Historia Historia

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h istoria/H istoria Reinhart Koselleck traducción e introducción de Antonio Gómez Ramos MINIMA TROTTA

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Koselleck

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  • h istoria/H istoria

    Reinhart Koselleck

    traduccin e introduccin de Antonio Gmez Ramos

    MINIMA TROTTA

  • MINIMA TROTTA H IST RICA I PD ~TlCA directoru, Julio A, Pardos y Jo 101. tunt~ Abad

    Ttulo original, Geschichle, Historie

    Q Emst KleH. StuHgart. 1975 ICI Antonio Gmez Ramos. 2004

    Cl Editorial Trotta. SAo 2004 Ferraz. 55, 28008 Madrid Telfono: 91 ~ 0361 Fax: 91 ~ 1488 E-mail, http,

    [email protected] \\www.trotta.es

    ISBN: 84-8 I 64-670-9 depsito legal: 10.1-7.797-2004

    impresin Maria Impresin, S.L.

    NDICE

    Koselleck y la Begriifsgeschichu. Cu.Jlldo e/lenguaje se corta con la /toriJ.: AlltQtlio Gmez Ramos ..... 9

    HISTORIAlHISTORlA

    1. La formacin del concepto moderno de historia .. 1. Introduccin por la historia del trmino ......... .

    a) El surgimiento de! sustantivo colectivo singu-lar [Kollektivsillgular) ................................ ..

    b) La fusin de "Historia [Historie) e "historia" [Geschichte) ................................................ .

    2. La historia como filosofa de la historia ....... . a) La reflexin esttica .................................. .. b) De la moralizacin a la procesualizacin de

    la historia ................................................... . e) De la formacin racional de hiptesis a la ra-

    zn de la historia ........................................ . d) Resultados de! giro histrico-filosfico en !J

    poca de la Revolucin ............................... . 3. La acuacin de la historia" como concepto

    fund~menral .................................................... . ,t) De la hisrr:ma natmtli.< J la #historia natural

    [NaruTgrschichre J ........................................ .

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  • 1. LA FORMAC!N DEL CONCEPTO MODERNO DE H!STOR!A

    1. Introduccin por la historia del trmino

    Cuando hoy da hablamos de "historia, utilizamos una expresin cuyo contenido y extensin semntic9s ~__~e ~ alcanzaron antes del ltimo tercio del siglo XV!!!. k.r=a-histo-ria es un concepto moderno que, a pesar de qtriprolonga '" antiguos significados del vocablo, viene a ser casi como un ./

    I neologismCh En lo que se refiere a la historia del trmino, " el concepto)surge despus de dos dilatados procesos que' terminan convergiendo para revelar un campo de expe-riencias que no se poda haber formulado anteriormente. El primero de los procesos consiste en la formacin del , ' colectivo singular que aglutina en un concepto comn la ,; suma de las historias individuales. El segundo, en la fusin ," , de historia como conexin de acontecimientos y de His-toria,," en el sentido de indagacin histrica, ciencia o re-lato de la historia. '

    a) El surgimiento del sustantivo colectivo singular [Kol lek tivsingu lar ]

    La formacin en femenino del antiguo alto alemngisciht, medio alto alemn geschicht (junto con sciht, o schiht) se deriva del antiguo alto alemn scehan, verbo raz de ge-schehen [suceder, acontecer], y significa, en antiguo alto

    Sobre la traduccin de Ge5chichte como historia y de Historie como .Historia", vase p. 23.

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    PaulaResaltado

  • alemn acontecimiento, casualidad, proceso", a lo que en medl.o aIro alemn se aade: lo que adviene a una cosa, propiedad, modo,,; ms en general: un ser, cosa"; y lue-go, sobre todo en los comienzos del alto alemn moderno: evento, asunto", per~ tambin: "lo que sucede a partir de u~o, hecho, obra; y Jllnto a ello, una serie de aconteci-mientos, azar y destino: finalmente, en los comienzos del alto ale~n moderno, significa 10 mismo que "historie: narraClon de /0 sucedido. Con ello se Va marcando cada vez ms el mbiro del hacer y padecer humanos la expre-si~ poda susrituir a pragmata, res gestJe, ge~ta, {acta, a~cdens, casus, eventus, fortuna y otras equivalentes. Ha-cia 1300 se aadi a esto el neutro daz geschichte que

    lue~o se extendera, y que en Lutero todava era la f~rma habrt~al con los significados de evento, clasificacin, or-denaCin l. . , D~e Gesch~chte (ju.nto a die Geschicht y, desde el siglo

    xv, dIe Geschtchten) tUl' hasta bien entrado el siglo XVIU ~na f.orma plural, que nombraba la suma de las historias mdlvld~ales. "Die Gesc~ichte (~as historias) son, dice Ja-blonskl en 1748 espejo de virtudes y vicios, en el que puede por. ex pe rie ncia aje na aprenderse laque se ha de hacer o. depr de hacer; son tanto monumento de los he-chos ruines cuan~o.de, los loables. O bien, Baumgarten, en 1744, d~ un~ defllllclOn a la antigua usanzaJ ; "die Geschich-te ,son, ~11l n.mguna duda, la parte ms instructiva y til, la mas enjundIOsa de todo el saber e instruccin. Todava

    1. {. y w. Grimm, Dedsches Wrterbuch, 16 '015., lepzig, 1854-1965; vo .. 4/1 .. 2, 1897, pp. 3857.55. Cf. G. F. Benecke, W. MJJer y F. Zarnckt., Mlltdho,hd~utsches W.0rterbuch, vol. l./:'. 1866, pp. 115 ss.

