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Ra e rab Organo de sn Venerable Orden Tercera y Cofradías. Dirección y Administración: PP. MERCEDARIOS Silva, 39.—Madrid (12) 4 AÑO VI I 24 JUNIO 1923 NÚM. 59 CENTENARIO GLORIOSO. DE MiSTIOA, por Fr. Guillermo Vázquez.— GINA MISIONAL MIS IMPRESIONES DE ESPAÑA, por Fr. Diego A. Rojas. CRÓNICA MENSUAL, por Fr. L. Santamaría.—BIBLIOGRAFÍA, por Fr. Ra- nlöll Serl'ai0Sd. N0TAS RELIGIOSAS. NOTICIAS Y NECROLOGÍA. AMI* Centenario glorioso ") ¡,Quiénes más deben celebrarlo? También debe celebrar el tercer centenario de la feliz M uerte de la Beata Mariana de Jesús la Real Familia Espa- f lol d, por haber sido la Beata Mariana de Jesús natural de l a Villa y Corte, habitual residencia de los reyes, aunque or iunda por su padre de Navarra y por su madre de Ara- gón ; por ser hija de un criado de la Casa Real, Luis Nava- rro , peletero de Felipe ll y III; por las relaciones de venera- ci ón y amistad que con la Beata tuvieron los Reyes Fe- li Pe III y IV y las Reinas D . Margarita y D. Isabel, sus resp ectivas mujeres, y otros miembros de la Real Familia y LT (1 ) Como de este artículo pueden los que organicen estas fiestas Ce ntenarias tomar los motivos (otros seguramente habrá e igualmente ( »ros títulos de la Nobleza, relacionados con la Beata, en el proceso 1 _P fo rmativo y en el Apostólico, que, según el P. Fr. Pedro del Salva- dor en su vida de la Beata La Azucena de Madrid, este último se gu ardaba en el archivo de la provincia de Castilla de los PP. Descal- z t 2 s , y habrá venido a parar tal vez al archivo de la Academia de la nt storia), que pueden aducir para invitar a los distintos títulos de la 9 r andeza y Nobleza a cooperar a las fiestas, pondré aquí las obras de Igo nde he tomado estos datos, y para evitar la repetición de sus títulos V, l as frecuentes llamadas a las notas, las citaré numeradas en la s i _ Ig uiente forma: (1) LA CORONA DE MADRID, vida de/a venerable Madre L eariana de Jesús... por el P. Fr. Juan de la Presentación, editada en , i'l adrid en el año 1673; (2) LA AZUCENA DE MADRID, la venerable Madre o z)r Mariana de Jesús, editada en Madrid, año de 1764 y (5) VIDA DEVOTA 1) LA BEATA MADRE MARÍA ANA DE Jesús... por el P. Juan de la Presen- tel ön, editada en Madrid en 1784.

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Ra e rabOrgano de sn Venerable

Orden Tercera y Cofradías.

Dirección y Administración:

PP. MERCEDARIOSSilva, 39.—Madrid (12)

4

AÑO VI I 24 JUNIO 1923 NÚM. 59

CENTENARIO GLORIOSO. — DE MiSTIOA, por Fr. Guillermo Vázquez.—PÁ GINA MISIONAL —MIS IMPRESIONES DE ESPAÑA, por Fr. Diego A. Rojas.

CRÓNICA MENSUAL, por Fr. L. Santamaría.—BIBLIOGRAFÍA, por Fr. Ra-

nlöll Serl'ai0Sd. — N0TAS RELIGIOSAS. NOTICIAS Y NECROLOGÍA.AMI*

Centenario glorioso ")¡,Quiénes más deben celebrarlo?

También debe celebrar el tercer centenario de la felizMuerte de la Beata Mariana de Jesús la Real Familia Espa-

flold, por haber sido la Beata Mariana de Jesús natural dela Villa y Corte, habitual residencia de los reyes, aunqueoriunda por su padre de Navarra y por su madre de Ara-gón ; por ser hija de un criado de la Casa Real, Luis Nava-rro , peletero de Felipe ll y III; por las relaciones de venera-ci ón y amistad que con la Beata tuvieron los Reyes Fe-

liPe III y IV y las Reinas D . Margarita y D. Isabel, susrespectivas mujeres, y otros miembros de la Real Familia y

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(1 ) Como de este artículo pueden los que organicen estas fiestasCentenarias tomar los motivos (otros seguramente habrá e igualmente(»ros títulos de la Nobleza, relacionados con la Beata, en el proceso1_P formativo y en el Apostólico, que, según el P. Fr. Pedro del Salva-dor en su vida de la Beata La Azucena de Madrid, este último seguardaba en el archivo de la provincia de Castilla de los PP. Descal-zt 2s , y habrá venido a parar tal vez al archivo de la Academia de lantstoria), que pueden aducir para invitar a los distintos títulos de la9randeza y Nobleza a cooperar a las fiestas, pondré aquí las obras deIgonde he tomado estos datos, y para evitar la repetición de sus títulosV, las frecuentes llamadas a las notas, las citaré numeradas en lasi _Iguiente forma: (1) LA CORONA DE MADRID, vida de/a venerable MadreLeariana de Jesús... por el P. Fr. Juan de la Presentación, editada en,i'l adrid en el año 1673; (2) LA AZUCENA DE MADRID, la venerable Madre

oz)r Mariana de Jesús, editada en Madrid, año de 1764 y (5) VIDA DEVOTA1) LA BEATA MADRE MARÍA ANA DE Jesús... por el P. Juan de la Presen-telön, editada en Madrid en 1784.

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por la cooperación que prestaron a la causa de beatificacióny al culto de la Beata los Reyes Felipe V y Carlos III.

Era la Beata Mariana de jesús, según lo dejó consig-nado el Cardenal Trejo (1), que «tuvo con ella particularamistad y devoción a título de mujer santa y de virtudesinsignes», de sencillez y sinceridad tanta, «que a quien n°la conocía parecía simple e ignorante; hablaba muy pocaspalabras, muy verdaderas, muy humildes y muy recatadas";Pues esta vestidura de la modestia cristiana fui el cristaldiáfano a través del cual se manifestaron las riquezas de suespíritu. Como imán atraía a sí las almas, que en su cal'serena como noche de verano y tranquila como un remanso,en sus palabras sosegadas, dulces, íntimas y eficaces, ha'liaban descanso en sus aflicciones, consejo en sus dudas,resolución en sus perplejidades y seguridad en sus decisio-nes. Fuj un oráculo de cosas venideras, maestra de virtud,amiga del alma para los que tuvieron la dicha de tratarla.No es, pues, de extrañar que, como las ovejas a la micra,corriesen a la Beata Mariana reyes y vasallos, nobles Yplebeyos, letrados e ignorantes, eclesiásticos y seglares, Yque la celdilla de Santa Bárbara fuese en los últimos ariosde su vida un perpetuo jubileo. Divulgöse dentro y fuera dela Península la fama de la santidad de Mariana y llegó hastala Corte romana.

Cuando tenía cuarenta y dos años empezó a comunicara los fieles las gracias que en su corazón atesoraba --(l)'pág. 49—y es de creer lo hiciese por impulso del EspiriSanto, pues como dejó escrito su confesor a otro propo-sito—(1), pág. 114—: «Ha sido... recatada y advertida, Yasí las cosas que ha de hacer las ha mirado y considerad°muy despacio, especialmente en las cosas que son de salís:facción y peso», como sin duda lo era el apostolado actio-simo que ejerció los últimos diez y siete años de su vida;confírmanlo además el éxito obtenido en él y la manifestxción espléndida de 13S gracias, que se llaman grafiae gratis

(1) Este Cardenal fué muy devoto de la Beata Mariana, y «ahermana suya, persona muy devota, imitadora suya y pobre la aYilr„(dice él), y socorro a título de hermana de una santa, y a un sobrul",suyo, hijo de otra hermana, le tengo en mi casa por la misma razón».'no pudo hacer, por su eminente dignidad, la deposición en forma iudi:cial, y porque «los jueces de esta Causa no tienen orden de examina'judicialmente personas de mi estado (dice él), no digo esto ante eli°5con juramento; pero hago esta atestación, y la haré en forma solemne'si su Santidad lo mandare así » . Véase la aludida atestación íntegra eala (1), pág. 367 y siguientes.

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El Emmo. Cardenal Soldevila, Arzobispo de Zaragoza, vilmenteasesinado el 4 de Junio de 1923,

cldtae, para edificación del cuerpo místico de Jesucristo ques..,ori los fieles, como fueron la gracia de hacer milagros, lade curaciones, la de profecía, la de discreción de espíritusY l a del magisterio espiritual.

Felipe Hl y su mujer la Reina D. Margarita hicieronMucha estimación de su virtud, llamándola no pocas veces9,, palacio—(1), pág. 355—para oir de sus labios palabrasue Dios, por ella llamadas bocaditos del alma. En unaocasión citála la Reina para la Fuente de la Castellana, yexcusöse la santa de acudir a la cita, seguramente por de-,el inar aquella honra, respondiendo que para encomendar a"los a su Majestad mejor estaba en su celda—(3), pág. 94.

Vióla y conociöla y seguramente la trató Felipe IV—‘ 1 ), pág. 362 y (2), pág. 460—pues al enterarse se formabanProcesos sobre su vida y virtudes, quiso honrarla con su

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deposición, que no llegó a las manos del P. Juan de laPresentación--(1), pág. 363—ni seguramente tampoco a lasdel P. Pedro del Salvador, que nos habla de ella y de laforma en que el Rey la emitió, pero ni una palabra dice desu contenido—(2), pág. 460—, aunque puede conjeturarsesería de alguna importancia de las palabras de admiraciónen que prorrumpió uno de los dos Obispos jueces de estacausa: Que V. Majestad la vió y conoció? Benedicta silanima fila a Domino, o rex—(1), pág. 363 y (2), pág. 460.

Comunicóla y, a lo que parece, más íntimamente quelos otros miembros de la Real Familia, la Reina D . Isabelde Borbón, mujer de Felipe IV, llamándola unas veces aPalacio, otras citándola para la Fuente de la Castellana, Yotras yendo personalmente al convento de Santa Bárbara,como sucedió en Marzo último de la vida de la Beata, en lacual ocasión no la encontró en la celda por hallarse laBeata con D. Elvira Manrique de Lara, su gran amiga,que pagó lds gastos de los procesos e instituyó fundaciónpara proseguir la causa de su canonización.

Tratábala la Reina muy familiarmente, sentándola a sulado, cogiéndole cariñosamente las manos, besando conreverencia su hábito y dándole el dulce nombre de amiga —(1), pág. 556—y en su última enfermedad mandó a su aza'fata D.' Juana Zapata para que le hiciase una visita y lepidiese su bendición—(3), pág. 217.

Dos veces la llevó la Reina al convento de DescalzasReales para que la viese y conociese la señora Infanta sorMargarita de la Cruz y Austria, y en las dos dejó muy altola Beata Mariana su fama de santidad, pues sor María dela Natividad, hija de los marqueses de Las Navas, que,según ella misma atestigua, «naturalmente es poco inclinadaa beatas y les da poco crédito, pero cuando vió a la MadreMariana, le pareció cosa grande y veneró por santa, si n

-tiendo un afecto y moción interior que le robó el corazón»,y a otra religiosa le dijo una cosa que, si no es Dios y ella,nadie la sabía, porque ni a su confesor lo había declarado—( 1 ), pág. 365.

Depuso la Reina, por medio de su secretario, el licen-ciado Pedro Fernández Navarrete «que la había conocido Ycomunicado y que la estimó y tuvo por persona de vida Ycostumbres muy ejemplares y en esta opinión la vió tener .amuchas personas que de ella tenían más particular cono&miento y por esta causa la llamó algunas veces a su RealPalacio y después de su muerte ha oído la gran veneración

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que en esta Corte se ha hecho de su persona». Casi enanálogos términos se expresó por medio de su secretario laInfanta Margarita de Austria—(1), págs. 363 y 364.

Escribe el P. Juan de la Presentación que la InfantaD .' María de Austria, después Emperatriz de Alemania,trató a la Beata Mariana como amiga y la veneró como asierva de Dios; se encomendaba en sus oraciones y que enSu memoria puso el nombre de Mariana a su hija, que des-Pués fui Reina de España—(1), pág. 357.

