La Nueva Historia Socio Cultural. Peter Burke

download La Nueva Historia Socio Cultural. Peter Burke

of 11

Transcript of La Nueva Historia Socio Cultural. Peter Burke

  • 8/10/2019 La Nueva Historia Socio Cultural. Peter Burke

    1/11

    La Nueva Historia Socio-CulturalAuthor(s): Peter Burke and Jos CarazoSource: Historia Social, No. 17 (Autumn, 1993), pp. 105-114Published by: Fundacion Instituto de Historia SocialStable URL: http://www.jstor.org/stable/40340348.

    Accessed: 15/11/2014 22:31

    Your use of the JSTOR archive indicates your acceptance of the Terms & Conditions of Use, available at.http://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsp

    .JSTOR is a not-for-profit service that helps scholars, researchers, and students discover, use, and build upon a wide range of

    content in a trusted digital archive. We use information technology and tools to increase productivity and facilitate new forms

    of scholarship. For more information about JSTOR, please contact [email protected].

    .

    Fundacion Instituto de Historia Socialis collaborating with JSTOR to digitize, preserve and extend access to

    Historia Social.

    http://www.jstor.org

    http://www.jstor.org/action/showPublisher?publisherCode=fihshttp://www.jstor.org/stable/40340348?origin=JSTOR-pdfhttp://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsphttp://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsphttp://www.jstor.org/stable/40340348?origin=JSTOR-pdfhttp://www.jstor.org/action/showPublisher?publisherCode=fihs
  • 8/10/2019 La Nueva Historia Socio Cultural. Peter Burke

    2/11

    LA

    NUEVAHISTORIA

    SOCIO-CULTURAL

    PeterBurke

    La

    denomination

    nueva"

    istorias mas

    ntigua

    e

    o

    que

    su nombre

    ugiere,

    a que

    ha

    estado

    n

    circulation,

    or

    o

    menos,

    esde

    principios

    e

    nuestro

    iglo.

    Desde

    luego,

    nunca a

    habido,

    ue yo

    sepa,

    una sola forma

    rtodoxa

    e escribir

    istoria: erodoto

    Tucidides,or jemplo,epresentaniferentescercamientosl pasado.Ennuestroiglo,

    sin

    mbargo,

    e

    da la

    circunstancia

    e

    que

    el modelo

    istoriografico

    ccidental

    e ha visto

    fragmentado

    n

    diversas

    endencias

    puestas

    l

    tiempo ue

    era

    ada

    vez mas

    mpliamente

    aceptado

    nAsia

    y

    Africa.

    A

    comienzos

    el

    siglo

    einte,

    l modelo

    istoriografico

    ominante

    ra l de

    a escue-

    la de

    Leopold

    on

    Ranke,

    egun

    l

    cual a

    tarea el

    historiador

    onsistiasencialmente

    n

    relatar

    a historia

    e los

    grandes

    contecimientos

    oliticos

    de los

    lideres

    oliticos

    mas

    importantes.

    l modelo e

    Ranke

    ra l modelo

    ominante,

    ero

    nunca

    e alzo

    conel

    mo-

    nopolio a

    que

    siempre

    oexistio

    onotros

    ipos

    e

    historia.

    uede

    ue

    a historia

    ultural,

    por jemplo

    que

    se

    remonta

    l

    menos asta

    a

    mitad el

    siglo

    dieciocho,

    asta

    l

    Essai

    sur

    es

    Moeurs e

    Voltaire-,

    o

    fuera omada

    emasiado

    n

    serio

    or

    os

    seguidores

    e

    Ranke, ero

    si

    y

    todo

    e

    continuo

    scribiendo.

    os

    obras

    historicas

    lasicas,

    ultur er

    Renaissancen talien1860)deJacob urckhardtHerfsttijerMiddeleeuwen1919)

    de Johan

    uizinga,

    retendieron

    intar

    l

    retratoe

    una

    poca,

    y partieron

    ara

    llo de

    as

    obras

    de arte

    y

    la literatura

    unque

    omaron

    n consideration

    anto

    as formas

    ociales

    como

    as

    artisticas.

    u

    postulado

    e

    que

    toda

    pocaposee

    una

    unidad

    ulturaloe

    echaza-

    do

    por

    os historiadores

    ociales,

    specialmente

    or

    os

    marxistas,

    ue

    argumentaban

    ue

    los

    diferentes

    rupos

    ociales

    clases

    enian

    u

    propia

    ultura

    cultura

    e as

    elites,

    ultu-

    ra

    popular,

    ultura

    urguesa,

    ultura

    lerical,

    tc.).

    El modelo

    e Ranke

    ue ambien

    riticado

    or

    os historiadores

    conomicos,

    ue ya

    sugerian

    principios

    e

    siglo

    ue

    el

    historiador

    ebia

    nalizar

    structuras

    n vez

    de narrar

    acontecimientos

    dedicarse

    l estudio

    e

    as estadisticas

    on

    el

    fin

    e

    reconstruir

    as ten-

    dencias

    conomicas.

    ernando

    raudel

    odria

    ambien

    er

    descritoomo

    un

    historiador

    economicoonuna nusualnchuraemiras. espuesdetodo, uvision e la "historia

    total"

    histoire

    otale),

    na

    historia

    ue

    ncluiria

    todos

    os

    hombres

    mujeres

    que

    estu-

    diaria

    odas

    as

    formase

    actividad

    umana,

    e

    combinaba

    n

    a

    practica

    on l

    presupues-

    tode

    que

    a historia

    eal

    ra a historia

    e

    a

    "cultura

    aterial"

    civilization

    aterielle)

    La historia

    conomica

    la

    historiae

    la

    estructura

    ocial

    incluyendo

    a

    demografia

    historica),

    l

    poner

    on

    firmezal

    enfasis

    n as estructuras

    en as

    grandes

    endencias

    1

    J.

    H.

    Robinson,

    The

    New

    History,

    ueva

    York,

    1912.

    Historia

    ocial,

    n.

    17,

    otono

    1993,

    pp.

    105-1

    4.

    105

    This content downloaded from 201.148.81.39 on Sat, 15 Nov 2014 22:31:01 PMAll use subject to JSTOR Terms and Conditions

    http://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsphttp://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsphttp://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsp
  • 8/10/2019 La Nueva Historia Socio Cultural. Peter Burke

    3/11

    largo lazo, odrian

    hora

    er

    nglobadas

    entroe a

    vieja

    nueva istoria".in

    mbargo,

    desde l final e los

    aiios

    etenta,

    emos ido

    testigos

    e una

    reaction

    ontra stanueva

    historia,

    ue

    ha

    sido ildada

    or

    muchos

    e deterministacasi nhumana.

    l

    intentoe es-

    cribiro

    que

    podriamos

    lamar unahistoriaon

    rostro umano"

    que surgio racticamen-

    te l mismo

    iempo ue

    el

    famoso socialismo e rostro umano"

    e

    Dubcek)

    a

    adoptado

    una

    serie e formas

    iferentes

    aunque uizas

    no tan

    diferentes

    omo

    podrianarecer

    n

    principio).

