PREPARACIÓN DE LOS MAESTROS...

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UNIVERSIDAD DEL TURABO ESCUELA DE EDUCACIÓN UNA MIRADA A LA EXPERIENCIA PROFESIONAL DE LOS MAESTROS DESDE LA SALA DE CLASES Y SU PERCEPCIÓN SOBRE LA EFECTIVIDAD DE LOS PROGRAMAS DE PREPARACIÓN DE MAESTROS EN PUERTO RICO por Rebeca Díaz-González DISERTACIÓN Presentada como Requisito para la Obtención del Grado de Doctor en Educación con Especialidad en Currículo, Enseñanza y Ambientes de Aprendizaje Gurabo, Puerto Rico abril, 2016

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UNIVERSIDAD DEL TURABO

ESCUELA DE EDUCACIÓN

UNA MIRADA A LA EXPERIENCIA PROFESIONAL DE LOS MAESTROS DESDE

LA SALA DE CLASES Y SU PERCEPCIÓN SOBRE LA EFECTIVIDAD DE LOS

PROGRAMAS DE PREPARACIÓN DE MAESTROS EN PUERTO RICO

por

Rebeca Díaz-González

DISERTACIÓN

Presentada como Requisito para la Obtención del Grado de Doctor en Educación

con Especialidad en Currículo, Enseñanza y Ambientes de Aprendizaje

Gurabo, Puerto Rico

abril, 2016

UNIVERSIDAD DEL TURABO

CERTIFICACIÓN DE APROBACIÓN DE DISERTACIÓN

La disertación de Rebeca Díaz-González fue revisada y aprobada por los

miembros del Comité de Disertación, los cuales no se hacen responsables del contenido

de la misma. El formulario de Cumplimiento de Requisitos del Comité se encuentra

depositado en el Registrador y en el Centro de Estudios Graduados e Investigación de la

Universidad del Turabo.

MIEMBROS DEL COMITÉ DE DISERTACIÓN

Edgardo C. Rosaly-Manfredy, PhD

Sistema Ana G. Méndez

Presidente, Comité de Disertación

Teresa Lipsett Ruiz, PhD

Universidad del Turabo

Miembro, Comité de Disertación

Brenda Arroyo Acevedo, EdD

Universidad del Turabo

Miembro, Comité de Disertación

© Copyright, 2016

Rebeca Díaz-González. Derechos Reservados.

iv

UNA MIRADA A LA EXPERIENCIA PROFESIONAL DE LOS MAESTROS DESDE

LA SALA DE CLASES Y SU PERCEPCIÓN SOBRE LA EFECTIVIDAD DE LOS

PROGRAMAS DE PREPARACIÓN DE MAESTROS EN PUERTO RICO

por

Rebeca Díaz-González

Dr. Edgardo C. Rosaly-Manfredy

Presidente del Comité de Disertación

Resumen

Este estudio exploratorio descriptivo se dirigió a auscultar la percepción de los

maestros en Puerto Rico sobre la efectividad de los programas de preparación de

maestros de las instituciones donde se graduaron. La muestra participativa del estudio

fue constituida por 76 maestros de ambos géneros de diferentes municipios del país.

Como en la literatura revisada no se encontraron estudios dirigidos a evaluar la

preparación de maestros desde el punto de vista de docentes con experiencia, se puede

considerar que este estudio es una primicia desde esta perspectiva en el campo de la

educación puertorriqueña. Los resultados del estudio destacaron que la preparación

recibida por los participantes del estudio fue una pertinente para que estos pudieran

ejercer como maestros comprometidos con la educación. La mayoría de estos indicaron

sentirse satisfecho con el programa de preparación de maestros de la universidad donde

estudiaron. Lo que es indicativo que la baja calidad de maestros no es un factor decisivo

en el bajo desempeño de los estudiantes puertorriqueños.

Estos resultados pueden propiciar el realizar investigaciones dirigidas a auscultar

más profundamente los factores reales que repercuten en el bajo desempeño de los

v

estudiantes. Por lo que la divulgación de estos hallazgos puede propiciar que el

Departamento de Educación de Puerto Rico, en su visión transformadora de la educación,

visualice el contemplar trabajar mano a mano con las universidades a los efectos de que

se lleven a cabo estudios dirigidos a identificar realmente los factores que inciden en el

bajo desempeño de los estudiantes puertorriqueños. La única laguna que se identificó

que tienen los maestros participantes del estudio fue el trabajar con la diversidad

funcional estudiantil. Por lo que este hallazgo sugiere que las competencias en esta área

se modifiquen en los programas de preparación de maestros. De la misma forma puede

servir de base para que se contemple realizar investigaciones dirigidas a estudiar cómo

realmente las destrezas de trabajar con la diversidad se están llevando a cabo en las aulas

puertorriqueñas, donde se tomen en consideración los diferentes aspectos evaluados en

este estudio, en específico, la diversidad de género que fue una de las áreas más críticas

encontradas en este estudio.

vi

AN OVERVIEW OF THE PROFESSIONAL EXPERIENCE OF TEACHERS FROM

THERE CLASSROOM AND THEIR PERCEPTION ABOUT THE EFFECTIVENESS

OF TEACHERS PREPARATION PROGRAMS IN PUERTO RICO

By

Rebeca Díaz González

Dr. Edgardo C. Rosaly-Manfredy

Chairman of Dissertation

Abstract

This descriptive exploratory study aimed to sound out the perception of teachers

in Puerto Rico on the effectiveness of teacher preparation programs of the institutions

where they graduated. Participatory study sample consisted of 76 teachers of both

genders in different municipalities. As in the literature reviewed no studies aimed at

evaluating the preparation of teachers from the point of view of experienced teachers, it

can be considered that this study is a first from this perspective in the field of Puerto

Rican education found. The results of the study highlighted that the training received by

participants in the study was relevant so that they could act as teachers committed to

education. Most of these reported feeling satisfied with the teacher preparation program

at the university where they studied. Which it is indicative that the low quality of teachers

is not a decisive factor in the underperformance of Puerto Rican students.

These results may encourage the conduct research aimed at perceive more deeply

the real factors that affect the poor performance of students. So that disclosure of these

findings may encourage the Department of Education of Puerto Rico, in its transforming

vii

vision of education, visualize contemplate working closely with universities to the effect

that conduct studies aimed carried identify really the factors that affect the poor

performance of Puerto Rican students. The only gap that was identified with teachers of

the study participants was student working with functional diversity. So this finding

suggests that the competences in this area are modified in teacher preparation programs.

In the same way it can serve as a basis for that is contemplated conduct aimed at studying

how really the skills of working with diversity investigations are being carried out in

Puerto Rican classrooms, where they take into account the different aspects evaluated in

this study, specific, gender diversity was one of the most critical areas found in this study.

viii

DEDICATORIA

A mis hijos Juan Rafael y Juan Fernando quienes son mi razón de vida, mis

mejores maestros y mis grandes amigos. Por su paciencia en cada aventura que he

comenzado y por su apoyo para motivarme a terminar lo comenzado.

A mis padres Lydia y Fernando por todo lo vivido.

A mis hermanas, hermanos y sobrinos por compartir conmigo cada logro en el

camino.

A todas las personas que emprenden el camino del aprendizaje, pensando que

termina con un título académico, cuando el aprendizaje continúa toda la vida, día a día.

ix

AGRADECIMIENTOS

Agradezco a nuestro Padre Celestial por la vida y por enviar tantos ángeles a

colaborar día a día junto a mí y ofrecerme palabras de apoyo para lograr esta

investigación.

Al Dr. Edgardo C. Rosaly-Manfredy por ser mi mentor, consejero y guía en el

desarrollo de la disertación. Así como un agradecimiento especial a los miembros del

comité de disertación la Dra. Teresa Lipsett Ruiz y la Dra. Brenda Arroyo Acevedo.

A la Sra. Sonia Fontánez Díaz por la edición y apoyo en este trabajo.

A la Srta. Jessica M. Muñoz por su colaboración y su arte del diseño

instruccional.

A mi querida familia por el apoyo incondicional ayer, hoy y siempre.

A mis compañeros de trabajo por la paciencia y mensajes de motivación.

A mis amistades que hoy se alegran y celebran con mucho entusiasmo este logro.

A todos los maestros de escuelas en Puerto Rico que colaboraron con este trabajo,

compartiendo sus vivencias y realidades desde la sala de clases.

A todos los profesores que a lo largo de mi vida sembraron en mí el amor por la

enseñanza y la educación.

x

TABLA DE CONTENIDO

Página

Lista de Apéndices ........................................................................................................xii

Lista de Tablas ..............................................................................................................xiii

CAPÍTULO I. INTRODUCCIÓN ...............................................................................1

Antecedentes .................................................................................................................1

Planteamiento del Problema .........................................................................................6

Objetivos y Justificación ...............................................................................................9

Preguntas de Investigación ...........................................................................................14

Marco Conceptual .........................................................................................................15

Preparación de maestros .................................................................................15

Características del maestro principiante .........................................................18

Aportación del Estudio .................................................................................................21

Definición de Términos ................................................................................................21

CAPÍTULO II: REVISIÓN DE LITERATURA ..........................................................23

Base Legal ....................................................................................................................24

De la Teoría a la Práctica ..............................................................................................30

CAPÍTULO III. MÉTODO ..........................................................................................45

Diseño de la Investigación ............................................................................................46

Población y Selección de la Muestra ............................................................................48

Instrumento y Validación ..............................................................................................49

Procedimiento de la Investigación ................................................................................52

Análisis de los datos......................................................................................................53

xi

Importancia del Estudio ................................................................................................53

CAPÍTULO IV: PRESENTACIÓN DE LOS HALLAZGOS .....................................55

Programa de Preparación de Maestros ..............................................................59

Satisfacción con los Aspectos Tecnológicos ....................................................71

CAPITULO V: DISCUSIÓN DE LOS HALLAZGOS, CONCLUSIONES Y

RECOMENDACIONES ...............................................................................................76

Discusión de los Hallazgos ...........................................................................................78

Conclusiones .................................................................................................................86

Recomendaciones .........................................................................................................87

Aportación Pedagógica del Estudio ..............................................................................88

REFERENCIAS ............................................................................................................90

xii

LISTA DE APÉNDICES

Apéndice A: Certificación IRB .....................................................................................97

Apéndice B: Carta Informativa… .................................................................................99

Apéndice C: Cuestionario ............................................................................................101

Apéndice D: Carta de notificación al DEPR.................................................................112

Apéndice E: Hoja descriptiva del estudio .....................................................................114

xiii

LISTA DE TABLAS

Tabla 1: Cumplimiento de los participantes con los requisitos del estudio ..................57

Tabla 2: Datos de la experiencia práctica de los participantes ....................................59

Tabla 3: Capacitación de los docentes ..........................................................................61

Tabla 4: Efectividad de los programas de preparación de maestros .............................64

Tabla 5: Recursos ofrecidos por los programas de preparación de maestros ..............66

Tabla 6: Capacitación ofrecida a los docentes para enseñar a los estudiantes por los

programas de preparación de maestros ...........................................................67

Tabla 7: Aspectos sociales, legales y éticos ..................................................................69

Tabla 8: Grado de satisfacción en la preparación de ciertos aspectos de la docencia...70

Tabla 9: Tecnología ......................................................................................................71

Tabla 10: Tecnología de acuerdo a los participantes que contestaron las premisas .....73

Capítulo I

Introducción

El perfil del docente del siglo XXI es uno muy particular debido al momento

histórico que enfrenta la pedagogía a nivel mundial. Desde el punto de vista de la

preparación de maestros y de las necesidades académicas, profesionales, tecnológicas y

sociales particulares del docente, la educación se ha convertido en un reto para el futuro

maestro. Por lo que la formación del futuro maestro debe propiciar la adquisición de los

conocimientos, técnicas y métodos necesarios para que este pueda lograr la excelencia en

los escenarios académicos donde se desempeñe como educador. En ese sentido, la

responsabilidad de la formación de maestros se le ha confiado a la universidad, donde

esta tendrá la función de producir, transmitir o difundir un conjunto de conocimientos y

prácticas, en el nivel de la enseñanza superior, para que estos futuros profesionales

puedan ejercer efectivamente (Cortina, 2005). La formación de maestros en Puerto Rico

se enmarca en la evolución que ha tenido la educación en la Isla.

Antecedentes

La educación formal en Puerto Rico inicia desde el momento en que España

colonizó a Puerto Rico. Durante los siglos que comprendieron el descubrimiento y la

Guerra Hispanoamericana, según Mellado (1979), se trató de educar a los

puertorriqueños de la misma forma en que se educaba a los españoles. La educación en

España tenía unas características particulares porque se limitaba a una educación

religiosa, mayormente católica, dirigida a la formación moral y espiritual del ser humano.

Le daban más importancia a las letras y a las humanidades y no a las carreras cortas o a

los oficios. La educación estaba accesible solamente a los ricos, a los nobles y a los

2

varones y no así a los pobres y a las mujeres. Por lo tanto, la educación que España trajo

a Puerto Rico tenía las mismas características que la que ellos impartían en sus escuelas,

donde se implementaba un sistema educativo que enseñó, entre otras cosas, su idioma, su

literatura, su arte, su música, su arquitectura, su escultura, su religión, sus costumbres, sus

ideales de vida y su cultura (Mellado, 1979).

La primera institución educativa de Puerto Rico, según lo documenta Mellado

(1979), fue la Escuela de Gramática, fundada en el 1512 por el Obispo Alonso Manso en

la Catedral que estaba ubicada en Caparra, aunque no es hasta la tercera década del siglo

XVI que comienzan a ofrecer con regularidad clases en la, para ese entonces, llamada

Escuela Catedralicia. Allí se impartían cursos de gramática latina, literatura, historia,

ciencia, arte, filosofía, y teología para aquellos estudiantes que ya habían cursados sus

grados primarios. La escuela creada por el Obispo Manso para futuros sacerdotes y

laicos fue muy importante durante los primeros años de la colonización.

En su libro La Educación en Puerto Rico, Mellado (1979) menciona que la

segunda institución educativa en Puerto Rico fue el Convento de los Frailes Dominicos,

fundado en 1522 por Fray Antón de Montesino. Fue tan importante su aportación, que

para el 1532, se convirtió en la Universidad Primaria de América. Luego, surge la tercera

institución educativa en el 1642, con el nombre de El Convento de San Francisco ubicado

en San Juan. Ya para el Siglo XIX, se habían establecido escuelas en algunos pueblos de

la Isla donde se impartían cursos para los niveles primarios y secundarios. De acuerdo a

Mellado, las dos instituciones educativas de mayor influencia en la educación

puertorriqueña del Siglo XIX fueron el Seminario Conciliar y el Instituto Civil de

Segunda Enseñanza. De igual manera, mencionó la importancia del Liceo de San Juan,

3

fundado por los Padres Escolapios. En el año 1880 se fundó el Colegio de las Madres del

Sagrado Corazón, cuya misión era impartir cursos de grados primarios y secundarios a

niñas de familias privilegiadas. Actualmente, se conoce como la Universidad del

Sagrado Corazón ubicado en San Juan, Puerto Rico.

Para el 1865, se estableció el Decreto Orgánico que organizaba la educación en

niveles: Escuela Primarias Elementales, Escuelas Primarias Superiores, Escuelas

Secundarias y Escuelas Normales. El Decreto enumeraba las materias que se impartirían

en las escuelas, creó la Junta Superior de Instrucción y ordenó a los municipios que

cubrieran los gastos de la educación pública. Sin embargo, el Decreto de 1865 no se puso

en práctica. Para el 1880, se crea otro Decreto Orgánico que estableció que la educación

estaría bajo la autoridad del Gobernador y sería el Estado quien supervisaría las escuelas

tanto privadas como públicas. Es en este momento que se hace compulsoria la educación

para los niños de 6 a 12 años, o sea, la escuela elemental. Desde ese entonces, se ha

estado buscando mejorar la calidad de la enseñanza en Puerto Rico. Los inspectores a

cargo de la supervisión de las escuelas, que para ese momento eran Don José Bobadilla y

Don Alejandro Infiesta, reportaron en sus informes que los maestros en Puerto Rico

estaban mal preparados profesionalmente, mal remunerados y que en los salones había

escasez de materiales. En su libro, Mellado (1979) puntualiza que la educación para

finales del siglo XIX era una de carácter religioso, mayormente católico, donde se le daba

importancia a las letras, a las humanidades y a un currículo marcadamente académico,

donde se le daba importancia a la memorización y a la recitación.

Con el Tratado de París del 10 de diciembre de 1898, se termina el reinado de

España en Puerto Rico y comienza un nuevo gobierno bajo los Estados Unidos de

4

América. El gobierno supervisaba y era económicamente responsable de las escuelas.

Poco a poco fueron impactando toda la Isla y a todos sus residentes, independientemente

de su estado socioeconómico. También, se establece la importancia de la enseñanza del

idioma inglés y la separación de Iglesia y Estado, lo cual convirtió las escuelas públicas

en unas totalmente laicas. El Gobierno estableció un programa de preparación de

maestros profesionales en la Escuela Normal de Puerto Rico. Para esa fecha la escuela

elemental era de 8 años, una escuela secundaria de cuatro y estudios universitarios de dos

a cuatro años (Mellado, 1979).

Por años, y según la historia, se ha trabajado con la meta de preparar maestros

exitosos en el salón de clases. Este tema se ha discutido históricamente, dado la

importancia que tiene el maestro en la preparación de ciudadanos comprometidos con una

excelente calidad de vida social y profesional. Para el año 1898, con el cambio del

gobierno español al gobierno norteamericano, comienza una época de transición en

Puerto Rico, creando así, cierto grado inestabilidad en la administración de las escuelas.

Como dato histórico, en 1899 se presenta una protesta de los maestros en Puerto Rico por

las nuevas leyes escolares que no les convalidaba sus títulos como maestros recibidos en

la época española y se publica el primer Manual de Maestros dirigido a todo el personal

de las escuelas públicas donde se detallaban las asignaturas a ser enseñadas, lo que había

que enseñar, así como los métodos, deberes y programas que deberían ser usados en la

enseñanza de las escuelas del país (Mellado, 1979).

Para el año 1900 y bajo la Ley Foraker, se crea el Departamento de Instrucción

Pública de Puerto Rico y el Comisionado de Instrucción cuya responsabilidad sería

organizar y centralizar los procesos académicos en la Isla, dicho puesto se conoce

5

actualmente como Secretario de Educación. En el 1901 se establece la primera Ley

Orgánica, bajo la Ley o Acta Foraker cuando se crea el Comisionado de Instrucción en

Puerto Rico y el Departamento de Instrucción. Dicha ley estaba dirigida a asuntos

administrativos y a mejorar la calidad de los maestros en Puerto Rico. Para el 1903, se

crea la Ley Escolar Compilada que permite la creación de la Universidad de Puerto Rico

el 12 de marzo de ese año y regula la Instrucción Pública en el país. La mayoría de estas

leyes y gestiones estaban mayormente dirigidas a la administración y creación de las

escuelas (Mellado, 1979).

El 23 de abril del 1931 se aprueba la Ley 29 de Certificación de Maestros que

pretendía elevar los estándares para ejercer la profesión de maestro. Esta Ley fue

derogada mediante la Ley 211 del 11 de mayo de 1945 y fue enmendada al establecerse

la Ley 94 del 21 de junio de 1955. Esta Ley 94 está vigente desde hace 59 años y está a

cargo de la certificación de maestros y reglamenta todos los requisitos de preparación de

maestros en Puerto Rico. El 28 de agosto de 1990, se establece la Ley 68 conocida como

la Ley Orgánica del Departamento de Instrucción, cuyo objetivo fue establecer la política

pública educativa en la Isla. Sin embargo, esta Ley 68 fue enmendada por medio de la

Ley 149 del 15 de julio de 1999, Ley Orgánica del Departamento de Educación de Puerto

Rico. El Capítulo IV de la Ley 149 (1999) establece que el maestro es el recurso

principal del proceso educativo y su función primordial consiste en ayudar a los alumnos

a descubrir sus capacidades, a realizarlas y a desarrollar actitudes y formas de

comportamiento que les permitan desenvolverse como miembros de la comunidad. El

artículo 4.04 menciona que la preparación de maestros en Puerto Rico estará a cargo del

Secretario de Educación, quien deberá asegurarse de atemperar los ofrecimientos

6

académicos con las necesidades de los estudiantes del Departamento de Educación. De

igual manera, se deberá capacitar al docente en las áreas técnicas como en la materia a la

cual se especializó, la tecnología, readiestramiento y educación continua (Ley 149, 1999).

