Momento Narrativo 12 final_Maquetación 1

17
Voy a comenzar este re- lato desde el principio de mi vida policial, no de cómo entré a la Policía porque ya lo hice en un relato anterior; a lo mejor el pro- fesor me diga “hace falta más compromiso”, pero voy a comen- zar desde ese sueño de ser poli- cía, sin saber en realidad lo que implicaba ser policía. Hoy que lo sé, me doy cuenta de que mi verdadero sueño, en ese tiempo, era tener un carro con un sonido súper arrecho, para llamar la atención de las carajitas por mi casa, una pistola todo el tiempo en la cintura, unos lentes oscu- ros súper pavos y ser el novio de la tipa más buenota del barrio. Eso era lo que en realidad que- ría en ese entonces y para tener esas cosas ¿qué había que hacer? Ser policía. Pero hoy por hoy me doy cuenta que ser policía, implica cualquier otra cantidad de cosas más importantes que tener una apariencia del tipo que está de moda. Cosas, como ser mejor ciudadano, como darse el gusto de ayudar a la gente, como ser un ejemplo y un orgullo para mis hijos y muchas cosas más. Pero, ¿qué será verdaderamente ser policía? ¿qué lleva a eso, con qué se come eso? Bueno señores, allí empieza para mí lo interesante. Empieza a partir del momento de ese primer día de trabajo, cuando uno llega bien, pero bien perdido con la mirada de carajito asustado, pero chivo eléctrico con ganas de perseguir choro, con ganas de tener el primer enfren- tamiento, pero a la vez viendo un aconteci- miento bastante extraño. Y es que cuando llegué me mandaron a subirme en el ca- mión que antes conocía como el “perolón”, ahora sé que se llama del Pelotón de Apoyo, y lo extraño es que la vaina no es lo que yo esperaba, sino todo lo contrario, pues ese camión estaba lleno de personas uniformadas con cara de pocos amigos, otros sin ánimo de trabajar, otros con ánimo de salir al servicio porque estaban mamando , y así una cantidad de factores que yo no entendía en la actitud de esos policías. Pero con el tiempo y la rutina, me di cuenta de las causas por las cuales esos policías tenían esa actitud, y es que uno tiene que vivir esas causas para saber, en realidad, lo que es ser policía, y es que no es fácil llegar a tu lugar de trabajo y encontrarte todas las guardias, con una rea- lidad que espanta a cualquier persona, como llegar al Co- mando y encontrarte unos baños que mejor no digo, aun- que el profesor diga “falta com- promiso”, pero es que era una vaina cochina y desagradable, unos colchones en el dormitorio, peores que los de los indigen- tes, aparte de eso, reunir plata de los policías para echarle ga- solina y aceite al camión. Cuando salíamos al servicio, ha- cerle caso a un carajo inmoral que trabajaba borracho y quería que los más nuevos le pidiéra- mos una botella de ron en cuanta licorería él se paraba, y cuando entregabas el servicio, te dejaban reenganchado por- que había marcha. Cuando lle- gaba la quincena en vez de alegrarme, me daba era tristeza ver el poquito de billetes que sa- lían del cajero que, de paso, ya los debía y que para tener lo que yo en aquel momento que- ría tener, tenía que meterme en peo, arriesgar mi libertad, arries- gar a mi familia, dormir con la conciencia destruida y muchas cosas más. Hay quienes se arriesgan y salen airosos, pero la gran mayoría pierde. Por eso señores, señoras, ¡qué an- gustiante es ser policía, pero siempre, siempre será mi querida Policía! Número 12 Momento Narrativo Órgano de divulgación de la Fundación Aguas de Mayo Caracas, septiembre de 2010 Depósito Legal PP200301CS654 “No me mata el ser alguien, sino la zozobra de no serlo” l sms, más nn h sunes Miquerida Polica Darwin Hernández Discente UNES Número dedicado a la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad

Transcript of Momento Narrativo 12 final_Maquetación 1

8/4/2019 Momento Narrativo 12 final_Maquetación 1

http://slidepdf.com/reader/full/momento-narrativo-12-finalmaquetacion-1 1/16

Voy a comenzar este re-lato desde el principio de mi vidapolicial, no de cómo entré a laPolicía porque ya lo hice en unrelato anterior; a lo mejor el pro-fesor me diga “hace falta máscompromiso”, pero voy a comen-zar desde ese sueño de ser poli-cía, sin saber en realidad lo queimplicaba ser policía. Hoy que losé, me doy cuenta de que miverdadero sueño, en ese tiempo,era tener un carro con un sonidosúper arrecho, para llamar laatención de las carajitas por micasa, una pistola todo el tiempoen la cintura, unos lentes oscu-ros súper pavos y ser el novio dela tipa más buenota del barrio.Eso era lo que en realidad que-ría en ese entonces y para tener esas cosas ¿qué había quehacer? Ser policía.

Pero hoy por hoy me doycuenta que ser policía, implicacualquier otra cantidad de cosasmás importantes que tener unaapariencia del tipo que está demoda. Cosas, como ser mejor ciudadano, como darse el gustode ayudar a la gente, como ser un ejemplo y un orgullo para mishijos y muchas cosas más.

Pero, ¿qué será verdaderamenteser policía? ¿qué lleva a eso, con qué secome eso? Bueno señores, allí empieza

para mí lo interesante. Empieza a partir delmomento de ese primer día de trabajo,cuando uno llega bien, pero bien perdidocon la mirada de carajito asustado, perochivo eléctrico con ganas de perseguir choro , con ganas de tener el primer enfren-tamiento, pero a la vez viendo un aconteci-miento bastante extraño. Y es que cuandollegué me mandaron a subirme en el ca-mión que antes conocía como el “perolón”,

ahora sé que se llama del Pelotón deApoyo, y lo extraño es que la vaina no es loque yo esperaba, sino todo lo contrario,pues ese camión estaba lleno de personasuniformadas con cara de pocos amigos,otros sin ánimo de trabajar, otros conánimo de salir al servicio porque estabanmamando , y así una cantidad de factoresque yo no entendía en la actitud de esospolicías. Pero con el tiempo y la rutina, medi cuenta de las causas por las cuales esospolicías tenían esa actitud, y es que unotiene que vivir esas causas para saber, en

realidad, lo que es ser policía, yes que no es fácil llegar a tulugar de trabajo y encontrartetodas las guardias, con una rea-lidad que espanta a cualquier persona, como llegar al Co-mando y encontrarte unosbaños que mejor no digo, aun-que el profesor diga “falta com-promiso”, pero es que era unavaina cochina y desagradable,unos colchones en el dormitorio,peores que los de los indigen-tes, aparte de eso, reunir platade los policías para echarle ga-solina y aceite al camión.Cuando salíamos al servicio, ha-cerle caso a un carajo inmoralque trabajaba borracho y queríaque los más nuevos le pidiéra-mos una botella de ron encuanta licorería él se paraba, ycuando entregabas el servicio,te dejaban reenganchado por-que había marcha. Cuando lle-gaba la quincena en vez dealegrarme, me daba era tristezaver el poquito de billetes que sa-lían del cajero que, de paso, yalos debía y que para tener loque yo en aquel momento que-ría tener, tenía que meterme enpeo, arriesgar mi libertad, arries-gar a mi familia, dormir con laconciencia destruida y muchascosas más. Hay quienes searriesgan y salen airosos, pero

la gran mayoría pierde.Por eso señores, señoras, ¡qué an-

gustiante es ser policía, pero siempre,

siempre será mi querida Policía!

Número 12Momento Narrativo

Órgano de divulgación de la Fundación Aguas de MayoCaracas, septiembre de 2010

Depósito LegalPP200301CS654

“No me mata el ser alguien, sino la zozobra de no serlo”

l s m s, más n n h s …unes

Mi querida Polic aDarwin Hernández

Discente UNES

Número dedicadoa la Universidad Nacional

Experimentalde la Seguridad

8/4/2019 Momento Narrativo 12 final_Maquetación 1

http://slidepdf.com/reader/full/momento-narrativo-12-finalmaquetacion-1 2/16

Director:Cristóbal Deffit

Coordinador:Guido GonzálezComité de redacción:Julián MárquezIván MalchiodiGuillermo MorilloMaría Alejandra PérezGuido GonzálezWilliams Barroeta

Ilustraciones: Oswaldo RamosIván Muñoz (Portada)Diseño: Néstor Hernández

Colaboradores;Hospital Psiquiátrico de CaracasCasa Nacionalde las Letras Andrés BelloUniversidad Nacional Experimentalde la Seguridad

La Fundación Aguas de Mayo, através del proyecto “El Leer comoproceso de integración personal ycolectivo”, trata en sus talleres,entre facilitadores y participantes,

junto con este órgano divulgativoMomento Narrativo, un acceso al

acontecer, al devenir, en el contar y relatar de nuestro decir; una víaa la novedad, propiciadora deasombro, de poesía, de maravilla,de humor, de disfrute y libertad,frente al caos, el tedio, el apego yel control.

Momento Narrativo“Que no crea la gente, mi vida, que somos inmortales”

Editorial

El problema, eso que se viene en-

cima en cada hombre y mujer, de cada ser vivo en la tierra, ha sido secuestrado por lasociedad mediática del conocimiento, de loslaboratorios de una ciencia social y clínicaperversa, de las corporaciones norteameri-canas y europeas, que ha logrado de unmodo apartarnos, a los ciudadanos, denuestras propias responsabilidades comofamilia y buenos vecinos, como comunidad,en pro de un condominio silencioso y aca-llado, que ha alejado este término de nues-tro diario vivir, contaminándolo de elementosextraños a él, con una sinonimia engañosa,vinculando elProblema al obstáculo, a laviolencia, al inconveniente y a un “pariente”,

el conflicto. La práctica del secuestro delProblema, ha sido propia de la dominaciónque ha visto en el sujeto en conflicto, llá-mese persona o pueblo, una forma bien pro-vechosa de explotación. En toda América senos ha vendido un proyecto de vida de co-modidad que elude encarar la vida en rela-ción, en creación, en construcción a partir de la novedad que nos presentan los cam-bios, en pos de una mera sensación quenos ponga a soñar o a volar, a dormir mejor.Porque con la anulación del Problema nosquitan el acceso a la pregunta y al saber, ala seria y real investigación. Y quien no estáen sintonía con los problemas es evidenteque entra en conflicto.

Pero la filosofía del éxito, que todolo empata a su conveniencia, sublima

ahora este primo, el conflicto, en “diferen-cia de criterios” o “choque entre culturas”,quitándole su carga indiscutible de violen-cia, promoviendo el más productivo nego-cio, el de la guerra, legitimando el odio, laira como forma de vida, no como simplesy naturales emociones que han de ser ex-presadas acordes a las relaciones quenos plantean los problemas, sino comocúmulos o cápsulas valiosas para ejercer el poder de la fuerza. De tal manera que elconflicto ahora se normaliza y cada hom-bre y mujer puede ejercer su carga de vio-lencia como un beneficio extra, que ahorase expresa en una opinión diversa, dis-tinta. Eso, habrá ahora que decirle a lospacientes en pleno estado de lucha in-terna. Cuestión de Culturas.

