Revista Umbrales8. Revista Del Postgrado en Ciencias Del Desarrollo CIDES UMSA. La Paz Bolivia

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Estado y ciudadanía

índice

umbralesRevista del Postgrado en Ciencias del Desarrollo

CIDES-UMSANº 8

Noviembre 2000Depósito Legal: 4-1-762-96

PRESENTACIÓN

TEMA CENTRAL: AGROECOLOGÍA Y DESARROLLO RURAL SOSTENIBLE

VISIÓN INTEGRAL DE LA SOSTENIBILIDAD: UNA NUEVA MANERA DE

ENFOCAR EL DESARROLLO RURAL

RAFAEL GARCÍA MORA .......................................... 7

LA AGROECOLOGÍA COMO ESTRATEGIA DE RECAMPESINIZACIÓN DE

LA AGRICULTURA LATINOAMERICANA: HACIA LA OTRA MODERNIDAD

EDUARDO SEVILLA Y GRACIELA OTTMANN .............................. 22

DEGRADACIÓN DE LOS RECURSOS NATURALES Y LOS NUEVOS DESAFÍOSQUE DEBEN ENFRENTAR LOS PROFESIONALES FORMADOS EN

AGROECOLOGÍA Y DESARROLLO RURAL SOSTENIBLE

JORGE ALBARRACÍN............................................ 52

EL ENFOQUE AGROECOLÓGICO: ANÁLISIS DE UN PROCESO

PARA LA FORMACIÓN DE PROFESIONALES

RENÉ TERÁN ................................................ 73

DESAFÍOS PARA ARTICULAR LA MODERNIZACIÓN DE LA AGRICULTURA,

NUEVA RURALIDAD, AGROECOLOGÍA Y DESARROLLO SOSTENIBLE

HUGO ROMERO BEDREGAL............. ................................ 83

ESTRATEGIAS DE DESARROLLO AGROPECUARIO SUSTENTABLE: PATRIMONIO

ECOLÓGICO Y ARTICULACIÓN CON EL REGIONALISMO AUTÓNOMO

EDUARDO GUDYNAS ..........................................105

MANIFESTACIONES AMBIENTALES DE LOS ESTILOS DE DESARROLLO:

UNA APROXIMACIÓN AL CASO DE BOLIVIA

MARTHADINA MENDIZABAL DE FINOT ................................130

SEGURIDAD AGROALIMENTARIA, PRODUCCIÓN AGROPECUARIA Y DESARROLLO

SOSTENIBLE EN EL ATIPLANO BOLIVIANO

JOHN VARGAS VEGA ...........................................147

AGRICULTURA Y MEDIO AMBIENTE EN LAS NEGOCIACIONES

COMERCIALES MUNDIALES

ALFREDO SEOANE.............................................157

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Estado y ciudadanía

Tema central: Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible

Consejo editorial: Pablo Ramos Sanchez, Roxana Ibarnegaray, José Nuñez del Prado,

Ivonne Farah, Wálter Navia

Ilustración Interior: Cuadros de Gilka Wara Libermann e ilustraciones de Jesús Pérez que formanparte de la colección de almanaques de AGRUCO

Diagramación # 8: Loida Lanza 492554

REVISIÓN TEÓRICA METODOLÓGICA PARA LA VALORACIÓN

ECONÓMICA DE LAS VARIABLES AMBIENTALES

ROGER EDWIN ROJAS ..........................................174

PRODUCIR SIN DESTRUIR: LA GANADERÍA EN LAS SABANAS INUNDABLES DEL BENI:UNA PROPUETSA DEL MANEJO DE LA PRADERA NATURAL DE LA SABANA

INUNDABLE PARA UNA PECUARIA ECOLÓGICA

WOLF ROLÓN ..............................................190

ESTRATEGIAS AGROECOLÓGICAS PARA LA RECUPERACIÓN DE LACAPACIDAD PRODUCTIVA DE LOS CAMPOS NATURALES DE PASTOREO:(BASE PARA UNA PRODUCCIÓN PECUARIA SUSTENTABLE EN EL

MUNICIPIO DE COMANCHE)

GUMERCINDO BENAVIDEZ............. .................................210

SIETE RETOS DE LA AGROECOLOGÍA: DESDE LA EXPERIENCIA EN EL

MOVIMIENTO AGROECOLÓGICO PERUANO

FERNANDO ALVARADO DE LA FUENTE .................................231

RESEÑAS BIBLIOGRAFICASAGOECOLOGÍA: EVALUACIÓN DE IMPACTO Y DESARROLLO SOSTENIBLE

COMENTARIO: GUMERCINDO BENAVIDES ...............................241

ANÁLISIS Y DIAGNÓSTICO DE LOS SISTEMAS DE PRODUCCIÓN

EN EL MEDIO RURAL. GUÍA METODOLÓGICA

COMENTARIO: JORGE ALBARRACÍN ..................................242

DESARROLLO SOSTENIBLE DESDE LOS ANDES

COMENTARIO: DIEGO MUÑOZ.....................................244

LOS CULTIVOS TRANSGÉNICOS: ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE

SU USO Y CONSUMO

COMENTARIO DE FREDDY DELGADO .................................246

PILDOLIBROS...............................................................................................249

NOTICIDES....................................................................................................251

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Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible

presentación

En Bolivia y el mundo a causa de la degradación de los recursos naturales yante la constatación de la inequidad del desarrollo, que se expresa en el au-mento de la brecha entre los ingresos recibidos por pocos y el aumento acele-rado del número de pobres, se ha generado el cuestionamiento sobre los estilosde desarrollo de la producción agropecuaria y el análisis de encarar el desarro-llo rural.

En el CIDES, la formación de maestrantes en la temática y análisis del desa-rrollo rural y agrario, tiene ya antecedentes desde 1984, la misma que se haido actualizando y enriqueciendo con los cambios y procesos diversos que sedan en estas temáticas en los ámbitos local, regional e internacional. La ver-sión mas actualizada de este esfuerzo institucional está encarnado en la Maes-tría en Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible, no solo conceptualizadapara la formación de maestrantes operadores de instrumentos, políticas y pla-nes con un sentido conservacionista, sino estructurada para la formación derecursos humanos con capacidad de generación de propuestas y estrategiasproductivas de desarrollo rural que sean sostenibles y viables.

Como CIDES hemos hecho ya esfuerzos editoriales en la materia, como esla publicación Desarrollo Sostenible: globalización y regionalismos de Eduar-do Gudynas, esfuerzo que se prolonga con esta entrega en el contexto de laserie de la Revista Umbrales, incorporando los principales temas, problemas ydesafíos que se tiene a nivel latinoamericano y particularmente en Bolivia so-bre el particular, con la pretensión de brindar continuidad en el futuro conaportes mas específicos y especializados.

La revista está estructurada, tomando inicialmente las reflexiones de variosde los autores tanto nacionales como internacionales en torno a la temáticadel Desarrollo Sostenible y la Agroecología. Luego se tiene un análisis de los

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Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible

avances y los principales problemas en relación al manejo de los recursos natu-rales como base para poder rescatar las propuestas insertas en los temas rela-cionados con los desafíos, estrategias de desarrollo, manifestaciones ambientalesde los estilos de desarrollo, la seguridad alimentaria en una realidad y un en-torno globalizado. Se han incorporado también artículos relacionados con lasistematización de experiencias que aterrizan en propuestas de manejo deagroecosistemas, valoración económica de variables ambientales, el manejo dela ganadería en las sabanas inundables del Beni y finalmente otro artículorelacionado con los retos que le toca afrontar a la agroecología.

Este número contiene, además, un listado de las tesis de maestría 1998-200, que se están desarrollando, como la presentación de los comentarios avarios libros relacionados con propuestas conceptuales y metodológicas queenriquecen el desarrollo y el avance de la propuestas en relación a la Agroeco-logía y el Desarrollo Rural Sostenible.

José Nuñez del PradoDirector

CIDES/UMSA

Jorge Albarracin DekerCoordinador de la Maestría

Agroecología y Desarrollo Rural SostenibleCIDES-UMSA.

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Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible

JESUS PEREZ, COLECCION DE ALMANAQUES DE AGRUCO

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Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible

VISIÓN INTEGRAL DE LASOSTENIBILIDAD: UNA NUEVA

MANERA DE ENFOCAR ELDESARROLLO RURAL1

Rafael Garcia Mora•

PRESENTACIÓNEste artículo contiene parte de la

reflexión realizada durante tres añospor un grupo de personas que traba-jan en el desarrollo rural de la zonaandina de Bolivia. Al término de estareflexión nos planteamos la intrépidamisión de construir una metodologíaque nos garantizará, hasta donde fueraposible, la sostenibilidad de las accio-nes impulsadas con los proyectos.Emprendimos entonces el trabajo dediseño y validación de un método quenos permitiera identificar acciones yformular indicadores de sostenibili-dad, que fueran aplicables en proyec-tos de desarrollo. Estuvo a mi cargola coordinación de este trabajo y lasideas que expongo son, en parte, elresultado de la discusión, el diálogo yla concertación entre los participan-tes, que son aquellos actores del de-

sarrollo, que viven día a día los pro-blemas, éxitos y fracasos, de la imple-mentación de proyectos de desarrolloen el área rural.

DISTINTAS MANERAS DEENTENDER LA SOSTENIBILIDAD

En torno al tema de la sostenibilidad yel desarrollo han surgido en los últimosaños opiniones muy diversas. Algunas deéstas se han convertido en tendencias, in-cluso políticas, que han influido en ciertosmomentos en las decisiones económicasde los países y de manera especial en aque-llos que cuentan con economías más de-sarrolladas.

El debate ha llegado, en algunoscasos, a encarnizadas discusiones en-tre partidarios de las diferentes ten-dencias. Sin pretender entrar en estosdebates, expondremos a continuaciónnuestra opinión sobre algunas de estas

• Biólogo, Ex Director de CIPCA Cochabamba, actualmente Director de Acción Cultural Loyola"ACLO"

1 Este articulo, fue presentado en la Asamblea Anual del Secretariado Rural realizada en Chuluma-ni, Noviembre de 1999 y facilitado para la Revista Umbrales por el Secretariado Rural.

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Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible

tendencias y su implicancia desde elpunto de vista del Desarrollo RuralSostenible, que es el principal temaque nos preocupa.

El concepto de desarrollo sosteni-ble ha tenido varios cambios de énfa-sis y contenido. El principiodesarrollista de los años 60 fue segui-do por la teoría de la modernizaciónen la que se plantea una dicotomíaentre países desarrollados / países sub-

desarrollados. El desarrollo fue conce-bido, en lo fundamental, como unproceso lineal donde la economía sedividía en dos partes: lo rural, "atra-sado y pobre" , versus lo urbano,moderno. La premisa de la moder-nización suponía que se iba a darun proceso de desarrollo parecidoal que sufrieron los países del pri-mer mundo.

En los años 70, el énfasis del dis-curso estaba puesto en el control delcrecimiento demográfico, la dotaciónde alimentación, el monitoreo de losasentamientos humanos, el manejodel agua y la desertificación. Siempreen un contexto de preocupación porla degradación ambiental (Harrison,1995).

En cambio, en los años 90, probable-mente a raíz del Informe Brundtland, eldesarrollo adopta un discurso abiertamentesostenible y pone énfasis en el "conflictoentre el crecimiento de las necesidades dela humanidad y la limitación de los recur-sos disponibles". Así, el desarrollo soste-nible es una visión que comienza a ser

adoptada por los gobiernos virtualmenteen todo el globo.

Sostenibilidad y medioambiente

Una confusión bastante frecuenteal hablar de sostenibilidad es su iden-tificación con el concepto de conser-vación y manejo de los recursosnaturales. Esta manera de entender lasostenibilidad, que podría ser tildadade reduccionista, tiene la ventaja deque es fácilmente comprendida portodo el mundo, pues se refiere a con-ceptos y problemas muy cercanos ala vida diaria, que presentados comoamenazas inmediatas, se transformanen un material excelente para campa-ñas de sensibilización o de negociacióncon quienes pretenden mantenerse almargen del problema.

Las consecuencias de la destruccióndel medio ambiente son, sin lugar adudas, globales y afectan de una u otraforma a todos los habitantes del pla-neta, sin distinción de niveles econó-micos, razas o cultura. En el origende esta destrucción encontramos, casisiempre, el empleo de cierto tipo detecnología contaminante o la excesi-va presión del hombre sobre la natu-raleza. Presión que, muchas veces, vaacompañada de prácticas económicas"extractivas2 ". Estas actividades eco-nómicas resultan seductoras, porqueproporcionan interesantes retornos apartir de inversiones relativamentebajas.

2 Nos referimos a algunas explotaciones forestales, pesqueras, etc.

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Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible

Estas alteraciones son la causa fre-cuente de un desequilibrio de los cir-cuitos de generación y regeneraciónde la vida, cuyos resultados puedentraducirse en importantes cambiosclimáticos para algunas regiones delplaneta e incluso el exterminio deciertas especies vegetales y animales,con la consecuente pérdida del patri-monio genético y la alteración, portanto, del curso evolutivo de las espe-cies.

En el caso latinoamericano, porejemplo, la deforestación y otras prác-ticas, propias de la todavía dominan-te economía extractiva, puedenocasionar alteraciones con impactosimportantes sobre otras regiones delplaneta. Pero a su vez, los altos nive-les de contaminación atmosféricos,

causados sobre todo por los países másindustrializados, podrían crear en lospróximos años, fuertes alteracionesclimáticas, que afectarían, de unamanera especial, a las regiones cuyoclima viene determinado por la co-rriente climática de la Patagonia3 ,bajo cuyo influjo se encuentran ac-tualmente algunas de las zonas másfavorecidas para la agricultura, portener una excelente distribución deprecipitaciones a lo largo de todo elaño.

PRINCIPALES PREOCUPACIONESAMBIENTALES EN LATINOAMERICA

La Organización (CDALC) en suAsamblea de 1997 destaca siete temasde mayor urgencia por su impacto enla región.

•Uso de la tierra. Un 72.7% de las tierras agrícolas de Sudamérica(tierras con riego, a secano, y llanuras) sufren degradación de modera-da a extrema. El 47% de las tierras de pastoreo han pérdido su fertili-dad. La expansión de la frontera agrícola, especialmente en Los Andes,ha llevado a usar tierras cuya altitud y pendiente las hace particular-mente frágiles.• Los bosques. La transformación de bosques tropicales en pasturas

permanentes constituye un problema ambiental crítico. Las consecuen-cias de la deforestación sobre los ecosistemas son prácticamente irre-versibles. La deforestación de bosque tropical se ha incrementado enun 7.4% en el período 1980-90.• La biodiversidad. La región contiene 40% de las especies de ani-

males y plantas tropicales de todo el mundo y el 36% de las especiescultivadas de alimentos e industriales. Esta reserva biológica "vital" estáaltamente amenazada y resalta la pérdida de hábitat como la peor ame-naza. Se estima que la deforestación de bosques tropicales y secos eli-minará entre 100.000 y 450.000 especies en los próximos 40 años.• Agua. Dos tercios del territorio latinoamericano es árido o semiárido.

Al marcado déficit de agua se suma el deterioro de su calidad debido a la

contaminación tóxica de origen industrial y la continua polución bacteriana.

3 Norte de Argentina, Uruguay, Paraguay, el Oriente de Bolivia y la parte Occidental del Brasil

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• Líneas costeras. Un 26% de las costas latinoamericanas están ame-nazadas de alta degradación. Otro 24% sufre amenaza moderada debi-do al desarrollo costero, la descarga de sedimentos y desechoscontaminantes de áreas urbanas e industriales.• Efecto invernadero. Pese a que Latinoamérica produce sólo un 14.8%

de las emisiones causantes del efecto invernadero y una proporción si-milar de clorofluorocarbonos (CFC), la región sufrirá una desproporcio-nada parte de las consecuencias del cambio atmosférico y climático (enparticular Argentina, Brasil, Chile y Paraguay).• Urbanismo. Las mega ciudades latinoamericanas son particularmente

vulnerables a los problemas ambientales relacionados a la polución delaire, el agua, los desechos líquidos y sólidos y la contaminación indus-trial. Se estima que alrededor de 2.3 millones de residentes urbanostienen enfermedades respiratorias crónicas. Resalta notoriamente la au-

sencia de tratamiento de aguas en áreas de expansión urbana rápida.

Fuente: Adaptado de PNUD: 1997

Sin restar importancia a estas pre-ocupaciones, que nos ayudan a enten-der la necesidad de precautelar elmedio ambiente, que es un requisitoesencial al hablar de sostenibilidad,resultan con frecuencia insuficientespara resolver los problemas ligados aldesarrollo rural, pues, la visión quenos dan de los problemas abarca so-lamente una parte de los mismos. Porlo general, las políticas y estrategiasde desarrollo que con esta visión seproponen, no alcanzan para resolverlos complejos problemas que cual-quier programa, por simple que éstesea, debe afrontar.

Sostenibilidad y EconomíaOtra manera de aproximarse al

tema de la sostenibilidad, tambiénparcial en nuestra opinión, es el quepretende reducir la complejidad deltema del desarrollo al mejoramientode la economía.

Una de las expresiones más genui-nas de este enfoque del desarrollo sepodría encontrar en la llamada "Re-volución Verde", que tuvo su origenen la década de los sesenta y surgiócomo una respuesta a la apremiantenecesidad de producir suficiente ali-mento para nutrir a la humanidad, enel momento que se toma conciencia,del espectacular crecimiento que lapoblación mundial estaba teniendo.

Llevada al extremo esta teoría, re-sulta que la única forma de hacer sos-tenible la agricultura, es transformaral agricultor tradicional en un agri-cultor eficiente, entendiendo como talel que obtiene el máximo rendimien-to de sus cosechas. Este tipo de plan-teamientos, todavía frecuentes enalgunos círculos de opinión de nues-tro medio, consideran al gran agricul-tor como el más eficiente, pues es elúnico capaz de realizar grandes inver-siones en maquinaria, abonos y

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Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible

agroquímicos para mejorar su cosecha.Como consecuencia de esta visión hasurgido la teoría "descampesinista" y elmodelo de desarrollo agroindustrial,que tuvo su auge la pasada década ennuestro medio.

La principalcrítica que aeste enfoque sepuede hacer, esel poco respetocon el que tra-ta la conserva-ción del suelo yde los recursosnaturales en ge-neral. Con fre-cuencia, el usoelevado de agro-químicos, quelas variedadescon alto rendi-miento utilizadasexigen, produceen poco tiempoel agotamiento y la esterilización del me-dio y hace inviable la continuación dela actividad agrícola por el alto costoque supone. Pero además de esto, elansia permanente por lograr rendimien-tos mayores ha conducido al empleo detécnicas de manipulación genética parala producción de semillas transgénicas,cuyas consecuencias son por ahora im-previsibles.

Por otra parte, resulta cada vez másobvio que no siempre se cumple aque-llo de que "la agricultura a gran escala

es más eficiente que la del pequeño pro-

ductor" (Todaro, 1994; Gillis et. Al.1995). A sido comprobado en repe-tidas ocasiones, a través del estudiode economías de escala, que los me-dianos e incluso pequeños producto-

res consiguenmuchas vecesmejores resulta-dos que losgrandes agricul-tores. El princi-pal problemaes, que las varie-dades de altorendimient oson cada vezmás exigentes yproporcionanal agricultor untiempo "muer-to4 " muy corto,para la realiza-ción de los tra-tamientos y

tareas que requiere el cultivo. Estopuede ser evidentemente superadomediante el empleo de maquinaria.Pero, el agricultor, que cultiva gran-des extensiones, se ve obligado a rea-lizar inversiones en maquinaria, parasuperar determinados momentos crí-ticos del cultivo, que muchas veces noson recuperables, sea porque fue unmal año o porque los precios fueronmenores que lo esperado, lo cual esbastante frecuente en las circunstan-cias actuales en que la producción

4 Tiempo que puede demorar el agricultor en realizar un tratamiento sin que esto repercuta enmerma de la producción.

JESUS PEREZ, COLECCION DE ALMANAQUES DE AGRUCO

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Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible

mundial de algunos productos esmayor que la demanda del mercado.

LA ECONOMÍA ECOLÓGICADe la discusión sobre el desarrollo

y la economía ha surgido también ladiferencia entre economía tradicionaly economía ecológica. La economíatradicional considera únicamente, elflujo de insumos y productos que vandesde las empresas a los hogares enuna crasa relación de productor y con-sumidor. La economía ecológica encambio, considera esta relación comoun subsistema abierto dentro de unsistema mucho mayor, en el que hayque tomar en cuenta, el consumo deenergías no renovables, la contamina-ción, etc., que se producen fuera delsistema económico, pero que son con-secuencia del mismo. (Daly, 1991).La economía ecológica considera porejemplo:

• La necesidad de elegir entre uncrecimiento de población y un están-dar de vida.

• Las tasas de extracción de los re-cursos renovables no pueden excederla capacidad de regeneración del sis-tema.

• Las emisiones de desechos no de-ben exceder la capacidad de asimila-ción del medio.

• Los recursos no renovables debenser explotados a tasas iguales de crea-ción de sustitutos renovables (Daly,1991)

Sin embargo, no hay hasta ahoraconsenso sobre la manera de poneren práctica los principios rectores dela economía ecológica. Hay, por una

parte, un gran desconocimiento de losprincipios que rigen la ecología. Perose requiere además, un cambio radi-cal en el patrón de consumo y creci-miento prevalente (el hombremoderno sólo piensa en el aumentode la oferta, pero no en reducir sudemanda). Finalmente, debemos re-conocer que la toma de decisiones esactualmente muy mediatizada porfactores de poder ligados al patrón deconsumo.

No obstante, es menester recono-cer que los principios de la economíaecológica tienen el valor de alertarsobre hechos ineludibles, que ocurri-rán indefectiblemente, si no se tomanmedidas. Pero, al igual que en el casoanterior, tampoco este enfoque pro-porciona elementos suficientes paraplantear, desde la óptica económica,un programa de desarrollo rural quesea sostenible.

DESARROLLO RURAL SUSTENTABLEY AGROECOLOGÍA

En la década de los ochenta, seprodujo en muchos lugares delMundo y también en Latinoaméri-ca, una reacción a los efectos alta-mente cuest ionables de la"Revolución Verde". Lo que podríaser visto como una contrarevolu-ción, a cuya cabeza estaban los sec-tores campesinos pobres. A partir deesta reacción fue madurando gra-dualmente una propuesta alternati-va, a lo que se había entendido hastaentonces como desarrollo rural sos-tenible, que se conoce como la "vi-sión agroecológica".

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Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible

La agroecología parte de una concepción holística y sistémica de las relaciones entre la humanidad y la sociedad vegetal-animal del ecosistema. La idea de fondo es buscar la armonía completa entre la producción agraria y las leyes de la naturaleza.Este enfoque considera los sistemas agrarios como las unidades fundamentales de estudio. En los sistemas se estudia el com-portamiento de los ciclos minerales, las transformaciones de energía y los procesos biológicos. Todo ello bajo el principio de labiodiversidad, que es la que garantiza la autorregulación y la sostenibilidad del sistema.

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Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible

El concepto de escasez absoluta de los recursosse refiere a que los recursos no renovables tienenun "stock" fijo, que paulatinamente se está aca-bando (p.ejm. el petróleo, los minerales). Este"stock" de recursos no renovables no se puede am-pliar ni sustituir; sin embargo, es vital para la su-pervivencia de la vida humana (p.ejm. la base derecursos genéticos). Esta postura resulta antagóni-ca con lo que sugiere la ciencia económica tradi-cional, para la que sólo existe la escasez relativa:el mercado creará los incentivos para su sustitu-ción.El concepto de equidad intergeneracional, de-

bido a la escasez absoluta de recursos es "indis-pensable introducir el concepto de equidadintergeneracional". Es decir la necesidad de res-petar los derechos de las generaciones futuras. Enel fondo, no es más que un compromiso ético,que puede verse desde el punto de vista interge-neracional o intrageneracional. Según se hable deequidad entre dos generaciones distintas o entre

los miembros de una misma generación.

La pobreza es vista como un pro-blema desde dentro de una genera-ción y es uno de los temas que lavisión agroecológica busca resolver(Yurjevic, 1997a). Para ello, se haceuso del así denominado DesarrolloRural Humano y Agroecológico(DRHA).

GÉNERO Y DESARROLLOSOSTENIBLE

Las discusiones sobre el rol de lamujer en el desarrollo surgieron confuerza a partir de los años setenta. Seempezó a hablar de "Mujer en Desa-rrollo" y bajo este enfoque se inten-taba incorporar a la mujer en la vidapública, pues se consideraba que su

marginación impe-día el logro de unavida más justa. Peroeste enfoque –que,muchas veces, deuna forma demasia-do lineal, identificalas causas y planteamecánicamente lassoluciones - no crí-tica en profundidadel concepto de desa-rrollo y el conceptode poder (Kandiyo-ti, 1991). Cabemencionar que esteenfoque surge en unescenario, en el quelos proyectos noeran concebidosbajo un enfoque desostenibilidad.

En el cuadro precedente puede ob-servarse que existe una gran diferen-cia entre los dos enfoquesanteriormente comentados. Para al-gunos, la revolución verde no ha te-nido éxito desde el punto de vista dela sostenibilidad y tampoco de la con-secución de equidad (Sklair, 1995).Mientras que la visión agroecológica,muestra una mayor preocupación porla sostenibilidad y los proyectos quese han ceñido a ella son más sosteni-bles (Alvarado et al, 1998).

La visión agroecológica incorporaen la definición de desarrollo soste-nible dos ideas básicas: la escasez ab-soluta de los recursos y la equidadintergeneracional.

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Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible

Desde mediados de los años ochen-ta se ha incursionado en el llamado"Género en Desarrollo" . Este enfo-que ha dado lugar, a una serie de con-ceptos que tienen mucho que ver conla problemática del género y la soste-nibilidad. Se habla por ejemplo de lamujer como:

• Víctima de la crisis de la naturale-

za. La falta de sostenibilidad de losecosistemas es vista como la causa dela situación de la mujer;

• "Manager" eficiente del medioambiente. La mujer es vista como elespacio donde hay que poner énfasisen los proyectos para manejar el eco-sistema de manera sostenible (p.ejm.recolección de la leña y del agua);

• Principal depredadora. La mujercomo el agente económico que depre-da debido a la multiplicidad de ta-reas que cumple empleando recursosnaturales

Al considerar el papel que la mujerdesempeña en el campo conviene re-cordar que su actividad se desarrollaen tres áreas: productiva, reproducti-va y de gestión comunal. Cada unade estas áreas se relaciona de maneradiferente con el tema de la sostenibi-lidad (Moser, 1995).

• En el caso de la función producti-

va, es indudable que el trabajo de lamujer permite hacer sostenible launidad doméstica. La división del tra-bajo por género es relativamente flexi-ble antes del matrimonio, pero se"impone" plenamente después de éstey se hace más explícito cuando hayen la familia personas de ambos gé-

neros y de varias edades (Spedding,et al, 1999).

• La función reproductiva esta re-ferida a la nutrición, el cuidado y lasalud de los niños. Está claro que lamujer rural asume las actividades de

reproducción en condiciones de escasez

de recursos y de infraestructura (Galer,1985).

• Finalmente, la función de gestióncomunal se refiere a la organización ya la toma de decisiones. Aquí la uni-dad de análisis no es la unidad pro-ductiva sino la comunidad y es allídonde aparecen asimetrías referidas a:La membrecía de la organización (ge-neralmente sólo los varones sonmiembros); El liderazgo de la organi-zación (normalmente los líderes sonhombres); Los beneficios de la orga-nización son frecuentemente distor-sionados a favor de los hombres y loscostos son, en muchos casos, asumi-dos de manera no equitativa por lasmujeres.

Existe bastante confusión al hablarde género en los temas de producción.Por ejemplo, en acciones de bienes-tar social, se concibe al hombre comoagente productivo, mientras que lamujer es considerada como agentereceptor sobre todo en proyectos denutrición y salud (Galer, 1985). Estetipo de confusiones tienen su origenen que la actividad de la mujer no pasapor un circuito de mercado y en con-secuencia no es considerada como unaactividad productiva, porque no ge-nera ingresos monetarios. La soluciónmás inmediata es tratar de convertir

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el trabajo de la mujer en una actividadvinculada al mercado, con lo cual se so-brecarga de trabajo a la mujer.

En muchos proyectos tradicionales seve a la mujer bajo este tipo de en-foques, independientemente, claroestá, de ser contradictorias. "Estatendencia a instrumentalizar a lamujer en tanto manager, o comoúnica responsable de la crisis am-biental, supone ignorar el hecho deque no se planteen alternativas via-bles de desarrollo frente a la pobre-za y las estrategias de sobrevivenciaderivadas de ella" (Ranaboldo,1993: 33). Esta visión supone portanto una postura particularmentecrítica sobre el desarrollo.

EL INFORME BRUNDTLAND YEL DESARROLLO SOSTENIBLE

Junto a las visiones anteriores,consideradas parciales y hastacierto punto antagónicas, hansurgido otros enfoques que pre-tenden ser más integrales y que,además de considerar los aspec-tos tratados, ponen énfasis en te-mas como la equidad y suimportancia para la sostenibili-dad.

Una de las primeras definicio-nes con visión más integral, apa-recida a finales de la década delos ochenta, es la incluida en el"Informe Brundtland". Esta de-finición dio pie a gran número decríticas y complementaciones en-tre las cuales recogemos, por surelevancia, los aportes de la

Comisión de Desarrollo y MedioAmbiente para América Latina y elCaribe y la de Desarrollo Rural yAgroecología propuesta por la FAO.

i. En el Informe Brundtland se definióel desarrollo sostenible como "un desa-rrollo que satisface las necesidades delpresente sin comprometer la capacidadde las generaciones futuras". ComisiónMundial para el Medio Ambiente y elDesarrollo, 1987. "Nuestro Futuro Co-mún", también conocido como el "In-forme Brundtland".ii. La Comisión Latinoamericana com-

plementa la definición anterior incorpo-rando a la idea de preservar los recursospara generaciones futuras, el conceptode equidad. Define el desarrollo comoel proceso "que genere un progreso ca-paz de satisfacer equitativamente las exi-gencias de toda la población sincomprometer las posibilidades de lasgeneraciones futuras". Comisión de De-sarrollo y Medio Ambiente de AméricaLatina y el Caribe CMAALC, 1990.iii. Para la FAO (1992:7) desarrollo sos-

tenible es "la ordenación y conservaciónde la base de recursos naturales y la orien-tación de cambio tecnológico e institucio-nal de tal manera que se asegura lacontinua satisfacción de las necesidadeshumanas para las generaciones presentesy futuras". Esta definición, que pone énfa-sis en la conservación de los recursos na-turales, es, de acuerdo a sus defensores,"un desarrollo viable (en los sectores agrí-cola, forestal y pesquero) conserva la tie-rra, al agua y los recursos genéticosvegetales y animales, no degrada el me-dio ambiente y es técnicamente apropia-do, económicamente viable y socialmente

aceptable".

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Estas tres definiciones han recibi-do varias críticas. Se ha puesto encuestión el tema de la justicia inter-generacional, que indica que una ge-neración deberá satisfacer susnecesidades en igual magnitud e in-tensidad que las siguientes. El proble-ma reside en que la categoría"generación" resulta confusa, porquela distribución etárea de las sociedadesno permite separar una generación deotra y la realidad es que varias genera-ciones conviven en el mismo tiempo.Aún en el supuesto de que se pudieradividir grupos generacionales, no es fá-cil distinguir el grado de utilización quecada generación ha hecho de los recur-sos (Meier, 1995; Bretscheger, 1996).Asimismo, el tema de las "necesidades"es elusivo. Existen necesidades absolu-tas y relativas y no hay consenso sobredónde poner la línea divisoria y cómodefinir una necesidad básica (Atkinson,1982).

En el "Informe Brundtland" se indi-ca, que existen estrategias efectivas parala consecución de la sostenibilidad. Es-tas estrategias se refieren a: a) la erradica-ción de la pobreza; b) el aprovechamientosostenible de los recursos naturales; c) elordenamiento del territorio; d) el desa-rrollo tecnológico compatible con larealidad social y natural; e) organizacióny movilización social, y f) reformas delEstado.

NUEVA VISIÓN DE LASOSTENIBILIDAD

Con bastante frecuencia, las con-cepciones de desarrollo propias de la

cultura prevalente (industrial, urba-na y moderna) parten del principiode superioridad del hombre sobre lanaturaleza (Capalbo, 1994). La ideaes que el hombre puede intervenir enlos ecosistemas para dominar y con-trolar. Está implícita en esta concep-ción una jerarquización, centrada eneste dominio del hombre y a su vezuna visión patriarcal de la naturaleza,"el hombre como sujeto y objeto dela historia" (Shiva, 1995). En el fon-do, esta postura considera que el hom-bre podrá desarrollar en el futuroconocimientos tecnológicos capacesde superar cualquier alteración delmedio que se produzca en el presen-te. Esta postura es radicalmente opues-ta a otras que tienen como premisaesencial para el desarrollo el respeto delhombre por la naturaleza. Ambas posi-ciones, que son de por sí antagónicas,coinciden en considerar al hombrecomo "el único ser externo o distantedel ecosistema" que es capaz de influen-ciarlo. Este es un tema de debate am-plio, en el que todavía no se ha podidollegar a consensos.

La nueva visión que está surgiendoen nuestros días, considera al hom-bre como parte integrante del ecosis-tema y que establece su existencia através de un conjunto de relacionescon los demás seres del planeta.

NUESTRA DEFINICIÓN DEDESARROLLO RURAL SOSTENIBLE

Al contrastar los diferentes enfo-ques de sostenibilidad con la realidadconcreta de un mundo campesino

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particular, como es el de los Andesbolivianos, se descubren una seriede falencias que tienen que ver mu-cho con la manera lineal de conce-bir el desarrollo. El mundocampesino es tan complejo y diver-so, que cualquier aproximación queno parta del principio holistico quelo caracteriza, no puede compren-der ni tampoco planificar el desa-rrollo.

Presentamos a continuación unadefinición de desarrollo rural soste-nible, que ha sido elaborado desde laexperiencia de desarrollo, por un gru-po de instituciones, algunas de lascuales tienen una larga trayectoria de

trabajo de desarrollo en el mundoaymará y quechua del país.

DESARROLLO RURAL SOSTE-NIBLE es la gestión integral, con-certada y equitativa de undeterminado territorio, para ase-gurar y mejorar la satisfacción delas necesidades básicas y la ge-neración de excedentes, sin com-prometer la disponibilidad yreproducción de recursos para ge-neraciones futuras.

Esta definición precisa de una seriede aclaraciones en cuanto al uso de térmi-nos, que presentamos a continuación.

Se entiende por gestión el uso y manejo racional de losrecursos humanos y ambientales, con un fin u objeto determi-nado. El término gestión se refiere a los recursos existentes enun sistema, cuyos límites coinciden con el territorio o hábitatde un determinado grupo humano. Los sujetos de esta gestiónson los habitantes de este territorio.La gestión integral hace referencia al manejo sistémico u

holístico de los recursos. Este manejo debe considerar lasdimensiones económica, social, ambiental, tecnológica, cul-tural y organizativa en que se expresa la vida de los habi-tantes de ese territorio. La gestión integral implica laejecución de acciones para el uso y control de los recursos.El concepto de territorio está referido a un espacio geo-

gráfico concreto que tiene características físicas, climáti-cas, poblacionales y culturales específicas. Es en esteterritorio donde se desarrollan e interactúan diversas estra-tegias de producción y supervivencia, a partir de prácticastecnológicas que se readecúan permanentemente. Estasestrategias privilegian cultivos, crianzas y manejo de todoslos recursos, dependiendo de su accesibilidad y en funciónde su relación con el mercado.Los términos asegurar y mejorar la satisfacción de nece-

sidades básicas implican dos dimensiones del desarrollo:

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mantener lo que se tiene y aumentarlo sin comprometeren el futuro el deterioro del medio.Las necesidades básicas son educación, salud y servi-

cios básicos. La educación mejora la sostenibilidad delecosistema, pues permite una mejor comprensión del usoy manejo de todos los recursos disponibles y de los pro-blemas (locales, nacionales e internacionales) que su usoindebido puede acarrear. Por otra parte, se puede hallaruna relación entre salud y sostenibilidad de la unidad pro-ductiva porque sólo su sostenibilidad garantiza la seguri-dad económica y alimentaria de la familia campesina.La generación de excedentes implica no solamente la

reproducción de las fuerzas productivas y los medios deproducción, sino la venta efectiva de productos en el mer-cado. Mientras mayor sea la generación de excedentes delas unidades productivas campesinas, mayores serán lasposibilidades de su sostenibilidad como unidad producti-va.La sostenibilidad implica una gestión equitativa de los

recursos naturales y humanos. La equidad social enmar-ca: la estratificación, lo generacional y el enfoque de gé-nero. El propósito es disminuir la brecha en el uso, controly acceso a recursos entre grupos sociales (ricos y pobres,jóvenes y adultos, hombres y mujeres).La gestión concertada alude a una serie de actores (or-

ganizaciones territoriales, municipales, etc.) que hacenconsenso y que se involucran en proyectos comunes. Laconcertación pasa por la participación de los campesinosen el ejercicio democrático de los derechos de ciudada-nía. La concertación pasa además por la voluntad políticay cultural de aprovechar el ecosistema en forma consen-suada, maximizando las potencialidades de las bases pro-ductivas y minimizando los riesgos de degradación de losrecursos naturales.La disponibilidad de recursos naturales para genera-

cionesfuturas implica respetar indefinidamente los ciclosbiológicos de los recursos naturales (nacimiento, creci-miento, reproducción y muerte), además de la preserva-

ción de los otros recursos disponibles.

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Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible

LA AGROECOLOGÍA COMOESTRATEGIA DE

RECAMPESINIZACIÓN DE LAAGRICULTURA

LATINOAMERICANA: HACIA LA"OTRA MODERNIDAD"

Eduardo Sevilla Guzmán y Graciela Ottmann •

INTRODUCCIONEl presente trabajo constituye una

reflexión teórica, desde la Agroecolo-gía para precisar los elementos quepueden extraerse del conjunto de ex-periencias productivas que, basadasfundamentalmente en formas de agri-cultura familiar, pero de naturalezaasociativa y con un alto grado de plu-riactividad, surgen esparciéndose portoda la superficie Latinoaméricanapareciéndonos mostrar la emergenciade un nuevo modelo de desarrollorural.

Tales experiencias productivas apa-recen en los bordes e intersticios de laestructura socioeconómica generadacomo consecuencia de la implanta-

ción del modelo agroindustrial pro-ducido por el paradigma de la mo-dernización. Son formas deresistencia, primero, y de enfrenta-miento, después a su lógica, depre-dadora de la naturaleza y la sociedad,mediante propuestas alternativas através de su praxis productiva, inte-lectual y política de naturaleza medio-ambiental. Ofrecen, tales experiencias,un elenco de soluciones que permitenel diseño de estrategias productivascomo aquellas que diseña la Agroeco-logía y que, en un esfuerzo de sínte-sis, permiten hablar de unarecampesinización, "avant la lettre"de la agricultura latinoamericana.Los rasgos que presentan son los

• Sociólogos, Docentes de Universidades de España.

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siguientes: a) endo-geneidad; b) genera-ción de redessolidarias a diversosniveles; c) generaciónde circuitos y merca-dos alternativos; d) di-versificación de laproducción y circula-ción y e) generación deuna nueva eficiencia"técnico ambiental"basada en el conoci-miento y los métodosde acción participativa de naturalezalocal.

La caracterización hasta aquí reali-zada se basa en nuestro acompaña-miento a diversas experienciasproductivas como "estudios de caso"en México, Bolivia, Brasil, Chile yArgentina. En México, en los Esta-dos de Jalisco (Cf. Tesis doctoral deJaime Morales; investigador del ITE-SO de Guadalajara, leída en 1999 enel ISEC) y Michuacan (Victor M.Toledo, 1991 y1995); en Bolivia, enCochabamba ( Cf. Tesis doctorales deFreddy Delgado y Nelson Tapia, in-vestigadores de AGRUCO, leída éstaúltima en 1999 en el ISEC); en Chi-le los excelentes trabajos del CET (an-tes en Santiago y hoy en Temuco) perocon ramificaciones en todo el estadoe incluso en el resto de Latinoaméri-ca, a través de CLADES (Cf. su re-vista Agroecología y Desarrollo), danbuen ejemplo de la naturaleza de lasexperiencias a que nos estamos refi-riendo; y que adquiere especial sig-

nificación en el territorio Mapuche(Cf.la Tesis doctoral de Rene Mon-talban, actualmente en curso en elISEC.). En Colombia existe una Redde Custodios de Semillas, ya esparci-da por todo el territorio, compuestapor agricultores que intercambian ex-periencias reivindicando una recupe-ración del conocimiento campesinolocal; aunque las propuestas alterna-tivas de manejo tienen también unfuerte contenido indígena (Cf. TesisDoctoral de Hernando Bernal cuyalectura en el ISEC esta prevista paradiciembre del 2000).

Especial relevancia tienen las expe-riencia de Brasil, en el Estado de RíoGrande do Sul, donde la investigaciónrealizada por Francisco Roberto Ca-poral ("La Extensión Agraria del Sec-tor Público ante los desafíos delDesarrollo Sostenible: el caso de RíoGrande do Sul"; Tesis Doctoral leídaen el ISEC, en 1998) esta tratandode implementarse en EMATER, or-ganismo estatal de extensión agraria,

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donde se ha adoptado la Agroecolo-gía como política oficial, declarándoseasimismo dicho estado "libre de trans-génicos". Y donde existen múltiplesexperiencias de la naturaleza de lasarriba señaladas (Cf. la Tesis Docto-ral de José Antonio Costabeber, tam-bién funcionario de EM AT ER:"Acción Social Colectiva y Procesosde Transición Agroecológica en RíoGrande do Sul", leída en el ISEC en1998), aunque cientas de ellas se en-cuentran también esparcidas por todoel territorio brasileño (Cf. la TesisDoctoral de Joao Carlos Canuto, ac-tual director de EPAGRA, organismoresponsable de la investigación agra-ria en Río Grande do Sul: "Agricul-tura Ecológica en Brasil: PerspectivasSocioecológicas", leída en el ISEC, en1998; Cf., también, Sevilla Guzmánen Zander Navarro, 1997). Igualmen-te, resulta de especial interés, en nues-tra opinión, el reciente procesoabierto, en los asentamientos delMST (Movimiento de los Sin Tierra),de introducción de la Agroecología.

La utilización, como base empíri-ca, de estos trabajos nos permite ge-neralizar que las experienciasalternativas de agricultura ecológica,emergentes en Latinoamérica, presen-tan en sus trayectorias los siguientesrasgos: a) endogeneización producti-va a través de procesos de transiciónde agricultura convencional a formasde manejo de bajos inputs externos;b) diversificación de producciones(incluyendo aquellas "formas produc-tivas" que suponen servicios medio-

ambientales) y mercados para elimi-nar riesgos sociales y ecológicos; c)generación de redes locales de inter-cambios productivos en términos desemillas, conocimientos del manejo,y técnicas desarrolladas en finca; d)generación de redes regionales de in-tercambio para la creación de nuevoscircuitos en los cuales introducir las"formas productivas" anteriormenteseñaladas y; e) generación de redesglobales de intercambio de su "expe-riencia socioeconómica" respecto a laresistencia al modelo productivo ge-nerado por el paradigma de la mo-dernización .

En las páginas que siguen, basán-donos en las referidas experienciasproductivas, pretendemos iniciar unproceso de reflexión teórico respectoa la abstracción de los elementos cla-ve del modelo emergente de desarro-llo rural alternativo. Para ello,pretendemos: en primer lugar, desa-rrollar una esquemática caracteriza-ción de la trayectoria seguida por eldesarrollo, tanto rural como urbano,mediante el establecimiento de tresmodelos históricos: el desarrollo co-munitario, el desarrollo integrado yel desarrollo sostenible; evidenciandocómo este proceso puede ser interpre-tado como de descampesinización. Yello, como consecuencia de su impac-to en la ruptura de los sistemas agra-rios tradicionales y la erosión de lasmatrices socioculturales en que se in-sertaban.

Pasaremos más tarde, en segundolugar, a definir el concepto de cam-

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pesinado desde una perspectiva agroeco-lógica para mostrar la coincidencia bási-ca entre los elementos que lo defineny aquellos que muestran las nuevas ex-periencias productivas emergentes,cuyo modelo de desarrollo rural pue-de ser caracterizado como de recam-pesinización. En este mismo apartadopretendemos mostrar la pertinenciade la Agroecología como estrategiaparticipativa para la potenciación ydiseminación de dichas experiencias.Finalmente, concluiremos con un es-quemático intento de teorización res-pecto a la naturaleza de la agriculturaen cada una de las formas históricasde desarrollo rural haciendo énfasisen las características del manejo de losrecursos naturales que puede abstraer-se de las "experiencias productivasemergentes" que insinúan la aparición

de "otra modernidad", de natura-leza medioambiental (Leff, 1998).

UNA BREVE CLARIFICACIÓNCONCEPTUAL SOBRE LOSCONCEPTOS DE DESARROLLO YDESARROLLO RURAL-URBANODESDE LA AGROECOLOGÍA

En su acepción más amplia elconcepto de desarrollo significa eldespliegue de las potencialidadesde una identidad, sea está bioló-gica o sociocultural. Se trata de al-canzar un estado superior, o máspleno que el preexistente, tantocuantitativa como cualitativamen-te. El aspecto cuantitativo del de-sarrollo se llama crecimiento; esdecir, el aumento natural de tama-

ño por adicción de material a travésde la asimilación o el acrecentamien-to. La dimensión cualitativa del de-sarrollo hace referencia a los aspectosenergéticos que permiten el desplie-gue o consecución de la mayor pleni-tud, la cual puede aunque no suelaser así, puede realizarse sin crecimien-to.

La conceptualización pionera, consuficiente rigor, del desarrollo surge amediados del siglo XVIII en las Cien-cias Naturales, cuando Caspar FriedrichWolff (1733/1734) define el desarrolloembrionario como el crecimiento alo-métrico (variación de las relaciones en-tre las partes) hacia la forma apropiadadel ser. Sin utilizar la palabra desarro-llo, pero profundizando el concep-to e introduciendo en él la nociónde avance hacia formas más perfectas,

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Darwin un siglo más tarde, acuño el voca-blo de evolución como sinónimo de de-sarrollo al elaborar su teoría de laEvolución de las especies.

Aunque su probable utilización pri-mera en las Ciencias Sociales tuvo lu-gar en el siglo XIV por Ibn Jadun, aliniciar la teoría sociológica de la evolu-ción y su conceptualización guarde ellegado de las teorías evolucionistas dela Filosofía de la Historia (desde Giam-battista Vico hasta Herder y Hegel), sinembargo, se debe a Karl Marx la máscompleta conceptualización del concep-to de desarrollo al introducir este en elproceso histórico.

No obstante, dentro del pensa-miento científico liberal, al ser apli-cado a la economía el concepto dedesarrollo adquiere una fuerte dimen-sión etnocentrista al identificarse lamayor plenitud o superioridad con latrayectoria histórica desplegada por laidentidad sociocultural occidental ylas formas de producción y consumopor ella elaboradas. El desarrollo pue-de así ser definido como el crecimien-to económico (incremento delProducto Nacional Bruto) acompaña-do de un cambio social y cultural(modernización) que tiene lugar enuna determinada sociedad, general-mente un estado-nación, como con-secuencia de las acciones realizadas;lo que significa la elaboración de unaestrategia de planificación del cambiopara mejorar la calidad de vida de supoblación. Y, entendiendo por mo-dernización, un nombre nuevo paraun viejo proceso, el cambio sociocul-

tural y político que las potencias co-loniales imponían a sus colonias: suoccidentalización.

Es en este contexto como adquieresentido, en nuestra opinión, el mejoranálisis hasta ahora realizado del con-cepto de desarrollo. Se debe este aGustavo Esteva, cuando señala que eldesarrollo no puede desligarse de laspalabras con las cuales se le formó -evolución, crecimiento, maduración.Del mismo modo, que quienes laemplean actualmente no pueden li-berarse de la red de sentidos que dauna ceguera específica a su lenguaje,su pensamiento y su acción. No im-porta el concepto que se emplee o laconnotación precisa que la personaque lo usa quiera darle, la expresiónse encuentra calificada y coloreada porsignificados acaso indeseables. La pa-labra implica siempre un cambio fa-vorable, un paso de lo simple a locomplejo, de lo inferior a lo superior,de lo peor a lo mejor. La palabra in-dica que uno lo está haciendo bienpor que avanza en el sentido de unaley necesaria, ineluctable y universaly hacia una meta deseable. La pala-bra tiene hasta ahora el significadoque le dio hace un siglo el creador dela ecología, Haeckel: Desarrollo es apartir, de ahora, la palabra mágica conla que podemos resolver todos losmisterios que nos rodean o que, porlo menos nos pueden guiar a su solu-ción. Empero, para dos terceras par-tes de la gente en el mundo estesignificado positivo de la palabra de-sarrollo -profundamente enraizado

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tras dos siglos de construcción social-es un recordatorio de lo que no son.Les recuerda una condición indeseablee indigna. Para escapar de ella necesita-ban hacerse esclavos de las experienciasy los sueños de otros (Gustavo Estevaen W. Sachs, 1992: 10)

Cuando el desarrollo no se refiereal conjunto de una sociedad, sino quese centra en las áreas, sean rurales ourbanas, a las que se pretende mejo-rar el nivel de vida de su población através de procesos de participaciónlocal mediante la potenciación de susrecursos propios, este se define comoDesarrollo Rural o Urbano. El primerpaso para analizar el desarrollo rural-urbano consiste en detectar el trasfon-do teórico de los esquemas dedesarrollo que se desea potenciar. Aúncuando siempre se señale como obje-tivo la mejora del nivel de vida de lapoblación del área implicada, a tra-vés de procesos de descentralización,participación local y potenciación dela utilización de recursos propios; elmarco teórico del que surja tal desa-rrollo es el determinante último de lanaturaleza de tales acciones. Lamen-tablemente la mayor parte de las ac-ciones hasta ahora realizadas han sidoimplementadas desde la perspectivadel liberalismo económico históricoo desde el neoliberalismo, es por esarazón por lo que, en líneas generales,los resultados obtenidos no fuerontodo lo satisfactorios que se hubiesedeseado. Además, es necesario mati-zar que probablemente el fin últimotampoco fuera en todos los casos elarriba señalado: mejorar el nivel de

vida de la población, ya que desde susorígenes, el concepto de desarrollopara la perifería ha estado vinculadoa la idea de ayuda o cooperación parael desarrollo, desplegando por tantouna dimensión de imposición pater-nalista, " de arriba abajo" que anula-ba las posibilidades de participación realde la población, por lo que, en muchoscasos tales acciones no han sido sino unintento para sentar las bases de unanueva forma de colonialismo sútil, queterminaba satisfaciendo únicamente lasdemandas de expansión de las empre-sas multinacionales.

UNA INTERPRETACIÓNAGROECOLÓGICA DE LAS FORMASHISTÓRICAS DE DESARROLLORURAL-URBANO

Durante una buena parte del sigloXIX y hasta entrado el XX se fue con-figurando como hegemónico el mo-delo productivo urbano-industrialcuya lógica, de mover personas alládonde se concentraba el capital, fueconsolidando una estructura de po-der que situaba al campo y las comu-nidades rurales en una posición cadavez mas marginada y dependientefrente a las ciudades que vieron in-crementado su poder con la hegemo-nía industrial (Fernandez Durán,1993). No obstante, las ciudades, le-jos de ser espacios socioeconómicoshomogéneos, se configuran, nueva-mente como un centro donde se acu-mulan la renta y los servicios, y unaperiferia constituída por grandes bol-sas de pobreza provenientes de la

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migración rural. Los desequilibrios asígenerados trataron de mitigarse conpolíticas encaminadas a elevar el ni-vel de vida de la gente del campo de-finiéndose éstas como de Desarrollorural o, en su caso, urbano (Long,1978; Castells, 1972).

En otro lugar hemos interpretadola trayectoria histórica del desarrollorural como el paso de la "cuestiónagraria" a la "cuestión medioambien-tal" (E. Sevilla Guzmán and G. Wood-gate, 1997). Igualmente Castellsinterpreta el desarrollo urbano comoel paso de la "cuestión urbana" a la"cuestión informacional" (1972 y1998, 3 vol). El debate sobre la "cues-tión agraria" planteaba cual deberíaser la naturaleza del manejo de losrecursos naturales y, por tanto, el pa-pel del campesinado en el procesohistórico. Dicho debate quedó cerrado

a finales del siglo XIX ante el consen-so tanto del pensamiento liberal comodel marxismo al redefinir a la agricul-tura como una rama de la industria yrelegar al campesinado a la posiciónde residuo anacrónico que, inelucta-blemente, habría de ser sacrificado enlos altares de la modernidad de natu-raleza urbana (Castells, 1972 yS.Giner and E. Sevilla Guzmán,1980). Es posible diferenciar, haciendouna abstracción de la multitud de ex-periencias, realmente existentes, de de-sarrollo rural-urbano tres formashistóricas: el Desarrollo Comunitario,el Desarrollo Rural Integrado (en elcaso de zonas rurales) o DesarrolloLocal ( en el caso de zonas urbanas) y elDesarrollo Sostenible, común para ambas.

La génesis teórica de la primera for-ma histórica de desarrollo rural-urba-no tuvo lugar en los años 20-30 enUSA, concretamente en la tradiciónsociológica conocida como la Escue-la de Chicago. Desde la perspectivaurbana se trataba de estudiar los"ghettos" o bolsas de pobreza étnica-mente diferenciada intentando gene-rar inútilmente estructuras sociales deintegración a la comunidad (Castells,1972) No obstante, lo relevante parael argumento de estos papeles es laimplementación política, a nivel glo-bal, del debate en torno a la naturale-za (campesina o urbano/industrial)del manejo de los recursos naturales.Ello tuvo lugar por medio de la in-troducción masiva de semillas de altorendimiento vinculadas a paquetes deagrotóxicos, dentro del proceso que

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convino en denominarse "revoluciónverde"; su instrumentalización prác-tica puede ser interpretada como laprimera forma histórica del desarro-llo rural-urbano: el desarrollo comu-nitario. Ello es así, si aceptamos como"definición operativa" de desarrollorural la esbozada más arriba: elevar elnivel de vida de la población ruralante la desorganización social y lapérdida de diversidad socioculturalgenerada por el avance del modeloproductivo urbano-industrial. Enefecto, el conjunto de acciones parasatisfacer las necesidades básicas de lapoblación en materia educativa, sa-nitaria y de mejora de infraestructu-ras constituían claramente actividadesde desarrollo rural, aunque su objeti-vo último fuera la generación de unproceso de mercantilización crecien-te de sus estructuras productivas agra-rias, pretendiendo con elloincrementar la productividad de laagricultura introduciendo formas demanejo de naturaleza industrial a tra-vés de los paquetes que acompañabana las semillas mejoradas (P.W. Pres-ton, 1985; Hulme and Turner, 1990).

Desde una perspectiva agroecoló-gica la revolución verde, y por tantoel Desarrollo comunitario, como pri-mera forma histórica de DesarrolloRural, puede interpretarse como laúltima fase de un proceso masivo dedescampesinización. En efecto siaceptamos la definición de campe-sinado que propone la Agroecolo-gía -sobre la que volveremos mástarde- como una forma de manejo de

los recursos naturales que allá dondeno ha recibido presiones expúreas hamantenido los mecanismos de repro-ducción biótica de los ecosistemas queartificializaba (Altieri, 1991), habre-mos de concluir que ésta ha mante-nido históricamente la sustentabilidadecológica ( Gliessman, 1978 y 1989;E. Sevilla Guzman y M. Gonzalez deMolina, 1993). Sin embargo ello sólopudo ser así, porque el manejo de losrecursos naturales estaba inserto enmatrices socioculturales que preserva-ban tal epistemología conservacionis-ta (Toledo, 1989 y 1993).

El proceso de descampesinización,empero, tiene raíces más profundasvinculadas: por un lado, a depreda-ción sociocultural sufrida por los lla-mados "pueblos sin historia" y al"imperialismo ecológico" desplegadopor la identidad sociocultural occi-dental (Wolf, 1982; Crosby, 1986).Y, por otro lado, a la idea de natura-leza acuñada por la Ilustración, pri-mero, y por el liberalismo histórico,después, de que ésta, la naturaleza,constituye algo separado del hombrey susceptible de ser dominada por él, através de la razón, pudiendo ser reduci-da a la condición de mero factor pro-ductivo susceptible de privatización,mercantilización y cientifización (Ploeg,1993; E. Sevilla Guzmán y G. Ottmann,1999; y Guzmán et. al., 2000). Así, parafinales de la década de los 40 ya sehabía producido, en el denominado"primer mundo" o "centro de laeconomía mundo", la implantaciónhegemónica de un modo industrial

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de uso de los recursos naturales (Gad-gil and Guha, 1992) en el que los me-canismos de reproducción biótica delos mismos podían ser forzados segúnlas exigencias del mercado ya que "laciencia, podría, a través del capital,sustituir los elementos deterioradospor capital (Martinez Alier; 1994).Faltaba, pues concluir el proceso enel resto del mundo; tarea que, en bue-na medida, llevó a cabo el DesarrolloComunitario en su acompañamien-to a la Revolución Verde; primero, yen su despliegue por la "periferia delcentro", después, incluyendo aquí laszonas rurales europeas no intensifica-das todavía por la agricultura indus-trializada.

En este contexto, la primera formahistórica de Desarrollo Rural puedeser definida como una estrategia vin-culada a las acciones agronómicas deextensión que pretendía generar for-mas autogestionarias de acción socialcolectiva para conseguir: a) la acepta-ción de estilos de agricultura indus-trializada por parte de la poblaciónlocal; b) incrementar el nivel de vidade la población o en los casos extre-mos satisfacer sus necesidades básicas;y, c) construir mecanismos de orga-nización comunitaria para obtener laparticipación local en la maquinariamodernizadora de la administraciónestatal para transferir tecnologías ex-ternas y homogeneizar así el manejode los recursos naturales, tornandocon ello su naturaleza en industrial.

Esto supuso, respecto al manejo delos recursos naturales, que, la fertili-

dad natural del suelo y su considera-ción como algo vivo fuera sustituidapor su utilización como un soporteinerte alimentado por química de sín-tesis. El aire y el agua dejaron de serun contexto interrelacional con otrosseres cuyas funciones podrían utilizar-se, a modo de control sistémico, en laproducción de bienes para el acceso alos medios de vida para transformar-se definitivamente en meros insumosproductivos cuyos ciclos y procesosnaturales podrían ser forzados, hastaobtener un máximo rendimiento, se-gún las demandas del mercado, sinconsiderar el grado de reversibilidad deldeterioro causado por dicho forzamien-to. Y, finalmente que la biodiversidadfuera obviada, despreciándose el proce-so de coevolución que la había genera-do (V. Shiva, 1996; G. Guzmán et all,2000: 40-60).

Peter Rooset ha analizado en for-ma lúcida y esquemática los resulta-dos de esta primera forma históricade desarrollo rural de la siguientemanera: "en primer lugar el permisopara que la tierra de cultivo sea com-prada y vendida como bienes de con-sumo y sea permitida la acumulaciónde áreas por unos pocos...; en segun-do lugar, la carencia de capacidad denegociación por los agricultores fami-liares y los trabajadores del campoante los productores e intermediarios,recibiendo cada vez una parte menosde las ganancias del campo; y final-mente, la degradación de los suelos,la generación de nuevas plagas, male-zas y enfermedades por las tecnologías

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dominantes destruyendo las bases dela producción futura y tornando cadavez más difícil y costoso el manteni-miento de las cosechas" (P. Rooset,1998).

Resumiendo, la implementación dela revolución verde, a través del "de-sarrollo comunitario" como primeraforma histórica del desarrollo ruralsupuso para el llamado "tercer mun-do" la sustitución masiva de los te-rrenos comunales por la propiedadprivada superconcentrada y el desalo-jo generalizado de formas sociales deagricultura familiar por latifundiosagroindustriales. Y para ambos, centroy periferia, la sustitución definitiva delos ciclos cerrados de energía y mate-riales del manejo campesino por la uti-lización masiva de insumos externosprocedentes de las multinacionales através de los bancos especuladores.

El imparable avance del modeloproductivo agroindustrial había gene-rado tan fuertes desequilibrios rural-urbanos que las políticas de desarrollorural se mostraron imprescindiblespara mitigar los costes sociales queexigía la instauración de la moderni-dad. Es así como en la mitad de losaños sesenta se inician múltiples acti-vidades intentando mejorar el nivelde vida de la población rural surgien-do la forma histórica que hemos de-nominado como Desarrollo RuralIntegrado (DRI a partir de aquí), parahacer justicia al apellido más conocidocon el que se calificaba a tales acciones.En Europa las denominaciones de es-tas acciones fueron de: armónico (bus-

cando un equilibrio intersectorial) ;integrado, propiamente dicho (poten-ciando la agricultura a tiempo parcial,después calificada como pluriactivi-dad); y ecodesarrollo (introduciendoel objetivo de evitar la degradaciónmedioambiental), el cual tuvo unaamplia difusión posterior en Latino-américa donde adquirió prevalente-mente las denominaciones deautocentrado (pretendiendo romperlas formas de dependencia externa),endógeno (potenciando lo local), ylocal (movilizando a las poblacionesimplicadas).

En un interesante trabajo de Mi-ren Etxezarreta, ésta presenta una re-copilación de los estudios mássignificativos de desarrollo rural in-tegrado de los que la autora obtieneuna valiosa conceptualización deltema en los siguientes términos:

"El Desarrollo Rural Integrado con-siste esencialmente en potenciar es-quemas de desarrollo en el ámbitorural que tienen como objetivo lamejora del nivel de vida de la pobla-ción del área implicada y no el creci-miento económico indiscriminado deun país. Para ello, se estimula el esta-blecimiento de esquemas de actividadeconómica de base territorial, descen-tralizados y con un fuerte componen-te de decisión local, que movilice a lapoblación en la prosecución de subienestar mediante la máxima utili-zación de sus recursos propios, huma-nos y materiales. Se considera estemétodo más adecuado para lograr elobjetivo propuesto que la utilización

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de tecnología y recursos que provie-nen del exterior, para los que se pro-pugna una fuerte adaptación a lassituaciones y necesidades locales. Sepostula una integración de las facetasmateriales, sociales y personales de lacomunidad local, que estimule unamayor participación social y la con-secución de la dignidad de sus habitan-tes, así como la articulación de estascomunidades con la sociedad en gene-ral de una manera más armónica y equi-tativa" (Etxezarreta, 1988:80-1).

Con respecto al núcleo central deproblemas que se pretende abordardesde la aplicación de los esquemasdel DRI, hemos de señalar que estosresponden principalmente a la nece-sidad de establecer una mayor flexi-bilidad productiva y del empleo, tantodesde una perspectiva espacial, comode distribución de la población. Noobstante, los objetivos que pretendecubrir el DRI vienen determinadospor una diversidad de problemas quehan sido abordados desde distintosenfoques. Básicamente estos proble-mas son: a) el paro estructural gene-rado por la incapacidad de absorberla mano de obra procedente del sec-tor agrario por parte de la industriaen las áreas urbanas; b) los fuertesdesequilibrios regionales generadospor el desarrollo regional entre áreasurbanas/rurales, de forma general, yespecíficamente entre las zonas de altaproductividad agrícola, incorporadasal proceso global de desarrollo capi-talista, y aquellas otras descolgadas delsistema; c) en íntima relación con el

punto anterior, hay que mencionar losdesequilibrios demográficos ocasiona-dos por el éxodo rural hacia las zonasindustrializadas y que en el caso deciertas áreas marginales ha llegado aprovocar su despoblamiento; d) porúltimo, los teóricos del DRI estable-cen un fuerte debate en torno a lacuestión de la planificación y gestiónde este tipo acciones. Si bien todosellos participaban de la idea de incor-porar a la población implicada en latoma de decisiones, no estaban, sinembargo, de acuerdo en el papel que elEstado debe tener en estos procesos.

Por último, hay que destacar la di-ferencia de objetivos que las estrate-gias del D RI se plantean en suaplicación al "primer mundo", conrespecto a los programas iniciales de-sarrollados en los países "pobres".Como ya hemos comentado anterior-mente, en este último caso el objeti-vo principal de los programas deDesarrollo comunitario, primero, y delas acciones de DRI, después, era cu-brir las necesidades básicas y paliar lasituación de malnutrición de la po-blación. Sin embargo, en la versióndel DRI para los países "desarrolla-dos", el objetivo primordial es abor-dar el paro y reactivar social yeconómicamente áreas con un fuertedeclive. La estrategia para ello es,como hemos visto, fomentar la plu-riactividad económica; partiendo dela premisa de que las áreas deprimi-das no pueden competir con los sis-temas agrarios modernizados, y bajoel argumento de que tradicionalmente

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las comunidades rurales han mante-nido una estructura económica diver-sificada; en base a esta premisa, sefomentará el establecimiento de nue-vas actividades que están provocandola terciarización de las economías ru-rales empobrecidas. La mayoría de lasacciones de DRI van encaminadas adesarrollar el turismo rural de estasáreas; sin tener en cuenta la vocaciónagraria de la mismas y obviando que,incluso la realización de actividadesturísticas, aprovechando la calidad delpaisaje de las mismas, debería supo-ner el mantenimiento de los sistemasagrarios tradicionales que han dadoforma a ese paisaje y lo han conserva-do históricamente.

Las pautas genéricas del desplieguedel DRI son aplicables a todo el mun-do, aún cuando el contexto históricoy la coyuntura intelectual exijan pe-queñas matizaciones. Empero, en ge-neral puede afirmarse que el DRIsupuso un ajuste necesario para laexpansión del modo industrial de usode los recursos naturales, para la re-composición de los espacios ruralesen, por un lado, pequeños "focos al-tamente productivos y modernos"; ypor otro, en grandes espacios "atrasa-dos" en los que se buscaba activida-des no agrarias para generar renta, yaque el proceso modernizador no acep-taba sus condiciones naturales paraimplementar su agricultura, la cual,no obstante, se iba introduciendocomo un mecanismo erosionador delconocimiento local que transforma-ba en invisibles los estilos de manejo

no industrializados. En muchos luga-res de Latino América, donde el "de-sarrollo comunitario" no habíallegado, el DRI jugo el papel de apo-yo a la sanidad, educación e infraes-tructuras, industrializando ymercantilizando un manejo cada vezmás vinculado al mercado.