    Talesformas

    ncluyen

    navuelta

    la

    narrativa,

    navuelta

    la

    historia

    olitica,

    nclu-

    so

    a

    la "alta

    politica",

    ,

    o

    que

    es

    mas

    mportante,

    l

    surgimiento

    e una nueva

    istoria

    mas

    nueva,

    ue

    se

    caracteriza

    or

    un

    evidente

    esplazamiento

    el

    eje

    de interes acia a

    historia

    ultural en a

    que

    "cultura"e

    entienden

    un

    entidoato

    ue ncluye

    a vida o-

    tidiana

    e

    la

    gente

    omun,

    os

    objetos

    materialese los

    que

    esta

    e rodea

    y

    las diversas

    formas e

    percibir

    imaginar

    u

    mundo. estemodode hacer

    istorias

    al

    que

    denomi-

    no "historia

    ocio-cultural".os

    marxistasstabannteresadosn

    a relacion

    ntre

    ultura

    y

    sociedad,

    ntre

    a

    superestructura

    la

    infraestructura.os

    nuevos istoriadoresocio-

    culturales

    nvierten

    starelacion

    ya que

    consideranominante la

    superestructura)

    ,

    dicho

    onmas

    precision,

    iisionana

    sociedad a cultura. e

    ahi a denominacionctual

    "historiaocio-cultural".

    No es facil

    nalizar on

    perspectiva

    istoricaste

    ugestivo

    cercamiento

    ue

    se

    en-

    cuentraodavia n

    pleno

    desarrollo en

    el

    que,

    como

    Gareth tedman ones

    Roger

    Chartier,

    o

    mismo e

    ugado

    un

    papel.

    Me

    limitare,

    n

    principio,

    decir

    ue

    dicho nfo-

    que

    ha

    abierto

    uevas

    erspectivas

    ha

    luminado

    artes

    e

    a

    historia

    ue

    otras

    proxima-

    ciones

    ejaron

    n a

    sombra;

    ambien

    engo ue

    decir

    ue

    estano es la linica

    orma e

    his-

    toria

    ue

    vale

    la

    pena practicar.

    ste articulo

    ratara

    e

    explorar

    os

    puntos

    uertes

    debiles e

    este

    ipo

    e

    historia,

    anto

    us imitaciones

    omo us

    ogros.

    Los

    llamados

    nuevos"

    istoriadoresescriben

    menudou

    trabajo

    on

    cuatro rases

    o

    lemas.

    l

    primero,

    ue

    se

    oye

    obre

    odo n

    Alemania,

    s "la

    historia e lo cotidiano"

    (Alltagsgeschichte).

    ajo

    esta

    denominacion

    o

    tambien

    ituaria

    a

    historiae as

    practicas

    sociales culturales,ncluyendol estudio e as"reglas",rincipiosconvencionesub-

    yacentes

    n a

    vida

    otidiana,

    o

    que

    Pierre

    ordieulama a

    "teoria e a

    practica"

    Ste-

    phen

    Greenblatta

    "poetica

    e

    a

    cultura".

    El

    segundo,

    n este

    aso una

    expresion

    nglesa,

    s

    "la historia

    esde

    bajo"

    history

    from elow),

    ue

    se refiere

    o solo a la

    historia

    e a

    gente

    omun,

    os de

    abajo,

    ino am-

    bien la

    historia

    ista

    esde a

    perspectiva

    e la

    gente

    omun

    que

    cobija,

    ajo

    este er-

    mino,

    n

    variado

    onjunto

    e

    grupos

    ubordinados,

    arginales,

    errotados

    silenciados.

    En

    Gran

    retana,

    ste

    metodoe

    asocia

    specialmente

    on

    History

    orkshop,

    uskin o-

    llegey

    Raphael

    amuel,

    ero

    e

    encuentran

    rupos

    imilares

    racticamente

    ntodos

    que-

    llos

    ugares

    n

    os

    que

    se

    estudiaa

    historia

    e

    la

    cultura

    opular,

    o solo en

    Europa

    ino

    en

    muchos

    tros itios

    por

    jemplo,

    l

    grupo

    e

    historiadores

    indues

    irigidos

    or

    Rana-

    jit

    Guha

    uyo

    ampo

    de

    estudio

    llos

    mismos efinen

    omo

    Estudios

    ubalternos",

    n

    otras alabraslestudio e oqueGramscilamabaasclassi ubalterni).

    La

    tercera

    rase,

    cunada n

    talia,

    s

    microstoria,

    microhistoria",

    define n

    tipo

    de

    historia

    ue

    estudia

    l

    pasado

    desde l

    punto

    e vista e a

    pequena

    omunidad,

    ea esta

    una

    ldea,

    na

    calle

    o

    una

    familia.

    ste

    cercamientoe hizo

    famoso

    espues

    e

    la

    publi-

    cation

    asi

    simultanea,

    mitad

    e

    los anos

    etenta,

    e dos

    ibros,

    lformaggio

    i vermi

    2

    A.

    Ludtke,

    "The

    Historiography

    f

    Everyday

    ife",

    en R.

    Samuel

    y

    G. Stedman

    Jones,

    ds.,

    Culture,

    Ideology

    nd

    Politics,

    Londres,

    1982,

    pp.

    38-54;

    R. van

    Dulmen,

    Kulturund

    Alltag

    n der

    Friihen

    Neuzeit,

    vols.,

    Munich,

    1990;

    P.

    Bordieu,

    Esquisse pour

    une

    theorie

    e

    la

    pratique,

    Paris,

    1972;

    S.

    Greenblatt,

    Sha-

    kespearian

    Negotiations,

    xford,

    988.

    06

    I

    This content downloaded from 201.148.81.39 on Sat, 15 Nov 2014 22:31:01 PMAll use subject to JSTOR Terms and Conditions

    http://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsphttp://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsphttp://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsp
  • 8/10/2019 La Nueva Historia Socio Cultural. Peter Burke

    4/11

    [El

    quesoy

    os

    gusanos]

    e Carlo

    Ginzburg,

    ue

    tratabae reconstruirl mundo

    mental e

    un olo

    ndividuo,

    Montaillou,

    e Emmanuele

    Roy

    Ladurie,

    ue

    se basaba n os "es-

    tudios e comunidades"e

    sociologos

    antropologos

    ociales.

