Monografia Tdah Final
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UNIVERSIDAD NACIONAL FEDERICO
VILLARREAL
FACULTAD DE PSICOLOGÍA
EL TRASTORNO DE DEFICIT DE
ATENCIÓN E HIPERACTIVIDAD (TDAH)
CURSO:
PROFESOR: WALTER ROLDÁN
ALUMNAS:
VERA PÉREZ, CINTHIA
VÁSQUEZ YUCRA, PATRICIA
DUEÑAS, DÉBORA
LIMA –PERÚ
2013
1
INDICE
RESUMEN.......................................................................................................................4
INTRODUCCIÓN.............................................................................................................6
CAPÍTULO I : FUNDAMENTOS TEÓRICOS DEL TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN E HIPERACTIVIDAD (TDAH)...........................................................7
1.1 DEFINICIÓN .............................................................................................................7
1.2 PREVALENCIA.........................................................................................................8
1.3 SINTOMAS SEGÚN EL DSM IV:............................................................................9
1.3.1 Desatención:...................................................................................................9
1.3.2 Hiperactividad:..............................................................................................10
1.3.3 Impulsividad:.................................................................................................10
1.4 EVOLUCIÓN DE LOS SÍNTOMAS CON LA EDAD...........................................11
1.4.1 Síntomas del TDAH desde el nacimiento a 5 años.................................11
1.4.2 Síntomas del TDAH en niños de 6 a 12 años..........................................11
1.4.3 Síntomas del TDAH en adolescentes de 13 a 17 años..........................11
1.4.4 Síntomas del TDAH en adultos..................................................................12
1.5 CLASIFICACIÓN DE LOS TIPOS DE TDAH......................................................12
1.5.1 Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, tipo con predominio hiperactivo-impulsivo..............................................................12
1.5.2 Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, tipo combinado..12
1.5.3 Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, tipo con predominio del déficit de atención.............................................................13
1.6 CRITERIOS DIAGNOSTICOS..............................................................................13
1.7 DIAGNOSTICO DIFERENCIAL............................................................................14
1.8 ETIOLOGÍA..............................................................................................................14
1.8.1 Genética conductual..................................................................................15
1.8.2 Genética molecular...................................................................................15
1.8.3 Factores biológicos adquiridos................................................................16
1.8.4 Factores neuroanatómicos.......................................................................16
1.8.5 Factores neuroquímicos...........................................................................17
2
1.8.6 Factores neurofisiológicos........................................................................18
1.8.7 Factores psicosociales..............................................................................18
1.9 PROBLEMAS ASOCIADOS AL TDAH................................................................19
1.9.1 Trastornos de Conducta...........................................................................19
1.9.2 Trastornos del estado de ánimo..............................................................19
1.9.3 Baja competencia social...........................................................................20
1.9.4 Trastornos de ansiedad............................................................................20
1.9.5 Trastornos de aprendizaje........................................................................21
1.9.6 Alteraciones perceptivas motrices y praxias constructivas..................22
CAPÍTULO II : EVALUACÍÓN Y TRATAMIENTO................................................23
2.1 EVALUACIÓN.........................................................................................................23
2.1.1 En el ámbito familiar....................................................................................23
2.1.2 En el ámbito escolar....................................................................................24
2.1.3 En el ámbito psicológico.............................................................................24
2.1.3.1 Instrumentos para evaluar el TDAH......................................................25
2.2 TRATAMIENTO.......................................................................................................31
2.2.1 Tratamiento farmacológico.........................................................................31
2.2.2 Intervencíon psicológica..............................................................................32
2.2.3 Intervencíon educativa................................................................................34
2.2.4 Intervencíon familiar....................................................................................37
CONCLUSIONES..........................................................................................................40
REFERENCIAS.............................................................................................................41
3
RESUMEN
El TDAH según el DSM-IV (o trastorno hipercinético según el CIE 10) se
define como un determinado grado de déficit de atención y/o
hiperactividad-impulsividad que resulta desadaptativo e incoherente en
relación con el nivel de desarrollo del niño y está presente antes de los 7
años de edad.
El trastorno ocurre con más frecuencia en hombres que en mujeres y su
proporción va de 2:1 hasta 6:1. Aunque es más común en niños que en
niñas, el impacto actual del TDAH puede ser más grave en las niñas.
En el DSM-IV-TR se diferencian tres tipos de trastorno dentro del TDAH:
Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, tipo con predominio
hiperactivo-impulsivo; Trastorno por déficit de atención con hiperactividad,
tipo combinado y Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, tipo
con predominio del déficit de atención.
De acuerdo al DSM-IV, los síntomas pueden ser: desatención,
hiperactividad e impulsividad, también se hablan de síntomas según la
edad. El hecho de manifestar alguno de estos síntomas, no implica
necesariamente padecer este trastorno. Es importante realizar una visita a
un médico especialista en el diagnóstico del TDAH para que evalúe los
síntomas y realice un diagnóstico adecuado, más aún es primordial tener
en cuenta un adecuado diagnóstico diferencial, este debe realizarse con
trastornos y problemas médicos, neurológicos, psiquiátricos y sociales
que presentan sintomatología de TDAH. Los síntomas pueden ser
semejantes a los del TDAH, por lo que hay que hacer un diagnóstico
diferencial minucioso para saber si nos encontramos ante comorbilidad
del TDAH, o ante un cuadro de otro tipo.
4
Aunque la causa no está completamente aclarada, parece evidente que
se trata de un trastorno multifactorial con una base neurobiológica y
predisposición genética que interactúa con factores ambientales. Las
hipótesis sobre la etiología abarcan diversas áreas: genética conductual y
molecular, factores biológicos adquiridos, la neuroanatomía, bioquímica
cerebral, neurofisiología, neuropsicología y el entorno psicosocial.
Algunos niños con el TDAH padecen también de otras enfermedades o
afecciones. Por ejemplo, pueden padecer de uno o más: Trastornos de
Conducta, trastornos del estado de ánimo, trastornos de ansiedad,
trastornos de aprendizaje y alteraciones perceptivas motrices y praxias
constructivas.
La evaluación debe incluir una evaluación del ámbito familiar, escolar y
psicológico, además de un examen médico completo que evalúe la salud
general del niño para descartar otra serie de problemas, de tipo visual,
auditivo o la falta de componentes vitales para su salud.
Un plan de tratamiento individualizado y multidisciplinar para un niño con
TDAH y su familia casi siempre debe incluir 3 aspectos fundamentales:
tratamiento farmacológico, tratamiento Psicoeducativo y la evolución. El
pronóstico depende, en gran medida, de los problemas psicosociales
asociados (familiares, comorbilidad) y la implementación del tratamiento
adecuado.
5
INTRODUCCIÓN
El trastorno por déficit de atención / hiperactividad (TDAH) es el
término actualmente usado para describir un desorden específico del
desarrollo cuyos síntomas centrales son la desatención, hiperactividad e
impulsividad (DSM - IV, 1994).
