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lriadrid2 4 agosto de 1921

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4°G°°OR:13ANO. DE SU VENERABLE' ORDEN TERCERA' COFRADIAS.

DIRECCION Y ADMINISTRACION: PP. MERCEDARIOS; SILVA/ 39— MADRID.(Con las debidas licencias)

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AÑO 1V.

24 DE AGOSTO, 1921.

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CORONACION DE N UESTRASESIORA.--- Veliuquez,

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sug ciónO. V.': " •

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tj MARIO•

LALA ASUNCION. POR FR. JUAN GILABERT.— ¿DONDE MURIOIASANTISIMA VIRGEN!, POR FR. MIGUEL LOPEZ.— SAN RAMON,

•POR FR. RA vION SERRATOSA.—DE MISTICA, POR FR. GUILLERMOVAZQUEZ.—RETORNO A LA IGULESIA CATOLICA,POR FR.MARTINORTUZAR. — REDEMP rinx cÄwrivoRum, POR JULIA G. HERRE„ROS. -- ESPAÑA EN MARRUECOS, POR FR. GUILLERMO VAZ.,QUEZ.—VARIA.--SECCION DE NOTICIAS.—INDULGENCIAS DE LA

ORD:N. -L-NUESTROS AMIGOS

0009g;) 900 o o vo() 00......0e.)0...@,[email protected]

"idvertencict

Por las dificultades con eítie. en Ferrol se tropezabapara editar en tiempo oportuno la revista y para me-jor atender a nuestros suscritores ha sido trasladada aMadrid, Silva 39, su Redacción y Administración, adonde rogam3s dirijan tada la correspondencia nues-tros colaboradores, suscritores y anunciantes.

Al entrar en el cuarto año de su publicación, insis-tiendo en las huellas de nuestros predecesores, ,los P P.del Ferrol, pretendemos fomentar la devoción a, nues-W_Santisima Madre de las Mercedes; dar a con'Ocersus glorias y la historia de aquellos hijos tanto de laPrimera conio de la Segunda y Tercera Orden, que' consus virtudes honraroa a tan excelsa Madre; promoverlavida sde las Terceras Ordenes, Cofradías y otras Aso_ciciones que tienen -por objeto dar culto a la Santisi-

rá Viräen, y aumentar y estrechar los lazos de uniónerAtre nuestos Conventos, Terceras Ordenes y Cofradías.

LA REDACCION.

-La Asunción de : nuestra Señora' en ct.ierpo . y . alma al cielo,aunque no definida como dogma _de fe por el solemne magis-terio de la Iglesia, » está tan íntimamente unida -a sus anterio-reS gracias y privilegios con que DioS enriqueció y distinguió

su 'Madre, fan necesaria' 'al' t ómpleto triunfo, :pronósticadóen el sagrado libro . del. Génesis,-de JesucriSto sobrelaguai serpiente' y tati" Común su creendia entre los : fieles:', que'ninguno, sin incurrir en la nota de terherariö, ptiede negarla;" ySólo» falta-la impugnación 'atrevida que vengä a herirla con..ciencia y el . sentimiento católicós, o la oportuaidad to`!exija,:para que lo que éstá en la m'entey ciiel'cdraZón i de tódóS: lóšCreyentes brote a: los labioS'pór su órgano infalible' : el . 1.,:zbina-hb;Pöntífice.,

Aidy'a'eXporier breve y sencillamente lós.'fühdäritentoSesta 'creencia.LA. ASUNCION EN CUERPO Y ALMA'DE . NUESTRA ,SEÑORAAL CIELO ES EL COMPLE MEN l'O DEL PLAN QUE DIOS SE:.: PROPUSO REALIZAR EN ESTA SINGULAR CRIATURA,' 3

( . .* No nos es dab l e alcanzar todos los "raSgos ' generales "dij>

plan divino en lo que atañe a la formacion y perfeCCión de •Ilititás excelsa de las criaturas. Solo establecer vitia.,2,1Proposiciones: unas de fe, otras adinitidaS pm- todos Ids:Jeó:icigos , y otras *fáciles de probar que manifiestan las' líneas• I

principales de este plan y por ellas ' demostrar que es *exigen=da de este plan la Asunción' corporal de Maria'

La primera ploPosición y la más general, que &trío, 'maLco encierra tolas los gracias y privilegios de Maria, 3 es que 'en-

;. .

ella Jesucristo triunfo totalmente 'dét demonio,óilid, '4í1 ella ' tiotaf=mente' restauróIodo lo caidd'en Áciäh Y en eltár" iledirnicS 'todo

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lo que habla sido cautivado: triunfa sin derrota, restauraciónsin ruinas, redención sin cautividad.

La segunda proposición es que, habiendo sido predestina-da Macla para ser Madre de Dios, dignidad altísima,inmediata ala de la unión hipostática y que toca los limites de lo infinito,exigía gracias y exenciones superiores a las que tuvo o puedetener otra humana y aun angélica criatura; y, aunque no pode-mos determinar todas y cada una de estas gracias necesariasy convenientes a tan alta dignidad, podemos, por, lo menos,conocer lo que pudiera oscurecerla y deslucida.

Del triunfo completo sobre la serpiente obtenido en ellapor Jesucristo y de la excelsa dignidad de Madre de Dios sigue-se que; en María no hubo pecado, ni el original, ni actual; ettMaría no reinó la ley que contradice al espíritu, el desorden delas pasiones, porque, por las enemistades puestas por Diosentre ella y la serpiente, lo espiritual y lo sensible estuvo entotal y completa contradicción con el pecado y, como apreta-das haces de combatientes, en continua lucha con la serpien-te; no hubo, pues, en María las penalidades producidas por elpecado y por la lucha interna del hombre superior e inferiordel hombre espiritual y del hombre animal, que hacían gemía los gigantes -de la vida espiritual, como a un San Pablo-,- -deMaria hay que excluir lo que sea menos glorioso para Jesu-cristo y menos decoroso para la maternidad divina y, por fin,admitir la pasibilidad o sea la capacidad para el sufrimiento,manantial de méritos, artífice restaurador del plan primitivo,pues corno a prerredimida por los méritos del Redentor, Cornoa Correclentora y asociada inseparablemente a Jesucristo en,le victoria sobre el demonio, convenía pudiese padecer y sufrir.

Con estas verdades fácilmente se demuestra la Asunciónde nuestra Señora, pero no del mismo modo y con igual fuerza con cada una de ellas: porque su impecabilidad excluye lacausa moral de la muerte y de la corrupción del cuerpo; su ih_

munidad de la concupiscencia quita a la muerte su finalidadque es destruir el cuerpo de pecado, enemigo de Dios y asien-to de rebeliones y desórdenes y vindicar el honor de Dios ul-

f rajado; su dignidad de Madre de Dios pide como decorosay conveniente la exención de esta común deuda y, por fin, laVictoria de Jusucristo obtenida en María sobre la' serpienteexige como parte integrante y necesaria la Asunción gloriosa.

LA IMPECABIL1DAD DE MARIA EXCLUYE 'LA CAUSAMORAL DE LA MUERTE Y DE LA CORRUPCION

La muerte en el estado actual de la humanidad caí da es,en frase gráfica del Apóstol, el estipendio o la paga del peca-do:, y se fué propagando en todos los hombres por aquel enquien todos pecaron. (Ron. V. 13)

Pero la muerte, pena del pecado, no es 'la sola instantánealeparación del alma del cuerpo, sino, y tal vez principalmente,la permanencia en la separación y la consiguiente resolucióndel cuerpo en polvo del que había sido formado (Gen. III. 19);Porque que el alma se separe del cuerpo en un instantePara en el inmediato informarlo de nuevo de vida imperece-dera y gloriosa, no es la muerte con que Dios amenazó anuestros primeros padres al imponerles el precepto ni la queles intimó como pena de la transgresión.

La Bienaventurada Virgen María, no- habiendo contraídoel pecado original, ni cometido actual alguno, no estaba so-metida a la muerte y tenia derecho a la inmediata glorifica-ción de su cuerpo.

Esta es la consecuencia que se deduce de la impecabilidadde María y de la restauración en ella del plan divino; .por estotf no faltaron Santos 'Padres, en especial durante has primerosliglos, que considerando la grandeza y dignidad de María cre-

..y6ronse en el deber de sustentar que no murió ..."Pero, si se tiene en cuenta el otro ' rasgo singular y carac-

terístico (que es una modificación del plan primitivo) la \tic-toria de María sobre la serpiente con aquellos mismos mediosde que el demonio se valió para seducir a Eva y la perfectasemejanza con su santísimo Hijo que con la muerte venció ala muerte, 'hay que admitir que murió y resucitó, realizándoseen María lo que al fin del mundo tendrá lugar en todos los es-

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cggidos, la, victoria definitiva de Jesucristo sobre la muerte.et .(tUALVU,E LA CA,U3A Fis[cA Da sü Alli -,-..Rra? ¿UNA CAU'A.

