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REVISTA ACTUALIZACIONES CLÍNICA MEDS ISSN: 0719-8620, VOL 2, NUM 2, JULIO/DICIEMBRE 2018 49 ARTÍCULO DE REVISIÓN EVALUACIÓN CLÍNICA DE CODO Clinical Evaluation of the Elbow María Ignacia Corvalán 1 . Lic., Ricardo Vega 2 . MD. 1. Alumna Interna de Kinesiología, Clínica MEDS, Chile. 2. Unidad Traumatología, Clínica MEDS, Chile. Recibido el 20 de agosto de 2018 / Aceptado el 28 de noviembre de 2018 ________________________________________ RESUMEN La evaluación clínica de codo es un elemento esencial que se utiliza para el diagnóstico de anormalidades, disfunciones y para determinar una línea de base al momento definir un adecuado tratamiento futuro que recibirá el paciente, ya que el evaluador debe hacer coincidir la historia y los síntomas con las deficiencias y trastornos comunes que se presenten. No obstante, se utiliza la evaluación en pacientes sanos para verificar el estado funcional de las estructuras que conforman la articulación del codo, pero por sobre todo en pacientes que consultan por dolor o algún acontecimiento traumático. Dentro del examen físico que se realiza, se incluye: la anamnesis, la inspección, la palpación, el rango de movimiento y diferentes pruebas funcionales que poseen un grado de sensibilidad y especificidad, lo cual entregará mayor confiabilidad para el diagnóstico de una patología. El objetivo del presente artículo es describir las características anatómicas, los principales puntos que se deben abordar durante la evaluación y pruebas especiales utilizadas para la articulación de codo y sus componentes. PALABRAS CLAVE: Pruebas funcionales, codo, inestabilidad, evaluación clínica. ABSTRACT The clinical evaluation of elbow is an essential element that is used for the diagnosis of abnormalities, dysfunctions and to determine a baseline when defining an appropriate future treatment that the patient will receive, since the evaluator must match the history and symptoms with common deficiencies and disorders that arise. However, evaluation is used in healthy patients to verify the functional status of the structures that make up the elbow joint, but above all in patients who consult for pain or a traumatic event. Within the physical examination that is carried out, it is included: the anamnesis, the inspection, the palpation, the range of movement and different functional tests that have a degree of sensitivity and specificity, which will provide greater reliability for the diagnosis of pathology.

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ARTÍCULO DE REVISIÓN

EVALUACIÓN CLÍNICA DE CODO

Clinical Evaluation of the Elbow

María Ignacia Corvalán 1. Lic., Ricardo Vega 2. MD.

1. Alumna Interna de Kinesiología, Clínica MEDS, Chile.

2. Unidad Traumatología, Clínica MEDS, Chile.

Recibido el 20 de agosto de 2018 / Aceptado el 28 de noviembre de 2018

________________________________________

RESUMEN La evaluación clínica de codo es un elemento esencial que se utiliza para el diagnóstico de anormalidades, disfunciones y para determinar una línea de base al momento definir un adecuado tratamiento futuro que recibirá el paciente, ya que el evaluador debe hacer coincidir la historia y los síntomas con las deficiencias y trastornos comunes que se presenten. No obstante, se utiliza la evaluación en pacientes sanos para verificar el estado funcional de las estructuras que conforman la articulación del codo, pero por sobre todo en pacientes que consultan por dolor o algún acontecimiento traumático. Dentro del examen físico que se realiza, se incluye: la anamnesis, la inspección, la palpación, el rango de movimiento y diferentes pruebas funcionales que poseen un grado de sensibilidad y especificidad, lo cual entregará mayor confiabilidad para el diagnóstico de una patología. El objetivo del presente artículo es describir las características anatómicas, los principales puntos que se deben abordar durante la evaluación y pruebas especiales utilizadas

para la articulación de codo y sus componentes. PALABRAS CLAVE: Pruebas funcionales, codo, inestabilidad, evaluación clínica. ABSTRACT The clinical evaluation of elbow is an essential element that is used for the diagnosis of abnormalities, dysfunctions and to determine a baseline when defining an appropriate future treatment that the patient will receive, since the evaluator must match the history and symptoms with common deficiencies and disorders that arise. However, evaluation is used in healthy patients to verify the functional status of the structures that make up the elbow joint, but above all in patients who consult for pain or a traumatic event. Within the physical examination that is carried out, it is included: the anamnesis, the inspection, the palpation, the range of movement and different functional tests that have a degree of sensitivity and specificity, which will provide greater reliability for the diagnosis of pathology.

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KEYWORDS: Functional tests, elbow, instability, clinical evaluation.

I. INTRODUCCIÓN

La articulación de codo es una de las más complejas, ya que presenta una disposición intermedia en el miembro superior y relaciona 3 estructuras óseas para permitir su correcta función; Húmero, Ulna y Radio. El codo permite aumentar la eficiencia de acción en el espacio, ya que interconecta la articulación de hombro que entrega movilidad mediante la articulación escápulohumeral junto con la precisión que entrega la mano. De igual forma, el codo permite acomodar la mano de tal manera que la aproximación y manipulación de objetos se realice de mejor manera en diversas funciones y en cuanto a la transmisión de las fuerzas durante aquellas actividades. La conformación del codo está dada por 3 articulaciones conjuntas como lo son la Art. Ulnohumeral que es denominada diartrosis de tipo Troclear permitiendo la flexo extensión, la Art. Humeroradial de tipo condílea, y por último la Art. Radioulnar proximal de tipo Trocoide, que permite los movimientos de pronosupinación. Estas articulaciones se conectan entre sí a través de la cápsula articular y los ligamentos por la zona lateral y medial, los que le dan la estabilidad estática al codo. Por otra parte, es la musculatura flexora y extensora la que entrega la estabilidad dinámica en los diferentes planos de movimiento. Se diferencia en musculatura primaria y secundaria, considerando también los músculos supinadores y pronadores en los movimientos de esta articulación, la cual no juega un rol fundamental en la estabilidad propiamente tal. Músculos extensores: Tríceps braquial, ancóneo.

Secundarios: extensor común de los dedos, el extensor del 5° dedo y el extensor ulnar del carpo. Músculos flexores: Bíceps braquial, braquioradial y braquial. Secundarios: pronador redondo, el flexor ulnar del carpo, el flexor común superficial, flexor radial del carpo y palmar largo. Músculos supinadores: braquioradial, supinador y bíceps braquial. Músculos pronadores: pronador redondo y pronador cuadrado. Articulación húmero-ulna-radio: Aunque en el aspecto biomecánico es posible disociar la articulación en dos articulaciones, se trata de una sola con la misma cápsula, cavidad articular y una estructura capsuloligamentosa en común. Su posición de máxima relajación se genera en torno a los 70◦ de flexión, una posición antálgica muy propicia para el acortamiento tisular y la rigidez en caso de inmovilización prolongada. La cápsula que envuelve la articulación presenta dos ligamentos colaterales, medial y lateral, que la refuerzan con una inserción proximal y distal. La inserción proximal del ligamento colateral medial (LCM) se sitúa en la parte anteroinferior del epicóndilo medial, con un fascículo medio más voluminoso que alcanza la cara medial del proceso coronoides (tubérculo sublime) y que estabiliza el codo evitando un valgo excesivo. Por otro lado, el ligamento colateral lateral (LCL) es más delgado y angosto, presentando su inserción en el epicóndilo lateral, en la cavidad sigmoidea mayor, cubriendo la cara lateral de la articulación. Sus haces anterior y medio se confunden con el ligamento anular que cubre la cabeza del radio. Éstas estructuras ligamentosas confieren una gran estabilidad entre los 0-70◦ de flexión y se hacen menos eficaces después de los 100◦.

