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Diciembre de 2016
León, Guanajuato, México
Study of the dynamics of excited species in
organic semiconductors implemented in
solar cells and lasers
Diciembre de 2016
León, Guanajuato, México
Asesores:
Study of the dynamics of excited species in
organic semiconductors implemented in
solar cells and lasers
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Agradecimientos
A mi hijo (Jorel Augusto Romero Calvillo) quien me ha enseñado lo que es realmente importante
en la vida, quien representa toda mi fortaleza y a quien dedico mi vida y esta tesis.
A mi esposa (Brenda Elizabeth Calvillo Castañeda) quien ha estado siempre a mi lado para
apoyarme y brindarme su cariño y comprensión y a esas personas que marcaran nuevamente mi
vida (Luka y Valeska, mis mellizos).
A esas personas trascendentes en mi vida, mis asesores (Dr. Ramón Carriles Jaimes y Dr. Gabriel
Ramos Ortiz) quienes siempre han tenido la paciencia, la calma y las palabras adecuadas para
orientare, enseñarme, corregirme y ser competitivo en el desempeño de mis funciones no solo
como estudiante sino como persona. Además me han brindado todo su conocimiento y amistad
durante el tiempo que he tenido el privilegio de conocer y quienes estoy seguro lograremos muchos
logros palmo a palmo.
Al Químico Martín Olmos López por su valiosa amistad, apoyo y orientación para la preparación de
las muestras utilizadas en el presente trabajo de tesis.
Al Ing. Físico Manuel de Anda Villa, quien colaboro conmigo en la toma de datos y me dio la
oportunidad de trasmitirle mi conocimiento y tuvo confianza en mí para fungir como su sinodal en
la obtención de su título universitario.
Al Dr. José Luis Maldonado Rivera quien siempre me ha tendido la mano cuando he necesitado de
su ayuda y quien destinó parte de su valioso tiempo para revisar mis artículos de investigación y
realizó las aportaciones que permitieron dar rumbo a las publicaciones y quien revisó este
documento realizando, como siempre aportaciones que dieron cause asertivo a su contenido.
A la Dra. Marisol Güizado Rodríguez por la síntesis de los polímeros utilizados para la capa activa
de la capa activa de las celdas solares estudiadas en mi trabajo doctoral y por la revisión del presente
documento que enriqueció con sus comentarios y correcciones.
Al Dr. Mario Alejandro Rodríguez Rivera por la síntesis de la molécula derivada de Boro estudiada
en el presente trabajo y por brindarme todo el apoyo químico para lograr la comprensión de algunos
temas.
Al Dr. Mikhail Zolotukhin por la síntesis del polímero PF–1 utilizado en el presente trabajo.
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Al Centro de Investigaciones en Óptica A. C. por el apoyo brindado en el uso de sus instalaciones,
laboratorios de investigación y para la presentación de mis resultados experimentales en congresos
nacionales e internacionales.
Al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) por el valioso apoyo económico brindado
durante el transcurso de mi Doctorado en Ciencias y sin el cual hubiese sido imposible culminarlo a
través de los proyectos CONACyT 131467, 132946, 215708 y 151842, CONACyT-SENER 153094 y
CeMIE-Sol207450/7 del Fondo Sectorial CONACyT-SENER-SUSTENTABILIDAD ENERGÉTICA.
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CONTENIDO
Resumen 1
Abstract 4
1 Introducción 6
2 Teoría de Semiconductores Orgánicos 15 2.1 Introducción 15
2.2 Breve Clasificación de semiconductores orgánicos 17
2.3 Aspectos teóricos de Generación y Dinámica de especies excitadas en semiconductores
Orgánicos 20
3 Técnicas experimentales 40 3.1 Espectroscopia por Absorción Inducida (TA) 40
3.1.1 Arreglo experimental de la técnica de bombeo–prueba 43
3.1.2 Detalles técnicos 46
3.2 Resonador Láser sintonizable 51
4 Resultados y discusiones 53 4.1 Dinámica de especies excitadas en la capa activa de celdas solares orgánicas 53
4.1.1 Introducción 53
4.1.2 Mediciones de Absorción Transitoria 57
4.1.2.1 Celda MEH-PPV:PCBM 57
4.1.2.2 Celda P1:PCBM 65
4.2 Laseo y dinámica de especies excitadas en polifluoreno 74
4.2.1 Introducción 74
4.2.2 Parámetros de Laseo 78
4.2.3 Mediciones de absorción transitoria 84
5 Conclusiones 86
6 Trabajo Futuro 90
7 Referencias 92
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RESUMEN
Recientemente se han desarrollado nuevos materiales orgánicos para ser empleados como
dispositivos fotovoltaicos (OPVs; por sus siglas en inglés “Organic Photovoltaics”) y
sistemas láser. Para optimizar el funcionamiento de estos dispositivos y así hacer viable su
potencial comercialización, es necesario tener un conocimiento detallado de los procesos que
determinan la eficiencia de los materiales orgánicos y que son de interés para el trabajo que
aquí se presenta son: fotogeneración y transporte de cargas, dinámica de especies excitadas,
luminiscencia, emisión estimulada y ganancia óptica. En el presente trabajo se estudiaron las
propiedades fotofísicas de nuevos polímeros sintetizados por grupos de investigación
mexicanos que en colaboración durante los últimos años han dedicado sus esfuerzos al diseño
y síntesis de nuevos materiales y su implementación en aplicaciones fotónicas y opto-
electrónicas. En particular, esta tesis se enfoca al estudio de polímeros derivados de tiofeno
con propiedades fotovoltaicas así como un polímero derivado de fluoreno altamente
luminiscente y con ganancia óptica.
La primera parte de este trabajo contempla el análisis de la fotofísica de una serie de cuatro
politiofenos no regiorregulares (denotados como P1–P4) que han sido empleados en la capa
activa de OPVs. La motivación por estudiar estos polímeros radica en poderlos dopar con
moléculas de bajo peso molecular que permitan realzar su propiedades fotovoltaicas. En
particular, en los polímeros P1-P4 se observó un incremento en la eficiencia de conversión
fotovoltaica de un factor de dos cuando son dopados con la molécula (6-nitro-3-(E)-3-(4-
dimetilaminofenil)alideno)-2,3-dihidrobenzo[d]-[1,3,2]oxazaborol) derivada de Boro (M1).
La finalidad del estudio es dilucidar los mecanismos responsables del aumento en la
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eficiencia en vías de, potencialmente, poder implementarlos en otros sistemas que contienen
polímeros no regiorregulares de bajo costo. El análisis de la capa activa mediante la técnica
de absorción transitoria (TA; por sus siglas en inglés “Transient Absorption”) muestra que la
presencia de M1 es capaz de incrementar el tiempo de vida de las especies excitadas en el
politiofeno una vez que evita el tránsito de las especies excitadas sobre la banda polarónica
por lo ha sido posible concluir que la presencia de M1 provoca una mayor densidad de
especies con la posibilidad de disociarse en cargas libres, contribuyendo así al aumento
observado en la eficiencia de conversión para estos dispositivos.
La segunda parte de este trabajo contempla el análisis de un polímero de conjugación cruzada
basado en el monómero 4,7-bis[2-(9,9-dimetil) fluorenil]benzo[1,2,5]tiadiazolo. El polímero
es denotado como PF–1 y en estudios previos ha demostrado ser un buen semiconductor, que
al ser excitado genera canales de decaimiento radiativo con una eficiencia de casi el 100%.
Otra aspecto que hace sumamente atractivo a este polímero, es que conserva sus propiedades
ópticas al pasar de fase liquida (solución) a la fase solida (en películas delgadas y
nanoestructuras). Durante su estudio se determinaron parámetros como: umbral de laseo,
longitud de onda de emisión y sintonizabilidad, sección transversal de emisión estimulada y
tiempo de vida de fluorescencia. Los resultados obtenidos muestran que las características de
PF–1 bombeado por un fotón son comparables con el colorante láser ampliamente utilizado
rodamina 6G, posicionando al polímero PF–1 como un posible candidato para aplicaciones
de laseo. Los resultados obtenidos para el polímero PF–1 aunados a su excelente sección
transversal de excitación por dos fotones (alta absorción no lineal de dos fotones) generan un
panorama interesante para implementar láseres de estado sólido que puedan ser excitados
con energías ópticas correspondientes al infrarrojo cercano.
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Nuestros resultados sin duda adquieren relevancia en el contexto de los nuevos avances que
han sido reportados en la literatura respecto a nuevas plataformas tanto para OPVs como para
medios activos láseres orgánicos.
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ABSTRACT
Recently new organic materials have been developed to be used as photovoltaic devices
(OPVs) and laser systems. To optimize the operation of these devices and to make viable
their potential commercialization, it is necessary to have a detailed knowledge of the
processes that determine the efficiency of organic materials and which are of interest for the
work that is presented here are: photogeneration and transport of excitons, excited species
dynamics, luminescence, stimulated emission and optical gain. In the present work, the
photophysical properties of new polymers synthesized by Mexican research groups have
been studied. In recent years, they have dedicated their efforts to the design and synthesis of
new materials and their implementation in photonic and opto-electronic applications. In
particular, this dissertation focuses on the study of polymers derived from thiophene with
photovoltaic properties as well as a highly luminous and optical gain of a fluorene derivative
polymer.
The first part of this work contemplates the analysis of the photophysics of a series of four
non-regiorregular polythiophenes (denoted as P1-P4) that have been used in the active layer
of OPVs. The motivation to study these polymers lies in being able to combine them with
molecules of low molecular weight that allow to enhance their photovoltaic properties. In
particular, in the P1-P4 polymers an increase in photovoltaic conversion efficiency of a factor
of two was observed when doped with the molecule (6-nitro-3- (E) -3- (4-
dimethylaminophenyl) alidene) -2,3-dihydrobenzo [d] [1,3,2] oxazaborol) derivative of
Boron (M1). The purpose of the study is to elucidate the mechanisms responsible for the
increase in efficiency, potentially being able to implement them in other systems containing
5
low-cost non-regiorregular polymers. The analysis of the active layer by means of the
transient absorption technique (TA) shows that the presence of M1 is able to increase the life
time of the excited species in the polythiophene once it avoids The transit of the excited
species on the polaronic band has been possible to conclude that the presence of M1 causes
a greater density of species with the possibility of dissociating in free loads, thus contributing
to the observed increase in the conversion efficiency for these devices.
The second part of this work contemplates the analysis of a cross-conjugated polymer based
on the 4,7-bis [2- (9,9-dimethyl) fluorenyl] benzo [1,2,5] thiadiazole monomer. The polymer
is denoted as PF-1 and in previous studies it has been shown to be a good semiconductor,
which, when excited, generates radiative decay channels with an efficiency of almost 100%.
Another aspect that makes this polymer extremely attractive is that it retains its optical
properties when passing from liquid phase (solution) to the solid phase (thin films and
nanostructures). During its study parameters such as laser threshold, emission wavelength
and tenability, stimulated emission cross section and fluorescence life time were determined.
The results show that the characteristics of PF-1 pumped by a photon are comparable with
the widely used laser dye rhodamine 6G, positioning the PF-1 polymer as a possible
candidate for lasing applications. The results obtained for the PF-1 polymer coupled with its
excellent two-photon excitation cross-section (high non-linear absorption of two photons)
generate an interesting picture to implement solid state lasers that can be excited with near-
infrared optical energies.
Our results undoubtedly acquire relevance in the context of the new advances that have been
reported in the literature regarding new platforms for both OPVs and active organic lasers.
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1. INTRODUCCIÓN
La tecnología de semiconductores inorgánicos ha estado en constante desarrollo desde la
década de los 50´s, como una alternativa para la generación de energía eléctrica. En
particular, la industria de celdas solares de silicio desde sus inicios en el año de 1953 con
eficiencias del orden del 5% ha ido evolucionando hasta lograr eficiencias por encima del
20% [1]. Desafortunadamente, la tecnología basada en materiales inorgánicos requiere
condiciones muy especializadas de producción implicando altos costos y haciendo poco
rentable esta tecnología en aplicaciones generalizadas, quedándose limitada a usos
específicos. Aunado a lo anterior, algunos de sus componentes presentan efectos negativos
sobre el medio ambiente confiriéndoles el carácter de no sustentables [2].
Como una alternativa que ha venido evolucionando desde la década de los 70´s se encuentra
el uso de polímeros orgánicos semiconductores para la fabricación de celdas solares debido
a que los costos y métodos de fabricación son más competitivos [3]. El crecimiento en la
eficiencia para estos dispositivos orgánicos fue relativamente lento pues pasaron del 0.001%
al 7% durante el periodo comprendido entre 1975 y 2011 [3–5]. Recientemente, derivado del
interés científico y tecnológico, se han reportado valores de eficiencias que alcanzan el 13%
[6, 7] y de hasta 22% para celdas de perovskita (celdas híbridas) [7, 8], como se muestra en
la Figura 1. Para lograr estas eficiencias, los dispositivos OPVs (por sus siglas en inglés;
Organic Photovoltaics) han sido objeto de una intensa investigación desde diferentes aristas
tales como los métodos de depósito de los electrodos, el diseño de nuevas arquitecturas, la
síntesis de nuevos materiales para la capa activa y su fotofísica, entre otros [9–16].
7
Figura 1. Evolución de las eficiencias para diferentes tecnologías en celdas solares. Imagen tomada de
http://www.nrel.gov/pv/assets/images/efficiency_chart.jpg
Dentro de las ventajas de los materiales orgánicos sobre su contraparte inorgánica se
encuentran la posibilidad de manipular su estructura molecular para modificar sus
propiedades opto-electrónicas lo que posibilita el diseño de semiconductores prácticamente
hechos de acuerdo a la aplicación que se desee [17], el fácil procesamiento para generar
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películas delgadas vía depósito por inmersión, centrifugado, impresión o microestampado,
así como las propiedades mecánicas que le confieren flexibilidad [18].
Como uno de los aportes científicos del presente trabajo de tesis al campo de los dispositivos
OPV se estudia la fotofísica de la capa activa con arquitectura de heterounión de bulto
constituida por politiofeno y fulereno, y dopada con un compuesto de coordinación
conteniendo Boro en su estructura. La capa activa es aquella región en la cual la radiación
electromagnética es absorbida para dar lugar a los procesos de fotogeneración, transporte y
disociación en cargas libres. Típicamente, la capa activa de heterounión de bulto se conforma
con la unión de un material donador (politiofeno en nuestro caso) y uno aceptor de electrones
(fulereno). En este trabajo, la heterounión de bulto ha sido complementada por el complejo
de Boro. La inclusión de esta molécula persigue un doble objetivo: por una parte absorber
radiación óptica en el rango espectral en el que los politiofenos con baja regiorregularidad
no absorben eficientemente, asegurando así una absorción eficiente en el rango visible; por
otra parte, actuar como un donador de electrones. Las moléculas y los polímeros orgánicos
utilizados en la capa activa están conformados principalmente por heterociclos o cadenas
aromáticas con una conjugación del tipo que son muy importantes ya que sus enlaces
covalentes permiten una deslocalización electrónica a través de su estructura molecular,
favoreciendo con esto el transporte de las especies excitadas generadas [19, 20].
Diversas técnicas espectroscópicas resueltas en tiempo se han utilizado para generar estudios
más completos y complejos sobre semiconductores orgánicos a partir de la aparición de la
tecnología de láseres ultrarrápidos (duración temporal de picosegundos a femtosegundos)
9
[21]. La espectroscopia resuelta en tiempo (TDS; por sus siglas in inglés Time Domain
Spectroscopy) a través del esquema de bombeo–prueba (pump–probe) engloba una serie de
técnicas ópticas que permiten la caracterización electrónica y de las propiedades estructurales
de especies excitadas en materiales [21, 22]. Utilizando una fuente de radiación láser pulsada
y sintonizable, y una etapa de retraso temporal, el experimento de bombeo–prueba permite
realizar un estudio de la fotofísica de un material a través del análisis de la dinámica de las
especies excitadas. Para tal efecto el experimento de bombeo prueba consiste del traslape
espacial y temporal de dos haces láser pulsados uno de ellos denominado bombeo y otro
denominado prueba. El primero de ellos es típicamente más energético y es el encargado de
producir especies excitadas en el material bajo estudio; mientras que el segundo monitorea
tanto temporal como energéticamente la evolución de las especies excitadas, por ejemplo al
interactuar directamente sobre ellas mediante un proceso de absorción transitoria inducida
[21, 22]. La técnica óptica que se utilizó para inferir la dinámica de las especies excitadas
mediante experimentos de bombeo-prueba lleva por nombre absorción transitoria resuelta en
tiempo (TA; por sus siglas en inglés, Transient Absorption) y consiste en la detección del
cambio en la transmisión del haz de prueba derivado de la interacción con las especies
excitadas producidas por el haz de bombeo. La interacción del haz de prueba con las especies
excitadas creadas por el haz de bombeo produce un transiente de absorción fotoinducida que
decrece o aumenta temporalmente acorde al tiempo de vida de la especie a monitorear así
como a los mecanismos de relajación que tienen lugar después de la excitación. Dado que
no todas las especies presentan absorción fotoinducida (PA; por sus siglas en inglés
Photoinduced Absorption) a la misma frecuencia óptica, es necesario variar la longitud de
onda del haz de prueba con la finalidad de analizar distintas especies excitadas como
excitones, singuletes, tripletes, polarones, bipolarones, singuletes, tripletes, entre otros [23–
10
44]. Es conveniente precisar que la dinámica de las especies excitadas analizadas en el
presente trabajo se produce en ventanas temporales que pueden ir desde los femtosegundos
hasta unos cuantos nanosegundos posteriores a la excitación, haciendo necesario el uso de
retrasos temporales relativos entre los pulsos de bombeo y prueba con resolución de, a lo
más, centenas de femtosegundos así como láseres pulsados en el régimen de femtosegundos.
