General_Baden_Powell[1].pdf

84
AsOCIACION DE LOS BOY SCOUTS DE CHILE GENERAL BADEN POWELL POR MILOS B. DVORAK SANTIAGO DE CHILE IMPRENTA LAGUNAS TEATINOS 58 Y 66 1928

Transcript of General_Baden_Powell[1].pdf

  • AsOCIACION DE LOS BOY SCOUTS DE CHILE

    GENERAL

    BADEN POWELL P O R

    M I L O S B. D V O R A K

    SANTIAGO DE CHILE I M P R E N T A L A G U N A S

    TEATINOS 58 Y 66 1 9 2 8

  • Al Comisionado General

    de los Boy Sr,outs de Chile,

    Don Ernesto Valenzuela B. como homenaje a sus

    virtudes scoutivas

    y, en particular, como

    reconocimiento a sus

    inapreciables servicios

    personales.

    M. B. D.

  • 1

    JUVENTUD

    E RA el da 22 de Febrero de 1857.. . N ~ i n a de las inuchas calles silenciosas de la ilietropoli sobre el Rio Timesis, abri siis ojos por

    priluera vez iin nuevo ciiidadano del Gran Iinperio Britnico; tin pequeo nio, al cual el Destino le ha fijado el calnino de la vida lleno de aventuras, y de las grandes acciones mis nobles y tiles para la Hu- manidad.

    Naci Robert Raden Powell, ftituro hroe y or- g-~illo del Ejrcito Britnico, bienhechor de iiiillones de almas jovenes y tan conocido Jefe SCOLL~ M ~ i n - dial.

  • El padre del pequeo Robert era el Rev. Ph. Dr. Baclen Powell, de la Universidad de Oxford, co- nocido cientfico y escritor ingls; su esposa (madre de Roberto) era hija del almirante W. H. Smith.

    Londres y toda Inglaterra en ese tiempo eran una sombra de lo que es hoy. No haba ni autom- viles. ni tranvas, ni subterrneos y muy pocos tre- nes; el pueblo londiiiense ha vividoen paz y tran- quilidad entre SLIS lmites morales y materiales.

    As han pasado tres aos ... y lleg el da en que Ro bert Stephensoz Snzitlz Baden Powell, coi110 es el completo nombre del nio, perdi su padre. Su mzdre por no necesitar mas una casa tan gran- de ,y, tal vez, por no tener diariamente vivos y do- lorosos recuerdos del fallecit~iiento de su esposo, se traslad a otra casa al Sur de Hyde Park, donde Robcrt ha pasado la inayor parte de su juventud, en co~iipaa de sus hermanos, recibiendo las cari- cias del dulce y ardiente hogar maternal.

    La madre que consagr su vida a la educacin de sus nios, fii la primera maestra de Robert. Y solamente cuando el nio cuinpli los 8 aos fu enviado a una de las escuelas cercanas.

    La casa de la seora Baden Powell era un 110- gar hospitalario y conocido por los muchos amigos de la familia entre los cuales haba grandes hombres de ese tiempo. Hay que nombrar en primer lugar al padrino de Robert, el clebre ingeniero R. Steplicn- son; Johri Rusltin y el famoso poeta Thackeray, e x .

    No hay duda que la influencia de ellos di Is~ienos frutos en el alma de Robert.

  • Ruskin descubri la tendencia del chico hacia el dibujo y dedic su tiempo libre para dirigirlo y entusias~i~ar l~ en este arte; el poeta tenia gran in- fluencia en el escondido talento de1 futuro escritor. y ciiando el joven abandon la Escuela de Tun- bridge Wells, el Director de ella declar a la feliz inadre que .en la escuela no ha habido un muclia- cho tan inteligente como ste..

    En el ao 1871, a la edad de 14 aos Robert recibi &stipenn (beca) del vizconde de Marlborougl~ para estudiar en la escuela de Charterhouse. Esta escuela era un convento que fu transforrrlado en los aos 1610 al 1613 por su propietario Thonlas Sutton con el Fin de hacer un Instituto para la educacitl de los nios pobres.

    Cuando Robert ingres al Instituto, era Director de el el Dr. Haigh-Brown, hombre de alta cultura y nobles ideas; una de ellas era que el mucliacho ne- cesita tanto la educacin fsica como la intelectiial. Y por este motivo trasladb el colegio fuera de la ciu- dad en el sitio llaniado Godalming, donde al fin de algiinos aos se fund tina verdadera colonia de cs- tudiantes y all tambin pas Robert cuatro anos de su feliz vida escolar.

    Robert era querido por todos sus compaeros y profesores. Su inteligencia, su coi-ripaeris~rio, su atnabilidad y bondad lo hicieron el org~illo del lns- tituto, como el mismo Director lo dijo en tina oca- s i ~ n : ~Robert es el alumno 111;is querido de los

  • profesores y verdadero gua de sus coinpaeros~. Y tena razn el viejo Director, pues Robert se ha dis- tinguido por su habilidad para guiar.

    En todos los colegios ingleses es una costuin- bre que los nuevos alumnos sirvati colno ayudantes o sirvieiltes a los viejos cornpaeros, y ya eii ese tien]- po se not que Robert estaba en todo inoiiiento .Siempre Listo. El alun~no servido por Robe1.t era el mejor atendido de todos y en SLI mesa iio fal- taba nunca la mejor fruta o dulce.

    Robert era buen footballista, cmico, inusico, poeta, tirador, en fin, l era u11 Jack of al1 Tr.alies, como dicen los ingleses. En el teatro del Instituto to- dos se moran de la risa cuando Robert representaba algin papel.

    Cinco aos ins tarde lleg Robert a ocupar el ms alto puesto de SLI vida escolar; lleg a ser Ayu- dante de los profesores. Al decir verdad, este fu el tieinpo en quc el futuro Jefe de Boy-Scouts, apren- di a dirigir a los muchachos. Su fainoso sisteina de patrullas tuvo sil origen en ese tiempo tan distante aun del histrico ao de 1908.

    Eii esta poca le agradabati iil~iclio a J2obei-t las exc~irsioiics por los campos, montaas y llevar en ellas una vida se.ii~i-salvaje. Conoca y practicaba i i ~ ~ i y bicii casi todos los deportes y pruebas de atletisino pero lo que 11i;is le gustaba era observar y gozar ainplia- inente de la Nat~iraleza.

  • A los 18 arios de edad el saba asar un coiiejo o Lin gallo y presentar en campaa Lina mesa bien P Liesta, saba usar las hachas, los cuchillos. andar ocul- taltiente en cuatro pies, ver y escucliar sin ser visto n i conoca inuy bien la vida de los pajaritos y de animales.

    As, si seg~iiinos la h~iella de s ~ i vida, podeinos asegurar con niiiclia razn que el origen del scoutisiiio no fu en Mafeking ni en el servicio militar, sitio en las florestas alrededor de la Escuela Godalming y eii donde Robert afianz SLI cario hacia la naturaleza. En Mafekirig slo realiz sus ideas sobre la nueva

    del hombre, y prob, que eri horas de apu- ro, de afliccin y de necesidad, ms vale la fuerza dc

    y la firme preparacin fsica quc un inontn de libros e ideas irrealizables.

    Robert y sus tres hermaiios tenan un pequeo barco de vela, con cl cual ellos hacan inuchos y iiiuy bonitos viajes alrededor de la costa dc Escocia e 11;- glaterra; el heriiiano inayor era capitan de este ctrans- atlntico^ y Robert tena el piiesto de cocinero, < d e - ward y Iiinpia-platos. C~iaiido efectuaron el pti- iner viaje, desde el primer da y por priiiiera \rcz en sil vida tuvo q ~ i c hacer el almuerzo para la tripu- lacin. Ay qii comida! Robert coiiienz a cocinar y ccii garbarizos al agua, pero lo que sac de la olla, despus dc alg:ii?as horas de inartirio con cl fue- go, con la poca cantidad dc agua y falta de sal, 110 csari ni garbanzos, ni sopa, ni pasta.. . en fin, lc rc- s~ilto algo que no sabranios cmo Ilailiar. El pobre cocinero llaii~ a alniorzar a sus Iiern~aiios, pero el capitcn al vcr la obra iliaestra dc su sibdito cx-

  • clain en alta voz: Estas condenado a cornrtelo tu solo y aqu Frank se q~iedar para vigilarte hasta que cumplas esta sentencia.

    Baden Powell., rememorando este da histrico escribe: El recuerdo de esta infeliz prueba del arte culinario tne ha acornpaado durante toda t z ~ i vida y ha sido gran apoyo para resolver muchas dificultades de ella.

    Hay adems una historia, que es caracterstica del tieilipo de su vida escolar, en la cual se puc- de ver que nuestro amigo Robert no era un santo.

    Entre los alumnos de la Escuela de Charterhouse y los aprendices carniceros del mercado vecino 111~1- clias veces formaban sangrientos coinbates.

    Un da la simpata del Dios de la Guerra esta- ba con los ltitnos y ellos pudieron, despus de ,un furioso coi-iibate, ocupar el campo deportivo del esta- blecii~~icnto. Pero con esto la guerra no termin, sino ariiilent cada momento lilas y ms, pues la suertc estaba con los carniceros a pesar de los mi~ltiples es- f~ierzos que hacan les escolares.

    Robert con algirnos arnigos estaba aparte obser- vando con intcrs a los fliriosos guerreros y esperaba cl n~oinento oportuno para entrar con sus fuerzas de reservan.. . Pero en el momento en que el combate era incis ardiente, l oy una voz detrs de s.. .

    -

  • ~1 Director, con voz entusiastilada contest: Es- t i cerrada? bien, aqu esti la llave.. . corra.

    Robert tom la llave, abri la puerta y atac por detrs a los carniceros. Desde este iiioi~iento cl coll~bate fue corto y los escolares, gracias a la ayuda de SLI Director y estrategia de Robert ganaron tina cnorine victoria.

    Coino para todos, taiiibin para B. P. lleg el da en que tuvo que pensar y resolver de su suerte fiitiira. Resolvi ingresar al colegio Balliol, de la Uni- versidad de Oxford; pero no le fu posible llevar a cabo esta resolucin por la oposicin del. profesor .Jowett.

    Robert no se desalent y busc una nueva orien- tacin.

    Por esos dias se abra tin curso para oficiales del ejrcito; R. P. se present y con grande sor- presa suya y de.los amigos, obtuvo el xito, colo- c:ndose en 2.0 lugar entre 700 aspirantes!!

    Y as fue como ingres a la vida inilitar, q ~ i c le trajo despus tantas sorpresas, aventuras y glori~c.

  • 11

    EN INDOSTAN

    R OBERT no sc qued por niucho tiempo en 111- glateri-a. El era i-iiuy pobre, no poda esperar ayuda alguna de su madre, y la vida dc u n

    oficial es bastante cara. Ulia vez terininados sus es- tudios en la Academia Militar, pidi su traslado al . Indostn donde los sueldos eran mayores, y gastos menores.

    Y cl da 6 de Diciembre dc 1876 desembarca- ba del vapor Serapliisn en la ciudad de Bombay, cl juveii sub-teniente.

    Inn~ediatairiente recibi orden de trasladarse a Lucknow, ciudad ccr.ca de la frontera de Nepal. Esto

    - -era, slo.-20 -anus,dcsp~is d e _ l a ~ g ~ a n ~ ~ ~ ' ~ o l ~ c i . _ n ; ~ " % I "e- *C. l. -.rYLY.MY . . -L1 -Y,. WU

  • ~ i ~ d , y la so~iibra roja de esta tragedia pesaba to- dava sobre el pas, y todo. en el pueblo viva cn coiltinua inquietud. Luckriow posca una g~~arniciri bastante grande c ~ n d o B: P. lleg a tuii~ar cargo de su puesto destinado ...

    joven soldado en breve era muy querido por sus Jefes, por sus correctos procederes, sus coiloci- l l l i e n t ~ ~ y dotes militares y su entusiasmo para el

    As mismo no cra menos estimado entre los cot~~ponentes de la sociedad de la ciudad. SLI pccu- liar alegra, sus alegres caiitos, y sus conocin-iicnt~s de msica y sports, le hacan un compaero inuy deseado.