En general el DRI fue un mecanis-mo "expropiador de los agricultores"en la búsqueda de soluciones paramejorar su acceso a los medios devida. Por ello no es de extrañar que elconjunto de experiencias alternativasde desarrollo rural emergentes en todaLatinoamérica "avant la lettre" pre-tendan recuperar los rasgos básicos dela agricultura tradicional que apare-cen en el reservorio socioeconómicoy ético productivo del campesinadoque se resiste, a través de mecanismosdifíciles de entender por la lógica dellucro (James C. Scott, 1985) a lamodernización urbano industrial delcampo. En este sentido el comporta-miento de los agricultores europeos ala trayectoria seguida por el desarro-llo rural evidencia una resistencia alas políticas institucionales de moder-nización seguida por la articulacióntransnacional de los estados, a travésde sus organismos internacionales(Fondo Monetario Internacional,Banco Mundial y Organización Mun-dial del Comercio, preferentemente).

A partir de los años ochenta, talesorganismos adoptan como etiquetala " sostenibilidad" promoviendopor todo el mundo el mismo tipode acciones que hasta entonces se venían

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realizando pero con un barniz ecolo-gista de preservación de los recursosnaturales: aparece así la forma histó-rica de Desarrollo Rural Sostenible (apartir de ahora DRS). El concepto dedesarrollo sostenible implementadooficialmente por los organismos in-ternacionales es el resultado de la in-teracción entre, por un lado, el quehacer científico y, por otro, las pre-siones de los centros de poder de lasociedad, que utilizan éste para legi-timar sus formas de dominación. Noes este lugar para escrutar su gesta-ción teórica (A. Alonso Mielgo y E.Sevilla Guzmán; 1995 y 1999) me-diante un proceso de elaboracióncientífico-institucional, donde lasconceptualizaciones iniciales y los ra-zonamientos empíricos quedaban su-bordinados a las presiones de lastransnacionales sobre los Estados, quede manera hegemónica rigieron talproceso. (Daly, 1994).

Baste decir que el desarrollo soste-nible responde al falso discurso eco-logista diseñado por los organismosinternacionales, a través de una cons-trucción teórica ecotecnocrática quetransmite el mensaje de que el plane-ta está en peligro, no porque los paí-ses ricos hayan desarrollado unaforma de producción y consumo des-pilfarradora de energía y recursos,contaminante y destructora de losequilibrios naturales; sino, porque los"países pobres" tienen un gran creci-miento de población y deterioran lanaturaleza, debido a su pobreza y de-gradante apropiación de los recursos

naturales, mediante la tala de bosquesy su esquilmante agricultura (cientí-ficamente marginalizada). La soluciónpara los organismos internacionalesinstitucionalizados y los bancos mul-tilaterales de desarrollo, está en el pro-ceso de globalización económica que,a través de un desarrollo sostenible,permita la generalización del consu-mo del centro a las masas de la peri-feria, en rápida multiplicación,mediante "la indispensable realizacióndel potencial de crecimiento econó-mico" , buscando " la igualdad deoportunidades" en las sociedades"modernas y avanzadas" y la "satis-facción de sus necesidades básicas "en los "países menos desarrollados".

El Informe Brundtland, locus in-telectual de tal propuesta, consideraque "la industria es de importanciafundamental para la economía de lassociedades modernas y un motor in-dispensable del crecimiento" por loque la agricultura que se ha "conver-tido prácticamente en una industria"gracias a las "nuevas tecnologías, la Re-volución Verde... (y a sus) nuevas téc-nicas de cultivo de tejidos y de ingenieríagenética podrán generar (otras) varie-dades de plantas capaces de retener elnitrógeno del aire, progreso que afecta-rá espectacularmente a la industria defertilizantes, pero que reducirá tambiénla amenaza de la contaminación causa-da por los productos agroquímicos"(CMMAD, 1988: 68 y ss.). Así pues elmanejo industrial de los recursos natu-rales es un requisito imprescindible paraeste tipo de "desarrollo oficial".

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El DRS, obviamente, habría de ple-garse a tales requisitos; es decir a laaplicación del manejo industrial de losrecursos naturales a las zonas ruralesque se resisten a su aceptación a tra-vés de la introducción de actividadesno agrarias que contribuyan al pro-ceso de privatización, mercantiliza-ción y cientifización de los recursosnaturales, establecido por el modeloproductivo urbano industrial y "ajus-tado" económicamente por el desa-rrollo rural, en las distintas formashistóricas hasta ahora consideradas.En este sentido el proceso de descam-pesinización hasta ahora delineado seve reforzado por el DRS.

Así, con su implementación desdela década de los 90 el proceso de mer-cantilización creció en espiral, de talmanera que un número creciente detareas e inputs básicos de la produc-ción y de la subsistencia campesinafueron asignados a través de los mer-cados; los agricultores acabaron de-pendiendo para su subsistencia másdel mercado que de la naturaleza. Deuna situación en la que la reproducciónde los grupos domésticos era altamen-te autónoma se ha pasado a una si-tuación en la que la reproduccióndepende del mercado y no de losagroecosistemas ("reproducción de-pendiente", según Jan Dowe van derPlöeg, 1993), razón por la que losagricultores familiares contribuyenhoy, igual que las grandes explotacio-nes, al deterioro del medio ambienteagrario: su subsistencia depende enmayor medida de que el flujo de

nutrientes (fertilizantes), defensa con-tra plagas y enfermedades (fitosani-tarios) y de combustibles (gas,gasolina o electricidad) para las má-quinas y tractores no se detenga o al-cance precios prohibitivos, que de lacalidad ambiental de sus parcelas y delentorno que las rodea. Todo ello es elproducto de un desarrollo rural sin laagricultura ya que los agricultoresquedan excluidos de incorporar su co-nocimiento local al diseño de los mé-todos a través de los cuales puedenincrementar su nivel de vida. Es laplanificación urbano industrial la queestablece cuáles son sus necesidades ycual debe ser su articulación con lasociedad mayor. Por ello, no resultaextraño que los agricultores europeosintenten tomar las riendas de su des-tino desde los bordes e intersticios deun sistema socioeconómico urbanoindustrial que pretende diseñar sufuturo a través de un DRS sin su par-ticipación real.

LA AGROECOLOGÍA COMOESTRATEGIA DERECAMPESINIZACIÓN

La naturaleza de estos papeles nosimpiden abordar aquí una caracteri-zación exhaustiva de la agroecología(Altieri, 1987; Gliessman, 1989) y desu configuración genético-intelectualcomo desarrollo rural sostenible (Se-villa Guzmán y Woodgate, 1997;Guzmán, Glez de Molina y Sevilla Guz-mán 2000). Baste, pues, decir que éstaconstituye una estrategia metodológicapluridisciplinar y pluriepistemológica

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para encarar la actual crisis medioam-biental y social, desde un manejo par-ticipativo de los recursos naturales, através de propuestas de desarrollo lo-cal y mediante redes que elaborenpropuestas alternativas al actual tipode sociedad moderno industrial im-perante.

Nos centraremos aquí pues en; porun lado, la caracterización de la na-turaleza de la epistemología que laagroecología pretende introducir enel pensamiento científico convencio-nal para, a través de estrategias dedesarrollo local, encarar la actual cri-sis ecológica y social que atravesamos.Y, por otro lado, en la definiciónagroecológica del campesinado para,desde ella, mostrar cómo los rasgosbásicos de las propuestas emergentesde desarrollo rural que surgen pordiferentes partes de Europa coinciden,en lo esencial, con tales atributos. Ellonos permite hablar de un proceso derecampesinización de la agricultura.

Para la agroecología, la ciencia (in-cluidas las tecnologías de ella deriva-das) puede ser considerada como unaforma específica de escrutar la reali-dad basada en la simplificación de lacomplejidad para, mediante un cono-cimiento abstracto, generar su siste-ma social de gestión del riesgo a noequivocarnos (Funtowicz and Ravetz,1990 y 1994: 189-196). El hecho deque el extraordinario desarrollo de lastecnologías derivadas de la cienciahaya generado en el hombre la creen-cia de poder obtener un dominio so-bre la naturaleza, sintiendo la ilusión

de encontrarse fuera de ella, ha determi-nado que el hombre utilice la ciencia, comoestructura social, mediante el consenso desu "sistema de expertos", lo que obliga a laagroecología a buscar elementos de con-trol a la hora de intervenir en el estableci-miento de las normas y límites ambientales"científicamente indiscutibles".

Es en este contexto donde cabe si-tuar a la agroecología que, aunquepretenda el manejo ecológico de losrecursos naturales, y tenga, por tan-to, como objeto la agricultura, gana-dería y forestería, lo hace explicandolas formas de degradación de los re-cursos y generando sistemas de con-tención, reposición y regeneración.Ello supone introducirse en aquellasáreas de conocimiento que le permi-tan entender, analizar y predecir losfenómenos sociales, económicos, cul-turales y políticos que generan talesformas de degradación. Así, laagroecología no es una disciplina nue-va, sino un nuevo campo de estudioque, por su enfoque, requiere combi-nar los hallazgos de diferentes disci-plinas. Como señala Joan MartinezAlier (1998: 73) es necesario llevar acabo una "orquestación de las cien-cias" donde los distintos hallazgossean coordinados y las contradiccio-nes e incompatibilidades sean abor-dadas para encarar su resolución.

No se trata de caer en ningún re-duccionismo, ni de buscar una utó-pica unificación de la ciencia, sino deaceptar un pluralismo metodológico(Nogaard, 1989), donde los límites delos juicios de autoridad de cualquier

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experto sean aceptados. En este sen-tido, "el conocimiento práctico de laspoblaciones indígenas y los campesi-nos sobre biodiversidad agrícola es, amenudo, igual o superior al conoci-miento experto occidental, mientrasque en la naturaleza de muchos pro-blemas socio-ecológicos actuales, degran importancia y urgencia, dondelos valores están en disputa y la in-certidumbre (que no se reduce a ries-gos probabilísticos) es grande,observamos que el campo de los eva-luadores competentes para dar unaopinión va mucho más allá del estre-cho círculo de los expertos autoriza-dos." (Martínez Alier, 1998:74).

La ciencia convencional no permi-te ya la existencia de una autoridadajena a ella que elimine el riesgo aobtener una validación de la verdad,sin embargo, ante su crisis epistemo-lógica aparece como imprescindiblela creación de una epistemología par-ticipativa de carácter político, en lacual "todos los actores sociales inte-resados tengan algo importante quedecir sobre el objeto y producto de laciencia, generándose así, una comu-nidad extendida de evaluadores"(Funtowitcz y Ravest, 1993 J. M.Alier, 1999: 97). Es ésta, la propues-ta de la agroecología ya que, comoconsecuencia de su trabajo a nivel lo-cal, termina por defender, junto alpluralismo metodológico (orquesta-dor de ciencias) un pluralismo epis-temológico, modificador de lanaturaleza (de estructura social "eli-tistamente selectiva") de la ciencia

convencional. Tal planteamiento semuestra de extraordinario interés si,como en el caso que nos ocupa, se dala emergencia de experiencias produc-tivas que permiten percibir herra-mientas prácticas a las que subyacenelementos teóricos que insinúan so-luciones a la grave situación medio-ambiental y social que estamosatravesando. La agroecología permi-te pues la búsqueda de formas de pla-nificación participativa en la que losagricultores como agentes de recampe-sinización intervengan en el proceso. Enefecto como esperamos mostrar a con-tinuación la agroecología atribuye en supropia pesquisa una naturaleza medio-ambiental al campesinado, como for-ma de manejo de los recursos naturales.

El concepto de campesinado haevolucionado desde su consideracióncomo un segmento social integrado porunidades domésticas de producción yconsumo que, a pesar de su mudanzahistórica, mantenía "algo genérico"(Archetti and Aass, 1978; Shanin,1971 y 1990) hasta su percepciónactual como una forma de relacionar-se con la naturaleza, al considerarsecomo parte de ella en un proceso decoevolución (Nogaard, 1994) queconfiguró "un modo de uso de los re-cursos naturales" (Gadgil y Guha,1993) o una forma de manejo de losmismos de naturaleza medioambien-tal (Toledo, 1995). Tal forma de arti-ficialización de la naturaleza se realizabaa través de intercambios cuya naturaleza,en términos de "valores de uso", pro-ducía transformaciones sumamente

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limitadas sobre la dinámica de los eco-sistemas; no obstante, a través de élse domestican plantas y animales, semanipulan especies, transformándo-se aunque de manera muy limitadadeterminados materiales en objetosútiles (aperos agrícolas, arados, arne-ses, herraduras y por supuesto armas).Esta capacidad limitada de interven-ción en los ecosistemas y en el propioplaneta era producto de la base ener-gética sobre la que se asientan este tipode sociedades: la energía solar era cap-tada mediante el perfeccionamientode organismos vivos (convertidoresbiológicos: cultivos, bosques, etc.), in-troduciendo la producción del acce-so a los medios de vida en losmecanismos de reproducción de lanaturaleza como parte de un procesometabólico que realizaba, natural-mente, la biosfera (Hech, 1987).

Dicho modo de uso se correspon-de perfectamente con la definiciónque han hecho varios autores (Wri-gley,1989, 1992 y 1993; Sieferle,1990; Pfister 1990; Earle, 1988) delas sociedades o economías de baseorgánica, poniendo en el centro delanálisis la base energética solar en laque se asentaban y las limitacionesque ello comportaba, respecto a sudependencia de las potencialidades dela naturaleza, y de la fuerza de traba-jo disponible. En este contexto el pro-ductor dependía sobre todo deldesarrollo de un conocimiento sobrelos ciclos naturales y agrícolas que im-plicaba: a) no la maximización de lasoportunidades de consumo, sino la

subsistencia; b) la limitación de sucapacidad de consumo a la disponi-bilidad de su fuerza de trabajo fami-liar; c) estar al frente de la explotacióncon una mentalidad a largo plazo,auto-explotándose o consumiendomenos de lo imprescindible, si los fac-tores externos se lo exigían. En defi-nitiva, su conocimiento del manejode los recursos naturales le permitíaprocurar maximizar el producto bru-to de los ecosistemas sin degradarlosya que de éstos dependía su reproduc-ción social.

El grupo social que reunió a lo lar-go de la historia muchos de estos com-portamientos fue, y sigue siendo enalgunas partes del mundo donde lasactividades agrarias continúan cons-tituyéndose como de base orgánica,el campesinado. En efecto, la mayo-ría de los rasgos definitorios que sehan argüido por la "tradición de losestudios campesinos", eran "funcio-nales" o estaban muy adaptados a untipo de economías de base orgánicaque por su propia naturaleza eran eco-nomías estacionarias (H. Daly, 1973).Estas sólo podían funcionar con untipo de productores que presentaranlas siguientes características:

• Identificación de la explotaciónagraria con la economía familiar ymovilización de todo el personaldisponible para el trabajo agrícola,desarrollando estrategias sucesoriasy matrimoniales que agruparán enlo posible los factores de produccióny asegurarán la utilidad de la explo-tación para la supervivencia de las

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generaciones venideras.• Existencia de un entramado de

relaciones de apoyo mutuo entre cul-tivadores, mediado por relaciones deparentesco, vecindad o amistad, queminimizaran y defendieran a las fa-milias de las adversidades. Y ello enel contexto cultural en que funciona-ra una ética común y de una identi-dad que recogieran y codificaran losconocimientos sobre el medio am-biente, los cultivos, las formas demanejo animal, las prácticas que ha-bían resultado exitosas o fracasadas deafrontar los riesgos y el trabajo coti-diano, etc., en fin, todo lo indispen-sable para el mantenimiento exitosode la actividad agraria a lo largo delos años.

• El uso múltiple del territorio,aprovechando la necesaria heteroge-neidad espacial que imponía la com-plementariedad e integración deusos agrícolas, pecuarios y foresta-les que hacía posible el funciona-miento del sistema agrario. Tal usomúltiple del territorio constituía,además, una estrategia de diversifi-cación de los riesgos inherentes a lavariabilidad climática o social; de talmanera que su mantenimiento enbuenas condiciones, el respeto porlos ciclos naturales y los sistemas derecuperación de la fertilidad porejemplo, se convertían en una con-dición indispensable para el logrode la subsistencia y para la autosu-ficiencia de los hijos.

Es por ello que se ha insistido en elcarácter ecológicamente conservacio-

nista de este tipo de productores (V.Toledo, 1993). Con esto no quere-mos decir que el fracaso ambiental olas crisis ecológicas no hayan estadopresentes en este tipo de sociedades.Lo estuvieron y ello provocó en algu-nos casos la desaparición de las socie-dades implicadas. La diferencia entrelas crisis ecológicas anteriores y la ac-tual se encuentra en la dimensión lo-calizada y no planetaria de aquellas,cuyas consecuencias afectaban sólo auna determinada comunidad de se-res humanos y no al conjunto de laespecie como ocurre hoy.

No se entienda, pues, que los cam-pesinos mantenían por naturaleza unarelación armónica con la naturaleza.Lo que queremos decir es que los cam-pesinos dependían esencialmente dela explotación de los recursos natura-les, su subsistencia se basaba más enlos productos provenientes de la na-turaleza que de los obtenidos del mer-cado. Eran por tanto, los primerosinteresados en adoptar fórmulas deutilización de los agroecosistemas quegarantizasen el flujo ininterrumpidode bienes, materiales, energía demodo natural; que siempre lo logra-sen es algo que corresponde al análi-sis de cada sociedad en concreto. Espor esto que la agroecología identifi-ca como "lo genérico" en la histo-ria que durante las tres últimasdécadas ha buscado la tradiciónintelectual de los estudios campesi-nos (Archetti and Aass, 1978; Palerm,1980; Newby y Sevilla Guzmán, 1983.)para definir el campesinado, en su forma

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de trabajar (Iturra, 1993) y el conoci-miento que la sustenta respecto almanejo de los recursos naturales: elcampesinado es una categoría histó-rica por su condición de saber man-tener las bases de reproducción bióticade los recursos naturales (Hecht,1987). Desde esta perspectiva es po-sible hablar de campesinidad o gradode campesinización respecto a los gru-pos sociales de productores. VíctorManuel Toledo ha operativizado esteconcepto mediante los siguientes in-dicadores: a) energía utilizada; b) esca-la o tamaño del ámbito espacial yproductivo de su manejo; c) autosufi-ciencia; d) naturaleza de la fuerza detrabajo; e) diversidad; f) productividadecológica-energética, y del trabajo; g)producción de desechos o capacidad dereacomodo y reciclaje de los residuos;h) naturaleza del conocimiento y, porúltimo; i) cosmovisión (Toledo, 1995).

Si contrastamos esta definición conlos rasgos detectados en las experien-cias productivas emergentes -(a) cre-ciente utilización de los recursosinternos y tendencia hacia una agricul-tura de bajos inputs; b) nuevas formasde cooperación entre agricultores; c)nuevas formas de pluriactividad; d) cir-cuitos alternativos no mercantilizados;e) diversificación de las produccioneshacia nuevos mercados y; f ) eficien-cia técnico ambiental, generalmenteen base a la agricultura ecológica) -hemos de concluir que el desarrollorural que insinúan estas experienciasproductivas constituye una propues-ta de recampesinización de la agricul-tura latinoaméricana.

Como puede observarse los tres ras-gos caracterizados agroecológicamen-te respecto al campesinado comoforma histórica vinculada a las eco-nomías de base orgánica -grupos do-mésticos de producción y consumo;

dimensión comunal de apoyo mu-tuo; y uso múltiple del territorioen base al conocimiento empíricodesarrollado localmente- son, encierta medida, perceptibles en lacaracterización antes realizada res-pecto a una gran parte de las expe-riencias productivas emergentes yaque, en general, éstos muestranformas cooperativas de agricultu-ra familiar y pretenden recuperarlas formas tradicionales de mane-jo para, a través de ellas, desarro-llar modos conservacionistas deproducción. El grado de militan-cia respecto a la elaboración de

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propuestas alternativas que transcien-dan los intereses del mercado varíade unos a otros; pero en general suacción social colectiva abre un proce-so en el que la retroalimentación delcurso dinámico emprendido a travésde la agroecología posee una autono-mía mediatizada por el contexto so-ciopolítico y la coyuntura intelectualen que se muevan sus "campos deacción" (Touraine, 1990 y 1998).

LA PARTICIPACIÓN EN LAMULTIDIMENSIONALIDAD DENIVELES, ACTORES Y PROCESOSDEL DESARROLLO REGIONAL, ENSUS VERTIENTES RURAL Y URBANA

El concepto de participación hasufrido un cambio sustantivo, desdelas primeras acciones, de naturalezaagraria y vinculadas a la revoluciónverde, en las que era inexistente (eldesarrollo comunitario), hasta la ac-tualidad del DRS (sin agricultura,prácticamente) en el que ésta se rei-vindica como consustancial a ellas;pasando por el DRI (donde se iniciael declive de la agricultura), surgien-do como un elemento imprescindi-ble para su realización en lamodalidad del desarrollo local.

La limitación espacial de estos pa-peles nos impiden caracterizar de unamanera detallada la naturaleza de laparticipación en cada una de las for-mas históricas de desarrollo rural, porlo que solo lo haremos esquemática-mente. El desarrollo comunitario te-nía una clara naturaleza coercitiva enla generación de formas autogestio-narias que introducía en los modos

de acción social colectiva preexisten-tes, al instrumentalizar tanto institu-ciones ancestrales como nuevasformas comunitarias de interés eco-nómico para introducir insumos ex-ternos en el manejo de los recursosnaturales, a través de instrumentos"técnicos de participación" (Duve,1950; Hulme y Turner, 1990).

El DRI posee una gran heteroge-neidad que se mueve, en general alser aplicado en el "tercer mundo",desde una instrumentalización tecno-lógica en sus modalidades implemen-tadas por los "esquemas liberales" delos organismos internacionales (Long,1978; Preston, 1985), hasta una ins-trumentalización política cuando ellose realizaba desde "posturas liberado-ras de marxismo ortodoxo" en comu-nidades indígenas (Villasante, 1995).La modalidad del DRI de mayor in-terés, desde la perspectiva de la par-ticipación, corresponde al desarrollolocal que, aunque ha desarrollado susesquemas preferentemente en las ciu-dades, posee también un bagaje nadadesdeñable en el campo (Cornwall,A., Guijt, I. and Welbourn, A. 1994:98-117.), desde la crítica pionera deRobert Chambers (1983), aunque enno pocos casos en el contexto teóricodel ecodesarrollo y del Farming Sys-tems Research se caiga en viejos erro-res (Leff; 1987; Sevilla Guzmán yWoodgate, 1997b.).

Aunque la agroecología desarrollesus esquemas preferentemente en laszonas rurales, las posibilidades de suaplicación a las ciudades, a través de

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la agricultura urbana dotan a sus he-rramientas, tanto técnico-agronómi-cas como social-participativas, de unagran potencialidad. Por otra partecuando la agroecología se introduceen la circulación y en la generaciónde redes y busca elementos de plani-ficación en las formas de acción so-cial colectiva actúa dentro de undesarrollo local, rural-urbano. De ahíque merezca la pena que nos deten-gamos a considerar, aunque tambiénsea esquemáticamente, la trayectoriaseguida por la participación en estetipo de desarrollo local, tal como haceen su último y excelente trabajo, To-más R. Villasante, analizando crítica-mente las relaciones entreparticipación y planificación cuya ar-gumentación vamos a seguir a conti-nuación (1998:17-41).

En la planificación integral, las ad-ministraciones locales realizaban unaacumulación exhaustiva de datoscomo queriendo tener previsto tododesde un principio y buscando unacoordinación entre los distintos de-partamentos, intentando limar las as-perezas entre técnicos y políticos pero,actuando de arriba abajo como si laplanificación actuase por sí misma.Ante el fracaso de este primer enfo-que, se intentó generar una dinámicade "planes-procesos" que se van mo-dificando con un autodiagnósticocontinuo en el que de alguna manerase trataban de incorporar las necesi-dades de la gente. Se llega así a la pla-nificación estratégica en la que a travésde grupos de trabajo de expertos y,

por tareas temáticas se obtienen diag-nósticos y documentos breves muypublicitados, buscando el consenso yla convicción de los sujetos públicosy privados para financiar y desarro-llar unas pocas políticas tratando dealcanzar la comprensión del público.Este modelo produce, en opinión deMarcelloni "mucha riqueza pero parapocos, y mucho empleo precario paramuchos, manteniendo fuertes nivelesde desempleo" (1994: 20). Aparecefinalmente la planificación participa-tiva que, aunque como técnica tengaanteriores raíces, en su versión de pla-nificación comunitaria (Cornely,1977) adquiere en estos momentos unafuerte actualidad como consecuencia desu aplicación en la elaboración de pre-supuestos participativos, tal como se lle-vó a cabo en la ciudad brasileña de PortoAlegre, y como se pretende realizar enotras ciudades: es probablemente aquí,en Brasil, donde la agroecología experi-menta en la actualidad un mayor po-der expansivo y, donde experienciasemergentes análogas a las europeas aquíanalizadas aparecen en mayor número(Canuto 1998).

Este tipo de acciones participativasaparecen vinculadas al concepto de"sustentabilidad social", que en suaplicación a las sociedades rurales hasido ampliamente desarrollado desdemitad de los años 90 por los organis-mos internacionales, dentro del con-cepto, anteriormente caracterizado,del DRS y utilizando formas de agri-cultura participativa. Este tipo de accio-nes ha sido escrutado por S. Biggs

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(1989, citado por Scoones y Thomp-son, 1990: 103), quien ha calificadola naturaleza de su participación a tra-vés de una tipología en la que distin-gue cuatro categorías: colegial,colaborativa, consultiva y coloquial.Aunque en general tales acciones sedesarrollaban dentro de la metodolo-gía del diagnóstico participativo, ésteva siempre, obviamente insertado enuna dinámica de intervención globalen la que siempre aparecía una rela-ción asimétrica entre el investigador,portador del conocimiento científico,y el agricultor, poseedor de merosconocimientos tradicionales.

Para la agroecología, tanto en suaplicación a las zonas urbanas comorurales, resulta especialmente relevan-te la propuesta de Tomás, R. Villa-sante de programación alternativaintegral (PAI), como variante de laplanificación participativa, al vincu-lar ésta a los movimientos sociales: delo que se trata es de que el conjuntode técnicos, se impliquen en dinámi-cas críticas que lleven a las "bases so-ciales a vivenciar cuál es el fondo delproblema y cuáles los remedios inme-diatos y a largo plazo" (1998b: 29).Este tipo de metodologías son las queen nuestra dinámica de acompaña-miento pretendemos desarrollar en elcaso del olivar ecológico (caso 3),donde junto al desarrollo participativode tecnologías en finca, que considera-remos más adelante, será necesario ela-borar estrategias de planificaciónparticipativa para diseminar en la zonael manejo ecológico del olivar.

Respecto a la naturaleza de la par-ticipación, la agroecología como de-sarrollo rural sostenible pretendetransformar la relación que se estable-ce en todo proceso investigador entrelos investigadores y la parcela de larealidad investigada. No se trata aquítan solo de conocer, explicar y prede-cir, sino de intervenir y articularse conel objeto investigado, para incidir, enforma crítica, en su curso dinámico.

Tal proceder de la agroecología su-pone una clara desviación del queha-cer científico convencional quenecesita distanciarse del "objeto in-vestigado" para adquirir la necesariaobjetividad. Si ello es así en las cien-cias sociales, donde existe una ricaaportación teórica al respecto (Cf.Ibáñez, 1985; Bordieu et al. , 1976,Bordieu, 1982; Delgado y Gutiérrez,1995, reseñados en Guzmán et. al.,2000) lo debe ser mucho más en elcampo interdisciplinario de laagroecología donde las ciencias socia-les juegan un papel decisivo.

En efecto, la fundamental transgre-sión de la agroecología, como desa-rrollo rural, proviene de la propiaposición del investigador frente a loinvestigado. "La ortodoxia científicaestablece un necesario empeño, porparte del investigador, en encontrarelementos que le mantengan distan-ciado de la realidad investigada, y porende, de separar claramente su discur-so del de aquello que está escrutan-do: ha de esforzarse, pues, en obtenerel mayor número de controles posi-bles, que le permitan separarse del

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objeto estudiado. Esta posición de"objeto distante", comienza a romper-se en la investigación participativa,puesto que una de sus tareas centra-les es la captación de discursos, lo quesupone ya una implicación parcial delinvestigador con el objeto estudiado,que deja de ser tal para transformarseen elemento creador de datos: el ex-perimento científico deja ya de estarsupuestamente en las manos exclusi-vas del investigador" (Guzmán, M.Gonzalez de Molina y E. Sevilla Guz-mán, 2000. 160-195; 168).

Para terminar este apartado sobreparticipación vamos a intentar mos-trar la naturaleza de la participaciónen dos de los niveles de análisis de laagroecología: el predio y el "estilo demanejo". Tales niveles son los espa-cios socioculturales y ecológicos des-de los que se pretende operativizar laspropuestas endógenas de la localidad:la explotación o predio; el estilo demanejo de los recursos naturales, lacomunidad local, la sociedad local(cuenca o comarca significativamen-te homogénea), y la sociedad mayor.En todos ellos la agroecología, talcomo nosotros la definimos e imple-mentamos, desarrolla como técnica deinvestigación central la investigaciónparticipativa, introduciendo un altogrado de implicación y compromisocon la realidad investigada. De estaforma la investigación participativaconstituye un elemento contextual encuya dinámica se insertan la totalidadde los demás métodos y técnicas em-pleados.

La investigación participativa enfinca es aquella técnica de la agroeco-logía en la que se lleva a cabo el pro-ceso de ajuste entre los discursos delinvestigador y el agricultor a nivelpredial. Ello supone haber consegui-do la ruptura de la microestructurade poder generada por la relación asi-métrica entre el sujeto (investigador)y el objeto (investigado) que estable-ce la epistemología de las cienciasagroforestales y pecuarias convencio-nales al atribuir una situación de su-perioridad al conocimiento científicofrente a los saberes locales. Suponepues un importante trabajo previo deobservación participante en el que lasituación comunicativa interpersonalha de ser efectiva en el sentido de quela articulación entre lo social y lo ver-bal sea considerada no como una ver-sión meramente instrumentalistadel lenguaje (puramente formaliza-do inequívoca y automática) sinocomo una acción simbólica discursi-va que reproduce y transforma las re-laciones de poder ya que aunque,como señala Pierre Bourdieu, "las re-laciones de comunicación impliquenconocimiento y reconocimiento, sedebe procurar no olvidar que las rela-ciones de comunicación por excelen-cia son los intercambios lingüísticosson también relaciones de poder sim-bólico donde se actualizan las relacio-nes de fuerza entre los locutores o losgrupos respectivos (Bourdieu, 1982: 14).

Por ello, la observación participan-te como fase de reconocimiento e in-tercambio entre los grupos de

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pertenencia del investigador y el agri-cultor tiene que haber superado unadinámica de aceptación y legitima-ción mutua en la que los discursos ins-titucionales de ambos colectivoshayan penetrado en todos aquellosaspectos donde el ajuste sea posible.Sólo así es posible pasar después aldesarrollo participativo de tecnologíasen finca lo cual, implica moverse enel complicado equilibrio de haberllegado a establecer una delicada rela-ción simétrica de poder entre el inves-tigador y el agricultor, quien, en ladinámica agronómica de trabajo en fin-ca, pasa a ser, también, investigador.

Un valioso ejemplo del conjunto detécnicas agroecológicas a nivel prediallo constituye el trabajo desarrolladoen una cooperativa de agricultoresecológicos de Andalucía que presen-tamos en el capítulo VI del Manualsobre agroecología (Guzmán Casado,G; González de Molina, M y SevillaGuzmán, E., 2000). En él se hace unadescripción agroecológica de la teo-ría predial de la transición con susdistintas fases, caracterizando las es-trategias de manejo respecto a la cons-trucción de biodiversidad; el uso deenergías limpias y renovables con lainclusión de procesos de reacomododel deterioro, y el establecimiento demecanismos de regulación por con-trol biológico natural. Aunque todasellas parecen constituir meras accionestécnicas, en realidad responden a unainteracción de carácter dialéctico, ya queestán realizadas en el contexto de unainvestigación acción participativa, sur-

gida ya con anterioridad mediante unaprolongada e intensa interacción entreambos colectivos.

En la unidad de análisis "estilo demanejo de los recursos naturales" laparticipación, puede adquirir unamayor potencialidad transformadoraya que en este caso se trata de un con-junto de explotaciones que poseenanáloga naturaleza respecto a las tec-nologías agrarias utilizadas, fruto deun conocimiento local común y deanálogas estrategias de producción,reproducción y consumo. Los dos ele-mentos clave a través de los cualessuele operativizarse este concepto son,por un lado, la mayor o menor im-plicación en el mercado (porcentajede autoconsumo respecto a su pro-ducción total) y, por otro, el nivel detecnificación de la forma de manejoutilizada en la finca (mayor o menoro menor utilización de inputs exter-nos de naturaleza industrial) ( JanDouwe van der Ploeg, en Ploeg andLong, 1994). La planificación parti-cipativa, en los términos antes apun-tados, (Villasante, 1995, 1998a y1998b) puede permitir el diseño demétodos, tanto a nivel rural comourbano, de desarrollo local y su pos-terior articulación regional.

A MODO DE CONCLUSIÓN: SOBRELA EMERGENCIALATINOAMERICANA DE LA "OTRAMODERNIDAD"

Las experiencias productivas que,esparcidas por toda Latinoamérica,estamos analizando parecen estar

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desafiando a los investigadores al in-sinuar un nuevo modelo, emergentedesde ellas, de desarrollo local, tantoen zonas rurales como urbanas. Cons-tituyen, éstas, un reto para la agroeco-logía que, como hemos mostrado enel apartado anterior, construye el de-sarrollo rural, y la ciencia que lo defi-ne, "con la gente". Ello, pretenderealizarse, a través del acompañamien-to de sus dinámicas socioeconómicasy la generación en ellas de un conoci-miento "científico-local". Se preten-de así, generar el pluralismoepistemológico que ofrezca solucio-nes a la actual crisis social y ecológicaque nos invade.

En esta recapitulación final quere-mos entrar en el debate actual, euro-peo sobre el papel de la agriculturaen el desarrollo rural argumentandoy, confiamos que, evidenciando sunecesidad para alcanzar una susten-tabilidad ecológica y social, tal comomuestran las experiencias emergentesseñaladas. En efecto como hemosmostrado al analizar las distintas for-mas históricas de desarrollo rural, laagricultura recorrió una trayectoriainversa a la participación de la genteen tales procesos. El desarrollo ruraltuvo lugar mediante una participa-ción imperativamente generada; esdecir sin participación real. Y al mis-mo tiempo estos procesos se realiza-ban potenciando la agricultura ydiseñando a través de ella esquemasque mejoren el nivel de vida de lapoblación. Análogamente, el DRI seinició tratando de introducir formas

más auténticas de participación, perosiempre separando éstas de la agricul-tura, que como consecuencia de lasacciones predecesoras ya se veía in-mersa, en líneas generales en un con-texto de manejo industrial de lanaturaleza. Finalmente el DRS, apa-rece evidenciando la necesidad de unaparticipación real y, al mismo tiempomostrando sus dudas sobre si conti-nuar "expropiando a los agricultores"de sus dinámicas productivas, o porel contrario acceder a la propuesta delas experiencias alternativas emergen-tes, aquí analizadas y que, en buenamedida, surgen autónomas de las po-líticas oficiales de desarrollo rural.

Es evidente que las propuestas teó-ricas del desarrollo rural (Sevilla Guz-mán y Woodgate, 1997), dondeaparece el apoyo bibliográfico a lo quesigue mediante sus formas históricasde desarrollo comunitario, que sur-gieran en U.S.A. entrado el siglo XX,cumplieron su objetivo de crear unacivilización científica en el campo(Gillette). Igualmente tuvieron éxitolos esquemas del DRI, respecto amodernizar a los campesinos (Rogers)transformándolos en empresariosagricultores (Weitz), proporcionán-doles tecnologías de altos insumospropiamente adecuadas (Shutlz) ygenerando cambios tecnológicos in-ducidos (Ruttan). No sucede lo mis-mo cuando se pretendió encarar lacrisis medioambiental y social actual,a través del DRS con esquemas de eco-desarrollo (Sachs) o introduciendo lateoría de sistemas en la agricultura por

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mucho que se quisiera poner a losagricultores y a la gente primero(Chambers y Cernea). El modeloagroindustrial modernizador de la na-turaleza y la sociedad había triunfado.

Tanto desde una perspectiva tec-noeconómica como en su acepciónsociocultural el triunfo del modelomodernizador fue total. La utilizaciónde la ciencia, y las tecnologías por ellasgeneradas, se impusieron en el ma-nejo de los recursos naturales sustitu-yendo al conocimiento local,

campesino e indígena. La naturalezaqueda dominada por el hombre alimponerse la lógica del lucro, a tra-vés del mercado, en el manejo de losrecursos naturales al sustituir a la ló-gica de los ciclos y procesos biológi-cos preexistente. Igualmente la asepsiavalorativa de la ciencia sustituye a la"anacrónica ética comunitaria de lascosmovisiones", basada en una eco-nomía moral que no aceptaba la dis-tribución equitativa de los bienes através del mercado.

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Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible

DEGRADACIÓN DE LOSRECURSOS NATURALES Y LOS

NUEVOS DESAFIOS QUEDEBEN ENFRENTAR LOS

PROFESIONALES FORMADOSEN AGROECOLOGIA YDESARROLLO RURAL

SOSTENIBLE

Jorge Albarracin Deker•

DEGRADACIÓN DE LOS RECURSOS NATURALESEn Bolivia, en los últimos años, se ha dado un proceso acelerado de destrucción

y explotación irracional de los recursos naturales, paralelo con el surgimiento,discusión, adopción e incorporación de nuevos temas o corrientes relaciona-das con el manejo, gestión y propiedad de los recursos naturales, con una corrienteneoliberal donde el mercado es el mejor asignador de valor de uso de los recursosy la otra corriente, que rescata la visión social y cultural donde la naturaleza y losrecursos son parte importante de su desarrollo, pero no como un medio externo aser explotado irracionalmente donde el hombre es el que tiene el control de susprocesos naturales.

Los problemas ecológicos de Bolivia no son muy diferentes, en relación alos países latinoamericanos, sin embargo, en algunos casos son más dramáti-cos por las condiciones de pobreza en que vive la mayor parte de la población.Entre los principales problemas podemos mencionarÊ:

• Ing. Agrónomo. M.Sc. en Ciencias del Desarrollo, CIDES-UMSA. Coordinador de la Maestría deAgroecología y Desarrollo Rural Sostenible del Postgrado del CIDES-UMSA.

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En Bolivia, los estudios que pueden dar luces sobre los problemas ecológi-cos son muy recientes. El Instituto de Ecología de la UMSA, instituciónpionera, tiene 14 años de existencia. El primer diagnóstico global sobre estaproblemática se publicó a fines de 1979, por ello, buena parte del conoci-miento de los problemas ecológicos está en proceso de investigación, siendolos análisis, en muchos casos, estimativos aunque con un alto grado de certi-dumbre.

Erosión de suelosLa erosión y pérdida de fertilidad de los suelos constituye el principal pro-

blema ecológico de Bolivia por sus características, magnitud e implicacionespara la economía rural y la alimentación de la población. La erosión se produ-ce por las actividades humanas y también debido a fenómenos naturales; cabeseñalar que la mayor parte de los suelos del país son frágiles y que el uso detécnicas inapropiadas puede llevar rápidamente a la erosión. En este sentido,el estudio desarrollado por el Banco Mundial en 1999, indica que ahora elprincipal problema del altiplano boliviano, es la pérdida de fertilidad de lossuelos, pasando a un segundo plano el tema de la tenencia de la tierra, dondeel minifundio era el principal problema de producción, productividad y soste-nibilidad de las unidades económicas campesinas del altiplano.

La conclusión a la cual llega el estudio del Banco Mundial, es muy impor-tante en términos de desarrollo de propuestas y estrategias para la zona delaltiplano, ya que es necesario tomar en cuenta las cifras del Centro de Estu-dios de Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA), que después de una revisióndel material del Consejo Nacional de Reforma Agraria, concluía que Bolivia tieneuna superficie total de 108 millones de hectáreas, de las cuales 72 millones son

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bosques, eriales, ríos, lagos y superficies que no sirven para la agricultura niganadería. Unas 36 millones de hectáreas son útiles para la producción agro-pecuaria, de las cuales 32 millones, son propiedad de 40.000 "empresas", dondecada empresa tiene en promedio 700 has, pero que hay las que tienen hasta50.000 has. Por el contrario, apenas 4 millones de hectáreas son de 550.000campesinos jefes de familia, que tienen en promedio 7 has (2.5 has en altipla-no, 3.6 has en valles y 30 has en oriente) y es precisamente el mayor porcenta-je de estos campesinos los que viven en la zona donde los problemas de erosiónse sobreponen con los del minifundio, parvifundio y surcofundio.

El mapa preliminar de Erosión de Suelos1 (1996), nos muestra que en lastierras agrícolas del país que alcanzan 1.500.000 has, se pierde anualmentepor erosión alrededor de 1.800.000/Ton de suelo de capa arable, haciendoque la capa productiva de estas tierras disminuya paulatinamente, situaciónque repercute en el deterioro de las condiciones de vida, con graves conse-cuencias para los pobladores poseedores de estas tierras que en su generalidadson pobres. En el siguiente cuadro se puede observar la superficie y el porcen-taje de tierras afectadas según el grado de erosión de los suelos.

1 Mapa Preliminar de erosión de suelos. Región, árida, semiárida y subhúmeda seca de Bolivia.1996. MDSyMA. Estudio que abarca en su totalidad a los departamentos de Oruro, Potosí, Chu-quisaca y Tarija, el 32% de La Paz, el 33% de Santa Cruz y el 46% de Cochabamba.

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Del anterior cuadro, se puede observar que los grados de erosión fuerte amuy fuerte son los que mayor superficie representan con 111.543 y 118.112km2 respectivamente, indicador que nos lleva a la necesidad de priorizar ydesarrollar programas de conservación de suelos si es que queremos incorpo-rar el mensaje del concepto de desarrollo sostenible para hablar de un manejoy uso racional de los recursos, con las generaciones actuales para satisfacer lasnecesidades de las generaciones futuras.

En el Mapa Preliminar de Desertificación de Tierras (1996)2 el área en pro-ceso de desertificación y erosión de suelos cubre el 61% de la superficie cu-bierta con el estudio, aspectos estos que nos llevan a considerar y cuestionarnuevamente las bases para la generación de una propuesta de desarrollo soste-nible agropecuario en la zona occidental de Bolivia, donde una de las princi-pales limitantes, esta en relación a los montos necesarios de inversión para larecuperación de suelos, y la disponibilidad en cantidad y calidad de los recur-sos humanos formados para enfrentar este problema.

Aunque no se disponen de datos precisos, varios estudios indican que laerosión afecta al 35 o 41% de los suelos del territorio boliviano; es decir, quecerca a 418.000 km2 presentan problemas de degradación. El 80% de lastierras agrícolas y de las áreas de pastoreo sufre erosión en diversos grados.

2 Mapa Preliminar de Desertificación de Tierras. Región, árida, semiárida y subhúmeda seca deBolivia. 1996. MDSyMA. Estudio que abarca en su totalidad a los departamentos de Oruro, Poto-sí, Chuquisaca y Tarija, el 32% de La Paz, el 33% de Santa Cruz y el 46% de Cochabamba.

A pesar de que la erosión está generalizada en el país, no existe un plannacional para combatir este fenómeno; aunque en los últimos años se hanrealizado varios estudios y trabajos enfocados a la rehabilitación de suelo, so-bre todo en el departamento de Tarija, donde aproximadamente, el 75% de su

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superficie está afectada por cárcavas. La acelerada erosión está llevando a la deser-tificación de algunas regiones del país, siendo las más afectadas el Altiplano yalgunas zonas agroindustriales de Santa Cruz.

Este fenómeno se ha venido agudizando particularmente a partir de la ReformaAgraria de 1953. La excesiva parcelación de la tierra ha redundado en la sobreutilización de los suelos, el sobre pastoreo y el abandono de prácticas comunalesindígenas ecológicamente mejor adaptadas. Se han generalizado los cultivos enladeras de montaña con los surcos en sentido de la pendiente, falta de rotación decultivos en parcelas o "aynucas" como también la sobre utilización de la vegeta-ción natural de cobertura utilizada en gran medida como combustible.

En el Oriente, el desarrollo de la agroindustria y la colonización ha causadograndes procesos de erosión eólica e hídrica que en algunas zonas ha terminado endesertificación. Las políticas exportadoras han favorecido a la agroindustria deSanta Cruz, pero han conducido a la ampliación de la frontera agrícola a costa delos bosques y a la utilización de los suelos intensivamente, encontrándose al pre-sente seriamente afectados. La disminución creciente del rendimiento de los culti-vos por hectárea, determina por ejemplo que para lograr incrementar la producciónde algodón en 3,6 veces, la superficie cultivada tuvo que crecer en 4,3 veces más,pasando de 3,446 has utilizadas en 1985 a 16.000 has. en la gestión 1991. Asímismo se puede observar en el siguiente cuadro que el incremento de la fronteraagrícola del algodón no esta en relación con el incremento de rendimientos, yaque a partir de 1996, se tiene una disminución de superficie y rendimientos porhectárea. Esta situación es similar a lo que esta ocurriendo con otros cultivos anivel nacional, es decir Bolivia esta incrementando su frontera agrícola y la degra-dación de sus recursos naturales para poder alcanzar la misma producción.

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DeforestaciónLa deforestación es también otro problema significativo. El área boscosa

total de Bolivia comprendía poco más de la mitad del territorio nacional,esta superficie ha venido reduciéndose a un ritmo estimado de 1.400 km2

anuales para cultivos. Esta cifra, por tanto, no incluye los bosques degra-dados por la tala selectiva de maderas finas y superficies, donde se ha dadouna regeneración natural de los bosques, cifra que según fuentes oficiales3

es de aproximadamente 1.680 km2. De acuerdo al investigador Julio Oca-ño4 , la superficie amazónica intervenida en Bolivia alcanza al 11,11%, lamisma que después de Venezuela es la más alta entre los países de la cuen-ca amazónica. Los estudios satelitales de CUMAT muestran que el mayorritmo de deforestación actual se presenta en Santa Cruz en Pailón-LosTroncos, seguida del Chapare (Cochabamba) y luego Yúcumo y Rurrena-baque - San Borja en el Beni. Se estima que en los últimos tres años elritmo de deforestación es mucho más intenso que en cualquier época pa-sada.

Uno de los principales causantes de la deforestación en Bolivia es laagroindustria, esta realiza enormes desbosques para la extensión de la fron-tera agrícola en el departamento de Santa Cruz. A pesar de que variosestudios estiman que el 80% de las tierras forestales orientales no son ade-cuadas para la agricultura, con el proyecto Low Lands (Tierras Bajas), setiene prevista la deforestación de 3.000 km2 en 5 años en zonas de bosqueprimario intervenido sólo con la tala selectiva para la producción de soya ytrigo.

Las zonas tropicales y subtropicales colonizadas, sobre todo en las dosúltimas décadas, y particularmente en los últimos 5 años a raíz del cierrede las minas, continúan siendo objeto de continua deforestación y de maluso de los suelos por la falta de tecnología apropiada y fuentes de financia-miento para establecer cultivos permanentes. Los campesinos migrantes ymineros desconocen las características ecológicas de la región y no practi-can técnicas de cultivos adecuadas para los trópicos.

La explotación forestal se ha visto incentivada por las políticas exportadorasy por la creciente demanda de maderas finas de otros países y porque ademáslos cupos de exportación se fijan arbitrariamente. Cabe señalar que el desperdiciode maderas finas es muy grande. La explotación legal e ilegal de la madera se ha

3 Mapa Forestal, memoria explicativa, La Paz 1995, citado en el libro Vulnerabilidad y Adaptaciónde los ecosistemas al posible cambio climático y Análisis de Mitigación de Gases de Efecto Inver-nadero.

4 Citado en: «El estado del medio Ambiente en Bolivia». Propuestas de Políticas y Programáticas.¡de la conciencia a la acción!. LIDEMA. 1992.

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venido intensificando. A pesar de que el Decreto de la "Pausa Ecológica", loprohíbe, se han otorgado nuevas concesiones forestales en los departamentosde La Paz, Pando, Santa Cruz , Beni, Chuquisaca y últimamente Tarija, dondequedan pocos bosques y existen graves problemas de erosión. Las reservas fo-restales y bosque de inmovilización que contienen mara están siendo explota-dos ilegalmente por empresas madereras y por motosierristas.

El Subtrópico del departamento de Cochabamba y particularmente la zona delChapare, es otra de las regiones con mayor deforestación debido a la explotaciónforestal y a la extensión de los cultivos de coca. La deforestación anual promedioen este departamento, según Pablo Pacheco (1998)5 , en el período de 1985 a1990, fue de 2130 km2/año, así mismo la forestación en este departamento alcan-za apenas a un 0,5% por mil de tala. Las empresas madereras al abrir caminosfacilitan la ocupación desordenada de los bosques tropicales por parte de los colo-nos. En las fajas subandinas debido a la colonización se están perdiendo ecosiste-mas de mayor diversidad de especies vegetales.

La pérdida de cobertura vegetal en el altiplano y valles tiene una larga historia,24.700 km2 de "forestas bajas" fueron destruidas desde la colonia española. En elAltiplano sólo han quedado algunos "bosques relictos de Polylepis", en el Sajamay algunas masas dispersas de tholares las cuales están siendo depredadas para suutilización como leña. Los esfuerzos de reforestación se basan en el Eucalipto y elPinus radiata, aunque recientemente se están haciendo algunas experiencias conespecies de plantas nativas.

El 96% de la población rural de Bolivia utiliza leña como combustible, apenasel 3.5% derivados del petróleo y un 0,5% electricidad. Los campesinos combinan

5 Pablo Pacheco. 1998. Estilos de desarrollo, deforestación y degradación de los bosques en lastierras bajas de Bolivia.

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el uso de leña y bosta de animales, que puede ser mejor utilizada como abono.Esto tiene claras repercusiones en la pérdida de la cobertura vegetal y en lavida de la gente que tiene cada vez un acceso más difícil a la leña.

Quema indiscriminada de pastizales y bosquesEn las zonas subtropicales de intensas lluvias, los cultivos en pendiente y los

chaqueos o quemas de vegetación para la agricultura, están afectando notable-mente a suelos extremadamente frágiles y a la biodiversidad de estas zonas.

Los problemas generados por la quema son atribuidas en su mayor parte alos pequeños productores campesinos de las áreas de colonización, de los da-tos presentados por Pacheco (1998), se estima que existen cerca de 96.000familias de pequeños agricultores asentadas en las zonas de colonización (unas480.00 personas). Estos productores desarrollan una agricultura de corte yquema usando un sistema agroforestal secuencial donde a un período de pro-ducción de cultivos anuales le sigue otro de cobertura arbórea. Parte de losdesmontes se dan sobre bosque primario, pero en las áreas más antiguas decolonización donde se está agotando las fuentes de bosques primarios la ma-yoría de los colonos desmonta bosque secundario o barbecho.

Una de las mayores tragedias ambientales registradas en 1999, fue el incendiode mas de 12 millones de hectáreas de bosque sin que exista la menor posibilidadtecnológica y económica de controlarlo. A diferencia de los incendios naturales deotros países como Brasil, la mayoría de los nuestros son provocados.

No se ha cuantificado el número de hectáreas que son afectadas todos losaños debido a los "chaqueos y quemas" de rebrote que se realizan para los

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cultivos y la renovación de los pastos en el oriente y los yungas. Esto ocasionala destrucción de la biomasa, la contaminación del aire, la producción de gasesde invernadero, además de afectar a los peces en los cursos de los ríos.

Pérdida de biodiversidadBolivia, debido a la gran variedad de ecosistemas que posee, es un país muy

rico en biodiversidad. Lidema6, indica que Bolivia cuenta con una gran varie-dad de especies de flora y fauna endémicas, lo que conforma uno de los patri-monios de más alto potencial económico y genético a nivel mundial. Se hanidentificado hasta elmomentoÊ: 1.257 es-pecies de aves, consti-tuyendo el 31% de laavifauna neotropical,250 especies de repti-les, 190 anfibios, másde 500 especies de pe-cesÊ; entre 15.000 a20.000 plantas vascula-res, no se ha determina-do todavía el númerode plantas inferiores,

6 El estado del medio Ambiente en Bolivia. Propuestas de Políticas y Programáticas. ¡de la concien-cia a la acción!. LIDEMA. 1992.

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potencial y biodiversidad que podemos perder si no contamos con estrategiasde largo plazo que dejen de lado los intereses de corto plazo e inmediatistas.

De las 1.330 especies de mamíferos neotropicales Bolivia cuenta con 270que representan el 20% del total. No se conoce el número total de especies deinsectos e invertebrados. Muchas especies tanto de plantas y de animales sehallan en vías de extinción por diversos motivos, entre los que se puede men-cionar, la alteración o destrucción de sus hábitats debido a la ampliación de lafrontera agrícola, la deforestación, las quemas de los bosques y las sabanas, lacontaminación de las aguas, la sobre pesca con dinamita y pesticidas tóxicos,la caza indiscriminada y el comercio internacional ilegal de animales silvestresy plantas.

Pacheco (1998), indica que los efectos negativos de la explotación madererasobre la biodiversidad son poco conocidos, pero manifiesta que estudios re-cientes del Proyecto de Manejo Forestal Sostenible BOLFOR han encontra-do que la caza que se realiza para alimentar al personal de las empresas madererastiene un impacto directo sobre algunas especies. Otras fuentes sostienen quela disminución de mamíferos y aves produce una pérdida de hasta el 40% dela diversidad de las especies de plantas, dado el rol de la fauna en los ciclos deregeneración de la flora.

Los pueblos andinos, a través de los siglos, han preservado la diversidadgenética de los cultivos nativos, pero su reciente incorporación al mercado ylas exigencias de éste, como serÊ: especies homogéneas y mejoradas que pue-dan ser fácilmente incorporadas en los procesos industriales de producción dealimentos, están llevando a una erosión genética de los productos alimenticiosnativos. Se calcula que en América Latina se ha producido una pérdida del50% de los cultivos autóctonos.

Las áreas protegidas en el país no cumplen el cometido de preservar la diver-sidad genética. Existen más de 45 áreas protegidas; sin embargo, con excep-ción del Parque Amboró, el Parque Noel Kempff Mercado y la EstaciónBiológica Beni, muy poco se ha hecho por implementarlas. Una serie de fac-tores, especialmente institucionales, han hecho que estas áreas en sus diferen-tes clasificaciones se vean afectadas por la colonización, en ciertos casos conautorización o con títulos de propiedad emitidos por el ex Instituto de Colo-nización. Pacheco (1998) indica, no obstante, que es importante resaltar elhecho de que únicamente, hasta 1995, el 16% de la superficie de las áreasprotegidas estaba bajo protección real puesto que el Servicio Nacional de Áreas

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Protegidas (SERNAP) no tenía la capacidad efectiva para manejar todas lasáreas declaradas.

No hay dudas de que la diversidad genética deba ser protegida, aunque hayque determinar sus grados de explotación y sobre todo cómo proteger, paraquién y con qué propósito. Por ejemplo la diversidad genética tropical repre-senta una inagotable fuente de riqueza potencial desde la farmacopea y laalimentación. Cómo hacerlo? A quién pertenece? Hay dudas razonables por-que a título de patrimonio de la humanidad y de ser recursos colectivos delplaneta, científicos del primer mundo, dependientes de las transnacionales,van teniendo libre acceso a estos recursos luego utilizados por la ingenieríagenética para nuevas variedades de vida y posteriormente patentadas comopropiedad privada.

Uso indiscriminado de agroquímicosEl uso de plaguicidas y otros insumos agrícolas ha aumentado en los últi-

mos años. Estos han sido introducidos desde la época del Ministerio de Asun-tos Campesinos y Agropecuarios, las Corporaciones de Desarrollo, entidadesinternacionales y algunas ONG’s. Los pesticidas prohibidos y que aun conti-núan siendo los más utilizados en las zonas rurales y el oriente del país son:Aldrín, Endrín, Lindano y Parathíon, productos que están prohibidos enmuchos países. Se utilizan 5 insecticidas extremadamente tóxicos, 52 alta-mente tóxicos, 3 herbicidas altamente tóxicos y 37 medianamente tóxicos,

algunos de acción sistémi-ca. El DDT, a pesar de lasrestricciones, sigue siendoutilizado y todos estos pro-ductos se venden sin nin-gún control.

El uso irracional de losplaguicidas se debe a mu-chos programas de ayudainternacional y de las enti-dades antes mencionadas, ala presión propagandísticade los vendedores y a la fal-ta de conocimientos de lapoblación sobre sus efec-tos. Muchas veces, se uti-lizan los productos mástóxicos o una mezcla deellos por su pretendidaJ

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eficacia. Se han reportado casos de muerte por exposición a pesticidas y sonfrecuentes los casos de intoxicación por los mismos. Los agroindustriales notoman medidas para evitar los efectos en la salud de sus trabajadores y loscampesinos los almacenan en sus casas, dormitorios, al lado de la comida o desus animales domésticos. Por otra parte, se ha incrementado el uso de fertili-zantes químicos a pesar de que los perjuicios en los suelos con poca materiaorgánica son evidentes. Cabe mencionar que en los últimos años algunasONG’s están realizando proyectos de cultivos asociados, control biológico deplagas y experiencias con nuevos abonos orgánicos.

A todos estos elementos relacionados con el manejo de los recurso naturales esnecesario tomar en cuenta la afirmación de, J. Escobar (2000)7 el cual indica que"Bolivia es un país rico en recursos naturales y muy pobre en términos de recursoshumanos calificados y capital. El crecimiento económico futuro del país, y la con-siguiente mejora en la calidad de vida de la población, dependerá del uso efectivoque se haga de los recursos naturales para incrementar el capital humano y físico".

SobrepastoreoAsociada a los procesos de erosión de los suelos indica LIDEMA (1992), se produce

la degradación de las tierras de pastoreo, causada por la utilización de técnicas inadecua-das, la falta de rotación del pastoreo o por la excesiva carga animal.

Parte considerable del potencial de Bolivia podría ser la ganadería, ya que elaltiplano y las sabanas de los trópicos, con programas apropiados de manejo yel uso de tipos de ganado adecuados, podrían producir más. Expertos asegu-ran que la única forma de hacer productivas a las zonas altoandinas es a travésde la crianza del ganado camélido. De los 210.000 km2 del Altiplano, todas lastierras de pastoreo están sobrepastoreadas y degradadas de modo que la pro-ductividad llega sólo al 10% de su potencial de producción forrajera.

Solo el 2% de la ganadería nacional se beneficia de los forrajes cultivados,alimentándose el resto con pastos de campos nativos, esto equivale a alimentarmás de 5 millones de bovinos, 7 millones de ovinos y cerca de 1,7 millones decamélidos, constituyéndose los ovinos en el factor que más incide en la degra-dación de tierras de pastoreo.

La ganadería camélida adaptada a las condiciones ecológicas de la regiónaltoandina ha sido desplazada, en medida, por especies introducidas que oca-sionan la destrucción de los pastos y la compactación de los suelos.

En los valles secos y el Chaco, el constante incremento del ganado ovino ycaprino ha generado degradación de la vegetación y los suelos disminuyendola capacidad de carga de los ecosistemas.

7 Jairo Escobar y David Haquim. 2000. Campesinado y Globalización. PNUD. Cuaderno del Futuro 11.

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Contaminación de aguasLa contaminación de las aguas y el problema latente del cólera se ha conver-

tido en uno de los grandes problemas nacionales y está afectando muy seria-mente a las poblaciones más vulnerables que no tienen acceso a sistemassanitarios y en particular, a las poblaciones indígenas y zonas de colonizaciónen el oriente boliviano.

Bolivia ha sido un país tradicionalmente minero, pero la minería ha tomadomuy pocas precauciones para evitar la contaminación de suelos y cuerpos deagua. Esta actividad, por sus propias características, es altamente contami-nante. Faltan estadísticas y estudios completos, que indiquen la incidencia delas actividades mineras en el ambiente, sólo recientemente a consecuencia dedenuncias de la población se ha puesto interés en esta materia.

La actividad minera consume un promedio de 31,5 millones de metros cúbi-cos de agua por año. Se estima que entre un 30 a 50 por ciento de las aguasresiduales de la actividad minera son descargadas en cauces naturales sin

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tratamiento. Estas aguas contienen plomo, ácidos, cianuros, álcalis, ionesmetálicos y no metálicos, sólidos en suspensión, sustancias orgánicas y radio-activas que afectan notablemente a la salud de las poblaciones mineras, parti-cularmente la de los pequeños cooperativistas que trabajan en condicionesmuy precarias y a la de las zonas campesinas aledañas. La fundición de estañoy antimonio de ENAF, vierte anhídrido sulfuroso, arsénico y otros en las aguasy hacia la atmósfera.

No se ha realizado estudios sobre cuanto se está afectando a la salud de lospobladores rurales, donde los indígenas que tienen sus tierras y fuentes deagua resultan los más vulnerables y afectados con la exposición a agentes quí-micos tóxicos tales como el plomo, el mercurio, cianuro y otros, esto debido aque los cultivos absorben con facilidad estos minerales y los mismos se acu-mulan entre los tejidos de los animales. Solamente las enfermedades resultan-tes de la aspiración de polvo de las minas, como la silicosis, han sido tomadasen cuenta. Tampoco se cuenta con estudios sobre el impacto de la contamina-ción que producen las actividades petroleras, y no se toma precauciones ocontrola el impacto ambiental de las actividades de exploración, perforación yexplotación.

En el marco de la Ley de Hidrocarburos, uno de los objetivos más im-portantes, es el de atraer inversiones al país, otorgando ventajas favorablesa empresas transnacionales, cuyas concesiones se ubican principalmenteen zonas de alta diversidad biológica como los de la amazonía y el orienteboliviano, afectando a poblaciones originarias, colonos y amplias exten-siones de zonas de cultivo. La extracción hidrocarburífera, de ninguna ma-nera debe considerarse como una actividad pasiva con el medio ambiente,más bien al contrario es una actividad dinámica que si no se incorporanoperaciones adecuadas que reduzcan el impacto ambiental puede ocasio-nar severos e irreversibles daños al medio ambiente y a la actividad pro-ductiva de los pueblos indígenas, como también a los colonos que habitanlos lugares afectados por las concesiones.

Las actividades de las empresas petroleras provocan la contaminación de losríos, arroyos y parcelas agrícolas, debido a que muchas veces no se esta cum-pliendo la legislación ambiental en materia de explotación hidrocarburífera.Como ejemplos, indicaremos los siguientes puntos:

• No se reforestan las áreas de los campamentos y las zonas deforestadaspara helipuertos

• No se restaura la cobertura vegetal, con la siembra de pastos nativos• No se reacondicionan las tierras de los campamentos• No se regeneran con especies forestales las riveras de los ríos y arroyos.

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Estos aspectos que son importantes y que afectan en gran medida a la con-servación de la diversidad biológica se traducen en impactos ambientales demagnitud.

Podemos indicar dos ejemplos claros de los impactos que pueden ocasionarlas empresas petroleras con su actividad extractiva:

•"La gravedad de la contaminación petrolera en el trópico cochabambino ha

llamado la atención en varias oportunidades del gobierno central y departa

mental, llegando al extremo de ordenar la claúsura de uno de los pozos de la

CHACO S.A. por contaminación". (Ultima Hora, 13 de febrero de 1.998)• Las denuncias de colonos colindantes con el Parque Isiboro Securé, frente

a la empresa REPSOL: "La deforestación de gran cantidad de áreas bosco

sas, los fenómenos erosivos, eliminación de una inmensa variedad de ani

males y plantas y la contaminación de varios ríos del Parque Nacional Isibo

ro Securé son ocasionados por la Empresa REPSOL". (Los Tiempos, 1 deabril de 1.998).

EL SURGIMIENTO DE LEYES Y MECANISMOS DE CONSERVACIÓN Y ELABANDONO DE PROCESOS PRODUCTIVOS. LA RUPTURA

En Bolivia, en los últimos 60 años, se pueden identificar dos etapas en rela-ción al apoyo y priorización de políticas, programas y proyectos de carácterproductivo y muy especialmente en el área agropecuaria.

Una primera etapa, la podemos identificar desde la década de los 40 hastalos 80, la cual se caracteriza por un rol protagónico del Estado, responsable delfomento e impulsor de la implementación y transferencia de paquetes pro-ductivos con tecnologías foráneas, como la "revolución verde", que se caracte-riza por ser un paquete tecnológico que incluye semillas de alta productividad,

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uso intensivo de fertilizantes, pesticidas, maquinaria y otorgación de créditosaltos con bajas tasas de interés, todo esto con el objetivo de generar un incre-mento de la producción y productividad muy ligados a una ampliación de lafrontera agrícola, especialmente en el oriente de Bolivia.

La segunda etapa, empieza en la década de los 80 con el desarrollo paralelode tres procesos: el primero, con una concientización y surgimiento de movi-mientos ambientalistas que empiezan a trabajar sobre los problemas medioambientales y el deterioro de los recursos naturales; segundo, la crítica a losefectos de la incorporación de paquetes convencionalistas, especialmente larevolución verde, las demandas indígenas por tierra y territorio y el "recono-cimiento" de su aporte a la conservación y manejo de la biodiversidad; eltercero, la implementación de políticas de ajuste estructural y de modelosneoliberales con apertura de los mercados y el abandono de los sectores pro-ductivos y su rol de promotor del desarrollo por parte del Estado, para pasar aser un ente tan solo normativo.

En esta dirección, en la última década se percibe un incremento de los pro-yectos con claros objetivos conservacionistas, donde las ONG´s y los organis-mos de cooperación internacional impulsan múltiples programas y proyectosde claro perfil ecológico. Muchos ecólogos y biólogos encontraron en el Esta-do un ambiente propicio con el fin de llevar un mensaje de conservación, dedisminución de la presión humana sobre los recursos naturales: más que unaestrategia concertada de desarrollo, un discursos de proteger y no topar a lanaturaleza. Mientras tanto, hasta hace poco, los proyectos de desarrollo ruralse mantenían, en forma paralela, planteando el mejoramiento de los rendi-mientos de productivos, sin mayores preocupaciones sobre el ambiente natu-ral y la sostenibilidad ecológica.

El surgimiento de las áreas de protección, es un claro indicador, de la canti-dad de tierra que la sociedad ha decidido proteger de la acción humana. Así enel Diagnóstico realizado por el VAIPO (2000)8 , se menciona que la superficieque alcanzan las áreas protegidas es de 112.505,42 km2, es decir un 10.2% dela superficie total del país.

