001 Katz Friedrich de Diaz-A Maderos Origenes y Estallido de La Revolucion Mexicana
Centenario De La Revolucion Mexicana
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1
INSTITUTO BILINGUE SANTILLANA DEL MAR
DANIEL PERÉZ
COMPUTACIÓN
JUAN VARELA
CENTENARIO DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA
2DO SECUNDARIA
MARTES 10 DE NOVIEMBRE 2009
2
ÍNDICE
Portada……………………………………………………… 1
Índice………………………………………………………… 2
Introducción…………………………………………………. 3
Centenario de la Revolución Mexicana…………………... 4
Conclusión……………………………………………………
3
INTRODUCCION
A continuación les hablare sobre la revolución mexicana que ya
cumple 100 de su aparición. Una fecha muy especial para el pueblo0
mexicano porque abrió caminos en la historia.
Les platicare sobre la fecha, como se festeja, tradiciones y
personajes involucrados. Así que aquí les dejo este documento que lo
disfruten y vivan esa gran batalla.
Atte. Daniel Pérez
4
CENTENARIO DE LA REVOLUCION MEXICANA.
A tan sólo un año de la celebración del Centenario de la Revolución
Mexicana, el panorama de nuestro país es desastroso, la sublevación de los
diversos sectores de la sociedad con diferentes perfiles acechan la imagen de un
México que durante más de siete décadas ha puesto su marca internacional como
“nación pacífica”; el aroma de la ingobernabilidad se percibe en todo el país
producto de la gran guerra emprendida por el Estado mexicano con el objeto de
erradicar la célula del narcotráfico y el cumplimiento del Plan Mérida; a todo esto
se suma la incapacidad de un gobierno para tomar decisiones atinadas para la
solución de controversias de índole social.
Dicen por ahí que la historia es un proceso cíclico, se repite como
consecuencia de la naturaleza humana para reincidir en los mismos errores, o
dicho en otros términos: “Quién no conoce su historia está condenado a
repetirla”.
“LA TIERRA ES DE QUIEN LA TRABAJA”
La revolución mexicana de 1910, fue el resultado
del hartazgo del pueblo, que había vivido durante 3
décadas bajo el dominio de la dictadura del Gral.
Porfirio Díaz.
La sublevación ordinal del 20 de noviembre de
1910, ya había tenido algunos antecedentes, como el
“conflicto de Cananea” y “Río Frío” (1906), producto de
las condiciones infrahumanas e insalubres; así como
largas jornadas laborales que vivía el sector obrero de
aquélla época.
Por su parte, el Gral. Porfirio Díaz abanderando la ideología de la “No
reelección” y en pro de suavizar el clima de ingobernabilidad que se vivía, convoca
a elecciones al pueblo de México, surge como contendiente a la Presidencia
Francisco I. Madero, revolucionario de aquélla época que congeniaba con las
causas e intereses de la reforma agraria y el principio de “No Reelección”, quien
más tarde fuera la cabeza del movimiento revolucionario preponderante.
Para comprender un poco acerca de la condición política, económica y
social que sostenía el Estado Mexicano en aquélla época, tenemos que analizar
que el 85% de las tierras mexicanas eran propiedad del 1% de la población, un
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grupo muy pequeño conformado por caciques, latifundistas y hacendados de la
época quienes aglutinaban el mayor porcentaje de riqueza económica en el país.
Las famosísimas “Tiendas de Raya”, mecanismo del porfiriato para
satisfacer las necesidades de compra de los indígenas, mantenía al pueblo
completo endeudado, situación por la cual los trabajadores no percibían sus
sueldos en moneda sino en especie.
El advenimiento de la derrota de la más importante de sus batallas, para el
Gral. Porfirio Díaz, lo incita a la prevención y priva de su libertad a Francisco I.
Madero y, a través de fraude electoral y represión abrupta, se adjudica el triunfo
de las elecciones.
Como consecuencia, las reacciones de un pueblo que se sentía burlado no
sólo físicamente, sino también en su ideología insurrecta, que luchó con sangre
para conseguir su independencia y con ello el movimiento de lucha más
sangriento que cobro un gran número de vidas en la historia de México.
Finalmente, el derrocamiento del
Gral. Porfirio Díaz, su exilio de México y su
acogimiento en la nación francesa, para
quien él había generado tantos beneficios
en el país, a través de diferentes
inversiones originarias de la Ciudad de las
Luces en México. No tan sólo acaba el
porfiriato, sino también el hombre, el
general que años antes había luchado por
las mismas causas de la revolución; el
hombre que embriagado de los lujos y
buenas costumbres de la aristocracia,
decide formar parte de ella y olvidar al
pueblo que tanto decía haber amado, y el
hambre y el dolor de los mismos, el
hombre que decide borrar de su memoria
sus raíces indígenas para amar el encumbramiento y el arte barroco.