INTERNA O EXTERNA QUE D N.NDOLE"LA MUERTE LA" ENNOBLECIESE? .;

Indudablemente que : él dolor, penetrando hasta LO irásprofundo de su alma, había abierto ancha herida en ; . sti:cöiä-zón:la pobreza de su condición la ahogó avecescon:SUs..'estre-checes; la sobresalt la persecución de derodes 'y hnida. 'a Egipto. la entristeció el ,destiefro : 'y níás adri " el tunal de sil Patria, • • -pues con. su .0 fu_ ex-,9-cdx , en h4di3 de laS:inSidtaque 'tendieron a l'eu 'crisiö ' para ¡íer'clerie, cötnd profanadör 61)sábado,negador de los tributos, sediCioso .y blasfemo, las c illa-

, lignas interpretaciones de Su doctrina' s de sus milagros inásportentosos, , las rastreras envidias Sj lbs odios más enconadciSde cjne le hicieron . o.bjeto, anustiaron, afligieron y entriSWCieron_su tierno y maternal Corazón; y, sobre todo, la pasióny,nmee de , su.11ijo ,atraveso stl i alma con, un cuchillo i.aguli->simo de dolo;, el SobreviVk 'en 14 'tierra: ,älejaclade su amal,i1(r"lsima pres. eriçia corporal,:lbs cnidadds. ÇW 1 .a' iglesia' naCieliikeif,;las sangrienta§ perSeciiciones que ! hacían f(za en, lo ma $e,„lecto del redil cristiano- y la' PróXima'déstrucción de . su patria.parece que debían, ir,, :scaliando y Inmandb,la. precOSa exir,tencia de Maria :'a.. 'Mujer de doldzes ., la *Mar:,.. 1; emSrgo, fi!t1,," tir de los mártires, sensible a iodos los dàlores i que ,abunlärbteniente y sin: tregua de un : momento gay,erOxi fueinmune a ,todos , los otros efectos dçt; 4910r; pues por vivo que,fuese, en ella ni enajenó; ni. amenguó siquiera el sentimientpi.por. ,fuerles. y, dnros, que fuesen sus golpes,, 139, abatió su consr,tanda: en ellaRce sumen-11,Q de, la, agonía del Hijo amadísimrnantAvose•,en :pie ( con, ánirnins generoso ;qué :lodos( losmártives‘4I,espierta y , atenta á todos lps:dolores,,de , ,leisgs, :;,,1

Estas abservaCiones„prueban qee el fdolor. np ,éjer„ció,.sRribre María ¿u to- tal acción, .sino que, por especial gracia qu'e'cbj,su organismo inmune de,tod9s , áquellos, efectos que no , r41-k.f ! !

necesario-sal mérito. Porque de lo ccmtrario, ¿cómo sobrevi-vió a, la, mugle ,de, su Hijo cuando cualquiera de tos dolorpde su vida por su exquisita sensibilidad y por la grandeza del

ibbjetoi y der inotiVo era más qué suficiente para quitarle la vick?Pórcesta'razón creo 'que iii la enferMedacLin la vejez (la

9Pinión-iriás Córrairi es que María vivió setenta y dos años')resfrió Sít corazón; 1 .161TIO de los encendidos afectos con queamó a su bids e Hijo,ni Obscureció la luz dsu inteligencia enla que'antes qúe en • la carne Concibió al Verbo, ni enervó laenergía de su Voluntad;-ni enflaqueció sus fuerzas, ni afeó surostro; ni deterioró ni aviejó aquel inmaculado cuerpo en * cuyöseno se hiCieron las paces cori--él mundo, 1-iniéndose DioSpersonalmente a la naturaleza humana. No llegó, pues, a ellala muerte' por los pasOs . de la enfermedad o d e' la decrepitud,sino que Otra causa Más noble deSligó sti jalma por brevetiempo de las ligaduras del 'cUerpo:murió de amor. En tonsti-nancia con estas ideasSan Alfönso Maria de Ligorio, en el i&gundo . serrnón de Asunción, describe la Muerte' de Maria'tiiestos términos': " Llegó 'la 'muerte, noi enlutada y triSte,'coititiviene de . ordinario; sino' reVestida' dé luz y alegría, o 'tnefdrdiremos, que el amor divino cortó el estambre de tan ivecids''Vida, y que, oyéndose cónvidar . de su" duleisitno 1-lijó a eize leSiguiese,inflámada en' el fiiego de la ,cáridadY'exhalandó SuS,fpiros:ardenttsimos, da uno mayor - y mas arden. tiSlino, con e¡cual expira, Volando al cielo su alnia'pzirísiMa; 'donde por Silklbs Sin fin triunfa y triunfará Como Reina y Sefióta de forróló criado:"

LA INMUNIDAD DE LA . CONCUPISCENCIA QUITA:A LA H• MUERTE SU FINALID'Al) .

La muerte, además 'de' seiliena,'es' el reinédio, destruyérii.dola, de la concupiscencia (amor desordenado de bienes Sensibles y desordenada fuga de los males) que radica en el Cuer

4po y comó cualidad 'Perversa del mismo causada en él 'por elpecado original lo hace cuerpo de pecado, como lo llainEr'SaiiPablo, é inepto para el reino .de los cielos. Ei tat la fuerza déesta concupiscencia o de este' desorden que, previniendo s eired() diCtarneii de la razón' y lä libre determinación dé la'Vo;;.l 'untad, no 'n 'os deja hacer él bien que qUertMciS y nosal mal qué bdiamOs:(cOilStis bi'adiaS 'Para el ' bien sensible

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tobardias para el espiritual, con sus fervores -para los bienestransitorios y sus tibiezas para los eternos, tienen como cauti.vado el espíritu. Esta interna lucha es tan intensa y continuaque no deja un momento de descanso, tan pesada hace la vidaque San Pablo exclama: ¡Oh qué honibre tan infeliz soy yo!¿Quién inc librará de este cuerpo de muerte? Es esta concupis-cencia el manantial y el foco de todas las rebeliones y pecados¿De dónde nacen las riñas y pleitos entre vosotros? ¿No es devuestras pasiones, las cuales hacen la guerra en vuestroseiembros?

Esta inclinación al pecado está tan connaturalizada connUestro cuerpo, que aunque mitigada y mortificada por la prác-tica de las virtudes y los sacramentos, especialmente la Euca-fistia, medicina de esta crónica enfermedad, no se extinguesino por la muerte. De modo que la muerte no sólo es penapara el pecador, vindicación del honor divino, sino tambiéndestrucción de la concupiscencia, y corno tal deseada y ami",da por los santos.

El cuerpo de María como no infeccionado por este virusni empañado por este yaho maligno, como instrumento tenidóneo del alma, cooperador tan eficaz de sus obras y no me-nos que el alma contrario a la serpiente y a sus obras, no te-nia cuenta alguna pendiente con la muerte, ni la muerte teníanada que vindicar, ni impurezas que purificar. .Córno ni ima-ginar siquiera que un cuerpo tan santísimo, cooperador tanapto del espíritu había de ser arrojado como cosa inútil a loshorrores y descomposición del sepulcro?SO DIGNIDAD DE MADRE DE DIOS PIDE COMO DECOROS.

:CONVENIENTE LA EXENCION DE LA COMUN DEUDA.Por las.razones expuestas queda demostrado que, pi com9

pena, ni como remedio de la concupiscencia puede admiti s,eJa muerte de María, ni como defecto de la naturaleza, queaunque es verdad que el organismo por ser compuesto llevaen si los gérmenes de la disolución, estaba dotada de inmorrtelidad, por especial privilegio consecuente al de su hueca-

Itidad e inmunidad, y que no hay moti y,o alguno para creerlo

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derogado en María, sino nuevos y especiales que lo reclaman,como la Maternidad divina.'

Jesús estuvo unido a María con las estrechas relaciones dehijo con su madre, que más que físicas (con serio tanto)Sonmorales, y tanto más intimas e intensas cuanto las personasentre que median son mis nobles .y elevadas.

Ahora bien; si en atención a que sería Madre de Dios nola manchó el pecado original, ni el contagio de la concupis-cencia la afeó cómo suponer siquiera que aquel cuerpo puroe inmaculado, después de haber sido sagrado templo dondepor nueve meses habitó la Sabiduríi Divina, santo tabernácu-lo y virginal lecho donde celebró sus bodas con la huma-nidad, había de ser pasto de la corrupción?¿Cómo sería posi-ble que aquel seno en que tomó nuestra naturaleza Jesús; enque reposó más gloriosamente que sobre los querubines,-aquel regazo en que descansó, aquellos labios purísimos quetantas veces le besaron, aquellas manos que tan tiernamentele acariciaron, aquellos ojos que tantas veces le hablaron ellenguaje que sólo saben las madres y sólo entienden los hijoshabían de experimentar los horrores del sepulcro y convertir-se en polvo? Diré con San Agustín: Sentiré non valeo, dicerePertimesco, no puedo pensarlo, me horroriza decirloLA VICTORIA OBTENIDA EN MARIA POR JESUCRISTO EXIGE

COMO PARTE INTEGRANTE SU ASUNCION GLORIOSAEsta- victoria está profetizada en el Génesis, 111, 1 5-por lari-

conocidas palabras "Enemistades pondré entre tis serpiett.c.e) y la Mujer, entre su descendencia y la suya-y ella quebran-tará tu cabeza".

Que estas palabras se refieren a Jesucristo y su Madre, misque probable, es del todó cierto, pues en la, Bula dognititiceIneffabllis Pio IX dice que los Padres y escritores eclesiásticosenseñaron "que en este divino oráculo p/ara y manifiestamente,fue setialado el misericordioso-Redentor del linaje humano,-a saber, el- Hijo Unigénito de Dios-Cristo Jesús y su Bienaven-turada Madre la Virgen Mariwy al- mismo -tiempo' admirable-mente expresadas las enemistades de ambos' con el diable."

— lo—

Estas enemistades por ser tan ptofundas e irreconciliablesexigían que nada hubiese de común entre Maria y la serpien-te y por ser tan completa la victoria por parte de María exigeque nada haya en ella que sea efecto del predominio, aunquemomentáneo,.(le la serpiente sobre ella; por lo que, siendo lacorrupción del sepulcro (aunque la Muerte, además de penadel pecado, puede ser materia de mérito y medio para triunafar del enemigo y como tal sufrida por Maria) efecto exclusivoy remedio del pecado, experimentándola Maria, r10 hubieretriunfado, sino que hubiera sido derrotada por la serpiente.

Además hay otro argumento tomado de la economía generalde la redención y que en el terreno de la conveniencia lo juzgodecisivo. El trinufb de Jesucristo sobre el demonio, aunque se-gún los merecimientos eficazmente habla sido reportado pärpasión y muerte, necesitaba para su efectividad que hubiesepersonas que lograsen los frutos de la redencióir. --Suponga-mos, por un imposible, que, a pesar de tóda la eficacia en cuanto al merecimiento de la pasión y muerte del ' Señor, ningunacriatura humana hubiese sido redimida, ¿no es verdad cjile.inäsque para gloriarse era para apenarse la inutilidad del esfuerzoy del merecimiento? Y si hasta el fin del mundo se demorase laglorificación de todos los cuerpos (parte también de la reden-ción), ,tio es verdad que pudiera gloriarse el diablo de tenerla-lo el imperio de la muerte a tódos,los escogidos?—Pero 'se dirá;Jesucristo triunfó en la naturaleza humana corno Cabeza de losfieles y con él triunfamos todos los que formamos su cuerpoMístico. Indudablemente, pero no cómo redimidö, (qu' e es delo que se trata) sino como Redentor y esperanza para nosotiers.--ey en quién mejor que en su Madre y corno consecuencia delas otraS redenciones previas de que la hizo objetó, podía triunfar de una manera definitiva y total y levantada contó banderade victoria ' sobre el común enemigo y como feliz iniciacióde nuestra completa redención? .1\lo parece estarlo indicándbaquel grá n prodigio que apareció en el cielo: La Mujer Vestidasde sol y la luna debajo de sus pies su cabeza coronada de doceeSirollas,simbolo de gloria e inmortalidad?—'Fr. Juan állabert.

pönde murió la santísima Virgen?•

Efeso y Jerusalén reclaman para si la gloria de poseer el sepul-cro de la Madre de Dios.

