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INSTITUTO DE REFORMAS SOCIALES
VISITA DE INSPECCIONÁLA
FÁBRICA DE SÉDAS DE UG1]ARPOR
D. FLORENCIO PORPETA. y LLORENTECatedrático de 1& Faeultad de Medicina
de la Universidad de Grana.da.
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Informe de la Sección segundatécnico-administrativa
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.MADRID~. DE U SuatsoB:• .DE: IL JU!iVES.á. DE l...O$ atoa
lilipd 8cncf. 1 J.. - TeI:éb:l:o 6s 1.
1906
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INSTITUTO DE REFORMAS SOCIALES
VISITA DE INSPECCIONÁLA
FÁBRICA DE SEDAS DE UGljARPOR
D. FtORENCIO PORPET.A y LLORENTECatedrático de la Facultad de Medicina
de la Universidad de Granada
É
Informe de la Sección segundatécnico-administrativa.'
MADRIDIMPRENTA DE LA SUCESORA DE JI.. JUNUESA DE LOS moa
lIiguel Senet, Ij.-Tel~OIW6SI.
1905
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MEMORIA DESCRIPTIVA
de los datos adquiridos en una visita de inspección6 la fábrica de sedas de Ugfjar,
girada por o. Florencia Porpeta "1 Uorente,Catedrático de la Facultad de Medicina de Granada.
Excmo. Sr. Presidente de la Junta de Reformas Sociales.-Excelentisimo Sr.: Designado por V. E. para la honrosa misión de inspeccionarla fábrica de seda<a de Ugijar, á fin de estudiar las condiciones hi~iénicas
en que alli se presta el trabajo, según oficio que me fué transcrito por elExcmo. Sr. Gobernador civil de esta provincia, é instrucciones especialescomunicadas por esta Autoridad con fecha 14 de Julio último, el que suscribe ha llevado á cabo el cometido que se le confió, quizá desprovisto dela competencia necesaria para el desempeño de tan delicado eneargo, peroanimado del más recto criterio de imparcialidad y amor á la justicia.
Las mencionadas instrucciones especiales emanadas del Instituto teníanpor objeto precisar los hechos que se refieren á:
1." los procedimientos que se empleaD para la extracción de la sedaen rama.
2." la depuración de la salubridad ó higiene de dicho procedimiento.3.0 el régimen interior de lafábrics; para averiguar si es cierto que se
obliga al silencio á las obreras,' y si se les imponen multas en la eantidad.y por las causas indicadas.
4.· la edad de las ob!.'eras.5. o las horas de trabajo diario.Para la averiguación de estos hechos ha recurrido el exponente á los
medios siguientes:i.· Examen del edificio, y especialmente de los talleres•
. 2." Estudio del procedimiento de extracción de la seda; trabajo del per-sonal y aparatos. .
3.· Análisis teórico de la infiuencÍa que ejerce en la salud el procedimiento empleado y particularidades encOntradas en esta. fábrica.
4." Examen físico de las operarias en lo relativo á su desarrollo y á susestados fisiológico ó patológico.
5.· Interrogatorio de las o:breras y del personal encargado de la direc.cióny administración de la fábrica.
Emplaz~entode la fábrica y distrloueión de sus .dépendencias.
El edificio industrial de que se trata está situado dentro del pueblo deUgijar, en un paraje ligeramente elevado sobre el nivel del suélo que le
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rodea; su fachada principal, orientada al Mediodía. forma parte de una de-las calles de la población, mientras que la opuesta corresponde al Campo.
Por lo que á su distribución se refiere, presenta el edificio, en primertérIIiino~ á los lados ~ lapueda.Aeen~ada,dos-',pequeñospabel1on~s,.
destinados uno á vivienda del portero yel otro á almacén; post~riormen
te á éstos., y separado de ellois por un patio dé-reducidás dimensiones, sehalla la parte prineipaLdel edificio, oomnnieandQ.-COD.' aquél por una gale~
ría baja que óondure al paQ9 central. Este patiO es de gran 'extensión Ttiene plenitud -de condiciones higiénieas; -su.,ánchur'a es 'Soperior ti la altura de las paredes que le circunscriben; su suelo está pavimentado conadoquines de cemento comprimido; yen su centro ofrece un gran estanque,'en cuyos alrededores ha'y plantados 1l1glinos nísperos del Japón, moreras y ebónibus, condiciones todas que permi'ten fácil-limpieza, aireación'conveniente J purificación de la atmósfera, impidiendo la impregnación-del suelo} su permeabilidad. .
Limitando á este patio. se levantan tres cuerpos del edificio: uno tt'ansversal, orientad'o al Mediodía, que consta de dos pisos,de los cuales e}fprincipal destinase al alojamiento del Director de la fábrica, y el bajo á:oficinas de su Administración; } otros dos cuerpos perpendiculares 81pI"'ecedente, dirigidos en sentido longitudinal de Norte á Sur, }, por C08
siguiente, sus paredes laterales lo están de Este á Oeste. En ellas se abrenlas perforaciones comunicantes con el exterior, que permiten la ilumináción y ventilaéión naturales. De estos dos últimos cuerpos, el que' estásituado á la derecha del pat,io sirve para almacén del capullo, yel de lai~qnierda se d~stiBa á taller y á la: instl:\lación de los motores. Con independencia de lOs departamentos -citados; se encuentra el almacén' de}carbón en el á.ngulo posterior derecho del patio principal. '
Siendo el taller donde trabajan las operarias lo que nos interesa para nuestro objeto. fijaremos en él especialmente nuestra atención para aeseri?~r sus condiciones, prescindiend<? de las demás piezas accesorias. "
TALLER
Situaci~ eubiéacióD, pavimento,. ventilación.El taller es un .extenso salón situado en la planta baja de un ~uerpo
de edificio que es común con dos departamentos adjuntos deStin'ados ~albergar los generad{)res de vapor, el dinamo y los acumuladoreseléctt-icos para iluminación artifieial, pero separado de estas dependencias por-gruesa pared. - '- , , .
Las dimensiones interiores del taller propiamente dicho son las -si:'gBientes:
Longitud ..... '.•............ - o ._ o o • o • " •• o' •••••••• o .' •••••• ~
Anchura ..•• o •••••• o'••••• o • o • o ~ o • o o • • • • • • • • •• o •••• o •• ~ ••
Altura.••-..• '•.. ' ~ ~ ~ o • ~ : o •• o • o •••• ~
Gapacidad..• ,; ••.•.. o •••••••• -•••••• :•••••••• o ••••••• ~ •••• o:.
2'Z95.,3()
1.287~oo; ,
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Dada la capacidad ó enbieación atmosférica del taller, el primer prol>]ema que se presenla á resolver se refiere á la averiguación del número-de operarios que puede contener sin riesgo para su salud.
Varían mucho los higienistas'en ·la evaluación del número de metros--cúbicos de espacio ne~ario para cada indiciduo. Fácilmente se advierte~ue este mimero debe oscilar en grandes proporciones, según la cláse dellocal, calidad y duración del trabajo que en él se preste y el sistema de-=Ventilación empleado. Por estas razones, la cifra dada por Parkes de 59metros cúbicos próximamente por individuo y por hora, nos parece de-masiado general, excesiva para ciertos casos y deficiente para otros.
El General. Morín, tornando en consideración la8 necesidades que-surgen de algunas de las condiciones antes apuntadas, señala la8 eifras-siguientes para los diversos edificios públicos:
Metros Cúbieos.
-Cuarteles de día.. •••• • ••• • • • • • . • • . • . . . • . • . . •• . . . . . . • 30de noche.... ..•. ..••.•...... •...• 60
-·Talleres. • • •• • . . . . . • . • . • .. . • . . . • . . . . . • • • • . . . • . . • • • • • 60Escuelas. . • • • • • • • • • • • • •• • • • . • . . • . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . 30Hospi tales ....•••.•••••••••••••.•••••••..••....... ~. 80
en tiempos de epidemia. ..•.•••••••..•••. • 160
Aunque los talleres se diferencian considerablemente según la indU&tria á que se destinan, teniendo en cuenta principalmente la reglamenta-eión española, aceptareq¡os el tipo higiénico determinado en el Danáo dela Alcaldía-Presidencia de Madrid, fecha 12 de Julio de 1902, sobre la.reglas de del'echo que han de regir las relaciones genepales del trabaj9
.4e los obreros en lo concerniente á la salubridad é higiene de lo! talleresy fábricas !I de los trabajos prohibidos á los niños y mujeres, el cual se-fijó en los siguientes términos:
.uSe considerará·que no tiene condiciones higiénicas todo local cuya .·cubicaci6n atmosférica no alcance 20 metros por operario.»
Tomando,;pues, esta~ifra como tipo de referencia, y tenieneJo el talle!'-de la fábrica de Ugijat -1.287,90 metros de eapaeidad ó e~bieación atmos·fáí-ica, fácilmente se deduce. por una simple operación aritmética, quepuede albergar 6.4 operarios Teglament8rie.mente.
El suelo del taUei"e8tá paoimentado con 1ID.a mezcla de cemento y eal.que lo haoo im¡)ei"meabIe.~-Las paredes, blanqueada8 eon esta última BUS
-:tancia, est-án' provistas; la derecha,'d~ siete tJeRiaRaS· comunicantes con elpatio princip81~y, por eonsiguient.e,orientedasat Este; Y la pared opuesta,
-eon lU{e~e ..untatias, que se abr-en en otro patio estreeho y largo. Unas y-otras están elevadas sobre el nivel del suelo poco -más de un metro; estánprovistas de cristales montados en· ma~C08 movibles en 811 parte superior-yen mareos fijos·· en la inferior~ teniendo cada una las dimensiona sí...~wn~: ~
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'Metros.
Altura .•.......•.• ~ .••.•.••• o •••••• o •• ~ •••••• o ••••- •••••• o
Anchura .••.. , . o • '~ •• o~ ••••••••-••••••••••••••••••••••••• • •
Superficie ocupada por cada ventana ......• ~ .... ~ •....•....- las 16 ventanas •..•.........•..• o' •••
2,351,974,62
74,07
Metros.
Además, existen en el taller dos puertas que se abren en el patio prin'cipal, con las dimensiones siguientes:
,Longitud.......•••............•.........• " ".. ~ ! •• "
Anchura .. '.-" • "••.. " "".•.••.-••••••........• " ' "'.Montante fijo ..•.•...••...•..•.' ,. ." .......•.. ~.
Superfi:cie utilizable en cada puerta " '. """". , ... " .. "•ocupada por las dos puertas........•....... ". o." •
- todas las perforaciones de las paredes.
2,351,850,954,348,69
82,76
Hemos hecho caso omiso de otras dos puertas que existen en el tallery le ponen en comunicación, por una parte, con un repartidor que conduce á los retretes y á la Administración, y, por Qtra,con un pequeño departamento destinado á la cocción del capullo.
Dichas puertas no pueden ser utilizadas en la ventilación é iluminación del taller, porque no comunican con los patios. En cambio constituyen una vecindad insalubre por las emanaciones olorosas é infectas áque"dan paso, procedentes de materias fecales yde los detritus orgáni-,cos y restos de larvas, emanaciones que pueden penetraren el taller impurificando el aire.
En iligiene industrial, lo mismo que en el dominio privado"se concedegran importancia á la ventilación de las habitaciones, tratando de puntufrolizar los higien'istas la relación que debe existir entre la superficie toialde las perforaciones de una sustancia determinada, sea con la capa-cidad
. cúbica, sea con-la extensión de su suelo. F. Putzeys establece que la superficie total ~e las ventanas sea por lo menos igual al sexto de, la 'superficiedelsuelo; y" aceptando esta proposición como ex~cta, observamos que enel taller de que se trata está duplicada la cantidad exigida por dichohigie~nista, puesto que, siendo la superficie del suelo igual á 243 metros y la delas perforaciones de 82,76 metros" éste y aquella cifra están aproximadamente en la relación de 1 : 3 en lugar de estar en )a de 1: 6, como exige elautor citado. En estos términos, y para mayor precisión, .diremos que á:cada metro de ventana corresponden 2,40 metros de suelo, con lo cuálqueda suficientemente asegurada la ventilación del taller en tanto que 1a&ventanas estén abiertas.