Actualmente existe evidencia que señala que el TDAH persiste en
la adolescencia y la edad adulta (American Academy of Child and
Adolescent Psychiatry, 1997), creando graves problemas a quienes lo
sufren y a su ambiente inmediato (ej. desarrollo de trastorno de
conducta, bajo rendimiento escolar, repitencia, deserción escolar, abuso
de alcohol y drogas, accidentes, embarazos no deseados, ejercicio
inadecuado de la paternidad, etc.).
La preocupación que la hiperactividad supone a padres, madres,
educadores y terapeutas ha hecho que el punto de vista de esta
enfermedad cambie por completo.
El presente trabajo se dividirá en dos capítulos. En el primer
capítulo se abarcará los fundamentos teóricos del TDAH tales como la
definición, los síntomas, los tipos, la etiología y los efectos secundarios,
entre otros. Asimismo, en el segundo capítulo se abarcará la evaluación,
el tratamiento y la evaluación del TDAH.
6
CAPÍTULO I : FUNDAMENTOS TEÓRICOS DEL TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN E HIPERACTIVIDAD (TDAH)
2.2.1 DEFINICIÓN:
La primera descripción que se conoce de un TDAH se encuentra en
Hoffman (1844), médico alemán que reprodujo parte importante de
la sintomatología en el protagonista de un cuento que escribió en
esa fecha. En él describía a Phil un niño inquieto que no acostumbra
a permanecer sentado y se movía constantemente. Desde entonces
hasta la actualidad se han empleado más de 50 denominaciones
diagnósticas diferentes, como impulsividad orgánica, niños
inestables, síndrome de lesión cerebral mínima, disfunción cerebral
mínima, síndrome de hiperexcitabilidad, trastorno por déficit de
atención con/sin hiperactividad, entre otros, hasta llegar al actual de
TDAH.
Los trastornos por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) vienen
definidos por la presencia de tres síntomas fundamentales:
Disminución de la atención, Hiperactividad, Impulsividad.
El TDAH según el DSM-IV (o trastorno hipercinético según el CIE
10) se define como un determinado grado de déficit de atención y/o
hiperactividad-impulsividad que resulta desadaptativo e incoherente
en relación con el nivel de desarrollo del niño y está presente antes
de los 7 años de edad. Las manifestaciones clínicas deben persistir
durante más de 6 meses. El cuadro debe ser más severo que lo
observado en otros niños de la misma edad, el mismo nivel de
desarrollo e inteligencia. Debe estar presente en varios ambientes
como familia, escuela, amigos. Debe producir serios problemas en la
vida diaria.
7
El TDAH es un trastorno neurobiológico de carácter crónico,
sintomáticamente evolutivo y de probable transmisión genética que
afecta entre un 5 y un 10% de la población infantil, llegando incluso a
la edad adulta en el 60% de los casos. Está caracterizado por una
dificultad de mantener la atención voluntaria frente a actividades,
tanto académicas como cotidianas y unido a la falta de control de
impulsos.
2.2.1 PREVALENCIA
Es difícil conocer la prevalencia exacta del TDAH, ya que influyen
varios factores, como el tipo de clasificación utilizada, los métodos
de evaluación diagnóstica empleados, la fuente de información
(padres, maestros, cuidadores), el tipo de muestra y las
características socioculturales de la población. El rango entre los
diferentes estudios varía del 2 al 18%.
La prevalencia se sitúa entre el 3-5% en los niños de edad escolar.
Los datos de su prevalencia en la adolescencia y en la vida adulta
son imprecisos DSM-IV (1995). De 1,4 hasta casi 3 millones de
niños en edad escolar en cualquier edad (Barkley, 1996).
El trastorno ocurre con más frecuencia en hombres que en mujeres y
su proporción va de 2:1 hasta 6:1 (Biederman, López, Boellner y
Chandler, 2002). Aunque es más común en niños que en niñas, el
impacto actual del TDAH puede ser más grave en las niñas. Algunos
expertos han postulado que las niñas no muestran los mismos
problemas de conducta abierta o conductas disruptivas como lo
hacen los niños. Esto, en parte, puede explicar que haya pacientes
mujeres en los servicios de salud mental, simplemente porque sus
problemas conductuales no son tan molestos para los otros. En los
últimos años, ha habido un incremento significativo en la prevalencia
8
documentada del TDAH entre mujeres. Algunos expertos lo han
atribuido a una identificación más cautelosa de los subtipos
específicos del trastorno, en especial el subtipo de la distracción
primaria (Barkley, 2006).
Los niños son más propensos que las niñas a padecer el trastorno,
2,5:1, mientras que las niñas presentan más problemas de atención
y cognitivos que impulsividad (Gershon, 2002; Biederman et al.,
2004). La prevalencia más alta se encuentra en el rango de edad de
6-9 años. Más del 80% seguirán presentando el trastorno en la
adolescencia, y el 30-65% lo seguirán padeciendo en la vida adulta.
Al analizar los subtipos de TDAH encontramos diferencias en la
prevalencia, así el subtipo combinado es mucho más frecuente
(52,2%) que el inatento (34,8%) y que el hiperactivo (13%), (Rhode
et al., 2000, Barbaresi, et al., 2002, 2004).
El 5% de la población infantil en el Perú padecería del Trastorno por
Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), afectando más a niños
que a niñas, informa la directora médica del IMLA, Dra. Myriam
Velarde Incháustegui.
2.2.1 SINTOMAS SEGÚN EL DSM IV:
De acuerdo al DSM-IV, los síntomas pueden ser:
2.2.4 Desatención:
a) A menudo no presta atención suficiente a los detalles o
incurre en errores por descuido en las tareas escolares,
en el trabajo o en otras actividades.
b) A menudo tiene dificultades para mantener la atención en
tareas o en actividades lúdicas.
9
c) A menudo parece no escuchar cuando se le habla
directamente.
d) A menudo no sigue instrucciones y no finaliza tareas
escolares, encargos, u obligaciones en el centro de
trabajo (no se debe a comportamiento negativista o a
incapacidad para comprender instrucciones).
e) A menudo tiene dificultades para organizar tareas y
actividades.
f) A menudo evita, le disgusta o es renuente en cuanto a
dedicarse a tareas que requieren un esfuerzo mental
sostenido (como trabajos escolares o domésticos).
g) A menudo extravía objetos necesarios para tareas o
actividades (p. ej. juguetes, ejercicios escolares, lápices,
libros o herramientas).
h) A menudo se distrae fácilmente por estímulos
irrelevantes.
i) A menudo es descuidado en las actividades diarias.
2.2.4 Hiperactividad:
a) A menudo mueve en exceso manos o pies, o se remueve
en su asiento.
b) A menudo abandona su asiento en la clase o en otras
situaciones en que se espera que permanezca sentado.
c) A menudo corre o salta excesivamente en situaciones en
que es inapropiado hacerlo (en adolescentes o adultos
puede limitarse a sentimientos subjetivos de inquietud).
d) A menudo tiene dificultades para jugar o dedicarse
tranquilamente a actividades de ocio.
e) A menudo «está en marcha» o suele actuar como si
tuviera un motor.
f) A menudo habla en exceso.
