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Hosp Aeronáut Cent 2012; 7(2): 95-104 Revista del Hospital Aeronáutico Central 95 Hallazgos hematológicos en sangre periférica para sospecha diagnóstica y seguimiento del paludismo Hematological findings in peripheral blood for diagnosis and monitoring of malaria Bioq. Rocío Victoria Lanaro* , Bioq. María Cristina Visintini** Lugar de Trabajo: Sección Hematología, Servicio de Laboratorio, Hospital Aeronáutico Córdoba, Córdoba Capital. * Bioquímica, especializando de la Especialidad Estructurada en Hematología, Facultad de Ciencias Químicas, U.N.C. ** Bioquímica Especialista Resumen Introducción: El Paludismo o la Malaria es una Histohemoparasitosis, causada por Protozoos del género Plasmodium, usando como vector a los mosquitos del género Anopheles Es la endemia de origen parasitario más importante del mundo, distribuída por diversos países del mundo, incluyendo Argentina. Las alteraciones clínicas se ven reflejadas en diversos cambios bioquímicos durante el curso de la infección. El método diagnóstico más usado y difundido mundialmente sigue siendo el de la Gota Gruesa. Material y Método: En el presente trabajo se estudiaron 40 muestras de sangre anticoagulada con EDTA-K3 de varones adultos, sin comorbilidades asociadas, de diversas nacionali- dades, residentes temporarios en Puerto Príncipe, Haití, con diagnóstico de Paludismo. Se analizaron estadísticamente los recuentos celulares y la concentración de hemoglobina al diagnóstico y antes del alta médica, también, se usó un grupo de controles normales. Resultados: Se observó una significativa disminución de los recuentos tanto leucocitarios como plaquetarios en los pacientes al momento del diagnóstico con respecto a un grupo en iguales condiciones, pero sin la infección (controles normales). Discusión: Dichos valores comienzan a aumentar conforme avanza el tratamiento y la negativización de la gota gruesa, pero, en los hemogramas antes del alta, aún siguen siendo significativamente menores con respecto a los de los controles normales. En un subgrupo con la mayor positividad para la gota Abstract Introduction: Malaria is an Histohemoparasitosis, caused by protozoa of the Plasmodium genus , using Anopheles mosquitoes as vectors. It's the world's largest endemic parasitosis, distributed on different countries, including Argentina. The clinical changes are reflected in various biochemical changes during the course of infection. The most commonly used diagnostic method and worldwide spreaded is still the thick gout. Methods: In this paper we studied 40 blood samples anticoagulated with EDTA-K3 of male adults, without comorbidities, from different nationalities, temporary residents in Port au Prince, Haiti, with Malaria diagnosis. Statistically analyzed cell counts and hemoglobin concentration at moment of diagnosis and prior to discharge also using a group of normal controls. Results: There was a significant decrease in both leukocyte and platelet counts when diagnosed compared with normal controls. Discussion: These values start to increase as treatment progresses and the thick gout becomes negative, but before discharge, blood counts are still significantly lower compared to normal controls. In a subgroup with higher positivity of the thick gout, we observed even lower platelet counts related to those with less positive test. Conclusions: These patterns identified in patients with Plasmodium infection, may be useful, along with other complementary parameters, to suspect diagnosis of malaria even before thick gout examination. Keywords: Malaria. Plasmodium. Thick gout

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Hosp Aeronáut Cent 2012; 7(2): 95-104

Revista del Hospital Aeronáutico Central 95

Hallazgos hematológicos en sangre periférica para sospecha diagnóstica y

seguimiento del paludismo

Hematological findings in peripheral blood for diagnosis and monitoring of malaria

Bioq. Rocío Victoria Lanaro* , Bioq. María Cristina Visintini**

Lugar de Trabajo: Sección Hematología, Servicio de Laboratorio, Hospital Aeronáutico Córdoba, Córdoba Capital.

* Bioquímica, especializando de la Especialidad Estructurada en Hematología, Facultad de Ciencias Químicas, U.N.C.

** Bioquímica Especialista

Resumen

Introducción: El Paludismo o la Malaria es una

Histohemoparasitosis, causada por Protozoos del género

Plasmodium, usando como vector a los mosquitos del género

Anopheles

Es la endemia de origen parasitario más importante del mundo,

distribuída por diversos países del mundo, incluyendo Argentina.

