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Republica Bolivariana de Venezuela Universidad del Zulia Facultad de Medicina
División de Estudios para Graduados Postgrado de Urología
FUNCIÓN SEXUAL FEMENINA ANTES Y DESPUES DE LA REPARACIÓN QUIRÚRGICA DE LA INCONTINENCIA URINARIA DE ESFUERZO
Proyecto de Investigación presentado ante el Consejo Técnico de la División de Estudios para Graduados de la Facultad de Medicina de La Universidad del Zulia en Maracaibo, Venezuela, para optar al Título de Especialista en Urología. Asesor Académico: Autora: Carola López Dr. Pedro Barboza Quintero CI: 13.300.730 CI: 3.649.297 Especialista en Cirujana General Especialista en Urología Dr. en Ciencias Médicas Profesor Titular de LUZ Asesora Metodológica: Dra. Nelia Sánchez de Pérez CI: 2.843.871 Dra. en Ciencias mención Investigación Profesora Titular de LUZ.
Maracaibo, Enero 2013
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FUNCIÓN SEXUAL FEMENINA ANTES Y DESPUES DE LA REPARACIÓN QUIRÚRGICA DE LA INCONTINENCIA URINARIA DE ESFUERZO
______________________ Firma Autora: Carola López. Algarra. CI: 13300.730 Médica Cirujana. Especialista en Cirugía General Dirección: Calle 66A Casa #15A-15. Sector Juana de Avila. Maracaibo, Venezuela. Teléfonos: Habitación: 0261-. Celular: 0414-6300073. CE: [email protected] ____________________ Firma Tutor de Contenido: Pedro Barboza Quintero. CI: 3.649.297 Especialista en Urología. Dr. en Ciencias Médicas. Profesor Titular de LUZ Dirección: Maracaibo, Venezuela. Teléfonos: Habitación: 0261- Celular: 0414- CE: @gmail.com ___________________ Firma Asesora Metodológica: Dra. Nelia Sánchez de Pérez. CI: 2.843.871. Dra. en Ciencias Médicas. Dra. en Ciencias mención Investigación. Profesora Titular de LUZ. Dirección: Conj. Resid. Villa Delicias, Edif. Villa Clara II, PBC, Circunvalación 2 con Av. 15J, Maracaibo, Venezuela. Teléfonos: Habitación: 0261-7434340. Celular: 0416-4625700 – 0424-6446041. CE: [email protected]
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INDICE GENERAL
Pág. Índice de contenido……………………………………………………………………………III Resumen…………………………………………………………………………………........ V Abstract.………………………………………………………………………………………..VI
CAPÍTULO I. EL PROBLEMA
1.1 Planteamiento del problema…………………………………………………… .. .... 7 1.2 Formulación del problema……………………………………………………….. …. 9 1.3 Objetivos de la investigación ........................................................................ …. 9 1.3.1 Objetivo general ..................................................................................... …. 9 1.3.2 Objetivos específicos ............................................................................. … 10 1.4 Justificación…………………………………………………………………………….10 1.5 Delimitación……………………………………………………………………… .. … 11
1.6 Viabilidad ....................................................................................................... … 11
CAPÍTULO II. MARCO TEÓRICO 2.1 Marco teórico conceptual……………………………………………………....... ….13 2.1.1 Bases teóricas……………………………………………………………………..13
2.1.2 Antecedentes Investigación……………………………………………………..34 2.1.3 Definición de términos básicos…………………………………………………. 37
2.2 Marco teórico operacional……………………………………………………...... . …39 2.2.1 Sistema de variables…………………………………………………... ..... . …39
2.2.1.1. Variables..………………………………………………………………… 39 2.2.1.2. Conceptualización de las variables…………………………………… 39
2.2.1.3. Operacionalización de las variables ........................................... …. 39
CAPÍTULO III. MARCO METODOLÓGICO 3.1 Tipo de investigación…………………………………………………………......... …. 41 3.2 Diseño de la investigación…………………………………………………….. ...... . …41 3.3 Población y muestra…………………………………………………………… ...... . …41
3.3.1 Población……………………………………………………………….. .......... . …41 3.3.2 Muestra...................................................................................................... …. 41 3.3.3 Criterios de inclusión ................................................................................. . …42 3.3.4 Criterios de exclusión................................................................................. …. 42 3.4 Diseño estadístico ........................................................................................... …. 42
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3.5 Método ............................................................................................................ …. 42
3.5.1 Método de recolección de la muestra …………………………………………… 42 3.5.2 Técnicas de análisis de los datos ............................................................. …. 43 3.5.3 Resultados esperados ............................................................................... …. 43 CAPÍTULO IV. MARCO ADMINISTRATIVO 4.1 Recursos humanos ......................................................................................... …. 44 4.2 Recursos materiales ....................................................................................... …. 44 4.3 Recursos institucionales .................................................................................. …. 45 4.4 Recursos económicos ..................................................................................... …. 45
4.4.1 Financiamiento…………………………………............................................ . …45 4.4.2 Costo del personal de investigación .......................................................... …. 45 4.4.3 Costo de recursos materiales ................................................................... …. 45 4.4.4 Costo de recursos institucionales ............................................................. …. 46 4.4.5 Costo total de la investigación ................................................................... . …46 4.5 Cronograma de Actividades…………………………………………………........... …. 47
Bibliografía .............................................................................................................. . …48 Anexo ...................................................................................................................... …. 50
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López, Carola. “FUNCIÓN SEXUAL FEMENINA ANTES Y DESPUÉS DE LA REPARACIÓN QUIRÚRGICA DE LA INCONTINENCIA URINARIA DE ESFUERZO”. Universidad del Zulia. Facultad de Medicina. División de Estudios para Graduados. Postgrado de Urología. Servicio Autónomo Hospital Universitario de Maracaibo. Maracaibo, Venezuela. 61 p.
RESUMEN
El objetivo de la siguiente investigación será relacionar la función sexual de las mujeres con incontinencia urinaria de esfuerzo antes y después de su reparación quirúrgica atendidas en el servicio de urología del Servicio Autónomo Hospital Universitario de Maracaibo (SAHUM) durante el periodo Enero 2012 a Diciembre del 2012, mediante la realización de una investigación de tipo correlacional y aplicada, con diseño cuasi experimental, longitudinal prospectivo y de campo, estableciendo en forma objetiva parámetros para su manejo y estableciendo la incidencia del mismo. Se aplicará análisis estadístico de tendencia central con programa computarizado SPSS versión 17, expresando los resultados en cuadros y gráficos.
Palabras clave: función sexual femenina, incontinencia urinaria de esfuerzo. Correo electrónico: [email protected]
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López, Carola. “FEMALE SEXUAL FUNCTION BEFORE AND AFTER SURGICAL REPAIR THE STRESS URINARY INCONTINENCE”. Universidad del Zulia. Facultad de Medicina. División de Estudios para Graduados. Postgrado de Urología. Servicio Autónomo Hospital Universitario de Maracaibo. Maracaibo, Venezuela. 61 p.
ABSTRACT
The aim of this investigation is to relate the sexual function of women with stress
urinary incontinence before and after surgical repair treated in the urology department of the University Hospital Service of Maracaibo (SAHUM) during the period January 2012 to December 2012, by conducting an investigation of a correlational and applied quasi-experimental design, prospective longitudinal field in an objective setting parameters for management and establishing the incidence. Apply statistical analysis of center with computer program SPSS version 17, expressing the results in tables and charts. Key words: Female sexual function, stress urinary incontinence.
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CAPITULO I
El PROBLEMA
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1.1 Planteamiento del problema:
Hablar sobre sexualidad parece un tema sencillo y conocido ya que se referimos a
algo que forma parte del propio ser del individuo, con frecuencia se relaciona con la
actividad coital única y exclusivamente, aunque incluya otros aspectos y que de forma
permanente sea mostrada por el sujeto (Duany y Alvarez, 2009). La sexualidad es una
parte fundamental en la vida del ser humano, mediante ella este ha podido reproducirse,
conocer su anatomía y relacionarse con el sexo opuesto; si bien la actividad sexual es
algo natural, un alto porcentaje de personas en algún momento de sus vidas relata
presentar alguna alteración y, como consecuencia, no disfruta de una actividad sexual
satisfactoria (Arcos, 2006).
Desde los estudios de Máster y Johnson, en la década de los sesenta, se ha
producido un cambio revolucionario en el estudio y análisis de la función sexual del
hombre y la mujer, al pasar a un enfoque más biológico y fisiológico de la sexualidad
humana, desde el concepto tradicional psicológico de Freud vigente hasta ese momento
(Kamei, 2005). Anteriormente, y aun en muchas culturas como la hispana, la mujer ha
vivido su sexualidad de una forma reprimida, con numerosos temores y tabúes producto
de la información que a través de los años estas han recibido. A través de los años, en
este tipo de sociedades, la mujer únicamente ha sido valorada en relación a su papel
reproductor y maternal, estableciendo en la mujer la exigencia de traer muchos hijos,
convirtiendo así a la fertilidad como su valor más estimable y considerándose la
sexualidad libre como punible (Martín y Abreu, 2005).
Sin embargo, actualmente las mujeres se encuentran en una etapa de apertura
hacia nuevas oportunidades que en tiempos remotos les estaban negadas, se trata de que
exista una igualdad de género entre ambos sexos, la que le ha permitido a la mujer
incursionar en el campo laboral, mayores oportunidades de estudios y libertad para su
desenvolvimiento dentro de la sociedad; esta liberación femenina, ha conllevado a que las
mujeres puedan ejercer control sobre su reproducción y atreverse a tener una actitud más
abierta y permisiva en relación con su sexualidad (Ortiz, 2008).
La sexualidad no es en modo alguno lo más importante de las vidas de las
personas, pero si es reprimida en exceso se carga de ideas erróneas, que conllevan al
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individuo a privarse de ella, perdiéndose muchas vivencias hermosas y placenteras
(González y Miyar, 2001). Cuando se habla de sexualidad, en su sentido más amplio se
considera el conjunto de condiciones, estructuras, fisiología, comportamiento y contexto
sociocultural que permiten el ejercicio de la función sexual; abarca los sentimientos, la
conducta, la manera de expresarse y de relacionarse con los demás (Navarro, 2006); la
sexualidad humana influye no sólo en la relación hombre-mujer, abarca también las demás
relaciones que involucran personas (Komura, 2007).
