Inserción Laboral y Competencias Profesionales (1)

7/26/2019 Insercin Laboral y Competencias Profesionales (1)

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Electronic Journal of Research in Educational

Psychology

E-ISSN: 1696-2095

[email protected]

Universidad de Almera

Espaa

Bethencourt, J. T.; Cabrera, L.

Insercin laboral y competencias profesionales del psicopedagogo

Electronic Journal of Research in Educational Psychology, vol. 10, nm. 26, 2012, pp. 475-504

Universidad de Almera

Almeria, Espaa

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=293123551023

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Electronic Journal of Research in Educational Psychology,10(1), 475-504. ISSN: 1696-2095. 2012, no. 26 - 475 -

Insercin laboral y competencias profesionalesdel psicopedagogo

Bethencourt, J. T.1y Cabrera, L.2

1

Departamento de Psicologa Evolutiva y de la Educacin

2 rea de Mtodos de Investigacin y Diagnstico en Educacin,Universidad de La Laguna, Tenerife. Islas Canarias

Espaa

Correspondencia:Jos Toms Bethencourt Bentez. Facultad de Psicologa. Campus de Guajara. Universidadde La Laguna. 38071 Tenerife. Canarias. Espaa.E-mail:[email protected]

Education & Psychology I+D+i y Editorial EOS (Espaa)
mailto:[email protected]:[email protected]:[email protected]:[email protected]


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Jos Toms Bethencourt et al.

- 476 - Electronic Journal of Research in Educational Psychology,10(1), 475-504. ISSN: 1696-2095. 2012, no. 26

Resumen

Introduccin.La implantacin del Espacio Europeo de Educacin Superior ha supuesto una

gran oportunidad para que las universidades se replanteen y analicen de un modo ms exhaus-

tivo los perfiles profesionales de cada una de las titulaciones que ofertan. Con la finalidad de

saber dnde estaban trabajando los egresados en psicopedagoga, y con el propsito de identi-

ficar y definir nuevos perfiles profesionales del psicopedagogo, nosotros realizamos este tra-

bajo de seguimiento de titulados en psicopedagoga en la Universidad de La Laguna, cuyos

resultados presentamos en el presente informe.

Mtodo.La muestra est constituida por 130 licenciados en psicopedagoga por la ULL, yfueron encuestados telefnicamente, durante unos 20 minutos aproximadamente, para la cum-

plimentacin de un cuestionario de 16 tems, relativos a la situacin laboral, la formacin uni-

versitaria recibida y las competencias profesionales requeridas en sus puestos de trabajo ac-

tuales.

Resultados.Los resultados desvelan una alta insercin laboral y el surgimiento de nuevos

perfiles profesionales en contextos extra-escolares. Asimismo se demanda una formacinms acorde con estos nuevos puestos de trabajo. La formacin recibida en la titulacin de

psicopedagoga se valora competente pero insuficiente.

Discusin y Conclusiones.En el estudio de las competencias profesionales de los psicopeda-

gogos y psicopedagogas hemos optado por incluir: a) el corpus de conocimiento terico y

cientfico derivado en torno a la disciplina; b) el anlisis de las tareas desempeadas en el

puesto de trabajo; y c) estudio de seguimiento de egresados que permite identificar nuevosperfiles emergentes. El conjunto de las tres dimensiones permite abordar las competencias

profesionales prospectivamente y no slo desde lo que es o lo que se hace en el puesto de tra-

bajo.

Palabras Clave:Competencias profesionales, Formacin, Psicopedagoga, Perfiles laborales.

Recibido: 29/08/11 Aceptacin inicial: 05/10/12 Aceptacin final: 22/03/12


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Work placement and professional competencies of the

school psychologist

Abstract

Introduction. The implantation of the European Space of Higher Education has supposed a

great opportunity in order that the universities rethink and analyze in a more exhaustive way

the professional profiles of each one of the qualifications that offer. With the purpose of

knowing where were working the psychopedagogy graduate, and with the intention of identi-

fying and defining new job profiles of these professionals we realize this work of graduates'

follow-up in psychopedagogy in the University of La Laguna (Spain), which results we showin the report present.

Method. 130 professional participants in this investigation were polled telephonically by 20

minutes approximately, for the completion of a questionnaire of 16 items relative to the labor

situation, the received university education and the needed professional competences.

Results.The results reveal a high labor insertion and the emergence of new professional pro-

files in out-of-school contexts. Likewise there is demanded a formation more according tothese new working places. The formation received in the qualifications of psychopedagogy is

valued competent but insufficiently.

Discussion yconclusiones.In the study of the professional competences in psychopedagogy

have chosen to include: a) the corpus of theoretical and scientist knowledge derived concern-

ing the discipline; b) the analysis of the tasks recovered in the working place; and c) study of

follow-up of graduates that allows to identify new emergent profiles. The set of three dimen-

sions allows to approach the professional competences prospectively and not only from what

is or what is done in the working place.

Keywords: Professional competences, Education, Psychopedagogy, Job profiles.

Received: 08/29/11 Initial acceptance: 10/05/12 Final acceptance: 03/22/12


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Introduccin

La implantacin del Espacio Europeo de Educacin Superior ha supuesto una gran opor-

tunidad para que las universidades se replanteen y analicen de un modo ms exhaustivo los perfi-

les profesionales de cada una de las titulaciones que ofertan. Como Vzquez (2008) establece,

nos ha servido para proceder a una profunda revisin del qu y el cmo de nuestras ense-

anzas, es decir de la supresin de algunas titulaciones obsoletas o que han dado muestras ev i-

dentes de haber completado su ciclo de vida; hacia una nueva configuracin, organizacin y

orientacin de las que han registrado una evolucin regresiva de la demanda; y hacia la creacin

de nuevas titulaciones donde se aprecia el surgimiento de nuevas demandas (p. 29).

Desde haca algunos aos, sobre todo impulsados por las necesidades de los servicios

de empleo y orientacin universitarios y las demandas empresariales, las universidades en el

Estado Espaol haban ido creando respectivos observatorios de empleo, que nos permitan no

slo identificar la insercin laboral de los egresados, sino identificar nuevos yacimientos de

empleo, para los que las titulaciones universitarias no estaban dando una formacin especfi-

ca. Sin embargo, estos datos no han sido siempre un referente en la revisin de ttulos y dise-

o de programas de asignaturas. Adaptar la formacin universitaria a las necesidades de las

administraciones y empresas empleadoras ha sido y sigue siendo un tema comprometido, a

veces por la indefinicin y desconocimiento de las competencias requeridas por los puestos de

trabajo a desempear, y otras, como en el caso de las psicopedagogas y psicopedagogos, por

cuestiones ms polticas y epistemolgicas, como la indecisin administrativa, o falta de

acuerdo entre el propio colectivo y otros colectivos afines (pedagogos y psiclogos).

Escudero, Vallejo y Botas (2008) ponen de manifiesto esta realidad sobre la funcin

profesional del asesor educativo (una de las funciones de los psicopedagogos y psicopedago-

gas), cuando expresan: la administracin no tiene claro, o sencillamente no quiere adoptar

decisiones explcitas que legitimen y regulen un mbito profesional que, sin embargo, goza de

tantos reconocimientos tericos como oficiales () Otra vez nos encontramos con decisi o-

nes administrativas que, por lo que parece, no se atienen tanto a unos mnimos de racionalidad

ligados a tareas y funciones a desempear dentro del sistema educativo por ciertos profesiona-


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les, como a presiones procedentes de intereses corporativistas que siguen acampando por la

universidad (p. 2). Afortunadamente, la funcin de asesoramiento educativo (tareas de direc-

cin escolar, coordinadores de planes y programas educativos, asesores de centros de profeso-

rado), no es la nica funcin profesional de los psicopedagogos dentro de los centros educati-

vos.