El Problema de VivirCristóbal Deffit

2 Momento Narrativo Caracas, septiembre de 2010

Información y sugerencias: Teléfonos: 0416 802 59 52 - 0424 1731760 e-mail: [email protected]

Contexto

Edgar RamírezUNI-3Para ver mi interior

¿Qué tengo a mí alrededor?Mi familia, qué grande es la familia para mí.En la calle, mucha gente, hay para escoger,lo que tú quieras, en el Metro muchas vecesse encuentra gente que te acompaña en susconversaciones y da tristeza cuando algunode los dos se tiene que ir, porque llega a suEstación de destino. En las clases de talle-res hay gente buena, uno aprende de ellos eigual ellos de ti, del facilitador o profesor,bastantes conocimientos.¿Qué sufro por ser humano, cuando en elmundo hay 5.600.000 millones? además noes malo vivir solo. Yo la paso bien, deci-diendo a cada instante lo que quiero hacer ygracias a mi soledad me conozco… algo fun-damental para vivir.¿Qué me siento viejo? Si Moisés dirigió elÉxodo a los 80 años y Rubinstein interpre-taba como nadie a Chopin a los noventa por citar dos casos conocidos.Todo fue dado, no hice ni un solo pelo de lacabeza, por lo tanto no puedo ser dueño denada. Además la vida me alivia para ser máslibre, para alcanzar la plenitud.De la cuna a la tumba, es una escuela, por eso lo llamamos problemas, son lecciones.

No pierdo a nadie. El que muere simple-mente le llegó su hora, porque para allávamos todos, además lo mejor que es elamor sigue en tu corazón, la muerte es unamudanza, donde hay gente maravillosa:Gandhi, Miguel Ángel, San Agustín, losabuelos, mi padre que creía que la pobrezaestá más cerca del amor, porque el dineronos hace desconfiados.Soy feliz porque hago lo que quiero, o lo queamo, porque lo que debe ser será y llegaránaturalmente. Trato de no hacer nada por obligación, o por compromiso, solamente por amor, para tener plenitud y con ella todo esposible y sin esfuerzo, porque me mueve lafuerza natural de la vida, la que me mantienecuando hay un fracaso en familia, o me man-tiene vivo, cuando lo médicos diagnosticanperturbaciones de vida.Estoy a cargo de mí ser, y soy libre y felizpara compartir la verdadera vida con losdemás.Me reconcilio conmigo, y pienso que soy unacriatura de Dios, y decido ser feliz, porque lafelicidad es una adquisición, no es un dere-cho, sino un deber, porque lo contrario amar-garía al mundo.

Hay tantas cosas para gozar, y nuestro pasopor la tierra es tan corto que sufrir es unapérdida de tiempo. Podemos gozar la nievedel invierno, las flores de la primavera, elchocolate, el vino, los mares, los ríos, el fút-bol, el béisbol, La Divina Comedia, El Qui- jote, los boleros, las poesías, la música, laspinturas, entre tantas maravillas.Y como soy sano seré más humilde, másagradecido… por lo tanto, feliz, libre de cul-pas de responsabilidad y de vanidad, dis-puesto a vivir cada instante, profundamente,como debe ser.Ayudo al niño que me necesite, a los mayo-res, a los jóvenes que quieran algo de misconocimientos, el servicio es una felicidad,como gozar de la naturaleza y evitarla.El bien es mi razón, no se nota porque es si-lencioso y la caricia que alimenta mi vida.Dios nos hizo la naturaleza, nos inunda enamanecer cada mañana, el atardecer, el díay la noche para su correspondiente contem-plación.Dios no te prometió días sin dolor, risa sintristeza, sol sin lluvia, pero si fuerzas paracada día, consuelo para las lágrimas y luzpara el camino.

8/4/2019 Momento Narrativo 12 final_Maquetación 1

http://slidepdf.com/reader/full/momento-narrativo-12-finalmaquetacion-1 3/16

Hubo un tiempo en que trabajé con unviejo amigo que asistía a congregacionesde metafísica. Él me comentó sobre eldesdoblamiento astral, que consiste endesprenderse del cuerpo físico a la horade dormir y viajar a la 5ta dimensión supe-rior. Este tema me interesó y si hablar deesto con nadie comencé a practicarlo. Unbuen día después de varias semanas deintento fallido y ya casi por hábito ocurrióun hecho que me dejaría confusa el restode mi vida, mientras dormía logré elevar micuerpo astral, abandonando mi cuerpo fí-

sico, me vi allí, acostada en mi cama, conla mano izquierda en mi corazón y mimano derecha sobre la izquierda: simple-mente mágico. Era liviana como unapluma, transparente como el agua, cons-ciente, viva, era simplemente libre. De unpequeño salto me elevé, no lo podía creer,

Momento Narrativo 15Caracas, septiembre de 2010

Hay dos dimensiones dentro de mi espa-cio, la primera está en lo más profundode mi ser, está centrada en mi mente,donde la imaginación me hace ver episo-dios de mi vida, los cuales he observadoy sentido. Hay cosas que no he vivido,pero son imágenes claras de cómo se-

rían si acaso existieran. La segunda estáafuera, es la que veo, consciente de que

está aquí y ahora, es la existencia perci-bida por todos mis sentidos, que se re-fleja directa a mi conciencia, algunascosas quedan, otras se desvanecen conel pasar del tiempo. Hay un espacio fuerade mi mundo, siento que estoy dentro deun grano de arena, mirando fijamentehacia lo más profundo del infinito, dondedespués de la nada no hay fin. Mi mentese pierde en ese universo, fusionándosemis pensamientos, la dimensión y el es-pacio, lo único que me importa ahora es

que vivo para un fin dentro de algo queestá en un universo sin final.

e ón P tGuilda Piña

Discente UNES

Para muchos soy un objeto domésticomás, pero ahora que puedo compartir ypuedo hablar, esta noche te voy a decir que soy una cama, que siento, escucho ypadezco los maltratos que cada noche medas, incluso cuando llegas cansado te memontas encima sin echarte un agüita antesde acostarte. Muchas noches he sufrido ensilencio esos olores flatulentos, con olor agrano. Soy el que vela tus sueños, te quitael estrés y te da tu descanso placentero,muchas veces me echas la culpa por tusdolores de espalda, por la picazón en todotu cuerpo. Sólo te has dedicado a cul-parme de todas tus dolencias. Pero estanoche no aguanto más, porque escuchécuando hablabas por teléfono esta tardecon la gorda Petra, invitándola para estanoche a dormir aquí contigo, sin impórtatecuánta fuerza puedo soportar con ambos.Así me pagas todo lo bueno que he sidocontigo. Cómo quisiera por un momentoque te pusieras en cuatro patas y te con-virtieras sólo una noche en una cama.

Jesús R. PiñaDiscente UNES

un n h

n m

l s sp s m x st n

Herwin Rafael BelloDiscente UNES

era tan intenso, casi comparable a un or-gasmo. Debía probar mi viaje, debía volar.Quería conocer más que mi presente. Consólo pensar dónde quería ir, llegaba. Reco-

rrí la casa de mi madre, quien dormía ensu cuarto, una silla atravesada en el corre-dor, unos juguetes de mi sobrina tirados enel piso, todo oscuro. Decidí seguir avan-zando y llegué a una concentración depersonas, no me veían pero yo estaba ahí,observándolos. Era una fiesta de coleo, eltoro en plena manga, trataba de huir de loscoleadores. Por cansancio y miedo no

contuvo las ganas de orinar, estaba aterro-rizado, se sentó en el piso. De sus gran-des ojos, casi desorbitados del terror, lebrotaban las lágrimas. Me miró fijamente,

como pidiendo ayuda, como preguntán-dose el porqué de tanto maltrato, algunosniños y adultos le gritaban, le lanzabanpiedras, estaba acorralado por los colea-dores. Pero, ¿cómo era posible que eseanimal lograra verme? ¿Estaba yo en esemomento y lugar para hacer algo por él?Sólo me acerqué y le abracé, con un pe-queño impulso eleve su cuerpo astral, uncordón de plata parecía detenerlo alcuerpo físico. Venían nuevamente los cole-adores, estábamos atrapados en su cír-culo de violencia, hasta que un cordón sedesprendió de su cuerpo y pude elevarle,

al mismo tiempo que el toro cayó tendidoal piso, estaba muerto, su cuerpo astralestaba a mi lado, pero arriba lo esperabauna hermosa luz brillante que lo sustrajohasta desaparecer. Todo estuvo bien, nohubo sufrimiento, ni angustia. Yo desee ir hacia allá, pero me sujetaba un cordón deplata, que me ligaba a mi cuerpo. De re-pente sentí mucho miedo, sentí como si lapunta de un alfiler tocara mi médula y sedesprendieran mis piernas y mis brazos.Logré ver unos espíritus que venían haciamí, me miraban, eran sucios, con ropasrasgadas, rostros de miseria, de maldad.

Venían por mí. Desperté muy agitada, elcuerpo físico me trajo de vuelta el cuerpoastral. Entonces, ¿fue realidad o fue unaburla del inconsciente? Sólo sé que nuncamás volví a hacer una práctica como esa.¡Sólo sé que quiero vivir mi presente!

8/4/2019 Momento Narrativo 12 final_Maquetación 1

http://slidepdf.com/reader/full/momento-narrativo-12-finalmaquetacion-1 4/16

Momento Narrativo 3Caracas, septiembre de 2010

Esta es la historia deMateo, un monje budista que so-ñaba con el mar.Todas las mañanas después dehacer sus oraciones en un casti-llo, en las montañas del Tíbet,Mateo se paraba frente a una delas ventanas del castillo y des-pués de ver durante largo rato elhorizonte, cerraba los ojos ydecía, oh! Cómo sería la vida enuna casa frente al mar, y en su

en nt n d sLuis Mendoza

Discente UNES

Un día de mucha tristeza

le pedí a Dios que me explicara larealidad de lo que me estaba su-cediendo. De pronto él apareció,no fue la aparición más fantásticao luminosa del mundo, al contra-rio, como si un carajo se hayacaído de un 2do piso y, queján-dose dijo “Mierda, guevón, no teme quedes mirando y ayúdame,que me transporté mal.

Era negro, feo y calvo, noera como lo pintan o lo escul-pen. Después que me dijo esasduras palabras, cruzó por mimente la interrogante, si eraDios o simplemente un psicó-pata que se quería matar. Mien-tras lo ayudaba, él interrumpiómis pensamientos y me dijo: Sí,soy yo Luis, padre de todas las

generaciones, de la tuya tam-bién. Me sentí algo consternadoy muy perturbado, pero lo únicoque le pude decir fue: Dios, teinvito unas frías, y te cuento mispesares. Yo pensaba que me

iba a dar un escarmiento, perono fue así, me dijo: Esta bien,pero una, porque tengo full tra-bajo mañana. En medio de lostragos, vimos a una catira deunos ojos, que hipnotizaba, de1,80 más o menos, operadahasta la punta de los pies, osea, bien buenota. Y le pre-gunté: Dios, ¿cómo tú puedescrear algo tan bello? Él, con unacarcajada muy disimulada, medijo: No vale, yo a esa jevita lahice bien feita, pero muy inteli-gente, y el mismo doctor quecreé hizo un verdadero milagro.Compa, ya el trabajo me loestán tumbando. Le pregunté:Convive, ¿por qué me hicistetan feo? Me respondió: ¡Cóño

Luis! te hice así para que en-contraras tu belleza interior, yayudaras a los demás. Hijo, yocreo a todos con un don, y lapaciencia y la capacidad de

crear milagros. Salimos y medijo: Bueno hermanito, yo mellego cuando menos te lo creas,y nos tomamos otras frías. Ha-blamos, compa.

e m nj g st b p yPedro Candanoza

Discente UNES

Yetsy CorreaMisión Cultura r m v

imaginación se trasladaba a una isla en la que laarena de la playa era como granos de oro y el mar de un azul cielo, y se bañaba y nadaba hasta que ledolían los brazos y decía ¡como cuesta nadar enesta playa y en eso se pasaba toda la mañana,hasta que un día otro monje le dijo, “Mateo porqueno me invitas a la playa y así yo me llevo el boteque hice en mi mente, porque no tengo donde lle-varlo, te parece. A lo cual Mateo dijo, si, no hay pro-blema, pero ¿cómo nos vamos? En eso otro monjeque los estaba escuchando les dice, ya que uste-des sueñan tanto, yo me voy con los dos, pero mellevo el remolque que estoy haciendo en mi imagi-nación, pero eso sí, que no nos vean los demás,porque si no el templo se queda sólo, les parece. Alo que Mateo y el otro monje aceptaron, y se fuerona la playa y pasaron un hermoso día de sol y arena.