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Articulación radioulnar proximal: Se compone principalmente por la cabeza del radio, el cóndilo humeral, el canal condilotroclear (zona conoide) y la cavidad sigmoidea menor de la ulna, en conjunto con elementos ligamentosos: ligamento anular y el ligamento cuadrado. En cuanto al movimiento de pronación generado por esta articulación, el eje de rodamiento de la cabeza radial se desplaza lateralmente, separando el radio de la ulna. Esta cabeza radial es estabilizada por elementos ligamentosos laterales de codo, componentes musculares, y los ligamentos anular y cuadrado. Membrana interósea: Se trata de un complejo fibroso, ubicado entre las crestas interóseas del radio y la ulna, con participación activa en la estabilidad del segmento antebraquial, con la transmisión de las fuerzas del radio hacia la ulna de forma longitudinal y transversalmente. Sus fibras están dispuestas en dos grupos con diferente orientación; desde arriba hacia abajo y afuera, y desde abajo hacia arriba y afuera. El componente ligamentoso que compone esta membrana incluye una banda central, una banda accesoria, una cuerda distal oblicua, una cuerda proximal oblicua (cuerda de Weitbrecht) y una cuerda dorsal oblicua accesoria. Los elementos de la membrana interósea se relajan en pronación y se tensan en supinación, es así como frena la supinación. Anatómicamente también tiene como función ser una estructura de inserción de algunos músculos de los compartimentos anterior (flexor profundo de los dedos, flexor largo del pulgar) y posterior del antebrazo (extensor largo del pulgar, abductor largo del pulgar, extensor propio del índice). En cuanto al componente pasivo de esta membrana intervienen los huesos del antebrazo y las fibras, ya que los activos son los músculos asociados.

El codo, se encuentra especialmente expuesto a las lesiones traumáticas, degenerativas e inflamatorias, pero también a las afecciones nerviosas. El resultado común de todas estas causas etiológicas es el riesgo de aparición de rigidez, cuya prevención debe convertirse en una obsesión para los terapeutas. El principal objetivo de la rehabilitación del codo es, por tanto, la «prevención de la rigidez». En la rehabilitación se debe prohibir la práctica de movilizaciones bruscas y agresivas, pues éstas son un motivo de fracaso terapéutico. Por el contrario, la rehabilitación debe ser global e integral, en sus esquemas motores, los componentes de flexión-extensión y de pronosupinación. Las tendinopatías son la principal causa de consulta por dolor de codo, por lo que una buena comprensión del examen bien dirigido nos permitirá sospechar y diagnosticar patologías específicas, y utilizar eficientemente estudios imagenológicos avanzados solamente para confirmar nuestro diagnóstico o condiciones asociadas a este, que pudieran complicar el futuro de esta articulación. Aunque las lesiones de codo son menos frecuentes en comparación con otras de nuestro esqueleto, estas representan altos grados de discapacidad y disminución calidad de vida.

II. EXPLORACION FISICA DE CODO

La exploración física de codo debe comenzar con una anamnesis minuciosa y una historia clínica completa del paciente, considerando variados componentes como lo son la edad, sexo, dominancia, tipo de actividad laboral (carga de objetos, movimientos repetidos del miembro superior, cadencia, etc.), práctica deportiva con el nivel (aficionado o profesional), frecuencia, volumen y características intrínsecas asociadas. Los antecedentes generales más importantes que se deben incluir en la entrevista son lesiones previas, la presencia de comorbilidades, enfermedades

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degenerativas (miopatía, neuropatía, artrosis), consumo de medicamentos señalando la cantidad diaria y antecedentes quirúrgicos. Es importante esclarecer hechos o eventos desencadenantes con su respectiva temporalidad, que ayudarán a un diagnóstico prematuro, considerando las limitaciones que genera en las AVD diarias del paciente o cambios de hábitos. Por último, pesquisar los signos clínicos presentes como dolor, rigidez, chasquido, alteración de la sensibilidad, etc que ayudarán a identificar con mayor precisión la localización del dolor, tipo, irradiación (mediano, ulnar o radial) y momento en que se acentúa el dolor (día/noche o en esfuerzo/reposo) y evolución del síntoma. Debemos tener en cuenta otros diagnósticos diferenciales o enfermedades que se puedan manifestar de forma similar, generando dolor o incapacidad funcional de codo. Luego de completar la entrevista, se comienza con el examen físico y análisis funcional para pesquisar cualquier anormalidad de las distintas estructuras, como evaluación preventiva o en caso de que el paciente consulte por molestia, el cual comienza con inspección, palpación, y pruebas específicas según patología:

a. Inspección:

El paciente sedente, debe tener sus extremidades superiores descubiertas, donde es posible observar una posición de codo de 30-40◦ de flexión y en pronosupinación neutral. También se observa la alineación general de la extremidad o la simetría que presentan y se puede detectar fácilmente los relieves musculares de las masas anteriores de brazo, lateral y medial del antebrazo identificando hipertrofia o atrofia muscular; relieves óseos del olécranon en la cara posterior del codo, el epicóndilo medial en la cara medial y del epicóndilo lateral, menos saliente, en las

zonas lateral y posterior del codo, al igual que cualquier presentación cutánea de la enfermedad (p. Ej., Nódulos, erupciones cutáneas), traumatismo (p. Ej., Equimosis, hinchazón) o cicatrices de incisiones anteriores. Por otra parte, la presencia de equimosis a lo largo del braquio distal puede ser un signo de rotura del bíceps distal, aunque no siempre está presente. La equimosis medial es con frecuencia un signo de ruptura del ligamento colateral medial (MCL) debido a que los vasos sanguíneos a lo largo del ligamento forman el piso del túnel ulnar. También puede ser por desgarro muscular. En el aspecto lateral del codo, la zona blanda (la región triangular delimitada por el olécranon, la cabeza radial y el epicóndilo lateral) normalmente tiene una concavidad sutil, donde es posible pesquisar un derrame articular, comparando con el lado contralateral. En el caso de la inspección de la cápsula del codo, se puede encontrar distendida si el codo se encuentra más comúnmente en una posición de aproximadamente 80 de flexión, maximizando el volumen capsular potencial. La bursa por la parte posterior, en el olecranon, puede causar una hinchazón significativa, al igual que la fractura del olécranon y la rotura del tríceps, pero no así la ruptura del tendón del tríceps que se puede pasar por alto debido a la continuidad de la fascia lateral y del músculo ancóneo que van a preservar la extensión del codo, enmascarando la lesión.

