Introduccion a La Antropologia Aplicada. Seminario de Integracion Social de Guatemala

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  • ANTROPOLOGIA APLICADA

    Patricio Guerrero

    (compilador)

    Ediciones U.P.S

    1997

  • Antropologa AplicadaPatricio Guerrero(Compilador)

    1a edicin Ediciones U.P.S Ediciones Abya-YalaAv. 12 de octubre 14-30 y WilsonCasilla 17-12-719Telf: 562-633 / 506-251Fax: (593-2) 506-255Quito Ecuador

    Autoedicin: Abya-Yala editingQuito-Ecuador

    ISBN:

    Impresin: Digital DocuTech

    Universidad Politcnica Salesiana

    Quito, 1997

  • INDICE

    Introduccin 7

    Seminario de integracin social guatemalteca 13(Por Richard N. Adams)Notas 31

    La antropologa aplicada y la poltica de desarrollo 33(Por Lucy Mair)Notas 55

    La hora del brbaro 57(Por Adolfo Colombres)Notas 84

    II. Un modelo de antropologa aplicada 87(Por George M. Foster)

    Labor del antroplogo 123(Por George M. Foster)

    Qu es la antropologa aplicada? 171(Por Marvin Harris)Notas 210

    Una aproximacin a la construccin de gnero en el mundo rural andino 211(Por Yara Carafa)Bibliografa 238

    Reflexiones sobre antropologa y turismo 239(Por Julio Enrique Carvajal)Notas 297

    La antropologa y sus sujetos de estudio 303(Por Margarita Nolasco)

    El antroplogo y los indios 311(Por Guillermo Bonfil)

    Indios, antropologa y descolonizacin 315(Por Bartolom Alonso Kaamal)Bibliografa 322

    Los campesinos como objeto de la antropologa 323(Por Jos Luis Domnguez)

  • El papel del cientfico social en su programa de colonizacin campesina 333(Por Mara Luisa Acevedo)

    De la crisis a la praxis 343(Por Ernesto Camou)

    Cmo lleg la antropologa a las ciudades perdidas 357(Por Iigo Aguilar M.)

    El taller de salud 365(Por Raquel Bialik)Bibliografa 376

    Comentarios al taller de salud de Tepito 377(Por Julia Hernndez Mendieta)

    La antropologa metida con obreros 387(Por Augusto Urteaga)

    Intereses de la antropologa en temas obreros 397(Por Linda Hanono)

    El antroplogo y su propio grupo social 403(Por Leticia Mayer)

    Reflexiones acerca de investigaciones antropolgicas sobre la propia comunidad o estudio de pares 405(Por Ingrid Rosenblueth)

    Los universitarios frente a los universitarios 409(Por Leticia Mayer)

    Comentario 413(Por Jos Manuel Berruecos)

    Algunas reflexiones sobre el estudio de la propia comunidad de origen 417(Por Marisol Prez)

    Comentario 425(Por Cristina Barneche)

    Estudiando la comunidad cientfica 431(Por Larissa Lomnitz)

    Comentario 435(Por Dr. Felipe Bracho)

    Resumen y conclusiones 437(Por Ingrid Rosenblueth)

  • La poltica cultural en pases en vas de subdesarrollo 443(Por Nstor Garca Canclini)Notas 467

    La antropologa social de apoyo 469(Por Adolfo Colombres)Notas 517

  • ANTROPOLOGIA APLICADA

    Introduccin

    La situacin actual que vive la humanidad, se caracteriza por un proce-so acelerado de cambios. Cada de referentes histricos, reordenamientodel mundo, bsqueda de nuevos paradigmas y de la estructuracin de unacultura planetaria articulada a las necesidades del mercado, que niega oinstrumentaliza la diversidad y la diferencia, estos son algunos de los sn-tomas de estos tiempos, en que sin haber llegado todava a comprenderque es la modernidad, nos imponen una postmodernidad que nos traeuna era de desencanto. Esta nueva fase de modernizacin y globalizacinde la economa capitalista, ha puesto en crisis el conjunto de la ciencia engeneral, de las ciencias sociales en particular y por tanto de la antropolo-ga.

    La discusin en torno a la aplicabilidad e instrumentacin de la antro-pologa no es reciente, pues el surgimiento mismo de la antropologa co-mo ciencia est ligado a la orden colonial, pues es la antropologa la quebrinda las bases tericas y metodolgicas para su expansin, por ello sepuede decir que la antropologa siempre fue aplicada.

    El nuevo orden terico, tico y poltico que hace posible la ruptura epistemo-lgica del siglo XIX, que la legitiman como ciencia, responden a un nuevo or-den socio-poltico, que exiga tambin un nuevo orden tico para la ciencia. Esaruptura se da en un triple plano: De las ciencias naturales que posibilitan el co-nocimiento del universo fsico, pero tambin la explotacin de la naturaleza yla expansin del sistema productivista. El plano de la razn histrica. El Esta-do-Nacin halla su unidad en el principio del saber tcnico. El plano de la vi-sin del hombre y el cosmos. El saber tecnolgico hace que la civilizacin seconvierta en riqueza y sta en sinnimo del progreso, en la cspide de la evolu-

  • cin humana. Esto determina que la ciencia tenga desde entonces un carcterobligatoriamente aplicada e instrumental.

    As, la sociologa se origin como la ciencia de la sociedad capitalista, yla Antropologa, se legitima como la ciencia de los otros, de los pueblosprimitivos, de las otras culturas. Se produce igualmente una revolucin,por un lado en el campo metodolgico, la observacin participante y eltrabajo de campo, son los nuevos ejes del trabajo antropolgico que cadavez ms ser aplicado, acorde a las necesidades de expansin del rgimencolonial. Por otro, una nueva visin de las metas ticas y polticas de laciencia, de su deber, para justificar su empleo instrumental. As la antropo-loga, sin problemas de conciencia, aporta los elementos tericos y meto-dolgicos que permiten legitimar y expandir la accin colonial dominado-ra del Estado sobre las otras culturas.

    En sus inicios el principal inters de la antropologa aplicada, era la ad-ministracin de los pueblos coloniales dependientes. Luego de la segundaguerra mundial, su inters se transfiere a los problemas sociales y cultura-les que van aparejados con el cambio tecnolgico y la modernizacin, tan-to en las sociedades industrializadas, como en las tradicionales, estas lti-mas, ahora insertas en una situacin de dependencia, ya no como pueblosprimitivos, pero si como subdesarrollados, que es una nueva variantedel mismo imaginario de la razn colonial, recreado en condiciones impe-rialistas. En este perodo, los hechos sociales en el mundo evidencian el ca-rcter imperialista de la poltica norteamericana. La guerra de Vietnam, elProyecto Camelot, el movimiento hippie, la revolucin Cubana, etc., loque determinar que se replantee nuevamente la funcin de la antropolo-ga y de los/las antroplogos/as.

    As aparece en la antropologa norteamericana, la postura del compro-miso social, la misma que posibilita un nuevo campo de accin, de la apli-cacin de las ciencias sociales, que hace ms evidente el carcter instru-mental: antropologa aplicada. La antropologa se ve obligada a un nuevocondicionamiento metodolgico, y a acentuar una praxis marcadamenteempirista y funcionalista. El antroplogo aplicado se vuelve el eje para pro-porcionar la informacin necesaria para el diseo de la poltica del depar-tamento de estado y el ejrcito norteamericano , ya sea para la administra-

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  • cin neocolonial o para evitar los focos de insurgencia que se extienden enel mundo como influjo de la Revolucin Cubana, y como respuesta a laagudizacin de la crisis econmica de los pases dependientes.

    Nuevos problemas son discutidos, el cambio cultural, la aculturacin, lamodernizacin, la incorporacin de las culturas tradicionales a la sociedadmayor. El desarrollo (como hasta hoy) se convirti en el discurso preferi-do de los antroplogos aplicados, lo que facilitar su instrumentalizacinal servicio del poder.

    El inters principal de la antropologa aplicada ha sido desde entonces,sobre los procesos de cambio social y cultural, en especial en cuanto a lasmejoras planificadas en diversos campos, agricultura, servicios mdicos, yde salud, sistemas educativos, programas de asistencia social, planificacinurbana, desarrollo cumunitario y otros, por ello se la ha considerado, quela antropologa aplicada, posibilita una mejor interaccin organizada en-tre antroplogos profesionales y entre organismos pblicos y privados queplanifican polticas, aunque en realidad la aplicacin de la antropologa vams all de la participacin, la planificacin y la administracin de polti-cas al servicio instrumental del Estado.

    Generalmente se ha sostenido (Foster), que cuando los antroplogosemplean sus conceptos tericos, conocimientos fcticos y metodologas deinvestigacin en programas destinados a resolver problemas sociales, eco-nmicos y tecnolgicos contemporneos, estn haciendo antropologaaplicada, pero como ya hemos visto, la antropologa desde que naci fueaplicada, sin embargo, se muestra hoy como una subdisciplina especializa-da en atender problemas prcticos de la cultura ligados a la vida concretade los hombres, antes que ha priorizar solo lo terico.

    En realidad, la Perspectiva de la Antropologa Aplicada, tiene que ver concualquier situacin que implique intervencin en la vida de los seres hu-manos que sean afectados por los resultados que dicha intervencin pro-voque. Es muy evidente que ha habido una visin muy instrumental en lafuncin que se le ha hecho cumplir a la ciencia, hay una larga experienciade una antropologa extractivista, que llega, toma lo que necesita, se va, novuelve y no devuelve. Vietnam, el proyecto Camelot, la accin del Institu-

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  • to Lingstico de Verano, el golpe de estado en Chile, la Guerra del Golfo,los actuales conflictos tnicos y religiosos en la ex Yugoeslavia, en Ruandao en Chechenia, son ejemplos claros de la instrumentalizacin de la cien-cia y la utilizacin que el poder ha hecho y hace a la antropologa aplicadacon fines ideolgicos y polticos.

    Frente ha todo este panorama y ante la complejidad de los problemas ac-tuales presentes en las sociedad contempornea, se plantean innumerablesdilemas ticos y polticos a los antroplogos. Uno de ellos, es si deben o nocomprometerse con los grupos con los que estn trabajando. Frente ha es-to se reaviva la vieja discusin sobre la supuesta neutralidad de la cienciapara unos, mientras que las nuevas corrientes tiene claro que la responsa-bilidad suprema y compromiso ser siempre en funcin del ser humano,de su bienestar y dignidad, que se ven en un compromiso por la dignidady libertad humanas, la antropologa seguir siendo la ciencia de los exti-cos, un instrumento til para el ejercicio del poder y la dominacin.

    Una de las razones principales de la crisis de la ciencia y de la antropo-loga, es la rpida extincin del mundo primitivo que fue la razn para susurgimiento y para la construccin de sus objetos de estudio. Hoy dichosobjetos, gracias a su propia praxis cultura y poltica, se muestran comosujetos histricos, pues ahora las culturas condenadas buscan afirmar suidentidad cultural y tica, se muestran como sujetos con capacidad paraenfrentar el reto de la modernidad y con un proyecto de transformacindel conjunto de la sociedad.