Acerca de esto se disputó, no poco a fines del siglo pasado„ Al-gunos autores antiguos y no pocos modernos afirman que la VirgenMaría entregó a Dios su bendita alma en Efeso; en casa de Pa-uághia-Capuli, siendo enterrado su cuerpo santísimb en BulbUl-Dag(Monte del ruiseñor).

Generalmente los autores antiguos y la mayóría de los modernosadmiten como cierta, al menos en cuanto al fondo, la tradición consignada por Juvenal, trasmitida por los patriarcas de Jerusalén Mo-desto y Sofronio y por San Juan Damasceno.

Esta tradición pone la residencia habitual de la Virgen, despuésde la muerte de Jesucristo, en Jerusalén, y algunos pasan más ade-lante y dicen que la casa santificada por Jesús en su última Cenafud la morada donde habitó la Sma. Virgen después de la muertede su Hijo. Es cierto que allí descendió sobre ella y sobre los Após-toles el Espíritu Santo el día de Pentecostés, y en aquel mismo lu-gar había sido elegido antes San Matías para reemplazar al apóstoltraidor, quien, según opinión probable, allí había comulgado sacrí-lega m ente .

San Juan Damasceno (676-754) en su sermón segundo sobre lamuerte (Dortnidón) de la Madre de Dios asegura que, según an-tigua 'tradición los Apóstoles se hailaron en Jerusalén al tiempode la muerte de la Virgen, la *cual entregó a Dios su alma entre Cantosde ángeles; que fud enterrato en Getsetnaní su sagrado cuerpo,el cual habiendo deseado ver Santo Tomas que no había presencia-do su muerte ni su entierro, los Apóstoles mandaron abrir el sepul-cro, y no hallando más que los vestidos en cine habh sido envitelto,se persuadieron de que aquel cuerpo inmaculado e incorrupto habíasido trasladado eón su purísima alma ä los cielos, antes de la co-mún reSurrección de la carne.

Dejando a un lado la parte teológica de la Asunción de María y' refiriéndonos sóló a la'hi'stórica en cuanto afirma qüe la SantísimaVirgen murió y fué ' sepultada en Jerusalén; parece podemós *concluirque tal aserción tiene en su favor razones de mucho peso. • '"rr.

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La existencia de María de tal modo quedó unida a la vida de SanJuan Evangelista desde la muerte de Jesucristo, que al DiscípuloAmado cupo la singular distinción de serle confiado el cuidado dela persona de Marta para velar por ella como hijo por su madre des-amparada, y no hay duda que el Discípulo Amado supo cumplircomo bueno tan grato deber, timbre de, gloria, privilegio y premiosin par de su virginidad y pureza de afectos.

Ahora bien; San Juan no se estableció definitivamente en Efeso.hasta, después de la muerte de San Pablo, acaecida el ario 67 de laera cristiana, cuando la Santísima Virgen, si viviese, debiera tenercerca de noventa arios.. Luego para quien considere la distancia deJerusalén a Efes°, fácil será cemetuir, que María vivió en Jerusaléno en otra ciudad de la Palestina; de no darse pruebas de que la Vir-,gen superó esa edad y de que ibubo causa poderosa que la obligarea abandonar aquellos lugares, santificados por e dolor augusto desu Hijo, por la sangre, pasión, muerte y resurrección de Jesús,y al separarse de tantas personas amigas y tan fieles al Re-dentor como había en 4erusal6n y sus cercanías en dende hasta ladestrucción de la ciudad ,deicida (7a) disfrutó la naciente iglesia derelativa calma aun en medio de- las persecuciones ,contra ella promo-vidas.

Esta argumentación recibe mayor fuerza, si se considera la con-ducta observada por San Juaivorno adelante veremos,y si allende deesto consultamos la tradición desde los tiempos más remotos, llegare-mos:a afianzarnosmás en la misma conclusión.

Jades de entrar en materia no desagradará a nuestros lectoresuna pequeña digresión acerca de las relaciones de Jesús con la fami-liaudiZebedeo, de la situación ecoiröinica de ésta y de las especia-les prerrogativas con que distingió a San Juan para comprender ine_

jor. cómo Jesucristo, aun teniendo parientes cercanos, confía el cui-dadoile su Madre al discípulo Amado.

Durante la vida pública de Jesús, acompariáronle algunas santastateres„que le servían y suministraban de sus bienes lo necesarioparael ¡Divino Maestro y sus Apóstoles — Asilo afirman San Lucas(V11l, 1-3.) y San Marcos (XV, 40-41). Estas piadosas mujeres fuerontaunkieles al Santo Maestro, que no se separaron de Él, ni aun cuan-

tyiendlente entre el ziele y la tierra y vilmente escarnecido y de

Ameos abandonado,, le vieron morir en la cumbre del Gólgota.(Centiteuarä) Fr. Miguel López.

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5AN,p,RAMÓN NONATO

La mayoría de los Santos que se veneran en los altarestienen su devoción localizada en algunos sitios determinados;pero hay algunos, cuya veneración es más o menos extensaen la Iglesia, y uno de estos es, sin duda, San Ramón Nonato

La devoción que se le profesa es sencilla y espontánea, yse mantiene en pie sin necesidad de propaganda literaria: vi-niendo a ser así como algo de herencia atávica, impuesta por

una de esas leyes naturales que contribuyen a la formaciónde la familia entre los-cristianos: es Imestro . Santo Taamatur-,go Como un amable ayo y protector, bajo cuya tutela se for-ma y desarrolla el hogar doméstico, bendiciendo lapara que pueda llegar a los beneficios del agua regensr4cloraque la incorpora en la Iglesia, y alcanzando'del.Cielopara que_ sus clientes logren, al terminar su misión en la tie-,rra, el favor de salir de ella fortalecidos con ,los santos Sacra-mentos.

el pueblo cuando nombra a San Ramon, suele ariadele, aveces sin darse cuenta, su sobrenombre de Nonato, creyendoque no hay más San Ramón que éste: el San Ramón por au-tonomasia; de tal forma que hasta le atribuye lo que del pro-piedad pertenece a otfos santos de igual nombre. De ahi elque en tierra catalana se le haya aplicado el antiguo romancede "S. Ramón de Peñafort": "San Ramón,-Gloriós", que can-tan por las calles los chicos, y en sus tareas domésticas,dueñas y criadas:

San Ramón Nonat,fill de Vilafranca,confessor de Reys,de Reynes y de Papes.Confessaba un Reynue en Pecát estaba;lo pecat es gran,

• San Ramón ploraba.

—El pueblo es inexorable en sus refranes; y estas coplasconstituyen como un refrán en Cataluña; refrán que es inútilpensar en corregir, porque, para el pueblo, San Ramón (pesea los de Portell)ha de ser de Vilafranca del Panadés y confe-sor de reyes y papas, a pesar de no haber él en su vida trata-do a ninguno de los últimos, y siendo muy dudoso que con-fesase a- los primeros.

La popularidad Je S. Ramón se extiende a todas las cla-

n

ses de la esfera social: altos y bajos, pobres y ricoS, todos lerinden culto de veneración y vasallaje de fidelidad. La histo-ria nos certifica de la devoción que le tributaban en los tiem-pos pasados los soberanos de Francia, España, Portugale Italia, y el último rey de Nápoles (Fernando) le quiso de-'clicar un suntuoso templo, exclusivamente raimundiano, cu-yos numerosos altares debían estar todos consagçados a lospasos principales de su prodigiosa vida.

Esta veneración reviste en cada lugar el carácter y fisonomíade sus devotos: en unos puntos es fastuoso, magnífico y aris-tocrático; en otros, sencillo y pueblerin A; haciéndose notarsingularmente este matiz en el grandioso templo que encierrasus venerandas reliquias, en cuya comarca se le tributan actosde veneración semejantes en todo a los que, en otros lugares,son peculiares de S. Antonio Abad.

ORIGEN DEL CULTOEn el archivo episcopal de Solsona existe un documento

original de 8 de Junio de 1245 en que se hace donación a SanPedro Nolasco de la iglesia de San Nicolás y sus aledaños en, e1 término parroquial de Portell (Lérida) para que pudiese edi-ficar allí un convento. La' tradición rnercedaria asegura queantes de 1255 estaba ya hecho el convento, que Nolasco de-

a San Ramón.

Esta dedicacion del edificio bajo /a advocación del Santoes título canónico de culto público eclesiástico, como lo eraasimismo la exposición del sagrado cuerpo en la iglesia y suveneración por los fieles.

A pesar de que ya estaba entonces introducida la canoni-zación solemne, la mayoría de los santos y beatos de aqueltiempo no obtuvieron más que la equivalente, por medio dela adquisición de actos de culto, reconocidos tácita o expresa-mente por los prelados ordinarios; y así sucedió en nuestro

-caso.Nos llama la atención lo que en 1595 escribía el benedic-

tino belga Arnaldo Wion, diciendo de nuestro Santo:" Frater

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Sanctus‘Raymundus Nonat.... a Gregorio Papa • IX. in lertiaCardinalium ,creatione, anno 1 234. Pontificatus sui octavo>mense Decembri, Romae facta, Diaconus Cardinalis,Tituli San Eustachij renunciatus;ita vixit ut post mortem Sanc-torum Catalogo admitti dignus fuerit".(1)"Esta afirmación esreflejo de una antigua tradición que aseguraba que había sidocanonizado . solemnemente por Gregorio'IX o por ei antipapaBenedicto XIII.Pero no existietido documento pontificio que locompruebe, ni figurando su oficio en ellreviario primitivo dela Orden, lo único que puede tener de verosímil esta 'tra-dición recogida por Wion es que el antipapa Luna pudo au-torizará el culto que ya se le tributaba, pero sin documento ysolo vivae vocioraculo. Por eso cuando en 1625 Urbano VIIIpor su bula Salvatoris 4et- Domini 1Vostri, etc. concedió -a laMerced el oficio del Santo, le supone ya canonizado y le lla-ma tres veces Santo excluyéndole de los decretos generalespoi- él mismo dictados que mandaban instruir proceso sobreel culto inmemorial y prohibía darles este título hasta que fue-sen canonizados solemnemente o incluidos en el breviario ro-mano con rezo para toda la Iglesia (2); privilegio que obtuvonuestro Santo a 13 de Agosto de 1639 por el papa Cle-mente IX.