    2. J. Th. jblonskl, Allgememes Lexikon der Kij'ste unJ der Wis. senschaften,2 \'01,., KnigsbergILeipzig, 21748; vt>I. 1, p. 386.

    3. UebrTH'lumg dn ,:J.flgemeinen Welthistori~. trad. de 5. J. B,mm-gar~cn, Halle, 1744, voL 1, p. 59, prlogo; d. P. Geiger, Das Wort Ce. schlchte und seme Zusammensettungen, te5i~ doctoral Fteiburg 1908 p. 16. ' ,.

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    r Herder usaba de cuando en cuando die Geschcihte en su significado aditivo, plural4

    Desde un punto de vista gramatical, la antigua forma plural die Geschichte poda leerse todava como variante del femenino singular. Conceptualmente, sin embargo, hay que reconOcer que el desplazamiento del plural al singular del vocablo die Geschichte es algo que se realiz de modo consciente{No empez a preparar~e hasta la segunda mi-tad del siglo XVIII en numerosos escritos de teora de la historia. Desde entonces, se trata del colectivo singular que designa la suma de las historias individuales como .. com-pendio de todo lo sucedido en el mundo (Grimm)S,

    En 1775, Ade! ung registra juntas ambas aplicaciones;, La historia, plur. et nomo Sing. [ ... ] Lo que ha sucedido, I una cosa sucedida, tanto en el significado amplio, cada una,. tanto los cambios activos como los pasivos que le aconte-; cen a una cosa. En el significado "estricto y hab~tual", la palabra apunta a los diversos cambios, vinculados entre s, que, tomados en su conjunto, .:onstituyen un cierto todo [ ... ] Justamente as entendida aparece a menudo como co-lectivo y sin plural, para "arios eventos acontecidos de al-gn tipO>,6.

    Cuando Adelung rastreaba el nuevo colectivo singular, [ estaba ya definiendo su funcin, a saber, aglutinar una se-rie de eventos en un todo coherente. La "historia adquiri. una significacin que trascenda los hallazgos o los hechos

    J

    ,'

    individuales, tal como le gustaba enfatizar a la Historia de

    4. J. G. Herder, Uber di" neuerc ds. ef. P. Geiger, Das WoT/ .G,'~d!J~hte" ... , cit., p. 9; J y W. Grimm, vol. 4/1, 2, pp. 3863 ;.; d. J. Henr.ig, "Die Geschichte des Wl,,t,

    "G~schichte"": Deutsche VifTIeljahrschrift fr Literatllrwissenschaft IInd Geiswwissenschaften, 16 (1938), pp. 511 ss.

    6. J. Chr. Adelung, Versuch eines vol/sta'ndigen graml1Wtisch.kriti-schen WrteTb4Chs JeT hochdeutschen Mundart, 5 voh., Leipzig, 1774-1786, vol. Z. 1775, pp. 600 s.

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  • la Ilustracin. As, Cad Friedricn FlOgel escribi en 1765 una Historia [Geschichte] del intelecto humano, en la que

    I buscaba las causas que lo desarrollan y perfeccionan''? En trminos modernos, se trataba en esa histon de un esbozo antropolgico e histrico-social que explicase el surgimiento del ser bumano racional. Al principio, result chocante que denominara bistoria a tales procesos glo-bales y a su anlisis. Todava en 1778, un recensionista se burlaba de que la palabra de moda "historia" es un mal uso formal del lenguaje, pues en la obra [de F16gel] slo aparecen como ejemplos, a lo sumo, narraciones"s. El sig-nificado narrativo o ejemplar de la palabra, que haba sido dominante hasta entonces y que se refera a historias indi-viduales, empezaba a desteirse. La bistoria, como tpi-co o nueva expresin de moda, era indicio de un grado superior de abstraccin, capaz de caracterizar unidades del movimiento bistrico que se solapaban entre s.

    La historia tena una complejidad mucho mayor de lo que admitan las historias individuales anteriores. Ahora bien, ese concepto que se tildaba de "palabra de moda tena por objeto captar esa complejidad como una genuina realidad efectiva. Se abra as un nuevo mundo de expe-riencia: el de la historia, precisamente. Indicio seguro de ello son reformulaciones como "la historia en y para s(" [Geschichte an und fr sich], "historia en s" (an sich], la "historia mIsma [Geschichte sdbst] o la "historia como tal" [Geschichte berhauptJ. Hasta ese momento, haba sido imposible pensar el trmino sin un sujeto: "historia se refera a CarJomagno, a Francia, etc. En palabras de Chlademu): "Los eventos, y con ellos tambin la historia, son cambios~. Pero stos, sin embargo, "presuponen un

    7. C. F. FWgel, Geschichte des menschlichen Verstandes, Breslau, 1765, prlogo.

    8. Recemin de la J.~ edicin (1776} de la obra de la nota anterior en AlIgemeine deutsche Blbliographie, 34 (177&), p. 473.

