Georges W. Stocking. Delimitando la antropología...

download Georges W. Stocking. Delimitando la antropología...

of 28

Transcript of Georges W. Stocking. Delimitando la antropología...

  • 7/30/2019 Georges W. Stocking. Delimitando la antropologa...

    1/28

    11

    Delimitando la antropologa

    11 (2002) 13-40

    Delimitando la antropologa: reflexioneshistricas acerca de las fronteras de

    una disciplina sin fronteras

    George W. StockingUniversidad de Chicago

    Las fronteras de la antropologa siempre han sido problemticas; quiz anms que las de otras disciplinas o discursos de las ciencias sociales. No ob-stante, nunca fueron tan problemticas como lo son hoy en da. Un recientenmero deAnthropology Newslettersugiere algunas dimensiones y dinmicasdel problema de las fronteras. Desde 1983, cuando la American Anthropo-logical Association fue reorganizada para representar de manera ms efectivalas numerosas antropologas de adjetivo que haban surgido durante el cuartode siglo anterior, el nmero de unidades de la asociacin reconocidasconstitucionalmente era ms del doble. Ahora hay quince sociedades subsidiarias

    (incluyendo la etnolgica, humanstica, lingstica, mdica, psicolgica, urbana,visual, latinoamericana y europea, as como aquellas dedicadas a la conscienciay al trabajo); diez asociaciones (incluyendo africanistas, blancos, feministas,poltica y jurdica, tercera edad y estudiantes, as como varias asociacionesregionales y una dedicada a la prctica de la antropologa); tres consejos(educacin, museos, nutricin); dos secciones (biologa y arqueologa); y unaagrupacin no categorizada llamada simplemente cultura y agricultura.Finalmente, existe una unidad dedicada a la antropologa general- rbricaque en un tiempo poda haber incluido a todo el resto, pero cuyo actual estatusresidual est apropiadamente sealado por su denominacin como divisin-.Reflejando esta fragmentacin subdisciplinaria, la circulacin delAmerican An-thropologist, el peridico oficial de la Asociacin desde su fundacin en 1902,ha cado desde los casi 11.000 ejemplares a menos de 8.000, y en la actualidadestn suscritos menos de la mitad de sus miembros. Preocupados por talesproblemas, y tal y como qued plasmado en una serie de columnas en Newsletter,el director ejecutivo de la asociacin se preguntaba si la antropologa estabaactualmente demasiado fragmentada para enfrentarse a las necesidades futurasde lo que l an denomina la disciplina: educar a las audiencias ms

    Revista de Antropologa Socia l

    11 (2002) 11-38ISSN: 1131-558X

  • 7/30/2019 Georges W. Stocking. Delimitando la antropologa...

    2/28

    12Revista de Antropologa Socia l

    11 (2002) 11-38

    Delimitando la antropologaGeorge W. Stocking

    significativas dentro y fuera de la academia, atraer diversas voces a la disciplina,favorecer el uso del conocimiento antropolgico en el proceso de las polticaspblicas; en resumen, enfrentarnos a los retos del actual clima reestructurante,competitivo (Cornman, 1995, p.6).

    Si la llamada a la reorganizacin realizada por el director ejecutivo secentra en las fronteras internas de la disciplina y sus relaciones con las audienciasexternas, un ensayo publicado en el mismo nmero (bajo el recientementeinstituido ttulo Whither Our Subjets and Ourselves?) daba ejemplo de lareciente preocupacin acerca de las fronteras entre aquellos que practican laantropologa y su objeto de estudio tradicional. Argumentando que la misma

    nocin de frontera era un resto de la poca colonialista, el autor cit un ensayoprevio, publicado en la misma serie, para sugerir que aquellos que eran tratadoscomo informantes cuyas mentes deban ser explotadas por el antroplogo, debanser vistos ahora como coproductores del conocimiento (Mills, 1995, p.7).

    En contraste con estas dos imgenes de lo que eran las fronteras en el finde siglo, consideremos la definicin de frontera ofrecida, a principios del sigloXX, por el hombre a quien se le atribuye la paternidad de la disciplina enEstados Unidos. Para Franz Boas el dominio de conocimiento de la antropologaen 1904 inclua la historia biolgica de la humanidad en todas sus variantes; lalingstica aplicada a pueblos sin lenguaje escrito; la etnologa de pueblos sin

    registros histricos y la arqueologa prehistrica (Boas, 1904, p.35). Estaestructura es inmediatamente reconocible como los cuatro campos tradicionalesde la disciplina americana -o, en la expresin irnica de algn reciente escptico,su legajo sagrado-. Considerado en el contexto de las imgenes ms recientes(y algunos otros pasajes de Boas), sus comentarios proporcionan un nguloapropiado para la reflexin histrica de la variada problemtica de las fronterasde la antropologa.

    Orgenes mltiples y unidad contingente: las fronteras de la

    antropologa alrededor de 1904.

    Para empezar ntese que en el mismo momento histrico en el que ladisciplina fue reconocida como campo de estudio en un pequeo nmero de lasms prestigiosas universidades norteamericanas -usualmente en algndepartamento compartido o en conjuncin con un museo-, la figura lder de suinstitucionalizacin acadmica defini la antropologa en trminos histricamentecontingentes. Garantizando que su desarrollo histrico parece [mis cursivas]

  • 7/30/2019 Georges W. Stocking. Delimitando la antropologa...

    3/28

  • 7/30/2019 Georges W. Stocking. Delimitando la antropologa...

    4/28

    14Revista de Antropologa Socia l

    11 (2002) 11-38

    Delimitando la antropologaGeorge W. Stocking

    Science Research Council (S.S.R.C.). Desde el principio de su moderna (o, loque es lo mismo, institucionalizada) historia en las primeras dcadas del siglodiecinueve, la antropologa ha sido profundamente interdisciplinar, tanto en suorigen como en su constitucin. En el tercer cuarto del siglo XX, antes de lareciente aceleracin de la fragmentacin, los antroplogos se felicitaban a smismos por haber sido capaces de lograr financiacin para sus investigacionesno slo en la S.S.R.C., sino tambin en el A.C.L.S. (American Council of

    Learned Societies) y en la N.S.F. (National Science Foundation).

    Pero como estas siglas sugieren, el desarrollo de fusin dibujadoanteriormente tiene un carcter nacional particular. En otros pases, la historia

    disciplinar de la antropologa ha sido bastante diferente. A pesar del aparentecarcter inclusivo de su sujeto de estudio (antropo-loga = el discurso, o en ellenguaje comn, la ciencia del hombre), el contenido actual de laantropologa ha variado considerablemente en las distintas pocas y lugares.En contraste con la tradicin angloamericana moderna, la antropologa acabpor tener un significado diferente y ms estrecho en la Europa continental, dondeel trmino se refera a la antropologa fsica, bien como uno de los componentesde un conjunto o bien con la pretensin de dominar la disciplina. La primerarelacin es evidente en la Alemania del siglo XIX, donde las principalesorganizaciones antropolgicas fueron llamadas sociedades para la antropologa,la etnologa y la prehistoria; una tradicin ms conflictiva es evidente en Francia;en 1859 se fundaron dos sociedades diferentes en Pars: la sociedadantropolgica que insista en la primaca de la diversidad fsica de la humanidad,y la sociedad etnogrfica, que insista en la unidad de la humanidad como unaentidad espiritual. Incluso en la esfera angloamericana, slo en la dcada de1870 el trmino antropologa se convierte en la rbrica que engloba la disciplina-y an en este caso con diferencias de nfasis que fueron reflejadas en lasdivergentes y reconvergentes historias del siglo XX-. En el continente europeo,las tradiciones separadas continuaron durante largo tiempo -a pesar de que enlas ltimas dcadas las terminologas angloamericanas y los modelos deorganizacin han sido cada vez ms influyentes en la Europa continental (tal y

    como antes lo fueron en cualquier lugar del mundo)-.Como ocurriera con la tradicin biolgica francesa y las tradiciones federativas

    alemanas, el uso angloamericano fue el desarrollo de una historia ms tempranaque se refleja etimolgicamente en la distincin entre antropologa y etnologa-el discurso o ciencia de las naciones-. La relacin histrica entre etnologay antropologa ofrece una tercera ventaja a partir de la cual se considera lacontingencia histrica de la formacin de la disciplina y de los problemas de

  • 7/30/2019 Georges W. Stocking. Delimitando la antropologa...

