Tapatio 25 marzo

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SECCIÓN B AÑO XCV TOMO CCCLXVI NÚMERO 33989 Fundadores • Jesús Álvarez del Castillo V. • Jorge Álvarez del Castillo Z. • Editor-Director • Carlos Álvarez del Castillo G. GUADALAJARA, JALISCO, DOMINGO 25 DE MARZO DE 2012 Supervisor: Eduardo Castañeda H. [email protected] / Ana López [email protected] Opinan Mario Vargas Llosa Raymundo rivapalacio JUan palomar ANTONIO ORTUÑO la patria insomne, indignación literaria firmada POR carmen boullosa Página - treS o es el Papa de las multitudes y del discurso emotivo. No es el Papa de los suspiros ni el pastor que arrastra con na- rrativas impregnadas de pasión. Tampoco es el Papa que transforma territorios a su andar o que tiende manos y rompe barreras con otras religiones. En definitiva, Jo- seph Ratzinger, el Papa Benedicto XVI, es un hombre frio, intelectual y dogmático; prefiere la fortaleza de las con- vicciones y la firmeza de los idearios, que los aplausos di- plomáticos o las recepciones magnánimas. Rígido en sus planteamientos, no concede ni un milímetro de libertad moral: la religión debe ser un faro fincado con solidez en un mundo de tierras fangosas y pisos movedizos. Indagar la vida y trayectoria de Ratzinger es una búsqueda intelectual constante. No es exagerado seña- lar que Ratzinger se convirtió en el bra- zo derecho de Juan Pablo II durante su papado. Ratzinger constituyó una guía intelectual para el polaco, compartían valores que iban más allá de lo religioso estrictamente. Por un lado, la aversión que ambos sentían por el comunismo; al grado que Ratzinger incluso ha señala- do que el marxismo ni siquiera puede ser catalogado como doctrina filosófica, al carecer, en palabras del ex cardenal de Múnich, “de una concepción humana”. Para Ratzinger, y para Juan Pablo II, el comunismo significó la degradación más aguda de lo humano, un conjunto de ideas que extraviaban los pisos mínimos de moralidad en la convivencia social. La mera idea de reducir al hombre a un producto de relaciones económicas, es inaceptable para Ratzinger. Su alejamiento de los determinis- mos del marxismo, no provocó que Rat- zinger abrazara el tan popular relativismo. Para el ac- tual Sumo Pontífice, ni siquiera la democracia puede sustentarse en relativismos amorfos, las ideas que im- priman sentido a la vida de los hombres, son fundamen- tales. En una entrevista concedida a Jaime Antúnez pa- ra el libro Crónica de las ideas, Ratzinger no duda en vincular sus creencias profundas con el sistema políti- co: “La obediencia a Dios y a los hombres, deben ir acom- pañadas”. El Estado laico, como concepto que asegura la imparcialidad del Estado ante los diferentes credos, tampoco encuentra cabida sencilla en los complejos mundos intelectuales del teólogo. No es difícil recordar que hace algunos años cuando visitó Francia, la nación Joseph Ratzinger, nom- brado Papa el 19 de abril de 2005, es un autor pro- lífico. Sus libros son muy leídos en el circuito de la enseñanza y la práctica de la teología católica; fue asesor y relator en el Concilio Vaticano II lo mismo que Hans Küng, su amigo y luego opositor. Ratzinger, un perfil intelectual Benedicto XVI LA CARA DE LA TEOLOGÍA Guardián de la moral y la palabra. Benedicto XVI, una de las mentes más lúcidas y férreas que han surgido del seno de la Iglesia Católica en el siglo XX. ícono del pensamiento moderno-secular, buscó en sus discursos acuñar la idea del “laicismo positivo”, una res- puesta del Vaticano a una Europa que vertiginosamen- te se separa de la religión. Los valores religiosos, para Ratzinger, trascienden épocas históricas, se colocan por encima de lo efímero de las construcciones humanas; mientras las instituciones humanas se desvanecen, los principios religiosos son atemporales. La modernidad tampoco embona en los preceptos de Joseph Ratzinger. La pérdida de sentido, el debilitamien- to de las identidades y el alejamiento moderno del “cami- no de Dios”, son elementos que han marcado la trayecto- ria intelectual del ahora Papa. Para Ratzinger, la ley y la democracia, la política y el Gobierno, se encuentran in- sertos en la lógica del derecho natural; es decir, emanan del simple hecho de nacer humanos, sin que exista vínculo alguno con el contrato social original que tanto defienden los pensadores li- berales. Así, marxismo, liberalismo, re- lativismo, Estado laico y modernidad, son conceptos que degradan la dignidad humana, abriendo paso a la idea de un hombre avocado al consumo y a lo efí- mero, sin posibilidad de trascendencia. Incluido junto con su viejo amigo Hans Küng, con quien incluso se ha en- frentado intelectual y clericalmente, en la lista de los cien pensadores de más influencia en el mundo de la revis- ta Foreing Policy cuando aún no era Pa- pa, Ratzinger ha hecho valer su pensa- miento en la entraña vaticana durante muchos años. Al propio Küng le fue anulada su autoridad para enseñar teología católi- ca, por sus pronunciamientos críticos. Decisión en la que influyó Ratzinger desde la curia alemana de esos años. El suizo sigue impartiendo clases de Teología ecuménica en la Universidad de Tubinga, donde compartió el magiste- rio con Joseph Ratzinger, pero que poco a poco los dos teólogos tendieron a polos opuestos. Así, es innegable que Ratzinger es uno de los intelec- tuales con más peso en el continente europeo. Sus alega- tos con el gran estudioso de la comunicación y la moder- nidad, Jürgen Habermas, demuestran la solidez de sus planteamientos; su clara idea del papel del ser humano y la necesidad de la religión como un oxígeno en tiempos aciagos, en donde los caminos de la ciencia y la filosofía parecerían, en voz del ahora Benedicto XVI, “generar más dudas que certezas”. De esta manera, también es in- debatible que Ratzinger fue el intelectual orgánico de Juan Pablo II. Una dupla perfecta: mientras el Pontífice se dedicaba a las grandes plazas, a la seducción de la pa- lestra pública y a los discursos cargados de emoción y de- voción; Ratzinger se movía en la sombra, en los resbala- dizos terrenos de la palabra escrita. Digamos que Ratzinger es “la materia gris” del Vaticano, su larga tra- yectoria como prefecto en la poderosa Congregación pa- ra la Doctrina de la Fe, revelan su profunda orientación hacia los estudios morales y teológicos. La visita de Ratzinger a México también revela la le- janía con la que ha tratado a la América hispana desde el inicio de su papado. América Latina, que constituye una de las tierras más fértiles y con más apoyo al credo católico, parecía no ser una prioridad para el Papa, que ya supera los ochenta años de edad. Líderes de opinión y especialistas en reli- gión señalan continua- mente la vocación eu- rocéntrica de Benedicto XVI, quien parecía más proclive a encender las polémi- cas sobre temas con- troversiales en Euro- pa, que a adoptar la rutina de traslados de su antecesor. En definitiva, la figura de Joseph Ratzinger no in- cita los desequilibrios emocionales y sentimentales, que provocaba Juan Pablo II cuando ponía un pie en tie- rras latinoamericanas. Tampoco encuentra ese cobijo popular que recibía a Juan Pablo II: las grandes carava- nas y la expectativa que superaba cualquier cálculo ra- cional. Por el contrario, Ratzinger se distingue por su sapiencia; su capacidad para imprimirle fuerza teórica y moral a sus principios; un luchador obstinado en con- tra de la flexibilidad moral. Así, en estos tres días de visita, veremos si Ratzinger se acerca al pueblo mexicanos con sus dos armas más po- derosas: la palabra y el argumento. Sus alegatos con el gran estudioso de la modernidad, Habermas, demuestran la solidez de sus planteamientos; su clara idea del papel del ser humano y la necesidad de la religión como un oxígeno en tiempos aciagos, en donde los caminos de la ciencia y la filosofía parecerían ‘generar más dudas que certezas’ REUTERS Benedicto XVI, el papa alemán, es un teólogo y filósofo de grandes vuelos, que ha mantenido discusiones con Jürgen Habermas y profundos desencuentros con pensadores católicos como Hans Küng el gran bob dylan, a 50 años de su primer disco N En definitiva, la figura de Joseph Ratzinger no incita los desequilibrios emocionales y sentimentales, como Juan Pablo II. Ratzinger se distingue por su sapiencia; su capacidad para imprimirle fuerza teórica y moral a sus principios; un luchador obstinado en contra de la flexibilidad moral Página -SEIS

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SECCIÓN

BAÑO XCV

TOMO CCCLXVINÚMERO 33989 Fundadores • Jesús Álvarez del Castillo V. • Jorge Álvarez del Castillo Z. • Editor-Director • Carlos Álvarez del Castillo G.

GUADALAJARA,JALISCO,

DOMINGO25 DE MARZO DE 2012

Supervisor: Eduardo Castañeda H. [email protected] / Ana López [email protected]

Opinan Mario Vargas LlosaRaymundo rivapalacioJUan palomarANTONIO ORTUÑO

la patria insomne,indignación literariafirmada POR carmenboullosa Página - treS

o es el Papa de las multitudes y del discurso emotivo. Noes el Papa de los suspiros ni el pastor que arrastra con na-rrativas impregnadas de pasión. Tampoco es el Papa quetransforma territorios a su andar o que tiende manos yrompe barreras con otras religiones. En definitiva, Jo-seph Ratzinger, el Papa Benedicto XVI, es un hombre frio,intelectual y dogmático; prefiere la fortaleza de las con-vicciones y la firmeza de los idearios, que los aplausos di-plomáticos o las recepciones magnánimas. Rígido en susplanteamientos, no concede ni un milímetro de libertadmoral: la religión debe ser un faro fincado con solidez enun mundo de tierras fangosas y pisos movedizos.

Indagar la vida y trayectoria de Ratzinger es unabúsqueda intelectual constante. No es exagerado seña-lar que Ratzinger se convirtió en el bra-zo derecho de Juan Pablo II durante supapado. Ratzinger constituyó una guíaintelectual para el polaco, compartíanvalores que iban más allá de lo religiosoestrictamente. Por un lado, la aversiónque ambos sentían por el comunismo; algrado que Ratzinger incluso ha señala-do que el marxismo ni siquiera puede sercatalogado como doctrina filosófica, alcarecer, en palabras del ex cardenal deMúnich, “de una concepción humana”.Para Ratzinger, y para Juan Pablo II, elcomunismo significó la degradaciónmás aguda de lo humano, un conjunto deideas que extraviaban los pisos mínimosde moralidad en la convivencia social.La mera idea de reducir al hombre a unproducto de relaciones económicas, esinaceptable para Ratzinger.

Su alejamiento de los determinis-mos del marxismo, no provocó que Rat-zinger abrazara el tan popular relativismo. Para el ac-tual Sumo Pontífice, ni siquiera la democracia puedesustentarse en relativismos amorfos, las ideas que im-priman sentido a la vida de los hombres, son fundamen-tales. En una entrevista concedida a Jaime Antúnez pa-ra el libro Crónica de las ideas, Ratzinger no duda envincular sus creencias profundas con el sistema políti-co: “La obediencia a Dios y a los hombres, deben ir acom-pañadas”. El Estado laico, como concepto que asegurala imparcialidad del Estado ante los diferentes credos,tampoco encuentra cabida sencilla en los complejosmundos intelectuales del teólogo. No es difícil recordarque hace algunos años cuando visitó Francia, la nación

Joseph Ratzinger, nom-brado Papa el 19 de abrilde 2005, es un autor pro-lífico. Sus libros son muyleídos en el circuito de laenseñanza y la prácticade la teología católica;fue asesor y relator en elConcilio Vaticano II lomismo que Hans Küng,su amigo y luego opositor.