Los últimos cuatro gobiernos no han tenido la capacidad de poder articulary desarrollar políticas agrícolas de carácter estructural que resuelvan los prin-cipales problemas productivos del sector rural. En esta dirección, se tienenproblemas estructurales muy grandes, estamos ante el entierro del InstitutoBoliviano de Tecnología Agropecuaria (IBTA), el cual no ha podido dar respuestaa los múltiples problemas de los productores y ha fracasado en la generación y

8 Núñez del Prado, José. 2000. Diagnóstico Nacional Dinámico de Pueblos Indígenas y Originariosde Bolivia (1998/2000).VAIPO= Viceministerio de Asuntos Indígenas y Pueblos Originarios.

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transferencia de tecnología.Como respuesta a este fracaso,se ha creado el Sistema de In-vestigación Boliviano de Tecno-logía Agropecuaria (SIBTA), elcual apunta a la oferta de asis-tencia técnica para cubrir lademanda de los productores,donde los prestadores de asis-tencia técnica y los consultoresestarán copiando y buscandotecnologías desarrolladas enotros países. Esta situación yvisión de corto plazo nos llevaa no tener una estrategia de de-sarrollo a largo plazo; no tene-mos el desarrollo de tecnologíay se acrecienta la posible pérdi-da de la biodiversidad (aún noterminada de estudiar y catalo-

gar) del sector agropecuario, ya que se esta apuntando a la implantación deproductos y procesos que tan sólo son demandados por el mercado y donde laoferta de servicios esta normada y regulada bajo esta lógica.

La falta de políticas agropecuarias claras para promover el desarrollo se pue-de ver a través de una crisis de institucionalidad reflejada en los múltiplescambios realizados en el sector, sobre todo con el Ministerio de Agricultura,en el anterior gobierno (1993-1997), este se convirtió en la Secretaria Nacio-nal de Agricultura y Ganadería SNAG, desmembrando sus dependencias ypasando a varios Ministerios. En este mismo período se crea el Ministerio deDesarrollo Sostenible y Medio Ambiente en el actual gobierno se vuelve acrear el Ministerio de Agricultura Ganadería y Desarrollo Rural. Esta situa-ción de cambios continuos de un órgano institucional regulador de las políti-cas, estrategias y procesos de desarrollo, muestra un vacío de políticas yestrategias claras y consistentes de visiones de mediano y largo plazo sobre lascuales se debe trabajar el desarrollo del sector productivo del país.

Frente a esta crisis no se están desarrollando estrategias a largo plazo queresuelvan y propongan un desarrollo propio. Estamos copiando modelos queutilizan altos insumos energéticos que actualmente nos muestran, por ejem-plo, como el caso de Santa Cruz, donde la falta de diesel puede ocasionar lapérdida de toda la producción de trigo y girasol, las estimaciones de ANAPO

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indican que para la cosecha de invierno se necesitan 79 litros de diesel por hectá-rea, que suman un total de 9 millones de litros para esta campaña, equivalente a1.140.000 hectáreas.

Es necesario pensar que esta crisis de precios y escases de combustibles que seesta dando a nivel mundial puede afectar nuestra balanza comercial, pero no debe-mos olvidarnos que en occidente tenemos sistemas de producción donde la de-pendencia por los combustibles es menor. Esto nos da un margen de "seguridadalimentaría" y abastecimiento de productos que cubren toda la demanda internadel país evitando el surgimiento de problemas y conflictos sociales de falta dealimentos. Esta ventaja competitiva que tenemos no esta siendo valorada más aúnes criticada y calificada de obsoleta y no competitiva por los tecnócratas que co-pian modelos tecnológicos de alto consumo energético y dependiente.

Considerando estos casos y trabajando estrategias de largo plazo, Boliviaesta con las condiciones para desarrollar cambios tecnológicos propios que in-corporen las ventajas competitivas que tenemos como país con sistemas de producciónagroecológica y orgánica, baja dependencia de insumos de alto consumo energético,que pueden cumplir normas que son cada vez más exigentes en relación a residuosde químicos y entrar a mercados importantes que cada vez están creciendo tantoen valor como en volumen.

Por lo tanto es necesario tomar en cuenta que existe una crisis aguda de losproductores que se ve reflejada en una caída constante de los niveles de produccióny productividad de los principales productos, tanto en la unidades de produccióncampesina como en las empresariales, y con niveles de endeudamiento del sectoragroindustrial del oriente de por lo menos 400 millones de dólares.

Los últimos años son testigos de un mayor encuentro entre estos enfoquesde intervención: el ecológico y el de desarrollo rural. Producto de este diálogoen ciernes, se acuñan nuevos términos: manejo de microcuencas, agroecolo-gía, ecología social, gestión social de ecoregiones, y por supuesto el de desarro-llo sostenible y es también en esta dirección que se deben formar profesionalesy generar espacios de planificación, que tengan la capacidad de articular anivel local, regional y nacional propuestas de desarrollo productivo con mane-jo racional de los recursos naturales.

LA FORMACIÓN DE PROFESIONALESLa formación de los actuales y futuros profesionales que trabajan en las

zonas rurales se da principalmente en las universidades públicas, especialmen-te en las carreras y escuelas técnicas de agronomía, veterinaria, economía ysociología, pero es necesario preguntarse: ¿dados y conocidos los actuales cam-bios que se están produciendo en relación a la lógica de producción, como yque tipo de profesionales se están formando?

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Para el caso de los profesionales de las ciencias agronómicas, es necesario tomaren cuenta que estos han sido formados desde la década de los 40, bajo el paradig-ma y el modelo de la revolución verde; es decir, se formaba y capacitaba, en rela-ción al uso y manejo de semillas de alta producción, la aplicación de pesticidas(herbicidas, insecticidas y funguicidas), laboreo del suelo con maquinaria agríco-la, la aplicación de fertilizantes tomando en cuenta la identificación de problemasrelacionados con la deficiencia de nutrientes, el riego, etc.

Analizando el pensúm de las carreras de agronomía y otras carreras relacio-nadas con la formación de profesionales para encarar los problemas rurales, sepuede observar que se mantiene la enseñanza de las materias, contenidos ymetodologías de la revolución verde. Esto tiene su lógica ya que los docentesque dan estas materias han sido formados también bajo el modelo y paradig-ma de la revolución verde, pero podemos ver los programas de postgrado comoalternativa para desarrollar investigación y la formación de profesionales enbase a los desafíos y retos que tenemos por delante en el sector productivo.

Es necesario reconocer, que en algunas facultades del sistema universitario na-cional, se han ido incorporando materias como agroecología y educación ambien-tal, inicialmente como materias electivas y muy recientemente como materiastroncales. Pero esta incorporación tímida y mínima no es suficiente como paraencarar los grandes retos y desafíos que tiene el país para ser competitivo en elmanejo de sistemas de producción sostenibles y entrar en mercados internacionales.

Esta formación correspondía, como indica P. Crespo, citado por JairoEscobar (2000)9 a un modelo de transferencia tecnológica, la época de larevolución verde, donde más que un optimismo pedagógico fue un opti-mismo sobre los paquetes tecnológicos y su posibilidad de incorporarse alprogreso, a la industrialización, el "atrasado" sector agrícola. La críticapedagógica, de matriz fundamentalmente latinoamericana, en especialdurante los últimos quince años criticaría con profunda radicalidad el pa-radigma desarrollista del extensionismo tradicional.

La situación que se esta dando y que no está siendo encarada con la debidafuerza, es que el técnico de campo que carece de una retroalimentación y actuali-zación de un marco teórico o conceptual interpretativo y orientador de las accio-nes específicas se puede convertir en un operario de consignas tecnológicas ometodológicas elaboradas en la institución o en una dinámica transinstitucionaldesconocida para él mismo.

De ahí que sea fundamental que la capacitación ubique una o varias visio-nes o marcos teóricos interpretativos del manejo de los recursos naturales re-novables. "conceptos fuerza" que brindan al técnico una orientación quepermite dar coherencia, estratégica y energía multiplicadora a las acciones

9 Jairo Escobar y David Haquim. 2000. Campesinado y Globalización. PNUD. Cuaderno del Futuro 11.

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específicas y no una doctrina o un credo; pero sí modos de entender la proble-mática de los recursos naturales renovables en forma integral.

Con relación a la formación de profesionales del tercer nivel "post grado", se hapodido ver en los últimos años el surgimiento de una gran cantidad de Maestrías,pero si se observa en que áreas del desarrollo se encuentran las mismas, se puedeconcluir que la mayoría esta encarando la formación de profesionales operadoresde políticas, en el área de conservación (como la maestría del Instituto de Ecológi-ca, el CESU de Cochabamba), o el surgimiento de maestrías de administradores,políticas públicas, macroeconomía. Es decir estamos perdiendo la capacidad detener y formar profesionales que encaren el desarrollo rural productivo de manerasostenible y sustentable en el tiempo como una opción de estrategia de seguridadalimentaría y generación de propuestas de inserción en procesos de globalizaciónque sean provechosos para el país a largo plazo y no solamente como la que se estaqueriendo implantar con visiones y estrategias de corto plazo.

El poco apoyo por parte del Estado y la desvalorización de la importancia de latemática rural, como eje generador de desarrollo, que se esta viviendo en estosúltimos años a nivel mundial, donde la venta y oferta de servicios y conocimientosha cobrado mayor importancia en la denominada tercera ola o informatizada, nosmuestra que son cada vez menos las personas que se especializan en la temáticarelacionada con la problemática rural y muy especialmente en las carreras de eco-nomía y sociología. Aspecto este contraproducedente para un país pobre como esBolivia, donde la temática rural sigue siendo central e importante para su desarro-llo y donde se tiene procesos como el de la participación popular que esta generan-do una demanda de profesionales que incorporen propuestas de desarrollo regional,local y municipal viables y sostenibles. Bajo estas condiciones es que no se estándesarrollando, planteando y encarando alternativas de desarrollo para las econo-mías campesinas y empresariales sostenibles y viables a largo plazo que no conside-ren tan sólo la adopción de tecnologías con uso de insumos de alto valor energéticoy un apego a los modelos de libre mercado con visiones de corto plazo.

BIBLIOGRAFÍA.

• El estado del Medio Ambiente en Bolivia. Propuestas políticas y Programáticas. ¡de la concienciaa la acción!. Propuestas LIDEMA. 1992. La Paz- Bolivia.

• Escobar, Jairo y Haquim David. 2000. Campesinado y Globalización. PNUD. Cuaderno del Futuro11. La Paz, Bolivia.

• Evia, José Luis; Mercado, Alejandro y Pacheco Mario Napoleón. 1999. Informe de Milenio SobreDesarrollo Sostenible en Bolivia. Fundación Milenio. La Paz, Bolivia. N° 1.

• Mapa Preliminar de Erosión de Suelos. región árida, semiárida y subhúmeda seca de Bolivia. 1996.MDSyMA, SNRNyMA. La Paz, Bolivia.

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• Mapa Preliminar de Desertificación de Tierras. región árida, semiárida y subhúmeda seca de Boli-via. 1996. MDSyMA, SNRNyMA. La Paz, Bolivia.

• Núñez del Prado, José. 2000. Diagnóstico Nacional Dinámico de Pueblos Indígenas y Originarios deBolivia (1998/2000). Viceministerio de Asuntos Indígenas y Pueblos Originarios (VAIPO) – BancoMundial. La Paz-Bolivia.

• Pacheco, Pablo. 1998. Estilos de desarrollo, deforestación y degradación de los bosques en las tierras bajasde Bolivia. CIFOR, CEDLA y TIERRA. Serie Bosques y Sociedad. La Paz, Bolivia.

• Vulnerabilidad y Adaptación de los Ecosistemas al Posible Cambio Climático y Análisis de Mitigación deGases de Efecto Invernadero. 1997. Ministerio de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente (MDSy-MA). SNRNyMA. La Paz, Bolivia.

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EL ENFOQUEAGROECOLOGICO:

ANALISIS DE UN PROCESOPARA LA FORMACION

PROFESIONAL

Rene Teran•

Seguramente han sido varios losantecedentes que precedieron a laconsideración, definición e incorpo-ración de la agroecología dentro delambiente universitario, principal-mente en aquellas carreras con lascuales se estableció una mayor afini-dad.

En el ámbito Boliviano este proce-so tuvo características particulares queestuvieron mediatizadas por circuns-tancias institucionales, socio – econó-micas, culturales, políticas y técnicasque contribuyeron de una u otra for-ma al desarrollo e incorporación delconcepto agroecológico en las activi-dades habituales.

Un examen retrospectivo de losprincipales acontecimientos permiti-rá identificar los elementos que son

la base de la estructuración de un con-cepto nuevo adaptado inicialmente yluego estructurado sobre la base de unmecanismo de incorporación secuen-cial de eventos producto mas de in-terpretación de la realidad que deprocesos investigativos de orden téc-nico.

El resultado de la participación dediferentes disciplinas del conoci-miento en el afán de establecer ladefinición más precisa y la identifi-cación más adecuada de la teoría ymetodología agroecológica; ha dadolugar a un marco de intervenciónmultidisciplinaria que de por sí hagenerado una mayor complejidaden la propuesta y es sobre la base deeste contexto que se desarrolla laagroecología .

• Ing. Agrónomo M.Sc. en Manejo de Recurso Naturales. Decano de la Facultad de Agronomía dela Universidad Mayor de San Andrés. Docente del CIDES - UMSA, Miembro del Comité Direc-tivo del CIDES.

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EL DESARROLLO RURAL Y ELIMPACTO DE LAS TECNOLOGÍAS

La década del ochenta en Boliviafue un periodo muy evidente paraidentificar las diferentes limitantes delas propuestas ligadas al desarrollorural. Esta situación se manifiestaentre otras cosas en i) los bajos ren-dimientos en la actividad agropecua-ria ii) el manejo de los recursosnaturales y su evidente deterioro y iii)la incompatibilidad de una propues-ta tecnológica con las condicionessociales, culturales, económicas ymedio ambientales.

Un primer esfuerzo de ajuste seoriento hacia la estructuración de losproyectos de desarrollo integral, don-de si bien se identificaba la necesidadde un enfoque global se enfrentabasiempre con una principal limitantecual era el desconocimiento de lasbases organizativas comunales y elpermanente trabajo técnico ligado auna actividad productiva específicaabsorta completamente de las relacio-nes sistémicas y ligadas únicamente a laproducción dejando de lado aspectoscomo la comercialización, la transfor-mación de productos y la conservaciónde los recursos.

La generación y transferencia detecnologías se enfrenta con una reali-dad diferente, muy compleja y conmuchas limitantes que condicionanlos resultados esperados.

La necesidad de encontrar respues-tas y la activa dinámica dentro delcontexto rural, genera un proceso ace-lerado de búsqueda y definiciones

nuevas que permitan vislumbrar ca-minos alternativos. En esta perspec-tiva se evalúan muchos proyectos dedesarrollo rural con resultados limi-tados dentro del contexto técnico ycon fuertes interrogantes en el enfo-que de desarrollo.

El dramático fracaso de la Revolu-ción Verde a partir de los paquetestecnológicos fue muy evidente en paí-ses como Bolivia debido a que mu-chos requisitos que requería este tipode tecnologías no estaban disponiblesy por que las condiciones de la agri-cultura local no coincidía con losrecursos manejados en las estacionesexperimentales donde se generaronestas propuestas. Bajo esta línea esposible afirmar que en la actualidadexisten regiones en las que se desa-rrollan actividades agropecuarias ydonde la propuesta tecnológica no halogrado implementarse o simplemen-te no ha llegado.

Los esfuerzos locales por adaptar losconceptos tecnológicos y el enfoqueinvestigativo establecidos estuvieronacompañados de fuertes inversioneseconómicas, principalmente en elámbito de instituciones gubernamen-tales como el IBTA que durante va-rios años generó y transfiriótecnología cuyos resultados tuvieronun impacto importante en el conoci-miento de principales líneas de tra-bajo como el mejoramiento genético,pero con limitado éxito en la aplica-ción de las propuestas a nivel predialgenerando de esta manera varias in-terrogantes que llevaron posterior-

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mente a finalizar elfuncionamiento dedicha institución.

Probablementeson muchos los fac-tores que han inter-venido en el bajoimpacto de las tec-nologías dentro delcontexto rural Boli-viano; sin embargoes posible identificarde manera clara queel enfoque utilizadotanto para la genera-ción de tecnologíacomo para la con-ceptualización e im-plementación deacciones en torno al

Agricultura Alternativa,Orgánica o Biológica

Frente al impacto negativo de larevolución verde sobre los agroecosis-temas y su inaplicabilidad en grandeszonas de producción tradicional, seinició un proceso de búsqueda de al-ternativas no solo para enfrentar losenormes vacíos e impactos de depen-dencia y contaminación que dejó laanterior propuesta, sino también porla necesidad de encontrar un plantea-miento alternativo, que estructure unenfoque teórico, filosófico y metodo-lógico de soporte para una agricultu-ra, que tenga las características de ser"socialmente justa, ambientalmentesana, económicamente viable y cultu-ralmente aceptable " (Altieri, 1989).

desarrollo rural tuvieron un papelimportante en este inicial fracaso,pues ambos elementos enfocaron unaproblemática muy parcializada y portanto las soluciones tenían una di-mensión muy reducida.

EN BUSCA DE UN NUEVOPARADIGMA

La complejidad de la realidad ruralha obligado a buscar y/o diseñar unmodelo teórico que englobe los dife-rentes aspectos que refleje la situaciónreal. El diseño de ese nuevo paradig-ma ha tenido etapas sucesivas y com-plementarias, que han permitido laestructuración de diferentes propues-tas tales como la agricultura alterna-tiva, biológica, ecológica, el desarrollosostenible y la agroecología.

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La discusión sobre la tecnología conrelación a la agricultura siempre fuefilosófica (Durán, 1990) y alrededorde ella se fueron desarrollando co-rrientes de pensamiento que propug-naban enfoques humanistas como latecnología apropiada e intermedia yenfoques ideológicos como la tecno-logía andina, autóctona, indígena.Cada una de ellas tenían rasgos parti-culares, sin embargo coincidían en lanecesidad de establecer un equilibrioen la relación hombre-naturaleza.

De esta manera, se empezó a ma-nejar diferentes prácticas y conceptos,como es el caso de la agricultura al-ternativa, definida como "aquel en-foque de la agricultura que intentaproporcionar un medio ambiente ba-lanceado, rendimiento y fertilidad delsuelo sostenidos y control natural deplagas, mediante el empleo de tecno-logías auto-sostenidas" (Altieri, 1983)o la agricultura orgánica como "unsistema de producción que utiliza téc-nicas naturales y ecológicas, evitandoel uso de compuestos sintéticos y otrosproductos similares que pueden sernocivos para la salud humana y lapreservación de los recursos natura-les" (Peralta, 1989) o la agriculturabiológica definida por la ComunidadEconómica Europea como "una agri-cultura más autónoma, más económi-ca de alto valor añadido (de mayorganancia neta) y sin impacto negati-vo sobre los recursos naturales la sa-lud humana y el medio ambiente"(Dehousse,1993). Son algunas de lascorrientes que en la agronomía sur-

gieron como alternativas de solucióna los crecientes problemas de conta-minación y dependencia tecnológica.

Los rasgos comunes en todas estastendencias, tienen que ver con la apli-cación de ciertos elementos que en lapropuesta de la revolución verde nofueron considerados; tal es el caso dereconocer las particularidades de losagroecosistemas, los ciclos naturales,la eficiencia energética y principal-mente la presencia de una buena basetecnológica indígena.

De todas estas propuestas, proba-blemente la que tuvo una mayor di-fusión fue la agricultura orgánica, porlo menos en lo que se refiere a la pro-ducción de alimentos libres de con-taminación química y un ejemploclaro es el comercio de productos or-gánicos que tiene un sobre preciomínimo del 20% sobre los productosde la agricultura convencional. Claroesta que todo esto entra nuevamentedentro de un plano puramente mer-cantilista dejando de lado a los produc-tores tradicionales o estructurandonormas (IFOAM) que buscan protegerúnicamente el producto comercializa-ble y no considera el predio agrícoladentro de su contexto ecológico ycultural.

También por este lado la agroeco-logía recibe nuevos aportes i) si bienlas diferentes tendencias planteanciertas particularidades, que en unmomento lleva incluso a la confusiónde decir que cierta institución realizao propugna la agricultura orgánica yno tanto la biológica, podemos ver

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que en general vienen a ser términossinónimos que buscan en común laintegración de las disciplinas en elanálisis de los fenómenos y la conser-vación del medio ambiente y; ii) lasbases donde se sustentan las tenden-cias analizadas y otras como la agri-cultura biodinámica, muestran que lariqueza de sus propuestas, se encuen-tran apoyadas en el conocimiento demuchas generaciones, quienes mane-jaban no sólo el mero cultivo, sino queintegraban una visión cósmica queactúa sobre la biosfera.

Desarrollo ruralLa agricultura y el desarrollo rural

se encuentran íntimamente ligadoscon el medio ambiente. Los modelosde desarrollo rural han estado siem-pre relacionados a las propuestas tec-nológicas imperantes, de tal maneraque en la medida en que los paquetestecnológicos impactan sobre el am-biente, la economía y la sociedad; seproduce un determinado desarrollo.

En 1991, la FAO organiza la con-ferencia sobre agricultura y medioambiente (s-hertogenbosch, paísesbajos), con el fin de examinar las es-trategias y medios para lograr unaagricultura y un desarrollo rural sos-tenibles.

Se identifica que el aumento de lapoblación, el cambio tecnológico (re-volución verde), el precio de los pro-ductos agrícolas (que con frecuenciano reflejan los costos ambientales paraproducirlos), el estilo de vida de losricos que genera exigencias excesivaspara los recursos mundiales y la falta

de oportunidades y alternativas deempleo en las zonas rurales; ha inten-sificado el conflicto entre la agricul-tura y el medio ambiente.

La FAO(1991) define a la agricul-tura y el desarrollo rural sostenible(ADRS) como: "La ordenación y con-servación de la base de recursos natu-rales y la orientación del cambiotecnológico e institucional de tal ma-nera que se asegure la continua satis-facción de las necesidades humanaspara las generaciones presentes y fu-turas". Este desarrollo viable (en lossectores agrícola, forestal y pesquero)conserva la tierra, el agua y los recur-sos genéticos vegetales y animales, nodegrada el medio ambiente y es téc-nicamente apropiado, económica-mente viable y socialmente aceptable.

Además de definir la ADRS queposteriormente fue llevada a la con-ferencia de Río de Janeiro (Junio de1992) se establecieron ciertas estrate-gias orientadas a establecer cambiosy ajustes que viabilicen la propuestade una ADRS. En este sentido la con-ferencia recomienda reorientar y au-mentar el apoyo para que lainvestigación y la tecnología agrícolaevolucionen hacia los objetivos de lasostenibilidad, prestando tambiénatención a los sistemas de produccióny las necesidades de los pequeños agri-cultores. Ello requiere, el conocimien-to y la utilización de las tecnologíastradicionales autóctonas, así como lainvestigación estratégica, especialmen-te acerca de los procesos biológicos querigen la producción agropecuaria (FAO,1991).

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Al igual que los anteriores aspec-tos, la problemática del desarrollorural también han contribuido al re-forzamiento de las bases para el desa-rrollo de la agroecología, lo cual setraduce en definir una estrategiaagroecológica que pueda guiar el de-sarrollo agrícola sostenible basado en:i) mantener los recursos naturales yla producción agrícola, ii) minimizarlos impactos en el medio ambiente,iii) adecuar las ganancias económicas(viabilidad y eficiencia), iv) satisfacerlas necesidades humanas y de ingre-sos y v) responder a las necesidadessociales de las familias y comunida-des rurales (Altieri, 1993).

Incorporación de los conceptosagroecológicos en la formaciónprofesional

La estructura programática de for-mación en la Universidad Bolivianatiene una fuerte influencia de las co-rrientes de pensamiento más impor-tantes dentro del contexto científicomundial. La forma y rapidez como seapropian diferentes tendencias depen-den de diferentes factores tales como,la disponibilidad de recursos huma-nos, capital y acceso a informaciónespecializada.

La formación en ciencias agrícolasy pecuarias es un ejemplo en la cualhan influido los importantes aconte-cimientos científicos mundiales, tal esel caso de la Revolución Verde dondea partir de la década de los 50 ejerceuna influencia en el actual plan deestudios y principalmente en el enfo-que en la agronomía.

En este contexto la prioridad quese le da al conocimiento especializa-do y la separación en partes de la rea-lidad son la característica central enel enfoque para la investigación, laformación de recursos humanos y laejecución de proyectos de desarrollorural.

Los resultados de esta tendenciase han manifestado claramente atodo nivel y en lo que se refiere alos nuevos profesionales esta situa-ción muestra un conjunto de técni-cos que de pronto no sólo nocomprenden la complejidad de lossistemas productivos y/o naturales;si no que no cuentan con las herra-mientas teóricas y practicas que lespermita encontrar soluciones a unacantidad de demandas del mundorural.

En esta perspectiva es importantehacer una primera consideración so-bre la ecología y las practicas tradi-cionales como un aporte científico yconceptual de la agroecología

Aplicabilidad de la ecologíaLa ecología al ser una ciencia que

estudia la estructura y funcionamien-to de la naturaleza (Odum, 1977) seencuentra ampliamente relacionadacon los cambios y la dinámica que seopera dentro de los sistemas natura-les o artificiales.

La ecología es considerada comouna rama de la biología, la cual seencuentra relacionada con otras áreasdel conocimiento, desde un punto devista de los fundamentos comunes alos seres vivos (genética, embriología,

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evolución, etc.) o también a partir dela estructura de grupos específicos deorganismos (zoología, botánica, etc.)y dentro de estas con divisiones máspequeñas y específicas aún, como laornitología o la entomología y den-tro de estas con un organismo en par-ticular.

Sin embargo el campo de mayorinterés de la ecología puede estar de-limitado por los niveles de organiza-ción tales como las poblaciones, lascomunidades, el ecosistema y la bios-fera.

Por tanto un ecólogo puede estu-diar una determinada planta o ani-mal aisladamente (autoecología) orelacionada con una comunidad (si-necología) (Gudynas, 1989); lo cualha sido una de las líneas de mayordedicación de los biólogos; generan-do grandes aproximaciones en el co-nocimiento de tal o cual especie y surelación con su medio ambiente. Peroestas aproximaciones resultan incom-pletas por que las especies establecenrelaciones con el hombre (ecologíasocial), el cual por diversos motivos,se ha convertido en un elemento muyimportante, ya que su acción se hadesplegado por toda la biosfera.

Todos estos elementos han sido sin-tetizados en el enfoque agroecológi-co; con mayores ventajas desde laparticipación del hombre, por la re-lación hombre-campo presente en lasprácticas agronómicas y quizá el apor-te mayor recibido, indudablementehan sido los principios e instrumen-tos que la ecología aportó.

Sobre la base de esto, la agroecolo-gía partió con análisis que trascendie-ron el concepto de la fertilidad delos suelos por el ciclaje de nutrientes,la fitopatología por las interaccionesplaga/planta y las rotaciones de culti-vos por la sucesión ecológica.

El aporte de la ecología al pensa-miento agroecológico se tradujo en-tonces en: i) el marco conceptual ylenguaje ecológico, ii) el ámbito detrabajo de la ecología corroborada porla ecoregión, el predio y el agroeco-sistema como integralidades que pro-porcionan un patrón amplio dehipótesis ecológicas.

De esta manera la ecología (a tra-vés de la agroecología) con sus prin-cipios teóricos y metodológicos seenfrenta a una realidad que deman-da no sólo de la conservación o ladescripción de fenómenos; sino y fun-damentalmente de buscar alternativasen el manejo de sistemas de produc-ción agropecuaria.

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Movimiento ambientalistaComo señala Gunder Frank y

Fuentes(1988) " el emergente másnotable de la crisis ambiental es eldesarrollo de un movimiento socialambientalista"

El movimiento ambiental de losaños 60-70 ha hecho una gran con-tribución intelectual a la agroecolo-gía. Debido a que los asuntos delambientalismo coincidían con lospostulados de la agroecología, ellosinfundieron al discurso agroecológi-co una actitud crítica de la agrono-mía orientada únicamente hacia laproducción, e hicieron crecer la sen-sibilidad hacia un gran número deasuntos relacionados con los recursos(Hecht, 1992).

Varios son los frentes desde los cua-les la agroecología se encuentra desa-rrollando un trabajo de movimientoambiental (tal es el caso del Movi-miento Agroecológico de AméricaLatina y el Caribe, MAELA): por unlado viabiliza la transferencia de in-formación y experiencias técnicas,principalmente en la relación Sur-Sur,también defiende al campesinado yculturas agrícolas originales frente almodelo que se ha impuesto, la pérdi-da de la biodiversidad y el dominioen la producción de semillas, el verda-dero enfoque de la agricultura orgánicaen esa dicotomía "hobby de los ricos ysueño de los pobres" (Browning,citadapor Primavesi,1995) y en general par-ticipando del desarrollo de las basescientíficas del enfoque agroecológico,como un fenómeno que parte de un

trabajo participativo entre agriculto-res, indígenas y agroecólogos.

Practicas agrícolas y tradicióncultural

Los términos .."conocimiento tra-dicional, conocimiento indígena téc-nico, conocimiento rural yetnociencia (ciencia de la gente rural)han sido usados en forma intercam-biable para describir el sistema de co-nocimiento de un grupo étnico ruralque se ha originado local y natural-mente." (Altieri,1991)

La etnociencia, se encarga de estu-diar aquella porción del conocimientotradicional sobre la naturaleza (Toledo,1991); si bien este concepto ha sidoaceptado por muchos autores, el térmi-no es y ha sido manejado con diferen-tes expresiones que en el fondo tienenrasgos comunes como ". La maneracomo los agricultores tradicionales con-ceptualizan los ecosistemas de los cua-les dependen."(Brosius, et al, 1986,citado por Toledo, 1991) o las .."per-cepciones indígenas de las divisionesnaturales del mundo biológico y las re-laciones que los humanos establecencon ellas.."(Posey, et al,1984); en resu-men podemos decir que la etnoecolo-gía se refiere al estudio de losconocimientos de una población huma-na sobre su medio ambiente.

Un elemento central de la etnoeco-logía es el tema de lo tradicional, elcual hace referencia a los habitantesde áreas campesinas del tercer mun-do; que a su vez hace oposición conlo moderno. En este sentido podemosdecir que.." el sector tradicional seria

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aquel formado por toda la gama depoblación rural que por una u otrarazón permanecen realizando un ma-nejo de la naturaleza basado en susprácticas ancestrales y con poco o nin-gún acceso a las nuevas tecnologías(especialmente agrícolas).." (Tole-do,1991).

Esta definición debe estar com-plementada con ciertas precisiones,más bien de tipo cultural, ya quepueden presentarse diferentes situa-ciones; en este caso los sujetos quemanejan conocimientos tradiciona-les pueden ser indígenas, cuandohablan alguna otra lengua en vez oademás de la lengua de carácter na-cional o tomar el criterio económi-co, que permite establecerdiferencias entre las sociedades tri-bales y campesinas. Mientras que seentiende que los grupos tribales (in-cluyendo tanto sociedades de nóma-das como agrícolas) constituyencomunidades rurales generalmenteaisladas geográfica y económica-mente del resto de las sociedades na-cionales que las incluyen, por otrolado, los grupos campesinos vivenen comunidades que de una u otraforma se hallan conectadas a travésde transacciones económicas con losmercados regionales, nacionales oaún internacionales (Toledo,1991).

En Latinoamérica, la poblaciónrural puede tipificarse culturalmentesobre la base de una perspectiva so-cioeconómica y lingüística. En el pri-mer caso algunos autores distinguenhasta cinco tipos de pobladores (To-

ledo,1991); los grupos tribales, indí-genas modernos, campesinos, mesti-zos y proletarios rurales; por otro ladose podrán encontrar tantas culturascomo lenguas existan.

La agroecología asume el conoci-miento y prácticas agrícolas tradicio-nales a partir del análisis de lossistemas de producción, basando suexpectativa en; i) El conocimiento quetienen los pobladores de sus respecti-vos ecosistemas, lo cual les ha permi-tido diseñar estrategias de manejo yproducción con mejores resultados deproducción y conservación de los re-cursos que la planteada por la agro-nomía convencional, ii) La naturalezaexperimental del conocimiento tradi-cional sostenida por muchas genera-ciones y los principios ecológicosinmersos en esos conocimientos, per-mitirán contar con instrumentos muyútiles para el diseño de propuestas al-ternativas en el campo de la agrono-mía.

Sin embargo, la agroecología norechaza el conocimiento occidental yutiliza los conocimientos emanadosde la agronomía, como herramientascuya aplicación se encuentra limita-da por el contexto donde fueron de-sarrolladas. Es cierto que fusionarambos conocimientos, es en muchoscasos difíciles por la naturaleza decada uno, de tal manera que validaruna práctica tradicional dentro de unaprueba occidental puede ser refuta-da, aunque la práctica tenga la virtudde haber sobrevivido a la prueba deltiempo.

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En esta complejidad, es necesarioque el agroecólogo mantenga un jui-cio crítico y amplio en torno a estasdos vertientes de tal manera de no caeren dogmatismo o unilateralidadesmuy evidentes en estos tiempos, comoes el caso de las ONG‘s quienes pre-conizaron fuertemente el rescate detecnologías tradicionales dejando delado las bases técnicas y principios defuncionamiento de las mismas, o deotra manera instituciones ligadas a lainvestigación (AGRUCO) pasan deun enfoque agrobiológico con unfuerte componente técnico biológicoa un enfoque agroecológico fuerte-mente cargado en una línea cultura-lista, mítica y en algunos casosfolklórica.

Un proceso integradoLa agroecología inicialmente es

analizada e implementada por lasOrganizaciones privadas cuyo traba-jo en el desarrollo rural permite enuna primera instancia estructurar unenfoque fuertemente cargado en loscomponentes sociales y culturalesdonde la propuesta técnica tiene to-davía un fuerte vacío.

Esta situación obliga a estas institu-ciones a buscar una instancia dentro dela cual pueda por un lado validarse la

propuesta pero también cubrir el fuer-te vacío técnico existente.

Se desarrollan los primeros cursossobre el tema, inicialmente con temáti-cas especificas como Biología del sueloy control biológico de plagas y enfer-medades y posteriormente cursos comoel que se desarrollo por primera vez conla coordinación de SEMTA y la Facul-tad de Agronomía de la UMSA anali-zando las "Bases científicas del enfoqueagroecológico".

Posteriormente la temática se fuegeneralizando y pronto no existió nin-gún proyecto que no se llame a símismo agroecológico.

Bajo la construcción metodológicay conceptual desarrollada de laagroecología; este enfoque ingresadentro del ámbito de análisis, inves-tigación y formación Universitaria.

En algunas universidades del siste-ma se introduce la materia comoagroecología y desarrollo sostenible enotras se incorporan el tema dentro dematerias tales como las de desarrollorural o manejo de sistemas producti-vos.

En pocos años se implementanofertas de post – grado en agroecolo-gía tal es el caso del CIDES en laUMSA y AGRUCO en la Universi-dad Mayor de San Simón.

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DESAFIOS PARA ARTICULAR LAMODERNIZACIÓN DE LA

AGRICULTURA, NUEVARURALIDAD, AGROECOLOGÍAY DESARROLLO SOSTENIBLE

Hugo Romero Bedregal•

INTRODUCCIÓN

El gran desafío de Bolivia y América en general es el de aprovechar los próxi-mos cincuenta años de la revuelta del mundo que habría comenzado alrede-dor de 1950 con el advenimiento de la informática y la emergencia delconocimiento como forma de riqueza en reemplazo del capital financiero comola forma exclusiva de riqueza.

Si bien ya perdimos los primeros cincuenta años de la era del conocimiento,tenemos las potencialidades del arte y saber de los productores bolivianos queaprendieron a convivir con las fuerzas económicas de la demanda y oferta delmercado de bienes y servicios y las fuerzas políticas de izquierda y derecha dela sociedad política de votos y ciudadanía.

Para salir exitosos de este gran desafío se requiere cultivar socialmente eltercer conjunto incluido de ciencias y tecnologías a partir de la complementa-ción, simbiosis y sinergia del saber y arte concreto de los productores bolivia-nos y la ciencia y arte abstracto – analítico de los productores europeo –occidentales, con la finalidad de construir nuevas formas de institucionalidadque superen en términos éticos y tecnológicos a las declinantes institucionesdel mercado (de bienes y servicios), la sociedad del éxito mercantil y el sistemapolítico de la democracia representativa.

• Sociólogo con Estudios Superiores en Antropología Social en la University of Wisconsin y Admi-nistración Pública en Harvard University.

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CULTURA, NATURALEZA, DESARROLLO Y EVOLUCIÓNSe requiere considerar un conjunto de cantus o cantos- ecuaciones que den

cuenta inicial de las interrelaciones causales, complementarias y sinérgicas entrela población humana, la naturaleza y la cultura con el propósito de reiniciar latradición antropológica de establecer las interrelaciones del desarrollo históri-co del que hacer humano y la evolución de la naturaleza y la cultura humana.

Los cantus elementales se presenta en el siguiente cuadro:

Si comparamos las interrelaciones de los cantus con las "disciplinas híbri-das" con eje en la ecología, es posible argüir que los primeros dan cuenta de lamayoría de las ciencias y no sólo de las nuevas disciplinas (Ver Figura 1).

Víctor M. Toledo ( 1999), indica que "la aparición de al menos 18 "discipli-nas híbridas", fue el resultado de la integración de la ecología (biológica) conotras tantas áreas del conocimiento. En efecto, desde su surgimiento y duran-te varias décadas, la ecología se vio confinada a la biología de la cual formóparte como una rama o sub-disciplina. Frente a la urgente necesidad de resol-ver una crisis ambiental de escala planetaria, numerosos investigadores de muydiferentes disciplinas se centraron en el análisis de todo un conjunto de pro-blemáticas desde una perspectiva interdisciplinaria. A ello contribuyeron las

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innovaciones tecnológicas que en las últimas décadas han permitido conocercon sumo detalle el espacio del planeta, y el surgimiento al interior de cadauna de las ciencias sociales de corrientes académicas interesadas en el universonatural. Ello provocó tanto la especialización o topologización del estudio dela naturaleza, como su humanización o socialización. En el primer caso, delestudio puntual y focalizado de los sistemas naturales, se pasó al de una escalaregional y finalmente al de la dimensión planetaria. En el segundo, ganóconsenso el principio de que la naturaleza no puede ser estudiada separada dela sociedad y de los seres humanos.

Esto es así, porque los cantus parten de las interrelaciones entre el desarrollohistórico y la evolución de la naturaleza y la cultura, mientras que las cienciasy las disciplinas híbridas nacen de interdisciplinariedad de la ciencia biológicacon las ciencias sociales.

El siguiente paso es ordenar la modernización de la agricultura, la nuevaruralidad, la agroecología y el desarrollo sostenible en función del paradigmaal que pertenecen y añadir un paradigma orgánico de la evolución de los siste-mas sociales y ecológicos (Ver cuadro 2).

Del cuadro, se evidencia que el concepto desarrollo sostenible y la disciplinaagroecología forman parte del paradigma del desarrollo sostenible, que losprocesos de modernización agrícola y nueva ruralidad son parte del paradig-ma del desarrollo económico. Por último, la operación de incluir el paradig-ma de la evolución o nativo de América permite reincorporar los conceptos deevolución y co-evolución en las ciencias sociales, donde sí está la agroecología.

De acuerdo al importante Diccionario de Términos Ambientales (CrespoCallaú, J. Renato, 1999) "Normalmente se habla de teoría de la Evolución,

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aunque no es tal teoría, como un hecho incuestionable que puede explicarsepor diversas teorías transformistas; la más aceptable es la teoría de la evoluciónpor selección natural de Darwin, por lo que se puede denominar Neodarwinis-mo o Teoría Sintética Evolutiva. Cambio acumulativo progresivo en las carac-terísticas de una entidad o universo, o corrientes a lo largo del tiempo, resultadode procesos de mutación y selección (cb)".

Si bien el concepto de co-evolución no está consignado en el anterior Dicciona-rio, Norgaad, Richard B. Y Thomas O. Sikor (1997) lo explican así: "Se plan-tea el desarrollo como un proceso de co-evolución entre el sistema social y elsistema ambiental. Aún más se plantea el sistema social como si estuviera he-cho de sistemas de conocimiento, valores tecnológicos y organizacionales. Cadauno de estos sistemas se relaciona con cada uno de los otros, y cada uno ejerceuna presión selectiva en la evolución de los otros. Mediante la presión selecti-va sobre cada uno todos co-evolucionan en conjunto". Otro autor planteaque es un "Sistema estocástico de cambio evolutivo en el que dos o más espe-cies interactúan de modo tal que los cambios en la especie "A" preparan elterreno para la selección natural de los cambios en la especie "B". Los cam-bios posteriores en la especie "B", a su vez, preparan el terreno para la selec-ción de cambios similares" (Medina, Javier, 2000).

Sin dejar de lado el carácter estocástico de la coevolución se adopta inicial-mente la perspectiva de R. Norgaad y T.Sikos (1997) pues ellos explican que:(a) "El desarrollo agrícola coevolutivo a estado llevándose a cabo por mile-nios. El surgimiento del cultivo del arroz en el Sudeste Asiático es un ejemploinstructivo. (Se puede citar también los casos del maíz, la papa, la quinua, lallama y la alpaca en el caso de América); (b) "Una de las características másimportante de la perspectiva coevolucionista es que otorga legitimidad al co-nocimiento cultural y experimental de los agricultores"; y (c) "Mientras los

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agrónomos convencionales trataron de diseñar sistemas agrícolas más comple-jos, la perspectiva coevolucionista enfatiza que la adopción de tecnologías esun problema selectivo de adaptación a otros sistemas".

El siguiente paso es presentar en forma esquemática el desarrollo de las cien-cias europeo-occidentales y de las nativas americanas para comprender y luegoentender el porqué y cómo de la estrategia para participar en la revolucióninformática.

En la anterior figura se muestra de manera esquemática los puntos de rup-tura que marcaron los cambios trascendentales de las revoluciones agrícolas,industrial e informática. Se evidencia que la revolución agrícola ha sidorealizada por los pueblos nativos americanos y de otros continentes, y quelas revoluciones industrial e informática han sido realizadas por los puebloseuropeo-occidentales.

Así, por ejemplo, Hugo Romero B. (1987) plantea que en las Ciencias So-ciales se estaba produciendo una revolución científica, parecida a la que ya sehabía realizado en la Física con la superación del paradigma de la física mecá-nica newtoniana por el paradigma de la física cuántica, desde y a partir delconocimiento y tecnología de primigenias civilizaciones como la Tiwanacotae Incaica en América del Sud, la Maya y Azteca en Meso América, la China yJaponesa en Asia y otras en el África.

A la pregunta de "¿Cuáles son los instrumentos desarrollados por los pue-blos andinos?", Respondía: "La lengua aymara y su lógica trivalente; la corres-pondencia entre las estructuras socioeconómicas y simbólicas que se plasmaen la organización de las unidades de producción, la organización social y la

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organización del cosmos, todo basado a la tierra en la ocupación y organizacióndel espacio físico-natural andino- amazónico. El desarrollo del quipus y la wipala

como un conjunto de hadware y software que permiten transmitir conocimientocientífico tanto entre amautas como entre todos los miembros de las comunida-des andinas. El desarrollo de los andenes como artefactos polivalentes y polifun-cionales con la aplicación integrada de todas las ciencias físicas, naturales y sociales.Los puentes y caminos de todo tipo para servir al movimiento de productos ypoblaciones entre comunidades, markas, reinos y suyos. El planeamiento regionaly total sobre la base del manejo de coordenadas geodésicas, constelaciones estelaresy accidentales geográficos. El desarrollo de instituciones como los mitimaes, lamita, el desarrollo de la reciprocidad como base y fundamento de las sociedadesandinas, amazónicas y otras".

Sin embargo, lo más importante es que tuvo que llegar a la revolución informáticacon sus ciencias como la mecánica cuántica, biología molecular, cibernética, ecología,termodinámica y otras para que los pueblos europeos occidentales comiencen a com-prender, entender y dialogar con los pueblos americanos en su propia dialéctica de lacomplementación de los opuestos y la lógica del tercer incluido.

Ahora si, estamos preparados para formular la estrategia para participar en for-ma protagónica en la revuelta del mundo que se inicio alrededor de 1950 con latercera ola o revolución informática, pues es insuficiente y hasta suicida aceptar lareceta económica de inserción en los mercados que ofrecería la globalización eco-nómica y cultural. En el siguiente gráfico se muestran los periodos espacio-tem-porales, que como parte de los procesos de coevolución de la naturaleza y la cultura,coincidirían en la realización de la estrategia planteada (Ver Figura 3).

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Se parte de la posición inicial 1, donde se habría logrado una situación decoevolución cultura y naturaleza óptima, pues ambos procesos son congruentes yse caracteriza por el cantu C = N. La posición 2 representa la situaciónlograda por los pueblos latinoamericanos, donde el cantu que le caracteriza esde C<N. La posición 3 representa la situación alcanzada por los pueblos euro-peo-occidentales y se caracteriza por el cantu C>>N. Por último está la posi-ción 4 que representa la situación que se alcanzaría si el cantu característicofuera C>N, si los pueblos americanos deciden y toman las acciones necesariaspara convertirse en los protagonistas de la tercera ola de la informática que noes precisamente la globalización económica.

QUINTO SOL: PARA LA IMPLEMENTACIÓN DE LA ESTRATEGIA DEPARTICIPACIÓN PROTAGÓNICA EN LA TERCERA OLA DE COMUNICACIÓNO REVOLUCIÓN DEL CONOCIMIENTO

Cuando el cambio cultural concebido como vector multifacético, adquiereun sentido, dirección, magnitud y calidad que opera en realidades concre-to / conceptuales de cuatro dimensiones del espacio-tiempo, con la convi-vencia de la diversidad biológica y cultural, la velocidad del cambio disturbaa los más avesados conocedores de nuestro universo y estudiosos de nues-tra realidad.

Frente a esta situación de realidades cambiantes y caleidoscópicas, que hacereferencia a las estructuras cambiantes del calidoscopio de nuestra niñez, laimplementación de la estrategia propuesta requiere un tratamiento sistémicodel desarrollo; del territorio y de su sustentabilidad; de la naturaleza y susostenibilidad; de la coevolución de la naturaleza y la cultura. Por otro ladoestán las racionalidades económicas, ambientales, ecológicas y otras, así comola incertidumbre y los valores del cambio cultural.

Desarrollo, Territorio y SustentabilidadEl ordenamiento territorial requiere la consideración conjunta de todos los

conceptos, hasta ahora tratados en forma separada, uno de otro como sondesarrollo, territorio y sustentabilidad.

En este tema, es importante tener en cuenta los trabajos de Sergio Boisier(1997) y Roberto Guimaraes (1999). Este último autor, luego de recordarque la preocupación por construir indicadores cuantitativos data de hace más de150 años, plantea concebir el desarrollo a partir de la sustentabilidad social, cultu-ral, política y ambiental para luego proponer a un conjunto de 17 dimensionesterritoriales de sustentabilidad sobre la base de 5 formas de capital como son loscapitales social, humano, institucional y natural (Ver Cuadro 3).

El mismo autor, sostiene que las dimensiones identificadas cubren de formadirecta e indirecta, cinco formas de capital que son: capital natural, capital

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construido, capital humano, capital social y capital institucional. A su vez,cada uno de éstos capitales tiene indicadores y sus respectivas estadísticas.

RacionalidadesEl desarrollo histórico boliviano, ha sido estudiado desde las más variadas y

controvertidas formas y se han diseñado proposiciones de soluciones, las másde las veces dentro de rígidas ortodoxias imitativas, fruto de una contempla-ción y reflexión de nuestra realidad. La moda social y el efecto demostrativode políticas, programas y proyectos surgidos de los centros de decisión duran-te los últimos cincuenta años, tienen su cuota de influencia e imposición ennuestro país como es el caso de la Reforma Agraria, Desarrollo Rural, Partici-pación Popular, Áreas Protegidas y Zonas de Amortiguamiento y otros. En laactualidad esta en boga la concepción del Desarrollo Sostenible, DesarrolloSustentable, Desarrollo con Identidad y Programas de Forestería, SeguridadAlimentaria, Microcrédito, Microempresas y Desarrollo Rural Sostenible.

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Frente a esta continúa situación de enajenación intelectual y negación de lonuestro, como era de esperar en un país heterodoxo y diverso, en la década de1980 surgieron grupos de hombres y mujeres que partiendo del ser profundode los pueblos nativos decidieron acompañarlos en sus propios procesos dedinamización cultural, gestión comunitaria y economía étnica.

Así en esa época de creatividad y toma de posición y riesgo se presentaba lapropuesta de: "que todo pueblo que hubiese logrado construir una civiliza-ción tiene su propio proceso de desarrollo histórico; de modo que en el espa-cio político-administrativo boliviano están presentes y se realizan varios procesosde desarrollo histórico como es el proceso de desarrollo propio endógeno,como el desarrollo andino y el amazónico y el desarrollo impuesto o exógenocomo es el desarrollo occidental. De otra parte, está un tercer proceso inclui-do del desarrollo boliviano que es la concreción inmediata del choque de losdos primeros y, que se expresa en las prácticas sociales de los pueblos america-nos que constituyen su quehacer diario y que conocemos como lo cotidiano(Romero H., 1980).

El paso siguiente fue el desarrollo del concepto de racionalidad histórica,considerando que la racionalidad es la lógica interna o razón de ser de unsistema en general y la racionalidad histórica de un sistema social está en lapraxis de su población humana que interrelaciona y transforma mutuamentecon su espacio físico-natural (naturaleza), al desarrollar ciertas estrategias so-ciales que se convierten en relaciones sociales y normas de comportamiento,las que a su vez dan lugar a las estructuras sociales (Romero, H., 1980).

Así se concluía que la racionalidad europeo-occidental enraizada en la filo-sofía judío-cristiana y realizada en la economía capitalista, es cualitativamentediferente de la racionalidad americana, andina o amazónica enraizada en lacosmovisión y cosmogonía americana que se realiza en una economía cualita-tiva o economía ecológica, que son tratados como economía campesina y eco-nomía étnica.

Por otra parte, para Enrique Leff (1999). "La noción de distribución ecológicarepresenta un término conciliador entre la economía ecológica y la ecología políti-ca, entre una realidad económica y una racionalidad ambiental".

Esto le lleva a establecer que "la categoría de racionalidad ambiental internalizala inconmensurabilidad de los procesos que la constituyen (potencial eco tecnoló-gico, diversidad étnica, significación cultural), como un principio epistemológicoy político, rompiendo con el orden homogeneizante dominante, incluyendo losenfoques críticos de la economía ecológica" (Leff, E. 1999).

Desde otra perspectiva, Victo M. Toledo (1999) establece que "La aclamaday, de alguna manera, enigmática racionalidad ecológica del campesino y delproductor tradicional no es sólo una estrategia de subsistencia desarrollada en

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un sistema de producción no orientado a la mercancía. Es una consecuenciadirecta del proceso de apropiación de la naturaleza en una economía predomi-nantemente dirigida a la población y el uso".

Hasta aquí se han presentado las temáticas del desarrollo y racionalidad,más allá de su tratamiento convencional en singular, simple, homogéneo ycomo parte del desarrollo económico de la racionalidad económica de la mer-cancía y el valor de cambio. De otro lado, se parte del acuerdo que es indis-pensable y vigente la inclusión, o más bien la reincorporación de la naturalezay la cultura en el manejo de conceptos plurales y complejos como son losprocesos de desarrollo y las racionalidades.

El siguiente paso se refiere a los modelos complejos para realidades hetero-géneas, diversas y cambiantes, pues la incorporación de la naturaleza y culturahace imperativo que los nuevos modelos sean superiores e inclusivos de losprecios y la racionalidad económica.

MODELOS COMPLEJOS PARA REALIDADES HETEROGENEAS CONCRETASLos modelos complejos están basados en la teoría de sistemas, dejando de

lado la estructura y función para modelos simples, válidos para realidades ho-mogéneas o que mantienen constante todas las variables excepto dos o tres,como es el caso de la microeconomía, la geometría analítica o la sociología quemantiene constante el espacio e incluso el tiempo en los modelos sincrónicos.

De acuerdo a la información disponible, es posible que el modelo de "Ener-gía, Masa, Espacio y Tiempo en la vida de la comunidad de Chorojo" (Rome-ro H., 1997), sea uno de los primeros en los últimos diez años. El modelo fuebautizado en honor al Ekeko o Tunupa, hermano mellizo de Tarapaca a pro-pósito de la experiencia comunitaria de la Feria de Alasita que se celebra cada24 de enero en la ciudad de La Paz y hoy en día en todo el país e incluso en lospaíses vecinos. Esta experiencia humana del tiempo de las miniaturas o repro-ducciones fidedignas de las cosas materiales que ofrece el mercado, están dis-ponibles a todos a precios reducidos para que cada cual cambie por los billetesde Alasita que se compran con el dinero oficial. En esta fiesta de las repro-ducciones a pequeña escala de las cosas, cada asistente / creyente planifica para el año yhace realidad sus deseos de inmediato, con la fe de que las miniaturas se transformaránen cosas reales con trabajo diario, la dedicación y la voluntad de que se hagan realidad susplanes (Ver figura 4).

Por su parte, Víctor M. Toledo (1990), presentaba uno de los resultados de su largainvestigación sobre la producción campesina que parecía seguir principios ecológicos, alpunto que Altieri (1988) había puesto su atención en la agricultura tradicional comobase para el diseño de sistemas agrícolas alternativas de base ecológica.

Sin embargo, Toledo va más lejos, pues propone dos tesis complementa-rias: la primera establece que "en contraste con los sistemas más modernos

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de producción rural, las culturas tradicionales tienden a implementar y ges-tionar sistemas ecológicos como un nuevo paradigma científico" y la segundaestablece que "existe una cierta racionalidad ecológica de la producción tradicio-nal que no ha sido todavía cuidadosamente analizada" (Toledo, 1999). Es así,

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que a partir de la evidencia empírica que la producción campesina es unacombinación de valores de uso y de cambio, sugiere que esta producción es laresultante de procesos naturales y de las fuerzas de mercado que presionansobre el campesino como producto y consumidor. En consecuencia, la pro-ducción rural puede ser tratada como flujos de materias, energía, trabajo,mercancías e información.

El próximo paso realizado por Toledo (1999) fue desarrollar una propuestapara estudiar lo rural desde una perspectiva interdisciplinaria a partir de lasnuevas 18 "disciplinas híbridas" como la economía ecológica, agroecología,etnoecología y otros; para luego presentar una reconceptualización de lo rurala partir del eje teórico y metodológico del metabolismo entre la sociedad y lanaturaleza.

Queda pendiente el tratamiento de la complejidad económica y coexisten-cia de diferentes economías como son la economía rural de subsistencia, eco-nomía urbana de subsistencia, la economía doméstica comunitaria y laeconomía de mercado. Para contribuir al tratamiento, Shulte, M., (1999)acudió a la teoría de sistemas autopoieticos desarrollados por Maturana (1980)para su aplicación a la biología y Luhmann (1994) a la economía de la socie-dad.

Para el caso de los Pueblos Amazónicos se planteó la hipótesis que éstoshabrían desarrollado un modelo que "En forma esquemática se puede repre-sentar así al himno (canto) amazónico como un proceso de equilibrio sistemá-tico o de como estaría regado por principios cibernéticos de autorregulación ycontrol" (Romero, H., 1999).

Esta proeza habría requerido de tres momentos: "El primero consiste enrealizar un esquema que reproduce las interrelaciones entre los elementos parala producción (campos derivados), los elementos para la reproducción (zonasde viviendas y ceremonias), los elementos que interrelacionan los dos prime-ros (terraplenes) y los elementos que conducen al agua y facilitan la comuni-cación y transporte (canales y ríos); El segundo momento es el diseño en laconstrucción de un esquema con dos elementos (tierra y agua) que sé interre-lacionan mutuamente de modo que ambos están relacionados con el consu-mo; y el tercer momento es el diseño de un sistema de estado de equilibriodonde el aumento y flujo del agua entra y sale sin poner en riesgo los otroselementos de producción y reproducción del sistema" (Romero, H., 1999).

Finalmente se sugiere que "En los tres esquemas (momentos) se evidenciaque la clave para mantener el estado de equilibrio es la inserción del procesode planificación en el sistema de gestión eco-social que combina las gestionesambiental, territorial, administrativa y económica" (Romero, H., 1999) (VerFigura 5).

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La nueva "disciplina híbrida" de la ecología nació con una definición desa-fiadora y promotora, para luego retroceder a otra más cómoda y conciliadora.Así Nogard (1981, 1984) establecía que "La Agroecología, en un sentido es-tricto, puede ser considerada simplemente como la ciencia ecológica aplicadaa la agricultura. Pero si este es todo lo que es, es simplemente otro nombrepara un enfoque de ecosistemas al desarrollo agrícola. La agroecología se dis-tingue de una manera singular por su reconocimiento de la coevolución socialy ecológica, de la inseparabilidad de los sistemas sociales y ecológicos". Aúnmás, el mismo autor sostiene entusiasmado que "...Sin embargo, es el conoci-miento cultural junto con las premisas coevolutivas lo que hace de la agroeco-logía algo singular, polémico, y una contribución productiva a nuestraconcepción de la ciencia y el desarrollo" (Nogard, 1981, 1984).

Por su parte Hecht, S.B. (1997) en su artículo sobre "La evolución del pen-samiento agroecológico" responde a la pregunta, que es la agroecología, delsiguiente modo; " El término agroecología ha llegado a significar muchas co-sas. Definidas a groso modo, la agroecología a menudo incorpora ideas sobreun enfoque de la agricultura más ligado al medio ambiente y más sensiblesocialmente,... en un sentido más restringido, la agroecología se refiere al estu-dio de fenómenos netamente ecológicos dentro del campo de cultivo, talescomo relaciones depredador / presa, o competencia cultivo / maleza". Estaautora reduce y extirpa la agroecología de su característica central que es coevo-lución social y ecología.

Así Richard B. Nogard y Thomas O. Sikor (1997), mantiene que "Se plan-tea el desarrollo como un proceso de coevolución entre el sistema social y elsistema ambiental. Aún más, se plantea el sistema social como si estuviera

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hecho de sistemas de conocimiento, valores tecnológicos y organizacionales.Cada uno de éstos sistemas se relaciona con cada uno de los otros y cada unoejerce una presión selectiva en la evolución de los otros. Mediante la presiónselectiva sobre cada uno, todos coevolucionan en conjunto".

Sin embargo, cuando se trata sobre el diseño de agroecosistemas sustenta-bles, Altieri, M., (1997) acude a la identificación mínima de la agroecología,para proponer que "Una estrategia clave en la agricultura sustentable es la derestaurar la diversidad del paisaje agrícola". Es así que cuando se trata de los"Objetivos y procesos en el diseño de un agroecosistema modelo" (Ver Figura 6),éste se reduce a objetivos, procesos y métodos para un manejo agrícola de baseecológica con total ausencia del sistema social del cual forma parte.

Esta debilidad, que había sido identificada en "Agroecología: Bases científi-cas de la Agricultura Alternativa" (Alitieri, M., 1983), persiste hasta hoy comose advierte en una última obra como "Agroecología: Bases Científicas parauna Agricultura Sustentable" (Altieri, M., 1997).

Esta debilidad operativa de la propuesta de Altieri (1987 y 1997), es supera-da por Victor M. Toledo (1990 y 1999) a partir de los resultados de su largainvestigación sobre la ecología y el modo de producción campesino. Esteautor establece que en la década de 1980, varios autores habían puesto énfasisen la importancia de las culturas tradicionales, para el diseño de sistemas agrí-colas alternativos ecológicamente relevantes, como es el caso de Posey y Eddins(1984) Brush (1986), Marten (1986), Toledo (1986), Altieri (1988) y otros.

Todo esto, lleva a concluir a Toledo (1999) que "La sociedad humana fueconstruida sobre las bases de la naturaleza como una ‘segunda naturaleza’ arti-ficial, humanizada y puede ser considerada como una isla en las aguas de unmar natural" (Ver Figura 7).

Respecto a las interrelaciones entre la ecología, la producción campesina yel proceso de modernización, Toledo (1999) indica que es preciso advertir que"En primer lugar, el simple hecho de reconocer una racionalidad ecológica enla producción campesina reta a los paradigmas centrales de la modernizaciónrural porque reevalúa el significado y potencialidad de las culturas campesi-nas, normalmente consideradas como un sector arcaico y tradicional".

Para responder y entender la calidad de este reto es que el autor, partiendode las dos asunciones establecidas al comienzo, estableció el doble intercam-bio económico y ecológico de una unidad rural de producción, entre la natu-raleza y la sociedad. En segundo lugar, propone que los campesinos handesarrollado un sistema integrado de conocimiento de la naturaleza que inclu-ye cuatro escalas: geográfica, fisiográfica, vegetacional y biológica y tres tiposde conocimiento: estructural, dinámico y relacional en términos de racionali-dad y utilidad (Ver tabla 1).

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Por otro lado, respecto a como este cuerpo cognitivo estaría conectado eintegrado a la lógica de la producción de los sistemas campesino y su estrategiade multiuso, Toledo (1990) presenta un esquema hipotético que integra losdiferentes tipos de conocimiento campesino de la naturaleza en relación conla producción.

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Entre las nuevas "disciplinas híbridas" esta la sociología ambiental que estu-dia la interacción entre la sociedad y el ambiente, diferenciándose de la ecolo-gía humana que simplemente buscaba y establecía las analogías a partir de laspropuestas de la ecología (Dunlap, 1997).

Es a partir de este avance interdisciplinario y como continuación de su pro-pias investigaciones que Victor M. Toledo (1999) nos propone "estudiar lorural desde una perspectiva interdisciplinaria". Partiendo la propuesta de (Sch-midt, 1976) de que las sociedades humanas producen y reproducen sus condi-ciones materiales de existencia a partir de su metabolismo con la naturaleza,como una condición pre-social, natural y eterna. Toledo (1999) considera quecontemporáneamente es el sector rural o primario el que tiene preponderante-mente intercambios con la naturaleza, pues "A través de la producción prima-ria o rural, las sociedades extraen materiales y energías de la naturaleza quesirven como materias primas que luego serán transformadas a través de laproducción manufacturera / industrial para su posterior consumo. Esto noslleva a visualizar a la sociedad en su relación material con la naturaleza, comoun organismo cuya periferie estaría constituida por una ‘membrana rural’ cuyas"células’ estarían encargadas de extraer directamente elementos de la porciónexterna a dicho organismo y de una porción interna cuyo rol fundamentalconsiste en transformar los bienes que la porción rural proporciona"

Esto significa que más que realidades concretas primarias, se esta tratandode una parte del fenómeno de apropiación de la naturaleza que requiere de unestudio inter y multidisciplinario con modelos complejos.

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Es así que, por ejemplo que Victor M.Toledo (1999) nos muestra cuáles ycómo estarían interrelacionadas por lo menos las siete dimensiones en el estu-dio integral del fenómeno de apropiación de la naturaleza.

Entre los instrumentos de punta, que avanzan aceleradamente, esta la teoríade sistemas que Bertalanffy (1968) concibió, como un sistema-entorno conun conjunto de elementos interrelacionados entre sí, con entradas y salidas ycon la función de reducir la complejidad del entorno y lograr un equilibrio através de la homeostasis.

Esta concepción mecánica de la homeostasis es complementada por la orga-nización autopoiética de los seres vivos de Humberto Maturana y FranciscoVarela (1984). Estos cientistas chilenos establecieron "que los sistemas, a par-tir de su interdependencia con el entorno, tienen la capacidad de desarrollar-se, modificarse, diferenciarse y, finalmente, autoreproducirse, así se acuño eltérmino de ‘sistema autopoiético’. Así se superó el paradigma sistema-entor-no y las categorías de entrada y salida. Los sistemas autopoiéticos son a la vezabiertos y cerrados: son abiertos en cuanto a la distinción entre sistema yentorno es constitutivo para ellos y son funcionalmente cerrados en cuanto asu propia autopoiesis" (Schulte, M., 1999).

De otra parte, Niklas Luhmann aplican la teoría de sistema a la economíade mercado de la sociedad occidental para, entre otras cosas, sugerir el proble-ma del uso del dinero y su entorno social y ambiental. Para Schulte, M.(1999), "Luhmann considera a la economía como un subsistema de la socie-dad; es un sistema autopoiético que produce y reproduce los elementosque lo conforman. El acto constitutivo de este sistema es el pago que se

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realiza mediante el dinero, el medio de comunicación de la economía, que posibi-lita la diferenciación de un sistema de economía de mercado de la sociedad".

La contribución de Michael Schulte (1999) es la aplicación de los sistemasautopoiéticos y el subsistema económico de la sociedad a la realidad concretade los espacios socioeconómicos y socioecológicos de los Kallawayas en el Nortedel Departamento de La Paz.

A partir de los estudios realizados por él y su equipo de jóvenes investigado-res, tesis conjuntas con AGRUGO, Cochabamba, Schulte propone un mode-lo sistémico para tratar la coexistencia de diferentes economías como laeconomía de mercado, la economía de subsistencia rural, urbana y la econo-mía doméstica- comunitaria, así como la convivencia de la sociedad nacional,las comunidades campesinas y las comunidades indígenas en la "región ka-llawaya"

La teoría de sistemas estuvo dominada por la concepción estructuralista dela antropología de Levy Strauss (1960), y luego por el sistema entorno deBertalanffy (1970) concebido con entradas y salidas con la función de redu-cir las complejidades y lograr un equilibrio a través de la homeostasis. En losúltimos diez años Maturana (19 ) a partir de sus estudios en biología concluyó

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que todas las cosas podrían concebirse como sistema autopoiéticos, pues eransistemas interdependientes con el entorno, tenían la capacidad de desarrollar-se, modificarse, diferenciarse y autoreproducirse.

MIRANDO ATRÁS HACIA EL FUTUROQue el futuro está detrás nuestro, pues los ojos aymaras mirarán hacia de-

lante para ver el pasado es ya un lugar común en la etnología. Pero sucedeque esta posición epistemológica no es rescatada y procesada por nosotros yseguimos actuando como si el futuro estaría delante de nuestros ojos y asíaplicar la prospectiva a las experiencias locales de cada día.

Como se planteó hace varios años "lo que necesitamos es construir nuevosparadigmas y epistemes a partir de la praxis de los pueblos en su diaria y cons-tante lucha por lograr una sociedad donde se complementen los contrarios, enlugar de producir el conflicto. Esto querría decir que debemos aprender ysobro todo comprender la estrategia de poder de los pueblos andinos y amazó-nicos: Caminar sobre los pies, de modo que cada uno esta apoyado sobre eldesarrollo propio y desarrollo impuesto, dando prioridad al desarrollo propio;y con la cabeza llena de las estructuras simbólicas andinas y amazónicas. Estecaminar da lugar a la construcción de un tercer camino incluido que tiene unatrayectoria propia y diferente a las otras dos y de acuerdo a la situación espa-cio-temporal de la respectiva microregión" (Romero, H., 1987).