    La

    cuarta

    rase,

    omiinmentesada

    n

    Francia,

    s la

    histoirees

    mentalites,

    se re-

    fiere unahistoria

    ue

    nvestiga

    o tanto

    as ideas

    formuladasonscientementeomo as

    nociones o

    expresadas.

    ctualmentestadenomination

    sta iendo

    rogresivamente

    e-

    emplazadaor l terminorepresentaciones"fomentadoor a existenciae unarevista

    californiana

    e ese nombre

    imdada

    or

    Greenblatt).

    El

    logro

    mas monumentale este

    tipo

    de historias el masivo

    studio e Francia

    n siete

    oliimenes

    ompilado or

    Pierre

    Nora,

    es lieux

    e

    memoire,

    na

    empresa

    olectiva

    ue

    esta

    iendo hora mitadan otros

    lugares

    Gran

    retana,

    ortugal,

    tc.).

    Un

    rasgo

    lamativoe a

    nueva istoriaociocultural

    s la vuelta l

    individuo,

    ero

    n

    esta casion

    o al

    "gran

    ombre",

    ino l hombre

    la

    mujer

    rdinarios.os microhistoria-

    dores an

    producido

    ividos

    etratose

    individuos,

    esde

    l Menocchio e

    Ginzburg

    l

    Pierre

    lerge

    e Le

    Roy

    Ladurie,

    algunos

    e

    ellos,

    omo

    Giovanni

    evi,

    opinan ue

    el

    fin

    de la microhistoria

    s revelar

    l

    margen

    e action

    y

    de

    libertad

    ue

    el

    pueblo

    lano

    podia

    ncontrarn os ntersticios

    e as estructuras

    ociales.

    Hay

    simismo n creciente

    interesn a relacionntre lyo ndividual os roles ociales, on a importantemplica-

    tion

    de

    que

    os

    actores istoricos

    on ibres

    ara

    ambiarus

    roles,

    ara

    ctuar e manera

    diferente

    n situacionesiferentes

    deferencia

    n un momento

    eterminado,

    ebelion n

    otro).

    e

    ahiel interes

    ue

    unniimeroe

    historiadores

    a mostrado

    n el "situacionismo"

    del

    desaparecido

    rving

    offinan,

    n

    ociologo

    ascinado

    asta asi

    a

    obsesion

    or

    o

    que

    el llamaba

    a

    "dramaturgia"

    e a vida otidiana.

    asi,

    unhistoriador

    edicado

    l estudio

    de

    a

    Inglaterra

    el

    siglo

    iecinueve

    a

    nterpretado

    a deferencia

    omo

    na

    representacion

    puesta

    n

    escena

    or

    a

    claseobrera

    e cara la

    burguesia,

    na

    representacion

    ue

    no ex-

    cluia lementos

    e

    ronia

    parodia.

    Los

    historiadores

    e

    procesos

    gran

    scala e

    cuidan

    tambien

    e evitar

    resentarlos

    omo

    fuerzas

    mpersonales,

    tratan

    menudo

    e identifi-

    car

    losrostros

    ntre

    a

    multitud".

    Otro asgomportantee

    la

    nueva

    istoriaociocultural

    s

    que

    es

    da

    la vuelta

    los

    supuestos

    radicionalesobre a relacionntre ultura sociedad. os

    historiadores,

    l

    igual

    que

    los

    teoricos

    e la

    cultura,

    an

    reaccionado

    esde

    hace

    algiin

    iempo

    ontra

    a

    idea

    marxista

    e

    "superestructura".

    uchos e

    ellos

    reen

    ue

    a

    cultura,

    omo

    os

    ndivi-

    duos,

    s

    capaz

    de resistir

    as

    presiones

    ociales:

    resistencia"

    s

    otra e

    as

    palabras

    laves

    de nuestro

    iempo.

    lgunos

    legan

    ncluso

    mantener

    ue

    la

    cultura

    oldea

    a realidad.

    Hemos

    asado,

    omo

    Roger

    hartier

    usta

    ecir,

    e

    a historia

    ocial

    de

    a cultura

    la

    his-

    toria ultural

    e

    a sociedad.

    Hay

    muchos

    jemplos

    ontemporaneos

    e

    este ambio.

    no

    de ellos

    es el

    interes

    n

    la historia

    el

    "imaginario"

    I'imaginaire

    ocial),

    desde

    a

    investigation

    e los

    olores

    de

    la

    perception

    e os

    olores)

    asta

    l

    estudio

    e as

    naciones

    omo

    comunidades

    magina-

    das".

    Un

    segundo

    jemplo

    s

    el creciente

    nteres

    n a

    historia

    e os

    estereotipos,

    itera-

    rios visuales, e udios, egros,alvajes, rujas,tc.,nterpretandolosomo ntentose

    3

    R.

    Chartier,

    Cultural

    History

    etween

    ractices and

    Representations,

    ambridge,

    988;

    cf. L.

    Hunt,

    ed.,

    TheNew

    Cultural

    History,

    erkeley,

    989.

    4

    R.

    Samuel, ed.,

    Patriotism,

    vols., Londres,

    989.

    5

    G.

    Levi,

    L'eredita

    mmaterial,

    Turin, 985;

    G.

    Levi,

    "On

    Microhistory",

    n

    P.

    Burke, ed.,

    New Pers-

    pectives

    n Historical

    Writing,

    ambridge,

    991,

    pp.

    93-113.

    6

    P.

    Bailey,

    "Will the

    Real

    Bill Banks

    please

    stand

    up?",

    Journal

    f

    Social

    History

    12,

    1978,

    pp.

    336-

    353.

    7

    A.

    Corbin,

    Le miasme

    t

    ajonquille:

    I'odorat

    et

    rimaginaire

    ocial,

    18e-19e

    iecles,

    Pans, 1982;

    B.

    An-

    derson,

    magined

    Communities,983,

    edition

    revisada,

    ondres,

    1991.

    I

    107

    This content downloaded from 201.148.81.39 on Sat, 15 Nov 2014 22:31:01 PMAll use subject to JSTOR Terms and Conditions

    http://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsphttp://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsphttp://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsp
  • 8/10/2019 La Nueva Historia Socio Cultural. Peter Burke

    5/11

    I

    respuesta

    l

    problema

    el "Otro".

    Un tercer

    jemplo

    s la

    preocupacion

    or

    a

    historia el

    lenguaje vistono tanto omo unreflejo e la realidad ocial sinocomo creador e la rea-

    lidad a traves

    e "actos de

    habla").