10
2.2.4 Impulsividad:
g) A menudo precipita respuestas antes de haber sido
completadas las preguntas.
h) A menudo tiene dificultades para guardar turno.
i) A menudo interrumpe o se inmiscuye en las actividades
de otros (p. ej. se entromete en conversaciones o juegos).
2.2.1 EVOLUCIÓN DE LOS SÍNTOMAS CON LA EDAD
A diferentes edades, los síntomas nucleares del TDAH (inatención,
hiperactividad e impulsividad), pueden manifestarse de diversas
formas, como se detalla a continuación.
2.2.4 Síntomas del TDAH desde el nacimiento a 5 años
a) Alto nivel de actividad, búsqueda de la atención, rabietas y
dificultad para jugar solo.
b) Desarrollo motor precoz, niños inquietos y "trepadores", con
curiosidad insaciable.
c) Mayor frecuencia de accidentes, heridas e intoxicaciones.
d) Impacientes, insistentes y muy demandantes
e) No suelen seguir las normas, molestan e interrumpen a sus
compañeros.
f) Poca persistencia en el juego.
11
2.2.4 Síntomas del TDAH en niños de 6 a 12 años
a) Excesiva actividad motora en clase ante la exigencia de estar
sentados, pero normal en el recreo.
b) Se distraen fácilmente.
c) Desorganización de deberes.
d) Errores por desatención.
e) Suelen interrumpir a los demás.
f) Evitan realizar tareas en casa.
g) Son incapaces de esperar su turno para jugar.
h) Se mueven continuamente.
2.2.4 Síntomas del TDAH en adolescentes de 13 a 17 años
a) Disminuyen los signos de hiperactividad.
b) Sensación interna de “inquietud”.
c) Desorganización en su planificación de estudios.
d) No consigue estudiar/trabajar de forma independiente.
e) Tiene problemas en las relaciones sociales con sus
compañeros.
f) Posibilidad de abuso de sustancias tóxicas.
2.2.4 Síntomas del TDAH en adultos
a) Problemas de inatención o concentración.
b) Desorganización e incapacidad de realizar planes.
c) Dificultad en el inicio y la finalización de proyectos.
d) Cambia de actividad antes de haber finalizado la anterior.
e) Dificultad para gestionar el tiempo.
f) Olvidadizo, pierde cosas con frecuencia.
g) Toma decisiones impulsivas.
h) Tiene problemas en el trabajo.
i) Manifiesta problemas en las relaciones sociales.
12
2.2.1 CLASIFICACIÓN DE LOS TIPOS DE TDAH
En el DSM-IV-TR (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos
mentales, cuarta edición texto revisado), se diferencian tres tipos de
trastorno dentro del TDAH:
2.2.4 Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, tipo con
predominio hiperactivo-impulsivo: Si se satisface seis o más
criterios de hiperactividad e impulsividad, pero no los criterios
de desatención durante los últimos 6 meses.
2.2.4 Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, tipo
combinado: Si se satisfacen seis o más criterios de
desatención e hiperactividad-impulsividad durante los últimos
6 meses.
2.2.4 Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, tipo
con predominio del déficit de atención: Si se satisface seis
o más criterios de desatención, pero los criterios de
hiperactividad-impulsividad durante los últimos 6 meses.
2.2.1 CRITERIOS DIAGNOSTICOS
Según el DSM IV, el TDAH se diagnostica cuando la persona
presenta:
Seis (o más) de los siguientes síntomas de desatención y/o
hiperactividad-impulsividad han persistido por lo menos durante 6
meses con una intensidad que es desadaptativa e incoherente en
relación con el nivel de desarrollo.
Algunos síntomas de hiperactividad-impulsividad o desatención que
causaban alteraciones estaban presentes antes de los 7 años de
edad.
13
Algunas alteraciones provocadas por los síntomas se presentan en
dos o más ambientes (p. ej., en la escuela [o en el trabajo] y en
casa).
Deben existir pruebas claras de un deterioro clínicamente
significativo de la actividad social, académica o laboral.
Los síntomas no aparecen exclusivamente en el transcurso de un
trastorno generalizado del desarrollo, esquizofrenia u otro trastorno
psicótico, y no se explican mejor por la presencia de otro trastorno
mental (p. ej., trastorno del estado de ánimo, trastorno de ansiedad,
trastorno disociativo o un trastorno de la personalidad).
2.2.1 DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
El diagnóstico diferencial debe realizarse con trastornos y problemas
médicos, neurológicos, psiquiátricos y sociales que presentan
sintomatología de TDAH (Catwell, 1996; American Academy of Child
and adolescent Psychiatry, 1997; Taylor et al., 1998).
Los síntomas pueden ser semejantes a los del TDAH, por lo que hay
que hacer un diagnóstico diferencial minucioso para saber si nos
encontramos ante comorbilidad del TDAH, o ante un cuadro de otro
tipo. El que haya que realizar un diagnóstico diferencial con estos
cuadros, no significa que haya que hacer multitud de pruebas
diagnósticas para descartar cada uno. El médico valorará, a través
de la clínica, la necesidad de realizar pruebas complementarias para
perfilar el diagnóstico.
Para el diagnóstico diferencial con la deficiencia psíquica, debemos
tener en cuenta que en los TDAH el rendimiento a la hora de
cumplimentar las pruebas de inteligencia, especialmente en los
inatentos y mixtos, puede verse mermado. Por ello, suele ser
14
recomendable, si la inteligencia es límite o algo por debajo de lo
normal, pasar otra prueba de inteligencia después de obtener
mejoría en la atención con tratamiento farmacológico.
2.2.1 ETIOLOGÍA
Aunque la causa no está completamente aclarada, parece evidente
que se trata de un trastorno multifactorial con una base
neurobiológica y predisposición genética que interactúa con factores
ambientales. Las hipótesis sobre la etiología abarcan diversas áreas:
genética conductual y molecular, factores biológicos adquiridos, la
neuroanatomía, bioquímica cerebral, neurofisiología, neuropsicología
y el entorno psicosocial.
2.2.4 Genética conductual
Estudios familiares: se ha observado una mayor prevalencia
de TDAH y otros trastornos psiquiátricos (depresión, ansiedad,
trastorno antisocial, dependencia a drogas y alcohol) en los
familiares de estos pacientes.
En estudios de adopciones: se ha visto una mayor prevalencia
del TDAH en los padres biológicos frente a los adoptivos y la
población normal de 18, 6 y 3%, respectivamente.
Estudios de gemelos: hay una concordancia para los síntomas
del TDAH del 55% en gemelos monocigóticos y del 33% en
dicigóticos. El coeficiente de heredabilidad es del 0,65-0,91.
2.2.4 Genética molecular
15
Parece que un 70% de los TDAH se deben a factores genéticos en
relación con mutaciones de varios genes (trastorno poligénico). Se
ha comprobado que hay varios genes que codifican moléculas con
un papel importante en la neurotransmisión cerebral que muestran
variaciones alélicas (polimorfismos) y que influyen en el TDAH.
