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Número suelto € 1,00. Número atrasado € 2,00 L’O S S E RVATORE ROMANO EDICIÓN SEMANAL Unicuique suum EN LENGUA ESPAÑOLA Non praevalebunt Año LII, número 49 (2.695) Ciudad del Vaticano 4 de diciembre de 2020 Pastores cercanos al pueblo

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L’O S S E RVATOR E ROMANOEDICIÓN SEMANAL

Unicuique suum

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Año LII, número 49 (2.695) Ciudad del Vaticano 4 de diciembre de 2020

Pa s t o re sc e rc a n o sal pueblo

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L’OSSERVATORE ROMANOEDICIÓN SEMANAL

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Redacciónvia del Pellegrino, 00120 Ciudad del Vaticano

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página 2 L’OSSERVATORE ROMANO viernes 4 de diciembre de 2020, número 49

En el Ángeslus la oración de Francisco

Por las poblaciones de América Centralgolpeadas por los huracanes

Una muestra de cercanía a las poblaciones de AméricaCentral golpeadas por fuertes huracanes fue aseguradapor el Papa Francisco al finalizar el Ángelus del 29de noviembre. Asomándose a medio día a la ventanade su Estudio privado, el Pontífice guió la oraciónmariana, introduciéndola con una reflexión sobre elpasaje del Evangelio propuesto por la liturgia en elprimer domingo de Adviento.

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Hoy, primer domingo de Adviento, em-pieza un nuevo año litúrgico. En él laIglesia marca el curso del tiempo conla celebración de los principales acon-

tecimientos de la vida de Jesús y de la historia dela salvación. Al hacerlo, como Madre, ilumina elcamino de nuestra existencia, nos sostiene en lasocupaciones cotidianas y nos orienta hacia el en-cuentro final con Cristo. La liturgia de hoy nosinvita a vivir el primer “tiempo fuerte” que es estedel Adviento, el primero del año litúrgico, el Ad-viento, que nos prepara a la Navidad, y para estapreparación es un tiempo de espera, es un tiempode esperanza. Espera y esperanza.

San Pablo (cfr. 1 Cor 1,3-9) indica el objeto dela espera. ¿Cuál es? La «Revelación de nuestroSeñor» (v. 7). El Apóstol invita a los cristianos deCorinto, y también a nosotros, a concentrar laatención en el encuentro con la persona de Jesús.Para un cristiano lo más importante es el encuen-tro continuo con el Señor, estar con el Señor. Yasí, acostumbrados a estar con el Señor de la vi-da, nos preparamos al encuentro, a estar con elSeñor en la eternidad. Y este encuentro definitivovendrá al final del mundo. Pero el Señor viene ca-da día, para que, con su gracia, podamos cumplirel bien en nuestra vida y en la de los otros. Nues-tro Dios es un Dios-que-viene —no os olvidéis es-to: Dios es un Dios que viene, viene continua-mente— : ¡Él no decepciona nuestra espera! ElSeñor no decepciona nunca. Nos hará esperarquizá, nos hará esperar algún momento en la os-curidad para hacer madurar nuestra esperanza,pero nunca decepciona. El Señor siempre viene,siempre está junto a nosotros. A veces no se dejaver, pero siempre viene. Ha venido en un precisomomento histórico y se ha hecho hombre para to-mar sobre sí nuestros pecados —la festividad deNavidad conmemora esta primera venida de Jesúsen el momento histórico—; vendrá al final de lostiempos como juez universal; y viene también unatercera vez, en una tercera modalidad: viene cadadía a visitar a su pueblo, a visitar a cada hombrey mujer que lo acoge en la Palabra, en los Sacra-mentos, en los hermanos y en las hermanas. Je-

sús, nos dice la Biblia, está a la puerta y llama.Cada día. Está a la puerta de nuestro corazón.Llama. ¿Tú sabes escuchar al Señor que llama,que ha venido hoy para visitarte, que llama a tucorazón con una inquietud, con una idea, conuna inspiración? Vino a Belén, vendrá al final delmundo, pero cada día viene a nosotros. Estadatentos, mirad qué sentís en el corazón cuando elSeñor llama.

Sabemos bien que la vida está hecha de altos ybajos, de luces y sombras. Cada uno de nosotrosexperimenta momentos de desilusión, de fracaso yde pérdida. Además, la situación que estamos vi-viendo, marcada por la pandemia, en muchos ge-nera preocupaciones, miedo y malestar; se corre elriesgo de caer en el pesimismo, el riesgo de caeren ese cierre y en la apatía. ¿Cómo debemos reac-cionar frente a todo esto? Nos lo sugiere el Salmode hoy: «Nuestra alma en Yahveh espera, él esnuestro socorro y nuestro escudo; en él se alegranuestro corazón, y en su santo nombre confia-mos» (Sal 32, 20-21). Es decir el alma en espera,una espera confiada del Señor hace encontrarconsuelo y valentía en los momentos oscuros dela existencia. ¿Y de qué nace esta valentía y estaapuesta confiada? ¿De dónde nace? Nace de laesperanza. Y la esperanza no decepciona, esa vir-tud que nos lleva adelante mirando al encuentrocon el Señor.

El Adviento es una llamada incesante a la espe-ranza: nos recuerda que Dios está presente en lahistoria para conducirla a su fin último para con-ducirla a su plenitud, que es el Señor, el SeñorJesucristo. Dios está presente en la historia de lahumanidad, es el «Dios con nosotros», Dios noestá lejos, siempre está con nosotros, hasta el pun-to que muchas veces llama a las puertas de nues-tro corazón. Dios camina a nuestro lado para sos-tenernos. El Señor no nos abandona; nos acom-paña en nuestros eventos existenciales para ayu-darnos a descubrir el sentido del camino, el signi-ficado del cotidiano, para infundirnos valentía enlas pruebas y en el dolor. En medio de las tem-pestades de la vida, Dios siempre nos tiende lamano y nos libra de las amenazas. ¡Esto es boni-to! En el libro del Deuteronomio hay un pasaje

muy bonito, que el profeta dice al pueblo: “Pe n -sad, ¿qué pueblo tiene a sus dioses cerca de sí co-mo tú me tienes a mí cerca?”. Ninguno, solamen-te nosotros tenemos esta gracia de tener a Dioscerca de nosotros. Nosotros esperamos a Dios, es-peramos que se manifieste, ¡pero también Él espe-ra que nosotros nos manifestemos a Él!

María Santísima, mujer de la espera, acompañenuestros pasos en este nuevo año litúrgico queempezamos, y nos ayude a realizar la tarea de losdiscípulos de Jesús, indicada por el apóstol Pe-dro. ¿Y cuál es esta tarea? Dar razones de la espe-ranza que hay en nosotros (cfr. 1 p 3,15).

Después del Ángelus y el llamamiento por AméricaCentral, el Papa saludó a los fieles presentes.

¡Queridos hermanos y hermanas!

Deseo expresar nuevamente mi cercanía a laspoblaciones de América Central golpeadaspor fuertes huracanes, en particular recuer-

do a las Islas de San Andrés, Providencia y SantaCatalina, como también la costa pacífica del nortede Colombia. Rezo por todos los países que su-fren a causa de estas calamidades. Dirijo mi cor-dial saludo a vosotros, fieles de Roma y peregri-nos de diferentes países. Saludo en particular alos que —lamentablemente en número muy limita-do— han venido con ocasión de la creación de losnuevos cardenales, que tuvo lugar ayer por la tar-de. Rezamos por los trece nuevos miembros delColegio Cardenalicio.

Os deseo a todos vosotros un buen domingo yun buen camino de Adviento. Tratamos de sacarel bien también en la difícil situación que la pan-demia nos impone: mayor sobriedad, atencióndiscreta y respetuosa a quienes estén cerca quepueden tener necesidad, algún momento de ora-ción hecho en familia con sencillez. Estas tres co-sas nos ayudarán mucho: mayor sobriedad, aten-ción discreta y respetuosa a quienes estén cercaque puedan tener necesidad y después, muy im-portante, algún momento de oración hecho en fa-milia con sencillez. Por favor, no os olvidéis derezar por mí. Buen almuerzo y hasta pronto.

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número 49, viernes 4 de diciembre de 2020 L’OSSERVATORE ROMANO página 3

Llega a la plaza de San Pedro el árbol de Navidad

De los bosques de Eslovenia

Proviene de Novi Lazi, Kočevska Reka, enla Eslovenia suroriental, el abeto rojo opicea (Picea abies) que será iluminado yadornado en la plaza de San Pedro para

la Navidad. Llegó en la noche entre el domingo29 y el lunes 30 de noviembre y fue levantado porla mañana por el Servicio jardines y ambiente dela Dirección de infraestructuras y servicios de laGobernación del Estado de la Ciudad del Vatica-no. El imponente abeto mide 30 metros de altura,tiene un diámetro, en el suelo, de 67 centímetros,un peso de 7 toneladas y una edad de 75 años.

La ceremonia de iluminación tendrá lugar, res-petando las normas sanitarias para contener lapandemia, el viernes 11 de diciembre, a las 16.30.La presidirán el cardenal Giuseppe Bertello y elobispo Fernando Vérgez Alzaga, respectivamentepresidente y secretario general de la Gobernacióndel Estado de la Ciudad del Vaticano.

El árbol y el pesebre permanecerán expuestosen la plaza de San Pedro hasta el domingo 10 deenero de 2021, fiesta del Bautismo del Señor, conla que concluye la Navidad.

Al instituto universitario salesianode Venecia y Verona

AdvientoGreen Dream

Publicamos a continuación el videomensaje delPapa a los jóvenes del instituto universitariosalesiano de Venecia y Verona publicado el 26 den o v i e m b re

Doy las gracias a los jóvenes del InstitutoUniversitario Salesiano, y a la «Cube Radio»,de Venecia, por haber preparado un caminode Adviento inspirado en la Palabra de Diosde cada domingo y en la encíclica Laudato si’.

¡Gracias! Os invito a involucrar a otros jó-venes y usuarios de la red en la preparaciónde la Santa Navidad, difundiendo, también através de las redes sociales de Vatican News, laPalabra de Dios e invitándoles a cuidar de lacasa común. Gracias. ¡Rezo por vosotros y re-zad por mí!

Al Festival de la Doctrina social de la Iglesia el Papa pide no reducir el anuncio a marketing

Por una nueva economía inclusiva yuna política capaz de amor

«En el mundo con la fuerza y la creatividad de la vida de Dios en nosotros: así sabremos fascinar el corazóny la mirada de las personas con el Evangelio de Jesús, ayudaremos a que fecunden proyectos de nuevaeconomía inclusiva y de política capaz de amor»: esta es la consigna que el Papa Francisco confió con unvideomensaje a los participantes del décimo Festival de la doctrina social de la Iglesia, que se abrió el 26 denoviembre en Verona —y en varias ciudades italianas a través de conexiones por internet a causa de lapandemia— sobre el tema «Memoria del futuro». En el encuentro, que concluyó el domingo 29, no estarápresente por primera vez don Adriano Vincenzi, animador de las ediciones precedentes, fallecido el pasado 13 def e b re ro .

A la Caritas Eslovenia

La armoníade la unidad

Con ocasión del 30º aniversario de los conciertosde beneficiencia «Klic dobrote» (—Llamamientoa la bondad—) a favor de Caritas Eslovenia, elPapa ha enviado a los promotores de lainiciativa el videomensaje —difundido el miércoles25 de noviembre— que publicamos acontinuación.