De acuerdo a lo antes discutido se tiene que los polímeros -conjugados poseen bandas
energéticas que favorecen la absorción de radiación óptica y, por ende, la dinámica de
especies excitadas. En el caso de OPVs esta absorción en la capa activa produce excitones
que se disocian para dar lugar a cargas libres, las cuales son responsables de generar potencia
eléctrica útil [23–44]. Debido a lo anterior el interés en OPVs ha traído como consecuencia
el diseño y síntesis de una amplia variedad de nuevos polímeros semiconductores [6–20]. En
el presente trabajo de investigación el interés se enfoca por una parte en estudiar procesos
fotofisicos en politiofenos que encuentran aplicación en OPVs, como ya se mencionó
anteriormente.
Por otra parte, también existen polímeros semiconductores que generan de manera eficiente
excitones, pero que en lugar de producir cargas libres se recombinan de manera eficiente
mediante canales de decaimiento radiativo como es el caso de los polifluorenos [45–47].
Estos polímeros son de interés para aplicaciones como dispositivos luminiscentes y como
medios activos Láser.
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Al igual que la tecnología de celdas solares, en el sector eléctrico desde sus inicios en 1962
la industria del diodo emisor de luz (LED, por sus siglas en inglés “Light Emitting Diode”)
se ha posicionado como una alternativa tecnológicamente viable para la iluminación de bajo
costo [48]. No obstante, en 1990 se reportó la electroluminiscencia en un derivado de poli-
fenilvineleno (PPV) con una eficiencia superior al 20% [49]. A partir de entonces, la
investigación en torno a los polímeros con propiedades tanto electroluminiscentes como
fluorescentes cobro relevancia en la comunidad científica con la finalidad de cubrir el
espectro visible y reproducir los colores fundamentales para la industria (rojo, verde y azul)
de la electrónica, en la rama de displays.
El nacimiento de la tecnología láser en materiales orgánicos y polímeros se remonta al año
de 1967 con la molécula rodamina 6G inmersa en una matriz de polimetilmetacrilato
(PMMA) [50], como se muestra en la Figura 2. A partir de entonces se ha realizado una
intensa investigación en el ámbito de materiales como medio activo para laseo durante la
década de los 70 y 80´s, siendo la baja fotoestabilidad como el principal problema a abatir.
No obstante, en 1990 se reportó la electroluminiscencia en un derivado de poli-fenilvineleno
(PPV) con una eficiencia superior al 20% [51]. Posteriormente, en 1996 se observaría la
emisión láser en un polímero orgánico semiconductor en estado sólido [52], abriendo la
posibilidad de implementar el bombeo eléctrico en lugar del óptico. En ese momento, los
láseres de materiales polímero presentaban un menor umbral de laseo ya que no era necesario
utilizar matrices inertes como en el caso de los colorantes. Sin embargo, el trabajo de Hide,
Heeger y colaboradores mostró una retroalimentación distribuida aleatoria de emisión
estimulada del polímero poli[2-metoxi-5-(2’-etilhexiloxi)-p-fenilenovineleno] (MEH-PPV)
al utilizar nanoparticulas de óxido de titanio, evitando el uso de una cavidad resonante de
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espejos y reduciendo el umbral de laseo [52]. Diversos mecanismos de retroalimentación
como guías de onda [53] y microcavidades [54] se implementaron sobre polímeros
semiconductores en estado sólido. Dentro de las configuraciones mencionadas, la
retroalimentación distribuida (DFB; por sus siglas en inglés Distributed Feedback) es
probablemente la más estudiada ya que es posible grabar la red de difracción directamente
en un sustrato mediante litografía por ultravioleta (UV) para después depositar directamente
la película de polímero sobre ella. Finalmente, utilizando láseres orgánicos con DFB
bombeados por OLED (por sus siglas en inglés; Organic Light Emission Diode) o PLED (por
sus siglas en inglés; Polymer Light Emission Diode) se han podido fabricar diodos láseres
orgánicos [55, 56].
Figura 2. Láser de colorante Rodamina 6G. (Imagen tomada de
http://technology.niagarac.on.ca/people/mcsele/lasers/LasersDye.html).
Un segundo aporte científico del presente trabajo de tesis se deriva entonces del estudio de
la fotofísica y la caracterización como medio activo de laseo del polímero derivado de
fluoreno (PF–1). Estos derivados de fluoreno han mostrado importantes características físicas
y químicas derivadas de la unidad plana de bifenil que les permite no solo generar altas
eficiencias de fluorescencia sino además mejorar su solubilidad, estabilidad térmica y
13
procesabilidad [45, 46, 57]. Aunado a esto, el polímero PF–1 presenta una conjugación
cruzada lo que le permite producir una fuerte transferencia de carga en el interior de la cadena
de polímero favoreciendo aún más la recombinación por fluorescencia de las especies
excitadas [58].
La caracterización del PF–1 se realizó desde dos perspectivas diferentes, la primera como
medio activo (en solución) para laseo en una cavidad formada por un espejo plano
semireflectivo y un una rejilla de difracción. Este esquema permitió obtener los parámetros
de laseo para PF–1 posicionándolo como un candidato viable al compararse con el estándar
utilizado rodamina 6G. Por otro lado se analizó la sección transversal de emisión estimulada
utilizando excitación bifotónica bajo el esquema del experimento de bombeo–prueba
mediante la técnica de absorción transitoria. La motivación y razón de excitar este polímero
mediante la absorción de dos fotones (absorción bifotónica) radica en el interés por generar
radiación laser en el rango visible utilizando un bombeo óptico en el infrarrojo. Los polímeros
como los polifluorenos pueden implementarse en estado sólido en microcavidades que
permitan reducir notablemente el umbral de bombeo óptico.
Finalmente, debe resaltarse el hecho de que los polímeros aquí estudiados (tanto los
politiofenos P1–P4 como el polifluoreno PF–1) han sido sintetizados en instituciones de
investigación nacionales con la finalidad de que sean empleados en aplicaciones opto-
electrónicas orgánicas. La implementación de estas aplicaciones, así como el estudio de las
propiedades ópticas intrínsecas de los polímeros orgánicos, se han llevado a cabo en el CIO
bajo una perspectiva multidisciplinaria. Esta tesis tiene por tanto como objetivo general
aportar nuevo conocimiento sobre las propiedades ópticas de estos materiales. Esta
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información es de suma importancia pues por una parte sirve como retroalimentación en el
diseño de nuevos polímeros con propiedades optimizadas, y por otra parte permite conocer
los alcances de su aplicación en opto-electrónica (OPVs) y fotónica (láseres orgánicos de
estado sólido).
15
2. TEORÍA DE SEMICONDUCTORES ORGÁNICOS
2.1 INTRODUCCIÓN
El estudio de semiconductores orgánicos se remonta a los trabajos de Szent-Gyorgyi sobre
bioquímica y de Bayliss sobre polímeros orgánicos conjugados en 1941 y 1948,
respectivamente [59, 60]. A partir de entonces, la concepción de los materiales orgánicos
como eléctricamente aislantes empieza a modificarse propiciando un interés en la comunidad
científica para su investigación y diseño que se ha extendido hasta nuestra época.
A principios de 1960 se determinan las propiedades fotoconductivas, fotoluminiscentes y
electroluminiscentes de cristales orgánicos de antraceno y, con ello se abrió un abanico de
posibilidades para la implementación de los materiales orgánicos en dispositivos [61–64].
No obstante, esto no sería una realidad una vez que los cristales requerían de condiciones
muy particulares de orientación en su proceso de fabricación, haciendo no solo complicado
lograrlo sino además con un alto costo. La síntesis de nuevos materiales comienza su
desarrollo a partir del reporte en 1973 de John Ferraris en el cual publica la síntesis de un
material orgánico con alta conductividad capaz de competir con compuestos metálicos que
consistía en la unión de un aceptor electrónico (tetraciano-p-quinodimetano (TCNQ)) y un
donador electrónico (tetratiofulvaleno (TTF)) [65]. Había iniciado entonces la verdadera
revolución para los materiales orgánicos semiconductores consolidándose en 1977 con los
trabajos de Hideki Shirikawa, Alan J. Heeger y Alan G. MacDiarmid al descubrir que era
posible modular la conductividad del poliacetileno (PA) mediante el dopado de especies
16
aceptoras de electrones como I2, Br2 o Cl2 [66, 67], recibiendo el permio Nobel de química
en el año 2000, “por el descubrimiento y desarrollo de los polímeros conductores”. Debido
al gran impacto de estos resultados, se inició un nuevo campo de investigación
interdisciplinario que conjuntaría el conocimiento químico, físico y de ingeniería,
simultáneamente. Actualmente, este campo se conoce como electrónica y fotónica molecular
y tiene como uno de sus principales objetivos el uso de semiconductores orgánicos del tipo
conjugado (basados en polímero y/o moléculas de bajo peso molecular) como sustituto de
semiconductores basados en silicio. Por otro lado, como se mencionó anteriormente, el uso
de semiconductores orgánicos presenta ventajas sobre su contraparte inorgánica tales como:
Versatilidad de procesamiento en solución y depósito mediantes técnicas como
centrifugado (spin coating), inmersión, impresión y microestampado.
Interesantes propiedades mecánicas que le confieren flexibilidad sin pérdida de
eficiencia.
La posibilidad de manipular la estructura de estos materiales para modificar sus
propiedades opto-electrónicas, lo que posibilita el diseño de semiconductores
prácticamente hechos de acuerdo a la aplicación que se desee [17, 18].
Algunos de los principales inconvenientes al utilizar materiales orgánicos recaen en la baja
movilidad (<5 cm2/Vs) que presentan, así como una posible inestabilidad bajo condiciones
ambientales requiriendo en ocasiones que los dispositivos deban ser encapsulados [68]. Uno
de los principales retos de la ingeniería molecular tanto ahora como a futuro es el de optimizar
la eficiencia y el rendimiento de dispositivos electrónicos basados en semiconductores
orgánicos a través de un profundo conocimiento de sus propiedades físicas y químicas. En
17
este sentido, y como ya se mencionó anteriormente, los dispositivos que han sido el motor
del desarrollo de esta tecnología en las últimas décadas son OLEDs, OPVs y OFETs [3, 17,
18]. Estos desarrollos a su vez han impactado otras áreas en las que los materiales π-
conjugados tienen potenciales aplicaciones, como láseres de polímero y aplicaciones bio-
fotónicas (para la generación de bio-imágenes, diagnóstico y terapia de enfermedades).
2.2 BREVE CLASIFICACIÓN DE SEMICONDUCTORES ORGÁNICOS
Existe un sin número de variedades de semiconductores orgánicos, por lo que su clasificación
no resulta sencilla. Algunos criterios de clasificación pueden incluir tamaño, aplicaciones,
propiedades (térmicas, reológicas, eléctricas, mecánicas, ópticas, etc.), composición, y
dopaje, entre otros. En el presente trabajo, y a manera de una ejemplificación breve, se realiza
una clasificación en torno a una idea general de los sistemas empleados como
semiconductores orgánicos basados en diversas familias de compuestos: oligoacenos
(moléculas pequeñas), oligómeros y polímeros (complejos de transferencia de carga), y
fulerenos, nanotubos y grafenos [68–72]. La Figura 3 muestra las estructuras químicas de las
familias de compuestos y, para una mejor comprensión de éstas, a continuación se menciona
una breve descripción de ellas:
a) Oligoacenos: Son moléculas como el pentaceno (cinco unidades repetidas, n = 5) o el
tetraceno (n = 4), así como sus derivados, cuyas estructuras cristalinas están bien
definidas. Su interacción es del tipo -stacking y es la de mayor influencia para
determinar las capacidades de transporte de carga. En química supramolecular, el -
stacking se presenta en moléculas aromáticas y se deriva de la interacción entre los
18
orbitales de la misma () debido al traslape de orbitales p en los sistemas conjugados.
La investigación sobre este tipo de materiales se enfoca en gran parte a la relación que
existe entre su estructura y sus propiedades de transporte de carga [73–77].
b) Oligómeros y polímeros: formados por la repetición de un número finito y viable de
unidades idénticas llamadas monómeros. En estos sistemas, las propiedades electrónicas
dependen del grado de conjugación que se presente (enlaces dobles y simples alternados
entre sí) a lo largo de todo el esqueleto molecular (denominado comúnmente backbone).
En los oligómeros y polímeros, las propiedades moleculares por lo general convergen a
un valor límite al aumentar la longitud de la cadena por lo que es posible predecir las
propiedades de los polímeros a través de sus oligómeros [78–81]. En particular, los
polímeros son considerados como sistemas macromoleculares y es posible clasificarlos
en tres tipos: lineales (derivados de fenilvineleno, tiofeno y fluoreno, entre otros),
ramificados (ftalocianinas) e híper-ramificados (dendrímeros) [78–81]. Con respecto a
dispositivos de semiconductores orgánicos, dentro de los polímeros y oligómeros más
estudiados se encuentran los derivados de tiofeno y fenilvineleno. Una modificación que
han sufrido los oligotiofenos serían los tienoacenos que consisten en la fusión de anillos
de tiofeno que presentan un incremento de la deslocalización , favoreciendo una mayor
interacción del tipo -stacking, dando lugar a movilidades elevadas [82, 83]. Por su parte,
algunos de los derivados de tiofeno como el P3HT regiorregular, es uno de los polímeros
más estudiados y utilizados para la formación de OPVs bajo una arquitectura de
heterounión de bulto (BHJ, por sus siglas en inglés, Bulk Heterojunction) [84]. En este
sentido, los polímeros derivados de tiofenos han sido importantes una vez que se obtienen
mediante una síntesis relativamente sencilla y poseen una combinación prácticamente
19
única entre una conjugación electrónica eficiente y una buena estabilidad química bajo
condiciones ambientales [84–87]. Además de éstos, otros compuestos como los PAE
(Poliarilenetinilenos) han sido centro de atención por sus propiedades de luminiscencia,
transporte y transferencia de carga (dinámica) [88, 89], así como los polifluorenos por
sus propiedades ópticas no lineales y luminiscentes [90–94].
c) Fulerenos, nanotubos y grafenos: estos compuestos constituyen la tercera forma
alotrópica del carbono, junto con el diamante y el grafito. Dentro de los fulerenos más
utilizados se encuentran C60, PC61BM, C70 y PC71BM, todos conformados por una serie
de átomos de carbono situados en una superficie esférica en la que cada carbono se une
a su vecino mediante orbitales híbridos del tipo sp2. El C60 y sus derivados se caracterizan
por tener un buena conducción de electrones a través de sus orbitales LUMO (por sus
siglas en inglés, Lowest Unoccupied Molecular Orbital), generalmente con bajos niveles
de energía, facilitando la extracción de carga y una movilidad de aproximadamente 0.5
cm2/Vs [95]. Los nanotubos por su parte, poseen buenas propiedades eléctricas y
mecánicas posicionándolos como candidatos idóneos en dispositivos electrónicos de
escala nanométrica [96]. Finalmente, el grafeno consiste de una sola capa de átomos de
carbono formando una hoja hexagonal. Esta estructura presenta gran aromaticidad y
permite una excelente deslocalización de los electrones a lo largo de toda la capa. Es
precisamente esta aromaticidad la que confiere al grafeno excelentes propiedades
mecánicas, eléctricas y térmicas [97].