La FSF es un importante indicador de la calidad de vida, el cual esta influenciado
por una variedad de factores físicos, psicológicos y sociales (Botros, 2006). El bienestar
sexual es uno de los factores primordiales en la sensación de placer de la mujer, ya que
logra unificar la satisfacción física-emocional, además de fortalecer su propia identidad y
sentido de feminidad, elementos claves en la percepción de la calidad de vida (Cerda y
col. 2006). Como puede verse la sexualidad humana es un fenómeno complejo, que
abarca procesos tanto psicológicos como orgánicos y su comportamiento ha variado en el
tiempo, motivo por el cual su estudio es sumamente complejo, lo cual aunado a los
problemas metodológicos que han presentado la mayoría de los estudios que investigan el
tema, ha resultado en una dificultad para interpretar y comparar los resultados publicados
sobre esta área de la conducta humana (Figueroa, 2009).
Por lo tanto, no debe comprenderse la sexualidad humana sin reconocer de
antemano su carácter pluridimensional; es decir, tiene que haber una dimensión personal,
individual, donde se expresa el yo del individuo; una dimensión de pareja donde haya una
expresión de vivencias, goce, placer o displacer en la pareja; una dimensión familiar donde
se manifieste la reproducción y la comunicación filial, así como también una dimensión
social donde se exprese comunicación y mandatos sociales (González y Miyar, 2001).
Por otra parte, la función sexual representa el aspecto clave de la salud pélvica de
las mujeres, el cual sólo recientemente ha aparecido como un tema abiertamente
debatido. A pesar que el parto representa un acontecimiento central en la vida
reproductiva de una mujer, en términos tantos físicos como psicosociales, este acarrea un
impacto potencial en todos los dominios de la FSF; diversos estudios han demostrados
que las mujeres que han tenido hijos tienen menores puntuaciones en los indicadores
autoreportados de la FSF, al compararse con las nulíparas; sin embargo se han atribuido
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más bien a factores psicológicos y sociales que a una lesión del piso pélvico (Botros,
2006).
La disfunción sexual en la mujer puede tener diversas causas, sin embargo
desordenes del piso pélvico como la incontinencia urinaria (IU) y el prolapso de órganos
pélvicos, pueden tener influencia en la satisfacción y funcionalismo sexual. Sin embargo,
la relación entre el PG y la FSF no es del todo entendida, las mujeres con esta patología
pueden manifestar dispareunia, decremento en la capacidad orgásmica, disminución de la
libido y sentimientos de miedo o vergüenza en relación a su alteración anatómica
(Burrows, 2004). La patología del suelo pélvico, incluyendo la IU, incontinencia anal (IA) y
el PG, es muy prevalente, afectando aproximadamente a un tercio de las mujeres adultas.
Aunque esta patología no supone un riesgo vital para estas mujeres, sus consecuencias
sociales y económicas pueden ser importantes; sus síntomas pueden causar alteraciones
significativas e interferir con las actividades de la vida diaria incluyendo la capacidad de
funcionamiento físico, social y sexual (Espuña, 2008).
En todo el mundo la incontinencia de orina (IO) es un problema común que afecta
entre el 17 al 45% de las mujeres adultas, reflejándose muchas veces en un deterioro de
su vida social: El alto costo en cuidados por OI, que supera el 2% de los gastos en salud
en los Estados Unidos, hace de este síndrome una preocupación en la salud pública, La
forma más común es la incontinencia de esfuerzo (IUE), con un 48% de los casos, seguida
por la incontinencia de urgencia (IOU), provocada por la hiperactividad vesical en un 17%:
Según Obregón y Saunero (2009), en Venezuela la incidencia de disfunciones del piso
pélvico es baja, reportando una incidencia de disfunción del 9,4%, es decir 1 de cada 10
mujeres; estando relacionada con la incontinencia urinaria de esfuerzo y afectando
principalmente a mujeres de edad mediana en etapa de climaterio y menopausia. Al
respecto, Urdaneta (2010) encontró que en menopáusicas del Estado Zulia que no
recibían terapia de reemplazo hormonal había una mayor afectación de su calidad de
vida, debida principalmente a presentar sintomatología de la esfera urogenital ocasionadas
por la presencia de PG o incontinencia urinaria.
Muchas de estas pacientes pueden presentarse asintomáticas o bien manifestar
síntomas concomitantes, bien sean urinarios, intestinales o en la esfera sexual; al
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respecto, el PG podría tener un efecto adverso sobre la FSF debido a que potencialmente
puede generar malestar, incontinencia urinaria o sentimientos de vergüenza durante la
actividad sexual (Handa y Col., 2007). Por lo tanto, al evaluar clínicamente a las mujeres
con problemas de suelo pélvico, es importante tener en cuenta si son sexualmente activas
y si no lo son hay que explorar si la inactividad sexual, puede estar relacionada con su
problema de suelo pélvico (Espuña, 2008).
Algunos estudios han encontrado que los trastornos del suelo pélvico ha afectado
negativamente el funcionamiento sexual, reportándose que casi la mitad de las pacientes
con IU consideraba que su trastorno urinario ha afectado negativamente a las relaciones
sexuales; sin embargo, otros estudios han encontrado que la FSF en mujeres con PG o
IU no difería de las de aquellas mujeres con continencia y sin prolapso (Barber, 2002). En
estudios que han considerado el estudio de la FSF como una forma de medir los
resultados de las intervenciones efectuadas para tratar los problemas del suelo pélvico, la
mayoría de sus participantes, si bien han convenido que el sexo es una parte importantes
de sus vidas, muchas se encuentran descontentas con sus vidas sexuales, puesto que su
capacidad de tener y de disfrutar de sexo había empeorado en los últimos 6 meses,
atribuyendo este descontento a la presencia de estos trastornos (Kuppermann, 2007).
Los procedimientos reconstructivos, tienen como objetivo mantener la longitud,
diámetro y el eje vaginal fisiológico, a fin de preservar la función sexual, urinaria e
intestinal (Palma, 2008); en este sentido, posterior a la corrección quirúrgica de los
trastornos del piso pélvico se han informado una mejoría de la FSF cercana a un 24%,
encontrándose solo un 5% de casos que han manifestado lo contrario. Sin embargo, la
colporrafia posterior, se ha asociado con un empeoramiento de la función sexual y
aumento de la dispareunia (Barber, 2002). Por consiguiente, en la investigación de los
resultados de tratamientos para estas patologías, hay que tener en cuenta, que cualquier
medida que se proponga para resolver los problemas de suelo pélvico, debería ser
evaluable desde el punto de vista de la paciente, en cuanto al impacto en su calidad de
vida del tratamiento aplicado y su relación con los cambios en los síntomas urinarios,
anorectales y sexuales (Espuña, 2008).
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El interés por información sobre la función sexual femenina es esencial para el
manejo adecuado de la sexualidad y problemas sexuales, es por ello que surge la
necesidad de estudiar la FSF de las pacientes con prolapso genital atendidas en el
servicio de urología del SAHUM, de manera que se permita conocer la percepción de
estas pacientes sobre este proceso vital y relacionar la estimación de la misma antes y
después de recibir el tratamiento quirúrgico indicado.
1.2 Formulación del problema:
La presente investigación pretende responder a la siguiente interrogante:
¿Cómo es la función sexual de las mujeres con incontinencia urinaria de esfuerzo
antes y después de su reparación quirúrgica en el servicio de urología del SAHUM?
1.3 Objetivos de la Investigación:
1.3.1 Objetivo general:
• Relacionar la función sexual de las mujeres con incontinencia urinaria de esfuerzo
antes y después de su reparación quirúrgica en el período comprendido de enero a
diciembre de 2012.
1.3.2 Objetivos específicos:
• Caracterizar la incontinencia urinaria de esfuerzo en las pacientes.
• Especificar la función sexual de las mujeres con incontinencia urinaria de esfuerzo
antes y después de su reparación quirúrgica.
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1.4 Justificación e Importancia de la investigación:
En los últimos años han ido adquiriendo particular relevancia los indicadores que
permiten una evaluación más holística de la salud de las personas y conocer el impacto
que sobre ella tienen tanto la enfermedad como los tratamientos aplicados (Roizen, 2007).
Las investigaciones dirigidas al estudio de la FSF en condiciones específicas, como el PG,
deben ser desarrolladas y sus resultados ampliamente difundidos para su utilización en
estudios epidemiológicos y ensayos clínicos en el área de la disfunción del suelo pélvico
para que se pueda comprender cabalmente el efecto que tienen condiciones como la IU o
el PG y su tratamiento, en la funcionalismo sexual (Barber, 2002).
Es deber del médico no solamente limitarse a evaluar y tratar los cambios físicos
que se suceden en el organismo femenino o la sintomatología que de ellos deriven; sino
también el identificar la actitud de la paciente, el conocimiento y su percepción del proceso
que vive; así como la percepción del paciente sobre su proceso salud-enfermedad, de
modo que le permitirá tomar acciones oportunas para garantizar la salud de estas mujeres.
Es frecuente que en la consulta urológica de la paciente con trastornos del suelo pélvico,
la sexualidad integre un componente implícito de las preocupaciones de estas pacientes;
surgiendo frecuentemente durante la entrevista clínica elementos que orientan a
alteraciones de la sexualidad. El estudio de los aspectos relacionados con la FSF permite
ofrecerle a la paciente una atención integral, considerando así aspectos de su vida que la
mayoría de las veces, debido a factores socio-culturales, la propia paciente trata de
ocultarlos durante la entrevista médica, padeciendo en silencio las consecuencias de su
disfunción sexual.
Asimismo, el conocimiento de las repercusiones que pueden tener los
procedimientos quirúrgicos sobre algún aspecto de la vida de la paciente, en este caso
sobre la FSF, permitirá ofrecerles a las pacientes el procedimiento más adecuado para la
resolución de su trastorno, el que sea más efectivo y le permita obtener mejores
resultados. Por otra parte, el estudio de esta variable permitirá profundizar en los
conocimientos que cada día surgen al respecto, al tiempo que serviría de punto de partida
para futura investigaciones relacionadas con el análisis de la calidad de vida en mujeres,
cuyos resultados beneficiarían a las pacientes.
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1.5 Delimitación:
Desde el punto de vista teórico, la presente investigación se circunscribirá en el
tema de la sexualidad femenina, específicamente en lo concerniente al análisis de la FSF
en pacientes con PG. Esta investigación se encuentra dentro de la línea de investigación
en “Salud Sexual Femenina” de la Especialización de Urología de la Facultad de Medicina
de la Universidad del Zulia. La investigación se llevará a cabo durante el periodo
comprendido entre enero del 2012 a diciembre del 2012.
