Las paradojas del autoritarismo:ejército,campesinado y ... · y etnicidad en el Perú,siglos XIX...

18
Las paradojas del autoritarismo: ejército, campesinado y etnicidad en el Perú, siglos XIX al XX The paradoxes of authoritarianism: army, peasants, and ethnicity in Peru, from XIX to XX centuries Cecilia Méndez G. U. California en Santa Bárbara Email: [email protected] Fecha de recepción: agosto 2006 Fecha de aceptación y versión final: agosto 2006 Resumen Partiendo de procesos políticos recientes en el Perú, que incluyen una guerra civil y la emergencia de un movimiento militarista pro-indígena y ultranacionalista, este ensayo examina la relación histórica entre campesinado y ejército durante los siglos XIX al XXI. Se especula sobre los cambios producidos con el tránsito de un ejército caudillista en el siglo XIX a un ejército profesional en el XX. El ensayo cuestiona la expandida idea de que la sierra rural y sus habitantes estuvieron excluidos de la vida nacional y de la ciu- dadanía “desde siempre” y postula que la participación campesina en las guerras civiles del siglo XIX fue un canal de inserción del campesinado en la política nacional, promoviendo una forma incipiente de con- ciencia ciudadana. Pero a medida que el ejército se profesionaliza, la relación entre instituciones armadas y campesinado se hace más jerárquica y vertical. Este proceso es paralelo a la consolidación de los prime- ros regímenes civiles constitucionales del siglo XX, en los que paradójicamente la exclusión del campesi- nado se acrecienta. En última instancia, fueron las dictaduras (civiles y militares) las que hicieron mayor eco que los gobiernos democráticos constitucionales de los intereses del campesinado. Palabras clave: ejército, militares, campesinado, indigenismo, etnicidad, ciudadanía, autoritarismo, profesio- nalización, guerra civil Abstract Inspired by recent political processes in Peru that include a civil war and the emergence of a militaristic and ultranationalist pro-indigenous political movement, this essay examines the historical relationship bet- ween the peasantry and the army from the nineteenth to the twenty-first centuries. It speculates on the changes that the transition from a caudillista army in the nineteenth century to a professional army in the twentieth century brought about. The essay questions the widespread idea that the rural highlands and their inhabitants were excluded from the national life and citizenship “for ever” and contends that peasant participation in the civil wars of the nineteenth century was a channel for insertion of the peasantry into national politics and fostered an incipient form of citizenship consciousness. Yet, as the army professiona- lized, the relationship between the armed institutions and the peasantry became increasingly more hierar- chical and vertical. This process was parallel to the consolidation of the first constitutional civilian regi- mes of the twentieth century, in which, paradoxically, the exclusion of the peasantry became more severe. In the final instance, it was the dictatorships (both civilian and military) those to be more receptive than the constitutional democracies to the interests of the peasantry. Keywords: army, militaries, peasantry, indigenismo, ethnicity, citizenship, authoritarianism, professionaliza- tion, civil war. Iconos. Revista de Ciencias Sociales. Num. 26, Quito, septiembre 2006, pp. 17-34 © Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales-Sede Académica de Ecuador. ISSN: 1390-1249

Transcript of Las paradojas del autoritarismo:ejército,campesinado y ... · y etnicidad en el Perú,siglos XIX...

Page 1: Las paradojas del autoritarismo:ejército,campesinado y ... · y etnicidad en el Perú,siglos XIX al XX The paradoxes of authoritarianism: ... en los que paradójicamente la exclusión

Las paradojas del autoritarismo: ejército, campesinadoy etnicidad en el Perú, siglos XIX al XX

The paradoxes of authoritarianism: army, peasants,and ethnicity in Peru, from XIX to XX centuries

Cecilia Méndez G.U. California en Santa Bárbara

Email: [email protected]

Fecha de recepción: agosto 2006Fecha de aceptación y versión final: agosto 2006

ResumenPartiendo de procesos políticos recientes en el Perú, que incluyen una guerra civil y la emergencia de unmovimiento militarista pro-indígena y ultranacionalista, este ensayo examina la relación histórica entrecampesinado y ejército durante los siglos XIX al XXI. Se especula sobre los cambios producidos con eltránsito de un ejército caudillista en el siglo XIX a un ejército profesional en el XX. El ensayo cuestiona laexpandida idea de que la sierra rural y sus habitantes estuvieron excluidos de la vida nacional y de la ciu-dadanía “desde siempre” y postula que la participación campesina en las guerras civiles del siglo XIX fueun canal de inserción del campesinado en la política nacional, promoviendo una forma incipiente de con-ciencia ciudadana. Pero a medida que el ejército se profesionaliza, la relación entre instituciones armadasy campesinado se hace más jerárquica y vertical. Este proceso es paralelo a la consolidación de los prime-ros regímenes civiles constitucionales del siglo XX, en los que paradójicamente la exclusión del campesi-nado se acrecienta. En última instancia, fueron las dictaduras (civiles y militares) las que hicieron mayoreco que los gobiernos democráticos constitucionales de los intereses del campesinado.

Palabras clave: ejército, militares, campesinado, indigenismo, etnicidad, ciudadanía, autoritarismo, profesio-nalización, guerra civil

AbstractInspired by recent political processes in Peru that include a civil war and the emergence of a militaristicand ultranationalist pro-indigenous political movement, this essay examines the historical relationship bet-ween the peasantry and the army from the nineteenth to the twenty-first centuries. It speculates on thechanges that the transition from a caudillista army in the nineteenth century to a professional army in thetwentieth century brought about. The essay questions the widespread idea that the rural highlands andtheir inhabitants were excluded from the national life and citizenship “for ever” and contends that peasantparticipation in the civil wars of the nineteenth century was a channel for insertion of the peasantry intonational politics and fostered an incipient form of citizenship consciousness. Yet, as the army professiona-lized, the relationship between the armed institutions and the peasantry became increasingly more hierar-chical and vertical. This process was parallel to the consolidation of the first constitutional civilian regi-mes of the twentieth century, in which, paradoxically, the exclusion of the peasantry became more severe.In the final instance, it was the dictatorships (both civilian and military) those to be more receptive thanthe constitutional democracies to the interests of the peasantry.

Keywords: army, militaries, peasantry, indigenismo, ethnicity, citizenship, authoritarianism, professionaliza-tion, civil war.

Iconos. Revista de Ciencias Sociales. Num. 26, Quito, septiembre 2006, pp. 17-34© Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales-Sede Académica de Ecuador.

ISSN: 1390-1249

Page 2: Las paradojas del autoritarismo:ejército,campesinado y ... · y etnicidad en el Perú,siglos XIX al XX The paradoxes of authoritarianism: ... en los que paradójicamente la exclusión

“Este texto es un ensayo, género en el quese prescinde del aparato crítico para pro-poner de manera directa una interpreta-ción. Escrito desde una circunstancia par-ticular y sin temor por los juicios de valor,el ensayo es muchas veces arbitrario, peroen su defensa cabría decir que no buscaestablecer verdades definitivas o conseguirla unanimidad; por el contrario, su eficaciaqueda supeditada a la discusión que puedasuscitar. Es un texto que reclama no lecto-res -asumiendo la connotación pasiva deltérmino- sino interlocutores; debe, por esomismo, sorprender y hasta incomodar. Elriesgo que pende siempre sobre el ensayis-ta es el de exagerar ciertos aspectos, y porconsiguiente omitir matices, pasando poralto ese terreno que siempre media entrelos extremos: los claroscuros que compo-nen cualquier cuadro”.

Alberto Flores-Galindo, La Tradición Autoritaria

El ejército es no sólo la más antigua delas tres ramas que conforman las fuer-zas armadas en el Perú, sino que es la

institución estatal que ha estado histórica-mente más vinculada al campesinado. Loscampesinos andinos constituyeron la colum-na vertebral de los ejércitos caudillistas delsiglo XIX y siguieron siendo la principalfuente de soldados y reclutas a lo largo delveinte. Asimismo, es en los poblados ruralesdonde los militares de un ejército más moder-no han sido destacados innumerables veces aservir. La relación entre militares y campesi-nos es central en cualquier intento de enten-der la historia política del Perú, la naturalezade su estado y sus tensiones sociales y étnicas.¿Por qué entonces no contamos con un estu-dio integral que de cuenta de ella?

Una primera explicación es la comparti-mentalización de los campos de conocimien-to. Sociedad rural, sociedad civil, militares,Estado y etnicidad se han estudiado como

temas separados más que de manera interrela-cionada, pese a que la división entre sociedadcivil y militares, y entre sociedad civil yEstado, que hoy damos por sentada, no fuetal en tiempos anteriores a la profesionaliza-ción del ejército y de endémica fragilidadestatal, como fue el siglo XIX. En segundolugar, está la expandida idea de que el campe-sinado indígena no pasó de ser mudo espec-tador o carne de cañón en los conflictos cau-dillistas del XIX, o bien que se mantuvo indi-ferente a los mismos1. Si bien, contra estastesis, los estudios pioneros de Ne l s o nManrique y Florencia Mallon de la décadadel ochenta subrayaron el papel activo delcampesinado peruano -a través de la forma-ción de guerrillas- durante la guerra Chile(1879-1883), se trató de un conflicto exter-no, que fueron excepcionales en nuestra his-toria, y no de una guerra civil, que fue lanorma. Hasta hoy, y al margen quizá del tra-bajo de Nils Jacobsen y Alejandro Di ezHurtado sobre la sierra norte en las postrime-rías del siglo XIX y de nuestros propios estu-dios sobre la provincia de Huanta en las déca-das del 1820 al 1840, la participación delcampesinado andino en las guerras caudillis-tas en el siglo XIX permanece sin ser explora-da2. Por su parte, los estudios sobre la partici-pación política del campesinado en el Perú

18ÍCONOS 26, 2006, pp. 17-34

Cecilia Méndez G.

