Revista Proposiciones_Industria, Obreros y Movimiento Sindical

7/23/2019 Revista Proposiciones_Industria, Obreros y Movimiento Sindical

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osiciones



OBREROS

Y

MOVIMIENTO

SlNDlCAL

I -



EDITORIAL

R e m n v e r s i 6 n n d u s t r ia l y m o v l m l e n t o

slndlcal

Reestructurackin ndustnal autoritana en Chile

AWAIZO

Pia2

imitesy alcances de l carnblo tecnol6gico en Amenca Latina

y

Chile

CfciLurMONTERO

Nuevas tecnobg ias. mercado de lrabajo y acwon sindrcal en Brasil

h i s

W. A~FIAMO

‘Un ‘nuevo sindicabsmo”? Argentina. Brasil y Chile bajo regimenes

militares

GWZALO

ALABELLA

El cas0 franc&

F w g o i s

DUBET

Acci6n sindical

y

desigualdad social

ALAIN

TWFIAINE

O p i n l 6 n obrera y m o v l m i e n i o s l n d ic a l

Introducci6n: Mcdernizaci6n

y

acc16n sindical

FERNANDO

CHEVERRU

Chile: e l movimiento sindical en la transici6n

GUIUERWYAMPEUO

La acci6n reivindicativasindical en Chile

OSCAR AC-CLURE

C a m ayudan

as encuestas

a responder algunas interfogantessobre

el sindicalismo

MARK)

URQ UERQ U€

77

79

04

86

92

110

124



adores debesesobrehistariadel ~

obrero. Moliva&les

y

expresidn

MAMLBAFIRE~~

La accidn s intlical en 10s

sqciores

metalmecAnico y

cuprifem

MARIO AL BU F~UER~ UE,ENDO

ECHEVERRU.

OSCARMAC-CLURE,UOEm

TuKiNl

182

El

sintlicato en el dfm 2000 t e rns , desaffos 203 .

GONZALO

ALABELL*

A



n tema que ha preocupado aesta publicaci6n

desde us nicios, es el de 10s movimientos

sociales. Noes

arbitrario

en tonces que hoy se

ocupe

del sindicalismo, en el context0 del

proceso de democratizaci6n que vive el pais.

iQu6 ocurre

con

10s

sindicatos

y

cu3 serfi

su

6les larespuesta del sindicalismoa 10s cambios

@cos de las empresas? Alrededor de

estas

pre-

'

-

culturales de la sociedad, a la lucha contra la

sociales deberian j u g a

un

del de 10s partidos polfticos.

ud

ser10s mismosque 10s de

eqeste momento de redemocratizacib.

re-



de un

mismo v

necesario sistema de reconstrucci6n democritica:

el

primer0

ubicacidn en ella. Yes la especificidad de ambos lo que

proceso en su conjunto.

Este pareciera ser un marco propositivo

lo que ocurre con el movimiento sindical, y

sus

En la segunda parte de esta entrega de

algunos de 10s problemas generales del si

jadores, a partir de estudios concretos de sindicatosy

en ellos en qui importante medida han cambiado

produccidn industrialy - c o n ellos- las relaciones d

estas rransformaciones han incidido en la concie

siempreel principal problema

es

el

salario.

Se desplazan

10s

tea&~s

hacia

cuestianes culturales deprimera importancia, como lam

de un movimiento sindical en el marco actual

y

en el

transicidn a la democracia, todo lo coal ofrece perspectii

m4s complejasal sindicalismo.

la pertenencia a la sociedaa

el

segudo. la particular

cabida ficil en la transici6n. Frente

al

campo d

homogeneidad y el centro racional-dialogador,

de este tip0 aparecerian como disfuncionales,no

bien serian rechazados

por

el conjunto del campo politic^

h&erador.



por simismos sus demandas frente a l Estado. constituyendo

v r nfrentar

un procesode democratizaci6nque conduzca a una

t m i j w ' ~ c i p a c i 6 nde todos 10s sectores. que no

se

quede en la

a.Eerporatlva.Eray

es

eviden

d

ni siquiera ha

logrado

expmar sus demandas

Il(l*lab es

el cuso

del

movimiento

sindiial

national, ha



est sometido a una permanente represibn,

COmO

eS ~ClUmY

hoy dia con 1 s elegacipnes de Bustos y Martinez. Sin emb

mientos sociales un mayor espacio de expresi

concertacibn.

Los organismas sindicales, a l igual

encontrarh

enfrentadosa

la disyuntiva

dos esquemas

q u i

planteados: reeditar

period0 democritico anterior, esto e

clientela estatal;

o

construirse en la propuesta

relacionadas con la constituci6n bbica de la

soci

cuales se planteen reivindicaciones. propuestas de mejoramiento

m-

porativo, etc. Si 10s movimientos sociales

se

reconstruyen en el

pensatnos

que en este pun

n la

democratizaci6n del

frigil estabilidad. Si

constituir como suje

concertarydepropo

papel

central

en el

diseiio

de un estilo de desarrollo adecuado alpais,

en

una sociedad m h jus@y demodtica.

Recientemente se ha experimentado un

cas0

quiz6 simMlicq

que

ejemplifica lo aqui seiialado. La enorme carga de smog que data

a

la

ciudad de Santiago condujo al gobiemo a para la movilizaci6n

colw-

tiva. Esto produjo una reacci6n corporativa de 10s sindicatos de cho-

feres

y

empresarios del sector.

La

sociedad

no

ha tenido

nin

solidaridad ni sensibilidad con ellos. Lareivindicaci6n de sus d

frente

al

“bien comlin” amenazado no s610 es consid



por

quince

6 0 s

acostumbradosa no

d solidaria fundamental con ellos .

a otrora denominada

que el sindicalismo

os problemas que la

s sobre el sindicalismo como

tiza.

I

n6mero

de Proposiciones, especialmente la recolecci6n y

sekc16nde trabajos, estuvo a cargo de Fernando Echevem’a, investi-

Area

Sindical de

SUR.

JOSE

BENGOA

EDITOR



I



ECONVERSION

INDUSTRIAL

Y

MOVIMIENTO

SINDICAL

c

realiiada

en

vario



C

a

6



omjfiaron

m

elW i d s de 10s economistas de oposici6n

expondEmosem forma detallada.

ncamiento econdmico?

llanconcluir

que

existla una estrccha

etarismo global

y

estancamiento

6

y

1982-83) apuntalaron la idea dc

raban una mayordesigualdad social.

ca.

En

1983.

en

medio de la recesi6n

ca,

el

balance de diez

aAos

sustentaba claramente la tesis

dicraduro

,

espueS de la cr isis 1982-83.hubo un fuene

proceso

de recuperac16n SI

las

proyeociones

paraeste

ail0

se confirman. entre 1984-89elFGB ha bd crecido a una

media

de 5.4

por ciento

anual,

la tasa de inversi6n se elevada desde 12.9

por

ciento

fiaJta 1 8 . 0 p r c i e ~ t o d e l GB. la tas ade desempleo disminuirla hasta 6.5 por aento,

W-exportaciones de 1989 casi duplicadan las de 1983 y la deuda extema no habrla

&sido. Tal como van las cosas, este dinamismo semantendd en 1990.con lo que

o

econ6mico.

fen6meno. Entre 1976 y 1981 la ewnom fa

cuyas fragilidadesse ma nifes tam con la

1982-83. ~Estadamos iviendo un situaci6n similar

en

la actualidad? Los

mnmdenfes indican que no.La expansi6nactual es ciertamente mas s6lidaque la

7 EdeEcto. l liderazgo sectorial ya no recae

en

el sector de servicios , sin0 en a

~ y e l a g r o . N o s 6 l o ~ c r e c ~ d o l a s e x p o ~ c i o ~ s , s i n o ~ b i ~ n l a p ~ d u c c i 6 n

orientadsaLmercadointemo.Porelloesqueiasmponacionesde 1989 siguen

siendo

i af eri ores

a

las

de 1981.

La

consecuencia

es

un crecimiento que ya

no

se Sustenta en

del @do 1976-81.

es proyectos que

MIena.

Ei

capitalism0 salvaje que impuso la dictadura gener6desigual-

estancamiento

secular.

Chile

comenz6

a vivir una expenencia ya

te.I Las recesiones heron principalmente el resultado

nos:

a crisis en

a

economla mundial y la radicalidad d el

el neolibedismo

impuld

en Chile.

branp. ib lnsmmawni& iM

15



b) iNeoliberalismo

=

Est&

“subsidiorio”?’

Primem,

durante

10s dltimos quince

aAos el

Estado

sigui6

econ6mico

clave para la repmducci6n del capitalism0

chileno.

tradicionales (gasto e

ingreso fiscalcomo

porcentaje delFGB)

on

res a

10s

del period0 1961-70.

Segundo. si bien

es

cieno qu e hacia finales

que el actual, es innegable que cada aparato

presiones sociales y pollticas, que tenninaban por

en

Esta h e una de las principales dificultadesde

10s

gobiernos de

sociales y no han existido poderes que hagan UR

Ejecutivo. Locieno es que el sectorpfiblico

se

ha comp

jerarquizaci6n de sus relaciones intern, lo que

intewenci6n en la sociedad y la economh.



fi scsl ts

sinelevar

o

quesue n g e n n c i a d i m a a e n d m & h

a

permitideal

go- -

973 en

adelante.

el Esradb moAdlvo el domini0egtra6m de

los

m i -

o s d e l a e C O ~ ~ ~ , m e d i e n t e l a m o d i f i c a c i ~ ~ M i ~ & l ~ d e

csmbio, a m a de nB%%ias

tarifas@blicas, 10s

precios agrkolas,el

Estado

mide

en

l

c o n j u n ~ & ~ ~e p m i o s y de ganancias de laeconomfa.Nomenos

ignificativa eSlaregulaci6nestatal coercitiva de 10s

snlarios.

Mediante el

sencillo

delimltar

bsindiealizaci6n y 10s wpacios

de

negociaci6n colcctiva.

se

p o s i i i t a

un rontrol de Satarios,

especiahente el de

aquellos

amplios estratos de

pdbajadores c(n empleo

precario.’

msde unaSJerspeaivahist6rica

panxiera que

el intento

de

levara la p&tica la

U@

d&dhnl repuiri6,

ante la resistencia de la sociedad c ivil

y

el impacto de las

crisis. mfartllaimiento

extmordinario

del

Estado:

uriosamente.

la

radicalidad

del pro- deEstad0“su bidia rio” requerfa para su naliiaci6n de un

awnento

de

lainterVem56nwtatal.

E n u ~ p a l a b n s . d E ” ~ ~ i d i ~ o ” n o ~ s i ~ m ~ q u e

un mitoque 9610@6 realizarscporunCON, perfodo(1979-80), en el context0

de endmd am iento indiscriminado.

esteenfoque,conviuLeanalizarelroldelEsudoduranteydwpues

a la recupemi6n 1984-891 Es obvio que

un

factor central

u

l

laeconomfamundial.

Sinembargo.debieraevitarselmnuevo

ipode

i&&a&no

que

explique la d i n b i c a & m ica

d o or factoresex6genos.

Si

dudas.baste

recordarque, enmediode 1rcrisis.losmonetafistas

eoir

tal

cantidad

de

bancos

y

empresas.

que

hacis 1985

el

r

ciento

del P G B ; ~

itu aci h similar a IS

tanto. desestimar la

importancia

que

n t$~a1c i6n elEsrado en

la

economfa.

isrcm6ricoenlosmercadoscados.eadirecto

el COIUIU~

&

prreios clava. dejmdo

w--w

~ & u l f c x u p u o



0,

e l Estado

neolikml

e m su

mlcenrral

para

la repmducci6n del capitalism0 chileno. De na polftica econ 6m ica mh bienp i v i l

se

pas6

a

otra

mucho mils activa Ello refleja cambios en

la

idwlogfa de la

tecmracia .

que

r4pidamente pas6 de un monetarism0 “ortodoxo’’, con

un clam

sesgo voluntarista, a un monetarismode

tipo

“hetercdoxo”,

m&

pragmatico.

iC6 mo explicarse entonces el actual proceso de privatizaciones. que

se.

acela6

despues del plebiscito del

5

de octubre?

Dos

grandes objetivos pa=

ser

m m &

importantes: primem. aliviar 10s problemas finan ciem s

de

corm plazo del sector

p6blico. sometido a

un

pmgrama de ajuste

tip

Fond0 Monetario Internacid y

Banw

Mundiak

segundo,

evitar la acumulaci6nde poder

en el futuro

gobierno,que

eventualmente

s e d

del centro

politico.

Todo

ellono hace

sin0

refolzar

la

tesis

de

la

importancia del Estado en la eeonomfa chilena.

Concluyendo, lo

que emerge

despu6s de la crisis 1981-83

no

es

un Emdo

“benefactor”.

ni tampoco nEstado

“empresario”.

pem sf une t a d o "monetarists"

que regula estrictamente la econom fa. Si a ello le sumamoselpoderpolrticaquese

concenu6 en

las

manos del r6gimen. puede. con cluirse

$e.

a

p a r

del discurso

mliberal.

nunca

antes

en lahiswriachilena el Estado &fa si&

m p o d e r m .No

hay

tal

Estado “subsidiario”.

sin0

un

Estado

m l i b e m l

“intervencionista”,

fom alm ente contradictorio. per0 que

en

realidad no

lo es,

dada la

mmleza

intrlnseca

de

los fines

Y

medias con que sepremdi6

realizar la utopfa

mliberal.

2. EL

m

DE

IA

D E E r N D U ~ r n

I i

En el

actual

contexto, las

referencias

del debate so bre la evoluci6n’indusuialen

Chile d e b i e m wnbiar: ahora es m& adecuado pasar de la idea

de

“desindusuialiiaci6n” a la idea de “reestructuraci6n

industrial“

o

“reconversih

indusuiill”.conceptos

que

obviamente deben ser clarifimdos, ya que

su sentido@

muy diSrinto a l a “reesrmcturaci6n”de

que

sehabla en E m p . o indm eh

B&

y Argentina

$ ,*I:

a )

Ea

“dedndusbializaciidn“

ha tenninado

Corn

puede

visualizarse.

en

el

Gr;lfico

I.

el

co

aeaplicaalosucedidodeesplesdelaeri~

982%3.P

la

fase donde predominamn 10s efectos des tNc t iw

\



taciones. En efecto, la experiencia del % mas metalmecanica vesado

y

textil. no

es

generalizable al

conjunto

de la industria de aqueUos afios.

No

se aplka a lo

oeurridoenvariassub-amasdelaindusviaaliment~a,qu~mica,madua c e l d

asf

anno

a

la

indusVia relacionada con d obre.

En

todoe ego s ca ws hub0proeeso

de

expansi6n.

Mbs

afin, la “desind uarializaci6n”

se

refiere a

10s

~IUM?S@

de destnrcci6n

de

empsas .

pem poco dice de

las

que sobm ivieron aldiluvio.

Es

d e c k no da cuenta

del ~ ~ C C S Oe

racwmliurc idn

pmlongada oeu nido eh la m ayorfade

1% a p m

chilenas, sometidas a 10s avatares de la crisis 1974-75.

a l

“boom”

mpolrador

de

1979-81 y a la crisis

de

1982-83.

Es ese

proceso de racionalizach%,

junto

a Los

cambios ocunidos en a 16gica empresarial. loque explica la acelerada ~ ~ c i

de la industria en

10s &os

de la post-crisis.

b) LApertura exterm = desindustrializaci6n?

Durante

muchos alios se sostuyo que la apenura externa al est ib neolibe

podla provocar dcsindustrializaci6n.Los argumentos her on bhicam ente

dos: br

un lado. la apcnura externa generaba un proceso de sustituci6n de pmduccidn

nacional p a r imponaciones: poro m , la expansi6n exponadora provenfa de ~eeldre

pnmarios, que s610 e m nuevos enclaves exportadores, sin articulationes

con el

resb

de la economla.

Como

puede dcsprenderse del

Grafico 11.

la tesis aniba expuesta h e

esaic-

tamente cicna para e l perlodo 1976-81. pero no asl para el perlodo 1984-89.‘

G

R

A F C0

I I Importaciones de b ienes de consumo



i n d m r i a

, estuaric

qu

"Y

6 a k

metal

.m

mec

ha

ica.

bla

El

W

dinhico

a

las ramas alimaudg

y madera-celdosa,

W

inculsdar

al

dinwismo

oxportador.

Si

embargo,

la estructura

sc concentha

en

onclaves minem preexistentes. con

economfa.

ondnica

1984-89 disminuy6 d&ticamente el

peso

de

las

e bienesde

consumo.que

fica

que ellas

fueron

al orientada hacia el

las exportaciones se

devb.

con

IM

g~

mayo r de diversificaci6n.

Esto

detennin6

un

dinamismo m h

& d i d o h k i a l

conjunto de

18industriaSi en 1981 casi la mitad de las ramas del

'ccctor

i ndasvi al

a h o superaban 10s niveles de 1974, en 1988 esta situacidn

afectrbasdlo a

trcs

ramas.'

grwaeS factom explican las diferencias entre

ambos

procesos de

itrdustliak primem.

el

m b i o ya m encionado

en

a regulaci6n estata l

e

foment6as

exportacione s y elev 6 moderadamente el grad0 de

Mraes~ctura

a m b i b t u v i e m

efectos

de reactivaci6n

indus-

kpimismo. los "eslabonamientos" hacia am& y hacia adelante que direc-

pmVienen

de

as mas exportadom. no debieran s er subestimados.ll

d d o

una fuerte

articulaci6n

entre

desan ullo exporta-

que podrfa durar hasta principios de la d tcada de



i ) N w a wquitectwa

ihkst r ial .

La

nuwa

*'arquitectUra

m i . 1988)

resulta

de

a

~nnbinaci6n e prOces0S

re@vOS Y

i i ) Transnacwnaluaci6n eambios

Utimos

veintc

aAos.

a

industria

ehilena

cambiosdepmpiedad.h 1970-73

~e



dea q u a s empresas

piivadasque

habfmquebrado

depredaci6n

de

recu



“frontera”.

Una



la dk a d a del setenta.

cadavez

m6s

centrales. en

tivos; quinto,

si

bien alln es

pequefia

a ca ntidad d e VabajadOreS directamente vinculados a nuevas tecno loglas

debase

mictoelectr6nica . son much os 10s que se ven indirectamente afectados por

el

irrrpsnoque

ellas

tienen en las estructuras organizativas.

destacar que la reestmcturaci6nde la industria chilena contiene d in h ic a ?

que a

la

vez impulsan y retardan la mode mizaci6n tecnol6gica.

POI

un lado,

la

ra

extema exige inno var en tecnologla de product0 y. por consiguiente. en 14

fa de

pmceso.

asf

como

en la planificaci6n p du ct iv a .

Por

otm lado. 10s

arios, las

debdidades del sindicalismo

y

la legisla cidn aboral,

han

favore

&I

UM l6g ica em presarial que so breexplo ta a 10s trabajadores. El10 retarda 18

modemizaci6n tecno l6gica.En consecuencia, el propio siste ma politico autorita rio

esta

16gica wpresarial, que entraba la profundizacih y

dfusi6n

del

e mod emizaci6n tecnol6gica.

SNARms Y M S E OBRELU m u m

Brim. 1983

y

1989hub0

UM

importan te recuperacidn de l emple o industrial. que este

&use.

estimaalcanz ard 10s700.000 rabajadons;

supya

aslholgadamente el nivel

cipaci6n relativa en el empleo total aSln se mantiene por

debe serexplicada. dado q ue obliga a mod illcar profunda-



5. Var. Remun. M d i Real' 18.6%

3.9%

6.

Var.

SalarmMin. Real'

42.3%

-221%

7, Vsr.

T i p Cambio

Reall

-37.98

52.7%

8.

VY.

TCR/SMRh

47.4%

4145

aTasa

mcdia

.nu l .

Marcel

y

Mellcr (1975-83). Maz

(1988).

bTasaMcdia

anual. ladmic

(1975-83). Diaz (1988).

e

FmdunividadMcdia

Apparcntc.

d Ir$Emplco) = a +b *

LNFGBI): b

=dsWdad

huu

e m p l ~ ~ u c ~ .

e

Dams

197540

Bco. Central y 198085Cepal.

f Dams1975-80WE

1980-85

C d .

pmductividad media aparente dcl scc&

ind&al.

&&&;

difercntc a la de 1975.81; y uncambio r a d i i d e n h e ~ ~ ~

g T ~ p

e

C a m b m l l ~ . .

h

T t p de

Cambjo

ReaVSalarioMcdw Real.

