanzada por la racionalidad econmico-monetaria en la toma de decisiones. A

    da de hoy el sistema monetario se emplea como indicador de la escasez o abundancia de

    recursos y como instrumento de valoracin de los bienes, de los servicios y del nivel de vida.

    El propio J. M. NAREDO explica que el abaratamiento del petrleo y las materias primas

    una vez superado el clima de preocupacin de la primera gran crisis energtica, propici el

    reforzamiento de la capacidad de compra, por lo que la preocupacin ambiental

    fundamental de las naciones industrializadas y ms poderosas dej de ser la adquisicin de

    bienes y recursos primarios (asegurada mientras se mantengan las estructuras de domino-

    dependencia respecto a las economas empobrecidas, surtidoras de estos recursos), para

    pasar a sus efectos como los residuos, el cambio climtico y la contaminacin6. Una serie de

    impactos que sociedades con mayores medios tcnicos y posibles financieros, como son las

    de los pases desarrollados, respecto a otras ms vulnerables a estos riesgos, confan

    plenamente en hacerles frente.

    Es decir, se viene poniendo ms el acento sobre los efectos de los problemas que

    sobre las formas de atajar o prevenir las causas que lo propician. Esta forma de razonar

    denota una sociedad cada vez ms dependiente de la tcnica que tiene como premisa

    fundamental el beneficio inmediato. A causa de este tecno-entusiasmo y de la creencia en

    que este beneficio puede y debe, casi por derecho, ser incrementable ilimitadamente, es por

    lo que se destaca una intrnseca benignidad y legtima aspiracin social a este objetivo,

    mientras que, por otro lado, se ocultan sus contradicciones ms severas y sus inconsistencias

    a la hora de contrastarlas con la verdadera realidad. El razonamiento econmico-monetario

    parece imponerse, as, como esa ptica globalizadora, como la forma por la cual se podr ir

    solventado los problemas de agotamiento de recursos (buscando sustitutos artificiales), de

    5 NAREDO, J. M., 2005, op. cit., p. 8. 6 Ibd., p. 8.

  • [ 18 ]

    eficiencia productiva y energtica o el deterioro de los ecosistemas (invirtiendo en

    tecnologa verde, por ejemplo). Lo que viene a indicar, en resumen, volver a confiar en

    aquellos mecanismos que en su libre accin y en ausencia de restricciones han provocado,

    en los mejores casos, postergar los efectos de determinadas acciones (tanto en el tiempo y en

    el espacio) y, en los peores (a menudo, como resultado de ello), el agravamiento de los

    problemas y la aparicin de otros nuevos.

    Precisamente, los modos de organizar los usos del suelo, de disear los sistemas de

    asentamiento, de producir paisajes o de vertebrar los flujos que atraviesan el territorio

    (transportes, informacin, mercancas, personas, etc.), son parte o causa territorial del

    problema, en tanto componen la infraestructura a travs de la cual se plasma y se

    materializa un pensamiento o superestructura que deja de lado ciertos principios y

    propiedades esenciales de la naturaleza.

    Recapitulando, podemos decir que:

    La preocupacin ambiental, pese a estar cada vez ms extendida, no ha bastado para una mejor comprensin de lo que supone el medio ambiente, y de los diversos

    valores y funciones que proporcionan al bienestar humano.

    Hay una relacin estrecha entre el mal entendimiento del medio ambiente y la falta de perspectiva geogrfica, que tiene como principales sntomas: la predominancia de

    un discurso global sobre el medio ambiente que oculta la heterogeneidad y

    diversidad de casos locales, la falta de concrecin de muchas de las estrategias y

    actuaciones en materia de sostenibilidad, o la aplicacin de un mismo protocolo de

    actuacin a cada contexto territorial.

    La falta de perspectiva geogrfica supone, a la postre, una falta de entendimiento de cmo los fenmenos actan y difieren en funcin de la escala. Este aspecto tambin

    ha influido en la gestin ambiental a la hora de prestar ms atencin a los efectos

    que a las causas, pues se ha desplazado la preocupacin de los aspectos territoriales,

    a la inevitabilidad del cambio climtico. Paradjicamente, la sostenibilidad se ha

    abordado frecuentemente como un hecho localista, cuando requiere de una

    perspectiva holstica y sistmica.

    La crisis ecolgica pone en evidencia, adems, el desarraigo que las sociedades estn experimentando respecto a aquellos medios y entornos que forman parte la

    experiencia cotidiana (lugares, paisajes, ciudades, etc.). Este desarraigo se

  • [ 19 ]

    manifestara en una doble direccin: de la sociedad a su entorno (existencia de

    relaciones efmeras, selectivas y consumistas), y del propio medio o entorno respecto

    a la sociedad (prdida de identidad territorial, actuaciones e intervenciones estndar

    y homogneas, modelos productivos que priorizan la importacin de recursos frente

    al aprovechamiento razonable de los recursos locales).

    La problemtica anteriormente descrita suscita importantes cuestiones en el modo

    de abordar la crisis ecolgica, la sostenibilidad y la definicin de un nuevo paradigma en el

    conocimiento que responda a los retos que plantea el cambio ecolgico. Entre stas puede

    destacarse que las interacciones entre sociedad y naturaleza y sus conflictos descansan sobre

    una base geogrfica o espacial cuya importancia va ms all de ser un simple soporte o

    contenedor de tales conflictos. Los modos de construir, delimitar, usar o transformar

    distintas estructuras espaciales, dentro de las cuales podemos indicar lugares, regiones,

    paisajes, territorios o espacios de naturaleza protegidos (todos ellos, variantes del concepto

    entorno o medio), no son irrelevantes en lo que afecta al tipo de uso que se viene

    haciendo del medio fsico-ecolgico. Es posible afirmar que el medio construido, el

    medio que ha sido alterado, condicionado y adaptado a unos determinados requerimientos

    humanos, encierra las grandes claves y los porqus de la actual crisis ecolgica. Son, como se

    infiere, cuestiones a las que la Geografa debe ofrecer respuestas, ms an cuando el

    concepto de territorio y la escala suponen dos de sus principales herramientas de anlisis.

    La Geografa, dentro de su empresa epistemolgica, debe de fijar su atencin en los

    cambios recientes que estn teniendo lugar sobre el espacio terrestre, pues la comprensin

    de estos cambios es vital para la misma comprensin del cambio ecolgico. Es lo que J.

    ORTEGA VALCRCEL denomina un giro necesario, mediante el cual la Geografa deje de

    estar identificada en exclusividad con el estudio y preocupacin por las constantes, por las

    permanencias, consideradas, de alguna manera, como las categoras propias de lo geogrfico

    por oposicin a lo efmero, a lo histrico, a lo contingente para fijar su inters en el

    cambio, en las transformaciones, en la mutacin, como eje de la explicacin del espacio

    geogrfico como claves para entender el espacio social7.

