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Universidad nacional de entre ríos
FacUltad de trabajo social
Año 1 | n.o 1 | noviembre de 2011
issn 2250 - 4532
Propietario: Universidad Nacional de Entre Ríos,Facultad de Trabajo Social
Directora: Elena Ana María Riegelhaupt
Comité editorialMg. Pablo Bentura (Uruguay)Dra. Teresa Porzecanski (Uruguay)Mg. María Pilar Fuentes (La Plata)Mg. José María Alberdi (Rosario)Mg. María Eugenia Garma (Rosario)Mg. Inés Torcigliani (Córdoba)Mg. Laura Imbert (Paraná)Mg. Isela Firpo (Paraná) Dra. Miriam Mitjavila (Brasil)Dra. Vera Ribeiro Nogueira (Brasil)
Diseño: Área de Comunicación Institucional · fts · uner
Contacto: Facultad de Trabajo Social – unerLa Rioja 6, (3100) Paraná · Entre Ríos · Argentina. Tel./Fax: (0343) [email protected]
Domicilio legal: Eva Perón 24, (3260) Concepción del Uruguay · Entre Ríos · Argentina
Las notas firmadas representan la opinión de los autores y no necesariamente la de Nivel 4, latidos de lo social.
Staff
3 Editorial
5 PrEsEntación
8 El falso dilEma En los Posgrados: ¿Producir o acrEditar? / mario HElEr
18 Posgrados En trabajo social rElacionados institucionalmEntE
22 maEstría En salud mEntal
38 doctorado En ciEncias socialEs
45 maEstría En trabajo social, facultad dE trabajo social – unEr
abstracts dE las tEsis aProbadas
69 rEcordando a mario HElEr
72 corrEo dE lEctorEs
SumarioNº 1ISSN 2250 - 4532Revista de la Facultad de Trabajo Social – unerAño 1, número 1, noviembre de 2011
3
Editorial
Cada vez que desde la Facultad de Trabajo Social pensamos en emprender un proyecto de pu-
blicación, pensamos en un dispositivo que nos permita poner en común la palabra. Es a través
de las siluetas que insinúan las palabras que toman cuerpo las experiencias, los conocimien-
tos, las ideas y los proyectos que como comunidad educativa producimos.
Especialmente, el conjunto de palabras plasmadas en esta revista pretende socializar sa-
beres y trayectorias de los posgrados en Trabajo Social del país y de la región. Sin embargo en
este primer número decidimos empezar por casa, abriéndoles la puerta de este espacio a la
Maestría en Salud Mental, a la Maestría en Trabajo Social y al Doctorado en Ciencias Sociales
(carrera interinstitucional que se desarrolla conjuntamente con las facultades de Ciencias de
la Educación y Ciencias Económicas de esta universidad).
En el marco de la formación de posgrado, nuestra facultad desarrolla actividades desde
1989. En 1992 se crea la Maestría en Salud Mental, primera maestría en la uner; ocho años
después la Maestría en Trabajo Social y dando continuidad al fortalecimiento de la política
académica de cuarto nivel, en el año 2007, se inicia el Doctorado en Ciencias Sociales. Las tres
propuestas generan un impacto importante en la formación de graduados profesionales ya
que tienden a dar respuesta, desde la formación permanente, a diferentes necesidades socia-
les, profesionales y académicas.
4 Desde aquellos años hasta el presente, llevamos adelante una política de cuarto nivel di-
señada para contribuir al fortalecimiento de una comunidad académico-profesional regional
que sea capaz de responder, con excelencia académica y pertinencia social, a los desafíos que
plantea la compleja problemática sociopolítica de la región, del país y de América Latina.
Mi reconocimiento al esfuerzo y compromiso de Elena Riegelhaupt que es quien ha hecho
posible materializar esta idea. Compartir información, aunar esfuerzos, solidificar vínculos,
sumar palabras. La propuesta está hecha y el desafío en marcha. ◊
sandra arito
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PrEsEntación
elena riegelhaupt
Iniciamos este número de la revista digital Nivel 4: latidos de lo social, con la intención de
proporcionar y constituir una herramienta de articulación de la producción de posgrado del
Trabajo Social en el ámbito de los países del mercosur, articulando los conocimientos y dis-
ponibilidades de:
∙ directores de tesis de maestría y doctorales,
∙ de proyectos y programas de investigación,
∙ de acreditación de cursos y seminarios entre distintos posgrados,
∙ de intercambios docentes,
∙ de intercambios de docentes, y
∙ de intercambios de producciones en los intentos de consolidación de una masa
de conocimientos disciplinares que carecen de vías de circulación apropiadas.
Intentamos una línea editorial que refleje, describa y conecte dos realidades intersectando la
disciplina en ámbitos territoriales extensos (el mercosur) con nuestra universidad. La idea está
puesta en superar la lógica habitual de propiedad del producto ofreciendo un espacio generoso y
amplio de intercambio y difusión de la construcción de conocimientos en el ámbito de la propia
disciplina en la producción del cuarto nivel.
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Si bien la puesta en marcha se radica en nuestra Facultad de Trabajo Social, estará orientada
a socializar y vincular producciones, en la línea de propiciar el establecimiento de programas
conjuntos. La existencia de herramientas de comunicación más eficientes debe posibilitar la
apertura de círculos cerrados de investigación para aprovechar los avances de distintos lugares.
Pretendemos ir a contracorriente de la lógica neoliberal que ha penetrado hondamente en
los funcionamientos académicos, cerrando espacios en la medida en que los investigadores de
lo social despliegan sus actividades con cierta prescindencia de los otros, más preocupados por
caminos personales o de sus propios equipos, debido al sistema imperante actualmente en las
carreras académicas.
En este sentido, creemos que la actualización periódica irá creando canales de información
y comunicación entre el posgrado en la universidad y de la disciplina en ámbitos territoriales
más extensos, optimizando los vínculos existentes y creando nuevos.
Invitamos a las carreras de pos grado para que designen a quien, además de brindar la
información sobre los núcleos de interés a publicar, participe con propuestas de secciones a
incorporar.
Pretendemos constituir articulaciones posibles a partir de la difusión de los siguientes as-
pectos, con la finalidad de ir actualizando el conocimiento del estado del arte de la disciplina,
de las propuestas académicas que se llevan adelante y las producciones de interés:
∙ identificación de las instituciones en las que funcionan los posgrados;
∙ líneas de investigación, programas y proyectos;
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∙ abstracts de las tesis concluidas, publicadas, no publicadas y en prensa;
∙ tesis en elaboración: idea general de los proyectos, grado de elaboración, tesistas,
directores, propuestas de articulación;
∙ información general sobre fechas de apertura y cierre, seminarios acreditables entre
posgrados;
∙ correo de lectores.
En este primer número iniciamos los aportes teóricos con el querido profesor Mario Heler,
fallecido a pocos días de haber acercado, con el entusiasmo y las llamaradas de lucidez que lo
caracterizaban, el texto que aquí aparece. ◊
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El falso dilEma En los Posgrados: ¿Producir o acrEditar?
Mario HelerUba / conicet
No se trata de preguntar cuál régimen es más duro, o más tolerable, ya que en
cada uno de ellos se enfrentan las liberaciones y las servidumbres. […]
No se trata de temer o de esperar, sino de buscar nuevas armas.
G. Deleuze, 1991 (la cursiva me corresponde)
Desde una cierta perspectiva, podríamos llegar a hablar de un progreso en el sistema educativo
argentino.
Claro que hablar de «progreso» es introducir una valoración: se progresa cuando un momen-
to posterior de un proceso es mejor que el anterior. Pero ¿en qué sentido es «mejor»? Al intentar
responder, nos veremos envueltos en disputas acerca de los valores en juego y también del al-
cance de cada uno de ellos, bajo el supuesto de que ahora esos valores se habrían materializado
y antes ello no ocurría. Cabría preguntar incluso: antes ¿eran considerados valiosos? Y al refe-
rirnos al sistema educativo argentino —que supo lograr sus períodos de gloria, en relación con
otros países de nuestra región— serán necesarias precisamente comparaciones, con su riesgo de
anacronías, idealizaciones y dificultades de conmensurabilidad (y se dice, tal vez no sin razón,
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que las comparaciones siempre son odiosas; diría Spinoza, producen tristeza, por lo tanto, no
potencian).
No obstante, pese a un panorama general poco alentador, hay una perspectiva en que parece
que sí habría habido progreso en el sistema educativo argentino: en la proliferación de programas
de posgrados. Y éste es nuestro tema.
Sin que haga falta profundizar demasiado, podemos percatarnos de que este presunto pro-
greso se piensa como resultado de trasponer a nuestro país valores gestados para otras latitudes;
latitudes donde el problema no es el analfabetismo ni el semianalfabetismo (o no se lo toman
como problemas), tampoco el desgranamiento de quienes logran al menos acceder al sistema en
cualquiera de sus niveles; además, lo que aquí llamamos escuela media es a veces allí sólo parte
de la enseñanza primaria, mientras que sus estudios terciarios resultan una especie de sustituto
de nuestra formación media, incluso bajo la denominación de estudios universitarios.
Contra esta transposición se ha luchado en la Argentina (incluso contra leyes nacionales). Y
hasta podemos decir que ha sido una lucha con un relativo éxito —aun cuando la lucha no haya
cesado. Pero sería un error suponer que se trata de una transposición llevada a cabo sólo por
mentes basadas en valores diferentes y hasta opuestos a las tendencias vigentes en nuestros
200 años de existencia como nación. Pues se inspira en «recomendaciones» de agencias inter-
nacionales que operan en y para un mundo globalizado; un mundo cuyas partes y regiones se
pregona hoy que se están constituyendo (o deberían constituirse) en Sociedades del Conocimiento
(correlato de la nueva economía o economía del conocimiento).
Me atrevo a decirlo rápidamente: se trata de un progreso de un sistema educativo (el nuestro)
que desfallece en sus raíces, mientras parece florecer en sus posgrados. Y con posgrados «autosus-
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tentables». Paradoja: ¿cómo puede sustentarse, florecer, con raíces degradadas? Una paradoja
que lleva a posgrados pagos y para minorías, enfrentando la idea constitucional de un sistema
público y gratuito de educación para todos los hombres y mujeres del mundo que quieran habitar el
suelo argentino.
Es que en el rating de desarrollo social de un país, su rango se decide por la cantidad de
graduados universitarios (y al parecer, ya no de grado, sino de posgrados). La innovación y el
cambio que reclama esta «economía del conocimiento» parece no exigir explícitamente que los
ciudadanos sepan leer y escribir (al menos, las indicaciones para realizar un trabajo manual), ni
el egreso de escuelas medias (promesa de una posible movilidad laboral y social), ni un número
de profesionales (digamos de profesiones liberales) proporcional a la población existente. Y sin
embargo sin ello no hay economía del conocimiento que pueda sustentarse. Parece que por de-
masiado «primitivos» o «básicos» estos asuntos han sido decretados irrelevantes.
La «economía del conocimiento» demanda trabajadores innovadores, creativos, flexibles, que
actúen como socios de las empresas que los emplea (Grosso, 2005: 151-152); empleados forma-
dos y capacitados en el uso de conocimientos que introduzcan nuevas ideas y nuevas formas de hacer
las cosas (respuestas para épocas de incertidumbre). Y entonces algunos países ricos invierten
en gran cantidad de posgrados, en numerosas becas y elevados subsidios de investigación. Es
que en el gran volumen de inversiones, aumenta la probabilidad de la emergencia de productos
que impulsen la innovación y el cambio pretendidos.
¿Bastaría invocar las demandas del mercado para dar cuenta de la proliferación de los posgra-
dos? No, porque tales reiteradas apelaciones a semejantes demandas no alcanzan para impul-
sar efectivamente esta formación y capacitación. Por consiguiente, debe reasegurarse su satis-
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facción. Y se lo hace mediante dispositivos que encaucen la innovación y el cambio hacia el
incremento de las ganancias. Son estos dispositivos los que colocan a todos los involucrados en
los posgrados de nuestras universidades en una tensión / oposición difícil de compatibilizar (aun-
que no imposible): ¿producir o acreditar?
En la Sociedades del Conocimiento es obvio que hace falta producir conocimientos y tam-
bién formar «trabajadores del conocimiento» (Valhondo, 2002: 146-147). Ambas necesidades
encontrarían satisfacción en las universidades, y quedarían colmadas con los posgrados y los
proyectos de investigación (de futuros posgrados).
Pero la producción de conocimiento no responde a ningún algoritmo o mecanismo (¿méto-
do?) que garantice el logro de los productos esperados: conocimientos que lleven a nuevas ideas
y nuevas formas de hacer las cosas con eficiencia (con un mínimo de gastos y un máximo de ren-
dimiento). Por el contrario, la producción de conocimiento es una apuesta, una exploración sin
red de seguridad, es decir, no previsible. Hasta arriesga el peligro de dispararse hacia cuestiona-
mientos y críticas contra el buen orden establecido que solventa esas mismas producciones.