1.6 Delimitación:
La investigación es viable ya que el SAHUM es un centro que presta atención
especializada a la comunidad y es además un hospital de referencia regional y nacional
donde el Servicio de Urología cuenta con la infraestructura adecuada compuesta por
consulta externa, hospitalización, quirófanos selectivo y de emergencia y área de
emergencia, lo cual garantiza un flujo numeroso de pacientes, además de convertirse en
centro de referencia de los demás hospitales de la región por contar no sólo con un
servicio de urología bien establecido, sino por contar con un equipo multidisciplinario como
los es laboratorio, imágenes, uci, nutrición necesario para el manejo de este tipo de
pacientes. Así mismo se cuenta con la aprobación de las autoridades administrativas y
académicas para la realización del trabajo y con el apoyo de los servicios de cirugía,
registro y estadística y del personal de la institución. El autor maneja el tema, cuenta con
el tiempo necesario para realizar la investigación y se dispone además de los recursos
económicos y humanos para concluir con éxito dicha investigación.
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CAPITULO II
MARCO TEORICO
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2.1 Marco teórico conceptual:
2.1.1 Bases teóricas:
• Función y Disfunción sexual femenina.
De acuerdo con Ginsberg (2006), el concepto textual de la sexualidad podría
establecerse como “la suma de los comportamientos sexuales de una persona y sus
tendencias; así como la fuerza de esas tendencias”, sin embargo una definición más
completa sería ''una compleja interacción de las necesidades de la intimidad, el afecto, la
conexión, auto-placer, imagen de sí mismo, y el contexto del individuo relacionado con su
género, etnicidad y comunidad''. La sexualidad es un aspecto central de la calidad de vida
de la mujer y es el reflejo de su nivel de bienestar físico, psicológico y social. Es difícil
estudiar un fenómeno tan complejo como es la sexualidad humana, ya que este
comportamiento ha variado en el tiempo y en los diferentes grupos humanos; a esta
diversidad se debe agregar además, las variaciones individuales de la sexualidad (Blumel,
2004).
Por su parte, Arriagada y col. (2006) también señalan que la sexualidad es un
aspecto central de la calidad de vida de la mujer, siendo un reflejo de su bienestar físico,
psicológico y social. Botros y col. (2006), también la han definido como un fenómeno
relacionado con la reproducción, cuyas características específicas son la capacidad de
lograr la satisfacción sexual y responder efectivamente a la relación sexual de pareja;
representando un aspecto clave de la salud pélvica femenina.
La función sexual, no sólo depende de los niveles estrogénicos, sino que es una
complementariedad de éstos con aspectos sicológicos, sociales, ambientales y culturales;
factores que son propios de cada mujer y que le dan la característica de ser una cualidad
individual (Herrera y Col. 2008). En tal sentido, la función sexual ha sido conceptualizada
como un proceso cíclico, en vez de lineal, que hace hincapié en todos estos factores, por
lo que es difícil determinar con acuciosidad la prevalencia de las alteraciones de la función
sexual debido a que se han utilizado diferentes definiciones de lo que es normal y anormal
(Frank, 2008).
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En materia de función sexual normal, es imprescindible entender que los elementos
de mayor valor diagnóstico, son las variaciones respecto al estado anterior de presunta
normalidad de la propia mujer; por lo tanto es un diagnóstico dinámico e individual (Arena,
2006). La salud sexual es definida por la Organización Mundial de la Salud como la
integración de aspectos somáticos, emocionales, intelectuales y sociales, en pro de un
enriquecimiento positivo que enaltece la personalidad, la comunicación y el amor
(Kammerer y Rogers, 2008). Asimismo, debe tenerse en cuenta que la respuesta sexual
humana es habitualmente una función de la pareja, por tanto la salud global y
particularmente sexual del compañero afectarán positiva o negativamente la salud de la
mujer (Ojanlatva, 2006).
Existe una concepción de que la función sexual disminuye lentamente a medida
transcurren los años. Si bien, múltiples mujeres experimentan dicho decaer de la función
sexual, no se puede generalizar este concepto a toda la población, puesto que un elevado
número de mujeres, mantiene una sexualidad aceptable aún en edades avanzadas
(Arena, 2006). Es limitada la información acerca de la prevalencia, incidencias y los
antecedentes de disfunción sexual femenina (DSF), sin embargo algunos estudios han
informado una prevalencia entre 25% y 63% de todas las mujeres; siendo superiores las
tasas de prevalencia reportada entre la mujeres postmenopáusicas donde reubica entre 68
a 86,5% (Addis y col.; 2006). En países como los Estados Unidos, la DSF ha sido
considerada como un problema de salud pública, reportándose una prevalencia cercana al
43% (Arena, 2006).
Los estudios efectuados han sugerido que los mismos factores de riesgos y
enfermedades que están asociadas con la disfunción eréctil masculina, tales como el
envejecimiento, la hipertensión arterial, el tabaquismo, y la cirugía pélvica, también están
asociados con la DSF (Addis y col.; 2006). A su vez, se sabe que entre las mujeres de
todas las edades la DSF puede afectar significativamente en la calidad de vida de la
mujer, interfiriendo en su autoestima, en el sueño y en la habilidad de mantener sus
relaciones (Learman, 2008).
De acuerdo con Sánchez y col. (2008), las disfunciones sexuales han sido definida
como una “serie de síndromes en los que los procesos eróticos de la repuesta sexual
resultan no deseables para el individuo o para el grupo social y que se presentan en forma
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persistente y recurrente” (p.75); por lo general, en la mujer se consideran básicamente tres
tipos de alteraciones en la FSF, estas son: (a) vaginismo, (b) deseo sexual hipoactivo y (c)
trastornos del orgasmo.
La Asociación Psiquiátrica Americana (APA) ha agrupado los trastornos de la
respuesta sexual normal femenina en cuatro tipos: (a) trastornos del deseo, (b) trastornos
de la excitación, (c) falla orgásmica, y (d) dolor sexual. Esta clasificación abordaba sólo
aspectos psicológicos, por lo que el Consensus Development Conference on Female
Sexual Dysfunctions desarrolló una nueva clasificación, agregando dos áreas más: (a)
lubricación y (b) satisfacción (Blumel, 2004).
Vásquez (2008), propone clasificar los trastornos de la FSF de la siguiente manera:
• Desórdenes del deseo sexual: donde se encuentran a la aversión sexual y al deseo
sexual hipoactivo; este último definido como la ausencia o deficiencia persistente o
recurrente de fantasías o pensamientos sexuales y/o deseo de actividad sexual, lo
cual causa “distress” personal. Mientras que la Aversión sexual se concibe como la
aversión fóbica persistente o recurrente al contacto sexual, lo cual causa “distress”
personal.
• Desórdenes del despertar sexual: referidos a la incapacidad persistente o
recurrente de obtener o mantener una excitación sexual suficiente, que causa
“distress” personal, la cual puede ser expresada como pérdida de la excitación
subjetiva o deficiencia de respuesta somática (ejemplo, lubricación genital).
(c) Desórdenes del orgasmo: comprende la dificultad persistente o deficiente o
incapacidad de experimentar un orgasmo, después de una suficiente estimulación y
despertar sexual, lo cual causa “distress” personal.
• Desordenes sexuales dolorosos: donde están presenta la dispareunia referida al
dolor genital persistente o recurrente asociado con el intercurso sexual, el
vaginismo concebido como el espasmo involuntario persistente o recurrente de la
musculatura del tercio externo de la vagina, lo cual interfiere con la penetración
vaginal y causa “distress” personal, y los desórdenes sexuales dolorosos no
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cóitales que abarcan el dolor genital persistente o recurrente inducido por
estimulación no coital.
Todas estas categorías enunciadas anteriormente, se subdividen a su vez, de acuerdo
con la historia clínica, el examen físico y los exámenes paraclínicos, así: (a) a lo largo de
la vida versus adquirida, (b) generalizada versus situacional, y (c) origen etiológico
(orgánica, psicógena, mixta, desconocida).
• Respuesta sexual femenina.
El término respuesta sexual (RS) designa el conjunto de cambios psicológicos,
neurofisiológicos, vasculares y hormonales que acompañan a la realización de actos
sexuales (Mas, 2007). La Respuesta Sexual se define como toda actividad sexual
caracterizada por la activación cortical y medular la cual conlleva a fenómenos de
tumescencia y contractilidad muscular genital como extragenital (Lozada, 2001).
La fisiología de la respuesta sexual femenina está referida a la vasocongestión de
los genitales y a eventos neuromusculares que se producen junto con la excitación
subjetiva u otras respuestas somáticas asociadas, enmarcadas en una compleja
regulación neurogénica donde participan vías centrales y medulares; en la modulación de
esta regulación participan diversos neurotransmisores y neuropeptidos (GABA, serotonina,
dopamina, epinefrina, histamina u opioides), además de la acción de las hormonas
sexuales. En este sentido, niveles bajos de estrógenos se han correlacionado con DSF y
aunque los niveles de testosterona se han correlacionado pobremente con la libido
femenina; sin embargo, se cree que desempeña un papel importante en el deseo sexual
de las mujeres. (Amato, 2006).
De acuerdo con Mas (2007), se llama deseo sexual libido o apetito sexual al
estado mental de atención a estímulos eróticos y motivación, para responder a ellos para
gratificarse, que precede la realización de actos sexuales o la acompaña. Este tiene
componentes cognitivos y afectivos, además de un sustrato neurohormonal, pudiéndose
presentar de modo espontáneo o bien reactivo; este último cuando se produce en
respuesta a diversos estímulos sensoriales y otras incitaciones por parte de la pareja,
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incluida la propia excitación fisiológica inducida de modo reflejo, en un contexto de afecto
positivo
Según Arenas (2006), se han establecido diferentes fases o periodos en la repuesta
sexual de la mujer a partir del deseo sexual, estas son: excitación, meseta, orgasmo y
resolución.