20
Figura 3. Estructura química de algunas familias de semiconductores orgánicos. Imágenes tomadas de
referencia [81], https://quimicosonador.wordpress.com/2012/12/,
https://lidiaconlaquimica.files.wordpress.com/2015/09/estructura-nanotubo-carbono-grafito.png
2.3 ASPECTOS TEÓRICOS DE GENERACIÓN Y DINÁMICA DE ESPECIES
EXCITADAS EN SEMICONDUCTORES ORGÁNICOS
Orbitales moleculares
Las propiedades electrónicas y ópticas de un sistema atómico se interpretan de una manera
más adecuada si se utiliza la teoría mecano-cuántica del enlace de valencia, en la cual se
PC61BM
Fulerenos
Nanotubo
Grafeno
Ptalocianina
Polifenilvineleno
Polifluoreno
Polímeros conjugados
Oligoacenos Tiofeno
n
C60
n
21
asume, para el enlace de valencia, que en la unión entre dos átomos de una molécula
interviene una interacción entre dos electrones formando pares de electrones con ciertas
restricciones geométricas. Dicha interacción se concibe como el apareamiento localizado de
dos electrones alojados en orbitales atómicos. La teoría del orbital molecular propone que si
dos átomos se encuentran muy próximos, sus orbitales se traslapan conformando nuevos
orbitales que pueden ser enlazantes, no enlazantes (orbitales n) y antienlazantes. Estos
orbitales se posicionan en función del aumento en su energía, siendo los enlazantes aquellos
con menor energía, mientras que los antienlazantes tienen mayor energía. La característica
principal de estos orbitales es que pueden extenderse a todos los átomos de una molécula
manteniéndolos unidos. De esta forma, el traslape de dos orbitales s produce orbitales del
tipo (enlazante) y * (antienlazante) mientras que el traslape de dos orbitales p produce
orbitales del tipo (enlazante) y * (antienlazante). Por otra parte, el traslape entre orbitales
s y p conforma orbitales híbridos (spn) que se superponen creando nuevos enlaces ( y ) y,
a su vez justifican la geometría molecular [18, 68, 69, 98–100].
22
Figura 4. Representación de los orbitales a) s, b) p, c) y d). Imagen tomada de
http://grupokepler.blogspot.mx/2012/06/numeros-cuanticos.html, e) hibridación sp2. Imagen tomada de
http://www.quimitube.com/videos/hibridacion-sp-con-enlaces-triples-carbono-carbono-etino-o-acetileno
La Figura 4 muestra la formación de los orbitales enlazantes y antienlazantes y a partir
de los orbitales s y p, respectivamente. Un enlace se lleva a cabo cuando un orbital enlazante
se encuentra lleno y su antienlazante correspondiente está vacío. Si un electrón situado en un
orbital enlazante es excitado, por ejemplo mediante radiación electromagnética, a su
antienlazante, entonces la interacción del par electrónico se rompe [98, 99]. Las propiedades
e) Hibridación sp2
Orbital
b) a)
Orbital
Orbitales
d)
Orbitales
c)
23
de conducción en los sistemas macromoleculares orgánicos surgen de la deslocalización
electrónica a través de su esqueleto aromático en donde cada átomo de carbono presenta
hibridación de tipo sp2. Típicamente, este tipo de hibridación surge de la combinación de un
orbital s y dos orbitales p conformando enlaces simples y enlaces dobles y , como se
muestra en el panel e) de la Figura 4. De esta manera la cadena unidimensional se conforma
con enlaces simples y dobles alternados entre sí y su distancia representa un parámetro
importante a considerar al cuantificar la distorsión de la cadena. Este parámetro se conoce
como distancia de alternancia de enlaces (BLA, por sus siglas en inglés Bond Length
Alternation) [68, 69, 101].
Transiciones electrónicas
Como se mencionó anteriormente, cuando un electrón que se encuentra en un orbital
molecular enlazante es excitado y, en consecuencia, promovido a su correspondiente orbital
antienlazante se da lugar a un proceso de transferencia electrónica entre niveles moleculares.
A este respecto, el orbital enlazante conforma el HOMO (por sus siglas en inglés, Highest
Occupied Molecular Orbital), mientras que el orbital antienlazante el LUMO, de manera que
las transiciones electrónicas tiene lugar entre el HOMO y el LUMO, como se muestra de
manera cualitativa en la Figura 5–a). Estas transiciones se pueden clasificar de la siguiente
manera:
a) –*, con la mayor energía (región ultravioleta de vacío, 100 – 200 nm del espectro
de radiación electromagnética).
24
b) n–*, localizadas en la región del ultravioleta comprendida entre los 150 – 250 nm.
La energía de estas transiciones depende del tipo de enlace atómico y de la extensión
de la estructura de la molécula.
c) –*, n–*, con energías más bajas que las transiciones * y n–* se localizan en
el rango entre 200–700 nm.
Figura 5. a) Esquema de las transiciones electrónicas entre orbitales moleculares, b) Proceso de formación de
bandas energéticas como resultado de un aumento en el número de unidades repetidas en un polímero.
En un sistema macromolecular los orbitales moleculares se convierten en bandas (ver Figura
5–b)), de tal forma que las transiciones de absorción se agrupan formando diferentes regiones
ensanchadas conocidas como bandas de absorción y pueden ser principales y/o secundarias.
Los materiales orgánicos pueden ser utilizados como semiconductores del tipo p
(conductores de huecos) a través de la banda energética HOMO o como material tipo n a
través de la banda energética LUMO. La mayoría de los materiales semiconductores
orgánicos que no han sido modificados o dopados tienden a comportarse como materiales
del tipo p debido a sus bajos niveles energéticos para el HOMO. Desafortunadamente, estos
a) b)
Polímero
Banda de
Conducción
Banda de
Valencia
1 2 3 4
Unidades de monómero
LUMO
HOMO
Energía n *
Enlazante
* Antienlazante
Enlazante
Energía
* Antienlazante
n No enlazante
*
*
n *
25
mismos materiales presentan altos niveles LUMO lo cual dificulta en conjunto la generación
de carga y su transporte a lo largo del material además de contribuir a una inestabilidad
química en condiciones ambientales [18, 68, 69, 98–101]. Uno de los retos que aborda la
ingeniería molecular es el de diseñar nuevos materiales con bajos niveles de LUMO y una
manera de hacerlo es a través de la incorporación de grupos funcionales como F, Cl, CN,
CF3, entre otros [18, 68, 100].
Para lograr sistemas semiconductores con buenas propiedades ópticas (absorción y emisión)
y electrónicas es importante considerar la separación entre el HOMO y el LUMO. A dicha
separación se le conoce comúnmente como el band gap [68, 69] del semiconductor y su
control se vuelve importante ya que representa uno de los factores que conducen al diseño de
polímeros con altas eficiencias de fotoluminiscencia y absorción (OPVs) [95] y
electroluminiscencia (OLEDs) [18]. De acuerdo con los trabajos de Roncali [102], el band
gap de un semiconductor orgánico está determinado por la suma de cinco componentes:
𝐸𝑔 = 𝐸𝐵𝐿𝐴 + 𝐸𝑟𝑒𝑠 + 𝐸𝑆𝑢𝑏 + 𝐸𝜃 + 𝐸𝐼𝑛𝑡 (1)
en donde, 𝐸𝐵𝐿𝐴 se relaciona con las diferentes longitudes de enlace químico en el sistema
conjugado que intervienen para la deslocalización de los electrones; 𝐸𝑟𝑒𝑠 es la energía
resonante no equivalente entre las formas aromáticas y quinoidales del sistema conjugado;
𝐸𝑆𝑢𝑏 se detemina por la presencia de electrones donados o aceptados por el anillo aromático;
𝐸𝜃 es determinado por el ángulo diedro entre dos anillos vecinos; 𝐸𝐼𝑛𝑡 es determinado por la
interacción intermolecular.
26
De acuerdo con esto, una manera de modificar el band gap puede ser:
1. Reducción en 𝐸𝑟𝑒𝑠 mediante la incorporación de enlaces dobles entre anillos
aromáticos, lo cual conlleva a un decremento tanto en el grado de aromaticidad así
como en las interacciones del tipo estéricas, cuya consecuencia directa es un mayor
planaridad en el sistema.
2. Un incremento en la rigidez de la cadena conjugada como consecuencia de un
aumento en el número de enlaces covalentes contribuyendo a la planaridad del
sistema e incrementando la eficiencia de fotoluminiscencia.
3. La incorporación de grupos aceptores o donadores sobre la cadena. Por lo general se
obtiene un mejor resultado con la incorporación de sustituyentes donadores como los
grupos alquilo y alquilo-sulfanilo.
4. Un incremento en el porcentaje de formas quinónicas en la cadena.
5. La colocación de sustituyentes donadores y aceptores alternados propiciando un
ensanchamiento de las bandas de conducción y valencia.
A medida que el número de unidades aumenta, las bandas energéticas se ensanchan
reduciendo la separación del band gap, como se muestra en la Figura 5-b). No obstante,
existen otros factores que limitan el ancho del band gap tales como la planaridad de la
molécula, la presencia de unidades aceptoras y receptoras, el atrapamiento de especies
excitadas, la repetitividad de la estructura conjugada derivada del mismo monómero
(regiorregularidad), la formación de nuevos niveles energéticos producto de las impurezas u
orbitales no enlazados, entre otros [63, 65, 69, 101]. Considerando estos factores es posible
obtener sistemas con band gap bajos (aproximadamente 1.8 eV) [103].
27
Estados electrónicos excitados
Cuando se disocia un par electrónico que conforma un enlace covalente por excitación
electrónica, la especie excitada promovida al orbital antienlazante puede conformar ciertas
configuraciones en el estado excitado según el acoplamiento y orientación de su espín. De
esta forma, al excitar un par de electrones que conforman al enlace covalente, uno de ellos
será promovido al estado excitado y en el caso de conservar la misma orientación de su espín
respecto al estado base el espín resultante es cero y el estado excitado se denomina estado
singulete. En caso contrario, el espín resultante es uno y se forma un estado excitado del tipo
triplete. Es importante recalcar que para cada estado singulete (E1, E2, E3,…) existe un
correspondiente estado triplete asociado (T1, T2, T3,…). Además el decaimiento por
recombinación de estados singuletes produce emisión por fluorescencia mientras que para
los estados tripletes produce emisión por fosforecencia [98–100, 104–106]. Existen múltiples
formas de promover el efecto luminiscente en materiales orgánicos considerando diferentes
formas de excitación electrónica como: radiación electromagnética en las regiones UV y
Visible (fotoluminiscencia) [11]; campo eléctrico externo (electroluminiscencia) [18];
reacción química (quimioluminiscencia) [107]; ultrasonido (sonoluminiscencia) [108];
excitación térmica (termoluminiscencia) [109]; o un campo magnético externo (magneto-
luminiscencia) [110].
Durante las transiciones electrónicas de los sistemas luminiscentes el electrón deja en el
orbital enlazante un hueco conformando un par electrón–hueco acoplado por un potencial
coulómbico. El par electrón–hueco por lo general se denomina excitón y se representa como
una cuasi partícula de espín entero con la capacidad de desplazarse a través del HOMO y el
LUMO sobre la red formada en un sistema macromolecular [23–25]. En materiales
28
inorgánicos los excitones son del tipo Wannier–Mott con una distancia de separación menor
a 10 nm y una energía de acoplamiento del orden de los 10 meV, por lo que se pueden disociar
fácilmente con la energía térmica (ET ~ 25 meV) [68, 111]. En los semiconductores orgánicos
los excitones son del tipo Frenkel con una interacción mucho mayor (1–1.5 eV) debido en
parte a los bajos valores de sus constantes dieléctricas al igual que a la distancia de separación
(𝑟 < 1𝑛𝑚) [26, 68].
Fotogeneración de carga eléctrica en OPVs
En esta sección se describe el mecanismo de fotogeneración de cargas que es fundamental
para el funcionamiento de OPVs. Como se mencionó anteriormente, si un semiconductor
orgánico absorbe radiación electromagnética con una energía igual o mayor al band gap, se
produce un par electrón–hueco unido por un potencial del tipo coulombiano de la forma:
𝑉 =𝑒2
4𝜋𝜖0𝜖𝑟𝑟 (2)
Donde e es la carga del electrón, r la constante dieléctrica del medio, 0 la permitividad del
vacío y r es la distancia de separación entre el par electrón–hueco [112]. El excitón formado
es de tipo singulete y se puede desplazar a lo largo de la cadena del polímero conductor
durante unas cuantas decenas de nanosegundos hasta alcanzar su longitud de difusión para
posteriormente recombinarse [26, 68]. Una forma de disociar al excitón es mediante la
presencia de un material aceptor de electrones de tal forma que se genere un potencial en la
interface con el polímero semiconductor con una intensidad mayor a la del potencial que
mantiene ligado al excitón [3, 95]. Otros mecanismos de disociación conocidos consisten en
29
la aplicación de un campo eléctrico externo así como la interacción con impurezas y defectos
en el semiconductor [7, 85]. En comparación con un material inorgánico, los excitones
formados en un polímero conjugado poseen una mayor localización espacial originada por el
acoplamiento del excitón que induce una deformación en la cadena, por lo que la creación de
especies excitadas va generalmente acompañada de una relajación en la estructura molecular
[85]. Para un polímero regiorregular que no posee segmentos de oxidación u algún tipo de
dopaje (no degenerado), como lo es el caso del politiofeno, la relajación molecular se
caracteriza por un reajuste en la longitud de alternancia del enlace C–C que conlleva a un
cambio de la forma aromática a la forma quinoidal en algunas unidades de monómero en la
cadena disminuyéndose hasta restaurar nuevamente la forma aromática. El resultado del
reajuste en la longitud de alternancia del enlace provoca una mayor rigidez y planaridad [27].
Por su parte, en los derivados de PPV la literatura sugiere que los excitones del tipo singulete
pueden extenderse hasta por seis unidades de monómero; mientras que los excitones del tipo
triplete pese a que provocan una mayor deformación estructural en la cadena poseen una
longitud menor con tan solo una o dos unidades de monómero [70]. Es precisamente esta
relajación en la estructura de la cadena la que provoca una mayor energía de acoplamiento
entre excitones en los polímeros conjugados respecto a los semiconductores inorgánicos
[113]. Sin embargo, el hecho de que los polímeros semiconductores presentan menores
constantes dieléctricas contribuye al aumento en el potencial de acoplamiento una vez que
suprime los efectos de apantallamiento sobre las cargas [85].
Para lograr dispositivos (OPVs, en esta caso) eficientes, el excitón debe moverse de la cadena
de polímero a la interfaz con el material aceptor de electrones para lograr su disociación
difundiéndose aleatoriamente sobre una mezcla del tipo donador/aceptor. Esta difusión
30
aleatoria, generalmente se describe mediante un proceso de transferencia incoherente de
energía del tipo Föster el cual se puede producir tanto intramolecular como
intermolecularmente y típicamente presenta una energía menor que la del excitón. Este
proceso de transferencia de energía resulta en atrapamiento de excitones en las
inhomogeneidades de la cadena del polímero derivado del aumento en la cantidad de estados
excitados. Estas inhomogeneidades son por lo general producidas por defectos en la cadena
(enlaces covalentes no conectados) y por la presencia de agregados [28, 114].
Una vez que los excitones alcanzan la interface entre el aceptor y el donador se produce un
estado de transferencia de carga (CT, por sus siglas en inglés Charge Transfer) generado por
el gap de energía que existe entre el nivel LUMO del aceptor y el nivel HOMO del donador.