La cuestión pasa entonces por asegurar —todo lo que sea posible— que se produzcan los
conocimientos que los mercados demandan. Para ello es necesario entonces introducir la clausura
en la misma lógica de la producción de conocimiento (Castoriadis, 1998: 319; Heler: 2006); esto
es, que se produzca más de lo mismo, que se incentive la producción dentro de ciertos carriles
que desemboquen en el buen orden y lo consoliden, sin provocar descarrilamientos. Entonces
hace falta dar crédito únicamente a los conocimientos que cumplan con estas exigencias; «dar
crédito» en el doble sentido de avalar la inversión tanto como de brindar reconocimiento social
(sin el que se dificulta la recepción de inversiones) a los productos y los equipos productores del
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conocimiento esperado. Por ende, se hace necesario entonces una maquinaria de acreditación, con
sus procedimientos estandarizados y correspondientes instituciones evaluadoras del proceso
de producción del conocimiento, sus productos y sus productores (en realidad, que evalúa en
función de los productos). Una maquinaria cuya eficacia y eficiencia obedece a que no sólo ope-
ra desde fuera de la producción sino también internamente, incorporada en sus productores.
Por supuesto que cualquier producción no vale como una producción de conocimiento. Esta
producción tiene siglos ya de desarrollo y ha acumulado un saber (tiene idea) sobre tal proceso de
producción. Fundamentalmente, se ha aprendido que hay ensayo y error, que hay formas fértiles
e infértiles de plantear los problemas en estudio, que no siempre se llega al resultado buscado,
aunque la indagación en una dirección igual abra otras posibilidades… Y se sabe que la cuestión
es seguir los imperativos que surgen del mismo proceso de producción de conocimiento, a través
de una vigilancia epistemológica permanente (Bachelard: 1985). La calidad del conocimiento depen-
de de la calidad de este trabajo de producción en constante autoaprendizaje-crítico.
Pero vivimos en este mundo donde la sobrevivencia de la mayoría de los mortales depende
de un salario y ello a su vez implica la posibilidad de tener para ofertar algo que sea demandado
por el mercado Si hoy la demanda es de conocimiento, es ahora el tiempo en que el productor
de conocimiento y sus productos tengan que ofrecerse como unas mercancía entre otras.
Desde el punto de vista de la producción, resulta entonces que la cuestión es tener crédito para
poder precisamente producir. Y eso significa: tener un precio. Y ya en el siglo xviii, decía Imma-
nuel Kant (1980:92): «aquello que tiene precio puede ser sustituido por algo equivalente» (tal como
luego teorizara Marx sobre el valor). Las relaciones capitalistas se sustentan en la asimilación
de todo a su propio dinamismo, sea lo que sea: todo. También la producción de conocimientos.
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Claro que las equivalencias que permiten hacer todo comparable y sustituible son cuantitativas
y, como todos ya sabemos, remiten al equivalente universal: el dinero.
Pero decíamos que la producción del conocimiento depende de su calidad, de su excelencia,
en tal caso debería por ende acreditar por la calidad del conocimiento producido. Pero podemos
percibir cómo la calidad es desplazada para dejar reinar a la cantidad como medida del valor de
la producción de conocimiento.
La solución de tal enredo entre cantidad y calidad se halla en encontrar una cantidad que
aparente remitir a la calidad. Las posibilidades de acreditación (Heler: 2004a y 2005) condicionan
las posibilidades de producción y las encorsetan en lineamientos que, en nombre de una cierta
excelencia, actúan como un lecho de Procusto: cercenan lo que no responde a esos lineamientos
y extienden la presunta cientificidad a la reproducción de estereotipos que entorpecen la pro-
ducción científica fecunda. El juego de fuerzas (sociales, políticas, económicas y no sólo episté-
micas), con sus hegemonías y con las distintas estrategias de posicionamiento de los diversos
sectores, en cada momento definen lineamientos homogéneos para todo el campo tecnocientí-
fico y, por ende, en las universidades y sus posgrados.
Y como son los mismos pares quienes evalúan la excelencia de sus productos y también la
de los productores, lo hacen usualmente en nombre de esa forma de uniformar, de normalizar,
a partir de homogéneos criterios de excelencia. Así cada área, cada disciplina, cada temática, de
cualquier lugar y bajo cualquier condición, deben acomodarse a sus dictámenes. Se pretende de
esta manera, si no anular, al menos controlar, mediante la imposición de una dinámica externa,
el derrotero de la dinámica de cada investigación particular, colocándola en dirección hacia el
tipo de conocimiento que acredita. En relación con la idea de excelencia homogéneamente pre-
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dominante, la producción del conocimiento y sus productos se hacen equivalentes y entonces, de alguna
manera, contabilizables.
En el caso de los posgrados, la acreditación adquiere la figura de autorización y consecuente
legitimación formal de lo que en ellos se trabaja y de sus egresados, siempre y cuando cumpla
con los requisitos de excelencia estándar y las ideas hegemónicas conforme a la orientación
particular de cada posgrado. El plan de estudio, las asignaturas obligatorias y optativas, las for-
mas de evaluación, los profesores, el tipo de trabajo final…, todo tiene que caber dentro de este
lecho de Procusto. Si se quiere acreditar, obtener autorización y legitimidad dentro del sistema
universitario, quedan fuera la invención, la creatividad, las nuevas posibilidades que un posgra-
do puede abrir.
Pero el problema crucial es que si no hay producción, no hay nada que acreditar. Ambos procesos
entonces se tensionan en oposición. Mientras la primera requiere seguir su dinámica inmanen-
te, la segunda brega por imponerle exigencias externas a esa dinámica. Pero ni la acreditación
puede derogar esa dinámica, para no secar su fuente de alimentación, ni la producción puede
prescindir del reconocimiento social de su tarea, sus productos y sus productores, para tener
existencia.
La tensión / oposición mantiene un movimiento de enfrentamiento constante, no pudiéndo-
se elegir entre una u otra, sólo se llega a equilibrios precarios. Hoy tal equilibrio se encuentra en
la supeditación de la producción a la acreditación, pero sin que desaparezca la tensión / oposición de
base. Y precisamente porque no desaparece, existen posibilidades de resistencia a esta supedi-
tación y hasta de luchar por establecer otras condiciones de producción de conocimientos. En
última instancia, en nuestras específicas condiciones de producción, la cuestión para enfrentar
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adquiere así la forma de un doble juego no excluyente: o se produce conforme a los requisitos de la
acreditación, o se apuesta a una acreditación que sirva a la producción.
El enfrentamiento de esa tensión / oposición entre la producción y la acreditación, cuando
se asume como una apuesta puede plantearse en los posgrados (y en todos los niveles del
sistema educativo) en términos de: ¿formación de productores o formación de consumidores de
conocimiento?
Sí, consumidores; o acaso no se forman, por lo general, científicos con apariencia de produc-
tores pero que sólo reponen, en el mejor de los casos, las mercancías científicas que acreditan
en el mercado y/o en el campo científico, con objeto de acreditar. Consumidores que se exhiben
como productores: preocupados y ocupados en los productos, poco atentos a la producción y a
las posibilidades que ella abre; dedicados a la reposición de las orientaciones dominantes —en
la enseñanza, en la investigación y en las intervenciones—, consumiendo recetas (teórico-concep-
tuales, metodológicas, técnicas —y hasta de marketing—) supuestamente productivas, recetas
disponibles para la obtención de las mercancías científicas (aun si esto resulta contraproducente
con la calidad y privilegia la mera cantidad).
Pero la formación de productores dedicados a la producción no está ausente de las aulas. Es
que la producción queda fuera de foco en la perspectiva del consumidor, pese a que el consumo
dependa de la producción (Heler: 2004b y 2009). Enseñando y aprendiendo a acreditar, la creati-
vidad de la producción es una presencia invisibilizada en los estudios de posgrado, en la inves-
tigación tanto como en la intervención, en los docentes y en los estudiantes.
En medio de la tensión / oposición productor-consumidor, dirimimos docentes y estudiantes
nuestras prácticas de posgrado, y uno de sus extremos, el de consumidores, tiende trampas para
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clausurar la producción —esto es, para encauzar (sin poder anular) la producción, dentro de las
modalidades dominantes. En cambio, la apuesta por la producción siempre permite la acredita-
ción. En última instancia, la acreditación de los posgrados, de sus estudiantes y sus docentes es
sólo una cuestión de apariencia de ajuste (aunque sea ficcional) a los requisitos de la acreditación,
cuando se ha puesto en práctica, procurando ser consecuentes, la apuesta de la perspectiva del
productor de conocimiento. Esta puesta en práctica debería ser un imperativo de todos los posgra-
dos (de corte profesionalista o no), y en ellos puede aventurarse la exploración de lo nuevo, de
lo diferente, de la invención, capaz de transformar en calidad la mera cantidad, necesaria para
el desarrollo efectivo de nuestro país.
En última instancia, los posgrados son cuerpos que reúnen otros cuerpos, y los cuerpos no
son, sino que pueden. Son potencia. Y como bien señalaba Spinoza (1998; Deleuze: 2004), nadie
puede predecir hasta dónde los cuerpos son capaces de poder. ◊
Referencias bibliográficas
Bachelard, G. (1985). La formación del espíritu científico. México: Siglo xxi.
Castoriadis, C. (1998). Hecho y por hacer. Pensar la imaginación. Bs. As.: eudeba.
Deleuze, G. (1991). «Posdata sobre las sociedades de control». Ferrer, C. (comp.): El lenguaje
libertrario, T. 2, Montevideo: Ed. Nordan.
— (2004). Spinoza: filosofía práctica. Buenos Aires: Tusquets.
Grosso, F. (2005). «La gestión del conocimiento en la empresa», en Pérez Lindo, A. et al.: Gestión
del conocimiento. Un nuevo enfoque aplicable a las organizaciones y la universidad. Bs. As.: Norma.
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Heler, M. (2004a). Ciencia incierta. La producción social del conocimiento. Buenos Aires: Biblos. 2.a
edición, 2005.
— (2004b). «La producción de conocimiento en el Trabajo Social y la conquista de autonomía».
Escenarios. Revista Institucional, Año 4, N.o 8. La Plata: Escuela de Trabajo Social - unlp, pp.
6-16.
— (2005). «Entre la producción y la acreditación». Cuadernos del Sur-Filosofía N.o 34, Bahía Blanca,
pp. 77-94.
— (2006). «Dispositivos de clausura en las reflexiones sobre el ethos contemporáneo». aa.vv.,
Miradas sobre lo urbano. Reflexiones sobre el ethos contemporáneo. Buenos Aires: Antropofagia.
— (2009). «La lógica del excedente y el actual predominio de la perspectiva del consumidor».
Cuadernos del Sur-Filosofía. Bahía Blanca: Departamento de Humanidades, Universidad Na-
cional del Sur (en prensa).
Spinoza, B. (1998). Ética. Madrid: Alianza editorial.
Valhondo, D. (2002). Gestión del conocimiento. Del mito a la realidad. Madrid: Ediciones Díaz
de Santos.
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Posgrados En trabajo social rElacionados institucionalmEntE
El puntapié inicial de esta revista es la pretensión de poner en común información que, no por
conocida, es posible encontrar reunida para organizar un debate.
El cuadro que se encuentra más abajo está compuesto por un primer grupo de instituciones
que ofrecen formación de posgrado, en el país y en el cono sur, con una cierta vinculación his-
tórica que permite establecer recorridos y tendencias.
Presentamos ciertas características comunes y diferentes en las cuales puede ser productivo
centrar la mirada.
Perfil de formación
Aparecen actualmente dos perfiles: uno «académico» y uno más «profesionalizante». Se ponen
en juego los intereses de los cuerpos académicos y las apuestas, la posibilidad de que los estu-
diantes se puedan incorporar a los núcleos de investigación; o la posibilidad o el riesgo de que
las maestrías terminen siendo un dictado de cursos, que es casi una idea de especialización.
Pero no con una idea de formación; y se coincide en afirmar que la formación de investigadores
consiste en una verdadera apuesta política.
Está en los objetivos de alguno de los planes de estudios, la formación de profesionales de
altísimo nivel capaces de ejercer liderazgo en áreas claves del Estado y de organismos interna-
cionales.
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Se cuestiona al profesional «obsoleto», que no se propone continuar con su formación y por
lo tanto ahí estaría otro objetivo de las maestrías, el de propiciar intervenciones innovadoras,
rigurosas, de actualización y perfeccionamiento.
creación de las maestrías para poder pensar el campo profesional
Por lo menos en el caso de Argentina, los problemas de las maestrías tienen que ver, por un lado,
con los imperativos del sistema educativo en donde se fue acrecentando la necesidad de la for-
mación y la necesidad de la formación de posgrados. Especialmente en los niveles de maestría
y doctorado, aparentemente se habría puesto más esfuerzo en las maestrías. Y por otro lado,
debido al grado de desarrollo de Trabajo Social, a la necesidad y al interés, lo que puede verse
como cuestiones corporativas.
Se iniciaron las maestrías en determinado momento no sólo porque el sistema lo exigía, sino
porque se estaba en condiciones para ello.
