Manual de Ortopedia y Traumatologia de LA PUC

510
MANUAL DE ORTOPEDIA Y TRAUMATOLOGIA Dr. Juan Fortune Haverbeck Dr. Jaime Paulos Arenas Dr. Carlos Liendo Palma

Transcript of Manual de Ortopedia y Traumatologia de LA PUC

  • 5/28/2018 Manual de Ortopedia y Traumatologia de LA PUC

    1/510

    MANUAL DEORTOPEDIA YTRAUMATOLOGIA

    Dr. Juan Fortune Haverbeck

    Dr. Jaime Paulos Arenas

    Dr. Carlos Liendo Palma

  • 5/28/2018 Manual de Ortopedia y Traumatologia de LA PUC

    2/510

    2

    PROLOGO A LA EDICION ESCRITA

    El texto que presentamos, es la expresin didctica que resume la experiencia de muchos aos de

    trabajo clnico y docente de los autores.

    Ha sido escrito con un objetivo muy preciso que siempre debe ser tenido en cuenta por el lector;

    cual es el de servir de gua, aprendizaje y recuerdo de aqullos conocimientos bsicos en los temas

    desarrollados. Va dirigido a los alumnos, internos, residentes y muy especialmente lo hemos escrito

    pensando tambin en aquellos mdicos no especialistas que, por obligacin profesional, deben

    dispensar su atencin a enfermos con patologas del aparato locomotor.

    Esta obra no es un compendio, pero tampoco es un texto destinado a los especialistas. No se

    pretenda encontrar en ella elevados conocimientos acadmicos ni enseanzas de tcnicas

    quirrgicas en ninguno de los temas tratados, pues no ha sido ese el objetivo perseguid o. Para ello

    hay innumerables textos especializados, escritos por profesores cuyos conocimientos y experiencia

    estamos muy lejos de poseer.

    Hemos redactado cada uno de los temas con mucho ciudado, procurando unir una razonable cuota

    de conocimientos con una suficiente claridad en la expresin de los conceptos.

    Una de las dificultades que enfrentan los alumnos de pregrado al introducirse en la patologa del

    aparato locomotor, es encontrarse con voluminosos textos de la especialidad que no dan tiempo ni

    agrado para estudiarlos; son muy pocos los libros que estn orientados hacia el alumno o al mdico

    general, que debe enfrentarse a las enfermedades del aparato locomotor cuando inicia su carrera

    profesional u ocasionalmente cuando, dedicado a otras reas de la medicina, debe enfrentarse con

    problemas de nuestra especialidad.

    Al reunir en un solo texto conocimientos de traumatologa, ortopedia, neoplasias esquelticas,infecciones osteo-articulares, etc., hemos pretendido facilitar la bsqueda de estas informacio nes,

    que necesariamente habra que buscar en otros tantos textos diferentes. Con ello creemos facilitar el

    estudio de estos distintos captulos.

    En resumen, esperamos as poder contribuir a recordar y mejorar estos conocimientos en los

    estudiosos de estos temas, para quienes este libro fue escrito.

    Profesor Dr. Juan Fortune H.

  • 5/28/2018 Manual de Ortopedia y Traumatologia de LA PUC

    3/510

    3

    INDICE

    GENERALIDADES.

    CONCEPTO DE ORTOPEDIA Y TRAUMATOLOGIA

    PRIMERA SECCION. PATOLOGIA TRAUMATICA

    Lesiones Traumticas

    Captulo Primero. Fracturas

    Estudio General

    Fracturas del Miembro SuperiorFracturas de clavcula

    Fracturas del hmero

    Lesiones traumticas del codo

    Fracturas del antebrazo

    Fracturas del extremo distal del radio

    Fractura del escafoides carpiano

    Lesiones traumticas de la mano

    Fracturas del Miembro Inferior

    Fracturas del extremo proximal del fmur

    Fracturas trocantereanas del fmur

    Fracturas de la difisis femoral

    Lesiones traumticas de la rodilla

    Fracturas de la rodilla

    Fracturas de la difisis de la tibia

    Lesiones traumticas del tobillo

  • 5/28/2018 Manual de Ortopedia y Traumatologia de LA PUC

    4/510

    4

    Fracturas del pie

    Fracturas de columna, torax y pelvis

    Fracturas de columna vertebral

    Fractura y luxofractura de columna cervical

    Fracturas de columna toracolumbar

    Fracturas de la pelvis

    Fracturas expuestas

    Politraumatizado

    Captulo Segundo. Luxaciones

    Conceptos generales

    Luxacin escpulo-humeral

    Luxacin traumtica de la cadera

    Luxacin de codo

    SEGUNDA SECCION. PATOLOGIA ORTOPEDICA

    Lumbago

    Lumbocitica

    Cervicoalgias y cervicobraquialgias

    Artrosis

    Artrosis de cadera

    Tratamiento quirrgico de la artrosis de rodilla

    Tratamiento quirrgico de la artritis reumatoide

    Escoliosis

    Espondilolistesis

    Patologa ortopdica del pie

    Luxacin congnita de cadera

  • 5/28/2018 Manual de Ortopedia y Traumatologia de LA PUC

    5/510

    5

    TERCERA SECCION. INFECCIONES OSEAS Y ARTICULARES

    Artritis sptica

    Osteomielitis

    Tuberculosis osteoarticular

    Tuberculosis de columna vertebral. Mal de Pott

    Infecciones de la mano

    CUARTA SECCION. TUMORES OSEOS Y LESIONES PSEUDO -TUMORALES

    Tumores seos

    Lesiones pseudo-tumorales del hueso

    QUINTA SECCION. MISCELANEA

    Cuerpos extraos

    Vendajes enyesados

    Lesiones traumticas de los tendones

    BIBLIOGRAFIA

  • 5/28/2018 Manual de Ortopedia y Traumatologia de LA PUC

    6/510

    6

    GENERALIDADES

    Concepto de Ortopedia y Traumatologa

    El nombre genrico de "Traumatologa", que define aquella parte de la medicina que se dedica al

    estudio de las lesiones del aparato locomotor es en la actualidad insuficiente, ya que esta

    especialidad se extiende mucho ms all del campo de las lesiones traumticas, abarcando tambin

    el estudio de aquellas congnitas o adquiridas, en sus aspectos preventivos, terapu ticos, de

    rehabilitacin y de investigacin, y que afectan al aparato locomotor desde el nio hasta la

    senectud.

    Actualmente en muchos pases se usa el nombre de "Ortopedia" para referirse al estudio de las

    enfermedades del tronco y las extremidades, pero la tradicin del uso de la palabra "traumatologa"

    hace que la palabra "ortopedia" excluya las lesiones traumticas.

    Por lo anteriormente sealado se denomina a esta especialidad como "Ortopedia y Traumatologa".

    La palabra ortopedia empez a usarse en el Siglo XVIII con la publicacin por Andry, en el ao

    1743, de su trabajo "Ortopedia o el arte de prevenir y corregir en los nios las deformaciones del

    cuerpo". Este autor simboliz esta rama de la medicina con la figura de un rbol torcido, el cual,

    para corregir su crecimiento, se encuentra atado fuertemente a una estaca (Figura 1). Este smbolo

    representa a la especialidad y lo llevan como logotipo las Sociedades Cientficas que se preocupan

    de su desarrollo, entre otras, la Sociedad Chilena de Ortopedia y Traumatologa.

    Etimolgicamente la palabra ortopedia proviene del griego, orthos = derecho y paidos = nio,

    basada en las frecuentes deformaciones esquelticas en los nios debidas a poliomielitis,

    tuberculosis, alteraciones congnitas y otras.

    Evidentemente el hombre, desde la prehistoria y nacimiento viene enfrentando los traumatismos en

    su permanente lucha por la sobrevivencia.

    Figura 1

    Arbol de Andry, smbolo de la Ortopedia y

    Traumatologa

  • 5/28/2018 Manual de Ortopedia y Traumatologia de LA PUC

    7/510

    7

    Los primeros documentos escritos que describen lesion es traumticas y ortopdicas, se encuentran

    en los papiros egipcios de alrededor de 2000 aos a. de C. (papiro de Eden Smith).

    Posteriormente aparece Hipcrates (460 -377 a. de C.), reconocido como Padre de la Medicina y

    como uno de los grandes precursores de la ortopedia, a travs de sus obras como el "Tratado de lasfracturas" y el "Tratado de las articulaciones", donde describe el cuadro clnico de las luxaciones

    traumticas y congnitas de la cadera, las artritis supuradas, el pie bot, y algunos mtodos

    teraputicos con principios similares a los de la actualidad, como la introduccin de la traccin en el

    tratamiento de las fracturas.

    Durante el Siglo XIX hubo un gran desarrollo de la ortopedia mediante el uso de mtodos

    teraputicos mecnicos, pero paral elamente, hacia fines de este siglo, se inicia el desarrollo de la

    ciruga, gracias al empleo del conocimiento de la asepsia, antisepsia, y la anestesia, dando las bases

    para el desarrollo de la ciruga general, incluyendo la ciruga ortopdica. Por esto h oy hablamos de

    los mtodos teraputicos conservadores, como los tratamientos ortopdicos, para diferenciarlos de

    aqullos en que se emplea la ciruga, denominndolos mtodos quirrgicos, a pesar que todos ellos

    forman parte de la ortopedia. El gran auge de la ciruga ha hecho denominar a la especialidad como"ciruga ortopdica" o "ciruga del aparato locomotor". A fines del Siglo XIX Wilhelm Conrad

    Roentgen (1895) realiz el sensacional descubrimiento de los rayos X, que signific un gran avance

    en el diagnstico de las lesiones del aparato locomotor.

    Actualmente, a travs del gran desarrollo ocurrido durante el siglo XX, la especialidad ha tomado

    un impulso incalculable a travs de las posibilidades de recuperacin que ofrece a los pacientes que

    sufren traumatismos cada vez ms frecuentes y de mayores proporciones. Adems, el aumento del

    promedio de vida de las personas se traduce en un mayor nmero de lesiones osteoarticulares

    degenerativas e invalidantes. Es as como en la segunda mitad de este siglo, han alcanzado un gran

    desarrollo la ciruga de los reemplazos articulares, la ciruga de la columna, la ciruga artroscpica,

    el manejo quirrgico de las fracturas a travs de las distintas tcnicas de osteosntesis, la ciruga

    reparativa, etc., que prometen en el futuro una gran actividad mdico quirrgica en la mejora de los

    pacientes afectados por una patologa del aparato locomotor.

  • 5/28/2018 Manual de Ortopedia y Traumatologia de LA PUC

    8/510

    8

    PRIMERA SECCION

    PATOLOGIA

    TRAUMATICA

  • 5/28/2018 Manual de Ortopedia y Traumatologia de LA PUC

    9/510

    9

    PRIMERA SECCION. PATOLOGIA TRAUMATICA

    LESIONES TRAUMATICAS

    El ser humano, en su relacin con el medio ambiente, se encuentra enfrentado a la accin de

    diferentes agentes fsicos como el calor, el fro, la electricidad, las radiaciones, distintos tipos de

    fuerzas como las mecnicas, las cuales aplicadas sobre nue stro organismo producen diferentes

    lesiones. Por lo tanto cuando nos enfrentamos a un paciente lesionado debemos considerar los tres

    componentes que interactan:

    1. quin produce la lesin;

    2. a quin afecta; y

    3. cul es el dao producido por la agresin.