Ratzinger,un perfil

intelectual

Benedicto XVI

LA CARA DE LATEOLOGÍA

Guardiánde lamoral y la palabra.BenedictoXVI, unade las mentes más lúcidas y férreas que han surgidodel seno de la Iglesia Católica en el siglo XX.

ícono del pensamiento moderno-secular, buscó en susdiscursos acuñar la idea del “laicismo positivo”, una res-puesta del Vaticano a una Europa que vertiginosamen-te se separa de la religión. Los valores religiosos, paraRatzinger, trascienden épocas históricas, se colocan porencima de lo efímero de las construcciones humanas;mientras las instituciones humanas se desvanecen, losprincipios religiosos son atemporales.

La modernidad tampoco embona en los preceptos deJoseph Ratzinger. La pérdida de sentido, el debilitamien-to de las identidades y el alejamiento moderno del “cami-no de Dios”, son elementos que han marcado la trayecto-ria intelectual del ahora Papa. Para Ratzinger, la ley y lademocracia, la política y el Gobierno, se encuentran in-

sertos en la lógica del derecho natural;es decir, emanan del simple hecho denacer humanos, sin que exista vínculoalguno con el contrato social originalque tanto defienden los pensadores li-berales. Así, marxismo, liberalismo, re-lativismo, Estado laico y modernidad,sonconceptosquedegradanladignidadhumana, abriendo paso a la idea de unhombre avocado al consumo y a lo efí-mero, sin posibilidad de trascendencia.

Incluido junto con su viejo amigoHans Küng, con quien incluso se ha en-frentado intelectual y clericalmente,en la lista de los cien pensadores demás influencia en el mundo de la revis-ta Foreing Policy cuando aún no era Pa-pa, Ratzinger ha hecho valer su pensa-miento en la entraña vaticana durantemuchos años.

Al propio Küng le fue anulada suautoridad para enseñar teología católi-

ca, por sus pronunciamientos críticos. Decisión en la queinfluyó Ratzinger desde la curia alemana de esos años. Elsuizo sigue impartiendo clases de Teología ecuménica enla Universidad de Tubinga, donde compartió el magiste-rio con Joseph Ratzinger, pero que poco a poco los dosteólogos tendieron a polos opuestos.

Así, es innegable que Ratzinger es uno de los intelec-tuales con más peso en el continente europeo. Sus alega-tos con el gran estudioso de la comunicación y la moder-nidad, Jürgen Habermas, demuestran la solidez de susplanteamientos; su clara idea del papel del ser humano yla necesidad de la religión como un oxígeno en tiemposaciagos, en donde los caminos de la ciencia y la filosofía

parecerían, en voz del ahora Benedicto XVI, “generarmás dudas que certezas”. De esta manera, también es in-debatible que Ratzinger fue el intelectual orgánico deJuan Pablo II. Una dupla perfecta: mientras el Pontíficese dedicaba a las grandes plazas, a la seducción de la pa-lestra pública y a los discursos cargados de emoción y de-voción; Ratzinger se movía en la sombra, en los resbala-dizos terrenos de la palabra escrita. Digamos queRatzinger es “la materia gris” del Vaticano, su larga tra-yectoria como prefecto en la poderosa Congregación pa-ra la Doctrina de la Fe, revelan su profunda orientaciónhacia los estudios morales y teológicos.

La visita de Ratzinger a México también revela la le-janía con la que ha tratado a la América hispana desde elinicio de su papado.América Latina, queconstituye una de lastierras más fértiles ycon más apoyo al credocatólico, parecía no seruna prioridad para elPapa, que ya supera losochenta años de edad.Líderes de opinión yespecialistas en reli-gión señalan continua-mente la vocación eu-rocéntrica deBenedicto XVI, quienparecía más proclive aencender las polémi-cas sobre temas con-troversiales en Euro-pa, que a adoptar larutina de traslados desu antecesor.

En definitiva, la figura de Joseph Ratzinger no in-cita los desequilibrios emocionales y sentimentales,que provocaba Juan Pablo II cuando ponía un pie en tie-rras latinoamericanas. Tampoco encuentra ese cobijopopular que recibía a Juan Pablo II: las grandes carava-nas y la expectativa que superaba cualquier cálculo ra-cional. Por el contrario, Ratzinger se distingue por susapiencia; su capacidad para imprimirle fuerza teóricay moral a sus principios; un luchador obstinado en con-tra de la flexibilidad moral.

Así, en estos tres días de visita, veremos si Ratzingerse acerca al pueblo mexicanos con sus dos armas más po-derosas: la palabra y el argumento.

Sus alegatos con el granestudioso de la modernidad,Habermas, demuestran la

solidez de susplanteamientos; su clara

idea del papel del serhumano y la necesidad de lareligión como un oxígeno entiempos aciagos, en dondelos caminos de la ciencia y

la filosofía parecerían‘generar más dudas que

certezas’

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Benedicto XVI, el papa alemán, es un teólogo y filósofo de grandes vuelos, que ha mantenido

discusiones con Jürgen Habermas y profundos desencuentros con pensadores católicos como Hans Küng

el gran bob dylan,a 50 años de suprimer disco

NEn definitiva, la figura deJoseph Ratzinger no incita

los desequilibriosemocionales y

sentimentales, como JuanPablo II. Ratzinger se

distingue por su sapiencia;su capacidad para

imprimirle fuerza teórica ymoral a sus principios; un

luchador obstinado encontra de la

flexibilidad moral

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PÁGINA 2-B Domingo 25 de marzo de 2012EL INFORMADOR

SiCarlosSalinasseautoexilióenDublínyCubadurantealgunosaños,si Ernesto Zedillo se reinventó como consultor para residir en EstadosUnidos, ¿qué hará el actual Presidente cuando deje Los Pinos?

Cuenta Salvador Camarena que en vísperas de la elección del2000, frente a la posibilidad de un triunfo de Vicente Fox y el ries-go de un conflicto postelectoral violento, Felipe Calderón preparóun maletín con cuatro mil dólares y pasaportes por si la familia te-nía que salir de emergencia del país (citado en el perfil biográficosobre Calderón incluido en el libro de Los Suspirantes 2006). Conestas tendencias previsoras, no tengo dudas de que el Presidenteya tiene preparada la maleta, por así decirlo, aunque probablemen-te todavía sea incierto el lugar de su residencia en el extranjero (ydoy por descontado que en su maletín se incluirán muchos mas dó-lares en esta ocasión).

Hace unos días pregunté en la red de Twitter cuál podría ser eldestino de Calderón cuando deje el poder y la gran mayoría lo ubicóen un lugar muy parecido al rancho de Andrés Manuel López Obra-dor, lo cual explicaría, entre otras razones, por qué le convendría aeste Presidente salir del país.

No tengo duda de que Calderón será demandado por diversasorganizaciones sociales frente a tribunales nacionales e internacio-nales. Incluso durante su actual gestión ya ha habido varios pronun-ciamientos para llevarlo a juicio político.

En buena medida su suerte va a depender de la actitud que ten-ga el próximo Gobierno con respecto al propio ex presidente, por unlado, y del destino de cuadros como Genaro García Luna en la pró-xima administración, por otro. Que habrá demandas por los 50 milmuertos y por las muy documentadas desapariciones de civiles, esun hecho. Que prosperen estas demandas dependerá de la disposi-ción del Poder Ejecutivo y Judi-cial de la próxima administra-ción. Si gana el PRI, pero carecede mayoría absoluta en el Con-greso, Enrique Peña Nieto ten-drá en la fragilidad de Calderónuna buena carta para negociaren condiciones favorables al-gún tipo de apoyo de parte delos panistas.

Un indicio será el destinofinaldeGarcíaLuna.Sielactualresponsable de la seguridad pú-blica es reinstalado en un pues-to importante en la próxima ad-ministración, significaría quehay poco interés de castigar alex presidente. Ahora bien, losjuicios contra Calderón puedenllegar muy lejos sin necesidadde que el próximo Gobierno in-terceda. Basta con una actitudde “dejar hacer y dejar pasar”porpartedelpróximoGobiernoparaqueelpanistase lasveane-gras. Los problemas de Zedilloen el tribunal de Connecticut,por el caso de Acteal, son unapálidasombradeloquese lepo-dría venir encima a Calderón. Y eso que el actual Gobierno mexica-no ha colaborado con Zedillo facilitando documentación pertinentepara su defensa. Calderón ha puesto un interés personal en sentarun precedente en cuanto a la figura de inmunidad presidencial enEstados Unidos, recurso al que justamente Zedillo está recurriendo.

Por otro lado, en el caso de un triunfo de Josefina Vázquez Mo-ta, el Gobierno hará hasta lo imposible para evitar un juicio en con-tra de su ex jefe. Pero salvo eso, trataría de mantener al ex mandata-rio lo más lejos posible. Probablemente no llegará al extremo de JoséLópez Portillo quien envió a Luis Echeverría, su antecesor, a las Is-las Fiji como embajador, pero ganas no le van a faltar.

Sobra decir que si llega a triunfar López Obrador, el panista nosólovaanecesitarunamaleta,pasaporteyvisa, sino tambiénunejér-cito de abogados. No creo que la república amorosa del tabasqueñollegue al perdón franciscano para abrazar al orquestador y benefi-ciario del “haiga sido como haiga sido”.

Calderón no tendrá una ex presidencia tranquila. En algún mo-mento el PAN tendrá que repudiar al calderonismo de entre sus fi-las, para poder refundarse como un partido de militantes y no de ma-notazos presidenciales. Son tales los resentimientos sembrados enel partido por las intervenciones de Los Pinos, que no es probableque el PAN represente una zona de confort para Calderón.

Dolia Estévez, corresponsal de MVS en Washington, informóque Calderón habría recibido una invitación del ex presidente Lula,de Brasil, para incorporarse a la Universidad Federal de IntegraciónLatinoamericana, fundada por Lula en Foz do Iguaçu, Paraná. La in-vitación respondería al temor expresado por Calderón de ser objetode alguna venganza por parte del narco cuando deje la presidencia.Bajo esa excusa, supongo que el Presidente recibirá o podrá gestio-nar invitaciones de residencia en varios países.

Seguramentepodránprotegerlode las represaliasdelnarco.Pe-ro no está muy claro que puedan defenderlo de la justicia mexicanasi ésta decide llamarlo a cuentas.

www.jorgezepeda.net@jorgezepedap

¿A dónde se iráCalderón?

No tengo duda de que

Calderón será demandado

por diversas organizaciones

sociales frente a tribunales

nacionales e internacionales.

Incluso durante su actual

gestión ya ha habido varios

pronunciamientos para

llevarlo a juicio político.

En buena medida su suerte

va a depender de la actitud

que tenga el próximo

Gobierno

Jorge Zepeda Patterson

A la muerte de Enrique III de Francia en 1589, la sucesión debía re-caer sobre Enrique de Navarra, quién para obtener el trono renun-ció a sus ideas protestantes, pronunciando la famosa frase “Parisbien vale una misa”.

LaparticipaciónenlamisaquecelebraráelPa-pa Benedicto XVI de los tres principales candida-tos al Gobierno Federal del país hace recordaraquella frase que ahora sonaría “La Presidencia deMéxico bien vale una misa”. Sobre todo si en tornoa la misa habrá cientos de miles de ciudadanos,otros millones más la estarán siguiendo a través delos medios de comunicación, y además, será presi-dida por el líder mundial del catolicismo.