Desde niña era muy tremenda,siempre andaba viendo que inven-taba, es por ello que no me deja-ban respirar, siempre mepreguntaban qué estaba haciendoy cuando me quedaba callada,me vigilaban en silencio.Cuando tenía 8 años, mi papá es-taba trabajando electricidad y yotomé un probador de corriente, élme lo arrebató de las manos y me

dijo que no jugara con eso, porqueno servía, él, explicó que tenía uno

de los cables pelados y lo botó a labasura. Ese día le monté guardiaa mi papá, porque se me ocurrióque podía decirle a un primo, conquien yo peleaba mucho para quelo enchufara y le diera un corrien-tazo. Ya cuando mi papá recogiótodo lo que estaba haciendo y sefue a bañar rápidamente, me fui ala papelera y saqué el anheladoprobador de corriente. Recuerdoque no dormí, pensando como de-cirle a mi primo para que cayeraen la trampa. Cuando me levanto

al día siguiente, que lo voy a bus-car, me enteré que se había ido a

la casa de su abuela paterna.Como yo no me iba a quedar conla ganas de joder a alguien, le dijea mi hermano de 6 años que loenchufara, y lo hizo, y no le pasonada. Le dije que lo hiciera por se-gunda vez y para mi sorpresa nopaso nada.Bueno lo intentó como 4 veces yno paso nada. Ya fastidiada y qui-zás desesperada, lo tomé de la

mano a la mala y lo enchufé di-ciéndole: ¡Así es que te estoy di-

ciendo que lo enchufes! De ver-dad, creo que fue el peor corrien-tazo que me ha dado en mi vida.Quedé hasta temblando, mimamá que vio el momento en queenchufamos el probador, nos diouna pela, a mí por mala y a él por gafo. Sólo les puedo decir que eltiro me salió por la culata y que loscorreazos que me dio mi mamá,no los sentí, porque duré un buen

rato con la sensación de la co-rriente en el cuerpo.

8/4/2019 Momento Narrativo 12 final_Maquetación 1

http://slidepdf.com/reader/full/momento-narrativo-12-finalmaquetacion-1 5/16

lado de la señora, llegamosa una calle sin salida, mepuse muy nervioso ya quepensé que iba a morir, laseñora me dijo, recuerda

que eres policía y ante dioseres muy importante, el teda poderes así que úsalos.Así que la abrace fuerte ycerré mis ojos, luego derezar mucho me vi flotandoen el aire, volando junto a laseñora, escapando de la si-tuación tan peligrosa enque nos encontrábamos,aterrizamos a pocas cua-dras. Evite que robaran a laseñora y probablementesalvé la vida de ambos, ellame lo agradeció mucho y semarchó, pocos segundospasaron y sonó el desperta-dor, eran las 4:30am

cuando desperté, y pensé, este será ungran día.

14 Momento Narrativo Caracas, septiembre de 2010

un p í nt d sSequera Yonatan

Discente UNES

Un día que decidí hacer mis diligenciaspersonales, fui al banco. Estando allí y es-perando mi turno y viendo en la pantallalos números próximos al mío, pude darmecuenta de una señora que retiraba unagran cantidad de dinero, al mismo tiempovi como un tipo con cara de delincuente leobservaba y le hacía señas a otro que es-taba cerca, logrando notar que querían ro-barla, Salí del banco y espere que salierala señora, le dije que unos tipos la queríanrobar, también le dije que era policía, queyo la protegería si los tipos querían hacerledaño. Enseguida vi a los dos ladrones quevenían. Comenzamos a correr para huir deellos. Uno de ellos me disparaba, yo tra-taba de hacer lo mismo pero las balas quesalían de mi arma caían a pocos metrossin fuerza, la señora muy nerviosa y llo-rando, me decía que apuntara bien, pero

era imposible poder neutralizar la accióndel enemigo al acecho, luego de quedar sinmuniciones en mi arma y correr mucho al

Era una vez un muchacho que le decían Pa-puyo. Él era policía, pero el sueldo no le al-canzaba para cubrir todas sus necesidades,además Papuyo estaba estudiando TSU enPolicía Preventiva, y tenía un gasto extra. De-cidió entonces ponerse a vender donas parapoder cubrir los gastos. Ya tenía dos mesesviviendo en el barrio de La Guaira, donde noconocía a nadie, llegaba todas las noches allícomo a las 10:00 pm, siempre con su cha-queta y su gorra de policía, puesta.Un domingo sale a vender sus donas a laorila de la playa, de repente saltan del

Papuyo

Roger GarcíaDiscente UNES

malecón 5 tipos armados con revolver,todos, y le preguntan a Papuyo: Tú erespolicía. Él responde: Sí, ¿y qué? Le repi-can: ¿De dónde? Contesta: De Caracas,

de la Metro. Los tipos lo miran y le dicenCreíamos que eras de aquí. ¿Y qué ven-des? Responde Papuyo: Donas, a 3,000cada una. ¿Cuántas quieren? Dame 5 –le dicen. Papuyo se las da y con su carade molestia les cobra: Son 15.000. Al pa-garle los tipos le explican: Nosotros sa-bíamos que eras policía. Llegas todaslas noches, con la chaqueta y la gorrapuesta. Papuyo termina diciéndoles: Yyo que pensaba que habían adivinado.¡Qué cosas, no! No me había percatadode eso.

Erase una vez un niño, que se que-daba dormido a la hora de ir a la es-cuela, el niño soñaba todos los díasen una sola cosa, que era volar altoy veloz, porque vivía tan lejos de laescuela, no pasaban autobuses ytenía que ir caminando todos losdías hacia ésta, la escuela estabaubicada a dos kilómetros de sucasa. Fue tan fuerte el sueño que elniño se durmió en el camino y siem-pre llegaba tarde, un día decidió no

dormir y se quedó despierto toda lanoche para llegar temprano a cla-ses, lo que le ocasionó trasno-charse y aún más sueño,quedándose dormido en clases, sedio cuenta que era mejor dormir encasa que en la escuela, porque per-día muchas clases y la maestra loregañó. El niño pensó, soñar tanto,me trajo muchos problemas y dijo:prefiero vivir en la realidad que vivirsoñando.

e n ñ s ñ bRobert José Echarry

Discente UNES

8/4/2019 Momento Narrativo 12 final_Maquetación 1

http://slidepdf.com/reader/full/momento-narrativo-12-finalmaquetacion-1 6/16

4 Momento Narrativo Caracas, septiembre de 2010

Fui al parque y le dije aPinucho: Por favor dameel carrito, sino mi papáme va a pegar. Y él se-guía jugando con otrosniños y no me hacíacaso. Se lo repetí dosveces, pero hizo casoomiso, entonces mearmé de valor y viendoen los alrededores delparque, localicé una

rama gruesa que siempre caían secas delos árboles, la agarré, me volví a acercar aPinucho y le atesté un fuerte golpe, par-tiéndose la rama en su cabeza, el gorditocayó al piso, yo aproveché y recuperé micarrito y salí corriendo a la barbería, se lo

mostré a mi papá, lo vio y siguió afeitandoal cliente.

Mi padre era barbero, y al lado de la barbe-ría existía una venta de piñatas, juguetes,caramelos y también unos carritos de plás-tico de colores de modelos antiguos. Elcosto de estos era bolívares 0,50 de mone-das de plata. Un corte de pelo valía tres bo-lívares de plata. Yo tenía ocho o nueveaños cuando le insistía a mi papá que mecomprara uno de esos carritos. Tanto in-sistí que me lo compró. Yo contento con micarrito le amarré un hilo de coser y en la

acera de enfrente de la barbería jugabacon mi carrito. De repente se apareció Pi-

Fue una tarde, me encontraba en laplaza Miranda, de El Silencio. Me disponía amontarme en mi moto, para ir a Catia, dondevivía para ese entonces. De pronto unamujer muy linda, ojos negros, pelo negro,cara angelical, vistiendo un pantalón formal,negro y una blusa morada, se acerca a mí yme dice con voz nerviosa: ayúdame, por favor, hay un hombre siguiéndome. Giré micara y apenas pude ver la camisa azul delsujeto, le dije, tranquila, ya se fue, estás asalvo. En ese momento nuestras miradas seclavaron, sentí hormigueo en mi estómago,mi corazón se aceleró, le pregunté su nom-bre, se llamaba Angélica, me dijo que vivíaen El Paraíso. Yo te llevo en mi moto, le dije,ella aceptó.

Pasado el tiempo estuvimos saliendo,sentía que ella era el amor de mi vida. Undía, en una alcabala nos paró la policía, nosmandaron a bajar de la moto, a ella la pusie-ron a un lado, y a mí cuando me pidieron lospapeles me les identifiqué como policía, losfuncionarios me dijeron, tranquilo, continua.Al montarme en la moto Angélica me dice,esos malditos policías, no sé por qué no semueren todos. Esa tarde pensaba decirleque yo trabajaba para la policía. Ya en la víame dice, vamos a mi casa para presentarte amis padres. Vivían en un apartamento bienbello, el padre de carácter fuerte y de caraamplia, un poco gordo, fue quien nos recibió.Ella me presentó, papá él es mi novio, elseñor con voz gruesa me advirtió, cuidado

con mi tesoro, es laúnica que me queda,en ese momentoentra la mamá, unalinda señora, dulce,quien también medice, cuídamelamucho, es la únicaque me queda. Haceun año, la que vesen esa foto, era unamuchacha bella –tenía la misma carade mi novia, peromás madura-. En lafoto aparecía soste-niendo en susmanos un diplomade graduación. La madre continúa dicién-dome: ella era nuestro otro tesoro, pero unpolicía, el día en que se graduó de odontó-loga, me la mata frente a la casa. Nunca su-pimos del policía que le disparó, desdeentonces hemos vivido para odiar a los poli-cías, y todo lo que tenga que ver con ellos.Los ojos del viejo se llenaron de lágrimas ylos de su esposa también. Yo podía sentir sudolor e impotencia, me levanté del sofá y lesdije: tengo que irme.