Estos genes “defectuosos” dictarían al cerebro la manera de
emplear neurotransmisores como la dopamina (DA) (encargada de
inhibir o modular la actividad neuronal que interviene en las
emociones y el movimiento). Así se sugiere un fallo en el desarrollo
de los circuitos cerebrales en que se apoya la inhibición y el
autocontrol.
Los genes asociados con las manifestaciones del TDAH son los
genes que codifican para los transportadores y receptores de la
dopamina (DA) y el gen del transportador de la noradrenalina (NA).
A pesar de la asociación significativa con el TDAH, las magnitudes
de efecto son pequeñas por lo que la probabilidad de desarrollar
TDAH posiblemente depende de varios genes y probablemente hay
varias combinaciones distintas de genes (poligénico con
heterogeneidad genética). El hallazgo más consistente se hallaría
en las regiones del gen DRD4, DRD5 (codifican el receptor de la
DA), DAT1 y DAT5 (codifican el transportador de la DA).
Hay que tener presente que muchos niños con polimorfismos
genéticos no tienen un TDAH, y muchos niños con TDAH no tienen
ninguno de los conocidos polimorfismos. Cuando se detecta un
caso de TDAH, los hermanos así como los padres tienen alta
probabilidad de sufrir o haber sufrido TDAH.
2.2.4 Factores biológicos adquiridos
El TDAH puede adquirirse o modularse por factores biológicos
adquiridos durante el periodo prenatal, perinatal y postnatal, como
16
la exposición intrauterina al alcohol, nicotina y determinados
fármacos (benzodiazepinas, anticonvulsivantes), la prematuridad o
bajo peso al nacimiento, alteraciones cerebrales como encefalitis o
traumatismos que afectan a la córtex prefrontal, una hipoxia, la
hipoglucemia o la exposición a niveles elevados de plomo en la
infancia temprana. También se ha asociado con alergias
alimentarias (aditivos), aunque se necesitan más investigaciones al
respecto.
2.2.4 Factores neuroanatómicos
Las técnicas de imagen cerebral han permitido conocer la
implicación de la córtex prefrontal y los ganglios basales (áreas
encargadas de regular la atención). Se sugieren alteraciones en las
redes corticales cerebrales frontales y frontoestriadas.
Estudios de Castellanos con resonancia magnética han observado
en los niños con TDAH un menor tamaño en diferentes áreas
cerebrales: reducción total del cerebro, cuerpo calloso, núcleo
caudado y del cerebelo que va cambiando con el tiempo durante el
desarrollo normal. Algunas diferencias se mantienen hasta una
década, mientras que otras desaparecen (las diferencias en el
núcleo caudado desaparecen sobre los 18 años).
Estas diferencias volumétricas se manifiestan precozmente, se
correlacionan con la gravedad del TDAH pero no hay relación con
el tratamiento farmacológico ni con la morbilidad.
2.2.4 Factores neuroquímicos
La NA y la DA son los dos neurotransmisores de mayor relevancia
en la fisiopatología y tratamiento farmacológico del TDAH. Ambos
están implicados en la función atencional y la DA también en la
17
regulación motora. Se ha observado afectación de las regiones
ricas en DA (región anterior o de la función ejecutiva) y de las
regiones ricas en NA (región posterior de la flexibilidad cognitiva).
El sistema atencional anterior (lóbulo frontal) está encargado
de la función ejecutiva; la DA y NA son los neurotransmisores
implicados. Su actividad es analizar la información y prepararse
para responder. Las funciones más importantes son la
inhibición motora, cognitiva y emocional (guardar turno), la
planificación (uso de una agenda), y la memoria de trabajo a
corto plazo (recordar un teléfono mientras lo marcamos).
El sistema atencional posterior (lóbulo parietal y cerebelo)
encargado de la flexibilidad cognitiva; la NA es el
neurotransmisor implicado. Su actividad es elegir la información
más significativa, evitar lo que no sirve y fijar la atención en
nuevos estímulos.
2.2.4 Factores neurofisiológicos
En los pacientes con TDAH se han observado alteraciones de la
actividad cerebral como: reducción del metabolismo/flujo sanguíneo
en el lóbulo frontal, córtex parietal, striatum y cerebelo; aumento del
flujo sanguíneo y actividad eléctrica en la córtex sensomotora;
activación de otras redes neuronales y déficit en la focalización
neuronal.
2.2.4 Factores psicosociales
Los factores psicosociales pueden influir y modular las
manifestaciones del TDAH. La severidad y expresión de los
síntomas puede verse afectado a través de la interacción gen-
ambiente (ciertos factores ambientales pueden tener distinto
18
impacto en individuos que tienen un gen en particular, frente a
personas que no lo tienen).
Estos factores son: inestabilidad familiar, problemas con amigos,
trastornos psiquiátricos en los padres, paternidad y crianza
inadecuada, relaciones negativas padres-hijos, niños que viven en
instituciones con ruptura de vínculos, adopciones y bajo nivel
socioeconómico (aunque esto último no está claro si es un factor
en sí, o está mediado por las peores condiciones prenatales y
perinatales, y otros factores de confusión).
2.2.1 PROBLEMAS ASOCIADOS AL TDAH
Algunos niños con el TDAH padecen también de otras
enfermedades o afecciones. Por ejemplo, pueden padecer de uno o
más de la lista a continuación:
19
2.2.4 Trastornos de Conducta: han causado mucha confusión entre
los profesionales ya que el correlato entre ambos es muy
similar y los estudios demuestran que la mayoría de los
sujetos con trastorno de conducta presentan también
hiperactividad, mientras que a la inversa es menos frecuente.
Taylor (1986) señala que en los pacientes con TDAH, la
hiperactividad está íntimamente unida al déficit atencional,
cosa que no ocurre en los trastornos de conducta. En los
trastornos de conducta el peso de los factores ambientales
negativos es muy significativo. Hasta un 40% de los niños con
TDAH manifiestan problemas de conducta, ya sean conductas
oposicionistas (conductas de desafío, desobediencia,
provocadoras, pero sin llegar a transgredir la norma social), o
cuadros antisociales (conductas más agresivas, que
transgreden la norma social, y que llevan a un mayor riesgo
de graves disfunciones sociales, adicciones, delincuencia...)
(Joselevich, 2000).
20
2.2.4 Trastornos del estado de ánimo: Se encuentra en el 20-
40% de los casos. Es destacable la baja autoestima, el
pobre autoconcepto y la presencia de depresión, esta
última favorecida por una experiencia frustrante y fallida a
nivel cognitivo, afectivo y social. En los casos de TDAH
es frecuente hallar un estilo de atribución depresivo,
consistente en vivir los fracasos desde atribuciones
internas, globales y estables, mientras que es valorado el
éxito desde atribuciones externas. Todo ello incide en la
autoimagen del niño con TDAH favoreciendo
sentimientos de culpa, pobre autoestima, vivencia de
incapacidad, ineptitud, maldad, incapacidad de ser
querido y aceptado, todo lo cual provoca inseguridad en
sí mismo y una excesiva dependencia del adulto. A su
vez, la inestabilidad afectiva, caracterizada por labilidad
emocional, cambios de humor frecuentes, intolerancia a
la frustración, inmadurez, reacciones exageradas y
contradictorias hace que la convivencia sea muy
complicada y frustrante para padres, profesores y
compañeros. En los casos en los que está presente la
depresión, se debe dar prioridad a su tratamiento, pues
los psicoestimulantes pueden no ser efectivos y/o
agravarla.