    5/28

    15

    Delimitando la antropologaGeorge W. Stocking

    Revista de Antropologa Social

    11 (2002) 11-38

    fronteras que son su herencia en la actualidad. Si el primer trmino sugiere unnfasis en las caractersticas genricas de las especies humanas, el segundo podraparecer, a primera vista, que privilegia las diferencias entre los grupos queconforman la humanidad; pero, tal y como sugiere el destino de la antropologaen la tradicin continental, la historia actual de los dos trminos es ms compleja.En el siglo XIX pre-darwiniano, las primeras sociedades estables que hoypodramos llamar antropolgicas estaban de hecho dedicadas a la etnologaen tanto que la ciencia de las razas. La cuestin paradigmtica de suplanteamiento fue la unidad o diversidad de la humanidad: ya fuera, tal y comolos poligenstas argumentaban, en la medida en que las diferencias entre losgrupos humanos presentes eran suficientes para justificar su consideracin como

    especies separadas o, segn los monogenstas, que estas mismas diferenciaspudieran haber surgido a lo largo del tiempo a partir de una nica lnea humanadispersada por emigracin a travs del globo. Los dos grupos privilegiabancriterios de clasificacin bastante diferentes -los poligenistas (precursores de laposterior tradicin de la antropologa fsica) ponan el nfasis en la presumibleirreductibilidad de la diversidad de las razas humanas; los monogenistas, en ladiferenciacin lingstica que haba surgido histricamente- considerando lasdiferencias fsicas como resultado de la modificacin medioambiental a lo largodel tiempo. Pero en la medida en que una amplia gama de tipos de evidencia eraen principio relevante para la solucin del problema de la unidad humana

    (especialmente por el intento de los monogenistas de reconstruir la historia de ladiversificacin humana a travs de la migracin), esto reforz la amplia visinenglobante de la investigacin antropolgica que acabara por convertirse en lacaracterstica de la tradicin angloamericana a finales del siglo XIX.

    En el curso de la Revolucin Darwiniana, la antropologa sustituy a laetnologa como rbrica en la tradicin antropolgica angloamericana. EnInglaterra, esto fue subrayado por la formacin, en 1869, delAnthropological

    Institute, bajo el liderazgo de miembros de la anteriorEthnological Society; enlos Estados Unidos, por la definicin que John Wesley Powell hizo, una dcadams tarde, del funcionamiento delBureau of Ethnology como una corporacin

    de hombres cientficos comprometidos en el estudio de la antropologa (Powell,1881, p.iii). En cada caso, el cambio reflejaba la incorporacin del gnero humanodentro de un proceso evolutivo global durante un largo periodo de tiempo. Loque estaba en discusin no era simplemente la gnesis o historia de las razas,sino el origen e historia de las propias especies humanas. Concebida por tantoen trminos evolucionistas, la antropologa no era menos holstica de lo quehaba sido la etnologa, en la medida en que una explicacin evolucionistadeba, en principio, dar cuenta no slo del desarrollo fsico de las especies

  • 7/30/2019 Georges W. Stocking. Delimitando la antropologa...

    6/28

    16Revista de Antropologa Socia l

    11 (2002) 11-38

    Delimitando la antropologaGeorge W. Stocking

    humanas, sino tambin del desarrollo de sus distintas capacidades mentales(incluyendo no slo el lenguaje, sino todos los fenmenos sociales o mentalesque E. B. Tylor incluy en su definicin de cultura o civilizacin). Y a pesarde que el periodo de tiempo de la emergencia y diferenciacin de la especiehumana se haba expandido considerablemente, el viejo problema etnolgico-la reconstruccin de la historia de los pueblos- todava tena un lugar en laagenda antropolgica, tanto ms cuanto la diferenciacin tnica entre las especieshumanas era, en principio, parte del ms amplio proceso evolutivo. Ya fueraconcebida en trminos evolucionistas o etnolgicos, las evidencias de la raza, ellenguaje, la cultura y la arqueologa eran entonces relevantes para la solucin delos principales problemas antropolgicos.

    Es en este contexto de investigacin histricamente constituido, en el queBoas en 1904, abandonando el uso ms restringido de la antropologa fsicacontinental, pudo definir el dominio del conocimiento antropolgico en los trminosinclusivos del legajo sagrado. Aunque la antropologa fue para Boas unfenmeno histricamente contingente, todava tena una unidad sustancial porcuanto planteaba cuestiones interrelacionadas para las que resultaban relevanteslos datos extrados de sus diferentes subdisciplinas.

    Existe, no obstante, otra caracterstica en la definicin de Boas que tieneque ver con la constitucin histrica de las fronteras de la antropologa como

    disciplina. Anticipando de manera inconsciente el ttulo de un libro posterior ymuy influyente de Eric Wolf, parece claro que Boas pensaba que la antropologacomo dominio histricamente (ms que lgicamente) constituido se centraba enlos pueblos sin historia (Wolf, 1982). Si tericamente tena como objeto deestudio toda la humanidad, en la prctica, se concentraba en aquellos sereshumanos que se situaban fuera de la corriente de influencia de la historia europea,y cuya historia y estado de pre-contacto haban de ser reconstruidos medianteotros medios que los utilizados en la investigacin histrica profesional. A pesarde que Boas no plante la cuestin en esos trminos, uno puede sugerir quemientras las distintas ciencias humanas se diferenciaban gradualmente en trminossustantivos y metodolgicos a lo largo del siglo XIX, las gentes que se convirtieronen el principal objeto de estudio de la antropologa resbalaron a travs de losespacios fronterizos que aparecieron entre estas disciplinas en proceso gradualde separacin. Simplificando el proceso, se puede sugerir que mientras el anlisisdetallado de los registros documentales se convirti en el elemento clave delmtodo histrico, las personas cuyos nicos registros estaban constituidos porla tradicin oral (o mitos) quedaron excluidas de la historia; en la medida enque los mtodos de la filologa comparada dependan de la evidencia del cambio

  • 7/30/2019 Georges W. Stocking. Delimitando la antropologa...

    7/28

  • 7/30/2019 Georges W. Stocking. Delimitando la antropologa...