SU NOMBRETodos saben que Ramón es la forma catalana del latino

y çastellano Raimundo, pero lo singular y notable es que en,Castilla,:en donde los escritos, hasta el siglo XVII (v. gr, Gui-Merán,Rodriguez de Torres, etc.) llamaban a nuestro Santo,Rainundo; desde principios del siguiente se generalizara eluso de llamarle Ramón, uso adoptado y generalizado por losescritores más clásicos de aquella época, Lope de Vega, AlonsoRepón, Tirso de Molina, Marcos Salmerón,etc. etc. autores to-

(1)'Lignum vitae... Venetijs, a pud Georgium Angelerium. M. D. X. C. V." en el libroI. cap. 87. pág. 121.

(2) Vdase esta bula en el Buiario de la Orden, pág. 242.(3)Bul. Otd. pág.341.

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dos que al resto de los que »llevaban igual noinbre en Catalu-ña los llaman invariablemente Raimundo.

A qué fué debida esta adopción "de un nombre catalánen el léxico de Castilla? No lo sabemos. Tal vez porque en-tonces fué cuando, con la extensión del oficio canónico - delSanto, se propagó más fuera de la antigua Corona aragonesaa veneración del Santo. y en ella los escritores castellanosdieron en repetir su nombre en la forma que se usaba en loslcódices catalanes por ellos seguidos al redactar sus memoriasbiográficas del Santo Cardenal.

Este detalle no tiene más importancia que la de una meracuriosidad filológica, que distingue a San Ramón Nonato del

• resto de los santos de igual nombre, los cuales han conserva-do su denominación en la forma primitiva y castiza del idiomacastellano, que es la latina de Raimundo.

SU APELLIDO

En el siglo X I II, aunque había apellidos, eran muy po-cos; siendo la casi totalidad de ellos el nombre del padre; deforma que los nietos coincidían frecuentemente con sus abue-los en nombre y apellido. Ejemplo: Pedro López; su hijo, Ló-pez Pérez; su nieto, Pedro López; etc. etc. Esto se ve en losdocumentos de la época, y no necesita más pruebas para loseruditos. Había sí nombres de lugares donde radicaba la casasolariega, y de ellos tomaban el sobrenombre los mayorazgos,quedando los segundones y siguientes con los apellidos deri-vados del nombre de sus padres. Así hallamos. v.gr .en Catalu-ña la familia notabilísima de Cervera, cuyo tronco era Guillénde Cervera, su heredero, o mayorazgo, Ramón de Cervera, ylos demás hijos, Arnau Guillén, Juan Guillén, etc. De ahí ladificultad de poder nosotros identificar en los documentos con-temporáneos los nombres de gran número de personajes,y ennuestro caso el de San Ramón. Según códices antiguos, quecitan los historiadores, el apellido de este Santo es Sarroy ySeguers. Este último lo he leído en varios pergaminos del si-glo XIII y el primero parece estar confirmado por la tradición.

9Sin embargo, como era poco usado el apellido, ignorä ndose elnombre del padre de San Ramón, será aventurado buscar suirnia para identificarla en los documentos de la época, y haceaun más dificultosa esta fecha el sobrenombre con que se ledesignó desie aquella edad, o sea el de Nonato. Zumel, cuyaautoridad en historia corre parejas en la de que goza en teologia, escribía en 1588: Nonnatus vocatus puit, et appellatus..Et idcirco semper a pueritia id cognomen accepit _ut .vocaretir rhymuuda; NounVu;.(1) Este apelativo o mote creemosin embargo, que no debió adquirir carácter oficial hasta des-pués de la muerte del Santo; aunque, tal vez, en su vida alguien le diese calificativo en el terreno del cariño que susdevotos le profesaban,

LA FAMILIALos Duques de Cardona tuvieron siempre un amor como de

familia a la Merced,y por ello escogieron para panteón domés-tico la iglesia mercedaria del Puig, y Guimerán, que tomó allíel hábito hacia el año 1550, recogió la tradición de que los du-ques se confesaban deudos de nuestro Santo.E1 hecho de habermuerto en el Castillo de Cardona es confirmación de esta tradi-ción,la cual viene reforzada por un antiguo códice de las vidasde los Santos de la Merced, copiado en 1400, por fray Pedro deSammes y conocido con el nombre de Códice de Gerona, eicual dice: De noblea proxehia.

De la nobleza del Santo no puede dudarse, porque losmercedarios,Lomo caballeros, en el siglo XIII debían necesaria-mente reunir esta condición.

LAS TRES CORONAS

Las tres coronas que se colocan en la palma del Santo sonlas tres laureolas o aureolas de Bienaventuranza especial deque hablan los teólogos: martirio, virginidad y doctorado. Al-gún artista moderno le ha puesto las 'de espinas y de rosas conque dicen los historiadores le coronaron Cristo y su santísi-

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(1) De vistis Patrum. Salrnantical, 1588.

sima Madre en premio de haber cubierto la cabeza de unmendigo con su capelo cardenalicio. Pero es un error, puessiempre se representaron como tres coronas de oro,a semejan-za de San Pedro Mártir y San Angel Carmelita.

LA PALMA

Aunque no acabó la vida nuestro Santo en el martiriose le representa con la palma de mártir; y así se canta en suoficio propio; ¡O beata anima, quam, etsi gladius persecato-ruin non abstulit, meritum tarnen marlyrii non amisit!

LA CUSTODIA

Pero el simbolismo más esencial de San Ramón es lacustodia del Santísimo Sacramento, en memoria de la mila-grosa Comunión que al fin de su vida recibió como viático.

En el Diario de las revelaciones de la sierva de Dios, SorMaría de la Santísima Trinidad, mercedaria en el convento dea Asunción de Sevilla (1653), se lee en los días 30 y 31 deagosto de 1630: " Mientras la Comunidad decía los Maitines,vido Sor María a Nuestro Padre San Raimundo Nonato; y asícomo le vido le cantó el himno Sacris Solemniis, y de quelo hubo cantado dijo: ¡Qué lindo que venis, Santo glorioso,con el Santisimo Sacramento! Dijo que venía con él en lasmanos; y luego cantó estas coplas: Cantan los ángeles en elcielo, etc." (1)

Por eso a este glorioso Santo se le suele invocar para morir con los Santos Sacramentos.

SU SAGRADO CUERPOVenérase sobre el altar de la capilla o camarín situada a

espaldas del altar mayor de su santuario en el término municipal de Portell (Lérida). Su autenticidad está corriprobadadesde los tiempos más remotos hasta nuestros días, y Dios loha confirmado con estupendos milagros.

En una lápida incrustada en una de las pilastras del tem-plo se hace mención de uno extraordinario, que refiere más

(1) Vida de la sierva de Dios. Roma 1912, pag.108,

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por extenso un pergamino del convento en la siguiente forma'"En el día de San Miguel, de mayo de 1644, pasando una

compañia de soldados con un Maestro de Campo,y el Veguerde Cervera que les acompañaba, delante de este Santuario,quisieron entrar a ver el cuerpo del glorioso Santo,y a la ma-nifestación de aquel, que les hizo el P.Comendador Fr. Fran-cisco Colomer,se oyó una blasfema voz de un soldado lute-rano, llamado Lacor,quien se burlaba de las santas reliquias.¡Oh caso prodigicso! Al instante que el luterano prorrumpió enla blasfemia se abrió la tierra, quebrándose por medio unalosa,y tragándose a dicho luterano (como a Dathan y Abiron,que murmuraban de Moisés). Le juzgaron ya muerto; levantóla voz el que bajaba ya al profundo con la pérdida de sualma, clamando y diciendo: ¡Creo en San Ranzón y en sussantas reliquias! y luego cesó su descenso. Acudieron su scompañeros, quienes le sacaron del grande hoyo en que es-taba hundido; convirtióse a let santa fe y quedó muy devoto alSanto bienhechor, tomando para su memoria algunas meda-llas y velas del Santo; y para recuerdo de tanto prodigio sedejó la abertura del hoyo cerrada con reja, como se ve aqúipatente".(1)

LA CAPILLA DEL CASTILLO DE CARDONA

En 1681 la Duquesa de Cardona, Medinaceli y Segorbe,descendiente directa'Ae los antiguos Vizcondes de Cardona,cuyo apellido Folch ostentaba, mandó construir una Capilla enel lugar del Castillo de sus ascendientes en que había muer-to el Santo Cardenal. (2)

Pero esta no fué la primera capilla que allí hubo, pues yaexistía en el siglo XVI, como lo afirma el Obispo de RosseFr. Gaspar Rodriguez de Torres,' (3):que hablando del milagro-so viático escribe: "El señor ordenó se hallasen presentes almisterio los excelentísimos Duques de Cardona, en cuya casa

(1)Vida de San Ramón, por Don Ramón Caraps, Barcelona, 1902. pág. 168,(2) Cainps, 1. cit. p. 170.(3) Agricultura del alma. Burgos, 1603. fol. 112,

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yendo, el santo Cardenal a Roma, que hasta en .nuestrostiempos lo testifica el aposento, hecho capilla y estimado enmemoria de tan célebre suceso."

Según esto debe creerse que esta primitiva capilla debió deser profanada durante las guerras que asolaron a Cataluña enla primera mitad del siglo XVII; y lo confirma el hecho de quecuando en 1681 la expresada Duquesa doña Juana Ramón deFolch erárió a hacer investigaciones en el castillo para descu-brir el lugar en que el Santo había fallecido, estaba el aposen-to convertido en cuerpo de guardia de la fortaleza.

En estos últimos años ha sidorestaurada de nuevo, restitu-yéndosele el retablo de 1681, que afecta la forma de diptico,con bajorrelieves tallados en madera representando los pasosprincipales de la vida del Santo.

