Apuntes Sobre La Profesion.....

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Derecho

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    Citation: 55 Rev. Jur. U.P.R. 1 1986

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  • APUNTES SOBRE LA PROFESION DE ABOGADO EN

    PUERTO RICO*

    Hictor Lugo Bougal"*

    Estimados compafieros de profesi6n:

    Constituye especial deleite para mi espiritu gozar de tan grata e inefablecompafija en esta hist6rica y significativa reuni6n en que se instala la nuevadirectiva de la Revista Juridica de la Escuela de Derecho de la Universidad dePuerto Rico; Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico, que a decirdel excelso abogado puertorriquefio, Lic. Emesto Ramos Antonini, q.e.p.d., esla mejor Escuela de Derecho del mundo para producir los abogados que han depracdcar su profesi6n en Puerto Rico.

    Al encontrarme esta noche entre ustedes, juventud que honra y ennoblece aPuerto Rico, bien entiendo y atesoro aquellas palabras de don Miguel deUnamuno en su lecci6n de despedida, en la Universidad de Salamanca, alli parel 30 de septiembre de 1934. Decia don Miguel: "Vengo a repetirme, repito, arenovarme. Una vida entrafiada es repetici6n, es costumbre, santo cumplimien-to del oficio cotidiano, del destino y de la vocaci6n. Dia a dia he venido labrandomi alma y labrando las de otros, j6venes, en el oficio profesional de la ensefianzauniversitaria y del aprendizaje. Que ensefiar es, ante todo y sobre todo,aprender."

    Al dirigirme a ustedes e identificarme con el pensamiento evang~lico de donMiguel de Unamuno, cr~anme, no lo hago con sentido ret6rico. Siempre me hesentido estudiante y, mAs afin, admirador silencioso de la autenticidad moralque siempre recrea la juventud universitaria de nuestro pals. De ahi, aquelarticulo que publiqu6 en la prensa del pais, dirigido al entonces Gobemador dePuerto Rico: "Sefior Gobernador, no se convierta en un Blanton Winship".'

    Entonces, como ahora, siento en lo mejor de mi espiritu, la fraternidad queimpone la saludable aspiraci6n a la excelencia y al ensuefio creador, que anima enel alma de la juventud puertorriquefia.

    Y en cuanto al tema sugerido, recreemos el diilogo. Atisba vuestra presenciaen el dintel mismo de la profesi6n de abogado. Sobre todo de l profesi6n deabogado en Puerto Rico.

    * Discurso pronunciado por el Lcdo. Hktor Lugo Bougal en el Acto de Instalaci6n de la nuevaJunta Editora de la Revista Juridica de la Universidad de Puerto Rico, que tuvo lugar en la Escuela deDerecho el dia 2 de mayo de 1985.

    ** B.A., LI.B., Universidad de Puerto Rico; Ex-Presidente de la Comisi6n de Derechos Civiles dePuerto Rico.

    1 (N. ed.) El articulo a que hace referencia el Lcdo. Lugo Bougal, estaba dirigido-al entonces

    Gobernador de Puerto Rico, Lcdo. Carlos Romero Barcel6, y se public6 en el peri6dico El Mundo del dia29 de noviembre de 1981. En esa fecha, la Universidad de Puerto Rico, especialmente el Recinto de RioPiedras, vivia uno de los momentos mis peligrosos de ia huelga estudiantil que en ese aflo, y de maneraimpresionante, se lIev6 a cabo. Por su importancia, a continuaci6n, transcribimos integramente el textode dicho articulo:

    El 21 de marzode 1937 un Gobernador, de "cuyo nombre no quiero acordarme", reg6 con sangrelas tranquilas calles de Ponce y enlut6 decenas de hogares puertorriqueflos. El acto inhumano deese Gobernador un Domingo de Ramos aparece en la ptgina de la historia universal como LaMasacre de Ponce. Es la Noche de San Bartolom6 de la historia puertorriquefia.

  • REV/STA JURIDICA DE LA UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO

    ESENCIA DE LA ABOGACIA

    Uno de los mAs grandes maestros de la Humanidad, el sabio y patriota hind6Mahatma Ghandi, nos expresa en su afamada Autobiograf'a, recopilando suexperiencia de profesor y conocedor de la juventud y la psicologia humana, que:"Format el espiritu es format un caracter y permitir a cada uno actuar hacia unconocimiento de Dios y hacia una autorealizaci6n. Y descubri que esto es parteesencial de la educaci6n de la juventud, y que para toda educaci6n sin culturaespiritual no tiene utilidad, e incluso puede resultar dafiina."