    8/28

    18Revista de Antropologa Socia l

    11 (2002) 11-38

    Delimitando la antropologaGeorge W. Stocking

    Association for the Advancement of Science, en 1874-. Cada una de estasfuentes de informacin implicaban una frontera disciplinaria problemtica: entrela antropologa y el folklore, entre la antropologa y los clsicos, y, lo msimportante, entre la antropologa y la literatura de viajes (incluyendo la escritapor misioneros, exploradores y administradores coloniales). Cuando Boas escribasus obras, el trabajo delBureau of American Ethnology y el realizado por suspropios primeros alumnos, haban contribuido a sentar la base de la tradicinmoderna del trabajo de campo etnogrfico llevado a cabo por profesionales atiempo completo e investigadores cualificados acadmicamente. No obstante,es significativo que el propio Boas concibiera este proyecto como la constitucin,para los pueblos pre-literarios sin registros histricos, de un archivo textual yartifactual que, en la medida de lo posible, pudiera ser considerado comoencarnacin de primera mano de la mente nativa -el equivalente al tipo demateriales que constituyeron la fundacin de la erudicin humanstica occidental- .

    Sin embargo, durante la mayor parte del siglo XIX, quienes defendan estadisciplina constituida multifactorialmente, denominada de distintas formas, dediversas nacionalidades, concentrada en lo residual y cuyos datos empricosprovenan de informaciones de segunda mano, se consideraban a s mismos yquisieron ser considerados como practicantes de una ciencia. Y, a principiosde la dcada de l880, la antropologa haba ganado, de hecho, un estatus

    como seccin independiente en laAssociation for the Advancement of Science deAmrica y Gran Bretaa. Pero inherente a la diversidad nacional de sus discursosoriginarios tan imperfectamente fusionados haba una dualidad fundamental deplanteamiento epistemolgico, sobre el que el mismo Boas haba sido uno de losms perspicaces comentaristas. Oriundo de Alemania, donde la diferenciacinde las ciencias de la naturaleza y las del espritu humano haban sido mssistemticamente planteada y formado tanto en fsica como en geografa, Boasinici su carrera antropolgica en los Estados Unidos con un breve ensayo en elque analizaba este ltimo tipo de investigacin en trminos de este dualismoepistemolgico y metodolgico, encarnado en los arquetipos del fsico y el

    cosmgrafo (en algunos pasajes descrito como el historiador). El fsicopersegua un mtodo analtico fragmentario que reduca el fenmeno a suselementos. El cosmgrafo buscaba un entendimiento integrador holstico de cadafenmeno, sin atencin a las leyes que corrobora o que pueden ser deducidasde l (Boas, 1887, p.138). El fsico investigaba un fenmeno que tena unaunidad objetiva en el mundo externo; el cosmgrafo estudiaba fenmenoscuyas conexiones parecan ser subjetivas, originadas slo en la mente delobservador (Boas, 1887, p.138) -un fenmeno, se puede sugerir, del tipo de

  • 7/30/2019 Georges W. Stocking. Delimitando la antropologa...

    9/28

    19

    Delimitando la antropologaGeorge W. Stocking

    Revista de Antropologa Social

    11 (2002) 11-38

    el genio de un pueblo o la cultura de los Kwatkiutl-. Motivado por el impulsoesttico, el fsico intent integrar la confusin de formas y especies en unsistema (Boas, 1887, p. 139); motivado por el impulso afectivo, el cosmgrafotrat de penetrar en los secretos del fenmeno mismo, hasta que cadacaracterstica sea clara y simple (Boas, 1887, p.140). Boas no propuso unaresolucin de esta dualidad, sino que garantiz que ambos enfoques en lainvestigacin cientfica tenan la misma validez. Y en la medida en que cada unofue expresado en diferentes porciones de su propio trabajo antropolgico, delmismo modo han sido expresadas de manera diferente en las distintassubdisciplinas y tradiciones nacionales que constituyen el fenmeno intelectual

    que hoy llamamos antropologa -no slo como tensiones internas, si no tambincomo fronteras entre las diferentes subdisciplinas, entre las diferentes tradicionesnacionales y los diferentes grupos de practicantes con planes de investigacinantropolgica conflictivos, tal y como se articulan en la fase principal del sigloXX-.

    De la revolucin etnogrfica a la antropologa de ayer:

    valores metodolgicos y fronteras cambiantes en el periodo

    clsico (c. 1920-c. 1960).

    A pesar de que las distintas tensiones fronterizas ya evidentes continuaronmanifestndose tanto en el interior como en los lmites de la antropologa en1904, con diferentes grados de proyeccin durante las dcadas que siguieron, laantropologa, en la tradicin angloamericana, se las arregl para obtener unacierta unidad disciplinaria, a pesar de la prediccin de Boas. En gran manera,esto puede ser explicado en trminos institucionales: la existencia de unaorganizacin antropolgica nacional y una revista, y el establecimiento dedepartamentos de antropologa o facultades en las principales universidades.Me referir principalmente, a partir de este punto, al desarrollo de la antropologacultural, su subdisciplina dominante, en los Estados Unidos, un proceso quepuede ser considerado principalmente en trminos del papel jugado por Boas ysus estudiantes. Hubo un episodio inmediatamente posterior a la primera guerramundial, en el que Boas (que haba atacado pblicamente a varios arquelogosannimos que trabajaban en Mjico, acusndoles de prostituir la ciencia usndolacomo coartada para sus actividades como espas (citado en Stocking, 1968, p.273) fue censurado y expulsado del cargo por medio de una reida votacin enla reunin anual de laAmericanAnthropological Association. Pero, a pesar

  • 7/30/2019 Georges W. Stocking. Delimitando la antropologa...

    10/28

    20Revista de Antropologa Socia l

    11 (2002) 11-38

    Delimitando la antropologaGeorge W. Stocking

    de este retroceso puntual, se hizo imparable el dominio de Boas en la disciplinacada vez ms profesionalizada y acadmicamente orientada. En este momentolos estudiantes de Boas jugaban un papel importante en la media docena de losms prestigiosos departamentos de antropologa y a pesar delas diferencias enla orientacin antropolgica (y de su identificacin pblica y auto-identificacincomo la escuela histrica americana), se asumieron a s mismos unidos en lalucha por una perspectiva cientfica en la antropologa (Stocking, 1992, p.117). Mientras slo uno o dos de ellos se acercaron al rango de competenciasubdisciplinaria que Boas podra reclamar legtimamente, continuaron concibiendola antropologa a cierto nivel como una empresa cientfica delimitada y unificaday lucharon por lograr su lugar entre otras disciplinas y su influencia en la vida

    intelectual y en el discurso pblico. Esto se planteaba de un modo caracterstico,en trminos crticos (e, incluso, opuestos), basndose en su experiencia dealternativas culturales, para cuestionar asunciones, disciplinares o de cultura popular,presumiblemente universales pero en realidad de carcter etnocntrico.

    Dentro de la disciplina as delimitada, no obstante, las tendenciascentrfugas, evidentes en 1904, continuaron operando y durante las siguientesdcadas se vieron reforzadas por procesos creadores de fronteras de carcternuevo y diferente. Aunque distintos en manifestacin e impacto, stos puedenser vistos como concomitantes o consecuentes de un cambio paradigmtico general:lo que ha sido definido como la revolucin en la antropologa (Jarvie, 1964).Caracterizando este cambio en trminos muy esquemticos y generales, unopodra decir que, tanto en Estados Unidos como en Inglaterra (con similaresmanifestaciones tambin en otros pases), se desarroll alrededor de diferentestemas y a distinto ritmo en torno a de los planteamientos de la antropologaevolucionista del siglo XIX.

