Rodriguez. Poesia Conversacional CR

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Káñina, Rev, Artes y Letras, Univ, Costa Rica, XXX (2): 145-161, 2006 / ISSN: 0378-0473 LA POESÍA COSTARRICENSE CONTEMPORÁNEA Y EL CAMPO DISCURSIVO CONVERSACIONAL^ Francisco Rodríguez Cascante^ ABSTRACT tn this paper t study one of the discursive formations of the Costa Rican contemporary poetry: the conversational lyric, 1 argue that this textual organization conforms, along with the transcendentalist poetry, the semiotie space of the contemporary lyrical genre of the country. For the interpretation, t make a critic of the historiographie models traditionally used for the study of the Costa Rican poetry and I offer a revision of such conceptions based on a reexamination of the notion of the discursive formation category. Key words: discursive formations, Costa Rican literature, Costa Rican contemporary poetry, conversational lyric, RESUMEN En este artículo examino una de las formaciones discursivas constituyentes de la poesía costarricense actual: la lírica conversacional. Argumento que esta organización textual conforma, junto con la poesía trascendental ista, el espacio semiótico del género discursivo lírico contemporáneo del país. Para la aproximación interpretativa, parto de una crítica de los modelos historiográficos tradicionales utilizados para el estudio de la poesía costarricense y ofrezco un replanteamiento de dichas concepciones basado en un reexamen de la categoría de formación discursiva. Palabras clave: formaciones discursivas, literatura costarricense, poesía costarricense contemporánea, lírica conversacional. Que el tiempo hará mudanza Coplas (1574) Domingo Jiménez Introducción perspectiva desde los aportes de la historia literaria latinoamericana y el estudio de las constantes Este trabajo tiene por objeto la poesía discursivas. En segundo lugar, y siendo consciente costarricense contemporánea^ de carácter de los cruces y del carácter palimpséstico de la conversacional. Enprimerlugardiscutolaasunción producción textual, argumento que existen dos de la poesía costarricense por la historiografía grandes líneas constitutivas en la poesía nacional, literaria y propongo reconceptualizar la una que remite a un eje programático aurático-' Francisco Rodríguez Cascante es Doctor en literatura por la Universidad de Montreal, Canadá, profesor en la Sede de Occidente y coordinador del Centro de Información y Referencia sobre Centroamérica y el Caribe del Centro de Investigación en Identidad y Cultura Latinoamericanas de la Universidad de Costa Rica, Su campo de especialización es la literatura centroamericana. Entre sus publicaciones se encuentra Autobiografía y dialogismo, San José: Editorial de la Universidad de Costa Rica, 2004,

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Análisis de poesía en CR

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  • Kina, Rev, Artes y Letras, Univ, Costa Rica, XXX (2): 145-161, 2006 / ISSN: 0378-0473

    LA POESA COSTARRICENSE CONTEMPORNEAY EL CAMPO DISCURSIVO CONVERSACIONAL^

    Francisco Rodrguez Cascante^

    ABSTRACT

    tn this paper t study one of the discursive formations of the Costa Rican contemporary poetry: the conversationallyric, 1 argue that this textual organization conforms, along with the transcendentalist poetry, the semiotie space ofthe contemporary lyrical genre of the country. For the interpretation, t make a critic of the historiographie modelstraditionally used for the study of the Costa Rican poetry and I offer a revision of such conceptions based on areexamination of the notion of the discursive formation category.Key words: discursive formations, Costa Rican literature, Costa Rican contemporary poetry, conversational lyric,

    RESUMEN

    En este artculo examino una de las formaciones discursivas constituyentes de la poesa costarricense actual: la lricaconversacional. Argumento que esta organizacin textual conforma, junto con la poesa trascendental ista, el espaciosemitico del gnero discursivo lrico contemporneo del pas. Para la aproximacin interpretativa, parto de unacrtica de los modelos historiogrficos tradicionales utilizados para el estudio de la poesa costarricense y ofrezcoun replanteamiento de dichas concepciones basado en un reexamen de la categora de formacin discursiva.Palabras clave: formaciones discursivas, literatura costarricense, poesa costarricense contempornea, lricaconversacional.

    Que el tiempo har mudanzaCoplas (1574) Domingo Jimnez

    Introduccin perspectiva desde los aportes de la historia literarialatinoamericana y el estudio de las constantes

    Este trabajo tiene por objeto la poesa discursivas. En segundo lugar, y siendo conscientecostarricense contempornea^ de carcter de los cruces y del carcter palimpsstico de laconversacional. Enprimerlugardiscutolaasuncin produccin textual, argumento que existen dosde la poesa costarricense por la historiografa grandes lneas constitutivas en la poesa nacional,literaria y propongo reconceptualizar la una que remite a un eje programtico aurtico-'

    Francisco Rodrguez Cascante es Doctor en literatura por la Universidad de Montreal, Canad, profesor en la Sedede Occidente y coordinador del Centro de Informacin y Referencia sobre Centroamrica y el Caribe del Centro deInvestigacin en Identidad y Cultura Latinoamericanas de la Universidad de Costa Rica, Su campo de especializacines la literatura centroamericana. Entre sus publicaciones se encuentra Autobiografa y dialogismo, San Jos: Editorialde la Universidad de Costa Rica, 2004,

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    y Otra que se constituye en uno de orientacinnarrativizante. Este ltimo conforma lo queentiendo por poesa conversacional. Hago estopensando en los niveles diacrnicos de la historialiteraria y en las posibilidades de organizacin deun corpus que plantea predominios, sin que elloimplique una mirada conclusiva y aplanadora.Con este entendido, analizo dos tipos de textos:unos publicados antes de 1990 y otros, queconstituyen el corpus de la exposicin, hansido publicados durante las ltimas dos dcadasdel siglo pasado y en los albores del presente.Me parece que en la poesa conversacionalcostarricense contempornea se articulan variaspoticas, entendidas en tanto conjuntos derasgos distintivos de grupos textuales"*, de lascuales contemplar cinco: 1) una de nfasisindividualista ligada a la narratividad del mundocotidiano, 2) otra de anlisis social, 3) una denfasis metapotico y culturalista, 4) otra decarcter feminista y, finalmente, 5) aquella detpico amatorio.

    La historia de la literaturacomo archivstica.

    La historia literaria costarricense que seha ocupado de la poesa, ha privilegiado unaorientacin de tipo biogrfico cronolgico, des-cribiendo las producciones textuales mediantelos criterios de gnero y de perodo. As pues, elnivel genrico ha institucionalizado conjuntos yel de periodizacin ha promovido, por un lado,la segmentacin en movimientos estticos que serelevan unos a otros, y por otra parte, ha dado lamayor importancia al agrupamiento generacio-nal. Este panorama fundado en una concepcinpositivista que asume al autor como protagonistade la dinmica literaria, ha promovido una nocinde la historia de la literatura como archivstica,cuyos bales se llenan y se vacan con rostrosdeterminados por sus fechas de nacimiento^.