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    sujeto, una esencia o substancia permanente>~~. O bien, u?a .!' historia tena por objeto -en cuanto narraClOn- un ob}e- i to que le perteneciera. Las cosas cambIaron en. cua~to I?s ' historiadores ilustrados intentaron captar la "hIstoria mls- ma. Pudo pensarse entonces la historia en y para s, s!n[ un objeto particular que le correspondiera. MedIda segun la facticidad de las personas y los acontecimientos, ,{la his-tona misma era ms bien un metaconcepto.

    Al prmcipio, por supuesto, el giro slo se refera al mbito de los acontecimientos, tal como lo formulaba Gundling en 1734: "La Historia [Historie] en s misma, quatemts res gestas complectiwr, no agudiza el ;udiciur.n,. lo cual es asunto de la lgica histrica [hlstorisch) 10. O b~n,i I como Jo expresaba Hausen con la palabra alemana'L.:

  • conexin mutua. Esta conexin, que la mayora de las , veces se interpretaba, con miras pragmticas, como una urdimbre de causas y efectos\ una vez vista, se alzaba por , encima del plano de los meros acontecimientos y sucesos. \Es la gran historia, como deca Planck en 1781, la que se ).,a anudando a trav-s de tantas historias ms pequeas 13.

    Ahora bien, lo decisivo para 1~on5~to _es que la conexin dinmica de los efectos no slo se inter-pretaba como un constructo racional -aspecto que trata-remos en el siguiente apartado-, sino que se la reconoda como un mbito autnomo que guiaba, en su complejidad, toda experiencia humana. La historia misma, aplicada lin-gsticamente, se convirti en su propio sujeto.

    En 1767, Iselin se preguntaba si no habra hecho me-jor en titular su Historia [GeschichteJ de la humanidad ms bien Del espritu de la historia. Le pareca que este ttulo no quedara mal y expresara ms claramente la intencin y contenido de la obra" 14. As, Thomas Abbt habla metaf-ricamente de la majestad de la historia .. , contra la qlLe no se debera pecar con ninguna interpretacin. O bien, opina que "la historia se despliega siempre desde SIlS comienzos sin detenerse y que, como cuerpo de la naruraleza, tiene sus causas y sus efeeros ordenados y, consiguientemente, Una velocidad propia15. Ahora, Hausen, haciendo una analoga con el teatro del mundo, poda hablar del tea-tro de la historia", que repercute en los COrazones huma-nosl6 y cuatro aos ms tarde, en 1744, Herder, en la

    13. [G. J. Planck), Geschichfr Jer Ent5tehtmg. der t'erdndcrungen und der Bildtmg umers pro tes tI1l11ch en Lehrbegril/s, Leiplig, vol. 1, 1781, p. iv.

    14. 1. ,elin, Tagebu,;h, 1-3-1767, dtado segln U. im Ha!, [s,t..k .1fn und die deutsche 5pJraulkliirung. Becn!Mncben, 1967, p. 90.

    15. T. Abr.l. Briefe. die neueste UterMur betreffend, 12, 1762, p. 259, "Cana 196 . d., Vom Vortrag del Ges.hichte., V'er1l1ischte Wer-ke, vol. 6, Frank h.rtlLeipzig, 1783, pp. 124 s.

    16. C. R. Hau.en, Van dem Einfluss der Geschichte auf das mmsch-liche Hen:, Halle, 1770, p. 8.

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    , , sobrema.nera curiosa crisis en que se encontraba el esp-

    ritu humano, se propona buscar el zumo y las simientes de roda la hisToria"I?

    Una vez que se descubre la historia como autnoma y actuando por s misma, -sta articula tambi-n la exposicin que se hace de e\la: "pero la clasificacin nos la. pone en la mano la-historia misma"I~. Es m~, permite al historiador enfriar "la mana heroica propia de los prncipes,

  • haupt su Historia del per(eaionamiento del gnero huma-no prescindiendo conscientemente de todos los aconteci-mientos Individuales. sta ha sido una historia sin fechas ni nombres anotaba orgulloso; la historia de! surgimien-to y evolucin de nuestras pasiones e impulsos, que a par-tir de ahora haban de dominarse racionalmente: Ahora tienen que salir a escena los actores y actuar ellos mismos. Pero la "historia misma se ocupar en lo sucesivo de que todo se incline infaliblemente a favor del perfeccionamien-to, pues en todos los tiempos, la historia ha vencido por s misma a los errores ms peninacesl'.

    Resulta natural que detrs de esta nueva conceptuali-dad que remita la hisroria a s misma como agente se vis-lumbrara, oculta o transformada, la providencia divina, cosa que, adems, era correcta desde el punto de vista de la hisIOria efectiva. San Agustn, por ejemplo, siguiendo el tenor de la historia divina revelada, haba constatado que las exposiciones histricas [historisch] trataban, ciertamen-te, de las instituciones humanas, pero que la histona mis-ma (ipsa historia) no era ninguna institucin humana. Pues lo que ha sucedido irreversiblemente una vez penenece al orden de sucesin de los tiempos (in ordine temporum habenda sunt), cuyo fundador y administrador es Dios.