Después de esta gran batalla, a México le costó una década la organización
de la administración pública en el país, diversas ideologías y caudillos peleaban
arduamente por el poder, las reservas económicas en números rojos, la
infraestructura destruida y una silla presidencial en espera de un gobernante, la
proclamación de la Constitución de 1917, y un grumo de ingobernabilidad que ya
prevalecía desde antes de la batalla.
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Hoy por hoy, a casi 100 años de la revolución mexicana, los compatriotas
seguimos celebrando dicho suceso, haciendo alusión a la democracia e
independencia, agradeciendo a los héroes que nos dieron patria y a los indígenas
e intelectuales que acogieron dicho movimiento. Nuestra nación decide abandonar
el slogan de “Nación Pacífica”, por el de “Nación Digna”, hoy no podemos hablar
de revolución con palos, machetes y fusiles, porque la historia de la sociedad no
acepta retrocesos. Ahora entendemos una lucha ideológica, una lucha de
palabras, una lucha dónde los medios de comunicación hacen su parte a favor o
en contra, pero finalmente están ahí. Los gobiernos globales convocan al
“diálogo”, sin entender que el dialogo no es posible cuando la miseria y la
desesperación bañan a un pueblo en su más nata esencia.
A pocos años de la conmemoración del centenario de la revolución
mexicana, los mexicanos viven la revolución actual producto de la necesidad y el
destierro. Pero en la actualidad el panorama no es diferente sino analice lo
siguiente:
Hoy, el gran imperio azteca se encuentra sumido en la ingobernabilidad
producto de la falta de interrelación entre el Estado y su sociedad; por su parte,
flagelos como la pobreza y la inseguridad social se han convertido en el
condimento de nuestra cotidianidad; el descontrol y el caos que vive la estructura
gubernamental se transmite en gran medida en el actuar “ciudadano”, la falta de
acuerdo producto del desarrollo y promoción de la democracia en nuestro país,
viene obstaculizando la toma de decisiones preponderantes y definitivas para
salvaguardar a nuestra nación del subdesarrollo y poder probar las mieles del
primer mundo.
Por todo lo anterior, es necesaria la reflexión y el análisis para discernir que
el conflicto y el clima de desacuerdo difícilmente nos ayudará a avanzar en el
terreno de la competitividad y el desarrollo, ante una inminente “Crisis Global” que
amenaza con permanencia a futuro, es necesario renovar posturas, crear
escenarios prospectivos que nos permita entender el pasado, aceptar los errores
presentes y apuntar hacia el futuro.
Durante los últimos años la
nación ha enfrentado el resultado de
la ingobernabilidad en algunos
sucesos que de alguna manera han
logrado marcar la historia del México
Moderno, así podemos mencionar el
conflicto de Acteal Chiapas (1995),
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El Conflicto de la APPO (2006),
El Desastre Minero en Pasta de Conchos Coahuila (2006), e inclusive hasta
actos de terrorismo o auto terrorismo que aún no han podido ser traslucidos por la
justicia mexicana.
AYER FUE “TIERRA Y LIBERTAD”, HOY “LOS POBRES PRIMERO”
Durante la revolución mexicana, el 85% de las tierras pertenecían al 1% de
la población, y la lucha era por la distribución de las mismas. Hoy la lucha se gesta
en los grandes consorcios bursátiles que haciendo cuentas son menos del 1% de
la población aunque sus beneficios se extiendan a algunas esferas de poder y la
aglutinación de capital sea por demás entendida.
Uno de los íconos de la época revolucionaria fueron las “Tiendas de Raya”,
ahora las hemos cambiado por las altas tasas de interés que el sistema financiero
mexicano les permite a la entidades bancarias de capital extranjero establecer en
nuestro país, ahora las deudas no son mano a mano, porque se han cambiado por
plásticos electrónicos que igual satisfacen las necesidades de compra de la
población, con un costo de interés muy elevado capaz de convertir cualquier
capital en deuda.
Como verá usted amigos lector, creo que las cosas no han cambiado
mucho:
La convergencia tecnológica y la cultivación
intelectual nos han movido el escenario, pero no los
hechos y sentimientos.
México no necesita repetir el suceso
histórico revolucionario de 1910. En pleno siglo XXI
México necesita convergencia, corresponsabilidad,
desarrollo de trabajo para bienes comunes y sobre
todo acuerdo ideológico desprendido de intereses
personales e individualistas. El imperio azteca nos
exige una revolución, pero aceptando que hablar
de revolución implica hablar de “Cambio”,
“Transformación”, dos actos que sólo podemos
conseguir a través de la unificación y el compromiso, dos actos que lejos estamos
de conseguir si nos seguimos comportando como una “SOCIEDAD
ATERRORIZADA” incapaz de opinar, decidir y actuar.
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CONCLUSION
Bueno espero que les haya gustado mi documento acerca sobre
la gran celebración que se va a llevar a cabo el próximo 2010 acerca
de la Revolución Mexicana y sus 100 años.
Les platique un poco sobre ese conflicto que había entre el
pueblo y el poder político reclamando derechos y posesiones,
luchando por mejores futuras generaciones. Gracias.