El

Cuadm 1 evidcncia

que

el dlnamismo de la wpwaci6n

rue

muy

fume:

las tasas medias anuales de cnximiento

del

industrialfucmndcl5.5porcienloy8.5porcientorespcctivarncm

con lo succdido entn: 1975 y 1980.En cste pcriodo.si bicn

la

mcdi

induslrial fue del 5.0

por

ciento, el

empleo del

sector

se

es~ancado.

El

Cuadm muestra tambib. Data cl

oerloda



&as tasasde desempleo.10sbajos niveles d e sindicalizacidn y

Ieo - Produc to industrial

PGBl

P

1975

80 +

1983-89

sidoel aumento de la diferenciaci6nsalarial. El Cuadm 1evidencia

,mientras que el

salario mlnimo

tituye una situaci6n completamente nversa

80. Diversas

encuestas

conhnan

que las

nales aum entm n a

un

nuno

mayor

que

10s

iade

una nueva clase ob rera industrial?

a a la ecuacidnDictaduq= Estancamiento, en Chile durante

okitesisqueesfableceunaeseechrasociaci6nenm

im;

aworitatiSmo

y

fe4%1cd6n

de

la masa de

trabajadores



I’

caso.wnviene destacar

que muy

pronto

schizo

evidenteque

no

sepodWttablecer

relaciones mecenicas entre reducci6n o crecimiento numdrica de l prolefar$do.

y un

Como o evidencia el Grafico lV, entre 1983 y 1989hub0

un

fu

del empleo industnal.

En

un plazo de seis afios, mes 300.000

integraron al a industria, superando desde 1987 el empleo indusuial

is610 despu6s de trece

aiios

de dictadura

Esto

indica

un

en6meno

ser estudiado.

G

R A

F 1 C

0 IV

Empleo

industrial

1970-89

ye n plena cmw. U v e aredammotendenciamar a

plekU’iad0

Y

un

debilitamiento del sindicalismo. ya

m



ambios

sustantivos

deI.emplc0

segJn

2Fonfima lo ameriomentedicho: si

uy6

en

182

por

ciento, el empleo

ios) aument6

en 63.4por

ciento.

EUo se

conela-

de sunp lm abieno. unacalda del empleo asalanado

dekstrabajadoresporcuentapmpia.

eandel

secto rinfo ma lo formal.

ia

mfdadel

empleo

industrial

fue

dmi im en 1983

haMa un

tercio

awnento

m end

se&r

industria.



j#&kla nrine fI

y la constru&&,

han

emergidonuevos ufjcleis e n secmres

~ m e p . y i n c a l a d o s

la actividad

pesquera,

madera-celulosa y agmindusldal.

a.ksimismo,destacalaemergenda& umeOOmernitSa

det sector

aarlcola:

los cmoo~ros .En efecto. si

entre

~ ~ “ y 1 9 8 6 - 8 7 7 1 o s v a ~ ~ a d o r e s ~ ~ l a s s e s d u j c ~ n a l a r n i t a d ( b a j a m n d e 2 0 8

p i c a lU)’h&los temporeros, en cambio.

se

du pli cm n. pasando de 147

mil a 300

orestemporem~stPcrcciendo

l

IOporciemr,

.

in0

tambgnde

la ciudad:

un

15

mr

cienio de

- ”

anpleadamel&r frutfwla prwiene de las CiudadG.

Gran

parte

@&I

este

por

mhjeres.

I - Los

templreroa

son paw de

una

enonne masa emergenu de lG3baJadOleS

e inestabla. Son

10s subcontmtados,

10s

que

ana empresa. 10sque

no

dupOnen de coni~ato.

odos

componente

de

a

ciase

&ra,

p m

ue vive una

eondicionesdevabajolnuylejanasdeaqdllasdelos



adores corn

actor

social i m p o m en la

oansicida

si.

ctl

estarfa gestando

una

nuw a contiguraci6n objetiva y

I R ~

la

de

a l a s

as

Cpocas anteriom

del capitalism0 chileno.

A

MCOODECOKLUSION

A

lo largo de

esta

exposici6n

hemosahmad0que

se -led un proceso

de reesuuchlraci6n

industrial

conjunlamenle con

procesos

de modemhaci6n

teCnol6gica que

han id0

primando

sobre

10s

procesos de racionalizaci6n.

iQuiere decir

est0 que

a economfa chilena ha entrado

en

una

En

segundo

hgar. las bases del cmimiento indushjal obtcni

as

son d i v m

e s t h agotando los factoms

amitadd e l o s o c h e n a h r

fitimos quince afios. La f o n a c i 6 n d e 10s precios. la rep Iac i6n &anal. 10s



insUumenloSde polttiia eco ldmica. esrar4n determinado sen forma crec ientepor la

prcseadr de un conjunto de

nuevas

fm ocociales que psionarin

por

NO

venfionimo esKatal. tanto

en

Argentina com o en Brasil. dejar6n

de

operaren Chile

los

ailos

noventg. dado que l a racionaiiiaci6n y las privatizaciones ya se

El

futuro gobiemo no tiene que cnfrentaresa

tarea.

s610

esta e n h d o

en

un pcriodo d e transici6n polftica, sin0 tambiCn

a

vadsici6n ewn6mica. Por

ello

es que es ineludible un p m e s o de succsiva

cris isew~icas

pUticas,quepuedendurarpocoomucho iempo.

Es

inevitable

y tiqn@i ndispensable.el fortalecimientode la sociedad civil

y los

movimicnto

esmuy

pmba ble que.

en

un mismo movimiento simultilneo

'miento del ml

direct0

del Estado en la cconomfa

y

en I

transformacionesmuy pmfundas. Uenas de op nu ni da de s y

Uentlr

de peligms.

do

~ W o rwa

P

au~nr@o .i0

Paulo:C E D E

(nunc4

d demplm

Mlo%

m-dm

Iabonlcr".Rw-u

z8M

AbLrla 4142.

p p 1-42

@+pa



con

un

ciem

componene

de innovaci6n tecn016gica. en

la

de

productividad.

La

expenencia de

paks

avanzadosdemue&

a

al

prowso

radiea

tambiih en un conjuntodevariables de

la cooperacidn entre apresas. 10s- programas p$blicos de iove

una parle mportante de los progresos

obteni&s

en

la

prod

nuevas fotmasde organizaci6ndel

trabajo.

lo

que

supone

formasde

contml

y

us0 de

lahens de

-io.



(rotacibn excesiva, ausentismo.

etc.) han pesado

en a motivaci6 n del Unpresviado

para modificar

10s

procesos

de trabajo (Brasil, Argentina).

Por

Utimo,

en

el

caw latinoamericanoe9 sumamente

diflcil

aislarel

i m p a ~ t ~

el

CT.debido a l a h c I e r o g e n e i d a d i n t e m a d e l o s s e C t o ~ p ~ U C ~ V ~ y p

infomacidn suficiente sobre

las

economfas nacionales

desde este puntode

vista.

En

nltestm trabajo 'abordamos

el

tema de la tecnologfa como indicadordeleatado de

cvolucidn de

las

relaciones sociales

en a

empresa y de

las

formar

de pm ducci6n

qw?'

e s t h alterpdo la wmposici6n del aparato prcductivo

y,

por tanto del erqpleo.

Como

hip6tesiscentral plantcamos

la

persistencia

de istemas

de regulaci6n

pautiCr

de

la

f u e m de tfabajo 0 rcglmenes

de produccidn (Burawoy.

1985) especfficos

8

cada pd s,

que eslan

configurando la penetracidn

y

difusidn

del

CI:

n t6rminOs

wmparativos se puede

pensar

que

el

a v a w del

CT

depende del rol

que

~sume

l

Estado

(en la difusi6n del

CT.'

en

el

con ml del

mereado

de trabajo). del g d o de

penetracidn de las empress tmmacionales

y

del

tip

de

sindicalismo.

Algmos

ejemplos de situaciones concretas se rv ir h

para

-tar

las

caracmrlsticas

we

tim

el

proceso en el mom ento actual.

2.

C A ~ O ~"CS

PALS=

W LA IIE(II0N

Et

cambioteCMMgio0seoriginr debido a la incapacidad de 10s anmriomSisgmas F

' $

p d u c t i v o s

frente

al a presi6n del

mercadoparareducfrcoswsy

awnemla

c d i W

I

y la variedad dcprodrccw s.U ue se

obselva

en 10s

p a f a atinoamen-

1

,caracErfsticasdistintas a 1% verificadas en

lospafses

avonzados.

En primrlugu ' 8



las

empresarios

alCT

ta el

CT

n Am6rica L a m ?

jCua es

su grad0 de

on que

se

introduce? La informaci6n dis-

completo

sobreel

tema. aunque sc pucdcn

e

10s estudios

de

cas0

recogidos

en

divcrsos

intcmacionalcs (Pmgrama ONUDI/CEPAL,

Pmyccto

BID/

ctraci6n de

Pas

NT

ha

sido muy dcsigual enlrc 10s paises.

Los

pmduzca una fucnc S’ubulilizaci6n de la capdeidad y

manfenimienlo. Dada la relaci6n c n m cl dcsafrullo



s0ciaIe.s favorables

para

formar una

mano

de

. La impomcia del sindicato como agente

enta un

riesgo

para

las

nuevas

esmtegias

de

una loc dizaci6n kjana a la influencia sindical.

de Brasil, donde ex iste una industria local de bienes

demmllado la industria infonnbtica

nacional y

donde la



s studms

sobre

a ditimi6ndel

de equips

rnicmlectr6nicosesrnb



deorganizacidn de la pmducci6n.En

otros

terminos. esto significa que

s610

ea un asunto eCon6mic0, sino que rcquicm -corn0

umi& de una

refomulaci6n

de las

relacioncs cntrc

capital

tom

en 10s cualeshems rcalizadg

estudiis



shpfifi&bn de

mod&

OpratOf iOS

y

&tCllW

m m

obra,bsque intcwienene nlas fasw de

experimmtadw

pane

de

estos sistemas de trabajo

y

en

parte

de 10splogmu

de

sector hay

una

ciena eficiencia. pem

110

ha habi

la productividad se han conseguido

por

la vfa de

basan en

una

sobreofem de

mano

de obra, en un

supresidn de a negociacidn cokctiva en

el

sector

en la consmcci6n

m u e m

que en

1987 eUos

re

salario de

1980 (dams PREALC, 1988).

En

oms

palabras,

hub0

recimiento del sector. a u m m

una

fuenc

compresidn de

10s

salarios.

El sector

ha

abso&lo

dos. pem favoreciendo la aparicidn de em pleo informal

ya comicnzan a ser evi de nm : lapresidn porun aumento de losSalariwaunaUa,h.

cmpresarios

se

quejande unaescasez

de

manode obmcalificada

y delawm

que

se ha

desatado entre empresas

al

respecto.

Los

mismoe

mpreopliot

que, dada

la

escasa incidencia del

ftcm

salarios en

el

precio

totalmente posible mejora rla situacidn de 10s mbajadoresm

niveles de pmductividad.

El

om

cas0 que quisiera mencionar

Banco es el reflejo de lo que han sido lo

~Ulimos einte

afios.

Nacionalitado

por

privatizadoen 1975ypardamanosdeungrupofi

Duranle el perlodo de Uegada masiva de cddito exte

convirti6pr;lcticamenteenelreguladordelproceso.alconstiNirsecnav

CrCditoS.

En

1982 fue nuevamente intervcnido pore1

Esdo,

a m

SUS

perlodos

m h

diflciles. del cu d

s610

c o m d

m e r g e r

el

a(~o

deuda de 13.000 millones de ddlares).

la

profundit6 despuCs de dictada la nueva legisla c

gestidn de

este

Banco, cuya fundacidn m o m

P W

a)

Una

d u & & n d d cost0de

admhiSld&l

medivlte

.

.l l o d e m

e) u n p m s o gmeraliiado de descalificacidnbe

la

llwo

dc

O b h

Estos aspeaos de la oganiza cib del mbajo indican en forma chn

El proceso de r a C i O M k a ~ i 6 1 1

e

nicid



a

uemn &plazando a

10s

ejccutivos-

ca de gesti6n del personal mmpi6 con todos 10s rcglamcntos y

@ & a s ~ r e s : l a S

operaciones realizadasenlascajas dejamnd c scr somctidas

ari plm rsf fve rit ie~ 6n . ues c o r n e d a aplicarsc la noci6n de "ricsgo calculado";

&Atpimi6

la terieta.de umtml del personal (asistcncia

y

horarios);

10s

gercntes

u o p c z a q a s c r enviados a cursos dc pcrfcccionamicnto

y

a cxiglnclcs un com por-

tamiento mb d i n h i c o en relaci6n con el mcrcado; todo cmplcado pas6 a scr

"pclsonade

wfim",

y

su

descmpefio cvaluado anualmcntc por

10s

jclcs dircctos.

Se

inmdujouna gran cantidad de mand os mcdios y la jcrarqula dc salariossc volvi6

"w'didencial"."

BuranU%.UnaR0, 10s espec ialistas dc la empresa consultora cstudiamn cads

&ffm

y@esto de mbajo. y lucgo se inici6 una total rcorganizaci6n. La mcta cra

a&vmt+r&$enel

rimer banco que pudicra satisfacer integralmcntc las ncccsidadcs

& i~ te :X ub oe nt on ce s una in tenci6nmodcmizadora.En

1981sc

compr6 al City

Bd~$unpaQuete.des@fware yunnucvocquipocomputacion;ll;durantcocho cscs

M d d r a b a j 6 on lacmpresa dccomputaci6n para insta la rc l nucvo sistcmi. La

i ~ @ a @ a l i ~ 6 nvanz6 pmgresivamcnk: cajcms automiticos, taqctas. consulta

&&lii;e;l.de saldos. instalaci6n de lcrmin alcsen las cajas. cucntascomcntcs cn

matizaci6n de las opera ciones de comercio cxtcnor. El

6gico

se

fuc g cncralizando lucgo a

las

agencias y a las

zaci6 n y dc la informatizaci6n he a salida dc muchos

-,el

traslado

de

oms

y la fomaci6n de

una

nueva catcgorfa: cl

pcrsonal

de reubicaci6n (541

pcrsonas

sobre un to ta l de 4.337 en

1988).

Existe

arypsSpur;i

fume mtaci6n de personal dcbido a la conuaraci6n de trescienlas

'

WtBdDpeS por

un perlodo Bm itado a trcs

afios,

y por las pocas posibilidadcs de

i n m i . El personal que entra con una escolaridad de Cuano Atio de

-Media considera cl paso por cl Banco como una bucna oportunidad para

fonnarse, y luego rctirarse

y tcncr a m s o a un cmplco con

m8s

pcnpcctivas.

Actualmente

el

personal

con

menos

de cinco

aiioos

en la empresa cs superioral65

por

'.

w.

a @@.dad y la expericnc ia ya no son considcradasposiuvamcnlecomo

.

cnbplasado. pues loque se exigees unacapacidad de enfrentamicntodc pmblcmas.

'

b,

aluaci6n de las posib ilidade s de promoci6n e s realizada por un pSic6logo.

que

la

informatizaci6n del banco ha estado oricntada

er

al

cliente. y que no facilita el trabajo. En el sccmr de

#d ida de compctenciasp o r la m tinizac i6n del uaba jo. LaS

&,. lsr io. ,quccdc

L.30,p.ssarcrdc

I

a70.luucndoadcmishcjscvllvor

&

e q m r . a ; WI ajU0 g M I

UlUC

3 2 . W Y

zM).WpcdoL.



ma nueva gaf ldn del personal. D i d a c i h i 6 n pledeW m C I U a l O

h

eficienciade la empresa.

per0sobre todo

sin46

para- W - M P w

de la

f u e m

de trabajo.

.

5. I2oNa.mlow

La

presentacih de ate

arcalsmos socialestenia por

tenga en

cuenta

no

s610 al

resultados econ6mioos

(utili

t a c k s ) , s in0 tambien

las

bases

sociales

de

los

lafinoamcricanos depende de la capacidad de

10s

estadcsnacionaleg

A modo de conclusi6n. pienso que

el

grad0

de

pene

reconocimiento del rol de todos 10s

en

4

We

se

ha

impuesto la mayoreficac iade la0

empresas

reprodue la bem a de trabajo y. en s a m&i&

BIBLlOORAFICW



ritmode incorporaci6n



ado rctarda el logro de

otro ha impedido la

a frontera intcrnacional

ha sido afectada en un

alesde compctitividad.

mdquinas-herramienta eonvcncionalesproducidas localmente pasa-

todavfa

no

logra

s e r

eom petitiva internacionalmente dcbido a

su

allo

Y

GRADO

DE

MNSION DEL c h m o rrCNOWlim

~i~delascmprcsasquehaslaahorahanintroducidonuevas

producci6n. con el objetivo

de

mantcncr

y

mejorar las psic ion cs

o lugar, estarla la posibilidad de aumentarel

proceso productivo. En

este

tema hay

dos

antiguosopcradorpsdclas mrlquina%hcrramienta

mi\lieaci6ncnlos~~dcsarrollaDos

a

o.<aqula p r e c e npaS

bicn

mmo un faaor

me en

10s ~ c ~ t o r e sonde

eUa es

m8s

1&iw

en BmiJ todavfa

ge

bjo.PcrO es

eat~anegbaada v w mayor, poqwse ha

producido principalmente en

as

ramas y empress mi& d i n d m i w

de

a

vimladas a la

. ^

Hastaahoral d



que

la

automatizad6n de la

manufamra"

Se hpn eareauada*cb.l)s rwbn

empresas

del

sector metalmculnia,

de

cspitd praa Y mponenter.

aeroh8utica. armamentas.

etc.).

automotriz.

paroqufmica

y

~w

a

incor-

poraci6n es selecriva. hechaen

h a S

estrategica~

pmblemdticardek roducci~

desde el punto de vista de la calidad del producU, 0 del mm1pd

pWXW

e q u ip s automatizados con base microelceudnicaW .

ohBaUc ea

etapas especlfcas del proceso pmductivo de algunas

montadoras

aufomoInces

@intun, soldadura. estampado).

se

vedfica una integraci6n

con

dgdn

sofisticacidn

(Cmalho. 1987).

LQS cambios organizacionales asociados a la envada d e

las

NT Just.

formasdetrabajoparticipativo.cfrculos&controldecalidad.etc.).nohan

ahora incorporados de m anera significativa. Hay s610

algunas

experifmias

lcs. principalmente en a industria automotriz y metalmednica.

produclivo.

El

trabajo manual y las m@uinas

elecvwnecSnr cas

WPXlsmm n h

3. LAS

N U ZV ~TCCN O U l G l A S

LOSCAwlOsEN E L P A I R O N D E U n l I Z & a ~ *

DE

lluBu0

Adcmb de

10s

factoresex6genos ya Sefhlados que han impulslldo

dc lasNT n Brasil.

el

pmceso no estadisociadode loscambiosocu

d t a d p en

el

pau6n de us0

y control

de la

fuena

de trabajo.

La fa.%

de

nC0

en Brasil

(finales

de la d h d a

de os

setenra

e

expcrimentados, la

mecanismos, sin que

hubiera

mayor pnocupaci6n por la ef id fmia y 1

la producci6n' Una economfa en

hem

expansidn

y el

debilitamient0

to sindical garantizaban la viabilizacidn de esa poUticr.

iniciarse

10s

aflos ochenta. la situaci6n cambia sustaativsmenfe:

3.

4. vbrc

I lU rnphW

(1982). Fkuy 1983)

y Cw* (19m

'

mplb blbk . I i .

.L

IU- VcUe. CNIC

p ~ o z

m o 1976).

(19862

s en el mucado intemacional, en

una c o p

mtema. t r a n s f o r m a n l a ~ + a r g g l m ~ m

,,,,

fmr&n&mmtdde 6Nto

de

a estrategia de

@d?oK i



etitividad

y log nuevos patrunes

de

gesti6n

dc la

mano

de

&las

NT

u,

wlamente

t eni endo

wmo

=f er nc ia el predominio de

un

nuevo patd n

tecnoMgi a en

el

mercado intemacional, sin0 tambih el wntexto econ6miw.

Nftico, i aa icr l y g W m i a l

espedfiw

en que ello ocurre.