    Considero que la rigidez de esta concepcin,-til hasta cuanto abre luces sobre concepcionesestticas y establece correspondencias yafinidades, y por ello da cuenta de la realizacin

    contextual de movimientos e ideas que circulanen otros espacios literarios- encuentra su modeloen una nocin de la historia como trayectolineal que incluso ha posibilitado la idea deevolucin potica^. Otra de sus fortalezas esla minuciosa atencin prestada a los autores:fechas de nacimiento, aos de publicacin detextos, temas empleados, visiones del mundodefendidas y sistematizacin de la informacin.No obstante, sus limitaciones asoman de seguido:poticas distintas agrupadas en un mismo lugar,ambigedades en cuanto a quines forman lasgeneraciones, dificultades para determinar lasdiferencias entre los diversos grupos, relacionestextuales que deben responder a las normas, enfin, los obstculos propios de una perspectivahomogeneizadora de la historia literaria.

    Historia literaria y discurso potico

    Cmo textualizar una historia de laliteratura que no asuma la linealidad y noprivilegie los excesos del criterio genrico yperiodizador? Frente a la concepcin archivstica,cmo dar cuenta de la heterogeneidad histricadel fenmeno literario? Preguntas de fundamentalimportancia y fuerte tradicin en la crticalatinoamericana.

    La problemtica de la segmentacin cro-nolgica se ha resuelto en la historia literariamediante los criterios de perodos y generacio-nes. Sin embargo, ya en los aos sesenta OsearTacca sealaba que la "poca es un conceptovago y flotante" (1968, 98-99) y que el ordengeneracional no escapa a la subjetividad de losagrupamientos muchas veces forzados.

    Intentando resolver estos problemas, ainicios de la dcada de 1980, un equipo deinvestigadores entre los que se encontrabanAntonio Cndido, Gutirrez Girardot, AngelRama, Antonio Cornejo Polar, Beatriz Sarloy Ana Pizarro, entre otros, se unieron en elesfuerzo de escribir una historia colectiva de laliteratura latinoamericana, trabajo que dio comoproducto la publicacin de Amrica Latina:Palabra, literatura e cultura^. Resultado de lasdiscusiones del grupo fue el texto La literatura

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    latinoamericana como proceso, editado bajola coordinacin de Ana Pizarro^. En l, apuntaPizarro en la introduccin que "lo que se intentaorganizar es la dinmica de una historia literariaconstituida por una gran dialctica de rupturay continuidad" (1985, 29), donde lo relevantees observar no solamente los quiebres entrelos sistemas de representacin, sino tambinprestar atencin a las continuidades y lasmodificaciones que se van operando en esosmodelos representacionales de ndole literaria.Ms tarde, a finales de la dcada de los noventas,la misma Pizarro cuestiona la posibilidad deescritura de una historia literaria en el sentidoclsico y argumenta a favor de reflexionar sobrelos procesos de transformacin de la historiade la literatura frente a las nuevas condicioneshistricas de globalizacin y posmodernidad^.

    A mi juicio, uno de los aportes funda-mentales desarrollados en los ochenta es el dengel Rama. En su discusin sobre el corpusde la literatura de Amrica Latina, propona elestudio de los estratos culturales y las secuenciasde las literaturas de la regin, criticaba una histo-riografa literaria lineal porque en cada perodopueden existir varias secuencias en un mismomomento y ellas pugnan por la hegemona. Estaconcepcin relacional estrato/secuencia era unaalternativa para la comprensin de la dinmicade la historia literaria'", concebida como unaapropiacin/reconstruccin transculturadora,complejos procesos de plastificacin de las tra-diciones articuladas en las literaturas latinoame-ricanas/7. Como afirma Franoise Perus, Ramaprocur abandonar la nocin de un sistema lite-rario nico, para observar "la configuracin deun polisistema, cuyos polos de atraccin, movi-mientos, espacios y temporalidades especficasse van desplazando y redefiniendo mutuamente"(1997, 69).

    Otro de los aportes latinoamericanosfundamentales en la discusin es el de AntonioCornejo Polar, quien convencido de que eluso de la categora de sistema tiene que vercon la urgencia de corregir los errores de lahistoriografa literaria de corte positivista queordena su materia como unilineal y perfectiva,haciendo homogneo lo diverso y buscando

    un orden armonioso inexistente'^. Ante estaconstruccin armnica, la categora en cuestin,afirma el crtico, puede oponer la imagen mltiplede varios sistemas todos instalados en el mismoespacio literario: los ms amplios que l proponaa finales de los ochentas eran lo culto, lo populary lo indgena. Pero la recuperacin de la idea desistema tendi la trampa de considerar la nocindesde un punto de vista deshistorizante (no tenatemporalidad y verticalizaba lo horizontal). Sinembargo, esta recuperacin fue importante porquelogr demostrar la pluralidad de la literaturalatinoamericana hasta entonces comprendidamediante los cdigos de Occidente. Cada sistematiene su propia historia pero participa a la vez dela historia general. Por esto es importante acabarcon la oposicin que contrapone estructura aproceso, ya que ambos son histricos. A laidea de un tiempo vaco donde todo cabe, hayque oponer, sostiene Cornejo Polar, la ideade que las relaciones entre los sistemas sonsiempre contradictorias. En Amrica Latinacada sistema representa la actuacin de sujetossociales diferenciados y en contienda, instaladosen mbitos lingsticos distintos, y forjadoresde racionalidades e imaginarios frecuentementeincompatibles. Esto pone en duda, tambin, elcomparatismo que es pertinente para literaturashomologas. Son las relaciones concretas entrelos sistemas literarios las que pueden servir paracomprender la ndole de cada uno de ellos y elsentido de la contradiccin que los engrana ylos hace participar en el corpus de la literaturalatinoamericana. Las literaturas heterogneasfuncionan como receptoras de tradicionespopulares e indgenas y resemantizan formasy contenidos alternativos. En stas el discursohegemnico se abre a otros discursos marginalesy subterrneos.

    No obstante, los contextos de los aosochenta son distintos a los determinadospor los fenmenos de la globalizacin y laposmodernidad, bsicamente por el hechoapuntado por Fredric Jameson de que en lapoca contempornea signada por estos dosfenmenos "desaparece la antigua frontera(caractersticamente modernista) entre la altacultura y la llamada cultura de masas o comercial.