b. Palpación: La musculatura encargada de estabilizar y generar movimientos de codo viene de brazo y antebrazo, que se relacionan con dicha articulación. Anterior: En la cara ventral del brazo podemos

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encontrar al músculo bíceps braquial, con una porción larga y corta y el músculo coracobraquial y el músculo braquial anterior. Para palpar el vientre muscular del músculo Bíceps Braquial se debe dirigir a la cara anterior del brazo con el paciente con supinación del antebrazo y solicitar un movimiento de flexión de codo activamente y luego generar una resistencia para valorar el estado del músculo. Para distinguir sus porciones, la cabeza larga se palpa craneal a la porción corta, reconociendo un surco que separa ambas porciones del músculo. Distalmente, se puede palpar la inserción del tendón del bíceps braquial que se acentúa con el movimiento antes mencionado. El músculo Braquial Anterior se palpa en la cara medial del brazo con el codo en flexión y el hombre realizando un movimiento de flexión y abducción, agregando una resistencia. Para localizarlo, se debe palpar por detrás de la cabeza corta del bíceps, donde se palpa el tendón distalmente en dirección medial al lugar donde se flexiona el codo, con el antebrazo en pronación y flexión de codo contra la resistencia. Medial: En esta zona se origina la musculatura flexo-pronadora de antebrazo, donde encontramos los músculos pronador redondo, flexor radial del carpo, palmar largo, flexor ulnar del carpo y flexor superficial de los dedos que forman un tendón común de los flexores, relacionados con la estabilidad de la articulación del codo. Para la palpación del vientre muscular del Pronador Redondo, se ubica distalmente al tendón del bíceps en el tercio medio del antebrazo con sus fibras oblicuas y con una posición de ligera flexión de codo y pronación de antebrazo con el puño cerrado. El músculo Flexor Radial del Carpo se localiza proximalmente en el tendón común y se debe palpar con el codo flexionado y el puño cerrado, realizando una flexión con radialización de muñeca, contra la

resistencia. Distalmente se sitúa lateral al tendón del músculo palmar largo, con su origen en el tendón común de los músculos epitrocleares. En la misma posición, distalmente, se localiza al músculo flexor radial del carpo. Otro músculo epitroclear es el músculo Flexor ulnar del carpo que se localiza con el

codo en flexión de 90 y ulnarización de muñeca contra resistencia. Su origen a nivel de codo se encuentra específicamente en el tendón común de los músculos epitrocleares. El músculo Flexor Superficial de los Dedos es el último de los músculos epitrocleares, palpándose su tendón común de origen a nivel del codo, realizando una flexión y un movimiento de oposición entre el pulgar y el 5º dedo con flexión de muñeca contra la resistencia de forma simultánea. Lateral: En la región lateral podemos encontrar los músculos Braquiorradial, extensor radial largo del carpo y extensor radial corto del carpo. El músculo Braquiorradial se palpa con el codo en flexión y el antebrazo en posición neutral, luego se le solicita al paciente que realice un movimiento de flexión del codo contra resistencia y de esta forma el vientre muscular se hace prominente en la cara lateral brazo, próximo al epicóndilo del húmero. El músculo Extensor Radial Largo del Carpo se explora con el codo del paciente en flexión, se le solicita un movimiento de extensión de muñeca con ulnarización, mientras se le genera una resistencia al movimiento. Se palpa en la cara dorsolateral del antebrazo y distalmente al músculo braquiorradial. Por último, en dirección dorso-caudal, encontramos el músculo Extensor Radial Corto del Carpo. Se debe realizar una flexión de codo y abducción de 90° de hombre, luego se le solicita al paciente una extensión de codo contra resistencia mientras se palpa el vientre muscular.

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Junto con este músculo, extensor corto del carpo, se originan otros tres músculos (extensor de los dedos, extensor del 5° dedo y el extensor ulnar del carpo) que tienen un tendón común con origen en el epicóndilo humeral. Posterior: En la cara posterior de brazo podemos encontrar al tríceps braquial con su porción larga, vasto lateral y vasto medial que lo conforman. Este músculo se palpa partiendo en una posición de semiflexión de codo, solicitando al paciente que realice un movimiento de extensión de la articulación contra resistencia identificando sus porciones. El tendón distal del tríceps por posterior de codo localiza su inserción en el borde superior y cara dorsal del olecranon. El músculo Ancóneo se sitúa próximo al olecranon en su borde lateral y para palpar su vientre muscular se solicita una extensión de codo y repetir el movimiento contra resistencia. En esta región, además podemos localizar los músculos abductor largo del pulgar, extensor corto del pulgar y extensor largo del pulgar, pero se relacionan con las articulaciones de la muñeca y de la mano, no participando en los movimientos de codo.

c. Movilidad: La movilización pasiva de los rangos articulares generados por el evaluador tienen una amplitud total permitida de flexión de codo es de 150◦, limitado por las masas musculares anteriores del brazo. A 20◦ de flexión, para liberar la punta del olecranon, se produce un valgo fisiológico que en las mujeres puede alcanzar los 15-20◦ y en el varón, los 7-10◦, el cual va desapareciendo a medida que aumenta la flexión hasta llegar a una flexión completa sobre la cara anterior del hombro. En cuanto a la extensión, se alejan los puntos de inserción de la musculatura llegando hasta los 0° y en caso de realizar mayor extensión (hiperextensión) se puede lograr una amplitud de 5-10°, que suele coincidir con la

existencia de una comunicación anatómica entre la fosita olecraniana (posterior) y la supratroclear (anterior). La pronosupinación se debe evaluar con el codo en 90° y antebrazo neutro con el dedo pulgar hacia arriba. La pronación de antebrazo tiene una amplitud de 60-80◦ y el movimiento se dirige con la palma hacia abajo y por tanto, inferior a la amplitud de supinación, que es de 90° y que va en dirección contraria. De lo contrario, la movilización activa es generada por la contracción muscular del paciente, pudiendo reflejar acortamientos de aquellos músculos involucrados. El rango de movimiento de la Flexión es de 140° y se coloca al paciente en bipedestación con el brazo a lo largo del tronco y el codo en extensión, se debe desplazar el codo con la palma hacia el hombre flexionando el codo y se continua el movimiento hasta que se produce el contacto de las masas musculares del antebrazo y del brazo, completándose el movimiento. El recorrido articular de la Extensión del codo

es de 0, ya que se parte de una posición de codo en extensión para realizar la medida del ROM de flexión de la articulación. El límite es el choque óseo del olécranon de la ulna en la fosita olecraniana del húmero. En ocasiones puede observarse una pequeña hiperextensión del codo, en condiciones

normales no superior a 10 de amplitud, que suele coincidir con la existencia de una comunicación anatómica entre la fosita olecraniana (posterior) y la supratroclear (anterior). Las referencias del goniómetro son las mismas que para la cuantificación de la flexión. El recorrido articular de la