De esta forma por lo general en los polímeros conjugados que no han sido mezclados con un
material aceptor es complicado alcanzar la disociación a través de este estado CT debido a
los bajos valores de movilidad de cargas (<5 cm2/Vs), la distancia típica de desplazamiento
de excitones (≈100 nm) y de las cargas cuasi-libres (≈3 nm) así como al pobre
apantallamiento de cargas que presentan, provocando recombinación de excitones en forma
de emisión fotónica o fonónica [24, 30, 31]. Para cuantificar la probabilidad de que un excitón
se pueda disociar en un polímero conjugado nos remontamos al modelo de Onsager, el cual
propone que un fotón absorbido provoca un excitón localizado conformado por un hueco
acoplado a un electrón cuya energía es mayor que la energía térmica. Este electrón caliente
experimenta movilidad sobre la cadena hasta alcanzar su equilibrio térmico a una cierta
distancia del hueco, denominada longitud térmica [26, 32, 33, 115–121]. El par electrón–
hueco formado a la longitud térmica posee la energía del estado CT y la competencia que
existe entre la disociación o recombinación se delimita por el radio de captura de Coulomb
31
rc definido como la distancia a la cual la atracción coulómbica es igual a la energía térmica
kbT, esto es:
𝑟𝑐 =𝑒2
4𝜋𝜀𝑟𝜀0𝑘𝐵𝑇 (3)
Donde e es la carga del electrón, r la constante dieléctrica del medio, 0 la permitividad
eléctrica de vacío, kB la constante de Boltzmann y T la temperatura. Si la longitud térmica es
mayor que el radio de captura de Coulomb entonces el excitón se disociará, y en caso
contrario dependerá de una cierta probabilidad de escape sujeta a la presencia de un campo
eléctrico externo, de lo contrario el excitón se recombina. Esta propuesta hecha por Onsager
fue modificada en 1984 por Braun quien remarcó la importancia de asignarle un tiempo de
vida finito al estado CT [26, 32, 33, 115–121]. Este tiempo de vida se deriva del hecho que
en la propuesta de Onsager, si la separación entre los iones que conforman el excitón se
reducía a cero, entonces se daba un proceso de recombinación y el excitón desaparece; sin
embargo para Braun este argumento es inapropiado una vez que Onsager propone longitudes
térmicas entre 2.5–3.5 nm para la probabilidad de escape por presencia de un campo eléctrico
externo, contrario a las reportadas en la literatura (del orden o menor a 1 nm) [26, 32, 33,
115–121]. Braun redefine la probabilidad de escape por presencia de un campo eléctrico
externo en términos de una constante kd para la disociación y una constante kf para la
recombinación, de la forma:
𝑃(𝐸) =𝑘𝑑(𝐸)
𝑘𝑓+𝑘𝑑(𝐸)= 𝑘𝑑(𝐸)𝜏(𝐸) (4)
32
Donde P(E) es la probabilidad de escape y (E) es el tiempo de vida del estado CT. Los
tiempos de vida para el estado CT encontrados con la aproximación de Braun corresponden
a 𝜏 = 10−8 s y son congruentes con los reportados en la literatura para algunas mezclas de
polímero y fulereno [26, 32, 33, 115–121]. Para el caso particular de una heterounión de
bulto, el estado CT se forma en la interfaz entre los materiales aceptor y donador, limitando
aún más la teoría de Onsager. Arkhipov [26, 32, 33, 115–121] por su parte, propone una
nueva modificación que consiste en la formación parcial de un dipolo en los niveles HOMO
del material donador y LUMO del material aceptor que a la postre se convierte en el estado
CT con una energía superior al potencial de acoplamiento del excitón, propiciando un
proceso mucho más eficiente en la disociación de aquellos excitones que han logrado llegar
a la interface. Sin embargo, este modelo supone una mayor concentración de material aceptor
y una alineación horizontal entre los niveles energéticos de la cadena de polímero y el
fulereno y al mismo tiempo, un arreglo apropiado de los mismos que favorezca el transporte
de electrones ya sea por cascada o por intercambio isoenergético [26, 32, 33, 115–121]. En
la práctica al momento de producir materiales aceptores y donadores para dispositivos del
tipo OPVs es deseable que exista un band gap de al menos 0.3 eV entre niveles LUMO para
lograr un transporte de electrones eficiente vía cascada aunque se han realizado celdas en las
cuales no se cumple con esta restricción reflejando la presencia de un transporte
isoenergético, siendo este último menos eficiente que el primero [3, 5, 70].
33
Transporte de carga
En los semiconductores, la movilidad de los portadores de carga (), de acuerdo con el
modelo de Holstein [34, 122, 123], se puede analizar desde la perspectiva de dos mecanismos
principales: el primero relacionado con el transporte a través de los niveles o bandas
energéticas (conocido como tunnelling); y, el segundo mediante hopping, derivado de una
deslocalización de carga a lo largo de toda la red del material. De esta manera es posible
considerar la movilidad de las especies portadoras de carga de la siguiente manera:
= tun + hop (5)
Donde, tun corresponde a la conducción entre bandas (tunnelling) conocido también como
transporte a bajas temperaturas, hop debido al transporte por hopping a temperatura
ambiente. En los sistemas de polímeros orgánicos se presenta un transporte del tipo hopping
incoherente producto de la distorsión que existe en la cadena, caracterizado por pequeños
saltos entre moléculas adyacentes mediante un proceso térmico en sistemas para los cuales
la carga se encuentra localizada [34, 70, 122, 123].
De acuerdo con la teoría de Marcus [34, 122, 123], las especies excitadas se deslocalizan en
moléculas individuales dentro de la cadena del polímero provocando una redistribución de
las moléculas al igual que una reorganización estructural. Como consecuencia de esto, se
producen interacciones entre las especies excitadas y la cadena, generando nuevos estados
energéticos denominados polarones. El transporte de excitones por hopping se caracteriza
34
entonces por un proceso difusivo relacionado con el coeficiente de difusión (D) del material,
típicamente relacionado con la longitud de la cadena, a través de la ecuación [34, 122, 123]:
𝜇ℎ𝑜𝑝 =𝑒𝐷
𝑘𝐵𝑇 (6)
Para el caso particular de los semiconductores orgánicos del tipo -conjugado, como los
utilizados en el presente trabajo de tesis, el coeficiente D se considera solo en términos del
producto de la velocidad de transferencia de carga entre moléculas (vm) y la distancia (l) entre
dos moléculas subsecuentes implicadas en el proceso de transferencia de carga. La expresión
para determinar vm se conoce como ecuación semiclásica de Marcus y está dada por:
𝑣𝑚 =4𝜋2
ℎ
1
√4𝜋𝜆𝑘𝐵𝑇𝑡2𝑒𝑥𝑝 [
−𝜆
4𝜋𝑘𝐵𝑇] (7)
Donde el parámetro (𝜆) representa la energía de reorganización, relacionada con el impacto
de la fotogeneración de excitones sobre la geometría molecular así como la polarización de
las moléculas subyacentes y (𝑡) el acoplamiento electrónico relacionado con las interacciones
entre las moléculas implicadas. Al utilizar esta aproximación es posible evaluar la movilidad
debida al hopping en los polímeros semiconductores orgánicos del tipo -conjugado de la
siguiente manera [35–38]:
𝜇ℎ𝑜𝑝 = 𝑒𝑙2
𝑘𝐵𝑇
4𝜋2
ℎ
1
√4𝜋𝜆𝑘𝐵𝑇𝑡2𝑒𝑥𝑝 [
−𝜆
4𝜋𝑘𝐵𝑇] (8)
35
Por otro lado, el modelo de Mott parte de un acercamiento energético de los niveles
involucrados en el transporte de los excitones [39]. Este acercamiento implica el hecho que
los excitones saltan de un nivel energético a otro alrededor del nivel de Fermi, produciéndose
así una serie de estados energéticos disponibles con una energía menor a la del nivel LUMO
de la cadena de polímero conformando una banda energética denominada polarónica que se
localiza en ciertas regiones de la cadena de polímero dependiendo básicamente de aquellas
deformaciones o cambios estructurales locales. El argumento central de la propuesta de Mott
recae en el hecho que en las inmediaciones del nivel de Fermi el band gap entre los niveles
HOMO y LUMO es menor, por lo que es posible suponer una distribución de estados
uniforme con una tasa de transición entre niveles i y j dada por [39]:
𝑒𝑥𝑝 [−𝐸𝑗−𝐸𝑖
𝑘𝑇] (9)
Finalmente, es importante mencionar que un transporte eficiente implica una buena
movilidad entre moléculas; sin embargo existen algunos factores que afectan a la movilidad
de los excitones como el empaquetamiento molecular, las impurezas y defectos, la
temperatura y el campo eléctrico, entre otros. Es posible distinguir dos tipos de
empaquetamiento molecular: herringbone y -stacking. El primero de ellos es debido a las
interacciones – y CH– y se presenta generalmente en moléculas pequeñas y oligómeros;
mientras que el segundo se deriva del traslape intermolecular de los orbitales p en los sistemas
con conjugación y es predominante de los polímeros. Por su parte, las impurezas y defectos
producen trampas para los excitones. En los polímeros orgánicos, las trampas por lo general
se asocian tanto a la presencia de elementos no enlazados en la cadena de polímero, como a
36
una deformación de tipo diagonal a lo largo de la cadena debido a la presencia de distintos
tamaños de moléculas con diferentes longitudes entre ellas cuya consecuencia directa recae
en fluctuaciones locales en los niveles HOMO y LUMO [26, 39, 85].
Procesos de emisión
La emisión en materiales orgánicos se debe a los procesos de recombinación en los estados
excitados electrónicos, los cuales pueden ser del tipo radiativo (emisión de fotones) o no
radiativo (emisión de fonones) y se describe mediante el diagrama de Jablonski como se
muestra en la Figura 6.
Figura 6. Diagrama de Jablonski. Imagen tomada de
http://catedras.quimica.unlp.edu.ar/qa3/Clases_Teoricas/Fluorescencia.pdf
Conforme a lo discutido anteriormente, y como se ilustra en el diagrama mostrado en la
Figura 6, los estados electrónicos son del tipo singulete y triplete y se denotan por S y T
respectivamente. De acuerdo con el principio de Frank Condon, es posible considerar las
transiciones en forma vertical en el diagrama de Jablonksi una vez que durante las
37
transiciones electrónicas las posiciones de los núcleos en la cadena aromática no cambian
[122]. Los electrones alcanzan los estados excitados S1 o S2 directamente por absorción de
radiación de forma prácticamente instantánea durante los primeros femtosegundos seguidos
a la excitación; posterior a esto ocurre una conversión interna o relajación vibracional que
puede prolongarse inclusive hasta algunas pocas centenas de picosegundos. El proceso de
emisión por fluorescencia sigue a la conversión interna y se origina por el decaimiento de las
especies excitadas hacia los niveles fundamentales S0, siendo el proceso completo de
fluorescencia con una duración de unos pocos nanosegundos [34, 70]. Por otro lado, cuando
las especies excitadas se encuentran en el nivel S1 se puede producir un entrecruzamiento de
sistemas derivado de la conversión del espín hacia un estado triplete presentando un
decaimiento por fosforescencia que se puede prolongar hasta los milisegundos [34, 70].
En materiales orgánicos, además de los procesos de emisión espontanea pueden tener lugar
los procesos de emisión estimulada. Los procesos de emisión espontánea son de interés
práctico para OLEDs y PLEDs, y los de emisión estimulada para láseres orgánicos. Debe
destacarse que en algunos polímeros π-conjugados la sección transversal de emisión
estimulada puede ser notablemente grande, lo cual posibilita la observación de ganancia
óptica aún sin el uso de retroalimentación por medio de cavidades externas. Para explicar de
una mejor forma los procesos de emisión estimulada en compuestos orgánicos se recurre a
un sistema de cuatro niveles (véase panel a) de la Figura 7), en los cuales se presenta la
excitación por absorción en el nivel energético más bajo del estado S0 seguido de una
relajación vibracional hacia los niveles más bajos del estado S1 que dan pie a un proceso de
emisión que puede ser espontánea o estimulada entre estos niveles. Es importante notar que
la emisión estimulada está condicionada a la existencia de otros fotones, por lo que
38
típicamente es necesario contar con una cavidad resonante. Finalmente se presenta una nueva
relajación vibracional que va del nivel más alto al nivel más bajo del estado S0. Es importante
notar que la longitud de onda de emisión es mayor que la longitud de onda de absorción por
lo que es posible observar un corrimiento al rojo entre ambas conocido como corrimiento
Stokes [124].
Figura 7. a) Diagrama de cuatro niveles, b) diagrama de cuatro niveles para excitación bifotónica.
En los dispositivos de laseo se pretende que la excitación no sea continua puesto que, como
se mencionó anteriormente, ocurre un proceso de entrecruzamiento de sistemas que da origen
a excitones de tipo triplete con un tiempo de vida mayor, disminuyendo la eficiencia del láser.
El uso de un láser pulsado como fuente de bombeo permite observar la dinámica de especies
excitadas una vez que favorece un decaimiento que da origen a procesos de emisión de los
estados singuletes y al mismo tiempo una relajación de los estados tripletes creados por
entrecruzamiento de sistemas. Esta es una de las principales razones por las cuales no se ha
conseguido un láser orgánico que opere en modo continuo [124]. Por otra parte, es importante
recalcar que existen procesos de tipo multifotón que permiten la creación de especies
S0
S1
S0
S1
a) b)
39
excitadas, como se muestra en el panel b) de la Figura 7. Estos procesos resultan importantes
una vez que conducen a la posibilidad de utilizar radiación en el infrarrojo cercano como
bombeo potencializando las propiedades no lineales en los polímeros y disminuyendo el
costo de producción de láseres de este tipo una vez que se evita el uso de cristales que
produzcan segundo o tercer armónico óptico sobre el haz fundamental de bombeo,
40
3. TÉCNICAS EXPERIMENTALES
3.1 ESPECTROSCOPÍA POR ABSORCIÓN TRANSITORIA (TA)
En general, la absorción de un material que no ha sido excitado se representa por (), donde
es la frecuencia óptica incidente; sin embargo, cuando un material es excitado con una
energía igual o superior a su band gap, éste produce especies excitadas y su absorción se
modifica en una cantidad () mostrando una evolución del tipo exponencial caracterizada
por una serie de constantes de tiempo asociadas a los diferentes procesos físicos que se llevan
a cabo durante la dinámica de las especies excitadas por lo que es posible definir la cantidad
() de la siguiente manera [21, 125]:
() = () exp (ex) (10)
en donde representa el retraso temporal entre los pulsos de bombeo y prueba ocasionado
por la diferencia de camino óptico entre ellos, como se puede observar en la Figura 8, y ex
el tiempo de decaimiento derivado de la dinámica de las especies excitadas producidas en el
material.
Figura 8. Retraso temporal entre los pulsos de bombeo y prueba derivado y controlado por la diferencia de
camino óptico entre los pulsos.
Prueba
Retraso Temporal
Bombeo
Fotodetector
41
La intensidad transmitida por el material será entonces:
𝐼(𝜏) = 𝐼0 exp(−𝛼𝐿) exp [- ∆𝛼 exp (−𝜏
𝜏𝑒𝑥) 𝐿 ] (11)
Donde L representa el espesor de la muestra. Si se asume que L ≪ 1 es posible hacer una
aproximación para la segunda exponencial mediante una serie de Taylor de la forma:
𝐼(𝜏) ≈ 𝐼0 exp(−𝛼𝐿) [1 - ∆𝛼 exp (−𝜏
𝜏𝑒𝑥) 𝐿 ] (12)
De esa manera, el cambio relativo de la intensidad transmitida respecto al retraso entre los
pulsos se puede expresar de la siguiente manera:
−∆𝑇
𝑇= −
𝐼(𝜏)−𝐼𝑡𝑟
𝐼𝑡𝑟= ∆𝛼 exp (−
𝜏
𝜏𝑒𝑥) 𝐿 (13)
En donde 𝐼𝑡𝑟 = 𝐼0 exp(−𝛼𝐿) representa la absorción en ausencia del haz de bombeo [21,
125]. El panel a) de la Figura 9 muestra la curva que se obtiene para la expresión −∆𝑇
𝑇 en los
experimentos de bombeo–prueba a través de la TA.
Finalmente, para comprender de una mejor forma el cambio en la absorción fotoinducida por
el haz de bombeo es necesario considerar que existe un cambio en los coeficientes de
absorción en el material ocasionado por una inversión de población inducida por la absorción
instantánea del haz de bombeo, de tal forma que se generan especies excitadas en los distintos
42
niveles energéticos permitidos en el material. Si se hace una consideración de las transiciones
que ocurren entre dos estados electrónicos, el coeficiente de absorción fotoinducido será [40]:
𝛼 = ∑ 𝜎𝑖𝑗(𝜔)(𝑁𝑖 − 𝑁𝑗)] (14)
Donde 𝜎𝑖𝑗 representa la sección transversal de absorción, 𝑁𝑖, 𝑁𝑗 Son las densidades de
población en los diferentes estados energéticos del material. La expresión 𝑁𝑖 − 𝑁𝑗 = ∆𝑁𝑗(𝜏)
establece la evolución temporal de la población en los estados siendo el retraso temporal
entre los pulsos de manera que es posible dilucidar las siguientes formas para el cambio en
la transmisión:
1. Si el haz de prueba posee una energía menor a la energía del band gap, entonces los
fotones del haz de prueba podrán ser absorbidos por el material ocasionando un ∆𝑇
𝑇< 0.
Este efecto se conoce como absorción fotoinducida.
2. Si el haz de prueba coincide con una transición electrónica entonces se obtiene una
cantidad ∆𝑇
𝑇> 0 y se produce un aumento en la transmisión al disminuir las especies a
probar derivado de la inversión de población. Este fenómeno se conoce como blanqueo
(PB; por sus siglas en inglés Photobleaching) y se presenta en regiones en donde el
material posee bandas de absorción.
3. Si el haz de prueba coincide con una transición de emisión estimulada se presenta
nuevamente una señal transitoria ∆𝑇
𝑇> 0 [40, 41].
43
El panel b) de la Figura 9 muestra de forma esquemática las formas de cambio en la
transmisión descritas en el párrafo anterior y denotado con número 1 para la absorción
inducida, 2 para el blanqueo y 3 para la emisión estimulada.
.
−∆𝑇
𝑇
Figura 9. a) Curva típica obtenida por la técnica de absorción transitoria y b) esquema energético de las
diferentes formas de cambio en la transmisión en el haz de prueba.
