Ser policía en América Latina: estudio comparado en...

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1 Ser policía en América Latina: estudio comparado en cifras DRAFT Any release, quotation or extraction must be coordinated with the author of the document. Any use of these materials outside of the context of this proposal is NOT authorized. Juan Carlos RUIZ VASQUEZ 1 Poco se sabe sobre las policías como instituciones o el trabajo del policía en América Latina. Las etnografías son escasas y los estudios comparados sobre salarios, número de oficiales o la mortalidad en horas de servicio son prácticamente inexistentes. Algunas cifras comparativas han sido compiladas recientemente por algunas organizaciones internacionales como Naciones Unidas pero acusan serias deficiencias en su recolección y resultan poco fiables, para no hablar de la escasez de series históricas que permitan dar cuenta, de manera comparada, de las tendencias en el tiempo país por país. La reciente literatura sobre policía en América Latina, comparada con la extensa producción anglosajona, se ha dedicado a analizar los males que aquejan las policías en el hemisferio, en especial la corrupción y la brutalidad policiaca, y los resultados de las muchas reformas que se han implementado, muchas de ellas con resultados mitigados. Este artículo pretende compensar muy parcialmente este déficit proveyendo una comparación internacional de las policías del hemisferio en cuatro aspectos 1 Politólogo colombiano. Actualmente adelanta un doctorado en Politics en la Universidad de Oxford (Inglaterra) donde estudia los temas de policía y seguridad ciudadana. Obtuvo un master en administración pública en la E.N.A. (École Nationale d’Administration) en Francia. También es master en administración de empresas de la Universidad Laval en Canadá y master en ciencia política de la Universidad de Los Andes en Bogotá. Es profesor principal de las Facultades de Ciencia Política y Gobierno y de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario en Bogotá donde participa en el grupo de estudio en seguridad adscrito al Centro de Estudios Políticos e Internacionales (CEPI) reconocido por el Instituto Colombiano para el Desarrollo de la Ciencia (Colciencias). Fue director de la Maestría en Seguridad y Defensa de la Escuela Superior de Guerra de Colombia y asesor del Ministerio de Defensa de su país. Ha sido profesor de planta de las universidades colombianas Rosario, Andes y Javeriana. En ésta última se desempeñó como director del departamento de ciencia política. Ha sido catedrático de las universidades Nacional, Externado, del Norte, Autónoma de Bucaramanga, del Atlántico, Javeriana de Cali, ESAP, entre otras.

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Ser policía en América Latina: estudio comparado en cifras

DRAFT Any release, quotation or extraction must be coordinated with the author of the

document. Any use of these materials outside of the context of this proposal is NOT authorized.

Juan Carlos RUIZ VASQUEZ1

Poco se sabe sobre las policías como instituciones o el trabajo del policía en América

Latina. Las etnografías son escasas y los estudios comparados sobre salarios, número

de oficiales o la mortalidad en horas de servicio son prácticamente inexistentes.

Algunas cifras comparativas han sido compiladas recientemente por algunas

organizaciones internacionales como Naciones Unidas pero acusan serias deficiencias

en su recolección y resultan poco fiables, para no hablar de la escasez de series

históricas que permitan dar cuenta, de manera comparada, de las tendencias en el

tiempo país por país. La reciente literatura sobre policía en América Latina,

comparada con la extensa producción anglosajona, se ha dedicado a analizar los males

que aquejan las policías en el hemisferio, en especial la corrupción y la brutalidad

policiaca, y los resultados de las muchas reformas que se han implementado, muchas

de ellas con resultados mitigados.

Este artículo pretende compensar muy parcialmente este déficit proveyendo una

comparación internacional de las policías del hemisferio en cuatro aspectos

1 Politólogo colombiano. Actualmente adelanta un doctorado en Politics en la Universidad de Oxford (Inglaterra) donde estudia los temas de policía y seguridad ciudadana. Obtuvo un master en administración pública en la E.N.A. (École Nationale d’Administration) en Francia. También es master en administración de empresas de la Universidad Laval en Canadá y master en ciencia política de la Universidad de Los Andes en Bogotá. Es profesor principal de las Facultades de Ciencia Política y Gobierno y de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario en Bogotá donde participa en el grupo de estudio en seguridad adscrito al Centro de Estudios Políticos e Internacionales (CEPI) reconocido por el Instituto Colombiano para el Desarrollo de la Ciencia (Colciencias). Fue director de la Maestría en Seguridad y Defensa de la Escuela Superior de Guerra de Colombia y asesor del Ministerio de Defensa de su país. Ha sido profesor de planta de las universidades colombianas Rosario, Andes y Javeriana. En ésta última se desempeñó como director del departamento de ciencia política. Ha sido catedrático de las universidades Nacional, Externado, del Norte, Autónoma de Bucaramanga, del Atlántico, Javeriana de Cali, ESAP, entre otras.

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fundamentales: ethos, imagen, número y jerarquía, y salarios y mortalidad policial.

Para ello se utilizarán cifras originales provistas por las agencias nacionales a cargo de

estos datos además de fundaciones reconocidas y encuestas de percepción. Con base

en un tratamiento estadístico básico se pretende comparar algunos países de América

Latina en términos del personal policial, su perfil, su número y sus condiciones

laborales.