Extensión del codo es de 0, con un límite por choque óseo del olécranon de la ulna en la fosita olecraniana del húmero. El segundo grado de movimiento denominado pronación-supinación es responsabilidad de la articulación radio-ulnar distal, situada próxima a la muñeca, que arrastra de forma pasiva con su movimiento de prono-supinación del antebrazo. Durante

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el movimiento de supinación, el radio y la ulna se disponen de forma paralela, a diferencia del movimiento de pronación, que se efectúa un giro con anteposición del radio sobre la ulna a nivel distal.

d. Pruebas funcionales: Dentro del grupo de pruebas clínicas existentes para explorar la función de la articulación del codo y sus componentes, en el presente artículo vamos a hacer referencia a las que consideramos más importantes. Entre ellas tenemos: Pruebas Ligamentosas y tendinosas: 1. Esfuerzo en varo: integridad del ligamento lateral externo de codo 2. Esfuerzo en valgo: integridad del ligamento lateral interno de codo 3. Milking maneuver 4. Test de la silla o “chair-test”: valorar la epicondilítis 5. Grip strength test 6. Test de Thompson 7. Test de borden 8. Test de Cozen: epicondilitis 9. Cozen invertido o codo del golfista: valorar la epitrocleitis o epicondilitis medial 10. Prueba de Mills 11. Hook Test: rotura distal tendón del bíceps braquial 12. The Biceps Crease Interval test 13. Supination-pronation test 14.Biceps squeeze test

1. Prueba del esfuerzo en varo:

Posición para la prueba: El paciente permanece sentado con el codo a evaluar en flexión de 20º y antebrazo en supinación. El evaluador se sitúa de pie con la mano distal en torno a la muñeca del paciente (colocada lateralmente) y la proximal sobre la articulación del codo (en la parte medial). Acción de la prueba: Una vez estabilizada la muñeca,el evaluador

realiza manualmente un varo forzado de la articulación del codo aplicando una presión en la zona, mientras la mano colocada en el brazo empuja hacia afuera, la mano colocada en el antebrazo empuja en dirección contraria, hacia dentro, generando un movimiento de distensión del ligamento lateral externo. Resultado positivo: Comparado con el codo que no se evalúa, el dolor y/o aumento del movimiento varo con disminución o ausencia de punto final generando un bostezo articular excesivo en la cara lateral del codo, es indicativo de lesión en los ligamentos laterales. Consideraciones especiales: El especialista debe evitar que el húmero gire externa o internamente durante la prueba, pues esto provocaría el falso efecto de aumento del movimiento varo.

2. Prueba del esfuerzo en valgo:

Posición para la prueba: El paciente permanece sentado con el codo a evaluar en flexión de 20º y antebrazo en supinación. El evaluador se sitúa de pie con la mano distal en torno a la muñeca del paciente (colocada medialmente) y la proximal sobre la articulación del codo (en la parte lateral). Acción de la prueba: Una vez estabilizada la muñeca, se aplica presión valga sobre el codo con la mano proximal sobre la articulación del codo. De forma que la mano colocada en el brazo empuja hacia medial, mientras que la mano colocada en la muñeca empuja hacia lateral, originando distensión del ligamento lateral interno. Resultado positivo: Comparado con el codo contralateral, la aparición de dolor en el codo medial y/o la ausencia de punto final (bostezo articular), son indicativos de lesión principalmente en el ligamento cubital o medial. Consideraciones especiales: El evaluador debe evitar que el húmero gire

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interna o externamente durante la prueba, pues esto podría crear una falsa impresión de aumento del movimiento en valgo. Conviene descartar lesiones musculares epicondíleas mediales con la misma prueba en valgo y el antebrazo en supinación, efectuando una flexión contrariada de los dedos y la muñeca. La ausencia de dolor permite descartar las lesiones musculares aisladas. O'Driscoll et al Laxitud Sensibilidad: 18% (4.1–45.7) Especificidad: 100% (38.8–100) Dolor Sensibilidad: 64.7 (38.3–85.8) Especificidad: 50 (6.8–93.2)

3. Milking manoeuver

Posición del paciente: Sentado, anteflexión del hombro 90 °, codo em flexión 90 °, antebrazo supinado, dedos en el puño y dedo pulgar apuntando hacia lateral. El examinador debe mantener la posición del paciente, estabilizando el húmero y tomando el pulgar para crear una tensión en valgo. Acción de la prueba: Aplicar hacia abajo y el estrés en valgo sobre el pulgar de los pacientes. Resultados: Si hay sensación subjetiva de aprehensión, inestabilidad o dolor localizado en el LCM, indica una lesión o insuficiencia. O’Driscoll et al Sensibilidad: 100% Especificidad: 75%

4. Prueba de la Silla o “Chair-test”:

Posición para la prueba: El paciente debe estar con el codo en extensión y con el antebrazo en pronación.

Acción de la prueba: Se le solicita al paciente que tome una silla desde el respaldo en la posición descrita con el brazo afectado, manteniendo la pronación y debe levantarla por unos segundos. Resultado positivo: Esta prueba es positiva si aparece dolor en zona epicondílea al realizar la maniobra o si la fuerza de agarre disminuye en el lado afectado.

5. Grip strength test

Posición del paciente: Sentado, sosteniendo un dinamómetro de mano con hombro aducido, rotación neutral, antebrazo y muñeca en posición neutral. El examinador debe estar sentado al lado / cerca del paciente. Acción de la prueba: Se le pide al paciente que apriete el dinamómetro tan fuerte como sea posible (dolor puede ocurrir) en flexión de codo de 90 ° y en segundo lugar en extensión completa Resultados: 5 %% - 8% −10% de disminución en la fuerza de agarre entre flexión y extensión indica epicondilitis lateral. Sensibilidad: 5%: 83% 8%: 80% 10%:78% Especificidad: 5%:80% 8%: 85% 10%: 90%

6. Test de Thompson:

Posición para la prueba: El paciente debe tener el hombro en flexión de 60°, el codo en extensión completa, antebrazo en pronación y la muñeca en extensión de 30°. Acción de la prueba: El evaluador aplica una presión moderada

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sobre el dorso del segundo o tercer metacarpiano, generando estrés en el extensor radial corto y largo del carpo. Resultado positivo: Si el dolor es positivo con resistencia en 2º metacarpo corresponde a una lesión del extensor corto del carpo.En el caso de que se reproduzca el dolor al momento de aplicar la resistencia en las articulaciones interfalángicas, la lesión será del extensor común dedos. 7. Test de Borden: Prueba provocativa, se le pide al paciente que comprima un manguito de tensiómetro manteniendo una presión determinada (4, 6). Positivo si hay dolor en epicóndilo con irradiación a extensores de antebrazo. Procedimiento. Se pide al paciente que efectúe una presión determinada hasta 30 mm Hg sobre el manguito de un esfigmomanómetro, mientras el clínico intenta simultáneamente mantener una presión sobre el manguito. Valoración. La aparición y el incremento de las molestias en la zona del epicóndilo lateral y en la musculatura extensora del antebrazo indican epicondilitis. 8. Test de Cozen: Posición para la prueba: El paciente permanece sentado en la camilla, mientras que el evaluador debe estabilizar el codo mientras palpa el epicóndilo lateral. Acción de la prueba: Con el puño cerrado, el paciente flexiona y realiza pronación del antebrazo y una extensión de muñeca. Ante esta posición, se solicita una extensión de la muñeca contra resistencia en flexión de codo ejerciendo una fuerza en sentido contrario. Resultado positivo: La aparición de dolor en la región del epicóndilo lateral del húmero o la debilidad muscular objetiva.