    Como ya se ha dicho, Robert, 110 poda contar con ayuda financiera de parte de sus padres, y te- na como nica entrada SLI sueldo; luego debi aho- rrar cuanto pudo. Y as tenernos que Robert, siendo bastante fumador, dej el cigarrillo, y aun ms, de- jo de beber, que era la ocupacin predilecta de sus dems compaeros. Tenia un solo sirviente y modi- ficando sus coii-iidas y otras cosas, logr rebajar sus gastos ii-iens~iales a 170 rupias. As bati el rccord de esa guarnicin pues !]asta ese entoilces el re- cordrnan. en ahorro haba sido su compaero Di- mond, que gastaba 100 rupias ms que B. P.

    Sus coinpaeros en un principio 110 lo coinprer:- dan, ya que al ver esto se rean de l y tambin la sociedad civil de Lucknow slo tena palabras de burlas para el joven oficial; pero Robert iio desfalle- ci y siguiendo sus planes coi1 una voluntad frrea: alinque parezca imposible, .consigyi que estas bur- las se trocaran en admiracin y as adqtiiri la com- preiisin, simpata y cario de todos.

  • Pero el pesado ambientc de Indost,n, minaba sccrcian~entc SLI salud y en el prximo ao Robei-t sci~tia que sus fticrzas lo abandonaban. La xonfec- cin de Iris pruebas de Calificacin cran d~iras, pcro afroiit la situacin, aunque ya sus ojos 110 11iisabri11 con tanto en t~ i s i~smo la #tierra prometida.

    As, dispuesto al trabajo, lleg cl riies dc Jtii-iio, cstando l en la Con~ision encargada de las pruebas mencioiiadas. Sintiose desfallecer inuclias veces, pcro csc lioinbrc de voluntad pudo m;is que su salud 'dc- licada, y termin su trabajo. La recoinpensa Ileg, pues recibi un Diploi~ia de 1.a Clase, y otro espe- cial de patrullas de rastreo,>, la priiiiera distincin cn csta clase de trabajos, durante los ltiinos aos.

    De esta calificaci~~ se desprendi a poco tiem- po su ascenso a teniente, lo que significaba para l 1111 adelanto de dos aos cn SLI carrera militar.

    Pero su salud empeor, y a consejos de su m- dico tuvo que abandonar Indostn, con destino a SLI suelo natal: Inglaterra. Aqu es curioso anotar una coincideilcia: en el buque Serapliis haba llegado a Boinbay el da 6 de Diciembre de 1876, y en el mismo vapor y tnismo da, dos aos ms tarde abari- donaba la ~nisma ciudad, rumbo a Europa.

    Los 18 meses que permaneci B. P. cn su pa- tria, no pueden Ilainarsc de .vacaciones, aunque en realidad lo eran, pues coino no poda permanecer en inactividad, sigui varios cursos militares, en uno

  • por otra vez al puerto de Liverpool y eii el iiiisnio buque "S~raPhiiis*, volvi a su Kegiiiiiento dc giiar- nicin e11 IndostLin.

    A] llegar al Oriente, Baden Powell, supo que cl ~ ~ ~ i ~ l i ~ n ! ~ de 10s Hitsai-cs N.o 13 no est;;ba ya cn ~ ~ ~ k ~ ~ o w , sino que haba sido destinado a I

  • idioiiias francs e hind y dibujar;. de esta epoca datan inuchos de los dibujos que aparecen en siis diferentes libros.

    Quetta es L I I I ; ~ ciiidad inuy insana, y por lo tanto daii~a a la salud de la gente blanca. M~ic l~os de los oficiales siifrieron las consecuencias, contrayendo las enicriiiedades de la regin, que en su inayor parte terininabaii con la inucste de stos. Iiobert pens que cl nico y iiiejor sislcma para evitar dichas en- feriiiedadcs era terminar con esa perniciosa inactivi- dad, que estaba minando la salud de sus soldados, ocupiidoles el tict-iipo coii entreteiicioi~es, deportes al aire libre, en una palabra todo aquello qiie signi- ficaba darlc trabajo al organismo inactivo. Baden Powell con su actividad y ei l t~isiasi~~o nicos, trabaj en este sentido, y organiz funciones teatrales, conciertos, juegos deportivos, etc. El mismo actu de actor cii in~ichas qperetas: Fuera de esto hizo instruccii~ de tiro al b!anco, todo lo cual ha sido para l una hon- rosa anotacin iiis en su hoja de servicio. De todo sto se desprende que Baden Powell no descans ni LIII I I I ~ I I L I ~ O , ni siq~iiera en estas regioties tropicales e insanas.

    La guarnicin de Quetta recibi orden d e trasla- darse a Muttra, ciudad distante 1,500 kin. de la prime- ra. Esta larga caiiiinata, se efectu por jor~iadas, durante un mes, al final del cual se lleg a la ciudad en re- fei-eicia. Robert Badcn Powell la encontr inuy > (en estilo oriental), y perfectaniente salubre. SLI- poniendo Baden Powell que la estada seria larga, cre- y' conveniente construirse una casita. En compaa de un amigo conienz la obra, que al cabo de poco

    - ---- -.- - -- -- ----- - j - ,- , - - - Yt-vLI-L &&"-**- lILhC-Ii-L .,l.*-- -----I

  • ticil,po fii terriiinada. El eb~ingalow- era siiripitico, Y P 01- lo tanto cl org~illo de ambos. coiilo asimismo , l lot i~o dc envidia para otros. Despus de titubear I l l~~cho p a r d a r l e nombre, se decidieron a llaiilarlo .~loatcr-Parkn, (Parq~le dc la Sardina Ah~imada). Desde entonces, cliiien quera llegar a la casa de Un- de11 Po~vell deba Ilaiiiarla por este curitso y raro nombre.

    Recibi, tiempo despuc's, la .Cinta Azul*, el 1115s alto premio cn los concursos de caza dcl jabal. El lllisino ao, es decir, cn 1883 fue ascendido 'a capi- t511 del inisino regimiento de h~sares, y ade111is Ayti-

    dcl General. Un ao ~ n s tarde visit el Indostn el duquc

    dc Connaught y Badcn Powell fu desigtiado tnieiil- bro de SLI sequito. A pesar de que todas estas obli- gaciones lo niantenan siempre inuy ocupado, nunca dej dc encontrar sus momentos libres, para dedicar- se a SLI trabajo predilecto: el dibujo y la pintura. Adeins de todo sto, pec~iniariamente gai? mucho, cscribieildo libros tcnicos, militares, de caza, ctc. En la exposicin de ~ S i ~ n l a . , obtuvo grandes triunfos y cl primer premio, con siis trabajos deportivos, de ca- zadores y de arte.

    A fines del ao 1884, se recibi una orden real, por la cual se destinaba el Regimiento de Hiisares N.o 13 a Sud-Africa, a la Colonia de Natal. El go- bierno ingls quera de una- vez por todas ternii- nar con el Poder de los reyes de los indgenas sal- vajes cn la tierra de Becliuanas, y con este propsi- to envi all tropas.

  • En esta circunst;incia Robert vendi sil casa y ski caballo, y todo acl~iello que no necesitaba. Con cl corazn lleno de las ins grandes csperarizas, par- ti ruinbo a la 'Tierra Negra.

  • Qu palabra ii~:is ii~istcriosci para cl mundo! ~ ( J L I C A l'RICA! ilusioncs pucl~lnn nucstro ccrcbro al pronun-

    ciarla! Visiones dc canbnlcs, salvajes, lcotics y clcfan- tcs; florestas negras, densas de osciiridad y tnistcrio, ros con enormes cocodrilos, etc.. .

    Scgiiramente, Afi-ica cra en aquel tiempo, IIILIJ~ difcrcnte dc lo que es aliora, y aq~iellns visiones cs- taban llenas de realidad. Africa cra-y es sieinprc, aunque no en tan alto grado-una especie de volcGn, en ciiyo crriter desaparecieron iuillones de oro y cnor- inidad de sangre, en nombre de ~civilizacin, pacifica- cin y cristiandad-; pero al mismo tiempo de este crter slo salieron en erupcin 1-evoluciones, guc- rra y aventuras infortunadas..

  • En esta epoca dc gucrras coloniales lleg Badcn Powell a Africa. Difcil cs explicar la sensacin q ~ i c sinti en su alma y cii su corazn al ver las prime- ras palmeras de las costas de la Colonia dc Natal. Pe- ro podemos asegurar que lo's ojos de Robert saluda- ron con alegra de csprit~i y con sano criterio, la ciudad de Durbaii, o sea, Post Natal. No era el In- dostin la tierra de siis s~ieos, sino Africa, patria dc aventuras, y al fin, despus de inuclio, logr alcaii- zarla. Y si nosotros inirrynos un poco inas adclail- tc, pasados los aos, bien podenios decir, que cl Africa fu para l la tierra donde se cuinplieron sus s~ieos y .mejores esperanzas, y dondc tuvo ocasin dc aprovechar su verdadero y desarrollado genio, su fuerza de voluntad y su noble carcter.

    Los primeros das de su estada en Natal, en espera de rdenes, fueron tristes y llenos de abu- rrimiento; no haba ninguna clase de trabajo que rea- lizar: exista una perfecta ociosidad para cl Regirnien- to, y esto no era cosa q ~ i c agradara a'Badcn Powell liombrc acostumbrado a aprovccliar cada inin~ito dc SLI vida.

    Al poco tiempo lleg orden de explorar las fron- tcras de Natal con la vecina tierra dc los Boers, Trans- vaal y el Estado Libre de Orange. Robert, marchse solo. Se dcj creccr la barba para asenlejarsc al boers; tom dos caballos, para poder cambiar de inonta du- rante S L I . ~ viajes, 31 comenz su labor. Durante el deseinpeo dc sus funciones cambi de profesiones, conio de camisas: LIII da era periodista. otro ca- zador, ya pintor, o profesor, pescador, ctc ... Al cabo de varias seinaiias, regres, despus de lia-

  • ber cu~i~plido la orden recibida a completa satisfac- cin de sus Jefes: 1,000 kms. de frontera fueron ex- plorados. Pero, desgraciadaiiiente, coiiio acontece ;I i l lcnud~ eh este n~utido, Baden Powell no fu odo, y 10s Jefes creyendo tener mejores ideas que ste, no se guiaron, en sus campaas, por los planos y consejds de Robert. Los resultados no se hicieron es- perar, y se tradujeron en terribles derrotas sufridas 1~0' las fuerzas inglesas de iiiano de los Boers. Com- prendi despus, el General White, su error y las ra- zones de Baden Powell, pero, iniiy tarde para evitar los desastres militares de Ladysinith y otros.. . pero so- bre esto volverelnos a hablar nis tarde.

    EII el ao 1885, lleg al Africa, como conseje- so poltico de! General Warren, el iiis grande y fiel ai~zigo dc Robert: su herniano mayor. Este, con sus co~~ocirnientos, influencias y su atl~or a Robert, con- sigui ayudarlo en su carrera militar y servirle en to- da oportunidad. Eti el mismo ao, en Julio, recibi Ijaden Powell dos ineses dc permiso, los que apro- vech para ir de caza a la colonia portuguesa de Mozaiilbiq~ie.

    El tr~iiino de cste viaje a travs del Africa del Estc f ~ i la vieja fortaleza portuguesa de Inhaili'bane. La caz1 en cste sitio era abiindante, y el clima bas- tantc bueno, tazn por la c~ial Baden Powell logr juntar objetos de gran valor, como ser pieles de ani- iiiales y ii~arfil, de colmillos de elefantes, q ~ i e cayc- ron en esta caceria que dur los dos meses de va- caciones.

    Inhain'bane era en esta poca un pueblecito de negros, contando con una poblacin dc un par de

  • decenas de soldados coloniales, y algiinos cientos de coiidenados criminales, deportados de Portugal a estas tierras iilsanas. Hoy da es Inhanl'bane Lina ci~i- dad de valor, grande, y adems es un puerto de im- portancia. De aqu es donde Baden Powell ]le;- el raro nombre de M'lilala Paiizi, que le ;:usieron. Esta palabra significa honibre que se tiende antes de dis- parar. Fueron los indgenas de las tribus de aquella rcgiii africana que lo bautizaron con este nombre significativo, pues esa era la verdad: Baden Poweli tena la costuiiibre, curiosa pero necesaria en esas tierras peligrosas, de tenderse' de espaldas, mirar el objeto al cual apuntaba por entre sus rodillas, y de la inisnia manera disparar, colocando el fusil entre las piernas, a modo de apoyo. La caracteristita, e11 este sentido, obedeca al propsito de observar, luc- go pensar, y por Itiliio, una vez heclia la piinter:~ disparar. Este sistema fu el preferido de Robert, ~ L I - rante su larga vida, y no slo para la caza, sino en cualquier oportunidad lo utilizaba por los buenos i-e- sultados que Ic di, y esta es una dc las. ancdotas que pueden figurar en la liistoria de su vida, que es iina de las inis grandes priicbas de la clase dc 110111- brc dc que hablarnos.