    9

    Un cuarto

    s

    que

    los

    historiadores

    el arte

    han tendido

    a

    abandonar a creencia

    de

    que

    el

    arte es un

    reflejo

    de

    la sociedad

    y

    a

    adoptar

    a

    idea

    opuesta

    de

    que

    las

    imagenes

    oseen

    el

    poder

    de

    moldear a sociedad.

    10

    Si

    generalizamos

    o

    anteriormente

    icho,

    podemos

    hablar

    de

    "construccionismo",

    s

    decirde la

    preocupacion

    ontemporanea

    or

    a

    "construction",

    a

    "invencion"

    la "cons-

    titution"

    e lo

    que

    se

    daba

    por

    sentado

    ue

    eran

    hechos" sociales.

    Muchos

    ibros

    ecien-

    tes

    han usado la

    palabra

    "invencion"

    n sus

    titulos:

    The Invention

    f

    Tradition,

    he

    n-

    vention

    f Argentina,

    he Invention

    f

    Ethnicity,

    he

    Invention

    f George

    Washington,

    L

    invention

    u

    quotidien,

    tc.

    n

    La

    sociedad,

    as clases

    y

    los

    pueblos

    on

    vistos

    por algunos

    historiadores

    omo constructos

    el discurso.

    Dentro e la historia e las clases,historiadoresritanicosmarxistas nomarxistas)

    como Gareth tedman

    Jones

    y

    Patrick

    oyce

    studian as

    clases como

    construcciones

    el

    8

    M. de

    Certeau,

    L

    ecriture

    e

    I'histoire, aris,

    1975.

    9

    P. Burke

    y

    R.

    Porter,

    eds.,

    TheSocial

    History f Language,

    Cambridge,

    987.

    10

    D.

    Freedberg,

    The Power

    of mages, Chicago,

    1989;

    P.

    Zanker,

    Augustus

    nd

    die Macht

    der

    Bilder,

    Munich,

    987.

    11

    b.

    J.

    Hobsbawm

    y

    1.

    Ranger,

    eds.,

    Ihe

    invention

    j

    iradition,

    Cambridge,

    voj;

    in.

    ^>humway,

    me

    Invention

    fArgentina,

    erkeley,

    991;

    W.

    Sollors,

    ed.,

    The nvention

    f

    Ethnicity,

    ueva

    York, 1989;

    P.

    K.

    Longmore,

    The nvention

    f George

    Washington,

    erkeley,

    988;

    Michel de

    Certeau,

    L invention

    u

    quoti-

    dien,

    Paris,

    1980.

    08

    I

    This content downloaded from 201.148.81.39 on Sat, 15 Nov 2014 22:31:01 PMAll use subject to JSTOR Terms and Conditions

    http://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsphttp://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsphttp://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsp
  • 8/10/2019 La Nueva Historia Socio Cultural. Peter Burke

    6/11

    discurso.

    2

    n

    el caso de los

    ordenes

    ociales,

    e

    podria

    estacar l

    trabajo

    e

    George

    Duby

    obre

    a

    creation

    en

    un

    momentooncreto en un

    contexto

    olitico

    oncreto)

    e

    los

    "tres

    rdenes" e la

    sociedad: os

    que

    rezan,

    os

    que

    combaten

    los

    que

    trabajan.

    3

    Para

    un

    ejemplo articularmente

    laro e como

    as

    representaciones

    nfluyen

    obre a

    rea-

    lidad

    odemos

    cudir los zamindarsn a

    Indiadel

    siglo

    diecinueve,

    n

    grupo

    ormado

    por

    ecaudadorese

    mpuestos

    quienes

    os britanicos

    ercibieron

    omo l

    equivalente

    e

    supequenaristocraciaerratenientea losqueprocedierontransformarn ella.

    Dentro

    el

    apartado

    e

    historiae

    los

    pueblos,

    no

    piensa

    nmediatamente

    n

    el

    fa-

    moso studio e Benedith

    ndersone las naciones omo

    comunidades

    maginadas",

    en

    algunas

    bras ecientes

    obre a "invention"e

    Argentina

    Escocia,

    en

    unareinter-

    pretacion

    e

    la

    historiaritanica norteamericanae

    os

    siglos

    iecisiete

    dieciocho

    ue

    llevael

    provocativo

    itulo La

    invention

    el

    pueblo".

    4

    n

    una

    escala

    mayor,

    l critico

    americanodward

    aid,

    nspirandose

    n

    Foucault,

    a

    examinadoo

    que

    el

    llama a cons-

    truction iscursivael "Oriente"

    or

    os

    occidentales,

    specialmente

    n

    el

    siglo

    dieci-

    nueve.

    5

    De

    la

    misma

    manera

    ue

    los historiadoresccidentalesan socavado as nociones

    de clase

    y

    nation,

    os historiadoresindiies stan

    poniendo

    n cuestiona notionde

    "casta". 6De modo imilar,oshistoriadoresfricanosan omenzado tratarlconcepto

    de "tribu"omo

    una

    pura epresentation

    construction

    ultural.os estudiosobre ide-

    res

    politicos

    e

    concentran

    ada

    vez mas n sus

    magenes:

    a

    imagen

    e

    Augusto,

    l "mito

    de

    Hitler",

    la fabrication

    e Luis

    XIV",

    etc.

    7

    Gracias l

    trabajo

    e

    Hayden

    White

    entre

    otros

    nvestigadores)

    os historiadores

    e hanhecho

    masconscientes

    e

    su

    propio apel

    n

    la

    representation

    el

    pasado.

    8

    La nueva

    istoriaocio-cultural

    o es tannueva

    omo ostienen

    os

    que

    a

    practican.

    Es

    preciso

    onsiderar

    na erie e

    precedentes.

    or

    jemplo,

    l libro el historiador

    exi-

    cano

    Edmund

    'Gorman,

    a

    invention

    e

    America,

    ublicado

    n

    1958,

    nos

    parece

    hora

    una

    obra

    pionera.

    9

    a microhistoria

    e remonta

    asta

    os anos cincuenta

    e este

    iglo,

    cuando

    e

    publico

    a obra

    de

    un

    antropologo

    ueco.

    0

    a historia

    e la vida

    cotidiana,

    a

    viequotidienne,rael titulo e una serie ueHachettempezo publicarn los anos

    treinta.

    l

    interes

    or

    a

    historiae a

    imagen

    e os ideres

    e remonta

    or

    o

    menos

    un

    estudio

    obre a

    reputation

    e Cesar

    traves e os

    siglos,

    ublicado

    n os anos

    veinte.