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    y surgen nuevos tipos de textos imbuidos de lasformas, categoras y contenidos de esa industriade la cultura que con tanta vehemencia handenunciado los idelogos de lo moderno" (1998,24-25). En este mbito de reflexin, a todas luceshay que abandonar, tal como lo reconoce Pizarro,la divisin sistmica entre lo culto, lo popular ylo indgena, y ms bien, efectuar, por una parte,una recuperacin del concepto de totalidadcontradictoria, que posibilita considerar loscruces entre los diferentes sistemas con lasvisiones de la realidad que no necesariamentetienden a integrarse de una forma dialctica. Porotra parte, es igualmente conveniente, pensaren procesos de hibridacin que muestran lasdiferencias al interior de los procesos literarios.Siguiendo la revisin del concepto efectuadapor Garca Canclini recientemente, hibridacincorresponde a "procesos socio-culturales en losque estructuras o prcticas discretas, que existanen forma separada, se combinan para generarnuevas estructuras, objetos y prcticas. A suvez, cabe aclarar que las estructuras llamadasdiscretas fueron resultado de hibridaciones"(2001, 14).

    Por otra parte, tambin la categoraestructuralista de sistema resulta insuficientepara pensar la periodizacin literaria, msbien habra que seguir la lnea desarrolladapor Rama y Cornejo Polar y apuntada porPerus: en vez de pensar en la uniformidad deun sistema hay que considerar los conjuntostextuales en tanto polisistemas, de acuerdo conla propuesta de Itamar Even-Zohar, quien des-taca la importancia del pensamiento relacionalen el estudio cultural. Acerca de la teora delos polisistemas, afirma Even-Zohar: "Su con-cepto de sistema abierto, dinmico y hetero-gneo quiz favorezca ms la aparicin de lascondiciones que permiten revelar el poder dedescubrimiento que tiene el pensamiento rela-cional" (1999, 26). En este sentido, hibridacinno significa fusin sin contradicciones, sinoque intenta dar muestra de la complejidad delas relaciones culturales.

    Este replanteamiento de la historia literariadeber entonces asumir un criterio amplio deperiodizacin. Considero que una va adecuadaconsiste en recuperar la nocin Foucaultiana deregularidad discursiva que parte del conceptobajtiniano de enunciado y procura analizar lasconexiones en tres niveles: relaciones entreenunciados, relaciones entre grupos de enunciadosy relaciones entre enunciados o grupos de ellos yacontecimientos de rdenes distintos. Con base enesta dimensin implicativa, argumenta Foucaultla existencia de formaciones discursivas: "losenunciados diferentes en su forma, dispersos enel tiempo, constituyen un conjunto si se refierena un solo y mismo objeto" (1985, 51). De aqu sederiva un trabajo analtico:

    Lo que habra que caraeterizar e individualizarsera la coexistencia de esos enunciados dispersos yheterogneos; el sistema que rige su reparticin, elapoyo de los unos sobre los otros, la manera en quese implican o se excluyen, la transformacin quesufren, el juego de su relevo, de su disposicin y desu reemplazo (1985, 56)

    Pero esta idea de la formacin discursivano debe convertirse en una constitucin histo-riogrfica en s, sino, por el contrario, hay queatender a lo que Slavoj Zizek propone para elcuestionamiento de las ideologas : efectuar unalectura de sntomas'-' de las constantes discursi-vas en tanto proceso historiogrfico, cuyo obje-tivo "es descubrir la tendencia no confesada deltexto [...] a travs de sus rupturas, sus espacios enblanco y su deslices" (2000, 4)

    El estudio historiogrfico de la poesacostarricense, al abandonar la verticalidad delas sucesiones generacionales como principio,podra dar cuenta de las relaciones textuales queatraviesan los perodos histricos y problemati-zara una visin de la escritura como produccinde sentidos que puede tender puentes, realizarretrocesos histricos y modificarse en dimensio-nes diacrnicas en volumen. Igualmente, salin-dose del criterio homogeneizante de la ubicacinde un autor con todos sus textos en un determi-nado movimiento literario, la visin historiogr-fica permite establecer, entre otras, relacionesde diferencia/semejanza, rechazo/apropiacin.

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    deconstruccin/reconstruccin entre textos depocas dismiles.

    Poticas conversacionales de Costa Rica

    En un artculo publicado en 1993bajo el ttulo de "La poesa posvanguardistalatinoamericana: notas para un acercamiento ala lrica conversacional"''*, discut los diversosacercamientos crticos a lo que siempre meha parecido una formacin discursiva en laproduccin potica del subcontinente. Sostenayo que lo que Csar Fernndez Moreno concebacomo poesa existencial, aquel fenmenoque Fernando Alegra llamaba antipoesa, loque para Ernesto Cardenal era exteriorismoy la poesa que Roberto Fernndez Retamardenominaba conversacional, mantenan dostipos de regularidades: en primer lugar aludana un conjunto de textos que historizaban eldiscurso potico mediante una retrica de lacotidianeidad, lanarrativizacin, el vesolibrismoy el objetivismo. Por otra parte, el conjuntode crticos mencionados ejemplificaban susrespectivas "corrientes" con los mismosautores: Parra, Vallejo, de Rokha, Cardenal,Dalton, Benedetti, entre otros'^. Ante esto,conclua que prefera el trmino conversacionalpara esta formacin discursiva porque "apuntaen dos direcciones fundamentales que noson definidas en oposicin a otras poticas.Primero, atiende al lenguaje que se emplea,el coloquial-cotidiano; segundo, este lenguajeposibilita la incorporacin de la cotidianidad delos individuos, dicho sea, el carcter existencial,histrico, concreto, de los habitantes de AmricaLatina" (1993, 39).

    La poesa conversacional, en consecuencia,aborda temas marginales y frecuentementeefecta un anlisis socio poltico, formalmenteasume la narratividad y el versolibrismo, yexperimenta con el lenguaje o asume el realismodescriptivo. Tambin quiere dar cuenta de untestimonio de la realidad, en este sentido, puedearticular proyectos colectivos o situarse en unaperspectiva de dimensin individual.

    En la poesa costarricense, dos son las for-maciones discursivas predominantes. La primera,trascendentalista, de mayor tradicin y presenciaen la poesa costarricense, cuyos orgenes seremontan a las estticas romntica y modernistade finales del siglo XIX y principios del XX.La otra, discursivo- conversacional, formadorade gnero que ha estado presente con mayorvigor desde mediados del siglo veinte, justo enel momento de recepcin de las vanguardias; noobstante, a partir de la desconfianza en las pro-mesas autonmicas vanguardistas y en la cadade los metarrelatos'^ el conversacionalismoprofundiza sus modos expresivos en la poesanacional y se transforma en el contexto finise-cular marcado por la posmodernidad y la globa-lizacin, convirtindose en un adecuado mediopara expresar la desconfianza y el desencantocaractersticos de este contexto post-utpico.