    Ahora bien, no cabe duda de que la historicidad de Je ss como fuente emprica de la revelacin contribuy en gran medida a que el concepto de historia adquiriera una pretensin enftica de verdad. Pues e! sacramento o histo-ria y el verbo I si se habla de sacramento I son dos cosas distintas (Lutero)21. Hamann aplica ya el colectivo singu-lar cuando define la historia, la naturaleza y la revelacin

    21. A. Weishaut, GC5chichte deT Vervollkommnung des menschli chen Geschlechts, Frankfun/Leipzig, voL 1, 1788, p. 228.

    22. San Agustn, De doctrina Christiana 2, 28 (44), CC, vo L 32, p. 63.

    23. M. Lutero, Vom Abendmahl Christi, Bekenntnis (1528), WA. vol. 26,1909, p. 410.

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    como las tras fuentes de conocimiento inrelecrua[, o ms an, cuando confronta la historia con lo acontecido: Sin autoridad, la verdad de la historia [desaparece] con el acon-tecer misn:!.~~_~\'-Pero fueron sobre todo Herder y el campo'., ,~suabooe-Ia teologa pietista federal quienes impulsaron el :

    uso moderno de la palabra. La facticidad de la histori~-ieci-' be una consagracin propia por medio de la encarnacin de CristGl15 Ha llegado la hora escribe Wizenmann, de que se comience a tratar la historia de Jess, no meramente como un libro de sentencias para la dogmtica, sino como la alta historia de la humanidad [ ... ]. Antes querra yo con-firmar la filosofa por la historia que la historia por la filo-sofa". Un solo hecho nuevo podra abatir todo el sistema. La historia es la fuente de la que se ha de sacar todo26 .

    Lo que distingua especialmente al nuevo concepto d~ una historia en general", su logro especial, es que ya nO era preciso remontarse hasta Dios. Con ello iba de cono) suno el que quedara despejado un tiempo que era propio', slo de la historia y que abarcaba, como acentuaba Chla-, denius frente al uso lingstico habitual, los tres tramos temporales: "Las cosas futuras forman parte de la historia [ ... l pues ltimamente el conocimiento de lo futuro se cap-ta mu~' estrecha y brevemente frente al conocimiento de lo pasado; as, tenemos alguna especie de conocimiento del fmuro, no slo por [a revelacin, sino tambin en la astro-nomfa y ei1TOs-asuntclsay'iles as como en el arte mdi-

    24. J. G. Hamann, Bntre ,,'S \'alers J (hada 1755), SW, ed. de J. :-':adlcr, vol. 4, W;(;n, 1952, p. 217; Golgatha und Scheblemillj (1784), SW, vol. 3. 1951, p. 304; d. SW, vol. 1,1949, pp. 9, 53, 303; vol. 2, J 950, pp. 64, 176,386 (Polmica contra el ".1~udo Chl, Der theologiegeschichtliche Hintergrund dn B~griffe, "Tat ,ache",,; Zeitschrift fr Theologie md Kirche, 70 (1973). pp . .\16 >l.

    26. T. Wizemann, Die Geschichte Jesu nac' dem Al"l/hill 111, Seib s t beweis i hrer Zuverliissig kei t betrl1ch t et, e d. de J. F. K leuke r, Le i p. zig, 1789, pp. 67 Y 55.

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  • ca. "y por ello, en la teora racional de la historia, es menester captar este concepto de modo tan extenso que comprenda en l tambin a lo futuran . Y, a contraco-rriente de las expectativas cristianas, esta hisroria alcanza en Chladenius un horizonte por principio ilimitado: "Pues la historia en s y ante s no tiene final"zi.

    Ms tarde, Kant polemiz a menudo en contra de la .. fe mesinica en la historia, que pretenda ser capaz de interpretar y limitar el curso de los acontecimientos segn un ardo temporum, tal como [o hacia BengeI en su inter-pretacin del Apocalipsis de Juan, "como si no tuviera la cronologa que regirse por la historia y no, a la inversa, la historia segn la cronolaga29.

    \ Con el/o apuntaba Kant que la historia es ms que la ~uma temporal de los datos sueltos, los cuales, en ltima

    '; instancia, se alineaban segn un tiempo naturall Lo que vena a ocurrir en la experiencia de la Edad !-.{oderna" y del progreso era que un tiempo genuinamente histrico quedaba despejado. Desde entonces, los historiadores es-tn obligados a buscar cone:XJOnes que no se orienten ya por la sucesin natural de las generaciones de los domina-dores, por el curso de las estrellas o por el simbolismo numrico y figurativo propio de los cristianos. La historia se funda su propia cronologa.

    "Sistemas de 5ucesos, deca Ganerer ya en 1767, rees-cribiendo as el hallazgo para el cual el nuevo concepro de historia an no haba adquirido carta de naturaleza: "Los sistemas de sucesos tienen su propio curso temporal, mas no se rige ste por la divisin civil del tiempo 1(/.