    Conforme a ello, la Geografa, entendemos, jugara una baza fundamental a la hora

    de dilucidar y comprender las causas que subyacen en la crisis ecolgica contempornea,

    prestando especial atencin a aquellos modos y formas de construir el espacio que estn

    detrs de la mayora de los procesos de degradacin ambiental y social. Procesos que en las

    dos ltimas dcadas se han complejizado ms an si cabe, en estrecha relacin con los

    7 ORTEGA VALCRCEL, J., 2000, "Los horizontes de la Geografa. Teora de la Geografa", Ed. Ariel, Barcelona, p. 515.

  • [ 20 ]

    mltiples y variados efectos que la globalizacin ha tenido sobre el medio geogrfico. As,

    estn apareciendo nuevas realidades geogrficas propias de la globalizacin y la era

    posmoderna (no-lugares, ciudad-difusa, paisajes tematizados, ciberespacios, etc.). Estas

    nuevas geografas no son irrelevantes en la crisis ecolgica, pues aaden matices y

    dimensiones en las relaciones ser humano-entorno, que complican, an ms si cabe, su

    estudio y diagnstico. Son, lo que denominan J. NOGU Y J. ROMERO, en una reciente obra

    de Geografa Humana, expresiones geogrficas de la globalizacin8, y que pese a su

    importancia en las formas actuales de concebir y entender el entorno, estn poco estudiadas,

    por su intrnseca dificultad y accesibilidad.

    No debemos olvidar que, junto a estos cambios de tipo geogrfico, se han

    producido simultneamente (o quiz por ello) otros de tipo cultural (si entendemos lo

    cultural en un sentido amplio) que merecen ser revisados y evaluados. La crisis ecolgica

    tiene unas races culturales que hacen del conflicto sociedad-naturaleza un problema

    estructural, pero tambin contemporneo, lo que significa que ste an es vigente, es

    plenamente actual. Ahora que la era de la posmodernidad parece poner en crisis muchos

    de los discursos y metarrelatos heredados de la modernidad, los cuales han sido apuntados

    como parte del problema cultural de la crisis ecolgica, convendra saber si stos han

    desaparecido o se mantienen, en cambio, vigentes mediante nuevas frmulas y discursos.

    De este modo, el estudio de la crisis ecolgica abre interesantes cuestiones e

    interrogantes en la Geografa actual. La profundizacin terico-conceptual en las relaciones

    que existen entre la Geografa y la problemtica ambiental no slo tiene un inters

    acadmico, sino que puede resultar relevante para una mejor definicin y, por qu no,

    consolidacin definitiva del paradigma ecolgico-ambiental. Se habla, en crculos

    acadmicos, de una nueva Geografa, que se adjetiva como Social o Humana. Si la

    Geografa parece incardinarse definitivamente en el mbito de las disciplinas sociales y

    humansticas quiz ser necesario reflexionar sobre de qu forma puede incluirse el estudio

    de la problemtica ambiental dentro de esta nueva (o quiz no tanto) identidad.

    Desde que emergiera la preocupacin ecolgica moderna, hace ya unas cuatro

    dcadas, los gegrafos, han mostrado gran inters por la investigacin y la gestin de las

    problemticas ambientales. Si bien es cierto que han existido serias dificultades para situar

    las cuestiones ambientales en una disciplina como la Geografa que est a caballo entre las

    Ciencias Naturales y las Ciencias Sociales. No era lgico que los estudios sobre utilizacin

    de recursos, conservacin y proteccin de ambientes y espacios, etc., estn afiliados, casi en

    8 NOGU, J. Y ROMERO, J. (eds.), 2006,"Las otras geografas", Tirant lo Blanch, Valencia.

  • [ 21 ]

    exclusividad, al dominio de la Geografa Fsica, separndolo de las nuevas teoras crticas

    sobre el espacio que estn apareciendo, desde hace unos aos, en la Geografa Humana.

    Estos discursos y teoras se refieren a nuevas formas de interaccin entre sociedad y entorno,

    tomando el espacio como clave interpretativa. En la otra direccin, tampoco parece

    razonable que la Geografa Urbana quede al margen de las importantes aportaciones que

    ofrece el paradigma ecolgico-ambiental para evaluar el metabolismo urbano y su relacin

    con el entorno. O que la Geografa Econmica dejara en un segundo plano las

    contradicciones ecolgicas asociadas a la lgica espacial del capitalismo global.

    Entender el espacio geogrfico es entender que en su gnesis y desarrollo han

    evolucionado conjuntamente acciones humanas y procesos fsico-ecolgicos, sin

    desmerecer, eso s, una cierta autonoma de ambas subdisciplinas. La aportacin que la

    Geografa puede hacer al paradigma ecolgico-ambiental debe considerar las nuevas

    propuestas cientficas y culturales en el marco de la sostenibilidad: la transdisciplinariedad

    cientfica, la tercera cultura o la ciencia posnormal. En todas ellas, la Geografa ha de

    seguir haciendo uso de una perspectiva integradora y holstica en el modo de abordar la

    realidad, pero tambin a la hora de proponer nuevos valores en la lnea de la sostenibilidad.

    II. PROBLEMA DE INVESTIGACIN

    Lo anterior aconseja elaborar estudios que reflexionen en profundidad sobre qu

    papel debe jugar la Geografa en un momento en el que los problemas ambientales

    obligan a hacer una revisin crtica de los comportamientos, modos de pensamiento,

    creencias y lgicas que estn en el origen del conflicto sociedad-naturaleza contemporneo.

    El asunto creemos es urgente y previo a desempear tareas efectivas en el campo de la

    planificacin o en estrategias de sostenibilidad, o a situar los contenidos de tipo ambiental

    en los programas acadmicos. El reto ambiental actual afecta a los fundamentos terico-

    conceptuales de la Geografa y a su tradicin epistemolgica y por tanto marcan y

    condicionan su instrumentalizacin y posibles aplicaciones. Son, en este sentido, mltiples

    las cuestiones que quedan por resolver.

    III. PLANTEAMIENTO GENERAL

    Tomando como punto de partida estas consideraciones previas y antecedentes,

    estimamos la pertinencia de realizar una investigacin que tuviera por ttulo: Crisis

    ecolgica y Geografa: propuestas y planteamientos en torno al paradigma ecolgico-

  • [ 22 ]

    ambiental. Como se observa, dicho ttulo anuncia un propsito sumamente ambicioso y

    desmesurado que convendra aclarar. Del ttulo pueden extraerse tres grandes categoras que

    aluden a realidades distintas, lo cual puede suponer, en principio, una cierta confusin de

    niveles de acercamiento o de aproximacin a los propsitos que aventurara este ttulo o

    planteamiento general.

    En el ttulo se ponen en relacin:

    Un fenmeno, la crisis ecolgica, del cual tenemos sobrada constancia, no slo en el campo intelectual, sino en todos los discursos relativos al medio ambiente que se

    vienen construyendo desde hace unas dcadas (ciudadana, poltico, empresarial,

    institucional, etc.);

    Una disciplina, la Geografa, cuya definicin ms vulgarizada es la ciencia que se encarga de la descripcin de la Tierra, pero cuyos propsitos, tanto cientficos

    como otros no estrictamente disciplinarios (hablamos de la Geografa como una

    perspectiva o un conocimiento de la diversidad del espacio terrestre),

    sobrepasan lo netamente descriptivo;

    Un sistema de ideas y creencias o paradigma que se define por ser ecolgico-ambiental por lo que, en principio, va destinado a una mejor comprensin y

    valoracin de las cuestiones que ataen al medio ambiente y su problemtica.