El techo está formado por dos planos inclinados en sus par'tes lateraralas, y de forma acanalada en su parte media, la cual está provista .decuatro claraboyas de un metro de longitud por'70 centímetros de anehurs r
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'Y de 12 perforaciones cilíndricas de UD08 15 centímetros de diámetro, destinadas unas y otras á la ventilación~ quedando así mejor asegurada ..exigencia higiénica.
Abastecimiento ele agua Y sisteD;aa de ezcrecibn.
Las aguas de que se surte la fábrica proceden del mismo manantial deaguas potables de que se abastece la población de Ugijar, siendo conducidas primeramente por una cañería antigua da barro cocido, de la cualderiva una tubería de hierro especial para la fábrica. El líquido llE>ga alestablecimiento con cierta presión, por estar el manantial á un niv-el máselevado. Para las necesidades del taller existen dos depósitos de hierro,colocados en una de sus paredes á tres metros de altura y de dimensionesde 1,70 metros de longitud, 0,87 de alto y 0,65 de ancho. En estos depósitos toma su origen la tubería, que lleva el agua fresca á la~ bancas de trabajo y á los grifos colocados al alcance de las hilanderas., El sistema de excreción no es tan perfecto como el de aporte de aguas.
Cada pila ó perola de las hilanderas desagua por tubos de plomo en unacañería labrada en el suelo paralelamente á las bancas de trabajo, en elsitio donde colocan sus pies las operarias, estando imperfectamente cerrada por tablas de madera, que no impiden la salida de emanaciones olorosas é infectas.
Las dos cañerías convergen y se reunen en una sola que lleva maYal:pendiente, yendo á desa~uar en una balsa situada á unos 200 metros dedistancia fuera de la fábrica, destinada á riegos agrícolas.
Los 1'etretes, situados en una habitación contigua al taller, del que lessepara un repartidor que ~ abre simultáneamente en dichos departamentos y en la habitación de las plegadoras, y por su intermedio en las oficinas de la Administración, reparte por todas las estanciag emanacionesgaseosas malolientes é infectas. Están constituídos por un solo pozo ne-'gro. donde desembocan dos perforaciones labradas cerca del suelo, (¡ueocupa un nivel más bajo que el que ierodea. La'ventilación é iluminac~ón
de esta dependencia son muy defectuosas. Comunicó.' por una ventana Jle-:queña con el departa'men}o de la coCción del-caprillo, l:'esta. ventana" provista de cristal~ sirve para vigilar á las operarias é impedir que permailez-
, . ' ,', ,
can inn~riamenteenaquel lugar. " "'. ~ " ", ,Conocidos los datos más esenciales relativos' al edificio 'y 511S deperiden-:
cias, vainos á pasar revista ti 'C8d~ 1mb de losproblenias prophestos por la'Junta de Reformas Sociales. '
PROBLEMA: ~IUMERO ,
P~cedimientos que se emplean en la extracción de las~. / '
Estetemá lo'diviilirem~sentres partes~ tí saber: '1.- Aparatos y utensi...OOs.-2.- Operar.úu;.~3.·,~todo,empleado en la elaho~ció~._
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-L IJ• - Apa;rittos-yv:úmsilios.~Paradar- elmovimienro ála fábrica: existe
1lUa máquina de vapor, -- de fuerza -de, 8 Caballos; del sistema de oondÉmsación; está situada en una habitación separada del taller, de'jasóperariaspor'una pared maestra de 0,90 metros de grueso.
,El vapori qtienecesit8n'l\l motor~yla~é8.1elaccióride'i8S'8guasdestinadas á ,la8 operaciones á ,que~ se somete el capuJIo, es l:'~ministr~d~por dosca1d~rá~~-sisieín¡l>de ftie.go interior (tina fuñc~o~~ñdoi otra én reposo) tirnbrs.das á. 4kilóg-ramos. Estas.'calderas estáIliIl~taladasen, ~Íl d~partaménto independiehtedel talleS, ,á~unos o met~os deA~~tancia de la pared Ill~estra que separa los dos de'partamentos. Están .pr()vis~sdichas calderas'deaparatOs de se~birida~:' - _ ,'" ,'- - _" ,.' . "
gn el tallér~xis~en "32 iórnos dispuestos en, dos filas á lo largodel local, cuyo, ~ovirri~e~to, ies .es traIlsmitido por m.edio. d,e ,correas;estandolaprincipal~Idlnáiignl,odel taller y ti suJic.ientealtura para quenoe~té 'al' alcance ,de las obreras; y las secundarias dispuestas tambiénde manera que no haya: peligro. -
Paralelamente á cada, hilera de tornos, existe uD:a banca de trabajo,qrie mide eIllongitud 11,35 metros, y en cada,un:a d~ éstas h~y dispuestas 8perolas de cobre estañado', de 80 centímetros próximamente de largo y lamitad de ancho, con profundidádde unos 20 centímetros. Estas perolas sedestina'n á llenarlas de agua, que se calienta hasta alcanzar la temperatu~ra de 60· á 70· mediante el vapor, que es llevado ~ellas portuberíadecobre colocada á una altura conveniente y revestida por cañas sujetas concuerdas de espartó, para evitar la8 quemaduras por los contactosinevitabIes. Del tubo principal parten conductos derivativos para cada perola., encuyo fond'o' terminan por medi() de, mi anillo circularper-forado de agujeros~ que permiten la salida deÍ vapor que ha de calentar él agua. Cada. de':'riváción del conducto del vapor está provista de una llave para graduar súáport'e á voluntad. . , . _.
. 'Independientemente de esta tubería existe otro sistema de conductosquellevan agua fresca á las perolas. y además á otros pequeños'depós.itosinstaladosal lado de aqnéllas y destinados á contener agua fr{a~ en la quela' operaria puede sumergir sus manos de vez en cuando 1 renovar elJi-:-quidomediante gritos ap'ropiados. '
Eldesdgiíe deiUquido 'contenido en las perólas se verificallor Ípediode .t\lbos d.e plomo que ve,ll á desembocar en un conducto en forma de prisma c~adrangulal'" labra:d6,en, él suelo á lo .~argo de. las bancas,de trabajo,oorrespondiÉmdoaí sitio d~ri:de colúcan'sus pies las operarias 'Esta~íierí~está revestida interiormente de cemento portla'nd, 'corriendo con'escása iñ.-.clinación, lo cual, unido á las desigualdades de nivel que ofrece su fondo,permite estancamientos pareiaÍes ael-Hquidocargado de materias orgánicas qP~ eS;tá.destinado á ,circular po.r ellas. Esta,ca.ñería ,estác~ra!lamediaIÍí'Edíiblas de' madera movibles que pérmiten descubrirla'y'v.igilar' suinterior; perola oclusión de estos opérculos.6 taV,ad'ers8 es imperfecta y' noimpiden la salida de emanaciones 010rosa8 procedentes del líquido enchar-
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cado y de los ~esiduos de materias orgánicas que quedan adheridos á susparedes.
Delante de cada banca de trabajo se colocan 16 hilanderas dispuestaspor pares, para trabajar en las 8 perolas que la banca sostiene.
Entre la banca de trabajo y la fila de tornos que le es paralela quedaun espacio ó corredor por donde circulan las operarias llamada's lateras yatadoras que después serán definidas.
Con independencia de las bancas y tornos, existe un mostrador concalderas ó depósitos de agua, calentada al yapor por igual sistema que lade las perolas. cuyo destino es sumergir durante cierto tiempo los capullosen agua muy caliente para disolver el barniz que aglutina su superficie yfacilitar la acción del aparato siguiente.
Un poco apartados de los utensilios mencionados están instalados,junto á la pared, otros dos mostradores perforados, en cuyos aguieros sesostienen varios cazos llenos de agua caliente á 70' ó más, que se utilizanpara la operación llamada del batiJo. Encima de cada cazo desciendeverticalmente un vástago, en cuyo extremo inferior se implanta un cepillo circular de igual ó menor diámetro que la boca del cazo sobre el cualestá suspendido. Un mecanismo especial transmite á estos cepillos movimientos rápidos de ascenso y descenso. Este último está limitado precisamente por el encuentro del cepillo con la superficie del liquido contenidoen el cazo respectivo, donde sobrenadan los capullos que han de ser atacados por aquél en la operación del batido ó cepillado.
2: Operarias.-Cuando el personal está c.ompleto en la fábrica que nosocupa, trabajan 65 operarias, que, denominadas segun la nomenclaturaemplea~a en la fábrica, se clasifican de la manera siguiente:
NOMBRE Núm. TRABAJO QUE PRESTA
1." Maestra ...... i Dirigir los trabajos.2.0 Gusanera..... 1 Recoger los gusanos.3.' Batidoras..... 3 ~scobillar los capullos por med.io de los
cepillos.4.' Porrineras ... Despojan al capullo de las hebras más
groseras antes de empezar el hilado.5.' Lateras: .... ';. 3 Llevar ei Capullo eepiilado á las perolas.6.' Descslzadoras. 16 Limpian el capullo.7.• Hilanderas ... 32 .Devanar el ovilio que constituye el capullo.s.' Atadoras ..... 6 Llevar la~ hebras al torno y reanudar las
que se rom peno9.' Probadoras,. ~ 1 Hacer pequeñas madejas ,de prueba.10. Plegadoras •.. 1 Torcer, plegar y anudar las ma.dejas.
.-TOT..... i.. •••••••• 65
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MÉTODO EMPLEADO ~ LA ELABORACIQN
l." El capullo recién llegado á la fábrica se lesomete por nn empleadoá una operación denominada. ahogar el capuUo,. que consiste en colocarlodurante cielta tiempo bajo la influencia del vapor de agu~ dentro de undepósIto, con lo cual se impide la fermentación y pierde su vitalidad lacrisálida alojada en su Interior. En es~as condiciones. puede ser almacenado durante muchos meses sin q:neexperimente alteración. conservándosesobre parri~las de cañaó junco sobrepuestas -á cierta distancia en el al-ma~~ . .. 2." Los capullos destinados á la elaboración qiaria son sometidos á la
cocción en el agua calentada al vapor dentro de las calderas antes men-cionadas. . . . . '
3.o • Una vez cocidos los' capullos son escobillados por. medio de los cepillo,s, despojándolos del barniz que aglutina sus capassuperficiales.
4.0 Se saca la hebra buena de los capullos que han Idalido del esco·billado. '"
5," Son conducidos por las lateras á las perolas de las hiladoras,6.o . Allí son limpiados por las descalzadoras.7.o Actúan sobre ellos las hna~deras, quienes, su~er.giéndolos de
nuevo en elagu~·ealieJltede sus perolas, devanan las finas hebras. delovillo que constituye el. capullo, pasándolas por anillos sostenidos envástagos de hierro colocados á la altura de la mano, y desdealli se enlazan al torno, donde son enrolladas para constituirlas (Iladejas.
8.0' Las atadoras.cuidande dicho enlace y anudan .las .hebras. cuando
se rompen.9.o y 10. La probadora y plegadora trabajan unidas por lo general y en
habitación independiente ,unas veces haciendo' péqtieñas madejiis" d'eprueba, y otras plegando, 'torciendo y fijando con un nudo las grandesmadejas. " .
. Entre laa diversas operaciones que acabam~s de en'uncíar'pueden~stablecerse dos categorías, según exijan en su ejecución trabajar introducién~o frecnehtementelasmanos en agua caliente, ó segun que se ope'reen seco. Las hilanderas., descalzadoras,batidoras, porrinera, gusanera, !en cierto titódcl"las'lateras, pertenecen á la primera categoría; Iasatadoras, probadora~ plegádQra'lla ma:estracorresponden á lasegunda.
Esia:distinción'notiene otra imp'ortaneía que la de establecer íadi~erencia conveniente entre las 'operarias que, por sumergir sus manos en'elagutí, pueden padecérdiVersas afecCiones locales en la piel de dichas regiones;y las que estan exentas:' de':estó's inconvenientes. Por 'Id 'demAs,~anto unas como otras, estan' srijetasá lá influencia nociva de laatmósfe:racaliente y húmeda que se respira en el taller yá las démás ca'usasde iJI-salubridad." " ,"- . '.