Las alteraciones clínicas se ven reflejadas en diversos cambios

bioquímicos durante el curso de la infección. El método

diagnóstico más usado y difundido mundialmente sigue siendo el

de la Gota Gruesa.

Material y Método: En el presente trabajo se estudiaron 40

muestras de sangre anticoagulada con EDTA-K3 de varones

adultos, sin comorbilidades asociadas, de diversas nacionali-

dades, residentes temporarios en Puerto Príncipe, Haití, con

diagnóstico de Paludismo. Se analizaron estadísticamente los

recuentos celulares y la concentración de hemoglobina al

diagnóstico y antes del alta médica, también, se usó un grupo de

controles normales.

Resultados: Se observó una significativa disminución de los

recuentos tanto leucocitarios como plaquetarios en los pacientes

al momento del diagnóstico con respecto a un grupo en iguales

condiciones, pero sin la infección (controles normales).

Discusión: Dichos valores comienzan a aumentar conforme

avanza el tratamiento y la negativización de la gota gruesa, pero,

en los hemogramas antes del alta, aún siguen siendo

significativamente menores con respecto a los de los controles

normales. En un subgrupo con la mayor positividad para la gota

Abstract

Introduction: Malaria is an Histohemoparasitosis, caused by

protozoa of the Plasmodium genus , using Anopheles mosquitoes

as vectors. It's the world's largest endemic parasitosis, distributed

on different countries, including Argentina.

The clinical changes are reflected in various biochemical changes

during the course of infection. The most commonly used

diagnostic method and worldwide spreaded is still the thick gout.

Methods: In this paper we studied 40 blood samples

anticoagulated with EDTA-K3 of male adults, without

comorbidities, from different nationalities, temporary residents in

Port au Prince, Haiti, with Malaria diagnosis. Statistically analyzed

cell counts and hemoglobin concentration at moment of diagnosis

and prior to discharge also using a group of normal controls.

Results: There was a significant decrease in both leukocyte and

platelet counts when diagnosed compared with normal controls.

Discussion: These values start to increase as treatment

progresses and the thick gout becomes negative, but before

discharge, blood counts are still significantly lower compared to

normal controls. In a subgroup with higher positivity of the thick

gout, we observed even lower platelet counts related to those

with less positive test.

Conclusions: These patterns identified in patients with

Plasmodium infection, may be useful, along with other

complementary parameters, to suspect diagnosis of malaria even

before thick gout examination.

Keywords: Malaria. Plasmodium. Thick gout

Hallazgos hematológicos en sangre periférica para sospecha diagnóstica y seguimiento de paludismo

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gruesa, se observa una media aún menor del recuento

plaquetario con respecto a los que presentan menor positividad.

Conclusiones: Estos patrones que se han identificado en

pacientes con infección por Plasmodium, podrían ser útiles, junto

con otros parámetros complementarios, para sospechar el

diagnóstico de Paludismo aún antes del examen

hemoparasitológico de la gota gruesa.

Palabras clave: Paludismo. Malaria. Plasmodium. Gota Gruesa.

Anemia hemolítica.

Recibido: 29 de Octubre de 2012. Aceptado: 20 de Noviembre de 2012.

Correo electrónico: [email protected].

Introducción

El Paludismo o la Malaria es una Antropozoonosis

parasitaria, clasificada como una Histohemo-

parasitosis12. Esta patología es causada por

Protozoos, Esporozoos del género Plasmodium,

que son transmitidos en la naturaleza por

mosquitos hembras, del género Anopheles12. La

Malaria es producida por cuatro especies de

Plasmodium: P. vivax, P. falciparum, P. malariae

y P. ovale2.

Actualmente, el Paludismo es la endemia de

origen parasitario más importante del mundo, es

responsable del 2,3% del total de enfermedades.

Además, aproximadamente el 50% de la

población, distribuidos en mas de 100 países,

está en riesgo de infección11.