EL RETABLO OTICO

En el expediente instruido en 1612, para probar la existen-cia del culto de nuestro Santo, se -flescribe un ,:retablo antiqui-Si sno con los pasos principales :de su vida 'pintados sobre ta-bla, en seis cuadros divididos en dos cuerpos separados entresí por una hornacina con su estatua en madera.

En 1670 el P. Felipe Colombo nos :repite su descripcióncomo de objeto existente en su tiempo.

Por aquellos arios se construyó la iglesia actual, y es' decree- que ese retablo, como mueble de pequeñas dimensiones'seria retirado de la capilla mayor o presbiterio y se le arrin-conaría en alguna capilla lateral. El poco o ningún aprecioque en los siglos anteriores .al XIX se daba al arte fué causa deque ese precioso recuerdo histórico monumental Ae la vidade San Ramón desapareciera. Nosotros creemos que no seríadestruido por mano profana y que,'a lo sumo, debió de consu-mirse por el tiempo. Quién sabe si algún anticuario lo _adqui-rió, y hoy tal vez se halle en algún museo del extranjero...Todo podría ser.

Suponiéndole antiquisimo en 1612, le podríamos concederUll par de siglos de antigäedad, y auuque así no fuera, es crei

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ble que no bajara de siglo y medio, y que, por lo tanto, se 1pudiese adjudicar a mediados del siglo XV, época en que tantos retablos de esa clase se construían en España y cuyos restofiguran hoy en diferentes museos arqueológicos, nacionales yextranjeros.

LOS MILAGROS

A causa de ser sobremanera abundante esta materia, la d e .j aremos para el siguiente número. Rogamos a nuestros lectores y a los devotos de nuestro Santo Taumaturgo tengan abien suministrarnos nota de las gracias que crean pladosamentte haber recibido por su intercesión, con el fin de publicarlasen estas hojas y con el deseo de fomentar su devoción; porquecomo dijo el arcángel San Rafael, es cosa sumamente lauda-ble el dar a conocer las obras extraordinarias de Dios_ en su-criaturas, para honra de El y de los santos que se sirve tenepor instrumento de su misericordia.

Fr. Ramón Serratosa.

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2eIX

—Cuáles son los principales bienes de la humildad?—Noalgunos sino todos los bienes proceden de ella,pues, como diceSantiago: Dios resiste a los soberbios y da su gracia a loshumildes; y la Santísima Virgen dice en su Cántico que Diosderribó a los poderosos de su silla y exaltó a los humildes

—e; Por qué aborrece tanto la soberbia ? — Porque el soberbio es e nemigo de Dios, cuya gloria y bienes se apropiaenemigo de sus prójimos a quienes quisiera meter debajo delos pies; la soberbia es incompatible con la caridad.

— e; Hay alguna otra razón por la cual Dios niegue susfavores al soberbio ? — Porque le servirían para ensoberbe-cerse más, y, por tanto, para su mayor ruina. Nosotros aborre.cetnos también instintivamente la saberbia... al menos en losde más.

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— d Cómo nos encomendó el Señor la humildad ? — Conlas palabras m ás eficaces, sobre todo con aquellas tan tiernasy atractivas: Aprended de mi que soy manso y humilde decorazón.

---e; Qué consideración nos ayudará pura ser humildes?--E1conocimiento propio: somos, en cuanto al cuerpo, un sacode podredumbre que por todas partes se rompe y desata; lamayor hermosura es como el polvillo de las alas de mariposaque nos da asco si llegamos a t ocarlo .En cuanto al alma es-tamos envueltos en densas tinieblas de ignorancia y las pasio-nes más viles nos arrastran y turban continuamente. En el or-den sobrenatural, si algo bueno hay en nosotros, es obra deDios,pues no somos capaces para tener siquiera un buen pen-sarniento, sin su gracia.

d Cuándo debemos ejercitarnos en estos pensamien-tos ? — Todos los días, para que viendo nuestra miseria y ne-cesidad oremos con fervor, y no nos suceda como al fariseodel Evangelio, que, teniéndose por santo, nada pedía a Dios,limitándose a contar sus obras buenas, para ensoberbecersede ellas." Esto de los pecados y conocimiento propio diceSanta Teresa, es el pan con que todos 13s manjares se han decomer, por delicados que sean. Sin este pan no se podránsustentar".

Muy oportuno es también para convencernos de esta ver-dad lo que el Señor dice en el Apocalipsis a un alma tibia:Tu dices: Rico soy y lleno de bienes y de nada tengo necesidad;

3, no conoces que eres un cuitado y miserable, y pobre, y ciegoy desnudo. Yo te aconsejo qu e cbmpres de mi oro afinado enfuego, para que seas rico, V te vistas de ropas blancas, y no sedescubra la vergüenza de tu desnudez ". Estos dones divinoslos hemos de alcanzar con la oración, y si no conocemos nues-r a necesidad y peligro, nunca oraremos con fervor. Para sa-ber orar ante la mai, dice el refrán tan conocido, porque elpeligro que allí se corre es el mejor estímulo para la oraciónervorosa . (Continuará)

Fr. Guillermo Väzquez.

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1?eiorno a ra.lgresia %[45{iccr

El más caracterizado de los Estados protestantes por su pasadogloriosísimo, y quizá también por s u porvenir, que al presente, pesea todas las crisis internas, es aun incontrastable su influjo en las .cin-co partes del globo, es Inglaterra. Por eso, ha de llamar nuestra aten-ción todo lo que pasa en ese gran pueblo, porque sabemos que hade tener resonancia en extensas zonas de la humanidad.

La crisis gigantesca que produjo la guerra en las sectas protes-tantes que, en resolución, era incesante pérdida de masas, originó elCongreso pan-anglicano de Lambeth, el alío pasado, proponiendoa las iglesias independientes la reunión o fusión de todas ellas con laEstablecida (anglicana). Pero la ambigüedad del mensaje y de susbases dejaba sospechar una añagaza y que el problema de la reunión se redujera a una absorción por la anglicana de las otras profe-siones protestantes.

Y los non-conformistas, esto es, los Bautistas, Congregacionistas,Metodistas (primitivos, unidos y wesleyacos), Presbiterianos y Mo-ravianos, no se prestan a ese juego, y han respodido que no puedenadmitir la reordenación de sus presbíteros por obispos anglicanoscomo claúsula de pacto, ya que el Episcopado, según ellos, no esesencial al cristianismo.

Son notables estas palabras con que termina la respuesta de lasiglesias independientes al mensaje de Lambeth como testimonio decuan lejos está por fortuna, el viejo servilismo sectario: «Nosotrosdeseamos ante nuestros ojos la visión de una visible, católica Iglesiade Cristo, y aunque no nos ha movido siempre igual sentimiento,todos nosotros pensaremos, trabajaremos y oraremos por su realiza-ción» (The Catholic Times, marzo 26 de 1921). Pero lo más impor-tante es observar que el movimiento reunionista va tomando un as-pedo del todo diferente y tiende a cambiar de eje, y el eje no es elanglicanismo, sino la verdad católica.

Existe el sentimiento, muy definido y robusto, de que para nadavale la reorganización puramente externa, de las iglesias, si no cuen-ta con el apoyo de la verdad. Está de Dios que siempre que se des-pierta algún afán restaurador en las decrépitas iglesias protestantessea en provecho de la unidad católica.

Así pasó con aquel famoso movimiento de. Oxford, 1825, donde

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espíritus seriamente investigadores, partiendo dé ' la regla de fe pro-testante, acabaron por desecharla y se volvieron a la verdad o, por lomenos, orientaron las ideas en ese sentido. Para qtie sea más cho-cante la semejanza entre ambos movimientos (el de Oxford y el de lareunión), no falta su Wiseman a estos significativos momentos.Como es sabido, el gran Arzobispo de Westminster era el encarga-do por Dios de encauzar la discusión de Oxford hacia las fronterascatólicas, y lo hizo muy fructíferamente en aquellas . conferencias deSanta Maria de Moorfields (1836) que son clásicas en materia de de-mostrar la imposibilidad humana de ponerse en práctica la regla defe protestante y lo razonable de la regla de fe católica (Biblia inter-pretada yj completada por la Tradición). El Wiseman . de ahora esun jesuita: el P. Leslie Watker. Cuan bien ha interpretado el valorde estos momentos, propicios quizá corno nunca a una simpática in-tel igencia, lo acredita la consideración de que el P. Walker es hoyfigura central entre las clerecías de los diversos credos; sus confe-rencias al .clero no-católico arrastra muchedumbres notables en cali-

dad y número, y r sus dos últimas obras: "El problema de la Reunión'Y "Nuestros hermanos separados" son estudiados con avidez y amorpor los clergymen y de una y otra cuerda. A esta aproximación ayu-da- mucho el estado general de la cultura inglesa; hoy apenas existe.-uno sólo de los mitos que fabricó la literatura antiromana del si-glo XVI.

Ningún inglés qu'e se tenga en algo toma en serlo lo de la Re-forma y los Reformadores. Principalmente entre el clero ,anglicanoabundan talentos de una talla demasiado grande para pasar por lachabacanería mental de la Reforma.

Son de interés en este lugar las manifestaciones que hace laSorth West Review„ de mayo último: "Lo que nos hace pensar esla misteriosa de la Divina Voluntad, al preservar al través de tantasvkisitudes el gérmen de la antes floreciente fe de Inglaterra. Estegermen ha sido perpetuado ya por la directa supervivencia de la an-t`gua Iglesia Católica, ya también porque ha vegetado en la mismaestructura del Establecimiento (Iglesia anglicana). Como por vía deparenfests, recordaremos que la Iglesia Establecida es, de todas lasfiácciones'protestantes, la 'de menor, cantidad . de protestantismo, que .difiere de las demás hasta en formular la regla de fe, que no es mero.exámen privado, sino que establece en el articulo XX el principio

(Continuará) FR.MARTIN ORTUZA.R

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ciRedeniptrix apttvoîit ni

Cuando María Pepa se unió a Juan Pablo, era una lindamuchacha, menudita, rubia, de rostro cándido y graciosa son-'risa; con el corazón lleno de ternuras y el alma de ilusiones;las primeras no pudo ahogarlas el materialismo frío y brutalde aquel mocetón de instintos bajos y groseros, pero estasúltimas cayeron como flores tronchadas por el vendaval, y laluna de miel de aquel matrimonio se eclipsó bien pronto traslas tempestuosas nubes levantadas por el carácter irascible deJuan Pablo, que arrancaba verdadera lluvia de lágrimas altierno corazón de María Pepa.