    En los Estados Unidos, esta crtica inclua, en el trabajo de Boas, unareconsideracin sistemtica de la idea de raza y de las supuestas diferenciasraciales de carcter jerrquico o evolucionista. Las diferencias fsicas fueroninterpretadas en trminos de distribuciones de frecuencia superpuestas y

    determinantes medioambientales; las presuntas diferencias mentales fueronreinterpretadas en trminos de un emergente concepto antropolgico de cultura(pluralista y relativista). No todos los boasianos se habran suscrito a unaformulacin tan extrema como la de Kroeber, quien insista en que lasdeterminaciones de la ciencia natural, biolgica o psicolgica no tenan fuerzapara el estudio de la cultura (Kroeber, 1915, p. 286). Pero el efecto general delas crticas boasianas del racialismo evolucionista no sirvi slo para dibujar unafrontera ms clara entre raza y cultura, sino que, simultneamente, rechaz el

  • 7/30/2019 Georges W. Stocking. Delimitando la antropologa...

    11/28

    21

    Delimitando la antropologaGeorge W. Stocking

    Revista de Antropologa Social

    11 (2002) 11-38

    determinismo biolgico e hizo valer el determinismo cultural -un proceso quepodra ser llamado de de-biologizacin de la antropologa-. Mientras habrande aparecer, de hecho, investigaciones que cruzaron las fronteras a lo largo delas siguientes dcadas; esas fronteras continuaron (por razones ideolgicas ypolticas as como tericas y metodolgicas) siendo defendidas hasta el da dehoy, en que las reclamaciones de la sociobiologa son habitualmente rechazadaspor los antroplogos culturales.

    En Inglaterra, la crtica del evolucionismo sigui diferentes lneas y diferentesritmos. La crtica al concepto de raza fue tarda y derivada, y las analogasbiolgicas continuaron presentes en el emergente y subsiguiente funcionalismo

    antropolgico. Entonces, cincuenta aos despus de que empezara en los EstadosUnidos, la primera fase de reaccin antievolucionista signific una similarreafirmacin del impulso histrico en antropologa -en el trabajo de William Rivers ysus seguidores el intento de reconstruir las historias culturales, ms que lassecuencias evolucionistas (si bien en trminos de poblaciones emigrantes msque rasgos culturales difusos y a escala global ms que a escala regional)-. Peroen ambos pases el resultado a largo plazo de la crtica al evolucionismo constituyotro gran cambio en las fronteras de la antropologa: una redefinicin de suorientacin temporal. A lo largo del siglo XIX, la antropologa haba sido unainvestigacin diacrnica enfocada en la reconstruccin retrospectiva de estadiosde desarrollo o de diferenciacin tnica. A pesar de que los lapsos de tiempofueron radicalmente diferentes, en ambos la meta fue la reconstruccin del cambioen el tiempo. Pero all por 1920 -tras los parntesis neodifusionistas en ambospases- la antropologa en las tradiciones americana y britnica, ya estabaencaminada a ser redefinida en trminos sincrnicos.

    Esta des-historicizacin de la antropologa socio cultural estaba unida aotros aspectos de marcacin de fronteras en los primeros estadios de la revolucinde la antropologa del siglo XX: lo que, con disculpas por ms izacionesbrbaras, podra ser llamado su academizacin y etnografizacin. En el sigloXIX, la informacin etnogrfica lograda principalmente a partir de fuentes impresas

    o por observadores amateuren la periferia colonial y, a menudo, encarnada enartefactos fsicos, era caractersticamente tratada como materia prima para lasespeculaciones tericas de los eruditos en casa, que acabaron siendo llamadosantroplogos de saln. En la medida en que estos eruditos eran consideradoscomo profesionales trabajando en instituciones antropolgicas, stas fueronpreferentemente museos de amplio espectro con departamentos etnogrficos.Cuando la antropologa se estableci en universidades, en las dcadas posterioresa 1900, se despoj de su asociacin con los museos. Ms que una actividad

  • 7/30/2019 Georges W. Stocking. Delimitando la antropologa...

    12/28

    22Revista de Antropologa Socia l

    11 (2002) 11-38

    Delimitando la antropologaGeorge W. Stocking

    desarrollada con material de segunda mano, la etnografa se convirti en unaactividad para trabajadores de campo acadmicamente formados -aspirantes aantroplogos profesionales, cuyas investigaciones estaban tericamenteorientadas y que buscaban desarrollar carreras en los departamentosuniversitarios-. Paralelamente a este cambio en el lugar institucional, existieroncambios en los fines de la antropologa. La coleccin de artefactos fsicos paralos museos dej de ser una funcin etnogrfica esencial, para ser sustituida porla coleccin de textos y/o la observacin de conductas. Al mismo tiempo que elfenmeno cultural buscado por los etngrafos se adentraba en las ideas, la propianocin de cultura material empez a parecer, de algn modo, contradictoria.Mientras que inicialmente el nuevo trabajo de campo acadmico se centr en la

    reconstruccin del estado cultural del pre-contacto, basado en una etnografatextual y de la memoria, en la dcada de 1920 ya cambiaba hacia lo queposteriormente se llam observacin participante de la conducta en el presenteetnogrfico -un desarrollo paralelo, desde el punto de vista terico, al cambiohacia el funcionalismo (en Gran Bretaa) y hacia el estudio de patrones culturalesy de personalidad (en los Estados Unidos)-.

    La redefinicin de la empresa etnogrfica puede simbolizarse en el cambiodel objeto arquetpico etnogrfico: el ethnos individual o la tribu. La tribuarquetpica de la antropologa evolucionista del siglo XIX, podra ser llamada losEntrelos (Amongtha) -como en el caracterstico estribillo comparativistafrazeriano, Entre los arunta..., Entre los fueguinos...-. Pero con el logro de larevolucin etnogrfica, era ms apropiado llamar a estos pueblos Mi Gente,el grupo entre quienes el trabajador de campo desarrollaba la observacinparticipante, a partir de los que se generaban los datos etnogrficos paraposteriores interpretaciones y quienes se convertan en el punto de referenciadurante toda su vida de cada declaracin antropolgica comparativa de el/lainvestigador/a.

    Paralelo al cambio desde losEntrelos aMi Gente, la revolucin etnogrficatambin se refleja en lo que podemos llamar, los valores metodolgicos de laantropologa -las nociones pre-tericas que se dan por sentado qu es hacerantropologa y qu es ser un antroplogo: el valor situado en el trabajo de campoen tanto que constitutivo del conocimiento antropolgico como del propioantroplogo; el valor situado en un enfoque holstico sobre las entidades que sonel sujeto del conocimiento antropolgico; el valor situado en la valoracin relativistade dichas entidades; y el valor situado en su papel nico y privilegiado en laconstruccin de la teora antropolgica. Cuando los antroplogos etnogrficoshablaban de Mi Gente, l o ella estaban encapsulando, de hecho, estos cuatro

  • 7/30/2019 Georges W. Stocking. Delimitando la antropologa...

    13/28

  • 7/30/2019 Georges W. Stocking. Delimitando la antropologa...

    14/28

  • 7/30/2019 Georges W. Stocking. Delimitando la antropologa...

    15/28

    25

    Delimitando la antropologaGeorge W. Stocking

    Revista de Antropologa Social

    11 (2002) 11-38

    culturales frente a la relatividad; centrndose en el desarrollo de la civilizacinms que en la cultura de los primitivos (p. 22); estaban estudiando laaculturacin, el campesinado y las sociedades complejas, con un inters en laantropologa aplicada. Regresando a los problemas ancestrales (Wolf, 1963,p. 59) de la antropologa, estaban ahora por primera vez en la historia de laantropologa situndose en el umbral de una concepcin cientficamente fundadade la carrera humana como proceso universal, observada desde la perspectivade una cultura mundial que lucha por nacer (pp. 94-96).