Según el “Informe mundial sobre el paludismo

2011”, realizado por la Organización Mundial de

la Salud (O.M.S.) en el año 2010 se produjeron

216.000.000 de casos clínicos y 655.000

defunciones, lo que representa una disminución

del 25% de la población mundial desde el año

2000, y un 33% de estas muertes corresponde a

la región africana. La mayoría de los

fallecimientos fueron de niños que vivían en

África, donde cada minuto muere un niño de

Paludismo, y la enfermedad es responsable de un

22% de las muertes infantiles.

Es importante destacar que las embarazadas y

los niños menores de 5 años constituyen uno de

los principales grupos de riesgo.

Esta parasitosis está distribuida en África

subsahariana (en la cuál se registra el mayor

número de casos clínicos en el mundo y la mayor

cantidad de muertes infantiles debido al

Paludismo), Subcontinente Indio, Sudeste

Asiático, en otras zonas, como Papua, Nueva

Guinea, América Central, América Latina,

sobretodo en el Amazona Sudamericana.

Con respecto a la importancia en Argentina, se

reconocen en la actualidad dos áreas palúdicas:

una de ellas en la región del noroeste argentino

(NOA), afectando principalmente a las provincias

de Salta y Jujuy con características endémicas y

la otra en el noreste (NEA) en la provincia de

Misiones en donde es epidémico, siendo el

agente etiológico predominante en el país el P.

vivax1. Es importante conocer que el Paludismo

existe en Argentina, tanto casos autóctonos como

los producidos por viajeros que llegan infectados

desde el exterior, es de interés nacional y de

denuncia obligatoria, ley Nº 22.585, decreto

3550/40.

Lanaro et al, Hosp Aeronáut Cent 2012; 7(2): 95-104

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La forma de presentación aguda del Paludismo,

se manifiesta en general por la primoinfección,

que se caracteriza clínicamente por el acceso

palúdico (escalofríos, fiebre y sudoración), el cuál

se repite periódicamente (dependiendo ésa

periodicidad del Plasmodium que esté

involucrado), anemia y esplenomegalia en la

mayoría de los casos, con un período de

incubación que dura entre 8 a 25 días. Los casos

de paludismo más graves, con mayor capacidad

de provocar el deceso, se deben a P. falciparum y

la evolución de la forma aguda si no es

diagnosticada y tratada a su debido tiempo,

tiende a la cronicidad y a las recidivas3. Además,

ésta especie es el responsable de las mayores

tasas de morbilidad y mortalidad en el mundo2.

La forma crónica de la patología involucra un

compromiso del estado general, disminución de

peso, episodios irregulares de fiebre,

hepatomegalia, esplenomegalia, anemia de tipo

crónica e infecciones recurrentes.

El parásito se reproduce asexualmente en el

hombre y presenta dos ciclos: el exoeritrocitario

(hepático) y el eritrocitario (sanguíneo). Por lo

general los Plasmodios luego de cumplir su fase

hepática siguen la eritrocítica, pero en los casos

de P. vivax y P. malariae, algunos elementos

parasitarios quedan en el hepatocito cumpliendo

su ciclo esquizogónico tisular en forma muy lenta

y éstos serían los responsables de las recidivas.

La anemia hemolítica adquiere mucha

importancia ya que el parásito penetra en el

eritrocito, facilitando así su lisis posterior o la

fagocitosis por el SMF. Tras la picadura, la

penetración en el glóbulo rojo se produce

mediante endocitosis, previa unión entre el

plasmalema y la banda 3 (proteína integral) de la

membrana eritrocitaria, el mecanismo fisiopatoló-

gico de la hemólisis es la rotura o el estallido del

eritrocito a consecuencia de la multiplicación del

Plasmodium en su interior14. Se ha demostrado

que para que se produzca el egreso del parásito

desde el glóbulo la membrana del eritrocito debe

sufrir un proceso de “curvatura” o “enrutamiento”

inducida por el mismo parásito9. Algunos defectos

congénitos del eritrocito (eliptocitosis hereditaria,

hemoglobinopatía S, talasemias, aumento de

hemoglobina fetal y deficiencia de glucosa-6-

fosfato-deshidrogenasa), impiden el desarrollo del

ciclo eritrocítico, por lo que evitan así la infección,

ello explica la prevalencia de estos trastornos

genéticos en áreas geográficas en donde la

Malaria es o ha sido endémica7.