Queridos hermanos y hermanas:En este treinta aniversario de los conciertosde Caritas Eslovenia «Klic dobrote», quierosaludaros y daros las gracias por esta activi-dad cultural que hacéis para Caritas. ¡Muchasgracias! ¡30 años! Se necesita paciencia parahacer algo así. Rezo por vosotros y os deseoun buen concierto. Que el «Klic dobrote» deeste año sea un paso adelante; y también unpaso adelante para la unidad de la Iglesia yde vuestro pueblo. Donde no hay unidad,queridos hermanos y hermanas, no hay Espí-ritu del Señor. El Señor siempre busca la uni-dad, que no significa uniformidad. No. Cadauno tiene sus propias cualidades, su propiocarisma, su propia personalidad, pero siempreen unidad, con el Espíritu de la unidad. Nodeberíamos ser sectarios, uno contra el otro;no deberíamos ser personas «de partido».No: uno. Os deseo lo mejor. Que este con-cierto sea lprecisamente la armonía de la uni-dad entre vosotros. Que el Señor os bendiga.¡Y rezad por mí!

FRANCISCO

Un cordial saludo al obispo y a todos vo-sotros los que participáis, en Verona yen las diversas ciudades italianas conec-tadas por internet, en el Festival de la

Doctrina Social de la Iglesia que, con su metodo-logía creativa, quiere iniciar una confrontación en-tre sujetos diferentes por sensibilidad y por acción,pero convergentes en la construcción del bien co-mún. Es una edición diferente a la habitual, por-que estamos enfrentándonos a la pandemia toda-vía presente, un escenario que comporta dificulta-des y graves heridas personales y sociales. Y esuna edición algo diferente también porque, porprimera vez, Don Adriano Vincenzi no está convosotros para respaldar este evento formativo queahora llega a su décima edición. Queremos recor-darlo en el rasgo distintivo de su servicio, con pa-labras que están en sintonía con lo que escribí enla última Encíclica Fratelli tutti: «Una gran noble-za es ser capaz de desatar procesos cuyos frutosserán recogidos por otros, con la esperanza puestaen las fuerzas secretas del bien que se siembra» (n.196). Este año el tema que habéis elegido es Me-moria del Futuro. Suena un poco extraño pero escreativo: “Memoria del Futuro”. Nos invita a esaactitud creativa que podemos decir que es “f re -cuentar el futuro”.

Para nosotros los cristianos, el futuro tiene unnombre y este nombre es esperanza. La esperanzaes la virtud de un corazón que no se cierra en laoscuridad, no se detiene en el pasado, no “se apa-ña” en el presente, sino que sabe ver el mañana.Para nosotros los cristianos, ¿qué significa el ma-ñana? Es la vida redimida, la alegría del don delencuentro con el Amor trinitario. En este sentido,ser Iglesia significa tener la mirada y el corazóncreativos y escatológicos sin ceder a la tentaciónde la nostalgia, que es una verdadera y propia pa-tología espiritual.

Un pensador ruso, Ivanovič Ivanov, afirma quesólo existe lo que Dios recuerda. Por eso la diná-mica de los cristianos no es retener con nostalgiael pasado, sino acceder a la memoria eterna delPadre; y esto es posible viviendo una vida de cari-dad. Por lo tanto, no la nostalgia, que bloquea lacreatividad y nos convierte en personas rígidas eideológicas incluso en el ámbito social, político yeclesial, sino la memoria, tan intrínsecamente liga-da al amor y a la experiencia, que se convierte enuna de las dimensiones más profundas de la per-sona humana. Todos nosotros hemos sido genera-dos a la Vida en el Bautismo. Hemos recibido el

don de la vida que es la comunión con Dios, conlos demás y con la creación. Así, pues, estamos lla-mados a realizar la vida en comunión con Dios, esdecir, en la intimidad de la oración en la presenciadel Señor, en el amor por las personas que encon-tramos, o sea, en la caridad, y finalmente por lamadre tierra, lo que indica un proceso de transfi-guración del mundo. Y la Vida recibida en don esla misma vida de Cristo, y no podemos vivir comocreyentes en el mundo sino manifestando su mis-ma vida en nosotros. Injertados en la vida delAmor trinitario nos volvemos capaces de la memo-ria, de la memoria de Dios. Y sólo lo que es amorno cae en el olvido, precisamente porque encuen-tra su razón de ser en el amor del Padre, del Hijoy del Espíritu Santo. En este sentido, toda nuestravida debe ser de alguna manera una liturgia, unaanamnesis, una memoria eterna de la Pascua deCristo.

He aquí, pues, el significado del Festival de esteaño: vivir la memoria del futuro significa compro-meterse a hacer de la Iglesia, el gran pueblo deDios (cf. Lumen Gentium, 6), el principio y la se-milla del reino de Dios en la tierra. Vivir comocreyentes inmersos en la sociedad manifestando lavida de Dios que recibimos como don en el Bau-tismo, para que ahora tengamos memoria de esavida futura en la que estaremos juntos ante el Pa-dre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Esta actitud nos ayuda a superar la tentación dela utopía, de reducir el anuncio del Evangelio aun simple horizonte sociológico o de que nos em-barquen en el “marketing” de las diversas teoríaseconómicas o bandos políticos. En el mundo conla fuerza y la creatividad de la vida de Dios en no-sotros: así sabremos fascinar el corazón y la mira-da de las personas con el Evangelio de Jesús, ayu-daremos a que fecunden proyectos de nueva eco-nomía inclusiva y de política capaz de amor.

Quisiera dirigir unas palabras en particular a losdiferentes actores de la vida social reunidos conocasión del Festival: al mundo de los empresarios,de los profesionales, de los representantes delmundo institucional, de la cooperación, de la eco-nomía y de la cultura: seguid comprometiéndoosen el camino que Don Adriano Vincenzi trazó convosotros para el conocimiento y la formación en ladoctrina social de la Iglesia. Constructores depuentes: los que se reúnen aquí no encuentrenmuros sino rostros...

Y por favor no os olvidéis de rezar por mí. Gra-cias.

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página 4 L’OSSERVATORE ROMANO viernes 4 de diciembre de 2020, número 49

La misa del Pontífice en el primer domingo de Adviento

Cercanía y vigilanciaPublicamos, a continuación, el texto de la homilía pronunciada por el PapaFrancisco durante la celebración de la misa con los cardenales de nuevacreación, que se llevó a cabo el domingo, 29 de noviembre, por la mañana, enla basílica de San Pedro.

Las lecturas de hoy sugieren dos palabras clave para el tiempo deAdviento: cercanía y vigilancia. La cercanía de Dios y nuestra vigi-lancia. Mientras el profeta Isaías dice que Dios está cerca de noso-tros, Jesús en el Evangelio nos invita a vigilar esperando en Él.

Cercanía. Isaías comienza tuteando a Dios: «¡Tú eres nuestro padre!»(63, 16), y continúa: «Nunca se oyó [...] que otro dios fuera de ti actuaraasí a favor de quien espera en él» (64, 3). Vienen a la mente las palabrasdel Deuteronomio: ¿Quién «está tan cerca como lo está el Señor Dios denosotros, siempre que lo invocamos?» (4, 7). El Adviento es el tiempo parahacer memoria de la cercanía de Dios, que ha descendido hasta nosotros.Pero el profeta supera esto y le pide a Dios que se acerque más: «¡Ojalárasgaras los cielos y descendieras!» (Is 63, 19). Lo hemos pedido tambiénen el Salmo: “Vuelve, visítanos, ven a salvarnos” (cf. Sal 79, 15.3). “D iosmío, ven en mi auxilio” es a menudo el comienzo de nuestra oración: elprimer paso de la fe es decirle al Señor que lo necesitamos, necesitamos suc e rc a n í a .

Es también el primer mensaje del Adviento y del Año Litúrgico, recono-cer que Dios está cerca, y decirle: “¡Acércate más!”. Él quiere acercarse anosotros, pero se ofrece, no se impone. Nos corresponde a nosotros decirsin cesar: “¡ Ve n ! ”. Nos corresponde a nosotros, es la oración del adviento¡Ven! El Adviento nos recuerda que Jesús vino a nosotros y volverá al finalde los tiempos, pero nos preguntamos: ¿De qué sirven estas venidas si noviene hoy a nuestra vida? Invitémoslo. Hagamos nuestra la invocación pro-pia del Adviento: «Ven, Señor Jesús» (Ap 22, 20). Con esta invocación ter-mina el Apocalipsis: «Ven, Señor Jesús». Podemos decirla al principio decada día y repetirla a menudo, antes de las reuniones, del estudio, del tra-

mirada hacia lo alto, nos sintoniza con el Señor. La oración permite queDios esté cerca de nosotros; por eso, nos libra de la soledad y nos da espe-ranza. La oración oxigena la vida: así como no se puede vivir sin respirar,tampoco se puede ser cristiano sin rezar. Y hay mucha necesidad de cristia-nos que velen por los que duermen, de adoradores, de intercesores que díay noche lleven ante Jesús, luz del mundo, las tinieblas de la historia. Haynecesidad de adoradores. Hemos perdido un poco el sentido de la adora-ción, de estar en silencio ante el Señor, adorando. Ésta es la mediocridad,la tibieza.

Hay también un segundo sueño interior: el sueño de la indiferencia. Elque es indiferente ve todo igual, como de noche, y no le importa quién es-tá cerca. Cuando sólo giramos alrededor de nosotros mismos y de nuestrasnecesidades, indiferentes a las de los demás, la noche cae en el corazón. Elcorazón se vuelve oscuro. Comenzamos rápido a quejarnos de todo, luegosentimos que somos víctimas de los otros y al final hacemos complots detodo. Quejas, victimismo y complots. Es una cadena. Hoy parece que estanoche ha caído sobre muchos, que exigen sólo para sí mismos y se desinte-resan de los demás.

¿Cómo podemos despertar de este sueño de indiferencia? Con la vigi-lancia de la caridad. Para llevar luz a aquel sueño de la mediocridad, de latibieza, está la vigilancia de la oración. Para despertarnos de este sueño dela indiferencia está la vigilancia de la caridad. La caridad es el corazón pal-pitante del cristiano. Así como no se puede vivir sin el latido del corazón,tampoco se puede ser cristiano sin caridad. Algunos piensan que sentircompasión, ayudar, servir sea algo para perdedores; en realidad es laapuesta segura, porque ya está proyectada hacia el futuro, hacia el día delSeñor, cuando todo pasará y sólo quedará el amor. Es con obras de miseri-cordia que nos acercamos al Señor. Se lo pedimos hoy en la oración colec-ta: «Aviva en tus fieles […] el deseo de salir al encuentro de Cristo, queviene, acompañados por las buenas obras». El deseo de salir al encuentrode Cristo con las buenas obras. Jesús viene y el camino para ir a su en-cuentro está señalado: son las obras de caridad.

Queridos hermanos y hermanas, rezar y amar, he aquí la vigilancia.Cuando la Iglesia adora a Dios y sirve al prójimo, no vive en la noche.Aunque esté cansada y abatida, camina hacia el Señor. Invoquémoslo: Ven,Señor Jesús, te necesitamos. Acércate a nosotros. Tú eres la luz: despiérta-nos del sueño de la mediocridad, despiértanos de la oscuridad de la indife-rencia. Ven, Señor Jesús, haz que nuestros corazones que ahora están dis-traídos estén vigilantes: haznos sentir el deseo de rezar y la necesidad dea m a r.