    1

    Las

    comparaciones

    ntre istoria

    antropologia

    omenzaron

    hacerse

    principios

    e

    siglo.

    l

    estudio

    e las

    representaciones

    os

    evoca

    Emile

    Durkheim a

    sus

    representa-

    tions

    ollectives.

    n el

    siglo

    iecinueve

    os

    folcloristas

    os anticuarios

    staban

    scribien-

    do

    ya

    una

    specie

    e

    historia

    esde

    bajo.

    12

    G.

    S.

    Jones,

    anguages

    of

    Class,

    Cambridge,

    983;

    P.

    Joyce,

    Visions

    f

    the

    People,

    Cambridge,

    991.

    13

    G.

    Duby,

    Les trois

    rdres, aris,

    1978;

    cf. O.

    Niccoli,

    I

    sacerdoti,

    guerrieri,

    contadini,

    urin, 979;

    P.

    Burke,

    "The

    Language

    of Orders

    n

    Early

    Modern

    Europe",

    en M. L.

    Bush, ed.,

    Social

    Orders nd

    Social

    Classes inEuropesince1500,Londres, 992,pp. 1-12.

    14

    Anderson,

    Shumway,

    p.

    cit.\

    M. G.

    H.

    Pittock,

    The nvention

    f

    Scotland,

    Londres, 1991;

    E. Mor-

    gan,

    Inventing

    he

    People,

    Nueva

    York,

    1988.

    15

    E.

    Said,

    Orientalism,

    ondres,

    992.

    16

    R.

    Inden,

    magining

    ndia,

    Chicago,

    1992.

    17

    P.

    Zanker,

    op.

    civ,

    I.

    Kershaw,

    The Hitler

    Myth,

    Oxford,

    987;

    P.

    Burke,

    The

    Fabrication

    of

    Louis

    XIV,

    New Haven

    y

    Londres,

    992.

    18

    H.

    White,

    Tropics

    of

    Discourse,

    Baltimore,

    978;

    H.

    Kellner,

    Language

    and

    Historical

    Representa-

    tion,

    Madison,

    1989.

    19

    F.

    O'Gorman,

    La invencion

    e

    America,Mexico,

    1958.

    20

    B.

    Hanssen,

    Osterlen,

    stocolmo,

    1952.

    21

    F.

    Gundolf,

    Caesar:

    Geschichte

    eines

    Ruhms,

    erlin,

    1924.

    I 109

    This content downloaded from 201.148.81.39 on Sat, 15 Nov 2014 22:31:01 PMAll use subject to JSTOR Terms and Conditions

    http://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsphttp://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsphttp://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsp
  • 8/10/2019 La Nueva Historia Socio Cultural. Peter Burke

    7/11

    Sin

    embargo,

    n

    el desarrollo

    e a

    historia

    ocio-culturall

    trabajo

    e otras

    iscipli-

    nasha tenidomas

    mportancia

    ue

    os

    precedentes

    istoricos.a nueva istoria

    e ha ba-

    sado

    ustancialmente,

    e unmodo irecto

    consciente,

    n

    a

    antropologia.

    os historiado-

    res

    han

    aprendido

    e los

    antropologos

    sean estos

    etnologos

    ranceses,

    ntropologos

    sociales ritanicos

    antropologos

    ulturales

    mericanos-combinar

    as

    deas

    de cultura

    sociedad.

    a nueva istoriae ha

    nspirado

    ambien,

    e

    un

    modo

    rofondounque

    ncons-

    ciente,n a fenomenologiacon amediation,l menos casional,e ossociologos os

    antropologos).

    e

    podria

    ecir

    ue,

    con

    un

    retraso e

    medio

    iglo,

    os historiadoresan

    descubiertoas deas

    de

    Edmund usserl.

    2

    Entre

    os filosofos as

    recientes,

    a

    sido

    eguramente

    ichel

    oucaultl

    que

    mas

    ha

    hecho

    or omper

    a barrerantreo cultural o

    social,

    on

    o cual

    ha contribuidol de-

    sarrollo e la historiaocio-cultural.

    n

    un sentido vidente

    a historiaocio-cultural

    s

    "posmoderna",

    o

    tanto n

    el

    sentido

    as

    preciso

    ue

    os historiadoresan ornado

    resta-

    do de filosofos

    ontemporaneos

    omo

    Jacques

    errida

    aunque

    sto

    ha

    ocurridocasio-

    nalmente),

    ino n

    el

    sentido as

    vago

    de

    que algunos

    istoriadorese siententraidos

    or

    la notion ctual e

    que

    tantoas cosascomo as

    categorias

    on

    fluidas,

    ragiles,

    recarias

    inestables.

    3

    Hemos

    pasado

    de

    la

    historiadura" e las estructurasociales

    la historia

    "blanda" e asrepresentaciones.

    Estos cambios

    istoriograficos

    ran asi inevitables han

    de ser en

    gran

    manera

    bienvenidos.or

    jemplo,

    a creencia radicional

    n

    a unidad ultural en

    el

    consenso,

    implicita

    n

    a obrade Burckhard

    Huizinga,

    s

    imposible

    e

    ustificar.

    a

    preocupacion

    por

    a vida

    otidiana el

    pueblo

    lano

    ha

    enriquecido

    l

    pasado

    y

    ha ensanchandoos hori-

    zontes

    e

    la

    disciplina

    istorica.a historiaocialde los

    anos

    esenta ra

    en

    general

    e-

    masiado eterminista

    ponia

    n excesivo nfasis

    n

    as

    grandes

    endencias

    expensas

    e

    la

    experiencia

    ndividual.as

    pretensiones

    e

    la historiauantitativan sus dias dorados

    eran

    implemente

    emasiado mbiciosas.

    l

    viejo presupuesto

    e

    que

    los historiadores

    describianos

    "hechos",

    omo ellos es

    gustaba

    ecir,

    no

    os

    representaban

    staba

    e-

    cesitado

    e

    unarevision.

    De todos

    modos, o

    no

    pienso ue podamos

    sumir

    in

    mas

    que

    la

    nueva

    historia

    socio-culturalea

    superior

    sus

    predecesoras

    ntodos os

    aspectos.

    o es sencillo riticar

    un

    movimienton

    el

    que

    se ha

    ugado

    un

    papel, unque

    ste

    ea

    pequeno.

    o me iento n

    absoluto

    vergonzado

    e hacerhistoria

    ocio-cultural

    je

    ne

    regrette

    en.