Ethos

La historia de la creación de las policías en la región le imprimió un sello militar y un

ethos a muchos de los cuerpos que se fundaron durante el siglo XIX. La adopción de

gendarmerías o la imitación de jerarquías y entrenamiento militar, hicieron que los

policías adoptaran un perfil militar al cual se le ha achacado, por momentos con

ligereza, vicios y prácticas antidemocráticas. En las sociedades especialmente rurales

del siglo XIX, la adopción de una gendarmería a caballo parecía más apropiada para

ejercer soberanía en caminos y en territorios extensos y agrestes. El afán del orden

que guío los gobiernos de la región en la segundad mitad del siglo XIX requería de la

profesionalización de los ejércitos, la conscripción y la creación de policías

modernas.2 Estas últimas fueron prontamente militarizadas o copiadas de fuerzas

policiales de tipo militar. Por ejemplo, a finales del siglo XIX el gobernador de Río no

sabía si adoptar un modelo peeliano de policía inglesa o el modelo alemán

Schutzmann, su favorito.3 A veces con mayor o menos éxito se crearon gendarmerías,

algunas de las cuales todavía hoy subsisten. En el caso de México, los Rurales tenían

2 Martínez, Frédéric. El Nacionalismo Cosmopolita. La Referencia Europea en la Construcción

Nacional en Colombia, 1845-1900, Bogotá, Banco de la República-Instituto de Estudios Andinos, 2001. 3 Bretas, Marcos Luiz. Ordem Na Cidade. O Exercicio Cotidiano da Autoridade Policial no Rio de

Janeiro: 1907-1930, Rio de Janeiro, Editora Rocco, 1995, foot note 2 and chapter 1.

3

por misión resguardar el campo y asegurar el comercio.4 Estas gendarmeries fueron

adoptadas en Perú en 1855, Chile en 1896, Colombia en 1906 y Argentina en 1938.

Los Rurales en Mexico, los Carabineros en Chile, Bolivia and Colombia fueron

inicialmente concebidos para vigilar las áreas rurales utilizando una estructura

paramilitar.

En no pocas ocasiones el modelo prusiano fue copiado por las policías de la región.

Misiones extranjeras importaron o entrenaron con perfil militar. Incluso estas

misiones contratadas por los gobiernos de la región para profesionalizar las fuerzas

militares fueron aprovechadas para entrenar de paso sus policías. Militares activos o

en uso de buen retiro fueron directores por muchos años de las policías hasta que estos

cuerpos fueron formando sus propios cuadros dirigentes y las fuerzas militares de la

región fueron perdiendo su ascendiente. En no pocas ocasiones, las policías del

hemisferio han estado adscritas a ministerios de defensa igualmente en manos de

militares lo que ha acentuado su carácter militar desde un punto de vista operativo.

Las escuelas de formación para policías también fueron dirigidas por militares durante

la larga dirección de militares en la policía. Esto llevó a que los reclutas fueran

entrenados a la usanza militar esencialmente como soldados. Igualmente por muchos

años se exigía a los aspirantes a policía haber prestado servicio militar.

Posteriormente largos años de dictadura o aquellos gobiernos civiles claramente

autoritarios dejaron la sensación de que las policías en el hemisferio no habían podido

4 The ‘Rurales’ have been compared with to mounted police such as Texas Rangers, the Royal Canadian Mounted Police and the Guardia Civil in Spain. Kitchens, John. ‘Some Considerations of the Rurales of Porfirian Mexico’, in Journal of Inter-American Studies, vol. 9, n. 3, July 1967, pp. 441-455. Rohlfes, Laurence. ‘Police and Penal Correction in Mexico City 1876-1911: A Study of Order and Progress in Porfirian Mexico’ [Doctoral thesis], Tulane University, 1983, pp. 2 and 3. Vanderwood, Paul. Disorder and Progress. Bandits, Police, and Mexican Development, Lincoln, University of Nebraska Press, 1981, p. xv and chapter 10.

4

limitar la influencia militar. Las policías fueron utilizadas como fuerzas represoras o

policías de estado al servicio de la persecución de opositores al régimen, la tortura y la

desaparición. Nuevamente militares fueron nombrados directores de estos cuerpos.5

La policía se convirtió en un instrumento de combate al comunismo en algunas

ocasiones con la financiación de la OPS de los Estados Unidos.6

No es por ello gratuito que un policía en América Latina aún reciba un entrenamiento

de tipo militar con fuerte disciplina que aunque en los últimos años ha incluido

preceptos policiales con el estudio de leyes y códigos o el buen trato al público sigue

conteniendo el llamado ‘currículo oculto’ bajo el cual se inculca una formación

similar a la que se imparte en las escuelas militares. Aunque nunca reconocidos por

superiores jerárquicos, hasta no hace mucho durante esta formación se infringían

castigos físicos, se reproducían ritos iniciáticos degradantes y se impartían órdenes

caprichosas difíciles de cumplir.

Imagen

Cuando se trata a América Latina como un todo, la idea generalizada es que las

policías en la región tienen una imagen muy negativa a los ojos de los ciudadanos. No

existen en América Latina estudios que analicen los factores que llevan a sus

habitantes a calificar negativamente a los policías y confiar poco en esta institución.

Esto contrasta con la literatura anglosajona que ya tiene un cuerpo importante de

estudios sobre la materia que, sin embargo, no ha logrado dilucidar a cabalidad qué

5 Kalmanowiecki, Laura. ‘Origins and Applications of Political Policing in Argentina’, in Latin

American Perspectives, vol. 27, n. 2, March 2000, p. 37, 40 and 49. Cancelli, Elizabeth. O Mundo da

Violência. A Polícia da Era Vargas, Brasilia, Editora Universidade de Brasilia, 1993, pp. 47-52. 6 by Huggins, Martha. Political Policing. The United States and Latin America, Durham, Duke University Press, 1998

5

factores o variables inciden en la confianza de los ciudadanos en su policía.7 Quizás la

corrupción y los excesos de fuerza estén estrechamente correlacionados con los bajos

niveles de aprecio por las instituciones policiales. Pero de seguro no son los únicos

factores y la multiplicidad de variables hacen difícil subrayar una de ellas por encima

de las otras como determinantes de la imagen pública de la policía.