Pasé varios días planeando para de-cirle a mi novia y a su familia que yo trabaja

en la policía, y que no era culpable de loocurrido. Por esos días, estando en una al-cabala en el centro de Caracas, me montéen una camioneta para pedir cédula y su-biéndome, a los primeros que vi sentadosfue al papá y a la mamá de mi novia. Ambos

me miraron con desprecio, el papá me dijo:Más nunca. Me bajé de inmediato. Esa tardefui a su casa, el papá me abrió la puerta,quien con todas sus fuerzas me golpeó en lacara en el pómulo izquierdo, caí al piso, megritó: fuera de mi casa, Angélica nunca serápara ti. Después de ese día la llamaba, perono me contestaba. Era como si se la hubieratragado la tierra. Otro día fui a su casa ypude ver que estaba metiendo corotos, allíhabía una señora como de sesenta años,me le acerqué y le pregunté por la familia,me dijo: yo soy la nueva propietaria, y no sé

donde se mudaron los señores que me ven-dieron, pero una muchacha me dio un papelpara que se la diera al primero que pregun-tara por ella. Al leerlo decía: devuélveme ami hermana y sólo así volveré contigo. Másnunca volví a verla.

Manuel PachecoDiscente UNES

l h m n

e c tFrancisco Guarino

Servicio 5

nucho, un amiguito, me dijo: préstamelopara verlo, y en lo que se lo pongo en susmanos el gordito sale corriendo hacia elparque y yo me puse a llorar, fui y le dijellorando a mi papá: Pinucho me quitó el ca-

rrito, entonces mi padre me dijo: ve y buscaese carrito y no vengas aquí sin él.

8/4/2019 Momento Narrativo 12 final_Maquetación 1

http://slidepdf.com/reader/full/momento-narrativo-12-finalmaquetacion-1 7/16

Momento Narrativo 13Caracas, septiembre de 2010

Cuando yo cursaba 2do año debachillerato, tenía 12 años deedad y todavía no pensaba entener novia, sólo me importaba jugar futbol y jugar maquinita,había una muchacha de 5to añoque siempre me decía: Hola, ca-

tire bello, cómo quisiera que tu-vieras más edad para que fueras

mi novio. Yo, a veces me escon-día, para que ella no me dijeraesas cosas, porque me dabapena. Un compañero de clasesque vio, se dio cuenta de lo queme decía esa muchacha, medijo: Henry, no seas tonto, dale

un beso. Yo le dije, compa, no sébesar. Él me contestó: Bueno, yo

he escuchado que hay que me-terle la lengua y moverla para loslados. Yo le dije: ¿En verdad? Yme dijo: Sí, compa. Entonces lerespondí: Ah, OK, si me pide unbeso se lo voy a dar.Un día por la mañana, estoy en

el salón y la muchacha llega asaludarme y me pide un beso,

me puse muy asustado y meacordé de lo que me había dichomi amigo. Empecé a besarla,metiéndole la lengua y movién-dola rápida y fuertemente en suboca, cuando sentí algo calientey amargo en la mía. No me

había percatado que ella mehabía vomitado.

l S m

Yonathan RodríguezDiscente UNES

Soy una semilla de tomate, depronto sin darme cuenta estabasobre mucha tierra, casi nopodía respirar, sentía que mefaltaba el aire , era algo muysofocante, hasta ayer estabacon mis otros hermanos en unalata caliente, casi no pude dor-mir en la mañana, hace muchocalor y casi todas las tardesllueve o no sé por qué siempreamanezco mojada, pero lobueno es que no estoy sola,veo muchos animales quenunca había visto, me dicenque soy una semilla de tomate,ya que nunca lo supe, porquenunca conocí a mis padres,siempre he estado con mis her-manos, poco a poco sientocomo van creciendo unos fila-mentos que salen por todoslados de mi cuerpo, por lo quehe escuchado y que algún día

no muy lejano voy a ser unamata, así podré ver el mundomucho mejor y podré reunirmecon mis hermanos nueva-mente. Algunos dicen que nospodrimos, ojala eso no mepase a mí. Cada día nos echanmás agua y tiene un sabor ho-rrible, un amigo me dijo queese sabor es fertilizante, quenos ayuda a crecer más rápido,más fuerte y más sanos, escomo vitamina para nosotros.Siempre escuché mucho ruido,por ahí oí que son los humanosy que por ellos estamos aquí.Ya quiero ver el mundo exterior,cada día estoy más aburrido,poco a poco estoy sintiendo uncambio en mí, ya tengo raícesy puedo alimentarme por ellas.Espero algún día crecer y cre-cer y poder ver más que unasimple oscuridad, poder ver elsol, la luz, la luna, sentir la llu-via, algún día tener familia y noser algo tan insignificante comouna simple semilla.

¡Perdón padre, perdóname!Nunca tuve el tiempo de decirtelo mucho que te amaba, lo im-portante que eras para mí en lavida. Lamento el día que nospeleamos, debimos haber ha-blado, quizás nada de esto hu-biese pasado. 21 de julio de2004, jamás olvidaré aquellallamada, el repicar sepulcral deaquel teléfono, aceleró los lati-dos de mi corazón, sentímiedo, algo anda mal, me dije.Corrí como loco a lavarme lacara, es un sueño, sí un sueño,ya no pude y las lágrimas co-menzaron a abrazar mi rostro.Papá había muerto. Fui con mihermano mayor a retirar sucuerpo. No puedo mirarte, vie-

jito- le grité. El sólo imaginar ami ángel guardián, bañado ensangre y aquella herida abiertaen su pecho, me llenaba de te-rror. Debió haber sufrido

Carta al PadreRamón OropezaDiscente UNES

mucho. Mi hermano entró soloa realizar los trámites. Fueronmuchos los que me animaron yuna vez dispuesto me acerquéa tu ataúd, toqué tu mejilla, tufrente, tu pelo. Mi viejo teníafrío, había un cielo abierto, sole-ado, un clima caluroso, aquellatarde, cuando llegó el momentode despedirnos. Pero de re-pente, de manera inexplicableel cielo se tornó gris, frío yacompañado de fuertes vientos,rayos, centellas y un inmensoaguacero cubrieron el cemente-rio. No te querías ir mi ángel,pero ya no insistas más- te dije,y rezaré por ti, te encenderévelas por siempre, para quedescanses en paz.Aquella noche estaba profun-damente dormido, en la madru-gada me levanté exaltado, corríde mi cuarto a la sala, por elpasillo hacia el dormitorio prin-cipal y te abracé. ¡Perdónamepadre, pero no quiero esperar mañana para decirte que teamo, que eres lo más impor-tante en mi vida!

M p m b s f n f sHenry AstudilloDiscente UNES

d pEsta comedia, más que drama, cuentacómo un asesino a sueldo, es obligado

por la mafia (su familia y contratista), asometerse a un “tratamiento de rehabili-tación” contra el alcoholismo. Podremosver cómo la sociedad norteamericana,legitima con los instrumentos y métodos

profesionales, la sordidez de la violencia,en su más sublime expresión intelectual,totalmente alejada de la sensibilidad so-cial, en aras de un romanticismo gastadocomo decadente. No es para menores

de 16 años de edad.

8/4/2019 Momento Narrativo 12 final_Maquetación 1

http://slidepdf.com/reader/full/momento-narrativo-12-finalmaquetacion-1 8/16

Momento Narrativo 5Caracas, septiembre de 2010

Este era un oso llamado Yogui, él vivía enlo más profundo del bosque y las monta-ñas, en la parte más oscura y fría, yoguitodo los días se levantaba muy temprano atomar agua y a buscar un rico desayuno alrío Pardo, donde se sentaba a beber y acazar un pescadito para saciar su hambre.Cuando el oso termina de comer, ve su re-

flejo en el agua del río y de repente escu-cha una voz: Oso ¿por qué no cambias turutina y la manera de comer? ¿por qué meestás dejando sin peces? Ya me quedanpocos en mi largo cuerpo, y el oso le con-testa: ¿Por qué dices eso río Pardo, si, túcomo yo, somos parte de la naturaleza, deella nacimos y de la mano de ella morimos .Pasan los días, las semanas, el río y sucaudal comienzan a secarse por la arduasequía, el bosque y toda su vegetación, eneso se acerca el oso que estaba muy se-

diento, y le dice al río: río Pardo, ¿dóndeestán tus aguas y tus soberbios caudales,estoy viendo que somos parte de la madrenaturaleza y en cualquier momento ella dis-pone de nuestras almas, el río con una vozbaja y débil le responde: Si yogui, pero siyo muero, viviré y dejare huellas por micauce, y seré recordado por mi fuerte cau-dal. Entonces le pregunto el oso: ¿Y tucaudal vivirá? Aquel le responde: yo viviréen tu recuerdo y en la brisa donde nací ydonde moriré.

M p y Yéctor BarretoDiscente UNES

Era una revancha, provenía de tiempos atrás.Ya no recordamos el porqué de ésta, sabía-mos que era a muerte y que estábamos dis-puestos a todo, igual que su padre y abuelo.El día de la jornada, no era una mañana ra-diante sino la peor de las noches de in-vierno, con relámpagos y truenos. Sobre loscuadros del campo de batalla, estaban dis-puestos nuestros ejércitos, en fila discipli-nada, teníamos la misma cantidad desoldados, no había diferencia entre nuestrasfuerzas de caballería, e igual nuestras fortale-zas. Sólo nos diferenciaban los colores de losuniformes, negro el de mi padre y blanco elmío. Mi ventaja, si es que era una ventaja,consistía en poder iniciar la acción, ordenar elprimer movimiento de mi ejército. Miré alfrente y ordené con voz fuerte que el peónavanzara dos tramos, y el peón que tenía de-lante supo que era con él. Mi padre no esperónada para dar la misma orden y quedó enfren-tado al mío. A una señal mía, mi caballo de laderecha salto de su lugar, avanzando dos tra-mos hacia el frente y uno a la izquierda. Con-testó mi padre, haciendo que el caballo quetenía a su derecha saltara dos cuadros alfrente y uno a la izquierda. Mi plan marchabaal pie de la letra, mi alfil derecho corrió por ladiagonal, quedándose parado cuatro cuadrosdelante de mi alfil. Esta vez mi padre, no repi-tió mis movimientos, el peón suyo que estabadelante de la Dama, caminó hasta su tercer cuadro, saqué entonces mi segundo caballo,

quedando en el tercer cuadro del alfil de miDama. Mi padre se apresuró a cruzar su alfil,para colocarlo al lado de mi caballo de la dere-cha. Adelanté el peón de mi Dama hasta lacuarta casilla, fue un error, su caballo se aba-lanzó sobre él y en un instante lo eliminó. Mipadre río por mi primera baja.Ay, ¿sería mi derrota? Traté de reaccionar, ata-cando a su peón, el que estaba cuatro cuadrosdelante del Rey. Mi caballo de la derecha loatropelló, dejándolo fuera, pero en ese mo-mento mi Dama gritó, había quedado al descu-bierto, el alfil de mi padre se disponía a matarla,sentí que me mareaba. Estaba todo perdido,

no me respondían las fuerzas ni parar mirar el

campo de batalla. Pero un Rey es un Rey, sedebe a su pueblo. No podía ni tomar entre misbrazos a mí esposa, que había caído fulminadapor la espada del alfil de mi padre, ni siquieratuve tiempo para vengarme de aquella jugada,y en medio de la peor tragedia, entreví la victo-ria. Ordene que mi alfil atacara al peón que es-taba a la izquierda del Rey de mi padre, quedósorprendido, él estaba a un paso de la victoria,yo me veía vencido, de pronto tenía a mi alfilante su barba, al correr un cuadro hacia ade-

lante, ya estaba saltando hacia el frente el fiel

caballo de mi Dama, jaque, le grite, miró aterro-rizado a sus soldados, no era temor por la de-rrota, lo conozco, sino vergüenza. Recién habíaempezado la batalla, y ya tenía que rendirse,mis soldados y yo gritamos, nos abrazamos yfestejamos la victoria.En ese momento un rayo terrible, hizo retumbarla casa como si fuera un cañón, llorábamosemocionados, mi padre queda sorprendido, meve con mirada fija y dice: que va hijo dame larevancha, y recomenzó nuestra guerra eterna

de todos los fines de semana.