• Fase de excitación: en la excitación sexual se distinguen dos componentes: los
cambios fisiológicos y la excitación subjetiva que motiva tratar de intensificar la
estimulación sexual y desarrollar completamente el ciclo de la respuesta sexual
(Mas, 2007). Según Arenas (2006), durante esta fase se pueden evidenciar
diversas modificaciones extragenitales, entre las que destaca a nivel mamario, la
erección del pezón; este signo evidencia una elevada tensión sexual, siendo signo
de respuesta inmediata y alto significado erógeno en la mujer. Asimismo se sucede
un aumento del tamaño mamario y una reacción vasodilatadora, elementos
directamente dependientes del tenor estrogénico. De igual forma, durante esta
etapa se sucede una respuesta cutánea propia y una elevación de la tensión
muscular que precede a la miotonía generalizada de la próxima fase. El clítoris
también experimenta durante este periodo una repuesta caracterizada por su
“erección”, cambio de coloración e ingurgitación de su relleno venoso. Asimismo, se
inicia la respuesta esfínteriana del ano, que se contrae durante el orgasmo en forma
directamente proporcional a la intensidad del mismo. En el canal coital, las
modificaciones están dadas por la separación y elevación de labios mayores,
menores y tercio anterior de la vagina. Asimismo, comienza un aumento en la
lubricación de la vagina, cercano al orgasmo se sucede un cambio en la coloración
de los labios mayores y ocurre la extensión de la capacidad del canal vaginal,
propio del final de la excitación.
• Fase de meseta: La presencia de la fase de meseta es fija en todas las etapas de la
vida de la mujer; la ingurgitación de la areola es propia de esta fase, así como la
ampliación del enrojecimiento sexual. La actividad secretoria y trasudatoria
pericoital aumenta más aún esta fase, y se produce el llamado “efecto tienda”
originado de la movilidad del cuello del útero y el útero, la ampliación y rectificación
del canal vaginal (Arenas, 2006).
21
• Fase de orgasmo: esta fase se caracteriza por los movimientos miotónicos
involuntarios, cambios involuntarios en el tono del meato urinario y el esfínter del
ano; la contracción del esfínter del ano, suele relacionarse en mujeres jóvenes
directamente con la intensidad del orgasmo. Asimismo, se produce una repuesta en
el clítoris denominada plataforma orgásmica y la contracción del útero (Arenas,
2006).
• Fase de resolución: el enrojecimiento sexual y la tumefacción areolar son
características propias de esta etapa, así como la trasudación, signo físico que
evidencia el alivio de la tensión sexual propio del post-orgasmo. De igual forma,
ocurre una sensación de dilatación del meato urinario y el esfínter rectal (Arenas,
2006).
Las fases mencionadas tienen una secuencia que es el resultado de cambios
anatómicos, hormonales, vasculares y neuronales que ocurren en el organismo. Según
Kamei (2005), estas cuatro fases en la respuesta sexual femenina han sido posteriormente
resumidas por Kaplan en tres: (a) deseo sexual, (b) excitación y (c) orgasmo. Más
recientemente, debido al reconocimiento de que los diferentes aspectos de la respuesta
sexual femenina pueden superponerse y retroalimentarse de los demás, Basson (2006) ha
propuesto un modelo más circular que incluye la intimidad emocional y física como metas;
este modelo toma en cuenta los diversos factores fisiológicos u orgánicos y los
psicológicos que pueden influir en la respuesta sexual femenina y el hecho de que las
mujeres pueden participar en el sexo, por diversas razones.
Este último modelo asoma el concepto del “deseo sexual receptivo”; aunque el
deseo espontáneo puede ocurrir con menos frecuencia en mujeres en comparación con
los hombres, las mujeres a menudo pueden entrar en el ciclo de respuesta sexual y el
deseo puede ser desencadenada por diversos factores, que la mujer es receptiva a estas
señales.
22
• Evaluación de la función sexual femenina.
La función sexual es la resultante de la interacción de múltiples factores en el
individuo, tanto anatómicos, biológicos, fisiológicos y psicológicos y a estos se agregan
interrelación con la pareja donde juegan papel sus patrones culturales, las vivencias
previas, los sentimientos hacia la pareja, el estado marital mismo y la autoestima
(González, 2008). Por todo lo anterior, no es fácil realizar una evaluación en la cual se
pueda definir directamente una sola variable que influya en determinada respuesta sexual.
Según Arena (2006), durante la entrevista clínica debe interrogarse acerca de
cambios en los siguientes síntomas: (a) apetitos, deseos sexuales y libido, (b) frecuencia
coital, (c) placer y satisfacción de la relaciones sexuales, (d) alcance del clímax en su
actividad sexual, (e) frecuencia y calidad de los orgasmos, (f) dispareunia, (g) sinusorragia,
(h) presencia de fantasías sexuales, (i) modificaciones en la actividad sexual y (j)
modificaciones de interés sexual.
Desde el punto de vista del examen físico se debe buscar los elementos inherentes
al trofismo estrogénico en los órganos diana de los estrógenos, y particularmente aquellos
involucrados en la actividad coital. Se descartarán factores intercurrentes que afecten la
sexualidad tales como: obesidad, depresión, ansiedad, estrés, fibromialgias, entre otros. Si
existe un declinar físico global, en ese contexto no puedo pretender que la función sexual
no se vea afectada.
Vásquez (2008), recomienda realizar a su vez los siguientes exámenes paraclínicos
para complementar el estudio de las alteraciones en la FSF: (a) cuadro hemático, (b) perfil
Hormonal: TSH FSH Estradiol Testosterona, (c) Serología para HIV, Sífilis y Chlamidias,
(d) Uroanálisis, (e) Determinación de Toxinas, y (f) Test de Papanicolau.
De igual manera, Arena (2006) expresa que se deben considerar la presencia de
factores de riesgo para detectar la existencia de una disfunción sexual: (a) disminución
marcada del trofismo estrogénico en los órganos diana. (b) dispareunia y sinusorragia
marcada, con cuello clínica, colposcopia y citología normal y en ausencia de infección
genital baja, (c) reticencia extrema a hablar del tema, (d) intenso síndrome climatérico, (e)
disfunción sexual previa, (f) excesivo alarde de una sexualidad saludable, (g) cirugías
23
pelvianas, particularmente genitales, menopausia quirúrgica, radioterápica o
quimioterápica, (h) obesidad, (i) depresión o ansiedad, (l) disminución en el arreglo
personal, (m) inadecuada relación de pareja y (n) menopausia precoz.
Al evaluar clínicamente a las mujeres con problemas de suelo pélvico, es
importante tener en cuenta si son sexualmente activas, si no lo son hay que investigar si la
inactividad sexual, puede estar relacionada con su problema de suelo pélvico (Espuña y
col., 2008).
• Instrumentos para la medición de la función sexual.
Los instrumentos de calidad de vida son importantes en la evaluación de la mujer
con desordenes del piso pélvico, puesto que ayudan a comprender y cuantificar tanto la
sintomatología como los efectos de la incontinencia o el prolapso de órganos pélvicos
sobre la vida de las pacientes. Asimismo, son esenciales en la investigación, debido a que
la mejora de la calidad de vida es el principal objetivo del tratamiento de las mujeres con
estos trastornos (Romero, 2003).
Rosen (2000), basándose en el International Consensus Development Conference
on Female Sexual Dysfunctions, reunió a un grupo de expertos y desarrolló un instrumento
para evaluar la sexualidad femenina, el cual se denominó: Índice de Función Sexual
Femenina (IFSF). Este cuestionario ha sido validado a diferentes idiomas, incluyendo al
castellano; y consiste en 19 preguntas agrupadas en seis dominios: (a) deseo, (b)
excitación, (c) lubricación, (d) orgasmo, (e) satisfacción y (f) dolor. Cada pregunta tiene 5 ó
6 alternativas de respuesta, con un puntaje que varía desde 0 a 5 en cada pregunta; el
puntaje total obtenido en la encuesta se obtiene mediante la suma aritmética de los
productos obtenidos al multiplicar el resultado de cada pregunta por un factor, a mayor
puntaje mejor sexualidad (Blumel, 2003).
También se han diseñados cuestionarios condición-específicos, los cuales permiten
la evaluación de la FSF en circunstancias concretas; sin embargo estos deben ser
fiablemente validados y probados para garantizar que sean aplicables a la población en
24
cuestión y que la información obtenida sea coherente y aplicable a la materia de estudio
(Romero, 2003).
En este sentido, se han diseñados instrumentos específicos para evaluar la FSF en
casos de PG o IU; este cuestionario se conoce como “Pelvic Organ Prolapse Incontinence
Sexual Questionnaire” (PISQ), el cual consta de 31 preguntas, divididos en tres dominios:
(a) comportamiento y emociones, (b) físico y (c) relacionados con la pareja. Este fue
creado por Rogers y col., estando diseñado inicialmente como un instrumento específico,
fiable, válido y auto-administrado para evaluar la FSF en pacientes con prolapso de
órganos pélvicos o incontinencia, bien sea urinaria o fecal (Espuña, 2008).
Este instrumento ha sido validado al español con resultados similares a su versión
original (Romero, 2003). Asimismo, se ha diseñado versiones corta del PISQ la cual
contiene 12 preguntas (PISQ-12) o 9 (PISQ-9) seleccionadas de la versión original, las
cual se han validado en mujeres heterosexuales sexualmente activas, con PG o IU,
encontrándose que sirven para predecir la puntuación de la forma original, siendo útiles
para evaluar de forma rápida la FSF (Botros, 2006).
Puesto que la utilización de cuestionarios genéricos sobre función sexual que
abordan el tema en profundidad, son a menudo largos y un porcentaje importante de
pacientes se niegan a contestarlos porque consideran que no debe ser investigada esta
parte de su vida en una consulta a la que ha acudido por un problema de IU o de PG. La
posibilidad de disponer de un cuestionario específico, que aborde el tema preguntando
directamente sobre el impacto en la función sexual de los síntomas ligados a su patología
del suelo pélvico, si además es rápido y fiable, puede facilitar el abordaje de este tema y
su cuantificación (Espuña, 2008).
• Incontinencia urinaria:
La disfunción del piso pélvico es un término que describe un amplio rango de
problemas clínicos funcionales agrupados anatómicamente, la etiología común es el
defecto del soporte anatómico o el daño a la inervación de los músculos, tejidos
conectivos de la fascia endopélvica y de su contenido: útero, vagina, vejiga e intestinos
25
(Obregón y Saunero, 2009). Los trastornos del suelo pélvico, como la IU o PG, son
enfermedades comunes que afectan hasta una tercera parte de las mujeres
premenopáusicas y el 45% de las postmenopáusicas; la morbilidad de estos desordenes
impacta en aspectos sociales, psicológicos, físicos, ocupacionales, domésticos y sexuales
de la mujer (Rogers, 2006).