“ Hay necesidad de adoradores.Hemos perdido un poco el sentido

de la adoración, de estar ensilencio ante el Señor, adorando.

Ésta es la mediocridad, la tibieza

versículos (cf. Mc 13, 33-35.37). Es importante estar vigilantes, porque unerror de la vida es el perderse en mil cosas y no percatarse de Dios. SanAgustín decía: «Timeo Iesum transeuntem» (Sermones, 88,14,13), “Te n g omiedo de que Jesús pase y no me dé cuenta”. Atraídos por nuestros intere-ses todos los días experimentamos esto y distraídos por tantas vanidades,corremos el riesgo de perder lo esencial. Por eso hoy el Señor repite «a to-dos: ¡estén vigilantes!» (Mc 13, 37). Vigilen, estén atentos.

Pero, si debemos vigilar, esto quiere decir que es de noche. Sí, ahora novivimos en el día, sino en la espera del día, en medio de la oscuridad y lostrabajos. Llegará el día cuando estemos con el Señor. Vendrá, no nos desa-nimemos. Pasará la noche, aparecerá el Señor; Él, que murió en la cruzpor nosotros, nos juzgará. Estar vigilantes es esperar esto, es no dejarse lle-var por el desánimo, y esto se llama vivir en la esperanza. Así como antesde nacer nos esperaban quienes nos amaban, ahora nos espera el Amormismo. Y si nos esperan en el Cielo, ¿por qué vivir con pretensiones terre-nales? ¿Por qué agobiarse por alcanzar un poco de dinero, fama, éxito, to-das cosas efímeras? ¿Por qué perder el tiempo quejándose de la nochemientras nos espera la luz del día? ¿Por qué buscar “padrinos” para obte-ner una promoción y ascender, promocionarnos para hacer carrera? Todopasa. Estén vigilantes, dice el Señor.

Mantenerse despiertos no es fácil, al contrario, es algo muy difícil. Porla noche es natural dormir. No lo lograron los discípulos de Jesús, a quie-nes Él les había pedido que velaran “al atardecer, a medianoche, al cantodel gallo, de madrugada” (cf. v. 35). Y precisamente a esas horas no estu-vieron vigilantes. Al atardecer, en la última cena, traicionaron a Jesús; porla noche se durmieron; al canto del gallo lo negaron; de madrugada deja-ron que lo condenaran a muerte. No estuvieron vigilantes. Se quedarondormidos. Pero sobre nosotros puede caer el mismo sopor. Hay un sueñopeligroso: el sueño de la mediocridad. Llega cuando olvidamos nuestroprimer amor y seguimos adelante por inercia, preocupándonos sólo por te-ner una vida tranquila. Pero sin impulsos de amor a Dios, sin esperar sunovedad, nos volvemos mediocres, tibios, mundanos. Y esto carcome la fe,porque la fe es lo opuesto a la mediocridad: es el ardiente deseo de Dios,es la valentía perseverante para convertirse, es valor para amar, es salirsiempre adelante. La fe no es agua que apaga, sino fuego que arde; no esun calmante para los que están estresados, sino una historia de amor paralos que están enamorados. Por eso Jesús odia la tibieza más que cualquierotra cosa (cf. Ap 3, 16). Se ve el desprecio de Dios por los tibios.

Y entonces, ¿cómo podemos despertarnos del sueño de la mediocridad?Con la vigilancia de la oración. Rezar es encender una luz en la noche. Laoración nos despierta de la tibieza de una vida horizontal, eleva nuestra

bajo y de las decisiones que debemos to-mar, en los momentos más importantes yen los difíciles: Ven, Señor Jesús. Una ora-ción breve, pero que nace del corazón. Di-gámosla en este tiempo de Adviento, repi-támosla: «Ven, Señor Jesús».

De este modo, invocando su cercanía,ejercitaremos nuestra vigilancia. El Evange-lio de Marcos nos propuso hoy la parte fi-nal del último discurso de Jesús, que seconcentra en una sola palabra: “¡ Vi g i l e n ! ”.El Señor la repite cuatro veces en cinco

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número 49, viernes 4 de diciembre de 2020 L’OSSERVATORE ROMANO página 5

A los nuevos cardenales el Papa recuerda que el rojo púrpura no es una distinción eminente

En camino con JesúsPublicamos, a continuación, el texto de laalocución del Pontífice durante elConsistorio ordinario público para lacreación de trece nuevos cardenales,presidido la tarde del sábado, 28 denoviembre, en la basílica Vaticana.

Jesús y los discípulos estaban en el ca-mino, iban de camino. El camino. El ca-mino es el lugar donde se realiza la es-cena que describe el evangelista Marcos(cf. 10, 32-45). Y es el lugar donde sedesarrolla siempre la trayectoria de laIglesia: el camino de la vida, de la his-toria, que es historia de salvación en lamedida en que se hace con Cristo,orientado a su Misterio pascual. Jerusa-lén siempre está ante nosotros. La cruzy la resurrección pertenecen a nuestrahistoria, son nuestro presente, pero tam-bién son la meta de nuestro camino.

Este relato evangélico ha estado pre-sente con frecuencia en los consistoriospara la creación de nuevos cardenales.No es sólo un “trasfondo”, sino la “hojade ruta” para nosotros que estamos hoyen camino con Jesús, que va delante denosotros. Él es la fuerza y el sentido denuestra vida y de nuestro ministerio.

Por tanto, queridos hermanos, hoynos toca a nosotros confrontarnos conesta Palabra.

Marcos subraya que, en el camino,los discípulos «estaban asombrados […]tenían miedo» (v. 32). Pero ¿por qué?Porque sabían lo que les esperaba en Je-rusalén; lo intuían, es más, lo sabían,porque Jesús ya les había hablado abier-tamente en otras ocasiones. El Señor co-noce el estado de ánimo de los que losiguen, y esto no lo deja indiferente. Je-sús no abandona jamás a sus amigos; nolos olvida nunca. Aun cuando pareceque vaya derecho por su camino, Élsiempre lo hace por nosotros. Y todo loque hace, lo hace por nosotros, pornuestra salvación. Y, en el caso específi-co de los Doce, lo hace para prepararlosa la prueba, para que puedan estar conÉl, ahora, y sobre todo después, cuandoÉl no esté más con ellos. Para que esténsiempre con Él en su camino.

Sabiendo que el corazón de los discí-pulos estaba turbado, Jesús llamó apartea los Doce y, «otra vez», les dijo «loque le iba a suceder» (v. 32). Lo hemosescuchado: es el tercer anuncio de supasión, muerte y resurrección. Este es elcamino del Hijo de Dios. El camino delSiervo del Señor. Jesús se identifica coneste camino, hasta el punto de que Élmismo es este camino. «Yo soy el cami-no» (Jn 14, 6). Este camino, y ningúno t ro .

Y en este momento sucedió un “gol-pe de efecto” que trastocó e hizo posi-ble que Jesús pudiera revelarles a San-tiago y a Juan —pero en realidad a to-dos los Apóstoles y a todos nosotros— eldestino que les esperaba. Imaginemos laescena: Jesús, después de haberles expli-cado nuevamente lo que le iba a suce-der en Jerusalén, miró a los Doce, fijóen ellos sus ojos, como diciendo: “¿Estác l a ro ? ”. Después retomó el camino, a lacabeza del grupo, y del grupo se separa-ron dos: Santiago y Juan. Se acercarona Jesús y le expresaron su deseo: «Con-cédenos sentarnos en tu gloria uno a tuderecha y otro a tu izquierda» (v. 37). Yeste es otro camino. No es el camino deJesús, es otro. Es el camino de quien,quizás, sin ni siquiera darse cuenta,“usa” al Señor para promoverse a sí mis-

mo; de quien —como dice san Pablo—busca su propio interés, no el de Cristo(cf. Flp 2, 21). Sobre esto, san Agustíntiene un estupendo Sermón sobre lospastores (n. 46), que siempre nos hacebien releer en el Oficio de Lecturas.

Jesús, después de haber escuchado aSantiago y Juan, no se alteró, no seenojó. Su paciencia fue verdaderamenteinfinita. También con nosotros tuvo, tie-ne y tendrá paciencia. Y les respondió:«No sabéis lo que pedís» (v. 38). Losdisculpó, en cierto sentido, pero al mis-mo tiempo también los acusó: “Ustedesno se dan cuenta de que se salieron delcamino”. En efecto, inmediatamentedespués fueron los otros diez apóstoleslos que demostraron, con su actitud deindignación hacia los hijos de Zebedeo,que todos estaban tentados de salirsedel camino.

Queridos hermanos: Todos nosotrosqueremos a Jesús, todos deseamos se-guirlo, pero tenemos que estar siemprevigilantes para permanecer en su cami-no. Porque con los pies, con el cuerpopodemos estar con Él, pero nuestro co-razón puede estar lejos y llevarnos fueradel camino. Pensemos en los muchos ti-pos de corrupción en la vida sacerdotal.Así, por ejemplo, el rojo púrpura delhábito cardenalicio, que es el color de lasangre, se puede convertir, por el espíri-tu mundano, en el de una distincióneminente. Y tú ya no serás el pastor cer-cano al pueblo, sentirás que eres sólo“la eminencia”. Cuando sientas esto, es-tarás fuera del camino.

En este relato evangélico, lo quesiempre sorprende es el claro contrasteentre Jesús y los discípulos. Jesús lo sa-be, lo conoce, y lo soporta. Pero el con-traste permanece: Él en el camino, ellosfuera del camino. Dos recorridos opues-tos. Sólo el Señor, en realidad, puedesalvar a sus amigos desorientados y conel riesgo de perderse; sólo su cruz y suresurrección. Por ellos y por todos, Élsubió a Jerusalén. Por ellos y por todos,entregó su cuerpo y derramó su sangre.Por ellos y por todos, resucitó de entrelos muertos, y con el don del Espíritulos perdonó y los transformó. Finalmen-te, los orientó para que lo siguieran ensu camino.

San Marcos —como también Mateo yLucas— agregó este relato en su Evange-lio porque es una Palabra que salva, unaPalabra necesaria para la Iglesia de to-dos los tiempos. Aun cuando los Docehacen un mal papel, este texto entró enel Canon porque muestra la verdad so-bre Jesús y sobre nosotros. Es una Pala-bra beneficiosa también para nosotroshoy. También nosotros, Papa y cardena-les, tenemos que reflejarnos siempre enesta Palabra de verdad. Es una espadaafilada, nos corta, es dolorosa, pero almismo tiempo nos cura, nos libera, nosconvierte. Conversión es justamente es-to: desde fuera del camino, volver al ca-mino de Dios.

Que el Espíritu Santo nos conceda,hoy y siempre, esta gracia.

