Filosofia Oriental y Ciencias Cognitivas

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    Enrahonar. Quaderns de Filosofia 47, 2011 15-37

    Filosofa oriental y ciencias cognitivas:una introduccin

    Iker PuenteUniversidad Autnoma de BarcelonaDepartamento de Psicologa Evolutiva y de la [email protected]

    Resumen

    Este ensayo se propone reflexionar sobre la introduccin e influencia de la filosofa orien-tal en el pensamiento occidental, y en particular su relacin con las ciencias cognitivas.Se inicia la discusin con un repaso histrico de la introduccin de la filosofa orientalen el pensamiento occidental. Despus se repasa el progresivo aumento de inters que seprodujo a lo largo del siglo xx, propiciado por el inters mostrado por filsofos, lingistas,psiclogos y fsicos occidentales, entre otros. Tras repasar brevemente las principales inves-tigaciones realizadas sobre las diferentes prcticas de meditacin, se concluye revisando dosde las principales fuentes de inters hacia la filosofa oriental que aparecieron en la segunda

    mitad del siglo xx: la psicologa transpersonal y las ciencias cognitivas. A partir de esterepaso histrico, se concluye que la filosofa oriental puede ser una fuente de inspiracinpara la psicologa y las ciencias cognitivas, y pueden servir de modelo para nuevas formascreativas de entender la relacin entre los seres humanos, la mente y la naturaleza.

    Palabras clave: filosofa oriental; pensamiento occidental; tradiciones espirituales; medi-tacin; psicologa transpersonal; ciencias cognitivas; mente; naturaleza.

    Abstract. Eastern Philosophy and cognitive sciences: an introductin

    The aim of this essay is to reflect on the introduction and influence of Eastern philosophy

    in Western thought, and in particular its relationship to cognitive science. Discussionbegins with a historical review of the introduction of Eastern philosophy in Westernthought. Then reviews the gradual increase of interest that occurred over the twentiethcentury, encouraged by the interest shown by philosophers, linguists, psychologists and

    Western physicists, among others. After briefly reviewing the main research on the differ-ent practices of meditation, we conclude by reviewing two major sources ofinterest inEastern philosophy that have appeared in the second half of the twentieth century: trasn-personal psychology and cognitive science. From this historical review, we conclude thatEastern philosophy may be a source of inspiration for psychology and cognitive science,and can serve as a model for creative new ways to understand the relationship betweenhuman beings, the mind and nature.

    Keywords: Eastern Philosophy; Western thought; spiritual traditions; meditation; transper-sonal psychology; cognitive sciences; mind; nature.

    http://creativecommons.org/licenses/by-nc/3.0/es/legalcode.es
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    Introduccin

    En primer lugar, al hablar de filosofa oriental, es necesario aclarar que se trata

    de una generalizacin, de un constructo que engloba ideas y tradiciones muydiferentes, y que sera ms indicado hablar de las filosofas orientales, ya quebajo esta denominacin encontramos filosofas, tradiciones espirituales y cos-movisiones muy diferentes entre si, incluyendo el budismo, el taosmo, elhinduismo y el jainismo, por nombrar solo las principales escuelas filosficasorientales, y prcticas como el yoga, la meditacin zen, la meditacin vipassa-na, etc. Sin embargo, a lo largo del presente trabajo emplear la denominacinfilosofa orientalde forma genrica para referirme al conjunto de las diferentescorrientes filosficas, tradiciones y prcticas espirituales que se desarrollaronen el este y sudeste de Asia.

    La introduccin, interrelacin e influencia de la filosofa y las tradicionesespirituales orientales sobre el pensamiento occidental se puede remontar almenos hasta el neoplatonismo de Plotino, e incluso hasta la obra de Platny otros filsofos de la Grecia clsica, influencia que pudo llegar a travs deEgipto. En la Edad Media encontramos en la obra del Maestro Eckhart1, unmstico alemn que vivi entre los siglos xiii yxivy que influy profundamen-te en la espiritualidad medieval, resonancias con algunas ideas de la filosofa yla mstica oriental, en especial con el concepto de vaco del budismo. Eckardafirma: Si todas las cosas se reducen a la nada en ti, entonces vers a Dios.Esta clase de afirmaciones, en las que equipara al individuo con Dios, hicieronque algunos de sus escritos fueran considerados herticos por la ortodoxiacristiana. Posteriormente, en el siglo xix, es cuando se produce un aumentodel inters haca la filosofa oriental en Europa (especialmente en Alemania,Inglaterra y Francia), momento en el que diversos autores orientalistas comien-zan a traducir obras del budismo y el hinduismo, y aparecen los primerosestudios de religiones comparadas; y tambin en Estados Unidos, de la manode los trascendentalistas, entre los que encontramos a Emerson, quien mostrun gran inters por el hinduismo (Merlo, 20072). A finales del siglo xix,

    1. Eckhart, Meister (2002). Vida eterna y conocimiento divino. Buenos Aires: Ed. Devas.2. Merlo, Vicente (2007). La llamada de la nueva era: hacia una espiritualidad mstico-esotrica.

    Barcelona: Ed. Kairs.

    Sumario

    Introduccin

    Aumento del inters hacia

    la filosofa oriental en el siglo xxFocos de inters

    Investigaciones sobre meditacin

    Ciencias cognitivas y filosofa oriental

    Francisco Varela, la filosofa oriental

    y el Mind-Live InstituteConclusin

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    la escuela teosfica contribuye a la introduccin de las tradiciones orientalesen el pensamiento occidental. Por otro lado, el pensador hind Swami Vive-kananda viaja a los EE.UU. en 1893 para participar en el Parlamento Mundial

    de las Religiones celebrado en Chicago, e introduce el hinduismo vedanta enaquel pas (Clarke, 19973).

    Aumento del inters hacia la filosofa oriental en el siglo xx

    Pero fue a lo largo del siglo xx cuando se produjo un progresivo aumentodel inters hacia la filosofa oriental, y las tradiciones y prcticas espiritualesque la acompaan. Por un lado, diversos maestros de las diferentes tradicio-nes espirituales comenzaron a visitar Occidente para difundir sus ideas, yalgunos acabaron creando organizaciones, institutos y centros de enseanza,

    y residiendo en EE.UU. y Europa. Por otro lado, diversos filsofos, psiclo-gos y lingistas comenzaron a traducir, analizar y comentar obras de estastradiciones4.

    Cabe destacar la introduccin del hinduismo por parte de ParamahamsaYogananda, cuyo libroAutobiografa de un Yoguiejerci una gran influencia,y Muktananda, que introdujo el siddha yoga a partir de los aos setenta. Lafilosofa y la meditacin zen fue introducida principalmente por D. T. Suzukiy T. Deshimaru. Chgyam Trungpa introdujo el budismo tibetano, fund elNaropa Institute (una mezcla entre monasterio budista y centro de desarrollopersonal) y tradujo muchas obras tibetanas al ingls5. Maharasi Mahes Yogui,quien tras ser visitado por los Beatles en la India, viaj a Occidente e introdu-jo la meditacin trascendental (una tcnica que desarroll especficamente paraque la practicasen los occidentales). El filsofo hind Krishnamurti tambinejerci una gran influencia con sus libros y conferencias. Este pensador trans-mita una espiritualidad de corte psicolgico, y mantuvo contacto con losfsicos Fritjof Capra y David Bohm6, as como con el psiclogo Karl Pribramy el filsofo Ken Wilber. Tambin fue muy importante la influencia del vipas-sana, tcnica de meditacin introducida principalmente por Jack Kornfield yJoseph Goldstein, dos norteamericanos que la haban estudiado y practicadodurante aos en Asia.

    3. Mcrae, John R. (1991). Oriental Verities on the American Frontier: The 1893 WorldsParliament of Religions and the Thought of Masao Abe. Buddhist-Christian Studies(Uni-versity of Hawaii Press) 11: 7-36.

    4. La filosofa oriental tambin despert el inters de algunos fsicos y de varios representantesde otras disciplinas cientficas, como veremos ms adelante.

    5. Posteriormente el actual Dalai Lama, Tenzin Gyatso, perteneciente a la tradicin gelup-padel budismo, comenz una gran labor divulgativa del budismo en Occidente, como veremosms adelante.

    6. Krishnamurti y David Bohm mantuvieron un estrecho contacto e intercambio de ideas, y

    publicaron varias obras conjuntamente. Vease Bhom, David, Krishnamurti; Jidu (1985).The Ending of Time. San Francisco, CA: Harper. Bhom, David, Krishnamurti; Jidu (1999).Limits of Thought: Discussions, with Jiddu Krishnamurti, London: Routledge.

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    Focos de inters

    a) Filsofos e historiadores de las religiones

    Entre los pensadores occidentales que ms influyeron en la introduccin deestas tradiciones en Occidente cabe destacar a Aldous Huxley, Alan Watts yHuston Smith7. Aldous Huxley reintrodujo y populariz las ideas perennialis-tas8 a partir de la publicacin del libro La filosofa perenne(19479). Alan Watts(1959, 1973, 1975, 197610) escribi numerosos libros de divulgacin sobretaosmo, budismo e hinduismo, haciendo accesibles estas filosofas al pblicono especializado en los aos sesenta, y tambin fue un pionero en proponerque el budismo se puede entender como una forma de psicoterapia. HustonSmith, por su parte, es uno de los principales estudiosos de las religiones com-paradas, y ha ido publicando numerosas e influyentes obras en las que defien-

    de una visin perennialista (Smith, 2000, 200111).

