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1 XIV International Economic History Congress Helsinki, Finland, 21 to 25 August 2006 Session 56 The economics of Latin American Labor Organizer: James P. Brennan Industria, trabajadores y empresarios en un espacio en transformación: el Gran Rosario, Argentina (1958-1976): problemas y procesos 1 . Mgs. Silvia Simonassi (Centro de Estudios Sociales Regionales (CESOR) - Facultad de Humanidades y Artes - Universidad Nacional de Rosario - Argentina) El objetivo de la ponencia es analizar el proceso de transformación social y económica así como reflexionar sobre las principales investigaciones que se han centrado en el proceso de transformación industrial y la estructuración de las clases en uno de los más importantes cordones industriales de Argentina, el que se extiende por la ribera del río Paraná y que tiene a la ciudad de Rosario como núcleo urbano fundamental, entre los años 1958 y 1976. La elección del período obedece a que fue el proyecto desarrollista de Arturo Frondizi el que abrió la región a las inversiones extranjeras, las cuales complejizaron una trama social y económica de corte industrial previamente establecida. Durante el período se produjo una importante reformulación de las relaciones de clase, al compás de la aparición de un sindicalismo combativo con una fuerte presencia en las nuevas industrias de capital extranjero, mientras persistía la antigua "burocracia sindical" en ramas de corte más tradicional. El empresariado regional, por su parte, incrementó su presencia pública, expresada en Cámaras, Asociaciones y periódicos a los fines de hacer frente al nuevo escenario industrial y social. No obstante la heterogeneidad en las identidades políticas de los gobiernos nacionales y provinciales (desarrollistas, 1 Este trabajo forma parte de un proyecto denominado: "Cultura, poder y vida cotidiana en la estructuración de las relaciones sociales en el sector siderúrgico y metalúrgico del cordón industrial San Lorenzo-Rosario-San Nicolás, 1958-1976". En esta etapa las investigaciones están centradas en el denominado Cordón Industrial del Gran Rosario y no se incluyen sino referencias parciales a los emplazamientos más al sur (especialmente San Nicolás y Villa Constitución).

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XIV International Economic History Congress

Helsinki, Finland, 21 to 25 August 2006

Session 56

The economics of Latin American Labor

Organizer: James P. Brennan

Industria, trabajadores y empresarios en un espacio en transformación: el Gran Rosario,

Argentina (1958-1976): problemas y procesos1.

Mgs. Silvia Simonassi

(Centro de Estudios Sociales Regionales (CESOR) - Facultad de Humanidades y

Artes - Universidad Nacional de Rosario - Argentina)

El objetivo de la ponencia es analizar el proceso de transformación social y económica así como

reflexionar sobre las principales investigaciones que se han centrado en el proceso de transformación

industrial y la estructuración de las clases en uno de los más importantes cordones industriales de

Argentina, el que se extiende por la ribera del río Paraná y que tiene a la ciudad de Rosario como

núcleo urbano fundamental, entre los años 1958 y 1976. La elección del período obedece a que fue el

proyecto desarrollista de Arturo Frondizi el que abrió la región a las inversiones extranjeras, las cuales

complejizaron una trama social y económica de corte industrial previamente establecida. Durante el

período se produjo una importante reformulación de las relaciones de clase, al compás de la aparición

de un sindicalismo combativo con una fuerte presencia en las nuevas industrias de capital extranjero,

mientras persistía la antigua "burocracia sindical" en ramas de corte más tradicional. El empresariado

regional, por su parte, incrementó su presencia pública, expresada en Cámaras, Asociaciones y

periódicos a los fines de hacer frente al nuevo escenario industrial y social. No obstante la

heterogeneidad en las identidades políticas de los gobiernos nacionales y provinciales (desarrollistas,

1 Este trabajo forma parte de un proyecto denominado: "Cultura, poder y vida cotidiana en la estructuración delas relaciones sociales en el sector siderúrgico y metalúrgico del cordón industrial San Lorenzo-Rosario-SanNicolás, 1958-1976". En esta etapa las investigaciones están centradas en el denominado Cordón Industrial delGran Rosario y no se incluyen sino referencias parciales a los emplazamientos más al sur (especialmente SanNicolás y Villa Constitución).

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radicales, militares, peronistas) que se sucedieron a lo largo del período, pretendemos destacar la

continuidad de las políticas industriales y el crescendo de movilización social y política que

protagonizara la región. El análisis finaliza en marzo de 1976, cuando se inicia la dictadura más

sangrienta de la historia argentina y del Cono Sur y que en términos sociales y económicos significó la

aplicación de una política de desindustrialización y una traumática reformulación de las relaciones de

clase.

Si bien habremos de resaltar las heterogeneidades del proceso de industrialización (potenciadas

por las historias empresarias, las particulares culturas de fábrica y las singularidades de las experiencias

sindicales por sector) consideramos en este lugar a la región como un universo en sí mismo en términos

de estrategias patronales, obreras y estatales. Los congresos, reuniones y declaraciones empresarias

regionales, el tipo de movilidad de la fuerza de trabajo -que conforma un nutrido flujo de intercambios

cotidianos entre Rosario y las localidades circundantes-, las tendencias hacia la acción obrera conjunta

por parte de las corrientes clasistas de la región, configuran los fundamentos centrales de la

visualización de la región como un universo a ser explorado en su complejidad.

Por la importancia de la región en el contexto nacional, así como de los procesos que en ella

tuvieron lugar en el período, consideramos necesario establecer un balance provisorio -a los fines de

abrir una discusión más que de cerrarla - acerca de la producción académica existente sobre el

particular y las líneas posibles de investigación para el futuro.

Sobre el contexto regional: los procesos

La ciudad de Rosario constituía en el año 1960, una de las ciudades más densamente pobladas de

Argentina y allí se situaba uno de los núcleos industriales más significativos del interior del país. Las

profundas transformaciones producidas en la estructura productiva de la región tras el impacto de las

políticas desarrollistas, recién comenzaban a mostrar sus efectos. Grandes empresas de capital

extranjero complejizaban un panorama industrial de vieja data, especialmente centrado en la ciudad

misma. Como en Brasil, México y Chile, el proceso sustitutivo de importaciones se había edificado en

Argentina - especialmente tras la crisis de 1930- sobre una base industrial previa, producto de la

diversificación de actividades de una burguesía terrateniente que invertía en otros rubros con criterios

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claramente capitalistas2. La industria que emergió tras la crisis de 1930 en Argentina tuvo

características particulares: se trataba de una industria liviana destinada a suplir los productos que

requería el mercado interno, apoyada por políticas estatales - particularmente durante el denominado

peronismo clásico de 1943-1955 - tales como aranceles a la importación, supresión de barreras para la

compra de insumos, política crediticia beneficiosa, etc. Pero lo que sin duda marcó un sesgo distintivo

de la experiencia peronista (en relación con experiencias latinoamericanas contemporáneas) fue su

política redistributiva de ingresos a favor de los trabajadores urbanos, destinada a crear condiciones

propicias para el consumo de la producción industrial nacional. El incremento de salarios, los

beneficios en salud, vivienda y educación que recibieron los trabajadores formales y el propio

crecimiento de la cantidad de obreros industriales contribuyeron en este sentido. Este diseño funcionó

al menos hasta 1949, cuando el gobierno se vio obligado a tomar medidas destinadas a producir un

cambio de rumbo que atenuara los efectos de la crisis económica sin modificar sustancialmente las

condiciones de vida de los trabajadores urbanos, alrededor de los cuales Perón había construido su

movimiento político. La fórmula implicó una "vuelta al campo" a través de la total inversión de la

política del IAPI (Instituto Argentino para la Promoción del Intercambio) de comprar barato a los

productores rurales para vender a mayores precios y así obtener divisas destinadas a la promoción

industrial. Esa modificación en el rumbo de la política económica estuvo destinada al estímulo de las

actividades agrícolas y su mecanización, de lo cual se derivaron las políticas de promoción a la

industria de maquinarias para el campo3. En la provincia de Santa Fe, para 1946 el sureño

departamento Rosario concentraba ya el 53% del total de obreros ocupados y el 32 % de los

establecimientos industriales de una provincia que contribuía con aproximadamente el 9% del total

nacional. La historia previa de la ciudad de Rosario como centro comercial de la pampa húmeda, con

una buena red de caminos y disponibilidad de servicios, la existencia de mano de obra abundante y su

disposición en los márgenes de un importante curso de agua, el Río Paraná, fueron factores todos que

contribuyeron a dicha concentración. El censo de 1946 mostraba que una abrumadora mayoría de

2 Sábato, Jorge: La clase dominante en la Argentina moderna, formación y características, CISEA-GEL, Buenos Aires, 1988.Para el debate acerca de la industrialización sustitutiva y la existencia de una base industrial previa: Lewis, Colin: "La industriaen América Latina antes de 1930", en Leslie Bethell (ed.): Historia de América Latina, Vol.7, Cambridge-Crítica, Barcelona,1991; Guillén, Diana: "América Latina frente a la crisis de 1929", en Revista Secuencia, Nº16, Instituto Mora, México, Nuevaépoca, enero-abril de 1990.3 Brennan, James: "El empresariado: la política de cohabitación y oposición" y Gerchunoff, Pablo y Damián Antúnez De labonanza peronista a la crisis de desarrollo, en Nueva Historia Argentina Vol VIII Los años peronistas (1943-1955),Sudamericana, Buenos Aires, 2002, Girbal-Blacha, N.: Mitos, paradojas y realidades en la Argentina peronista (1946-1955), Universidad Nacional de Quilmes Editorial, Bs. As., 2003 y Schvarzer, Jorge: La industria que supimos conseguir,Buenos Aires, Planeta, 1996.

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establecimientos pequeños predominaba sobre el total, aunque unos pocos concentraban algo así como

el 30% del total de los trabajadores. Las ramas características del período eran las destinadas al

consumo interno, particularmente alimenticias, metalúrgica, textil, madera y vidrio4.