En el 2003 se crea el Instituto Nacional Complementario para la excelencia en la

docencia con el propósito de ofrecer servicios educativos a maestros, padres y estudiantes

de las escuelas públicas en Puerto Rico y se revisa el Reglamento para la Certificación de

Maestros en la Isla. En fin, existen leyes y cartas derechos dirigidos a los estudiantes,

pero no así para establecer los derechos de los maestros. Se han establecido oficinas de

Procuraduría del estudiante para ayudar a los estudiantes en los procesos relacionados a

sus estudios y sus derechos, que sería bueno extrapolar a las necesidades particulares de

los maestros.

La preparación y formación del maestro del siglo XXI es una inquietud en todos

los niveles sociales a nivel global. Albert Einstein (1940) dijo: "Si buscas resultados

distintos, no hagas siempre lo mismo". A esos efectos, es importante evaluar todos los

aspectos que se toman en cuenta en la planificación y el establecimiento de los requisitos

para lo que sería un educador excelente y exitoso.

Planteamiento del Problema

El Departamento de Educación de Puerto Rico (DEPR), hoy día, se enfrenta a uno

de sus principales retos: el bajo desempeño de los estudiantes, según los resultados

obtenidos por estos en las pruebas estandarizadas. Según lo planteó Cintrón (2007), la

falta de dominio de las destrezas básicas de inglés como segundo idioma, español,

matemáticas y ciencias en las pruebas estandarizada, está estrechamente relacionado a

que los estudiantes no están aprendiendo, razón por lo cual más del 80% de las escuelas

7

en Puerto Rico necesitaban mejorar sus ejecutorias. Diferentes especialistas de la

dinámica escolar (Cervini, 2001; Cintrón 2007; Vélez, Schiefelbein y Valenzuela, 2010),

han manifestado una seria preocupación por el problema del bajo aprovechamiento de los

alumnos en estas pruebas estandarizadas y tratan de explicarlo de diversas formas. De

los factores que inciden en ese bajo aprovechamiento, estos investigadores destacaron los

siguientes:

Las deficiencias que arrastran los estudiantes desde sus grados primarios.

La falta de preparación o la pobre calidad del maestro.

Diseño o implantación de los currículos en forma inadecuada.

La influencia de la política partidista y la burocratización en el Sistema Público de

enseñanza.

Esta investigación se enfocó en la preparación académica que reciben los

maestros en las diferentes universidades públicas y privadas de Puerto Rico. Esta

preparación de los docentes, en las diferentes materias, es la que sienta las bases del

conocimiento en el proceso de enseñanza y aprendizaje en las escuelas puertorriqueñas.

En el periódico El Nuevo Día (2015), se reseña la siguiente información:

Copenhague: Un foro internacional que reúne en Oslo a jefes de gobierno y

representantes ministeriales de varios países, envió hoy un mensaje de alerta

contra el aumento del número de niños y jóvenes sin escolarizar en el mundo.

Los retos son enormes, hay 124 millones de niños y jóvenes que no reciben

educación primaria o secundaria. Si queremos tener éxito en eliminar la pobreza

debemos invertir en calidad y educación para todos", afirmó el ministro noruego

de Asuntos Exteriores, Borge Brende, al inaugurar la reunión.

8

Esa noticia remonta al documento A Nation at Risk: The Imperative for

Educational Reform, publicado por el United State Government, en el mes de abril del

año 1983, el cual causó gran conmoción a nivel mundial. El escrito mencionaba los retos

y obstáculos a los cuales se estaba enfrentando la sociedad ante los procesos educativos

de los niños y jóvenes. El informe, dentro de algunos asuntos, exponía la preocupación

por las deficiencias educativas que se estaban observando, relacionadas a la preparación

académica de los estudiantes y analizaba las profundas consecuencias que esto podría

traer para la preparación de profesionales, en ese momento, específicamente en el campo

de las ciencias y la tecnología. De igual manera, el informe proponía realizar un análisis

profundo de los procesos académicos y establecer acciones afirmativas para trabajar con

la situación. Esta crisis en la educación no solo se estaba dando en los Estados Unidos de

América, si no que también ya se estaba reflejando a nivel mundial, donde los gobiernos

estaban atentos a las metas establecidas y los logros obtenidos en este lado del mundo.

A pesar de las gestiones realizadas en 1983, no es hasta el 1995, que el Presidente

George W. Bush mediante la Ley No Child Left Behind presenta una reforma educativa

para el mejoramiento de la enseñanza y para promover ayuda, con fondos federales, a las

escuelas para el diseño de herramientas dirigidos al éxito de los estudiantes en sus tareas

académicas y sociales. Esta ley fue aprobada en el 2001 y puesta en vigor en los estados

y territorios en el 2002. Uno de los beneficios de esta ley se dirigió a impactar al maestro

de manera positiva, dado que implicaba un interés por mejorar la calidad de maestros en

las escuelas públicas. Se les ofrecía a las escuelas, entre otras cosas, fondos para el

desarrollo profesional de los maestros, más tecnología y mejoras físicas para las

instalaciones educativas.

9

El rol del maestro es clave para que los estudiantes puedan obtener logros en su

proceso de enseñanza y aprendizaje. Por tanto, es importante que el currículo

universitario, ofrezca al futuro educador cursos y experiencias pertinentes a la realidad

social, tecnológica y educativa pertinente a la sala de clases y al estudiante del siglo XXI.

El currículo debe permitir la participación activa del estudiante en la búsqueda y

construcción de su propio aprendizaje. Una de las actividades que los programas de

formación de maestros proponen es que el futuro maestro logre enfrentarse a diferentes

ambientes educativos, conozca los diferentes estilos de aprendizaje y a las inteligencias

múltiples que presentan los estudiantes y que convergen en la sala de clases.

No obstante, si se va de la teoría a la práctica, son varias las interrogantes que

surgen de esta formación del docente: ¿El maestro de nuevo ingreso a la sala de clases

tiene todas las competencias profesionales para atender a sus estudiantes?; ¿El docente se

siente preparado para desempeñarse exitosamente como maestro?; ¿Qué sugerencias

pueden brindar estos docente para mejorar los programas de preparación de maestro?;

¿Qué retos enfrentan los programas de preparación de maestros frente a una sociedad

global y tecnológica? Muy a pesar de todos los esfuerzos gubernamentales, se continúa

en la búsqueda de acciones afirmativas para mejorar la calidad de los procesos de

enseñanza-aprendizaje, razón por la cual se llevó a cabo este trabajo de investigación, que

tuvo como meta conocer la realidad del docente, las áreas de fortaleza y las áreas de

oportunidad para aportar a mejorar la calidad de la enseñanza en Puerto Rico.

Objetivos y Justificación

El objetivo general de esta investigación se dirigió a explorar la percepción que

tienen los docentes en Puerto Rico sobre la efectividad de los programas de preparación

10

de maestros de las instituciones donde se graduaron. Los objetivos específicos del mismo

se enfocaron a:

Auscultar el grado de satisfacción que han tenido los maestros de nuevo ingreso

con el programa de preparación de maestros de la institución de Educación

Superior donde se graduaron.

Explorar si el maestro de nuevo ingreso cuando entró a laborar a la sala de clases

contaba con todas las herramientas profesionales para atender a sus estudiantes de

forma efectiva.

Los estudiosos del tema de preparación del docente han destacado que los

maestros son actores claves en el aprendizaje de los estudiantes (Darling-Hammond,

2000; Shulman, 2004; en Collazo, s. f). Estudios como el que aparece en el libro A Place

Called School de Goodlad (1984), o Teachers, Teaching & Teacher Education publicado

por Harvard en 1987 y el estudio encomendado por el Consejo de Educación de Puerto

Rico a Columbia University (1995) abordan el tema de la preparación de los maestros en

el escenario educativo. Particularmente, en estos estudios se destaca la importancia de

una preparación que permita potenciar a los egresados con las competencias necesarias

para ejercer con éxito en el escenario laboral (Collazo, s. f.).

En esa misma dirección de pensamiento, la Fundación Santa María (SM, 2010),

en colaboración con el Departamento de Educación de Puerto Rico, la Asociación de

Escuelas Privadas de Puerto Rico, la Superintendencia de Escuelas Católicas de Puerto

Rico y la Unión de Escuelas Adventistas de Puerto Rico, realizó una investigación, cuyo

título es El estado de la profesión magisterial en Puerto Rico. El propósito de este

estudio fue incrementar el conocimiento sobre la labor docente en Puerto Rico. En el

11

mismo, se describieron las características sociodemográficas de los maestros

puertorriqueños; se recogieron opiniones e inquietudes acerca de la labor magisterial de

la Isla; y se describieron las actitudes, características y necesidades de los maestros.

Luego de un exhaustivo análisis, los hallazgos del estudio indicaron que solo 11% de los

maestros entrevistados consideró que la sociedad valora su trabajo. Sin embargo, el 97%

de los educadores puntualizó la importancia de su labor y la describieron como una de

gran entusiasmo profesional y personal, según lo articuló el demógrafo de la

investigación. El Dr. César Rey Hernández, quien también participó en el análisis de

dicha investigación, destacó que los resultados del estudio sugieren una agenda para

desarrollar profesionalmente al maestro y una agenda pedagógica con relación a las

facultades de pedagogía. Este análisis plantea las interrogantes si las universidades están

aportando esos conocimientos a la formación y preparación del docente o si buscan

soluciones reales y actualizadas para el docente del siglo XXI.

La investigación de Hernández (2013) estuvo dirigida a descubrir, interpretar y

comenzar a entender la percepción que tienen los maestros principiantes de inglés

elemental de la relación que existe entre los conocimientos adquiridos en su bachillerato

en educación y su práctica docente. Los hallazgos del estudio, de acuerdo a las

perspectivas de las participantes, indicaron que los cursos medulares que se ofrecen en las

universidades no profundizan lo suficiente como para que el maestro de inglés se sienta

preparado cuando entran a trabajar en su primer año de experiencia. Por lo que los

hallazgos propiciaron las siguientes recomendaciones a las universidades:

Las universidades, como agentes de cambio, deben actualizar los requisitos de los

programas curriculares de Bachillerato en Educación Elemental, con

12

concentración en inglés, en términos de que respondan a las necesidades de los

futuros maestros y a los cambios existentes generados por la tecnología y a cómo

aprende la nueva generación.

Las universidades deben utilizar diferentes estrategias para reforzar el curso de

metodología de manera que el futuro maestro de inglés se familiarice con los

documentos que se utilizan en el DEPR, tales como las cartas circulares,

reglamentos y leyes por las cuales se rige el Departamento de Educación, entre

otros. Además, actualizar la unidad de planificación de manera que se parta de las

expectativas, la alineación de los estándares con esas expectativas y las

actividades. Esta planificación debe ser tipo taller, donde el futuro maestro de

inglés tenga la oportunidad de hacer planes con los libros y materiales que se

utilizan en el Departamento de Educación de Puerto Rico.

Todas las universidades con programas de preparación de maestros deben tener

como requisito un curso sobre el manejo de la sala de clases y fortalecer el de la

naturaleza y necesidades del alumno excepcional, de manera que lo aprendido en

esos cursos resulte pertinente a los egresados de esta concentración cuando entran

a trabajar como maestros al sistema público de educación.

Por otro lado, el Centro de Investigaciones Educativas de la Universidad de

Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, llevó a cabo un proyecto multidisciplinario, en el

cual Bonilla y Ramírez (2009) estudiaron las percepciones, experiencias de los

candidatos a graduación, respecto al programa de preparación de maestros en su Recinto.

Para ello, un equipo multidisciplinario desarrolló un instrumento identificado como

Cuestionario de Salida cuyo propósito fue obtener un insumo sobre la experiencia de los

13

estudiantes del programa de Educación que estaban culminando su práctica docente. Los

resultados del estudio indicaron, en términos generales, que el programa cumple con su

cometido al preparar los estudiantes adecuadamente para desempeñarse como maestros.

No obstante, estos hallazgos recogen la percepción de los candidatos a maestros, quienes

no han pasado por la experiencia del aula escolar. En este estudio, se utilizó este

Cuestionario de Salida como base para auscultar el insumo de los docentes sobre la

preparación académica recibida en las diferentes universidades de Puerto Rico.

El Dr. Ramón A. Cruz Aponte, presidente del Consejo de Educación Superior de

Puerto Rico, en el Congreso del Centro de Investigaciones Educativas, celebrado en

diciembre de 2005, dijo:

El destino de Puerto Rico está en manos de las instituciones de educación superior

que forman los profesionales y los técnicos que dirigen a nuestra sociedad. Las

deficiencias de nuestro sistema educativo son responsabilidad nuestra. Si no

tomamos medidas para mejorar la preparación de los profesionales que van a

educar a nuestros niños, no esperemos mejorías en el dominio de destrezas y de

conocimientos, en la formación cultural y en los valores morales y cívicos.

Es importante, entonces, auscultar otros requisitos para ayudar al maestro en su

formación de adquirir todas las herramientas necesarias para llevar a cabo su labor

docente de manera efectiva, creativa, interesante, amena y exitosa. Para el 1983, Schön

(citado en Pérez, s. f.) mencionó que

…este nuevo maestro debe alcanzar un conocimiento y una amplia comprensión

de la teoría pedagógica, de manera que pueda valorar su práctica educativa en

14

relación con el desarrollo integral de todos y cada uno de sus estudiantes, y con el

impacto que la educación genera en el contexto social, económico y cultural.

Por su parte, Sharon Feiman-Nemser (2013) se planteó cómo enfocar la enseñanza-

aprendizaje en los programas de preparación de maestros de manera diferente de modo

que le permita al estudiante formarse con un perfil cuyas características destaque la

posibilidad de construir y reconstruir el conocimiento, asumir una postura crítica ante

este y tener una visión clara de cómo transmitir el conocimiento en el salón de clases, que

le permita transformarla.

Si en Puerto Rico se van a explorar diferentes enfoques para preparar al futuro

docente para ser un profesional exitoso y altamente cualificado, es preciso aclarar que el

ser humano es holístico y que debe tomarse en consideración, no solo la preparación

académica, si no también la experiencia laboral que enfrentan los nuevos docentes al

llegar a la sala de clases. Esas vivencias y experiencias deben ser escuchadas, analizadas

y utilizadas para buscar alternativas para el mejoramiento de los programas de

preparación de maestros para beneficio de los profesionales de la educación y para

beneficio de los estudiantes.

Preguntas de Investigación

Las preguntas de una investigación dirigen el proceso investigativo de la misma.

Desde el punto de vista de los docentes, las preguntas que sirvieron de guía a la presente

investigación fueron las siguientes:

¿Cuán satisfechos están los maestros de nuevo ingreso con el programa de

preparación de maestros de la institución de Educación Superior dónde se graduó?

15

De la teoría a la práctica, ¿cuán preparado se percibe el maestro de nuevo ingreso

cuando entra a trabajar a la sala de para atender a sus estudiantes?

Marco Conceptual

El marco conceptual de este estudio se basó en el término preparación de

maestros, abordado por diferentes investigadores y en las características que exhiben los

maestros que entran a trabajar por primera vez en un ambiente escolar. La preparación

que tenga el maestro los ayuda a abordar un proceso de enseñanza y aprendizaje, basado

en conocimientos y estrategias. Por otro lado, hay diferentes puntos de vista acerca de las

características que se observan en los maestros en su primer año de experiencia.

Preparación de Maestros. Uno de los retos más grandes que tienen las

Instituciones de Educación Superior son los programas de preparación de maestros.

Estos programas, según lo plantea Collazo (s. f.), deben responder no solo a la formación

de los maestros, con las competencias propias de la profesión, sino con destrezas para

comunicar y que sean creativos, responsables y éticos. Este planteamiento sugiere que a

los futuros maestros hay que propiciarles ambientes creativos de mucha práctica y

reflexión sobre el escenario escolar y más aún de mucho compromiso y responsabilidad

social (Collazo, s. f.), porque el fin de la educación es incorporar a sus egresados al

mundo laboral de su ambiente social. De ahí, que estos programas deben incluir, en la

formación de sus futuros maestros, el reconocimiento del ámbito social, emocional y

cognitivo de los estudiantes para que pueda darse un proceso de enseñanza y aprendizaje

efectivo y pertinente. Tal y como lo expuso Lortie (1975 en Pérez, s. f.), si el

conocimiento práctico del docente es el resultado de largos procesos de socialización

como estudiante, entonces, en contextos escolares la cultura de sus educandos es

16

parecida, la cual difunde imágenes, artefactos y relaciones que los aprendices incorporan

en gran medida. Por tanto, Pérez (s. f.) sugiere que el conocimiento práctico de cada

docente lo condicionan tres factores: (a) la personalidad, las creencias, sensibilidad y

actitudes; (b) las propias experiencias en las escuelas; y (c) el aprendizaje práctico y

teórico en los programas de formación de docentes.

A esos efectos, Pérez (s. f.) enfatiza que la herramienta clave para unir la teoría y

la práctica es la reflexión sobre la experiencia y a través de la interacción con otros. Por

tanto, recomienda que los programas de formación de maestros se enfoquen en los

principios que propuso Korthagen (2004), de los cuales destacó los siguientes:

Aprender a educar implica hacer frente continuamente a demandas complejas,

conflictivas y discrepantes que cambian con el tiempo. Por ello no se puede

preparar a los docentes de forma completa para siempre. La formación de

docentes requiere que el foco sea aprender cómo aprender, reflexionando sobre

la experiencia.

Aprender a educar requiere concebir el conocimiento como un conjunto de

significados y relaciones que se construyen de forma continua, más que como

un listado de datos o leyes creadas e incuestionables. Tan importante son los

contenidos y los resultados como los métodos de indagación.

Aprender a educar requiere un cambio de foco desde el currículo al aprendiz.

Aprender a educar requiere vivir situaciones, contextos y prácticas de enseñanza

donde los futuros docentes puedan comprender la complejidad implicada en el

diseño, planificación, desarrollo y reflexión sobre la enseñanza. Aprender a

educar requiere no solamente tener información sobre lo que constituye un

17

currículo, sino trabajar, diseñar, desarrollar y evaluar un currículo.

Aprender a educar requiere contextos de aprendizaje e intercambio que

favorezcan la producción y aplicación del conocimiento en contextos reales,

complejos e inciertos.

Enseñar a educar implica el testimonio y la honestidad de las buenas prácticas.

Esto significa no recomendar prácticas que el profesor que las recomienda no

las domina.

Por tanto, Pérez (s. f.) sintetiza que el aprender a educar requiere comenzar por

problemas prácticos concretos que los futuros docentes experimentan en contextos reales,

donde se promueva la reflexión sobre la experiencia, los contextos y sus efectos en los

sentimientos, deseos, pensamientos de los estudiantes y de ellos mismos, como futuros

docentes. De igual manera, expresa que la enseñanza no se legitima en sí misma, por lo

que el docente hace, sino por cómo aprenden los estudiantes. Este postulado implica que

se utilicen estrategias como lo son el diseño de tareas auténticas, construir sobre el

conocimiento previo de los estudiantes y desarrollar interacciones que ayuden al

estudiante a incrementar sus habilidades y recursos. Asimismo, este postulado está

relacionado con aplicar procedimientos de seguimiento y evaluación que permitan al

estudiante conocer sus fortalezas y debilidades, sus falsas concepciones y sus lagunas.

También, está asociado a la interacción constante de los estudiantes con sus emociones,

deseos y expectativas, pensamientos y conductas, así como experimentar formas creativas

de autorregularse y de intervenir de forma más satisfactoria sobre el contexto.

