perdón absoluto

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PERDÓN ABSOLUTO

(Al diva se arto asco)

Javier Dos Santos

© Javier Dos Santos ISBN: 978-9974-

1ª edición, octubre 2012. Impreso en Uruguay Queda hecho el depósito que marca la ley.

Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni

en parte, ni registrada en o transmitida por, un sistema de recuperación de información,

en ninguna forma ni por ningún medio, sin el permiso previo por escrito del autor. Melba Interior.indd 4 20/09/2012 16:43:20

POEMAS SUSTANCIALES

Vuelve Javier Dos Santos con sus palabras de fuego, con sus

pregun-tas indóciles, con esa forma de decir tan auténtica que se

separa de las cavernas a la moda y de los significantes jugueteos,

insustanciales y poco nutritivos. Sigue reconociendo la insuficiencia del “rebelde, mezquino idioma” y

de su propia expresión, se incendia para que de los efímeros fulgores brote

lo más limpio del hombre, algo que nos sustente y ubique en el mundo de

una vez por todas. Con la versatilidad de su primer libro (“Morir Es-

perando”) pero más introspectivo si es posible, menos erótico y más cas-

tigado por una culpa indefinible o inefable, lanza los dados del destino y

alcanza la doble generala del verso lúcido, visceral, incontrastable. Puede ser el uso magnífico de la prosopopeya, de la personificación

de entes abstractos que nos lleva a una atmósfera oprimente pero bien

conocida como “famélica libertad”, “El rencor enamorado del desastre”

o “La avaricia degollando los pañuelos de tu infancia”. Estas imágenes

cons-tituyen buenos ejemplos de ellas, trasuntan algo espeso que no se

puede asir con los sentidos pero no agotan este gran aljibe de sueños. “¡¡Qué hipócrita descarga de falacias!!” marcha en el mismo

sentido. La no menos inspirada, talentosa imagen “El tiempo se acodó

en la ba-laustrada del odio”, sintetiza una visión del mundo. Prefigura

sentimien-tos, ocupaciones largamente deseadas de una región atávica y

plena de sufrimiento, habitada solamente por el hombre. Indudablemente, duele. El mundo de Dos Santos duele porque se

parece demasiado al cirio que llevamos encendido por el mundo,

por-que “siento el deterioro de la edad”, porque “yo ya soy un

fracasado”, o porque sí, nomás, por la causa inexplicable de los

grandes dolores (y de los grandes poemas, valga la compensación.

“Hay golpes en la vida tan fuertes…” querido César).

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Y con un bagaje riquísimo de sinceridad y adarga bajo el brazo, con

la palabra como única coraza y el a mor desgarrado y palpitante,

privilegiada mirada que nos reconcilia o justifica. Dos Santos sale al

encuentro de las paradojas de la vida, de esa coexistencia de contrarios

que cuesta admitir pero constituye la tela más delicada de nuestro ser. Así, la vida es muerte y la muerte, vida, como en Ricardo Palma.

“Sobrados motivos tengo para odiarte”- reconoce Dos Santos: “sobrados motivos para adorarte”. O refiriéndose a la ambigüedad de los

momentos anímicos: “Cuando la risa se ríe/ yo lloro de risa… cuando

el llanto llora/ yo muero de felicidad… cuando me muero de a poco/

tu llanto ríe a carcajadas”. Por supuesto, continúan también las virtudes estructurales y

formales de su poemario anterior. Los dísticos de “Narcolepsia”

parecen descender hacia un abismo personal. Por su parte, el poema visual “Te ofrezco”, inscripto en el dibujo

de una mano abierta, resulta una entrega de profundo y desesperado

amor más que reminiscencia lúdica de caligrama. Todo puede ser su derecho y su envés, riqueza de encuentro o

des-dicha de impotencia comunicativa… a todo lo importante para

nuestra especie aluden más que mencionan estas palabras. Por encima de la combinación o selección, el conjunto insinúa

una celebración mediúmnica entre lo palpable y el más allá, entre la

carne agotada y el espíritu. Porque sigue siendo metafísico el cogollo de esta pirámide. Y

ente-rrados como estamos hasta el cuello en el consumismo y la

apatía, versos como “No hay nada más humanamente triste/ que

alimentar tu tristeza/ o que sentirse solo” o “Mi vida flirtea con

exclusivismos/ y con la muerte que muere de risa/ porque/ nadie/

supera esa nueva idea/ ni la superará/ jamás”, nos ayudan a despertar,

golpean en las tremendas ganas de encon-trarnos a nosotros mismos

aunque más no sea por algunos segundos de segundos, amén. Sin bajar la guardia de la calidad, ni minimizar deseos autodestruc-

tivos (“Hospital de frío/ Quiero internarme en tu inmutabilidad”) sin

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abandonar epígrafes de grandes autores, como modo de introducirnos

al velo de los misterios (citas de Cortázar, Benedetti, Paul Eluard,

Francis-co de Asís, María Eugenia Vaz Ferreira, sugestivas y

contundentes) estos nuevos poemas de Dos Santos llegan y son “la

isla cercada de palabras” de Casiano Ricardo, ese mundo quieto,

purulento y resplandeciente que conlleva la gran poesía. Dos Santos regresa con sus mostraciones intactas, sus dudas

atroces y su belleza intrínseca, impalpable, derramada, que se parece

mucho a la vida y a la sucesión de nuestras más hondas tribulaciones. No otra cosa representa la médula de la inteligencia y el sentimien-

to. No otro relámpago busca la poesía de

verdad. Gracias otra vez, Javier.

Prof. Lauro Marauda

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A QUIÉN

La tarde lenta, la lenta tarde.

La tarde se llueve ¿A quién podré culpar?

¿A quién podré inculpar?

Insensato y putrefacto adiós. Este

adiós putrefacto e insensato. ¿A quién podré culpar de este adiós

que me atraviesa la garganta?

de que cada vez que se reduce en mi

ventana el retazo hiriente de tu sortilégica figura

vas combatiendo

las húmedas calles del

bajo bajo los húmedos

pasos combatientes, que dejaste impregnados en el hipócrita

Welcome de la entrada (ya no más entrada,

ya una sola salida)

de la puerta-salida de mi casa.

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AGENDA

“Doblo la página del día,

escribo lo que me dicta el

movimiento de tus pestañas” Octavio Paz

Día 1,

Hora 7:00 Llevar mis ojos a amanecer en tu persiana.

Hora 10:00 Tomarse el sol en una taza de luna llena.

Hora 12:00 Comerme el corazón que me desnudará algún día.

Hora 15:00 Peinarme con tu recuerdo y abrir las

puertas de una nueva y triste despedida.

Hora 20:00 Cerrar las ventanas de la infamia que te

difama y me injuria sin pensar.

Hora 22:00 Cenar en casa con los dientes apretados.

Hora 24:00 Cerrar el día, abrazarte, dormirte… dormirme.

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AGORAFOBIA

“¡Las urnas y las incubadoras son exasperadamente tan similares!”

Sudor líquido. Sudor helado. Sudor.

Prosternación Reclamo enfático. ¡Abrir! Por favor… ¡ABRIR!

Cuando los huesos son un señuelo cuando el indulto es menos que una

palabra cuando la carne se disipa como la llovizna fría un 2 de enero cuando no corro más por no perder el sigilo

cuando la sangre es un ágora recalcitrante…

resistencia, resistir,

el encéfalo encerrado en el puño de una

mano la codicia abarrotada la lingüística a flor de piel. La lingüística. La mejor flor de la piel.