En todo el mundo la IU es un problema común que afecta entre el 17% al 45% de
las mujeres adultas, reflejándose muchas veces en un deterioro de su vida social: El alto
costo en cuidados por IU, que supera el 2% de los gastos en salud en los Estados Unidos,
hace de este síndrome una preocupación en la salud pública. La forma más común es la
IU de esfuerzo (IUE), siendo responsable del 48% de los casos, le sigue en frecuencia la
Incontinencia de Urgencia (IOU), provocada por la hiperactividad vesical, en un 17%.
Debido a la vergüenza, al tabú o al desconocimiento de la existencia de posibles
tratamientos, sólo una minoría de las mujeres que padecen de IU buscan ayuda
profesional. En la practica diaria las pacientes consultan sólo cuando la pérdida de orina
les provoca algún problema de índole mental, físico o inconformidad dentro de su entorno
social.
La “Teoría Integral de la Continencia” considera básicamente que la IUE, la IOU y
las alteraciones del vaciamiento vesical se presentan por las alteraciones sucedidas en los
elementos de soporte suburetral, de los ligamentos y de los músculos del suelo pélvico.
De acuerdo con esa teoría, las alteraciones de la tensión aplicada por los músculos y
ligamentos sobre las fascias yuxtapuestas a la pared vaginal determinan la apertura o el
cierre del cuello vesical y de la uretra. Alteraciones de la tensión sobre la vagina
determinan, también, la activación prematura del reflujo miccional, desencadenando
contracciones involuntarias del detrusor síntomas en alteraciones del comportamiento
anterior, donde están implicadas la función sexual y urinaria: incontinencia y protrusión de
vejiga, vagina y utero y los del compartimiento posterior relacionado con la función
colorrectal, incontinencia fecal y desórdenes evacuatorios.
En la práctica diaria, los profesionales de salud del área uroginecológica tienen
ciertas conductas bien establecidas: Tras la publicación de la Teoría Integral de la
Continencia (Petros y Ulmstein), algunas modificaciones a los paradigmas fueron
26
propuestas, presentando un enfoque más amplio de la comprensión de los factores
responsables de la aparición de la incontinencia urinaria y disfunción miccional.
• Clasificación de los defectos:
Dependiendo de la localización de la lesión músculo fascial o ligamentario y de la
sensibilidad de las terminaciones nerviosas locales, se puede desarrollar IE, IOU,
alteraciones del vaciamiento vesical o varias combinaciones de estas condiciones. De
manera general, existen 6 defectos básicos que deben ser investigados sistemáticamente:
1) Defecto del soporte suburetral (“Hammock)
2) Síndrome de vagina fija (“Tethered vaginal síndrome”).
3) Distensión de los ligamentos pubouretrales.
4) Distensión de los ligamentos útero sacros y del soporte del ápice vaginal.
5) Lesiones de la inserción vaginal de los músculos pubococcígeos.
6) Lesiones de los músculos estriados del piso pélvico.
A) Traumatismos del esfínter externo del ano.
B) Distensión, parálisis o ruptura de las inserciones del plató
elevador.
Otra forma de clasificación anatómica, menos específica, pero igualmente útil,
corresponde a la definición de 3 zonas de disfunción (anterior, media y posterior), de
acuerdo con la localización predominante de los defectos. De forma general, las
disfunciones de la zona anterior determinan IUE, mientras los defectos posteriores causan,
más frecuentemente, alteraciones de vaciamiento vesical. Síntomas como polaquiuria,
urgencia y nocturia pueden ocurrir en ambas situaciones. La presencia de defecto puede
representar un significado clínico, debido a los mecanismos compensatorios específicos
que pueden estar presentes en una paciente determinada.
27
Se presenta una nemotécnica útil en la sistematización de la evaluación de la mujer
incontinente. En todo caso, el objetivo final del tratamiento es que la paciente refiera estar
SECA.
Esta palabra se utiliza como ayuda en la secuencia de la evaluación:
Síntomas.
Examen físico.
Cistometría.
Apreciación final.
Estudio Urodinámico (EU): El examen urodinámico ocupa un lugar destacado entre los
métodos diagnósticos solicitados y realizados por el urólogo, tanto por la calidad de la
información obtenida como por el número creciente de exámenes realizados. El EU está
indicado en los pacientes que presentan IU, obstrucción infravesical y disfunción vesical
de origen neurogénica primaria o adquirida, siendo utilizado como examen diagnóstico y
de seguimiento. Es un examen invasivo que no está exento de complicaciones, de larga
duración y dividió en varias etapas, cada cual con su grado de exposición física y desgaste
emocional del paciente.
Los trastornos miccionales en la mujer están relacionados con alteraciones funcionales
benignas de la vejiga (detrusor) y/o de la uretra (esfínteres), que conducen a un cuadro de
IU. Las causas más frecuentes de IU en la mujer son inestabilidad del detrusor e IUE. Para
diagnosticar la IU, en el EU son importantes las fases de llenamiento vesical, maniobras
de esfuerzo (PPE) y la fase miccional.
La evaluación urodinámica comprende varios componentes, en los cuales se incluyen:
• Flujometría:
Es la medida del flujo urinario (volumen de orina que pasa por la uretra en una unidad
de tiempo) y que se expresa en ml/seg. Puede ser registrada en gráficos en que el eje de
abscisas representa el tiempo y el de las ordenadas representa los flujos instantáneos,
permitiendo la construcción de gráficos que retratan el acto miccional de determinados
pacientes.
28
Representa, en último análisis, la resultante final de la integración de factores relativos
a la función vesical y uretral como la contractibilidad vesical, la relajación uretral adecuada
sin la presencia de obstrucción mecánica intravesical ni la participación de mecanismos
auxiliares como el esfuerzo abdominal. El acto de la micción integra factores mecánicos,
neurológicos y psico-sociales, que pueden inferir en la realización e interpretación de la
flujometría.
Debe orientarse al paciente para que obtenga el llenamiento vesical por diuresis
espontánea y realice la micción cuando sienta el deseo normal para orinar. Los flujos más
representativos y reproducibles son aquellos con volúmenes entre 200 y 400 ml.
• Cistometría:
Relaciona la presión y el volumen durante el llenamiento vesical. Ofrece información
sobre: la acomodación vesical durante el llenamiento, el control nervioso central del
detrusor, control sensorial, mediciones realizadas durante el llenamiento (presión
intravesical, presión intraabdomnal, presión del detrusor).
Además ofrece información con respecto a los siguientes parámetros:
• Sensibilidad vesical: aumentada, disminuida, ausente, normal. Debe registrarse el
primer deseo miccional, urgencia y dolor.
• Actividad del detrusor: presencia de contracciones involuntarias, inestabilidad del
detrusor. La hiperactividad vesical se clasifica en: detrusor inestable (no
neurogénico) e hiperreflexia del detrusor (neurogénico).
• Adaptabilidad vesical: observada en los gráficos de presión/volumen y dada por la
fórmula DV/DP (volumen vesical entre presión del detrusor y se expresa en ml/cm
del H2O).
• Capacidad cistométrica máxima: es el volumen con el cual la paciente tiene un
fuerte deseo de orinar (entre 300 y 400 ml).
29
• Estudios miccionales de flujo-presión:
Son esenciales para una clasificación funcional completa de las alteraciones
funcionales del tracto urinario inferior. Durante la micción, se miden continuamente la
presión intravesical y el flujo urinario. Se considera que la presión del detrusor mediante la
micción debe ser menor de 20cm de H2O.
Definición de los parámetros:
• Tiempo de apertura: tiempo entre la elevación de la presión del detrusor y el inicio
del flujo. Tiempos prolongados ocurren en obstrucción de las vías de vaciamiento
del tracto urinario inferior.
• Presiones pre-miccionales: presión inmediatamente anterior al inicio de la
contracción de micción.
• Presiones de apertura: presión registrada al inicio de la micción.
• Presiones de flujo máximo: es la presión que ocurre durante el flujo máximo.
• Presión vesical máxima: presión máxima de micción independientemente del flujo.
• Presión de contracción al flujo máximo: Pves al flujo máximo / Pves pre-miccional.
• Estudios de presión uretral:
El perfil de presión uretral evalúa la presión a lo largo de la uretra y evalúa la presión
de llenamiento uretral a l largo del trayecto comprendido entre el cuello vesical y el meato
uretral externo.
Indicaciones:
Evaluación de la IUE.
Durante la terapia con biofeedback para reflejar la actividad esfinteriana como una
alternativa a la EMG.
Evaluar la obstrucción infravesical.
30
Pesquisa.
Permite realizar una esfinterometría.
Perfil uretral en mujeres.
Clasificación de la función uretral durante el vaciamiento vesical
1. Mecanismo de cierre uretral normal.
2. Mecanismo de cierre uretral incompetente.
• Electromiografía:
Respuesta a potenciales eléctricos generados por la despolarización de los músculos
estriados involucrados en el mecanismo de continencia. Evaluación del esfínter uretral
estriado, el esfínter anal o los músculos del piso pélvico o todos simultáneamente.
• Estudio de video-urodinámica:
Indicada para casos en donde existen anormalidades anatómicas, coexistiendo con
disfunción uretral y vesical. Se obtienen imágenes del tracto urinario en reposos y en
esfuerzo, durante el llenamiento y durante la micción.
• Reparación de la incontinencia urinaria
En términos generales el tratamiento pretendidamente curativo de la IUE de la mujer es
quirúrgico. Este concepto se basa en que subyace en la paciente una afectación
anatómica la cual debe ser corregida; esto es aceptado en forma universal por todos los
autores, pero paulatinamente el tratamiento no quirúrgico, usado desde hace ya muchos
años, ha ocupado un lugar nada despreciable en el enfoque terapéutico de la paciente
incontinente. Hace años, la cirugía de cinchas viene siendo realizada con éxito
considerable para el tratamiento de la IUE en mujeres.
De las diversas opciones de materiales para la confección de chinchas, los materiales
modernos sintéticos ofrecen ventajas sobre las chinchas de material orgánico. La elección
de la chincha sintética simplifica el procedimiento quirúrgico, no existiendo la necesidad de
retirar un injerto autólogo de otro campo quirúrgico de la paciente. Las complicaciones
31
para el uso de chinchas de material artificial son más restringidas, como alergia al
material, antecedentes de radioterapia o de rechazo previo a materiales sintéticos y la
evidencia de lesión uretral durante el procedimiento.