18

Características del Maestro Principiante. Los primeros años de enseñanza

deben ser una oportunidad para ayudar a los maestros principiantes a convertirse en

expertos adaptativos, que sean capaces de implicarse en un aprendizaje a lo largo de toda

la vida (Darling-Hammond et al., 2005). Expertos del campo de la educación han

expuesto que el primer año de experiencia de los docentes puede resultar para algunos

frustrante, crucial para continuar en la profesión y que la meta básica puede resultar en

sobrevivir al mismo (Mandel, 2006; Strong, 2005; Torok & Fleming, 2004). Mandel

(2006), basado en su experiencia como mentor y entrenador de mentores, encontró que

los maestros principiantes se encuentran con retos en cinco áreas: arreglar la sala de

clases y prepararse para los primeros días de clase; cubrir el currículo requerido sin que

los estudiantes pierdan el interés o que se queden rezagados; calificar de forma justa a los

alumnos; tratar con los padres; y mantener su salud personal.

En la revisión que hicieron Darling-Hammond et al (2005), de investigaciones

sobre el aprendizaje del profesorado, encontraron algunos principios que pueden servir de

guía para organizar la formación de los maestros principiantes, los cuales resumieron de

la siguiente forma:

1. Los maestros principiantes llegan al aula con preconcepciones acerca de cómo

funciona el mundo y la enseñanza. Estas preconcepciones, desarrolladas a través

de aprendizaje de observación, condiciona lo que aprenden. Si no se tiene en

cuenta esta orientación inicial, es posible que fracasen en comprender y asumir

nuevos conceptos e información, o puede que las asuman con un propósito solo de

evaluación.

2. Para desarrollar competencia en una determinada área, los maestros deben de

19

tener una profunda base de conocimiento teórico; comprender hechos e ideas en el

contexto de ese marco conceptual; organizar el conocimiento de forma que se

facilite su recuperación y acción.

3. Un enfoque de instrucción metacognitivo puede ayudar a los maestros a aprender

a tomar control sobre su propio aprendizaje, proporcionándoles herramientas para

analizar sucesos y situaciones que les permitan comprender y manejar situaciones

complejas en la vida del aula.

Ante los retos que enfrentan los maestros principiantes, Mandel (2006) sugiere la

necesidad de tomar en cuenta lo que los maestros entienden que necesitan, en su primera

experiencia laboral, para que puedan mantenerse en su profesión. En esta sugerencia está

implícito que la agencia educativa que contrata a estos maestros, debe brindarles apoyo

en su primera experiencia laboral. Este apoyo les puede facilitar la transición entre su

preparación formal y el mundo laboral o de la teoría a la práctica.

Dentro de las prácticas que pueden utilizar estas agencias educativas, varios

investigadores recomiendan los programas de inducción y tutoría y los talleres de

desarrollo profesional. Por ejemplo, los resultados de la investigación de Warsame

(2011) le permitieron concluir que un programa escolar sólido de apoyo al maestro

principiante puede compensar la falta de un programa universitario sólido de apoyo a este

profesional al comenzar su labor docente. Por el contrario, un programa universitario

sólido de apoyo al maestro egresado no compensa la falta de un programa escolar sólido

de apoyo al maestro principiante. Además, Warsame (2011) sugiere que los maestros

principiantes deben ser apoyados por un período de tiempo prolongado, de modo que se

puedan entender las dificultades a las que estos se enfrentan a medida que adquieren

20

experiencia. Estas recomendaciones, según Warsame (2011), ayudarán a que estos

maestros continúen en su profesión. Además, este respaldo puede servir de mucha ayuda

a que estos profesionales adquieran las destrezas necesarias que les permitan brindarles a

sus alumnos un ambiente propicio en el proceso de enseñanza y aprendizaje.

Por su parte, en Puerto Rico, Fortis (2003) plantó recomendaciones que pueden

ayudar a diseñar un Programa de Inducción efectivo, entre estas:

Propiciar una armonía entre las metas y misiones de las universidades, el

Departamento de Educación y su Programa de Inducción, de modo que se les

ofrezcan la ayuda técnica y el apoyo a los maestros principiantes y que les facilite

insertarse a la cultura escolar.

Asignar presupuesto y personal para el programa de inducción a maestros

principiantes, crear un manual y apoyo tecnológico de fácil acceso a estos

profesionales.

Comenzar a reclutar maestros desde el mes de junio y capacitarlos en Programas

de Inducción y Mentoría antes del curso escolar.

Además, Fortis (2003) destacó que un Programa de Inducción debe caracterizarse por el

siguiente contenido: una orientación sobre la importancia de la inducción en el éxito del

maestro principiante; dividir el proceso de inducción en etapas progresivas; y cultivar la

colaboración mutua entre colegas.

A esos efectos Darling-Hammond et al. (2005) plantearon que, en otras

profesiones, los principiantes logran aumentar sus conocimientos y habilidades mediante

la observación de profesionales con más conocimiento y experiencia. Al mismo tiempo,

los principiantes tienen la oportunidad de aportar sus conocimientos, ya que traen las

21

últimas investigaciones y perspectivas teóricas, las cuales muchas veces contrastan con

las que se mantienen en práctica y tanto los principiantes como los veteranos (personas

con más experiencia) tienen la oportunidad de compartirlas y comprobarlas. Sin

embargo, sugieren que las condiciones normativas de la enseñanza están muy lejos de

este modelo utópico. Por lo que, tradicionalmente, se espera que los nuevos profesores

que reciben poco apoyo y orientación, sobrevivan o abandonen la docencia.

Aportación del Estudio

Esta investigación estuvo dirigida a explorar la percepción de los maestros

encuestados sobre la efectividad de los programas de preparación de maestros a los

cuales ellos fueron sometidos, luego de haber estado ejerciendo por un año o más después

de haberse graduado. Los resultados de este estudio pueden aportar al campo educativo

el conocer las fortalezas y áreas de oportunidades para reforzar los programas de

preparación de maestros, así como a la toma de decisiones que redunden en beneficio

para los programas de preparación de maestros en Puerto Rico. De igual manera, los

resultados del estudio pueden propiciar que este trabajo se convierta en una base de

partida para futuras investigaciones, relacionadas a la preparación de maestros, tomando

en cuenta las experiencias y vivencias de los maestros de nuevo ingreso a la sala de

clases.

Definición de Términos

1. Acreditación: dar testimonio en documento fehaciente de que alguien lleva

facultades para desempeñar comisión o encargo diplomático, comercial, etc. (Real

Academia Española, 2016).

2. Estudio descriptivo: se toma en consideración al fenómeno estudiado y sus

22

componentes. Se miden los conceptos y se definen las variables (Hernández,

Fernández y Baptista, 2010).

3. Estudio exploratorio: proceso mediante el cual se investigan problemas poco

estudiados, se indaga desde una perspectiva innovadora, se ayudan a identificar

conceptos promisorios y se prepara el terreno para nuevos estudios (Hernández et

al., 2010).

4. Teoría: conjunto de proposiciones interrelacionadas, capaces de explicar por qué

y cómo ocurre un fenómeno (Hernández et al., 2010).

23

Capítulo II

Revisión de Literatura

Las metas prioritarias de los sistemas educativos están dirigidas a propiciar un

desarrollo integral de los estudiantes, a los fines de que cuando finalicen su formación

académica contribuyan al desarrollo económico y social de sus países. De acuerdo a la

UNESCO (2008), este desarrollo integral puede darse facilitándoles a los estudiantes un

acceso equitativo en todas las etapas y cursos de enseñanza y creando puentes y

transiciones, abiertos y flexibles entre la educación formal y no formal y entre los

distintos tipos de instituciones y ramas de estudio. La integración de los egresados al

mundo del trabajo es mucho más compleja, ya que requiere un mejor entendimiento de

las tendencias que ocurren en este campo.

El siglo XXI se caracteriza por diferentes cambios que han impactado al mundo.

Desde el punto de vista de Fernández y Malvar (2011), la vertiginosidad de los cambios

económicos, tecnológicos y sociales, acaecidos en los últimos años en el mundo

industrializado, plantea situaciones nuevas y complejas en la transición de los

adolescentes a la vida activa y adulta, situándola hoy por hoy, en el punto de mira. Según

estos investigadores, estos cambios vienen determinados por la permanente innovación

tecnológica, la nueva organización del trabajo y la nueva configuración del mercado

laboral, obligando así a las escuelas a repensar constantemente su función orientadora (p.

102). A esos efectos, Pérez (s. f.) plantea que, si las escuelas tienen que responder a

nuevas y complejas exigencias, la formación de los docentes ha de afrontar retos

similares para responder a tan importantes desafíos. El objetivo general de esta

investigación se dirigió a explorar la percepción que tienen los maestros en Puerto Rico

24

sobre los programas de preparación de maestros de las instituciones universitarias donde

se graduaron. En el logro de este objetivo, las metas específicas, estuvieron dirigidas a:

Auscultar el grado de satisfacción que han tenido los maestros de nuevo ingreso

con el programa de preparación de maestros de la institución de Educación

Superior donde se graduó.

Explorar si el maestro de nuevo ingreso cuando entró a laborar a la sala de clases

contaba con todas herramientas profesionales para atender a sus estudiantes de

forma efectiva.

En este capítulo se despliega la revisión de literatura, la cual está centrada en

estudios relacionados y al trasfondo histórico de las leyes relacionadas a la preparación

de maestros en Puerto Rico, más no busca discutir las leyes desde el punto de vista

histórico o cronológico. La razón es que esta consulta literaria está centrada en aquellos

escritos dirigidos a la preparación del maestro en Puerto Rico.

Base Legal

La base legal del Sistema Educativo de Puerto Rico está conformada por leyes

estatales y federales. El Estado Libre Asociado de Puerto Rico ha estado pendiente de

aprobar leyes que favorezcan políticas públicas dirigidas a que los maestros que sirvan en

las escuelas del País sean aptos para sus puestos, estén bien preparados y demuestren

capacidad en su desempeño profesional. De igual manera, el Gobierno de los Estados

Unidos de América ha hecho lo propio. En el cumplimiento de este objetivo, se han

creado, revisado, enmendado y derogado leyes que propendan en el mejor beneficio de

dicha misión.

25

Una de estas leyes es la Ley de Personal del Servicio Público, la cual fue

enmendada el 14 de octubre de 1975, con el propósito de establecer el mérito como el

principio que regirá todo el servicio público, de modo que sean los más aptos los que

sirvan al Gobierno. Esta ley dispone que todo empleado sea seleccionado debe ser

adiestrado, ascendido y retenido en su empleo en consideración al mérito y a la

capacidad, sin discrimen por razones de raza, color, sexo, nacimiento, edad, origen o

condición social, ni por ideas políticas o religiosas. Este es un reto que tiene el País dado

que para ser “los más aptos”, estos servidores deben haber recibido una educación de

excelencia para el campo profesional donde se desempeñe. De igual manera, el gobierno

se compromete en buscar seleccionar a los mejores profesionales para desempeñarse en

sus puestos y ofrecerle adiestramiento o educación continua para que esos profesionales,

comprometidos con su labor, puedan actualizar sus conocimientos e integrar nuevas

estrategias y tecnología, en este caso, en las escuelas de Puerto Rico.

Ya para el 26 de agosto de 1981, en Estados Unidos, se creó la Comisión

Nacional para la Excelencia Académica, la cual estuvo presidida por el Sr. David

Pierpont Gardner. Dicha Comisión tenía como tarea revisar la calidad de la educación en

los Estados Unidos de América y proveer recomendaciones para la excelencia académica.

Luego de 18 meses de investigación, los miembros de la comisión emiten el informe

titulado: A nation at risk: The imperative for Educational Reforms (USG, 1983). Este

informe generó numerosos estudios que describían la necesidad de cambiar las escuelas

dramáticamente, de forma que fueran compatibles con los hallazgos encontrados en las

investigaciones sobre cómo debían ser las escuelas efectivas. En relación a la

preparación de maestros, la Comisión observó que no había muchos estudiantes

26

interesados en ser maestros, que la carga académica de los programas de preparación de

maestros era muy alta y que se requerían cambios importantes para mejorar los

programas. De igual manera se observó que los maestros no estaban involucrados en la

búsqueda de textos para sus cursos y tampoco eran autores de libros o artículos

académicos.

En 1995 el Presidente George W. Bush, mediante la Ley No Child Left Behind

(NCLB), presentó su reforma educativa para el mejoramiento de la enseñanza y

promover ayuda, con fondos federales a las escuelas, para el diseño de herramientas

académicas dirigidas al éxito de los estudiantes en sus tareas y sus actividades sociales.

Uno de los beneficios que impacta al maestro con esta ley, implicaba su interés por

mejorar la calidad de maestros en las escuelas públicas, ofreciéndoles fondos para el

desarrollo profesional de los maestros. Para cumplir con los requisitos de la ley, los

maestros debían tener un bachillerato, certificación de maestro permanente y demostrar

dominio de cada una de las materias académicas básicas que enseñara. Esta ley fue

aprobada en el 2001 y puesta en vigor en los estados y territorios en el 2002. La ley

NCLB (2001) estableció que los distritos escolares estatales o locales, que utilizaran

fondos federales, serían responsables del éxito de los estudiantes. Para demostrar el éxito

de sus estudiantes, las instituciones debían presentar resultados favorables en las pruebas

estandarizadas de comprensión lectora y matemáticas impartidas a estudiantes de tercer a

octavo grado. Más tarde se incluyó el área de ciencias y el ofrecer pruebas a estudiantes

de undécimo grado. Esta Ley brindó la flexibilidad para que los grupos de estudiantes

fueran más pequeños en los salones de clases y ofreció alternativas de educación continua

a los maestros.

27

Desde la perspectiva del docente, la Ley NCLB (2001) dispuso el cumplimiento

de ciertos requisitos por parte de los docentes, los cuales eran sumamente importantes

para estos estar altamente cualificados. Esta disposición implica que para los maestros

estar cualificados, deben haber completado un grado de bachillerato en la asignatura que

enseñan, haber aprobado el examen de Certificación, ser altamente competente en la

asignatura que enseña, entre otros requisitos. En Puerto Rico, el DEPR (2011) estableció

la Política pública y procedimientos para cumplir con los requisitos de la Ley Federal No

Child Left Behind, en relación a los maestros y para profesionales altamente cualificados,

mediante la Carta Circular 16-2011-2012. Los requisitos para ser un maestro altamente

cualificado aplican a maestros nuevos de los niveles elemental y secundario (0 a 3 años

de experiencia) y según lo dispone esta carta circular, los mismos son los siguientes:

Poseer como mínimo un bachillerato de una institución universitaria debidamente

acreditada por la agencia o entidad correspondiente.

Aprobar la Prueba de Certificación de Maestros (PCMAS) batería básica.

Los maestros del nivel secundario y los maestros de inglés elemental y

secundario, además de aprobar la batería básica, deben aprobar la prueba de

especialidad en la materia básica que aplique.

Poseer un certificado regular vigente o vitalicio otorgado por el Departamento de

Educación de Puerto Rico en la materia y nivel que enseña, según su

nombramiento.

De igual forma, el DEPR (2012) establece la Política pública, relacionada con las

normas que regulan la organización y funcionamiento del Programa de Práctica docente,

con la Carta Circular 2-2012-2013. De acuerdo con esta carta circular, la misión del

28

Programa de Práctica está dirigida a aunar esfuerzos con las universidades públicas y

privadas acreditadas para colaborar en el desarrollo personal y profesional de los

maestros cooperadores y de los estudiantes-maestros. Según lo indica, todo estudiante

universitario interesado en convertirse en maestro debe aprobar experiencias de pre-

práctica. Estas experiencias propiciarán que el futuro maestro se inicie en el proceso de

diseñar y desarrollar actividades de enseñanza, al mismo tiempo que evalúa su aspiración

de convertirse en un profesional de la educación, clarificando a tiempo su vocación. Los

directores de escuela colaborarán con este proceso y proveerán experiencias apropiadas a

ese propósito durante el periodo que antecede a la práctica docente (DEPR, 2012).

A pesar de los múltiples esfuerzos, los estados y territorios no pudieron cumplir

con los estándares de proficiencia de los estudiantes, establecidos en la NCLB y en el

2009, mediante una enmienda a la Ley, se establece un Plan de Flexibilidad (USG,

2009). Con este plan se otorgaron dispensas a requisitos particulares de la Ley a los

estados, dirigidas a alcanzar el dominio de los estándares y la oportunidad de mejorar el

desempeño de los estudiantes y del personal docente. A Puerto Rico se le aprueba este

plan de flexibilidad en el año 2012 y en el 2013 se puso en vigor.

En su libro La escuela que necesitamos, Elliot W. Eisner (2002) expuso que los

maestros necesitan comprender, más allá de las formas científicas del conocimiento,

modos estéticos del conocimiento, modos interpersonales, modos prácticos, e ideas

espirituales. Eisner (2002) promovió la integración de la reflexión en las clases, el

trabajo en equipo entre la facultad de las escuelas y un enfoque de la enseñanza dirigida

a la práctica y no tanto a la teoría. Este investigador, mencionó tres vías para la

preparación del maestro: (a) tradicional o directa, (b) re-certificación y no reválida y (c)

29

alterna, cuando es graduado de alguna concentración, pero no de Educación. La

agencia Council for the Accreditation of Educator Preparation (CAEP, 2016), antes

NCATE-TEACT, es la agencia que ayuda a establecer las directrices para la

preparación de maestros competentes y a su vez, establecer los estándares para preparar

maestros en las instituciones universitarias con la meta de lo lograr la excelencia

académica. CAEP (2016) menciona que los estudiantes se desempañan

satisfactoriamente cuando los maestros están completamente preparados para su labor

como docente y están debidamente licenciados para ejercer en las escuelas.

El 10 de diciembre de 2015, el Presidente Barack Obama firmó la ley Every

Student Succeeds Act (ESSA), con esta nueva directriz se busca diseñar estrategias

curriculares para la diversidad de estilos de aprendizaje en la sala de clases (USG, 2015).

Una estrategia sugerida es la Universal Design for Learning (UDL), donde se ofrece al

estudiante una variedad de técnicas y estrategias para que el estudiante se apodere del

material de lo que se está enseñando en la sala de clases y pueda demostrar sus

conocimientos sobre lo aprendido. Esta estrategia promueve la búsqueda de innovación

al momento de presentar un tema utilizando diferentes herramientas como, por ejemplo:

dibujos, presentaciones, tecnología, trabajos grupales y colaborativos. Con esta Acta

revisada, se tiene como meta trabajar currículos donde se desarrollen evaluaciones y

assessments (avalúos) del estudiante y de los procesos académicos. Con esta iniciativa se

busca evaluar la efectividad del maestro en sus métodos de enseñanza en la sala de clases.

En su ensayo Hacia la escuela que soñamos: Reflexión sobre una experiencia

práctica, Quintero (1996) presentó un profundo análisis sobre la preparación de maestros

en Puerto Rico y ofreció excelentes recomendaciones para la excelencia académica,

30

mediante alternativas innovadoras. Un planteamiento interesante de su ensayo es la

observación sobre la importancia de incluir al maestro en el desarrollo curricular de los

cursos, gestión que no se lleva a cabo ni durante sus años de estudio ni durante su

práctica como docente. Esto requiere desarrollar las destrezas de investigación dentro de

las prácticas docentes con la meta de lograr la excelencia en los procesos de enseñanza-

aprendizaje.

De la Teoría a la Práctica

El filósofo John Dewey fue uno de los norteamericanos más importantes de la

primera mitad del siglo XX (Westbrook, 1993). Para John Dewey la escuela debe ser una

institución social donde las experiencias sean un proceso formativo para el desarrollo de

las destrezas. Por lo tanto, es un proceso activo y dinámico que debe generar cambios

tanto en la persona como en su entorno. La disciplina de Dewey promueve la reflexión y

el aprendizaje de manera democrática y humanista. Como pragmático que se

consideraba, el conocimiento se prueba mediante la ejecución y la experimentación.