3.1.1 Arreglo experimental de la técnica de Absorción Transitoria (TA)
El arreglo experimental para implementar la técnica de absorción transitoria se muestra en la
Figura 10. Utiliza un láser titanio–zafiro con una etapa de amplificación regenerativa modelo
Libra de la compañía Coherent (longitud de onda central de 800 nm, duración del pulso 50
fs, energía de 3.4 mJ por pulso, tasa de repetición 1 kHz). La salida del amplificador Libra
se divide en dos brazos, el primero con una energía de 1 mJ alimenta a un amplificador óptico
paramétrico (TOPAS; por sus siglas en inglés Tunable Optical Parametric Amplifier System)
sintonizable en el rango 295–2600 nm y con una energía de salida variable, que a la postre
será el haz de prueba.
Tiempo (ps)
a) b)
Prueba
3 2
1
S0
S1
Bombeo
44
Figura 10. Arreglo experimental de la técnica de absorción transitoria utilizado.
El segundo brazo con una potencia de aproximadamente 280 mW se utiliza para producir el
haz de bombeo y alimentar un tercer haz para detección de longitudes de onda superiores a
los 800 nm (no mostrado en la figura 10, véase la sección 3.1.2 de este capítulo). El segundo
brazo se divide nuevamente y una parte del haz con una energía del orden de 140 mW incide
en una plataforma deslizante que produce el retraso temporal entre el haz de prueba y el haz
de bombeo. Se dobla la frecuencia del haz de bombeo mediante un cristal de Óxido de Borato
de Bario (BBO) con una ángulo de acoplamiento de 28.1° y un espesor de 500 m para
producir el segundo armónico óptico ( = 400 nm) con una energía de 0.7 J/pulso
aproximadamente. Se coloca un modulador óptico (Chopper) con una frecuencia aproximada
de 52 Hz con la finalidad de producir una modulación en el cambio de señal producido por
el haz de prueba derivado de la interacción con el haz de bombeo, como se muestra en la
Figura 11. Los dos haces se traslapan espacialmente sobre la muestra y el haz de prueba
45
trasmitido después de la interacción incide directamente sobre un monocromador (Acton
Research, SpectraPro-2500) para ser detectado a través de un tubo fotomultiplicador (PMT;
por sus siglas en inglés Photomultiplier Tube) Hamamatsu RT400U-02, con corte de
sensibilidad en 820 nm. La señal del PMT se registra en un amplificador lock–in, utilizando
la frecuencia de referencia del chopper, mediante un sistema integrado de automatización
que controla simultáneamente el movimiento de la plataforma deslizante y la señal capturada
por el lock–in. La Figura 11 muestra esquemáticamente la detección por medio de la técnica
de lock–in.
Figura 11. Panel superior, señal de prueba y bombeo modulada. Panel inferior, señal detectada por el
amplificador lock–in
46
3.1.2 Detalles técnicos
Traslape y ángulo entre los haces
Para poder realizar el experimento de bombeo–prueba es fundamental identificar la posición
de la plataforma deslizante en la que ocurre el traslape temporal de los pulsos de prueba y
bombeo. Para conseguir el traslape temporal es importante igualar el camino óptico recorrido
por cada uno de los haces en el lugar en donde se coloca la muestra. Es importante recalcar
que el camino óptico total de cada uno de los haces en el arreglo mostrado en la Figura 10 es
superior a los 6 m, considerando que el TOPAS utilizado provee un camino óptico de 1.9 m
aproximadamente. Dada la duración del pulso (50 fs) el traslape espacial necesario para
obtener la condición de traslape temporal no debe exceder los 10 m para que se produzca
una buena señal de TA. Generalmente es útil el uso de correlación cruzada entre el haz de
prueba y el de bombeo para verificar el traslape espacial de los pulsos. Otro aspecto que es
importante considerar recae en el ángulo relativo entre los haces de prueba y bombeo pues
éste debe mantenerse por debajo de los 15° de lo contrario la distancia de interacción
disminuye y verificar el traslape temporal se vuelve más complicado.
El traslape espacial se refiere básicamente al hecho de que los spots de ambos haces
comparten un espacio físico común. Para esto, es conveniente que el tamaño de spot del haz
de bombeo sea mayor al correspondiente para el haz de prueba. Con este sencillo método de
traslape espacial se consigue una excitación uniforme sobre la muestra además de solventar
algún posible movimiento en el spot del haz de bombeo derivado de la plataforma deslizante
o de una mala alineación del sistema. La Figura 12 muestra los aspectos a considerar para
ambos traslapes.
47
Figura 12. Traslape espacial y temporal de los haces de bombeo y prueba. La región de traslape temporal
entre los pulsos se muestra remarcada.
Detección de frecuencias por encima de la sensibilidad espectral del PMT
Como se mencionó anteriormente, la técnica de absorción transitoria permite monitorear la
evolución temporal de diferentes especies excitadas producidas en la muestra. En base a esto,
se puede detectar el blanqueo en la muestra, la emisión estimulada (cuando existe) y los
polarones dentro de la región visible del espectro; sin embargo los excitones se pueden
detectar a partir de los 850 nm aproximadamente y los portadores de carga alrededor de los
3 m, dependiendo del material bajo estudio [41]. Si bien existen detectores que son capaces
de medir en la región del infrarrojo cercano y medio, éstos requieren de un enfriamiento
adicional y su costo por lo general es muy alto. Para realizar la detección de señal en
longitudes de onda superiores de la sensibilidad de nuestro PMT (<820 nm) se implementó
una modificación en el arreglo experimental incorporando un tercer brazo para utilizar la
técnica de suma de frecuencias, como se muestra en la Figura 13.
48
Figura 13. Arreglo de TA modificado para detección de señales por encima de la detección espectral del
PMT utilizado.
Para la detección de señales con una longitud de onda superior a 820 nm (longitud de onda
máxima de detección de nuestro PMT) se implementó la técnica de suma de frecuencias justo
después del traslape entre los haces de bombeo y prueba sobre la muestra. Para esto, se
habilita un tercer haz ( = 800 nm) y se mezcla utilizando un cristal de BBO (espesor de 200
m y ángulo de acoplamiento de 29.1°) con el haz de prueba modulado como se muestra en
la Figura 14. La señal proveniente de la suma de frecuencias se encuentra de nuevo en la
región de sensibilidad del PMT y se introduce en el monocromador para ser detectada y
analizada por la computadora. Para tener el control del traslape temporal entre el tercer haz
y el haz de prueba se instala una segunda plataforma deslizante.
49
Figura 14. Imagen superior, esquema de suma de frecuencias utilizado para la detección de longitudes de
onda superiores al rango de detección del PMT. Imagen inferior, fotografía de la suma del haz de prueba con
el haz fundamental a 800 nm del tercer brazo; el haz láser central corresponde a la suma de frecuencias
ópticas. Los haces localizados a los costados corresponden al segundo armónico (400 nm) del haz
fundamental (izquierdo) y al segundo armónico (450 nm) de la señal de TA (derecho).
Absorción transitoria utilizando supercontinuo
Las mediciones de absorción transitoria se implementaron utilizando el arreglo experimental
de bombeo–prueba que se presenta en el panel a) de la Figura 15. El haz de prueba
corresponde a supercontinuo generado en un cristal de zafiro cortado en Z con un espesor de
1 mm utilizando la interacción no lineal del haz fundamental (800 nm, 1J de energía). El
contenido espectral del haz de supercontinuo se extiende en la región desde los 400 hasta los
800 nm y presenta una variación del 5% en un lapso de 60 minutos (véase panel b) de la
Figura 15) con una alta reproducibilidad entre cada pulso del haz fundamental. Para evitar
daño o generación de efectos no lineales en la muestra así como prevenir el daño en el equipo
800 nm
Prueba
SHG 800
SHG Prueba
Suma de
Frecuencias
BBO
50
de detección, se colocan filtros pasa bajas KG5 con la finalidad de bloquear el haz
fundamental (800 nm). Este filtro tiene una longitud de onda de corte en 700 nm con una
transmitancia aproximada del 75% en el rango de 300 a 700 nm.
Figura 15. a) Arreglo experimental para la técnica de absorción transitoria; b) espectro de supercontinuo
generado en el cristal de zafiro cortado en Z.
a)
b)
51
La señal es detectada por un fotodiodo y procesada a través de un amplificador lock–in para
ser graficada por computadora con ayuda de un software creado en la plataforma labview y
diseñado especialmente para este propósito. El objetivo de implementar el supercontinuo
como haz de prueba radica en el hecho de tomar todo el espectro visible; desafortunadamente,
derivado de problemas instrumentales no fue posible la adquisición de una medición
completa, limitándonos a una sola longitud de onda. Por otra parte, la señal que se obtiene en
el fotodiodo es muy baja y presenta mucho ruido por lo que resulta necesario aislar de manera
efectiva la señal del haz de prueba bloqueando por completo cualquier remanente en la señal
de bombeo así como el ruido de fondo.
3.2 RESONADOR LÁSER SINTONIZABLE
Para las mediciones de los parámetros de laseo de PF–1, se utilizó el arreglo experimental
que se muestra en la Figura 16, que consiste en una celda de cuarzo de 10 mm (que contiene
una solución de PF–1 como medio activo) colocada dentro de un resonador plano no
dispersivo formado por un espejo semitransparente (reflectividad ≈ 95%) y una rejilla de
difracción. El resonador es bombeado transversalmente a una longitud de onda de 425 nm
utilizando un oscilador óptico paramétrico (OPO, por sus siglas en inglés Optical Parametric
Oscillator) modelo flexiscan con una energía de 180 mJ y una duración de pulso de 6 ns. El
OPO a su vez es bombeado por el tercer armónico óptico (355 nm) de un láser de Nd:YAG
modelo Quanta Ray emitiendo a 1064 nm con una taza de repetición de 10 Hz en el régimen
de nanosegundos. El haz de bombeo para el resonador pasa por una etapa de filtros de
densidad neutra con la finalidad de tener control sobre su intensidad. Posteriormente, para
bombear al resonador se utiliza una lente cilíndrica de 100 mm de distancia focal que genera
un “spot lineal” de área del orden 0.01 cm2 dentro de la celda de cuarzo. El haz de bombeo
52
produjo la emisión del polímero PF–1; debido a que la región activa es de aproximadamente
1 cm de largo, se observa fácilmente radiación producida por emisión estimulada que se sale
del resonador por medio del espejo semitransparente, para ser analizado por un espectrómetro
marca Ocean Optics modelo USB4000 con una resolución espectral de 0.7 nm.
Figura 16. Arreglo experimental para la caracterización del polímero PF–1 como medio activo
para laseo.
La sección transversal de emisión estimulada (e) se calcula mediante la expresión
matemática de la referencia [126]:
σ𝑒 =λ𝑒
4𝐸(λ)φ𝑓
8π𝑐0𝑛2τ𝑓 (15)
Donde e es la longitud de onda de emisión, n es el índice de refracción del disolvente, 𝑐0es
la velocidad de la luz en el vacío, τ𝑓 es el tiempo de vida de fluorescencia de PF–1, E ()
corresponde a la función de normalización de la fluorescencia y φ𝑓 es la eficiencia cuántica.
53
4. RESULTADOS Y DISCUSIONES
4.1 DINÁMICA DE ESPECIES EXCITADAS EN LA CAPA ACTIVA DE CELDAS
SOLARES ORGÁNICAS
4.1.1 Introducción
Como ya se mencionó anteriormente, en general, una celda solar convencional (de
semiconductor inorgánico como el silicio) consta de dos capas de material semiconductor,
una positiva (tipo p) y una negativa (tipo n), que se intercalan para formar una unión del tipo
p/n. Cuando el semiconductor absorbe radiación electromagnética por encima del band gap,
se promueve un par electrón–hueco que al llegar a la interface entre la unión p/n se pueden
disociar en cargas libres que se dirigen a los electrodos generando una corriente eléctrica [3,
10]. En el presente trabajo se estudia una celda con arquitectura de tipo BHJ, cuya capa activa
consiste de una película delgada de aproximadamente 100 nm formada por una mezcla
homogénea de un donador de electrones (polímero semiconductor altamente conjugado) y
un material aceptor de electrones (generalmente un fulereno) [3, 13, 41]. Diversas regiones
de interfaz donador/aceptor se pueden encontrar en casi cualquier punto dentro de la película,
permitiendo con esto incrementar una posible disociación de excitones [3, 5, 14]. Al respecto
de los materiales donadores, el polímero derivado de tiofeno P3HT (poli(3-hexiltiofeno)),
cuya estructura se muestra en el panel b) de la Figura 17 ha sido ampliamente estudiado ya
que se puede encontrar desde una forma con baja regiorregularidad hasta una altamente
regiorregular [3, 5, 14, 41] y su uso en OPVs ha permitido producir dispositivos estables
baratos y con buenas eficiencias.
54
a) b)
Figura 17. a) Esquema básico de una celda de heterounión de bulto, b) estructuras químicas de P3HT y
PCBM, tomadas de la referencia [3].
En relación de los materiales aceptores de electrones el más comúnmente utilizado en la
mezcla con P3HT para la capa activa es el [6,6]-fenil-C61-ácido butírico ester metilo(PCBM),
permitiendo un fácil transporte de electrones a través de su nivel LUMO una vez que su nivel
HOMO se encuentra relativamente bajo en energía y completamente lleno [29]. Su estructura
se muestra en el panel b) de la Figura 17.
El principio básico de operación de la capa activa consiste en la absorción de radiación
electromagnética por parte del polímero donador de electrones creando un excitón que se
desplazará a lo largo de la cadena del polímero hasta alcanzar la interfaz con el material
aceptor de electrones para disociarse, como se muestra en el panel a) de la Figura 18. Como
se discutió en el capítulo 2, la disociación del excitón en cargas libres depende del estado CT,
el cual para la capa activa se puede estimar considerando la diferencia energética entre el
nivel HOMO del polímero donador y el nivel LUMO del material aceptor, como se muestra
en el panel b) de la Figura 18 [26, 29–33, 115–120].
55
Figura 18. a) Procesos que ocurren dentro de la capa activa y b) Diagrama energético de una celda solar
orgánica en una arquitectura de tipo BHJ.
En trabajos previos realizados en el Grupo de Propiedades Ópticas de la Materia (GPOM)
del CIO y publicado en las referencias [127] y [129], se analizó la eficiencia de conversión
en diversas celdas solares cuyas capas activas se conformaron de los polímeros MEH–PPV
y de una familia de derivados de tiofeno 2-(tiofeno-3-yl)acetato de 2-(etil(4-(4-
nitrostiril)fenil)amino)etil con 3-hexiltiofeno (P1), 2-(tiofeno-3-yl)acetato de 2-(etil(4-(4-
nitroestiril)fenil)amino)etil con 3-octiltiofeno (P2), 3-hexiltiofeno con 2-(tiofeno-3-
yl)acetato de (S)-(-)-1-(4-nitrofenil)pirrolidin-2-il) metilo (P3) y 3-octiltiofeno y metilo 2-
(tiofeno-3-yl) acetato de (S)-(-)-1-(4-nitrofenil pirrolidin-2-il) metilo (P4). En estos trabajos
se reportó, entre otras cosas, el aumento de la eficiencia de conversión en un factor, de al
menos dos, al introducir en la capa activa el derivado de Boro, (6-nitro-3-(E)-3-(4-
dimetilaminofenil) alilideno)-2,3-dihidrobenzo[d]-[1,3,2] oxazaborolo), denominada M1. La
estructura química de todos los compuestos antes mencionados para la conformación de las
distintas capas activas se muestran en la Figura 19.
a) b)
56
Figura 19. Estructura química de la familia de derivados de tiofeno (P1–P4), el polímero MEH–PPV y la
molécula M1.
Al respecto de los polímeros P1–P4 En particular, estos polímeros poseen una síntesis
relativamente sencilla basada en la polimerización del oxidante FeCl3; la cual se puede
producir sin la necesidad de condiciones especiales ni la presencia de un ambiente
MEH-PPV M1
57
controlado, permitiendo con esto su posible síntesis a niveles industriales y a bajo costo. Sin
embargo, la familia de tiofenos sintetizados presenta una baja regiorregularidad por lo que la
eficiencia obtenida en OPVs con estos polímeros es baja. No obstante, como ya se dijo
anteriormente, se observó que al incluir el complejo de Boro M1 en las capas activas de
MEH–PPV y la familia P1–P4, se presentó un aumento en la eficiencia de conversión que no
ha sido del todo comprendido, por lo que el estudio realizado en el presente trabajo coadyuva
al entendimiento de los mecanismos que hacen posible este incremento en la eficiencia de
conversión a través de un estudio de la fotofísica en la capa activa. El interés por conocer los
mecanismos que dan origen al aumento de eficiencia en OPVs que emplean una tercera
molécula dentro de la BHJ radica en que dicho conocimiento puede incidir en la fabricación
de celdas solares de bajo costo en las cuales se usan polímeros de propiedades fotovoltaicas
relativamente pobres, pero que con el uso de la tercera molécula es posible incrementar la
eficiencia del dispositivo hasta un valor que sea de utilidad para algunas aplicaciones
prácticas. Nótese, por ejemplo, que polímeros económicos y de bajo desempeño fotovoltaico
pueden usarse en celdas desechables.