La desaparicin de la propuesta de un catlogo de ttulos cerrados por parte del Minis-

terio de Educacin es una oportunidad para que las Universidades definan nuevos ttulos

adaptados a las necesidades y realidades concretas de los entornos en los que estn ubicadas,

pero tambin un riesgo de que se desdibujen ciertas profesiones con demostrado conocimiento

terico-aplicado y demanda social, como la psicopedagoga (Cabrera y Bethencourt, 2010;

Castilla Mesa, 2003).

Despus de 15 aos de confluencia disciplinar, cientfica y profesional, nos encontra-

mos con mucha dispersin en los intentos de definicin de un perfil profesional y el diseo de

una formacin especfica y, a la vez, con la reivindicacin de otros profesionales afines del

puesto de trabajo regulado por ley para ser ocupado por psicopedagogas y psicopedagogos.

Estas dificultades surgen mayoritariamente por las tres siguientes razones: (a) por las luchas

gremiales, (b) por la falta de concrecin administrativa en la regulacin de los puestos de tra-

bajo, y (c) por la corta historia de independencia de este corpus de conocimiento, de discipli-

nas ms amplias como la pedagoga y la psicologa:

a) Las reivindicaciones actuales de los dos colectivos directamente vinculados a la forma-

cin y desarrollo profesional (psiclogos y pedagogos), de titulaciones especficas del

mbito psicolgico (psiclogo escolar) y pedaggico (orientador o asesor educativo) res-

pectivamente, supone volver al pasado, a la vez que desdibujar el currculo formativo de

estos profesionales, y la propia figura profesional. Si la formacin deja de ser interdisci-plinar para revitalizar dos figuras tradicionales, el orientador educativo y el psiclogo

educativo, no slo pierde sentido la formacin de grado, sino el perfil profesional del

psicopedagogo, pues el conocimiento psicopedaggico volvera a estar fragmentado y

compartido por dos profesionales.

b) La falta de acuerdo administrativo o gubernamental sobre la modalidad de estudios (grado

o postgrado), no slo ha agravado la indefinicin, sino que ha dispuesto un campo de cul-

tivo bien abonado para los oportunismos de ciertos colectivos. La evidencia de ello es quea da de hoy las propuestas de las universidades espaolas que se conocen han sido: grado


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de psicopedagoga, master en intervencin psicopedaggica; master en psicologa de la

educacin; master en orientacin educativa; grado de pedagoga con mencin en psicope-

dagoga, especialidad de orientacin educativa en el master de formacin del profesorado

de secundaria, etc. predominando en la mayora de los casos la inercia y la incertidumbre.

Las responsabilidades ministeriales en la formacin estn quedando diluidas y desvirtua-

das, dicho sea de paso y en concreto, en el master de secundaria, en la especialidad de

orientacin educativa. A parte de que el contenido curricular de esta especialidad no da

respuesta a la formacin para el desempeo del conjunto de tareas profesionales requeri-

das en los puestos de trabajo, se abre un vaco formativo de la intervencin psicopedag-

gica en los niveles de infantil y primaria, y fuera del entorno escolar. Ms claramente, en

los centros de secundaria, tal como pone de manifiesto Roca (2001), tampoco ha estado

muy claro cuales son las funciones profesionales de los psicopedagogos, no slo por falta

de regulacin administrativa sino por las prioridades demandadas a cada centro educati-

vo.

c) Finalmente, la escasez de estudios de seguimiento de egresados para la revisin del perfil

profesional no est ayudando a despejar el dilema, como debera estar hacindolo, pues

los estudios se han centrado en definir las competencias de un nico puesto de trabajo, el

de orientador escolar, y sus necesidades formativas (lvarez, Muoz, y Aciego, 2005;

lvarez Rojo, Garca-Jimnez, Gil-Flores, y Romero, 2000; Anaya, Prez-Gonzlez y

Surez , 2011; Castilla, 2003; Peralta, 2005; Sobrado, 1997). El psicopedagogo es un

profesional con un nico itinerario laboral de asesoramiento en los centros educativos?, o

son posibles otros itinerarios profesionales? Los resultados de insercin de las dos pri-

meras promociones de licenciados en psicopedagoga por la Universidad de La Laguna,

ya indicaban una escasa insercin en el mbito escolar y una amplia colocacin en el

mbito social (lvarez, Bethencourt y Cabrera, 2000). Sin embargo, las universidades han

hecho caso omiso de esta realidad y siguen planteando una formacin basada en un perfilde intervencin y asesoramiento dentro de la escuela, con una gran inclinacin hacia las

necesidades educativas de atencin especfica, sobretodo de carcter fsico y sensorial,

olvidando una vez ms las diferencias y necesidades sociales y culturales. Paradjicamen-

te, son las necesidades derivadas de la gran diversidad social y cultural de nuestra socie-

dad las que estn demandando atencin especfica en una escuela para todos y en una so-

ciedad que tiene como meta ofrecer igualdad de oportunidades a sus ciudadanos.


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La profesionalizacin del psicopedagogo

No ser preciso recordar cmo se orden en el Estado Espaol la figura profesional del

psicopedagogo, profesional que ocupara las plazas ofertadas desde las distintas administra-

ciones educativas para constituir los Equipos de Orientacin y Psicopedaggicos, y los Depar-

tamentos de Orientacin educativa ordenados tambin en las normativas derivadas de la

LOGSE (1991). A partir de este momento en el que la legislacin educativa otorga casi por

primera vez un lugar a este profesional en la escuela, tanto las administraciones educativas

como las asociaciones estatales e internacionales han ido reglando las funciones de estos pro-

fesionales en los centros escolares. A la vez, han sido varios los estudios que se han dedicado

a analizar y definir, a partir del anlisis de las demandas del puesto de trabajo, el perfil profe-

sional del psicopedagogo de modo ms concreto (lvarez, Garca, Gil y Romeroz, 2000;

lvarez y Romero, 2007; Bez y Bethencourt, 1992; Boza, 2004; Castilla, 2003; Montan,

2000; Roca, 2001), identificando en algunos casos inventarios de competencias requeridas

(Repetto, Mudarra, Manzano, Uribarri, y Vlaz, 2009; Santana, Bethencourt y Bez, 1993;

Sobrado, 1997). A modo de ejemplo, Santana, Bethencourt y Bez (1993), despus de un an-

lisis de la prctica profesional de los orientadores de los centros escolares de Canarias, identi-

fican las funciones de planificacin, coordinacin, investigacin, diagnstico, intervencin

directa e intervencin indirecta; asimismo, las reas de trabajo encontradas fueron: activida-

des del profesorado, aprendizaje del alumnado, dificultades de aprendizaje, ajuste y adapta-

cin, accin tutorial, centros escolares, orientacin profesional y vocacional, y familia- escue-

la.