Resulta común a varias de los procesos de formación el interés por instalar especializaciones
articuladas con tramos comunes al dictado de las maestrías.
Habría que preguntarse si las líneas de investigación están en algunos pos grados y las de-
bilidades en el grado; en el mismo sentido, sería válido plantearse la prevención respecto a que
los pos grados no deben convertirse en complementarios de la formación del grado, o solucio-
nadores de las carencias de éste.
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Modalidades de cursado
Existen ventajas y desventajas de cursado con clases presenciales sistemáticas, relacionadas
con la procedencia de los maestrandos; la posibilidad de intercambio entre profesionales que
ejercen en puntos distantes del país y de otros países de América Latina, los costos y las distan-
cias. En Argentina, la mayoría de las maestrías se encuentran con que sus estudiantes proceden
de puntos muy lejanos.
La ventaja del cursado intensivo, cotidiano, está relacionada con dos cuestiones: la primera
es que una experiencia de posgraduación implica disponerse a aprender del que sabe; y la otra
es que mientras no haya un cuerpo académico estable y que funcione dentro de líneas de in-
vestigación específicas los estudiantes que se incorporan no tendrán acceso a una experiencia
en términos de pos graduación, y eso no se hace a distancia, lo cual no invalida la asistencia
a conferencias o seminarios. Pero es necesario el contacto cotidiano. No se puede aprender a
investigar si no se está dentro de un núcleo de investigación. No se puede aprender a teorizar si
quien se tiene adelante no ha teorizado más que uno. De lo contrario hay una inversión riesgo-
sa: creer que se puede hacer pos graduaciones sin cuerpos académicos estables.
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Posgrados en trabajo social relacionados institucionalmente
UNLP – FTS (La Plata) Maestría en Trabajo Social Doctorado en Trabajo Social
1995 – 1998 Cinco cohortesDoctorado a término (excepc.)2008 (en evaluación)
UNER – FTS (Paraná)Maestría en Trabajo Social
1999 – 2002 – 2005Tres cohortes, iniciando la 4.a cohorte en 2008
UNC – ETS (Córdoba)Maestría en Trabajo Social
2005 – 2006Dos cohortes a término iniciando la 3.a cohorte en 2008
UNR – FCP (Rosario)Doctorado en Trabajo Social
2004 – 2005 – 2006 2007 (en evaluación)
FCS – UDELAR (Uruguay) Maestría en Trabajo Social Doctorado en Trabajo Social
1998 – 2006 / cinco cohortes2005 – 2006 / dos cohortes
PUC (Santiago de Chile) Maestría en Trabajo Social
2003 – 2007Cinco cohortes de 20 estudiantes como máximo
UFSC (Florianopolis – Brasil)Programa Pos Graduación Maestría en Trabajo Social
2001 – Flujo continuo anual ocho cohortes
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Director
Prof. Médica psiquiatra Silvia De Risso
Coordinadora Académica
Lic. en Trabajo Social M.a Mónica Jacquet
Comité Academico
∙ Médico Psiquiatra y Psicoanalista Emiliano Galende
∙ Esp. en Psic. Social, Prof. Filosofía y Letras Ana Pampliega
de Quiroga
∙ Mag. y Dra. en Trabajo Social Margarita Rozas Pagaza
∙ Dra. en Sociología y Educación María Teresa Sirvent
∙ Mag. y Dr. en Trabajo Social Alfredo Juan Manuel Carballeda
∙ Prof. Médica psiquiatra Silvia De Risso
Cuerpo de Profesores
∙ Mg. en Salud Mental, Lic. en Serv. Social Sandra Arito
∙ Psicóloga Lucía Bertolano
∙ Mg. y Dr. en Trabajo Social Alfredo J. M. Carballeda
∙ Dra. en Psicología Yamila Comes
∙ Dr. en Medicina, Lic. en Psicología Carlos Cornaglia
∙ Lic. en Psicología Elena de la Aldea
∙ Médica, Esp. en Psiquiatría Silvia J. de Riso
∙ Psicóloga Marta Filiberti
∙ Psicóloga Silvia Fontana
∙ Méd. Esp. en Psiquiatría y Psicoanalista Emiliano Galende
∙ Médico Infectólogo Francisco Maglio
∙ Esp. en Psic. Social, Prof. Filosofía y Letras Ana Pampliega
de Quiroga
∙ Psicólogo Juan Carlos Roquel
∙ Dra. en Sociología y Educación Ma. Teresa Sirvent
∙ Lic. en Psicología Alicia Stolkiner
∙ Lic. en Servicio Social Graciela Touzé
∙ Psicóloga Graciela Zaldua
maEstria En salud mEntal facultad de trabajo social – uner
23
La Maestría en Salud Mental nació como carrera
de posgrado allá por el año 1989, como propuesta
superadora a una Especialización pensada por en-
tonces y comenzó a dictarse en la Facultad de Tra-
bajo Social – uner en septiembre de 1992. Entre los
años 2000 y 2002 extendió sus actividades acadé-
micas a Río Gallegos, Santa Cruz donde por conve-
nio con la unpa (Universidad Nacional de la Patago-
nia Austral) se dictó una cohorte de la carrera para
profesionales de la región sur de nuestro país.
Hoy nos encontramos desarrollando la 7.a co-
horte, formando recursos humanos en el amplio
campo de la Salud Mental en la región y el país de
diferentes profesiones tales como Trabajo Social,
Psicología, Medicina, Psicopedagogía, Enfermería,
Antropología, Comunicación, Arquitectura, Aboga-
cía, Educación, Terapia Ocupacional, Filosofía.
La formación académica que propone se funda
en un análisis de la Salud Mental de nuestro país
y la región, que define y caracteriza como un cam-
po de complejas problemáticas, agudas y urgen-
tes, cuyas soluciones se ven a menudo excedidas
desde los sistemas de salud existentes y desde la
formación del recurso humano en Salud Mental,
involucrado en el sostenimiento de los mismos.
La evaluación de esta situación permitió vis-
lumbrar un camino estratégico: la formación de un
profesional, en el campo de la Salud Mental, desde
una perspectiva diferente, orientada a resolver del
modo más pertinente y adecuado la tensión exis-
tente entre lo dado y lo posible.
En esta tarea queda comprometida la Univer-
sidad, como escenario del debate profundo de un
sistema de salud y salud mental en crisis; y de la
formación de profesionales fundada en renovadas
concepciones, perspectivas y estrategias metodo-
lógicas, investigativas y de intervención acordes a
las condiciones históricas, sociales y culturales de
nuestro país.
Entendemos a la posgraduación en el seno de
la Universidad —su Cuarto Nivel— como una he-
rramienta que puede convertirse en una estrategia
que coadyuve al desarrollo social, a la democrati-
zación de las relaciones sociales, a la participación
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creciente de todos los sectores en la problemática
social y a la producción científica y cultural.
Desde esta perspectiva la Maestría en Salud
Mental a través de la formación profesional y de
la construcción de conocimientos debidamente
articulados se constituye en un ámbito posibilita-
dor para la elaboración de respuestas originales y
creativas a las diferentes problemáticas que la si-
tuación nos plantea en el marco del bicentenario
de nuestra Nación que se conmemora.
Así, la Universidad se constituye en oportuni-
dad para el análisis permanente y profundo del
sistema de Salud y de Salud Mental y la generación
de nuevas posiciones y perspectivas que orienten
e inspiren políticas sociales, de planificación e in-
vestigación.
Las actividades académicas que hemos venido
desarrollando en estos años incluyen una estrate-
gia pedagógica que posibilita un proceso de apren-
dizaje, en cuya tarea convergen tres aspectos del
proceso de conocimiento: la investigación activa
de un sector de lo real; la elaboración teórico-téc-
nica; y la instrumentación, realizada a partir de la
experiencia y el trabajo de campo.
Esta convergencia plantea «operar» en el sector
de lo real constituido por el complejo campo de la
Salud Mental; y es obvio que lo que ocurre en dicho
campo no puede ser disociado del campo general
de la Salud; constituyéndose dicha «operación» en
alternativa frente a las tendencias distorsionantes
que conllevan a la disociación cuerpo – mente, in-
dividuo – sociedad, salud – enfermedad.
La actividad académica de nuestra maestría se
sostiene en dos ejes íntimamente vinculados entre
sí: la forma de concebir la formación y una con-
cepción de Salud Mental. Cabe aclarar entonces,
que reconocemos que no hay un modo único de
entender formación y Salud Mental, sino que en su
sustento juegan posicionamientos teóricos, episte-
mológicos e ideológicos así como el contexto en el
que se despliegan (procesos económicos, políticos,
sociales, culturales y científicos).
En efecto, adelantamos nuestra idea de que la
formación en Salud Mental no sólo debe desarrollar
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un marco teórico y una concepción que la sustente;
su hacer formativo debe recoger las inquietudes, in-
terrogantes y problemas que movilizan a los maes-
trandos en los múltiples aspectos de su inserción
institucional como profesionales en este complejo
campo. Porque Salud Mental es construcción colec-
tiva: un «hacer y deshacer» —al decir de la profesora
Ana Pampliega de Quiroga— que tiene como pro-
tagonistas a las instituciones y a todos los actores
de la vida social en sus diversas prácticas. Desde
esta perspectiva nuestra oferta académica en Salud
Mental tiene en cuenta no sólo las problemáticas
instaladas, sino la identificación y anticipación de
los puntos de urgencia o necesidades que se per-
filan en el campo, particularmente en relación a
lo que se define como «emergencia social» por el
requerimiento de respuestas inmediatas e inapla-
zables, por la magnitud de daño que en el plano de
la Salud implica, y la imperiosa necesidad de pre-
vención. Dichas situaciones de emergencia se han
intensificado en lo últimos años en nuestro país y
aunque haya ciertos cambios en el panorama social
actual sus efectos arriesgan todavía un crecimiento
exponencial del daño psicológico en términos de
fragilización subjetiva y fragmentación social.
cómo entendemos a la salud Mental
Entendemos a la Salud Mental de una comunidad
como un proceso resultante de sus condiciones de
vida, de su historia y sus proyectos; como inheren-
te a un espacio de dominio no territorializable, no
reductible ni causal, ni operacional, ni disciplinar,
ni teóricamente, sino como producto y construc-
to social histórico, por ende pluricausal, ambiguo
y complejo que alberga las alternativas del bien-
estar o malestar de los sujetos, las instituciones,
los grupos, las comunidades, sus carencias y po-
tencialidades psicosociales y la indagación de los
recursos materiales y simbólicos que permitan dar
cuenta de ellas.
Salud Mental, superadora de la referenciali-
dad única en la enfermedad y como afirmación
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de los valores positivos de la misma. Como Salud
Integral, Salud Pública, y como Derecho Humano.
La Salud Mental como campo de problemáticas y
prácticas, por ende, objeto complejo en sí mismo
y, referenciándonos en Edgard Morin sostenemos,
como campo de fenómenos bioantroposociales
caracterizado en este sentido como hipercomple-
jos.
¿Por qué Salud Mental como campo? Porque en
su interior se juegan:
· Sistemas de pensamiento, es decir formas de
comprensión, de explicación de problemas de
los procesos de salud y enfermedad.
· Se definen ciertas prácticas, ciertos modos de
intervenir sobre esos problemas.
· Se define la producción de un pensamiento que
se origina en el ejercicio de esas mismas prác-
ticas.
· Se legitima en el plano social a esas prácticas
como pertenecientes a un campo.
· Por lo tanto a los agentes de ese campo: enfer-
mos, profesionales, técnicos, etcétera.
· Se genera el sustrato legal-jurídico de la exis-
tencia social de ese campo, es decir lo que regu-
la el conjunto de esas prácticas.
Consideramos la salud y la enfermedad mental
como partes de un mismo proceso, como términos
de una ecuación y como polos antagónicos de una
contradicción. Esta visión dialéctica supone que
hablar de enfermedad lleva implícito la considera-
ción de su opuesto, la salud: «de poetas y locos, todos
tenemos un poco».
De allí que una propuesta formativa en Salud
Mental —a nuestro entender— deba tender a es-
tablecer el análisis de la relación vinculante entre
medio social, vida cotidiana y producción cultural,
con el «sistema de representaciones» y el modo en
que los sujetos resuelven su existencia y esto es
así porque, al decir del Dr. Valentín Barenblit (en el
prólogo a un texto ya clásico de Emiliano Galende
Psicoanálisis y Salud Mental) (1992), el campo de la
Salud Mental es amplio, complejo y debe concebir-
se como inherente a la salud integral y al bienes-
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tar social de los individuos, familias, grupos, insti-
tuciones y comunidad. En esta dimensión —dice
Barenblit— se articulan la investigación de las
necesidades psicosociales y la organización para
satisfacerlas.
El objetivo de fomentar, promover, conservar,
restablecer y rehabilitar la Salud Mental de la po-
blación se implementará, entonces, sólo mediante
el aporte de diversas actividades fundadas en el
saber de distintas disciplinas: se define el campo,
entonces, como de producción interprofesional,
interdisciplinaria e intersectorial.