    27. J. M. Chladcn iu >. Aflgemeine Ge>cJ,ichtswissensc"4t ... , ci!., p. 15. 28. bid., p. 147. 29. 1. Kant, Der Stmt det' Faklllt.ilen (1798), AA, voL 7, 1907, p. 62

    [trad. de R. R. Aramayo, Ll wnrienda entre las Facultades Trona Ma-drid, 1999J; d., Ant"rplogie (1798), ,bid., p. 195 [tral de J. Gao~, Antropologfa en sentido pragmJtiw, Alianla, Madrid, 1991].

    3D. U. Chr.) Ganeta, VOIll hi;trJri~chcn Plal" und det darauf sich

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    Con reflexiones tales como sta sobre el tiempo hist-rico, el concepto de historia fue adquiriendo ese complejo contenido de realidad efectiva que le aseguraba a la "histo-ria misma una pretensin propia de verdad. Atrs queda~, ba el desclasamiento aristotlico de la historia, que eXLga"1 de sta que fuera una mera adicin de hechos crollo[gi-; COS31 De este modo, en el medio de la conceptualizacin I se abra \j.n nuevo espacIO de experiencia que haba de \ marcar el tiempo que seguIra. Deben mencionarse aq~ sumariamente, tres criterios.

    La historia como sustantivo colectivo singular pona la' condi~i~ d~ /.as posibles historias Indiv~duales. Todas las 1 histonas mdLv1duales se hallaban, a partn de entonces, en una compleja conexin cuyo modo de actuar era autno- mo, propio de ella. "Por encima de las historias est la i historia l ber den Geschichten ist die Geschichte J, as re- " suma Droysen en 1858 el nuevo mundo de experienCIa de .. la h i~toria ll. - ~

    Esre mundo de experiencia tena su propi,l pretensin de verdad~Lo que contaba no era ya el tpos, transmitido continuadamente desde la Antigedad, por el que s!o poda escribir historias quien las hubiera visto por s mis-mo o hubiera tomado parte en ellas. Antes bien, la histotia se convirti en el espacio de vivencias por excelencia, que, a su vez, emita sus propios jUlCLOS histricos [historisch). "Sobre historia afirmaba Go..;che, slo puede juzgar quien haya vivido historia en s mismo,,'J

    ~mr.d~nd~n Zmammellfassllllg Jer Erzahlllllgen>', en Histwi!che Biblio-thek . 01. 1. 1767, p. 8I.

    3 L Ari,lte!es, Potica, 1451 b [traJo de ~. l\L1s. Pdllca. Biblioteca Nueva, M.ldrid, 2000J.

    32. J. G. Droysen, Historik, eJ. de R, Hibn~r, D.umsl.\Jt. '1960, p.354.

    33. J. W. Goethe, Mamm rmd Reflexionen, n." 217, HA, vol. 12. 1953, p. 395 [trad. de J. J.

  • Finalmente, para caractt'rtl;l.r la autoreferencia de la historia a si misma como una instancia ltima, se haba acuado el giro da historia en general>, [Geschichte ber-haupt], con todas las frmulas que le corresponden. Pero, muy pronto, el sentido que se pretenda expresar con l qued absorbido en el uso ms simple de la palabra histo-ri.a. Esta historia, como sujeto de s misma, se convirti en

    "agente que actaba por s mismo, hasta el punto de que . Hegel, ms tarde, llegara a hablar del trabajo de la histo-ria mundial"J4.

    En aquellos decenios de simplificaciones y singulariza-ciones, cuando las libertades se convertan en "la Liber-tad" y las revoluciones en "la Revolucin, "la historia. subordin a las historias bajo s. En la economa del len-guaje histrico-poltico de los alemanes, corresponde a este concepto, ms que a ningn otro, el lugar que ocupa entre los franceses la "Revolucin". El nuevo concepto de la "historia ya se haba establecido antes de la Revolucin francesa, y el complejo de acomecimiento,> revoluciona-rios aprovechar todo lo que esta nueva hislOria tena de sorprendente y nico para hacer de ello una proposicin emprica casi axiomtica.

    b) La fUSIn de "HistOria" [Historie] e "hIstoria" l Ge5chid,te J

    .1:a historia, cuyo cremicD1.O ~tico hemos venido . de~(:"!ll11~n0 ha~ta aqu, no era slo un nuevo c~~~~pt;' :',de realidad; tambin era un nuevo concepto de reflexin.

    De~plls de 1780, Herder poda utilizar el nuevo sustanti-ivo colectivo slngular para los dos planos en una sola frase:

    3-1. G. IX'. f. Hegel, Ole Vernunft In der Geschichle, ed. de J. Hoff-me ,le!, H~mburg, '1955, p. 182 1 trad. de C. A. Gmez, La razn en la his!,JrJd, S~mi'lJra, } Ediciones, Madrid, 1972J.