9. Prueba de Cozen inversa (Codo del Golfista): Posición para la prueba: El paciente debe tener el codo en flexión y con supinación del antebrazo, luego cierra el puño del lado afectado y el evaluador palpa el epicóndilo medial, con la otra mano sujeta la muñeca del paciente. Acción de la prueba: Se le solicita que realice un movimiento de flexión de la muñeca contra la resistencia del evaluador, mientras que con la otra mano el explorador fija el codo apoyando sus dedos sobre la epitróclea. Resultado positivo: Los síntomas de malestar o dolor súbito a lo largo de la cara medial, en la zona de la epitróclea, da como positivo el test. Consideraciones especiales: Consideraciones especiales: Se debe estabilizar el codo; ya que de otro modo un movimiento forzado de retirada o una pronación podrían intensificar un síndrome de atrapamiento en la zona de la musculatura pronadora (síndrome del pronador). El dolor a lo largo de la región del epicóndilo medial del codo afecto tal vez también esté causado por daños estructurales en el nervio cubital o el ligamento colateral cubital. Es importante evaluar estas estructuras antes de llegar a ninguna determinación o conclusión a partir de esta única prueba. 10. Test de MILLS: Posición del paciente: La exploración se efectúa con el paciente en bipedestación, con el brazo en ligera pronación, la articulación de la mano y muñeca en extensión dorsal y el codo flexionado. En la posición mencionada, se le lleva el hombro a una rotación interna hasta la horizontal. Acción de la prueba: Con una mano, el clínico sujeta la articulación del codo y sitúa la otra en

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sentido lateral a la parte distal del antebrazo del paciente, rodeándolo. Se pide entonces al paciente que efectúe una supinación del antebrazo y venza la oposición que el clínico realiza con su mano. Resultado positivo: La aparición de dolor en el epicóndilo lateral y/o en la musculatura extensora lateral o en el epicóndilo. 11. Hook Test: Posición del paciente: El paciente debe estar con el codo flexionado 90 ° y el antebrazo totalmente supinado activamente hasta el punto final de la supinación. Acción de la prueba: El examinador debe enganchar con el dedo el tendón del bíceps distal en la fosa antecubital desde la cara lateral aproximadamente 1cm o más, según el tamaño relativo de los músculos del paciente y el dedo del examinador, pasando entre el tendón del bíceps y el músculo braquial subyacente. Resultados: Cuando el tendón del bíceps está intacto, es posible insertar completamente el dedo por encima del borde lateral del tendón del bíceps. En el caso de ser positiva la prueba, con una avulsión completa del tendón del bíceps distal, la prueba del gancho es anormal, indicada por la ausencia de una estructura similar a un cordón que atraviesa la fosa del codo detrás de la cual se engancha el dedo del examinador. En condiciones normales el bíceps se encuentra tenso, no así en las roturas completas y en algunas parciales. O'Driscoll et al Sensibilidad: 100 (89.4–100) Especificidad: 100 (73.5–100) 12. The Biceps Crease Interval Test:

Posición del paciente: Se comienza con flexión para apreciar mejor el pliegue antecubital y luego extender pasivamente el codo del paciente y supinar el antebrazo. Acción de la prueba: Se traza el pliegue de flexión en la fosa del codo, recorriendo ligeramente el contorno distal del bíceps. Se identifica el punto en el cual la curva del bíceps distal comienza a girar más bruscamente hacia la fosa del codo, la “Cúspide” del descenso distal y se marca una línea transversal. Luego se debe medir la distancia en centímetros entre la cúspide del bíceps y el pliegue antecubital a lo largo de la línea descrita anteriormente (que es paralela al eje largo del músculo). Finalmente se registra esta distancia como el intervalo de pliegue del bíceps (BCI) y se repite 1 a 5 para medir el BCI del brazo opuesto. Resultados: Se debe comprar con el brazo contralateral y verificar la diferencia en cm con respecto al brazo afectado. ElMaraghy et al Sensibilidad: 91.7% (73–99) Especificidad: 100% (47.8–100) 13. Supinación-pronaciónTest: Posición del paciente: De pie con hombros abducidos 90 °y codos flexionados 60–70 °. El examinador debe ubicarse frente al paciente, observando el contorno del bíceps Acción de la prueba: Se le pide al paciente que supine y prone activamente el antebrazo girando las manos. Resultados: La falta de migración del músculo bíceps indica la rotura total del bíceps. Metzman and Tivener Sensibilidad: 100%

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14. Bíceps squeeze Test: Posición del paciente: Paciente sentado con el antebrazo descansando cómodamente en una flexión de codo de 60−80 ° y el examinador debe colocar su mano en el tendón del bíceps distal y la otra alrededor del vientre muscular. Acción de la prueba: Se debe realizar una ligera pronación del antebrazo y que el paciente apriete ambas manos firmemente. Resultados: La prueba se considera positiva si el paciente no logra una supinación del antebrazo, indicando ruptura total del bíceps distal. Ruland et al Sensibilidad: 100% Especificidad: 67%

e. Pruebas musculares:

La fuerza de los músculos puede medirse con la prueba de Worthingham. Ante todo, las pruebas musculares permiten evaluar las recuperaciones musculares tras una parálisis; además, suministran datos acerca del estado funcional del músculo. 0: contracción nula. 1: contracción perceptible sin movimiento. 2: movimiento parcial contra la fuerza de gravedad. 3: movimiento completo contra la fuerza de gravedad. 4: movimiento completo contra una resistencia débil. 5: movimiento completo contra resistencia. Es indispensable asociar la palpación para verificar qué músculo se contrae. En este sentido, es posible la presencia de acciones supletorias. Se describen dos grupos de músculos periarticulares del codo: los músculos largos (extrínsecos), a menudo

poliarticulares (bíceps y tríceps braquiales, extensores ulnar o radial del carpo, braquiorradial, etc.), y los músculos cortos (intrínsecos), estabilizadores de la articulación (ancóneo, supinador, pronador redondo, etc).