    Pero, para desgracia de Baden Powell las cosas no acontecieroii, segn sus deseos. En lugar dc ser cnviado a coisibatir a los Bech~iaiias, el Regiiiiicnto N.o 13, recibi orden de trasladarse inn~cdiataii~ente a Norwick, y as tcneil-ios q ~ i c a fincs del aro 1885, I3adeii Powell sc cilcontraba niievamcntc e11 lngla- lerra.

  • Dos aos periiianeci Robert en el Viejo Mun- do, SLI regimiento era continuamente destinado a di- fere1ltes ciudades, como Londres, Liverpool, etc.. . En el ao siguiente, es decir, 1886, visit Robert corl su hermano iiienor, oficial de la Guardia Real Escocesa, Rusia y Alemania; en 1887 Francia. De esta i~ltima fecha data su libro (
  • pues no tenia casi nada que hacer. Pero las c(1sas cambiaron sibitariiente.

    La poca cn que I:i Historia por vez priinera escribi el nombre dc Baden Powell con letras do- radas en sus pginas de gloria, no estaba ya lejos.

  • 1v

    Een Gon Xama

    N O sc liizo esperar la enrgica orden, qtic tanlo deseaban. El General S111it11, Coronel Curtiz y Baden

    Powell deban dirigirse inmediatamente a las tierras dc la tribu Zul, al Norte de la Colonia de Na- tal. El nial que exista no se conoca; pero se pcn- saba q ~ i c corra peligro la Colonia Inglesa. Las rn&i grandes i l~~siones corra11 por la iiiiaginacin del pLie- blo s~id-africano.

    El buque de la Conlpafia Castle Linc, en q ~ i c viajaban, recibi orden de dirigirse rcipidan~entc a Diirban, sin las escalas acostumbradas. A bordo el joven Robert, pron~inci aquellas palabras que mis

  • tarde coloc en el libro diario de su vida: e 0 1 1 , Dios, que no tern~ine todo antes de que yo llegue*. ?'a1 era la fuerza aventurera de l, que su nico te- iilor era llegar tarde, es decir, cuando las cosas es- tlivicran ya en paz, y l IIO tuviera oport~inidad de ;ictliar. SUS deseos se cunlplieron.

    La tribu Zulu, la ms poderosa, ititeligeiite y valiente tribu indgena de raza Kaffros, de Sud-Africa, despus de su derrota sufrida de mai~o de los in- gleses, se Iiaba dividido en ocho grupos. Reinaba en toda esa regiii el viejo lobo Kechawayo. Su hi- jo Dinizulu, Jefe de una porciii de los divididos, se levant contra ios ingleses y csntra su padre. 4 de los 8 grupos se aliaron con l, 2 con Britones y el resto permaneci neutral.

    El priincr encuentro cntrc las f~icrzas inglesas, ti1 ii~atido del mayor Mansell, coi1 los rebeldes, fue iina terrible derrota para los prii~ieros. Inmcdiatanicn- Ic Cliiiiaganas, liermano de Dinizrilii-ka-Zulu, apoya- do i~ioi;ilrnetite por la victoria de ste, junt su t i i - bii iietitral liasta el iiionicnto, y en las niotitaas de Mlopekulii enfrent a los iiigleses; pero lejos de dc- rrotar a las tropas coloniales, sufri iin desastre y se vi obligado a Iluir. A pesar de esta derrota, se le- vatitaron ii~uclias otras tribus.

    La situaciti era dificil para los irigleses. En los eiiciicntros de patrullas, sici~iprc ellos eran los vencidos; y iiiiicho fuego y sangre f ~ i derraiiiada en csa epoca.

    En ese tiempo, en el cual el sieiiipre azul cielo airic;ino estaba cubierto de negros nubarrones, por las giterras coloniales, y cuando en Londres el p~ ic -

  • blo estaba inquieto, en ese entonces lleg a la tierra de los zultes, en ciudad Echowe, Baden Powcil, JI

    to, general Smith. Sin perder el tiempo el General Smith conicnz

    labor. Form de los restos dc sus fucrzas u11 ejrcito riioviblc, a l mando dcl iiiayor escocs Mac- Kcan. Badcn Powell era el ayudante dc ste. Aparte de estas fuerzas se contaba con 2.000 zules fieles a1 1111pcrio britnico (hasta entre los salvajes existen trai- dores a su patria). Estos 2,000 formaban un ejrcito ;]parte, bajo las rdenes del fanloso explorador y ca- zador africano, John Dunn, llamado tambin N el Roer ingls )> .

    Y as comciiz la terrible y dificil guerra. Es difcil explicar !o que sufre un soldado colo-

    riial en regiones tan salvajes, descoilocidas c insanas como las de Africa. La guerra que se desarroll en la tierra dc los zules, fu pesada y terrible. Cientos dc blancos, como de indgenas sacrificaron sus vidas en cl altar del Dios de la Guerra.

    El ejrcito colonial necesit hacer algrinas forla- lelas, y por falta de tcnicos, se les confi cstc tra- bajo a dos oficiales de caballera. Estos trataron de cuniplir cn la inejor for~na posible sti cotnctido; pero las fortalezas que resultaroii, cn vez de scr de largc~ extensin y scgliras, fueron verdaderos cenieiiterios cic soldados.

    Gracias al esfuerzo de todos los soldados, ofi- ciales, y principalmente a la inteligencia del general Sniitli la regin fu pacificada c ~ i alg~inas semanas. Dinizlllu htiy, y el resto de sus tropas retrocedie- ron de Eclio~ve.

  • De cste da iiicmorable, de la vuelta a la capi- tal de la tierra zul, data cl farnoso hiiiino de los zules. Entonces por priinera vez lo oy Baden Po- wcl. Y Iioy da es Lin I1i111no que conoce todo scoiit del mundo entero:

    Ecn goii yaina, goii yania, invoo boo

    ya boo - - boo ya ~ O O O - -

    invoo - boo!

    Qu momento in:is grande y inajestuoso fii aqul! Sobre un cerro estaba11 el General Siiiitli y demis oficiales; poco ms abajo las tropas forma- das en medio cr;ciilo, y abajo, en la vasta Ilaiiura, el gento de millares y millarcs de zules guerreros iiegros fieles a la Corona iiiglesa. A una seal todos stos danzaron sus danzas de guerra, y de SLIS bocas, con todo corazn, sali aquel liiiiino tan fanitico como triste, dctnostrando con esto su gracia a los Dioses por la victoria obtenida, al illisino tiempo que tilani- festabatl su fidelidad al Jefe, bajo c~iyo iilaildo Ii:i- bian act~iado, a1 famoso africaiio-ingls, Joliii DLIIIII.

    Esta revista dc fuerzas negras i ~ i algo nunca visto, y el recuerdo de ella nunca, iiutica desaparc- ci dcl corazn de Badcn Powell.

    Durante este tieilipo Badeii Powcll pudo en mu- chas ocasiones aprovecliar sus conociinic~itos de apri- ineros auxilios. y tuvo xito liasta eii los casos ms

  • peligr~sos, razn por In cual tuvo graii trabajo, ya que el iinico iiidico se Iiacia ins~tficicntc, y adeiiias lnuchas veces se encontraba lejos. Despus de esto Baden Powell 'fu noiiibrado director de la Seccin Cultura y Educacin del Estado Mayor.

    Robert volvi a la Ciudad del Cabo; pero los dias de descanso, despus de la campaa, fiicron contados. El famoso rey Diiiiziiu, no se crea venci- do; al contrario, reuni nuevas fuerzas, con varias de- cenas de miles de sil tribu, y la guerra i-ecomenz con nuevos desastres para los ingleses. El misiiio Badcn Powell al llegar al nuevo teatro de la guerra no tuvo bucna suerte. Fii cercado entre las inontaas y slo por casualidad, pudo escapar con su gente, liabin- dolc costado antes algunas vidas. Nuevamente fu encerrado; viendo la poca posibilidad de escapar, rc- conoci lo difcil que cs luchar contra los indgenas, quc eran 100 veces superiores a los europeos, c11 lo que sc refiere a fuerza fsica, scoiiting y conociriiieii- to del terreno.

    Esto sucedi en una noche oscura, sin ningn f~icgo para no llamar la atencin del eneinigo. Bqden Powell dorn-ia confiado cn las guardias; pero cn slie- Iios l sentia algo, a pesar dc que nada oa ni vea.

    Llain en sileiicio a los guardias, hizo despertar a los soldados y co~nenz (( scoutitig~. Al cabo de poco reconoci que sus presentimientos no lo haban en- galiado. Era cercado de nuevo, y los enemigos es- peraban la madrugada para atacar y con seguridad convertir el campamento en un verdadero matadero. Pero una vez conocido el peligro, 110 teini. A los primeros albores de la inadrugada, sala de su refu-

  • gio y atac de sorpresa al enemigo, hacindose arree- dores a que dijeran que los .blancos diablos* .eran muy ligeros. Los indgenas se vieron obligados a re- tirarse hacia las montaas. Pero sigui luchando sin descanso contra llos, y les prepar una iiltiina y enorme derrota. El jefe Dinizulti, se escap al Trans- vaal, RepUblica de ios Roers, coi1 2,000 hombres, SLIS 8 inujeres y sus sacos y ovejas; pero esto era ir de rnal en peor. Los boers eran sus viejos enemigos y con~prendi que era mejor entregarse a n~erced de los Britones, lo que hizo en breve y fu deportado.

    En la tierra de los zules reinaba de nuevo la paz y Baden Powell por SLI llerosino y brillante ac- tuacin fu ascendido a mayor.

  • v

    V I A J E S

    D E regreso en la Ciudad del Cabo dc B11en:i Espcnnza, con~eiizo Robert n hacer sus prepn- rativos para visitar el norte dc Sud-Africci. Su iii-

    iencin era explorar-el misterioso ro Zambesi jr la fron- tera de la colonia de Rhodesia con el territorio portti- gus. Sin ms, encarg a Inglaterra un bote propio pasa exploracin de ros tropicales. En esta rnisiiia poca hizo amistad con un famos:, cazador de elefantes, III I francs llamado, Selousse y otro Beningfield. Una vez todo listo, con mtichas esperanzas, pidi periniso por 3 ineses a su Cornandantc General Snlitli. Pero las cosas tomaron otro giro que el deseado por Raden, pues en ese mismo entonces el General Sii~ith, era nombrado Gobernador General de In Coloiiia del

  • Cabo y co111o tal los scrvicios dc su sccrctario ini- litar eran para l nluy necesarios. Esto f ~ i iin golpe para los propsitos de Robert; pero l coiiio bucn scout recibi esto con tranquilidad, conio acost~ii~l- br a hacerlo en toda su vida.

    En el ao 1889 recibi orden de ir a ~cainbiar* aire,,, o sea vacaciones a Inglaterra.

    En SLI patria encontr Baden Powell al Coman- dante de la expedicin a la tierra de los Swazi, sir de Winton. Este encuentro signific para l nuevas pgii~as de aventuras en su diario, coino lo vereinos despus.

    La tierra de la tribu Swazi, Swaziland coi110 di.. ccn los ingleses, o Amaliaswazi en la lengua de esa tribu, era un territorio inuy conocido para los cxplo- radores.'Su enorme riqueza dc minerales era faniosa y esto era causa para que una verdadera Iiorda de aventureros invadiera esa regin. Y cclno entre estos no faltaban algunos capaces de todo, los indgenas sufran muchas molestias de nianos de estos invaso- res. De aqu ilace el tratado entre Gran Bretaa y la Rcpi~blica del Transvaal, segiin el cual, ambos pases, interesados por el principio de la paz y el orden eil la tierra de los Swazi, noii-ibraran una co- misin unida, de miembros de estos dos pases, pa- ra establecerla en la regin y encargarle el orden y la proteccin de los indgenas. Esto 110 se efectu bajo la influencia de un sentimiento huniano, sino por el teiilor al posible levantatniento de la tribu, que traera sus funestas consecuencias para Transvaal y Natal, y adems refouara la creciente popularidad portuguesa. De esta manera se liiiipi esta tierra de

  • 10s ~ i i a l l~cchor~s de q ~ i c hablaiiios en lneas mis ariti- ba, v hasta ahora, 1928, esta regin c s t ~ libre de l1lancos, gobernada por - s ~ i rcina y protegida por los ii~glcses.