La anemia hemolítica, a veces cursa con índices

hematimétricos alterados y en el frotis de sangre

periférica se puede observar anisocitosis,

poiquilocitosis, policromatofilia, punteado basófilo,

las granulaciones en los eritrocitos propias de

cada tipo de Plasmodium, y menos frecuente-

mente, anillos de Cabot, cuerpos de Howell Jolly

y eritroblastos. Los factores que pueden agravar

el cuadro anémico pueden ser la inhibición de la

eritropoyesis, aparición de anticuerpos contra el

parásito, o contra el medicamento utilizado para

tratar el Paludismo, y, si el paciente es portador

de deficiencia de glucosa-6-fosfato-deshidroge-

nasa, la administración de antipalúdicos puede

ocasionar una hemólisis aguda. De todas

maneras la intensidad del cuado anémico

depende las características biológicas del

parásito. Así la infección por P. falciparum va

acompañada de anemia más marcada ya que

éste invade tanto eritrocitos jóvenes como

maduros. Por el contrario, P. vivax y P. ovale que

invaden sólo los jóvenes, o P. malariae que ataca

Hallazgos hematológicos en sangre periférica para sospecha diagnóstica y seguimiento de paludismo

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a los más maduros, se acompañan de una

anemia menos intensa.

Otros cambios hematológicos que también se

pueden observar son reticulocitosis, leucocitosis

al inicio de la infección que luego deriva en

leucopenia y a veces desviación a la izquierda,

hay trombocitopenia (como también la

concentración sanguínea de algunos factores de

coagulación puede estar disminuida).

Además se ha comprobado que existen muchos

otros cambios a nivel sanguíneo durante el curso

de la infección, como disminución de algunas

proteínas o aumento de inmunomoduladores,

entre otros, como por ejemplo en niños infectados

se observa una disminución tanto de ApoA1 como

de Albúmina, y un aumento de Interleucina 105.

La anemia hemolítica, que es una de las

consecuencias más importantes de ésta

infección, es el resultado de la inestabilidad

elástica de la membrana del eritrocito infectado,

esta inestabilidad la produce el mismo Plasmodio

como otros cambios que ocurren en el glóbulo

rojo durante su ciclo eritrocítico9.

Como en todas las enfermedades transmisibles,

en el Paludismo es importante el triple

diagnóstico: clínico, epidemiológico y de

laboratorio, pero el diagnóstico confirmatorio se

hace mediante la técnica de la “gota gruesa”,

examen hemoparasitológico necesario para el

diagnóstico certero de Malaria12,15.

A pesar de que se han desarrollado nuevos

métodos de diagnóstico como por ejemplo

pruebas inmunocromatográficas, basadas en la

captura de antígenos del Plasmodium, la gota

gruesa se sigue usando como prueba patrón de

oro para la confirmación diagnóstica en el

laboratorio, ya que en manos de personal

adecuadamente entrenado permite detectar hasta

diez parásitos/μL de sangre (98% de

sensibilidad)2.

Además, dependiendo del nivel de parasitemia

del infectado pueden identificarse los parásitos en

el frotis de sangre periférica coloreado con May

Grünwald-Giemsa.

Todo paciente febril que proviene de un área con

transmisión palúdica, debe ser sometido a un

examen hemoparasitológico.

Material y Método

Se analizaron 40 muestras de pacientes varones

militares, con diagnóstico de paludismo, de entre

20 y 52 años, residentes temporarios en Puerto

Príncipe, Haití, sin comorbilidades asociadas

(corroborado mediante exámenes de tipo pre-

ocupacionales, antes de viajar), de diversas

nacionalidades, Brasil, Haití, Uruguay, Filipinas,

EEUU, India, Suecia y Argentina, enviados por la

Organización de Naciones Unidas (O.N.U.) en

misión de paz, cumpliendo diversas tareas. Los

pacientes residieron durante un tiempo que varió

entre 6 a 12 meses en Haití, país que presenta un

alto índice de infectados, y en donde el tipo de

Plasmodium que predomina es el P. falciparum,

por lo que la mayoría de casos de Malaria se

deben a este agente10. Se utilizaron también 40

muestras de pacientes sanos en iguales

condiciones (varones militares en misión de paz,

del mismo rango etario y de diversas

nacionalidades) a modo de controles normales.