Entre las asociaciones profesionales de referencia internacional (donde estn incluidas

las asociaciones espaolas), que se han ocupado de las competencias profesionales y de defi-

nir los cdigos deontolgicos hay que destacar: la Asociacin Internacional de Orientacin

Educativa y Profesional AIOSP/IAEVG/AIOEP (http://www.iaevg.org/IAEVG/)y la Asocia-cin Internacional de Psicologa Escolar ISPA (http://www.ispaweb.org). La AIOSP con la

participacin de 38 pases de todo el mundo, realiz un estudio del desempeo de estos profe-

sionales que concluy con la adopcin de la asamblea general en 2003 de un conjunto de

competencias bsicas y especializadas para trabajos especficos (AIOSP). Entre estas compe-

tencias se incluyen de modo genrico: diagnstico, orientacin educativa, desarrollo de la

carrera, counseling, gestin de la informacin, consulta y coordinacin, investigacin y eva-

luacin, gestin de programas y servicios, desarrollo comunitario y empleo. Por su parte, laISPA ha identificado como funciones profesionales de los psiclogos escolares las siguientes:
http://www.iaevg.org/IAEVG/http://www.iaevg.org/IAEVG/http://www.iaevg.org/IAEVG/http://www.ispaweb.org/http://www.ispaweb.org/http://www.ispaweb.org/http://www.ispaweb.org/http://www.iaevg.org/IAEVG/


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evaluacin, intervencin, asesoramiento, desarrollo organizativo y de programas, supervisin

e investigacin (ISPA). Estas competencias se definen para ser desempeadas en escuelas,

hogares, hospitales y clnicas, organismos pblicos y otras instituciones. La prctica puede

abarcar el trabajo con individuos, grupos y organizaciones en entidades pblicas y privadas

(ISPA). Las intervenciones educativas adems se proponen para que sean desarrolladas a lo

largo de todo el ciclo vital, es decir con bebs, nios, jvenes y adultos (ISPA).

Integrando las aportaciones tanto de la AIOSP como de la ISPA, podemos

afirmar que las funciones profesionales asignadas para ambos especialistas (orientadores y

psiclogos escolares) son similares, aglutinadas en la legislacin del Estado Espaol en el

profesional de la psicopedagoga; aunque, la accin psicopedaggica se extiende ms all de

los contextos educativos formales y de la edad de educacin obligatoria, en la normativa legal

hay que reconocer que no se recoge esta realidad profesional ms amplia. Uno de los trabajos

ms ilustrativo sobre las competencias profesionales del psicopedagogo u orientador escolar

en Espaa es el estudio de Sobrado (1997), a travs del cual identific seis mbitos de compe-

tencias genricas: (a) asesoramiento acadmico y profesional al alumnado; (b) estudio y tra-

tamiento de casos de atencin especfica del profesorado y el alumnado; (c) asesoramiento

docente y evaluacin educativa; (d) evaluacin y planificacin de acciones de apoyo educati-

vo; (e) coordinacin entre centro y familia; (f) elaboracin de informes de evaluacin indivi-

dual de programas de actividades y memorias varias. Dentro de cada una de estas unidades de

competencias Sobrado identific un inventario de competencias especficas implicadas. Si

bien las funciones identificadas por Sobrado coinciden con las ya encontradas en otros traba-

jos anteriores, as como por las indicadas por las asociaciones profesionales, destacamos del

mismo su exhaustividad en la definicin de las competencias especficas. Sin embargo, estas

funciones se circunscriben a un nico escenario de la accin psicopedaggica, el asociado a

los equipos de orientacin psicopedaggica y departamentos de orientacin.

A pesar del relativo acuerdo entre instituciones implicadas sobre las competencias

profesionales del psicopedagogo, el desarrollo profesional no est exento de controversias. Un

ejemplo de ello es el interesante anlisis que hacen sobre el asesoramiento educativo Escude-

ro, Vallejo y Botas (2008). Estos autores hacen un recorrido por las competencias relaciona-

das con esta funcin profesional a partir de una conexin entre los fundamentos tericos sobre

el asesoramiento y las competencias identificadas en los diversos estudios realizados, paraponer en tela de juicio las competencias atribuidas y desempeadas. Para estos autores existe


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en las competencias identificadas y atribuidas a las funciones de asesoramiento una falta de

visin profesional ms de conjunto, debido a una ausencia de modelos, razones, y coordina-

cin en el desempeo de las tareas requeridas, pues segn Escudero et al. (2008) son formas

de indicar las cosas que han de hacerse, pero sin someter a anlisis y discusin cul es el mar-

co al que responden y cules los propsitos a los que habran de servir (p. 11) (.) por lo

que no ofrecen aportaciones relevantes para disear los planes de formacin (p. 12); en con-

secuencia, proponen un anlisis ms reflexivo y sustantivo de las competencias que permita

un anlisis ms profundo de los contextos institucionales y personales donde se desarrolla la

accin profesional, con el fin de dar mayor funcionalidad a los contenidos y los aprendizajes.

Roca (2001) en un trabajo anterior, en el que analiza la relacin entre las funciones

administrativas de los psicopedagogos y el ejercicio profesional, ya puso de manifiesto no

slo la inconsistencia terica de las tareas y funciones por la ausencia de un modelo coherente

de accin (en la lnea de Escudero y col., 2008), sino por la ausencia de desarrollo prctico de

las funciones encomendadas para dedicarse a otras ms inminentes, incluida la docencia. De-

manda este autor sobre todo funciones de: asesoramiento, evaluacin psicopedaggica, orien-

tacin personal, acadmica y profesional al alumnado, y, tambin, de la orientacin pedaggi-

ca, curricular e innovadora a los profesores del centro. En un trabajo ms reciente sobre nece-

sidades formativas de los orientadores en ejercicio, Anaya Nieto, Prez-Gonzlez y Surez

Riveiro (2011), encuentran que los orientadores demandan formacin especializada, dentro

del marco de las funciones generales, pero de aplicacin a situaciones especficas. Concreta-

mente en relacin a: (a) atencin a la diversidad, se demanda mayor formacin sobre la aten-

cin de alumnado con problemas de conducta y alumnado inmigrante; (b) orientacin educa-

tiva, se demanda ms formacin para la atencin al aprendizaje, el desarrollo personal y la

atencin familiar; (c) diagnstico en educacin y programas de orientacin, se demanda dise-

o, aplicacin y evaluacin de programas, y ms recursos de diagnstico (p.621).

Todas las descripciones del perfil profesional se circunscriben a la actuacin en torno

a la educacin obligatoria, ignorando funciones relacionadas con los otros niveles educativos

y fuera del sistema. La cuestin que aqu nos planteamos es si la nica salida laboral del psi-

copedagogo son los servicios de orientacin y psicopedaggicos del sistema educativo. Si no

es as, por qu la formacin ha de ceirse nicamente a este perfil profesional? Por otro lado,

parece que las funciones de la accin orientadora van ms all del profesional de la psicope-dagoga extendindose a otros profesionales de la educacin como los maestros, pedagogos y


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educadores sociales (Garca, 2002). Si entendemos la orientacin como una tarea compartida,

nada ms relevante que seguir reivindicando al profesional de la psicopedagoga como el

agente de la accin especfica de la orientacin y no al orientador; lo mismo se puede atribuir

a la psicologa educativa, es la psicologa de la educacin una disciplina y una funcin a des-

empear por varios profesionales (el psicopedagogo, el pedagogo, el maestro, el psiclogo) en

una amplitud de mbitos laborales, o el nombre de una profesin? En definitiva, proponemos

que no se siga confundiendo al profesional con la o las disciplinas en las que se puede formar.

Por otro lado, en relacin a los escenarios profesionales, Garca (2002) ha sido uno de

los pocos autores que ha dibujado el mbito de la psicopedagoga trascendiendo los lmites de

la escuela y la familia del alumnado hacia otros contextos sociales: en contextos sociocomu-

nitarios como lugar idneo para la prevencin; y en organizaciones e instituciones, tanto

pblicas como privadas (p. 271), en campos de accin especficos como la educacin para la

carrera o vocacional, medidas extraordinarias de atencin a la discapacidad, gabinetes psico-

pedaggicos particulares, en programas institucionales de intervencin.

Con la finalidad de saber dnde estaban trabajando los egresados en psicopedagoga, y

con el propsito de identificar y definir nuevos perfiles profesionales del psicopedagogo, no-

sotros realizamos este trabajo de seguimiento de titulados en psicopedagoga en la Universi-

dad de La Laguna, cuyos resultados presentamos en el presente informe.