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número 49, viernes 4 de diciembre de 2020 L’OSSERVATORE ROMANO páginas 6/7

Mario Grech Obispo emérito de Gozo (Malta)Secretario general del sínodo de los obispos

Marcello Semeraro, Prefecto de la Congregaciónpara las causas de los santos Administrador

apostólico de Albano (Italia)

Antoine KambandaArzobispo de Kigali (Ruanda)

Wilton Daniel Gregory. Arzobispo de Washington(Estados Unidos de América)

Augusto Paolo Lojudice. Arzobispo de Siena - Colledi Val d’Elsa - Montalcino (Italia)

Jose Fuerte AdvinculaArzobispo de Capiz (Filipinas)

Celestino Aós BracoArzobispo de Santiago de Chile (Chile)

Cornelius Sim. Obispo titular de Puzia di Numidiay Vicario apostólico de Brunei

Biografía de los nuevos cardenales

Un regalo para la humanidadMario Grech

Obispo emérito de Gozo (Malta) Secretario generaldel sínodo de los obispos

Para continuar la renovación del camino sinodal em-prendido desde el inicio de su pontificado, el PapaFrancisco lo nombró hace un año pro-secretario generaldel Sínodo de los Obispos: es el cardenal maltés MarioGrech quien, después de acompañar al italiano LorenzoBaldisseri, gía desde hace tres meses este organismo es-tablecido por Pablo VI en 1965 como respuesta al deseode los padres del Vaticano II de mantener vivo el espíri-tu de comunión y colegialidad experimentado durante laexperiencia conciliar. Nacido en Qala, en la diócesis deGozo, el 20 de febrero de 1957, hijo de Stella Attard yGeorge Grech, pronto se trasladó con su familia al cer-cano pueblo de Kerċem, donde asistió a la escuela de lasmonjas carmelitas y más tarde a la escuela primaria.Después de completar sus estudios secundarios en Victo-ria, en 1977 entró en el seminario del Sagrado Corazónen Gozo para seguir cursos de filosofía y luego de teolo-gía.

Ordenado sacerdote el 26 de mayo de 1984 en la cate-dral de Gozo por el obispo Nikol Joseph Cauchi, prosi-guió su formación en Roma, obteniendo en 1986 una li-cenciatura en derecho canónico y civil en la PontificiaUniversidad de Letrán y en 1988 un doctorado en dere-cho canónico en la Pontificia Universidad de Santo To-más de Aquino - Angelicum, con una tesis sobre «La ar-monización de las dimensiones religiosa y civil de losmatrimonios canónicos en Malta». Durante su estanciaen la ciudad también llevó a cabo una actividad pastoralen la iglesia parroquial de la Asunción de María.

Entre 2008 y 2009 puso en marcha la misión diocesa-na, realizando también visitas pastorales a comunidadesmaltesas en los Estados Unidos de América, Albania,Canadá, Brasil, Australia y Perú desde 2006. Durante suministerio en Gozo estableció la Comisión para la Pro-tección de Niños y Adultos Vulnerables (2017), el Centrode Artes Litúrgicas (2017), un albergue para los estu-diantes de Gozo que asisten a escuelas en Malta (2018),el Instituto de Educación Pastoral (2019). También diri-gió la reforma del tribunal eclesiástico e inició el procesodiocesano para la beatificación y canonización de DunMikiel Attard en 2014 y de su hermano agustino GrazzjaGauci en 2019. De 2018 a 2019 promovió el Año Maria-no en la diócesis.

Marcello Semeraro

Prefecto de la Congregación para las causas de lossantos Administrador apostólico de Albano (Italia)

Apenas diez días antes de anunciar que lo crearía car-denal, el Papa Francisco nombró a Marcello SemeraroPrefecto de la Congregación para las Causas de los San-tos, después de haberlo llamado a seguir de cerca y des-de el principio —como Secretario del Consejo de Carde-nales establecido en 2013— el camino de la reforma de laCuria Romana y la revisión de la Pastor Bonus. A los 73años, combina la formación teológica y académica con laactividad y la experiencia pastoral.

Nacido el 22 de diciembre de 1947 en Monteroni diLecce, asistió primero al seminario diocesano de Lecce yluego al Seminario Regional Pontificio Pío XI de Mol-fetta. Fue ordenado sacerdote el 8 de septiembre de 1971por Monseñor Francesco Minerva, entonces obispo deLecce, quien en 1980 se convertiría en su primer arzobis-po con la elevación a Sede Metropolitana. Siendo un jo-ven sacerdote, se le confiaron las funciones de vicerrec-tor del seminario local y luego del regional, así como devicario episcopal para los laicos y para el Sínodo dioce-sano.

Después de obtener la licenciatura y el doctorado enTeología en Roma, en la Pontificia Universidad Latera-nense, enseñó Teología en varios institutos. Luego fuellamado a ocupar la cátedra de Eclesiología en la Uni-versidad de Letrán hasta el 25 de julio de 1998, cuandoJuan Pablo II lo nombró obispo de Oria. Recibió la or-

denación episcopal el 29 de septiembre siguiente, en laplaza frente a la catedral de Lecce, por el arzobispo me-tropolitano Cosmo Francesco Ruppi.

El 13 de abril de 2013 el Papa Francisco lo nombró se-cretario del Consejo de Cardenales creado para ayudarleen el gobierno de la Iglesia universal y para estudiar unproyecto de revisión de la constitución apostólica Pastorbonus en la Curia Romana, cargo en el que ahora le hasucedido el obispo Marco Mellino.

El 4 de noviembre de 2013 el Pontífice lo llamó tam-bién a desempeñar el cargo de administrador apostólico«ad nutum Sanctae Sedis» de la abadía territorial deSanta María de Grottaferrata, tras la dimisión por límitede edad del abad Emiliano Fabbricatore. Además, el 4de abril de 2016 fue nombrado delegado pontificio de laorden basiliense italiana de Grottaferrata.

Desde el 30 de junio de 2016 es miembro del Dicaste-rio de Comunicación. El 14 de septiembre de 2019 el Pa-pa lo incluyó entre los Consultores de la Congregaciónpara las Iglesias Orientales. Y el 15 de octubre de 2020lo nombró Prefecto de la Congregación para las Causasde los Santos. Todavía ocupa el puesto de administradorapostólico de la diócesis de Albano.

Antoine Kambanda

Arzobispo de Kigali (Ruanda)Toda su numerosa familia, excepto un hermano, fue

exterminada en 1994 durante el genocidio de Ruanda.Por eso Antoine Kambanda hizo de la reconciliación laestrella polar que guió su ministerio como sacerdote yobispo en esta pequeña nación centroafricana, que másde veinticinco años después de ese horror aún lucha porsuperar las divisiones que costaron alrededor de un mi-llón de vidas. Una misión que pretende continuar aúnmás después de la decisión del Papa Francisco de crear-lo como el primer cardenal ruandés.

El Arzobispo Metropolitano de Kigali acaba de cum-plir 62 años, habiendo nacido el 10 de noviembre de1958 en Nyamata, en el territorio de la arquidiócesis dela capital. Precisamente durante su infancia comenzaronlos sangrientos conflictos entre la etnia hutu y la etniatutsi, a la que pertenece el nuevo cardenal. Intensifica-dos tras la independencia de Bélgica en 1962, los violen-tos enfrentamientos obligaron a muchos miembros de lacomunidad tutsi a huir al extranjero. Incluyendo a su fa-milia, que se trasladó primero a Burundi y luego aUganda, donde el pequeño Antoine asistió a las escuelas

primarias de Mushiha y Kampala respectivamente.Cuando en 1975 la situación parecía haberse calmado, lafamilia regresó a casa, mientras que el joven permanecióen la capital ugandesa como estudiante en el seminariomenor de Moroto, continuando sus estudios en Kenya,en el seminario menor de Nairobi en Kiserian. De regre-so a Ruanda, tras obtener un diploma en filosofía en lacapital keniana (1987), completó sus cursos de teologíaen el seminario mayor de Nyakibanda, en la diócesis deButare, y fue ordenado sacerdote el 8 de septiembre de1990 por Juan Pablo II, con motivo de su visita pastoralal país «de las mil colinas», uno de los más pobres delmundo.

Durante los tres primeros años de sacerdocio fue pro-fesor de inglés y prefecto del seminario menor de SanVicente de Ndera (Kigali), luego fue enviado a Romapara obtener el doctorado en teología moral, que obtuvoen la Academia Alfonsiana, residiendo en el ColegioPontificio de San Pablo (1993-1999). Y fue durante esteperíodo cuando tuvo lugar la masacre de su familia: suspadres, una hermana y cuatro de sus cinco hermanosfueron asesinados. El único hermano sobreviviente ahoravive en Italia. A pesar de todo, Don Antoine ha comple-tado su entrenamiento. Y, una vez de vuelta en la capitalruandesa, se le asignaron los cargos de director de Cári-tas en Kigali y de la comisión diocesana de Justicia yPaz, profesor de Teología Moral en el seminario mayorde Teología de Nyakibanda y director espiritual del se-minario mayor de Rutongo (1999-2005). Mientras tanto,también fue vicepresidente de una organización interdio-cesana de microcrédito (2004-2007).

Wilton Daniel Gregory

Arzobispo de Washington (Estados Unidos deAmérica)

El primer afroamericano en recibir el púrpura, el car-denal Wilton Daniel Gregory acogió el anuncio de sunombramiento identificándose con la imagen evangélicade quien cosecha la cosecha sembrada en los EstadosUnidos por millones de católicos «de color». Con unaaclaración: la elección del Papa Francisco debe verse co-mo un signo de amor y respeto a la Iglesia por la cultu-ra, el idioma y las tradiciones del pueblo afroamericano,y como una solicitud para vivir con mayor confianza eimpulso en las comunidades parroquiales y las asociacio-nes laicas.

Es una historia particular la del Arzobispo de Washin-gton, nacido el 7 de diciembre de 1947 en Chicago, Illi-nois, de Ethel Duncan y Wilton Gregory, ambos bautis-tas. Después del divorcio de sus padres creció con suabuela, junto con sus dos hermanas Elaine y Claudia.Asistió a la Escuela de Gramática de San Cartago, don-de se convirtió al catolicismo en 1958. En 1959 recibiólos tres sacramentos de la iniciación cristiana y a unaedad muy temprana tomó la decisión de ser sacerdote.Luego estudió filosofía en el Niles College (ahora SaintJoseph's College Seminary) en la Universidad de Loyola yteología en el Seminario de Santa María del Lago enMundelein.

Ordenado sacerdote el 9 de mayo de 1973 para la Ar-quidiócesis de Chicago por el Cardenal Arzobispo JohnPatrick Cody, ocupó varios cargos, incluyendo el de vi-cario parroquial de Nuestra Señora del Perpetuo Soco-rro en Glenview hasta 1976, cuando fue enviado a Romapara completar su formación. Después de obtener sudoctorado en liturgia en el Pontificio Ateneo Sant'Ansel-mo, a su regreso a los Estados Unidos enseñó la mismamateria en el Seminario de Santa María del Lago, con-virtiéndose al mismo tiempo en miembro de la oficinaarquidiocesana para la liturgia y, entre 1980 y 1983, enmaestro de ceremonias del Arzobispo de Chicago Codyy su sucesor Joseph Louis Bernardin.

El 5 de abril de 2019 el Papa Francisco lo transfirió ala Arquidiócesis de Washington. Tomó posesión de lasede metropolitana de la capital federal el 21 de mayo. Yel 29 de junio recibió el palio del Pontífice en San Pe-dro, que le fue impuesto el 14 de julio por el ArzobispoChristophe Pierre, Nuncio Apostólico de los EstadosUnidos, en la Catedral de San Mateo.

