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April 2013

Oportunidades para las empresas dentro de laOMC

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42 Marzo - Abril 2013

EN VOZ DE LOS EXPERTOS

Existen varias organizaciones internacionales encaminadas a solucionar la crisis mundial; sin embargo, este problema es atacado mediante intentos de soluciones desde diferentes perspec-tivas. El presente artículo pone en contexto la labor de algunos de esos organismos, los cuales trabajan conjuntamente para solucionar la crisis mundial, aunque no todos ellos le dan cabida a las empresas…

Oportunidades para las empresas dentro de la OMC

Autor: Rodolfo Carlos Rivas Rea1

1 Es Licenciado en Derecho por la Universidad Panamericana, Magister Lvcentinvs por la Universidad de Alicante y LL.M. por la Universidad de Stanford. Árbitro y experto en propiedad intelectual; ha trabajado como abogado en la OMC y OMPI y actualmente se desempeña en temas de comercio internacional ante la OMC en Ginebra, Suiza. rivasrod@alumni.stanford.edu.

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Oportunidades para las empresas dentro de la OMC

INTRODUCCIÓN

La crisis económica mundial es un tema en boca de to-dos desde hace varios años. ¿Qué hacer para solucio-nar esta crisis?, es la pregunta que todos quisiéramos

responder. En ese sentido tres organizaciones internacio-nales tienen como tarea encontrar esa respuesta: la Orga-nización Mundial del Comercio (OMC), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).

El presente artículo esbozará los objetivos y funciones de la OMC y los pondrá en contexto dentro del grupo de organizaciones intergubernamentales las cuales, por anto-nomasia, tienen como objetivo el desarrollo económico y la eliminación de la pobreza.

Sin lugar a dudas, todos los esfuerzos de estas organiza-ciones son encomiables; sin embargo, al final parecen estar totalmente alejados del día a día de los mexicanos y/o sus empresas. Esto no necesariamente tiene que ser así, por lo que este trabajo brevemente explicará cómo las empresas se pueden beneficiar de la OMC.

LA OMC, EL BM Y EL FMI

La OMC, el BM y el FMI surgen como resultado de la nece-sidad de establecer un mecanismo internacional de regula-ción del orden económico, monetario y financiero posterior a la Segunda Guerra Mundial. El BM y el FMI son organis-mos especializados que se encuentran dentro del marco de la Organización de las Naciones Unidas (ONU); mientras que la OMC es un organismo independiente.

No obstante, es importante recalcar que aunque la OMC es independiente de la ONU, mantiene una estrecha co-laboración con las naciones que la conforman.2 Más aún, aunque ninguno de estos tres organismos mencionados cuenta con representación universal,3 sí cuentan con repre-sentación sustantiva, la cual continúa incrementándose re-gularmente mediante adhesiones.4

En lo relativo a su nacimiento, por un lado, El BM y el FMI son frutos directos del éxito de los Acuerdos de Bretton Woods, de 1944, y la OMC surge como fruto del fracaso de la Organización Internacional del Comercio (OIM) y la evolu-ción del GATT (sigla que corresponde a General Agreement

on Tariffs and Trade; en español es conocido como Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio).

En cuanto a su Dirección, existe una diferencia que las dis-tingue. La OMC ha sido encabezada por Directores Genera-les de diversas nacionalidades y continentes, a diferencia de las otras dos.

El año pasado –como muchos recordarán– el FMI fue ob-jeto de una amplia cobertura noticiosa debido al escánda-lo que obligó la renuncia de Dominique Strauss-Kahn y la subsecuente elección de Christine Lagarde5 como Directora General. De manera similar, el BM concluyó su proceso de selección de Presidente, el cual, como marca el pacto entre caballeros6, culminó con la elección del candidato estadou-nidense, Dr. Jim Yong Kim.

Este año, el puesto de Director General de la OMC tam-bién verá un cambio, ya que Pascal Lamy concluye su man-dato que inició en el 2005.7 Se rumora que a pesar de no existir una regla al respecto, el próximo Director General de la OMC provendrá de un país en desarrollo, siendo los can-didatos africanos y latinoamericanos los que parecen contar con mayores posibilidades de obtener la Dirección General. Esta sutil diferencia parecería, en principio, hacer de la OMC una organización más inclusiva y abierta.

