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Roberto Franco La FLACSO Clásica

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  • La flacso CLsiCa

  • Rolando fRanco

    La flacso CLsiCa(1957 1973)

    Vicisitudes de las ciencias sociales latinoamericanas

  • 300.9 franco, Rolandof 825 la flacso clsica (1957-1973) / Rolando franco santiago, chile: catalonia, 2007. 208 p.; 15 x 23 cm IsBn 978-956-8303-74-7

    flacso-HIsToRIa; cIEncIas socIalEs; socIoloGIa; aMERIca laTIna; cHIlE

    diseo de portada: Guarulo & alomsfotografa de portada: nicols f. Guzmncoordinacin editorial flacso: carolina contrerascomposicin: salg ltda.Impresin: salesianos Impresores. santiago de chiledireccin editorial: arturo Infante Reasco

    Todos los derechos reservados.Esta publicacin no puede ser reproducida,en todo o en parte, ni registrada o transmitidapor sistema alguno de recuperacin de informacin,en ninguna forma o medio, sea mecnico,fotoqumico, electrnico, magntico,electroptico, por fotocopia o cualquier otro,sin permiso previo, por escrito,de la editorial

    Primera edicin: octubre, 2007IsBn: 978-956-8303-74-7

    Registro de Propiedad Intelectual n 165.799

    flacso-cHIlE, 2007Editorial catalonia ltda.santa Isabel 1235, Providenciasantiago de chilewww.catalonia.cl

  • 7ndIcE

    InTRodUccIn 9

    I. la socIoloGa laTInoaMERIcana 15a) las dos etapas 15B) El proyecto renovador 19c) las crticas al cientificismo y su evaluacin 19d) la definicin de la flacso 22

    II. fUndacIn y PUEsTa En MaRcHa dE la flacso 25

    a) Prolegmenos a la creacin 251. El papel de la UnEsco 252. la participacin gubernamental y las

    conferencias internacionales 273. El apoyo interno chileno 324. otros organismos internacionales 335. santiago como centro acadmico internacional 33

    B) Implementacin: flacso y el centro 391. Estructura de gobierno 402. flacso, organismo internacional autnomo 48

    III. EscUEla laTInoaMERIcana dE socIoloGa. cUaTRo dIREcToREs y dIEz PRoMocIonEs 57a) Jos Medina Echavarra (1958-1959) 57B) Peter Heintz (1960-1965) 66c) Glaucio soares (1966-1968) 94d) luis Ignacio Ramallo (1969-1973) 103

  • 8IV. EscUEla laTInoaMERIcana dE cIEncIa PolTIca (ElacP) 117a) El Programa ampliado 117B) creacin de la ElacP 120

    V. la InVEsTIGacIn 135a) El centro latino-americano de Pesquisas em ciencias sociais 135B) IcIs 137c) PRoElcE 140E) otras investigaciones 141

    VI. El GolPE dE EsTado y El PERIodo PosTERIoR 143a) aspectos institucionales 144B) aspectos humanos y polticos 145

    EPloGo 151

    anExos 1671. Ensearon en flacso un da 1692. Egresados de flacso 1958-1973 1793. Entrevistados 191

    BIBlIoGRafa 193

  • 9InTRodUccIn

    En 2007 se cumplen 50 aos de la creacin de la facultad latino-americana de ciencias sociales (flacso). Es una buena oportunidad para hacer una revisin del desarrollo institucional durante tal perio-do. otros, seguramente, enfocarn la atencin sobre momentos ms prximos, sobre todo si consideramos que se trata de una institu-cin convertida en una marca registrada de nivel continental. aqu, en cambio, se centrar el inters en una etapa relativamente breve, (1957-1973), durante la cual la facultad realizaba sus actividades en un solo pas, cumpliendo una funcin de docencia a nivel latinoame-ricano. Estaba en cierto modo forzada a no incursionar en la investiga-cin, salvo con propsitos educativos. Ello se derivaba de la decisin poltica y diplomtica no tcnica que creara dos instituciones, la propia flacso, avecindada en chile, y el centro latinoamericano de Pesquisas em ciencias sociais, con sede en Ro de Janeiro; una se dedicara a la enseanza y el otro a la investigacin. Este modelo insti-tucional tendra vida efmera puesto que flacso comienza asimismo a realizar investigacin incluso se crea el Instituto de coordinacin de Investigaciones sociales (IcIs) pero, sobre todo, porque ambos centros se ven afectados por problemas financieros y por un entorno marcado por la radicalizacin poltica y los golpes militares. El centro no podr sobrevivir a esos problemas, mientras que la flacso los su-perar mediante un rediseo institucional marcado por la descentrali-zacin, y el mantenimiento en el pas originario de un programa muy activo y generador de produccin de calidad.

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    Para este trabajo se estim conveniente narrar dos historias insti-tucionales, la del gobierno, que se expresa en decisiones diplomticas y corporativas tomadas por los altos rganos integrados por represen-tantes de los Pases Miembros asamblea consultiva o en aque-llos de tipo ms tcnico consejo directivo centro-flacso que inciden en la creacin y supervivencia del organismo, en los apoyos internacionales e internos, en el financiamiento, y en el procesamien-to de las presiones mayores o menores ejercidas por los gobiernos miembros, etc. la otra historia est centrada en los aspectos relacio-nados con la docencia predominante en el caso de la flacso y la investigacin, donde se decide ms concretamente el tipo de ciencia social que se hace y en la interaccin generada entre docentes-inves-tigadores y estudiantes. las dos historias son diferentes y, en ciertos momentos, poco tienen que ver una con la otra. Por lo mismo, el tra-bajo de reconstruccin histrica debe dentro de la posible mos-trar ambas y sugerir, si cabe, sus interrelaciones y diferenciaciones.

    cabe tambin una tercera alternativa, centrada en la narracin de la prctica de quienes vivieron la experiencia de la flacso, desempe-ando roles de docentes, investigadores o alumnos. aqu se realizan unos dbiles esbozos en ese sentido, pero no se llega siquiera a rozar su sustancia. Esos recuerdos tienen que ver no slo con lo puramente acadmico sino tambin con la experiencia individual de conocer y vivir otras realidades, de la constitucin tal vez de una conciencia latinoamericana, y la vivencia de lo que acaeca en una sociedad en-frentada a una polarizacin social de envergadura.

    debe justificarse el ttulo de este libro: La FLACSO clsica. no co-rresponde, empero, realizar una discusin sesuda sobre lo clsico, de-bido ante todo a la incapacidad del autor para tratarlo. Es suficiente recordar que, en las artes, la clasificacin de los periodos y las obras en clsicos, modernos, romnticos, impresionistas, expresionistas, con-temporneos, renacentistas, etc., no establece jerarquas de calidad, sino que agrupa simplemente por criterios de poca, estilo, temtica, u otros similares. Puede decirse que una caracterstica de lo clsico es su antigedad o, por lo menos, su no contemporaneidad; el tratarse de un periodo cerrado y lejano.

    aqu no se le ha asignado el adjetivo de clsico al periodo inicial de la flacso porque se piense que es paradigmtico, ejemplar, insupe-rable; un modelo normativo, el canon con el que medir otros periodos

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    del desarrollo de las ciencias sociales, o porque determine los valores ms altos que pueden darse en ellas. se lo considera clsico prime-ro porque entonces la flacso era nica y por tanto incomparable y, en segundo lugar, porque durante ese periodo las ciencias sociales latinoamericanas estuvieron especialmente activas y conflictivas, vi-viendo enfrentamientos entre tradicionalistas y renovadores de cariz cientfico, primero; y, ms tarde, entre estos ltimos y sus crticos.