Al margen de estos posibles cálculos políti-cos el hecho no debiera parecer tan extraño. Loscandidatos, todos de origen católico, y más o me-nos practicantes, aspiran a gobernar una sociedad mayoritaria-mente católica. Acuden a una celebración religiosa cuyo formatosimbólico y contenido teórico son especialmente educativos, den-

tro de un ambiente generado desde lo mejor que puede tener yaportar el ser humano, en busca de metas altruistas, individualesy comunitarias. Si los candidatos logran estar más atentos a la ce-

lebración que a las cámaras o a sus tensiones in-ternas es muy posible que salgan altamente bene-ficiados en lo espiritual y en lo intelectual,particularmente en lo que mira al fortalecimien-to de valores tan esenciales en la gestión públicacomo son la honestidad, la responsabilidad, y elcompromiso generoso a la hora de enfrentar losretos que tiene el país.

Las polémicas ideológicas en el entorno ha-cen también su parte blandiendo la pancarta,muy agujereada, de un supuesto Estado laico vio-lentado, que deja perplejas a las democraciasmás evolucionadas del planeta, pues ni en Ale-

mania, ni en Estados Unidos, ni en Canadá, ni en Suecia, Inglate-rra, Bélgica, Chile o Finlandia, piensa nadie que la definición lai-ca de un Estado deba reprimir el derecho humano a profesar en

público y en privado la religión de un gobernante, ni el que los pre-sidente electos de Estados Unidos atropellen la laicidad por asis-tir a una servicio religioso previo a la toma de posesión, y haganestar jurando sobre una Biblia.

Desdeluegoquenuestrosubdesarrollodemocráticoproduceés-tas y muchas otras reacciones primitivas o demagógicas, con la ven-taja de dar de comer a no pocos activistas al menos por una tarde.

Sin duda es un privilegio para todos, creyentes o no, que unlíder religioso de la talla mundial de Benedicto XVI visite nues-tro país; sabemos desde luego que su fuerza radica en la funcióneclesial que ostenta como sucesor del apóstol Pedro, y en su ex-periencia como uno de los grandes teólogos que hicieron el Con-cilio Vaticano II. Los muchos años en que ha meditado y profun-dizado en la persona y enseñanza de Cristo, avalan su trabajomagisterial, así como la firmeza y honestidad con que ha desa-rrollado su pontificado. Seguramente su presencia y sus enseñan-zas dejarán un efecto notable en cuantos estén dispuestos a be-neficiarse de este acontecimiento.

[email protected]

Las misas de ParísLOS COLORESDEL TIEMPO

Armando González Escoto

Cuando termino de dar una conferencia meocurreavecesserasaltadoporpersonasqueme entregan papelitos, cartas, regalos, li-bros que se me van desparramando y voyperdiendo por el camino hasta el automóvilsalvador. Pero esta vez, no sé por qué, retu-ve uno de los libros que me alcanzaron, y, yaen el hotel, comencé a hojearlo mientras mevenía el sueño.

Cincohorasdespués,cuandoyaasoma-ba por la ventana el amanecer, terminé de le-erlo. Estaba descompuesto, triste, desalen-tado y con la cabeza revuelta con recuerdosde un texto de Rimbaud que había sido unode mis libritos de cabecera en mi juventud,uno de los primeros que pude leer en fran-cés: Une saison en enfer.

El libro que me tuvo en vilo y desveladotodaunanochesetitulaDiariodevidaymuer-te y es, en efecto, un diario que llevó, a lo lar-go de tres años y medio –1988-1991–, CarlosFlores Lizama, entonces un joven jesuita. Ha-bía hecho su noviciado en México y fue desti-nado a Ayacucho cuando este departamentodelosAndesperuanosvivíael infierno,devas-tado por la guerra que libraban el terrorismode Sendero Luminoso y las fuerzas militaresy policiales contrasubversivas.

El horror de esa experiencia está docu-mentado con lujo de detalles en los 12 volú-menes de testimonios recogidos por la Co-misión de la Verdad que presidió el filósofoSalomónLerner.Perotodoinforme,pormásriguroso que sea, mantiene siempre un dis-tanciamiento verbal y conceptual con aque-llo que refiere, y algo o mucho de lo vivido seeclipsaensuesfuerzodereconstrucciónhis-tórica de los hechos.

El diario de Flores Lizana nos sumergede lleno, y sin escapatoria, en una violenciaenloquecida, vertiginosa, indescriptible,que él fue descubriendo y viviendo cada díay cada noche en esa temporada de casi cua-tro años que pasó en el infierno ayacuchano.

El joven jesuita llegó allí sin sospechar loque lo esperaba. Venía lleno de ilusiones y deempeño a realizar una tarea que él creía seríapastoral y espiritual, y de pronto se vio rodea-dopordoquierdeunsalvajismohomicidaquellenaba las calles de Ayacucho, de Huanta, yhastade lasmásdiminutasaldeas,decadáve-res, de torturados, de fantasmas de desapare-cidos, y de familias enteras paralizadas por elespanto, la miseria y la impotencia.

El diario lo escribía en las noches, al co-rrer de la pluma, sin pretensión literaria algu-na, volcando los menudos o grandes inciden-tes de la jornada, y sus propias vacilaciones yangustias,y,aveces,transcribiendocosasqueoía o que le decían, como aquella frase de esacampesina que, le aseguró, el miedo que sepadecía en su pago era tan grande que “hastalos perros se esconden y los pajaritos huyen.¿Será esto el fin del mundo?”

Si alguna vez llega, ese fin del mundono podrá ser peor que el indecible calvariovivido por el pueblo de Ayacucho en esosaños finales de los ochenta y comienzos delos noventa que el diario de Flores Lizanahace revivir al lector contagiándole unosrecuerdos impregnados de estupor, compa-sión y locura. Terroristas y fuerzas del or-den parecen empeñados en demostrar queno hay límites para el sadismo, que siemprese puede superar al adversario en ferocidada la hora de ejercer la crueldad. Comandosde aniquilamiento senderistas ocupan unpueblo y castigan a los “ricos” (el boticarioy el almacenero, por ejemplo) obligando ala población a lapidarlos hasta la muerte. Ala esposa y a los dos hijos pequeñitos de un“soplón” los exterminan también a pedra-das. La jefa del comando asesino es una es-tudiante de 17 años. Policíasy soldados violan sistemáti-camente a las mujeres de lascasas que registran –niñasimpúberes, mujeres adultas,ancianas– y saquean tiendas,chacras y despensas. Cadá-veres decapitados, miem-bros mutilados, aparecen adiario en los basurales. Losalaridos de los torturados es-tremecen no sólo las noches,también las mañanas y lastardes de Ayacucho.

La ciudad vive recorridapor rumores, amenazas y pro-fecías apocalípticas y en el pá-nicocervalqueeselairequeto-dosrespiran lacredulidadde lagentese tragalosembustesydisparatesmásextravagantes.La razón desaparece, sepultada por una irra-cionalidad primitiva. Porque, aquí, la anor-malidades lonormal, lavidacotidiana.Eldia-rio transmite monótonamente la angustia delos padres al ver partir a sus hijos a la escuelao a la universidad, pues no saben si volverána verlos, ya que podrían ser secuestrados, talvez por los “terrucos”, tal vez por los propiossoldados, y nunca más volverán a saber deellos. Los niños y jóvenes desaparecen no pordecenas sino por centenares y hasta millares.

Las páginas más desgarradoras de estelibro son las gestiones –heroicas pero inúti-les– del puñadito de sacerdotes y de monjasque, con Flores Lizana, se atreven a ir a lascomisarías o al cuartel “Los Cabitos” y al deHuanta acompañando a las familias a averi-guar el paradero de sus desaparecidos, sólopara enfrentarse a la prepotencia, a la mato-nería y a las amenazas de la autoridad.

Una tarde, le vienen a decir que su nom-bre figura en una lista de personas que lasfuerzas paramilitares van a eliminar esamisma noche por sospechosas de ayudar ala subversión. En esa interminable noche, a

la luz de una vela, Flores Lizana pasa revis-ta a su vida, reconoce que lo que ve y pade-ce le ha llegado a producir “una crisis de lafe en la Iglesia Católica” y se pregunta, des-garrado, “¿por qué los obispos se portaroncomo lo hicieron y por qué no defendieronla vida como lo esperaban las víctimas y mu-chos de los agentes pastorales de su tiem-po?” La respuesta es muy simple: porque laprimera prioridad de esos jerarcas eclesiás-ticos era acabar con la Teología de la libera-ción, aunque ello significara mirar al otro la-do “cuando se cometían estos crímenes sinnombre contra los campesinos y los deteni-dos desaparecidos”.

En los diarios de Flores Lizana no hay niel más mínimo indicio de simpatía por la de-mencia ideológicaylosespantososcrímenesquecometíaSenderoLuminoso.Todolocon-

trario: su testimonio abundaen acusaciones constantes alas atrocidades de los sende-ristas. Pero su indignación ysu protesta son idénticas con-tra quienes, en su lucha con-tra el terrorismo, perpetrarontambién matanzas y torturasescalofriantes.

Su libro me ha conmovi-do mucho por su dolida hu-manidad, porque demuestraque, en contra de lo que le di-ce todo lo que ve a su rede-dor, es posible ser generoso,comprensivo, solidario y de-cente en medio de ese des-plome sanguinario de todos

los valores y sentimientos, cuando el ins-tinto de muerte y destrucción se habíanadueñado de la sierra peruana.

Su testimonio resucitó en mi memoriaaquel breve pero terrible texto, Une saisonen enfer, que escribió Rimbaud en 1873, des-pués de recibir el balazo de Verlaine, imagi-nando, en prosas y versos alucinatorios, unmundo bestializado y pesadillesco, conquis-tado por el mal, un mundo de delirio y cruel-dades vertiginosas, de deseos despavoridosen libertad y de imágenes incandescentes.Fue el último texto que escribió este joven debelleza luciferina de apenas diecinueveaños. El infierno que imaginó en su hermo-so testamento era sólo literario y anunciabael surrealismo y sus tumultos. El infierno deverdad iría a vivirlo después, en sus vaga-bundeosmiserablesdevariosañosporAdény Abisinia traficando con metales, armas yacaso esclavos, asqueado de la literatura. Adiferencia de Flores Lizana, Rimbaud no de-jó testimonio alguno de esa aventura infer-nal. Pero es seguro que no pudo ser nuncapeor que la que vivió en Ayacucho este hu-milde religioso que pasó por el infierno y so-brevivió para contarlo.

Una temporada en el infierno

PIEDRA DE TOQUE

Mario Vargas Llosa

Los candidatos, todos de

origen católico, y más o

menos practicantes,

aspiran a gobernar una

sociedad mayoritariamente

católica

En los diarios de

Flores Lizana no hay ni

el más mínimo indicio

de simpatía por la

demencia ideológica y

los espantosos

crímenes que cometía

Sendero Luminoso

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Domingo 25 de marzo de 2012 PÁGINA 3-BEL INFORMADOR

ara Carmen Boullosa hace tiempoqueMéxicodejódeserLaSuavePa-tria de López Velarde. Su profundodolor por la situación de violenciaque atraviesa el país la llevó a escri-

bir La Patria Insomne (Hiperión, 2011), un poema,sin duda, más acorde con los tiempos que corren.