Eso

a m

uno hporlanteno

s610 para

entenderque

tip0 de tecnologfa se

-rpo

ella

se asocia a detenninad os cambios en

la

organizaci6n del

uabajo.

n del

determinism0 tecnol6gica

es fundamatal

t a m b i h

cupndo

aoaliuu as

wnsec uencias econ6m iw-sociales del proceso de

~e la Ilr(anta

manem

enqueno sepuede

hablar

de unnuevo pau6n tecnol6giw

i n t K N i U C d & d e l a S N T .

, 987) cuestionan la utilizaci6n de este concept0 para

pa del

p~oceso e modemizaci6n d e la economfa brasile8a.

signifies

awibuirle

un

camino

de

desarrollo tearol6giw

La

w&&&Ic

una

de

las m84 impolrantes nvestigaciones

realizadas

hasta

aboraenlaMugriL~tomotriz,

*vindicalaespecificidaddelasituaci6nbrasile8a I

L

i



4.

I M P A ~E

US NT scm~

EIIC*M

Y US OIM(Ic+nsD B W U O

A pesar de la existencia de unn h e m c onsidera blede estudios sobre 1

de cam bio tecnol6gico en Brasil (a nivel

global, ectorial

y

de

empnsa),

son

odavla muy cautelosos para sacar cualquier conclusi6n acercade

sobre

el mcrcado y las cnndiciones

de mbajo.

La prcocupaci6n m6.s

com6n

se

refiere a

los

posibles efeno s

de

las

M

-

positivos o

negative+

sobre

el

nivel d c emplco.Las iticultades meWot6gicasyi?

encontradas para analizar el fm 6meno en 10s Wses e u m p o s (Montem, 1988),

repiten en el cas0 brasileflo.

datos oblentdos

en

estudios sectoriales o a nivgl de p la n k

En

diflcil separar

loque seda

esuicramente

el

"desempleo

tecnolbgico

del dessmpleo

ocurrido a

ralz

de la crisis econ6mica y de la ap lica cih de

h

~Uticas e aj-4

'

comienzos de 10s alios ochenta.

Loque pareceestarclamesqueenBrasi1,hasta

ahora.las

luctuacionesenelnivd

de empleo

se

han debido

mi&

a

las

oscilaciones

del

ciclo

e d m h

ue a

IC

incorporaci6n de la m ictuelectr6nica. En algunos

de

10s

p f i ~ @ e s

w r n

e'&

economfa (wmo a indusuia auromotrizy metalmecsnica).

la

ntroducci6ndelmrM

se

ha

niciedo en el

perlodo

recesivo

(cuando

el nivel de

unplao8e

M a

tduoida

significativamente).y SCha a d e r a d oen

el

perlodode ~ a r p e n c i h l a -6

de 1984madelante,cuandohuboex

que e1

posibk dcsempleo tea101

modemizaci6n dc

las plantas. en

contrataciones.

La tendencia de

algunos

esludiw sob=

efecIosdelasNTsobreelempleoapartird

Enprimer lugar. esmuy aniesgado proyecur para

el

conjuntod e l a e m



a en 1987 en 61 empnsa

henamienta y aemmiutica):

en

primer lugar. las miquinas

a

de

desempleo

teml6gico.

Esas

empnsascontratan

menos

d a

conrvencional.

A mar

de

no hater

rcducci6n abwhta en la

I



marse pdominante

en

el

sector.

polarizaci6n

de

Iar califrcncioncs:

por

un

lado, la dcscalicaci6n wleuiva

d e 9

trabajadoresdelasdmsautomatizadasdelaproducci6~wmolasoldadura(dcbidq

a la supresi6n de p&ticamente

todas

las

mas que &&an mayor@cia);

y,por$

OM. el aumento dc calificaci6n

de

10s

tnbejadores

de man-6n

(dondcI&

ocurrido

una

notable m pliaci6n de 10s rcquisitoa

de

conocimiito formal. y dclr

capacidad de abstracc16ny resolucidn de

pmblemas)

(Carvalho, 1987 y

Mawe

a u n d o a i h I k p l r s l c d d c ~ ~ * d d

oaom w i a . l 19s7 ) .



hr eaupresas. Se eivi



Jnvcstigadm

de SUR

. . -

t

I

mditakrecient&?:

i o

su ai b , encambio.unsindicalismo

rn8saut6nomoy

t ina a diferencia de 1

p a n m

' LO 111.

d e b m a l e a s e d e la c lase

obrem

siluaci6n de &$men milita res el

espacio

Impomte

que se le ab% pllra

su

desarrollo pmpio. d ado

el

mmpimiento

v i m pro fundo y l a ausencia de in tenned iaciones, como



en as

experie fascistas. Lascond iciones de dictadura no

favomxn la incorjmacidn

cstatal

del dndicato,

wmo

veremos

en

10s regfm enes

milimes de 10s aPm seaenta. Con una relaci6n de

mem

control estatd.

se

dan las

condiciones p'opicias p ara un des am llo sindicalmas aut6nomo. Estemayorespacio

para el desamllo s indicd

se

ve reforzado

por

la fuene represi6n a 10s partidos de

influencia sindicaklo que oblig a a 10s sindicatos. hucrfanosde apoyo partidario y

estatd. a dabor& e implementar esm tegias pmpias. Si

sus

e s m c t u r a ~o penniten.

iertos a la presidn de

su

base social y les sed

rnb

fitcil interpretarla.

ctedsticas wmunes a los sindicatos bajo 10s regfmenes

icar

las

d i femcias

enue

ellos. e s necesario en primer lugar

s gene ralesq ueen fmta n ylo establecen.

Paraello

cenuare-

tmvariables quediferenc ian alosregfmene sdelos anOs esenta

m a e On ganfa) y d e 10s setenta (Argentina, Chile y Uruguay),

B A

A

A B 1



el

efectoes la desindustrializaci6ny el desempleo,

que

afectan

le sustentacibn del sindicalismo.

La segundavariable

consideradaeslaconfianzaenel

apitalpmductiv

10s aftos scsenta esta confianza fue Clara; en consecuencia, prim6 entodo

incluidos 10s pafscs bajo reglmenes militares, el capital pmductivo, l a d

inveltiry laindustria por sobre10s

banws.

Por el wntrario, durantelosBBosse

prim6 el capital financiemespeculativo; el "lumpen kap ital" de la

gananda

incapaz de invenir y aniesgarse. lo que indica una Clara

falta

de co

constrefhiento

muy clam- a w a r de su

ruptura

Enthninosdelgradade amenaza

al

sistemaelordenes,sinduda

W ejano.Brasil. Un indicador,de

Bras i l t i enewpp~~i



desagregado de las condiciones que enfrentan 10s smdicatos, pnmero

tanosy luego,m b specfficamente, bajo dictaduras militares.

el a n a si s de 10s tres easos. Ahora

es

Uevado a un tercer nivel

o p r a c i6 n sindical en

10s

tres palses.

~ ” E S PxRTItsnmEs

condiciones especlficas que explican el grad0 de desarrollo

italismo

en

cada pals. Estas

son:

condicionek pre-econbmicas

0

ytido(s); y

alianzas

o nlaciones con fuerzas inslitucio-

61

w g a a c h i l m y a r g e n t m a , y e l b a ~~ n i v e ld e i

con la de ~rgentina sobre todo de

Bmil.

que

no s610

uvo una alta inmigradh

eumpea. sin0 ta mb iC de esclavos africanos. La imporrancia de

esta

variable es la

mayor o menor capacidad de los mbajadores para desarrollar UM cum obrcra

pmpia y consistente, permeadapor 10sconflictosobrems delpafs 110por lacultura



de origen de

la

poblaci6n fabril inmigrante. que aun

en

el cas0

de

ser

radical,

es

siempre dispersante.

-de

punta y exportaci6n. particularmente - estiln distribuidas

o

c o m a s

en el

territorio, en

t6rminos

de si 10s sind icatosconfrontan a 10s se ct om claves del api tal

que proveen

10s

recursos extemos. ye n

tkrminos

de su presencia nacional. En

Chile.

a difcrencia de Argentina y Brasil, el proleta riadose desanull6 primem en elsu7oF

exportador. es de ar . mincro. el cua l se encontraba distnbuido por todo

el

ten’itorio

nacional. Ello le permit16 confrontar directamente a 10s secto res claves del capita l-

nacional y extrmjcro, que provefan adem is 10s recursos e xt er no s y al Estado.

intcresado

tanto

como aquCllos en captar esos recunos. Esta confrontaci6ndesar-

10116 muy temprano

un

sindicalismo radical y anbim pena listaen las

minasdel

none.,

centro y sur del pals.

y

no sdlo en una reg1611 del pals -corn0 en Bolivia, porejem pb-

El radicalism0 miner0 es comCln a todos 10s pafses, debido al refommientode

valores proletanos que produce su situacd n de comunidad aislada. Sus

lazos

con

sectore s obrcros subsidia nos de la mincrfa y geogrAficamcnte cercanos en

10s

fcrroca rnlcs, puertos y constmcci6n- impulsaron el desanullo de un temprano

sindicalismo militante en todas las zonas de l tern torio (la primera huelga

nacional

se real126 en Chile en 1890).Esta fuerte base obrera nacional influenci6posterior-

mente al movimiento sindlcal fabn l que se d esarroll6 en as ciudades.

El populism0 argentino y brasilefio pucde ser reanalizado bajo este

pemL

El

movimicnto sindical enesosp afses, sobre todo Argentma. estaba mesco ndicionado

para aceptar

un

gran lider, y lue go un partido y

un

Estado (0

su

instituci6n

militar)

fucrtes.

que le

sirvieran

de intermediador

en

sus

lucha s smdicales. La capacidad de

acumulaci6n, empleo

Y

reivmdicaci6nsalarial en la industria que e s el sector donde

pnmcm surgi6 la clase obrera en estos pafses dcpendfa de la capacidad del Estado

paracontrolar

al

sectoragro-exportador subsidiaral sector industrial.

Ello

permiti6

el suw mi cnt o del lfder populista que. Junto a su partido Y

al

-do. se t ransf orm6

en

un

elemento clave para l a reivindicaciones smndicales.‘ Estado &m. en

camblo. interesado en la exportaci6n minera para financia

proyectos

&

~

lnfraestructura agrarios y de servicios,’ enfrent6 con d w z a

a

la

xc i& surgida-

obrem Sus reivindicaciones dependfa n,en consecw ncia, de su ’

sin0

de su capacidad de confrontar directamente al Estado y su do&&

exuanjero.

La segunda vanab le indica si las riquezas naturales y las empre sas

del

’

el giro

de la acumulacidny fuente

de

divisas desde a agricultura

BC paulista seha duarr0llado

en

10sauimoS

pLos

en cordiciones

originariamen te uvieron 10smincros-

aun~wuema

iferencia de.i

prole&ado

de

de~rrollo

610 en Sa6

la acumulacidn industrial



a angosfay asequible

como

la chilena.

en

a

que

con una

sola carretera fuk posible unira todoe l temtoriopoblado. permitid desde tempran0

u n f a c i l d e s p l a z ~ ~ n d e ~ b a j a d o ~ yirigerUesdeunpuntoalotrodeiterritori0,

limit6 el desa ml lo de

CUlturaS

legio nales . homogenein5 ia ideologfa proletaria

y

favorecib la posibilidad de una huelga g eneral temprana.

La

variable geog dfica

Sfuemen

el cam de

Chileel efecto

de la homogeneidad cu ltural y d istnbucidn de

10s

~ursctsnaturales,

acilitando la comunicaci6n y socializaci6n intra-clase y el

desamllOWl todo

el

pals d e una cultura obrera d e origen minero-radical. Sobre

esta

base

fuc

mi%

facil la socializacidn obrero-fabril postenor y la mantencidn de

UM

tmdici6n

de dase.

inCluS0 baj0 la dictadura

m6s

brutal. En cambio. terntono s

extendidm enlatitud y longitud,

como

en Argentina y sobre todo Brasil. dificultaron

sobam- el

pmceso

de w rnunicacidn intra-clase, ayer y tam bitn hoy. En esos

a f s s l nuvosindicalismo iende a se ru n f e n h e n o regional ABC. Cdrdoba).con

(senas en el

cas0 d e Brasil) para vincularse

mPs all&

de su enclave.

nes

econdm'cas: proletarizacidn (produccidn

y

empleo)

el empleo industrial

no

existe la base de

con fuem propia. El Cuadro Np2 indica

en 10s

ms

palses durante el pedodo 1960-

0

2

Crecimiento

de la

produccidn y

el

empleo industrial por

pahes

PI9

ndustrial

(% total) Emplm

lndusvial

(% total)

1970-81b 1 9 m 1979.



&sPsr+durPnte

mu 9 o s aRos.

y d a r h al capital niveles de ganancias muy



%n&gemina.

como

indica

el

cuadm

anterior

y lo

scflalan

tanto Gallitelli y

Thomoson mmo Delich. la c lase obrera industrial debe hacer fren te a un clam

pneeesp de cons&ilimiento. Pem aun ad. su

peso

clativo en a poblaci6n ocupada

sigrte

siendd

mportante. Su

relaci4n con

10s

trabajadons de

10s

servicios pasari4 a

ser

cada vez

m&

detem inante para las nuevas onentaciones que cse rnovirniento

tome

en

el futuro.

.

En Chile la disminuci6n del

peso

dc

10s

o l p o s industn ales cn la poblaci6n

ocupada plantea

una

cucsti6n mAs de rondo.

Aunque

por

un

lad0

su

prcscncia

en

el

pa&

permanece

rclativamcnte estab le,

su

reducci6n en v2rminos globalcs IC r a t a

peso y fueaacomo lase. Deallf que

las

protestasnacionalcs. aunque llarnadas por

10s

sindicatos, son implementadas. a exccp cdn de 10s

mineros

del cobre.

en 10s

bamospo pulares y uN ve rs id ad ~ . nChilela relaci6n fi4brica-barrioes fundamental

para

una

estrategia

sindical

exitosa

Como

a h m a Kowarick. aun

en

S b

aulo.

do& la

h em

o h m pmpia es much0 mayor, el entrecmzammto de luchas

fabriles

ybanialesfue

cent-ral

para el

dxito de la movilizaci6n sindical a

fines

de

10s

aPiOssefenta'0

.

E )

LA estructwa sindicd

.

El

punto

clave en

la

estructurasindical

es

la unidad

de

negociacidn duran te 10s

6ll imos c u m n t a

aeOs

sesenta

en

el

cas0

Ue

Chile).

Mas

ll&

de

este

rasgo

comdn.

10s p a k s

se

diferenc ian profundamente en su forma de organizacibn: cn

ArguUbia,ea

la fe de m i6 n sectorial y la central nacionak en Brasil. el sindicato

territorial

de

m a s e c t o ~

en

Chile, 1

sindicato de fdbrica

En

Brasil. y muy

xe&n@mn&. han surgido comisionesde.

fabrics hems

con perspectivas perma-

noo a

m n d sindicatoterritorial

la

mayorpatte d e

las

veces.

Pcm

esta

q@eiien@

BO

comb

solamente a las grander, fAbricas del

ABC

paulista. La

~ r a ~ c ~ ~ ~ p o ~ ~ ~ ~ l o p o r s u c a p a c i d a d

emovilizaci6n.enlacual

os Wicadores como e l porcentaje de organizados

y los recursos

tanrbienlo

RS, y.muy principalmente. por

el

gn do de control del

pbma.

y

lapoiitlzaci6n de esa baseen

la

vidadiaria fabril donde

nba travQ de su historia cl m ovimiento sindical

en

, EDLA.

A m m i d m

(Munw,

ocIubn.

19832



s610 tiene cabeza y cuerpo, ciertamente. sobredimensionados(federa-

ELnuevo sindicalismo. aut6nom o y derpocdtico, deberd Uen ar-en cada pals, yen

10s niveles pertinent* 10s

vaclos

de

su

organizaci6n para p d e r

superar

del todo

su

inColporaci6n o control estatal, militar o panidario.

C

V A D

R

0

3

Fuerza

v

a'ebilidad

de

la estructura sindical por pafses

Pals Enle negociador+ecire Enre subdesorrolladodcbil

&WldM Federacionesy

CGT

Sindicato

tcmt0rial

y.

par

Io

general, coms16n

de

fabriea

Brasil

sindieau,

writorid Rama y

central

nacional

par-

Chile sindicato e abrics

Federac16n

de

m a .

central

sindicato

terrilorial

Emla lucha contra

un

dgimen militar. el nivel fabril -y sobre todo de rango

territorial-

u

hico, especialmente si

se

combina con el sector modemo

de

la

economia,

como

murre

en C6rdoba,

el

ABC brasileno

y

el cobre en chile. En

condicion es de negociaci6n.

que

pr es up ne reglmenes democrAticos, las federa-

ciones

nacio nales son importantes. En cambio. la relaci6n wn el Estado

y el

capital

negmiaci6n.

sind

de confrontacih. La

ovilizacibn, para la

~ a l

as estructuras

el

nuevo sindicalismo se expm e con

mbih desconocer

la estructura sindical formal

y su

pacto

de

cdpula

67

desamllo y. principalmenw,

la

necesidad demantener sui m kp m da ci a del

E s M o



se

en

cada pafs es por cierto diferente.

El

espacio de desanu llo nacional

es

valorado principalmenteBn Chile, por el

fierte

constrefiimiento de 10s trabajadores

cOmo

clase.

Eldesanollo l l a c b a l

es

a

condici6n misma de su existencia

y

desanullo pmpio. Estaorientaci6nppp,CEi

al

sindicalismo nacionalmente

y

con legitimidad; en ellocoincide can la granm aprfa

del pais. ya que

10s

niveles de desempleo son

muy

altos.

Incluso

en

Bras&

donde

el

crecimiento del empleo industrial fue impresionante du ran te la dictadu

riencia de reces16n a pan irde 1981 tarnbienorient6al sindicalismoen esa

Una demanda central en 10s phegos recientes del ABC e s

su

luchapor

Por suexpenencia hist6rica de independencia estatal, la necesidad d e au to nc da

de

10s

sindicatos chilenos est6 referida no tanto

al

Estado.

w m o

a

las

panfdm

pollticos. En Brasil y Argentina la autonomfa respecto

al

Estado es ciertame&eh&

importanto que en Chile, y obedece a su arga expenencia populista.

Su

extremada

dependencia estatal antenor

y

su

expenencia con e l

Estado

en

su

formadictato&

10s ha Uevado a revisar pmfundam ente esa relaci611,

y.

en el caso de-Argentina,

tambiCn

sus

pactos con 10s mihtares. Con ello

han

comenzado

a

revalmiw

desanu llo pmpio. caracteds tica undamen talenel d e s m U

mo, apanhdose de estrategias de incorporaci6n. La

y

de eonquistar

la

democracia

como

sisterna polftico.

Tal

e s l a

despremie de todos 10s textos citadosal comienzo de es@

artlculo

Waqizadura.

Sin0

delmmpimienk de a d a c i6 n corporativa

con

d Estadoy 10s

mSWies

deqqk? de 18 dura

experiencia dictatorial. Bien plede

adquirir csts

,



l wn - esw .

Y P a M s

bfuertewpnsi6nalospanidos

e1cienedel

Parlamento rompelavie ja relaci6n

que

W d 0 s y

siadicatos

estabkcieron en etapas

populistas

y/o democr6ticas.

iachrso

ea

Bntsil.

donde

sobsiste

un

Parlamentocon expresi6n de la oposici6n.

los

panirlosdeinfluenciasindicalhanPudidoodisminuidosustancialmentesu

elaci6n

con asdd ica t os .

AUI

el nuevo sindicalismo cre6 su pmpio partido. IAS partidos.

d low

subsistir.

cstan

incapacitados para

orientar y apoyar

la acci6n sindical

o

sus

intereres.

Adem&. se encuenuan desvinculados de a vida diaria

f a b d ysmdicalque.annosucedeen Brasil. est6 fonnada ahoraporsectoresobrems

nuev0s.

6veJm.

con

m6s

educaci6n

y fu en a sindical pmpia. y que

M han

vivido la

vieja relaci6n paaidaria dependiente.

