Séptimo Número Revista Ultra Trail

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Sexto Número de la Revista Ultra Trail, la unica revista digital dedicada al trail running y ultramaratones en Latinoamerica.

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el cruce teypun

the coastal challenge

jose miguel zamora

desafio valle central 100k

www.revistaultratrail.com

en portadasprint el volcan 6k, caracas.foto por andres monsalve

corriendo con scott jurek

primeros pasos

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Tengo que confesar que con cada número que pasa, escribir el editorial me resulta más complicado. Cada día tenemos vivencias junto a ustedes que nos hacen crecer como equipo y nos hacen sentir realmente afortunados de ser parte de la historia del trail running en Suramerica.

Es el momento de llevar nuestra memoria 365 días atrás y darnos cuenta de nues-tros errores y nuestros aciertos. Sin duda alguna han pasado ya miles de fotografías y cientos de kilómetros frente a nuestras piernas, y no tengo la menor duda de que han valido la pena.

Miles y miles de gracias, en nombre del staff de la Revista Ultra Trail por su apoyo incondicional, por sus sonrisas y por su incansable voluntad de cumplir todas y cada una de las metas que se proponen con el pasar de los días y los kilómetros. Ustedes, con su presencia, nos hacen sentir realmente afortunados.

Sinceramente me resulta difícil intentar resumir un año de trabajo en tan pocas lineas. He tenido la oportunidad de com-partir con tantas personas que, si las men-cionara en este momento, necesitaríamos agregarle a este ejemplar unas 20 páginas más,

Mi familia no ha hecho más que apoyarme desde que comenzamos con este proyecto, con su confianza infinita, esto sin duda, es invalorable.

Tomamos la decisión de celebrar en grande, es por esta razon que nos hemos embarcado en el Sunset Race, la primera carrera organizada por la Revista Ultra Trail, será una aventura nocturna de 21 kilómetros en Ubaté, la hermosa capital lechera de Colombia.

Esto apenas comienza, cerramos nuestro primer año con la firme convicción de que vienen cosas mejores y más grande, así que contamos con ustedes para seguir haciendo de nuestras tierras un paraíso para el trail running.

Ya lo saben, ¡Nos vemos en la meta del Sunset Race!.

Andrés E. Beltrán

director

Editorial

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ULTRATRAILdirector

Andres Beltrán @beltrandres

redacciónEva Villarroel @evavillarroel

fotografíaCamila Navarro @caminamon

Laura Duarte @LauraViduGuillermo Mondelli @Memo287

Eva Villarroel @evavillarroelMaria Fernanda Navarro

Diástole y Sístole

asesoría legalCarlos Navarro

diseño gráfico y webAndrés Beltrán @beltrandres

corresponsales en venezuelaCorina Mora @mc_cori

Andrés Rondón @aj_rondonAndres Monsalve @amonsalveg

Jose Damas @resortedamas

colaboradoresSergio Boccitto @sboccitto

Elias RiveroGerman Briceño, Southern NetworkJavier Brin, Revista Vida Extrema

Paola FierroJose Miguel Zamora

Daniel CalderonJuan Guillermo Cobo

Revista Ultra Trail es una revista bimestral de circulación internacional (Colombia y Venezuela). Se reservan todos los derechos sobre el uso de la misma y del contenido que se presenta a través de sus páginas. El mismo no representa necesariamente la posición de la Dirección Editorial.El responsable de los conceptos expuestos en cada artículo es la persona que los emite.

Revista Ultra Trail forma parte de Southern Communications & Media

staff

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DESAFÍOVALLE

CENTRALCosta Rica

por Daniel Calderon

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Me gusta esperar un par de días después de una carrera antes de escribir un relato, el tiempo suficiente para asim-ilar cada tramo y cada sen-

sación de la misma, en una carrera de casi 105 kilómetros hay mucho que recordar…

Fue la primera edición del Desafío Valle Central 100k en Costa Rica, ruta que ayudé a concebir y cuyo nombre se torna engañoso porque la palabra “valle” no la asocia uno con los más de 4500 metros de ganancia en elevación que le ofrece a los corredores. Aunque la gran cantidad y calidad de ultramaratones de montaña que tenemos en Costa Rica me complica-ron preparar esta carrera con el tiempo que hubiera querido, me sentía fuerte y dispuesto a exigirme al máximo para com-pletar el recorrido en el menor tiempo posible, estábamos inscritos 24 corredores para la distancia de 100 kilómetros y muchos equipos en relevos 2x50, 5x20 y 10x10.

Luego de la despedida nerviosa de siem-pre de mi esposa y amigos, a las 5 am después del pesaje y una breve charla se dio la largada desde el centro de Ciudad Colón, y después de 50 metros ya está-bamos ascendiendo por lo que por ahora

era una calle asfaltada, me ubiqué en el grupo puntero, con grandes corredores y amigos como Javier Montero, Daniel Seravalli e incluso algunos corredores de la primera etapa de 2x50km que salían junto a nosotros (los otros relevos saldrían 2 horas después para facilitar la logística en los puestos de asistencia), sabiendo que esta etapa de “calentamiento” se ter-minaría una vez que nos internáramos en la montaña. Ya sin la ansiedad típica de la salida iniciamos el fuerte ascenso conocido como “Panzas”, casi 720 metros de elevación en los primeros 10.5 kms, me sentí bien y me concentré en mantener un buen ritmo e instaurar la disciplina de hidratación y nutrición que quería man-tener a lo largo de toda la carrera, para

DESAFÍOVALLECENTRALCosta Rica

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eso una alarma de mi reloj me ayudaba a no olvidar tomar o comer oportunamente. Al Este veía al amanecer el perfil lejano de los cerros de Santa Ana y las torres del Parque Eólico del Valle Central, ahí esta-ríamos pronto, por ahora solamente disfru-tar la vista y aprovechar para avanzar a buen ritmo durante las horas frescas de la mañana, sabiendo que luego la temperatu-ra sería muy alta (36-39°C) y tendría que reducir el ritmo.

Ya los corredores de relevos 2x50, Javier Montero, Seravalli y un par de corredores más se habían adelantado, y me había quedado conformando un grupo de 4 corredores que íbamos intercambiando posiciones y algunas palabras constante-

mente de acuerdo a la fortaleza de cada uno en ese momento, pasamos el puesto de asistencia #1 donde me sorprendió un poco alcanzar a Seravalli quien es mucho mejor subidor que yo, cargué agua en mi bolso de hidratación (tenía planeado no comer nada en ninguno de los puestos de asistencia, toda mi nutrición la llevaba en 2 pequeñas botellas).

Seguía otro ascenso de casi 750 metros verticales hasta el parque eólico al cual llegué seguido muy de cerca por los otros 3 corredores con los que venía desde el km 4, sin bajar el ritmo aproveché la calle en buen estado para darme el lujo de dis-traerme con la vista de la ciudad y los volcanes que desde ese punto a esa hora

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de la mañana es increíble, pero esta dis-tracción duró muy poco porque debía con-centrarme en tomar el descenso que nos llevaría a Corralar, la bajada es mi fuerte y debía aprovecharlo para despegarme de los 3 corredores que me seguían, bajé fuerte, esperé un momento adecuado para voltear y poder ver 300 o 400 metros atrás y no vi a nadie, pero tampoco alcan-zaba a ninguno de los 4 corredores que iban delante de mí, cada vez se volvió más inclinada esta bajada por algo le decían “el palo encebado”, cuanto más inclinado se volvía más aprovechaba yo para aumentar mi ventaja, se acabó la diversión y llegué al PC #2 donde lamentablemente tuvi-eron algunos problemas para dispensarme agua y este sobretiempo permitió que me alcanzaran nuevamente los 3 corredores.

Salimos casi juntos del PC y empezamos el ascenso a Nacientes de Palmichal, mi amigo Henry Monestel y yo tomamos la delantera dentro del pequeño grupo, después de un rato subiendo quise pro-barlos un poco y aumenté el ritmo, ellos me siguieron, pero al pasar por Palmichal aproveché una corta distracción que tuvi-eron y aumenté más el ritmo, no respondi-eron y dejaron que me mantuviera unos 50 metros adelante, pero poco a poco esa brecha fue aumentando, hasta que no los podía ver, ya me sentía más tranquilo, la dinámica que traíamos me estaba desga-stando un poco mentalmente y quería ter-minarla cuanto antes, la ruta nos conducía al interior de una finca cafetalera, sabía lo que significaba eso, seguir subiendo, ya la temperatura era alta, pero estar práctica-mente en la zona donde entreno y vivo me ayudaba a no sufrir con el clima, encontré a un corredor a un lado del camino, me comentó que tenía problemas de estómago y se había detenido a esperar una recu-peración, sin mucho que hacer al respecto, le desee lo mejor y seguí subiendo a buen

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a sus familiares que estaban participando en relevos.

Empecé el ascenso de 6 km que me sepa-raba del punto de medio de la carrera, ya me había dado cuenta en todos los pun-tos de control que el kilometraje iba un poco alargado, y que probablemente el punto medio no estaría en el km 50 ni la meta en el km 100, pensé que era mejor ir asimilándolo y diluyéndolo desde ahora para no llevarme la sorpresa cuando el reloj me marcara 100k y estuviera todavía lejos de la meta. El calor era abrazador y dificultaba subir a un buen ritmo, sin avisar llegó el primer momento bajo de la carrera, sentí un bajonazo en la energía y que no podía exigirle un ritmo mayor a las piernas, súbitamente dejó de tener tanta importancia mantenerme cerca de Seravalli y Montero, afortunadamente tenía otro recurso que utilizar en el PC #5 me esperaba mi esposa con todo lo que necesitaba para la segunda mitad (nutri-ción, hidratación y ánimo), revisé rápida-mente cómo estaba mi botella de nutrición y calculé lo que me faltaba para poder reponerla, la consumí toda junto con 2 pastillas de sal y agua, sabía que esto me daría el empujón necesario para manten-erme bien hasta el PC #5, mientras hacía esto, por haberme distraído un poco del camino, tuve mi primera caída, nada grave un tropezón y caída con la rodilla sobre las piedras, pasa con frecuencia por lo que me levanté, me limpié la tierra y continué ascendiendo sin mayores molestias.