Como se ve en el gráfico 1 es posible que altos índices de corrupción de un país

también generen la sensación entre los ciudadanos de que su policía es corrupta. A su

vez, como se ve el gráfico 2, los altos índices de percepción de corrupción de la

policía generan una imagen negativa. En otras palabras, según encuestas de

percepción entre ciudadanos, a mayor índice de corrupción del país mayor corrupción

en la policía y ésta a su vez genera mayores índices negativos de confianza. En el

gráfico 1 se puede ver cómo los países latinoamericanos se agrupan consistentemente

en el recuadro superior izquierdo en donde se ligan alta percepción de corrupción del

país con una alta percepción de corrupción en la policía. A excepción de Colombia

que muestra niveles más bajos de corrupción en ambos aspectos a los ojos de los

encuestados y de Chile con aún mejor niveles, los países latinoamericanos ocupan una

7 Weitzer, Ronald y Steven Tuch. ‘Determinants of Public Satisfaction with the Police’, en Police

Quaterly, vol. 8, n. 3, pp. 279-297. Kaariainen, Juha. ‘Trust in the Police in 16 European Countries: a Multilevel Analysis’, en European Journal of Criminology, vol. 4, n. 4, 2007, pp. 409-435. Goldsmith, Andrew. ‘Police Reform and the Problem of Trust’, en Theoretical Criminology, vol. 9, n. 4, 2005, pp. 443-470. Decker, SH. ‘Citizen Attitudes toward the Police: a Review of Past Findings and Suggestions for Future Policy’, en Journal of Police Science and Administration, vol. 9, 1981, pp. 80-87. Brandl, Steven et.al. ‘Global and Specific Attitudes Toward the Police: Disentangling the Relationship’, en Justice Quarterly, vol. 11, n. 1, March 1994, pp. 119-134. Brown, Ben y Reed Benedict. ‘Perceptions of the Police. Past Findings, Methodological Issues, Conceptual Issues and Policy Implications’, en Policing: An International Journal of Police Strategies & Management, vol. 25, n. 3, 2002, pp. 543-580. Weitzer, Ronald. ‘Citizens’ Perceptions of Police Misconduct: Race and Neighborhood Context’, en Justice Quarterly, vol. 16, n. 4, December 1999, pp. 819-846. Jesilow, Paul et.al. ‘Public Attitudes Toward the Police’, en American Journal of Police, vol. XIV, n. 2, 1995, pp. 67-88. Cao, Liqun y Charles Hou. ‘A Comparison of Confidence in the Police in China and in the United States’, en Journal

of Criminal Justice, n. 29, 2001, pp. 87-99.

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muy poco envidiable posición. La figura 2 refuerza la idea de que la corrupción

policial conlleva bajos niveles de confianza en esta institución. Nuevamente la

mayoría de policías latinoamericanas son vistas por sus ciudadanos como altamente

corruptas en coincidencia con muy bajos niveles de aceptación de estas instituciones.

La figura 3 recoge 9 barómetros iberoamericanos desde 1993 hasta el 2007 y

muestran en promedio un nivel de confianza en las policías de la región del orden del

32%. En donde México tiene consistentemente los peores índices fluctuando entre el 5

y el 26% de aceptación. La falta de confianza en promedio se repite en la mayoría de

países de la región: Guatemala 15%, Paraguay 19%, Venezuela 22% y Bolivia 23%.

Sin embargo, hay policías con altos índices de aceptación del público. Chile,

Colombia y Uruguay tienen policías que obtienen unos niveles de confianza de la

población de alrededor del 55%.

7

Figura 1.Percepciones de corrupción por país y niveles de corrupción policial, 2006. (Tomado de Ruiz, Juan Carlos, ‘Colombian police policy: police and urban policing, 1991-2006’, [Doctoral thesis in politics], University of Oxford, 2009).

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Fuente: Transparency International, International’s Corruption Perception Index 2006 and Global Corruption Survey 2004, 2005, 2006. Nota: figura ploteada por el autor.

8

Figura 2. Corrupción de la policía y niveles de confianza, 1999-2006. (Tomado de Ruiz, Juan Carlos, ‘Colombian police policy: police and urban policing, 1991-2006’, [Doctoral thesis in politics], University of Oxford, 2009).

y = 0.4115x + 1.061

R2 = 0.8806

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Fuente: International Transparency, Global Corruption Barometer 2004, 2005 and 2006. World Values Survey 1999-2000

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Figure 3. Confianza en la policía en América Latina, 1993-2007. (Tomado de Ruiz, Juan Carlos, ‘Colombian police policy: police and urban policing, 1991-2006’, [Doctoral thesis in politics], University of Oxford, 2009).

Fuente: basado en las encuestas ‘Barómetro Iberoamericano de Gobernabilidad’ de CIMA entre1993 y 2007. Nota: La pregunta en el Iberobarómetro es ‘Usted tiene o no tiene confianza en las siguientes instituciones?’ [Si tiene %] y en el Latinobarómetro: ‘Please look at this card and tell me how much confidence you have in each of the following groups, institutions or persons mentioned on the list: a lot, some, a little or no confidence?’.

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Average 32.8

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Número y jerarquía

Gobiernos y autoridades locales anuncian el aumento del pie de fuerza de la policía

como solución ante el deterioro de los niveles de seguridad o de los sentimientos

crecientes de inseguridad entre los ciudadanos. Aunque es poco probable que el

aumento de policías en una ciudad cambie fundamentalmente el panorama de la

seguridad, un número adecuado de policías por habitantes puede permitir un mejor

cubrimiento del territorio y hacer disminuir el llamado ‘fear of crime’.