    Esta fuerza mecnica, desde punto de vista fsico, es un vector y como tal tiene dos caractersticasfundamentales: magnitud y direccin; por lo tanto, cada vez que consideremos una fuerza actuando

    sobre nuestro organismo, deberemos cuantificar la cantid ad que se aplic y el mecanismo que se

    ejerci para producir una supuesta lesin.

    Asimismo, una fuerza determinada puede multiplicarse si se aplica mediante un efecto de palanca, y

    es lo que ocurre frecuentemente en fuerzas aplicadas sobre nuestro organism o y dentro de la

    funcin normal dentro de nuestro sistema osteomuscular. Esta fuerza aplicada se traduce en una

    forma de energa y si pensamos que la frmula de energa es E = m * c2 (masa por la velocidad al

    cuadrado), debemos considerar que entre mayor s ea la energa aplicada sobre nuestro organismo,

    mayor ser la lesin producida.

    As, por ejemplo, las lesiones sufridas sern mayores en caso de un accidente producido por un

    camin a alta velocidad, o se producirn lesiones ms graves en una persona que c ae de cierta

    altura, a aqullas producidas por fuerzas menores aplicadas sobre personas en una posicin esttica.

    Por otra parte, debemos considerar dnde se aplica esta energa para considerar sus efectos.

    Estas fuerzas aplicadas en nuestro organismo prod ucen daos que se traducen en el aparato

    locomotor en las siguientes lesiones:

    1. contusin;

    2. hematoma;

    3. heridas;

    4. esguinces;5. luxaciones;

    6. fracturas y luxofracturas.

  • 5/28/2018 Manual de Ortopedia y Traumatologia de LA PUC

    10/510

    10

    Captulo Primero.

    FRACTURAS.

  • 5/28/2018 Manual de Ortopedia y Traumatologia de LA PUC

    11/510

    11

    Captulo Primero. Fracturas.

    Estudio General.

    Definicin y Concepto

    La definicin clsica de fractura: "solucin de continuidad, parcial o total de un hueso", aun cuando

    corresponda a la realidad, por su misma simplicidad, no logra dar toda la significacin patolgica de

    lo que realmente ocurre en una fractura. Cuando ello sucede, todos los otros elementos del aparato

    locomotor resultan o pueden resultar igualmente daados; se lesionan en mayor o menor grado

    articulaciones, msculos, vasos, nervios, etc., sea en forma directa por accin del traumatismo o

    indirecta como consecuencia de las acciones teraputicas. Tal es as, que no es infrecuente que elorigen de las complicaciones o de las secuelas, a veces invalidantes, no nacen directamente del dao

    seo en s mismo, sino del compromiso de las partes blandas directa o indirectamente involucradas

    en el traumatismo.

    La fractura pelviana, con rasgo cotilodeo, como fractura de pelvis propiamente tal, no implica

    problemas; la complicacin grave, tanto teraputica como en sus secuelas, deriva del compromiso

    de la articulacin de la cadera. La fractura del calcneo, de los cuerpos vertebrales, de la base del

    crneo, etc., son otros tantos ejemplos pertinentes.

    Esta concepcin ms amplia de lo que es una fractura, en su realidad anatmica y fisiopatolgica,

    no debe ser olvidada, porque cada uno de estos distintos aspectos involucrados en la fractura debenser cuidadosamente considerados y evaluados en toda fractura, por simple que ella parezca.

    Una definicin conceptual de fractura sera: "un violento traumatismo de todos los elementos del

    aparato locomotor y rganos vecinos, donde uno de ellos, el hueso, resulta interrumpido en su

    continuidad".

    Factores de estudio en un fracturado

    Todo fracturado, cualquiera que sea el hueso comprometi do, debe ser objeto de un estudio muy

    complejo, que comprende los siguientes aspectos:

    I. Etiologa:

    1. Causas predisponentes

    2. Causas determinantes

  • 5/28/2018 Manual de Ortopedia y Traumatologia de LA PUC

    12/510

    12

    II. Edad

    III. Clasificacin segn:

    1. Grado de compromiso seo y partes blandas

    2. Direccin del rasgo de fractura

    3. Desviacin de los fragmentos

    4. Ubicacin del rasgo de fractura

    IV. Sntomas y signos

    V. Estudio radiogrfico

    VI. Diagnostico

    VII. Pronostico

    VIII. Tratamiento:

    1. De suma urgencia

    2. De simple urgencia

    3. Definitivo

    IX. Complicaciones

  • 5/28/2018 Manual de Ortopedia y Traumatologia de LA PUC

    13/510

    13

    I. ETIOLOGIA

    1. Causas predisponentes

    Estn determinadas por circunstancias, generalmente patolgicas, que disminuyen la resistenciafsica del hueso, de tal modo que traumatismos de mnima cuanta, son capaces de producir su

    fractura.

    Entre ellas tenemos:

    1.1 Causas fisiolgicas

    a. Osteoporosis senil.

    b. Osteoporosis por desuso (parapljicos, secuelas de polio, etc.): en que los segmentos

    esquelticos han dejado de soportar el peso del cuerpo, y por lo tanto este estmulo

    osteogentico es dbil o inexistente.

    c. Osteoporosis iatrognica: es el caso de enfermos sometidos a largos tratamientos corticodeos;en ellos no son raras las fracturas "espontneas" de los cuerpos vertebrales o cuello de fmur.

    Se han descrito cuadros similares debidos a largos t ratamientos con drogas anticonvulsivantes,

    gastrectomizados, sndromes de mala absorcin, etc.

    1.2 Causas patolgicas

    Corresponden a aquellas que, en forma directa o indirecta, provocan una importante alteracin en la

    estructura del esqueleto (disostosis h iperparatiroidea, displasia fibrosa poliosttica, etc.) o en un

    hueso determinado (quiste seo simple o aneurismtico, metstasis, mieloma, etc.). En todos estos

    casos, la lesin sea adquiere el carcter de una lesin osteoltica y el hueso, disminuido en suresistencia, se fractura en forma prcticamente espontnea o como consecuencia de un traumatismo

    mnimo (fractura en hueso patolgico).

    Existen por lo tanto situaciones fisiolgicas y patolgicas que predisponen al hueso a sufrir

    fracturas fciles y ello obliga a considerar esta posibilidad, sobre todo cuando la lesin ha sido

    determinada por un traumatismo desproporcionadamente leve en relacin al dao seo, o en

    personas de edad avanzada, donde no son infrecuentes algunos de los factores sealados

    (osteoporosis, metstasis, mielomas, etc.).

    2. Causas determinantes

    Son aqullas que han actuado en forma directa o indirecta en la produccin de la fractura; lamagnitud del traumatismo supera la resistencia fsica del hueso y ste se fractura.

    Es importante considerar este hecho, porque si la fuerza traumtica fue de tal magnitud que lleg a

    la fractura de un hueso sano, es lgico suponer que tambin pudieran haber sufrido lesiones las

    partes blandas vecinas, y de hecho con frecuencia as ocurre: fracturas p elvianas con lesiones

    vesicales; de crneo con dao cerebral, fracturas vertebrales con dao de mdula espinal; lesiones

    vasculares, neurolgicas perifricas, etc., son producidas por lo general por el impacto que fractur

    el hueso.

  • 5/28/2018 Manual de Ortopedia y Traumatologia de LA PUC

    14/510

    14

    La variedad de tipos de traumatismo es enorme, y con frecuencia actan fuerzas distintas y

    simultneas.

    En general se reconocen:

    1. Traumatismos directos: perpendiculares al eje del hueso: provocan una fractura de rasgo

    horizontal (Figura 2); si ocurre en segmentos con dos huesos ( pierna o antebrazo), ambosrasgos se encuentran sensiblemente a un mismo nivel.

    Traumatismo directo con flexin del segmento: aplastamiento de la pierna por la rueda de un

    vehculo, por ejemplo. El rasgo de fractura es complejo y suele existir un tercer fr agmento

    (fractura en ala de mariposa) (Figura 3d).

    2. Traumatismo indirecto: la fuerza acta en forma tangencial, provocando un movimientoforzado de rotacin del eje del hueso.

    La fractura de los esquiadores, en que el pie, fijo al esqu, se atasca y el cue rpo gira sobre su

    eje, provoca una fractura de rasgo helicoidal, de alta peligrosidad.

    Traumatismo indirecto por aplastamiento: en cadas de pie.

    Frecuente en huesos esponjosos comprimidos entre dos fuerzas antagnicas (calcneo,

    cuerpos vertebrales, por e jemplo) (Figura 2).

    Traumatismo indirecto, por violenta traccin muscular: provocan fracturas porarrancamiento, con separacin de los fragmentos (rtula, olcranon). No son raras de

    encontrar en epilpticos, electroshock, atletas (Figura 2).

    Figura 2

    Imagen caracterstica de una fractura "en tallo

    verde" de la difisis de los huesos del antebrazo.

  • 5/28/2018 Manual de Ortopedia y Traumatologia de LA PUC

    15/510

    15

    II. EDAD

    Es un factor que modifica todo el cuadro clnico de una fractura: sntomas, signos, pronstico ytratamiento, son enteramente distintos segn el enfermo sea un nio, adolescente, adulto o anciano.

    As, cualquier fractura ocurrida en el mismo hueso, con idnticos caracteres, se constituye en una

    patologa distinta en cada una de las etapas sealadas.

    1. En el nio: La fractura posee caractersticas que le son muy propias:

    Ocurre en un hueso con un gran componente fibrocartilaginoso, que lo hace resistente a las

    solicitudes mecnicas (flexin, rotacin, etc.); por ello, generalmente la fractura es

    incompleta y sus fragmentos permanecen unidos (fra cturas en tallo verde).

    El hueso posee un enorme potencial osteogentico, por lo que los plazos de consolidacinson cortos.

    El esqueleto, en general, posee una gran capacidad de remodelacin frente a las solicitudes

    esttico-dinmicas; por ello el nio es capaz de remodelar el segmento fracturado en el curso

    de su crecimiento, y hace que defectos en la reduccin de los ejes, separacin de los

    fragmentos, etc., que seran intolerables en el adulto, se corrijan en forma perfecta en el

    curso de algunos aos. Por lo mismo resulta de excepcin la necesidad de emplear mtodos

    quirrgicos para resolver situaciones que el organismo del nio resuelve en forma natural. El

    retardo de consolidacin, la pseudoartrosis, consolidaciones viciosas, etc., son

    excepcionales, y todo ello hace que, en general, el pronstico de las fracturas a esta edad sea

    bueno.

    En los nios las fracturas pueden verse complicadas por el compromiso de los cartlagos de

    crecimiento, provocando su cierre asimtrico y generando posteriormente un a desviacinviciosa del segmento, al continuar el crecimiento (por ejemplo, codo -varo como secuela de

    la fractura supracondlea de codo en el nio).

    2. En el adulto:El problema es distinto porque actan situaciones enteramente diferentes:

    La existencia de un esqueleto fuerte y resistente hace que, frente a una fractura, deba

    inferirse que el traumatismo debi ser violento; de ello se deduce que resulta procedente

    considerar la posibilidad de que haya lesiones de otros rganos o vsceras, y ello debe ser

    investigado.