Incorporamos lo multirreferencial y promove-
mos la necesaria aptitud para el trabajo en equi-
po de quienes nos proponemos la intervención e
investigación en dicho campo. Su delimitación es
difusa, no tiene límites reconocibles con nitidez y
en su amplitud cabe lo relativo a la salud integral
—por ende relativo a la salud pública— así como
a la calidad de vida social de los sujetos, las fami-
lias, otras formaciones colectivas, instituciones,
comunidades que hacen de su objeto de estudio,
de investigación y transformación un objeto social
histórico —no natural— donde se incluyen y se
definen prácticas y modos de intervención sobre
problemas; así como la producción de un pensa-
miento originado en esas prácticas que ingresa en
un marco de legitimación en el plano social, de-
finiéndose esas acciones como pertenecientes al
campo.
Se identifican los agentes de la intervención:
diversos profesionales, técnicos y otros actores
sociales que en ese interjuego generan el sustrato
legal jurídico de existencia social del campo.
Caracterizado entonces como complejo y ambi-
guo, podríamos agregar también hoy, confuso «en
tanto está fuertemente impactado por los proce-
sos de crisis y transformación de la vida social y
su incidencia en la subjetividad… genera nuevos
interrogantes y demandas, que implican a los su-
jetos, los grupos, las organizaciones, así como los
referentes institucionales y los marcos teóricos.
Estamos ante hechos que nos muestran la emer-
gencia de nuevas formas de vinculación, de signi-
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ficarse a sí mismo y al otro.. y también de nuevas
patologías» (Pampliega de Quiroga: 1998).
Es posible sintetizar que las características de
nuestra contemporaneidad cotidiana se expresan
en los profundos cambios y crisis de los sujetos
e instituciones de la vida social; evidenciándose
en lo relativo al trabajo: las dificultades de acce-
so, condiciones o exclusión del mundo laboral, en
las nuevas formas de la organización familiar, de
la crianza de los hijos; en las diferentes formas de
sexualidad; en las transformaciones educativas;
en las modificaciones de las prácticas ligadas a la
salud ; el surgimiento de un universo mediático; la
revolución tecnológica que convive con las formas
más carenciadas de vida y debilitamiento o frag-
mentación social.
Por ende, la familia, la escuela y el trabajo, así
como los diversos espacios institucionales y co-
munitarios constituyen las áreas de expresión
y reproducción del malestar. Son el escenario en
donde el sujeto singular expresa el sufrimiento; así
como también se expresa en la crisis de la fami-
lia, crisis de la institución educativa y del trabajo,
ligándose a este orden social extremo, la emer-
gencia de la violencia en sus múltiples formas:
familiar, barrial, policial, escolar, juvenil, etc., que
victimiza fundamentalmente a mujeres, niños y
ancianos; las nuevas formas del intercambio y el
lazo amoroso en las parejas. La presencia de la sig-
nificación y valoración del consumo en la cultura
moderna se liga a otras de las problemáticas más
intensas, movilizadoras y crecientes en magnitud,
como las adicciones, los trastornos de la alimenta-
ción, el sufrimiento psíquico expresado en diver-
sas formas de malestar somático en las llamadas
patologías del stress con sus «bordes difusos» en-
tre éste y el daño corporal y las diversas formas
de los trastornos de ansiedad en sus tan actuales
«crisis de pánico» así como el padecimiento aními-
co en las extendidas depresiones.
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cómo concebimos la formación
Nuestra propuesta se inscribe, por un lado, en los
desafíos que en materia educativa y, por ende, for-
mativa nos plantea la coyuntura y este nuevo si-
glo; por otro, se sustenta en las concepciones del
Dr. Enrique Pichón Riviere -entre otras- respecto a
la educación, la formación y el aprendizaje en su
íntima relación con la Salud Mental.
En nuestra experiencia en el nivel de posgra-
do, reconocemos que no hay un modo único de
concebir a la formación, en su sustento juegan los
posicionamientos teórico-epistemológicos e ideo-
lógicos, así como el contexto en el que ésta se des-
pliega (procesos económicos, políticos, sociales,
culturales, científicos).
Como sostiene Marta Souto (2000) Formación
significa tanto la acción de formar y de formarse
como la configuración resultante de dichas accio-
nes. [...] es aquello que está siempre en transfor-
mación, que es susceptible de tomar nuevas for-
mas, estilos, modalidades.
Siguiendo el enfoque psicosociológico de Gi-
lles Ferry, esta autora afirma que «la formación se
comprende como un proceso de transformación
donde las relaciones que el sujeto establece son
fundamentales. La dinámica de desarrollo perso-
nal se da en situación, en espacios y tiempos con
calidades específicas que facilitan los procesos de
objetivación-subjetivación, el retorno sobre sí mis-
mo, la reflexión como posibilidad de pensar sobre
lo actuado, lo pensado, lo sentido. Las relaciones
interpersonales de comunicación, de poder, de
control, de saber; las representaciones mutuas, el
reflejo de unos en otros, las relaciones de coopera-
ción, de competencia para la realización del traba-
jo común son constitutivas del proceso mismo de
formación. La formación es un proceso social de
desarrollo personal. La institución y sus condicio-
nes, el ambiente de la formación y por supuesto el
grupo y las relaciones que en él se establecen no
son externas sino que pertenecen al adentro de la
formación» (Las formaciones grupales en la escuela»,
Buenos Aires: Edit. Paidós Educador, 2000.)
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En Salud Mental, los profesionales deben for-
marse, vale decir, saber y poder posicionarse ade-
cuadamente ante los fenómenos que estudian, in-
vestigan y sobre los que intervienen, entendiendo
que estas tres dimensiones están indisolublemen-
te ligadas entre sí.
Entendemos entonces a la Formación como un
proceso permanente de desarrollo de aptitudes y
cambio de actitudes; y a la Educación como una
práctica que tiene un doble efecto: un efecto, sí,
de formación —en el sentido apuntado— pero
también un efecto de Capacitación (adquisiciones
relativas a conocimientos, informaciones, habi-
lidades, técnicas e instrumentos de trabajo, etc.)
que permiten y/o adecuan el desempeño de una
actividad determinada. En este sentido la maestría
incorpora lo multirreferencial desde lo teórico y el
desarrollo de la necesaria aptitud para el trabajo
en equipo de quienes nos proponemos la interven-
ción e investigación en este campo.
El efecto de formación que pretende promover
la oferta académica plasmada en el Plan de Estu-
dio consiste en el desarrollo permanente de una
actitud crítica reflexiva, una aptitud creativa, un
pensamiento abierto, no dogmático, una conducta
flexible; y el de capacitación como adquisición de
conocimientos, informaciones, habilidades, técni-
cas e instrumentos, en donde el lugar que ocupa
el aprender a desarrollar conocimiento científico
se articula —como una exigencia imprescindible
para plasmar en una «masa crítica» de profesio-
nales— con la posibilidad de enriquecer su saber e
intervención situacional en las complejas proble-
máticas del campo de la Salud Mental.
Por esta razón la estrategia pedagógica se im-
plementa en su aspecto medular sobre un modelo
teórico-técnico de formación, entendido como un
conjunto articulado y coherente de análisis y ope-
ración, que incluye la didáctica Grupal Operativa y
la técnica de Grupos Operativos de Aprendizaje.
Entonces, en el proceso de formación, se in-
cluye a lo largo de su desarrollo la apropiación de
contenidos temáticos inherentes a este campo,
surgido de la profundización, ampliación y actua-
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lización de los marcos referenciales previos de los
maestrandos, que operarán potencialmente como
disparadores de sus intereses investigativos. Estos
intereses se despliegan y focalizan en el objeto–
problema de investigación durante el desarrollo
del Seminario de Investigación y Tesis, planificado
en la estructura académica de la carrera en el últi-
mo tramo del cursado de la misma.
La organización curricular contempla un Ciclo
Introductorio con el objetivo de dar comienzo a la
construcción de un código común entre los maes-
trandos en relación con el campo de la Salud Men-
tal. Ello posibilita el abordaje de los ejes problemáti-
cos (Módulos Temáticos) articulado con el retrabajo
en los Grupos Operativos de Aprendizaje durante
todos los encuentros presenciales mensuales.
Estos módulos desarrollan ejes temáticos como:
· Salud y Salud Mental, Concepciones y paradig-
mas. Delimitación del campo.
· Aspectos históricos, antropológicos, socioeconó-
micos y culturales en relación a los procesos de
Salud y Enfermedad.
· Las instituciones sociales como constructoras de
Salud y Enfermedad.
· Estado y Políticas en Salud y Salud Mental. Pro-
blemática de planeamiento.
· El abordaje comunitario. La atención primaria de
la Salud como estrategia alternativa. Equipos de
aps.
· Epidemiología en Salud Mental
· Los paradigmas de la Investigación Científica. La
Investigación en Salud Mental.
· Las problemáticas de las adicciones.
La modalidad pedagógica es Curso Teórico
(clases expositivas, seminarios, talleres) con re-
trabajo de la información en Grupos Operativos
de Aprendizaje estables durante los dos años de
la carrera. Toda la currícula de la carrera es de cur-
sado obligatorio.
Lo Módulos Temáticos se evalúan a partir de
trabajos escritos y en instancias de evaluación
individual, grupal y autoevaluación. Cabe aclarar
que la evaluación de estas instancias académi-
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ca se desarrollan en tres periodos académicos tal
como prevé el Reglamento de la carrera; siendo de
carácter integral y donde no sólo se consideran
los aspectos cognitivos referidos a la adquisición
de conocimientos, sino también el desarrollo de la
libertad y la autonomía de pensamiento tan nece-
saria para el ejercicio de la investigación así como
la aptitud – actitud para trabajar y trabajarse en
equipos multiprofesionales.
de la estrategia pedagógica: didáctica operativa grupal
Entendemos a la didáctica grupal operativa de
acuerdo con la formulación conceptual sobre
aprendizaje y didáctica desarrollada por el Dr. En-
rique Pichón Riviere, como la estrategia centrada
en la resolución y remoción de obstáculos para el
aprendizaje, cuya función no es sólo comunicar
conocimientos (informar) sino, básicamente, de-
sarrollar aptitudes y modificar actitudes ante el
cambio (formar).
Se comparte esta concepción de aprendizaje
como apropiación instrumental de la realidad para
modificarla, modificarse, adaptándose activamen-
te a ella; es decir tendiendo a la creación y recrea-
ción (Pichón Riviere; Pampliega de Quiroga: 1972),
la cual se vehiculiza a través de una didáctica de
emergentes, acumulativa de núcleo básico, instru-
mental y operacional, interdisciplinaria y grupal.
Cuando hablamos de «Grupo Operativo» hace-
mos referencia a un dispositivo técnico, en este
caso, adaptado a las necesidades de esta Maestría
en términos de un encuadre operacional (existe
sólo un coordinador por grupo, sin incluir observa-
dor; frecuencia de reuniones mensuales y especifi-
cidad temática); a un conjunto de procedimientos
de intervención en el quehacer grupal para poten-
cializar la eficacia intrínseca del grupo o recuperar
esa operatividad que le es propia al proceso grupal.
Se intenta generar un movimiento hacia la crea-
ción, la innovación, el crecimiento.
El equipo docente-coordinador, desde su función
en el grupo operativo, se plantea interrogar premi-
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sas, latencias, obstáculos, vínculos en relación con
la tarea y desde allí orienta su intervención.
La técnica de grupo operativo supone una re-
flexión, un análisis del hacer de los integrantes del
grupo en relación con sus necesidades, objetivos y
tarea, abarca varios niveles (estructuras de acción,
cognitivas y emocionales) y apunta a la potenciali-
zación del aprendizaje.
El rasgo esencial de la técnica de grupo opera-
tivo es su condición de «centrado en tarea», en el
para qué de esa relación, luego el por qué y el cómo,
generando estrategias de acción. Tarea entendida
como praxis, pensar «acerca de» en función de ob-
jetivos y necesidades de sus integrantes.
En nuestro caso, tarea es el aprendizaje de los
elementos constitutivos del complejo campo de la
salud mental, tanto de los aspectos conceptuales
como la investigación de las necesidades psicoso-
ciales actuales y el reconocimiento de los recursos
necesarios para satisfacerlas. En este sentido se
constituye en tarea: trabajarse como «recurso» en
la relación persona-rol-campo de trabajo.
La técnica de Grupo Operativo requiere la inda-
gación de vínculos, de los procesos inconscientes,
ansiedades, fantasías, transferencias que emergen
en el campo grupal. Investiga los determinantes
psíquicos e históricos de los sujetos pero no es el
hacer principal. Esta técnica no está centrada en
el individuo, aunque no deja de lado el nivel indi-
vidual, toma en cuenta su lugar instituyente en el
grupo en función de la estructura relacional orga-
nizada por esta tarea de aprendizaje.
De esta manera el grupo operativo «opera»
como sostén, es decir como espacio continente de
ansiedades a través de la elaboración comparti-
da, fundada en identificaciones, diferenciaciones,
consonancias y resonancias.