Flexión del antebrazo (C5-C6): Músculo bíceps braquial paciente intente flexionar el antebrazo extendido y supinado contra resistencia (se le puede decir que mueva el antebrazo hacia su cara), o haciendo que el examinador trate de extender el antebrazo mientras el paciente mantiene la flexión. Durante esta maniobra, se observa y palpa la contracción del músculo. Para realizar la maniobra el examinador coloca la mano derecha en la muñeca del paciente y la otra mano puede soportar el codo. Extensión del antebrazo (C6-D1: Músculo tríceps braquial y del músculo ancóneo el brazo se abduce y levanta a un nivel horizontal, mientras que el antebrazo se coloca en una posición media entre la flexión y la extensión. El sujeto intenta entonces extender el antebrazo en el codo o mantenerlo en una posición parcialmente extendida contra la resistencia ejercida por el examinador con su mano derecha colocada en el borde cubital de la muñeca Supinación del antebrazo (C6-C7): La supinación del antebrazo se examina haciendo que el paciente realice el movimiento contra la resistencia ejercida por el examinador, o que mantenga el antebrazo en supinación mientras el examinador intenta realizar la pronación. El examinador puede ejercer fuerza sobre la muñeca o el dorso de la mano, o bien el paciente puede agarrar la mano del examinador. Si esta maniobra se hace con el antebrazo en

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extensión, se puede palpar el músculo braquiorradial; si está en flexión, entonces se palpa el bíceps. Pronación del antebrazo (C6-C8): El brazo debe rotarse externamente en el hombro, y el codo cerca del tronco. El paciente intenta realizar la pronación contra resistencia o mantener el antebrazo en pronación, mientras el examinador trata de ejecutar la supinación. Para aplicar resistencia la mano del examinador se coloca en la cara opuesta y se observa y palpa la contracción del pronador redondo. Es importante fijar el brazo con la otra mano. Flexión palmar de la mano (C7-D1): Músculo flexor radial del carpo y el músculo flexor ulnar del carpo se realiza ofreciéndole resistencia al paciente mientras realiza una flexión de la mano, de forma que su palma se acerque al antebrazo. El examinador previamente coloca su mano sobre la mano del paciente, que debe cerrarse haciendo un puño y además debe tener el antebrazo en supinación. El movimiento de estos músculos y sus tendones se observa y se logra palpar. El flexor del carpo radial se examina individualmente cuando el paciente flexiona su mano hacia el lado radial contra la resistencia ejercida sobre el pulgar. La función del flexor del carpo ulnar puede examinarse haciendo que el paciente flexione la mano hacia el lado ulnar, mientras el examinador presiona el dedo meñique. Dorsiflexión de la mano (C6-C8): El paciente mantiene cerrada su mano en forma de puño, el antebrazo se le coloca en pronación (éste puede descansar en el brazo de una silla) y la muñeca se extiende parcialmente. Entonces, el paciente intenta extender la mano completamente contra la resistencia ofrecida por el examinador, o

trata de mantenerla en extensión parcial, mientras el examinador intenta la flexión palmar. Para esto, el examinador coloca su mano derecha sobre la cara dorsal de la mano y los dedos del paciente. Los músculos y tendones participantes (extensores del carpo y extensor de los dedos) pueden palparse con la mano izquierda. Flexión de los dedos (C7-D1): Músculo flexor profundo de los dedos el paciente trata de mantener sus dedos flexionados en las falanges distales con las falanges medias fijas, mientras que el examinador trata de extenderlas haciendo presión con sus dedos en las falanges distales. Es importante que la muñeca esté en extensión. Se observa si hay deficiencia parcial o total en la flexión de los dedos. Extensión de los dedos (C6-C8): Músculo extensor común de los dedos se hace que el paciente resista el intento de flexionar sus dedos en la articulación metacarpofalángica, mientras el antebrazo se prona y la muñeca se estabiliza. Para esto, el examinador coloca sus dedos sobre las falanges distales de la mano del paciente y ejerce presión hacia abajo. Sin embargo, la evaluación de la fuerza del codo y de la pronosupinación puede efectuarse a partir de la fuerza de presión con un dinamómetro de tipo Jamar. Esta fuerza también es resultante del estado de salud del paciente y depende de la posición del codo y el antebrazo. Los resultados en pronación son más fiables que los obtenidos con el codo en supinación o en extensión.

f. Valoración neural

La flexión del codo depende de la raíz cervical C6, principalmente a través del nervio musculocutáneo. La extensión sirve

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para evaluar la raíz cervical C7 a través del nervio radial. La epitróclea pertenece al esclerotoma de C7. El dolor despertado por la percusión en esta zona puede ser un signo de lesión de la raíz C7. Los territorios cutáneos anteriores son inervados por el nervio cutáneo lateral del brazo (ramo del nervio radial), el nervio lateral del antebrazo (ramo del nervio musculocutáneo) y los nervios cutáneos mediales del brazo y el antebrazo. Los territorios de estos nervios cutáneos se extienden en el brazo y el antebrazo en sentido dorsolateral y dorsomedial. Los territorios cutáneos posteriores medianos dependen del nervio musculocutáneo posterior (ramo del nervio radial) y del nervio musculocutáneo posterior del antebrazo. Los dermatomas C5-T1 se extienden sobre la superficie cutánea del brazo y el antebrazo. La percusión con un martillo de reflejos sobre el tendón distal del bíceps braquial desencadena el reflejo bicipital y sirve para evaluar las raíces C5 y C6. La percusión de la estiloides radial desencadena el reflejo estilorradial y sirve para evaluarla raíz C6. La percusión del tendón distal del tríceps braquial desencadena el reflejo tricipital y sirve para evaluar las raíces C7 y C8. Por último, la percusión de la estiloides cubital desencadena el reflejo pronador y se usa para evaluar la raíz C8. Las neuropatías compresivas son la patología neurológica periférica más frecuente del miembro superior y son una causa frecuente de pérdida de días laborales en las empresas 1,2. Entre las distintas etiologías de dicha compresión tenemos fracturas, luxaciones, sinovitis, gangliones, tumores y el origen laboral Las neuropatías compresivas de origen laboral se definen 3 como aquella lesiones nerviosas producidas por traumatismos repetidos a los nervios periféricos como consecuencia de las tareas desempeñadas en el puesto de trabajo que implican posturas forzadas mantenidas, esfuerzos o movimientos repetidos y apoyos