    La potencia muscular del adulto determina con frecuencia desviaciones importantes de los

    fragmentos seos fracturados, a veces muy difciles de corregir o de estabilizar, y ello obliga

    con frecuencia a recurrir al recurso quirrgico para su c orreccin. Potencialidad osteogentica: debe ser considerada como buena, y de all que no debiera

    haber entorpecimientos intrnsecos para la generacin del callo seo, cuando el tratamiento

    ha sido efectuado correctamente.

    3. En el anciano: Tambin aqu la situacin cambia.

    La fragilidad del hueso, determinada por la osteoporosis que en mayor o menor grado

    siempre existe, hace que las fracturas se produzcan con relativa facilidad, en desproporcin

  • 5/28/2018 Manual de Ortopedia y Traumatologia de LA PUC

    16/510

    16

    con la magnitud del traumatismo. Las fracturas del cuello del fmur, de los cuerpos

    vertebrales, son buenos ejemplos de ello.

    La capacidad osteogentica se encuentra disminuida, lo que se traduce en un riesgo de

    retardo de consolidacin o de pseudoartrosis. Las prolongadas inmovilizaciones con yeso o

    largas estadas en cama, contribuyen a acentuar los factores negativos que son propios en

    fractuados de esta edad. Atrofia muscular, rigidez articular, acentuacin de la osteoporosis

    por desuso, etc., son factores inherentes a la fractura del anciano y deben sercuidadosamente considerados. Todo ello hace que el pronstico vital y funcional en el

    anciano fracturado deba ser considerado con reservas.

    III. CLASIFICACIONES DE LAS FRACTURAS

    Las fracturas deben ser clasificadas desde diferentes puntos de vista; cada uno de estos distintos

    aspectos determina diferencias importantes en el juicio diagnstico, pronstico y teraputico.

    1. Segn el grado de compromiso seo

    2. Segn la direccin del rasgo

    3. Segn la desviacin de los fragmentos

    1. Segn el grado de compromiso seo

    a. Fracturas incompletas : fracturas en tallo verde propias del nio, fracturas "por cansancio ofatiga", constituidas por fisuras seas, corticales, propias de hueso s sometidos a exigencias de

    flexo-extensin, compresin o rotacin de pequea intensidad, pero repetidas una y otra vez. Se

    observan en deportistas, atletas, etc.

    b. Fracturas de rasgo nico .c. Fracturas de doble rasgo segmentarias con formacin de tres fragme ntos seos: frecuentes

    en la tibia. En ellas, uno de los focos de fractura con frecuencia evoluciona con retardo de

    consolidacin o con una pseudoartrosis, dado el grave dao vascular producido en uno o en

    ambos rasgos de fractura.

    d. Multifragmentaria : esquirlosa, conminuta, por estallido (Figura 6). Corresponden a fracturascon varios o incontables rasgos. Con frecuencia su reduccin es fcil y la gran superficie de

    fractura, constituida por los numerosos fragmentos seos, determina un intenso proceso de

    osteognesis reparadora. Ello explica que, en fracturas de este tipo, no sea frecuente el retardo

    de consolidacin ni la pseudoartrosis.

  • 5/28/2018 Manual de Ortopedia y Traumatologia de LA PUC

    17/510

    17

    Figura 6

    Fractura multifragmentaria de 1/3 inferior del fmur, producido por

    proyectil de alta velocidad.

    2. Segn la direccin del rasgo (Figura 3)

    Figura 3

    Rasgos de fractura.

    (a) Transversal.

    (b) Oblcuo.

    (c) Espirodeo.

    (d) En ala de mariposa.

    (e) Conminuta.

  • 5/28/2018 Manual de Ortopedia y Traumatologia de LA PUC

    18/510

    18

    a. Fractura transversal : provocada por un golpe directo, perpendicular al eje del hueso.Generalmente sin gran desviacin de los fragmentos, de fcil reduccin y estable, lo cual

    hace que su tratamiento sea fcil y el pronstico deba ser considerado como favorable

    (Figura 3a).

    b. Fracturas de rasgo oblcuo : provocadas por un mecanismo de flexin, p resentan confrecuencia un segundo rasgo con separacin de un pequeo fragmento triangular (fracturas

    en ala de mariposa) (Figura 3b, c y d), (Figuras 4 y 5). Suelen ser difciles de reducir,

    inestables y cuando el hueso comprometido es la tibia (hecho muy frecuente), pueden

    evolucionar con retardo de consolidacin. En general se constituyen en fracturas de

    tratamiento difcil.

    c. Fracturas de rasgo helicoidal : muy frecuentes en tibia y hmero (Figura 3c). Son de muydifcil reduccin, notoriamente inestable s, de rasgos agresivos: cortantes y punzantes, y de

    ellas es factible esperar compromiso de vasos (arteria femoral en fractura de la difisis del

    fmur), de nervios (nervio radial en la fractura de la difisis humeral) o de la piel (fractura

    de la difisis tibial).

    Figura 4

    Fractura de la difisis femoral, helicoidal, de extenso

    rasgo. Descenso del fragmento distal. Es una fractura

    de difcil reduccin y mantencin, dada la accin de las

    masas musculares de los aductores.

  • 5/28/2018 Manual de Ortopedia y Traumatologia de LA PUC

    19/510

    19

    Figura 5

    Mecanismos de fractura.

    (a) Fractura por golpe directo: rasgo horizontal.

    (b) Fractura por torsin: rasgo de fractura helicoidal.

    (c) Fractura por aplastamiento: segmentos de

    fractura encajados uno dentro del otro.

    (d) Fractura por arrancamiento: segmentos de

    fractura desplazados por traccin muscular.

    3. Segn la desviacin de los fragmentos

    a. Sin desviaciones: fractura de rasgo nico y horizontal.

    b. Con desviaciones: stas pueden ser laterales, con angulacin de los ejes (en varo o valgo)en rotacin, con impactacin de los fragmentos (fractura de Colles).

    Con cabalgamiento de los fragmentos, determinado por la contractura muscular; frecuentes

    en fracturas de difisis humeral y femoral.

    Todos estos desplazamientos estn determinados, ya sea por la fuerza del impacto o por la

    accin de las fuerzas musculares (por ejemplo fracturas diafisiarias del hmero, del fmur,

    clavcula o cuello del fmur).

    Resulta importante considerar la potente accin de las fuerzas musculares en la desviacin

    de los distintos segmentos seos, cuando deben realizarse maniobras ortopdicas destinadas

    a reducir y contener los fragmentos seos desplazados. A menudo, la accin muscular se

    constituye en un obstculo formidable y difcil de vencer; dificulta o impide la reduccin y

  • 5/28/2018 Manual de Ortopedia y Traumatologia de LA PUC

    20/510

    20

    contencin de los extremos seos y de ese hecho nace con frecuencia la indicacin

    quirrgica.

    4. Segn sea la ubicacin del rasgo de fractura:

    La distinta estructura del hueso largo, sea en su epfisis, metfisis o difisis, hace que las fracturas

    ocurridas en estos niveles tengan caractersticas fisiopatolgicas tambin muy diferentes, lo que

    determina que la sintomatologa, evolucin clnica y tratamiento de cada una de ellas sea tambin

    diferente.

    a. Fracturas epifisiarias : se presentan en la masa del hueso espo njoso de la epfisis, quepresta insercin a la cpsula y ligamentos de la articulacin, lo cual le confiere al segmento

    epifisiario una abundante irrigacin; con frecuencia son fracturas en que los fragmentos se encajan

    uno dentro del otro.

    Fracturas de este tipo son de muy rpida consolidacin, lo que determina que las tentativas de

    reduccin, cuando sean necesarias, deban ser realizadas con precocidad; despus de slo algunos

    das, los fragmentos suelen estar slidamente fijos, de tal modo que su reducci n ortopdica puede

    ser imposible (por ejemplo, la fractura de Colles).

    En resumen, las caractersticas del hueso epifisiario y la proximidad directa con la articulacin le

    confieren a estas fracturas caractersticas muy especiales:

    1. Generalmente son enclavadas.

    2. Con frecuencia presentan compromiso directo de la articulacin (fracturas intra -articulares).

    3. La consolidacin es muy rpida.4. El dao directo o indirecto de las partes blandas peri -articulares de la articulacin vecina, lleva

    consigo el riesgo de la rigidez articular (fracturas de codo y rodilla, por ejemplo).

    b. Fracturas metafisiarias : poseen caractersticas anatmicas que le confieren aspectosinteresantes:

    1. Es una regin sea muy bien irrigada.

    2. Est sujeta a la accin de potentes masas muscu lares.

    3. Da paso, en una vecindad muy estrecha, a grandes vasos y gruesos troncos nerviosos; no son

    raros los casos en que los elementos vasculares o nerviosos se encuentran fijos al cuerposeo por bandas aponeurticas, tendinosas, etc.

    Por ello, estas fracturas poseen ciertos aspectos que les son propios y deben ser cuidadosamente

    considerados en el examen del fracturado, as como en su tratamiento:

    1. Son fracturas de consolidacin rpida.

  • 5/28/2018 Manual de Ortopedia y Traumatologia de LA PUC

    21/510

    21

    2. Los fragmentos seos sufren a menudo amplios desplazamientos, tracc ionados por las

    fuerzas distractoras de las masas musculares (por ejemplo, las fracturas de la metfisis

    superior del hmero).

    3. Son de difcil reduccin e inestables. Con frecuencia son de indicacin quirrgica.

    4. Se constituyen en una amenaza de lesin dir ecta (compresin, contusin o desgarro) de los

    grandes vasos adyacentes (por ejemplo, la fractura de la metfisis inferior del fmur que

    lesiona la arteria femoral o popltea; la fractura de la metfisis superior de la tibia, quelesiona el tronco de la arteria tibial posterior).

    Estos hechos deben ser considerados cuidadosamente en el tratamiento de este tipo de fracturas; el

    examen del estado circulatorio y neurolgico en estos enfermos es absolutamente imperioso.

    c. Fracturas diafisiarias : se producen en zonas no siempre bien irrigadas, sujetas a la accincontracturante de las masas musculares y en determinados huesos (fmur y hmero) pueden

    adquirir caractersticas muy especiales:

    1. Con frecuencia los fragmentos seos experi mentan grandes desplazamientos.2. Son de difcil reduccin.

    3. A menudo son inestables.

    4. Amenazan la integridad de troncos vasculares (arterial humeral, femoral o popltea) o

    nerviosos (radial en la fractura del hmero), o de la piel (fractura de la tibia).

    5. En determinados huesos, desprovi stos de inserciones de grandes masas musculares, por lo

    tanto con irrigacin periostal deficiente, presentan el riesgo de consolidaciones retardadas o

    de pseudoartrosis (tercio inferior de la tibia o cbito, por ejemplo).

    En resumen, todas las consideraci ones contempladas: edad, hueso fracturado, caractersticas

    anatomopatolgicas, ubicacin dentro del hueso, grado de desplazamiento, etc., se constituyen en

    hechos clnicos de la mayor importancia, en cuanto cada uno de ellos incide directamente en la

    sintomatologa, pronstico y determinacin teraputica.