Sin embargo, las policías en América Latina siguen ancladas al viejo modelo policial

conocido como ‘team policing’ cuya efectividad nunca ha sido demostrada de manera

fáctica o estadística. Este modelo que hizo carrera en Gran Bretaña en los años 1950 y

en Estados Unidos a finales de los 1960, viene acompañado de mayor visibilidad de la

policía y anuncios de aumentos de pie de fuerza. La policía busca hacerse más visible

para disuadir a criminales y dar una mayor sensación de seguridad a los ciudadanos

aumentando el patrullaje de los uniformados, incrementando las rondas a pie,

instalando servicios de información en las estaciones, calles y centros comerciales,

asignando los mismos uniformados en una misma área por varios años y

disminuyendo los tiempos de respuesta ante llamadas de emergencia.8 En América

Latina las ciudades instalan un grupo de tres policías en zonas céntricas, apostan un

uniformado cada dos calles en una gran avenida durante las horas de punta, los

automóviles de policía encienden todo el tiempo sus luces de emergencia cuando

patrullan y los retenes de requisa están a la orden del día. Incluso el Plan Cuadrante de

Chile que ha sido presentado como un modelo comunitario no pasa de ser una

8 Sherman, Lawrence. et.al., 1973, Team Policing: Seven Case Studies, Police Foundation, Washington.

11

aplicación del viejo ‘team policing’ para generar sentimientos de seguridad con base

en mayor visibilidad de los uniformados. Sin embargo, este programa nunca

cabalmente evaluado, ha sido copiado por otros países del hemisferio que han creído

que un recorte del territorio en cuadrantes para racionalizar mejor las labores de

vigilancia es una medida novedosa.9 Sin embargo el famoso experimento de Kansas

City demostró que este tipo de aproximaciones policiales era inocuo para prevenir el

crimen e, incluso, cuestionables para elevar la sensación de seguridad en los

individuos. Recordemos que el experimento de Kansas City financiado por la Police

Foundation determinó que la visibilidad policial no tenía ningún impacto

significativo. El experimento, al dividir tres sectores, uno con patrullaje intensivo,

otro con el patrullaje habitual y uno último sin presencia policial salvo ante llamadas

de emergencia, demostró tras la aplicación exhaustiva de técnicas científicas de

medición que no había diferencia entre los tres. Estas conclusiones y las

manifestaciones violentas contra la policía en varias ciudades de los Estados Unidos a

finales de los 1960 dieron al traste con una modelo policial que aún hace carrera en

nuestra región.10

Aunque el número de policías puede no ser determinante para hacer disminuir la

inseguridad de una ciudad, un buen número de policías puede hacer que un solo

uniformado sirva a un número menor de habitantes y, por lo tanto, hacer más eficiente

su labor con un menor desgaste del personal implicado. No obstante el número no

dice qué hacen y cómo actúan los policías. La discrecionalidad de los policías

9 Fruhling, Hugo, 2003, ‘Policía comunitaria y reforma policial en América Latina. ¿Cuál es el impacto?’ [Working paper]. Serie Documentos, Universidad de Chile- Instituto de Asuntos Públicos- Centro de Estudios en Seguridad Ciudadana (CESC), Santiago de Chile. 10 Kelling, George, 2003, L’Expérience de Kansas City sur la Patrouille Préventive’, en Les Cahiers de

la Sécurité Intérieure, Hors-Série, pp. 187-228.

12

reiteradamente señalada como un obstáculo para el control por parte de los superiores,

se suma a los problemas organizacionales que llevan a que policías se dediquen a

labores burocráticas o inocuas en términos de vigilancia como resguardar una

embajada o servir en protección de altas personalidades.11 Por ello las tasas de

policías por habitantes muestran solo parcialmente el panorama de las policías en la

región. En la figura 4 se puede observar que un policía cubre en promedio 426

habitantes en esta muestra de países. Hay policías en el mundo en donde un solo

oficial debe cubrir un número considerable de habitantes como en los países

centroamericanos o en los escandinavos. Un policía en Finlandia cubre 690

habitantes, en Suecia 562, en Nicaragua 633, en Honduras 855, en Noruega 599.

Varios países en América Latina muestran un buen ratio de policías por habitantes.

Uruguay con un policía para 123 habitantes, Venezuela con una relación 1: 233,

Colombia y Brasil con 1: 322 y México con una relación 1: 295. Especulativamente se

puede señalar que los países pueden contar con un bajo número de policías para cubrir

y servir su población cuando los niveles de seguridad son altos y no se justifica

ampliar el pie de fuerza. En otras ocasiones problemas presupuestales, especialmente

la altísima carga laboral y pensional que representa un cuerpo policial impide ampliar

el pie de fuerza. Si se observa aquellos países donde conviven diferentes fuerzas de

policía como los países federales con cuerpos según sus divisiones administrativas o

países centrales pero con varias policías como Francia, el número de uniformados es

más alto. Policías rurales, municipales, nacionales y gendarmerías en un mismo país

parecen multiplicar el número de sus miembros lo que no necesariamente es bueno

porque cada fuerza debe contar con un número importante de sus miembros en labores

11 Reiner, Robert (ed.). Policing, London, LSE, 1998, vol. 2 ‘Controlling the Controllers: Police discretion and accountability’.

13

administrativas que mantengan la organización en funcionamiento. Hay entonces

traslapo en funciones y se duplican burocracias lo que requiere más personal.12

El policía en América Latina es eminentemente un hombre que pertenece a los niveles

inferiores de la organización. A excepción de la policía nicaragüense con un número

importante de mujeres uniformadas y directoras mujeres, las fuerzas de policía en

América Latina son eminentemente organizaciones masculinas con un número mucho

más bajo de mujeres en sus filas que sus contrapartes europeas. Igualmente la

participación de civiles en estas organizaciones es muy baja si se compara con

policías de países desarrollados (ver tabla 1). Si a esto le suma una jerarquización más

compleja que otras policías civiles en el mundo, nos encontramos frente a fuerzas

menos democráticas y más cerradas al mundo exterior. Mientras que las policías de

países desarrollados tienen entre 9 y 10 niveles jerárquicos, las policías en América

Latina oscilan entre 14 y 23 como se puede ver en la tabla 2.