    7. Tambin es destacable el trabajo realizado por los pensadores de la escuela tradicionalista,entre los que se encontraban Rene Guenon o Ananda K. Coomaraswamy.

    8. La idea de una filosofa perenne aparece a lo largo de toda la filosofa occidental, y haido tomando diversas formas a lo largo de su historia. El trminophilosophia perennisfue empleado por primera vez por Agustino Steuco en 1540 en su libro De perenni phi-losophia, un tratado de filosofa cristiana en el que defenda la existencia de un ncleocomn en la filosofa de toda la humanidad que se mantiene idntico a travs del cursode la historia. Esta idea fue posteriormente retomada en el Renacimiento de forma inde-

    pendiente por Nicolas de Cusa, Marsilio Ficino y Giovanni Pico de la Mirandola, autoresque fueron articulando la filosofa del neoplatonismo cristiano. La obra de Steuco dionombre y encuadr en un amplio marco histrico a este movimiento teolgico filosficodel Renacimiento, que sealaba que la teologa y la filosofa judeocristiana se derivan dela participacin en las mismas ideas divinas, y que revelan las mismas verdades esenciales.Steuco enfatiz los aspectos histricos de la filosofa perenne, siendo el primer autor quepresent la filosofa como la sabidura que se mantiene idntica a travs del curso de lahistoria (Schmidt, 2004). La filosofa perenne es una filosofa de la espiritualidad o unafilosofa del misticismo, que se articula como un movimiento sincrtico que va adoptandoy asimilando temas filosficos diversos.

    Esta formulacin aparece a lo largo de la historia de la filosofa en diferentes contex-tos. Se encuentra en la filosofa de Leibniz, que la us para designar la filosofa comn

    y eterna que subyace detrs de las corrientes msticas de todas las religiones, o en la obrade Ramakrishna, que plantea una filosofa mundial, sntesis de Oriente y Occidente. Laidea comn que comparten estas diferentes concepciones es la existencia de una corrientefilosfica que ha perdurado a travs de los siglos y que integra las diferentes tradiciones enuna verdad nica que subyace a la aparente diversidad de cosmovisiones. Esta unidad en elconocimiento humano deriva, segn los partidarios de la filosofa perenne, de la existenciade una realidad ltima que puede ser aprehendida por el intelecto en determinadas condi-ciones especiales (Ferrer, 2005).

    9. Huxley, Aldoux (1947). La filosofa perenne. Buenos Aires: Ed. Sudamericana.10. Watts, Alan (1959). The way of zen. New York: The New American Library. Watts, Alan

    (1973). Psicoterapia del este, psicoterapia del oeste. Barcelona: Ed. Kairs. Watts, Alan (1975).El espritu del zen: una forma de vida, de arte y de trabajo en el lejano oriente. Buenos Aires:

    Ed. Dedalo. Watts, Alan (1976). El camino del Tao. Barcelona: Ed. Kairs.11. Smith, Huston (2000). Las religiones del mundo. Barcelona: Ed. Kairs. Smith, Huston

    (2001). La verdad olvidada. Barcelona: Ed. Kairs.

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    b) Psiclogos de principios de siglo

    Fueron varios los psiclogos que ya a principios de siglo recibieron la influenciay estudiaron las ideas de la filosofa oriental, entre los que cabe destacar a WilliamJames y Carl G. Jung. James reflej su inters hacia los fenmenos msticos y lafilosofa oriental en su obraLas variedades de la experiencia religiosa, publicado enel ao 1902, donde inaugur el estudio psicolgico de esta clase de experiencias12.Este libro tiene su origen en las conferencias que dio el autor dentro de las GiffordLecturesen la Universidad de Edimburgo sobre el tema de la religin natural, yen el que muestra sus amplios conocimientos del budismo, el vedanta, el yoga,el sufismo, as como de los msticos cristianos, el trascendentalismo norteameri-cano y la teosofa. Carl G. Jung mostr un gran inters por la filosofa oriental, loque le llev a viajar a la India (donde estudi el yoga y la meditacin, convers

    con el gur S. Subramanya, entre otros, y recibi el ttulo de doctor honoris causapor varias universidades) y a prologar la traduccin del I Ching13. Jung fue adems,junto con Rudolf Otto y Olga Frbe-Kapteyn, uno de los fundadores y el prin-cipal inspirador del Crculo Eranos, una organizacin interdisciplinar de anlisismulticultural cientfico y filosfico creada en 1933, cuyo objetivo era explorar losvnculos entre el pensamiento de Oriente y Occidente14.

    El Crculo Eranos organizaba una conferencia anual en la que participabancientficos, investigadores y especialistas de diversas disciplinas. Cada ao sepresentaba un tema diferente, sobre el que cada participante deba de realizaruna aportacin. A estas conferencias acudieron, por nombrar algunos de sus

    miembros, los filsofos Martn Buber y Paul Tilich; el mitlogo Joseph Camp-bell; los psiclogos Marie-Louise von Franz, James Hillman y Erich Neumann;el fsico Erwin Schrdinger; el maestro zen D. T. Suzuki, y el historiador delas religiones Mircea Eliade. Los temas que se trataron en los primeros aosfueron: Yoga y meditacin en Oriente y en Occidente (1933), Simbolismode Oriente y Occidente y gua del alma (1934), Gua del alma en Oriente yOccidente (1935) y Formacin de las ideas de liberacin en Oriente y Occi-dente (1936). La orientacin principal de este grupo era la bsqueda de sen-tido, la hermenutica simblica del sentido. Se pretenda alcanzar la unin delos opuestos, buscando una cosmovisin holstica y sinttica basada en el estu-

    dio especializado y la comparacin de las cosmologas, los ritos de iniciacin,las ideas escatolgicas, las doctrinas de salvacin y los conceptos fundamenta-les de Dios existentes en las diferentes culturas15.

    12. James, W. (1986). Las variedades de la experiencia religiosa. Barcelona: Ed. Pennsula.13. Por otro lado, Jung emple y populariz el trmino unus mundus, que literalmente significa

    un solo mundo, y que se refiere al concepto de una realidad subyacente unificada a partirde la cual todo emerge y a la cual todo retorna.

    14. Esta fue la primera organizacin interdisciplinar de carcter cientfico que explor la rela-cin entre la filosofa oriental y el pensamiento y la ciencia occidentales. Posteriormen-te aparecieron otras, como la International Transpersonal Association en el ao 1977, y

    el Mind-Life Institute a partir de 1987, entre otras.15. Jung, C.G.; Otto, W.F.; Zimmer, H.; Hadot, P. y Layard, J. Crculo Eranos III: Hom-

    bre y sentido. Barcelona: Editorial Anthropos, 2003/2004. Kernyi, K.; Neumann, E.;

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    c) Fsicos de principios de siglo

    A principios y mediados del siglo xx encontramos otro foco de inters haciala filosofa oriental entre muchos de los fsicos que contribuyeron al naci-miento de la nueva fsica en las tres primeras dcadas del siglo xx. Variosfsicos, entre ellos Heisenberg, Bohr, Schrdinger, Eddington, Jeans, Pauliy el propio Einstein, tuvieron una visin mstico espiritual del mundo.Muchos de ellos estuvieron en contacto con la filosofa oriental, buscandoen algunos casos respuestas a las paradojas que haban encontrado en elestudio de la fsica, y dedicaron alguno de sus escritos a abordar esta temti-ca16. Aunque estos fsicos opinaban que los descubrimientos de la fsica y lamstica tenan poco en comn, eran partidarios de un dilogo interdiscipli-nar. Su objetivo era explorar si la fsica era compatible con una visin ms

    amplia o mstica del mundo. No pretendan que la fsica sirviese de confir-macin o prueba de la visin mstica, simplemente buscaban que no fuesecontradictoria con ella. Fue este el motivo que llev a varios fsicos a estudiarlas bases filosficas de la fsica y la ciencia modernas, incluyendo a Schrodin-ger (1985, 1987, 199717), Heisenberg (1959, 1974, 200418), Bohr (1964) yPauli (199419) y a buscar otras alternativas filosficas en las tradiciones filo-sficas orientales. As, Schrodinger cita el texto de los Upanishadsde la filoso-fa hind para ejemplificar su visin filosfica; Heisenberg viaj a la India,donde se entrevist con Tagore para hablar de fsica, filosofa y misticismo,y escribi sobre las implicaciones filosficas de la nueva fsica en varias de

    sus obras, y Bohr viaj a China y acab adornando su escudo de armas conel smbolo del ying y el yang taoista.Schrodinger tambin se preocup por explorar las races filosficas griegas

    de la ciencia occidental, problemtica a la que dedicar un libro (Schrodinger,199720). En otros textos desarrolla su visin sobre la naturaleza de la mente yel yo, la relacin de la parte y el todo, y su visin de la mstica, puntos de vistaque se acercan mucho a la filosofa recogida hace 2.500 aos en los Upanishadshindes, como l mismo reconoce.

    Scholem, G.; Hillman, J. Crculo Eranos I:Arquetipos y smbolos colectivos. Barcelona: Edi-torial Anthropos, 1994/2004.