est n s m Y gRoberth EcharryDiscente UNES

8/4/2019 Momento Narrativo 12 final_Maquetación 1

http://slidepdf.com/reader/full/momento-narrativo-12-finalmaquetacion-1 9/16

8/4/2019 Momento Narrativo 12 final_Maquetación 1

http://slidepdf.com/reader/full/momento-narrativo-12-finalmaquetacion-1 10/16

6 Momento Narrativo Caracas, septiembre de 2010

Con el nombre de la materiapensé que sería fastidiosa, quetendría que hacer un esfuerzopara leer algún libro, sacandotiempo de donde fuera, leyendoen el carrito, en el baño, dondepudiera robarme un tiempitoentre tantas cosas que hay quehacer todos los días, primeroen la Universidad y luego al lle-gar a la casa, después dehoras que uno pasa para llegar.Con suerte, podría ser algúnlibro interesante, porque si no...Luego, estaba el profesor: unpelolargo con colita, una barbacomo descuidada, esquelético,desarrapado (quién sabe si sebañaba), que venía los miérco-les a darnos clase de Creaciónliteraria. Justo ese día nos to-caba ir a almorzar de últimosen la fila del comedor, enton-ces, además de llegar tarde alaula, recién almorzado, cayén-dome de sueño, también ten-dría que aburrirme leyendo yescuchando la cantaleta del fu-lano profesor.Bueno, pero lo de leer libros, laverdad, no fue así como lo es-peraba, sino que tenía que es-cribir yo mismo para despuésleer en voz alta. Esto nunca seha visto, resulta que nosotroslos discentes éramos los queescribíamos lo que había queleer, no abrimos ni un solo librodurante la clase y para colmo elprofesor no nos dejaba tomar notas. Además, esta clasecambiaba muchas cosas, por-

que ya la lectura no era lomismo, sino que era El Leer,que es como que todas lascosas pueden leerse porqueestán los signos, que si todoslos seres vivos somos capacesde leer y el loquito de la barbadaba ejemplos y todo. En vezde darnos una clase y ya, co-

menzó pegunta que pregunta,¿cuál era la diferencia entre untaller y un curso?, ¿qué nosdistingue de los otros anima-les?, ¿cuál es la disposiciónadecuada para relacionarnoscon las cosas?, lo que nace,está destinado a... Y uno, pen-

sando en cuanta cosa se le pa-saba por la cabeza, tratando deresponder al pelúo, parecía quenunca diríamos la palabra queél estaba buscando, hasta queuna compañera por allá o ésteotro por aquí, la decían y unose aliviaba. Me quedaba la ca-beza caliente de tanto pensar.El profesor parecía siemprecomo dispuesto a hacer máspreguntas, lo llegaba a obstinar a uno, aunque también se ladaba de chalequeadorcito. Siuno sigue por ahí, quizá se en-cuentre con preguntas quenunca se había hecho.A veces el profesor hablaba

demasiado, decía que si estabacontento por participar en esta“ruptura con los métodos deformación para la Policía” y nosé que más. Quisiera verlo a élhaciéndole una pregunta deesas a un malandro armadocon una pistola automática enuna callejón, esperando el

apoyo de una comisión que nollega, la gente esperando quelos salve de un muchacho quese crió en el mismo barrio,mientras ese muchacho le dis-para.Ahora que lo pienso, fue másdifícil que darle lectura a un

libro o estudiar para una mate-ria, porque entonces tenía queponerme a inventar cosas, rela-tos, como decía el profesor, orecordar cosas que me habíanpasado. Aunque uno puedasiempre reservarse las cosasque son de uno, las que noquiere recordar o hemos olvi-dado desde hace tanto ya, lasque uno ha querido sepultar pero siguen vivitas y coleandoen la memoria, aparecencuando uno está buscando quéescribir. Y eso fue todas las se-manas.Como todos leíamos en vozalta los textos que escribimos,

escuché cosas que nuncapensé que iba a saber de miscompañeras y mis compañe-ros, unas que me emocionaron(algunos hasta lloraron), otrasque nos hicieron reír. Entoncesme di cuenta de que lo queconté despertaba la admiracióno la solidaridad de otros, y lo

que contaban se parecía acosas que yo también he vi-vido.El miedo en un enfrentamiento,el dolor de perder a alguienquerido, las dudas o las incerti-dumbres, las frustraciones,cuando hemos sufrido algúnaccidente... Cosas que pareceninevitables, como del destino,que no vale de nada que lasniegue o no les dé importancia,que a veces las he contado aalguien para desahogarme,pero que se quedan dentro deuno, ahí esperando que te des-cuides, como un choro detrásde un muro en el callejón os-curo.También las cosas que uno es-pera, los deseos, lo que unoquisiera para sus hijos, parecencosas nuevas cuando uno lasescribe. Como uno las da por sentadas, porque suceden den-tro de la propia mente, porqueson cotidianas y pasan tantascosas seguidas unas de otras,entonces uno termina olvi-dando o pasando por altocosas importantes. Perocuando las escribe y se em-peña en contarlas con tanto de-talle, es como si pudieras ver cómo va a actuar el choro ése,dónde se escondió para que nolo sorprenda a uno.Que alguien se empeñe en quecuentes sobre todo lo quepasa, hace que uno se re-mueva, que las imagine, quevea las cosas desde otro lado,hasta con otros ojos, a vecescomo viéndolas por primeravez. Esa manera de ver, deacercarse a las cosas, a los

seres, a las palabras, es comocrear una historia que está pa-sando ahora mismo. Quizá,después de todo, las preguntasque ese pelúo hacía en el taller El Leer como proceso de inte-gración, me sirvan para llegar alas respuestas que estaba bus-cando sin saberlo.

Guido GonzálezFacilitador

c ón t n uNeS

La construcción del conocimiento se dará en función de la reflexión que no deberá ser una meraabstracción. El hombre, siempre deberá ser comprendido en relación a su vínculo con el mundo.

Paulo Freire

8/4/2019 Momento Narrativo 12 final_Maquetación 1

http://slidepdf.com/reader/full/momento-narrativo-12-finalmaquetacion-1 11/16

Un nuevo descubrimientoy una nueva esperanza

En un lugar de Catia, de cuyolugar si quiero recordarles, eneste momento, conviven cien-tos de compañeros y compa-ñeras, que con voluntad depiedra están esculpiendo conel cincel más fino el nuevo fun-cionario /a policial.Durante años, nuestra ciuda-danía fue perdiendo la con-fianza en sus cuerpos

policiales y se resignó a queera parte de la violencia coti-diana. Pero esta sensación dedesesperanza se esfuma unavez que recorres los pasillos,aulas y jardines del Centro deFormación Policial, ubicado enCatia (CEFOPOL). Desde elmismo momento, cuando en-tras en su remozada estruc-tura, lo primero que nosimpacta es el cambio que seestá generando, Se respira unambiente transformador y noscontagiamos con las ganas del

personal que labora allí. Son“tiempos de cambio”, tatuadosen la piel de quienes transitanel edificio. Todas y todos, congran gallardía, responsabilidady entusiasmo, empujan el trenque cambiará de manera defi-nitiva la función policial. Desdela amable señora que enga-lana y asea la sede, los cir-cunspectos jardineros queembellecen el ambiente ecolo-gista de CEFOPOL, los afana-dos “administrativos”, hasta losentregados facilitadores/rasque diariamente entregan sualma, voz, valores, conoci-mientos, sobre todo su granafecto y confianza en lasmanos de los discentes (aspi-rantes), para que estos huma-nicen el quehacer policial bajoel marco de la ley y el respetode los Derechos Humanos.Es impresionante como todosy todas expresan de maneracontundente que llegaron paraquedarse, que definitivamentenada, ni nadie, puede ya echar para atrás este hermoso pro-yecto de dignificar a los funcio-narios policiales, que durantedécadas fueron objeto de múl-

Momento Narrativo 11Caracas, septiembre de 2010

es h b j s b

María Quijada GuevaraDerechos Humanos

F t s uNeStiples humillaciones, exclusióny olvido.Como facilitadora de la mate-ria de Derechos Humanos,debo contar con mucha ale-

gría, lo que he visto en lasaulas de clases, lo que hemosdiscutido, y por supuesto lafresca sensación que medejan los nuevos

funcionarios/ras que van acambiar de una vez y parasiempre el quehacer policial.Debo confesar que inicial-mente llegamos llenos de pre-

juicios con respecto a losfuncionarios /as policiales, pre- juicios absolutamente negati-vos e injustos que insultabanno sólo al funcionario, sino asus familiares y amigos. In-

justa situación que de seguroen poco tiempo va a cambiar,afortunadamente.Todos esos prejuicios que sen-tía hacia los funcionarios/asdesparecieron una vez que losconocí personalmente. La ma-teria de Derechos Humanos, nose dicta desde un terreno me-

ramente académico, nuestrasclases se fundamentan y tienensentido desde lo afectivo, lo lú-dico y en manifestaciones mu-tuas de confianza y entrega por el otro. Cuando cultivamoseste terreno, descubrimos per-sonas ricas en expresiones,sensaciones, con las mismossueños y esperanzas que tene-mos todas y todos. Descubri-mos, en cada uno de ellos yellas, su disposición necesariaal cambio de la función policial,al igual que nuestras familias,las suyas quieren y necesitanun país más igualitario, equita-tivo, humano, no excluyente,

justo, solidario, como lleno deoportunidades.Partiendo de esta premisa ab-solutamente afectiva, en lasaulas, compartimos nuestrasideas sobre “Los derechos Hu-manos y la nueva función poli-cial”. Los nuevosfuncionarios/ras concluyen,gracias a los diferentes análisisy discusiones en las dinámicas,que la nueva policía tiene quepartir desde el respeto de ladignidad humana, la toleranciahacia la diferencia (igualdad yno discriminación) y la justiciacomo ejes de su trabajo. Espor ello, que creo firmementeen el nuevo policía, porqueestos funcionarios/ras nosmuestran su riqueza personal,expresan sus esperanzas en ladignificación policial.Lo maravilloso de este pro-ceso, es sentir la voluntad sin-cera de los discentes hacia elcambio. Con esa sensaciónme quedo llena de contento,les aseguro que la transfor-mación, sí es posible.