21
2.2.4 Baja competencia social: Es bastante frecuente que los
niños hiperactivos experimenten problemas interpersonales
desde la primera infancia. El rechazo de los compañeros
parece obedecer, entre otros factores, a su estilo de
interacción molesto y poco cooperativo: escasas habilidades
de comunicación, baja comprensión de las señales sociales,
egocentrismo, tendencia a perder el control en situaciones
conflictivas, o a violar las reglas establecidas en los juegos.
Las dificultades sociales de estos niños se evidencian con
mayor claridad ante las situaciones complejas que requieren
de la aplicación flexible de estrategias sociales. Tienen menor
empatía e interpretan de forma inadecuada las emociones de
las otras personas; expresan frecuentemente tristeza, ira y
sentimientos de culpa.
2.2.4 Trastornos de ansiedad: El 25% de los casos de TDAH
padecen ansiedad, lo cual puede ser debido a las dificultades
que presentan para afrontar estresores y exigencias
ambientales. Por ello pueden presentar ansiedad generalizad,
de separación, fobias, no querer ir al colegio, etc. El
diagnóstico diferencial es muy importante, pues, los niños con
trastornos de ansiedad pueden presentar síntomas
semejantes al TDAH, pero el TDAH presenta muchas veces
ansiedad.
22
2.2.4 Trastornos de aprendizaje: Shaywitz y Shaywitz (1991),
señalaron que son trastornos diferentes, pero que es
frecuente que se den simultáneamente. El 40% de los niños
con TDAH repiten curso y es más frecuente el abandono
escolar. Las dificultades escolares se manifiestan
tempranamente, siendo frecuentes los problemas de
lectoescritura, matemáticas, perceptivo espaciales,
motivacionales, y de lenguaje. Rapin (1987) señala que en el
fracaso escolar que presentan los niños con TDAH es
importante tener en cuenta otros factores, como la experiencia
afectiva, además de la atención y la memoria, pues existe una
gran variabilidad en su rendimiento escolar, dependiendo del
ambiente y de su estado de ánimo. Esto confunde a padres y
profesores, los cuales pueden interpretar estos altibajos, no
como algo característico del cuadro clínico, sino como una
muestra de mala voluntad y reñir al niño, el cual se sentirá
rechazado e incomprendido.
El aprendizaje de la lectoescritura es el área en el que más se
observan estas dificultades: continua inversión, escritura en
espejo, mala grafía, inadecuada organización del espacio. La
dislexia es el doble de frecuente en el TDAH, lo cual aumenta
las probabilidades de fracasar escolarmente. En el área de las
matemáticas, al ser complicada la orientación y los cambios
de direccionalidad que suponen las operaciones aritméticas,
se observan serias dificultades en los niños con TDAH.
23
2.2.4 Alteraciones perceptivas motrices y praxias
constructivas: Andar de modo desgarbado, poca habilidad
para el deporte, choques frecuentes con objetos, caídas
frecuentes, torpeza y falta de ritmo, en la motricidad fina
donde se encuentran las alteraciones más significativas.
Peters et al. (1973) destacan la «inadecuada modulación de la
motilidad: no controla su fuerza, su movimiento, su tono de
voz... Por ello resulta un niño torpe, brusco, desmañado». El
control de la motricidad fina es esencial para el aprendizaje,
por ello este déficit es el factor más reseñable en los casos de
TDAH y se observa sobre todo a nivel escolar. La falta de
orientación espacio-temporal conlleva una dificultad muy
importante en las actividades, tanto cotidianas como
académicas.
Otros trastornos como fobias, bruxismo, trastornos
psicosomáticos, alteraciones de sueño (dificultad de
conciliación, sonambulismo, hablar dormido), enuresis,
epilepsia (2004), etc. Conforman alteraciones adicionales
consecuentes a fracasos o experiencias negativas en la
primera infancia y que no son específicas del trastorno. De
Negri (1996) dice del niño con TDAH: «va formando la
estructura de una imagen de sí mismo, ambigua,
desvalorizada, angustiante, derivada de la experiencia crónica
de frustración y rechazo».
24
CAPÍTULO II : EVALUACÍÓN Y TRATAMIENTO
2.1 EVALUACIÓN
La evaluación del TDAH no es sencilla al haber distintos subgrupos,
según predominen los problemas de atención, los de hiperactividad y
los de impulsividad. Además, no existe una única prueba que por sí
sola permita un diagnóstico exclusivo y fiable.
Esta evaluación debe incluir una evaluación del ámbito familiar,
escolar y psicológico, además de un examen médico completo que
evalúe la salud general del niño para descartar otra serie de
problemas, de tipo visual, auditivo o la falta de componentes vitales
para su salud.
2.1.1 En el ámbito familiar
Se realiza una entrevista detallada a los padres y el niño con
TDAH, incluyendo la historia del desarrollo del niño,
antecedentes del parto, desarrollo físico y motor, problemas
médicos, alergias, medicación que toma.
Se hace un análisis sobre el ambiente familiar y social:
antecedentes familiares de TDAH, estructura y
funcionamiento del núcleo familiar, tipo de comunicación
establecida, nivel socio-cultural, etc.
25
Habrá que hacer una exploración de la capacidad de
atención, la impulsividad y la hiperactividad: tanto dentro de la
consulta, como en la sala de espera, descartar otras
patologías: como la ansiedad y la depresión y obtener datos
importantes sobre su escolarización: dificultades de
aprendizaje que presenta, si ha repetido algún curso.
2.1.2 En el ámbito escolar
Habrá que efectuar una historia académica y de
comportamiento del niño en el aula mediante cuestionarios
específicos de síntomas de TDAH, a realizar por los
profesores, con el fin de evaluar la intensidad del trastorno.
Algunos de los síntomas de TDAH son más evidentes en las
situaciones escolares y de grupo, ya que requieren un buen
control de impulsos.
También se podrán realizar pruebas del lenguaje o
específicas del aprendizaje si se sospecha de la existencia
de un trastorno específico del aprendizaje.
2.1.3 En el ámbito psicológico
Por último, se debe realizar un análisis psicológico del niño,
para conocer su desarrollo cognitivo y emocional. Es
aconsejable medir el nivel intelectual del niño con el test
WISC-R para los niños pequeños y el Raven para los
mayores. Dentro de este trastorno, se encuentran niños con
una gran variación en su cociente intelectual y el TDAH suele
producir un rendimiento escolar más bajo del que cabría
esperar según el nivel de inteligencia del niño.