Los

trabajadons e n c u e m a d

un

nuevo

espacio donde operar,no s610 por el vacio dejado por el quiebre Estado/Sociedad.

sin0

tambi6n

por

el dejado

por

10s panidos. Bajo

estas

condidones.

aprenden a

valerse m6s por

si

mismos; y en 10s sectores donde obtimen €xito

por

su capacidad

de egaciacibn.

como

enelABC, la confanzaen simismos se refucna El partido

que

e alUnacc aFtetanpermeadopor

el

sindicato que d e b hchar

por

constituirse

En Arpntina el resultado es

la crisis de la relaci6n SindicatoPemnismo

-

ahonaada

pa el fracas0 anterior

y

la

muerte

del Ilder-

y

la m utaci6n parcial

e

imnediatistahaciaquienpmponclaalternativademocr&ica(Alfonsfn). Pero la crisis

nose

esuelve bajo el

n?gimen

milit ar-o bajo la democracia-, y envuelvetanto los

sindicatoscomo

al peronismo.

~~~lacridssedam6sfuertequeenningunaetapaImterior.pemesrelativa.

Su

rcsultado

es un "autonomimo sindical

dentm

de

una

relacidn partidaria".

cs

deaiu,

la Mqueda-de

una

redefM ci6n d e l a relacMn. Esto consis te en. m6s que

romperla.dejarla indefinida o

aear

un nuevo partido.

,

El grad0

de Crisisde

a

~laci6n

indicato/piutidoy

l grad0

en quetsta

ha

sido

mSnida,

dspcnae

de

a

prohuldidad

de

a relaci6n

populists

anterior.

Sin duda

ddeelpopuliomo

uem6sexitosok e n a Argentina.bajo unlfder mili tarque us6

rarmulada@el p d s

durante la

guerra y

la inmediata

postguerra

-via

4 dealimenm pan moldear un

sindicalismo

de ~6pu la oderoso.

ue

k

lbri6 al sindlcatoun

espacio reivindicativo

conelque

Pdad

de

a cdpl la

s i n d i i

brasilefia, incluso la estadual,

am

l

Estado.

mPs

rr6n con 10s

pattidos de

iniluencia

qamwhel

Parrid0

Comunista

mvo

en

Bradl un

espacio

que Ped611

corn

ente pmpio.

69,

nunca le permiti6 a socialistas

o

cornmistas. y que qued6 m a d o pan

s l y

su

pSFtie0.

el Estado y

los

militare&

Ya

seargument6 que

en Chile

no hub0

populism0

en sentido estricro.

menm

todavla que en Brasil. p r e c i m e n t e poque Cuando

mntista,parridos y sindica tosyaestabanumstiluidos y.

elsindicalismoantecedi6alpartidoensu

constituci6n(elPCsurgi6enChileen922.



y

asumi6 como propia la platafonna de la Federaci6n Obrera

de

Chile

0

nacida en 1907; el PS%e creado diez a f b s rnh

tarde

que e l

PC). Tanto el

Partido

wmo

el Socialista cumpliemn

un

ml importante

en lossindicatos los

organizarse

mh aM

de

su

enclave fabril y a representar

SUI

demandas

do,

y apoyaronsusluchas. yaque

susorganizacionesmeta-iabricarmnce

proveen a

10s

sindicatos

de

elementos teCnicos

e

ideol6gicos indispensables para

present- con pmpucstas aniculadas ante d pals y para encauzar

su

lucha con

perspcctivas.Y l sindicato

represents

para

ellos

la posibilidad

de

expresarseen una

clase h r t e y e n refomulaci6n. Nuevamente em relaci6n es m8s d a m enBrasil y

en Chile que

en

Argentina.

La relaci6n oonlas prganizaciones indicalesextranjem mbusteci6

al

sindicalis-



&

dio

directamen te con 10s sindicatos de base de la misma

e&

deb

casa matriz

(VW

volvo, porejemplo). interesadod-

de subir 10s

salarios

de

sus

colegas paulistas. En

Chiie

la

cal intem acionak &a esta

to

Americano

para el Desarrollodel SindicalismoLibre.

cional (CIYI')del rest0 del

solidaridad sindical pm vee

tambiCn sirve

al

robuste-

Slpula sindical. fomentando

reinse m en la vida sindical

prestandole

un

Servicio, sin0

de

una instancia

que

facilita dinem

extemo, pen

cbnaition5ndolo

ante og

sindicatos.

o m l a m c instituciones, a ausencia de elaci6n tiend e a ser la caracte-

con 10s empresarios y 10s militares .

Al

hacerlo deberd plantearse m8s a



pula &di.cSll srpm ina . indican que &a. a dife mc ia de

ad de liderazgo es 4lmitada en el

Wlch

en

e l tftulo de 811 artfculo

ovilizacibn’?. Cag odife rente eselde

convocar

a las

protcstas

nacionales iniciadas en 1983,

l a

que luego

M)

uSemn

-

implementarpor sf

mismos.

EnBrasil ocurre lo conuario: el ABC paulism

y el

FT

se

mostraron

capaoes de

Confmmal

dgimen, per0 no de dirigir

a la

oposicidn

19

pmponcr altemativasen el momentodecinivo dc a transici6n efcctiva alademorm-

cia.

Los-movimientos en 10s

as @ses

m u e s y

un bajo

f iv&

Cstatal; una mayor autonomfa, incluso de 10s panidw; y

~ll l l

l

13. CEDEC.

Shdimro

em

u w

p w &

cru. .

~m~~Laraz6ndefondoentalestendencias,dcacuerdoconelanslisisdeeste

trabajo.

eselcar;lcter

radi.calmentc diferente de 10sngfmenes militarw comparados

con cl

fascism0

y el populismo.

Estos rlltimos

mantienen, ya sqa,

a way&

de a

id d o g fa y e l partido o vfa

un

Estado protector, una relwicibn m& 6gil Estadd

Sociedad.y

Estado/Sindicato en panicular.

Per0

10s sindicato sen Bras2y Chilnhan

de

10s



log ad o niveles m& altw desarrollo bajo militares.

EUo

efleja,

por

un

ado.

la expenencia h ist6rica distinta ya sxpuestade los e g h e m s

populitas

y fmt is tas

(Chile)

o

que

confiere UM

mayor

o m m r

autonomfa

hist6rica al

sindicato; y

p r

enesmilitarcs

de 10s

sesenta

ylos setcntaen t6nninos

anullo

que se abre para

la

base sindical (Brasil).

es pya explicar el nivel de

desarrollo

sindical

, ajo). como se esume en el cuadm y e n el text0

nes

Prolefa- Estrmura EXPERIEh’CIA*

Tofa1

naturales

nzacidn

Srndical E

P DIA

M B B MB

A M M M

social en &que se desenvuelven 10s trabqjadores

cs

pluricla-

i .

(Chile)

v/o ser c a m de movilizarse en amulia~

redujoincluso la base de sustentaci6tl

mismade 10s

t m b a j h q & b

efecto buscad+ La menos b N d es la brasilefia. y la

argentina

tepm i6n polftica (Gallitelli

y

Thompson)

pero,

M a l a

Deli

aspect0 econ6mico (empleo).



e)

Experiencia patida ria: elsindicalismobrasilefio ha

articulacidn partidan'a, particularmente bajo la dictadura

el ABC

paulista lleg6 a crear nada menos

que su

propio

partido. En

chil

experienciaesuntantomixta, pueslospartidosprestatonhist6ncamente

mucho m enor medida bajo la dictadura-

un

poyo

importante

a

Sus

lado.

no

dejamn espacio

al

des am llo pm pio sindical, son 10s

respo

pales de la dcrrota del

73

y de

10s

achlales conRictos

al

interior

sindicatos argentinos aun no han

resuelto

la crisis de relaci6n

con el perOniSmo,

a

pesar de la m uerte del llder.

el

fracas0 de

su

liltimo gobiem o, elpact0 fN

la cdpula sindical

con

10s mismos militares que reprimieron

el

movimi

d e m ta eleccionaria a la ca[da del dg im en. M ientras la c6 pula -que es parte de

a

direcci6n del pam dc+peman ece fie1 al verticalism o partidario. buena parte de

la

base vot6

por

el partido rival.

inexistentes.

En

Brasil

y

Chile algo

m6s

manifiestas(Iglesia. barrios, pm

sindicatos internacionales), sobre todo en Chile, donde si

algunos

efectos ncgativos en la relacidn con

los

sindi

divisionismo por ideo logla s.

Las seis

vanables seleccionadas explican

gran

parte del movi

vanablc depcndiente, como indica el Cuadro 5. per0

ho

toda. Sin emb

f )

Finalmente,

las

experiencias

de

alianzas: en A rgentina &on p& ti



preferible al

us0

de taxonomfas

y



o como resultado

de

los

cambios

econ6micos

de.

Francis

Si x. toma

el

pcrbdo de m i -

mientoecon6micode 1apost-guerra.sc

tendria

que decu que el movimiento

obrero franc& no

sc

opus0 nunix

al

proccso

de modem iici6n de

la

eco-

n o d %

por

elccmtrario.Cste

refmaba

elsentidodeclasedelsindi&smo. Su

sentido

de

clase consistia

en una

‘

yuxtapici6n

enw

la acci6n reivindi-

Cativaal interior delasempresas y UM

perspectiva politica nacional.

pcm

sin

UM

voluntadde

intervcnireq

lagestidn

de 10s cambios.

Laactihlddelossindicatosfrenteal

cambio tecnol6gico

cr)e

reducia a

ncgociarcasoporcaso.Engencraleste

cambio

no

p m r x 6

grandcs

contradic-

cionesconlosinterrsesdelosobreros.

En los

caws

don& habfa un mayor

er sindical, como en las industrias

gionaliza das, no h u b ninguna

oposich a losCT, aque habia

&a

rdaci6n dirccla enw d fortaki-

miento

de

la

em-

y

el

fortalffii-

mienro

del

poacr

sindid.

vale

deck.

nbW a posicidnentre

e4

inreds pcv

el

dcslnouo

de las

f u e m producti-

tendencia mayoritaria,

njuenn Obrem).

y om

que tenla

intenci6n de intcnicnir

m8s diroc-

tamente en el proceso de &wifaici6n

econ6mica.

El modclo sindical

franc6 pn-

dominant%que consistia en

un

reivin-

dicacionismo

fuertc y un

vinculo

muy

esmho con un partido eomunista

tambien fuene. canend a

sa

cues-

tionado a m c d i i d e

la

dcEada del

menta,

paniculanoents

p erge

Mallet.

qui&

acufk5

el concept0 de

“nuevaclascohcra”.

la

4wsafundaba

en la exmencia de ckms

sectwes

modemos

de

a

wonomfa.

Latesisconsistirenqwlueenlossae-

toresmodemos.espeeialmteIosm4s

calificados

(t6cnicos-pmfesionaIcr).

podria

surgir un

rindicaliimo que,

siendodeoficio

y

reivindicativo.Puese

simultheamente cap= de inwrvenir

sobre

la

politica econbmica.

El

ob-

jetivo

bra lograt fundid

sindicalismo

de oficio con aquel m b politico.

mSs

interventor en asuntos gene& de

politicaecon6miea.

I)csde el punto de vista del

actor

obrero,

el

proceso

mcdemizador ini.

ciado en la decada del

setentn tenia

un

marcado

mrkter

destructive,

ya que

aparech dcsencadcnando la

crisis en

10s m8s

imponantes bastiones

indus-

hiales. en 10s

que reposabael

poder

0-

brem,

el poder sindiial.

Conlacrisis,apartirddaflo

1975.

m p 6

claramente a declinar la sindi-

plizaci6n. S edcda queellah acaido

en

mhs

del

50

porciento. alcanzando

boy

610 e l 9

pot ciento. que es

de las

clfras mhs

baw

de Europa POIo w

Iado, esta

bap sindicaluaci6n sc re

parte desigualmente entre 10s trabaja-

dwes: mientw hay sectoresque

man-

tlenen una imp~tv l t casa, en oms

&a es muy

b

Unaparadojaquescviene

manifes-

tandodesde

ela1701981es

que la

msti-

tucionaldadsindxalscha

refomdo

o

revalorizado, aunquc simull6nea-

mente la m a de

sindicalizacu5n

s g u e

cayendo. Una reuente encuesta

esta-

bIeci6 quc

el

70

por

ciento estuna que

lo% sindicatos

son

&les, un 40 pn:

ciento que les

dan

confianm.pem ran

edlo el

9

LU

wentopcrccm~a ellos.

pue-sta

surdical.

a)

una

respuesta

que

tiende

a

ref- la aeci6n reivindca-

uva, pmfundrzando

en

su c a k t e r de

clase, y b) om ue ha tenddo a ytncu-

lar

mb

strechamcnw a l mwimiento

€To con las f u c m politicas.

E W 6s respuesm tienden a la

duallzaci6n del sindlcalismo: de

una

W e

stiln

prescnrcs

10s

trabajadores

no callficados con

modemosconun

s

Frente a la dualiiac16n que

ducido

la

modemizaci6n

so h

hemos llamado el de

las

“politicas

h - m u r 17. 9 8 9

undxales”; esto a. l intento, por

parte dcl

actas sindkal.

de ptnlficar

mlucimes

em el

campo

de

la rcivin-

dicaci6n

ccon6rmca

,

in hmitarse a

espcrar que el

EstadoOWna

soluci6n W i t i v a . Vale decir, un sin-

d~calismo ue sereconwe a Si

m h o

como

agente

politico.

que recon&

movunlcnto o h on 10s nuevon

movimienms sociples

ag

ha tenid0

lugar; y la ks i s mbn

10s

efectos

perversos del

pI0gre.w tembicn

ha

quedado como un wna

en

el

aire.

Ninguno se ha transformado em

una

polItica por

desanullar.

La

desaparicidn

dc

un

mcdelo

cen-

carcncrado em la gealih de at

vi&&

de

ormscidn profcsioaal. de

seguriaad

socirl.

v i a u n l i ada

v u mis

can0

un sindiulmopu-

fesional.

Estas

dOS dinemicaS

rienden

CXC-

cientemente a la s+peraci6nmlm el

s ind i ca l i smoy lasb ,yedamWda



que

la

economia

existe y no es s610 un

enlc abstracto Uamado capiralismo. y

quese puederntervenlrenellacomoun

campo

miis

de acci6n.

Los

ilumos diez

affos son

demos-

trativos del fracaso de la perspectiva

del camino mtermcdio.

Por

un lado, la

CGT, que desde el fracaso de la tenta-

tivadeunsectorde~ccntral(elaff;ure

Moynot) viene desarrollando

el

mode-

lo dualisti. endurecimicnto & la ac-

cidn corporativa

en

la bare y aurnento

de la vincuIaci6n y dependencia de

actores poliucos.La CFDT, que fue la

que llev6

ma\

ICJOS

el

camino m m e -

dio, tambrdn

ha

fracasado finalmenh.

su

raCn90w n c apeculmdad dcquc

mientras

10s

duigentes

se

han conver-

lido en una especle deeontra-cxpertos

econ6micos.

sus

bases se han embar-

cad0 en un camin6 estncmente rei-

vmdicauvo.

LAS

grandes temas levmtados por

la

CFDT

no han logrado

afiiarse:

no

parecc

evidence

la tesis de

la nueva

clase obrera; la

idea

de vincuk al

lral

de

acci6n colecuva o b m que

rcposaba

en laconcienciadeclaw,

est6

provocando un doble fenbmeno:

a) Se pmduce una autonomizaci6n

de a accidn reivrn&cativa.que toma la

forma de “huelgas salvajes”, donde el

sindicato

es

el interlocutor de 10s huel-

guimas

y noelentequeduige ye xp res

lo$

interma de

los

huelguism ante la

empresa Esro hace exlraordinana-

mentedificil negocmacuerdos ysoh-

’clones locales y nacionales con este

Upo de movuniento; adedio, trans-

forma el an9uis &

la

huelga en un

anilisis puremente

de

estrategia.

Quienes desencadenan la huelga son

10s

grupos

m6.s

podemsos

qw. tienen

w lmpacto

muy

srgnrficativosobre la

economh,

C M O por

ejemplo

loe

con-

lroladores de.vuelo, conductores del

MCtrO, tnfermeras. etc.

Se

uata de

actores ublcados en lugam sensibles

queluchanpor simw nosfu md elrin-

drcato.

b) Paralelamentc. el nmdIcahsmo

esta cada vez

miis

cornprometido y

en que no

exista

n i n g b p m y e e b

polrIicoquc

nduzcaesabncha,da la

impresi6n

de.

que ea el movimiiento

sindical

todo

senegociarS

CBSO

a

cam,

lo que

tenninari

&pedwAndolo.

Simult6nuunente con

este deSpeaa

zamiento

del

sindicalismo,

se

produce

un cierto desplazamiento

en

la

composici6n de la fuerza

de

trabajo

desde un

sector

arcaico, eomo 10s

mmems y oms, a un scctor m L mo-

demo.

Otrodualismo tienequeverconun

sector

protegido, que

dispone

de

segusidad social y

estabilidad en el

empleo. y un

sector

precario,

que

a m e oy

en

Francia como el

gran

tema.

Me parece que

el

sindicalismo

es

cadavez m6s incapazdereintegrareste

mund del

vabajo

que

se

ha atomi-

h 3 nmces sea& la p d j a e

quesuinstilucionalimci6nhaidoenun

sentido contrario a

su

capacidad

de

ju~unrolcenlralmlaeconomiayc

la

uriedad

francusa.

r



ma que todo

el

mundo tiene en mente

es

CUP

s

a capacidad de

10s

sindicatos

panicipar como actoms aut6nomos en el prnceso de democratizaci6n

sindical a un nivel especffico, una vuelta a un

iento sindical con una fuerza de op si ci bn pl ft ic a y

participar': eon un alto grad0 de imaginacibn,

en

el

uci6n renovadora.

o

tip0

Partido de 10s Trabajadores

implica una heterngeneidad

muy

grande a nivel de

ual

tambiC se h a m

~ s e

uede pensar en un actor

armunavariedad?; .pPes son 10s factoresque detenninan



des

tips

de

empresa:



,elnivcl

mi&

global

e

hts16rico

o

cl de

conclusi6n. lo quc

no

es

gravc.

Sc

que hay

ahf

tcrnas dc invcstigacioncs

I



Los

cambiosevidentes

en

a industria y clase

obrera chilena han conducido

a

investigar

cuaes son as tematicas mi% relevantes en el

movimient0 sindical chileno.

En

el Gltimo

perlodo

se

han hecho numemsas encucstas.

que

dan

menta

- con as limitaciones que es

dablc

espcrar

de las opinioncsy pensamienfo

de Ios

trabajsdom.

En

cste context0

se

representanlosdesaffosaqueseveenfren*ldo

e l

movimiento

sindical en la democratizaci6n

del pafs.

Introducci6n: Modernizaci6n



contiguran un

Bn6meno

que en

maswidad, aunque no

en

form

nacional, y que

se

ve favorecido por la ex1

donde la capacidad de acci6n

y la

presi6n s

(tal l to porla reprcsi6ndiwtaatodintcnto

de una lcgislzcidn laboral que subordina

empresas). -

La modemizaei6nnhasido la respucsta de 10s empresario

debido cnfrentar en el marc0 polftico y sindical actual. P

del d gim en militar.

onde lamodernizacidn tiene mAs tiempo de

ctor bancano),

las

organizaciones sindicales se

‘

tente en la de fensa de aquellos

grupos

de



drambt icapor lasengias quermponen

ejemplo es la defensa de las

nfermedades profesionhles. de

una esmtegi a [rente al tema, s610

s puntos de vista. El descquih-

s actores de

la

emprcsa es que m ientras para

u o s

cl

r,paralosouosesrecupr~lahbenad. nel futuropr6ximo

ara 10s em presanos serA c6mo adaptaae a la

la. para 10s sind icatos

sed

desarrollar

izacidn

con una

propuesta posiciva

es

corto plazo puede tenef gran impact0

aci6n que se ha empezado a producrr

por

ejemplo. entre 10s que laboran en