Este contexto de crecimiento de la industria, sumado al clima predominante que subrayaba la

importancia de la industria nacional para el desarrollo económico, condujo a la proliferación de centros,

asociaciones y cámaras que en todo el ámbito provincial surgían reflejando en algunos casos la

existencia de específicos intereses por rama o sector industrial y en otras una todavía marcada

indiferenciación, amalgamando en una misma organización empresarios del campo, el comercio y la

industria. De los documentos producidos por el empresariado provincial entre 1947 y 1953 se

desprenden algunos acuerdos básicos, el más significativo de los cuales era la necesidad de articular

esfuerzos de unidad con el objetivo de posicionarse frente al Estado. Demandaban a las autoridades

participación en comisiones y organismos destinados a debatir tópicos vinculados a la industria tales

como la política impositiva y las tarifas de servicios. La crítica al excesivo centralismo ejercido por la

Capital Federal en el marco de la defensa de criterios federalistas era frecuente entre los empresarios

industriales y del comercio. A través de esas páginas se descubren también las divisiones políticas y las

lealtades enfrentadas que despertó el peronismo: mientras algunos empresarios clamaban por la

prescindencia política, un grupo significativo -en el cual no faltaban antiguos "prescindentes" y aún

iniciales opositores- , terminaron conformando la Federación Económica de la Provincia de Santa Fe

alineada con la CGE (Confederación General Económica), de inocultables buenas relaciones con el

gobierno. Justamente en virtud de ese postulado unificador que constituía el federalismo -construido

alrededor de la percepción de postergación y desamparo que vivir y hacer negocios en Rosario parecía

haber generado- reputados dirigentes empresarios de la provincia -pertenecientes a la rosarina

Federación Gremial del Comercio y la Industria, a la Unión Industrial de Santa Fe y a su Centro

Comercial y al Centro Comercial e Industrial del Departamento Castellanos, entre otros- , participaron

de las reuniones que confluyeron en la conformación de la CAPIC (Confederación Argentina de la

Producción, la Industria y el Comercio) primero y de la CGE después. No obstante, este proceso no

hablaba precisamente de lealtades políticas sino de la necesidad de incrementar su capacidad de

organización al compás del crecimiento de la industria y azuzados por el incremento de la presión

4 Presidencia de la Nación. Ministerio de Asuntos Técnicos, IV Censo Nacional de la Nación. Censo Industrial de 1946,Buenos Aires, 1952; Simonassi, Silvia: Historias de metal. Industria e industriales metalúrgicos de Rosario, 1943-1983,tesis de maestría inédita, 2004 y "Perfil industrial y dinámica social en la provincia de Santa Fe (1943-1976)", En Aguila,Gabriela (comp.): De los cordones industriales al eje de integración Mercosur (1940-2005), Tomo 11 de Barriera, Darío(dir.) Nueva Historia de Santa Fe, La Capital & Prohistoria Ediciones, Rosario, 2006.

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obrera que ahora contaba con el aval estatal5. En este sentido, en 1943 el gobierno nacional había

decretado la creación de la Secretaría de Trabajo y Previsión. El efecto directo que esta decisión

promovió en las provincias fue la creación de delegaciones regionales de la nueva secretaría en lo que

significaba la centralización de la política laboral. La política desplegada por el Secretario de Trabajo,

Juan Perón hacia las organizaciones sindicales impactó en la ciudad al compás de lo que acontecía a

nivel nacional. En Rosario, la voluntad de acercamiento a sectores del movimiento sindical quedó

expresada en la presencia del propio Perón en la asamblea ferroviaria de diciembre de 1943, tras lo cual

los trabajadores del riel fueron beneficiados con una serie de mejoras que consolidaron el vínculo con

Perón. Pero Rosario participó también de un proceso paralelo de desconocimiento de viejas

organizaciones especialmente dirigidas por comunistas, hacia las cuales Perón aplicó la política de

conformar sindicatos paralelos. Tal fue el caso de la creación de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM),

que vino así a disputar con éxito su lugar de representación del pujante movimiento obrero metalúrgico

al Sindicato Obrero de la Industria Metalúrgica (SOIM)6.

Un espacio en transformación. El cordón industrial del Gran Rosario

A principios de la década de 1950 se replanteó el proceso de desarrollo industrial: la insuficiencia de

los capitales nacionales, la obsolescencia técnica, etc., tendieron a generar cierto convencimiento de que

las empresas extranjeras serían portadoras del dinamismo que requería la industria. Por cierto tampoco

estos eran planteos aislados, se daban en un contexto en el cual las empresas extranjeras ampliaban su

radio de inversiones y encontraban receptividad en más de un país latinoamericano. Si bien durante los

últimos años del gobierno peronista se reformuló la relación con los capitales extranjeros para recuperar

los índices industriales fue durante el período frondicista (1958/62) cuando se produjo la más importante

"apuesta al capital extranjero": el estímulo a las industrias de base como presupuesto de la independencia

económica (sector energético, industria siderúrgica y petroquímica), la modernización agrícola y la

atracción de capitales extranjeros para su radicación en el sector industrial, produjeron un fuerte estímulo

a ramas como petroquímica, metalmecánica, siderúrgica. Crecían las fábricas autopartistas, las de

5 Logrippo, Adelaida: Las fuerzas económicas argentinas: antecedentes y desarrollo actual, Ediciones Proinco, Rosario,1954.6 Badaloni, Laura: Políticas de bienestar y control de la movilización social, 1943-1955", en Oscar Videla (comp.): El sigloXX. Problemas sociales, políticas de Estado y economías regionales (1912-1976), en Tomo IX de Darío Barriera (dir.)Nueva historia de Santa Fe, op.cit.; Badaloni, Laura y Simonassi, Silvia: "...Por lo menos hemos salvado el honor". Los

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maquinaria agrícola, las de química fina y farmacéutica, y esa expansión se extendía a algunos pueblos de

Santa Fe, Córdoba y Mendoza, además de Buenos Aires. Aproximadamente el 24% del total de las

inversiones del período se radicaron en la provincia de Santa Fe, configurando un proceso de

intensificación del desarrollo industrial en la provincia, continuado hacia fines de los '60, cuando un

segundo impulso al ingreso de capital extranjero se produzca tras el golpe de Estado de Onganía en 1966.

Ya sin Onganía y con Aldo Ferrer al frente del Ministerio de Economía, se retomó la apuesta al capital

nacional7.

El mapa de la distribución industrial nacional y provincial se había modificado, aunque exhibía

algunas continuidades. Uno de los procesos más característicos fue la conformación de un importante

cinturón industrial en las márgenes del Paraná, en el sur de la provincia, con eje en la ciudad de Rosario

pero cuya principal novedad era que desbordaba sus límites para extenderse a las localidades hacia el

norte incluyendo el vecino departamento San Lorenzo (donde en 1937 se había instalado una destilería de

petróleo). Es hacia fines de los ‘50 cuando el mayor dinamismo industrial se trasladó del departamento

Rosario al vecino San Lorenzo, conformándose lo que se conoció como el cordón industrial Gran

Rosario, por las márgenes del Río Paraná desde la localidad de Puerto San Martín en el norte hasta Villa

Gobernador Gálvez al sur. Las razones para la elección de este espacio por parte del capital extranjero

residieron en la disponibilidad de agua, gas, petróleo y fuerza de trabajo: el área constituía el punto

terminal del oleoducto Campo Durán-San Lorenzo, disponía de espacios libres sobre el río Paraná con

acceso ilimitado a un recurso fundamental -el agua- y existía una infraestructura administrativa

disponible. Así, en 1963 el ritmo de crecimiento anual del departamento Rosario fue del 5,4%, y el del

departamento vecino del 15,5%. Este último mostraba un predominio de las ramas petróleo, papel y

productos químicos. Allí, entre 1954/1963 se produjo un rápido crecimiento en el número de trabajadores

industriales -aproximadamente el 27%-, mientras en Rosario decrecía y en la provincia se incrementaba

pero a un nivel mucho menor (Ver cuadros I y II). En virtud del dinamismo de la industria en la zona del

cordón industrial, la provincia de Santa Fe expandió el empleo a un ritmo mayor que el total nacional8.

industriales metalúrgicos en un contexto de conflictividad laboral. Rosario, 1947-1948", Avances del Cesor, Rosario,Vol.V, primer semestre de 2005.7 Schvarzer, Jorge: La industria que supimos conseguir, op.cit.8 Rofman, Alejandro, Carlos Cristiá y ot: Prediagnóstico de la estructura productiva del Area Gran Rosario, Municipalidadde Rosario, Comisión Coordinadora Urbanística, Ferroviaria, Vial y Portuaria para la ciudad de Rosario, Rosario, 1971 (lainvestigación había sido realizada en el año 1969) y Cristiá, Carlos y Rofman, Alejandro: "Formación y desarrollo del aestructura productiva del área metropolitana del Gran Rosario e hipótesis acerca de su comportamiento reciente", en Revistade la Sociedad Argentina de Planificación, Rosario, Año I Nº1, setiembre de 1970; "Rofman, Alejandro: Notas acerca de laconcentración en el crecimiento industrial actual del Area metropolitana de Rosario, Centro de Estudios Urbanos yRegionales, Instituto di Tella, Buenos Aires, 1974.

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El cambio de fisonomía de la región fue notable: al compás de la instalación de fábricas de maquinaria

agrícola como John Deere y Massey Ferguson o petroquímicas como PASA y Duperial, todas

pertenecientes a las ramas dinámicas de la industria, con una tecnología más compleja, con elevados

índices de productividad, empleadoras de trabajadores calificados y mejor pagos, se modificaba el

panorama social de la región. Concentrados fuera de los límites de Buenos Aires, en provincias como

Córdoba o Santa Fe, los trabajadores de estas nuevas industrias no demoraron en organizarse y pasar a

dibujar un proceso de movilización social novedoso, combativo y antiburocrático9. El dinamismo de la

región se multiplicó por la instalación y puesta en producción definitiva de la acería estatal SOMISA, en

la ciudad bonaerense de San Nicolás. Nuevos planes de modernización fueron encarados por el Estado a

partir de 1966, aún beneficiando a empresas privadas como Acindar y Siderca, fundamentalmente

proveyendo infraestructura. Esto amplió aún más el área de instalación de industrias, hacia el sur

incluyendo el departamento y la ciudad de Villa Constitución, donde Acindar había generado

encadenamientos productivos que habían convertido a la ciudad en un importante núcleo industrial. Más

al sur, ya en territorio bonaerense, SOMISA había dado sentido a un proceso de similares características.

Al mismo tiempo, subsistía particularmente en la ciudad de Rosario, la antigua industria de gestión más

tradicional, de menor tamaño y de capitales nacionales, con claros índices de obsolescencia técnica. Junto

a ellas una cantidad de empresas medianas de capital nacional y regional se tecnificaba y ampliaba la

escala de producción, especialmente las fábricas de maquinaria agrícola y autopartes.