    IV. SINTOMAS Y SIGNOS.

    Los sntomas y signos que directa o indirectamente sugieren la existencia de una fractura son siete:

    1. Dolor.

    2. Impotencia funcional.

    3. Deformacin del segmento.

    4. Prdida de los ejes del miembro.

    5. Equmosis.

  • 5/28/2018 Manual de Ortopedia y Traumatologia de LA PUC

    22/510

    22

    6. Crpito seo.

    7. Movilidad anormal del segmento.

    Mientras algunas fracturas presentan slo algunos de ellos, otras se manifiestan con toda la

    sintomatologa completa.

    En general son de sintomatologa escasa las fracturas d e huesos esponjosos (escafoides carpiano,

    vrtebras), las fracturas epifisiarias de rasgos finos (fisuras), o aqullas no sometidas a tracciones

    musculares o sin desplazamientos ni exigencias mecnicas (crneo); por estas circunstancias,

    pueden pasar inadvertidas; el diagnstico se hace en forma tarda, el tratamiento se retrasa y la

    evolucin de la fractura se complica.

    En cambio, son de sintomatologa ruidosa, indisimulable, las fracturas diafisiarias de las

    extremidades sometidas a exigencias funcionales ; en fracturas de este tipo se suelen dar todos los

    signos y sntomas descritos.

    1. Dolor

    Es el sntoma ms frecuente y constante; en la prctica clnica no hay fracturas indoloras.

    Se manifiesta como un dolor generalizado a una extensa zona, pero es muy p reciso, localizado y

    extremadamente intenso en el sitio mismo de la fractura (one finger pain); all es perdurable en el

    tiempo y puede ser muy relevante para indicar la existencia de una fractura.

    Sin embargo, debe tenerse presente que fracturas de rasgos muy finos, de huesos esponjosos

    (escafoides carpiano), fisuras o fracturas incompletas, o "por cansancio o fatiga", suelen expresarse

    por dolor tan tenue y poco relevante que con facilidad inducen a engao.

    Fracturas en que el dolor sea poco intenso, en d esproporcin a la magnitud del dao seo, debendespertar de inmediato la sospecha de una fractura en hueso patolgico; quistes seos en el nio o

    adolescente, metstasis o mieloma en el adulto o anciano; o una neuropata que altera el nivel de la

    sensibilidad dolorosa.

    2. Impotencia funcional

    Constituye un signo importante para el diagnstico; sin embargo, no son pocas las fracturas en las

    cuales la impotencia funcional es mnima, compatible con una actividad casi normal.

    Presentan impotencia funcional rel ativa, fracturas de huesos esponjosos, con escasas exigencias

    mecnicas (escafoides carpiano), algunas fracturas epifisiarias enclavadas (cuello del hmero,

    maleolo peroneo o tibial), difisis del peron, fractura de cuerpos vertebrales, especialmentedorsales, etc.

    Frente a un traumatismo seo, directo o indirecto, con dolor e impotencia funcional, por discretos

    que ellos sean, debe ser planteada la posibilidad de una fractura y la necesidad de una radiografa es

    obligatoria.

    Por el contrario, presentan impotencia funcional absoluta la casi totalidad de las fracturas

    diafisiarias o de huesos sometidos a exigencias esttico -dinmicas (tibia, fmur, pelvis, etc.);

  • 5/28/2018 Manual de Ortopedia y Traumatologia de LA PUC

    23/510

    23

    fracturas enclavadas del cuello del fmur o transversales de difisis tibial con integridad del peron,

    que permiten una estada de pie y aun un cierto grado de posibilidad de caminar, deben ser

    considerados como casos excepcionales.

    3. Deformacin del segmento

    Producida por el edema post-traumtico y hematoma de fractura. Suele ser de aparicin prec oz y sumagnitud est dada por el dao, especialmente de las partes blandas; el aumento de volumen y la

    deformacin son especialmente notorias y rpidas en fracturas cubiertas por tegumentos de poco

    espesor: fracturas maleolares del tobillo, de la epfisis inferior del radio, por ejemplo.

    4. Prdida de los ejes

    Producida por las desviaciones de los fragmentos seos, sea por contractura de las masas

    musculares insertas en ellos o por la fuerza misma del impacto.

    Son muy notorias en fracturas de huesos que pr estan insercin a fuertes masas musculares,

    determinando desplazamientos tan caractersticos que llegan a ser patognomnicos; por ejemplo:fractura del cuello del fmur, de clavcula, extremo superior del hmero, metfisis inferior del

    fmur.

    Este hecho debe ser considerado cuando se procede a la reduccin ortopdica y estabilizacin de

    fracturas de este tipo. Una causa principal en la dificultad para reducir estas fracturas o en conseguir

    la estabilizacin de los fragmentos, radica justamente en la accin contracturante de las masas

    musculares insertas en los segmentos seos comprometidos.

    5. Equmosis

    Producida por la hemorragia en el foco de la fractura, as como en el desgarro de las partes blandas

    adyacentes. Tiene dos caractersticas que la diferencian de las equmosis producidas por un golpedirecto:

    a. Son de aparicin tarda: horas o das despus de ocurrida la fractura, dependiendo de la

    magnitud de la hemorragia y de la profundidad del foco de fractura. Son rpidas de aparecer

    en fracturas de huesos superficiales (malolo peroneo, por ejemplo) y ms tardas en

    fracturas de huesos profundamente colocados, como fracturas pelvianas (equmosis

    perineales) o de base de crneo (equmosis retro -auriculares, farngeas o peri -oculares).

    b. Aparecen en sitios no siempre correspondientes a la zona de la fractura. Son tpicas las

    equmosis de la fractura del cuello del hmero, que descienden por la cara interna del brazo

    hasta el codo o por la cara lateral del trax; o las equmosis peri -oculares, retro-auriculares o

    farngeas de las fracturas de la base del crneo.

    Son diferentes los caracteres de las equmosis producidas por golpes directos (hemorragias por

    ruptura de vasos subcutneos): son inmediatas y aparecen en el sitio contundido.

  • 5/28/2018 Manual de Ortopedia y Traumatologia de LA PUC

    24/510

    24

    6. Crpito seo

    Producido por el roce entre las superficies de fractura; se traduce por una sensacin tctil profunda

    percibida por el enfermo, o simplemente audible, captada por el enfermo o el mdico.

    Son dos las condiciones que permiten que haya crpito seo:

    a. Que los extremos de fractura se encuentren en ntimo contacto entre s.

    b. Que haya posibilidad de desplazamiento entre ellos.

    No hay crpito seo, por lo tanto, en fracturas fuertemente enclavadas (fractura de Colles, por

    ejemplo) o en fracturas cuyos segmentos se encuentren separados (fracturas diafisiarias con

    desplazamiento de fragmentos: hmero o fmur, por ejemplo).

    Corresponde a uno de los dos signos patognomnicos propios de las fracturas (el otro es la

    movilidad anormal del segmento seo).

    No procede intentar investiga rlo, por el riesgo implcito de provocar, con la maniobra misma, el

    desplazamiento de los fragmentos que quizs se encontraban bien reducidos y enclavados,

    transformando as, una fractura de tratamiento simple, en otra con fragmentos desplazados y quizs

    de difcil reduccin y contencin. Tampoco debe ser olvidada la posibilidad de dao vascular,

    neurolgico o de piel producido por el desplazamiento provocado.

    7. Movilidad anormal

    Corresponde al segundo signo patognomnico, y est determinado por el desplaz amiento de losfragmentos de fractura. El riesgo que este desplazamiento seo lleva consigo, al lesionar vasos,

    nervios o tegumentos cutneos (fractura expuesta), obliga a tomar precauciones extremas en la

    movilizacin y traslado de enfermos fracturados, e specialmente de las extremidades.

    En resumen

    Son siete signos y sntomas que con frecuencia acompaan a todo fracturado.

    De ellos solamente dos son patognomnicos: crpito seo y movilidad anormal del segmento

    comprometido.

    Hay ciertas desviaciones que por lo tpicas y constantes llegan a ser patognomnicas. Ejemplo,

    la desviacin en "dorso de tenedor" de la mueca en la fractura de Colles.

    Hay ciertas equmosis que por su ubicacin tan caracterstica, tambin llegan a ser consideradas

    como patognomnicas: peri-oculares, retro-auriculares o farngeas en las fracturas de la base del

    crneo.

    Un accidentado que presente aunque sea uno de los sntomas o signos sealados, obliga a pensar

    en una posible fractura y ello a su vez obliga a un correcto examen radi ogrfico; el ahorro deplacas radiogrficas suele llevar a errores de diagnstico muy graves, que el enfermo paga con

    su salud y el mdico con su prestigio.

  • 5/28/2018 Manual de Ortopedia y Traumatologia de LA PUC

    25/510

    25

    V. EXAMEN RADIOGRAFICO

    En la inmensa mayora de los casos, la anamnesis y el buen examen fsico per miten sospechar

    fundadamente el diagnstico; el examen radiogrfico no hace otra cosa que confirmarlo. Sin

    embargo, la exigencia de realizar un correcto estudio radiogrfico es absoluta.

    1. Confirma la existencia de la fractura.

    2. Informa de las caractersticas anatmicas de la fractura, que no siempre pueden ser

    determinadas por el examen clnico: posicin de los fragmentos, nmero y orientacin de los

    rasgos de fractura (oblcuos, transversales, espirodeos, etc.), angulacin, acabalgamiento,

    rotacin, etc., son datos semiolgicos que la radiografa informa con exactitud.

    3. En lesiones en que el diagnstico es evidente (luxacin del hombro o cadera, por ejemplo),

    la radiografa puede demostrar otras lesiones no detectadas: fractura del troquter o del

    reborde cotilodeo.

    4. Hay un aspecto mdico-legal involucrado. Puede resultar muy difcil para el mdico

    justificar la omisin de un estudio radiogrfico cuando se ignor la existencia de unafractura, que llev a un diagnstico y a un tratamiento equvoco.

    Fracturas maleolares del tobillo, de escafoides carpiano, aplastamientos vertebrales, considerados

    como esguinces simples o contusiones sin importancia, han sido causa de enjuiciamientos legales,

    muy desagradables.

    Conclusin

    Es una buena prctica clnica que, an te la ms leve sospecha de una fractura, se exijan buenas

    radiografas; el no hacerlo implica un grave error de procedimiento.

    Condiciones que debe cumplir el examen radiogrfico

    Resulta evidente que la radiografa se constituye en el principal elemento se miolgico en el

    diagnstico de las fracturas; pero puede constituirse a la vez en fuente de graves errores de

    interpretacin, si no se cumplen en ellas ciertas exigencias de procedimiento.

    1. Las radiografas deben ser de excelente calidad tcnica. Deben ser desechadas placas

    manchadas, mal reveladas, de poca o excesiva penetracin. Lesiones graves de columna o

    pelvis pueden pasar inadvertidas cuando, por mala preparacin del enfermo, hay exceso de

    gases intestinales.

    2. El foco de fractura debe encontrarse en e l centro de la placa; deben exigirse radiografas

    bien centradas.3. El segmento seo debe radiografiarse por lo menos en dos planos, perpendiculares entre s;

    algunas fracturas exigen para una interpretacin correcta y segura, tres o ms planos de

    incidencia (fracturas de escafoides, calcneo, pelvis, etc.) (Figuras 7 y 8).