    Resalta de la cita de este Gran Maestro de la Humanidad, Alma Grande, en elsentido etimol6gico de su nombre, "que toda educaci6n sin cultura espiritual notiene utilidad." Mids afin, "incluso puede resultar dafiina."

    Me atrevo decir, a la luz de mi experiencia profesional, que las palabrasdel Mahatma Ghandi plantean la esencia de la prictica de la abogacia. Elabogado, en su mejor expresi6n, ha de subrayar en su gesti6n diaria de trabajola definici6n etimol6gica de la palabra abogado: "Var6n de bien que sabehablar", con 6nfasis constante y superlativo en la acepci6n "var6n de bien", estoes, hombre comprometido a hacer resaltar en su gesti6n los valores que propen-dan al bienestar del pr6jimo y de la sociedad en que convive. Y cuando hago usode la palabra var6n, entindase que es concepci6n retr6grada y que debe enten-derse en su verdadera acepci6n - hombre y mujer - o, mejor atin, "persona de bienque sabe hablar."

    Ahondando sobre la cultura espiritual a que nos refiere el maestro Ghandi,como quintaesencia y corolario de la verdadera educaci6n, permitasenos tam-bi~n recreamos en el pensamiento con sabor cr1stico del poeta liban6s KhalilGibrin: "No cis sino muy poco, cuando d~tis de vuestras posesiones. Cuandodis de vosotros mismos es cuando verdaderamente diis."

    Y al reflexionar sobre la esencia de la abogacia, bien vale tambi~n reflexionarsobre el momento hist6rico que vive nuestro pals. Al efecto s6 que han decoincidir conmigo en que es casi un axioma en boca del puertorriquefio losiguiente: "En Puerto Rico los valores ticos y morales han desaparecido." M~sa6n: "No se puede confiar en nada ni en nadie". Coinciden en ello religiosos,intelectuales, profesionales, comerciantes, el obrero, el hombre de la calle, nues-tros padres, es decir, el espectro adulto de nuestra sociedad.

    El criterio expresado da por sentado la conducta antitica del profesional, delcomerciante y de nuestra clase trabajadora. Asimismo se anticipa el espiritumaterialista e impiadoso de muchos de nuestros galenos. Y de nuestras insdtu-ciones hospitalarias. Igualmente, se comenta sotto voce la inescrupulosidad dealgunos magistrados. Y de algunos de los funcionarios y empleados de gobiemo.Tambi~n se da por supuesto la holgazaneria y el engafio que caracteriza las

    Tras ese asesinato en masa de inocentes compatriotas, un solo nombre: Blanton Winship.Desde ese dia, entintado en sangre inocente, los nifios de Puerto Rico podrn llamarse John,

    Franklin, Benjamin o Jackeline. Nadie en Puerto Rico seri bautizado como Blanton o Winship.Porque ese nombre est, escrito en la Historia con letras que destilan sangre inocente de mujeres yhombres j6venes, nifios y ancianos puertorriquefios, cuyo 6nico e inefable delito fue pretenderejercer el derecho democritico de la libertad de reuni6n, en forma pacifica y ordenada. Y Ud., sefiorGobernador, por ser abogado, tiene que admitir y proclamar que el derecho de reuni6n y asambleaes un legitimo y sagrado derecho humano, salvaguardado en la propia Constituci6n de EstadosUnidos, que rige en este pals.

  • APUNTES SOBRE LA PROFESlON DE ABOGADO...

    actitudes de trabajo de muchos de nuestros obreros y empleados. Vox-populi sevocea el craso mercantilismo y el egoismo anticristiano del industrial y elcomerciante. En fin, dia a dia, se revalida en Puerto Rico el axioma citado: "EnPuerto Rico los valores 6ticos y morales han desaparecido; no se puede confiar ennada ni en nadie." Valga aclarar tambin que en los 61timos afios el espiritumercantilista y anti6tico tambi6n ha conturbado los cimientos de nuestra profe-si6n de abogado. En muchos de nuestros colegas no palpit6 en el momento de laelecci6n, el ideal que implica la vocaci6n del hombre de toga: "Var6n de bienque sabe hablar." Por el contrario, inquietudes ajenas decidieron la vocaci6n.Valga la paradoja.