    Por las caractersticas propias de la poca, la separacin entre lo cientfico y lo poltico se hace difusa y, en ciertos momentos, se con-vierte en una amalgama que pone en cuestin la dicotoma weberiana entre lo cientfico y lo poltico, oponiendo a quienes pretenden cons-truir disciplinas sociales apegadas a los esquemas propios de la cien-cia, valorativamente neutrales lo que no significa que sus artfices no tuvieran ideologa o preferencias por determinado tipo de socie-dad y quienes consideran que el papel de los socilogos no era otro que convertirse en actores polticos y, tal vez, desempear algn rol como intelectuales orgnicos de los agentes de cambio. Tambin fue clsica entonces porque en esa etapa de la flacso se actualiz ese par de opciones, al parecer siempre latentes en el ejercicio de las ciencias sociales. Es probable que las generaciones actuales puedan encontrar en la revisin de esos hechos clsicos, la alternativa que mejor les acomode como modelo de desempeo de su rol profesional.

    obviamente, el autor tiene su propio punto de vista al respecto. sin pretender definirse como weberiano cree que aunque se pretenda actuar en el campo poltico, es imprescindible diferenciar lo que se hace como socilogo o politlogo, de lo que se efecta como agente partidista. En este sentido, el periodo estudiado puede verse tambin como de auge y cada de un esfuerzo multifactico por construir pensamientos disciplinarios explicativos de la realidad social conti-nental.

    Tambin conviene resaltar, desde el principio, que se sustenta la hiptesis de que la creacin de flacso, como cualquier hecho social, fue el resultado de mltiples factores.

    En amrica latina las ciencias sociales y, sobre todo, la sociologa, tienen una larga historia. ya en 1877 se haba creado en caracas, el Instituto de ciencias sociales; desde 1882 funcion una ctedra de sociologa en la Universidad de Bogot; en 1890, [otra] en Buenos aires. En todas las escuelas de derecho, despus de 1910, existan

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    cursos de Introduccin a la sociologa (Torres-Rivas, 1990:19). la asociacin latinoamericana de sociologa fue la primera asociacin de carcter regional en el mundo (Blanco, 2005).1 sus miembros fre-cuentaban los congresos internacionales y mundiales, y la disciplina haba madurado lo suficiente como para que existiera variedad de intereses y respuestas sobre en qu consista y cul era la manera adecuada tanto de trabajar en ella como de ensearla. Haba una opo-sicin, ya mencionada, entre tradicionalistas y renovadores, y la creacin de la flacso tambin fue resultado de ese pasado y de esos enfrentamientos.

    En el texto se sostiene que afirmar que la UnEsco cre la flacso para promover la difusin de las ciencias sociales modernas en la regin es una verdad a medias. Esa creacin se dio en un contexto regional de cambio en el modo de concebir el trabajo en las ciencias sociales. los organismos internacionales asumieron la tarea de pro-mover uno de los estilos posibles y tuvieron el respaldo de los gobier-nos para hacerlo, porque ello coincida con la ideologa desarrollista y modernizante generalizada en la regin. En tales circunstancias no debe olvidarse que la concrecin de la institucin estuvo tambin marcada por la accin de hombres inteligentes, audaces y creativos que actuaron para dar forma a la institucin que se estaba creando, dotndola de ciertas caractersticas propias y dndole la ubicacin geogrfica que finalmente tuvo.

    El devenir de los acontecimientos har que el proyecto inicial sea redefinido drsticamente, lo que combinado con el escenario poltico local, el resurgimiento de ciertas filosofas sociales, y la radicalizacin generalizada, lo llevarn a tornarse, hacia el fin del periodo, en un proyecto irreconocible para sus fundadores.

    Tambin hay que destacar la observacin repetida de que la flacso fue un canal de penetracin de un enfoque norteamericano

    1 la Asociacin Latinoamericana de Sociologa (alas) fue fundada en 1950 en zrich por un grupo de socilogos latinoamericanos reunidos en ocasin de la celebracin del Primer congreso Mundial de sociologa organizado por la Association International de Sociologie ms tarde International Sociological Association (isa). sus miembros fundadores fueron alfredo Povia y Tecera del franco (argentina), Jos arthur Ros (Brasil), Rafael Bernal Jimnez (colombia), astolfo Tapia Moore y Marcos Goycolea corts (chile), luis Bossano y ngel Modesto Paredes (Ecuador), Roberto Maclean Estens (Per) y Rafael caldera (Venezuela), (Blanco, 2005).

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    de las ciencias sociales y, en especial, del estructural-funcionalismo. como se ver, la presencia de docentes de origen estadounidense fue escassima y el predominio de europeos, notable. Por tanto, si hubo la influencia mencionada que sin duda la hubo fue de un modo tangencial y derivado, tal vez, de que ya en aquel tiempo esa orienta-cin tena un papel dominante en el escenario mundial.

    Para la preparacin de este libro se utilizaron diversas fuentes, mencionadas a lo largo del texto. conviene recordar que no se han conservado los archivos de la institucin de aquel periodo. no se intent develar las razones de su desaparicin; se opt por asumir la realidad: no existen. Esto impide profundizar en determinados as-pectos. no se puede, por ejemplo, hacer anlisis de los estudiantes. slo hay listas reconstruidas de los que se diplomaron, respecto de las cuales tampoco puede tenerse la certeza de que sean exhaustivas. Tampoco estn las actas de las reuniones de los diversos rganos de gobierno, por lo cual las apreciaciones referentes a este tema slo pueden ser meras aproximaciones, o hiptesis que no pueden ser confirmadas.

    Una manera de superar tales carencias son las entrevistas. se hicie-ron algunas y es obvio que si se ampliase su nmero podran lograrse avances en la precisin narrativa de los hechos, o tal vez surgiran otras interpretaciones contradictorias, no necesariamente aclaratorias, pero s enriquecedoras de los hechos narrados.

    como suele decirse el autor asume la responsabilidad general del contenido del libro. Ello aunque existan mltiples citas con las cuales no necesariamente est de acuerdo, pero que considera correcto con-signarlas porque contribuyen a aclarar el pensamiento de los protago-nistas, o porque tienen algn otro valor, incluso humorstico.