Antes de hacer la presentación formal del in-somnio —esa batalla frontal entre vigilia y sueño—la autora introduce al lector con la descripción deuna escena que es una metáfora de su sentir: el es-píritu, desde la tumba, llama al cuerpo con su telé-fono móvil. “¿Cómo te va?”, le dice, “recuerda queaquí vas a estar pronto”.

Así inicia el recorrido que Boullosa traza parahablar de la muerte, no como un hecho lejano, sinocomo parte de nuestro futuro inmediato. “Si el al-ma se muere primero ¿qué le queda al cuerpo?”, re-flexionó la autora en entrevista telefónica desdeNueva York, ciudad en la que habita desde hacetiempo. “En La Patria Insomne hay un viaje delcuerpo que inicia su periplo con el alma ya enterra-da, en la ultratumba”, agregó.

La poeta, cuentista, novelista y dramaturgaafirmó también que en su más reciente libro per-siste su tono, sus obsesiones, y el juego entre lo pú-blico y lo privado presente desde sus primeros poe-mas. La diferencia, tal vez, es que ya no se trata deun tema que afecta a una generación o a un sologrupo social: “la patria está toda en llamas”.

— Más allá del evidente contexto de violen-cia, ¿qué la movió a escribir este libro?

—La violencia por la que pasa México me pe-sa mucho, de una manera íntima. Nunca me imagi-né que iba yo a estar a punto de cumplir 60 años conun país así. Cuando era jovencita, en los setenta, te-níamos como una ilusión: pensábamos que en Mé-xico, aunque las cosas estaban mal, todo iba a sermejor. Había una especie de certeza ambiente deque éramos un país del futuro y de que México ibaa ir hacia delante. Creíamos que con la democraciase iban a curar los grandes problemas de México.

Y de pronto estoy del otro lado de mis sueños:yanogobiernaenMéxicounsolopartidoy las fuer-zas ciudadanas han cobrado mucho más poder, pe-ro nunca llegaron los cambios que creímos que nosibanatraer la ilusión.Paramí, loquesucedeenMé-xico es también la muerte de un sueño. Y me ha do-lido mucho, me ha costado lidiar con la tristeza queme provoca, y yo creo que de ahí nació el poema.Me han pedido textos racionales sobre lo que pasaen México y he intentado hacerlos, pero no puedo.Para mí no sólo es lo que ocurre como una realidadtrágica sino que el impacto que ha hecho en mi in-timidad ha sido devastador, me ha golpeado ínti-mamente. Es un asunto para mí muy personal.

— ¿Por qué recurrir al insomnio como títuloy herramienta narrativa?

— Me parece que es una cosa precisa que fun-cionó. Lo que me ocurre con la tragedia pública deMéxico es que al ser para mí un asunto tan perso-

nal, es casi como ver un espejo del alma. Volteo aver a la patria y hay una relación de fuerte contac-to íntimo. Yo soy insomne, y con el estado de áni-mo difícil el insomnio se pone peor. Entonces mequedaba el insomnio, que es mi problema personaly que se ha agudizado con la situación del país. Porotro lado también lo veo en la patria con la que yosoñé: la que era el sueño futuro no se cumplió, secumplió una patria insomne.

— ¿Cómo se ve México desde el extranjero?— La Patria Insomne es un poema que escri-

bí en Nueva York hace tiempo, antes de pasar unaño entero en México. Y yo sé que no lo hubierapodido escribir estando allí, teniendo la posibili-dad de caminar al mercado de Coyoacán, de veruna especie de alegría ambiente del que goza laCiudad de México. La belleza enorme que tieneesa ciudad en el colorido de los árboles, las facha-das, la ropa de la gente. Hay un contacto con la vi-da que no dan las notas del periódico. Evidente-mente es un libro en el que estoy viendo a la patria,sí muy íntimamente, pero también a la distancia,como un todo. Cuando estoy metida en Coyoacánla estoy teniendo en mis pies. La relación es dife-rente, y también tal vez menos dolorosa y menosconsciente. En cambio a la distancia la necesito,se vuelve una especie de amor ansioso por que nola tengo y siento que se me va.

— Los libros que abordan la temática de laviolencia están proliferando en distintos géneros¿considera esto como una tendencia, una moda,una necesidad?

— No le pondría yo la palabra moda, diría másbienqueesunatragedia¿cómolapuedesescapares-tando en el México de hoy? Es la sangre de 60 milpersonas. Las proporciones son tan escalofriantesque lo veo como muy inevitable. Y también me preo-cupa, porque la fascinación y el sex appeal que tienela violencia son muy grandes para el hombre con-temporáneo, y no sólo en México. Pero en el caso es-pecífico mexicano ¿cómo haces para que no te salpi-que? No es que uno elija el tema, es el tema el queestá arrasando, nos está arrastrando. No es una pre-dilección, no es un gusto, no es el encanto que con-lleve o traiga la violencia. Esto es otra cosa.

— Ante la grave situación del país, ¿se ha in-volucrado en algún otro tipo de lucha colectiva?

— Cuando viví en México pasé varias horas demi vida peleando porque dejara de estar en el po-der el único partido, trabajé intensamente en la pri-mera campaña de Cárdenas y con mis amigas fe-ministas en algunas otras causas. Ahora a ladistancia no, porque mis novelas se han vueltocomplicadísimas y me exigen una cantidad enor-me de aislamiento. Y también son momentos en lavida.Estandoacáladistancia—lodigocontodaho-nestidad— no me da el alma, no me alcanza el tiem-po. Y también el trabajo de testigo a la distancia to-ma tiempo, y termina por ser —como todo trabajode un escritor— un trabajo político.

P

La muerte de una ilusión y la actual violenta realidad

la llevaron a escribir este libro de poemas, un lamento

literario de una de las escritoras mexicanas más reconocidas

Del México soñadoa La Patria Insomnede Carmen Boullosa

ENTREVISTA CARMEN BOULLOSA

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Pesadilla. En los setenta tenía la esperanza, como muchos en esos años, de que con la democracia se iban a curar los grandes problemas de México. Nunca me imaginé un país así, como el de hoy, dice Boullosa.

Carmen Boullosa (Ciudadde México, 1954) recibióel Premio Xavier Villaurru-tia, el Café Gijón de nove-la, el Liberatur de la ciu-dad de Frankfurt y el AnnaSeghers de Berlín.Ha sido profesora en laUniversidad de Columbia,GeorgetownyNuevaYork.Fue becaria Guggenheimdel Cullman Center enNueva York, y actualmen-te es del FONCA.Conduce el programa detelevisión Nueva York, un

espaciopara los latinos re-sidentes de esa ciudadquehaganadoen tresoca-siones el Premio EmmyNueva York.Mantiene un blog enwww.carmenboullo-sa.com,donde sobre todocuelga sus colaboracio-nes en el diario El Univer-sal, de México, ademásde otras relacionadas consus intereses literarios yde vida.Es autora de novelas co-mo: Antes, El complot

de los románticos, Lasparedes hablan, Son va-cas, somos puercos, Laotra mano de lepanto,De un salto descabalgala reina, y El médico delos piratas.Entre sus poemarios es-tán: Lealtad, Abierta, Lasalvaja, La Delirios, Agua,Salto de mantarraya.Estudio en la UniversidadIberoamericana y en laUniversidad Nacional Au-tónoma de México. Traba-jó en El Colegio de México.

Testigo a la distancia

Page 4: Tapatio 25 marzo

PÁGINA 4-B Domingo 25 de marzo de 2012EL INFORMADOR

Joseph Ratzinger no es como Karol Wojtyla, quien convirtió su papado co-mo Juan Pablo II en un piolet contra la Cortina de Hierro y su figura como elgladiador más eficiente de la Guerra Fría. No es el agitador político que fuesu antecesor en la silla de San Pedro, que combatió ideológicamente a todosaquellos que desafiaran el pensamiento occidental conservador y los retaraen sus propios terrenos. Pero Ratzinger, rebautizado Benedicto XVI el seruncido como jefe de la Iglesia Católica, fue el hombre que empuñó la espa-da de la fe y salvaguardó las puertas de la doctrina, mientras Juan Pablo IIbuscaba el renacimiento del catolicismo en el mundo.

Ratzinger fue el hombre a quien Juan Pablo II designó en 1981 como elprefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe, tras ca-si dos décadas de haber sido uno de los expertos vaticanosen teología. Desde esa posición, en lo que para muchos fuela contrarrevolución de la Iglesia Católica que había dadoun paso hacia la modernización en el Consejo Vaticano IIen los setenta, Ratzinger se enfrentó a toda una corrienteenAméricaLatinaqueapostópor laopciónpreferencialporlos pobres y que enfrentó a las dictaduras en el Continente.

Esta corriente fue bautizada en 1971 por el sacerdoteperuano Gustavo Gutiérrez como la Teología de la Libera-ción, que desafió la visión conservadora de la Iglesia al abo-gar por la justicia social y hacer un llamado a las armas con-tra la pobreza. Ese llamado chocó con las jerarquías yencontró muros infranqueables en países como Argentina,donde los cardenales y los obispos se aliaron incondicional-mente a la dictadura que masacró a más de 35 mil personas.Otros que abrevaban del pensamiento conservador, encon-traron en la realidad que lo rodeaba, la justificación de lanueva teología latinoamericana.

En El Salvador, el asesinato del sacerdote RutilioGrande y la creciente represión de los campesinos, modi-ficó el comportamiento y la vida del arzobispo de San Salvador, Óscar Ar-nulfo Romero, quien fue asesinado por los militares mientras oficiaba, enel arranque de una larga guerra civil a principio de los ochenta. En esa ca-pital florecieron los adherentes a la Teología de la Liberación dentro de laUniversidad Centroamericana, manejada por jesuitas, donde Jon Sobri-no era el principal ideólogo, a la par de Leonardo Boff en Brasil y Juan LuisSegundo en Uruguay.

Ratzinger se propuso a neutralizarlos. Como prefecto, la Congregaciónpara la Doctrina de la Fe emitió dos instrucciones donde cuestionaba la Teo-logía de la Liberación entre otros aspectos porque, alegó de manera perso-nal en un documento posterior, términos como la “esperanza”, el “amor” yla “salvación” habían sido re-intrepretados en los términos marxistas de la“lucha de clases”. Ratzinger, quien había formado parte de las JuventudesNazis cuando estudiaba preparatoria en su provincia natal de la Baja Bava-

ria — requisito escolar entonces para los jóvenes en ese grado —, la habíadesdeñado como un invento de intelectuales occidentales que pretendíanmantener vivo el agonizante “mito marxista”.

En 1983 acusó a Gutiérrez de interpretar políticamente la Biblia y deapoyar mesianismos temporales, por lo que El Vaticano lo marginó. Ratzin-ger prohibió a todos los sacerdotes enseñar esa Teología en nombre de laIglesia Católica, con lo cual sufrió el modelo de Comunidades de Base Cris-tiana, que proliferaron en los países de América Central en guerra, como unaopción social y política a la represión. El cardenal de la fe fue más allá y cas-tigó a Boff con el silencio durante un año.

Boff, como Gutiérrez y Sobrino, tuvieron posiciones eideas que perduraron en el tiempo y sobrevivieron a Ratzin-ger, para ser reconocidos años después en el mundo y por elpropio Vaticano por sus aportaciones en la Teología de la Li-beración. Como Benedicto XVI, no volvió a mencionar esosdiferendos, como tampoco lo hizo con el suizo Hans Küng,considerado dentro de la Iglesia Católica al igual que él co-mo uno de los teólogos más importantes del último siglo, conquien tuvo un largo enfrentamiento.