smas dinilmicos. Este fen6meno pucde llcvar

gre a1sindicalismo.El movimiento sindical debe velar

kre. disminuir la dis tsncia que se va productendo

sas mbs modemas

y

10s de aquellas que se han

esta perspcctiva. puede &gar a ser de interis para el

‘zacidn avance mbs

o

menos a la par en todos 10s

h c a d e sign0 dcmocm tizador, en

que les fue expropiado,

y

podrbn

lkica econdmica y en la cvoluci6n

be preguntaae: jcdmo scgurr.4

loscmpresarios apunta a quc

sus

cmpresas c o n t i n h

ficiencia”,

y

suponemos que su wnducta en el

futuro

tivo;

por lo tanto, el proceso de m odemizaci6n no

,

La pregunta

se

onenta entonces a saber del

desarrollado’ nos permite aproximamos a la

p

u

mmio, vdumcn dc

vmia. exporusmmr.

cic

.

sn

lcalcr

de

&a

g m d n

mpreaa.



contrano,

nusm

st udio indica que ha habido

un

onsid

es

la de obtener calificaci6n profsion al.

Por

otro lado, la modernizaci6n tiene para los obw

importante,

en

cum to permite el aumentodelwntml

en

Parte de 10s J e f K

0

Entre

las demandas

o

aspiracwnes que se

res,

debc ser discutida

(a1

e 10s encuestados (porcentaje menor en

10s

en desacueflo, el15

por

ciento C r e e que debs



ardan caracterlsticas

te desigual a la hora

o de modemizan6

aqudlas

donde

se

aplic6 la encuest@,e s

no

los

frutos

de la mejorfa econ6mica o estabilidad efnpresanal.

tmbajadom del pa$; esco s e d posible

si

el Estado asume una

y foment0 a las empresas m6.s reuasadas.



Estetrabajo presenta un ejercicioandfticoso

sindicalismo en

el

proceso detransici6nhaciala

de la situaci6n actual:a fin de iden ufic ar

SuS ‘

El cjercicio intenta estab lecer una relacidn CntR 10s

Vamos a considerar previamente una

suerte

de “composici6n

d

mosuar

1% onentaciones bh ica s de d isw tos

actores.

de

las

depended

su

comportamiento en la transici6n.

Estas

posicio

manifestadas en e l proceso previo al plebiscito, y se supone

.

.

I

posiciones bhicas de “entrada

al

juego” de la uahsici6n

una ilustrac16n de

las

posic iones k i c a s de

10s

actores y

s

M=



ooordinar w a

gama

luficientcmente

ibenquesebeneficianmenosquebVPs



dador. consecuencia.loque el

bloque

confrontacionalh a dsed ntentar ocupar

esta

“arena p o l l t i t S b n e g i a s

mas

duras. Desde este punto de vista

se

tratada

acci6n anle la percepCi6n de fracas0 de

10s

a cancha mp lct am en te nueva

Adem&,

el

cz abiecta la “arena plftica”. tenddn mis

tip0

de

interrambm polbco. En c i e m

modo 10s

starfan tomando

el

relwo de sus competidoms.

lo

nen elvacfo al inicio del proacso de transici6n.

ta~bmil

agra

preservarungradomW & de



3. % A m SINPREDDP5NlODE BLQQIES

SIWICALES potmcm: UN

ES(zNARI0 DE MEI(cIux)

I

,

lisposible hacetla hip6tesisaltemativaa las

anteriores.

que denvarla de

un

eventual

aw i6n sindiqal esvuc turada a nivel nacional y federativo.

Esla

situaci6n



nderla a:

a)

Fracas0

de ambos Moques (consolidador y confmntacional)

o

aslamientode

su acci6n;

b)

Debilidad de

la

articulaci6n smndicato-partidos.

y

bajo mvel de influencia de

@tos

en

l gobiemo;

c)Aus~iadeunidadorgiInicadelsindicalismo@roducidaporlos r acasosop r

p~ ragilidad

a l

inicio de l a uansicibn).

Es

porn

probable que una situacidn cOmo &a se pmduzca al inicio de la

aansici6n. dados 10s avances logrados en avor de la unidad slndical en el presente,

y dado tambi6n el relativo

grad0

de convergencia alcanzado por 10s piutidos

m

cercanos

al

sindicalismo.

Parece

entonces m L posible

que

sea un

escenario

even-

malm entem nfigurab le durante elproceso d e transici6n. como resultado de cnsis

de

las situaciones sindicale s antes examinadas.

Sw

caracterfstiqa princ ipal seda una fuene desantralizacibn de

la

conductas

sindicales. con un predominio

de

10s intercambios individuales y de ncgociaci6n

colectivapor empresa, y

con

un privilegio a 10s ObJeliVOS corporativos. La ausencia

de inrercambio po litico que proponga una racionalidad global d a d lugar a un

sisma de relaciones laboralesque

oper rll

de hecho mmo un sistema de mercado.

ate

caso, el m a

e

10s eabajadores

serll

del

tipo

“exit” (amenata de renuncia)

o

algunas formas del tipo “voice”(huelga,

afeclar

elnivel de eficiencia). El gobiemo

con politicas hetemg&ms, combinando la

as

clientelisticas.

En

este dltimo caso, sobre

marginados

y

desempleados.

a ausencia de una organizacidn sindical que

res,

pero

suponeque ella seencuentraen situaci6n

y cuppliendo sobre

todo

un ml de c ontcstac i6n polftica. a nivel

nocible una acci6n sindical

de

hecho,

que d e f ~ dl

mceso de transici6n, el

unmercadolaboralque

ios

por

el

gobiemo.

C. CONCLUSIONES



Nuestra

hip6tesis serfa que

las

situacionessindicales de transici6n

eStarin

probable^-

mente d e f ~ d a s or su tensidn competitiva entre

tres

tipas de OrientaCiOneS: la

consolidadora. la confmntacional y la de mercado. L as dos prim eras s e h

porta-

doras

de

una conducta

de

intercambio

polftico;

y la Utima, de

una

de

tip0

individual

y

de

negociaci6n

al

nivel micro.

El sindicalismo consolidador y elconfmntacional

estatdn

uertem ente asociados

a partidos. En elprimer cas0 se tratarA de fuerzaspolfticas con posible partic ipac ih

o al menos cercanfa al nuevo gobiemo democdtico. E n e l

segundo

caso, dekmS

polf ticas fpicamente opositoras

e

incluso. en

cienos

casos, antisistema.

Es probable que el sindicalismo del bloque conso lidador

sea

quien predomine al

inicio de la transici6n. si el esquema de gobiemo

es

razonablmente abieno

al

intercambio

polftico.

Este esquema puede ser el mas estable y con un may or grad0

de relevancia del ml sindical. La racionalidad fundam ental del s indicalismo seda

intercambiar moderaci6n por mayor poder politico y organizacional y un itinerario

de refonnas de largo plazo. Su Cxito dep ended de su capacidad para

aseguraruna

centralizaci6n politica de

las

relaciones laborales, aun cuando deba aceptar gradm

importantes de descentralizaci6n a l nivel corporativo; de su capacidad de obtener

intervenciones nonna tivas por pane del Estado que den garantfas acerca de la

realizaci6mde reformas; y de su capacidad para mantener

al

bloque contestatario

d e n m d e

una

misma organizaci6n y evitar

el

privilegio de 10s obje tivos partidarios

por sobre 10s de estabdizaci6ndemocdtica.

Elbloque confmntacional pod14 mponem eventualmentesi

el

esquema

inicial

de gobiemo es cerrado y si la presencia de

sus

lfdercs

e~

importante en

la

organizaci6n sindical en elperfodoprevio.

Pem.

en este caso, la h ip6tesissed de n

alto riesgo de ideologizacibn (clasismo autonomista) y. portanto. de aislamientode

la acci6n sindical y posterior disgregaci6n en

varias

organicas.

En

consecuencia,

m

mejor oportunidad

es

tomar

el

relevo de un fixaso del H q u e consolidador.

aprovechando la existencia de

un

in

descontentos. sobre todo si se da

sindicalismo logra mante nem en

expresivo de la diversidad de se

perdurabilidad, especialmente

si

im pic a mejores resultados. AI

dihlaci6n

de

“rclaciones

laborslcs

de mercado” pu

bloques

pntes

considerados.

pmbablemente sea

ues orientados a1



una amenaza

E ’” .,

.A,. .

iile



nantes de. ellos



ncluycndo seclorcs

que antaiio



lifd0.

XClUlQ

la PT

m enosm a abenammpe&m&

C o m P m eM 61una situaci6n



k entralidad social de

10s

tmbajadores se rcfiere pues

a esta

d&le potencial&d deBcercpmiento hacia 10s sectores medios y hacia 10s “exclu i-

ilucidar es la medida en que 10s



415’

4 x 0

1.9

83



hs

mpresarios

estbn

dispuestos a llepar a

un

acuerdo coa

10s

irabaja

I - Indur- Finan- Salud PEM-P Sew. Comer- Cons-

TO

' :.'$

r io

$ I %

$ - % % % % % % %

35.2

20.5

23.5 29.6 33.1 40.0 30.9 3

m w u c rd o 56.1 67.9 61.3 62.6 54.6 52.0 65.5 58.9

N ~ &

6.8

8.9

13.0 4.3 7.7 6.4 3.6 7.6

1.8

_.



-

base sobre historia

del

mo

- -

Manuel

Barren

.

Director

del Cenuo de

EsNdios

Socides

(Cw)

A .

INTRODUCCION



ocurre en dcsmedm del car$cterm&

abstracto

del

conocimiento. Para indagar

ate fendmeno

habrlaque

examinarlos contenidos del conocimiento

respec



agreg6 a las dos clases mencionadas, las capas medias. Un

ha de c l a w con l aprendizaje de la historia:

pienso

que

desde

ese

punto

de

vista.

no%offosencmw

qua

aprender

ea que gufa

est=

discusiones es la de devolver a 10s trabajadores la

ia de que

fonnan

pane de 10s procesos hist6ricos y que, aunque

son

s e n s

0



e. tienenunm l im portante en el de sa m llo de 10s acontecimientos.Porello

1al

movimiento sindical.

por

la identidad de la clase y' a

emn c l a m y deeisivas".

173

h . P * r l l . J 5 W

*

surgiendo

en

ulucha.

le raeCRl0

adores

debase

que

participaronen

material audiovisualson obviamtnac

,Una de las razones del inter& de 10suabajadores en la himtoda. apane de

a

b ~ s q u e d a d e l a i d e n t i d a d d e c l a s e , e s q u e a ~ v ~ s d e ~ a ~ u

que hoy

no

tienen.

Por

om lado, durante muchos aILos

la CUItura

chilena ha

valorizado lo hist6rico; wm o nacidn, t d a un hilo conductor

que

la identificab

desde susodgenes.Es cierto que en esehilo

se

destacaban lasdemtasy no

s610 las

victorias bclicasen la historia escolar y en el discurso polftitico, per0 aun asf,daba a

la nacidn una idcntidad. El gobiem o militar ha tenido

la

pretensi6n de

corn,

de

vonchar la lfnea continua de l a historia nacional.Elloperturbs laconciencia e

uabajadores. La histonales

es

hoynecesaria.

I nc l us o l ah i s t odade s u$ubor d i ~~ ,

per0

con sus luchas y gestas heroicas.



C.

EMAS

QUE SE DESPRENDEN D UTR ATA MIE NT O DEHI

Y MOWMIENTO OBRERO

Como se deduce del capftulo anterior, l a acci6n educativa

que.

se

denominaci4n de "Historia delMovimiento 0brem"no

obedece

s610

conocer en forma ordenada

y

sistemitica dicha ma teria Esciertoqu

Por wn ocer 10s principales hitos del acaecer

hist6ric0, la ge

tmbajadom y su lugar en la sociedad que va confmandose.

conienido de las sesiones

est4

l leno de o t m nquietudesque parecen

la historia del movimiento

obrero,

pero

que preocupan a

10s

referiremos

a ellas a continuaci6n.

1.

b a 0 N

ASE-DIRIoEnTTT;s

En el tema de l a relaci6n entre la

base

y

sus

dirigentes. los

entre

otros

problemas. a la fa lta de

unUderwmo

Recabarreno



r--. -

-

h o m r i n t c ~ e ~ i 6 n ,

n

rabajador se refin6 a la movilizaci6n social

10s

.oesenU

OreOcntadadurante el gobiemode a Unidad Popular. Habl6 de la divisi6n

debs

elms dm inantcs (oligaqula

y

bu ry csl a dcsarmllista). a

lo

que alribuy6 cl

Mu&& Salvador AUendC en la clec cidn pxsidcncia l. Alirm6 quc

las

reivindica-

dirrctas se mulliplicamn por mil. lo que dcsat6 un proceso imposiblc dc

conlmlar.

Refinhdosea

las va ny ard ias polllicas. opin6 que

algunas lo

hicicmn

W. estaexplicaci6n aludi6 alproceso de "participaci6n ampliada" que x b a d

'

SOldeF

de

la

idlu cio nali dad vigcnle y mmpi6

10s

esqucmas blsicos dcl

.

; Om articipanle dijo

que

10s grandes culpablc s fucmn 10s dirigcnles polllicos.

;

Urn

m6s

planle6crlticas a 10s dirigcnlcs

politicos. pen,

desdc una pcrspccliva mAs

&i@erda

En

esa

@oca

61 tcnla vcinticuatm &os y era dcl cord6n Vicuna

fundonamento de a sociedad post oliglqu ica.

3yleeQnoa:

; . I

el puntode vista poliuw. wnmlAbarnos todo loquccra el corddn



;

dcsdc

el pun10 dc vista ccondrnico tarnbibn. porquc a quiCn le

aderia.EvitAbamos cl rncrcado ncgro.

fucron crlticas a la bumcracia. la falta de concicncia dc 10s

l a de realismo. Uno insislid en la disciplina y cl rcspcto quc

s oabajadorcs @odcr popular), la falla dc cntcndimicnto sobrc

, ?

w a f I a d i 6 :

+bs npnsaMs

Ics

pagaban por tcncr ccnado. Em oblig6 al gobicrno a inlcrvenir las

mpesas, aunque

no rueranestraltgicas.

'<, ;Unpanicipanle~1~0rd6queclpmccsodcuchadcclascsesanlcnora 1970,yquc

t$#llepreoi6n se

usapara salvar 10s inlcnscs d c la burgucsfa y dcl imp ria lim o.

O m

. ,ydp~noesrabaprepvadoparaenfrcnrarrnililarmcnlcalabu~ucsia.

y n o s t a h

L

pmluc m b i e n sus'dirigenlcs no s u p i m enlrcncarC- parte.

L ~ L ~ ~ ~ i o ~ a&Me v jnoy , 8~ pxguntaron. Piensany xcucrdanqu c"Pairia

9 t i ~ ~ p o d f a q u e m a r i n d u s t n a s .

OS

trabajadorcs se organizamnPara dcfcndcr-

W ay - ' ' . m ua ba ja do rq ue a s l o p i n a b a m ~ 0 r d 6 h a b r ~ a &

mna.wn@m

&,fendw la

indusuia

en

quc uabajaba. una m p a Calificada

:.>-:

{<&..



4 l

climasocial

&ado 'en

estas

nunio

u s i h

de

trabajadores4 1 0

de

ell-

puede facilmente caracte

un

espacio

de

ibenad".

~n

los

vrbajadons

expnsm

Sin temor

sus

opiniones, inquietudes y juicios.

I e U U O n e S da lugar a u n p valoraci6n de la

Perm

e

los

rabajadores,

all4

del contenido de la dim si6n .

el trabajador

time

una motivaci6n para panic ipar que quizas

iii@leCtualde la discusi6n Y que puede explicarsu ntegracibn a eSmS

~ k c t u a l e s

e

las

conversaciones sobre H istoria del Movi-

Ob*m E V & nUn alto in te ds de 10s trabajadores por eUa. su mno-

cimientova

mits all& de loque pod da esperarse de un vabajador pmmedio. lo

que est4 indicando que

estos

militantes sindicales henen una informacidn

proveniente muy pmba blemen te&lesu aprendizaje de ideologfas pamdarias.

iento Obrem

se

vincula con la

aunque subordinada a lo largo

r sus uchas y gcstas hcmicas.

de trabajadores sindicahzados

10s y pollticor. Su pcrcepci6n

historia est6 estructurada en torno a

10s

movimientos

sociales. sus

in te w es de clase, organizaci6n sindical o partidaria. Al parecer.

su

cono-

cimiento de la hisloriase identifica con el conocimicnto de. su posici6n

b) El

d t o d o

P d C i p a t * Ode



polftica. o es el mod o d e expresarla.

t)La expenencia de edu cacd n sindical quc siwe de hen te a esta monograffa no

plede

asirnilarsealaanchacomcntedelaeducaci6npopular.Tienede

omdn

conellaelmetodo participativo

y

lavaloraci6n de la relaci6n honzontalen las

remiones

de trabajo. pen, se diferencia porque el "sabcr popular"

en

el

shdicalismo est6 miis ligado al trabajo intelectual de inve stigad ons e idc6-

logos. Es

un

saber tornado de lib ms, documentos. charlas. La organizacidn

sindical no

es

tan precaria como la pblacional y la

rural;

ella procura

am e n ta r l a panicipacidn cn las organizaciones correspondientcs. pem

tabs

organizacion es existen ligada s a otms sustcntos, incluycndo la lc gislac dn

En

sta

monografla so muestra que el conocimiento de estos trabajadoms cn

una

ad

colidiana como la histona. existe. aunque sca

os trabajadores tienen opiniones sobm Lemas tan

-dirigente. partido-sindicato,

y

cl pmceso hist6rico

al

respecto no es

tan

simple;

m6s

bien transita

por

h.

in embargo.

tiene

la sulicienlecarga emotiva COmO para

estatal.

i c i h i d ~ l 6 g i c a its que de la vida cotidiana.

181

P r o ~ ~ l u 1 7 . 1 9 8 9



mbajadors

han mejorado

especial

B ralz

de la crisis ccon6miq

\

P.

La

hnq*.-

Y

panidos

polllicos

sc

ha modificado profunda-

l ~ n t ed z

%

h h m ra a d cl sistema polfiico dcmocr&iW.

Si seacepa’fa*is& V d c m c l a (1983) obrc

CI

psod cterm inan tc dcl vfnculo

s ind ica toS#dJS

Cn las

CaraCteffstiCas dcl movimicnto obrcro,

sc

dcbc concluir

que aquf d

&

nme I Una transformaci6n dc mucha imponancia. En primer

tclmino, d d i x l i d s ~ ~ O

h i h ~a nivcl conrcdcral) ticndc a Lomar mayor

a m w m f a ’ @

ka

p0nidM.

al

punto dc quc 10s susiiiuy6 por complcio en

pcrlodos

signifiC.$*. (Pr JcmPl0.

1982-83). n

scy nd o lugar .

61

ha divcnificado sus

T ~ ~ O Sa& mk IS.m tCria cn h q u c sotrcsalc la mayor influcncia dcmocratacris-

E&h-kdc hac eva rias dh das atrAs(Angcll ,l972;Pizarro, 1986)

lap oricntacioncs

“radicalcs”dcl sindicalismo no cslaban dctcnnin a-

das tsnlo per=

ucpcricncia dirccla a nivcl dc las rclacioncs dcl irabajo.

como

por

Mr

,



MI o c i a l i i p d t i ~ a h panidos dc iqu icrda. Dc habcr sido asf. las ransrorma-

cionu ir;dimlasen la rclaci6n sindicatodpanidos conducirh a1 rc ro m ic n t o dc

hs

or ien aa~”RImOderada~”

n

el

SCM

dcl movimicnto sindical.

ckuro ,-

E

.

sindicales.

por

su

parte, sc vcn cnfrcnladas a dos l i p s dc

teOdencia.4

I u s U

Ciuro punto

canlradictorias.

En

primer

lugar,

cllas

se

fonalcccn

y

ruDoMmizm

IJs-cr-vk

lospanidos. sea porla alleracidnde

su

rclaci6n hisibrica,

por

la divenificrr idacl

w,soporlcs

i n t e r n s (a este rcspcctosobrcsale cl papcl dc la