Otra distinción conviene establecer entre las"nilanderas y todas lasdemás operaria~, ~un~ad~ en ,la, a~~itu~,en,. que presta~ ~u ·~~(J,b.ajó:.mi~.~~
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-JI -
tras que aquellas actúan siempre sentadas delante de las perolas~ en posture. ~iciosa, moviendo únicamente los brazos, sumergiendo casi continuamente sus dedos en el agua caliente y respirando más de cerca loe.vapores desprendidos de ésta, Lodas la8 demás compañera8 trabajaa depie, y algunas, como las lateras, tienen que andar continuamente llevaDdo el capullo de las calderas á las perolas y recogiendo los que caen alsuelo debajo de las bancas.
El trabajo de las hilanderas es el más importante bajo el punto devista higiénico é industrial. Son las operarias más numer0S8S~ puesto que
.- constituyen la mitad de este grupo obrero; y por la8 circunstancias queacabamos de explicar, BU trabajo es el más insalubre. Debemos añadir queel oficio de hilandera viene á ser el fundamental en esta industria, por elcual han pasado las operarias más antiguas, como las plegadoras, probadoras, atadoras, y la maestra, y al que han de ascender las demás operarias. En suma, la influencia insalubre del trabajo de la devanaCÍóQ delcapullo se deja sentir en plazo más ó menos próximo sobre todas la8 operarias del taller.
PROBLEMA SEGUSDO
Deparación de la salubridad é higiene del procedimiento empleadopara la extracción de la seda.
La industria de la extracción de la seda constituye uno de los trabajosmás insalubres por el hecho de que la materia prima 80bre que actúa esde origen animal; las aguas y utensilios donde se opera se cargan de materias orgánicas susceptibles de entrar en fermentación, y los detritus Presiduos últimos de la fabricación son de igual naturaleza, produciendo aldescomponerse numerosos cuerpos químicos. simples ó compuestos, fijosó volátiles, de influencia más ó menos nociva para la salud.
Estas consideraciones no son exclusivas á esta clase de industria, sino.á todas las que elaboran materias animales; pero varía su grado de insalubridád seg6.n operen sobre cuerpos vivos. sobre materia animal en B$.
tedo muerto ó sobre esta misma materia más ó menos transformada.Tndas estas industrias tienen el carácter común de. ocasionar las si
guientes causas de insalubridad: 1/', la infección del aire por las emana'"ciones gaseosas que se desprenden; 2.·, 18. inIección del suelo por ~oslíquidos que se derraman; y 3~·~ la alteración .de las aguas superficiales óprofundas por su mezcla .con las materias residuales ó excrementicias.
L9s eStablecimientos donde se trabaja el capullo de seda pertenecen á: .la categoría de los que actúan en mater-ia animal. transformada, siendosimilar en tal concepto á las indus~riasde piel~ y. de eue~os, á las Niete--rías, á las fábricas de bujías. iabones.. etc•.
La insalubridad causada por los residuos de origen animal depende de.la fermentación pútrida de la ,J]lateria orgánica y de la infeecióll, que es;su oonsecnencia•.
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- ti! -'-
Los productos de la jermentacüm pittri,da;de ot'J.gen~ son muy-variados,:y refiriéndonos á los más eseneiales i señaláTemos ·los t;iguientes: l.·, los alcaloides cadavéricos ó ptomainas, lasaminas'ócl1erpos derivados del amoniaco, los ácidos graS()s volát.iles, otros productos tambiénvolátiles como elfe1UJl, indol yescatol, y algunos cOro·puestos gaseosbs de8Z11fl'e,. de amoníaco, de cat'bpn();étc.~ 2.·, entre los prOductos fijos de laputrefacción y los alcaloides citaremos la leucina y la glicocola, que seencuentran'comúnmente en losliquidos pútridos; la tirosina procedentede la descomposición de la materia que contiene gelatina; entre las ami-'Das la ethylamina y la, .am.r¡.lamina, que se encuenlranen todas las S118- ~,
tancias animales en putrefacción, 'Y otros cuerpos que nos interesan menosen la industria que nos ocnpa poreneontrarse solamente en las orinas, enlos productos de descomposición de la fibrina, maceración de los huesos, etc.; 3.., los compuestos gaseosos, que se producen en la. ·putrefacciónson:. el' amoniaco, el hidrógeno y sus compuestos, entre los cuales el másimportante es el ga8 hidrógeno sulfurado, al lado del cual figuran loseompuestos de hidrógeno y de carbono, como el gas de lospantanos(CH&)'Y el gas oleificante (C'H"); y, por último, .el hidrógeno ros/orado y susderivados ó tosfinas... El gas ácido carbÓJ'tico es el producto último de la descomposición pútrida, y á veces se form~np~queñascantidades de sulfuro de carbono. Entre los productos volátiles señalaremos por último los vapores de acroleina,sustancia extremadamente acre é irritante que se -produce espeeíalmenteeuando se calientan mucho las graStls. .
-Todos los productos que acabamos de mencionar sobrevienen en el periode fétido de la putrefacción, por la' 'influencia de ciertos' organismosinferiores, clasificados entre las bacterias ó vibriones.
Aparte de la aceión deletérea que se ejerce indudablemente sobre elorganismo por la infimmcia de los productos qui~icosantes mencionados,se ha ínten lado por los higienistas averiguar la transcend'erréia que puedentenar sobre la s{ilud los diversos microbios de la putrefacción, y aun- t
que no han podido afirmar nada en concreto, han creidover en ellos unpeligro'serio para' la salud. Mas nuestras particulares opiniones sobre esteasunto, fmidadasen elconocímiento de los progresos realizados en laeliQlogía de las,enfermoo.adesY en -el de la biólogía de los micr~bios, nos'inducen á pensar que los organismos inferiores productores de laputreúiceión son pecu1Íares á ella, yno pueden vivir y multiplicarse másqoeen lamáteria orgánica muerta, siendo muy distintos á los micl'obios pro,;.ductores de· enfermedades infecciosas. eada una de las cuales reconocecomo causa un agente patógelioque lees especial.
.- Sin. embargo; l-apreseliciade los·organismos de la putrefacción n~o laconsideramos totalmente inofen3iva; y aunque no deban estimarse real~
mente infecciosos para el hombre, pueden detenninar~ en unión con losproductos quimicmiprocedentes de- aquéllas, y con el aire viciado pOr susemanaciones;ó'cargado de vapor de agua en exceso, ciertadooadeneiaor-
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gánica, algunas intoxicaciones uónicas que confieren á la economía unagran vulnerabilidad, predisponiéndola. á recibir fácilmente, y sin protes_ta defensiva, las causas de las enfermedades comunes y verdadecameu&eespecífices. Además, los líquidos cargados de materias orgánicas.. que sederraman é infectan el suelo con el producto de su descomposición, sonpeligrosos para la salud. Se han referido epidemias de septicemi~ deforúnculos, de ántrax, de fiebre mocosa, de difteria, ocasionadas bien poremanaciones telúricas de un terreno impregnado de materias animales eadescomposición, ó bien por el usd de agu88 de la capa subterránea subyacente á este terreno.
Causas de insalubridad especiales a los talleres dedicadosa la extracción de 1& parte sedosa de la crisálida.
Las causas de insalubridad que acabamos de señalar son imputables átodos los establecimientos donde se trabaja en materias orgánicas; entreestas Causas comunes hay que particularizar las que son peculiares á laelaboración de la seda, y son las siguientes: 1.\ emanaciones pútridasprocedentes de la acumulación y de la descomposición de las crisálidas;2.", lejías infectadas derramadas de los bacinetes de purga; 3.", polvosprovocados por el devanado y el batido de los capullos; 4.", derrame deaguas infectadas eminentemente putrescibles; 5.". suciedad de suelo yalteración del curso de las aguas por los residuos rezumados y filtrados. A~
estas causas que actúan sobre el organismo en general hay que añadir lasque ejercen su acción localmente en las manos de las obreras, pudiendoreducirlas á la influencia combinada del uso del agua caliente y cargadade principios orgánicos, que produce á la vez una maceración de la piel yalteraciones más ó menos profundas en sus tejidos, según explicar~mos
más ~delante,
Causas de insaiubridad imputables ó no al procedimientode extracción de seda en la fábrica de Ugijar.
El procedimiento empleado .en el taller de la fábrica de Ugíjar. estáexento de muchos de los inconvenientes atribuidos á la.·fabrieaeión de sedaen otros establecimientos análogos. Por este motivo creemos justo eliminar, en primer término, ciertas causas de insalubridad qlle han sido evitada.s en eléstablecimiento industrial'que nos ocuptl. para tratar despuésde las que actúan en .él, como en los demás, siendo difíciles de agotar iotalmente por ser inherentes á est.8 industria; pudiendo, sin embargo, at.ecnnarse hasta hacer poeo sensibles SUB efectos.
LascaUS8s de insalubridad evitadas.en la fábrica de Ugíjtu se.reñeren:1.· A. las emanaciones pútridas' procedentes de la acumulación. 9 del&descomposición de lascriJ;á1idas. Entendemos que este motivo de insalubridad desaparece.,' se atenñaó se SU'Spende., durante cierto tiempO, ID&
diante lao~aciónpreliminar que ejeent.snen esta fábrica, denominada
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ahogar el capullo, que consisle en someCerlo á la aeeión del V8pOl' deagua dentro de un depósito', con lo cual se' consigue, á más del agotamiento de la vitalidad de lácrisálida, la ~itización microbiana. de la materia del c«pttllo, que impide ~l menos· dUrante cierto tiempú su fermentación y descomposición consOOútiva', de' igual manera que la d~sinfección
de las ropas y objetos oontaminados se obtiene- por la influencia del vaporde agua en estufas apr.()pi8da~. Mediante dicha preparación, los capullosptreden qUedar atmaeenildos .varios' meses: sin- aUeración apreciable. Sin .embargo; esta conservación tief!e_um.he~ptreStoque se ssbe'quecuandolas operarias trabajan e8pUnos moyantíguos, al final de la.campaña fabril están más expuestas á padeCer las dermatosis de las manos de quebem~ de ocuparnos más adelante. 2.· Lejias infectadas derramadas delos bacinetes de purga. Las lejías empleadas por otras fábricas en ciertasoperaciones que tienen por objeto probablemente reblandecer el barnizque aglutina el capullo, no se utilizan en esta en ninguno de sus trabajos.Las diversas maniobras ejecutadas por las operarias se llevan á cabo mediante la inmersión del capullo en agua calentada de 60 á íO grados porel vapor. 3," Pol"os procedentes del devanado y el batido de los' capullos.El trabajo de las hilanderas, devanando las hebras de seda del ovillo representado por el capullo, lo realizan colocando éste en las perolas llenasde agua caliente, en cuya superficie sobrenada, Y, por consiguiente, no esposible el desprendimiento de polvos trabajando siempre en la humedad.4~" La suciedad del suelo JI la alteración del curso de las aguas por losresiduos' filtrados. Estando revestido el suelo del taller y de todas las "dependencias de cemento impermeable, no son posibles las filtraciones de losresiduos orgánicos mezclados á los líquidos que pudieran derramarse,evitándose así que la capa de agua subterránea pueda ser contaminada"por dichos productos. .
Las causas de insalubridad que actúan en lafábríca de Ugíjar, y queá pesar de ser iQ.herentes á la industria es posible atenuarlas" son dos:1.a El uso de aguasin(ecladas ó que se cargan pronto de materias orgánicas, susceptibles de descomponerse y producir emanaciones nocivas; y2.& El oapor de agua desprendido de las perolas !I demás depósitos donde.se traboja en el agua caliente.
Las a!Jrias que se utilizan en la operación del cepillado del capullo sonrenovadas,á·intel."valos cortos, tantas veces como se sacan de los cazos losque han sufrido áquella maniobra. Pero el agua utilizada por las hilande~ras en° el deoanado permanece en las perolas todo el día y con el sucesivoaporte de nuevas cantidades de capullo. se va cargando de materias orgá-'nitas á medida que adelanta el trabajo, resultando saturada de aquellas'5~tanciasal final de cada jornada. Al terminar ésta se vacían las perolasy se re~ueva el agua que ha de utilizarse al siguiente día.
A estO hay que añadir que, si bien el agua á 100' ó el vapor de aguason:micrt)bicidas por excelencia, y,·por lo tanto, impiden las ferm"entaCi<rneEl, este mismo líquido con "temperaturas la mitad más baj~s activa los
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fenómenos de la putrefacCión, por 10 cual las aguas con qUe se trabaja enlas condiciones indicadas deben considerarse como realmente nocivas,tanto por las eman.aciones gaseosas que.desprendan, cuanto por la acciónlocal irritante sobre las manos de las opersrias. '.