El propósito central de este ensayo científico fue desarrollar la estrategiapara participar en forma protagónica en el Quinto Sol o Revolución de laInformática en lugar de seguir el canto de las sirenas de inserción en el merca-do internacional aprovechando las oportunidades que ofrecería la globaliza-ción económica.

Se establece que nosotros tenemos un conjunto de potencialidades que nodeben ser reducidas a formar de capital, pues éstas potencialidades son parteconstitutiva de la comunidad de países que hoy son subsumidas por el capitalfinanciero que aceleradamente pretende apoderarse de la emergente revolu-ción informática.

Es así que se presenta una estrategia para participar en forma protagónica enla revolución informática o quinto sol en la sucesión de pachakutis en la cos-mogonía de los hombres, mujeres, jóvenes y niños que son tratados y estudia-dos como campesinos, indígenas e informales.

Para la toma de decisiones necesarias para establecer esta estrategia liberado-ra, se sugiere una serie mínima de pasos a seguir: (1) partir de los conceptos decultura, naturaleza, desarrollo y evolución; (2) establecer los cantus o cantos –ecuaciones; (3) ordenar la modernización de la agricultura, la nueva ruralidad,la agroecología y el desarrollo sostenible en el respectivo paradigma de desarrolloeconómico, desarrollo sostenible y evolución; (4) establecer el desarrollo de las

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ciencias en la europa-occidental y la América indígena del Sud respecto de lasrevoluciones agrícola, industrial e informática; (5) establecimiento de la estra-tegia para participar en forma protagónica en la revolución informática o quintosol con aplicación y operación de los cantus o cantos – ecuaciones.

A su vez, también se sugieren los pasos y operaciones para implementar laestrategia liberadora para participar en la revolución informática. En primerlugar, tratamiento sistémico, de forma inter y multidisciplinaria, de conceptosy teorías referentes a la conjugación de desarrollo, territorio y sustentabilidad,la coevolución de la naturaleza y la cultura, las racionalidades económicas,ambientales, ecológicas, históricas, así como la incertidumbre y los valores delcambio cultural y otros. En segundo lugar, esta la formulación, diseño y utili-dad de modelos complejos para realidades heterogéneas concretas. Aquí seproponen los modelos del Ekeko o Tunupa, del gobierno –planeamiento or-gánico, el agroecosistema modelo, la racionalidad ecológica de la produccióncampesina, lo rural desde la sociología ambiental y los sistemas autopoiéticosaplicados a las economías de mercado, campesina y comunitaria.

Si por ejemplo, se tiene una situación de un cantu en la posición 3, donde laevolución de la cultura es mayor que la evolución de la naturaleza (C>N), enun primer momento se selecciona el modelo complejo inicial, de acuerdo alresultado del análisis situacional más conocido como de potencialidades ydebilidades internas y oportunidades y amenazas del entorno. En el segundomomento se procede a la aplicación de la metodología de formulación de laestrategia liberadora y luego se sigue con la aplicación de la metodología deimplementación de la estrategia elegida. En ambos momentos se acude a losmodelos, teorías y conceptos presentados en los acápites correspondientes.

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ESTRATEGIAS EN DESARROLLO AGROPECUARIO SUSTENTABLE:

PATRIMONIO ECOLÓGICO YARTICULACIÓN CON EL

REGIONALISMO AUTÓNOMO

Eduardo Gudynas•

• Biólogo, M.Sc. en Ecología Social, Investigador del Centro Latino Americano de Ecología Social(CLAES), Casilla Correo 13125, Montevideo 11700, Uruguay ([email protected]) y profesorinvitado de CIDES/UMSA. El presente artículo es parte del programa sobre democratización yambiente en la integración regional, apoyado por la Fundación C.S. Mott.

La necesidad de incorporar criteriosde sustentabilidad social y ambientalen las estrategias de desarrollo en elsector agropecuario ha cobrado no-toriedad en Latinoamérica. Si bienesos esfuerzos han sido resistidos des-de las visiones tradicionales del desa-rrollo, y en especial de las vertientesagropecuarias que sustentan los pro-gramas de la "revolución verde", enlos últimos años han tenido lugar pro-gresos notables. En efecto, la impor-tancia de los aspectos ambientales ysociales son aceptados por ampliossectores ciudadanos, empresariales,académicos y gubernamentales, don-de las preguntas se refieren más y másal "cómo".

En este nuevo contexto permane-cen algunas tensiones y resistenciasque merecen ser analizadas. Se obser-

van dificultades en articular propues-tas específicas en estrategias más am-plias de desarrollo (por ejemplo, lasexperiencias de agroecología en pro-gramas más amplios), y en generaracciones ambientales y sociales sustan-tivas desde las políticas de desarrolloagropecuarias. Además de estas difi-cultades, todavía se viven dificultadesen analizar los impactos de la inte-gración regional, y en especial la si-tuación del Mercosur (MercadoComún del Sur).

Países como Bolivia son especial-mente sensibles a esta situación. Ellose debe a que el sector agropecuariosigue siendo muy importante econó-micamente, con enormes implicanciasespecialmente frente al caso de los im-pactos ambientales y la pobreza ru-ral. Pero además conviven estrategias

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múltiples: unas basadas en prácticascampesinas tradicionales, otras apoya-das en la revolución verde, mientras queparalelamente han proliferado los en-sayos en agroecología. Esto se da a suvez en un contexto regional, dondeBolivia ha ingresado como miembroasociado al Mercosur, pero a la vez po-see la potencialidad de desempeñar unpapel de bisagra con la Comunidad An-dina.

Estos y otros factores revelan unasituación que si bien es muy comple-ja, es urgente su análisis para realizarpropuestas de cambio. Algunos deesos factores son analizados en el pre-sente artículo a partir de dos ejes: elprimero se refiere a la construcciónde una estrategia en desarrollo soste-nible en el sector agropecuario, con-siderando las implicancias de lasperspectivas de "sustentabilidad dé-bil" y "sustentabilidad fuerte", y losconceptos de "Capital" y "Patrimo-nio Natural"; el segundo apunta aexaminar las consecuencias de man-tener el Patrimonio Natural en tantorequiere de una estrategia regionalbasada en bioregiones, y por lo tantoreformas importantes en el proceso deintegración en el Mercosur. En esesegundo terreno se avanza en parti-cular en el nuevo concepto de "regio-nalismo autónomo" como una

condición para la construcción de unaestrategia de sustentabilidad en lospaíses del Cono Sur, brindándose al-gunos resultados preliminares delmodelo "Sur Sustentable 2025" 1 . Elanálisis enfatiza los sectores agrícolay ganadero (englobados bajo el tér-mino de agropecuaria), y en especiallas articulaciones entre medidas deconservación de la biodiversidad yestrategias de desarrollo.

LA PARADOJA DE LAAGROPECUARIA Y LA CRISISSOCIOAMBIENTAL

Como primer paso en el análisis esindispensable realizar un breve repa-so de la situación socioambiental enlos países del Cono Sur. En ese senti-do es muy apropiado tener presentela llamada "paradoja de la agropecua-ria" que Gerardo Escudero define porla exaltación verbal de su importan-cia pero olvidándola en los hechos(1998). Es un hecho común que serepitan las declaraciones sobre la re-levancia del sector, pero en las accio-nes concretas tanto los organismosinternacionales como los gobiernos leotorgan menos importancia. Escude-ro advierte que cumbres regionales,como la de las Américas, o los orga-nigramas del BID o el Banco Mun-dial, ya no la mencionan. Agrega que

1 El modelo "Sur Sustentable 2025" es un ejercicio de elaboración de una estrategia de desarrollosustentable para las regiones subtropicales, templadas y frías del Cono Sur (parte de Bolivia, sur deBrasil, Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay). El modelo es una iniciativa de CLAES con apoyode la Fundación C.S. Mott, y es un trabajo de elaboración permanente, que analiza acciones conla meta de lograr la erradicación de la pobreza, elevar la calidad de vida yasegurar la conservaciónde los recursos naturales, con objetivos precisos a alcanzar en el año 2025. Más informacionesestán disponibles en www.ambiental.net/sustentable2025

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en los países del continente los "mis-mos ministros de agricultura se venobstaculizados de actuar con mayo-res recursos y efectividad en las accionespropias de sus funciones y también ensu posibilidad de influir constructi-vamente en aquellas decisiones que segeneran en otros ámbitos de la polí-tica, pero que influyen decisivamen-te en el comportamiento de laagricultura". En el Cono Sur durante1999 tuvieron lugar muy fuertes pro-testas de asociaciones de productoresrurales en Argentina (llegando a unparo agropecuario), Brasil (con ma-nifestaciones masivas en Brasilia) y en

Uruguay (con fuertesprotestas en Montevi-deo). Esta situación sedebe a múltiples facto-res, la pérdida de su pesoeconómico, y la reduc-ción de su importanciapolítica, sin que el fuer-te proceso de desregula-ción y retracción delEstado pudieran rever-tirlo.

Paralelamente han te-nido lugar importantescambios en los patronesde producción, donde seha acentuado la reduc-ción de los cultivos parala alimentación local ynacional, mientras cre-

2 Al comparar los datos con los que se elaboraron los cuadros, provenientes de CEPAL o PNUMA,con indicadores proporcionados por instituciones nacionales en cada país, son evidentes variasdisparidades. Se mantienen la información de las instituciones regionales especialmente para per-mitir una comparación entre países.

cen los rubros agroexportadores; pa-ralelamente esto afectó negativamen-te al sector de campesinos y pequeñosproductores, asociándose la irrupciónde sistemas empresariales y los llama-dos "agrobusines". Si bien la partici-pación del sector en el producto brutoes baja en varios países, sigue siendoimportante en otros (especialmenteBolivia y Paraguay), y en casi todosellos permanecen como elementossustanciales en las exportaciones (cua-dros I, II y III 2 ). A pesar de esto, elPBI agropecuario ha tenido un fuer-te crecimiento durante buena partede la década de 1990 en Brasil, y en

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menor medida en Chile y Uruguay,mientras que se observó un estanca-miento en Bolivia y Paraguay. Los pro-ductos exportados incluyen a lostradicionales, pero se le han sumadootros con gran vigor (por ejemplo, soya,frutas, hortalizas, etc.). Esto en parte serelaciona con un crecimiento de la pro-ducción agrícola en casi todos los paí-ses, aunque ello no se repite para elsector ganadero (cuadro I).

También existe una profusión dediagnósticos sobre los problemas am-bientales que enfrenta el sector agro-pecuario (desde los tempranos aportesde Gligo, 1986, a los más recientesde Trigo 1995; Garrett, 1997; PNU-MA, 2000). En el caso particular delCono Sur, los análisis han provenidosobre todo desde los ámbitos de laecología, y sólo más recientemente sehan sumado los profesionales del sec-tor agropecuario (un resumen de lasituación en varios países de esta re-gión se encuentra en los artículos deBuschinelli, Causarano, Ruz y Vigli-zzo, recopilados por Procisur e IICAen 1994; como complemento se pue-de consultar la evaluación del estadode ecoregiones de Latinoamérica y elCaribe de Dinerstein y colab., 1995).La expansión de la frontera agrope-cuaria sigue siendo una de las princi-pales causas de pérdida de áreassilvestres; en el área del Mercosur sedestaca la rápida transformación dezonas de "cerrado" para el cultivo desoja y la ganadería, así como la ex-pansión agrícola en Bolivia. Por ejem-plo, la colonización del O riente

boliviano desencadenó una defores-tación de más de 100 mil has anualesde bosques (Quiroga y Salinas, 1996).Entretanto, la Embrapa de Brasil haadelantado en un comunicado deprensa que estiman que un 75% delcerrado se encuentra ocupado porpredios dedicados a soja, arroz, maízy porotos, y por áreas urbanizadas.Entretanto se mantienen otros pro-cesos más antiguos, y también máslentos, de avance agropecuario en elChaco (en Bolivia, Paraguay y Argen-tina), y sobre el Pantanal (en Brasil,Bolivia y Paraguay). Los indicadoressobre degradación de suelos y deser-tificación son preocupantes en variaszonas, y se mantiene la tendencia depérdida de la superficie de bosquesnaturales debido a la fuerte presiónde tala (sea para la extracción de ma-dera como para liberar predios haciausos agropecuarios) y todavía insufi-ciente reforestación (este problemaafecta especialmente al oriente de Pa-raguay, algunas zonas de Bolivia).Asimismo, existen problemas conpérdida y contaminación de recursoshídricos y mal uso de agroquímicos.Nótese además la alta proporción detierras definitivamente incorporadasa usos agropecuarios en países comoArgentina, Paraguay o Uruguay (in-cluso por encima del promedio euro-peo, del 22%; cuadro III).

En Bolivia, se registra una expan-sión de la superficie ganadera y agrí-cola, y se enfatizó la exportación deproductos agropecuarios, la que cier-tamente aumentó, con una caída o

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estancamiento de los productos deconsumo local, especialmente para lossectores más pobres, generando unamayor dependencia del país de la asis-tencia alimentaria extranjera (véasepor ejemplo la discusión de Raza,2000).

Los indicadores sobre calidad devida y pobreza son heterogéneos enla región, donde persisten altos ni-veles de pobreza especialmente enBolivia (cuadros IV y V). La depen-dencia alimentaria, calculada a par-tir de la importación de alimentos,es muy baja en Argentina, Chile,Brasil y Uruguay, pero mayor del10% en Bolivia y Paraguay. Más alláde estos indicadores, la situacióndentro de los países es diversifica-da, en tanto en los países donde losniveles de ingreso son más altosigualmente existen zonas con seriosproblemas de pobreza; por ejemplo,si bien Argentina tiene buenos in-dicadores en el contexto regional, elingreso promedio per capita paraSalta es a US$ 396/año, muy simi-lar al de Nigeria (US$ 357), lo cualdeja en evidencia los fuertes proce-sos de exclusión y marginalización.

Paralelamente, los sistemas de áreasprotegidas están avanzando en estospaíses (cuadro VI), aunque persistenlos problemas de efectividad, moni-toreo y fiscalización. A ellos se sumanlimitaciones todavía mayores para lasmedidas de calidad ambiental en elmedio rural, como por ejemplo, el usode agroquímicos en las prácticas agro-pecuarias.

TENSIONES EN LA AGROPECUARIALos principales resultados de los

diagnósticos actuales, tal como se re-sumieron arriba, requieren la búsque-da de soluciones. Buena parte de lasrespuestas tradicionales se basan enprofundizar el proceso de liberaliza-ción comercial del sector agropecua-rio, con una profundización del papelempresarial de los productores rura-les, y acentuación del uso de las tec-nologías y métodos de la revoluciónverde (uso intensivo de agroquímicos,maquinaria, semillas híbridas, etc.).Se genera así una tensión, ya que laacentuación de esas estrategias au-menta los impactos ambientales y noha asegurado remontar los problemasde la pobreza. En importantes áreasdel Cono Sur esta tendencia se auto-proclama como "agropecuaria moder-na" y se la opone a la "agropecuariacampesina". En su versión más extre-ma, se asocian las prácticas tradicio-nales campesinas al atraso, la bajaproductividad, en muchos casos a for-mas pre-capitalistas e incluso al dañoambiental. Frente a ella, la agropecua-ria moderna, propia de la revoluciónverde, permitiría mayor productivi-dad, utiliza tecnologías modernas, ygenera mayor beneficio económico.En una versión más moderada, semantiene la fe en las estrategias de larevolución verde, pero se observa conmayor respeto las formas de produccióncampesina, reconociendo que en al-gunos casos pueden aportar algunasideas, aunque éstas deberían ser ajusta-das dentro de las estrategias modernas.

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La agroecología ha cobijado unconjunto de prácticas y propuestasque permiten superar varias de las li-mitaciones de la revolución verde,tomando en cuenta los componentessociales y ambientales (e.g. Altieri,1999). Sin embargo en algunos casostambién cae en visiones dicotómicas,donde se sostiene que todo lo que nosea agroecología es por defecto "re-volución verde", siendo objeto de crí-ticas y perdiendo toda posibilidad deposiciones intermedias. La agroeco-logía ha desarrollado una gran canti-dad de experiencias a nivel predial yescala local, y particularmente en laregión andina existen muchos ejem-plos de esas prácticas que han permi-tido la recuperación de conocimientoslocales, el uso de ciertas tecnologíasapropiadas, y ofrecen ejemplos de-mostrativos de la posibilidad de alter-nativas en la producción. A pesar deestos importantes avances, todavía esnecesario articular esas prácticas conestrategias concretas de desarrollo.Este no es un paso pequeño, ya queagroecología no es sinónimo de desa-rrollo sustentable, y la confusión en-tre uno y otro ha generado más de unproblema. Aún restringiéndolo al sec-tor agropecuario, no puede olvidarseque el desarrollo sostenible apunta auna estrategia que considera las arti-culaciones y balances entre conserva-ción de la biodiversidad, calidad devida y desarrollo económico. Esa es-trategia incluirá prácticas agropecua-rias, pero también se interesa portemas como la generación de empleo

o la cobertura en salud, atiende instru-mentos de gestión, marcos institucio-nales, normas, y así sucesivamente, unamplio conjunto de elementos.

De una manera similar, la perspec-tiva agroecológica también debe darnuevos pasos frente a los desafíos dela globalización y la integración. Losavances más importantes se han dadocon la inserción de los productos or-gánicos en la redes de comercio alter-nativo, comercio justo, o en circuitostradicionales donde se los diferencia.Nuevamente aquí quedan planteadosotros temas que deben ser considera-dos, tales como los balances regiona-les entre áreas dedicadas a laconservación y otras orientadas a laproducción, los flujos comerciales, lossistemas de certificación, etc. Es im-portante atender el caso particular delMercosur, analizando las posibilidadesy límites que imponen a la sustentabili-dad agropecuaria las condiciones socia-les y económicas entre sus paísesmiembros.

El estilo de desarrollo actual, y delcual es parte la "revolución verde", sebasa en la apropiación de recursosnaturales, minimizando la importan-cia de los costos ambientales, ponien-do como objetivo primario elcrecimiento económico, de donde laconstrucción de un programa sustan-tivo en materia ambiental y social estálimitada. En esas circunstancias, lasintervenciones con fines ambientalesy sociales quedan en segundo plano,por lo general como formas de indem-nizaciones, controles administrativos

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y restricciones. Pero no se ha logradoun cambio en las propias bases con-ceptuales del desarrollo, y en la for-ma en que se concibe la Naturaleza.Debe admitirse que han existidoavances recientes que incorporan as-pectos ambientales, pero éstos quedanen segundo plano, o bien transitanpor la mercantilización de los recur-sos naturales, de donde se vuelve fun-cional al objetivo del crecimientoeconómico per se.

Se ha intentado superar estas ten-siones apelando al concepto de desa-rrollo sostenible, esperando asíarticular las demandas de la conser-vación con el desarrollo. Pero igual-mente en su seno se han reproducidotensiones que se analizan a continua-ción.

SUSTENTABILIDAD DÉBIL YSUSTENTABILIDAD FUERTE

El concepto de desarrollo sosteni-ble se ha diversificado en varias co-rrientes. Existen un conjunto depuntos que son comunes a todas es-tas corrientes, y entre los cuales sedestacan mantener los procesos pro-ductivos dentro de los límites de losecosistemas, sea por la extracción derecursos como por los impactos am-bientales, reducir los impactos a losmínimos posibles, promover medidasque eleven la calidad de vida de laspersonas, atender las generacionesfuturas, asegurando que ellas tenganlas mismas posibilidades de satisfacersus necesidades como las que dis-ponemos hoy en día. Más allá de las

coincidencias en argumentos de estetipo, enseguida aparecen diferenciasque poseen fuertes implicaciones enlas aplicaciones prácticas de progra-mas en desarrollo sustentable.

En efecto, es posible identificar dosgrandes corrientes en el desarrollosostenible. La sustentabilidad débil,se basa en la asignación de valoreseconómicos a los elementos de laNaturaleza, y consecuentementeacepta la categoría de Capital Natu-ral, admitiendo que puede ser substi-tuido por otras formas de Capital deorigen humano. En esta concepción,la meta del desarrollo sustentable esmantener constante el stock de Ca-pital total. En cambio, la sustentabi-lidad fuerte no admite la substituciónperfecta entre diferentes formas deCapital, de donde su objetivo es man-tener un stock crítico de Capital Na-tural. Además, esta opción no serestringe a la valoración económica,sino que admite otras formas de va-loración. Esta distinción ha genera-do un acalorado debate en los últimosaños (iniciado con las propuestas dePearce y Atkinson, 1993), particular-mente referido al problema de la subs-titución perfecta y a las metas de lasustentabilidad. Téngase presente quedesde la sustentabilidad débil, el ob-jetivo es mantener constante el stockde Capital total, de donde se podríallegar a una artificialización del am-biente muy extendida.

Esta expansión del concepto deCapital para englobar a la Naturalezaposee implicaciones que también

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deben ser analizadas. En primer lu-gar, refuerza la asignación de preciosa la Naturaleza, y por lo tanto restrin-ge las formas de valoración a la valua-ción económica. Esta es una forma deasignación de valores de uso y cam-bio otorgados en función de la utili-dad humana, y por lo tanto son partede una perspectiva antropocéntrica.La Naturaleza es objeto de valor enfunción del ser humano. En el casoagropecuario, los recursos se valora-rían por su utilidad para los usos hu-manos; incluso es paradojal quealgunas propuestas ambientalistas seautolimitan a esta perspectiva, al in-sistir en defender la conservación deáreas silvestres basándose exclusiva-mente en el valor económico poten-cial. Esta perspectiva antropocéntricaes precisamente la que se expresa enotros componentes del paradigmadesarrollista en América Latina, talescomo la concepción de la Naturalezacomo una "canasta de recursos" a ser

aprovechados, o el mito de laamplia capacidad de amortigua-ción de los impactos ecológicos,minimizándose las medidas decontrol ambiental.

En segundo lugar, la asigna-ción de precios a los recursosnaturales posee una serie de li-mitaciones (que ya han sido in-dicadas en; e.g. Gudynas, 1995).Es necesario apuntar que reco-nocer esos problemas no impli-ca rechazar el uso de unacontabilidad ambiental, en tan-to pueden ser muy efectivos

como indicadores. Un buen ejemploes la necesidad de incluir en las cuen-tas nacionales una valoración econó-mica para la depreciación de losrecursos naturales; por ejemplo, res-tando el costo económico de la ero-sión al producto agropecuario. Sinembargo, esos procedimientos no re-velan un "valor" esencial del suelo.

En tercer lugar, el uso del conceptode Capital para la Naturaleza, impli-ca ciertas formas de substitución yequivalencia con otros tipos de Capi-tal. Tal como se indicó arriba, la sus-tentabilidad débil presupone unasubstitución casi perfecta. El caso ex-tremo en el sector agropecuario seexpresaría por la substitución comple-ta de un área silvestre por cultivos,donde el valor económico de éstos úl-timos sea equivalente al valor otorga-do a los sitios naturales. Dadas lasactuales ambigüedades en la asigna-ción de valor económico a áreas sil-vestres, muchos sitios naturales

GILKA WARA LIBERMANN, RIO DE PAJAROS

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pueden ser fácilmente reemplazadospor cultivos. Se pueden mencionarejemplos en este sentido; en Chile sehan substituido bosques nativos porplantaciones de eucaliptos por queéstas últimas son "elementos natura-les" análogos a los árboles originalesy con un valor comercial mayor. Ob-viamente esta situación viola algunosotros preceptos del desarrollo susten-table, en especial los referidos a la con-servación de la biodiversidad. Pero elproblema es que la sustentabilidaddébil es permisiva a estas estrategias.En realidad es posible suponer unasubstitución parcial, pero sobre todouna complementariedad entre estasformas de Capital (véase por ejemplola discusión en Daly, 1994).

Esta problemática revela que siguevigente la tensión entre la conserva-ción de la Naturaleza y su apropia-ción para los procesos productivos. Essencillo establecer estrategias de accióndonde el beneficio económico (y porlo tanto la perspectiva del valor de usoy cambio) se satisfacen a la vez que seasegura la protección de un ecosiste-ma. Los problemas surgen cuandoesos dos propósitos entran en conflic-to. El problema es que las propuestasde desarrollo sostenible que se restrin-gen a una valoración económica de laNaturaleza, permiten que los objeti-vos económicos prevalezcan sobre losobjetivos de conservación. Por ejem-plo, es corriente analizar los proyec-tos agropecuarios por análisiscosto-beneficio, donde el objetivo estáen maximizar las ganancias económi-

cas y la generación de puestos de tra-bajo. Si bien es cierto que se intentancorrecciones ambientales, sea por unamitigación de los impactos o por dis-tintas formas de substitución de ca-pital, lo cierto es que esaconsideración del contexto ambien-tal es subsidiaria a las metas econó-micas, sea por las limitaciones enasignar un "precio" a la Naturaleza,como por la urgencia en alcanzar be-neficios económicos.

Debe reconocerse esto porque aquíreside uno de los principales obstá-culos para el desarrollo sostenible enla región. En efecto, las demandas porelevar los ingresos económicos se con-vierten en justificativos de usos inten-sivos de los ecosistemas, y los actualesprocedimientos de evaluación llevana esa conclusión de manera práctica-mente automática.

Las visiones actuales de la susten-tabilidad fuerte, aunque reconocen lasparticularidades del Capital Natural,en tanto apelan al concepto de Capi-tal también quedan dentro del cam-po de las valuaciones económicas.Pero en tanto la Naturaleza es un con-cepto plural, y las valuaciones sobreella también plurales, resulta injusti-ficable restringirse a una visión eco-nómica (Gudynas, 1999a). A esaperspectiva se le puede oponer unaque reconozca valores intrínsecos enel ambiente, la Naturaleza no puedeser analizada únicamente como unaforma de Capital, y es necesario ape-lar a otro concepto. Nuevamenteesto no implica rechazar el uso del

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concepto de Capital Natural, sinorestringirlo a un uso como un indica-dor más junto a otros tantos.

El punto central en esta problemá-tica es el papel otorgado a la valora-ción, donde además de la perspectivaeconómica se reconocen otras valo-raciones diferentes, como la ecológi-ca, religiosa, estética, etc. Cada unode ellos atiende a intereses, prospec-tivas y preocupaciones distintas. Noson igualables, ni reductibles a unamisma escala susceptible de cuantifi-cación. Pero debe darse un paso másy reconocer valores propios en los ele-mentos naturales, y por ello indepen-dientes de las valuaciones que realizanlos seres humanos. Esta perspectivapone el énfasis en la vida, como unvalor en sí mismo, y por lo tanto esbiocéntrica.

Para contemplar esa valoraciónampliada, se debe apelar al conceptode Patrimonio. Recordemos que éstetérmino hace referencia tanto a losbienes que se heredan, como a los le-gados que se dejan a los hijos. Asi-mismo, el concepto alude a bienes queantes estaban recubiertos de valoresespirituales y hoy son capitalizados.Todas esas características se aplican ala Naturaleza, y permiten mantenertanto las exigencias con el legado eco-lógico de nuestros países como losdesafíos de la preservación hacia lasgeneraciones futuras. El concepto dePatrimonio permite respetar la diver-sidad propia de la Naturaleza. Asimis-mo posibilita ir más allá de lasvaluaciones económicas y rescatar la

pluralidad de valores y concepcionessobre el ambiente.

Desde esta perspectiva, una estra-tegia en desarrollo sostenible tieneentre sus objetivos básicos preservarese Patrimonio Natural. Esta mismameta, en términos ecológicos, es pre-servar la biodiversidad. Por lo tantoemerge una tensión en el sector agro-pecuario que debe ser analizada: laconversión de áreas naturales haciausos agropecuarios implica impactossobre la biodiversidad; en el caso dela perspectiva de la revolución verde,en muchos casos son muy profundos,mientras que bajo las opcionesagroecológicas son usualmente meno-res. Pero igualmente existe una mo-dificación e intervención sobre losecosistemas.

RECONVERSIÓN ECOLÓGICA DE LAAGROPECUARIA

La sustentabilidad no implica anu-lar los usos humanos, sino aprovecharlos recursos naturales responsable-mente para atender las necesidades delser humano. La evidencia actual dejaen claro que el modelo tradicional dela revolución verde, aún bajo unaopción de reforma ambiental, es in-suficiente para lograr esos objetivos.Por lo tanto son necesarios otros cam-bios que aquí se engloban bajo el con-cepto de reconversión ecológica delsector agropecuario. Este incluye unconjunto de acciones, entre las quese cuentan modificaciones en las prác-ticas productivas, con especial énfa-sis en la agroecología (aunque no

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limitada a ella), nuevas tecnologíasque reducen la presión sobre recursosnaturales permitiendo un uso máseficiente, apelar a insumos alternati-vos, aprovechar prácticas de precisión,promover el valor agregado ambien-tal, esquemas de ordenamiento terri-torial y gestión integrada de cuencas,nuevos sistemas de trazabilidad y cer-tificación, y formas alternativas decomercialización (por ejemplo, Kai-mowitz, 1996). Este tipo de medidas,que no se discuten aquí por motivosde espacio, implican que los usos pro-ductivos deben adaptarse a las apti-tudes productivas de diferentesecosistemas, de manera de lograr losmejores balances entre la reducciónde los impactos ambientales y los ren-dimientos. Esto apunta a lograr losmás ajustados usos agropecuarios encada región ecológica, independien-temente de las fronteras políticas, ycompartir los beneficios que ellas pro-ducen, también independientemen-te de las fronteras políticas. Esto hacenecesario considerar la perspectivabioregional.

Pero aún bajo el extremo de lasprácticas más rigurosas, como puedeser la agricultura biodinámica, igual-mente existe un impacto sobre elambiente y una modificación de laNaturaleza. Esta tensión es parte esen-cial de la apropiación de recursos na-turales que realiza el ser humano, yno puede ser obviada. Por lo tanto,incluso en un escenario de procedi-mientos inspirados en la agroecolo-gía, será necesario mantener un

sistema de áreas protegidas donde losobjetivos primarios son la conserva-ción de la biodiversidad. En este casotambién debe apelarse a una perspec-tiva bioregional, para establecer lasáreas bajo regulación y también paracompartir los beneficios y cargas deese esfuerzo.

La aplicación de un criterio de sus-tentabilidad fuerte, y consecuente-mente la meta de preservación delPatrimonio Ecológico, ha sido criti-cado en varios frentes. La mayor par-te de esos cuestionamientos pasan porponer en primer plano el aprovecha-miento de la Naturaleza apegándoseal paradigma desarrollista; en tantoesa postura ya ha sido discutida endiversos artículos, aquí no se la repi-te. Pero también es necesario advertirque desde una perspectiva alternativaigualmente se han elevado condicio-nalidades. En ese sentido debe men-cionarse la reciente evaluación sobrela sustentabilidad en Bolivia realiza-da por Raza (2000). Este autor sos-tiene que "una estrategia que tengapor objetivo un aprovechamiento sos-tenible de estos recursos en el presen-te contexto de la economía política,no puede en principio partir de unaconcepción ilimitada de protección dela naturaleza, como la recomendadapor los representantes de una strong

sustaintability", y agrega que se debe-ría apuntar a una utilización que "dejeintacta la capacidad de regeneraciónde los recursos renovables" y por unaprovechamiento controlado de losrecursos agotables. El problema en el

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caso de la agropecuaria es que, aún ase-gurando la capacidad de regeneraciónde los recursos renovables que se utili-zan en la producción, éstos igualmenteson una pequeña fracción de los com-ponentes ecosistémicos. Asegurar suprotección no asegura la permanenciade otros elementos de la biodiversidad,y por lo tanto son necesarias medidasespecíficas en ese sentido. La opción deRaza podría aplicarse a sistemas comola cosecha sustentable en bosques na-turales acompañada por estrategiascomplementarias del tipo del "extracti-vismo" de los siringueros de Brasil. Peroaún generando estrategias de menor im-pacto a las actuales (como podría seruna ganadería orgánica en las praderasy sabanas de Argentina y Uruguay),igualmente existirán impactos en la bio-diversidad, por lo que serán necesariasarticulaciones con áreas protegidas.Debe también advertirse que la sustenta-bilidad fuerte no plantea una protecciónilimitada, y que en el sentido aquí usa-do, apela a asegurar la permanencia delPatrimonio Natural articulándolo conuna amplia gama de usos productivos.Esto obviamente requerirá cambios enlas condiciones económicas y políticasdel desarrollo, tanto a nivel nacional einternacional. Las secciones que siguenilustran algunos componentes en eseesfuerzo.

BIOREGIONES YCOMPLEMENTARIDAD ECOLOGICA

Varios de los puntos consideradosmás arriba apuntan a la necesidad deincorporar una dimensión regional en

un programa de desarrollo agropecua-rio sustentable. Se deben atender lasestrategias productivas en las aptitu-des de los ecosistemas, más allá de loslímites políticos. Cada tipo de regiónecológica, por las particulares condi-ciones climáticas, edáficas y bióticasque presenta, permite diferentes usosproductivos. Esos usos deben, en con-sonancia con las metas de sustentabi-lidad, asegurar los menores impactosambientales frente a los recursos quese extraen. Por ejemplo, no tiene sen-tido el cultivo de frutas tropicales enlas praderas abiertas de Argentina oUruguay, en tanto allí requerirían al-tos insumos químicos, invernaderos,etc. Como tampoco es buena ideadeforestar la selva tropical para la críade ganados extensivos. Pero ademásdebe asegurarse la preservación delPatrimonio Natural.

El concepto de bioregión tiene al-gunos antecedentes en América Lati-na. Por ejemplo, Gligo (1992) se hareferido a la coherencia ecológica. Ensus expresiones más recientes, se re-conocen las bioregiones por contenerun conjunto de ecosistemas que serepiten en un área, vinculados entresí tanto por sus atributos ecológicos,como por los usos humanos. Las bio-regiones pueden ser definidas en va-rias escalas, aunque por lo generalcorresponden a grandes cuencas ograndes regiones ecológicas o biomas.En el caso de este artículo se defiendela aplicación del concepto de biore-giones para los biomas, tales como elChaco, la Puna, Pampa o Patagonía.

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Es importante advertir que existe unacreciente experiencia sobre el manejode bioregiones, de manera de com-patibilizar los fines ecológicos con losdel desarrollo (véase por ejemplo, larevisión de casos en Johnson y colab.,1999, o su uso para una "Europa Sus-tentable" en Sachs y colab., 1998).

La información disponible indicaque las tierras disponibles en el con-tinente permitirían alimentar a todasu población. Por ejemplo, las pro-yecciones de Gómez y Gallopín(1995), donde se analizan las tierraspotencialmente cultivables en la re-gión, con datos referidos a la décadasde 1970 y 1980. Considerando todoel continente y asumiendo que todaslas tierras potencialmente cultivablesse dedicarán a producir alimentos,aún en un escenario de bajo nivel enel uso de insumos, se obtendría unaproducción que permitiría alimentarhasta tres veces la población calcula-da en ese momento para el año 2000(estimada en 530 millones). Consi-derando los seis países del Cono Sur,ese estudio encontró que las mayoresexpansiones en los cultivos podríanocurrir en Uruguay y Paraguay, conmás del 50% del área total; en térmi-nos absolutos la mayor superficie po-dría lograrse en Brasil (cuadro VII).Pero un examen de estas propuestasmuestra que se basan en una fuerteexpansión del área agrícola, lo que porsí arrojará mayores impactos ambien-tales, aún en el caso de procedimien-tos de bajos insumos. Por ejemplo, enel caso de Bolivia, la superficie culti-

vada podría elevarse del 36% al 40%del territorio. Por lo tanto, desde elpunto de vista del desarrollo susten-table aquí manejado, es imprescindi-ble incorporar metas de preservaciónde la biodiversidad.

Los sistemas de áreas protegidas ac-tuales cubren una superficie reducidaen el Cono Sur, y su representatividades baja (con sobrerepresentación de cier-tos ecosistemas que se encuentran porfuera de los usos agropecuarios). Ade-más, existe un creciente cuerpo deevidencia que muestra que los siste-mas de áreas protegidas tradicionalesson insuficientes para asegurar la so-brevida de especies e integridad deecosistemas, y que buena parte deldestino de la biodiversidad se juegaen el resto del medio rural (Noss yCooperrider, 1994). Se está demos-trando que los sistemas actuales ba-sados en áreas usualmente de pequeñoy mediano tamaño no aseguran lasupervivencia de todo el elenco deespecies, y en particular los grandesmamíferos, y que evaluadas en el lar-go plazo generan fluctuaciones pobla-cionales con altos riesgos deextinciones locales. Por lo tanto, lasnuevas metas de conservación estánorientadas al 50% de la superficiecontinental, debido a la necesidad deasegurar áreas que permitan la sobre-vida de todos las especies en tiemposmedidos en siglos (véase por ejemplo,Soulé y Terborgh, 1999). Esto se lo-gra por medio de un conjunto de áreasprotegidas similares a los actuales,pero que se vinculan entre sí por

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medio de redes de corredores de há-bitats protegidos y por mayores me-didas de regulación ambiental en elmedio rural. El modelo Sur Susten-table 2025 de CLAES propone entresus objetivos que el 50% de la superfi-cie rural se encuentre bajo medidas degestión ecológica, y de ellas, un 10%protegida bajo categorías estrictas (re-serva o parque nacional); asimismo,que la mitad de la superficie agrope-cuaria se encuentre en producciónpara condiciones orgánicas 3 .

Las medidas de conservación debenincorporar esfuerzos de restauración(recuperación de ecosistemas a suscondiciones iniciales) y rehabilitación(reestablecimiento parcial de un es-tado previo, menos modificado, de unecosistema). Esto se debe comple-mentar con medidas ambientales enel medio rural, tales como las regula-ciones sobre las prácticas (incluyen-do medidas sobre el uso deagroquímicos, usos del agua, o con-servación de los suelos), sistema desanciones y recompensas, cambios enla asignación de precios para interna-lizar los impactos ambientales, y va-rios de los componentes comentadosarriba al describir la reconversión eco-lógica de la agropecuaria. En generalestas medidas deben establecer unconjunto de usos compatibles en elmedio rural, donde es necesaria una

fuerte expansión de la agricultura or-gánica. Esta ofrece buenas posibilida-des como salida productiva, tantopara el mercado regional (al estar au-mentando la demanda de estos pro-ductos en los centros urbanos delMercosur) como el internacional(donde la demanda sigue en aumen-to, y los valores manejados son muyimportantes). Para obtener los volú-menes necesarios será imprescindibleacordar sistemas de cooperación en-tre productores, no sólo dentro depaíses sino a nivel regional, así comoajustar la integración vertical dentrode las cadenas agroindustriales.

REGIONALISMO AUTÓNOMOLos aspectos ecológicos y produc-

tivos de las bioregiones exigen repen-sar el proceso de integración actualen el Cono Sur. En otras palabras, sedebe reformar las vinculaciones entrelos países para atender a un desarro-llo sustentable agropecuario.

En la actualidad el proceso de inte-gración en el Mercosur ha estado ses-gado sobre la vertiente comercial,donde las medidas agropecuarias yambientales quedan limitadas (Gudy-nas, 2000). El Programa de Accióndel Mercosur hasta el año 2000, apro-bado en el año 1995, apenas incluyela agropecuaria indicando que se crea-rán "las condiciones adecuadas para

3 El sesgo de protección del Patrimonio Natural del modelo Sur Sustentable 2025 lo diferencia delmodelo "Europa Sustentable", promovido por el Instituto Wuppertal (WIKU, 1996), en tanto éstedefine el uso sostenible del territorio como la superficie necesaria para alimentar la población deun país. Como en el modelo de CLAES la meta de preservar la biodiversidad tiene la mismajerarquía que satisfacer las necesidades humanas, se deberá balancear entre zonas con déficits yaquellas con excedentes en recursos, y por lo tanto es indispensable un marco regional.

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incrementar en la región la productivi-dad de la agricultura, desarrollando suproceso tecnológico y asegurando eldesarrollo racional de la producción apartir de la libre circulación de losproductos agrícolas y agroindustria-les y la coordinación de las acciones einstrumentos de las correspondientespolíticas nacionales, inclusive en ma-teria de abastecimiento alimentarioregional", se "realizará el seguimien-to y análisis de las políticas agrícolasy agroindustriales nacionales inclusi-ve en lo que se refiere a la ayuda in-terna a la agricultura, teniendo comoreferencia el Acuerdo Agrícola apro-bado durante la Ronda Uruguay delGATT", y agrega que "será también unobjetivo prioritario el potenciamientode la agricultura del Mercosur en su in-serción internacional."

En cuanto al tema ambiental, elprograma establece que el "objetivoserá formular y proponer estrategias ydirectrices que garanticen la proteccióndel medio ambiente de los EstadosPartes en un contexto de libre comer-cio y consolidación de la Unión Adua-nera, considerando las directricesbásicas de política ambiental aproba-das" un año antes y por los "princi-pios del desarrollo sostenidoemanados de la Conferencia de Na-ciones Unidas para el Medio Ambien-te y el Desarrollo" de la Eco 1992.

En los últimos años no han existi-do mayores avances; se registran dis-putas comerciales sobre algunosproductos agropecuarios (e.g. caña deazúcar, pollos, arroz), no se ha apro-

bado el acuerdo sanitario, y el Proto-colo Ambiental continúa estancadopor las resistencias argentinas.

En la marcha reciente de este "mo-delo Mercosur" de integración se hadebatido sobre otras dos posturas.Una de ellas se basa en acotar las ne-gociaciones a un acuerdo de libre co-mercio, y derivar a un modelo tipoNAFTA. Este camino de restriccióna lo comercial puede, por el contra-rio, impedir la integración en otrosplanos, como el político y social.Como las estrategias de desarrollosustentable requieren de ese compo-nente social y político, sería imposi-ble lograrlas únicamente desde elterreno comercial. La liberalizacióncomercial en muchos casos generarelaciones de dependencia y subordi-nación que apenas permiten acuerdosde liberalización comercial. El caso delNAFTA ofrece varios ejemplos; en elcaso agropecuario, la situación deMéxico frente a EE UU es un ejem-plo del desencadenamiento de la sub-ordinación económica, donde laproducción mexicana de maíz se viorápidamente desbordada por impor-taciones desde su vecino del norte,incumpliendo tanto las cuotas comer-ciales como los tiempos negociadospara la liberación, todo lo cual afectónegativamente a los pequeños y me-dianos productores (RMALC, 1997;Suárez Carrera, 1999).

La otra postura es el "regionalismoabierto", propuesto por CEPAL comouna conciliación entre la integracióncon la liberalización comercial hacia

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el resto del mundo. Ha sido definidopor conciliar la interdependencia queresulta de acuerdos especiales de ca-rácter preferencial, y la impulsada porlas señales de mercado resultantes deuna liberalización comercial en gene-ral, donde las "políticas explícitas deintegración sean compatibles con laspolíticas tendientes a elevar la com-petitividad internacional", comple-mentándose entre sí (CEPAL, 1994).La distinción del regionalismo abier-to reside, a juicio de la CEPAL, enque se otorga un "ingrediente prefe-rencial, reflejado en los acuerdos deintegración y reforzado por la cerca-nía geográfica y la afinidad culturalde los países de la región", pero sepersigue el mismo objetivo de aper-tura y promoción no discriminatoriade las exportaciones. Este atributoindica que se concibe a la integraciónespecialmente en una dimensión eco-nómica, y dentro de ésta, los objeti-vos primarios son la liberalización yapertura. La propia CEPAL indicaque el regionalismo abierto limita lasopciones disponibles para los países,donde los "acuerdos de integracióndeberían tender a eliminar las barre-ras aplicables a la mayor parte del co-mercio de bienes y servicios" en elmarco de políticas de "liberalizacióncomercial frente a terceros", a la vezque se promueve la adhesión de nue-vas naciones a esos acuerdos. Un ses-go de preferencia hacia los integrantesdel acuerdo es aceptado por la CE-PAL bajo condiciones adversas en losescenarios internacionales. Asimismo,

el regionalismo abierto es concebidocomo parte del proceso de globaliza-ción económica, e incluso como unmedio para vincularse a esa corrientemás rápidamente. Por lo tanto, desdeesta postura no se ha construido unaalternativa crítica a la globalización.Asimismo, los componentes políticosy sociales del proceso desempeñabanuna papel secundario, y en algunamedida las posturas de CEPAL indi-caban que esperaban un papel cen-tral de las empresas en un espaciotransnacionalizado. Tampoco puededejarse de mencionar que en el docu-mento de lanzamiento del conceptode regionalismo abierto no se anali-zarán los componentes ambientales,e incluso los aspectos sociales y polí-ticos quedan en un segundo lugar, sinprofundizar los aspectos políticos enel naciente Mercosur, prestándole másatención a la marcha económica delNAFTA.

Hay una contradicción conceptualy de hecho entre la globalización yuna integración real, y lo que la CE-PAL y otros postulan como aperturaal mundo, termina en subordinaciónfortaleciendo el actual patrón de ex-portaciones primarias. Pero además,el propio concepto no brinda opor-tunidades para el desarrollo sustenta-ble, y por lo tanto no es una salidaviable para implantar un esquemabioregional.

La salida a estas limitaciones resideen reorientar el proceso de integra-ción a una complementariedad eco-lógica y productiva entre los países.

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La complementariedad en la producciónse correlaciona con la complementa-riedad ecológica propia de las biore-giones. Por lo tanto se arriba a unapropuesta sustantivamente diferentea buena parte de las discusiones ac-tuales sobre integración y sustentabi-lidad: la integración se convierte enuna condición necesaria para la sus-tentabilidad. Esto no significa defen-der los mismos conceptos sobre laintegración ni proponer el mismoprograma que viene siendo llevado ala práctica por los gobiernos en la ac-tualidad. Por el contrario, es necesa-rio confeccionar una estrategiaalternativa que permita y potencie eldesarrollo sostenible, y que aquí esconcebido como regionalismo autó-nomo 4 .

Las metas de preservación del pa-trimonio ecológico imponen condi-cionantes sobre el proceso deintegración. En tanto los ecosistemasestán distribuidos de forma heterogé-nea, y éstos presentan distintas apti-tudes productivas, debe atenderse elproblema de las regiones que se de-seen dejar por fuera de los usos pro-ductivos, sea por razones deprotección de la biodiversidad, o porque hasta este momento cualquier usoproductivo en ellas, implicaría gran-des impactos ambientales. Cuandoeso sucede, esas regiones están brin-dando un servicio (que podría califi-

carse de "servicio ecológico") al restodel país, y en un contexto internacio-nal, a los demás países. Ese aportedebe ser valorado y recompensado, yse pueden aplicar mecanismos simi-lares a los fondos compensatorios quese usaban en la Unión Europea. Deesta manera, los esfuerzos de conser-vación pueden ser compartidos.Mientras algunas zonas están dedica-das a sistemas de protección de la bio-diversidad extendido, será necesariocompartir regionalmente los produc-tos obtenidos de aquellas zonas dedi-cadas a usos agropecuarios. Estastareas escapan a las posibilidades deun país en forma aislada, y por lo tan-to es necesario el concurso de otrasnaciones para fortalecer un sectoragropecuario de bajo impacto y altaproducción alimenticia.

El regionalismo autónomo a su vezimplica repensar la globalización. Sibien ese análisis está más allá del temaespecífico de este artículo, es impor-tante precisar que una estrategia dedesarrollo sostenible no puede serdependiente de la globalización, es-pecialmente aquella de tono econó-mico. Los actuales patrones deexportación de América Latina la ha-cen muy dependientes de la venta derecursos naturales con escaso proce-samiento, con un gran impacto den-tro de sus economías (como expresanlas altas proporciones de exportaciones

4 Existen otras razones para desembocar en una estrategia de regionalismo autónomo, así comootros factores que deben ser atendidos para caracterizarla, incluyendo la capacidad de negociaciónampliada a nivel internacional, la desvinculación selectiva frente a la globalización, etc.; un resu-men de algunos de estos puntos se presenta en Gudynas (1999b).

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primarias, y de éstas sobre el PBI;cuadro II), mientras que no contro-lan la fijación de precios, sufriendoconstantes deterioros de los términosde intercambio. Un regionalismo au-tónomo orientado a la sustentabili-dad requiere desvincularse de losprocesos de globalización allí dondese considere necesario. Esto no im-plica un aislacionismo comercial, loque tendría enorme repercusioneseconómicas (caída de ingresos porexportaciones) y sociales (desempleo),sino re-ordenar las relaciones comer-ciales, poniendo las metas primariasen la región y en los fines sociales yambientales.

Los objetivos del desarrollo susten-table también obligan a que el comer-cio regional establezca nuevasprioridades, y entre ellas la agropecua-ria pasa a tener un papel fundamen-tal, abandonando así la "paradoja" desu abandono. Es necesario otorgarprioridad a la producción de alimen-tos para la autosuficiencia alimenta-ria y la mejora de la nutrición de lossectores más pobres. Por lo tanto exis-tirán modificaciones importantes enalgunos sectores; un caso ilustrativoserá una reducción de los cultivos desoja orientados a la exportación ha-cia los países desarrollados, de dondela presión sobre el Cerrado brasileñoy el Oriente boliviano disminuirá, sepodrá aumentar la superficie de lasáreas protegidas, dejando igualmentezonas dedicadas a la producción agro-pecuaria pero orientadas primaria-mente al mercado regional. Esta

posición no excluye el comercio ex-tra-regional, sino que éste se manten-dría para los excedentes de productosen explotación en la región, o bienotros productos en aquellas áreas don-de sea ecológicamente permitido pro-ducirlos. Por lo tanto el comerciointernacional no es rechazado, sinoque se busca su regulación dentro delas metas del desarrollo sustentable.

La expansión de las exportacionesorgánicas constituye una excelenteopción comercial para esta perspecti-va. Los datos comparados muestranuna creciente demanda de estos pro-ductos, así como una tendencia a laexpansión de los requisitos ambien-tales en las importaciones agroalimen-tarias desde los países industrializados.Los mercados orgánicos en esos paí-ses siguen en crecimiento, y si bienson pequeños en su contexto, sonmuy significativos desde una perspec-tiva Latinoamericana.

LA CONSTRUCCIÓN DE UNASUSTENTABILIDAD REGIONAL

La construcción de una estrategiade desarrollo sustentable a nivel re-gional no puede quedar librada úni-camente a la dinámica comercial omercantil, en tanto este no ofrece losinstrumentos para regular la apropia-ción de los recursos naturales ni ase-gura la preservación del PatrimonioNatural. Los procesos de integraciónactuales al enfatizar los aspectos co-merciales reducen seriamente la po-sibilidad de contar con normasambientales; todavía más, en tanto la

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integración actual es funcional al es-tilo de desarrollo basado en apropia-ción intensa de recursos naturales,orientado al crecimiento económicocomo meta primaria, no logran ge-nerar medidas ambientales comunesen tanto pondrían en cuestión las pro-pias estrategias nacionales de desarro-llo. Por lo tanto, la reforma de losprocesos de integración exige cambiosprofundos en las estrategias de desa-rrollo nacionales para generar unanueva economía política y tambiénuna nueva ecología política.

Esta tarea es urgente en el caso delMercosur. En su ámbito no existe unapolítica común agropecuaria, ni tam-poco una ambiental. La situación pue-de incluso agravarse, en tanto hayincipiente competencia entre los paísespor terceros mercados. Por ejemplo, enel sector agropecuario, Argentina y Uru-guay compiten en la exportación decarne hacia terceros mercados, mientrasBrasil avanza hacia lograr excedentesexportables que también lo convertiránen un exportador. En algunos casos, lospaíses de la región parecerían diversifi-car al máximo sus exportaciones, lo queinevitablemente implica coincidenciasen las ofertas, y competencias para lo-grar las ventas.

Este esfuerzo es concebido como unproceso de construcción de espaciosplurales de discusión y decisión polí-tica. En particular, en el caso del re-gionalismo autónomo, se debentomar medidas ambientales y produc-tivas que van más allá de las fronterasnacionales, y por lo tanto es necesa-

rio establecer mecanismos regionalesen la toma de decisiones. El actualmarco institucional del Mercosur,basado especialmente en las accionesde los ministerios de relaciones exte-riores y economía, no permite ese tipode avances.

Un paso de este tipo sólo es posiblesi la integración presenta un fuertecomponente político que además in-corpore a los parlamentos nacionales,y que a su vez establezca un legislati-vo regional. Este programa políticodebe identificar los elementos esen-ciales de un "modelo mercosuriano"de la agropecuaria, con puntos y me-tas compartidas, y desde allí generaruna política agropecuaria común. Seha criticado tanto la política agrope-cuaria común de la Unión Europeaque se ha perdido de vista la impor-tancia de ese instrumento.

No puede dejarse de mencionar lanecesidad de establecer una regula-ción social del mercado, dada su im-portancia en la reformulación de lasestrategias nacionales como en las re-gionales. Ese cambio permitiría retomarel protagonismo de la conducción po-lítica, abandonando los procesos detoma de decisión gerencial o el apego ala idea que el mercado determinará porsí solo una eficiente asignación de losrecursos. El apego a los mecanismosde mercado ha tenido fuertes impac-tos sobre las políticas agropecuarias,promoviendo al sector empresarial yagroindustrial. Paradójicamente algu-nos modelos alternativos insisten enese sesgo; es el caso por ejemplo de

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algunas posturas del IFPRI para elsector agropecuario latinoamericano(Garrett, 1997). En estas tareas sedeben incluir las correcciones ecoló-gicas de los precios, donde el valoreconómico debe incorporar de mejormanera los costos ambientales, y porlo tanto reformar el sistema de pre-cios internacionales.

Lamentablemente algunas medidasde reforma y "modernización" de laagricultura campesina van justamen-te en sentido contrario. Esas reformasparten de la idea que los campesinosdeben ser "modernizados" e integra-dos al mercado, sus formas de pro-ducción son vistas negativamente. Seolvida que allí existen formas de re-gulación social y comunitaria, tantode la tenencia de la tierra, como de laproducción, y de las transacciones demercado. Algunos de esos elementosson valiosos y debían ser retomadospara ser aplicados a las formas de pro-ducción "moderna". Esto no implicacaer en el otro extremo, presuponien-do que todas las formas productivascampesinas son por sí mismas armo-niosas con el ambiente.

Las medidas de reforma tambiéndeben atender la tenencia de la tie-rra, no solamente en su propiedad,sino además las regulaciones sobre suuso. Asimismo deben establecer cri-terios ambientales en la introduccióny promoción de nuevas tecnologías.Es común que las propuestas para for-talecer el sector agropecuario recla-men por nuevas tecnologías y un mayoruso de las existentes. Sin embargo al-

gunas de esas propuestas son superfi-ciales, ya que por sí solas esas noveda-des no implican mejoras ambientales osociales para el sector. En efecto, no eslo mismo el desarrollo de tecnologíasagroecológicas que en feed-lots. Asi-mismo, además en muchos casos sólose toman en cuenta los beneficios parael productor, tomado con un actor in-dividual y aislado, y no para todo el sec-tor, o considerando las externalidadessociales y ambientales. Finalmente, seha caído en el error de tomar lo "nue-vo", por la suposición que la novedad,con el rótulo "tecnología de punta" yaes una garantía de calidad. El caso delos transgénicos es un ejemplo de ello,donde la tecnología se ha expandidofuertemente en Argentina, a pesar delos grandes márgenes de incertidumbre.

La construcción del regionalismoautónomo basado en el desarrollo sus-tentable implica un conjunto muy am-plio de actores. Algunas aproximacionesal tema agropecuario han enfatizado elpapel de los campesinos y los produc-tores, pero la situación actual obliga aconsiderar muchos otros actores, por suspapeles determinantes, incluyendo aempresarios e industriales, organizacio-nes de consumidores y grupos ambien-talistas, y políticos. O bviamentemuchos de estos puntos requieren otrapresencia estatal, como copartícipe dela regulación social. Sea por un caminoo por otro, esta pluralidad de actores yvalores requiere tener siempre presenteque el desarrollo sostenible dista mu-cho de ser una cuestión técnica, yen realidad es una permanente

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construcción política. Los primerospasos se deben dar instalando un deba-te sobre cómo se concibe el futuro de-sarrollo de un país y la región; un área

en la cual se han dado auspiciosos pasos esBolivia (como por ejemplo el seminario"Bolivia hacia el siglo XXI). Con todo lodifícil, pero desafiante, que ello encierra.

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Basado en datos de CEPAL para 1998.

Cuadro II. Principales indicadores de comercio exterior relacionados con el sector agro-pecuario.

Datos para 1997, basado en CEPAL..

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Cuadro III. Usos de la tierra en el Cono Sur. En miles de has, datos para 1994, según WRI(1998). Las tierras apropiadas corresponden a la suma de tierras bajo cultivo y pasturas.

Cuadro IV. Principales indicadores sociales vinculados al sector agropecuario. Poblaciónen miles; densidad en personas por 1 000 has; otros datos en porcentaje. Datos de 1998;crecimiento para 1990 a 1998, fuerza laboral agrícola en 1990 (basados en CEPAL) ydensidad para 1996 (según WRI, 1998).

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Cuadro IV. Hogares debajo de la línea de pobreza. Porcentaje, para diferentes años entre1997-98, según CEPAL (2000)

Cuadro VI. Superficie cubierta por los sistemas de áreas protegidas. En miles de has yporcentaje; datos 1998, según PNUMA (2000).

Cuadro VII. Escenarios de tierras potencialmente cultivables según tres opciones tecno-lógicas para la década de 1980 (basado en Gómez y Gallopín, 1995). En millones dehectáreas y porcentajes.

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MANIFESTACIONESAMBIENTALES DE LOS ESTILOS

DE DESARROLLO:UNA APROXIMACIÓN AL CASO

DE BOLIVIA

Marthadina Mendizabal de Finot•

• Lic. en Ciencias Económicas; M.Sc. en Planificación de Asentamientos Humanos y Medio Am-biente; M.Sc. en Acondicionameinto Urbano y Regional; Postgrado en Administración del Terri-torio; Docente, investigadora, consultora de la OMS/OPS, Chile.

INTRODUCCIONEl crecimiento económico de que

se ha beneficiado Bolivia en las últi-mas décadas -con excepción deaquella considerada como "la déca-da perdida"- ha ido acompañado deprocesos de profundización de lapobreza, degradación ambiental,mayores riesgos de exposición de lasalud humana y del agotamiento derecursos biológicamente renovablesasí como de otros producidos por lanaturaleza durante siglos de evolu-ción. Todos estos procesos estánrepercutiendo sin duda en el desa-rrollo, en particular, a través de ladisminución del stock de capitalnatural y del recurso humano, baseen ambos casos, del stock de la so-ciedad.

¿Pero, qué es lo que está a la basede todo ese proceso de degradacióndel medio ambiente? Se piensa quelos patrones de producción, latecnología, la distribución del pro-ducto y los patrones de consumoadoptados por las sociedades jueganun rol muy importante, pues incidendirectamente en la forma como serelacionan las sociedades con lanaturaleza para: (a) extraer sin con-trol ni medida los recursos de la na-turaleza y devolver a ésta una parteen forma de desechos; (b) para privi-legiar patrones de consumo y de vidaque son copia fiel del estilo de vidanorteamericano y de los cuales quedamarginada la mayoría de la población;(c) para validar un sistema de valoresbasado más en el bienestar material

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que en principios éticos y morales quecontemplan la protección ambiental.

En este sentido, la preocupaciónpor cuanto acontece en el medio am-biente mundial y local encuentrapues, su justificación por una parte,por la gestión de la base de recursoscomo capital para financiar el desa-rrollo, y por otra parte, la preservaciónde la salud ambiental (entendiendopor esta, los efectos de la actividadhumana en el medio ambiente y deldeterioro ambiental consiguiente, enla salud humana).

El propósito del presente trabajo esdescribir algunas manifestaciones másperversas que han tenido los diferentesestilos de desarrollo en el medio am-biente a la luz de los hechos y tenden-cias más conocidas. No se pretendehacer un análisis exhaustivo ni abarcartodas las manifestaciones ambientales,sino más bien, dar algunas pautas parala investigación posterior.

ESTILOS DE DESARROLLO Y MEDIOAMBIENTE

Una definición para Estilo deDesarrollo

En uno de los principios de la De-claración de Río y la Agenda 21, fir-mados en la Cumbre de la Tierra enBrasil/92, los líderes del mundo re-conocieron la importancia de inver-tir en la mejora del medio ambientey de la salud de las personas, comorequisito indispensable para un de-

sarrollo sostenible1 . Desde entoncesse ha venido trabajando en diversosámbitos para identificar las "fuerzasmotrices" que ejercen distintas clasesde presiones sobre el medio ambien-te. Muchas de estas son generadas, im-pulsadas y profundizadas por elsistema de valores predominante, laspolíticas gubernamentales y las rela-ciones de poder, todas las que hacenparte de estilos de desarrollo adopta-dos por una sociedad en su trayecto-ria para lograr un mejor desarrolloeconómico y social.

De acuerdo a A. Pinto (1976), unestilo de desarrollo constituye " lamanera en que dentro de un deter-minado sistema se organizan y asig-nan los recursos humanos y materialescon objeto de resolver los interrogan-tes sobre qué, para quiénes y cómoproducir los bienes y servicios" 2 .Cada sociedad nacional resuelve es-tas interrogantes en el marco de suspropias limitaciones y prioridades, yprivilegiando modalidades de actua-ción. En América Latina han existi-do diversos estilos de desarrollo,siendo el común denominador de to-dos ellos, el estilo extractivista here-dado de la Colonia Española. Juntocon éste, al interior de los sistemasnacionales han coexistido otras for-mas precapitalistas y campesina quehan sobrevivido, y que actualmentetienden a ser eliminadas por el estiloglobalizador.

1 Los términos sostenible o sustentable se usan de manera indistinta.2 Aníbal Pinto "Notas sobre los estilos de desarrollo en la América Latina" Revista de la CEPAL,

1976, Santiago de Chile.

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El cuestionamiento de los estilos dedesarrollo en América Latina surge enla década de los setenta, impulsadopor el malestar generalizado frente ala concepción del desarrollo "comoun proceso homogéneo y uniformeque sigue patrones predeterminadosy cuya finalidad es lograr estructuraseconómicas, patrones de consumo yniveles de ingreso similares a los delos países industrializados." 3 Seconstata que el crecimiento no ha te-nido los efectos de chorreo que se es-peraba, que los problemas sociales sehan agudizado, y que el medio am-biente estaba siendo aceleradamentedepredado.

En este sentido, los países latino-americanos emprenden la búsquedade nuevos estilos alternativos; en talbúsqueda la dimensión ambiental seconsidera como pilar clave, surgien-do por consiguiente, el tema de lasustentabilidad que acompañaría a lanueva concepción del desarrollo. Enesta concepción destaca: (a) la gestióndel capital natural en sus dimensio-nes biológica y económica, como par-te del stock de capital agregado de unpaís; y (b) la permanencia duraderade los seres humanos en los ecosis-temas que los sustentan. De lo que setrata es de asegurar que alguna medi-da de bienestar material sea manteni-da a lo largo del tiempo, sobre la basedel capital natural, y la preservaciónde la salud humana como reflejo del

estado de los ecosistemas en los que se de-sarrollan las actividades y vida humana.

Ambos, tanto la gestión del capitalnatural como la protección de la cali-dad ambiental están largamente in-fluenciadas por el tipo de desarrollopredominante en la sociedad.

Medio AmbienteSi se define el medio ambiente

como todo lo que rodea a un objetoconsiderado como centro de atención,el medio ambiente del ser humanoestá dado por el sistema constituidopor los elementos físicos y naturales("biogeoestructura"), los elementosconstruidos o modificados por losseres humanos ("tecnoestructura"),los elementos sociales ("socioestruc-tura"), y la interrelación de estos.

Las poblaciones humanas se desa-rrollan en ecosistemas con distintogrado de artificialización y adaptadosa las necesidades humanas; al mismotiempo las poblaciones se han adap-tado a sus características (clima, radia-ción solar, altitud, alimentos, fauna yvegetación, etc). En tal proceso deadaptación, las poblaciones humanasextraen recursos de la naturaleza y lostransforman, con ayuda de informa-ción, conocimientos y tecnología, enenergía de alta calidad que pasa a sersu medio ambiente construido: fábri-cas, casas, puentes, escuelas, carrete-ras, etc, que vienen a hacer parte delpatrimonio material de la sociedad.

3 SUNKEL O & Gligo N (Edit). "Estilos de desarrollo y Medio Ambiente en América Latina".Fondo de Cultura Económica, México, 1980

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Finalmente, el medio ambiente so-cial está constituido por el conjuntode interacciones humanas en áreas yterritorios específicos; en su calidadde sistema, recibe la influencia del sis-tema internacional, aunque es menosevidente que suceda al contrario. Enel contexto de un sistema globaliza-do por ejemplo, muchas de las deci-siones respecto al manejo económicoson tomadas fuera de un subsistemanacional, aún si no son funcionales asus propios intereses.

En fin, factores políticos, cultura-les, religiosos, institucionales, incidende igual manera en los sistemas so-ciales y son tan importantes como losprimeros (físicos y biológicos), puesla relación de los seres humanos conla naturaleza está mediada por talesfactores. Dentro de estos, los estilosde desarrollo adoptados por lassociedades tienen particular impor-tancia como parte del medio ambien-te social.

MANIFESTACIONES AMBIENTALESDE LOS ESTILOS DE DESARROLLO

Ahora bien, no se trata de respon-sabilizar al actual estilo transnacionalde desarrollo por las deficiencias des-critas a continuación. Pero tampocopuede dejar de señalarse que las mo-dalidades de producción, distribucióny consumo asumidas por la sociedad,están exacerbando diferencias socia-les heredadas del pasado, están intro-duciendo nuevas formas de depredarla naturaleza y de agotar los recursosnaturales; están contribuyendo en fin,

a rupturas irreversibles en los mecanis-mos de autoregulación que actúan enlos diferentes componentes de lanaturaleza.

Sin la intención de cuantificar im-pactos, a continuación se comentaalgunos efectos de los estilos dedesarrollo pasados y globalizador vi-gente, en el medio ambiente.

La ocupación espacial de lapoblación con tendenciasmarcadas a la urbanización enBolivia, no es ajena a lastendencias mundiales

Antes de 1952, las ciudades concen-traban al 38% de la población y en par-ticular en las del occidente del territorioboliviano, donde se encontraban lasáreas mineras. Después de la Revolu-ción Nacional surge una nueva diná-mica en la sociedad regional. En eloccidente se consolida una economíaparcelaria que terminaría descom-poniéndose y expulsando poblacióncampesina hacia los centros urbanos,mientras que en el Oriente se registrauna creciente migración, atraída por laexplotación de recursos energéticos(petróleo) y la agroindustria.