    En el tiempo en el que Wolf escriba esto, la tendencia internacionalista queya se haba manifestado en el simposio de la Wenner-Gren (y en losInternational

    Congresses of Anthropological and Ethnological Sciences que tuvieron lugaren el periodo de posguerra), reforzada por la creacin de la revista de alcancemundial Current Anthropology, haba establecido de hecho las bases para loque poda ser llamado una antropologa mundial. Compartiendo los valoresmetodolgicos asociados con el trabajo de campo a travs de la observacinparticipante, ello reflej una convergencia terica de la antropologa socioculturalangloamericana (aumentada por el estructuralismo francs) aunque dentro delcontexto de compromiso con la antropologa general. Mientras manifestabaresiduos ideolgicos y conceptuales de la era evolucionista, esta antropologamundial estaba caracterizada por el compromiso con los valores liberalescontrarios al racismo de la UNESCO. Pero si este impulso internacionalizador

    (de algn modo descentrado y pluralizado por procesos histricos an operativosen 1960) haba continuado hasta esos das, la visin de Wolf fue en muchosaspectos ms apta como comentario acerca de la antropologa de posguerraque como una visin de futuro de lo que acontecera en el siglo XX.

    De lo postcolonial a lo postmoderno: la explosin de las fron-

    teras de la antropologa en el final del milenio.

    En el mismo periodo en el que empieza a ser percibida una antropologamundial, haba fuerzas histricas en funcionamiento que, en el ltimo tercio del

    siglo, habran de problematizar y redefinir las cambiantes fronteras histricas dela antropologa. El final del colonialismo (marcado por la independencia de dosdocenas de nuevas naciones africanas a principios de la dcada de 1960); lasintrigas ultramarinas de los Estados Unidos en la guerra fra contra el comunismointernacional (simbolizado por el desenmascaramiento de la contra-insurgenciaen Latinoamrica del Project Cameloten 1965); la incursin de Estados Unidosen el laberinto de la guerra postcolonial en el sudeste asitico (y el movimientocontrario a la guerra de Vietnam); la contracultura y la resistencia poltica de los

  • 7/30/2019 Georges W. Stocking. Delimitando la antropologa...

    16/28

    26Revista de Antropologa Socia l

    11 (2002) 11-38

    Delimitando la antropologaGeorge W. Stocking

    jvenes en los pases capitalistas avanzados (marcado por los conflictos urbanosde los aos 60 y principios de los 70) -stas y otras fuerzas histricas externasprecipitaron lo que pareca para unos una crisis de la antropologa-. Mientrasesta caracterizacin no habra sido aceptada por la mayora de los antroplogosde esa poca, estaba claro que la optimista autoconfianza cientfica del periodoclsico no poda ser mantenida en el mundo postcolonial.

    A pesar de que un sentimiento de enfermedad, si no de crisis, se extenda demanera generalizada en las ciencias humanas, el posicionamiento tradicional dela antropologa en medio de la frontera entre europeos y no europeos (ya fueranllamados salvajes, primitivos, preliterarios u Otros) hizo mucho menos

    adecuado cualquier intento de continuar el negocio cientfico social tal y comose haba desarrollado hasta entonces. Los sntomas antropolgicos de laenfermedad eran ya manifiestos a lo largo de una serie de dimensiones demarcacin de fronteras: substantiva, ideolgica, metodolgica, epistemolgica,terica, demogrfica, institucional. Frente al vertiginoso cambio social, y a losdiferentes tipos de restricciones en ese momento localizadas en el acceso a laszonas en las que se desarrollaba el trabajo de campo etnogrfico, ya no erarealista (ni deseable siquiera) considerar el rescate de alteridades no europeasincontaminadas como el enfoque substantivo privilegiado de la investigacinantropolgica. Como tampoco era posible considerar esta investigacin como

    ticamente neutral o inocente de consecuencias polticas. Una nueva concienciade la inherentemente problemtica observacin participante puso en tela de juiciolos presupuestos tanto metodolgicos como epistemolgicos del tradicionaltrabajo de campo etnolgico. En el contexto de un cuestionamiento general delos presupuestos positivistas en las ciencias humanas, haba signos de un cambioque se alejaba de las orientaciones tericas sincrnicas homeostticas. Elcrecimiento mismo del campo de estudio era en ese momento un problema en lamedida en que los substanciales fondos del gobierno de los aos 1950 y 1960empezaron a sufrir restricciones y los doctorados recin titulados comenzaron asalir de sus nichos acadmicos usuales, ms all de los que la antropologa tena,para establecer una enrgica reclamacin centrada en la significante utilidad so-cial domstica de la disciplina. Tras varias dcadas en la cresta de la ola, con laconfianza de que un creciente nmero de antroplogos extenderan el humanismotolerante crtico del espritu antropolgico por todo el mundo, la profesin derepente se enfrent a lo que algunos percibieron como una crisis de laantropologa general postcolonial, en la que su futuro a largo plazo parecaincluso estar en peligro.

    En un contexto de discusin llena de ansiedad y algunas veces irritada -cuyos

  • 7/30/2019 Georges W. Stocking. Delimitando la antropologa...

    17/28

    27

    Delimitando la antropologaGeorge W. Stocking

    Revista de Antropologa Social

    11 (2002) 11-38

    ecos se sienten an hoy en da- los albores de la dcada de los 70 fueron testigosde una llamada para la reinvencin de la antropologa. Como se expresaba enel volumen as titulado, las propuestas especficas para el cambio reflejaron elsentido de crisis a lo largo de varias fronteras diferentes. Esencialmente la llamadaiba encaminada a que la antropologa volviera a casa (Hymes, 1972, p. 83) -uneslogan extrado de la retrica poltica popular de los aos 60-. Restando nfasisal estudio de los otros exticos en las periferias, la antropologa deba centrarsems en las categoras sociales desfavorecidas del primer mundo. Aumentando latradicional orientacin descendente hacia los que carecen de poder, deberatambin estudiar hacia arriba entre los grupos que ejercan el poder -con la

    esperanza de que el poder pudiera ser radicalmente reestructurado-. Ideolgicamente,ira ms all de la postura liberal de tolerancia relativista, hacia un compromisoradical en la lucha de los desposedos contra los que ostentaban el poder.Metodolgica y epistemolgicamente, rechazara el presupuesto positivista deque las culturas o las conductas culturales pudieran ser observadas comoobjetos en el mundo externo y reconocera la esencial reflexividad de laobservacin participante y el carcter inherentemente problemtico delconocimiento generado por el proceso etnogrfico. Reconociendo la inevitableimplicacin de todos los seres humanos en los procesos de la historia buscaramodelos tericos ms dinmicos que proporcionaran un rol a la accin humana.

    Institucionalmente ya no podra darse por sentado la configuracin de lassubdisciplinas que haban sido congeladas dentro de la estructura de losdepartamentos acadmicos por obra de los accidentes histricos del desarrollodisciplinario, y dirigira su mirada hacia fuera, saliendo de su torre de marfil,hacia los problemas del mundo histrico contemporneo.

    En ese momento el texto Reinventing Anthropology fue recibido condistintas opiniones por los antroplogos, la mayora de los cuales no estaban deacuerdo en que la disciplina estaba en un estado de crisis. No obstante, si lainercia institucional e intelectual provoca que los cambios en antropologa seanms bien serenos que compulsivos, est claro en retrospectiva que muchas de

    las sacudidas que afectaran a las fronteras de la disciplina, tal y como se recoganen este volumen, presagiaban desarrollos que han continuado redefiniendo lasdistintas fronteras de la antropologa en el ltimo cuarto de siglo: el impacto delpensamiento marxista (que ha sido durante mucho tiempo excluido de laantropologa) y el inters por temas de poder y dominacin; el estudio de losmovimientos de resistencia y el impacto de la crisis ecolgica mundial; laconcentracin de la antropologa en distintos grupos minoritarios (y otros temas

  • 7/30/2019 Georges W. Stocking. Delimitando la antropologa...