    Robert regres al Cabo, desp~is de SLIS vaca- ciones y algiri ticinpo 1116s tarde lleg a esta Ciudad Madre, Sir Winton, y al encontrarsc con su amigo Robeit, lo llev consigo en la expedicin a Swazi- Iand.

    El viaje era largo. El nico medio de trasporte hasta Port Natal eran los buques, despus hacia La- dysmith, donde en este tieinpo estaba en construc- cin el nucvo ferrocarril sud-africano; de all a Joha- nesburgo, ciudad de minas de oro de fama mundial, que eran la verdadera causa de las glierras sud-afri- canas. D e Johanesburgo hay apenas 60 kilinetros hasta la capital de la Repiiblica del Transvaal (ahora capital de la Unin Sud-Africana), hasta Pretoria. En esta pequea, linda y hospitalaria ciudad de 30.000 liabitai-itcs, la coniisin f ~ i inuy bie11 recibida por el misino Presidente Krger y Baden Powell trab amistad con l, como tambin con muchos generales Boers, con quienes ms tarde en e1 ao 1900, debe- ra luchar furiosamente de vida o muerte. Qu iro- na del Destino!

    Algunas semanas ins tarde entraron en cl tc- rritorio de los Swazi. Hasta la frontera dc Pretoiia son algunos 900 kms. y la frontera misma o iuejor dicho, la entrada al reino est entre dos grandes montaiias, cerca de Ehi\vwile.

    3

  • A los pocos das, dcspiis dc habcr sido rcci- bido oficialinentc y con todos los Iionores por cl primer i-i~inistro de la irib~i, a la entrada, sigui cl iiluy penoso viaje a travs dc la illontafiosa y salva- je tierra. Los negros de Cwaziland son de 'raza fa- iniliar con los Zulues o Bantues; pero se odia;. Los pueblos de Swazi, estin formados de varias cabaas de barro y ramas, cercadas por paredes del nlisii-io material, o parecido, y en cada pueblo vive una so- la familia, que se Ilania ~i~propiamentc pueblo, pues cl verdadero nombre es ~ k r a a l l ~ . Cada kraall cs di- rigido por un Jefe de faiiiilia, varios juntos por ministros del 'rey, o cabecillas, .sobas ., los cuales son todos parientes de la fan~ilia real. Sobre todos ellos, es .dueo de los bolsillos, almas y cabezas., el Rey con su Madre Reina. Adeiiiis tiene un Con- sejo de Ministros. La Reina hoy (1928) vive cn cl pueblo de Reinmersdorpli, en sus cercanas, y el po- dcr de los soberanos negros es sieinpre grande, si tornarnos en cuenta qiie slo los Swazi cuentan con un inilln de almas.

    Los trabajos de colonizacin siguieron de prisa y en el ltimo da de ese afio ya Robert y sus coin- paeros se encontraban de regreso a Colonia Natal.

    Mientras tanto, durante su ausencia del Cabo, el destino le fijaba sus actividades prxiinas. El to dc Badcn Powell, general Smith, era nombrado Gober- nador y Comandante Supremo de la Isla de Malta, en el Mediterrneo, y ofreci a s:i sobrino-secretario, el inisti-io puesto con traslado a dicha ciudad. Robert acept v a principios del ario siguiente, to y sobrino se encontraban en su nuevo terreno de accir;. Du-

  • ,.,,,tc cl viaje visit virias cilidadcs del Mcditcrr;ineo colllo TUIICZ, N;ipoles, ctc.. .

    Pero este iiuevo trabajo no agradaba a nuestro ~ l o l l l ~ r e . La n~ayora de sus deberes consistan cn asistir a banquetes, teatros, fiestas, audiencias, etc.,

    representacin del gobernador. En estos das lle- g Lin pedido de su ainigo Sir LVinton, el ex-jcfc de la niisin en Swazilaiid, para que lo acompaara

    una nueva misin al territorio de Uganda, en el cci~tro del Africa.

    i(2~1 ocurrencia, que yo le voy a prestar a mi esplndido secretario!, deca cl General Sinith coi110 rcspu esta.

    No hay dudas que Robert tena deseos de ir tras esta nLiev,a aventura a Uganda, pero sus debe- res eran deberes y coi110 buen ii~ilitar tena la disci- plina nntc todo. En esta poca escriba a su madre que cri vez de ganar en su nuevo oficio, l sc iba a ahogar entre los papeles de esa triste ocupacin; soy un perfecto escribano y mozo, lc deca.

    Entre sus obras de esa poca, data la fundacin del Arsenal Histrico de Malta y el .Cl~ib recreativo de Marineros-. Este Club tena una gran fama cn breve y era llamado el *Vendaje*, pues cuando al- gunos amigos de Robert ~ncinifestaban disgusto, por el hecho de que este Club estuviera en los barrios ius bajos, ms miserables de la isla, en los de los marineros, l responda que dnde queran que fuera a poner el vendaje si no en la misma herida.

    Luego visit varios pases del Meditcrrinco, co- 1110 Turqua, Grecia, Austria, etc. COIIIO la ayuda que recibi del Instituto de Guerra, no era gran co-

  • cal busc dit-icro escribiendo ai-tciilos cn los pcri- dicos, y tambin dibujando.

    En Abril de 1893, por consejo de SLI Coronel pidi su dimisin del cargo de secretario y rcgrcs a su regimiento N.o 13 en Irlailda. Das m:is tardc gan gran renonibrc cn las matiiobras inilitares, y tambin un diploma de honor. Entre las curio- sidades presentadas figura una pequea patrulla dc jinetes que tenan amarradas muchas ramas detrs de sus caballos, levantando coino es lgico una gran polvareda. El

  • En la tierra de la sangre y del terror

    A NTES de que podainos acompafiar a Badcn I3owell cn sus nlicvas avciit~iras, vainas a visitar iin poco la Costa del Oro, coino se llama la tic-

    rra dotide n~iestro Robert cra destinado con las tropas para restablecer cl orden.

    La Costa del Oro, se eiicuentra en la partc nor- oeste del Africa, y cs (o inejor era) famosa por la riqueza cii oro que encerraban sus arciias. Pero aiin- q ~ l e el ii-iundo conoca la cxisteiicia de cstc metal prc- cioso, no haba tiinguno tan audaz para querer con- quistarla, pues le significaba lo iiiisiiio que meterse en la boca del infierno. Primeraiilente toda la Costa

  • del Oro era niuv insana, y iino de los huspedes illis coilocidos era la fiebre malaria, o niejor dicho tino de los dueos del pas. Pero no cra esto el ma- yor peligro, sino otro, con razones iiiucho mis po- derosas, para echar por el suelo los planes del ex- plorador i~is experto, valiente y listo.

    La Costa del Oro estaba (y es todava) habitada por los indgenas de la tribu de los Achantcs. Gentc de talla alta, robusta y negra como la 111edianoche, valierite y cr~iel. Su nmero pasaba del i-ililln y la guerra era la preocupacin mas preferida de estos sal- vajes. Las crueldades eran el nico entreteniiiiiento de llos, y buscaban ocasioiies para satisfacer este gusto, e11 cualqiiiera oportui~idad, ya sea en paz o en guerra.

    El rey y soberano todopoderoso de esta tierra y su tribu era el famoso tirano Preiiipe. La Costa del Oro era de propiedad de los ingleses, pero nunca en efectivo. Los ingleses tenan all tantos dereclios y poderes, co- nio los cliii~os en la Tierra dcl Fuego.

    Como ya lo he diclio, Iiabia all iiiuclio oro en las arenas dc los ros y de las costas. El oro, ya en- tre esta gente salvaje, era objeto de negocios; cra el dinero en su estado bruto. Erltrc las diferentes leyes establecidas por la .dinasta de los reyes dc Prempc, Iiabia una qire proliiba recoger dc niievo cl oro, una vez quc se le haba cado de las inanos dcl propietario. Estc oro era despus rccogido por los guardias reales, y pasaba a ser propiedad del niisino soberaiio. Con una muerte cruel pagaba aquel quc por tina sola vez faltaba al respeto de las leyes.

    ---- - 1. __ *__ "---VI- ___I___l_n_*_*_I. Ii----:-*- ,A,.,, .

    ---U_.IIUYL*III~

  • sitio donde viva el Prenipe, se llamaba Kuriiasi, I,, clue significa: Lugar de la Muerte. Noiiibre dc- lilasiado sigiiificativo por cierto. Y eri realidad, bicn p l l e s t ~ que estaba este nombre, coiiio lo verenios ,,,;is adelante.

    Los pueblos de Achantcs eran forinados de ca- baas en fornla de media-bala, hechas de rainas y Iiriba siei~lpre de 20 a 40 o mis , juntas. Uil puc- bjo as formado era cercado por, murallas de palos gruesos de madera.

    Kuinasi, era el mis grande de los piieblos, p ~ i c s la prcsencia del rcy, su numerosa faniilia, guardia- iies y niinistros, en general, su .corte., lo requc- ran as. El rey era una persona muy gorda, de rojos ojos y sil nico goce consista en beber y ver co- rrer sangre. Tirano poderoso, sin freno ni corazn, con alma dc Satails, Prenipe, sig~iieildo cl camino de sus ai~tcpasados, coilvirti la Costa de Oro y cil cspccial Kumasi, cii 1111 reino de terror y sangre.

    Cada ao celebrabanse fiestas enormes en KLI- il-iasi, en honor del rey-tirano, fiestas sangricntas. Cicntos y inillares de esclavos y prisiotleros cran encerrados con meses de anticipacin, cn grandes jaulas, siifriendo martirios de toda clase. Cuando llegaba el prilner da dc estas fiestas, icmprano por la maaiia los esclavos llevaban al rey a la pla- za destinada a las orgas; se sentaba en SLI trono, a iin lado sus mujeres y miriistros y a otro barriles y cnorriies vasos dc

  • bu a la plaza a los prisioneros y la fiesta comen- zaba.

    Es iinposible para i i~ i pluma describir los lilas- tirios sufridos por los infelices; in-iposible para el cerebro humano civilizado, imaginrselo y despus creerlo. Haba cientos de tort~iras, cual de todas ins brbaras, y pensar que las fiestas duraban varios das, hasta que el iltin~o infeliz dejaba .de existir. Los indgenas beban, danzaban, al son de insica salvaje, que llenaba los iiibitos de los bosques con un ruido muy semejante al jazz dc nuestros das, y los gritos de los infelices, se jrintaba~i con cstos acordes disarmilicos, y agregindole a esto las ri- sas y gritos de placer de los Acliaiites, teneinos el cuadro inacabro que se desarroll.

    Uno de los inartirios niuy acostriinbrados era el de abrir el vientre del infeliz y meterle hornligas africanas, terribles terinites. Otra N broiila. por cl es- tilo, era cortarle Lin pedazo de carne de las espal- das, i~lostrrselo al iilartirizado, y con sorna y risa decirle: (

  • ,JOtencia. Durante los ultiiiios bO aos, de 1850-1895, cinco guerras y expediciones han llevado los briti- nicosl contra los Acliantes, y todas fracasaron. Las tropas sufrieron enferniedadcs. los soldados indige- nas eran infieles, y no fu difcil a P r e m p ~ y los sliyos derrotar al Iniperio Britnico cii esta guerra colonial.

    Pero al fin la paciencia de los ngleses lleg a sil trn~ino; SLI honor protestaba de esto y as tene- nios que en 1897, Baden Powell recibi orden del general Wolsele~, como ya Iienios dicho, dc !levar ii~ievas tropas i' eslc infierno africano y teriiiinar dc una vez por todas, con todo.

    Y Robert. cumpli esta orden.

    Hoy es bien difcil hablar sobre las tragedias que sufrieron las tropas coloniales. Badcii Powell lleg a una tierra sin habitantes blancos, sin carni- nos, sin puentes, sin medios de transporte, tierra llena de enfermedades contagiosas y por iltimo, una trib~i salvaje y enemiga, que no corriprenda que los blancos llegaban para devolverles el honor y los derechos de ~ i n hoiiibre libre y para acabar con la tirana de sus reyes.