Resistir sofocamiento de sonrisas aplastadas como

alguaciles arañas, libélulas (como alguaciles) corrección y corrimiento y la oquedad lúgubre de tu

cortina y la denuncia hecha ojos y el perdón hecho mueca.

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Los langostinos en el restaurante de humanos

los humanos comiéndose entre ellos en un restaurante de langostinos.

Asfixia irremediablemente llego al punto de

mi vida en el que creo y solo creyendo, descreo. Vaya sutileza.

Sutil como el cardo de tu entrepierna.

Como el ébano pestilente de esa sonrisa machista.

Inconfundiblemente… sofocado por

el arácnido embuste de tus besos por el telearácnido rincón (también

sutil) del vello púbico…

Por Dios… ¡cuánta sutileza!

¡Cuánto rincón adormecido!

¡Cuánto dolor!

APRENDÍ

“Primero tenemos que conocer el mundo, tal como es,

para poder luego cambiarlo radicalmente”

Milan Kundera Aprendí de la hipocresía

aprendí a no callarme la

boca aprendí a no ser

hipócrita. Sin agredir sin lastimar

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a no acceder a ese silencio displicente

a deshipocritarme paso a paso.

Aprendí que ser hipócrita es casi lo mismo que [ser un

muerto de ojos afilados] o peor, es casi lo mismo que estar

agonizante de ojos abiertos… o peor.

Es mirar sin ver es odiar sin entender es reprocharse y reprocharte la

agonía es tener el sí genuflexo y la estima concupiscente.

Aprendí a callarme los ojos

y no agredir con la mirada

aprendí a no cerrar bien la boca

y agredir con las palabras.

A revelar nubes incautadas a desvelar velos de miradas encantadas

a resbalar recetas decantadas

sin pensar

sin acceder

sin asentir indiferente a tu mediocre

capacidad de ser humano

impregnado de olor a negligencia. 12


APRENDIZAJE

¿Será que cuando caigo…

no llego nunca hasta abajo?

¿Es verdad que cuando vuelo

soy la más terrestre de las aves?

¿Será que la muerte… me niega un abrazo cuando vivo?

¿Será verdad que miento sabiamente…

cuando soy el más neófito de todos?

Si y no.

AÚN LATE

(…)

“es un muerto de mierda”

Mario Benedetti

Tengo una esperanza muerta en el

bolsillo pero aún late. Se retuerce entre estertores

paulatinos, pretende escapar y ser y debatirse entre la vida y

ella. Yo no la dejo… no

quiero perder

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esta esperanza muerta que aún late en mi

bolsillo porque me vive y me revive con el día.

Yo no quiero perder mi esperanza de

bolsillo y encima muerta, aunque aún late, que aunque muerta, es

esperanza y suena a viento entre los dientes y retoza triste entre la

felpa de años acumulada en el rincón más triste y

luminoso del bolsillo.

CARTA

“…los únicos sueños que nos proporcionan

felicidad son los irrealizables” Roberto Arlt

Acá, 23 de siempre de Mil novecientas veces te amo.

Querida Espera: Me encontré anoche con una de tus

manos, yo bien, iba de la mano de la injusticia,

espero que Usted también. Le grité… ¡Felicidad!,

por las dudas,

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y como era previsible

no se dio vuelta.

Murmuré… ¡Cementerio!, y me

escuchó, querida Espera, yo ya no sé que

decirle sí, sí, yo bien solo espero que usted no… esta

vez, al menos. Siento que no me siente,

siento que no quiere a nadie

pero igual la extraño,

Espera. Ayer conocí los ojos de la mujer de mi vida

¿cómo será su resto?

Usted seguro lo sabe. Usted sabe todo, mi eterna

Espera. Hace un mes, al amor de

mi vida le nacieron termitas

multicolores recién ayer. ¿Qué será lo que comimos… si a mí no me nacieron troncos? Es todo muy extraño, dulce

Espera, muy extraño, ser concubino del engaño

y conductor de la miseria.

Debo remontar los ríos de sangre a remo,

debo inaugurar piletas de venas aviboradas

debo inundar las aguas de mi boca con las aguas de la boca de mi

amante de quien extraje un souvenir como recuerdo la última vez que no nos vimos:

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el lóbulo de una oreja.

Con la esperanza de no haberla desesperado tanto la saluda atentamente quien los pies no tiene.

Rebuznamente suyo:

Cáncer.

P.D.: Revuélvame la olla del guiso que tengo clientes

golpeándome la puerta.

COMO SI TE ESTUVIERA VIENDO

Eludo, en este momento en que estoy en pausa con mis

sorpresas y que no he logrado congeniar dificultad con

sodomía, la responsabilidad inherente a mis dudas de progresar indistintamente con el lógico devenir enfático de los

años y el cancionero bilingüe de mi condena interior.

Suelo, en estos momentos sublimes en que recorro las arterias más

difíciles de mis despedidas confundir izquierda con derecha y derecha con

memoria, placeres del todo inconfundibles y reitero a regañadientes que mi pull-over no llega a pesar cien

kilos ni a costar cien pesos. 16


Cargo, acompasando al viento soplador, con la mística idea de regañarle a mis labios por querer

besarte sin comprender, con frío e irresoluto corazón, que los labios son el alma más externa de nuestra

propia desidia corporal. Y así lo demuestro.

Recuento las horas trágicas que me tocaron ver

de dientes apretados y rodillas flácidas

decolorado, rengueando el espectáculo de mis muslos que compensan mi pesar y mi injusto diabolismo

acobardado. Reniego, es cierto, y reniego más aún cuando descubro entre tu pelo el horizonte perpendicular de tus ideas colapsando

con el miedo que las mías te producen y no escatimo en gastos: moriré; hoy por vos y mañana por mí. CONDÉNAME AL FRACASO

“¡La tumba es todavía un sexo de mujer que atrae al hombre!” César Vallejo

Ríndete a mis pies

rebelde esperpento

salvaje póstrate a mi lado pleito de mi desaliento.

Arrímate a mis ojos

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y haz con ellos lo que

quieras desnútrete un rato de la persecución de mis manos.

Descíntate y desplúmame los ánimos sirvienta de mis ácidos cumplidos.

Condéname al fracaso

yo ya soy un fracasado.

CONTRARIADO

Cuando el viento me respeta yo no lo respeto,

cuando la voz me habla no le contesto,

cuando la noche me acurruca no siento mis piernas.

Siento el deterioro de la

edad que la edad me acusa corrijo el rumbo desmedido

de las ansiedades muertas cumplo con la condición sine qua non

de reírme en el velorio antihumano de los humanos animales.

Cuando la risa ríe

yo lloro de risa cuando el llanto llora

yo muero de felicidad.

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Cuando muero de a poco

tu llanto ríe a carcajadas. DECISIÓN

Yo decidí que no

decidí no hacerlo y no porque es el amor decente y

rígido el que habla y no… no se puede.

Porque es abierto porque es profundo…

no por eso decidí no hacerlo, no aunque no lo quiera, igual no.

Procuré y procuraré

no herir, no agredir

no sufrirte ni sufrirme

faltándote (faltándome) el respeto

porque sos demasiado importante

porque sos demasiado

sos ya demasiado

para mí.

Prefiero seguir

queriéndote a tu lado y no deseándote

a lo lejos.