Es autor de numerosos escritos sobre temas eclesialesy sociales, entre ellos declaraciones pastorales sobre lapena de muerte, la justicia, la eutanasia y el suicidioasistido. Ha publicado muchos artículos sobre el temade la liturgia, con especial referencia a la experiencia dela comunidad católica afroamericana, a la que siempreha recurrido en su compromiso de superar todos los pre-juicios raciales. A este respecto, ha indicado tres signifi-cativas figuras de referencia: Pierre Toussaint, un esclavoque, después de obtener la libertad en Nueva York, rea-lizó numerosas obras de caridad para los menos afortu-nados; el padre Augusto Tolton, un antiguo esclavo con-vertido al catolicismo que, después de su ordenación co-mo primer sacerdote afroamericano en los Estados Uni-dos, también llevó a cabo su ministerio en el área deChicago; y la hermana Thea Bowman, «una mujer ma-ravillosa, religiosa, cuya presencia, cuyo entusiasmo y vi-vacidad aún resuena en toda la Iglesia de los EstadosUnidos».

Jose Fuerte Advincula

Arzobispo de Capiz (Filipinas)Cree que con su nombramiento el Papa Francisco ha

querido dar honor y dignidad a la gente de los subur-bios y las poblaciones rurales, a quienes siempre ha ser-vido en el sacerdocio y el episcopado y de quienes pro-viene el cardenal filipino José Fuerte Advincula.

El arzobispo de Capiz nació el 30 de marzo de 1952en Dumalag, una ciudad de unos treinta mil habitantesen el territorio de la circunscripción eclesiástica de laque es pastor, en la región de las Visayas occidentales.

Después de terminar la escuela primaria en su ciudadnatal en 1964, pasó a la Escuela Secundaria del Semina-rio San Pío X en la ciudad de Roxas, capital de la pro-vincia de Capiz, donde también completó su formaciónfilosófica (1972). Posteriormente, asistió a cursos de teo-logía en la Universidad de Santo Tomás en Manila, ob-teniendo la licenciatura en Teología Sagrada (1975). Or-denado sacerdote, de nuevo para el clero de su archidió-cesis, el 4 de abril de 1976, fue director espiritual del se-minario de San Pío X, desempeñando las funciones deprofesor y decano de estudios. Luego estudió psicologíaen la Universidad De La Salle de la capital filipina yluego Derecho Canónico en la Universidad de Manila y

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página 8 L’OSSERVATORE ROMANO viernes 4 de diciembre de 2020, número 49

Nombramiento de los nuevos cardenales

Silvano Maria Tomasi. Arzobispo titular de Asolo

Nuncio apostólico Delegado especial ante la

Soberana Orden Militar de Malta

Mauro GambettiArzobispo titular de Tisiduo

Felipe Arizmendi Esquivel. Obispo emérito de SanCristóbal de las Casas (México)

en la Universidad Pontificia de San-to Tomás de Aquino - Angelicum,en Roma, obteniendo su licenciatu-ra.

De vuelta a casa, sirvió en la es-cuela de Teología de la InmaculadaConcepción en Vigan City, en la Ar-quidiócesis de Nueva Segovia (1990-1993), y luego durante dos años en

tionalis y los departamentos de laSanta Sede comprometidos con elservicio de la caridad.

Uno de los pilares de su episcopa-do es, además, en el frente educati-vo, para que, sobre todo los más jó-venes, puedan construir un futuromejor basado en la experiencia cris-tiana y logren llevar una vida másdigna, evitando ceder a la desespera-ción: sobre este tema, el 3 de julio

frente a la Catedral de Nues-tra Señora del Rosario congran participación de los fie-les. «Amar y servir» fue el le-ma episcopal elegido.

Después de casi cinco añosde servicio en Copiapó, el 23de marzo de 2019, el Pontíficelo nombró administradorapostólico «sede vacante et adnutum Sanctae Sedis» de laArquidiócesis de Santiago deChile, particularmente afecta-do por el tema de los escán-dalos de abusos. Luego, el 27de diciembre de 2019 fue pro-movido a arzobispo de la sede me-tropolitana de la capital chilena. En-tró en la arquidiócesis el 11 de enerode 2020. Y el 5 de marzo siguientetambién asumió el cargo de GranCanciller de la Pontificia Universi-dad Católica de Chile.

Así se encontró enfrentando el es-cándalo del abuso con determina-ción. Y lo hizo a través de su cerca-nía a las víctimas, la búsqueda de lajusticia y con la propuesta de unaconversión radical. Las cuestionessociales, así como la formación parael sacerdocio y el testimonio de unauténtico estilo cristiano, fueron in-mediatamente entre sus prioridades.Un impulso en esta acción, como élmismo reconoció en un artículo dela revista diocesana, vino de la encí-clica del Papa Bergoglio Fratelli tutti.Y con respecto a la nominación co-mo cardenal, dijo que era un granestímulo y un acto de confianza porparte del obispo de Roma no tantoen su persona como en toda la Igle-sia y el pueblo de Chile.

Cornelius Sim

Obispo titular de Puzia diNumidia y Vicario apostólico de

B ru n e iDe ascendencia china y dusun,

una etnia indígena de Borneo, elcardenal Cornelius Sim es el primernativo de Brunei Darussalam en re-cibir el púrpura. Una primacía quesigue a la del primer sacerdote y pri-mer obispo del Sultanato del Sudes-te Asiático, independiente de GranBretaña desde 1984, donde los cató-licos son un pequeño rebaño: unosveinte mil de casi medio millón dehabitantes —para dos tercios segui-

dores de la religión del Estado, elIslam suní— y en su mayoría extran-jeros. Como resultado, aunque espastor en uno de los países más ri-cos del mundo, dirige una de lasiglesias locales más pequeñas y jóve-nes del planeta, que con sólo tresparroquias se ocupa de las almas delos trabajadores inmigrantes filipi-nos, mientras que sólo el 10% de losbautizados son pardos. En la naciónsituada en la parte norte de la islade Borneo, compartiendo ésta conMalasia e Indonesia, el cardenal na-ció hace casi setenta años, el 16 deseptiembre de 1951, en Seria, en eldistrito de Belait, territorio de lo queentonces todavía era la diócesis ma-laya de Miri. El mayor de seis hijos,cuatro varones y dos mujeres, crecióen una familia cristiana de tercerageneración: su abuelo fue uno de losprimeros en convertirse en el país.

Asistió a la escuela católica, fuemonaguillo y formó parte de la Le-gión de María, hasta el final del ins-tituto. Se trasladó a Escocia para es-tudiar ingeniería, se graduó en laUniversidad de Dundee y de 1978 a1985 trabajó en la industria petrole-ra, la principal fuente de ingresosdel estado cuyo nombre significa«Casa de la Paz».

Tras la muerte de su padre, deci-dió iniciar un camino vocacional co-mo adulto, lo que en 1986 lo llevó adejar Asia para ir a los Estados Uni-dos de América, donde obtuvo unamaestría en teología (ministerio y re-novación cristiana) en la Universi-dad Franciscana de Steubenville en1988 a la edad de 37 años. Según elAteneo de Ohio, Sim fue el primergraduado del programa de discerni-miento que se convirtió en sacerdo-te: de hecho, al volver a casa comen-zó a servir como administrador pa-rroquial en la comunidad de SanJuan en Kuala Belait, hasta que reci-bió el diaconado el 28 de mayo de1989. El 26 de noviembre siguiente,la solemnidad de Cristo Rey, en laIglesia de la Inmaculada Concep-ción de Seria, la ordenación sacerdo-tal del clero de Miri vino de manosdel obispo Anthony Lee Kok Hin.

Desde 2017 es vicepresidente de laConferencia Episcopal de Malasia,Singapur y Brunei (BCMSB), despuésde haber sido su Secretario Generaldurante dos años; es el segundo car-denal en la historia de la Bcmsb,después de Anthony Soter Fernán-dez, arzobispo emérito de KualaLumpur, creado por el Papa Francis-co en el consistorio de 2016 y quemurió el 28 de octubre pasado, tresdías después del anuncio del carde-

de 2019, escribió una cartapastoral denunciando la trage-dia de los suicidios.

Celestino Aós Braco

Arzobispo de Santiago deChile (Chile)

Un pobre fraile que quiereamar y servir, y que en la es-cuela de San Pío de Pietrelci-na reza por encima de todo.Así que es costumbre que elcardenal Celestino Aós Braco,arzobispo de Santiago de Chi-le, se presente, recordandotambién su lema episcopal de-dicado al amor y al servicio.El religioso español, de la or-den de los Frailes MenoresCapuchinos, misionero, psicó-logo, es de hecho el hombre

el Seminario Regional de San Joséen Iloilo, en la Arquidiócesis de Ja-ro. En mayo de 1995 regresó a Capizcomo rector del Seminario San PíoX, convirtiéndose luego en defensordel vínculo, promotor de la justicia yfinalmente vicario judicial de la ar-chidió cesis.

En su servicio, ha pretendido quela gente que vivía en los suburbiosno se sintiera sola, tanto física comoexistencialmente. De este modo, es-tableció la acción pastoral con un es-tilo de cercanía especialmente a losmás distantes. Por eso estableció enlas dos diócesis que le fueron confia-das —primero en San Carlos y luegoen Capiz— las llamadas «estacionesde misión» en lugares remotos y ale-jados de los centros habitados. «Es-taciones» que pueden ser una refe-rencia espiritual, social pero tambiénformativa y escolar. En la práctica,ha querido relanzar, involucrando atodos los componentes de la comu-nidad diocesana, una vuelta a lafrescura de los orígenes de la prime-ra evangelización.

Hablando de una «cultura de pre-sencia» de la Iglesia, con esta con-creción siempre ha buscado promo-ver, en las situaciones más periféri-cas, la dignidad y los derechos decada persona. En primer lugar, hainiciado una lucha contra la pobrezaque, a través de proyectos solidariosde trabajo y cooperación, ha garanti-zado un mayor reconocimiento so-cial a las mujeres y hombres que vi-ven en la marginalidad. Precisamen-te la pobreza es, según el novenocardenal de la historia de la Iglesiafilipina, el mayor obstáculo para elpleno reconocimiento del valor úni-co e intangible de cada persona.Siempre ha dirigido la acción socialdiocesana junto con organizacionescatólicas en la primera línea de lajusticia y la paz, la ConferenciaEpiscopal Filipina, Caritas Interna-

elegido por el Papa Francisco paraenfrentar el escándalo de los abusosen Chile. Y para renovar la misión yel testimonio de la Iglesia precisa-mente en el estilo franciscano que si-gue llevando al pueblo de Dios enla capital, relanzando la experienciapastoral adquirida en el campo, enlas parroquias y casas religiosas don-de trabajó.

Nacido en Artaiz, en la diócesisde Pamplona, el 6 de abril de 1945,tenía apenas diez años cuando, el 16de agosto de 1955, entró en la familiareligiosa de los capuchinos, despuésde asistir a las primeras clases en supaís. Estudió filosofía en Zaragozade 1960 a 1963, año en que entró enel noviciado capuchino de Sanguesael 14 de agosto. Hizo su primeraprofesión el 15 de agosto de 1964.Luego, hasta 1968, completó sus es-tudios de teología en Pamplona: enla capital de la Comunidad Autóno-ma de Navarra hizo su profesiónperpetua el 16 de septiembre de1 9 6 7.