4.1.2 Mediciones de Absorción transitoria
4.1.2.1 Celda MEH–PPV:PCBM
La Tabla 1 muestra la eficiencia de conversión para las celdas solares fabricadas con el
polímero MEH–PPV y reportadas en la referencia [127].
58
Tabla 1. Eficiencia de las celdas solares fabricadas en el Grupo de Propiedades Ópticas de la Materia
(GPOM) y reportadas en la referencia [127].
Componentes
(relación de cantidad en peso) (%)
MEH–PPV:PC61BM (1:2)
0.11
MEH–PPV:PC61BM:M1 (1:2:1)
0.36
El panel a) de la Figura 20 muestra los espectros de absorción para el polímero MEH–PPV
(triángulos rojos) y para la molécula M1 (círculos), ambos en solución; se observan sus
máximos de absorción en los 500 nm y en los 560 nm, respectivamente. M1, por su parte,
muestra un pequeño hombro alrededor de los 650 nm y un pico secundario sobre los 430 nm.
El panel b) de la Figura 20 muestra los espectros de absorción, tomados en estado sólido,
para las mezclas MEH–PPV:PCBM en una proporción (1:2) en peso (triángulos rojos) y
MEH–PPV:PCBM:M1 en una proporción (1:2:1) en peso (círculos) así como el espectro de
emisión por fotoluminiscencia para el polímero MEH–PPV (línea), tomado en estado sólido.
A partir del panel a) de la Figura 20 es posible inferir que la mezcla entre las moléculas
MEH–PPV y M1 formarán bandas complementarias de absorción.
59
a) b)
Figura 20. a) Espectros de absorción del polímero MEH–PPV (triángulos rojos) y de la molécula M1
(círculos) tomados en solución; b) Espectros de absorción para las mezclas MEH–PPV:PCBM (1:2)
(triángulos rojos) y MEH–PPV:PCBM:M1 (1:2:1) (círculos), así como el espectro de emisión por
fotoluminiscencia para el polímero MEH–PPV (línea) tomados en estado sólido.
El panel b) de la Figura 20 muestra un ensanchamiento en la región de absorción
extendiéndola hasta los 650 nm con un ancho medio de 175 nm, aproximadamente,
comenzando en los 475 nm. Con este hecho es posible inferir que al estar en presencia de luz
solar, derivado simplemente de la absorción de radiación electromagnética, se incrementará
la población de excitones con la posibilidad de disociarse en portadores de carga libres.
Además de lo anterior, se observa en el panel b) de la Figura 20 una fuerte región común de
absorción para ambas mezclas alrededor de los 325 nm que corresponde al material aceptor
de electrones PCBM [29]. Finalmente, se aprecia un traslape del hombro característico de
M1 con la región de emisión de MEH–PPV, lo cual abre la posibilidad de que existan
mecanismos de transferencia de energía resonante del tipo Föster (FRET) [28, 70, 87] entre
MEH–PPV y M1. No obstante, se observó que la alta concentración del fulereno (PCBM)
60
aunado a la presencia de la molécula M1 extingue por completo la fluorescencia de MEH–
PPV, como se observa en la Figura 21.
Figura 21. Extinción de la fluorescencia por la presencia de PCBM y la molécula M1. La fotografía a la
izquierda muestra la emisión por fluorescencia en color naranja de la molécula MEH–PPV bajo una
excitación de 400 nm. La fotografía central muestra la extinción de la fluorescencia parcialmente debido a la
presencia del fulereno PCBM (relación 2:1 en peso). La fotografía a la derecha muestra la extinción total de
fluorescencia en la molécula MEH–PPV debido a la presencia de la molécula M1 (relación 1:1 en peso).
Con la observación anterior, no es factible inferir completamente el efecto de M1 basándose
simplemente en sus características de absorción y/o emisión, por lo que es necesario
considerar los procesos de creación y transferencia de excitones así como su dinámica y
evolución temporal. En este sentido, de acuerdo con lo descrito en el capítulo 2, el excitón es
creado entre los niveles HOMO y LUMO del elemento donador debido a la absorción de
radiación electromagnética con una energía igual o mayor al band gap óptico [23, 25, 85].
Este excitón creado, proviene de la formación de un estado excitado del tipo singulete [68,
98–100, 104–106, 111], con una longitud de difusión promedio de 10 nm [68, 111] y se
encuentra sujeto a una fuerte atracción coulómbica, que en la mayoría de ocasiones es mayor
que otras posibles contribuciones energéticas que puedan coexistir tales como la energía
térmica o la interacción entre electrones [23, 25, 81].
MEH–PPV MEH–PPV:PCBM MEH–PPV:PCBM:M1
61
Figura 22. Niveles HOMO y LUMO para las mezclas a) MEH–PPV:PCBM y b) MEH–PPV:M1:PCBM.
La Figura 22 muestra los niveles HOMO y LUMO para las dos mezclas, basados en los
resultados presentados en la Tabla 2. Se puede observar un posicionamiento en cascada entre
niveles LUMO en ambos casos, favoreciendo con esto una eficiente transferencia de
electrones hacia la interfaz con PCBM [26, 32, 33, 115–121].
Tabla 2. Niveles electroquímicos HOMO y LUMO y band gap de MEH-PPV, la molécula M1 y PCBM
reportados en la referencia [44].
Nivel
Electroquímico
MEH-PPV
(eV)
M1
(eV)
PCBM
(eV)
LUMO −2.85 −3.66 −3.70
HOMO −5.15 −5.22 −6.10
GAP 2.30 1.56 2.40
62
Como se mencionó en el capítulo 2 de esta tesis, el electrón que se encuentra en el excitón se
transfiere directamente del LUMO de material donador hacia el LUMO del material aceptor
al alcanzar la interfaz entre ellos, dejando al hueco en el nivel HOMO del material donador.
Para conseguir la disociación del excitón, éste debe poseer una energía de ligadura mayor a
la energía del estado CT [26, 32, 33, 115–121]. La molécula M1, de acuerdo al análisis de
niveles de energía, puede crear dos posibilidades para que exista presencia de excitones en
el estado CT con la posibilidad de disociarse: la primera consiste en la formación de un puente
entre los estados LUMO del donador (MEH–PPV) y del aceptor (PCBM), lo cual propicia
una mejor transferencia de electrones a la interfaz por transporte isoenergético como se
muestra en el panel b) de la Figura 22; mientras que la segunda radica en la existencia de
excitones creados directamente en M1 por absorción de radiación, incrementando con esto
la población de excitones con posibilidad de disociarse. La existencia y certeza de estas dos
posibles vías para incrementar la eficiencia de la celda solar se debe corroborar mediante
análisis por absorción transitoria.
63
Figura 23. Curva de absorción transitoria para las mezclas de a) MEH–PPV:PCBM (1:2 en peso) y b) MEH–
PPV:PCBM:M1 (1:2:1 en peso). Longitud de onda de bombeo de 400 nm con 0.7 J de energía; longitudes de
onda de prueba de 650 nm (círculos) y 550 nm (estrellas). La línea sobre la curva corresponde a un ajuste
biexponencial y la línea en -T/T=0 es una guía para el observador
La Figura 23 muestra las curvas de absorción transitoria para las mezclas MEH–PPV:PCBM
(panel a)) y para MEH–PPV:PCBM:M1 (panel b)). En ambos paneles se utilizó un bombeo
con longitud de onda de 400 nm y 0.7 J de energía. Las curvas de absorción transitoria
fueron tomadas a una longitud de onda de prueba de 650 nm para las gráficas en círculos y
de 550 nm para las gráficas en estrellas. Al respecto de la longitud de onda de prueba a 550
nm, en ambos casos se observa una señal -T/T negativa que permanece prácticamente
constante durante el primer nanosegundo y que se puede asociar al blanqueo de la muestra
correspondiente a la interacción (absorción) del haz de prueba con aquellas especies
remanentes en el estado base tanto de MEH–PPV como de M1 que no han sido excitadas por
el haz de bombeo sobre la muestra. Por su parte, para las curvas tomadas a 650 nm se observa,
para ambas mezclas, un transiente de absorción seguido de un decaimiento que se prolonga
hasta los nanosegundos. En este caso, al realizar un ajuste biexponencial del promedio de al
a) b)
64
menos ocho curvas de absorción transitora para cada mezcla, se determinan las siguientes
constantes temporales: 1 = 20 ps y 2 = 430 ps, para la mezcla que no contiene M1, mientras
que para la mezcla que si contiene M1 1=82 ps y 2=1.53 ns [44].
En ausencia de la molécula M1, las constantes temporales coinciden con los valores típicos
reportados para MEH–PPV correspondientes a emisión estimulada y su relajación, alrededor
de los 400 ps y 1 ns, respectivamente [44, 23, 70]. Estos valores reflejan la existencia de una
banda polarónica que se localiza entre la región comprendida desde los 600 hasta los 800 nm
cuya consecuencia directa es la extinción de emisión estimulada debido al decaimiento de
los excitones directamente a esta banda [23, 70]. Al estar presente la molécula M1 se observa
un aumento en las constantes temporales provocado por un decaimiento de las especies
excitadas directamente al nivel LUMO de M1 evitando el paso por la banda polarónica,
propiciando con esto una interacción mayor de las especies excitadas con el haz de prueba.
Tabla 3. Constantes de tiempo considerando un decaimiento biexponencial para diferentes longitudes de onda
de prueba reportadas en la referencia [44].
Longitud de
onda de
prueba(nm)
Constantes de tiempo para un decaimiento biexponencial
MEH-PPV:PCBM MEH-PPV:PCBM:M1
Corta τ1 (ps) Larga τ2 (ns) Corta τ1 (ps) Larga τ2 (ns)
650 20 0.43 82 1.53
735 55 0.51 74 1.64
900 13 1 NA 2.32
Para realizar un mejor análisis de la dinámica de especies excitadas, la Tabla 3 muestra las
constantes temporales de las curvas de absorción transitoria a otras energías del haz de
prueba. Al utilizar una longitud de onda de prueba de 735 nm, se corrobora las hipótesis
realizadas para la longitud de prueba de 650 nm sobre el efecto que M1 presenta sobre la
65
mezcla una vez que a esta longitud de onda nos localizamos aún sobre la banda polarónica y
las constantes temporales son muy similares.
A partir de los valores obtenidos en la Tabla 2 mediante mediciones de voltametría cíclica,
es posible calcular la energía del estado CT en 853 nm para la mezcla de MEH–PPV:PCBM
y en 814 nm para la mezcla de MEH–PPV:PCBM:M1. De acuerdo a los datos obtenidos para
las constantes temporales a 900 nm, se propone que la disociación de excitones en el estado
CT para la mezcla que no incluye la molécula M1 se presenta durante los primeros 13 ps con
un tiempo de vida máximo de un nanosegundo. No obstante, el lapso temporal entre 13 ps y
1 ns corresponde a una posible recombinación de excitones derivado de procesos de
relajación. En el caso particular de M1 no fue posible determinar la constante temporal 1 por
lo que se presume que la disociación de excitones en la interfaz ocurre, a lo más, durante los
primeros picosegundos después de la excitación; esto es consistente con los tiempos
reportados para el transporte por cascada que son del orden de 50 a 100 fs. Sin embargo se
mantiene el hecho que la constante temporal 2 se extiende hasta los 2 ns corroborando la
hipótesis de que la presencia de M1 provoca un mayor tiempo de vida de los excitones [44].
4.1.2.2 Celda P1:PCBM
La Tabla 4 resume las eficiencias obtenidas para las celdas solares fabricadas en la referencia
[126], encontrándose bajas eficiencias de conversión; no obstante, la presencia de la molécula
M1 incrementa la eficiencia de conversión en al menos un factor de 2 para P1, P2 y P4. La
caracterización detallada de las celdas solares se puede encontrar en la referencia [128].
66
Tabla 4. Eficiencias de conversión obtenidas para las celdas solares fabricadas utilizando la familia de
derivados de tiofeno P1–P4, tomadas de la referencia [128].
Componentes
(relación en peso)
(%)
P1:PCBM (1:2) 0.17
P1:PCBM:M1 (1:2:1) 0.39
P2:PCBM (1:2) 0.15
P2:PCBM:M1 (1:2:1) 0.41
P3:PCBM (1:2) 0.14
P3:PCBM:M1 (1:2:1) 0.18
P4:PCBM (1:2) 0.02
P4:PCBM:M1 (1:2:1) 0.04
Se puede corroborar el aumento en la eficiencia de conversión para P3 aunque no es tan
significativo como para los demás elementos de la familia, pues corresponde solo al 30%
aproximadamente. Por su parte P4 muestra una muy pobre eficiencia de conversión derivado
de una pobre calidad óptica en las películas así como al tipo de disolvente utilizado durante
su fabricación [128]. En base a esto se ha seleccionado a P1 para realizar los estudios de TA
una vez que es la que mejor eficiencia de conversión presenta.
El panel a) de la Figura 24 muestra los espectros de absorción para la familia de derivados
de tiofeno P1, P2, P3 y P4, tomados en solución. P1, P2 y P3 presentan su máximo de
absorción alrededor de los 440 nm con un ancho medio de 120 nm. P4, por su parte, posee
su máximo sobre los 400 nm y un pequeño hombro alrededor de los 455 nm. En el mismo
panel se presenta el espectro de absorción para la molécula M1 así como el espectro de
fotoluminiscencia para P1. Al respecto de M1, como se discutió en la sección anterior, posee
su máximo de absorción en los 560 nm, una segunda región de máxima absorción sobre los
425 nm y un hombro en los 650 nm. Finalmente, P1 presenta su máximo de fotoluminiscencia
67
a) b)
alrededor de los 570 nm con un ancho medio de 80 nm y un pequeño hombro alrededor de
los 625 nm. De acuerdo con las características de absorción tanto de la familia de tiofenos
como de M1, es posible inferir que la presencia de M1 puede formar bandas de absorción
complementarias al mezclarse con algún miembro de la familia de politiofenos.
Figura 24. a) Espectros de absorción normalizados de la familia de derivados de tiofeno P1 (cuadros negros),
P2 (círculos rojos), P3 (triángulos verde) y P4 (triángulos invertidos azules), de la molécula M1 (círculos
morados rellenados parcialmente) y la curva de fotoluminiscencia (línea sólida) tomados en solución; b)
espectros de absorción normalizada para las mezclas P1:PCBM (1:2) (triángulos rojos) y P1:PCBM:M1
(1:2:1) (círculos negros).
Al respecto, el panel b) de la Figura 24 muestra el espectro de absorción de las mezclas de
P1 con PCBM (triángulos rojos) así como la incorporación de M1 a la mezcla (círculos). En
ambos casos se observa una fuerte región de absorción alrededor de los 325 nm que
corresponde a la presencia del fulereno PCBM [29]. Además de lo anterior y como se ha
supuesto en los párrafos anteriores, la presencia de M1 produce una nueva región de
absorción, por lo que una primera aproximación nos conduce a que la presencia de M1
incrementa la población de excitones en la capa activa y cuya consecuencia directa puede
recaer en un aumento a la eficiencia de conversión en las celdas solares.
68
Se observa también un traslape entre la región de emisión para P1 y la región de absorción
de M1 abriendo la posibilidad de FRET; sin embargo se ha reportado que para derivados de
tiofeno con bajos potenciales de ionización, como es el caso en este estudio, la extinción de
la fotoluminiscencia se consigue con concentraciones que se encuentran en el orden o por
encima del 5% en peso de PCBM [41, 42], por lo que una posible contribución de FRET
queda descartada ya que las concentraciones utilizadas para la capa activa son del orden del
200%. Aunado a lo anterior, la familia P1–P4 muestra bajas eficiencias cuánticas de
fluorescencia (0.15, 0.13, 0.1 y 0.12, respectivamente) [128]. A partir de esto se asume que
el efecto de M1 no depende simplemente de sus propiedades de absorción. .
Figura 25. Niveles energéticos HOMO y LUMO para la mezclas que conforman la capa activa de las celdas
solares, a) P1:PCBM (1:2) and b) P1:PCBM:M1 (1:2:1).
La Figura 25 muestra los niveles HOMO y LUMO de las mezclas P1:PCBM y
P1:PCBM:M1, observándose un posicionamiento en cascada entre los niveles LUMO que
favorece la disociación de excitones por transferencia de electrones entre niveles LUMO.
Los procesos de disociación de carga se pueden entender bajo el modelo de dos etapas, en el
69
cual se crea el estado CT en la interfaz entre el tiofeno y el material aceptor [26, 29–33, 115–
121]. Mediante los datos mostrados en la Tabla 5 se calcula el estado CT para la mezcla que
contiene M1 en 1.52 eV (814 nm) y en 1.85 eV (668 nm) para la mezcla que no contiene M1.