Finalmente llegué al PC #5 en un poco más de 7 horas, mis expectativas eran llegar en 7 horas pero tomando en cuenta que en ese punto ya llevábamos alrededor de 2850 metros de ganancia en elevación y eran las horas más calientes del día, me sentí contento, mi esposa efectivamente me tenía todo lo que le había pedido, la

ritmo para llegar al final de ese tercer ascenso.

El km 32 para mi representaba el final de la parte más complicada de la ruta en términos de ganancia en elevación, le seg-uía un descenso gradual de 12 km donde aprovecharía para utilizar otros grupos musculares sin descuidar la hidratación y la alimentación, este tramo adicional-mente era fresco ya que estaba cubierto de pinos, momento perfecto aumentar el ritmo y tratar de acortar distancia con los 3 corredores que iban delante de mí, conocía bien a 2 de ellos y sabía que si no me exigía mucho en ese descenso no tenía posibilidad de evitar que abrieran más la ventaja que llevaban, las piernas aguan-taron el maltrato y el rato que pasé en una zona cardíaca alta parecía no haberme afectado, pasé la población de Tabarcia y en un estrecho camino de tierra 3 per-ros de finca intentaron asustarme, esto me sacó un poco de concentración y casi me caigo a una zanja, mientras me recuperaba llegué al PC #3 donde cargué agua nue-vamente y continué tratando de perder el menor tiempo posible, la temperatura ya era bastante alta, calculo que por encima de los 36 grados centígrados.

Atravesé un río saltando por las piedras para no mojarme los zapatos, imaginaba lo refrescante que sería sumergirse en esa agua limpia y fresca, pero eso siempre me pasaba factura al final produciendo ampollas grandes en mis pies, además no tenía tiempo que perder. Después de un corto ascenso y descenso encontré el se-gundo río, un lugar muy bonito donde en realidad es el punto de encuentro de 3 ríos y que es conocido como Charcón, donde se tenía que transitar unos 300 metros sobre piedras redondas de río, de nuevo evité mojarme los pies, saludé a un par de amigos que se encontraban ahí esperando

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Cruz Roja me pesó y tomó la presión para monitorear cualquier riesgo de salud, me pidieron que cuidara mi hidratación, había perdido 2 kilos desde el inicio de la carre-ra, cargué todas mis cosas, me cambié las medias, un beso de despedida y de nuevo a la ruta.

Cómo recargan de energía estos en-cuentros, una palabra de aliento empuja muchísimo, dentro de esa alegría decidí distraerme haciendo una lista de lo que había cargado rápidamente en el PC#5, empecemos por la luz frontal para la no-che…. La luz!!! No la agarré en el puesto, lo olvidé, evalué rápidamente todas las opciones, irme sin luz frontal no era una opción, llamar a mi esposa para que me lo entregara en algún PC antes de la os-curidad (se prohibía la asistencia en ruta y solamente se permitía en los puntos de control) tampoco era una buena opción ya que planificar toda esa logística me desgastaría y tenía que enfocarme en cor-rer, y la última opción pero más factible, devolverme a recogerlo… traté de correr más rápido para perder menos tiempo en el proceso, lo recibí y de nuevo arranqué desde el PC#5.

El descenso gradual de algunos kilómet-ros aligeraba el castigo del sol de medi-odía, pero noté que la rodilla que me había golpeado en la caída me estaba doliendo al doblarse, nada que hacer, tendría que ser ignorado este dolor por ahora. Después de algunas subidas llegué al puesto del pueblo de Desamparaditos donde de nuevo encontré amigos que esperaban los rel-evos, pero que sin saberlo me ayudaban mucho dando ánimos y me asistían recar-gando el agua de mi bolso, traté de avan-zar rápidamente hasta llegar a otro puesto de asistencia improvisado en una casa del pueblo Llano Grande, me emocionó saber que gente del pueblo había puesto den-

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tro de sus cocheras todo lo que necesitá-bamos, agua, hidratante e incluso frutas, del otro lado del camino desde un local comercial otros niños me aplaudían y me enseñaban una pequeña pancarta que decía “Animo atletas”, aunque ya iba por el km 68 estas 2 demostraciones me hici-eron sentir mejor que al inicio de la car-rera, la escalada inicial, el calor, la caída y haberme tenido que devolver al PC#5 eran recuerdos borrosos e insignificantes.

Lo importante estaba ahí en ese momento y lo de adelante ya llegaría. Mi esposa me había mandado un reporte por mensaje de texto al celular de los tiempos de los corredores que estaban adelante y detrás de mí, tenía un panorama bastante claro en una carrera donde no vi al de adelante ni al de atrás durante más de 10 horas, esto fue una gran ventaja a nivel mental, sabía que Seravalli iba ampliando la ven-taja que me tenía pero también sabía que yo iba ampliando aún más la ventaja que tenía sobre mi perseguidor.

Después de un fuerte ascenso llegué a un camino estrecho entre fincas, por la fila de una montaña, a la derecha veía el cañón del río Virilla y a la izquierda las montañas lejanas del parque nacional Carara, eran casi las 4pm, el calor había cedido, la luz y el camino eran perfectos, me olvidé de la rodilla, ya no tendría que cuidar las piernas para después, sabía que al llegar al puesto de control de Balsilla en el km 78 empezaría un ascenso sostenido de casi 25 kilómetros hasta la meta, era el momento de dejar los cuádriceps ahí tirados y eso hice, un buen trago de ali-mento, 2 pastillas de sal de una vez para no tener que frenar luego, agua y a bajar por ese trillo maravilloso, los kilómetros fueron pasando en menos de 4:50 cada uno, y aunque no es un ritmo tan rápido ya después del km 75 se sentía rapidísimo,

me sentí liviano, nuevamente tenía fuerza, la meta se me hacía cercana.

Lo que no sabía es que al pasar el PC de Balsilla, me esperaba una subida de ce-mento muy inclinada y bien larga, la subí con fuerza porque quería salir de ella cuanto antes, entre columpios entré nue-vamente a zonas muy conocidas para mi, sabía que me acercaba a Picagres y luego vendría el PC de Piedras Negras donde he entrenado muchas veces y que ya sentía como estar en casa (aunque todavía falta-ban unos 15 km hasta la meta), me crucé con el puesto de asistencia móvil en el que venían los 2 directores de carrera Vicente Charpentier y Juan Carlos Arce, buenos amigos y corredores, me ofrecieron un vaso de coca cola y una esponja de agua helada en la nuca (luego pensé que más bien era sudor helado de los 3 que iban delante de mí, pero se sintió bien en su momento), Vicente me comentó que la car-rera tendría un poco más de 104 kilómet-ros, sonriendo le dije que venía asimilán-dolo desde hace rato, que así era esto.

Lo que quedaba era un trámite, breve pas-ada al PC de Piedras Negras, y a continuar el ascenso hacia El Rodeo donde me es-peraba mi esposa nuevamente 6 km antes de la meta, esto estaba planeado como un encuentro de emergencia, en ese punto podía necesitar un cambio de zapatos, quitarme el bolso, curar alguna ampolla o simplemente un empujón anímico hasta la meta, pero no necesité nada de eso, solamente recibí una botella de mano con coca cola e hielo, las palabras de ánimo de mi esposa y continué fuerte a la meta, lo único que me frenaba eran algunas roza-duras que había descuidado y que en esta cantidad de horas pueden convertirse en algo crítico.

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SCOTT JUREKCORRIENDO CON

TEXTO Y FOTOGRAFÍAJUAN GUILLERMO COBO

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El lunes 28 de febrero luego de terminar de empacar maleta corrí a la agencia de viajes en-cargada de mi vuelo a Etiopía por la visa Etíope a pocas horas

de mi vuelo a Frankfurt. Era una simple calcomanía con espacios llenados a mano que me daba una entrada de máximo 30 días a Etiopía, visa por la cual llevaba tres semanas pegado al techo.

Cuando llegué a registrarme para el vuelo, tuve que explicarle a 3 empleados de Luf-htansa donde quedaba Etiopía y que Addis Ababa era la capital, acto seguido miraban la visa hecha a mano y mal pegada sobre mi pasaporte. Para rematar así no supi-eran donde quedaba Etiopía, pensaban que la visa era chimba. Pero bueno, luego de una hora estaba listo para comenzar mi viaje de 20 horas hasta Addis Ababa.

Sabía que en el vuelo Frankfurt - Addis Ababa se encontraban 3 participantes de Accelerate Ethiopia, y cuando hicimos una miedosa parada en Sudan por gasolina comencé a buscarlos, y en esas a solo 5 puestos estaba Scott Jurek! Me acerqué a presentarme y confieso sin vergüenza alguna que las piernas me temblaban, no podía creer que todo estaba comenzando. Llevaba meses entrenando, esperando ansiosamente este viaje, y sufriendo en los momentos que parecía que no iba pasar. Unos minutos después de presentarme y conversar 3 cosas, la tripulación del vuelo nos invitó a sentarnos nuevamente para poder iniciar el vuelo final al Aeropuerto Internacional Bolé de Addis Ababa. Las 4 horas restantes de vuelo se me hicieron eternas, estaba a metros de Scott Jurek y se me ocurrían dos billones de preguntas.

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Ya en Addis, nos recibió una fila estilo Dorado en inmigración, eran las 8 de la noche hora Etiopía, y estábamos cansa-dos. Luego de una hora finalmente pasa-mos por las maletas y aproveché para cambiar dólares por birr (cometí el error de cambiar U$300, lo cual resultó siendo una millonada que luego tuve que cam-biar de vuelta a dólares). Esperando las maletas, el panorama era otro, me sentía en otro planeta, la diversidad de razas, ropa, idiomas, era emocionante, y luego de haber estado en Frankfurt dos días, la amabilidad y calidad de los etíopes fue sobrecogedora. La gente mira a los ojos y sonríe! Recogimos las maletas, Scott lle-vaba un morral y una pequeña maleta de mano que trajo en la cabina, eso era todo!