Estos resultados pueden evitarse renovandooon frecuencia el agua delas perolas, limpiándolas inmediatamente, y si OC8si01:lara perjuicio al patrono el tiempo que se pierde en la renovación y recalentamiento del agua,puede evitarse disponiendo doble cantidad de perolas, para trabajarenunas mientras se renueva el agua en otras.
El 'capo.,. de agua que se desprende de los depósitos donde se trabajaen agua caliente se acumula en el aire del taller, manteniendo constantemente alrededor de las operarias una atmósfera caliente y húmeda, que'tiene considerab~e influencia sobre la salud, por lo cual nos detendremosen ~u estudio. Esta influencia puede ser general ó local.
In:O.uencia general de la humedad en la salud del obrero.
La humedad actúa 'sobre el organismo del obrero de un modo distinto,según diversas 'circunstancias (temperatura, iluminación 'Y pureza de laatmósfera).
De un modo general, la humedad se traduce en su acción por comunicar al organismo unatendencía mareada á la relajación de'lostejidos, poruna especie de decadencia de las actividades funcionales, que conduce á lalentitud de los fenómenos de nutrición general. La predisposición allinfatismoy á·la escrófula'senclta en los que trabajan en los 'subsuelos,. ébevas Ó tallere~ hilmedos. De un modo más lejano" la humedad eondueeal'enfl'iamiento,con tendencia profesíonal á las afecciones.catanales (bron;"quitis, catarro intestin&1,c reumatismo, lumbágo, ciática, -nefritis catarral).·No son tannocivos'para~lasaludlóstalleres -húmedos)' fríos eomo lbshú.medos y calientes. .- . .
El trabajo en un medio húmedo y caliente es~nefeetode1osníásinsa':
lubres. Los talleres de hiladura al mojado del algodón ó del ,lino y los dela seda es donde se manifiesta mejor su acciÓn nociva en las obreras, yparticularmente en las aprendizas, á las cuales decolora, debilita y predispone á una larga serie'de afecciones: dificultad de la hematosis pulmonar,traducida por anhelación rápida de la operaria; sudores profusos qlle laagobian; debilitación de los actos- nutritivos por,el obstáculo en los fenómenos de la respiración interstícíal: tales son los factores que concnrrenaquí á la decadencia de la constitución. El organismo, así dispuesto á la receptivida{l morbosa, opone escasa resistencia 4 las enfermedades dedegeneración y á las transmisibles cuando gases deletéreos, agéntes infecciososó específicos vengan á. actuar en el medio. - ._
Profilaxís.-La ventilación -completa y constante es el meior medioprofiláctico para combatir la humedad.
El taller de la fábrica deUgijar ·está provisto, según hemos dicho, de
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suficiente número y amplitud de ventanas para perlIlitir unaventilaciónconveniente. Durante ~l verano, lasventanss pueden permanecer abiertas;y como están o~estasunas.á, Otl"~8 en lasp.aredes,ma.yores del taller, puedeconsiderarsesuficienté 'la véJ1tilación~ Pero en:1a~estaciones. frias hay necesid~dde procnr-ar qtr~. s~tema'~ra la renovación a~i~a del aire: quesea oompatible con la C8,l.e.fuPción. Este resul~ado puede conseguirse pormedio de los aparatos par~ ia -yentilación artificial~ tales C9.mo chi~erieas
de llamada ó canales de ~Y:acuapiq~1si.nperjui~io d~ emplwJa aireaciónpor las ventanas en los interval~,deltrabajo. . '
El suelo del taller posee la imPermeabilidad necesaria por..~tar revestido de cemento y cal~ según hemos dicho anteriorínente. Mas, para faci..,. ,litar la salida de los líquidos que s~ derraman,de la.~ perol&s,. calderas ycazos, y la de las aguas del baldeo que ha .de practicarse diariamente.conmanga de riego, debe tener el suelo cierta inclinación y labrarle .en sitiosconvenientes algunos surcos ó canales por donde puedan 'correr y verterse al exterior. Además es ~onveniente revestir el suelo de una .capa, fre-cuentemente renovada, de serrín de madera. . .
Las operarias deben vestir, á ser posible, . trajes espe.c.ial~s para el trabajo y delantales impermeables, y, si la humedad del suelo no se evitar:acompletamente, deben ser provistas de chanclos. .
Enfermedades comunes sufridas por las operariasde la fábrica de Ugijar.
Según se deduce de sus propias. manifestaciones, las obrerás .qne prestan su trabajo en esta fábrica han padecido en épocas diversas las.dolen...oías siguientes: bronquitis, ca tarros indeterminados. fiebres gástricas.;otras fiebres mal definidas, pénfigo, .erisipela, virnela,sarámpión; ,e.serim,fulismo, gastralgia, epistaxis, cefalalgia, mareos y afasia. Hé aquí elnu..niero de operarias que han declarado haber sufrido cada nna de estas -.en-fermed.ades-oomUJle8:
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NOMBREDE LAS ENFERllIEDADES
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DURACIÓN
Número de operariasque
las han sufrido.
22 á 30 días ....Indeterminada•.30 días.•..••..•30 íd .30 íd .•.......•Indeterminada.•
Bronquitis febriles ....•........•Catarros diversos ...........•...Fiebres mal definidas ...•.......Fiebres gástricas con alopecia ....Pénfigo consecutivo á una herida.Erisipela faciaL ...•.........•...Viruela .........•....•.•...•• , ..Sarampión .........••.....•....Escrofulismo en la niñez .Gastralgias rebeldes .•...........Epistaxis , .Cicatrices de quemaduras., .Sintomas de tuberculosis pulmo-
nar ..........•......•........Fiebre en la ac-~ \370 8 .
tualidad (ma-(TemperaturaS'/37° 5 .tinal) ~ .. J .370 2 .
Niegan todo padecimiento ..........•.............
Síntomas del sistema nervioso:Cefalalgia .Vértigos.................•.. '......•.............•Afasia pasajera ...• , ............................•Ninguno.........•.....••........•.............•
lO1~
221.14:4221.1
1. (el nüm. 56).1.1.1.
13
2471 ,'-
26
Examinando la lista que antecede, llama desde luego la atención el"predominio del número de bronquitis y enfermedades catarrales sobretodas las demás, y la duración de aquéllas, que es por lo común de un mes.Aunque no hemos tenido ocasión de observar ninguno de estos casos, su~ponemos debe tratarse de una dolencia especial relacionada con esta industria, debida á las condiciones higiénicas en que se presta el trabajo, yparticularmente á la influencia de la atmósfera caliente "1 húmeda que enel taller se respira, y á la acción de las sustancias orgánicas que se mane-:jan. De todos 'modos, la bronquitis tle que se trata debe tener una fiSODO-'
mía especial; las operarias que refieren haberla padecido se expresan enestos ó parecidos términos: «Yo he padecido una vez el catarro fuerte, queme obligó á guardar cama veinte y tantos días, con mucha tos, dolor decabeza, calentura y alguna vez también delirio».
Las fiebres gástricas y las mal definidas pueden ser colocadas en ungrupo homogéneo por la identidad de duración de linas y otras; y precisa
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mente por su larga evolución, que no es común en las gástricas, 'Y por lacaída del cabello, declarada por dos obreras, hay motivo para pensar quese trata en estos casos de enfermedades febriles- de naturaleza infecciosa.
Ninguna relación puede observarse entr~ las demás enfermedades observadas (erisipela, sarampión, viruela, gastralgia, escrofulismo en la' niñez, etc.) con la industria espeCial del hilado de seda; pero no -pensamoslo mismo respecto al pénfigo, por más que no lo estimemos como enfermedadprofesional, en razón á que tan sólo se ha observado en un caso.
El pénfigo es una enfermedad que se manifiesta en la piel por grandesampollas llenas de serosidad en individuos muy debilitados. Por el solohecho de su existencia indica que la constitución está profundamente atacada en sus fuerzas, en su vitalidad; es,casi siempre la manifestación deuna caquexia. En este caso, que ha sido observado, es la más elocuenteexpresión de la decadencia de los actos nutritivos, resultante de la influencia del medio húmedo y caliente en que se trabaja en las sederías.
Tuberculosis pulmonar.-En el programa que nos habíamos trazadopara la exploración de las operarias no' se contó con la auscultación derpecho, por razones de prudencia fáciles de comprender, tratándose de mujeres jóvenes y de escasa ilustración. Pero habiendo observado en algunastemperaturas superiores á la normal, decidí auscultar á cuatro obreras delas que se hacían más sospechosas á este respecto, encontrando una deellas que ofrecía en el vértice del pulmón derecho los síntomas propios dela tuberculosis, contándosele además 120 pulsaciones por minuto y 370',8de temperatura á las nueve de la mañana.
Es posible que hubiésemos nallado algunos otros casos de d,icha enfermedad si todas las obreras se hubiesen sometido á igual investigación,porque encontramos temperaturas superiores á las normales en dos obreras"más entre las cuatro examinadas. Mas la influencia que tenga la industriaque nos ocupa en el desarrollo de la tuberculosis pulmonar no puede apreciarse simplemente por el resultado que suministrase el análisis de todas"las operarias. Sería necesario conocer al propio tiempo la proporción demujeres tuberculosas de la misma edad existentes en el resto de la población, dedicadas á otros trabajos para que sirviera de termino de comparación. Por lo pronto, los dos Profesores de Medicina que ejercen en Ugíjaraseguran que la tuberculosis es una enfermedad sumamente frecuente_entodo el vecindario. No sería equitativo, por tanto, atribuir todos los casosque se observasen en las obreras á la exclusiva acción del medio en quetrabajan.
Sin embargo, en términos generales consideramos que las condicioneshigiénicas que rodean á esta clase de operarias son de las más abonadaspara crear la receptividad morbosa predisponente al desarrollo de tan terrible mal.
En suma: para averiguar con exactitud la transcendencia patológicacomún del trabajo que se presta en esta fábrica, como en cualquier otraanáloga, sería necesario pro,longar las investigacio'nes el tiempo suficien-:
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~ á alcanzar las oportunidades de hacer observaciones de todas las enfermedade:: que ofrezcan las <lperarias, y compararlas en su form~, frecuen..;..·~~a y caracteres ~n laa que presente el resto de la población.
Intluencia local del agua caliente en ciertas regiones.
El agua muy caliente, si obra de un modo reiterado sobre las manosde las obreras, ósobre otfas regiones, determina en ellas trastornos de la-sensibilidad, accesos tIe excitación,. entumecimiento y hormigueo, cuyosfenómenos:son idénticos á los que se han observado en las obreras quetrabajan con las manos. sumergidas en aguas cargadas .de principióS-cáusticos; mas en ninguno de los casos se ha notado afecta la motilidad. ~
Entre las enfermedades locales determinadas 'por la acción del aguacaliente merecen especial mención las afecciones de la piel y del panículo subcutáneo.
Dermatitis profesionales debidas al trabajo en la humedad.
Dos afecciones cutáneas producidas por el contacto habitual de la$pal'tes del ~uerpo con el agua han llegado á hacerse clásicas después delas descripciones m.agistrales dadas por Parent Duchatel y por PottOD; laprim~ra, denominada r.anas, es deterwinada por la simple inmersión de.las manos ó pies en el agua á la t.emper8tura ordinaria sin adición de otraflsustancias; lasegunda, denominada mal de los gusanos, es peculiar á.lasoperarias .qu~ trabajaIl el.capullo d~ seda, y &e atribU"yeá la acción .combinada (lel agua ~aliente,y d~ las sustancias orgánicas. 9~e se; le, ~di-:cionan. ,o,
La afección, denqminada, r,anas consiste en úna simple macer6eión'_d~
-dermis, caracterizada por el reblandecim.iento, gri~ta.B·"Jréc~eI!tem~Q~
desgaste de las partes queest~n en contacto C!JlJ, el agua, gen~ralroen~.la:IJextremidades supE'riores Ó' inferior~s; y en particular la .p~.eL d-e.los espa-:cíos interdigitales, desprend~éndóse t.í veces la epide~mis,y 4..ejandQ al-descubierto un fondo rpjo extremada~entesensible. ' .