1 Incluso, interpretaciones dedicadas a subrayar el rolactivo de los campesinos en los inicios de la republicaterminan avalando las tesis más tradicionales. Porejemplo, contradiciéndose con lo afirmado en laintroducción de su libro, Charles Walker (1999: 212-213) concluye: “los campesinos indígenas per-manecieron largamente ajenos a las luchas caudillis-tas”; y más aún, “el campesinado indígena del surandino se resistió a pelear en las guerras que deci-dieron la lucha caudillista”. En similar sentido, verPaul Gootenberg (1991:145).

2 Ver Manrique (1981), Mallon (1987:232-279 y1995), Méndez (2005), Jacobsen y Diez Hurtado(2002). Taylor (1986 y 1990) y Nugent (1997) tam-bién han analizado el bandolerismo y las montonerasen la sierra norte peruana, pero enfatizando su carác-ter local y feudal y más que su conexión con el estadonacional o sus bases campesinas.

Page 3: Las paradojas del autoritarismo:ejército,campesinado y ... · y etnicidad en el Perú,siglos XIX al XX The paradoxes of authoritarianism: ... en los que paradójicamente la exclusión

19ÍCONOS 26, 2006, pp. 17-34

La paradoja del autoritarismo: ejército, campesinado y sociedad en el Perú, siglos XIX al XX

del siglo XX se enfocaron tradicionalmenteen las llamadas “luchas campesinas”, es decir,en una historia de “resistencia” o rebelionesanti-estatales que, o bien excluía a los milita-res, o los presentaba como el enemigo naturaldel campesinado. Finalmente, estudios desíntesis sobre el ejército republicano, inclusolos más críticos, ponderados y sociológica-mente orientados como los de V í c t o rVillanueva, han soslayado a la sociedad rural3.

La guerra interna que desangró al Perú enlas décadas de los ochenta y noventa y su actual

secuela política, exigen replantear estos esque-mas. En aquella coyuntura sucedió algo sólo enapariencia paradójico: la mayor parte de cam-pesinos, organizados en “ro n d a s” y comités deautodefensa, en vez se alinearse con la insur-gencia maoísta de Se n d e ro Luminoso, jugaro nen última instancia un rol central en su derro-ta, de la mano con el ejérc i t o. Una miradare t ro s p e c t i va sugiere que las alianzas militar-campesinas fueron igualmente decisivas enmomentos anteriores de nuestra historia.

El proyecto: motivaciones y advertencias

Este ensayo sintetiza algunas hipótesis de unproyecto de investigación que se proponeestudiar la relación histórica entre los campe-

3 Ver Villanueva (1973, 1969, 1972 y 1962). El interéspor una historia social de los militares se ha venidoincrementando recientemente, pero en el caso perua-no sin que toque aún a la sociedad rural. Para el Perúson importantes los estudios en curso de LourdesHurtado sobre el ejército peruano (véase su artículoen este número de ICONOS) y la exploración deHumberto Rodríguez Sequeiros en torno a la “LaEducación Pre - Militar en el Perú 1939-1956”(ponencia presentada a LASA-Puerto Rico, Marzo del2006). Para América Latina uno de los trabajos com-parativos más notables sobre la participación militarde las poblaciones rurales en la formación del Estadoes el de Fernando López Alves (2000). Para Brasil,Peter Beattie (2001) ha analizado el problema deconscripción militar y formación del estado, y JuanRamón Quintana Taborga (998) lo ha hecho paraBoliva en su Soldados y Ciudadanos, Un EstudioCrítico sobre el servicio militar obligatorio en Bolivia.Para la colonia destaca el trabajo de Ben Vinson III

(2001) sobre milicias de mulatos en Nueva España.Respecto a la participación campesina en los conflic-tos caudillistas en América Latina en el siglo XIX exis-te una literatura ya sustancial, destacando los trabajosde Mallon, Manrique, De la Fuente, Gu a rd i n o ,Salvatore, Guy Thompson, referidos a Argentina yMexico. Pero nuevamente, estos trabajos se limitan alsiglo XIX y no abordan las transformaciones operadasen la relación campesinos-estado con la profesionali-zación del ejército.

Afiche promocional de la reforma agraria

Page 4: Las paradojas del autoritarismo:ejército,campesinado y ... · y etnicidad en el Perú,siglos XIX al XX The paradoxes of authoritarianism: ... en los que paradójicamente la exclusión

sinos y el ejército en el Perú desde los iniciosde la república hasta el presente. El proyectotiene dos propósitos fundamentales. Primero,calibrar el papel de los militares en la movili-zación política del campesinado y su incorpo-ración a la política nacional. Segundo, diluci-dar la génesis y racionalidad de las ideologíasautoritarias y militaristas que han dominadola escena política peruana en las últimas déca-das, tanto desde el gobierno (i.e., Fujimori,Velasco), como desde la insurgencia (SenderoLuminoso, etnocacerismo). La investigaciónse propone observar cómo el paso de un ejér-cito de caudillos, dependiente de montonerasy guerrillas en el siglo XIX, a un ejército pro-fesional con soldados y oficiales formados enescuelas militares en el siglo XX, afecta la rela-ción entre la sociedad rural, el Estado y lasociedad nacional. Uno de los factores queacompañan este tránsito es la creciente sepa-ración entre sociedad civil y militares quehasta ese entonces era bastante porosa y quemuchas veces se da por sentada. En un planomás contemporáneo del análisis, proponemosque a partir del último tercio del siglo XIX,los gobiernos militares y los regímenes civilesautoritarios en el Perú han tenido mayoresiniciativas — y un éxito mayor— que losgobiernos civiles constitucionales en imple-mentar políticas estatales destinadas a favore-cer al los sectores campesinos, es decir, incor-porarlos a los beneficios del Estado y la ciu-dadanía.

Como hipótesis preliminares de un pro-yecto en ciernes, las ideas que presento en esteensayo no pretenden ser definitivas; mi obje-tivo es darlas a conocer para estimular unadiscusión. Este es un texto, como diría FloresGalindo, que “reclama no lectores —asu-miendo la connotación pasiva del término—sino interlocutores; debe, por eso mismo, sor-prender y hasta incomodar”. “El riesgo quepende siempre sobre el ensayista” prosigue elhistoriador, “es el de exagerar ciertos aspectos,y por consiguiente omitir matices, pasando

por alto ese terreno que siempre media entrelos extremos: los claroscuros que componencualquier cuadro” (Flores-Galindo 1999:23).Nos permitimos tomar ese riesgo en esteespacio. Pero antes valgan unas precisionesadicionales sobre mis motivaciones paraemprender esta investigación.

En lo inmediato el tema me atrajo, comolo he afirmado en la presentación del dossier,por la necesidad de explicar el surgimiento eimpacto del llamado movimiento etnocace-rista, un grupo ultra-nacionalista e indigenis-ta de origen militar surgido paralelamente alcolapso del régimen fujimorista en el año2000. A este interés se suman razo n e ssemiautobiográficas, a saber, mi cre c i e n t eperplejidad respecto a la ausencia de estudiossobre el nacionalismo militar del velascato, ogobierno del general Juan Velasco Alvarado(1968-1975), periodo cuya memoria —siacaso se invoca— sigue produciendo reaccio-nes visceralmente negativas en la mayoría desectores de la opinión pública, tanto de dere-cha como de izquierda. Para mí, sin embargo(como muchos de mi generación), que viví elperiodo como niña escolar de clase medialimeña (y no como propietaria de una hacien-da o diario expropiados, o una política depor-tada) , Velasco fue el gobernante gracias aquien por primera vez escuché en televisión yradio, con relativa frecuencia, el quechua —lengua vilipendiada y estigmatizada social-mente por su asociación con los campesinosandinos y empleadas domésticas—; con estegesto el gobierno buscaba sembrar orgullo yborrar el estigma que se cierne (aún hoy)sobre esta lengua y, sobre todo, sobre quienesla hablan. Otra de las experiencias que marcómi percepción del velascato fue cuando elgobierno militar, en un afán simbólico decerrar las brechas sociales, hizo que todos losescolares vistiéramos un uniforme único, loque no dejó de causar molestia entre quienesen mi colegio, religioso y particular, se ufana-ban de sus uniformes verdes Markyknoll, que

20ÍCONOS 26, 2006, pp. 17-34

Cecilia Méndez G.