En cuanto a las finalidades y/o objetivos de las mismas, existen ciertas diferencias. Por un lado, el BM, con sede en Washington, D.C., tiene como objetivo principal la reducción de la pobreza a través del desarrollo económico.

El FMI, por su parte, también con sede en Washington, D.C., tiene como objetivo el mejoramiento de las economías de sus miembros, para lo cual, periódicamente vigila y eva-lúa las políticas económicas de sus miembros.

La OMC, con sede en Ginebra, Suiza, es una organización encaminada a la apertura del comercio a través de solucio-nes a los problemas comerciales entre sus miembros. La expresión del objetivo de la OMC en estos términos le da un matiz el cual inherentemente la coloca dentro del campo de acción de las empresas.

Sin embargo, resulta claro que los mandatos de estas tres organizaciones son similares, al menos cuando se habla en términos generales. Además, cuando se toma en cuenta

2 Específicamente con la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (CNUCYD).3 La OMC cuenta con 158 miembros, el BM tiene 187 miembros, mientras que el FMI tiene 188 miembros. La Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) es la organización internacional con alcance cuasi-universal, al contar con 209 miembros.4 Específicamente en lo relativo a la OMC, el pasado 22 de agosto de 2012, se formalizó la adhesión de la Federación Rusa a ese organismo, siendo hasta aquel momento la única gran economía ausente de la OMC.5 Agustín Carstens, quien fuera secretario de Hacienda y Crédito Público durante la primera mitad del sexenio de Felipe Calderón y que desde el 2009 funge como Gobernador del Banco de México, fue uno de los principales contendientes a la Dirección General del FMI.6 Es una regla no escrita del sistema que la Dirección General del FMI pertenece a un europeo; mientras que la Presidencia del BM le corresponde a un estadounidense.7 Hasta el momento, hay nueve candidatos de diferentes países, con Herminio Blanco, quien fuera secretario de Comercio y Fomento Industrial, representando a México. Es importante recordar, como nota al margen, que en los inicios de la OMC, uno de los principales contendientes al puesto de Director General era Carlos Salinas de Gortari después de haber concluido el TLCAN. Sin embargo, después del “error de diciembre”, la candidatura de Salinas perdió el respaldo de ciertos grupos. En caso de que Herminio Blanco logre obtener el puesto de Director General de la OMC, se convertirá en el primer mexicano en hacerlo. A su vez, se uniría a José Ángel Gurría, otro mexicano, que actualmente funge como Secretario General de la OECD.

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Oportunidades para las empresas dentro de la OMC

que las tres tienen un mandato de cooperación en virtud de los acuerdos que les dieron vida, estas distinciones se hacen más complejas aún. No obstante, las diferencias entre ellas se ven reflejadas en la práctica.

Recientemente estas tres organizaciones han acaparado la atención mundial, y no es para menos, pues las tres se encuentran en el epicentro de lo que muchos han llamado la peor crisis económica mundial de la época moderna.

No es la intención de este artículo juzgar si la crisis eco-nómica mundial se debe a los fracasos o deficiencias de estas organizaciones, debido a que eso podría llevar a una discusión interminable. Lo que interesa es ponerlas en con-texto a través de una breve mirada a sus campos de acción y a ciertos acontecimientos recientes de interés, y con esto, desmitificarlas.

En el mundo globalizado en el que vivimos, las empresas deben estar informadas de todos los acontecimientos que potencialmente puedan impactarlas, y el presente trabajo ofrecerá una breve explicación de las oportunidades que existen para las empresas dentro de la OMC en específico. La razón de ser de este enfoque –como ya se ha explicado– es porque esta organización le da una importancia primor-dial al comercio y, por ende, a las empresas.

MÉXICO DENTRO DEL COMERCIO INTERNACIONAL

El comercio internacional, el cual es el objeto de análisis de la OMC, es un tema que ha sido muy importante para México a lo largo de los años. Incluso yendo más allá, se podría afirmar que es un país clave dentro del Sistema Mul-tilateral de Comercio (SMC).