Según el censo provincial de 1960, más del 60 % de los establecimientos industriales estaba

concentrado en los departamentos del sur. Rosario, San Lorenzo y Villa Constitución representaban a

fines de 1960 el 11% de la superficie territorial, el 60% de la población y del empleo industrial y el

70% del producto industrial de la provincia. Santa Fe participaba hacia mediados de los 60 de un 12%

de los establecimientos manufactureros y casi el 10% de la producción y del personal ocupado del total

nacional.

Una sociedad en transformación

La resistencia a los planes de estabilización -encabezada por una dirigencia alternativa a la

anquilosada dirección sindical peronista y con base en las industrias de reciente instalación- produjo

9 Viano, Cristina: "Una ciudad movilizada, 1966-1976", en A.Pla (coord.): Rosario en la historia (de 1930 a nuestros días),Tomo II, Rosario, UNR Editora, 2000.

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sobre el final de la década de 1960, intensos procesos de movilización social y laboral que pusieron en

cuestión al gobierno de Onganía y que sacudieron otros núcleos dinámicos del interior, notoriamente

Córdoba. Tras las jornadas del Rosariazo de 1969 se incrementa notablemente la intensidad del proceso

de conflictividad social, complejizado por el incremento en la región del accionar de las organizaciones

guerrilleras.

En términos de políticas estatales el proceso característico de la década fue la creación y organización

de una amplia red de organismos, instituciones y personal técnico destinada a brindar apoyo y estímulo a

la industria. Convencidos de que la industria constituía el motor del desarrollo nacional, funcionarios,

técnicos y profesionales contribuyeron a crear y difundir un pensamiento técnico que se tradujo en la

realización de diagnósticos a partir de los cuales modificar la realidad instrumentando políticas de

desarrollo. La provincia de Santa Fe se destacó particularmente en este aspecto a través de la existencia

de un aparato técnico-profesional10. Volveremos sobre el particular. El gobierno provincial - inspirado en

su contraparte nacional -, adquirió un particular dinamismo desde la perspectiva de las políticas

industriales, en especial durante las gestiones del gobernador desarrollista Carlos Sylvestre Begnis

(1958/1962 y 1973/1976). Durante su primer período al frente del gobierno provincial se propició la

atracción de recursos hacia ramas específicas de la economía, la creación de incentivos para instalación

de nuevas industrias y el desplazamiento de la inversión hacia zonas menos desarrolladas de la provincia.

Las vías elegidas, como en el resto del país, fueron las exenciones impositivas, el impulso a las obras de

infraestructura, concesión de créditos de fomento, ayuda técnica, etc. La continuidad con el posterior

período militar en la provincia (1966-1973) es notable, aunque las herramientas institucionales no sean

las mismas. Durante la dictadura de Onganía, a partir de 1966 se dio impulso a nivel nacional a la

planificación económica, a través de la creación del Consejo Nacional de Desarrollo (CONADE). La

provincia de Santa Fe participó de este proceso mediante el Consejo Provincial de Desarrollo

(COPRODE), presidido por el gobernador de la provincia y destinado a estudiar los antecedentes y

recabar la información necesaria a los fines de la planificación provincial. La preocupación por el

desarrollo económico estaba sólidamente vinculada a la creciente inquietud por la seguridad interna

potenciada en el continente a partir de la Revolución cubana de 1959.

10 Schvarzer, Jorge: La industria que supimos conseguir, op.cit.; Sgrazzutti, Jorge: "Industria y desarrollo: el caso del AreaMetropolitana del Gran Rosario (1958-1974)", Rosario, 1991, mimeo; Calgaro - Prémoli: La organización jurídicoinstitucional y la Prefectura del Gran Rosario, Cuadernos de Trabajo Prefectura del Gran Rosario Nº8, Rosario, noviembre de1971.

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La política de estímulo a la producción industrial contó con el apoyo de sectores importantes del

empresariado provincial, expresadas en la participación -de carácter consultivo- en distintas instancias

de gestión estatal (Instituto de Fomento Industrial, Comisión de Parques Industriales, directorios de

bancos, etc.). Durante la gestión desarrollista empresarios santafesinos fueron convocados para ocupar

cargos en la banca estatal nacional. Las principales tensiones surgidas durante el período obedecían a

las diferencias surgidas a partir de la instalación de industrias de capitales extranjeros en la provincia,

lo cual despertó airadas críticas y reparos en aquellos casos en los cuales se temía la competencia

desventajosa con el capital nacional. Durante el período los metalúrgicos de la provincia adquirieron

particular protagonismo: la conversión de la Cámara de Industriales Metalúrgicos de Rosario en

Asociación (1967) así como la edición de un periódico propio, Ideario Metalúrgico (1969) se enmarcó

en este proceso de fortalecimiento de la identidad frente al Estado, los trabajadores y las fracciones

concentradas del capital extranjero. Los dirigentes de las cámaras de maquinaria agrícola y

autopartistas se convirtieron en importantes grupos de presión.

Estas características: concentración de la población y la actividad industrial en el sur de la provincia,

presencia de industrias de vieja instalación con grandes plantas de capital extranjero, elevado grado de

conflictividad social, radicalización social y política, configuran el panorama que heredaron las nuevas

gestiones peronistas de 1973-1976. Si bien la puja distributiva disminuyó para más tarde reaparecer con

toda su fuerza, otros fueron los ejes de demanda de los trabajadores en el agitado panorama socio-político

del período. A la lucha por el control de las condiciones de trabajo dentro de las fábricas y contra los

despidos, se sumaron las pugnas entre la dirigencia sindical tradicional y las corrientes antiburocráticas y

combativas que actuaban en el mundo del trabajo. El crescendo de movilización social y laboral fue

respondido en diversas ocasiones de forma represiva: tal fue el caso de un proceso de escala regional que -

con epicentro en la vecina ciudad de Villa Constitución - derivó en las detenciones de activistas y

dirigentes obreros del cordón norte de la ciudad11.

11 En marzo de 1975 se desató una "acción antisubversiva en Rosario y zonas cercanas" a cargo de fuerzas conjuntas de laPolicía Federal y Provincial y la Prefectura Naval, tras el supuesto desbaratamiento de un "complot extremista" destinado aparalizar, "mediante formas guerrilleras", la industria pesada de los márgenes del Paraná, entre Rosario y San Nicolás. Lascalles de la ciudad de Rosario se vieron súbitamente inundadas de efectivos policiales, las rutas que conectan ambasciudades y las principales arterias de Rosario sometidas a exhaustivos controles y la zona ribereña poblada de agitadosagentes de Prefectura. El comunicado oficial aludía a un "complot de características inusuales en la Argentina", queconsistía en una "vasta operación subversiva terrorista puesta en marcha por una deleznable minoría antinacional". Elapartado 2 del comunicado oficial desnudaba las verdaderas intenciones. Allí se advertía que parte del supuesto planconsistía en "copar y usurpar las delegaciones gremiales de la zona para instalar direcciones ilegítimas con el fin dedominar las reacciones de los trabajadores e intimidar por cualquier medio a empresarios y dirigentes". En el mes denoviembre de 1974, una dirección sindical combativa, antiburocrática y opositora al líder metalúrgico Lorenzo Miguel,había triunfado en las elecciones sindicales de la Seccional Villa Constitución de la UOM. La lista Marrón, liderada por

10

Problemas, preguntas y estado de la cuestión

1.- Industria y espacio

¿Cómo han abordado la historiografía y las ciencias sociales en general el proceso de

transformación industrial? Las investigaciones sobre la estructura productiva de la región justamente

nacieron de las preocupaciones de funcionarios y profesionales por la planificación, el "desarrollo" y la

descentralización regional. Tal como adelantamos, la creación y difusión de un pensamiento técnico

produjo una importante profusión de investigaciones y publicaciones orientadas a cumplir estos

objetivos tanto en la capital provincial -Santa Fe- como en la ciudad de Rosario. Para solo pasar revista

de algunas expresiones: en 1956 se creó un organismo técnico consultivo: el Instituto de Fomento

Industrial, destinado a estudiar y promover la radicación de capitales industriales. Desde el Ministerio de

Hacienda, Economía e Industria, se dictaban conferencias y se encargaba la realización de una serie de

estudios para reflejar y planificar el desarrollo industrial provincial, a cargo de un organismo específico,

la Dirección General de Industrias. La creación del Consejo Federal de Inversiones (CFI) se inscribe en

este proceso: el CFI estaba integrado por las provincias y se proponía orientar las inversiones en la

perspectiva del "desarrollo armónico e integral de las regiones". Se fundó en 1970 -también en el ámbito

provincial- el Banco Santafesino de Inversión y Desarrollo, con características de banco de fomento,

que prestaría asistencia financiera a mediano y largo plazo, con bajo interés, especialmente para

emprendimientos industriales. El ya citado COPRODE se inscribe en este proceso12. Desde la

Universidad se firmaron convenios con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y su

par en la industria (INTI). El Instituto de Planeamiento Rural y Urbano (IPRUL) es también un

ejemplo de preocupaciones que cruzaban el ámbito de la gestión estatal y las universidades. Los

intercambios y los espacios de concurrencia de universitarios y técnicos parecieron haber constituido

un rasgo característico del período, interrumpido abruptamente tras el golpe de estado de marzo de

1976. De este breve relevamiento se desprende también la existencia de una red de carácter provincial

Alberto Piccinini y compuesta mayoritariamente por trabajadores de las fábricas Acindar y Metcon, triunfó con el 64% delos votos y pudo ejercer su mandato por tres meses y veinte días. La huelga, que se extendió hasta el 19 de mayo, fue larespuesta inmediata de los trabajadores de la seccional Villa Constitución de la UOM a la detención de sus dirigentes y a laintervención de la organización sindical

11

que refleja claramente las preocupaciones propias del período, al tiempo que observamos un proceso de

circulación durante la totalidad del período de especialistas -expertos- en temas relacionados con el

desarrollo industrial. No obstante, las investigaciones no han puesto de relieve aún las tramas personales

y sociales que se tejieron durante estos años - mucho menos el papel del empresariado y los sindicatos - y

el grado de aplicación de las políticas diseñadas. Ya los contemporáneos advertían insistentemente en las

superposiciones de jurisdicciones y la ausencia de control parlamentario que con frecuencia deslizaba las

políticas estatales hacia el burocratismo.