Ordenado sacerdote el 30 de mar-zo de 1968 por el obispo ca-puchino Ignacio GregorioLarrañaga Lasa, comenzóinmediatamente su serviciocomo educador y profesoren Lecaroz y como vicarioen Tudela, también en Na-varra.

Nombrado por el PapaFrancisco Obispo de Copia-pó el 25 de julio de 2014,recibió la ordenación epis-copal el 18 de octubre si-guiente por el NuncioApostólico en Chile, el Ar-zobispo Ivo Scapolo, en-trando el mismo día en ladiócesis, que comprende to-da la región de Atacama ytiene veintiuna parroquiascon unos 290.000 habitan-tes. La ceremonia se celebró

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número 49, viernes 4 de diciembre de 2020 L’OSSERVATORE ROMANO página 9

nalato para el obispo Sim en el An-gelus del domingo 25.

Augusto Paolo Lojudice

Arzobispo de Siena - Colle di Vald’Elsa - Montalcino (Italia)

Romano «de Roma», nacido en laperiferia y que permaneció allí du-rante mucho tiempo como párroco yobispo auxiliar, ejerce ahora su mi-nisterio en el área de Siena, realzan-do el extraordinario tejido civil de lacomunidad toscana, dando voz a losque no la tienen, escuchando. Aquíestá el perfil del cardenal AugustoPaolo Lojudice, de 56 años.

Nacido el 1 de julio de 1964 en elpopular barrio de Torre Maura, cre-ció asistiendo a la comunidad parro-quial de Nuestra Señora del Sufra-gio y San Agustín de Canterbury.Precisamente en este contexto madu-ró su vocación, en contacto con lasrealidades pastorales de la juventud

ma. En la ciudad, primero como pá-rroco y luego como obispo, no tuvomiedo de tomar posición para defen-der a los más débiles, a los margina-dos, a los romaníes, tomando tam-bién partido por las niñas víctimasde la trata.

El 6 de mayo de 2019 el PapaFrancisco lo promovió a la Sede Me-tropolitana de Siena - Colle di Vald'Elsa - Montalcino, donde entró el16 de junio siguiente. Como arzobis-po metropolitano, el 29 de junio delmismo año recibió el palio del Pon-tífice en la Basílica Vaticana, que lefue impuesto el 13 de octubre si-guiente por el arzobispo Emil PaulTscherrig, nuncio apostólico en Ita-lia, en la catedral sienesa de SantaMaría Assunta.

Miembro de la Conferencia Epis-copal Toscana, desde el 30 de sep-tiembre de 2019 es Obispo Delegadopara las Migraciones y para la Evan-gelización de los Pueblos y la Coo-peración entre las Iglesias.

en la catedral de Imola. Tras obtenerel bachillerato en el Instituto Teoló-gico de Asís, perfeccionó su prepara-ción académica en Florencia, en lafacultad de teología de Italia central,obteniendo la licenciatura en Antro-pología Teológica.

Ordenado sacerdote el 8 de enerode 2000 en el santuario del Santísi-mo Crucifijo de Longiano (en laprovincia de Forlì-Cesena), goberna-do por los Frailes Menores Conven-tuales, siguió el ejemplo de los her-

tarea, se distinguió por su capacidadde involucrar a las nuevas generacio-nes, creando armonía y también lle-vando a cabo proyectos como la aso-ciación voluntaria Homo Viator, pa-ra el crecimiento de la humanidad.

En septiembre de 2017 fue elegidotambién presidente de la FederaciónIntermediterránea de ministros pro-vinciales de su orden. Confirmadocomo Custodio General del SacroConvento para el cuatrienio 2017-2021, concluyó su mandato a princi-pios del pasado 31 de octubre, des-pués de su nombramiento como car-denal, dejando una comunidad queen 2019 contaba con 80 frailes y 30clérigos y novicios de 21 naciones,con una incisiva presencia de religio-sos de China. Durante su serviciorecibió al Papa Francisco en sus tresvisitas a Asís, el 4 de octubre de2013, el 20 de septiembre de 2016,para la Jornada Mundial de Oraciónpor la Paz «Sed de Paz, Religionesy Culturas en Diálogo», y en la tar-de del 3 de octubre, cuando sobre latumba del Poverello el Pontífice quetomó su nombre firmó su tercera en-cíclica,

Fratelli tutti.

Felipe Arizmendi Esquivel

Obispo emérito de San Cristóbalde las Casas (México)

Considera el púrpura como elapoyo del Papa a los pueblos indíge-nas, el cardenal mexicano FelipeArizmendi Esquivel, obispo eméritode San Cristóbal de las Casas. Másque un título personal lo consideraun reconocimiento a muchos prela-dos, sacerdotes y religiosos que sir-ven con toda su alma a las comuni-dades marginadas, a muchos de loscuales conoció en su misión de pas-tor en una realidad marcada por una

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Raniero CantalamessaPredicador de la Casa Pontificia

también la licenciatura enTeología, con especializa-ción en Teología Funda-mental.

En el seno de la Confe-rencia Episcopal Italiana essecretario de la Comisiónpara las Migraciones, lamisma que presidió en laConferencia Episcopal dela Región del Lazio de 2017a 2019. En los mismos dosaños fue también asistenteespiritual del ApostoladoAcadémico Salvatoriano,una asociación pública defieles de la diócesis de Ro-

Enrico Feroci. Arzobispo titular de Passo CoresePárroco en Santa María del Divino Amor

en Castel di Leva

en septiembre de 1992 decidió entraren el postulantado de Asís, la segun-da etapa del camino vocacional detodo joven movido por el deseo deconvertirse en fraile. Luego continuósu formación en Osimo con el añode noviciado, después del cual fueadmitido a la profesión religiosa. Hi-zo su primera el 29 de agosto de1995 en la ciudad de Marche, y lasolemne el 20 de septiembre de 1998

en Castel San Pietro Terme(Bolonia), en una familia deempresarios —su padre es elfundador de una empresa deingeniería— pasó su infanciaen Imola, donde recibió laprimera comunión en la pa-rroquia de San GiovanniNuovo y la confirmación en lacatedral de San Cassiano porel obispo Luigi Dardani el 3de octubre de 1976. Despuésde la escuela secundaria cien-tífica, se matriculó en la Uni-versidad de Bolonia, obtenien-do una licenciatura en Inge-niería Mecánica con un enfo-que en la ingeniería de plan-tas. En esos años, comenzó acontactar con los franciscanospara un discernimiento voca-cional.

Después de haber cumplidoel servicio militar obligatorio,

de 1861 y ahora otro fraile de la or-den se ha unido al Colegio de Car-denales. Es el Emiliano MauroGambetti de 55 años, Custodio Ge-neral del Sacro Convento de Asíshasta finales del pasado mes de oc-tubre, cuando dejó el cargo, asumi-do en 2013, a su hermano MarcoM o ro n i .

Nacido el 27 de octubre de 1965

manos de su abuelo paterno Anto-nio: el Padre Ermenegildo (1871-1927), misionero en Sudamérica, yDon Carlo (1883-1945), primero pá-rroco y luego canónigo de la Cate-dral de Imola. Al principio de suministerio, el superior provincial lodestinó al santuario de Romaña, conla tarea de animar la pastoral juvenily vocacional de la región. En esta

en un territorio ciertamente no fácilde vivir.

Después de completar sus estu-dios primarios, obtuvo su diplomade bachillerato clásico en 1983 en elliceo Immanuel Kant (antes llamadoSan Benedicto de Norcia). Luego sepreparó para el sacerdocio, entre1983 y 1989, como estudiante delPontificio Seminario Mayor Roma-no, asistiendo a cursos de filosofía yteología en la Pontificia UniversidadGregoriana, donde en 2002 obtuvo

Mauro Gambetti

Arzobispo titular de TisiduoEl Reino de Italia había sido pro-

clamado recientemente y San Fran-cisco no había sido declarado toda-vía su santo patrón, cuando Pío IXcreó al cardenal Antonio Maria Pa-nebianco, religioso de los Francisca-nos Conventuales. Han pasado 159años desde aquel 27 de septiembre

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página 10 L’OSSERVATORE ROMANO viernes 4 de diciembre de 2020, número 49

Los nuevos cardenalesprofunda pobreza como la de Chia-pas y en los diversos cargos -hasta elde Secretario General- que desempe-ñó en el Consejo Episcopal Latinoa-mericano (CELAM).

Ochenta años el 1 de mayo, nacióen 1940 en Chiltepec, en el munici-pio de Coatepec Harinas, que en-tonces formaba parte de la arquidió-cesis de México y hoy está en la dió-cesis de Tenancingo. Asistió a la es-cuela primaria en su ciudad natal,luego en febrero de 1952 -fue uno delos estudiantes "fundadores"- en elseminario de Toluca, donde estudióhumanidades hasta 1956 y filosofíaentre 1957 y 1959. De octubre de 1959a junio de 1963 recibió su formaciónteológica en la Universidad Pontifi-cia de Salamanca, en España, dondeobtuvo la licenciatura en Dogmática,especializándose así también en Li-turgia. Se hizo diácono en Madrid yfue ordenado sacerdote el 25 deagosto de 1963 en Toluca, en la capi-lla del seminario menor. Al día si-guiente celebró su primera misa enel santuario mariano de Guadalupe.

En la diócesis de Toluca fue vica-rio parroquial en San Bernardino,luego prefecto de los estudiantes defilosofía y profesor en el seminario,luego de nuevo vicario parroquial,en Coatepec Harinas y luego en Za-cualpan. De junio de 1967 a septiem-bre de 1970 fue párroco de San An-drés Cuexcontitlán, en la comunidadindígena otomí. Y en agosto de 1967fue nombrado para la comisión dio-cesana de la liturgia, donde perma-neció hasta septiembre de 1981. Du-rante el mismo período, desde enerode 1968, dirigió la oficina de cate-quesis durante tres años y entre 1968y 1970 fue miembro del primer con-sejo presbiteral: más tarde se convir-tió en su secretario de 1974 a 1976 yen presidente entre 1977 y 1979.

Nunca perdió de vista el semina-rio menor: en septiembre de 1970asumió los cargos de director espiri-tual (hasta julio de 1979) y de pre-fecto de estudios (hasta 1972). En1968 también comenzó a trabajar pa-ra las Jornadas de vida cristiana (lohizo hasta 1980). El 7 de febrero de1991 fue nombrado obispo de Tapa-chula y recibió la ordenación episco-pal el 7 de marzo siguiente en la ca-

tedral de San José. «Cristo, únicocamino», su lema episcopal. En ladiócesis fronteriza con Guatemaladio vida a una intensa labor pastoralde «frontera» con especial atenciónal fenómeno de las migraciones.

En 2007 participó en la QuintaConferencia General del EpiscopadoLatinoamericano en Aparecida.

Desde 2011 ha coordinado el tra-bajo de la oficina del CELAM para lateología india. Entre 2009 y 2013 fueresponsable de la dimensión culturalen la Comisión de Pastoral Proféticade la Conferencia Episcopal Mexica-na. Entre 2015 y 2019 fue miembrodel departamento de cultura y edu-cación del CELAM, como coordinadorde la sección de pueblos originarios.Y desde 2015 también es responsablede la dimensión de la doctrina de lafe en la Comisión de Pastoral Profé-tica de la Conferencia EpiscopalMexicana.

El 15 de febrero de 2016 recibió alPapa Francisco en una visita a SanCristóbal de Las Casas, donde cele-bró una misa ante más de cien milfieles.