    16. Algunos de estos escritos fueron recopilados por el filsofo Ken Wilber en su obraCuestionescanticas. Vase Wilber, Ken (2007). Cuestiones canticas: escritos msticos de los fsicos msfamosos del mundo. Barcelona: Ed. Kairs.

    17. Schrodinger, Erwin (1985). Mente y materia. Barcelona: Ed. Tusquets. Schrodinger, Erwin(1988). Mi concepcin del mundo. Barcelona: Ed. Tusquets. Schrodinger, Erwin (1997).La naturaleza y los griegos. Barcelona: Ed. Tusquets.

    18. Heisenberg, Werner (1959). Fsica y filosofa. Buenos Aires: Ed. La Isla. Heisenberg, Werner(1974). Ms all de la fsica: atravesando fronteras. Madrid: Biblioteca de Autores Cristia-nos. Heisenberg, Werner (2004). La parte y el todo: conversando en torno a la fsica atmica.Castelln: El Lago Ediciones.

    19. Bohr, Niels (1964). Fsica atmica y conocimiento humano. Madrid: Ed. Aguilar. Pauli,Wolfgang (1994). Writings on physics and philosophy. Berln [etc.]: Ed. Springer-Verlag.

    20. Schrodinger, Erwin (1997). La naturaleza y los griegos. Barcelona: Ed. Tusquets.

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    Los Upanishadsplantean que el Atman, el yo personal, es idntico a Brah-man, el yo eterno omnipresente y omniabarcativo, el equivalente hind al Dioscristiano. La visin de Schrodinger coincide con esta idea: el yo individual, la

    unidad de conocimiento, sentimiento y decisin, es en lo esencial eterno,inmutable y numricamente uno y el mismo en todos los seres humanos, msaun, en todos los seres dotados de sensibilidad. Y aade: No es eso, sino que,por inconcebible que resulte a nuestra razn ordinaria, todos nosotros ytodos los dems seres conscientes en cuanto tales estamos todos en todos...Podemos, pues, tumbarnos sobre el suelo y estirarnos sobre la Madre Tierracon la absoluta certeza de ser una sola y misma cosa con ella y ella con noso-tros (Schrodinger, 2007: 150-15121).

    Schrodinger seala que este pensamiento ha resultado extrao a la ideolo-ga occidental, a pesar de que esta visin de los Upanishadsaparece posterior-

    mente en la experiencia de los msticos a travs de los siglos, y en filsofoscomo Schopenhauer. Considera que la unin con Dios experimentada en esta-dos msticos22 lleva consigo normalmente este actitud unificadora, y defiendeque sus afirmaciones y las afirmaciones de los msticos necesitan ser experimen-tadas para ser comprendidas. Cuando tenemos experiencia de Dios, sabemosque es algo tan real como una percepcin sensible inmediata, o como la propiapersonalidad (Schrodinger, 2007: 14023). Por tanto, este autor plantea launidad de la mente, que la multiplicidad de las mentes o conciencias es apa-rente, y que en realidad estn unificadas en una sola mente.

    Pauli fue otro de los fsicos de la poca que mostr inquietudes filosficas.

    Explor la influencia que las ideas arquetpicas platnicas tuvieron en la cons-truccin de las teoras cientficas de Kepler. Era partidario de la idea de lacomplementariedad propuesta por Bohr, y consideraba que la racionalidadtiene que ser complementada por la mstica, llegando a afirmar:

    Considero que el anhelo de superacin de los opuestos, extensivo al logro deuna sntesis que abarque a un tiempo a la comprensin racional y a la expe-riencia mstica de la unidad, constituye el mito, confesado o no, de nuestrapoca. (Pauli, 2007: 22824)

    Posteriormente han sido varios los cientficos que han explorado lasimplicaciones filosficas y los paralelismos entre la nueva fsica y la filosofaoriental, entre los que encontramos a Fritjof Capra (1975), David Bhom(Bhom, 1980; Bohm y Krishnamurti, 1985; Bohm y Krisnamurti, 1999),

    21. Schrodinger, Erwin (2007). La visin mstica. En Wilber, Ken (2007). Cuestiones cun-ticas: escritos msticos de los fsicos ms famosos del mundo. Barcelona: Ed. Kairs.

    22. Es importante sealar que Schrodinger subraya el hecho de que se trata de una experienciasubjetiva, y que de esa experiencia deriva cierta clase de conocimiento o creencia.

    23. Schrodinger, Erwin (2007). La unidad de la mente. En Wilber, Ken (2007). Cuestionescanticas: escritos msticos de los fsicos ms famosos del mundo. Barcelona: Ed. Kairs.

    24. Pauli, Wolfgang (2007). La unin de lo racional y lo mstico. En Wilber, Ken (2007).Cuestiones cunticas: escritos msticos de los fsicos ms famosos del mundo. Barcelona:Ed. Kairs.

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    Fred Alan Wolf (1981), Nick Herbert (1979), Paul Davies (1983), AmitGoswami (1995) y Ervin Lazslo (Laszlo, 1993, 2004; Laszlo & Abraham,2004; Laszlo, Grof, & Russell, 2003), y es Fritjof Capra uno de los pioneros

    en explorar este vnculo25

    .En el ao 1975, un joven fsico terico, Fritjof Capra, public un librorevolucionario (en su poca) en el que estableca toda una serie de paralelismosentre los descubrimientos de la fsica del siglo xx (incluyendo la teora especialde la relatividad y la teora general de la relatividad de Eisntein, la mecnicacuntica y la fsica de partculas) y los conceptos e ideas expresadas por lascosmovisiones de las filosofas orientales, encontrando coincidencias semnti-cas y de significado, es decir, de concepcin e interpretacin de la naturalezadel universo. En palabras del autor: El libro explora el paralelismo existenteentre la visin del mundo de los fsicos y los msticos. Aunque la reaccin de

    la comunidad cientfica fue cautelosa, como seala el propio Capra, el libro seconvirti en un best seller, y desde entonces el inters por las extensas implica-ciones de la fsica actual es creciente.

    La tesis de este autor es la siguiente: la visin oriental del mundo subrayala naturaleza intrnsecamente dinmica del universo; todo en el universo esten permanente movimiento y cambio, y las fuerzas que causan el movimientoson una propiedad intrnseca de la materia. Por otro lado, los fsicos modernoshan llegado, a travs de sus descubrimientos, a una visin del mundo como unsistema de componentes inseparables, interrelacionados y en constante movi-miento, y en el que el observador constituye una parte integral de dicho siste-

    ma (Capra, 1975). Capra seala que se pueden encontrar grandes paralelismosentre estas dos visiones. Los descubrimientos de la fsica moderna exigan pro-fundos cambios en conceptos como espacio, tiempo, materia, causa, efecto,etc. Y de estos cambios surgi una visin del mundo radicalmente distinta, quetodava est en proceso de formacin.

    En una revisin posterior de su trabajo, Capra considera que los nuevosdescubrimientos en fsica de partculas no han venido a invalidar ninguno delos paralelismos propuestos en su obra, sino que los han reforzado. Entre estos

    25. Capra, Fritjof (1975). The Tao of physics. Berkeley: Shambhala Publications. Bhom, David(1980). Wholeness and the implicate order. London: Routledge and Kegan Paul. Bhom,David, Krishnamurti; Jidu (1985). The Ending of Time. San Francisco, CA: Harper. Bhom,David, Krishnamurti; Jidu (1999). Limits of Thought: Discussions, with Jiddu Krishnamurti,London: Routledge. WOLF, Fred. A. (1981). Taking the quantum leap. San Francisco:Harper & Row. Herbert, Nick (1979). Mind science: a physics of consciousness primer.Boulder Creek, CA: C-Life Institute. Davies, Paul (1983). God and the New Physics. Lon-don: Ed. Penguin Books. Goswami, Amit (1995). The self-aware universe: How consciousnesscreates the material world. Los Angeles: J.P. Tarcher. Lazslo, Ervin (1993). The creativecosmos: A unified science of matter, life, and mind. Edinburgh, UK: Floris Books. Lazslo,Ervin (2004). Science and the Akashic Field: An integral theory of everything. Rochester, VT:Inner Traditions. Lazslo, Ervin & Abraham, Ralph. H. (2004). The connectivity hypothesis:

    Foundations of an integral science of quantum, cosmos, life, and consciousness. Albany, NY:State University of New York Press. Lazslo, Ervin, Grof, Stanislav & Rusell, Peter (2003).The consciousness revolution: A transatlantic dialogue. Las Vegas, NV: Elf Rock Productions.

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    descubrimientos destaca los resultados del experimento EPR, que confirma elfenmeno del entrelazamiento y la existencia de variables ocultas no locales,de conexiones instantneas con el universo como un todo. Y el teorema de Bell,

    que demuestra que el universo est fundamentalmente interconectado, que esinterdependiente e inseparable (Capra, 200726).Por otro lado, Capra no considera que se pueda o deba dar una influencia

    mutua o una sntesis entre ciencia y misticismo. Considera que son dos enfo-ques totalmente diferentes, pero al mismo tiempo considera que son dos mani-festaciones complementarias de la mente humana: la mente racional y la intui-tiva. Lo que necesitamos, entonces, no es una sntesis, sino una interaccindinmica entre la intuicin mstica y el anlisis cientfico (Capra, 2007: 410).