    Sin embargo, se impone igualmente otro axioma: "No es abogado quien no

    conjugue en sus acciones diarias el amor y la lealtad al pr6jimo."

    El abogado, desde que el cliente entra por primera vez a su despacho, ha deofrecerle calor humano, sost6n espiritual y respeto a su dignidad humana en labisqueda de la igualdad y la justicia. Todo ello ajeno a consideraciones econ6-micas o de nivel social. El respeto a su reclamo humano ha de presidir la gesti6ninicial de quien pretenda ser ilamado "abogado", o "licenciado".

    Con posterioridad, una vez concretizada la realidad contractual de abogado-cliente, el abogado tiene que ser aut6ntico y leal con su cliente. No vociferandoteatralmente en el tribunal ni susurrando al oido del cliente falsas esperanzas,sino estudiando su caso, elaborando estrategias de triunfo y manteniendo alcliente, clara y verazmente informado del progreso de la acci6n judicial.

    En sintesis, el abogado ha de ser sin6nimo de diligencia profesional y inforade verdad. Unido al coeficiente fijo y eterno de secretividad, lealtad y valentia atoda prueba en la defensa de los derechos confiados a su pericia profesional.

    Los elementos 6ticos apuntados obligan a reflexionar que ayer, hoy y mafia-na, el abogado tiene que ser ejemplo vivo y constante del profesional puertorri-quefio, cuyos valores 6ticos y morales no han cambiado y en quien se puedeconfiar.

    El tutano del ejercicio profesional de la abogacia supone la demanda eternadel cliente de "amor", "lealtad" y "veracidad". Todo lo contrario de la transfigu-raci6n que recoge el axioma inicial, con que comenzamos esta reflexi6n: "En

    Hoy 1981, 30 de noviembre de 1981, tengo feen el Todopoderoso que Ud. noabrirA en nuestraHistoria, otro ensangrentado capitulo: La Masacre de Rio Piedras.

    Sefior Gobernador: "No hay que publicar la moral en los libros...y en discursos, sino en obras."Mal puede Ud. hablar de ley y orden, y pretender orientar a la ciudadania, si Ud. utiliza el rot6n, lamacana, las bombas y las armas para acallar una protesta pacifica estudiantil. La violencia, SeiiorGobernador, genera violencia. Mis atn, "la violencia jamis convence, degrada a quien la emplea."

    Sefior Gobernador, le recuerdo tambi~n: "Un ejemplo vale mis que cien palabras". Actualicecon obras y con su ejemplo el mensajedirigido de su esposa Kate, radiodifundido a todo Pueto Rico,recabando en el Dia de Acci6n de Gracias, amor y paz en la familia puertorriquefia. 0, es quepredicamos el cinismo? 0, somos fariseos, meros sepulcros blanqueados? A Dios rogando y con elmazo dando?

    Sefior Gobernador: "La sinceridad es el camino de la inmortalidad; Ia mentira es el camino de lamuerte"

    Por adopci6n democritica, al ser Ud. investido como Gobernador estA igualmente investido Ud.de la climide de lider y maestro de nuestro pueblo. Por consiguiente, sus palabras, sus actos, afin susgestos, tienen que estar revestidos de prudencia, sensatez e intenci6n docente. Vuelvo aqui a repetirleel viejo aforismo: "Un ejemplo vale mis que cien palabras" Y la violencia inicamente generaviolencia.

  • REVISTA JURIDICA DE LA UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO

    Puerto Rico, los valores 6ticos y morales han desaparecido... No se puede confiaren nada ni en nadie."

    Mal puede aspirar a ser Ilamado hombre de toga quien no ejemplarice ladiligencia en acci6n, la honradez, la lealtad y la autenticidad en el ejercicio diariode la abogacia.

    En el Puerto Rico de hoy el abogado honesto y aut~ntico en el ejercicioprofesional bien puede ser fiel de la balanza ante el desconcierto hist6rico en quenos desenvolvemos. Nuestra conducta profesional a nivel de excelencia humanay tica ha de constituir pie de amigo en la reconstrucci6n hist6rica de nuestrapatria. El texto de nuestras acciones forenses debe tipificar el horizonte hist6ricoque elimine la mentira, la ansiedad, el descreimiento y el cinismo que define hoyla expresi6n de nuestro pueblo y nuestras instituciones.