    Esto ha determinado que la antropologa tenga que modificar sus con-cepciones tericas, metodolgicas, como su funcin, sus metas y ticas,poniendo en riesgo como plantea Colombres la existencia futura de la pro-pia ciencia, para as lograr una verdadera descolonizacin de una cienciaque siempre fue til al poder y la dominacin, la antropologa aplicadadesde esta perspectiva ser siempre una ciencia colonial, til para la imple-mentacin de la dominacin neocolonial e imperialista, de ah la necesi-dad de que esta muera para que renazca con un nuevo rostro y una nuevafuncin, de ah que se plantee que frente a una antropologa aplicada siem-pre colonial, nace una Antropologa Social de Apoyo, cuya finalidad no seasino la de devolver al colonizado las armas tericas y metodolgicas de la

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  • ciencia para que logre su descolonizacin y le sea til en funcin de susproyectos histricos.

    En sociedades como las nuestras atravesadas por la diversidad y la dife-rencia, la antropologa debe contribuir, a la defensa por el derecho a esa di-versidad y diferencia. A proponer soluciones polticas para que nuestrosobjetos de estudio ya no sean vistos como tales, sino como sujetos hist-ricos y polticos a plenitud, como pueblos con destino, y no como meno-res de edad a los que proteger en forma paternalista para asimilarlos al de-sarrollo y la civilizacin objetivo por el que tambin ha trabajado la an-tropologa aplicada, adems debemos entender que no son los seres huma-nos como tales nuestros objetos de estudio, sino los procesos socio cul-turales en los que estos se encuentran inmersos.

    Si en el pasado la antropologa fue un instrumento de dominacin, pue-de ser tambin, un instrumento que contribuya a la liberacin del ser hu-mano. Esta nueva perspectiva, pasa por una redefinicin de su funcin, desu tarea histrica, de su epistemologa, de su metodologa, esto implica unapraxis ms comprometida con la humanidad, que posibilite a la descolo-nizacin de la teora y de su praxis, para nutrirla de un contenido crtico ylibertador. La antropologa, debe ser un instrumento cientfico que permi-ta afirmar nuestro compromiso con la vida, que contribuya, no solo a es-tudiarla, conocerla, interpretarla, sino que aporte fundamentalmente atransformarla.

    Objetivos

    Estos son algunos de los problemas que se discuta en el presente curso,y el aproximarnos a su comprensin y discusin crtica, es el objetivo cen-tral del mismo. Y junto con ello nos prometemos adems:

    Hacer un balance crtico desde distintas perspectivas de anlisis de la his-toria de la antropologa aplicada.

    Presentar y confrontar las distintas posturas tericas y metodolgicas,que se han elaborado en torno a la antropologa aplicada.

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  • Evaluar las diferentes experiencias concretas de aplicacin de la antropo-loga que se presentan en los textos, a fin de determinar en forma analti-ca y crtica, los pro y los contras de los enfoques, tericos y metodolgicos,y develar los contenidos ideolgicos y polticos que se evidencian en dichasprcticas.

    Discutir desde distintas posturas de anlisis, la perspectiva y la funcinque hoy se plantea a los/las antroplogos/as, y a la misma antropologa co-mo ciencia.

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  • SEMINARIO DE INTEGRACION SOCIALGUATEMALTECA

    Richard N. Adams

    Tomado de

    Introduccin a la Antropologa Aplicada

    pp. 27-53 S/F

    1.- Antropologa social y antropologa aplicada

    El trmino Antropologa significa cosas muy diferentes para distintaspersonas. Para algunas es el estudio de huesos viejos y la descripcin derazas extintas, partiendo de algn fragmento de crneo que ha sobrevi-vido; para otras, en cambio, es un compendio de costumbres exticasde pueblos extraos y primitivos. La Antropologa es, en verdad, todasestas cosas; sin embargo, ninguna de ellas ofrece una idea correcta de loque hace el antroplogo. Como todos los cientficos, los antroplogoshan tenido que especializarse, y aunque su campo es usualmente defi-nido como el del estudio del hombre, o an mejor, el estudio de gru-pos de hombres, su comportamiento y producciones, algunos antro-plogos se especializan en estudiar nicamente las producciones de ci-vilizaciones hoy extintas, en tanto que otros estudian la conducta realtal como puede ser observada en nuestros das. Estos tres campos gene-rales son usualmente denominados antropologa fsica, arqueologa yantropologa social o cultural.

  • De estos tres campos de la antropologa este libro tratar nicamen-te con el ltimo: la antropologa social o cultural. No tendremos aquoportunidad de preocuparnos de huesos viejos, razas extintas, frag-mentos de alfarera, monolitos misteriosos o ciudades perdidas. Nosconcentraremos en el comportamiento del hombre tal como se le ob-serva en accin. Sin embargo, nuestro foco de inters va a definir con-siderablemente del de algunos cientficos que tambin estudian el com-portamiento humano. El psiclogo, por ejemplo, estudia el comporta-miento humano desde otros numerosos puntos de vista; su centro deinters original, que todava es el dominante, es el hombre individual.El quiere averiguar que es lo que hace al individuo actuar en la formaen que acta, bajo la variedad de condiciones distintas en que puedehallarse. El antroplogo tambin est intersado en todo esto, pero cen-tra ms su estudio sobre las maneras especficas en los que los diferen-tes hombres en la misma sociedad actan semejantemente, y en la ma-nera en que hombres de sociedades diferentes actan distintamente.Como seres humanos hacemos muchas cosas; algunas de ellas, porejemplo muchos de nuestros hbitos, los tenemos en comn con otrosmiembros de nuestra sociedad. El inters particular del antroplogo loconstituyen esos hbitos que son compartidos entre los miembros deuna sociedad.

    Exploradores, misioneros y viajantes, han regresado durante muchossiglos con extraas y exticas historias de las diferentes costumbres depueblos que viven en otras partes del mundo. En el ltimo siglo hubopersonas que se empezaron a interesar en recoger tales historias, y enanalizarlas para ver que significado pudiera tener en nuestra compren-sin del comportamiento humano, esos modos diferentes de hacer lascosas. Estos estudios comenzaron la etnologa moderna o antropologacultural. Al aumentarse y cotejarse la informacin, se vio claramenteque haba mucho que no se saba sobre esos lugares. As se empezarona estudiar asuntos especficos de esos mundos extraos y, en forma gra-dual, se fue desarrollando una de las tradiciones mayores que distingueel estudio antropolgico de los otros estudios del comportamiento hu-mano: la observacin efectiva de las sociedades humanas en accin.

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  • Desde luego que los antroplogos visitaban partes del mundo rara vezfrecuentadas, no podan atenerse a otros especialistas para estudiar t-picos especiales. En el centro del Africa rara vez haba un economistapara estudiar la economa, un socilogo para estudiar la organizacinsocial, un experto en religiones comparadas para estudiar las costum-bres religiosas, un anatomista o un mdico para estudiar caractersticasfsicas, o un psiclogo para estudiar el comportamiento del individuo.El antroplogo, puesto generalmente era el nico observador de la es-cena, obligadamente tena que estudiar todas estas cosas por s mismo.As se estableci otra tradicin que caracteriza a la antropologa: paracomprender el comportamiento social humano debe estudirsele entodos sus aspectos.

    Conforme continuaban los estudios de diferentes culturas y se vol-van ms exactos, los antroplogos lograron otro principio importan-te, que es tal vez la contribucin ms grande que han hecho en la com-prensin del comportamiento humano. Tal principio es la idea de quecada grupo humano tiene una serie de comportamientos que le son pe-culiares y que, en muchos casos, lo que los filsofos y psiclogos anti-guos conocan como naturaleza humana difiere profundamente deuna sociedad a otra. Los antroplogos denominaron cultura de la so-ciedad a esa conductas peculiares de los miembros de una determina-da sociedad. Por el trmino cultura significan no slo las artes, la lite-ratura y otras maneras elevadas de hacer las cosas, sino tambin cadatipo de conducta compartida que manifiesten los miembros de la so-ciedad. Este concepto de la cultura ha demostrado ser el instrumentoms til del antroplogo, y por ser fundamental para entender el com-portamiento de una sociedad, le hemos dedicado todo el captulo 3.

    Conforme se utilizaba y se volva ms definido el concepto de cultu-ra, un inters correlativo comenz a ocupar el tiempo de los antrop-logos. Este era el estudio de los cambios culturales. Cuando los nativosdel Africa, de Australia y del Nueva Mundo fueron primeramente vis-tos por los europeos occidentales, se desarroll gradualmente el mitode que eran sociedades estticas que no haban cambiado en miles de

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  • aos, que siempre haban vivido de la misma manera. Este mito fuedespejndose poco a poco al irse observando a estas sociedades en ac-cin y al estudiarse su historia arqueolgica y legendaria. Gradualmen-te se empez a comprender que, lejos de mantenerse estticas siempre,la mayor parte de las sociedades estaban sufriendo cambios continuosde alguna especie. La mayor parte de estos eran cambios sociales: invo-lucraban cambios en la poblacin, cambios polticos, de familia, y deotras formas de organizacin social. Otros eran cambios tecnolgicos yeconmicos: implicaban nuevos medios de subsistencia, cambios declima, y nuevos instrumentos y tcnicas. Muchos eran en la esfera de lasideas: nuevos tipos del saber, nuevas ideas religiosas, o nuevas creenciasmgicas. Muchos antroplogos comenzaron a interesarse en estudiar lamecnica y los procesos por los cuales eran efectuados estos diversos ti-pos de cambio cultural.

    Aparente de la antropologa, en los ltimos aos se han desarrolladogrupos de personas que tomaron como su inters primordial el cambiode una cultura de una sociedad. Entre estos cambiadores de las cos-tumbres hay trabajadores en salud pblica, expertos en sanidad, traba-jadores sociales, conservadores de bosques, agrnomos, maestros quetrabajan en programas de educacin fundamental, y muchos otros es-pecialistas en bienestar pblico. Es slo recientemente que estos traba-jadores se han dado cuenta de que los antroplogos por mucho tiem-po han venido estudiando las culturas y el modo como cambian. Por suparte, los antroplogos por mucho tiempo no se dieron cuenta del he-cho de que haba otras personas que estaban tratando de instituir cam-bios en sociedades. Realmente, no ha sido sino desde la II guerra mun-dial que los trabajadores en bienestar pblico y los antroplogos hancomenzado a ver que cada uno poda serle de utilidad al otro. El antro-plogo sabe algo respecto a cmo cambia una cultura, cules son algu-nas de las posibilidades; el trabajador en bienestar tiene en mente loscambios que seran beneficiosos a determinada sociedad, pero se ha es-trellado contra las dificultades al tratar de hacer efectivos estos cam-bios. Este nuevo tipo de actividades por parte de los antroplogos, caebajo el campo de la antropologa aplicada.