Otro hecho que impulsó una granmovilización de grupos poblacionaleshacia las ciudades -al margen de losdesastres naturales y sequía acaeci-dos desde entonces-, fueron la crisiseconómica, hiperinflación y posteriorcontracción económica que prevalecie-ron durante toda la década de los 80,todo ello, acompañado por la profun-dización de la pobreza en el medio

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rural y la consiguiente migración a lasciudades.

Ahora bien, la urbanización es unatendencia mundial que pocos países hanlogrado controlar con muy altos costossociales4 . Sin embargo en el caso deBolivia, el proceso tiene connotacionesambientales muy específicas.

• En primer lugar, si bien las ciu-dades ofrecen mejores condiciones enrelación al campo particularmente enlo relativo a prestación de servicios(salud y educación), y posibilidadesde mejoramiento de la calidad devida, concentra por otra parte, uncúmulo de problemas ambientalesque se revierten contra los propioshabitantes, su salud y su vida misma;congestión de actividades, servicios ytransporte en centros urbanos que nohan sido adaptados a las necesidadescontemporáneas; contaminación delaire con sustancias químicas que sejuntan con las partículas de polvocompitiendo con el oxígeno de laatmósfera y depositándose en parte,en el organismo humano; producciónde desechos de actividades humanas,domésticas y económicas cuya dispo-sición final y tratamiento están aúnlejos de hacerse una realidad; proble-mas derivados de la calidad de los ali-mentos que se consume en un medioen el que el hábito de higiene perso-nal no es generalizado; problemas desuministro de agua y alcantarillado a

toda la población; en fin la lista deproblemas del medio ambiente urba-no es sin duda, bastante más nume-rosa que la del medio ambiente ruralpero no por ello inexistente.

En efecto, en el medio rural, la po-breza heredada del pasado y profundi-zada por estilos de desarrollo que frenanlas oportunidades para mejorar la situa-ción se constituye en principal factorde la degradación ambiental. La pro-piedad de la tierra que induce a lamovilidad de la población a áreas urba-nas donde contribuyen a crear deman-das no satisfechas; o su concentraciónya sea en zonas rurales remotas y eco-nómicamente frágiles; o la escasa inver-sión en desarrollo rural. Todo elloinduce a la población rural pobre, a ejer-cer presiones en su entorno naturalcomo única alternativa de sobrevi-vencia. Otros problemas que destacanen el medio rural son, la contaminaciónintradomiciliaria en particular, por usode leña y la contaminación química delagua en especial en áreas de yacimien-tos de minerales.

• El impacto de la población pobreque vive en densidades elevadas en lasciudades, no es el mismo que el de lapoblación pobre que tiene un hábitatmás disperso en el área rural5 . El ha-cinamiento es más grave aún si se con-sidera que en las ciudades, donde lasdensidades más elevadas correspon-den a zonas donde se concentran las

4 El caso de Camboya hacia 1982 es el más patético en este sentido. La pérdida de 3 millones dehabitantes fue resultado de la erradicación forzosa de las ciudades al medio rural.

5 MENDIZABAL de Finot Marthadina "Medio Ambiente Urbano en Bolivia" Texto preparadopara la CNUMAD/92. FONAMA, 1992.

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mayores deficiencias de agua potable,alcantarillado y recolección de basu-ra, las condiciones para la generacióny reproducción de microparásitos co-locan a los habitantes en mayor ries-go de contagio de enfermedadesinfecciosas transmitidas por la proxi-midad y el contacto.

• Una de lascaracterísticasdel medio am-biente urbanoque presentaespecificidadesparticulares enrelación al restode ciudades deAmérica Latina es,que las diferenciassocioeconómicasson exacerbadaspor la variedad deculturas quehan sobrevividoa todo tipo deincursiones; es-tas culturas tie-nen formas propias de uso yocupación del espacio urbano, que noson sino una transposición del cam-po, y que se conjugan con lascondiciones de pobreza para impri-mir un sello en un hábitat que se con-solida con características de "zonasambientalmente degradadas". Si bienen estas zonas existen elementos delmedio ambiente social que son posi-tivos (redes de solidaridad social, par-ticipación comunitaria), en cambiolas condiciones del medio ambiente

físico y construido son precarias e in-salubres.

• Como centros concentradores depoblación, las ciudades se caracterizanpor ser productoras de desechos y re-siduos que se descargan al suelo, elaire y el agua, cuyas capacidades na-turales están si no sobrepasadas, al lí-

mite de sucapacidad desaturación. Es-tos procesos decontaminaciónsistemática delos diferentesmedios recep-tores socavanlas capacidadesnaturales pararestablecer suspropias condicio-nes de equilibrio,comprometien-do de esta for-ma, el desarrollourbano futuro yrepercutiendo

negativamente en la salud de los habi-tantes.

• Los desechos y residuos de las ac-tividades tienen efectos en el mediorural circundante; en particular, losdesechos líquidos que van a parar aríos que atraviesan las ciudades y cu-yas aguas son utilizadas para riego dezonas agrícolas y consumo de anima-les. Los efectos de la contaminaciónbacteriológica de alimentos regadoscon aguas de este tipo son muy co-nocidos; menos conocidos son los

JESUS PEREZ, COLECCION DE ALMANAQUES DE AGRUCO

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efectos económicos y sociales encampesinos que no sólo tienen quelidiar con su salud, sino que se venforzados a migrar dada la calidadbacteriológica de sus cosechas, enbusca de alternativas de sobreviven-cia.

La profundización de ladesigualdad social y económicaestimula procesos dedegradación ambiental.

Si debe señalarse una de las causasde la degradación ambiental, ésta esla pobreza resultante de la injusta dis-tribución del ingreso, la misma quese ha profundizado en las últimas dé-cadas. Este es uno de los efectos másperversos de los estilos de desarrollorecientes, operado a través de políti-cas económicas y sociales aplicadasque han tenido consecuencias enamplios sectores de la población. Ac-tualmente el (32%) de los hogaresbolivianos - que bordea un tercio dela población - vive en condiciones deindigencia.

Si bien la pobreza ha echado raícesdesde la Colonia y se ha profundizadocomo consecuencia de los estilos dedesarrollo que se han sucedido a tra-vés de las épocas, el fenómeno generacircuitos que redundan en la degra-dación ambiental y que se vuelvencontra los mismos ciudadanos afec-tando su salud física y mental.

(a) La desnutrición, consecuenciade la pobreza ilustra el caso descrito.La contaminación bacteriológica en

el agua y/o alimentos afecta con par-ticular severidad a organismos desnu-tridos que sufren el impacto de unainfección disminuyendo sus defensas.En estas condiciones las personas sonmás propensas a una recaída que losdesnutre aún más, y así sucesivamen-te hasta salir de la espiral que terminacon sus vidas. La población infantiles pues, la población más vulnerablea la degradación ambiental; la tasa demortalidad infantil (111 por mil na-cidos vivos)6 refleja esta situación, yevidencia la situación de inequidad ensalud ambiental, que viene a sumarsea la inequidad social y económica,étnica y de género, todas ellas exacer-badas por el actual estilo de desarrollo.

(b) La educación e instrucción,también limitados por recursos finan-cieros, limitan el acceso a mejorescondiciones materiales de vida; almismo tiempo limitan la percepción,el conocimiento y el acceso a informa-ción, y por estas vías, la capacidadpara aprovechar mejor su capital na-tural en beneficio de su bienestarmaterial, y crear modalidades deadaptación cultural para protegerse dela degradación ambiental.

El mercado de tierras urbanassegregacionista y excluyenteestá en base a la degradaciónambiental

La incapacidad de acceder al suelourbanizado tiene su origen en la po-breza, pero también en el funciona-miento del mercado de tierras.

6 ENDSA-98

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El tratamiento que ha recibidola tierra urbana en Bolivia, ha sidoel de una mercancía cuyo precioha sido abandonado a las fuerzasde la oferta y la demanda; a dife-rencia de otros países, este merca-do no ha sido objeto de regulaciónalguna, exacerbándose la situacióncomo efecto de la desregulación dela economía y la liberalización delos mercados, propios de la globa-lización.

En este contexto, la tierra conti-núa siendo utilizada como mediode enriquecimiento fácil y rápido.La elevada rentabilidad sin contra-partida en términos de esfuerzo deningún tipo, la hace atractiva parael acaparamiento.

Así, las mejores tierras desde elpunto de vista de la calidad para laurbanización, microclima en algunasde las ciudades, servicios y equipa-miento, son acaparadas y retenidaspor sus propietarios, para fines espe-culativos. Para lograr esto, aprove-chan la urgencia e ingenuidad de loscampesinos, y guiados sin otro afánque el lucro sin mayores esfuerzos,compran tierra en las zonas periur-banas, a precio de tierra agrícola,para venderla una vez que el preciose multiplicó en virtud del propiodesarrollo urbano y de inversionescon recursos públicos. De esta ma-nera, sin mayor regulación en estemercado, los propietarios "privati-zan" la plusvalía generada.

Sin embargo, no toda la poblaciónque busca tierras, lo hace para fines

de enriquecimiento, sino para edifi-car su propia vivienda.

Tampoco, toda la población quebusca tierras para habitar tiene capa-cidad para pagar los precios fijadospor los propietarios; aquí surgen y seagudizan procesos de segregación es-pacial, pues los habitantes acceden demanera diferenciada, a tierras de di-ferentes categorías y en zonas de va-riada aptitud para la construcción.Gran parte de la población no tieneotra alternativa que ubicarse en laspeores tierras y/o más distantes, ac-cediendo en el límite, vía invasiones,o mediante operaciones con loteado-res inescrupulosos.

En estas tierras, habitar constituyeun alto riesgo para la vida humana

GILKA WARA LIBERMANN, CLARO DE LUNA

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misma, son tierras con accesibilidaddifícil y la mayor parte de las veces,sin posibilidad de conexión a los ser-vicios básicos por el costo que impli-can las operaciones en altaspendientes, y/o por las grandes dis-tancias que las separan de las redes deservicios básicos más próximas.

Este fenómeno se revela como lacausa más importante de la prolife-ración de "zonas ecológicamente de-gradadas" denominadas así, por laprecariedad de la construcción de lavivienda e insalubres por la insuficien-cia de servicios básicos7 . Es a la vez,el mejor ejemplo que ilustra lo queuna sociedad logra, abandonando unbien básico, a las fuerzas del merca-do. La lógica subyacente en el creci-miento de las ciudades bolivianas noes otra que la del mercado.

Las tecnologías pueden serambientalmente limpias perocoadyuvan al crecimientodesproporcionado del sectorinformal de la economía

El desarrollo tecnológico está liga-do a la transnacionalización. Los paí-ses despliegan esfuerzos para atraerinversiones extranjeras que vayanacompañadas de tecnologías moder-nas; mejor aún si estas son ambien-talmente limpias, lo cual depende delas exigencias de las matrices que noestán más dispuestas a correr riesgosde producir daños ambientales queposteriormente tendrán que indem-

nizar, dependiendo de la fuerza coer-citiva de las instituciones nacionales.

Y efectivamente, estas tecnologíaspueden cumplir un rol importantedesde la perspectiva ambiental, siem-pre y cuando contribuya a "mitigar"la entropía, es decir, a reducir la pro-ducción de desechos, calor, materia ytodo tipo de residuo, antes de queestos se generen. La efectividad de latecnología para tratar los desechosdespués de que estos se han generadoson menos efectivos, sin embargo,como contrapartida, las tecnologíasmás modernas aceleran el ritmo deagotamiento de recursos naturales ypor otra parte, son intensivas en ca-pital y generadoras de desempleo.

Al desplazar mano de obra, la tec-nología crea una barrera entre la em-presa productiva y la región que laacoge. De esta manera, la empresamoderna no cumple un rol en la ge-neración de empleo en el lugar, y lapoblación que busca un empleo serefugia en el sector informal de la eco-nomía, como estrategia de sobrevi-vencia.

El crecimiento del mundo producti-vo informal, como resultado de la uti-lización de paquetes tecnológicos querequieren escasa mano de obra, esdesproporcionado. Además es, desdela perspectiva ambiental, inconve-niente, pues funciona con capitales dedimensión muy pequeña como parafinanciar cambios de tecnologías y

7 MENDIZABAL de Finot Marthadina "La Paz, un ecosistema frágil ante la agresión urbana" IL-DIS, 1991

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procesos por otros limpios. Talleres dereparación y unidades productivas sinregistro oficial, producen pequeñascantidades de desechos contaminan-tes pero que por el número, sumanvolúmenes muy importantes de de-sechos que son emitidos y vertidos sintratamiento alguno. Por otra parte,dada su extensa dispersión en el te-rritorio, hacen inefectivo todo con-trol. La legislación no ha previsto aúnmecanismos para llegar a tales esta-blecimientos, sin encarar el riesgo desacarlos del mercado.

Los procesos productivosutilizan insumos y generandesechos en calidad y cantidadque el medio natural asimilacada vez más difícilmente

En el plano teórico, la economíaambiental considera que la contami-nación ambiental es función del volu-men producido por la actividadeconómica. Al margen de la validez re-lativa esta suposición tiene la virtud dereflejar una de las leyes de la termodi-námica: aquella que evidencia que laenergía no desaparece ni se destruye sinoque se transforma. En efecto, la mate-ria prima e insumos utilizados en losprocesos productivos tienen un dobleresultado: el primero, en volumen deproducto final, y segundo, de desechosde esa actividad.

En este contexto, el empleo de tec-nologías "amigables" con el medioambiente no hace sino reducir losdesechos, pero nunca en su totalidad,por limitaciones de la segunda ley dela termodinámica.

Y si bien es cierto que el medio na-tural asimila desechos orgánicos -dentro de límites-, la industriaintroduce cada vez mayor número desustancias no biodegradables, lo queamenaza con anular en cualquiermomento, la capacidad del medionatural de autoregenerarse con me-canismos propios. La autopurifica-ción de ríos en el trayecto de surecorrido, la autolimpieza del aire envirtud del régimen de viento, la re-producción de nutrientes en el sueloen función de la humedad, la regene-ración biológica de bosques en fin,son ejemplos de mecanismos natura-les. Esta resilencia -capacidad de res-tablecer equilibrios cada vez que estosson perturbados- funciona bajo leyesfísicas, químicas y biológicas y las le-yes económicas no hacen otra cosaque entorpecer su funcionamiento.

Ciertamente, detrás de la actividadeconómica hay una lógica racionalque privilegia el corto plazo, y cuyaconciliación con la lógica de la bios-fera esta recién dando los primerospasos. Los avances en torno a los equi-librios bioeconómicos son un ejem-plo; no obstante aún si existiera elinstrumental teórico para fundamen-tar cambios en los procesos producti-vos, sin el aval político necesario estosquedarían sujetos a la efectividad deleyes e instituciones ambientales.

Existe en el país una legislación unareglamentación ambiental vigente, yun Sistema de Evaluación de Impac-to Ambiental para identificar/evitar/remediar impactos ambientales de las

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actividades productivas; su efectividades poco reconocida; pero incluso si lofuera, aún no se conoce la nocividadde la cantidad creciente de sustanciasquímicas utilizadas por la industria.En estas condiciones, el Principio dePrecaución8 no parece ser el princi-pio privilegiado del estilo transnacio-nal de desarrollo.

Sobre la base de la gestióninsustentable del capital naturalno renovable, la economíatiende a empobrecersesistemáticamente ydescapitalizarse

Tradicionalmente se ha relaciona-do la pobreza con la incapacidad dela economía para acumular e invertirproductivamente, limitaciones delaparato productivo para generar em-pleo, y restricciones presupuestarias.Todo esto tiene mucho que ver conlas imposiciones de los diferentes es-tilos de desarrollo, en materia de apro-vechamiento de los beneficiosgenerados por el capital natural (re-novable y no renovable), principalforma de capital de la sociedad boli-viana.

Prueba evidente de un capital na-tural legado de cientos de genera-ciones atrás, que no está siendoadministrado como debiera, es la exis-tencia de yacimientos de plata consi-derados como los más ricos del

planeta, yacimientos de oro de los quese extrae a costos, de los más bajosdel mundo, bosques con madera co-tizada en el mercado exterior,biodiversidad y servicios ambientalessin precio amén de interlocutores in-capaces para hacer reconocer su valoren un mundo en que se tiende a quetodo tenga precio.

Tal como ha sido demostrado, paí-ses con dotación de recursos natura-les no gozan de niveles de vida quepodrían, dada aquella abundancia,debido a una gestión inapropiada delcapital natural. Al no haber invertidoen actividades que garanticen un in-greso perdurable, en una cantidadequivalente a la disminución por ven-ta de su capital natural, estas socieda-des ven su patrimonio disminuir, ycon ello, los ingresos disponibles paraconsumo9 .

La mala gestión de capital naturalestá en la base misma del fenómenode pobreza del país, y esta gestión estáfuertemente condicionada por deci-siones externas. Ciertamente, el pro-greso tecnológico ha conferido aBolivia, una mayor eficiencia en surol de proveedor oportuno. Por estavía se han visto reforzadas sus venta-jas naturales de disponibilidad demateria prima, consolidando a la vezsu rol de doble proveedor: de materiaprima a los países consumidores y de

8 Este Principio señala que, frente a la inexistencia de información y/o desconocimiento respectode efectos nocivos de una actividad, es recomendable asumir una posición precautoria, de evitarque esa actividad tenga lugar.

9 JEFFREY R.V, Rozali Mohamed Ali, and Asoc. "Environment and Development n a Resource-rich economy: Malaysia under the new economi policy" Harvard University Press, 1997.

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generadoras de ingresos para financiarlos gastos del presupuesto nacional,sin mayor retribución en términos dereinversión dentro de la región, comocontrapartida10 .

Mientras que en la competencia poratraer capitales extranjeros el régimenlegal en Bolivia garantiza la repa-triación de utilidades e incluso la de-volución de impuestos, la políticaeconómica no contempla mecanis-mos para orientar las inversiones porel camino de la sustentabilidad.Como consecuencia, no hay compen-sación al agotamiento de los activosfinitos. Sin esta compensación a lareducción del capital natural, lasregiones proveedoras están condena-das al empobrecimiento sistemáticoy a la decadencia inevitable por ago-tamiento de sus recursos. Pero tam-bién, por la sustitución de recursoscomo consecuencia de un desarrollotecnológico en el que compiten lospaíses industrializados: de lograrse talsustitución antes de la próxima déca-da, los países industrializados habrándejado de demandar recursos de laminería para satisfacer sus propiosrequerimientos de sustentabilidad. Se pue-de imaginar todo lo que ello representaráen términos de las inversiones realizadasen el sector minero en Bolivia, y en fin, suimpacto en la economía basada en este tipode exportación11 .

Mientras tanto, el capital no renova-ble es exportado del país con escaso/nulo valor agregado, pues el mercadointernacional opera de tal manera quepaíses ricos que compran recursos na-turales los demandan sin más valor queuna manipulación elemental para faci-litar el envío. Por consiguiente, no exis-te una creación de verdadera riqueza enel país, sobre la base de su capital natu-ral más importante.

La gestión de recursos mineros en elmarco del estilo transnacional de desa-rrollo en Bolivia, está orientada a sumayor eficiencia como proveedor, efi-ciencia que se limita principalmente aacelerar el tiempo durante el cual se li-quidan los recursos. Presiones de den-tro y fuera del sistema para tomardecisiones sobre inversiones, finan-ciamiento dirigido y cargas de la deudaexterna, desatención a la gestión delcapital natural, fallas arrastradas en lacontabilidad nacional y distribucióninequitativa de los beneficios generados,son sólo algunas de las expresiones de losestilos de desarrollo pasados y vigentes.

El desarrollo de la agriculturaen el contexto de pobreza, perotambién la agricultura modernaestán influenciadas por losestilos de desarrollo

La agricultura ha crecido; sin em-bargo es evidente el mantenimientoy aún creciente polarización entre

10 MENDIZABAL de Finot M. "Gestión de los recursos mineros y desarrollo regional sustentable"En Revista Economía Ecológica, CESU, Universidad de San Simón, Cochabamba, 1997

11 "Alemania Sustentable", 1995, señala que a fin de llegar a ser sustentable, este país debe reducirentre otros, el consumo de materias primas no renovables en un 25% al año 2000 y en un 80% alaño 2050. La señal de cambio estará dada por el consumo de menos materias primas de este tipo.

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zonas de modernización en particu-lar en el oriente, y otras zonas corres-pondientes a los sectores campesinos.Respecto a la primera, ésta ha tenidolugar a costa de la transformación ydeterioro de ecosistemas naturalesintervenidos. Además del impacto yaconocido de tales intervenciones enextensas áreas del bosque tropical ysu cambio de uso a agricultura comer-cial, destaca la fragilidad del ecosiste-ma creada por el monocultivo, quelo hace vulnerable a plagas y al incre-mento del uso de plaguicidas.

Respecto a la agricultura practicadapor sectores campesinos pobres, es in-dudable que continúe reportando cul-tivos de subsistencia mientras se siguepresionando la tierra para extraer pro-ductos con ayuda de agroquímicos queingresan al país, circulan, se venden yse mezclan sin control alguno. El so-brepastoreo continúa también comoparte de estrategias de sobrevivencia enel Altiplano y los llanos, no obstante quela capacidad de carga de terrenos some-tidos al intenso sobrepastoreo ha sidorebasada. Además, la erosión avanza porel pisoteo y compactación del ganadocaprino y ovino cuyas pezuñas sonparticularmente dañinas para el suelo.La sobrecarga de la ganadería esconsiderable en la región andina, don-de además se ha encontrado, una estre-cha correlación entre la carga animal yla erosión de los suelos12 .

Un fenómeno ligado a la pobreza yque tiene repercusiones ambientalesextendidas ha sido la agricultura iti-nerante en zonas tropicales13 . Destacala tala de bosques para convertirlos encampos de cultivo de productividadtemporal y decreciente dada la fragili-dad del suelo. Su impacto es extensivopor las inundaciones ocasionadas enzonas bajas; la contaminación del airederivada de esta actividad. No obstan-te, desde el punto de vista de la mezclasinérgica que pueda darse con otras sus-tancias presentes en la atmósfera del al-tiplano - escasa en oxígeno por laaltitud-, podría tener daños imprevisi-bles en la salud.

La racionalidad económicaprima sobre la racionalidadecológica también en el uso deplaguicidas químicos

Una de las manifestaciones de esti-los de desarrollo que privilegian eljuego de factores económicos contem-plados al margen de cualquier impac-to ambiental sobre el medio ambientees la que se deriva del uso de abonosquímicos en el medio rural. En efec-to, no es sino la racionalidad econó-mica la que estimula al agricultor autilizar indiscriminadamente fertili-zantes y pesticidas para incrementarla productividad. Y es la misma ra-cionalidad la que lo conduce a haceraumentos siempre crecientes, pararesponder a requerimientos también

12 AUGSTBURGER F "La ganadería y los equilibrios ecológicos" En: Desarrollo y Medio Ambien-te, COTESU, Bolivia, 1990

13 LIBERMAN Max "Situación ambiental de Bolivia" En: La Situación Ambiental en América Lati-na: Estudios de casos. CIEDLA,1991

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crecientes del suelo, a fin de obtenerincrementos en la cosecha resultante.Y la aplicación puede seguir siendorentable aún si la utilización de abo-nos ha perdido sistemáticamente efi-cacia.

Si bien desde un punto de vista eco-nómico se trata de una actuación ra-cional, la intensificación de lautilización de los agroquímicos pue-de tener efectos adversos para el me-dio ambiente. En efecto, losecosistemas funcionan con organis-mos vivos que tienen una funciónecológica que cumplir; el uso de unplaguicida no se dirige exclusivamentea un tipo de plaga sino que es un bio-cida indiscriminado, razón por la cualsu impacto en el hábitat de microor-ganismos puede acarrear rupturas gra-ves. Por otra parte, incrementa lasprobabilidades de exposición huma-na elevada. El uso de estas sustanciascoloca en riesgo no sólo a los traba-jadores agrícolas del oriente que porla elevada temperatura, no siempreusan los trajes apropiados, sino tam-bién del occidente donde los campe-sinos no lo hacen por falta de mediose información sobre riesgos.

Por otro lado, dependiendo de lacantidad aplicada, residuos de lassustancias químicas utilizadas podríanencontrarse en los productos agríco-las consumidos. En este mismo senti-do, plaguicidas podrían estarcontaminando el suelo, las capas freá-ticas y aguas subterráneas; el agua conniveles de concentración potencial-mente insalubres podrían alimentar

los sistemas de abastecimiento de aguacomunitarios o ser extraídas de pozosy podrían ser ingeridos por la pobla-ción circundante. Son conocidos losefectos de plaguicidas que se trans-portan fácilmente por la cadena ali-mentaria desde la tierra -siempre queel suelo sea permeable-, a los ríos, lospeces, y los seres humanos, para acu-mularse en el tejido adiposo -en parti-cular de las mujeres- y producir dañosdiferentes, dependiendo de su concen-tración y composición química.

Manifestaciones ambientalesperversas de la liberalizacióndel comercio

El impacto negativo potencial dela liberalización del comercio sobre elmedio ambiente se deriva en varioshechos:

a. La mayor parte del comercio in-ternacional en el campo de las made-ras tropicales ya ha producido unimpacto adverso en los bosques tro-picales. Aunque se señala que con al-gunas excepciones, el corte de ciertasespecies no entraña un daño al eco-sistema forestal, es evidente que elbosque ha perdido valor. En estas con-diciones la ley General del MedioAmbiente tiene un efecto amortigua-dor casi nulo debido a deficienciasinstitucionales y prácticas ya recono-cidas.

Por otra parte, el manejo de bos-ques y ecosistemas naturales no hapodido ser mantenida al margen de lacorriente privatizadora indiscriminada,característica del estilo transnacional

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de desarrollo. La gestión privada debosques podría garantizar buenos re-sultados sólo si la sociedad decide eluso comercial de las áreas de suterritorio; mientras tanto, la gestióncomunitaria sigue siendo la mejor al-ternativa para bienes públicos y Boli-via tiene experiencia acumulada quetransmitir al respecto.

b. La liberalización del mercadoagrícola se está traduciendo en ma-yores riesgos para la salud humanagenerados en particular por la aplica-ción indiscriminada de pesticidas.Residuos de agroquímicos etilpara-tión y mevinfos, prohibidos a nivelmundial por su alta toxicidad, estánpresentes en verduras y frutas expor-tadas por Chile y consumidas en Bo-livia. Algunos plaguicidas utilizadosson sistémicos y penetran desde lacáscara a través de la fruta hasta lasemilla (p.ej., manzana y frutilla);otros en cambio son no sistémicos yquedan sólo en la cáscara (p.ej.,tomatey uva). No obstante ser prohibidos anivel mundial, muchos continúansiendo utilizados en muchos países,debido a ventajas asociadas a preciosrelativos.

c. Los acuerdos ambientales multi-laterales no han logrado aún restrin-gir la salida de información genéticade especies de la biodiversidad de lospaíses de origen, y menos, de acordaruna distribución equitativa de los be-neficios generados a partir de su uso.En el país no hay intención de valo-rar económicamente recursos de labiodiversidad que tienen una deman-

da mundial potencial y por tanto unprecio; sin embargo en ausencia de lavaloración económica, su precio semantiene en cero.

d. Otra de las manifestaciones dela liberalización del comercio inter-nacional que acompaña a la globali-zación, es el libre tránsito de miles desustancias químicas que ingresancomo componentes en alimentos,cosméticos y medicamentos, o biencomo insumos para la industria. Adi-tivos químicos (colorantes, sabori-zantes, edulcorantes, preservantes)son componentes comunes en ali-mentos, golosinas; otros que vienenhaciendo parte de fórmulas medica-mentosas, antes de que sus efectossean conocidos; lo mismo en fin, res-pecto a la mezclas farmacotóxicas.

Se estima en unos 8 millones loscompuestos comerciales que circulanlibremente por el medio ambientemundial. De estos, sólo 4 mil estánrelativamente bien investigadostoxicológicamente. 2 mil son sospe-chosos de ser carcinogénicos y 59 sonconfirmados por este tipo de efectosen humanos. Adicionalmente, ingre-san cada año 2 mil sustancias quími-cas al mercado cada año. En Boliviaaún no existe una ley y menos meca-nismos de control a la importaciónde alimentos y sustancias de todo tipo,lo que deja a toda la población, amerced de impactos imprevisibles ensu salud y vida.

Se ha descrito simplemente algunasmanifestaciones ambientales. Existenmuchas otras a nivel local y también

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a nivel global. Ejemplo de estas últi-mas son los cambios climáticos y elaumento de la superficie del hueco dela capa de ozono, ambos producidospor la actividad económica mundialy en particular, aquella de los paísesmás industrializados. No obstanteello, tales problemas afectan con ma-yor severidad a los países con menorcapacidad para enfrentar tales proble-mas, Bolivia entre ellos porque la so-lución negociada pasa por el sacrificiode actividades y movilización de re-cursos adicionales.

CONCLUSIONESLos estilos de desarrollo pasados y

vigente en Bolivia crean y recreanunas relaciones humanas con la na-turaleza en las que la apropiación dela naturaleza no es tanto para la satis-facción de las necesidades humanascomo para la acumulación de capitalen si misma. Como se puede deducirde la lectura anterior, en todo esteproceso se ha venido privilegiando elenfoque economicista el mismo queha primado en el conjunto de activi-dades, y ha incursionado creciente-mente en otras que nada tienen quever con la lógica del mercado.

Bolivia en el contexto del estilo glo-balizador de desarrollo, es protagonis-ta junto al resto de países en vías dedesarrollo, de una marginación cuyosefectos se extienden a la escala mun-dial. Los resultados se expresan tantoen una relegación a los márgenes delsistema, en términos de: (a) un creci-miento económico muy limitado por

su incapacidad para mantener el rit-mo competitivo; (b) de una reducciónsistemática de su participación en elintercambio internacional en el quela tendencia a reducir la demanda derecursos naturales es una evidencia; y(b) una reducción de su stock de ca-pital natural y social, derivada de unagestión nula del capital natural y unadegradación ambiental creciente quedesvaloriza el recurso humano.

El estilo de intervención humanaen los ecosistemas ha generadoproblemas ambientales de tal magni-tud, que está comprometiendo lainserción duradera de las poblacioneshumanas en los ecosistemas localesque las sustentan. Constatacionesambientales llamaron oportunamentea la reflexión, y el país ha tomadoconciencia de las responsabilidadesfrente al porvenir, habiéndose plan-teado la necesidad de redireccionar eldesarrollo.

Las nuevas concepciones se handesplazado desde un tipo de desarro-llo en que los criterios económicospesan demasiado, a otro de carácterpluridimensional; de uno en que losobjetivos se limitaban al puro creci-miento económico, a otro más huma-no. Sin embargo, en el planoambiental, los avances han perdidofuerza.

Así, aunque en otros países se tien-de actualmente a abordar la intersecciónde las actividades económicas con lascondiciones de la naturaleza en laperspectiva de transar en torno a unenfoque bioeconómico, en Bolivia se

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ha limitado esta preocupación a lapalestra política. La presión paraatraer inversiones extranjeras, no hallevado a adoptar resguardos más agre-sivos del medio ambiente sino masbien, a flexibilizar condiciones que nohacen sino acelerar los ritmos de ex-tracción de recursos naturales, y en elmejor de los casos, al control de losimpactos ambientales de las activida-des económicas.

El avance hacia un nuevo estilode desarrollo en Bolivia ha sidopues, limitado. Falta mucho porhacer para enfrentar desafíos que sinembargo, no podrían abordarse sinel suficiente consenso de la socie-dad, la participación de los actores,y el apoyo político.

Algunos de ellos son, el desafío desuperar la pobreza, en cuya tarea lasociedad se verá enfrentada a unamayor demanda de bienes y serviciosde la naturaleza para satisfacer reque-rimientos mínimos de los pobres, demateriales adicionales para construirsu vivienda, para extraer y tratar aguaapta para el consumo humano, ali-mentos sanos, energía en fin parasolventar el conjunto de necesidadesde crecimiento económico. Todas es-tas, exigencias legítimas pero que nodejarán de tener una fuerte presión yun impacto consiguiente en el medioambiente.

Otro desafío es la promoción deactividades que, a tiempo de ser eco-nómicamente rentables, guarden unasintonía con los ritmos biológicos.Sólo para citar un ejemplo, la promo-

ción de la alimentación orgánica, -enun mundo en que se compite con laagricultura comercial-, sin pesticidasen la producción ni en el transporteni en el almacenamiento. Actividadescomo ésta, suponen trabajar en latransformación de las relaciones nosólo con la naturaleza externa sinotambién con el resto de los seres hu-manos.

Un tercer desafío en fin, implicatrabajar el tema de los límites físicos,químicos y biológicos, dentro de loscuales debe encajarse el conjunto deactividades humanas, y en particular,las actividades económicas. Límite dela capacidad de reproducción de unrecurso natural, por debajo del cual nin-guna reducción del flujo de extracciónpuede compensarse mediante la in-tensificación del esfuerzo en capitaltécnico so pena de agotar el recurso;límites de los ritmos de autodepura-ción de los medios mas allá del cualsu capacidad para absorber los des-ajustes se ve comprometida; límitesen fin, de desajustes de los mecanis-mos naturales cuyo correcto funcio-namiento condiciona la reproducciónde los sistemas humanos.

Tales límites son definidos, comoes de suponer, fuera del área econó-mica, y no como hasta ahora, a partirde equilibrios económicos. Pero encambio, es aquí donde las herramien-tas económicas de mercado puedenjugar un rol muy importante, al ha-cer retroceder las actividades econó-micas hasta situarse dentro de esoslímites.

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Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible

SEGURIDADAGROALIMENTARIA,

PRODUCCIÓN AGROPECUARIAY DESARROLLO SOSTENIBLE

EN EL ALTIPLANO BOLIVIANO

John Vargas Vega•

• Economista, Docente Investigador, CIDES - UMSA

La seguridad alimentaria expresael bienestar alcanzado por la pobla-ción de un país de acuerdo al nivelde desarrollo conseguido. El ham-bre y la pobreza son, a su vez, laexpresión de que el bienestar de lapoblación es ínfimo porque no seha conseguido el desarrollo necesa-rio para mejorar las condiciones devida de la mayoría de la población,por eso prevalece la inseguridad ali-mentaria.

No obstante que la seguridad ali-mentaria es un problema de perma-nente actualidad, no es un temaprioritario en las agendas de desarro-llo, ni siquiera es un tema importan-te, pese a que los países suscribencompromisos internacionales y seobligan a asignar recursos y empren-der acciones para resolver este proble-ma en beneficio de su población. Enla Cumbre de la Alimentación, rea-

lizada en Roma en 1996, 186 paísessuscribieron la Declaración de Romasobre la Seguridad Alimentaria Mun-dial y se comprometieron con el Plande Acción de la Cumbre Mundial so-bre la Alimentación para reducir el50% de la desnutrición hasta el año2015. La desnutrición es un proble-ma que afecta al 40% de la poblaciónboliviana y tiende a agravarse con lacrisis, porque cada año aumenta el nú-mero de personas que carecen de losalimentos necesarios para subsistir.

Probablemente una de las causaspara que un problema tan importan-te no reciba la atención necesaria delos gobiernos es la poca visibilidad desus resultados. La imagen de los ham-brientos y desnutridos tiene muchoimpacto afectivo, por eso mismo pro-voca reacciones positivas para resol-ver el problema, que se traducen endonaciones y apoyo. En cambio la

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Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible

reducción del hambre y la desnutri-ción crónica es un proceso lento ycomplejo, cuyos resultados son pocoperceptibles y visibles para la pobla-ción, es decir, no generan una ima-gen de impacto que conmueva, niproducen reacciones efusivas en lapoblación, que puedan traducirse enrédito político. Es más fácil mostrarla carencia de la alimentación y susconsecuencias, que mostrar la rever-sión o el mejoramiento de las secuelasque esta provoca por la insuficiencia dealimentos, como la desnutrición, sobretodo cuando el mejoramiento no se re-fleja en signos visibles.

Esta situación es más complejacuando se introducen en la concep-ción de seguridad alimentaria, aspectosque no están referidos exclusivamentea la producción y consumo de alimen-tos. Esto ocurre cuando se incide en laspolíticas de importación y exportación,que afecta a los intereses de las empre-sas involucradas, o cuando se buscamodificar las políticas de empleo y dedistribución del ingreso que afecta almodelo de desarrollo adoptado por elpaís. Esta complejidad requiere deuna comprensión distinta de la deseguridad alimentaria, que permitagenerar propuestas de estrategia pararesolver el problema de la desnutri-ción, dentro de los límites de la capa-cidad institucional, de los medios ylos recursos productivos que tieneinternamente el país y de los recursosfinancieros y tecnológicos que puedeobtener a través de la cooperaciónexterna.

La adopción de cualquier estrate-gia de desarrollo requiere de una fuer-te voluntad política del gobierno y dela sociedad para optar por objetivosestratégicos y fijar metas factibles quearticulen lo inmediato con el largoplazo, de tal manera que las accionesque se emprendan en el corto plazotengan continuidad ininterrumpidaen el largo plazo. Esta voluntad se tra-duce en la asignación de los recursossuficientes y oportunos que son ne-cesarios para el cumplimiento de lasmetas fijadas. Esto implica orientarlos esfuerzos y los recursos públicos yprivados del país, así como los queprovienen de la cooperación externaen la misma dirección y con el mis-mo propósito.

Bolivia es un país con una ampliadiversidad ecológica y cultural querequiere de estrategias que reflejen taldiversidad. Esta exigencia es mayor enla adopción de una estrategia nacio-nal de seguridad alimentaria porquela diversidad cultural de la poblacióny la diversidad ecológica del territo-rio, en que vive esta población, se tra-duce en costumbres y hábitos deconsumo alimentario diversos. Eneste sentido es importante visualizarla diversidad ecológica que represen-tan el altiplano, los valles, los llanos yel chaco, y considerar las característi-cas culturales de la población que viveen estas regiones. Lo primero permi-te dimensionar la capacidad de cadaregión para obtener alimentos y losegundo permite dimensionar el con-sumo de alimentos por la población

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Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible

en cada región, que se traduce enla dieta alimentaria, relacionadacon las condiciones del medio eco-lógico,

En este sentido, es necesarioconcebir estrategias regionales deseguridad alimentaria, que respon-dan a la demanda alimentaria dela población y a la capacidad deproducción de alimentos de la re-gión. Esto significa diseñar cuatroestrategias regionales de seguridadalimentaria, que constituyan labase para diseñar una estrategianacional de seguridad alimentaria.Para esto es necesario que la vo-luntad política nacional asuma lanecesidad de una estrategia nacio-nal de seguridad alimentaria queresuelva el problema de la desnu-trición en el país. De tal maneraque se definan objetivos estratégicosnacionales de seguridad alimentariay se fijen metas nacionales, queorienten los esfuerzos y los recursospúblicos y privados en la misma di-rección y con el mismo propósito.

De acuerdo al compromisocontraído en Roma en 1996, elpaís tendría que resolver los pro-blemas de alimentación y nutri-ción de la mitad de poblaciónafectada, en el plazo de 20 años. Lasacciones emprendidas hasta el presen-te año indican un considerable retra-so en el cumplimiento de la metafijada. Se estima que esto se debe aque los partidos políticos, las organi-zaciones sociales y las instancias gu-bernamentales no han comprendido

aún la gravedad que representa parael desarrollo del país la creciente des-nutrición, especialmente en la pobla-ción más vulnerable. Las acciones querealizan diversas entidades públicas yprivadas, relacionadas con la seguri-dad alimentaria, las efectúan en for-ma aislada y discontinua y con unabaj a cobertura socio espacial.

GILKA WARA LIBERMANN, YUNGAS

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Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible

Consecuentemente los resultados sonlimitados y tienen poco impacto, conun alto costo.

Construir cuatro estrategias regio-nales de seguridad alimentaria permi-tirían mejorar la asignación de losescasos recursos que tiene el país paraenfrentar los problemas que tiene cadaregión en particular y que no afectana las otras regiones,1 de tal maneraque a partir de estas estrategias regio-nales se puedan identificar los proble-mas nacionales de seguridadalimentaria diferenciándolos de losproblemas regionales de seguridadalimentaria. Esto ayudaría a precisarobjetivos estratégicos de alcance na-cional y alcance regional, esto mismocoadyuvaría a orientar los esfuerzos ylos recursos de las regiones y de lacooperación externa para aplicarloscon mayor eficacia en la solución deproblemas regionales complementan-do a la solución de los problemasnacionales de seguridad alimentaria.

La seguridad alimentaria regionalpermitiría incorporar a la oferta ali-mentaria productos que tienen la bio-diversidad de la región, para mejorarla alimentación y la nutrición de lapoblación de la misma región o deotras regiones, porque los patrones deconsumo de la población respondena pautas culturales regionales. De esta

manera, se diversificaría la oferta dealimentos obtenidos en el país, conlo cual se incentivaría la producciónagroalimentaria nacional.

La estandarización de productos deconsumo alimentario, la introducciónde tecnología ahorrativa en tiempo ymano de obra en la producción agro-pecuaria y la rentabilidad financierade la inversión agroalimentaria, tie-nen objetivos que difieren de los ob-jetivos de la seguridad alimentariaregional y nacional. Esto puede com-probarse en la región del altiplano,donde se considera que la producciónagroalimentaria no es rentable y laintroducción de productos agroali-mentarios de otras regiones modificóel consumo de la población rural yurbana, pero no mejoró su nutrición.

La seguridad alimentaria está rela-cionada con múltiples aspectos, quees necesario analizarlos separadamen-te con el propósito de identificar encada uno de ellos los problemas queinciden en la misma. Es importanteefectuar el análisis a escala regional ya escala nacional en forma desagrega-da, a fin de identificar los problemasde seguridad alimentaria diferencian-do los problemas regionales de losproblemas nacionales. Esta permitedisponer de información actualiza-da de cada región sobre el balance

1 La información nacional sobre consumo alimentario nutricional, no considera las diferenciasregionales, de la misma manera que la información nacional sobre cultivos y cría de ganado,respecto a tamaño, rendimientos, volúmenes, no incluye las diferencias agroecológicas en lasque se producen los alimentos. La información construida con esta base hace que las instanciasgubernamentales y de cooperación, adopten políticas públicas y asignen recursos a acciones dedesarrollo, de manera inadecuada. De ahí que los resultados obtenidos con tales acciones noresuelvan los problemas, porque sus objetivos no son trascendentales

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alimentario, las restricciones y las po-tencialidades de producción agroali-mentaria, la infraestructura y el accesoa la producción y al mercado de ali-mentos.

Los principales aspectos vinculadoscon la seguridad alimentaria regionaly nacional son:

•La población, urbana y rural.•La producción, conservación y

transformación de alimentos.•El consumo alimentario nutricional.•El empleo y el ingreso familiar.•El comercio de productos y servi

cios agropecuarios: importación yexportación de alimentos.

•Los recursos: flora, fauna, suelo,agua, tecnología, recurso humano.

•Los servicios básicos, agua potable, energía, alcantarillado, salud,educación, comunicación, caminos, crédito, comercio, asistenciay capacitación técnica.

El análisis de estos aspectos, su si-tuación actual, su evolución, cambiosen las últimas décadas, los principa-les problemas, sus causas y efectos ylas perspectivas de solución que tie-nen, así como sus proyecciones paralos próximos 20 años, permite dise-ñar una estrategia de seguridad ali-mentaria que resuelva los problemasde la producción y el consumo de ali-mentos, de las importaciones y expor-taciones, del acceso al mercado dealimentos a través de mayor empleoe ingresos regulares, del mejoramien-to de la dieta alimentaria nutricional,de la conservación y el almacenamien-to de productos alimenticios, de la

capacitación de los recursos humanosde cada región y de la generación einnovación de tecnología de produc-ción y servicios alimentarios.

La estrategia regional de seguridadalimentaria está referida a los proble-mas regionales y a las vías de soluciónque ofrecen los recursos y medios dela propia región, así como a los re-cursos y medios de apoyo externo ala región. En tanto que la estrategianacional de seguridad alimentaria estáreferida a los problemas nacionalesque afectan a toda la población na-cional, para los cuales se requiere laintervención del Estado a través deldiseño y la aplicación de políticaspúblicas, de instrumentos y mecanis-mos institucionales, de normas y re-glamentaciones legales, de recursosfinancieros y tecnológicos.

En este sentido la estrategia nacio-nal de seguridad alimentaria precisaque el Estado asuma estrategias rela-tivas al:

•Aumento, diversificación y ampliación de la oferta de alimentos,a través de la producción sostenible agroalimentaria y agroindustrial.

•Aumento de los ingresos y delempleo, a fin de mejorar el acceso al mercado, en especial de lapoblación urbana, pero tambiénde la población rural.

•Mejoramiento del uso de los alimentos, elevando el índice de nutrición y de salud de los sectoresmás vulnerables.

•Incremento de la capacitacióntécnica de los re cursos

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humanos relacionados con la seguridad alimentaria.

•Reducción del déficit de la balanzacomercial de alimentos, aplicandocontroles de calidad y de salud.

•Preservación de la base productiva que sirve para la obtención dealimentos.

LA CONCEPCIÓN DE LASEGURIDAD ALIMENTARIA EN ELNUEVO MILENIO

La concepción de la seguridad ali-mentaria evolucionó en el transcurso delos últimos treinta años, incorporandoaspectos relacionados no sólo con elhambre y la desnutrición sino tambiéncon las causas que lo originan. En estesentido, el hambre no es sólo un pro-blema de cantidad y disponibilidad dealimentos sino un problema de accesode la mayoría de la población a los ali-mentos que necesita para vivir en con-diciones humanas. El aspecto másimportante y más fuerte de la concepciónactual de la seguridad alimentaria es queel hambre es consecuencia de la pobreza.

Habida cuenta de que la pobrezaes el resultado de la desigual distribu-ción del producto nacional, la solu-ción del hambre y de la pobrezadepende de un cambio profundo enla distribución del producto, a fin deque la mayoría de la población puedarealmente acceder a los alimentos enla cantidad suficiente y con la calidadque necesita para mejorar su alimen-tación y su salud.

En principio, la seguridad alimen-taria estaba restringida a la constata-ción de la suficiencia o insuficienciade alimentos que producía un paíspara alimentar a su población. Enconsecuencia el objetivo era lograrla autosuficiencia alimentaria nacio-nal. Sin embargo, los esfuerzos rea-lizados en esta dirección noresolvieron el problema del hambre,porque no se logró la producciónautosuficiente.

Posteriormente, la seguridad ali-mentaria amplio su concepción alequilibrio de la demanda y la ofertade alimentos, considerando la pro-ducción interna y las importacionesde alimentos. El propósito era garan-tizar el abastecimiento de la pobla-ción, o sea, lograr que la poblacióntuviese la oferta suficiente y oportu-na de alimentos. No obstante que selogró el abastecimiento adecuadotampoco se resolvió el problema delhambre y la desnutrición, porque lapoblación de escasos ingresos o caren-te de ingresos no podía adquirir losalimentos que necesitaba, en la can-tidad y calidad definidas. Por el con-trario, aumentó la desnutrición pesea la mayor disponibilidad de alimen-tos en el mercado, especialmente enla población más vulnerable.

Estos resultados condujeron a lamodificación de la concepción de laseguridad alimentaria2 , cuyo énfasisse centro en el acceso a los alimentospor la mayoría de la población. Esto

2 Cumbre Mundial sobre la Alimentación, FAO, Roma 1996.

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implica que la seguridad alimentariaademás de garantizar la disponibili-dad de alimentos en la cantidad y lacalidad requeridos por la población,así como el abastecimiento adecuadoy oportuno de estos productos, re-quiere que la mayoría de la poblacióntenga acceso a los alimentos, en lascantidades y calidad que exige unaadecuada dieta que mejore su nutri-ción y salud, pues de ella depende eldesarrollo de sus capacidades creati-vas y la productividad de su trabajo.

Al inicio del nuevo milenio, seconstata que sólo una parte de la po-blación mundial puede obtener lacantidad suficiente y la calidad nece-saria de alimentospara satisfacer susrequerimientosalimentario nu-tricionales. Lamayoría de la po-blación mundialno puede obtenerlas cantidades mí-nimas de los ali-m e n t o sindispensablespara su subsisten-cia. Esta diferenciase debe a que lamayoría de la po-blación carece delos recursos mone-tarios, necesariospara comprar losalimentos en elmercado. Garanti-zar el acceso de la

mayoría de la población a los alimen-tos implica aumentar el ingreso mo-netario de esta mayoría poblacional,o sea, modificar los actuales mecanis-mos de distribución del ingreso y elnivel de empleo.

En Bolivia el hambre aumentó enel último decenio porque aumentó lapobreza, o sea, se incrementó el núme-ro de personas que no tienen acceso alos alimentos. El aumento de la po-breza fue mayor que el crecimientodel PIB, porque se acrecentó el des-empleo abierto y se redujo el ingresofamiliar. La oferta alimentaria se man-tuvo en los mismos niveles e inclu-sive se diversificó con la inserciónJESUS PEREZ, COLECCION DE ALMANAQUES DE AGRUCO

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Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible

de la economía nacional al mercadoglobalizado. Aumentaron las expor-taciones de alimentos pero tambiénaumentaron las importaciones y con-tinuaron las donaciones de alimentos,sin embargo el déficit de la balanzacomercial no se modificó. La instala-ción de supermercados y de subsidia-rias de las cadenas de comida rápidaes parte de este fenómeno, al igual quela introducción de lácteos y jugos enenvases que permiten su conservaciónpor un tiempo más prolongado.

La producción de alimentos se in-crementó en algunos rubros, como laavicultura, pero en general se mantu-vo en los mismos niveles, sin modifi-caciones tecnológicas significativas,por el contrario, acusó disminucionesen los índices de rendimiento de loscultivos y del ganado, atribuibles, enparte, a los fenómenos del niño y dela niña, pero, sobre todo, debido a laausencia de investigación e innova-ción tecnológica y a la falta de asis-tencia técnica y crediticia. El sistemade comercialización no mejoró signi-ficativamente y los precios se incre-mentaron, a la par que disminuyó lacapacidad adquisitiva de los ingresosfamiliares.

Estas son las condiciones de inse-guridad alimentaria que enfrenta elpaís, no por insuficiencia de alimen-tos, sino porque más de dos terciosde la población boliviana carece de losingresos necesarios para comprar ali-mentos, o sea, porque la mayoría dela población es pobre, muy pobre oindigente, carece de empleo e ingre-

sos, es decir, no tiene acceso al mer-cado de alimentos.

La desigual distribución de los in-gresos no es un problema reciente,fruto del modelo, sino un viejo pro-blema, inherente al desarrollo del ca-pitalismo. El modelo neoliberalagudiza la desigualdad de la distribu-ción de ingresos, porque acelera laconcentración de la riqueza y la ex-pansión de la pobreza. El hambre y lapobreza son inherentes al desarrollocapitalista, por esto el sistema no pue-de eliminar ni el hambre ni la pobre-za, porque a medida que crece laproducción y la riqueza es tambiénmayor la pobreza y el hambre, por-que la distribución desigual del ingre-so es también creciente.

Esto obliga a revisar la concepciónde la seguridad alimentaria, al igualque la concepción de la pobreza,dado que existe una estrecha rela-ción entre seguridad alimentaria ypobreza. La comprensión de la se-guridad alimentaria como un pro-ceso en el cual se integran, laproducción y el abastecimiento dealimentos, el acceso de la mayoríade la población a ellos, a través demás empleos y mayor ingreso, elconsumo y uso adecuado de la can-tidad y calidad requerida que me-jore su nutrición y salud, así comola reposición de la base productivaque los genera, requiere de una com-prensión amplia del problema alimen-tario nutricional, inmediato y futuro.

El consumo y el uso de los alimen-tos para mejorar la nutrición y la salud

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de la población, dependen de pautasque responden a la diversidad cultu-ral de la población y a la diversidadecológica de su hábitat, que se tradu-cen en su base productiva y en su dietaalimentario nutricional. En este sen-tido, la seguridad alimentaria requie-re incorporar dichas pautas en elbalance alimentario nutricional a finde ajustar las normas y recomenda-ciones al comportamiento alimenta-rio de la población. Esto permiteajustar los requerimientos alimenta-rio nutricionales de la población conla diversidad agroecológica de su baseproductiva.

Este ajuste implica manejar la di-versidad biológica de los ecosistemasinvolucrados junto a los recursos na-turales y al medio ambiente, que per-miten la obtención de alimentos. Detal manera que el crecimiento de laoferta no impida la reposición de losrecursos, ni la reposición de ellos o sureemplazo técnico, por recursos sus-titutos, no afecte a la oferta y provi-sión de alimentos. Esto requiere lageneración de nuevos conocimientosy técnicas de producción, conserva-ción, transformación distribución yconsumo de los alimentos, ademásuna mayor cantidad de recursos hu-manos mejor capacitados.

Esta concepción de la seguridad ali-mentaria, no se limita a la obtencióny consumo de alimentos sino que en-cara el problema de la generación deempleo e ingresos, para que la pobla-ción pueda comprar alimentos en elmercado. Abarca la generación de

ciencia y tecnología, no exclusivamen-te alimentaria sino también culturaly social, y aborda la reposición de labase productiva, acorde con el desa-rrollo sostenible del país.

Esta concepción aplicada al diseñode estrategias regionales de seguridadalimentaria permite disponer de lainformación y el conocimiento detalla-do de las potencialidades, restriccionesy recursos de cada región, para enca-rar los problemas de producción,abastecimiento, acceso y consumo dealimentos en la región, ajustados a labase productiva y a las pautas de con-sumo de la población.

Las estrategias regionales de segu-ridad alimentaria constituyen, así, labase real para el diseño de la estrate-gia nacional de seguridad alimenta-ria, no por simple agregación sino porun proceso de integración de ellas quese traduzca en estrategias y políticasde producción, importación, expor-tación, transformación, distribución,acceso y consumo de alimentos, quebeneficien a la mayoría de la pobla-ción boliviana.

Una estrategia nacional de seguri-dad alimentaria basada en estrategiasregionales posibilitaría diseñar polí-ticas diferenciadas para la producciónde alimentos destinados al mercadointerno o al mercado externo, a tra-vés de la asignación de recursos finan-cieros y tecnológicos sin modificar losmecanismos establecidos y utilizados,sino ajustando la asignación de recur-sos internos y externos a objetivos es-tratégicos regionales y nacionales, con

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Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible

metas acumulables. Actualmente laasignación de recursos financieros ytécnicos responde a objetivos puntua-les y de corto plazo, que implican dis-persión de esfuerzos y recursos conresultados de reducido impacto.

En definitiva se propone modificarlos procesos de asignación de recur-sos. Lo cual implica modificar la basede la información y el conocimientoutilizados en la toma de decisiones,mediante la ampliación de dicha basecon información primaria actualiza-da, proporcionada por diversas fuen-tes especializadas y por la poblaciónque vive en las regiones. Implica tam-bién cambiar los procedimientos detoma de decisiones y de diseño depolíticas públicas, mediante la parti-cipación activa y horizontal de losactores sociales y económicos de lasregiones, en la definición de los obje-tivos, estrategias e instrumentos deseguridad alimentaria para la región,de tal manera que los actores políti-cos y técnicos de la región consoli-

den la estrategia regional negociandola asignación de recursos financierosy humanos, así como el diseño depolíticas diferenciadas, acordes con losobjetivos estratégicos.

De esta manera las acciones que seemprendan para lograr la seguridadalimentaria regional contribuirán alograr la seguridad alimentaria nacio-nal, porque la concentración de es-fuerzos y recursos en cada regiónresponde a objetivos estratégicos ymetas limitadas definidas por la po-blación de la región, lo cual permiti-rá elevar la eficiencia y la eficacia delas acciones emprendidas, traducidasen resultados e impactos verificablespor la propia población de la región.Esto requiere que tanto las estrategiasregionales, como la estrategia nacio-nal de seguridad alimentaria respon-dan a los objetivos de desarrollonacional y al compromiso contraídopor Bolivia en Roma, en 1996, parareducir la desnutrición en un 50%hasta el año 2015.

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Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible

AGRICULTURA Y MEDIOAMBIENTE EN LASNEGOCIACIONES

COMERCIALES MUNDIALESAlfredo Seoane•

Los países medianos eran conscientes de que la alternativa a unsistema basado en normas sería un sistema basado en el poder, enel que, careciendo de poder, tenían mucho que perder.Silvya Ostri

INTRODUCCIÓNEn la economía mundial, un con-

junto de normas, reglas y procedi-mientos informales o formales sirvenpara reducir el costo de las transaccio-nes, y por sobre todo para reducir lasincertidumbres sobre el comporta-miento no cooperativo de los estadosnacionales. A ese conjunto y a las ins-tituciones que surgen para aplicar-lo se les llama el orden económicointernacional, cuya función principalen el ámbito del comercio es hacerque la división internacional del tra-bajo se manifieste y haga posible laespecialización eficiente de los países.

Por ello, un sistema de reglas parael comportamiento de los gobiernos,

y el compromiso de voluntades paradesarrollar procesos cooperativos repre-senta un bien público cada vez más de-mandado por una economía mundialcrecientemente globalizada, que en sudesarrollo implica una intensificaciónde las interdependencias entre losmercados y la reducción espectacular delos costos de transporte y comunicacio-nes. Las trabas al comercio como losaranceles y las políticas proteccionistasen general, en un contexto en el que lasdistancias económicas se encogen, em-piezan a debilitarse y son objeto de exi-gencias de desmonte provenientes delmercado y de la acción concertada defuerzas económicas transnacionales einternacionales.

• Economista. M.Sc. en Economía y Política Internacional, CIDE - México. Coordinador de laMaestría de Relaciones Económicas Internacionales del Postgrado CIDES - UMSA.

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Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible

En el ámbito del comercio inter-nacional, desde 1948, ha sido elAcuerdo General sobre Aranceles yComercio (GATT ) la institución queimpulso la construcción de un siste-ma comercial internacional basado ennormas. La Organización Mundial deComercio (OMC) –heredera desde1994 del GATT- tiene cuatro objeti-vos esenciales: i) establecer y hacerrespetar las normas del comercio in-ternacional, ii) ser un foro en el quese negocie y se supervise la liberaliza-ción del comercio, iii) mejorar latransparencia de las políticas y iv) re-solver las diferencias comerciales.

En ese marco, compartimos el cri-terio que sostiene Anderson de que"Aunque nadie afirma que las normasdel GAT T (OMC) se han aplicadosin excepciones, el hecho de que exis-tan permite evitar los peores excesosy, por consiguiente, aportar más cer-tidumbre y previsibilidad a los mer-cados internacionales, fomentando elbienestar económico y disminuyen-do las tensiones políticas entre lasnaciones.

En la literatura sobre la economíainternacional existe una amplia co-rriente que sostiene que el desarrolloestá cada vez más asociado a la posi-bilidad de actuar en los mercadosmundiales tanto para colocar expor-taciones como para encontrar losmejores productos e importarlos.También se afirma que las políticasproteccionistas afectan negativamen-te a los consumidores y tienen un ses-go antiexportaciones. Al contrario, la

apertura al comercio internacionalpermite satisfacer más ampliamentea los consumidores, incluidos los debienes y servicios de capital y las nue-vas tecnologías, y la posibilidad dedesarrollar sectores de exportacióndonde se cuenta con ventaja compa-rativa.

Sin embargo, la apertura unilaterales menos beneficiosa que una conintercambio de acceso, que tendrámayores beneficios a mayor númerode interlocutores. Por ello, en la aper-tura multilateral que promueve laOMC -que cuenta con 139 paísesmiembros, incluida China- las posi-bilidades de intercambio de accesoson mucho mayores. Pero también esbeneficioso el marco de legalidad queda al comercio, protegiendo a los paí-ses pequeños y débiles frente a lasmedidas de política comercial discri-minatorias de los países grandes ypoderosos. En efecto, la cláusula dela Nación Más Favorecida (artículo I)y El Trato Nacional (artículo III), pormencionar los más importantes, cons-tituyen normas de equidad esencialesy fundamentales del orden comercialmundial. Por ello, para los países queestán enfocando sus estrategias dedesarrollo hacia una creciente parti-cipación en el mercado mundial, elSistema de Comercio Multilateral quegestiona la OMC, constituye un su-puesto fundamental para lograrlo.

El comercio de productos agríco-las no estaba, sino mínimamente,incorporado en los procesos de aper-tura comercial multilateral. El

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GAT T excluyó de sus rondas de ne-gociación este tema por ser muy con-flictivo y no estar en el interés de lospaíses desarrollados1 avanzar en su li-beralización. La Ronda Uruguay(RU) los incluyó, pero de manera tí-mida y con resultados bastante me-diocres. Una ostensible tendencia aincrementar la protección del sectoragrícola y a subsidiar su desempeño enlos países desarrollados, hizo afirmar queel gran logro de la RU fue incluir el temaen las negociaciones y por lo menoscambiar la tendencia. Pero queda mu-cho por hacer en el futuro.

Para los países en desarrollo, queempiezan a participar en el foro mul-tilateral de comercio y están desarro-llando una apertura creciente de suseconomías, éste es el tema fundamen-tal en el comercio multilateral, ya quetienen en el sector agrícola gran partede su ventaja comparativa y el proce-so de su crecimiento económico y lalucha contra la pobreza, pasa pormejorar las condiciones de produc-ción en el agro. En ese marco, se consi-dera como esencial que el mercadomundial incorpore las disciplinas de laOMC en el comercio agrícola y permi-ta su desarrollo, superando las distor-siones que significa el proteccionismo.

Por ello es que, en el más recienteintento por realizar la reunión deMinistros de comercio de la OMC,en Seatle, el tema del comercio de

productos agropecuarios estuvo en labase de las tensiones entre el Norte yel Sur que fueron parte de las razo-nes, junto con las protestas de gruposde la sociedad civil, para que la men-cionada Ronda fracase.

Recientemente surgió la preocupa-ción de que al interior del GAT T-OMC se impulse la solución de losproblemas del medio ambiente. Lospaíses que aplican normas elevadas enestos temas (Países Desarrollados) ar-gumentaron que sus empresas sufrenuna desventaja comparativa porqueen otros países se aplican normasmenos rigurosas. Sin embargo paramuchos especialistas que apoyaron lavisión de los PED, éstos son temasperiféricamente relacionados con elcomercio, y consideran que la exigen-cia por elevar las normas en una fasetemprana de su desarrollo reduciríasu ventaja comparativa. Queda claroque para la relación entre comercio ymedio ambiente existen visiones di-ferentes en el Norte respecto al Sur yempieza una fuerte disputa y condi-cionamiento en las negociaciones so-bre comercio. El tema tambiénpretendió ser atendido por la Rondadel Milenio, pero el fracaso de ésta loimpidió.

Agricultura y Medio Ambiente sondos de los temas centrales en la agen-da futura de las negociaciones del Sis-tema de Comercio Multilateral y

1 Quienes hasta la Ronda Uruguay (1986) eran mayoritarios en el GATT, ya que los países en desa-rrollo no participaron masivamente en ese foro, entre otras cosas por la exclusión del sector textily el agrícola y por la vigencia de modelos de desarrollo de economía cerrada.

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Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible

serán los temas de mayor confronta-ción entre el Norte y el Sur. Para lospaíses en desarrollo ambos temas es-tán cobrando relevancia creciente de-bido a que requieren de una mayorliberalización del comercio agríco-la y resisten el uso con objetivos pro-teccionistas de las normas sobremedio ambiente. En este artículo, enuna primera parte desarrollaremos an-tecedentes sobre la evolución del sis-tema de comercio multilateral para,en una segunda parte, abordar el temacentral de la relación del comercio deproductos agrícolas con el proceso deliberalización del comercio multilate-ral que impulsa la OMC y la relaciónde este proceso con la temática me-dio ambiental.

EVOLUCIÓN DEL SISTEMA DECOMERCIO MULTILATERAL

A la conclusión de la Segunda Gue-rra Mundial, ya se había avanzado enla definición de la necesidad de insti-tucionalizar mecanismos internacio-nales que regulen las fuerzas de laeconomía internacional. La conferen-cia de Bretton Woods de 1944 se fijócomo objetivo crear las condicionesde un sistema internacional lo másparecido al sistema del Patrón Oro:convertibilidad de las monedas, librecomercio y movilidad de capital. Paraello se pensó en la institucionalizaciónde organismos supranacionales encar-gados de alcanzar esos objetivos. ElFondo Monetario Internacional(FMI), el Banco Internacional deReconstrucción y Fomento (BIRF) y

la Organización Internacional deComercio (OIC), constituían loscomponentes de un sistema que ha-bría de administrar las más importan-tes áreas de las relaciones económicasinternacionales.

La razón para que la última de es-tas instituciones no fuera creada a laconclusión de la reunión de BrettonWoods y se prolongarán por bastantetiempo las negociaciones acerca deltema, se debe a la presencia de po-tentes intereses sectoriales con ten-dencias proteccionistas y divergentesposiciones de las delegaciones de Es-tados Unidos y Gran Bretaña.

Con el objetivo de crear la Organi-zación Internacional de Comercio(OIC) se sucedieron, entre 1946 y1948, varias conferencias internacio-nales, elaborándose la versión final dela Carta de la OIC en La Habana enmarzo de 1948. Este organismo, noentró en vigor debido a que la mayo-ría de los suscriptores de la carta nola ratificaron en espera a que el prin-cipal actor de la Postguerra, el gobier-no de los Estados Unidos, lapresentará al Congreso para su ratifi-cación, cosa que no sucedió.

El GATT nació un año antes de laconferencia de La Habana, pero con-cebido con un carácter transitorio ycomo uno de los tantos acuerdos quedebían negociarse bajo los auspiciosde la OIC. Patrocinado por el gobier-no de Truman, que por la Ley deAcuerdos Comerciales Recíprocos es-taba facultado a reducir los arance-les norteamericanos a cambio de

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concesiones equivalentes de otros paí-ses, se propuso una negociación simul-tánea de los acuerdos bilaterales y suincorporación en un tratado multilate-ral. De esa manera, se elaboró el Acuer-do General sobre Aranceles y Comercio,que involucraba a veintidós países y quese suponía que sería sólo un Tratadotemporal que funcionaría mientras seimplementaba la OIC.

Al fracasar la creación de la OIC,el Acuerdo General se constituyó en labase para el surgimiento de una nuevainstancia internacional de negociacióncomercial, asumiendo algunos de losroles asignados a la OIC. Pero a dife-rencia de la OIC, "el GATT no es (fue)en sentido técnico una organización dela que se vuelvan miembros los países,si no un tratado con partes contratan-tes" (Tussie, 1987).