I b k s i a ) o p . . l ~ ~ c n r c d c s i n l e m a c i o n a l c s . nscgundo Crmino,losvlnculos

’ u ” c ’ d e s

dc

IM confcderadones

con 10s sindicatos

de

basc

sc

dcbilitan com o

efe*o de . ’

acaral.

que

impidc la ncgociaci6n

por

rama

y

rcsvingc la

@ c i p m w - i a s

de

scgwdo o

tercer grado.

Los

o d m dcr s

(y cn

parlieular sus lidcrazgos) SG vcn pucs

&i@m

a c w i @ m poUiiC0 antesque pmp iamcntc sindical

( m o

curri6

m i m a a n d o PUotiNyemn tm ito ria m cn le al o s propios panidos);

Y

UM rencido

de los mismos uabajadorcs

y -mas

&+

&

IOB “pobladorcs”.

d

mismo ticmpo. sin embargo. c s h

a , u m ’ m

p u wuc provicncdc 10s sindicatos: en c k m , Csm

gimul(gneamentc.

un

ml activo en el campo

. .

E

1

I

“ I



partidos cn

un

mismo movimicntohistbrico) sehabrfaconvcrtido

sindical (cslo cs . cn

una

organizaci6n dc intcrcses aut6noma eon

pmpia);

y

cl horizon@ dcl

cambiof ronrd

del

sisrema

hab

oricntaciones gradualistase incrcmenlalistas por vias

N g d

1



B.L u I T A ~ o m

~ T E R N A T I V A S

DF~L

~ N D I ~ETALUR-

GlCO

1.EL FXU A N I ~CU WWLEU

La situaci6n coudrana de

los

uabajadores

condici6n

&I

scc tor econ6rnica~amcnte eprim

u xa s pucdcn s c r todavfa p r e s . El dirigcnte

pmbtcmas inmcdiatos. enlre

10s cuales. por

siguicntcs:



a)

Los

bajos

salarios

Los rrabajadores sabcn qu e

su

h a c i 6 n

salarialm l a h

rn&intcmaalos

trabajadorcs-afirmanlosdidgentes

scarrcgle est0 y despuds vcnga ladem&". Sin cgnbargo.

son de Q flcil cumplimicnto para

el

s i n d i t o .

b )La

debilidad

sindical

A

m a r

de que

bs

dirigcntes

rratande u

sindicatono

logra

seruna herramienta

eficez.

pmblema:

.

En los trabajadoreshay lcmwde

cosas.Paranoqucdarcornoconfl~

reclaman,

lacrnprcsafai~ilmcntasedeh

que

hc

nombmdo

rcpcrculen

en

siquicra se

~cerea uchoa

10s si

w.%llms,10s nbajadorcs...

Todas lasopinionescoincidene

se encucntran cn

su

trabajo diari

gornctidos a una cvaluaci6n

constan

rcivindicativo-que, como

se

havisto. por

h

mpoaib ilidad dc mwil izar a l o o l e c ~ v ~

dcreehos de

bs

mbajadom.

Se

cn-



ge

el Segundo clrculo que amsa a la OrganizaCi6n sindical.Us

empresad+i,d

n?@oW~.a

siluaci6nemn6mica.

el

desempleo

y.

sobre todo. el

plan



reiteradamentep m p w

elg?up

llama la atenci6nsobrcelcadcter

c(,de la situacidn cwnhn ica. las

osom

memos que a

lucha

de 10s

h’2egislaci6Ry el cambio

de

laiegislacih p a s a . ~

ovilizacidn es que

pen,

ambiCn hay

Siniical*?.

La falta de

C x i to

de

las

movilizaciontxencumm

allogrodesuo&Jetivos,provoca

una doble actitud,.Por

un lado.

e s t h

10sque

piensan que b y uS nsirtir

en cop

t&tica. rompiendo la tendenc ia natural d e la bssc a restarse:

Aqui

hay

dos

lcndencbs

Y b

uabejadorcs

esun con una

CSradD

tram do dc presionar para dcncia

ruplurisla. mL de plea...

Pcm incluso 10s que han participado en paros y protestas sepreguntansobre el

futuro: “La conlianza se va perdiendo. porque 10s resultadosN) e ven. NosotroS



~ p tu ri s ta cbcn reconoccr que la mayor parte dcl sindicalismo se

postura “dcfcnsista”.

b)La

“plataforma comlln“

La “platafonna com tn” es a respuesta que

se esgnine

f n m e

que pldnlca el cesante cornpetidor.

El

pmblcma aquinocs que

el

wndicato voIe la hwlga y q

I g a r dc Uabujo

...

El problema w C h o , pobladones,

prolcmiado,

sc

unc

a la moviliznci6n en una platalorma com

La contradicci6n con el dcscmplcado

obligaa

buscar ne

idcntiIicac16nde un ad versario companido.

La

“platafonna

c)

La

oncertacidn

social

La conceRaci6n socialse m u i s m

como

unap0sibi)idadde

eco n6m icacn olro w ntexto polkico. L a r e c u p i x a c i 6 n d e l a ~ o q

sindicatosen la mcdida en que pennita levantar sus

&ai&

flicto con 10s cmprcsariosse mantiene.per0semodi

desarrolla dicha w nfmntacidn. Y n la m e d ieh

aCUerd0

ticneque screcon6miw. politico, social;en dcfiniuva de odos

10s

quecomponenlasociedad.

A I cmprrsiuiolonccesiuunoshoydiaen

cualquicr

CO~rodo,n~slrahip6~sisesquclasrcspucstasIrcnlcaldcleriomdelasiiuaci6n

""6"'- s o n

finalmcnte las mas detcrminanics. Un dingcnic graficdba asf cl

punto:

El aclual cswdo dcl sindicalismocn Chilc cs rcsulwdo de una Iwha muy dcsigud. El

sindicaiismo lo

veo

malo.

puo no

cs

mds

quc una wnsccucncia dc la

mala

siiwi6n

' efonbmica. que si se 10 mcprar, CIW quc iodo

lo

dcm5 para a scgundoplano.Dc

muchas wsas no

csWIamos

hablando

--corn0

& cchv abajo el gobic- si lo

wndici6n ccon6mica

Iuwi

bucna.

d )

La

Confederacibn

La

unilicacidndcl sindicalismo cn Icdcraciones

y

conl'cdcraciones ucncs parcce

la hica rcspucsta posiblc frcntc

al

palr6n y sus abusos. No se vc vidblc quc un

sindicato pucda cnfrcntarscsolo

al

palr6n. La Confcdcraci6n ucg a cse ml unilica-



dor.

EL foonalecimicnto dc la C onfcdcraci6n. mbs que una eslralegia discflada para

lograr

rcivindicacioncs seclorialcs. aparcce ligada a la nccesidad de fonalcccr las

relayones con el con junto dcl movimicnlo sindical.

La democracia sindical IatnbiL'n

es

mcncionada:

Uno ne que dar mayor panicipnci6n a la bssc La Confcdcroci6n icne que dar mnyor

pfmicipaci6n a

los

sin dicam afiiiados. y asl succsivamenlc.

F dirigenu t im e

que estar

msS

pmente

en su base...

En

un

cdnlcxto

en

que la mayor p m cl

grupo se

manifcsl6 panid ario de la

movilizaci6n sociopolftica, la participaci6n se vc muy cn Iunci6n de ella. Si

embargo, la presencia de 10s sindicalos cn

las

fedcraciones cumple con una

necesidad bisica de co nexidn quo va mils a M d c un solo

fin

panicular.

e )

La

imporencia

A panir

de

esas salidas. c s posiblc reconsm ir

la

csvatcgia que anicula

10s

diversos elementos cohcrcntcmcnle. El sindicato se vincula con cl sindicalismo a

travoS de a confedcraei6n; se moviliza cn lasconvocatorias naciondlcs de mancra

unitaria;

una plataloma comdn

pcrmitc

la mtcgrac16n de

lodos

10s

sccloms

m&

plpcados

por el dgimcn; y sc vislumbra una altcmaIiva socioecon6mica

cn 18 ,

wnCer*lcidn con

10s

emprcsarios.

piin embargo,

as relaciones

cnve

10s clem cnw s no

se

dan

como

10s dirigcntcs

191

isicran. Lamovilizaci6n polfticano ha dado 10s resultados espcrados: la base

M)

Pl.Jpmcb.wl7.1m

C.

LA ACCION SINDICAL

EN

ELT E



-. --0-. ---

coniindan

tcniendouna presencia destacada en lap o l h i i

nak

cicndo como

m5s

conntctivos que otros smdicatbs ' LdC

Por dltimo. esa vieja image

trabajo. La actividad minera

enel

pasado nq ueda

CP

m

-ran

r a f i i

habilidadencloficio. Loscambi

han dcsplazado a 10s hombres

fcsionalmentc. HOY

161

minem



ita la capacidad dc prcsi6n sindical.

aS

all& de

la

cvidcntc manipulaci6n rcalizada por la cmprcsa a

trdvCs

de

10s

n as bases”. Pot sobrc 10s factorcscoyunturalesque

habrfan

mpo intcrprct610 acaccido poruncambioenclperfil mincro,

stay mcnos combativo.mas prcocupado dcsu asccnsosocial



gnrpo.

aunque

mayoritarimcnb

a 10s miembms del grupo para que W pusieran su pmpia d t e m t i v a . - ~ d & .

mantuvicmn su dencificact6n con U M accid n sind lcal b ai ca m en te reiv-

1

pem varios de ellos manifcstamn que en la coyuntura

no

habfa conQic

aauello.

AsI.

uno

de

10s

participantes. que en laprim era sesidn habIa estpblecidot

skparacidn Clara y precisa e n t i a dcfcnsa del gobiem o y la empresa.

la d ch nsa dc 10s intcreses pmpios de 10s trabajadore s,

m&i

adelante

formaderelaci6nconlaempresa debesernoestarnimuy

dentmni

Otm de 10s participantcscaractcnz6 la acci6n sindical del siguiente

Ahora ticncs que wnocerlc todo loque es la pnne f i n a n c i a demtabilidad

invcrsioncsquc

uenc

a m p

rem...

El

dirigenleno d c b c t e n c r c ~ p m i s o S c 0

pcro dcbc cvim quular demasiado f6cilmente inhabilitado por a q u e h

Esta oncntacidn grcmialista

se

define. com o una acc i

econ6mico. lcgal y pollt~ co ue diliculta las dos

estrateg

la reivindicativa y la d e oposici6n.

En esta llnca cl gmpo atribuye al dirigcnte sindical



empresa, cl cual cxigc capacitaci6n egal y ccon 6mica y. al

un

tcjado de vidno". en

el

scntido de scr incorruptible rent

1icrnpo.mantcncrsc cnun punto dceq uilibrio talq uea qu 6lla no lop

como intcdocutor.

El grupo insisti6 una y

otra

vez

en efectuar

un diagrulstiw desc

dos cop pdstamos ...concedidosmuchas'veces por la pm pia e m p w a

mente.

al

trabajador le hablaban de huelga y era la felicidad mi&

ganibamos inmediatamente.

per0

a la larga lbamos

ganando':.

Ante

was

cond iciones sociales.

y

ante

la cada vez menor

sindicatos. el grupo opin6 que 10s objetivos

al tos. Est0 constituirfa la fundamentaqibn de

algunos:

Para poder presionar necesitam~

organikarla.

se

requiere un cambio,

unir

it 1

vamos e ir nada".



Lss Ionhas de

wi6n sindical

en el cobre Wnstitp

:

wndo

la

B ccih rcivindicntiva

(1977-81

silora (1983-8s). pxolnsdi



$ ? f u a f J a s e n l r u r ~ ~ ~

din8micas

de la errtlu&utora ecoldmica.

mm0

3.

u t a

aqd.

la investigaci6n entrega

evid&ck? &.‘

diagn6stiCode t r a m s m i ol 6g iC o s

pnVios,

apunuul

a

-@

formas de aceidn

de

10s

sindiicafoa

”en

la base”es*lnk@ de

el wntrario. se confinna a este nivel la hip6tesis de

Ia

fm .

d d l

sindicaiismo.

Pcm

alejandonos enseguida de nmtra

hi-

gcneidad

no

ticne

como

base la adscripci6nauna t e n d d a“d ’

dish”, y ni siquiera

en

tom0 a grandes dcrmiciones sobre

dc clase

o

autonomfa (cfr. Falabella,

1986).

sin0 directcmrc

respectivo

cn

a

esuucmra

econ6mica.

mctal61



gcncral de rcducci6n

mhimo que permita plantcarse como factible tal

tip

de

luchar.

Chile, por ejemplo. donde la negociaci6n c o l ~ t i v a

stuvo

dcbidoa1acrisis.y

scharecupradosb10muyrecientemente;enestag

la lucha ha sido mas bien por extender la jom ada

como

dnicaform

10s ingresos.

Otms polfticas sindicales sobre

el

emplw han ido

anterior. calificdndolas wmo reivindicativas, estructu

b) Cal&aci6n



En general

las

NT

microelecu6nicas

Uevan

a

nclmero de trabajadores (ingenieros) de alta

trabajadores descalificados.

El

prooeso

se

da

10s sew icios.

Pero

est0no es inevitable,

corn

e) Saludy

segwidad

Varias dificultades

en

el

(peligrosidad, pesb. ambhte

tonfa y aburrimiento; dolores

de

c a b or la



raci6n de miles de iniciativas

n dos leycs que permitcn a 10s

siones de una empresa “de

zarla producci6n;

porom.

par tir de impuestos a 10s

icndo

estos

llcgar incluso a

mfn imos de salarios no c s posiblc para el sindicato cnarbolar

olasaqu~dcscritas,qucvayanml(sa~~desusintcrescsinmcdiatos.

sf

pakidad dc obtencr csos nivclcs salarialcs mfnirnos ha obllgado

al

rica a ccma m

en

a defcnsa del pucsto de tnb aJ0 y la cxtcnsidn de



la p d u c ti v id x l ya no c s l h cn la producci6n sino cn 10s

nte 10s ligadosacl la.

T a m b i C n c s t B n a l l l ( c s p i a ~ ~ e c n 1 a

nte al

dcsanollo dcl scctor de rccursos

putadores y nuevas posibilidades

paralas

Cable

ccm programas

ad

hoc pata

ceda

s

quiemn

mantenel

su vocacib hcgemb

~ f o n n a c i o n &i

planleame

defensiva-

desam llo de 10s servicios m o de m s en cieRas he s -a pes%deb degradaddn

paralela

aun

m ayor en otras- i h moldcando

aspectos

i m r n W . d e estas

sociedadcs

y

la naturaletadcsus fltereses y luchas.

La

polltim de ali-rindicalee

&iat$@nim-te ~ ~ W m tn a d d

&lnekhl.

TodoSo dcberd irlteresar.dnm,

l

panid0

esfera. es dccir, como sindim to.

Lb

ue

had

e s t o w i b l e

esd

ntmauzamicnto de

movimiun tos "econ6mim s" y "culhlrales".

5.

oRd,wi5moN s m 1 u

Bajo fiiencs cambios econ6m icos. gociales. culluraleS y

sindicalno puede pennanecer igual, si rod ebe r ed ef hr se

wmo: la crisis o las limitaciones del sindicato por es

Fspaha. Chile, Brasil. Pe d , etc.), dc base cnccrrado

en

a fibrica

(Qlile3



6.MAaco munw Y

s c o ~ o ~ m

Aunquc traiado en altirno

lugar,

no por ello e m s

variables

haem

son

im po w ci a; muy por

el

contrario. Se refieren al a s condiciones meS

dan

d

mntexto c m d m i c o y polltim en el cual

operan

las cinco

analiaadas.

es

decir. el conjunto de condiciones polfticas

y

euon6m

Nrales

en

as

cuales se

desenvo1ver;lla regi6n.

a)Marco polftico

0 Est~dtura e c l a m y marginall

w t ~ c l u r a e clasee. Desde e l pIInto

daikiderareltamafiowmtbtativo,peso

do; tdnfo pmduetibm

C D & O ~ C

selvicfa,panirritsnnantr

ms

&a

casta

~ w a s p m ~ ~ ~ e m r z t ~ed

el- dal

desempleoc~nodeautdsubsistencia

~~,aresti6nquesinduCpuedevaril irdepalsenpals.

oscasos

&@m scr

chile y Brasil. con

el primcm

incorpornndo a la subsit encia

y

ii+tdaatsector

marginal

por

el retorno a la dem ocracia,

pem

manceniendo un

riado do industrial reducido; y

Brasil.

ca m opuesto, con un sectormarginal sin

&adanfamuchomayor, y unproletariadoindusvialgrandeycenVadoensusector

depunta.

E l c a k t e r d e l

sindicalismoencadacasoestarIa

ondicionadode

d i f e m t e

.

manera.

ii) Regimenpolitico. Se refiere a la relac16n EstadoBociedad e indica el grado

en

el

cua l la sociedad se socializa

y

el estado

se

estatiza. es decir. se hace ptiblico.

De ello

dependera el nive l de autonomfa de la sociedad civil

0. por

cl conuario. el

nivel de ingerencia estatal

en

a vida social, que en America Latina ha sido fucrte

(gobiernosOligAqUiCOS, populistas y dictaduras militares). yporellola ha marcado.

En general se p v d una tendencia a la autonomfa relativa de cada una.

iii) Democracia y violencia. La estabilidad democdtica y el nivel de violencia

en la relaciones

sociales

y de poder. as1

wmo

si la violencia es un fen6meno mils o

menos de masa

(Ped.

Salvador), estatal (Guatemala hasta hace poco). compartido

((31ile).ocivildederecha(Argentina),condicionadlaacci6nsindical. Su campode

aeci6n

se

v e d iii tad o si la democracg. entendida

wmo

C i c o mltodo de resoluci6n

de disputas, no se af an za en la constituci6n y en la pd ctica politica de la regi6n.

iv) Descentralizaci6n estatal. Indica el grado

en

que

las decisiones

se

toman



centralo descentralizadamente. La autonomfa regional ylo local de 10s aparatos

estatalesy civileses el indicador especffico.e inhuid en el tipo de sindid ism0 que

prevalezca. Por ejemplo. el c adcte r federal del Estado brasileilo ha favorecido el

fuene

regionalism0 del nuevo sindicalismo representado por la CUT.

b)Marc0 econ6mico

i)

El

monetarismo y la productividad.

como

determinants

m&

generales del

nivel

salarial.

sedn temas siempre presentes en 10s&os que vienen. wmo demues-

uanlos

procesos de redemocratizaci6n que han seguido a 10s gobiernos militares de

la regi6n

Un

respeto relativo a estos marws es planteados incluso por muchcs

polfticos

y

sindicalistaschilen os de oposicidn para e l pedodo futuro de uansici6n.

a pesar del

fuerte.

remccso salarial experimentado como consecuencia de 10s

cambios inmduc idos durante

10s

quince

allos

de r6gimen de Pinochet. La reducci6n

salarial en Chile desde 1970 se calcula en 19

por

ciento. Per0

no

&lo el Estado de

Bienestar

est6

en crisis; tam bi h

io

est6

el

monetarismo despuls d e vivir

su

utopfa

en varios

@sa durante

estos

aflos. Sobre

esta

base, sera el grado de

fuena

de la

d a d ivil, en particular de 10s sindicatos, lo

que

explicad e l nivel de rCtmCeSO

las

polfticas monetaristas,ad como a legitimidad que &as hayan lograd0

elcmm.

pmbablemente, parte.de 10s derech os soeiales de laanteriotdemoOl%lCk dPDb@

el nuevo eg im en polftico democr&ico

permaneoerS,

y quiz& Se

e f O & , & m

de ew nornfa libre institucionalizadodurante

el

gobiemo de

pi no het

En

eneral,

d

grad0 en

el

cual 10s derechos sociges sean re~uperados n 10s disti&?l$lses

depended, corn0 en elcas0 anterior,delnivel de ciudadanfaal canzado. renrperrdo

y

desarrollado a partir dea.s posible que

se

prodwa

una diferenCiaCidn ontrt

costos ligados al a producci6n (educaci6n y salud del uabajador) que a m u u cb l l e~ ~

el Estado,

y

qu6Uos rnenos productivos (desempleo. jubilacibn).

que

f

inten tad delegar.

Per0 como

ya

se

ha d i d , si no

se supera

e l

n i v d

de SIhdtnW

o

incluso

si

el deterioro del nivel de vida de 10s trabajadoms

ha

si&

la iucha bajo la democracia serS para que e l Estado a m a isa y

satisfacci6n de todos esos derechos, incluso los "improductivos".

iii) Elnu evocark terde ladepen denciaes inanciero:

(hardwareque bien puede

ser,

corhoen Brasil.de manu



C. CONCLUSIONES



comentarios

bibliograf

icos

w s c con

pro

lugar del confl

l

conflict0

sindical cn A m t i c a