No se desvanecía la humilde virgen con estas honrasque los Reyes le hacían, que ella estimaba aire y viento, nise turbaba en su trato como «quien (dice ella), indigna-mente habla con el del Cielo cada día».—(1), pág. 183.

Felipe V dió cartas de recomendación para que se to-rnase de nuevo la causa de beatificación--(2), pág. 497--yCarlos III a la comunicación de la declaración de virtudesen grado heroico de la sierva de Dios contestó: «había sidomuy de su real satisfacción tan gustosa noticia, y en losiguiente aplicaría su real protección al más pronto expe-diente de la causa de su paisana. —(2), pág. 502.

* *

Deben igualmente cooperar al esplendor de la celebra-ción de este centenario, por haber comunicado sus antepa-sados a la Beata o por haber tomado parte en el desenvol-vimiento de su culto, los Duques de Alba, de Alburquerque,de Arión, de Arveiro, de la Fernandina, de Frías, del Infan-lado, de Medina de Ríoseco, de Medina Sidonia, de Pasea-na, de Osuna; los Marqueses de Ardales, de Ariza, de Ca-Flete, de Bélgida, de Floresta, de Gauver, de Ladrada, deLaguna, de Monterroso, de Las Navas, de la Rosa, deSolera, de Villafranca, de Villahermosa; Condes de Agui-lar, de Altamira, de Benavente, de Causa, de Lemus, deSantistevan y de Niebla.

Los Duques de Alba trataron mucho a la Beata Marianade Jesús y a lo que parece muy íntimamente y con granveneración, pues la eligieron para madrina de su primogé-nito D. Antonio Alvarez de Toledo, que siendo despuésDuque de Alba estimaba más, según dice el P. Juan de laPresentación, su contemporáneo, la gloria de tener tal ma-drina que la grandeza de su casa (1), pág. 358-- En 15de Septiembre de 1783 en que, en virtud de decreto pontifi-cio, el Cardenal Lorenzana procedió a nueva inspección

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del estado del santo cuerpo de Mariana de Jesús, mesesatrás beatificada, y a su exposición a la pública veneración,acudieron al acto los excelentísimos Duques de Alba comopatronos del convento e iglesia de Santa Bárbara, dice unarelación de aquel tiempo, aunque no sé con qué fundamentolos llama patronos, pues lo fué D.' Elvira Manrique deLara que dejó todos sus bienes al referido Convento; dona-ronle los Duques «un rico vestido de seda» y «una famosaarca... cubierta de terciopelo encarnado exquisitamente bor-dada» (e.6

La Duquesa de Alburquerque, D.' Ana Enríquez, discí-pula que fué en el espíritu y muy querida de la Beata en elproceso apostólico formado en 1627, depone a los veintio-cho años de su edad que «la tiene por devota a la dichasierva de Dios y se encomienda a ella como a santa en elmodo que puede»--(1), pág. 366 . La excelentísima señoraD.' Victoria Colona, madre de la antecedente y Duquesa deMedina de Ríoseco, empezó a conocer a la Beata en Valla-dolid, informó de sus heroicas virtudes a su sobrino el Car-denal Antonio Colona (que prometió en diversas ocasionesfavorecer la causa de su beatificación), y depone «que tieneen su oratorio su retrato y se encomienda a ella con muchadevoción; y certifica haber recibido por su intercesión mu-chos favores y mercedes de Dios, en sí, en sus hijos y nie-tos»—(1), págs. 359 y 565.

La Duquesa de Frías la trató, y en el proceso apostólicodepuso sobre sus virtudes, y en el año 1731 asistieron losDuques de este título a la segunda inspección de su cuerpo,cuya incorrupción fué aprobada en Roma como milagrosapara la beatificación--(1), págs. 358 y 566 y (2), págs. 483y 492.

La Duquesa de Pastrana, D.' Ana de Portugal y Borja,atestigua en el proceso las grandes virtudes de la Beata yque se encomienda a ella como a santa en cuanto la Iglesialo permite—(1), pág. 366—. La Sra. Duquesa del Infantadohacía tan alta estima de la virtud de la Beata, que Melchorade los Reyes, según depone en el proceso, la vió un día de

«Y Relación manuscrita, de destino particular, que con dos cartasreferentes al mismo asunto y un impreso: Relación de la solemne beati-ficación de la Venerable, encontró D. José Rodríguez del Valle, Arce-diano de Madrid y donó a las Religiosas de Alarcón; el P. Arqués ensu relación de este acto, al que por la gran devoción que tenía a laBeata asistió, inclufda en el diccionario del P. Hard, fol..247 vuelto ysiguientes.

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• rodillas ante la Baeta pidiéndole con gran instancia, humil-dad, y sumisión le alargase la mano para besársela y leechase su bendición—(2), pág. 406.

La Duquesa de Aveiro la estimaba tanto, que en susCo nversaciones diarias con las señoras portuguesas, traíaa p lática a la Beata Mariana sus altas virtudes, prodigios ymi lagros, com?) en presencia del P. Juan de la Presentaciónlo afirmó diversas veces su hija la Duquesa de Aveiro, Ma-queda y Torrenovas, que de su madre con la noblezaheredó la devoción a la Beata Mariana, visitando su sepul-cro y teniendo en su oratorio su imagen de bulto, a quientodos los días besa la mano—(1), pág. 360.

(Continuará).

DE MiSTICAXVII

La perfecta caridad.

—¿Llegan muchos a la perfección de esa virtud?—Enl a Iglesia no faltan nunca almas inflamadas en el amor di-vino que participan del ardor con que Jesús amó a los hom-bres, pues El mismo les comunica su espíritu.

—¿Son inseparables, por tanto, la santidad y elerdiente amor al prójimo?—Tan inseparables que en elfondo vienen a ser una misma cosa el amor de Dios y eldel prójimo por Dios. Por eso el Señor dijo a San Pedroque, si le amaba, apacentara sus corderos y sus ovejas; nohay mejor manera de mostrar el amor que se tiene a Jesu-cristo. «¡Oigan esto (exclama San Juan Crisóstomo), hastalos monjes que ocuparon las cumbres de los montes y quePor mil modos se crucificaron al mundo! Sepan que, si noayudan con todas sus fuerzas a los Prelados de la Iglesia,que por la gracia de Dios están expuestos a tan graves pe-ligros, y no mitigan sus cuidados con oraciones, concordiaY caridad, aunque crean estar muy seguros, todas sus ri-quezas se anegarán y toda su destreza no los librará de losescollos».

- Según eso, Iodos los santos deberán contarse porgrandes bienhechores de la humanidad.— Lo son en efec-to ; muchos por las grandes obras exteriores que realizaron

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des que así por junto vienen en la oración, de parecer queharemos y acontecerernos por los prójimos, y por sola unaalma que se salve, -porque si no vienen después conformesl as obras, no hay para qué creer que lo haremos».

—¿Consecuencias de todo esto...? Que el amor alPrójimo es la medida de nuestro amor a Dios y, por tanto,de nuestra perfección. Si en nuestras oraciones nos recor-damos poco del prójimo, es señal de que amamos poco aDios, pues tan poco nos inteeesa lo que a El le costó: •susangre, y su vida. Humillémonos y pidamos al Señor noscomunique algo del fuego que arde en su Corazón santísi-mo, y que El vino a traer a la tierra.

---¿Y después...?--Debemos esforzarnos porque eseafecto no sea estéril; sino fecundo en buenas obras, espiri-tuales y corporales. Veamos de conformar con él nuestrosPensamientos, palabras y obras.

---¿Qué debemos procurar en nuestros pensamientos?La mayor estima de nuestros hermanos, abriendo mucholos ojos para ver sus buenas cualidades y cerrándolos paraSUS faltas e imperfecciones, disminuyéndolas y disculpán-dolas cuando no podamos negarlas; ¡qué bien hacemos estocon nosotros mismos! San Pablo nos dice que «en nuestrahumildad estimemos a los demás como si nos fueran supe-riores», Por eso dijimos que la humildad es el fundamentode todas las virtudes; el soberbio nunca set,á caritativo.

—¿Cómo haremos que nuestras palabras sean carita-/'vas?—Hablando bien de todos, alabando sus buenas cua-lidades, que casi nunca faltan, aun en los menos favoreci-dos. Sean dulces siempre nuestras palabras. Evitemos lasdespectivas, mortificantes y mucho más las injuriosas. Demosbuenas palabras ya que no podamos dar siempre buenasobras. Si hay amor en el corazón nuestras palabras seránsiempre caritativas, y si no lo hay, aunque sean dichas conutt poco de sacrificio, por amor de Dios, ellas bastarán aencender la caridad en nosotros y en los demás. ¡QuéPoco nos cuesta hablar bien de los que siempre nos ala-ban! ¡Cómo nos sentimos inclinados a pagarles en la mis-ma moneda! Las palabras, quizá más que las obras, son lacausa de muchas faltas de caridad.

—Y en las obras, ¿qué hemos de procurar? Evite-mos ante todo los gestos demasiado elocuentes. Un rostroafable y benigno es la señal ordinaria de la santidad. Aun-que nos muelan con impertinencias, aunque nos insulten,Procuremos conservarnos siempre serenos. Sepamos ceder

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o impulsaron en favor de sus hermanos, y todos por losgrandes bienes que alcanzaron y las grandes calamidadesde que libraron al mundo con sus oraciones. EAtos benefi-cios, aunque menos visibles, no son menos ciertos.

¿Cómo llegan los santos a esa caridad tan ardiente?—Dios mismo se la comunica de una manera sobrenatural yigeneralmente, inesperada. «¡Oh grandeza de tilos (exclamaSanta Teresa), que pocos años antes estaba esta alma, yaun quizá días, que no se acordaba sino de sí! ¿Quién leha metido en tan penosos cuidados? Que aunque queramostener muchos años de meditación tan penosamente comoahora esta alma lo siente, no lo podemos sentir. Pues, ¡vá-lame Dios!, si muchos días y años yo me procuro ejercitaren el gran mal que es ver a Dios ofendido, y pensar queéstos que se condenan son hijos suyos y hermanos míos...¿no bastará? ¡Que no, hijas! No es la pena que se sienteaquí como las de acá, que esa bien podríamos con el favordel Señor tenerla, pensando mucho en esto, más no llega alo íntimo de las entrañas, como aquí, que parece desme-nuza un alma y la muele sin pro ,•.urarlo ella, y aun a vecessin quererlo».

--Pero, ¿esos extremos sólo se darán en los últimosgrados de perfección? ¡Ciertamente!; pero a cada' uno sele comunica el amor al prójimo a medida que avanza enella. Y aun la más cierta señal de que amarnos a Dios (diceSanta Teresa en las Moradas) es «el amor del prójimo;porque si amamos a Dios no se puede saber (aunque hayindicios grandes para entender que le amamos); mas elamor del prójimo, sí. Y estad ciertas que mientras más en estoos viéredes aprovechadas, más lo estáis en el amor de Dios,porque es tan grande el que su Majestad nos tiene, que enpago del que tenemos al prójimo, hará que crezca el que te-nemos a su Majestad por mil maneras».

— ¿Serán, pues, indicios de una gran santidad losgrandes deseos que a veces sentimos del bien del prójimoy de su salvación?-5i van acompañados de las obras, sí;pero si en lo que tenemos a mano faltamos, es señal de quenuestros deseos no son sinceros. Por eso dice a continua-ción Santa Teresa: «Si en esto andamos con gran perfec-cion, Iodo lo tenemos hecho; porque, según es malo nues-tro natural, si no es naciendo de raíz el amor de Dios, nollegaremos a tener con perfección el del prójimo. Pues tantonos importa, hermanas, procuremos irnos entendiendo encosas aún menudas y no haciendo caso de unas muy gran-

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Indígena del Surumú (Brasil).

Sao Paymundo Nonato, 13 Abril 1923.

Rvdo. P. Fr. Juan Gilabert Castro.

Madrid.