A pesar de que las prcticas profesionales nos indican u orientan a definir los puestos

de trabajo y las competencias profesionales, somos conscientes que la observacin se ha de

conjugar con el conocimiento disciplinar, pues como dicen Escudero et al. (2008) no son las

competencias las que determinan el conocimiento para desarrollarlas, sino el saber terico y

prctico disponible y ms valioso, pertinente y potente para entender y desarrollar este rol loque ha de servir de marco y sustento para identificarlas (p. 20). Del mismo modo, lvarez y

Romero (2007) en relacin a la identificacin de los saberes que han de constituir la forma-

cin en orientacin educativa manifiestan que, no debera estar mediatizada slo por las exi-

gencias del mercado de trabajo, sino que debera contemplar un posicionamiento explcito

respecto a los elementos clave que definen a esta profesin (p. 18).


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Planteamiento del problema

Como consecuencia de las indefiniciones que rodean en la actualidad el ejercicio pro-

fesional de la psicopedagoga, y las incertidumbres sobre la formacin inicial de psicopeda-

gogos y psicopedagogas, nosotros nos planteamos conocer, como complemento a un trabajo

que realizamos recientemente en el que revisamos el conocimiento terico generado en torno

y desde la disciplina (Cabrera y Bethencourt, 2010), qu estn haciendo estos profesionales en

la prctica, tanto dentro del sistema educativo, en los equipos psicopedaggicos, departamen-

tos de orientacin y en otros mbitos escolares, como fuera de l, en otras instituciones y ser-

vicios. Este conocimiento no slo ser de utilidad en el diseo de la formacin que finalmente

se determine para la capacitacin de estos profesionales prcticos, sino que nos permitir

identificar y definir nuevos retos que a estos profesionales les demanda una sociedad cam-

biante con nuevas necesidades de educacin y de atencin especializada.

Objetivos

El propsito de la presente investigacin fue averiguar cmo y dnde se produce la

insercin laboral de los licenciados y licenciadas en psicopedagoga, y analizar las competen-

cias profesionales recibidas durante la formacin y las demandas en el puesto de trabajo. Ms

concretamente, los objetivos fueron los siguientes:

1) Conocer la situacin laboral de los psicopedagogos.

2) Analizar la valoracin y adecuacin al puesto de trabajo de las competencias profe-

sionales adquiridas durante la carrera.

3) Identificar los perfiles laborales emergentes, a partir del anlisis de los puestos de

trabajo.

4) Detectar las competencias profesionales y la formacin requerida para el buen des-

empeo laboral.

Mtodo

Participantes

La poblacin objeto de estudio est constituida por 470 personas, que conforman el

total de egresadas y egresados de la licenciatura de psicopedagoga en la Universidad de La

Laguna (ULL), pertenecientes a las 9 promociones desde el 1999-2000 hasta el 2007-2008.


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Tales datos, as como los telfonos de contacto1, fueron facilitados por el Gabinete de Anlisis

y Planificacin (GAP) de la propia ULL.

Para la determinacin de la muestra se utiliz un muestreo no probabilstico. Se fue

llamando por telfono a cada una de las personas de las 9 promociones consideradas, hasta

obtener el tamao muestral adecuado a un margen de error de 5. Como hubo que llamar

varias veces a un mismo nmero hasta obtener respuesta, se procur que la representacin de

cada promocin fuera proporcional.

La muestradefinitiva fue de 130 egresados, lo que constitua un 27,65%. El rango de

edades en torno al cual se distribuye la misma fue de 25 a 58 aos, siendo el valor mayoritario

el de 32 aos, concretamente el 61,53% tena edades entre 30 y 35 aos. En relacin con el

lugar de residencia actual, la mayora de los encuestados (78,3%) reside en la isla de Tenerife,

donde se ubica la ULL. El resto de la muestra se distribuye entre las otras islas del archipila-

go, excepto el 3,1% que reside fuera de Canarias. Respecto a la formacin universitaria previa

con la que los encuestados accedieron a los estudios de la licenciatura de psicopedagoga,

predominan los procedentes de la diplomatura de maestro en un 67%, continan los de la

licenciatura de pedagoga en un 17,5%, les siguen los del primer ciclo de pedagoga en un

11,3%, y finalmente, con iguales porcentajes del 2,1% se encuentran los provenientes de la

diplomatura de educador social y de la licenciatura de psicologa.

Instrumento

La recogida de datos se llev a cabo mediante un cuestionario con 16 tems de moda-

lidad tanto abierta como cerrada, y una entrevista abierta. Este cuestionario fue construido ad

hocpara esta investigacin, y antes de su administracin fue sometido a un control de jueces

(dos orientadores y un profesor de psicopedagoga) para ajustar la validez. Para la construc-cin del mismo se parti de una revisin de la literatura sobre competencias profesionales, y

el plan de estudios de psicopedagoga. Dado que el objetivo fundamental del estudio era iden-

tificar nuevos perfiles profesionales, la descripcin del puesto de trabajo as como las compe-

tencias requeridas para el desempeo del mismo se abord a travs de preguntas abierta.

1

Atendiendo a la ley de proteccin de datos, los telfonos fueron facilitados porque se trataba de un estudiorelacionado con los motivos de acceso y estancia en la universidad. Los encuestados, a su vez, manifestaron gransatisfaccin con el hecho de que la universidad hicera estudios de seguimiento de egresados.


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La informacin recogida a travs de los tems abiertos estaba referida a la edad, isla de

residencia, puesto ocupacional, antigedad laboral, tareas profesionales desempeadas, cono-

cimientos requeridos para el desempeo de esas tareas, tareas profesionales desempeadas sin

formacin previa, formacin necesaria para un buen desempeo profesional actual, otros tra-

bajos anteriores al actual desempeados y relacionados con la licenciatura de psicopedagoga.

Respecto a los tems cerrados la informacin recogida trataba sobre la situacin labo-

ral actual (activo, parado), modalidad de empleo actual (cuenta ajena, cuenta propia), utilidad

profesional de la formacin universitaria recibida (escalar desde 1 = nada, hasta 5 = mucho),

actividades formativas de perfeccionamiento (8 opciones cerradas de respuesta, ms una

abierta), valoracin de la utilidad profesional de las materias recibidas en la formacin univer-

sitaria (escalar desde 1 = nada, hasta 5 = mucho), satisfaccin con la formacin universitaria

recibida (escalar desde 1 = nada, hasta 5 = mucho), y finalmente, satisfaccin con el puesto de

trabajo actual (escalar desde 1 = nada, hasta 5 = mucho).

La entrevista fue totalmente abierta, y el objetivo de la misma era describir en profun-

didad el perfil profesional requerido para los nuevos puestos de trabajo identificados; es decir,

que no fueran los de orientador escolar.

Procedimiento

Los participantes en esta investigacin fueron entrevistados telefnicamente, para la

cumplimentacin del cuestionario anteriormente descrito. La media de tiempo requerido fue

de 20 minutos. Las entrevistas fueron llevadas a cabo por tres estudiantes de la licenciatura de

psicopedagoga de la Universidad de La Laguna debidamente formados para ello. El perodo

de realizacin de las entrevistas tuvo lugar entre octubre y diciembre de 2009. Posteriormente,

del total de encuestados fueron seleccionados para entrevista presencial cinco profesionalesrepresentativos de algunas de las ocupaciones laborales ejercidas: (a) coordinador de educa-

cin infantil y primaria de la Consejera de Educacin del Gobierno de Canarias; (b) director

de centro de educacin y formacin ocupacional para autistas; (c) asesora de equipos comuni-

tarios para la prevencin y atencin de menores y familias en riesgo; (d) tcnico de la unidad

de programas de la Consejera de Educacin de Canarias; (e) orientadora en servicios de

orientacin para el empleo.