Autor de numerosos libros y pu-blicaciones sobre temas religiosos ysociales, renunció al gobierno pasto-ral de la diócesis el 3 de noviembrede 2017.

Silvano Maria Tomasi

Arzobispo titular de AsoloNuncio apostólico Delegado

especial ante la Soberana OrdenMilitar de Malta

Pocos días después del anunciode su creación como cardenal, el ar-zobispo Silvano Maria Tomasi fueelegido por el Papa Francisco comosu delegado especial en la SoberanaOrden Militar Hospitalaria de SanJuan de Jerusalén, Rodas y Malta(SMOM). Y así, a la edad de ochentaaños, después de haber sido secreta-rio del Consejo Pontificio para lapastoral de los migrantes e itineran-tes, nuncio apostólico en ÁfricaOriental, observador permanente dela Santa Sede en Ginebra y colabo-rador del Dicasterio para el serviciodel desarrollo humano integral, elscalabriniano del Véneto se encuen-

tra proyectado en la nueva y delica-da misión de colaborar en el procesode actualización de la Carta Consti-tucional y del Código Melitense, co-mo le escribió el Pontífice en su car-ta de nombramiento del 1 de no-viembre pasado.

Nacido el 12 de octubre de 1940en Casoni di Mussolente, en la dió-cesis de Treviso, se formó en su re-gión de origen y en los Estados Uni-dos de América, en Nueva York,donde estudió teología y donde fueordenado sacerdote el 31 de mayo de1965 por el obispo auxiliar JosephMaria Pernicone para la Congrega-ción de los Misioneros de San Car-los. Después de obtener una licen-ciatura en Ciencias Sociales y undoctorado en Sociología de la Uni-versidad de Fordham en la metrópo-li estadounidense, fue profesor ad-junto de esta última asignatura en laUniversidad de la Ciudad de NuevaYork (Richmond College y City Co-llege) y en la Nueva Escuela de In-vestigación Social (1970-1974). Comodirector fundador del Center for Mi-gration Studies, Inc. inició y dirigióla revista trimestral «Internationalmigration review».

Superior Provincial de la familiareligiosa fundada por el Beato Scala-brini, de la de la cual se ha converti-do en el segundo cardenal despuésde Velasio De Paolis (1935-2017), rea-lizó un servicio pastoral en el áreade Nueva York y publicó libros y ar-tículos sobre el fenómeno de la mi-gración.

De 1983 a 1987 fue el primer direc-tor de la Oficina de Atención Pasto-ral para Migrantes y Refugiados dela Conferencia Episcopal de los Es-tados Unidos. Gracias a la experien-cia adquirida en este campo, JuanPablo II lo llamó al Vaticano en 1989como Secretario del Consejo Pontifi-cio para la Pastoral de los Migrantese Itinerantes.

Tras siete años en la Curia Roma-na, el 27 de junio de 1996 fue elegi-do para la Iglesia titular de Cercinacon el título personal de arzobispo ynombrado nuncio apostólico paraEtiopía y Eritrea, delegado apostóli-co en Djibouti y observador en laOrganización de la Unidad Africana(hoy Unión Africana) con sede enAddis Abeba. El 17 de agosto si-guiente recibió la ordenación episco-

pal en la iglesia de San Rocco inMussolente por el cardenal AngeloSodano, Secretario de Estado, el ar-zobispo co-consagrado GiovanniCheli, su anterior superior comopresidente del Consejo Pontificiopara la Pastoral de los Emigrantes eItinerantes, y el obispo de Treviso,monseñor Paolo Magnani. «Cum li-bertate iustitia» fue el lema elegido.

Tras siete años en el Cuerno deÁfrica, el 10 de junio de 2003 pasó aser observador permanente de laSanta Sede en la Oficina de las Na-ciones Unidas e Instituciones Espe-cializadas en Ginebra y en la Orga-nización Mundial del Comercio.Ocupó este puesto durante treceaños hasta febrero de 2016.

La editorial Cambridge UniversityPress, propiedad de la prestigiosauniversidad británica, ha publicadouna selección de sus trabajos The Va-tican in the family of nations: Actionsof the Holy See at the UN and OtherInternational Organizations in Geneva(2017, pp. 782). Mientras tanto, en2011, fue nombrado primer represen-tante de la Santa Sede ante la Orga-nización Internacional para las Mi-graciones.

El 9 de abril de 2016 el PapaFrancisco lo contó entre los miem-bros del Consejo Pontificio de Justi-cia y Paz, que poco después se unióal Dicasterio para el Servicio de De-sarrollo Humano Integral.

Raniero Cantalamessa

Predicador de la Casa PontificiaEntre los nuevos cardenales es

uno de los rostros más conocidos dela televisión, sobre todo por su par-ticipación, entre 1994 y 2009, en laemisión de Rai Uno «A sua immagi-ne», donde durante quince años co-mentaba todos los sábados el Evan-gelio del domingo siguiente.

El capuchino Raniero Cantala-messa es el cuarto predicador de laCasa Pontificia que se convierte encardenal: el último antes de él habíarecibido la púrpura de León XII en1826.

Nació el 22 de julio de 1934 enColli del Tronto, en la diócesis deAscoli Piceno, poco después del fi-nal de la Segunda Guerra Mundial,

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número 49, viernes 4 de diciembre de 2020 L’OSSERVATORE ROMANO página 11

en 1946, entró en los Frailes Meno-res Capuchinos de las Marcas. En1951 comenzó su noviciado en Came-rino y en 1955 hizo su profesión per-petua en Loreto.

Después de completar su forma-ción, recibió la ordenación sacerdo-tal el 19 de octubre de 1958 en elsantuario de la Basílica de la SantaCasa, por el obispo Gaetano Mal-chiodi, vicario de la AdministraciónPontificia de lauretana.

De 1975 a 1981 fue miembro de laComisión Teológica Internacional.Durante doce años fue tambiénmiembro de la delegación católicapara el diálogo con las Iglesias pen-tecostales.

En 1977, durante una estancia enlos Estados Unidos de América, reci-bió lo que se llama «bautismo en elEspíritu Santo», pasando a formarparte del movimiento de Renovaciónen el Espíritu. Siempre lo consideróentre las mayores gracias de su vida,después del bautismo, la profesiónreligiosa y la ordenación sacerdotal.

Habiendo dejado la enseñanzaacadémica en 1979, se dedicó a tiem-po completo al ministerio de la Pala-bra, en respuesta a lo que él sentíaera un «segundo llamado».

El 23 de junio de 1980 Juan PabloII lo llamó al oficio de predicadorde la Casa Pontificia, como sucesorde su confraterno el Padre Ilarino deMilán, que durante veinte años ha-bía estado al servicio de cuatro Pon-tífices: Juan XXIII, Pablo VI, JuanPablo I y el propio Papa Wojtyła.

Por lo tanto, ha llevado a cabo es-te ministerio —en el que fue confir-mado por Benedicto XVI en 2005 ypor el Papa Francisco en 2013— du-rante los últimos cuarenta años, du-rante los cuales cada semana de Ad-viento (como lo hará de nuevo esteaño a partir del 4 de diciembre) y deCuaresma ha ofrecido puntualmentesus meditaciones al Obispo de Ro-ma y a la Curia.

Debido a esta particular vocaciónapostólica, ha sido llamado a predi-car en muchos países del mundo, amenudo también a los miembros delas comunidades de la Reforma y delas Iglesias no católicas.

En 2010, en Filipinas, habló du-rante una semana de reuniones a lasque asistieron 100 obispos y 4.000s a c e rd o t e s .

En noviembre de 2015, por invita-ción del primado Justin Welby, pre-dicó en el Sínodo General de laIglesia Anglicana en la Abadía deWestminster en presencia de la Rei-na Isabel II.

A lo largo de los años ha recibidocertificados de estima y gratitud devarias realidades académicas. Enparticular, la Universidad Notre Da-me de South Bend, Indiana (Esta-dos Unidos de América), le otorgótítulos honoríficos en Derecho, laUniversidad Macerata en Cienciasde la Comunicación y la Universi-dad Franciscana de Steubenville,Ohio, en Teología.

Es autor de numerosas obras ypublicaciones, traducidas a más de20 idiomas. Los primeros, relaciona-dos con los años de su presencia enla Universidad Católica, se dedicana la investigación de los Padres de laIglesia.

Desde 2009, cuando no se dedicaa la predicación, vive en la ermita

del Amor Misericordioso de Citta-ducale, en la diócesis de Rieti, pres-tando servicio sacerdotal a una pe-queña comunidad de monjas declausura. También por su edad, elcapuchino de ochenta y seis años,según el canon 351 del Código deDerecho Canónico, pidió al PapaFrancisco una dispensa de la orde-nación episcopal.

sana, desde hace poco más de dosaños monseñor Enrico Feroci está alfrente del santuario mariano queridopor los romanos: el de Nuestra Se-ñora del Divino Amor en Castel diLeva. Y en su nombramiento comocardenal leyó un gesto del Papa nohecho a él personalmente, sino a to-dos los sacerdotes de la ciudad.

A la edad de once años entró enel Pontificio Seminario Menor Ro-mano y después de la escuela secun-daria clásica se convirtió en un estu-diante de la Mayor. Aquí aprendiódos puntos fijos que mantuvo a lolargo de su vida: Sub umbra Petri yAd pedes Dominae meae, es decir, a lasombra de Pedro y a los pies de Ma-ría.

En la Universidad Pontificia deLetrán estudió filosofía, teología yderecho. Luego obtuvo una maestríaen educación comunitaria y psicolo-gía en la Universidad Pontificia Sa-lesiana y en la Universidad La Sa-pienza de Roma.

Se convirtió en párroco el 1 deenero de 1981, retomando el legadode Monseñor Carlo Graziani, falleci-do repentinamente, su referencia es-piritual durante el seminario. Duran-te veinticuatro años dirigió la comu-nidad de San Fruméncio, equipán-dola con la iglesia actual —inaugura-da en 1984— y teniendo como guíalas palabras disponibilidad, comu-nión y atención. Desde el 1 de juliode 2004 comenzó un nuevo serviciocomo párroco en San Hipólito, vi-viendo así una nueva dimensión pas-toral en otro contexto de Roma. Yfue durante este período —exacta-mente el 5 de febrero de 2006— quealgo muy doloroso le sucedió: el ase-sinato en Turquía de su amigo fra-terno el Padre Andrea Santoro, en laiglesia de Santa María en Trabzondonde era misionero fidei donum. DeDon Santoro —cinco años más jovenque él— siempre relanzó el fuertetestimonio de la santidad.

Permaneció en la comunidad de laprovincia de Viale delle hasta el 1 dejulio de 2009, cuando el cardenal vi-cario lo nombró director de la Cári-tas diocesana, una misión al frentede las numerosas emergencias socia-les de la ciudad. También presidió laFundación Caritas Roma y la Fun-dación Salus populi Romani contra lausura. También fue presidente de laCooperativa Roma Solidarietà y,desde 2011, consultor del ConsejoPontificio para la Pastoral de los Mi-grantes e Itinerantes. Desde el 1 deseptiembre de 2015 es también canó-nigo y chambelán de la Basílica deLetrán.