Por instancia de Ratzinger, el Vaticano le canceló lalicencia a Küng para enseñar teología tras haber escritoel libro ¿Infalible? Una Interrogante, donde cuestionabael dogma de la infalibilidad papal. Ratzinger, que enseñódogma en universidades alemanas, lo citó en 1975 a dis-cutir con él, pero nunca se presentó. Küng se convirtió enun crítico de Juan Pablo II, que estaba a la derecha de Rat-zinger, y el choque teológico que tuvieron se convirtió enuno de los episodios intelectuales más intensos dentro dela Iglesia Católica en la última parte del siglo pasado. 20años después, Küng acudió al Vaticano invitado por Be-nedicto XVI donde firmaron la paz y redactaron al alimón

un comunicado de reconocimientos mutuos.Ratzinger fue un guerrero como Wojtyla, pero en las ideas, no en la po-

lítica. Nacido un Sábado Santo, el 16 de abril —hace casi 85 años— en Marktlam Inn, de padre policía que era profundo anti-Nazi y una madre hija de ar-tesanos, entró al seminario a los 12 años del cual salió sólo cuando fue auxi-liar de artillero aéreo nazi en la Segunda Guerra Mundial. Paulo VI lo hizoarzobispo de Munich y más adelante cardenal. Juan Pablo II lo llevó a El Va-ticano y lo hizo el guardián de la fe católica. Ratzinger se convirtió en Bene-dicto XVI en 2005, y en su primera audiencia general en la Plaza de San Pe-dro, el 27 de abril, explicó por qué había escogido que lo llamaran así, enrecuerdo de Benedicto XV, “el valiente profeta de la paz”, cuyo nombre, co-mo el de él, significa “bendecido”.

[email protected]; @rivapa

Ratzinger, el guardiánde la Fe

Raymundo Riva Palacio

PORTARRETRATO

Quizá a consecuencia de que la visita papal ha des-pertado ambiciones evangélicas en cada mexica-no, llevamos unas semanas presenciando el curio-so espectáculo de que ciertos literatos se andenpisando las mangueras (así de feo como suena) yregañándose unos a otros por sus modos de con-cebir y ejecutar la literatura: a uno le repatean losensayos académicos y pondera los “imaginati-vos”; a otro le aburren las novelas tradicionales ypreconiza su sustitución por tetra-paks; a un ter-cero no le interesan las novelas ni los ensayos nilos poemas ni el corte de pelo de los otros y, ade-más, piensa que el mejor candidato a la Presiden-cia es él (este último es el incombustible Heriber-to Yépez, a quien le supongo más humor del quegeneralmente se le concede: imagino que se mue-re de risa cuando profiere alguna barbaridad al co-meter su columna semanal).

Uno de los principales problemas que tiene lacrítica literaria en México es que los escritores es-peramos que se haga en los bueyes de nuestro com-padre. Otros son la ceguera, la falta de generosidad(y a la vez, paradójica-mente, la ausencia de ri-gor), el abandono a lasinercias, etcétera. Seríaridículo culpar de ello a“la crítica” entendida co-mounasuertedecolegiocardenalicio de señoresmás o menos pérfidos yaislados del mundo. Por-que en México, de buenaparte de la crítica se en-cargan los propios escri-tores y su finalidad no esdiscutir el texto de otroante un lector imparcial,sino dejar en claro las re-laciones de poder que lounen con el afectado:“críticas” (casi siempre en su modalidad de reseñasrabonas) escritas para que sepamos que Juan ado-ra(orepudiaoenvidiaprofundamenteonosabecó-mo quitarse de encima) a Pedro o Pepita.

Pero si la crítica no parte de distinguir lo que va-le de lo que no, sencillamente no sirve. Pongo comoejemplo la descalificación que hace Yépez de CarlosVelázquez, autor de un par de los mejores libros derelatos que se han publicado en años, y a quien tildaentre otras maravillas de “posnorteño” (aciaga eti-queta) por no atenerse a la ortodoxia de una oposi-ción entre la narrativa del narco y el resto de las na-rrativas nacionales que sólo Yépez parece tener porcrucial (por el camino le da un llegue también a Da-vid Miklos como “palomeador,” por haber aventura-dountextosobrenarrativacontemporáneaquetam-poco se atiene a la división).

No informarle al lector que la calidad de loslibros de Velázquez no depende de lo que se de-bate es una omisión notable; no informarle tam-poco que las presuntas facciones en pugna publi-can en las mismas editoriales multinacionales y,para todo efecto práctico, se comportan como sila guerra no existiera, es presentarle como unduelo a cuchilladas lo que más bien parece unaapuesta de dominó.

Aventuras delos Tres Chiflados

Pues pasó el asunto Cassez por la Suprema Corte de Justicia de la Nación yademás de sorprender a muchos el sentido de la votación, entre otros a mí, quecreía que los ministros Cossío y Sánchez de García apoyarían el proyecto quepresentó el ministro Zaldívar, como fue en cuanto que aprobaron que se con-cedieraelamparo;entantoquelosministrosOrtizyPardo,quevotaronencon-tra. Donde operó la diferencia fue en los efectos del amparo, ya que Zaldívar ySánchez optaban por la libertad de la quejosa; Ortiz, con quien yo coincidía enque era muy cuestionable la competencia de la Sala, se opuso; Pardo tambiénse opuso al proyecto pero reconoció que hubo violaciones a los derechos de lafrancesa, en lo que coincidieron Cossío, Sánchez y Zaldívar, ya que de las evi-dencias analizadas resulta más que evidente que se violaron los derechos fun-damentales de la acusada.

El asunto no es para nada sencillo, por una parte es más que explica-ble la ira de las víctimas de secuestro y de sus allegados, a quienes es fran-camente difícil explicar que aun suponiendo que la mujer fuera culpable,como ser humano tienen que respetarse sus derechos fundamentales, yhay que decir que el único que puede violarlos es el estado; los particula-

res son víctimas de delitos y tienen que ser de-fendidos y en lo posible reparar el daño. Esto de-be quedar claro porque el presidente conformea sus intereses políticos trata de confundir, por-que estoy seguro que él sabe perfectamente cuá-les son los derechos humanos.

Por otra parte es muy valiente el ministro Zal-dívar de emitir ese proyecto sabiendo que va a sermuy antipopular, ya que bien o mal, por el espec-

táculo que planeó la autoridad la mayoría del infelizaje consideramos que lafrancesa tuvo que ver, incluso se opuso a la furia presidencial, que ya empie-za a ser famoso por tener la mecha corta y se necesita mucho valor para en-frentarse a la furia del Tlatoani. También es dificilísimo acusar al secretariode seguridad pública, que cuando sucedieron los hechos era jefe de la AFI,a este personaje yo no le tengo miedo, le tengo pánico, por eso admiro el va-lor del ministro.

Lo que fue atípico de la sesión fue elvoto del ministro Cossío, quien gusta serconsiderado como liberal y en asuntosen que también había violaciones porparte de la autoridad, como el de Actealy en el de unas indígenas acusadas injus-tamente por la autoridad de haber se-cuestrado a unos policías, votó por la in-mediata liberación de éstas alconcederse el amparo.

No podemos saber qué fue lo que lollevó a variar su criterio, pero lo cierto esque se prolongará el suspenso, según lossospechosistas hasta después de laselecciones y que en mi opinión no garan-tiza que se logre la mayoría necesariapara resolver el asunto, así que creo hayasunto para rato.

[email protected]

El amparo deFlorence Cassez

Carlos Enrigue

AYER DECÍAMOS

Uno de los principales

problemas que tiene

la crítica literaria en

México es que los

escritores esperamos

que se haga en los

bueyes de nuestro

compadre

EL MUNDOALUCINANTE

Antonio Ortuño

Lo que fue atípico de la

sesión fue el voto del

ministro Cossío, quien

gusta ser considerado

como liberal y en asuntos

en que también había

violaciones por parte de

la autoridad, ha

concedido amparos

Ratzinger se enfrentó a

toda una corriente en

América Latina que

apostó por la opción

preferencial por los

pobres y que enfrentó a

las dictaduras en el

Continente

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EL INFORMADORDomingo 25 de marzo de 2012 PÁGINA 5-BEL INFORMADOR

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PÁGINA 6-B Domingo 25 de marzo de 2012EL INFORMADOR

Florecimientos varios mantienen muy ocupadoal jardín de este equinoccio puntual. Un aire ale-gre hace brillar las hojas nuevas del arrayán y en-trada la noche el viento limpia el cielo: más estre-llas comparecen entonces. Los guayabosprosiguen su misterioso cambio de hojas y elaguerrido croto de la entrada muestra triunfanteuna plétora de retoños muy verdes. Luego es lamañana y escobas afanosas reman la embarca-ción del día rumbo al futuro.

**El doctorado honoris causa que el Sistema Uni-versitario Jesuita le entregó a Alfonso Alfaro enel ITESO fue una muy grata reunión de gentesy saberes en torno a uno de los pensadores y en-sayistas más lúcidos y originales del Méxicocontemporáneo. En su alocución, Alfonso reco-rrió con erudita brillantez distintos aspectos dela circunstancia nacional ofreciendo con dis-creta y conocida reticencia propuestas de pen-samiento iluminadoras y nuevas. Porque es apartir de raíces y referencias amplias y pacien-temente trabajadas como el presente toma úti-les e inmediatas interpretaciones. Hablando delpadre Clavijero y de Vasconcelos, Alfaro con-cluye: “Uno y otro nos ofrecen ejemplos de loque el país necesita: conocimiento profundo deesta tierra y del mundo, imaginación, entereza,osadía.” Tal vez no sea excesivo afirmar que es-tas cualidades son las que el reciente doctoradoquiso distinguir en el homenajeado.

**Critias, Platón. Uno de los más fascinantes diálo-gos del griego. O de la Atlántida, se nombra tam-bién el pasaje. Resuena la antigua lengua augus-ta, aún a través de una traducción decimonónica,mientras hace el elogio de los habitantes del con-tinente fabuloso. Al final del párrafo, un fatal “pe-ro” encierra toda la pérdida, toda la irrevocablelejanía de una inalcanzable edad:

“Sus pensamientos eran conformes a laverdad y de todo punto generosos; se mostra-ban llenos de moderación y de sabiduría en to-das las eventualidades, como igualmente ensus mutuas relaciones. Por esta razón, miran-do con desdén todo lo que no es la virtud, ha-cían poco aprecio de los bienes presentes, yconsideraban naturalmente como una carga eloro, las riquezas y las ventajas de la fortuna. Le-jos de dejarse embriagar por los placeres, deabdicar el gobierno de sí mismos en manos dela fortuna, y de hacerse juguete de las pasionesy del error, sabían perfectamente que todos losdemás bienes acrecen cuando están de acuer-do con la virtud; y que, por el contrario, cuan-do se los busca con demasiado celo y ardor pe-recen, y la virtud con ellos. Mientras loshabitantes de la Atlántida razonaban de estamanera, y conservaron la naturaleza divina deque eran participes, todo les salía a satisfac-ción, como ya hemos dicho. Pero…”

**Poona Ashram in the 70’s: pelo largo, ropa livia-na, un cierto anaranjado, música ya ahora inau-dible, iluminaciones próximas. En la mano el hi-lo de un papalote muy lejano: el amigo que sedecidió a correr mundo. Un viejo nombre tapa-tío recorre la India. Largo rato la cámara enfocaa una admirable muchacha que ahora debe depeinar muchas canas en un suburbio perdido delRust Belt gringo. Youtube despliega, como al pa-so, las señas de un arduo itinerario que venturo-samente sigue: Francisco Martínez Negrete,poeta, escribiría, muchos años después: Entremiedo y amor se desenvuelve/ el cintarazo fulgu-rante de la rabiosa vida…

**Ciudad A, de Paty Blake (Conaculta, Fondo Edi-torial Tierra Adentro, 2011). Un libro hallado alazar de los pasillos de un aeropuerto. De allí:Las ciudades primero se nombran/ se crecen así mismas/ subterráneas.// Luego aparecen co-mo si amanecieran/ como si ya estuvieran he-chas/ desde siempre/ y sólo fuera que la luz/ lasilumina poco a poco.