El grupo se constituye, a la vez, como instru-
mento privilegiado para la construcción social y
colectiva de saberes en un proceso de análisis y
síntesis multiplicadora e integradora.
La tarea del equipo de coordinación constitui-
do por una Médica Psiquiatra, una Psicóloga y una
Trabajadora Social, con formación sistemática y
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experiencia en coordinación de grupos operativos
de aprendizaje, tiene como funciones una acción
que se desarrolla en diferentes planos, al confor-
marse como articulador de las diversas instancias
que abarca el desarrollo de la didáctica de emer-
gentes.
Módulo de investigación y seminario de tesis
Comprende el desarrollo teórico-práctico de los
contenidos formales de un proyecto de investiga-
ción, en instancias presenciales de carácter obli-
gatorio que están a cargo de la directora de esta
investigación Dra. María Teresa Sirvent. Los con-
tenidos van siendo elaborados conjuntamente
con los maestrandos a partir de las expectativas
y conocimiento previos que expresan y retrabaja-
dos con metodología de taller en la primera clase
presencial. A partir de allí se elabora la propuesta
de los contenidos conceptuales a desarrollar con
el objetivo de posibilitar al maestrando el manejo
de los conceptos teóricos y de los instrumentos
necesarios para las decisiones inherentes a sus
respectivos diseños de investigación de la tesis de
maestría.
En este seminario se combinan instancias expo-
sitivas de desarrollo de temáticas centrales con la
resolución de ejercicios por parte de los maestran-
dos; instancias de taller para el análisis y devolu-
ción de las correcciones de los ejercicios; trabajos
subgrupales de los alumnos en instancias colecti-
vas que promueven un intercambio enriquecedor
relacionándolos entre sí y con los co-participantes
de los otros grupos operativos y a continuación, la
instancia de retrabajo en el grupo operativo al que
pertenecen desde que comenzaron la carrera.
El proceso de los alumnos en este seminario se
evalúa en sus diferentes avances y se aprueba con
la presentación del diseño para la tesis.
La Tesis debe significar un aporte desde el pun-
to de vista disciplinar a la solución de problemas
y/o al desarrollo teórico en relación con el tema
elegido.
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Debe ser «defendida» ante un jurado en forma
oral y pública, instancia en la cual el tesista expo-
ne aquellos aspectos conceptuales y metodológi-
cos que considera más relevantes dando respuesta
a los interrogantes y observaciones previas que
puedan haberle efectuado oportunamente los Ju-
rados.
Los temas de investigación que se desarrollan a
través de los trabajos de tesis se pueden agrupan
en los siguientes ejes:
· Salud Mental y Educación
· Salud Mental y Trabajo
· Salud Mental y Familia
· Salud Mental: Servicios de atención
· Salud Mental y Género
· Salud Mental y Adicciones
· Salud Mental y Crisis socio-económica
· Daño mental y sufrimiento subjetivo
· Salud Mental: políticas y estrategias
comunitarias
· Salud Mental: Justicia (Sistema penitenciario)
· Salud Mental y vih Sida
concluyendo
Algunas condiciones concretas que operan en
nuestra tarea formativa están particularmente
referidas, por un lado, a las condiciones del pos-
grado en la Argentina. Éstas han sido adversas por
muchos años y determinadas desde lo socioeco-
nómico y político. Y por otro, los profesionales, su-
jetos de la crisis social, que llegan a acceder a esta
instancia, lo hacen en condiciones precarizadas
en múltiples sentidos; nos parece necesario des-
tacar que el objeto de intervención de estos profe-
sionales aparece desmesurado y constantemente
complejizado y no pocas veces espejo de la propia
condición de malestar. De manera que se ha hecho
evidente desde esta experiencia, la visualización
de los esfuerzos y sobreesfuerzos de los maestran-
dos y sus familias para sostener un proyecto de
formación que depende fundamentalmente de la
disponibilidad de energías personales.
En este sentido nos sentimos autorizados a re-
conocernos en los 315 profesionales que han fina-
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lizado el cursado de la carrera a la fecha, así como
en los 88 graduados con los que contamos, que re-
sulta una tasa de graduación del 27,9 %.
Consideramos que esta ha sido una propuesta
de formación que se mantuvo durante estos casi
veinte años sosteniendo una concepción de sujeto,
de Salud Mental, de aprendizaje y por ende de for-
mación, que se contrapuso a los valores hegemó-
nicos del contexto sociohistórico de los 90 donde,
desde el modelo de pensamiento único sustentado
en la promoción del individualismo, la competen-
cia rivalizante, la supervivencia del más apto, es
decir, expresado en el darwinismo social también
era trasladado en algunos casos a lo que podría-
mos nombrar como darwinismo académico.
Haber contado y contar aún con una deman-
da sostenida en todos estos años puede vincularse
con la necesidad de encuentro con un espacio es-
pecífico de formación que va mas allá de respon-
der a los requisitos del ranqueado laboral-profe-
sional, al que no desconocemos en la necesidad de
mantener la inclusión. Creemos que además da la
oportunidad de un espacio de construcción social
de desarrollo personal que otorga a cada uno posi-
bilidades de reconocimiento y restitución subjetiva
en el marco de la intersubjetividad y frente a una
tarea específica que es formarse en Salud Mental.
Estos años han permitido a la conducción de la
carrera y docentes coordinadores trabajar y traba-
jarnos como equipo, reflexionar sobre nuestra ta-
rea y en ese proceso emprendimos un proyecto de
investigación que nos incluye a un grupo de profe-
sores y la conducción.
A partir de las sucesivas experiencias en los
Módulos de investigación y Seminarios de Tesis de
las diferentes cohortes y dirigida por la Dra. Ma-
ria Teresa Sirvent desarrollamos una investigación
(2003-2006) que se denominó «Formación para la
investigación en la Maestría en Salud Mental. La
implementación de la Didáctica Operativa Grupal»
que generó conocimiento científico sobre los efec-
tos de la Didáctica Grupal Operativa en el proceso
de aprendizaje de la investigación en la Maestría
en Salud Mental y sus resultados constituyen un
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aporte transferible a Maestrías del campo de las
Ciencias de la Salud, Humanas y Sociales.
Al momento 88 (ochenta y ocho) profesiona-
les han obtenido su título de Magister en Salud
Mental proviniendo de las siguientes disciplinas:
Medicina, Psicología y Licenciatura en Psicología,
Trabajado Social y Licenciatura en Trabajo Social,
Psicopedagogía y Licenciatura en Psicopedagogía,
Terapia Ocupacional y Licenciatura en Terapia
Ocupacional, Arquitectura, Abogacía, Licenciatura
en Enfermería, Licenciatura en Filosofía, Licencia-
tura en Ciencias de la Comunicación, Licenciatu-
ra en Ciencias de la Educación y Licenciatura en
Antropología; así como Profesores: Superiores de
Biología, de Enseñanza Superior y de Filosofía y Pe-
dagogía —en virtud de la modificación del Art. 39
de la ley de Educación Superior.
Estos graduado proceden geográficamente de
diversas localidades de las provincias de Entre
Ríos, Santa Fe, Córdoba, San Luis, Mendoza, Bue-
nos Aires, Chaco, Santiago del Estero, Santa Cruz,
Corrientes, Jujuy y Misiones.
Cabe destacar que a la fecha, se encuentran en
proceso de elaboración y evaluación para su poste-
rior defensa 65 (sesenta y cinco) tesis. ◊
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doctorado En ciEncias socialEs dE la univErsidad nacional dE EntrE ríos
(título con reconocimiento oficial res. min. 1969/08)
Director: Alberto Petracca
Codirectora: Claudia Kozak
Comité Academico
∙ Arturo Firpo (uner)
∙ Alicia Gutiérrez (unc)
∙ Cristina Díaz (unr-uner)
∙ Margarita Rozas Pagazas (unlp)
∙ Ana Rosato (uba-uner)
∙ Néstor Roselli (uner-conicet)
∙ María Ledesma (uba-uner)
∙ Olga Ávila (uner)
∙ Alicia Stolkiner (uba)
Cuerpo estable de Profesores
∙ Pablo Alabarces
∙ Waldo Ansaldi (uba-conicet)
∙ Adriana Chiroleu (unr-conicet)
∙ Arturo Fernández (uba-conicet)
∙ Mario Heler (uba)
∙ Osvaldo Iazzetta (unr)
∙ Claudia Kozak
∙ Denise Najmanovich (caece)
∙ Alberto Petracca
∙ Eduardo Rinesi (uba/ungs)
∙ Alejandro Rofman (uba-conicet)
∙ Lidia Rodríguez (uba-uner)…
39
El Doctorado en Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Entre Ríos —programa con-
junto de las Facultades de Ciencias Económicas, Ciencias de la Educación y Trabajo Social—,
está diseñado para contribuir al fortalecimiento de una comunidad académico-profesional re-
gional que sea capaz de responder, con excelencia académica y pertinencia social, a los desafíos
que plantea la compleja problemática sociopolítica de la región, del país y de América Latina, en
el contexto de la globalización neoliberal.
El Doctorado aspira a fortalecer el potencial y la tradición existente en la Universidad Nacio-
nal de Entre Ríos (uner) en la producción de conocimiento académico-científico, retomando la
complejidad creciente del campo de las Ciencias Sociales y las posibilidades, también crecien-
tes, que en él se generan para dar respuesta a las problemáticas de la región.
Se continúa, así, con el proceso de afianzamiento universitario que la uner y estas unidades
académicas en particular, han desarrollado en forma constante a partir de la democratización
de sus claustros, que ha dado como resultado el crecimiento sostenido de las áreas de docencia,
investigación y extensión.
Las Ciencias Sociales en el escenario contemporáneo se debaten en una perpleja, heterogé-
nea y plural circunstancia pautada por las asimetrías y los antagonismos políticos, económicos,
ideológicos, sociales y culturales. Enfrentan, de esta manera, desafíos inéditos y que resultan de
los cambios vertiginosos que se dan en todos los órdenes de la vida social. La globalización ha
transformado el espacio y el tiempo, provocando la emergencia de un escenario imposible de
eludir para la determinación de políticas académicas que pretendan asumir el desafío de hallar
nuevas y mejores estrategias para la producción de conocimiento científico. La sociedad se con-
figura simultáneamente como local, nacional, regional y mundial, involucrando grupos, clases
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y movimientos sociales, relaciones, procesos y estructuras de dominación y apropiación. La
tensión de lo local frente a lo global se vuelve constitutiva de este escenario incierto, desafiante
y en constante transformación.
La contribución del conocimiento social en el cultivo de las disciplinas intelectuales que pre-
paran al sujeto para enfrentar los retos de la vida contemporánea se vuelve central frente a esta
tensión local – global. El pasaje desde una sociedad nacional a una sociedad global, que subsume a
la primera, le concede nuevos significados a las realidades locales, nacionales y regionales. La
formación de capacidades cognitivas críticas y creativas, así como de valores y compromisos
con la realidad social y la diversidad humana, son tareas en que las disciplinas del área pueden
y deben desempeñar un papel significativo.
La caída de la ilusión iluminista / positivista, basada en certezas y estructuras subjetivas fijas
y predecibles ha dado paso a los nuevos paradigmas de la complejidad, instalando la incerti-
dumbre en todos los campos de la vida social, los cuales no pueden ser considerados desde la
linealidad y simplicidad, características de la ciencia positiva.
De este modo, se acepta el desafío de la multiplicidad, la diversidad, las lógicas relacionales
del universo y su carácter inacabado, en construcción, indeterminado y por consiguiente en un
continuo proceso de constitución. Esta visión compleja de lo social conlleva la necesidad de
reformar las categorías del pensamiento para abordar su conocimiento. En tal sentido, la trans-
disciplinariedad emerge como la ciencia y el arte de descubrir puentes entre diferentes objetos
y áreas de conocimiento, y se vuelve, así, una herramienta necesaria para sostener los procesos
de la complejidad, que a su vez rompe las fronteras rígidas entre las disciplinas.
Acorde a lo expuesto, el Doctorado en Ciencias Sociales de la uner ofrece una formación sus-
tentada en los ejes de la interinstitucionalidad, la transdisiciplinariedad, y la interregionalidad
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con vistas a dar respuesta a los desafíos que la contemporaneidad plantea, tanto en la provincia
de Entre Ríos, como en la región, en el país y en América Latina. En este sentido, nuestro docto-
rado generó en la Universidad Nacional de Entre Ríos una oferta de formación de posgrado que
aún esta Universidad no poseía, respondiendo a un área de vacancia, no sólo para la UNER, sino
también para la región.
En la actualidad, el Doctorado cuenta con 97 doctorandos —provenientes no sólo de la región
litoral sino también del centro y sur del país— quienes integran las cuatro cohortes consecuti-
vas hasta el momento abiertas; 25 de estos doctorandos pertenecen a la primera cohorte, y se
encuentran en etapa de elaboración de tesis.