Meses antes habíamos recibido una lista de cosas para llevar, entre las cuales se encontraban: un bolsa de dormir, una col-choneta, un arnés, además de todo lo que uno se le ocurre llevar a un viaje de 10 días corriendo por Etiopía. El resto llevá-bamos un poquito más. Más adelante des-cubrí que la pequeña maleta sólo era una muestra de la vida sencilla y minimalista que lleva Scott, lo cual va mucho más allá de llevar poca agua y no usar bloqueador solar, y nada tiene que ver con comprar el último grito de la moda zero drop.

El clima era delicioso, como Bogotá a las 6 de la tarde. Addis Ababa, es una de las capitales más elevadas del mundo a 2300 m.s.n.m. Luego de llegar al hotel, nos re-unimos en el lobby para comer algo. Era miércoles 20 de febrero a las 10 de la noche, y Accelerate Ethiopia no empezaba

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sino hasta el 22 en la mañana, así que es-tábamos por nuestra cuenta. En este punto solo estábamos 4 de los 10 participantes y Scott. Los 5 nos embutimos en un taxi, más taxista (un Fiat 147 modelo 80 y pico, el cual es el taxi por elección en Addis) y fuimos a un restaurante de comida típica. Llegamos sobre las 11 de la noche y ob-viamente ya estaban cerrando, pero nos atendieron con el mayor gusto y con todas las de la ley.

Al momento de pedir todos parecían conocer mucho de la comida etíope, yo obviamente ni idea! Soy de los que viajan investigando poco, y además cuando fue la última vez que alguien vio un restau-rante de comida etíope en Bogotá? Todos llevaban meses investigando sobre Etiopía, y visitando restaurantes etiopes. Scott por otro lado gracias a su estricta dieta ve-gana es un fanático de la cocina étnica y no solo conoce sino que la sabe preparar, incluyendo comida etíope, y me enteré que es la más famosa de las cocinas africanas. El caso es que pedimos injera, una especie crepe enorme hecho de una semilla lla-mada tef ligeramente fermentada que esta presente en la mesa etíope como el pan, la arepa y el arroz combinados. Encima de la injera va una variedad inagotable de salsas, cremas y cocidos hechos de diver-sos tipos de frijoles, granos, vegetales y tubérculos condimentados y picantes. Los colores y texturas de la comida son un espectáculo, y es en general un paraíso gastronómico para quienes prefieren no comer alimentos de origen animal, ya que el costo de la carne y el constante ayuno que realizan por motivos religiosos hacen de la carne una excepción. Por otro lado parece que a nadie se le ha ocurrido orde-ñar una vaca y en los 12 días que estuve no vi una gallina.

Regresando al hotel, Scott y Erick un

fuerte corredor de Ashland, Oregon me hablaron de Meskel Square una famoso parque donde muchos corredores van diariamente a entrenar, y quedamos de aprovechar e ir a conocerlos a las 5:00 am. Era la 1 de la mañana y me sentía cansado del vuelo, pero poco importan esas excusas cuando el plan es correr con Scott Jurek por las calles de Addis Ababa.

Me levanté a las 4:30 am y salté de la cama como pocas veces. Había puesto 3 alarmas distintas, no quería por nada del mundo quedarme dormido y la combi-nación de cambio de horario, vuelos largos y pocas horas de dormir era peligrosa.

Bajé al lobby y me encontré con Erick y Scott, y arrancamos a un paso relajado y charlado por las calles de Addis. Ese día hicimos 24 km muy comodos solo cono-ciendo la ciudad, una delicia. El clima muy similar al de Bogotá es perfecto para cor-rer. Meskel Square es un antiguo audito-

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rio al aire libre donde desde hace 1600 años se realiza el Festival de Meskel, pero diariamente atletas lo usan como lugar de entrenamiento improvisando todo tipo de ejercicios. Las graderías de tierra y cemento son usadas como carriles de atletismo, recorriendolas como laberintos de 5 y 10 km. Las escaleras son el lugar para hacer intervalos, y las vallas al fondo son las estaciones de barras. La mayoría no tenía zapatos para correr o ropa para hacer ejercicio, pero igual nos ganaron haciendo intervalos en las escaleras. Ter-minamos la corrida en un cafe tomando jugo de papaya.

Esa tarde nos vimos nuevamente en el lobby para ir a comprar un repelente con-tra mosquitos con malaria, que estaba en la lista y ninguno de los tres había com-prado. Pidiendo indicaciones caminamos y caminamos y no encontramos nada! Al final dijimos que no importaba, en cualqui-er caso que nos presten (tampoco vi zan-

cudos). Addis es una ciudad de 8 millones de habitantes incluyendo las zonas rurales, con muy pocos edificios altos y pocas vías, y eso que venía de Bogotá. La gente camina de un lado a otro y no hay mucho transporte público o carros. Es raro ver una ciudad tan grande con tan poco de-sarrollo.

Esa noche fuimos a otro restaurante típico, pero este tenía música y espectáculos donde descubrimos el tesoro de Etiopía, la cerveza Saint George, que nos acompaña-ría por el resto del viaje. Aprendí que la cerveza es parte de la alimentación salud-able de un ultramaratonista, pero solo una o dos para reponer fluidos, premiar un buen entreno o celebrar una carrera.

En la mañana siguiente nos encontramos para desayunar para esperar a todo el equipo de Accelerate Ethiopia que debía llegar a las 8 am y comenzar con el itin-erario de los próximos 10 días. Esta sería la primera vez que estaríamos todos com-pletos, y en este tipo de viajes uno nunca sabe que personajes vienen, pero la verdad fue un grupo increíble, y 10 días después parecía que nos conociéramos de toda la vida.

Una vez completos arrancamos hacía Yaya Village una villa para corredores ubicada en las afueras de Addis a 2700 m.s.n.m. creada por Haile Gebrselassie, donde corredores de todo el mundo van a realizar entrenamientos de altura y donde paralelamente jóvenes corredoras etíopes son patrocinadas. Estas niñas de entre 12 y 14 años deben ser ya a esta altura campeonas de su categoría para merecer el patrocinio y apenas cuentan con una par de zapatos para correr y ropa para correr de su talla (se reciben regalos, zapatos entre 6 y 61/2). A cam-bio entrenan y viven en la villa apoyadas

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por los mejores entrenadores del país. La villa cuenta con un hotel y un restaurante espectacular sobre las montañas de Addis, con un menú pensado para atletas de alto rendimiento. Aparte de nosotros había un grupo de canadienses y australianos en-trenando, uno de ellos tenía un RP de 2:10 en maratón.

A las 5:00 pm estábamos listos para nues-tro primer entrenamiento en grupo, esa tarde el entrenamiento era dirigido nada más por Haile Gebrselassie, quien muy puntual llegó en sudadera completa de Adidas, su patrocinador (los pro de Etiopía por alguna razón entrenan con sudadera sin importar el calor que haga). Después de presentarse y molestarnos por estar en shorts y camiseta nos presentó a otro corredor, Yemane Tsegay quien antes de los juegos olímpicos de Londres había re-ventado la maratón de Rotterdam con un tiempo de 2:04:48! Yemane quien seguro este año dará mucho de que hablar, esta-ría con nosotros los 10 días conociendo desde otra perspectiva su país.

Los etíopes arrancan a correr a toda! Sin embargo esto solo es un calentamiento para ellos, ya que el paso se va acelerando poco a poco a lo largo del entrenamiento sin aviso. Pocos metros después sentía como los otros participantes se ahogaban en la altura mientras yo le agradecía al universo que Bogota estuviese a 2600 m.s.n.m. 30 minutos después ya éramos pocos los que seguíamos el paso a través de arboles, ramas y arena roja. Una de las maravillas de Etiopía es que no hay cercas y el clima es tan seco que la vegetación es mínima, por lo cual solo hay que de-cidir la dirección y comenzar a correr, no es necesario seguir senderos o limi-tarse a las carreteras. 60 minutos después de haber comenzado, el paso ya estaba cerca de 3:00 min/km y tenía el corazón

en la garganta. Luego de una de las ho-ras más duras de mi corta carrera como corredor terminamos con un particular ejercicio de enfriamiento que realizan los atletas etíopes que involucra principal-mente la parte superior del cuerpo, una combinación de baile con aeróbicos que busca hacer la sangre circular por todo el cuerpo, seguido de estiramiento gen-eral y ejercicios abdominales. Luego de una sesión de fotos y de firmarnos fotos a todos Haile se despidió. Si en este punto no saben quien es Haile Gebrselassie, los invito a googlearlo, es el Michael Jordan del atletismo con más de 28 récords mun-diales con un RP de 2:03:59 en maratón. Quizá la persona más emocionada con su visita era Scott Jurek, quien a pesar de ser uno de los corredores de ultramaratón mas exitosos del planeta conserva la humildad con la creció, y es una de las personas más sencillas que he conocido, ya que si bien él era la razón por la cual muchos de nosotros habíamos decidido ir hasta allá, él estaba igual o más emocio-nado que nosotros por estar viviendo esta experiencia.