    Sin embargo, las ideas de Capra no eran algo nuevo. Alan Watts tambinexplor los paralelismos entre las experiencias msticas y las teoras del univer-

    so material propuestas por los fsicos de principios de siglo en su obraPsycho-therapy East and Westen 1961, y tambin estableci analogas entre los prin-cipios de la ciberntica fijados por Norbert Wiener y la prctica del zen (Watts,1959). Pero fue el filsofo Fritz Kunz quien primero llam la atencin sobrelo que l vea como importantes semejanzas entre la ciencia occidental y lastradiciones de sabidura de la India, ya en los aos veinte. Fue un pionero enel movimiento que trata de reconciliar la ciencia y el misticismo, y contaba quecuando en 1922 vio la ecuacin e=mc2 por primera vez, reconoci de inme-diato su relacin con la antigua cosmovisin de la India. La idea de que laciencia del siglo xx pudiera ser vista desde estos antiguos sistemas le influy

    profundamente (Weber, 200427).En 1940 fund una revista, Main Currents in Modern Thought, que edit

    durante dcadas y que dej de publicar en el ao 1975. Su objetivo era servirde encuentro de aquellas personas que trabajaban por una integracin de todoel conocimiento por medio del estudio de la totalidad: la naturaleza, el hombrey la sociedad, en el supuesto de que el universo es uno, dependiente, inteligen-te y armonioso (Weber, 2004: xii). Entre sus colaboradores se encontraban elfsico W. Heisenberg, el matemtico Eugene Wigner, el bilogo Ludwig vonBertalanffy, el filsofo Jean Gebster; y el propio Capra, que en 1972 publicun artculo con el esbozo de lo que se convertira en su libro El tao de la fsica.

    Dos aos despus de que Main Currents in Modern Thoughtdejase depublicarse, el filsofo Ken Wilber fund la revistaReVision Journal, inspirn-dose en la revista editada por Fritz Kunz. ReVisionnaci como una revistainterdisciplinar que estudiaba temas como la religin y la espiritualidad y surelacin con la ciencia, los estudios de la conciencia, la psicologa y la filosofa.Wilber trabaj siete aos en este proyecto, que con el tiempo se convirti enuno de los medios de comunicacin principales del recientemente constituidomovimiento transpersonal, y que aun hoy se sigue publicando.

    26. Capra, Fritjof (2007). El tao de la fsica. (Edicin revisada y aumentada). Mlaga: Ed. Sirio.27. Weber, Rene (2004). Dilogos con cientficos y sabios. Barcelona: Ed. La Liebre de Marzo.

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    d) La psicologa transpersonal y el movimiento transpersonal

    Encontramos otro foco de inters por la filosofa oriental en la psicologa trans-personal. Lapsicologa transpersonalnaci a finales de los aos sesenta en losEE.UU. a raz del inters de un grupo de psiclogos, psiquiatras y psicotera-peutas (entre los que se encontraba Anthony Sutich y Abraham Maslow, fun-dadores de la psicologa humanista, y el psiquiatra Stanislav Grof) en expandir elmarco de la psicologa humanista ms all de su centro de atencin sobre el yoindividual, interesndose por el estudio de la dimensin espiritual y trascendentede la naturaleza humana y de la existencia. Sus fundadores pretendan realizar unaintegracin de las tradiciones msticas occidentales y orientales con la psicologahumanista (Vaugham, 198228). La orientacin transpersonal surge, pues, delencuentro entre la psicologa occidental (en particular de las escuelas psicoanal-

    tica, jungiana, humanista y existencial) y las tradiciones contemplativas de Orien-te (en especial el budismo zen, el taosmo y el hinduismo) (Ferrer, 200329).En 1966, A. Maslow y A. Sutich participaron en el seminario Humanistic

    Theology, organizado por el padre McNamara, miembro del Inter Faith Spi-ritual Life Institute de Arizona y coesponsorizado por el Instituto Esalen, endonde se celebr el encuentro. A lo largo del seminario surgi varias veces lamisma pregunta: alguno de los presentes ha tenido alguna vez una experienciamstica o similar? El debate surgido a lo largo del seminario les hizo darsecuenta que estaba emergiendo otra nueva fuerza en el campo de la psicologa(Sutich, 1969). Este seminario hizo que Sutich reconsiderara su posicin en

    relacin a la psicologa humanista, y estim que los conceptos de autorrealiza-cin y autoactualizacin presentaban ciertas limitaciones. Vea que algo falta-ba en la orientacin, que no se ajustaba a la profundidad del giro hacia elmundo personal interno que estaba teniendo lugar en la cultura americana,y que no prestaba suficiente atencin al lugar del ser humano en el universoo cosmos (Sutich, 197630).

    Sutich senta inters personal por los aspectos psicolgicos de las experien-cias msticas desde hacia tiempo. En su prctica clnica haba tenido clientesque le relataron las experiencias que haban tenido durante terapias vivenciales,practicando la meditacin o tras consumir substancias psicodlicas, y l mismo

    haba tenido experiencias de tipo mstico varias veces a lo largo de su vida.Haba ledo libros y artculos sobre misticismo y filosofa oriental, y habamantenido contactos con miembros de diferentes grupos espirituales31. Por suparte, Maslow tambin mostraba gran inters por la literatura sobre filosofasorientales, especialmente tras su encuentro con Alan Watts en 1959, y a partir

    28. Vaughman, Francis (1982).29. Ferrer, Jorge (2003). Espiritualidad creativa: una visin participativa de lo transpersonal.

    Barcelona: Ed. Kairs.30. Sutich, Anthony (1969). Sutich, Anthony (1976). The emergence of the transpersonal

    orientation: a personal account.Journal of Transpersonal Psychology, 1976, 8 (1), 5-19.

    31. Sutich haba ledo el Bhagavad Gitay los Upanishads, y libros sobre yoga vedanta, teosofa,budismo, etc. Tambin haba tenido contacto personal con Krisnamurthi y Alan Watts,entre otros.

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    de entonces ambos haban hablado sobre el tema en muchas ocasiones. Tras elseminario de Esalen, Sutich envi una carta a Maslow sealando la importan-cia de las experiencias msticas y compartiendo su idea de crear una revista en

    respuesta a estas inquietudes. Maslow se mostr entusiasmado, y ambos ini-ciaron la bsqueda de una palabra que representara la nueva fuerza que estabaemergiendo (Sutich, 1969; 1976).

    Inicialmente Sutich propuso la palabrahumanisticism, combinado las pala-bras humanismoymisticismo. Maslow, a su vez, propuso y expres su preferen-cia por la palabra transhumanistic, trmino acuado por Julian Huxley en 1957.Sutich escribi a Huxley y comenz a trabajar en la terminologa y la definicinde la nueva fuerza. En septiembre de 1967 Maslow, invitado por el InstitutoEsalen, en una charla en la First Unitarian Church de San Francisco tituladaThe farther reaches of human nature (Maslow, 1969), y cuando era presiden-

    te de la American Psychology Association, hizo la primera presentacin pblicade la cuarta fuerza en el campo de la psicologa, denominndola . Das despus, Maslow32 anunci la creacin de laJournal of Transperso-nal Psychologyen un seminario en Esalen. El comit de organizacin de la revis-ta estuvo compuesto por James Fadiman, Maslow, Michael Murphy, Miles A.Vich y Anthony Sutich.

    Posteriormente, en una reunin en la que participaron Maslow, VctorFrankl, Miles Vich, James Fadiman y Stanislav Grof, decidieron sustituir eltrmino transhumanistay recomendaron la palabratranspersonal33 como untrmino ms adecuado para el ttulo de la revista. Consideraron que este trmino

    expresaba mejor la idea que queran transmitir: algo que va ms all de la indi-vidualidad, del desarrollo de la persona; algo que es ms inclusivo que la per-sona individual, o que es mayor que ella (Sutich, 1976). En junio de 1969 sepublic el primer nmero de laJournal of Transpersonal Psychology, revista quese sigue publicando actualmente. En su primer nmero apareci la primeradefinicin de la psicologa transpersonal. Se propuso una definicin muy deta-llada, con el objetivo de evitar generalizaciones y simplificaciones.

    La psicologa transpersonal (o Cuarta Fuerza) es el nombre dado a unafuerza emergente en el campo de la psicologa por un grupo de psiclogos

    y profesionales de otros campos que estn interesados en las capacidades ypotencialidades humanas ltimasque no tienen un lugar sistemtico en laPrimera Fuerza (la teora positivista o conductista), la Segunda Fuerza (el psi-coanlisis clsico), o la Tercera Fuerza (la psicologa humanista). La emergenteCuarta Fuerza (la Psicologa Transpersonal) est especficamente interesada en

    32. En los inicios de la cuarta fuerza Maslow hizo una serie de contribuciones tericas muyimportantes, recogidas en sus libros Religin, Values and Peak Experiences(1964); El hombreautorrealizado(1968), y en el artculo sobre las metanecesidades que escribi en 1967: Unateora de la metamotivacion: el fundamento biolgico de la vida valorativa.

    33. Esta palabra haba sido usada por S. Grof por primera vez en 1967 en una charla que

    pronunci en la Universidad de Berkeley, en conexin con los trminos supraindividualymuerte y renacimiento del ego. Maslow y Sutich tambin la haban empleado de formaindependiente en su intercambio de correspondencia (Sutich, 1967).