El diagnóstico se basará en el cumplimiento de los criterios
del DSM-IV, que son los criterios diagnósticos establecidos
26
por la Academia Americana de Psiquiatría (1994) o del CIE-10
reconocidos y establecidos por la OMS.
2.1.3.1.1. Instrumentos para evaluar el TDAH
Cuando se evalúa a un niño para realizar un
diagnóstico clínico de TDAH o una evaluación
psicopedagógica, el profesional suele utilizar
una serie de instrumentos para realizar pruebas
que le ayuden al alcanzar las conclusiones.
El escoger un instrumento u otro para realizar
una prueba u otra, depende del criterio del
profesional y de las dificultades que presente
cada niño.
Normalmente, los aspectos más comunes que
se suelen evaluar son:
a) Atención, hiperactividad e impulsividad
EDAH (Evaluación del trastorno para el
déficit de Atención e Hiperactividad):
Escala para evaluar la hiperactividad,
déficit de atención, impulsividad y
trastornos de la conducta que influyen muy
negativamente en el desarrollo escolar del
niño. Aplicable a niños de entre 6 y 12
años, de manera individual, con una
duración de 5 a 10 minutos
27
aproximadamente. La finalidad del EDAH
es recoger información sobre la conducta
habitual del niño. Permite evaluar los
rasgos principales del TDAH de una
manera sencilla y objetiva.
b) Neuropsicológicas y Funciones
ejecutivas
Neuropsicológicas:
Diagnóstico Neuropsicológico infantil
(luria-DNI, Manga y Ramos 1991
Se aplica de manera Individual. A Niños de
3 y 6 años. La prueba dura entre 30 y 50
minutos. Las Escalas principales
(Psicomotricidad, Lenguaje articulatorio,
Lenguaje comprensivo, Lenguaje
expresivo, Estructuración espacial,
Visopercepción, Memoria icónica y Ritmo) y
auxiliares (Atención, Fluidez verbal,
Lectura, Escritura y Lateralidad).
Funciones ejecutivas:
Test Gestáltico Visomotor de Lauretta
Bender.
El Test de Bender, basado en la teoría de
la Gestalt, es un instrumento clásico para
evaluar la maduración visoperceptual y el
funcionamiento visomotor en niños. El
objetivo es evaluar la madurez de la
percepción visomotora. Está destinado a
28
niños y adultos. Se administra de manera
individual, el tiempo de administración es
de aproximadamente 10 min. También
puede ser utilizado en tareas de despistaje
(screening) para valorar estas habilidades
en adultos. El rendimiento revela el nivel de
maduración visomotora que está asociado
a varias funciones de la inteligencia
(percepción visual, coordinación motora,
memoria, conceptos espacio-temporales y
organización cognitiva).
c) Capacidad intelectual
Escalas de Wechsler
David Wechsler es el autor de estas
escalas para medir la inteligencia o
determinar el CI (coeficiente intelectual) de
una persona. Son escalas formadas por
una escala verbal y una escala de
ejecución, de modo que con la aplicación
de cualquiera de ellas, se obtienen tres
puntuaciones: un CI verbal, un CI manual y
un CI total.
WISC (de 5 a 16 años)
Ofrece información sobre la capacidad
intelectual general del niño (CI Total) y
sobre su funcionamiento en Compresión
verbal, Razonamiento perceptivo, Memoria
de trabajo y Velocidad de procesamiento.
La Escala se compone de 15 tests, 10
principales y 5 optativos.
29
WAIS (de 16 a 64 años)
Tiene por objetivo medir la inteligencia del
adulto, dentro de un enfoque global de
ésta. El WAIS es un test construido para
evaluar la inteligencia global, entendida
como concepto de CI, de individuos de
cualquier raza nivel intelectual, educación,
orígenes socioeconómicos y culturales y
nivel de lectura. Es individual y consta de 2
escalas: verbal y de ejecución. Está basada
en la teoría bifactorial de Spearman.
Inteligencia, tomada desde un punto de
vista global, ya que está compuesta por
habilidades cualitativamente diferentes
(rasgos), pero no independientes.
Escala McCarthy de aptitudes y
psicomotricidad para niños. (MSCA)
De aplicación Individual. Destinada a niños
de dos años y medio a ocho años y medio.
La duración con niños menores de 5 años
es aproximadamente de 45 minutos, a
partir de esa edad es de alrededor de una
hora. La finalidad es evaluar el desarrollo
cognitivo y psicomotor del niño. El MSCA
está compuesto por 6 escalas: verbal,
perceptivo-manipulativa, numérica,
memoria, general cognitiva y motricidad.
Test de matrices progresivas de Raven
Esta prueba miden un componente clave
de la inteligencia: La capacidad educativa.
30
Las pruebas de este Test permiten
determinar las posibilidades o el potencial
de aprendizaje de un individuo, así como
obtener una estimación de la inteligencia
general.
d) Lecto-escritura, Memoria y aprendizaje
EMLE (Escala de Magallanes para la
lectura y escritura)
La Escala Magallanes de Lectura y
Escritura es un instrumento de alta
fiabilidad y validez para identificar
específicamente el nivel de adquisición de
las habilidades necesarias para una
Lectura y Escritura eficaces. Son
destinatarios de este material todos los
alumnos de Educación Primaria y
Secundaria.
Permite:
1) Identificar el Nivel de Adquisición de las
habilidades de Conversión Grafema-
Fonema.
2) Determinar la Calidad Lectora en Voz
Alta, valorando la fluidez y la entonación.
3) Identificar los tipos de error cometidos
tanto en Lectura como en Escritura.
4) Identificar alumnos con déficits en
habilidades de Comprensión Lectora.
5) Valorar las habilidades caligráficas de
los alumnos.
31
Exceptuando la prueba de Comprensión
Lectora, la valoración de los resultados se
realiza de manera cualitativa, permitiendo
identificar claramente a los sujetos con
retrasos o avances en el dominio de la
Lectura y la Escritura, y facilitando
enormemente el diseño de planes y
programas de intervención educativa para
prevenir y corregir errores o retrasos en el
aprendizaje.
TOMAL (Test de memoria y aprendizaje)
Batería de memoria, amplia y
estandarizada, para niños de entre 5 y 19
años. Ofrece cuatro índices principales de
memoria: verbal, no verbal, compuesto y
recuerdo demorado. Además el uso de los
cuatro subtest esta complementarios
permite el cálculo de los índices de
recuerdo secuencial, recuerdo libre y
atención/concentración.
e) Trastorno del comportamiento
BASC (Sistema de evaluación de la
conducta de niños y adolescentes)
Es un conjunto de instrumentos que
permite evaluar los aspectos adaptativos e
inadaptativos de la conducta de niños y
adolescentes.