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    "El hecho es el fundamento de todo lo divino de la reli-gin, y sta slo puede represemars~ en la historia. ;tvUs an, tiene que ir deviniendo ella mIsma continuamente historia viva. La historia es, pues, el fundamento de la Biblia3s. Lo que vena resonando~n s citas que hemos visto hasta aqu d.ebe .quedar d~mosr ad,o ahora: el lluevo espacio de experiencIa de la hlsto a solo llega a abmse porque la, reflexin sobre ella va a-e-~nsuno con .el con-cepto. Desde el punto de vIsta de la hIstoria del.termlno, esto se muestra en que, en el ltimo tercio del SIglo XV!ll, el contenido semntico de "Historia .. [Historie] se ve ab-sorbido --conforme la palabra retrocede- por el con1un -to de I a "historia~ [Geschichte].-

    Desde la germanizacin de la palabra larillJ. histllliLl como Historie en el siglo xm36, Geschicht(e) e Historie haban conservado significados claramente diferentes, como se ve ya en Konrad Megenberg: [ ... ]10 que las pro-pias historien dicen, es el escrito de las historias [geschi-chten] en las tierras y en los tiempos)? En 1542, Burkart Waldi5 escribe la rima cu.ndo .esta h.isto~ia fge.schi~;teJ~a ocurrido, quedara en las HIstOrias [hIstOrien] VistO .IHat ta bien entrado el siglo XVIlI, el mbito objetivo de Iqs acomecimientos y las acciones, por un lado, y la indaga-cin , 5 O), ed. Jc F. Pfelf-

    fer, Smngo1!1, 1861: reimpr. Hilde,hfim. 197/, r. 358. 38. B. Waldis, St,eitg,dirbt (154;'.). fd. de f. KQldewcy, Halle,

    1 ~R3, p. 33.

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  • [Geschichten]"H. Ciertamente, rara vez se observaba esra contrap051cin tan rigurosamente como en las definicio-nes. Un significado tea. el Otro, aunque con diferente in-tensidad.

    )'a los vocabularios del siglo xv constatan un solapa-miento de ambos campos semnticos: la palabra latina his-toria se traduce COmo un suceso, una COSa que ha sucedi-do, geschidn, un discurso eScrito de lo hecho tal como sucedi" y como historie (hlsto,}')~ll. Tanto cosa sucedida como historie significan lo que el ladn historia, la cual se define como res (acta, y en tanto que es una "narracin-historia de un asumo sucedido significa las dos cosas en una

    41 E~ta extensin de la "Historie a los sucesos mismos

    o su decurso se conserva continuamente en el plano de los dicionarios alemanes, latino-alemanes o franco-alemanes de entonces. En la literatura historiogrfica, en cambio, ?asndose en el latn, que era la lengua de los eruditos, se Impone la definicin ciceroniana: La Historia, dice He-derich en 1711, es una narracin verdadera de cosas su-.::edidas42. Extremadamente raro sigui siendo, sin embar-go, un giro que apuntaba a la conexin misma de las cosas, }' ,que aparece en Leibniz: [ ... ] que ningn prncipe y nin. gun elector hace ms en el publico, y por tanto, participa m:s en la Universal Histori de este tiempo que el prncipe elector de Brandenburgo43.

    39. Cit. segn P. Geiger, Das WOrl ffGndnchre ... , cit., p. 15, con el plurallpico, almque tamhin con la nueva forma plural Geschichten.

    40. 1.. Didenbach, G/o$sari"", LArlno-GcnnJ.llicwH mediae el infi. mae aeta ti>, Frankfurt, 1857, p. 179.

    41. Vocabu/,Iriu$ incifens Tcutonicurn #II43. G. W. Leibniz. W','rk~, ~d. de A. Klopp, l.' saie, vol. 10, Han-nover, 1877, p. 33.

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    l\1ientras que la "Historia" permaneci relativamente inmune a su coloracin por la "historia, la transferencia, de sigmficados de Historia." a "historiji" se fue imp~H~kD1 do mucho ms rpida y profund.lment6,Ya Lutero aplica~ ba "hisrori a (Geschic ht e] en los dos sent'dos de aconteci-mIento y narracin. En una ocasin, incluso dentro de' la misma frase: ~Pero la historia. [geschichte] del rey David, la$ dos, la primera y la ltima, vase, estn escritas en las historias [geschichten] de Samuel,,44. En 1561, Josua Maaler registraba para Geschichte: una narracin orde-nada y una explicacin de cosas verdaderas, profundas y ocurridas, y aliado: Historias [Geschichten] y acciones. Acta 45. Por esta razn, en los ttulos de libros del SIglo XVII se suelen usar formas dobles como "Historie umVoder Geschichte von ... 46, con lo que se podra expresar que d contexto de acontecimientos y la narracin eran indistin-guibles, e incluso estaban convergiendcj\l final, no fue la palabra Historie, sino Geschichte la que fusion los dos campos semnticos en uno. El clebre ttulo de Wincke]-mann, Geschichte der Kunst des Altertums [Histona del arte de la Antigedad], pona en 1764 hasta tal punto los dos significados bajo un denominador comn47 que ya no es posible deducir de la palabra si el acento se halla en el campo de objetos narrado o en la exposicin. Desde me-diados del siglo, el rtulo Geschichte va desplazando cada vez ms a HIstorie de los ttulos de lo~ libros histricos48 ;

    44. M. Lutero, 1. Chnmologie 30, 19 Zde J. Eiselin, Donaueoc hingen, vol. 3, 1825 [ver,. esp., Hl5toria del arte en la Edad Antig/(l, Iberia, Barcelona, 1967].