prolongados o mantenidos. La compresión reiterada del nervio daña los vasos epineurales causando un edema que puede llevar a una fibrosis y esta al deterioro progresivo del nervio 4. Las dos causas más frecuentes de neuropatía compresiva en miembro superior son 5 el síndrome del túnel del carpo (la de mayor prevalencia en el mundo laboral) y la compresión del nervio ulnar particularmente susceptible en el codo (túnel ulnar) y en la muñeca (canal de Guyon). El síndrome compresivo del nervio ulnar presenta disestesias del 5 y 4 dedos de la mano, que habitualmente ha estado presente durante un periodo variable de tiempo antes de iniciar la pérdida de fuerza en la pinza digital o fuerza de puño. El grado en el que los síntomas motores se presentan están en relación al tipo de trabajo o actividades manuales que realizan. Existen varias localizaciones alrededor del codo donde potencialmente se puede comprimir el nervio ulnar: 1.- Arcada de Struthers. El punto más proximal, localizado unos 8 cm proximal al epicóndilo medial. 2.- Septo intermuscular medial: cuando pasa por encima del septo intermuscular 3.- Vientre muscular medial del tríceps braquial: existe un hipertrofia muy marcada del vientre medial del tríceps braquial (por ej. en culturistas), se puede producir una compresión del nervio, o el músculo puede "resaltar" sobre el epicóndilo medial con los movimientos de flexo-extensión de codo, provocando una neuritis por fricción. 4.- El túnel ulnar: Es un anillo óseo-fibroso formado por el epicóndilo medial y la ulna proximal. El techo formado por la fascia profunda del antebrazo incluyendo la fascia profunda del FCU (flexor carpi ulnaris) y el retináculo del túnel ulnar, también llamado ligamento Arcuato o de Osborne. Nervio Ulnar

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1. Test de flexión de codo: Se realiza una flexión máxima del codo, con antebrazo supinado y la muñeca en extensión. Se evalúa sin estímulo durante 1 minuto y luego con compresión del canal cubital por 5 segundos y reproduce la sensación de parestesia en el territorio del nervio ulnar con irradiación al 4º y 5º dedos, se considera positivo. La mano debe ser inspeccionada en busca de atrofia de la musculatura intrínseca, especialmente del primer interóseo dorsal que es el más evidente. Sensibilidad: 75%

2. Test de Tinel: se realiza percusión (6

pequeños golpes) con la punta del dedo del examinador sobre el canal del nervio ulnar: en el codo del paciente con flexión del codo y elevación a 90°. Es positivo si percutir el nervio a nivel de la compresión genera adormecimiento de los dedos anular y meñique, al igual que el dolor al amanecer con estos mismos dedos dormidos por dormir con el codo en extrema flexión, igualmente el paciente refiere hormigueos. Sensibilidad: 70%

3. Signo de Wartenberg: el cual

consiste en la abducción pasiva de los dedos de la mano y se solicita luego realizar una aducción contra resistencia, la debilidad o atrofia del aductor del dedo meñique provocando la presencia de “clawing” o imposibilidad de realizar la adducción del 5º dedo que sugiere una compresión muy evolucionada.

4. La prueba de scratch-collapse: Se

realiza con flexión de los codos a 90° y el hombro en reposo al costado del

cuerpo. El examinador trata de separar, con fuerza, los codos del paciente contra la resistencia de este; luego se realiza una suave presión en el canal cubital, evaluando la aparición de síntomas. Sensibilidad: 82 % para el síndrome del túnel carpiano y de 89 % para el síndrome del túnel cubital.

5. Prueba de presión: El examinador

debe colocar sus dedos largos e índices sobre el sujeto, inmediatamente proximal al túnel cubital mientras el paciente se encuentra con el codo en flexión de 20° y el antebrazo supinado. Se aplica una presión durante un total de 60 segundos bilateralmente, y la respuesta a los síntomas se reproducen a los 30 segundos y 60 segundos, considerando positivo si el sujeto reporta la sintomatología en la distribución del cubital nervio. La palpación, especialmente en todo el trayecto del nervio, puede poner de manifiesto inflamación, zonas sensibles, y subluxación del nervio con el codo en flexión. Sensibilidad: 0,55

6. Combinación prueba de presión y

flexión: Se realiza colocando el codo en flexión máxima y, mientras está en esta posición, la presión se colocó en el nervio cubital solo proximal al túnel cubital. La respuesta de los síntomas del sujeto fue monitoreada a los 30 y 60 segundos.

Sensibilidad: 0,91 Nervio Radial El "túnel radial" consta a su vez de 3 porciones 12. La primera porción se extiende desde el sitio en que el nervio radial perfora el tabique intermuscular lateral del brazo

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hasta el nivel de la interlínea de la articulación húmero-radial del codo. La segunda porción se extiende desde la interlínea articular del codo hasta el borde superior del haz superficial del músculo supinador corto. Este borde recibe el nombre de "Arcada de Frohse". Es en esta porción donde el nervio radial, entre 1,5 y 2,5 cm. por debajo de la interlínea articular del codo, se divide en sus dos ramos terminales: rama superficial (anterior y sensitiva) o n. radial sensitivo superficial, que desciende el compartimento anterior del antebrazo por debajo del braquioradial y por fuera de la arteria radial superficial; y rama posterior (profundo y motor) o n. interóseo posterior, que se introduce bajo en la Arcada de Frohse. Finalmente, la tercera porción se extiende desde la AF hasta el borde inferior del músculo supinador. El atrapamiento del PIN (posterior interosseus nerve) o NIOP puede presentarse de dos formas diferentes y con una nomenclatura diferente en la literatura: 1. Síndrome del Nervio Interóseo Posterior: Parálisis no dolorosa, en ocasiones precedida por un cuadro de dolor en la cara extensora del antebrazo 2. Síndrome del Túnel Radial (STR): Más que debilidad o parálisis los pacientes con STR presentan dolor en la cara lateral del antebrazo proximal, cuadro doloroso muy difícil de diferenciar de la epicondilitis lateral o "codo de tenista" por lo que se ha denominado "codo de tenista resistente". El PIN al ser nervio motor puro no produce alteraciones de la sensibilidad, pero si puede causar dolor local39. Los términos Síndrome de la Arcada de Frohse o Síndrome de la Celda del Supinador, engloba ambas presentaciones clínicas La diferencia en la presentación clínica puede atribuirse a una diferencia en el grado de compresión del nervio pero al comprimirse el mismo nervio, el tratamiento de ambas presentaciones se puede abordar con las mismas intervenciones quirúrgicas 40.

1. signo de Tinel:

parestesia en su territorio de inervación, específicamente en el recorrido del nervio en su salida debajo del músculo braquio radialis.

2. prueba de mantener 30 a 60 segundos la muñeca pronada y flexionada, presentándose con la compresión parestesia en su territorio parecidas al signo de Phalen en el túnel carpiano.