Las modernas chinchas mínimamente invasivas de malla de propileno presentan tasa
de cura de 89% de los casos en 2 a 3 años, con tasas de complicaciones menores que las
reportadas con el uso de chinchas de otros materiales, presentando tasas de inestabilidad
del detrusor de 6% y dificultad para el vaciamiento vesical de 6%. Diversos estudios
disponibles en la literatura han demostrado que, entre los procedimientos con chinchas
sintéticas, el implante de chincha de polipropileno ha presentado alta eficacia a largo
plazo, bajo riesgo para las pacientes en el intra-operatorio y bajas tasas de complicaciones
en el seguimiento. De esta manera, las chinchas de polipropileno han sido ampliamente
utilizadas por cirujanos pélvicos. Otros materiales sintéticos, en cambio, no ha demostrado
buenos resultados. Teóricamente, las mallas de monofilamentos previenen la infección en
forma mejor que las mallas de multifilamento.
De modo que, una chincha debe proveer un soporte para la formación de tejido
fibrótico sin causar excesiva respuesta inflamatoria ni permitir la colonización bacteriana.
Se sugiere que la principal función de un material sea la de servir como un soporte para la
fibrosis y que una vez colocado en su lugar y el proceso de incorporación tisular tenga
inicio, éste sea más importante que la presencia de la malla propiamente dicha. Esto
conlleva a la idea lógica de utilizar materiales absorbibles para estos procedimientos
quirúrgicos, dado que tendríamos permanencias variables de materiales, lo que evitaría
toda discusión sobre los problemas de la presencia permanente de un material sintético.
La incorporación de nuevas tecnologías en el arsenal quirúrgico como la posibilidad de
reajuste tardío, la remodelación tisular inteligente (guiada por estímulos bioquímicos
secundarios a la presencia de un material absorbible y el conocimiento de vías alternativas
para la aplicación de chinchas (como la vía transobturatriz), hacen de la incorporación de
la biotecnología una obligatoriedad en el conocimiento quirúrgico actual, para facilitar las
respuestas necesarias en el presente y futuro.
• Bases legales:
32
La presenta investigación se sustenta en un basamento legal promulgado por
organismos tantos nacionales como internacionales. Por tanto, en esta sección se ha de
comentar algunas normas, leyes, códigos internacionales y nacionales relacionados a la
investigación en seres humanos. Desde 1998 la UNESCO, mediante su División de Ética
de la Ciencia y de la Tecnología, estableció lineamientos para la investigación en seres
humanos; mientras que la Organización de Naciones Unidas (ONU) en su Declaración
Universal sobre Bioética y Derechos Humanos 19.10.05 establece las normas que se
deben implementar en sus países asociados para la regulación de la investigación en
humanos.
En Venezuela, la constitución del 1999, establece en su Capítulo V “De los
Derechos Sociales y de las Familias”, específicamente en los artículos 83, 84, 85 y 87 el
derecho inviolable a la salud de todos los venezolanos y venezolanos, incluyendo las
minorías, los pueblos indígenas y discapacitados; promulga el derecho a la salud en
términos de equidad, universalidad y gratuidad. Específicamente el artículo 83 establece
que “…promoverá y desarrollará políticas orientadas a elevar la calidad de vida, el
bienestar colectivo y el acceso a los servicios. Todas las personas tienen derecho a la
protección de la salud, así como el deber de participar activamente en su promoción y
defensa, y el de cumplir con las medidas sanitarias y de saneamiento que establezca la
ley, de conformidad con los tratados y convenios internacionales suscritos y ratificados por
la República.”
Este Capítulo V también amplía la protección de los derechos sexuales y
reproductivos, específicamente en su artículo 76, sobre todo por lo que se refiere a la
maternidad y paternidad, su protección integral, libertad para concepción de hijas e hijos,
información adecuada al respecto y servicios de planificación familiar integral basados en
valores éticos y científicos. A su vez, la Ley del Ejercicio de la Medicina en sus Artículos
103, 104, 105, 106, 107, 108, 109, 110, 111 y 112 dispone los casos en los cuales es
permitida la investigación en seres humanos, anteponiéndose a esto el consentimiento
(informado) del paciente, así como los requisitos que deben llenarse para tal fin, de
manera, de proteger y resguardar la salud e integridad del paciente.
En el código de Deontología Médica (2003) se expresa en su artículo 204 que ”la
investigación clínica debe inspirarse en los más elevados principios éticos y científicos y
33
no debe realizarse si no está precedida de suficientes pruebas de laboratorio y del
correspondiente ensayo en animales de experimentación .La investigación clínica es
permisible cuando es realizada y supervisada por personas científicamente calificadas y
solo puede efectuarse cuando la importancia del objetivo guarda proporción con los
riesgos a los cuales sea expuesta la persona “. Finalmente la ley de de igualdad de
oportunidades para la mujer, en sus artículos 1, 5, 6, 48, 54, 64 y 65 regula el ejercicio de
los derechos de garantía necesarios para lograr la igualdad de oportunidades para la
mujer, en pro de la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer y
garantizándoles su derecho a la atención sanitaria.
2.2 Antecedentes de la Investigación:
Sentilhes y col. (2008), evaluaron el efecto del procedimiento de cincha
transobturatriz (TOT) para la incontinencia urinaria por stress sobre la FSF, en su
investigación denominada “La función sexual después del procedimiento de cincha
transobturadora para incontinencia urinaria de esfuerzo”. En ella, efectuaron un estudio
retrospectivo donde participaron 105 mujeres que se sometieron al procedimiento del TOT
para el tratamiento de la IU durante un periodo de tres años, de las cuales 69 se
incluyeron finalmente y respondieron el cuestionario desarrollado por Lemack y Zimmern.
No se encontraron diferencias significativas después de la cirugía en la frecuencia,
apreciación del coito y extensión de la sexualidad, ni en la frecuencia de incontinencia
durante el coito; sin embargo se encontró una disminución no significativa en la
incontinencia después de la intervención y mejoría en la satisfacción del coito (31,2%),
mientras que un 10% manifestó una desmejora en su sexualidad. Finalmente, concluyen
que este procedimiento puede tener un efecto positivo, pero también negativo, en el
pronóstico de su función sexual.
Pauls y col. (2007), realizaron el estudio denominado “La función sexual después de
la cirugía vaginal para el prolapso de órganos pélvicos y la incontinencia urinaria”, en el
cual se trazaban como objetivo evaluar la FSF luego de la cirugía vaginal y determinar su
impacto en la FSF postoperatoria en mujeres a quienes se les practicaron a la vez
34
procedimientos para IU concurrente, comparándolas con aquellas que no eran
incontinentes. Para la consecución de este propósito, se incluyeron de forma prospectiva
mujeres sexualmente activas que se sometería a intervenciones para la reparación del PG
o la IU, quienes debieron responder tres cuestionarios: “Índice de Función Sexual
Femenina” (FSFI), el “Inventario de distress urogenital” (UDI-6), y el “Cuestionario de
Impacto de la Incontinencia” (IIQ-7); con seguimiento posterior durante seis meses. Los
resultados obtenidos mostraban mejorías en las puntuaciones del UDI-6 y IIQ-7 posterior a
la cirugía, sin embargo la función sexual y la frecuencia fueron similares; asimismo, se
encontró que antes de la reparación el abultamiento vaginal era la principal barrera para la
actividad sexual, siéndolo el dolor vaginal durante el postoperatorio. Estos resultados, les
llevaron a concluir que la FSF no cambia posterior a la cirugía reconstructiva vaginal y la
mejoría funcional, pudiendo atribuirse este hecho a la dispareunia postoperatoria.
Handa y col. (2007), efectuaron el trabajo titulado “La función sexual antes y
después de sacrocolpopexia para el prolapso de órganos pélvicos”, donde proponían
describir la función sexual antes y después de realizar la sacrocolpopexia. Para lo cual,
evalúan la función sexual de 224 mujeres con compañeros sexuales desde un año antes
hasta un año después de la intervención mediante la aplicación del cuestionario PISQ;
encontrando que luego de un año de la cirugía significativamente más mujeres eran
sexualmente activas y menos mujeres reportaban interferencia sexual de los síntomas
pélvicos o vaginales, sin embargo la proporción de mujeres con deseo sexual infrecuente
no mostró cambios. Estos resultados, les permitieron concluir que después de este tipo de
intervención, mayor cantidad de mujeres reportan mejoría de los síntomas del piso pélvico
que previamente interferían con su función sexual.
Komesu y col. (2007), en su publicación “Reparación posterior y función sexual” se
plantean como propósito determinar el efecto de la reparación posterior (RP) sobre la
función sexual en pacientes que habían presentado incontinencia o una cirugía
reconstructiva pélvica previa. Mediante la aplicación del cuestionario PISQ (Cuestionario
Sexual para Prolapso genital e Incontinencia Urinaria) a 73 mujeres antes y después de la
cirugía, de las cuales a 30 se les realizó la RP; encontrando que aunque no existían
diferencias estadísticamente significativas en relación a los grupos pre y post-operatorio,
en las mujeres a quienes no se les realizó la RP la prevalencia de dispareunia fue menor.
Sin embargo, concluyen que a pesar de no haber encontrados diferencias notorias, el
35
puntaje final post-operatorio de PISQ mejoraba considerablemente en aquellas mujeres a
quienes no se les había practicado la RP.
Pauls y col. (2007), en su investigación denominada “La función sexual después de
esfinteroplastia anal para incontinencia fecal” evaluaron la FSF posterior a la
esfinteroplastia anal y determinaron la asociación entre la FSF y la incontinencia fecal.
Posterior a un año de seguimiento luego a esta intervención se seleccionaron 28 pacientes
con o sin otras cirugías reconstructivas, comparándose con 26 controles, las cuales
debieron responder cuatro instrumentos: el “Índice de Función Sexual Femenina” (FSFI),
“Calidad de vida de la incontinencia fecal” (FIQOL), “Índice de severidad de incontinencia
fecal” (FISI) y un cuestionario general. Los resultados mostraron que los promedios en la
FSF fueron similares entre ambos grupos, tampoco se encontraron diferencias al
compararse de acuerdo al tipo de reparación efectuada. Sólo se encontraron correlaciones
significativas entre los dominios del FSFI y en la sub-escala de depresión y
autopercepción de la FIQOL, en la puntuación total del FISI y su sub-escala de
incontinencia de heces sólidas. Finalmente, concluyen que la función y actividad sexual
fueron similares luego de la esfinteroplastia anal al compararse con controles, sin
embargo, la incontinencia de heces sólidas y depresión relacionada con esta
incontinencia, fueron correlacionadas con una pobre función sexual.