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    el estudio cientfico y la implementacin responsable de las metanecesidades, losvalores ltimos, la consciencia de unidad, las experiencias cumbre, los valores-B, el xtasis, las experiencias msticas, el Ser, la autoactualizacin, la esencia, el

    asombro, el sentido ltimo, la trascendencia del self, el espritu, la unidad, laconsciencia csmica... los fenmenos trascendentes... y los conceptos, experien-cias y actividades relacionados. Esta definicin est sujeta a interpretaciones... enrelacin a la consideracin y aceptacin de sus contenidos como esencialmentenaturalistas, testas, supernaturalistas, o cualquier otra clasificacin.

    Sin embargo, ya desde el principio se hizo evidente la necesidad de recortary limitar esta definicin, y de poner nfasis en su aproximacin cientfica y en lametodologa. Sutich (1969) seala algunas de las asunciones subyacentes enla aproximacin transpersonal:

    1. Salvo algunas excepciones, es muy difcil usar procedimientos de laborato-rio en la investigacin cientfica de los fenmenos transpersonales.

    2. Las metanecesidades transpersonales pueden ser investigadas cientficamente.3. Existe metodologa cientfica rigurosa que se puede emplear en esta inves-

    tigacin.4. Consideramos que los problemas determinan la metodologa. Por lo tanto,

    se puede desarrollar metodologa nueva cuando sea necesario.

    En 1971 se cre la Association of Transpersonal Psychology, y dos aosdespus se celebr la primera conferencia nacional en Asimolar (California),

    donde se ha venido celebrando anualmente desde entonces (Vaughan, 1982).El inters por la psicologa transpersonal se fue extendiendo rpidamentedentro y fuera de los EE.UU., y en 1973 se celebr la primera conferenciainternacional en Islandia. Las siguientes conferencias internacionales se cele-braron en Finlandia y Brasil. Tras el xito de estas conferencias se decidi crearuna asociacin internacional, la International Transpersonal Association (ATI).La ATI fue fundada por Stanislav Grof, en colaboracin con Michael Murphyy Richard Price, quienes haban fundado el Instituto Esalen a principios de losaos sesenta (Grof, 201034).

    La ITA puso nfasis explcitamente en la interdisciplinariedad, ya que laorientacin transpersonal estaba siendo adoptada en otras disciplinas, y se esta-ban encontrando relaciones con los descubrimientos de otras disciplinas cien-tficas. As que en las conferencias de la ITA participaban no solo psiclogos,psiquiatras y psicoterapeutas, sino tambin antroplogos, filsofos, socilogos,mitlogos y economistas, as como varios fsicos, bilogos, matemticos ymdicos, junto con lderes espirituales, chamanes de diversas culturas. La ITAha celebrado conferencias en EE.UU., Australia, India, Suiza, Japn, la Rep-blica Checa, Irlanda, Brasil y Rusia. Entre los cientficos de otras disciplinasque han participado en estos congresos se encuentran David Bohm, Karl Pri-

    34. Grof, Stanislav (2010). Breve historia de la psicologa transpersonal.Journal of Transper-sonal Research, 2, 125-136.

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    bram, Fritjof Capra, Gregory Bateson, Ervin Laszlo, Albert Hoffman, IlyaPrigogine, Michael Harner, Arthur Young, Amit Goswami y Rupert Sheldrake,entre otros (Grof, 200835). Entre las figuras espirituales que han participado

    se encuentran Swammi Muktananda, la madre Teresa de Calcuta, SogyalRinpoche y el XIV Dalai Lama, Tensyn Giatso, que particip en el congresocelebrado el Davos en el ao 1983.

    El Instituto Esalen tambin jug un rol muy importante dentro del movi-miento transpersonal. A finales de los sesenta, Sutich (1969) sealaba que enpoco tiempo se crearan centros o institutos transpersonales dedicados a losfenmenos y experiencias transpersonales equivalentes a lo que en aquel enton-ces representaba Esalen para el movimiento humanista. Sin embargo, Esalenacab convirtindose en el centro principal del movimiento transpersonal. Poreste pasaron como conferenciantes psicoterapeutas o psiclogos residentes, la

    mayora de los principales representantes de la psicologa humanista y trans-personal (S. Grof, Fritz Perls y Claudio Naranjo residieron all durante aos,y Maslow, A. Watts y otros muchos impartieron cursos y conferencias en l),as como varios cientficos que exploraban el vnculo entre ciencia y espiritua-lidad (Fritjof Capra, Gregory Bateson, Karl Pribram, David Bhom). Tras lacreacin del Instituto Esalen, fueron floreciendo centros similares a lo largo detodos los EE.UU., entre los que cabe destacar el Omega Institute de NuevaYork y el Naropa Institute, fundado por Chgyam Trungpa en 1974.

    Por otro lado, en 1975 Robert Frager fund el Institute of TranspersonalPsychology (ITP) en Palo Alto, que se convirti en el primer centro de ense-

    anza superior de orientacin transpersonal. Desde entonces, se han creadonumerosos centros que ofertan estudios de orientacin transpersonal, prin-cipalmente en EE.UU. Entre estas escuelas se encuentran, entre otros, elCalifornia Institute of Integral Studies, la Universidad John F. Kennedy,la Saybrook Graduate School, el Naropa Institute, la Pacifica GraduateSchool y la State University of North Carolina.

    Investigaciones sobre meditacin

    Por otra parte, a partir de los aos sesenta se comenzaron a realizar las prime-ras investigaciones sobre diferentes tipos de prcticas de meditacin y yoga.Cabe destacar las investigaciones pioneras realizadas por Anand, Chhina ySingh (196136), Kasamatsu y Hirai (196637) y Wallace (1970a, 1970b38), que

    35. Grof, Stanislav (2008). Brief History of Transpersonal Psychology. The InternationalJournal of Transpersonal Studies, 27, 46-54.

    36. Anand, B.; Chhina, G., Singh, B. (1961). Some aspects of BEG studies in Yogis, EEG.Clinical Neurophysiology, 13, 452-456.

    37. Kasamatsu, A., Hirai, T. (1966). An EEG study of Zen meditation. Folia Psychiatr,Neurol. Iap., 20, 315-336.

    38. Wallace, K. (1970a). Physiological effects of trascendental meditation. A proposed fourthmajor state of consciousness. PhD Thesis, Dept. of Physiology, UCLA.

    Wallace, K. (1970b). Physiological effects of trascendental meditaction. Science, 166, 1751-54.

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    fueron los primeros investigadores en examinar la fisiologa de la meditacinen yoguis, maestros zen y practicantes de meditacin trascendental, respec-tivamente. Mientras que las dos primeras investigaciones mencionadas

    emplearon un nmero reducido de personas con un alto grado de experien-cia, y llevaron a cabo sus investigaciones en contextos naturales relativamen-te no controlados, Wallace trabaj con un gran nmero de sujetos que habanaprendido la tcnica estandarizada de la meditacin trascendental, y realizsu estudio en una situacin de laboratorio rigurosamente controlada. Losdescubrimientos de estos estudios, especialmente los de Wallace (que fueronpublicados en la revistaScience), animaron a muchos investigadores a iniciarestudios en el rea de la meditacin, y en pocos aos se realizaron cientos deestudios39.

    En estas investigaciones encontraron que el yoga y la meditacin zen reducen

    los niveles del metabolismo basal de forma marcada (Anand et al., 1961; Kama-satsu and Hirai, 1966). En su estudio sobre los efectos fisiolgicos de la medita-cin trascendental, Wallace (1970) encontr un descenso del 20% en el volumende oxgeno consumido, comparado con la lnea base. Wallace (1970) tommuestras de sangre antes, durante y treinta minutos despus de la meditacin, yencontr que el lactato se reduca de forma marcada al inicio de la meditacin,y continuaba reducindose durante la meditacin y se mantena en un nivel bajodespus de esta. Wallace tambin encontr evidencias de que el descenso en latasa metablica durante la meditacin era mayor que la que ocurre durante elsueo. Kasamatsu y Hirai (1966) encontraron que el nivel excitatorio del cerebro

    se reduca gradualmente de forma similar que en el sueo, pero el patrn queencontraron era fundamentalmente distinto que el patrn del sueo. Wallace(1970, 1970b) tambin encontr reducciones significativas (comparado con elestado de reposo) en el ritmo respiratorio (24%), la tasa de eliminacin de CO2(15%), la tasa cardiaca (6%), y la concentracin de lactato en las arterias (30%),entre otros. Estos resultados fueron confirmados en otros estudios realizados alo largo de los aos setenta.

    En su estudio sobre meditacin zen Kamatsasu y Hirai (1966) encontraron,usando EEG, que la produccin de ondas alfa estaba asociada con el grado decompetencia en la meditacin y con el nmero de aos de prctica. Algunossujetos muy competentes, que haban practicado zen por ms de veinte aos,mostraban un alto grado de produccin de ondas alfa y ondas theta. El grupode yoguis practicantes de raja yoga estudiado por Anand en la India tambinmostr un ritmo alfa similar (Anand et al., 1961). Wallace tambin encontrun predominio de la actividad de las ondas alfa durante la meditacin en suestudio sobre meditacin trascendental (1970a). Teniendo en cuenta estosdatos, en conjunto con la reduccin en el metabolismo basal, el nivel de lacta-to, etc., Wallace (1970b) propuso la existencia de un cuarto estado de cons-ciencia, definindolo como ese estado psicofisiolgico especial de descanso

    39. Boals, Gordon (1978). Toward a cognitive reconceptualization of meditation.Journal ofTranspersonal Psychology, 10, 143-182.