Al día siguiente volamos hacía la ciudad de Mekele, capital del estado de Tigray desde donde se inició la guerra civil en los noventas para derrotar la dictadura militar que había tomado el poder del emperador Haile Selassie. Esta guerra des-encadenó la miserable situación en la cual Etiopía se vio inmersa en los noventas, famosa por las macabras fotografías de niños muriendo en las calles de hambre. El estado de Tigray a diferencia del sur del país, es seco y árido. La mitad del año llueve fuertemente, las cosechas crecen y el paisaje es verde, en la otra no cae una gota, todo se seca, los ríos mueren y solo se ve una tierra roja y erosionada donde solo crecen cactus. La mayoría del es-tado está por encima de 2000 m.s.n.m. por

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lo cual el aire es seco y el sol fuerte. Un entorno agresivo. Hablando con Yemane, quien nació en Tigray me contaba que él solo comenzó a correr a los 20 años, ya que odiaba hacer deporte y escapaba clase de educación física, asombrado le pregunté, cómo corre uno una maratón a las 27 años en 2:04:48 con sólo 7 años ha-ciendo deporte? Su respuesta fue, pues no hacía deporte, pero arriaba cabras, vacas, caminaba/corría al colegio con poca agua, poca comida, en sandalias o sin zapatos.

En Mekele vistamos el Hospital Quiha, donde la fundación Himalayan Cataract Proyect trabaja hace muchos años y donde realizaría en una semana más de 800 operaciones de cataratas a pacientes de todo el país. HCP es una de las dos fundaciones que dieron vida al proyecto Accelerate Ethiopia y este sería uno de los 3 días que pasaríamos ayudando en el hospital. HCP realiza operaciones de cataratas de bajo costo de forma gratuita en países con altos indices de esta en-fermedad. Etiopía tiene cerca del 2% de su población con este problema, la mayoría son adultos mayores, pero personas de todas las edades sufren de esto en el país. Entre las razones, la altura del país, pobre alimentación y predisposición genética.

El primer día no fue nada fácil, por un momento pensé que carajos hago acá, yo no soy del tipo de personas que hacen este tipo de cosas. Miles de personas ha-cinadas alrededor de un nuevo pero muy simple centro hospitalario. Algunos de ellos llevaban días esperando a la intem-perie, a punta de pan y agua su operación, con número escritos sobre un pedazo de cinta pegada a sus frente. Algunos tenían más de 900 turnos por delante! Había literalmente gente en cada rincón, niños, niñas, bebes, jóvenes y adultos mayores en una situación muy frágil, muchos de ellos

completamente ciegos, necesitando de una operación relativamente sencilla y poco costosa.

Majka, nuestra productora y organizadora del proyecto estaba buscando voluntarios para ingresar a la sala de cirugía para ayudar a los médicos y enfermeras en los procedimientos. Yo miré al piso (me he desmayado con mi sangre un par de veces), quería irme! Luego de esquivar esa bala, aparecieron unas enfermeras con canastas llenas de pan para repartir a todos los pacientes. Ya no había donde esconderse, al principio parecía atontado no encontraba como darles el pan, mu-chos dormidos, otros con las manos dentro de sabanas, etc., poco a poco comencé, y dos canastas más tarde le había cogido el tiro a asunto y me sentía feliz de estar haciendo algo, y de ahí en adelante todo comenzó a fluir.

Al siguiente día nos levantamos temprano, siempre con el sonido de cantos religiosos en la distancia, lo cual siempre me da la sensación de estar en un lugar muy exóti-co, fuimos a Quiha nuevamente, y esta vez era el primero en lista para entrar a sala de cirugía. Estuve todo el día ayudando en cualquier forma posible, mi mejor mo-mento fue cuando un doctor me usó como su asistente para poner gotas al final de la cirugía y vendar a los pacientes. Ese día terminamos muy cansados, pero con una sensación indescriptible, una cosa es man-dar plata y hacer donaciones, pero otra estar allá, el panorama es otro, las caras de agradecimiento de las personas son gratificantes, así nuestra ayuda sea una pendejada frente a lo que muchos hacen en HCP.

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Esa tarde nos montamos en las cami-onetas rumbo las montañas de Gheralta, luego de 3 horas de polvo tan fino que parece agua, burros, camellos, y chivos en la vía llegamos. Las montañas de Gher-alta, son formaciones rocosas que sobre-salen mas o menos 500 metros sobre la sábana, hechas de una piedra débil, que-bradiza, roja y arenosa. Los caminos a las cima atraviesan paredes de roca tallada por siglos de peregrinación hacia las igle-sias católico ortodoxas talladas en piedra. Ethiopia es famosa por este tipo de temp-los ubicados en lugares de difícil acceso.

Las siguientes 7 noches dormiríamos en el hotel de Silvio, un italiano que se había enamorado del país y con su esposa mon-taron un pequeño hotel espectacular con-formado por pequeñas cabañas con vista a la sabana y las montañas. Esa noche luego de muchos días de injera, agradeci-mos un poco de comida italiana, 6 noches después extrañábamos la injera. Resulta que un grupo de veganos es un dolor de cabeza para el gerente de un hotel, y la solución fue pasta con más pasta. Eso si, la pasta estaba deliciosa más aún cu-ando todas las verduras y hortalizas eran cultivadas en un pequeño huerto dentro del hotel. Esto último fue un alivio para muchos ya que las bacterias etíopes ya habían cobrado 4 víctimas, entre los cuales obviamente no estaba yo, eso es para los gringos, acá gozamos de una buena variedad de bacterias.

Al día siguiente nos levantamos temprano para hacer 21 km hasta una pequeña es-cuela. Cuando llevamos 2 km un grupo de niños salieron de la nada y comenzaron a correr con nosotros. El mas pequeño tenía 10 años mas o menos y la mayoría eran de 14, parecían estar capando clase, todos llevaban una especia de sandalia alta de plástico que creo el gobierno o

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alguna ONG distribuye. Después de unos kilómetros los niños comenzaron a retar-nos a pequeños piques hasta la cima de las lomas que nos encontrábamos en el camino. El primero fue Scott, y así uno a uno jugamos con ellos hasta que cubrimos 10 km con ellos, cuando llegamos decidi-eron regresar corriendo a sus casas o co-legio 10 km atrás. Esos niños hicieron 20 kilómetros, en sandalias, sin agua, en uni-forme, de la nada. La mayoría de nosotros llevábamos agua, zapatos, ropa y relojes con GPS para hacer los mismos 20 km.

Cuando llegamos a la escuela, que queda-ba en la mitad de la nada nos esperaban con música, bailes, tambores, pancartas y sonrisas. En Etiopía todo es una fiesta, y todo se celebra, con poco pero con ganas. Esta escuela había sido construida por Im-agine 1 Day la otra fundación responsable de que nosotros estuviéramos en Etiopía. Esta fundación trabaja de la mano del estado en la construcción de escuelas y su dotación, así como implementación de

modelos de educación para el país, bus-cando que éstas sean auto suficientes y alejándose de los modelos asistencialistas que en su opinión no generan desarrollo sino dependencia. Por eso muchas de estas escuelas son pequeñas empresas que cul-tivan y venden sus productos a terceros, además de involucrar a las comunidades en el proceso. La educación en Etiopía, tiene muchas barreras más allá de la falta de recursos. Etiopía en un país fuerte-mente machista, donde las niñas desde muy temprana edad han sido cultural-mente confinadas a las tareas del hogar. Por otro lado los niños antes que estudiar deben trabajar en labores agrícolas famil-iares. Encima de esto, el respeto es para los mayores, lo cual se traduce en maltra-to infantil. Imagine 1 Day lleva años romp-iendo estas barreras culturales, y poco a poco las escuelas se han ido llenando.

Nuestro último día en Tigray cerraba con la primera carrera de trail organizada en Ethiopia, 21 km a las faldas de las mon-

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tañas de Gheralta. Más de 200 atletas llegaron esa mañana de diferentes lugares del país para competir, la verdad había MUCHO nivel! Sin hablar de Gebre Ge-bremariam, Yemane Tsegay y Scott Jurek. Cuando empezamos a calentar se hizo evidente, la verdad ninguno de nosotros pensaba en llegar entre los primeros niveles, la idea era pasar un buen rato. El paisaje era espectacular, las montañas a la derecha y la sabana a la izquierda, arena roja, cactus, arboles, la gente parada vien-do a los corredores pasar, otros seguían con sus labores, corrimos por caminos, trochas, ríos secos, potreros, entre burros, cabras y camellos, trail de verdad! Con poca ganancia positiva, solo columpios, y un para de subidas, pero el entorno era agresivo, seco, un solazo absurdo y para rematar la mayoría en arena tipo playa, que hacía de cada pisada un reto. Scott se la gozó, adelantaba y paraba constante-mente para tomar fotos, la verdad verlo correr en el horizonte hace que cualquier carrera se sienta épica, tiene un estilo de

correr único, que una vez a paso récord en Western States funciona perfecto, sus pisadas ni se oyen, y parece que no hiciera esfuerzo alguno. Es tremendamente fuerte, necesita de poca agua, poca comida, y poco de todo al correr, el clima poco le afecta, ni bloqueador solar, solo un par de Brooks y listo!

Los 10 días que estuve en Etiopía se pasaron demasiado rápido, pero es sin duda uno de los más importantes capí-tulos de mi vida. Hice amigos de todos lados, personas increíbles que nunca hubi-era conocido en mi vida de no haberme metido en este rollo. Conocí Etiopía desde una perspectiva muy diferente de quien va a turistear, y compartí con su gente de tu a tu. Correr en Etiopía y la carrera, la verdad fue lo de menos, y no es por qui-tarle importancia al vergonzoso tiempo de mi carrera (por si acaso el ganador llegó en 1h07min), sino que en realidad el solo haber estado allá pagó todo.

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JoséMiguelZamorap r e g u n t a s y r e s p u e s t a s

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1. ¿Hace cuanto comenzaste a correr en la montaña, y como fueron los inicios?

Todo comenzó hace mas de 20 años, realicé dos cursos de escalada, coronamos el pico Hum-boldt, el Pico Bolívar en varias oportunidades y en la Gran Sabana sin planearlo subimos el monte Roraima. Luego compré una bicicleta y casi a diario rodaba y subía al parque acional El Ávila embelesado y enganchado del outdoor, en esas andanzas después de un tiempo conocía unos amigos: Juan, Jorge, Carlitos. Ellos entrenaban y hacían carreras de aventura, me invitaron a sus entrenamientos y en el año 2003 me preguntaron si quería correr el “Eco Jarillo Las 3 Fronteras” mi primera carrera de aventu-ra, organizada por Jhon Diaz, actualmente director de la organización Retos.info.