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Los datos cuantitavos se analizaron a travs del programa estadstico SPSS, mientras

que para las preguntas abiertas se hizo un anlisis de contenido. En un primer lugar se proce-

di a agrupar las respuestas pertenencientes a encuestados que trabajaban en un mismo campo

o sector. Posteriormente analizamos y ordenamos, por frecuencia de respuesta, las tareas que

cada uno de ellos indic que desarrollaba en su puesto de trabajo. Finalmente, estas tareas

fueron enriquecidas con las respuestas de profesionales representativos de cada grupo profe-

sional.

Resultados

Presentamos los datos obtenidos en cada uno de los apartados del cuestionario, tanto

para la totalidad de la muestra encuestada, como para la submuestra constituida por los que

trabajan especficamente como psicopedagogos.

Profesionalizacin del psicopedagogo

Situacin laboral actual de la muestra total

El nivel de paro encontrado en la muestra analizada es del 26,9%, lo que representa 35

personas del total de 130 encuestados. Respecto a los que s trabajan, y tal como podemos

observar en la tabla 1, el 30,77% lo hace como psicopedagogos, un 39,23% como maestros y

en otros trabajos no relacionados con la psicopedagoga un 3%.

Tabla 1.Distri bucin de la muestra segn situacin laboral

SITUACIN LABORAL Frecuencia %Trabajan como psicopedagogos 40 30,77%Trabajan como maestros 51 39,23%Trabajan otros trabajos no relacionados 4 3%

No trabajan 35 26,9%

TOTAL 130 100%

En general el ndice de insercin laboral es alto, aunque cabe destacar que la mitad de

los que trabajan lo hacen como maestros (53%). La gran mayora de estos profesionales, tal

como ya hemos visto anteriormente, provienen de las diversas especialidades de la diplomatu-

ra de maestro, que acceden posteriormente por oposicin a las plazas que se convocan para

los cuerpos de infantil y primaria.


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Modalidad de empleo de los que trabajan como psicopedagogos

Tal como viene siendo una constante en muchos estudios sobre insercin laboral de

universitarios, la totalidad de estos profesionales trabaja por cuenta ajena, lo que demuestra de

momento que las profesiones llamadas de ayuda o de carcter social son difciles para promo-

ver la emprendedura y la creacin de empresas privadas, sin embargo, una gran parte de los

profesionales de la muestra lo hacen en fundaciones u organizaciones no gubernamentales que

se mantienen con las subvenciones de las diversas administraciones pblicas.

Cabe destacar que el 65,4% de los que trabajan como psicopedagogos, accedieron a la

carrera de psicopedagoga desde pedagoga, mientras que los que accedieron desde la diplo-

matura de maestro han preferido optar por el desempeo laboral como tales docentes.

Duracin de la experiencia laboral de los que trabajan como psicopedagogos

Los datos sobre el tiempo que los profesionales llevan trabajando sealan una rpida

insercin laboral del colectivo, pues el 51,3% lleva ms de tres aos trabajando, el 8,6% entre

uno y tres aos, y finalmente, el 13,1% lleva menos de un ao. Hemos de tener en cuenta que

la muestra incluye tambin a los egresados en el ao justamente anterior al estudio.

Perfiles profesionales de los psicopedagogos

En la tabla 2 se muestra la gran variedad de ocupaciones especficas desempeadas

por los psicopedagogos. Llama la atencin que tan solo el 10% de los que trabajan como psi-

copedagogos, o el 3% del total de los encuestados, trabajan en los Departamentos de Orienta-

cin o en los Equipos Psicopedaggicos, como orientadores escolares. Este dato no se corres-

ponde con el perfil profesional de la titulacin de psicopedagoga, que est diseada para for-

mar exclusivamente en actividades y funciones de orientacin educativa en centros escolares.

Estos resultados ponen de relieve, por un lado, la emergencia de nuevos perfiles profesionalesen el campo de la psicopedagoga, y por otro lado, la necesidad de adaptar los actuales planes

de estudio, tanto de grado como de master, a las necesidades y competencias requeridas en el

mundo laboral. Queda patente una vez ms, el desfase entre el sistema educativo y el mercado

laboral.

Esta escasa insercin de los psicopedagogos en los Equipos de Orientacin y Psicope-

daggicos, se debe a la falta de puestos ofertados desde la Consejera de Educacin del Go-bierno de Canarias, que ms que ampliar dicha plantilla en los ltimos diez aos ha ido dis-


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minuyendo sistemticamente el presupuesto dedicado a los Equipos Psicopedaggicos, con lo

que la contratacin de nuevos profesionales ha estado cerrada; las nuevas incorporaciones se

han producido en los centros privados y concertados. Concretamente, en el curso acadmico

2009-2010 en el concurso de oposiciones al nivel de secundaria convocado por la Consejera

de Educacin canaria no se ofert ninguna plaza para la especialidad oficial de psicologa y

pedagoga, que es la que habilita para ejercer en los Equipos Psicopedaggicos yDeparta-

mentos de Orientacin.

Tabla 2.Perf il es profesionales

Estos datos nos han permitido constatar la emergencia y consolidacin de nuevos perfiles

laborales pudindose destacar que la gran mayora de ellos se ubican fuera del contexto for-

mal de los centros escolares. Estos perfiles se concretan en los siguientes:

1) Asesoramiento psicopedaggico para la intervencin a travs de programas y acciones

educativas y comunitarias en las Administraciones pblicas: Ayuntamientos, Cabildos,

Gobierno Autnomo.

2) Atencin psicopedaggica a menores y familias: administraciones locales.3) Orientacin laboral: Acciones OPEA (Orientacin profesional para el empleo y el

autoempleo), tutores de empleo del Servicio Canario de Empleo (SCE), municipales e

insulares.

4) Formacin para el empleo.

5) Orientador escolar en centros de primaria y secundaria.

6) Intervencin psicopedaggica con ancianos y mayores.

7)

Ludoteca, museos, libreras, aulas didcticas, aulas de la naturaleza, ocio infantil, etc.8) Psicomotricidad.

Trabajo desempeado Fa Fr (%)Administraciones pblicas 7 17,5Menores y familias 7 17,5Orientacin laboral 6 15Formacin para el empleo 5 12,5Orientador/a en centros escolares 4 10Mayores 2 5Ludoteca 2 5Psicomotricidad 2 5Minoras tnicas y culturales 1 2,5Minoras funcionales 1 2,5Colectivos sociales en riesgo 1 2,5Drogodependientes 1 2,5Centros de educacin infantil (0-3) 1 2,5Total 40 100


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9) Intervencin y asesoramiento psicopedaggico con minoras tnicas y culturales

(interculturalidad).

10)Atencin psicopedaggica a las minoras funcionales (discapacitados, minusvalas).

11)Atencin psicopedaggica a colectivos sociales en riesgo (mujeres maltratadas,

marginados, ex presidiarios o presidiarios, parados larga duracin, delincuentes).

12)Atencin psicopedaggica a drogodependientes.

13)Centros de educacin infantil de 1er ciclo (0 a 2 aos).

Una de las ocupaciones constatadas socialmente es la del trabajo en gabinetes psi-

copedaggicos privados, mediante el autoempleo. No obstante en nuestra muestra actual no se

ha encontrado a nadie que actualmente se encuentre ejerciendo en esta modalidad profesional.

Valoracin de la formacin acadmica recibida para el desempeo laboral

Valoracin de la utilidad de la formacin

Los conocimientos requeridos para el desempeo laboral han sido adquiridos mayori-

tariamente a travs de la titulacin de psicopedagoga. Aproximadamente un 15% ha comple-

tado esta formacin con estudios de mster y experto, as como con otros cursos especficos.