    Recurdese que el propsito de lasvanguardias, como ha indicado Andreas Huyssen,era construir "un arte nuevo en una sociedaddiferente" (1989, 269) cuya finalidad consistaen atacar el arte burgus. Esta potica, sealabaHuyssen en 1981, no solamente "se ha convertidoella misma en tradicin, sino que, adems, susinvenciones e imaginacin se han convertido enparte constitutiva incluso de las manifestacionesms oficiales de la cultura occidental" (1998,142). Es por estas razones que Garca Cancliniafirma que las vanguardias "hoy son vistas comola forma paradigmtica de la modernidad" (1990,42) debido a que extremaron la bsqueda de laautonoma en el arte. Y prosigue el crtico: "a vecesintentaron combinarla con otros movimientos dela modernidad -especialmente la renovacin yla democratizacin. Sus desgarramientos, susconflictivas relaciones con movimientos socialesy polticos, sus fracasos colectivos y personales,pueden ser ledos como manifestacionesexasperadas de las contradicciones entre losproyectos modernos" (1990, 42).

    Una prueba de la esta doble orientacinde la poesa costarricense la constituye el actadel jurado del Certamen Latinoamericano dePoesa Valle Incln 1990 que resolvi "Otorgar elPremio, en forma compartida, a los autores Milton

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    Zarate, costarricense, por la obra Confesiones delolvido, y a Mario Matarrita Ruiz, costarricense,por la obra La isla de piedra, por representardos tendencias ampliamente diferenciadas entres, y a la vez complementarias, de la poesahispanoamericana actual" (Albn,1991: 7). Entrminos generales y con base en estos dos textos,el trascendentalismo concibe la literatura comouna manifestacin aurtica de carcter abstracto-metafsico, mientras que el conversacionalismose orienta por una perspectiva narrativizante ycoloquial.

    Hasta el momento, he identificado cincopoticas del conversacionalismo costarricense:1) una de nfasis individualista ligada a la narra-tividad; 2) otra de anlisis social, 3) aquella denfasis metapotico y culturalista, 4) una decarcter feminista y 5) la de tpico amatorio.

    Estas poticas que conforman la formacindiscursiva conversacional atraviesan el ejediacrnico apuntando a la constitucin de unmismo objeto, de acuerdo con lo que planteabaFoucault, el espacio de lo cotidiano. A la vez,por el mismo dinamismo de esta constantediscursiva, las poticas apuntadas no aparecenen estado "puro", sino en dilogo, con mltiplescruces entre ellas. A continuacin, me dedico aconsiderar estas poticas del conversacionalismoejemplificando con algunos textos dados aconocer antes de 1990, con el fin de mostrar lapresencia de la poesa conversacional desde pocodespus de la primera mitad del siglo XX, paraposteriormente orientar el inters hacia textospublicados entre 1989 y 2003 por autores jvenesan poco considerados por la crtica, es decirun corpus representativo de lo que se podraconsiderar como poesa costarricense reciente.Establezco la dcada de 1990 como fronteracronolgica y artificial por considerar que "losautores de este ltimo tercio de siglo viven laexperiencia de un mundo complejo y cambiante:desde el ascenso de los ideales revolucionarios ylas utopas juveniles de los aos 60 y 70, hastala crisis de los ochenta, el 'fin de las utopas",el imperio del nuevo capitalismo globalizado,la ideologa neoliberal y el 'posmodernismo'escptico y desesperanzado de fines del sigloXX. De aqu que constituyan estos autores y

    estos textos un grupo heterclito, complejo ycambiante, que oscila [...] entre el entusiasmo yla esperanza o el escepticismo y el desencanto"(Quesada, 2000: 43).

    Es evidente la presencia de la poesa con-versacional en los perodos anteriores a la ltimadcada del siglo XX, por ejemplo en la escriturade Francisco Amighetti. Su poema "LilliamEdwards" publicado en 1973 constituye una poe-tizacin amatoria donde el mundo cotidiano esel que le da sentido al recuerdo de una relacinserena y profunda:

    Hoy recuerdo los versos que te haca, LilliamEdwards,

    te fuiste un da, con tu violfn y tus cabellos

    y tu figura dorada

    para el Sur de los Estados Unidos.

    Yo te escriba muchas cartas que iban por losvapores

    remontando aquel ro

    cuyas riberas estn florecidas por el canto de losnegros. (1992, 101)

    En este mismo orden, la potica amatoriaconstruida por Mayra Jimnez en Me queda lapalabra (1993), es un claro ejemplo de la interre-lacin entre lo amoroso y el anlisis social crti-co. En el poema "Regreso a Costa Rica, 1978", elyo potico oberva un tono confesional al realizarun diagnstico social del pas que contextualizael recuerdo de la persona amada que ya no esten su vida:

    Qu triste me he puesto

    al observar as a Costa Rica

    dividida como nunca en clases

    con la CIA metida en magisterios,

    movimientos fascistas organizados en sectores

    femeninos, juveniles, policiales,

    persiguiendo [...]

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    La tarde est cayendo y llueve llueve. Yo escribo

    estas lneas en mi libreta

    a mano

    con la poca luz que an me llega a las cinco,

    frente al sitio, exactamente, donde te conoc

    y llevabas

    camisa blanca manga corta. (1993, 16-17).

    La poesa conversacional de anlisissocial, ha tenido gran trayectoria en Costa Rica,fundamentalmente por la escritura de JorgeDebravo, quien combinaba la situacin enuncia-tiva de carcter declamativo y oratrica centradaen el primera persona, con una forma de segundapersona de nfasis coloquial, como en el poema"Perdona si te doy estos consejos":

    Perdona si te doy estos consejos:

    Sabes que lo hago en calidad de amigo.

    Yo no quisiera que las gentes hablen

    mal de ti. Cristo. (1977, 44)

    Igual procedimiento estilstico empleaIsaac Felipe Azofeifa en Cruce de va (1982),en el poema "Droga" donde procura orientar ycensurar la modernidad puesto que la consideracorruptora de un modo de vida natural y feliz:

    Preguntas por tu destino

    y tu papel de hombre

    en este fin de siglo.

    Tonto que eres. La Gran Prensa,

    Y la T.V. te lo dan todo (1982, 56)

    Poesa conversacional reciente:1989-2003

    Poesa individualista

    Esta formacin discursiva se profundiza enel perodo posterior a los aos ochentas, en primerlugar con lo que llamo poesa individualista.

    Este eje asume la construccin potica desdeun distanciamiento de los grandes metarrelatosque asignan los sentidos de la modernidad, hayun esfuerzo en los textos de estos autores porabocarse a construir lo que Walter Mignolo llamahistorias locales'^, es decir, un pensamientocrtico que abre espacios a lugares, sujetos e ideasque fueron excluidos de los binarismos tericosy literarios de la modernidad, ocupada por lafigura del letrado (sin importar su orientacinideolgica) y su concepcin bellaletrstica deldiscurso. En esta lnea potica creo que sepueden leer los poemarios Los animales queimaginamos (1997) e Historias polaroid (2000)de Luis Chaves, as como el texto La manosuicida (2000) de Mara Montero.