En líneas generales, los proyectos de tesis ya aprobados se enmarcan en uno o más de los
siguientes ejes:
∙ Educación y Sociedad
∙ Filosofía Política y Estudios sobre memoria
∙ Historia y Pensamiento Latinoamericanos
∙ Literaturas Comparadas / Arte / Sociedad
∙ Medios Masivos de Comunicación / Tecnología / Sociedad
∙ Movimientos Sociales / Memoria / Arte / Política
∙ Movimientos Sociales y Desarrollo Económico
∙ Salud y Sociedad
∙ Trabajo Social y Políticas Públicas
∙ Urbanismo y Políticas Públicas
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El Doctorado ha sido ya aprobado como Proyecto por coneau (Res. Min. 1969 / 08) y se halla
en etapa de evaluación para su acreditación como carrera nueva.
Desde 2009, integra como miembro asociado el consorcio de 16 universidades del Erasmus
Mundus Joint Doctorate «Cultural Studies un Literary Interzones». Se trata de programa global
de 36 meses de duración, con inicio en septiembre de 2010, destinado a formar académicos
de excelencia en las áreas de Estudios Culturales, Literaturas Comparadas, Estudios Visuales y
Antropología desde una perspectiva transdisciplinaria. El programa contempla la posibilidad de
que sus estudiantes realicen cursos de doctorado en la uner en el cuarto de los seis semestres
previstos en el plan curricular, así como la implementación de distintas actividades conjuntas
entre la uner y otros centros académicos del consorcio.
Plan de estudios
El diseño prevé la realización de dos ciclos que constituyen la estructura del proceso de forma-
ción: Ciclo de Integración Multidisciplinar y Ciclo Superior.
En el transcurso de estos Ciclos se realizan Jornadas integradoras a cargo de los equipos de
investigación de las tres facultades, con el propósito de la posible inclusión de los doctorandos
en las líneas de investigación.
Además de los seminarios obligatorios, deben cursarse dos tramos optativos (una materia op-
tativa en el Ciclo de Integración Multidisciplinar y dos seminarios optativos en el ciclo Superior).
También pueden obtenerse créditos para los tramos optativos mediante el cursado de semina-
rios ofrecidos en otros doctorados acreditados.
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43 Ciclos Seminarios Carga horaria
(horas)Créditos
Integración Multidisciplinaria
Sistemas políticos comparados en América Latina 30 2
Estructura social en América Latina 30 2
Corrientes epistemológicas clásicas y contemporáneas 30 2
Problemas de la historia sociopolítica y económica de América Latina
45 3
Problemáticas actuales de las Ciencias Sociales 45 3
Materia optativa* 45 3
Seminario de tesis
Lógicas y metodologías de investigaciónen Ciencias Sociales y Taller de Formulación de Proyectos (35 horas) 45 3
Jornadas de Proyectos de tesis e investigación I (10 horas)
Superior
Seminario optativo (Se escoge del menú de ofertas según línea de investigación) **
45 3
Seminario optativo (Se escoge del menú de ofertas según línea de investigación) **
45 3
Tutoría Director (45 horas)90 6
Jornadas de Proyectos de Tesis II (45 horas)
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* Materias optativas (Ciclo de Integración Multidisciplinaria):
1. Arte y Cultura en el contexto latinoamericano
2. Políticas culturales
3. Economía social
4. La economía argentina, crisis y estrategias de desarrollo
5. Condiciones de vida e intervención social
6. Política, ciudadanía y ética pública
** Algunos de los seminarios optativos ya ofertados para el Ciclo Superior son:
∙ Diálogos acerca de una filosofía extramuros: conceptos de filosofía política y posiciones
metodológicas (Prof. Laurence Cornu)
∙ Encuentro de Pensamiento Latinoamericano (Prof. Gaudencio Frigotto)
∙ Espacio y memoria en América Latina (Prof. Estela Schindel)
∙ Otra «política de las políticas públicas». Alcances y límites de los enfoques analíticos domi-
nantes, en «contextos cultural y políticamente diferentes» (Prof. Cristina Díaz)
∙ Pensamiento Latinoamericano (Prof. Alcira Argumedo)
∙ Problemas de antropología contemporánea (Prof. María Laura Méndez)
∙ Sociedades de control, biopolítica de la información y poshumanismo: transformaciones
de la política y la filosofía contemporánea a través de las obras de Michel Foucault, Gilles
Deleuze y Peter Sloterdijk (Prof. Pablo Esteban Rodríguez). ◊
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maEstría En trabajo social, facultad dE trabajo social – unEr
Prof. susana cazzaniga(directora de la Maestría en trabajo social)
La carrera Maestría en Trabajo Social de la Facultad de Trabajo Social – uner (aprobada por Res.
n.º 208/98 «C.S.» y acreditada en el año 2001 por Res. n.º 500/01 coneau, situación que se reva-
lida en el 2010 por Res. n.º 614/10 coneau) ha desarrollado hasta el momento cuatro cohortes:
1999 – 2001, 2002 – 2004, 2005 – 2007 y 2008 – 2010.
La propuesta lanzada en el año 1999 ha dado respuesta a un área de vacancia en la región,
en tanto estas instancias de pos grado —específicas del área disciplinar— han sido escasas en
Argentina hasta hace pocos años, ya que desde 1994 se dicta en la Facultad de Trabajo Social de
la Universidad Nacional de La Plata y desde 2005 en la Escuela de Trabajo Social de la Facultad
de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba; hace aproximadamente
tres años ha dado comienzo el dictado del Doctorado en Trabajo Social en la Facultad de Cien-
cias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Rosario y desde el año
2008 este nivel también se imparte en la Facultad de Trabajo Social de la Universidad Nacional
de La Plata.
En relación a nuestra carrera, durante las cohortes ya finalizadas han cursado profesionales
de Entre Ríos y provenientes de distintas provincias (Santa Fe, Chaco, Formosa, Misiones, Corrien-
tes, Jujuy, Tucumán, Catamarca, La Pampa), del norte de la provincia de Buenos Aires, contando
además con asistentes del vecino país de Paraguay. Por otra parte la demanda por información
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que se recibe en forma continua (de nuestro país y del exterior, como Perú, Colombia, México,
Ecuador, Chile) puede ser vista como una muestra del interés despertado por su desarrollo, cues-
tión que se evidencia además en la numerosa y activa participación de docentes y profesionales
en los cuatro seminarios internacionales implementados como instancias de cierre de cada
cursado (abril de 2001, noviembre de 2004, noviembre de 2007 y noviembre de 2010). Lo mismo
sucede con las actividades curriculares abiertas que se organizan desde la Maestría, a las que
asisten una cantidad considerable de profesionales de la región.
Si bien en la primera cohorte los docentes de la Facultad de Trabajo Social que se incorpora-
ron al cursado eran titulares y adjuntos, en las siguientes se observó un incremento de auxilia-
res lo que significa que la carrera se ha convertido en un eje sustantivo de formación de recursos
humanos que necesariamente impacta positivamente en la formación de grado. En la cuarta
cohorte se destacó la presencia de profesionales cuya ocupación principal consiste en el ejer-
cicio profesional por fuera de los ámbitos académicos. En virtud de ello se celebró un convenio
con el Ministerio de Salud y Acción Social de la provincia que significó la concreción de becas
para el cursado de todos aquellos profesionales de Trabajo Social vinculados laboralmente con
el Ministerio que estuvieran interesados en la pos formación.
Además, en las instancias curriculares abiertas (seminarios opcionales, cursos de actualiza-
ción y Seminario Internacional) han participado otros docentes tanto de la unidad académica
como de otras facultades de la uner y de diversas universidades.
A partir de las evaluaciones realizadas se ha estimado pertinente mantener el diseño curri-
cular original: cinco módulos, un seminario internacional obligatorio, un seminario de tesis y
dos seminarios optativos, a cargo de prestigiosos profesores de nuestro país y del exterior.
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Hemos recibido propuestas de diferentes universidades del país y del exterior para que esta
carrera sea dictada en esas instituciones: la Universidad Nacional de La Rioja, la Universidad
Nacional de Formosa y la Facultad de Trabajo Social de la Universidad Nacional del Altiplano
(Puno, Perú), sobre las que se está realizando estudios de factibilidad.
La sinergia producida por la extensión y generalización de la pos graduación en el país y
las mayores exigencias académicas, tanto como la oferta de publicaciones periódicas en esta
universidad así como en otras de Argentina, ha producido modificaciones en la cultura de las
prácticas académicas de los maestrandos quienes han incorporado con mayor naturalidad y
asiduidad la preocupación y el interés por publicar sus producciones realizadas durante y des-
pués del cursado de la maestría. En este sentido, además de numerosos artículos en diferentes
revistas, existen varios libros producto de las tesis defendidas y aprobadas.
En los cuatro seminarios internacionales realizados los maestrandos han expuesto sus avan-
ces de tesis en formato de ponencia, acerca de los cuales han debatido junto a los especialistas
invitados. Producto del primer seminario realizado en el 2001, se publicó el libro Trabajo Social y
las nuevas configuraciones de lo social; del segundo seminario apareció Intervención Profesional: Legi-
timidades en Debate; del tercer seminario se publicó Producción de conocimiento y prácticas sociales.
Debates, apuestas y horizontes, todos ellos coordinados por la Directora de la Maestría, profesora
Susana Cazzaniga. Se encuentra en preparación la publicación del libro del Cuarto Seminario.
A partir de las relaciones interinstitucionales iniciadas tanto en el orden nacional como
internacional se ha previsto realizar una programación conjunta de encuentros para el debate
sobre las producciones de los maestrandos (Maestría en Trabajo Social de la Escuela Superior de
Trabajo Social de la Universidad Nacional de La Plata, Maestría en Trabajo Social de la Facultad
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de Ciencias Sociales de la Universidad de la República, Uruguay, Programa de Pos graduación en
Trabajo Social de la Universidad de Santa Catarina, Brasil), habiéndose abierto además un canal
de intercambio de producciones escritas para incorporar en diferentes publicaciones institucio-
nales. Precisamente esta publicación digital es un resultado de esa intención.
En el convencimiento de que el conocimiento producido debe colocarse al alcance del co-
lectivo profesional, pero también del conjunto de la sociedad de manera amplia y, en virtud de
contar ya con 16 tesis defendidas y aprobadas, fruto de las cuales, como ya se mencionó, hay
varias publicadas, se está implementando un fondo editorial orientado a potenciar la difusión
de la producción de conocimiento de las actividades de investigación y posgrado de nuestra
Facultad de Trabajo Social – uner. ◊
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Maestría en trabajo social Fts – Uner. abstracts de las tesis aprobadas
Las representaciones sociales de los docentes de escuelas egb común
de Santa Fé, acerca de las situaciones de violencia escolar
Autora: Laura Bibiana Imbert
Directora: María del Rosario Badano
Planteo como objeto-problema de investigación: ¿cuáles son las representaciones
sociales de los docentes de escuelas egb común de Santa Fe sobre situaciones de
violencia escolar? Con el objetivo de construir marcos descriptivos y conceptuales.
El diseño, de tipo cualitativo, abarcó una muestra de 14 maestros, de 6 escuelas.
Sus «dichos» constitutivos de un discurso que trasciende lo individual y refiere a
prácticas más amplias, permitieron analizar lo que perciben, significan, explican,
sienten y actúan sobre las situaciones violentas escolares e interpretar sus repre-
sentaciones sociales.
Analicé la información utilizando el método comparativo constante.
Entre los principales resultados puedo mencionar:
∙ dos grandes grupos de perspectivas docentes frente al problema: «reduccionis-
tas» y «complejas» vinculadas a diferentes supuestos básicos subyacentes;
∙ el poder denominativo de las representaciones sociales, otorgando rasgos a los
alumnos que inciden en su vida escolar;
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∙ diversas estrategias docentes, vinculadas a las perspectivas asumidas;
∙ «violencia escolar» forma parte de una construcción discursiva, interjugando
diversas dimensiones: contextual, institucional, particular de los docentes y
representaciones sociales subyacentes a prácticas discursivas, configurando
fuerte andamiaje simbólico, inadvertido, sostenido por una trama socio-his-
tórica-cultural.
El conocimiento posibilita la transformación de la realidad. Apuesto entonces
a comprender la complejidad del fenómeno para superar reduccionismos de las
prácticas. Implica construir pasajes sobre violencia escolar:
∙ de hecho en sí a hecho en la trama
∙ de problema individual a problema social
∙ de una-visible a múltiples – ocultas
∙ de parálisis a potencia
∙ del ideario perdido a desafíos actuales
∙ de voces acalladas a lenguaje compartido
∙ de configuración de pseudo-sujetos a sujetos de derechos
∙ de tutela educativa encubierta a propuestas emancipadoras. ◊
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Envejecer en un contexto de (des) protección social
Autora: María de Carmen Ludi
Directora: Margarita Rozas Pagaza
Las preocupaciones centrales que orientan la investigación giran en torno a:
∙ conocer qué aspectos y características, en relación a condiciones materiales y
simbólicas de vida, configuran diferentes situaciones de vejez en el actual con-
texto de protección social: cómo viven, sienten y piensan su proceso de enveje-
cimiento, su vejez, viejos de sectores pobres;
∙ revisar cómo operan ciertos prejuicios, creencias y estereotipos prevalecientes
en nuestra sociedad acerca de la vejez y construir argumentos para el diseño e
implementación de políticas sociales acordes a las necesidades, intereses y de-
mandas de los viejos que tiendan a revalorizar su lugar y condición humana.