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Por eso dije, digo y diré, (porque te amo fuertemente de verdad

porque mi aliento es abierto entre tus

labios) que no.

DEMASIADO

“¿Por qué se me vendrá todo el amor de golpe

cuando me siento triste, y te siento lejana?” Pablo Neruda

Mi insolencia es demasiado profunda para tu

alma. Mi incoherencia es demasiado poco elegante para tu

cama. Mi impaciencia es demasiado nerviosa para tu

calma. Mi insolencia es demasiado específica para tu amor.

Mi ruina, demasiado arruinada,

sufre espectro por la noche. Mi cama demasiado desplazada hacia mi

costado atenta contra tus caricias. Mi codicia, demasiado marchita,

le rinde pleitesía a tu dulzura.

Mi raíz, levemente enraizada

es tu despótica armadura.

Mi silencio, demasiado escandaloso, 20


brinda a tus pies de porcelana.

Y yo, contigo,

soy… yo contigo y vos conmigo,

sos… vos sin mí… y sin todos mis vicios.

DESCONVENCIDO

Estar convencido o estar casi

convencido no es lo mismo. Estar casi convencido y estar plenamente

convencido es realmente baladí es etéreamente relativo dentro del relativismo absurdo de

los días y de las noches en que no estás conmigo acá en la cama

en que dormimos diariamente los dos.

Sin embargo y paulatinamente absorbido por los

reparos sé recaer en la fuente fantasiosa de la

juventud irremplazable, irrecuperable aunque volvamos milveces para atrás

descomunalmente denigrado a percudir mi

ropa contra tu pecho a destruir mecanismos de indiferencia.

Eso no es estar convencido

ni casi plenamente convencido

de que no estamos

de que no somos de que no convenceremos a nadie

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de que no lo sabemos

ni lo sabremos jamás

mientras existan en nuestras vidas

guijarros intoxicantes, pústulas de

amor y retamas de odio.

Ahora… de una cosa sí estoy seguro el problema es que ahora no me acuerdo de qué.

Estoy absolutamente convencido de que estoy absolutamente equivocado.

Sólo veo gargantas dentro de un cuadro minimalista

las gargantas pueden oler, generalmente a garganta.

DUDA PLANTEADA

“El sol vacía a baldazos

sus barriles desfondados” Michel Leiris

De qué sirve una caramelera sin caramelos

de qué sirve un triunfo sin derrotas

tu agosto es angosto para mi julio

por eso no logro nunca penetrar como tampoco penetra el julio en el

agosto atascado en las caderas. Me muevo siempre a mi izquierda porque mi derecha sabe

más y no acepto su equivocación. El/ella, no logra nunca equivocarse

atascada en las caderas de mi obsesión.

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Tenés el pasillo angosto para lo abusador que suele ser mi cuerpo. En sentido inverso avanza mi constelación de ridiculeces

en sentido horario corren las agujas de la cocaína,

te respeto, no me drogues. La luz de tu pasillo me ilumina los pasos y no al

revés el izquierdo camina, el otro se arrastra pecan de penas penan de pecados feos… correlacionan ralos espectáculos.

Vos contra la pared de tu propio corredor angosto

yo con el desconcierto de querer herir tus

pasos y cruzamos, exasperados de dudas. Ayúdame a veces a dudar mejor, me cuesta

dudar, yo dudo de vos, vos dudas de mí… ¡Qué buenos y coordinados dudadores somos los dos! EL ESLABÓN PERDIDO

Vos sos el eslabón perdido

yo soy un eslabón gastado

en la larga cadena de las incidencias

arbitrarias de la adicción.

Vos sos única, sos una única realidad

y contradice tu imagen de santa

mi santa ilusión que brota en sandez,

de ese cuerpo de aureola brota el

placer. De este cuerpo te hablo de ese cuerpo que habla, sólo brota una baba de sangre

espumosa llamada, ante tus ojos,

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Famélica libertad.

EL QUID

Hace mucho que me estoy

yendo me despido me vuelvo a

despedir y a veces regreso para despedirme. Como

si una mano agrimensora midiera el regateo de mi intención.

Me estoy yendo desde hace

tiempo te dejo a vos y con vos dejo lo mejor de

mí, lo peor me lo llevo no quisiera endilgarte fracasos

lo malo se irá conmigo

colgando de las uñas que no cortaré

por no cargarle al mundo más maldad.

Siempre me voy (creo que en el fondo todos nos

vamos) graciosamente nos estamos yendo,

todos, no yo, todos, nos vamos día a día un poco

más, y un poco todos.

(Hacia dónde no sé) 24


hacia donde es el quid.

Y cuando te vea desde

lejos te robaré la sombra y me la llevaré a babucha por que contigo es mejor así… es mucho mejor amar tu negativo. ENSEÑANZA

La vida me ha enseñado que nada se puede aprender

La angustia me ha inculcado placer y resignación La

risa me ha enseñado a tener los dientes limpios La

cerrazón me ha mostrado la claridad transparente La

integridad me ha ocultado la biblioteca milenaria La

pereza me ha enseñado a remover cimientos La verborragia me ha enseñado a callarme la

boca La infancia me ha aconsejado no creer La oferta y la demanda me superan, me arrastran

La muerte me ha enseñado muchas veces

y deliberadamente

a esperarla… con los brazos

bien cerrados.

ERROR

Me quiero,

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me quiero tanto que no puedo vivir sin

mí. Soy el amor de mi

vida siento en mi pelo todo el rubor del mundo agazapado.

Me quiero más que a nada en el

mundo, desesperadamente. Soy el sol, y la luna,

de mi trillada poesía soy el faro de mi

océano la luz de mi

mirada. Soy todo y soy

nada para mí ¿………………………………………?

Ah, perdón… me equivoqué de sujeto. ESTÁS MOLESTANDO

“…se lo encomendás a la basura, que siempre ha sido una sabia

antesala de la nada” Mario Benedetti

Está molestando su risa ya está empezando a

molestar, sobre todo a molestarme, indigna.

Su voz, su pensamiento… su actitud de soberano, 26


su actitud. Su ingravidez, no es aceptable, ni su llanto, ni su “amor”, ni su

alegría, merecen serlo.

Porque está molestando a todo el

mundo, no a los que lo odian, pero sobre todo a los que lo

odian a los que lo quieren… a

todos, estás molestando, con esa molestia pacífica y

deificada de los que no les importa con esa actitud de alegre irreverencia,

conscripto, de penurias soberbias de engreimiento paulatino y repugnante.

Tu actitud de plástico redime e

indigna me indigna me llena de tu soberbia exuberante.

Ante todo es agobiante verte

errático y tan convencido, tan confundido y tan humildemente

desdeñoso que no sólo me está molestando (nos está molestando) me está

fastidiando, horriblemente.

Estás molestando.

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ESTUVE MEJOR

Estuve mejor otras veces, más de lo que he estado hasta hoy. Ya no

tengo recuerdos. Ya no puedo, ya no caigo. Soy un do sostenido en tu

pecho de soprano. Me siento música, me digo ánimos, tengo en mis ma-nos

un deslucido anónimo de sinónimos incongruentes y reconozco aún que me

he sentido peor de lo que me he sentido muchas otras veces y sin lograr

convencerme, estoy convencido de que no llego, de que no puedo, de que

de sentirme bien sería irresoluto, cegado, anestesiado. He sentido la gloria

de caminar descalzo y sin zapatos y descalzo sin empachos, vacío de mí.