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  • Sin embargo, la antropologa aplicada no tiene sus races nicamen-te en la antropologa cultural clsica. Utiliza la sociologa, la psicologasocial y la psicologa as como a sus predecesoras antropolgicas. Segnla naturaleza del problema y segn el entrenamiento y experiencia delantroplogo individual, sern usadas diferentemente estas disciplinasen la solucin de cualquier problema dado. La antropologa aplicadadifiere de estas disciplinas en que estudia los fenmenos sociales, cul-turales y psicolgicos desde el punto de vista del posible cambio. Pue-de extraer de cualquiera de los campos anteriores, y an de otros, siayudan a analizar y a interpretar las condiciones bajo estudio. En cier-to sentido, la antropologa aplicada mejor podra ser llamada una cien-cia aplicada de las relaciones humanas. Pero con su gran dependenciade esas otras disciplinas, el antroplogo aplicado generalmente trabajasobre la base de las tres tradiciones importantes anteriormente estable-cidas: observacin de campo de sociedades humanas en accin, estudiode cuntas fases del problema sea posible, y el empleo del concepto decultura como un instrumento de orientacin en el estudio.

    2.- Antropologa aplicada correctiva y anticipadora

    Casi todo el trabajo de antropologa aplicada cae dentro de uno dedos tipos: el correctivo y el anticipatorio. Las tcnicas que pude utilizarel antroplogo, el grado de resistencia que pueda encontrar y el gradoen que pueda predecir resultados, dependen en gran parte del tipo detrabajo aplicado que se haya hecho. Para hacer una analoga con la me-dicina, el trabajo correctivo correspondera a las medidas teraputicas;el trabajo anticipatorio correspondera a las medidas preventivas.

    El trabajo anticipatorio implica el conocimiento de que algn genteo algna otro elemento va a instituir ciertos cambios en la cultura o enla organizacin social de un grado dado. Puesto que de antemano se sa-be cules son los cambios deseados, la tarea del antroplogo es la de es-tablecer cul va a ser la respuesta de la sociedad. El antroplogo realiza

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  • sus estudios antes de haber sido alterada la situacin comunal por el in-greso del personal encargado del proyecto. Tomemos por ejemplo elproyecto de efectuar exmenes mdicos a intervalos peridicos en losnios de escuela en una comunidad indgena. El trabajo anticipatorioimplicara aqu un estudio de la comunidad antes de emprender el tra-bajo mdico. Consistira primeramente en estudiar las varias tcnicas yprcticas que seran usadas por la agencia mdica una vez se iniciara suprograma. Luego, se hara un estudio de campo en la poblacin a efec-to de determinar: 1) las reacciones que pudieran esperarse de acuerdocon lo que piensan los del pueblo acerca de su cuerpo y de las enferme-dades; 2) cuales sern sus conceptos de modestia y de exhibicin inco-rrecta; 3) lo que piensan sobre la extraccin de sangre para exmenesmdicos. Una vez conocidas las posibles resistencias, entonces podra elantroplogo intentar o ingeniar alguna manera cmo las necesidadesdel proyecto puedan ajustarse para acomodarse a los sistemas locales decreencias y de accin. Las ventajas del trabajo anticipatorio son las si-guientes: 1) la situacin comunal no es molesta por la iniciacin delproyecto, lo cual significa que el trabajo no tendr que luchar contra re-sistencias que puedan originarse en oposicin al programa; 2) puedeser posible decidir si existen factores que vuelvan imposible el proyec-to; es este caso, sera cuerdo cambiar la naturaleza del proyecto o plani-ficarlo para otra regin; 3) puesto que la materia tpico del proyecto noha sido puesta en conocimiento de los habitantes del pueblo, el traba-jador puede discutir ms libremente los posibles resultados que si ya sehubiera dado cuenta de la operacin del proyecto. El trabajo anticipa-torio tambin tiene algunas desventajas: 1) puesto que el trabajador de-be acercarse a la reaccin comunal en una forma hipottica, no puedeestar seguro de cul va a ser la respuesta en la realidad; sus conclusio-nes deben basarse en conjeturas inteligentes; 2) hasta que un proyectono haya estado operando durante algn tiempo no puede saberse pre-cisamente cules factores van a introducir a la comunidad; frecuente-mente cambios administrativos en la planificacin del proyecto ocu-rren despus que haya estado en accin por algn tiempo.

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  • El trabajo correctivo implica penetrar a una situacin de cambio cul-tural despus de saberse que ste est efectundose y en tratar de vol-ver a establecer estabilidad en la situacin. La inestabilidad social o cul-tural en una comunidad puede ser el resultado de un proyecto, o pue-de ser el resultado de cambios en el medio econmico de la sociedad.Una vez los miembros de una sociedad han sido confrontados con unacambio posible u obligado, hacen sus respuestas. El trabajo correctivorequiere no slo la comprensin de la cultura general, como en los tra-bajos anticipatorios, sino tambin tratar con reacciones que ya han si-do formuladas.

    Frecuentemente estas reacciones han tomado tonos altamente emo-tivos y ser mucho ms difcil tratar con ellas que haberlas evitado pormedio del trabajo anticipatorio. Tomemos el mismo ejemplo ofrecidoarriba y tratemos de ver cmo puede emprenderse el trabajo correcti-vo. En este caso las autoridades mdicas ya han entrado en la pobla-cin, y ya se ha efectuado una serie de exmenes mdicos. Al regresaralgunos meses ms tarde para llevar a cabo la segunda serie de exme-nes, encuentran que los nios de escuela no van a la clnica y que lospadres se han vuelto verdaderamente hostiles. Fuera de llamar a la po-lica y forzar fsicamente a los nios a someterse a los exmenes, no haymanera rpida de continuar con el programa. En esta situacin se haestablecido la resistencia. Es intil tratar de forzar la situacin, y no esflexible creer que una propaganda excesiva tenga algn xito. En estecaso es necesario no slo averiguar cules son las causas de la resisten-cia, sino tambin suministrar medios de accin remedial que aminorenla resistencia. El trabajo correctivo puede tambin verificarse en situa-ciones en las que el cambio est ocurriendo debido a algn disturbioambiental. Existe el ejemplo de una poblacin indgena de Guatemalaque, despus de haber sufrido destruccin de la mayor parte de su tie-rra de pastoreo y de cultivo debido a una inundacin, confront unacrisis econmica. Aqu, la sociedad ya estaba respondiendo a la situa-cin alterada por medio de migracin y alteracin de su economa. Ental situacin el trabajo correctivo implica tratar con el hecho consuma-do del cambio ambiental y encontrar alguna clase de solucin que per-

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  • mita a la sociedad continuar, sin destruccin innecesaria de la organi-zacin social comunal. El trabajo correctivo tiene una ventaja notoria:puesto que la sociedad ha sido obligada a reaccionar, el trabajador po-dr con mayor factibilidad determinar algunas de las lneas de integra-cin en la cultura. En el caso de la toma de muestras de sangre, inme-diatamente averigua que se pone gran nfasis en la importancia de lasangre, y consecuentemente, puede volcar de inmediato su atencin enesta direccin; en el caso de las tierras lavadas por la inundacin, inme-diatamente se sabr que algunas cosechas se han perdido y que debenhacerse ciertos ajustes. El hecho de estarse verificando el cambio, o delas reacciones al cambio ya hayan ocurrido, permite al trabajador com-prender en un tiempo ms corto cules son precisamente los factoresque actan en la situacin. Tambin hay cierto nmero de desventajasen el trabajo correctivo, siendo en su mayora los mismos factores quehacen ventajoso al trabajo anticipatorio. 1) en una situacin en la queya se ha iniciado el proyecto y se ha encontrado resistencia, habr unaintensificacin de la resistencia emotiva a todo aquello ligado al pro-yecto. Como resultado, ser ms fcil tomar acciones remediables efi-caces que si el proyecto hubiera sido planteado con ms cuidado desdeun principio; 2) puesto que las actitudes sociales ya han sido influen-ciadas por la mala administracin del proyecto, ser ms difcil prede-cir el xito ulterior; 3) el trabajador no puede mantener fcilmente lapostura de un observador sin inters, si es obvio que su presencia se de-be al mal funcionamiento del proyecto. Con todo, el trabajo anticipa-torio, combinado con las medidas correctivas aplicadas conforme seannecesarias, es probablemente la situacin ideal para el antroplogoaplicado; le permite hacer sugestiones para evitar errores iniciales en laadministracin del proyecto, y conformen se desarrollen los eventos ynazca los problemas durante el proyecto, podr inmediatamente reco-mendar medidas remediales.

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  • 3.- Algunos principios en la aplicacin de la antropologa

    La postura de un trabajador antropolgico en un programa aplicadoenvuelve algunas relaciones que deben aclarrsele a la agenda patroci-nadora de que se trate. Algunas de estas pueden incluirse bajo tres ru-bros: consideraciones ticas, la posicin del antroplogo (su condiciny papel), y la base descriptiva del conocimiento antropolgico.

    La tica ofrece un problema principalsimo al antroplogo aplicado.Al trabajar en un programa colaborativo, sea con el gobierno, las indus-trias, u otras agencias, el trabajador debe asegurarse de que est deacuerdo con las metas del proyecto de la agencia que sea. Si no lo est,debe rehusar hacer el trabajo por motivos estrictamente ticos, no cien-tficos. Sin embargo un deber puede an recaer sobre el antroplogo.Puede no saberse claramente cules son los motivos de la agencia, peropuede ser obvio que si no toman ciertas medidas, los resultados socia-les de la situacin presente pueden ser desastrosos. En otras palabras,an cuando los resultados finales sean dudosos, la situacin puede es-tar en tal estado que sera ticamente criminal no intentar hacer algu-na clase de trabajo cientfico estabilizador. Es claro que la antropologaaplicada puede ser usada de manera egosta lo mismo que en inters delbien pblico. En tal sentido es siempre obligacin del trabajador esta-blecer con certeza la deseabilidad de las metas de su trabajo colaborati-vo, pues una vez emprende su trabajo tiene una responsabilidad real dellevarlo a cabo hasta el final. Si las metas de la agencia cambiasen, tieneel derecho de sopesarlas y de retirarse del trabajo. Hay muy pocos prin-cipios, si es que los hay, que puedan demandar validez tica en nombrede la ciencia. El cientfico debe simplemente convencerse a su satisfac-cin de lo que est haciendo es, en ltima instancia, para bien de laagencia y de la poblacin en la que se est promoviendo el cambio.

    Adems de las consideraciones ticas, el trabajador en un programade bienestar social tiene una doble responsabilidad que debe tenersiempre en mente. Tiene cierta posicin social, tanto en la organizacindel proyecto como en la comunidad en la cual este opera. Cada una de

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  • estas posiciones implica ciertas obligaciones. Como miembro de la or-ganizacin de un proyecto, el trabajador est obligado a culminar eltrabajo una vez ha sido este emprendido. Asimismo, tiene responsabi-lidades muy reales y, a veces, difciles, hacia la agencia misma.