Cabe recordar que México es miembro del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el cual fue uno de los tratados de libre comercio más importantes en su momento, y el cual sigue considerándose como un pun-to de referencia. A su vez, también es miembro pleno de la ambiciosa Alianza del Pacífico, y se integró –el pasado mes de octubre– como parte negociante dentro del Acuerdo Es-tratégico Transpacífico de Asociación Económica (TPP, por sus siglas en inglés). Fuera de los Estados Unidos de Amé-rica (EUA), México es el país con más alcance, en términos de acuerdos relativos a comercio internacional e inversión.8

MÉXICO EN LA OMC

Dentro del marco de la OMC, México es parte de los “‘Real Good Friends’ of services”, el cual es un intento plurilateral dentro de la OMC, que surgió a partir de imposibilidad de llegar a un acuerdo dentro de la Ronda de Doha. Dentro del secretariado de ese organismo, la representación de mexicanos es menor de lo que se esperaría con solamente seis empleados de nacionalidad mexicana, según cifras del 2011; sin embargo, actualmente, un miembro del Órgano de Apelación,9 Ricardo Ramírez Hernández, es de nacionali-dad mexicana.

Ahora bien , la OMC es financiada por medio de contribu-ciones de sus miembros, las cuales son determinadas con base en la participación de cada país dentro del volumen total del comercio internacional del universo de los miem-bros de la OMC.

Por tanto, de acuerdo con cifras de la OMC, para el ciclo 2012, la participación de México correspondió a un 1.81% del comercio total de los miembros de la OMC, lo cual se traducía a una contribución que ascendió a 3’516,830 fran-cos suizos. Para poner esto en perspectiva, la participación de Brasil en el 2012 fue de 1.075%; de Argentina fue de 0.369%, y de China fue 7.286%. Esto indica que la partici-pación de México dentro del comercio global es la más alta en Latinoamérica.

El mandato de representación de México ante la OMC le corresponde a la Secretaría de Economía, la cual cuen-ta con una Misión Permanente ante la OMC en Ginebra.10 Esto quiere decir que no existe la posibilidad para que una empresa o persona física recurra a la OMC, con la finalidad de solucionar un problema de comercio inter-nacional.

Sin embargo, con la finalidad de darle un foro al públi-co en general, la OMC creó el Foro Público, el cual es un evento anual que ofrece a sus participantes la oportunidad de debatir la evolución reciente del comercio mundial y de proponer maneras de mejorar el sistema multilateral de co-mercio.11 No obstante –como ya se mencionó– no existe la posibilidad de que una empresa o persona física recurra di-rectamente a la OMC. Ahora bien, siendo este el caso, ¿qué cabida tienen las empresas en la OMC?

8 México cuenta con una red de 12 Tratados de Libre Comercio con 44 países (TLCs), 28 Acuerdos para la Promoción y Protección Recíproca de las Inversiones (APPRIs) y 9 acuerdos de comercio (Acuerdos de Complementación Económica y Acuerdos de Alcance Parcial) en el marco de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI). Además, participa activamente en organismos y foros multilaterales y regionales como la Organización Mundial del Comercio (OMC), el Mecanismo de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) y la ALADI.9 El Órgano de Apelación es la máxima autoridad jurisdiccional dentro del sistema de solución de controversias dentro de la OMC, y se compone de siete miembros.10 La Misión Permanente de México ante la OMC es distinta e independiente de la Misión Permanente de nuestro país ante la ONU, pues esta última depende de la Secretaría de Relaciones Exteriores.11 Algunos expertos sobre la materia han cuestionado las razones que justifican a los Estados para contar con el monopolio sobre el SMC. En su lugar han propuesto mecanismos mediante los cuales personas físicas y la iniciativa privada tengan injerencia directa sobre el SMC, sin embargo, hasta la fecha lo más cercano a eso se da a través del Foro Público.

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LAS EMPRESAS Y LA OMC

Negociación comercial

Una de las principales funciones de la OMC es la negociación comercial, la cual abarca el comercio de mercan-cías, servicios y aspectos de propiedad intelectual. Dentro de estos acuerdos –los cuales no son estáticos– se esta-blecen principios de liberalización co-mercial y las excepciones permitidas.

También se incluyen compromisos contraídos por los distintos miembros para reducir aranceles aduaneros y otros obstáculos al comercio, así como abrir y mantener abiertos los merca-dos de servicios.

Dentro de esas negociaciones, es importante contar con insumos pro-venientes de la iniciativa privada, dado que serán éstas las principales afectadas y/o beneficiadas de las ne-gociaciones. Debido a esta situación,

algunos países, como es el caso de los EUA, cuentan con sistemas bastante sofisticados para la consideración de insumos provenientes de los sectores privados potencialmente afectados.