Esta afección es p'ropi~ de los des.cargadores ·d~lJal"eos,. laoanderas,.pescadores, etc., y D!l nos oCllparía~osde :e11a en·este lugar. si J),O fuer~
porque hemos ob~rvado algunos de sus síntomas,yespeciahn.ente lasgrietas, en ciertas .obr~ras d.e la fábrica delJgíjar. . .
. La enfermedad descrita por Potton ~n el nQmbre. de mal.de los gusa-.nos ó bassine no parece coincidir con la que padecen algunas operarías de-4icha. fáprica, Y. que es conoéid~ allí con:la denominaci9u de sarRa de. lashilanderas. Su conocimiento es.para nosotros muy interesante. La cOllti....nua inmersión de las ma~s en. agua caliente más ó menos cargada démateriás :orgánicas y de la sustancia aglutinal).te. del capnllQ provoca. ~nlas operarias, y especialmen~ en las devanadoras, la enfermedad que lwe-<lcupa.
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llecordemos que prestan sn trabajo estas obreras sentándose dos á dosdelante de.eada perola, de3enrotlando y reuniendo los hilos procedenteSde los capullos roblándecidos, que sobrenadan en el liqnid-o donde tienenque mojar sus dedos constantemente.
En las devanadoras distingue PoUon dos elasesdeaooidentes, unosligeros y otros graves. Los -prim~ros difieren poco de la enfermedad quehemos descrito con el nombre de ranas. Los atribuye únicamente al incesante contacto del agua caliente COn la8 extremidades de los dedos, cuyaepidermis reblandece f macera, se hincha y se, engruesa, y se eleva enilictenasj se forman fisuras y grietas y se desarrollan abscesos alrededorde las uñas en los casos más graves; estas lesiones se curan con bastantefacilidad.
Los accidentes gr·a."es constituyen el mal de los gusanos, propiamentedicho. No ataca más que las grandes hilanderías, donde se trabajan capullos antiguos. Potton describe en esta afección tres grados: en el primero,las lesiones asientan preferentemente en la mano derecha,iniciándosepor un enrojecimiento éon picor, hinchazón 'y calor, acre en la raíz de losdedos, donde aparecen después placas jaspeadas oscuras, levantamientode la epidermis y vesículas de variable volumen, acompañadas de dolor,que se exaspera al menor contacto. El contenido de las vesículas, al prineipio claro, se torna viscoso y después se rom pen, sobreviniendo unbienestar más ó menos duradero y desapareciendo paulatinamente todoslos síntomas. Duración, -siele á ocho días.
En el segundo grado, llamado pustuloso, las vesículas, lejos de acabar,como hemos dicho, se hacen purulentas, y entre ellas aparecen verdaderas pústulas, que se extienden -á veces por toda la mano. Los movimientosde lo"s dedos ocasionan agudos dolores, y los de flexión se hacen imposi- .bIes. Al cabo de cincoó seis días las vesículo-pústulas llegan á su término, rompi~ndosey dejando en su sitio una superficie ulcerad3.. Los sufri;...mientos cesan y la desecación comienza. Pero algunas veces la enfermedad no cura tan pronto por el descuido y suciedad de los operarios, sobrevin~endo nuevos brotes eruptivos. Duración, de quince á diez Yocho días.
En el tercer grado observó Potton, á más de las pústulas, la apariciónde inflamaciones más profundas en el tejido celular subcutáneo, con gran'hinchazón en los dedos y hasta en el brazo, linfagitis, adenitis y pequeñosflemones, acompañados desÍIitomas generales (escalofríos, cefalalgia., insomnio, náuseas, vómitos). Pero todos estos síntomas desaparecen encuanto se evaeua ei pus, obteniéndose la curación en diez y ocho ó veinte~& .
Una vez que la obrera ha padecido la enfermedad, queda indemnepara nuevos ataques, ó por lo menos 'para padeCL~ sus formas graves, 1."eBultando una especie de vacunación. Esto, al decir de Rochard, justificala naturaleza virulenta del agente infeccioso, no siendo para él dudosoque el carácter espe~ifico del mal se debe á una alteración de los capullos;sobre todo de los más antiguos, sin negar por ello el papel importante-
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-que juega en la producción de los accidentes la ;materia gomosa, aere éirrit&n,te que les sirve de barniz, como asegura Melchiori, quien ha COIDprobado en Italia las diversas formas del mal de los gusanos.. ¿Padecen realmente el mal de los gusarws las' operarias que presten
81) trabajo en ·el. taller de la fábrica de Ugíjar? Juzgando exclusivamentepór el resultado del examen minucioso que hemos hecho de todas y cad_'naa de las obrera~ que trabajaban mientras duró nuestra inspección, 'PQ"':-diamosoptar por la negativa. Entre 58 mujeres examinadassola~hemos podido encont1'8r algunas manife':ltacionea ligeras en dos operarias, las cuales se reducían á un eritema de la piel de los espacios iD~
.giWlles, acoD,1pañad<;> 4e picor y levantamiento de la epidermis desecada,
.algunas grietas superficiales, flicLena8 ó maceración de las Jemas ~ '10'dedos, cuyas ~esiones se refieren, no al mal de los gusan.os, sino á lul'aTtas. Después de buscarlas con empeño hemos encontra~o en· alguBIl.que otra operaria pequeñas cicatrices de pústulas eRla piel del aDtebrsze¡parecidas á. las huellas de las pústulas vacunas, pero muy diseminadas.Solamente por el interrogatorio hemo: logrado saber que ciertas obrel;ai!han padecido lo qu~ ellas llaman sarna; pero juzgando por la escasamo.lestía que les ha producido y la rapidez de e".olución que tuvo la enferme;
·dad (de algunas horas á un día), que nunca les ha,opligado á interrumpirsu trabajo, según aseguran, bastando p~ra obtener su curación bañar~
'las partes afectas con .el liquido especíticq qu~ se usa en la fábrica 000
klste objeto, deducimos que la enfermedad' á que ell.sa ,Be refieren nQ es elverda~ero mal de los gusanos, sino á los accidentes ligeros descritos por
. Potton ó á las ranas de Parent Ducha~el, de que antes hemos hablado.;Entre la8. 58 operarias q-qe llemos interrogado, solaJl1ente 25 declar.Q.Q:naber p~decidoestásaccidentes cutáneos, con ex.clusión de otros en la piel
·de las manos; dos han padecido sarna yademós tlictenal$ en la pq)pa'd.~
.los dedos; en otras dos hemos.visto nosotros macer4~iónde las mjl;JDa~:
-regiQne~;tresdicen que ~8n pad~idogriet~~ y ~árn8; «19.8 pJ,'~ntlUl ~im,!,",plemente flictenas; otras dos, callosidades; 11 ni.egau:en·absolutphab$~decido erupciones en sus manos. Por últi.t;no, las 12 re¡¡¡tantes·pr~sen~n-Jctuahnente. Q l:!ap tenido ~n Olfll épo~~ .Wla. afooc!ón looa.l queDO ~ntr"
-en el cJladro de ~nJ.9masde la sarna, y q:Q.8. consiste~n PJlPUQlU.e, siw.ple,ó acompañados de sarna, de grietas ó flictellas~ '. .
Loa p(),pilomas ó oe;'rugas no se consignen por 14sautore8 .que heJJ}os.podido consul tar e.ntre.la8 af~onespropw.s de la ind~.tria de.extracción.de la ~da.• No dífier~n4e las verrugas p.rqina,.j8~ m~,q~ por su ~ult¡...plicidad y porque tienen $U asient.o pre4ilecto en- l~ dedO.$, .i~JUlo· muy''probable que la humedad, actuando sobre esta~ parles,: sea $U faetor etio:lógico principal y quizá. ~xclnsivo. En Cll8nto. á su ua:turaleza, eonsi¡:ltel(--en una hipertrofia de la pápilas que nOflIllllmeQw exis~Q. .eJl el d~rmis <l~
la piel, recubiertas de "Varias ~pasepi~rlP.ieas. . . .Es posible que seis obreras que .por UPIl J'~r;6~ l¡l PQJ' ~~4eiaron:de
~sistir al taller en aquellos días ó se negaron en absoluto á ser intetroga-
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aas y-reconocidas en su hábito exteriór, pudieran' padecer IÍlanifestacionesmás pronnDciadas de la enfermedad;' autoriza este aventurado raciociniola consideración del espeeialcuidado que se advertilien·todas de ocultarsintomas, á veces insignificantes, ó señales de antiguas lesiones, y éltemor- de hacer demostraciones francas y ostenslblés sobre' hechos cuya·tésponsabilidad pudiera recaer en el patrono y redu'ndaraal fin en' snpl'Qpio perjuicio.' Pero ateniéndonos excluáivámente al resultado ·positivode nuestras investigaciones, no pudimos hallar ninguna operaria que pre"sentara completo al cuadro de síntomas denominado mal de los guSanos,ni tampoco lesiones- de otro orden que revistieran parecidá importancia~
No debe extrañar este favorable resultado; pórque ',segun ántés hemosdicho, en- el taner de que nos ocupamos se han -eliminado muéhas de lasCáusas'deinsalubridad que afectan á otras fábricas análogas~En' ésta no serrabaja con lejía; los capullos se someten á la acción del vapor, ¡¿)cua}permite coD8erva.rlos sin alteración, durante largo tiempo, sustraídos 'alpeligro de fermentación; antes de que aCtlien sobre estos capull0s las devanádoras, son sometidos á la. influet¡cia del agua' caliente y al cepilhido óescobillado, que los reblandece y los despoja. en parte, de la materia glutinosa, acre é irritante que le sirve de barniz; á la cual atribuía Melchioriel mal 'de los gusanos. Cada hilandera tiene á su lado un pequeño depósitO'·provisto de ~grif<>, con agua fría, donde baña· sus dedos frecuentemente:dón lo cual evita ó atenú'a la erupción profesional, apagando la con'gesti'ónde la piel de sus dedos~ -- .'- Por otra ·parté, como medio á la. vez profiláctic'o y cui"ativo i Contra· la
erupción de las manos, usan las operarias de la fábriea de Ugijar un'liquido especifico; cuya composición se' ignora, de propiedades eminente-'mente astringentes, que llegan á hacerse cáusticas cuando su acción es du~rádera.' Al final de este trabajo aparece' una etiqueta tomada: de una bote-Ha que contenía dicho liquido y por·separildo se remite muestra dél mism<>. Este medicamento es suministrado gratuitamente á las óperariasporél Directbr de la ·fábrica. ' .;. A las indiCadas precauciones puestas-en práctiéa en él establecimiento-.fabril que nos oeupa~ sólo falta añadIr, para completar el -cuadrodelo8medios preveritiyoa 'aconsejados por Jos sabios contra el desarrollo del:matde los gusanos, los siguientes:':: Medíos ¡fro/üáCtreos que conciene implantat· en la jábricade, Ugíjarpara er>itarta erupción:de las manos de las operarias.-:1.o Renovacióndel agua caliente conteilKf'a en· las perolas de las hilanderas varias ve':'"éeS al dia,á fin de-que no puedan sobrevenir: las fermentaciones· del líquid<>:- 2.~ Las crisálidas deSpojadas serán retiradas inmediatamente de-laBbimcas de·trabajo·.-3.o El uso de guantes protectorés aconsejados poráfgnÍlos higienistas' para las dévanadoras, lo juzgamos poco práctico; po'r;' .que dificulta y quizá imposibilite sU trabajo, para el cual debe conserváreI'sentido ~del tacto en toda;S'u :libertad dé; acción..
. '-' ~. ~ ".
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PROBLEMA TERCERO
Régimen interior de la fábrica para averiguar si es cierto que se obliga al silencio á las obreras y si se les imponen multas en la cantidad y por'las causas indicadas.
Trabajan en el taller de la fábrica de sedas de Ugijar 65 mujeres cuando el personal está completo; pero no pudimos examinar más que 58, ácausa de la negativa de una y de la talla de asistencia de otras en los diasque duró la inspección.
El grupo obrero que presta su trabajo en este establecimiento industrial,constituido en su mayor parte por jóvenes de doce á diez y ocho años, estáslljeto á una severa disciplina, obedeciendo sumiso las prácticas impuestaspor ~u Director. La hora en que ha de comenzar el trabajo se anuncia á las
.cinco y media de la mañana por un silbido de la máquina de vapor que sedeja oir en todo el vecindario, y que se repite á los diez minutos próximamerite. La operaria que no 'está dentro del establecimiento al segundo toque ,no s~le admite al trabajo de aquel dia.