    18/28

  • 7/30/2019 Georges W. Stocking. Delimitando la antropologa...

    19/28

    29

    Delimitando la antropologaGeorge W. Stocking

    Revista de Antropologa Social

    11 (2002) 11-38

    etnogrficas tanto en las historias locales como mundiales- que ha requerido lareincorporacin de categoras previamente excluidas por su consideracin comoamateurs (viajes, descripciones de los misioneros y de los administrativoscoloniales)-. Pero tambin el tipo de literatura terica potencialmente relevantese ha ampliado con el cambio y la difuminacin de las fronteras disciplinares, almismo tiempo que se han puesto en duda las instrumentalidades de interpretacintradicionales de la gran teora y la metanarrativa.

    Al aumentar esta explosin de las fronteras del discurso etnogrfico, se haproducido la difuminacin o supresin de fronteras de sus objetos etnogrficos:de un lado, por el traspaso del enfoque etnogrfico de sociedades a pequea

    escala a las sociedades complejas; por otro lado, por la reincorporacin de lasprimeras a los procesos histricos mundiales. As tambin la frontera entre elobservador y el observado ha comenzado a redefinirse. En el Hubo una vezde la poca colonial, los antroplogos y sus informantes pudieron ser vistoscomo participantes de una sola comunidad moral/ epistemolgica dedicada a lapreservacin de las formas culturales tradicionales frente a la usurpadoracivilizacin europea. En el aqu y ahora del postcolonialismo, los trminos deacceso al campo tuvieron que redefinirse, el proceso de informacin comenz aser reconceptualizado en trminos autoreflexivos y dialgicos y la tica y lapoltica del trabajo de campo llegaron a ser preocupaciones corrosivas. Conformese percataban cada vez ms de la globalizacin de lo local, la propia idea delcampo mismo la base sagrada del conocimiento antropolgico del perodoclsico fue muy cuestionada: por cuanto los grupos ya no estn estrechamenteterritorializados, espacialmente unidos, histricamente autoconscientes oculturalmente homogneos, se ha mantenido que el etno de etno-grafa muestrauna cualidad escurridiza, no localizada, a la que tendrn que responder lasprcticas descriptivas de la antropologa (Appadurai, 1991, p.191).

    Ya hacia mediados de 1980 algunos antroplogos proclamaban una crisisde representacin (Marcus & Fisher, 1986, 7) en la antropologa etnogrfica ylos aos que siguieron contemplaron un nmero de experimentos en la writingculture (Clifford & Marcus, 1986) -muchos de ellos un ejemplo dedesdibujamiento del gnero que haba sido previamente percibido como unaspecto de la refiguracin del pensamiento social (Geertz, 1983, p.19)-. Alsustituir la duplicacin y la comparacin por la interpretacin y la narrativa, lasfronteras han continuado borrndose entre la etnografa y las formas literariastradicionalmente no antropolgicas: la historia cultural, la crtica cultural, elperiodismo de investigacin.

    Aunque no ha surgido de este momento experimental un solo paradigma

  • 7/30/2019 Georges W. Stocking. Delimitando la antropologa...

    20/28

  • 7/30/2019 Georges W. Stocking. Delimitando la antropologa...

    21/28

    31

    Delimitando la antropologaGeorge W. Stocking

    Revista de Antropologa Social

    11 (2002) 11-38

    conceptual). En 1936, Radcliffe-Brown, un cientfico crtico del culturalismoboasiano, argument que nunca podra haber una ciencia de la cultura porque(a diferencia de la sociedad) no se corresponde con una entidad real en elmundo. No obstante, sesenta aos despus el problema es ms bien que lacultura se asume para que corresponda con demasiadas entidades y condemasiados niveles de lmites: la cultura occidental, la cultura americana, la culturagay, la cultura de una banda callejera o (volviendo al exterior) la cultura de unacorporacin multinacional y aquella de comunidades que existen slo en elciberespacio -por no mencionar las distintas transformaciones de las culturas nooccidentales que fueron el objeto de estudio tradicional de la antropologaetnogrfica-.

    La antropologa etnogrfica contina siendo practicada en el espritu de losvalores de mi gente. Cuando estudian sociedades complejas o cuandopersiguen la globalizacin de lo local los etngrafos an rastrean analogas deislas -pequeos grupos de individuos relacionados entre los cuales puedanpracticar la observacin de forma participante: la clase de primer curso en unafacultad de medicina, veinte familias de clase media en Pars, un grupo detrabajadoras domsticas en Miln que emigraron desde un pueblo de Mindanao-.Pero si esta especificidad etnogrfica an puede ser defendida como uncaracterstica definitoria de la disciplina, no se puede negar que la difuminacinde las fronteras que se desarroll tras el periodo postcolonial ha hecho muchoms problemtico el estatus del conocimiento as producido y su lugar en laamplia empresa antropolgica (ya sea reinventada o simplemente desarrollada).

    Inercia institucional y la persistencia del dualismo

    epistemolgico entre una tradicin integradora de

    la antropologa como la ciencia de la [hu]manidad

    Poco puede sorprender, pues, que al final del milenio -despus de que lamisma categora de ciencia haya soportado ms de tres dcadas de crticarelativizante- el problema de la Ciencia en la Antropologa haya sidorecientemente elegido como el tema anual del Anthropology Newsletter. Ladiscusin estuvo precedida por un texto atribuido a laAssociations Articles of

    Incorporation, en la que su misin fue definida como el avance de laantropologa como la ciencia que estudia la humanidad [sic-en 1902?] entodos sus aspectos, a travs de la investigacin arqueolgica, biolgica,etnolgica y lingstica- seguida inmediatamente por la pregunta por qu el

  • 7/30/2019 Georges W. Stocking. Delimitando la antropologa...

    22/28

    32Revista de Antropologa Socia l

    11 (2002) 11-38

    Delimitando la antropologaGeorge W. Stocking

    tema de la ciencia en la antropologa se ha convertido en algo tan contencioso?(Science in Anthropology, 1995, p.1). El estmulo inmediato parece habersido el agravio y la reclamacin de los antroplogos que se consideran cientficoscontra la poltica editorial de la revista puntera de la Asociacin, especialmentepor un artculo publicado en 1994 que fue percibido como un atentadoposmoderno al positivismo tradicional de la arqueologa. Bajo la direccinde dos editores posmodernistas (as etiquetados si no por ellos mismos, porlos dems), el American Anthropologistha completado desde entonces unareforma radical y ahora presenta una deslumbrante cubierta roja, pginas msgrandes, dobles columnas, nuevos tipos de letra, llamativas ilustraciones, formatosde revista revisados, nuevas secciones y gneros deliberadamente desdibujados,

    incluyendo la publicacin de poesa (manteniendo nuestra promesa de noprivilegiar ninguna forma particular de discurso como nico medio de legitimar lacomunicacin antropolgica (Tedlock, 1995, p. 657). En respuesta a unaresolucin tomada en el encuentro de 1994 (y a una enorme cantidad de crticasen Internet), elExecutive Boarddecidi buscar una base comn y ms elevadapor encima del conflicto ciencia/posmodernismo (o positivismo/interpretacionismo) refundindolos en los trminos tradicionales y menosvalorativos de ciencia y humanismo en antropologa (Peacock, 1995, p.1;Fernandez, 1995).