La utilidad de la formacin recibida en la licenciatura de psicopedagoga para el des-

empeo laboral es valorada como mucha por el 13,2% de los encuestados, bastante por el

36,4%, suficiente por el 33,1%, poca por el 10,7% y ninguna por el 6,6%. Atendiendo a estos

resultados establecimos una comparacin en la valoracin de la utilidad de la formacin entre

el grupo de encuestados en activo y en situacin de parado, obteniendo que el primer grupo

valora ms positivamente la formacin que los parados. Concretamente, la formacin es valo-

rada positivamente (mucho ms bastante) por un 54,8% de los que trabajan frente a un 34,4%

de los que no trabajan. Si adems consideramos exclusivamente a los que trabajan especfi-camente como psicopedagogos en equipos y departamentos de orientacin, esta valoracin

aumenta a un 100%. Estos resultados son lgicos puesto que la finalidad de la titulacin cur-

sada es la preparacin para ese trabajo concreto y no otros relacionados con la educacin,

como maestro. Para el caso de los que no trabajan, tambin parece lgico pensar que la frus-

tracin de verse inactivos les hace tener percepciones ms negativas sobre la utilidad de la

formacin recibida.


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Por otra parte, en la tabla 3 mostramos la valoracin de la utilidad de la formacin

pero slo para la porcin de la muestra que trabaja como psicopedagogos. Los resultados en

general apuntan hacia una valoracin positiva de la formacin acadmica inicial recibida en la

carrera de psicopedagoga, destacando por el extremo superior los profesionales que ejercen

en ocupaciones relacionadas con la orientacin laboral, orientacin en centros escolares, mi-

noras tnicas y culturales, colectivos sociales en situacin de riesgo y centros de educacin

infantil. A su vez, resalta en el extremo inferior los que trabajan tanto con personas mayores y

ancianos, como con minoras funcionales.

Tabla 3.Uti l idad para el desempeo laboral de la formacin recibida en

muestr a de psicopedagogos

Nada til Poco til Suficiente Bastante til Muy til

Muestra psicopedag.(N=40)

5,1% 5,1% 23,1% 53,8% 12,8%

Administracionespblicas (N=7)

28,5% 57,1% 14,2%

Menores y familias(N=7)

14,2% 28,5% 57,1%

Orientacin laboral(N=6)

83,3% 16,6%

Formacin para elempleo (N=5)

20% 40% 20% 20%

Orientador/a encentros escolares(N=4)

75% 25%

Mayores (N=2) 50% 50%

Ludoteca (N=2) 100%

Psicomotricidad(N=2)

50% 50%

Minoras tnicas yculturales (N=1)

100%

Minoras funcionales(N=1)

100%

Colectivos socialesen riesgo (N=1) 100%

Drogodependientes(N=1)

100%

Centros de educa-cin infantil (0-3)(N=1)

100%

Formacin permanente de perfeccionamiento

En la tabla 4 se muestra la diversidad de actividades formativas de perfeccionamiento

profesional que la totalidad de los encuestados declara haber realizado o estar realizando. En


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general resalta que la inmensa mayora de los psicopedagogos continan formndose despus

de haber terminado su licenciatura; hay que tener tambin en cuenta que se trata de un estu-

diantado que ya posea estudios previos de educacin superior, lo que indica una gran motiva-

cin por la formacin permanente.

La actividad formativa ms realizada es la de cursos especficos con un 76,2% de

personas, tal vez por ser la que ms y mejor se adapte a las necesidades laborales concretas

que van teniendo. En segundo lugar, la formacin por cuenta propia es realizada por el

40,8% de los encuestados, modalidad autodidctica que ms se adapta a las necesidades pro-

fesionales individuales. A continuacin se encuentran las restantes opciones formativas con

porcentajes mucho ms bajos de ejecucin, probablemente debido a su alto coste econmico o

a su muy baja utilidad percibida. Entre esas alternativas formativas se encuentran, por orden

decreciente de eleccin, la de cursar otras titulaciones universitarias de diplomatura o licen-

ciatura (32,3%), la de realizar master (26,2%), involucrarse en proyectos de investigacin

e innovacin (13,1%), completar doctorado (9,2%) y cursar ciclos formativos de grado

superior (3,8%).

Tabla 4.Formacin permanente de perfeccionamiento

Formacin Si No

Cursos especficos 76,2 23,8Cuenta propia 40,8 59,2

Otras titulaciones universitarias 32,3 67,7

Master 26,2 73,8

Proyectos de investigacin e innovacin 13,1 86,9

Prcticas no remuneradas en empresas pblicas o privadas 13,1 86,9

Doctorado 9,2 90,8

Ciclos de grado superior 3,8 96,2

Satisfaccin con los estudios de psicopedagoga

La satisfaccin general con la formacin psicopedaggica recibida en la universidad es

mucha para el 22,8% de los encuestados, bastante para el 40,9%, suficiente para el 29,9%,

poca para el 4,7% y ninguna para tan solo el 1,6%. Este indicador de satisfaccin va parejo

con el anteriormente ya visto de valoracin de la utilidad prctica de la formacin; no obstan-

te, mientras que en el caso de la utilidad los dos valores ms altos de la escala de valoracin,

mucho y bastante, acumulan el 49,6% de las respuestas, en el de la satisfaccin suman el


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63,7% de las mismas. Queda claro que los profesionales de la psicopedagoga manifiestan una

satisfaccin ms alta con la formacin recibida que la valoracin que hacen de su utilidad.

Satisfaccin con el puesto de trabajo

En general, los encuestados declaran un alto grado de satisfaccin con el puesto de

trabajo que desempean, pues el 44,4% elige la opcin de respuesta mucha, el 28,3% bastan-

te, el 12,1% suficiente, el 9,1% poca, y el 6,1% nada. En el momento actual, en el que resulta

tan difcil encontrar empleo, no es de extraar que quienes tienen la fortuna de contar con

empleo, lo valoren en tan alta estima.

Autoeficacia como psicopedagogos

La percepcin de la capacitacin que los encuestados creen tener como profesionales

de la psicopedagoga fue tambin analizada, resultando que el 28,9% considera que es mucha,

el 31,1% bastante, el 22,2% suficiente, el 11,1% poca, y el 6,7% ninguna. Las anteriores valo-

raciones positivas de la utilidad de la formacin recibida, de la satisfaccin tanto con esa for-

macin como con el puesto de trabajo, y la alta tendencia a continuar con la formacin per-

manente, sobre todo a travs de cursos especficos, est claramente asociada de modo directo

con la imagen que de s mismos poseen como buenos profesionales.

Tareas profesionales desempeadas y formacin competencial requerida para el desarrollo

laboral de los psicopedagogos

A nivel global, partiendo de los resultados obtenidos en el conjunto de la submuestra de

los 40 encuestados que trabajan como psicopedagogos y de los cinco profesionales entrevista-

dos, podemos afirmar que las tareas generales que realizan son las siguientes:

- Diseo de programas y proyectos de accin psicopedaggica.

- Acciones directas de intervencin psicopedaggica.- Orientacin laboral para desempleados.

- Coordinacin docente.

- Evaluacin y valoraciones psicopedaggicas.

- Asesoramiento familiar.

- Organizacin y gestin institucional.

- Asesoramiento a profesionales.

- Coordinacin de servicios comunitarios.


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Del mismo modo, estos profesionales consideran que la formacin que han necesitado y

no posean, y que por tanto debera ser aadida a la ya recibida en los actuales planes de psi-

copedagoga, es la siguiente:

- Legislacin y normativa educativa especfica.