Este panorama se complejiza aún más cuando se analiza similar proceso a nivel regional y

municipal. Así, en el Área Metropolitana Gran Rosario13 se creó en 1969 la Prefectura Gran Rosario, un

organismo técnico asesor y coordinador sobre cuestiones de desarrollo regional. Este fue el más claro

reconocimiento de la existencia de una trama urbana y productiva con eje en la actividad fabril que debía

encontrar una expresión institucionalizada orientada a crear conocimiento a los fines de resolver los

distintos problemas surgidos de la reconfiguración del espacio. Allí encontraron cabida investigadores de

instituciones académicas públicas y privadas que legaron las más importantes investigaciones sobre la

estructura productiva de la región14. A diferencia de las publicaciones anteriores, la producción de los

investigadores de Prefectura estaba orientada a la creación de conocimientos nuevos a través de

exhaustivas investigaciones producidas por equipos interdisciplinarios - que incluyeron la confección de

encuestas- y que dan cuenta de la producción del mundo académico de fines de los '60 y principios de los

'70 y su orientación a la planificación y el "desarrollo". Hay en estos trabajos vertientes de inspiración

vinculadas al pensamiento cepalino y en algunos trabajos una clara influencia del marxismo, en

particular de la teoría de la dependencia.

12 El Ministerio de Hacienda, Economía e Industria de la provincia publicaban textos de conferencias y tuvo a su cargo larealización del censo industrial provincial de 1960, que ha permitido mensurar las dimensiones de la industria provincial. ElCOPRODE publicaba relevamientos de distintos aspectos tales como demografía, industria, etc. en sucesivos cuadernos.13 A los fines del planeamiento y la acción para el desarrollo la provincia quedó dividida en siete zonasLa zona 6º o AreaMetropolitana Gran Rosario comprende del departamento Rosario: Rosario, Ibarlucea, Granadero Baigorria, Funes, Zavalla,Pérez, Soldini, Piñero, Alvarez, Villa Gobernador Gálvez, Villa Amelia, General Lagos, Arroyo Seco, Fighiera y Alvear ydel departamento San Lorenzo: San Lorenzo, Puerto General San Martín, Fray Luis Beltrán, Capitán Bermúdez, Ricardoney Roldán. La Prefectura Gran Rosario se constituía en el "ente responsable del planeamiento del Area MetropolitanaRosario": Calgaro - Prémoli, op.cit., p. 40. En la ciudad de Rosario la planificación y el reordenamiento urbano fue objetode políticas específicas. El Plan Regulador y el Código Urbano fueron expresiones de dicha preocupación.14 A principios de la década de 1970 se publicaron los Cuadernos de Trabajo Prefectura del Gran Rosario, entre los cualesse encuentran: Ferrer, Edgardo, Carlos Cristiá y Ciafardini: "Algunas hipótesis sobre el comportamiento futuro de laeconomía del Area Gran Rosario", Cuadernos de Trabajo Nº4, Rosario, 1971; Klotzman, Enrique: "Complejo RegionalRosario Victoria", Cuandernos de Trabajo Nº5, setiembre de 1971 (nótese que el proyectado puente que une a Rosario conla vecina provincia de Entre Ríos se inauguró en el año 2004). Desde la Comisión Coordinadora Urbanística, ferroviaria, vialy portuaria para la ciudad de Rosario, surgió el ya citado Prediagnóstico... Este trabajo constituye el acercamiento más

12

Más recientemente, un equipo de investigación de la Facultad de Ciencias Económicas de la

Universidad Nacional de Rosario ha producido distintos documentos de trabajo orientados a completar

las indagaciones sobre la estructura productiva de la región allí donde se habían detenido las

investigaciones citadas. La primera parte de la década de 1970 aparecía - con fundamentos- como un

punto de inflexión para explicar las transformaciones producidas en los trágicos años de la dictadura

militar y la devastadora década menemista, cuando el cordón industrial quedó reducido a su mínima

expresión y los índices de desocupación y subempleo treparon a niveles desconocidos hasta entonces.

En ese marco, Rosario aparecía como un centro nodal para los vínculos con el Mercosur y la Comisión

Económica para América Latina (Cepal) y otros organismos demandaban diagnósticos certeros a los

fines de pensar la incorporación de Rosario en esa macro-región15.

Resulta notable la ausencia por un lado, de investigaciones centradas en los procesos de trabajo

y la organización de la producción y por el otro, la inexistencia de trabajos que integren variables

sociales y culturales que logren complejizar las explicaciones sobre el perfil productivo regional y su

diagnóstico futuro. Los trabajos que han articulado el análisis de las políticas patronales sobre el control

de los procesos de trabajo con la movilización obrera han aportado claves significativas para comprender

los procesos sociales contemporáneos16. El camino trazado por la producción académica considerada

debe ser continuado atendiendo a las particularidades de los estudios de caso y articulando variables

económicas y tecnológicas con aspectos sociales y culturales. Los hasta aquí reseñados, constituyen las

investigaciones académicas más relevantes y han resultado importantes puntos de partida para las

investigaciones del período17.

completo a la estructura productiva regional, tal como lo indican los autores: "el primer trabajo integral sobre la economía delArea que se realiza en los últimos ocho años", completado por Formación y desarrollo... poco después. Ver cita 7.15 Castagna, Alicia, Pellegrini, José Luis y Woelflin, María Lidia: Desarrollo de la actividad industrial, Rosario, Edicionesde aquí a la vuelta, 1990; Castagna, Alicia y Navarro, Ana Inés: Localización industrial manufacturera de la ciudad deRosario, Instituto de Investigaciones, Facultad de Ciencias Económicas y Estadísticas, UNR, Rosario, marzo 1990;Castagna, Alicia, Isabel Raposo y María L.Woelflin: Dinámica de las Pymes metalmecánicas del Gran Rosario, Instituto deInvestigaciones, Facultad de Ciencias Económicas y Estadísticas, UNR, Rosario, octubre 1992; Quintar, Aida y Castagna,Alicia: Historia de las pequeñas y medianas empresas metalmecánicas de Rosario, Cuaderno Nº10, UNR, Escuela deEconomía de la Facultad de Ciencias Económicas y Estadística, Rosario, setiembre de 199216 Brennan, James: El cordobazo. Las guerras obreras en Córdoba, 1955-1976, Buenos Aires, Sudamericana, 1996.17 Para las conclusiones vertidas en esta sección resultaron imprescindibles las importantes observaciones realizadas porElida Sonzogni a la versión original, aunque tal vez en la redacción final persistan tercamente algunas imprecisiones.

13

2.- Sobre los trabajadores y sus experiencias

Para quienes entrábamos en la Universidad post dictadura el "descubrimiento" del marxismo

anglosajón - y entre algunos jóvenes también de Annales - resultó una experiencia rica y compleja. La

preocupación por "los de abajo" condujo a la elección de sujetos variados para llevar adelante las

investigaciones: los esclavos, los trabajadores, las mujeres, etc. concentraban la atención, aunque en

períodos históricos diversos. Estas elecciones obedecían a cierta toma de posición política - visibilizar a

los grupos subalternos- que aparecía articulado con el compromiso social de lucha contra la dictadura,

que tan duramente había castigado a estos sectores. Los variados temas de investigación denotaban una

opción por la historia social en el sentido de historia total, aquella - que como afirmaba Hobsbawm- no

puede aislar su objeto como si era posible hacerlo con la historia económica o la historia política18. La

preocupación por estudiar los grupos subalternos no se contraponía sino que se articulaba con la

investigación sobre las estructuras sociales y económicas, que se consideraban claves para comprender

la agencia humana. Estas preocupaciones más tarde o más temprano devinieron en investigaciones

personales en formato de seminarios o tesis y que -a pesar de continuar inéditas.- hoy constituyen

puntos de partida imprescindibles para comprender los procesos regionales. El período aquí

considerado fue abordado desde distintas perspectivas. Uno de los trabajos de investigación sistematiza

de manera notable las investigaciones económicas sobre el proceso de inversión de capital extranjero

en el Area Metropolitana Gran Rosario entre 1958 y 197419. El Rosariazo fue objeto de reflexión en un

trabajo de investigación claramente orientado por preocupaciones teóricas y que se interrogaba acerca

del papel desempeñado por el espontaneísmo de las masas en las jornadas de mayo y el Rosariazo de

setiembre de 1969 en la ciudad20. Otro trabajo se proponía establecer "avances" hacia una historia de la

clase obrera de la zona norte del Gran Rosario, necesaria según el autor, en tanto ésta había constituido

el escenario de un proceso de intensas luchas en los 60 y los 70 que no habían sido estudiadas hasta el

momento. Existe aquí, tanto en la elección del tema como en la construcción del trabajo, una

18 Hobsbawm, Eric: "De la historia social a la historia de la sociedad", en Marxismo e historia social, UniversidadAutónoma de Puebla, 1983. era leído y discutido con pasión entre los jóvenes estudiantes que optábamos por el marxismoinglés como modo de expresar el repudio contra la oscuridad y el horror de la dictadura militar de 1976-1983 pero tambiéncomo una expresión de optimismo por la etapa que se abría.19 Sgrazzutti, Jorge. Industria y desarrollo, op.cit.20 Bou, Luis César: El espontaneísmo en los movimientos de masas: el caso de Rosario en 1969, Rosario, 1987, mimeo. Esnotable la escasez de investigaciones que dan cuenta de las particularidades del Rosariazo en relación con el más conocidoCordobazo. Otro aporte lo constituye Pérez, José y María Cristina Viano: "El 69: del mayo rosarino al Rosariazo", enPatricia Berrotarán y Pablo Pozzi (comp.): Estudios inconformistas sobre la clase obrera argentina, 1955-1989, LetraBuena, Buenos Aires, 1994.

14

preocupación por discutir cuestiones teóricas vinculadas a la práctica y la conciencia obrera.21 Por fuera

del período considerado, destacamos una investigación que aborda la conflictividad obrera en la

industria gráfica durante el período de la última dictadura militar. A través del análisis de un conflicto

suscitado en el principal diario local - La Capital- en 1980 frente a la política patronal de modificar los

procesos de trabajo, esta investigación muestra las potencialidades de la articulación de variables

estructurales con la acción humana a partir de un estudio de caso22.