    Los animales que imaginamos recupera elrelato personal, la historia autobiogrfica frenteal orden declamatorio, es as como teje y entre-cruza pequeas historias personales, rechazan-do, tambin, las posibilidades de representacincolectivas. De ello da muestra el poema "crecerpara adentro":

    mam perdi un hijo.

    supuse que los doctores lo encontraron

    cuando lo vi en un frasco con alcohol. (1997, 13)

    El orden de lo individual significa unrechazo de lo social. Existe una gran dosis dedesencanto en una potica que ya no cree en lafuncin instrumental del lenguaje, ni en su capa-cidad de transformar la realidad:

    y ya no haba causas en las que creer, ni nos impor-taba.

    protestar era una excusa para estar juntos. (1997,20).

    Tampoco existen asideros firmes dndedepositar la fe. Al desaparecer las grandes uto-pas y los proyectos de transformacin social,el enunciador de estos poemarios distingue elvaco como espacio de vida, tal vez como nicamanera de tener seguridad en el porvenir. DiceLa mano suicida:

    VeroriosqHighlight

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    Ya no tengo aliento ni esperanza

    sino la marea de la sangre

    cansada del naufragio.

    He dejado de creer en casi todo (2000, 36)

    Esta dimensin distanciada de los relatospicos tan importantes para la poesa moderna,asume la soledad como el espacio del sujeto,distante de la solidaridad y la bsqueda de laconvivencia recproca. La instancia enunciati-va proclama su proyecto de anti-representacincolectiva y se construye en un mundo vaco delotro, como propone el poema "Paisaje" de MaraMontero:

    Mientras camino por la ciudad

    yo tampoco llevo zapatos

    y voy con la esperanza

    de no ser la voz de nadie (...)

    Mientras camino por la ciudad

    s que no soy nada

    y slo lanzo mis palabras

    como quien lanza una botella

    al otro lado del muro (2000, 20).

    Este texto es clave en el re-planteamientodel sujeto. Procura la constitucin de un discursosin otredad, optanto por el particularismocomo opcin. Desde el punto de vista de laconstruccin potica, se acenta la indiferenciaante la tradicin de la poesa social que pretenda,como en la escritura debraviana, proyectar alenunciador como conciencia y gua de pueblos,demiurgo que desde una posicin enunciativademandante de la visin proftica, peda elespacio de la orientacin poltica y social. Estapedagoga utpica es sustituida aqu por larenuncia a la representacin y por el reclamo deuna conciencia que asume la soledad.

    Esta potica implica un necesario rechazode los cnones estticos modernos y una

    recuperacin de zonas marginales para la poesa.En este sentido, la poesa individualista asume lareflexin metapotica como un reclamo ante lasnociones aurticas anteriores que le asignabanun espacio privilegiado entre las artes, tal comoocurre en el poema "Despus del recital" de Losanimales que imaginamos:

    no ser que la poesa es esas sillas desiertas,

    el tipo que bosteza en la mesa del fondo.

    el autobs que hay que alcanzar lanzndosele enfrente (1997, 31).

    Seal anteriormente que la estticaposmoderna implica un rechazo de la separacinentre lo que en la modernidad se entendacomo "arte culto" y "arte masificado", yconsecuentemente, una incorporacin dinmicade elementos de ambos registros. Esta ntimavinculacin se observa con mucha insistenciaen los textos de Luis Chaves. Se lee en "cmoescupir fuego":

    estbamos tan convencidos

    de que en nuestro planeta dios cometa errores.

    como con la muerte por ejemplo.

    y que peda perdn con bach. Modigliani.

    o con la seora a quien comprbamos empanadas

    a la salida de la tanda de cuatro. (1997, 20)

    Desde el punto de vista constructivo, estapoesa busca la densidad formal, recurriendo aelementos que ya haban sido empleados por lasvanguardias: citaciones, frecuentes intertextos,parodias, pastiches, etc., unidos a las mezclastpicamente posmodernas de tiempos y concep-ciones estticos'^. Sin embargo, argumento quees el desplazamiento de la instancia enunciativalo que afirma esta potica de la individudalidad.Si en la poca moderna el sujeto enunciador de lalrica era un demiurgo que ubicado en su pedes-tal enunciativo se propona un proyecto pico ypedaggico, una bsqueda del convencimiento,o una automodelizacin discursiva en primera

  • RODRGUEZ: La poesa costarricense contempornea y el campo discursivo conversacional 153

    O segunda persona gramatical, la voz lrica delconversacionalismo posmoderno asume frecuen-temente la tercera persona y narrativiza, cons-truye historias donde l participa como testigoo protagonista, pero esta estrategia implanta undistanciamiento con las pretensiones modernas y,por otra parte, busca deconstruir la figura enun-ciativa de la lrica. Este carcter narrativo, impl-cito en el ttulo Historias polaroid, corresponde aestas intenciones del contar relatos, antes que dedecir verdades que no se poseen. Una muestra deello es el poema "Mi hermano cree que el primernombre de Dickinson es Angie":

    Con el gato dentro del saco de gangoche

    montamos los dos la misma bicicleta.

    Luego nuestras cabezas fuera de la baranda

    vieron cmo se hunda en el Ro Virilla

    para morir, no ahogado,

    sino por envenenamiento. (2001, 14)

    Historia de la muerte del gato que sirve paraque la instancia enunciativa narrativa presente asu hermano y lo ubique en un recital. Mezcla dehistorias que cuenta una experiencia familiar.

    Poesa de anlisis social

    La segunda potica es la que llamo deanlisis social. Frente a la desconfianza, elescepticismo y el abandono de las propuestascolectivas de la primera potica, sta reconoceal sujeto social como el protagonista histrico yentiende la sociedad como procesos de carcterasimtrico que han instaurado desigualdades yexclusiones. En esta forma escritural propongoleer los poemarios Se alquila esta ventana (1989)de Jorge Arturo, La isla de piedra (1991) y Lluviaperpetua (2000) de Mario Matarrita, Ceremoniasdesde la lluvia (1995) y El primer tren que pase(2001) de Carlos Manuel Villalobos y Lobos enla brisa (1998) de Jos Mara Zonta.