Fué increíble, logramos terminarla, pero siem-pre recuerdo que los primeros equipos nos sacaron más de 24 horas, ¡que bárbaros!. Eran equipos mixtos, tenían un femenino y nosotros fuimos 4 hombres, era impresionante el nivel que tenían. Pasaron muchos kilómetros por mí. Y en el año 2007 Hilenia Andrades, Favio Villamediana, Luis Domínguez y yo decidimos embarcarnos a la Patagonia, al Desafío de los Volcanes, carrera de aventura de más de 500 km.

Otra gran experiencia, entrenamos como “lo-cos” para esta carrera, sin embargo nos tuvimos

que retirar, fué un momento muy duro el tener que tomar esta decisión, otra experiencia.

En el 2008 mi esposa Hilenia y yo queríamos hacer algo juntos y escuchamos sobre La Mis-ión Race en la Patagonia Argentina nueva-mente, un lugar maravilloso, un ultramaraton de 160km de autosuficiencia, sin asistencia y con navegación, otra locura más. Ya que en el mes de marzo de ese mismo año, había nacido nuestra hija Michelle Andrea Zamora An-drades, y la carrera era en noviembre, pero ya no teníamos vuelta atrás, nos habíamos inscrito en equipo doble mixto y a entrenar se había dicho. En esa ocasión también nos acompaño en individual Favio Villamediana, la corrimos juntos los tres y fué la mejor carrera de mi vida una experiencia inolvidable, nos perdimos muchísimo, peleamos también, frio bárbaro, largos días, morrales con 14kg pero logramos terminarla con una gran satisfacción y orgullo.

En el 2010, corrí el primer ultramaraton que se hizo en Venezuela, el Ultra Race Idaca 60k, or-ganizado por Pedro Rodeiro y la organización EVX. Ese mismo año, también corrí The North Face en Chile, nuevamente La Misión Race, en ambos me tuve que retirar por lesión de es-polón.

En el 2011 volví a correr el Ultra Race Idaca y La Misión Race. En 2012 corrí el TNF Ecuador Y TNF Chile y fueron grandes carreras para mí.

JoséMiguelZamorap r e g u n t a s y r e s p u e s t a s

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2. ¿Que tipo de actividades realizabas antes de comenzar a correr?

Jugué futbol y futbolito, voleyball, natación, bu-ceo, waterpolo, yudo, bicicleta montañera, es-calada en roca, alpinismo, carreras de aventura, maratones, etc. Demás esta decir que el correr es la base de todos los deportes, ¡el origen! 3. ¿Quien es José Miguel Zamora cuando no esta corriendo?

Me encanta compartir en familia, disfruto cada momento con mi esposa e hija que son mi pasión y motivación. Ir con ellos a la playa, cocinar. Además soy administrador de Megaprint c.a. Y del grupo Ultramaratones de Venezuela, entrenador personalizado, organizo eventos y actividades deportivas y casi a diario entreno, como cosa rara.

4. ¿Cual consideras que es tu mayor logro como corredor?

Muchos, cada experiencia, cada entrenamiento, cada carrera realizada, es un logro y un gran crecimiento. Adicionalmente a eso todas las amistades que tengo y con quienes comparto esta pasión. Por eso siempre ando en la búsque-da de nuevos retos, enfrentarlos y lograrlos, siempre hay que asumir algunos riesgos paraesto.

5. Hay un auge muy fuerte por el trail running ultimamente, ¿Crees que es una moda, o como lo ves?

No pienso que sea una moda, para poder re-alizar este tipo de competencias tienes que dedicarle mucho tiempo, horas de entrenami-ento, constancia, pasión, es parte de tu vida.He podido ver desde lo inicios, como ha cre-cido este deporte en Venezuela en los últimos 5

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años. Hoy en día existen excelentes corredores de ultras en el país, muchos clubes y una gran cantidad de atletas con mucho potencial que seestán preparando para el trail running. Ya para este año se van a realizar 4 ultratrail, esto nos demuestra el crecimiento de este deporte en nuestro país.

6. ¿Cual es tu ídolo o referente en este tipo de competencias?

Mi referente siempre son mis compañeros de entreno y obviamente los que veo en carrera; internacionalmente pues puedo mencionar a Miguel Heras, gran corredor de ultras.

7. ¿Quien te animó a correr en la montaña?

Siempre me encanto la montaña y los raids de aventura y cierta persona me enseñó el camino para incursionar en este mundo, cuando de-cidimos formar el Team EcoXport en el 2005 para correr el Desafío de Los Volcanes. Hilenia Andrades.

8. ¿Que opinas de la evolución que ha tenido el trail running en los últimos años?

Como te dije anteriormente, para mi no es una moda, ha sido una explosión grandiosa de gente buscando nuevos retos personales, nuevos caminos, nuevas aventuras, cada vez más extremas!, donde puedas descargar toda esa energía, esa buena vibra que la naturaleza te ofrece.

En Venezuela ha sido grandiosa, muchos corre-dores animados, haciendo nuestras carreras y corriendo fuera del país también, para demos-trar nuestro nivel internacionalmente.

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9. ¿Por que la montaña y no un deporte más “común”?

La energía de la naturaleza realmente engancha a cualquier ser, poder correr libremente por la montaña no tiene comparación y mas si esos momentos de bienestar los comparto con mi familia, la verdad que me gusta ser positivo, disfrutar la vida, nuevos retos, aventuras, tener grandes sueños y compartir esta pasión con Hilenia y Michelle. Ellas me abrieron las puer-tas de este mundo es maravilloso, por eso me quedo en la montaña.

10. ¿Cual es tu sueño como corredor de ultra-maratones?

En el futuro me gustaría correr en familia algún ultra como La Mision Race o Marathon des Sables.

11. ¿Cual es tu distancia favorita y por que?

Bueno todos los ultras que he podido correr son únicos, irrepetibles, cada uno con su dis-tancia especifica, su tópico, desnivel y terreno.En lo personal me agradan más los ultras de varios días, de autosuficiencia, eres TU y la ruta!, porque no puedes planificar mucho, y si planificas, no te servirá de mucho, arriesgas demasiadas cosas, pasas hambre, sed, dolores,frio, te sientes solo, caminar de noche, dormir poco o no dormir y lo mejor: luchas contra tu mente, ella te dirá “¿Que carrizo haces aquí?, retírate, mas nunca hago esto en mi vida”, pero lo mejor es que si logras seguir, continuar, man-tenerte y llegas a la meta conseguirás un mo-mento único, extrañamente placentero donde se experimentan sensaciones maravillosas, se los recomiendo.

12. ¿Que le dirías a los corredores que se ini-cian en este deporte, algún consejo, adverten-cia?

Aparte de que disfruten cada experiencia por muy ruda y decepcionante que pareciera ser en ciertas ocasiones, pues que es importante sin-cerar el tiempo del que disponen para entrenar y prepararse para no perder las dimensiones de los retos a los que se enfrentan.

En función de lo dicho anteriormente, lo ini-cial es establecerse metas reales y alcanzables buscando en el cruce de meta, la inspiración para mayores retos. Se recomienda asesorarse muy bien, sobre planes y programas de entre-namiento, la asesoría para esta especialidad si quieres dedicarte a ella, debe ser técnica y no genérica.

Como base de todo el entrenamiento, recomiendo el fortalecimiento muscular es-pecifico para minimizar las lesiones por el impacto de las largas distancias (Cuádriceps, abdominales, dorsales, entre otros músculos)Luego debes saber que te enfrentaras a grandes retos mentales, lucha interna por seguir o parar.

Planificar los entrenamientos para un obje-tivo específico con los respectivos ciclos. Ya en entrenamientos o carreras: Es muy prob-able que corras y camines, practica cambios de ritmo. En pendientes muy pronunciadas es mejor caminar rápido. Recuperar en los tramos planos y bajadas. Debes probar todo el equipo y material antes de la carrera. Recuerda que son carreras muy exigentes, existen en ellas muchas variables y se deben tomar decisiones sabias.

13. ¿Cual es tu próximo proyecto?

Tengo algunas ideas para este año y el próximo que aun están en desarrollo. Por ahora mi

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proyecto del año es correr las validas North Face Endurance Challenge: Ecuador/Argen-tina/Chile entre otras. Y por supuesto El Chal-lenger de Albarregas en Merida en julio.

14. ¿Cual ha sido tu carrera preferida?

Todos los ultra que he corrido y de distancias diferentes te dejan marcas, gratos y no tan gra-tos recuerdos, pero si grandes experiencias de vida.

Yo diría que La Misión Race 2008 ha sido lo mejor en unión de Hilenia y Favio, porque fué nuestro primer ultra y logramos terminarlo, total autosuficiencia, grandes vivencias con mochilas de 14 kg además de la navegación con mapa y brújula, para seguir el rutometro.

Logramos culminar 160 km en 56 horas.

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ELCRUCE

TEYPUN

POR ELÍAS RIVERO

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Como corredores de ultra-maratón de montaña, busca-mos superarnos, lograr nuevos retos y trazarnos nuevas rutas que nos permita conocer aun

más nuestro país.En esta oportunidad, hemos escogido como escenario La Gran Sabana, que a pesar de haberla conocido en otra opor-tunidad, esta vez como amantes del ecoturismo, el deporte y la aventura, re-alizaremos una ruta ecológica la cual no será en 4x4, sino corriendo y caminando, buscando fomentar el deporte a través de un recorrido en tan majestuosa natu-raleza, haciendo ejercicios sin destruir ni contaminar, ni abriendo nuevas rutas que perjudiquen este espectacular ecosistema.