    Bien vale recordar: "...Se hace camino al andar..."

    Y repetir: "La patria no es de nadie, y si es de alguien, serA, y esto s6lo enespiritu, de quien le sirva con mayor desprendimiento e inteligencia".

    La esencia de la abogacia, a la altura de 1985 en Puerto Rico, es por encimade toda otra consideraci6n, ser profesionales diferentes, expresi6n de la mejor"cultura espiritual" a que alude Ghandi y recrearnos en la conciencia del debercumplido y que "la Patria es valor y sacrificio", seg:in nos leg6 el abogadopatriota Pedro Albizu Campos. 0 como nos ensefi6 el tambi~n letrado Jos6Marti: "La Patria es agonia y deber."

    LA REPUTACION DEL ABOGADO

    Y al filo de vuestra investidura en el ejercicio de la profesi6n de abogado,tambin les recuerdo que nuestra profesi6n es, sin lugar a dudas, una de lasprofesiones mis exigentes y que requiere, mis alli de toda otra consideraci6n,una milicia constante y perpetua en la btsqueda azarosa de la huidiza justicia.

    Sefior Gobernador: Es innoble, degradan tee inhumano lanzar la jauria de la violencia tras unosj6venes idealistas y respetables, que ejercen el derecho en una Democracia ala libertad de expresi6n,de reuni6n y de asamblea. Aunque puedan estar equivocados o est~n cometiendo una leve infrac-ci6n de trinsito. J6venes, perseguidos y vapuleados, cuyo tnico delito ha sido aspirar a un mundode igualdad en contraste con un mundo saturado de drogadicci6n, gangsterismo, prostituci6nmoral y fraude; j6venes que plantean democriticamente el derecho de las generaciones venideras alpan de ia ensefianza, libre y ajena a toda traba econ6mica.

    Seflor Gobernador, en su decantada cruzada de gobierno, de ley y orden, le invito piTblicamentea lanzar esa violencia contra los gangsters internacionales y los traficantes de drogas, que producenel crimen rentado en Puerto Rico; no contra una juventud que, cuando menos, es portavoz de unalegitima inquietud patri6tica: el pan de ia ensefhanza a todos por igual.

    En su Editorial de 26 de noviembre de 1981, el Nuevo Dia, pretende dar a Ud. un aldabonazo asus oidos: "Qu se busca, un muerto?... Qu se busca, una victima fatal que cargue mis los Snimospara la sola satisfacci6n de la tosudez de todos?"

    En vez de aldabonazo, Sefior Gobernador, le grio a sus oidos: Ud., y unicamente Ud., seri elresponsable de La Masacre de Rio Piedras. No es asesino quien hala el gatillo de un rev6lver, sino lamente que forj6 y premedit6 la intenci6n.

  • APUNTES SOBRE LA PROFESION DE ABOGADO... 5

    La "cultura espiritual" es el reto perenne, nuestro objetivo inmaculado eirrenunciable. Nuestra dedicaci6n, nuestro esfuerzo y nuestro sacrificio es elescudo que ha de garantizary ha de resaltar la luzcristicadelajusticiaanhelada.

    En mi recuerdo, y para precisar mi pensamiento, les evoco, en comprimidaesencia, la experiencia de uno de los autnticos genios de la Humanidad, elmaestro Bethoven: "El genio es el infinito arte de trabajar con paciencia. Elgenio se compone de dos porciento de talento y noventa y ocho porciento deperseverancia."

    Les recuerdo, amigos y compafieros, que la dedicaci6n, el sacrificio, laperseverancia y la diligencia determina la reputaci6n triunfante de un abogado.Parafraseando al revolucionario escritor Franz Kafka: "El Dia del Juicio delabogado no es un aia. Es un tribunal en sesi6n permanente." Esto es, la acci6nprofesional del abogado es enj uiciada a diario a la luz de todas sus ejecutorias, yacivicas o estrictamente profesionales.