    Es preferible prescindir de todo estudio radiogrfico, si se cuenta con una sola proyeccin.

    El riesgo y gravedad del error son inmensos .

  • 5/28/2018 Manual de Ortopedia y Traumatologia de LA PUC

    26/510

    26

    Figura 7

    Fractura de rasgo oblicuo en tibia d e un nio. Obsrvesecomo en proyeccin lateral, el rasgo de fractura no se

    observa. Importancia de practicar el estudio radiogrfico

    en dos planos.

    Figura 8

    Fractura del maleoloperoneo. Importancia de

    exigir dos proyecciones

    para el diagnstico de la s

    fracturas. En la radiografa

    AP, no es posible observar

    el rasgo de fractura, que

    resulta evidente en la

    proyeccin lateral.

    1. La placa radiogrfica debe incluir por lo menos una de las dos articulaciones del hueso

    fracturado; idealmente debiera exigi rse que aparezca la articulacin proximal y la distal.

    Una fractura diafisiaria del cbito, que no muestre el codo, por ejemplo, puede hacer que pase

    inadvertida la luxacin radio-humeral (luxo-fractura de Monteggia); una fractura de 1/3 distal de

    tibia, cuya radiografa no muestra todo el peron, puede hacer ignorar la fractura del cuello de

    este hueso. Los ejemplos pueden multiplicarse hasta el infinito.

    Errores de procedimiento de este tipo, son responsables de gravsimos errores de diagnstico y

    tratamiento.

    2. En determinados huesos, los rasgos de fractura pueden ser tan finos u orientados de tal manera,

    que con facilidad pueden pasar inadvertidos, aun en radiografas tcnicamente correctas.

    El procedimiento radica en repetir la radiografa, buscando otro s planos de incidencia, o

    inmovilizar el segmento, como si la fractura existiese en la realidad y repetir el examen 10 a 15

    das despus. La hiperemia propia del foco de fractura, determina un cierto grado de reabsorcin

    sea en torno a la fisura, y ahora el rasgo, de existir, ser evidente (por ejemplo: fractura de

    escafoides carpiano).

  • 5/28/2018 Manual de Ortopedia y Traumatologia de LA PUC

    27/510

    27

    3. Se debe exigir un adecuado grado de penetracin de los rayos; una radiografa correctamente

    tomada, muestra con claridad la trama sea del hueso esponjoso de la epfisis, y las partes

    blandas aparecen tenuemente marcadas; una radiografa con gran penetracin de los rayos

    (dura), hace desaparecer la sombra de las partes blandas, y la zona extra -esqueltica aparece

    densamente obscura; una radiografa de poca penetracin, en c ambio, muestra muy marcadas las

    partes blandas, y la silueta sea aparece como densamente calcificada. Con tales errores

    tcnicos se pueden hacer aparecer, tanto como borrar, callos seos en evolucin.4. Por ltimo, no son raros los casos en que son tiles estudios radiogrficos en los cuales las

    articulaciones aparecen en determinadas posiciones funcionales. Tales son por ejemplo:

    radiografas de rodilla, con posicin forzada en valguismo o varismo exagerado (ruptura de

    ligamentos laterales); o de columna c ervical, en flexin o extensin (sub-luxaciones); o de

    tobillo, con la articulacin en eversin o inversin forzada (ruptura de los ligamentos tibio

    peroneos anterior y posterior y laterales del tobillo).

    Riesgos de los rayos X

    Nadie ignora la accin nociva de la radiografa sobre los tejidos que la reciben, sobre todo cuando la

    exposicin es frecuente y prolongada. Si bien es cierto que la perfeccin de los aparatos modernos

    requieren de menos dosis de radiacin para los exmenes convencionales, no es men os cierto que el

    riesgo de irradiacin excesiva persiste y el mdico no la debe ignorar, en defensa propia y de su

    enfermo; el riesgo es mayor para el traumatlogo que hace uso frecuente de la radioscopa para el

    control de reducciones, si se considera que una radiacin excesiva tiene efecto acumulativo en el

    seno de los tejidos, y su accin, al persistir por varios das, se va sumando a la accin de las

    sucesivas exposiciones.

    Descamacin epitelial, ausencia de vellos en las manos y dedos, uas agrietadas, erosiones

    pertinaces, ulceraciones y carcinoma cutneo, son el precio que muchos cirujanos han pagado por

    su imprudencia.

    A ello ha de agregarse que la radioscopa, aun con amplificador de imagen y pantalla de televisinincorporada, como mtodo de diagn stico es altamente inseguro, y al usarlo con ese fin, el

    traumatlogo se expone a cometer los ms lamentables errores. Como procedimiento diagnstico

    debe ser formalmente proscrito. Es casi irresistible la tentacin de controlar reducciones o

    estabilidad de fragmentos de fracturas en tratamiento, pero los riesgos son temibles. El

    procedimiento es poco racional si consideramos que el control correcto con una radiografa es

    rpido, fiel y permanece como documento de control.

    Tomografa axial computada

    Al ofrecernos imgenes tridimensionales del foco de fractura, se constituye en un recurso de

    potencialidad diagnstica extraordinariamente valioso, sobre todo en reas en las cuales, por su

    compleja constitucin anatmica, las proyecciones posibles con la radiolo ga simple no logran unainformacin completa de la verdadera posicin de los fragmentos seos. Nuevos procedimientos,

    tomogrficos computados, como la computacin helicoidal, han logrado una exactitud absoluta en

    su informacin.

  • 5/28/2018 Manual de Ortopedia y Traumatologia de LA PUC

    28/510

    28

    VI. DIAGNOSTICO

    En la inmensa mayora de los casos, es posible un diagnstico certero o por lo menos con un alto

    porcentaje de exactitud, con una buena anamnesis y un correcto examen fsico; ni siquiera requiere

    el mover al enfermo, ni al segmento lesionado. La observacin cuidadosa , la valoracin de los

    detalles morfolgicos, la posicin de los segmentos: angulacin, acortamiento o rotacin del

    segmento, etc., en general son ms que suficientes para que el diagnstico sea hecho con seguridad

    o con gran aproximacin, suficiente como para permitir tomar una conducta consecuente.

    En estas circunstancias se debe actuar con prudencia:

    a. No mueva al enfermo en forma brusca.

    b. No mueva el miembro lesionado; si ello es imprescindible, proceda con sumo cuidado. No

    olvide que puede ser usted el culpable de provocar desplazamientos de los segmentos seos:

    lesiones vasculares, neurolgicas (medulares en fractura de columna), lesiones de los

    segmentos cutneos (fractura expuesta) con frecuencia han sido provocados por olvidarestas recomendaciones.

    El estudio radiogrfico, que debe ser realizado lo antes posible, en la mayora de los casos no hace

    sino que confirmar un diagnstico clnico evidente o una sospecha razonable.

    VII. PRONOSTICO

    Toda fractura, cualquiera sea el hueso lesionado, debe ser consid erada como de mal pronstico

    basal; olvidar este concepto elemental lleva con frecuencia a restarle la debida importancia a una

    fractura considerada con ligereza como sin gravedad. Ello puede inducir a descuido en el manejo

    del enfermo y, como regla, los resultados son malos. No pocas rigideces articulares, retardos de

    consolidacin o pseudoartrosis obedecen a esta causa.

    Son varias las circunstancias que justifican esta inquietud:

    1. Toda fractura implica un perodo de inmovilizacin determinado, que conlleva el riesgo cierto

    de rigidez articular a veces invencible, atrofia muscular, etc.

    2. Resulta imposible predecir el tiempo que habr de mantenerse el tratamiento.

    3. Tampoco resulta posible asegurar que haya una correcta consolidacin, as tampoco el tiempoen que ella se producir.

    4. Desde el punto de vista legal, por el solo hecho del largo plazo de mejora que implica, tiene el

    carcter de "lesin grave" y ello puede tener implicancias judiciales muy graves e

    insospechadas.

    Adems de estos hechos que determinan una gravedad basal, hay circunstancias que agregan un mal

    pronstico a cualquier fractura; deben ser cuidadosamente considerados, ya que pueden determinar

  • 5/28/2018 Manual de Ortopedia y Traumatologia de LA PUC

    29/510

    29

    conductas teraputicas muy diferentes a casos similares en que estas circunstancias agravantes no

    existen.

    Circunstancias que sealan un especial mal pronstico:

    1. Edad avanzada.

    2. Fracturas expuestas.3. Fracturas que deben ser intervenidas quirrgicamente.

    4. Fracturas con compromiso vascular o neurolgico.

    5. Con compromiso articular (intra -articulares): calcneo, platillos tibiales, por ejemplo.

    6. Con compromiso de masas musculares importantes.

    7. Hay determinados huesos cuyas fracturas son especialmente graves, en general por compromiso

    de su irrigacin: fracturas del cuello del astrgalo, escafoides carpiano, del 1/3 inferior de la

    tibia, 1/3 distal del cbito, cuello del fmur.

    8. Fracturas en hueso patolgico.

    Es una buena norma el procedimiento, frente a fracturas de este tipo, que desde el comienzo

    amenazan con generar complicaciones, advertir de este hecho al enfermo o familiares responsables.

    Puede resultar muy difcil explicar el porqu de estas complicaciones, cuando ellas ya se hanproducido y no hubo una advertencia previa.

    VIII. TRATAMIENTO

    El mdico puede ser requerido para atender a un fracturado en tre s circunstancias diferentes:

    1. Tratamiento de suma urgencia : se realiza en el sitio mismo del accidente, sea en la carretera,campos deportivos, en el hogar, etc.

    All tiene la obligacin de practicar un tratamiento inmediato, empleando en ello los elementos

    simples que pueda tener a su disposicin; en ese momento le ser necesario recordar los

    principios elementales en el manejo de un fracturado, y ms que nunca su actitud deber ser

    decidida, rpida, inteligente y astuta. Con no poca frecuencia, del manejo adecuado que haga del

    enfermo en esas circunstancias, siempre dramticas, depender el evitarle sufrimientos intiles,

    prevenir complicaciones que pueden ser muy graves, y que pueden derivar en la prdida de un

    miembro, en la instalacin de una parapleja o incluso en la prdida de la vida.

    Por lo tanto, la responsabilidad que el mdico asume en estos momentos puede ser trascendente

    en el destino del enfermo y debe estar preparado para ello.

    2. Tratamiento de simple urgencia : se realiza generalmente en un ce ntro asistencial, nonecesariamente especializado, pero que permite un correcto examen clnico, cambio del sistema

    de inmovilizacin si ello fuera necesario, practicar determinados tratamientos indispensables:

    hidratacin, transfusin, etc., o algn examen ya ms especializado: hemograma, hematocrito,

    radiografa, etc. Todo ello depender del nivel tcnico -profesional del centro mdico en el cual

    el enfermo fuera recibido.

  • 5/28/2018 Manual de Ortopedia y Traumatologia de LA PUC

    30/510

    30

    En esta segunda etapa en el tratamiento de un fracturado, se considera que el mdico puede

    cumplir con los siguientes objetivos:

    a. Evaluar el estado vital.

    b. Correcta evaluacin diagnstica de la lesin y de sus posibles complicaciones: vasculares,neurolgicas, viscerales, cutneas, etc.

    c. Determinacin de conducta a seguir: hospitalizacin , traslado urgente, etc., segn sea la

    situacin del enfermo.

    d. Realizacin de ciertas medidas teraputicas que se requieren con urgencia, de acuerdo a la

    valoracin del estado del paciente.