Page 5: Las paradojas del autoritarismo:ejército,campesinado y ... · y etnicidad en el Perú,siglos XIX al XX The paradoxes of authoritarianism: ... en los que paradójicamente la exclusión

marcaban una diferencia con los de las “cho-l a s” (la palabra es fuerte, pero así sehabla/hablaba y sentía), particularmente enlos desfiles por fiestas patrias. Ahora todosseríamos iguales. Y esa igualdad incomodabaa muchos, pero como era disposición del“gobierno revolucionario de la fuerza arma-da”, había que acatar. Sin embargo, el ordenoligárquico ya en crisis, al que Velasco propi-nó quizá el más duro golpe de su historia,sobrevivió gracias en parte una facción delpropio ejército, que derrocó al enfermo gene-ral y luego se posesionó del gobierno. Una vezen el poder, empezó a desmantelar, una a una,sus reformas. Durante esta (eufemísticamentellamada) “segunda fase” del gobierno militar,se entregó el poder a los civiles, quienes en1980 eligieron como presidente, irónicamen-te, al mismo gobernante a quien Velascohabía depuesto en 1968: Fernando Belaunde,representante de una clase alta que vivió deespaldas al país real (y rural) y sus abismossociales. A Belaúnde le tocaría afrontar losprimeros cinco años de la insurgencia mássanguinaria en la historia del país y AméricaLatina: Sendero Luminoso, cuya rebelión nofue sólo contra su gobierno sino contra el sis-tema democrático en sí mismo, como tan elo-cuentemente lo expresó su primer atentadoterrorista: el bombardeo de un ánfora de laselecciones presidenciales en un pequeño pue-blo andino en 1980. Para consumar la ironía,se trataba de la primera elección presidencialdel siglo XX en las que votaban los analfabe-tos. Belaunde, célebremente caricaturizadopor la prensa como un anciano que vivíacegado por una nube que era una prolonga-ción de sus cejas de patriarca envejecido,culpó de los primeros atentados de su gobier-no a la “infiltración comunista extranjera”.Cuando reparó que el enemigo anidaba encasa, delegó el asunto a los militares, en espe-cial a la infantería de marina, quienes ante laimposibilidad de capturar al enemigo se dedi-caron a arrasar aldeas y matar campesinos,

desplegando una violencia que competía conla de Sendero, e inimaginable en los doceaños anteriores de gobierno militar. La histo-ria sigue y toma otros giros, pero por elmomento dejémosla aquí.

Cuando se observan en un contexto histó-rico mayor los hechos que acabo de presentarde modo casi autobiográfico, se entenderámejor por qué la compleja relación históricaentre campesinos y militares, y entre milita-rismo y etnicidad, resulta un tema tan urgen-te como irresistible, en especial para quien haestado trabajando ya por un largo tiempo larelación entre el ejército, el Estado y la socie-dad rural en el temprano siglo XIX, cuando elpaís vivía desangrado por guerras civiles.4

El Perú es, en efecto, un caso verdadera-mente desconcertante en América Latina encuanto a su sistema político y la relación queel ejército ha establecido con las poblacionesindígenas y campesinas. Tres circunstanciashistóricas recientes lo hacen más evidente. Laprimera es el ya mencionado gobierno delgeneral Juan Velasco. Cuando en los añossesenta y setenta la mayor parte de países deAmérica Latina estaba regida por dictadurasmilitares de derecha, altamente represivas, enel Perú el general Velasco Alvarado se enfren-tó a la oligarquía peruana y al imperio esta-dounidense con su política de nacionalizacio-nes y su legislación pro-campesina. Velascoemprendió una reforma agraria radical, ofi-cializó el quechua, e hizo del rebelde IncaTúpac Amaru II, ejecutado en 1781 por losespañoles tras liderar una masiva rebelióncontra el orden colonial —hasta entoncespersonaje marginal en los textos escolares—,un icono oficial del gobierno militar.

Un segundo pacto “militar-campesino” sedio entre la segunda mitad de los ochenta ylos noventa cuando el campesinado andinohizo frente común con el ejército para derro-

21ÍCONOS 26, 2006, pp. 17-34

La paradoja del autoritarismo: ejército, campesinado y sociedad en el Perú, siglos XIX al XX

4 Véase mis siguientes trabajos: Méndez (2004, 2005,2002 y 1997).

Page 6: Las paradojas del autoritarismo:ejército,campesinado y ... · y etnicidad en el Perú,siglos XIX al XX The paradoxes of authoritarianism: ... en los que paradójicamente la exclusión

tar la insurgencia del Partido Comunista delPerú-Sendero Luminoso (SL). Pues pese a lasvejaciones de que fue objeto tanto porSendero como por los militares, el campesi-nado en última instancia cerró filas mayorita-riamente con el ejército para derrotar lainsurgencia senderista a través de las llamadas“rondas campesinas”, posteriormente bauti-zadas como “comités de autodefensa”. Estaalianza, sólo tardíamente oficializada por elgobierno, fue clave en el debilitamiento y laposterior derrota de Sendero Luminoso anivel nacional. Para entenderla es necesarioobservar dos factores. Primero, mientras losmétodos terroristas de Sendero se tornabancada vez más vesánicos y cobraban más vidascampesinas, las fuerzas armadas, después deuna época inicial de represión brutal e indis-criminada, comprendieron que campesino noequivale a senderista, y a partir de la segundamitad de la década de 1980 optaron por unatáctica de represión selectiva y de acercamien-to con el campesinado. Segundo, y relaciona-do con esto, la alianza entre ronderos y ejér-cito se entiende mejor cuando se repara que elPerú es el único caso en la historia reciente deconflictos armados internos en AméricaLatina en que los grupos alzados en armas yno los representantes del Estado fueron res-ponsables de la mayor parte de atrocidades,incluyendo desapariciones, secuestros y asesi-

natos. De acuerdo al informe de la comisiónde la Verdad y Reconciliación (CVR), elPa rtido Comunista del Pe r ú - Se n d e roLuminoso (SL), fue el responsable del 54%de las muertes denunciadas a la CVR, mien-tras el estado y grupos paramilitares del 37%.Nu e vamente, ello contrasta drásticamentecon otros países latinoamericanos que sufrie-ron conflictos armados recientemente. EnGuatemala, por citar un caso extremo, el esta-do fue responsable del 97% de muertes y vio-laciones de los derechos humanos mientras laguerrilla sólo de un 3%.5

La tercera coyuntura es más cercana a laactualidad. En el Perú, la agrupación políticaque en los últimos años ha levantado bande-ras abiertamente pro-indígenas no es unm ovimiento étnico de bases sino una agru p a-ción política militarista fundada por el ex-m a yor del ejército, Antauro Humala, el MNPo Movimiento Nacionalista Pe ruano, másconocido como “m ovimiento etnocacerista” .Desestimado inicialmente como un folkloris-mo anacrónico por la mayor parte de analis-tas, la popularidad de este movimiento cre c i óen pro p o rción geométrica en los últimosaños, notablemente en las zonas rurales y enp rovincias, como fue evidente en las eleccio-nes presidenciales de este año. Au n q u eOllanta Humala, ex-oficial del ejército quee s t u vo asociado con el etnocacerismo, postu-ló a la presidencia con un partido aparte ytomando distancia de su radical hermanoA n t a u ro (hoy preso), lo hizo con una plata-forma nacionalista, “a n t i - n e o l i b e r a l” , y pro -cocalera, y sin duda capitalizando el trabajop roselitista que Antauro había realizado, enespecial con los re s e rvistas a nivel nacional.Ollanta fue no sólo el candidato más vo t a d oen la primera vuelta electoral, sino que obtu-

22ÍCONOS 26, 2006, pp. 17-34

Cecilia Méndez G.

5 Ver Nelson Manrique, “Carta Ab i e rta a RaúlWiener”, 6 de Octubre de 2003, documento circula-do por internet. Aún si esta cifra fuera exagerada, esun indicador significativo.

Mitín político. Al fondo: Velasco Alvarado y Tupac Amaru

Page 7: Las paradojas del autoritarismo:ejército,campesinado y ... · y etnicidad en el Perú,siglos XIX al XX The paradoxes of authoritarianism: ... en los que paradójicamente la exclusión

vo un significativo 47% en la segunda vuelta;su apoyo fue altísimo a nivel nacional, cone xcepción de Lima y la costa nort e .Si g n i f i c a t i vamente, en las zonas rurales quemás sufrieron con la guerra interna, los vo t o spor Humala superaron con creces el 80%, noobstante las denuncias por graves abusos ded e rechos humanos en su contra, pre s u n t a-mente cometidos durante las campañas con-trainsurgentes. Esta aparente paradoja seentiende mejor cuando se repara que a dife-rencia de la percepción limeña y urbana de loscampesinos como meras víctimas, muchos deellos, y en especial los ro n d e ros —una buenap a rte de quienes eran a la vez licenciados dele j é rcito— se perciben a sí mismos como héro-es, agentes de la derrota de Se n d e ro, a quiennadie parecía poder doblegar. 6

Todo ello contrasta con la realidad deotros países latinoamericanos, particularmen-te Ecuador y Bolivia, donde los abanderadosde la lucha antirracista, anti-neoliberal y pro-d e rechos indígenas fueron organizacionesciviles y políticas de base con gran convoca-toria a nivel nacional. ¿Por qué en el Perú unpartido de militares disidentes, ex-soldados yreservistas, asume el papel que en nuestrosvecinos andinos tiene el movimiento indíge-na, el mismo que en el Perú permanece, sibien no políticamente inexistente, cuando

menos tenue en comparación? La pregunta,ya formulada en la presentación de este dos-sier, creemos que trasciende una explicacióncoyuntural. Ella nos lleva a repensar históri-camente la influencia militar en el estudio dela organización campesina y los llamadosmovimientos indígenas. Al mismo tiemponos invita a reflexionar sobre el potencialpopular del autoritarismo militar.