El estado CT puede someterse a un entrecruzamiento de sistemas entre los estados singulete
y triplete creados en el tiofeno [26, 68]. Debido a lo anterior, la disociación del excitón en
cargas libres compite con una recombinación dividida entre un excitón singulete al estado
base o un excitón triplete a un estado no radiativo [26, 68]. Esta recombinación dividida se
convierte en un factor que limita la eficiencia de la celda solar. En los derivados de tiofeno,
la extinción de la fluorescencia debido a PCBM provoca una alta tasa de excitones de estado
triplete producto de un entrecruzamiento de sistemas que se localiza entre 1 y 1.7 eV (1236
y 727 nm) [105, 106].
Tabla 5. Niveles Electroquímicos HOMO, LUMO y Band gap de P1, M1 y PCBM obtenidos
mediante voltametría cíclica, tomados de la referencia [44].
Nivel
Electroquímico
P1
(eV)
M1
(eV)
PCBM
(eV)
LUMO (eV) −3.54 −3.66 −3.7
HOMO (eV) −5.55 −5.22 −6.1
Band gap (eV) 2.01 1.56 2.4
Además de lo anterior se ha reportado para los derivados de politiofeno, exceptuando a
P3HT, que la extinción de la fluorescencia debido a la presencia de PCBM en altas
concentraciones es probable que altere la conversión interna y el entrecruzamiento de sistema
produciendo un catión en el tiofeno (P1+) seguido de un anión en el fulereno (PCBM-)
después de la excitación y el transporte y disociación de excitones en la interfaz [42]. Se ha
70
demostrado también que los derivados de politiofenos con una absorción alrededor de los
494 nm presentan dos bandas polarónicas, una sobre los 825 nm y otra alrededor de los 2.47
m [130], concluyendo que los polarones son las especies dominantes a esas longitudes de
onda una vez que se crea un cambio en la estructura química del derivado de tiofeno, de
aromática a quinónica, cuya consecuencia es una mayor movilidad de excitones hacia la
banda polarónica derivado de un decaimiento en cascada [130]. En particular, las estructuras
de la familia de derivados de tiofeno sintetizados presentan una banda polarónica entre los
700 y los 800 nm así como una ramificación conjugada que permite una posible
deslocalización de excitones creando nuevos canales de probable transferencia hacia la
interfaz con PCBM, como se puede observar en su estructura química (véase Figura 19).
Podemos decir entonces que la presencia de M1 provoca dos efectos principales: el primero
radica en la formación de un puente entre los niveles LUMO de P1 y PCBM haciendo más
eficiente el transporte de excitones a la interfaz con PCBM vía transporte isoenergético
evitando la formación de otras especies excitadas tales como tripletes y polarones; mientras
que el segundo contempla una reducción en el band gap de energía del estado CT
favoreciendo la disociación de excitones al requerir una energía menor. De lo anterior se
desprende que la incorporación de M1 puede producir nuevos canales para el transporte de
carga, cuyos mecanismos deben ser corroborados con mediciones resueltas en tiempo.
71
Figura 26. Curvas de absorción transitoria para las mezclas a) P1:PCBM y b) P1:PCBM:M1 con una longitud
de onda de bombeo de 400 nm y energía de 0.7 J/pulso y una longitud de onda de prueba de 735 nm
(círculos) y 550 nm (estrellas). La línea sobre la curva representa el ajuste biexponencial de los datos y la
línea en ΔT/T = 0 es una guía para el observador.
Para elucidar estos mecanismos, la Figura 26 muestra el promedio de al menos 8 mediciones
de la curva de absorción transitoria para las mezclas de P1:PCBM y P1:PCBM:M1 utilizando
400 nm como longitud de onda de bombeo y 735 nm y 550 nm como longitudes de onda de
prueba. Para la longitud de onda de prueba a 550 nm se observa una señal -T/T negativa
que de acuerdo con lo discutido en secciones anteriores corresponde al blanqueo del estado
base durante los primeros instantes después de la fotoexcitación. Una excitación a 400 nm se
localiza cercana tanto al máximo de absorción para P1 (alrededor de los 440 nm) como a una
segunda región de absorción para M1 (alrededor de los 425 nm), por lo que es de esperar que
M1 produzca sus propios excitones con la capacidad de contribuir a la población que se habrá
de disociar y, en consecuencia, coadyuvar a un incremento en la eficiencia de la celda solar.
Por otro lado, al utilizar la longitud de onda de prueba en 735 nm (círculos), se observa una
transiente de señal positiva justo después de la excitación que decae de forma rápida durante
a) b)
72
los primeros 200 picosegundos, seguido de un decaimiento más lento que se extiende hasta
el primer nanosegundo. La curva de ajuste biexponencial (línea sobre la curva) muestra los
siguientes tiempos de decaimiento: 1=12 ps, 2=450 ps para la mezcla que no contiene M1
y 1=86 ps, 2=2.2 ns para la mezcla con M1 [44]. A partir de estos datos podemos observar
como la presencia de M1 extiende los tiempos de decaimiento derivado de la interacción del
haz de prueba con una mayor población de excitones generados tanto por P1 como por M1
justo después de la excitación. De acuerdo con este hecho, cuando la molécula M1 no está
presente, la fotoexcitación sobre P1 genera excitones que son rápidamente atrapados en la
banda polarónica en donde, a la postre serán recombinados. Sin embargo, la presencia de
M1, posicionado como un puente entre P1 y PCBM permite el transporte de algunos
excitones directamente ente los niveles LUMO de P1 y M1 mediante mecanismos de
transporte isoenergético sin la necesidad de caer en la banda polarónica, por lo que su
disociación en la interfaz con PCBM se presume más probable.
Al respecto de la segunda constante de decaimiento, nuevamente se observa un aumento en
la constante de tiempo bajo la presencia de M1 que corresponde a dos mecanismos posibles:
el primero de ellos derivado de la relajación de aquellos excitones que permanecen en P1
cuya dinámica se manifiesta a través de la formación de polarones y el entrecruzamiento de
sistemas para formar tripletes cuyas constantes temporales típicamente se extienden desde
unos poco nanosegundos hasta microsegundos, respectivamente [43]. Por otro lado, el
segundo mecanismo se asocia al hecho de que el transporte isoenergético entre los niveles
LUMO típicamente requiere tiempos que van desde los cientos de picosegundos hasta unos
pocos nanosegundos [28]. Para corroborar estos mecanismos y realizar un análisis más
exhaustivo de la dinámica de las especies excitadas se realizó un cambio en la longitud de
73
onda de prueba y se obtuvieron las curvas de absorción transitoria cuyas constantes
temporales se muestran en la Tabla 6.
Tabla 6. Constantes de tiempo considerando un decaimiento biexponencial para diferentes longitudes de onda
de prueba [44].
Longitud de
onda de
prueba(nm)
Constantes de tiempo para un decaimiento biexponencial
P1:PCBM P1:PCBM:M1
Corta τ1 (ps) Larga τ2 (ns) Corta τ1 (ps) Larga τ2 (ns)
650 17 0.36 47 2.31
735 12 0.45 86 2.26
900 4 1.25 0.92 0.212
Cuando se utilizó la longitud de prueba de 650 nm se supuso una energía mayor a la de la
banda polarónica (localizada entre los 700 y los 800 nm) y se determinaron las siguientes
constantes temporales: 1=17 ps, 2=360 ps para la mezcla que no contiene M1 y 1=47 ps,
2=2.31 ns para la mezcla con M1 [44]. Si analizamos la muestra que no contiene M1 se
puede observar un incremento respecto al haz de prueba a 735 nm para 1 de 12 ps a 17 ps
[44], derivado del hecho de que a 650 nm nos hemos posicionado justo en una de las “alas”
de la banda polarónica y la cantidad de especies excitadas que decaen a ella es menor, lo que
ocasiona una mayor interacción con el haz de prueba, cuya consecuencia directa es una
dinámica más lenta. Sin embargo, si analizamos la segunda constante temporal 2 se observa
una reducción de 450 ps a 360 ps producto de un aparente llenado de la banda polarónica que
dará pie a otros procesos de recombinación o entrecruzamiento de sistemas, como se discutió
en párrafos anteriores. Al estar presente M1, se observa una reducción en 1 de 86 ps a 47 ps
[44] derivado del hombro de absorción de M1 localizado alrededor de los 625 nm por lo se
crea un compromiso entre las especies excitadas en P1 y una posible señal de blanqueo en
74
M1. Esto se corrobora con una variación poco significativa para la segunda constante
temporal.
Finalmente, para el caso cuando el haz de prueba se ha sintonizado a 900 nm se monitorea
una energía por debajo del estado CT para las dos mezclas, obteniéndose las siguientes
constantes temporales: 1=4 ps, 2=1250 ps para la mezcla que no contiene M1 y 1=0.92 ps,
2=212 ps para la mezcla con M1 [44].
Es posible concluir que la presencia de M1 en cada uno de los sistemas coadyuva a un mejor
transporte de excitones hacia la interfaz con PCBM mediante dos posibles mecanismos. El
primero de ellos derivado de la alineación entre los niveles LUMO que favorece un transporte
isoenergético y al mismo tiempo funciona como un puente que evita el decaimiento de los
excitones en la banda polarónica. El segundo por su parte consiste en la fotogeneración y
transporte de excitones generados directamente en M1 por absorción de radiación
electromagnética.
4.2 LASEO Y DINÁMICA DE ESPECIES EXCITADAS EN POLIFLUORENO
4.2.1 Introducción
Diversos estudios de nuevos materiales para ser utilizados como medios activos se han
realizado en la línea de las propiedades de absorción, la longitud de onda de emisión, el ancho
de banda y la eficiencia cuántica [131–133]. Uno de los principales retos que presentan los
materiales que se diseñan para aplicaciones de laseo recae en aumentar su fotoestabilidad así
como en disminuir los umbrales de laseo de manera que sea posible utilizar fuentes de
excitación alternativas a los láseres pulsados [55, 56, 134, 135].
75
Dentro de las distintas configuraciones para las cavidades resonantes láser, las estructuras
difractivas han sido las más estudiadas [56, 129, 131, 133]. Estas estructuras consisten en
sistemas nanoestructurados periódicos que proporcionan una retroalimentación continua a lo
largo de todo el dispositivo, evitando con esto la necesidad de utilizar espejos reflejantes.
Desde el punto de vista de su fabricación, suelen ser integradas como guías de onda y su
sintonizabilidad se relaciona con su periodicidad. Denominados láseres con
retroalimentación distribuida (DFB; por sus siglas en inglés Distributed Feedback),
presentan un gran potencial para el desarrollo de aplicaciones de biosensores y sensores
químicos [136–139].
En el presente trabajo, se caracterizó un polímero con conjugación cruzada derivado de
fluoreno (PF–1) basado en el monómero 4,7-bis[2-(9,9-dimetil)fluorenil]benzo[1,2,5]
tiadiazol como medio activo para aplicaciones de laseo. En estudios previos PF–1 mostró
excelentes propiedades fluorescentes inducidas tanto por la absorción de un fotón, como por
la absorción de dos fotones en el rango de los 740 a los 820 nm con una eficiencia cuántica
cercana al 100% [140], así como propiedades ópticas no lineales para la conversión de
frecuencias por armónicos ópticos en el rango de telecomunicaciones (1100–1600 nm) [141].
Debido a sus excelentes propiedades luminiscentes se fabricaron y caracterizaron PLEDs
bajo una arquitectura de tipo multicapa utilizando PF–1 como material emisor en conjunto
con los inyectores de electrones PFN y LiF. Para la caracterización de los PLEDs, se tomaron
las curvas de corriente–voltaje y densidad lumínica–voltaje, como se muestra en la Figura 27
para ambos dispositivos.
76
Figura 27. Curvas de voltaje–corriente (datos en color rojo) y densidad lumínica–voltaje (datos en color
negro) para el PLED que contiene PFN (círculos) y para el PLED que contiene LiF (estrellas).
Los resultados mostrados en la Figura 27 para las curvas de corriente-voltaje y densidad de
ambos PLED fabricados muestran, en ambos casos, un incremento en la corriente a partir de
los 4 V alcanzando su máximo en aproximadamente 150 A/m2 a los 10V. Para el PLED que
contiene PFN (círculos negros) se observa un máximo de emisión cerca de los 878 cd/m2 en
el rango entre 4.5 y 5 V [142]. Por su parte el PLED que contiene LiF muestra un incremento
en la densidad luminosa en el rango entre los 6.5 y los 9 V alcanzando su máximo en los 805
cd/m2 (vease Figura 27 estrellas negras). Para el PLED que contiene PFN se determinó un
voltaje de encendido entre los 4 y los 4.5 V con un máximo de eficiencia en los 40 cd/A a los
5.5 V y los 20 A/m2 seguido de un decenso en la eficiencia que alcanza los 17 cd/A durante
el rango comprendido entre los 5.5–6.5 V y los 20–55 A/m2. Al respecto del PLED que
contiene LiF el voltaje de encencido ocurre alrededor de los 6.5 V con un máximo de
eficiencia de 9 cd/A en el rango entre 8 y 8.5 V. Se observa una variación mínima en la
Den
sid
ad d
e co
rrie
nte
(A
/m2 )
Den
sid
ad L
um
ino
sa (
cd/m
2)
Voltaje (V)
77
eficiaencia durante el rango de 0 a 75 A/m2 con su máximo en 30 A/m2 [142]. Los parámetros
obtenidos para nuestros PLED y su comparativo se muestra en la Tabla 7.
Tabla 7. Parámetros de los PLEDs fabricados y su comparativa con otros PLEDs emitiendo en longitudes de
onda similares tomados de la referencia [142].
Material longitud de onda
de emisión (nm)
Voltaje de
encendido
(V)
Densidad
Lumínica
(cd/m2)
Eficiencia
(cd/A)
PF–1/PFN 551 4.5 878 40
PF–1/LiF 551 6.5 805 9
DDH 555 8 600 NA
FPtppND 545 9 1000 25.9
PIM–1 515 10 10 1.71
Carbazol
homopolímero 527a 5 NA 0.45–15, 23b
a Emisión de estados tripletes; b Eficiencia tomada para diferentes concentraciones de TPBI.
Estos resultados han motivado la investigación que aquí se presenta demostrando que el
polifluoreno PF–1 exhibe eficientemente ganancia óptica permitiéndole ser un candidato
potencial para aplicaciones fotónicas. La caracterización de PF–1 realizada en el presente
trabajo se presenta en dos vertientes, la primera en términos de los parámetros de laseo
utilizando una cavidad resonante formada por un espejo plano y una rejilla de difracción; la
segunda en términos de un arreglo de bombeo-prueba en el régimen ultrarrápido con la
finalidad de analizar la dinámica de especies excitadas para determinar la ganancia de
emisión estimulada con excitación multifotónica. En general, los derivados de fluoreno han
llamado la atención por sus propiedades físicas y químicas tales como su buena estabilidad
química y versatilidad en su procesamiento para ser depositados de manera simple y sencilla
en películas delgadas. Poseen una unidad plana bifenil que permite una mejora en la
solubilidad [20, 46, 57]. A pesar de que al incrustar un material donador en la cadena de un
polímero con conjugación cruzada se presenta una transferencia de carga a lo largo de la
78
cadena del polímero incrementando la intensidad de fluorescencia [58], los compuestos que
presentan una conjugación cruzada no han sido utilizados como materiales activos en
dispositivos fotónicos.
4.2.2 Parámetros de laseo
La síntesis del monómero derivado de fluoreno 4,7-bis[2-(9,9-dimetil)fluorenil] benzo[1,2,5]
tiadiazol así como el polímero derivado del fluoreno con conjugación cruzada (PF–1) se
puede consultar en la referencia [141]. La estructura química del polímero PF–1 se muestra
en la Figura 28.
.
Figura 28. Estructura química del polímero PF–1 derivado de fluoreno.
La Figura 29 muestra la curva de absorción para el polímero PF–1 (triángulos) tomado con
un espectrofotómetro marca Perkin Elmer modelo Lambda 900 (en un rango de 280 a 700
nm), a partir de una solución con una concentración de 10-4 M utilizando clorobenceno como
disolvente. Se pueden observar dos bandas de absorción, una principal centrada en los 325
nm con un ancho medio de 50 nm y una secundaria con aproximadamente el 50% de la
79
amplitud centrada en los 427 nm con un ancho medio de 75 nm. La banda de absorción
principal se atribuye a la transición –* de la cadena conjugada; mientras que la banda
secundaria se asocia a la transición n–*, como se asentó en el capítulo 2 [141, 143]. La
Figura 29 muestra además la curva de fluorescencia tomada con un espectrómetro portátil
marca Ocean Optics modelo USB4000 utilizando una lámpara ultravioleta para iluminar la
solución descrita anteriormente. La curva de fluorescencia se localiza en la región verde-
amarilla del espectro visible y posee su pico centrado alrededor de los 544 nm con un ancho
medio de 80 nm mostrando una asimetría.
Figura 29. a) Espectros de absorción (triángulos) y fluorescencia (círculos) para el polímero PF–1
tomados en solución de clorobenceno.