Después de nueve años, en agostode 2018, dejó su puesto a Cáritas,que siempre ha considerado una es-cuela de humanidad a través de lasdiversas obras realizadas en la Ciu-dadela de la Caridad Santa Giacinta,en la Via Marsala, en Villa Glori yen las numerosas casas de familia ycentros de acogida y escucha queadministra.

Mientras tanto, en noviembre de2017 el cardenal vicario lo nombrópresidente de la asociación clericalpública de los Oblatos hijos deNuestra Señora del Divino Amor,confiándole el 1 de septiembre de2018 la responsabilidad de rector delsantuario mariano de la Vía Ardeati-na y del seminario contiguo. Desdela misma fecha del año siguiente estambién párroco de Santa María delDivino Amor en Castel di Leva.

Enrico Feroci

Arzobispo titular de Passo CoresePárroco en Santa María del

Divino Amor en Castel di LevaDespués de haber sido párroco en

Roma y director de la Cáritas dioce-

Tiene ochenta años, nació el 27 deagosto de 1940 en Pizzoli, una pe-queña ciudad de Abruzzo en la zonadel Alto Aterno y en el territorio delParque Nacional del Gran Sasso, enla Arquidiócesis de L'Aquila. Hijode Iolanda, que murió en 2019 a laedad de 102 años, y Oreste Feroci,tiene una hermana, Dionilla.

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página 12 L’OSSERVATORE ROMANO viernes 4 de diciembre de 2020, número 49

La catequesis del Pontífice dedicada a una dimensión esencial de la oración

El mundo necesita bendición

ha bendecido «siendo nosotros toda-vía pecadores» (Rm 5,8) dice san Pa-blo: Palabra hecha carne y ofrecidapor nosotros en la cruz.

San Pablo proclama con emociónel plan de amor de Dios y dice así:«Bendito sea el Dios y Padre denuestro Señor Jesucristo, que nos habendecido con toda clase de bendi-ciones espirituales, en los cielos, enCristo; por cuanto nos ha elegido enél antes de la fundación del mundo,para ser santos e inmaculados en supresencia, en el amor; eligiéndonosde antemano para ser sus hijosadoptivos por medio de Jesucristo,según el beneplácito de su voluntad,para alabanza de la gloria de su gra-cia con la que nos agració en elAmado» (Ef 1,3-6). No hay pecadoque pueda cancelar completamentela imagen del Cristo presente en ca-da uno de nosotros. Ningún pecadopuede cancelar esa imagen que Diosnos ha dado a nosotros. La imagende Cristo. Puede desfigurarla, perono puede quitarla de la misericordiade Dios. Un pecador puede perma-necer en sus errores durante muchotiempo, pero Dios es paciente hastael último instante, esperando que alfinal ese corazón se abra y cambie.Dios es como un buen padre y comouna buena madre, también Él es unabuena madre: nunca dejan de amara su hijo, por mucho que se equivo-que, siempre. Me viene a la mentelas muchas veces que he visto a lagente hacer fila para entrar en la cár-cel. Muchas madres en fila para en-trar y ver a su hijo preso: no dejande amar al hijo y ellas saben que lagente que pasa en el autobús dice“Ah, esa es la madre del preso”. Ysin embargo no tienen vergüenzapor esto, o mejor, tienen vergüenzapero van adelante, porque es másimportante el hijo que la vergüenza.Así nosotros para Dios somos másimportantes que todos los pecadosque nosotros podamos hacer, porqueÉl es padre, es madre, es amor puro,Él nos ha bendecido para siempre.Y no dejará nunca de bendecirnos.

Una experiencia intensa es la deleer estos textos bíblicos de bendi-

ción en una prisión, o en un centrode desintoxicación. Hacer sentir aesas personas que permanecen ben-decidas no obstante sus graves erro-res, que el Padre celeste sigue que-riendo su bien y esperando que seabran finalmente al bien. Si inclusosus parientes más cercanos les hanabandonado, porque ya les juzgancomo irrecuperables, para Dios sonsiempre hijos. Dios no puede cance-lar en nosotros la imagen de hijo,cada uno de nosotros es hijo, es hija.A veces ocurren milagros: hombres ymujeres que renacen. Porque en-cuentran esta bendición que les haungido como hijos. Porque la graciade Dios cambia la vida: nos tomacomo somos, pero no nos deja nun-ca como somos.

Pensemos en lo que hizo Jesúscon Zaqueo (cfr. Lc 19,1-10), porejemplo. Todos veían en él el mal;Jesús sin embargo ve un destello debien, y de ahí, de su curiosidad porver a Jesús, hace pasar la misericor-dia que salva. Así cambió primero elcorazón y después la vida de Za-queo. En las personas marginadas yrechazadas, Jesús veía la indeleblebendición del Padre. Zaqueo es unpecador público, ha hecho muchascosas malas, pero Jesús veía ese sig-no indeleble de la bendición del Pa-dre y de ahí su compasión. Esa fraseque se repite tanto en el Evangelio,“tuvo compasión”, y esa compasiónlo lleva a ayudarlo y cambiarle el co-razón. Es más, llegó a identificarse así mismo con cada persona necesita-da (cfr. Mt 25,31-46). En el pasajedel “proto colo” final sobre el cualtodos nosotros seremos juzgados,Mateo 25, Jesús dice: “Yo estabahambriento, yo estaba desnudo, yoestaba en la cárcel, yo estaba en elhospital, yo estaba ahí…”.

Ante la bendición de Dios, tam-bién nosotros respondemos bendi-ciendo —Dios nos ha enseñado abendecir y nosotros debemos bende-cir—: es la oración de alabanza, deadoración, de acción de gracias. ElCatecismo escribe: «La oración debendición es la respuesta del hombrea los dones de Dios: porque Diosbendice, el corazón del hombre pue-de bendecir a su vez a Aquel que esla fuente de toda bendición» (n.2626). La oración es alegría y reco-nocimiento. Dios no ha esperadoque nos convirtiéramos para comen-zar a amarnos, sino que nos ha ama-

do primero, cuando todavía estába-mos en el pecado.

No podemos solo bendecir a esteDios que nos bendice, debemosbendecir todo en Él, toda la gente,bendecir a Dios y bendecir a loshermanos, bendecir el mundo: estaes la raíz de la mansedumbre cristia-na, la capacidad de sentirse bendeci-dos y la capacidad de bendecir. Sitodos nosotros hiciéramos así, segu-ramente no existirían las guerras. Es-te mundo necesita bendición y noso-tros podemos dar la bendición y re-cibir la bendición. El Padre nosama. Y a nosotros nos queda tan so-lo la alegría de bendecirlo y la ale-gría de darle gracias, y de aprenderde Él a no maldecir, sino bendecir.Y aquí solamente una palabra parala gente que está acostumbrada amaldecir, la gente que tiene siempreen la boca, también en el corazón,una palabra fea, una maldición. Ca-da uno de nosotros puede pensar:¿yo tengo esta costumbre de malde-cir así? Y pedir al Señor la gracia decambiar esta costumbre para que no-sotros tengamos un corazón bende-cido y de un corazón bendecido nopuede salir una maldición. Que elSeñor nos enseñe a no maldecirnunca sino a bendecir.

[1] Le porche du mystère de la deu-xième vertu, primera ed. 1911. Ed. es.El pórtico del misterio de la segun-da virtud.

Al finalizar la catequesis, durante loshabituales saludos a los diferentesgrupos conectados a través de losmedios de comunicación, el Papa lanzóun llamamiento por la paz en Nigeria«lamentablemente una vez másensangrentada por una masacreterrorista» y recordó el cuadragésimoaniversario del asesinato de cuatromisioneras en El Salvador. Finalmenteguió la oración del Padre nuestro eimpartió la bendición.

Deseo asegurar mi oración porNigeria, lamentablementeuna vez más ensangrentada

por una masacre terrorista. El sába-do pasado, en el noreste del país,fueron brutalmente asesinados másde cien campesinos. Dios les acojaen su paz y consuele a sus familia-res; y convierta los corazones dequien comete tales horrores, queofenden gravemente su nombre.Hoy es el cuadragésimo aniversariode la muerte de cuatro misionerasnorteamericanas asesinadas en ElSalvador: las monjas de MaryknollIta Ford y Maura Clarke, la monjaursulina Dorothy Kazel y la volunta-ria Jean Donovan. El 2 de diciembrede 1980 fueron secuestradas, violadasy asesinadas por un grupo de para-militares. Prestaban su servicio a ElSalvador en el contexto de la guerracivil. Con empeño evangélico y co-rriendo grandes riesgos llevaban co-mida y medicinas a los desplazadosy ayudaban a las familias más po-bres. Estas mujeres vivieron su fecon gran generosidad. Son un ejem-plo para todos para convertirse enfieles discípulos misioneros.

Saludo cordialmente a los fielesde lengua española. Los animo aresponder al amor de Dios Padre,que nos ha amado en su Hijo Jesu-cristo, con la alegría de bendecirlo yde darle gracias, y a aprender de subondad a no responder jamás al malcon el mal, sino a bendecir siempre,porque para eso fuimos llamados,para heredar una bendición. Gracias

Queridos hermanos y hermanas,¡buenos días!

Hoy nos detenemos en unadimensión esencial de laoración: la bendición.Continuamos las reflexio-

nes sobre la oración. En las narracio-nes de la creación (cfr. Gen 1-2) Dioscontinuamente bendice la vida,siempre. Bendice a los animales(1,22), bendice al hombre y a la mu-jer (1,28), finalmente bendice el sá-bado, día de reposo y del disfrute detoda la creación (2,3). Es Dios quebendice. En las primeras páginas dela Biblia es un continuo repetirse debendiciones. Dios bendice, perotambién los hombres bendicen, ypronto se descubre que la bendiciónposee una fuerza especial, queacompaña para toda la vida a quienla recibe, y dispone el corazón delhombre a dejarse cambiar por Dios(Conc. Ecum. Vat. II, Const. Sacro-sanctum Concilium, 61).

Al principio del mundo está Diosque “dice-bien”, bien-dice, dice-bien.Él ve que cada obra de sus manos esbuena y bella, y cuando llega alhombre, y la creación se realiza, re-conoce que «estaba muy bien» (Gen1,31). Poco después, esa belleza queDios ha impreso en su obra se alte-rará, y el ser humano se convertiráen una criatura degenerada, capazde difundir el mal y la muerte por elmundo; pero nada podrá cancelarnunca la primera huella de Dios,una huella de bondad que Dios hapuesto en el mundo, en la naturale-za humana, en todos nosotros: la ca-pacidad de bendecir y el hecho deser bendecidos. Dios no se ha equi-vocado con la creación y tampococon la creación del hombre. La espe-ranza del mundo reside completa-mente en la bendición de Dios: Élsigue queriéndonos, Él el primero,como dice el poeta Péguy[1], sigueesperando nuestro bien.

La gran bendición de Dios es Je-sucristo, es el gran don de Dios, suHijo. Es una bendición para toda lahumanidad, es una bendición quenos ha salvado a todos. Él es la Pa-labra eterna con la que el Padre nos

Prosiguiendo el ciclo catequesis sobre el tema de la oración, el Papa se detuvo «enuna dimensión esencial» de esta última: la bendición. En la audiencia general—que tuvo lugar el miércoles por la mañana, 2 de diciembre, sin la presencia defieles a causa de la pandemia— el Pontífice ofreció en la Biblioteca privada unareflexión sobre la importancia de bendecir, porque «de un corazón bendecido nopuede salir una maldición».