De modo más general, la influencia de E. Thompson y E. Hobsbawm se hizo particularmente

notoria hacia mediados de los '80 - a nivel nacional- en trabajos de historia de los trabajadores que

abordaban un período anterior al aquí considerado: fines del siglo XIX y principios del XX. Como

parte de ese proceso, un conjunto de historiadores de la Universidad de Rosario comenzaban a

investigar las particularidades del mundo del trabajo local23. Juan Carlos Torre reconocía en 1990 que

las novedades de la historia social "desde abajo" se encontraba en los estudios sobre este período - y en

el de los inicios del peronismo- , aunque lo consideraba aún un campo en formación. Torre destacaba

que la recuperación de la experiencia obrera como multiforme y diversa condujo a negar cualquier

privilegio causal a una dimensión particular de la realidad y la exploración de las dimensiones

culturales a complejizar la mirada sobre los procesos de conformación identitaria. Gutiérrez y Romero

poco más tarde señalaban la notable preocupación de la historiografía sobre los trabajadores por los

actores sociales y sus experiencias, el predominio de la óptica microsocial, la definición más amplia del

sujeto de estudio - entendidos bajo el rótulo de sectores populares- y la consideración de un abanico

más amplio de experiencias que desbordara el lugar de trabajo para incluir los conflictos propios del

acceso diferencial a los bienes materiales (vivienda, salud) o relativos a la apropiación o imposición de

formas culturales. En ambos trabajos se ponía de manifiesto la ruptura con la historiografía militante y

el proceso de conformación de un campo historiográfico que no superaba los inicios del peronismo

como límite temporal. La opción teórica por la denominación de sectores populares inspiró la respuesta

de Alberto Plá fundada en una defensa de la categoría marxista de clase obrera. No obstante, lo que

podría haber sido una polémica devino en el trazado de líneas de investigación diferentes24.

21 Guevara, Gustavo: Avances para una historia de la clase obrera en la zona norte del Gran Rosario (desde fines de 1950 a1976), Rosario, 1987, mimeo.22 Lamboglia, Rodolfo: Reconversión industrial y disciplinamiento laboral. Los trabajadores del oficio gráfico frente a lasnuevas tecnologías. El caso de los linotipistas del diario “La Capital” de Rosario, mimeo, 2000.23 Falcón, Ricardo: El mundo del trabajo urbano, CEAL, Buenos Aires, 1986 se destacan además los trabajos de AgustinaPrieto sobre los trabajadores de la Refinería Argentina de Azúcar, de Alejandra Monserrat sobre el anarquismo, entre otros.24 Torre, Juan Carlos: "Acerca de los estudios sobre la historia de los trabajadores en Argentina", en Anuario del IEHS NºV,Tandil, 1990; Gutiérrez, Leandro y Luis Alberto Romero: "Los sectores populares y el movimiento obrero en Argentina: un

15

Es recién hacia mediados de la década de 1990 cuando se reaviva la preocupación por la historia

obrera del cordón industrial del Gran Rosario en el período post '5525. El interés despertado por la

experiencia cordobesa se plasmó en importantes investigaciones26 que contrastaban notablemente con

la escasez de trabajos que abordaran el complejo campo de las experiencias de los trabajadores y su

expresión en las jornadas de protesta de 1969 en Rosario. Ahora bien, la atención que han merecido los

sindicatos líderes, las experiencias del sindicalismo combativo, las expresiones de movilización obrera

y protesta social en el caso cordobés tiene su contraparte en el Gran Rosario: la experiencia del

sindicalismo antiburocrático ha sido la que más atención ha suscitado, especialmente el Sindicato de

Obreros Petroquímicos Unidos (SOEPU) desde 1967. PASA Petroquímica Argentina Sociedad

Anónima, instalada en la ciudad de San Lorenzo, representaba el complejo petroquímico más

importante de América Latina productor de caucho sintético y una gran variedad de productos

petroquímicos y empleaba entre 800 y 1000 obreros en dos secciones: operaciones y mantenimiento.

La organización de la producción daba cuenta de la existencia de cierto control del proceso de trabajo,

alta calificación de los trabajadores, bajo promedio de edad, salarios comparativamente altos. El

sindicato tuvo un carácter pro patronal hasta 1967, cuando tras el triunfo de la lista Verde, cambió su

carácter convirtiéndose en un gremio antiburocrático (toma de decisiones en asamblea y por cuerpo de

delegados, sin dirigentes rentados) que encabezó distintas experiencias de coordinación de gremios y

corrientes antiburocráticas y combativas. La primera de ellas consistió en la conformación de la

Intersindical de gremios de San Lorenzo (1969-1973), integrada además por el sindicato Quimicos

Papeleros, Quimicos de San Lorenzo, Ceramistas, Aceiteros y la comisión interna de Sulfacid. Tuvo su

origen en las jornadas de mayo de 1969 y se creó tras la reunificación regional de las dos CGT,

proponiéndose la búsqueda de una herramienta adecuada para afrontar los particulares problemas de la

industria de la región. Revelaba también la decisión de acompañar las experiencias nacionales más

combativas con una organización propia, tal como quedó reflejado en las acciones de solidaridad frente

a los conflictos locales y nacionales y la participación en el Plenario Nacional de Gremios Combativos

de Cordoba en 1971. La segunda experiencia de coordinación fue la creación de la Coordinadora de

estado de la cuestión", en Boletín del Instituto de Historia Argentina y Americana Dr. Emilio Ravignani, Nº 3, primersemestre de 1991. Para una crítica de los presupuestos de la historiografía sobre los sectores populares, consultar Roldán,Diego: La Historiografía de los Sectores Populares en la “Historia Social” Argentina, mimeo, 2004.25 Es destacable el impacto que para las investigaciones sobre este período tuvo el libro de Daniel James: Resistencia eintegración. El peronismo y la clase trabajadora argentina, 1946-1976, Buenos Aires, Sudamericana, 1990.26 Las más logradas de las cuales son: Brennan, James: El cordobazo.... op.cit. y Gordillo, Mónica: Córdoba en los '60. Laexperiencia del sindicalismo combativo, Universidad Nacional de Córdoba, Córdoba, 1999.

16

Gremios combativos (1975-1976), surgida en la coyuntura de luchas contra el "rodrigazo"27. La

consigna "Si los patrones coordinan para explotar, los trabajadores coordinamos para erradicar la

explotación", da cuenta de la percepción de la coordinación regional como herramienta para el

cumplimiento de las reivindicaciones inmediatas y del objetivo último, la lucha por la liberación

nacional.

Este proceso ha sido abordado desde distintas perspectivas: en primer lugar, una producción

militante resalta el carácter de gesta heroica de la experiencia de PASA-SOEPU28 y tiene su expresión

académica en un trabajo29 que tiene el mérito de tomar la experiencia de los trabajadores del SOEPU en

el contexto de las particularidades de la producción petroquímica y de la empresa en particular. No

obstante, si bien formulado como la experiencia de los trabajadores, el análisis se limita a un intento de

recuperación de la experiencia de los dirigentes sindicales (predominantemente militantes de una de las

organizaciones de la izquierda peronista, el Peronismo de Base -PB- y del Socialismo Revolucionario -

SR- escisión del Partido Comunista Argentino) a través de los documentos de la organización sindical

y entrevistas a ex miembros de las comisiones directivas. En el trabajo son destacadas las experiencias

más sobresalientes llevadas adelante, las luchas por la capacitación y la rotación en el proceso de

trabajo, la toma con control obrero de casi un mes en 1974, la Asamblea Obrero Popular de 1971,

además de las señaladas más arriba. Esta selección conduce a la exaltación de la experiencia en

términos de "un hito de la lucha de la clase obrera"30. Los autores visualizan que "este desbordamiento

por los organismos de fábrica fue posiblemente el índice más determinante en la decisión del ejército

de tomar en sus manos el Estado para reprimir y tratar de destruir al movimiento sindical"31. No hay

evaluación de los límites y contradicciones propios de estas experiencias, no se consideran los alcances

de las demandas por el control del proceso de trabajo y la efectividad/limitaciones de las acciones

destinadas a incidir en dicho proceso, entre otros aspectos.

27 A mediados de 1975 el ministro de Economía Celestino Rodrigo adoptó una serie de medidas consistentes en unadevaluación monetaria del 100%, un aumento de los combustibles y los servicios públicos de hasta un 200% y unapropuesta de aumentos de salarios no mayor al 40%, negándose a homologar los convenios colectivos de trabajo que seestaban discutiendo. Esto despertó una oleada de paros y movilizaciones que culminaron con la caída de buena parte delgabinete de Isabel Perón, incluido Rodrigo.28 Iturraspe, Francisco y Poles, José Luis: "Movimiento sindical y autogestion. El caso del control obrero en PASA", enParticipación, Cogestión y Autogestión en América Latina, Nueva Sociedad, 1986 y Dowling, Juan: "Petroquímicos. Laintersindical y la democracia. Una experiencia de lucha de los trabajadores en la zona industrial de San Lorenzo", enAAVV: Nuevas tendencias en el sindicalismo: Argentina - Brasil, Biblos, Buenos Aires, 1992.29 Ceruti, Leónidas y Mariano Resels: Los obreros petroquímicos (Pasa-San Lorenzo) sus experiencias: 1964-1976, mimeo,Rosario, 1997.30 Ibidem, pp 78.31 Ibidem, pp.79.

17

Más recientemente, una producción académica que se sitúa en la intersección entre historia

desde abajo e historia oral, es decir, que procura recuperar la experiencia de los trabajadores a partir de

la memoria sobre el pasado, da cuenta de las reformulaciones que se han operado en el campo

historiográfico y en particular los tópicos privilegiados por la historia obrera y configuran importantes

aportes en el camino de la complejización de la lectura del pasado regional. Algunos de estos trabajos

están centrados en la experiencia de PASA32 y apuntan a producir una ampliación del concepto de

trabajadores, proponiendo una lectura más compleja de sus experiencias a partir de la incorporación de

las voces de los trabajadores de base33 y un intento por incorporar las heterogeneidades de género34.