De acuerdo a sus planteamientos, mediante los procesos de aprendizaje-enseñanza

en acción, el estudiante participa de la práctica y la teoría en un enfoque de aprendizaje

experimental y de análisis, logrando así desarrollar sus habilidades en un ambiente social

y democrático. Con este paradigma, el estudiante tiene una experiencia real y auténtica

de su futura labor como profesional en el campo donde estudió. En su teoría

constructivista, Dewey defiende que la experiencia educativa debe verse como un todo y

que el material que se enseñe debe ser pertinente y que, mediante esas actividades, el

estudiante pueda construir su conocimiento (Westbrook, 1993). En contraposición a los

31

modelos tradicionales de la educación, Dewey (en Blanco, 1995) promovió la escuela

progresiva, la cual muestra un perfil con las siguientes características:

El desarrollo de la individualidad.

La potencialidad de la valorización del presente.

La concepción del mundo como sujeto constante de cambio.

La adquisición de destrezas como medio y no como fin.

La actividad se extrae de la experiencia común de la realidad física y social.

Los programas están en función de las necesidades.

Se unifica saber y hacer.

El maestro desciende a un lugar secundario.

El protagonista es el niño.

En ese sentido, según Blanco (1995), la escuela progresiva es sinónimo de dinamismo y

flexibilidad; es una reconstrucción de lo que el niño realiza y su permanente revisión la

hace progresiva (p. 400).

Al igual que Dewey, para la Dra. María Montessori esta metodología de

enseñanza-aprendizaje fue también un pilar para el autodesarrollo de niños con

deficiencias mentales, a quienes enseñó a leer y a escribir. Luego, extendió esa filosofía

de enseñanza para todos los niños, desarrollando el Método Montessori y su famosa frase

de que “los niños se construyen a sí mismos” (Weiler, 2012). Ese mismo paradigma de

enseñanza-aprendizaje muestra la importancia de la pertinencia en los procesos

académicos para la excelencia profesional. En ese aspecto, el currículo debe ser

dinámico, actualizado a las necesidades sociales y tecnológicas, que estimulen al

participante al análisis, a la investigación y a la participación activa de la búsqueda del

32

conocimiento y el entendimiento de ese conocimiento. De Will y Gianotten (1988)

mencionaron en su trabajo de investigación, titulado La investigación participativa en

América Latina, que el currículo no solamente debe proveer para la actividad educativa

tradicional en la sala de clases, sino también para la investigación y la vivencia social que

sería la ecuación informal.

En su Teoría del Desarrollo Cognitivo, Jean Piaget plantea que los estudiantes

pueden examinar y llevar a cabo estudios, tanto académicos como de criterios sociales

por medio de la experimentación y el descubrimiento. Menciona, de igual manera, que

con este tipo de experiencia los estudiantes construyen su propio conocimiento de una

forma activa y provee experiencias reales para desempeñarse en sus profesiones. A su

vez, Piaget (1981 en DEPR, 2003) propone que la construcción del conocimiento es un

proceso continuo donde el aprendiz construye y reorganiza el conocimiento, basado en

etapas de desarrollo cognitivo: acomodación, asimilación y equilibrio y que los

aprendices pasan por un proceso continuo de construcción y reorganización de

conocimientos. Estas etapas de desarrollo cognitivo progresan en una marcha

ascendente, que va de los reflejos del recién nacido a la capacidad de razonamiento

abstracto de un adulto. Piaget (1973, en López, 2009) establece que las características de

estas etapas son:

Se definen por un conjunto de esquemas: estructuras dinámicas de datos para

representar conceptos genéricos almacenados en la memoria y aplicables a

sucesos, situaciones, secuencias, etc.

Se suceden integrándose unos a otros: el inicio de una etapa se produce mientras

se mantienen rasgos de la etapa anterior.

33

En toda etapa hay una fase inicial y otra terminal.

Teóricos, como Dewey, Montessori y Piaget, ofrecen una clara visión de la

importancia de construir el conocimiento por medio de la experiencia, por medio de la

práctica y por medio de la investigación-reflexiva y analítica. Los educadores modernos

deben poseer las cualidades necesarias para interpretar y guiar el currículo de un curso

específico. De igual forma, deben ser auto-educables, comunicativos, dialécticos,

mostrar empatía para sus compañeros y sus estudiantes, estar dispuestos al cambio, a

innovar, crear y adaptarse a las necesidades de un grupo en un momento específico y en

un lugar específico (Blanco, 1995; López, 2009). En esa línea, Pérez (s. f.) establecen

que las competencias fundamentales de los docentes, como educadores comprometidos

con el aprendizaje y el desarrollo de los estudiantes, pueden concretarse a las siguientes

prácticas:

Crear y adaptar el currículo que se construye sobre los intereses, fortalezas y

pensamiento práctico previo de los estudiantes.

Construir un escenario abierto, democrático y flexible y un conjunto de

actividades auténticas que pretendan provocar la implicación de cada estudiante,

respetando sus diferencias y enfatizando sus fortalezas.

Establecer tutorías y orientar el aprendizaje de cada estudiante, por medio de los

andamiajes personalizados necesarios.

Evaluar el proceso de aprendizaje de modo que los estudiantes comprendan sus

fortalezas y debilidades y promuevan su propia autorregulación para la mejora.

Procurar una interacción y comunicación cercana y respetuosa, provocando el

sentimiento en los estudiantes de que son respetados y escuchados. Demostrar

34

respeto y cariño con todos los estudiantes, comprendiendo sus diferentes

situaciones personales y emocionales y confiando en su capacidad de aprender.

Ejemplificar con el propio comportamiento y apoyar las mejores cualidades

humanas que quieran desarrollar en los estudiantes, tales como: entusiasmos por

el conocimiento, indagación y curiosidad intelectual, justicia, honestidad,

colaboración, compromiso y compasión.

Construirse en miembros activos de la comunidad de aprendizaje,

responsabilizándose del proyecto colectivo y de su propio y permanente

desarrollo profesional.

Estas competencias, según Pérez (s. f.) pueden agruparse en tres competencias

profesionales básicas que sustenta la mayoría de los programas innovadores de formación

de docentes. Estas competencias son:

Competencia para planificar, desarrollar y evaluar una forma de enseñar que

facilite el desarrollo completo de la persona, conforme a las nuevas exigencias y

retos educativos en la sociedad contemporánea.

Competencia para crear y mantener escenarios abiertos, flexibles, democráticos y

ricos culturalmente, donde se estimule un clima positivo de aprendizaje y un

clima de confianza en las relaciones sociales.

Competencia para promover el propio desarrollo profesional y la formación de

comunidades de aprendizaje con los colegas y resto de agentes implicados en la

educación.

A pesar de las diferentes teorías que promueven un proceso enseñanza y

aprendizaje, asociadas a las necesidades particulares de los estudiantes y a sus entornos,

35

diferentes investigadores han encontrado una desconexión entre la preparación formal de

los docentes versus su experiencia en el ambiente escolar (Albermann, 1981; Grudnoff,

2011; McCaleb, 1979; Smeaton & Waters, 2013; Strong, 2006; Torok-Fleming, 2004).

Ante esta disparidad, Albermann (1981) en su proceso investigativo con estudiantes de

práctica se planteó tres interrogantes: (a) ¿Es realmente nociva la disonancia que se crea

como resultado de las diferencias entre lo que llaman el idealismo de la universidad y la

realidad del proceso de enseñanza?; (b) ¿Puede esperarse que cuatro años de

entrenamiento a los docentes resulte en un inservible rendimiento, dada la disonancia que

se encuentra entre la teoría y la práctica?; ¿Los supervisores universitarios han alentado

esta disonancia o la han reconciliado? De acuerdo a los resultados, la contestación a la

primera pregunta indicó que los estudiantes reconocieron esta desconexión, pero su

formación académica les ayudó a buscar estrategias para trabajar con la misma,

especialmente, en el aspecto social. En la segunda pregunta, los maestros practicantes

sugirieron que, en vez de ofrecerles cuatro años de adiestramiento teórico, se ofrecieran

tres y el último año darles la oportunidad de practicar en un ambiente real, donde tuvieran

la oportunidad de recibir retroalimentación. En cuanto al rol del supervisor para alentar

la desconexión o reconciliarla, los resultados indicaron que el papel del supervisor es uno

complementario para así evitar roces con los esfuerzos del maestro cooperador. Estos

resultados le permitieron concluir que esta disparidad no es un factor que afecte al

docente, ya que los conocimientos adquiridos en su preparación académica le han

ayudado a trabajar de diferentes maneras las situaciones que en su ambiente real enfrenta.

La transición que se da de la teoría a la práctica del docente, según Grudnoff

(2011), puede resultar difícil y estresante, debido a la desconexión existente entre su

36

formación y su práctica profesional como maestro. En su investigación Rethinking the

practicum: Limitations and possibilities, Grudnoff (2011) exploró aquellos aspectos de

los cursos de prácticas que son beneficiosos a los docentes y aquellos aspectos que

necesitan mejorarse. Esta fue una investigación cualitativa, donde participaron 12

docentes de escuela primaria con más de un año de experiencia. Durante el transcurso

del proceso investigativo, los participantes pasaron por cinco (5) entrevistas que fue una

de las estrategias para obtener los datos. De acuerdo a la percepción de los participantes,

las diferencias entre la teoría y la práctica se enmarcaron en dos aspectos: aquellos

aspectos del ambiente escolar que ayudan a facilitar la transición y aquellos que impiden

una transición efectiva. Al comparar su posición como maestros con la de estudiantes

practicantes, los participantes indicaron que hay una diferencia bien marcada, ya que

como maestros se sienten parte de la comunidad escolar. De igual forma, percibieron que

disponen de más tiempo para relacionarse con sus estudiantes, donde ellos se sienten

responsables de estos niños, particularmente por su aprendizaje. Asimismo, mencionaron

que, en su función como maestros, tienen autonomía para tomar decisiones y no ocurría

así con el curso de práctica, donde copiaban lo que hacía el maestro cooperador en sus

clases, se sentían observados todo el tiempo para probar sus competencias por lo que no

se sentían relajados. Estos hallazgos le permitieron concluir a Grudnoff (2011) que esta

sensación de autonomía tiene un efecto positivo en el docente que ayuda en su transición

como maestro.

Por otro lado, los resultados del estudio indicaron que los maestros principiantes

experimentan una ansiedad considerable cuando comienzan a trabajar por primera vez

como maestros. Según las voces de los participantes, este inicio fue más difícil y más

37

estresante de lo que esperaban, pues había una desconexión entre lo que entendieron y las

expectativas que desarrollaron en su preparación para iniciarse como maestros y lo que

encontraron que se esperaba de ellos como maestros en este ambiente escolar. Esta

desconexión, según lo explicaron, se dio en dos ángulos. En primer lugar, en su curso de

práctica nunca habían experimentado lo que era un inicio escolar, ya que cuando llegaban

ya todo estaba organizado y ellos lo que hacían era continuar un trabajo debidamente

planeado. Por lo que presentaron dificultad para organizarse, especialmente, en la

disposición del salón y en la programación del uso del tiempo. En segundo lugar, su

experiencia en el curso de práctica se circunscribía al contexto de un salón de clase, por

lo que no imaginaron la cantidad de trabajo que se le requiere a un maestro como tal. El

enfrentarse a tareas administrativas, a reuniones curriculares, a trabajar con los aspectos

sociales de los niños, a llevar trabajo al hogar y pasar los fines de semanas inmersos en

trabajos de la escuela, entre otras, hizo que, en esa transición, se sintieran sorprendidos y

cansados. Ante estos hallazgos, Grudnoff (2011) sugirió que el curso de práctica debe

estructurarse a los efectos de exponer a los futuros maestros a prácticas reales a los fines

de que estos se sientan mejor preparados para iniciarse en su carrera profesional.

En el estudio cualitativo realizado por Smeaton y Waters (2013), se exploró la

frecuencia en que los maestros principiantes utilizaban las estrategias aprendidas en su

preparación académica y aquellos elementos que incidían para no hacerlo. En el estudio

participaron 6 maestros de escuelas secundarias que pasaron por una metodología similar

en su preparación académica universitaria. Los datos se obtuvieron por medio de

entrevistas colectivas (grupos focales), los cuales fueron constatados a través de

observaciones. Los resultados del estudio indicaron que los maestros participantes del

38

estudio continuaron utilizando algunas de las estrategias aprendidas en su formación

académica, pero no utilizaron otras por diferentes factores. Entre estas se destacaron las

barreras entre lo aprendido y la realidad con la que se enfrentaron, tales como lidiar con

los retos de los comportamientos y necesidades académicas de los estudiantes. De igual

forma, el trabajo excesivo que se les requería a estos maestros no estaba alineado a su

experiencia obtenida en su preparación académica. Por lo que Smeaton y Waters (2013)

sugirieron diferentes recomendaciones dirigidas a los programas de preparación de

maestros y a las escuelas secundarias. En relación a los programas de formación de

maestros, recomendaron:

La facultad universitaria necesita tener conocimiento acerca de los retos actuales

que enfrenta la educación secundaria e incluirlos en el contenido curricular,

especialmente, con aquellos retos que son de alto riesgo.

Incluir en el contenido curricular destrezas para que los futuros maestros pasen

por la experiencia del manejo de conductas, como lo son la apatía y las

situaciones de comportamientos violentos de los estudiantes.

Modelar el uso de estrategias tecnológicas que puedan ser adaptadas a una

variedad de habilidades y con diferentes recursos.

Crear un curso dentro de su planificación curricular para los futuros maestros,

dirigido a la resolución de problemas, planificación y recursos de apoyo.

Las recomendaciones para las escuelas secundarias fueron las siguientes:

Ofrecer un apoyo logístico a los nuevos maestros, el cual debe incluir la

limitación de diferentes preparaciones y la asignación de salones.

Desarrollar una estructura de planificación para los nuevos maestros que incluya

39

un alto desempeño de los estudiantes en sus clases y no con clases remediales.

Seleccionar mentores que estén altamente motivados y tengan las competencias

necesarias que puedan servir de recursos como modelos para trabajar con la

metodología de las clases. Deben estar disponibles para ayudar a estos nuevos

maestros a enfrentarse a los retos de su propio crecimiento y de los del ambiente

escolar.

Examinar el programa de inducción a los fines de incluir en el periodo del verano

adiestramientos con sus mentores relacionados al desarrollo de destrezas formales

y no formales dentro de la estructura escolar y crear equipos de trabajos

profesionales que sirvan de ayuda a los nuevos maestros.

Estas recomendaciones de Smeaton y Waters (2013) a las escuelas, en relación a

los programas de inducción, son bien importantes porque diferentes investigaciones han

demostrado que los programas de inducción a maestros principiantes redundan en

beneficios tanto para el educador de nuevo ingreso como para el de mayor experiencia.

Por ejemplo, Strong (2006) evaluó dos investigaciones realizadas por New Teacher

Center con el fin de detectar los efectos del apoyo brindado a maestros principiantes

mediante programas de inducción y el aprovechamiento académico de sus alumnos. Los

hallazgos de ambos estudios indicaron que existe una relación directa entre aquellos

maestros principiantes que recibieron apoyo en un programa comprensivo de dos años o

más y el aprovechamiento académico de sus estudiantes. Por otro lado, la investigación

cualitativa de Torok-Fleming (2004) se dirigió a auscultar la percepción de los docentes

sobre sus experiencias de enseñanza en el escenario escolar y el programa de inducción a

maestros nuevos de su distrito escolar. La muestra participativa del estudio consistió de

40

maestros principiantes en su primer año de docencia de los grados kindergarten a sexto en

Indiana. Los datos se obtuvieron a través de entrevistas a los participantes, quienes

verificaron el contenido de las transcripciones de las mismas. Los participantes del

estudio subrayaron la importancia del apoyo recibido en este programa, especialmente si

este apoyo era de persona a persona, en su nuevo rol profesional. De acuerdo a los

resultados, los maestros principiantes presentaron la necesidad de apoyo en áreas como

manejo de clase, disciplina de estudiantes, conocimiento de asuntos sociales de los niños,

destrezas en relaciones interpersonales, manejo del tiempo y de planificación lógica de

lecciones y recursos educativos. El programa de inducción les ayudó a trabajar con estas

áreas, lo cual fomentó una mayor seguridad en su desempeño.

Las investigaciones expuestas sugieren que para fomentar la calidad de los

docentes hay que trabajar directamente con los programas de formación de maestros de

las instituciones universitarias. En Puerto Rico, según la literatura auscultada, no se han

realizado muchas investigaciones relacionadas con el tema. Sí se lograron identificar dos

estudios con estudiantes de los cursos de práctica docente. En la primera de ellas, Ortiz

(2005) realizó la investigación Indicadores de calidad en los programas de preparación

de maestros en Puerto Rico. La misma se dirigió a analizar la calidad de los programas

de preparación de maestros desde dos perspectivas: la preparación de maestros respecto a

las Pruebas de Certificación de Maestros y el grado de satisfacción de los profesores y

estudiantes con los diversos componentes del currículo. La muestra participativa

consistió de dos instituciones privadas (American University de Bayamón y la Pontificia

Universidad Católica de Mayagüez) y dos recintos de la Universidad de Puerto Rico

(Recinto de Río Piedras y Recinto de Mayagüez). La metodología utilizada fue una

41

mixta, donde se llevaron a cabo encuestas de satisfacción a estudiantes y docentes,

grupos focales, revisión de documentos, donde se hizo un análisis de los estudios de

casos y una evaluación de los datos cuantitativos sobre la distribución de las Pruebas de

Certificación de Maestros en las cuatro instituciones que formaron parte de la muestra.

Los resultados indicaron que tres de los programas de preparación de maestros (UPR

Recinto de Río Piedras, American University de Bayamón y Pontificia Universidad

Católica de Mayagüez) siguen una estructura curricular similar respecto a los requisitos y

créditos de los cursos profesionales de las áreas de concentración y educación general.

De acuerdo al análisis de la investigadora, esta homogeneidad responde a que todos

deben cumplir con los requisitos que establece el DEPR para propósitos de certificación y

elegibilidad para empleo como maestro. Las diferencias encontradas mayormente

ocurrieron respecto al interior de los cursos, especialmente, el contenido que se enseña,

profundidad del nivel que se enseña, las estrategias y metodología de enseñanza, los

recursos que se utilizan para facilitar el aprendizaje, la cantidad de experiencia de

aprendizaje y la relevancia o pertinencia del aprendizaje que se construye. Estas

diferencias se encontraron tanto en las opiniones de los estudiantes y de los docentes.

Aunque ambos grupos consideraron el currículo entre adecuado y aceptable, cuando Ortiz

(2005) trianguló los datos con las otras fuentes, el análisis del mismo le permitió sugerir

que hay bastantes aspectos a mejorar. Entre estos, identificó los siguientes: la calidad,

amplitud y profundidad de los cursos conducentes al desarrollo de competencias

profesionales; frecuencia, estructura y alcance de los cursos que conllevan experiencias

clínicas antes de la Práctica Docente; mejor balance entre los cursos generales y los

cursos profesionales; servicios de orientación; calidad y cantidad de las referencias

42

bibliográficas que se utilizan en los cursos; actividades extracurriculares organizadas por

la facultad de educación; instalaciones físicas (bibliotecas, laboratorios y recursos

tecnológicos) y más cursos de preparación de materiales y estrategias de enseñanza. En

relación al grado de satisfacción de los estudiantes respecto al programa de preparación

de maestros, se encontró que tanto los estudiantes de las universidades públicas y como

los de las privadas expresaron satisfacción en la mayoría de los aspectos investigados.

Estos resultados le permitieron a la investigadora llegar conclusiones, entre las cuales se

destacaron las siguientes:

Las variables de trasfondo de los estudiantes admitidos a los programas de

preparación de maestros resultan ser un indicador que correlaciona con el éxito

en las Pruebas de Certificación de Maestros.

La calidad, estructura y frecuencia de las experiencias clínicas resultó ser un

indicador crítico asociado a la calidad de los programas de preparación de

maestros en los programas estudiados.