    Recurriendo a la irona, el sarcasmo,los juegos estilsticos, los neologismos, la

    deconstruccin de elementos masmediticos. Sealquila esta ventana efecta una acida crticaa la sociedad de consumo contempornea quemediante sus imposiciones neoliberales oculta alser humano y sus necesidades ms importantes:

    EXIJA EL SUFRIMIENTO ADECUADO

    Precaucin

    (no olvide la dialctica)

    llene formularios

    vacelos

    no cambie de canal

    noNo

    ADVERTENCIA: VIVIR PUEDE SER NOCIVO

    PARA LA SALUD (1989, 15)

    Por otra parte, esta potica realizauna discusin sobre la identidad cultural,entendindola como conjunto de referentessustrticos sobre los cuales hay que indagarpara apropirselos y comunicar una urgenteconscientizacin. Frente a los modelos de vidade la sociedad capitalista, este conjunto detextos proponen la bsqueda de las racescomo opcin para la construccin de un sujetoconcebido como ms autntico.

    La isla de piedra constituye una nos-tlgica recuperacin del pasado buclico dela infancia de la voz enunciativa. Frente a untiempo cargado de negatividad, esta potica sedesplaza a un espacio memorial que sigue lalnea marcada por el Romancero Tico (1940) deArturo Agero Chaves, en donde las tradicionescampesinas eran aoradas como poseedoras deuna vida pletrica de gozo. La familia, los ami-gos, la infancia son construidos como un mundohomogneo y mejor. Es el retorno de un discursocostumbrista, una vuelta a la arcadia, frente auna modernidad que despoja de s mismo y estplagada de peligros:

    Quiero el corazn del verano

    la brisa que viene del mar

  • 154 Kina, Rev. Artes y Letras, Univ. Costa Rica. XXX (2): 145-161, 2006 / ISSN: 0378-0473

    Estar con mi abuelo Flavio

    que masca tabaco y cuenta historias

    a la sombra del almendro

    Quiero al Domingo vestido de blancoVolver a mi pueblo

    reunirme con Chavito

    Cundino

    Miguel

    Pablo

    Jos

    Ahora somos grandes

    podemos vagar por los cerros

    enfrentarnos al CadejosIr solitos al mar

    Ya no tenemos susto

    pero estamos sin la luna

    no jugamos al Quedni al escondido (1991, 12-13)

    Este mismo afn de recuperacin de lainfancia como escape del mundo moderno eidealizacin de un pasado marcado por la ino-cencia, los juegos infantiles, y un concepto depueblo como comunidad homognea, bondadosay primigenia se contina en Lluvia perpetua,ttulo que remite a la intemporalidad del recuerdoy de ese pasado pletrico, memorial y subjetivo:

    Tristeza

    Por qu me alejas de mi rbol de Jocote

    de mi poza

    de mi alegra de nio

    de mi escuela?

    No me separes de mi pueblo

    donde cualquier puerta se abre

    y extiende una mano (2000, 10)

    Con una gran densidad formal, la propuestaidentitaria de Ceremonias desde la lluvia seorienta a la reivindicacin del pasado indgena

    y campesino como sustratos conformadoresdel sujeto costarricense. Este texto, construidomediante una estrategia intertextual de doblelectura, presenta el proceso de formacin deun nio que descubre el mundo y en su trayectova averiguando sus seas de identidad. Elcomponente indgena es clave para la denunciade la exclusin de un factor clave de laidentidad nacional:

    Entonces Sib,

    que dorma debajo de las jicaras,

    vino a mirarlo desde el fondo de las lucirnagas.

    Pero ya el Dios solo era silencio

    y el muchacho no conoci la historia de su otropueblo. (1995, 30)

    De ndole diferente es el anlisis socialrealizado por El primer tren que pase. Se tratade una crnica del viajero que da cuenta delestado del mundo. El cronista reconoce y analizalas contradicciones entre las condiciones de lavida dada y la vida posible. En "La zona roja"la narratividad textual relata el extraamientodel inmigrante y su doble estatuto sociocultural,expresado mediante la ambivalencia del sujetoque recuerda su lugar de origen y denuncia lasfalsas imposiciones:

    Alguien sigue llenando de jaque mates el planeta,como si cada uno de nosotros no fuera unrefugiado.

    Incluso el Papa, las putas, los millonarios, el reyde Espaa

    y las vacas sagradas de la india. (2001, 31).

    La poesa de denuncia social no ha sidodesplazada de esta formacin discursiva. Lobosen la brisa es tambin un texto de examen de lascontradicciones de la sociedad capitalista inmersaen las dinmicas de la giobalizacin y relata lasfuertes exclusiones que realiza, pero la instanciaenunciativa no se queda en la mirada desdefuera, sino que asume el lenguaje como un valorinstrumental y desde una dimensin pragmtica

  • RODRGUEZ: La poesa costarricense contempornea y el campo discursivo conversacional 155

    del hacer-hacer construye un llamamiento allector para la intevencin:

    Hagamos algo

    cada uno traiga un juguete usado

    ropita de segunda

    vamos al sur de San Jos

    o al sur de cualquier ciudad

    repartimos

    luego comemos tranquilos

    y hasta el ao que viene (1998, 26).

    Frente al nihilismo de la poesa individua-lista, los proyectos de solidaridad colectiva reco-bran vigencia en esta poesa de anlisis social yla crtica reivindica la tica como forma poltica,ante el reclamo por la funcin pblica:

    Se prepar arduamente durante muchos aos

    para ser Presidente

    consciente de la necesidad de darse a entender

    aprendi todos los idiomas

    dialectos

    y lenguajes del mundo

    menos el idioma de la verdad (1998, 117)

    Poesa culturalista y metapotica

    La tercera potica de la poesaconversacional costarricense contempornea esla de carcter culturalista y metapotico. Setrata de textos que renuncian al anlisis decondiciones socio-histricas para, en el casode los culturalistas, acudir a la relectura deautores, mitos y lenguas clsicos, trasladandola reflexin a pocas intemporales y lugaresimaginarios, haciendo uso de la erudiciny de lo que Jorge Luis Borges llam poesaintelectual'^, aquella que recurre al saber y

    construye relaciones hipertextuales. Por su parte,la poesa metapotica, es la que hace del textouna indagacin de la condicin del poeta en lasociedad contempornea y reflexiona sobre elpapel y el estatuto del ejercicio escritural. Observoen esta potica los textos Maremonstrum (2000)de Mauricio Molina y La sombra inconclusa(1998) de Mainor Gonzlez Calvo.

    Acudiendo a una relectura de la mitologagrecolatina y a las leyendas orientales, incorpo-rando incluso un epgrafe de De rerum natura,Maremonstrum reclama un lector erudito quesea capaz de encontrar las referencias muchasveces hermticas y en ese proceso intertextualrealice la lectura como ejercicio. No obstanteesta reduccin del proceso de recepcin, el textorecurre al discurso conversacional, mediante lanarrativizacin de pequeas historias, como en elpoema "El cclope", donde el juego hipertextualse constituye como relato :

    Mira por el ojo de la cerradura,

    por el hueco sediento de los grifos.