    En el anexo puede verse el listado de quienes tuvieron la ama-bilidad de someterse a las entrevistas, y proporcionaron al autor no slo informacin, sino tambin gratos momentos de reconstruccin conjunta, de intercambio de ideas y de pasarlo bien en la mutua com-paa.

    En cuanto a las fotos, provienen de diversos orgenes. cabe hacer especial referencia a los aportes de Marta cruz-coke, de la pgina web de simn schwartzman, de donde provienen las relacionadas con la tercera promocin de Elas, y del archivo fotogrfico de la cEPal, as como de la coleccin del autor.

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    El autor quiere agradecer a las autoridades de la flacso sede chile que consideraron oportuno publicar este texto, y recordar, asimismo, la importante labor de carolina contreras sin la cual este trabajo no se podra haber concretado.

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    I.

    la socIoloGa laTInoaMERIcana

    la creacin de la flacso tiene que situarse en el contexto de las ciencias sociales latinoamericanas de aquella poca, el cual ser ana-lizado en este captulo. Tambin corresponde prestar atencin al papel jugado por los organismos internacionales, en especial por la UnEsco, y a la accin de ciertas personas cuyo desempeo marc algunas ca-ractersticas cruciales de la institucin. Estos dos ltimos temas se vern en el captulo siguiente.

    a) Las dos etapas

    Catedrticos y renovadores

    En la poca de la creacin de la flacso, los practicantes de las discipli-nas sociales de la regin se dividan en tradicionalistas y renovadores, enfrentados en un largo y acerbo conflicto sobre la propiedad exclu-siva de la patente sociolgica.

    Ellos representaban dos momentos de la disciplina. El primero dominado por los llamados pensadores y ms tarde por los profesores de sociologa o socilogos de ctedra; el segundo, marcado por quie-nes buscaron la profesionalizacin de estas disciplinas, sobre la base de dotarlas de una lgica terica y metodolgica presumiblemente cientfica.

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    los pensadores buscan la reforma social, recurriendo a teoras eu-ropeas y a una visin impresionista de sus propias sociedades, lo que frecuentemente introduce considerables cambios en las ideas impor-tadas. El ensayo constituye su instrumento bsico de comunicacin.2

    los profesores de sociologa dictan ctedra, especialmente en las facultades de derecho y ciencias sociales y de filosofa y letras. Usualmente tienen otra profesin muchos son abogados y ejer-cen secundariamente la docencia en alguna ciencia social, transmi-tiendo versiones sintetizadas de la obra de autores europeos. su canal de comunicacin es el libro de texto, en especial el manual. Tienen un enfoque especulativo, que generalmente no conduce a la reflexin sobre la propia realidad.

    El comienzo de la segunda etapa suele datarse en la aparicin de Sociologa: teora y tcnica, de Jos Medina Echavarra (1941). sin embargo, el proceso de renovacin de la disciplina slo adquirir ma-yor dinmica una vez terminada la segunda Guerra Mundial y, ms intensamente, durante la dcada de los 50, en la que tiene un papel fundamental la obra de Gino Germani.

    En torno a los autores pioneros, se constituye rpidamente, una llamada generacin intermedia (Graciarena), que asume la tarea de difundir e implantar el proyecto renovador, desplazando a los soci-logos de ctedra, a quienes se acusa de filosficos o metafsicos, meros repetidores de textos extranjeros, as como de desconocer los aportes de la sociologa moderna, y de no investigar ni reflexionar sobre sus propios pases. Esta generacin encarn el esfuerzo por mo-dernizar la disciplina, para lo cual busca apartar a sus predecesores de la situacin de preeminencia que ostentaban. con tal fin, los enfrenta en universidades y asociaciones nacionales e internacionales.

    la lucha es especialmente denodada en chile y argentina, aun-que, con intensidades variables, se repite tambin en otros pases de la regin.

    En chile, exista desde 1946 un nominal Instituto de Investigaciones sociolgicas de la facultad de filosofa y Educacin de la Universidad de chile, al frente del cual se designa, en 1951, a Eduardo Hamuy, aje-no a la tradicin de los catedrticos, que hasta entonces controlaban

    2 Un examen ms detenido de los pensadores latinoamericanos, en solari, franco y Jutkowitz (1975).

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    el Instituto.3 los ataques al nuevo director sostenan que no era ms que un estadstico, que practicaba la agrimensura social", y llenaba el Instituto de mquinas IBM, y pretenda introducir en chile un tipo de sociologa norteamericana.4 como reaccin a los ataques, todos los socilogos modernos o profesionales", liderados por Hamuy y aglu-tinados en el Instituto ahora llamado de sociologa renunciaron a integrar la nica asociacin formal existente, la Sociedad Chilena de Sociologa, controlada por uno de los fundadores de la asociacin latinoamericana de sociologa (alas), astolfo Tapia Moore (Brunner, 1985).

    algo similar ocurre en la argentina.5 En 1957, Gino Germani crea la primera carrera de sociologa en el pas, excluyendo a quienes hasta entonces haban tenido a su cargo la enseanza de la misma. En 1959 alfredo Povia lder del tradicionalismo sociolgico funda la sociedad argentina de sociologa (sas), que rene a todos los profe-sores de esa rama en las universidades provinciales. En el V congreso de asociacin latinoamericana de sociologa manejada por los tra-dicionalistas celebrado en Montevideo en 1959, Povia realiza una dura crtica a la sociologa comprometida en la que incluye la ideo-lgica, de orientacin marxista; la aplicada, de origen nacionalista; y,

    3 Hamuy haba realizado estudios de sociologa (slo en materias relacionadas con mtodos y tcnicas de investigacin) en la Universidad de columbia y trabaj en investigacin y labores docentes en nueva york. En chile, haba estudiado leyes y filosofa y haba sido dirigente estudiantil, apoyando junto con Hernn Godoy y Ral samuel, quienes lo acompaarn en el Instituto la eleccin de Juan Gmez Millas como decano de la facultad en 1946, contra los vie-jos catedrticos entre los que haba varios profesores de sociologa (Brunner, 1988:222). Exista entonces una alianza entre los renovadores y el decano de la poca y futuro rector. otra alianza contraria ser la establecida por el sucesor en el decanato y en el rectorado, Eugenio Gonzlez, con los socilogos de ctedra. cuando se retire Hamuy en 1959 por una crisis generada por los asisten-tes Gonzlez nombra director del Instituto de sociologa a Roberto Munizaga profesor de educacin y ocasionalmente encargado de cursos de sociologa en el Instituto Pedaggico (Brunner, 1988:261) y al producirse la consecuente crisis de la Escuela de sociologa nombrar a Manuel zamorano con lo que la escuela pasa a manos de los socilogos de la vieja guardia (Brunner, 1988:291).