    Mientras el resultado de esta discusin est ms all de los progresivos

    lmites de la historia, puede ser til reconsiderar algunas de las principales fuerzasde definicin de fronteras del pasado siglo -aquellas subrayadas anteriormentecon el sufijo izacin-. A pesar de la tendencia desbiologizante del pasadosiglo, lo que puede ser considerada como la definicin biolgica de la humanidadha sido uno de los temas ms recurrentes de la investigacin antropolgica. Dadoel reciente resurgimiento de investigaciones acerca de las bases biolgicas delcomportamiento humano, en disciplinas afines a la antropologa, parece probableque el encuentro entre lo biolgico y lo cultural, aunque ideolgicamenteproblemtico, pueda convertirse una vez ms en un foco de inters sistemticopara los antroplogos de diferentes orientaciones subdisciplinarias. Y dada lapersistencia de intereses evolucionistas en algunas reas de la antropologa, unono puede descartar la posibilidad de un eventual resurgimiento del evolucionismoen la antropologa, anlogo al que se experiment en el periodo de posguerratras la II Guerra Mundial.

    En contraste, la re-historizacin de la antropologa ha estado en marchadurante varias dcadas, y un vistazo a los ndices de materias de las revistasantropolgicas es suficiente para sugerir que tiene suficiente impulso como paracontinuar en el prximo siglo. Ya sea como etnohistoria o como antropologa

  • 7/30/2019 Georges W. Stocking. Delimitando la antropologa...

    23/28

    33

    Delimitando la antropologaGeorge W. Stocking

    Revista de Antropologa Social

    11 (2002) 11-38

    histrica del proceso colonial o como el estudio histrico de grupos dominadoso, por el contrario, grupos culturales distintivos dentro de sociedades complejaso como re-anlisis de archivos etnogrficos existentes, tanto textuales comomonogrficos, los materiales histricos y los anlisis histricos constituyen losprincipales componentes de la investigacin antropolgica contempornea.

    An as, la prediccin hecha por el historiador britnico William Maitlan, enla vspera de su etnografizacin, segn la cual la antropologa tendr queelegir entre ser historia o ser nada (citado por Stocking, 1995, p. 369), parecepoco probable que se haga realidad en el futuro ms prximo. Ciertamente, labsqueda de informacin de archivos se ha ido convirtiendo cada vez ms en uncomplemento al (e incluso en un sustituto del) trabajo de campo, y la propianocin de campo ha sido puesta en tela de juicio. Pero si la prediccin a cortoplazo de Boas de que la antropologa pura y simple tratara slo de lascostumbres y creencias de los pueblos menos civilizados y a largo plazo hademostrado ser falsa por los procesos de la historia mundial, el estudio de loglobal en lo local y de lo local en lo global an se lleva a cabo en su mayorparte por etngrafos solitarios en relacin directamente interactiva con pequeosgrupos de gente. As mismo, mientras los socilogos realizan estudios etnogrficosy los etngrafos antroplogos emplean mtodos tradicionalmente sociolgicos(grupo de trabajo, muestreo, cuestionarios, anlisis cuantitativos) en el estudiode temas sociales contemporneos, el trabajo de campo en profundidad,

    realizado en trminos de los valores de Mi Gente, contina siendo unacaracterstica distintiva de la investigacin antropolgica. Y a pesar de que lasfronteras de la investigacin aparecen desdibujadas en varios sentidos -incluyendola dialogizacin del proceso de trabajo de campo y la narrativizacin de suproducto, as como la apropiacin (y cuestionamiento) de sus conceptos clavepor parte de investigadores de otras disciplinas- la especializacin acadmica dela antropologa contina fuertemente definida en trminos institucionales.

    Es cierto que la academizacin de la antropologa ha experimentado, enalgunos aspectos, un brusco cambio de rumbo: mientras que a principios de ladcada de los 70, el 87 por ciento de los doctores en antropologa buscaban

    puestos de trabajo en el crculo acadmico, una figura que sirve para todo(Givens y Jablonski, 1995, p. 311), entre 1994-95 el porcentaje estaba cercadel 50 por ciento. Pero si el sexo de los antroplogos ha cambiado de maneraimportante (la proporcin de mujeres doctoradas ha crecido del 32 por ciento al59 por ciento desde 1972), y el protagonismo de los euro-americanos se havisto ligeramente reducido (del 96 por ciento al 84 por ciento), el ser consideradocomo antroplogo todava supone la obtencin del ttulo de doctor en undepartamento de antropologa. Algunos antroplogos pueden escribir como

  • 7/30/2019 Georges W. Stocking. Delimitando la antropologa...

    24/28

    34Revista de Antropologa Socia l

    11 (2002) 11-38

    Delimitando la antropologaGeorge W. Stocking

    novelistas o periodistas, y escribir poesa aparte, pero los novelistas y periodistas-en ausencia del ttulo de doctor- no estn cualificados como antroplogos.

    Cien aos despus de la prediccin de Boas de que la antropologa biolgicay la lingstica se separaran, la antropologa, como rbrica de identificacinprofesional, contina nominalmente abarcando los componentes subdisciplinariosdel tradicional legajo sagrado -y en proporciones relativamente estables(Givens y Jablonski, 1995, p. 306), como indican los porcentajes de losdoctorados en los ltimos veinte aos: 50% socio culturales; 30% arqueolgicos;10% biolgicos; 3% lingsticos y 7% aplicado/otros-. Ciertamente, a nivelde estudiantes graduados, el otrora requisito tradicional de entrenamientosignificativo en cada uno de los cuatro campos tiene, como mximo, carcterde vestigio, si no es que se ha desvanecido completamente. Adems, lacomunicacin a lo largo de las principales lneas subdisciplinarias entredepartamentos es a menudo limitada y en ocasiones agnicamente competitiva.No obstante, slo en uno o dos casos hasta el momento se ha llevado a cabo laseparacin institucional formal. De los cerca de 400 departamentos acadmicosregistrados en laGua de la asociacin, 240 son departamentos de antropologaseparados. Mientras otros 124 departamentos en instituciones ms pequeasestn en alguna combinacin con otros de sociologa, la tendencia de estasentidades conjuntas a lo largo de la ltima mitad de siglo ha girado en torno a laformacin separada de departamentos de antropologa integrales. Si la

    continuacin de esta tendencia es problemtica en una era de recortes de plantillaen el mundo acadmico, la presin de las matriculaciones, en universidades conuna situacin crtica donde la antropologa a menudo satisface los requerimientoscientficos puede ayudar a sostenerla. Cualquiera que sean sus fronteras,externas o internas, la antropologa permanece siendo un campo acadmicoatractivo: a lo largo de los ltimos siete aos, el nmero de las licenciaturas casise ha doblado.

    Es algo ciertamente problemtico aventurar cunto van a continuar estasfuerzas de inercia institucional dentro de la academia, sustentando la tradicinintegradora de la antropologa como una ciencia de la [hu]manidad,

    nominalmente distinta y unificada, contra los procesos intelectuales e histricosde fragmentacin y difuminacin de las fronteras del siglo XX. No obstante,dicha inercia queda reforzada por un fuerte compromiso con la ciencia comovalor en varios sectores de la disciplina dentro de la antropologa en general. Apesar de la aparicin de elementos de interpretacin y narratividad en laarqueologa y la antropologa biolgica, estos dos subcampos permanecenfuertemente comprometidos con la ciencia. De manera similar, la cienciaan es proclamada como un valor por muchos de los que pueblan esa mitad

  • 7/30/2019 Georges W. Stocking. Delimitando la antropologa...