Estos instrumentos pueden ser usados de
modo conjunto o por separado. En un
32
mismo instrumento se incluye tanto la
evaluación de los aspectos positivos
(liderazgo, habilidades sociales,
habilidades para el estudio, adaptabilidad,
relaciones interpersonales, relaciones con
los padres, autoestima y confianza en sí
mismo) como los negativos (ansiedad,
agresividad, problemas de atención,
problemas de aprendizaje, hiperactividad,
retraimiento, búsqueda de sensaciones,
problemas externalizados, problemas
internalizados, depresión, problemas de
conducta, somatización, actitud negativa
hacia el colegio, actitud negativa hacia los
padres, locus de control, estrés social,
sentido de incapacidad).
2.2 TRATAMIENTO
Un plan de tratamiento individualizado y multidisciplinar para un niño
con TDAH y su familia casi siempre debe incluir 4 aspectos
fundamentales:
2.2.1 Tratamiento farmacológico
En primer lugar, debemos tener en cuenta que no es
necesario medicar a todos los TDAH. Si los tres grupos de
síntomas (inatención, impulsividad e hiperactividad) no
tienen un impacto negativo de cierta importancia, pueden ser
suficientes las intervenciones psicopedagógicas en familia y
escuela, para ello es necesaria una colaboración estrecha
de padres y colegio. Si es necesaria la medicación, la
primera elección son los psicoestimulantes.33
Metilfenidato. Muy eficaz en el TDAH, siendo la indicación
principal. Reduce el umbral de los sistemas de alerta y
facilita y agiliza las respuestas debido a: liberación de
catecolaminas, bloqueo de la recaptación de dopamina y de
noradrenalina, activación del sistema reticular activador
ascendente y estimulación de los circuitos de premio. Todo
ello produce efectos positivos a nivel cognitivo, conductual,
académico y social. Las mejorías se dan en los procesos de
alerta, la atención, la variabilidad de respuesta, la
impulsividad, el procesamiento de la información, la memoria
a corto plazo, la memoria de trabajo y el tiempo de reacción.
Los síntomas que mejoran con el metilfenidato son: falta de
atención, hiperactividad, impulsividad, agresividad,
conductas disruptivas, estado de alerta y secundariamente el
déficit de autoestima. La atención mejora con dosis bajas,
pero la hiperactividad e impulsividad requieren dosis más
altas.
Sobre los psicoestimulantes existen desinformaciones que
pueden propiciar que los pacientes no reciban un tratamiento
necesario. Entre ellas destacan las falsas creencias de que:
son adictivos, favorecen otras adicciones y son peligrosos.
En realidad, los TDAH no tratados son más vulnerables al
uso de sustancias como el cánnabis, alcohol y tabaco, pues
con ellas consiguen reducir algunos síntomas de su
trastorno. Es una forma de «automedicación» con efectos
nocivos.
Existen 2 presentaciones:
Metilfenidato de acción corta (Rubifén), el efecto dura 3-4
horas, lo cual plantea problemas de administración en el
34
medio escolar al no ser competencia del profesorado. Para
su correcta aplicación debe lograse una colaboración con
algún responsable escolar sensibilizado con el problema y
que pueda hacerse cargo de la administración del fármaco.
El olvido por parte de padres y profesores es otra dificultad
en su correcta administración.
Esta presentación puede originar un efecto rebote cuando
baja el nivel plasmático, o tolerancia aguda por las
fluctuaciones en las concentraciones plasmáticas que
obligan a incrementar la dosis a lo largo del día para
mantener el efecto adecuado. Otro problema que puede
presentarse con el metilfenidato de acción corta es la ruptura
de la confidencialidad. En muchos casos los padres no
desean que en el colegio se sepa que su hijo tiene un
trastorno, ya sean los mismos profesores, o los compañeros,
por la estigmatización, posibles burlas y rechazo.
Se debe prescribir a partir de los 6 años. La pauta de
dosificación de inicio puede ser 5-10 mg 3 veces al día y
aumentar 5-10 mg/semana hasta una dosis máxima de 60
mg, aunque no suele ser necesario dar más de tres dosis de
10 Mg. Dosis óptima de 0,3-0,7 mg/Kg 3 veces al día. Dosis
totales de 0,9-2,1 mg/Kg/día.
Metilfenidato de liberación prolongada (Concerta): el
efecto dura 12 horas, el 22% se libera de forma inmediata
(hace efecto en 60-90 minutos) y el 78% progresivamente.
Se inicia con 18 mg. al día (con el desayuno), para subir
semanalmente 18 mg hasta 54 mg si es necesario. Si tarda
en hacer efecto se puede dar al levantarse, 1/2 hora antes
de desayunar. Si aun así tarda en hacer efecto las primeras
horas, puede ser de utilidad prescribir conjuntamente 5 mg
de metilfenidato de acción corta.
35
2.2.4 Intervención psicológica
Otro pilar esencial del tratamiento del TDAH es la terapia
psicológica y/o neuropsicológica. Los estudios hablan de una
mayor eficacia y mejor evolución cuando se combina la
medicación con una intervención psicológica, pero por sí
sola tienen un efecto débil sobre los síntomas del TDAH y la
mediación cómo única elección no entrena en la adquisición
de habilidades ni resuelve los problemas asociados (Soutullo
y Díez, 2007).
La intervención psicoterapéutica atiende a los aspectos
cognitivos, emocionales, afectivos, sociales y conductuales.
Mediante la intervención con técnicas de modificación de
conducta, cognitivas o intervenciones neuropsicológicas, de
trata de modificar aquellos comportamientos disfuncionales,
reforzar aquellas áreas cognitivas más deficitarias, tratar los
problemas emocionales y entrenar en el manejo de
habilidades y estrategias de funcionamiento para el día a
día.
Los tratamientos psicoterapéuticos indicados en el TDAH
son:
• Psicoeducación / Técnicas cognitivo-conductuales
• Técnicas de modificación de conducta
• Técnicas de manejo del estrés y la ansiedad
• Problemas asociados y comorbilidad
• Entrenamiento en habilidades sociales
• Programas de desarrollo personal para adolescentes
y adultos
• Problemas y/o Trastornos de conducta
36
• Problemas y/o Trastornos afectivos
• Mediación
2.2.3 Intervención educativa
La intervención psicopedagógica tiene como objetivo mejorar
el rendimiento académico del niño o adolescente en la
escuela mediante la reeducación psicopedagógica y la
intervención a través adaptaciones curriculares, medidas
específicas y acciones dirigidas a la mejora de su
adaptación escolar y académica y reducir así los efectos
negativos del TDAH en relación a su aprendizaje y
competencia académica.
Los focos de la intervención escolar y psicopedagógica son:
• Estrategias y manejo del alumno con TDAH
• Formación del profesorado y personal docente sobre
el TDAH
• Dificultades de aprendizaje y problemas cognitivos
• Protocolo de actuación familiar-escuela
• Protocolo de actuación del profesorado
• Protocolo del servicio de orientación
• Legislación educativa de atención a la diversidad para
TDAH
Es importante que haya un plan de apoyo académico tanto
en el colegio como en casa. Será necesario probablemente
un profesor particular en casa que actúe como un entrenador
personal del niño, que le marque un ritmo y que le ayude a
organizarse y planificar su horario y su material, y a
enfrentarse a exámenes, trabajos, etc.