    Mira por las grietas

    que abren las termitas y los aos

    en mi casa de madera.

    Y fuera de ella,

    me espa desde las fisuras

    ms pequeas de la noche. (2000, 34)

    Por su parte. La sombra inconclusa sededica a deconstruir la figura del poeta comodemiurgo y orientador y a la poesa comobellas letras:

    La poesa

    es como el agua del polo norte.

    Solo que en sus intestinos

    anidan una cuantas lombrices

    y uno que otro camello de piedra.

    Si la poesa es una palabra alada

  • 156 Kina, Rev. Artes y Letras, Univ. Costa Rica. XXX (2): 145-161, 2006 / ISSN: 0378-0473

    un cisne haciendo digestin

    y millares de manos

    alimentado la soberbia

    entonces eso quiere decir

    que me ha engaado con su piel mercenaria (1998,26).

    El texto propone una especie sustancialis-ta del ser poeta y divide dicha categora en dos:aquellos oficiales y quienes no lo son. Una vezestablecido este binarismo, se aboca a una agudacrtica al "poeta oficial" como sirviente del siste-ma social y rescata al "poeta crtico" que desde lamarginacin cuestiona las costumbres. La poesaposee, entonces, un valor instrumental, debecomportar una conducta tica de polarizacinfrente a un mundo corrupto.

    Poesa feminista

    La cuarta potica conversacional consisteen textos escritos por mujeres que reflexionansobre su condicin de sujetos sociales desdeuna perspectiva de gnero crtica. Considero enesta lnea, los textos Perfiles de tinta (1998) deMeritxell Serrano y La caja negra (2001) deElena Gutirrez.

    Perfiles de tinta examina la condicin dela mujer en la sociedad actual desde una miradacuestionadora del orden patriarcal y propone unarevisin de las tradiciones, tal como en "Nochede bodas":

    y si l llega dormido

    pesado como un rebote

    y cae a mi lado

    golpeando el asfalto [ ...]

    quizs prefiera entonces

    el arrullo de un toldo

    la cancin de dos tetas (1998, 71).

    Por su parte. La caja negra problematiza elproceso de constitucin de una conciencia feme-nina y recupera la niez como espacio vital clavepara comprender la etapa adulta:

    Entonces

    la mujer

    jug

    como una nia

    corri

    como una nia

    danz

    cant

    am

    como una nia

    y sus ojos crecieron grandesy de sus ojos escap la pena. (2001, 32).

    Poesa amatoria

    La quinta potica que observo dentro dela poesa conversacional reciente es la amatoria,que se ocupa de poetizar la experiencia amorosadesde el dilogo, renunciando en algunos casosa la estructura versificada. Leo en esta lnealos poemarios Los elefantes estorban (1995) deJos Mara Zonta y Carta sin cuerpo (2001) deAlfredo Trejos.

    La poesa amatoria presente en el primerpoemario revela las intenciones de distanciarsela voz enunciativa del pulpito declamatorio desentimientos elevados y trasladar las relacionesinterpersonales del amor hacia el mbito cotidiano,donde la abstraccin da paso a la corporeizaciny las actividades diarias, historizando lossentimientos:

    Una muchacha me ha declarado el amor total

    sin armisticios ni prisioneros

    est loca: ya le expliqu que maana es lunes

  • RODRGUEZ: La poesa costarricense contempornea y el campo discursivo conversacional 157

    salen los diarios abren los bancos y debo trabajar

    pero ella cuerpo a cuerpo

    suda calle por calle

    parece una fruta sentada en el parque (1995, 54).

    El segundo texto reclama el dilogo y laprosa como estructura formal para construir undilogo con el sujeto amado, despojndose de laretrica versificada:

    Qu gano yo con quererte? Qu ganas vos conarrebatarme los poemas para no leer ms que lascifras y los encabezados? Para casi leerme todocomo soy, como flaqueo. [...] Y es que el amor igualda tanto miedo como la ducha, como extraviar unamoneda decisiva. S que ando mal en kilos y encaricias. (2001,33)

    Conclusin

    He argumentado acerca de una presenciaen la poesa costarricense: una formacindiscursiva conversacional. sta, transformadapor los nuevos contextos de finales de ladcada de 1980 y 1990, por un lado, asume laspropuestas posmodernas y cuestiona los modosde representacin de la modernidad, y por elotro, no renuncia al anlisis social que fue sumodelo originario en el contexto de mediadosde siglo XX. Tal constante discursiva proponeel alejamiento de la instancia enunciativa dela soberana del yo discursivo declamatorio,renunciando a un estadio del espejo y volviendo lamirada al mundo circundante y a las tradicionesde escritura de diversas culturas y pocas, ya seamediante la narratividad o la crnica.

    Oscilante entre la crtica y la nostalgia porla modernidad, la poesa conversacional contem-pornea ha realizado un importante trnsito: dela automodelizacin discursiva hasta el despla-zamiento de la centralidad de la voz autoenun-ciativa, lo que ha hecho posible una constitucinpotica que escribe grandes y pequeas historias,sin renunciar a su "cualidad de divergencia",principio tan caro para los formalistas rusos, quedefendan como la textura propia de la poesa.

    Quiero terminar retomando la hiptesisde que el conversacionalismo constituye unaformacin discursiva en el eje diacrnico dela historia literaria costarricense, la cual atra-viesa las jeraquizaciones de una historia linealhomogeneizada por sucesiones de movimientosy generaciones. Creo que esta insistencia puededevelar continuidades, rupturas, recuperaciones ytransformaciones, en un intento por examinar lossntomas de una historiografa literaria que estpor (re)construirse.

    Notas

    Este trabajo es un resultado provisorio del proyec-to de investigacin inscrito en la Vicerrectora deInvestigacin de la Universidad de Costa Rica con elnmero 540-A5-083 y titulado "La poesa costarri-cense contempornea (1980-2005)".

    La edicin 22 del Diccionario de la LenguaEspaola de la Real Academia Espaola define elvocablo contemporneo, en su segunda acepcin,como "Relativo al tiempo o poca en que se vive"(2001, 636). Utilizo el adjetivo "contemporneo",entonces, con un carcter periodizador que remite alas ltimas dcadas del siglo XX y a estos primerosaos del siglo XXL

    En su difundido ensayo "The Work of Art in theAge of Mechanical Reproduction", Walter Benjaminargumenta acerca de la existencia de una tradicinque articula la prctica de un culto ritual del arte,entendindolo como magia de tipo religiosa: "It issignificant that the existence of the work of art withreference to its aura is never entirely separated fromits ritual function. In other words, the unique valueof the 'authentic' work of art has its basis in ritual,the location of its original use value." (1988, 223-224).