mepros u a d r m de

la sociologia:

ellas,

un

cxplrcar

lo

social pcu

b

ocial.

Es

alii refiere a

labwalcs,

Oparecc con

cda su h i m -

e .

Laapci6ndelautoresorra:

poner



en

el

mtro a bndmica

pfopiadel

mo-

fcndmcno

quesemega a serreducido

a

Esie

importante lrbro

es

resultado

del

El

anWis

empirico

mwm

la

de 10s

salanos.

la drsmbucidnSeCLorral

IasrndrcalrzaciQles srn6nimodemq~w

aw

imDulsiw a

10s

W i d o s a

la

Sindicato e

potere

nell‘America

h i m

W m a: Edizioni Lavoro,

1985).

deexpllcacianesposiblcs

de

loocumdo

Y

de

@as

para

la

acu6n

futura

Sm

~ ~ J U i C i O d e ~ v ~ m d s u ~ v e ~ l , e ~

libro

F

mds

naesario

p a n m o -

fms:

10schilenos interemdos en

el

d w -

milo

del movimienlo obrero en pn

context0 democrituco.

El sewar

estos aspectos “SubjeU-

vm” no implica que el anihsn

dc

Cucvas f a b de rigor, pequede superfi-

cialidad

o se

deje llevar

por mcdelos

ajenos a nuesm realidad.A I contrano,

&le es probablemenle uno de

10s

lextos

miscomplctos. mformados

y

scnosque

e s t b dlspnibles sobre

el

lema De

hecho, la bibliografia, las tablas

esladisticas. la informacidn sistcmiuca

sobre

las

organizacioncs exisantes en

cada pais y

su

atiliacidn internacional,

son de gran valor. Mencidn espcclal en

esta linea

merece

la cronologia comen-

tada que se incluye en la sexta parte,

verdadero bre vm o h~stdnco el sindi-

calismo launoamericano

Sm

embargo, noes

6sle

un

libm

de

sociologia posiuva. pues se encuenua

dominado

por

la

idea

de que “la presen-

nl.

n

lar

insuficienuas de

10ssismw

de relaclones induslnales

y

el

derwho

d d

traba~~:

n

las

mamces cul~urales

Ics condicionamientos de una dehlidad

que pucde

s e r

entcndida finalmma

como

falia

de autonomia.

Es usmente el anjlisis

mululaa-

ral

delasvanablesquedificultul~ados

mayores de autoqomiacn el sindicalis-

mo latinoamericano. o que impide que

el libro pucda sa leido como un alegato

en favor de

las

nuevas lendencias au-

tonomistas que se han desarrollado cn

algunos

de nuestros paises (en espccid

Brasil).

Las

explicitas

simptias

que

el

autor uene por ellas.

aparecen

jusufica-

das especialmenleen el andisis delu s 0

chileno, dondc la depcndcncia de

Id

CUTfrtnIeal gobierno y 10s pxudos de

la Unidad Popular aparccen hoy

wmo

uno de

10s

faclores

m i s

decrsivosde

su

escasopapclen esacoyuntura. Enestoel

autor

no

se

diferencla mucho de

lo

que



EJ

autdr de ate libro es un socidlogo

que ha vivid0 largamente en

m t a c t o con el sindicalismo italiam.

E m oble condicidn marca la

mirada

que

A.

Cue-

hace

del movimiento

si&icallatinoamericano.Porunap~,

een@ de

una

arsqueda

cia de un movimiento smdical h e m ,

authorno. unitario

...

empeaado en el

d m l l o eondmico y

social.

es segu-

ramente un

b a l m

para la democracia

y para un sistema poliuco que se desa-

nolle en a tolerancia y el

respeto

de

10s

derechos humanos. [SUI ausencia debi-

hta

el satema democduco y deja

al

Es-

tad0 a

m d

e

las

formas

aulorita-

nas.”

Laextremapoliuzacidn de

10s

sindi-

cam?..

como la elevada conflicuvidad

que el autor observa en la realidad

lab-

namencana. son d l o a manifescacidn

msS evidenre de la dcbihdad del sindi-

cahmoenrelaci6naloqueeMedebiera

serparajugarelfolalquee~llamado.

En la relacidn de

10s

sindrcam con el

Kstado

y 10s partidas:

en

la

debilidad

ecoldmica de nuestms

p a b s

y la ex-

tremhelwogeneldaddelme~adoa b -

puedc plantear alguien como Manuel

Bustos. que en una rccienle entrevista

(KrRica

28,mayo-junio 1988)scnalabx

“Yo

creo que es

efecuv’o

que el ano

73 .

existia una crisis en la poliuca y en d

campo social. Y

no WIUVO ajena a

esa

cnsislaCUT.Nohaydudadequehaber

accplado en

las

elecciones de la CUT la

postulacib de corrienles de pilrudos

poliucos fue un grave error....

[Asil

ustcdcs vicron que la CUT. el dia

1 1

de

scpucmbre. no tuvo ninguna capacidad

de movilizacidn. porque eslabamosdis-

pcrsos y divididos.No xislia un movi-

miento

sindical compromeudo con

el

gobierno de

lumo.”

La

preocupacidn

par

el

desanollo

deUM capacidad ind ep dren te de dis-

Cernimienmy toma

de

decisiones. no

es

pucs una cuestidn ajcna a

10s

deseos de

quenes. desde laposlcdnde dingenles

15

P m p u r 7.1989

Mario

Albuquerque

I**

creencias que practicamos. Hoy dla. en

cambio. 10s estudias anuopol6gicos en

toda Am&ica mustrancrecientemente

Jorge

Pinto

Rodriguez,

Holdenis

elm& ter si n c ~ t i c o 4 1 0 enos-de

casanova,

ergio u,.ik,

M~~~

esta cultura religiosa

Teorfas

como

las

Universidad Cat6lica. que plantean la

misioneros? Intuimos que

m em

atthei

Misioneros en la Araucania, existencia de un "ethos latinoameri- misma m a ue para 10s habitlpltes

1600-1900

'

cano , una

especie de esencia cultural

(Temueo: Ediciones Universidad de

la

populai basada en el catoliiismo, son

Frontera,

1988).

dificilmente defendibles

en

la

actuali-

dad. En

este

debatt,las investigaciones

como

las qlle

'

cornentarnos tienen

mucho que de ck

En un encuenuo reciente sobre Pas-

toral Indigena organizadopor la Iglesia

Catdliia en la ciudad de Temuco. 10s

representantes indigenas mapuche,

aymara, mapuche-huilliche y dacalufe

o kawashkar,

mosvamn la enorme

estas sociedadescadavez

m&

zadas de

fmes

del siglo

XX.

El misionero. por evang6li i

pile

fuese, no podia sei m8s que

un*uda-

dano de su iempo, sewidor



lejanla existente entre

sus

concepciones

religiosas y las

de

a Iglesia. Con

gran

aprecio

por la

Iglesia

y

su9 pastores alll

presenles, fueron relatando

sus ritos,

creencias. visioms religiosas, que de

cristianas --en muchos tams- no

tienen ni la forma siquiera. Presenciar la

religiosidad mapuche expresada de

Este nuevo libro publicado por la maneramaravillmaenunNguiIWn.es

Universidad de la Frontera retine varias tambih una prueba empirica de

lapoca

investigaciones

y

transcribe alynos 0 ninguna penetraci6n del cmlicismo

documenlm poco conocidos acerca de

las

mlsiones enue 10s mapuches. El

temaadeunagranrelevancia.Enestos

momenm,

a l

celebrarse 10s quinientos

aiias del'anibo de Col6n a

l as

islas

dcl

Caribe,

sehaafirmadoquesetrawdade

conmemorar tambien 10s quinientos

as de

evangelizaci6n en Amtrica. El

visita

a l

SUI

de

Chile

embargo, reflexionar

en la cultura mapuche.

La

temhca

es

p r

mto

apasie

nante: @mo hasido posible un grad0

uln alto

de resistencia

culwal?

%que

son varios siglos de

contact0

con

la

cultura cat6liCa.

de

e s fu e m misiona-

Les, de

la acci6n

de

sacriticcados frailes

que querian prediuu e l evangeho a

10s

intie la. Pensamos queel estudio de

ap

misiones entre 10s indige m

&be p

esm mntactos

se

nviniendo de a

..

_

,..

misionero prelende llevarh p a l a hdel

evangeho: el hacendado y

estanclero

...

en

uullocomoconjunloson pmductode

la

realidad

fmteriza.consiguw qu ili -

bmse

...

permitiendo que predominen

las relaciones de paz” @. 2).

La falta

de podcr explicauvo del

mncepto de “relaciones fronlerizas”

uulizado. confunde y conduce a buscar

las

explicaciones en la d es ida geneml

que

x.

habria apoderado de soldados,

misioneros. capitanes de amigos. caci-

ques e indros. Se pmla un paisaje de

abwimientogeneraluado que d u d dos

sigloso

m&

y quecxplicaquenose haya

mvadido la Araucania.

Nosparece que el conceptodefmn-

lera

como “separacidn”

es

una defini-

cidn b&ica para comprender las

misiones. Estas

a c t h

desde “el otro

lado de

la

fronm”.

os

mapuches ven

en

las misiones la avanzada del ‘‘om

vaiar culu~e rsurgimientode nuevas

signilica wm unicacib ni comprcnsi6n

delom, i siquiera xeptacidn del om.

Elautorscilalaconjustezacl

d a i o

mismnal, el concept0 de verdad exis-

lenle y.

por

tanto. el potenctal emocida

de laevangelizacidn. Muesuacon clan-

dad y dam e mucho inten% a e n m c

frusLraci6n que sc fucapodcrando dc10s

misioncros. En esB

aspecto,

el

capilulo

sobrelos lrancrscanoses especlalmcnlc

bien logrado.

Los franciranos trataban dc seguir

la pobrcza de su

maestro.

Quiz&habria

sido de mucho inleds analms la

concepcidn mdigena de pobrcza y n-

queza.

El

ulmen mapuche es el sabio,

y

loesporquegeneralmenteesrico:

csuna

voz que puede traducuse en forma



no ver el conflicto. lalente o

que consutuye q u id la dnica

explicar adecuadamente

la

disolucidn cullural de

10s

lado”, de lo8 “cnemigos“, de 10s huin-

cas. Los misionems hacian correrias.al

igual

quelossoldadosque’%ampeaban”

todos

10s

veranos. Inslalaban misiones.

de la misma forma que

10s

soldados

trataban de inslalar h e m s y pueblos.

Losdos metodos de miwonar -cone

rias

y misiones eslablecidas- son

quivalentes a las dos

formas

de gucrra

que Lcnian 10s “guardias fronlcrims”.

dcnominados EjCrcito de la Frontcra.

Parael mapuche,ambos enian los

m a -

mas objeuvos. Los

melcdos

p o d h

variar,

los

”patirus” no hxian mal a

nadie. y

10s

soldadossi

lo

hacian. Los

aempos

de

paz

nunca mmpieron

esle

“irreductible”.

Nos parece que en el anslisls

hisrdrico del sur de Chile

se

debiera

intentar

una

mayor comprensidnde

10s

‘punm de vista”. Hay un encuentm de

quivalenle: rim, sabio, jele de

pa.?. La

aparicidn de

10s

frailes ser6ficos. q p

hacian osrentacidn de la pobreza como

vutud p ~ ~ i p a l ,ucstra un interemte

choque cullural. Los franciscanos

suponian que

10s

indigenas

eran

pobres

ytralabandeasemejarseaellos.Lomk

seguroes que

10s

indigenas.

por

un

lado.

no fueran

tan

pobres.

y porom,

cspre-

ciaran esa pobreza y.

como

consecuen-

cia, la palabra y crecncras de esos

*pobres“. Se podria parafrasear: LQUC

Dios sed dste que no les da nquezas?

Llegado un momento.

10s

mwone-

ms no fue m capaces de manlener su

voluntad. Unos invocaron

la

fuerza:

oms bautioaban “por si a m ” , con-

fiindoen la“miseneordia deDim”y sin

expectativas de “conversi6n”.

El

pm-

f a r o rg eP in to afia : “L ahisloriade

10s

ftanciscanos en

la

Araucania x.re-

Pm-whIl.lP89

ujo una especic de doble

cadaladodelafronteraque

m p i o s de

los

frail- m a e las dividfa y expresaba el conflicto. h

‘abominables“ prdcticas

de 10s

indios. mestizosy criollos que sepasaron

alsur

El

autor

se

pregunta el porqu6

de

la

d e l a f m n t e r a s e m a p u c h m n ; ~ m o s

resistencia indigena a lanueva religi6n. numemsos casos de bandid-, platem.

Responde que

Cta

atentaba contra la cautivos, eIc.. que adoptaron las cos-

propia identidad indigena.

Esto

tumbres indigenas y que, p&OS bS

signficaria que, para la perspectlva an*. e m mdstinguiblcs de ellos.

Son

indigena, la religidn impllcaba

su

diso- 10s caciques Sandoval, C m o n a ,

Bur-

luci6n. ~ Q u bonlactoerabste? gos, entre oms.

or su

pane, 10s mesti-

Volvemos pues a la relaci6n entn zos que formaron el campinado de

“religi6n

y

Estado”

.

Los

misioneros no Ch ilffi y

las

zonas

CcrCanaS

al

norte

sepudieron dcsligardclpcdcr temporal. perdieron sus raices culturales indige-

aunque quisieron a 10s indigenas e in- nas y seespailoliaron;m b h . fueron

cluso

10s

protegicmn del

mismo

pcder

y son

racistas frente a 10s indios, con

temporal.

Per0 no dieron el pas0 dc qurenesse emparentan fisica y

anlropo-

~ p t ~ r a .icci lo dio en China, y oms 16gicamente.

La frontem 10s

oblig6 a

tambi6n en otras latitudes. Religidn y

reidentificarse, a separarse.a esconder h igua

he

si& &$to &

vsriosesm-

Es~ado spailol fueron vistos por 10s

sus rakes.

No

cab duda

de

que es &S h i - . ES

WI

pueblccim ubka.

mapuches como una m im a e indisolu-

importante

avanzar en

la

interprelaci6n do

M

el

NO-

Chic0

ea

mC(li0

bleesuucuua.Estetemasiguesicndode

de estos fen6menos para w m p r e n d e r d e u n v a l l e q u e v a & e a W . E n

I



granacualidad. LPorqu6losmisioneros

mejor la caractexhticas de nuestra

CUI-

vale se

0m-n

m& mny

radicalmente del poder temporal?

El

uabajo hetonofl ico que se l a r o n m & & m & . ~ p ~ & y m

Hemos vistolargos legajosenarchivos, prescntaenestelibroesmuy

nteresante ~~ores.c~my mm~

de

las

cuentits que

los

fralcs debian ypococonocido.Paraloscstudios~u- de pcquaos

enlregar a la administraci6n esp&ola:

canistits consutuye

un

material

id i s -

d-n

m b i h

tenian

“SU

real

situado”.

Eran

pensable, que abre numerosos

caminos

embmjo&laQuin,,.&tamb

pagados

por

el Estado. cwnplian una

para

nuevas investlgaciones; p w i c r a factor

de

atencih

funci6n frontenza.

LNO

estarA

alli

que un recuento hbtoriogr6fico de

lo mtounamk .

tambibn UM explicaci6n? ocumdo en la franleraduranw.4 sigh

latifWI&oel

Nos

falta sin duda una r e o h

m b

XVllI esnecesario

para

darM ontext0

in&

enimlwih,

leblo

dm

comprensiva de

10s

fen6menos de en-

adecuado a

1%

dwusiones

Mriw.NO rigua

cuenm y desencuenw en el

sur

de

cabembquefelicilaralosprofesoresde ~ 0 s

mmejad

uII

4

Chde.

lo

que no desmerea el libro que la Univmidad

de

a

Frmm

por

&

comentamos.

La

m d a d e

las

ehciones nuevas

luces

en

este

d e b .

fronterizas

ha aponado UM dimensdn

poco estudiadadel problcma.

pcro

apn-

S ~ O M 0s damsy 10s cons(rine.

Doxien-

tosaimde relaciones entn indigenas y

frontcrizos”, deberian habcr

“disuelto“

cnelsurdeChilenosepudieron desligar

tura

p o p u l a r . m p r a m u n c n t e c n l a C y ~ - -

’

bssado

vw muy

b b i c n . que

constituye

Jd

e n P verdadero dessllo. La mdicii hism

riogrsfica

him

tslwi cn

m o w

Branap tan

pncisaa

ydetalladas.

N o s

que

felten fucntw-mtda Pcro

‘

espmoles,

criollos.

mestizos

y

“tips

*Q*

dec6mostconscicuy6.fund6yrefund6

La Ligua. La e W i

entre mineria y

agriculaCra

(y pueblo) queda bien esla-

b W d a Se aportan

dam

de inter&

u n ~

e

la fonna como su rg im

pIzMtls de egc tipo.

sim u5 n que se

reitbien

el

territorio.

A

continuaci6n v h e una intern

SUI@

aescripci6nde Lap hxlendas del

valle.Losautoressedetienenenelma

de& pmpiedad y 10s cultivcs. AI pare-

w.mposeendatosquemueslrenc6mo

em intemamente eslils

haciendas,

ivia la gen e, loque hace perder

al

relato. Lo'mismo se puede

U e m a

su aansfm-

mdos,

habrla

si&

una perspectiva que

khabrladado~dsmuatidadalesiudio.

Elwabjoeonlinhcon un cap&ub

tecnimacercade a

pobki6n. esludii-

dadesdelapcrspectivademogdfiia

e

nos envegan dam

&I

c e n s ~ d euan

Egalla.

aunque

no

se

mwwa

su

evolu-

ci6n

poaerior.

Se

echa de

m e w .

quiz&, un d-llo

m4s

scvciosodel

lema

la poblaci6n seglin

las activi-

dades

prodvctivas". A pmir deldtih

de

h rofesiones. se

pcdria

haber es-

uito las relacionesenbeminifundii y

lalifundio, lema

de

mla imponancia

te6rica y que no

se

aborda. Aunque sea

muy

anecd6tieo.

se informa

de

la

exis-

tencia

de

"dulcm",

lo

que nos podria

decu algo s c m

de la

fabricacih

de

esmdulces,famososentodoelpais.Es

q u a UM

de

os

rpfos

pueblos

manu-

factureroa quehabiaenlazcma,yaveri-

guar el

poqd

de ello.

Lap relaciines

entre

kifundio

pmductor

(de

lechc.

h a . or

ejemplo) y

peqwla

propiedad

eswdio que

ComcnBmOs

wmtivo .

ESTUDIANDO

iPOR

FIN?-

L

MERCADERES-BANQUEROS DEL

SIGLOXIX (CHILE)

Eduardo Cavieres

Comercio chi leno y comerciantes

ingleses.

1820-80

Unci c lo de histo-

r i a econ6mica

(Valparafso: lnstituto de Hislona.Uni-

versidad Ca16lica de

Valparaiso. 1988).

Juan FAuardo Vargas .

JosC To& R m s Font , una

i

tun a chilena del siglo XIX

(Santiago: Ediciones Universid..

Catdlica de Chile. Ftpdaci6n Mano



pueblos. Lamentable-

fudtuaculm

texti l unponante,

ya que

vieu&s.

Con

la

l enede

estos animales

rtesMas

onfeccionaban

ponchos

scndan

I

bs d W W

de undo.

y

cliyesl~opnciobs ev6aconaituirse

en

s igna

deprcstigb

haeendaL

Ya

en

' lo.

llegaron

a LaLigua coma-

4eOrigcnbbeen

su

mayo-

ut naosformaron la antigua y

i n d m i a t e x t i l . p d o d e

IC6 l?ono&i i tos de 10s

an t igm am-

sa Osibkmenteen el afio 1850 la

M

st

hebla-3

el

Irbro.

al@lE@bandelnonelvendedmsde

manufacturers.es de ename

inMs.

In i iamosegcmento&-

do

Lap difiultadcs

que

ptesma el

muchss y ~ c c 8 un

sofiticado

est :.%

de deu~lles nupcialidad. fecundid.

elf.). que son

de

ines6.s

para

el pro-

fesional

lecnico en

estas

matexias.

per0

que eseapanal

lecm

m 6 n nwesado

en la

historiaLas

preguntasmisin-

santes que puede responder una

monografTa secscepande

mlesdatos

y.

pbr

tanto,

del

mu);

pa

ejemplo,

Ias