Me he sentido mejor muchas otras veces más que ésta en que la música me

lleva, si no no iría, como no sería una lírica académica. Me he sentido peor

que otras veces atravesando un espejo de corcheas, retenien-do la suavidad

de tus manos entre mis piernas. ¡Diabólico y maravilloso abrazo! Y sin

embargo me he sentido bien incluso en estos días cuando tejo y destejo el

destino suplicante de mis años.

FE DE ERRATAS

Donde dice me absorbes (¿o me

absortas?) debió decir te amo. De algunas cosas no estoy seguro

de cómo el agua de tu mano

resbala sobre el canto rodado de mi piel.

Donde dice no te puedo

olvidar debería haber dicho que no soporto el monstruo

imponente de la soledad dentro del cuarto negro del desconsuelo.

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Y hay cosas de las que no puedo estar

seguro, de lo que el viento me susurra… porque el viento, sin boca, no puede susurrar.

Donde dice todos nosotros somos

frutos del engaño, debió decir no te conozco y que de ese cruel desconocimiento surge

airoso el retablo injusto del amor más puro. De algunas cosas no estoy seguro, de cómo naceremos, de cómo ya

morimos, de saber quién soy y quien sos

más allá de esta condena en comodato.

Donde dice no soy nada y soy todo debió decir que es cierto que miras a los ojos y que de tus ojos surgen mis ojos como el

parimiento ardiente o la metamorfosis deshonesta del gusano en mariposa. Que tu mirada derrite el helado de mi

angustia. De algunas cosas no estoy seguro, de cómo admirar tu epidemia en las mañanas de cómo soltar las raíces desde el fondo de tu mano

de cómo hacés, ¡carajo!, para lograr

electrizarme con sólo una caricia.

FETO

“La vaciedad de mi profundo hastío

rima con él el dúo de la nada ”.

María Eugenia Vaz Ferreira

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Quisiera inmolarme los años

quisiera renunciar a la memoria

quisiera abdicar de la penumbra en que estoy envuelto por las tardes.

Quisiera bombardear mi página

nueve y saltearme la quince de tu

vida quisiera ser más yo y no tan tú-dependiente

quisiera matarme la muerte y asesinarme los dedos con que escribo.

Quisiera ser una delicia

una fruta casi deliciosa

y sólo soy el odioso reflejo del que fui cuando tenía ochenta años

en el vientre del feto de mi madre…

¡quisiera tanto y no quiero nada!

FINAL DE JUEGO

Cinco botas en un palacio

de piedras y de mármol.

Cinco botas y un pie de huesos y de hueso.

Cinco tortas en una orilla

bañada de sol y mayonesa.

Cinco tartas y un hambriento

rasguñando cortinas de amor. 30


Cinco siglos en una historia repleta de odio y empanadas

dulces. Cinco siglos y un pasado trastabillando en los costados deliciosos.

HIPERMETROPÍA

“… sentía el otro puente por encima,

las palabras yendo y viniendo, las

risas, los silencios calientes.” Julio Cortázar

Si hago como que veo, no

veo. Sólo veo lo que me sirve qué hipócrita soy.

Lo próximo, lo mío, me obnubila sufro el recíproco alboroto de pestañas

postizas, como si fueran pestañas postizas, engendro un casto disfrute

pleno de asociaciones mustias.

Veo más allá, veo lejos adonde danzas tus ojos de

ladrillo, y veo más aún en donde el muerto regurgita

escarapelas pisoteadas. Sufro el casposo encanto de los

años trago el canoso encanto de tu

pelo y aún más más allá (soy hipócrita)

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se contonea el contorsionista

habilidoso papelea, descifra y

restituye crepúsculos, ramas de olivo olvidos y saltamontes.

Más lejos tu sueño (despeñando

sueños) despeñándose en sueños, más lejos tu engaño de mi

perdón, lejos, lejos, lejos,

veo, ineluctablemente, cada vez más lejos.

Distancia. Raída, justificada (¡Qué

hipócrita!) salud enfermiza (¡Radiante

hipocresía!) escape, escapar de mis manos negarse a salir, a vivir la distancia.

El sonido hueco de la sombra

dibuja el alejamiento de estos ojos

que se van, se van y sufre y se van y sufre y olvidan…

ya olvidé ya veo. Lo veo más aún,

soy un hipócrita de mierda.

HIPOTERMIA

“… porque aunque hiciéramos tantas veces el

amor la felicidad tenía que ser otra cosa” Julio Cortázar

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Tu cara, ayer, tu cara Luna, Plácida, Blanca y fría

¿Blanca y fría? Muy fría. ¡Sacame de acá!

Tu ojo, ayer, tu otro ojo Derecho Rígido Energúmeno Ríspido y frío.

¿Ríspido y frío? Muy frío. El izquierdo.

Tu boca, ayer, mi boca Di Diste Dimos Tragamos nuestros fríos En plural.

¿En plural? ¿Tragamos?

Nos tragamos. No estamos más.

Uno adentro del otro Final.

Frío final.

Hospital del frío.

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Quiero internarme en tu inmutabilidad.

INDIGNADAMENTE

“… y no les quedará más tema que un gran espacio y el

eco de lo que ya estaba dicho”

José Donoso

Nos han ofendido nos han ofendido

tiernamente nos tildaron de

blanco fácil. ¡A nosotros! ¡A nosotros que no escatimamos elogios!

¡Que no conocemos las distancias!

Que nos conocemos las distancias

¡Que no conocemos la mentira!

Que nos conocemos las mentiras

Sí a nosotros… nos han ofendido. Sabiamente. Pero… ¡Tan luego a nosotros que siempre

“vamos” que nunca “no vamos”! ¡Justamente nosotros que

no hacemos otra cosa que

mirar para otro lado y que empeñamos el sondeo

desierto que impone conocer tantos y tantos corazones!

Con mucha razón… quizás,

con honestidad… tal vez.

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Y la acusación fue indeclinable

como el sol tierno del domingo

por la tarde. Fue una acusación apabullante… que apabulló, posiblemente, mis

dudas y sobre todo mis certezas.

Reconociendo. Siendo justos, aunque la herida no cierra igual…

¡Justo a nosotros que nunca nos quisimos! INFARTO

“No eras nadie hoy

sos el personaje de

tu velorio” Mario Benedetti

Llega la noche. Llega y se aplasta

como plástico derretido en las

entrañas y deposita su oreja sobre la almohada ácida de una maldición.

Estruendo de golondrinas que salpican de sangre un aleteo

ferviente de risas de cantos, de casi rebuznos…

y de repente…

crack, golpe seco

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a los ojos, en el gesto. [Estallido de vasos, gemidos

de botellas] y la paralización reseca del movimiento.

De todo. Movimiento. Todo.

¡Crack! Aceleración y dolor, aceleración,

dolor, aceleración… dolor

y más crack y más dolor. Crack, Crack, STOP.

Tic tac, tic tac… las horas contadas…

las horas con las que ya no cuento más.

INSÓLITAMENTE

Insólitamente… le corro una carrera a mi sombra

como diagramando una escena

griega, un bostezo en la garganta del

infierno, redimido y redimiendo lo

que un día se ufanó de mi carrera y de la sombra de mi sombra.