    En consonancia rememorativa, respecto a la reputaci6n del abogado, paso areferirles esta pequefia an6cdota. Hace algunos meses, en horas de la mafiana,me dirigia por la carretera que conduce de Juana Diaz a Villalba, carretera 149.Especificamente, en el Km. 60, Hm. 3, de dicha carretera, me estacion6 frente aun pequefio puesto de verduras, atendido por un humilde compatriota, contodas las trazas del antiguo jibaro puertorriquefio. Al dirigirme a nuestrocompatriota, lo salud6 con el respeto que acostumbro e inmediatamente eljibaro me contest6 el saludo y me dice: "C6mo estAn las cosas, licenciado?" Leripost6: "Muy bien, muy bien, siempre con mucho trabajo." El jibaro amigo mecontest6: "Si, licenciado, para el que trabaja bien, siempre las cosas estAn bien."De inmediato y sin esperar mi respuesta, me refiri6 una experiencia que habiatenido hace unos afios con un abogado de Ponce, a quien conozco, y quefinalmente oblig6 al humilde compatriota a recrear una experiencia muy negati-va a la mejor imagen de ese abogado. Finalmente, me dice el humilde compatrio-ta, y cito sus palabras textuales, las que en ese momento apunt6, mientras 61pesaba unas libras de flames, yautias y calabazas. "Para ir a la corte con unabogado malo, mejor es irse solo."

    Sin entrar en todos los detalles de la conversaci6n y de las reflexiones del

    humilde verdurero, su queja hacia el abogado descrito fue la falta de diligencia

    Por favor, sefior Gobernador... no se convierta en un Blanton Winship..."Con las bayonetas, Sire, se puede hacer todo, menos sentarse sobre ellas" Asi dijo un

    lugarteniente a Napole6n. Asi tambi6n le dice a sus oidos, Sefior Gobernador, la opini6n sensata deeste pais. Y la Historia le alerta.

    El pr6ximo lunes, Sefior Gobernador, aspiro a ser el muerto que Ud. busca. Honrar6 mi vidacompartiendo el peligro de muerte de los compafieros estudiantes, j6venes que convalidan con susacrificio personal y su responsabilidad ciudadana el derecho a la educaci6n, a la libertad dereuni6n y a la disidencia pacifica, piedra angular de nuestra Democracia.

    En palabras del Tribunal Supremo de Estados Unidos, objeto, Sefior Gobernador, de susestudios de Derecho en la Universidad de Yale, le recuerdo: "El remedio para los males que afligenla Democracia no se encontrari en medidas del Gobierno que violen la ley. Ello.lejos de restaurarsalud y vigor al sistema, agrava y prolonga el desorden..."

    Sefior Gobernador...no se convierta en un Blan ton Winship... pero "si quiere un muerto", comole alerta "El Nuevo Dia", comience conmigo.

    Despu~s de todo: "Morir por la Patria es vivir"A 30 de noviembre de 1981.FirmadoHctor Lugo Bougal

  • REVISTA JURIDICA DE LA UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO

    en la tramitaci6n de un asunto, y adermds, falta de diligencia y de supervisi6n

    que, segin sefialaba nuestro compatriota, habia llegado hasta el punto en que le

    habia extraviado los documentos que originalmente 61 le habia entregado.

    El incidente en cuesti6n me recuerda la importancia del antiguo pensamien-to que lei cuando era un nifio en la Escuela Elemental: "Lo importante no es laopini6n que uno tenga de si mismo, si no la opini6n que tienen las otraspersonas sobre nuestra conducta y nuestra personalidad."

    El abogado, por encima de otra consideraci6n, tiene que tener en mente queel juicio de su persona y de sus actos es un juiclo dia a dia. Va envuelto el

    concepto de su reputaci6n dia a dia. En otras palabras, cada cliente que contratanuestros servicios esti muy pendiente de nuestros actos con relaci6n al asunto

    confiado a nosotros. Nuestra reputaci6n esti, dia a dia, sujeta a evaluaci6n por

    cada uno de los clientes que pisa nuestras oficinas.

    Puedo aseverar y afirmar, con vista de mi experiencia, que ningdin abogado

    habr,i de ser calificado como un buen abogado si no se identifica con el reclamo

    de justicia de su cliente. Es aconsejable que un abogado, luego de evaluar uncaso, renuncie o no acepte representar a un cliente. Sin embargo, una vez un

    abogado se hace responsable de la representaci6n de un cliente, debe ejercer lamayor diligencia en la atenci6n del asunto encomendado. La diligencia supone,

    a su vez, seguimiento del asunto, reflexi6n y apuntes sobre la forma en que debe

    conducirse la estrategia del caso. Y, sobre todo, conciencia perenne del segui-miento diligente del caso.