    4 Hamuy aprovechar la oportunidad que se le brind y consolidar el Instituto, obteniendo un local, equipo de computacin, una gran biblioteca, estableciendo relaciones internacionales y creando el primer ncleo de investigadores, todos formados en el extranjero.

    5 la descripcin del desarrollo de este conflicto se basa fundamentalmente en Blanco (2005).

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    la de dimensin cuantitativa o hechologa", refirindose, naturalmen-te, a la promovida por Germani. Esta ltima, segn Povia, produce una especie de vicio interno, surgido del propio seno de la sociologa, como exageracin de una funcin. [...] El punto de partida verdadero est en la necesidad de conocer la realidad social, que como escrita in lingua matemtica, se traduce y expresa en hechos. de ah se ha llevado a una tcnica instrumentista, puramente empiriolgica, a un recuento minucioso, sin sentido, de los hechos, sin base ni sustento doctrinario y terico. sobre el apoyo del argumento de que todo lo dems es pura teora ya superada, se ha cado en un grave peligro. [...] se ha sacrificado la teora en beneficio de la prctica; surge la testo-mana y la quantofrenia, que tanto ha indignado a sorokin (Povia, 1982, p. 294; cita tomada de Blanco, 2005).

    En 1960 Germani respondi creando la asociacin sociolgica argentina (asa), cuyo objetivo era definir, defender y mejorar el ca-rcter 'profesional' de la sociologa. las asociaciones preexistentes, a su entender, carecan de un criterio profesional de admisin, reunien-do en su seno a personas que se dedican totalmente a la actividad cientfica y otras que slo pueden considerarse 'aficionados', ya que sus actividades principales se encuentran en otros campos". Por lo mismo, el criterio de seleccin propuesto por la nueva asociacin, a la vez que estrecha los mrgenes de la identidad del 'profesional', deja fuera a los catedrticos.

    El reforzamiento de las alianzas internacionales de socilogos renovadores se da en todos los mbitos. as, en 1961, algunos de ellos6 crean en Palo alto, california, con ocasin de la conferencia Interamericana sobre Investigacin y enseanza de la sociologa, el Grupo latino-americano para el desarrollo de la sociologa (Blanco, 2005), para promover la elevacin del nivel acadmico y cientfico de esta disciplina e impulsar su desarrollo en todos los pases de amrica latina. Estiman que deben superarse los estilos nacionales y avanzar

    6 Participaron Guillermo Briones (Universidad de chile y flacso), l. a. costa Pinto (centro), orlando fals Borda (facultad de sociologa, Universidad nacional de colombia), Peter Heintz (flacso) y Gino Germani (departamento de sociologa, Universidad de Buenos aires). adhirieron posteriormente florestn fernandes (Universidad de san Pablo), Eduardo Hamuy (Universidad de chile), Jos silva Michelena (Universidad central de Venezuela), lucien Brams (flacso) y Pablo Gonzlez casanova (Universidad nacional de Mxico), entre otros.

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    hacia la universalizacin de los conceptos y problemas. Exigen asimis-mo la formacin especializada y la dedicacin exclusiva a la docencia, la investigacin o la prctica en esferas pblicas o privadas (ibdem).

    B) eL proyeCto renovador

    El proyecto renovador pone el acento en la importancia de los m-todos y tcnicas de investigacin y exige que las proposiciones sean susceptibles de comprobacin (o falsificacin) emprica. Entiende asimismo que la aceptacin intersubjetiva de los resultados de la in-vestigacin salvaguarda la objetividad de la disciplina, junto a un co-nocimiento objetivo y neutral, desde el punto de vista de los valores, asegurado por el desarrollo acumulativo de la doctrina.

    sus fuentes tericas son, entre otras, clsicos como durkheim y Weber, contemporneos como Parsons y Merton, autores funciona-listas, las elaboraciones de lgica de la ciencia de lundberg, Popper, Kempel y zetterberg y, en materia de tcnicas, las propias del survey.

    se dedican bsicamente al anlisis del comportamiento de los ac-tores individuales, recurriendo a variables psicosociales.

    adems, ponen nfasis en la institucionalizacin y profesionaliza-cin de la disciplina, en su valoracin social y en la obtencin de cier-to status que permita al cientfico social vivir del ejercicio profesional, lo que no era corriente en amrica latina.

    C) Las CrtiCas aL CientifiCismo y su evaLuaCin

    Una primera crtica que se hace a los cientificistas es su excesiva pre-ocupacin metodolgica. al enfrentar a los socilogos de ctedra, recurren al dominio de las tcnicas cuantitativas como factor de di-ferenciacin y a un lenguaje que emula al de las ciencias naturales. cabe recordar aqu, una opinin autorizada respecto a las opiniones de los cientficos sociales sobre las ciencias naturales. dice Khun (1971:13): me asombr ante el nmero y alcance de los desacuerdos patentes entre los cientficos sociales, sobre la naturaleza de proble-mas y mtodos cientficos aceptados. Tanto la historia como mis co-nocimientos me hicieron dudar de que quienes practicaban las cien-

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    cias naturales poseyeran respuestas ms firmes o permanentes para esas preguntas que sus colegas de las ciencias sociales. sin embargo, hasta cierto punto, la prctica de la astronoma, de la fsica, de la qu-mica o de la biologa no evoca, normalmente, las controversias sobre fundamentos que, en la actualidad, parecen a menudo endmicas, por ejemplo, entre los psiclogos o los socilogos.

    dejando de lado este aspecto ya que los mismos crticos recono-cen que se trata de un arma utilizada en la disputa contra sus adversa-rios debe reconocerse que las crticas a la sociologa cientfica han sido polticas y tericas. las primeras muestran a aquellos socilogos como defensores del statu quo e incluso como instrumento de una de-nominada dominacin imperial. las segundas, en cambio, cuestionan el postulado de la neutralidad valorativa y discuten las relaciones entre ciencia e ideologa, planteando la sustitucin del neopositivismo y de las teoras basadas en tales supuestos, como el estructural-funcionalis-mo y, ms particularmente, las teoras de la modernizacin.

    las primeras crticas carecen a menudo de perspectiva histrica, por cuanto olvidan que en el momento en que fueron elaborados los trabajos que se critican, las opciones polticas eran bastante diferentes a las que existan en el momento en que se efectan los reparos. Entre los renovadores hubo, sin duda, conservadores. Pero hubo muchos otros que deseaban cambios sociales. si bien podra discutirse hasta qu punto lograron algo concreto a travs de su actuacin como so-cilogos, debe reconocerse que no eran conservadores. y prueba de ello es que quienes entonces ejercan el poder no los consideraron aliados, sino todo lo contrario.

    a los autores pioneros se los ha acusado de desconocer la realidad latinoamericana; de intentar aplicar esquemas inadecuados para ex-plicar dichas realidades; etc. Muchas crticas son contradictorias entre s. Por ejemplo, si los esquemas no permitan explicar la realidad de estos pases es dudoso que pudieran servir para conservar o cambiar el sistema imperante. En realidad, seran simplemente intiles para cualquiera de esos fines. no se les reconoce tampoco que hayan sido los primeros en intentar conocer la realidad recurriendo a informa-cin emprica.7 Esto no implica que esas obras no sean criticables o

    7 Recurdese el libro de Gino Germani, Estructura social de la Argentina (1955).

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    aparezcan envejecidas con el paso del tiempo. Pero esto ltimo es el resultado del trabajo acumulativo realizado en esa misma lnea a travs de los aos.