¿Cuántas veces hemos partici-pado en una conversación, dondereiteradamente nos interrumpen ointerrumpimos a nuestro interlocu-tor, porque pensamos que lo quenos está diciendo ya lo sabemos,o no es lo suficientemente impor-tante como lo que nosotros desea-mos transmitir, o simplemente laconversación no está a la altura denuestras destrezas?No escuchamos porque es imposi-ble bajarnos del caballo de sentir-nos dueños de la verdad, porquela obligación es del otro, nuncanuestra. Estamos demasiado ocu-pados para escuchar al otro, perolo que nosotros tenemos quedecir, sí es realmente importante.Así vamos relegando responsabili-dades y trasladando nuestras pro-pias limitaciones, ante lanecesidad constante de buscar aquien echarle la culpa, incluso por no entendernos, haber interpre-tado mal sus palabras, no hacerseescuchar o de que su caballo seamás pequeño que el nuestro. Nopodemos asumir un error, una de-bilidad, porque el que se equivocao el débil es el interlocutor, ya seael hijo, cónyuge, vecino, el ciuda-dano que plantea una denuncia oexige el ejercicio de un derechoque le ha sido vulnerado, etc. Elyoismo hace más grande nuestrocaballo que nuestro aprecio y res-peto por el ser humano.Si aprendemos a escuchar baján-donos del caballo, aprendemosque aunque el otro no necesaria-

mente tiene la razón, posee unpunto de vista que difiere del

nuestro, que nos brinda una opor-tunidad para acercarnos a la posi-bilidad de aceptar que estamosequivocados, que no siempre lascosas que se han hecho o dichode un modo, se han hecho o dichode la mejor manera.Existen caminos diferentes a losnuestros, porque siempre hay al-guien que tiene algo importanteque decir, que bueno sería hablar y poder completar una frase sinsentirnos atropellados por los pre-

juicios o los juicios a priori, emiti-dos por nuestro interlocutor. Meatrevo a sugerir que intentemos, amodo de ejercicio, escuchar por 2ò 3 minutos lo que tiene que decir-nos el otro, sin interrumpirlo, parahacerle sentir que lo que nos dicees realmente importante y significapara nosotros.En nuestra función como facilita-dores, enseñamos a los funcio-narios/rias policiales laimportancia de generar confianzadentro de cada comunidad, deigual forma, debemos enseñarlesla importancia de escuchar demanera reflexiva para poder en-tender analizar y comprender laposición y percepción, que la otrapersona pueda tener ante unconflicto, que los pueda llevar ala confrontación, de manera queles brinde herramientas para al-canzar acuerdos satisfactoriospara ambas partes, sustentadosen la realidad social de cada co-munidad. El primer paso lo pode-mos dar, escuchando

activamente a los discentes den-tro y fuera de las aulas.

Yoselín Chacón - Facilitadora

8/4/2019 Momento Narrativo 12 final_Maquetación 1

http://slidepdf.com/reader/full/momento-narrativo-12-finalmaquetacion-1 12/16

Momento Narrativo 7Caracas, septiembre de 2010

La noche estaba bella, el cielo alumbradocon su resplandor de estrellas. Brisa fría,hambrienta, de deseo rozando suave-mente por mi cara, el ruido de los árboles,

pidiendo a gritos el cuerpo del amor mío.Todo se prestaba en ese momento, sin-tiendo mi cuerpo caliente, ardiente por ti.Cada instante nos acercábamos más, erauna corriente, daba una sensación divinaa mi ser, sentir esos suaves labios, tibios,húmedos, rozando mi cuerpo y pensandoen ti, amor mío.

Todo comenzó una mañana del 12 de julio

de 2000. Me levanté temprano con muchaenergía y contento, solo faltaba un día parami cumpleaños y harían una fiesta de cele-bración, donde irían todos mis familiares yamigos. Luego de desayunar, mi madre medijo que me vistiera, que íbamos a salir acomprar todo lo necesario para la fiesta,saldríamos con Carolina, una vieja amigade mi madre que la acompañaría a organi-zar la fiesta. Cuando llegó Carolina y se en-contró con mi mamá y conmigo, vi quevenía acompañada de una linda muchacha,morena, con el pelo liso, muy largo, que lellegaba a las caderas. Tenía unos ojos muyhermosos, me quedé tonto y distraido mi-rándola, no me pude contener y rápida-mente me acerqué a ella, le pregunté:¿cómo te llamas? Andreína, me dijo, y soysobrina de Carolina, y tú, ¿cómo te llamas?Me dijo la hermosa niña, a lo que yo res-pondí: Carlos, mucho gusto, soy hijo deLuz, la señora que me acompaña. Co-mencé entonces a sacarle conversación, lepregunté: ¿Sabes a dónde vamos? Hizouna pausa la muchacha, luego agregó: Túsi sabes, ¿verdad? ¿Por qué no me dices?Entonces le dije: Vamos a comprar una pi-ñata y todo lo que se necesita para hacer una fiesta. Mañana es mi cumpleaños y lovamos a celebrar en mi casa. Me gustaríaque vinieras, vienen todos mis amigos, lavamos a pasar bien. Ella respondió que sí,que allí estaría. Contento le dije: ¡Québueno! Y nos fuimos a comprar, hablamosde muchas cosas, como de dónde era, por qué nunca la había visto con Carolina, ellame respondió que era de Yaracuy, quevenía solo de vacaciones, por eso no la co-nocía. Yo muy encantado con la muchacha,no me aguanté, y le dije: No sabía que enYaracuy hubiera niñas tan bellas. Ella sequedó sorprendida, se puso roja. Noaguanté la pena y le dije: Disculpa, se mesalió, es que eres tan linda, desde que te viquería decírtelo y no me pude contener. No

te preocupes –contestó, tú también eres unniño muy simpático. En ese momento elque se sorprendió fui yo, me dio tanta pena

que salí corriendo a donde mamá para pe-dirle un helado. Mi madre se dio cuenta delo que me pasaba con la muchachita, medio dinero y me empujó: Anda achantao,cómprate uno y le brindas uno a la niña. Ledije a mi mamá: Tampoco es que soy tanachantao, yo le dije que era muy bonita yme dijo que yo era simpático. Corrí haciadonde Andreína, me miró: ¿Qué te hice, teasusté, que saliste corriendo? No, es quesoy muy penoso, pero no me hagas caso.¿Quieres un helado? –le dije. Me da penacontigo –respondió. No importa, no te depena –la animé. Comimos helado, riéndo-nos, me sentía muy contento, me di cuentaque nos gustábamos, al final del día com-pramos todo y regresamos. Cuando nostocó despedirnos, le robé un besito en laboca, se puso roja, pero no dijo nada, sesonrió y me dijo chao, nos vemos mañanaen la fiesta. Al día siguiente, en mi cumplea-ños llegó a la fiesta, vestida muy hermosa,todos mis amigos se quedaron locos, seveía muy linda y para mi sorpresa, me sa-ludó con un besito en la boca, diciéndome:Feliz cumpleaños Carlos. Ese fue el mejor cumpleaños de mi vida, porque fue el díaque tuve mi primera novia, mi primer amor.Luego, a los ocho meses, me enteré que minovia era mi prima.

Iván Carlos Malchiodi H.

El Incesto:AutoritarismoSociopático

1ra. ParteEl Incesto, definido como la relación sexualentre miembros consanguíneos de una familia(padres con hijas, madres e hijos, entre herma-nos), es un fenómeno social que ha estado pre-sente en la historia de la humanidad.Contrariamente a lo que podríamos suponer, lacuota biológica o instintiva en la práctica inces-tuosa tiene poco peso. La psicología compa-rada ha hecho grandes aportes en este sentido,que demuestran la inexistencia del incesto enespecies cercanas en su evolución al Homo sa-piens. En efecto, de todos los temas que la

Psicología Comparada ayuda a esclarecer, talvez el que haya tenido mayor repercusión enPsicología Humana es el de la evitación del in-cesto en los últimos peldaños de la escala zoo-lógica. En los primates, especies esencialmentesociales, en las que teóricamente son mayoreslas posibilidades de concretar el incesto, sedescubren variados sistemas para evitarlo. In-cluso, en los grupos más o menos promiscuos,con varios machos adultos, como los macacosy los chimpancés, el incesto también es evi-tado. Leakey y Lewin (1974) reseñan que:“Sea como fuere, los monos rhesus evitan el in-cesto entre madre e hijo y entre hermanos, por-que el macho joven, al llegar el momento de lamadurez sexual, a menudo se traslada a otrabanda. Pero los investigadores sobre el terrenohan comprobado que ni siquiera aquellos ma-chos que permanecen en su banda nativa sue-len aparearse con sus madres respectivas. Y el apareamiento entre hermanos es así mismomucho menos frecuente que entre animales noemparentados”.La protección de la pureza de la sangre fue unode los motivos fundamentales para esta prác-tica entre los antiguos egipcios. En algunas di-nastías egipcias lo habitual era que el faraón secasase con sus hermanas.En las ancestrales culturas incas, sólo el Incatenía el derecho de contraer matrimonio con suhermana. Los otros estaban condenados a ser castigados con la extracción de los ojos si lo ha-cían. La calidad sobrenatural de la sangre realse protegía de impurezas mediante el incesto,un motivo antiquísimo que permanece aún vivoentre la alta aristocracia y las monarquías detodo el mundo. Elevadas culturas, comoEgipto y Persia, desmienten a etnólogos dela fama del francés Claude Lévi-Strauss,para quien la prohibición del incesto repre-senta la transición de la naturaleza a la cul-tura. Lo contrario parece ser evidente: lanaturaleza pone barreras al incesto, mien-tras que la cultura las transponen.

M P m amJosé Luis LedoDiscente UNES

Erica SotoDiscente UNES

r t S x

Ay de nuestras hambresy de nuestro apetito.

8/4/2019 Momento Narrativo 12 final_Maquetación 1

http://slidepdf.com/reader/full/momento-narrativo-12-finalmaquetacion-1 13/16

Sucedió aproximadamente hace un año,cuando mi hija mayor Laura Suaney, de17 años de edad, me abordó de unaforma muy pacífica, pero sorpresiva. Conpalabras suaves y sutiles, me dijo: Papáhay un joven en la universidad que deseahablar contigo, para poder visitarme, aquíen nuestra casa y conocernos mejor.Podría decir con toda franqueza, aúncuando estaba consciente, que se tratabade un hecho común, rutinario, que enalgún momento debía suceder. Muy inter-namente me invadió la indecisión, no

sabía qué responder, sólo tomé aire, res-piré profundo y conté hasta diez, fue en-tonces cuando de una forma muypausada, serena y tranquila le contesté:está bien Suany, tráelo para conocerlo yconversar con él. Traté que todo pare-ciera normal, pero no lograba concen-trarme. Mi hija regresó y continuó sus