En el caso de México, sin embargo, no existen mecanismos tan sofistica-dos como los estadounidenses. Esto no quiere decir que las voces de las empresas mexicanas no sean tomadas en cuenta; en algunos casos sí son con-sideradas. Entonces, es aquí donde el interés de las empresas de expresar sus preocupaciones se debe hacer evidente. El siguiente paso será crear una legisla-ción con mecanismos y procedimientos claros, transparentes y obligatorios. Sin embargo, hoy en día, una iniciativa pri-vada activa, informada y comprometida puede lograr bastante en este rubro, especialmente si se considera la ubicui-dad de las redes sociales.

Transparencia y solución de problemas

Otro aspecto el cual es sumamente importante y que está íntimamente relacionado con el anterior, es el de garantizar la transparencia de las po-líticas comerciales de los países miem-bros en los foros disponibles en los distintos comités y/o consejos.

Esto quiere decir que cuando un Acuerdo de la OMC no es debidamen-te implementado, existe la posibilidad de discutir el problema en los comités y/o consejos, buscando solucionar la cuestión sin que sea necesario iniciar un procedimiento formal de solución de controversias.

Lo anterior, más que cualquier otro mecanismo disponible dentro de la OMC, es –sin lugar a dudas– el de ma-yor valor para las empresas. Dentro de este mecanismo se pueden solucionar

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problemas que las empresas encuen-tran cotidianamente en su interacción con otros mercados. Sin embargo –como se mencionó–, resulta necesaria la participación activa de la iniciativa privada, así como de una comunica-ción constante con la Secretaría de Economía.

En muchos casos, información re-levante se encuentra disponible a través de la página web de la OMC, y haciendo uso de ésta se le pueden exigir “cuentas” a las autoridades, así como también requerir su asistencia cuando se estime necesario. Más aún, dentro de este mismo rubro, existen exámenes periódicos de las políticas y prácticas comerciales de todos los miembros, los cuales proporcionan información muy valiosa, misma que puede ser utilizada en caso de que esté buscando incursionar en un nuevo mercado o bien, explotar de manera más eficiente los mercados en donde ya existe presencia.

Solución de controversias

Probablemente el aspecto con ma-yor difusión de la OMC es el procedi-miento para la solución de diferencias, mediante el cual los países buscan di-rimir sus controversias cuando estiman

que sus derechos, dentro del marco de la OMC, han sido violados.

Estos procedimientos concluyen con dictámenes de expertos independien-tes quienes buscan solucionar la di-ferencia, basados en la interpretación de los Acuerdos y de los compromisos contraídos por cada uno de los países miembros.

De esa manera, México ha sido parte reclamante en 23 ocasiones y par-te demandada en otras 14. Algunos de los temas que han sido objeto de este procedimiento son: cemento, ace-ro inoxidable y atún, por mencionar algunos.

Los factores involucrados en la se-lección de qué temas se llevan a este procedimiento no son claros, y esto se confirma con lo variado de los sectores y cuestiones que hasta la fecha han sido peleados por México.

Sin embargo, mientras no exista una legislación sobre el tema, las re-des sociales pueden constituirse en una valiosa herramienta para generar atención sobre una controversia en específico. No obstante, es necesario apuntar que existen otros mecanismos para solucionar diferencias, como lo son los diversos consejos, comités y el diálogo entre miembros. No todas las

controversias deben ser llevadas hasta sus últimas consecuencias.

CONCLUSIONES

La arena internacional cuenta con varias organizaciones encaminadas a solucionar la crisis mundial; sin em-bargo, este mismo problema se topa con intentos de soluciones desde di-ferentes perspectivas. El presente artículo pone en contexto la labor de las organizaciones internacionales, las cuales trabajan conjuntamente para solucionar la crisis mundial, y aunque es necesario estar enterados de su labor, no todas ellas le dan cabida a las empresas.

En ese sentido, la OMC se enfoca primordialmente sobre el comercio y –por extensión– sobre las empresas. Aunque a la fecha no existe un meca-nismo de acceso directo para estas en-tidades, sí existen maneras por medio de las cuales una empresa informada y activa puede beneficiarse de las insti-tuciones existentes dentro de la OMC.

Rodolfo Carlos Rivas ReaÁrbitro y experto en

propiedad intelectualrivasrod@alumni.stanford.edu