    En

    cualquier

    caso,

    l

    principio

    e

    os

    anos

    noventa

    s un

    buenmomento

    ara

    hacer

    nventario,

    ara

    xa-

    minaros

    aspectos

    eligrosos,ara

    calcular l costode la innovation.ada uno de los

    cuatromovimientos

    onsideradosnteriormente

    Alltagsgeschichte,

    a

    Historia

    esde

    bajo,

    Microstoria

    Uhistoirees

    representations

    ollectives)

    a

    provocado

    ontroversia,

    con

    razon.

    1.

    El

    concepto

    e lo cotidiano o es

    tan

    laro

    omo

    parece.

    xiste,

    or jemplo,

    l

    riesgo

    e confundir

    as ideasde vida

    privada,

    ostumbre,

    ida de la

    gente

    omiin,

    tc.

    4

    Otra eria ritica

    anzada ontra ste

    tipo

    de

    historia

    s

    que

    su enfasis n

    lo

    cotidiano

    puede ener,a veceshatenido,l efecto etrivializarahistoriaocial.Aunquee ha ie-

    gado

    la

    caricatural

    senalar

    ue

    os estudiosose

    a vida otidianan el Tercer

    eich

    e

    pasaban

    l

    tiempo

    ontando

    as

    veces

    que

    los funcionariosazis

    descansaban

    ara

    omar

    22

    P.

    Berger

    y

    T.

    Luckman,

    The

    Social

    Construction

    f Reality,

    ondres, 1966;

    R.

    RORTY,

    hilosophy

    and theMirror

    f

    Nature,

    Oxford,

    80.

    23

    Para

    una utilization

    xplicita

    de

    Derrida,

    vease T.

    Mitchell,

    ColonizingEgypt,Cambridge,

    988,

    y

    P.

    Mason,

    Deconstructing

    merica, ondres,

    1990.

    24

    N.

    Elias,

    "Zum

    Begriff

    es

    Alltags",

    n Hammerich

    y

    M.

    Klein, eds.,

    Materiellen ur

    Soziologie

    des

    Alltags,Opladen,

    1978,

    pp.

    22-29.

    10

    I

    This content downloaded from 201.148.81.39 on Sat, 15 Nov 2014 22:31:01 PMAll use subject to JSTOR Terms and Conditions

    http://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsphttp://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsphttp://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsp
  • 8/10/2019 La Nueva Historia Socio Cultural. Peter Burke

    8/11

    te,

    s evidente

    ue

    si

    las rutinas iarias

    e estudiann si

    mismas,

    inrelation

    on el con-

    texto el

    entorno,

    s mas

    ueprobable

    ue

    a

    trivializacione

    produzca.

    5

    2.

    La historia

    esde

    bajo

    es otro

    oncepto

    ue puede

    onducir la

    confusionon-

    ceptual.

    Historia

    el

    pueblo

    lano

    historiaesde l

    punto

    e

    vista e a

    gente

    omiin?

    ^quien

    s

    el

    pueblo

    lano?

    La mayoria (para

    variara

    metafora

    spacial)

    as

    capas

    mar-

    ginales?

    ?,D6nde

    ncajan

    as

    mujeres?A

    una

    historiae a

    educacion

    esde

    bajo

    e inte-

    resan osprofesoreslosalumnos?Unahistoria e la guerra esde bajoestudia los

    soldados a

    los civiles?

    Se

    debe studiara

    historia el

    pueblo

    lano n si

    mismo

    hay

    que poner

    l

    enfasis

    n

    las

    interaccionesntre

    icos

    y

    pobres, oderosos

    impotentes,

    entre

    quellos ueposeen

    na

    ducacion ormal os

    que

    no?

    3. La microhistoria

    sta ambien

    ujeta

    debate. stahistoriae

    basa

    en

    el

    concepto

    de

    "comunidad",

    este

    oncepto

    a

    sido

    puesto

    n

    cuestion.

    an

    peligroso

    s

    asumir

    ue

    existe n

    consensoocial cultural

    n

    una ldea omo

    ensar

    ue

    este e da en

    una scala

    socialmas

    mplia

    aunque

    os

    sociologos antropologos

    olian

    acerlo).

    os

    viejosy

    os

    jovenes,

    os hombres a

    mujeres,ueden

    ener

    ntereses,

    xpectativaspercepciones

    e

    la aldeadiferentes.

    Y

    que

    ocurre on os vinculos ntrea

    comunidadocal

    y

    el mundo

    exterior?

    inguna

    ldeaes una sla

    o

    mejor uizas,

    inguna

    sla esta

    isladadel resto

    e

    la sociedad,omohandemostradolgunosstudios ecienteseantropologiaistoricae

    Islandia Hawai.

    6

    4.

    Los

    historiadorese as

    representaciones

    an eaccionadon exceso ontraa idea

    tradicionale

    que

    a cultura

    refleja"

    a

    sociedad

    se han

    do

    al extremoontrario.

    stos

    historiadores

    ueden

    er

    criticados,

    de hecho o han

    sido,

    porque arecen

    sumir

    ue

    nada

    xiste etras mas lia de

    a

    representation.

    n

    mi

    propio

    rabajo

    obre

    a

    imagen

    e

    Luis

    XIV en el

    siglo

    diecisiete,

    ugeri,

    l

    igual

    que

    otros istoriadores

    ocio-culturales,

    que

    dicha

    magen

    ra

    poderosa,ue

    mpresionaba

    los

    que

    a

    contemplabanque

    nfluia

    en sus

    respuestas

    las acciones

    el estado rances.

    in

    embargo,

    l

    mismo

    iempo

    enale

    que

    sus

    contemporaneos

    ran menudo

    onscientes

    e las

    discrepancias

    ntrea

    imagen

    oficial el

    rey

    a realidad

    otidiana:

    abian

    ue

    Luisno era

    an lto

    ni

    tanvaliente

    omo

    se erepresentaba,stabanl

    tanto e

    que

    tenia

    mantes,

    tc.

    El construccionismoambien

    lantea

    tros

    roblemas

    omo os de la action

    y

    la li-

    bertad.i

    las

    clases,

    os

    generos,

    as naciones

    as tradiciones

    on onstrucciones

    inven-

    ciones,

    quien

    as

    nventa

    las

    construye?Bajo

    que

    condicionantes

    peran?

    n

    otras

    a-

    labras,

    cuales

    on

    os limites

    este ibre

    uego

    de

    la

    invention?,

    existe

    na

    historia

    social

    de a

    historiaultural

    e

    a sociedad?

    Un

    problema

    inal

    ue

    quisiera lantear

    qui

    es el de a

    fragmentacion

    ntelectual.

    a

    nueva

    istoriaocio-cultural

    e

    inspira

    n una

    variada erie

    e

    disciplinas:

    a historia

    el

    arte,

    a

    critica

    iteraria,

    a

    antropologia

    ocial,

    tc.