El perfil académico y profesional de la facultad, su desarrollo profesional, su

modelaje y prácticas son valores agregados que añaden positivamente al éxito de

los estudiantes en las Pruebas de Certificación de Maestros.

La pertinencia, amplitud y profundidad, en lo relativo al componente de

educación general y las competencias profesionales sugieren revisión para

corregir la duplicidad de contenidos, añadir profundidad en algunas áreas

profesionales, mediante cursos nuevos, atender el desfase entre el contenido de

los cursos y la realidad actual de la escuela e incorporar experiencias clínicas

desde los primeros cursos profesionales y con anterioridad a la Práctica Docente.

43

La segunda investigación a la que se tuvo acceso fue la de Bonilla y Ramírez

(2009), catedráticos de la Universidad de Puerto Rico del Recinto de Río Piedras. Esta

investigación se dirigió a auscultar la percepción de los candidatos a gradación, respecto

al programa de preparación de maestros de dicho recinto. La metodología utilizada fue

una cuantitativa y para obtener los datos se utilizó un cuestionario denominado

Cuestionario de Salida, el cual fue contestado por 133 estudiantes de práctica docente.

De acuerdo a los resultados del estudio, se encontró que cerca del 60% de las respuestas

mostraron que el programa de preparación de maestros es Excelente/Bueno en todas las

premisas del cuestionario o que estaban Totalmente de Acuerdo/De acuerdo. Los

aspectos que más se destacaron fueron los siguientes: (a) enseñanza de contenido y

destrezas apropiadas para el grado, (b) el uso de la tecnología como herramienta de

aprendizaje, (c) la experiencia de campo, (d) la práctica docente y (f) los profesores de la

Facultad de Educación, en términos de su peritaje, experiencia, conocimiento de

problemas de la actualidad y compromiso con la educación.

En el análisis de estos hallazgos, los investigadores encontraron que, a pesar de

que todas las áreas cubiertas por el cuestionario obtuvieron evaluaciones positivas, hay

aspectos que pueden mejorar. Esta conclusión se basó en el 30% recibido de respuestas

combinadas de Pobre/Deficiente y En desacuerdo/Totalmente en desacuerdo. Los

aspectos específicos que, según los investigadores, ameritan atención fueron los

siguientes:

El proceso de referido de estudiantes con problemas de aprendizaje no

diagnosticados, leer o interpretar un plan de enseñanza individualizado y

proveer ayuda individualizada en el salón de clases.

44

Interpretación de pruebas estandarizadas, el trabajo en ambientes donde se

utilicen y la interpretación de este tipo de pruebas.

La planificación y realización de investigaciones y la interpretación de estas.

El trabajo con estudiantes con diferencias lingüísticas y de orientación sexual.

Aspectos de justicia social y filosofía de la educación, ya que hubo una cantidad

de estudiantes que no asumieron una posición respecto a las diferentes premisas.

Como se puede apreciar, estas investigaciones recogieron el parecer de los

estudiantes, en su formación académica relacionado al programa de preparación de

maestros. Según lo articularon Bonilla y Ramírez (2009), este tipo de investigación es

importante para examinar la percepción de los estudiantes respecto a su aprendizaje,

determinar áreas que se deben atender y sugerir modificaciones al programa. Sin

embargo, es importante también tener las opiniones de los docentes una vez ingresan a

trabajar en el ambiente escolar a los fines de conocer cómo el programa de preparación

de maestros les ha ayudado a ser efectivos. De ahí la importancia de este estudio.

45

Capítulo III

Método

El campo investigativo sobre el tema preparación del docente ha demostrado que

los maestros son actores claves en el aprendizaje de los estudiantes. Los estudios en este

campo destacan la importancia de una preparación que propicie a los futuros maestros

obtener las competencias necesarias para ejercer con éxito en el escenario escolar. El

objetivo principal de esta investigación se dirigió a explorar la percepción que tienen los

maestros en Puerto Rico sobre la efectividad de los programas de preparación de

maestros de las instituciones universitarias donde se graduaron. El proceso investigativo

planteó la necesidad de establecer una metodología clara que condujera al logro de este

objetivo.

Los procedimientos que se utilizaron en este estudio se describen en este capítulo,

los cuales están enmarcados en el método cuantitativo de la investigación. El método

cuantitativo es secuencial y probatorio. Es decir, este método utiliza la recolección de

datos para probar hipótesis o preguntas de investigación, pero por medio de la medición

numérica y el análisis estadístico, para establecer patrones de comportamiento y probar

teorías (Hernández et al., 2010). El método cuantitativo de la investigación tiene

diferentes diseños para dirigir un estudio. El diseño de una investigación es el que regula

los procedimientos que se seguirán en el proceso investigativo.

Es así que en este capítulo lo primero que se describe es el diseño de la

investigación. De este diseño, emanaron las normas que se utilizaron para establecer la

población y la selección de la muestra, el instrumento para recopilar los datos y su

validación, el procedimiento para llevar a cabo el estudio y el procedimiento para el

análisis de los datos. Los aspectos éticos que cobijaron a los participantes y a la

46

confidencialidad de la información, según los establece la Oficina de Cumplimiento, se

describen dentro del contenido de estas secciones.

Diseño de la Investigación

En el campo de la investigación cuantitativa existen varios diseños que permiten

el desarrollo del trabajo investigativo. El diseño de un estudio, según lo expusieron

Hernández et al. (2010), está vinculado al plan que concibe el investigador para recoger

la información necesaria que conduzca a contestar las preguntas de investigación,

además, de cubrir los objetivos fijados. Dentro de los diseños disponibles, están los

diseños experimentales y diseños no experimentales. Los diseños no experimentales se

pueden clasificar en transeccionales y longitudinales. Los diseños transeccionales se

dividen en exploratorios-descriptivos y correlacionales-causales. Como esta

investigación se dirigió explorar la percepción que tienen los maestros en Puerto Rico

sobre la efectividad de los programas de preparación de maestros de las instituciones

universitarias donde se graduaron, el diseño más idóneo para cumplir con este objetivo lo

fue el no experimental transeccional de tipo exploratorio-descriptivo.

Esta investigación es exploratoria porque en la literatura consultada no se pudo

identificar estudios hechos en Puerto Rico dirigidos a evaluar la percepción de los

docentes sobre los programas universitarios de preparación de maestros. De acuerdo,

Hernández et al. (2010), la investigación exploratoria se realiza cuando el objetivo

consiste en examinar un tema poco estudiado. Esta clase de estudios son comunes en la

investigación. Los estudios exploratorios sirven para familiarizarse con fenómenos

relativamente desconocidos, obtener información sobre la posibilidad de llevar a cabo

una investigación más completa respecto a un contexto en particular, investigar nuevos

47

problemas, identificar conceptos o variables promisorias, establecer prioridades para

investigaciones futuras o sugerir afirmaciones y postulados (Hernández et al., 2006).

De igual forma, la investigación es una de carácter descriptiva, ya que una de sus

metas estuvo enfocada a auscultar el grado de satisfacción que han tenido los maestros de

nuevo ingreso con el programa de preparación de maestros de la institución de Educación

Superior donde se graduaron. Los estudios descriptivos, según Hernández et al. (2010),

son aquellos que se dirigen a especificar las propiedades, características y los perfiles de

personas, grupos, comunidades, procesos, objetos o cualquier otro fenómeno que se

someta a un análisis. Además, describen tendencias de un grupo o población o de

situaciones (Cresswell, 2009). Por tanto, este diseño permitió obtener un perfil de la

muestra participativa de la población de maestros de Puerto Rico.

Con un diseño exploratorio-descriptivo, generalmente, los datos se obtienen con

una encuesta, por medio de un cuestionario. El cuestionario contiene un conjunto de

preguntas respecto a una o más variables a medir, donde las preguntas son cerradas y los

participantes seleccionan una respuesta (Hernández et al., 2006). Este diseño de encuesta

descriptiva tiene como objetivo describir una muestra en un momento dado. En este

estudio se utilizó este tipo de encuesta, a los fines de obtener lo que tienen que decir los

maestros sobre su preparación académica y cómo esta preparación los ha ayudado a ser

profesionales efectivos. El alcance de los estudios descriptivos, según Cresswell (2009) y

Hernández et al. (2010) busca especificar propiedades, características y rasgos

importantes de cualquier fenómeno que se analice. El análisis de los datos que se

obtuvieron con el cuestionario permitió contestar las preguntas de investigación que

fueron las siguientes:

48

1. ¿Cuán satisfechos están los maestros de nuevo ingreso con el programa de

preparación de maestros de la institución de Educación Superior dónde se graduó?

2. De la teoría a la práctica, ¿cuán preparado se percibe el maestro de nuevo ingreso

cuando entra a trabajar a la sala de para atender a sus estudiantes?

Población y Selección de la Muestra

La población de esta investigación estuvo conformada por todos los maestros que

ejercen en las escuelas públicas y privadas de Puerto Rico. De esta población, se esperó

obtener una muestra no probabilística, o sea por disponibilidad, mediante un enlace

electrónico. El cuestionario estuvo disponible en un enlace electrónico de Google 2, y

aquellos maestros que se interesaron en participar del estudio respondieron la encuesta de

forma voluntaria y confidencial. No obstante, el cuestionario estuvo disponible de forma

impresa para aquellos maestros que así lo prefirieron. Para participar del estudio, los

maestros debieron reunir los siguientes criterios:

Ser egresados de una universidad pública o privada en Puerto Rico.

Estar ejerciendo como maestros en una escuela pública o privada de Puerto Rico.

Tener un año o más de experiencia como maestro.

Con este proceso, se obtuvo una muestra participativa de 76 maestros (n =76).

Los maestros pudieron responder las preguntas del cuestionario de manera fácil y

accesible, mediante dispositivos electrónico (celular, tableta, o computadora). De esta

manera, no se tuvo que intervenir con los docentes en las escuelas, ni en sus tiempos

lectivos. Sin embargo, a los fines de divulgar el estudio se le escribió una carta

informativa al DEPR (Véase Apéndice A) notificándoles que este estudio se estaba

49

llevando a cabo. Esta acción propició el que esta agencia se interesara en el mismo y

permitió que se utilizaran los enlaces electrónicos para divulgar el cuestionario.

Instrumento y Validación

El instrumento que se utilizó en este estudio fue diseñado en la Universidad de

Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, el cual denominaron Cuestionario de Salida (Véase

Apéndice B), para lo cual se recibió autorización (Véase Apéndice C). Este instrumento

cuenta con cuatro partes: Datos generales, Programa de Preparación de Maestros,

Tecnología y Planes inmediatos. La primera parte recoge datos demográficos generales

del perfil de los participantes. La segunda parte, Preparación de Maestros, se subdivide

en secciones. La primera sección cuenta con 23 preguntas abiertas que facilitaron

obtener información demográfica en cuanto a la preparación y experiencia de los

participantes. La segunda sección cuenta con 12 preguntas cerradas, donde los

participantes evaluaron el programa de preparación de maestros. La tercera sección

cuenta con 8 preguntas cerradas, con las cuales los encuestados evaluaron la efectividad

del programa de preparación de maestros. La cuarta sección cuenta con 4 preguntas

cerradas, las cuales sirvieron de guía a los participantes para evaluar los recursos

ofrecidos por el programa de preparación de maestros. La quinta sección cuenta con 8

preguntas cerradas donde los participantes evaluaron la forma en que el programa los

capacitó a enseñar a estudiantes. De la segunda a la quinta sección, el instrumento cuenta

con una escala de A, a D, donde A significa Excelente, B significa Bueno, C significa

Recular y D significa Pobre. La sexta sección cuenta con 8 preguntas cerradas, mediante

las cuales los participantes evaluaron su grado de satisfacción con el programa de

preparación de maestros. Esta sección cuenta con una escala de la A, a D, donde A

50

significa muy satisfecho, B significa Satisfecho, C significa Poco Satisfecho y D significa

No Satisfecho. Esta parte del instrumento, también abre una sección donde se recogió el

parecer de los participantes sobre el programa de preparación de maestros y una sección

de preguntas abiertas, las cuales los participantes contestaron de forma escrita.

Por su parte la tercera parte del instrumento, Tecnología, estuvo dirigida a evaluar

la satisfacción de los participantes respecto al uso de los recursos tecnológicos en el

programa de preparación de maestros de donde se graduaron. Esta parte cuenta con 10

preguntas cerradas, con una escala del 1 al 5, donde 1 representa la satisfacción mínima y

5 la satisfacción máxima. La cuarta parte, Planes Inmediatos, cuenta con tres preguntas

abiertas con las cuales los participantes expusieron sus metas futuras.

Este instrumento fue validado para un estudio en la Universidad de Puerto Rico,

Recinto de Río Piedras (UPRRP), donde se obtuvo información relacionada a la

percepción de los estudiantes de práctica docente de dicha institución. El cuestionario

fue producto de la Dra. Annette López de Méndez, Directora del Centro de

Investigaciones Educativas de la Facultad de Educación, del Dr. Víctor E. Bonilla

Rodríguez, Catedrático del Programa de Investigación y Evaluación Educativa (INEVA),

del Departamento de Estudios Graduados de la Facultad de Educación, y algunos otros

docentes de la Facultad de Educación de la UPRRP. El equipo de trabajo fue

multidisciplinario. Al igual que el Dr. Víctor E. Bonilla Rodríguez, la Dra. López de

Méndez estuvo de acuerdo en facilitar la copia del cuestionario con el compromiso de dar

crédito por las secciones o los ítems que se utilicen del mismo en los documentos de la

investigación.

51

Para el desarrollo del instrumento, este equipo utilizó como guía los Standards for

Educational and Psychological Testing (1999) de la American Educational Research

Association, la American Psychological Association y el National Council on

Measurement in Education. Estos estándares indicaron que existe un solo tipo de validez

apoyado por cinco fuentes de evidencia: (a) contenido, (b) proceso de respuesta, (c)

estructura, (d) relación con otras variables y (d) consecuencias. También sugirieron que

el recopilar con más de una fuente de información, siempre que fuera posible/pertinente.

En términos de contenido, el cuestionario fue desarrollado por un comité

multidisciplinario que incluyó especialistas en métodos de investigación, medición,

fundamentos de la educación, tecnología y psicología. Además, se realizó la evaluación

de expertos, donde se les solicitó a varios educadores que revisaran el instrumento. Con

respecto al proceso de respuesta, se llevaron a cabo entrevistas cognitivas con personas

pertenecientes a la población de interés (estudiantes de distintos programas y en distintas

etapas). Se realizaron unas 5 entrevistas siguiendo la recomendación de la literatura de

que son usualmente menos de 10 debido a la complejidad y el tiempo de toma realizarlas

(Fowler, 2009).

Acerca de la evidencia de estructura se calculó el coeficiente de confiabilidad de

consistencia interna de Alfa de Cronbach para algunas de las partes del instrumento,

específicamente, el de las escalas. La evidencia basada en la relación con otras variables

no se auscultó. Esto debido a que no se estaba examinando al estudiante como tal, sino al

programa de preparación de maestros. Según mencionado, los estándares indican que se

debe recopilar todo lo que se pueda y sea pertinente, pero esto no indica que se tenga que

recopilar todo. Finalmente, acerca de las consecuencias, los estándares indicaron que se

52

debe examinar si el instrumento posee algún sesgo a favor o en contra de algún subgrupo

de la población. En este caso, lo que se examinó fue el programa y no los estudiantes.

Las decisiones a tomar giraron en torno a cómo fortalecer los diferentes aspectos del

programa y no en torno a los participantes. La muestra de participantes incluyó

estudiantes de todos los programas, de modo que se pudo examinar la percepción de los

estudiantes con respecto al conjunto de programas y a su programa en particular. Esto

fue revisado por los docentes que fungieron como expertos. A esos efectos, el uso de este

instrumento, en esta investigación pudo servir de ayuda a tener más datos sobre cómo es

evaluada la preparación de los maestros, pero desde la perspectiva de maestro con

experiencia en el proceso de enseñanza y aprendizaje.

Procedimiento de la Investigación

La propuesta de investigación, el instrumento y demás documentos se enviaron al

Institutional Review Board de la Universidad del Turabo (IRB) para su aprobación. Una

vez el IRB autorizó a llevar a cabo el estudio, se diseñó una aplicación en Google Docs, y

se procedió a divulgar el cuestionario en mediante un enlace en la web y por correos

electrónicos. Conjuntamente, con este cuestionario, se incluyó una hoja que resumió el

estudio, el alcance del mismo y los aspectos éticos que cobijaron a los participantes

(Véase Apéndice D). En ese sentido, para contestar el cuestionario, el participante no

tuvo que identificarse por su nombre, ya que los cuestionarios fueron codificados. Los

docentes respondieron y sometieron su participación, sin necesidad de utilizar papel,

sellos o correo. El enlace que fue divulgado a los participantes, les permitió contestar el

cuestionario de manera confidencial, voluntaria y desde la comodidad de cualquier

dispositivo electrónico que estuviera conectado a la Internet y someterlo de la misma

53

forma. Estos cuestionarios se archivarán en un disco compacto y se mantendrán

protegidos durante cinco años, luego se destruirán. El archivo tiene una la palabra clave

para acceder al mismo y como medida seguridad, solo es de conocimiento de la

investigadora.

Análisis de los Datos

Una vez se recibieron los cuestionarios, la investigadora organizó los datos según

cada una de las partes del cuestionario y de los ítems de cada área. Esta organización se

sometió al estadístico a los fines de que preparara una hoja de cálculo y los analizara

mediante el programa para estadísticas Statistical software for the social science (SPSS),

a los fines de obtener una estadística descriptiva de los mismos. La estadística

descriptiva incluyó frecuencias y por cientos (Villeneuve, 2004). Este análisis permitió

configurar los hallazgos del estudio, los cuales se exponen en el Capítulo IV.

Importancia del Estudio

La preparación de maestros, de acuerdo a varios investigadores (Cervini, 2001;

Cintrón 2007; Vélez et al., 2010) es uno de los factores que inciden en el bajo

aprovechamiento de los estudiantes en las escuelas puertorriqueñas. Los resultados de

este estudio pueden propiciar el tener un perfil más claro de cómo se está llevando a cabo

esta preparación de maestros en las instituciones universitarias del País. Por tanto, con

este estudio se benefician los participantes, las universidades y el Sistema de Educación

de Puerto Rico. Los participantes con sus aportaciones fueron los que aportaron a tener

un cuadro de esta preparación de maestros, de acuerdo a sus percepciones y

recomendaciones. La divulgación de los resultados, a las universidades, puede propiciar

el que estas instituciones procuren diseñar un programa de preparación de maestros de

54

acuerdo a las necesidades que tienen los docentes en ese ambiente escolar. Por su parte,

el DEPR, con el conocimiento que tenga de estos resultados, puede entre otros aspectos,

mejorar el apoyo a sus maestros, mediante talleres profesionales, y abrir alianzas con las

instituciones universitarias, con el proceso de mejorar esa formación de los docentes.

55

Capítulo IV

Presentación de los Hallazgos

A las Instituciones de Educación Superior se les ha asignado la responsabilidad de

diseñar y desarrollar los programas de preparación de maestros, a través de las Escuelas

Graduadas de Educación. Los programas de preparación de maestros es uno de los retos

más grandes que ha enfrentado estas instituciones universitarias. Estos programas, deben

responder no solo a la formación de los maestros, con las competencias propias de la

profesión, sino con el desarrollo de destrezas para comunicar, a los fines de que estos

profesionales sean creativos, responsables y éticos Collazo (s. f.). A esos efectos, a los

futuros maestros hay que propiciarles ambientes creativos de mucha práctica y reflexión

sobre el escenario escolar y más aún de mucho compromiso y responsabilidad social

(Collazo, s. f.), ya que el fin de la educación es incorporar a sus egresados al mundo

laboral de su ambiente social. Esta investigación se dirigió a explorar la percepción que

tienen los docentes en Puerto Rico sobre la efectividad de los programas de preparación

de maestros de las instituciones donde se graduaron.