Los pacientes estudiados, al presentar clínica

sospechosa de paludismo fueron derivados al

Laboratorio del Hospital Reubicable Argentino

ubicado en Puerto Príncipe en donde se les

realizó un citológico completo (muestras

procesadas por el contador hematológico

“Coulter-Beckam 5 diff actm o.v”) y un examen

Lanaro et al, Hosp Aeronáut Cent 2012; 7(2): 95-104

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hemoparasitológico el cual consistió en la

búsqueda del parásito en sangre periférica a

través del análisis diagnóstico de Malaria, la “gota

gruesa”, que al resultar positiva fueron internados

y tratados en ese nosocomio hasta su alta

médica.

Se compararon mediante tests estadísticos por el

programa informático Infostat®, (versión 2010) los

recuentos leucocitarios y plaquetarios, como así

también la concentración de hemoglobina de los

pacientes infectados tanto del primer hemograma

realizado al diagnóstico, como el último registrado

antes del alta médico con controles normales y

entre iniciales y últimos.

Los pacientes infectados por Plasmodium fueron

internados en el Hospital Reubicable Argentino en

Puerto Príncipe, en donde se siguió el siguiente

protocolo de tratamiento médico:

Primera dosis de 100 mcg de Doxiciclina junto

con una carga de 600 mg de Cloroquina. Luego a

las 6 hs se les administró una dosis de 300 mg de

Cloroquina y al día siguiente una dosis de

mantenimiento de 300 mg/día durante 5 días.

Mientras que la administración de Doxiciclina fue

de 100 mcg/12 hs durante 7 días.

En algunos casos en los que se observó alergias,

recidiva o resistencia al tratamiento anterior se

administró iguales dosis de Doxiciclina, pero se

cambió la Cloroquina por la droga Artesunate, la

cual se les dio una dosis inicial de 300 mg al

primer día y luego 100 mg/dia durante 5 días.

Y en todos los casos, se mantuvo al paciente con

dieta, hidratación parenteral con solución

fisiológica, protección de la mucosa gástrica (con

Omeprazol o Ranitidina), y siempre protegido con

mosquitero hasta negativizar el exámen de gota

gruesa. El tiempo de internación de cada paciente

fue variable, según su evolución particular, pero la

media del grupo fue de 6 días de internación.

Antes de realizar las comparaciones, se aplicaron

a los grupos muestrales una prueba para verificar

la normalidad en la distribución de los datos, para

ello se usó Shapiro Wilks (modificado) y luego, en

los casos en los cuales se demostró normalidad

se usó la Prueba T-Student para muestras

independientes, en donde no existió normalidad

se usó el Test No Paramétrico para muestras

independientes Wilcoxon (Mann Whitney). Los

valores de referencia empleados para analizar los

datos serán los que se establecen en el Manual

de la Organización Mundial de Salud (OMS), para

varones adultos sanos. Se consideró

estadísticamente significativo un valor de p<0,05.

Resultados

Concentración de hemoglobina

La concentración de hemoglobina tanto del grupo

de pacientes en el momento del diagnóstico como

la del grupo de controles normales presentaron

una distribución normal, Prueba Shapiro Wilks

p>0,05. Por lo tanto se aplicó el Test T,

obteniéndose los valores incluidos en la tabla 1.

Tabla 1: Resultados del Test T, usando un nivel de confianza

del 95%, p bilateral.

Grupo n Concentración

de hemoglobina

(g/dl)

p Resultado

inicial 40 14,93 ± 1,33

control 40 14,75 ± 1,13

>0,05 No

significativo

Como resultado se obtuvo que no hay diferencias

significativas (p>0,05) entre los valores de

concentración de hemoglobina entre el grupo de

hemogramas iniciales con respecto al grupo

control.

Al comparar la concentración de hemoglobina del

último hemograma realizado con la del grupo de

Hallazgos hematológicos en sangre periférica para sospecha diagnóstica y seguimiento de paludismo

100

controles normales, ambos presentaron una

distribución normal, Prueba Shapiro Wilks p>0,05.