    Porusar na

    de sus frases

    avoritas,

    os

    historiadores

    ocio-culturales

    omparten

    discursos"on

    sus

    colegas

    e otros

    ampos,

    e

    un modo

    ue

    erararo

    ntre istoriadores

    e

    generaciones

    nteriores.

    in

    embargo,

    ada

    grupo

    orre

    l

    riesgo

    e

    perder

    ontacto

    on el

    cuerpo

    rincipal

    e

    historiadores,

    ue

    no

    soncapacesde entenderequeestan ablando. nsegundoipode fragmentacions el

    precio

    el enfasis

    ctual

    n a diferencia

    ultural.

    ercibimos

    a variedad

    la diversidad

    con

    mucha

    mayor

    laridad

    ue

    antes,

    ero

    osresultaada

    vez mas

    dificil

    er

    as conexio-

    nes. Es hora

    de discutir

    i esta

    fragmentacion

    s

    inevitable,

    i es

    posible

    esarrollar

    n

    nuevo cercamiento

    la historia

    ultural,

    nnuevo

    modelo

    ue

    permita

    los

    historiadores

    25

    Ludtke,

    op.

    cit;

    cf. J.

    Kocka,

    "Historisch-anthropologisch

    rage-stellungen",

    n

    Hans

    Sussmuth, d.,

    Historische

    nthropologie,

    ottingen,

    984,

    pp.

    74-83.

    26

    M.

    Sahlins,

    Islands

    of History,

    hicago,

    1985;

    K.

    Hastrup,

    Culture nd

    History

    n Medieval

    celand,

    Oxford,

    985.

    I

    111

    This content downloaded from 201.148.81.39 on Sat, 15 Nov 2014 22:31:01 PMAll use subject to JSTOR Terms and Conditions

    http://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsphttp://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsphttp://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsp
  • 8/10/2019 La Nueva Historia Socio Cultural. Peter Burke

    9/11

    I

    I

    I

    8

    ver as culturas omo un

    todo sin

    percibirlas

    omo uniformes

    homogeneas. legados

    a

    este

    punto,

    l

    modelo

    que yo

    recomendaria s el de "encuentro" ultural.Hemos

    oido

    mucho obre ncuentrosulturales n

    1992,

    probablemente

    emasiado.No

    tengo

    a

    inten-

    tion de volver

    recorrerse caminootravez sino

    que quiero

    enalar omo

    los

    conceptos,

    los

    modelos

    y

    los metodos esarrollados

    riginalmente

    ara

    escribira historia e los otros

    cuatro

    ontinentesstan

    mpezando

    usarse ambien

    ara

    escribira historia e

    Europa.

    Lo

    que

    resulta uevoen

    la historia e los descubrimientos

    del colonialismo s

    que

    las

    consecuencias ulturales e la

    expansion uropeapreocupen

    anto omo as consecuen-

    cias

    economicas,

    ociales

    y politicas,

    si como

    que

    exista un interes

    or

    como los euro-

    peos

    y

    los no

    europeos

    e

    percibian,

    e entendian

    dejaban

    de entenderse nos

    a otros.

    n

    algunasobras recientes otables,os antropologos istoricos an intentado econstruiro

    que

    un

    historiador

    mexicano,

    Miguel

    Leon-Portilla,

    a llamado la "vision de los

    venci-

    dos".

    27

    Han

    aparecido,

    or ejemplo,

    studios obre l modo en el

    que

    los caribes

    percibie-

    ron a

    Colon

    y

    a sus

    hombres,

    obre como los aztecas vieron Corteso los hawaianos l

    capitan

    Cook,

    y

    sobre as diversasmaneras n

    que

    cada cultura

    prendio

    e

    la otra.

    8

    La

    27

    M.

    Leon-Portilla,

    Visionde los

    vencidos,

    Mexico,

    1959;

    cf. N.

    Watchel,

    La vision des

    vaincus,

    Paris,

    1972.

    28

    P.

    Hulme,

    Colonial

    Encounters,

    ondres, 1986;

    I.

    Clendinnen,

    Aztecs,

    Cambridge,

    1992;

    Sahlins,

    op.

    cit.

    12

    I

    This content downloaded from 201.148.81.39 on Sat, 15 Nov 2014 22:31:01 PMAll use subject to JSTOR Terms and Conditions

    http://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsphttp://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsphttp://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsp
  • 8/10/2019 La Nueva Historia Socio Cultural. Peter Burke

    10/11

    historiae

    as

    misionesristianas

    e esta

    studiandoesde

    n

    punto

    e vista

    imilar,

    anto

    si os misioneros

    ctuaban

    n

    China

    Peru,

    frica

    India,

    omo

    i o hacian n o

    que

    al-

    gunos

    esuitas

    lamabanas

    "otras

    ndias":

    as zonas de alta

    montana

    uropeas

    n los

    Alpes,

    os

    Apeninos

    los

    Pirineos.

    9

    l

    interes

    or

    a

    multiplicidad

    e os

    puntos

    e vista

    es un

    rasgo

    aracteristico

    e a

    historiae os

    encuentros.

    0

    Dicha

    preocupacion

    or

    os

    encuentros

    o

    mplica

    nacelebracion

    ndiscriminadae

    los encuentrosulturales.stos menudo stimulana creatividadultural,erono debe-

    riamos

    lvidar l

    precio ue

    se

    pagapor

    llo.

    El

    "choque"

    e

    culturas

    uede

    er

    violento

    conducir

    la destruction

    e

    as tradiciones.

    quello

    ue

    es

    positivo

    ara

    nade as

    partes,

    una

    "conquista"

    ultural

    espiritual,uede

    muy

    ien

    resultar

    egativa

    ara

    a

    otra,

    na

    "invasion

    ultural".

    l

    usar

    estemodelo

    e

    encuentro

    e debe extremara sensibilidad

    hacia

    l

    punto

    e vista

    e ambos

    ados.Es

    necesario

    restar

    tencion

    la diferencia

    ntre

    el

    mensaje

    nviado

    or

    una

    cultura

    el

    mensaje

    ecibido

    or

    a

    otra,

    lgo

    que

    os historia-

    dores

    acen ada

    vez mas.