Sin embargo, pese a que la trayectoria delejército peruano es excepcional en muchossentidos, encaja dentro de un contexto andi-no que no es ajeno al populismo militar y alas alianzas militar-campesinas; con diversasvariantes, este tipo alianzas se dio histórica-mente en Bolivia y Ecuador y (hoy se da) enVenezuela, como enfatizamos también en laintroducción al dossier. Los más divulgadosesquemas interpretativos del militarismo enAmérica Latina se han basado por lo generalen las dictaduras militares del Cono Sur. Peroestos modelos no pueden dar cuenta de lacomplejidad política de los regímenes milita-res de la región andina central, ya que las dic-taduras militares de Chile, Argentina y Brasilno tuvieron que enfrentar el mismo tipo detensiones étnicas y raciales a las que estuvie-ron expuestos los militares en Perú, Ecuadory Bolivia, donde se congrega una mayor can-tidad de poblaciones indígenas y no blancas.La vieja tesis que concibe al ejército como unmero “instrumento de la oligarquía” exige sercuestionada con más contundencia en laregión andina.

Ello no debe llevar, por supuesto, ni a laromantización de los caudillos decimonóni-cos que caracterizó a ciertas corrientes histo-riográficas, ni a la apología de los populismosmilitares autoritarios de hoy día.7 Se trata más

23ÍCONOS 26, 2006, pp. 17-34

La paradoja del autoritarismo: ejército, campesinado y sociedad en el Perú, siglos XIX al XX

6 Existe una literatura bastante exhaustiva sobre las ro n-das campesinas (posteriormente bautizadas por el gob-ierno como “comités de autodefensa”) y la derrota deSe n d e ro. Véase De g regori, Coronel, Ponciano delPino y Orin Starn (1996), Carlos Tapia (1997), St e r n(1998). Para un estudio más general sobre ro n d a s ,véase Orin Starn (1999). Para enfoques más actualiza-dos véase la extraordinaria sección sobre “Comités deAu t o d e f e n s a” en el In f o rme de la Comisión de la Ve rd a dy Re c o n c i l i a c i ó n, tomo II, Sección segunda: Los actore sdel conflicto, Capítulo 1: Los actores armados, 1.5.Comités de Autodefensa (CAD),http://www.derechos.org/nizkor/peru/libros/cv/ii/15.html. (Lima, 2003). Para una explicación sobre la altavotación de Humala en las zonas rurales más gol-peadas por la guerra interna véase Páez (2006),Caballero Marín (2006) y Pajuelo (2006).

7 La idealización del caudillismo como expresión de los“sentimientos populares” está bien encarnada en laobra del ve n ezolano Laureano Vallenilla Lanz,Cesarismo De m o c r á t i c o (Ob ras completas, tomo I,Caracas 1983 [1919,]). Para una discusión crítica delas ideas de Vallenilla ver John Lynch (1992: 423-

Page 8: Las paradojas del autoritarismo:ejército,campesinado y ... · y etnicidad en el Perú,siglos XIX al XX The paradoxes of authoritarianism: ... en los que paradójicamente la exclusión

bien de desentrañar una ironía: la posibleherencia democratizadora del autoritarismo.Y debo reafirmar que hablo de democratiza-ción social, no política.

Asimismo, al privilegiar las alianzas entrecampesinos y militares no pretendemos des-conocer ni minimizar la historia de racismo yviolencia que también ha empañado esta rela-ción. La Comisión de la Ve rdad yReconciliación ha constatado la existencia demiles de “fosas” o cementerios clandestinos alo largo y ancho del territorio andino, quedan cuenta de un número no insignificantede matanzas y masacres cometidas extraofi-cialmente por los militares en su lucha contrala insurgencia senderista, la mayor parte deellas correspondientes al periodo llamado “laguerra sucia” (1983-1984). Mi proye c t ointentará dar cuenta también de este ladotanático, procurando explicar la apare n t econtradicción entre las retóricas pro-indíge-nas y pro-campesinas presentes en el ejércitoy sus prácticas racistas y discriminatorias.

Finalmente, al abordar el tema de laimbricación histórica entre militares y cam-pesinos, no es posible hacerlo sin su correlatocivil. En el Perú, cuando se contrastan gobier-nos militares o de tendencias autoritarias conaquellos que han gobernado bajo las banderasde la democracia, son los últimos los que hantenido mayores dificultades de ganarse elfavor de las masas rurales, al menos a partirdel último tercio del siglo XIX. Desde sus orí-genes, con el civilismo en la década de 1870,la democracia parlamentaria peruana ha teni-do un tinte elitista, o cuando menos abruma-doramente urbano. En efecto, resulta revela-dor que el periodo más prolongado en el queel Perú experimentó gobiernos civiles ininte-rrumpidos sea conocido como la RepúblicaAristocrática (1895-1919), un periodo donde

democracia y gobierno de la oligarquía llegana ser sinónimos. Pareciera pues que en el Perúlos momentos de mayor integración de loscampesinos al Estado y a los beneficios de laciudadanía coinciden con momentos autori-tarios. Me re f i e ro en part i c u l a r, pero noe xc l u s i vamente, al llamado “o n c e n i o” ogobierno de Augusto B. Leguía, un dictadorcivil (1919-30), cuyo gobierno reconoció,por primera vez en la historia republicana, laexistencia legal de las comunidades indígenasy sus tierras, creó el “Patronato de la RazaIndígena”, y se hizo llamar sí mismo “defen-sor” de la misma; y al ya mencionado gobier-no de Velasco, de 1968 al 1975.8

Al parecer, el fenómeno no sería exclusivodel Perú. Liisa North postula en este dossierque las dictaduras militares de Ecuador pos-teriores a la década del 1925 fueron más pro-c l i ves que los gobiernos civiles electos aimplementar políticas sociales que favorecie-ran a las mayorías, con la posible excepcióndel gobierno de Galo Plaza Lasso (1948-52),9

mientras Silvia Rivera (1984: 54) ha usado lasagaz expresión “democracia de casta” parareferirse al gobierno de las oligarquías civilesen Bolivia.

Hipótesis: una modernización excluyente

Mi trabajo intentará probar que los campesi-nos andinos no fueron pasivos espectadoresni permanecieron históricamente al margendel estado republicano durante la mayo rparte del siglo XIX, sino que participaron enla formación de estado desde sus inicios,entre otras formas, mediante su incorpora-ción en los ejércitos caudillistas a través deguerrillas. Es lugar común afirmar que esta

24ÍCONOS 26, 2006, pp. 17-34

Cecilia Méndez G.

424). El mejor ejemplo de la idealización de los cau-dillos en la historiografía en inglés probablemente seaBradford Burns (1980).

8 Postulé esta idea con anterioridad en Méndez (2000:231-248).

9 Véase también North (2004: 187-206).

Page 9: Las paradojas del autoritarismo:ejército,campesinado y ... · y etnicidad en el Perú,siglos XIX al XX The paradoxes of authoritarianism: ... en los que paradójicamente la exclusión

participación fue resultado de la coacción o elengaño. No pretendo negar la existencia deestas prácticas. La crueldad de la leva, o reclu-ta arbitraria, que afectaba desproporcionada-mente a las poblaciones rurales analfabetas,fue denunciada numerosa veces por la prensapor intelectuales progresistas y hasta en obrasde ficción de la época, sin que por ello selograra extirpar.10 Sin embargo, junto a la levaestaban guerrillas, integradas y comandadaspor civiles, que actuaron en concierto con elejército regular, defendiendo simultáneamen-te intereses locales, regionales y nacionales.

Las guerrillas eran una adaptación ameri-cana de una forma de lucha que se originó enla península ibérica para hacer frente a lainvasión de los ejércitos napoleónicos entre1808 y 1814. Consistían en ejércitos irregu-lares formados por civiles, usualmente orga-nizados en torno a sus autoridades locales,que actuaban como una fuerza auxiliar delejército regular. Como he sostenido en traba-jos anteriores, durante la guerra civil de 1834,el triunfo del bando liberal representado porel general Orbegoso, que había sido defenes-trado del poder por un golpe del conservadorgeneral Gamarra, se debió en gran parte alapoyo de las guerrillas de Huanta, la sierra deLima y Huancavelica, que fueron parte deuna movilización nacional masiva en apoyode Orbegoso, a la que Basadre denominó la“primera manifestación popular contra elmilitarismo en la historia del Perú”. En laprovincia de Huanta esta participación fue elresultado de una movilización negociadaentre caudillos nacionales, autoridades conce-jales y comunales, líderes montoneros y“notables” (autoridades y personajes influyen-tes) del lugar. Pese a que los campesinos decomunidades y sus líderes inmediatos estabanen la base de esta pirámide social, exigieron ya veces lograron importantes concesiones,como la exoneración del pago al tributo indí-

gena y nombramientos como autoridades dis-tritales, tales como gobernadores y jueces depaz, pese incuso a ser en algunos casos vir-tualmente analfabetos. Una situación similarse produjo en el contexto de la Confedera-ción Perú-Boliviana (1836-39), en que loscampesinos de Huanta volvieron a alinearsecon el bando liberal, esta vez representadopor el Mariscal Santa Cruz11.