Hoy se corrompe junto al

sol de la desdicha, de los cúmulos poéticos arrebatados,

de la audacia hecha carrera infinita,

acá en los albores de la muerte en la antesala de la ciencia en el vestíbulo de nuestro amor

encarcelado, siento el perfume estampado

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en el ribete de tu cuello y me sofoco y me enloquezco con una locura que es inmensa y

alocada, con una desidia que es calor en el escándalo profundo del infierno. LAS AVES SON COMO PÁJAROS NEGROS AUSENTES

DE DUELO…

“Las aves son como pájaros

negros ausente de duelo efímero

y tus ojos se empeñan tiernamente en perpetuar mi desobediencia nocturna.. .”

Las aves son como pájaros negros

ausentes de duelo

efímero y tus ojos se

empeñan tiernamente en perpetuar mi desobediencia nocturna

¡Qué par de desventurados!

… MENOS LA PALABRA

“Inútil decir

más nombrarte

alcanza” Idea Vilariño

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El alma, el dinero,

cualquier cosa. Más allá, más acá,

lejos, es todo y es nada pero cualquier cosa, sin lugar a dudas.

La patria, el espejo, la ruina de mi envidia,

la tos, el grito ahogado,

la calma de la tormenta

cualquier cosa. El reino mutuo del cualquiercosismo.

Todo es digno e

indigno a la vez… menos la palabra.

El guiso, el croissant, el

soufflé, la medialuna, tu

cara y mi espalda, la risa de los domingos

reída los sábados,

el llanto de los lunes

los lunes mismos.

Todo se juega la vida entre

bambalinas todo se escapa entre los dedos y se hace carne de desesperación,

todo… menos la palabra.

38


El drama, la poesía el

diálogo ecuménico

el gesto de abstracción

la desesperanza,

incluso la esperanza

recostada a la vidriera de algún hipermercado de turno.

Todo es capaz de cambiar, todo es capaz de ser igual

siempre de ser lo mismo, de imitar, de ser imitado,

todo se lamenta dentro de la abominable tanque

parlante de la humanidad TODO…

Menos la palabra. MENOSPRECIO

Genealogía

discurso barato…

algo así como el menosprecio como el costado afín entre dos

verdades el delito de ojos… el

abismo ACANTILADO

Años que añoran

sueños que lloran

frustración milimétrica… ¡te

quiero! ¡no te quiero! Y después…

39


por fin y luego,

después frustración

milimétrica… no sé.

El menosprecio es una

vaca y/o como una vaca (al menos me suena a “vaca”).

¿Puede el menosprecio ser una

vaca? más que poder, debe serlo (gorda, vieja, injusta) como el

menosprecio una vaca muy alta, que come el pasto contra el suelo,

y muy elegante. ¿Puede ser?

Sí, a vaca. Sí, vaca sí.

¿Por qué no vaca

como a Darío… buey?

Es casi lo mismo. Vaca-buey, la diferencia es un enfático cuelgue de

diferencias ¿Cuelgue? Cuelgue

¿Puede colgar la genealogía?

Sí… también, sí puede. No puede no existir.

Somos un grupo corsario demandador de esfínteres cargados de me-

nosprecio de menosprecio-vaca. Sí.

Cargados. Menospreciados

como vacas.

40


NARCOLEPSIA

Me estruja el cuerpo la fina delgadez de la conciencia.

Sopor, sueño, perdón, me da sueño tu envidia agazapada.

Intento corporizar tu imagen

plagada de cicatrices electrizantes.

Narcolepsia: suelo dormirme en el momento

más injusto. Saboreando la inmunda pulpa.

Caen a pique mis referencias de vida

adormilado el intento de intentar más.

Un escalón hacia el mundo onírico una liquidez de gracia, de desaires contramano.

No puedo seguir. Me rindo y me inculpo

que par de normales mis ojos que te miran.

Sobrepeso de párpados, ensueño y

aurora comprender que no es lo mismo.

Reconozco la elegancia que despiertan

tus pies. Que inútil pisotear la magia.

Sobrados motivos tengo para

odiarte sobrados para adorarte.

41


Comprendí tu insensibilidad

ya somos dos los insensibles.

Es difícil comprendernos

ya ni yo me comprendo.

Cierro, cierro, apenas…

abro y nunca más.

Me duermo lento

me duermo.

Ya soy

narcoléptico.

NUESTRO ENCUENTRO

“… la siniestra imbecilidad humana es un detalle que carece de importancia”. Eduardo Galeano

El ángel gris de la desidia La raíz cuadrada de tus años La venganza rica y el martirio La pesadez de tu recuerdo La pesadez de tus recuerdos La infantilidad de tu mirada diabla

El condominio donde alojas mi corazón El resultado visto y el escondido La melancolía escapada por la boca

42


La melancolía que te sale por los ojos Los ojos que te llenan de melancolía El diseño y el anhelo de dos cuerpos El imposible y rico martirio en la mañana El duende entre tu almohada Mi entendimiento entretejido de canas La pureza del almuerzo de tu lengua La distancia entre tu aliento y mi sorpresa El candor ecuménico de tus piernas Las cuatro patas de la cama donde abortás El rencor enamorado del desastre La avaricia degollando los pañuelos de tu infancia La bestialidad de tus manos en mi cuello

Nuestro encuentro.

OCÉANO

“Los fantasmas, si aparecen, tendrán

el color vacío de la media luna ahogada… ”

Jean-Pierre Duprey

Navega tu pena el orificio misterioso de las

perplejidades. Navega en un océano imperfecto de

relojes. Vas asida al salvavidas que te ofrece un renuente minutero

demasiado lento… lentamente…

¿en un mar de dudas?

Pero es un viaje lento

43


y trepás angustiada al asidero infartante de otros

segundos. Más rápido el destino aunque terso el avance de los segundos de ese

viaje desdoblado que no querés más viajar

por este océano de tiempo.

OTRA COSA

¿Y al final? ¿Qué vas a hacer? ¿Me

vas a matar o no?

¿Con dolor, sin dolor? ¿Más vas a hacer sufrir como loco? ¿O vas a carraspear y a chasquear los

dientes? Sólo espero que sea doloroso no me merezco otra cosa

no espero otra cosa de vos.

Es necesario enfrentar con dignidad

los carriles más siniestros y oscuros

del alma ajena, del alma sin alma

de tu reivindicación contrasentido.

Apoteosis del show, necesario reivindicar la sabiduría del

desierto ahogado en arena tragado en orgullo

chirriando los dientes.

44


No merezco otra cosa que ser vilipendiado a

mordiscones por el lobo gris de

la ignominia ¡Qué me roa! ¡Qué me muerda! ¡Qué me coma! ¡Qué me

mate! No merezco otra cosa y sin embargo según dicen… puedo resistir,

y sin embargo seguís acá

a mi lado abrazando con tus piernas mi

indecencia besándome los pies los dedos de los

pies, las uñas una perfecta inmundicia. ¡Qué

disciplina! Enchastrado en aceite y

azúcar garabatea mil serpientes con la uña entre los labios

yo me retuerzo y yo me beso y yo

me abrazo y yo

me increpo y me muerdo…

por ser feliz a tu lado, yo

que me merezco otra cosa.

45


PASAPORTE

Estoy aquí, en la cárcel (por no estar en otra

parte) me tocó estar en la cárcel como mañana me puede tocar estar en el desierto (o en tu invierno)

o estar entre tus brazos o bajo tierra

o entre tus brazos bajo tierra.