    3. Tratamiento definitivo : se realiza en un hospital base o en un s ervicio especializado, dondepueda ser cumplido el ltimo y tercer objetivo, cual es el tratamiento definitivo.

    Mientras que en la primera y segunda circunstancia el tratamiento es realizado por mdicos no

    especialistas y por ello con frecuencia los tratam ientos no son definitivos, en la tercera y ltimaetapa el manejo del enfermo queda a cargo de un especialista.

    Cada etapa, de las tres descritas, posee una importancia trascendente, y todo mdico debe poseer

    los conocimientos y criterio suficientes para a ctuar en forma adecuada, por lo menos en las dos

    primeramente sealadas.

    a) Tratamiento de Suma Urgencia

    b) Tratamiento de Simple Urgencia

    c) Tratamiento Definitivo

    d) Tratamiento Ortopdicoe) Tratamiento Quirrgico

    f) Traccin Continua Transesqueltica

    g) Mtodos Extraordinarios de Tratamiento de las Fracturas

    a. Tratamiento de suma urgencia

    Es aquel que se realiza en el momento inmediato al accidente y en el sitio mismo de los hechos, y

    en este contexto es que hay que actuar.

    Objetivos que deben ser cumplidos

    Salvar la vida del accidentado, detectando con rapidez la existencia de otras lesiones que por su

    gravedad amenacen la vida del enfermo.

    Va area permeable.

    Control de hemorragias masivas.

  • 5/28/2018 Manual de Ortopedia y Traumatologia de LA PUC

    31/510

    31

    Prevenir un estado de shock inminente.

    Comprobar la existencia de compromiso neurolgico medular que amenace con una

    parapleja (fractura de columna).

    Comprobar el posible compromiso vascular o neurolgico perifrico.

    Comprobar la existencia de lesin enceflica con evolucin progresiva.

    Resuelto este primer objetivo de significado vital, corresponde cumplir con los siguientes objetivosdirigidos ahora concretamente a la lesin misma:

    Calmar el dolor.

    Inmovilizar en forma correcta el segmento lesionado.

    Traslado urgente.

    Procedimientos a seguir

    a. Analgsicos inyectables si el equipo de primeros auxilios los lleva consigo: Morfina: 0.01 gr

    I.M. o Nefersil: 1 amp. I.M., Novalgina: 1 amp. I.M., etc.

    b. Inmovilizacin inmediata:

    1. Velpeau para todas aquellas lesiones (fracturas o contusiones) que s e extienden desde la

    clavcula hasta el 1/3 superior del antebrazo.

    2. Frula antebraquio-palmar: para todas aquellas lesiones que comprometan 1/3 medio delantebrazo, mueca, mano y dedos.

    3. Material usado: frula de cartn, peridico plegado varias veces y dndole una forma de

    canaleta (le confiere rigidez), tablillas de madera, cartn corrugado (de envases industriales)

    o de yeso, que todo equipo de primeros auxilios debiera llevar consigo.

    4. Frula rgida para lesiones del miembro inferior: tabla de madera liviana, esqu, remo, tallo

    delgado de un rbol pequeo, frula de Thomas y, por ltimo, en el caso de no contar con

    ningn elemento til, fjese el miembro lesionado al miembro sano con vendas, correas, etc.

    c. No deben ser olvidadas ciertas recomendacione s prcticas importantes:

    I. No permitir que el enfermo se movilice por sus propios medios; de hacerlo, debe ir

    acompaado por una persona responsable.

  • 5/28/2018 Manual de Ortopedia y Traumatologia de LA PUC

    32/510

    32

    II. En enfermos en que se sospecha una fractura de columna, por ningn motivo permitirles

    ponerse de pie, desplazarse por s mismos, o sentarlos para su traslado. Deben ser

    transportados en la misma posicin en que fueron encontrados; si deben ser objeto de un cierto

    grado de movilizacin, deben ser trasladados de la siguiente manera, segn sea la regin

    comprometida:

    1. Regin cervical: de espaldas con realce en regin escapular, de modo de conseguir unaleve hiperextensin del cuello.

    Vendaje suavemente compresivo con una toalla enrollada en torno al cuello, vendando

    enseguida para fijarla. Se constituye en ocasio nes en un excelente fijador de la columna

    cervical traumatizada y posiblemente fracturada.

    En atenciones ya ms profesionalizadas, el uso del collar o cuello de Filadelfia est

    ampliamente difundido, garantizando mucho mejor la inamovilidad del segmento ce rvical.

    2. Regin lumbar: de espaldas con realce en dicha regin, acentuando la lordosis lumbar; sise traslada en decbito ventral, con realce a nivel esternal y pelviano.

    d. Anote el hombre del enfermo, datos sobre los valores vitales detectados, hora de la atencin,estado general, nivel de conciencia, especificacin de analgsicos suministrados, sobre todo

    si se trata de opiceos (morfina).

    e. Si le es posible, trate de informar al hospital ms prximo de la llegada de los enfermos,

    nmero de ellos, gravedad, para que tengan tiempo de disponer las medidas asistenciales

    necesarias.

    b. Tratamiento de simple urgencia

    Se realiza ya en un centro asistencial, con personal profesional calificado, donde se puede brindar

    una atencin ms completa, confirmar los diagns ticos, corregir situaciones de gravedad y, por

    ltimo, programar la evacuacin en mejores condiciones.

    Objetivos que se deben cumplir

    Hospitalizacin, si ello fuese necesario.

    Examen clnico completo, buscando lesiones craneanas, enceflicas, de columna , torcicas,abdominales, neurolgicas perifricas, vasculares, etc.

    Estudio de los valores vitales: presin, pulso, respiracin, temperatura, estado de conciencia,

    etc., buscando descartar un estado de shock incipiente o ya producido.

    Se retiran las inmovilizaciones provisorias, generalmente inadecuadas (cartones, tablillas de

    madera, etc.) y se sustituyen por inmovilizaciones adecuadas: yeso, frulas, traccin

    continua, etc.

    Si la fractura es expuesta, se procede a su tratamiento quirrgico (ver el tem a sobre

    "fracturas expuestas").

  • 5/28/2018 Manual de Ortopedia y Traumatologia de LA PUC

    33/510

    33

    Abrir ficha clnica.

    Correccin de las alteraciones vitales si fuese necesario: hidratacin, transfusiones,

    oxigenoterapia, instalar vas venosas adecuadas, sonda gstrica, vesical, etc., si el caso lo

    requiere (politraumatizado).

    Ordenar traslado a hospital base o servicio especializado, segn el caso lo requiera. La

    urgencia del traslado ser determinada por el jefe del equipo, segn sea la gravedad de las

    lesiones. Si se ha colocado inmovilizaciones de yeso, debe prove erse las medidas tendientes a evitar

    edemas compresivos durante el traslado.

    En tales condiciones puede proceder:

    a. Frula de yeso.

    b. Yeso almohadillado.

    c. Yeso cerrado, que debe ser abierto y entre -abierto de inmediato; miembro elevado.

    Acompaar de una historia completa, radiografas e instrucciones escritas al personalencargado del traslado.

    c. Tratamiento definitivo

    El servicio que recibe a estos enfermos que requieren de un tratamiento especializado, debe

    necesariamente reunir condiciones tales que permitan un tratamiento completo, adecuado y

    tecnolgicamente perfecto:

    Personal mdico especializado. Personal paramdico muy bien entrenado.

    Infraestructura adecuada para enfrentar cualquier problema tcnico y las complicaciones que

    puedan derivar:

    a. Instrumental quirrgico bsico completo.

    b. Muy buen apoyo radiolgico.

    c. Laboratorio clnico.

    d. Transfusin.

    e. Cuidados intensivos.

    El mdico que asume la responsabilidad de la atencin de un enfermo de este tipo, debe considerar

    cuidadosamente estos factores y juzgarlos con un estricto sentido de tica profesional; el no hacerlo

    as, puede llevarlo a asumir una responsabilidad que est por sobre sus naturales posibilidades,haciendo caer a su enfermo en el riesgo de recibir una atencin mdica deficiente, ya s ea por

    incapacidad tcnica, falta de recursos mdicos, por inadecuada infraestructura del servicio, etc.

    Frente a estas consideraciones, resulta mucho ms honesto y tico reconocer las limitaciones

    existentes y tomar la determinacin de evacuar al enfermo a un centro mejor dotado.

  • 5/28/2018 Manual de Ortopedia y Traumatologia de LA PUC

    34/510

    34

    La dignidad del profesional que as acte, lejos de quedar deteriorada, ser objeto de dignificacin

    por todos sus colegas y el enfermo lo recordar con reconocimiento y gratitud. Empearse en

    pretender acciones que sobrepasen lo s lmites propios y del ambiente, slo lleva a desastres.

    Ingresado el enfermo al servicio de la especialidad, deben ser cumplidos los siguientes objetivos:

    Reconocimiento clnico y radiolgico completo. Evaluacin exacta de la condicin biolgica del pa ciente.

    Juzgar con todos estos antecedentes ya definidos, qu conducta se va a seguir:

    a. Tratamiento ortopdico.

    b. Tratamiento quirrgico.

    c. Determinar el momento oportuno en que se va a realizar el tratamiento definitivo, sea

    ortopdico o quirrgico.

    d. Determinar cul tcnica se va a seguir.

    e. Determinar el equipo que va a actuar.

    Esta lista formidable de determinaciones, todas ellas trascendentales, son tomadas en conjunto por

    todos los miembros del servicio, previa valoracin de todos los datos recogidos en el estudio del

    enfermo.

    Experiencia, buen criterio, capacidad tcnica del equipo, mayor o menor riqueza de la infra -

    estructura hospitalaria, etc., son algunas de las consideraciones que determinarn el procedimiento a

    seguir.

    Con no poca frecuencia, este momento se constituye en una de las etapas ms lgidas y dramticas

    en el manejo del enfermo.

    Objetivos del tratamiento definitivoSon cuatro los objetivos que deben ser cumplidos en el curso de todo el tratamiento:

    Reduccin de los fragmentos.

    Contencin de los fragmentos.

    Inmovilizacin ininterrumpida.

    Rehabilitacin funcional.

    Todos poseen igual importancia y trascendencia en el manejo del fracturado. El resultado final

    depender del cumplimiento de cada uno de ellos.

    Para conseguir el cumplimiento de estos cuatro objetivos, el mdico puede emplear uno de los tresprocedimientos siguientes:

    Reduccin manual seguida de inmovilizacin de yeso.

    Traccin continua.

    Reduccin quirrgica (osteosntesis).

    La eleccin de alguno de estos tres procedimiento s est determinada por una cantidad de

    circunstancias, muy variadas, y que dicen relacin con muchos factores dependientes:

  • 5/28/2018 Manual de Ortopedia y Traumatologia de LA PUC

    35/510

    35

    1. Del enfermo: edad, sexo, estado general, enfermedades intercurrentes, tipo de trabajo o

    profesin, condiciones econmicas y sociales , aceptacin del enfermo.