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    y consciencia pura que uno puede alcanzar durante la meditacin. Kamasatsu yHirai (1966) describen este estado de consciencia relajada como un estadoespecial de consciencia en el que el nivel excitatorio del crtex se reduce res-

    pecto al estado de vigilia ordinario, pero no es tan bajo como en el sueo...y en el que los estmulos internos y externos son percibidos de forma precisacon una receptividad estable. Esta receptividad estable en los meditadores zenimplica que la produccin de ondas alfa durante la meditacin es menos sus-ceptible de habituacin a los estmulos sensoriales que en el estado de vigiliaordinario.

    Otro de los pioneros y de los investigadores ms prolficos ha sido HerbertBenson, de la Universidad de Harvard. Benson ha realizado decenas de inves-tigaciones sobre diferentes tcnicas de meditacin y yoga, centrndose espe-cialmente en la meditacin trascendental, y ha publicado los resultados de sus

    estudios en revistas como NatureyLancet. Benson adems desarroll unatcnica de relajacin basndose en la meditacin trascendental, larespuesta derelajacin, y fue una de las primeras personas en adaptar y modificar una tc-nica de meditacin oriental, desarrollando una nueva tcnica para su uso enOccidente40. Benson ayud a popularizar la meditacin desmitificndola y,paradjicamente, separndola de sus races en las filosofas orientales, y propu-so una democratizacin de estos mtodos para alcanzar ciertas metas (mayorrelajacin y atencin, por ejemplo), alejndose del secretismo y actitud de cultoque, segn l, se generaba alrededor de la mayora de tcnicas de meditacinen aquella poca (Boals, 1978). Estos factores hicieron que en los aos setenta

    se produjera un progresivo aumento del inters hacia la meditacin, tanto porparte de estudiantes y personas de la calle que queran practicarla, como decientficos que queran estudiarla. La meditacin trascendental se convirti enla forma ms popular de meditacin en aquella poca, y lleg a tener practi-cantes en todas las universidades principales de los EE.UU., y en prcticamen-te todas las reas urbanas principales (Tart, 197141).

    A medida que fue aumentando el nmero de investigaciones, tambinfueron aumentando los debates en torno a su eficacia y sus efectos. En unarevisin crtica enfocada en los problemas metodolgicos de la investigacinsobre meditacin que se haba realizado hasta ese momento, J. Smith (197642)seal problemas como muestras pequeas, grupos de control inapropiados,

    40. Vase por ejemplo: Benson, Herbert (1969). Yoga for drug abuse. New. Eng. J. Med, vol.381 (20). Benson, Herbert (1974). Decreased alcohol intake associated with the practice ofmeditation: a retrospective investigation.Annuals of the New York Academy of Science, 233,174-177. Benson, Herbert (1975). The relaxation response. New York: Avon Books. Benson,Herbert et al. (1974). Decreased blood presure in pharmacologically treated hypertensivepatients who regularly elicited the relaxation response. Lancet, I (7852) 289-291. Benson,Herbert et al. (1982). Body temperature changes during the practice of gtum-mo yoga.Nature, 295, 234-236.

    41. Tart, Charles (1971). A psychologists experience with trascendental meditation.Journal

    of Transpersonal Psychology, 3 (1), 135-140.42. Smith, J.C. (1975). Meditation as psychotherapy: a review of the literature.Psychological

    Bulletin, 82, 558-64.

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    problemas en la seleccin de los sujetos, y efectos confundidores producidospor las expectativas. Por otro lado, Benson y sus colaboradores llegaron a laconclusin de que la meditacin no es diferente de cualquier otra tcnica de

    relajacin (Benson et al., 197443

    ). Y a finales de los aos setenta cada vez habauna evidencia creciente que sugera que la misma tcnica de meditacin pro-duce efectos diferentes en personas diferentes, o incluso en la misma personaen momentos diferentes. Adems, se comenz a ver que los diferentes tipos detcnicas de relajacin y meditacin no son fisiolgicamente equivalentes, comoafirmaba Benson. La evidencia fue mostrando que existen diferencias entrediferentes tcnicas a nivel cuantitativo y cualitativo44. Para a finales de lossetenta estaba claro que la meditacin no era una actividad nica y unitaria:diferentes tipos de meditacin producen diferentes resultados, como fuerondemostrando diversos estudios (Boals, 197845).

    Otros dos pioneros de la investigacin sobre meditacin fueron DanielGoleman y John Kabbat Zinn, ambos en la Universidad de Harvard. Golemanhizo un estudio fenomenolgico comparando dos prcticas de meditacin dife-rentes para su tesis doctoral en 1976. Posteriormente realiz estudios cuanti-tativos y cualitativos sobre diferentes tcnicas de meditacin, entre ellas la MT;estudi los diferentes estados de consciencia alcanzados durante la meditacinsegn la literatura budista; desarroll una tipologa de tcnicas de meditaciny fue uno de los primeros autores en sealar el potencial psicoteraputico dediversas tcnicas de meditacin, y en examinar el potencial de la meditacincomo un posible adjunto de la psicoterapia (Goleman, 1971; 1972; 1975;

    1977; 198146). John Kabbat Zinn (198247) fue una de las primeras personasen investigar la tcnica de meditacin conocida como mindfulnessa principiosde los aos ochenta. Desde entonces, el mindfulnessse ha popularizado y con-vertido en la tcnica de meditacin ms estudiada en las dos ltimas dcadas.A principios de los ochenta tambin aparecieron las primeras interpretacionescognitivas de los efectos de la meditacin, reexaminando las asunciones bsicas

    43. Benson, Herbert et al. (1974). The relaxation response. Psychiatry, 37, 37-46.44. Vase, por ejemplo, Pagano, R., Rose, R.M., Stivers, R.M:, & Warrenburg, S. (1976).

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    de las investigaciones realizadas hasta aquel momento, que mayoritariamentese basaban en la conceptualizacin de la meditacin como una tcnica derelajacin. Esta reconceptualizacin cognitiva ofreca un modelo cognitivo que

    permita reexaminar los datos de las investigaciones anteriores y generar expli-caciones alternativas (Boals, 1978).En los aos ochenta, el volumen de investigaciones sobre meditacin rea-

    lizadas haba crecido considerablemente. En una revisin bibliogrfica realiza-da por Murphy y Donovan a principios de los ochenta (198348) encontraronms de 700 referencias bibliogrficas relacionadas con el estudio de la medita-cin, incluyendo solamente artculos en ingls publicados en revistas cientficas,as como libros y tesis doctorales relevantes citadas frecuentemente en la lite-ratura cientfica.

    En las dos ltimas dcadas los estudios sobre meditacin han ido en aumen-

    to, siendo especialmente destacables los estudios neuropsicolgicos y de neu-roimagen que se han realizado en los ltimos aos49, y que en muchos casosconceptualizan la meditacin como una tarea cognitiva compleja, as comolos estudios que pretenden medir los efectos y beneficios a corto y largo plazode diferentes tcnicas de meditacin50. Actualmente la meditacin se ha con-vertido en una tcnica usada frecuentemente por mdicos y psiclogos en losEE.UU. para el manejo del estrs, la reduccin de la ansiedad, y para el trata-miento de toda una serie de desrdenes fsicos y mentales, y recientemente seest empezando a implantar en numerosos centros educativos.

    Ciencias cognitivas y filosofa oriental

    Los orgenes histricos de las ciencias cognitivas se encuentran en la cibern-tica, concretamente en las Conferencias de Macy de los aos 1943 y 1944,contexto en el que se introdujeron los debates y las temticas de esta orienta-cin. El objetivo que perseguan inicialmente los cibernticos era el descubri-miento de los mecanismos neuronales subyacentes en los fenmenos mentales

    48. Donovan, Steven & Murphy, Michael (1983). A bibliography of meditation theory andresearch: 1931-1983.Journal of Transpersonal Psychology, 15 (2), 181-228.

    49. Vase, por ejemplo, Lazar, Sara et al. (2000). Functional brain mapping of the relaxationresponse and meditation. Neuroreport, 11 (7), 1581-85. Lazar, Sara et al. (2005). Medita-tion experience is associated with increased cortical thickness. Neuroreport, 16 (17), 1893-97 et al. (2001). The measurement of regional cerebral blood flow during the complexcognitive task of meditation: a preliminary SPECT study. Psychiatr. Res. Neuroimaging,106, 113-122., A. B. & Iversen, J. (2003). The neural basis of the complex mental task ofmeditation: neurotransmitter and neurochemical considerations. Medical Hiphoteses, 61 (2),282-291.

    50. Vase, por ejemplo, Shapiro, Deane (1992). A preliminary study of long-term medita-tors: goals, effects, religious orientation, cognitions. Journal of Transpersonal Psychology,24 (1), 23-39. Taylor, Dia. & Mireault, Gina (2008). Mindfullness and self-regulation:a comparison of long-term to short-term meditators.Journal of Transpersonal Psychology,

    40 (1), 88-99. Kjellgren, Anette & Taylor, Suzasanne (2008). Mapping zazen meditationas a developmental process: exploring the experiences of experienced and inexperiencedmeditators.Journal of Transpersonal Psychology, 40 (2), 224-250.