Los principios del GATT reflejabanel consenso liberal prevaleciente acer-ca de los beneficios del libre comer-cio y la constatación de lapreocupación de los efectos pernicio-sos para el desarrollo económico y lapaz mundial que ocasionó el proteccio-nismo de los años treinta.

Asimismo, estaba fuertemente in-fluido por la percepción norteameri-cana de que las concesiones deberíanser recíprocas y equivalentes. Otro delos principios fundamentales se refe-ría a la no discriminación, expresadaen la cláusula de la Nación Más Fa-vorecida (NMF). También, se plan-teaba el principio de que la protecciónde las industrias nacionales, de darse,debía circunscribirse al arancel adua-

nero, confinando la competencia a losprecios y evitando la aplicación debarreras no arancelarias y/o restriccio-nes cuantitativas.

Desde 1947, los miembros delGAT T realizaron un total de ochorondas de negociación. Las prime-ras seis buscaron, básicamente, lareducción de los aranceles en el co-mercio de manufacturas, es decir, laliberalización del comercio a través deconcesiones arancelarias recíprocasproducto por producto, centradas enlos bienes industriales. Los resultadosse expresaron en sustanciales reduccio-nes de tarifas arancelarias, que seríanel fundamento del crecimiento de losflujos comerciales que se observó desdela década de los cincuenta.

La ampliación de los flujos comer-ciales favoreció principalmente a lospaíses desarrollados, que vieron incre-mentar su participación en el valor delas exportaciones mundiales, mientrasque los países en desarrollo vierondeclinar su presencia relativa en losmercados internacionales.

La Ronda Tokio (1973-1979) marcaun cambio parcial en la tendencia a cen-trar la actividad de las rondas en el temaarancelario, ya que en las negociacio-nes se incorporan los temas no tarifa-rios y disciplinarios sobre las políticasdomésticas, en particular, se avanza so-bre las reglamentaciones anti-dumpingy solución de conflictos.

Pero en la Ronda Uruguay es don-de se negocian los temas más difíci-les, que no se habían abordado en lasanteriores rondas.

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Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible

Después de tres décadas de expan-sión del comercio, que habrían esta-do impulsadas por las desgravacionesdel GATT, en la década de los seten-ta, las restricciones no arancelarias seconvirtieron en las barreras más im-portantes al libre comercio por lo quela reglamentación contra las prácti-cas abusivas de las reglas anti-dum-ping, normas técnicas, licencias deimportación y otras prácticas noarancelarias proteccionistas, tomaronpreeminencia en la agenda del GATT.

Pese al resurgimiento del proteccio-nismo a través de la utilización cre-ciente de prácticas para-arancelarias,el comercio internacional continuóexpandiéndose. El ritmo de creci-miento del comercio internacional nofue de ninguna manera uniforme.Además de tener fluctuaciones cícli-cas, dentro de la tendencia ascenden-te anteriormente señalada, laparticipación por países en los flujosde exportaciones e importaciones fuemuy dispar. En efecto, mientras lospaíses de reciente industrialización delAsia vieron crecer su participación de3.4% en 1960 a 11.3% en 1992,América Latina en conjunto vio de-caer su importancia en el comerciomundial de 7.7% a 4.1% en el mis-mo período (ibid.pp.35)

La Ronda UruguayLa Ronda Uruguay (RU) se plan-

teaba dos objetivos fundamentales:por un lado avanzar en la liberaliza-ción comercial y por el otro, exten-der y renovar las reglas del GATT enáreas no cubiertas anteriormente.

La RU incorporó en los temas deliberalización y acceso a mercados alos intrincados sectores de la agricul-tura y de los textiles, que se habíanmantenido fuera de las negociaciones.

El sector de los bienes agropecua-rios se constituyó en el más difíciltema de negociación, debido a queconcitaba fuertes rivalidades entreEE.UU. y la Unión Europea y un graninterés liberalizador de parte de lospaíses en desarrollo (PED). En parti-cular, se trataron una serie de elemen-tos distorsionadores, como lasmedidas de protección en frontera, elapoyo directo a la producción y lossubsidios a la exportación.

En el sector textil se trataron losinconvenientes derivados de la exis-tencia de convenios restrictivos comoel Acuerdo Multifibras.

El establecimiento de nuevas reglascomprendía los "temas nuevos" -co-mercio de servicios, propiedad inte-lectual y medidas de inversión- yciertos temas referidos a las prácticascomerciales más tradicionales, talescomo salvaguardias, subsidios y me-didas anti-dumping. Asimismo, sedefinieron las modalidades del comer-cio internacional de servicios, buscan-do su liberación gradual y garantías ala propiedad intelectual. Se discutie-ron las acciones para detener la proli-feración de medidas de "Zona Gris"relacionadas a las "restricciones volun-tarias de exportación", el "monitoreode precios" y los "arreglos de merca-do ordenado" y otras políticas"neoproteccionistas".

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Otro grupo de objetivos de la RondaUruguay se refería a los aspectos insti-tucionales que hacen al funcionamien-to del sistema, buscando mejorar losprocesos de solución de disputas y desupervisión comercial. El objetivo bus-cado era dotarle al sistema de comerciointernacional de nuevas reglas, másavanzadas y universales, que provean deuna mayor transparencia y certidum-bre al desarrollo del comercio.

Un aspecto de particular trascenden-cia es que en la Ronda Uruguay se llegóa la discusión de reglamentaciones, le-yes y políticas internas de los países, bajoel argumento de que éstas causan im-pactos sobre la competitividad de lossocios comerciales. De esa manera, sepuso en la palestra la necesidad de ar-monizar las políticas de los diferentespaíses signatarios.

La Ronda Uruguay concluyó despuésde siete años de negociaciones, el 15 dediciembre de 1993. Los acuerdos apro-bados se firmaron cuatro meses mástarde, en la Conferencia Ministerial rea-lizada en Marrakech, Marruecos.

Los principales Acuerdos logradosen la Ronda Uruguay fueron:

i) Acceso a Mercados.ii) Acuerdo sobre comercio de servi

cios.iii) Inversiones relacionadas con

el comercio.v) Propiedad Intelectual.

vi) Acuerdos sobre prácticas comerciales.

vii) Armonización y coordinaciónde políticas.

viii) Aspectos institucionales.

LA OMC Y LA RONDA DEL MILENIOLa OMC tiene un ámbito de ac-

tuación mucho mayor que el GAT T.Además de que los productos abarca-dos por el GATT se limitaban a lasmanufacturas (excluidos en realidadlos textiles) mientras la OMC abarcatodos los productos con la incorpo-ración destacada del sector agrícola,la inclusión del comercio de servicios,el tratamiento a las inversiones y a lapropiedad intelectual, constituyen losespacios nuevos de actividad, ademásde las reformas institucionales y ladotación de mecanismos permanen-tes para lograr una mayor coherenciaen la formulación y vigilancia de lapolítica económica a escala mundial(examen de políticas comerciales ycoordinación con el FMI y el BancoMundial).

En la actualidad se han modifica-do sustancialmente los temas de laagenda relacionada con la políticacomercial y los flujos económicos in-ternacionales. Al abarcar una mayorgama de objetivos y empezar a dise-ñar nuevas formas de implementa-ción, la Ronda Uruguay del GATTse inserta en la dinámica de una eco-nomía altamente globalizada.

Como se mencionó anteriormen-te, la Ronda Uruguay innovó en va-rios aspectos de las negociacionescomerciales. En efecto, al incorporarel comercio de servicios, la armoni-zación de prácticas nacionales rela-cionadas con el comercio, los derechos depropiedad intelectual, entre otros "temasnuevos", expandió sustancialmente el

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ámbito de las atribuciones del GATT-OMC. Sin embargo, existen variostemas de la agenda de la política co-mercial que no se incorporaron en lasnegociaciones del GATT y que se losdenomina "temas flamantes". Estosya se empiezan a negociar en losAcuerdos Comerciales Regionales deNueva Generación, en especial elNAFTA y han sido tema de debateen la reunión de ministros de Ma-rrakech, así como en las reuniones deMinistros de Comercio en Singapur,por lo que serán motivo de tratamien-to en las próximas rondas multilate-rales que se realicen al amparo de laOMC.

Los temas flamantes, relacionadospor de pronto con el medio ambien-te, la legislación laboral, la cultura yel comercio electrónico, son los másdestacados en el nuevo marco de losacuerdos regionales y están recibien-

do un fuerte impulso parasu tratamiento por partede los países altamentedesarrollados, agrupadosen la OCDE.

La RU dejo un progra-ma inacabado para las ne-gociaciones comerciales envarios aspectos, destacan-do las negociaciones sobreservicios y agricultura einversiones, pero tambiéntópicos apenas discutidosen RU como las normaslaborales y medio ambien-tales relacionadas con elcomercio o directamente

no tratados en ella y emergentes de lanueva economía, como el comercioelectrónico.

Al contrario de ciertas percepcio-nes de que las negociaciones en eltema arancelario ya habían culmi-nado y que no había después de laRU mucho que hacer, queda claroque por el contrario sólo en la agri-cultura, la arancelización resultan-te dio lugar a que en los paísesdesarrollados los aranceles vigentesresultarán muy altos. En efecto, losniveles consolidados después de laparcial conversión de barreras noarancelarias, en aranceles, resultaronbastante elevados.

Este hecho constituyó el principalaliciente para que se planteará la ne-cesidad de iniciar una nueva ronda denegociaciones, que resolviera los te-mas no culminados por la RU y losnuevos temas.

GILKA WARA LIBERMANN, VIDA FELIZ

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El Acuerdo de Agricultura (AA)fue uno de los acuerdos más com-plejos resultantes de la RU, debidoa que las muchas excepciones de lasreglas vigentes y de las disciplinasespecificadas, en los otros acuerdosque le caracteriza al sector. En laConferencia Ministerial de Singa-pur de diciembre de 1996 se inicióel proceso preparatorio de análisise intercambio de información parael AA.

Además de los acuerdos de servi-cios y agricultura la agenda incorpo-rada para la nueva ronda, incluyó larevisión de otros acuerdos como losAcuerdos de Derechos de PropiedadIntelectual (ADPIC) y las MedidasComerciales Relacionadas con la In-versión (MIC y los entendimientossobre los mecanismos de controver-sias), que fueron los nuevos temas enla negociación de la Ronda Uruguay.

En palabras de Gabriel Loza:"Adicionalmente a los (arriba) se-

ñalados existe una diversidad de te-

mas que han sido sugeridos para

su posible inclusión en la nueva

ronda que pueden ser agrupados en

tradicionales y nuevos. Los temas

tradicionales son aquellos tratados

en las anteriores negociaciones. re-

lacionados con las negociaciones

sobre acceso para productos no

agrícolas, el mejoramiento de las

reglas sobre derechos anti-dum-

ping, subvenciones, el Acuerdo so-

bre Textiles y Vestido, la revisión del

tratamiento especial y diferencia-

do, la solución de controversias, los

acuerdos comerciales regionales, el

Acuerdo sobre la Aplicación de

Medidas Sanitarias y Fitosanita-

rias (MSF), acordado en la Ronda

Uruguay y el acuerdo sobre los

Obstáculos Técnicos (OTC). La

incorporación de nuevos temas en

la Ronda del Milenio, que son en

su mayoría resultado de las confe-

rencias ministeriales de 1996 y

1998, serían los siguientes: Comer-

cio y Política de Competencia, Co-

mercio e Inversiones, Transparencia

en la Contratación Pública, Faci-

litación del Comercio, Comercio

Electrónico, Comercio y Medio

Ambiente y Estándares Laborales"

(G. Loza. 2000).

Con todo ese bagaje de temas, des-pués de dos reuniones ministerialespreparatorias, para finales de 1999 seorganizó en Seatle EE.UU., la "Ron-da del Milenio", la que debía iniciaruna gran negociación en la OMC queponga definitivamente en orden losproblemas que presenta el comerciomundial. La Ronda no pudo desarro-llarse debido a la aparición de seriasdivergencias entre los grupos de paí-ses para definir una agenda acotada oamplia. La relación de esta definicióncon el tema del comercio agrícola ylas normas laborales y medio ambien-tales es directa, ya que en el primercaso el tema agrícola se trataba direc-tamente, mientras el segundo, consi-derado un tema multifacético, laagenda debía ser ampliada a normaslaborales y medio ambientales, entreotros temas. La anécdota de Seatle

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Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible

estuvo dada por una gran moviliza-ción de grupos "de la sociedad civil"opuestos a la globalización y a la libe-ralización del comercio, que según laprensa fue la causante de la posterga-ción de la reunión.

El fracaso de la reunión de Seatlepuso en el tapete las divergencias en-tre los intereses de los PED y los PDy las diferencias entre los EstadosUnidos, la Unión Europea y Japón.Desnudó la intención de algunos sec-tores por abortar el proceso de nego-ciaciones o atrasarlo con finesdeclaradamente progresistas pero real-mente proteccionistas. Hacia el futu-ro, los escenarios para la nueva rondade negociaciones se mantienen entorno a posiciones encontradas, perodonde queda claro la necesidad deavanzar en una agenda mínima, queincluya agricultura, servicios e inver-siones o una agenda más amplia queincluya en parte algunos de los nue-vos temas.

AGRICULTURA Y MEDIOAMBIENTE EN LA AGENDACOMERCIAL MULTILATERAL

La agricultura y el medio ambien-te, son dos de los temas que actual-mente presentan importantesdificultades para el avance de las ne-gociaciones del comercio internacio-nal, que transcurren en el ámbito dela OMC. En efecto, para la defini-ción de la agenda de la Ronda delMilenio ambos temas desataroncontradicciones entre países, desta-cando los bloques de países desarro-

llados (U. Europea, EE.UU. y Japón)y los países exportadores de produc-tos agrícolas y alimentos (Grupo Cair-ns).

En el contexto de apertura crecien-te de las economías al comercio in-ternacional, el sector agrícola registralos menores avances, y toca a las sen-sibilidades de la relación entre paísesdel Norte y del Sur, aunque no exclu-sivamente, ya que países desarrolla-dos como Australia y Canadá, formanparte del grupo Cairns, que es el prin-cipal impulsor y promotor de la ne-gociación para la liberalización delcomercio agrícola.

En cuanto al medio ambiente, eluso de argumentos medio ambienta-listas para definir el acceso o no deproductos en mercados internaciona-les, se está convirtiendo también entema de discusión entre países desa-rrollados y países en desarrollo. Losprimeros, tienden a promover laadopción de normas exigentes en laprotección del medio ambiente, mien-tras que de parte de los PED surgenvoces que alegan de que se trata de unaforma nueva de proteccionismo.

La constatación de que el comer-cio agrícola creció menos que el co-mercio en general, mientras que losproductos de alta tecnología tiendena dominar la dinámica de los merca-dos internacionales, representa en loshechos un retroceso de los países endesarrollo, en la participación dentrode las exportaciones globales, ya quese caracterizan por ser productores debienes primarios y tener la fuente de

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Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible

su ventaja competitiva justamente enesos sectores

Los productos agrícolas y lasnegociaciones en el GATT-OMC

La agricultura había quedado fue-ra del GAT T debido a una exencióndictada en 1955, cuando los EE.UU.propusieron a los demás socios delGATT excluir de sus negociacionesel intrincado sector agrícola. Para ini-cios de la RU, "aunque las políticasagrícolas habían resultado demasiadopolémicas para incluirlas en las ante-riores Rondas del GAT T, se conside-ró inevitable incluirlas en la Rondade Uruguay por que, llegando el de-cenio de 1980, las de los países de laOCDE habían pasado a ser suma-mente distorsionadoras, tanto en simismas como en comparación con laspolíticas comerciales no agrícolas.Como todo indicaba que el aumen-to de la protección de la agriculturaseguiría difundiéndose como un cán-cer a menos que se atajase explícita-mente, se formó el Grupo Cairns depaíses exportadores de productos agrí-colas, que se comprometieron a queno se concluyese la Ronda hasta ha-berse alcanzado un acuerdo sobreagricultura." (Anderson, 1998. P.6)

La RU sometió a la agricultura auna mayor disciplina multilateral y aun acuerdo de liberalización gradualy parcial. El acuerdo sobre Agricul-tura cuenta con tres elementos: reduc-ciones de las subvenciones a laexportación, aumentos del acceso alos mercados para las importacionesy recortes a las subvenciones a los

productos nacionales. En forma adi-cional están relacionados con el sec-tor agrícola las Medidas Sanitarias yFitosanitarias y el Acuerdo sobre Ba-rreras Técnicas.

Según el AA de la RU, los arance-les han de reducirse en un 36% parael año 2001 en los países industriali-zados y el 24% para el año 2005 enlos PED. También se llego al acuerdode limitar las subvenciones internas ylas subvenciones a la exportación, conuna reducción del 36% del valor di-recto de las subvenciones a la expor-tación por parte de los paísesdesarrollados y recorte de la cantidadde exportaciones subsidiadas en un21% en un plazo de seis años, es de-cir hasta el año 2000. Para los PEDlas reducciones acordadas son dos ter-cios de las aplicadas para los PD y elperíodo de aplicación se extiende adiez años. Para los llamados paísesmenos adelantados, no se requierenreducción de subvenciones, alentan-do su sustitución por aranceles.

"Las normas del AA prohíben sub-sidios a nuevas exportaciones peropermite los subsidios viejos o los yaexistentes. Los presupuestos sobre lossubsidios a las exportaciones debenreducirse en un período de seis añosun 36% en los PD (un 24% en losPED en diez años) y las cantidadesde las exportaciones subsidiadas enun 21% durante seis años (14%durante 10 años los PED). Sin em-bargo existe una asimetría puestoque los subsidios de seis PD con-centran las tres cuartas partes del

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total de subsidios sujetos a reduc-ción" (G. Loza. 2000).

Es decir, la RU sólo pudo avan-zar en la disminución de las subven-ciones y no en su eliminación y laarancelización de los obstáculos alcomercio, dio por resultado su poste-rior reducción que es bastante peque-ña, además de que la consolidación dearancel resulto en una "aranceliza-ción sucia" debido a que se pusieronaranceles elevadísimos, superiores alos equivalentes en la época de suadopción. Así por ejemplo, "la UniónEuropea los ha fijado por términomedio en aproximadamente 60% porencima de los equivalentes arancela-rio reales de la Política Agrícola Co-mún PAC en los últimos años, y los

Estados Unidos han fijado los suyosen aproximadamente un 45% porencima de los tipos recientes" (Ander-son. 1998. p.7)

Como muestra el cuadro siguien-te, aun cuando los obstáculos no aran-celarios a las importaciones deproductos agropecuarios han sidoarancelizados, por causa de la "aran-celización sucia" esos aranceles segui-rán siendo elevados al final delperíodo de aplicación (el año 2000para los países desarrollados y el 2004para los países en desarrollo) y se to-lerarán, sin llegar a prohibirlas, lassubvenciones a la exportación y a laproducción de productos agrícolas,que sólo se reducirán una quinta par-te o menos.

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Para la nueva Ronda, los países delGrupo Cairns plantean la eliminaciónde subsidios que distorsionan el pre-cio, la producción y el comercio, asícomo los recortes substanciales a losniveles de protección.

Existe conciencia que en la medidaque aumenta la liberalización del co-mercio arancelario, aumentará la im-portancia de las medidas fitosanitariasy sanitarias así como los obstáculostécnicos al comercio. Por lo que la im-portancia de acuerdos claros y coope-ración para los países en desarrollo enesta temática resultara crucial, ya quelos países desarrollados serán más es-trictos y usarán estos argumentos paraprotegerse.

Para los PED exportadores de ali-mentos y productos agropecuarios, laronda del milenio se dará bajo el en-tendido de que la agricultura tendráuna alta prioridad en las negociacio-nes, posición que es clarificada por elcanciller de Uruguay en su presenta-ción en Seatle: "Esta nueva ronda,debe lograr el objetivo de integrar ple-namente el comercio agrícola a lasmismas reglas, normas y disciplinasque los otros bienes dentro de laOMC. En otras palabras, y quieroque esto se entienda claramente, quelas próximas negociaciones comercia-les multilaterales sean la última etapapara esta integración terminando asícon la injusta discriminación que su-fre el sector agrícola desde hace másde 50 años al ser considerado siem-pre como un caso especial. Nuestraposición es justa y razonable. No exis-

te ningún motivo por el cual los pro-ductores eficientes de productos agrí-colas, como ciertamente lo es mi país,cuyo crecimiento y desarrollo estándirectamente vinculados a este rubrotengan que seguir enfrentando todotipo de barreras, distorsiones y discri-minaciones para acceder a los merca-dos de los países desarrollados,mientras que los aranceles y medidasno arancelarias para productos indus-triales, bienes de capital o productosde alta tecnología son reducidos a unmínimo o eliminados. No hay tam-poco ninguna razón para que, pese asu eficiencia y ventajas comparativasa nivel mundial, nuestra participaciónen las exportaciones mundiales deproductos agrícolas siga disminuyen-do, fruto de las distorsiones comer-ciales, políticas de apoyo interno ysubsidios a las exportaciones practi-cadas por los países desarrollados conproducciones agrícolas ineficientes,que no quieren aplicar para la agri-cultura las tesis liberalizadoras quepredican para el resto del comerciomundial".

Asimismo, surgió con claridad laposición de que los equilibrios en lanegociación pasan porque se tengaque "aceptar, por ahora, (que) lo úni-co que hemos acordado para negociara partir de Seatle son los temas de laBuilt-in Agenda (agricultura, serviciosy algunos aspectos de propiedad in-telectual)", para los que se desea defi-nir mandatos de negociación conobjetivos y modalidades claros yprecisos, sin cuyo logro no habría

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razón para lanzar una nueva rondaamplia de negociaciones comercialesmultilaterales en Seatle.

En cuanto al aspecto de la multi-funcionalidad de la producción y elcomercio agrícola -argumento utili-zado por los PD, principalmente eu-ropeos-, que significa que sonafectadas por la actividad del sectormúltiples variables sociales, económi-cas y políticas, Opertti señaló que: "elUruguay se opone categóricamente ala incorporación del concepto de lamultifuncionalidad a las negociacio-nes agrícolas. Primero, porque lamultifuncionalidad es aplicable a to-dos los sectores productivos: indus-triales, servicios e inversiones. Si seva a analizar este concepto en laOMC, debería hacerse de manerahorizontal, es decir, aplicándolo a to-dos los temas y no solamente a la agri-cultura. Segundo, porque se tratameramente, de una manera más so-fisticada quizás, pero del mismo te-nor que otros argumentos más viejosy tradicionales para justificar el pro-teccionismo. Tercero, porque los ob-jetivos de seguridad alimentaria,preservación del medio ambiente,biodiversidad, creación de empleo ydesarrollo rural se pueden atendermucho mejor con medidas específi-camente dirigidas a esos fines y no através de otras que distorsionan laproducción y el comercio internacio-nal agrícola" (Ibid).

En resumen se puede decir que lasnegociaciones para el sector del co-mercio de productos agrícolas se en-

cuentran estancadas después del pe-queño avance que tuvieron en la RU.Existe una clara intención de algunospaíses desarrollados por obstaculizarsu desarrollo futuro, pero tambiénexiste una clara voluntad de los paí-ses del grupo Cairns de impulsar esasnegociaciones, para lo que tiene apo-yo tanto en los demás PED como enla OMC.

Asimismo, está claro que la nego-ciación en el sector agrícola debe in-corporar ciertas preocupaciones nocomerciales, entre las que destaca lostemas de medio ambiente. Pero es pro-pósito de los países del grupo Cairnsde que las mismas sean contempla-das a través de medidas precisas,transparentes y no distorsionantesde las fuerzas del mercado y los PEDrequieren que ese tratamiento incor-pore el tratamiento especial y dife-renciado.

Medio Ambiente ynegociaciones comerciales

Hay nuevas formas de proteccionis-mo no arancelario que se están ha-ciendo más frecuentes, al que se lellama proteccionismo basado en laforma de producción, que consiste enla prohibición de procedimientos deproducción bajo argumentos medioambientales o de carácter social. Asíse impide el ingreso de productoscuando se aduce que en su produc-ción no se respetan los procedimien-tos de medio ambiente o detratamiento de la fuerza de trabajo, quese utilizan en el país de destino.

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Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible

Este es un ámbito de creciente ten-sión entre países del Norte y del Sur,más aún si se le relaciona con las ne-gociaciones en el Sector Agrícola y enotros sectores sensibles como los tex-tiles.

A medida que desaparecen los obs-táculos tradicionales al comercio,como protección arancelaria y limi-taciones en frontera, están aparecien-do barreras más sutiles entre las queestarían las normas sobre medio am-biente que algunos países alegan paradificultar el acceso de los competido-res a sus mercados.

El primer caso observado al inte-rior del GATT fue la disputa entreMéxico y EE.UU. (1991) por la pes-ca del atún mexicano, la que segúnlos EE.UU. no respetaba su normavigente en el Acta de protección delos Mamíferos Marinos, ya que im-plicaba la muerte de delfines y porello, unilateralmente los EE.UU. de-finen embargar las importaciones deatún desde México y prohibir su co-mercialización en los EE.UU. ElGATT fue requerido para un arbitrajey determinó que el procedimientonorteamericano representaba una in-justa barrera al comercio que debíaser levantada.

Este fue un caso ilustrativo de latemática de la supuesta contradicciónentre las normas de conservación dela naturaleza con la promoción delcomercio libre y por ello, de la nece-sidad de contar con un marco nor-mativo sobre medio ambiente ycomercio internacional o multilateral.

La necesidad de normas e institu-ciones para resolver los problemas delmedio ambiente, hace relación con lapreocupación de los países que apli-can normas elevadas las que estaríanperjudicando a sus empresas porqueen otros países se aplican normasmenos rigurosas. Estas diferenciasnormativas nacionales dan lugar a ale-gatos de comercio "desleal", a nuevosconceptos como el dumping ecológi-co y a temores de una "competenciapor el mínimo", es decir, bajar las nor-mas para preservar una ventaja com-petitiva, lo que redundaría en contradel medio ambiente.

Por su parte, los países pobres o endesarrollo temen verse obligados a ele-var normas en una fase de desarrollomás temprana de lo que ellos hubie-ran preferido, reduciendo así su ven-taja comparativa en los bienes paracuya producción se utilizan de ma-nera intensiva los recursos naturales.También los defensores del libre co-mercio alegan que las fuertes medi-das para proteger el medio ambienteobstaculizan la competencia entre laseconomías ya que algunos países po-drían no poseer el conocimiento o latecnología para satisfacer los estánda-res ambientales avanzados que lospaíses desarrollados poseen y bajocuya norma se permite o prohíbe elacceso a esos mercados.

Las normas medioambientales en elcomercio se estarían utilizando paraconseguir fines no comerciales, ya quecomo dice Anderson (1998) "Los eco-logistas y sindicalistas consideran que

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Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible

las medidas comerciales son podero-sos alicientes voluntarios o coerciti-vos para atraer signatarios a losacuerdos multilaterales sobre el me-dio ambiente o la mano de obra... lamera amenaza de sanciones comercia-les puede tener rápidos efectos per-suasivos para que un país eleve susnormas nacionales...".

Sin embargo, el mismo autor sos-tiene que "el mundo debería preocu-parse de la posibilidad de que seentrelacen así la política comercial ylas normas sociales (y de medio am-biente)" porque pueden existir formasmás baratas de conseguir los objeti-vos medio ambientales que la aplica-ción de sanciones comerciales que noafectan directamente a la causa y por-que los argumentos medio ambien-tales están siendo utilizados para quegrupos de interés sostengan reclamacio-nes unilaterales y restrinjan las impor-taciones, erigiendo obstáculoscomerciales adicionales, es decir unneoproteccionismo que perjudicaprincipalmente a los PED, y al sis-tema mundial de comercio, en lamedida en que los estándares deprotección ambiental son diseñadoso administrados para proteger lasindustrias locales.

En un momento en que la OMCnecesita consolidar su función deavanzar en la liberalización del comer-cio mundial, atendiendo la agenda noacabada de la RU, el creciente interésde los Países Desarrollado -agrupadosen la OECD-, de dar un carácter másecológico a las políticas mundiales,

induciendo a la OMC a desarrollaractividades para las que no fue pensa-da, representan una situación de ten-sión y conflicto. Más aun si como vimosanteriormente, bajo el argumento de lamultifuncionalidad de la producciónagrícola, se trata de amarrar las nego-ciaciones de acceso en ese sector con ladefinición y adopción de normas me-dio ambientales elevadas.

Pero debemos también contemplarel riesgo para el Sistema de Comerciode no atender una agenda ecológicatoda vez que los países desarrolladospodrían utilizar medidas comercialesunilaterales más agresivas en contrade los países cuyas normas son másbajas. En ese marco, la negociaciónde normas internacionales para temasmedio ambientales asociados al co-mercio, que establezca estándares "ra-zonables" , puede constituir unescenario de mayor certidumbre, de ahíque quizá más que un rechazo a la in-clusión del tema del medio ambientesea prudente cierta participación de laOMC en las discusiones. Es decir, talvez propender a una armonización delas regulaciones ambientales y estable-cer un "campo de juego nivelado" seala salida más inteligente, o tal vez, elestablecimiento de una OrganizaciónMundial del Medio Ambiente, que fijenormas, vigile su cumplimiento y re-suelva las diferencias que surjan, sea lasalida a este problema.

En esa dirección fue que se estable-ció en enero de 1995 el Comité deComercio y Medio Ambiente, con lafinalidad de identificar las relaciones

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entre medidas comerciales y medidasambientales a fin de promover el de-sarrollo sostenible. El problema ini-cial al que se enfrentó el comité fue elestablecer la relación entre las provi-siones comerciales del Acuerdo Mul-tilateral de Medio Ambiente y las quedebería adoptar o no adoptar laOMC. Así, mientras los PD creen quelas medidas del Acuerdo pueden com-

plementarse perfectamente con nor-mas de la OMC, los PED mantuvie-ron una posición de que el AcuerdoMultilateral de Medio Ambiente es elámbito específico en el que se debentratar y resolver las cuestiones medioambientales y que esta instancia de-bería establecer los mecanismo y lassanciones bajo el principio del que"contamine más pague más".

GILKA WARA LIBERMANN, VIENTO, AGUA, PIEDRA

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REVISION TEORICA-METODOLOGICA PARA LA

VALORACIÓN ECONOMICA DELAS VARIABLES AMBIENTALES

Roger Edwin Rojas Ulo•

INTRODUCCION

En el desarrollo actual de la sociedad, la dimensión ambiental por estardirectamente relacionada con la calidad de vida de la población, se ha conver-tido en un aspecto fundamental en el diseño, ejecución y evaluación de laspolíticas públicas.

En la actualidad los problemas de decisión sobre que, como y para quienproducir han sido dejados al mecanismo de mercado por considerarse el me-jor asignador de recursos. Sin embargo este mecanismo presenta imperfec-ciones.

El proceso de valorar económicamente las variables ambientales, enriquece elinstrumental clásico, análisis costo-beneficio, que tiene la economía para la asig-nación de recursos. En este sentido, el presente trabajo recopila los aspectos teóri-cos y metodológicos frecuentemente empleados en la valoración económica de lasvariables e impactos ambientales, describiendo sus características más sobresalien-tes. De esta manera se busca aportar instrumental teórico, pertinente y necesario,que permita una práctica generalizada en el proceso de asignación de recursos en el país.

Para este efecto el trabajo esta ordenado de la siguiente manera: se hacereferencia al marco teórico económico de la asignación de recursos, conside-rando las fallas de mercado, el valor de las variables ambientales y las medidasde bienestar. Posteriormente, se describen las metodologías, frecuente-mente utilizadas, de valoración económica, directas e indirectas para la

• Economista. M.Sc. en Políticas Públicas, Instituto Torcuato Ditella, Buenos Aires - Argentina.Postgrado en Exconomía de Recursos Naturales y Medio Ambiente, Universidad ConcepciónChile. Coordinador Maestría en Desarrollo Económico CIDES - UMSA.

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valoración de variables e impactos ambientales. El trabajo concluye haciendoreferencia a los ejercicios de valoración económica efectuados en distintos paí-ses con las metodologías presentadas.

MARCO TEORICO REFERENCIAL

Asignación eficiente de recursos: el mercado competitivoTradicionalmente se considera que el hecho básico de la economía es la escasez

de los recursos versus las múltiples y crecientes necesidades. El desarrollo actual dela sociedad ha dejado al mercado como el instrumento de asignación de recursospor considerarlo a éste como el más eficiente. No se pretende establecer ni analizarlos procesos que desencadenaron en éste hecho, tampoco evaluar sus resultados,sin embargo conviene destacar las características generales que ofrece el sistema demercado al problema de la asignación de recursos.

En este contexto debe señalarse que la teoría económica considera al mercadocompetitivo, cuando dado un nivel de precios, las familias, eligen las cantidades aconsumir que maximizan sus utilidades; las empresas, eligen las cantidades a pro-ducir que maximizan sus beneficios. La existencia del mercado competitivo supo-ne la atomización de las unidades económicas, la libre entrada y salida del mercado,información perfecta así como en la ausencia de distorsiones.

De esta manera, los agentes económicos, individualmente y por medio delmercado, contribuyen a maximizar el Beneficio Social. El criterio con el quese evalúa la asignación de recursos en mercados competitivos es el Paretiano.

La conceptualización previamente mencionada, puede ser también desarro-llada formalmente: suponiendo que1 , el beneficio de una unidad del bien estadado por su precio de demanda, el costo económico de una unidad de un bienesta dado por el precio de oferta y, que un peso de beneficio para una personavale tanto como para cualquier otra, el Beneficio Social (W), esta dado por:

De modo que P(q) es la función inversa de demanda y C(q) la curva decostos totales respectivamente. El Beneficio Social representará la diferenciaentre la disposición a pagar por parte de los consumidores y el costo de pro-ducción. Maximizando la función obtenemos:

1 Haberger, A.: "Necesidades Básicas Versus Ponderaciones Redistributivas en el Análisis Costo Beneficio."Ediciones Universidad Católica de Chile.

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Mostrando que el equilibrio se alcanza cuando la cantidad q*, que satisface esta ecua-ción, es la cantidad que maximiza el bienestar social. Es decir, el punto de intersecciónentre la curva de demanda y de oferta. Este será el óptimo, puesto que si los consumido-res están dispuestos a pagar un precio superior al costo marginal, significa que éstosasignan un valor a la unidad adicional consumida mayor al costo para el resto de lasociedad de producir esa unidad, por lo tanto, la producción y el consumo deben expan-dirse. En cambio, si el precio en el mercado es menor implicaría que hay exceso de ofertadel producto, el costo de la producción adicional es superior a los beneficios.

De esta manera el mecanismo de mercado se constituye en el marco de referen-cia para definir lo que es la eficiencia en la asignación de los recursos y ademásgenera cierta lógica de comprensión y brinda pautas de evaluación y análisis dedeterminadas políticas públicas o acciones de los agentes económicos.

Los fallos de mercado y las variables ambientalesLa realidad de los hechos dista mucho del mecanismo de mercado presentado

previamente, es decir presenta imperfecciones, las cuales son denominadas comofallos o fracaso de mercado. Las distorsiones al mercado competitivo, en el análisiscosto beneficio, determinan costos sociales o pérdidas de peso muerto.

Las imperfecciones o distorsiones de mercado, están identificadas principalmente porla presencia de competencia imperfecta: tanto en el mercado de bienes, servicios y facto-res; la incompletitud de los mercados y; en un conjunto de bienes que carecen de mer-cado categorizados como bienes públicos, recursos comunes y externalidades.

Tradicionalmente los temas relacionados con la asignación, gestión y eva-luación de las variables ambientales son operacionalizados como bienes públi-cos, recursos comunes y externalidades. Este hecho es justificado debido aque los recursos ambientales tienen, en general, esta triple característica, porlo cual será importante tener presente su conceptualización2 .

En este contexto el problema que se identifica con las variables ambientaleses que debido a que están insertas en una gama de relaciones de gran comple-jidad, algunas de sus características o funciones no son percibidas por el meca-nismo de mercado. Por este motivo las variables ambientales participan en elmercado como carentes de valor o precio, determinando que su empleo noreconozca sus beneficios o costos reales.

El valor de las variables ambientalesSe considera que los recursos naturales y el medio ambiente, desempeñan

por lo menos cuatro funciones para la sociedad3 :

2 Existirá presencia de externalidades cuando una determinada unidad económica afecta el bienes-tar de otra, sin que pueda retribuir monetariamente por ello; por otra parte, los bienes públicos,son aquellos que no presentan exclusión ni rivalidad en su consumo y; finalmente, los recursoscomunes, se caracterizan por la no restricción a su acceso.

3 Pearce, D. (1976): "Environmental economics", Longman, Londres.

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i. Son parte de la función de producción de gran parte de los bieneseconómicos;

ii. Son receptáculo de residuos y desechos;iii. Proporcionan bienes naturales o ambientales y;iv. Sostienen toda clase de vida

Las funciones de los recursos naturales pueden clasificarse como valor deuso y valor de no uso: el valor de uso considera el valor de uso productivo(extracción del recurso) y valor de uso no productivo (aprovechamiento sinexplotación); el valor de no uso, toma en cuenta al valor de opción (utiliza-ción del recurso en el futuro) y al valor de existencia (conservación de unrecurso).

Asumiendo que el valor económico se fundamenta en las preferencias rela-tivas de las personas y que abarca la dimensión útil de los objetos en términosde su capacidad de uso y de intercambio, el valor de los objetos se fundamentaen el bienestar que produce a los individuos, materializándose en el contextodel mercado, en la disposición a pagar por un determinado bien o servicio. Demanera tal que el valor económico de un recurso natural, al igual que unactivo, puede ser estimado como el valor presente del agregado de todos losservicios que genera a la sociedad.

Por todo lo expuesto previamente puede señalarse que el mercado, con rela-ción a la captura plena de ciertas funciones de los recursos naturales presentainconvenientes. Este hecho se debe a que la ejecución de las políticas públicasy las acciones de las unidades económicas pueden llevar a cambios en losflujos de estos servicios, creando beneficios y costos. Debido a las caracterís-ticas propias de las variables ambientales, los mecanismo de mercado, no pue-den ser confiables ni llevarnos hacia su empleo más valorado, tampoco puedenrevelar los precios que reflejen sus verdaderos valores sociales. Son estas fallasdel sistema de asignar y establecer precio a las variables ambientales que creanla necesidad de la medición o valoración económica de los costos y beneficiospermitiendo orientar la ejecución y acción de determinadas políticas.

El análisis costo beneficio y las medidas de bienestarSi se considera que los recursos con que cuenta una economía son escasos, el

proceso de asignación implica la necesaria evaluación de la política con el objetode destinarlos a los que tengan un uso socialmente óptimo. En este marco, elanálisis costo beneficio, se constituye en la principal herramienta de análisis.

En la evaluación se comparan los beneficios totales de una determinadapolítica o acción, con los costos directos e indirectos que incurrirá la sociedad.La identificación de las variables, deben expresarse en términos comparables yser reducidas a su valor actual, siendo el criterio de selección que los beneficiosexcedan o sean iguales a los costos.

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En términos prácticos es en la evaluación de los proyectos de inversión endonde se muestra la necesidad de contar con una estimación de los costos ybeneficios asociados con los efectos sobre las variables ambientales. En efecto,si en la situación sin proyecto, el mercado competitivo del bien o servicio,fuese representado por las curvas de oferta y la demanda, los beneficios margi-nales sociales (BMgS) estarían representados por la curva de demanda y loscostos marginales sociales (CMgS) se mostrarían por la curva de oferta. Elnivel optimo o de eficiencia en la provisión y consumo del bien, sería alcanza-do en el punto E, donde los costos marginales sociales son iguales a los bene-ficios marginales sociales. (Ver gráfico No 1)

En la situación con proyecto, se mostraría un incremento de la oferta deCMgS hasta CMgS’. Los efectos que se advierten se concretizan en un incre-mento en la oferta del bien y en una disminución del precio4 . En términos delanálisis costo – beneficio, se generan beneficios por mayor consumo represen-tados por el área que está por debajo de curva BMgS (área EBQ

1Q

0). Los

ingresos totales del nuevo proyecto podrían estimarse agregando el incremen-to de la producción que genera el proyecto más el incremento en el excedentedel consumidor.

Si bien el excedente del consumidor es una medida que muestra cambios enel nivel de bienestar generado por la implementación del proyecto, ésta no

4 En caso de que el bien o producto no tuviese precio la representación de las curvas de CostosMarginales Sociales (CMgS), no sería relevante, pero el proyecto incrementara la producción delbien, que no es percibido por el mercado, de Q

0 a Q

1.

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muestra un cambio real, por cuanto su estimación no considera constante elnivel de utilidad de las personas.

Con el objetivo de captar los efectos reales en el nivel de bienestar de laspersonas, a partir de la propuesta de Hicks, se consideran nuevas medidas paraestimar los beneficios, estas son la variación compensada y la variación equiva-lente. Se entiende por variación compensada, a la cantidad mínima de dineroque un individuo acepta en forma voluntaria por un cambio desfavorable en unapolítica o a la cantidad máxima que está dispuesto a pagar por un cambio favora-ble; por otra parte, la variación equivalente, se conceptualiza como la cantidadmáxima de dinero que un individuo pagaría para evitar un cambio desfavorable ola cantidad mínima que el aceptaría para renunciar a un cambio favorable5 .

En forma general para la estimación de los cambios en el nivel de bienestarse sugiere que cuando el valor del aumento o la disminución de los bienes yservicios, que resultase de la ejecución de un proyecto, sea aceptablementepequeño en relación con el ingreso del consumidor, las diferencias entre las"tres versiones de excedente del consumidor", serán bastante pequeñas siendo con-fiable cualquiera de ellas en el análisis costo beneficio. En otro caso será necesariola estimación de la versión compensada del excedente del consumidor6 .

MARCO METODOLÓGICO DE LOS MÉTODOS DE VALORACIÓNLos impactos que se generan en las variables ambientales por determinadas

políticas o acciones modifican el bienestar social. En efecto, estos impactos semanifiestan en el comportamiento de las personas en el mercado, materiali-zándose en las variaciones de las cantidades consumidas y en las modificacio-nes de los precios de los bienes, permitiendo de esta forma estimar el valor quese otorga a los impactos o variables ambientales.

Si las variables ambientales tuviesen un mercado definido, sería posible iden-tificar los cambios en el comportamiento de los consumidores y valorar direc-tamente los impactos en las bienes ambientales por medio de cambios en losexcedentes. Sin embargo, en la mayoría de los casos este mercado no estápresente y se deben utilizar métodos que permitan capturar la valoración quela sociedad otorga a los atributos ambientales sin emplear el mecanismo demercado.

Para abordar las características especiales de las variables ambientales, la eco-nomía ambiental ha desarrollado métodos que permiten calcular los benefi-cios que generan éstos. Las formas propuestas para abordar la valoracióneconómica de bienes y servicios ambientales, suelen habitualmente clasificar-se como métodos directos y métodos indirectos.

5 Azqueta, Diego (1995): "Valorización Económica de la Calidad Ambiental", McGraw Hill, Madrid.6 Randall, A. (1985): Economía de los Recursos Naturales y Política Ambiental. LIMUSA, Madrid.

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Métodos indirectosEn este tipo de métodos de valoración, se busca información en las relacio-

nes que puedan establecerse entre las variables ambientales objeto de estudio yotros bienes y servicios para los cuales existen mercados. Es decir se basan enrelaciones de complementariedad o sustituibilidad entre las demandas obser-vables de los bienes que tienen mercado y las demandas no observadas de losbienes o atributos ambientales. Un ejemplo constituye el valor adicional quetiene un bien inmueble por tener una determinada característica ambiental(ej. aire sin contaminación, ruido, vista, etc), o la demanda por un bien am-biental a través de los costos incurridos al visitar un área recreacional.

Dentro los métodos indirectos se puede considerar: los gastos de mitiga-ción, el costo de reposición, cambios en la productividad, el costo de viaje y lavaloración hedónica. En el trabajo se desarrollan los aspectos más sobresalien-tes de estas dos últimas metodologías.

• El método costo de viajeEl origen del método se encuentra en una petición hecha en 1949 a varios

economistas por el Servicio Nacional de Parques de los Estados Unidos, en laque se pedía sugerencias sobre como medir los beneficios económicos de laexistencia de tales parques. Harold Hotelling respondió con una propuesta,siendo posteriormente perfeccionado por Clawson y Knetsch7 .

El fundamento teórico del método es una extensión de la teoría de la de-manda en la que se da especial importancia al valor del tiempo y a la eleccióndel lugar a ser visitado. Aunque el aprovechamiento de las variables ambien-tales en su atributo recreacional (parques, lagos, playas, etc.), es gratuito o notiene precio, las personas que demandan los servicios del bien ambiental, in-curren en unos gastos para poder disfrutar de ellos. Estos son los denomina-dos costos de viaje.

Por lo tanto el método de valoración vía costo de viaje, trata de estimar variacio-nes en la demanda (número de viajes) por el bien recreacional ante variaciones enlos gastos efectuados por consumirlos. Siendo la premisa fundamental del métodoque el número de viajes al sitio de recreación o bien ambiental, decrecerá directa-mente a medida que los costos de viaje aumenten8 .

De esta forma se logra obtener la curva de demanda del recurso natural,pudiéndose analizar las variaciones en el excedente del consumidor, expresa-dos en dinero, ante determinadas modificaciones del bien ambiental, comosería el caso de una mejora o su eventual cierre. Así por ejemplo, una mejora

7 Azqueta, Diego (1995): op. cit.8 Niklitschek, Mario (1991): "Una Revisión de las Metodologías de Valorización Económica para Recursos

Ambientales", U. de Concepción, Concepción.

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de un área recreacio-nal debiera provocarun traslado en la curvade demanda debido alcambio cualitativo ode calidad de las ca-racterísticas del lugarya que puede esperar-se que aumente elnúmero de personasy número de viajesdispuestos a realizar allugar aumentando deesta forma el bienestarde las personas. (Vergráfico No. 2)

Para la obtenciónde información se emplean encuestas a los visitantes de las áreas recreacionales, lascuales buscan información sobre el precio que pagan los visitantes por el servicio,la frecuencia de uso del lugar, características y lugar de origen del entrevistado,entre otros. De esta forma se obtiene información sobre el empleo del bienambiental y los costos que se realizan por ello9 .

El precio pagado por el bien ambiental se obtiene de la suma de los costosde transporte, de equipamiento, de alimentación, de alojamiento, precio deentrada y el costo del tiempo de viaje10 . De esta forma la ecuación del costo deviaje puede representarse por la siguiente ecuación:

9 Cerda, A (1994): "Manual de Economía Ambiental y de Recursos Naturales". Ediciones Universidad deConcepción de Chile, 2a Edición.

10 Pontificia Universidad Católica de Chile (1996): "Valoración Económica de Impactos Ambientales y deRecursos Naturales", Santiago.

Donde:Ct = Costo total del viaje K = Kilómetro recorridoPe = Precio de entrada Pw = Salario por hora

al bien ambiental t1= Tiempo de viaje

Ck = Costo por kilómetro t2 = Estadía

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La calidad de los servicios ofrecidos está determinado por los atributos ocaracterísticas del bien ambiental. Para el cálculo de la demanda por visitas alrecurso puede aplicarse la relación:

Donde:Ni = Número de visitas

0β ,

1β = Coeficientes asociados a cada variable

ε = Error estadístico

El método de valoración vía costo de viaje ha sido estudiado y mejorado despuésde la propuesta inicial efectuada por Hotelling, encontrándose que es una meto-dología relativamente exacta para estimar funciones de beneficios derivados porlos recursos naturales con características ambientales o recreacionales.

• Valoración hedónicaLa idea que subyace a éste método de valoración es que el precio de un

determinado bien, como es el caso de una propiedad, que se tranza en elmercado puede ser afectada a partir de los atributos ambientales que esta po-sea11 . Por ejemplo, si las personas tienen una percepción favorable por la cali-dad del aire, cualidad paisajística o nivel de ruido de un lugar determinado,existirá una mayor demanda por las propiedades de esa localidad o barrio, locual repercutirá en mayores precios por las propiedades del lugar.

De esta manera existirá cierto grado de asociación en el cambio del valor dela propiedad con sus características o atributos ambientales. La valoraciónhedónica pretende abarcar todos los atributos del bien que explican su preciodiscriminando el peso cuantitativo que tienen cada una de ellas.

El método de valoración tiene diferentes aplicaciones siendo estas las rela-cionadas con la contaminación del aire, ruido, accesibilidad y otras caracterís-ticas ambientales.

Debido a que los problemas ambientales tienen una dimensión espacial de-terminada el mercado de propiedades o de viviendas es específicamente apro-piado y a sido utilizado extensivamente por la literatura de la economía. Siexistiese dos viviendas con características de infraestructura similares el méto-do intentará determinar la diferencia del valor de las viviendas como resulta-do de las diferencias medioambientales entre dichas propiedades, logrando

11 Cerda, A (1994): op. cit.

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inferirse la disposición a pagar de las personas por un mejoramiento de lacalidad medioambiental que enfrentan.

La aplicación del método hedónico requiere la estimación econométrica delos parámetros del modelo hedónico. Si se dispone del precio de arriendo delas propiedades se deberá incluir como variables exógenas características de lavivienda tales como tamaño, número de habitaciones y tipos de construcción,características asociadas al lugar como son la distancia a la fuente de trabajo,tasas de criminalidad, nivel de la calidad ambiental, etc.

Formalmente puede definirse un determinado bien privado, donde su valoro precio será función de las variables características que posee12 , es decir:

Donde:

=h

P Precio del bien =h

N Características asociadas al lugar

=h

S Características =h

X Características de la calidadestructurales ambiental

Entre los problemas comúnmente identificados en la estimación empíricadel modelo hedónico se señalan a los problemas de multicolinealidad, el cualse explica por el gran número de variables que se incluye en la regresión.

Otro problema detectado con el método de valoración es la especificaciónde su forma funcional. Si bien la teoría señala las variables a ser incluidas en elmodelo no especifica la forma en que deben ser incluidas. Empíricamente seha demostrado que el empleo de diferentes especificaciones conllevan signifi-cativas diferencias en las estimaciones de los beneficios

La definición de los límites del mercado del bien sujeto a la investigacióntambién se constituye en otra dificultad. Generalmente se considera comounidad básica de estudio una ciudad o área que este considerablemente asiladade otras. Sin embargo deberá tenerse presente las dificultades por los segmen-tos que puedan existir al interior de la unidad básica de estudio por sus efectossobre la estimación de los coeficientes del modelo.

Métodos directosEn el caso de los métodos directos, la valoración se obtiene por medio de

preguntas directas a las personas sobre su disposición a pagar por un determi-nado cambio en el nivel de la calidad ambiental o alternativamente como lamínima cantidad que esta dispuesto a recibir en compensación por unadisminución en el bien ambiental. Considerando que las preferencias de

12 Azqueta, Diego (1995): op. cit.

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las personas por la demanda de bienes ambientales no han sido expresadas enel mercado real, la información se obtiene generando un mercado hipotético.

El método puede ser aplicado en un mayor número de casos de evaluaciónambiental y se puede obtener resultados de similar exactitud al de otros méto-dos, además puede medir beneficios que no requieren el consumo directo delbien como es el caso del valor de existencia.

• El método de valoración contingente (MVC)Históricamente, se considera que los orígenes del método se remontan al

año 1947, siendo Ciriacy-Wantrup, el primero en sugerir el uso del métodode entrevista directa para medir los valores asociados a los recursos naturales.A principios de los sesenta Robert K. Davis usando cuestionarios para estimarlos beneficios de la recreación al aire libre, sentó las bases para el posteriordesarrollo de este método. En 1967, Ronald Ricker usó el método en variosestudios de polución del aire en Filadelfia y Siracusa. Randall, Ives e Eastman(1974), en un estudio que intentó valorar el control de la polución del aire.En 1979, el consejo de los Recursos Hídricos de los Estados Unidos incorporóeste método a su sistema de determinación de los beneficios económicos delos proyectos. De la misma manera el cuerpo de Ingenieros del Ejército de esemismo país ha comenzado a emplear la metodología para evaluar beneficios.El MVC ha sido reconocido como una forma válida para estimar beneficios ydaños bajo el Comprehensive Environmental Response, Compensation andLiability Act de 1990, según lo reglamentado por el Departamento del Inte-rior de los Estados Unidos13 .

El reporte emitido en el panel organizado por la National Ocean y Atmos-pheric Administration (NOAA) dio mucha fuerza a la metodología. Esta ins-titución debía decidir, sobre la promulgación de regulaciones ambientales,considerando a las empresas responsables de provocar desastres ecológicos y alos usuarios pasivos14 .

En la segunda mitad de los ochenta aparecieron dos obras que analizaban elestado de desarrollo alcanzado por la valoración contingente, las cuales contri-buyeron decisivamente a la popularización del método en muchos países. Setrata de Cummnings, Brookshire y Schulze (1986) y Mitchell y Carson (1989).Ambos trabajos señalan el hecho de que la valoración correcta de un bien enun mercado hipotético requiere la colaboración de la estadística, la psicología, lasociología, la investigación de mercado y de otras ramas de la economía que noencuentran encaje necesariamente en la tradición de la economía del bienestar.

13 Melo O, G, Donoso (1995): "Valoración Socioeconómica de Recursos Ambientales Usando ValoraciónContingente": El Caso del Parque Bustamante, Ambiente y desarrollo, Santiago.

14 Kenneth Arrow, Robert Solow, Paul R.Portney, Edward E. Learner, Roy Radner, Howard Schuman(1993):"Report of NOOA Panel on Contingen Valuation".

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En el método de valoración contingente, los cambios en el nivel de bienestar social seobtiene por medio de preguntas directas a la población sobre su máxima disposición apagar por un determinado cambio en el nivel de la calidad ambiental.

Usualmente el cambio en el beneficio de las personas es realizado a travésdel cálculo del excedente del consumidor de la curva de demanda marshallia-na (curva D

M y área A y B del gráfico No. 3).

Sin embargo, como se señaló previamente, debido a que el excedente delconsumidor no considera el nivel de utilidad constante, no representa unamedida real del nivel de bienestar de las personas, siendo necesario emplear lasmedidas de variación compensada y equivalente de las curvas de demandahicksianas H

0 y H

1.

En el gráfico No. 3, la variación compensada puede ser representada por elárea A y, la variación equivalente por el área A, B y C.

Las medidas de bienestar señaladas, consideran un pago o compensación alconsumidor basados en los derechos de propiedad sobre el bien o servicio.Variación compensada, que asume que la persona tiene derecho a su nivelactual de utilidad o alternativamente que los derechos de propiedad vigentesson los que poseía desde un principio. Variación equivalente, considera que lapersona tiene derecho a un nivel de utilidad diferente del actual o que losderechos de propiedad vigentes son distintos a los que tenía o creía tener elindividuo inicialmente.

En este sentido, debido a que en la evaluación de políticas se prefiere cono-cer y analizar los beneficios respecto del nivel inicial de utilidad, la variacióncompensatoria para un incremento en la cantidad ofrecida del bien o servicio,

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se puede interpretar como la máxima disposición a pagar para lograr el au-mento, manteniéndose constante el nivel de utilidad; para una disminu-ción del bien, ésta medida se puede interpretar como la mínimacompensación que la persona está dispuesta a recibir por mantenerse en elnivel inicial de utilidad15 .

Considerando que las preferencias de las personas no han sido expresadasen el mercado, el método de valoración contingente genera la informaciónnecesaria por medio de un mercado hipotético. En este sentido, la formula-ción y realización de encuestas se constituye en el vehículo utilizado para con-seguir información sobre el valor que los individuos otorgan al bien ambientalobjeto de estudio.

Básicamente la encuesta se estructura en tres bloques16 . Las característicasprincipales de cada uno de estos bloques son las siguientes:

• En el primero, se considera información relevante sobre el problema enestudio.

• El segundo bloque, describe la modificación del objeto de estudio asícomo el vehículo de pago.

• Finalmente se indaga sobre algunas características socioeconómicas relevantes de los individuos entrevistados.

Por otra parte también debe prestarse atención al formato en el que se efec-tuarán las preguntas referidas a la disposición a pagar por una mejora determi-nada. Estas tienen principalmente tres variantes:

• Formato abierto, en la que se pregunta al entrevistado su máxima disposición a pagar por el cambio en el bien ambiental.

• Formato iterativo (bidding game), consiste en una serie de preguntasdicotómicas del tipo si o no para distintas cantidades a pagar por partedel entrevistado.

• Formato de preguntas dicotómicas o referendo, consiste en efectuaruna sola pregunta del tipo si o no está dispuesto a pagar un determinadovalor de forma aleatoria.

Debido a la naturaleza hipotética del método de valoración contingentedeberá procurarse describir el cambio o mejora del recurso ambiental de lamejor forma posible con la intención de que los encuestados internalicen ple-namente la magnitud del cambio propuesto.

15 Pontificia Universidad Católica de Chile (1996): op. cit.16 Azqueta, Diego (1995): op. cit.

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El desarrollo del método de valoración contingente, ha merecido distintascríticas, sobresaliendo entre ellas los sesgos que pueden provocarse por las en-cuestas, la naturaleza hipotética de las preguntas y el sesgo de información.En el primer caso, se critica que las respuestas no reflejan lo que verdadera-mente, la sociedad, esta dispuesta a pagar o recibir. En el segundo, el sesgoaparece por la utilización de preguntas iterativas, ya que el resultado que éstasentreguen podrían depender del valor inicial, como consecuencia de una ten-dencia de los entrevistados a decir que sí al primer valor que se les presenta.

ALGUNAS APLICACIONES REALIZADASLas aplicaciones realizadas a los diferentes métodos de valoración económi-

ca de las variables e impactos ambientales son diversas. Los objetivos de losejercicios de valoración realizados, principalmente se orientan a coadyuvar enla toma de decisiones para la asignación y gestión de los recursos.

Algunos de los trabajos efectuados y sus características más relevantes sonlos siguientes:

• Un trabajo de valoración efectuado en Chile, es el realizado por O. Meloy G. Donoso en 1995 aplicando el método de valoración contingente. Lainvestigación busco estimar el valor social de un parque recreacional, en laciudad de Santiago, cuya integridad fue amenazada por la construcción deuna nueva línea del ferrocarril metropolitano.

• En el Perú también aplicando el método de valoración contingente, seefectúo un ejercicio de valoración económica el área turística "Cueva de lasLechuzas" dentro del Parque Nacional Tingo María por B. Buendía en 1998.El trabajo tuvo el propósito de brindar una herramienta necesaria para lafutura toma de decisiones en la administración de este recurso ambientalpor su gran afluencia turística.

• En España, utilizando de forma combinada el método costo de viaje convaloración contingente L. Pérez y J. Barriero, en 1996 estimaron el valor deuso recreativo del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. El objetivode la investigación fue conocer las características de los visitantes del parquey valorar económicamente los beneficios sociales derivados de las activida-des recreativas que se realizan en el lugar.

• En Bolivia, utilizando el método de valoración hedónica, la Unidad deAnálisis de Políticas Sociales en 1998, efectúo un estudio sobre los Valoresde Mercado de las Tierras Rurales. El trabajo estuvo dirigido a proporcionar

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Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible

a la Superintendencia Agraria los instrumentos necesarios para el cumpli-miento de sus atribuciones relativas a la fijación de precios en casos de ex-propiación y de adjudicación de tierras rurales.

CONCLUSIONESEl trabajo realizado muestra en principio el marco teórico referencial, para

la asignación de los recursos, el cual dado el estado de desarrollo de la socie-dad, se efectúa principalmente por el mecanismo de mercado. Sin embargo,debido a las distorsiones que existen en la realidad y a las características com-plejas de las variables ambientales, el mecanismo de mercado presenta limita-ciones ya que los agentes no revelan por este medio sus preferencias.

Debido a estas fallas de mercado, los métodos de valoración descritos yagrupados como métodos directos e indirectos, permiten estimar, en términosmonetarios, los beneficios y costos derivados por el uso de los recursos natura-les con atributos ambientales.

De esta manera la valoración económica de las variables ambientales se cons-tituyen en un instrumento que coadyuva en el análisis costo beneficio permi-tiendo la toma de decisiones objetiva en el proceso de la asignación de losrecursos naturales con atributos ambientales.

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GILKA WARA LIBERMANN, PLANETA PARAISO

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Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible

PRODUCIR SIN DESTRUIR:

LA GANADERÍA ENLAS SABANAS INUNDABLES

DEL BENIUna propuesta de manejo de la pradera natural de la sabanainundable para una pecuaria ecológica

Wolfgang Rolón Roth•

INTRODUCCIÓNEn el mundo se cuestiona perma-

nentemente la destrucción de bosquespara implantación de pasturas forra-jeras para la crianza de ganado vacu-no. Se acusa incluso a las grandesmultinacionales de comida rápida defomentar la destrucción del bosquehúmedo tropical en países de CentroAmérica para la producción de car-ne. En diversos foros de discusión seconsidera además, como una deficien-te utilización de recursos, el conver-tir áreas de bosque en pastizales, envez de utilizarlos en cultivos para laalimentación humana. Se estima queel 40 % del total anual de desbosqueen países en desarrollo, se destina alcultivo de especies forrajeras para lacrianza de ganado. América Latina yel Caribe poseen el 57 % de los bos-ques tropicales en el mundo y la tasamás alta de deforestación de los paí-

ses en desarrollo. Gran parte de estosbosques destruidos se destina a implan-tación de pastos para la ganadería.

La Estrategia para la ConservaciónMundial (World Conservation Stra-tegy, WCS) publicada en 1980, esta-blece que el mantenimiento de losprocesos ecológicos sólo tendrá éxitosi se tienen en cuenta tres objetivosespecíficos de conservación: la utili-zación de las buenas tierras de labran-za sólo para cultivos y no paraganadería, el manejo ecológico de loscultivos y la protección de los bosquesde cuencas (12).

En los países desarrollados el dañoal medio ambiente se verifica a travésde explotaciones intensivas de tierrascada vez más escasas, en las que lapresión por lograr una producciónintensiva de ganado tiene costos ocul-tos que degradan el medio ambienteal plantearse graves problemas como

• Ing. Agrónomo. Alumno de la Maestría de Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible del CIDES-UMSA.

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Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible

el manejo de enormes cantidades deestiércol, la contaminación del aguay el impacto general sobre otros ani-males y plantas. Un ejemplo extremoes el de los Países Bajos en los que 20millones de cabezas de cerdos y gana-do se crían confinadas en 33.000 Km2

y cuya producción de leche es igual atoda la producción de los países endesarrollo de África. Además se regis-tra una proliferación incontrolada deenfermedades que afectan al ser hu-mano y al ganado. Algunos ejemplosde esta "modernización" son la elimi-nación de millones de pollos en HongKong debido a la amenaza de la in-fluenza aviar, el brote de Fiebre Por-cina Clásica en los Países Bajos – quedevastó temporalmente la industriaporcina – y la crisis causada por la En-cefalopatía Bovina Espongiforme oenfermedad de las "vacas locas" en elReino Unido (1).

A pesar de estos hechos, muchospaíses en desarrollo están actualmen-te inducidos a adoptar los mismos sis-temas de producción intensiva deganado, por lo que es necesario plan-tear formas de producción ganaderaque respeten la biodiversidad y apro-vechen las ventajas particulares dedeterminado ambiente natural. Estosupone un cambio de mentalidad quedesafía los esquemas tradicionales en losque se antepone el interés por lograrrendimientos máximos sobre toda otraconsideración. Supone una actitud nue-va basada en la conservación infinita delos recursos, preservándolos para lasgeneraciones futuras.

El presente trabajo presenta las ca-racterísticas que podría desarrollaruna pecuaria ecológica en las sabanasinundables del Beni, en las que ac-tualmente ya se produce ganado sindesboscar, pero carente de una plani-ficación de la preservación y el apro-vechamiento del forraje natural. Setrata de plantear un sistema de explo-tación ecológicamente acertado de lapradera natural, para alcanzar máxi-mos niveles de producción compati-bles con su renovación indefinida.

LA GANADERÍA EN BOLIVIAEl número de cabezas de ganado

bovino en Bolivia es de 6.063.593cabezas según la proyección del Ins-tituto Nacional de Estadística para1998. Sin embargo, una de las tareasprioritarias en la ganadería nacionales la organización de un censo de bo-vinos que confirme la aproximacióna los datos proyectados y permita unamejor definición de la política de de-sarrollo agropecuario. De este totalnacional, 2.929.413 cabezas, queequivalen al 48 %, se encuentran enel departamento del Beni. En la últi-ma década ha habido un incrementode un 20 % en el número total decabezas.

Las razas más importantesExiste una clara diferenciación en

las razas criadas en el país entre lasregiones oriental y occidental. Enambas regiones la ganadería bovina seinició en los siglos XVI y XVII a tra-vés de la introducción de ganado eu-ropeo denominado taurino (Bos

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taurus taurus), del que ha derivado elactual ganado criollo. En los depar-tamentos del oriente situados al estedel país en la región de los llanos,Beni, Santa Cruz y Pando, las razaspredominantes a las que tiende elmejoramiento de ganado son del tipocebú (Bos taurus indicus); ganado deorigen hindú introducido al país enlos años 50 del siglo XX a través delBrasil y cruzado con el ganado crio-llo. Actualmente la raza cebuína másimportante criada en el país es la Ne-lore cuyo nivel de excelencia en cuan-to a las características de la razacompite con los mejores del mundo.Los mejores ejemplares se encuentranen el departamento de Santa Cruz.

En el área occidental del país, enlas regiones del Altiplano y los Valles,se introdujeron diversas razas euro-peas o taurinas para cruzarlas con elganado criollo. Las más importantesen la actualidad son la razas Holsteinde origen holandés y la Pardo Suizo.Ambas razas se crían comercialmentepara la producción de leche y carneen el Altiplano Norte y Central (de-partamentos de La Paz y Oruro) y enlos valles de Cochabamba, Chuqui-saca y Tarija.

La introducción de las razas tauri-nas y cebuínas antes mencionadas hadado lugar a una segregación de ge-nes del genotipo criollo perdiéndoseal mezclarse con las razas cruzadas.Este genotipo criollo de gran valor porsus características de adaptación a re-giones concretas del país, está en pro-ceso de recuperación a través de

diversos programas de mejoramientodel ganado criollo en Chuquisaca,Tarija y Santa Cruz.

En el Beni, el genotipo criollo repre-sentando por los grupos "Ojinegro","Caracú" y otros, ha desarrollado unagran adaptación al medio caracteriza-do por altas temperaturas, reducidovalor nutritivo del forraje de praderasmal manejadas, sucesión de épocas desequía e inundación, proliferación deparásitos internos y externos y otros fac-tores que reducen la productividad. Elmanejo agroecológico de la praderanatural para aumentar su valor nutriti-vo y fortalecer su diversidad, está for-zosamente ligado a la crianza de razasadaptadas al medio para lograr losmejores niveles de rendimiento.

