Departamento de Orientación y Psicología Psicología Ciclo de Educación BásicaMiss Paula Lathrop P.
FICHA DE REFLEXIÓN
Curso: Cuarto a Sexto Básico. Fecha: 27.04.20
Objetivo: Reconocer la emoción de la “tristeza” como una emoción muy humana y natural, además de entregar herramientas para aceptarla y poder gestionarla de manera adecuada. Instrucciones:En primer lugar, invitar al niño y a la niña que, junto a un adulto, puedan leer este documento y reflexionarlo, guiándose por las preguntas que a continuación se sugieren. En segundo lugar, poder poner en práctica las estrategias de abordaje de la tristeza. Preguntas para guiar el diálogo posterior en familia:
¿Cómo abordan la emoción de la tristeza cuando se presenta en su hijo(a)?¿Qué palabras o gestos ayudan a calmar a su hijo(a)?¿De qué forma conversan sobre las situaciones que pueden entristecer a su hijo(a)?¿Cómo acompañan los adultos al niño(a) cuando su ánimo decae?¿De qué manera se dan cuenta cuando su hijo(a) está triste?
“LA TRISTEZA”¿qué sabemos de ella?
Cuando sucede algo que nos hace decaer solemos sentirnos tristes. La tristeza curva nuestros ojos y boca hacia abajo y hace que nuestra mirada se pierda en el horizonte. No tenemos ganas de hacer nada y nos pasaríamos el día encerrados en la habitación.
Para medir la tristeza que podemos llegar a sentir, vamos a utilizar a la lluvia como ejemplo.
Boca hacia abajo
Mirada perdida en el horizonte
Párpados caídos como persianas a
medio bajar
Poca Tristeza
Tristeza Media
Cuando estamos “algo tristes”, sentimos un pequeño vacío, notamos que nos falta algo. Es como si hubiese comenzado a lloviznar y a hacer frío. La lluvia es un poco molesta,
Cuando estamos “tristes”, nos sentimos decaídos y pesimistas. La lluvia cae con ganas, nos moja la ropa, el pelo y la cara. Necesitamos abrir un paraguas; pero o lo hemos olvidado en casa o está roto. Queremos huir para ponernos a salvo, pero no sabemos para dónde correr y nos quedamos quietos, en medio de
Mucha Tristeza Cuando estamos “muy tristes” nos sentimos como si hubiésemos caído a un pozo profundo y oscuro, del cual no conseguimos salir. La lluvia se vuelve una tormenta.El agua nos cala hasta los huesos y nos duele. A veces cuesta incluso respirar; parece como que la tormenta no acabará nunca y nosotros tratamos de navegar en un
Y ahora, ¿cómo la enfrento?
o Deja entrar la tristeza, recíbela y acéptala por un tiempo: algo te quiere decir esta emoción. Si te caen lágrimas, sé valiente: llora lo que tengas que llorar.
o Puede que la tristeza se quede un rato contigo, cierra los ojos, respira profundo y permite que te acompañe. Evita decirle adiós antes de tiempo.
o Trata de descifrar a qué se debe tu pena; si no sabes, acércate a alguien de confianza para que te ayude a entender lo que te pasa. A veces un abrazo cariñoso disipa por si sola la tristeza.
o Finalmente, si llueve a cántaros y no puedes remediarlo, recuerda que siempre hay otra posibilidad: ¡puedes bailar bajo la lluvia!
Material basado en el libro “El emocionómetro del inspector Drilo” de Susanna Isern.
Top Related