Un dia... Juan Pablo salió a mediodía; en vano aquella-noche le esperó su esposa, como acostumbraba, hasta la madrugada; amaneció un nuevo día sin que Juan Pablo volvieraa su hogar... la pobre esposa, desolada,corrió en busca de noti-'das temiendo una desgracia... llegó hasta la puerta del depó-

sito, en ninguna parte le dieron la menor noticia; volvió a sucasa, enferma; estuvo entre la vida y la muerte; no deseó mo-rir porque era buena cristiana y, además, era madre...

De aquella ilusión de felicidad la quedó t una niña.., peque-ño ser venido al mundo después de la desaparición de supadre, y en quien la pobre abandonada reconcentró todas lasternuras del alma.

Alejado de su hogar,cuyo ambiente de modesta dicha ycristiano recogimiento no bastaba a satisfacer sus depravadosapetitos, Juan Pablo vivió cuatro años esa vida de desorden ycrápula que, matando cuanto hay de noble en el hombre, hace

•a éste arrastrar un alma muerta dentro de un cuerpo miserabley corrompido; hastiado de buscar en vano la satisfacción deunos goces que en su fondo sólo encerraban la más amargadesilusión y el vacío ms desolador, el desdichado marido deMaría Pepa creyó encontrar en la ambición nuevas satisfaccio-

nes para su alma, sedienta de algo que no acertaba a com-prender que era, y se entregó al trabajo con el mismo afánque se líabía entregado al placer. Dotado • de inteligencia einstrucción, pronto fué distingido entre sus compañeros de fá-brica y colocado en la Caja, gozando de la confianza de susjefes; su "posición se hizo desahogada; pero aquel bienestarmaterial tampoco llenaba sus aspiraciones, y cuando despuésdel trabajo llegaba a su casa, aquella soledad le aplastabacomo una losa funeraria y se decia:

— Está visto, que la dicha no existe y la vida no vale loque cuesta... ¿no sería mejor acabar de una vez?

Y en su desilusión, no viendo nada en el cielo ni en la tie-rra, la idea del suicidio empezaba a serle grata, con la tristePerspectiva del no ser.

Acariciando su rewólver se dirigió un día al campo enbusca de un sitio solitario, pero era día festivo e infinidad deniñas correteaban por todos los paseos; la vista de aquellosbulliciosos angelitos irritó más el espíritu descontento del in-feliz, que le dirigió sombrías miradas: Una pequeña, de tres a'cuatro arios, provista de un cubo y una pala de madera, seinterpuso ante él, haciéndole tropezar. Juan Pablo lanzó unainterjección, a tiempo que una mujer se lanzó a coger a laniña, que había caído al suelo, gritando:

¡Paulina ! ¡ Paulina !...El eco de aquella voz despertó en Juan Pablo un mundo

de recuerdos.Retrocedió como a la vista de un espectro y fué a

ocultarse tras el tronco de un árbol, en que se apoyó.Era María Pepa, su mujer, la que lanzara aquel grito y le-

vantaba a la niña entre sus brazos cubriéndola de esos besosapasionados que sólo salen de los labios de una madre.

Entonces recordó el miserable algunas frases dichas a suoído con la fr emte ruborosa_y la voz palpitante por aquellamisma que, sin verle, se alejaba con la niña en sus brazos,secando sus lágrimas con el fuego de sus besos.

¡ Luego aquella niña era su hija !...

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I Paulina ! ¡Se llamaba cómo el ! ¡ La esposa fiel habladado al fruto de su amor el nombre del .padre desnaturalizado!

La siguió de lejos; María Pepa había cambiado mucho, eldolor no pasa impunemente por un alma sin dejar las huellasen el rostro; ¡. la niña !... Juan Pablo no había visto nada se-mejante: era un angelito de Murillo arrancado del lienzo; susfinísimos cabellos, que la maternal coquetería de María Pepaadornaba con lindo lazo del color del cielo, parecian forma-dos .con hebras de oro, bañadas por la luz del sol, sus meji-llas tenían los tonos del nácar y la rosa, sus ojos azules ha-blaban y reían más que sus labios semejantes al . capullo de-una flor: Juan Pablo la contemplaba de pies a cabeza y sen-tía vehementes deseos de besar aquellas piernecitas sonrosadas y duras, calzadas con Mitas de paño azul.

Las siguió de lejos, hasta una casa pobre de un. barrioextremo; allí vivían sin duda, Juan Pablo se alejó diciendo

¡ Es mi 'hija! Justo es que yo la tenga; su madre nuncame perdonará, hará bien; ¡pero tengo el derecho de llevarmelo que es mio!

IIIMaría Pepa acostó a su hija, y después de darla un beso

tenue como la brisa que acaricia a una flor, se arrodilló unmomento ante la imagen de Nuestra Señora de la Merced, queera el principal adorno de su humilde cuarto, y con todo elfervor de su alma creyente y resignada:

¡ Velad por ella, madre mía ! — murmuró al fin de suoración —. Y confiada en su celestial protectora se dirigió a latienda en que le daban labor para atender a su subsistenciay la de su niñita.

Apenas había salido del portal cuando un hombre, ocultoAn el de enfrente, atravesó rápidamente la calle; y subiendol a ,escalera a paso de lobo, sacó una ganzua de su bolsillo, ydespués de cerciorarse de que nadie le veía, abrió la puertade la habitación sde María Pepa y penetró en ella, volviendo acerrar.

Era Juan Pablo, decidido a poner en práctica su proyec+ode_ llevarse a su hija.

Una vez dentro de la casa, Juan Pablo, que Se encontré enla mayor obscuridad, encendiö'una cerilla, y a su, luz pudoapreciar la pequeña vivienda, compuesta de tres 'habitaciones,sala, alcoba y cocina; se dirigió resueltamente ,a la segunda yvislumbró una camita dorada... el mayor lujo de la .casa, T'en-tre las ropas de ésta, im rostro Tasado, y rodeado de lizosde oro.

Era su hija !... Juan Pablo se precipitó hacia la cuna,pero la cerilla que la alumbraba, ,constimida entre .sus dedosle quemó, la arrojó vivamente y...

'Entonces ocurrió una cosa extraña, que !hizo, zekeular un

frío glacial por la epidermis del padre de Paulina. Sus piernastemblaron Insta, el punto de negarse a sostenerle y ,cayó derodillas.

Aquella habitación 'no estaba a ,obscuras como las ras.Del fondo de ella salía una, luz tenue,.azulada, que- ,Juanblo juzgó sobrenatural. Esta luz parecía emanar de una apa-riciöttceleSte, María Santísima, envuelta en Lblanco ropaje, yen cuyo pecho se destacaba un escudo rojo yero; 'tendía susinatrow.solue la ,o1bezede la niña dormida;.en aquellas manosmostrale anos grillos rotos y a sus:pies, en letras también lu-minosas el aterrado Juan Pablo leyó.

Redemptrix Ca ptivortmv! ,Ora pronobis !Lo vresuredía no tenla;sin embargo Inada •de sobrenatural.

Aquella imágen, regalada a María Pepa por la madrina de suniña, estaba bañada de una substancia fosfórica que la hacíatesplandecer en la obscuridad.

Pero Juan Pablo sólo veía aquella blanca imágen que,destacándose en la obscura habitación, parecía tender sumanto sobre la cuna .de .1a niña protegiéndola del ladrón quepretendía arrebatarla atcariño materno; las creencias que deniño le inculcaran, y qne dormían en el fondo de su corazóndespertaron tumnituosamente, y sus labios quisieron articular

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las benditas frases de la Salve; pero hacía tanto :tiempo , quena las pronunciaba que no supo, y sólo pudo repetir las pa-labras que resplandecian ante su vista..

Redemplrix captiooran, ora proroltis,i

Pasó un largo espacio de tiempo sin que Juan Pablo sediera cuenta de ello-, ni oyera el ruido de la puerta al abrirse,ni los ligeros pasos de María Pepa, que se dirigió a la, cunade la niña, guiada por la luz de la Virgen.

Al ver aquel bulto prosternado, María Pepa lanzó un-grito,que hizo al infeliz levantar la cabeza.

María Pepa temblaba violentamente. .Su primer impulsofué el de huir, pero era tan humilde la actitud de aquel hom.-bre, que cobrando valor se acercó a él.

Entonces, en aquellas facciones transtornadas :y cubiertasde lágrimas, reconoció a su marido.

Su corazón de madre adivinó la causa de la presencia deJuan Pablo-, y con un rápido movimiento se interpuso entrela cuna y él.

Pero éste tendió hacía ella sus manos suplicantes„. balbu-ceando. I Perdón, perdón !

Un sollozo subió del corazón de María Pepa 'a su gargan-ta, ý tornando en sus brazos a la riiriä que se había despertado, cayó de rodillas al lado de su marido, a los pies de . la-Ma-dre de la Merced, y con voz suplicante y los ojos llenos delágrimas, pero lleno también el corazón de esperanza, repitió..