Me tocó estar en la cárcel

como mañana me puede tocar no estar en el desierto y estar en

pausa. Puedo estar en el desierto (y

no estar ni solo ni desierto) así como mañana me puede

tocar estar en el infierno o en las puertas del infierno

(o en las puertas del cielo)

que es lo mismo y no.

Y puedo estar en pausa (si me toca estar en pausa, si no no) como también estar entre las garras

asesinas de tus ojos.

Y ahí me quedo.

46


POEMA PÉSIMO, PÉSIMO POEMA Y VICEVERSA

A veces me parece que escribo con una pluma desplumada

que río con una risa impostada que siento más con mis brazos que con lo que

debo sentir ¿con qué debo sentir?

Suelo creer más en mí que en mí

mismo suelo pensar sin razonar suelo llorar sobre el suelo cuando no es la

hora ni el momento, suelo merecerme lo que no tengo

suelo creerme superhombre cuando me luzco en tus pupilas desterradas.

Desaparezco y aparezco en tus ensueños.

Pierdo y me pierdo y no te encuentro y

si no te encuentro me extravío en mi

infortunio y desfallezco intensamente entre los brazos de tu ausencia desmedida.

Y ahora estoy soñando, soy un candor surrealista

dentro del irreal mundo… y sueño entre sueños,

navego en caravanas y vuelo en ademanes,

redescubro el lírico infante de tu vientre.

Me voy… ya soy… no soy… vos sos… La despedida y el encuentro de mis labios.

47


POETA SUBURBANO

“El secreto de la felicidad es desear poco

Y lo poco que se desea, desearlo poco” Francisco De Asís

Tengo el orgullo envuelto en papel de caramelo,

no sé si es el mejor sustento a mis demonios, sólo

sé que entiendo poco y de lo poco un alma compungida es lo que tengo. (Lo poco que entiendo lo entiendo muy poco).

Tengo la alegría emparedada detrás de la pintura,

y un calambre en la rodilla por mis más de treinta,

resuelvo ecuaciones que no tienen resultado, la experiencia me ha endilgado a que busque las respuestas.

Tengo mi edad media envuelta para regalo y

una hipocresía colgando de mi ceja,

guardo una postura que remeda a mi infancia y

que corrige los pasajes más severos de mi cara.

Tengo todos los regalos de mis treinta y tres

años, tengo una disputa con mi gracia y con mi

seriedad, todo lo creo entender, nada desmiento, un crucifijo nada me dice, nada me afrenta más.

Estoy en el límite vertiginoso entre contar y hacer la cuenta. Mi

oralidad sufre de crónica ortográfica y de ortografía crónica.

48


POETA URBANO

Uno no nace cuando nace Uno no muere cuando muere Uno no nace una sola vez Uno nace muchas veces Uno sólo muere una única vez

¿Sabré cómo mudarme a tu cama cuando me duerma

arrullándome en tus ojos? Al arrullo de tus

ojos. Yo no lo sé sólo sé que es imposible saber hasta dónde te

quiero, sólo sé que “YO” no sé hasta dónde te quiero

ni hasta dónde puedo quererte. Uno no nace cuando nace.

¿Sabré ocultarme de tu

monstruo cuando se escurra por debajo de las

sábanas? Yo no lo sé, a mí ni dios puede juzgarme. Su

voz es una duda vocinglera.

Uno no muere cuando muere.

¿Podré esconderme de mi llanto

descubierto en la inmensidad de tu sonrisa? Yo no lo

sé, sólo sé que no concurrió hoy, por lluvia

49


tu decepción a mi ordinaria clase de

desastres. Uno no nace una sola vez.

Uno nace muchas

veces. Sólo sé que nace al abrigo retraído del

ombligo de una madre… y que mi amor es tu amor en

desuso porque…

uno sólo muere una única vez.

¿PREGUNTAS?

En dónde se esconde la ligereza de tus brazos

En qué siglo responderás a mis preguntas

Cuántas veces te toma la cintura la calma De qué manera te digo lo que no te digo de todas

formas De cuántas formas te busco Y de cuántas no te encuentro (si te necesito)

Cómo será la pena que te entusiasma los jueves

Cómo será el poema que debí escribirte hace años En cuántos rincones se arrincona la sal de las

derrotas Sobre qué temas o moralejas hablaremos al

otro día En qué descuido te me fuiste… o escondiste Por qué suelo se arrastra mi fe y mi rectitud

Cada cuántas industrias se redescubre el paraíso

Cómo debo hacer para encontrarte dentro de mí

50


En cuántos intersticios de luna asoma tu pelo encrespado

Después de cuántas horas te llegan mis mejores minutos

Cómo se hace para quererte sin enloquecer

Cómo se puede arrastrar un clavo de tres cabezas

Desde cómo somos más que esto que asoma a simple

vista Por qué no puedo descifrarte en un acertijo

Por qué no puedo amarte en mi rompecabezas Por qué esa nube tiene el zumbido de tus ojos al mirarme

Hace cuánto que reptan tus duelos sobre mi impotencia

Para qué tener tanta fe, tantos contrastes, tantos ecos… para

qué Por qué tanto dolor en este pecho y tanto amor en ese

Por qué ya no recuerdo que tu recuerdo es lo más hermoso que me

queda Hace cuánto que te veo y no te miro con insolencia (o decencia)

Hasta cuándo voy a hacerme tantas preguntas y no hallar una respuesta

Por qué soy yo quien debe hacerlas y vos no contestarlas…

51


QUÉ MÁS DA…

“Si yo supiera estar triste

yo me desharía en lágrimas

para que así me bebieran…” María Eugenia Vaz Ferreira

¡Cómo reírne! ¡Cómo llorar!

¡Cómo morirme! ¡Cómo vivir!

¡Cómo alegrarme! ¡Cómo sufrir!

Si yo no sé hacer nada de eso cuando no me llevas de la mano

cuando no me mostrás el camino

cuando no me negás tus encantos.

¡Cómo enseñarme! ¡Cómo asentir!

¡Cómo infeliz ruborizarme de tu

pelo! o de tus manos o de las caricias de tus manos o del placer de las caricias de tus manos o de la angustia del placer de las caricias de tus manos o del amor que me provoca la angustia del placer de las

caricias de tus manos revueltas por tu pelo que me ruboriza cuando me acusa con su brillo

sedal (para cabellos opacos). ¿Quién es más opaco? Te pregunto. Me

pregunto. ¿Y sedal para almas quebradizas que sedosicen mi alma resquebrajada? Qué más da si no sé hacer nada

52


si juego al setenta y nueve (a la

cabeza) y los feriados y los domingos

y las misas y las liturgias de coraza y

los entierros y los cumpleaños y las

navidades confabulan contra mí y encima sale el noventa y siete (a los diez).

Qué más da si no sé dar ni

recibir si no me das ni te recibo.

Qué más da, si ahora que releo estas palabras

me doy cuenta de que yo no las he escrito.

RECULANDO

Vivimos reculando…

si llueve si amanece si nos ignoran

si ignoramos

si nos hablan como a ricos poderosos.

Morimos reculando…

cuando morimos

cuando nos suicidamos

cuando nos suicidamos

y no morimos cuando nos morimos

sin suicidarnos y

53


nos morimos como suicidados.

Asesinamos reculando…

reculamos asesinando

las palabras admirables

al asesinarnos de cualquiera

menos de nosotros mismos

al asesinar a los asesinos del

silencio al matar al matador, de mis borrascas por las noches,

con pastillas y con alcohol.