12 Lithopoulos, Savvas y George Rigakos. ‘Neo-liberalism, Community, and Police Regionalization in Canada’, en Policing: an International Journal of Police Strategies & Management, vol. 28, n. 2, 2005, pp. 337-352.

14

Figura 4. Comparación internacional de habitantes por cada oficial de policía, 2006. (Tomado de Ruiz, Juan Carlos, ‘Colombian police policy: police and urban policing, 1991-2006’, [Doctoral thesis in politics], University of Oxford, 2009).

Fuentes: NICARAGUA, COSTA RICA, SALVADOR, HONDURAS: Cedoc, ‘Anuario Estadístico Nicaragua, 2005’; COLOMBIA : Dijin, Revista Criminalidad Colombia 2005 ; AUSTRALIA: Australian Institute of Criminology/ Australian Government. ‘Australian Crime. Facts and Figures, 2005’; UNITED STATES: FBI. ‘Crime Report 2005’; NORWAY. Norway Police. ‘Police Report 2005’, CANADA: Statistics Canada. ‘Police Resources in Canada 2008’; ITALY: Carabinieri. ‘Capitolo VI - Il personale appartenente ai ruoli iniziali delle Forze di Polizia’; BRAZIL: Ministerio da Justica, Secretaria Nacional de Seguranca Publica (Senasp). ‘Relatorio Descritivo, Perfil das Organizacoes de Seguranca Publica, Volume 1, Perfil das Organizacoes Estaduais e Municipais de Seguranca Publica’; SWEDEN: Swedich Police. ‘A Presentation of the Swedish Police Service’; VENEZUELA: Comisión Nacional para la Reforma Policial Venezuela; GERMANY: Federal Ministry of Interior Germany and Budespolizei 2005; BRITAIN: Christophersen, Olivia and Jason Lal. ‘Police Service Strength England and Wales , 30th September 2003’, Home Office Report; JAPAN: National Police Agency Japan: ‘Police of Japan’, http://www.npa.go.jp; CHILE: Matus, Jean. ‘¿Por qué no bajan las tasas de criminalidad en Chile?’, Berkeley Program in Law & Economics, Paper 30, 2006; DENMARK: Politi. ‘About the Police’, http://www.politi.dk/en/servicemenu/home/; BOLIVIA: La Razón, ‘La Paz perderá la mitad de la tropa policial’, January 26 2007; MEXICO: Centro de Investigaciones Estratégicas para México. ‘Benchmarking de la Seguridad Pública en México’, http://www.ciex.info/html/inv0601.html#cuad0101; Secretaría de Salud, Sistema Nacional de Información en Salud. ‘Información Dinámica’, Nota: basado en calculus del autor con datos demográfico al día. Nota: Cálculos del autor

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Tabla 1. Comparación internacional de oficiales de policía por personal civil, 2005-2006. (Tomado de Ruiz, Juan Carlos, ‘Colombian police policy: police and urban policing, 1991-2006’, [Doctoral thesis in politics], University of Oxford, 2009). Country Total police officers Police officers per 100,000 population 2000(1) 2002-2004(2) 2005-2006(3) 2000 (1) 2002-2004

(3) 2005-2006(3) Women % (3)

Argentina 198,459[1999] 206,006 - 542 [1999] 531 - 11 Australia 42,047 47,000 47,428 219 238 234 21 Canada (3) 56,020 59,412 (3) 62,458[2006] 182 187 188 16.5 Chile 29,658 35,000 37,777 195 223 234 13 Colombia 91,155 112,216 (3) 135,952 215 269 311 4-5 Costa Rica 1,489 15,239 (3) 11,000 39 381 246 8.6 Denmark 10,414 10,411 9,415 195 193 173 7.6 England & Wales 123,826 136,197 (3) 139,000 234 260 260 18 Finland (3) 8,166 7,685 7,718 [2004] 158 148 145 11.3 France 124,284 250,350 (3) 249,301 211 415 393 13.3 Germany 240,000 30,000 240,000/37,000 292 291 291 - Guatemala 26,634 - 20,136 234 - 150 14.6 Italy 322,800 270,696 334,906 559 472 568 5.2 Japan 230,756 243,276 (3) 258,000 182 191 202 3.7 Netherlands 31,575 46,341 (3) - 199 274 - 17.1 Norway 11,134 8,121 (3) 8,000 248 178 167 35 Spain 115,656 190,250 (3) 189,460/211,705 293 473 423/473 3.6 /7,5 Sweden 16,089 16,292 (3) 16,300 181 183 178 19.4 Switzerland 14,500 14.800 - 202 202 - 5.6 United States 677,933 [1999] 663,796 (3) 673,646 244 [1999] 242 241 11.6 Brazil - 535,423 580,690 - 294 311 7/19,6 Mexico 495,821 [2002] 325,000 350,000 491[2002] 309 339 10.8 Nicaragua 11,000[1999] 7,706 (3) 8,637 214 136 158 27.5 Peru - 91,116 90,093 - 320 321 13.3 Uruguay - 21,302 26,000 - 624 778 7.2 Venezuela - 87,500 (3) 115,977 - 357 429 7.4 El Salvador 16,149 [2002] 15,833 16,376 251[2002] 244 242 10 Honduras - 6,663 8,258 - 100 117 6 Bolivia 19,365 [2002] 20,000 26,551 219[2002] 232 278 5.6 Fuente: (1) Eight and Seventh United Nations Survey on Crime Trends and the Operations of Criminal Justice Systems (2) Basado en la información país por país en in Das, Philip (ed.). World Police Encyclopedia, New York, Routledge, 2006. (3) FINLAND: ‘Finish Police Report’; CANADA: ‘Statistics Canada. Police Resources in Canada 2008’; SPAIN: Civil Guard, CNP, Ertzaintza, Mossos d’Esquadra, Policía Foral and Municipal pólice; Wagaman Daniel. ‘Racial Profiling: Nota sobre Prácticas Policiales Discriminatorias en Contra las Personas de Minorías Étnicas y Raciales en España’, IIGC, Seguridad Sostenible, Gobernanza y Seguridad Sostenible, Edición 25, November 2005; AUTRALIA: Australian Institute of Criminology/ Australian Government. ‘Australian Crime. Facts and Figures, 2005’; BRAZIL: Muniz, Jacqueline. ‘DDHH del Policía y Mecanismos para su Defensa’, Universidade Candido Mendes. ‘Mulheres Policiais: Presença Feminina Na