    48. W. HcillSius, Aflgemeines BcherLexiko" oder voIl5tirdig(!$ A.J. phabetisches Veruicbnis der vOn 1700 bis zum Ende 1810 eroci:ene1 Bcher, Leipzig, '1812, vol. 2, pp. H 2 SS., 391 s.

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  • los escasos ttulos que llevan Historie son numricamente los mismos que los que llevan el plural Geschichten~;.

    Wincke1mann explicaba el concepto, que se perciba como una novedad, remitiendo especialmente a la imen-cin sistemtica que le guaba: "La historia del ano:: de la Antigedad que me propongo escribir aqu no es una mera narracin de la serie temporal y de los cambios que tuvie-ron lugar en la misma, sino que tomo la palabra historia LGeschichte] en el sentido amplio que tiene en la lengua griega, y es mI intencin producir un ensayo de un sistema doctr nal [Lehrgebade]..' o.

    De este modo nombraba Winckelmann la segunda fuente de la que se nutra el colectivo singular moderno. Pensar una "historia que /levara ms all de la narracin cronolgica de los c:tmblOs era un logro terico que haca desembocar !:t realidad de la hisroria en un sistema doc-trinal", sin el cual sera por completo Imposible reconocer la historia como algo ms que meros acontecimientos. La historia slo quedaba despejada en la reflexin sobre las historias individuales.

    En lo que se refiere a la historia de la palabra, la ,His-toria realizaba aqu el papel auxiliar, tal como ste haba sido pensado y definido continuamente por I:'!s numerosas doctrinas del arte y mtodo de la Historiografia a partir del humanismo. La "Historia, como doctrina o disciplina cientfica, ya haba podido aplicarse siempre de modo re-flexivo y sin referirse a un objeto. Desde Cicern, toda 1.1 ciencia de las historias individuales haba quedado subsu-mida bajo el trmino "historia: Historia mtlglStm l'tac~ l.

    49. Chr. G. K . y,er. Jnda lo(uf'lerom'l1U5 librorum. VolIstiindiges Bu,herLex;wn, OIrl,.llrt'l1d ;/II{ 'o" 17 50 bis zu Ende des lahres 1832 in Deut"hland "lid '1 dm ,>1g""I~rniien Lill1dern gedrnckten Bucher. Lelp-zig, vol. 2, 1 ~34. pp. 355 S.Id SlaaU". fmkfurt, 16B2. p. 1, prlogo.

    54. F. A. Pome~. Gr,md Dictio1lnaire Royal, t. 1, 1715, p. 485. 55. C. Rollill. Hi$larie aller Zeiun und V6Jcker, vol. 12 (trad. al. en Dre\den/L~ipzig. 174B), p. 221.

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  • bra alemana, segn nos explica quien nos refiere la anc-dota. Seguramente, conoca la palabra, pero no el sentido reflexivo que se halla contenido en el nuevo sustantivo colectivo singular56 En 1777, ya era posible entender de modo automtico que Iselin tuviera la intencin de "estu diar historia [Geschichte] y de convertirse en ~pro(esor de historia [Geschichte]57.

    Finalmente, en 1775, Adelung registraba el triunfo de la historia. La expresin tiene tres significados de igual rango, que ya no ha perdido desde entonces: ,,1. Lo que ha sucedido, una cosa sucedida [ ... J, 2. La narracin de esta historia o de los eventos acontecidos; la Historia [Historie] [ ... ] 3. El conocimiento de lo eventos acontecidos, la cien-cia de la historia; sin plural", "La historia [Geschichte] es la maestra fiable de la mora[", segn se explica en el ltimo punto. En el breve artculo sobre la "Historie aparecen las mismas definiciones, y Ade[ung aade: "Mas para todos estos significados, al menOS en [a escritura ms elegante, es ms usual el trmino alemn GeschichteS8,

    Ahora bien, esta constatacin, que Adelung, segura-mente, registraba con intenciones de poltica lingstica, podra interpretarse de modo puramente onamosiolgico, diciendo que el campo semntico de una palabra -"His-torie- hubiera sido asumido por otra palabra -Ce-schichte-. Peto la historia de la palabra ha mostrado que este tipo de convergencias eran posibles, e incluso usuales, desde la baja Edad Media. Tampoco es deciSIVO que Hto-rie se pudiera utilizar ahora en el sentido de Geschichte, como nos lo confirma la Deutsche Enzyklopiidre, a pesar

    56. Hofrat Bouiger, Erinnerungen an das litmlrische BN/in 1m Au-gU5t 1796, en ber/ieferungen zur Cesehieht/!, Literatur und Kunst der Vor- und Mitwe/t, ed. de F. A. Ebcrr, Drcsdw, 1827, vol. 2/1, p. 42.