El polímero PF–1 se preparó en solución de clorobenceno con una concentración de 10-4 M
y se introdujo directamente en la celda de cuarzo utilizando el arreglo experimental descrito
en la Figura 16 del capítulo 3. Para realizar el cálculo de la sección transversal de emisión
estimulada se determinó el tiempo de vida de fluorescencia para el polímero PF–1, con un
80
valor de 4.9 ns para el ajuste lineal a los datos experimentales, utilizando un fluorómetro
modelo Tempro bajo una excitación de 370 nm en una solución con cloroformo como
disolvente. Previamente, se calibró el fluorómetro utilizando el colorante [1,4-bis(4-metilo-
5-fenilo-2-oxazolil)benceno] (POPOP) en una solución con metanol como disolvente
obteniéndose un tiempo de vida de fluorescencia de 0.93 ns, el cual es consistente con lo
reportado en la literatura para este colorante [126].
La Figura 30 muestra la emisión láser de PF–1 en solución (10-4 M en clorobenceno)
bombeado a una longitud de onda de 425 nm, con potencia pico de 13 kW (fluencia 7.8
mJ/cm2, intensidad 1.3 MW/cm2 y taza de repetición de 10 Hz). La línea de laseo se
encuentra centrada en los 566 nm, posee un ancho medio de 3.8 nm y una sintonizabilidad
en el rango entre los 555 nm y los 575 nm (véase inset en el panel a) de la Figura 30). Fuera
de este rango de sintonizabilidad se observa la emisión láser sin embargo la intensidad de
laseo es inestable. El umbral de laseo a una longitud de onda de 566 nm se determinó
alrededor de los 75 J de energía (fluencia 7.5 mJ/cm2) como se muestra en el panel b) de la
Figura 30. En el mismo panel es posible observar que al aumentar la energía de bombeo en
un rango entre 10 J y 70 J, el ancho medio reduce de 80 nm a 7 nm, respectivamente. De
la misma forma la intensidad de laseo aumenta hasta poco menos de 0.5 × 105 en unidades
arbitrarias. Para energías superiores a los 75 J se observa un ancho medio constante por
debajo de 5 nm y un incremento en la intensidad de laseo desde 0.5 × 105 hasta los
3.25 × 105 aproximadamente a los 160 J de energía de bombeo.
81
Figura 30. Curvas características para determinar los parámetros de laseo para PF–1 en solución:
a) Espectro de fluorescencia (círculos) y laseo (línea). Inset, sintonizabilidad; b) FWHM (cuadros
rojos) e intensidad de laseo (círculos negros) a una longitud de onda de emisión de 566 nm en
función de la energía de bombeo; c) Tiempo de vida de fluorescencia de 4.9 ns obtenido mediante
un ajuste lineal a los datos experimentales (línea roja).
El panel c) de la Figura 30 (línea roja) muestra el decaimiento de la fluorescencia con un
valor de constante temporal de ajuste en 4.9 ns. El valor calculado para e es 4.24 × 10−16
a)
b) c)
82
cm2 y es comparable con los valores obtenidos para los colorantes orgánicos: rodamina 6G,
POPOP y DDFP [126, 144, 145].
Como se mencionó anteriormente, el umbral es un factor importante para la implementación
de nuevos materiales como medios activos en aplicaciones de laseo. En este sentido el umbral
determinado para PF–1 (75 J) así como sus demás parámetros determinados, se equiparan
muy bien con los del colorante ampliamente utilizado rodamina 6G (umbral de laseo 70–75
J, intensidad 4.4 MW/cm2 tiempo de vida de fluorescencia 3.9 ns y eficiencia cuántica del
orden del 89 %) [145–147]. La Tabla 8 muestra la comparación entre PF–1 y los colorantes
POPOP, DDFP y rodamina 6G.
Tabla 8. Sección transversal de emisión de laseo (σe), tiempo de vida de fluorescencia (τf) y λ de
máxima emisión de laseo de PF–1 y su comparación con otros compuestos orgánicos utilizados
como medios activos para laseo.
Material Disolvente
de
máxima
emisión de
laseo (nm)
e
×10-16 cm2
f
(ns)
Rango de
fluorescencia
(nm)
Referencia
PF–1 Clorobenceno 566 4.24 4.9 520 – 600 [142]
Rodamina 6G Etanol 566 4.17 3.9a 530 – 590 [146, 147]
POPOP Metanol 555 2.82 0.93 400 – 460 [126]
DDFP DMSO 515 3.23 2.3 470 – 535 [144]
a en solución de metanol.
Finalmente, los resultados presentados en esta sección posicionan a PF–1 como un material
que posee un espectro de emisión ancho (FHWM 80 nm), buena sintonizabilidad y una
sección transversal de emisión estimulada comparable con otros materiales utilizados como
medios activos para aplicaciones de laseo, por lo tanto PF–1 es un potencial candidato para
ser implementado como medio activo en un láser de estado sólido de tipo DFB o bien en
83
estructuras más novedosas como microresonadores. Debe nuevamente destacarse que la
motivación en explorar el uso de PF–1 como medio activo de laseo se debe al hecho de que
exhibe absorción de dos fotones del orden de 104 GM [140] y por lo tanto podría ser excitado
ópticamente con radiación infrarroja para producir laseo en la región visible del espectro,
esto es, con dicho polifluoreno se podría fabricar un láser con excitación de dos fotones.
Implementando el medio activo en una microcavidad o microresonador garantizaría un alto
factor Q, que a su vez permitirían obtener laseo a bajos umbrales. Ciertamente en esta
sección se ha demostrado el láser con una cavidad simple y de grandes dimensiones, la cual
no es de un interés práctico significativo pues implica el uso del polímero en solución.
Desde el punto de vista fotofísico, es posible atribuir los parámetros de laseo estimados para
PF–1 a una eficiente generación de especies excitadas derivado de las transiciones* y
n– * en los diferentes segmentos de la cadena de polímero. El tiempo de vida de
fluorescencia nos proporciona la pauta para suponer que las especies excitadas creadas en
diferentes partes de la cadena de polímero decaen en una ventana de tiempo que se prolonga
por encima de los 4 ns. Esta aproximación coincide con las conclusiones de varios autores
quienes observaron que los valores correspondientes a la sección transversal de emisión
estimulada y al tiempo de vida de fluorescencia se incrementaron derivado de un aumento en
los tiempos de recombinación ocasionado por el tránsito de excitones a través de la cadena
de polímero [148–150]. En base a la discusión anterior se realizaron mediciones de absorción
transitoria para corroborar la dinámica de especies excitadas en PF–1.
84
4.2.3 Mediciones de Absorción Transitoria
Las mediciones de absorción transitoria se realizaron en estado sólido y se presentan en la
Figura 31. El panel a) de la Figura 31 muestra la curva de absorción transitoria obtenida para
el polímero PF–1 a una longitud de onda de detección de 555 nm. Esta longitud de onda se
seleccionó una vez que se localiza muy cerca del máximo de emisión para PF–1. En la curva
presentada en el panel a) de la Figura 31 es posible observar una señal -T/T negativa
asociada a un proceso de emisión estimulada por el haz de prueba sobre la muestra [41]. Sin
embargo, se presenta solamente un transiente de señal con una duración menor a los 250 fs.
Esta señal corresponde a un proceso de emisión estimulada; sin embargo no se observa un
decaimiento exponencial suave en la señal una vez que los valores reportados para derivados
de fluoreno se extienden hasta los 3 ns [47, 151]. Este hecho se debe principalmente a una
fotodegradación cuya consecuencia es el apagamiento de la emisión de PF–1 al incidir la
radiación del haz de bombeo a 400 nm. Se utilizó 800 nm como haz de bombeo observándose
nuevamente una fotodegradación en la muestra sin poder obtener una curva experimental que
permitiera observar el efecto de la emisión estimulada por dos fotones. Lo anterior fue
consecuencia de que los valores más altos reportados para la emisión por dos fotones se
reportaron a 740 nm con una pobre contribución a 800 nm, como se puede observar en la
referencia [140]
85
Figura 31. a) Curva de absorción transitoria para el derivado de fluoreno PF–1; b) curva de absorción
transitoria para MEH–PPV.
Finalmente, para descartar cualquier posible error en el arreglo experimental se realizaron
mediciones adicionales de absorción transitoria para el polímero MEH–PPV (véase panel
b) de la Figura 31) utilizando una longitud de prueba de 580 nm. Al igual que para
PF–1, en la curva se puede observar una señal -T/T negativa que corresponde al proceso
de emisión estimulada para MEH–PPV [23]. La señal presenta un decaimiento durante
los primeros 5 ps para después permanecer relativamente constante en la ventana de
observación hasta 20 ps que se prolonga hasta los 400 ps de acuerdo con la literatura
[23].
a) b)
86
5. CONCLUSIONES
La espectroscopia de absorción transitoria o ultrarrápida de especies excitadas, permite una
caracterización integral de algunos aspectos de fotogeneración, transporte y recombinación
en semiconductores orgánicos analizando propiedades que proporcionan una pauta para la
optimización de los dispositivos en los que se implementan.
Se implementó satisfactoriamente el arreglo de bombeo–prueba utilizando la técnica de
absorción transitoria con una buena resolución temporal que permitió describir los procesos
físicos implicados en la fotogeneración y el transporte de especies excitadas sobre materiales
en estado sólido con espesores del orden de los 150 nm.
Utilizar supercontinuo como haz de prueba requiere de equipo como una cámara CCD que
permita captar todo su espectro con la finalidad de monitorear simultáneamente diferentes
especies excitadas, sin embargo implementar el supercontinuo abre un nuevo reto en cuanto
a estabilidad e intensidad para cada una de las diferentes longitudes de onda que lo
componen.
La caracterización de la capa activa de celdas solares se condujo en una primera instancia a
través del polímero altamente estudiado MEH–PPV con la finalidad de caracterizar y calibrar
nuestro arreglo experimental. Se determinaron cuatro longitudes de onda para el haz de
prueba: 550 nm para corroborar el signo de la señal TA una vez que se asume negativa para
este; 650 nm para monitorear la banda polarónica que se forma en MEH–PPV; 735 nm
nuevamente posicionados en la banda polarónica; finalmente 900 nm para monitorear el
estado de transferencia de carga y elucidar la disociación de excitones. La molécula M1
adherida en la capa activa de la mezcla que contiene MEH–PPV provoca un aumento en las
87
constantes temporales para las longitudes de onda de prueba utilizadas. La incorporación de
M1, genera sus propios excitones por absorción de radiación electromagnética con el bombeo
utilizado (400 nm) una vez que se encuentra dentro de su región de absorción. Desde la
perspectiva del diagrama de niveles energéticos, existe una alineación entre los niveles
LUMO de M1 y PCBM que conlleva a una transferencia de tipo isoenergética entre estos
niveles cuyo tiempo de tránsito es del orden de los cientos de picosegundos. De estos estudios
concluimos que M1 evita que los excitones creados en MEH–PPV se confinen en la banda
poláronica una vez que se favorece un decaimiento en cascada entre los niveles LUMO de
MEH–PPV y M1.
Se confirma la hipótesis realizada a partir de los diagramas energéticos sobre el hecho de que
la presencia de M1 evita el tránsito por la banda polarónica creada en MEH–PPV una vez
que la relajación de las especies excitadas se prolonga por encima del primer nanosegundo
en comparación con los 400 ps que contempla la literatura para decaimiento en la banda
polarónica.
Utilizando las mismas longitudes de onda de prueba (550 nm, 650 nm, 735 nm y 900 nm)
para el polímero P1. La hipótesis planteada en base a los niveles energéticos indica un
posicionamiento isoenergético entre los niveles LUMO de M1 y PCBM así como en cascada
para los niveles LUMO de P1 y M1. Existe un posicionamiento entre los niveles HOMO de
P1 y M1 que favorece la extracción de huecos sobre P1. Es posible concluir que los excitones
creados en P1 podrán transportarse directamente a M1, evitando con esto el tránsito por la
banda polarónica. Se presenta una reducción en el gap energético del estado CT favoreciendo
una mayor disociación de excitones al estar presente M1.
La presencia de M1 manifiesta un aumento en las constantes temporales tal y como ocurrió
para el caso de MEH–PPV, corroborando la hipótesis planteada.
88
M1 evita el tránsito de excitones en la banda polarónica una vez que se determinó un aumento
en las constantes temporales de decaimiento.
Para los dos sistemas analizados, MEH–PPV y P1, M1 provoca un ensanchamiento en la
región de absorción y un aumento en las constantes temporales de decaimiento dando como
consecuencia una mayor presencia de las especies excitadas en vías de disociarse en la
interfaz entre los donadores (MEH–PPV y P1) y el aceptor (PCBM).
La caracterización de PF–1 como medio activo láser mostró parámetros de laseo comparables
favorablemente con rodamina 6G, siendo estos: bajo umbral de laseo (75 µJ),
sintonizabilidad de 25 nm, tiempo de vida de fluorescencia de 4.9 ns y sección transversal de
emisión estimulada de e es 4.24 × 10−16. Sin embargo, se observa fotodegradación a la
longitud de onda de bombeo de la cavidad resonante (427 nm).
Las mediciones de absorción transitoria realizadas utilizando supercontinuo como haz de
prueba para el polímero MEH–PPV muestran una señal negativa, producto de la emisión
estimulada con un decaimiento que se extiende durante toda la ventana temporal (30 ps) y
que, de acuerdo a la literatura, se prolonga hasta los 400 ps. Al realizar las mediciones de
absorción transitoria para el polímero PF–1, se observa una señal negativa proveniente de la
emisión estimulada. Desafortunadamente la señal cae al instante, considerando la resolución
de nuestro arreglo experimental, debido a la presencia de fotodegradación. Finalmente, se
optó por realizar mediciones utilizando 800 nm como haz de bombeo para producir emisión
por absorción mulifotónica sin poder observar señal alguna.
La técnica de absorción transitoria permite el estudio de materiales sobre los aspectos de su
fotofísica. El espectrómetro construido en el laboratorio de óptica ultrarrápida del CIO abre
89
la posibilidad de estudiar materiales para entender su funcionamiento como semiconductores
en dispositivos fotónicos de manera tal que sea posible identificar los procesos de mejora y
las áreas de oportunidad para potencializarlos como candidatos en aplicaciones
tecnológicamente viables. El comprender los procesos fotofísicos de las especies excitadas
en materiales orgánicos nos permite diseñar, modificar y adaptar los semiconductores
orgánicos prácticamente a cualquier aplicación potencializando sus características a través
de la electrónica molecular.
90
6. TRABAJO FUTURO
Algunos aspectos que han quedado plasmados en el presente trabajo para ser considerados a
un futuro y que enriquecerán el estudio de la dinámica de especies excitadas en el CIO son:
1. La implementación de diferentes longitudes de onda para el bombeo, permitiendo
con esto el análisis de cada uno de los distintos componentes (material aceptor,
material donador, entre otros) que integran una muestra bajo estudio en una
mezcla de materiales semiconductores. A manera de ejemplo, los elementos que
conformaron la capa activa de las celdas solares bajo estudio presentan diferentes
bandas de absorción y con el uso de diferentes longitudes de bombeo es posible
excitar cada elemento que conforma la celda analizando su contribución
específica mediante el análisis de las especies excitadas generadas. De la misma
manera es posible analizar la dinámica de especies excitadas en el material
aceptor de electrones, comparando entre diferentes tipos de aceptores
comprendiendo las ventajas de utilizar uno u otro. Finalmente, en la construcción
de celdas del tipo TANDEM utilizando más de un material donador se vuelve
crucial analizar la contribución de cada uno de los elementos donadores de
electrones.
2. La implementación de una cámara CCD de alta sensibilidad para detección tanto
en la región visible como en la región del infrarrojo que permita el estudio de un
conjunto de longitudes de onda simultáneamente con lo que se puede mapear los
diferentes procesos fotofísicos como las bandas polarónicas y el transporte de
91
excitones. Uno de los retos que el arreglo presentado en el presente trabajo tuvo
fue la incorporación de longitudes de onda por encima de los 1200 nm ya que a
partir de ésta se pueden monitorear la difusión de excitones comprendiendo aún
más la fotofísica de la muestra bajo estudio.
3. Es importante recalcar que a partir del arreglo de bombeo–prueba es posible
implementar técnicas ópticas ultrarrápidas adicionales como la fluorescencia
resuelta en tiempo, la suma de frecuencias y autocorrelación cruzada para análisis
de pulsos ultrarrápidos.
4. Finalmente, en el ámbito de la generación de conocimiento, el estudio de la
fotofísica permite esa concatenación de aspectos físicos, ópticos, de materiales y
químicos para comprender de mejor manera otros sistemas de semiconductores
orgánicos de interés tanto científico como tecnológico coadyuvando a un campo
de estudio con un perfil multidisciplinar.
92
7. REFERENCIAS
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