    Para facilitar la crtica se ha creado un estereotipo de socilogo cientfico, mediante la simplificacin y exageracin de ciertos rasgos bsicos. Ese estereotipo se compone de elementos contradictorios, como resalta Berger (1957). se los ataca tanto por la inutilidad del pensamiento como por las tcnicas para resolver problemas concre-tos, por ejemplo, las que supuestamente podran contribuir al manejo de los pueblos. Esto implica reconocer ciertos mritos a su trabajo, dado que de otra manera no podra resultar peligroso.

    otra crtica considera que el estructural-funcionalismo, al que re-curren los cientficos, al centrarse en la nocin de equilibrio, no puede interpretar la realidad latinoamericana ni su cambio. Esta limitacin sera notoria, se aduce, en el caso de las teoras de la modernizacin, segn los crticos.

    Hubo, adems, factores externos que contribuyeron a los cambios de perspectiva vigentes en amrica latina y en la crtica a los renova-dores iniciales. c. Wright Mills genera una corriente revisionista im-portante en los Estados Unidos. Paralelamente, renacen las sociologas europeas, especialmente el estructuralismo y las nuevas lecturas de la obra de Marx, como el althusserianismo.

    se insiste en los planteos crticos latinoamericanos en que la in-fluencia del funcionalismo es producto de la hegemona norteameri-cana. sin embargo, las relaciones entre teora cientfica y sociedad son intrincadas. sobre este tema Medina Echavarra (1963:95) considera que la crisis de la sociologa francesa ante la recepcin del pensa-miento alemn tiene el inters de ser un ments a una creencia muy generalizada [] acerca del influjo de las situaciones de poder y he-gemona. Pues fue ms bien al contrario, la irradiacin del vencido sobre vencedor. Por otra parte, el nazismo primero y la guerra despus cortan de raz el notable desarrollo de la sociologa alemana. ahora bien, esos aos de profunda crisis europea coincidieron con el mayor florecimiento de la sociologa norteamericana tanto en la construc-cin terica como en la utilizacin profesional del socilogo y, sobre todo, en el manejo de nuevas tcnicas.

    Para los renovadores latinoamericanos no haba alternativas. fueron a buscar donde haba, como tambin lo hicieron colegas de

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    otros lugares, incluso de los pases socialistas. la recepcin de la so-ciologa norteamericana resulta todava ms sorprendente en aquellas sociedades donde esta disciplina haba nacido y madurado, y que re-ciben como retorno y en una nueva versin muchos de los con-ceptos y teoras all creadas.

    la originalidad latinoamericana es que utiliza teoras de otro ori-gen para analizar temas que, siendo irrelevantes en los lugares donde la teora se origina, son de primordial importancia en el lugar donde se las recibe. as, el desarrollo careca de importancia para el funcio-nalismo norteamericano. Esto demuestra que se recurre a dicha teora porque es la disponible, y se la adapta para tratar de explicar los temas que interesaban aqu.

    Tambin se imputa a los denominados cientificistas haberse ol-vidado de Marx. sin embargo, no fueron slo los renovadores lati-noamericanos quienes lo hicieron. la sociologa se constituy a par-tir de comte y descuid los eventuales aportes marxistas. Tampoco el marxismo aspiraba a convertirse en una disciplina acadmica; era una doctrina poltica y como tal la profesaban sus seguidores. slo despus sera introducido en las aulas. al fin de la Guerra Mundial difcilmente podran encontrarse socilogos de orientacin marxista, ni siquiera en los pases de la rbita sovitica (donde no se identifi-caran como socilogos, sino tal vez como profesores de comunismo cientfico).

    Quienes recuperaron la importancia del marxismo fueron influi-dos, a su vez, por nuevas teoras generadas con posterioridad en aque-llos lugares que funcionaron como avanzada cultural. los problemas de la recepcin del marxismo no son muy diferentes a los que enfren-t en su momento el funcionalismo.

    d) La definiCin de La fLaCso

    la primera actividad de la flacso, en 1958, fue organizar un seminario latinoamericano sobre Metodologa de la Enseanza y la Investigacin de las ciencias sociales. constituy sin duda una defi-nicin que coloc a la naciente institucin claramente en uno de los bandos en pugna en las ciencias sociales de la regin.

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    El seminario cont con el auspicio de la UnEsco y el centro de Pesquisas em ciencias sociais y la colaboracin de la CepaL.8 de acuerdo a los informes presentados por los participantes, el estado de la enseanza de la sociologa era deficiente y tena un carcter pre-dominantemente humanista que conspiraba contra la posibilidad de considerarla una ciencia positiva. a ello se sumaba la creciente des-vinculacin entre enseanza e investigacin y la falta de preparacin de los profesores en los modernos mtodos y tcnicas.

    Tambin coincidieron en la necesidad de introducir una profunda reorientacin de la enseanza y profesionalizar la disciplina sobre nue-vas bases institucionales lo que implicaba, bsicamente, separarla de la filosofa y ajustar su enseanza a una metodologa ms rigurosa.

    Esta perspectiva se mantendr durante el periodo de la flacso clsica, aunque luego de los primeros diez aos ella sufrir modifica-ciones muy importantes.

    8 Participaron Peter Heintz, lucien Brams y Jos Medina Echavarra (flacso), Gino Germani y Jorge Graciarena (argentina), orlando M. carvalho y luis a. costa Pinto (Brasil), Pablo Gonzlez casanova (Mxico), Eduardo Hamuy y Guillermo Briones (chile), Isaac Gann (Uruguay) y Jos a. silva Michelena (Venezuela), entre otros.

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    II.

    fUndacIn y PUEsTa En MaRcHa dE la flacso

    a) proLegmenos a La CreaCin

    1. El papel de la UNESCO

    como se ha dicho, si bien la UnEsco no ha sido el nico factor que po-sibilit el establecimiento de la flacso, fue de gran importancia. no se trat de un hecho aislado. desde haca tiempo la organizacin estaba embarcada a travs de su departamento de ciencias sociales en promover la enseanza de estas disciplinas en la universidad. Para ello implementaba diversos tipos de programas.