16

Policia Militar do Rio de Janeiro’, Barbara Musumeci Soares e Leonarda Musumeci, Coleção Segurança e Cidadania, 1, Editora Civilização Brasileira e CESeC, 2005; Ministero da Justiça. Segurança Pública Brazil 2003. Ministério da Justiça, Secretaria Nacional de Segurança Pública – Senaso. Perfil das Organizaçoes de Segurança Publica, 2006, http://www.mj.gov.br/senasp/estatisticas/organizações%20estaduais%20e%20municipais.pdf; GERMANY: Federal Ministry of Interior Germany and Budespolizei 2005; SWEDEN: ‘A Presentation of the Swedish Police Service’. NICARAGUA: ‘Anuario Estadístico Nicaragua-2005. Policia Nacional Nicaragua. Cedoc’; CHILE: Matus, Jean. ‘¿Por qué no bajan las tasas de criminalidad en Chile?’, Berkeley Program in Law & Economics, Paper 30, 2006, Policía de Investigaciones de Chile. Palabras del Director General, Don Arturo Herrera Verdugo, con ocasión del día internacional de la mujer, 2005; MEXICO: Benjamin Reames. ‘Police Forces in Mexico: A Profile’, May 15, 2003, Center for U.S.-Mexican Studies. Project on Reforming the Administration of Justice in Mexico. Paper reames. http://repositories.cdlib.org/usmex/prajm/reames; VENEZUELA: Comisión Nacional para la Reforma Policial Venezuela; COLOMBIA: Ministerio de Defensa Colombia; PERU: Justice Studies Center for the Americas, ‘Reporte de la Justicia’; COSTA RICA: ‘Datos Mundiales sobre Sistemas de Justicia Criminal’; BOLIVIA: La Razón, ‘La Paz perderá la mitad de la tropa policial’, January 26 2007; UNITED STATES: FBI, ‘Uniform Crime Report 2005 and 2003’; ITALY: Carabinieri. Capitolo VI – ‘Il Personale Appartenente ai Ruoli Iniziali delle Forze di Polizia’; COMPARATIVE: Barkley, Gordon and Cynthia Tavares. ‘International Comparisons of Criminal Justice Statistics’, Crime Reduction, 2003. Christophersen, Olivia and Jason Lal. ‘Police Service Strength England and Wales , 30th September 2003’, Home Office Report. Nota: Inconsistencias están dadas por la inclusion de personal civil para algunos países en el Eight and Seventh United Nations Survey on Crime

Trends and the Operations of Criminal Justice Systems.

17

Tabla 2. Comparación internacional de rangos en policías (Tomado de Ruiz, Juan Carlos, ‘Colombian police policy: police and urban policing, 1991-2006’, [Doctoral thesis in politics], University of Oxford, 2009). Country Grades Argentina 9 [civil] Australia 10-12 [civil] Canada (8) 10/9 [military and civil} Chile 16 [military] Colombia 24/15 [mix.] Costa Rica 9 [civil] England & Wales 7-8 [civil] Finland (7) 11 [civil] France 16/15 [military and civil} Germany (16) 12 [ civil.] Guatemala 9 [ civil.] Italy [military and civil} Japan 9 [civilian] Netherlands 8-9 [military and civil] Norway 9 [civil] Spain 16/7 [military and civil] Switzerland 12 [military] United States 12 [civil] Brazil 11/[military and civil} Mexico 13 [mix, eg.Federal Preventiva] Nicaragua 12 [civil] Peru 16 [military] Uruguay 15 [mix] Venezuela 6, 3-15 [military and civil} Ecuador 15 [military] El Salvador 11 [mix] Bolivia 22 [military] Fuente: Según páginas web oficiales e informes anuales de actividades Nota: Los grados no incluyen cadetes. Países federales tienen una panoplia de cuerpos policiales. Los cuerpos más representativos fueron tomados como ejemplo.

18

Trabajo mal pago e inseguro Señalar que los policías en América Latina son mal pagos y exponen su vida

constantemente no es ninguna novedad. Sin embargo, las diferencias son notables

según el país y poco se sabe qué tan peligroso y qué tan mal pago es este trabajo.