    Las tropas poda11 avanzar slo paso a paso, e11 las negras florestas de la Costa del Oro. Cada paso era niarcado con sangre y con cruces de tuii~bas. Secciones coiripletas se perdieron por culpa de los giias traidores. Y sobre todo, la Coiiiandancia en Cape Town, en lugar de inandar refuerzos de tro-

  • pas y vveres, slo enviaba cartas y cablegra~as , tan iorpcs coi110 son slo capaces de ~iac&rlos los oficiales de oficinas, que no conoceii nada de lo que es la guerra, slo los Reglamentos. Por ejeiiiplo: Baden recibi tina orden disciplinaria, pues en lugar de iiiandar iiiforincs por escrito en los forinularios respectivos, los envi escrito en un papel cualesquiera. Otro da un telcgran~a, Ic indicaba que deba cun~plirse cl reglamento, en lo que sc refera al gasto de 22 cartiiclios a soldado por da, y Robert gast por irnjino iiiedio 50, etc. .. Esto no era cosa de aleti- tar el espritu, pero Baden Powell conoca bieii lo lerdos que eran los que se sentaban e11 las oficinas y la inteligencia limitada de ellos, y no toiii cn cuenta esas cosas.

    Despus de iiiuchos das de fatigadas inarclias a travs de las selvas, llegaron las fuerzas a la regin de Rekwasi, y aqu es dotide Robcrt tuvo uiia de sus iiiBs f:iiliosas aventuras. El rey Bekwasi era Lin vasa- llo de Ilrernpe, y tenia orden de ste para impedir la nlarcha de las tropas. Pero el rey cotiservaba ms fe cn las fuerzas de los ingleses que en las de su negro sobcratio, y no tard en avisar a Badcri Powell que todo el Bekwasi se entregaba ininedia- tameilte, si los europeos conseguan llegar antes quc Pi-eiilpe.

    Gadcn Powell con sil peqlierio grupo de volun- tarios ctiipreiidi la tcrriblc, fatigosa y peligrosa inar- clia nocturna liacia Bekwasi. Tena que marchar cn- tre las dos fuerzas indgenas-las dcl rey Prenlpe y 121s de Beltwasi. Sin duda algtina, cra esta una de

  • las mis peligrosas aventuras de Baden Powell, pues- to que el rey Prernpe pareca tener noticias de !a traicin de su aliado y mand secciones de salvajes a buscar a Badcn Powell, y cortarle el caiiiino.

    Despus de la traicin de este cabecilla, el rey Prenlpe no se encontraba lejos de una derrota coili- pieta ... y ya en Enero de 1896 las tropas coloniales inglesas bajo el riiando de Baden Powell entraron en el I

  • caiiibiarlas tantas veces al da cuantas veces se em- paparan de sudor.

    Hoy cl I(iiiiiasi es iin pueblo moderno. Donde l-iace treinta aos se celebraban las orgas de sangre hoy liay anchas avenidas, calles con lindos chalets, Bancos y o t~os hermosos edificios, tranvas, autorno- vilcs, etc. Jardines llenos de flores son un encanto y la banda i~iilitar toca por las iiiaravillosas noches afri- canas en el Parquc Central, donde centenares de se- oritas pasean a la luz de la lulia. Iglesias,. hospita- les, escuelas.. . Los antiguos salvajes indgenas taiil- biii tienen sus casas con jardn e instalacin de ba- o. Donde reinaba el terror y se dejaban oir gritos de martirizados, hoy se oycn las risas y cantos de los escolares. Inglaterra niinca olvida al hroe Baderi Powell, que es el fundador de la paz y felicidad de la Costa de Oro. Ni lo olvidan los Achantes: el noiil-' bre de Radcn Powell vive siempre en los recuerdos dc los viejos y en los c~ientos de los nios; y hace slo cuatro aos (1924) que un amigo del genci.al cscribc de K~imasi, que los viejos Acliantes sieiii- prc le recuerdan, v siempre hablan de Kantakie, esto es: del

  • VI1

    La guerra contra los Matabeles

    M UY selior mo: A bordo del vapor correo .'l'antalon Castle., tiene Ud. reservado un camarote de 1 .a clase

    para el viaje para Sud-Africa. El buque zarpa el da 2 de Mayo de 1896 y nosotros esperamos que Ud. tome el mando de las tropas enlbarcadas en este vapor, en la expedicin contra los Matabeles.

    Tenemos el honor, etc., etc.

    Esta curiosa carta recibi Baden Powell el da 2 dc Abril de 1896, slo tres semanas despus de sil viielta de la Costa del Oro. l era en ese tiempo sub- coronel, y nos podenios inlaginar la alegra coi1 que recibi semejante orden a pesar de no estar todava

  • rcpiicsto de las fatigas dc la cx~cdicin sccii~ tcrini- liada. Su gran corazn de aveiitiirero saltaba de alc- gra. Nuevas aventuras! Nuevas glorias! De nucvo en su tierra taii querida, cil Sud-Africa!

    Y cl da indicado en la orden abandon cl va- por, cargado de tropas, las costas dc Albiol-i.

    Los it-idgcnas de la tribu dc Matabcle son una raiiia dc In raza de los Zuites, y cl territorio doiidc Iiabitaii estci en Rhodesia, colonia Britiiiica al norte de la Ui~iil Sud-africana, ms o menos a 3.000 kins. de la Ciudad del Cabo. Hace ahora algo ms de cien aos que cl grande Umzilikasi, hijo de lino dc los reyes de los Zules, no contento con las cosas y el orden de su tierra, reuni varios iililes de fie- les y abandon la Zululaiidia, niarchando hacia no- roeste, hasta llegar a las regiones d,ondc actualinente viven. Se quedaron y empezaron guerra contra to- dos los vecinos, exterminando casi completamente las razas originales, robando y matando. Mis tarde, al ~~iezclarse con las tribus vencidas, dieron origen a la gran nacin de los Matabeles.

    En el ao 1890 lleg a cstas tierras Lord Cccil Rhodes, cuyo nombre lleva hoy toda esta vasta re- gin (Rhodesia). l, hombre enrgico, valiente y lis- io, fund en poco tiempo la ciudad de Salisburry, acttial capital de la colonia. El rey de los Matabe- Ics protest, pero se mostr ms conciliador ante los regios regalos que le ofreci Lord Cecil: telas,

  • fLiCjlcs, vasos y otras C O S ~ S ; as sc q ~ ~ c d a r o n cotitell- tas las dos partes.

    Pero el rey no ~"omprendi bien lo quc signi- ficaba un tratado seniejante. No se imagin quc iba n tcncr como consecuencia natural 1:i limitacin de su poder. Y ocurri lo que tena que ocurrir. Cuando ,,, da, segun sus costumbres sali para nuevas ex- pediciones de robo y guerras, encontrse en la fron- tera provisoria con las tropas policiales inglesas. El

    transformse pronto en una verdadera ba- talla, la que tern-iin con u11 avance de las tropas inglesas hacia la capital de los Matabeles, llamada Ruluwayo.

    Y algunos das ms tarde, ocuparon las tropas el pueblo y el soberano negro escap apenas con vida.

    Durante este tiempo, la niayor parte de la tribu se encontraba muy lejos dc Ruluwayo; estaban en el tcrritorio portugus, en la Angola, combatiendo con- tra los indgenas, y, por lo tanto, no saban lo que haba ocurrido en Rhodesia. Grande fu, natiiralinen- tc, la sorpresa que experimentaron cuando al regre-, sar se encontraron con el nuevo orden de cosas!

    En este 'tiempo, n~!rnerosas plagas haban azota- do a los Matabeles; liabai~ perdido mucha gentc en guerras iniitiles, las langostas haban comido todo cl maz y todo el pasto, y las vacas caan por millai-cs, vctimas de la sequa; la falta de aliniento se dejaba sentir, y las enfermedades diezmaban el plieblo. De este 111od0, no fu nada difcil para los &feticheros,> conseguir que la tribu creyer en la culpabilidad de los e diablos * blancos ,, . Los hechiceros caminaban a travs de todo el pas, predicando contra los europeos.

  • ~icus5ndolcs de scr motivo para quc los dioses caqtigascn a los Matabcles, y llaniando a todos los indgenas a las armas.

    La sublevacin era inmediata. En la noche de la luna Ilenz, conlo era la consigna, juntaronse 1~15s o menos 10,000 guerreros de la tribu cn las cerca- nas de Buluwayo, con los propsitos de entrar por la madrugada y inatar a todos los blailcas. Antes dc esto, queinaron cientos de estancias en todo el terri- torio, inatando a sus infortunados habitantes. Enfre otros, era asesinado el mejor amigo de Byden Powell, el famoso explorador africano Selo~ise con su esposa. Fue sorprendido en el cainii-io hacia Buluwayo, adonde quera llegar para avisar a sus habitantes cl peligro que corran.

    Pero la ciudad reconoci a ticnlpo cl peligro y sc transform durante la noche cn una vcrdadcra for- taleza. Fortaleza ordinaria, de barricadas, pero sufi- ciente.. . Y a la madrugada siguiente estaban los 10,000 Matabeles en los alrededores.. .

    Al llegar las pritneras noticias de la s~iblevaciri a Inglaterra, las tropas coloniales de la reserva fue- ron inmediatamente maiidadas al territorio afectado. De todas partes llegaban buques llenos de tropas, y con uno de ellos lleg tambin nuestro Baden Powell. Recibi inmediatamente orden de dirigirse ha- cia Buluwayo, donde deba tomar el mando como Jefe de Estado Mayor del Comandante Supremo, ge- neral Sir Federiclr; Carrington.

  • Esta expedicin tlecesitaba de las fuerzas dc to- dos. Era una de las inis graves y difciles guerras 4u c hasta la fecha han hecho los ingleses en el Afri- ,,. La expedicii-i contra el Rey Prcinpe era un siin- p l ~ jiiego comparada con esta. El territorio sublevado

    1,200 kilmetros lejos dcl ferrocarril; las en- fermedades haban acabado coi1 todos los at~itnales de las fuerzas expedicionarias y los soldados estaban obligados a marchar a pie y llevar todo al ho111br0, Los carros con municiones y vveres tenan que ser dejados atrAs y en breve el hambre se dejaba scn- tir en todos los regimientos. Cientos dc itifelices caan todos los das y tenan que ser abandonados sin ayiida alguna. La tribu fanatizada por los fetiche- ros atacaba diaria~i~erite a las tropas; ni el ms gran- de y nis poderoso fuego de ai-iietralladoras y fii- siles lograban ateniosizar a los diablos ilegros; pucs estaban convencidos por sus cabecillas qtie las balas dc los curopeos, se convertai-i en gotas de agua sin hacerles dao alguno. Cientos dc miiertos por ain- bas partes, era cl resultado diario de estos eiicuen- tros.

    Por fin despus de varias semanas las diezma- das tropas llegaron hasta el territorio de Matopo. Son colinas de apenas 300 metros de altusa, llenas de grutas y rocas mtiy apropiadas para ocultar dcce- nas de miles de negros. Y all deba aguardar Raden Powell el mis itllportante ataque de esta guerra. Es- ta esperanza no era muy halagadora, piies debenlos tener en cuenta qiie las nicas comidas de los sol- dados consistan en algut-ias galletas con merineladas

    4

  • una vez al da; y dos veces a la scinana una taza de caf negro sin azicar.

    Podemos imaginar cmo descari;iii los soldados el trmino de esta campaa; pero a 1:csnr dc todas estas penalidades, el soldado ingles di i~~ievarnentc pruebas de su disciplina de hierro y qiic para 1;is guerras coloniales l es cl inejor soldado dcl i~ i~ indo .

    En el campainento de Matopo Hills Baden Po- well encontr uii nuevo amigo: el famoso explorador y cazador norteanlericano Burnham. Con l recorri toda la sierra, evitando as tnuchos desastres. Es cu- rioso que el mayor y inss importante inedio de Ba- den Powell para este ~ s c o u t i n g ~ era su nariz. El per- ciba el olor del huino o de tin cuerpo dcl indge- na a grandes distancias y esta fue la raz11 por q ~ 1 6 recibi un nuevo nombre entre las tribus: a l i~ ipeesee~ o sea

  • A la madrugada de uno dc los das sig~iicntcs, ,,ladrugada Ilcna dc encanto potico de la atironi

    trompetas y tarnborcs llenaban con sus so- lles las l!anuras bajo dc Matopo Hills. Las fuerzas auxi- liares clcl General Carrinton Iiaban llegado a ticnipo. verdad es ~ L I C no tenan iiiucho aspecto de solda- dos. Muy pocoseestaban uniforiiiados: !a mayora eran

    y colonos de todo el pas dc todas las cdadcs; iilarineros y obreros si11 trabaj rcclutados cn la Ciudad del Cabo, M colorados (iuestizos), indge- t~as, hotentotes reclutadas cn el Africa alemana del Sud-Oeste, y varios iniles de voluntarios Boers de la Repblica del Transvaal. Legiones de aventureros, gcntc honrada y ladrones, blancos y negros.. . Era cosa difcil inantener la disciplina, cosa iii~posible pa- r~ c~ialquier otro que no fuera Baden Powell; l, con su risa, carifo, eiierga y coinpacrisnio, transforiii estas hordas en un ejrcito capaz de vencer a los Malabcles; los cerc y venci.. .