¡ Redemptrix captivorun; ora prono' bis-11.,Julia 'O. Herreros

0VU,ø0oOOOOOOOOØ,øOOo..C•QCO,O.O, O%

eepaiia en Ylarruecos

• Un sensible revés sufrido por nuestro ejército de Melilla, donde unPrestigioso general que se habia distinguido por , su humanidadcon los

moros , pereció víctima de su confianza . en ellos, ha hecho que el proble-ma de Marruecos sea objeto de agrias diseusibneS en , España; rie) s61c;

entrelas familias a. quienes ha tocado la desgracia — afortunadamente

llenos numerosas de lo que en, un principio se temió sino tambiénentre los que pueden :mirar.los sucesos con mayor serenidad; no sólo en-tre las Madres, siempre enemigas . de las guerras, sino entré los , -hombres

que muchas veces exponen su -vida por mots fútiles.. La conservación del orden en el mundo, la simple administraci ón de

J usticia exigió siempre sacrificios dolorosos y los que.se encarga!' de velarpor ella saben . de antemano que su vida correrá Peligró Y que debenafrontarlos con serenidad. Sí no tuvieran valor para ello se "decidirían aotra profesión menos expuesta y no faltaría quien ocupara su lugar.• Pero ¿es necesario, es justo que nosotros vayamos a poner orden

en el Rif? Todas las naciones civilizadas,rennidas hace años en el ' Congre'

S9, de Algeciras, así lo juzgaron, y España se creyó rnny honrada con talcómisión, muy en armonía con su historia de centinela de la civilización'en cuya defensa luchó durante más de mil atios,salvando a Europa de labarbarie mus .ulmana,que pudiera haber hecho de ella lo que hizó de Africay Asia; un país desolado y cubierto 'de ruinas. No hay que decir quenosotros hubieramos rehusado el honroso encargo que se nos ofrecía, los'franceses, que 'tienen ya casi todo el Norte de África, 'hubieran. 'aceptado'

Con mil amores esa llave del Estrecho de Gibraltar, Y aun habria peligrode que sobre su posesión vinieran a las manos con ingleses y alemanes.r Pero (dicen los pusilánimes) los moros están en su casa . y nadie tiene

derecho a arrojarlos de ella: --NI nadie lb pretende. Sus propiedades 'par-ticulares serán respetada's por 'nosotros y por todos, como lo son en Es-Paria, y como 'no lo fueron jamás en el Rif, donde no existió nunca otroderecho 'que el del más fuerte.

D'e ahí nació precisamente la anarquía que allí reina hace muchos -si.

glOS y que parece connatural en aquellas gentes, para qúienes '1O másprecio.ado que hay en la tierra es un buen fusil, que no sueltan nunca de lanm n

' Pero (añaden los más humanitarioS,' anarquistas muchos de ellos, no-menos entusiastas de la dinamita que los moros de- la fusila) ¿Qué nos -im-

porta a nosotros que ellos anden entresí a tiros y qUeise -frian; si : no les-gusta el cocido? No parece muy humanitaria la . pregunta, y- a . la, ,larga se

quelos que así hablan por evitarse algún ararlazo,verian, c.Ciir gusto' .que

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estaba ajustando el precio de los . rescates,notó que toda la ciudad se po-nia en armas. ¿Qué pasa?, pregunta los principales--

---Es que el Sultán quiere venir a visitarnos. —¿Y por eso os albor°.taís? Nosotros los c istianos tenemos a grande honra que nuestros reyesvisiten sus ciudades.—Será, respodieron los moros, que los vuestros sonbuenas personas, pero nuestros sultanes son unos bandidos, qiiertó vie-

nen sino a robarnos y desollamos.Los paternales gobiernos que los europeos hemos destruídó étt Africa-

se parecían, como un huevo a otro, a los felices imperios que nuestros"abuelos arruinaron en Arnérica,en donde emperadores antropófagos seco.luían dulcemente a sus súbditos. Un escritor inglés se reja hace pocode la candidez de bis españoles que, entusiasmados con su einperadOr-Carlos V, en todas partes descubrían imperios; mucho más ridículos sonlos que a estas alturas juzgan a los tiranos africanos como si fuesen gobienios legítimos de naciones civilizadas.

Verdad es que los marroquíes no son indios, sino hombres de inteli-gencia no . menos robusta que sus músculos; pero eso hace más lamenta-ble todavía su estado. Si se amoldan un poco a la disciplina, y muchomás si tuviéramos la dicha de que abrazaran el cristianismo, dentro de pocoformarían un estado floreciente que sería la gloria de España, como hoylo son sus", hijas las repúblicas-de América. Si algo grande y hermoso hizo -la vieja Europa, es la civilización y cristianización del Nuevo Mundo y déuna parte del antiguo, y en esa Obra corresponde a los misioneros y los-dados españoles la mayor gloria, Los conquistadores no impusieron elcristianismo por la fuerza, pero aseguraron el camino a los misioneros' quede otro modo hubieran sido comidos por los salvajes, como varias veceshabía sucedido.

Este; además. de las ventajas materiales que de la explotación del Rlipodemos esperar, ,y de la inapreciable de ser dueños de la otra orilla delEstrecho, poniendo así a salvo nuestra frontera europea en la que unaguerra cualquiera nos hubiera costado más sangre y ocasionado más des-trozos-que treinta años de operaciones en Marruecos. El ejemplo de l0que acaba de suceder en Europa, es para que abran los ojos los que sÓlo,nriran al interés del momento, sin advertir que puede perderse en un día¡entiese ahorró en cien años,

Otto extremo debemos también evitar, al que propende la gran .mayo-tía de los españoles patriotas y amantes de nuestro porvenir, no menosque de nuestro pasado; el desear que la insurrección se ahogue en sangre,deireteturo- centuplicados- los agravios- que hemos recibido; no faltaquienabornint ya -de la blandura del Alto Comisario, Gen-eret Berengueey dermis allegado& Tal aspiración . podra-ser muy , mora y hasta muy, humo-itai pero no es , «elan& ni : digitede-un piteble noble y grande. Apasione

t 4

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‘19,e YeCinos se pelasen bonitamente. Es el prinCipio de 'no ihterrienciónfine se, rie de Jas 'desgracias del prójimo, 'mientras (loe a nosotros no -nostetten• ‘111,recta in e nt

lo$ .egOistas que así 'discurren *ignoran que hay, en pleno siglo XX,e.594.9 bä.ce mil años, tos moros cautivan y saquean a todo el que cae ensus manos, ya sean Pobres pescadores arrojados a sus playa por la tor-menta, ya náufragos que con inauditos esfuerzos escaparon de la muerte,O viajeros que llevados del noble afán de saber, o del interés comercialinenos noble, pero siempre legítimo, se aventuraron a penetrar en aque-lla 'madriguera. Esos atropello.s se fepetiaa hasta hace poco con demasía-4,414recuencia y de ellos eran víctima un dia los españoles, otro los . ingle-e5 y .otro los italianos o franceses. Si ahora son más raros n o es porqpe

1.9,S See.ü0s .4ayan Mejorado nau,clio ,(.1. e conducta, sino porque a cañonazoshace soltar la presa.tes no se contentaban ,con robar y cautivar a los que se acercaban0.5 .costas,siuo que , arinados eo corso recorrían todo el Mediterráneo y

:94de del Atlántico abordand& todo barco que no llevase artillería supe-rior a la suya y saqueando las costas de España, Francia e I talia, IleVando• sus mazmorras millares de .cautivos, que Jos Mercedaríos habían de redlrulr a costa de su sangre y de cuantiosas sumas reunidas -por la caridad

-de 'los fríeles. Hasta 1830 ,que los franceses se apoderaron de Argel era•Iina verdadera temeridad internarse en el Mediterráneo sin llevar .buenos

. ecafieries ton que.reiponder a la agresión _casi inevitable de los berberís-,e,os, que habían hecho de la piratería una profesión lucrativa.

el'iar qué 'los gobiernos europeos no pusieron termino antes a ese es-tado de cosas? Sencillamente porque .no podían. ,Los berberiscos estabanentonces .protegidos por los turcos, a quienes rendían vasallaje, y -todo el,po&r de jos eriAtianos apenas bastaba para contenerlos.

Muchos propusieron en España que el dinero de la redención de can-*os se gastara en escuadras y. cationes con que *reprimir a los africanos,f >esj .se . 'hizo varias veces, Pero 'fuera de la ocupación de algunas plazas-(que aun conseivarnoS) y del bombardeo de .otras,no se hizo cosa de pro:>gc119. ,¿Querrign los sensibles defensores de los rifefios que abandonara -OMS el terreno conquistado para volver a las andadas?.

'Otros hablau del despojo de que es victima el sultán y la nación ma-iroquí a la que aplican 'el patrón de las naciones cristianas. Los Menoslatinea ;reconocieron ,Otro soberano .q ne 1 os bandidos afortunados que

Ilevati al saquet»de las cäbilas enemigas, y ,que en estos últimos añosfueron el Rogui y-el Raisuni, cuya sumisión al Sultán .era .rneramenie (no-minal, ni a:tanto Illegaba. y s exatiltgoes no tenían mejor derecho ,a lasoberanía; 'dicho sea sin ‘agramiO de sauestao .a4ecino y huésped Muley

,redentof megcedatio del siglo XV,11 cuenta .que, mientras :él es-

---

inientos semejantes ,produjeron.en América , y . en otras ,partes escarmien-toseficaces y diScUlpables, Pero , que hánsido:exilalótados cdespuls . (y Y riársiempre por extranjeros) para fomentar el odio de nuestras coloniaSymar la leyenda negra con que se ha , pretendid o obs(;urecer nuestra hiStorfa.

Pr i Guillermo Vázquei; e' P,

UI

z:) •• '*i'v o

BALANCE TERRORISTA

TomatioS de un escritor, pör . ' cierto nada Sos pectidsó, lo sigulenti.referente a Barcelona: "A los cuatro años de actuar los terroristas et bazlance es éste: seiscientas personas' asesinadaS,miichos Millones perdidoS)muchos obreros expatriados, algunas fábricas cerradas para Siemplie: Más.,las cárceles llenas de hombres que podrían ganar el sustentó ' de 'Sää fa-milias, la banda terrorista deshecha y sus individuos en la cärcel acuSán-,dose unos y denunciando a sus gómplices, encubridores y amañaddrede coartadas" .

s ) t1: • LIQUIDACION, DEL REGIMEN BOLCHEVISTA

1„ Como se esperaba ya, en virtud de los, principios sociales ,y econaincos que informan el bolchevismo ., éste se halla en completa disOluCkití:Despues,de,los horrores de la guerra y de las internas discusioneS,. ftitiék,hambre sin precedentes devora la. poblaciónrusa.

: A las regiones de Brest-Litowsk y ,Piuslc afluyen diariamente mg 'äe

dos mil fugitivo«, Como las viviendas se hallan destruidas, los .lauieTic9.4se cobijan en agujeros hechos en la tierra. .,

Las mujeres de rodillas imploran alimento> siendo horrible el, cuedrp

de tantas mujeresy, niños famélicos ,y astrosos, la . piel cubierta d e . ljagiaarrastrándose hasta su mísero agujeró para terminar en él ` s(u. triste Odisea,

La situación es tan grave, que ni el inmediato envio de socorros; :6'0-1la dificultad de los transportes en aquella región, podrí impedir que tul

t!)llares de personas perezcan de hambre.