Apreciado Padre y hermano: Supongo recibiría mi ante-flor con las notas históricas de esta ciudad; ahora voy ainformarle de nuevo y hasta que lo haga desde Born Jesus

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de nuestros derechos, condescender con los gustos y auncon los caprichos de los demás. ¡Cuánto tendremos quetrabajar en esto! Y con todo, no es más que el principio,los primeros arpegios de las grandes obras de caridad, quelos grandes santos emprenden y llevan a cabo en favor delprójimo, para procurar su felicidad temporal y eterna. EBeato Diego de Cádiz, recorriendo afanado toda España,en busca de almas para Dios, escribía a su confesor: «Porel amor a los prójimos he deseado nuevamente y aun pedi-do el vivir hasta el día del juicio, para trabajar en beneficiosuyo, sin otro estipendio que él de lograr su bien y el deengrandecer a Dios; y tambien que me deje poner en lapuerta del infierno para impedir a todos la entrada».

FR. GUILLERMO VÁZQUEZ

PÁGINA MISIONALNueva misión a cargo de los Mereedarios.—Para

restaurar una parte siquiera de la extensisima Misión deManabí, los PP. Mercedarios del Ecuador se han encargadode misionar en el territorio de Jipijapa.

El P. Fray Ramón Gavilanes, a quien acompaña elP. Lasso y un hermano lego, entró en aquel dilatado terri-torio el 12 de Diciembre del año pasado, siendo recibidoslos Padres misioneros con muestras de especial simpatíapor parte de los naturales de aquel país que, por escasez desacerdotes, han estado sumidos en la más profunda igno-rancia religiosa.

El territorio confiado a nuestros religiosos «tiene ochoparroquias a cual más distantes una de otra; setenta milvecinos; cuatro mil cuatrocientos kilómetros cuadrados deextensión; es el cantón más grande de la Diócesis de Ma-nabí».

El P. Gavilanes estableció la Cofradía del Escapulariode la Merced en la iglesia parroquial de San Lorenzo deJipijapa: que nuestra Santísima Madre bendiga sus trabajosmisionales y le aliente en las penalidades anejas a las tareasapostólicas.

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do Gurgueia, a donde partiremos el dia 22 por la tarde, siDios nos ayuda.

El 8 de Marzo salí yo para Sao joao do Piauhy, dondeme recibieron con música, cantos y discursos; el día 10 yel 11 anunció el párroco la catequesis diaria, para celebraruna primera Comunión solemne el día 3 de Abril; pero envista que acudían muchas personas mayores, fui dandoalgunas explicaciones catequísticas para que se aprovecha-ran ellas, aunque dudando que me entendiesen en mi impro-visada lengua portuguesa. Sin embargo, parece que me en-tendían, cuando al hablarles un día de la Comunión frecuentey prometerles sentarme en el confesonario mañana y tarde,se entusiasmó el párroco al ver comulgar diariamente másde 200 personas.

Hacía una semana que estaba en esta ocupación, y llegóun pobre indio para pedir los Sacramentos para una mori-bunda de la sierra, y empezaron a ponderar la aspereza delcamino, las onzas, las culebras cascabel y otros peligros,así que desanimaban a cualquiera. Yo no pensaba inte-rrumpir mis tareas diarias; pero él insistió en lo suyo, Yachacándolo yo a exageración, me ofrecí a él, preferiendosuspender mis tareas apostólicas en la ciudad para ir enauxilio de aquella pobre alma.

Alabó el párroco mi decisión, y me diö instruccionessobre el sendero que debíamos seguir y sobre la casa dondedebía pernoctar a la vuelta, ya que la enferma decían dis-taba solamente seis leguas. Fuí, pues, a buscar el SantísimoViático, y mientras tanto se reunió el pueblo con el párrocopara despedir a su Misionero, que, montado en su caballo,se arriesgaba a sufrir lo que ni siquiera sospechaba, porque,pasadas cinco horas galopando detrás del negro que niedirigía sobre otro caballo y con un traje de cuero, se nosvino la noche encima; entonces me advirtió mi acompañan-te que sería imposible volver y muy difícil que llegásemos,porque aún quedaba lo peor del camino.

Me resolví a todo, y ya no avisamos en la casa que elcura señaló para pernoctar, en vista de las razones del indio;con la oscuridad ya no podía defenderme de los espinos,que por doquier cercan estos caminos sin sendero, y niedestrocé la ropa, y, lo que es peor, me ensangrenté toda lacara, cuello y manos, a pesar del cuidado y continuos av i

-sos de mi acompañante.Al cabo de una hora de vivir en estos aprietos, veo que

el negro se detiene, que baja del caballo y que empieza

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Indígena de las Amazonas (Brasil).

Como a buscar algo; yo le pregunto qué buscaba, y me diceque baje yo del caballo, porque podía matarme... Entoncesreparé, entre tinieblas, unos despeñaderos que me horrori-zaron mucho, más que el recuerdo de las fieras, que tantohabían ponderado y tomado precauciones.

Arrepentido, casi maldecía aquella calaverada mía, cuan-do recordé mis antiguos deseos de ser mártir, y al verme enaquel peligro por servir a Dios ya las almas, me abracé al

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bondadosísimo Jesús que llevaba Sacramentado en el Porta -Viático, y me ofrecí a El con deseos de acabar mi vida entreaquellos peñascos y sin auxilio humano, pero muriendo conJesús y por Jesús. Así atravesé la sierra sin darme cuenta,y hasta sentí mi feliz llegada, viendo que Jesús no habíaaceptado mi vida pecadora, porque sin duda quiere quesufra mucho más.

Llegado al lugar, entré en una choza sucia y asquerosa,donde la pobre enferma descansaba sobre unos palos y sintener para cabecera ni siquiera una triste manga rellena debrozas... Le administré los Sacramentos, y después siguie-ron las consultas, como médico, cuya falta hay que suplircomo se puede. Allí no había otro lugar donde descansar, yera media noche; puede figurarse la cena y la cama quetendría entre aquella miseria y en una choza que no teníapuertas, porque el viento entraba libremente por todas par-tes y donde se oían incesantemente los quejidos de la en-ferma...!

Cuando conté al párroco lo sucedido, lamentó habermedejado marchar sin antes cerciorarse de la distancia Ydemás inconvenientes. Proseguí con mis tareas diarias;prediqué el jueves Santo mi primer sermón en portugués;el 3 del actual celebramos solemnemente la primera Comu-nión; confesaron unos doscientos hombres, que antes alar-deaban de no hacerlo; el 4 salí a una fazenda para confesary casar al Juez de la ciudad y a otro cabecilla que vivíaamancebado -muchos años había; el 5 seguí con mi viaje a5. Raymundo, pero se nos hizo oscuro en medio de lasierra y tuvimos que dormir en los árboles, encendida unagrande hoguera para observar lo que pasaba, aunque en-tonces iba con dos militares armados y otros acompañantesque vigilaban.

El día 6, por la tarde, llegué a ésta y me encuentro a unnuevo Misionero, que es el P. Horacio R. de Morales, queera el Padre que iba a venir de Roma para unirse conmigoen el vapor; pero estuvo delicado y retardó unos días SUviaje. Desembarcó en Río Janeiro, donde visitó al Nunciode Su Santidad y al Gobierno y principales políticos, aquienes expuso el proyecto de fundar un Patronato agrícolaen la Prelatura, con el fin de cultivar terreno y de enseñar yfacilitar eso mismo a los naturales; el Gobierno prometiósecundarle y le orientó y le entregó sus cartas de recomen-dación y le nombró Socio efectivo de la Junta General deAgricultura.

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El 13 llegó a Sao Raymundo y se presentó al excelentí-simo Sr. Intendente, quien el 20 de Marzo le firmó la cesiónde 40 hectáreas de terreno con las casas de campo, que,siendo del fisco y por ende del Estado, pasaron a ser usu-fructuarios del Patronato hasta que el Gobierno apruebedicha donación. El 1. 0 de Abril se reunió en la Aldeia casitoda la ciudad con motivo de la función del Patronato, des-arrollando este programa: I. Benzo pelo Excmo. e Rmo.Pr. Pedro Paschoal Miguel.—II. Hymno Nacional Brasi-le/ro, cantado pelos meninos e meninas com acompanha-mento da Banda.—Ill. Discurso de Dom Horacio 12. de Mo-raes.—W. Marcha de guerra, pelas senhoritas Julia Fialhoe Pubina Pubem, acompanhada con violáo pelos senhorCiryllo da Costa.—V. Catolicis 30 e operario, discursoPelo senhor Dionysio Cavalcanti.—VI. Salve, escala bra-sileira, cantado pelos meninos.—VII. Banda.—VIII. Dis-curso do noso Excmo. Prelado.--IX. Marcha final.

Quedó abierta la matrícula, el 9 empezaron las clases dePrimera enseñanza, lenguas y sastrería y carpintería yahora espera contestación del Gobierno, porque pidió ma-quinarias, semillas y subvención para los profesores. Re-cuerdos y hasta el mes próximo.

Ruegue por su servidor y hermano,FR. MARIANO FERRER

Recibida la carta que antecede, llegó otra del muyreverendo P. Juan José Labra, asistente general de la Orden,en que nos relata algunas de las cosas que el P. Marianotrata en la suya.

Con gusto añadimos los interesantes detalles siguienteshablando de la fiesta inaugural del Patronato agrícola de

Paymundo:«Daba gusto ver cómo flameaban (dice el P. Morales al

P . Labra), las banderas del Brasil a una con la bandera delPapa, de la Orden, de Chile, de España, de Francia, deInglaterra, de Portugal, de Alemania, de Italia, la yanqui, laargentina, la uruguaya y otras cinco del Brasil. En estasb anderas estaban representadas las naciones amigas, cuyosi diomas se enseñan y que tienen relación con O Patronato.

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Mis impresiones de Espafm.Granada, Guadix y Almería.

Me restan sólo cuatro días para dar término a mi brevísi-ma excursión de dos meses por Espafía,• días en los cualesdebo visitar la histórica ciudad de Granada con su Genera-life, su Alhambra y su Cartuja, tres maravillas que atraencon irresistible fuerza al viajero que desea conocer, aunquesea muy superficialmente, algo de lo más notable que con-serva la Península de sus grandezas pasadas. Llegué allí enuna tibia noche de fines de julio, y mi primera impresión fuede sumo agrado y bienestar, pues respiré aire más fresco queel caldeado que dejaba a mis espaldas en las regiones de Se-villa. Tan pronto e- orno cené, tomé un tranvía a la puerta demi hotel, que me hizo recorrer en toda su extensión la máslarga y principal de sus calles, la Gran Vía, que atraviesatodo el centro de Granada. Al día siguiente, que era domin-go, me levanté muy temprano y después de celebrar en lapequeña iglesia. de Santa Ana, tomé un « Cicerone» que mellevara presto al palacio de la Alhambra, mi sueño dorado,del cual había leído descripciones tan fantásticas en Cha-teaubriand, Castelar y Washington Irving. Serían las nuevecuando empecé a subir por la cuesta de Gomérez, atraveséla puerta de «Las Granadas » y me interné en una honda yestrecha cañada, cubierta de frondosos árboles, llenos derosas trepadoras que, al mismo tiempo que esparcían sufrescura, llenaban el . ambiente de suave y delicíosísimoperfume. En estos momentos empecé a sentirme como fuerade mí, y se llenó mi cabeza con los cuentos y fantasías querecordé haber leído cuando niño, sobre la dominación de losárabes en España, y del eterno y sentido adiós del últimorey moro, cuando se alejaba llorando de esta «mansión deamores», que él llamaba con toda la sinceridad de 'su alma« celestial paraíso».