37
A nivel escolar es importante que el profesor entienda lo que
es el TDAH, y que no se trata de un niño que quiere
desobedecer o molestar en clase. También deben entender
que los ajustes que hay que hacer no son “aprobarle todo” o
reducir el nivel de exigencia, sino adaptar lo que tiene que
hacer a las virtudes y dificultades del niño individual.
El profesor puede hacer mucho para ayudar al niño con
TDAH a concentrarse, reducir su ansiedad y rendir al
máximo de sus posibilidades:
Mantener una rutina predecible, el niño sabrá qué va a pasar
después, y así no se distraerá.
Supervisarle cada poco. Marcarle el tiempo para hacer las
cosas así no pasará ratos distraído. Cada poco tiempo
puede ver qué tal va en su trabajo y le anima a seguir.
Darle tiempo extra para que escriba despacio y bien.
Adaptar lo que tiene que hacer el niño a su velocidad de
trabajo.
Ayudarle individualmente para que no se quede mucho
tiempo “enganchado” en un problema. Enseñarle a detectar
un problema y pedir ayuda pronto, sin perder excesivo
tiempo una vez que se haya quedado bloqueado en algo.
Dividir la clase en grupos pequeños para que los niños
trabajen en equipo y se ayuden.
Dejarle jugar o trabajar en el ordenador como premio.
Dejarle que salga del aula si se siente muy inquieto y
necesita un descanso.
Ponerle en una mesa cerca de él para supervisarle mejor.
Sentarle lejos de niños que le puedan distraer o meterse con
él.
Darle la enhorabuena cuando haga las cosas bien o haga un
esfuerzo para conseguirlo.
38
2.2.4 Intervención familiar
El cuarto pilar familiar en el tratamiento del TDAH es la
familia.
La familia es donde se recoge un impacto mayor del
trastorno. Este impacto se traduce en una mala
comunicación emocional, problemas de sobrecarga cognitiva
y tensional, ausencia de estrategias y habilidades para
responder a los comportamientos disruptivos, necesidad de
apoyo psicológico, etc., y todos estas dificultades hacen
necesaria una intervención familiar para abordar los posibles
focos problemáticos de la dinámica familiar.
Los padres deben aceptar, comprender e implicarse de
forma activa en el tratamiento del hijo/a afectado y deben
coordinarse con los Servicios Sanitario Infanto-Juveniles y
con el centro escolar y deben ser el núcleo de coordinación
del resto de apoyos y servicios de atención del afectado.
Los Intervenciones destinadas a trabajar con los padres y la
familia de los afectados de TDAH abarcan los siguientes
aspectos:
• Psicoeducación.
• Escuelas de padres y Grupos de apoyo.
• Entrenamiento en habilidades y estrategias de gestión
del TDAH.
39
• Reestructuración y organización de la dinámica familiar.
• Técnicas de modificación de conducta.
• Técnicas de manejo del estrés y la ansiedad.
Los padres deben conocer el TDAH, sin mitos ni miedos
infundados, para poderse enfrentar mejor al problema que
está afectando a su hijo. Cuanto más sepan, lean y
pregunten sobre el TDAH, mejor podrán ayudar a su hijo.
Deben buscar un médico para que evalúe y trate al niño, un
médico con experiencia en niños con TDAH. Además, los
padres pueden:
Definir reglas claras de consecuencias y premios para
ciertos comportamientos;
Ayudar al niño a terminar una tarea o encargo
dividiéndolo en pasos menores;
Aumentar la estructura y el orden de la casa;
Establecer rutinas estables y predecibles para
estructurar el tiempo;
Eliminar ruidos y distracciones;
Modificar la conducta del niño;
Motivarles, y
Aumentar la disciplina haciendo que el niño sufra las
consecuencias de saltarse las normas.
Hay muchos programas de entrenamiento en manejo
conductual. Lo esencial es que los padres tengan
herramientas suficientes para enfrentarse a diferentes
situaciones.
Es importante que los padres ayuden al niño a saber que él
también puede hacer cosas para mejorar su propio TDAH.
Los niños con TDAH tienen problemas para concentrarse y
40
atender, y para controlar su comportamiento, porque su
cuerpo quiere moverse mucho. Para mejorar su
concentración puede hacer cosas como dejar la ropa del
colegio y la cartera preparadas la noche anterior, para no
hacerlo con prisas por la mañana. Dormir suficiente para
concentrarse mejor al día siguiente. Debe desayunar bien y
tomar su medicación por la mañana para poder concentrarse
y tener energía. Pueden hacer una lista de estas cosas para
acordarse mejor. Todo lo que implique estructura,
organización y previsión, favorece el funcionamiento del
niño: relojes, calendarios, ordenadores, agendas, notas,
listas de cosas que hay que hacer, prioridades (hacer hoy,
hacer mañana),etc, favorecen que el niño tenga un
recordatorio externo de la estructura, que él solo no puede
obtener, por su TDAH. Todo lo que implique dividir una tarea
larga en pasos pequeños intermedios también favorecerá
que el niño progrese y no se rinda.
41
CONCLUSIONES
1. Está totalmente demostrado que el TDAH es la patología psiquiátrica más
estudiada en la infancia y el segundo trastorno con más prevalencia en
esta edad, pues afecta al 3-5% de los menores.
2. El carácter crónico del TDAH pone de manifiesto la necesidad de un
diagnóstico y un tratamiento acertados a una edad temprana, para evitar
consecuencias más graves en la adolescencia y la edad adulta.
3. Es necesario de un tratamiento multimodal para combatir el TDAH con
éxito, en el que se combine la atención psicológica, el apoyo pedagógico
y la administración de fármacos.
4. el actual sistema educativo establece diferencias de trato a los escolares
con TDAH, dependiendo de la comunidad autónoma en la que se
encuentre el alumno. Por ello, se reivindica que las instituciones
educativas garanticen la igualdad de todos los escolares con TDAH.
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REFERENCIAS
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con Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad. Recuperado de
http://recursos.educarex.es/pdf/recursos-diversidad
DGCEE/guiadefhiper.pdf
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atención e hiperactividad. Asociación Española de Pediatría: Madrid.
Espina, A. y Ortego, A. (s.f.) Guía práctica para los trastornos de déficit
atencional con/sin hiperactividad. Recuperado de
http://www.centrodepsicoterapia.es/pdf/Guia%20TDAH.pdf
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Fundación CADAH (2012). Trastorno de déficit de atención e
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Hidalgo V., I. (2007) Simposio. Hiperactividad en la infancia evaluación
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agosto, Madrid (paper)
Pizarro P., A. (2003) Eficacia de un programa multicomponente de terapia
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hiperactividad. Tesis Doctoral, Facultad de Psicología, Universidad de
Chile.
Revista Estomatológica Herediana (2007) .Déficit de atención e
hiperactividad: un reto para el odontopediatra. Lima: Quijano-Villavicencio,
G. y Valdivieso-Vargas Machuca, M.
43