- Organizacin y gestin educativa de centros.

- Asesoramiento y programas de intervencin psicopedaggica en entornos e

instituciones comunitarias: menores, drogodependientes, mayores, enfermos de

Alzheimer y otras enfermedades, mujeres maltratadas, etc.

- Intervencin con familias y menores con tutela administrativa.

- Intervencin con mayores: centros de mayores.

- Apoyo educativo, intervencin psicopedaggica, y formacin para el empleo en el

contexto de las distintas asociaciones de discapacitados.

- Formacin para el empleo: coordinadores y gestores de formacin, formadores y

orientadores laborales.

- Ms formacin en: psicopatologa, diagnstico psicopedaggico, asesoramiento

familiar, intervencin y apoyo educativo escolar.

- Mayor formacin prctica en la realidad profesional y aumentar la conexin de la

teora con la prctica.

- Laboralizacin del psicopedagogo: insercin laboral y asociacin profesional.

- Actitudes y habilidades interpersonales para la atencin a los destinatarios de los

servicios y para el trabajo en equipos interdisciplinares.

De una forma ms concreta, en la tabla 5, mostramos una relacin detallada de las tareas

desempeadas en los puestos de trabajo de cada uno de los perfiles profesionales identificados

anteriormente ya descritos, as como la formacin que han necesitado y que no posean para el

desempeo de dichas tareas.

Tabla 5.Tareas desempeadas y f ormacin demandada por los psicopedagogos segnlos puestos de trabajo ocupados

TAREAS DESEMPEADAS FORMACIN NECESITADA

Administraciones pblicas- Educadora- Diseo y desarrollo de proyectos educativos especiales- Atencin individualizada- Coordinacin de proyectos

- Desarrollo de proyectos educativos con menores con fracasoeducativo grave

- Elaboracin de proyectos en el mbitosocial- Familias y orientacin juvenil


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- Dinamizacin y diseo de actividades en centros juveniles- Programas de apoyo a centros educativosMenores y familias- Mediacin con familias de nios con tutela administrativa- Diagnstico- Asesoramiento

- Investigacin- Diseo y supervisin de proyectos de intervencin con menores- Intervencin con los nios bajo tutela administrativa- Tareas administrativas- Atencin infantil- Pedagoga teraputica (educacin especial)- Educadora y cuidadora- Escuela de padres

- Legislacin sobre menores- Experiencia prctica- Diseo de programas de intervencin conmenores

- Coordinacin de programas y centros- Habilidades sociales- Idiomas- Comportamiento infantil

Orientacin Laboral- Entrevistas personales con demandantes de empleo- Informacin sobre mundo laboral y el autoempleo- Elaboracin de Proyecto de empleo- Orientacin hacia formacin para ocupaciones demandadas

- Psicologa clnica- Experiencia prctica- Autoempleo- Formacin de formadores- Legislacin laboral

Directora y Gestora de formacin y Coordinador Docente entalleres de empleo- Direccin acadmica- Asesoramiento didctico- Asesoramiento al alumnado de formacin continua- Captacin de subvenciones

- Docencia- Metodologa didctica- Fundamentos educativos- Informtica- Experiencia prctica- Autoempleo- Legislacin laboral- Formacin permanente sobre el mbito

Formacin para el empleo: talleres de empleo y otra formacinocupacional

- Planificacin docente- Idiomas- Gestin de empleo

- Formacin ocupacional- Experiencia prctica

Orientacin escolar (Dptos. de orientacin)- Asesoramiento- Diagnstico- Gestin- Atencin directa

- Perfeccionamiento profesional- Diseo de materiales educativos- Metodologa didctica

Centros de mayores (de da y aulas de 3 edad):- Desarrollo de programas y actividades: estimulacin cognitiva,animacin a la lectura, animacin y actividades ldicas, manejode emociones y mejora de autoestima.- Coordinacin de acciones del centro.

- Seguimiento individualizado de casos.

- Educacin socioafectiva y emocional

Ludoteca- Organizacin y gestin del centro- Dinamizacin de actividades de ocio

- Gestin de ludotecas

Psicomotricista- Formacin- Accin directa para el desarrollo psicomotor

- Experiencia prctica

Mediacin intercultural en centros educativos- Coordinacin de programas y acciones- Mediadora

- Intervencin con familias- Igualdad

Centros de atencin a la discapacidad- Intervencin

Intervencin directa con mujeres vctimas de violencia de gnero-Acompaamiento - Psicolgica- JurdicaIntervencin con drogodependencias - Estrategias y tcnicas de dinamizacin


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- Intervencin grupalDiseo de Programas y proyectos de intervencin- Captacin de subvencionesDireccin de escuela infantil- Direccin y coordinacin del centro- Elaboracin del proyecto educativo del centro

- Asesoramiento a profesionales (educadores infantiles)

- Administracin

Discusin y conclusiones

Este estudio sobre las competencias profesionales de las psicopedagogas y psicopeda-

gogos nos ha permitido, a partir del seguimiento de los egresados y otros estudios sobre fun-

ciones y competencias de los psicopedagogos, dibujar un modelo o procedimiento para el

estudio de las competencias profesionales que, segn nuestro criterio, ha de incluir: (a) el cor-

pus de conocimiento terico y cientfico derivado en torno a la disciplina; (b) el anlisis de las

tareas desempeadas en el puesto de trabajo; y (c) estudio de seguimiento de egresados que

permite identificar nuevos perfiles emergentes. El conjunto de las tres dimensiones aborda las

competencias profesionales prospectivamente y no slo desde lo que es o lo que se hace en el

puesto de trabajo. Definir las competencias profesionales a partir solamente del anlisis de un

puesto de trabajo entraa riesgos de teorizar la prctica (con todos sus defectos y limitacio-

nes), en lugar de innovar la prctica con conclusiones sobre perspectivas y procedimientos

contrastados cientficamente. Por otro lado, la prctica siempre corre el riesgo de enfatizar

aquellas acciones para las que se tiene ms necesidad, minimizando o anulando otras acciones

profesionales igualmente necesarias para la mejora. El estudio de Roca (2001) sobre las fun-

ciones profesionales de los psicopedagogos en los institutos de secundaria de Catalua es un

ejemplo de ello; este autor encuentra que hay una disminucin de funciones de asesoramiento

y coordinacin para aumentar la dedicacin a la docencia de grupos con retraso escolar en las

materias instrumentales. Adems, partir slo del perfil profesional tradicional impedira laemergencia y ampliacin de competencias requeridas en nuevos puestos de trabajo que consti-

tuyen otros perfiles profesionales requeridos por el desarrollo social y comunitario. Nuestros

datos de seguimiento de egresados constatan la emergencia de esos nuevos perfiles, que poco

han sido tenidos en cuenta en la definicin de las competencias del psicopedagogo y tampoco

en el diseo de planes y programas de formacin.

Este es slo un estudio preliminar, de acercamiento al problema, dada la carencia deestudios previos sobre seguimiento de egresados, y tambin de perfiles profesionales del psi-


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copedagogo fuera del entorno escolar. Por esa razn constituye solamente una aproximacin

descriptiva y genrica de futuros estudios ms exhaustivos sobre competencias profesionales,

a desarrollar alrededor de cada uno de los perfiles detectados. Los resultados obtenidos nos

permiten constatar que el sistema educativo formal es un entorno minoritario de ejercicio pro-

fesional; los psicopedagogos trabajan mayoritariamente en otras instituciones no escolares y

en actividades de apoyo educativo en el entorno comunitario. Estos datos coinciden con un

estudio de casos sobre historias profesionales del psicopedagogo, realizado por Castilla

(2003), en las que incluye, a partir del anlisis de la primera promocin de egresados en psi-

copedagoga en la Universidad de Granada, los siguientes perfiles profesionales: orientador

escolar en enseanza secundaria; Gestin y direccin de gabinete psicopedaggico; Coordi-

nador tcnico de asociacin de parlisis cerebral; Orientador profesional de instituto munici-

pal de empleo; Dinamizadora y educadora de centro de da de mayores; Coordinadora y tcni-

ca de formacin en asociacin no gubernamental; Tcnico de formacin en departamento de

recursos humanos.