Rogers y col. (2006), en su estudio: “¿Cambia la función sexual después de la
cirugía para la incontinencia urinaria de esfuerzo y / o prolapso de órganos pélvicos?. Un
estudio multicéntrico prospectivo” evaluaron la FSF a los 3 y 6 meses después de la
cirugía para IU por stress y/o PG en 103 mujeres, por medio del “Cuestionario de la
incontinencia urinaria sexual en el prolapso del órgano pélvico (PISQ)” y “Cuestionario del
impacto de la incontinencia” (IIQ-7). Sus resultados mostraban que tanto la FSF como los
puntajes del IIQ-7 mejoraban después de la cirugía (PISQ89 vs. 95, P<001; IIQ-7=52 vs.
13, P<.001), así como el dominio físico (P<.001); por lo que concluyen que la FSF
mejoraba después de la cirugía para la IU o PG, así como mejoraba la incontinencia a los
3 y 6 meses de la intervención.
Trowbridge y col. (2006), determinaron la severidad de la incontinencia anal y su
impacto sobre la calidad de vida y la FSF después de la esfinteroplastia anal en un trabajo
denominado: “La función sexual, calidad de vida, y la severidad de la incontinencia anal
36
después esfinteroplastia anal”. Para cumplir este propósito, 68 mujeres a quienes se les
practico este procedimiento, debieron responder tres instrumentos para evaluar el estado
de la continencia (“Índice de severidad de la incontinencia fecal” o FISI), la calidad de vida
(“Short Form-12” o SF-12) y la FSF (“Forma Cuestionario Breve Sexual El prolapso del
órgano pélvico / Incontinencia urinaria” o PISQ-12). Los resultados encontrados señalan
que las puntuaciones en la FSF no estaban correlacionadas con las puntuaciones en los
test de continencia, asimismo 24% vs. 4% de las pacientes que se les había practicado
una esfinteroplastia por superposición de colgajos en comparación con a las que se les
practicó una esfinteroplastia termino-terminal reportaron dispareunia. Por último,
concluyen que las tasas de continencia anal 5 años después de realizado su reparación
quirúrgica fueron decepcionantes, impactando adversamente en la calidad de vida de
estas pacientes y no pareciendo afectar su FS.
2.4 Definición de términos básicos:
Calidad de vida: noción humana subjetiva que se relaciona con el grado de
satisfacción que tiene la persona con su situación física, estado emocional, vida familiar,
amorosa, y social, así como con el sentido que le atribuye a su vida (Cerda, 2006).
Incontinencia urinaria: condición en que la pérdida involuntaria de orina
constituye un problema social y/o de higiene, que puede ser objetivamente demostrable
(Arriagada y González, 2006).
Incontinencia urinaria de esfuerzo: se define como la pérdida involuntaria de orina
a través de la uretra, asociada a un aumento súbito de la presión abdominal en ausencia
de contracción del detrusor, significando un problema de higiene, médico, social y
psicológico para la paciente (Serrano, 2006).
Malla: Se trata de materiales protésicas de polipropileno, macroporoso,
monofilamento, no absorbible, utilizadas para la reparación del PG. Pueden ser anteriores,
posteriores o totales (Solá, 2007).
37
2.6 Marco teórico Operacional.
2.6.1 Hipótesis de la investigación.
La FSF mejora posterior a la reparación quirúrgica de la incontinencia urinaria.
2.6.2 Sistema de variables
Las variables a estudiar se denominan función sexual e incontinencia urinaria. La
primera constituye la variable dependiente en este estudio, mientras la segunda (IUE)
viene a ser la variable independiente.
2.6.2.1 Conceptualización de la variable
La FS ha sido conceptualizada como un proceso cíclico, en vez de lineal, que hace
hincapié en factores sociales, psicológicos, hormonales, ambientales y biológicos.
Mientras que la IUE se entiende como la pérdida involuntaria de orina a través de la
uretra, asociada a un aumento súbito de la presión abdominal en ausencia de contracción
del detrusor, significando un problema de higiene, médico, social y psicológico para la
paciente.
2.6.2.2 Operacionalización de la variable:
Objetivo general: Relacionar la función sexual de las mujeres con incontinencia urinaria de
esfuerzo antes y después de su reparación quirúrgica en el período comprendido de enero
a diciembre de 2012.
38
Objetivos
Específicos
Variables Dimensión Indicadores Ítems
1. Caracterizar la
incontinencia
urinaria de
esfuerzo en las
pacientes.
Incontinencia
urinaria de
esfuerzo
Caracterización
de las pacientes
atendidas en el
servicio de
urología del
SAHUM
Edad
Procedencia
Estado civil
Ocupación
Nivel de
estudio
Cuantitativo
Cualitativo
Cualitativo
Cualitativo
Cuantitativo
2. Especificar la
función sexual de
las mujeres con
incontinencia
urinaria de
esfuerzo antes y
después de su
reparación
quirúrgica.
Incontinencia
urinaria de
esfuerzo y
función
sexual.
Caracterización
de la función
sexual de las
mujeres con
incontinencia
urinaria de
esfuerzo antes y
después de la
cirugía.
Grado de
incontinencia
urinaria.
Disfunción
sexual.
Grado de
satisfacción.
Cirugía.
Cuantitativo
Cualitativo
Cualitativo
Cualitativo
FI: López-2012.
39
CAPITULO III
MARCO METODOLOGICO
40
3. 1 Tipo de investigación
De acuerdo al problema planteado, referido por la FSF posterior a la reparación del
PG, y en función de los objetivos propuestos se puede afirmar que esta investigación será
básicamente de tipo aplicada y correlacional. Asimismo, se considera de tipo aplicada
porque se circunscribe a una situación específica como es el estudio de la FSF antes y
después del tratamiento quirúrgico en las pacientes con diagnóstico de IUE.
3. 2 Diseño de investigación
En el marco de la investigación planteada y en función al procedimiento a utilizar
para el desarrollo del estudio propuesto, esta investigación se adecua a los propósitos del
diseño cuasi experimental. Asimismo, con relación a la dimensión temporal, a la
recolección y amplitud de los datos a analizar, se podrá concebir este diseño como
transversal, prospectivo y de campo.
3. 3 Población y muestra del estudio
3.3.1 Población:
Para esta investigación, la población a objeto de estudio estará conformada por todas
las pacientes de 15 ó más años de edad, de sexo femenino que acudieron al servicio de
urología del SAHUM desde el 01 de enero del 2012 hasta el 30 de diciembre del 2.012 con
IUE, comparando su función sexual antes y después de la conducta quirúrgica.
3.3.2 Muestra: Esta investigación constituye un censo estadístico ya que se tomarán en cuenta todas
las unidades de investigación.
3.3.3 Criterios de inclusión:
• Diagnóstico de prolapso genital.
• Manifestar actividad sexual y orientación heterosexual.
41
• Ausencia de enfermedades psiquiátricas concomitantes, tales como: depresión o
trastornos de ansiedad. Deseo voluntario de participar en la investigación.
• Haberse practicado como técnica quirúrgica la reparación clásica o convencional
para la cura del PG.
3.3.3 Criterios de exclusión:
• No cumplir con el diagnóstico de prolapso genital.
• Inactividad sexual u orientación homosexual o bisexual.
• Contraindicaciones absolutas o relativas para la cirugía.
• Analfabetismo o discapacidad visual.
3.4 Técnicas e Instrumentos de recolección de datos
Dada la naturaleza del estudio y en función de los objetivos propuestos, se tomará
como técnica para la recolección de los datos, la observación indirecta. Esta técnica se
presenta cuando el investigador corrobora los datos que ha tomado de otros; pudiéndose
establecer por medio de un cuestionario llevado por el informante sin vigilancia personal
del investigador (Tamayo, 2007).
En esta investigación, se procederá a aplicar esta técnica mediante la aplicación de
un cuestionario auto-administrado específico para la valoración de la FSF en pacientes
con IU. A estos instrumentos, se les denominan cuestionario autoadministrado porque
deben ser llenados por el encuestado sin la participación del investigador (Arias, 2006).
El instrumento a aplicar será el Cuestionario “Índice de Función Sexual Femenina”
(IFSF), en español el cual consta de 19 preguntas. Este es un instrumento auto-
administrado, fiable, válido y específico para evaluar la FSF en pacientes con IU (Espuña,
2008), el cual ha sido validado en mujeres heterosexuales sexualmente activas, con PG o
42
IU, encontrándose que sirve para predecir la puntuación de la forma original (Botros,
2006).
3.4.1 Validez y confiabilidad de los instrumentos
El instrumento de recolección de datos a emplear en esta investigación, de una
herramienta estandarizada y validada en amplias series de estudios a nivel internacional,
no se considerará necesaria la determinación de medidas para determinar la confiabilidad
y validez de los mismos, ya que estos han sido validados en diversas investigaciones y
han presentando una alta confiabilidad.
El cuestionario original desarrollado por Rosen fue traducido y validado al castellano
por Blumel y colaboradores en el 2004. Para la valoración de la calidad de la encuesta
traducida en español se aplicó la prueba de alfa de Cronbach para evaluar la consistencia
interna de los diferentes dominios del test; se observa que se obtuvieron valores que
señalan una buena (>0,70) o muy buena correlación (>0,80). La consistencia interna del
test fue buena (>0,70). Por lo tanto, el Índice de Función Sexual Femenino es un
instrumento válido, sencillo de aplicar, con propiedades picométricas adecuadas que
permite evaluar la sexualidad en diferentes etapas de la vida: Es adecuado para estudios
epidemiológicos y clínicos.
El cuestionario es autocumplimiento y consta de 19 ítems que según la estructura
original del test, pretender evaluar 6 dimensiones de la sexualidad femenina (2 ítems
relacionados con el deseo, 4 relacionados con la excitación, 4 relacionados con
lubricación, 3 relacionados con orgasmo, 3 para medir satisfacción y 3 para evaluar el
dolor de las relaciones sexuales). En las instrucciones, se advierte que el uso es
puramente investigador y de carácter anónimo, (se les adjunta una hoja en la que se
explican los fines del estudio, así como la forma de contacto con los investigadores
principales para cualquier consulta posterior que deseen realizar).
43
3.5 Técnicas de procesamiento y análisis de datos
En esta investigación, los datos que se obtendrán de la aplicación de los
instrumentos escogidos, serán organizados y recopilados para poder dar repuesta a los
objetivos propuestos. Por las características del estudio planteado, los registros obtenidos
serán introducidos en base de datos y se empleará el Paquete Estadístico para Ciencias
Sociales (SPSS), versión 11.0.1.; por cuanto se convierte en una de las herramientas más
útiles para el procesamiento estadísticos de la data obtenida, ya que aparte de su
versatilidad para realizar el cálculo de los índices provenientes de las escalas
correspondientes puede ser también utilizado para diversos análisis estadísticos.