**En algún lugar de ese prodigio que es Sueño deuna noche de verano, —tan caro al querido Mar-tín Casillas— Shakespeare escribió: Y mientrasla imaginación le presta cuerpo/ a las cosas des-conocidas, la pluma del poeta/ las vuelve for-mas, y le da a las livianas nadas/ una residenciay un nombre.

**1928: Clemente Orozco le escribe a Jean CharlotdesdeNuevaYork:“ElprimerSeuratqueveo.De-be de haber sido un hombre puro de corazón ysencillo; se siente uno culpable y lleno de pecadoante su cuadro lleno de luz; los demás cuadros seven sucios, aun Cezanne, aun Renoir. Si hubieranecesidad(queno lahay)depinturareligiosa, és-ta sería —Seurat— y no los monos feos de los al-tares. […] Retratos a lápiz de Ingres, admirable,pero es el pasado, ¡el PASADO muerto y bienmuerto! Nuevos dibujos de Picasso: después derecorrer galerías de pintura cansada y mediocre,un dibujo de Picasso es como un vaso de aguafresca y pura, pero ¡qué deseada!” Eran los añosde otro Ashram, el de Ángela Sikelianós, en don-de Orozco conversaba con Gibrán Jalil Gibrán,en donde tal vez, a su regreso de Pomona en don-de pintara un definitivo, inolvidable Prometeo,habría introducido a Luis Barragán…

**Siguen las ondas expansivas de la visión de tan-tasobras juntasdelDr.Atl,queproducen,a lavez,una extrañeza y un reconocimiento. Alejo Car-pentier dijo del pintor de volcanes: “Nuevas y au-daces son siempre las ideas defendidas por eseviejo, joven entre los jóvenes.”

**Un niño alborotado parte hacia Colima. Va arma-do de un puñado de nombres de lugares por co-nocer, de un bastimento amable, de sus pocosaños que se asoman al mundo con invencible no-vedad. Otro muchacho aguerrido se adentra enotra fragorosa excursión: y los mismos jardines—lo del saber y los de los follajes florecidos— sonya sus territorios.

[email protected]

DIARIO DE UNESPECTADOR

Juan Palomar

ace medio siglo, en la primavera de1962, un joven tímido, que apenaspasaba de los veinte años, de aspec-to descuidado y, para más señas,oriundo de Minnesota, lanzaba al

mercado un disco titulado escuetamente BobDylan. El acetato incluía 13 canciones dominadaspor una voz de sonoridad extraña, guitarras y ar-mónica, 11 de las cuales eran versiones de temasde autores clásicos del folk y del blues como Woo-dy Guthrie y Robert Johnson, y sólo dos eran crea-ción de un tal Robert Zimmerman.

El disco colocaba en escena por prime-ra vez el trabajo de un joven que había re-corrido cafés y cantinas de la costa Es-te norteamericana buscando trabajoy algo de dinero ejecutando can-ciones propias y ajenas. Instala-do en Nueva York, Dylan inicia-ba un largo camino que lellevaría a la edad de 71 añosy a la grabación de 36 discoscomo solista, más una can-tidad similar de conciertosen vivo, grabaciones ex-traídas de sótanos, versio-nes de canciones inéditas,películas, homenajes, tri-butos. Si alguien le hubie-se preguntado a los 20años sus impresiones so-bre el futuro, seguramenterespondería como lo hizoen 1965: “Yo no tengo espe-ranzas de futuro y sólo espe-ro tener suficientes botas pa-ra cambiarme”.

Un torrente de inspiracióny ansiedad inundaba la vida deun muchacho gobernado por susimpulsos e intuiciones. Imágenes,frases y palabras, nutridas de la poe-sía, de la Biblia y el Talmud, de los perió-dicos y de la radio, habitaban la cabeza deDylan, quien se negaba a dormir porque teníaque escribir canciones. El secreto del metabolis-mo dylaniano comenzaba a revelarse: la obse-sión vital de escribir como el centro de sus ocu-paciones; la absoluta necesidad de plasmar ensonidos, palabras y oraciones sus impresiones,convicciones y creencias.

La fuerza de ese metabolismo quizá explicamejor su capacidad para cambiar de máscaras yambientes de manera prodigiosa. Su vaguedad le-trística, su eclecticismo sonoro, su capacidad paracrear canciones en atmósferas imprecisas, hanmarcado una trayectoria de aguas profundas. Re-belde a las etiquetas y a los encasillamientos, es-céptico frente a los halagos y las lisonjas, Dylan haconstruido un personaje desligado de la persona;un músico que no se parece al individuo; un aliasque puede ser cualquiera.

Un puñado de temas dominan la obra dylanes-ca: el poder, el conocimiento, la guerra, la soledad,los negocios, el amor, la salvación. Pero es quizá lafigura del nómada, la experiencia de viajar y trasla-darse continuamente de un lugar a otro, caminan-do, a bordo de automóviles, autobuses o trenes, elcentrodelainspiracióndeDylan.Laexperienciadelvagabundo eterno, del flàneur, como maldición:condenado eternamente a describir e interpretar loque ve, a registrar con música y palabras el mundoy sus fantasmas, sus ángeles y demonios; el errantecomo representación de la sobrevivencia.

Luego de cinco décadas, Dylan significa el mi-to y la ruta, el crucero del camino y el grafiti líricoy sonoro, la señal y la ausencia. Muchos Dylans ha-

bitan todo este tiempo. Símbolo de los baby-boo-mers de lasegundaposguerra,quedominó loscán-ticos de protesta y rebeldía de la primera mitad delos sesenta —desde The Freewheelin´ (1963) hastaHigway 61 Revisited (1965) y Blonde on Blonde(1966)—. El músico abandonó un concierto folk enNashville por los abucheos que una multitud furio-sa exclamaba ante la irrupción de la guitarra eléc-trica en las manos de un infiel, en pleno proceso detransformación hacia el sonido del rock. El Dylande los primeros setenta es un compositor que se su-merge en las penumbras del desencanto y la me-lancolía—Blood in the tracks (1974)—,hastaelqueal cierre de la misma década encuentra en el cris-tianismo una fuente de inspiración tan legítima co-mo cualquiera —representadas por Slow Train Co-ming (1979) o Saved (1980)—, para luego recorrer

los ochenta y noventa con el regreso al espírituagnóstico de Infidels (1983) y al sonido du-

ro del rock con Under the Red Sky(1990). Eso preparó el camino para

cerrar el siglo XX y comenzar elXXI reposando en las aguas

tranquilas del blues y delrock, con la cuatrilogía

maestra de Time Out ofMind (1997), Love and

Theft (2001), ModernTimes (2006) yTogheter ThroughLife (2009).

A punto decumplir 71 deedad, Dylan haacumulado reco-nocimientos ypremios interna-cionales y loca-les, desde Docto-rados HonorisCausaporpartede

prestigiosas uni-versidades esta-

dounidenseshastaelPremio Príncipe de

Asturias en 2007, o elPulitzer,en2008.Sinem-

bargo, también ha recibi-do el reconocimiento desus colegas, como el ho-menaje que en 1992 lerindieron por el 30 ani-versario de su carrera, oel que le han hecho re-cientemente con la pu-blicación del disco Chi-

mes of Freedom, que coincide con el aniversario deAmnistía Internacional, y donde ochenta cantan-tes y grupos interpretan alguna de las cancionesproducidas por Dylan en el último medio siglo.

¿Qué se puede agregar a una trayectoria deerrancias como principio y fin? ¿Cómo descifrarla relación entre nomadismo y supervivencia?¿Qué podría decir el propio Dylan de su trayec-toria, de sus canciones y de sus siete décadas devida? Sospecho que su mejor respuesta sería lacontenida en la frase de My Back Pages, al recor-dar los primeros, hoy lejanos años sesenta del si-glo pasado: “Ah, pero entonces era mucho másviejo/Soy más joven ahora”.

H

Este es un paseo por el asombro de la música

de un tal Robert Zimmerman, que hace 50

años firmó su primer disco como Bob Dylan

Máscaras y penumbrasdylanescas

ERRANTE Y SOBREVIVIENTE

Por Adrián Acosta Silva

Llega a tierras tapatías para ofrecer uno delos tres conciertos que realizará en México,como parte de su más reciente gira porCentro y Sudamérica. A Jalisco llega este 9de mayo al Auditorio Telmex.

LISTOS PARA MAYOBob Dylan se detieneen Guadalajara

¿Qué cómo son mis canciones? Pues mire usted,tengo canciones de muchas clases. Aunque no locrea, tengo canciones de cinco, de seis, de siete,

de ocho y de 10 minutos.Bob Dylan, 1965

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Domingo 25 de marzo de 2012 PÁGINA 7-BEL INFORMADOR

Estiaje de golesen el RebañoLa debilidad de la delantera es añeja. De 42 atacantes

que han participado en torneos cortos, sólo cinco

anotaron entre 10 y 13 goles en una temporada

n México, el futbol no sigue el mis-mo parámetro que en otros paísesdel mundo; en Inglaterra, porejemplo, es común ver a los equi-pos denominados como “grandes”

competir año con año por el título; en España su-cede igual, aunque más polarizado, el Real Ma-drid y el Barcelona compiten en una liga apartedel resto de los equipos.

Pero en nuestro país no sucede así, Chivas, unode los “grandes” de México, el equipo con más títu-los conquistados en la época profesional (11) cruzapor una sequía de resultados que mantienen a susaficionados en un constante sube y baja de emocio-nes: este torneo sufrieron el peor arranque en la his-toriadelRebaño,queinclusive lecostóelpuestoaunlegendario ex jugador rojiblanco, Fernando Quirar-te, que como técnico no tuvo la fortuna de llevar alequipo a lo que todos los seguidores del Guadalaja-ra, anhelan: la estrella número 12.

Los partidarios de un equipo de fútbol son mástolerantes con los malos resulta-dosdeportivosquesusdueños.Esrazonable: los primeros entregansucorazóny,enelmejorde losca-sos,compranunespacioenloses-tadios; los segundos arriesgan sudinero y su fama.

Chivas solamente ha sidocampeón en un torneo (Apertu-ra 2006) desde que a finales de2002 fue adquirido por JorgeVergara. En 1996-2002, la cose-cha de títulos tampoco fue abun-dante: un título (Verano 1997);entonces el Club Guadalajara te-nía casi 200 asociados.

Una consecuencia de losmalos resultados de un equipoy de la poca tolerancia ante elmal desempeño es el cambio dedirectores técnicos. Por ejemplo,en la época de Vergara, después de la destituciónde Daniel Guzmán ha habido 14 cambios y nin-gún técnico ha participado en más de cinco tor-neos cortos (la mayoría no ha estado en su pues-to siquiera en uno completo).