Al realizar el Test T, se obtuvieron los valores de

la tabla 2, en donde se demuestra que la

concentración de hemoglobina del último

hemograma es significativamente menor (p<0,05)

a la de los controles normales.

Tabla 2: Resultados del Test T, usando un nivel de confianza

del 95%, p bilateral.

Grupo n Concentración de

hemoglobina (g/dl)

p Resultado

final 40 14,03 ± 1,27

control 40 14,75 ± 1,13

<0,05 Significativo

Finalmente se compararon las concentraciones

de hemoglobina al inicio y al final, y como ambos

grupos mostraron normalidad en la distribución de

sus datos, se les aplicó el Test T para muestras

independientes (tabla 3) en la que se observa que

hay una disminución en la media final de 0,90 g/dl

con respecto a la media inicial, y además esta

baja en la concentración de hemoglobina es

significativa (p<0,05). Ver gráfico 1.

Gráfico 1: Gráficos de caja, en donde se muestra en el eje “Y”

la concentración de hemoglobina para los dos grupos, en

donde, el grupo “i”: concentración inicial de hemoglobina y el

grupo “f”: concentración de hemoglobina al último hemograma

registrado.

Tabla 3: Resultados del Test T, usando un nivel de confianza

del 95%, p bilateral.

Grupo n Concentración

de

hemoglobina

(g/dl)

p Resultado

inicial 40 14,93 ± 1,33

final 40 14,03 ± 1,27

<0,05 Significativo

Recuento leucocitario

El recuento de leucocitos del grupo de pacientes

en el momento del diagnóstico presentó

normalidad en la distribución de sus datos,

Shapiro Wilks p> 0,05, pero el grupo control

presenta un sesgo en su distribución, p<0,05. Por

lo tanto se aplicó un test no paramétrico,

Wilcoxon para muestras independientes. Los

resultados (tabla 4) demuestran que el recuento

de leucocitos de los pacientes al inicio del

diagnóstico es significativamente menor al del

grupo control (p< 0,05).

Tabla 4: Resultados del Test Wilcoxon, para un nivel de

confianza del 95%, p bilateral

Grupo n Recuento

leucocitario

(células/mm3)

p Resultado

control 40 7112,50

±1541,76

inicial 40 4602,50

±1580,41

<0,05 Significativo

El grupo de pacientes del último hemograma

presentó normalidad en la distribución del

recuento leucocitario, Shapiro Wilks p> 0,05, pero

como el grupo control presenta un sesgo también

se aplicó un test no paramétrico, Wilcoxon para

muestras independientes. Los resultados (tabla 5)

demuestran que el recuento de leucocitos de los

pacientes al último hemograma es

significativamente menor al del grupo control

(p<0,05).

Lanaro et al, Hosp Aeronáut Cent 2012; 7(2): 95-104

Revista del Hospital Aeronáutico Central 101

Tabla 5: Resultados del Test Wilcoxon, para un nivel de

confianza del 95%, p bilateral

Grupo n Recuento

leucocitario

(células/mm3)

p Resultado

control 40 7112,50 ±1541,76

final 40 5682,50 ±1976,64

<0,05 Significativo

Por último se compararon los recuentos

leucocitarios al inicio del diagnóstico y al último

hemograma realizado antes del alta médica,

como ambos grupos presentan distribución

normal en el recuento, se realizó el Test T

Student para muestras independientes,

obteniéndose los resultados expuestos en la tabla

6.

Tabla 6: Resultados del Test T, para un nivel de confianza del

95%, p bilateral.

Grupo n Recuento

leucocitario

(células/mm3)

p Resultado

inicial 40 4602,50

±1580,41

final 40 5682,50

±1976,64

<0,05 Significativo

El recuento de glóbulos blancos del grupo inicial

es significativamente menor al del grupo final (p<

0,05), y la diferencia entre ambas medias es de

1080 leucocitos/mm3. Ver gráfico 2.

Recuento plaquetario

El recuento de plaquetas del grupo de pacientes

control presentó normalidad en la distribución de

sus datos, Shapiro Wilks p> 0,05, pero el grupo

inicial no. Por lo tanto se aplicó un test no

paramétrico, Wilcoxon para muestras

independientes. Los resultados (tabla 7)

demuestran que hay una disminución significativa

en el recuento de plaquetas del grupo del

hemograma realizado al diagnóstico con respecto

al recuento del control p<0,05.