El aprender a educar requiere comenzar por problemas prácticos concretos que los

futuros docentes experimenten en contextos reales, donde se promueva la reflexión sobre

la experiencia, los contextos y sus efectos en los sentimientos, deseos, pensamientos de

los estudiantes y de ellos mismos, como futuros docentes (Pérez, s. f.). Esta exposición a

contextos reales es básica en esa formación de los futuros maestros a los fines de que no

se creen falsas expectativas. Los maestros principiantes llegan al aula con una idea

acerca de cómo funciona el mundo y la enseñanza (Darling-Hammond et al., 2005). Por

lo que estas preconcepciones, desarrolladas a través de aprendizaje de observación,

56

condicionan lo que aprenden. Si no se tiene en cuenta esta orientación inicial, es posible

que fracasen en comprender y asumir nuevos conceptos e información, o puede que las

asuman con un propósito solo de evaluación (Darling-Hammond et al., 2005). Los

objetivos específicos de este estudio se dirigieron a explorar el grado de satisfacción que

han tenido los maestros de nuevo ingreso con el programa de preparación de maestros de

la institución de Educación Superior donde se graduaron y si cuando comenzaron a

laborar en la sala de clases contaban con todas las herramientas profesionales para

atender a sus estudiantes de forma efectiva. La metodología cuantitativa utilizada en el

estudio propició el logro de estos objetivos.

En el éxito de las metas trazadas, también fue esencial la participación de los

maestros de las escuelas públicas y privadas que contestaron la encuesta. El cuestionario

fue diseñado en una aplicación del programa Google Docs, y divulgado mediante un

enlace en las redes sociales. Además, con este cuestionario, se incluyó una hoja que

resumió el estudio, el alcance del mismo y los aspectos éticos que cobijaron a los

participantes. Este proceso, les facilitó a los maestros contestar y someter el cuestionario

de manera confidencial, voluntaria y desde la comodidad de cualquier dispositivo

electrónico que estuviera conectado a la Internet. Se recibieron 76 cuestionarios

contestados (n =76). El 88.2% de los participantes son del sexo femenino y el 11.8%, del

masculino. Para participar del estudio, los maestros debieron cumplir con los siguientes

requisitos: ser egresados de una universidad pública o privada en Puerto Rico; estar

ejerciendo como maestros en una escuela pública o privada del País; y tener un año o más

de experiencia como maestro. Este último requisito no limitó los años de experiencia por

lo que no se les requirió la aprobación de las pruebas PCMAS de Certificación de

57

Maestros, ya que los maestros de más experiencia obtenían esta certificación sin

necesidad de pasar por un examen. La Tabla 1 muestra que todos los encuestados

cumplieron con estos requisitos.

Tabla 1:

Cumplimiento de los participantes con los requisitos del estudio

Requisito Participantes Por Ciento

Egresados de universidades públicas

Egresados de universidades privadas

44

32

57.9%

42.1%

Maestros en escuelas públicas 61 80.3%

Maestros en escuelas privadas 15 19.7%

Años de Experiencia

De 1 a 5

29

39%

De 6 a 10

De 11 a 15

De 16 a 20

21 años o más

19

10

12

6

24%

13%

16%

8%

De la Tabla 1 se desprende que la mayor parte de los participantes egresaron de

universidades públicas del País e igualmente, la mayoría de ellos laboran en escuelas

públicas. Asimismo, la tabla muestra que el 63% de los participantes cuentan con 1 a 10

años de experiencia ejerciendo como maestros.

Los datos obtenidos se organizaron de acuerdo a cada una de las partes del

cuestionario y de los ítems de cada área. Los datos se analizaron mediante el programa

58

para estadísticas Statistical Software for the Social Science, a los fines de obtener una

estadística descriptiva de los mismos. La estadística descriptiva incluyó frecuencias y

por cientos. Este análisis facilitó el determinar los hallazgos del estudio, los cuales se

describen a continuación.

Los estudiosos del tema de preparación del docente han destacado que los

maestros son actores claves en el aprendizaje de los estudiantes (Darling-Hammond,

2000; Shulman, 2004; en Collazo, s. f). Investigadores como Goodlad (1984) y Harvard

(1987) han abordado el tema de la preparación de los maestros en el escenario educativo.

Particularmente, sus investigaciones resaltan la importancia de una preparación que

permita potenciar a los egresados con las competencias necesarias para ejercer con éxito

en el escenario laboral (Collazo, s. f.). Es así como este estudio tomó como norte el

explorar cómo los maestros, de acuerdo a su experiencia, perciben su formación

académica universitaria y cómo la describen, ya que en la literatura auscultada no se

lograron identificar estudios desde el punto de vista del docente con experiencia.

Los hallazgos de este estudio se describen de acuerdo a las partes del cuestionario

que se utilizó para obtener los datos. Este instrumento cuenta con cuatro partes: Datos

generales, Programa de Preparación de Maestros, Tecnología y Planes inmediatos de los

docentes. Los datos generales se resumieron en la Tabla 1. La descripción de resultados

se encaminó a contestar las preguntas de investigación que dirigieron el estudio:

1. ¿Cuán satisfechos están los maestros de nuevo ingreso con el programa de

preparación de maestros de la institución de Educación Superior dónde se graduó?

2. De la teoría a la práctica, ¿cuán preparado se percibe el maestro de nuevo ingreso

cuando entra a trabajar a la sala de para atender a sus estudiantes?

59

Programa de Preparación de Maestros

Antes de entrar de lleno a evaluar los programas de preparación de maestro, el

cuestionario proveyó un espacio para que los participantes ofrecieran datos sobre

diferentes aspectos de su experiencia como estudiantes y como profesionales. En la

Tabla 2 se muestran los resultados de esa experiencia, de acuerdo a algunos de los

aspectos estudiados.

Tabla 2

Datos de la experiencia práctica de los participantes

Aspectos Estudiados Participantes Por Ciento

Programa en que estudió

Preescolar

Elemental K-3

Elemental 4-6

Elemental K-6 Inglés como segundo idioma

Secundaria

Educación Especial

Bellas Artes

Educación Comercial

Otros

2

12

9

1

26

11

1

1

13

2.6%

15.8%

11.8%

1.3%

34.2%

14.5%

1.3%

1.3%

17.1%

Año en que ingresó al programa del que se graduó

1978-80

1981-90

1991-2000

2001-2010

2011

6

21

26

22

1

8%

28%

34%

29%

1%

Año de Graduación

1983-1990

1991-2000

2001-2010

2011-2015

13

23

31

9

17%

30%

41%

12%

Graduado de universidad pública o privada

Pública

Privada

44

32

57.9%

42.1%

60

Tabla 2. (continuación)

Aspectos Estudiados Participantes Por Ciento

Segunda concentración relacionada con la docencia

No

32

44

42%

58%

Año de la preparación en que hizo la práctica

Segundo año

Tercer año

Cuarto año

Quinto año en adelante

No realizó práctica docente

1

6

33

32

4

1%

8%

44%

42%

5%

Tipo de escuela donde realizó la práctica

Escuela privada

Escuela pública

No realizó práctica docente

6

65

5

7.9%

85.5%

6.6%

Convalidación de la práctica por experiencia de trabajo

No

6

70

7.9%

92.1%

Certificado Profesional del Maestro Cooperador

No

No tienen información

50

4

22

65.8

5.3%

28.9%

Tomó examen de certificación de maestros

No

62

14

81.6%

18.4%

De acuerdo a los datos expuestos en la Tabla 2, el 34% de los participantes

estudió en un programa de Educación Secundaria, el 15.8% en Educación Elemental K-3

y el 14.5% en Educación Especial. La mayor parte de los participantes ingresaron al

programa de formación de maestros en los años 1991 al 2000 (34%), seguido por un 29%

en los años 2001 al 2010. La fecha de graduación de 31 de los participantes se dio en los

años del 2001 al 2010 y 23 se graduaron del año 1991 al 2000. El 57.9% por ciento

estudió en una universidad del estado y el 42.1% en una institución privada. De estos

participantes, 32 de ellos cuentan con una segunda concentración relacionada con la

docencia. El 44% de los participantes hizo su práctica docente en el cuarto año de su

61

formación académica y el 42%, en su quito año. Solamente el 81% de los participantes

ha tomado el examen de certificación de maestros, ya que en la fecha en que se graduaron

algunos de los participantes este examen no era requerido.

En este estudio, la evaluación de los programas de preparación de maestros se

basó en seis categorías: forma en que el programa capacitó al maestro, efectividad de los

programas, recursos ofrecidos por el programa, forma en que el programa capacitó a los

maestros para enseñar estudiantes, aspectos sociales y éticos y grado de satisfacción de

los docentes de ciertos aspectos. En la primera categoría, los participantes contestaron 11

preguntas cerradas con una escala de la A, a la D. Para efectos estadístico, esta escala se

modificó de la siguiente forma: Excelente =4, Bueno =3, Regular = 2 y Pobre = 1. Los

hallazgos se exponen en la Tabla 3.

Tabla 3

Capacitación de los docentes

Premisas 1* 2* 3* 4*

Dominio y conocimiento amplio de la materia

0 6.6% 27.6% 65.8%

Conocimiento del maestro del proceso de

enseñanza-aprendizaje según la diversidad

estudiantil

0 10.5% 30.3% 59.2%

Planificación de la enseñanza 0 13.2% 38.2% 48.7

Implantación de la enseñanza con diversos

métodos, técnicas y materiales educativos

ajustados a los objetivos y modos de aprendizaje

0 11.8% 38.2% 50%

*Nota: 1 =Pobre, 2 =Regular, 3 =Bueno y 4 =Excelente

62

Tabla 3 (continuación)

Premisas 1* 2* 3* 4*

Evaluación del Aprendizaje 0 10.5% 44.7% 44.7%

Creación de un ambiente de aprendizaje: organizar

la sala de clases y distribución del tiempo acorde a

las necesidades de los alumnos

0 13.2% 44.7% 42.1%

Destrezas de comunicación: alto dominio del

idioma español y del inglés.

1.3% 13.2% 43.4% 42.1%

Desempeño profesional: gran compromiso con el

magisterio, puntualidad y disposición hacia el

trabajo.

0 5.3% 18.4% 76.3%

Desarrollo profesional y personal

1.3% 10.5% 28.9% 59.2%

Relación con la comunidad escolar positiva

1.3% 6.6% 32.9% 59.2%

Uso e integración de la Tecnología

2.6% 13.2% 28.9% 55.3%

Utilizar la investigación para evidenciar las

prácticas educativas

7.9% 15.8% 43.4% 32.9%

*Nota: 1 =Pobre, 2 =Regular, 3 =Bueno y 4 =Excelente

Los hallazgos de la forma en que el programa capacitó al maestro, según las

percepciones de los participantes del estudio expuestas en la Tabla 3, indicaron que en la

primera premisa evaluada el 65% y el 27% consideran que tienen un dominio Excelente y

Bueno, respectivamente, de la materia que enseñan. En la segunda premisa evaluada,

respecto al conocimiento de los maestros del proceso de aprendizaje basado en la

diversidad estudiantil, los resultados indicaron que el 59.2% de los participantes se

evaluaron como Excelente, el 30.3%, como Bueno y el 10.3% como Regular. Los

hallazgos de la planificación de la enseñanza indicaron que el 48.7% de los participantes

se consideran Excelente en este proceso, el 38.2% Bueno y 13.2% Regular. Por su parte,

la implantación de la enseñanza con diferentes recursos y modos de aprendizaje, los

resultados reflejaron que el 50% se evaluó Excelente, el 38.2%, Bueno y el 11.8, Regular.

63

En la quinta premisa, relacionada con la evaluación del aprendizaje, el 89.1% de los

participantes se evaluó entre Excelente y Bueno; solo un 10,5% se evaluó como Regular.

En cuanto a la creación de un ambiente de aprendizaje, Excelente obtuvo un 42.1% y

Bueno un 44.7%, para un total de un 86.8%. Respecto a la séptima premisa evaluada, el

42.1% se consideró excelente en las destrezas de comunicación en los idiomas de español

e inglés, el 43.4%, Bueno, el 13.2%, Regular y 1.3% se consideró pobre. El desempeño

profesional, relacionado al compromiso de los docentes, reflejó que el 94.7% de los

docentes se evaluó entre Excelente y Bueno, logrando obtener la puntuación más

significativa de esta escala. Los resultados del desarrollo personal y profesional de los

docentes mostraron que Excelente obtuvo y 59.2%, Bueno un 28.9%, Regular un 10.5% y

Pobre un 1.3%. La premisa evaluada sobre las relaciones con la comunidad escolar

reflejó que el 92.1% de los encuestados se evaluó como Excelente y Bueno. En cuanto al

uso de la tecnología, los resultados reflejaron que el 55.3% de los participantes se

considera excelente y el 28.9, Bueno. La última premisa evaluada, respecto al uso de la

investigación para evidenciar las prácticas educativas, mostró que un 55.3% de los

participantes se consideró excelente, un 28.9%, Bueno, un 10.3%, Regular y 2.6%, Pobre.

Esta fue la premisa que menos puntuación obtuvo, no obstante, el 74.2% de los

participantes se evaluó como Excelente y Bueno, lo que es bastante significativo.

Respeto a la efectividad de los programas de preparación de maestros, como

segunda categoría, los encuestados contestaron 8 preguntas cerradas con una escala de la

A, a la D., pero igualmente la escala se modificó para efectos estadísticos con un valor

igual a la categoría anterior. La descripción de los hallazgos encontrados en las

diferentes premisas se muestra en la Tabla 4.

64

Tabla 4

Efectividad de los programas de preparación de maestros

Premisas 1* 2* 3* 4*

La experiencia de práctica docente 0 9.2% 22.4% 68.4%

La retrocomunicación provista por el maestro

cooperador

2.6% 9.2% 19.7% 64.4%

La retrocomunicación provista por el supervisor de

práctica docente

2.6% 17.1% 28.9% 51.3%

El instrumento de evaluación de la práctica

docente

2.6% 15.8% 32.9% 48.7%

El seminario de pre práctica 13.2% 14.5% 30.3% 42.1%

Las experiencias de campo en los diferentes cursos 5.3% 17.1% 38.2% 39.5%

El seminario de fundamentos de la educación 7.9% 15.8% 38.2% 38.2%

Los cursos de tecnología educativa 10.5% 18.4% 32.9% 38.2%

*Nota: 1 =Pobre, 2 =Regular, 3 =Bueno y 4 =Excelente

La efectividad de los programas de preparación de maestros mayormente se

concentró en evaluar aspectos de la práctica docente. Los datos expuestos en la Tabla 4

indican que la experiencia de práctica docente fue evaluada como Excelente por un

68.4% de los participantes y como Buena por un 22.4%, lo que implica que un 90.8% de

los participantes consideraron efectiva esta experiencia. En relación a la segunda premisa

evaluada, retrocomunicación ofrecida por el maestro cooperador, el 64.4% de los

participantes la evaluó como Excelente y un 19.7% como Buena. No obstante, hay un

total de un 18.4% de los participantes que la evaluó entre Regular y Pobre. De igual

forma, estrechamente relacionada con la premisa anterior, la retroalimentación ofrecida

65

por el supervisor de práctica fue evaluada como Excelente/Buena por el 80.1% de los

participantes, pero un total de un 19.7% de los participantes la concibió entre Regular y

Pobre. Por su parte, el instrumento de evaluación de la práctica docente fue visto como

Excelente/Bueno por un 81.1% de los participantes y Regular/Pobre por un 18.1% de los

participantes. Según los datos mostrados en la Tabla 4, el 72.5% de los participantes

evaluaron el seminario de práctica como Excelente/Bueno y un total de un 27.7% lo

evaluó entre Regular/Pobre. En cuanto a la premisa dirigida a evaluar las experiencias de

campo en los diferentes cursos, el 77.7% de los participantes las evaluó Excelente/Bueno

y el 22.4% las concibió entre Regular/Pobre. Por otro lado, el 76.4% de los encuestados

evaluaron el seminario de fundamentos de la educación como Excelente/Bueno y el

23.1% entre Regular/Pobre. Finalmente, los cursos de tecnología educativa fueron

evaluados Excelente/Bueno por el 71.1% de los participantes y como Regular/Pobre por

el 29.1% de los participantes.

En relación a la evaluación de los recursos ofrecidos por los programas de

preparación de maestros, como tercera categoría, los encuestados contestaron 4 preguntas

cerradas con una escala de la A, a la D., la escala se modificó para efectos estadísticos

con un valor igual a las categorías anteriores. La Tabla 5 muestra los hallazgos

encontrados en las diferentes premisas evaluadas.

66

Tabla 5

Recursos ofrecidos por los programas de preparación de maestros

Premisas 1* 2* 3* 4*

Las evidencias solicitadas en el portafolio 5.3% 9.2% 28.9% 56.6%

Las reflexiones solicitadas en el portafolio 5.3% 10.5% 43.4% 40.8%

Los cursos tomados en las áreas de contenido y

especialidad en otras facultades

10.5% 18.4% 32.9% 38.2%

Los cursos tomados en la facultad de Educación

General

0%

11.8%

42.1%

46.1%

*Nota: 1 =Pobre, 2 =Regular, 3 =Bueno y 4 =Excelente

La Tabla 5 muestra que en su inmensa mayoría los participantes evaluaron como

Excelente/Bueno las evidencias solicitadas en el portafolio con 85.5%, mientras que el

14.5% las evaluó entre Regular/Pobre. En relación a las reflexiones solicitadas en el

portafolio, 84.2% de los participantes las evaluó Excelente/Buena y el 15.8%, como

Regular/Pobre. Según los datos, los cursos tomados por los participantes en otras

facultades fue la premisa que recibió una puntuación más baja en términos del poder de

su potencia. No obstante, el 71.1% de los participantes la evaluó entre Excelente/Bueno

y el 28.9% las evaluó entre Regular/Pobre. Por último, los cursos que tomaron los

participantes en Educación General fueron evaluados como Excelente/Bueno por el

88.2% de los participantes y como Regular por el 11.8% de los participantes. Esta fue la

única premisa que no recibió una calificación de Pobre.

En la cuarta categoría, los participantes contestaron 8 preguntas cerradas dirigidas

a evaluar la forma en los programas de preparación de maestros los capacitó para enseñar

a sus estudiantes. Los resultados se exponen en la Tabla 6.

67

Tabla 6

Capacitación ofrecida a los docentes para enseñar a los estudiantes por los programas

de preparación de maestros

Premisas 1* 2* 3* 4*

Con diversos niveles y habilidades en la sala de

clases

1.3% 14.5% 36.8% 47.4%

Provenientes de diversos niveles socio económicos 3.9% 21.1% 34.2% 40.8%

Provenientes de diversos bagajes 6.6% 22.4% 39.5% 31.6%

En ambientes escolares urbanos 6.6% 22.4% 38.2% 32.2%

En ambientes escolares rurales 9.2% 30.3% 28.9% 31.6%

Con diferencias lingüísticas 11.8% 30.3% 38.2% 19.7%

Con diversas preferencias u orientación sexual 28.9% 21.1% 23.7% 26.3%

Con necesidades especiales 6.6% 11.8% 36.8% 44.7%

*Nota: 1 =Pobre, 2 =Regular, 3 =Bueno y 4 =Excelente

Las premisas de esta categoría se enfocaron a evaluar la preparación de los

maestros para trabajar con la diversidad de los estudiantes que reciben en sus salones de

clase. Los resultados expuestos en la Tabla 6 reflejan que, en la primera premisa

evaluada, el 84.2 de los participantes evaluó como Excelente/Buena su preparación

académica para trabajar con diversos niveles y habilidades en la sala de clases y un

15.8% las evaluó como Regular/Pobre. El 75% de los encuestados consideró su

capacitación para trabajar con estudiantes de diversos niveles socioeconómicos fue

Excelente/Buena y el 25% la evaluó como Regular/Pobre. A su vez, el 71% evaluó su

preparación para trabajar con estudiantes de diferentes bagajes como Excelente/Buena y

el 29% la evaluó como Regular/Pobre. La preparación recibida para trabajar en

68

ambientes escolares urbanos fue evaluada como Excelente/Buena por el 71% de los

participantes y como Regular/Pobre por el 29%, lo cual coincide con el hallazgo anterior.