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    y su expresin explcita en lenguaje matemtico. Su intencin era la de crearuna ciencia exacta de la mente. Para ello desarrollaron modelos informativosde la cognicin, donde el cerebro se representaba como un circuito lgico en

    el que las neuronas son los elementos bsicos. Posteriormente, en el ao 1956se realiz un Simposio sobre Teora de Informacin en el MIT, en el queparticiparon cientficos como George Miller, Allen Newell, Herbert Simon,Noam Chomsky y Marvin Minsky, que marcaron el nacimiento de las cienciascognitivas. El cognitivismo o ciencias cognitivas es un movimiento interdisci-plinar que engloba disciplinas como la inteligencia artificial, la psicologa cog-nitiva y la lingstica, entre otras (Gardner, 198851).

    Segn Varela, se trata de un conjunto de disciplinas formado por la inteli-gencia artificial, la lingstica, la neurociencia, la psicologa y la filosofa de lamente, siendo el modelo informtico de la mente un aspecto dominante de

    todo el campo. El objetivo comn es hacer explcitos los mecanismos y prin-cipios de la cognicin, y cada disciplina tiene una respuesta particular a lacuestin de qu es la mente o la cognicin, que refleja sus propios intereses(Varela, Thompson y Rosch, 199152). La emergencia de las ciencias cognitivasa mediados del siglo xx supone una mutacin en la relacin entre el estudiode la mente y la naturaleza. A partir de la emergencia de las ciencias cognitivas,la ciencia reconoce que el estudio del conocimiento y de la mente es legtimo,y lo aborda desde una perspectiva interdisciplinaria.

    Histricamente han ido emergiendo diferentes puntos de vista dentro delas ciencias cognitivas. Diversos autores proponen la existencia de tres etapas

    sucesivas, que representan cambios en el marco terico desde el que se trabaja.Estas tres etapas o enfoques son el cognitivismo, el conexionismo y el enfoqueenactivo. Actualmente estas tres aproximaciones coexisten en la investigacincontempornea, de forma separada o combinadas de forma hbrida (Thomson,200753).

    El primero de estos enfoques es el cognitivismo, que emplea la metfora delordenador digital. Este enfoque recibi la influencia de las ideas cibernticas, dela invencin de las primeras mquinas de procesamiento de la informacin,de la teora de la informacin y la teora de sistemas. Para el cognitivismo, lacognicin se puede definir como computaciones de representaciones simblicas. Estacorriente parte de la hiptesis de que la cognicin es representacin mental,y la definen como manipulacin de smbolos. El cognitivismo define la cogni-cin (entendida como el proceso del conocimiento) como procesamiento dela informacin, es decir, como manipulacin de smbolos basado en un conjun-to de reglas. Esta visin domin la investigacin cerebral y la ciencia cognitivadurante treinta aos.

    51. Gardner, H. (1988). La nueva ciencia de la mente. Historia de la revolucin cognitiva. Bar-celona: Ed. Paids.

    52. Varela, Francisco, Thomson, Evan & Rosch, Eleanor (1991). The embodied mind: cognitive

    sciences and human experience. Cambridge, Massachusets: MIT Press.53. Thomson, Evan (2007). Mind in life: biology, phenomenology and the sciences of mind. Cam-

    bridge: Harvard University Press.

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    A finales de los aos setenta, la metfora del procesamiento de la infor-macin fue seriamente cuestionada, y surgi un nuevo planteamiento, elconexionismo, que considera que el cerebro opera por conectividad masiva,

    almacenando la informacin distributivamente y manifestando capacidad deautoorganizacin. Desde el conexionismo o emergencia se propone quemuchas tareas cognitivas se describen mejor como sistemas integradospor muchos componentes que generan una conducta global cuando se conec-tan mediante las reglas adecuadas.

    Las races del enfoque conexionista tambin se encuentran en la cibernti-ca. Durante las Conferencias de Macy se plantearon alternativas a la manipu-lacin de smbolos como metfora del procesamiento de la informacin. Loscibernticos debatieron sobre la falta de reglas aparente de los cerebros reales,que operan de forma distribuida a partir de interconexiones masivas.

    En los aos cincuenta, R. Ashby realiz los primeros trabajos sobre la din-mica de sistemas muy grandes con interconexiones aleatorias, demostrando queexhiben conductas globales coherentes. A partir de estos descubrimientos, Ashbyplante que el cerebro muestra propiedades autoorganizativas. Sin embargo, elparadigma cognitivo no tuvo en cuenta esta sugerencia, y se centr en la met-fora de la manipulacin de smbolos. La idea de la autoorganizacin estuvohibernando, hasta que a finales de la dcada de los setenta se produjo un resur-gimiento explosivo, despus de casi tres dcadas de dominio cognitivista. Unode los factores principales que aliment este inters renovado fue el redescubri-miento de las ideas autoorganizativas en disciplinas como la qumica, la fsica y

    la matemtica no lineal. Estos factores, sumados a los defectos reconocidos delcognitivismo y al fcil acceso a ordenadores rpidos, motiv a muchos investiga-dores a explorar la metfora de la autoorganizacin (Varela, Thompson y Rosch,199754).

    El cognitivismo presentaba dos problemas principales. Por un lado, el pro-cesamiento de informacin simblica est basado en reglas secuenciales, crean-do lo que se conoce como cuello de botella von Neumann, que representauna seria limitacin cuando se requiere de muchas operaciones secuenciales.Por otro lado, este procesamiento simblico est localizado, por lo que eldeterioro de una parte del sistema puede tener graves consecuencias. Frentea estas limitaciones, el conexionismo aboga por el procesamiento en paraleloy la distribucin de las operaciones.

    El enfoque conexionista sigue empleando el cerebro como fuente de met-foras. Los modelos conexionistas estn formados por un gran nmero de com-ponentes simples de tipo neural que, al conectarse dinmicamente entre side una determinada forma, exhiben propiedades globales o emergentes.Las conexiones se establecen de acuerdo a ciertas reglas, a partir de las cualesel sistema se reorganiza. A pesar de que los componentes del sistema operanen un mbito local, como el sistema forma una red, la interaccin entre los

    54. Varela, Francisco, Thomson, Evan & Rosch, Eleanor (1997). De cuerpo presente: las cienciascognitivas y la experiencia humana. Barcelona: Ed. Gedisa.

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    componentes hace que se produzca de forma espontnea la autoorganizacin55.En palabras de Varela, Thomson y Rosch:

    como el sistema est constituido como red, hay una cooperacin global queemerge espontneamente... Este trnsito desde las reglas locales hacia la coheren-cia global es el corazn de aquello que en la era ciberntica se llamaba autoorga-nizacin. Hoy se prefiere hablar de propiedades emergentes o globales, dinmi-ca de red, redes no lineales, sistemas complejos e incluso sinergia. (Varela,Thompson y Rosch, 1997: 115)

    A pesar de que aun no existe una teora formal unificada de las propiedadesemergentes, las teoras conexionistas estn logando ofrecer modelos convincentespara estudiar diversas aptitudes cognitivas, como la memoria asociativa o el reco-nocimiento de patrones. Adems, son modelos generales que se pueden aplicar

    a diversas reas con pequeas modificaciones, estn mucho ms prximos a lascaractersticas de los sistemas biolgicos que los enfoques cognitivistas-simblicos,y sirven como eslabn natural para diversos niveles de descripcin en los sistemasnaturales y cognitivos (Varela, Thompson y Rosch, 1997).

    Por otro lado, trabajos neurocientficos recientes realizados desde este enfo-que han ofrecido pruebas detalladas de que las propiedades emergentes distri-buidas son fundamentales para que opere el cerebro. La orientacin holsticade este enfoque queda ejemplificada en esta cita:

    Los neurocientficos han comprendido que es preciso estudiar las neuronas

    como miembros de grandes conjuntos que aparecen y desaparecen constante-mente a travs de interacciones cooperativas, y donde cada neurona tiene res-puestas mltiples y cambiantes que dependen del contexto... El cerebro es puesun sistema altamente cooperativo: las densas interconexiones entre sus conexio-nes implican que eventualmente todo ocurrir en funcin de todos esos com-ponentes... Esta clase de cooperacin se sostiene tanto local como globalmen-te: funciona dentro de los subsistemas cerebrales y en las conexiones entredichos subsistemas... (que) se relacionan entre s articulando una red. (Varela,Thompson y Rosch, 1997: 121)

    La tercera etapa de las ciencias cognitivas est representada por el enfoque

    enactivo, y fue desarrollado fundamentalmente por Francisco Varela, en cola-boracin con Evan Thompson y Eleanor Rosch en su libro The embodied mind.Este enfoque cuestiona la idea de que la cognicin sea fundamentalmenterepresentacin (idea defendida tanto por el cognitivismo como por el conexio-nismo), y denuncia que esta nocin se basa en tres supuestos no cuestionados:a) que habitamos en un mundo con propiedades particulares; b) que capta-mos o recuperamos estas propiedades representndolas internamente; c) que

    55. Es interesante ver cmo este nuevo enfoque adopta como metfora y modelos algunos delos ltimos descubrimientos que se han producido en lo que se ha llamadoparadigma de la

    complejidad. Adems de recibir la influencia de la ciberntica, la teora de la informacin yla TGS, tambin han aprovechado e integrado las ideas y metforas surgidas de las teorasde la autoorganizacin, la matemtica no lineal y el estudio de los sistemas complejos.