El desarrollo de la investigación permite clarificar, comprender e iluminar as-
pectos y características identificadas en relación al objeto de estudio, construir con-
ceptos y relaciones en torno a:
∙ Cuestiones acerca del envejecer
∙ Situaciones de vejez
∙ Vejez y protección social en el actual contexto
∙ Trabajo Social y Vejez. ◊
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Discursos políticos de trabajadores sociales:
las cosas del poder en la cotidianeidad académica
Autora: Isela María Firpo
Directora: Laura Rozados
La investigación indaga desde una perspectiva socio semiótica, los sentidos polí-
ticos presentes en expresiones discursivas de Trabajadores Sociales de la Facultad
de Trabajo Social – uner, procurando objetivar las prácticas profesionales y sus co-
rrelatos en la cotidianeidad académica. Se analiza la microfísica de vínculos entre
Trabajadores Sociales en distintas situaciones de esa cotidianeidad, las nociones y
cuestiones de poder que interjuegan, la racionalidad política que sustenta el hacer y
el hacerse de todos los días a título institucional y las manifestaciones que adquie-
re la cultura política allí vigente. El abordaje es de tipo cualitativo y se utilizan las
herramientas del análisis del discurso en el trabajo metodológico de cuatro corpus:
tres corresponden a situaciones de comunicación formal y una informal entre Tra-
bajadores Sociales. El tratamiento metodológico de los corpus ha sido comparativo,
apuntando a la aprehensión de grandes configuraciones de sentido, a dar cuenta
de las posiciones de sujeto político allí definidas, de los esquemas valorativos que
éstas suponen y de la interrelación entre diferentes tipos de enunciados. El uni-
verso de estudio estuvo constituido por el conjunto de expresiones discursivas de
Trabajadores Sociales y las unidades de análisis, por cada una de esas expresiones.
Las técnicas de obtención y análisis de la información empírica fueron por su parte
la observación, la consulta de documentación y el registro. ◊
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Procesos de dominación / emancipación de mujeres
en contextos de violencia familiar
Autora: Silvana Martínez
Directora: María del Rosario Badano
La investigación intenta comprender, interpretar y describir los procesos de domi-
nación / emancipación de las mujeres en contextos de violencia familiar, tomando
como referente empírico un grupo de mujeres de la provincia de Misiones, que han
accedido a ser entrevistadas y a contar sus historias. El interés es indagar estos
procesos con una mirada política, analizando cómo se configuran los mismos por
las prácticas sociales, los discursos sociales, las relaciones de poder y los procesos
identitarios.
La apuesta central en relación con Trabajo Social es demostrar que si se dan de-
terminadas condiciones objetivas y subjetivas las mujeres violentadas en el ámbito
familiar pueden emanciparse. La dominación y emancipación constituyen proce-
sos dialécticos configurados por las prácticas, los discursos, el poder y las identida-
des, en los cuales cada uno de ellos puede orientarse con sentido emancipatorio o
a la inversa. ◊
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Intervención profesional de los trabajadores sociales del área Salud
en el maltrato infantil en Rosario
Autora: Griselda Inés Bruniar
Directora: María Eugenia Garma
La investigación parte de la preocupación por el aumento de la demanda a los tra-
bajadores sociales referida a violencia doméstica y en especial el maltrato infantil
y la necesidad de brindar respuestas pertinentes que modifiquen la situación de
abuso. En el área salud los trabajadores sociales son demandados por esta proble-
mática, interesa conocer sobre qué, desde dónde y cómo se interviene. El objetivo
general de la investigación es identificar las estrategias de intervención profesional
de los trabajadores sociales en la problemática del maltrato infantil. Los objetivos
específicos son: analizar las demandas de intervención en maltrato infantil, cono-
cer la modalidad de análisis y la valoración del riesgo y gravedad ante la sospecha
de maltrato infantil, determinar las estrategias de intervención, conocer el compro-
miso del equipo de salud y la institución y establecer cómo se planifica la continui-
dad del proceso de atención.
El resultado permite apreciar los diferentes momentos del proceso de trabajo.
La importancia que las trabajadoras sociales le otorgan al análisis de lo microsocial
y cómo realizan intervenciones que incluyan a la familia revinculándolos con la
comunidad, y muestra cómo se logra una respuesta satisfactoria cuando el trabajo
es interdisciplinario y en red. ◊
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Representaciones sociales sobre el Trabajo Social. Una aproximación
de las trabajadoras sociales de instituciones públicas de Enseñanza Media
de Asunción sobre su profesión
Autora: Sara Raquel López Cristaldo
Directora: Stella Marys García Agüero
Siguiendo los aportes de la psicología social, se intenta comprender qué significados
los sujetos profesionales le dan a su intervención. Se rescatan aspectos que expli-
can la génesis del trabajo social en Paraguay y se expone cómo sus dos elementos
ideoculturales (el movimiento médico higienista y la intervención religiosa) fueron
configurando históricamente loa profesión al punto de continuar sustentando teó-
rica y doctrinariamente la intervención profesional actual. La investigación intenta
dar cuenta cómo operan las representaciones sociales, marcando de manera im-
portante a la filantropía como uno de los ejes de la actual intervención profesional.
A pesar de que, con la Reforma Educativa las exigencias planteadas a las profesio-
nales se han ampliado, la atención de caso, grupo y comunidad siguen hegemoni-
zando la intervención profesional. ◊
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Procesos de dominación cultural y reproducción de la desigualdad social.
La cuestión social tabacalera en Argentina
Autor: Juan Omar Agüero
Directora: Alicia Gloria Dieringer
En la investigación se intenta comprender, interpretar y describir la configuración
histórica de la cuestión social tabacalera en Argentina y cómo los procesos de do-
minación cultural y de reproducción de la desigualdad social se refuerzan e imbri-
can mutuamente, constituyendo el mundo de vida de los tabacaleros de Jujuy y Mi-
siones, principales provincias productoras de tabaco del país y que se diferencian
entre sí por razones históricas, políticas, económicas y socio culturales.
Si los procesos culturales son constitutivos de la vida social, ¿cómo operan en
situaciones históricas de reproducción de la desigualdad social? Desde el pos es-
tructuralismo cultural, se conciben los procesos culturales como disputas por los
símbolos, los significados y las categorías sociales claves. Por lo tanto, implican
ideología, institucionalización y hegemonía. Desde esta perspectiva, la desigualdad
social no se genera ni se sostiene sólo desde lo político-económico, sino también
desde lo simbólico-ideológico-cultural. En este trabajo, analizo estos dos planos de
la realidad, que, obviamente, no existen separadamente ni son independientes en-
tre sí, sino que se refuerzan y se implican mutuamente.
El estudio describe la trayectoria histórica de la producción tabacalera del país,
la política tabacalera nacional, la emergencia de las organizaciones de productores
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tabacaleros, la expansión y concentración del complejo agroindustrial tabacalero
argentino y las implicancias de estos procesos en la configuración de los mundos
de vida de los tabacaleros de Jujuy y Misiones. ◊
Los cambios de las pequeñas productoras a partir de su participación
Autor: Andrea Hirschfeld
Directora: Analía Matas
En el ámbito de la implementación del Programa Social Agropecuario en el área
centro norte de la provincia de Entre Ríos se desarrolla la investigación, centrada en
los cambios que perciben las pequeñas productoras en su mundo doméstico a par-
tir de su participación en dicho programa. Para la mayoría de los productores mi-
nifundistas, este programa constituye su primera experiencia de participación en
el ámbito público y dentro de este sector, las mujeres campesinas están relegadas
aún. El Programa incentiva la participación igualitaria y de ahí surge el interés por
investigar qué cambios provoca esta participación, ya que comienzan a concurrir
a cursos de capacitación, forman grupos de trabajo y comienzan a ocupar lugares
de decisión.
Los resultados muestran cambios materiales y no materiales, visibles y no visi-
bles, cuantificables y no cuantificables. Cambios en torno a los procesos decisorios,
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al modo en que se adoptan las decisiones, en los resultados, respecto de quién de-
cide y a quién se beneficia en el ámbito de la producción pero también en el hogar.
La distinción del trabajo entendido como ayuda y del trabajo remunerado, la pro-
ducción para el autoconsumo y la producción para el mercado y sus consecuencias
de autovaloración personal, de distinción entre tiempo de trabajo y tiempo libre lo
que posibilita la autonomía personal. ◊
Participación e identidad de género en mujeres rurales
Autora: Stella Corigliani
Directora: Patricia Acevedo
La investigación aborda la participación de la mujer rural en asociaciones, dando
a conocer los avatares que debe atravesar la mujer a la hora de participar y la inci-
dencia en el proceso de reconstrucción de la identidad de género.
El análisis se centra en: la participación en asociaciones, la participación y su
incidencia en el proceso de reconstrucción de la identidad de género y la construc-
ción de la identidad de género.
Se optó por un enfoque cualitativo para sacar a la luz los rostros de las mujeres
rurales. La historia de vida es el medio principal a través del cual se escuchan sus
voces. Es la mujer rural el foco de atención y su propia voz con sus categorías las
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que priman en el trabajo, considerándolas como seres integrales, en un contexto
que incluye su pasado y su situación actual.
Los hallazgos se centran en torno a que las mujeres van construyendo la identi-
dad de género a partir de roles tradicionalmente definidos según el género, adqui-
riendo la responsabilidad de la reproducción familiar. ◊
Las representaciones sociales presentes entre los familiares de niños
con diagnóstico de tuberculosis que concurren al Servicio de Salud
del Hospital de Niños Zona Norte de Rosario
Autora: Viviana Pascual
Directora: Marta Abonizio
La investigación aborda las representaciones sociales de los familiares de niños
con diagnóstico de tuberculosis que reciben atención en el ámbito de la salud pú-
blica. Siendo la tuberculosis una enfermedad diagnosticable y prevenible, que los
elementos requeridos para su diagnóstico y tratamiento son de bajo costo, interesa
indagar que siga constituyendo un problema de salud a nivel mundial. Particular-
mente cómo es vivida, significada la enfermedad por los sujetos que la padecen y
más precisamente por sus familiares. De esta manera poder reflexionar sobre los
logros y obstáculos de las representaciones sociales que se constituyen por parte de
los familiares en el proceso de la atención, tratamiento y cura de la enfermedad.
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El objetivo general está centrado en relevar y analizar las representaciones so-
ciales y prácticas sobre tuberculosis presentes entre los familiares de niños con
diagnóstico de TBC que concurren al Hospital de niños Zona Norte de Rosario. Los
objetivos específicos: Explorar los sentidos otorgados por los familiares de los niños
diagnosticados con TBC. Estudiar las estrategias y acciones implicadas en la recep-
ción de estos diagnósticos por parte de los familiares de los niños con diagnóstico
de tuberculosis. Analizar las representaciones sociales que se constituyen con re-
lación a los diagnósticos y los tratamientos en los familiares de los niños con diag-
nóstico de TBC. Reflexionar sobre los logros y obstáculos de las representaciones
sociales que se constituyen por parte de los familiares en el proceso de la atención,
tratamiento y cura de la enfermedad.
Los resultados dan cuenta de la necesidad de incorporar las vivencias, signifi-
cados, prácticas de los sujetos, en este caso, las familias involucradas en esta pro-
blemática, al momento de diseñar estrategias y programas tendientes a abordar
la tuberculosis; y la necesidad de que éstos trasciendan la mirada estrictamente
médica. ◊
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Las condiciones de abandono familiar e institucional de los niños y adolescentes
residentes en organismos públicos y privados de menores de la provincia
de Entre Ríos al inicio del segundo milenio
Autora: Alicia Mariela Keiner
Directora: Elisa Sarrot
Se estudia el abandono como vulneración de derechos de niños y adolescentes,
entendiendo por tal a la desprotección jurídica, omisión, negligencia o abuso de los
responsables institucionales o cuidadores respecto de sus obligaciones, como tam-
bién las acciones u omisiones de organismos de protección que pongan en peligro
los derechos y garantías constitucionales de aquellas personas que se encuentran
bajo su guarda, prolongando indefinidamente su residencia en instituciones, sin
intentar alternativas de salida a su situación y/o anticipando altas en el abordaje
sin contar con elementos suficientes que ameriten la superación de la situación de
riesgo del sujeto de protección.
La mirada de los niños que se encuentran residiendo en hogares de menores
interpela las prácticas al punto de cuestionar acerca de si este «abandono» que se
infiere que ha realizado la familia hacia su persona, no se encuentra reiterado en su
vida de «sujeto institucionalizado» a partir de un nuevo abandono, esta vez colectivo
y realizado por el mismo Estado que intentó protegerlo del «abandono familiar». ◊
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Condicionantes en la reiteración de delitos de menores de edad
y congruencia doctrinaria de las respuestas institucionales
Autora: Gabriela Rosana Corti
Directora: María Daniela Puebla
La investigación se propone conocer los condicionantes en la reiteración de delitos
de menores de edad y la congruencia doctrinaria de las respuestas institucionales,
desde tres ejes articulados entre sí: desde la Doctrina en materia de justicia penal
juvenil, desde la intervención y desde la criminología.