El cruce Tey Pun nació de dos iniciativas, la primera fué conocer la Gran Sabana a pie y la otra por ser Semana Santa, quise hacer una promesa personal y dedicársela a un gran amigo (el cual está pasando por una delicada enfermedad) y como él es devoto de José Gregorio Hernández, la promesa consistía en llevar una estampita del mismo y dejarla en la capilla de la Virgen de Lourdes ubicada en la Piedra de la Virgen, solicitando a su vez per-miso para entrar a la Gran Sabana, siendo esta la primera ofrenda. La segunda of-renda consistió en dejar otra estampita en la cumbre del Roraima y una tercera estampita la cual me acompañó durante todo el recorrido, cargada de la energía positiva de la Gran Sabana y la misma se la entregaría a mi amigo con el fin de que esta energía lo cubra y proteja en su pro-ceso de recuperación.

El nombre de Tey Pun lo encontramos en un libro llamado Guía de La Gran Sabana, del autor Roberto Marrero de 1997 el cual pertenece a mi compañero del cruce Ri-cardo Sanguino, (y a pesar que el libro tiene 16 años olía como si tuviese 60). De allí logramos extraer la información nec-esaria con sus respectivos kilómetros, lo cual nos permitió elaborar la ruta com-pleta, la cual pretendíamos realizar pero al no conseguir la altimetría decidimos conocerla en sitio.

El trayecto constaba de 327 kilómetros en trekking (caminata), los cuales se lleva-ría a cargo en 5 etapas tratando de cu-brir una por día, desde 27 al 31 de marzo, saliendo del Kilómetro 88 (Las Claritas), hasta Santa Elena de Uairén.En este recorrido estaremos pasando por la Piedra de la Virgen, Monumento al Sol-dado Pionero, Rápidos de Kamoiran, Salto Kama-Meru, Quebrada Pacheco, San Fran-cisco de Yuruani, Roraima Tepuy y Que-brada Jaspe hasta llegar a Santa Elena de Uairén.

ELCRUCE

TEYPUN

POR ELÍAS RIVERO

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El Parque Nacional Canaima se encuentra ubicado, en el estado Bolívar, Venezuela, comprende la cuenca oriental y superior del río Caroní y el sector nororiental del Macizo Guayanés, posee una extensión de 3.830.000 hectáreas de tierras vírgenes, siendo así uno de los parques nacionales más grandes del mundo.

La Gran Sabana es un territorio que se encuentra en el Macizo Guayanés, la for-mación geológica más antigua del planeta, ubicado en el sector oriental del Parque Nacional Canaima.

Conjuga diversos elementos de la natu-raleza como son los bosques, ríos, lagunas, llanuras, tepúes, posee una fauna y flora variada, en muchos casos son especies únicas.

Los Pemones, son una comunidad indí-gena que engloba a los grupos: Arekuna, Kamarakoto y Taurepan, estos aún con-servan las características físicas, costum-bres, creencias y tradiciones de sus an-tepasados.

PRIMERA ETAPAKilómetro 88 a rápidos de Kamoiran 83 km

Inicia en el kilómetro 88 y al llegar a la Piedra de la Virgen le daremos una peque-ña ofrenda solicitando permiso para cru-zar tan majestuosa naturaleza y a su vez pedir por la salud de un amigo y hermano.De la Piedra de la Virgen, visitaremos el Monumento al Soldado Pionero, hasta lle-gar a los rápidos de Kamoiram Iniciamos el recorrido el día 26 de marzo aprox. a las 7 am. Comenzamos con mu-cha energía y positivismo, Ana Trujillo me acompañó en la salida trotando conmigo, mientras Ricardo Sanguino se encaró de

la logística. Al cabo de un par de horas noté que el recorrido no era como lo había pensado (plano y camino de tierra en al-gunos sectores). Llegamos a la Piedra de la Virgen y colocamos la primera ofrenda, me tomé unos minutos a fin de pedirle a la Virgen de Lourdes por la salud de mi ami-go y que nos protegiera durante el cruce, a partir de este punto Ana inició el recorrido conmigo en bicicleta apoyándome con la hidratación. El recorrido fué muy duro ya que los primeros 40 kilómetros fueron en subida, a pesar del calor y la humedad, como la zona es selvática, nos protegió un poco del fuerte sol. Realizamos alguna para-das, para hidratarme mejor, comer comida sólida y no energética, las barras y los ge-les quedaban para la ruta, siempre apoy-ado por mis compañeros Ana y Ricardo. Hicimos una parada en el Monumento al Soldado Pionero para tomarnos un par de fotos y continuar nuestro recorrido. La ruta fue 100% de puro asfalto, el calor del mismo, afectó un poco mis pies y en uno de ellos apareció la primera ampolla, la cual la atacamos de inmediato. En el libro de Kilian Jornet en uno de sus largos recorridos leí que las ampollas era pincha-das con aguja y posterior a eso le inyec-taban o colocaba solución con yodo tipo povidine, pues seguí este consejo y al día siguiente la apoya había desaparecido.Culminé el recorrido de 84 kilómetros en 12 horas sintiéndome muy bien.

SEGUNDA ETAPARápidos de Kamoiran a San Francisco de Yuruani 79 km

Inicia desde los rápidos de Kamoiran pasando el Salto Kama-Merú, Quebrada Pacheco hasta llegar a San Francisco de Yuruani.

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Esta etapa la efectuamos el día 27 de marzo aproximadamente a las 7:30 am. Al igual que el día anterior comencé con mucha energía. Este recorrido a pesar de ser un poco más plano que el del día anterior fue 100% asfalto, con lomas que en algunos casos tuve que dejar de cor-rer y comenzar a caminar, la temperatura estuvo bastante elevada lo cual calentó muchísimo el asfalto provocándome mu-cho dolor en mis pies. En la misma, realicé las paradas respec-tivas y en algunas de ellas para darme masajes a fin de bajar la tensión en los pies. Me llevé un morral con hidratación ya que el día estaba muy caliente y el sol en esta oportunidad estuvo implacable. A medida que transcurría el día, realicé una parada en Quebrada Pacheco a fin de comer carbohidratos e hidratarme con bebidas energéticas y agua gracias a mi equipo de apoyo. Seguí la ruta pero ya venía presentando fuertes dolores en la planta de mis pies y un poco de deshidratación por el sol tan fuerte. Mientras esperaba la atención del equipo de apoyo el cual se encontraba armando el campamento en San Francisco de Yuruani, la tarde cayó rápidamente y la temperatura bajó a tal punto que comencé a tener frío, al cabo de una hora llegó el apoyo para suministrarme comida y luz frontal necesaria para continuar el recorrido. Para ese momento llevaba 61 km, faltando 18 km para culminar la eta-pa 2, que era de 79 kilómetros. Al detenerme comencé a presentar signos de cansancio, sumando deshidratación, a parte del dolor fuerte en mis pies. Ricardo me preguntó si continuaría el recorrido y le pedí que me diera unos minutos a fin de poderme recuperar, al cabo de 10 minutos

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comencé a temblar a tal punto que tuve que arroparme ya que el frío me había in-vadido y el mismo no me dejaba coordinar mis pasos, así mismo experimenté baja de tensión por lo cual tuve que sentarme. Pasados 20 minutos tomamos la decisión de no continuar y abandonar esta etapa con 61 kilómetros y 9 horas 42 minutos de recorrido dejando pendiente 18 kilómetros.

TERCERA ETAPASan Francisco de Yuruani a Roraira Tepuy 50 km

Inicia desde San Francisco de Yuruani hasta llegar a la base del Roraima Tepui, donde iniciaremos ascenso hasta hacer cumbre, de allí bajar nuevamente a la base y pernoctar.

Esta etapa la efectuamos el día 28 de marzo saliendo de San Francisco de Yuru-ani y como punto de parada Paraitepui y posterior a la Base del Roraima. La salida fue aproximadamente a las 9 am debido a la descompensación del día anterior. Esta ruta fue 100% de tierra, siendo menor el impacto que el de los días anteriores.

Comencé caminando y al cabo de una hora ya estaba corriendo bastante relajado sobre un camino de tierra con pocas pie-dras. El recorrido contó con lomas exigen-tes tipo cross country, así como caminos de arena suave. Me sentí muy bien pesar de lo exigente de la ruta.

Al llegar a Paraitepui el recorrido había sido de 25,55 kilómetros en un tiempo de 5 horas 40 minutos, allí me notificaron que no podía continuar a la base del Roraima, ya que según la información que recibió mi equipo de apoyo, resultó que Inparques solo permiten pasar hasta la 1:30 de la tarde.

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Esta parada obligada, nos cambió el itin-erario planificado pero me benefició desde el punto de vista que podía descansar por mucho más tiempo y al día siguiente con-tinuar el recorrido.

CUARTA ETAPABase Roraira a San Francisco de Yuruani 50 km

Inicia desde la base del Roraima hasta lle-gar a San Francisco de Yuruani. La reali-zamos el día 29 de marzo, pero iniciando el recorrido desde Paraitepui aproximada-mente a las 6:30 am. Esta ruta la realiza-mos los tres, acompañados por un guía de la zona llamado Robert, cabe mencionar y admirar que este muchacho con solo 20 años ha subido al Roraima unas 250 veces, nos comentaba que desde que tenía 7 años subía con su padre y que hoy en día es un guía certificado.

A pesar de su experiencia él no estaba muy seguro de que pudiésemos culminar esta ruta en tan solo un día, cuando lo usual para los turistas es hacerlo en 3 días o más.

Comenzamos corriendo en gran parte del recorrido hasta llegar al río Tek, allí nos cargamos de agua y continuamos nuestro recorrido al campamento Kukenan, a par-tir de ese momento caminábamos y cor-ríamos en algunos tramos sin parar, hasta llegar a la Base del Roraima, durante todo el camino aprovechamos para tomar unas excelentes fotos en uno de los paisajes más espectaculares que he visto.

Al llegar a la Base del Roraima hicimos una parada estratégica para alimentarnos bien, tomar merengadas de proteínas y descansar un poco. Cabe destacar que por prevención trajimos morrales de ataque,

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en los cuales llevábamos (Sleeping, Vivac, Primeros Auxilios, Chaquetas y comida) por si tendríamos que acampar en algún sito.