Las competencias requeridas para esos perfiles profesionales emergentes son en parte

similares a las competencias requeridas para el entorno escolar, pero los psicopedagogos de-

mandan formacin especfica para esos mbitos de accin. Estas necesidades formativas cons-

tituyen una de las conclusiones del trabajo de Castilla (2003), que pone de relieve la inco-

herencia entre la formacin acadmica y la realidad profesional, cuando los psicopedagogos

trabajan fuera de los departamentos de orientacin. En futuros estudios, a partir de estos

hallazgos, y aplicando los modelos de identificacin de competencias desarrollados para el

orientados escolar, podremos ir dibujando y fortaleciendo no slo el perfil competencial sino

la visibilidad del profesional de la psicopedagoga tanto dentro como fuera de la escuela.

En otro trabajo anterior (Cabrera y Bethencourt, 2010) donde hicimos un anlisis de laproduccin cientfica en torno a la disciplina psicopedaggica, tambin obtuvimos una amplia

representacin de estudios relacionados con el ejercicio profesional de la psicopedagoga fue-

ra del marco escolar y a lo largo de todas las etapas vitales, no slo las de educacin obligato-

ria. Sin embargo, el anlisis del puesto de trabajo de los psicopedagogos realizado tanto por

los investigadores como por las asociaciones nacionales e internacionales, como ya hemos

indicado anteriormente, circunscriben las funciones y competencias al entorno de las tareas

que desempean en su prctica los orientadores psicopedaggicos, en centros escolares, apesar de que atribuyen a esos profesionales funciones a desarrollar en escenarios extraescola-


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res. Como han puesto de manifiesto Escudero y col. (2008), esos modelos de competencias

son muy limitados a la hora de disear o repensar los programas de formacin tanto previa

como continua, pues no parten de las finalidades hacia las que tendramos que dirigir la ac-

cin profesional, sino de la prctica profesional misma, con sus aciertos y sus limitaciones.

Concluyendo, las demandas del mercado laboral, tras el seguimiento de egresados nos

muestran: (a) que los licenciados y licenciadas en psicopedagoga encuentran trabajo en su

mayora fuera de la escuela, por lo que las competencias profesionales han de ampliarse hacia

esos contextos, tanto en el marco de las funciones profesionales como en los curriculum for-

mativos o planes de estudio; (b) la accin psicopedaggica como ejercicio profesional va mu-

cho ms all de la edad estrictamente escolar, extendindose a otras etapas educativas no

obligatorias, como la universidad o la educacin permanente, a cualquier proceso de ensean-

za fuera del marco escolar (enseanza musical, deportiva, idiomas, etc.) y a todo el entorno

social: apoyo educativo a menores; educacin e intervencin familiar; intervencin educativa

con colectivos con necesidades de apoyo educativo; ocio y tiempo libre; intervencin con

mayores; etc. Esta necesidad de contemplar la diversidad de perfiles laborales que los profe-

sionales de la psicopedagoga estn desempeando ha sido tambin resaltada por otros auto-

res, que alertan de la conveniencia de adaptar la formacin acadmica inicial a las demandas

amplias y diversas del mercado laboral, desarrollando planes de formacin competencial ade-

cuados (lvarez y Romero, 2007; Toscazo, 2010).

La valoracin de la utilidad de la formacin recibida en los estudios de psicopedagoga

por los egresados es satisfactoria y suficiente para el desempeo laboral, pero mucho ms

cuando la insercin se produce en el sistema de educacin formal, sobre todo en los equipos

de intervencin psicopedaggica. La utilidad de la formacin disminuye cuando la insercin

laboral se produce en otros entornos laborales, fuera de la escuela. Sin embargo, la satisfac-cin general con los estudios es mayor que la utilidad percibida, lo que indica que los profe-

sionales consideran que la formacin en general es buena pero no siempre es igual de til para

los diversos y potenciales puestos de trabajo que se ven obligados ejecutar. Finalmente debe

resaltarse que la satisfaccin con el empleo es muy superior a la satisfaccin con la forma-

cin.

Esta realidad nos ha de llevar a repensar el tipo de profesional que estamos formandoy para qu lo estamos formando. Si analizamos los planes de estudio de la licenciatura de psi-


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copedagoga que han estado vigentes hasta la actualidad, encontramos un perfil profesional

que responde nicamente a las funciones profesionales de los equipos de orientacin y psico-

pedaggicos de los centros escolares. Esa formacin es competente, pero como manifiestan

lvarez y Romero (2007), los profesionales de la psicopedagoga no se estn viendo recono-

cidos en el mercado laboral, porque los puestos de trabajo que desempean no son aquellos

para los que fueron preparados, por lo que plantean nuevas metas en la formacin ms acor-

des con las nuevas oportunidades que se abren para el ejercicio profesional de los psicopeda-

gogos y psicopedagogas: que la persona est preparada para la anticipacin, la proactividad

respecto a situaciones posibles y el estudio de situaciones reales, de su comprensin, del an-

lisis de sus causas, razones y efectos (Alvarez y Romero, 2007, p.18). Del mismo modo, nues-

tros resultados avalan dicha posicin, puesto que los encuestados valoran positivamente la

formacin recibida a la vez que hacen demandas de nueva formacin ms acorde con los

puestos de trabajo que desempean. Con lo que concluimos que la formacin ofertada es

competente pero no suficiente.

El perfil profesional del psicopedagogo fuera del entorno escolar ha sido poco defini-

do, a excepcin de algunas pinceladas emitidas por algunos autores, como el trabajo de

Rodrguez (2009) que define las competencias de los profesionales que trabajan directamente

con personas con discapacidad intelectual; Toscazo (2010), a su vez hace una relacin de fun-

ciones y acciones de intervencin psicopedaggica para la orientacin y atencin de personas

mayores. Los resultados del estudio que aqu presentamos sin embargo constatan una altsima

insercin laboral (97%) fuera del entorno escolar. Las previsiones futuras de insercin en los

centros educativos no van al alza, sino que por el contrario van a la baja, debido a los recortes

presupuestarios que estn experimentando todas las administraciones educativas. El profesio-

nal de la psicopedagoga constituye un eslabn demasiado dbil dentro del sistema educativo,

asociado a niveles de excelencia y no de necesidades bsicas de los estudiantes, los profesoresy sus familias, por lo que es uno de los primeros sectores objeto de reduccin.

Los estudios sobre competencias requeridas a los psicopedagogos y psicopedagogas en

la escuela, tanto por investigadores (Sobrado, 1997; lvarez y Romero, 2007), como por las

asociaciones de profesionales (AIOSP, ISPA), se muestran como un modelo referente a re-

producir para definir el perfil en otros entornos laborales. A la vez, la identificacin de las

competencias asociadas a otros propsitos profesionales y otras tareas que aqu mostramos,


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consideramos que son aportaciones relevantes para disear los planes de formacin, no slo

inicial sino permanente.

Agradecimientos

Este estudio fue posible gracias a la colaboracin e implicacin de Ysica Jimnez

Surez, Borja Eiroa Hernndez y Yanna Mufrege Dib Rodrguez, estudiantes de psicopeda-

goga que se encargaron de realizar todas las entrevistas.


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