Marcha atrás, degollamos…

El indulto, el menosprecio,

la caricia, la enjundia, la vanidad, la desidia, el menosprecio al indulto,

la caricia a la enjundia, la desidia y la vanidad

de la literatura.

RESIGNACIÓN

“Lloro porque el llanto en

seco duele más” Gabriela Dati 54


El viento que sopla el agua que flota y fluye

el fuego que quema

que me quema

que se quema la hendidura que se hace puerta

la noche que ya llegó a madrugada

y se hace mañana

y mediodía

y tarde

y noche y, nuevamente… no estás aquí.

RETRATO INSTRUMENTAL

Soy el mezquino ser

taladrado por violines

danzando una música mozartiana.

Soy una vergüenza inundada de chelos, ineptitud y trombones

regodeado de trompetas y

clavicordios idiotizado por compases que no entiendo y que

libero o me liberan o vaya a saber qué hacen con quien pretendo no ser y ser

detrás del grabador insulso de las penas clásicas.

55


SERÁ POSIBLE

“La explicación es un error bien vestido” Julio Cortázar

¿Es posible que yo sepa bien quien soy? ¿Es posible que yo entienda bien tu nombre?

¿Es posible que alucine que te tengo y no te

siento? ¿Es posible que esta alma, pendiente de este hilo,

pendiente de tus ojos,

pendiente de este olvido, que palpita tibiamente entre mis dedos,

no tenga nada que ver conmigo,

ni con tus bélicas intenciones?

¿Será real que escribo para destripar mi inoperancia

y salvaguardar del fuego de la muerte lo poco bueno y mucho de inestable

que aún le queda a mi vida?

¿Será posible que ni sepa lo que estoy diciendo?

SIENTO NUEVAMENTE…

“Lo que la mano ha tomado ni

siquiera se digna tomar la forma de

la mano” Paul Eluard

Un crepitar de dedos 56


y de uñas

incendiarse, el movimiento perpetuo

del condominio de las horas

debatiendo con el tiempo

y la velocidad.

En las manos un mareo

producto del abuso

y del olvido descarga de lapiceras

vacío de

indiscreciones en poemas de delirio.

Una letanía absurda

se me cruza entre los párpados

siento que voy a dejar este mundo enfermo de

adioses me fui.

SIN EMBARGO

Siempre que me voy

me quedo despedirme es tan difícil (sobre todo si despedirme es de vos).

Sin embargo es tan difícil partir.

Cuando sueño, mi sueño es de despedidas

mustias, ordinarias, enrepolladas

y siempre enumeradas.

Ayer soñé sin horizontes

57


y, por ejemplo, fui feliz. ¡Qué malo es ser feliz cuando sueño sin

horizontes! y sin embargo casi nunca soy feliz (claro, ¿cuántas veces se puede

soñar sin horizontes?) ¡Cuántas veces! Lo he descubierto ahora, sin embargo cuando sueño con intentos…

intento seguir y seguir.

Piedra libre al adiós, somos

foráneos de despidos nos

alejamos con la boca

y nos acercamos con los ojos yo, en cambio, me aferro a tu voz

para lo que sea.

SOMBRA

¿Desde cuándo sos mi sombra? desde cuándo. ¿Desde cuándo te comportás tan

ridículamente como lo hace mi angustia? alocada, soliviantada, engreída,

sentimental. Siento la sombra ridícula que esgrime tu sombra, ridícula, debajo del párpado izquierdo. ¿Por

qué debo hacerte caso? ¿Desde

cuándo me dictás los actos?

58


¿Por qué debo tratarte con cariño?

Amanecés en mi crepúsculo tus sombras son un túmulo agazapado

persiguen, acosan, asolan,

no me dejan convivir con mi pasado.

¿Desde cuándo sos la sombra de mi

sombra? ¡Desde cuándo! ¿Hace cuánto empantanaste la dicha? Se

debate la risa entre jugar a la rayuela y

escampar la tormenta de mis ojos. Una sombra fulana, que se atreve a negarme que después quiere ser mi igual parecérsele a mi sombra complicada y perseguida

y que después quiere escupirse la rareza de mis manos y la obscenidad de mi cuerpo.

¿Desde cuándo sos mi sombra encolumnada? que me sigue y me persigue mientras me sigo y me persigo para preguntarme ¿quién es mi sombra? y ¿desde cuándo oso esa sombra que me acosa

tras el mobiliario inquietante de mis pasos? ¿desde cuándo hablás por mí? (ya me estoy

desesperando), ¿o reís por mí?

Reís por mí, por eso es que yo no río y sos mi sombra por no ser menos que

yo que soy tu sombra acobardada y sin embargo, siendo tu

sombra ahora ya sé

por qué llorás.

59


SOMNOLENCIA

Conozco el estado de somnolencia, ese que te acorrala los ojos líquidos y finos, ese momento insomne en donde todo es un

poco, cuando lo que vemos o miramos u observamos tiene el tinte transparente de la desidia y la sandez.

En ese estado Mona Lisa en que caduca la

violencia y despierta la honradez que escandaliza las raíces del

sueño o remueve los cimientos del despecho y la

inconsciencia… duermo despierto

sueño

restriego el ancho mundo incongruente y preso de mi mirada.

No quiero jugar el juego de vivir, de vivir jugando este juego malicioso no quiero trabajar el compromiso de

dormir. La mente en stand by, alerta y atenta, aunque no tanto…

Somnoliento.

Duermo despierto, me restriego el sueño que ha anidado en mi entrecejo y es casi semifeliz.

60


TE OFREZCO

“te entregaré mi vida mientras viva

y cuando me muera te daré mi muerte”

Pablo Neruda

Sólo te

ofrezco mi todo todo que es toda mi todo lo que desesperación. tengo que Pendiente de mis

ofrecerte. Mis desastres internos manos, mis me juego entero sobre

brazos, mis por vos y todo te todo toda ansias, mis entrego; mi alma, mi obsesión, el

dudas y sobre mi cuerpo y por las fruto hostil de mis dudas mi inútil co- calamidades. Te entrego,

Tengo todo razón de niño y no te ofrezco, mis años el amor en la palma para que interactúen con

de mi mano, tengo todo el amor tus besos, mi vientre mis resuelto en tu sonrisa, tengo todas mis para que juegue cejas para que

dudas, pendientes de tus pestañas. Tenés con tu pelo, frunzas tu entrecejo todos tus ojos arrugados en mi sonrisa. Te ofrezco al recordarme y tu alma al

todo y sobre todo te entrego todo lo que tengo para amarme o, en su defecto, odiarme. entregarte, mi esperanza, mi futuro pasado, mi futuro pasado

futuro, te entrego, no te ofrezco, toda mi espera y mi causa, para que hagas de ella tu causa, una buena y verdadera causa. Y por las dudas, no te ofrezco, ni te entrego, para que no me envidies, mi propio amor por vos. Te ofrezco y te entrego dudas, ruinas, maravillas en ruinas, de cuándo yo era ruina aún no arruinada, fe descansando como murciélagos, en la dulce espera boca abajo que suelen tener los impíos a la espera de la horca y del pan dulce en setiembre. Te doy sin llan- to, sin odio y sin memoria, el pasaje más austero de mi vida: mi libro de poemas preferido escrito quién sabe por que endiablado poeta. Te mido en mi entrega, atisbo en tu ignominia, me redescubro en tu agradecimiento, resuelvo solo el

acertijo de mis manos en las tuyas. Me leo entrelíneas mi propia y pura realidad. Me estoy entregando porque no tengo más que

un solicitante, no tengo más interesado que el rubor oscilante de tu cara.