La capacidad para trabajar con estudiantes en ambientes académicos rurales fue evaluada

como Excelente/Buena por el 60.5% de los encuestados y como Regular/Pobre por el

39.5% de los participantes. La capacitación recibida por los maestros encuestados

dirigida a trabajar con estudiantes con diferencias lingüísticas fue evaluada como

Excelente/Buena por el 57.9% de los encuestados y Regular/Pobre por el 42.1%. La

forma en que los maestros fueron adiestrados para trabajar con estudiantes de diversas

preferencias u orientación sexual fue percibida como Excelente/Buena por el 50% de los

participantes, y el otro 50% la percibió como Regular/Pobre, lo que se traduce a un

hallazgo bastante significativo en este estudio. Por último, la capacitación para trabajar

con estudiantes que tienen necesidades especiales fue evaluada como Excelente/Buena

por el 81.50% de los encuestados y como Regular/Pobre por el 18.5%. A pesar de que la

mayoría de las premisas de esta categoría fue evaluada como Excelente/Bueno, los

hallazgos sugieren que la capacitación para trabajar con la diversidad de los estudiantes

requiere revisarse en los programas de preparación de maestros.

En la quinta categoría, los participantes contestaron 3 preguntas cerradas dirigidas

a evaluar la forma en los programas de preparación de maestros los preparó para trabajar

con aspectos sociales del país relacionados con la escuela y responsabilidades legales y

éticas de los maestros. En la Tabla 7 se exponen los hallazgos encontrados.

69

Tabla 7

Aspectos sociales, legales y éticos

Premisas 1* 2* 3* 4*

Los problemas y perspectivas multiculturales 9.2% 18.4% 43.4% 28.9%

El rol político y social de la escuela en la sociedad

puertorriqueña

9.2% 19.7% 42.1% 28.9%

Las responsabilidades legales y éticas de los

maestros

3.9% 15.8% 38.2% 42.1%

*Nota: 1 =Pobre, 2 =Regular, 3 =Bueno y 4 =Excelente

De acuerdo a los datos expuestos en la Tabla 7, el 73% de los participantes

consideró que la preparación recibida para trabajar los problemas y perspectivas

multiculturales fue Excelente/Buena y el 27% la percibió como Regular/Pobre. La

preparación recibida por los docentes para trabajar con el rol político y social de la

escuela en la sociedad puertorriqueña fue evaluada como Excelente/Buena por el 78% de

de los encuestados y como Regular/Pobre por el 22% de los participantes. Por su parte,

el conocimiento adquirido sobre la responsabilidad de los aspectos legales y éticos fue

evaluado como Excelente/Bueno por el 80% de los participantes y como Regular/Bueno

por el 20%.

En relación a la sexta categoría, los participantes contestaron 8 preguntas cerradas

dirigidas a evaluar el grado de satisfacción de ciertos aspectos de la docencia como parte

de su preparación como maestros. En la Tabla 8 se exponen los hallazgos encontrados en

esta categoría.

70

Tabla 8

Grado de satisfacción en la preparación de ciertos aspectos de la docencia

Premisas 1* 2* 3* 4*

Discusiones en clases 1.3% 9.2% 44.7% 44.7%

Intercambio con los pares 1.3% 13.2% 38.2% 47.4%

Lecturas asignadas 2.6% 17.1% 40.8% 39.5%

Proyectos y tareas en los cursos 2.6% 15.8% 43.4% 38.2%

Balance entre la teoría y la práctica 7.9% 19.7% 45.1% 26.3%

Discusión de los problemas educativos

contemporáneos

6.6% 18.4% 42.1% 32.9%

Los métodos de evaluación utilizados por los

profesores

3.9% 15.8% 50.0% 30.3%

La orientación académica recibida 3.9% 17.1% 48.7% 30.3%

*Nota: 1 =Pobre, 2 =Regular, 3 =Bueno y 4 =Excelente

De acuerdo a los resultados expuestos en la Tabla 7, el 89.4% de los encuestados

evaluó las discusiones en clases como Excelente/Bueno y el 10.5% las evaluó como

Regular/Pobre. En relación al intercambio con los pares, el 85.6% la evaluó como

Excelente/Bueno y el 14.5% la consideró Regular/Pobre. Las lecturas asignadas en las

clases fueron evaluadas como Excelente/Bueno por el 80.3% de los participantes y como

Regular/Pobre por el 19.7% de los encuestados. El 81.6% consideró como

Excelente/Bueno los proyectos y tareas que se dan en los cursos y el 18.4% las evaluó

como Regular/Pobre. Respecto al balance entre la teoría y la práctica, el 71.4% de los

encuestados la evaluó como Excelente/Bueno y el 18.4%, como Regular/Bueno. La

discusión de los problemas educativos contemporáneos fue evaluada como Excelente/

71

Buena por el 85% de los maestros encuestados y como Regular/Pobre por el 15% de

estos. En relación a los métodos de evaluación utilizados por los profesores, el 80.3% de

los evaluó como Excelentes/Bueno y el 19.7 los consideró Regular/Pobre. Finalmente, la

orientación recibida fue evaluada como Excelente/Bueno por el 79% de los participantes

y Regular/Pobre por el 21% de estos.

Satisfacción con los Aspectos Tecnológicos

El rol del maestro es clave para que los estudiantes puedan obtener logros en su

proceso de enseñanza y aprendizaje. Por tanto, es importante que el currículo

universitario, ofrezca al futuro educador cursos y experiencias pertinentes a la realidad

social, tecnológica y educativa en que se desarrollan los estudiantes del siglo XXI. En el

proceso investigativo, se evaluó cómo los programas de preparación de maestros están

capacitando a los futuros maestros en mantenerse al día con los aspectos tecnológicos

contemporáneos. En la evaluación de esta parte, los participantes contestaron 10

preguntas cerradas, con una escala del 1 al 5, donde 1 representó la satisfacción mínima y

5 la máxima. Además, se abrió un espacio para aquel1os participantes que no podían

contestar algunas de las preguntas, lo marcaran así. En la Tabla 9 se despliegan los

hallazgos.

Tabla 9

Tecnología

Premisa 1 2 3 4 5 No puedo

evaluar

Equipo tecnológico disponible

para los estudiantes

7.9% 7.9% 21.1% 15.8% 34.2% 13.2%

Facilidades para usar laptop en la

Facultad de Educación

14.5% 7.9% 9.2% 18.4% 30.3% 19.7%

Cantidad de laboratorios de

computadoras disponibles

9.2% 15.8% 22.4% 17.1% 17.1% 18.4%

72

Tabla 9 (continuación)

Premisa 1 2 3 4 5 No puedo

evaluar

Apoyo técnico provisto en los

laboratorios de computadora

13.2% 9.2% 15.8% 21.1% 19.7% 21.1%

Horario de servicio de los

laboratorios de computadoras

10.5% 9.2% 14.5% 25% 19.7% 21.1%

Uso del Internet inalámbrico en

la Facultad de Educación

7.9% 9.2% 13.2% 22.4% 23.7% 23.7%

Uso del correo electrónico de la

universidad

15.8% 10.5% 7.9% 17.1% 23.7% 25%

Servicio ofrecido por la División

de Tecnología

14.5% 5.3% 18.4% 18.4% 14.5% 28.9%

Servicio ofrecido por la

Biblioteca

9.2% 1.3% 10.5% 27.6% 39.5% 11.8%

*Nota: 1 =Pobre, 2 =Regular, 3 =Bueno y 4 =Excelente

Los resultados expuestos en la Tabla 9 muestran que hubo una gran cantidad de

los participantes que no pudieron contestar las preguntas dirigidas a evaluar los aspectos

tecnológicos que utilizan las Escuelas de Educación en los programas de preparación de

maestros. Por tanto, el grado de satisfacción de estos aspectos, desde el punto de vista

estadístico no sería uno real basado en el por ciento de participación. A esos efectos, se

procedió a determinar la cantidad de los participantes que contestaron cada una de las

preguntas cerradas y tomar en consideración los que no contestaron las preguntas para así

obtener unos resultados más concretos. Después de este ejercicio, los hallazgos revisados

se presentan la Tabla 10.

73

Tabla 10

Tecnología de acuerdo a los participantes que contestaron las premisas

Premisa 1* 2* 3* 4* 5* Participantes

Equipo tecnológico disponible para

los estudiantes

9% 9% 24% 18% 39% 66

Facilidades para usar laptop en la

Facultad de Educación

18% 10% 24% 18% 39% 61

Cantidad de laboratorios de

computadoras disponible

11% 19% 27% 21% 21% 62

Apoyo técnico provisto en los

laboratorios de computadora

17% 12% 20% 27% 25% 60

Horario de servicio de los

laboratorios de computadoras

13% 12% 18% 32% 25% 60

Uso del Internet inalámbrico en la

Facultad de Educación

10% 12% 17% 29% 31% 58

Uso del correo electrónico de la

Universidad

21% 14% 11% 23% 32% 57

Servicio ofrecido por la oficina de

Tecnología

13% 18% 24% 22% 24% 55

Servicio ofrecido por la División de

Tecnología

20%

7%

26%

26%

20%

54

Servicio ofrecido por la Biblioteca 10% 1% 12% 31% 45% 67

* Nota: Para efectos estadísticos Totalmente no satisfecho = 1; Parcialmente satisfecho = 2; Ni insatisfecho

ni satisfecho = 3, Parcialmente satisfecho = 4; y Totalmente satisfecho = 5

La Tabla 10 muestra los resultados del grado de satisfacción que percibieron los

participantes que contestaron las preguntas relacionado a los aspectos tecnológicos que

ofrecen las instituciones universitarias donde se graduaron. En la primera premisa

evaluada, relacionada a la disponibilidad de equipo tecnológico para el uso de los

74

estudiantes, el 47% de los participantes consideraron sentirse Parcialmente satisfechos y

Totalmente satisfechos con este servicio y el 24% expresó sentirse Ni Insatisfecho Ni

Satisfecho. En relación a las facilidades para usar sus laptops en la Facultad de

Educación, igualmente el 47% expresó estar Parcialmente satisfechos y Totalmente

satisfechos y el 24% se sintió Ni Insatisfecho Ni Satisfecho. En cuanto a la satisfacción

de los participantes con la cantidad de laboratorios de computadoras disponibles, el 42%

de los participantes se sintieron Parcialmente satisfechos y Totalmente satisfechos con

este recurso y el 27% Ni insatisfecho ni satisfecho. Por su parte, el apoyo técnico

provisto en los laboratorios de computadoras el 52% expresó sentirse Parcialmente

satisfechos y Totalmente satisfechos y el 20% Ni insatisfecho ni satisfecho. Con relación

al horario de los laboratorios de computadora, el 57% se sintió Parcialmente satisfechos y

Totalmente satisfechos y el 18% Ni insatisfecho ni satisfecho. El 60% de los

participantes se sintió Parcialmente satisfecho y Totalmente satisfecho con el servicio del

uso del Internet inalámbrico y el 17%, Ni insatisfecho ni satisfecho. El uso del correo

electrónico recibió un grado de Parcialmente satisfechos y Totalmente satisfechos por el

55% de los participantes. Respecto al servicio por la oficina de tecnología, el 46% de los

participantes se sintieron Parcialmente satisfechos y Totalmente satisfechos con este

servicio y el 24% Ni insatisfecho ni satisfecho. En cuanto al servicio ofrecido por la

División de Tecnología, el 46% se sintió Parcialmente satisfecho y Totalmente satisfecho

con el mismo y el 26% Ni insatisfecho ni satisfecho. Finalmente, el servicio ofrecido por

la Biblioteca recibió un grado de satisfacción de Parcialmente satisfecho y Totalmente

satisfecho por el 76% de los participantes y de Ni insatisfecho ni satisfecho por el 12% de

los participantes.

75

Hasta aquí se han presentado los resultados del estudio respecto a los programas

de preparación de maestros de las instituciones universitarias públicas y privadas de

Puerto Rico. Estos hallazgos apuntan a que la mayoría de los maestros participantes del

estudio se sienten satisfechos con los programas de preparación de maestros, de acuerdo a

las premisas evaluadas como Excelente/Bueno y Parcialmente satisfechos y Totalmente

satisfechos. Igualmente, de acuerdo a esta evaluación, los resultados indican que los

programas de preparación de maestros de estas instituciones universitarios cumplen su

cometido de capacitar a los futuros docentes para atender a los estudiantes. Solamente

unos aspectos de esta preparación requieren revisión. Por lo que con estos hallazgos las

preguntas de investigación quedaron contestadas.

76

Capítulo V

Discusión de los Hallazgos, Conclusiones y Recomendaciones

En el siglo XXI, uno de los grandes retos que se enfrentan los sistemas educativos

de los diferentes países es el bajo desempeño de los estudiantes. En Puerto Rico, según

los resultados de las pruebas estandarizadas, el DEPR enfrenta también esta grave

situación. La falta de dominio de las destrezas básicas de inglés como segundo idioma,

español, matemáticas y ciencias, demostrado en las pruebas estandarizadas, está

estrechamente relacionado a que los estudiantes no están aprendiendo, razón por lo cual

más del 80% de las escuelas en Puerto Rico necesitan mejorar sus ejecutorias (Cintrón,

2007). El problema del bajo aprovechamiento de los alumnos en estas pruebas, según

varios investigadores (Cervini, 2001; Cintrón 2007; Vélez et al. 2010) se debe a múltiples

factores, entre los cuales destacaron la falta de preparación o la pobre calidad del

maestro. De ahí surgió la idea de hacer este estudio exploratorio-descriptivo dirigido a

auscultar las diferentes perspectivas que tienen los docentes que laboran en las escuelas

puertorriqueñas sobre la efectividad de los programas de preparación de maestros de las

instituciones donde se graduaron. En el Capítulo I, se planteó el problema y su

justificación, los objetivos y las siguientes preguntas de investigación:

1. ¿Cuán satisfechos están los maestros de nuevo ingreso con el programa de

preparación de maestros de la institución de Educación Superior dónde se graduó?

2. De la teoría a la práctica, ¿cuán preparado se percibe el maestro de nuevo ingreso

cuando entra a trabajar a la sala de para atender a sus estudiantes?

De igual forma, en el Capítulo I, se describió el Marco Conceptual, el cual estuvo basado

en los términos preparación de maestros y en las características que exhiben los maestros

77

que entran a trabajar por primera vez en un ambiente escolar, abordados por diferentes

investigadores.

La revisión de literatura estuvo centrada en el trasfondo histórico de las leyes

relacionadas a la preparación de maestros en Puerto Rico y en estudios relacionados al

tema. No se buscó discutir las leyes desde el punto de vista histórico o cronológico,

debido a que la consulta literaria se centró en aquellos escritos dirigidos a la preparación

del maestro en Puerto Rico. Esta consulta literaria se expuso en el Capítulo II. Este

estudio exploratorio-descriptivo fue dirigido por el método cuantitativo de la

investigación y los procedimientos se describieron en el Capítulo III. Dentro de este

marco, el diseño de la investigación fue configurado con una encuesta, donde se

estableció como instrumentos para recoger los datos un cuestionario, el cual fue

divulgado en las redes sociales mediante un enlace electrónico de Google Docs. Además,

en el Capítulo III, se describieron los procedimientos para seleccionar la muestra, para

realizar el estudio y para el análisis de los datos, todos ellos contemplando los aspectos

éticos que rigen las investigaciones con seres humanos, establecidos por la Oficina de

Cumplimiento de la Universidad del Turabo: IRB.

El cuestionario fue contestado por 76 maestros especializados en diferentes

disciplinas de la docencia, de los cuales el 11.8% fueron del sexo masculino y el 88.2%,

del sexo femenino. Todos los maestros participantes cumplieron con los criterios para

participar del estudio que fueron los siguientes: (a) ser egresados de una universidad

pública o privada de Puerto Rico (b) estar ejerciendo como docentes en escuelas públicas

o privadas ubicadas en Puerto Rico y (c) tener un año o más de experiencia ejerciendo

como maestros. Los cuestionarios se sometieron a un estadístico, quien sometió los datos

78

al Programa SPSS, versión 20, a los fines de obtener los hallazgos descriptivos del

estudio. Estos hallazgos se presentaron en el Capítulo IV.

En este capítulo, se presenta un análisis a profundidad de estos hallazgos. Este

análisis ayudó a interpretar y a determinar lo que dicen los hallazgos y cómo estos

resultados son cónsonos a otros estudios realizados o se distancian de los resultados de

otras investigaciones. Asimismo, de este análisis emanaron las conclusiones y

recomendaciones de este proceso investigativo.

Discusión de los Hallazgos

A las Escuelas de Educación de las diferentes instituciones universitarias se les ha

adscrito la responsabilidad de diseñar los programas de preparación de maestros, de

acuerdo a las diferentes ramas del saber en que estos se especializan. En el diseño de

estos programas, se deben establecer metas dirigidas a capacitar a los futuros maestros a

ampliar los conocimientos de las materias de su área de concentración, así como para

trabajar con la diversidad de estudiantes a los cuales se proponen impartirles el proceso

de enseñanza y aprendizaje. Dentro de este marco, los programas de preparación de

maestros deben procurar que estos futuros docentes dominen diferentes prácticas

relacionadas al desarrollo de destrezas del proceso educativo, como lo son el uso diversos

métodos, estrategias, actividades y materiales educativos ajustados a los objetivos y

modos de aprendizaje, el organizar la sala de clases y distribuir el tiempo según las

necesidades y diferencias de los alumnos, el dominar diferentes criterios de evaluación,

basar la enseñanza de acuerdo a los contextos sociales de donde proviene el estudiantado

entre otras. En el proceso investigativo de este estudio, se auscultó, en primera instancia,

la percepción que tenían los encuestados de ellos mismos, referente a diez aspectos

79

relacionados con la docencia. En la mayoría de estos aspectos estudiados, los hallazgos

indicaron que más del 85% de los participantes se concebían como Excelentes/Buenos.

Ejemplo de ello es que los participantes se percibieron como excelentes y buenos

respecto al dominio de la materia 92%; en el dominio del aprendizaje basado en la

diversidad estudiantil 89.5%; en la planificación de la enseñanza 86.9%; en el desarrollo

de la enseñanza con diferentes recursos y modos de aprendizaje 88.2; en la evaluación del

aprendizaje 89.1%; en las destrezas de comunicación en los idiomas de español e inglés;

85.5%; en el desempeño profesional, relacionado al compromiso de los docentes 94.7%;

en el desarrollo personal y profesional 88.1%; en el uso de la tecnología 84. 2% y en uso

de la investigación para evidenciar las prácticas educativas 84.2%. De acuerdo a estos

resultados, se puede inferir que los programas de preparación de maestros de las

instituciones universitarias de donde egresaron los participantes cumplieron con su

cometido de capacitarlos para trabajar de forma efectiva con los estudiantes.

Sin embargo, cuando se evaluaron estos aspectos en detalles, de acuerdo a los

programas de preparación de maestros, los resultados variaron un poco desde el punto de

vista estadístico. Específicamente, en el dominio de la materia, basado en la diversidad y

el uso de la tecnología. Respecto a la visión holística de la diversidad, cuando se evaluó

la capacitación para trabajar con estudiantes de diversos niveles socioeconómicos, el 75%

de los encuestados la consideró que fue Excelente/Buena. La preparación para trabajar

con estudiantes de diferentes bagajes fue evaluada como Excelente/Buena por el 71% de

los encuestados. La preparación recibida para trabajar en ambientes escolares urbanos,

también fue evaluada como Excelente/Buena por el 71% de los participantes. La

capacidad para trabajar con estudiantes en ambientes académicos rurales fue evaluada

80

como Excelente/Buena por el 60.5%. La forma en que los maestros fueron adiestrados

para trabajar con estudiantes de diversas preferencias u orientación sexual fue percibida

como Excelente/Buena por el 50% de los participantes, y el otro 50% la percibió como

Regular/Pobre. Por su parte, la capacitación para trabajar con estudiantes que tienen

necesidades especiales fue evaluada como Excelente/Buena por el 81.50%. Comparados

estos resultados con la percepción de ellos como docentes, la proporción estadística baja

de un 89.5% a un 70% más o menos. Finalmente, la capacitación recibida por los

maestros encuestados dirigida a trabajar con estudiantes con diferencias lingüísticas fue

evaluada como Excelente/Buena por el 57.9% de los encuestados y Regular/Pobre por el

42.1%, lo cual no está a la par con el 85.5% que recibió el dominio de las destrezas de

comunicación español e ingles percibida por ellos como docentes.