    No es lugar ste para detenernos en consideraciones ms profundas sobre estas

    categoras, porque muchas de estas consideraciones estarn presentes en el estudio y

    realizando tratamientos ms pormenorizados. Pero resulta lgico aclarar al menos qu nos

    ha llevado a ubicar en un mismo planteamiento categoras de un alcance y naturaleza tan

    distintas.

    En principio, de esta somera distincin que hemos realizado ya pueden advertirse

    una serie de elementos que ayudaran a que estas categoras convergieran. As, la crisis

    ecolgica alude a un fenmeno que tiene lugar sobre la superficie terrestre y que adems

    adquiere una manifestacin global, planetaria. Precisando un poco ms, podemos entender

    por crisis ecolgica un episodio en la historia de las relaciones ser humano-entorno

    durante el cual se produce un desequilibrio entre el metabolismo que ha adquirido lo

    humano en su conjunto (principalmente, por el tamao de su sistema econmico) y la

    capacidad de carga de la Biosfera, como gran sistema biofsico planetario. Puede observarse

    un primer punto en comn con la Geografa que hara pensar en que la crisis ecolgica es

  • [ 23 ]

    un fenmeno que forma parte de su inters epistemolgico: su incidencia planetaria. Pero,

    adems, la Geografa es una disciplina que se ha ocupado tradicionalmente del medio como

    algo construido y modificado por el ser humano, por las relaciones entre las distintas

    sociedades y su entorno, a distintas escalas y niveles de anlisis espacial, por lo que la

    afinidad entre Geografa y crisis ecolgica se hace patente.

    El tercer vrtice de este tringulo, el paradigma ecolgico-ambiental, se concibe

    como un sistema de ideas alternativo al paradigma vigente y, conviene aclarar, que no slo

    hace referencia a un paradigma cientfico en el sentido kuhniano, sino a una realidad ms

    amplia en el sentido de una episteme o pensamiento subyacente que dirigira las formas en

    las que las sociedades usan y construyen su propio medio. La nocin de paradigma est

    presente en las bases tericas y metodolgicas de las disciplinas cientficas, y en el caso de la

    Geografa no es menos. El desarrollo de la Geografa como ciencia moderna ha estado

    marcado, precisamente, por la influencia que han ejercido los distintos paradigmas y

    mtodos cientficos en su modo de interpretar y representar los hechos y fenmenos

    geogrficos. Al hacer mencin de propuestas y planteamientos en torno al paradigma

    ecolgico-ambiental estaramos dando por supuesto ciertas cosas, que evidentemente

    requieren de la complicidad del lector, pues forma parte de nuestra idea inicial. Entre ellas:

    Que la Geografa tiene algo que decir en torno a este paradigma ecolgico-ambiental.

    Que el paradigma ecolgico-ambiental no es algo que est cerrado o absolutamente definido, pues estaramos enfocando a la Geografa hacia una posible utilidad para

    la definicin y consolidacin de este paradigma.

    Que, como paradigma (y, ms an, en este caso), comprendera e influira a la Geografa, lo cual significa que antes de proponer y plantear, es necesario

    reflexionar sobre cules son estas influencias o algunas de stas. Esto supone, por

    tanto, que el paradigma ecolgico-ambiental debe llevar a revisar el ncleo

    epistemolgico de la Geografa, a debatir sobre su posicin gnoseolgica y, en su

    caso, a adaptar la disciplina a nueva realidad geogrfica.

    Que siendo ecolgico-ambiental se refiere a una realidad y a unos problemas en los que los aspectos ecolgicos y ambientales son centrales. Podramos precisar

    diciendo que lo ecolgico alude a un soporte cientfico proveniente de la

    Ecologa, y que lo ambiental alude a su no exclusividad en estas aportaciones, a

    un campo disciplinario ms amplio en el que han de intervenir tanto disciplinas de

  • [ 24 ]

    las Ciencias Naturales, disciplinas de las Ciencias Sociales y todos aquellos saberes,

    conocimientos y manifestaciones artsticas que toman en consideracin el

    ambiente o el medio como la fuente de sus representaciones.

    Junto a lo dicho, cabe asumir de inicio que dado que el medio tambin forma

    parte de las ocupaciones y preocupaciones geogrficas (insistimos en una idea de

    Geografa plural, no especficamente cientfica y referido a distintos saberes

    geogrficos), y dado que nos situamos ante una realidad geogrfica que est marcada, en

    gran medida, por una serie de fenmenos y problemas ambientales, en sntesis, la crisis

    ecolgica, la convergencia entre estas categoras es un hecho evidente. De ello se extrae un

    esquema donde pueden observarse unas conexiones recprocas entre las categoras que

    forman parte del planteamiento general:

    En relacin a la posicin que adquirira lo geogrfico en este esquema, y siguiendo

    con lo anteriormente argumentado, lo concebimos no slo desde un punto de vista

    disciplinar, aunque la mayor parte de las propuestas van dirigidas en este sentido. Sobre

    ello, cabe decir adems, que hemos concebido a la Geografa de una forma integrada y

    unitaria, no siendo especialmente tributario de una Geografa Fsica o de una Geografa

    Humana en un sentido individual. Cuando hemos credo conveniente hemos hecho constar

    esta diferenciacin. Pero consideramos que un acercamiento al problema ecolgico y ms

    dentro de una disciplina que parece incadinarse de un modo preferente en el conjunto de

    las Ciencias Sociales, debe tener en cuenta una visin del medio ambiente ms all de su

    reduccionismo ecolgico o fsico-ambiental. En este sentido, por perspectiva geogrfica

    entendemos un punto de vista hbrido e integrador entre los aspectos relativos al medio

    fsico y los aspectos relativos al medio humano o construido social y culturalmente.

  • [ 25 ]

    IV. OBJETIVOS

    Esta investigacin se articula sobre dos grandes objetivos o intenciones:

    Uno de carcter descriptivo y analtico dirigido a realizar una caracterizacin de la crisis ecolgica contempornea desde la perspectiva geogrfica.

    Otro de carcter ms propositivo, en el que se intentar valorar la posicin de la Geografa en el nuevo paradigma ecolgico-ambiental.

    A su vez se persiguen una serie de objetivos especficos dentro de la investigacin:

    Situar la importancia que tienen las cuestiones ambientales en la Geografa. Para ello realizaremos un recorrido a lo largo del pensamiento geogrfico moderno sobre

    cmo han sido abordadas las relaciones entre ser humano y naturaleza, planteando,

    a posteriori, algunas dificultades e inconvenientes que encuentra la Geografa actual

    para adquirir cierto protagonismo en el estudio del medio ambiente y su

    problemtica.

    Definir el fenmeno de la crisis ecolgica. Se ofrecern algunas nociones sobre el concepto de crisis ecolgica y se apuntarn algunos hitos y consideraciones

    geogrficas e histricas. Adems, se reflexionar sobre la forma en la que se hace un

    uso interesado de las causas de la crisis ecolgica, ejemplificndolo en el problema

    demogrfico.

    Realizar un diagnstico de la crisis ecolgica a partir de tres tipos de problemticas: una problemtica ambiental; una problemtica territorial y una

    problemtica cultural. Consideramos la crisis ecolgica como una sntesis de tres

    problemticas que afectan a distintas esferas del medio geogrfico: la esfera fsico-

    ambiental; la esfera territorial o el medio construido; y la noosfera o medio cultural.