Lamentablemente nadie se ha dado a la tarea de analizar los diferentes niveles

salariales. Entre otras cosas cuando se analizan salarios policiales debe encontrarse un

parámetro común que permita comparar un policía en Oslo con otro en Lima. En la

siguiente comparación se analiza el salario que recibe un policía que recién ha salido

de la escuela de formación, es decir el de más baja gradación. Los salarios para esta

muestra caprichosa de países fueron convertidos en dólares según el cambio con la

moneda nacional para la fecha en la cual estaba disponible el dato. Como parámetro

de comparación se tomó su relación con el salario mínimo legal, también vigente para

el momento o el año en que el dato salarial está disponible y el poder adquisitivo

calculado con base en el Big Mac Index de la revista The Economist igualmente

disponible para el año en que se dispone del dato de salario. Este índice que podría

parecer banal permite no obstante comparar con un producto estándar, el poder de

compra del policía. Naturalmente, estas comparaciones no están exentas de

inconsistencias. Por ejemplo poco dice de los procesos de devaluación o revaluación

de la moneda local frente al dólar al momento del cálculo. Tampoco da cuenta de que

algunos países no tienen salarios mínimos legales y otros no son incluidos en el Big

Mac Index lo que limita aún más la fiabilidad de las cifras. Mucho menos los salarios

permiten ver bonos y otras ventajas que algunas fuerzas policías dan a sus miembros

tales como salud gratis, primas o vivienda. A pesar de estas evidentes debilidades esta

es una manera de mostrar ciertas tendencias que permitan comparar los salarios que

reciben algunos policías en el mundo. El cuadro que se presenta a continuación

19

muestra estos cálculos y los clasifica en su orden de mayor a menor para finalmente

establecer un ranking general del policía mejor pago al peor pago. Como conclusión

se puede observar que el policía mejor pago en términos brutos es un suizo, pero ese

salario en cuanto al mínimo legal de su país y su poder adquisitivo no es tan atractivo

como el que obtiene el canadiense que en el ranking final ocupa el primer puesto. Las

diferencias entre los policías de los países desarrollados y los policías

latinoamericanos es abismal en poder adquisitivo pero no así en salarios mínimos ya

que oscilan entre 1,5 y 2. Policías en Nicaragua, Ecuador y Bolivia aparecen como los

peor pagos. Mientras que los policías de Colombia, Argentina, El Salvador están en

los primeros puestos. Una conclusión sencilla es que si bien los policías en América

Latina reciben salarios que pueden ser considerados aceptables con respecto al

mínimo legal, son claramente insuficientes para subsistir. A pesar de esto, ser policía

es una opción para los sectores populares que encuentran estabilidad laboral y mejor

calidad de vida. Como se puede ver en la figura 5, las diferencias salariales entre

oficiales de más alto rango y los de más bajo rango en policías de América Latina es

abismal si se le compara con estas mismas diferencias en policías de países

desarrollados lo que corrobora la idea de organizaciones con grandes brechas entre

rangos superiores e inferiores.

20

Tabla 3 Comparación internacional de salarios de policía en comparación al mínimo legal y poder adquisitivo (Tomado de Ruiz, Juan Carlos, ‘Colombian police policy: police and urban policing, 1991-2006’, [Doctoral thesis in politics], University of Oxford, 2009).

Wages US $

dollars Pla

ce

Proportion over country minimum wage P

lace

Purchasing Power

(Proportion Big Mac Index,

The Economist) Pla

ce

Rankin

g

Argentina 300 15 1.5 19 183 11 15

Australia 3,019 6 1.8 14 1.208 2 8

Bolivia 114 25 2.1 9 50* 25 21

Brazil 295 18 1.6 16 123 17 19

Canada 3,315 4 2.9 4 1.260 1 1

Chile 375 12 1.5 18 148 12 14

Colombia 400 11 2.0 11 143 13 12

Costa Rica 298 17 2.1 8 125 16 16

Ecuador 200 21 1,2 20 87* 22 24

El Salvador 320 13 3.0 3 139 15 10

England & Wales 3,291 5 2.0 10 957 5 7

Finland 3,778 3 Inexistent - 1055 4 2

France 2,276 10 1.4 19 636 10 13

Guatemala 308 14 2,7 6 140 14 11

Honduras 160 23 1,6 17 84* 23 23

Japan 2,500 8 3,1 1 1,082 3 3

Mexico 250 19 2,7 7 97 20 17

Nicaragua 138 24 1,0 21 65 24 25

Peru 300 16 1,9 13 109 18 18

Spain 2,311 9 2,8 5 646 9 9

Sweden 4,038 2 Inexistent - 880 8 4

Switzerland 4,650 1 1,9 12 921 6 6

United States 2,725 7 3,0 2 891 7 5

Uruguay 172 22 1,7 15 95 21 20

Venezuela 226 20 1,0 22 106 19 22 Fuente: AUSTRALIA: South Australia Police; CANADA: Statistics Canada ‘Royal Canadian Mounted Police’; BRITAIN: ‘Could You?’, http://www.policecouldyou.co.uk/ ; COLOMBIA: Decree 407, 2006; COSTA RICA: La Nación, ‘Miembros de la Policía Viven Sumidos en las Deudas’, San José, April 15 2007, GUATEMALA: Deguate, ‘Incremento salarial y bono Único para Agentes de PNC’, April 2007; SWEDEN: Statistics Sweden; UNITED STATES: US Bureau of Labor Statistics. Example: Chicago and New York Police; MEXICO: Policía Federal Preventiva; VENEZUELA: Comisión Nacional para la Reforma Policial Venezuela; FRANCE: Police Nationale France ‘Recrutement, Alliance Police Nationale’; BOLIVIA: La Razón, ‘Un Policía de Cuarto Nivel Hana Bs 99 Menos de un Subteniente de las FFAA’, August 11 2006; COMPARATIVE: European Confederation of Police-Eurocop, * Big Mac Index no existe para estos países. Un promedio de América Latina fue utilizado como sustituto. Nota: Cálculos del autor

21

Figura 5 Comparación internacional de salaries policiales del más alto rango al de más bajo rango, 2006. . (Tomado de Ruiz, Juan Carlos, ‘Colombian police policy: police and urban policing, 1991-2006’, [Doctoral thesis in politics], University of Oxford, 2009).