Principiada la labor, queda prohibido hablar ó reir, y á la que quebranta esta prescripción se le impone una multa, que por lo general es de 10 céntimos de pese~a.
Cuando la obra sale m.al por descuido en el trabajo, son también castigadas con multas que varían entre 25 y 75 céntimos, siendo la más comnnla de 30 céntimos de peseta.
Contribuye mucho al sostenimiento del orden' y buen gobierno delpersonal la acción moralizadorá.,de las prácticas de la religión católicá. Enla entrada del edificio hay un rótulo que dice «Ave María), yen el interiordel taller existe un cuadro con la 'imagen· de la Inmaculada. Dos veces aldía ,se reza el Rosario bajo la dirección de la maestra de labores, y comoexpansión del ánimo se permite que alguna operaria cante en voz altamientras las demás guardan silencio.
, Dos vigilantes, llamados paseadores, alternan en el cuidado de imponersilencio y sostener el orden en la
4marcha de los trabajos.
En compensación de los perj uidos. que se irrogan á las. Dbreras con lasmultas, también se les dispensan premios, según ella,s declaraD, cuando lala~or ó prueba, como ellas la denominan, resulta bien hecha~ Lo~ premiosson equivalentes á las multas ó le ex-ooden en los totales de cada mes, según los da~os suministrados por el Administrador de la fábrica, que consta en los libros de la Administración y que aparecen copiados en el cuadroque sigue. .... ¡
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CUADRO NUM. 1.
BI!Itado de las multas y premios dados semanalmente,durante un afio, en la fábrica de sedas de Ugijár.
IMPORTE IMPORTESEMANAS .
¡Premios. Multas.
iOO3 Del 3 al 8 de Agosto ••....•••..•.•.•••- 10 al1-i .•••.•••••.•.•.•••- 17 al 22 •••••••••••....•••- 24 al 29 ••.•...•........••- 31 de Agosto al 5 de Septiembre.....- 9 a112 de Septiembre•........•..••- 15 a119 ••.. '•..•.....•- 21 al 26 •••••...•.•...
28 de Septiembre al 3 de Octubre•.•.5 al 10 de Octubre. . .. • •.. • •••••••
15 al 24' .- 26 al 31 ...••.••••••.••••- 2 al 7 de Noviembre ..•..••....••- 9 al 14 ...•••..•.••••- 16 al 21 •••.••.•...••- 23 al 28' ••.••.•••••••.- 30 de Noviembre al 6 de Diciembre•.- 9 al 12 de Diciembre ..•..•.....••..- 14 al 24 .•.•••..•••.••.
1904 - 4 al 9 de Enero•.••••••.•...•. : .••- 11 a116 .•...•....•••....•.- 18 a123 ...••.•........•..- 25 a130 .....•••..•...•••••- 3 al 6 de Febrero .- 8 a113 .••....•.. , .- 15 a120 ......•.•....•.•.- 2~ a127 .- 29 de Febrero 915 de Marzo ......•..- 7 a112 de Marzo •...•....•..•....•- 14 a118 ...•.....•........- 21 a130 ........•...•... ,.- 11 al 16 de Abril .- '18 a126 - .•.................
PA.R.A.D.A.
De130 de Junio al 9 de Julio ..•.....• '"- 11 al 16 de Julio .- 18 a123- 26a130
5,005.605,206,306,807,407,758,804,356,153,806,655,857,207,405,856.808,008.704.956,855,708,606,45
10,604.705,007.308,956.105.455JiO3,70
4,154.107.eO7,10
4.602,802,702.507,754.755.155,806,303,808,005,554.155,354656,355,203,25»3,205.003,252,754,902,854,505,904,254,057.103.104.106,20
4.15 '4.703.303.15
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1M.PORTE lMPOll.TE
AÑo SEMANASPremios. Multas.
f90i Del f.. al 6 de Agosto ...............••.- 8 al 13 . - .- 16 al 20 ••••......•.•••..•
SUMA TOTAL••••••••••••••••
8,907,608,65
261,65 175,00
Atendiendo á las declaraciones hechas por las obreras, los premios ycastigos recibidos son los siguientes:
6 obreras declaran haber recibido premios de 30 céntimos.2 de 30 á. 402 de 25 á. 608 de 30 á 602 niegan haber recibido premio.
38 no lo recuerdan.
En cuanto á las multas ó castigos impuestos por la prueba, han decla-rado lo siguiente:
4 obreras declar.an que las multas son de 10 céntimos.1 de 151 - de 10 á 251 de 10 á 30
·6 ~ 25ro ~ 00
3 de 25 á 301 da25áiO5 de 30 á 401 de 60··1 '. de más del peseta. '
12 multa.s indeterminadas. . ....12 piegan la imposición de multas.
58
Re~umiendo, puede afirmarse: ,1.. Que las multas impuestas con motivQ de sacar m~ la prue~a.·~~.
por término medio, de 25 á 30 céntimos de pesetaL2.· Que el castigo por hablar es por lo regular de 10 céntimos de pe
seta, siendo excepcional que lleguen á 15, 25 Ó 30 .centimos de peseta.
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-$-
3." Que los premios son poco frecuentes 'Y su cuantía media es de 30 á 6Ócén\imos.
PROBLEMA CUARTO
Edad de las obreras.
, ,. Debemos advertir. previamente que para fijar la edad de las' operariasno hemos exigido prueba alguna oficial, 'Y nos hemos contentado con lasdeclaraciones hechas por ellas mismas. También debemos hacer notarque en las edades que vamos á consignar hay que rebajar un año ó fracción de él, porque estas obreras cuentan por edad el número. de añosooÍlipletos que han de cumplir en el curso del año corriente. Así, una jovenque tenga catorce años 'Y tres meses dice que tiene quince años; otra quetenga diez 'Y ocho años y un mes, cuenta diez y nueve años, etc.
Las edades de todas las obreras observadas están comprendidas entrelos once! cuarenta! cuatro años; pero estas c~fras extremas.".son excepcionales, puesto que están rep~esentadaspor dos individuos la primera, ypor uno solo la última. .
La edad más frecuente en todo este grupo obrero es la de diez y ochoaños (8 obreras), siguiéndole en el orden decreciente la edad de quinceaños ~ obreras), catorce años (~.obrer~s)y doce años (5 obreras), segúnpuede comprobarse en el siguiente cuadro, en que aparece consignado el.número de oper:ar~as que comprende cada edad.
CUADRO DE LAS EDADES DE LAS OBRERAS
EDADES
Años.
11 _.. ; .12...•...••.......•.•13..•..... ~ .. :: ..• '.....14...•. ' , .•...15 .16..•....... ' ....•...17.••.•......•..••.•.18.•....•...... ' .....19.......•... , .•...••20.•..•.....•.••..•.•ª:..": ....:.. ~.'.::: ':::':::::
'. Suma y sigue. :
Númerode 'Obreras
eompren<Jidasen c'ada edad.
2535643
'84432
,49
EDADES
Años.
Suma anterior.·
23 : .2í ~: .25.••.. '..........•••26...•.........•...27••••••••••••••••.•28..•.•.•••••••••.32.... .. . ...•... "•.34.•..•.•....••....36•••••.•..•..••.••.44.'•••• _•.•..• ~ ..•..
TOTAL ••••••••
•Número
de obrerascomprendidasen cada eJad.
49
111O
',11·i1
,11
,58 "
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Tuvimos eu~i{}síd8dde preguntar taÍnbién las edades en que verifica·ron su ingreso en los trabajos del taller, y este interrogatorio dió él siguiente resultado:
Edades que teDiaD las· obreras cuando -ingresaron en la fábrica.
·EDAD DE INGRESO
Años.
7 •••.'..••••••••••••••••9...•....••............
10.......••••.•••.•...•.11 ................•.....12••• .-•........•...•.•••13 .•.••.•.......•..•...•14•.••.......••........•15.•. ~ •..................16••.•..•........•......17••............••.•... ~
TOTAL ••••••••••
Númerode obreras.
21 .
145
21445f1
58
Claramente se advierte' en los números que .anteceden:1.0 Que las 'edades más frecuentes de ingreso en la fábrica han sido las
de diez f doce años.2. o Que, si bien excepcionalmente, han ingresado algunas á las edades.
de siete y nqev~ años..3.° . Que actualmente tl'abajanen la fábrica de Ugijar 15 niñas com-
prendidásentre los once y los catorce años. ..... 4.° Que, estando sometido todo el grupo obrero á las mismas horas detrabajo, queda inc~i:nplido el arto '2~0 de la Ley reguladora del trabajo delas mujeres iJ niños' de· 13 de Marzo de 1900 por lo que respecta á las niñas comprendidas entre los once y catoree años.
~ . ,. .
'PROBLEM~ QUINTO
Jornal que se paga á las obreras.
. EÍ j~~nal.que se les asigna se det~rmina'por el Administrador de lafábriea, atendiendo á Ía edÍld' dé las' operarias, á la clase de trabajo queprestan y á la perfección que alcanzan en el mismo.
Los pagos de los jornales de cada semana 'se verifican todos los sábados, J entonces se les descuenta la cantidad que haya correspondido ácada operaria por las multas impuestas, y se les abonan los premios.
No siendo uniformes los jornales, hay necesidad de dividir á las obre-
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r¡¡s -en trece grupos: que ~mpr~ndentod~ 108 jornales asignados, segúnse expresa en el cUa~~ ~iguieI!te: .' _
CUANTÍA DEL JORNAL
Pesetas. Cénts.
•Númerode operarias.
O,40:.:~~~':..•....•. ~ . .. . 160,50.;.:. ' ' 4,
0,55.!.................. 50,60. ', ~ . ~ . . . . . 8 .0,65 . ~ , ....•....•..... ~ ~ '8O,70 .•,~ ..••.•..,..•• · ::.. '6'0,75 .............••.•.•. ' 30,80 .•........... ~...... 30,90 ......•....... ~. ... 1.0,95 . ', ~ . . • . • • . . '1 .1,00 ..".................. 11,10.~".................. 'f1.,25. • . . . • •• . •• ..••••.. . '1
TOTAL..... ••••• 58
Independientemente deLjol,"nal que eobran en laactualidad~fueron interrogadas las obreras acerca del que cobraban cuandQ ingresaron en'estafábrica, resultando de SUB declaraciones que:
10 obreras ganaban al principio, ,39 céntimos de peseta diados.10 40'1 351 501, 55 -
Y las 35 restantes. no lo recuerdan,
Como es de suponer, los jornales van aumentando en cada operaria ámedida que adelanta en la perf~cción.de s~ labor.
También tratamos de averiguar si algunas obreras han experimentadorebaja en el jornal en estos ultimos tiempos; pero á' nuestras preguntashan contestado negativa~ente45 operarias, y tan sólo 1310 han,hecho ensentido afirmativo Hé aquí las rebajas sufridas por estas últimas, en SUfijornales: . ' ' .
-'
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-29- .Obreras.
De 1,00 peseta ha sido rebajado el jornal á 0,80. . . • • 1- 0,85 á 0.65. • . . . 1- 0,75 á 0,70..... 2- 0,70 á 0,65. . • . • ~
- 0.65 á 0,60. . . . . 2- 0,60 á 0,55..... 3
TOTAL. •••••••••••••••••••••••• 13
PROBLEMA SEXTO
Horas de trabajo diario.
Casi todas las operarias han afirmado en sus declaraciones que la jornada es de once horas, sin duda porque descuentan las invertidas en eldescanso y la comida. Sin embargo, aseguran, tanto ellas como los empleados de la .fábrica, que los trabajos comienzan á las seis de la mañana yt.erminan á las siete de la noche; solamente tres obreras declararon queempieza á las cinco y media, y una añadió que acaba á las siete y media.Resulta, pues, que la jornada es de t.rece á catorce horas.
Las horas en que se interrumpe el trabajo son las siguientes:1.0 Para el almuerzo, media hora; de ocho á ocho y media mañana.2. 6 Para la comida, hora y media; de doce á trece "Y media~
3.° Descanso de un cuarto de hora á media tarde.Total del t.iempo en que se suspende el trabajo, dos horas y quince
minutos.