    2. De la fractura misma: hueso comprometido, ubicacin de la fractura, tipo de fractura,

    posibilidad de reduccin y estabilizacin, compromiso articular, compromiso neurovascular,

    estado del hueso.

    3. Del mdico y su ambiente: capacidad tcnica, experiencia, equipo de ayudantes (anestesista,

    transfusor).4. Infraestructura hospitalaria: pabelln asptico, apoyo radiolgico, instrumental adecuado,

    etc.

    Cuando se enfrenta a esta formidable lista de circunstancias determinantes que son cap aces de

    influir poderosamente en la decisin teraputica, se explica cun difcil puede resultar a veces

    determinar qu procedimiento escoger como el ms adecuado.

    Si a esto agregamos que por sobre todos ellos est pesando poderosamente el criterio particu lar del

    mdico tratante, no se puede menos que llegar a la conclusin que es difcil dictaminar normas

    aplicables a todos los casos en general.

    La decisin resulta finalmente del estudio inteligente, sereno, guiado por un buen criterio aplicado acada enfermo en particular, como entidad nica, con su fractura, con su edad, su constitucin y

    oficio, con sus anhelos, temores y exigencias. Pocas veces el conocimiento del tema, la experiencia,

    el buen criterio y la penetracin psicolgica del mdico se pondrn ms en juego, que cuando llega

    el momento de tomar estas decisiones teraputicas tan trascendentales.

    d. TRATAMIENTO ORTOPEDICO

    Corresponde a una reduccin manual seguida de inmovilizacin con yeso. El objetivo radica en

    conseguir la reduccin, contencin e inmovilizacin en forma incruenta, y debe ser consideradocomo el mejor entre todos los procedimientos teraputicos.

    Contrariamente a lo que se pudiera creer, el tratamiento ortopdico de una fractura generalmente

    presenta muchas ms dificultades tcnicas, que el hecho de practicar una osteosntesis; obliga a un

    esfuerzo continuado de control persistente del enfermo, del yeso, de la posicin de los fragmentos;

    no pocas veces resultan necesarios cambios de yeso, nuevos controles, etc.; pero el esfuerzo que

    ello significa a lo largo de todo el tratamiento, que suele durar meses enteros, debe darse por bien

    empleado, si consideramos que con ello estamos evitando a nuestro enfermo una patologa

    agregada, la quirrgica, que con frecuencia resulta peor -en todo sentido- que la fractura misma, si

    no se cuenta con los medios y condiciones adecuados.

    Como la lista de riesgos a que se somete el enfermo que se opera resulta formidable, incluyendo lascomplicaciones y secuelas, todo el esfuerzo que se haga para evitar un a intervencin quirrgica est

    sobradamente bien empleado.

    Secuencia de los tiempos a seguir en la reduccin ortopdica:

    1. Anestesia.

    2. Reduccin.

  • 5/28/2018 Manual de Ortopedia y Traumatologia de LA PUC

    36/510

    36

    3. Control radiogrfico de la reduccin obtenida.

    4. Preparar el miembro para ser enyesado.

    5. Colocar el yeso.

    6. Nuevo control radiogrfico.

    Anestesia

    Resulta absolutamente impropio intentar reducir fracturas sin una anestesia que garantice la

    ausencia de dolor. El sufrimiento del enfermo es intolerable, de consecuencias fisiopatolgicas

    muchsimo peores que las posibles derivadas de la anestesia; la musculatura no se relaja, el enfermo

    se defiende, el mdico se exaspera; en estas condiciones nadie puede esperar una reduccin y

    contencin adecuada. Los alaridos en los pabellones de reduccin de fracturas de ben ser slo un

    recuerdo penoso del pasado.

    Anestesia escogida

    1. General.

    2. Troncular (Kulemkamf).

    3. Epidural, espinal.

    4. Focal.

    Depender del tipo de enfermo, grado de confiabilidad, entrega y aceptacin del enfermo, edad,sexo, antecedentes patolgicos (cardacos, pulmonares), tiempo transcurrido desde el momento de

    la fractura, etc.

    Anestesia focal

    Indicaciones:

    a. Ausencia de anestesista competente.

    b. Fracturas recientes, con hematoma focal an en estado lquido.

    c. Pacientes ancianos, con pasado patolgi co cardiopulmonar incierto.

    d. Frente a emergencias, en que el paciente deber ser evacuado.

    e. Enfermos adultos, tranquilos, sedados (morfina, ansiolticos) y confiados. No recomendable

    en nios menores.

    Tcnica

    a. Aseo minucioso de la zona.

  • 5/28/2018 Manual de Ortopedia y Traumatologia de LA PUC

    37/510

    37

    b. Ubicacin del sitio de la fractura.

    c. Inyeccin de 20-30 cc de dimecana al 2% en el foco.

    d. Comprobacin de que se est realmente en el hematoma de fractura, por aspiracin de

    sangre con jeringa.

    e. Inyeccin lenta de la solucin anestsica.

    f. Esperar sin apuro, que la analgesia se produzca (10 a 15 minutos).

    Reduccin

    Consiste en la maniobra que pretende devolver al miembro fracturado su longitud, ejes, formassimilares al del homnimo sano. No siempre resulta fcil, as como tampoco en todos los casos debe

    ser as exigido.

    Oportunidad: idealmente debieran reducirse las fracturas tan pronto sea posible; an no se ha

    instalado la contractura muscular, los fragmentos son fcilmente desplazables y reubicables, la

    reduccin resulta ms fcil, el dolor desaparece y el shock trau mtico y emocional discurren y

    desaparecen con rapidez. Ello es toda-va ms aconsejable en fracturas cuyos fragmentos se fijan

    con rapidez, y en los cuales pasados algunos das solamente, las maniobras ortopdicas resultan

    poco exitosas o sencillamente fr acasan. La fractura de Colles, de los platillos tibiales, son buenos

    ejemplos de estos casos.

    No ocurre lo mismo en fracturas diafisiarias, donde en determinadas circunstancias se aconseja

    diferir la reduccin e inmovilizacin definitiva.

    Circunstancias que aconsejan diferir la reduccin e inmovilizacin definitiva:

    a. Enfermos en estado de shock.

    b. Con patologa agregada (infarto del miocardio, insuficiencia cardaca grave, neumona, etc.).c. Fracturas complicadas de exposicin de foco, de quemaduras, extensas heridas vecinas (escalpe,

    a congajo).

    d. Fractura de algunas horas de evolucin, con gran edema post -traumtico.

    e. Extensas flictenas.

    f. Cuando no haya posibilidad de un control radiogrfico inmediato.

    La situacin de emergencia que se crea en estas circunsta ncias se soluciona con:

    Valva de yeso.

    Yeso abierto.

    Traccin continua.

    Grado de reduccin exigible

    En forma ideal debiera obtenerse que el hueso fracturado recupere la forma, longitud, alineacin y

    ejes correspondientes al hueso en estado normal. Ello suele ser difcil y en no pocas veces

    imposible; sin embargo el cumplimiento de este objetivo es de estrictez relativa a factores como la

    edad.

  • 5/28/2018 Manual de Ortopedia y Traumatologia de LA PUC

    38/510

    38

    En el nio: en perodo de crecimiento activo (hasta los 10 12 aos), ciertos desplazamientospueden ser tolerados, considerando que la remodelacin del esqueleto a lo largo de los aos llega a

    corregir defectos que en el adulto no se podran tolerar. Pequeas yuxtaposiciones de los extremos

    de fractura, angulaciones moderadas (hmero), separaciones (difisis humer al y femoral), no deben

    constituirse en problema sobre todo en nios de corta edad.

    En el adulto: no deben tolerarse:

    a. Acortamientos en huesos de las extremidades inferiores.

    b. Rotaciones axiales, excepto en difisis humeral o femoral, en pequeo grado.

    c. Angulaciones de los ejes, principalmente en fracturas de tibia; se pueden tolerar en forma

    moderada en hmero y fmur, sobre todo si son en recurvatum.

    d. Separaciones de fragmentos que exceden un 50% del contacto de las superficies de fractura.

    e. Angulaciones antiestticas (clavcula).

    Huesos como la tibia y radio-cbito son extremadamente exigentes en la perfeccin de la reduccin

    y deben agotarse los recursos para lograr reducciones perfectas; en ellos son inaceptables las

    desviaciones de los ejes axiales (ro tacin) y las angulaciones. En cambio, huesos como la clavcula

    o peron, permiten -den-tro de ciertos lmites- desviaciones que en otros huesos resultaraninaceptables.

    Pero, como norma general, el mdico debe hacer un esfuerzo por conseguir reducciones perfectas

    en las fracturas de cualquier hueso.

    En el anciano: considerando las limitaciones funcionales inherentes a su edad, ciertas desviaciones,sean antiestticas y antifuncionales, pueden ser toleradas; el tratar de corregirlas implica a veces

    procedimientos anestsicos riesgosos, desenclavar fragmentos encajados, etc., que no se justifican si

    se considera los menguados beneficios obtenidos frente a los riesgos a que se exponen estos

    enfermos. La fractura de Colles o del cuello del hmero, enclavadas, son buenos ejemplos de ello.

    En resumen, no resulta fcil, en la materia de este captulo, sentar normas generales; nuevamente el

    mdico deber emplear su buen juicio, un adecuado criterio y todo ello aplicado a cada caso en

    particular. Basten, como gua de procedimientos, las normas generales expuestas.

    Compresin dentro del yeso

    En fracturas recientes, reducidas e inmovilizadas de inmediato, debe proveerse la posibilidad de la

    compresin del miembro dentro del yeso.

    Medidas para evitar el problema:

    1. Colocar yeso sobre una delgada capa de algodn (yeso almohadillado). Ello obliga a un

    control permanente del mdico para detectar los primeros signos de compresin, si ello se

    produce pese al almohadillado.

    2. Yeso abierto de uno a otro extremo, cuidando que el corte haya comprometido todos los

    planos del vendaje, debiendo aparecer en el fondo, la piel desnuda.

    3. Yeso abierto y adems entre-abierto, sellando la abertura con una cubierta de algodn para

    prevenir el edema de ventana. Se completa el vendaje con vend a de gnero o gasa.

  • 5/28/2018 Manual de Ortopedia y Traumatologia de LA PUC

    39/510

    39

    4. Valva de yeso, muy bien modelada y fija con venda de gnero.

    Control radiogrfico post-reduccin

    El control radiogrfico realizado inmediatamente despus de la reduccin e inmovilizacin, porsatisfactorio que haya sido, no constitu ye ninguna garanta de estabilidad de los extremos seos.

    Hay fracturas eminentemente inestables (difisis de radio y cbito, difisis humeral, difisis

    de tibia, por ejemplo) que con facilidad se desplazan aun dentro del yeso muy bien

    modelado.

    El edema post-traumtico inicial, rpidamente es reabsorbido una vez inmovilizada la

    fractura; el yeso deja de ser continente y los fragmentos se desplazan.

    Las masas musculares readquieren su potencia contrctil, y actan sobre los fragmentos

    seos y los desplazan.

    Todo ello hace que haya obligacin de hacer controles radiogrficos cada diez das

    aproximadamente, con el objeto de comprobar fehacientemente que la primitiva buena reduccin se

    sigue manteniendo. El control se va distanciando y luego se suspende, cu ando se tenga la seguridad

    de que el foco de fractura ya se ha estabilizado.