    Los rebeldes se entregaron y el rey Uwirii fu condenado a niuertc y fusilado a la madrugada. Es- to fu causa de ~ i n n~ie\io confiicto, esta vez entre Raden Powell y el Gobierno. Fu llamado antc cl Tribunal Militar y casi fu condenado. Pcro los testigos confirinaron que el Rcy era el ms grande sanguinario bajo el sol africano y causa de todas las presentes y pasadas desgracias. Baden Powell fu rehabilitado.

    La ltiina avent~ira fu la conquista de las po- sesiones del Rey de los Maclionas, Wedza. Radcri Powell con una pequea patrulla aprision ocho mil negros. Y cmo? l con algunos honibres duiante varias noches encendi cientos y cientos de fogatas

  • alrededor dc los cainpamentos de Wcdza, cl cual pens que fuerzas c~iormcs de enemigos estaban acam- padas delante de II y se entreg . . .

    En Novieinbrc todo el territorio estaba coi~iple- tanlente pacificado, ocupado por las fuerzas colonia- les y llcno de fortalezas, y Baden Powcll regres a Inglaterra el da 6 de Enero con el grado de coro- nel y coi1 el pecho Iletlo de condecoracior~es. La l~is- toria colonial inglesa Ileri nuevas hojas con las glo- rias de l.. .y millares dc estancieros le t-iianifestarori su agradccii~~icnto pos la salvacin dc siis vidas y bienes.. .

  • En vspera de grandes acontecimientos

    UE muy ocupado, Baden Powell siempre A U ~ Q encontr tiempo suficiente para su educacin intelectual y trabajos literarios. Edit. eii 1896

    L ~ I I libro titulado La derrota de Preinpe, y un ao iiirs tarde otro con fragillentos de su diario y con ilus- traciones propias. Se p~iede decir que nadie sabia tan bien ecoriomizar el tiempo coi110 l. As lo maiiifest u n da a un amigo: ' .Si no tengo tiempo, ine lo pro- curar . . .

    En Abril de 1897 regres a su antiguo regi- iliiento clc los Hsares N.O 13. Para los supersticio- sos que teiiien de este iiii~ero podcinos inaiiifestar que p;ira 13adci1 Powell trajo slo glorias y lionores.

  • Pero estaba escrito que l no poda quedarse mucho tiempo tranqiiilo en un lugar. Apenas reanu- d su labor niilitar recibi ordcn de toniar a su cargo el Regiinieilto de los G ~ ~ a r d i a s Reales N.o 5, de guar- nicin en el Indostn.

    No hay duda alguna que Baden Powell aban- don el Regjniicnto N.o 13 con bastante pena. No porque le faltaran deseos.de ir al lejano 01-iente; para l la obediencia era la ley suprenia. Pero el recuerdo de abandoi-iar para siempre su viejo regimiento, cn el cual liaba servido d~irarite 20 aos segkidos y con el cual' pas tantas duras pruebas en las guerras co- loniales, le entristeca. Sin embargo, la perspectiva dc ocupar i i i i p~iesto tan alto y tan hoi~orfico atenu un poco su pesar. Y tena razn para estar orgulloso, pucs en toda la historia de 10s Guardias Reales nadie haba llegado al grado de coronel tan joiien coino l.

    Lleg a Meeruut, donde el regimiento en cucstin tcna SLI cuartel. La ciudad sta era muy insana y Baden Powell combati las enfermedades de jiianera idntica a la qilt. us en Q ~ c t t a : con trabajos, dcpor- tes y alegra. Y coiiienz ininediataincnte a instalar lecheras para cl regiriiiento y LISO pblico, panaderas, fbricas de jarabes; fiind el .Club de los Abstinen- t e ~ coi] propsitos antialcolilicos; y dej edificar .LIII pequeo teatro donde coii~o actores trabajaban los soldados dc la g~iarnicin. T o d i la ci~idacl viva en el cainpo de :los deportes y de la giiiltiasia. Levai~t de veras 1:i guarnicin y ciudad cntera. El ii~isino pintaba i i ~ ~ i y bien y con la venta de sus dibujos y pintliras gan bastante dinero con lo cual ayud a su madre en Ii~glaterra.

  • Algunos meses ms tarde el Regimiento de Ba- den Powell f ~ i trasladado a Sialkott, donde el sim- pitico coroiiel en iriuy brtve gan, como en todas las partes aiiteriores, la admiracin y cario del piie- blo. Sera difcil encontrar un soldado, un militarista., coi1 corazn ms tierno, carioso y ms lleno de amor para los dems y capaz de mayor sacrificio para el

    pobre de sus semejai~tes. Se deca que siis sol- dridos eran capaces de beber ploiilo derretido si dc eslo depciidia la dicha de su corone1;'y en realidad el Reginiicnto N.o 5 de Guardias Reales era cl ms disciplinado, el n~cjor de todos.

    EII Marzo de 1899 recibi Baden Powcll orden de regresar inmediatan~ente n su pas natal. No se cxtrao. Todo el miiildo cn este tieinpo llablabi dc negras y anienazadoras nubes que empaaban cl Iio- rizontc. Nadic dudaba quc cosas mliy graves d c b : ~ ~ ~ oc~irrir iiiuy en breve.

    Apcnas lleg Badcil Powcll a Inglaterra, i-ccil~i csta niieva orden:

    Salir pata Africa del Sur.. . Sali; liasta la isla de Madcira cspcr quc le llc-

    g:ira orden de regreso-esa orden significa que ya iio aiiienaza ningiil peligro a su patria ... Pero esper en vano y cl vapor zarp del plieito de la isla portii- giiesa runibo a la Ciudad del Cabo ...

  • En Sud-Africa crecan las dificultades polticas, y las negociaciones entre los dos gobiernos, el ingls y el de la Repblica de Transvaal no podan llegar a un acuerdo. El antiguo s~ieo de la Inglaterra, ver uni- do al Cabo con el Egipto por la tierra, estaba con- tinuamente interruinpido con la existencia dc los es- tados libres, colocados por el Destino en mitad del camino. Adeilis Inglaterra tenia in~icho inters en la seguridad de las i~iinas de diamantes de Kimberlcy, las cuales se vean amenazadas por la proximidad de la frontera de las Repblicas de los Boers; y ms in- ters deii~ostraba por las ininas de oro de Jol~anes- burgo. Si fuese un l-iistoriador, podra anotar adems, el inters con que los britnicos observaban la pol- tica de los Boers respecto al Ferrocarril de Pretoria a Lore~lzo Mrquez; el asunto de la frontera de Natal; las relaciones con el Africa Aleinana de! Sud Oeste, y varios otros. Pero no lo soy y rne liinito a curn- plir slo con la inisin promctida en cl ttulo de esta obra.

    La tarea de Haden Powell era organizar dos re- gimientos de tiradores, tres coinpaas dc polica y varias cornpaias de vol~intarios. La misin de estas tropas era:

    Defender la frontera dc u11 ataque .enen~igo; Vigilar y m:intener cti paz las tribiis indgenas

    dc la frontera del Norte; Oc~ipas los dos ins iiiiportantes puntos dc la

    derensa coloi-iial, o sea el Bul~iwayo y Mafcking; l,lamar la atciicin de los Boers ]lacia cstc i11ti111o

    11~1nto estratgico para aliviar la irontcra s~~ref ia de la

  • oresin .enemiga., hasta que llegaran las reservas de iliglaterra; y

    Defender la reputacin del Itnpcrio Britnico. (El lector podr observar fcilbente los prop-

    sitos blicos de Inglaterra para con las Repiiblicas ve- cinas, las cuales no mostraban ningn inters en ame- nazar la Colonia del Cabo).

    La tarea no era muy fcil. Baden Powell dispo- na apenas d e 3,000 soldados y tena que guardar lina lnea de mis o iiie~ios 800 kms. Pero conio las disposiciones naturales del ierritorio le eran favorables, pues no permitan desarrollo de actividad alguna fue- ra de dos focos importantes, Baden Powell liiliitse a la ocupacin de estos dos focos. Eran Tuli en la Rodhesia y Mafeking en la frontera de la Coloi~ia del Cabo-Bechuanalandia-Transvaal del Noroeste.

    El mismo instal su Cuartel General en Mafc- I~ing, y esper lo que tenia que venir ...

    jMAFEKING! 13equesinio p~icblo, centro del comercio entre

    la Bechuanalaridia, Rodhesia, Cabo de Buena Espe- ranza, y 'I'raiisvaal del Norte. Su antiguo nombre era Rooigrond, y, aunque pequeo, su importancia cstra- tegica era ei-iorrne. Era la llave del caiiliilo entre Rlio- desia y Sur de Africa;' al tienipo deseinpeaba c1 pa- pel de ari-ria amenazadora de las espaldas de los Bocrs. Sc d!ce que q~iietl tiene Mafelcing, tiene Africa; y Badeil Ibwcll cslabn org~illoso de que el gobierno lo Ii~ibiera escogido a II para deieildcr ese lugar. Y qu

  • coincidencia ms extraa: f ~ i u11 hermano suyo quien gan pacificamentc estc pueblo en un .juego diplo- i i ~ t i c o ~ , por medio de co~iipensaciones, para el 1111- perio. Lo que un hermano conquist el otro. lo iba a defender.. .

    La sit~iacin dc los ingleses tlo era nada de ha- lagadora, y la opinin piblica aseguraba que Mafeking en un caso de guerra deba cacr en iiianos del ene- migo en unas pocas horas. Mientras las Boers dista- ban apenas un par de kilinetros de la frontera dcl Trans~~aa!, para hacer el viaje del Cabo o de Rhodesia nc- cesitbailse por lo nienos varias seiiianas. A d e i ~ ~ s sc levantaban otras complicaciones en el horizonte: la actitud de los cabecillas indgenas. Estos, ateinoriza- dos coti el despliegue de fuerzas entre Mafeking y la Rhodesia, amenazaron a Baden Powell con la su- blevacin de las tribus. Estaban seguros que estos mo- viinientos militares tenan por objeto conquistar ntie- vas ticrras hasta ahora libres del dominio de los in- gleses y exigir nuevas contrib~iciones: Pero Baden Powell reuni todos los cabecillas' dc la Bcchuana- landia y-a~iiiquc con muchas dificultades y ii-i~iclios sacrificios--consigui tranquilizarlos y salvar as 1:) si- tuacin.

    Entretanto, tenicildo conocinlieiito dc los ,movi- inicntos niilitares de los brit;lnicos, los B o a s de Trans- vaal se preparaban tambiil. Y, nat~iyalinente, se prc- parabai~ especialnientc contra Mafeking, pucs su ocu- pacin era esencial en un caso de guerra. Mafcking era deiliasiado molesto para las espaldas de la Rep- blica, y deiiiasiado peligroso para la seguridad'dc su cipital, Prctoria.

  • As era la situacin cuando Baden Powell toin cargo de su puesto. No ignoraba que su misin era bastante delicada; . pero confi en la ayuda de sus contpaeros oficiales, todos con gran experieilcia d c las guerras coloniales, y en su buena estrella. Noiil- br como ,Jefe de Estado Mayor a Sir Edward Cccil y comenz sil tarea de organizar la defensa de la ciudad.. . la defensa del 1111perio.. .

    No era fcil. Se necesitaba ropa, iiniformes, ti- les de hospital, ambiilancia, inuniciones y cosas por cl estilo. Los recursos eran muy escasos. Pcro logr te1.111inar los preparativos dentro de seis semanas, y eil Septiembre de 1899 la. ciudad estaba convertida en una poderosa fortaleza. Verdadero len en acecho.. .