    En 1950, una reunin de expertos propone realizar estudios orien-tados a conocer el nivel alcanzado por tal enseanza en cada pas. Un primer problema para concretarlo es definir qu se entiende por ciencias sociales. si bien la UnEsco se resiste a hacerlo, a efectos prc-ticos considera que forman parte de ellas la Economa, la sociologa, la antropologa social y cultural, la Psicologa social e individual (no mdica), la ciencia Poltica y las relaciones internacionales, el derecho comparado y ciertas disciplinas jurdicas y administrativas. Ms tarde incluir tambin la demografa, la criminologa, la Geografa huma-na, las subdivisiones de la sociologa, as como la sociologa poltica y electoral, la sociologa del conocimiento, del arte, etc., y de la eco-noma agrcola, industrial, etc. Tampoco toma posicin respecto de las concepciones de esas disciplinas, ni opina sobre la adaptacin de esas ciencias, ya que sostiene cada una ha nacido en un medio

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    cultural determinado, que puede ser muy diferente del vigente en los pases en que se pretende reproducirla. En definitiva, argumenta, no es tarea de un organismo internacional resolver problemas cientficos. solamente le corresponde tomar medidas para su expansin y mejo-ramiento.

    Esta supuesta neutralidad es dudosa. no se promueve la difusin hacia el resto del mundo de cualquier versin de las ciencias sociales, sino que se impulsa una que podra denominarse occidental, inclu-siva de lo realizado en Europa y Estados Unidos.

    Para cumplir esa funcin, la UnEsco recurre a diversos procedi-mientos. En primer lugar, sus expertos llevan a cabo misiones de cor-ta duracin que adoptan la forma de consultora o de encuesta. Un ejemplo es la efectuada por la CepaL y la misma UnEsco para evaluar la enseanza universitaria de la Economa en amrica latina, reali-zada en 1960. En segundo lugar se efectan misiones en general financiadas por el fondo Especial de naciones Unidas PnUd cuyo objetivo es fomentar la enseanza de una disciplina mediante el apo-yo a la creacin de instituciones. Estas actividades pueden llegar a ser relativamente prolongadas, como la realizada en la facultad de ciencias Econmicas de la Universidad de Monterrey (Mxico). En tercer lugar, hay misiones que buscan contribuir al desarrollo de la investigacin, mediante el fortalecimiento de instituciones, o reali-zando actividades de formacin o investigacin. Un ejemplo son las llevadas a cabo en Uruguay en el rea de la sociologa de la Educacin durante la segunda mitad de los aos 60.9 En cuarto lugar, la UnEsco lleva a cabo actividades regionales mediante sus oficiales de enlace, o contribuyendo a la creacin de centros de enseanza e investigacin, o facilitando la realizacin de cursos o stages por parte de investiga-dores o docentes.10

    Interesa aqu especialmente la creacin de centros. con el apoyo de la organizacin surgieron los siguientes:

    9 El autor, desde su cargo en la oficina de Planeamiento de la Universidad de la Repblica, tuvo la oportunidad de trabajar con Jorge Graciarena en la realiza-cin del Primer centro de Estudiantes Universitarios del Uruguay, y con darcy Ribeiro en algunas otras actividades. anteriormente, la UnEsco haba destinado a Jean labbens a este programa.

    10 Un ejemplo de estos ltimos es el realizado en flacso, durante la segunda pro-mocin de Elas, por dionisio J. Garmendia.

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    i. centro de Investigaciones de la UnEsco sobre los Problemas del desarrollo Econmico y social en el asia Meridional, creado originalmente en calcuta con el nombre de centro de Investigaciones sobre los aspectos sociales de la Industrializacin en asia Meridional, trasladado posterior-mente a nueva delhi, en 1956, y clausurado en 1966;

    ii. centro Europeo de coordinacin de la Investigacin y la documentacin en ciencias sociales, instalado en Viena, en 1963;

    iii. centro africano de formacin e Investigacin administrativa para el desarrollo, que funcion a partir de 1964 como una organizacin intergubernamental autnoma con el apoyo de las naciones Unidas, en especial de la UnEsco, pero tambin de instituciones privadas;

    iv. centros latinoamericanos aprobados en 1957, analizados ms adelante.

    2. La participacin gubernamental y las Conferencias internacionales

    El surgimiento de un centro de la naturaleza mencionada no se da de un momento para otro, ni por la sola decisin de un organismo internacional. se requiere del acuerdo de los pases de la respectiva regin. El consenso intergubernamental necesario se va formando lentamente.

    En el caso latinoamericano el mismo se logr mediante varias re-uniones, algunas de carcter subregional, y otras regionales o mun-diales. las primeras fueron la conferencia Regional de ciencias sociales de la amrica central y las antillas (san Jos, costa Rica, julio de 1954),11 y la Primera conferencia Regional sobre Enseanza Universitaria de las ciencias sociales en amrica del sur (Ro de Janeiro, marzo de 1957).

    En ambas se reconoci el atraso relativo existente en las respec-tivas subregiones para encarar de forma sistemtica, autnoma y con

    11 conviene llamar la atencin sobre la expresin las antillas para tomar nota de la relativa novedad que tiene la actualmente utilizada: el caribe.

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    un nivel cientfico deseable el desarrollo de las ciencias sociales. Ello podra contribuir a la solucin de los problemas sociopolticos de la regin. se entendi necesario acumular conocimiento cientfico y eli-minar la necesidad de recurrir a la formacin de profesionales fuera de la regin, especialmente porque las ciencias sociales tienen por objeto la realidad existencial de los pueblos, sus instituciones, sus lu-chas y sus ideales (sic).

    Teniendo como antecedente los acuerdos mencionados, la conferencia General de la UnEsco, llevada a cabo en nueva delhi, en 1956, autoriz al director General a ayudar a los pases latinoameri-canos en la creacin de una facultad de ciencias sociales (Resolucin 3.42 apartado d).

    Es interesante escarbar un poco en la petite histoire de la mencio-nada conferencia.

    llaman la atencin las vicisitudes que deben encarar las delega-ciones latinoamericanas. En su viaje a la India, algunas de ellas llegan primero a Karachi, donde sus miembros son retenidos aduciendo razones sanitarias (falta de vacunas). se sostiene que Pakistn pre-tende perturbar la importante reunin internacional que se llevara a cabo en el pas vecino. El cuerpo diplomtico latinoamericano en Karachi es escaso. Hay slo un cnsul argentino, para colaborar con los afectados. Pese a ello luego de negociaciones, se les permite seguir viaje, a condicin de que permanezcan en cuarentena en un hospital indio. Estas desventuras crean fuertes lazos de amistad en-tre los que sufrieron tal situacin, los que se incrementan durante la extensa conferencia, que dura dos meses (Entrevista a Marta cruz-coke).