Después de una hora iniciamos el ascenso al Roraima y disfrutando de tan impo-nente Tepui, el ascenso fue a ritmo y re-alizamos muy pocas paradas por lo cual rindió el tiempo.

Faltando unos pocos metros para llegar a la cumbre comenzó a llover y fue aumen-tando a medida que íbamos ascendiendo.

Allí mismo comenzó a bajar la temperatu-ra y los vientos soplaban bastante fuerte, provocando un frío intenso el cual sólo nos permitió llegar a la cumbre, cumplir con la segunda ofrenda prometida, tomar algunas fotos y de inmediato comenzar el descenso. El mismo fue bastante rápido

hasta llegar nuevamente al campamento Base. Al llegar allí nos encontramos con personas que iban bajando mientras que nosotros subíamos y al vernos nueva-mente en la Base, nos tildaron de locos por subir y bajar el mismo día.

A través de Robert, el guía, pudimos con-seguir agua caliente para preparar unas sopas que había traído Ricardo. Los otros guías fueron muy amables y nos pre-staron platos para servirnos las sopas. De allí iniciamos nuestros recorrido hasta el Kukenan donde nos encontramos con un grupo que allí acampaban, y al contarles que el recorrido lo estábamos haciendo ida por vuelta, se sorprendieron al igual que las personas que vimos en la Base del Roraima.

También aprovechamos de comernos unas arepas y compartir con algunos guías,

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para luego continuar el recorrido hasta llegar a Paraitepui. El recorrido fue de 55 kilómetros en un tiempo de 16 horas aproximadas.

QUINTA ETAPASan Francisco de Yuruani a Santa Elena de Uairén 65 km

Inicia desde San Francisco de Yuruani pasando por la Quebrada Jaspe hasta lle-gar a Santa Elena de Uairén donde fina-liza nuestro recorrido de 327 km.

Debido al esfuerzo del día anterior, decidi-mos suspender esta etapa a fin de evitar lesiones y sobre entrenamiento.

Cerrando el recorrido con 225 kilómetros, ascenso al Roraima y cumpliendo con la entrega de las ofrendas.

A pesar de no haber cumplido con el re-corrido inicial de 327 kilómetros, el equipo de apoyo y mi persona quedamos satis-fechos con los 225 kilómetros recorridos.

Quiero agradecer a mis amigos Ana Tru-jillo y Ricardo Sanguino por el apoyo in-condicional y a dios por permitirme sumar una nueva experiencia de vida.

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The Coastal Challenge (TCC), una de las más exigentes carreras del calendario internacional, es creación de dos aman-tes de la aventura: el cos-tarricense Rodrigo Carazo

y el norteamericano Tim Holmstrom. El formato de la prueba está perfectamente adaptado a las condiciones del territorio costarricense: un maratón de montaña que se cubre en seis etapas durante seis días consecutivos. Hay dos versiones o rutas a tal fin: la Ruta de Fuego, que recorre la zona volcánica y las costas del noreste de Costa Rica; y la Ruta de la Selva (The Coastal Challenge Rainforest Run), que se inicia en la playa de Quepos y sigue la fila costeña hasta Bahía Drake.

THECOASTAL

CHALLENGE

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El 2 de febrero, fue el registro en el evento, para conocerse y firmar el contrato medi-ante el cual los atletas de uno u otro sexo aceptaban los riesgos asociados a esta actividad: serpientes venenosas, terreno rocoso empinado y resbaladizo, animales salvajes, barrancos, posibles derrumbes y un clima impredecible, entre otras particu-laridades. O sea, aceptación irrestricta del reto de estar listos para enfrentar lo que fuese. Seguidamente recibieron un pa-quete contentivo de la camiseta oficial, el detalle de la ruta y una pequeña moneda de la cual no se podía hablar. El promedio de edades de los corredores rondaba en los cuarenta años. Para la mayoría sería ésta su primera maratón tan sui generis:

de tanta prolongación en el tiempo y por etapas. Aunque se desarrollaría en Costa Rica, paradójicamente los ticos eran mi-noría en ella. Seguidamente compartimos aspectos resaltantes de lo vivido en cada una de las seis etapas de la 9ª Edición del The Coastal Challenge Rainforest Run:

1ª Etapa: Quepos - Valle del Río Savegre (33,5 km) Considerada una de las más difíciles por el cambio climático que so-portan los maratonistas. Luego de un viaje de tres horas desde San José donde los atletas se encuentran cómodos en tem-peraturas bajas, montan sus zapatos de trail running y empiezan a correr bajo un

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sol abrasador y un alto grado de hume-dad que abatió a la mayoría. El cielo per-maneció nublado gran parte del día, pero la temperatura alcanzó los 35 ºC e incidió en el paso de los competidores. Resulta-dos parciales (Masculinos: David James (USA, 02:56); Ismael Dris (Esp, 03:42); José López (03:46); Henry Monestel (CR, 03:46). Femeninos: Tricia Perez (CR, 04:37); Gemma Slaughter (Can, 04:48); Shari White (USA, 04:49); Ligia Madrigal (04:50).

2ª Etapa: Esta etapa lleva a los competi-dores por las faldas de las montañas de la zona de Los Santos donde luego se des-

ciende hacia la playa de Dominical, que es su meta, tras un recorrido de 39 km y un total de 2.250 m de ascenso acumulado. Fue un día largo y más caliente que el an-terior. Los corredores caminan por el cam-pamento con pasos rígidos y torpes, car-acterístico de músculos agarrotados. ¿Qué es lo que impulsa a estos seres a continuar con el siguiente paso y no estrellarse con una pared, invisible para algunos y evi-dente, para otros? Resultados parciales: Masculinos: David James (USA, 05:01); Ismael Dris (Esp, 05:01); Henry Monestel (CR, 06:23); José López (CR, 06:46). Fe-meninos: Tricia Pérez (CR, 07:26); Gemma Slaughter (Can, 07:36); Angela Meyer (USA, 07:36); Irene Hale (07:49).

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3ªEtapa: La más larga de todas: 52 km, desde Dominical hasta el Parque Nacional Marino Ballena, con un ascenso acumu-lado de 2.450 m. Del campamento de Dominical el desplazamiento inicial fue al majestuoso entorno de la catarata Nauy-aca. En el camino suelo húmedo, barroso, repleto de raíces, rodeados de una exu-berante vegetación tropical. Se destaca que este evento está dedicado a la bal-lena jorobada y al parque nacional antes mencionado por su esfuerzo en la con-servación de la vida marina. Resultados parciales: Masculinos: David James (USA, 06:23); Ismael Dris (Esp, 07:01); Henry Monestel (CR, 07:36); José López (CR, 07:37). Femeninos: Angela Meyer (USA, 08:50); Irene Hale (USA, 09:05); Tricia Pérez (CR, 09:13); Gemma Slaughter (Can, 09:23).

4ª Etapa: El recorrido fue de 47 km desde el PN/ Marino Ballena hasta el pueblo de Sierpe. Esta etapa es considerada la más difícil por los organizadores del evento de-bido a altimetría y calor. Además, en esta etapa hay limitación en el suministro de agua, lo que implica que los participantes deben ser cuidadosos al racionar los líqui-dos. El camino se caracterizó por una sig-nificativa frecuencia de subidas y bajadas. Bien “columpiadito” como dicen en Costa Rica. Los corredores se enfrentaron a un total de 39 km y un ascenso acumulado de > 3.000 m. Resultados parciales: Mas-culinos: David James (USA, 05:05); Ismael Dris (Esp, 05:53); José López (CR, 05:53). Femeninos: Gemma Slaughter (Can, 07:49); Angela Meyer (USA, 08:45); Irene Hale (USA, 08:46).

5ª Etapa: En este instante los competi-dores recorrieron 47 km, desde el pueblo de Sierpe hasta Bahía Drake, en la penín-sula de Osa. Un ascenso total de 1.450 m acumulados. Afortunadamente sombrea-

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dos por atravesar uno de los bosques más aislados del mundo. Observamos serpi-entes, arañas, insectos de todos colores, monos y pájaros exóticos. Los mosquitos hicieron fiesta… ¡y encuentro con hormi-gas balas! La picadura de esas pequeñas hormigas es tan dolorosa que la comparan con una herida de… ¡bala! Resultados par-ciales: Masculinos: Ismael Dris (Esp, 05:11); David james (USA, 05:12); José López (CR, 06:13). Femeninos: Gemma Slaughter (Can, 06:57); Angela Meyer (USA, 07:32); Irene Hale (USA, 07:32).

6ªEtapa: Último día del evento y la etapa más corta. Este trecho incluyó casi todo lo que habíamos visto en las etapas pre-vias: cataratas, ríos, diversos animales, praderas… y mucha playa. Debido a que nuestra metodología de trabajo incluye tener vivencias de las acciones, nos pre-guntamos acerca de cómo se podría sentir un cuerpo humano después de cinco días de recorrido por más de 200 km. No nos lo podíamos imaginar, pero estuvimos seg-uros de que queríamos averiguarlo. Resul-tados parciales: Masculinos: David James (USA, 02:17); Ismael Dris (Esp, 02:29); José López (CR, 02:44). Femeninos: Gemma Slaughter (Can, 03:09); Angela Meyer (USA, 03:35); Irene Hale (03:35).

RESULTADOS FINALES DEL TCC 2013

Categoría Expedición (Masculinos): Da-vid James (USA, 26:54); Ismael Dris (Esp, 29:17); José López (CR, 32:59); Henry Mon-astel (CR, 33:39).

Categoría Expedición (Femeninos): Gem-ma Slaughter (Can, 39:42); Angela Meyer (USA, 41:32); Irene Hale (USA, 41:38); Tri-cia Pérez (45:12).