    La guerra pareca inevitabie. En Octubre Baden Powell fu nombrado Jefe S~ipre i l~o de todas las fuer- zas de Rhodesia y Bech~ianalandia. Y casi inniediata- mente presentbansc seales de hostilidades. El correo- de Mafelcing a Johannesburgo, que sali el da 2 de Oct~ibrc dc la ciudad, no volvi. El 4 de Octubr-c Baden Powell orden la inovilizacit~ de todos 10,s regimientos dE los Tiradores de Bechuanalandia y de las compaas dc volui~tarios.

    Los Uoeis entretanto haban conccntr!do sus fiier- zas, muy poderosas y de lodas las ari~las, en los al- rededores de Zcerust y Liclitenburg. Estaban bajo el in:iiido del

  • initad cruzar la frontera de Rhodesia, interrumpir el ferrocarril y avanzar contra Buluwayo.

    Baden Powell no ignoraba .que la defensa de Mafcking iba a ser larga y dura y orden a todos los habitantes que no pudieran cargar armas abando- nar la ciudad con rumbo a la Ciudad del Cabo.

    El da 9 de Octlibre, recibi un telegranla del Cabo:

  • 1 X

    Sitio del Mafeking

    M UCHO siento n poder dar aqu al lector la rc- lacitl completa de la guerra sudafricana, de esta horrible lucha por la vida o la n ~ ~ i e r t e entrc

    laucha y len-entre Transvaal y su aliado el Estado Libre de Orange, por una parte y el Imperio Britnico, por 'la otra.-Esta pequea obra no tiene nis objeto que dar a conocer la vida del fundador del scoutisriio. y para cumplir con este fin dedicaremos estas pgiiins Unicamente a los das nias gloriosos dc toda la gue- rra, sin juzgar ninguna de las. dos partes en lucha.

    Baden Powell, conforme a las rdenes recibidas de la Ciudad del Cabo, proclam .el estado de gui - r r a ~ en Mafeking y todo el territorio de los Becliua- nas, el 12 de Octubrc de 1899. Las fortificacioi~es de la ciudad, aunque bastante primitivas, eran seguras.

  • El noreste estaba sciiibrado dc iiiiiias terrcsires, y ~ i i i trci~ blitidado vigilaba csta parc 1110vi~1-idos~ so- bre rieles cspccialcs. Los soldados iii:s destacados tenan sus posiciones aqtii, pues de esta parte cspc- raba Baden Powell iiiayor ataque.

    Para el scrvicio de correo habiaii sido destina- dos ineiisajeros secretos, disirazados, que constantc- iiicntc cr~izaroi~ las lneas eneiiiig-as; a lo largo dcl ferroc3rril1 estaban ubicadas las compafias de la po- lica del Cabo, y adeilfs lord Edward Cccil organi- z una seccin de iiiuchachos dc 10 a 13 aos para cl servicio de mensajeros entrc las diferentes posi- ciones dc las tropas.

    La artillera dc Badcn Powcll cra ins q ~ i c iui- scrable; dispoi~ia slo de cinco caones de rcspcta- blc vejez, del tieiitpo de los viajes de Vasco de Ga- iiia por lo menos. Esto cra todo lo que le manda- ron de la Ciudad del Cabo ctiando pidi quc se lc cnviaran arrnas iiloderi~as . . . Adcms teiiia Badcn I~owell seis ai-iietralladoras.

    El Cuartel Gei-ieral sc instal cn el Hotel Dixon, en la Plaza del Mescado.

    Las tropas de Mafeking componanse de 1,000 soldados irregulares blancos, 450 policas sudafricaiios, 390 vol~~ntarios de la Guardia M~inicipal, 75 volun- tarios europeos y 468 voluntarios indgenas (negros). No hay que admirarse de este imiserable cstado de las tropas inglesas. Inglaterra en sus colonias, no dispona nunca de ejrcitos respetables y en caso de guerra, como ste, tenia la tarea de forinar, or- ganizar lodo el ejrcito cornpletanicnie nuevo.

  • Contra cl Mafcking estaban los 9.000 dc bien armados Boers, con siete calioi~es i-i~odernos y t ~ ~ i c - ve ametralladoras.

    El canal- quc provea de agua potable a In ciu- dad estaba en peligro coiistante de ser cortado pos los de Trarisvaal, y en cste caso los habitantes no disponan r i~ i s que de 20s pozos en el parq~ic y tina boiiiba en la estacin de ferrocarriles. La circ~in- fcrcncia de dcfensa tena inis o nienos 9 I(111.; y en toda su instalacin sc Iiabaii construido rilicdedor de ~inas 40 trinclleras.

    El 13 de Octubrc tcnia lugar el primer cnciieii- tro dc los dos enemigos; una compaia sali dc la ciudad para el socorro del trctl blindado (pucs csia- ba cil peligro de ser demolido por los caonazos dc la' artillera enemiga), tarea que fu coronada por cl xito. El misino da por la noche anot Baden Powell en su libro las primeras bajas de esta guerra: dos oficiales y dos soldados inucrtos, 13 Ilcridos 1111 desaparecido. Se ignoraban las bajas dcl eiieiiiigi; no dcban ser muy grandes.

    El da siguiente recibi-por la iiiaana--la 110- ticia de quc un nuevo tren blindado estaba cii ca- mino del Cabo al Mafeking; el mismo da, por Iri tarde, lleg otra con~unicacin en quc se participaba que el tren en cuestin habia sido sosprcndido por el enemigo y compleiainente destruido. -

    El 16- .visit. la ciudad el priil~cr i~~er~sa jc ro de la muerte: una granada. Desde este dia, a toda ho-

  • ra, sin cesar una granada o sclirap~~ell, tina tras otra, durantt: los sictc largos iileses del sitio; excepcin hecha dc los das Domingos, los cuales confornlc i i lo co~lvenido cntrc I3aden Powell y el Gencral Cron- jc haban sido consagrados al descanso y al servicio religioso.

    (Qu idilio si se conipara con las giierras pos- teriores!)

    El 17 los Boei-S ii~ai~daron 1111 inensajcro a 12 ciudad preguntando si Badeii Powell quera entre- garsc y evitar as la prdida intil de inuchas v i d ~ s . Baden Powell contest con una sola palabra:

    (POS qu? " El general Cronje- inand el 20 de Octlibre una

    carta a Baden Powell co~~~unicandole que el L~ines prximo, a las 6 horas de la madrugada co~ncnzara cl bombardeo de la ciudad, pues era cl nico medio para conq~iistarla. Baden Po;;-el1 contest: .Siento I I I L I C ~ O que no tenga usted otros medios para consc- g~t i r SLIS fines, pero tienc ~isted la mis amplia' libertad de hacer lo que quiera; slo le ruego respetar las banderas de la Cruz Roja*.

    Y el dia 23, a la hora indicada comenz el fuego contra la ciudad. El foco de la atencin de la arti- llcra de los Boers era el carnpaniento militar al lado de la ciudad, pero como Baden Powell liaba pcnsa- do ya antes en esta eventualidad, dej evacuar el can~pan~ento y reparti los soldados entre varias for- tificaciones; de inanera. que -las granadas no hicieron miicho dao durante la semana siguiente.

    A principios de Novieinbrc los Roers -con un ata- que heroico ociiparon el cerro Cannon Koppie y desdc

  • entonces la ciudad conienz a sufrir de veras. Muchas de las casas quedaban en i-uinas en un par de horas J , slo gracias a la. caballerosidad del general Cronje no pagaban los habitantes civiles a t c bombardeo con sus vidas. Cronje respet los campamentos de los nios y mujeres. Especialmente duro fu el da 4 de ~ ~ v i e n i b r e , durante el cual cay una verdadera lluvia de granadas y slirapiills desde las 6 hasta las 17 horas.

    El Unico descanso eran los domingos. Se jug &ket y otros deportes y la banda de OS volunta- rios toc en el hospital y en el campamento de las mujeres, que estaba un poco distante de la ciudad.

    A mediados de Noviembre Baden Powell pas una revista general a su gente y al~ilacenes. En Ma- fekiiig a la fecha se encontraban: 1,080 l-ionibres, 230 mujeres y 405 nios, todos blancos; adeii-is 7,500 indgenas. En los almacenes encontr el comandante 9 toneladas de carne, igual cantidad. de liarina, 5 to- neladas de maz y trigo. Se necesitaban diarianiente 1,300 porciones para los blancos y 7,000 para los negros, o .sea estaba asegurada la comida para los primeros durante 130 das y para los indgenas du- rante 15 das. Y despus?

    El 16 del mismo nies dispar

  • mayor parte de los instrunientos haban sido destrui- dos por el enemigo. Las fiestas de Pascua pasaron en coinpleto silencio, pues las dos partes fir~maron armisticio por tres das.

    Inmediatatnete despus de las iiesias los ingle- ses salieron contra los Boers en un ataque furioso y consiguieron recoiiquistar e! cerro Gatn-Tree. Sin em- bargo la cantidad de heridos y enferi~~os en la ciu- dad era considerable y auriientaba diariamente. Fal- taban tiles para los mdicos. Faltaban provisiones; Baden Powell se vi obligado a reducir las porciones diarias a la mitad.

    El iiies de Enero fue el iiias tranqliiio de todos los iiieses del sitio. Pero desde el 1.0 de Febrero los hoi-rorcs de la guerra se rn~iltiplicaron diariamente. Esc da ~ G r c t j e ~ dispar SLI 900.0 tiro en la ciudad. Al revistar los nlmacencs cncoi~tr Baden Powell que no haba n ~ B s vveres cluc pasa 100 das a razn de una tercera parte de racin *al da. En pasto para el ganado y caballos no haba ms que para 15 das; aden~s la artillera dispona slo de 350 proyectiles.

    'A mediados de este mes haban sido muertos los caballos para el consumo de las tropas. La pri- inera vctiiiia por falta de alimentos-una mujer-~ILI- ri el da 19.

    El 28 recibi Baden Pocvcll la comunicacin por interiiiedio de un mensajero secreto indgena, de que el General Frencl-i haba abandonado con numeroso y bien arniado ejrcito el Kimberley rumbo a Mafe- k i i~g para socorier a los sitiados.

    En los das siguientes tres mensajeros I I I ~ S tra- iaroii de pcnetrnr en la ciudad, pero cayeron en las

  • nianos de los Boers y fucron f~isilados. La tarea de 10s rnensajeros era bastante cxpuesta y peligrosa co- mo se ve; no obstante eso, siempre se encontraron Illuchos negros que deseaba11 ganar las 15 E por mensaje.

    Ya pronto la escasez de alimentos fu terrible. El terror se apoder de los habitantes. Nadie cono- ca la sucrte de las tropas @e bajo el mando del General French inarchabati para socorrer la ciudad. Tambin faltaba el dinero y Badcn Powell mismo con su pluma artstica dibuj el modelo de billetes provisorios y los dej imprimir.

    El da 30 de Marzo el nimero total- de los se- res humanos en Mafeking era 8,900; las bajas de es- te 111es fueron pequefas, slo 64 hoinbres en total.

    Los priineros das de Abril fueron terribles. Fal- taba comida, municiones y hasta la esperanza. El 11 de este mes, 36 granadas del enemigo cayeroii e11 el campainento de las mujeres, el que qued des- trudo cornp!etamenie. lgualirierite el Hospital Princi- pal. El da 12 lleg el siguiente mensaje de la Rei- na Victoria, de Londres:

    .Con inters y admiracin veo la heroica deferasa de Mafeking bajo su mando*

    Tanibin Lord Roberts mand el siguiente: Con- fo libertarles da 18 de Mayo a ms tardar. No era inuy halagadora semejante esperanza pues era de temer que las tropas auxiliares encontrasan slo ca- dveres.

  • La niiiniciii f i tan escasa, que slo por or- den especial de Baden Powell podan los soldados disparar. En este mes- Abril- tuvieron 390 bajas en la ciudad, catisadas por la artillera enemiga. El 20 orden Baden Powell matar todos los caballos por no tencr con qu alii-iientarlos y ademjs necesi- taba carne para los soldados, los cuales en su ma- voria eran incapaces de seguir lucliar,do; faltaban fuerzas.

    Entretanto, el comandante inventaba nuevas tre- tas para engaar al enemigo. Cuando principi la guerra, quedse en la ciudad un agente comercial de carburo. Baden Powell dej construir una primi- tiva, pero potente lmpcira, y con fuerte luz alum- braba de noche las posiciones de los Boers, cam- biando rpidamente el lugar de la lmpara. Los Boers fueron as engaados; pensaron que los ingleses dis- ponan de varios reflectores ii-iodernos y desde este da abandonaron el sistema de ataques nocturnos.