CONCLUSIONES
1.0 El emplazamiento, la orientación y la distribución del edificio dela fábrica de seda de Ugijar son aceptables.
2." La. capacidad del taller, relacionada 'con el número de operariasque trabajan habitualmente en él, excede ligeramente al tipo mínimo fijado en el bando de la Alcaldía Presidencia de Madrid, fecha 12 de Julio de1902, y es ~igeramentedeficiente para llenar las exigencias de la higienemoderna.
3.° El pavimento del taller es impermeable, como conviene para evitarla impregnación del suelo y BU infección por las materias orgánicas.
4." El blanqueo de las paredes del taller con lechada de cal, como seviene ejecutando, es antiséptico si se renueva con frecuencia, y recomendable por ser económico.
5.° La oentilación es suficiente por la gran amplitud de las ventanas,por las numero&as perforaciones del techo y por las puertas comunicantescon el patio-, que están constantemente abiertas.
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6.- ~i éstas se cerraran duranta la estación fría, conviene proveer altaller de tubos de acceso de aire con aparato propulsor ó s~ él, según lanecesidad, colocándolos cerca del suelo á una altura de 1"5 á 20 centíme-tros sobre él. . -
La saliaa del aire eStá asegurada po~}as perforaciones existeniés en eltecho.
7.- El abastecimiento de agua es suficiente para las necesidades de lafábrica, y por BU potabilidad es salubre p·ara sus. operarios. ..
8.- El sistema de excreción de las aguas industriales necesita ser reformado. En las dos cañerías colocadas debajo de las bancas de trabajo,destinadas á recibir las aguas de las perolas de las hilanderas, debe sustituirse la cubierta móvil, de tablas de madera, que hoy tienen, por una cubierta fija é impermeable, con registros para su limpieza, y el interior deestas cañerías debe hacerse completamente liso para evitar estancamientos del liquido que ha dO: circular por ellas.
9.- El pozo negro inmediato al taller no responde á las exigencias higiénicas por su situación, por la carencia de tubos yentiladores, por la deventanas suficientes en la pequeña estancia donde está colocado, ni por suconstrucción. Debe ser desocupado con las precauciones higiéni~as necesarias, obturado é inutilizado. construyendo otros dos retretes sistemainodoro, en lugar del patio ampliamente ventilado, con provisión de aguay con tubería provista de sifones que impidan'las emanaciones gaseosas yconduzcan los excrementos al campo, para que sean utilizados comoabono ,sin permitir su estancamiento en balsa ni depósito alguno.
10. Las calderas, el motor, los tubos de condu'cción del vapor por eltaller á las perolas y depósitos de agua tienen instalación conveniente yapropiada para evitar accidentes nocivos á las operarias, De igual modolos tubos conductores de agua fría, que á veces sirve para bebida á -las operarias, tienen disposición y estructura aceptables. Los tornos y las correasque transmiten á éstos el movimiento garantizan por su instalación laamenaza de accidentes.
11. El método empleado en la elaboración de la seda no lo consideramos reprobable, porque, á pesar de la insalubridad propia de esta industria, se atenúa en lo posible su acción nociva sobre las operarias.
12. Las causas de insalubridad que han sido previstas y evitadas en lafábrica de Ugíjar son: 1.& Las emanaciones pútridas procedentes de laemanación y de la descomposición de las crisálidas mediante' la ~pera
ción denominada «ahog~r el capullo)), que lo hace imputrescible, al menospor cierto tiempo. 2.& Las lejías del'ramadas de los bacinetes de purga,que en esta fábrica no son emple~das. 3.a Polvos procedentes del devanado y del batido de los capullos. que aqUí no se producen por trabajar siempre en mojado. 4.· La suciedad del suelo y la alteración del curso de lasaguas por los residuos filtrados no tienen lugar en este taller por tener s~suelo impermeable y ser imposihles las filtl'aciones.
13. Las causas de insalubridad que actúan en la fábrica de sedas dé
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-Ugijar, y que, aun siendo inherentes ti la industria, son susceptibles deatenuarse, son: 1.- El uso de aguas infectadas ó carg8das de materias orgánicas; proenrando que se renueve varias veces 81 díala contenida en la8perolas de las hilanderas, y, si esto ocasionara perjuicio al patronQ por eltiempo que se pierde en la renovación y recalentamiento del agua, dispo-;.níendo doble cantidad de perolas para trabajar en unas mientras se renueva el agua en las otras. 2.- El vapor de agua desprendido de las perolas y demás depósitos donde se trabaja en el agua caliente, y que se acu:mula en la atmósfera del taller y produce acción lenta, pero delet.érea parael organismo de las operarias. Se evitará procurando una ventilación activa en el taller.
14. Debe tener el suelo del taller cierta inclinación hacia los sumiderosde las cañerías de desagüe, y practicar diariamente baldeo con manga deriego, que arrastre las suciedades producidas durante el trabajo, siendoconveniente extender sobre el suelo una capa ligera de serrín de madera.
15. Conviene proveer á las operarias de traje especial para el trabajo,ó, por lo menos, de delantales impermeables y chanclos.
16. No se puede determinar exactamente el grado de insalubridad delmedio industrial que actúa sobre las operarias de la fábrica -de Ugíjar,siendo indispensable para ello hacer observaciones metódicas de los casosde enfermedad, y compararlos en sus síntomas y en su proporción con elresto del vecindario dedicado ti otros trabajos.
17. Juzgando los antecedentes suministrados por las operarias respectoá las enfermedades que han padecido, resultan predominantes las afecc~o-
nes catarrales del aparato respiratorio, y especialmente una bronquitis febril de larga duración (un mes próximamente), y algunas fiebres no catarrales, que parecen ser unas y otras de naturaleza infecciosa y debidas á laacción de la atmósfera caliente y húmeda que se respira en el taller, y ála de las sustá ncias orgánicas que en él se manejan.
Las condiciones -higiénicas que rodean á las operarias de esta Iábrica son de las más abonadas para debilitar el organismo y crear receptividad morbosa. predisponente al desarrollo de caquexias y de algunasenfermedades infecciosas como la tuberculosis.
18. Por la influencia local del agua caliente sobre la piel de ciertaB regiones, son afectas algunas operarias de dermatitis profesionales en losdedos, las manos y los antebrazos. --
19.' Los caracteres que ofrecen estas dermatitis profesionales en lasoperarias de la fábrica de Ugijar no son 10s asignados -por Jos higienis-.tas al llamado mal de los gusanos, observado en otras hilanderías de seda.En cambio, tienen muchos puntos de contacto con la afección denomina-
, da ranas, _y que consiste en una maceración del dermis, caracterizada porr.eblandecimiento. grietas, y algunas veces desgaste de las partes que es-tan en contacto con el agua, y en particular la piel de los espacios inteJ'~
digitales, desprendiéndose á veces el epidermis~ ."- 20. Entre las 58 operarias que hemos examinado, solamente_ encontra-
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mos algunas manifes\acio~esligeras de dicha afección local en dos opera-. rias, las cuales se rooucían á un eritema de la piel de los espacios intetdigitales, con pioof y levantamiento del epidermis desecado. algunas grietas superficiales, Ó maceración de las yemas de los dedos. En otras hemosdescubierto cicatrices de pústulas en la piel de los antebrazos, parecidas álas huellas de las pústulas vacunas, pero muy diseminadas. Solamente porel resultado del interrogatorio hemos podido deducir que ciertas operariashan padecido lo que ellas llaman sarna, enfermedad muy parecida por sussíntomas á las ranas.
21. Además hemos encontrado en las operarias de la fábrica que nosocupa otra afección local, no consignada por los autores entre las enfermedades profesionales debidas á esta industria, que consiste en papilomasó "errugas, que no difieren de las ordinarias más que por su multiplicidady porque tienen su asiento predilecto en los dedos. siendo debido probablemente á la influencia de. la humedad sobre estas partes.
22. La escasa importancia que revisten las afecciones locales de la pielde las manos en las operarias de esta fábrica se debe á que en ella se haneliminado muchas de las causas de insalubridad que actúan en otras. Nose trabaja ~on lejía. Los capullos se someten á la acción del vapor, lo cualles sustrae á la fermentación. El cepillado los despoja del barniz glutinoso,acre é irritante, al que se ha atribuído el mal de' los gusan;)s. Cada hilandera tiene á su lado un pequeño depósito de agua fría, donde baña sus dedos frecuentemente, con lo cual evita ó atenúa los efectos del agua caliente y de las materias que lleva en suspensión.
23. Como medio profiláctico y curativo contra la erupción de las ma- , 'nos usan las operarias de Ugíjar un líquido específico de ignorada composición, de propiedades astringentes y cáusticas, si su acéión es duradera.
24. Los únicos medios profilácticos que además de los indicados deben implantarse en la fábrica de Ugíjar para evitar la erupción de lasmanos de las operarias son: 1.0 La renovación del agua caliente contenidaen las perolas de las hilanderas varias veces al día, á fin de que no puedasobrevenir la fermentación del liquido. 2. o Las crisálidas despojadas debenser retiradas inmediatamente de las bancas de trabajo. 3.0 No consideramos conveniente el uso de guantes de goma, porque dificultan la libre acción del tacto. '
25. El régimen interior de la fábrica es severo. La hora en que ha decomenzar el trabajo se anuncia á las cinco y media de la mañana por unsilbido de la máquina de vapor, que se deja oir en todo el vecindario~y serepite á los diez minutos. La operaria que no está dentro del establecimiento al segundo toque no se le admite al trabajo de aquel día. Durantela labor está prohibido hablar ó reir, y á la que quebranta estas prescripciones se le impone multa de 10 c~ntimosde peseta'. Dos veces al día se rezael rosario; y como expansión del ánimo se permite que alguna operariacante en voz alta mientras las demás guardan silencio. También se les
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dispensan premios cuando la la1?or. resulta bien heeha. Estos premiosequivalen ó exceden á las multas, según los datos que constan en los librosde administración de la fabrica,y de los cuales hemos tomado el resumenen u1.1 cu&dro. (Véase páginas núm. 9i y 95.)
26. Segun las declaraciones hechas por las operarias, las multas qu~
se les imponen por sacar mal.la prueba son por término medio de 25á 30 céntimos de peseta. El castigo por hablar es por lo'común de 10 céntimos de peseta, siendo excepcional que llegue á 15, 25 ó 30 céntimos de.peseta; los premios son poco frecuentes y su cuantía es de 30 á 60 céntimos'de peseta.
27. Las edades de las obreras que prestan su trabajo en la fábrica deUgíjar están comprendidas entre once y catorce años; pero estas cifrasextremas son excepcionales. La edad más freeuen te es la de diez y ocho,años, ~iguiéndoleen el orden decreciente la de quince, catorce y doce, se·gún puede observarse en el cuadro de la página 96.
28. Las edades más frecuentes para .el ingreso en la fábrica han sidolas de diez y doce' años. Excepcionalmente van ingresando algunas á lossiete ó nueve años. Actualmente trabajan en la fábrica 15 niñas compren,.,didas entre los onc~ y los catorce años.
29. Estando somet-ido todo este grupo óbrero á las mismas horas de,trabajo. queda incumplido el arto 2.· de la Le.r¡ 1'eguladora, del trabajo de~
las mujeres!J niños de 131e Marzo de 1900, por laque respecta á losniños comprendidos entre los once y catorce -años.
30. El jornal que cobran las obreras de esta fábrica no es uniforme,si~ndo regulado por su Director, atendiendo á la edad de .las operarias, á,la clase de trabajo que prestan y á la perfección que alcanzan en el mismo.:Su cuantía oscila entre 40 céntimos de peseta á 1,25 pesetas. El tipo~jornal más común es el de 40 céntimos, siguiéndole en orden decrecienteel de 60,65, 70, 55 Y 50 céntimos de peseta. El jornal de 1,25 pesetas .10disfruta únicamente la maestra. (Véase cuadro de la página 98.)
31.. Algunas obreras (13) han experimentado rebaja en el jorna~ ~n
estos últimos tiempos. oscilando entre 5 y 20 céntimos dicha baja.32. Los trabajos de las operarias de la fábrica comienzan á las seis d~
la .mañana y. terminan á las siete de la noche, ó sea trece horas~de jornada diaria. Se interrumpe el trabajo d.urante dos horas y C3uarto para .la~
comidas. (Véase página 99.)
lnforme de 'Ia Sección segunda.'