La pecuaria ecológica en el Benideberá tender a la crianza de bovinosque sean producto del cruzamientodel ganado criollo con razas cebuínascomo el Nelore. El vigor de esta hi-bridación entre el genotipo criolloadaptado al medio durante tres siglosy el Nelore resistente a ectoparásitosy adaptado al pastoreo de forraje na-tural en grandes áreas, permitirá unautilización eficiente y productiva dela pradera natural.

La alimentación del ganadoLa alimentación de bovinos criados

en el Altiplano y los Valles está basa-da en cultivos de forrajeras introdu-cidas y en menor grado en la praderanatural. La planta forrajera más im-portante de estas regiones es la al-falfa (Medicago sativa) seguida por

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gramíneas en pradera como el pastoovillo (Dactilys glomerata) y el pastollorón. La alimentación del ganadobovino es reforzada con cultivos anua-les como la cebada (Hordeum vulga-re), la avena (Avena sativa) y/o eltriticale (planta obtenida del cruza-miento del centeno, Secale cereale,con el trigo), además de alimento ba-lanceado compuesto por maíz, afre-cho de trigo y sales minerales.

En el Altiplano la pradera naturales una fuente de forraje muy impor-tante tanto para bovinos, ovinos ycamélidos. Sin embargo, su manejodeficiente ha conducido a la pérdidade muchas plantas forrajeras nativasque han sido poco estudiadas y valo-radas. Este proceso de degradación dela pradera natural a través del sobre-pastoreo, la quema incontrolada y lasubvaloración al reemplazarla por es-pecies foráneas, es el que se debe evi-tar en las praderas de la sabana maldrenada del Beni.

La alimentación de bovinos en laregión de los llanos subtropicales y enla del bosque húmedo tropical estádividida en dos subregiones: la pra-dera natural de la sabana mal drena-da de los departamentos del Beni yLa Paz; y los pastos cultivados en áreasdesboscadas de los departamentos deSanta Cruz, Cochabamba, La Paz,Beni y Pando.

Los pastos cultivados en áreas de-forestadas constituyen la forma másextendida en el mundo de destrucciónde bosques con grave daño al medioambiente y sin perspectivas de desa-

rrollo sostenible. La tasa de defores-tación anual en Bolivia es de 0,15 %equivalente a 80.000 ha/año, consi-derada baja en comparación a otrospaíses (11). Sin embargo, existen ex-tensas áreas en nuestro país en losdepartamentos citados, en los que seha destruido el bosque extrayendoespecies maderables para implantarposteriormente pastos forrajeros tro-picales como las braquiarias (Brachia-ria decumbens y B. humidícola), elkudzú (Pueraria phaseoloides), elmerquerón (Pennisetum purpu-reum), el jaraguá (Hyparrhenia rufa)y otros (las tasas de deforestación enestos departamentos son las siguien-tes: 39.200 ha/año en Santa Cruz;15.200 ha/año en Cochabamba;11.000 ha/año en La Paz; 9.900 ha/año en el Beni; y 4.400 ha/año enPando).

Esta degradación es incluso fomen-tada por el estado destruyendo la ca-nopia protectora del bosque húmedoy condenando a los suelos a una re-gresión de graves consecuencias parael medio ambiente, la flora y la fauna(véase los documentos sobre políticaseconómicas de deforestación lideriza-das por el Brasil en fuente No. 6. Véa-se también como un ejemplo más elcaso del Programa de Desarrollo Al-ternativo del Chapare que pretende -con ignorante orgullo - introducir18.000 cabezas de ganado en el Bos-que Húmedo Tropical con la inver-sión de 17 millones de dólares quetendrían mucho mayor impacto sise invirtieran en áreas rurales del

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Altiplano y los Valles. Esta regiónboscosa en la que existen áreas con4.000 mm de pluviosidad, está par-cialmente destruida por las plantacio-nes de coca y de otras especies que haintroducido el programa con totaldesprecio a las leyes del medio am-biente, de la naturaleza y del sentidocomún. La destrucción del BosqueHúmedo Tropical del Chapare no hamerecido la atención ni de autorida-des ni de organismos relacionados conla protección del medio ambiente).

La región ganadera de mayorimportancia

El departamento del Beni es la regiónmás importante de Bolivia en la pro-ducción de ganado bovino. En una su-perficie de 213.560 Km2 alberga el 48% de la población nacional de ganadobovino – unas 3 millones de cabezas -en explotaciones ganaderas que se en-cuentran casi en su totalidad en la zonade las sabanas inundables situadas en-tre los 12 y 16 º de latitud Sur y 64 y67 º de latitud Oeste entre los ríos Benie Iténez. Se estima que en esta región lasuperficie utilizable para el pastoreo deganado comprende 103.809 Km2 equi-valentes a 10.380.900 has. (8).

Esta gran superficie de pastos natu-rales situada a una altura promedio de200 m.s.n.m., se inunda en un 75 a 90% de su territorio durante la época delluvias debido a su reducido declive y ala naturaleza de los suelos, que tienengran contenido de arcillas y son de ori-gen aluvial. Forma un ecosistema queha desarrollado una gran diversidad, do-minada por gramíneas, de especies pa-latables para el ganado vacuno, queconstituyen un importante recurso deforraje cuyo rendimiento y valor nutri-tivo es posible mejorar a través de unmanejo adecuado.

La precipitación media anual en eldepartamento varía entre 1.000 a2.500 mm con una temperatura me-dia anual de 25°C. Tiene tres gran-des ríos que son el Mamoré, queatraviesa todo el departamento de sura norte, el Iténez al este, que desem-boca en el Mamoré y el río Beni al

GILKA WARA LIBERMANN, VIDA ETERNA

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oeste, que también desemboca en el Ma-moré. Innumerables ríos menores afluen-tes de estos tres grandes ríos, surcan el Beniformando lagos y lagunas. El reducidodeclive del territorio da lugar a que los ríossean muy sinuosos y formen meandros quese convierten en lagunas.

El Bioma de SabanaEl bioma es una comunidad de seres

vivos entre los que se establece un flujo detransferencias energéticas que los enlazaindisolublemente entre sí y con los facto-res del medio que los rodea. Estos seresvivos son máquinas biológicas que reci-ben, en préstamo temporal, una fracciónde las energías disponibles, para devolver-las a otros eslabones en el ciclo de la circu-lación energética. Por lo tanto, ocupan unlugar perfectamente definido en esta ca-dena de acontecimientos sucesivos queviene a ser su "nicho ecológico" (2).

La trama de microasociaciones de losseres vivos y los elementos del ambienteque se conjugan para integrarlo con apor-te de energía, constituye un ecosistema,que tiene como cualidad más relevante suautarquía: su independencia energética queconjuga todos los eslabones necesarios paraconstituir un ciclo energético completo.Además de esta característica preponde-rante, un ecosistema presenta: a) una ar-mónica totalidad del conjunto; b) unaintegración interdependiente de todos loselementos constitutivos; c) un espacio vi-tal definido; d) una combinación caracte-rística de especies y e) un equilibriopoblacional dinámico (2).

La sabana es un ecosistema queconstituye una máquina de transfe-rencia de energía en la que se produ-

ce un alimento altamente energético,carne, a través de la absorción de laenergía solar por las plantas forraje-ras. La eficiencia de este ecosistemaestá basada en su diversidad y éstadepende tanto de la riqueza en ele-mentos diversos, como de la propor-ción en que cada uno de ellosparticipa en el conjunto (2).

En América Latina se desarrollanamplias sabanas que ocupan alrede-dor de su tercera parte. Entre ellas sereconocen tres modalidades ecológi-cas que son: las sabanas espinosas, lassabanas secas (ambas en regiones tem-pladas y en regiones tropicales) y lassabanas húmedas del trópico. Sietemeses húmedos permiten la instala-ción de sabanas secas y por lo menosnueve meses húmedos posibilitan elcrecimiento de sabanas húmedas (2).

También se registra en esta región unaamplia gama de posibilidades térmicas quevarían entre 14 ° C de temperatura mediaanual en las sabanas espinosas, hasta 21 °C en la sabana húmeda tropical. La con-junción de factores climáticos determinan-tes sobre la base de humedad y temperaturada lugar a "formas de vida" muy caracte-rísticas en la flora.

Entre las sabanas húmedas de Amé-rica Latina pueden diferenciarse tresformaciones que son: a) las sabanasbien drenadas isohipertérmicas (prin-cipalmente llanos en Colombia y Ve-nezuela); b) las sabanas bien drenadasisotérmicas (principalmente Cerradosde Brasil) y c) las sabanas mal drena-das (situadas en Bolivia, Venezuela yBrasil) (3).

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Las sabanas húmedas mal drenadassituadas a 15 ° latitud Sur entre lasque se encuentra la pradera naturaldel Beni, están caracterizadas por ár-boles de hojas grandes, en su mayo-ría caducifolios, de corteza gruesa yrugosa, y por un estrato herbáceo conuna altura entre 1 y 2 m. La riqueza yvariedad de especies vegetales ofreceforraje de gran diversidad a los con-sumidores fitófagos. Las hojas, yemasy brotes, tanto del estrato herbáceocomo del arbóreo, son forraje de ma-míferos grandes y medianos (ciervosy capihuaras), aves de gran talla comoel piyo o ñandú y diversos herbívo-ros. Esto permite el desarrollo de car-nívoros predadores como los félidos,cánidos, mustélidos y aves de rapiña.

Las especies forrajeras nativas de lasabana mal drenada se han adaptadoa condiciones edáficas particularescomo el alto contenido de arcilla delos suelos, su elevada acidez y la toxi-cidad de manganeso y aluminio. Laintroducción de pastos cultivados fo-ráneos en algunos lugares ha obliga-do a tratar de corregir estascondiciones utilizando prácticas pocosostenibles y antieconómicas, que handeteriorado el equilibrio.

La tendencia a establecer monocul-tivos en este ecosistema, como el deespecies arbóreas maderables, cerea-les o pastos foráneos, ha dado lugar asoluciones engañosas que han desem-bocado en poblaciones vegetales ca-rentes de autosuficiencia ecológica. Laintroducción de forrajes extraños enmonocultivo, atenta contra el índice

de diversidad y simplifica excesiva-mente la oferta de alimento, desapro-vechando la amplia variedad deposibilidades ofrecida por el medio.Por otra parte, el sobrepastoreo deespecies forrajeras naturales ocasio-na también un grave deterioro porla eliminación selectiva de las espe-cies más valiosas. Tanto el monocul-tivo de forrajeras foráneas como elsobrepastoreo de la vegetación na-tural, lesionan la convivencia de losherbívoros domésticos con los sil-vestres ocasionando migraciones deestos últimos a zonas menos altera-das. Esta desaparición o reducciónde herbívoros silvestres ocasiona asu vez cambios en la pradera cuyoequilibrio está basado en el encade-namiento de organismos diversifi-cados en su etología y en suscapacidades funcionales (2).

La destrucción de la vegetaciónherbácea autóctona por sobrepasto-reo de herbívoros domésticos da lu-gar al reemplazo de las especiesperennes que crecen en mechonesrobustos, por una flora advenedizade malezas anuales. La vegetaciónnatural originaria asegura la presen-cia permanente de elementos queretienen la hojarasca y el detrituscon gran eficiencia. De esta mane-ra se acumula sobre el suelo un ho-rizonte biótico de considerableimportancia y espesor que asegurala recirculación posterior de sus ele-mentos en el ecosistema. En cam-bio, al eliminar las delicadas formasperennes a través del sobrepastoreo

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selectivo y el pisoteo del ganado,desaparece totalmente esta barreramecánica. Esto permite una activadispersión por el viento de todos loselementos bióticos en las capas deenriquecimiento superficial del sue-lo ocasionando la desaparición to-tal del horizonte orgánico, facilitandola erosión eólica e hídrica para darlugar a cárcavas y zanjas.

Se produce así un fenómeno deretroceso o regresión hacia las for-mas primitivas del desarrollo de lossuelos. El manejo racional de la pra-dera consiste en controlar y detenerestos procesos de regresión para es-tablecer un nuevo equilibrio conpastoreo productivo (4).

LA GANADERÍA EN PRADERASNATURALES

La explotación ganadera en pra-deras naturales está concentrada enel hemisferio sur en países de Amé-rica Latina, Oceanía y África. Seestima que más de la mitad del ga-nado en pastoreo del mundo se en-cuentra en estas regionesproduciendo un tercio de la carne yuna sexta parte de los productos lác-teos del planeta (5). En las sabanasbien drenadas isohipertérmicas eisotérmicas de América del Surmencionadas más arriba, el CentroInternacional de Agricultura Tropi-cal, CIAT, ha recolectado germo-plasma de forrajeras nativas y haefectuado muchos estudios paraevaluar la productividad de estas es-pecies (3).

La composición de la praderanatural

La pradera natural tiene un granvalor económico como forraje para elganado, independientemente de suimportancia para el ecosistema. Granparte de ella está compuesta por gra-míneas que tienen ventajas comofuente de alimento para herbívorosdebido a las siguientes características:a) mantienen un crecimiento vegeta-tivo continuo, interrumpido sólo porperíodos de sequía o de severa inun-dación; b) muchas especies se propa-gan por rizomas o estolones queforman raíces adventicias y cubrenrápidamente el suelo; c) el sistemaradicular aglomera las partículas delsuelo formando terrones de césped yextrayendo a la superficie nutrientesque han sido infiltrados al subsuelopor las lluvias.

Otra parte de la pradera naturalestá compuesta por leguminosas, degran importancia para la fertilidadde los suelos por su capacidad defijación del nitrógeno atmosféricoa través de bacterias que formannódulos en las raíces. Esta caracte-rística es muy valiosa en la sabananatural debido a que las legumino-sas constituyen una fuente naturalde nitrógeno para el suelo. Este con-tenido de nitrógeno en la plantahace que algunas leguminosas seanuna fuente de proteínas. Su adecua-do manejo en asociación con gra-míneas y otras especies permitiríauna mejora en la conservación desuelos y en la dieta de los animales.

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La sabana natural también tieneespecies forrajeras diferentes a lasgramíneas y las leguminosas que sonlas ciperáceas y las juncáceas. En lapradera inundable estas especies sonde gran importancia por ser plantasacuáticas como las del géneroEleocharis.

Cualidades deseables de lasespecies forrajeras naturales

En la calificación de especies forra-jeras naturales las cualidades deseablesson: productividad, palatabilidad,valor nutritivo y capacidad de adap-tación a los suelos y a las condicionesclimáticas (5).

La productividad o el rendimien-to dependen de: a) la persistencia,o la capacidad de sobrevivir y depropagarse por métodos vegetativos;b) la agresividad, o capacidad decompetir con otras especies asocia-das; c) la capacidad de recuperacióndespués de sobrepastoreo y pisoteo;d) la resistencia a la sequía y a lainundación; e) la facilidad para es-tablecer la planta en forma econó-mica a través de la propagaciónmanual vegetativa; y f ) la fertilidaddel suelo (en especial el nivel de ni-trógeno).

La palatabilidad es la suma de fac-tores que determinan si el forraje esatractivo para el animal y en qué me-dida. Está influenciada por diversasvariables como la edad y el tipo deanimal, el estado de crecimiento ydesarrollo del forraje, la disponibili-dad de forraje alternativo y el manejo ygrado de abonamiento de la pradera.

Para varios investigadores la pala-tabilidad del forraje tiene mayor im-portancia que su valor nutritivo. Seha demostrado frecuentemente que elbovino prefiere pastos nativos encomparación a variedades selecciona-das de forraje, pese al hecho de que elpasto nativo tenga menor producti-vidad y valor nutritivo (5).

El valor nutritivo del forraje está de-terminado por su composición quími-ca y su digestibilidad. Una plantaforrajera puede tener un buen valornutritivo pero ser de baja digestibilidad.

La capacidad de adaptación a lossuelos y a las condiciones climáticastiene importancia cuando se introdu-cen especies foráneas de una praderanatural a otra. En la sabana mal dre-nada del Beni se han establecido enforma natural especies de otras lati-tudes y actualmente forman parte delinventario forrajero. Es el caso porejemplo del pasto Bermuda (llamado"bremura" en el Beni) Cynodon dac-tylon. Se han introducido tambiénpastos que se cultivan en monoculti-vo sin un criterio de fomento a la di-versidad, como es el caso de lasBrachiarias decumbens y humidíco-la, muy utilizadas en áreas de desbos-que de las provincias Ballivián yCercado, y el caso del pasto alemán,acuático, Echinochloa polystachia.

Una medida de la capacidad deadaptación es la ocurrencia masiva dedeterminadas especies debido a quecuentan con características muy ade-cuadas al medio. En la sabana maldrenada del Beni es el caso de los

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géneros Andropogon, Panicum y Pas-palum entre las gramíneas; el géneroAeschynomene entre las leguminosasy los géneros Cyperus y Eleocharisentre las ciperáceas.

Las asociaciones de especiesforrajeras naturales

La diversidad de especies en la pra-dera natural está basada en su capaci-dad de asociación, por lo que esimportante conocer los factores queinfluyen para que determinadas espe-cies se asocien o coincidan juntas enun área determinada. Estos factoresson: la fertilidad del suelo, la hume-dad del suelo, temperatura, luz y som-bra, la forma y la época de crecimientode la planta, la palatabilidad para elganado, la incidencia de enfermeda-des y plagas y la competencia de "ma-lezas" o plantas sin importanciaforrajera.

El fuego influye considerablemen-te en las asociaciones de especies fo-rrajeras debido a que puede ser muydestructivo sin un control adecuado.La utilización de fuego es la únicaforma práctica de eliminar pastoslignificados sobremadurados caren-tes de utilidad, para dar paso a laproducción de rebrotes nutritivos conlas primeras lluvias.

Se han hecho muchos estudios so-bre asociaciones de forrajeras natura-les en varios países de África, dondese explotan grandes áreas de praderasnaturales para ganadería. Resulta útilcomparar la ocurrencia de asociacio-nes dominadas por determinados gé-neros taxonómicos en praderas de

África, con las que aparecen en la sa-bana mal drenada del Beni.

Para la producción ganadera en pra-dera natural es de gran importanciala investigación en la formación deasociaciones de gramíneas y legumi-nosas que cumplan característicascomo las siguientes: acumulación denitrógeno (leguminosas); coberturarápida de suelos; que sean perennes,de corta duración; especies permanen-tes; especies de floración temprana ytardía.

Se ha demostrado muchas veces elaumento de la productividad en gra-míneas asociadas a leguminosas. Enlas sabanas tropicales algunas asocia-ciones reportadas suelen ser las si-guientes:

Stylosanthes guyanensis – Hetero-

pogon contortus.

Pueraria phaseoloides – Melinis

minutiflora.

P. phaseoloides – Pennisetum pur-

pureum var. merkeri.

Stylosanthes guyanensis - Andropo-

gon gayanus.

Siembra y fertilización en lapradera natural

En algunas sabanas húmedas deÁfrica se resiembran las especies fo-rrajeras naturales ya sea recolectandosemilla o por métodos vegetativos. Seutilizan también los mismos anima-les como medios de distribución desemilla mezclando ésta con harinas desorgo (es el caso por ejemplo de lasiembra de la leguminosa Stylosanthes

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Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible

guyanensis cuya semilla es muy finay liviana). El animal siembra la se-milla al evacuar estiércol (5).

En las sabanas africanas tambiénexiste la tendencia a segar la prade-ra natural en épocas de máxima pro-ducción para destinarla a ensilaje ohenificación. Estas prácticas son to-talmente desconocidas en la sabanamal drenada del Beni y deberían in-tentarse para contrarrestar las gra-ves deficiencias de forraje de la épocaseca o de severa inundación.

La deficiencia de nitrógeno afectaa las gramíneas forrajeras pero su in-corporación a través de fertilizantequímico no es recomendable por ra-zones de conservación y economía.Las especies forrajeras leguminosasson la mejor fuente de nitrógeno si sepropagan adecuadamente, por lo queresulta de gran importancia estudiarsus características. Las leguminosasson menos resistentes al fuego que lasgramíneas. La quema sin control oca-siona daños en la pradera al inhibir lapropagación de leguminosas cuya ca-rencia elimina fuentes de nitrógenoque son muy necesarias para las espe-cies de gramíneas.

Si bien se ha demostrado a travésde métodos tradicionales, (5) que lautilización de fertilizante comercialcomo fuente de nitrógeno producemejores rendimientos de carne, queel aporte de una leguminosa nativa,los cálculos comparativos no incor-poran valores de "costos ocultos" quetiene el uso de fertilizantes en la de-gradación de los suelos.

La pradera natural puede tener de-ficiencias de fósforo y potasio. La de-ficiencia de fósforo afecta al desarrollode las especies leguminosas y la únicaforma natural significativa de incor-porarla al suelo es a través de la dis-tribución de estiércol en la pradera.Existen menos deficiencias de pota-sio en praderas pastoreadas debido aque el ganado ejerce una buena repo-sición a través de la orina (5).

El fortalecimiento de la praderanatural a través del pastoreo

El pastoreo controlado es una for-ma de mantener la producción de fo-rraje de buena calidad durante elmayor tiempo posible. Permite ade-más mantener un equilibrio entre lasespecies forrajeras y reducir el efectode los endoparásitos en los animales,que en las sabanas tropicales son unserio problema, para lograr una bue-na ganancia de peso en los animales.Sin embargo, debe tenerse en cuentaque el pastoreo controlado o rotato-rio es de efecto reducido en praderasde baja productividad y que es difícilde aplicar en áreas extensas de gana-dería adaptada al sistema natural depastoreo.

El reducido control en un sistemanatural de pastoreo puede ser perju-dicial para la sabana debido a queconduce al sobrepastoreo durante laépoca seca o a la subutilización de lapradera en la época de lluvias. Porestas razones es importante adminis-trar los campos naturales según laépoca, reduciendo o aumentando elhato en pastoreo (las condiciones

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Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible

varían de 2,4 has/cabeza en la épocade lluvias a 7 has/cabeza en la épocaseca). Estas prácticas influyen signifi-cativamente en la composición botá-nica de la pradera y pueden ocasionarla desaparición o el fortalecimiento deespecies útiles. La reducida ocurren-cia de especies leguminosas, por ejem-plo, puede deberse al sobrepastoreo.

Diversas experiencias (5) indican quela forma adecuada de mantener la pra-dera natural es a través del control delpastoreo en conjunción con el uso apro-piado del fuego. La difusión de estasprácticas redunda en un aumento en laproducción de carne y en la diversidady vigor de la pradera natural.

El control de especies noforrajeras

La invasión de especies no forrajeras re-sulta perjudicial para la explotación de lapradera natural y es el resultado de unamala utilización del fuego o de la deficien-te asignación de la carga animal.

Las formas más extendidas de controlde especies no forrajeras son el segado ocorte, el uso de herbicidas selectivos y elcontrol biológico. En regiones en las quela mano de obra es abundante, el mejormétodo es el corte manual con machete eincluso la extracción manual de raíces. Elcontrol biológico es una alternativa apli-cable a la sabana tropical.

El uso del fuego en la sabanatropical

El uso controlado del fuego duranteépocas apropiadas es una forma efecti-va de manejo y mejora de la pradera.La quema durante la época seca elimi-na la vegetación madura de poco valornutritivo y facilita el crecimiento depasto nuevo al inicio de la época de llu-vias. La quema debe administrarse endeterminadas zonas de asociacionesde especies vegetales protegiendoáreas de forrajes delicados a los queafecta seriamente el fuego, como es elcaso de algunas gramíneas acuáticas

como Leersia hexandra y de variasleguminosas. El fuego se controlaa través de contrafogueos previa-mente organizados.

El valor nutritivo del forrajenatural

La reducida utilización de la pra-dera natural como forraje se ha de-bido tradicionalmente a su bajovalor nutritivo comparado con es-pecies de zonas templadas. Las in-troducciones de diversas especiesforrajeras a las sabanas tropica-les han tenido el objetivo de me-jorar el valor nutritivo, aunqueG

ILKA WARA LIBERMANN, MEMORIAS DEL VIENTO

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Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible

descuidando la diversidad biológicay desaprovechando pastos nativos quebajo determinadas condiciones demanejo y asociación son una valiosafuente nutritiva.

El valor nutritivo y la digestibili-dad de los forrajes depende de unbalance apropiado del contenido decarbohidratos solubles y nitrógeno.La composición química no expre-sa por sí misma el valor nutritivodel forraje sino el grado de acepta-ción del ganado a través de ensayos.El resultado positivo de ensayos deaceptación por el ganado debe rela-cionarse con los análisis químicosdel forraje (5).

El valor nutritivo de una planta fo-rrajera está influenciado por la rela-ción hoja/tallo, por el estado decrecimiento al ser pastoreada o sega-da, por la fertilidad y el abonado delsuelo y por condiciones climáticas.Por lo general las leguminosas son másricas que las gramíneas en contenidode nitrógeno, fósforo y calcio.

En general, las especies forrajerastropicales tienen un reducido conte-nido de proteína y un alto contenidode fibra al ser comparadas con espe-cies de la zona templada cortadas ensimilar estado de crecimiento. El ren-dimiento de materia seca de las espe-cies tropicales superaconsiderablemente el de las especiesde zona templada.

Una planta forrajera de la zona tem-plada tiene un 22 % de proteína cruday 17 % de fibra cruda como composi-ción química media en 20 % de mate-ria seca. En comparación, una especieforrajera tropical como la del géneroAndropogon (similar al pasto llamado"cola de ciervo" en el Beni), contieneun valor medio de 7,6 % de proteínacruda y 31 % de fibra cruda.

La calidad de los pastos por su efec-to en la producción se resume en suvalor nutritivo y el grado de consu-mo por el animal. Los factores queinfluyen en estos dos aspectos se re-sumen de la siguiente manera:

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Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible

ESTUDIOS EN LA SABANAINUNDABLE DEL BENI

El manejo de la sabana mal drena-da de la zona ganadera del Beni hasido poco estudiado desde el puntode vista de la botánica económica; losavances registrados han tenido másbien un carácter privado, antes que elauspicio directo de entidades de in-vestigación.

Durante los años 1960 a 1980, las Es-tancias Elsner Hermanos en la provinciaYacuma propiciaron diversos estudios ensus predios y gestionaron la colaboraciónde la Universidad de Göttingen, a travésde la cual visitó nuestro país el botánicoStephan Beck quien actualmente dirige elHerbario Nacional.

En 1983, Beck publicó el resulta-do de un estudio denominado "Basesde Ecología Vegetal para la EconomíaGanadera de las sabanas inundablesdel Río Yacuma (Beni, Bolivia)" (8),cuya traducción al español no existehasta la fecha (sólo está disponible enespañol en el Herbario Nacional deLa Paz un resumen adaptado parapresentaciones en seminarios). Si bienexisten otras investigaciones sobre labotánica de la sabana inundable, estees uno de los pocos trabajos dirigidoshacia el aprovechamiento de la pra-dera natural como forraje para la ga-nadería de la región.

Con relación a otros trabajos rela-cionados con la botánica o el mane-jo de la pradera natural de las sabanasdel Beni, existe un catálogo bibliográ-fico que menciona la mayor parte delos trabajos de investigación sobre

pastos y forrajes del país. Fue elabo-rado en el extinto Instituto Bolivianode Tecnología Agropecuaria, IBTA,con la colaboración de UNITAS yPROCADE en 1990(13). Otros tra-bajos que no figuran ya en este catá-logo por no estar actualizado hasta lafecha y que son importantes para elestudio de la pradera natural de la sa-bana inundable del Beni, son los si-guientes:

"Gramíneas de Bolivia" de S.A.Renvoize publicado por el RoyalBotanic Gardens en 1998. Estaobra es de gran importancia parala botánica económica del país yes el resultado del fructífero tra-bajo del botánico Stephan Becken Bolivia."Evaluación del impacto del pas-toreo sobre la diversidad florís-tica de las sabanas de altura bajodiferente carga animal." Tesispara obtener el título de Ingenie-ro Agrónomo elaborada en laEstación Biológica del Beni porGrover Tamo Muevo en 1997(14). Este trabajo hace recomen-daciones que certifican la escasainvestigación en botánica econó-mica dirigida a la ganadería. Su-giere por ejemplo estudiar mejorla palatabilidad de especies nati-vas para determinar la calidad delas praderas naturales para una"explotación racional de estas es-pecies y evitar su desaparición".Existen todavía importantes pro-blemas por resolver con metodo-logía científica, como el de

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Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible

"definir si es la ganadería o laquema la que influye sobre la di-versidad, composición, cobertu-ra y estructura de la vegetación"."Tipos de vegetación de sabanasy sus valores nutritivos en los lla-nos del este boliviano (Prov. SanIgnacio de Velasco, Departa-mento de Santa Cruz)" . TesisStuttgart-Hohenhein. Brude-rreck B., 1989."Acerca de la geoecología de lassabanas del Beni en el norte deBolivia" . Instituto de Ecología.Hanagarth, L. P., 1993."Microherbario (preliminar) dela estancia El Porvenir y la Esta-ción Biológica del Beni" . Uni-versidad T écnica del Beni.Herbario Nacional de Bolivia.Saavedra R.S. y Chonono V.M.,1992.El Herbario Nacional y el Instituto

de Ecología de la UMSA en La Pazcentralizan datos sobre los estudios debotánica del país. Cuentan con unabiblioteca cuyos datos no están organi-zados, pero que sirven de apoyo paraencaminar nuevas investigaciones.

PRÁCTICAS RECOMENDADAS PARAEL MANEJO DE LA SABANABENIANA

Sobre la base de los estudios exis-tentes, se pueden establecer los li-neamientos de la racionalización delmanejo de la pradera natural parala producción de carne, utilizandoel sistema natural de pastoreo, deuso tradicional en la región gana-

dera del Beni por razones económi-cas.

El sistema natural de pastoreoconsiste en una rotación voluntariadel ganado dentro de un área defi-nida de campo delimitada por lin-des art ificiales (alambradas) onaturales (ríos, pantanos etc.). Elganado demuestra preferencia porciertos sectores en los que encuen-tra pastos más palatables según laépoca del año.

Durante la época seca los anima-les prefieren las zonas bajas en lasque se mantienen pastos verdes de-bido a la humedad y en las que ha-llan fuentes naturales de agua. Unavez quemada la pradera el ganadose concentra en estás áreas buscan-do rebrotes verdes entre la ceniza.La época seca es la de menor pro-ductividad y la de mayor amenazaa la biodiversidad del forraje natu-ral debido al sobrepastoreo.

Durante la época de transiciónentre la estación seca y lluviosa elganado tiende a distribuirse en for-ma regular entre zonas altas y ba-jas.

En los meses de lluvias e inunda-ción el ganado se refugia en las zo-nas altas secas boscosas para pasarla noche y para ramonear árboles.Durante el día pastorea en los pas-tizales inundados de los alrededo-res incluso con medio cuerposumergido aprovechando toda lavegetación que sobresale del agua.

Las prácticas sugeridas son las si-guientes (9):

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Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible

• División de los campos depastoreo.

• Regulación de la carga animal.• Uso del fuego.• Drenaje de campos.• Construcción de alturas y agua das.• Distribución de saleros.• Control de especies no forraje ras.• Aprovechamiento de mano

de obra.• Ensilaje y henificación.• Estudios sobre las fuentes natu

rales de incorporación deminerales.

• Propagación de leguminosas.•Adaptar experiencias de otros

países.•Evaluación de la pradera.

La división de los campos de pas-toreo no cumple una función rotacio-nal, pero es fundamental para el usoracional de la pradera y la categoriza-ción del ganado según los objetivosde la explotación (cría, recría y en-gorde o especialización en sólo unade estas actividades). Los linderos es-tablecidos por alambradas donde noexisten límites naturales, definen cam-pos cerrados o potreros que cuentan conterrenos altos y aguadas naturales.

La regulación de la carga animalse establece según las condiciones delforraje natural para determinar elnúmero adecuado de cabezas por su-perficie. La observación de las condi-ciones en que se mantiene el ganadoasí como la vegetación natural duran-te las épocas más difíciles que son lasde sequía y de inundación, permite

determinar si existe el número ade-cuado de unidades animales (UA queequivale a una cabeza adulta no lac-tante) por hectárea.

Pérdidas de peso en los animales yaparición de vegetación no forrajera sonindicios de deterioro de la pradera porexceso de carga animal. Esta carga ani-mal fluctúa entre 0,4 a 0,25 UA/ha quese expresa también como 2,5 a 4 ha porUA. También se utiliza la carga animalpara ampliar o mejorar la calidad de uncampo de pastoreo ya que se ha obser-vado que con cargas altas en áreas concurichis o yomomos (pantanos perma-nentes y estacionales) o cubiertas depastos muy fibrosos y toscos, éstos tien-den a desaparecer debido al pisoteo ysobrepastoreo, dando lugar a pastos demejor calidad. En otras áreas la dismi-nución de la carga animal conduce alfortalecimiento de especies forrajerasque combaten la aparición de especiesno deseadas.

El uso del fuego a través de la que-ma de pastizales es una práctica muycontrovertida pero constituye unaherramienta económica indispensableen el manejo extensivo de las sabanasinundables cuando se hace en formaracional y controlada. El fuego puedetener los siguientes efectos positivos:

• Elimina las áreas lignificadas delos vegetales para promover el re-brote con mejor valor nutritivo yaque la ceniza resultante es unafuente de minerales para el suelo ypara los animales cuando la con-sumen directamente.

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Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible

• Controla la vegetación no fo-rrajera y leñosa en áreas altas ysemialtas.• Mejora pantanos (curichis y yo-momos).• Controla víboras y ectoparási-tos como garrapatas y tábanos.

La quema debe hacerse antes de lasprimeras lluvias y no cuando la pro-babilidad de éstas es todavía lejana,para facilitar el rebrote de pastos ensuelos húmedos. No debe ser muyintensa en suelos muy bajos en los queprosperan pastos más sensibles comoel arrocillo (Leersia hexandra) o lacañuela morada (Hymenachne am-plexicaulis). La vegetación de áreaspantanosas se quema sólo cuando lasequía es muy severa.

La quema intensa y descontroladalesiona gramíneas forrajeras dandolugar a especies arbustivas no palata-bles que reemplazan la vegetación dela pradera. Es poco conocido todavíael efecto del fuego sobre la diversidadde la pradera natural (14). Es proba-ble que la reducción o desapariciónde especies leguminosas se deba al usoexcesivo del fuego. Por lo tanto, laquema es una herramienta que debeadministrarse con cautela. Estas pre-cauciones no son tenidas en cuentaen el manejo corriente de las sabanasdel Beni ya que se utiliza el fuego enforma descontrolada.

El drenaje de los campos con ane-gamiento permanente permite la me-jor utilización de éstos, ya que sonáreas no utilizadas durante gran par-

te del año. Estos pantanos drenadosa través de zanjas hacia arroyos, seconvierten en praderas de pastos muypalatables recuperando áreas subuti-lizadas.

La construcción de alturas y agua-das permite utilizar, en el primer caso,campos muy bajos totalmente anega-dos en la época de lluvias o, en el se-gundo caso, áreas sin acceso a fuentesnaturales de agua. La falta de alturasen las que el ganado pase la nocheconduce a la subutilización de estoscampos ya que en época de inunda-ción deben quedar sin ganado. Deigual manera existe un desperdicio depraderas si en la época seca no se pue-de tener ganado en ellas por falta deuna fuente de agua.

Alturas y aguadas se hacen conmaquinaria. Las características de sue-los pesados de drenaje deficiente, per-miten almacenar agua durante todoel año simplemente excavando gran-des fosas. También se hacen aguadasconstruyendo atajos en las cañadas yarroyos para facilitar la acumulaciónde agua. Es muy importante evitarque el ganado camine grandes dis-tancias en busca de agua.

La distribución de saleros permiteun uso más homogéneo de la praderay la utilización intensa de áreas que elganado no visita. La atracción queejerce la sal en el ganado se aprove-cha también para dotarlo de elemen-tos minerales que coadyuven al mejordesarrollo del hato según las caracte-rísticas de la explotación. La sal seutiliza también para establecer rodeos

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Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible

que son lugares de reunión de anima-les en los que se fomenta la monta ose efectúan algunos controles que norequieren de encerramiento en corra-les, como la desinfección de ombli-gos de terneros recién nacidos o elcontrol de placentas retenidas.

El control de especies no forraje-ras se basa en la observación de la pra-dera y se efectúa a través del corte conmachete de especies que prosperan enexceso en detrimento de forrajeraspalatables. Existen especies cuya pro-liferación es signo de una carga ani-mal inapropiada como el tararaqui(Ipomoea carnea) o la sensitiva (Mi-mosa pigra) entre otras.

Debe tenerse en cuenta que exis-ten plantas arbustivas leguminosas,como las especies de Acacia, que nodeben extraerse aunque sean de bajapalatabilidad, por su contribución ala fertilidad del suelo a través de lafijación de nitrógeno.

El uso intensivo de mano de obrapuede fomentarse a través del controlmanual de las especies no forrajeraspuesto que deben ser eliminadas des-de la raíz con el uso de palas y mache-tes. La ganadería sin mantenimiento depraderas es una actividad con reduci-do empleo de mano de obra, aspectoque afecta la posibilidad de empleode la abundante mano de obra dispo-nible. El uso intensivo de mano deobra evita también la tendencia al usode herbicidas en la eliminación deplantas no forrajeras. El manteni-miento homogéneo de ciertas áreas dela pradera o el corte manual para he-

nificar los pastos pueden hacerse apro-vechando la mano de obra.

El ensilaje y la henificación sonprácticas desconocidas en la ganade-ría de la sabana mal drenada del Beni.Sin embargo, muchos de los pastosnaturales de la sabana podrían heni-ficarse para destinar el heno en épocaseca a vacas en lactancia y ternerosdesnutridos en edad de consumir fo-rraje.

La mayor limitante para henifi-car los pastos está en que su mayorproducción en materia verde se ve-rifica en época de lluvias, cuando esdifícil secarlo por exposición al sol.Sin embargo, el uso de trípodes demadera y el venteado puede acele-rar el secado hasta permitir su al-macenamiento como materia seca.Otra alternativa que es indepen-diente de las condiciones climáticases el ensilaje (5).

El ensilaje consiste en utilizar elproceso de fermentación de la mate-ria verde para asegurar su conserva-ción. En el proceso las bacteriasaeróbicas convierten los carbohidra-tos en ácidos acéticos, propiónicos ylácticos; la intensa acidez suprime lafermentación indeseable (butírica).Una vez cortada la vegetación pormedios manuales aprovechando lamano de obra disponible, se la depo-sita en hoyos secos bien drenados ca-vados en alturas y revestidos de barroo cemento. La masa vegetal se com-pacta utilizando algún vehículo pesa-do o haciendo rodar troncas. Laelaboración de ensilaje valioso requiere

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Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible

de práctica y experiencia, pero es unaalternativa para la dotación de forra-je a vacas lactantes y terneros durantela época seca.

Los estudios sobre las fuentes na-turales de incorporación de minera-les deberían centrar su atención enorganismos como los caracoles (tu-ros), cangrejos y otros en los que elecosistema de la sabana sintetiza com-puestos minerales. Estos organismosconstituyen una fuente de mineralesque podrían aprovecharse para ofre-cerlos al ganado en mezclas con sal.

El ganado de la sabana tiene severasdeficiencias de sales minerales que laalimentación basada en forraje naturalno puede subsanar, con excepción dealgunas especies cuyo aporte en algu-nos minerales les da un valor particu-lar. Es el caso de la cañuela morada(Hymenachne amplexicaulis), que esuna importante fuente de cloro (1,53% de la materia seca), azufre (0,43 %de la materia seca) y potasio (3,39 %de la materia seca), según análisis efec-tuados en India y Surinam (15).

La propagación de leguminosas esmuy importante para el enriqueci-miento del suelo y el fortalecimientogeneral de la pradera. Las legumino-sas son la única fuente de nitrógenopara el forraje natural por razones eco-nómicas y ecológicas. En la sabanainundable del Beni es notoria la pre-dominancia de gramíneas y ciperáceassobre leguminosas. No está claramen-te establecido si en la región ganade-ra la propagación de estas especies estáafectada por el fuego.

El género más frecuente en las re-colecciones efectuadas en el área ga-nadera del Beni es Aeschynomene,en el que la especie americana es muyresistente a la inundación y es usadacomo abono verde en otros países.También es frecuente el género Des-modium que es muy palatable y re-sistente a la sequía. La propagaciónde estas y otras especies nativas debe-rá fomentarse a través de siembrasvegetativas. Incluso deberían intro-ducirse leguminosas de otras áreassubtropicales nacionales o del exte-rior como es el caso del géneroStylosanthes, que es de gran valorforrajero y de amplia utilización enotras praderas de países tropicales.Otras especies que deberían mere-cer una atención particular en supropagación son Desmodium unci-natum, Lotononis bainesii, Indigo-fera spicata, G lycine wightii,Centrosema pubescens y Phaseoluslathyroides.

Observar y adaptar experiencias deotros países con características climá-ticas similares es muy útil para bus-car el mantenimiento y la mejorapermanente de la pradera natural.Existen situaciones similares en paí-ses de África y en la India, Australia,Colombia, Brasil y otros.

La evaluación de la pradera en for-ma periódica y adoptando algunametodología estandarizada, no es unapráctica común en la ganadería delBeni. A esto se debe el desconoci-miento del efecto que tienen sobre lasespecies forrajeras el sobrepastoreo o el

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Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible

fuego. La pradera natural es un recursoque no está valorado en su justa di-mensión. Se desconoce sus especies,su dinámica, su enorme potencial.Introducir prácticas de evaluación nospermitiría subsanar esas falencias. Enforma general deberíamos tener encuenta que la productividad de unapradera adecuadamente manejada

aumenta el peso vivo de los animalesen un 39 a 127 % dependiendo delas características particulares de loscampos de pastoreo (10). Esta pro-ductividad es mayor si se tiene encuenta que se alcanza sin destruir elecosistema, conservando la biodiver-sidad y el equilibrio del bioma de lasabana.

BIBLIOGRAFÍA

1 FAO, 2000. Livestock and human needs. http://www.fao.org.

2 Mann, G.F., 1966. Bases ecológicas de la explotación agropecuaria en la América Latina. Secreta-ría General de la Organización de los Estados Americanos.

3 Centro Interamericano de Agricultura Tropical, 1981. Informe Anual. Programa de Pastos Tropicales.

4 Van Voorthuizen, E.G., 1975. Range Management. Monografía.

5 McIlroy, R.J., 1975. An introduction to Tropical Grassland Husbandry. Oxford University Press.

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7 Anuario Estadístico del Sector Rural. 1998. Centro de Información para el Desarrollo. Bolivia.

8 Beck S.G., 1983. Vegetationsokologische Grundlagen der Viehwirtschaft in der Uberschwemmungs-Savanne des Rio Yacuma (Departamento Beni, Bolivien). Diss. Bot. 80.

9 Bauer B. y Galdo E. Manejo de sabanas inundadizas en el Beni. Estancias Elsner Hermanos S.R.L.Trabajo presentado en la Primera Reunión Nacional en Praderas Nativas en Bolivia. Oruro, 26 al29 de Agosto de 1987.

10 Bauer B., 1968. Sistema de Análisis Físico-Económico de una Empresa Ganadera Extensiva. Gace-ta Económica. Año II. Núm. 9. Noviembre 1968. La Paz.

11 Plan Acción Forestal. Ministerio de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, 1995.

12 Redclift M., 1992. Sustainable Development. Exploring the contradictions. Richard Clay Ltd,Bungay, Suffolk.

13 UNITAS – PROCADE, 1990. Catálogo bibliográfico sobre pastos y forrajes en Bolivia.

14 Tamo G., 1997. Evaluación del impacto del pastoreo sobre la diversidad florística de las sabanas dealtura bajo diferente carga animal. Estación Biológica del Beni. Provincias Ballivián y Yacuma.Tesis para obtener el título de Ingeniero Agrónomo. Universidad Técnica del Beni.

15 FAO. Grassland Index. Basado en "Tropical Grasses". Skerman P.J. y Riveros F., 1990. y en "Tro-pical Forrage Legumes" Skerman P.J., Cameron D.G. y Riveros F., 1988.

www.fao.org/ag/AGP/AGPC/doc.

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Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible

ESTRATEGIASAGROECOLÓGICAS PARA LA

RECUPERACIÓN DE LACAPACIDAD PRODUCTIVA DELOS CAMPOS NATURALES DE

PASTOREO(Base para una producción pecuaria sustentable en el Municipiode Comanche)

Gumercindo Benavidez G. •

INTRODUCCIÓNEste trabajo es un esfuerzo de siste-

matización de la experiencia de las co-munidades de Comanche dondehombres y mujeres han invertido sutiempo en la recuperación producti-va de sus praderas nativas con la es-peranza de mejorar y asegurar elsistema alimentario para el desarrollode sus hatos ganaderos.

Entre los años 1993 a 1997, el Con-sejo de Desarrollo de Comanche (CO-DECO ) y Servicios Múltiples deTecnologías Apropiadas (SEMTA), unainstitución privada de desarrollo, cons-truyeron una "Estrategia Agroecológi-

ca" para recuperar la capacidad produc-tiva de los campos naturales de pasto-reo. En todo caso fue una experienciadesarrollada bajo un enfoque de parti-cipación y concertación permanenteentre actores locales (CODECO, laCentral Agraria, SEMTA y años mástarde el Gobierno Municipal)

La experiencia ha consistido en el desa-rrollo de tecnologías agroecológicas parala recuperación de praderas nativas y en elperfeccionamiento de una metodología detrabajo participativo.

CARACTERÍSTICAS DEL MUNICIPIOComanche, es la cuarta sección

municipal de la provincia Pacajes

• Ingeniero Agrónomo y Magister en Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible, Docente-Investi-gador del CIDES-UMSA. Docente del CLADES.

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Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible

(Dpto. de La Paz) que se halla ubica-da en el extremo Noreste de la Pro-vincia, a 70 Km. de la ciudad de LaPaz. Fisiográficamente se halla en lazona de transición del altiplano Nor-te y Central; se trata de un área queabarca aproximadamente 500 Km2

entre serranías, colinas y planicies.

Características naturalesEstá caracterizado por un clima ári-

do, con una precipitación promediode 561 mm/año y con una tempera-tura media de 7.8 oC, con presenciade heladas durante 200 días al año,que afecta considerablemente a laagricultura.

Los recursos naturales del territo-rio y la basta extensión de campos na-turales de pastoreo le otorgan lavocación ganadera que hoy posee.Además tiene ciertos recursos poten-cialmente explotables para el turismoy la microindustria como es el casode la piedra caliza. Sin embargo losrecursos que posee están en procesode degradación progresiva.

Características socialesEl municipio Comanche, tiene una

historia muy rica sobre sus antiguoshabitantes, que vivieron hace miles deaños. Los PAXACAS fueron uno delos reinos aymarás más representati-vos y predominantes del altiplanoboliviano. En Comanche viven untotal de 5,008 habitantes, que vienena ser el 11.5% de la población pro-vincial y se estima que son alrededorde 1,273 familias. Del total de la po-blación el 54% son mujeres.

La forma de organización predomi-nante es el sindicato agrario, existenotras organizaciones que dependen dela actividades que realizan. Actual-mente, está en proceso de reconstitu-ción el Ayllu como organización depueblos originarios.

Características económica-productivas

Existen dos tipos de propiedad dela tierra, la primera es una propiedadpro-indivisa que pertenece a la comu-nidad -las familias acceden a ellaanualmente- y la segunda es privada.El tamaño de tierra por familia es va-riable, desde 10 hasta 70 hectáreas.

La agricultura familiar esta basadaen la producción de tubérculos (papa,oca y papalisa), cereales (quinua, tri-go y cañahua) y forrajeras (cebada yavena). El volumen de la producciónfamiliar no es muy significativo y unabuena parte de ese volumen es parael consumo familiar.

La ganadería es la actividad princi-pal de las familias campesinas, por loque su crianza es importante. Cadafamilia cría un hato compuesto enpromedio por 70 ovejas, 8 bovinos y10 camélidos; adicionalmente las fa-milias crían porcinos, aves y equinos.La producción ganadera es muy sig-nificativa para cada familia porqueella satisface una gran parte de susubsistencia mediante autoconsumoy venta al mercado. Del total de laproducción más del 75% se destinaa la venta como ganado en pie osubproductos como lana, cuero,queso y carne.

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MARCO TEORICO Y CONCEPTUALAntes de presentar los logros y di-

ficultades de la experiencia, es conve-niente precisar los conceptos teóricosbajo los cuáles ha sido desarrollada lamisma, para ello será necesario acu-dir a las corrientes teóricas del desa-rrollo de la tecnología y susimplicaciones sociales y ecológicas.

Sociedad local y conocimientode la naturaleza

En la región Alto Andina del paíspor sus características naturales y so-cioeconómicas, la degradación de losrecursos naturales relacionados con laactividad agropecuaria es creciente, sino se toman medidas reversivas a par-tir de iniciativas locales, es muy pro-bable que su repercusión en la vidaeconómica y social de los producto-res campesinos se vaya profundizan-do hasta tomar dimensiones de crisis.

Es conocido que en el pasado, lasculturas Alto Andinas -los antepasa-dos de los Comancheños- han desa-rrollado diversas estrategias de gestiónde sus recursos naturales, puesto queesas sociedades han venido coevolu-cionando con la naturaleza. Sin em-bargo, a nivel general en esta erapost-moderna se está viviendo tiem-pos de ruptura de esa relación, losantecedentes más claros son los da-ños ambientales y la pobreza perenneen los países como el nuestro, produ-cidos por los procesos de transforma-

ción basados en el conocimiento cien-tífico y tecnológico convencional, asícomo en la lógica que guía al pensa-miento económico dominante, quehan generado progresivamente, segúnYurjevic (1993) "la pérdida de unadoble armonía y una alteración bási-ca en el orden jerárquico natural1 ".La ruptura de la convivencia del serhumano con la naturaleza ha afecta-do los mecanismos de autoregulaciónal interior de la biosfera. Por eso hoylas sociedades locales deben empren-der acciones estratégicas encaminadashacia un humanismo que devuelva ahombres y mujeres su capacidad deautoregulación y protección de su bio-diversidad.

No obstante, en los Andes, comodice O. Blanco (1988) "se ha desa-rrollado un complejo tecnológico pro-pio, adoptado por los campesinos,que son agentes de manejo del medioambiente y de la utilización de losrecursos naturales para su subsisten-cia. Existe la tendencia de considerara esta tecnología como anacrónica yempírica. Sin embargo, si se interpretasin preconceptos y con espíritu analí-tico los orígenes, causas y los efectosde estas prácticas tradicionales, se en-cuentran con mayor frecuencia expli-caciones lógicas de su aplicación,perfectamente encuadradas dentro deuna racional utilización de los fenó-menos físicos, químicos y biológicosa la luz del conocimiento científico".

1 La primera armonía que ha sido afectada tiene lugar al interior de la biosfera, la cuál ha vistoalterados sus mecanismos de autorregulación y experimentado un creciente empobrecimiento. Lasegunda armonía afectada tiene lugar al interior del ser humano, el cuál ha hipertrofiado su racio-nalismo inhibiendo el desarrollo de su sensibilidad y voluntad.

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Por eso, que los Comancheños, ensu lógica de manejo del espacio y delos recursos naturales han desarrolla-do una estrategia tecnológica acordea sus agroecosistemas y su conoci-miento, para manejarla, pero tambiénhan incorporado los beneficios de laciencia moderna en su propósito,incluso reconociendo su transcultu-ración. Es interesante de cómo estasociedad local ha combinado el usodel tractor agrícola, principal herra-mienta de la agricultura moderna co-nocida como " paquete de larevolución verde", con el conocimien-to tradicional de "crianza y cosechadel agua, suelo y vegetación nativa"para recuperar la biodiversidad y elpotencial productivo de los camposnaturales de pastoreo.

Actores locales e iniciativas degestión de los recursosnaturales

La actividad fundamental de la eco-nomía campesina en el Municipio es lacrianza del ganado, pero como la gana-dería satisface sus requerimientos de ali-mentación de la pradera nativa,entonces la conservación de ésta es vi-tal para el desarrollo sustentable de laactividad ganadera y por ende del Mu-nicipio, porque no sólo posibilitará larestitución de la capacidad productivade sus campos de pastoreo sino delmanejo sustentable de sus recursos. Laexperiencia muestra que, toda actividadde conservación de recursos naturaleses posible si se promueven procesosparticipativos y movilizadores de lascapacidades locales, recursos y conoci-

mientos que tienen los actores sobre sumedio ambiente, sus recursos naturalesy sus formas de uso. Al contrario, acti-vidades de conservación con el empleode tecnologías modernas promovidospor actores externos en el marco de pro-yectos de asistencia son insostenibles so-cialmente.

Entonces, esta lógica permite ase-verar que los actores locales son ca-paces de generar por iniciativapropia su estrategia de gestión derecursos naturales. Porque, los ac-tores locales forman parte de unahistoria local y son portadores dealternativas que tienden a capitali-zar mejor las potencialidades, des-tacando la calidad de los procesosen términos de equilibrios natura-les y sociales; pero sobre todo sonportadores de una identidad y deuna iniciativa, cuyos atributos de-ben convencer de la pertinencia deun proceso concertado, de su viabi-lidad e impacto potencial, pero so-bre todo deben mostrar el valoralternativo del proyecto en cuestión.

Así, la construcción de una "es-trategia local de gestión de recur-sos" pasa por las iniciativas locales,que según Arocena (1995) " la ini-ciativa individual o de grupo es elsigno inequívoco de la existencia delos actores locales" , por eso que lasactividades experimentales e inno-vadoras de la gestión de los recur-sos naturales como el que sesistematiza supone una dosis muyimportante de iniciativas, es decir,de movilización del conjunto deactores locales.

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Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible

La agroecología y gestiónsustentable de recursos

La conservación de los recursosnaturales relacionados con la base pro-ductiva de la actividad agropecuariaen los agroecosistemas del Altiplano,supone la presencia de una estrategiatecnológica sensible al medio am-biente, como es la agroecología. Enel proceso actual de valoración de co-nocimientos locales la agroecología seconstituye en el nuevo paradigmapara el desarrollo de una agriculturasustentable. M. Altieri (1997) con-ceptualiza a la agroecología como laciencia "sensible a las complejidadesde las agriculturas locales al abarcarpropiedades de sustentabilidad, esta-bilidad biológica, conservación de losrecursos y una adecuada eficiencia dela unidad productiva, objetivos que fa-cilitan la seguridad alimentaria y gene-ran bases para el logro de la equidad".

La agroecología, por su énfasis enla regeneración de la base de los re-cursos agrícolas permite replantear eldesafío de la productividad campesi-na, de manera tal que pueda ampliar-se el número de campesinos quepueden ser incorporados en la cate-goría de productores viables; Yurje-vic (1997) manifiesta que hay basescomo para afirmar que "las técnicasagrícolas regenerativas y de bajos in-sumos externos permiten al campesi-no lograr incrementos en suproductividad; las propuestas de tec-nologías sustentables generan exter-nalidades positivas al no contaminarlas aguas, evitar la erosión del suelo,

incentivar la reforestación y el mane-jo del ecosistema en el cuál esta in-serta la comunidad". Es importantemencionar que uno de los hechos queexplica la importancia y viabilidad delparadigma agroecológico es la con-ciencia que se va despertando del va-lor que tiene el conocimiento de losagricultores locales sobre el ambien-te, la base de los recursos naturales(agua, suelo y biodiversidad) y losprocesos ecológicos.

Conservación de recursosnaturales y desarrollosustentable

Cuando privilegiamos en el análi-sis las capacidades de articulación yconcertación de actores de la socie-dad local en procesos de gestión de re-cursos y más genéricamente "lo local",es claro que estamos abordando el de-sarrollo local como un fenómeno emer-gente en América Latina y en el mundo.

Actualmente, el desarrollo localconstituye un modelo para aproxi-marse a un territorio particular de larealidad nacional con el propósito deejercitar desde ella acciones que lafortalezcan y potencien en lo econó-mico, en lo ambiental y en lo social.Ello supone la gestión adecuada de susrecursos, la promoción de sus acto-res, la consideración y rescate de supatrimonio cultural, la valoración desu conocimiento y tecnología y elmejoramiento de la calidad de vidade su capital humano. Por tanto eldesarrollo local será en gran medidael resultado de la capacidad de la plu-ralidad de actores y de concertación

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en torno a propuestas concretas que apun-ten a una mejor utilización de los recursosdel territorio en pro del bien común.

Al menos para las comunidadescampesinas, el desarrollo significa hoymás que nunca la afirmación de ladiferencia, pero que según Arocena(1995) "esta diferencia no es impues-ta por un orden mundial que atribu-ye funciones especializadas a lasdiversas regiones del mundo, sinoaquella generada en el espesor de cadaproceso histórico", es más, centrar laatención en lo local es una vía parasuperar las aproximaciones demasia-do globales y mecanicistas y tratar deconstruir a partir de la singularidad".

El desarrollo local, por su virtudde movilizar iniciativas y capacidadesendógenas, viabiliza y garantiza undesarrollo más humano y sustentable,"con el fin de satisfacer las necesida-des de generaciones actuales sin com-prometer las de generaciones futuras"(PNUD, 1997). El enfoque del desa-rrollo sustentable reconoce la existen-cia de " escasez absoluta" de losrecursos2 , por lo tanto introduce elconcepto de equidad - intergeneracio-nal, es decir, la necesidad de desper-tar en el ser humano una vocaciónaltruista que le permita considerar los

derechos de las generaciones futurasal momento de decidir sobre su pa-trón de consumo. Implica considerarque el desarrollo de las comunidadesrurales de manera sustentable sóloserá posible "si los individuos que ac-tualmente están en control de los re-cursos del planeta no incorporan ensu función de bienestar, el bienestarde la generación futura. Dicho de otromodo, la generación futura no estápresente para defender sus derechos,por lo tanto necesita que sus derechossean adecuadamente representados enlas decisiones actuales. Sólo un serhumano que tenga sentido de trascen-dencia podrá, por tanto, generar undesarrollo que sea sustentable" (Yur-jevic, 1997).

EVALUACIÓN DE LOS CAMPOS DEPASTOREO

En el municipio se realizaron estu-dios de cobertura vegetal y estimaciónde la productividad en los campos depastoreo3 , cuyos resultados fueron labase para la implementación de lasacciones de conservación y recuperaciónde los campos naturales de pastoreo.

Los campos de pastoreo, tienenfundamental importancia en la crian-za de la ganadería ovina, camélida y

2 La escasez absoluta se refiere a que los recursos naturales en el planeta son agotables; y no es ciertoque la escasez sea relativa, sin embargo, para la ciencia económica sólo existe la escasez relativa deun recurso, ya que el mercado siempre creara incentivos económicos para que la oferta de dichorecurso aumente o inducirá procesos de innovación tecnológica para que surjan sustitutos delrecurso escaso. La realidad nos demuestra que existen recursos que constituyen un stock no reno-vable que no se puede ni ampliar ni sustituir, pero que son vitales para la supervivencia humana eneste planeta, como es la base de recursos genéticos de los cuáles depende la alimentación de losseres humanos.

3 Caracterización de los recursos forrajeros nativos de Comanche por R. Vargas (1994) y Valor forra-jero y estimación de productividad en praderas nativas de Comanche, J. Quiroga (1998)

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bovina. Al mismo tiempo son la base para la generación de ingresos, es decir,del estado en que se encuentran (con alta producción o degradado) depende elnivel de ingresos que los productores puedan obtener, por esta razón es que acontinuación se describen las variables de interés.

Superficie y uso de la tierraDe los datos

presentados enel cuadro, el20% de la tierrano cultivableestá totalmentedegradada (sonzonas eriales)por fenómenosnaturales y porel uso pocoapropiado de

las familias en la producciónagropecuaria. Ante esta evi-dencia, es posible afirmar queel municipio tiene mayoresaptitudes para el desarrollo dela ganadería, a pesar de quesu territorio esta afectadodrásticamente por la degrada-ción de los recursos vegetales.

Asociaciones vegetalesA través del estudio "Carac-

terización de los recursos forra-jeros nativos de Comanche" seha identificado alrededor de 14asociaciones vegetales y 29 sub-asociaciones en las 54.800 hec-táreas del territorio deComanche.

Según el mismo estudio el70% del territorio de Coman-che está cubierto por 4 de las14 asociaciones vegetales (K, B,

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D y H). Sin embargo, el 83% de lasasociaciones vegetales restantes tienenmenores superficies, que juntos ape-nas ocupan un 30% de la superficietotal de praderas nativas. Estas aso-ciaciones son manchas que apenasquedan al interior de las asociacionespredominantes debido a que han su-frido una severa degradación por lapresión de pastoreo y si no se tomanmedidas de recuperación se podríanconvertir en vestigios de la diversidad.

Producción de biomasaEn el siguiente cuadro se presenta

la biomasa total utilizable (BUT ) o

consumible por el animal y la capaci-dad de carga (CC) estimada para cadaasociación vegetal.

• Biomasa utilizable de loscampos de pastoreo

La contribución más abundanteson de las asociaciones: K, H, B, D yA, sus rendimientos son mayores a1500 kilogramos de materia seca porhectárea (MS/ha) de biomasa utiliza-ble (se estima que el 60% de la bio-masa bruta es consumida por losanimales), pero son inferiores a losrendimientos de cualquier forrajeraanual y además carecen de especies

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palatables para el ganado bovino yovino, no así para el ganado caméli-do. Sin embargo, las asociaciones conespecies palatables (de A hasta la G)aportan con menos del 50% de bio-masa y sus rendimientos son meno-res a 1500 kg.MS/ha.

• Capacidad de cargaLas asociaciones vegetales que tie-

nen una mayor capacidad de cargason: E, I, B, H, C y G con valorespor encima de 0,37 UA/ha, lo que noquiere decir que es lo óptimo, sinocon mayores posibilidades de sopor-tar un mayor número de animales.Por ejemplo la asociación que tieneuna mayor capacidad de carga (0,72UA/ha) debe destinar 1,40 ha. paramantener 1 UA y la asociación quetiene una menor capacidad de carga(0,09 UA/ha) debe destinarse alrede-dor de 11 hectáreas para mantener 1unidad animal durante un año.

Superficie afectada por eldeterioro de las praderasnativas

El mapa de cobertura vegetal esta-blece que el 60% del territorio delmunicipio está afectado por la degra-dación. Es decir que, de las 54,800hectáreas de tierra que tiene el Muni-cipio, el 15% son tierras eriales (to-talmente degradadas), el 45% sontierras degradadas cuya situación po-dría ser reversible y el 40% son tie-rras potencialmente a degradarse si esque no se toman medidas preventi-vas. Dicho de otra forma, del total detierras 24,300 ha. deben ser recupe-

radas en el corto y mediano plazo,21,600 ha. deben ser manejadas bajouna planificación de pastoreo según lacapacidad de carga de las praderas en elcorto plazo y 8,100 ha. de eriales de-ben ser puestas a experimentación paramonitorear su rehabilitación.

Esta situación ha motivado a losactores locales a desarrollar iniciati-vas destinadas a mitigar y disminuirel impacto de los procesos erosivos delsuelo y el sobrepastoreo de las prade-ras nativas.

Las causas del empobrecimientoprogresivo de pastizales naturales delas praderas fueron principalmentedebido a dos factores: la presión depastoreo sobre las praderas y la ero-sión de los suelos. A su vez, las causasde la presión del pastoreo fue el cre-cimiento desmesurado de la pobla-ción animal, la introducción deespecies animales depredadores, la re-ducción de la tenencia de tierras y eluso intensivo de las praderas nativas;y las causas de la erosión del suelofueron la pérdida de cobertura vege-tal de los suelos, la concentración dela precipitación de lluvias en escasashoras y la ausencia de materia orgá-nica en los suelos. Las consecuenciasdel primero se manifiestan en la dis-minución de la variabilidad genéticade los pastos nativos y la pérdida decobertura vegetal y del segundo semanifestaron en la reducción de la ca-pacidad de infiltración de los suelos, elempobrecimiento de la fertilidad de lossuelos, el desgaste de la capa arable delsuelo y la reducción de áreas pastoriles.

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La degradación de los campos depastoreo del Municipio afecta de ma-nera directa a las familias campesinas,provocando una evidente disminu-ción en la tenencia de animales y enconsecuencia una disminución en susingresos.

RECUPERACIÓN DE LAS PRADERASNATIVAS

La recuperación de los campos na-turales de pastoreo se ha realizado através de un proceso de planificaciónde desarrollo de la sección municipal,gracias a la iniciativa de los actoreslocales y al apoyo permanente deSEMTA que sin negar su origen ex-terno se ha implicado substantiva-mente en la implementación de lasactividades tecnológicas.

Diseño de tecnologíaagroecológica

A pesar de la degradación de losrecursos naturales, la escasez de aguay la baja producción agropecuaria, enel municipio aún perviven conoci-mientos locales relacionados con prác-ticas tecnológicas sobre la "crianza delagua y suelos" y "cosecha del agua delluvias", que históricamente la Civi-lización Andina ha venido desarro-llando a lo largo de su existencia. Lasconcepciones de crianza del agua ysuelos y la cosecha del agua de lluviasestán relacionadas con la conservacióndel equilibrio y el manejo de la vege-tación nativa de los campos de pasto-

reo y su rol recargador de agua a losacuíferos semi-subterráneos, pero almismo tiempo está relacionado confactores míticos y rituales de la cultu-ra Andina.

Comancheños junto a SEMTAhan venido desarrollado la tecnolo-gía tradicional de manejo de prade-ras con innovaciones de la tecnologíamoderna4 bajo el enfoque agroeco-lógico. Las tecnologías desarrolladasbajo estos principios han demostra-do que no sólo restituyen la biomasade las praderas nativas sino que in-crementan su potencialidad produc-tivo. D e la aplicación de estastecnologías se espera una producciónpecuaria sustentable.

La base de estas tecnologías fueronlos conocimientos locales, pero tam-bién los conocimientos modernos quehabían mostrado bondades en estosagroecosistemas, fue una simbiosis deambos conocimientos pero en la ló-gica de convivencia de los campesi-nos con su naturaleza.

Se deja por establecido de que notodos los campesinos tienen virtudesinvestigativas ni todos un sentido pro-gresista, sino, unos tienen mejoresestrategias de manejo de su predio yotros no y casi todos afrontan su ges-tión productiva evitando o distribuyen-do riesgos, es así como la tecnologíalocal se ha ido desarrollando.