    El 27 mand Baden Powell un telegrama a la Reina, asegurndole la fidelidad, abnegacin y entu- siasmo de las tropas, a pesar de los 200 das de sitio.

    Hasta la fecha les haba sido imposible a las dems fuerzas imperiales correr en socorro de Ma- feking; sufrieron muchas terribles derrotas en todas partes, no obstante que su nmero era doce veces superior a las fuerzas de los Boers. Pero a fines de Abril el coronel Plumer y el general. French consi- guieron avanzar hacia la ciudad; el primero por el Norte y el otro por el Sur. Los Boers sentan cada da ms la presin de estas fuerzas, y por eso re-

  • solvieron obrar rcpidarnente: eniprender un ataque general y conquistar la ciudad o abandoiiar el sitio.

    El ataque se efectu la noche del 12 de Mayo. Despus de la .preparacin. del terreno por medio de la artillera, varias seccioties de los tiradores Boers avanzaron en lneas cerradas hacia la ciudad.

    Baden Powell estaba preparado y su lema de esta noche era idntico al del enemigo: Ahora o nunca!

    La victoria o la derrota. No haba otro caiiiino; pues aunque los de Transvaal no conseguan entrar en la ciudad, sta deba caer de todos modos en breve, por causa del hambre.

    La orden de Baden Powell era la siguiente: de- jar que los Boers ocuparan la primera linea de las fortificaciones y trataran de atacar la segunda. As fu.. . y mientras los Boers avanzaron para conseguir la victoria, las tropas de Mafeking. (slo parte de ellas, naturalmente), salieron en dos lneas, al Sur y Norte, tratando de juntarse a las espaldas del ene- migo. No era del todo fcil semejante operacin, pero gracias a la habilidad del comandante, lo con- siguieron y por la madrugada, cuando ces un poco la tempestad de la batalla, los Boers vironse cerca- dos por todos lados.

    Los ingleses triunfaron: pero esta victoria era demasiado pequea para poder salvar la ciudad, pues las secciones aprisionadas representaban slo ur?a par- te de las fuerzas del enemigo. Durante tres das se- guidos la lucha continu.

  • Pero la salvacin estaba ya cerca. Se supo que las tropas auxiliares no deban estar niuy lejos, y como para confirinar la noticia, el 16 se oyerori muy claraniente los disparos de la artillera.

    Inmediatamente Baden Powell orden reunir to- dos sus liornbres y con gran entusiasnio, a pesar de la lluvia de los proyectiles, atac las posiciones del eneniigo, y este, atacado de frente y por la espalda, abandon el campo de batalla, retrocediendo hacia Transvaal.

    Dos das nls tarde, despus de un pequeo descanso, limpi Baden Powell el caii-iino a Rhode- sia de eneinigos, y reunise con el ejrcito auxilia- dor del coronel Plurner.

    Con esto termin el sitio de Mafeking, despus de siete ineses de terrible lucha contra el enemigo y el 11anlbi.c.. . y la rccoliipensa de Baden Powell, ade- ms del amor de sus soldados y de la gratitud dc todo iiigls patriota, fue el titulo de mayor-general.

  • El hroe de Mafeking

    L A defensa de Mafeking, bajo circunstancias tan dficiles, hizo de Baden Powell un hombre c- lebre en todo el mundo. La liberacin de esta ciudad fu acogida en to-

    da la Inglaterra con jbilo y entusiasmo locos. La madre dc Baden Powell recibi centenares de cartas y telegramas diariamente de todas partes del Imperio, todas expresando el agradecirniento del pueblo por los servicios prestados por su hijo a la Nacin.

    Un nio de 9 aos- le escribe: Querido corso- nel: ya creo que usted es el mas grande hroe de nuestro Ejrcito. Deban de envolverle a usted en rnu- chas condecoraci.ones y noinbrarle Gobernador de Australiao. Otro admirador dice que tiene bos cone-

  • jitos y a unc de ellos ha dado el nombre de Baden Powell, y cuando lleg la noticia de la liberacin de Mafeking, recibi doble racin. Dos niitas le man- dan cartas explicindole la alegra q u sentia toda la ciudad al llegar la alegre noticia y cmo todas sus compaeras de escuela, rezaban de rodillas en la pla- za, dando gracias a Dios.

    La Reina Victoria le mand un telegrama lleno de gratitud y admiracin..

    Pero no deben~os olvidar que la guerra no ha sido terminada todava y mientras que en Inglaterra celebraban la victoria de Baden Powell con fiestas populares y fuegos artificiales, ste continu inmedia- tamente su labor. Dej descansar sus soldados y des- pus emprendi la marclia hacia el Noreste del Trans- vaal. Conquist las ciudades de Zeerust, Ottoshoop, Lichtenburg y al fin Rustenburg, a la cual entr el 14 de Juilio. Dej' detrs de s un territorio ocupa- do de 400 kms. de largo y 150 kms. de ancho. Por el cal-ilino instal en seguida las estaciones policiales, telfono y telgrafo. Al fin de Ines lleg a Pretoria, capital de la Repblica vencida, donde encontr a sus compaeros de armas, Lord Roberts, Kitchener, French y Maxwell.

    En Agosto le riland Lord Roberts a la Ciudad del Cabo para informar al Gobernador Millner acerca de la posibilidad de la ocupacinWde los territorios conqtiistados. Este viaje puede llainarse triunfal, pues en todas las estaciones del Cabo la lnuchedumbre le esperaba, deseando todos estrechar 1 mano del c- lebre General.

  • Aunque tenia derecho a un descanso en Ingla- terra, no quera abandonar Sud-Africa, donde segua la lucha a muerte entre los dos pueblos. Lord Mill- ner le encomend que organizara en toda Sud-Africa el servicio policial, tarea que acept Baden Powell de buen grado.

    Para su familia fu esto ~ ina deterininacin sor- presiva. Deseaban ver a su hijo, y con mis razn, por cuai-ito durante el sitio de Mafeking haban casi perdido la esperanza de verlo vivo. Pero como no era posible el encuentro hasta despus de la guerra, la madre de Baden Powell y una hermana de l Ile- garon en 1900 a la Ciudad del Cabo. Qu encuen- tro i-iis dulce era ste para l!. . .

    Pero el peso del enorme trabajo de u n oficial coloriial durante tantos aos haba minado la salud de Robert. Era imposible para l seguir Iiichando con la dura vida de los pases tropicales. Aunque con gran pena, no pudo hacer otro cosa que obedecer a sus mdicos, los que, alarillados del estado de su salud, le prescribieron reposo.

    Se fu a Escocia, donde permaneci i1-ias o me- nos un ao como husped del Rey, en el castillo de Balmoral. La Reina Victoria, entretai~to, muri.

    A fines de 1901 no resisti ms a sus deseos de volver a trabajar. Lleg de nuevo al Cabo de Buena Esperanza coino Inspector Genera!. Trabajo duro, casi siempre en el caballo; pero para un jine- te como l, no era nada hacer hasta un mil kilme- tros seguidos.

    En Junio de 1902 se termin la guerra Sud- Africana y la custodia de todo el territorio fu en-

  • tregada al Cuerpo Policial. Con el grado de Coman- dante de este Cuerpo, Baden Powell visit todas las partes de Africa, organizando y n~ejorando el servi- cio. La paz estaba asegurada, el territorio viva en completa calma y Badeil Powell poda sentirse con- tento.

    En Enero de 1903 termin la organizacin de este importante servicio. Toda la fuerza se compona de 6,000 hombres; Sud-Africa, aparte de este Cuerpo de Polica Montada, no tiene soldados. Se nombr nuevo Coinandante y a Baden Powell le ofreci el Gobierno el puesto de 'Inspector General de la Ca- ballera Britrinica, el ~ n s alto grado a que puede as- pirar LIII oficial de caballera. Baden Powell acept y parti para Inglaterra.

    Ya mucho antes escriba a su madre que le asus- taba la idea de servir de nuevo en Inglaterra; porque all iba a tener a SLI mando slo iin cuartel, entre- tanto que en Africa tena bajo sus rdenes, un pas mis grande que la mitad de la Europa. Y esto es lo que prefera Baden Powell: un gran campo de campaa. Horizonte sin ln-iites y cielo azul.. . Pero allora su noiiibramiento, coiiio Inspector ' General lo acogi con entusiasmo, pues desernpeand este puesto tena ocasin de viajar mucho, realizar los grandes y pequeos proyectos que siempre llenaban sii corazn.

    Y todo se realiz; con su alta investidura visit Canadj, Alemania, Francia, Italia y otros paises. Observando en todas partes slo coiilo el saba ob- servar, recogi precioso material instructivo para po- der realizar su antiguo suefio: la fundacin de la Es-

  • cuela de Caballera en Netherravon. Adems fund la revista eCavalry Journal., donde tenan el y sus coi~~paeros ~ i n a iriboiia libre para la propaganda de s l l ~ ideales.. .

    En 1905 visit de n-uevo Stir de Africa. El t~iismo escribe a su t ~ ~ a d r e que se sinti-al ver la Ciiidad del Cabo-como Lin escolar que llega a vacaciones a su casa paterna. Tanto amor r e s e r ~ ~ su alma a esta tierra del sol y del cielo azul.. .

    Visit todas las ciudades ii-ispeccionando la Po- lica Montada y lleg hasta las catasatas de Victoria.

    Lleg el ao 1907 y, con l terniin la carrera militar de nuestro Baden Po~iel l . Se aproximaba el da en que tenia que abaiidonar SLI ~iniforii~e que tanto quera ... y tambin se aproximaba el da e11 que el no111bi.e de scoutisnio tenia que apoderarse del mundo. La atirora de este ii~ovimiento ideal ya se poda ver .en el horizonte ... Pero esto en el otro -y ltimo-captulo.

  • X 1

    EL SCOUTISMO

    MO fund Baden Powell el scoutismo? De los captulos anteriores podemos ya deducir- lo. Observemos slo el' sitio de Mafeking;

    basta esto para ver que para Rzden Powell primero estaban los honibres, que el Destino ponia en sus manos. Ningn sacrificio, por grande que fuera, no lo realiz. Primero pens en los dems, y en esto ya tenemos los contornos de la futura promesa de los boy-scouts-hacer cada da algo bueno, servir a los dems.. . . . .

    En el sentido material la consigna de Baden Po- well era educar cada uno de sus subordinados de tal modo, que pudieran ser tiles a si mismos y a la sociedad. l como oficial tenia en sus hombres un

  • amplio campo para realizar todos sus ideales. Ya ert Indostn introdujo el ~scbut i smo~ entre los soldados aunque no era lo que es hoy. En este tiempo edit el libro .Ayuda para el scoutisiiion. Todo sil progra- nia era: educar al soldado y prepararlo de tal modo, que pudiera desenlpear su servicio lo 11iris practica- mente posible, y hacerlo apto para valerse por si niismo una vez retirado de las filas. O sea, en lugar de niasas de soldados, olas de carne humana que combaten y destruyen, forjar soldados itiles a s mismos y a la colectividad, que saben lo que tienen que hacer en un momento dado, sin necesidad de los superiores.

    Que su mtodo era .bueno, la mejor prueba la tena en Mafeking, donde habra sido imposible de fenderse por tanto tiempo si cada uno de los solda- dos no hubiera trabajado con inteligencia y a base de lo que les ense el jefe. A cada uno infundi confianza en si inisnlo, y apel al sentimiento del honor. Es especialmente esto Ultimo, pues hasta los pequeos inuchachos han dado las ms grandes prue- bas de heroisino cuando Baden Powell les explic el significado del honor*.

    Slo un observador que no conoce a fondo los ideales del scoutisino y sus principios, puede soste- ner que este nlovimiento naci del militarisino de Baden Powell. Pero no es as; l siempre, toda su vida fu gran amigo de la juventud, en la cual vi ~ L I - turos comerciantes, artesanos, militares y padres de familia; y bien l saba por su propia experiencia cuan ineficaz es la preparacin que se recibe en la escue- la o en el hogar paterno para ser til a la sociedad.

  • El conoca, cmo la preciosa energa y originalidad que vive en la juveritud es ahogada por el exceso de estudios tericos que algunas veces sirven para inuy poco, ocupan tiempo intilinente, llenan la ca- beza sin ningn fin prctico, entretanto que el cora- zn q~leda fro y cl cuerpo dbil. Conoca cmo a