Nervio mediano Uno de los trastornos generados por estos atrapamientos es conocido como síndrome del pronador el cual puede ser provocado por fractura, luxaciones, tumores en la región de la articulación del codo, o por la presencia de estructuras que generen una compresión extrínseca del nervio, entre las que destaca, la ya descrita, zonas de paso entre las cabezas del músculo PR, la hipertrofia del mismo, la presencia del ligamento de Struthers, el paso por la arcada del músculo flexor superficial de los dedos, el excesivo espesor del lacertus fibroso, la presencia de aneurismas, trombosis venosas o trayectos vasculares anómalos. Entre los hallazgos clínicos de esta compresión a nivel de la fosa cubital destaca la debilidad de todos los músculos inervados por el nervio mediano en el antebrazo y mano. A esto se suma parestesias y dolor difuso a nivel de la mano. Por otra parte, la pronación resistida del antebrazo con la mano en flexión también produce dolor. El tratamiento inicialmente comprende reposo y si no se produce mejoría, descompresión quirúrgica (Olehnik et al.; Pró). Síndrome de atrapamiento del nervio interóseo anterior: El nervio interóseo anterior es una rama del nervio mediano que se origina a unos 4 a 6 cm por debajo del codo; surge de su cara posterior, para luego

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descender entre las 2 cabezas del músculo pronador redondo y atravesar el arco fibroso formado por el músculo flexor común superficial de los dedos, que inerva en este recorrido a los músculos flexor largo del pulgar, flexor profundo de los dedos índice y medio ; finalmente se hace posterior al pronador cuadrado al cual inerva, así como las articulaciones radiocubital distal, radiocarpiana y carpiana. El cuadro clínico está caracterizado por signos y síntomas variables, el paciente refiere dolor en el antebrazo proximal que dura varias horas y presenta debilidad o parálisis del flexor largo del pulgar, del flexor común profundo de los dedos índice y en ocasiones de los restantes dedos largos y del pronador cuadrado .Cuando el paciente intenta realizar la pinza, la flexión activa de la falange distal del dedo índice es imposible. En las lesiones bien establecidas puede observarse una atrofia de la masa muscular flexora del antebrazo y de los músculos de la eminencia tenar. Existen 4 pruebas clínicas muy útiles para poder establecer el diagnóstico de un síndrome del interóseo anterior.7-9

1. Pronación del antebrazo frente a resistencia, con el codo flexionado y luego gradualmente extendido; la aparición de síntomas indica que la lesión está localizada a nivel del pronador redondo. 2. La flexión independiente del flexor superficial del dedo índice con reproducción de parestesia o entumecimiento en los 3 dedos y medio más radiales, localizan el nivel de atrapamiento en el arco fibroso del flexor superficial. 3. La flexosupinación del codo, frente a resistencia, demuestra la presencia o ausencia de atrapamiento del nervio a nivel de la aponeurosis bicipital. 4. Para realizar la prueba de compresión del pronador se comprime con el pulgar en un punto

inmediatamente proximal y lateral al borde proximal del músculo pronador redondo. El dolor y la parestesia a los 30 s en el territorio del nervio mediano se consideran resultado positivo.

Neurodinamia La evaluación neurodinámica es un grupo de pruebas de estiramiento nervioso que se realizan al estirar y comprimir los nervios para evaluar las patologías y disfunciones de los nervios periféricos. Las pruebas neurodinámicas de las extremidades superiores se utilizan como herramientas de diagnóstico en las radiculopatías cervicales, la epicondilitis lateral, el síndrome del túnel carpiano (CTS) y otras lesiones dolorosas de los nervios de las extremidades. Los hallazgos neurodinámicos positivos incluyen reproducción de síntomas, aumento o disminución de la respuesta de los síntomas con movimiento de segmentos distantes, y diferencia entre las extremidades en el rango de movimiento. El paciente debe estar en posición supina durante la prueba, la cabeza y cuello en posición neutra, mientras que la parte superior y las extremidades inferiores apoyadas en superficie plana sobre la camilla. Posición inicial: -Depresión de la cintura escapular -Abducción del hombro a 90 ° -Rotación externa de hombro -Supinación del antebrazo -Extensión de la muñeca -Extensión de dedos Movimiento de prueba: - Extensión del codo

Explicación: paciente en supino o incluso sedente con una mano el fisioterapeuta realiza depresión de la cintura escapular, con

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la otra mano realiza abducción de hombro, extensión de codo, rotación externa de hombro, supinación de antebrazo y extensión de muñeca y dedos para tener máximo estiramiento se le pide al paciente que incline su cuello al lado contralateral, de igual manera se mueve una articulación para deslizar el nervio, puede ser flexionar y extender el codo. Esta maniobra está indicada para lesiones del nervio mediano, un síndrome de la abertura torácica superior u síndrome del túnel carpiano. Nervio Radial Posición inicial: - Depresión de la cintura escapular - Abducción del hombro a 90 ° - Hombro en rotación interna - Pronación del antebrazo - Flexión de la muñeca - Flexión de dedos Movimiento de prueba: -Extensión del codo Explicación: paciente en posición supina incluso sedente, el fisioterapeuta con una mano logra la depresión escapular y con la otra realiza abducción del hombro, extensión de codo, rotación interna del hombro, pronación del antebrazo, flexión de muñeca y desviación cubital de muñeca, se le pide al paciente igualmente que incline el cuello contralateral, se mueve una articulación acercando y a alejándola para deslizar el nervio por ejemplo de extiende y flexiona la muñeca. Esta maniobra se realiza en lesiones como epicondilitis, síndrome de Quervain. Nervio Ulnar Posición inicial: - Depresión de la cintura escapular - Abducción del hombro a 90 ° - Hombro en rotación externa - Pronación del antebrazo - Extensión de la muñeca

- Extensión de dedos Movimiento de prueba: - Flexión del codo Explicación: paciente en supino o incluso sedente,el fisioterapeuta realiza conjuntamente extensión de muñeca, supinación del antebrazo, flexión de codo abducción y rotación externa del hombro, mientras con la otra mano realiza una depresión de la cintura escapular, los dedos del paciente deben llegar a la oreja ipsilateral, se mantiene esta posición de máximo estiramiento y luego se mueve una articulación , puede ser flexionar y extender el codo para deslizar el nervio. Esta maniobra se realiza con síntomas relacionados con raíces nerviosas de C8-T1 con la porción inferior del plexo braquial, con el nervio cubital o epitrocleitis. Los efectos biomecánicos de las pruebas neurodinámicas en tejidos neurales pueden ser descritos por una combinación de estrés, tensión y movimiento. Por lo tanto, los movimientos articulares pueden inducir deslizamiento del nervio que varía según el rango de movimiento, las posiciones de las articulaciones adyacentes y el número de articulaciones en movimiento.

III. CONCLUSIÓN

La evaluación clínica de codo requiere de una serie de pasos que incluye una entrevista completa, signos/síntomas y una gran variedad de pruebas estandarizadas que permiten obtener información acerca de estructuras comprometidas, otorgando una orientación diagnóstica inicial y un futuro tratamiento en base a los datos obtenidos, como también un diagnóstico diferencial. Cabe destacar que es de gran importancia el uso de apoyo imagenológico para un completo diagnóstico clínico.

IV. REFERENCIAS

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Este artículo se cita de la siguiente manera:

Corvalán M, Vega R. Evaluación Clínica de Codo. Rev. Actuali. Clinic. Meds. Vol. 2. Num 2, Julio-

Diciembre (2018). ISSN 0719-8620, pp 49-69.

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