    Puesto que el trabajo aplicado implica un ajuste efectivo entre laagencia y la comunidad en la que est trabajando, el trabajador debe to-mar sobre s mismo la responsabilidad de aconsejar respecto a la pol-tica a seguir en lo que concierne a actividades de campo. Esto quieredecir que si alguna persona en la agencia est impidiendo el logro de latotalidad de un programa, es su obligacin aconsejar que se hagancambios en el comportamiento de esta persona, e incluso sugerir su re-tiro del proyecto. El trabajador debe mantenerse ha distancia de la po-ltica interna de la agencia; pero si esta poltica interna amenaza la obradel programa, deber ponerla en conocimiento de las autoridades co-rrespondientes. Esto coloca al trabajador en una situacin delicada,pues ser visto de reojo por criticar las actividades de alguno dentro dela organizacin. Sin embargo, este es un riesgo que debe tomar, ya quelas metas de la agencia pueden ser negadas tanto por dificultades den-tro del seno de la organizacin misma, como por cualesquiera obstcu-los que provengan de la comunidad sujeto. Es, por supuesto, deber deltrabajador asegurarse que no est criticando al personal sobre la basede sus propios prejuicios, y que la informacin sobre la cual acta escorrecta; que su consejo, si es escuchado, mejorar el programa comoun todo y que no tendr obscuras consecuencias nocivas. Aparte de lodicho, el trabajador ha de proceder siempre de la forma ms diplom-tica que le sea posible.

    En su papel de estudiante de las sociedades, el trabajador tiene unaresponsabilidad muy grande hacia la comunidad bajo estudio. Presu-miblemente, la agencia patrocinadora del programa sabe cules son susobjetivos y porque se lleva a cabo el programa; sin embargo, el grupoque est sufriendo el cambio probablemente no sabe nada de los obje-tivos finales de la agencia, ni comprende los mtodos que estn siendoempleados. Desde luego que la tarea del antroplogo es entender el

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  • modo de vida del grupo bajo estudio, deber tomar sobre s la respon-sabilidad de representarlo ante la agencia. El trabajador est colocadoen la ventajosa situacin de comprender los propsitos de la agencia, yadems, de ver claramente los problemas del grupo sujeto. Deber ac-tuar de buena fe hacia ambos, pero tambin deber mostrar una espe-cial preocupacin hacia el sujeto, ya que este no cuenta con ningunaotra persona que pueda presentar su caso ante la agencia. Las proyec-ciones de esta responsabilidad hacia el grupo sujeto puede llegar a te-ner consecuencias difciles. Por ejemplo, puede ser necesario que el tra-bajador recomiende que el programa de ganancia sea drsticamente al-terado, pospuesto o totalmente eliminado si sus efectos le parecen serdemasiado desorganizadores en la comunidad. Recomendaciones detal envergadura, sin embargo, no debern formularse sino sobre razo-nes muy bien fundadas y sopesadas.

    Cualquier decisin que el trabajador tome en su concepto de repre-sentante de la agencia o de la comunidad deber ser basada en infor-macin adecuada y correcta de alguna validez objetiva. La tarea del tra-bajador es la de determinar cual es la situacin cultural y social de lacomunidad; no se la ha empleado para expresar opiniones respecto a sisto es bueno o malo. Debe basar sus conclusiones en conocimien-tos descriptivos adecuados, y para lograr este conocimiento el trabaja-dor puede verse obligado a actuar en una forma que lo diferenciar dela agencia con la cual trabaja. Deber asumir cierto status ante losmiembros de la comunidad y esta posicin deber ser tal que goce dela confianza y de las confidencias de informantes dentro del grupo. Sino puede establecer un status de esta clase podr ser conducido haciaconclusiones falsas debido a falta de informacin, y en casos extremos,podr intencionalmente drsele informacin falsa.

    Adems de sus responsabilidades al pueblo y a la agencia con la quelabora, el trabajador tiene otra obligacin todava. Como muchos cam-pos de las ciencias sociales, la antropologa comprende an relativa-mente poco sobre la materia con que trata. George Foster lo ha expre-sado bien: Los cientficos sociales han alcanzado escaso progreso en

    Antropologa aplicada 23

  • descubrir las leyes que gobiernan la conducta humana. Solamente deuna manera muy general es posible predecir lo que una persona o pue-blo harn si esta, esa, o alguna otra cosa les es hecha. Un agricultor pe-ruano recibe lo que se la ha dicho ser una variedad mejorada de la pa-pa. Sembrar la nueva y abandonar la vieja? Tal vez. Y tal vez no. Lomismo puede expresarse en otros trminos: la meta es persuadir alagricultor peruano a que siembre una patata que le dar una cosechagrandemente aumentada. Qu pasos son necesarios para lograr quehaga esto? El cientfico social tiene algunos barruntos, pero los barrun-tos son un pobre sustituto para el conocimiento exacto... Todava cami-na en tinieblas en busca de reglas generales que le den el marco, dentrodel cual pueda lograr las respuestas a problemas especficos.1 El traba-jador debe darse cuenta de que lo que est observando puede estarserepitiendo en una forma similar en alguna otra parte del mundo; si laspersonas que trabajan en otras reas pudieran tener conocimiento delas experiencias del trabajador, quiz fueran ayudadas a comprendersus problemas. El trabajador tiene verdadera responsabilidad de ayudara aumentar nuestra comprensin respecto a los asuntos humanos. De-be preocuparse de analizar las situaciones que encuentra y de tomarmedidas que hagan accesibles sus conocimientos a otros que puedanestar trabajando en el mismo campo o en uno relacionado.

    4.- El uso de la antropologa aplicada

    Fundamentalmente la antropologa aplicada es una ciencia auxiliar.Los antroplogos no salen al campo con el mero fin de instituir cam-bios culturales. Por el contrario, los antroplogos en el campo aplicadoactan como colaboradores en proyectos iniciados por personas deotras profesiones. Emplean sus conocimientos sobre el cambio social,sobre determinadas regiones, o sobre ciertos tipos de problemas socia-les para ayudar a efectuar ajustes en las relaciones humanas. A la antro-pologa como ciencia, le interesa conocer el cambio cultural, pero no leinteresa iniciarlo. La iniciativa de los cambios proviene de otras fuen-

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  • tes. El fsico puede desarrollar algn nuevo aporte con el fin principalde contribuir a satisfacer alguna necesidad de orden prctico; el psicoa-nalista contina estudiando el comportamiento del individuo, siendouno de sus objetivos el de ayudar a los seres humanos a estar mejorajustados. Los antroplogos, sin embargo, no estn an preparados pa-ra decir si alguna forma de organizacin social o alguna forma de cos-tumbre son superiores a otras, sin recurrir a criterios extremos. Si sebusca mejor salud fsica, entonces el antroplogo puede iniciar queciertas costumbres inhiben las condiciones sanitarias; si la meta es la demayor produccin agrcola, el antroplogo puede sealar ciertas tradi-ciones que mantienen una baja produccin. Pero no es tarea del antro-plogo decidir cules son los criterios de salud fsica o de alta produc-cin agrcola; estos deben ser suministrados por las autoridades mdi-cas y por los agrnomos. En aquellas materias que el antroplogo de-nomina propiamente su campo especial, tales como organizacin so-cial, sistemas econmicos, valores, creencias, y otros, puede saber queexisten conflictos y desuniones, pero no es su tarea la de tratar de ajus-tar tales condiciones. Mas bien su trabajo es el de estudiarlas, compren-der cmo ocurre, y como se ajusta entre s. El antroplogo aplicado esalgo parecido al director de una comedia. Al director se le entrega unconjunto de papeles, una historia como una trama; su tarea particulares la de decirle a los actores cmo deben representar sus papeles de talmanera que la comedia sea un xito. Si lo que cree necesario podr ha-cer algunos ajustes menores en los papeles, en el escenario y en el ves-tuario; pero en mayor grado debe tratar de lograra xito con los mate-riales que recibe. Alguna vez los directores escribirn y dirigirn suspropias comedias, pero esto rara vez sucede. Igualmente, es poco fre-cuente que el antroplogo tome por s mismo el decir cul proyecto de-ber emprenderse. Su oficio es el de hacer exitoso un proyecto decidi-do por alguna otra persona.

    Los campos en que estn trabajando los antroplogos aplicados, y loscampos en que los conocimientos de la antropologa aplicada estnsiendo utilizadas, constantemente estn multiplicndose. En los Esta-dos Unidos de Norte Amrica se llaman a los antroplogos para ayudar

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  • a solucionar ms problemas en relaciones industriales; el cmo hacerpara que el trabajador y el empresario cooperen ms efectivamente pa-ra su beneficio mutuo, o el cmo aumentar la produccin de bienes entanto que se disminuyen las tensiones psicolgicas bajo las que produ-ce un trabajador, son ejemplos de este tipo de trabajo. Las relaciones in-dustriales son fundamentalmente problemas de la organizacin socialde una economa industrializada. Otro campo que ha recibido la coo-peracin de los antroplogos y de los psiquiatras es el de la salud men-tal. Es sabido que hay una relacin estrecha entre la condicin psicol-gica de una persona y una cultura y sociedad dentro de la que vive. Pa-ra definir mejor estas relaciones y para promover medidas preventivasy teraputicas ms eficaces, es esencial una comprensin de la relacinentre el individuo y la sociedad. Tal vez uno de los campos ms impor-tantes en que los antroplogos han podido prestar su ayuda es el delgobierno de las minoras tnicas. Una minora tnica es una pequeasociedad o un segmento de poblacin que est bajo la dominacin po-ltica de una nacin ms grande. Una minora tnica practica una cul-tura que es apreciablemente divergente de la del conglomerado de lanacin, y por ende, la administracin poltica ofrece problemas espe-ciales. La administracin de minoras tnicas ha recibido verdaderosauxilios de los antroplogos en el gobierno de grupos nativos del Afri-ca, en la administracin de grupos indgenas americanos en los EstadosUnidos de Norte Amrica, Canad, Mxico y Brasil, en el gobierno delos indonesios bajo su sistema legal propio cuando las islas estuvieronadministradas por los holandeses, y en la actual administracin polti-ca de las Islas del Pacfico que antes estuvieron bajo el control japons.Hay que darse cuenta claramente que la administracin poltica de laspoblaciones indgenas latinoamericanas, es un problema que envuelvea grupos tnicos. Los antroplogos estn especialmente bien equipadospara ayudar en estos problemas puesto que su fin es el de entender lanaturaleza de las culturas extraas. Los administradores a quienes se lesexiga por poltica nacional llevan a cabo ciertas medidas que puedancrear conflictos en el seno de un grupo tnico, podra reorientan susmedidas para hacerlas ms aceptables y valiosas al ajustar al grupo t-nico a los cambios veloces de las cuestiones mundiales.