    57. Ephemenaen de. Menschheit, ed. de 1. Iselin, 11. Stilck, 1777. pp. 122 S., nota.

    58. J. Chr. Adelung, Ver,,,,/',,., ~it,. vol. 2. pp. 600 S., 1210 s.

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    de algunas diferenciaciones eruditas.l9 (Lo dec,isivo era que' I ltimo tercio del siglo XVIll se traspaso un umbral en e .. ., d c;-

    Los tres planos: estado de cosas, exposlclo,n y. c~encla e ello, se ponen ahora bajo un concepto c~mun uOlca cO~lO "historia. Si consideramos todo el uso lexlco de ~nton\.es,

    trataba de la fusin de! nuevo concepto de realtdad de la se il ' -aban historia en general con las re! eXlQnes que enseno

    prl' mera vez a comprender real mente esta realidad. por h' . Formulado de un modo conciso, la u mona era una es-pecie de categora transcen~ental que apuntaba a la condl- . cin de posibilidad de las hlstonas. .' ,

    Cuando Hegel estableca que La hlstOTla reune en nuestra lengua [alemana.] tanto el lado subjetivo como el objetivo y significa tanto la hj~toria rerum gestarum como la res gestas misma'., no apreCiaba esto como algo que no fuera una contingencia exterior. Los hech~s y even~os rropiamente histricos, que dejaban traS de SI e~ espaclD, prl'vio a lo histrico, de los sucesos na!~rales, solo s~ ha-ban onginado, a la vez que su e1aboracl.on, en e! medIO de la narracin de historias60 Lo uno remite a lo otro, ~ a la inversa. O bien, tal como dira Droysen ms tarde, rehgan-do el modo de ser de la historia a la conciencia de ella: El saber de ella es ella misma,,61. .

    Venan asi a coincidir el nuevo concepto de una reail-dad con el nuevo concepto de reflexin. Epist~mol~i~amente, esta convergencia conduio a numerosas ImpreClslo-

    59. H. M. K6ster, art. Geschj;hc~ en Dmtsehe Encydp,di

  • nes }' faltas de claridad. Por esta razn, Niebuhr62 , y mu-chos otros despus de l, intentarm. volver a establecer

    diferencias_~ el uso de 13:_pjllabraJ Pero el hecho de que ,btOS esfUerzos rueranvanos nos muestra que la historia" i[Geschichtel, como concepto social y como concepto po[-i tico, realizaba algo ms o algo menos pero en todo caso I ", otra cosa: se convirti en el concepto englobador, supra-I cient~ico, ~ue obligaba a llevar la experiencia moderna de

    J una historia que acta por s miSnla a la reflexin de los I hombres que la ejecutan o la padecen. L-

    2. La historia como filosofa de la historia

    Hasta qu puma la nueva realidad de la historia en gene-ral" slo haba llegado a establecerse como concepto por medio de la reflexin, lo muestra la formacin paralela de la expresin Filosofa de la historia". El despejamiento de la .. historia como tal" coincidi en el tiempo con el surgi-miento de la filosofa de la historia. Quien utilice la nueva expresin: Filosofa de la historia, escribe Koster en 1790, en la Deutsche EnzyklopddiJ, ha de "advertir que sta no es una ciencia propiamente dicha y particular, como fcilmente podra creerse al ver la expresin por primera vez. Pues, en tanto que se trata de una parte ente-ra de la historia o de una ciencia histrica entera, nO e~ ms que la Historia [Historie] en s misma ... Ya la hisrorio-grafa pragmtica, que, dice, extrae conclusiones tanto de la experiencia propia como de la ajena, merece esre nom-bre, igual que la crtica histrica [historisc:he Critik], que ensea a distinguir la verdad de la probabilidad, y que por ello podra ser Barna da tambin "la lgica de la historia o la teora de la HIstoria". Registrando el uso lingstico, Koster compendiaba el nuevo hallazgo.

    62. B. G. Nieb.,hr, Geschichte des Zeitaltcrs der Revolution Ham-burg, 1845, vol. J, p. 4 L

    63. H. M. K,i;ter Hi,torie .. _", cit., p. 666.

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    Fue un logro de la filosofa de la Ilustracin el que la Historia como ciencia se desprendiese de la Retrica y de la filosofa moral que la flanqueaban, y se liberase de la teolo-ga y la jurisprudencia a las que se hallaba subordinada.

    No era en absoluto obvio el que la Historia, que hasta ese momento haba tratado de lo individual y panicular, de [o contingente, fuera capaz entrar en la .. Filosofa ... Mientras que los mtodos histrico-filolgicos y las cien-cia auxiliares se haban ido independizando ya desde el Humanismo. la Historia como tal no lleg a ser una cien-cia propiamente dicha hasta que no adquiri -en la "his-toria en general,,- un nuevo campo de experiencia. A partir de entonces, pudo dejar despejado tambin el "do-minio especfico de sus objetos b La formacin de la filoso-fa de la hisroria es e[ indicio de este proceso. Fueron tres los pasos que condujeron a ello: la reflexin esttica, la moralizacin de [as historias y la formacin de hiptesis, que intentaba superar la interpretacin teolgica de la his-toria con el recurso a una historia