Fuente: BRAZIL: Hinton, Mercedes. The State on the Streets. Police and Politics in Argentina and Brazil, Colorado, Lynne Rienner Publishers, 2006, pp. 114-115; AUSTRALIA: South Australia Police; CANADA: Statistics Canada. ‘Royal Canadian Mounted Police’; BRITAIN: ‘Could You?’ http://www.policecouldyou.co.uk/ ; COLOMBIA: Decree 407, 2006; COSTA RICA: La Nación, ‘Miembros de la Policía Viven Sumidos en las Deudas’, San José, April 15 2007, GUATEMALA: Deguate, ‘Incremento salarial y bono único para agentes de PNC’, April 2007; SWEDEN: Statistics Sweden; UNITED STATES: US Bureau of Labor Statistics. Example: Chicago and New York Police; MEXICO: Policía Federal preventiva; VENEZUELA: Comisión Nacional para la Reforma Policial Venezuela; FRANCE: Police Nationale France Recruitement, Alliance Police Nationale; BOLIVIA: La Razón, ‘Un policía de cuarto nivel hana Bs 99 menos de un subteniente de las FFAA’, August 11 2006; COMPARATIVE: European Confederation of Police-Eurocop,

0

1000

2000

3000

4000

5000

6000

7000

8000

9000

10000

Co

lom

bia

Fin

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d

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Gua

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El S

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ado

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Bo

livia

Chile

$ U

S D

oll

ars

Lowest salary

Highest salary

22

¿Qué tan inseguro es el trabajo policial? La televisión y el cine han creado la imagen

de un trabajo peligroso en donde el oficial se juega su vida a diario entre tiroteos. La

realidad puede ser muy diferente para no pocos países. Quizás sea más peligroso

trabajar como bombero o pescador en un barco camaronero en el Atlántico Norte que

ser policía en Oslo o Tokio. En algunos países desarrollados en dos décadas han sido

asesinados apenas dos oficiales. En algunas policías de los Estados Unidos, sus

miembros nunca han desenfundado su arma y se señala que el trabajo policial puede

llegar a ser aburridor sumergido en largas horas de patrullaje o de control del tráfico.

Varios de los policías muertos en horas de servicio son víctimas de accidentes de

automóvil en ocasiones en persecuciones a alta velocidad o se suicidan. En América

Latina, por el contrario, los policías mueren asesinados principalmente por armas de

fuego o armas blancas. Sin embargo, hay algunas diferencias. En Brasil, por ejemplo,

un número importante de policías mueren en horas fuera del servicio. La posibilidad

en algunas policías de la región de trabajar en el tiempo libre lleva a que algunos de

sus miembros mueran actuando como vigilantes privados. En algunas ocasiones, los

policías en horas de descanso mueren en confrontaciones con sus pares o en vendettas

ya que pertenecen a bandas del crimen organizado. Tener una cifra confiable de

policías asesinados en horas del servicio que no tome en cuenta muertes accidentales

y suicidios o aquellos muertos fuera del servicio es una labor titánica e, igualmente,

sujeta a múltiples cuestionamientos sobre las fuentes y su fiabilidad. Las muertes

violentas en horas de servicio es un dato esencial para conocer el nivel de peligrosidad

del trabajo policial que puede verse incrementado por un conflicto interno o el

accionar de grupos terroristas como sucedió en algunos años para países como España

o Perú. En la siguiente tabla 4 se resumen algunas cifras de mortalidad policial

calculada en tasas según el tamaño de la fuerza policial respectiva y los habitantes del

23

país para el año respectivo en el cual el dato está disponible. Una conclusión que salta

a la vista es el número muy bajo de policías asesinados. Los uniformados enfrentan un

trabajo estresante en donde deben enfrentar un público hostil y múltiples altercados

callejeros o violencia intrafamiliar, pero la mortalidad policial es casi insignificante

para muchos países como Japón o Francia. Por el contrario, Colombia, Sur Africa y

Guatemala son lugares donde trabajar como policía es potencialmente peligroso y la

probabilidad de morir en horas del servicio es alta.

Conclusiones

Tras el análisis de estos aspectos y sus cifras es posible señalar que las organizaciones

policiales en América Latina son organizaciones claramente oligárquicas con abismos

importantes en términos de estatus y salarios entre altos mandos y subordinados, para

no hablar de las divisiones entre niveles de oficiales y suboficiales en las policías con

gradación militar, divisiones ellas mismas que se han convertido en una suerte de

castas a las cuales es prohibido ingresar. Estas organizaciones son igualmente

cerradas y difíciles de controlar ya que no permiten la entrada de civiles en un número

significativo al igual que de mujeres. Los bajos niveles de aceptación y confianza del

público frente a las policías de la región alejan aún más a estas organizaciones y las

hacen distantes frente a los ciudadanos. Los altos niveles de corrupción han incidido

significativamente en esta mala imagen lo que debe redundar en muy bajos niveles de

cooperación entre policías y vecinos de barrio. Esto sumado a una formación que

sigue teniendo componentes militares más allá del entrenamiento para-militar que

reciben otros policías del mundo con imitación de rangos, símbolos, uniformes,

disciplina y ceremonial lleva a que el policía sea poco dúctil para adelantar su labor

frente al público. Sin embargo, todas estas generalizaciones pueden ser fácilmente

24

cuestionadas. Hemos visto cómo hay policías en América Latina apreciadas por sus

conciudadanos, relativamente bien pagas y con un número suficiente de personal para

suplir las necesidades del país. La imagen de una policía temida o despreciada,

corrupta, mal paga y considerablemente peligrosa no se aplica para varios casos en

América Latina.

25