Las guerrillas fueron así una instancia enque los pobladores rurales de los estratossociales más bajos negociaban su derechos y

25ÍCONOS 26, 2006, pp. 17-34

La paradoja del autoritarismo: ejército, campesinado y sociedad en el Perú, siglos XIX al XX

10 Véase Basadre (2002 [1929]: 120-125).11 Véase Méndez (2004, capítulo 7 y epílogo) y Méndez

( )Tradiciones Liberales

Page 10: Las paradojas del autoritarismo:ejército,campesinado y ... · y etnicidad en el Perú,siglos XIX al XX The paradoxes of authoritarianism: ... en los que paradójicamente la exclusión

26ÍCONOS 26, 2006, pp. 17-34

Cecilia Méndez G.

obligaciones para con el Estado, es decir, sucondición ciudadana en el sentido más ele-mental. No sorprende, pues, que los caudillosnacionales usaran profusamente el término“ciudadano” para convocar a las poblacionescampesinas a sumarse a sus lides. Mi investi-gación intentará probar que este escenario nohabría sido exclusivo de Huanta o la sierracentral ni de la década de 1830, sino que sedio a lo largo de las guerras civiles del sigloXIX. Confirmar esta hipótesis exigirá porsupuesto un arduo trabajo de archivos y fuen-tes primarias en general.

Complementando provisionalmente mihipótesis está una historiografía que hareplanteado el tema de la ciudadanía desde elprisma electoral. Una verdadera revoluciónde estudios sobre constituciones y eleccionesviene cuestionando la arraigada idea de quelas poblaciones campesinas analfabetas fue-ron desde el inicio de la república legalmenteexcluidas de la condición ciudadana. Másbien, esta historiografía ha llamado la aten-ción sobre el carácter relativamente inclusivode las primeras constituciones al definir loscriterios de ciudadanía, particularmente, lostrabajos pioneros de Gabriela Chiaramonti.Chiaramonti sostiene que, siguiendo elpatrón de la constitución española de 1812 -

la primera en otorgar ciudadanía a los indiosen América-, las constituciones republicanasde 1823 a 1851 (y aún la conservadora de1839) fueron re l a t i vamente generosas enotorgar el sufragio. “El requisito de alfabeti-zación, que potencialmente (...) excluía [a losindígenas], aunque estaba previsto en la cons-titución de 1823”, escribe Chiaramonti, “nose exigió hasta (…) 1844 para los indígenasque residieran en localidades donde faltasenescuelas de educación primaria”(Chiaramonti 2004: 293). Similares disposi-ciones, nos dice la autora, subsistieron hasta1851. Los criterios más restrictivos para elsufragio empiezan a perfilarse, segúnMauricio Novoa, con la constitución de1860, que al establecer las categorías de ciu-dadanos “activos” y “pasivos”, deja “a la granmasa indígena imposibilitada para el ejerciciode los derechos políticos de la ciudadanía”12.Pero Chiaramonti prefiere situar el quiebre enla ley de reforma electoral de 1896, que esta-blece el voto directo y pone como única con-dición de sufragio el saber leer y escribir. En1896, por primera vez de manera tajante ydefinitiva, una ley republicana excluye a los

12 Ello, pese a que en teoría habría quedado abierta laposibilidad del voto analfabeto. Ver Novoa (2004:283).

Mural: Campesinos, Velasco y Tupac Amaru

Page 11: Las paradojas del autoritarismo:ejército,campesinado y ... · y etnicidad en el Perú,siglos XIX al XX The paradoxes of authoritarianism: ... en los que paradójicamente la exclusión

analfabetos -y por ende a la abrumadoramayoría indígena- de la ciudadanía13; éstosvolverían a ejercer su derecho al voto sólo en1980. Si bien los estudios sobre cómo se apli-caron en la práctica estas leyes electoralesestán en ciernes, la intención de las elitesgobernantes de restringir el voto al cerrar elsiglo es significativa y congruente con hallaz-gos en otros lugares de América Latina.14 Loirónico en el Perú es que la tendencia a res-tringir el voto es paralela al ascenso políticodel civilismo, es decir, del Partido Civil (crea-do a inicios de la década de 1870), quesupuestamente venía a democratizar la socie-dad y la política tras casi un siglo de gobier-nos militares. No en vano Basadre bautizó alperiodo de predominio civilista, que coinci-dió con el periodo más prolongado de gobier-nos civiles en el Perú desde la independencia,como “la Republica Aristocrática” (1895-1919). La ironía se ahonda cuando se reparaque el presidente que promulgó la ley electo-ral de 1896, Nicolás de Piérola, llegó al poderno vía elecciones sino tras una masiva movili-zación popular, en la que bandas de monto-neros (muchos de quienes eran probablemen-te analfabetos), jugaron un papel central. Unavez en el poder, el propio Piérola se encargóde desbandar esas mismas montoneras y gue-rrillas para sentar las bases del ejército profe-sional que hoy poseemos.

Lo que propongo, cotejando mis investi-gaciones en el plano militar con la nueva lite-ratura sobre elecciones, no es, por tanto, quela exclusión de los campesinos y poblacionesindígenas analfabetas del estado y de losbeneficios de la ciudadanía sea una merainvención, sino que esta exclusión, en su

forma más violenta, es un fenómeno másreciente; es producto de factores profunda-mente paradójicos relacionados con el proce-so de centralización y fortalecimiento delestado, y dentro de los cuales me limitaré aconsiderar dos: a) la profesionalización delejército y b) la modernización de la infraes-tructura del país a partir de la expansión delsistema de carreteras a las zonas rurales.

La profesionalización del ejército, que seinicia a fines del siglo diecinueve con la llega-da de la Misión Francesa invitada por el pre-sidente Piérola en 1896, supone la creaciónde las escuelas de oficiales que hasta hoy tie-nen vigencia. Esta profesionalización vendráa producir un dislocamiento en la relaciónque los campesinos habían establecido hastaentonces con el estado, sus sociedades regio-nales y la sociedad nacional. Mientras losejércitos caudillistas del siglo XIX dependie-ron del apoyo de sociedades y economíasrurales, incluidos guerrilleros, montoneros,autoridades civiles, arrieros, hacendados y lasmujeres que acompañaban a los soldados (o“rabonas”), con la profesionalización el ejérci-to dependerá menos de estos factores en lamedida en que se convierta en una institu-ción autónoma, dependiente de un presu-puesto estatal. Un ejército que ha institucio-nalizado la educación del soldado devendrámás poderoso institucionalmente y más influ-yente políticamente. Asimismo, en la medidaen que el ejército dependa menos de las eco-nomías rurales, de sus mujeres y de las gue-rrillas, se establecerá como una entidad cre-cientemente masculina y distante de las socie-dades rurales, de las cuales antes dependió tanestrechamente.15 La relación del ejército con

27ÍCONOS 26, 2006, pp. 17-34

La paradoja del autoritarismo: ejército, campesinado y sociedad en el Perú, siglos XIX al XX

13 Véase Chiaramonti (1995: 315-316 y 2005: 325-358).14 Ver, por ejemplo, Annino (1995). Para la evaluación

más reciente del tema de ciudadanía en los Andes, verIrurozqui (2005). Para Argentina ver Sábato (1998),para Colombia ver Sanders (2005), para México verGuardino (2005), para Perú ver Aljovín y López, eds.Historia de las Elecciones.

15 Solemos pensar al ejército como una institución emi-nentemente masculina, pero en el siglo XIX las muje-res que acompañaban a los soldados en sus campañas,las llamadas rabonas, no se circunscribían al planodoméstico sino que formaban parte de las estrategiasmilitares; por ello hay quien las llama “la vanguardiadel ejército”. A fines de la década de 1830, el viajero

Page 12: Las paradojas del autoritarismo:ejército,campesinado y ... · y etnicidad en el Perú,siglos XIX al XX The paradoxes of authoritarianism: ... en los que paradójicamente la exclusión

el campesinado no se interrumpe pero cam-bia de cariz; se vuelve más jerárquica, dejan-do a éste con cada vez menor capacidad demaniobra política en la medida en que lohace más dependiente del estado, allí dondeantes éste dependió de los campesinos. Estep roceso, argumentaré, se cristaliza conVelasco pero sus orígenes pueden rastrearsecon Augusto B. Leguía (1919-1930), un dic-tador civil. En otras palabras, sostendré que laprofesionalización del ejército trajo consigouna “proximidad que separa”. O, para decirloen los elocuentes términos que el historiadorJames Brooks usara para un contexto y acto-res muy diferentes, con la profesionalizaciónel ejército y los campesinos “become closerand closer apart”. Esta “proximidad que sepa-ra”, sostendré, ha alimentado los disloca-mientos que están en la base de las ideologíasmesiánicas y redentoristas por parte del mili-tarismo, con grados que varían de Velasco aHumala. Las doctrinas de seguridad nacional,típicas de la Guerra Fría, cumplieron su pro-pio rol en alimentar el mesianismo militar yserán consideradas en este análisis.