    Nuestra

    ropia

    poca,

    n a

    que

    son

    cada vez

    mas frecuentes

    intensos

    os encuen-

    tros

    ulturales,

    s tambien

    na

    poca

    n

    a

    que

    existe

    ada

    vez

    mayor

    nteres

    or

    l

    proce-

    so de

    cambio

    ue

    sigue

    tales

    ncuentros;

    roceso

    ue

    ha recibido

    ombres

    andiversos

    como culturacion,propiacion,similacion,comodacion,restamo,riollizacion,ialo-

    go,

    ntercambio,

    ibridacion,

    nterpretation,

    estizacion,

    egotiation,

    eception,

    incre-

    tismo,

    ransculturacion,

    raduccion

    ultural,

    tc.

    Esta

    multiplication

    confusion

    e

    termi-

    nos

    acuiiados

    n

    diferentes

    enguas

    disciplinas

    estimonia

    o solo

    a

    fragmentation

    el

    mundo

    cademico

    ctual

    ino

    a

    preocupacion

    or

    l

    problema

    e

    los encuentros

    n dife-

    rentes

    ugares

    tiempos.

    Parte

    e la

    investigation

    ctual

    mas

    atractiva

    n el

    campo

    de la

    historia

    ultural

    s

    aquella

    ue

    se realiza

    obre

    as

    fronteras:

    obre

    as

    fronteras

    el

    sujeto,

    obre

    as fronteras

    de

    Europa.

    ste

    rabajo

    uede

    ervir

    omo

    jemplo

    ara

    l resto

    e

    a

    profesion.

    i

    ningu-

    na cultura

    s

    una

    sla,

    ni

    siquiera

    ran

    retana

    Hawai,

    eberia

    er

    osible

    sar

    l modelo

    de encuentro

    ara

    studiar

    a historia

    e nuestra

    ropia

    ultura,

    culturas,

    ue

    deberiamos

    percibiromomultiformes

    as

    que

    como

    homogeneas

    como

    plurales

    n

    ugar

    e

    singu-

    lares.

    Los

    historiadores

    e

    la

    Espana

    medieval

    levan

    mucho

    iempo oniendo

    l

    acento

    sobre

    a coexistencia

    convivencia

    ntre

    udios,

    ristianos

    musulmanes

    sobre

    a

    inter-

    action

    ultural

    ntre

    llos;

    pero

    ste

    no

    es

    un

    ejemplo

    islado.

    La Venecia

    enacentista,

    por jemplo,

    ue

    una

    ciudad

    oliglota

    n

    a

    que

    era

    posible

    ir

    aleman,

    riego,

    roata

    turco

    n

    cualquiera

    e

    sus

    esquinas.

    este

    especto,

    s

    posible

    rgumentar

    ue

    a creativi-

    dad

    ultural

    e

    a ciudad

    ebe

    mucho

    estadiversidad

    e

    culturas

    incluso

    las tensiones

    que surgen

    ntre

    llas.

    Lo

    mismo

    e

    podria

    ecir

    e

    Amsterdam

    n el

    siglo

    diecisiete,

    donde

    as

    minorias

    ablaban

    spafiol,

    ortugues,

    ebreo,

    leman,

    rances,

    anes

    ingles.

    De

    modo

    odavia

    mas

    general,

    odriamos

    er

    a

    historia

    e

    Europa

    omo

    un

    proceso

    de

    nteraction

    ntre

    as diferentes

    ulturas

    subculturas,

    ntre

    l

    norte

    el sur

    e

    Europa,

    entrel esteyeloeste,ntreombresmujeres, undorbano mundoural,atolicos

    protestantes,

    en

    a cual

    e

    debe

    ecuperar

    a

    multiplicidad

    e

    puntos

    e

    vista

    e os

    dife-

    rentes

    ctores.

    os

    grandes

    contecimientos

    los

    grandes

    onflictos

    la

    Revolution

    ran-

    cesa,

    a restauracion

    eiji,

    a Guerra

    ivil

    espanola,

    tc.)

    tendrian

    ue

    ser

    estudiados,

    como

    si

    empieza

    ocurrir,

    e

    este

    modo.

    1

    29

    J.

    Gernet,

    Chine

    et

    christianisme,

    aris,

    1982;

    J.K.

    Mandelbaum,

    The

    Missionary

    s

    a Cultural

    nter-

    Dreter.

    ueva

    York,

    1989.

    30

    G.

    Prins,

    The

    Hidden

    Hippopotamus,

    ambridge,

    980;

    R.

    Price,

    Alabi's

    World,

    altimore,

    990.

    31

    R.

    Fraser,

    Blood

    ofSpain,

    Londres,

    979.

    I

    113

    This content downloaded from 201.148.81.39 on Sat, 15 Nov 2014 22:31:01 PMAll use subject to JSTOR Terms and Conditions

    http://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsphttp://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsphttp://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsp
  • 8/10/2019 La Nueva Historia Socio Cultural. Peter Burke

    11/11

    Tampoco

    abria

    ue

    olvidar

    a interaction

    ntre

    uropa

    el resto

    el

    mundo

    i,

    por

    supuesto,

    a interaction

    ntre

    asadoy presente.

    l

    Renacimiento

    uropeo,

    or jemplo,

    puede

    studiarse

    omounencuentro

    ntre

    a

    Europa

    e a

    Baja

    Edad

    Media

    y

    a

    Grecia

    Roma

    ntiguas.

    n este aso as culturasstaban

    eparadas

    or

    l

    tiempo

    no

    por

    l

    espa-

    cio,

    pero

    a resucitacion

    a

    reception

    e a

    traditionlasica

    lantearon

    roblemas

    imila-

    resde

    nterpretation,

    similacion,tc.,

    los

    quesurgieron

    n

    os encuentros

    ntre

    uropa

    y

    as Americas escritosnteriormente.

    El

    modelo

    el encuentroiene

    a enorme

    entaja

    e dar

    una

    gran

    mportancia

    las

    conexionesntre

    as culturas

    as subculturas

    in

    dejar

    or

    llo de ado

    as

    variacionese-

    gionales

    sociales.

    stemodelo os

    podria

    erde

    gran

    yuda ara

    percibir

    a

    unidad

    ue

    esta

    debajo

    e a

    diversidade a cultura

    uropea,

    de a

    cultura

    spanola,

    s

    decir,

    as es-

    tructuras

    ubyacentes

    n as

    variaciones.o

    podemos,

    i

    debemos,

    olver

    Burckhardt,

    una

    manera raditional

    e escribir istoria

    ultural

    ue

    asume

    n consenso

    homogenei-

    dadcultural

    ue

    nunca xistio.

    in

    embargo,

    nnuestra

    usqueda

    ontemporanea

    e a va-

    riedad a diferencia

    o deberiamos

    lvidar

    as

    aportaciones

    e Burckhardt.

    Traduccion

    e

    JoseCarazo

    114

    I