    En el primer caso, realizaremos un breve diagnstico de algunas problemticas que

    afectan a los recursos naturales y a la degradacin del medio, partiendo de unas

    breves nociones sobre el concepto de recurso y de problema ambiental desde la

    perspectiva geogrfica. En el segundo caso, vincularemos la crisis ecolgica con la

    realidad geogrfica de la globalizacin y nos detendremos en cmo ciertos cambios y

    procesos que tienen lugar sobre el territorio profundizan en los conflictos y

    problemas de tipo socioambiental. En el tercer caso, nos referiremos a las races

  • [ 26 ]

    culturales de la crisis ecolgica, centrndonos en una serie de lgicas, racionalidades

    y mitos, y evaluaremos su influencia en los conflictos sociedad-naturaleza

    contemporneos.

    Indicar algunas ideas relativas al paradigma ecolgico-ambiental, reflexionar sobre cmo stas plantearan nuevos retos y objetivos en el mbito del conocimiento, de

    la tica y de las sociedades, y en qu medida ayudaran a una mejor comprensin de

    las relaciones ser humano-naturaleza. En su caso, hacer referencia al inters que

    puede tener para las cuestiones que ataen a lo especficamente geogrfico.

    Reflexionar sobre el concepto de sostenibilidad y sus implicaciones en los modelos de desarrollo humano, en los sistemas productivos y en los vnculos de las

    sociedades con su entorno local. Revisar crticamente algunas formas de interpretar

    el concepto de sostenibilidad.

    Valorar la pertinencia de la Geografa como una ciencia de la sostenibilidad segn

    tres niveles: un nivel de tipo epistemolgico-conceptual; un nivel disciplinario-

    transdisciplinario y un nivel crtico-posnormal.

    La principal contribucin de esta tesis est en ofrecer argumentos relevantes, tanto

    tericos, conceptuales y filosficos, que permitan evaluar la Geografa como ciencia para la

    sostenibilidad, y como perspectiva que ha de adquirir carta de naturaleza en la

    definicin y consolidacin del paradigma ecolgico-ambiental. Se trata de responder a una

    demanda dentro de las disciplinas cientficas para adaptarse a los retos de la sostenibilidad.

    V. MARCO METODOLGICO Y FUENTES

    Dado el perfil terico de este estudio, la metodologa tendr un carcter

    fundamentalmente inductivo y condicionada al recorrido bibliogrfico efectuado para

    profundizar en los temas y contenidos que van a tratarse. No puede obviarse, sin embargo,

    que cualquier estudio que se proponga profundizar o indagar en aspectos de tipo terico,

    trata de formar un discurso o interpretacin sobre un problema o planteamiento que no

    est ausente de una cierta carga de subjetividad (lo cual no quiere decir que otros de carcter

    ms instrumental o aplicado estn desprovistos de ella). Se parte de asumir que toda

    investigacin tiene en mayor o menor medida un carcter personal que influye en la

    eleccin de la metodologa, en la eleccin de las fuentes, en los planteamientos realizados y

    tambin, por tanto, en los resultados y conclusiones que se obtienen a posteriori. En este

  • [ 27 ]

    sentido, hemos de asumir que buena parte de este discurso proviene de la reflexin personal

    e intuitiva sobre los temas y asuntos que son abordados. Es sabido, adems, que muchos de

    los temas y problemas que suscita el medio ambiente no son, precisamente, verdades

    absolutas, por lo que se prestan a valoraciones y juicios que estarn condicionados por los

    enfoques y planteamientos de partida. Un acercamiento terico a un problema de esta

    ndole debe ser, por ello, un acercamiento crtico y especulativo.

    Los riesgos son, en este sentido, bastantes elevados, pues bien es sabido que toda

    crtica debe de poseer una cierta coherencia e ir adecuadamente fundamentada. No

    obstante, consideramos que el soporte bibliogrfico con el que contamos ofrecera ciertas

    garantas para tratar de minimizar estos riesgos o para tratar de contrastar las reflexiones y

    argumentaciones crticas en apoyo de citas bibliogrficas, informes, datos estadsticos y

    otros soportes documentales. El objetivo es confeccionar un discurso que resulte coherente

    y equilibrado entre el trabajo bibliogrfico y la aportacin personal que, en cualquier caso

    es, en buena medida, deudora del primero. Esta investigacin adquiere as un carcter

    hermenutico, en tanto que trata de realizar una descripcin del problema y de obtener

    unas conclusiones (parciales y finales) a partir de la interpretacin personal de los textos

    seleccionados. Ello ha llevado, evidentemente, a una serie de etapas previas al desarrollo

    terico de los captulos.

    En consecuencia con lo anterior, se ha llevado a cabo un proceso de bsqueda y

    seleccin de fuentes bibliogrficas y documentales. La amplitud y complejidad de las

    cuestiones que aqu se van a tratar aconsejan precisamente un recorrido bibliogrfico

    diverso y multidisciplinar, pero tambin condicionan a que el modo de abordar estos temas

    partan de una visin global e integradora. Evidentemente, son muchas las cuestiones que

    potencialmente seran tiles para cubrir medianamente los ambiciosos objetivos que nos

    hemos propuesto, por lo que la eficacia y el rigor en la realizacin del estudio y en la

    profundizacin bibliogrfica estn limitados a las caractersticas de esta investigacin. En

    este sentido, consideramos que debe entenderse como una aproximacin general que no

    agota, por supuesto, todas las formas posibles de hacerlo.

    El proceso de indagacin bibliogrfica ha resultado especialmente complicado, dada

    la numerossima literatura que ha despertado la cuestin ambiental en las ltimas dcadas,

    desde distintos enfoques disciplinares y con niveles de profundizacin y de escala diferentes.

    En este sentido, era necesario definir una serie de criterios que influyeran en esta seleccin.

    Uno de los criterios ha sido, precisamente, el enfoque disciplinario de estos estudios. Es

    obvio que si el asunto del medio ambiente es transdisciplinar como se pone de manifiesto

    en esta misma investigacin, la bsqueda no poda ir enfocada tan slo a aquello producido

  • [ 28 ]

    especficamente dentro de la Geografa. Evidentemente, una gran parte de la bibliografa

    deba provenir de estudios tericos sobre las relaciones epistemolgicas entre Geografa y

    medio ambiente y, en general, sobre los problemas tericos y conceptuales referentes al

    conocimiento geogrfico, pues forman parte del cuerpo central de esta investigacin. Al

    respecto, hemos hecho un proceso de bsqueda tanto en referencias nacionales (manuales y

    revistas) como tambin en revistas cientficas indexadas, preferentemente en el mundo

    anglosajn9.

    Pero, como decamos, son muchas las disciplinas que estn realizando aportaciones

    sobre la problemtica ambiental. En este caso, hemos condicionado la seleccin a la

    estructura y a los contenidos de la investigacin. Observamos que muchas de estas

    referencias, procedentes, en su mayora de la Ecologa, la Sociologa, la Antropologa, las

    Ciencias Polticas, la tica, la Filosofa de la Ciencia, y la Economa, ofrecen claves

    interpretativas que resultan tiles para argumentar en torno al problema de la crisis

    ecolgica y al paradigma ecolgico-ambiental desde el punto de vista del inters geogrfico.