Pronto comencé a divisar las torres del encantado pala-cio, entre las cuales sobresalían las « Torres Bermejas», porsu color rojizo, y la gran torre cuadrada donde se encuentrala « Puerta de la justicia » . Mi « cicerone» me iba explicando elorigen de estos nombres y su antigüedad, todo lo cual oía yocon una sumisión y agrado dignos de un discípulo en pre-sencia de un sabio maestro. Me indicó en seguida, que antesde llevarme a conocer la Alhambra, debía :Mostrarme prime-ro los jardines del Generalife, a lo que yo accedí sin trepi-dar. Después de atravesar un largo espacio por entre losárboles avejentados que no alcanzan con su follaje a pro-yectar la sombra suficiente para librarse del sol, me encon-tré de súbito en el patio principal del jardín que llaman el

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Generalife, y que por el mal estado de las plantas primero ydel antiguo edificio después, me produjo una impresiónI ngrata. Casi todo el jardín lo constituyen un sinnúmero dePlantas de arrayán, unos cuantos cipreses avejentados yotros tantos laureles mal cuidados. Todo separado por unestrecho acueducto con unos chorritos de agua de modestí-simas proporciones. Confieso que al ver ésto sufrí un ver-dadero desegafío, por más que el «cicerone » me ponderabasu belleza primitiva, y me hablaba de que aquello era unJardín encantado que tenían para sus placeres los monarcasárabes, y que allí estaba el famoso «Ciprés de la Sultana»,al cual yo no encontraba nada de particular. Habría salidoinmediatamente de allí, si no me hubiera encontrado conunos tres jóvenes, que en mi manera de hablar descubrieronera yo americano como ellos, y me preguntaron si eraargentino. Entré en conversación con ellos, y juntos reco-rrimos después los hermosísimos departamentos de la Alham-bra. Eran ellos tres hermanos, un hombre y dos señoritas deorigen argentino, pero radicados desde más de diez años enSevilla, por asuntos comerciales, y habían ido allí por pri-mera vez, como yo, para gozar de los ponderados encantosy de las bellezas del famoso palacio de Granada.

Cuando notaron mi desencanto por lo que yo tenía delan-te de mis ojos, se apresuraron a decir a mi «cicerone » queme llevara pronto a la Alhambra, y que ellos, aunque lahabían visto el día anterior, me acompañarían gustosos paracompartir mis impresiones. Así fué: retrocedimos, y antes deun momento me encontré con el famoso pilar de Carlos V, 37luego con su estupendo palacio en forma circular, pero in-concluso. Con toda su grandeza y mérito arquitectónico nologró interesarme, y más gocé con el recuerdo que me vinoa la mente de haberse verificado allí la solemne coronacióndel gran poeta Zorrilla, uno de los ídolos de mi juventud.A cortos pasos del palacio, y en medio de una gran explana-da, fuí invitado a beber agua de una fuente que hay allídesde el tiempo de los moros, y recuerdo que gocé lo indeci-ble con su frescura y sabrosísimo gusto, tanto que alarguéuna buena propina al muchacho que me la ofrecía. De allí,al fin, a la Alhambra. La transición es casi mágica. Parecíaque habíamos sido transportados a otros tiempos y a otrosreinos, y que estábamos presenciando las escenas de la his-toria de los árabes. Nos encontramos en un gran patio em-baldosado de mármol y decorado a cada extremo con ligerosperistilos moriscos: se llama el «Patio de la Alberca » . En elcentro hay un extenso estanque o vivero de ciento treintapies de largo por treinta de ancho, poblado de dorados pece-cillos y adornado de vallados de rosas. Al otro lado del patiose eleva la gran «Torre de Comares » . Por el costado de en-frente, sirviendo de entrada un arco morisco, entramos en el

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famoso «Patio de los Leones», el (pie yo buscaba con ansias,para sentirme de verdad dentro del suntuoso palacio. No hayen todo el edificio un sitio que dé una idea más completa detoda su original belleza y magnificencia, pues ninguno hasufrido menos que él los deterioros del tiempo.

En el centro se alza la fuente tan celebrada en los canta-res e historias moriscas, con su alabastrina taza que derra-ma por todas partes sus gotas de diamante, y los doce leo-nes que las sostienen y que arrojan también sus cristalinoscaños de agua, como en los tiempos de Boabdil. La arqui-tectura, semejante a toda la del palacio, de aéreas arcadasárabes, de calados trabajos afiligranados, sostenidos poresbeltas columnas de mármol blanco, es de tal magnificenciay delizadeza, de tal gusto y elegancia, que todo elogio resul-ta pobre ante la realidad. Se comprende que todo estabapredipuesto allí para los indolentes goces a que se entrega-ban constantemente sus habitadores.

Se puede estar allí un día entero sin aburrirse, y si miscompañeros y mi «cicerone» no me hubieran instado a queles acompañara a visitar otros departamentos del mágicopalacio, no sé hasta qué horas me habría quedado gozandode tanta belleza y tanta poesía. Esto sí que es arte, esto Sique es bello. Había visitado yo varios palacies en Italia,Francia y en la misma España, como el bellísimo palacio dela Casa de Saboya. en Turín, el de la Señoría en Venecia, elde Brera en Milán, el propio palacio real en Madrid, y todosquedan muy por debajo de esta mar..villa, única en elmundo.

A duras penas, mis acompañantes me sacaron de allípara que siguiera conociendo la «Sala de las Dos Herma-nas», así llamada por dos enormes baldosas de mármol blan-co de igual tamaño que allí se ostehtan. Una cúpula o traga-luz da entrada por la parte superior a una moderada y mis-teriosa claridad y a una fresca corriente de aire. La partebaja de las paredes hállase ornamentada con hermosos azu-lejos morunos, en algunos de los cuales se transparentan losescudos de los monarcas árabes. La parte superior estaadornada con delicados trabajos en estuco, inventados en laciudad de Damasco, y consisten en grandes placas vaciadasa molde y artificiosamente unidas, de tal modo, que parecenhaber sido caprichosamente modeladas a mano, en mediorelieve, y elegantes arabescos entremezclados con textos delCorán y poéticas inscripciones en caracteres árabes. Estosadornos de las paredes y cúpulas, están ricamente dorados,y los insterticios pintados con lapizlázuli y otros brillantespersistentes colores.

En cada lado de la « Sala » hay departamentos para lasotomanas, y encima de un pórtico interior un balcón pordonde se comunicaban los departamentos de las demás oda-

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liscas. Existen todavía las celosías desde donde las beldadesde ojos negros del harén podían mirar sin ser vistas los fes-tines de la sala de abajo. Es imposible contemplar este bellí-simo departamento, que fué en otro tiempo la mansión favo-rita de los placeres orientales, sin sentir los primitivos re-cuerdos de la historia de los árabes, y casi esperando ver elblanco brazo de alguna misteriosa odalisca, haciendo seriasdesde el balcón, o algunos ojos negros brillando por detrásde las celosías.

Al lado opuesto del «Patio de los Leones», está . la «Salade los Aben.cerrajes», llamada así de los galantes caballerosde este ilustre linaje que fueron allí pérfidamente asesinados.Otro de los departamentos más deliciosos de la Alha.mbra esel famosísimo «Tocador de la Reina», que es una especie demirador en lo alto de una torre, desde donde las sultanasmoriscas gozaban los puros ambientes de las montañas dela Sierra Nevada y la vista de la gran vega que se extiendeen derredor.

Me abstengo de seguir describiendo tanta maravilla, por-que es para no acabar, y sólo recordaré el encanto sin igualque me produjo el abovedado departamento de (Los Baños»,en cuyo interior se atemperan el resplandor , y los colores deldía, con cierta misteriosa luz y corrientes de frescura; deli-cioso lugar al cual volví en la tarde del siguiente día con mibreviario bajo el brazo, para rezar allí, en el misterio delsilencio y de la más pura belleza plástica, mi oficio divino,correspondiente al santo del día, San' Ignacio de Loyola.Recuerdo que empleé más de dos horas en rezarlo, y DiosMe lo habrá escuchado como uno de los más fervorosos demi vida.

Salí de la .Alhambra, pasado medio día, con mi cabezacompletamente mareada, y con una satisfacción y alegría'tal que no me parece se me tilde de exagerado al decir queJamás he sentido emoción igual. ¡Cómo volví de nuevo abendecir a Dios por las maravillas que me permitía con-templad...

En la tarde de ese día, después de darme un descansopara mis fatigados nervios, me dirigí a la catredal, grandio-so monumento de la piedad medioeval, basílica estilo Rena-cimiento, de inmensas naves, sostenidas por esbeltas colum-nas de estilo corintio, y circundada de capillas en todo suvasto derredor. Una de estas capillas, la mayor y másespléndida, llamada (Capilla Real», contiene el sepulcro delos Reyes Católicos Fernando e Isabel, en cuyo altar mayortuve la suerte de celebrar un día el santo sacrificio de lamisa. Saliendo por la puerta principal, se tropieza con unamagnífica estatua en bronce del célebre Padre Fray Luis deGranada, situada en la pequeñísima plazoleta que formanvarias estrechas callejuelas que allí desembocan.

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Al día siguiente me fui a celebrar la fiesta de San Igna-cio a la iglesia de su nombre, situada en la misma Gran Víadonde yo tenía mi hotel. Aquí me perdonarán mis lectoresque, en. obsequio a la sinceridad con que escribo estas impre-siones, censure espectáculo que es dado presenciar a todoslos transeuntes de esa calle, en las horas de la mañana, alverse en compañía, en plena acera, con un numeroso rebañode cabras, que a esas horas reparten su leche a quien quieregustarla.

Pues bien, en medio de un hato de cabras, llegué comopude, hasta la iglesia de San Ignacio y entré en los momen-tos que en el coro se cantaba el Gloria • por un buen núme-ro de afinadas voces. Lástima que la música era del estiloteatral antiguo, de una melodía vulgarísima, que me hizopensar al- momento que allí todavía no había entrado lareforma de la música eclesiástica, ordenada por S. S. Pío X.Salí de allí al terminar, el sermón, panegírico del santo, queconsideré muy superior a la música.

Luego, aprovechando un «victoria» que me había cedidoel dueño del hotel, me dirigí en compañía del mismo «cice-rone» del día anterior, a visitar la famosa Cartuja de Gra-nada, otra maravilla, de la cual había oído primores. Enrealidad, es uno de esos monumentos que se imponen desdeel primer momento por la severidad de sus contornos, lasobriedad de sus líneas y la grandiosidad del conjunto. Dela portería se pasa a, claustro en el que solicitan la atencióndel visitante celebrados lienzos del religioso lego Sánchez Co-tän y Vicente Carducho, pintores del siglo XVII y que en silmayor parte representan episodios de la vida de San Brunoy sus compañeros de la Orden. La galería del poniente con-duce al refectorio, amplia sala pintada de blanco que imponepor su sencillez y austeridad.

La iglesia, aunque pequeña, es hermosa y detrás del ábsi-de se admira el «Sancta Sanctorum», que sorprende por lariqueza y diversidad de sus mármoles, esplendidez de susrefulgentes adornos abrillantados y dorados a fuego, y pro-fusión de estatuas y pinturas. Pero la admiración se acre-cienta al penetrar en su rica y fantástica sacristía, por laindescriptible magnificencia de sus cómodas de maderaspreciosas, con incrustaciones de marfil, oro y plata, su pul i

-mentado zócalo de mármoles de Lanjarón y laberínticaslabores de estilo barroco que llenan sus pilastras y susmuros.

En la parte más elevada de la huerta de la Cartuja, seencuentra el edificio donde los reverendos padres jesuitastlenen su noviciado, y en donde llaman la atención del via-jero su hermosa biblioteca y su magnifica terraza, desdedonde se domina todo el valle de Granada regado por elDarro y el Genil.

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Otro de los sitios dignos de visitarse en , Granada es laiglesia de San Juan de Dios, el templo más fastuoso y rum-bosamente costeado de toda la ciudad. Su espléndida porta-da es de mármol de Sierra Elvira, las puertas de caoba pro-fusamente talladas, y su interior se distingue por su magni-ficencia y suntuosa decoración, ya que no por su buen gustoartístico. El retablo del altar mayor deslumbra por la riquezay profusión abrumadora de adornos churriguerescos, y estedesordenado prurito de ornamentación llega .a su colmo en elcamarín, recubierto por todas partes de tallas, dorados, már-moles riquísimos, espejos, relicarios y pinturas mil. En sucentro está la urna que contiene los restos mortales de San'luan de Dios y que es de plata cincelada, con riquísimasincrustaciones de oro y pedrerías. No recuerdo haber vistoen ninguna parte más derroche de lujo y de riquezas, ni aúnen las famosas criptas de San Carlos y San Ambrosio enMilán, que me llenaron de admiración.

La ciudad de Granada es, en general, triste, a pesar desus muchas avenidas y paseos, y sus habitantes conservanmucho de las costumbres de los árabes, silenciosos y re-traídos.