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  • Como ya se dijo, la antropologa es relativamente nueva en el campodel trabajo en bienestar pblico. En el sentido nato de la frase, el bie-nestar pblico consiste en tratar de promover cambios presumible-mente beneficiosos en los mbitos de un grupo social determinado. Enmuchas partes de latinoamrica el trabajo en bienestar pblico se com-plica por el hecho de que los grupos locales son minoras tnicas, y lasventajas del programa que parecen ser evidentes al trabajo en bienestar,estn muy lejos de ser igualmente obvias al grupo sujeto. Haciendo unverdadero esfuerzo por comprender la naturaleza de las creencias y delas costumbres de estos pueblos, el trabajador puede lograr una efecti-va contribucin a la estabilidad de sus culturas. Yang Hsin-Pao, un fun-cionario de bienestar rural de las Naciones Unidas, ha citado unas ob-servaciones de un lder rural turco que se aplican tanto a Latinoamri-ca como a Turqua. Quienes conocen la naturaleza de la gente campe-sina reconocern el hecho de que es muy difcil hacer que acepten loque nosotros pretendemos saber, lo que creemos que les va a ser til.Confesemos que no siempre estn equivocados en oponernos una fuer-te resistencia, en sentir alguna desconfianza hacia nuestros planes de re-novacin, que no siempre son, debemos admitirlo, libres de vanidad,ingenuidad o pedantera. El campesino, a quien creemos ignorante, enalgunos casos son ms ilustrados que nosotros, y algunas veces hacer elridculo por tratar de ensear lo que en verdad deberamos estar apren-diendo de l.2

    5.- La antropologa y la planificacin de proyectos

    Este libro ha sido escrito primariamente como un auxiliar para per-sonas que tengan relacin con el trabajo de campo en programas debienestar pblico. No es de esperarse que estas personas tengan muchoque decir respecto a que proyectos se inician, o sobre la cantidad detiempo o de dinero que se pondr a su disposicin; stas son cuestio-nes que se deciden a niveles ms altos. Sien embargo, en ltima instan-cia el xito de un programa de campo depende en gran parte de si fue

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  • o no bien concebido originalmente. Digamos, para mayor claridad, quehay tres niveles en la planificacin de cualquier proyecto. El nivel msalto es donde se decide que un proyecto de cierta naturaleza va a llevar-se a cabo. El segundo nivel, al que denominaremos el nivel organizacio-nal, se encarga de desarrollar el programa, de planificar los detalles es-pecficos de cmo puede llevarse a cabo, y de establecer la organizacinde trabajo que puede efectuarlo. El nivel ltimo y ms bajo toma el es-tudio y planificacin que han sido hechos para poner en accin el pro-grama en la regin escogida. El material de este libro est diseado pri-mordialmente para personas que trabajen en estos dos ltimos niveles.

    Hay ciertos factores sociales que pueden tomarse en cuenta en el ni-vel organizacional de la planificacin. Primeramente entre stos est laseccin de la regin o comunidad para el proyecto. Al escoger un sitiopara el trabajo, deben darse consideraciones primarias a los fines y ne-cesidades del proyecto. Si se tiene la intencin de esparcir los cambiosdemostrados en el proyecto, es mejor escoger un centro a travs del cualpasen personas a otras reas. No hay razn para escoger una poblacinque est altamente aislada y, en consecuencia, poco segura para promo-ver la difusin de la nueva tendencia. Tampoco hay una razn para es-coger una poblacin que tenga reputacin de ser un lugar difcil paratrabajar. Ser mejor tomar una localidad que sea ms fcil y all desa-rrollar tcnicas que puedan ser aplicadas a regiones ms difciles. Si sedesea control en el establecimiento de las nuevas tendencias, es casiobligatorio escoger un rea en la que no estn trabajando otras reasactivas. Mientras ms agencias y proyectos estn actuando en una solacomunidad, ms difcil ser juzgar los xitos que vaya alcanzando elproyecto. Presumiendo que los fines del proyecto tengan validez cient-fica, debe ponerse gran nfasis en que sus actividades deben tomar enconsideracin los problemas y necesidades especficas que pueda con-frontar la comunidad sujeto. El planificador puede creer que ciertoscambio son necesarios, pero un examen adecuado de la cultura de lacomunidad sujeto puede demostrar que los modos tradicionales sonsuficientemente satisfactorios. Una cuestin final en la planificacin deorganizaciones es la de la seleccin de personal de trabajadores de cam-

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  • po. Un trabajador de campo debe tener algn entrenamiento en la ma-teria del proyecto y simpata hacia el pueblo con el cual va a trabajar.Nada le har un dao ms permanente a un proyecto, que el uso depersonal de campo que odie a la gente de la comunidad dentro de lacual est trabajando. Esto podr tomarse como algo obvio, y sin embar-go, en el pasado un gran nmero de maestros de escuela a quienes noles gustaba los indgenas, han sido mandados ha trabajar a aldeas ind-genas; esto demuestra que aunque la regla pueda conocerse, no est losuficientemente comprendida.

    La planificacin a nivel de accin implica dos principios mayores: co-nocimiento de la cultura de la comunidad sujeto y conocimiento delproyecto. A este nivel hay cierto nmero de principios que debern te-nerse en mente.

    1) Practicabilidad del programa. Antes de introducirse un programaa una poblacin debe determinarse si es prctico bajo las condicionesambientales y culturales de la comunidad. La literatura est llena deproyectos intentados que fracasaron por el simple hecho de que prcti-camente eran irrealizables. Es tonto tratar de estimular una mayorcrianza de cerdos con mejor raza cuando un cerdo crecido se vende por20 pesos y cuesta ms de 75 pesos criarlo. Es cuestionable si estar cu-rando perpetuamente parsitos intestinales amerita el caso cuandoexiste la reinfeccin constante; o si va a instituirse un programa de sa-lud pblica, este deber trabajar de la mano con un programa de sani-dad. A su vez, el programa sanitario deber cerciorarse de que la fuen-te de agua que han ofrecido no est contaminada.

    2) Necesidad del programa. La necesidad es un factor crtico de dosmaneras distintas. En primer trmino el proyecto propuesto debe sersometido a un cuidadoso escrutinio para ver si lo necesita la poblacin.Es dudoso, por ejemplo, si las representaciones teatrales, los juegos y losmurales que han introducido algunas de las Misiones culturales mexi-canas sean verdaderamente necesitados por las poblaciones. En segun-do trmino, debe determinarse hasta que grado la poblacin mismasiente necesidad en los cambios propuestos por el proyecto. Si no se

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  • siente esa necesidad el trabajador tendr que crearla, y sta nunca esuna proposicin fcil. Si la necesidad de los cambios instaurados por elproyecto no se le instila a la poblacin, el proyecto dejar de tener mu-cho efecto despus de la partida del personal.

    3) Estmulo de la participacin local. Siempre debe ser una regla car-dinal que la poblacin local de una comunidad debe ser estimulada pa-ra que participe en el programa. Si los cambios son suficientes no pe-recern despus de la partida de los trabajadores activos. Si los cambiospueden ser patrocinados por miembros de la poblacin, estimulados aparticipar directamente, los resultados pueden volverse una parte esta-ble de la vida de la comunidad. Al grado en que un pueblo promuevelos cambios por s mismo, hasta ese grado es probable que las nuevastendencias permanezcan en la cultura.

    4) Contacto frente a frente. El xito de casi cualquier proyecto depen-der grandemente del contacto directo e ntimo que el trabajador decampo pueda mantener con el pueblo de la sociedad sujeto. Casi todoslos pueblos dependen del contacto personal para ser influenciados enla adoptacin de nuevas tendencias; el trabajador no puede esperarproducir resultados a control remoto desde una oficina en la ciudad.Esto quiere decir que siempre que sea posible el trabajador deber es-tablecer su residencia en la poblacin.

    5) Asignacin de tiempo. El trabajador deber tener en mente que elcambio cultural es siempre un proceso lento. Puede ser an ms lentocuando se efecta bajo condiciones semi-controladas en un intento demantener la estabilidad de la cultura. Los habitantes de la poblacinhan empleado aos en aprender sus hbitos; stos no pueden ser cam-biados rpidamente.

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  • NOTAS

    1 George Foster, Ed., A. Cross-Cultural Anthropological Analysis of a technical Aid Pro-gram, Smithsonian Institution, Washington, 1951, (mimeographed), pp. 1-2.

    2 Yang Hsin-Pao Guideposts for the Point IV Program, Human Organization, Vol. 9. N. 3,1950, p. 24.

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  • LA ANTROPOLOGIA APLICADA Y LA POLITICA DEL DESARROLLO

    Lucy Mair

    Tomado de

    La antropologa y la poltica de desarrollo. pp. 27-53, s/f

    En los ltimos veinte o treinta aos se han derrama dos litros de tin-ta en la discusin acerca de la relacin apropiada o inevitable entre lainvestigacin cientfica y las necesidades sociales o, para decirlo con pa-labras ms anticuadas, entre la ciencia pura y la aplicada. En un ex-tremo, se concibe a la ciencia pura como la bsqueda desinteresadadel conocimiento por s mismo; en el otro, la teora marxista estableceque los avances de la teora cientfica se dan nicamente como respues-ta a la exigencia de soluciones para problemas prcticos, lo que sin em-bargo, no excluye el valor de la investigacin fundamental, cuyosavances prcticos no resultan obvios de inmediato para el lego. En elcampo que cubre por lo general esta discusin, no queda ninguna du-da sobre lo que significa la ciencia aplicada: es la aplicacin de princi-pios establecidos experimentalmente, para la produccin de resultadosespecficos. En muchos casos, las tcnicas basadas en tales principiosestn tan bien desarrolladas, que pueden ser puestas en prctica porpersonas que no alcancen ms que una comprensin elemental de losprincipios mismos, e incluso son llevadas a la prctica por todos noso-tros en la vida cotidiana; en otros casos, se puede pedir al hombre de

  • ciencia que resuelva un problema que cae dentro de su campo, pero pa-ra lo cual se carece todava de algn principio utilizable; en estos casos,la funcin del hombre de ciencia queda por igual dentro de los camposde la ciencia pura y de la ciencia aplicada.