    Ciertos impactos ambientales de gran alcance (biocombustibles, transgnicos, cambio

    climtico, etc.), discursos sobre la globalizacin en sus distintas facetas, planteamientos en

    torno al territorio y la prdida de sus caracteres identitarios, lgicas que subyacen en la

    forma de relacionarnos con la naturaleza y en la construccin del medio, suscitan

    enfoques, reflexiones y teoras en mltiples campos disciplinares y ofrecen dimensiones y

    argumentos claves para cualquier interpretacin geogrfica de la crisis ecolgica.

    Consideramos, pues, que el recorrido bibliogrfico es ya un aporte esencial de la

    investigacin en la lnea de una visin geogrfica de la crisis ecolgica tomando como

    premisa la transdisciplinariedad.

    Otro de los criterios que han influido en la seleccin de la bibliografa (aunque no

    siempre de forma determinante) ha supuesto el ao de publicacin. De manera orientativa

    podemos decir que la mayor parte de las referencias bibliogrficas y documentales

    pertenecen a los diez ltimos aos, y dentro de stas son mayoritarias las referencias de los

    ltimos cinco aos. Con ello pretendamos:

    Dar constancia de que los aspectos relativos al medio ambiente han seguido generando gran inters en el campo intelectual y de la investigacin.

    9 Pueden sealarse revistas como Annals of the Association of American Geographers, Progress in Human Geography, Geography, Geoforum o Transactions of the Institute of British Geographers, as como monografas y manuales en editoriales de gran impacto: Wiley-Blackwell, SAGE, Routledge o Springer, entre otras.

  • [ 29 ]

    Tomar informaciones y datos que nos permitieran evaluar las ltimas tendencias registradas en algunos fenmenos de ndole ambiental, social o territorial. En

    particular, hemos consultado informes de organismos oficiales y de institutos de

    investigacin de gran resonancia internacional10 para dotar a la argumentacin de

    una informacin ms emprica y cuantitativa.

    Manejar referencias bibliogrficas sobre aquellos procesos y fenmenos que se vinculan a dinmicas recientes como la globalizacin econmica, la posmodernidad,

    la ciudad contempornea, la sostenibilidad o el paradigma ecolgico-ambiental.

    10 Se pueden citar, entre otros, los informes del Programa de Naciones Unidades para el Medio Ambiente (PNUMA), del Banco Mundial, los informes del Millenium Ecosystem Assesment, los informes del programa Hbitat de Naciones Unidas, de la FAO, etc. Por lo general, hemos intentado buscar las informaciones que corresponderan a las ltimas series de informes publicadas.

  • [ 30 ]

  • [ 31 ]

    CAPTULO 1

    GEOGRAFA Y MEDIO AMBIENTE

  • [ 32 ]

  • [ 33 ]

    CAPTULO 1

    GEOGRAFA Y MEDIO AMBIENTE

    1.1. INTRODUCCIN: EL MEDIO AMBIENTE COMO OBJETO DE ESTUDIO GEOGRFICO

    El estudio de las mutuas relaciones entre ser humano y medio fsico constituye para

    P. HAGGETT una de las principales lneas de investigacin en la Geografa moderna, junto

    con el anlisis espacial y el anlisis regional11:

    Anlisis espacial: se abordan los procesos de interaccin espacial y la variacin locacional de una propiedad o propiedades del espacio.

    Anlisis ecolgico: se estudian e interpretan las interrelaciones entre variables humanas y variables ambientales.

    Anlisis regional: se combinan los resultados de los anlisis espacial y ecolgico, sobre la identificacin de unidades regionales y se establecen flujos y relaciones entre

    estas unidades regionales.

    En esta direccin, E. ACKERMAN considera que el propsito bsico de la Geografa

    es nada menos que la comprensin del enorme sistema que comprende toda la humanidad

    y su medio ambiente natural sobre la superficie terrestre12. R. J. CHORLEY sita el estudio

    de estas relaciones sobre la variable espacial: A mi juicio, la Geografa se ocupa y preocupa

    de las manifestaciones espaciales tangibles del contacto e intercambio continuado que

    mantienen el hombre y su medio ambiente habitable13. Para V. A. ANUCHIN la geografa

    se ocupa del sistema material que existe formando la esfera geogrfica de la Tierra, como

    medio ambiente para el desarrollo, real o potencial, de la sociedad humana, juntamente con

    11 HAGGETT, P., 1988, "Geografa: una sntesis moderna", Omega, Barcelona, p. 636. 12 ACKERMAN, E., 1976, "Las fronteras de la investigacin geogrfica", Geo Crtica, Cuadernos crticos de Geografa Humana, n 3 (edicin digital) (http://www.ub.es/geocrit/sv-1.htm). 1313 CHORLEY, R. J., 1987, "Nuevas tendencias en Geografa", 2 reimpresin, ed. orig. castellano 1975, Instituto de Estudios de Administracin Local, Madrid.

  • [ 34 ]

    los aspectos materiales del desarrollo social que se expresan en sus complejos regionales

    dentro del medio geogrfico14.

    P. GEORGE va ms all y considera al medio ambiente un objeto de estudio

    propio de la Geografa:

    El problema del medio ambiente es fundamentalmente geogrfico hasta el punto de que

    estaramos tentados de definir la geografa como la ciencia del medio ambiente humano

    Acaso no estudia todo tipo de conexiones recprocas entre las agrupaciones humanas y su

    mediante?15.

    Esta afirmacin es en cierto modo continuista con la propuesta que ya hiciera

    HARLAN H. BARROWS en un famoso ensayo de 1923 acerca de la Geografa como

    Ecologa Humana:

    Las implicaciones del trmino ecologa humana expresa de inmediato lo que a mi modo

    de ver debe ser en el futuro el objetivo de la investigacin geogrfica. La geografa deber

    tratar de poner de manifiesto las relaciones que existen entre los medios naturales y la

    distribucin y actividades del hombre16.

    Estas declaraciones de renombrados gegrafos sirven para mostrar de inicio que los

    aspectos relativos al medio ambiente y a las relaciones entre ser humano y naturaleza no han

    sido ajenos a los estudios geogrficos y, segn algunos de ellos, constituye la parte

    fundamental de la epistemologa geogrfica. Ahora bien, convendra acudir, al menos de

    forma muy genrica, a dos cuestiones por las cuales se define toda ciencia y que pueden

    ayudar a precisar en el tipo de afinidad y relacin que tiene la Geografa con el medio

    ambiente. Estas dos cuestiones seran:

    El objeto de estudio.

    La forma de abordar este objeto, es decir, el mtodo.

    14 ANUCHIN, V. A., 1987, "Teora de la Geografa", en Chorley, R. J. (coord.), "Nuevas tendencias en Geografa", 2 reimpresin, ed. orig. castellano 1975, Instituto de Estudios de Administracin Local, Madrid, pp. 69-99. 15 Citado en BIELZA DE ORY, V., 1975, "Una visin geogrfica acerca de la degradacin del paisaje y sobre los problemas del medio ambiente", Cuadernos de Investigacin: Geografa e Historia, Tomo 1, Fasc. 2, p. 17. 16 Citado en una seleccin de textos traducidos al castellano en GMEZ MENDOZA, J. et al., 1988, "El pensamiento geogrfico", Alianza Editorial, Madrid, pp. 338-339 (Orig., BARROWS, H. H., 1923, "Geography as Human Ecology", Annals of the Association of American Geographers, n 13 (1), pp. 1-14). Si bien es cierto que H. BARROWS pretenda poner ms acento en la adaptacin del hombre al medio que en la influencia medioambiental, por el riesgo de caer en presupuestos deterministas.