10 Momento Narrativo Caracas, septiembre de 2010

Éramos tres hermanos y vivíamos en una

casa, en uno de esos cerros de Caracas. Elmayor era Ciprianito y le decíamos “Panito” decariño. Tenía 10 años, luego le seguía Crucitaque tenía 9 y yo que era el menor, con 6 años.Recuerdo una tarde mi mamá nos mandó abotar la basura de la casa a un relleno sanitarioque quedaba a unas seis cuadras de la casa.Íbamos muy contentos, saltando, silbando y ju-gando, en fin, como suelen ir los niños a todoslados. Cuando dejamos las bolsas en el basu-rero pude notar que a escasa distancia habíauna caja, pero la que más me llamaba la aten-ción era que algo parecía dar con pequeñosgolpecitos y moverse en el interior. Tambiénnoté que al acercarme más la caja tenía unosagujeros hechos como con un lápiz o algún ob- jeto con punta y desde adentro sonaba comouna especie de respiración. Teníamos miedode abrirla, pero nuestra curiosidad era másgrande, nos armamos de valor y decidimosabrirla de una vez por todas y … zas, la abri-mos, allí estaba era un hermoso perrito de color negro como un azabache y un notable lunar blanco en forma de lucero en el medio de sufrente. Inmediatamente nos flechó, nos enamo-ramos del gracioso animalito, que nos pasabasu lengua calientita por nuestras manos ynuestras caras y con la complicidad que tienenlos niños inventores nos lo llevamos a casa. Latarea de convencer a nuestra madre para quenos dejara quedarnos con “Lucero” no fue fácil,

pero en fin la aceptó a regañadientes, o quizás

por la culpabilidad o la imposibilidad de poder comprarnos juguetes, y una mascota nos hacíabien. Pasaban los días y nos encariñábamosmás con Lucero, la bañábamos, peinábamos,alimentábamos y lo mejor era que jugábamos ynos divertíamos con él. Llegó mi padre a casaen un estado deplorable de ebriedad, no erafrecuente esa situación en casa, pero cuandoeso pasaba, salíamos corriendo a nuestrocuarto, porque papá se convertía en una horri-pilante bestia sin sentimientos, era una nega-ción total a los ratos de cariño que nosbrindaba, pero el alcohol, hacía bien su trabajo.En fin, empezó a discutir y a gritarle a mimadre, porque la comida estaba fría, solo eraun pretexto para pelear y sacar el ogro en elque a veces se transformaba, subía más y másel tono de voz, los platos, vasos y otras cosasempezaban a volar por nuestra casa. No sé enqué momento Lucero se escapó de su cajita yfue a dar precisamente a los pies de mi papá,el valiente perrito ladraba y ladraba, como re-clamando la actitud de mi padre, quien al verlolo agarró por el pescuezo y lo alzó exclamando¿Qué mierda es esta? Ya te voy a enseñar dónde es que vas a ir a joder. Nosotros estába-mos aterrorizados, escondidos, paralizados detemor, veíamos todo lo que pasaba por la hen-dija de la puerta, en ese momento vi cómo losojos de mi papá brillaban como dos inmensasbrasas de carbón, tal vez por los efectos del al-

cohol o tal vez por la rabia que tenía, salió con

el pequeño Lucero apretado por el pescuezoen su enorme puño. El diminuto perrito gemía,lloraba y lanzaba alaridos como pidiendo ayuday a decir verdad, siento cierta culpabilidad por que no pude auxiliarlo en ese momento. Ya es-tando en el patio, mi padre lanzó a Lucerocomo si fuera una pelota de béisbol. En el airese podían escuchar los últimos quejidos delanimalito. Hubo un ruido a lo lejos y la nochese quedo muda, igual que nosotros. Vimosluego a nuestro padre que se fue a su habita-ción como una bestia saciada. Al día si-guiente buscamos a Lucero por el monte ylos alrededores, lo conseguimos en el fondode un semibarranco, estaba allí, como dor-mido y un charquito de sangre coagulada seveía que salía de su hocico, ya algunas mos-cas invitadas al festín giraban inquietas,dando vueltas alrededor de la muerte. Toma-mos a Lucero, lo limpiamos y lo enterramosen la cajita que había llegado a nosotros. Fueuno de los funerales más triste que hayaasistido y donde más he llorado.Tengo 62 años, perdoné hace tiempo lo que mipadre le hizo a Lucero. A él la bebida y los ava-tares, también lo arrojaron por un despeñaderoy yo aún recuerdo al perrito juguetón, contem-plo el cielo en las noches y allá, allá en la cons-telación del Cannis Mayor, me parece ver alinquieto animalito, moviendo su cola, ladrando,saltando y jugando entre las estrellas.

De niña a mujer Franklin Rafael Aguilar

Discente UNES

Carlos BlancoDiscente UNES c nn s M y

actividades en la computadora, por el con-trario yo sentí que sobreactuaba, tratandode no manifestar, mi gran incertidumbre.Pensaba, cuando este muchacho llegue,lo voy abordar con antipatía, desprecio, leharé algún que otro comentario que lohaga sentirse incómodo y opte por irse.También pensaba, será que más bien lodejo que hable, y cuando se vaya, lo inter-cepto en el camino para asustarlo y per-suadirlo para que se aparte de mí hija.Al llegar el crepúsculo, aquellas ideasque me habían perturbado mis pensa-mientos toda la tarde, se disiparon,cuando mi hija se acercó nuevamente amí, y me dijo: Papá tienes toda la tarde,sin hablar, sin decir una palabra, sientoque te he alejado de mi. Por favor, no mehagas sentir culpable, piensa, que no teestán robando una de tus hijas, sóloestás llegando a una nueva etapa de tuvida. Sentí tanta vergüenza, al entender que mi hija había logrado la madurez queaún yo no lograba. Desde ese momento,mis palabras fluyeron con mayor facilidady sinceridad, desapareció el tarugo de mígarganta, la abracé, esperamos a suamigo y conversamos.Hoy día mi yerno es como un hijo más,con el que compartimos en familia, conmucha felicidad.

8/4/2019 Momento Narrativo 12 final_Maquetación 1

http://slidepdf.com/reader/full/momento-narrativo-12-finalmaquetacion-1 14/16

8 Momento Narrativo Caracas, septiembre de 2010

Cuando la Fundación Aguas deMayo se acerca al proyecto en eje-cución de la Universidad NacionalExperimental de la Seguridad, conel propósito de contribuir a la crea-

ción de la nueva formación para laPolicía, nos sorprendió encontrar-nos con Soraya El Alckar como di-rectora de esta institución, quienha estado por más 20 años alfrente de la Red de Apoyo, acom-pañando a las víctimas de abusopolicial, una persona que ha es-tado justo del otro lado de la acera,quien ahora está impulsando elsueño de formar un policía vincu-lado a la sensibilidad social. Másaún, nos cautivó conversar conella acerca de su visión.

P y t uNeSUNES se debe a una historia muylarga, tenemos 200 años de Repú-blica y nunca habíamos pensadoen la seguridad, tenemos 200años con policías y nunca había-mos pensado en el policía comoprofesional. La UNES nace con laidea de reivindicarlo como un pro-fesional de la seguridad, que nece-sita de un lugar de estudios, unacasa de reflexión, un lugar de me-ditación, un espacio para el entre-namiento físico, un lugar parapensar la seguridad, que ademáses un problema cada vez mayor,no sólo de Venezuela, es delmundo. Entonces teníamos unos200 años con la deuda, porque te-nemos escuelas de medicina, dederecho, escuelas de antropolo-gía, de trabajos sociales, escuelasde comunicadores, pero no tenía-mos una escuela de policía.La UNES convoca a todas aque-llas personas que quieren hacer una carrera, una profesión vincu-lada a las áreas de la seguridadciudadana, convoca a bomberos,a protección civil, a penitencieris-tas, a policías, a investigadoresen el área criminal; salvo tránsito,porque a este lo absorbe la Poli-cía Nacional Bolivariana, Tránsitocomo institución desaparece de laConstitución, igualmente ocurrirácon la Policía Metropolitana, éstapor otros decretos posteriores quedice que debe liquidarse, paracrearse un nuevo cuerpo de poli-cía que es la Policía Nacional Bo-livariana.

P s M g ónLa migración ha sido un procesobien difícil, porque cuando se dice

liquidar una institución, es fácilpensar en una organización, pero

cuando te pones a ver los rostrosconcretos de la gente, la situacióncambia. Eso ha significado unproceso de selección de la PolicíaMetropolitana, para ello, los bare-

mos para la selección han sidomuy exigentes, el entrenamientofísico, los exámenes médicos, laspruebas psicotécnicas y psicológi-cas. Ahora, esto tiene una conse-cuencia, que no todos podrán ser asimilados. Al principio muchagente saboteó el proceso, creíanque no iba a ser posible la funda-ción de la Policía Nacional Boliva-riana. Cuando ya se crea lainstitución, comienzan a ver lasventajas, las reivindicaciones dela función policial, las instalacio-nes, el equipamiento, los salarios,

entonces muchos quieren ser parte de la PNB, pero no todosvan a poder serlo, por diversosfactores asociados a la selección,Hay que recordar que la PolicíaMetropolitana ha sido una institu-ción viciada desde hace muchosaños. Entonces, no podemos per-mitir que la Policía Metropolitanapase completa a ser parte de laPolicía Nacional Bolivariana, deotra manera sería un error histó-rico. Es por ello que debemos ce-rrar a la Policía Metropolitana,pero también reconociendo quedentro de esa institución hayhombres y mujeres que son debuena voluntad, por eso fue queabrimos un proceso riguroso dereentrenamiento, luego pasarán aotra etapa de formación y al finalde este se decide quién va yquién no.

P m s p s s uNeS

UNES ahora está en Catia y sola-mente estamos funcionando acáen este proceso de selección y demigración de la Policía Metropoli-tana y Tránsito Terrestre. Esta esla antesala a la UNES, pero a par-tir del año entrante se convierteen una universidad de carácter nacional, con núcleos en, almenos 11 municipios. ¿Hasta quépunto vamos a ser experimenta-les? Vamos a serlo en los pensumde estudios, en los tabuladoressalariales, en las metodologías detrabajo, en la vinculación social,experimental en el sentido quevamos a ir probando cuáles sonlas mejores fórmulas de ense-ñanza y metodología policial, tam-bién de vinculación social y de

cambios alrededor, porque notiene sentido tener una universi-

dad muy linda y alrededor notener seguridad. La propuesta dela Universidad Nacional Experi-mental de la Seguridad es con-vertir ese espacio donde estéinstalada, en una ciudad segura.Por eso nosotros hablamos deCiudad de educadores, entoncesla Universidad Experimental en-saya, fundar una ciudad que edu-que a los ciudadanos y a lasinstituciones en torno a las zonasde seguridad.

ens ñ nz t n t v T s

Estamos probando el taller comoforma de enseñanza. Esto tieneasidero en un enfoque educativode la educación popular. Todo eltrabajo que estamos haciendotiene un propósito, que es lograr en los estudiantes una actitud de

compromiso ante la realidad, queaprendan a problematizar la rea-

lidad, que aprendan a intervenirlade manera directa e indirecta yque trabajen por la liberación yarticulación de nuestro pueblo.Esos son los mismos propósitosde la educación popular. Si nos-otros en el aula no enseñamos aproblematizar, y que la gentepueda dialogar e intervenir, criti-car, objetivar, que se involucre,participe, entonces, difícilmentelo harán luego. Nuestro propósitoes lograr una metodología de en-señanza que permita a los estu-diantes asumir una actitud decompromiso con el mundo, queademás asuman una actitud crí-tica ante éste y puedan identificar dónde están los problemas, paraluego intervenirlos desde la óp-tica de seguridad. Por eso, llama-mos a los estudiantes discentes ,porque ellos tienen la capacidad

de discernir, de disentir, capaci-dad de discutir, de debatir y dia-

Una Anta la

Entrevista a

8/4/2019 Momento Narrativo 12 final_Maquetación 1

http://slidepdf.com/reader/full/momento-narrativo-12-finalmaquetacion-1 15/16

logar, de ser críticos, porque delo contrario serían sólo unas per-sonas que acumulan conoci-miento, que al final no van aintervenir la realidad. Todasnuestras clases parten de proble-mas, no del contenido, éste estangencial. Para nosotros lo másimportante son los problemasconcretos, a lo que llamamos losdispositivos alrededor de los cua-les giran los contenidos, en estesentido los contenidos lo quehacen es iluminar los problemas,para intervenirlos, para que loque hoy funciona de una formaque nos resulta indignante, ma-ñana se desactive, y respondade otra manera, en el marco dela dignidad humana.

l S gNuestra concepción de seguridad

es la misma de la ConstituciónNacional Bolivariana de Vene-

zuela, es la disminución de lospeligros, de las situaciones y cir-cunstancias que constituyen ries-gos y vulnerabilidad de laciudadanía. Y nuestra misióncomo órganos de seguridad ciu-dadana es disminuir las situacio-nes, los escenarios queconstituyen riesgos para la ciuda-danía. Esto rompe con la concep-ción de la custodia de lapropiedad privada y con la perse-cución del delito. La seguridadciudadana tiene que ver, por ejemplo, si un riesgo para los ciu-dadanos es la quebrada, enton-ces los órganos de seguridadtienen que estar atentos a queesta quebrada no constituya ame-naza para la gente. Si observa-mos que el consumo de alcoholconstituye amenaza y vulnerabili-dad para los jóvenes, hay quedisminuir los niveles de riesgo encuanto a los niveles del consumo.