Gráfico 2: Gráficos de caja, en donde se muestra en el eje “Y”

el recuento leucocitario para los dos grupos, en donde, el

grupo “i”: recuento leucocitario al diagnóstico y el grupo “f”:

recuento leucocitario antes del alta médica.

Tabla 7: Resultados del Test Wilcoxon, para un nivel de

confianza del 95%, p bilateral.

Grupo n Recuento

plaquetario

(unidades/mm3)

p Resultado

control 40 266875,00

±70342,82

inicial 40 114050,00

±62978,61

<0,05 Significativo

Si bien el grupo control presentó normalidad en la

distribución de sus valores, pero al no presentar

lo mismo el grupo del último hemograma hecho

previo al alta también se debió utilizar el Test

Wilcoxon para muestras independientes (tabla 8),

el que demostró que existe una disminución

significativa de la media del grupo final con

respecto al grupo control (p<0,05).

Tabla 8: Resultados del Test Wilcoxon, para un nivel de

confianza del 95%, p bilateral.

Grupo n Recuento

plaquetario

(unidades/mm3)

p Resultado

control 40 266875,00

±70342,82

final 40 210575,00

±114078,00

<0,05 Significativo

Hallazgos hematológicos en sangre periférica para sospecha diagnóstica y seguimiento de paludismo

102

Finalmente al comparar los valores de los

recuentos plaquetarios entre los grupos de

muestras iniciales y finales se tuvo que utilizar

Wilcoxon, ya que, como se nombró anteriormente

ambos grupos mostraron sesgo en su

distribución. Los resultados obtenidos están

expresados en la tabla 9 y muestran diferencias

significativas. El grupo inicial presenta una media

significativamente menor que el grupo final

(p<0,05). La diferencia entre ambos grupos es de

96525/mm3. Ver gráfico 3.

Tabla 9: Resultados del Test Wilcoxon, para un nivel de

confianza del 95%, p bilateral.

Grupo n Recuento

plaquetario

(unidades/mm3)

p Resultado

inicial 40 114050,00

±62978,61

final 40 210575,00

±114078,00

<0,05 Significativo

Gráfico 3: Gráficos de caja, en donde se muestra en el eje “Y”

el recuento plaquetario para los dos grupos, donde el grupo“i”:

recuento plaquetario al diagnóstico, y el grupo“f”: recuento

plaquetario antes del alta médica.

Relación con el examen de la Gota Gruesa

Del total de los pacientes (n=40) que resultaron

con el examen de gota gruesa positiva, siete (7)

de ellos presentaron de 3 a 4 cruces de

positividad, luego de analizar los recuentos

plaquetarios y leucocitarios, como también la

concentración de hemoglobina de este subgrupo

se obtuvieron los siguientes resultados:

Variable: Recuento plaquetario. Media:

66428,57. Desviación estándar: 39152,94.

Media del grupo inicial: 114050,00. Desviación

estándar: 62978,61.

Variable: Recuento leucocitaro. Media:

5528,57. Desviación estándar: 1411,52.

Media del grupo inicial: 4602,50. Desviación

estándar: 1580,41.

Variable: Concentración de hemoglobina.

Media: 14, 61. Desviación estándar: 1,46.

Media del grupo inicial: 14,93. Desviación

estándar: 1,33.

Al comparar dichos resultados del subgrupo con

las respectivas medias de los hemogramas al

inicio del diagnóstico se puede concluir que: las

medias de las variables concentración de

hemoglobina y recuento de plaquetas son

inferiores en el subgrupo, pero la media del

recuento leucocitario ha sido mayor que la

respectiva del grupo inicial.