Por otro lado, el advenimiento de lasc a r reteras a las zonas rurales tiene efectoss i m i l a res que no advirtiera Polanyi en L aGran Tra n s f o rm a c i ó n (1944). La expansióndel sistema vial a pueblos que estuviero ni n t e rconectados por rutas de arrieraje elimi-na a los arrieros y pequeños hacendados,personajes claves tanto por su rol art i c u l a d o ren las economías rurales como por su condi-ción de intermediarios políticos entre caudi-llos militares y campesinos. La aparición delas carreteras y, más recientemente, de lascombis (camionetas privadas que ofre c e nt r a n s p o rte público) aumenta la movilidad yp ro m u e ve diversos grados de asimilación y

de integración cultural y económica delcampesinado a la sociedad urbana y nacio-nal, que han sido bien estudiados. Si nembargo, políticamente se ahondan los dis-locamientos. Es decir, los nuevos interme-diarios políticos entre los campesinos y elestado no son más los arrieros, montonero s ,alcaldes y hacendados, sino partidos políti-cos y las ONGs. A diferencia de los antiguosintermediarios, éstos vienen, literalmente, defuera, y tienen poco o nada que ver con lavida material y cotidiana de las comunida-des. En este contexto se entroniza la violen-cia política de Se n d e ro Lu m i n o s o.

Estos dislocamientos políticos, que sonproducto de la modernización del siglo vein-te -una modernización en muchos sentidosexcluyente- han moldeado la percepción his-toriográfica y política de los campesinoscomo históricamente aislados y ajenos a losavatares políticos de la nación y de la forma-ción del estado, que es profundamente equi-vocada.

El factor educativo

La hipótesis que acabo de delinear, al serpuesta a prueba, deberá ser matizada alincluir una variable hasta ahora no mencio-nada: el tema de la educación.16 Pues si bienel proceso de profesionalización del ejércitomarca una distancia económica y materialentre el mundo militar y el universo campesi-no, posibilita, al mismo tiempo el acceso for-mal del campesinado a las esferas de la ins-trucción militar al establecerse el serviciomilitar obligatorio. Anteriormente a este pro-ceso, en las décadas de 1860 y 1870, la agen-da de la educación fue también central alm ovimiento civilista, dejando sentir suimpacto entre los oficiales del ejército que

28ÍCONOS 26, 2006, pp. 17-34

Cecilia Méndez G.

suizo Joahnn Jakob Von Tscudi escribió: “En los ejér-citos hay casi siempre tantas mujeres como hombres.Cuando Santa Cruz entró en Lima, su ejército consis-tió de 7,000 hombres seguidos por 6,000 mujeres”(Johann Jakob Von Tschudi 2003:59).

16 Agradezco a Iván Caro, Lourdes Hurtado y EduardoToche por llamar mi atención sobre este aspecto.

Page 13: Las paradojas del autoritarismo:ejército,campesinado y ... · y etnicidad en el Perú,siglos XIX al XX The paradoxes of authoritarianism: ... en los que paradójicamente la exclusión

estaban más en contacto con el mundo rural.La importancia del tema amerita una últimareflexión.

Usualmente se dice que la única maneraen que los campesinos han conocido el esta-do en las zonas rurales es a través de policías,militares y autoridades abusivas. No dudoque ello sea cierto en incontable casos. Sinembargo, lo que se dice menos es que fue enlos cuarteles donde muchos campesinosaprendieron el castellano y a leer y escribir. Siel ejército ha sido visto, con razón, junto conla policía, como el brazo represivo del estado,fue también un ente “c i v i l i z a t o r i o”. EnEcuador los militares impartieron educacióna las poblaciones indígenas de manera nomuy distinta a la que lo hicieron los misione-ros y los maestros, particularmente en laszonas fronterizas de la amazonía, donde nollegaban ni escuela ni iglesia (Ortiz 2006). EnBolivia el servicio militar obligatorio repre-senta para poblaciones rurales muy pobres laúnica manera de acceder a la escuela, y cons-tituye un verdadero “rito de pasaje” hacia lacondición de “hombre”, y no únicamente enel campo.17 Según Juan Ramón Qu i n t a n a ,muchos usan el servicio militar como unafuente de estatus, autoestima y mov i l i d a dsocial que compensa el estigma asociado a unaeducación primaria y secundaria inconclusa( Quintana 1998). En el Perú la educación delos campesinos en los cuarteles tuvo re p e rc u-siones políticas que no han sido suficiente-mente ponderadas. Por ejemplo, en las prime-ras dos décadas del siglo XX, los “licenciados”(personas que han realizado su servicio mili-tar) y en algunos casos los sargentos, se con-v i rt i e ron en dirigentes campesinos que defen-d i e ron los intereses de sus comunidades fre n-te al creciente despojo las haciendas. La histo-riografía ha pasado virtualmente inadve rt i d o

el hecho de que uno de los más carismáticosl í d e res campesinos del Cu zco en la época deLeguía, Domingo Hu a rca, fuera un sargento.Hu a rca, que murió descuartizado por agentesde los gamonales en la provincia de Espinar,tras defender los intereses comerciales de lascomunidades indígenas por sobre los de lashaciendas, es hasta hoy rememorado como unm á rtir por los comuneros de la prov i n c i a .1 8

No era un caso aislado. St e ven Pent sostieneque la dirigencia del Comité Pro - De re c h oIndígena Tawantinsuyu (CPDIT), la primeraorganización pan nacional que agrupaba alcampesinado indígena peruano para lucharpor sus derechos, estaba compuesta en part e

29ÍCONOS 26, 2006, pp. 17-34

La paradoja del autoritarismo: ejército, campesinado y sociedad en el Perú, siglos XIX al XX

17 Comunicación personal con Enrique Herrera, quienincluso refiere que en Bolivia hay quienes pagan paraser admitidos en el servicio militar (Lima, julio de2005).

18 Ver Steven Pent, Tesis de maestría en curso, Programade Estudios Latinoamericanos e Ibéricos, Universidadde California en Santa Bárbara.

Page 14: Las paradojas del autoritarismo:ejército,campesinado y ... · y etnicidad en el Perú,siglos XIX al XX The paradoxes of authoritarianism: ... en los que paradójicamente la exclusión

por licenciados, así como por la plana dem a e s t ros voluntarios de las escuelas ru r a l e sc readas por dicha organización, que en susorígenes contó con el aval del gobierno deLeguía. Pent llega a afirmar que la influenciade licenciados en la dirigencia del mov i m i e n-to explica en parte no sólo la disciplina yorganización del CPDIT sino sus rasgos mar-ciales, expresados a veces en desfiles donde sep roclamaban los “d e rechos indígenas”1 9. Lahistoria de los sargentos y licenciados-lídere scampesinos en la época de Leguía se re p i t e ,aunque en un contexto y con un enemigomuy distintos, con la historia de los ro n d e ro s -licenciados en la época del senderismo.

Incluso las poderosas organizaciones obre-ras y campesinas de Bolivia, que no tienen paren el Perú, se nutrieron, en sus inicios, dere s e rvistas que volvían de la Guerra del Chaco.En efecto, los nuevos partidos de izquierda quesurgen en las décadas de 1930 y 1940, inclui-dos el POR, PIR y MNR, tienen como “p r i n-

cipal soporte orgánico… a las asociaciones deex-combatientes, que le abrieron el acceso nosólo a la nueva generación militar, sino tam-bién al emergente sindicalismo obre ro y cam-pesino en distintas regiones del país”2 0.

La historiografía peruana no es ajena a laasociación entre personajes militares y suble-vaciones campesinas. Resaltan, por un lado,el caso del coronel Juan Bustamante, uno delos iniciadores del indigenismo social en elsiglo XIX, fundador de la Sociedad Amiga delos Indios, que muriera decapitado en 1868en una violenta represión contra una rebelióncampesina que se le acusaba de haber instiga-do en la provincia de Huancané (Puno). Porotro lado, está el ya célebre mayor TeodomiroGu t i é r rez Cu e vas, más conocido como“Rumi Maqui”, asociado con otra rebelióncampesina en Puno en 1915. Sin embargo,no se ha reflexionado suficientemente sobreel origen militar de estos personajes. No creoque se trate de meras coincidencias. Nos atre-vemos a afirmar, más aún, que el indigenismodel coronel Bustamante puede haber influidode manera directa en el pensamiento liberalde comienzos del siglo XX, específicamenteen las ideas de uno de los más acérrimos crí-ticos de la política peruana y el militarismo,Manuel Gonzáles Prada. Su célebre frase “noforman el verdadero Perú las agrupaciones decriollos y extranjeros que habitan en la faja dela tierra situada entre el Pacífico y los Andes;la nación está formada por las muchedum-bres de indios diseminados en la banda orien-tal de la cordillera”, parece una paráfrasis deun texto de Juan Bustamante21. En otras pala-bras, si bien se ha tratado de ver al ejército

30ÍCONOS 26, 2006, pp. 17-34

Cecilia Méndez G.