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    existe un yo subjetivo separado que realiza estas tareas. Estos supuestos, afir-man estos autores, implican un compromiso con el realismo y/o el objetivismo/subjetivismo acerca de cmo es el mundo, qu son los seres humanos y cmo

    llegamos a conocer el mundo.Segn el enfoque enactivo, la cognicin no es la representacin de un mundopre-dado por una mente pre-dada, sino una puesta en obra de un mundo y unamente a partir de una historia de la variedad de acciones que un ser realiza en elmundo. La virtud principal del enfoque enactivo es, segn estos autores, sucapacidad para ver nuestras actividades como reflejos de una estructura sin perderde vista el carcter directo de nuestra propia experiencia. Por lo tanto, pretendenexaminar la cognicin teniendo en cuenta la experiencia, yendo ms all de latensin que existe actualmente entre ciencia y experiencia. Con su trabajopretenden ensanchar los horizontes de las ciencias cognitivas para incluir la

    experiencia humana.Y es en este punto donde la propuesta de Varela, Thompson y Rosch

    confluye con la filosofa oriental. Segn estos autores, es necesario ensancharlos horizontes de la investigacin en las ciencias cognitivas para abarcar tradi-ciones no occidentales de reflexin sobre la experiencia. Partiendo de esta idea,se centran en el estudio de la tradicin que deriva del mtodo budista de exa-men de la experiencia llamado meditacin56 con miras a la presencia plena, omindfulness. Como afirman estos autores: Creemos que las doctrinas budistasdel no-yo y del no-dualismo, que surgieron de este mtodo, pueden hacer unaporte significativo en un dilogo con las ciencias cognitivas (Varela, Thomp-

    son y Rosch, 1997: 46).Para estos autores, la doctrina del no-yo contribuye a comprender la frag-

    mentacin del yo descrita en el cognitivismo y el conexionismo, mientras que elno-dualismo budista se puede vincular con las ideas ms recientes acerca de lacognicin como enaccin que ellos mismos proponen57. Pero no solo establecenesta serie de paralelismos que contribuyen a resolver las paradojas que los descu-brimientos de las ciencias cognitivas han ido produciendo, sino que otorgan unrol mucho ms importante al redescubrimiento de la filosofa oriental y de tra-diciones como el budismo.

    56. Es interesante recoger en este punto las conclusiones a las que llegan Varela, Thompsony Rosch a partir del anlisis de los significados populares que la palabra meditacintieneen Occidente. Los cuatro significados populares que atribuyen a la palabrameditacinsonlos siguientes: 1) un estado de concentracin donde la consciencia se focaliza en un soloobjeto; 2) un estado de relajacin que es psicolgica y mdicamente beneficioso; 3) unestado disociado donde puede haber fenmenos de trance; y 4) un estado mstico donde seexperimentan realidades superiores u objetos religiosos. Y la conclusin a la que llegan losautores es la siguiente:

    El factor comn de estos significados es que todos son estados alterados de conciencia;el meditador hace algo para apartarse de su estado habitual e inferior de realidad, que es mun-

    dano, desconcentrado, no relajado, no disociado (Varela, Thompson y Rosch, 1997: 48).57. Es interesante sealar que estas ideas y doctrinas se derivan del mtodo de meditacin, y no

    viceversa.

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    Argumentamos que el redescubrimiento de la filosofa asitica, y particular-mente de la tradicin budista, constituye un segundo renacimiento de la histo-ria cultural de Occidente, con el potencial de ser igualmente importante en el

    redescubrimiento del pensamiento griego en el Renacimiento europeo (Varela,Thompson y Rosca, 1997: 46).

    Francisco Varela, la filosofa oriental y el Mind-Life Institute

    El vnculo principal entre las ciencias cognitivas y la filosofa oriental seencuentra en el bilogo, filsofo y neurocientfico chileno Francisco Varela.Varela fue un prolfico cientfico que, entre otras cosas, colabor con Hum-berto Maturana en el desarrollo de la teora de la autopoiesis, y posteriormen-te desarroll la neurofenomenologa, una metodologa de investigacin quepropuso para el estudio de la consciencia, y que combina el rigor cientfico conel valor de la experiencia subjetiva. La neurofenomenologa recibi la influen-cia de la fenomenologa de Maurice Merleau-Ponty, pero especialmente de lafilosofa y la tradicin budista, y sirvi de base a la hora de proponer el enfoqueenactivo dentro de las ciencias cognitivas. Varela fue adems un practicanteavanzado de meditacin.

    El inters de Varela por la filosofa oriental, el budismo y la meditacin,los estados alterados de consciencia se remonta a los aos setenta. Fue enaquella poca, a finales de los setenta, cuando naci en Varela la inspiracin

    para escribir The embodied mind, mientras estaba participando en el ScienceProgram de los cursos de verano del Naropa Institute en Boulder, Colorado.El Naropa Institute, que fue fundado por el maestro budista Chgyam Trun-gpa, intent crear un espacio para el dilogo entre las ciencias cognitivasy las tradiciones budistas de meditacin, su psicologa y filosofa, y ofreciuna serie de cursos en los que cientficos, maestros budistas y alumnos sereunan para discutir en una atmsfera informal. Fue dentro de este contextoque, en 1979, la Fundacin Alfred P. Sloan financi el primer encuentro sobreciencias cognitivas y budismo en el Naropa Institute, bajo el nombre Cons-tructing Perspectives on Cognition: Buddhism and the Cognitive Sciences.

    Este encuentro, que reuni investigadores de varias universidades norteame-ricanas y maestros budistas de varias escuelas y tradiciones, no tuvo xito a lahora de establecer un dilogo genuino entre ambas perspectivas, pero sirvipara que aprendieran en qu direccin no tenan que dirigirse a la hora derealizar esa exploracin.

    Durante los aos siguientes, Francisco Varela continu trabajando en pri-vado en el desarrollo de un dilogo entre las ciencias cognitivas y la tradicinbudista, y solo present sus ideas en pblico ocasionalmente. Una de esasocasiones tuvo lugar en 1985 en el Karma Choeling, en Vermont. Otros dosimportantes encuentros sobre ciencias cognitivas y budismo tuvieron lugar en

    el otoo de 1987. El primero de ellos se celebr en la catedral St. John theDivine de Nueva York, y la segunda en Dharamsala (India), bajo el nombrede Dialogues between Buddhism & the Cognitive Science, en la que parti-

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    ciparon el XIV Dalai Lama, Tenzin Gyatso, as como Eleanor Rosch, Francis-co Varela, y profesores de neurociencias, ciencias de la computacin, etc.

    El encuentro de Dharamsala inaugur una serie de dilogos que se han

    ido realizando desde entonces, y que han seguido celebrndose anualmentebajo el nombre de Mind & Life Conference58. Este primer encuentro fueinspirado por un inters compartido en abrir un dilogo entre el pensamien-to budista y las ciencias cognitivas, para enriquecer e informar mutuamenteestas dos formas distintivas de explorar la Mente y la Vida. A partir de enton-ces se estableci un foro continuo de intercambio de ideas entre la cienciaoccidental y el budismo tibetano que se ha mantenido durante ms de dosdcadas, explorando diferentes reas especficas y especializadas, y a partir delcual se cre el Mind & Life Institute.

    El proyecto, que se inici como una simple conferencia, ha ido creciendo,

    y actualmente el Mind & Life Institute realiza numerosas actividades a lo largode todo el ao, incluyendo un encuentro anual, un seminario de verano diri-gido a investigadores, la publicacin de las actas de las conferencias, una revis-ta trimestral, y de libros de divulgacin sobre la relacin entre la filosofaoriental y las ciencias cognitivas, y adems dispone de una bolsa de becas diri-gidas a evaluar los efectos de la prctica de la meditacin y a realizar estudiosneurocientficos.

    Conclusin

    A lo largo del presente artculo hemos visto como la interrelacin e influenciade la filosofa y las tradiciones espirituales orientales sobre el pensamiento occi-dental se puede remontar al menos hasta el neoplatonismo. Sin embargo, duran-te mucho tiempo la cultura occidental y la ciencia moderna han mirado porencima del hombro al resto de culturas y tradiciones, creyndose en una posi-cin de superioridad frente a ellas, y desdeando sus conocimientos, sus cos-tumbres y sus prcticas. Afortunadamente esta situacin est cambiando en lasltimas dcadas, y poco a poco se est volviendo a producir un dilogo cara acara entre las diferentes culturas, tradiciones y formas de conocimiento. Eldilogo que se est produciendo entre la filosofa oriental y la ciencia modernaes una buena muestra de ello. Muchos cientficos, incluyendo a fsicos, bilogos,mdicos y psiclogos, se han dado cuenta de que tienen mucho que aprenderde estas tradiciones de sabidura y de las prcticas contemplativas que practicandesde hace miles de aos. Si se parte de un dilogo abierto y en condiciones deigualdad, como el que ya se est produciendo en diferentes foros, la filosofaoriental puede ser una fuente de inspiracin para la psicologa y las cienciascognitivas, y puede servir de modelo para nuevas formas creativas de entendery redefinir la relacin entre los seres humanos, la mente y la naturaleza.

    58. Entre los cientficos que han participado en estos dilogos se encuentran, entre otros, Elea-nor Rosch, Antonio Damasio, Daniel Goleman, Alan Eallace, Jon Kabat-Zinn, RichardDavindson, Anton Zeilinger, Paul Ekman y Arthur Zadonj.