·Habiendo tenido noticia el Instituto: de,que las condiciones en que severificaba el trabajo en la fábJ;ica de sedas de Ugíjar no se acomoda~~
por completo á las· prescripciones de la ley'yr.eglamento regulad,oreB:d~
trabajo de mujeres y niñü:;, nombró al Catedráticorle Higiene de, la Uní-;versi.dad de Gra;nap.s" ,D. ,FioreIlcio Porpeta • para que realizase en ,aquel14!~brica .lJ.tU;l,yj,Si~_:4.e:in;~i~~:quf3,-de~í", ver-sar~br~ los extrBm,Os,st"";guientes: . . __
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a) Procedimientos emplados para la extracción de la seda en rama.b) Estudio de la salubridad e higiene de dicho procedimiento.e) Régimen interior de la fábrica para averiguar si se obliga al si
lencio á las obreras y se imponen multas en la cantidad y por las causasindicadas en la denuncia.
d) Edad de la8 obreras y horas de trabajo diarias.Empieza el informe por la descripción del edificio, qneestá provisto de un
gran patio central, y tiene en general buenas condiciones de construcción.El taller está· situado en planta baja; tiene 5!7 metros de· largo y 9 de
ancho y 5,30 metros de altura, cubicando 1.288 m.s, es decir, unos 20 m.s
para cada una de la8 64: operarias que allí trabajan; tiene siete ventanas quedan al patio central, orientadas al E. y S., que corresponden á otro patioestrecho y largo, elevadas 1 metro sobre el suelo; cada ventaDa mide2,35 X 1,97 m. con cristales, en marcos fijos en la parte inferior y movibles en la superior. Hay dos puertas de 2,35 X 1.,85 m. cada una al patiogrande, y en el interior otra8 dos que comunican: una, con el ante-retretey la administración, y, otra, con un pequeño departamento destinado á lacocción del capullo.
En el techo, formado por dos planos inclinados, cuyo ángulo está redondeado. hay cuatro claraboyas de 1 X 0,70 m. y doce chimeneas de0,15 m. de diámetro.
Con estos datos, y dada la notable diferencia de temperatura del exterior al interior, puede considerarse asegurada la ventilación.
Hay agua corriente y con presión, y para las necesidades del tallerexisten colocadas en una de sus paredes, á 3 metros de altura, dos depósitos de hierro, donde toma origen la tubería que lleva el agua fría á lasbancas de trabajo
El desagüe de las perolas de las hilanderas se hace por tubos de plomo en una cañería que corre á lo largo del suelo, paralelamente á lasbancas, en el sitio donde colocan los pies las operarias, cerrada por tablas. La tubería del agua fría se reune á ésta, y juntas van á desaguar áuna balsa situada á 200 metros de distancia fuera de la fábrica, destinándose este liquido á usos agrícolas.
Los retretes están constituidos por un pozo negro, al cual abocan dosagujeros sin sifón ni agua; no tiene ventilación, ni más luz que la de unapequeña ventana, provista de cristal, que corresponde al departamento decocción del capullo, J f?irve para vigilar é impedir que permanezcan innecesariamente las operarias en aquel lugar.
Resulta de esta descripción que el taller está bien ventilado y es capaz; que el desagüe es defectuoso por _su situación con relación á las operarias, su cierre y su poca pendiente, imponiéndose corregir estos defectos, cosa sencilla variando de sitio el desagüe, haciéndolo de sección conveniente, sin ángulos, ·con cierre hermético, dándole mayor pendiente yefectuando su limpieza automática valiéndose del agua á presión de quese dispone.
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o Ni. la s~tWleión~ l'eweie ni su sistema pueden aeeptarse; aanque paraeVItar 10slDconvemente5 de la desigualdad de tempenlLunl esmTier&. próxi:0 ~l ta.~er, no pueden ,tolerarse la ausencia de sifones yagua, la falta de
nttlaclOn y que el numero de plazas sea sólo dos para 64 opera.rias.Hay además el detalle del ventanillo para vigilar las obreras desde fuer~, que es repugnante y debe desaparecer, así como el pozo negro, sustituyéndose por otro sistema que reuna buenas condiciones higiénieas.
Las calderas, motor, transmisiones y demás mecanismos están instalados en buenas condiciones para la seguridad de las obreras, según &e
manifiesta en el informe.Se hace en el trabajo presentado un análisis detenido de la fabricación
de la seda hilada, desde el punto de vista higiénico, consignando que entodos los casos debe clasificarse como industria insalubre, detallando la8causas de considerarla así, reconociendo que en la fábrica de Ugíjar hayeliminadas varias de ellas, como son: las emanaciones pútridas proceden;.tes de la acumulación y descomposición de las crisálidas por «ahogar elcapullo», consiguiéndose con ello, además del agotamiento de la vitalidadde la crisálida, la esterilización microbiana de la materia del capullo; elcepillado de los capullos para quitar el barniz que los aglutina, que evito.el empleo de lejías, siempre perjudiciales á la salud de las obreras; la ausencia de polvos procedentes del devanado y batido de los capullos, porefectuarse estas operaciones con éstos siempre húmedos; la impermeabilidad del suelo del taller, que impide la absorción del agua mezclada conresiduos orgánicos.
Descartadas estas causas de insalubridad, quedan únicamente á teneren cuenta: el uso d,e aguas infectadas pronto por materias orgánicas susceptibles de descomposición rápida, y el exceso de vapor de agua existente en el taller donde se trabaja con el agua á alta temperatura alcanzadapor dicho vapor.
La pt'imera de estas causas que puede decirse caracteriza la insaltl~
bridad de la industria es preciso mirarla con gran cuidado, pues las hilanderas, que son las obreras más numerosas, utilizan en el devanado elagua de las .perolas, que permanece en ellas todo el día ~ una temperatura que no llega á ser esterilizadora, sino, por el contrarIO, que favorece
, la putrefacción de la 'materia orgánica, poniendo el líquido de las perolasen las condiciones de un cultivo microbiano. .
El remedio para atenuar en lo posible estes inepnvenientes es sencillo: desde luego, los capu1l9s almacenados, después de ahogarlos, nodeben permanecer en almacén más que po~ ~iempo razonablement~ pru....dencial, precaución poco tenida en cuenta a. Juzgar por el may.Qr .D?-merode obreras enfermas cuando se hilan los últImos capullos del deposIto..
Después de esto, la renovación freeuente del agua en las perola~, quedebería hacerse en todos 1()S descansos.! el la~ado del suelo, dandol~para ello la pendiente apropiada, son las ~eeauclOn~que deberían desdé·luego emplearse, no resultando diñciles m costosas nmguna de ellas. .
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, El especial es18dohigroItlétrico' de )a atmósfera del taUerse cOmbatepor la ventiláción;:y como'las condiciones del.local son buenas, el núm~ro de las ventanas, que se corresponden, consIderable, y hay además Chl.meneas, el problema se resuelve fácilmente empleando los medios deventilación artificial aconsejados por la ciencia,' en la estación fría, yaireando siempre elloeal en las horas de descanso, durante las cuales las
obreras no deben permanecer en él.Las enfermedades locales debidas al trabajo ejecutado con las manos,
continuamente sumergidas en' el agua caliente,' son, al parecer, en escasonúmero y de pequeña importancia; es preciso, sin embargo, gran vigilanciaen esta materia. pues por sistema tratan de ocultarse.las señales de·estasen fermedades á los inspectores, y sólo de la observación pueden sacarselas soluciones convenientes.
El régimen interior de la fábrica está estudiado en el informe con grandetenimiento, y resulta durísimo en cuanto se refiere á la prohibición absoluta de hablar, imponiéndose multas por faltar á esta prescripción, quese destinan á premios por el buen trabajo, siendo de lamentar el exiguojornal medio, que resulta de 0,40 pesetas solamente, y el mayor de'1,25 pesetas sólo para la maestra, por más que este extremo no sea 'de la competencia de la Sección informante.
Las horas de trabajo son trece por término medio, dándose media horade descanso ·para el almuerzo, una y media para la comida y un cuarto ámedia tarde; el trabajo empieza á las seis de la mañana.
Hay 65 obreras de edades comprendidas entre 11'144 años, distribuidas en la siguiente proporción: de 11 á 15 años, 15; de 15 á 18; 13, Y de 18á 44, 30, no habiéndose podido determinar la edad de 7.
Según los datos tomados, ingresaron en la fábrica: de los 7 á 10 años,f7; de 10 á 14, 34. Y de 14á 17, 7.
De estos números resulta que ingresan algunas niñas de 7 á 10 años,edad (in que la ley de 13 de Marzo de 1900 prohibe el trabajo; que el majarnúmero empieza á trabajar á los 14 años, y dicha ley lo prohibe hasta los16 en las industl'ias, como la de que se trata, calificadas de insalubres, yque la jornada es mayor de once horas, contraviniendo lo pre3enido en elReal decreto de 26 de Junio de 1902. Aun considerando esta industria enlas condiciones generales, ·las niñas de 10 á 14 años no podrían trabajar más que seis horas; entrando al trabajo después de las siete de lamañana y no permaneciendo en él más de tres horas consecutivas, dejando á las menoresde 14 dos horas para su instrucción primaria y religiosa.
Hecho á grandes rasgos el extracto y análisis de la Memoria pres~ntada' por el Sr. D; Florencio Porpeta y Llorente, Catedrático de Higienede la Facultad de Medicina de Granada, documento que acredita muycumplidamente su· competencia y el celo y buena voluntad puestos en eldesempeño de la misión que le ·fué confiada, entiende la Sección como resumen de todo ·10 dicho:
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Que en la fábrica de seda de Ugíjar son necesarias las modificacionessiguientes:
1." Cambiar el desagüe del taller de manera que no ~rrespondacon elsitio donde colocan los pies las operarias; darle sección y pendiente convenientes para la fácil salida del líquido, y cierre hermético. es,tableciendo la limpieza del conducto por medio de descargas de agua frecuentes yautomáticas que arrastren todas las materias susceptibles de descomponerse.
2.' Colocación conveniente del retrete en forma que tenga luz y ventilación, con el número de plazas proporcional al de obreras que trabajen;sustitución del pozo negro po~ otro sistema de buenas condiciones higiénicas; aislamiento de la cloaca por medio de sifones con agua abundantepara la limpieza y supresión del repugnante ventanillo de observación,
3." Establecer por la Junta local el tiempo máximo que debe estar almacenado el ca pullo.
4'"0 Renovación del agua en las perolas de las hilanderas, al menosdurante todos los periodos de descanso, debiendo también en ellos efectuarse la aireación del taller y limpiar su suelo, permaneciendo fuera dellocal las operarias.
5." Establecimiento de ventilación artificial de sistema apropiado paracuando no pueda efectuarse la natural por los huecos.
6.' Observancia escrupulosa de cuanto se refiere al trabajo de mujeresy niños, según lo establecido en la ley de 13 de Marzo de 1900, reglamento para su aplicación y demás disposiciones vigentes en la materia, lomismo respecto á la edad de las obreras que á las horas de trabajo.
7." Vigilancia médica muy atenta por la Junta local para adquirir elmás exacto conocimiento posible de las condiciones de insalubridad de laindustria, y poner en su vista los oportunos remedios.
s.a Interposición de los buenos oficios de las Juntas local y provincialpara hacer o menos duro el régimen interior de la fábrica; regularizaciónde las multas y premios, y establecimiento de un jornal más en armoníacon el efecto útil producido por la8 obreras, ~us necesidades y el preciodel trabajo en todas partes yen todas las industrias.
Llevar á la práctica estas prescripciones, si así o se acordase. correspondería á la Junta local de Reformas Sociales, estando comprendidas ensus atribuciones todas menos la última, que, por ser de humanidad, se encomienda á los buenos oficios de ella, pareciendo también oportuno llamar la atención del Sr. Ministro de la Gobernación acerca de este extre~o, á fin de que, si lo encontrase acertado, excitase el celo de las autoridades de la provincia para el logro de un fin tan benéfico.
Madrid á 5 de Junio de 1905. - El Jefe de la segunda Sección, JosÉMARVÁ.
Aprobado en el Pleno celebrado en 5 de Junio de 1905. ~ JosÉ MARVÁ.
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