20 Ver Zavaleta (1977:106).21 Bustamante escribió: “No sólo constituye la nación

peruana la asociación de individuos moradores de lacosta del Perú sino también los pueblos de indios delinterior…”, a lo cual agregó: “mi lema y mi programason que los indios no sean excluidos de los beneficiossociales que la esplendente independencia del Perúprodiga a los blancos”. Ver Bustamante (1867, citadoen Cotler 2005: 37). Para el texto de Gonzales Prada19 Ibidem.

Page 15: Las paradojas del autoritarismo:ejército,campesinado y ... · y etnicidad en el Perú,siglos XIX al XX The paradoxes of authoritarianism: ... en los que paradójicamente la exclusión

como un ente separado de la sociedad civil,esto es mucho más acertado en tiemposrecientes en que el ejército se consolida como“institución cerrada”22. Muchas veces se olvi-da que esta separación fue un producto histó-rico y no un hecho inmutable.

Bien es cierto que los gérmenes de estaseparación existían con anterioridad al sigloXX. Desde el momento en que los Borbonesen la segunda mitad del sigo XVIII instituyenen sus colonias de ultramar el “fuero militar”para alentar la formación de milicias quedefiendan al reino contra las los imperiosrivales y sublevaciones internas, surge la ideade una casta militar que, como la casta reli-giosa, tiene códigos específicos que la prote-gen de las leyes que juzgan a la poblacióncivil; este sentido de “privilegio de casta” seríaheredado por el ejército de la temprana repú-blica23. Sin embargo, varios factores impidie-ron que la línea divisoria entre militares ypoblación civil fuera muy marcada hastatiempos más recientes. Uno de ellos es el esta-do constante de guerras civiles que enfrenta-ban a los caudillos militares entre sí, y notanto contra población civil; no estabandadas entonces las condiciones para la emer-gencia de una “mentalidad militar” definidapor oposición a los civiles. A ello se sumaba ladependencia logística y humana en que losjefes militares se encontraban con respecto alas poblaciones civiles, principalmente rura-les, y que ya hemos mencionado, que impe-día un aislamiento radical, incluso espacial,

de los militares con respecto a la poblacióncivil. A mediados del siglo XIX, cuando serealizaba la odiada leva, los levados eranreclutados en una iglesia o capilla, a falta deun cuartel; esta práctica continuó hasta entra-do el siglo XX24. Es sólo con la institucionali-zación del ejercito, y el consiguiente fin de lasguerrillas y montoneras, en suma, con la pro-fesionalización, que el ejército emerge comouna “institución cerrada” con sus espaciospropios y una cultura y valores marcadamen-te diferenciados de los civiles25. Este estado decosas no puede proyectarse al siglo XIX.

Reflexiones finales

Este ensayo ha querido mostrar la utilidad deun enfoque histórico para entender pro c e s o spolíticos y sociales recientes que vinculan ale j é rcito con el campesinado y las poblacionesllamadas indígenas. Nu e s t ro recorrido por larelación militares-campesinos ha querido irmás allá de los lugares comunes sobre milita-rismo para subrayar la importancia del ejérc i t oen la organización y movilización política delcampesinado, de un lado, y de otro, el carácterre l a t i vamente reciente de la separación socie-dad civil-militares. Asimismo, hemos cuestio-nado otros presupuestos que con mucha facili-dad se proyectan al pasado, pese a que surgie-ron para explicar realidades más re c i e n t e s ,como la expandida idea de que la sierra y sushabitantes estuvieron excluidos de la vidanacional y de la ciudadanía “desde siempre” .

31ÍCONOS 26, 2006, pp. 17-34

La paradoja del autoritarismo: ejército, campesinado y sociedad en el Perú, siglos XIX al XX

ver sus E nsayos Escogidos, selección y prólogo deAugusto Salazar Bondy (Lima: Patronato del LibroPeruano, Empresa Gráfica Scheuch, 1956), p. 22.

22 So b re el concepto de “institución cerrada” ve rLourdes Hurtado (2004).

23 Véase José Ragas (2005: 40 y 41) y Leon G.Campbell (1978). El estudio por excelencia del ejérci-to en la época caudillista temprana sigue siendo el deJorge Basadre . La Iniciación de la República (1929-30), recientemente reeditados por la Universidad deSan Marcos. Según Basadre el fuero militar subsistióhasta 1856.

24 Véase el testimonio de 1851 del viajero E.S.Lavandais en Jorge Basadre, La Iniciación tomo I, p96-97. Esta práctica subsistió hasta entrado el sigloXX; véase Mario Razzeto (1982: 66).

25 Sobre la cultura del ejército peruano en el siglo XXvéase Lourdes Hu rtado, “Uniformes, hombres yarmas”. Según Nunn (1979), el “profesionalismo mil-itar” surge precisamente cuando los militares desar-rollan una “mentalidad uniforme”, que se mantienepese a los cambios de gobierno, y se define en contra-posición a los civiles.

Page 16: Las paradojas del autoritarismo:ejército,campesinado y ... · y etnicidad en el Perú,siglos XIX al XX The paradoxes of authoritarianism: ... en los que paradójicamente la exclusión

La historia no funciona, pues, de forma linealy pro g re s i va. Es sinuosa y pude ser circ u l a r.

Precisamente, la realidad que nos ha con-vocado a discutir estos temas -una guerra civilreciente entre peruanos- rompe con el patróndel ejército profesional que hemos descritopara el siglo XX y nos remite a un escenariomás afín al siglo XIX, pródigo en guerras civi-les. Como entonces, en la reciente guerra civile n t re el Estado y Se n d e ro Luminoso, el ejérc i-to por sus solas fuerzas no pudo batir al ene-migo y, como entonces, también tuvo querecurrir a la movilización campesina -los ro n-d e ros- que, asumiendo el papel de guerrillero sdecimonónicos, jugaron un rol decisivo en eldesenlace del conflicto interno. Como en elsiglo XIX, los militares dependieron inconta-bles veces para su subsistencia de los re c u r s o sque les pro p o rcionara la población campesina,los que a veces les eran arrebatados a la fuerz a .La diferencia es que mientras en el siglo XIXlos guerrilleros se alineaban en última instan-cia detrás de un caudillo militar, los ro n d e ro sse organizaban sobre bases comunales.

Pese a que la guerra ha terminado hace yavarios años, existen aprox i m a d a m e n t e250.000 ronderos que se resisten a ser desar-mados. Sobre ello la prensa y los analistassociales parecieran haber tendido un mantode silencio. Otro silencio, censor o temeroso,pesa sobre la época y las reformas de Velasco,muchas de las cuales, por haber quedadoinconclusas, se manifiestan hoy como unademanda latente. ¿Por qué pues sorprenderseque un candidato militar cuestionado porpresuntos delitos contra los derechos huma-nos haya tenido un apoyo tan vasto entre loscampesinos en las últimas elecciones presi-denciales? Estas son realidades y silencios alos que es moralmente necesario pre s t a rmayor atención, esto es, si se quieren evitarnuevos baños de sangre y una vuelta circularal caudillismo de otros tiempos.

Bibliografía

Aljovín de Losada, Cristóbal y Sinesio López, edi-tores, 2005, Historia de las Elecciones en elPerú, Instituto de Estudios Peruanos, Lima.

Annino, Antonio, 1995, Historia de las eleccionesen Iberoamérica, siglo XIX, Fondo de CulturaEconómica, Argentina.

Basadre, Jorge, 2002 [1929], La Iniciación de laRe p ú b l i c a, Tomo I, Un i versidad Na c i o n a lMayor de San Marcos, Lima.

Beattie, Peter, 2001, The Tribue of Blood, DukeUniversity Press, Dirham.

Burns, Bradford, 1980, The Poverty of Progress:Latin America in the Nineteenth Ce n t u ry,University of California Press, Berkeley.

Caballero Marín, Víctor, 2006, “En busca delvoto rural”, en Quehacer No. 159, DESCO,Perú.

Campbell, Leon, 1978, The Military and Societyin Colonial Peru 1750-1810, The AmericanPhilosophical Society, Filadelfia.

Chiaramonti, Gabriela, 2005, “A Propósito delDebate He r re r a - G á l vez de 1849: Bre ve sReflexiones sobre el Sufragio de los indiosAnalfabetos”, en Cristóbal Aljovín de Losada ySinesio López, Historia de las Elecciones en elPerú, Instituto de Estudios Peruanos, Lima.

—————, 2004, “Los Nudos del Sufragio: unproblema de gobernabilidad republicana”, enCarmen Mc Evoy, editora, La Ex p e r i e n c i aBurguesa en el Perú, Iberoamericana-Vervuert,Madrid-Frankfurt.

—————, 1995, “Andes o Nación: LaReforma Electoral de 1896 en el Perú”, enAntonio Annino, coordinador, Historia de lasElecciones en Iberoaméricia, siglo XIX, Fondode Cultura Económica, Argentina.

Comisión de la Ve rdad, 2003, In f o rme delComisión de la Verdad y Reconciliación, Perú.

Cotler, Julio, 2005, Clases, Estado y Nación en elPeru, Instituto de Estudios Peruanos, Lima.

Degregori, Carlos Iván, José Coronel, Poncianodel Pino, y Orin Starn, 1996, Las RondasCampesinas y la Derrota de Sendero Luminoso,

32ÍCONOS 26, 2006, pp. 17-34

Cecilia Méndez G.