    Se me ocurre pensar que, en iiltima instancia, la identificaci6n con la gesti6n

    de justicia del cliente esti enraizada en el principio cristiano del amor al

    pr6jimo. El abogado no debe sentirse por encima del cliente, no importa la

    humildad de 6ste, ni utilizar como criterio los humildes honorarios que puedaestar devengando pot un caso. Es menester sentir, al igual que el cliente, la

    aspi-aci6n de justicia que impone la representaci6n profesional.

    En sintesis, la representaci6n no debe ser pro forma o tratando colatetalmen-

    te de ganar las simpatias del cliente, si no demostrar con nuestras actuaciones,

    con nuestra reflexi6n, con nuestra diligencia actualizada, que estamos represen-

    t6ndolo como si la causa fuese nuestra propia causa de justicia.

    SINTESIS

    Cultura espiritual, que es sensibilidad humana y cumplimiento dia a dia del

    Deber, es la aromitica y amorosa trabaz6n que decide la vocaci6n triunfante del

    abogado. En ustedes, queridos y fraternales compafieros, ha de residir la capaci-

    dad de Triunfo o de Derrota, inmersa en la medida de tranquilidad y sosiego de

    vuestra conciencia existencial.

    Antes de terminar, permitanme, sin embargo, repetirles el pensamiento con

    que me despedi hace diez afilos de la Clase Graduanda de 1975, de esta misma

    Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico, al pronunciar su mensaje

    de graduaci6n. Entonces, como hasta ahora, los dejo con el pensamiento estelar,

    siempre presente y luminoso para todas las 6pocas, de mi maestro, amigo y

    compafiero, el excelso humanista puertorriquefio, Reverendo Domingo Marre-

  • APUNTES SOBRE LA PROFESION DE ABOGADO...

    ro Navarro, quien asi se expres6 alli para el afho de 1949:2 "Tenemos quepreocuparnos de nuestra subsistencia econ6mica. Ella es a manera de plintosomtico desde donde nos alzamos. Pero vivimos desde empefios mis altos yllamados a la realizaci6n de una tarea rehuible. Tenemos que hacer nuestralibertad integral pero tenemos que hacerla concientemente y hasta con dolor ytemblor. Nadie nos puede hacer libres. Somos nosotros mismos los que tenemosque afirmar clara y amorosamente los fundamentos de nuestra propia libertad.""Suena de nuevo la postrer caravana: 'Duro es hacer esclavos a los que Dios ynaturaleza hizo libres.' Mis queridos j6venes, al ingresar en vuestras respectivasvocaciones pod~is acaso dedicaros a ser ricos, sabios o famosos. Quizis en algunacabeza aliente la esperanza de Ilegar a ser el ns grande de los puertorriquefios.Santo y bueno. Pero antes precisa que teng~is muy en limpio la idea de que elmAs grande de los puertorriquefios no es el mis rico, ni el mis sabio, ni el m.sfuerte ni el mAs famoso. El rnis grande de los puertorriquefios es el que rnis fina,ns noble y n-is desinteresadamente estk sirviendo a sus hermanos desampara-dos. Ese es el mAs libre. Atrevos vosotros a ser generosamente libres. Estad puesfirmes en la conciencia de esa libertad y no volvis a ser presos en yugos deservidumbre."

    "Puerto Rico os necesita. Necesita meticos, pero no medicos egoistas quesolo piensen en enriquecerse. Trabajadores sociales que piensen en algo misque en la mecAnica austera de un caso. Maestros que piensen en algo mis que enla distinci6n y comodidad de sus escuelas. Necesita abogados que piensen enalgo m s que ser prestigiosos."

    "Puerto Rico necesita espiritus generosos y aventureros que desinteresada-mente vayan encamando por nuestros valles y montafias los verdaderos funda-mentos de la libertad. Levantios pues y atrev~os a ser libres, levantAos, pues, e iden paz."

    Muchas gracias.

    2 (N. ed.) El 14 de mayo de 1949 el Rev. Domingo Marrero Navarro dirigi6 un mensaje a la

    vigesimotercera clase graduanda del antiguo Instituto Politicnico de San Germin, e;n el que hablaba de

    uno de los temas que mts lo obsesionaban: la libertad. Dicho discurso, al que alude nuestrodistinguidoconferenciante, se titul6 "Los Fundamentos de la Libertad", y rue publicado por vez primera por elexunto Coleuio de Hostos. a instancias de su Director, el Dr. Francisco Manrique Cabrera.