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Paola Fierroprimeros pasosASCENSO A CHINGAZA ORGANIZADO POR RUNNERSLAB@runnerslab

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Cuando pienso en correr, no pi-enso en salir a entrenar... pien-so en el momento mas íntimo del día, donde estoy solo con mis pensamientos, escuchando

mi cuerpo, y sintiéndome libre. Para mi correr “es más que una afición, es todo un estilo de vida”, se incorpora a mi rutina diaria como dormir o comer y me hace extremadamente feliz.

Cuando me pidieron contar en la revista mi historia, no solo me sentí halagada sinoademás extrañada, no soy una atleta de alto rendimiento y aún estoy en párvu-los en el trail, pero estoy segura que si mi historia puede inspirar a alguien para salir a correr, entonces valdrá la pena infinita-mente contarla.

Mi encuentro con el running se dio hace 7 años, trabajaba para una multinacional en el área financiera, la verdad no tenía mu-cho tiempo para actividades extras, o eso creía, mi día se pasaba en análisis finan-cieros, ajustes de presupuestos y temas contables, y sin darme cuenta permanecía todo el día frente a mi computador, a veces almorzaba en frente de él, salía muy temprano de mi casa y llegaba muy tarde y el fin de semana sólo quería dormir y comer. En alguna oportunidad salí con mi esposo a pasar unos días en un pueblito cerca a Bogotá de clima caliente y noté no sólo que mi ropa ya no me quedaba tan bien sino que además perdía mi cabello y sentía demasiado frio. Cuando regresé a Bogotá consulté al médico y me diagnos-ticó hipotiroidismo, un metabolismo dema-siado lento, era el resultado de una vida sedentaria, una mala alimentación y algu-na otra causa desconocida, esta deficien-cia en la tiroides no sólo afecta la apari-encia física haciendo difícil la pérdida de peso sino además que todo el sistema endocrino se enloquece, de hecho quedar

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embarazada no fue fácil. Desde entonces tomo una pasta diaria que suple la fun-ciones de la tiroides. Todo esto hizo que a gritos mi cuerpo pidiera un cambio, y así cambié mi alimentación, empecé a correr y logré mi primer embarazo y dos años después el segundo.

Pero volvamos a los primeros pasos en el running. Yo creo que fue como el de la mayoría, simplemente tomar la decisión de ponerse unos tenis, ver cuánto tiempo podía resistir y con el tiempo hacer un po-quitico más y ver qué pasa. En mi cabeza solo había un objetivo claro, bajar 10 ki-los de peso, por eso la técnica, el ritmo, la distancia, no era algo que en ese momento me interesara mucho, sin embargo estaba muy entusiasmada con mi nueva afición. Llegaba con mucha energía a contarle a mis compañeros de oficina lo bien que me sentía haciendo ejercicio en la mañana. Un amigo me contó de la carrera 10k Nike en el 2006, me inscribí con mi novio quien es hoy mi esposo y la corrimos pensando en la gran hazaña que lograríamos. Lo que sentí esa vez en la largada, después de oir el pistolazo de salida fue increible! Se me hizo un nudo en la garganta y sentí ganas de llorar de la emoción, no podía creer que tanta gente a mi alrededor le gustara cor-rer, yo siempre me veía sola en el parque donde entrenaba. Ese día me di cuenta que competir en las carreras era el premio al entrenamiento. Es una pena no tener un recuerdo fotográfico de ese día pero siem-pre que estoy en la largada ya sea de una carrera corta o larga tengo el mismo sen-timiento!.

Me fue tan bien en esta primera carrera que mi amigo me invitó a entrenar con él en su club de atletismo. Comencé for-malmente en enero del 2007 guiada por un entrenador y un equipo de entusiastas atletas de los que aprendí muchas cosas.

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Mi entrenador Luis Fernando Castañeda a quien recuerdo con mucho cariño, me tuvo mucha paciencia y me cuidó mucho. Todo lo que me enseñó constituye la base de mi entrenamiento hoy en día. Actualmente no entreno con un club pero sigo al pie de la letra los planes de entrenamiento de Hal Higdon a través de trainingpeaks .

Empecé a participar en varias carreras de calle de 10k y 21k, con resultados muy buenos a pesar del poco tiempo que lleva-ba entrenando, mi metabolismo se activó tanto que en ese primer año de entrenami-ento quedé embarazada de Simón en el mes de diciembre. Estuve muy alegre por la llegada de mi bebe pero triste por tener que parar de correr por mi embarazo. Sin embargo, ya había adquirido el hábito y no dejé por lo menos de caminar. Simon nació, renuncié a mi trabajo y encontré la forma de cuidar a mi hijo, trabajar desde casa y seguir entrenando.

Así que a los cinco meses de edad ya lo tenía subido en un coche especial para correr y volví a empezar. En ese momento no habían muchas carreras como las hay hoy en día, pero el que busca, encuentra! Y encontré mi primera carrera de mon-taña en junio del 2010 en Zipaquirá. Sin saber mucho a que me iba a enfrentar y sin una preparación especial me aventuré con mi esposo a esta nueva experiencia. Recuerdo que ese día en el camino a Zi-paquirá me sentí muy mal, tenía nauseas y mareos y pensé que el viaje me había afectado. Sin embargo, tan pronto llegue y vi el ambiente de fiesta y los runners listos calentando, olvidé todo eso y comencé una de las experiencia hasta el momento más duras en mi vida.

Pasamos por senderos increíbles, subi-mos montañas agarrados de ramas, vimos paisajes tan bellos que mi esposo que se

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ASCENSO A CHINGAZA ORGANIZADO POR RUNNERSLAB@runnerslab

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había inscrito en 10k, no quiso desviarse y continuo conmigo en los 21k. En la última parte tuvimos una bajada fuertísima pero llegamos bien y quedé tercera en mi cate-goría, algo que no hubiera imaginado cu-ando estaba corriendo en este terreno tan difícil. A los 15 días me enteré que tenía 8 semanas de embarazo y que Juanita sería una mujer muy fuerte porque se agarró a mí como nunca a pesar de lo fuerte de la prueba, así que decidí ese primer trimes-tre de mi embarazo descansar un poco, no porque me sintiera mal, sino porque quería estar segura que Juanita estuviera bien. Elembarazo seguía sin ningún contratiempo así que volví a entrenar en el segundotrimestre y en octubre de 2010 corrimos 10k de Nike, José, Simón en el coche yyo embarazada de Juanita. Llegamos en 59 min ante el asombro de muchos que nos miraban pasar.

Juanita nació el día de San Valentín, un día en el que se respira amor en el mundo. 41 días después de su nacimiento volví a correr y mi primera necesidad fue con-seguir un coche para gemelos especial para correr porque en mi familia el run-ning es algo que nos une. En las mañanas preparo frutas, jugos, música infantil, gor-ras, buff y listo, todos a correr! De hecho Simón lo primero que nos pregunta en la mañana es, ¿Y hoy cuántos kms vamos a correr?. Eso sí, debemos terminar en el parque y mientras hacemos algunos estiramientos, ellos disfrutan del sol, los juegos y el aire libre!. Anhelo el día en que puedan correr a mi lado.

En el 2010 comenzaron a organizar más carreras de montaña y recuerdo en espe-cial una en San Francisco (Cundinamar-ca). Allí solo corrí 12 kms pero estabamos a la expectativa de algunos locos que se le midieron a recorrer 50 kms ese dia!, mu-chos desertaron pero también vimos gente

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llegando a la meta y fue algo super in-spirador, y desde ese día soñé con la posi-bilidad de recorrer esa distancia.

En octubre, otra vez en la Nike 2011 (corro todos los años esa carrera porque fue la primera, es toda una tradición familiar) me caí en un hueco en el km 2 y no me pude levantar. Diagnóstico: Esguince de tobillo grado II y fractura en el 5to meta-tarsiano. Estuve parada 3 largos meses, la rehabilitación estuvo en manos del Doc-tor Juan Carlos Guzmán fisioterapeuta del Once Caldas en Manizales; llegué a su consultorio con muletas y en una semana ya podía caminar.

Cuando regresé a Bogotá esperaba a que los niños se acostaran para repetir una y otra vez todos los ejercicios que aprendí en la terapia durante un mes más. Cuandome sentí más fuerte, salí a correr nueva-mente y al mes ya estaba en competencia.Participamos en el 10k vertical en Neusa en 2012 y quedé primera en mi categoría.

La lesión me ayudó a entender que para correr mejor, más rápido y evitar lesiones, tenía que incluir en mi plan, rutinas de fortalecimiento muscular y además com-binar con algo de bicicleta, aunque sea de spinning como en mi caso. Este cambio en mi entrenamiento y los buenos resultados que venía consiguiendo en la mejora de mis tiempos me dieron la confianza sufi-ciente para pensar en mi primer maratón

y pensé que si seguía participando en carreras de montaña con distancias de media maratón, estas me permitirían tener el fondo suficiente para enfrentarme a este reto y definitivamente no me equivo-qué. Mi primer maratón en Medellín fue increíble, pasé momentos muy duros pero llegue en 3 horas 34 min T. Chip (Novena en mi categoría).

Después de pensar que ya había hecho la prueba más difícil, llegue al trail de Usa-quén en diciembre del 2012. Eso si fue difícil y aunque llegue exhausta y con ganas de nunca más volver a un trail, días después y con cabeza fría, decidí que loque realmente quería hacer era correr trails pues definitivamente son todo unreto para mí aunque no puedo variar mis rutas tanto como quisiera, o hacertrabajos de técnica de carrera o intervalos en pista porque aún entreno carreteando el coche de mis niños en la cicloruta cerca a mi casa. Me las ingenio sin excusas para poder participar en carreras y además tener un buen resultado. De hecho pienso que esta “limitación” me ha hecho más fuerte de brazos y piernas ya que en las competencias donde no los puedo llevarme siento liviana y mi paso es más rápido.

Así que decidí que el 2013 sería el año del trail running, de hecho ya llevo dos y en pocos días me aventuraré a mi primer maratón en montaña que será el principio de las carreras más largas y mas fuertes!.

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