relacionadarcon

Lapclasefsocieleade

a

sociedad

d mdiional,10s

diversoS

pwsonejesdelospuebIosJoqffioeuni6

con los indigem

qffi

alli

vivlan,

la

dinsmica

del lslifundio

y

el minihndio,

por Mmbm algunas.

Es

cvidcntc,

sin embargo. que

la

criticaaRlaiwsehamdesdeunint&

anSlisisdeeslassdedaiOs.se1lega

G6ngora. 1988).

Marfa Angelica manes

Mi ner fa. credit0 y b urgu esla. Ata-

(Sanllago: InwtutoPmfestonal

eEstn-

dios

Supenores

Blas

Canas.

1988).

~

Sergio

Villalobs

Origen y

ascenso

de l a burguesia

chilena

CUM. 1830-1860

(Santiago: Editorial Universitaria.

1987).

Aunque a veccs sepiensa que ya

exiue

una sabncaega

de buenos estudioe

hi- mxpa de

I

hay, sin

M1

,219

bargo,VBNLOyproblemas

de

lahisqria

de Chile

queriLnden a permanecao b

linadamente almargen de la inrpecci6n

El

mlayamiento

de

cslls

mas y

prpb~enias

e

ha

producido por

una

combinacibn de diversos M il o s Y fat-

, tores.Enumeremmalgunosdeeilos.En

primcr gnnino. estael mum iento que

habitualmente

se

& a

‘razones COa-

idenciala

de

Estado’, regidas como

IO

son

por

el derecho autom ferido de lar

dhtesduigentesacubrir

con

silenciolos

mgoshist6ricordc’m~altonivel’:ar

negaciacionesd m nW lidercs10s

planes politicos de Iss

F u e w

Arma-

das. 10s reglamenm y atribuciones

espccificas de la pollcia

secreta,

cfc.

En segundo termino. est6 la

implementaci6npk tic ad e ladtica

y

lo8

“pactoh entre caballams“. que acon-

sejan mantener una mema pmdente

re?,pxto

de 10s asunlos de dincro, prin-

cipalmente en

lo

tccantea kresferasdel

big business. En tercer

tcrmino. cabe

c i m la conciencia (a veces conminam-

ria) de p d g i o

y

la

dqnidad nacion-

ales, que eensura, o cuando menos de-

b5vedaJ de restricci6n hiwtiolmca.

~nmmpcnsscibn,

el foco

cognoscitivo

se

ha proyectado de prefuenCia ~~

im hechos

Y

procesosque se c a m @

-0

“de

domini

palico“. El con-

junto de e m k h o s Y

P m

a&

limitado la hhw ia ‘aceptablc’.

elSaber

hsd rieo con ven ciod quesesuponeha

demanejare lc iudadanO~edio .~P

mcdida, los

limites

de ese

saber

-que

detennina

lo

que ha de

recortarse

de

la

mtidad y loque ha de n c l ~ i r s ban

sido fijados en Chile

por el

hnado

“priodismserio’:Dcallihasurgidola

tendencia a &flu a ciencia

hit6rica

como lacontinuaci6n 16gicade ese t i p

de puicdismo.E610 que aom cecala de

tiempo y con OPDP WOS.

~ C u hmponantc ha sido y es la

himria acumulada en 1 ‘Wvedas

mhielas’?

Dificilcosaesevaluarloque

noseeonoceoloquesecoacedeokias

oamediar.

Pero,

elimente,hoy

wsabe

el minimasukiente

de

algunasde esas

mspiraCi6n

de

c a n

aiar n elmi10

Su cas0

w

notable.

Puw,

ese focohain tentarb iluminarlas‘allas.

oscaridades’

de

la

sociedad

chilens,

el

haz

de

luz

ha

cogidode

Ileno*noel

cuerpo

his16ric0de la

dicha b q w &

Slno

10s

cuerpos ecTdticos de

‘sosfas’delamisma.quelams

anonimato.ExceptoparadejarEh

su ‘origen y

~scenm’,



clam abwmntc. la investigacibn o

exposici6n de losaspec(osanti-heroic08

de

la

historik el ‘lado

OSCIIIO’

de 10s

milos. o la miscria. vicios

y

r a b i i-

demasiado visible$- de la clase baja

En

cuam tennino, wta el respeto hu-

mano

simple, a v a s hacia

im

tabks

scciales convencionales (confltcm

domeSticoso sexuales de 10s PersOlLljes

‘pliblic0s’).ouoS. haciaelelenm mitico

de

la

naci6n (horOes mililares. politicos

y

empresarialcsdel siglo XIX). Y.

or

ue

la

lib pcdria alar-

las dificultadcs kn ic as

frentcalestudiode emS(icsscomp1ejas.

como el desanollodelcapitalism0o de

lasclafesmedias.elc,), opma+nenle

matcriales (desorden fisico y

buraCrBlic0en

bserchivos

chilenos del

b6vedas como para evaluar.

cu ndo

menos.

Im eteclo~

ue I mtriccibn

ha

producido en

SI

mismo prweso

hisdrico. POI ejemplo.

la

restricci6n

que ihhibi6 por m8s de dn siglo la

historiografia

socialdel ”bajo

pueblo”

-SO

color

de

su

bajeza e inmorali-

dad-, privilegi6 tanto el estudio

can0 la politizacih

s610

de

BUS seg-

mentos m k ‘dacentes’ e integmdos. en

dwmedm de

10s

ovm. que constitu b

sumayorlaiY n o f u e s i m i h e l ~ d e ~

empresario induslrial, abolido

his(6ricammspor el miliftcado

prota-

( d m ) e

10s mercsderes

millonarios

lleg6 a afirmar con caracteres

apodictim que laindustxiamn i k w

‘indueida‘ p ~ r

adoa panir de la

~ k % d & C o R w ? N o h e y d & &

gonismo

(nepro)

de

10s

lerra(enentes

y

demediadm&lsigloxIx?~~nlJ~

conocimientc-, que.

SceScabp

Y k c

n 1910.

AgusUn Ross,

narioa

hlst6rlos tras e l estudio

deLa-

habia $poeado, creando “ n w m

in-

feriondad

ecm6mica”.

F.

W.

e w en

1927, 1.6.Jobet en 1949, A. Pinto en

1958 y 4, G. Frank en 1%7. ya con-

vencidos. consmy em - e n U&JOS

m b i &

c6iebre.s- todo

un

sistema

tuSnco en tom0a m ufesivas‘creen-

class.’ A este respecto,

10s

chilenos

pu&emn contar desde enmnces con un

saber

histdnco convencional.

Aqui v m eal

caw, tal

vcz, un

tcxto

de

1.

K.GalbwB:

...para la mpuencls del

discurso

s o c d cuenta much0 maS la prueba

de la adhesibn pibhca que la piedra

detaquedelaver

dad...Y

sicomoel

cmtificoensulaboratosededica

a dcscubrir verdades cientificas. de

mismomodoelescntorasueldoyel

pmvocscmner de la verdad.

De

aqui

qw. en Chile. hayan sido

10s

hetona-

dares C X ~ ~ ~ ~ ) W O Sos que. ajenos a la

~deChde . -YfueA. hm anqu ien .

rn

1960-el mismeaoen queWan

Silvect anunwabaen

elLaanAmerican

Handbook

que ‘Thile es un pais mal

esludiado”-,

plank.6

por

pnmexa vez

una duda met6dica scexca

de

a ‘respon-

sabdidadtotal‘

de

1a“ansmracia

terra-

teniente”y lasventajasque“ouos” saca-

ban

de

ello

Tras vislumbrarse esa “piedra de

toque”.

toda

una avalancha de

tesis

doctorales norteamencanas y europeas,

como reaccionando

ante

la

afmaci6n

de

K

SilveR

se

Land a explorar qu6

habia a espaldas de la “anstacracia

te-

rratenmenle”

y por

debajo de la

pie1p6-

b k a de la sabidm’a hist6nca con-

vencional. Entre

otros

descubnmientos

imponantes. se devel6 la mdusmalua-

crbndefmesdel sigloXIX,bpnsencla

delascasascomercialee~tranjerasy-

loquemi%

nos

nteresaen este ensayc-

Isvida y capitulaci6nempresanal de la



b l i p

ha concluido

por aaibuir la culpa

pa

kw c&ia

vividas.

o

el prestigio

por

lo8,dxi~&anzados.

Deestemcdo,bs

idel(Lqg0f

de

esfa

burguesia

han

podid0

casi sientjm?auibuii. con convincente

l o s f l W a S O S d e ~ C l a s e

menosderipogcneraloa

encargado

de

la publicidad

se

preo-

cupan

de

denuficar loaceptable?

Ningin histonador que se autode-

fmcomo %ientifm’dudadeque.para

dar

con las‘piedras

de

toquede la vex-

dad”,

~ ~ ~ c c s l f a

acer

tabla

rasa

con

las

Winiciones ptibliicas de“lo aceptable”.

Peroestoesdificilparaquien aabajaen

una sociedad

‘endesan~llo’.

onde

la

neusidad de

generaI

discUrsos ‘in-

fluventes’ toma n& unwtantes

las

burguesia mercanul-financierachklena.

h u e 1972

y

1985,

aproximadamente,

los

ua ba p de1.L.Rector.Ch Preggex,

A.

Bauer,

P.

Conoboy,

S.

F. Edwards,

M. elstmer.T. Wnghc. G. Marcella,

T.

O’Bnen,

R.Oppnhemer,1.

F. F’m-

worslu

y D. immennan,

entre

oms,

cmmbuyemn declsivamentea micm el

destap de

las

b6v& reslrictas? Pa-

ralelamente, un grupo de profemres

y

estudianresdel Depanamento de H m -

6

7.

22

1

' Con ales precedentes: no ha de

extrafiar que algunos histonadores

E

chiienos -lea que experimentaron en

Diel umuia

la

crisis de

1973- @wan

mriadeChie.En alcompafiiapudiemn

continua el avance, ahora ya derecha-

mente sobre las 'piedra$ de

toque ,'

El "estado

de

la cuesti6n". pues, no

tambiCn 10s objeuvos de la in



aCerca de la supradicha burguesia

siendo el

prlmerpais latinminerleano

en alcanzar ma etapa. Es en relaci6n a

ese "crccimiento" que el profesor

cavieres proyecta

su

an&lisis

desenp.

tivo del mundo

mercantil,

y las CM-

uibuciones de

Los

mereaderes ing1-s

Y

chilenos.

De este modo

-~s&-,

e m mercadeps"'fuemn 10s principal=

P&CiPan@ en

la

creaei6n

de una

intent6 demostrar alguna hip6tesis. Su

dnica afi iac i6n

de

tip0

'te6ric.o'

es

la

siguiente: "En cie m

modo. este

estudio

naci6enfonnacasual" @. 13). Noobs-

tante,

aunque

casual .

el trabajo se

de sm U 6 conforme a una kplacable

16gica anat6mica y taxon6mica:

origenes famil* de

J.

T.

Ramos;

formaci6n del capital inicial; la cas8

comercial de Valparaiso, personal,

esmrctura y funcionamknto;

o m s n e

gwios;

m u m

y testamento.Eld i s k

----.- r- _....-. .,. yp

mente0 110, el estudddcl gmfcsor

V&-

gas ide . por

ello. a

r c f m

a

tcsisde

las "cuauo

d h d a s dc om y dcl

c a k t e r arauetiDico de 10s crandcs mcr-

caderesdemediidoSdclsi~oXIX. ucs

d l o

destina unas

p a s

paginas --que

representaron casi cw cnta anos de

la

vida del empdsario de mamas- a la

fase en

que

I.

T.

Ramos

sc relira dcl

comercio y sus hijos. mas tardc, disper-

san

su

fortuna y

su

espiritu crnprcsuinl.

J.

Vargas

no

se dcticne a etaminar cn

profundidad ese punto

de

flexion y

quiebre, donde

Ramos,

como

ouos

mercaderes.

ulvo

que abandonv el

comercio exterior,

pmvwando una m m a

n sus

utili-

dad= y. como 16gica consecucncia,

loimpulsaron a buscar en otros cam-

pos

las g8nancia.s

que esa actividad

ya no

le

proporcionaba (p. 212).

La

retirada

y

declinacidn de

10s

mercahes es auibuida

por el

prafcsor



hist6ric0, quinirgicamente practicado

sobre segmenlos cuidadosamente sepa-

rados y meticulosamente fundamenta-

dos,

no

deja cab0 suelto.

El

lenguaje

expositivo. en concordancia con ello. es

directo, simple y

franspmte.

Deesa

forma y en

ese

estilo.

el

pmfesor Vatgas concluye por

mar

un

perfil

nitido de un

gran

mercader

chileno demediados del sigloXIX en el

momento de

su

apogeo.

Es

un

relrato

que habria que

colgar

junto a

10s

ya

coloreados

cuadros de J.

T. Urmeneta.

A.

Edwards

o

M. ousiflo.

esta.vez

con

la

ventaja

de

una

obra

mBp

din&.

NO

hay duda de que se ha hecho aporte

importante a esa galm'a

dereuatos.Sin

embargo,

multa evidence que

las

415

parte

del rrabajo

estan

abocadas

a de

mostrar c6mo J. T.Ramos lleg6 a

la

Vargas "a la revoluci6n

de

las comuni-

caciones que s e dej6 sew en el mundo

econbmico"

de

fines del siglo XIX (p.

212).

Nawabnente,

esta

f r w

@ues

no

hay de

anfisis

de ello) no llena

el

vacio

hist6rico del lrabajo.

y

subsisle la

conclusi6n de que el pmblema

de

la

crisis y declinaci6n

del

aparmtcmcntc

brillante mundo mercantil del

Valparaiso de 1850 ha sido. U M vcz

maS.

eludido.

Lo

que prueba que

en

=IC

CBSO lamb&

se

ha ignorado

el real

"estado

&.la cuesti6n".

Maria Angblica

Illanes

-histonadora

sin

insmi6n insutucional. al momen- 223

to-eneam6io.apuntadirectamentesu

mira

al Up0 de

relac1611

con6mica que

en

mayor

gredo

cOnOibuy6

8

la dtch-

Pm-17.

IW9

. . . . . , . ,

Ilhnes tiene una ventaja rclativa: el

ambienlaci6n

h i r i c a

Sensitiva

Y

sugcrcnte.

Es

de nter&,

par

ejemplo,

el

prwcso concomitantc de adecuaci6n

lcgislativa a la expansi6n del capital

mercantil-crcdiucio y a

su

expresi6n

politica

en

la regi6n

de

Atacama

(Capitulos

I, I1

y IV). Sin embargo, al

igual quc

10s

ouos autores, al

llcgar

al

umbr~ldelacrisis. aautorasedeueney

cierra

su

cstudio. El objctivo grueso

inicial, claramcntc apuntado, se vc a1

nacidn y crisis dcl mundo mcrcanul

chilcno. cl ‘crtdilo

minero’,

en tanlo

mccanismo

de “succi6n y ahogo dcl

uabajo y

la

producci6n por park dcl

capital mcrcantil y crcdiucio” @. E).

Para Angelica Illanes, el “capitahsmo

mcreanul y cred~ucio” onfigur6 un

pcdcroso

sistcma

dc limitcs cn

d

uc

se

vi0 atrapado el cmprcsariado productor.

Sin embargo,

es

la

msma

autora

quien.

vilsapuntar

sus

objcuvos hacia 10s cfcc-

10s dc la dominacidn mcrcantil en

el

final

soslayado.

El

prorcsor Scrgio Villalobos inuoduce

su

cxposici6n sobrc cl “origcn y as-

censo” dc la burgucsia chilena con

las

siguicntes rcflcxioncs.

nante, sus modelos

aristocrauzacdn. El pr

SIS y dcclinaci6n no

menciona, al

final,

alcanz6 “la clispidc

ccrcano ya al dcrm

y

lo

que

seriamosby

si

no

hub=

brgQl;n el

siglo

XJX

un

d inh ico

po& minem

del

c o b n ydela

una aclitud mmprensiv

manera dc captar

sus dim

nas y la inumidad de

su

wata de evitar - e n sus

condcna de la burguesia

Dcfinidos cSOS objctivos,

el pr%



dcsvrollo dc

as

fucrzas produclivas,sc

autolimita,

al plutear que “nuestm

oroD6sito

es

haccr

...

un cstudio de las

I

seria

s610

parcud y

1

LPor qud

...

am&

se

pone Cnfasis en

el notable papel econ6mico de la

burguesia como elemento del pro-

greso material del desarrollo de la

lEcnica

...

y la IrwSformaci6n acck -

?a&

del

mundo?... Mediante un

esfumo

de imaginacidn deberia-

S610

un

comentari

. .

rclacioncs crcditicias propiamcnte

wlcs,

dcscnuahando

sus

mccanismos,

su

cvolucidn y

sus

pcrsonajcs involucra-

dos”

@.

E). Es rlccir. sc propuso haccr

una radiogralia hisldnca dc las “rela-

cioncs dc crddito”, mas rcfcrida

a l

anJlisis sincr6nico que a1 diacdnico,

m L

dc up0 estructural que proccsal.

Como I& aunque la contextualizacidn

abarcacl

period0

1830-60-unad6cada

mcnos que

las

“de

oro”-,

el grucsodcl

andisis gira en torno a la coyuntura

%

,

mba@

de AngClica

profundas de a economiechitcna y

al

buciones hi&riogrBficas recientes

sobreeste

punto

han

demostrsdo que la

cues&

central a cxanunar no es la

'fonnaci6n de fatmas millonanas' cn

laCUanidecada 1830-70.para1wgo11pi-

ticar ese poceso uwno un 'aqnetipo

empresarial'

(0

como

'om'

galeria

de

h6mes nacionales). sin0 que up0

eswifico

de acumulacfi

capitalism

fue

Cse,

a

qu6

forma particular

de

desa-

mllo nacionaldio lugar eso 'forma de

enriquecimienm'.ycubn eficisnrpfueel

tip real de i g o jerado p r

dos

empresarlos y sus aliados Un pais en

vias da desarmllo.

del

cual ec ha dug.

nosticada

su

"inferiondad ecarhnica".

su

"etema cnsis".

su

'%aw e capitslls-

mo

frusmdo

o

el

"desmollo de

su

suhdesanollo",

ime oms problemas y

p r o ~ s o s

mportantes

en que crmcentrar

pamcipaa0

eo

c98s investigaciom

hist6ncas mxentes. el economists Os-

car

Mulioz,

rcflexionando BecFca del

proc~so e

mdUssmalmci611

cNena,

c o n c l u y 6 q u c c s d e e n a m c m ~ i a

distingur.

en

I cas

de Clulc, entre un

wm u c w y un verdadero empre

sario". y entrcun

grup0de"merCaderes-

empnsanoseutosos"ylafonnac16nde

una 'clase empnsanal"."

El segundo

p o b l m a uene que ver

c o n h f o m a c n q u e , a l ~ e s , s e p l a N -

fican hs

investigacrones lustonogrB-

f W e n C h i l e a G t d . P W ~ 4

haccr el balance de 10s estudros aquf

comentadosy&ms-qw~may&

de

esas

mvcs ugacim no

sa

pknirsan

con referencia al "csrado

actual

de W

cuesuones". QCM

la

mirapucsta

an

10s



sucapacidad histonogr@a,queromn

1 o s m ~ a t r a v e s d e l o S ~ ~ ~ " ~ Q ~ a -

ma

sn

fonuna

sus

pnmeros (yhemiti-

cados)

millonanos. A menos que

sea

c o n e l f u t d e e x p l r c a r l a c ~ ~ ~ ~ t ~ ~

que dejaronvds supaso. De

quf

que. al

explorar esa

C ~ I S ,

as

invesugaciones

hlstdricaswientes (ya atadas) uenden

a

conclulr que: la acumulaci6n capita-

listaquedomm6 durantelacuatndh da

de om

uvo un

carher

esencialmente.

mercantil-especuhtivo y fmanciero-

usurero. Tal forma de acumulaci6n fue

agudizando

la

expollaci6n comercia1 y

grandas

problemas que

atranesan

de

lado alado. en

desgam

mdluple y sos-

mido,

la

sociedad chllena. Diriase,

incluso.quenoeclea-ocuandomenos

M con a iuenci6nrequcndk-lo que.

con valor acadhico, sc pubhca

sobre

ellos.

PUGS

muchas invesugaciones

r e

incidenen objetivos y en puntosde s t a

no $610 yauuluados, lno tambi6n gas-

W s .No cpuedewnunuarcammando

pore1 b r d e

mismo

de las

hendas

dela

soclcdad y colocando aun m8s laureles

en

10s

heroes

del

siglo pasado.

Comq SI

la

ciencla hrst6nca wnsisutnl

en

mvar

todavia

msS

profundo a

los

pies

de

os

mitos nacmnsles. Ya parece Uegado el

2z

14. 0 Mma.

Chlr

y IY

rmlikxt

(SMU.SO. 1986). p 52

c(

seq

pwplawa17.1989



Be.

dmero

de Ropsiciones

estA de&&

a

Manuel

Bums

yArmroMartlnez

dirigentes sindieales

relegados.

Se termin6 de imorimu

en el

mes ae Sep(iembrede

1989.

IRlpresi6n

y

~ c q a d e m a c i

Imprenta Interamerieena.

Sailriagodc Cbile.

Revista Proposiciones_Industria, Obreros y Movimiento Sindical

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