  • [ 35 ]

    Respecto a la primera cuestin, este asunto no est, precisamente, del todo claro. As

    pueden encontrarse afirmaciones de gegrafos como M. SANTOS, uno de los que ms ha

    trabajado en la teora y epistemologa geogrficas, que consideran que la definicin del

    objeto de estudio geogrfico se ha dejado en segundo plano17. Pese a ello, hay un consenso

    mayoritario en sealar que la Geografa es una ciencia espacial o que toma en cuenta el

    anlisis de los fenmenos desde el punto de vista de su manifestacin y relacin con el

    espacio. Habra que precisar, en consecuencia, qu tipo de fenmenos. De un modo

    tautolgico y quiz para evitar confusiones con otras ciencias que se han acercado

    recientemente al espacio y a otras variantes de ste (regin, lugar, etc.), se suele hacer

    mencin del espacio geogrfico como el verdadero centro de inters geogrfico. Una

    cuestin que no ha evitado que tambin se hable simultneamente de territorio o de

    espacio a secas para hacer referencia a los mismos hechos18. Se trata de un concepto con el

    que facilitar el entendimiento de los procesos e interacciones en la interfase ser humano-

    entorno. Es, como seala R. GUREVICH, la categora ms abstracta, resumen y expresin

    de la relacin sociedad-naturaleza19. Por ello, no es algo que pueda extraerse como tal de la

    realidad: representa una categora terica que no se confunde ni identifica con un objeto

    externo a la propia geografa, existente al margen de ella20.

    La caracterstica fundamental del espacio geogrfico es su naturaleza hbrida21. Por

    un lado, esta cualidad hbrida le viene dada por no prestarse a conceptos y categoras puras,

    pues interrelaciona lo natural con lo cultural, con lo cual el dualismo entre estos dos polos

    de la realidad se difumina y se hace ms confuso. Toda aproximacin epistemolgica a la

    relacin entre ser humano y naturaleza partira, en principio, de constatar que son

    indisolubles ontolgicamente hablando. Como afirma M. SANTOS:

    En el mundo de hoy es a menudo imposible para el hombre comn distinguir, claramente,

    entre las obras de la naturaleza y las obras de los hombres e indicar dnde termina lo

    puramente tcnico y dnde comienza lo puramente social22.

    17 SANTOS, M., 1990, "Por una geografa nueva", Espasa Calpe, Madrid, p. 130. 18 Dado que la literatura sobre la teora y la epistemologa geogrfica es amplsima, vase, en su lugar, un interesante ensayo, en el que se pretende una definicin de espacio geogrfico: MIRALBES BEDERA, R. y HIGUERAS ARNAL, A., 1993, "Reflexiones sobre el espacio geogrfico", Geographicalia, n 30, 283-294. 19 GUREVICH, R., 2005, Sociedades y territorios en tiempos contemporneos. Una introduccin a la enseanza de la geografa, Fondo de Cultura Econmica, Buenos Aires, p. 47. 20 ORTEGA VALCRCEL, J., 2000, "Los horizontes de la Geografa. Teora de la Geografa", Ed. Ariel, Barcelona., p. 505. 21 SANTOS, M., 2000, La naturaleza del espacio. Tcnica y tiempo. Razn y emocin, Ariel, Barcelona, p. 84. 22 Ibd., p. 85.

  • [ 36 ]

    El espacio geogrfico vendra formado as por la concurrencia de elementos de

    diversa naturaleza y magnitud, tanto fsicos como humanos23. stos no se presentan de

    manera catica, pues se trata de un espacio organizado. Es decir, tras su parte fsico-

    material objetual existe otra intangible ideas, intenciones, valores, acciones, prcticas

    que subyace en la construccin de los objetos fsicos que constituyen el espacio geogrfico.

    La construccin material y fsica del espacio geogrfico depende pues de una serie de

    intenciones, ideas o racionalidades que lo dirigen y que se encuentran ntimamente

    relacionadas.

    Es necesario trascender las habituales formas de pensar y de razonar sobre la

    realidad, para ver estas intenciones como algo no exclusivo de las actitudes y

    comportamientos humanos. La Biosfera, se mueve por principios y lgicas sistmicas,

    holsticas, no-lineales, que combinan el orden con el caos, el equilibrio con el desequilibrio,

    la simplicidad con la complejidad, cualidades que, evidentemente, han sido observadas y

    definidas por la propia racionalidad humana. Su funcionamiento viene a reproducir una

    racionalidad ecolgica que ordena y explica la distribucin, jerarqua y composicin de

    los sistemas fsico-ecolgicos.

    Por lo que respecta a los hechos humanos, las intenciones que subyacen en las

    actitudes y pautas de construccin del medio humano, son muy heterogneas y responden a

    distintas racionalidades o modos de representacin de la realidad. stas se han dirigido a

    adecuar y transformar el medio fsico en un medio antropizado, con el fin de dar respuestas

    a requerimientos e intereses propios de una comunidad o sociedad determinada. Como

    afirma M. SANTOS:

    La historia de las denominadas relaciones entre sociedad y naturaleza ha sido, en todos los

    lugares habitados, la de la sustitucin de un medio natural, dado a una determinada

    sociedad, por un medio cada vez ms artificial, es decir, sucesivamente instrumentalizado

    por esa misma sociedad24.

    En principio, la afiliacin del objeto de estudio geogrfico con el medio ambiente

    parte de considerar las influencias y relaciones que se producen entre los sistemas humanos

    y los sistemas naturales. Si bien, el inters de la Geografa va a dirigido a comprender la

    intervencin del ser humano sobre el medio ecolgico y viceversa, y no ste de manera

    aislada. Es su naturaleza hbrida lo que hace del concepto de espacio geogrfico una

    herramienta fundamental para entender los fenmenos y conflictos de tipo ambiental, pues

    23 MIRALBES BEDERA, R. y HIGUERAS ARNAL, A., 1993, op. cit., p. 285. 24 SANTOS, M., 2000, op. cit., p. 197.

  • [ 37 ]

    considera el medio ambiente como algo no exclusivamente reducido a su dimensin fsico-

    ecolgica. Los modos de interrelacin con el espacio, cada vez ms intermediado por una

    racionalidad instrumental y por medios tcnicos, reproducen en esencia los modos de

    interrelacin con la naturaleza, pues en cierto modo, como afirma G. BERTRAND, La

    naturaleza en geografa es ante todo espacio, un espacio cada vez menos natural y ms

    antropizado25.

    La segunda cuestin alude al mtodo, es decir, cmo abordar el estudio del espacio

    geogrfico. La dificultad, en este caso, procede de la gran diversidad de enfoques y

    metodologas que han aparecido a lo largo de la evolucin del pensamiento geogrfico, a lo

    que se volver en los siguientes apartados. Como consecuencia, el espacio ha sido definido

    en base a mltiples dimensiones26. De igual modo, esta heterogeneidad se observa a la hora

    de concretar y especificar la idea de espacio geogrfico o una cualidad de ste y, en este

    sentido, se han definido diferentes variantes como la regin, el lugar, el territorio, el paisaje

    o inclusive el geosistema.