El anterior torneo Chivas ilusionó a sus se-guidores. Fernando Quirarte relevó en el timónal “Güero” Real y condujo a Chivas al liderato delcampeonato, con jugadores jóvenes, un estilo dejuego que agradaba a la tribuna y daba grandesesperanzas del título.

Sin embargo, en la primera ronda de la Liguilla,Querétaro eliminó al Rebaño y ahí comenzó el decli-ve del Rebaño, que pasó en un par de meses de ser elprimero en la Liga a ser el huésped del sótano de laclasificación general; la nación chiva no está hechapara ver desde abajo. Vergara no aguantó más, cesóa Quirarte y trajo a Ignacio Ambriz.

Silosdueñospresionanasusdirectorestécnicos,éstos transmiten sus ansiedades a los jugadores. És-tos son afectados de dos maneras: por los cambios deestrategia y por la inestabilidad del grupo. Cada en-trenador tiene su sistema y cada sistema exige, a jui-cio de su estratega, jugadores distintos o que hagancosasdiferentes.Estonopermitelamaduracióndeunequipo con un sistema de juego efectivo. Entre el tor-neo de Invierno de 1996 y el actual, Chivas ha alinea-do a alrededor de 160 jugadores.

Algunas organizaciones tienen miembros ta-lentosos, pero esto no es suficiente para lograr eléxito. A veces forman un mal sistema. El éxito nodepende exclusivamente de la presencia de estre-llas individuales, sino de un buen sistema. ¿Puedeexistirunbuensistemasisus integrantesnosones-tables? Probablemente no. El escocés Alex Fergu-son desde 1986 dirige a Manchester United, uno delos mejores equipos de fútbol del mundo.

Supongamos que los jugadores de Chivas hansido elegidos por su talento. La gran cantidad utili-zada es un indicador de un conjunto poco estable.

Si a esto se agrega un liderazgo cambiante, cadauno con sus ideas para organizar la victoria, no esdifícil predecir malos resultados.

Aveces,unnuevotécnicoconsiguequeeladmi-nistradordesuequipo(eldirectordeportivooeldue-ño) contrate a alguien sobresaliente en otro lugar;pero como esto no es lo más común en el Guadalaja-ra, entonces los técnicos con mucha frecuencia danyquitanoportunidadesalosjugadoresenformaciónen su propio club. Esto es evidente, sobre todo, don-de hay más falta de talento mexicano: en la delante-ra. Y aunque el fútbol es un deporte de conjunto, losgoleadores individuales son útiles para que un equi-po tenga un gran poder ofensivo.

La poca capacidad goleadora es una caracterís-tica de los mexicanos (el brasileño “Cabinho” fuecampeón en ocho torneos largos; después, el únicogran goleador mexicano ha sido Carlos Hermosillo,líderentrestorneoslargos).Chivas, integradoúnica-mente con mexicanos, ha tenido dos campeones enlos torneos cortos: Omar Bravo (11 goles) y Javier

Hernández (10).La debilidad de la delan-

tera de Chivas es añeja y es in-dependiente del entrenadoren turno (Ferretti y Galindofueron los técnicos cuandoChivas hizo en promedio dosgoles por partido). Antes ydespués de Vergara, Chivasha tenido pocos goleadoresde verdad: de los 42 delante-ros que han participado en lostorneos cortos, únicamentecinco han anotado entre 10 y13 goles en una temporada.Los delanteros eficaces ha-cen muchos más.

Excepto Luis García yAdolfoBautista, losdelanterostraídos de otros equipos han

sido poco productivos en Chivas(Borgetti, Hermosillo, Mascareño, Ochoa, Palen-cia, Peláez, Rizo y Santana). Si la solución no estáafuera, debería estar adentro. No obstante, el desa-rrollo de los jóvenes es interrumpido o entorpeci-do por algunos técnicos. El caso más notable es elde Miguel Sabah, quien fue dirigido por Hernán-dez, Bracamontes, Ruggieri, Guzmán, E. de la To-rre, Westerhoff, Galindo, Ortega y Azkargorta.Aunque demostró su valía, tuvo pocas oportunida-des. Sus resultados, en comparación con otros ata-cantes de Chivas, no son desdeñables. Pero… aho-ra sobresale en Monarcas.

Uno de los males de Chivas desde que comen-zó el declive, ante Querétaro en la Liguilla anterior,es que sus actuales delanteros no eran certerosfrente a la portería, pero lo más preocupante es queel Guadalajara dejó de generar llegadas y su futbolno fue tan vertical como antes.

Érick Torres, Omar Arellano, Carlos Fierro,Antonio Salazar, toda la delantera de Chivas tienealgo en común, la juventud; falta experiencia, elhombre de área que sepa “matar”, aprovechar undescuido del rival y que los haga pagar.

Pese a lo que dicen los números, Chivas aún nosale de su mala racha y una de las claves es que losdelanteros siguen sin despertar, una muestra deello es que el defensa y capitán rojiblanco, HéctorReynoso, es el actual goleador del equipo con trestantos; en un Rebaño que sólo ha anotado siete ve-cesen11 jornadas,peroquecon las “bondades”delsistema del futbol mexicano, aún aspira a calificara la Liguilla por el título.

RADIOGRAFÍA DEPORTIVA

ELIN

FOR

MAD

OR

•J.

LÓPEZ

E

Por Francisco Núñez de la Peña

Cuando actuamosde local, ése es el

promedio (nueve milaficionados en elOmnilife). La gentecomienza a engancharsecuando esto avanzamás, cuando se avanzaen las fases. Nosotrossomos respetuosos conla afición, seguiremostrabajando

Héctor Reynoso, zaguero central ycapitán del Guadalajara.

Entre el torneo deInvierno de 1996 yel actual, Chivas haalineado a alrededorde 160 jugadores.Excepto Luis Garcíay Adolfo Bautista,los delanteros traí-dos de otros equi-pos han sido pocoproductivos.

EL DATO

160

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PÁGINA 8-B Domingo 25 de marzo de 2012EL INFORMADOR

VTemprano en la mañana la redacciónera el lugar más solo del mundo. ParaManuel era la mejor hora para estar enla oficina. Podía tomar café y leer pe-riódicos sin que nadie lo interrumpie-ra. Los escritorios vacíos, los teléfonoscallados. Sólo el ruido de la escoba dela “Güera” que se apresuraba a que to-do estuviera presentable antes de quedieran las 11 de la mañana, hora en quelos editores llegarían ávidos de tasaslimpias y excusas para limpiar suserrores del día anterior.

— Buenos días “Güera”, ¿cuál es lanota hoy?

— Cómo que cuál Manuelito, lamuertita que no apareció, contestó la“Güera” muy segura de sí misma.

La “Güera” era la única que le de-cía Manuelito al subdirector del pe-riódico, pero Manuel no sólo lo tolera-ba, le encantaba que le tuviera esaconfianza y lo saludara de beso. Todoslos días parte del ritual era preguntar-le a la “Güera” su opinión sobre la no-ta del día porque, decía Manuel, tieneuna sensibilidad distinta a los edito-res “que ya no vemos más allá de nues-tras narices”.

— ¿Te sirvo café o vas a querer deltuyo?

— Del mío “Güera”, el tuyo guár-dalo para cuando me muera, apenas es-tá bueno para un velorio.

— ¿De plano? Bueno, entonces tetraigo tu taza.

El primer ritual del día era la revi-sión de la competencia. Se servía un ex-preso doble, prendía un Camel, sacabadel cajón un plumón rojo y comenzabaa marcar las buenas notas de la compe-tencia y las malas de ellos. Hoy era unode esos días aburridos en que todos losperiódicos inflaban alguna nota por-que todas eran soberanas tonterías. Lacabeza de Noticias era la típica exage-ración del periodismo estadístico: “Seduplican casos de dengue en Jalisco”.Sintió pena ajena. El Día no era mejor.Una declaración gubernamental en to-do optimista: “Cobertura universal ensecundarias, promete el gobernador”.Prometer ni empobrece ni requierepresupuesto, pensó Manuel. Luego re-

visó su propia cabeza, la que él habíacolocado en El Tiempo: “Denuncian co-rrupción en Infonavit”. Sintió penapropia. Sabía perfectamente que erauna cabeza inflada, que no tendría con-secuencia alguna y, para colmo, el de-nunciante era quizá el más corrupto detodos los denunciados. Salvo la notadel muertito sin cadáver, que no la tra-ía nadie más, había muy poco de quésentirse orgulloso aquella mañana.

Terminó el café y le marcó a Beto.Era una forma de felicitarlo sin tenerque caer en cursilería típica de los de-partamentos de recursos humanos.

— Te la llevaste sólo Beto. Nadiemás trae la nota.

— Te dije que era buena. Y te pro-meto que la de mañana será mejor. Laseñora era toda una ficha. Acabo de ha-

blar con el licenciado Ramírez de Se-guros Monterrey y parece que la seño-ra había cobrado varios seguros en losúltimos años.

— Sí, efectivamente tenía malasuerte la señora. Se le murieron dosmaridos en año y medio. Yo fui a los dosvelorios.

— ¿Estás seguro que era malasuerte?

— No friegues Beto, qué quieresdecir con eso.

— Nada, que la aseguradora estápidiendo que se investigue la muerte delos dos maridos de la viuda de Lafitte.

— ¿De veras creen que ella tuvo quever con la muerte de Donald y de Jack?

— Ramírez está seguro, pero no es-tá fácil de probarlo. Parece que esta-mos ante una autoviuda.

— Una viuda negra que mataba asus maridos para alimentarse de ellos.

— Y comía bastante bien, porquelos seguros no eran poca cosa. El licen-ciado me prometió que me iba a pasarlas actas de defunción, de la viuda y susdos maridos. Te platico en la tarde por-que voy a otro caso que promete.

— Tú crees que todos los muertosque encuentran en las calles son im-portantes.

— Te aseguro que más que esos po-líticos vivos que sacas en portada. Losmuertos siempre dicen la verdad...

— Y se quedan quietos para la fo-to, ya me se tus chistes.

— Bueno, nomás no te pongas degenio que te dan agruras, jefe.

— Sale Beto. Adiós.Colgó. Se quedó helado. Recorda-

ba perfectamente los dos velorios.Ahora sí que, como diría Juanga: “enel mismo lugar y con la misma gente”,salvo el muertito, claro, aunque ahoradudaba hasta de haber velado un ca-jón vacío. Primero fue Donald, que yaestaba viejo, pasaba de los 75, y se ha-bía deteriorado mucho después deuna golpiza que le pusieron en Chapa-la en un robo. Eso lo acabó, fue unagolpiza salvaje a un viejo indefenso.Cuando salió del hospital no volvió aser el mismo y a los tres meses vino elinfarto que lo mató. Año y medio des-pués fue el velorio de Jack en la mis-ma capilla y prácticamente los mismoasistentes, eso sí, menos lágrimas. AJack no lo lloró nadie, ni su viuda.Ciertamente nadie esperaba su muer-te, se veía muy sano y rozagante, dehecho, más bien fuerte y petulante.

Manuel recordó también, con pe-na, la broma de mal gusto que él mis-mo había hecho correr en el velorio deJack, cuando le preguntó a Roberto, unmédico amigo de Mike, si no le parecíasospechoso dos muertos de infarto endieciocho meses. Roberto, que eraigual de imprudente que él, le habíacontestado que con una gotita de arsé-nico en el café todas las mañanas el in-farto era seguro en menos de seis me-ses, y que además difícil de rastrear,pues estamos permanentemente ex-puestos al arsénico en el agua, el aire yalgunos alimentos que son fumigadoscon compuestos que contienen arséni-co. Muertos de la risa habían hecho co-rrer la versión del arsénico entre todoslos asistentes al velorio, con la adver-tencia de que había que tener cuidadocon el café de la señora Lafitte.