    Entiendo por potica, en este contexto, la segun-da acepcin que ofrecen Ducrot y Todorov en suDiccionario: "la eleccin hecha por un autor entretodas las posibilidades (en el orden de la temtica,de la composicin, del estilo, etc.) literarias". (1974,98).

    Es el caso, por ejemplo, del "Estudio preliminar"de la Antologa crtica de la poesa de Costa Ricade Carlos Francisco Monge, quien plantea que la

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    poesa posvanguardista costarricense se divide entres generaciones. La primera se compone de losautores nacidos entre 1938 y 1948. Sus integran-tes son; Jorge Debravo, Mayra Jimnez, LaureanoAlbn, Julieta Dobles, Marco Aguilar, GermnSalas, Alfonso Chase, Rodrigo Quirs, GuillermoSenz Patterson, Rosa Kalina, Carlos de la Ossa yJuan Antilln. La segunda generacin est forma-da por poetas nacidos entre 1948 y 1957: JaninaFernndez, Leonor Garnier, Luis Kleiman, OsvaldoSauma, Ronald Bonilla, Carlos Francisco Monge, LilPicado, Diana Avila, Rodolfo Dada, Ma Gallegos,Nidia Barboza, Miguel Fajardo, Eric Gil Salas yGerardo Morales. La tercera generacin corres-ponde a los autores nacidos despus de 1957. Ellosson: Jorge Arroyo, Macarena Barahona, CarlosCorts, Gabriela Chavara, Guillermo Fernndez,Vctor Hugo Fernndez, Ana Istar, Vernor Muoz,Armando Antonio Ssacal, Aviv Succar y MiltonZarate. Este grupo tiene el proyecto de "reorganizarel sentido del entorno inmediato con otro lenguaje,muy distinto al del realismo potico de los 60"(1992, 34). Siguiendo la periodizacin propuestapor Monge, el poeta Cristian Marcelo establece laexistencia de una cuarta generacin de postvanguar-dia, "formada por los poetas y las poetas nacidosentre 1965-1980, por lo que inician su produccin detextos entre 1985 y el 2000, y se deben consolidarentre 1995 y 2010" (2001, 1), agrupacin que "nacemarcada por un doble post -postmodernismo y pos-tvanguardia" (2001, I)

    Me refiero al clsico estudio de Alberto BaezaFlores. Evoluciti de la poesa costarricense. SanJos: Editorial Costa Rica, 1978.

    Se dieron a conocer tres volmenes editados en SaoPaulo, Brasil, por Memorial de Amrica Latina,1993-1995.

    El texto clave en esta problemtica es Tratisculturacitinarrativa en Atnrica Latina. Mxico: SigloVeintiuno Editores, 1982.

    12 Antonio Cornejo Polar. "Los sistemas literarioscomo categoras histricas. Elementos para una dis-cusin latinoamericana". Revista de Crtica LiterariaLatinoamericana. 29 (1989): 19-24.

    13 Zizek define el sntoma como "un elemento parti-cular que subvierte su propio fundamento universal,una especie que subvierte su propio gnero" (2003,47).

    14 Vase: Francisco Rodrguez Cascante. "La poesaposvanguardista latinoamericana: notas para unacercamiento a la lrica conversacional". Revista deFilologa y Lingstica de la Universidad de CostaRica. XIX. 1. (1993): 35-47.

    15 Ampliaba estas correspondencias as: "las carac-tersticas que se le otorgan a cada una de estas'tendencias poticas' pueden ser asignadas, sincontradiccin alguna, a cualquiera de las otras.Por ejemplo, segn Fernndez Moreno la poesaexistencial remite a un tiempo histrico, concreto, yErnesto Cardenal seala que el exteriorismo involu-cra datos, nombres concretos, etc., de un momentohistrico; Fernando Alegra indica que la antipoesaemplea un lenguaje directo que intenta devolverle alhombre la realidad (aludir a un momento histri-co determinado). Por ltimo, Fernndez Retamarapunta que la poesa conversacional incorporaelementos de la cotidianidad del momento histricopresente. Ntese la ambigedad en este fracasadointento por establecer los lmites de tales 'nuevascorrientes' poticas" (1993, 38).

    Buenos Aires: Centro Editor de Amrica Latina, 161985.

    9 Vase: Ana Pizarro. "Disear la historia literariahoy?" Revista Estudios. 4.8 (julio-diciembre, 1996): 1771-77.

    10 Considrense dos trabajos de Rama al respecto:"Sistema literario y sistema social". Literatura ypra.xis en Amrica Latina. Eds. Fernando Alegra yotros. Caracas: Monte Avila Editores, 1974, 9-28; y 18"Un proceso autonmico: de las literaturas nacionalesa la literatura latinoamericana". Homenaje a AngelRosenblat en sus 70 aos. Estudios Filolgicos yLingsticos. Eds. Angel Rama y otros. Caracas:Instituto Pedaggico, 1974, 125-139.

    Vase el texto clsico al respecto: Jean FrancoisLyotard. La condition posmoderne: rapport sur lasavoir. Paris: Editions de Minuit, 1979.

    Vase: Walter Mignolo. "Posoccidentalismo:las epistemologas fronterizas y el dilema de losestudios (latinoamericanos) de reas". RevistaIberoamericana. LXII. 176-177 (julio - diciembre,1996): 679-696,691.

    Sobre la poesa costarricense contempornea,afirma Jorge Boccanera en su crnica de la poesacostarricense contempornea que "existe hoy unlenguaje menos rgido, una bsqueda ms ampliade posibilidades estticas, una indagacin dela existencia por fuera de lo que presupone una

  • RODRGUEZ: La poesa costarricense contempornea y el campo discursivo conversacional 159

    19

    nomenclatura exclusiva del quehacer potico. Hacambiado tambin el lugar del poeta, situado ahora enel polo opuesto del intrprete del universo, ms cercadel antihroe que echa mano a lo ldico y se tornasarcstico y coloquial en el desmenuzamiento de lazozobra cotidiana. Se escribe una poesa proclive ala mixtura de estilos y mundos culturales diferentes,que alterna lo surrealizante y lo coloquial, la poesaen prosa y el miniaturismo oriental. Surgen nuevoscaminos expresivos que fusionan lenguajes: poesavisual, juegos tipogrficos, collage, tcnicas demontaje, textos de historieta y letras de canciones".(2004, 11).

    En el prlogo a La cifra seala el autor: "Mi suertees lo que suele denominarse poesa intelectual. Lapalabra es casi un oximoron; el intelecto (la vigilia)piensa por medio de abstracciones, la poesa (elsueo), por medio de imgenes, mitos o de fbula.La poesa debe entretejer gratamente estos dos pro-cesos" (1982, 11).

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