Reseña Moyer

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Pablo Román, cod. 200824171 3 de febrero de 2010 Reseña del artículo de Ian Moyer Herodotus and an Egyptian Mirage: The Genealogies of the Theban Priests Ian Moyer, en este artículo sobre la relación entre la historiografía griega (representada por Herodoto) y sus influencias externas (en este caso específico la egipcia), pretende una revolución copernicana. Así como la tierra no es el centro del universo sino un cuerpo en órbita, los griegos no son el centro de la historiografía sino un componente del intercambio cultural mediterráneo. El evento histórico desde el cual se elabora la argumentación de este artículo es el narrado por Herodoto en su segundo libro, que cuenta la ocasión en la que Hecateo de Mileto se reunió con algunos sacerdotes egipcios y fue sorprendido cuando estos le mostraron una sucesión de 345 estatuas de madera, una genealogía física en la que cada unidad había sido erigida en vida por un ancestro. Cada uno de estos ancestros (todos “caballeros”) era humano. La desproporcionalidad de esta sucesión humana con las genealogías griegas, que supuestamente dieciséis pasos atrás ya se componían de dioses, hicieron de este choque cultural un punto de inflexión para Herodoto. Tal es la opinión de Moyer, y la argumenta de la siguiente manera: da, de primero, rendición de cuentas del trato académico que se le ha dado entre los historiógrafos griegos a este episodio. Luego se concentra en la conciencia histórica de los egipcios del periodo tardío, basada en una relación muy sólida con su vasto pasado. La tercera parte del ensayo muestra cómo usó Herodoto lo que aprendió en Egipto para criticar las nociones griegas del pasado y crear una nueva, histórica y humana. La conclusión del texto es un llamado a reconocer que Herodoto y la cultura griega aprendieron del dialogo con “los otros”, los no griegos, quienes no eran sólo materia de estudio para los griegos. En la academia el episodio de los sacerdotes tebanos ha sido estudiado tendenciosamente. Moyer da referencias múltiples y muy detalladas de la bibliografía en la que de este tema se trata. La tendencia es hacía limitar la importancia del encuentro para los griegos, aceptando, eso sí, que les dio perspectiva, sentido crítico ante su mitología e historia y un ímpetu para avanzar en la creación de su modo de historiar. Pero en todas estas

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Pablo Romn, cod. 200824171 3 de febrero de 2010Resea del artculo de Ian MoyerHerodotus and an Egyptian Mirage: The Genealogies of the Theban Priests