    Entre los afectados estn los representantes chilenos. Por las con-secuencias que el hecho tendra posteriormente, cabe recordar que la integracin de la delegacin fue modificada poco antes de partir. Uno de los miembros originales, francisco Walker linares no puede viajar y recomienda en su reemplazo a Gustavo lagos Matus, su colega de la Escuela de derecho de la Universidad de chile (Entrevista a Marta cruz-coke).

    En nueva delhi se resuelve crear un centro para amrica latina. Por ello se convoca con posterioridad una conferencia latinoamericana de ciencias sociales, que se lleva a cabo en Ro de Janeiro, en abril de 1957. asisten representantes de los Estados latinoamericanos, y

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    de la UnEsco, la organizacin de los Estados americanos (oEa) y la comisin Econmica para amrica latina (CepaL).12

    conviene mencionar que Brunner (1988) sostiene que el cam-bio de los miembros de la delegacin chilena se habra producido para la conferencia en Ro, en 1957, y no en 1956, en ocasin de la conferencia de nueva delhi. la foto de la delegacin chilena en nueva delhi (incluida en este libro) deja claro que Gustavo lagos estaba all.

    Respecto al desarrollo de la conferencia de Ro se afirma que lagos Matus una vez en Brasil, se entera [de] que el objetivo del pas sede de la conferencia es crear, a partir de esa reunin, un orga-nismo regional de investigacin y enseanza de las ciencias sociales (Brunner, 1988:229).

    sin duda es difcil, por no decir imposible, que lagos habiendo asistido a la reunin de nueva delhi desconociera lo discutido all y la resolucin ya citada. que autorizaba al director General de la UnEsco a crear una facultad de ciencias sociales en amrica latina. Tampoco es razonable pensar que slo una vez en Ro los miembros de la delegacin chilena se enteraran de cul es el objetivo de dicha conferencia y de que el gobierno del pas en que se realiza la reunin pretende conseguir la sede de la nueva institucin. Por ello sera sor-prendente que la delegacin chilena con audacia y sin estar ins-truida para el efecto [ofreciera] como sede del organismo regional a santiago (Ibdem).

    Es ms razonable pensar que los temas de la reunin haban sido tratados en santiago antes de partir y que la cancillera chilena cono-ca el inters de Brasil por convertirse en la sede de la flacso y que tambin se pensaba que estaban dadas todas las condiciones para ello. slo lateralmente se habra considerado la posible candidatura chile-na, sin llegar a un acuerdo al respecto.13 En el desarrollo de la reunin en Ro, los delegados chilenos perciben que no hay unanimidad en torno a la candidatura brasilea y que existe una ventana de oportu-nidades para la postulacin de chile.

    12 la delegacin chilena a Rio estuvo integrada por el embajador en Brasil, don Ral Bazn, y los seores Rafel correa fuenzalida y Gustavo lagos Matus, am-bos profesores de la facultad de derecho de la Universidad de chile.

    13 Este prrafo est elaborado a partir de datos proporcionados por Marta lagos.

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    Para aprovechar esa oportunidad los chilenos tuvieron que ha-cer una jugada similar a la realizada en su momento por Hernn santa cruz para la creacin de la CepaL para poder presentar la candidatura de su pas. Enviaron un cable a la cancillera diciendo que si no reciban instrucciones en contrario de Usa, presentaran la candidatura chilena a ser sede de la flacso. como la reunin era al da siguiente resultaba improbable que se produjera una respuesta, positiva o negativa, en tan breve plazo. siendo as los representantes chilenos pudieron comprometer el apoyo de su gobierno y los dine-ros necesarios para la instalacin de la facultad en santiago (cruz-coke).

    la referencia a Hernn santa cruz se explica en la extensa cita siguiente:

    El quinto periodo de sesiones del consejo Econmico y social [de las naciones Unidas] se inaugur el 19 de julio de 1947 [] desde la reunin anterior del consejo yo haba concebido la idea de proponer el establecimiento de una comisin que se ocupara de los problemas del subdesarrollo socioeconmico de nuestra regin. Pero en el programa propuesto por el secretario General para esa reunin, no figuraba ningn punto que permitiera proponer la creacin de un nuevo organismo regional Para hacerlo era menester pedir con antelacin la inclusin de un nuevo tema en la agenda. Ese plazo fatal se acercaba con rapidez inusitada y no haba tiempo de consultar en detalle a mi cancillera. Tuve que limitarme a enviar un cablegra-ma al Ministerio de Relaciones Exteriores de chile comunicndole que, salvo orden en contrario, presentara en dos das una mocin para que se creara una comisin Econmica para amrica latina. no lleg esa orden contraria ni tampoco recib instrucciones a favor de la iniciativa. El 12 de julio de ese ao transmit oficialmente al secretario General de las naciones Unidas un proyecto de resolucin tendiente a la creacin de una comisin Econmica para amrica latina, a fin de que el comit de Programa del consejo lo incluyera. [] En el tiempo que medi entre la inscripcin del tema y su con-sideracin por el consejo, mi delegacin desarroll una intensa labor de exploracin del ambiente y de propaganda de nuestro proyecto, [] pero ya antes de que el consejo comenzara la discusin de la propuesta de chile, era evidente que sus posibilidades de aproba-cin eran remotas [] desde el comienzo se consideraba a ocho de

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    los 18 pases miembros (del consejo) como opositores al proyecto, incluyendo entre ellos a las potencias sin cuyo acuerdo nada haba sido aprobado hasta ese momento en las naciones Unidas. los tres Estados latinoamericanos que adems de chile integraban el consejo Econmico y social deban lgicamente adherir a nuestra iniciativa. sin embargo, el delegado peruano me expres que no podra acompa-arme India y lbano, en su calidad de pases que [] tenan inte-rs vital en que el consejo tomara medidas urgentes para acelerar el crecimiento econmico y el progreso social del mundo subdesarrolla-do [] apoyaran cualquier medida tendiente a estos objetivos. [] yo sospechaba que china de economa muy atrasada y noruega dirigida por un gobierno progresista estaran en definitiva de nuestro lado. Bajo estas circunstancias, las probabilidades de xito ra-dicaban en mi capacidad para hacer una presentacin convincente del caso latinoamericano, de la fuerza y amplitud del apoyo de los pases de nuestra regin, y de la forma como ejercieran su autoridad en el consejo algunos representantes de pases medianos o pequeos [] El primero de agosto, da fijado para la consideracin de nuestra propuesta, [] present el dramtico cuadro de la economa y de las condiciones sociales de nuestros pases [...] fue seguida con franco inters; era la primera oportunidad en que en el seno de las naciones Unidas se exhiba la situacin econmico-social de amrica latina en su conjunto y pese a que la informacin en que se basaba era, por cierto, muy incompleta, tena fuerza suficiente para convencer a los miembros del consejo que nuestra regin [] viva en tal estado de atraso y necesidad que se justificaba de parte de las naciones Unidas una atencin tan especial como la otorgada a otros continentes [] Mencion enseguida la contribucin hecha por amrica latina a la victoria de los aliados al proveerlos de petrleo, cobre y otros minera-les, azcar, caf, algodn, lana, nitratos, etc., a precios congelados a ba-jos niveles, en tanto las manufacturas, incluyendo los bienes de capital que no se pudieron adquirir durante el periodo blico, alcanzaban en 1947 precios cada da ms altos. 14

    Hasta aqu la cita de santa cruz.