Me tocó una tarde oir una banda de músicos en uno desus paseos, al lado del monumento erigido a Isabel la Cató-lica, y pude obserVar que los numerosos grupos de pasean-tes prestaban poca atención a la música, para dedicarse másbien al flirteo. Sus avenidas son muy tierrosas y, en general,la ciudad es desaseada. Su comercio casi. todo al por menor,sin grandes tiendas ni lujosas vitrinas. Se ve que es unaciudad que no tiene más vida que la que llevan los numerososvisitantes de su incomparable Alhambra.

Salí de Granada muy de mañana en dirección al puerto.de Almería, donde debía tomar el vapor que me volvería ami país; pero en el ti ayectó tuve que hacer un descanso for-zado de cuatro largas horas en el pueblucho de Guadix,asiento de un obispado sufragáneo del Arzobispado de Gra-nada, y que se gasta una catedral que ya la querríamos nos-otros en América en una de nuestras principales ciudades.La visité con sumo agrado y satisfacción lo mismo que laparroquia del Apóstol Santiago y el Santuario de NuestraSeñora de las Angustias, famoso por los grandes prodigiosque se dice ha obrado la Santísima Virgen en ese lugar dede su predilección.

Seguí a Almería, donde llegué al caer de la tarde, y ape-nas tuve tiempo para sacar mi pasaje del barco que debíaconducirme a América. De este puerto sólo conocí su «GranAvenida del Príncipe«, su calle principal, llena de comercioy edificios de algún valor.

Me embarqué en el vapor francés «El Alsina», al clarearla aurora del 2 de Agosto, tra yendo en mis recuerdos y en

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mi corazón un cariño muy grande por España, y un inmen-so fardo de gratitud . para con todas las personas, de lascuales recibí allí alguna atención o deferencia.

FR. DIEGO A. ROjAS.

CRÓNICA MENSUALCelebradas las elecciones de senadores el Gobierno, que

temió hallarse sin mayoría en la Alta Cámara, vió con gra-tísima satisfacción el triunfo de la mayoría de sus candidatosgracias, según se dijo, a la indulgencia de los conservadoresque, sus razones tendrán, quisieron mostrarse generosossacrificando algunos de sus adictos.

El 21 de mayo hubo reunión de mayorías del Congreso ydel Senado en la Presidencia del Consejo para congratularsemutuamente por el resultado de las elecciones. Habló el jefedel Gobierno, exponiendo a grandes rasgos el programaministerial, y hablaron también los presuntos presidentes deambas Cámaras enardeciéndose eh fervorosos piropos a lalibertad con la que piensan nuestros liberales hacer la feli-cidad de Espaii.a

Terminado tan prósperamente el período electoral, elGobierno se dedicó a dar la última mano al discurso de laCorona, que fué leido por su Majestad el Rey en la solemneapertura de Cortes el día 23. En él se trata de las cuestionesque más preocupan hoy a la Nación: Marruecos; Hacienda,responsabilidades y una multitud de reformas en todos losramos de la administración, no haciéndose mención, conmuy buen acuerdo, de la del artículo 11 de la Constitución..

Cuando, según lo expuesto, todo prometía marchar vien-to en popa, las divergencias de los ministros de la Guerra yde Estado sobre los asuntos de Marruecos, que tantas vecesamenazaron al Gobierno con la crisis, hiciéronla inevitable.Creyóse en un principio que la cuestión entre los dos minis-tros sería la ya otras veces mencionada, pero pronto setraslució que las discrepancias versaban ahora sobre puntosde mayor transcendencia. En efecto, el famoso Raisuni, aquien se debió tratar siempre como a enemigo vencido yque, no obstante, por su sumisión obtuvo concesiones yventajas con las que ni soñar pudiera, pretende ampliarlasahora mediante un pacto que ponga a su disposición unamehalla de 10.000 hombres, Mandada por oficialidad indíge-na, y la facultad de designar las posiciones que han de oCu-par nuestras tropas. Esto y la creación del amalato del Rif,para el que fué nombrado El Riffi, antiguo criado del Raisu-ni y hechura suya, con las mismas pretensiones de domina-ción y dirección de la campaña de la zona oriental fueron

causas más que suficientes para la decisión irrevocable delSr. Alcalá Zamora. Pero además han producido, corno nopodía menos, en el ejército español un. hondo malestar quese ha manifestado en la dimislön de los Comandantes gene-rales de Ceuta y de Melilla.

Admitida la dimisión del señor Alcalá Zamora y la re-nuncia del conde de Romanones a la cartera de Gracia yJusticia por su elección de presidente del Senado, fueronsustituidos por el general D. Luis Aizpuru y el conde deLópez Muñoz. En el Consejo de ministros celebrado el díadel Corpus, el de la Guerra quiso conocer los términos delpacto con el Raisuni, diciéndosele que este asunto habíasido ya resuelto en el Consejo anterior; respuesta que no lesatisfizo, retirándose 'bastante disgustado, dando ocasión aaugurios de próxima y más transcendental crisis que lapasada.

Mientras en España parecía triunfar la política de paz,yel criterio del Sr. Alba, oportunamente se les ocurre a losmoros hacer un poquito de guerra, atacando dos días conse-cutivos en número que se hace llegar a 7.000 la posición deTizzi-Assa. Dícese que sufrieron un duro , castigo, gracias alvalor y arrojo de nuestros valientes soldados, pero a costade no pocas y sensibles pérdidas de nuestra parte, entre ellasla del heroico jefe del Tercio señor Valenzuela.

Toda esta serie de acontecimientos han ido llevando alánimo de la opinión el convencimiento del fracaso de la po-lítica del Gobierno en Marruecos y la necesidad de emplearla acción militar hasta que se convenzan los rebeldes denuestra superioridad. Indicios de que aún el mismo Gobier-no empieza a rectificar pueden ser la operación militar rea-

lizada en los territorios donde se desarrollaron los últimosacontecimientos y el nombramiento del señor Martínez Ani-do de Comandante general de Melilla. A propósito de estadesignación atribúyese al señor Alcalá Zamora la siguienteexpresión: ¡Cuántas veces oí decir en Consejo de ministrosque el nombramiento del señor Martínez Anido seria la ne-gación de una política y la crisis!

Otro motivo de preocupación para el Gobierno es la si-tuación social de Barcelona. A tal estado han llegado lascosas que los crímenes terroristas se cometen a todas horasdel día y de la noche en medio de la mayor impunidad'. Asetenta y tantos llegan ya los atentados en el corto períododel actual Gobierno y raro es el día, desde la proclamaciónde la huelga de transportes, en que no tienen lugar dos otres. El Gobierno, consecuente con sus principios liberales,no quiere emplear ninguna medida de excepción, como de-mandan los ciudadanos honrados y lo exigen las circuns-tancias, conténtandose con sustituir al gobernador civil dela provincia.

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Víctima del sindicalismo cayó mortalmente herido enLeón, cuando se dirigía a su domicilio, el exgobernador deVizcaya señor Reguera]. Los asesinos, como siempre, des-aparecieron.

Pero el crimen horrendo que ha llenado de consternacióne indignación a España fué el cometido en Zaragoza en lasagrada y honorable persona del eminentísimo CardenalSoldevila. Realmente no se explica qué móviles hayan podi-do guiar a los asesinos haciendo víctima de sus odios a unvenerable octogenario, que otra cosa no hizo en su vida quederramar el bien entre los menestercsos, si no es por ser unrepresentante del orden y de la autoridad. Este crimen inca-lificable ha servido para que los extranjeros pintaran nuestrasituación interior muy parecida a la de Rusia, levantandolas consabidas declamaciones infamantes contra España.

FR. SANTAMARÍA

BIBLIOGRATIALa Historia de la Merced.

Después de algunos años de asiduas investigaciones enlos archivos, podemos asegurar que nuestra historia se hallaya en condiciones .de salir a la pública luz.

El Padre Faustino D. Gazulla tiene terminados sus Estu-dios críticos sobre el primer siglo, en los cuales, prescindien-do de las historias impresas y fundándose exclusivamenteen documentos auténticos, nos presenta una Orden de laMerced como fué en realidad.

El tan conocido Documento de los sellos, que desde losarios 1624 había alterado parte de nuestra cronología y di fi

-cultaba al Padre Gazulla la redacción de sus memorias, porhallarse en contradicción con las fuentes originales, fué ha-ciéndosele sospechoso, hasta el punto que tuvo que prescin-dir de él en sus últimas obras, y demostrada auténticamentesu iligitimidad ha dejado expedito el campo al incansableinvestigador, que ya puede sin tropiezos correr, por el campode los hechos comprobándolos con los archivos en la mano.

Con este centón se han venido abajo otros fengendrossimilares de cuya autentidad nadie había dudado, por lalucha que los mercedarios habían sostenido contra los auto-res de falsos cronicones e inventores de documentoS apócri-fos, especialmente el funesto Lupián Zapata, quien jamáspudo alegar nada contra la Merced a pesar del padrón queen su frente puso ella de mentiroso y embaucador.

Este silencio de Lupián, cuando debía hablar en propiadefensa, revela que a pesar de haber andado por Barcelona

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en la época de aquellas estupendas invenciones, no estabael en el secreto.

Nadie hasta hoy, ni el mismo Padre Gazulla, ha logradodescubrir la mano del falsario, cuya habilidad supo pertre-charse tras las historias contemporáneas de Vargas y Re-món, compuestas antes de la aparición de aquellos apócrifos;tanto, que Remón, después de publicada su historia en 1618,cuando en 1627 vió los nuevos inventos, no sospechó de ellos,Y en parte modificó algunas de sus noticias al tenor de losrecientes descubrimientos.

El Padre Vacas, dominico en su obra «San Raimundode Periafort, fundador de la

dominico, de la Merced, pág . 97 y

siguientes, trata de la denuncia del Padre Fr. José Soler,mercedario catalán, al secretario de la Congregación deRitos, diciendo que eran falsos y engañosos los papeles ydocumentos que se habían presentado en el proceso de cultoinmemorial de San Pedro Nolasco y'que éste «no era ni nun-ca fué tenido por santo».

El Padre Vacas quiere justificar al Padre Soler, porquedenunció también «que el verdadero fundador de la Mercedfué San Raimundo de Peflafort»

' pero el . silencio del Padre

Soler, en vista de «uno de los milagros que el Omnipotentehizo (Padre Vacas, pág. 102) con el fin de glorificar a susiervo Nolasco», pone de manifiesto que Soler no podía jus-tificar sus denuncias, porque los apócrifos hubieran seguidosiendo apócrifos a pesar de uno o dos o dos mil milagrosque se , hubieran verificado en contra de lo que el atrevido ysacrílego Soler afirmaba. Hoy sabemos efectivamente queentre los documentos auténticos y pruebas fidedignas de lasantidad de vida y culto eclesiástico que recibía San PedroNolasco, se exhibió el documento de los sellos; pero este do-cumento nada traía de nuevo referente a la santidad y 'mila-gros del Patriarca Nolasco, y no era falso más que por sufabricación, era así como una falsedad paleogrcifica; perola santidad del fundador constaba por las Constituciones delaño 1272,- por las obras de Ga ver y por otros documentosde cierta e innegable autenticidad.

Así se ve lo tendencioso que es el padre Vacas; pues en unmismo párrafo se pone de hombre bueno del «desdichado y dia-bólico» Soler que asegura que Nolasco .no era ni nunca ha-bía sido tenido por santo» (pág. 97), y tres hojas más ade-lante reconoce su santidad «porque (dice) la infalibilidad de laIglesia no recae precisamente sobre las pruebras que aceptala Sagrada Congregación, sino sobre la santidad de la per-sona (pág. 102) qué quedamos, Padre Vacas? acabausted de decir con Soler que Nolasco ni era ni había sidotenido por Santo? Luego se contradice usted a sí mismo con-fesando la santidad que se quería probar con documentosapócrifos y no otros.