26 Las cifras corresponden al año 2004. Agradezco lareferencia a Eduardo Toche.

Page 17: Las paradojas del autoritarismo:ejército,campesinado y ... · y etnicidad en el Perú,siglos XIX al XX The paradoxes of authoritarianism: ... en los que paradójicamente la exclusión

Instituto de Estudios Peruanos, Lima.Flores-Galindo, Alberto, 1999, La tradición auto -

ritaria: violencia y democracia en el Perú, Casade Estudios del Socialismo, Lima.

Gonzales Prada, Manuel, 1956, Ensayos escogidos,Patronato del Libro Peruano, Empresa GráficaScheuch, Lima (selección y prólogo deAugusto Salazar Bondy).

Gootenberg, Paul, 1991, “Population andEthnicity in Early Republican Peru: SomeRevisions”, en Latin American Research ReviewNo. 26, Universidad de Texas.

Gu a rdino, Pe t e r, 2005, The Time of Li b e rt yPopular Political Culture in Oaxaca, 1750-1850, Duke University Press.

Hurtado, Lourdes, 2004, “Uniformes, hombres yarmas: una aproximación civil sobre la culturamilitar del Ejército Peruano”, monografía iné-dita, Lima.

Irurozqui, Marta, editora, 2005, La mirada esqui -va: reflexiones históricas sobre la interacción delestado y la ciudadanía en los Andes (Bolivia,Ecuador y Perú) siglo XIX, Consejo Superior deInvestigaciones Científicas, Madrid.

Jacobsen, Nils y Alejandro Diez Hurtado, 2002,“Montoneras, La Comuna de Chalaco y larevolución de Piérola: La sierra piurana entreel clientelismo y la sociedad civil”, en EscobarOhmstede, Antonio y Romana Falcón, coor-dinadores, Los ejes de la disputa: movimientossociales y actores colectivos en Ame?rica Latina,siglo XIX, Cuadernos de Hi s t o r i aLatinoamericana No. 10, AHILA ,Iberoamericana, Vervuert, pp. 57-131.

Jakob Von Tschudi, Johann, 2003, El Peru, esbo -zos de viajes realizados entre 1838 y 1842,Fondo Editorial de la Pontificia UniversidadCatólica, Lima.

López Alves, Fernando, 2000, Democracy andState Fo rmation in Latin Am e r i c a , Du k eUniversity Press, Dirham.

Lynch, John, 1992, Caudillos in Spanish America,Clarendon Press, Oxford.

Mallon, Florencia, 1995, Peasant and Nation: TheMaking of Postcolonial Mexico and Pe ru ,

University of California Press, Berkeley.—————, 1987, “National and Antistate

Coalitions in the War of the Pacific: Junín andCajamarca, 1879-1902”, en Steve Stern, edi-tor, Resistance, Rebellion and Consciousness inthe Andean Peasant Wo rld: 18th to 20thCe n t u r i e s , Un i versity of Wisconsin Pre s s ,Madison.

Manrique, Nelson, 2003, “Carta Abierta a RaúlWiener”, documento circulado por Internet.

—————, 1981, Las guerrillas indígenas en laguerra con Chile, Centro de Investigación yCapacitación, Lima.

Méndez, Cecilia, 2005a, The Plebeian Republic:The Huanta Rebellion and the Making of thePeruvian State, 1820-1850, Duke UniversityPress, Durham.

—————, 2005b, “Tradiciones Liberales enlos Andes o la ciudadanía por las armas”, enMarta Irurozqui, editora, La mirada esquiva:reflexiones históricas sobre la interacción del esta -do y la ciudadanía en los Andes (Bolivia,Ecuador y Perú) siglo XIX, Consejo Superior deInvestigaciones Científicas, Madrid.

—————, 2004, “Tradiciones liberales en losAndes: militares y campesinos en la formacióndel estado peru a n o”, en Es t u d i o sIn t e rdisciplinarios de América Latina y elCaribe, vol. 15, No. 1, Tel Aviv University.

—————, 2002, “El Poder del nombre o laconstrucción de identidades nacionales y étni-cas en el Perú: mito, historia y los iquichanos”,Documento de Trabajo, Instituto de EstudiosPeruanos, Lima.

—————, 2000, “La tentación del olvido: gue-rra, nacionalismo e historia en el Perú”, en D i á -logos en Hi s t o r i a , No. 2, UNMSM, p. 231-248.

—————, 1997, “Pactos sin tributo: caudillosy campesinos en el nacimiento de la repúbli-ca”, en Rossana Barragán, et al, En siglo XIX enBolivia y América Latina, Coordinadora deHistoria, La Paz.

No rth, Liisa, 2004, “State Building, St a t eDismantling and Financial crises in Ecuador”,en Joe Marie Burt y Phillip Mauceri, editores,

33ÍCONOS 26, 2006, pp. 17-34

La paradoja del autoritarismo: ejército, campesinado y sociedad en el Perú, siglos XIX al XX

Page 18: Las paradojas del autoritarismo:ejército,campesinado y ... · y etnicidad en el Perú,siglos XIX al XX The paradoxes of authoritarianism: ... en los que paradójicamente la exclusión

Politics in The Andes, University of PittsburghPress.

Novoa, Mauricio, 2004, “La civitas inconclusa:ideas sobre la soberanía de la nación en 1860-1900”, en Carmen Mc Evoy, editora, L aExperiencia Bu r g u e s a, Ib e ro a m e r i c a n a -Vervuert, Madrid-Frankfurt.

Nugent, David, 1997, Modernity at the Edge ofEmpire: State, individual and nation in thenorthern peruvian andes 1885-1935, StanfordUniversity Press, Stanford.

Nunn, Federick, 1979, “Professional Militarismin Pe ru: Historical and T h e o re t i c a lBackground of the Golpe de Estado of 1968”,en Hispanic American Historical Review, vol 59no. 3.

Ortiz, Cecilia, 2006, Indios, militares e imagina -rios de nación en el Ecuador del siglo XX,FLACSO-Ecuador, Abya-Yala, Quito.

Páez, Ángel, 2006, “El voto paradójico de las víc-timas”, documento circulado por Internet.

Pajuelo, Ramón, 2006, “La Gente se ha pasado lavo z”, en Ar g u m e n t o s No 4, Un i ve r s i d a dAutónoma Metropolitana, México.

Quintana Taborga, Juan Ramón, 1998, Soldados yciudadanos. Un estudio crítico sobre el serviciomilitar obligatorio en Bolivia, Pro g r a m aEstratégico en Bolivia, La Paz.

Ragas, José, 2005, “El discreto encanto de la mili-cia: ejército y sociedad en el Perú borbónico”,en Gabriela Chiaramonti, Ciudadanía y repre -sentación el Perú 1808-1860: los itinerarios dela soberanía, UNMSM, Lima.

Razzeto, Mario, 1982, Don Joaquín, testimonio deun artista popular andino, Instituto deEstudios Peruanos, Lima.

Rivera Cusicanqui, Silvia, 1984, Oprimidos Perono Vencidos: Las luchas del campesinado aymaray quechua de Bolivia, 1900-1980,UNRIDS/CSUTCB, Ginebra.

Rodríguez Sequeiros, Humberto, 2006, “La edu-

cación pre-militar en el Perú 1939-1956”,ponencia presentada a LASA-Puerto Rico.

Sábato, Hilda, 1998, La política en las calles: entreel voto y la movilización, Buenos Aires 1862-1880, Editorial Sudamericana, Buenos Aires.

Sanders, James, 2005, Contentious Republicans:Popular Politics, Race, and Class in Nineteenth-Century Colombia, Duke University Press.

Starn, Orin, 1999, Night watch: The Politics ofProtest in the Andes, Duke University Press,Durham.

Stern, Steve, editor, 1998, Shining and OtherPaths, War and Society in Peru, 1980-1995,Duke University Press, Duhram.

Tapia, Carlos, 1997, Las Fu e rzas Armadas ySe n d e ro Lu m i n o s o, Instituto de EstudiosPeruanos, Lima

Taylor, Lewis, 1986, Bandits and Politics in Peru:Landlord and Peasant Violence in Hualgayoc1900-1930, Cambridge University Press.

—————, 1990, Society and Politics in LateNineteenth Century Peru: Contumazá 1876-1900, Liverpool.

Vallenilla Lanz, Laureano, 1983 [1919],Cesarismo democrático. Obras completas, TomoI, Universidad de Santa María, Caracas.

Villanueva, Víctor, 1973, Ejército peruano: delcaudillaje anárquico al militarismo reformista,Editorial Juan Mejía Baca, Lima.

—————, 1972, 100 Años del ejército peruano.Frustraciones y cambios, Editorial Juan MejíaBaca, Lima.

—————, 1969, ¿Nueva Mentalidad Militaren el Perú?, 3ª edición, Editorial Juan MejíaBaca, Lima.

—————, 1962, El militarismo en el Perú,Impresa Gráfica T. Scheuch, Lima.

Vinson, Ben III, 2001, Bearing Arms for HisMajesty, Stanford.

Walker, Charles, 1999, Smoldering Ashes: Cuzcoand the Creation of Republican Peru

34ÍCONOS 26, 2006, pp. 17-34

Cecilia Méndez G.