61


VELORIO

(a Natalia, Jimena, Lorena, Joaquina,

Joaquín, Matías e Ignacio de Algorta,

que sin saberlo me ayudaron a hacer este poema)

¿Cómo es un velorio?

Ponen un muerto

alrededor llora la gente

y la gente llora, etcétera.

En un cajón se ofrece café

el café se ofrece y etcétera.

Algunos se

desmayan… otros no.

Huelen flores, otros no huelen olvido, huelen a

final. Otros no.

Líos, gritos, ¿por qué al muerto no le ofrecen

café? pero… ¿Si abrieran su boca? Solo abrirá la boca. Negación.

Aguas por la nariz…

ahogado o sólo muerto.

Respiración de líquido, de pena,

de… muerto.

62


VERSIÓN DE VIDA

Esta es mi vida al menos es una vida, o un tipo de

vida, aunque he decidido firmemente

rehacerme y rehacerla, hacerle una revisión meticulosa, desflorarla,

unciéndole los pétalos de los años.

Decididamente, creo que yo no

soy el autor intelectual de esta vida, he repasado cifras y

números y he concluido que ni siquiera he escrito lo que he

escrito, que ni asumo el transcurrir de lo que ha transcurrido.

Dejé a mi vida en alguna papelera

junto a otro grupo de deshechos

que he desechado… pertrechos,

olvidé el recuerdo en una

defunción que… aclaro, no fue la

mía, aunque, igualmente, y mientras tanto, yo vivo la vida de

otros que también son

yo… sin vida.

Me he replanteado la vida… mi vida

no a mí… sólo me la he replanteado,

63


ardua y ampulosamente, y me encontré sólo dilemas solo con dilemas ¿De quién serán? Y el dilema mayor, su propia ausencia.

¿Será indecisa o ermitaña?

¿Será vida o versión?

¿Será acoso de vida o renuencia exclusiva?

Mi vida flirtea con exclusivismos

y con la muerte que muere de

risa porque nadie supera esa nueva

idea ni la superará jamás. VIDA ANTERIOR

Miro y por los ojos no me sale la mirada.

Me sale un grito en llamarada

que respira el aire azul

que lo alimenta

mientras en su vientre

se nutre y crece la

agonía de mis ojos.

Grito y por la boca no se me arranca la

voz. Me nace una tortura en pañales que me nutre amargamente

64


de las heces de los pobres ricachones

y que ha parido el indicio rústico

del nacimiento de los ricos pobretones.

Huelo y por las fosas no entra sino tu

cara. Me angustia la ilusión me corta la garganta tu respiro, el aroma viene ardiendo en mi emboscada,

soy el mejor amante con olores y así prefiero amarte, con olores que no oler jamás la dulzura de tus manos

que no saber ya más reírme aquí, a tu lado.

Porque me desespero y la desesperación come

ansiedades disgustadas.

Palpo el azul de la melena y el rubio de los

ojos. Soy tu iris y no seré nunca otra cosa que la onomatopeya de tu iris,

cabizbajeando nuestras cópulas,

revisando detalladamente los

recuerdos de todo lo que nos dimos de todo lo que yo no te di de lo demasiado que vos me diste

de esta, toda mi no-vida anterior.

65


VIDA-CIRCO

Cae una leve llovizna

una leve llovizna difusa

que difumina la esencia de las

cosas y que dibuja detrás del vidrio la ilustre clarividencia de unos ojos. La vida en un fraseo suave… muy

suave casi imperceptible parafraseando al mago que extirpó al conejo de la galera,

al mensajero errático del olvido.

Zigzag. Destello y mucha

luz. Ilumina la sombra el zigzagueo neurálgico del mago

sin más varita que su sangre.

Sube y sube la cumbre el trapecista,

mira, suspira, encomienda su alma y

¡Zas!... se deja caer, en el olvido de los siglos, en los brazos eternos del vacío finito.

Percibo un cruce lacónico de miradas

que rayan furibundos cuestionamientos

desprecian y presagian el fin del artista errante y callejero.

De ese artista que todos somos, artistas de cincelar nuestras propias

vidas para obsequiársela a la muerte (lujosa, lustrosa, lujuriosa) sin piano, sin galera (ni siquiera de mago) 66


sin frac, sin talento ni armonía,

ni Austrias, ni Vienas, sin nada.

Voy flotando en una nube roja y

atravieso desiertos inundados

con los ojos cerrados, sin certezas

siquiera de que tengo ojos o de que voy

volando sobre una roja alfombra de arena del desierto calcinante y húmedo de esos

ojos que me clarividean detrás de las cortinas de llovizna

eléctrica y de detrás del vidrio empañado y

suplicante que es hoy

este corazón. Y MUY RÁPIDO ME CAMBIASTE…

De vos aprendí, palabras muy

complejas palabras como… “nube”. Que en lo hondo es como un beso raquítico de felpa que se acostumbra a vivir en un costado

y que cómodamente se alimenta del tenue alarido de mi voz.

De vos aprendí, disculpas muy

complejas disculpas como… “¿venís?”

67


que en lo raquítico es como un beso hondo de felpa que se acostumbra a vivirme de

costado y que álgidamente se acurruca y nos acurrucamos los dos.

No me cambies todavía.

68


Índice

A QUIÉN / 8

AGENDA / 9

AGORAFOBIA / 10

APRENDÍ / 11

APRENDIZAJE / 13

AÚN LATE / 13

CARTA / 14

COMO SI TE ESTUVIERA VIENDO / 16

CONDÉNAME AL FRACASO / 17

CONTRARIADO / 18

DECISIÓN / 19

DEMASIADO / 20

DESCONVENCIDO / 21

DUDA PLANTEADA / 22

EL ESLABÓN PERDIDO / 23

EL QUID / 24

ENSEÑANZA / 25

ERROR / 25

ESTÁS MOLESTANDO / 26

ESTUVE MEJOR / 28

FE DE ERRATAS / 28

FETO / 29

FINAL DE JUEGO / 30

HIPERMETROPÍA / 31

HIPOTERMIA / 32

INDIGNADAMENTE / 34

INFARTO / 35

69


INSÓLITAMENTE / 36 LAS AVES SON COMO PÁJAROS NEGROS AUSENTES DE DUELO… / 37

… MENOS LA PALABRA / 37

MENOSPRECIO / 39

NARCOLEPSIA / 41

NUESTRO ENCUENTRO / 42

OCÉANO / 43

OTRA COSA / 44

PASAPORTE / 46

POEMA PÉSIMO, PÉSIMO POEMA Y VICEVERSA / 47

POETA SUBURBANO / 48

POETA URBANO / 49

¿PREGUNTAS? / 50

QUÉ MÁS DA… / 52

RECULANDO / 53

RESIGNACIÓN / 54

RETRATO INSTRUMENTAL / 55

SERÁ POSIBLE / 56

SIENTO NUEVAMENTE… / 56

SIN EMBARGO / 57

SOMBRA / 58

SOMNOLENCIA / 60

TE OFREZCO / 61

VELORIO / 62

VERSIÓN DE VIDA / 63

VIDA ANTERIOR / 64

VIDA-CIRCO / 66

Y MUY RÁPIDO ME CAMBIASTE… / 67 70


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