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Este Padre intenta probar nada menos que con diecinue-ve razones la falsedad del documento de los sellos; pero nin-guna es concluyente, porque no da en el clavo; tanto, que sidespués el Padre Gazulla no hubiese descubierto la , verdad,que publicó un folleto de todos conocido, seguirían las dieci-nueve razones del Padre Vacas en la lista de apreciacionessuyas; mas la verdadera razón de su falsedad consiste en elaño de su redacción 1260, fecha en que había fallecido elnotario Pedro de Bages que lo autorizaba. Por esto tenemospor falso el documento.

El Padre Vacas desea que la Merced haga una historianueva con los documentos que el nos propone: pero ya hapodido ver este Padre que tales son ellos, en la Rfeutaciónque le escribió el Padre Gazulla, y verá todavía cosas másestupendas en los Estudios críticos, tanto que quien tendraque hacer una nueva biografía de San Raimundo será laOrden dominicana, porque la intervención del Santo en laMerced se basa cabalmente en los apócrifos de Aymerich,intervención que desconoció el propio Marsilio, que no callanada de lo más insignificante en la vida del Santo.

Los Mercedarios, ciertamente, estamos preparando unahistoria nueva, pero a ello nos induce la necesidad de lostiempos, la falta de libros que la contengan y, sobre todo,el progreso de la crítica histórica moderna, a la cual quere-mos acogernos.

No es este achaque solamente nuestro, sino de todas lashistorias, y los mismos Padres dominicos tienen que corre-gir a sus decantados Mamachi y Cristianopuli, porque Abun-dan en apócrifos tan vulgares cuales son los que se leen enlas páginas 387 y siguientes de su tan elogiada obra Anna-lium Ordinis Praedicatorum (1).

El Padre Gazulla ha emprendido esta tarea en la Merced,la tiene terminada en lo referente al siglo XIII y muy ade-lantada en los dos siguientes. La del siglo XVI en adelante,aunque mucho más abundante en documentos, será más fá-cil porque no hay que luchar con apócrifos; y en lo referen-te a Misiones en América actualmente está publicando ellaborioso P. Fr. Nolasco Pérez un resumen muy completode sus estudios de investigación en el Archivo de indias, delcual hemos tenido la satisfacción de leer lo que va saliendocon el título: «Religiosos de la Orden de la Merced que pasa-ron a la América Española» en el Boletín del Centro de Es-tudios Americanistas de Sevilla. Año IX. Números 58 al 64,con un total, hasta ahora, de 141 páginas en 4.°

Es trabajo sumamente interesante, que nos da como uncuadro sinóptico de nuestras misiones en el siglo XVI,

(1) Auctoribus FF. Thoma Maria Mamachio et HermanoDominico Christianopulo Roiae MDCCLVI.»

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donde vemos desfilar al compañero de Colón fray Juan deSolórzano, a los insignes Padres Olmedo, Bobadilla, Her-nando de Granada y otros muchosqueintrudujeron el nombrecristiano entre los idólatras, fundaron pueblos de cristianosy gente civilizada, desempeñaron cargos difíciles y mi:7,ion.esdiplomáticas entre los conquistadores y fueron los fundado-res de aquellas ocho florecientes provincias mercedarias quetanta gloria - dieron a España en tiempo del coloniaje y dequienes son hijos los numerosos religiosos que prosiguen enel día de hoy la benéfica labor católica y social que en lasnuevas naciones americanas mantienen en pie la religión yel recuerdo de España.

Sería de desear que la Orden se interesara de veras porla pronta publicación de su historia, y desde luego que con-tribuyera cada provincia para poder 'editar los documentoshistóricos de los tres primeros siglos que tiene dispuestos elPadre Gazulla. No hay casa, por modesta que sea, que nopueda hacer un esfuerzo, y, ya quetodos sus individuos re-conocen esta necesidad, pues no hay quien no se lamente deesta falta, pongamos manos a la obra, porque el conocimientode nuestro pasado es estímulo para los de casa, prestigioante los extraños y honra para los pueblos que han hereda-do el fruto de los trabajos de nuestros mayores.

Si en vista de de esta necesidad los religiosos y devotosde la Merced se deciden a favorecerla, en la redacción deesta revista se abrirá una lista de contribuyentes, cuyosnombres se pondrán en sus páginas y cuyos donativos seránempleados en la publicaeión de los Estudios Críticos y Co-lección Diplomática del Padre Gazulla.

Y el elemento oficial de la Orden debería también acudir aeste llamamiento, dedicando unaparte de los fondos de provin-cia y generales a este fin e ingresando en caja aparte lascantidades que se han sacado de las obras con solas lascuales podría hoy el Padre Gazulla publicar parte de sustrabajos.

Una Orden sin historia es así como un individuo indocu-mentado, que no tiene derecho a vivir en una sociedad bienorganizada.

La experiencia de cada día nos lo demuestra, y cadacorporación es en el concepto del público (aparte de su labormeritoria) lo que la prensa diga de ella. Cuando a una deellas se le disputail sus glorias y merman sus privilegios,todos sus individuos, grandes y chicos, se alteran y piden avoces que se salga por los fueros de la verdad.

Y esto es lo que hace el historiador, y la Merced debe alpadre Gazulla gratitud especial, porque en sus últimas pu-blicaciones ha tapado la boca a las que ponían en tela dejuicio nuestro pasado, hasta nuestra honradez. Y al que nosdefiende y pone en su debido lugar nuestro nombre, se le

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debe toda honra y gratitud. Nuestras constituciones eximende todas otras ocupaciones al cronista y sus colaboradores(n. 507) por lo cual se le deben dar todas las facilidades parael desempeño de su cargo.

Nadie . sabe los sudores y angustias que pasa el histo-riador para poner en claro un punto oscuro o controvertido,del cual nada saca para su utilidad personal, y del cualtodos los de casa participan. Débesele, pues, de justicia pol-lo menos lo que nuestras leyes preceptúan, porque si loseruditos hablan bien de nosotros es por el historiador. .

Esperamos, pues, que todos contribuirán a salir de laoscuridad en que nos hallamos en punto de historia, dandolos superiores facilidades a los que se dedican a esta empre-sa, y en particular al Cronista general de toda la Orden, yaportando cada casa una cantidad (la que se mande o ellasquieran voluntariamente) para ponernos a la altura de lasórdenes que con tanto empeño sacan de la oscuridad los su-cesos de su historia.

FR. RAMÓN SERRATOSA.

NOTAS RELIGIOSASEl 24 de Junio está señalado para la entrada del eminen-

tísimo señor Reig en Toledo, para ocupar la Sede Primadade España. Muy en breve se posesionarán de la de Valenciael excelentísimo señor Melo y Alcalde, y de la de Madrid elexcelentísimo señor Eijo Garay.

Traslado de Prelados.—Däse como un hecho que el señorObispo de Plasencia pasará a Salamanca, y el de Ciudad Ro-drigo a Tuy.

El ilustrísimo y reverendísimo seriorD. Manuel María Vi-da] Boullön, administrador apostólico de Ciudad Rodrigo,obispo titular de Birta; nació en Seira (Galicia) el 23 de Di-ciembre de 1861, ordenándose de presbítero en 1885. Seis ariosmás tarde tomó el título de doctor en Teología.

Entre otros cargos, desempeñó . los siguientes: capelláncaudatario y secretario particular del cardenal Guisasola;canónigo arcipreste por oposición y arcediano de Osma.

El 23 de Mayo de 1915 fué consagrado obispo titular deBirta, administrador apostólico de Ciudad Rodrigo, consa-grándole el eminentísimo cardenal Guisasola.

—El ilustrísimo y reverendísimo D. Angel Regueras Ló-pez, obispo de Plasencia, nació en Benavente (Zamora) el 4de Agosto de 1870.

De ambos Derechos y Sagrada Teología se graduó en elSeminario Pontificio de San Apolinar, en Roma.

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Fué catedrático de Derecho canónico en el Seminario deOviedo, teniente provisor, teniente vicario general, provisor,vicario general, delegado especial de Capellanías, magistraly doctoral de la Catedral basílica ovetense.

El 26 de Mayo de 1915 fué preconizado obispo de Plasen-cia, y consagrado, como el Sr. Vidal, por el eminentísimocardenal Guisasola.

Los dos prelados sobresalefi por su virtud, ciencia y celoapostólico.

Monumento al Sagrado Corazón de Jesús.--Se proyecta unmagnífico monumento al Sagrado Corazón de Jesús en Mon-teagudo (Murcia). El presupuesto se calcula en unas 100.000pesetas. Es grande el entusiasmo de los católicos de la dió-cesis de Cartagena, empeñados en tan excelente obra.

En Valladolid. —Ha comenzado ya la instalación de unasoberbia imagen al Sagrado Corazón, que será colocada so-bre la torre de la Catedral. La estatua mide ocho metros dealtura, obra del excelente escultor D. Ramón Núñez, direc-tor de Escuela Industrial y de Artes y oficios de Valladolid.

En Bilbao, se ha celegrado una exposición internacionalde proyectos para un monumento al Sagrado Corazón. Sepresentaron 65 proyectos firmados por eminentes artistas es-pañoles, italianos, franceses, belgas y austriacos. El primerpremio se adjudicó a cuatro anteproyectos presentados porel escultor D. Juan Arnal, de Madrid, y el arquitecto D. To-más Bilbab; por el escultor D. José Capúz, de Bilbao; por elescultor D. Moisés Huertas y el arquitecto D. Manuel Ga-líndez, de Bilbao, y por el arquitecto D. Pedro Mugeriza yel escultor Sr. Valora, de Madrid.

Entre estos cuatro proyectos elegirá uno la Junta, queestá recibiendo importantes donativos para la erección delmonumento: entre éstos merece mencionarse el de 100.000Pesetas con que contribuye una familia bilbaína.

En la basílica de Begoña (Bilbao) se inauguró el carillónregalado por el Banco de Vizcaya; consta de 24 campanas;fué construído en Suiza y ha costado 100.000 pesetas. Lobendijo el obispo de Vitoria, electo de Madrid, doctor Eijo,quien, después de la misa de medio pontifical, predicó des-pidiéndose de sus fieles.

Coronación de la Virgen de la Caridad.—En Cartagena seha verificado la coronación de su patona con gran solemni-dad. Asistieron los señores obispos de Cartagena, Jaca yOrihuela. La corona es una preciosa joya de arte, valuadaen unas 150.000 pesetas.

Murcia se prepara para coronar a su patrona.—La Virgende Fuensanta, patrona de Murcia, será coronada en breve;se ha celebrado con este fin el 17 de Mayo una importantereunión en que tomaron parte las autoridades locales, repre-sentaciones de la Industria y Comercio y de la corte de la

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Virgen y el cabildo catedral. El señor obispo donó un ricopectoral de esmeraldas y brillantes.

En Zamora se ha abierto una suscripción para coronar aJa Virgen de la Soledad, que pertenece a la Cofradía de Je-sús Nazareno. Dada la devoción y entusiasmo de los zam.o-ranos por la Virgen de la Soledad, las fiestas prometen sermagníficas.

En Almeria.--Se preparan grandes festejos con motivo dela coronación de la Virgen del Mar, patrona de la ciudad.

PEREGRINACIONES:

Teresiana Vasconavarra..-- El 24 del pasado llegaron aAvila 350 peregrinos vasconavarros con el fin de honrar a.Santa Teresa, Avila tributó a los peregrinos un entusiastay cariñoso recibimiento; celebrándose con tal motivo solem-nes funciones religiosas en los conventos de laEncarnacióny San José. -

Franciscana a Aranjuez. --El 20 de Mayo se celebró la XIIperegrinación de terciarios franciscanos de Madrid a Aran-juez. La presidió el P. Legísitna. En Aranjuez veneraron las-reliquias de San Pascual Bailön y comulgaron en el conven-to de clarisas los peregrinos.

Española de la Medalla Milagrosa a Roma.—En represen-tación de las 200.000 familias que integran la visita domici-liaria de la Milagrosa, y para obtener de S. S. la confirma-ción y sello de su autoridad suprema y nuevas gracias, seorganizó una brillante peregrinación que fué recibida por elSumo Pontífice el 12 de Mayo, día en que celebra su fiestaonomástica. Fué presidida por el ilustrísimo señor obispo deCoria.