Hay en estos trabajos una novedad metodológica: el tratamiento del testimonio oral da cuenta del

"ingreso" de la historia oral en las investigaciones del período, pero esta vez, alejada de la concepción

ingenua de "dar voz a los que no tienen voz" y enmarcada en una ampliación del campo historiográfico

que abreva especialmente en la corriente hermenéutica de Portelli, y Passerini35, donde la memoria es

considerada un proceso activo de creación de significados pero que también habilita la articulación con

fuentes escritas para "poder medir la distancia entre lo dicho y lo no dicho o lo expresado de manera

diferente36. Estos trabajos contienen también una cierta actitud militante, de defensa de algunos

componentes de la renovación historiográfica como la historia oral37 y los estudios sobre la memoria,

que - frente a ciertos criterios anquilosados en la academia argentina- se extendió a una revalorización

de la especialización en la historia reciente como un campo novedoso y que justamente remite a la

incorporación del pasado más inmediato, a nuevas fuentes, a nuevos sujetos y nuevos problemas38. En

estrecha vinculación con esta ampliación del campo, otra vertiente de investigaciones tomó cuerpo: la

32 Aguila, Gabriela y Viano, María Cristina: "Algunas reflexiones en torno a los trabajadores de la zona norte del GranRosario en la primera mitad de los setenta. Un estudio de caso", en Anuario Nº17, Rosario, 1995/6; Cerio, Débora:"Perspectivas en torno al sindicalismo antiburocrático. Experiencia y memoria de sus protagonistas en el cordón industrialdel Gran Rosario", mimeo, 2005.33 Aguila-Viano, op.cit. y Cerio, op.cit.34 Cerio, op.cit.35 Fraser, Ronald, "La historia oral como historia desde abajo" en Revista Ayer, Nº 12, Marcial Pons Editor, España, 1993;Passerini, Luisa: Torino operaia e fascismo. Una storia orale, Laterza, 1984, Portelli, Alessandro: "Historia y memoria: lamuerte de Luigi Trastulli", en Historia y Fuente oral Nº 1, Barcelona, Editorial de la Universidad de Barcelona, 1989; "Loque hace diferente a la historia oral", en Dora Schwarstein (comp.): La historia oral, CEAL, Buenos Aires, 1991 y La ordenya fue ejecutada. Roma, las fosas Ardeatinas, la memoria. FCE, Buenos Aires, 2003, entre otros.36 Cerio, pp 437 Aguila,Gabriela y María Cristina Viano: "Las voces del conflicto: en defensa de la historia oral", en Godoy, Cristina(comp.) Historiografía y memoria colectiva. Tiempos y territorios, Miño y Dávila, Rosario, 2002.38 Esto ha dado lugar a la realización de Jornadas de historia reciente, las segundas de las cuales se realizaron en laUniversidad Nacional de Rosario, donde, junto a Buenos Aires y la Plata encontramos los centros universitarios en los quemás se ha profundizado la discusión acerca de este campo.

18

que posaba su mirada sobre las organizaciones de la izquierda armada que actuaron en la región39.

Estas investigaciones -aunque con inquietudes particulares- se interrogaban también acerca de las bases

sociales de las organizaciones guerrilleras: en una de ellas se afirma que "una significativa proporción

de los y las militantes de las organizaciones armadas de la región, tenía un origen obrero (fabriles,

textiles, de empresas de alimentos, metalúrgicos) y asalariado en general", incluyendo en esta

caracterización a estudiantes proletarizados, teniendo en cuenta que parte de estos entraron a la

Universidad por los mecanismos de movilidad social siendo hijos de obreros40. Este trabajo se inscribe

en una línea de investigación que cuenta como uno de sus propósitos analizar la base social de las

organizaciones guerrilleras resaltando sus vinculaciones con la clase obrera41.

Un balance provisorio de la producción en historia de los trabajadores y sus experiencias,

muestra importantes vacíos historiográficos que representan posibles líneas de investigación para el

futuro. Consideramos que las pugnas -recientes y en curso- en el interior del campo historiográfico

argentino condujeron a "librar batallas" en defensa de la historia oral, la memoria, el género, la historia

reciente alineando las investigaciones sobre el período por senderos que procuran resaltar la/s

memoria/s de estas experiencias -que hablan más del presente que del pasado- y en este sentido han

contribuido a instalar problemas, períodos y metodologías de trabajo en el campo académico nacional.

Mientras tanto, no se han encarado investigaciones que exploren los aspectos económicos,

tecnológicos, productivos de las historias fabriles y sus actores. Es así como poco se sabe acerca de los

procesos productivos y sus modificaciones, de las relaciones que existieron entre las demandas

centradas en los lugares de trabajo y las experiencias sindicales y políticas. No se han explorado los

archivos de fábrica a los fines de dar cuenta de las políticas patronales de control de la mano de obra y

de la composición de la misma. Las preguntas a los entrevistados han estado escasamente orientadas a

arrojar luz sobre estos problemas. Lejos estamos de una síntesis que permita evaluar la incidencia de

las distintas expresiones del sindicalismo de corte tradicional, que - no resulta excesivo recordar-

continuó controlando gremios significativos en Rosario y todo el cordón industrial. Una mirada

excesivamente centrada en los conflictos no nos debe hacer perder de vista la importancia de la vida

39 Oliva, Antonio y Oliva, Angel: Malena, tu canción.... los avatares de una organización política de la Nueva Izquierda enlos sesenta 1956-1970, Rosario, s/f.; Pasquali, Laura: Experiencias cargadas de sentido. Historia oral de la guerrillasocialista en el Gran Rosario, 1968-1973, mimeo, 2005; Seminara, Luciana: De la autocrítica a la organización: unaaproximación a los orígenes de la Sabino Navarro, Rosario, julio 2005.40 Pasquali, Laura, op.cit, p.8.41 Pozzi, Pablo y Alejandro Schneider: Los setentistas. Izquierda y clase obrera 1969-1976, Eudeba - UBA, 2000. Aunqueno es el único objetivo, consideramos que en este aspecto la citada producción contribuye a reflexionar sobre la historia dela clase obrera en la región.

19

cotidiana en planta, las expresiones de consenso y acomodación. Posibles investigaciones que integren

el análisis de la concepción y ejecución de las políticas patronales (miradas desde sus archivos de

fábrica o de asociaciones) en su interacción con los trabajadores, puede contribuir a superar la

dicotomía de los campos de la historia de la empresa y la historia del trabajo (volveremos sobre el

particular).

3.- El empresariado y las relaciones obrero-patronales

Acerca del empresariado local y regional, pocas son las investigaciones con las que contamos42.

Existen trabajos que refieren lateralmente al empresariado, aunque es notable la ausencia de trabajos

específicos para el período. Partiendo de la caracterización de que la burguesía no puede ser

considerada como un todo homogéneo y que la misma aparece fragmentada en múltiples grupos

atendiendo a la concentración de recursos, la rama de actividad, etc., hemos analizado las prácticas y

representaciones de una fracción de la burguesía industrial metalúrgica de Rosario entre los años de 1943

y 198343. Se trata de los industriales metalúrgicos de Rosario, grupo numeroso, heterogéneo,

predominantemente nutrido de pequeños y medianos empresarios, provisto de un fuerte anclaje regional y

de una relevante capacidad de organización expresada en la actuación de la Cámara y posterior

Asociación de Industriales Metalúrgicos de Rosario. Si bien se dieron intentos previos de organización, la

historia institucional, la narrativa oral y las memorias escritas consideran que el nacimiento de una

corporación capaz de hablar en nombre de esta fracción empresaria se remonta a 1943, momento en el

cual su antecesora, la Cámara, nació respondiendo a la iniciativa de un pequeño grupo de industriales

42 Esta afirmación no cuenta para períodos previos: para solo citar algunas contribuciones: Bonaudo, Marta y Godoy,Cristina, “Una corporación y su inserción en el proyecto agroexportador: La Federación Agraria Argentina (1912-1933)”,en: Anuario Nº 11, Escuela de Historia. Fac. de Humanidades y Artes. UNR, Rosario, 1985; Bonaudo, Marta y Sonzogni,Elida “Empresarios y poder político en el espacio santafesino (1860-1890). Carlos Casado y su estrategia de acumulación”en: Historia y Grafía. Departamento de Historia. Universidad Iberoamericana, México, Nº 11, año 6, 1998; Fernández,Sandra; Pons, Adriana y Videla, Oscar; “Las burguesías regionales”, en: Bonaudo, Marta (comp.); Liberalismo, Estado yorden burgués (1852-1880). Tomo IV de Suriano, Juan (ed.); Nueva Historia Argentina, Ed. Sudamericana, Bs. As., 1999;Videla, Oscar: La burguesía rosarina ante las transformaciones y límites del modelo agroexportador. La Bolsa deComercio de Rosario. Corporación y regulación del mercado entre fines del siglo XIX y los comienzos del siglo XX, tesisde doctorado inédita.43 El corpus documental para esta investigación fue provisto por la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Rosario yconsiste en: Asociación de Industriales Metalúrgicos de Rosario, Actas de reuniones del Consejo Directivo, Tomos 1 a 9,Acta Nº 1 del 7 de mayo de 1943 hasta Acta Nº 726 del 30 de marzo de 1984; Actas de asambleas ordinarias yextraordinarias, Tomos 1 a 3, desde el 18 de junio de 1943 hasta 15 de octubre de 1984; Memoria y Balance General, de1947 y desde 1953 hasta 1984, Ideario Metalúrgico desde el Nº1 de julio de 1969 al Nº 93 de julio-agosto de 1981, revistas,libros, correspondencia, etc. Además se realizaron entrevistas a ex dirigentes, empresarios sin participación gremial,

20

organizados en la más antigua y menos específica Federación Gremial del Comercio y la Industria de

Rosario. A pesar de la relevancia de la ciudad santafesina de Rosario en su disputado -con la vecina

Córdoba- carácter de segundo centro industrial del país y de la importancia de la industria metalúrgica en

el contexto productivo local, no se registran investigaciones históricas que enfoquen el proceso desde los

actores sociales -tanto empresarios como trabajadores-. Esta constatación no deja de sorprender debido al

"perfil metalúrgico" que aún en la actualidad, y a pesar de las transformaciones ocurridas desde la década

de 1970, posee la ciudad. En 1994 Alejandro Rofman señalaba que el 50% del total de establecimientos

industriales del Gran Rosario, pertenecían al sector metalúrgico44.