    Aunque al recoger el ttulo de este libro1 haya yo implicado que es po-sible hallar de manera anloga de la aplicacin de los principios de laantropologa social, hay que admitir que la analoga no es muy clara. Enmuchos lugares se plantea la cuestin de si la antropologa es en reali-dad una ciencia, e incluso entre los mismos antroplogos hay quienessostiene que no lo es y que no tiene por qu serlo. Desde luego, la an-tropologa no es una ciencia experimental, defecto que comparte conlas dems ciencias sociales con excepcin de la psicologa, en la quepueden hacerse estudios experimentales en cierta medida; con todo,puede reclamar que es algo ms que el estudio del producto nico deuna serie de acontecimientos en los que aparentemente pensaba Evans-Pritchard cuando dijo que la antropologa era esencialmente afn a lahistoria. La antropologa busca la regularidad de la conducta socialms all de los lmites de una sociedad particular, aunque su bsquedasea del tipo del de la historia natural y del tipo que permite al fsicoexpresarse en ecuaciones. La antropologa ha investigado la validez delas teoras del consumismo primitivo, del pacifismo primitivo y,concretamente, del tipo primitivo de mentalidad, y las ha rechazadoen favor de interpretaciones que atribuyen las caractersticas especialesde las sociedades ms simples a las limitaciones de las tcnicas y recur-sos de que disponen y no a las peculiaridades del carcter de la genteque las compone. La anterior es una afirmacin verificada mediante laobservacin aunque no mediante la experimentacin, lo que es de pri-mera importancia para cualquiera cuyo inters por la organizacin deesas sociedades nazca del deseo de cambiarla. Este es el primer paso pa-ra alejarse de la suposicin de que cualquier resistencia a un cambioque el sabio occidental ve como deseable se debe slo a la pereza, la es-tupidez, la supersticin o algn otro defecto de carcter. El siguientepaso, de hecho el meollo de la cuestin, es la explicacin del complejode presiones sociales, de derechos y obligaciones reconocidos, de valo-

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  • res inculcados desde la infancia, complejo en base al cual reacciona to-do individuo ante los intentos de los extranjeros para mejorar su carc-ter, su manera de vivir o su nivel de vida.

    Lo que describen los antroplogos cuando tratan de interpretar alafricano (al que me referir as en general, en atencin a la brevedad, yaque mis ejemplos los tomo del Africa), para el entendimiento delhombre prctico, es bastante diferente de lo que escriben cuando ana-lizan y comparan a las sociedades en beneficio de otros antroplogos.Por lo que se refiere al primer caso, actan los antroplogos como es-pecialistas en ciencia aplicada o, cuando menos, como autores de librosde texto de ciencia aplicada? Desde un importante punto de vista, larespuesta a esta pregunta es negativa. Sus libros no son manuales quese refieren a como hacer algo ni proporcionan frmulas para la ma-nipulacin de materiales; esto ha de explicarse simplemente por el es-tado de relativamente poco desarrollo que guarda la teora antropol-gica. Por cierto, una importante aportacin del anlisis antropolgicoha consistido en demostrar que es mucho menos fcil de lo que muchasveces se ha puesto, reestructurar una sociedad mediante la accin libe-rada. La expresin ingeniera social, que algunos de nosotros usamoscon confianza hace una generacin, es empleada actualmente con mu-cha precaucin.

    El tipo de contribuciones que podemos aportar a la solucin de pro-blemas prcticos es inherente al carcter del objeto de nuestra ciencia.El objeto de las ciencias naturales es, por decirlo as, inherente o caren-te de volicin; al dedicado a este campo se le pide, por ejemplo en Afri-ca, que ensee como controlar al virus que en ingls se llama swollenshoot, que encuentre la manera de hacer que se produzca una buenacosecha, en una rea de suelos pobres, o bien que halle un fertilizantebarato, la forma de prevenir la malaria o una fuente de energa para unaregin que carece de carbn.

    Relacionadas con la solucin que ese cientfico encuentre, existen es-tipulaciones que puede tomar como seguras y sus prescripciones darnresultado con la condicin de que la gente las use.

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  • Cuando esas prescripciones afectan directamente al modo de vivir delos individuos, la gente que debe ponerlas en prctica es todo el grupo;cuando sus recomendaciones implican actividades en amplia escala,como sera el establecimiento de energa o de irrigacin, esa gente es laque tiene en sus manos los fondos pblicos. Como cientfico, el dedica-do a las ciencias naturales puede elaborar la solucin y decir tmenlao djenla, y si sucede que es un poltico por naturaleza, la presentaren la forma ms susceptible de ser aceptada; sin embargo, no es una in-vestigacin profesional la que le dice que es aceptable, pues sus concep-tos al respecto los habr obtenido de las incursiones que como aficio-nado haya hecho en el campo de lo social. Si, a pesar de todo, no con-sigue persuadir, no habr fracaso en su tarea como cientfico, ya que amenudo tendr que confrontar la posibilidad de que un gobierno con-sidere onerosas sus recomendaciones y, por lo tanto, las haga a un lado.

    El campo de estudio del antroplogo es la sociedad; no puede tratarcon una unidad menor que la constituida por determinado nmero depersonas ligadas por una red de relaciones reconocidas socialmente, yel objetivo de sus estudios no lo constituyen las personas como orga-nismos, sino las relaciones absolutamente inmateriales -derechos yobligaciones, superioridad y subordinacin- que existen entre ellas. Sitales relaciones pueden manejarse -algunos antroplogos usan el tr-mino manejar en este caso-, deben serlos en un sentido muy diferen-te a aquel en el que se trata a la mina de hierro para fabricar vigas deacero o a los grmenes de la malaria para eliminarlos del cuerpo huma-no.

    Las relaciones sociales, desde luego, pueden ser cambiadas por las in-fluencias externas, directamente con el castigo a las acciones acostum-bradas y la imposicin de nuevas obligaciones, o indirectamente me-diante el ofrecimiento de nuevas oportunidades. La misin civilizado-ra de los europeos en los trpicos, como se acostumbr llamarla, o a laexpansin de la asistencia tcnica en las zonas subdesarrolladas, comose la llama actualmente, consiste precisamente en acciones que impli-can esos procesos directos e indirectos. En el primer perodo, general-

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  • mente se daba mayor importancia a lo moral, mientras que en el segun-do se le da a lo tecnolgico; de cualquier manera, por lo que se refierea los territorios de los que es responsable el Reino Unido, hoy estamostan interesados en hacer democrtica a la gente como lo estuvieronnuestros abuelos por hacerla cristiana.

    Algunos de los antroplogos que han puesto especial atencin en loscambios sociales producidos por estas influencias, dan a su rama detrabajo el epteto de aplicada, que recuerda los das de la confianza enla ingeniera social en que se origin, as como el hecho de que, his-tricamente, los fundadores del International African Institute -prime-ra institucin que patrocin estudios sobre el cambio social en Africa,esperaban que la investigaciones que emprendieron trajeran como fru-to una poltica ms sabia. Predispuestos como estaban a recibir unaacogida favorable por parte de las instituciones africanas y a que stasaceptaran la poltica en base a la cual pretendan provocar en ellas elcambio ms que a sustituirlas por instituciones de tipo europeo, espe-raban que los intensos estudios de campo que planearon proporciona-ra a los gobiernos los datos que estos ya estaban buscando. En gran me-dida, aquellos estudios lograron su propsito, aumentando grande-mente los conocimientos que se tenan hasta entonces acerca de la es-tructura y el funcionamiento de los sistemas polticos africanos y de lanaturaleza de la ley civil africana, lo que est notablemente ligada al de-recho agrario y al matrimonio.

    Con todo esto para los administradores las palabras fundamentaleshan sido siempre construir y desarrollar, acciones en las cuales elpapel de los antroplogos se hace ms difcil. Como los antroplogosestn preparados para enfocar las instituciones humanas con un esp-ritu analtico y para reconocer la medida en que los juicios morales es-tn condicionados culturalmente, no comparten necesariamente elconcepto de los administradores sobre lo que es el progreso. Por otraparte, los antroplogos no llevan la teora de Westermarck sobre la re-latividad tica hasta su conclusin lgica que sera la completa neutra-lidad ante las alternativas polticas. Cuando los antroplogos argumen-

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  • taron que las mejoras que haban deseado hacer los administradores enlas instituciones de los pueblos sojuzgados no eran en realidad mejo-ras, no tomaron esta posicin basndose en la idea de que no haba na-da que escoger entre el estado en que se hall a estos pueblos y el quese les impuso, sino que defendieron a las instituciones tradicionales conbase en los valores que compartan con los administradores. Algunosantroplogos sostuvieron que el status colonial era errado en s mismoy argumentaron que integrara a las autoridades polticas tribales a unsistema administrativo colonial es una forma de perpetuar ese status,por lo que tal poltica no mereca su colaboracin2 ; hubo otros quecombinaron ambas actitudes, la segunda de las cuales tiene algo en co-mn con la que adopta un pacifista fantico que ni siquiera socorreraa las vctimas de una guerra. Aceptando que la poltica colonial siem-pre ha tomado en cuenta -y a menudo lo ha hecho en exceso- los inte-reses del poder imperial y de sus nacionales, siempre hay posibilidad -a veces una gran posibilidad- de que en cada territorio dependiente selleva a cabo una accin dirigida genuinamente a fomentar los interesesde los habitantes; en esta esfera resulta de la mayor importancia el co-nocimiento de la organizacin social de stos. Sin embargo, algunosantroplogos sirven a gobiernos como el de la Unin Sudafricana, cu-ya poltica deploran otros antroplogos; los servicios de esos antrop-logos han sido citados como ejemplo del uso del conocimiento cient-fico para fines antisociales. 3

    De hecho, el rechazo de los antroplogos a apoyar al gobierno colo-nial en los territorios polticamente dependientes, ha sido de poca im-portancia para la decadencia de aquel, y en muchos pases tropicales delgobierno ha pasado a manos de personas ajenas, no slo por la cultu-ra sino tambin por el lugar de su nacimiento, a las masas de la pobla-cin de esos pases. Ha sido de mayor importancia el desarrollo de losestudios antropolgicos, por una parte, y el de la poltica, por la otra,originado por esta situacin. Entre ms lejos llegaron los estudios so-bre las instituciones polticas de Africa, ms claro result que las ad-ministraciones negativas no tenan nada en comn con sus predeceso-ras tradicionales, excepto las personas que las integraban; por lo que se

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  • refiere al derecho civil, aunque muchos an pretendan apoyar el usotradicional, otros tantos encontraban inters en adoptar las relacionescaractersticas de la moderna economa mercantil. El anlisis de esteproceso ha sido una valiosa contribucin al estudio de la sociedad engeneral, pero la conclusin a que lleva es la de que la poltica basada enla preservacin de las instituciones tradicionales -conclusin para quelos datos antropolgicos fueron directamente responsables-, ha dejadode ser impracticable. Hay an otra conclusin a la cual no podemos es-capar: el vertiginoso cambio tecnolgico impone un esfuerzo enormepara las sociedades pequeas; adems, su primer resultado es el colap-so de las sanciones tradicionales, cuyo reemplazo no es sencillo. Algu-nos antroplogos norteamericanos llegan incluso a decir que el cambiotecnolgico produce una perturbacin de la personalidad bsica.