Estos hallazgos sugieren más investigación, puesto que dan margen a inferir que

los participantes del estudio, en su experiencia han tenido que auto-educarse para trabajar

con la diversidad y que esta no es producto de su formación académica o que no

entendieron el paralelismo de su evaluación como docentes y las premisas evaluadas en

esta categoría. De prevalecer la primera inferencia es bueno porque según Pérez (s. f.)

dentro de las competencias que debe dominar un docente está la de promover su propio

desarrollo profesional y la formación de comunidades de aprendizaje con los colegas y

resto de agentes implicados en la educación. No obstante, a pesar de que los resultados

promedian un 70% como Excelente/Bueno en relación a la capacitación de los docentes

para trabajar con la diversidad, hay que tomar en consideración aquellos participantes que

catalogaron esta categoría como Regular/Pobre que fue más o menos el 30% de ellos.

Por lo que es recomendable que la capacitación para trabajar con la diversidad de los

81

estudiantes se revise en los programas de preparación de maestros. Las competencias

fundamentales de los docentes, como educadores comprometidos con el aprendizaje y el

desarrollo de los estudiantes, incluyen prácticas dirigidas a construir un escenario abierto,

democrático y flexible y un conjunto de actividades auténticas que provoquen la

implicación de cada estudiante, respetando sus diferencias y enfatizando sus fortalezas

(Pérez, s. f). También, incluyen estrategias que propicien una interacción y

comunicación cercana y respetuosa, provocando el sentimiento en los estudiantes de que

son respetados y escuchados, donde los docentes puedan demostrar respeto y cariño con

todos los estudiantes, comprendiendo sus diferentes situaciones personales y emocionales

y confiando en su capacidad de aprender. Así mismo, deben ser auto-educables,

comunicativos, dialécticos, mostrar empatía para sus compañeros y sus estudiantes, estar

dispuestos al cambio, a innovar, crear y adaptarse a las necesidades de un grupo en un

momento específico y en un lugar específico (Blanco, 1995; López, 2009).

Uno de los aspectos estudiados para evaluar la efectividad de los programas de

preparación de maestros, se centró en aspectos importantes de la práctica docente. Todos

los aspectos evaluados por los docentes obtuvieron una clasificación de Excelente/Bueno

por un promedio del 75% de los encuestados. A esos efectos, la experiencia de práctica

docente fue evaluada como Excelente/Buena por el 90.8% de los participantes. La

retroalimentación ofrecida por el maestro cooperador fue evaluada Excelente/Buena por

el 84.1%. Por su parte, la retroalimentación ofrecida por el supervisor de práctica fue

evaluada como Excelente/Buena por el 80.1% de los encuestados e igualmente ocurrió

con el instrumento de evaluación de la práctica docente. El 72.5% de los participantes

evaluaron el seminario de práctica como Excelente/Bueno y un total de un 27.7% lo

82

evaluó entre Regular/Pobre. Las experiencias de campo en los diferentes cursos, recibió

una evaluación de Excelente/ Bueno por el 77.7% y el 22.4% las percibió entre

Regular/Pobre. El seminario de fundamentos de la educación fue evaluado como

Excelente/Bueno por el 76.4% de los encuestados y el 23.1% lo evaluó entre

Regular/Pobre. Finalmente, los cursos de tecnología educativa fueron evaluados

Excelente/Bueno por el 71.1% de los participantes y como Regular/Pobre por el 29.1%

de los participantes. Estos resultados coinciden más o menos con los de la investigación

de Bonilla y Ramírez (2009), solo que la de ellos promedió un 60% de acuerdo a las

perspectivas de los estudiantes que estaban realizando su práctica docente en el recinto

universitario investigado por ellos. Sin embargo, el promedio del 25% que evaluó estas

premisas como Recular/Pobre sugiere que estos aspectos deben ser revisados en los

programas de formación de maestros para que estos se sientan más competentes.

En este estudio, otro de los aspectos evaluados fueron los recursos ofrecidos por

los programas de formación de maestros. Estos recursos promediaron una evaluación de

Excelente/Bueno de un 82%. En ese sentido, los recursos evaluados como Excelente/

Bueno fueron los siguientes: evidencias solicitadas en el portafolio (85.5%); las

reflexiones solicitadas en el portafolio (84.2%); los cursos tomados por los participantes

en otras facultades (71.1%) y los cursos que tomaron los participantes en Educación

General (88.2%). Estos hallazgos indican que los programas de la formación de las

instituciones universitarias puertorriqueñas han sido efectivos en el uso de diferentes

recursos para que los docentes se sientan efectivos, según las percepciones de la mayoría

de los maestros participantes del estudio.

83

De igual forma, la formación recibida por los participantes, relacionada al

dominio de aspectos sociales, legales y ético de la profesión magisterial fue percibida

como Excelente/Buena por aproximadamente el 76% de los participantes. Este resultado

quedó demostrado en el dominio de aspectos tales como: los problemas y perspectivas

culturales 73%; el rol político y social de la escuela en la sociedad puertorriqueña 78%; y

las responsabilidades legales y éticas de los maestros 80%. Estos hallazgos implican que

los maestros participantes del estudio una vez egresaron de las instituciones universitarias

se sintieron que tenían las competencias necesarias para trabajar en cualquier ambiente

escolar donde fueran contratados. El conocimiento práctico de cada docente, según Pérez

(s. f.), lo condiciona tres factores: (a) la personalidad, las creencias, sensibilidad y

actitudes; (b) las propias experiencias en las escuelas; y (c) el aprendizaje práctico y

teórico en los programas de formación de docentes. Aprender a educar requiere

contextos de aprendizaje e intercambio que favorezcan la producción y aplicación del

conocimiento en contextos reales, complejos e inciertos.

La responsabilidad de la formación de maestros se le ha confiado a la universidad,

donde esta tendrá la función de producir, transmitir o difundir un conjunto de

conocimientos y prácticas, en el nivel de la enseñanza superior, para que estos futuros

profesionales puedan ejercer efectivamente (Cortina, 2005). Dentro de este contexto, los

programas de preparación de maestros deben propiciar el que los futuros maestros

desarrollen competencias relacionadas a diferentes aspectos de la docencia, mediante

diferentes estrategias o con el modelaje a los efectos que de cuando egresen se sientan

seguros de trabajar con sus estudiantes. Los aspectos relacionados con el dominio de

aspectos claves de la docencia de este estudio recibieron una evaluación de

84

Excelente/Bueno por un promedio aproximado de un 83% de los participantes. En

detalles, los aspectos evaluados que recibieron esta calificación fueron los siguientes:

discusiones en clase 89.4%; intercambio con los pares 85.6%; lecturas asignadas 80.3%;

proyectos y tareas asignadas en los cursos 81.6%; balance entre la teoría y la práctica

71.4%; discusión de los problemas educativos contemporáneos 85%; métodos de

evaluación 80.3%; y orientación recibida 79%. Por lo que los resultados sugieren que los

programas de preparación de maestros fueron responsivos en procurar ofrecerles a los

maestros unas prácticas necesarias para su desempeño como profesional. El aspecto que

menos porcentaje obtuvo en esta calificación fue el del balance entre la teoría y la

práctica. Por lo que esta evaluación sugiere el mejoramiento de las estrategias para crear

este balance tan necesario para que los maestros se sientan seguros del dominio de estas

competencias. Según Darling-Hammond (2005), para desarrollar competencia en una

determinada área, los maestros deben de tener una profunda base de conocimiento

teórico; comprender hechos e ideas en el contexto de ese marco conceptual; organizar el

conocimiento de forma que se facilite su recuperación y acción. Por lo que un enfoque

de educación metacognitiva puede ayudar a los maestros a aprender a tomar control sobre

su propio aprendizaje, al proporcionarles herramientas para analizar sucesos y situaciones

que les permitan comprender y manejar situaciones complejas en la vida del aula.

La vertiginosidad de los cambios económicos, tecnológicos y sociales, acaecidos

en los últimos años en el mundo industrializado, plantea situaciones nuevas y complejas

en la transición de los adolescentes a la vida activa y adulta, situándola hoy por hoy, en el

punto de mira (Fernández y Malvar, 2011). Según estos investigadores, estos cambios

vienen determinados por la permanente innovación tecnológica, la nueva organización

85

del trabajo y la nueva configuración del mercado laboral, obligando así a las escuelas a

repensar constantemente su función orientadora (p. 102). Por tanto, si las escuelas tienen

que responder a nuevas y complejas exigencias, la formación de los docentes ha de

afrontar retos similares para responder a tan importantes desafíos (Pérez, s. f.). En este

contexto, el dominio de la tecnología es un factor clave en el desarrollo de los procesos

de enseñanza y aprendizaje. Los resultados de este estudio sobre los servicios

tecnológicos ofrecidos por los programas de preparación de maestros promediaron un

grado de satisfacción aproximadamente de un 50% de los aspectos estudiados, donde los

participantes que contestaron las preguntas se sintieron Parcialmente satisfechos y

Totalmente satisfechos con estos recursos. Este grado de satisfacción por cada aspecto

estudiado fue el siguiente: equipo tecnológico disponible para los estudiantes 47%;

facilidades para usar laptop en la Escuela de Educación 47%; cantidad de laboratorios

disponibles 42%; apoyo provisto por los laboratorios de computadoras 52%; horario de

servicio de los laboratorios de computadoras 57%; uso del Internet inalámbrico en la

Escuela de Educación 60%; uso del correo electrónico de la universidad 55%; servicio

ofrecido por la oficina de tecnología 46%; servicio ofrecido por la División de

Tecnología 46%; y servicio ofrecido por la Biblioteca 76%. Estos hallazgos apuntan a

que los programas de preparación de maestros proveyeron servicios tecnológicos

dirigidos a que los docentes se inserten adecuadamente a la realidad tecnológica que

prevalece en el mundo moderno. No obstante, un número considerable del total de

participantes no contestaron las premisas por lo que no se obtuvo el insumo de la razón

que tuvieron para no hacerlo. En la auto-evaluación que los participantes hicieron del

dominio de aspectos tecnológicos el 84.2% se percibió como Excelente/Bueno, lo que

86

contrasta con la ausencia de respuestas de algunos de los participantes en esta área

evaluada. Igualmente, como ocurrió con las competencias para trabajar con la

diversidad, se infiere que los participantes, que no contestaron las preguntas, dominan

estas destrezas por auto-aprendizaje propio y que los programas de preparación de

maestros no están vinculados al dominio que tengan de estas destrezas. No obstante, de

acuerdo a los resultados, las universidades de donde egresaron estos participantes se

deben mantener a la vanguardia de ofrecer estos servicios.

Conclusiones

En el diseño de los programas de formación de docentes, Smeaton y Waters

(2013) sugirieron que las universidades deben considerar aspectos, tales como:

1. La facultad universitaria necesita tener conocimiento acerca de los retos actuales

que enfrenta la educación secundaria e incluirlos en el contenido curricular,

especialmente, con aquellos retos que son de alto riesgo.

2. Incluir en el contenido curricular destrezas para que los futuros maestros pasen

por la experiencia del manejo de conductas, como lo son la apatía y las

situaciones de comportamientos violentos de los estudiantes.

3. Modelar el uso de estrategias tecnológicas que puedan ser adaptadas a una

variedad de habilidades y con diferentes recursos.

4. Reforzar en los cursos para los futuros maestros, temas dirigidos a la resolución

de problemas, planificación y recursos de apoyo.

Los resultados de este estudio han demostrado que los programas de formación de

maestros han cumplido con estas recomendaciones. Por lo que los resultados de este

estudio propiciaron las siguientes conclusiones:

87

1. Los programas de preparación de maestros de las instituciones universitarias

cumplen con sus metas de capacitar a los futuros docentes en el desarrollo de

diferentes competencias que les facilite el llevar un proceso de enseñanza y

aprendizaje, acorde a las necesidades diferenciadas de los estudiantes.

2. Los maestros con experiencia se sienten satisfechos de los programas de

preparación de maestros de las universidades de donde egresaron porque los

capacitaron para trabajar con las tendencias contemporáneas de la educación y a

enfrentar los retos que esta plantea.

3. La variable más significativa de este estudio exploratorio lo fue el trabajar desde

la perspectiva de la diversidad estudiantil.

Recomendaciones

Los programas de preparación de maestros requieren revisión para:

1. Integrar en el currículo de los programas de preparación de maestros, en todos los

cursos, los temas relacionados con el manejo y los estilos de aprendizaje y

enseñanza de las personas con diversidad funcional.

2. Revisar y reforzar los cursos especialidad y los cursos de práctica docente

poniendo énfasis en la enseñanza y el manejo para la diversidad estudiantil que

convergen en las aulas, dirigidas a construir escenarios abiertos, democráticos y

flexibles que promuevan la participación efectiva de cada estudiante, respetando

sus diferencias y enfatizando sus fortalezas.

3. Evaluar los cursos para crear un balance entre la teoría y la práctica, dirigidas a

desarrollar competencias en los maestros en esta área tan importante, con un

aprendizaje metacognitivo que les ayude a aprender a tomar control sobre su

88

propio aprendizaje y puedan manejar sucesos y situaciones en los ambientes de

aprendizaje donde van a ejercer como docentes.

4. Asegurarse que los cursos que se ofrecen en los programas de preparación de

maestros sean impartidos por docentes con las debidas certificaciones expedidas

por el Departamento de Educación para ejercer como maestro.

5. Incorporar en los cursos temas de investigación, de análisis, de documentos

administrativos y de toma de decisiones en cuanto a las situaciones actuales en la

sala de clases.

6. Integrar al estudiante de educación en la participación de experiencias de campo

temprano en su formación académica.

Aportación Pedagógica del Estudio

Esta investigación presenta el insumo y las percepciones de los participantes,

respecto a los programas de preparación de maestros que diseñaron las universidades de

donde se graduaron. Como en la literatura revisada no se encontraron estudios dirigidos

a evaluar la preparación de maestros desde el punto de vista de docentes con experiencia,

se puede considerar que este estudio es una primicia desde esta perspectiva. Varios

investigadores han señalado que uno de los factores que inciden en el bajo desempeño

académico estudiantil es la falta de maestros preparados. Sin embargo, los resultados de

este estudio enfatizaron que la preparación recibida por los participantes fue una

pertinente para que estos puedan ejercer como maestros comprometidos con la educación.

La mayoría de estos indicaron sentirse satisfecho con el programa de preparación de

maestros de la universidad donde estudiaron. Lo que implica entonces que la baja

calidad de maestros no es un factor decisivo en el bajo desempeño de los estudiantes.

89

Estos resultados pueden propiciar el realizar investigaciones dirigidas a auscultar

más profundamente los factores reales que repercuten en el bajo desempeño de los

estudiantes. Por lo que la divulgación de estos hallazgos puede propiciar que el

Departamento de Educación de Puerto Rico, en su visión transformadora de la educación,

visualice el contemplar trabajar mano a mano con las universidades a los efectos de que

se lleven a cabo estudios dirigidos a identificar realmente los factores que inciden en el

bajo desempeño de los estudiantes puertorriqueños. La única laguna que se identificó

que tienen los maestros participantes del estudio fue el trabajar con la diversidad

estudiantil. Por lo que este hallazgo puede ayudar a que las competencias en esta área se

modifiquen en los programas de preparación de maestros. De la misma forma puede

servir de base para que se contemple realizar investigaciones dirigidas a estudiar cómo

realmente la destreza de trabajar con la diversidad se está llevando a cabo en las aulas

puertorriqueñas, donde se tomen en consideración los diferentes aspectos evaluados en

este estudio, en específico, la diversidad de género que fue una de las áreas más críticas

encontradas en este estudio.

90

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Internacional de Educación.

96

APÉNDICES

97

APÉNDICE A

CERTIFICACIÓN DEL IRB

98

99

APÉNDICE B

CARTA INFORMATIVA

Sistema Universitario Ana G. Méndez

Universidad del Turabo

Gurabo

Escuela de Educacion

Información para participar en un estudio/investigación

Carta Informativa

Una mirada a la experiencia profesional de los maestros desde la sala de clases y su

percepción sobre la efectividad de los programas de preparación de maestros en Puerto

Rico

Descripción del estudio/investigación

Se utilizará un estudio descriptivo y exploratorio. Para obtener la información mediante un

cuestionario que será administrado de forma innovadora ofreciendo un enlace electrónico que

permitirá, de forma voluntaria, aleatoria y por disponibilidad, que los participantes puedan

responder las preguntas del cuestionario de manera fácil y accesible utilizando cualquier

dispositivo electrónico (celular, tableta, computadora). De esta manera, no se necesitará intervenir

con los docentes en las escuelas, ni en sus tiempos lectivos. De igual manera, el instrumento

estará disponible en papel para aquellos participantes que así lo deseen.

Rebeca Diaz González, Investigadora Principal y el Dr. Edgardo Rosaly Manfredy, Mentor, le

invita a formar parte de una investigación, cuyo propósito es explorar la percepción de los

maestros en Puerto Rico sobre la efectividad de los programas de preparación de maestros de las

instituciones donde se graduaron. El valor que añade este estudio al campo educativo es conocer

las fortalezas y áreas de oportunidades para reforzar los programas de preparación de maestros,

así como a la toma de decisiones que redunden en beneficio para los programas de preparación de

maestros en Puerto Rico. De igual manera, se espera que este estudio se convierta en base de

partida para futuras investigaciones relacionadas a la preparación de maestros, tomando en cuenta

las experiencias y vivencias de los maestros en la sala de clases.

Su participación en esta investigación consiste en contestar el breve cuestionario relacionado a su

percepción sobre la efectividad de los programas de preparación de maestros de las instituciones

donde se graduó. Le tomará aproximadamente 20 minutos contestar el cuestionario y participar

de esta investigación.

100

Riesgos e Incomodidad

No conocemos de ningún riesgo o incomodidad que le pueda ocasionar el participar de esta

investigación.

Posibles beneficios

El valor que añade su participación al campo educativo es conocer las fortalezas y áreas de

oportunidades para reforzar los programas de preparación de maestros, así como a la toma de

decisiones que redunden en beneficio para los programas de preparación de maestros en Puerto

Rico.

Protección de la Privacidad y Confidencialidad

Toda información relacionada a su identidad será manejada de manera privada y confidencial y

será protegida en todo momento. Bajo ninguna circunstancia se compartirá información del

participante con terceros. Los datos recopilados se guardarán en un lugar privado, seguro y bajo

llave. Cualquier documento recopilado será almacenado de manera electrónica por un periodo de

cinco (5) años. Los mismos estarán bajo la tutela del investigador principal Rebeca Diaz

González.

Decisión sobre su participación en este estudio

Su participación en este estudio es totalmente voluntaria. Usted tiene todo el derecho de decidir

participar o no de este estudio. Si usted decide participar en este estudio tiene el derecho de

retirarse en cualquier momento sin penalidad alguna.

Información contacto

Si usted tiene alguna duda o inquietud correspondiente a este estudio de investigación o si surge

alguna situación durante el periodo de estudio, por favor contacte a Rebeca Diaz González,

Investigadora, al correo electrónico [email protected]. Si usted tiene preguntas sobre

sus derechos como sujeto de investigación por favor comuníquese con la Oficina de

Cumplimiento en la Investigación del SUAGM al 787-751-3120 o [email protected].

Una copia de esta carta informativa le será entregada.

101

APÉNDICE C

CUESTIONARIO

102

103

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105

106

107

108

109

110

111

112

APÉNDICE D

CARTA DE NOTIFICACIÓN AL DEPR

113

114

APÉNDICE E

HOJA DESCRIPTIVA DEL ESTUDIO