Los estudios sobre la historia de empresarios y empresas han centrado usualmente su atención

en los grandes establecimientos y en sus directivos. Influidos más o menos directamente por los

postulados chandlerianos, la historia económica ha privilegiado la investigación de estos objetos,

basados en estimaciones de participación en el producto bruto, en el empleo de trabajadores y fuerza

motriz instalada. Sus análisis han procurado demostrar la incidencia de los grandes establecimientos en

la marcha de la economía de los países donde se encontraran instalados. Solo más recientemente en el

mundo europeo se ha detenido la mirada sobre la historia social y cultural de los pequeños

establecimientos en las respectivas realidades nacionales. Actuales análisis acerca de los distritos

industriales italianos -y en menor medida latinoamericanos- aún desde la historia económica, han

resaltado la importancia de los elementos culturales -confianza, solidaridad y vecindad- en la

conformación de tales realidades45. Para el cordón industrial del Gran Rosario - y más en general para

Argentina - la historia de los pequeños establecimientos industriales y sus actores ofrece un territorio

que está aún por explorarse. De manera similar, los estudios históricos han resaltado el rol

desempeñado por los sectores obreros y ciertos fragmentos de las clases medias en las acciones

colectivas. Cuanto más contemporáneos son los períodos trabajados, menos visibilizadas aparecen las

fracciones burguesas pequeñas y medianas. De este modo resulta escasamente conocida la

movilización con fines propios del empresariado del interior, la cual produjo importantes efectos,

especialmente hacia el final de la dictadura militar, cuando el descontento del empresariado del interior

personal jerárquico y ex trabajadores: Simonassi, Silvia: Historias de metal. Industria e industriales metalúrgicos deRosario (1973-1983), tesis inédita, 2004. La tesis fue dirigida por Marta Bonaudo.44 Rofman, Alejandro: Convertibilidad y desocupación en la Argentina de los 90. Análisis de una relación inseparable,Buenos Aires, CEUR-CEA-CBC-UBA, 1997.45 Barbero, María Inés y Fernando Rocchi, “Empresas, empresarios y organizaciones empresarias”, en Academia Nacionalde la Historia, Nueva Historia de la Nación Argentina, Tomo IX, Buenos Aires, Planeta, 2002 ; Barbero, María Inés yFernando Rocchi: "Cultura, sociedad, economía y nuevos sujetos de la historia: empresas y consumidores", en Bragoni,

21

por los efectos de la política económica confluyó con los reclamos de otros sectores sociales

configurando un inédito proceso de lucha que culminó en la apertura democrática46.

Más usualmente de lo deseado, se ha mirado con mayor insistencia al empresariado de Buenos

Aires - aún con el objetivo explícito de analizar el "empresariado nacional"-, en tanto allí se han

ubicado históricamente los "grandes empresarios" que sin dudas poseyeron una mayor incidencia y

capacidad de decisión en el poder político. Tal vez como ha indicado Jorge Schvarzer47, sea necesario

referirnos a grados relativos de poder político que ubican a ciertas fracciones del empresariado del

interior -grandes, pequeños o medianos- en condiciones de aportar su cuota en la construcción de los

proyectos de poder. Otorgar visibilidad a las prácticas de fracciones particulares de las burguesías del

interior resulta fundamental en este sentido.

A lo largo de nuestro trabajo hemos demostrado que esta fracción -los industriales metalúrgicos

de Rosario- se constituyó como clase al compás de un contexto económico, social y cultural que

favoreció su despliegue. En ese proceso, constituyeron su organización -la Cámara de Industriales

Metalúrgicos de Rosario en el seno de la más amplia Federación Gremial del Comercio y la Industria

local-, determinaron las reglas de juego con las que se habrían de regir y se dotaron de voceros propios

que hubieron de legitimar su capacidad para hablar en nombre de un sector que cada vez más adquiría

perfiles definidos. Hemos resaltado la importancia del momento fundacional, mientras incorporamos la

historicidad del proceso que condujo a los industriales metalúrgicos de Rosario a enfrentarse -munidos

de un conjunto de representaciones y acudiendo a un variado repertorio de acciones colectivas- a

situaciones nuevas tales como las que se desplegaron en los conflictivos años de 1973-1983. Estas

acciones colectivas estuvieron motorizadas por una identidad conformada por una serie de ingredientes

tales como la exhaltación de su carácter de pequeños o medianos empresarios -más allá de haber

experimentado algunos de ellos la gestión de una gran empresa-, self made men que hubieron de

Beatriz (ed.): Microanálisis. Ensayos de historiografía argentina, Buenos Aires, Prometeo libros, 2004; Simonassi, Silvia:Historias de metal...46 Simonassi, Silvia: Empresariado y acción colectiva. Los industriales metalúrgicos de Rosario y la dictadura militar: 1976-1983, entregado para su publicación, 2006. La importancia de este aspecto ha sido demostrada por James Brennan en sustrabajos acerca de la conformación de la Confederación General Económica en el trabajo ya citado (cita 3) y en “Industrialesy ‘bolicheros’: la actividad económica yla alianza populista peronista, 1943-1976”, en Boletín del Instituto de HistoriaArgentina y Americana Dr. Emilio Ravignani, 3 serie, Nº15, Buenos Aires, 1er. semestre de 1997..47 Intervención de Jorge Schvarzer en el simposio "Estado, mercado y empresarios en versión argentina. Obstáculos,transformaciones y desafíos", coordinado por Eduardo Bajo y Hernán Ramírez en el marco de las XVII JORNADAS DEHISTORIA ECONOMICA realizadas en Tucumán en Setiembre del 2000.

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transitar por un cursus honorum desde el aprendizaje del oficio, la actuación como peones, oficiales,

capataces y cuentapropistas hasta adquirir su condición de empresarios. Esta fracción empresaria se

pensó a si misma y se proyectó colectivamente como ingrediente fundamental de un proyecto nacional

que contenía al desarrollo industrial nacional como principio fundamental. Más allá de los avatares

políticos, a partir de los años cuarenta y hasta que el cambio de modelo se hizo más explícito, este

presupuesto estuvo en la base de sus representaciones y acciones. Paralelamente, aparecieron dotados

de una poderosa identidad regional que adoptó ciertos sesgos federalistas con expresiones diferenciadas

a lo largo del período. De un federalismo teñido de antiperonismo, transitaron por la lucha por la

obtención y posterior defensa de espacios de diálogo y negociación en el centro político del país -

Buenos Aires- hasta desembocar en la movilización empresaria del interior cuando el contexto político

y económico nacional resultó propicio (1980). Hemos intentado tensar la contradicción entre el

federalismo como discurso y como ingrediente de la identidad. Aparecieron los elementos de orgullo

por el oficio del metal, la exhaltación del aprendizaje informal -que se corresponde con los escasos

ingenieros que desfilaron por la Cámara luego convertida en Asociación- La generación posterior, por

el contrario, hizo de la renovación tecnológica y organizativa su 'caballo de batalla'. Pero el recambio

generacional, en las industrias y en la corporación, y sus efectos prácticos, deberá ser sometido a una

cuidadosa investigación en el futuro.

Los industriales metalúrgicos de Rosario se posicionaron como interlocutores frente al Estado

intentando, más allá de los avatares políticos, imponer una agenda multifacética mediante la apelación

a modos de acción colectiva rutinarios, mientras en determinados momentos hicieron valer su poder

para generar acciones de tipo contencioso48. En el período de dictadura militar, hubieron de permanecer

agremiados, nucleados, debatiendo, "haciendo política" -aunque depurados sus ingredientes populistas-

, construyendo nuevos repertorios de acción y modelando una dirigencia con un perfil acorde a las

nuevas realidades políticas. Más allá de los avatares políticos nacionales y locales, el pragmatismo

resultó un rasgo identitario fundamental. Esta fracción estuvo representada por una corporación que

mostró a las claras una inmensa capacidad de supervivencia y que resultó un instrumento eficaz en la

construcción y fortalecimiento de una particular identidad expresada en una determinada autodefinición

de si mismos como constructores de la industria nacional. Para ello contaron con claras "reglas de

juego", expresadas en mecanismos formales e informales que desplegaron para obtener la legitimidad

48 Tilly, Charles: "Acción colectiva", en Revista Apuntes de Investigación del CECYP, Buenos Aires, Nº 6, noviembre de2000.

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necesaria para hablar en nombre de una fracción empresaria que -paralelamente al desarrollo de la

industria metalúrgica regional- adquiría notoriedad regional y local. Apartándonos de las historias

institucionales tradicionales, hemos recuperado la voz de los actores, tensando el modo en que las

individualidades juegan en la construcción de los colectivos, las maneras en que se distribuye el

conflicto, las tensiones, el consenso y las solidaridades en el interior de la corporación.

En el año 1973 el retorno de un proyecto estatal que entrelazaba a las fracciones nacionales de la

burguesía con los trabajadores organizados pareció brindar una "oportunidad histórica" al actor social

aquí analizado. La ilusión se mostró efímera, mientras profundas y definitivas fisuras se desnudaron en

el interior de las organizaciones empresarias vinculadas al proyecto populista. En su calidad de tal,

AIM Rosario se fragmentó, se resintió severamente su estabilidad interna y se pusieron en cuestión los

modos tradicionales de funcionamiento. No obstante, nuevos principios de legitimación, mixturados

cuidadosamente con las antiguas reglas de juego y la "prudente" disposición de los jugadores, evitaron

una crisis final y mostraron la inquebrantable capacidad de supervivencia de una corporación que hubo

de cumplir un rol protagónico en la historia social local y regional.

Poco después, mientras el gabinete económico de la última dictadura militar argentina liderado

por Martínez de Hoz adoptaba medidas tendientes a modificar de raíz las relaciones de fuerza sociales

y políticas, los industriales analizados continuaron por varios años acudiendo a las prácticas rutinarias

de acercamiento al poder político, sin apenas advertir que las intenciones del nuevo proyecto los

excluía irremediablemente. Sin disimulo, hubieron de recibir aliviados las diversas medidas de

disciplinamiento social y laboral, en tanto otros items aparecían ensanchando su agenda de reclamos.

Presenciamos además durante este período en las plantas y como producto de medidas puramente

empresarias, el retorno de viejos principios tayloristas aunque reducidos a la vieja idea de control y

disciplina en el lugar de trabajo. Así, el imperativo de control social hacía su doble entrada en las

plantas.

El agotamiento de los principios de legitimación de la dictadura, el deterioro de la situación de

muchos industriales del sector y el creciente malestar obrero y de los sectores medios fueron factores

que potenciaron la decisión de las fracciones pequeñas y medianas del empresariado del interior a

sumar esfuerzos para conformar un agrupamiento -CONAE- que se reveló capaz de canalizar esta

porción del descontento social. De esta manera, mediante el contundente protagonismo de los

industriales metalúrgicos rosarinos, se presentó una coyuntura de movilización empresaria tal vez sólo

parangonable a los recursos contenciosos que pusieron en práctica contra la política laboral del primer

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peronismo. Tal vez alrededor de 1980 debamos hallar un verdadero punto de inflexión en la historia de

la industria y los industriales rosarinos de Rosario. A nivel "micro" una nueva generación se abrió paso

en las empresas y en la corporación, mientras profundas reformulaciones en la sociedad y la economía

argentina desplazaba históricamente a esta fracción de los proyectos políticos y económicos

hegemónicos.