    De hecho, la vieja filosofa sintetizada en la expresin gobierno indi-recto ha sido rechazada, pero en este rechazo antroplogos tambinhan tomado una parte muy reducida; se trata de un proceso llevado acabo principalmente por los dirigentes polticos locales de educacinoccidental, que han emprendido cambios radicales tanto en la esferapoltica como en la econmica en un clima de opinin mundial quesimpatiza con sus aspiraciones. En este proceso han participado comoinfluencias auxiliares las de los gobiernos occidentales que, temiendoque la pobreza pueda llevar a los pueblos tropicales al consumismo,han tenido una nueva razn para desear que el nivel de vida de esospueblos se eleve; lo mismo sucede con un considerable nmero de in-dividuos que desean la misma cosa por motivos meramente humanita-rios, y con algunas autoridades que han fijado su atencin en el peligro-so desgaste de los recursos naturales debido a las tcnicas agrcolas delos campesinos tropicales. Enfrentando a este ltimo argumento, el an-troplogo difcilmente puede rechazar como poltica materialistaaquella que pueda destruir los antiguos lazos sociales; por cierto, mu-chos de nosotros, cuando se nos impuso el rol de mdicos sociales afi-cionados en este campo, tuvimos que reflexionar que los servicios m-dicos proporcionados en los territorios dependientes estn financiadosprecisamente por los desarrollos mismos, cuyas consecuencias sociales

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  • deploramos, y sentimos que buena parte de perturbaciones sociales,bien valen la pena si elevaran el miserable nivel que alcanza la salubri-dad.

    Esto si lo elevaran; una cosa es decir que la salubridad no puede me-jorarse sin desarrollo y otra que el desarrollo est ligado al mejora-miento de la salubridad. Los nuevos gobernantes que crean que la ex-plotacin colonial era la responsable de todos sus males y los grupos deasistencia tcnica que estn ofreciendo su saber hacer a las zonassubdesarrolladas, se estn enfrentando a un problema que la libertadni la tecnologa pueden resolver: el de inducir al campesino a desear loque necesita, como lo dijera Furnivall en frase memorable.

    En ocasiones, gobernantes y tcnicos piden al antroplogo la solu-cin; esto sucede particularmente en Amrica, en donde este tipo deproblemas es nuevo y en donde an no se ha perdido la confianza quealguna vez se tuvo en los antroplogos en Gran Bretaa. Por qu unmanual escrito por un antroplogo no podra complementar al del ex-perto en salud pblica y al del tcnico en extensin agrcola? Esta pre-gunta nos lleva de regreso al punto de partida.

    Los expertos mdico y agrcola basan sus opiniones en prediccio-nes, por la sencilla razn de que, en el campo en que sus teoras se hanverificado experimentalmente, se puede decir que lo que sucedi unavez volver a suceder, de manera que determinado proceso bioqumicotendr, por ejemplo, determinadas consecuencias. A los antroplogos -muchos de los cuales sienten inquietud y tienen complejo de inferiori-dad por la incapacidad de prediccin de su ciencia-, se les pide en es-te contexto no slo que manejen lo inmaterial, sino que se enfrenten asituaciones cuya caracterstica esencial en el campo de trabajo de las in-vestigaciones antropolgicas consiste en que nunca antes se han dado.En cuanto la demanda viene desde afuera y no es provocada por losmismos antroplogos, quienes la plantean son llevados a hacerlo impe-lidos por la creencia nativa de que debe existir una tcnica para resol-ver cada problema, o porque piensan que los nativos tienen una

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  • mentalidad especfica cuyas reacciones pueden ser provocadas poraquellos que estudian a los nativos.

    Pero el problema principal de los antroplogos es el de la naturalezade las fuerzas que sustentan a una sociedad, que aseguran el respeto porlas normas aceptadas y cierta aproximacin a estas en la conducta real;en una palabra, el principal problema al que se enfrentan los antrop-logos es el de las fuerzas del conservatismo. Todas las regularidades quepodamos ver en la sociedad humana, pertenecen al campo de la con-ducta que se halla en concordancia con esas normas, y al tipo de san-ciones que mantienen la uniformidad. Esta es nuestra analoga mscercana, que sin embargo es bastante distante, con las propiedades delas sustancias materiales. Los antroplogos que ponen especial aten-cin en el cambio social -y no todos lo hacen, pues muchos piensan quesu principal tarea es el estudio de los sistemas establecidos- investiganlas circunstancias en que sern mayores las nuevas influencias que lasque establecen la conformidad; pero tambin ellos saben que la mezclade clculos racionales sobre las ventajas, con los supuestos condiciona-dos culturalmente que mantienen viva a cualquier estructura social, nopuede sintetizarse. Resultara absurdo pedir a un antroplogo que in-ventara una nueva institucin; y resulta absurdo por la naturaleza delos fenmenos que estudia su ciencia y no por la ineficacia de sta. Loque el antroplogo puede hacer es mostrar en donde y porqu puedeaparecer resistencia ante innovaciones cuyos mritos pueden ser evi-dentes para quienes las patrocinan. Esta no es una aportacin tan insig-nificante como para que el antroplogo pueda sentirse avergonzado deella. A veces, tambin le es posible al antroplogo generalizar, con baseen las experiencias que tenga sobre otras sociedades, ms que en las dela sociedad que estudia, y puede prever las implicaciones de determina-da poltica en un campo ms amplio que aquel al que se enfrenta; estopuede llamarse prediccin hasta donde es posible llegar.

    La aproximacin ms cercana al manual que seale como hacer lascosas, viene de los Estados Unidos, en donde E. H. Spicer4 ha obteni-do cierto nmero de ejemplos en los que los factores sociales estorba-

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  • ron la introduccin de mejoras tcnicas, y presenta el problema y lasolucin separadamente, de manera que los estudiantes puedan lle-gar a sus propias soluciones; estas consisten, en su mayora, en aconse-jar qu es lo que hay que evitar o qu tipo de resistencia hay que espe-rar. Un nuevo cereal puede dar una mejor cosecha pero no servir pa-ra hacer panes tan buenos como los que se hacan con el anterior; igual-mente, alguna otra innovacin puede implicar una muy difcil reorga-nizacin de la fuerza de trabajo, y un movimiento de protesta de losmineros puede traer consecuencias muy diferentes de las que dieronorigen a la Confederacin Internacional Obrera. Lo anterior constitu-ye una ayuda para analizar la situacin y, ciertamente, es una ayuda degran valor, pero no una prescripcin para la accin. El mayor acerca-miento a una de tales prescripciones es la opinin de buscar al grupoen cuyo seno el sentido de solidaridad sea suficientemente fuerte parapredisponer a sus miembros a colaborar en nuevas actividades que sepueda demostrar que sern en beneficio de sus intereses.

    R. W. Firth es el principal exponente britnico del concepto de quelos conocimientos del antroplogos pueden ser mejor utilizados no pa-ra prescribir una poltica sino para llamar la atencin de las posiblesimplicaciones imprevisibles de la poltica propuesta por el gobierno.Para Firth, lo anterior se deduce del hecho de que las principales pre-misas de la poltica estn predeterminadas, y aunque el antroplogoniegue su validez, no es libre de pasarlas por alto. Yo he sugerido que,de hecho, esto es un resultado inevitable de la naturaleza de nuestrosestudios; tendr algo que decir ms adelante de lo que se refiere a laevaluacin que hacen los antroplogos de la poltica. Firth ilustra supropio principio en un excelente artculo5 sobre las implicaciones so-ciales del Plan Colombo; en l, llama la atencin sobre las consecuen-cias de la creacin de una clase media de tcnicos totalmente depen-dientes de su profesin, si la rapidez del desarrollo puede ser disminui-da de manera que estos tcnicos se queden sin empleo. Desde luego, lamanera de prevenir lo anterior no es un problema que deba resolver unantroplogo; con todo, lleva al estudioso de la sociedad a buscar mshall de la simple suposicin de que el desarrollo cura la pobreza y

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  • alivia el descontento, y perecer la situacin. El antroplogo seala tam-bin el cambio tan radical que se opera en el modo de la vida de loscampesinos y las relaciones sociales dependientes del derecho agrario,implicadas en las proposiciones de sustituir el cultivo de arroz en lospantanos por el cultivo en las colinas; insiste igualmente en que las ven-tajas de un cambio como ese deben exponerse de una manera muyatractiva si se pretenden que sean aceptadas. Finalmente, el antroplo-go explica algunas de las actitudes sociales que se oponen al ahorro y ala inversin que, segn los economistas, son tan necesarios si la genteha de alcanzar un incremento en la productividad que, eventualmente,eleve su nivel de vida. Firth ha seguido tambin su propio consejo deque la funcin del antroplogo es de indicar las implicaciones de laspolticas alternativas y dejar que los gobiernos escojan entre ellas, loque seala en una discusin sobre las posibles soluciones al problemade la superpoblacin en Tikopia.6 Otros ejemplos de consejos dados enesta forma son difciles de encontrar.

    Estos argumentos se basan en los resultados del estudio general de lospueblos de que se trata, y no en investigaciones concretas hechas con elobjeto de aplicar -esto es, utilizar de alguna manera- los datos obteni-dos. El trmino antropologa aplicada se ha usado algunas veces parareferirse a investigaciones en las que los antroplogos han colaboradocon otros especialistas en campos en que los segundos intentan entraren accin. Algunos de estos estudios se han hecho en el campo de la nu-tricin, y en ellos las dietas han investigado la medida de la suficienciade los alimentos consumidos por determinada comunidad, mientrasque los expertos en agricultura han estudiado las tcnicas de cultivo ylos antroplogos los aspectos de la organizacin social fundamentalespor lo que se refiere a la produccin, la preparacin y el consumo de losalimentos. M. Firedman realiz recientemente un estudio7 un poco di-ferente en Indonesia, en relacin con la campaa de la OrganizacinMundial de la Salud, contra el kwaashiorkor; Friedman busc los fac-tores sociales con los que debe relacionarse la frecuencia de la en-fermedad, y al mismo tiempo busc explicaciones de la medida de laeficacia de la propaganda para la nutricin. Sus recomendaciones con-

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  • cretas se ocupan de la organizacin y la preparacin de los tcnicos sa-nitarios; nuevamente, se trata de un caso de qu deberan saber?. Susinvestigaciones abarcan las actitudes locales ante la comida, la salud yla prctica mdica; la validez de las suposiciones hechas en nuestra pro-pia cultura acerca de los factores sociales que llevan a las enfermeda-des infantiles y de las suposiciones de los mdicos indonesios entornoa las ideas y las prcticas de sus propios pacientes; circunstancias talescomo la organizacin del trabajo domstico o el bajo nivel de ingresosde la familia que hace imposible que la gente lleve a cabo los consejosdel educador sanitario. En suma, el estudio de Friedman es una valiosagua sobre las circunstancias en que deben operar las campaas de sa-lud; adems seala, lo que han dicho no solo los antroplogos sinotambin otros especialistas, que cualquier campaa tiene pocas espe-ranzas de xito a menos que cuente con el apoyo de las personas de in-fluencia en la comunidad. Por otra parte, Friedman seala el tipo de in-formacin que los antroplogos son los mejor calificados para dar, enel sentido de cules son las personas de influencia con que debe contar.Tampoco se trata en este caso de un manual sobre como hacerlo, sinode una especie de mapa que abarca territorios hasta entonces inexplo-rados.