Las situaciones de riesgo y vulne-rabilidad que ponen a los sujetosen peligro, son las situaciones yescenarios que deben ser interve-nidos para que los ciudadanos sesientan tranquilos.

en s y n s PNB

El nuevo modelo de formaciónpolicial, plasmado en la Ley Orgá-nica de Servicio de Policía, delcuerpo de Policía Nacional, esta-blece que los propósitos de loscuerpos de policía en general,

municipales, los estadales y na-cional, son propósitos vinculadosa la resolución de conflictos, a laprevención del delito y a ser órga-nos auxiliares del sistema de jus-ticia. Necesariamente, por mandato constitucional, los poli-cías deber ser funcionarios encar-gados de aproximarse a la gente,de dialogar, de resolver los con-flictos por la vía de la negocia-ción, la mediación. Por esta razónlos funcionarios han de tener mucho control sobre sí mismos,muchas herramientas de diálogo,de capacidad de articulación co-munitaria con otras instituciones,porque, por ejemplo, un bote deagua un policía no te lo puede re-solver, pero él puede articular conel ministerio que le compete, quela gente haga su reclamo organi-zadamente. Que el policía sea unfacilitador social, pero que tam-bién puede usar la fuerza deforma proporcional, ajustado a lanecesidad y a la legalidad, élpuede incrementar su fuerza silos niveles de resistencia del su- jeto que confronta aumentan, élestá facultado por la ley, inclusopara la utilización de la fuerza po-tencialmente mortal. Pero el poli-

cía no es juez, ni verdugo, su mi-sión es hacer cumplir la ley. Cier-tamente el funcionario tienecriterio, pero él no tiene la capaci-dad de decisión sobre un conflictointrafamiliar, por ejemplo, igual esel caso de una persona que hacometido un delito, son los tribu-nales los encargados de decidir.Ahora, si hay un conflicto comuni-tario que se puede resolver por lavía de la mediación o la negocia-ción, para eso sí está el oficial depolicía.

e t t p n stp íAntes, uno llegaba a esta es-cuela, cuando era de la PM, y nosencontrábamos con un comedor para los cadetes, para los agen-tes y otro comedor para los oficia-les, y había un tipo de comidapara los agentes y otro, tipo A,para los oficiales. Hay una histo-

ria que nos viene de los militares,clasista, dentro de las institucio-nes policiales, donde la diferenciaestá muy marcada entre la tropa ylos oficiales. Ahora la Ley Orgá-nica del Servicio de Policía, delcuerpo de Policía Nacional, esta-blece una carrera única. Puedesentrar como agente y salir comoComisionado, son nueve escalas jerárquicas, esto para luchar con-tra el clasismo dentro de las insti-tuciones policiales. Porque estadistinción nos conecta con esamatriz de opinión, de que por elhecho de ser pobre, se es un cri-minal, como consecuencia, se cri-minaliza a los barrios, y el policíatambién lo ha asumido de estamanera. Toda la historia del poli-cía gira alrededor de esa prédica,que él como funcionario tiene quesepararse del pueblo, porque lospobres son malos, por lo tanto, élno puede vivir en el barrio, él nopuede comer como los pobres,sus enemigos están en el barrio,sus enemigos son los pobres, ypor eso la tradición es que los po-licías entran al barrio atacando,ya disparando, buscando a losenemigos, hasta llegar a negarsea sí mismos, porque siendo delbarrio, hablan como si no lo fue-ran, separándose. Estamos anteuna sociedad que ha negado loque produce, que no es capaz dereconocer que produce al propiodelincuente. Nosotros, la socie-dad entera, nos queremos deslin-dar de la responsabilidad quesignifica, que nosotros estamoscreando delincuentes, incluyendola propia policía, porque frente aldelito, uno ataca al delincuente,en lugar de afrontar el delito y de

rescatar al delincuente como per-sona. Se trata de hacer la diferen-

cia entre la persona y el delito. Elproblema es que la policía nuncaentendió que ser policía era y esuna profesión, porque sólo así po-demos comprender que hay unfenómeno que se llama delito yempezamos a estudiarlo, y pode-mos así crear estrategias para re-solver el problema, en lugar deatacar a las personas. A nosotrosnos interesa rescatar a todos los jóvenes, porque al fin y al cabo,¿quiénes están muriendo?¿quién muere y quién mata? Jó-venes, entre 15 y 28 años, de tezmorena y de sectores populares.Entonces no puede ser que la so-lución sea eliminar a todos los jó-venes de tez morena entre 15 y28. Mientras que la actitud de unprofesional es estudiar, colocar encategorías de análisis para lograr comprender el fenómeno del de-lito, para poder separar a la per-sona del fenómeno, esto es, la

intervención de la realidad, perotodo esto no como algo ajeno,sino como parte de lo que somoscomo sociedad. El problema de laformación del policía en el país,es que han querido separarlo desu pueblo, escindirlo de su propiahistoria, y además, nos han incul-cado que son los pobres losmalos, eso de que los policíasson para proteger la propiedad,sobre todo la privada. Eso tieneque ver con la historia, la policíanació para proteger al Estado,pero esta se fue pervirtiendo conlas políticas neoliberales, que fue-ron diluyendo al Estado, que alfinal convirtió a la policía en pro-tectora de bienes, no de perso-nas, de tal forma que la policíatermina matando personas por proteger bienes.Hay que recordar que nuestros lí-mites en libertad tienen una regu-lación social, son las leyes y lasnormas el marco para la libertad.Nosotros requerimos de lanorma, porque no somos capa-ces de vivir juntos, en paz y ar-monía, con los recursos quetenemos y creamos. Por esonace la ley, para permitirnos quetodos nosotros podamos vivir enpaz y que nuestros recursos seandistribuidos equitativamente, peroaún así la norma no ha sido sufi-ciente, porque tampoco hemossido capaces de cumplirla, enton-ces, nace también la policía, paraque nosotros, que no hemos sidocapaces de autorregularnos,cumplamos este convenio. Lanorma legal es el límite de nues-tra libertad, así como las normasde costumbres. La policía fuecreada para cumplir y hacer cum-

plir la ley. Creo que, también,esta ley siempre ha de ser justa.

salaNES

Momento Narrativo 9Caracas, septiembre de 2010

aya El Alckar

8/4/2019 Momento Narrativo 12 final_Maquetación 1

http://slidepdf.com/reader/full/momento-narrativo-12-finalmaquetacion-1 16/16

Fundación Aguas de Mayo

16 Momento Narrativo Caracas, septiembre de 2010

Este fue un hombre que desdemuy niño soñaba con ser poli-cía. Al crecer entró en la es-cuela de la mejor policía de supaís para la época, la PolicíaMetropolitana. Logró graduarsey estaba muy feliz por la metaalcanzada. Al poco tiempo, se

le asignó lo que para él fue sumejor labor, dirigir el tráfico, es-pecíficamente en la transitadaEsquina de Sociedad, en la Av.Universidad. Hacía su trabajocon tal empeño que en muypoco tiempo se hizo muy popu-lar en el lugar, todos, desde elciudadano común hasta perso-nas de altos cargos políticos,respetaban el semáforo paraevitar ser sancionados por eseinsigne policía, que a la hora decorregir una infracción de trán-sito, fuese quien fuese, era im-placable, su conducta eraintachable, jamás en sus treintaaños en la policía faltó al servi-cio, su apariencia era impeca-ble, su uniforme limpio yguantes blancos, botas pulidas,siempre orgulloso de portar suuniforme azul.Un día, ejerciendo lo que mejor hacía, dirigir el tráfico, detuvouna escolta presidencial que

quería pasar el semáforo,por lo que cayó en unadiscusión con los efecti-vos militares. De prontoun hombre gordo y con ungran bigote desde dentrode una limusina negra in-dicó a los escoltas que

aguardaran el semáforo,era el presidente de laépoca, quien horas des-pués le mandó una invita-ción a almorzar junto a élen Miraflores, la queaceptó muy apenado y loque más disfrutó fue lacomida. Tiempo después,gracias a su ardua labor frente al semáforo, el pre-sidente de los EE.UU dela época, Jimmy Carter, lo invitóa su país a intercambiar expe-riencias con la policía de Mas-sachusetts. Meses despuésregresó a su país como el únicopolicía venezolano en portar ensu pecho una placa que lo acre-ditaba como oficial ad honoremde los EE.UU, fue consideradoel policía más famoso de la ciu-dad de Caracas, y una de sustantas condecoraciones fue ser nombrado Patrimonio Vivientede la ciudad, por el alcalde del

Municipio Libertador. Hasta laprimera Miss Universo venezo-lana lo pidió como su escolta enlos eventos, se jubiló a los 33años como Sargento Mayor,lleno de condecoraciones. Apesar de ser un ciudadano ypolicía ejemplar hoy vive rode-ado de miseria en un deterio-rado apartamento. Con dosamputaciones a causa de unadiabetes que lo aqueja, duermeen un colchón ortopédico que leregalaron, acompañado sólo

por su hijo, olvidado por la so-ciedad aquella que un día lollenó de elogios y condecora-ciones, observando todos susméritos guardados en un baúl,triste, de ver cómo los policíashoy trabajan con sus uniformesrotos y en precarias condicio-nes laborales, y pensando nosoportar otra amputación más,la que le harán a la ciudad deCaracas cuando se dé la ya de-cretada supresión de la PolicíaMetropolitana.

e P í ej mpCarlos Fariñas

Discente UNES

Camino de Hormigas

Humbolt asienta que los insectos fosforescentes(llamados cocuyos) copian sobre la tierra

el espectáculo del cielo estrellado.Igual podría decirse de los caminos de hormigas

Pero las hormigas sólo copian la formaatolondrada en que los individuos

se desplazan en las ciudadesDe alguna manera, a semejanza de éstos,

las hormigas siempre trazan el mismo caminoaunque pujen por abandonarlo

y hasta simulen, como los hombresque por un momento lo dejan

P m sJuan Calzadilla

OH, Brecht

Ya quisiéramos que ese magníficoretazo azul del cielo en veranono fuera tan irresponsablemente bello.Y que por ser bello justamente no pidiera de nosotrosque para cantarle nos cruzáramos de brazos

ante tantas barbaridades