Lo hasta aquí anotado, da cuenta de las potencialidades de la indagación de fracciones

particulares y archivos inexplorados pero desnuda un claro vacío historiográfico que tiene una

dimensión regional y otra más general. La indagación de las particularidades de las distintas fracciones

burguesas de la región, expresada en Asociaciones y Cámaras específicas con importante peso local y

regional no han sido trabajadas. Pero nuestra propia producción no permaneció ajena a los avatares de

las discusiones en el campo historiográfico nacional. La opción por la historia socio-cultural y los

procesos de construcción identitaria, el énfasis en los estudios regionales y la importancia de la

reducción de escala, daba cuenta de las principales novedades y se dibujaba como reacción a lo que

aparecía como una excesiva propensión - explícita o implícita- de extender las conclusiones emanadas

de las investigaciones centradas en Buenos Aires al resto del país49 y un rechazo a los intentos por

reservar la historia de empresas y la historia empresaria al campo de la historia económica. En segundo

lugar resta inscribir esta producción sobre el caso rosarino - presente y futura- en un contexto más

general de la economía nacional y de las estrategias concretas de las varias fracciones de la burguesía

argentina50.

Hacia una posible articulación de perspectivas

Es posible marchar hacia un programa de investigaciones regionales que tienda a ir ocupando

estos vacíos y paralelamente procure una articulación de perspectivas provenientes de disciplinas como

la historia del trabajo, la historia empresaria y de empresas, la/s sociología/s del trabajo?

Tal como hemos señalado, la preferencia en historia de empresas y empresarios por la vertiente

más "económica" ha descuidado las relaciones que estos actores entablaron con los trabajadores en las

49 Este "movimiento" forma parte de una tendencia más general de la historiografía latinoamericana que ha sidodenominado por Alan Knight como "de la periferia al centro": Knight, Alan, “Latinoamérica: un balance historiográfico”,en Revista Historia y Grafía, México, enero-junio 1998. En nuestro país el campo de la historia regional ha adquirido ungran importancia, reflejada en los centros, las publicaciones, los proyectos de investigación y las jornadas y simposios.

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plantas. Si bien una vasta literatura ha reconocido la importancia del accionar de las organizaciones

obreras como impulso para la conformación de sus contrapartes en el terreno empresario, pocos

estudios han continuado esta línea argumental en el interior de las empresas (en la región y para el

período considerado). Para el caso de las plantas metalúrgicas, hemos mostrado que mientras se

construía una particular cultura del trabajo metalúrgica, las prácticas de tipo paternalistas aparecieron

como una manera apropiada de resolver las contradicciones de clase sin que ello implicara la

eliminación de los modos contenciosos de resolución de conflictos51. El análisis de las políticas

patronales de control de la mano de obra dio cuenta del agotamiento, entre los años 1973-1976, de

dichas prácticas. Enfrentadas a un crescendo de conflictos laborales y a una importante radicalización

política entre sectores de trabajadores, las viejas prácticas patronales hubieron de ser puestas

severamente en cuestión iniciándose un proceso de modificaciones en la vida cotidiana y en las

relaciones sociales en el interior de las plantas.

Lejos de configurar un proceso homogéneo, los estudios de caso nos permiten visualizar la

heterogeneidad de respuestas individuales y colectivas adoptadas por empresarios y trabajadores y el

modo en que las particulares trayectorias históricas de las empresas y de las relaciones entabladas en su

interior en el pasado condicionarán las respuestas empresarias y obreras ante el nuevo contexto52.

Es necesario articular proyectos de trabajo interdisciplinarios que permitan conocer de modo

más integral los procesos de trabajo y los modos de organización de la producción en empresas

50 No puedo dejar de reconocer aquí que este balance provisorio es tributario de los intercambios de ideas que venimosrealizando con James Brennan. No obstante, la formulación de estas inquietudes no necesariamente reflejan con fidelidadsus posturas.51 Algunos trabajos que se detienen en este concepto son: Sierra Alvarez, José: El obrero soñado. Ensayo sobre elpaternalismo industrial (Asturias, 1860-1917), Madrid, Siglo XXI, 1990; Babiano Mora, José: Paternalismo industrial ydisciplina fabril en España (1938-1958), CES, Madrid, 1998. Para Argentina: Neiburg, Federico: Fábrica y villa obrera:historia social y antropología de los obreros del cemento, Buenos Aires, CEAL, 1988, 2 vol.; Barbero, María Inés yMariela Ceva: "La vida obrera en una empresa paternalista", en F.Devoto y M. Madero (dir.): Historia de la vida privada enla Argentina. La Argentina entre multitudes y soledades. De los años treinta a la actualidad, T.3, Taurus, Buenos Aires,1999.52 Las prácticas paternalistas se impusieron en virtud de ciertas particularidades del sector industrial estudiado, algunas yaseñaladas: proliferación de pequeñas y medianas plantas distribuidas en diversos barrios de la ciudad, valores culturales queexaltaban el gusto, el conocimiento y el orgullo por el oficio compartido entre obreros y empresarios, trayectoria personal debuena parte de los industriales metalúrgicos de la ciudad que comenzaban como aprendices para culminar siendo empresarios;clima de ideas imperante en la Argentina de los años cuarenta, que acentuaba el rol de la industria en el desarrollo nacional, laimportancia del capital nacional en el desarrollo económico y la armonía de clases como modo de relación entre patrones ytrabajadores, etc. Dichas prácticas fueron duraderas y eficaces, tal como lo demuestra el hecho de que, como modo predominantede relación obrero patronal, las prácticas paternalistas se desgastaron recién en los setenta. Aún antes los conflictos, el desafío,las luchas abiertas o las "actitudes de indisciplina", estuvieron presentes en el mundo de las fábricas metalúrgicas, aunque sinmodificar radicalmente el modo de gestión de la fuerza de trabajo. Simonassi, Silvia: Conflictos laborales y políticasdisciplinarias en la industria metalúrgica de la ciudad de Rosario 1973-1976, X Jornadas Interescuelas Departamentos deHistoria, Rosario, ponencia, 2005.

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tradicionales y dinámicas, articulando variables sociales y culturales que permitan reconocer

trayectorias individuales e historias fabriles. Es preciso paralelamente vencer los obstáculos al ingreso

de archivos hasta ahora olvidados a través de convenios entre universidad y organizaciones obreras y

empresarias, que apunten además a superar la fragmentación de los ya abiertos al público. Por último,

aunque no menos importante y como intento de vencer el "provincianismo", es deseable marchar hacia

la realización de proyectos interuniversitarios que habiliten la posibilidad de realización de estudios

comparados53.

53 Martínez Ruiz, José Ignacio: "Historia empresarial e historia del trabajo: del aislamiento a la colaboración", en Revista deHistoria Económica, Nº2, primavera-verano 1995; Viotti da Costa, Emilia: "Nuevos públicos, nuevas políticas, nuevashistorias. Del reduccionismo económico al reduccionismo cultural: en busca de la dialéctica", en Entrepasados, Nº16,principios de 1999; French, John: "El auge de los estudios sobre el trabajo en Latinoamérica", en Historia Social Nº39,2001; Brennan, James: "Industrial Worlds: The Past and Future of Latin American Labor History", 2005, mimeo.

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CUADRO IESTRUCTURA OCUPACIONAL DEL SECTOR MANUFACTURERO AÑO 1960

Ramas Rosario % San Lorenzo % Total área % % Area

s/total S.Fe

Alimentos y bebidas 11.526 16,9 2.413 21,6 13.939 17,6 40,2

Tabaco 469 0,7 ----- --- 469 0,6 86,2

Textiles 2.563 3,7 37 0,3 2.600 3,3 56,5

Confecciones 3.877 5,7 78 0,7 3.965 5,0 58,8

Madera 3.132 4,6 311 2,8 3.443 4,3 28,3

Papel y cartón 498 0,7 2.474 22,2 2.972 3,7 75,3

Imprenta y publicidad 1.144 1,7 16 0,1 1.160 1,5 50,4

Productos químicos 1.855 2,7 2.613 23,5 4.468 5,6 71,0

Derivados petróleo 57 0,1 584 5,2 641 0,8 96,6

Caucho 482 0,7 1 --- 483 0,6 87,3

Cuero 1.767 2,6 97 0,9 1.864 2,3 58,1

Piedras, vidrios, etc. 2.874 4,2 1.295 11,6 4.169 5,3 45,7

Metales exc.maquin. 14.062 20,6 490 4,5 14.552 18,3 62,2

Vehiculos y maquin. 19.955 29,2 660 5,9 20.615 20,6 54,9

Maquin.y apar.eléctr. 1.991 2,9 38 0,3 2.029 2,6 52,7

Varios 1.963 2,9 30 0,3 1.993 2,5 55,5

Totales 68.215 100 11.137 100 79.352 100 51,1

Fuente: Dirección General de Estadísticas y Censos Provincia de Santa Fe. Censo Industrial de 1960 (Sta.Fe

1962). Extraído de: Rofman y ot. Prediagnóstico...., op.cit.p.43

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CUADRO IIPERSONAL OCUPADO INDUSTRIA MANUFACTURERA POR DEPARTAMENTO

Departamento 1935 1946 1954 1960 1963

Rosario 23.754 50.042 54.033 54.095 52.964

San Lorenzo 751 2.998 6.883 9.981 9.488

Región 24.505 53.040 60.916 64.076 62.452

Provincia 44.187 94.673 109.368 118.353 126.996

País 460.367 1.107.829 (x) 1.222.476 (x) ------------ 1.320.120

(x) corresponde al total de industrias

Nota: para los años 1935, 1946 y 1954, como no se dispuso de información a nivel departamental, se calculó el

porcentaje correspondiente al personal ocupado en la industria manufacturera respecto al total del sector

industria en la provincia, este porcentaje aplicado al total de personal ocupado en la industria en cada

departamento, permitió obtener el personal ocupado en la industria manufacturera para cada departamento. Los

porcentajes utilizados fueron: año 1935=87%, año 1946=97,32% y año 1953=97,17%.

Fuentes: Censos Nacionales de 1935, 1946, 1954, 1963. Censo Provincial de 1960

Extraído de: Rofman y ot. Prediagnóstico..., op.cit., p.43.