En razón a la naturaleza de la investigación que se llevará a cabo, se ejecutará un
tratamiento estadístico de tipo descriptivo. En este sentido, las dimensiones de la variable
obtenidas por el instrumento evaluador en ambas mediciones se expresará mediante
medidas de tendencia central: medias y desviación estándar (DE). Para realizar la
correlación de los resultados obtenidos entre ambas evaluaciones, se utilizará la
correlación de Pearson. Finalmente, los resultados conseguidos serán presentados en
cuadros e histogramas de distribución de frecuencia.
3.6 Procedimiento de la investigación
Para la ejecución de esta investigación, se procederá a seleccionar en la consulta
ginecológica a las pacientes con diagnóstico de PG, de acuerdo con los criterios
previamente establecidos. A cada paciente, se le efectuará una consulta ginecológica
integral, se interrogo acerca de la sintomatología propia de la disfunción del piso pélvico,
como la incontinencia urinaria, la urgencia miccional, la incontinencia fecal o la sensación
de peso en periné.
Seguidamente, se colocará a la paciente en posición de litotomía y se observará la
posición de los órganos en reposo y al realizar esfuerzos: toser, maniobra de Valsalva e
incorporarse sin ayuda; se insertara el espéculo de Graves y se repetirán las maniobras.
Se evaluará el defecto por medio del método clínico de Baden-Walker (Obregón y
Saunero, 2009) y se procederá a la clasificación del grado de prolapso; asimismo, se
44
evaluarán digitalmente tanto el tono de los músculos perineales en reposo y en
contracción como los factores predisponentes y patologías asociadas.
Seguidamente, a las pacientes seleccionadas se les entregará el instrumento
seleccionado, previa explicación del mismo, y se registrarán en una ficha de trabajo los
datos recopilados para el cumplimiento de los objetivos propuestos. Para proseguir con el
tratamiento quirúrgico, se les solicitarán las evaluaciones preoperatorios pertinentes, y de
encontrarse aptas se someterán a cirugía reparadora según las técnicas convencionales.
Una vez planificada y realizada la intervención quirúrgica, posterior a 3 meses del
postoperatorio se procederá a realizar una segunda medición de la FSF. Posteriormente,
se aplicarán las técnicas de procesamiento y análisis estadísticos seleccionados
agrupando las pacientes en tres grupos de acuerdo al procedimiento realizado, para
proceder finalmente a la presentación y análisis de los resultados, su discusión y
formulación de conclusiones y recomendaciones finales.
45
CAPITULO IV
MARCO ADMINISTRATIVO
46
4. 1 Recursos humanos
Para la ejecución de esta investigación se necesitará de la participación del siguiente
personal: (a) investigador, (b) tutor académico, (c) tutor metodológico, (d) asesor
estadístico, (e) secretaria y (f) ayudante.
Cuadro 4 Costos del Recurso Humano
Cargo Número Costo (BsF)
Investigador 1 6.000 Tutor académico 1 0
Tutor metodológico 1 200 Asesor estadístico 1 1.500
Secretaria 1 2.000 Ayudantes 1 1.000
Total 7 10.700
Fuente: Elaboración propia
4.2 Recursos materiales
Los recursos materiales necesarios para llevar a cabo el estudio planteado, consta de
insumos de oficina y papelería, reproducción de los instrumentos, software estadístico y
computador.
Cuadro 5 Costos de los Recursos Materiales
Artículo Cantidad Costo unitario (BsF)
Costo total (BsF)
Grapadora 1 20,00 20 Grapas 2 5,00 10
Lápices (caja x12) 30 5,00 150 Fotocopias 2800 0,10 280
Software SPPS 1 1.500,00 1.500 Computador 1 3.500.00 3.500
Kit médico quirúrgico paracirugía de piso pélvico 60 1.000, 00 60.000
Total 65.460
Fuente: Elaboración propia
47
4.3 Recursos financieros
El costo total previsto para el desarrollo del estudio planteado es de setenta y seis
mil ciento sesenta bolívares fuertes exactos con cero céntimos (76.160,00); monto que
será sufragado por el investigador.
Cuadro 6
Costos totales de la Investigación
Recursos Costo total (Bs F)
Humanos 10.700
Materiales 65.460
Total 76.160
Fuente: Elaboración propia
4.4 Resultados esperados
Se estima comprobar, mediante la consecución de los objetivos y las estrategias
propuestas, que las pacientes con PG presentan una mejoría en los distintos aspectos de
su FS posterior a la reparación de un defecto del suelo pélvico, como lo es el PG. Se
pretende que estos resultados, puedan ser difundidos mediante la presentación de los
mismos en eventos científicos y la publicación de artículos derivados de los mismos en
revistas científicas.
Asimismo, se espera que estos resultados sirvan de punto de partida para el diseño
y elaboración de programas de salud dirigidos a la atención de las pacientes en climaterio
y menopausia con un enfoque en el mejoramiento de su CV.
4.5 Factibilidad y Viabilidad de la Investigación:
Esta investigación es factible debido a que la institución en la cual se ejecutará el
estudio cuenta con la afluencia de un gran número de pacientes en edad mediana que
48
padecen de este tipo de trastornos del piso pélvico, provenientes de diferentes áreas y con
diversas características socioculturales. Esto permitirá contar con una muestra
heterogénea en la cual se pueda evaluar la FSF antes y después de la reparación
quirúrgica del PG, para de ésta forma poder llevar a cabo los objetivos propuestos.
De igual modo, la institución ámbito de este estudio, cuenta con la infraestructura
física necesaria, con un área de consulta de ginecología a la cual asisten un gran número
de pacientes que pueden ser valoradas para su inclusión dentro de la investigación.
Asimismo, se dispone de la colaboración del personal médico y de enfermería que se
desempeña en el ámbito de estudio; lo cual aportará un valor agregado debido a su
oportuna colaboración para la captación de las pacientes.
Este estudio es viable porque existe la disponibilidad de tiempo y preparación
suficiente por parte del investigador, así como también del personal colaborador como lo
son: tutor académico, asesor metodológico, el personal de la institución donde se
efectuará la investigación, entre otros. Por otro parte, las peculiaridades del trabajo no
ameritan del desembolso de cuantiosos recursos económicos para su realización.
4.6 Cronograma de actividades
Para la consecución de las metas propuestas en el tiempo planificado, se ejecutarán
una serie de actividades, tal cual como se demuestra en el siguiente cuadro.
49
Cuadro 7 Cronograma de actividades
Fuente: Elaboración propia.
2012 Tiempo Actividades
E F M A M J J A S O N DPlanificación de la
investigación x x X
Elaboración y presentación dproyecto
X x x
Entrega del proyecto X
Ejecución del proyecto X X X X X X X X X X X X
Recolección de datos x x x x x x X
Procesamiento de la investigación
X X
Análisis de la información
Discusión de los resultados
Conclusiones
Redacción del informe
Presentación del informe fin
ÍNDICE DE REFERENCIAS
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ANEXOS
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Anexo A Cuestionario sobre Función sexual y Prolapso vaginal/Incontinencia urinaria
(PISQ-12) Versión española
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ANEXO B FICHA DE TRABAJO
EDAD
RAZA
ESTADO CIVI
GRADO DE INSTRUCCION
SINTOMATOLOGÍA SEQUEDAD VAGINAL SENSACIÓN DE PESO EN PERINÉ GINECOLÓGICA TUMORACIÓN EN PISO PÉLVICO URGENCIA FRECUENCIA INCONTINENCIA ENURESIS
URINARIA
DISURIA ESTREÑIMIENTO INCONTINENCIA DE HECES INCONTINENCIA DE FLATOS INTESTINAL
DOLOR AL DEFECAR ANORGASMIA DISPAREUNIA SEXUAL DISMINUCIÓN DE LA LIBIDO
DEFECTO GRADACIÓN CISTOCELE I II III IV RECTOCELE I II III IV
ENTEROCELE I II III IV HISTEROCELE I II III IV
CUPULA VAGINAL I II III IV
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TIPO DE CIRUGIA REPARACIÓN ANTERIOR Y POSTERIOR
SOLO REPARACIÓN ANTERIOR SOLO REPARACIÓN POSTERIOR
HISTERECTOMIA VAGINAL
FACTORES ASOCIADOS PARTOS VAGINALES PARTOS INSTRUMENTALES OBSTÉTRICOS MACROSOMIA FETAL
EDAD RAZA CONSTITUCIONALES HISTORIA FAMILIAR ESTREÑIMIENTO EPOC TABAQUISMO MENOPAUSIA DIABETES TIROIDOPATÍAS COLAGENOPATÍAS INCONTINENCIA URINARIA
CO-MORBILIDADES
ALTERACIONES DEL EJE AXIAL
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Anexo C
CONSENTIMIENTO INFORMADO
Maracaibo, _____________________
Por medio de la presente, yo _____________________________________, de
___, años de edad, en pleno uso de mis facultades físicas y mentales, doy autorización
plena a la Cirujano General Carola Marié López Algarra, en su calidad de médico
residente de la División de Ginecología y Obstetricia del Servicio Autónomo Hospital
Universitario de Maracaibo y cursante del Postgrado de Obstetricia y Ginecología de la
Facultad de Medicina de la Universidad del Zulia, para que me incluyan en el protocolo de
investigación titulado “FUNCIÓN SEXUAL FEMENINA ANTES Y DESPUES DE LA REPARACIÓN QUIRÚRGICA DEL PROLAPSO GENITAL”, el cual incluye sea sometida
a una intervención quirúrgica y se me realice un cuestionario antes y después del
procedimiento, e incluso se me realicen algunos exámenes de laboratorio que consideren
necesarios para ingresar a un protocolo de estudio según los criterios de Helsinki.
Doy testimonio de que se me explico y estoy consciente que la información obtenida
puede ser presentada en sesiones clínicas, y hasta publicadas en revistas de información
científica. Por mi parte no tengo inconveniente y colaborare en lo que esté a mi alcance;
teniendo presente que la información obtenida será valiosa para aplicar medidas
preventivas, modificar factores de riesgo, y mejorar la atención de otras embarazadas que
acudan a la institución en condiciones similares a la mía.
AUTORIZACIÓN PACIENTE NOMBRE: _____________________________ CI: ___________________________________ FIRMA: _______________________________ TESTIGO
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NOMBRE: _____________________________ CI: ___________________________________ FIRMA: _______________________________