En los velorios salen los mejoreschistes y verdades muy incómodas. Loque Manuel nunca contempló era queun mal chiste podría ser en realidaduna gran verdad incómoda. Era absur-do y por lo mismo posible. Sintió unaagrura ardiente subir desde el estóma-go hasta la garganta. La mató a golpede Petobismol, café y cigarro.

Contra toda su voluntad segura-mente esta noche tendría que pasar denuevo a casa de Mike.

UNA NOVELA POR ENTREGAS DE DIEGO PETERSEN / CAPÍTULO 4

COMO MOSCA EN PARABRISAS

Continuará...

RECAPITULACIÓN. Por una demanda judicial exhumaron elcadáver de la viuda de Lafitte. Para sorpresa de todos en el ataúdsólo había palos, piedras y una chamarra militar. Ahí estuvo BetoGómez, reportero de nota roja. Manuel, el director del periódico,sabía que era la mamá de su amigo Mike, con quien acordó quecada que haya una novedad irá personalmente a decirle.

ELIN

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•J.

LÓPEZ

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Domingo 25 de marzo de 2012 PÁGINA 9-BEL INFORMADOR

La expulsión, obra de José Ramón Enríquez dirigidapor Luis de Tavira, se presentó en el teatro Degolladoen sólo cuatro funciones. Fue una gran iniciativa delITESOque,conmejororganización,quizáshabríapo-didohacerunatemporadamáslarga.Lástima,porqueel espectáculo valió la pena por muchas razones.

ElguióndeEnríqueznarraagrandestrazosla in-fame expulsión de los jesuitas de la Nueva España en1767ysuposteriorcalvarioentierrasextranjeras:fue-ron los primeros exiliados mexicanos en autodefinir-se como tales y en dedicar sus trabajos y sus días a en-grandecer a la patria lejana. La obra se construyó apartirdetestimonioshistóricos,algunosdeloscuales,inéditos, fueron recuperados recientemente en archi-voseuropeosporel jesuitatapatíoArturoReynosopa-ra su tesis doctoral sobre Francisco Javier Clavijero.Una versión más amplia de esa documentación estáen el número 104 de Artes de México, titulado Los je-suitasylaconstruccióndelanaciónmexicana(recien-temente presentado en la Casa Clavijero). El trasfon-do histórico ha sido estudiado en números anterioresde la revista, que en siete entregas ha compilado unacervo que bien merecería por sus méritos académi-cos y estéticos publicarse en uno o varios volúmenes.

Hay una deuda importante de la historiografíamexicana en cuanto a este asunto que durante siglosha sido soslayado. Con ello se ha negado la historiaque rodeó el hecho en tierras de Nueva España: los le-vantamientospopularescruelmentereprimidos,elre-

chazo generalizado de las reformas de Gálvez, el des-precio de los ilustrados por la cultura y la religiosidadpopulares y, sobre todo, la supresión de unos avancesintelectuales y una modernidad en ciernes que podríahaber llevadoalnacimientomásarmónicodeestana-ción, entre cuyos héroes fundadores deben contarseesos jesuitas desterrados.

Como obra dramática La expulsión tiene susbemoles. El hilo conductor, aunque esquemático enexceso, está representado por un joven novicio za-catecano que vive el destierro en Bolonia, pasa lue-go a Rusia y alcanza a regresar a la patria despuésde cerca de medio siglo. La obra tiene grandes mo-mentos y un extraordinario trabajo de producción;pero su misma brillantez estética se vuelve a vecescontra sí misma cuando el espectador percibe queel cuadro se prolonga sólo por autocomplacencia.Además es excesivamente larga: se podría con fa-cilidad prescindir, para empezar, de los cuadrosdonde salen unas inexplicables monjas tan bobali-conas y telenovelescas que acaban por parecer mi-sóginas (y de pasada arruinan las preciosas déci-mas del padre Maneiro, dirigidas con humor ygracia a su propio retrato).

No le habría sido difícil a Luis de Tavira, sobretodo después de las dos breves temporadas que laobra tuvo ya en México, oír opiniones y consejos queen mucho podrían haberle ayudado a mejorar esenotable esfuerzo.

Una singularobra de teatroDE LECTURAS

VARIAS

María Palomar

Jalisco tiene fama de ser cuna de grandes sacerdo-tes y religiosos, personas de fe y de carácter firmepara servir a la Iglesia.

También existe la otra cara de la moneda, ateos,detractores y sobre todo gente con doble moral, co-múnmente conocidos como hipócritas. Se persig-nan en el templo y explotan y patean al prójimo, sinninguna carga de conciencia.

Haygentemuybuenayrealmentegenerosa,pe-ro abundan los “codos” y avaros. Personas muy adi-neradas que difícilmente cooperan con tiempo y di-nero, para la ayuda a los más jodidos. Y por otro ladohay espíritus muy entregados, que se transformanen el ajonjolí de todos los moles.

El Papa hoy celebra la misa ante miles de cre-yentes que se han dado cita en León, y seguramen-te miles son jaliscienses, para constatar que existeuna fe, que además de mover montañas, moviliza amiles de peregrinos que desean compartir sus ora-ciones con el sucesor de San Pedro.

Desde una perspectiva mediática y carismática,Benedicto XVI, no es tan atractivo como Juan Pablo II,

pero lo es en la medida en que trae un mensaje de pazque despierta el apetito, de muchos atribulados mexi-canos, que desean ver cambios por un México mejor.

Ya no es la cantidad de gente que se entusiasmecon su visita, sino la realidad espiritual que parecerequerir un País en llamas.

LagentequiereestarconelPapa,necesitareafirmarsu convicción de que los valores del evangelio salvan dela podredumbre de la vileza humana. Quieren escucharpalabrasdealiento,deesperanza,deentusiasmoporcon-firmar que sí existen soluciones que vengan del corazóny la buena voluntad. No sólo de las armas y de la ley.

ElpuntodeencuentroesGuanajuato,EstadoconelquetenemosrivalidadesporelaguaquellegaaCha-pala, pero no en que se prefiera para gozar del privi-legio de hospedar a semejante dignatario.

Nuestro Estado es un claro oscuro de pasionesy valores, de frivolidad y golpes de pecho, de antros,casinos, parroquias y círculos de Biblia.

Enfin,unpueblopiadosoqueluchapornosucum-bir ante la tentación de dejar a un lado los valores, pa-ra abrazar la mundanizacion y la ausencia de Dios.

Un puebloferviente

Guillermo Dellamary

EXPLORANDOEL MUNDO

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PÁGINA 10-B Domingo 25 de marzo de 2012EL INFORMADOR

Ilusión. La calle Libertad es una de las más afectadas en el primer cuadro citadino por la realidad de los baches.

Guadalajaraen un bacheFuera de las avenidas renovadas para los

Panamericanos, las calles de la ciudad

están llenas de peligrosos “cráteres”

El Huracán “Jova”, a me-diados del año pasado,deshizo las calles de Gua-dalajara, luego, la perti-naz lluvia al inicio de2012 hizo lo propio.Por estos días las autori-dades se dedican a taparbaches denunciados porlos ciudadanos.

Tapan unos yaparecen otros

DENUNCIACIUDADANA

ELIN

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•A.

GAR

CÍA

s la segunda vez en unos cuantos me-ses que a una de las llantas del auto deLiliana le sale un chipote. La explica-ción del “llantero” es simple: “cayó enunbache,esolesestápasandoatodos”.Es prácticamente inevitable cuandohay que circular por toda la ciudad. Ca-

si no hay espacio en el que no exista al menos algu-no. Excepto en las calles o avenidas en las que hayconcreto. Y a veces hasta ahí. En la calle José Gua-dalupe Zuno, antes de cruzar Chapultepec (justofrente a la Universidad LAMAR) el concreto se frac-turó y nació un hoyo que cada vez se ha extendidomás. Porque el problema con los baches es que no sequedan satisfechos así como nacen: crecen y creceny de repente puede llegar a caer la llanta de un autoahí y no sólo sacar un chipote, sino de plano dañar ladireccional. ¿Cómo hacer para no caer?

***Podría pensarse que la recomendación de Rodrigo,experto en detallado automotriz, es sensata: lo me-jor —dice— es circular despacio para tener tiempode ir esquivando los baches. Pero circular por SantaTere (o la colonia Villaseñor, si se quiere ser formal)es la prueba de fuego para confirmar que, de plano,nosepuede.Ynosepuedeporqueladensidaddeba-ches por cuadra rompe con el promedio que podríaser tolerable. No hay manera, aún manejando des-pacio, de esquivarlos. Y es que algunos incluso pare-cenesconderseyaparecercuandoyanohaymásqueresignarse. ¿Y, entonces, mejor no manejar?

***La opción de subirse al transporte público para evitarlos baches sólo puede tener éxito en el caso del TrenLigeroyelMacrobús.Enlosdemáscasoselasuntosemaximiza: a la mayoría de los camioneros y minibu-seros parece no importarles que su unidad caiga enunbache.Oquizáhancreadounaespeciederesisten-cia, pues a ellos parece irles bien cuando comienza elzangoloteo y la sucesiva caída de las llantas en cuan-to bache existe en la ruta. Es un asunto serio cuandoseenteraunodecasosenlosquesobretodopersonasde la tercera edad se han lastimado la columna cuan-do el camión cayó o brincó en un grosero obstáculo.Los más expertos recomiendan nunca sentarse en lafila de hasta atrás pues dicen es donde más seco sesiente el golpe. ¿La bicicleta entonces?

***Cuando recién han “bacheado” la calle, si lo hicieronmás o menos bien, lo que sucede es que los hoyos seconvierten en “montecitos”, por llamarlos de algunamanera. Bordes, topes involuntarios que hacen quecuandocualquierautocirculaporahí,baileybrinqueigual o peor que si hubiera baches. Es un tema así desencillo: hoyanco o bordo, en ambos casos lo que noes parejo es chipotudo. Y quien piense que si va unoen bicicleta el problema está resuelto, se equivoca.Basta circular sobre la calle Justo Sierra, en el tramoque va de Américas a López Mateos. Es un horror elbailoteo y el que lo resiente es el trasero. Si alguienpiensa que subirse a la banqueta soluciona las cosasestá equivocado: también en la banqueta hay baches,bordes, raíces de árboles, concreto roto y cientos deautos subidos de todas las formas posibles, lo que ha-cen imposiblequecirculencómodamenteyanodiga-mos bicis, sino peatones. Ni hablar de los que necesi-ten andar en silla de ruedas. ¿Y ahora?

***DonRobertoes ingenierocivil yalgoentiendedema-teriales.Elmiércolespasadoobservabaaunacuadri-lla del Ayuntamiento de Guadalajara que tapaba losbachesapresuradamentesobrelacalleLópezCotilla,cercadelCentroMagno.Loshombreslleganalbache,lo rellenan, lo compactan y se van al que sigue. En suopinión eso no sirve de nada, porque es como si cual-quiera leecharanomástierrapararellenarlo.Yprevéque para las primeras lluvias, o antes quizá, todo loqueestánmaltapandoquedarádescubierto.Antesdeseguirsucamino,DonRobertodicequeojaláylosmi-llones que se van a gastar en propaganda durante laselecciones, fueran mejor para arreglar las calles.

Ojalá, pero sabemos que [email protected]

E

FATIGA CRÓNICA

Por David Izazaga