Aniversario de la consagración de España al Sagrado Co--razón de Jesús.-- E1 30 de Mayo se verificó la renovación dela consagración de España al Sagrado Corazón. Hubo unaperegrinación al Cerro de ¡os Angeles de los Centros delApostolado madrileños y otras Asociaciones similares, enque tomó parte gran número de fieles. Presidió el acto el se-ñor obispo de Madrid, electo Arzobispo de V. lencia.

En Roma se queman públicamente libros pornográficos.—En Roma fueron quemados ante numerosfsimo público, y enmedio de grandes aplausos, gran cantidad de libros porno-gráficos y periódicos obscenos.

Durante el acto, el diputado popular, Sr. Cing;olani, ex-plicaba en un elocuente discurso su alta significación ytranscendencia. Si el. acto se verificase en Madrid, ¿de quése nos tacharía? Y, ciertamente, que no faltan libros malos,folletos asquerosos, láminas de los más subidos colores entodas las esquinas y en los kioscos y en las bibliotecas ambu-lantes. Mas si el sol no se encarga de quemar lo que nunca

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a luz debiera salir, no habrá que esperar que ni las autorida-des llamadas a impedir la difusión de tales libros, ni los par-ticulares que en algunas ocasiones pueden hacer mucho, setomen la molestia de luchar contra el alud pornográfico quearrolla la inocencia de tantas almas. Cierto que no han de irpor esos kioscos, donde todo malo folleto tiene asiento, losque ésto leyeren; bien quisiera, lector sensato, si algo pue-des, que cierres al menos las puertas de tu casa a esa pestede libros malos.

La enseñanza religiosa en Italia.—El Sr. Gentile, Ministrode Instrucción pública de Italia, ha manifestado que la ense-fianza religiosa será obligatoria en aquel país.

« La religión del Estado es la Religión católica; todas lasdemás religiones están toleradas » , dice el art. 1. 0 del Estatu-to italiano. Hasta hace poco algunos han querido desvirtuarlas consecuencias que se derivan de este artículo, reclaman-do teórica y prácticamente contra la obligación de la ense-rian za religiosa; más el pueblo italiano católico en casi sutotalidad no ve con gusto este olvido de la enseñanza reli-giosa. Los que querían, se matriculaban en la asignatu-ra, y, por indolencia, muchos padres se olvidaban de exi-gir que sus hijos la estudiasen, ni más ni menos que si laReligión fuera una de tantas asignaturas, una cosa baladí ouna asignatura menos que aprobar, de lo cual no han prove-nido pocos daños: lo propio sucede en España, donde mu-chos padres que se precian de «católicos » , para quienes seríael mayor insulto decirles que no lo eran, hacen poco o nin-gún aprecio de la enseñanza religiosa: como si se pudieraamar lo que no se conoce. Ahora el Sr. Gentile consideraque puede remediarse el mal que continuaría avanzando(que es de los mayores males y difícil de curar el de la igno-rancia, a cierta edad y'máxime la religiosa), de no hacer obli-gatoria la enseñanza religiosa. No se obligará, sin embar-go, a estudiar esa asignatura al que expresamente pida se leexima de ella.

Interrogado el Ministro: « . Quién enseriará la Religión enl as escuelas? contestó: —Quién nos enserió a nosotros laReligión y la Historia Sagrada en la escuela? Los maestrosY las maestras.»

los maestros librepensadores y materialistas han deenseñarla?

— «En primer lugar, este movimiento positivista con todassus deformaciones ha terminado. Los impedimentos dogmá-ticos del determinismo económico y moral han pasado demoda. El Estado no pretende imponer su voluntad a nadie.Si alguien no se siente apto para ser maestro de escuela,Podrá ser otra cosa, y, sobre todo, podrá opinar según suscreencias; pero la escuela, siendo italiana, es por lo mismo ca-tólica, y debe responder a la exigencia del pueblo italiano.»

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Los sionistas en la Palestina.—Los árabes se han negado aaprobar el «hogar nacional judío» en la Palestina, viéndoseobligado el Gobierno inglés a anular las elecciones celebra-das para nombrar el Consejo legislativo; lo cual causó natu-ralmente tanto regocijo entre los árabes como decepción en-tre los judíos. Entre los 18 miembros del Consejo ocho sonárabes.

Sin rey, sin templo y sin altar, hasta que los designios deDios se cumplan, permanecerá el pueblo deicida, y no cier-tamente por falta de tentativas y de medios materiales yprotección para llevarlas a cabo.

mes..

NOTICIASMADRID

Buena Dicha. Desde el 23 al 31 de Mayo se celebró la so-lemne novena que los socios de los jueves Eucarísticos de laBuena Dicha han dedicado a jesús Sacramentado. La parte

'musical, dirigida por el P. José Miguélez, muy bien. Los ser-mones estuvieron a cargo del R. P. Echevarría, C. M. F.

Nuestra enhorabuena a las celadoras de la Archicofradíade los Jueves; a cuyo celo se debe el brillante resultado deestos cultos.

—Hemos tenido el honor de saludar y besar el anillo alexcelentísimo señor obispo de Mondoñedo, que vino a jurarel cargo de senador por la provincia eclesiástica de San-tiago.

San Pedro.—En la hermosa capilla del Colegio de Nues-tra Señora de las Merce,des, dirigido por religiosos de la ín-clita Orden redentora de cautivos, se celebró el 23 del mesúltimo el siempre solemne y conmovedor acto de recibir porprimera vez la sagrada Comunión unos treinta alumnos,acompañados por un centenar de compañeros y algunas per-sonas de la familia.

Ofició en la misa el R. P. Manuel Cereijo, y en breve plá-tica, pronunciada en tono que no podía dejar de llegar a loscorazones de quienes iba dirigida, e inspirada en las pala-bras del Divino Amigo de los niños, les exhortó a ir a El confrecuencia, conservando siempre un recuerdo del día de laprimera Comunión y procurando que la gracia santificanteles acompañe siempre, para que así como esa primera Comu-nión fortalece en las luchas de la vida terrena, la última Co-munión recibida como viático para eternidad, abra las puer-tas de la bienaventuranza.

Una capilla de colegiales cantóvarios motetes durante lamisa de Comunión.

Los niños fueron obsequiados con un buen desayuno.Nuestra enhorabuena al rector del Colegio, R. P. Valen-

fin Rodríguez Cotón, y demás religiosos que con tan exce-lente resultado educan a los 200 niños, número aproximadode los que concurren al Colegio de Nuestra Señora de lasMercedes.

(De « Patria Española»).

Excursión a San Fernando del jararna --El domingo 9 delcorriente, los jóvenes del Patronato, después de oir misa enla capilla del Colegio, bajo la dirección del M. R. P. Provin-cial y del presidente del Patronato ID. José 1-Terreros, salie-ron para San Fernando del Jarama en que pasaron, muy sa-tisfechos el día. jugaron dos partidos de foot-ball.

Tanto en la ida, como en la estancia Y vnelta, reinó lamás franca y estrepitosa alegría entre los jóvenes. Fr.. Ar-nlengol sacó dos fotografías de los excursionistas.

Don Juan de Alarcón.—El Apostolado de la Oración, esta-blecido en el convento de MM. Mercedarias de Alarcón, dedi-có una novena muy solemne al Sagrado Corazón de Jesúsdesde el 8 al 16 de junio, en la que predicó el señor D. Roge-li o Jaén. La parte musical estuvo a cargo de la Capilla diri-g ida por el reputado maestro y compositor D. Aniceto Soto.Los días 8 y 16 hubo misa de comunión general con motetes,Y ese mismo día, y el 10, misa cantada a toda orquesta y consermón.

El altar estaba hermosamente adornadá con profusión deflores y luces.

Religiosas descalzas de Göttgora.—Celebróse en esta igle-sia el Mes de Mayo con esplendor a nuestra Santísima Madrede las Mercedes, cuyo altar estaba elegantemente adornado.

El día de Pentecostés se cantó Tercia solemne, terminan-do con la misa mayor y manifiesto.

El día del Corpus y su octavario se consagraron a jesús•Sacramentado solemnes cultos; el miércoles de la infraocta-‘'a predicó el señor D. Francisco Sureda, concluyendo loscultos con la solemne visita de Altares.

El día 31 de Mayo -_mpezó la novena al Sagrado CorazónPara terminar el 8 de junio con misa solemne y sermón, acargo del señor D. Pascual González, catedrático del Semi-nario.

El día 12 de Junio empezó la novena a San Antonio de Pa -dua. El día del Santo, hizo su panegírico, en la misa 'solemne,el señor rector de esta iglesia.

Solemne triduo a Nuestra Señora de las Tres Avemarias.—Tuvo lugar los días 1, 2 y 3 de junio. Predicó el R. P. Eulo-gi o Gómez, redentorista. Realzó estos cultos una brillanteOr questa y un nutrido coro de voces bajo la dirección delreputado maestro D. José Arenas.

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SAN FERNANDOEjercicios espirituales y primera Comunión.—Con nueve

días de anticipación empezó el reverendo padre Gilabert,mercedario, la preparación para la primera Comunión de lasnumerosas alumnas que asisten al Colegio de madres Merce-darias en «Cuatro Caminos».

El 30 de Mayo, fiesta titular del Colegio se acercaron porprimera vez a recibir el Pan de los Angeles treinta y cuatroniñas que dejaban reflejar a través de su dulce mirar un almamás pura, más blanca y hermosa que sus níveas vestiduras.

Seguidamente comulgaron las demás colegialas queofrendaron en ese día al Divino Jesús fervientes súplicaspor la paz y ventura de las nuevas comulgantes, de sus fa-milias, de su colegio y de su querida España.

El padre Gilabert pronunció con unción los fervorinesque se alternaron con los cantos del coro de niñas que dirigela señorita Pilar López Crespo y acompaña el Sr. D. ManuelPelegrí; y distribuyó la comunión el Sr. Capellán D. TomásFernández.

Las melodías del canto, el adorno del altar, la sencilla ypersuasiva palabra del padre • Gilabert, dejaron honda im-presión y huella indeleble en el alma de los asistentes.

Recibida la bendición papal y renovadas las promesasdel Bautismo, pudieron las niñas restaurar sus fuerzas, ysolazarse con sus familias y amigas para volver por la tardea renovar sus votos de amor a jesús y María.

Y para que nada faltase a tan memorable fecha, se reci-bió la Bendición Apóstolica e indulgencia plenaria en lahora de la muerte que para «Juventud Mercedaria Misione-ra» envió de Roma el reverendísimo P. M. General de laMerced, acompañada de atenta y cariñosa felicitación a lasnuevas comulgantes.

Por la tarde se renovaron las promesas y súplicas de lamañana, se cantaron las glorias de María, Madre de la Pu-reza y Amor, no sólo por el coro de cantoras, sino tambiénpor angelicales criatu ras que recitaron encantadoras poesías.

En nombre del Colegio un « Dios se lo pague» de profundoagradecimiento a cuantos han contribuido a que todo resul-tase tan bien; pero de modo especial al padre Gilabert; ymil enhorabuenas a las nuevas comulgantes y a sus familias.

FERROLSalió para Mondoñedo, después de haber pasado el mes

de Mayo entre nosotros el Sr. Obispo de la Diócesis.Predicaron en la iglesia de San Francisco de esta ciudad

el triduo a las Hijas de María, el reverendo padre Gaite.Este mismo Reverendo Padre pronunció el panegírico deSanta Rita en Camouco.. Idem en el Seijo y Mugardos du- -

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rante las fiestas del Santísimo'y de las Hijas de María res-pectivamente, el reverendo padre Luis Barros.

En Manifíos y Sarria las fiestas de la Santísima Virgen,triduo del Corazón de Jesús, el reverendo padre Ildefonso.

En Santa Engenia, Pontevedra y Palmeira, la fiesta delas Hijas de María, el reverendo padre Gaite.

El lunes de Pentecostés se celebró el Capítulo anual de laV . O. T., con asistencia de la junta directiva y Directorasde Coro; se trataron asuntos concernientes a la misma, a finde procurar su propagación y conservación en el espíritureligioso que la anima. Se concluyó con las preces de ritual,encomendando el Padre moderador a la . piedad de las asis-tentes, los hermanos fallecidos en el último año.