    C. S. Belshaw ha hecho un valiente intento por producir un principioterico que pueda aplicarse en general en la prctica; Belshaw pareceadherirse implcitamente al punto de vista de que ninguna generaliza-cin terica que no sea una gua para la accin tiene justificacin 8 .Al referirse a la poltica de desarrollo de los territorios coloniales, Bels-haw afirma que tal poltica consiste esencialmente en alterar la estruc-tura de las preferencias de una comunidad. Con todo, sus prescripcio-nes no son una gua de accin; una de tales prescripciones es la de queel balance de las ventajas de cualquier poltica sobre sus ventajas debecalcularse en los trminos de los valores de la sociedad afectada: este esun principio general, el de la tolerancia o de la consideracin de los de-seos locales, que no es nuevo aunque rara vez se le formule en el len-guaje del economista. Su otra prescripcin dice que los fines, comoprefiere llamar a las metas de la accin poltica, deben ser comprendi-dos para ser aceptados y no deben implicar conflicto alguno con las

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  • presiones sociales internas que siempre son demasiado fuertes comopara ser resistidas. Puesto que Belshaw cree que nuestra ciencia, actual-mente an en su infancia, debe alcanzar un elevado nivel de precisinen el futuro, pude esperar que algn da lleguemos a elaborar frmulaspara la deteccin y la medicin de las presiones sociales; pero ni siquie-ra sugiere alguna frmula para dirigir tales presiones. As, pues, encon-tramos nuevamente que, en la prctica, la funcin del antroplogo es lade sealar la resistencia inherente a las relaciones sociales y, desde lue-go, los puntos lgidos. Por qu se le exigira algo ms? los antroplo-gos no somos especialistas en relaciones pblicas ni el arte de la persua-sin..

    S. F. Nadel da tambin lugar importante al antroplogo en los asun-tos prcticos y por menos parece sugerir, como lo hiciera Malinowski,que la visin completa de la antropologa como estudio de la sociedadcomo un todo, puede establecer la prioridad de sus enfoques sobre losde los especialistas tcnicos de otros campos. Los escritos de Nadel in-cluyen ejemplos de investigaciones hechas a peticin de diversos go-biernos, recomendaciones hechas a ellos y pronsticos de las conse-cuencias de las tendencias existentes, basados en estudios realizados sinmeta prctica alguna. Nadel ha afirmado tambin, en trminos genera-les, que no importa cuan inadecuadas sean las teoras de la antropolo-ga en comparacin con las de las ciencias naturales, ya que tales teoraslo han llevado bastante ms adelante de lo que puede llegar un lego; di-ce adems que, si se le pidiese consejo, los desatinos que diga sern almenos mejores desatinos de los que pueda decir alguien ms9 no en-trenado en Antropologa Social.

    Al examinar los puntos en los que Nadel ha hecho recomendacionesprcticas, sin embargo, encontraremos que en su mayor parte se refie-re a campos en los que quienes ejercen la autoridad desean conocer lasinstituciones existentes, y la principal cuestin planteada se refiere sim-plemente a cuales son esas instituciones. El estudio de Nadel sobre lastribus Nuba de los kordofanes fue emprendido para proporcionar algobierno del Sudn informacin general sobre su sistema poltico y so-bre su legislacin civil; este trabajo tiene adems algunas interesantes

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  • llamadas de atencin sobre los requisitos previos para el establecimien-to de una federacin exitosa desde el punto de vista de los antroplo-gos gubernamentales10 . Cuando estuvo con las tropas de ocupacinen Eritrea, Nadel estudi el sistema consuetudinario de derecho agra-rio,11 y al escribir sobre los Nupe del Norte de Nigeria, Hizo un intere-sante clculo de las probables consecuencias de la introduccin de laagricultura mixta.12 Por una comunicacin personal me enter que enuna ocasin durante la guerra, Nadel se opuso con xito a la imposi-cin del castigo colectivo de que se quera hacer objeto a ciertas tribussomales; su argumento se basaba en que un castigo colectivo no co-rresponda a las costumbres de esa tribus y no alcanzara a las perso-nas a las que estaba dirigido. Cada uno de estos ejemplos hizo una va-liosa aportacin a la informacin que posea el gobierno; sin embargo,ninguno de ellos entra en el campo contemporneo de la poltica cu-ya meta es un cambio extenso, que no puede ser ignorado si las afirma-ciones son hechas por los antroplogos o se le hacen a estos demandassin reserva.

    En oposicin al punto de vista que yo he sugerido en el sentido deque tratamos con una materia que por su naturaleza misma no es sus-ceptible de manipulacin, tanto Belshaw como Nadel hacen uso de lapalabra, Belshaw se refiere a algo que encuentra deseable y Nadel a al-go que considera peligroso. Segn parece, Belshaw se refiere a la segun-da acepcin de la palabra, es decir, a usarlo en beneficio propio, pues-to que habla en general de la poltica como el intento de manipularprocesos sociales. Nadel, al decir que el antroplogo puede sugerircomo manejar a las sociedades implica algo muy siniestro si se refierea esta acepcin de la palabra. Es posible que ambos autores enfoquen elmismo objeto desde diferentes puntos de vista. Aunque es poco proba-ble que muchos hombres de negocios tengan una idea muy clara de loque significa proceso social, si es probable que, en caso de tenerla, ve-ran ms claramente las posibilidades y las limitaciones de la accin po-ltica y entonces enmarcaran sus polticas de manera ms inteligente;esto sera un elemento en favor de que la apreciacin de los obstculosque han de sobrepasarse es la contribucin ms significativa de los an-

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  • troplogos a los asuntos prcticos, como lo ha sugerido. Se acepta porlo general que las polticas de referencia son bienintencionadas y que siun antroplogo tiene razones para dudarlo en un caso determinado,sera justificado que se rehusara a colaborar. Nadel, sin embargo, con-sidera que la manipulacin de una sociedad puede hacerse con finesnovicios para ella y que, aunque el antroplogo rehusara ofrecer susconsejos prcticos, contribuira a su manipulacin con el solo hecho depublicar los hechos. Resulta claro que esta posibilidad lgica, pero an-tes de verla como un serio peligro potencial, sera deseable conocer al-gunos ejemplos de tales situaciones hipotticas. En este contexto en elque Nadel se refiere a la Unin Sudafricana; se pregunta si los conoci-mientos de la antropologa se emplean para reforzar la poltica preva-leciente y para fortalecer la sujecin de los pueblos nativos.13 Para res-ponder a esta cuestin no solo sera necesario saber ms acerca de laclase de informacin que en realidad recogen los etnlogos al serviciodel Departamento de Asuntos Indgenas sudafricano, sino tambin so-bre la clase de aplicacin que se pretende darles. Es posible que se men-cione los datos etnolgicos para confirmar la concepcin nacionalistade que los africanos, como pueblo primitivo, difieren en algn rasgoesencial de los europeos; la carga que representara probar que estos da-tos pueden ser usados de alguna manera para hacer avanzar los aspec-tos no liberales de la poltica del apartheid, o bien para frustrar los mo-vimientos de oposicin a ella, caera, segn parece, sobre quien hicierala proposicin en tal sentido. Nadel tambin se refiere al uso que hizoel gobierno de los Estados Unidos en la ltima guerra, de los estudiosantropolgicos sobre la estructura del carcter de los enemigos paraplanear la guerra sociolgica. Slo un experto en esta rama de la an-tropologa podra ofrecer una opinin sobre su efectividad como armadestructiva.

    Con todo resulta imposible discutir los alcances de cualquier ramadel conocimiento en la prctica sin tomar en cuenta la responsabilidaddel cientfico; se limita sta a aumentar los conocimientos?, es un de-recho o una obligacin del cientfico exigir que se oiga su opinin enlas actividades en las que se usan sus conocimientos? Pocos descubri-

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  • mientos cientficos han sido tan claramente un arma de dos filos comoel de la visin nuclear que en forma tan catastrfica ha llegado a ser ellocus classicus en esta discusin. An en el caso de que la posicin neu-tral de los antroplogos no contribuya realmente a traer un desastrepara la humanidad o, por lo menos, para los pueblos entre los que tra-baja an as, repetimos, es posible que ellos no deseen permanecerneutrales sino que exijan que se les considere como las personas espe-cialmente calificadas para decir lo que la poltica colonial o cualquierotra debera ser. De la misma manera, se les puede decir que si se limi-tan a sto, entonces no estn dando al mundo todos los beneficios desus conocimientos.

    Las ciencias sociales ocupan un lugar diferente del que tienen lasciencias naturales en esta discusin, puesto que los juicios ticos noquedan fuera del mbito de su campo de investigacin sino que son sumismo centro. Cuando el cientfico social presenta los resultados de sutrabajo, se refiere a acciones humanas en torno a las cuales sus lectoresemitirn un juicio si no lo hace el mismo; obviamente, la forma en queexponga su descripcin influir sobre ese juicio. La teora funcionalen su forma extrema, sostiene que las instituciones de cualquier socie-dad resuelven los problemas que presenta el dominio del medio, me-diante la cooperacin social ms adecuada para la sociedad de que setrate. Tal teora excluye cualquier intento de clasificar a las sociedadesde acuerdo con sus mritos, pero para hacerla convincente quien laapoyan tiene que aprovechar cualquier oportunidad para defender a lasinstituciones consideradas popularmente como brbaras ante un p-blico que no aceptara una defensa que se base nicamente en el prin-cipio de la tolerancia; de ah que los funcionalistas recurran de inme-diato a los supuestos ticos de su pblico. Segn otra teora, puesto quetodos los valores estn determinados culturalmente, es slo nuestrocondicionamiento cultural el que nos hace reprobar cualquier rasgo deuna cultura ajena. Enfocadas sin esta predisposicin subjetiva, todas lasinstituciones son igualmente dignas de respeto (o, por lo menos, slopodran ser criticadas por la gente que vive en su ampara). Esta teorapresenta varios puntos dbiles; es inconsistente porque hace igualmen-

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  • te vlida una actitud Herrenvolk -que es su misma negacin-, la actitudde tolerancia en situaciones interculturales, y ya se ha sealado que elrespecto a las culturas ajenas es un principio tico por si mismo.

    Resulta obvio que los antroplogos, quienes con el respeto de la hu-manidad pertenecen a una sociedad, tengan que reconocer principiosticos relacionados con sus propias acciones, y es muy poco probableque permanezcan completamente inmutables al enfrentarse con accio-nes llevadas a cabo entre los pueblos que estudian, que vayan contra losprincipios que les son ms caros.14 Algunos antroplogos han conside-rado como un imperativo moral su intencin para evit