    No obstante, si extraemos un proyecto originario y comn en la Geografa ese sera

    su propsito holstico27. ste reside en ofrecer, mediante diversos estudios y enfoques

    metodolgicos, un marco de reflexin global sobre el uso humano de la Tierra28.

    1.2. EL BINOMIO SER HUMANO-NATURALEZA MARCA EL ORIGEN Y DESARROLLO DE LA GEOGRAFA MODERNA

    El inters por comprender el complejo sistema ser humano-medio ha acompaado a

    la Geografa desde sus inicios como ciencia moderna29 e incluso se plantea mucho antes de

    25 BERTRAND, C. y BERTRAND, G., 2006, "Geografa del Medio Ambiente. El sistema GTP: Geosistema, territorio y paisaje", Universidad de Granada, Granada, p. 129. 26 En PILLET CAPDEPN, F., 2004, "La Geografa y las distintas acepciones de espacio geogrfico", Investigaciones Geogrficas, n 34, pp. 141-154, se hace referencia al menos a cuatro denominaciones distintas: espacio abstracto, espacio social, espacio subjetivo y espacio local globalizado. 27 Para gegrafos como P. TAYLOR, M. WATTS Y R. JOHNSTON el espritu holstico proporciona la nica razn legtima de existencia de la Geografa (Citado en SIMMONS, I. G., 1998, To civility and to mans use: History, Culture and Nature, The Geographical Review, n 88 (1), p. 115). 28 Cuestin que habra que esbozarla desde dos posibles aportaciones: a) en su acercamiento sistematizado y formalizado del medio geogrfico; y b) en ofrecer una saber de la diversidad ecolgica y cultural que ha de estar en la base de todo uso del medio ms razonable, saludable, afectivo y estticamente ms atrayente. O lo que es lo mismo: una concepcin cientfica y objetiva de medio (no slo en su dimensin cuantificable, tambin en sus cualidades) y otra concepcin impregnada de significados y valores sobre cmo los distintos grupos humanos e individuos han entendido y entienden su medio (de tipo subjetivo, experimental y cultural). De este modo, se tratara de aadir un enfoque cuya ausencia facilit la ruptura y fragmentacin de los vnculos entre ser humano y entorno durante el proyecto cientfico de la modernidad. Estas ideas se desarrollarn en el cap. 8.

  • [ 38 ]

    que ste surgiera en la Ecologa moderna30. HUMBOLDT, considerado el padre-fundador de

    la Geografa moderna, dotar de criterios refinados y sistemticos el estudio de las relaciones

    hombre-naturaleza durante la primera mitad del siglo XIX y desde entonces quedar sujeto

    a los distintos paradigmas y escuelas de pensamiento que irn surgiendo en la disciplina

    geogrfica31. Las explicaciones y las metodologas vendrn condicionadas por la importancia

    que se le concede a cada uno de los elementos del binomio ser humano-medio. Esta

    importancia va a depender del sentido que tiene, para la vida social y para la explicacin de

    los hechos humanos sobre la superficie terrestre, la idea de naturaleza en el mismo

    pensamiento geogrfico. La Geografa constituye, as, un barmetro de los distintos

    sentidos de naturaleza que aparecen en el pensamiento, en la ciencia y en las obras

    culturales de Occidente. Incluso, como pone de manifiesto el gegrafo C. J. GLACKEN en su

    obra ms conocida, Huellas en la playa de Rodas32, antes del siglo XIX ya podan

    encontrarse tres modos de concebir las relaciones ser humano-naturaleza en el pensamiento

    y la filosofa occidentales:

    La naturaleza con un designio, hecha con un propsito y poseedora de una armona que afecta a todos sus seres y componentes.

    La naturaleza como una entidad que domina sobre las prcticas humanas.

    La naturaleza dominada por el ser humano y amoldada en funcin de su potencial tcnico y exigencias materiales.

    Estas distintas versiones de la idea de naturaleza no actan de modo excluyente33 y

    dan lugar a diferentes interpretaciones que se corresponden con sendas actitudes y

    comportamientos hacia el medio natural. Cabe sealar que estas perspectivas toman como

    centro de referencia al elemento humano34, ya sea como parte constitutiva de un orden y

    sentido de la naturaleza, como servidumbre a los aspectos fsico-materiales o como agente

    que altera la naturaleza primigenia. En su conjunto estas tres formas de entender la relacin

    29 HERNNDEZ DEL GUILA, R., 1997, op. cit., pp. 222-223. 30 RODRGUEZ MARTNEZ, F., 1980, "Ecologa y Geografa", Paralelo 37, n 4, p. 105. 31 CUDRIS GUZMN, L. E. y RUCINQUE, H. F., 2003, "La interaccin hombre-naturaleza: Vigencia de una de las temticas ms entraables de la tradicin geogrfica", GeoTrpico, n 1 (1), pp. 69. (http://www.geotropico.org/1_1_Cudris.html.) 32 GLACKEN, C., 1996, "Huellas en la playa de Rodas. Naturaleza y cultura en el pensamiento occidental desde la Antigedad hasta finales del siglo XVIII", CAPEL, H. (prol.); GARCA BORRN, J. C. (trad.), Ediciones del Serbal, 1996, pp. 27-28. 33 Ibd., pp. 27-28. 34 RIBAS RABASSA, P., 2003,"L'homme et la terre. Las relaciones hombre-medio en el pensamiento de Elise Reclus (1830-1905)", Revista Histria Moderna i Contempornia, n 1, Universidad Autnoma de Barcelona. (http://seneca.uab.es/hmic)

  • [ 39 ]

    ser humano-entorno constituyen lo que para D. ARNOLD supone el paradigma

    ambientalista que, en sus palabras, nos brinda un modelo distintivo para entender y

    explicar el pasado humano35.

    La lnea ambientalista pierde presencia a mediados del siglo XX por la emergencia y

    el mayor protagonismo del anlisis espacial y corolgico, si bien no queda del todo

    ocultado, pues muchos gegrafos, a raz de la emergencia de la preocupacin ecolgica,

    seguirn trabajando en aspectos relacionados con la utilizacin y sobreexplotacin de los

    recursos, los problemas de contaminacin o los daos asociados a los procesos de desarrollo

    en distintos mbitos.

    En los comienzos de la Geografa como disciplina cientfica (principios del siglo

    XIX) hay un inters por definir una explicacin sistemtica y coherente del mundo y de las

    razones que subyacen a las interacciones hombre-naturaleza. El enfoque holstico, el inters

    por la relacin entre la totalidad y sus distintas partes y la utilizacin de la analoga, eran los

    rasgos caractersticos de esta primera Geografa, que en cierto modo transgrede las pautas

    del mtodo cientfico cartesiano: analtico, seccionador y parcelario36. El mundo es visto,

    segn el mtodo analgico, como un sistema de correspondencias universales37, el cual

    permitir descubrir las semejanzas y los contrastes, las regularidades e irregularidades, las

    simbiosis y los conflictos, los equilibrios y desequilibrios que otorgan diversidad y

    complejidad al espacio terrestre. En ello influy, de manera notable, el aire de inspiracin

    romntica en el que se encuadra la tradicin geogrfica, construida sobre una relacin

    estrecha y recproca entre objeto conocido y sujeto que conoce, en una insercin sentida y

    vivida del cientfico en el objeto de estudio. No en vano, como indica N. ORTEGA

    CANTERO, el hombre el sujeto no es ajeno a ese sistema de correspondencias universales.