    Igualmente se habrn de realizar nuevos controles radiogrficos despus de cada cambio de yeso.

    La seguridad que da la estabilidad de una fractura puede ser slo aparente y fcilm ente induce a

    engao. Comprobarlo cuando el tiempo ha transcurrido y la fractura consolid con desviaciones

    inaceptables, lleva a un desastre.

    e. TRATAMIENTO QUIRURGICO

    Es absolutamente cierto que el mejor mtodo de tratamiento de una fractura es el ortopd ico o

    incruento; pero no es menos cierto que existen circunstancias, de la ms variada naturaleza, que

    obligan o aconsejan emplear el mtodo quirrgico.

    El cirujano que emplea el mtodo operatorio, debe estar compenetrado ntimamente de los

    siguientes hechos:

    Que est generando una patologa nueva, que el enfermo no tena, y que es de elevado

    riesgo.

    Debe poseer un perfecto conocimiento de los principios fisiopatolgicos generales que rigenen el tratamiento de las fracturas.

    Debe poseer un perfecto dominio de las tcnicas quirrgicas.

    Debe actuar en un ambiente hospitalario selecto en cuanto a infraestructura, instrumental

    completo, de asepsia absolutamente garantizada, equipo de colaboradores de alta

    competencia.

    Debe saber muy bien que toda intervencin quirrgica sobre el foco de fractura, se

    constituye en un factor adverso al proceso de osteognesis reparadora.

  • 5/28/2018 Manual de Ortopedia y Traumatologia de LA PUC

    40/510

    40

    Que el objetivo de toda intervencin sobre un foco de fractura (osteosntesis), no es otro que

    obtener un estado mecnico de buena reduccin y estabilidad; pero que en la cicatrizacin

    del dao seo, el actor principal y nico seguir siendo el osteoblasto.

    Ignorar estos principios generales, restarles importancia o descuidarlos, puede llevar a su enfermo a

    un desastre; se puede perder fcilmente la funcin de un miembro, perder la extremidad entera o la

    vida del enfermo.

    Desventajas de la reduccin quirrgica

    1. Se somete al enfermo a un acto operatorio del cual se sabe cundo y cmo comienza, pero

    nunca cundo y cmo termina.

    2. La accin quirrgica lleva indefectiblemente a un dao grosero de partes blandas y que son

    parte vital en el proceso de reparacin sea; desperiostizacin del hueso, desinsercin de

    masas musculares, fuentes importantes de vascularizacin sea; denervacin del foco de

    fractura, evacuacin del hematoma, etc., son algunas de las acciones adversas provocadas

    por el cirujano.

    3. Introduce cuerpos extraos (material de osteosntesis, suturas, etc.).

    4. El cirujano transforma una fractura cerrada en una expuesta; infectar una fract ura en estas

    condiciones, constituye una tragedia cuyas consecuencias son absolutamente impredecibles.

    Si todos los aspectos anteriores llevan implcito el retardo de consolidacin, la infeccin

    agregada es garanta absoluta de una pseudoartrosis infectad a. De todas las desgracias que

    pueden ocurrirle a un fracturado, sta ltima, sin lugar a dudas, es la peor.

    Ante una pseudoartrosis infectada, el cirujano no est en condiciones de asegurar:

    a. Si la fractura consolidar o no.

    b. Ni en cunto tiempo ello va a ocurrir.

    c. Si se va a salvar la extremidad.

    d. Y a veces, ni siquiera, si el enfermo salvar con vida.

    A pesar de esta serie formidable de peligros y obstculos, hay fracturas en las cuales el

    cirujano se ve obligado a afrontar el riesgo quirrgico.

    Indicaciones absolutas de reduccin quirrgica

    Corresponden a fracturas en las que existen circunstancias que impiden en forma absoluta cumplir

    con los objetivos del tratamiento de las fracturas:

    1. Fracturas que no se pueden reducir ortopdicamente : motivos:a. Desplazamiento acentuado de los fragmentos por retraccin elstica invencible de las

    masas musculares (ejemplo: fracturas de la difisis femoral, rtula, olcranon).

  • 5/28/2018 Manual de Ortopedia y Traumatologia de LA PUC

    41/510

    41

    b. Interposicin de partes blandas: msculos, tendones, etc. Ejemplo: fracturas de

    difisis del fmur, hmero, radio o cbito.

    c. Desplazamiento persistente de fragmentos intra o yuxta -articulares, antiguas o

    recientes. Ejemplo: fracturas de cndilos femorales, platillos tibiales, cabeza del

    radio.

    d. Desplazamientos de pequeos fragmentos. Ejem plo: fractura del troquter, malolo

    tibial.

    2. Fracturas que no se pueden contener: hay fracturas que por la conformacin del rasgo(espirodeas) o por la accin contracturante de las masas musculares, etc., resultan tan

    inestables que con seguridad fracas an todos los intentos de reduccin y contencin

    ortopdica. Ejemplos claros son: fracturas espirodeas de la difisis tibial, fractura del cbito

    con luxacin radio-humeral (luxo fractura de Monteggia), fracturas de la difisis humeral, de

    la difisis de uno de los dos huesos del antebrazo. En ellas es absolutamente legtima la

    indicacin quirrgica como la nica solucin correcta. Si las condiciones exigidas para

    desarrollar con seguridad este tipo de tratamiento no son las ideales, el enfermo debe ser

    derivado a otro servicio.

    3. Fracturas expuestas : tienen una indicacin quirrgica absoluta y rpida, no en cuanto aresolver con la operacin el "problema fractura"; el objetivo es otro: resolver el "problema

    herida", de tal modo que sea prevenida la infecci n, que la herida cicatrice por "primera

    intencin" y la fractura ex-puesta sea transformada en una fractura cerrada. A partir de ese

    momento, el problema fractura propiamente tal, ser resuelto segn corresponda al criterio

    teraputico propio de una fractu ra cerrada.

    4. Fracturas complicadas de lesiones neurolgicas, viscerales o vasculares : la accinquirrgica va dirigida esencialmente a la solucin de la complicacin, actuando, por lo

    general, de inmediato en la solucin del problema seo (osteosntesis).

    La fractura de la metfisis inferior del fmur con lesin de la arteria femoral, o de la

    metfisis superior de la tibia con compromiso de la arteria tibial posterior, o de columna,

    con dao medular, son ejemplos de este tipo de problemas.

    5. Fracturas con grave compromiso articular: requieren correccin quirrgica, considerando

    que el dao seo, de las superficies articulares, etc., obliga a una reduccin perfecta yestable para conservar una buena funcin articular. Ejemplo: fractura con hundimiento de

    platillos tibiales.

    El dao producido por la fractura en determinadas articulaciones puede llegar a ser de tal

    magnitud, que debe ser planteada la artrodesis de inmediato. La fractura con estallido del

    calcneo puede ser un ejemplo.

  • 5/28/2018 Manual de Ortopedia y Traumatologia de LA PUC

    42/510

    42

    6. Fracturas en hueso patolgico: aqu la indicacin quirrgica tiene dos motivos:

    a. Resolver el problema del foco seo patolgico: curetaje, quistes seos, osteosntesis,

    reseccin del foco de fractura, artroplastas protsicas, sustitucin sea, etc.

    b. Obtener material de la lesin sea para estudio histopatolgico, que permita un

    diagnstico correcto.

    7. Pseudoartrosis : la pseudoartrosis debe ser considerada como un fenmeno fisiopatolgicoterminal, no modificable, que determina una grave alteracin funcional. El tratamiento

    consiste en actuar quirrgicamente sobre el foco pseudoartrsico y modificar la situacin

    fisiopatolgica, de modo de permitir que se generen nuevas condiciones, que garanticen la

    formacin de un callo seo normal.

    Entre el grupo de fracturas de indiscutible re solucin ortopdica y aqullas de indicacin quirrgica

    obligada, queda un enorme grupo de fracturas en las cuales la decisin teraputica o quirrgicaestar determinada por la consideracin de una enorme cantidad de circunstancias de toda ndole:

    tipo de fractura, hueso comprometido, ambiente quirrgico, capacidad tcnica, situacin econmica

    y social, tipo de trabajo, tendencia ms o menos inclinada a la ciruga del mdico tratante,

    aceptacin del enfermo, etc., y que hace poco menos que imposible determ inar, para ellas, normas

    fijas de procedimiento. Son fracturas de indicacin teraputica relativa a todas esas y muchas otras

    circunstancias, y que debern ser valoradas en cada caso en particular.

    La resolucin quirrgica de toda fractura, requiere de un bagaje instrumental impresionante:

    Placas de longitud variable.

    Tornillos de formas, tamaos, carcter del hilo, distintos para cada caso.

    Clavos intramedulares.

    Clavo-placas de las ms diversas formas, ngulos y tamao.

    Prtesis totales y parciales.

    Instrumental que haga posible el uso y colocacin de los elementos de osteosntesis:

    separadores, palancas, motores, brocas, cinceles, martillos, destornilladores, etc., lo que

    constituye un arsenal formidable pero imprescindible.

    La tecnologa al respecto sigue extendiendo sus exigencias hasta el infinito, pero bueno es recordar:

    "Los procedimientos quirrgicos son sanos y han probado ms all de toda duda que, cuando estn

    bien indicados y son efectuados correctamente, el tratamiento operatorio de las fr acturas ha dado los

    mejores resultados" (O'Neill Sherman).

    Bueno tambin es recordar que cualquier tcnica quirrgica de osteosntesis, por perfecta que sea,

    por slidos que sean los elementos usados, slo tienen por objeto mantener una reduccinestabilizada para que el proceso fisiopatolgico de la osteognesis reparadora, con el osteoblasto

    como unidad funcional insustituible, forme un callo seo slido y definitivo. Jams la funcin

    propia del hueso, sostener la rigidez del esqueleto o permitir la carga del peso del cuerpo, podr ser

    sustituida por una placa, clavos, tornillos, etc., por resistentes que ellos sean. Olvidar este principio

    elemental de tcnica de tratamiento lleva con seguridad absoluta a un fracaso.

  • 5/28/2018 Manual de Ortopedia y Traumatologia de LA PUC

    43/510

    43

    El material de osteosntesis, que nunca ha sido diseado para cumplir con esta funcin, terminar

    por sufrir una "fractura por fatiga del metal", los clavos se doblan, los tornillos se sueltan, se

    produce la fractura, la reintervencin se impone y todo puede terminar en un desastre.

    En resumen: el cirujano que emprende el tratamiento quirrgico de una fractura no debe olvidar:

    a. Que est empleando un procedimiento de riesgo.b. Que pueden haber complicaciones derivadas de la ciruga.

    c. Si no cuenta con los recursos tcnicos, infraestructura adecuada, tecnologa y experiencia slida,

    debe considerarse inhabilitado para realizar el tratamiento y su obligacin es diferir al enfermo.

    f. TRACCION CONTINUA TRANSESQUELETICA

    Corresponde al tercer mtodo de tratamiento de las fracturas, especialmente diafisiar ias de los

    huesos del miembro inferior.

    En general se emplea como un mtodo de tratamiento de transicin, cuando ocurren circunstancias

    que estn impidiendo una resolucin