Lenín, espantado de su obra, : se propone abandonar la direceióndelaveriado bolchevismo. .k •

LA CARIDAD INAGOTABLE .DEL PONTlFICE ,, z

El Papa ha dirigido .una carta, al cardenal secretario de, Esta» paqt

que éste invite a todos los ,pueblos cristianos y civilizados a ;auxiliar! wemano generosa a las, poblacionesrusas que padecen hambre,, s

MCSUMENLO AL CORAZON DE JESUS, COLOCACION ,1DE LA PRIMERA PIEDRA

MURCIA Se tia colocádo' la primera tiledka. del thonunienió df&Isa-

4-435-2-

„fi b,end, f d.e , diócesi.A. ntee seCelebró un mitin católico-social. ' s,1- LaJprocesión ha resultado soleinnisima, con ais,te,r,ici.a . de 115:,antorida

des Y de los: representantes en„ . Cortes r .siendo - Presencla,de ,gmn

El monumento se alzayä sobre el histórico castillo, de. Monteagudbdo minando la huerta, la ciudad y los ,pueblós prókimos.

MUERTE EDIFICANTE DE UN SUMO FRANÇESHe aqui los términos en quela Gaceejr .Rwionai, de Salamanca, re -

re momentos del doctor ,Chervin, en un adictaio . firmadoPor don,Lnis ..H. Contreras:• . «Tranquilo me encontraba , en , cutnplimiento :de" mis deberes, cuando

m.l . respetable y querido don Ildefonso me dijoi‘ , En el hotei 'hay un en-ferino de naeionalidadfrancesa. Cerré el 'breviarld, Icomo si ya 'rió tuviera• . .9tra cosa que lia er y alla m encaminé. • .„ • • La benem,erita sierva de Mirla, que asistía al eniertno;me fndidö- eragrave.la enfermedad Me aproximé a la cama,, y. no obstante asegurarmeque hablaba el español, quise refiigerar su apenado 'Opiata con et hablade Corneille. .

-Al Ott - Mi `vO;eriluStradO'dOCtOr 'Cheiviii abrió l'U ojo y : al 3:rr un.sacerdote, no pudo disimular su alegría. --• -` • • -

—Yo soy católico—dijo---, y me considero muy dichoso al veros, se-

"r1-11'41a2e.'e .apara mi inolvidable Vrancia, y me di -rigi a ver a su cuñado, .que ocupaba la habitación inmediata.

Allí, después de afectuosa coliver$ación,i indiqué que los quehaceresinc llamaban a otro sitio, y que, deserni 'iiehadó mí cometido, volvería.e Volví, y no olvidaré la afectuosidad del doctor Chervin, ni su fe acri-so lada. Hablamos mucho ante las personas que ocupaban la habitación, y-al indicarle si quería comulgar:

-Es mi 1,i,g.ac,i,ó..ri,;.,i.d:,:,p:rto»nto, os espero; pero/a citne,ntes, „conf.eSa.Quedamos solos en la estancia, y después ' le llevé 'a sti bárina

• • ;

AdrdinistraddeliViátko'vle ,hübe de . preguntar: !-. ---eQuiere'itáed2 que ile t admittlitre la Extremaunción?:

-1 -Si, mi querido señor sacerdote.-' Cuando litg6(e1 Moiriento. el e •ungirte 'las manos, • al indicárselo,' el

m ismo las volvió para que le administrase. el sacramento,. Al terminav,volvi a la Iglesia y ,cuado al . regresar entré . e i . su habita_96 .1,.ya , Córi MUCho trabajo me 's •

. - . Os doy muchas graciás 'por el bien que me habeis hecho;' cine DiosS bendiga, señor sacerdote.

o

Nuestro Reverendísimo Padre General ha tenido a bien conceder-car-ta de Hermandad a los siguientes bienhechores de la Orden: A4 doctordon Luis G. Vázquez y a su sehora hermana María de la Luz, 4e Méxi-co; a don Toribio Arana y familia y a don José Masía Zangroniz, deünemica (Vizcaya) y a la eetIora doña Luisa Sixto Romero, del Fenal.

EN LA REGIA UNIVERSITADELLA SAPIENZA DE ROMA se , doctorO en Letras el R. P. FranciscoContursi, Vice-Rector de nuestro gonvento de Orvieto. Nuestra cordialenhorabuena.

37

El párroco lude a visitar en cumplimiento de su deber, y salté encantado de la religiosidad de aquel hombre.

Terminados los quehaceres literarios que lee öbligaten a ausentarme,volví junto al enfermo, y a las dos de la tarde, 'sin agonia, sin tvpenas su-frimiento, expiró el ilustre doctor Chervin, delegado del Gobierno fran-cés y sabio director del Colegio de Tartamudos dc Paris, grande por sulama, pero más por su religiosidad y fe que ha demostrado.

Descanse en paz.,

DE LIMPIAS.

Segun datos fidedignos, desde las primeras portentosas manifestada*,nes del Santísimo Cristo de Limpias (30 de Marzo de 1919,) actidierón aaquel Santuario más de doscientos cincuenta mil visitantes,ciento setentaperegrinaciones, algunas del extranjero;han sido favorecidos con la visiónunas veinteicinco mil personas; figUran en los libros expuestos en la &a-

gristia parroquial más de dos mil quinientos testimonios firmados por '10videntes; celebráronse unas veinteiséis mil misas y hubo más de cientotreinta rnil comuniones; esto aparte de las curaciones fisicas y moralescuyo catálogo no está formado

La autoridad eclesiástica está instruyendo, el oportuno expedienteacerca de los hechos reputados milagrosos.

000000e00000ceoc0000e000000000000000000000 00 00 0000t>0000000000000000000000000000 000000e9-000re0ceoe0e;0000oree00e000o00o0e00o000000 oceoce0000n000 no 0000000000000000neobooseree

tieticias

CURIA 'GENER A LICIA

MADRID

El 31 son los diaa de nuesto M.R.P.Provincial Fr. Ramón Serratosaal que respetuosamete felicitamos.

El R. P. Pio Uribe, que durante su trienio, a 1 frente de esta csaaanto se esmeró en promover el esplendor del culto salió para Galiciaacompañando a nuestro buen amigo don Je sis Pérez-Batallón. Pronto

a San Sebastian para la fundación de la nueva residencia.

SARRIASalió .para Méjico a continuar sus tareas apostólicas el R.P. Jerónimo

Alvarez. Le deseamos feliz viaje.

MARQUINA

Nuestras hermanas, las religiosas de Marquina, celebraron el dla 18, 19Y 20 de junio pasado tiu solemne Triduo•para conmemorar el tercer Cen-tenario de la Clausura de _aquel convento, vergel de santidad. Predicó todos los dias el R. P. Angel Urrutia,.C. M. P. Hubo diariamente misa can-tada y de comunión (ti ' día 19 dos) y la 'procesiánestitVo muy.concurrida,en ella formaban muchas niñas vestidas de blanco.

La iglesia estaba profusamente adornada de luces y guirnaldas de flo-res, en lo que demostró una vez más su exquisito gusto doña NatividadZabala, de Longa; las Hijas de Maria y. las colegialas alternando con las'Religiosas en los cantos realzaron extraordinariamente la solemnidad deestos cultos.

-Nuestra enhorabuenaala Comunidad y que la Santísima Virgen, Nues-tra Madre, derrame sobre ella copiosas bendiciones, así como sobre losque han contribuido al esplendor de estas fiestas.

SAN SEBASTIAN

Se encuentra ya restablecido del grave accidente automovilista (delque casi milagrosamente salió con vida) nuestro particular amigo el in-signe bienhechor de la Orden, don Franciscode Paula Enriquez y-Gonzá-l ez-Olivares. A él, a su esposa y a su madre, nuestra cordial enhorabuena.

De Méjico. El R. P. Miguel Hortas, tan conocido en Sarria, Heren-cia y Madrid donde ejerció su sagrado ministerio y con la bondad de Sucarácter se captó tantas simpatías y amistades, sufrió una 'delicadísimao peración al estómago, que, gracias a Dios, ha sido afortunada. pamosn uestra más cordial enhorabuena a nuestro amado P. Hortas y felicitamospor el éxito de la operación al doctor don Luis G. Vázquez eminente ci-t ujano y excelente católico.

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TORONTO.

(Esigdos'lltidos) itertios recibido el folleto 'Coliiinbelssand ;Pié Sonof Our Lady of Mercy" del R. P. Ranión 43..Cárter.s: Agradecernos lasatención'.

:

'REPUBL1CA 'ARGENTINA

(Córdoba) En el Capitulo General celebrado por las RR. MM . Mer-.cedarias han sido elegidas: Superiora General . Sor Maria Ánade JestiSri arte; Secretaria y 2 a Conscjera Sor María déla ruzFlmes; COnse-era, Sor María del Salvador Mmten3gro Consejera, Sor María de Cer'-vellón Bustos; Ecónoma General, Sor Natividad de Jesús Xiarte. QueDios bendiga su Gobierno.

INDULGENCIAS DE-LA.01,ZDEN--

Agosto. 15 Asunción de Ntra. Señora. 1nd. P.

27 Cuarto sábado de mes 1. P. asistiendo g la misa voti7

va que en honor de Ntra. Santísima Madre suele cantarse

eh Iriä ConVeritZis de la' Orden.

31 "San Ranión Nonato 1. P. y Absillución General(En Madrid y Málaga el dia 10. de septiembre por trasladar=

se a ese dia el oficio y misa del Santo).

•Sepbre. 8 y Natividad de Ntra. Señora 1. P.

19 .,Santa María de Cervellón, primera religiosa de la Ordel

t. P. y'Absolución Genetat

NUESTROS AMIGOS DIFUNTOS.'

En .el convento de Lima (29-1V-21) el M. R. P, Tovar:u expro-vincial:del Perú, a la edad de 56 años y38 de profesión. Se ordenó de saycerdote ,e1 año 1886, Con su muerte pierde . la Provincia del PerU,unosus más esclarecidos hijos.

• Eti el convento del Cuzco (13-V-21) el R. P A Miguel Troncos°, a laedad de 53 años y 34 de profesión:

En San Felipe (Chile) despues de recibir los santos sacramentos elSenador señor don Daniel Oliva, hermano político de nuestroltermanc)ei religión el R. P: Ramón Bolados Cárter, al que enviarnos nuestro mássentido pésame. "

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Foinento, 1, dup.—MADRID.