    El hombre participa de ellas, y es por lo que la analoga es el espejo que permite reflejar su

    propia conciencia individual38.

    Estas actitudes y cualidades intelectuales se encarnan en la figura de ALEXANDER

    VON HUMBOLDT (1769-1859). Los fundamentos de esta Geografa se construyen a partir

    de la obtencin de un conocimiento holstico y global del mundo y sobre un mtodo de

    estudio que es, a la vez de racional y emprico, afectivo, sin perder rigor y sistematizacin en

    el anlisis. De todas estas actitudes y enfoques nacan brillantes explicaciones ordenadas,

    sintticas e integradoras, como la obra cumbre de HUMBOLDT, Cosmos (1845), en el que

    35 ARNOLD, D., 2000, "La naturaleza como problema histrico. El medio, la cultura y la expansin de Europa", Fondo de Cultura Econmica, Mxico 36 ORTEGA CANTERO, N., 1987, "Geografa y cultura", Alianza Editorial, Madrid, p. 31. 37 Ibd., p. 32. 38 Ibd., p. 32.

  • [ 40 ]

    se aborda, en palabras de su autor, el conocimiento de la conexin que existe entre las

    fuerzas de la naturaleza y el sentimiento ntimo de su mutua dependencia39. Este carcter

    ambicioso e integrador que refleja dicha obra, pretendiendo la reunin de cuanto llena el

    espacio, desde las ms lejanas nebulosas hasta los ligeros tejidos de materia vegetal,

    repartidos segn los climas, que tapizan y coloran diversamente las rocas 40 , sera

    probablemente considerada, a da de hoy, como de extempornea, por no ajustarse al modo

    convencional o dominante actualmente de investigacin cientfica41.

    La figura de HUMBOLDT va ms all del inters geogrfico, pues es considerado el

    ltimo hombre enciclopdico de la cultura universal42 influyendo en el desarrollo de las

    distintas disciplinas cientficas43. La Geografa humboldtiana se aproxima a la idea de la

    naturaleza como un todo armnico, del cual el ser humano es parte integrante y

    participante de l.

    Si el inters de HUMBOLDT se centr prioritariamente en el conocimiento natural

    (geografa fsica), sin desdear importantes referencias a los rasgos humanos del medio

    geogrfico, C. RITTER (1779-1859) continuar con esta lnea integradora y holstica pero lo

    hace acentuando ms los hechos sociales, mediante un enfoque ms antropocntrico44.

    RITTER intentar hallar leyes universales y regularidades en las relaciones entre los

    fenmenos naturales y las actividades histricas, pero se encontrar con el serio obstculo de

    que el conocimiento de los fenmenos humanos no se ajustaba al modelo conceptual y

    metodolgico empleado en las ciencias fsicas y naturales45. Comienza, de esta manera, a

    plantearse la dicotoma entre conocimientos fsico-naturales y conocimientos socio-

    39 Citado en CAPEL, H., 1981, "Filosofa y Ciencia en la Geografa contempornea. Una introduccin a la Geografa", Barcanova, Barcelona, p. 27. 40 Ibd., p. 27. 41 Para muchos gegrafos, los trabajos de HUMBOLDT y RITTER eran considerados precientficos, de ah que se excluya, en ocasiones, de la Geografa como proyecto cientfico moderno (ORTEGA VALCRCEL, J., 2000, "Los horizontes de la Geografa. Teora de la Geografa", Ed. Ariel, Barcelona). Segn D. R. STODDART (1987, op. cit., p. 328) HUMBOLDT no era un gegrafo profesional en el sentido actual, porque para l (al igual que otras figuras como HAKLUYT o VARENIO) la Geografa exista en gran parte como un cuerpo de conocimiento ms que como una actividad profesional. 42 Para S. J. GOULD (2007,"Acabo de llegar. El final de un principio en historia natural", Crtica, Barcelona, p. 148) la visin integradora que HUMBOLDT daba a sus ensayos y estudios, a medio camino entre ciencia y arte, puede ser incluso ms importante en la actualidad que en su poca. 43 La figura de HUMBOLDT representa el perfil de gegrafo que, en cierto modo, es digno de ser recuperado en los tiempos actuales, como as lo entienden H. F. RUCINQUE y J. DURANGO-VERTEL (2003, "A propsito de un bicentenario: el legado de Humboldt", GeoTrpico, n 1 (2), p. 106): Pareciera necesitarse un alto en el camino, para que un avant-garde de los paradigmas de una geografa renovada y equilibrada permita la repeticin de hazaas productivas, con alto componente emprico, aplicado y globalista, como aquella con la que quiso regocijarse el espritu a la vez universalista y aterrizado del autor del Cosmos. 44 GARCA BALLESTEROS, A., 2000, "La cuestin ambiental en la geografa del siglo XX", Anales de Geografa de la Universidad Complutense, n 20, p. 105. 45 GMEZ MENDOZA, J. et al., 1988,"El pensamiento geogrfico", Alianza Editorial, Madrid.

  • [ 41 ]

    culturales, que marcar las distintas etapas de la evolucin del pensamiento geogrfico y que

    an prevalece en la Geografa contempornea.

    Son varios los autores que, sin embargo, coinciden en sealar estos estudios como

    un hecho aislado respecto a lo que posteriormente dirigir el desarrollo de la Geografa

    moderna. Para H. CAPEL, la relacin entre el proyecto de investigacin cientfica de

    HUMBOLDT y lo que se entenda por geografa en el siglo XVIII no est muy clara46. Para J.

    ORTEGA VALCRCEL, las propuestas de Humboldt y Ritter no cristalizan como tales son

    fenmenos aislados, y se vinculan ms al final de una tradicin cultural que a la fundacin

    de la geografa moderna47. Digamos que la imagen dominante de geografa por aquel

    entonces (una imagen que no ha terminado de desaparecer) era la de una concepcin

    descriptiva y cartogrfica, reducida a menudo a la simple localizacin en el espacio de

    elementos y fenmenos de ndole natural o humana48. A este hecho hay que aadir que

    HUMBOLDT concedi una mnima atencin a la justificacin de la lnea ambiental y que

    resalta tanto o ms este enfoque como el corolgico-espacial49.

    Pese a ello, no se puede desdear que los trabajos de HUMBOLDT y RITTER

    impregnan y marcan el inicio de la Geografa moderna como un conocimiento generalista e

    integrador, valores que han acompaado regularmente a los estudios geogrficos elaborados

    hasta la fecha.

    El intento de definir un modelo explicativo, coherente con el mtodo cientfico-

    positivista y que integrara, en un mismo corpus conceptual y metodolgico, los fenmenos

    fsico-naturales y los hechos sociales, llevarn a la sistematizacin de sus relaciones bajo

    preceptos deterministas (segunda mitad del siglo XIX). Este perodo del pensamiento

    geogrfico estar caracterizado por una versin de la naturaleza en la que sta aparece como

    una fuerza dominadora que marca los lmites al desarrollo de las sociedades, estando stas

    sujetas a sus designios50. La teora de la evolucin sirvi como marco interpretativo para las

    tesis deterministas y tambin con fines ideolgicos muy particulares.