    25/28

    35

    Delimitando la antropologaGeorge W. Stocking

    Revista de Antropologa Social

    11 (2002) 11-38

    de la antropologa tradicionalmente ms humanstica -aunque en ocasionescon una redefinicin relativizante que ofrece poco consuelo a los que tieneninclinaciones positivistas- o simplemente en los trminos de una larga tradicinde presunta complementariedad.

    En el nivel profesional nacional, las fuerzas de inercia institucional se hanmanifestado de manera an ms contundente y reforzadas por el inters pragmticode la supervivencia. Frente a los recortes presupuestarios por parte de quienestoman decisiones bajo el criterio de dnde est la ciencia en las cienciassociales? (Cornman, 1995, p.1), laAmerican Anthropological Association,a pesar de su fragmentacin interna, est fuertemente obligada a re-presentarse

    a s misma en trminos unificados y cientficos, con la dedicacin de difundir elconocimiento antropolgico y su uso para resolver problemas humanos (Sciencein Anthropology, 1995, p.1). Medidos en trminos de asistencia y del nmerode textos ofrecidos, los encuentros de laAssociation estn ms vivos que nunca.Mientras algunos pueden verlos como circos anmicos de confusin post-paradigmtica, para otros son la demostracin de la energa sin lmites de unadisciplina no delimitada que es poco probable que sea histricamente delimitada,al menos en un futuro prximo.

    NOTAS

    Este ensayo es una revisin y elaboracin de la Snyder Visiting Lecture dela Universidad de Toronto titulada The Science(?)s(?) of Man(?): HistoricalReflections on the Sacred Bundle of Anthropology. Al reelaborarlo me hebasado en una conferencia impartida en el IV Congreso de Antropologa deEspaa (Anthropology Yesterday and Today: Thoughts on the Crisis andReinvention of Anthropology) al igual que en otros ensayos ya publicadoscitados en la lista de Referencias. Tambin se ha basado en la discusin en unGraduate Seminar, Exploring the Boundaries of Anthropological Discourseimpartido en el invierno de 1995. Fue publicado en ingls en Social ResearchVol.62, n 4 (Winter 1995), y ms recientemente en una coleccin de mis ensayosque lleva por ttuloDelimiting Anthropology: Occasional Inquiries and Re-

    flections (2001) University of Wisconsin Press, editorial que ha permitido lapublicacin de este ensayo en lengua espaola.

  • 7/30/2019 Georges W. Stocking. Delimitando la antropologa...

    26/28

  • 7/30/2019 Georges W. Stocking. Delimitando la antropologa...

    27/28

    37

    Delimitando la antropologaGeorge W. Stocking

    Revista de Antropologa Social

    11 (2002) 11-38

    PEACOCK, J., Anthropology for the Next Century, Anthropology Newsletter 36(diciembre, 1995):1,4.

    POWELL, J. W. (1881)First Annual Report of the Bureau of Ethnology. Washington, D.C.:Government Printing Office.

    SCHNEIDER, D. (1984)A Cri tique of the Study of Kinship. Ann Arbor: University ofMichigan Press.

    Science in Anthropology,Anthropology Newsletter36 (abril, 1995): 1.STOCKING, G. W., Jr. (1968)Race, Culture and Evolution: Essays in the History of Anthro-

    pology . New York: Free Press. (1987) Victorian Anthropology (New York: Free Press). (1992), The Ethnographic Sensibility of the 1920 and the Dualism of the An-

    thropological Tradition, en Stocking, G. W., Jr. (1992)The EthnographersMagic and Other Essays in the His tory of Anthropology. Madison, Wisconsin:

    University of Wisconsin Press, pp. 276-341. Guardians of the sacred bundle: The American Anthropological Association andthe representation of holistic anthropology, enLearned Societies the Evolution of the

    Disciplines (Occasional Paper 5), 17- 25. New York: American Council of LearnedSocieties.

    (1992) Ideas and Institutions in America Anthropology: Thoughts Toward aHistory of the Interwar Period, en Stocking, G. W., Jr. (1992)The Ethonographers

    Magic and Other Essays in the History of Anthropology. Madison, WI: Univer-sity of Wisconsin Press, pp. 114-77.

    (1992) Paradigmatic Traditions in the History of Anthropology, en Stocking, G. W., Jr.,(1992) The Ethnographers Magic and Other Essays in the History of Anthropology.Madison, WI: University of Wisconsin Press, pp. 342-361.

    (1992) Postscr iptive Prospect ive Reflections, en Stocking, G. W., Jr., (1992)TheEthonographers Magic and Other Essays in the History of Anthropology.Madison, WI: Universi ty of Wisconsin Press, pp. 362-372.

    (1995)After Tylor: British Social Anthropology. 1888-1951. Madison, WI: Universityof Wisconsin Press.

    Rousseau Redux, or Historical Reflections on the Ambivalence of Anthropology to theIdea of Progress, en Marx, L. y Mazlish, B., eds., Progress: Fact or Illusion?. AnnArbor: University of Michigan Press, pp. 65-81.

    TEDLOCK, B. y TEDLOCK, D., From the Editors,American Anthropologist 97 (diciembre1995): 657.

    WOLF, E. (1964)Anthropology. Englewood Cliffs, N.J.: Prentice- Hall, Inc. (1982) Europe and the People without History. Berkeley, CA: University of

    California Press.

    Traducido por Marta Arroyo

    Revisado por Mara Ctedra

  • 7/30/2019 Georges W. Stocking. Delimitando la antropologa...

    28/28

    38Revista de Antropologa Socia l

    11 (2002) 11-38

    Delimitando la antropologaGeorge W. Stocking

    RESUMEN

    Este ensayo explora los cambios sobre las fronteras de la Antropologa desdesus inicios en los discursos originarios del siglo XVIII hasta su desarrollo afinales del siglo XIX y la contingente unificacin que lleva a cabo Franz Boas alcomienzo del siglo XX como una disciplina de orgenes mltiples. A continuacinse considera la mudanza de valores metodolgicos y el cambio de fronteras quetiene lugar en el periodo "clsico" (entre las dcadas de 1920 y 1960), el impactode la "crisis de la antropologa" y la "reinvencin de la antropologa". El anlisisofrece una panormica de los cambios en las fronteras internas y externas de la

    disciplina en las diferentes tradiciones nacionales, de las relacionesinterdisciplinares y de la estructura de las subdisciplinas dentro del campo. Trasuna revisin de una situacin fronteriza radicalmente diferente a final de siglo, elensayo finaliza sugiriendo que la tensin recurrente entre ciencia y humanismopodra reflejar un persistente dualismo epistemolgico en la tradicinantropolgica.

    ABSTRACT

    This paper explores changes in the boundaries of anthropology from its origins inthe originary discourses of the 18th century through its development in the laternineteenth century and its contingent unification by Franz Boas in the earlytwentieth century as a discipline of manifold historical origins. It goes on toconsider the changing methodological values and shifting boundaries of the"classical" period (c.1920-c.1960), the impact of the "crisis of anthropology,"and the "reinvention of anthropology" in the post-colonial period. The analysisoffers a panoramic view of changes in the external and internal disciplinaryboundaries in different national traditions, and of the interdisciplinary relationsand subdisciplinary structure of the field. After a review of the very different

    boundary situation at the end of the century, the essay ends with the suggestionthat a recurrent tension between science and humanism may reflect an enduringepistemological dualism in the anthropological tradition.