Fotografía de un frotis de sangre periférica de uno de los

pacientes que presentaba 4 cruces de positividad para la gota

gruesa. Aquí se puede observar (flecha) un eritrocito con dos

Plasmodium en su interior

Discusión y Conclusiones

Con respecto a la concentración de

hemoglobina: sólo se observan una disminución

Lanaro et al, Hosp Aeronáut Cent 2012; 7(2): 95-104

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significativa del grupo del último hemograma

realizado antes del alta médica con respecto al

grupo control normal y al grupo del hemograma al

diagnóstico, esto nos hace suponer que, por más

que se conoce que el parásito produce una

ruptura del eritrocito tras su liberación, ésta no se

ve reflejada en la disminución de la concentración

de la hemoglobina al diagnosticar la patología, o

por lo menos, al momento del diagnóstico de este

grupo no ha alcanzado a disminuir lo suficiente

como para manifestarse como una anemia. Con

respecto a la disminución de la media en el grupo

final comparada con la de los otros dos grupos,

se podría suponer que estos pacientes tras sufrir

varios días de internación, con la consecuente

hidratación parenteral (que puede llegar a

provocar hemodilución), tratamiento con

antiparasitario y el mismo proceso infeccioso que

causa la patología, ocasionó una baja en la

concentración, que claramente, debido a los

factores anteriores, no puede afirmarse que sea a

causa de la hemoparasitosis. Con respecto al

tratamiento, se conoce que la Cloroquina posee

como uno de sus efectos adversos muy poco

frecuente (pero aún así hay que mencionarlos)

trombocitopenia, agranulocitosis y anemia

aplásica (8 y 13). También se ha reportado en el

caso de la Doxiciclina, anemia hemolítica,

trombocitopenia, neutropenia y eosinofilia, como

con cualquier tetraciclina (4 y 13).

Con respecto al recuento leucocitario: se

demostró una disminución significativa al inicio

del diagnóstico con respecto a los controles

normales y también esta disminución fue

significativa con respecto al recuento del

hemograma final.

Si bien el recuento de glóbulos blancos del grupo

final también fue significativamente menor con

respecto al grupo de controles normales, fue

significativamente mayor con respecto al grupo

inicial, con lo que se puede concluir que al inicio

del diagnóstico los pacientes presentan una

disminución significativa de leucocitos, respecto a

un no infectado, pero que, tras el tratamiento e

internación éste número comienza a aumentar al

cabo de unos días, tendiendo a normalizarse

(conforme se comienza a negativizar el examen

de la gota gruesa), aunque al último hemograma

antes del alta, aún hay una disminución

significativa del recuento respecto a la media de

los controles normales.

Con respecto al recuento plaquetario: sucede

lo mismo que se observa en el recuento

leucocitario, hay una disminución significativa del

recuento de plaquetas en el hemograma

diagnóstico con respecto al grupo control normal.

El recuento del grupo final también presenta una

disminución significativa con respecto al grupo

control, pero comparado con el inicial, el final

muestra un aumento significativo. Por lo tanto,

también se puede afirmar que la baja en el

recuento plaquetario es significativa al momento

del diagnóstico, pero que tras el tratamiento,

internación y la consiguiente progresiva

negatividad de la gota gruesa, comienza a

normalizarse, aunque aún al último hemograma

registrado es significativamente menor que el de

los controles normales.

También se puede establecer una relación entre

la positividad del examen de la gota gruesa con

respecto al recuento plaquetario y a la

concentración de hemoglobina.

En un subgrupo (tomado del grupo total de 40

muestras de hemogramas positivos para la gota

gruesa, o denominados aquí, grupos iniciales) de

7 muestras con entre 3 y 4 cruces de positividad,

Hallazgos hematológicos en sangre periférica para sospecha diagnóstica y seguimiento de paludismo

104

se observa una disminución de la media del

recuento plaquetario y de la concentración de

hemoglobina con respecto a las medias del grupo

total de infectados al momento del diagnóstico.

La disminución en la concentración de

hemoglobina de este subgrupo fue sólo un 2 %

menor que la media del grupo de hemogramas al

diagnóstico, la disminución en el recuento

plaquetario fue muchos mayor, de un 42% menor,

mientras que el recuento de leucocitos fue un

20% mayor con respecto al grupo inicial. Por lo

que se podría concluir que, particularmente, en

este subgrupo, si se observa una disminución

tanto del recuento plaquetario, como de la

concentración de hemoglobina que coincide con

un aumento de la parasitemia, pero que se ve

más afectada la cantidad de plaquetas que la

hemoglobina, y en el recuento de glóbulos

blancos no se observó ninguna relación en este

sentido.

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