Ian Moyer, en este artculo sobre la relacin entre la historiografa griega (representada por Herodoto) y sus influencias externas (en este caso especfico la egipcia), pretende una revolucin copernicana. As como la tierra no es el centro del universo sino un cuerpo en rbita, los griegos no son el centro de la historiografa sino un componente del intercambio cultural mediterrneo. El evento histrico desde el cual se elabora la argumentacin de este artculo es el narrado por Herodoto en su segundo libro, que cuenta la ocasin en la que Hecateo de Mileto se reuni con algunos sacerdotes egipcios y fue sorprendido cuando estos le mostraron una sucesin de 345 estatuas de madera, una genealoga fsica en la que cada unidad haba sido erigida en vida por un ancestro. Cada uno de estos ancestros (todos caballeros) era humano. La desproporcionalidad de esta sucesin humana con las genealogas griegas, que supuestamente diecisis pasos atrs ya se componan de dioses, hicieron de este choque cultural un punto de inflexin para Herodoto. Tal es la opinin de Moyer, y la argumenta de la siguiente manera: da, de primero, rendicin de cuentas del trato acadmico que se le ha dado entre los historigrafos griegos a este episodio. Luego se concentra en la conciencia histrica de los egipcios del periodo tardo, basada en una relacin muy slida con su vasto pasado. La tercera parte del ensayo muestra cmo us Herodoto lo que aprendi en Egipto para criticar las nociones griegas del pasado y crear una nueva, histrica y humana. La conclusin del texto es un llamado a reconocer que Herodoto y la cultura griega aprendieron del dialogo con los otros, los no griegos, quienes no eran slo materia de estudio para los griegos. En la academia el episodio de los sacerdotes tebanos ha sido estudiado tendenciosamente. Moyer da referencias mltiples y muy detalladas de la bibliografa en la que de este tema se trata. La tendencia es haca limitar la importancia del encuentro para los griegos, aceptando, eso s, que les dio perspectiva, sentido crtico ante su mitologa e historia y un mpetu para avanzar en la creacin de su modo de historiar. Pero en todas estas evaluaciones est implcito que los griegos usaban la cultura egipcia de manera instrumental para avanzar independientemente. Algunos historiadores, que al ser sus conceptos generalizados llevan el nombre de clacisitas o helenistas, se han creado el espejismo de que la cultura griega es la piedra de toque del resto de culturas. Es decir, que los griegos posean una autonoma infalible respecto de las otras culturas con las que tuvieron contacto. Esto es sugerido, entre otros, por F. Hartog. Segn su punto de vista, Herodoto usaba a Egipto como un concepto congelado que le serva de contrapunto para definir la identidad griega. Algunos acadmicos, al estudiar la manera en la que Herodoto reflexiona sobre otras culturas, han elucidado elementos del pensamiento griego, pero: the way in which they historicize Herodotus' text privileges the Greek mind as the only producer of significant meaning, rendering 'the other' a passive object, a static screen for Greek projections (Moyer, 74). La precisin y fiabilidad de los detalles que da Herodoto sobre el encuentro egipcio no son del todo absolutas. Pero es un hecho que en Egipto las listas de reyes y las representaciones esculturales de genealogas eran ampliamente producidas como consecuencia de un arraigado sentido de conexin con el pasado y los antepasados. Registros de estos, inclusive algunos de la proporcin del mencionado por Herodoto, han sobrevivido, dando prueba de que su recuento no es inverosmil. Lo que Herodoto vio fue a una cultura generando activamente, siguiendo las exigencias del presente, una conexin con el pasado: it is not simply the marvel of a massive expanse of time which Herodotus encounters in Egypt, but a mediated cultural awareness of that time. (Moyer 82) Y no slo con el pasado divino, anclado en el tiempo primero (sp tpy), con el pasado humano tambin. The human past became not only a paradigm of cultural perfection, but also a discursive means of constructing identity and legitimacy. (Moyer 82) Este esfuerzo por generar una legitimacin y una identidad egipcia son el producto de la coyuntura en la que el pas se encontraba: de vuelta en manos egipcias tras las dominaciones libias y persas. Por su naturaleza propagandista, esta arcaizacin no necesariamente constitua un historiar factual, pero daba mucho que pensar a los griegos que una cultura tan antigua creara una historia extensa de hechos puramente humanos. Como lo resume Moyer, what Herodotus encountered in Egypt, therefore, was not a static archaic society, but one actively engaged in creating and representing a relationship to the human historical past. (Moyer 82)En la tercera parte de su artculo, Moyer nos dice: Herodotus adopts the perspective offered by this Late Egyptian awareness of the human past in order to critique those whom he sees as his Greek predecessors and rivals. (Moyer 82) Y no slo adopta la perspectiva egipcia del pasado, adems de eso adopta la versin egipcia del pasado. Est haciendo historia de primero: cotejando las versiones para acercarse a la certeza sobre los hechos. Cuando Herodoto da la versin egipcia del rapto de Helena y la toma por la verdadera por ser ms racional, se est desligando de la tradicin pica y mitolgica (aquella de sus predecesores y rivales) para crear la protohistoria. Y al decir que Heracles, Pan y Dionisio son de hecho dioses egipcios a quienes en Grecia se les atribua una edad menor a la que realmente tenan porque all se les conoci tardamente, Herodoto no est retrocediendo a hacer una historia mitolgica: su mtodo es la esencia de la historia moderna. Pero lo ms importante que sac Herodoto de su encuentro con los egipcios fue una nueva perspectiva del pasado y sus relaciones con el presente: it is apparent that his experience of the Late Period Egyptian representation of the past had given Herodotus a field in which to carry out a comparison not only of traditions about particular events and cultural practices, but of approaches and relations to the past (Moyer 87). As es que Herodoto lleg a ver que el pasado de los dioses era muy lejano, casi irrelevante para los humanos, quienes tenan otro pasado propio y distinto. Y en este pasado humano se investiga para hacer historia. En uno de muchos pies de pgina, Moyer trae a colacin la definicin que Hartog da de exgesis (a commentary on tradition from within a culture, representada por Hecateo) y de interpretacin (an external discourse which demands a certain critical distance, (Moyer 83) representada por Herodoto). Fue necesario que Herodoto conociera una verdad distinta a la suya para poder desligarse de su cultura y verla desde fuera. Desdoblarse de esta manera de su cultura hace de Herodoto el primer historiador. Porque historiar es interpretar con cierta objetividad o distancia crtica que es requisito para no distorsionar demasiado los hechos con los lentes de la cultura. Al medir la historia griega con la rubrica egipcia, Herodoto implica que no se vea a s mismo, ni a sus compatriotas, como un punto de Arqumedes. No vea a su tierra como la ven hoy en da algunos helenistas, con prelacin. Moyer nos invita a ser como Herodoto y a reconstruir to reconstruct (as well as one is able) the cultural agency of those peoples who fall under the category of 'other' in Herodotean and scholarly discourse (Moyer 87). Este es un muy bien justificado y documentado texto que, adems de probar una tesis histrica particular, nos recuerda que el modo real de hacer historia, aquel que Herodoto practic de primero, no es el de establecer un criterio y al rededor de este los otros. Moyer logra reivindicar el mtodo de Herodoto, que al ser mal practicado haba sido utilizado en contra de su pionero. BibliografaMoyer, Ian. (2002). Herodotus and an egyptian mirage: the genealogies of the theban priests. The Journal of Hellenic Studies, 122. http://www.jstor.org/stable/3246205