Recuperar praderas degradadas enel altiplano de manera sistemática es

4 La tecnología consiste en construir zanjas de infiltración para capturar el agua y favorecer la infil-traciónÊ; fertilizar las praderas con estiércol de ganado para mejorar la capacidad de retención deagua del suelo; ambas acciones permiten regenerar vegetación nativa, y así ir criando el agua.

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aún "novedad", porque se está ini-ciando el desarrollo de una estrategiatecnológica con un enfoque más deafronte que de escape y para ello fuey es necesario la combinación de latecnología tradicional y la moderna através de un diálogo permanente deconocimientos.

Aplicación de tecnologíasLas áreas más afectadas por la de-

gradación eran las tierras de pastoreoy los eriales por eso es que se han ex-perimentado y validado un conjuntode tecnologías para ser aplicadas ensu recuperación. A continuación sedescriben las tecnologías implemen-tadas en la recuperación de los pasti-zales de estos campos y en larehabilitación de los eriales.

• Recuperación de praderas endegradación

A continuación se describen las di-versas tecnologías utilizadas en la re-cuperación de las praderas nativas endegradación.

Recolección de semillas de pas-tos nativos; en los meses de mayoy junio los campesinos realizanla recolección de semillas de pas-tos nativos como "chilliwa" (Fes-tuca dolechophila) y "cola deratón" (Dactylis glomerata), losmismos que son almacenados enenvases de yute.Abonamiento orgánico; cada fa-milia campesina guarda prolija-mente el abono (estiércol de laoveja y de la vaca) para diferen-tes usos, antes lo vendían para

combustión de las yeseras y aho-ra los utilizan para fertilizar laspraderas. En los meses de sep-tiembre y octubre se fertiliza laspraderas a razón de 11 m3 porhectárea, esta actividad ha con-sistido en esparcir por todo elcampo el estiércol con la ayudade una chata traccionada por eltractor agrícola.Apertura de zanjas de infiltra-ción; en promedio cada familiaplanifica recuperar de 5 a 10 hec-táreas de pradera y en esas tierrases donde se ha realizado el zan-jeo en curvas de nivel con el ara-do de disco de un tractor agrícolapor todo el campo, el arado vaaflojando la tierra y por detrás loscampesinos van arreglando laprofundidad y van diqueandocada 2 o 3 metros con herramien-tas manuales.Estabilización de las zanjas; laszanjas son estabilizadas median-te resiembra de pastos nativos otransplante de especies forrajeraspalatables para los animales,como la chilliwa. Este trabajo esrealizado a fin de evitar que laszanjas se colmaten con la arenatraída por la escorrentía y permi-ta que las mismas duren por lomenos de 3 a 5 años.Acequias de anegamiento; es unatécnica que se ha utilizado pararecuperar las praderas degrada-das, ha consistido en abrir con eltractor un canal cuya profundi-dad aproximada oscila entre 50

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y 55 cm. desde la toma de los ria-chuelos temporales hasta la pra-dera, su función es captar yconducir el agua del río parainundar las praderas y solamentese han aplicado en las áreas cer-canas a los ríos donde es posibleesparcir sus aguas por gravedad.Resiembra y transplante de pas-tos nativos; en diciembre y ene-ro las familias esparcen yreplantan semillas de pastos na-tivos y esquejes de chilliwa a finde obtener una buena coberturavegetal y mayor cantidad de bio-masa en los eriales.Rehabilitación de eriales; loseriales son campos totalmentedegradados que han perdido sucapa arable, su cobertura vege-tal y consecuentemente su ca-pacidad de retensión de agua delluvia.Para rehabilitar los eriales sehan establecido áreas experi-mentales de 1 a 3 hectáreas yen ellas se han construido zan-jas de infiltración en curvas denivel con el arado de disco deun tractor agrícola por todo elcampo, se han diqueados laszanjas cada 2 o 3 metros, des-pués se han fertilizados los cam-pos con estiércol de oveja y sehan resembrado con pastos na-tivos. Estas actividades se reali-zan en los meses de octubre,noviembre y diciembre.Al final del período de lluvias,se constata que las zanjas re-

cepcionan aguas de lluvia y eldiqueado mantiene almacenadoel agua durante buen tiempohasta infiltrar al suelo, es así comola humedad del suelo es incre-mentada y mantenida por mayortiempo; lo que ha facilitado la re-generación natural de especiesnativas, el prendimiento de lasespecies transplantadas y la esta-bilización de las zanjas. La apli-cación de las zanjas, larevegetación por siembra y eltransplante han reducido la esco-rrentía y se ha incrementado lacobertura vegetal.

Diseño social de larecuperación de praderas

La recuperación participativa de laspraderas ha requerido mucho análisis ydiscusión en talleres y reuniones, no fuenada fácil, poco a poco se fue constru-yendo un espacio de concertación te-niendo en evidencia de que la base delconsenso fue un proceso constituidopor tres lógicas dialécticas:

Acción - Reflexión - Acción, sontres eventos interactivos en eltiempo, han permitido aproxi-marse a la realidad para conocerlo complejo y holístico que sonlos agroecosistemas campesinos yactuar sobre ellos para transfor-marlos. Este proceso dialécticovivido colectivamente fue pro-ducto de las acciones transforma-doras y creadoras de CampesinosComancheños y profesionalespara construir la esperanza de lasgeneraciones futuras.

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El dialogo de saberes, como lafilosofía de reconocimiento mu-tuo entre campesinos y profesio-nales para dejar establecido queel conocimiento y saber campe-sino es una ciencia local que tie-ne virtudes y defectos y que elconocimiento científico o con-vencional también tiene sus vir-tudes y defectos. Este principiopermitió afianzar el trabajo derecuperación de las praderas ylograr el acompañamiento está-tico y dinámico; es decir, ha per-mitido avanzar actuando,reflexionando y actuando otravez para fortalecer las capacida-des locales.La reciprocidad, es un principiode equidad traducida en el"Ayni" , la civilización andina hadesarrollado esta institucionali-dad para redistribuir los benefi-cios y la disponibilidad de lamano de obra. La recuperaciónde las praderas demanda altamano de obra y para implemen-tar estas acciones se ha recupera-do y revitalizado esta instituciónancestral.

LOS LOGROS DE LARECUPERACIÓN DE PRADERASNATIVAS

A continuación se analizan y se de-terminan los factores que influyeronen el impacto de las tecnologías ge-

neradas y transferidas, y la capacidadlocal de gestión de recursos naturalesdel Municipio de Comanche. Paraverificar el impacto de la adopción delas tecnológicas de conservación derecursos y el proceso de las capacida-des de innovación por parte de la so-ciedad local, se ha visto porconveniente utilizar tres indicadoresde beneficios socioeconómicos: lacantidad de superficie recuperada, lacapacidad de carga de las praderas re-cuperadas y la cantidad de beneficia-rios. Para verificar la sustentabilidadecológica de las acciones se han adop-tado cuatro indicadores: el grado decobertura vegetal, el grado de hume-dad del suelo, la variabilidad genéti-ca y la cantidad de biomasaproducidaÊ; estos indicadores estánorientados a verificar la capacidad re-generativa de las praderas nativas,frente a prácticas de recuperación ymanejo a las que han sido sometidas5 .

Beneficios ecológicosCon el propósito de verificar los

impactos ambientales de la recupera-ción, los campesinos y técnicos haninstalado parcelas de seguimiento enlas praderas nativas como áreasdemostrativas(AD). Estas parcelas te-nían una superficie aproximada demedia hectárea, fueron instaladas encuatro sitios representativos de acuer-do al grado de cobertura vegetal, dosen áreas totalmente degradadas (eria-les) y dos en áreas en degradación, y

5 Este capítulo fue extractado "Evaluación de impacto del programa agroecológico en el Municipiode Comanche", Tesis de Magister. (Benavidez, 1997).

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fueron sometidas a diferentes trata-mientos de recuperación. Las parce-las fueron ubicadas al medio de lassuperficies recuperadas y se realizó unseguimiento durante 4 años.

• Cobertura vegetalLa cobertura vegetal se ha medido

a través de un método de evaluaciónde pastizales llamado "transecto alpunto", el mismo que ha sido medi-do anualmente en los mismos sitios yen las mismas fechas. La coberturavegetal ha sido el indicador que hapermitido verificar el grado cobertu-

ra de los suelos de la pradera con elfollaje de los pastos nativos que hanregenerado.

Las praderas intervenidas, despuésde cuatro años han incrementadosubstancialmente su cobertura vege-tal a una relación en promedio de cin-co veces más. Se constata que el áreademostrativo AD-3 ubicado en el erialha incrementado su cobertura en los4 años de seguimiento, desde 12 has-ta 16 veces más que el año cero de laintervención; lo mismo pasó con elAD-4, estos incrementos no son total-mente adjudicables a la regeneración

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natural sino que es producto de re-siembra de pastos y replantado dechilliwas.

Por el otro lado, las áreas endegradación(AD-1 y 2) también hanincrementado su cobertura hasta un80%; el beneficio de mayor cobertu-ra se traduce en la disminución de laerosión y consecuentemente en lamayor disponibilidad de forraje parala ganadería.

• Humedad del sueloLa humedad de los suelos de la pra-

dera fueron determinados a través delmétodo gravimétrico utilizando unequipo desecador rústico. Esta medi-

da ha permitido determinar el gradode retención de humedad del suelopara favorecer la regeneración natu-ral de los pastos nativos.

En las cuatro parcelas de seguimien-to se observan incrementos substancia-les de la humedad de los suelos, llegandoa incrementarse el porcentaje de hume-dad del suelo desde 2 hasta 5 veces aldel año cero de la intervención. El in-cremento de los porcentajes correspon-den a la capacidad de campo de lossuelos, esto implica que los suelos debi-do a la presencia de la cobertura vegetaly materia orgánica han aumentado sucapacidad de infiltración.

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• BiomasaLa biomasa se ha determinado a

través del método de "cuadrantes"aplicados al azar en el área de mues-treo que ha consistido en cosechar lamasa vegetal presente dentro el cua-drante y secar al sol para luego deter-minar el peso de la materia seca.

Los datos muestran que el erial ob-tiene una cantidad parecida a la delchilliwar al tercer año; la diferenciadel incremento es muy substancial,por ejemplo para el chilliwar el segun-

do año se obtiene 5700 Kilogramosde materia seca por hectárea, si con-sideramos que el 60% de la biomasacorresponde a especies forrajeras con-sumidas por los animales, entonces seobtiene un rendimiento de 3420 Kg.MS/ha que es igual o hasta mayor alrendimiento de la cebada forrajera

(3500 Kg./ha en el mejor de los ca-sos). Con el incremento de la bioma-sa, estas áreas aumentan su capacidadde carga, es decir que pueden sopor-tar mayor número de animales por

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hectárea, consecuentemente las familiastienen alta posibilidad de incrementar suhato ganadero y mejorar sus ingresos.

• Variabilidad genéticaLa variabilidad genética se ha de-

terminado por muestreo a través detransectos, verificando visualmente lacomposición especifica de pastos na-tivos. La variabilidad ha permitidoverificar la diversidad del germoplas-ma de pastos nativos en las praderasdespués de su recuperación .

En Comanche se ha identificadounas 80 especies vegetales de las cuá-les un 75% son palatables para el ani-mal, es decir, que existe unasignificativa variabilidad genética depastos nativos en el altiplano. Por tan-to, se efectuó un monitoreo de la can-tidad de especies más frecuentes queempezaron a poblar tanto los erialescomo las praderas en degradaciónÊ; sehizo una primera lectura antes de in-tervenir la pradera, y a medida quelos años han ido transcurriendo, las

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parcelas han ido incrementando sucomposición florística, constituidafundamentalmente por especies forra-jeras. En estos cuatro años, se hanincorporado adicionalmente más de10 especies, esto implica que la recu-peración de praderas es una estrate-gia para el fomento de la diversidadgenética.

Beneficios sociales

• Superficie recuperada

mente erosionadas son rehabilitables.Si se continua recuperando las pra-

deras nativas a la misma intensidad deahora, en el corto plazo la producciónagropecuaria, especialmente la gana-dera, tiene una alta posibilidad deincrementar su productividad, man-tener su estabilidad productiva y sus-tentabilidad (Ver cuadro 8).

• Familias y comunidadesbeneficiadas

Alrededor de 623 familias de las 28comunidades del Municipio se hanbeneficiado de la recuperación de suspraderas, a razón de que en prome-dio cada familia ha recuperado unas10 hectáreas; si consideramos quecada familia tiene 13 hectáreas de pra-dera en degradación mas 5 hectáreas

Los campesinos en los cuatro añoshan logrado recuperar alrededor de6341 hectáreas, las que se han recu-perado más fueron las tierras de pas-toreo en degradación, pero el logroimportante fue el incorporar al pas-toreo 598 hectáreas de eriales, estodemuestra que estas tierras severa-

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de erial, entonces cada familia ha re-cuperado el 55% de sus campos depastoreo.

• Capacidad de cargaLa capacidad de carga que a conti-

nuación se estima, representa la canti-dad de animales que puede sostener unasuperficie de pradera nativa, que gene-ralmente está en función a los requeri-mientos nutricionales de los animales yla cantidad de producción de materiaseca de biomasa de las praderas.

tamiento hasta llegar a 10,5 UO/hael segundo año, este incremento subs-tancial es por la resiembra y transplan-te de pastos nativos. El segundo añofue bastante lluvioso es por eso queha sido muy beneficioso para la pro-ducción de pastos.

Si consideramos, que un prediocampesino tipo tiene en promedio 30hectáreas de las cuáles el 15% es erial,el 45% degradada y el 40 % en de-gradación, lo que supone que 4,5 hec-táreas son eriales y 13,5 hectáreas son

tierras degradadas. El productor, sinrecuperar sus 18 hectáreas mantieneanualmente a 78 unidades ovinas,pero si recupera sus praderas tendráposibilidad de mantener anualmentea 216 unidades ovinas, lo que equi-vale a criar aproximadamente 15 va-cunos adultos, 77 ovejas y 20 llamas.

CONCLUSIONES• Las acciones de gestión local de

los recursos naturales no sólo requie-ren de un proceso concertado de los

Las praderas que estaban en riesgode degradación, después de las prác-ticas de recuperación, han incremen-tado su capacidad de carga desde 3,0UO/ha el año cero de las accioneshasta llegar a 12,5 UO/ha el segundoaño y luego descendió a 8,9 UO/hael cuarto año, el mismo comporta-miento tuvo su repetición.

Los eriales también han tenido elmismo comportamiento, pues hanincrementado su capacidad de cargadesde 0,4 UO/ha el año cero del tra-

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actores locales, sino también de la in-novación tecnológica para la gestiónóptima de los recursos cuando éstosestán degradados. Por eso que en esteproceso fue necesario la creación delCODECO y el acompañamiento deSEMTA, el primero en el aglutina-miento de todas las iniciativas localesalrededor de la gestión de recursos natura-les de los agroecosistemas campesinos y elsegundo, en la generación e implementa-ción de tecnologías agroecológicas para re-cuperación de la capacidad productiva delos campos de pastoreo.

• CODECO y SEMTA en el marcodel "Plan de Desarrollo" planteado hanenfrentado la gestión de la base produc-tiva de los recursos naturales, medianteun proyecto "agroecológico de recupe-ración de suelos en campos naturalesde pastoreo", cuyos resultados son bas-tante alentadores en la productividad(se ha incrementado la capacidad decarga hasta 12.5 uo./ha) de las praderasy se han recuperado en los cuatro añosalrededor de 6,341 hectáreas, benefi-ciando a un total de 623 familias perte-necientes casi al total (28 de las 29comunidades) de comunidades del Mu-nicipio.

• La implementación de tecnologíasagroecológicas en la recuperación de

praderas nativas ha logradoincrementarÊsu cobertura vegetal en un80%, la humedad del suelo hasta un24%, variabilidad genética hasta 22 deespecies y la biomasa en 3,420 Kg.MS/ha; disminuyendo de esta manera eldeterioro del suelo de los campos depastoreo.

• El ingreso obtenido por familiaen promedio asciende a $us. 1186,50/año -sin considerar los costos- estosignifica que la familia en promediorecibe mensualmente alrededor de$us. 98,88 que es el valor agregado oriqueza gracias al empleo de su fuer-za de trabajo en la conservación de lapradera; este ingreso mensual está porencima del ingreso promedio nacio-nal ($us 51,00 que es salario mínimovital).

• En base a los parámetros estima-dos el productor eficiente debe pas-torear su pradera a razón de 1,60 UA/ha. Sin embargo la presión económi-ca obliga a las familias a poner mayorpresión a los recursos disponibles enla comunidad y a aplicar una cargaanimal de 2,61 UA/ha dada las nece-sidades insatisfechas y oportunidadesde mercado de los productos (gana-do de pie y carne) y subproductos(lana, leche, queso, estiércol).

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BIBLIOGRAFIA

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SIETE RETOS DE LAAGROECOLOGÍA

Desde la experiencia en el movimiento agroecológico peruano1

Fernando Alvarado de la Fuente•

INTRODUCCIÓNEl movimiento agroecológico pe-

ruano trabaja organizado en su RAE(Red de Agricultura Ecológica) des-de 1989, desde esta rica experienciade once años nos atrevemos a presen-tarle insumos para el debate sobre eltema.

Tratando de ser sintéticos y prácticos lasideas y propuestas están ordenadas en sie-te retos que tendría el movimientoagroecológico peruano en la actualidad siquiere alcanzar sus grandes objetivos delograr un desarrollo rural sostenible. Estosretos son:

Reto 1. La transición.Reto 2. Metodologías participativas.Reto 3. La participación de la mujer.Reto 4. Productividad y rentabilidad.Reto 5. Indicadores de impacto.Reto 6. Mercado y gestión.Reto 7. Movimiento agroecológico.Estos retos planteados implican ta-

reas a realizar en adelante y por lo tan-to asunción de responsabilidades por

los actores diversos, al final propon-go cuales serían las responsabilidadesque nos competen a las ONGDs (or-ganismos no gubernamentales de de-sarrollo) en el proceso global y susinterrelaciones. A continuación qui-siera plantear, en la primera parte, ele-mentos de un diagnóstico de lasituación. En la segunda una susten-tación y graficación de cada reto. Ter-mino con una bibliografía citada queal mismo tiempo es una que podría-mos recomendar como básica paratratar el tema.

PARTE I. LA SITUACIÓNLas tareas para adelante que plantea-

remos tienen como base un diagnósti-co de lo avanzado hasta el momento, eltrabajo más exhaustivo y reciente alrespecto es "Diagnóstico sobre la agri-cultura sostenible en el Perú: aproxi-maciones, balance y pautas para elfuturo" (1) elaborado por la Platafor-ma de Contrapartes de PPM con la

• Centro IDEAS, Red de Agricultura Ecológica del Perú.1 Este articulo fue presentado en la Asamblea del Secretariado Rural realizada en Chulumani, en

noviembre de 1999 y facilitado a la Revista del Umbrales por el Secretariado Rural.

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participación de 30 ONGDs peruanas,editado en septiembre 99 pero elabora-do durante 1998.

Los consultores que prepararon eldocumento final de este trabajo par-ticipativo, elaboraron luego, un resu-men de dicho diagnóstico (2) ypresentaron las siguientes conclusiones:

1. Las instituciones demostraroninterés y disposición en llegar a con-ceptos comunes sobre agricultura sos-tenible. Hubo avances significativosen la construcción de la propuesta en agri-cultura sostenible en los últimos años.

2. Se identificaron elementos co-munes de identidad cultural, fortale-cimiento de autoestima delcampesino, consolidación como unaalternativa viable de desarrollo.

3. En algunas de las institucionesque vienen trabajando el tema de ASse observa que aún hay vacíos en eldesarrollo de sus propuestas agroeco-lógicas y en lo que se refiere a los as-pectos tecnológicos y metodológicos.

4. Se constata que hay debilidad enel manejo de los principios agroeco-lógicos en lamayoría de lasinstituciones,tanto en el ám-bito teóricocomo de apli-cación prácti-ca.

5. Hay casosen los que seobservan cier-tas contradic-ciones en la

aplicación de la propuesta agroecoló-gica, debido a que algunas institucio-nes trabajan paralelamente agriculturaconvencional y ecológica lo que setraduce como una falta de compro-miso y de voluntad política institu-cional.

6. Con respecto al trabajo con en-foque de género existe voluntad paradesarrollar propuestas en las institu-ciones, pero éstas no cuentan conmetodologías y estrategias adecuadaspara aplicarlas en todas sus líneas deacción.

7. Se observa la necesidad de im-plementar sistemas apropiados de se-guimiento y evaluación del impactodel trabajo de las instituciones.

8. Los procesos de autoevaluacióny retroalimentación interna en las ins-tituciones son aún débiles y hay ne-cesidad de reforzar la gestióninstitucional que permita mejorar lacalidad de las propuestas en agricul-tura ecológica.

9. Algunas instituciones han logra-do incidir en un mayor reconocimien-

to de la sociedad,incluyendo algu-nos organismosdel Estado y go-biernos locales,hacia la AS. Sinembargo, la so-ciedad en suconjunto tieneun gran descono-cimiento acercade la propuesta yde sus beneficios.

GILKA WARA LIBERMANN, CUENTO DE DOS LAGUNAS

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1 0 . Los pequeños agricultoresmuestran una gran apertura al cam-bio a favor de las propuestas en AS.

11. Las metodologías participativas novienen siendo manejadas con claridad enla práctica y promoción de la AS.

12. Algunas prácticas con gran po-tencial de mejorar la producción hansido incorporadas con relativo éxito,pero aún faltan ajustes en el desarro-llo tecnológico (estiércol líquido, abo-nos verdes, cultivos de cobertura,manejo de pastos).

13. Se advierte que aún las propues-tas sobre agricultura ecológica sonmayormente de carácter técnico am-bientales, dejando de lado los aspec-tos socioeconómicos.

14. Los programas por lo general,tienen componentes de producción,transformación, transferencia de tec-nología e inversión, pero no los con-tenidos referentes al mercado y loscostos de transformación en que debeincurrir el productor para llegar a losmercados. Estos normalmente sonobviados haciendo falta una mayorincorporación de los aspectos de mer-cadeo, comercialización.

A estas conclusiones podemos agre-gar las siguientes:

15. poca interrelación entre las ins-tituciones, no generando sinergiaspotenciales;

16. escaso interés por el tema de larentabilidad y la eficiencia gerencialde las unidades productivas;

17. algunos avances en la organiza-ción de los productores ecológicos y enla comercialización local a consolidar;

18. formación de cuadros lento ycostoso;

19. la experimentación e investiga-ción sistemática es casi nula;

20. poca influencia en las decisio-nes políticas;

2 1 . debilidad del movimientoagroecológico.

PARTE II. LOS RETOS

Reto 1. La transiciónEs el proceso por el cual los agri-

cultores pasan de un sistema conven-cional o tradicional a uno ecológico.En el libro "Ofertas Agroecológicaspara pequeños agricultores" (3) sobrela base de un análisis fino de doceagricultores se concluye "Todas lasexperiencias confirman la presunciónde que los costos de transición sonaltos. A pesar que el menú de opcio-nes es amplio, es imposible pasar auna agricultura ecológica sin inversio-nes cuya amortización se efectúa envarios años."

Andrés Yurjevic (4) abunda dicien-do "La agricultura Campesina Susten-table constituye un esfuerzo porregenerar el stock de recursos natura-les productivos, así como la produc-tividad del agroecosistema con el finde mantener la contribución campe-sina a la oferta alimentaria que satis-face las necesidades de la población.Los sistemas campesinos agroecoló-gicos, también llamados sustentables,se han diseñado para contrarrestar eldeterioro creciente en los recursosnaturales productivos, hecho que ponea un número creciente de unidades

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productivas fuera de los mercados,empobreciendo las economías cam-pesinas."

"La transición de la agriculturacampesina hacia la sustentabilidaddepende directamente de las inversio-nes que se hagan para mejorar la ges-tión social, productiva y económica,así como en los stocks de capital hu-mano, natural productivo, social yconstruido".

Los esfuerzos de las ONG´s porlograr un tránsito poco doloroso delos campesinos y agricultores hacia laagroecología implica contar con unmenú de técnicas probadas y adecua-das a la realidad que tengan un im-pacto inmediato sobre elagroecosistema; que enfrenten sus dosgrandes problemas productivos: me-jorar o mantener la fertilidad del sue-lo y tener una baja incidencia deplagas y enfermedades. Estas técnicastendrán que ser sencillas y de alto re-sultado a corto plazo apuntando a lasostenibilidad del sistema. Partiendode los principios de manejo que pro-pone el enfoque agroecológico se de-ben construir propuestas adecuadas alas diversas realidades sociales y eco-lógicas en que trabajamos.

La necesidad de manejar adecuada-mente los principios, tener experien-cia para enfrentar los problemascotidianos de su adecuación a reali-dades distintas, de resolver el proble-ma de la inversión inicial requerida,de generar un proceso que se retroali-mente y sea sostenible, son los retos dela transición que debemos enfrentar.

Reto 2. Metodologíasparticipativas

La agricultura ecológica se ha veni-do promoviendo con los métodos dela revolución verde. El largo esfuerzopor capacitar a nuestros técnicos enlos principios y técnicas agroecológi-cas ha tenido algunos logros, en elPerú cientos de profesionales han par-ticipado en cursos básicos de AE im-pulsados por la Red de AgriculturaEcológica entre 1991 y 1996, más demil profesionales han llevado el Cur-so de educación a distancia: "Agroeco-logía y desarrollo rural" desde 1993 a1999; hemos realizado seis encuen-tros nacionales de agricultura ecoló-gica con la participación de dos milprofesionales y agricultores y muchosotros eventos de capacitación en laúltima década. Se ha editado 14 nú-meros de la revista "Cultivando" y sie-te libros y un manual sobre el tema.

El gran déficit de este esfuerzo hasido las metodologías para la promo-ción. Pocas instituciones han elabo-rado y sistematizado una propuestametodológica participativa, aunqueen los últimos años, especialmente laplataforma de contrapartes de PPMhan hecho esfuerzos al respecto condiferentes eventos y con invitados deNicaragua para presentar la metodo-logía Campesino a Campesino.

Destaco, seguramente siendo injus-to con algunas ONG´s que han dadosu aporte, los trabajos del CentroIDEAS: "Sistema de promoción enagricultura ecológica" de 1997 (5)y "Manual para la aplicación de la

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Metodología DPT Desarrollo par-ticipativo de tecnologías. Docu-mento de trabajo" de 1997 (6).También destacamos la guía de ca-pacitación "Aprendiendo el DPT "editado por Secretariado Rural yETC en 1995.

El eje temático de agricultura sos-tenible de la Plataforma de contra-partes de PPM incide en este temadesde marzo 2000 y continuará enlos próximos años, debemos sumar-nos a ese esfuerzo organizado.

La agricultura ecológica, que esintensiva en conocimientos, se basaen principios que deben necesaria-mente adecuarse a las especificida-des de cada zona agroecológicaparticular, si no incorporamos yaprovechamos al máximo el ricoconocimiento campesino en el di-seño de las propuestas y en la expe-rimentación, no tendremos futuro,las propuestas no serán sostenibles.Tenemos el reto de integrar de ma-nera creativa el conocimiento de loscampesinos y de los técnicos, estoimplica romper los moldes de laasistencia técnica tradicional.

Reto 3. La participación de lamujer

Las metodologías participativasplantean en forma implícita los aspec-tos de interculturalidad y de género.Si somos realmente participativos es-taremos respetando no sólo las prác-ticas técnicas sino los valores de losagricultores, sin la participación acti-va de las mujeres toda participaciónes incompleta y falsa.

Durante 1997 y 1998 se formó unamesa de trabajo "Agricultura ecoló-gica y género" donde participaron va-rias redes y ONG´s, con el intentode construir una metodología quepermita incorporar el enfoque de gé-nero a la promoción agroecológica, elresultado palpable de este esfuerzo esuna ponencia presentada al VI En-cuentro Nacional de Agricultura Eco-lógica realizado en Cusco en junio 98(7). Flora Tristán está implementan-do un proyecto, tomando como baseeste esfuerzo inicial, para continuarcon el intento. A fines del 2000 debepresentar un manual basado en trescasos prácticos realizados en costa,sierra y selva.

Igualmente hay otros esfuerzos deLWR con la Escuela para el Desarro-llo y de PPM para construir una meto-dología de promoción incorporando elenfoque de género.

Reto 4. Productividad yrentabilidad

A pesar que en el primer trabajosobre el tema "Propuesta de agricul-tura orgánica para la sierra" (8) dehace 11 años se tenía un capítulo so-bre productividad y rentabilidad, noes una preocupación significativa parala mayoría de agroecologistas.

En el proceso de formación de lostécnicos en los principios de laagroecología el énfasis en los aspec-tos técnicos ha sido tan fuerte que larentabilidad económica no está en suscabezas. Sin querer herir susceptibi-lidades revisemos algunos textos clá-sicos y constatemos los hechos.

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El clásico de Miguel Altieri, edicióncorregida y aumentada de la originalde 1983, 14 años después: Agroeco-logía: bases científicas para la agricul-tura sustentable"(9), con aporte deotros seis expertos, tiene cinco par-tes, 17 capítulos y más de 500 pági-nas y no se toca el tema de larentabilidad económica.

Otro que se va convirtiendo en clá-sico es el "Manual de agriculturaecológica"(10) de Kolmans y Vás-quez, con más de 200 páginas no tie-ne nada sobre el tema.

Recién en el libro "Ofertas agroeco-lógicas" (3) ya citado, tenemos 15páginas que tocan el tema con detalley como un capítulo específico. En élse demuestra que la agricultura eco-lógica puede ser rentable aún con loscriterios convencionales crematísticos.

Si no queremos convertir laagroecología en una religión que sesigue por voluntad y fe, tenemos queempezar a saber que pasa en los siste-mas de producción con los cambiosimplementados. No esperemos tenerel análisis de todos los agricultores,hacer seguimiento de pocos casos nospueden dar luces para el conjunto.Elijamos los cultivos más importan-tes, proyectemos la producción a hec-táreas y comparemos con las mediasnacionales y locales.

Como se pregunta Miguel Altieri(11) tenemos que hacer esfuerzos con-cretos que nos ayuden a contestar unaserie de preguntas:

¿ qué evidencia existe de que el en-foque agroecológico puede producir

rendimientos aceptables y otros be-neficios?

¿ cuáles son los mecanismos ecoló-gicos y de otro tipo que explican laauto sostenibilidad de estos sistemas?

¿ qué tipos de indicadores y medi-ciones se necesitan para medir la sus-tentabilidad?

¿ cuáles son los costos y beneficioseconómicos de enfoques agroecológi-cos?

El reto es complejo porque implicaseguimiento fino al conjunto de sis-temas de producción, con muchasvariables y, además, debemos cons-truir nuevas rentabilidades que no seansólo crematísticas, que consideren losaportes de la economía ambiental omejor los de la economía ecológica.

Reto 5. Indicadores de impactoLa cooperación en algunos países

ha cumplido cincuenta años, despuésde todo este tiempo se espera resulta-dos tangibles. Nuestros trabajos depromoción en general y agroecológi-cos en particular están teniendo re-sultados positivos sobre las personasy sobre los agroecosistemas, es algoque sentimos pero que es muy difícildemostrar tanto cuantitativa comocualitativamente.

Entre los esfuerzos realizados en losúltimos años por definir variables eindicadores podemos destacar los si-guientes. Uno a nivel general más teó-rico el de Julio Chávez "El enfoquede desarrollo institucional en la pro-moción..."(12) en él se aporta condefiniciones, variables, indicadores yherramientas, con ejemplos prácticos.

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El CLADES ha venido impulsan-do un proceso de evaluación de im-pacto en el que definió indicadoresde sostenibilidad agroecológica demucho interés (13). Ricardo Clave-rías del CIED ha impulsado una pro-puesta resumida y mejorada para laconferencia electrónica que vienedesarrollándose en el SecretariadoRural (14). Tuvimos la oportunidadde presentar una ponencia sobre eltema en el Taller sobre indicadoresrealizado por el Secretariado Rural enPuno 1997 (15).

Finalmente es de destacar un esfuer-zo latinoamericano por desarrollarindicadores que permitan compararfincas ecológicas y convencionalesdesarrollado por un grupo de profe-sionales desde MAELA (16), esfuer-zo que se concreto es estudios de casoen Centroamérica que deben publi-carse pronto.

El reto que queda es definir indica-dores comunes, construir instrumen-tos para recoger información, hacerleel seguimiento y el análisis de los re-sultados para mejorar sobre cosas ob-jetivas nuestro trabajo de promociónagroecológica.

Reto 6. Mercado y gestiónYurjevic señala uno de los peligros

que se enfrentan en la búsqueda denuevas perspectivas para la agricultu-ra campesina es la tentación de apro-vechar sus ventajas comparativascircunstanciales. Ello nos llevará a im-pulsar "soluciones pobres para lospobres" como sería la de aprovecharel bajo o nulo uso de agroquímicos

que hacen los pequeños productores,para proponerles agregar sus peque-ñas ofertas y así responder a las de-mandas de los mercados orgánicos.

Tenemos que buscar solucionessostenibles, esto implica invertir en ge-nerar sistemas productivos biológica-mente activos, que mejore el ingresototal, mejorando la productividad porunidad de superficie, que entregueproductos sanos en volúmenes reque-ridos.

Entre varios agricultores con recur-sos semejante y semejante enfoquetecnológico puede haber una diferen-cia muy grande en ingresos totales,por la diferente capacidad de gestiónque tienen.

El mercado y la adecuada gestiónson dos temas también poco trabaja-dos por los agroecólogos. Entre lasdiversas alternativas de cédula de cul-tivo que se pueden diseñar técnica-mente (con criterios agroecológicosde rotación, asociación, etc.) tenemosque incorporar las variables recursos yprecios, gestión y mercado para que seanrentables y sostenibles en el tiempo.

Una posibilidad creciente es llegara los mercados orgánicos locales e in-ternacionales. En estos mercados si-guen siendo importantes las tres C’sde cantidad, calidad y continuidad.Los productores de café ecológico sonlos mas avanzados en organización yresultados, pero no todos los agricul-tores tienen esa posibilidad. Los queproducen hortalizas, menestras y tu-bérculos han venido impulsando Bio-ferias en diferentes lugares del país

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como Cajamarca, Piura, Lima, etc.,recientemente se ha formado EcoLógica Perú grupo de agricultores yONG´s que impulsan canastas eco-lógicas llevadas a domicilio tipo deli-veri, en la ciudad de Lima. Se haconcretado también acuerdos conmunicipios para hacer Bioferias quin-cenales (Miraflores) estas experienciasson muy recientes pero podemos verel potencial que tienen constatandola curva creciente de sus ventas y elinterés de supermercados por tener-nos dentro.

Pero hablar de mercado no es sólohablar de oferta, sino también de de-manda, es decir de los consumidoresy de la opinión pública, donde he-mos hecho tan poco. Un buen ejem-plo es el programa radial semanal"Consumidores Ecológicos. Vida sanacon Alimentación Sana" que llevanadelante siete instituciones en Lima.

Reto 7. Movimientoagroecológico

Para mover opinión pública y mu-cho mejor, tener incidencia políticatenemos que consolidar un movi-miento agroecológico fuerte. En elPerú se forma la Red de AgriculturaEcológica hace 11 años, sus esfuerzoshan sido muy importantes en las dosetapas iniciales, pero enfrenta una ter-cera que es más compleja y requierecapacidades que todavía no desarro-lla. Que a continuación se explica.

La primera gran etapa que pode-mos considerar entre los años 89-96es la de difusión y capacitación entre

técnicos de ONG´s y universidades,se cumplió con mucho esfuerzo sien-do ejemplo para otros países latinoa-mericanos. En ella se logró tenersuficiente información y experienciasque dan sustento a la propuestaagroecológica en el país, ya hemos ci-tado los libros, manuales y revistas quese editaron.

La segunda etapa 1996 - 2000 co-rresponde a la asunción por los agri-cultores del liderazgo en elmovimiento, pasando de invitadosy actores secundarios a protagonis-tas. Los cinco encuentros naciona-les de los productores ecológicos, laformación de su asociación nacio-nal ANPEP y el desarrollo que seestá generando en sus bases así loverifica.

Para que estos esfuerzos generadosen los últimos diez años no se trun-quen se requiere dar el salto a una ter-cera fase, la de la opinión pública eincidencia política. Aquí el esfuerzono debe ser de partes desarticuladascomo se da en el momento: las con-trapartes de PPM por un lado, las deBalance por otro, las del SecretariadoRural igual; la RAE por un lado, laRAAA por otra, la Sociedad Nacio-nal del Ambiente y el Foro Ecológicoigual.

¿Cómo lograríamos articular a to-dos estos sectores y organizaciones enun solo esfuerzo? Es quizá el reto másdifícil, pero el que, si lo logramos,hará avanzar significativamente losotros seis retos que hemos planteado.

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BIBLIOGRAFÍA

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7 "Promoción de la agricultura ecológica con enfoque de género" elaborado por la Mesa conforma-da por: Kristine Saenger, Ruth Arroyo, Norma Canales, Esperanza Castro, Marina Irigoyen,Luz María Gallo, Alfonso Lizárraga y Fernando Alvarado. Cusco ,Junio 1998.

8 Amalia Cuba y Rosseles Machuca (Editores) "Propuesta a agricultura orgánica para la sierra.Sistematización de cinco años de trabajo" Centro IDEAS, 1989.

9 Miguel Altieri, "Agroecología: bases científicas para la agricultura sustentable" Clades, Lima, Perú:CIED/Secretariado Rural Perú- Bolivia, 1997.

10 Enrique Kolmans y Darwin Vásquez, "Manual de agricultura ecológica. Una introducción a losprincipios básicos y su aplicación", 1995.

11 Miguel Altieri, Prologo a "Ofertas Agroecológica...".

12 Julio Chávez, "El enfoque de desarrollo institucional en la promoción del desarrollo local. Defi-niciones, variables e indicadores y herramientas". Centro IDEAS, septiembre 1998.

13 Clades. Indicadores para la evaluación de impacto del CLADES. 1996

14 Ricardo Claverías."Experiencias en agroecología y metodología para evaluar indicadores de im-pacto con enfoques de género e interculturalidad" ponencia motivadora de la conferencia electró-nica del SR octubre 1999.

15 Fernando Alvarado,"La experiencia del Centro IDEAS en indicadores para la agricultura ecológi-ca", ponencia al Taller del SR sobre indicadores Puno, 20 y 21 de octubre de 1997.

16 Proyecto 1 IFOAM/MAELA,"Memoria del taller latinoamericano sobre acompañamiento y re-colección participativa de datos para la comparación de fincas", Nicaragua, abril 1997.

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Reseñas bibliográficas

COLECCION DE ALMANAQUES DE AGRUCO

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Reseñas bibliográficas

AGROECOLOGIA:EVALUACIÓN DE IMPACTO YDESARROLLO SOSTENIBLE

Comentario :Gumercindo Benavidez Gutiérrez

AUTOR : RICARDO CLAVERIAS H.EDICIÓN : CENTRO DE INVESTIGACIÓN

EDUCACIÓN Y DESARROLLO

"Evaluación de impacto y desarrollosostenible" es una importante contribu-ción que hace el Centro de InvestigaciónEducación y Desarrollo (CIED) a travésde Ricardo Claverias a la construcción dela Agroecología.

La obra expone los contenidos deuna metodología para construir, re-colectar y analizar indicadores quepermitan evaluar el impacto de lasintervenciones institucionales en eldesarrollo rural. La evaluación deimpacto permite identificar el cum-plimiento de los objetivos y las acti-vidades propuestas por los proyectosen las familias y comunidades cam-pesinas ubicadas en cuencas y muni-cipios. Presenta metodologías paraevaluar impactos desde el nivel de sis-temas prediales hasta espacios mayo-res como la cuenca o el municipio.

La metodología propuesta es el resulta-do de la sistematización de experienciasde "desarrollo rural sustentable" construi-das por el CIED y los Agricultores (hom-bres y mujeres) en las regiones deCajamarca, Lima, Puno y Arequipa. Losindicadores que se proponen se orientana medir los cambios cualitativos y cuanti-tativos logrados por la intervención insti-tucional y por los propios campesinos ensus sistemas de producción, en la organi-zación y en la cultura local.

Esta metodología presenta una miradainnovadora y alternativa a la evaluaciónconvencional, pues se basa en los para-digmas de "desarrollo rural humano yagroecológico" propuesto por el Consor-cio Latinoamericano de Agroecología yDesarrollo (CLADES) y en los enfoquescomplementarios y transversales de "gé-nero" e "interculturalidad".

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Reseñas bibliográficas

ANÁLISIS Y DIAGNOSTICODE LOS SISTEMAS DE

PRODUCCIÓNEN EL MEDIO RURAL

Guía Metodológica

Comentario: Jorge Albarracin

AUTOR : FRÉDERIC APOLLIN – CHRISTOPHEEBERHARTMODULO TRANSVERSAL

EDICIÓN : CAMAREN, CICDA Y RURALTER

Para escribir un libro sobre el análi-sis de sistemas, es necesario haber po-dido estar inserto en un trabajo decampo y de reflexión permanente parapoder entender sus lógicas de manejoy de producción, este libro, escrito pordos investigadores franceses que hantrabajado en proyectos desarrollados enla región andina, tiene la virtud de po-seer las condiciones mencionadas, pararealizar propuestas y una explicaciónteórica como metodología de la formade llevar adelante el análisis de sistemasagrarios y sistemas de producción parala definición de estrategias de inter-vención.

Este documento que surge de larealización de varios talleres de for-mación, realizados en la región andi-na, incorpora y se enriquece con losaportes y experiencia de los técnicosde la región y los estudios realizadosen los trabajos de campo de los mis-mos talleres.

El texto tiene la cualidad de conte-ner y estar estructurado en forma or-denada y didáctica, incorporandoinicialmente la parte conceptual delanálisis de sistemas de producción yagrarios, para luego pasar una segun-da parte metodológica del análisis de

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Reseñas bibliográficas

los sistemas de producción, finalmen-te en una tercera parte entrar al desa-rrollo de ejemplos y ejercicios,contenidos estos que no se puedenencontrar, en nuestro medio, en unsolo libro y presentados de maneratan ilustrativa.

La importancia de incorporar y reali-zar un análisis y diagnóstico de maneraintegral y sistémica, desafía al lector a in-corporar y abrir su mirada a temas técni-cos, económicos, sociales y culturales,resaltando su característica multidiscipli-naria y transdisciplinaria para poder en-tender la problemática de la temática rural.

Asi mismo es necesario resaltar quees un texto que puede permitir a di-ferentes instituciones, desarrollar undiagnóstico o una evaluación de lasacciones que han venido realizandoo pretenden desarrollar a lo largo desu intervención en una determinadacomunidad, municipio, zona o re-gión, con las siguientes variables deanálisis o resultados:

√ Análisis de los sistemas de pro-ducción, su constitución y fun-cionamiento.√ Influencias del entorno sobrelos sistemas de producción.

√ Análisis de los sistemas de cul-tivos a nivel de parcelas.√ Análisis de los sistemas decrianza a nivel de rebaño√ Prácticas campesinas y empre-sariales en la zona.√ La racionalidad socio econó-mica del productor.√ Identificar estrategias de inter-vención a través de una construc-ción de tipologías de los sistemasde producción o como las estra-tegias de intervención institucio-nal operadas han tenido efectossobre los diferentes tipos de sis-temas de producción.Finalmente es necesario destacar

la propuesta de una metodologíasencilla de caracterización económi-ca de los sistemas de producción,cualidad que le permite estar al al-cance de técnicos de diferentes dis-ciplinas. Este aspecto es necesarioque sea tomado en cuenta ya queen muchos trabajos no se ha pasa-do de los diagnósticos descriptivos,que han dado tan sólo un marco dereferencia, pero que no han sido losejes generadores de estrategias deintervención claras.

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Reseñas bibliográficas

DESARROLLO SOSTENIBLEDESDE LOS ANDES

Comentario: Diego Muñoz•

AUTOR :VARIOS AUTORESEDICIÓN :CLAVE CONSULTORES-NOVIB-CIPCA

En la actualidad se cuenta con unamplio acervo conceptual sobre te-mas ambientales y de sostenibilidad,referido a proyectos de desarrollo ru-ral. Sin embargo, existe todavía unaausencia de instrumentos metodoló-gicos adecuados para su aplicación.

Tratando de responder de maneraoperativa a este problema, entre 1996y 1998 NOVIB y sus contrapartes enBolivia organizaron un programa des-tinado a promover la reflexión sobreel tema y desarrollar instrumentospara mejorar la sostenibilidad de lasacciones de desarrollo en el área ru-ral de la región andina de Bolivia.

Después de tres años de trabajoconjunto entre instituciones, campe-

sinos y consultores, se logró armaruna propuesta, la cual se detalla eneste libro, que plantea un serie de he-rramientas conceptuales y metodoló-gicas para encarar el análisis yviabilización de proyectos con un en-foque de sostenibilidad, la misma quepuede ser utilizada por cualquier ins-titución ya sea publica y privada.

La propuesta pretende:• Dar una respuesta al debate queen los últimos años se ha genera-do en torno al tema del medio am-biente, la sostenibilidad, eldesarrollo y el rol de los proyec-tos.• Incorporar nuevos conceptos ypropuestas metodológicas en la

• Ingeniero Agrónomo, Consultor del Programa de NOVIB sobre Desarrollo Sostenible.

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Reseñas bibliográficas

práctica de los proyectos de de-sarrollo rural, que tomen en cua-ta los aspectos mas importantesde la vida campesina y de la di-námica rural en su conjunto.• Fortalecer los procesos partici-pativos de manera tal que incor-poren la visión expectativas eintereses de los campesinos, enla generación de propuestas dedesarrollo.• Facilitar la medición de los re-sultados en los proyectos de de-sarrollo utilizando indicadores desostenibilidad para la producciónde resultados (esperados y no es-perados) en el corto mediano ylargo plazo.Para alcanzar esto, la propuesta ha

desarrollado instrumentos metodoló-

gicos que permiten identificar demejor manera la temática de los pro-yectos; permite, a través de instru-mentos sencillos, formular y evaluarlos proyectos con la participación delos actores sociales; permite planteary evaluar las acción de los proyectosdesde un punto de vista mas integraly logra autoevaluar la intervención apartir de la formulación de indica-dores de proyecto e indicadores desostenibilidad.

Todas las personas que se involu-craron en la construcción de esta pro-puesta esperan que este aporte sirvade punto de partida para la estructu-ración de proyectos, planes y políti-cas de mayor alcance, así como paraprofundizar el análisis y significadodel desarrollo sostenible en el país.

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Reseñas bibliográficas

LOS CULTIVOSTRANSGÉNICOS:

Algunas reflexiones sobre su uso y consumo

Comentario de Freddy Delgado•

AUTORES : GUSTAVO SARAVIA Y CLAUDIOTYGIER

EDICION : AGRUCO- UMSS-FCAyP/IC-COSUDE

Es preocupante el desconocimientoque tiene la población boliviana sobrelos alimentos y semillas transgénicas,así como los posibles riesgos que repre-sentan para la salud humana, la biodi-versidad y la vida en el planeta.

Por otro lado, hay una continua con-fusión en los medios académicos noespecializados, real o simulada, sobrela biotecnología, la ingeniería genéticay su relación con la producción y co-mercialización de los alimentos y semi-llas transgénicas, denominadasgeneralmente como Organismos Ge-néticamente Modificados (OGMs).

Los autores de los dos artículos quese presentan en esta serie reflexión,

nos aproximan a conocer y a diluci-dar temas como la biotecnología, laingeniería genética y los transgénicos,que indudablemente ya están influyen-do en la calidad de vida en el planeta.

En el primer artículo el Ing. Gus-tavo Saravia que trabajó durante másde 25 años con recursos genéticos deLos Andes y Agroeeología, aplican-do en los primeros años de su vidaprofesional, el paquete de la revolu-ción verde, nos presenta un panora-ma muy certero sobre la importanciade la biodiversidad y los riesgos delos transgénicos para su conservación.Demuestra con algunos ejemplossimples, que la biotecnología ha sido

• Ingeniero Agrónomo, Doctor en Agroecología, Director del Proyecto AGRUCO-UMSS.

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Reseñas bibliográficas

desarrollada desde hace varios siglos,cuyos resultados son la elaboraciónde la chicha y el jira guano en losAndes bolivianos o la cerveza y elqueso en Europa. La ingeniería ge-nética, conceptualmente es una for-ma o tipo de biotecnología, que haentrado en un terreno que rompe losprincipios y las leyes naturales y másque eso, poner en riesgo la vida en elplaneta por desconocerse las conse-cuencias de las modificaciones de ge-nes en los organismos animales,vegetales y humanos.

El segundo artículo escrito por elperiodista Claudio Tygier que coope-ra con una de las ONGs bolivianasmás comprometidas con el pueblo yel medio ambiente, demuestra a tra-vés de varios ejemplos, las incoheren-cias de la ingeniería genética y losmúltiples cuestionamientos que exis-ten a raíz de la producción y comer-cialización de los transgénicos.Plantea que la aplicación de esta tec-nología nos harían llegar a un sitiomuy alejado del objetivo inicialmen-te deseado, siendo de por si un mé-todo de reducción de la biodiversidadbiológica que transfiere un gen de unorganismo a otro de una especie dife-rente, eliminando así parte de una di-ferenciación específica, haciéndola unatecnología inmadura por la ausencia depruebas que demuestren sus impactos.

La ingeniería genética aplicada a laagricultura, es una continuación delproceso que ha tenido la agriculturamoderna, que con la denominada"Revolución Verde" de los años 60 y

70, pretendía acabar con el hambreen el mundo. Como aquel intentofracasó y más bien dejó una secuelade deterioro de los recursos naturalesy la contaminación del medio am-biente como consecuencia de la apli-cación irracional de paquetestecnológicos, ahora se pretende en-contrar la llave del éxito a través deltrasplante de genes de una especie aotra e incluso de animales a plantas,dando lugar a los denominados Orga-nismos Genéticamente Modificados.

Al analizar los principales resulta-dos alcanzados y conocer a los acto-res directamente involucrados en esteproceso, se reconoce que su interésprincipal radica en la acumulaciónacelerada de capital a partir del mo-nopolio de la producción de alimen-tos transgénicos, cuyos primerosresultados han demostrado que las ga-nancias económicas sobrepasan loscálculos más optimistas.

Las grandes transnacionales producto-ras de pesticidas, se han convertido enabanderadas en la generación de semillastransgénicas resistentes a las plagas o aherbicidas. Estas empresas agroquími-cas, ahora complementan sus negocioscon la obtención de plantas resistentesa los efectos de los plaguicidas y otrosque ellos mismos produjeron. El usode estos nuevos paquetes tecnológicossólo buscan en el fondo el mayor rédi-to económico para las transnacionales,con el pretexto de disminuir la conta-minación ambiental y promocionar eldesarrollo sostenible a través del mercadode semillas y alimentos transgénicos, como

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Reseñas bibliográficas

nueva alternativa para luchar contra elhambre y la pobreza en el mundo.

La investigación sobre los posiblesefectos que las manipulaciones genéti-cas pudieran tener en la salud del hom-bre o del medio ambiente en general,parecen apuntar a impactos negativosque pondrían en riesgo la vida en latierra. Por ejemplo, está demostradoque tanto los insectos, hongos, virus ymalezas, tienen la capacidad de crearorganismos resistentes a través del tiem-po, como respuesta a condiciones depresión ambiental, así los insectos pla-ga de la agricultura hasta la fecha nohan podido ser controlados eficiente-mente a pesar del constante desarrollode insecticidas cada vez más fuertes.

También está demostrado científica-mente, que para la fijación de un gende una especie o variedad en otra, serequiere de un gen marcador resistentea antibióticos, que al insertarse en elproceso queda incorporado en el pro-ducto final, el cual al ser consumidopuede crear resistencia a los antibióti-cos. Así también, ocurre con los genes,que al moverlos de su medio natural auno extraño, como lo hace la ingenie-ría genética, no garantiza que su com-portamiento sea el mismo, más bienpuede ser totalmente diferente, siendolas consecuencias impredecibles.

Con la ingeniería genética se com-prueba una vez más, que la investiga-ción convencional, o ciencianeopositiva, sigue actuando como si lanaturaleza fuera una máquina com-puesta por partes independientes ysusceptibles de ser cambiadas. No se quiere

aceptar la interrelación estrecha que exis-te entre todos los componentes, que ha-cen que cada parte, por más ínfima quesea, tenga influencia en todo el conjunto.

Por otro lado, el poder económicode las grandes empresas transnaciona-les que buscan el monopolio del mer-cado de alimentos, están logrando haceraprobar leyes que facilitan su ingreso anivel no solo de investigación, sinocomo producción masiva de semillas yalimentos transgénicos en países deno-minados del tercer mundo, mientrasque en varios países europeos ya hantomado previsiones. Sobre estos temaes necesario una mayor reflexión y aná-lisis que considere los valores moralesde respeto a la naturaleza, velando porla seguridad de vida de la humanidad ydel medio ambiente.

El presente documento que tenemosla satisfacción de comentar , es una aler-ta que recoge la preocupación de mu-chos investigadores, periodistas ypersonas en general, sobre el presente yel futuro de la producción de semillas,cultivos y el consumo de alimentos pro-venientes de plantas genéticamentemodificadas. Es también una llamadade atención al avasallamiento del mer-cado internacional y la pasividad de losgobernantes y legisladores latinoame-ricanos, guiados por técnicos y cientí-ficos que no parecen ver más allá de loslaureles que pueda implicar el inicio ytal vez "descubrimiento" de algún nue-vo organismo, que los convierta en Dio-ses, sin darse cuenta que son sensiblesal sistema del cual forman parte del úl-timo nivel de la cadena.

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Reseñas bibliográficasPildolibros

PILDOLIBROS

Título: Manejo Ecológico de Suelos.Conceptos, experiencias y técnicasAutor: Luis Gomero Osorio y HéctorVelasquez AlcántaraEdición: Lima, Red de Acción deAlternativas al Uso de Agroquímicos(RAAA), 1999.

El texto revela el manejo y la importanciade la vida y la fertilidad del recurso suelo,para garantizar la sostenibilidad de laproducción agropecuaria.Comprende:1. Aspectos Conceptuales del ManejoEcológico de Suelos (MES).2. Los trabajos de investigaciónimportantes en el Manejo Ecológicode Suelos (MES).3. Las técnicas más adecuadas para elManejo Ecológico de Suelos (MES).

Título: Manejo Ecológico de Plagas. Unapropuesta para la agricultura sostenible

Autor: Ingrid Arning y AlfonsoLizárragaTravaglini

Edición: Lima, Red de Acción deAlternativas al Uso de Agroquímicos

(RAAA), 1999

El uso de agroquímicos causa enormesdeterioros ecológicos en los

agroecosistemas, ocasionando problemasen la producción de alimentos.

El texto muestra un compendio deconceptos elementales del Manejo

Ecológico de Plagas más sus componentestecnológicos, asimismo las diferentes

formas de aplicación a la producción , deforma que las plagas y enfermedades

puedan ser reguladas con el conjunto detécnicas propuestas.

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Reseñas bibliográficasPildolibros

Título: Plaguicidas en Améica Latina:Participación ciudadana en políticas parareducir el uso de plaguicidasAutor: Luis Gomero Osorio y ErikaRosenthalEdición: Lima, Red de Acción deAlternativas al Uso de Agroquímicos(RAAA), 1997

El texto aborda la problemática de losplaguicidas en América Latina, laparticipación ciudadana y de los gobierno,para lograr reformas políticas y legalespara su regulación y reducción en su uso;así como las acciones de las industriasagroquímicas en defensa de sus productos.Estas experiencias podrían servir de basepara el desarrollo de mecanismos departicipación ciudadana para el controldel uso y el diseño de estrategias para unareducción en su uso, de modo que sepueda promover la agricultura sostenible,y protegiendo la salud y el ambiente enAmérica Latina.

Título: Nuevos Aportes del ControlBiológico: En la agricultura sostenible

Autor: Alfonso Lizárraga T., Ursula Barretoy John Hollands

Edición: Lima, Red de Acción deAlternativas al Uso de Agroquímicos

(RAAA), 1998

El texto resultante del II Seminario TallerInternacional “Aportes del Control

Biológico en la Agricultura Sostenible”,concluye que las experiencias en controlbiológico demuestran que aprovechandolas ventajas comparativas de los recursos

biológicos, se pueden hallar salidasecológicas concretas a los problemas

fitosanitarios y abaratando los costos deproducción.

Resalta, además, que la implementación delcontrol biológico en programas de manejo

integrado de plagas, generará nuevos enfoquey corrientes que serán aportes importantes para

el desarrollo de la agricultura sostenible y laseguridad alimenticia.

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Reseñas bibliográficasNotiCIDES

DOCTORADO EN CIENCIASDEL DESARROLLO EN MARCHA

El Doctorado en Ciencias del De-sarrollo, primera experiencia de estenivel en el país en ciencias sociales,propuesto por el CIDES tiene comodirección principal seis líneas de in-vestigación que son:

• Sujetos, Actores y MovimientosSociales.

• Culturas e Identidades.• Estrategias de Desarrollo.• Economía Mundial y Competi-

tividad.• Justicia, Desigualdad y ciudada-

nía.• Instituciones Políticas y Demo-

cracia.

Está concluido el diseño académi-co integral, y se han iniciado exitosa-mente gestiones con universidadeslatinoamericanas que participaránactivamente en su implementación ydesarrollo. Se cuenta ya con un Co-mité Académico de Doctorado con

expertos nacionales y extranjeros connivel Ph.D y en su momento saldrála convocatoria pública para la coor-dinación del Programa. Está en cur-so el registro de profesionales en laslíneas de investigación señaladas enla base de datos del Doctorado, a finde contar con profesores nacionalesque junto a profesores del extranjerogaranticen la excelencia y calidadrequeridos.

Igualmente, el Viceministerio deEducación Superior, Ciencia y Tec-nología, en Representación del Esta-do boliviano, está registrando elDoctorado referido en el Sistema deInversión Pública vía Viceministeriode Inversión Pública y Financiamien-to Externo (VIPFE) del Ministeriode Hacienda, reconociéndolo comoun proyecto prioritario, hecho quetiene la utilidad de incorporarlocomo contraparte nacional ante or-ganismos cooperantes internaciona-les.

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Reseñas bibliográficasNotiCIDES

SEMINARIO NACIONAL“Crisis Económica, Política y Social en Bolivia”

Continuando con la rica y exitosaexperiencia del Seminario y corres-pondiente edición de un libro sobre“Bolivia Hacia el Siglo XXI”, variasinstituciones están realizando otroesfuerzo esclarecedor de los procesossociopolíticos recientes en el país. Setrata del Seminario Nacional “CrisisEconómica, Política y Social en Bo-livia”, a realizarse los días 4 – 5 – 6de diciembre del año en curso, entrelas 17.00 y las 22.00 horas en insta-laciones de la Academia Nacional deCiencias.

Participan como institucionescoauspiciantes el Postgrado en Cien-

cias del Desarrollo de la UniversidadMayor de San Andrés (CID ES/UMSA), la Academia Nacional deCiencias (ANC), el Centro de Estu-dios de Desarrollo Laboral y Agrario(CEDLA), el Instituto Latinoameri-cano de Investigaciones Sociales (IL-DIS) y PROLIDES/Bolivia.

El Seminario tiene como compo-nentes una Visión Global, el tema deRecursos Naturales y Territorio y elde Indígenas y Estado, el mismo con-tará con expositores y panelistas es-pecializados y de reconocidatrayectoria. Los resultados del Semina-rio se traducirán en una publicación.

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Reseñas bibliográficasNotiCIDES

TESIS DE GRADO DEFENDIDASEN EL CIDES - UMSA

Abraham Calzada Alvarado (Responsable Biblioteca del CIDES)

García Aguilar, Ana IsabelSostenibilidad de los recursos fores-tales no maderables (goma, palmitoy castaña) del bosque amazónico deldepartamento de PandoTutor: Javier López Soria. La Paz,CIDES - UMSA 2000Mención: Agroecología y DesarrolloSostenible

Valdez Guerrero, ReynaldoComercio bilateral entre Chile y Bo-liviaTutor: Humberto Zambrana. La Paz,CIDES - UMSA 2000Mención: Relaciones EconómicasInternacionales e Integración

Andia Fernandez, José LuisLos discursos políticos de desarrollo;Antes y después de la crisis hiperin-flacionaria en BoliviaTutor: Carlos Guzmán. La Paz, CI-DES - UMSA 2000Mención: Políticas del Desarrollo

TRABAJOS DE GRADOPRESENTADOS EN EL CIDES - UMSA

Yaksic, MónicaLa transición de género: Un desafíopara desestructurar prácticas discri-minatorias en educación formalTutora: Cecilia Salazar. La Paz, CI-DES - UMSA 2000Especialidad: Género y Desarrollo

Guzmán, CarlosPromoción: Factores que contribuye-ne en el cumplimiento de las cober-turas en el Programa de AtenciónPrimaria de Salud en el Distrito I dela ciudad de El AltoTutora: Dolores Castro. La Paz, CI-DES - UMSA 2000Especialidad: Gerencia y Gestión deDistritos en Salud

Miranda, WillySalud sexual y reproductiva en la po-blación adolescente del Distrito I de

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Reseñas bibliográficasNotiCIDES

la ciudad de El AltoTutora: Dolores Castro. La Paz, CI-DES - UMSA 2000Especialidad: Gerencia y Gestión deDistritos en Salud

Calcinas, YolandaAnálisis cualicuantitativo de la per-cepción de la atención en salud delos usuarios de los servicios de plani-ficación familiar, en Centros de Sa-lud del Distrito I de la ciudad de ElAltoTutora: Dolores Castro. La Paz, CI-DES - UMSA 2000Especialidad: Gerencia y Gestión deDistritos en Salud

Aguirre, RolandoNecesidades, demanda de salud y se-des socialesTutora: Dolores Castro. La Paz, CI-DES - UMSA 2000Especialidad: Gerencia y Gestión deDistritos en Salud

Valle FreddyFactores determinantes en las pérdi-das de pacientes entre el control pre-natal y el parto institucional en elDistrito I de la ciudad de El AltoTutora: Dolores Castro. La Paz, CI-DES - UMSA 2000Especialidad: Gerencia y Gestión deDistritos en Salud

Rueda, AlinaFactores socioculturales que influyenen el acceso al parto institucional enel Distrito IV, Río Seco de la ciudadde El AltoTutora: Ana Quiroga. La Paz, CIDES-UMSA 2000Especialidad: Gerencia y Gestión deDistritos en Salud

Herrera, JazmínFactores determinantes asociados a lapérdida de pacientes entre el controlprenatal y el parto institucional en elDistrito I de la ciudad de El AltoTutora: Ana Quiroga. La Paz, CIDES-UMSA 2000Especialidad: Gerencia y Gestión deDistritos en Salud

Portanda, SoniaEstilos de vida saludables de la po-blación del Distrito I del Municipiode El AltoTutora: Ana Quiroga. La Paz, CIDES-UMSA 2000Especialidad: Gerencia y Gestión deDistritos en Salud

Antequera, YolaEfecto de la educación nutricional engrupos de madres: Distrito IV El AltoTutor: Héctor Mejía. La Paz, CIDES-UMSA 2000Especialidad: Gerencia y Gestión deDistritos en Salud

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Reseñas bibliográficasNotiCIDES

Lucana, MaríaFactores asociados a la mortalidad deniños menores de 5 años en el áreade Pedro Domingo Murillo, DistritoIV, El AltoTutor: Héctor Mejía. La Paz, CIDES-UMSA 2000Especialidad: Gerencia y Gestión deDistritos en Salud

Díaz, WilfredoBúsqueda activa de sintomáticos res-piratoriosTutor: Héctor Mejía. La Paz, CIDES-UMSA 2000Especialidad: Gerencia y Gestión deDistritos en Salud

Tórrez, NoraFactores de riesgo asociados a la pér-dida de piezas dentarias en pacientesdel Centro de salud, Villa Dolores,Distrito I, El AltoTutor: Héctor Mejía. La Paz, CIDES-UMSA 2000Especialidad: Gerencia y Gestión deDistritos en Salud

Vargas, GladysEfectos de la desnutrición en el des-rrollo del niño menor de dos añosTutor: Héctor Mejía. La Paz, CIDES-UMSA 2000Especialidad: Gerencia y Gestión deDistritos en Salud

Cañaviri, José LuisPrograma de intervención de saludoral en la ciudad de El AltoTutora: Rosario Quiroga. La Paz,CIDES - UMSA 2000Especialidad: Gerencia y Gestión deDistritos en Salud

Veneros, María LuisaFortaleciamento del Distrito I, deSalud en la ciudad de El Alto, en re-lación al sistema de referencia y con-trareferencia. Periodo 1998-1999Tutora: Rosario Quiroga. La Paz,CIDES - UMSA 2000Especialidad: Gerencia y Gestión deDistritos en Salud

Palenque, MarceloLimitación y proyecciones del siste-ma de información en odontologiaTutora: Rosario Quiroga. La Paz,CIDES - UMSA 2000Especialidad: Gerencia y Gestión deDistritos en Salud

Trigoso, JeanetteFortalecimiento del sistema nacionalde información en saludTutora: Rosario Quiroga. La Paz,CIDES - UMSA 2000Especialidad: Gerencia y Gestión deDistritos en Salud

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Reseñas bibliográficas

Cruz, AngelDiseño de un sistema de vigilanciaepidemiológicaTutora: Rosario Quiroga. La Paz,CIDES - UMSA 2000Especialidad: Gerencia y Gestión deDistritos en Salud

Nina, ElizabethBajas coberturas de la atención enalgunos indicadores en el Centro deSalud 12 de Octubtre, Destrito I, ElAlto SurTutora: Rosario Quiroga. La Paz,CIDES - UMSA 2000Especialidad: Gerencia y Gestión deDistritos en Salud

Paredes, JorgeAnálisis del comportamiento socio-cultural del cáncer de cérvix uterinoen el Centro Materno Infantil VillaDoloresTutor: Frank Chacón. La Paz, CIDES- UMSA 2000Especialidad: Gerencia y Gestión deDistritos en Salud

Viaña Armijo, WilfredoFactores determinantes en las activi-dades de atención del programa dedetección precóz del cáncer cérvicouterinoTutor: Frank Chacón. La Paz, CIDES- UMSA 2000Especialidad: Gerencia y Gestión deDistritos en Salud

Casanovas, HugoDeterminación de necesidades par-ticulares de prevención del uso inde-bido de drogasTutor: Koss van der Velden. La Paz,CIDES - UMSA 2000Especialidad: Gerencia y Gestión deDistritos en Salud

NotiCIDES

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Reseñas bibliográficasNotiCIDES

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Reseñas bibliográficasNotiCIDES

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