HERENCIA

Catequesis de unos quinientos niños —El P. Comendadorde esta residencia, tiene maravillosamente organizada la ca-tequesis, una especialidad de su celo y no la única. Compo-nen el estado mayor de esta numerosa catequesis el citadoPadre Comendador como director, alma de la institución, losPadres de aquella residencia y las siguientes catequistas: se-floritas Concepción Avengoza, Mercedes y Sagrario Buitra-go, Asunción Calcerracla, María Cruz Corrales María JesúsPernández, Manuela Fernández, Felipa G. Niorato, MaríaGarcía Pradillo, Mercedes G. Cobos, Amalia Heredero,Arnalia, Catalina y Teresa Moraleda, Paula Morato, MaríaParra, Aurelia Puebla, Dolores Rodríguez, María Jesús Ro-dríguez y Mercedes Rodríguez Calvillo. A veces, por insufi-cientes, tienen que ser ayudadas estas catequistas por niñasde la última sección. La asistencia tiene como en toda población agrícola grandes oscilaciones, debidas a las faenas delcampo.

Los domingos y días festivos asisten a la misa de diez yMedia; el P. Comendador explica el Evangelio del día, oeijm.o se ha de oir la santa misa. Terminada, se dirigen los'niños cada cual al sitio señalado para su sección, y en ellase tiene como una media hora de catecismo, reuniéndose lue-g o todos en sección general, en que el padre director hacealgunas preguntas, premiando con estampas o vales a. losq ue las contestan bi .Ln. Salen ordenadamente los niños poruna puerta y las niñas por otra, recibiendo en ellas de lasCatequistas el vale de asistencia. Los jueves tienen tambiénen igual forma la catequesis a las cuatro de la tarde.

La feria duró toda una semai,a, desde el 4 al 9 del co-rriente, en que los niños por secciones, cada día dos, ibanrecogiendo juguetes, objetos piadosos, prendas de vestir, losPobres, según los vales que cada cual tenia. -

.E1 3 empezó la preparación para la comunión general que

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se celebró el día 14, y parece se abriga el proyecto de unagran procesión de niños por el pueblo.

SARRIAComunión general. Después de un triduo preparatorio,

tuvo lugar el día 10 de Mayo, la misa de comunión generalpara los niños y niñas de esta villa, en la que tomaron parteunos doscientos. Celebró el santo sacrificio y distribuyó elPan de los ángeles a los comulgantes el R. P. Antonio Ro-dríguez, comendador de• Sarria. Por la tarde, en solemneprocesión que recorrió las calles de la vila, visitaron lasparroquiales de Santa Marina y San Salvador, en donde secelebró una hermosa función de acción de gracias.

Nuestra enhorabuena al P. Carlos Carnevali, director dela catequesis de Sarria y a los señores sacerdotes de SantaMarina, que tanto contribuyeron al esplendor de esta fiestay con tanto celo trabajan en la instrucción de la juventud.

LORCAProfesión solemne.—E1 día 15 de Abril del presente año,

hizo su profesión solemne la religiosa de velo negro Sor Na-tividad de Jesús Parra, ante el Lic. D. Francisco Cánovas,párroco de Santiago, como delegado del Prelado. Nuestraenhorabuena.

SITGES

Solemnísima resultó en extremo la ceremonia que el día 10de Mayo, festividad de la Ascensión del Señor, tuvo lugar enla Iglesia del Monasterio-Colegio de las Rvdas. Madres Mer-cedarias de esta villa en cuyo día se acercaron, por vez pri-mera, a la Sagrada Mesa, las alumnas Rosita Riera, Merce-des Carbonell, Milagro Selles, Concepción Abella, MaríaDolores Nadal, Anita, Hostench, Josefa Saladié, MarinaSoler, Dolores Ferrer, María . Cots, Dolores Arnabat y JuliaCabellud.

La elegante Iglesia se hallaba convertida en un hermosojardín, lleno de flores de bellos matices, destacándose entreéstas las doce comulgantes, que con sus blancas vestiduras,símbolo de la pureza de sus tiernas almas, realzaban la ma-jestuosa belleza del cuadro. Las demás alumnas vestían eluniforme de gala.

Ofició el M. Rvdo. P. Francisco Ferrer, asistente general •de la Orden de la Merced, quien dirigió a las citadas alum-nas, palabras llenas de unción que mas de una vez arranca-ron lágrims a los asistentes a esta ceremonia.

Por la tarde, a las 17,30 tuvo lugar la renovación de laspromesas del Bautismo y sermón de Perseverancia, queestuvo a cargo del mismo orador sagrado antes citado; ter-

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minado este acto se impuso el Escapulario de la Merced alas nuevas comulgantes. Para terminar, se diö la BendiciónPapal por privilegio especial de la Santa Sede. Durante laceremonia de mañana y tarde, el canto fue alternado por lasreligiosas y alumnas del Colegio. Los fieles asistentes a tantierna ceremonia, salieron gratamente impresionados de laplática del elocuente orador, quien tuvo al numeroso audi-torio pendimte de su fervorosa oratoria.

ARGENTINA

R. P. Fr. Jos é León Torres.—.Bodas de oro sacerdotales.--El 10 de Mayo pasado se cumplió el 50.° aniversario de laprimera misa del R. P. José León Torres, mercedario argen-tino, religioso venerable que ha llegado a la ancianidad des-pués de una intensa labor de apostolado sacerdotal, habiendopasado por los principales cargos de la Orden en su provin-cia; ha sido Provincial repetidas veces; es Maestro en Sagra-da Teología; asistió al capítulo general celebrado en Romapara la reforma de las constituciones en 1893.

En 1. 0 de Octubre de 1887, después de vencer no pequeñasdificultades, fundó la Congregación de Religiosas TelcerasMercedarias del Niño Jesús, que bajo su dirección crece yse propaga maravillosamente en la Argentina.

Las principales casas de esta floreciente Congregaciónde fervorosas hermanas nuestras, de que tengo noticia, don-de tanto trabajan en bien del prójimo, son: la central en AltaCórdoba, cuyo colegio está incorporado al Normal nacional;el Colegio de Mendoza, fundado el 10 de Mayo de 1890; el dela Paz, Entre Ríos, fundado en 1904; el de la Villa Concep-ción del Tío; el de Arroyito, Córdoba y Gualeguaycliú.

Nuestra enhorabuena al P. Torres, a la provincia argen-tina y a las beneméritas hermanas, a quienes deseamos pros-peridades sin cuento.

DEL PERÚ

En el mes de Febrero del corriente año, el R. P. RicardoDelgado, Vicario general de las provincias mercedarias delPerú, Ecuador y Chile, ha constituido el Gobierno de la flo-reciente provincia peruana, en la siguiente forma: Provin-cial, el M. R. P. Fr. Juan Costa Cavero; definidores, losRR. PP. Dämaso S. Orós, Manuel Delgado y SaturninoPastor; Secretario de provincia, el R. P. Arsenio Ibáñez;Diputado al capítulo general, el R. P. Jacinto Loaisa.Comendadores; del Convento de Lima, el P. Alberto Esca-ler; del Cuzco, el P. Víctor Barriga; de Arequipa, el P. An-gel Troncoso; de Huacho, el P. Pedro N. Cárdenas; de Aban-cay, el P. Amando Bonifaz. Maestro de novicios, el P. Fer-mín Luna, y de Estudiantes, el P. Carlos D. Cabo.

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A todos nuestra cordial enhorabuena, y que el Señor lesdé acierto en sus respectivos cargos.

Una maravillosa conversión.—En nuestra Iglesia de laMerced del Cuzco (Perú), se realizó el bautismo del jovenProtestante alemán, de veinticuatro años de edad, Sr. Fer-nando Graberg.

El 26 de Febrero del corriente ario, ante una numerosaconcurrencia de todas las clases sociales, el R. P. AlbertoEscaler, Comendador del Con v,n.to, quien con tanto celoatrajo al cristianismo al expresado joven, fué el que admi-nistró el Santo Sacramento del Bautismo,. poniendo por nom-bre al neófito Palto Nolasco. Hicieron de padrinos el R. Pa-dre Pedro N. Cárdenas y la respetable y distinguida damacuzqueña Sra. Micaela V., viuda de González.

A continuación recibió la sagrada Comunión, acto queemocionó al numeroso público, hasta hacerle verter lá-grimas.

Terminada la ceremonia, fue muy felicitado por todoslos concurrentes, que a porfía se acercaban a estrechar lamano del nuevo soldado de Cristo.

En la tarde del mismo día recibió la Confirmación en. laCapilla episcopal de manos del Ilmo. Sr. Obispo doctor PedroPascual Jorfän.

El recién convertido ha pedido ingresar en nuestra Ordenpara consagrarse a la conversión de las almas y pasar losdías de su vida bajo la protección maternal de la SantísimaVirgen, en los claustros mercedarios.

Nuestra felicitación muy sincera al Sr. Pedro NolascoGraberg y al P. Escaler, que tanto trabajó en la conversiónde tan noble caballero.

Nuestros colegios del Perú.--Es altamente 'halagüeña laacción que los PP. Mercedarios están desarrollando en elcampo de la enseñanza en aquella República con aplauso dela . sociedad y del Gobierno. Sostienen en la actualidad cincoacreditados colegios de primera y segunda enseñanza; el deLi ma, con 500 alumnos; el de Cuzco, con 400; el de Arequipa,con 250; el de Huacho, con 340, y el de Abancay, con 330.Todos estos colegios están regentados y servidos por profe-sores religiosos de excelente formación, que los colocan a laaltura de los más acreditados de aquella República.

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NECROLOGÍA

En Lorca. El día 23 de Febrero del presente ario falleció,en el convento de M. M. Mercedarias de Lorca (Murcia), lareligiosa de coro M. Encarnación Bravo, a los ochenta y unarios de edad y cincuenta y seis de religión. Fué religiosamuy sufrida en las largas enfermedades con que el Señor laprobó durante su larga vida, edificando con su paciencia alas religiosas con quienes convivió.

En San Miguel de Mellas (Orense) cristianamente en lapaz del Señor, la virtuosa señora D. Manuela Gallego Ote-ro, madre de nuestro hermano en religión y colaborador deLA MERCED el reverendo padre Serapio González, a quienenviamos nuestro sentido pésame.

En Ferrol, el día 22 de Mayo, la excelentísima señoraD.' María Josefa Pérez Bustillo, viuda de Vial. Nuestro pé-same a sus hijos, distinguidos amigos nuestros.

Málaga. La reverenda madre María de las Mercedesde la Santísima Trinidad, religiosa de coro, a los sesenta ytres arios de edad y treita de religión. Fué la primera novi-cia de aquel convento de Mercedarias; se distinguió muchopor su amor al trabajo y a cuanto le encomendaba la obe-diencia, por su exactitud en el cumplimiento de sus obliga-jones y puntualidad en los actos comunes, en los cualescasi siempre se hallaba la primera. Desempeñaba el cargode maestra de novicias. Descanse en paz.

Córdoba (Argentina). El 28 de Marzo de 1923 falleció elmeritísimo y virtuoso sacerdote mercedario, muy reverendopadre Manuel Argüello. Su larga enfermedad, de más de dosarios, habrá purificado más su alma y acrisolado sus virtudes.

Perteneciente a una distinguida y piadosa familia de Vi-

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lla del Rosario, muy joven entró en nuestra Orden donde hadesempeñado los más altos cargos: fué Comendador de Cór-

" doba, dos veces Provincial de la Argentina, Visitador gene-livia y del Perú, Delegado al Capítulo general en Roma enque se aprobaron las actuales constituciones de la Orden.

Alta Córdoba. Después de larga y penosa enfermedad hadejado de existir la religiosa mercedaria sor María de SanJosé Cires. Fué modelo de religiosas, ejemplar y laboriosa.

En Tortolí (Cerdeña). Pasó a mejor vida el ilustrísimo yreverendísimo señor obispo de dicha ciudad Mons. VirgilioEmanuele, clevotísimo de Nuestra Señora de Bonaria e in-signe amigo y bienhechor de la Orden. •

En Badajoz, la señora doña Rosario del Pozo, antiguasuscriptora. A su hija, la señorita Rosario Díez y demásfamilia, nuestra condolencia.

R. 1. P.

Editorial Católica Toledana, Juan Labrador, 6, telf. 211.--Toledo.