La preocupación está centrada en conocer el estado de adecuación doctrinaria
de las normas y respuestas institucionales a la cidn: se recorre el contexto inter-
nacional y se profundiza el análisis a nivel nacional, provincial y los proyectos le-
gislativos.
Se trabaja desde las categorías teóricas: doctrina constitucional en materia de
justicia penal juvenil, fin de la justicia penal juvenil, ejecución penal: pluralidad de
medidas coactivas, medidas privativas de la libertad, reiteración de delitos: vulnera-
bilidad psico-social y vulnerabilidad psico-penal, respuestas en materia de justicia
penal juvenil políticas públicas de prevención conforme a la doctrina constitucio-
nal; intervención: modelo de abordaje o intervención directa sobre vulnerabilidad.
Se señalan los condicionantes de reiteración de delitos en adolescentes de 16 a
18 años de edad –varones–, infractores a la ley penal desde 2003/8, alojados en una
institución de máxima seguridad (Pabellón Juvenil – Servicio Penitenciario de Las
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Flores) que, alojados en el mismo o habiendo estado en el Pabellón fueron traslada-
dos al Penal por cumplir 18 años. Se utilizan las propuestas del Modelo de Abordaje
de la Vulnerabilidad. ◊
Representaciones sociales acerca del parto en el hospital público:
el caso del Hospital Materno Infantil «San Roque» de la ciudad de Paraná
Autora: Rosa María Franco
Directora: Alfredo Carballeda
Cada ser humano tiene inscripto en sí mismo las huellas de su nacimiento, por ello
la llegada al mundo es trascendente para los sujetos. El acto de parir no es un hecho
natural, sino un fenómeno cultural construido históricamente por cada sociedad y
está fundado en una serie de representaciones sociales.
El trabajo tiene como objeto-problema de investigación las representaciones so-
ciales de los profesionales de la salud acerca del parto en el hospital público, pun-
tualmente las de los trabajadores de un hospital público provincial.
Si bien la representación hegemónica en torno al parto refiere a aspectos cien-
tíficos-técnicos, lo que lo convierte en un acto de sujeción y control que reproduce
relaciones asimétricas de poder en una sociedad tecnologizada, dicha hegemonía
presenta grietas desde donde es posible operar transformaciones. ◊
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Sobre el trabajo y los jóvenes. Un estudio realizado en el barrio Paraná V
de la ciudad de Paraná
Autora: Gabriela Romero
Directora: Graciela Mingo y Elisa Sarrot
El objetivo de la investigación fue conocer el significado que los jóvenes le otorgan
al trabajo, en un contexto en el cual se reconocen profundos cambios en el mundo
laboral. Se abordan las nociones de trabajo, cultura, identidad y subjetividad; enten-
diendo que la conducta humana es acción simbólica y la cultura es una trama de
significaciones, una urdimbre; el análisis cultural permite desentrañar esas estruc-
turas de significación, su sentido y su valor. El estudio se construye desde la com-
plementariedad metodológica, como abordaje que contribuye a una comprensión
más profunda de la mirada de los jóvenes en relación al trabajo. Se contextualizó
con datos secundarios extraídos de fuentes oficiales, reelaborando datos del Censo
Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001.
Los jóvenes vinculan trabajo, estudio y movilidad social de la que se desprende la
relación entre trabajo y futuro. El trabajo «materializa» las elecciones vinculadas al
futuro que imaginan. Registran las condiciones actuales del trabajo en blanco y
estable como un logro y también sus limitaciones cuando por los bajos ingresos
no permite vivir. Se aborda la noción de segmentación y el sentido de los límites
en relación con las aspiraciones; en relación con la cultura como construcción de
significado, la precariedad que caracteriza la condición del trabajo hoy, se trata de
un concepto en disputa. ◊
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Delimitación de funciones terapéuticas y funciones asilares en la problematización
de los criterios de admisión a las instituciones psiquiátricas. El caso de la Colonia
de Oliveros luego de la última crisis argentina de 2001
Autora: Marisa Barrios
Directora: Marisa Germain
El estudio se centra en la distinción de funciones asilares y funciones terapéuti-
cas en los criterios de admisión de un hospital psiquiátrico, tomando el caso de la
Colonia de Oliveros, en el contexto de un debate institucional sobre tales criterios
posterior a la crisis argentina de 2001.
Con los antecedentes existentes, el debate analizado reinstala una preocupa-
ción frente a problemas que la institución recibe y que rebasan ampliamente la
especificidad psiquiátrica, demandando nuevos modos de interpretación y abor-
daje. Atravesado por diferentes fenómenos que no encuentran clara ubicación en
las políticas públicas, el hospital psiquiátrico los enuncia con denominaciones que
reproducen una fragmentación de la realidad y los problemas actuales. Lo asilar y
lo terapéutico interroga la fragilidad de mecanismos de integración social que ubi-
can a la institución en una línea difusa entre la atención de funciones específicas
y la compensación de déficit en los circuitos de protección social de sujetos que
presentan problemas heterogéneos y complejos.
El estudio analiza la discusión para redefinir el dispositivo de admisión de pa-
cientes, interrogando los modos en que son definidos como problemas, su ubica-
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ción en las políticas públicas, las respuestas que organiza la institución y los proce-
dimientos que las prácticas utilizan para su abordaje. ◊
La familia en los procesos de manicomialización-desmanicomialización.
Estudio de las trayectorias asistenciales de pacientes crónicos de la Colonia
Psiquiátrica de Oliveros
Autora: Florencia Serra
Directora: José María Alberdi
El acercamiento a las familias de los pacientes internados y a sus comunidades de
pertenencia permite reconocer historias signadas por el sufrimiento y la ausencia
de respuestas asistenciales alternativas a la hospitalización, e instala la sospecha
sobre aquellos discursos que reducen el problema de los pacientes crónicos a una
cuestión de abandono por parte de sus familias.
¿Quiénes son estos pacientes? ¿Cómo es su historia familiar? ¿Cómo llegan al
hospital psiquiátrico? ¿Qué discursos y prácticas operaron en los procesos de cro-
nificación? ¿Qué alternativas a la manicomialización son posibles?
En el caso de la cpo, su origen asilar y los frágiles intentos de desmanicomiali-
zación han producido, al igual que en gran parte de las instituciones psiquiátricas
públicas del país, una importante población de pacientes de larga institucionaliza-
ción y de revolving door.
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Se analizan los efectos nocivos de la institucionalización psiquiátrica prolon-
gada, en tanto provoca el desarraigo y la enajenación del paciente respecto de su
familia, amigos y comunidad de pertenencia.
Se reconstruyen las trayectorias asistenciales de los pacientes de larga institu-
cionalización, teniendo en cuenta los actuales procesos de reforma, las posiciones
asumidas por las familias, los circuitos de la cronificación, los discursos, prácticas y
representaciones de los distintos actores involucrados, como un desafío para tornar
visibles procesos, que si bien son particulares, contienen un pasado, un presente y
un fututo asignado a cientos y miles de personas que habitan los diferentes mani-
comios del país. A la vez, revisitar estas historias posibilita un ejercicio de la me-
moria en tanto sede irrenunciable para una política de salud mental instituyente
de un presente diferente.
La confiscación de la locura por el dispositivo psiquiátrico coloca necesariamen-
te a la familia en un lugar ambiguo; al mismo tiempo que inhabilita a la familia, la
pone bajo sospecha, acusándola de abandonar a su pariente en el claustro manico-
mial. El manicomio se encargará de promover la resignación, de allí su persistencia
en el tiempo.
Las lógicas asistenciales se abordan en tensión con la noción de la asistencia
como derecho.
Se analiza la ley 10.772 en el año 2007 en los alcances y limitaciones de su es-
trategia para la erradicación de las lógicas manicomiales, pese a lo cual permanece
intacto el modelo hospitalocéntrico heredado de las reformas sanitaristas, donde la
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internación psiquiátrica se presenta como la última estación de los rechazados por
las demás instituciones y servicios asistenciales.
En otros casos, el ingreso al manicomio se produce de la mano del sistema de
justicia penal, operando como una suerte de sentencias de cadenas perpetuas, sin
procesos, garantías ni condenas.
Es preciso superar las soluciones ficticias: un manicomio más humanizado, la
privatización de la locura en el ámbito familiar, la desasistencia derivada de la des-
hospitalización, que opera en nombre de una supuesta desmanicomialización. ◊
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rEcordando a mario HElEr
techi trachitte*
Ya tenemos bastantes Memento mori,prefiero no volver a decirlos.
¿Por qué debería en el vuelo de la vidatorturarte con el límite!
Por eso, como un viejo barbudo,docendo, te recomiendo,
querido amigo, según la manera que es tuyasin más, vivere memento.
Goethe
Pensar en ti Mario es pensar la vida, por ello, la muerte se enamoró y enseñoreó en tu cuerpo
para evitar que siguieras esparciendo este «mal» que llamaré de manera simple y profunda ‘la
intensidad de una vida’. La muerte se llevó tu parte más pequeña, pues, aún sin pretender inter-
pretarte —nunca lo hubieras aceptado, creo que bien vale considerar que has hecho en y de tu
vida lo que has querido.
Estar junto a ti era una un ejercicio de libertad y creo que no hablo sólo por mí. Estar junto
a ti constituía una experiencia de concurrencia, de composiciones creativas que no obviaban
discusiones y diferencias.
* Agradezco profundamente a Susana Cazzaniga, Elena Riegelhaupt y Susana Bugdahl de la Maestría de Trabajo
Social de la Facultad de Trabajo Social – uner, por ofrecerme este espacio para expresar el dolor que sentimos.
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Con un cigarrillo incansablemente entre tus manos sabías escuchar y sabiamente, no juzgar
apresuradamente, excepto antes de morir… ¿es que lo habrías intuido?
Se que batallaste para ser auténtico contigo mismo y ganaste esa disputa. Nos dejaste la
posta para que sigamos la pista de nuestros deseos.
Tus búsquedas traspasaron límites, fronteras, derribaron muros que de forma permanen-
te construimos por temor a expresar nuestros afectos, por evitar lo falible que somos. Agrie-
taste mallas disciplinares, epistemológicas, culturales, vinculares, territoriales. Nos abriste tus
puertas compartiendo generosamente lo que sabías y tenías. En el camino dejaste tu huella,
marcaste vitalmente espacios de encuentros, tejiste inmensas redes, no pasaste inadvertido en
tu compromiso ético-político con una praxis tensada entre la ‘falta, carencia y la potencia de
la excedencia’ de lo humano. Por todos los rincones nos reconocemos recordándote entre tus
amigos, colegas, tesistas, estudiantes de esta Facultad y de otros ámbitos académicos. Transitas
también por nuestros sueños. Seguramente, a muchos nos ha ocurrido luego de tu partida algo
parecido a: … le voy a escribir para…; … le envío este escrito…; … le hablo porque… Asimismo
tu dirección de correo electrónico o número de teléfono continúan agendados entre nuestros
contactos como una manera de resistir tu ausencia, aunque
[…] Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado […]
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Aún así opongo / oponemos resistencia, porque la muerte no te ha derribado, sino que ella se
ha hechizado y robado sólo una parte, resentida por la energía que contagiabas y generabas ¡Sí
que tenías poder hombre! ¡y de qué manera lo hacías circular para un potenciamiento colectivo!
Habitante de un mundo extraño, pues, paradójicamente cuando el tiempo escasea, tú lo do-
nabas, tal vez, lo inventabas, allí estabas dispuesto para nosotros. Personaje raro al fin, en quien
confluía un pensar crítico, una escritura profusa, clara y profunda que invita a asumir la tarea
de reflexionar sobre el presente y fraguar tramas para hacer conjuntamente, cooperativamente
tal como lo asumías en tu vida, expresando de este modo, una verdadera coherencia entre tus
prácticas discursivas y no discursivas.
Mostraste —sin pretender erigirte como modelo— que se puede ser sólido, riguroso y pro-
fundamente crítico sin acartonamientos o rigideces académicas. Supiste generar espacios pro-
picios para pensar, discutir, debatir en un ambiente afable y alegre.
¡Ay amigo y maestro, cuánto te extraño y extrañamos!
A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.
reco
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72 Correo de lectores
La posibilidad de llegar a todos aquellos con los que uno quisiera establecer comunica-ciones fructíferas suele ser limitada, por lo que cualquier esfuerzo en tal sentido resulta valioso. Esta revista digital pretende decir, pero también escuchar y compartir la escu-cha. Por ello, invitamos a los lectores inquietos a que acerquen sus aportes, comenta-rios y/o críticas a la dirección: [email protected], con el compromiso de publicarlo en el número siguiente de Nivel 4: latidos de lo social.
Desde ya, muchas gracias.
elena riegelhaupt
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