    14 la misma descripcin se encuentra en santa cruz (1984, 1995).

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    finalmente, ante las dos ofertas de sede planteadas, la conferencia Regional opta por una solucin salomnica consistente en crear dos organismos: la facultad de ciencias sociales, en santiago de chile, y el centro de Pesquisas em ciencias sociais, en Ro de Janeiro.

    3. El apoyo interno chileno

    a su regreso al pas, lagos obtendr el respaldo decidido, primero, del Rector de la Universidad de chile, Juan Gmez Millas, y luego, mediante contactos polticos adecuados, del Ministerio de Relaciones Exteriores, confirmndose as el apoyo que el gobierno de chile brin-daba al recin creado organismo regional de las ciencias sociales (Brunner, 1988: 230).

    Una perspectiva similar entrega una informante calificada: lleg Gustavo a chile, y con el apoyo de francisco Bulnes y otros amigos logr que el Ministro de Hacienda dispusiera de los recursos nece-sarios (40 millones de pesos de la poca) como plata fresca, para montar la flacso. Gustavo llev a cabo las gestiones directamente porque tena profunda desconfianza de la burocracia. acompaaba al mensajero que trasladaba los expedientes de un Ministerio a otro, y luego le daba seguimiento personal, volviendo al da siguiente y cuan-do correspondiera para acelerar el trmite (cruz-coke).

    En su anlisis de la conformacin de una sociologa moderna en chile, Brunner (1988) da especial importancia a las redes poltico-familiares de algunos de los impulsores.

    de acuerdo a lo dispuesto en los estatutos, la facultad qued bajo el alero de la Universidad de chile, cuyo rector tambin Presidente del consejo de Rectores de Universidad chilenas era la mxima autoridad.

    corresponda entonces encargarse de los aspectos materiales de la puesta en funcionamiento de la facultad.

    Pero antes de describir la concrecin de la instalacin de la flacso, es conveniente hacer referencia tambin al papel que desempea-ban otros organismos internacionales, en especial la oEa y la CepaL, y apreciar la importancia que cobraba santiago como centro acadmico internacional.

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    4. Otros organismos internacionales

    la Unin Panamericana que, a partir de la aprobacin de la carta de Bogot, en la Ix conferencia Internacional, haba adoptado el nombre de organizacin de los Estados americanos (oEa), tam-bin llevaba a cabo, a travs de su seccin de ciencias sociales, un variado conjunto de actividades en esta rea:

    a) Publicaciones. desde 1948 edita un Boletn de ciencias sociales: notas e Informacin, con resmenes de artculos y libros aparecidos tanto en norteamrica y Europa, como en amrica latina. Edita asimismo una Gua de Instituciones y sociedades en el campo de las ciencias sociales, as como una serie de Materiales para el estudio de las clases medias, que daba a conocer los resultados de estudios llevados a cabo en la regin.

    b) Reuniones. Promueve la realizacin de seminarios, sobre todo en el rea de organizacin comunitaria.

    c) actividades de formacin. otorga becas para estudios en el exterior, y respalda la creacin de instituciones e, incluso, las crea directamente, como se ver posteriormente. la flacso tuvo acceso a fondos de la oEa para el financiamiento de la participacin de muchos de sus alumnos.

    5. Santiago como centro acadmico internacional

    desde fines de la dcada de los 50 santiago se caracteriz por un gran dinamismo en el establecimiento de instituciones de ciencias sociales. Muchos eran organismos internacionales, y otros universi-tarios.

    Entre los primeros tiene especial importancia la creacin, en 1947, de la comisin Econmica para amrica latina (CepaL). En junio de 1948 realiza su primer periodo de sesiones en santiago de chile, designando como primer secretario ejecutivo a Gustavo Martnez cabaas, de Mxico. En 1950, en la reunin de Montevideo, Ral Prebisch asume como el segundo secretario ejecutivo.

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    la comisin fue creada por un periodo de tres aos.15 al cum-plirse ese plazo en 1951, se lleva a cabo una reunin, en ciudad de Mxico, para decidir sobre su eventual futuro. slo chile y Brasil apoyan la continuidad, mientras que Estados Unidos se opone fuerte-mente. finalmente, la decidida postura de Getulio Vargas, Presidente de Brasil, inclina la definicin a favor de la permanencia de la insti-tucin.

    la sede de la comisin Regional de las naciones Unidas debe serlo tambin de las oficinas regionales de las agencias de la organizacin, segn un acuerdo de la asamblea General.16 as, santiago se convierte en un imn para la instalacin de otros organismos internacionales.

    En este sentido tambin es relevante que la CepaL adquiera una capacidad que no poda preverse en cuanto a la sistematizacin terica del proceso de sustitucin de importaciones que los pases de la regin venan realizando desde bastante tiempo atrs, y que habi-tualmente suele datarse en la crisis de 1929. En esta tarea fue decisivo el liderazgo de Ral Prebisch, quien sera autor del manifiesto cepali-no, titulado El desarrollo de Amrica Latina y algunos de sus principales problemas, de 1949, as como su capacidad poltica para difundir la ideologa del desarrollo.

    En 1962 se crea el Instituto latinoamericano de Planificacin Econmica y social (iLpes) para poner nfasis en la planificacin, elemento crucial del pensamiento cepalino, lo que permita adems crear una posicin la de director General desde la cual Prebisch poda continuar su tarea una vez que dejara la secretara ejecutiva de la cEPal. El IlPEs tendr especial importancia en la formacin de personal de los gobiernos latinoamericanos,17 lo que constituy tam-bin una va de divulgacin de las orientaciones propulsadas por la organizacin, y contribuye a la circulacin de profesores y estudian-tes latinoamericanos por santiago.

    15 En ella, como ya se vio, jug un papel muy importante el embajador chileno en naciones Unidas, Hernn santa cruz.

    16 Esta norma comenzar a ser violada luego del 11 de septiembre de 1973, cuando mediante argucias varias agencias se trasladan, total o parcialmente, a otras ciu-dades latinoamericanas, pese a la decisin del secretario general de permanecer en chile, incluso como actitud testimonial.

    17 En la actualidad registra 15 000 ex-alumnos.

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    se ha afirmado que el iLpes genera un pensamiento crtico mer-ced a un alto grado de independencia intelectual respecto a los go-biernos representados en la propia comisin, incluso al margen de las posiciones que estos tengan eventualmente frente a los mismos problemas objeto de reflexin (ansaldi, 1991:26). cabe sostener que en ese periodo, el iLpes es ms importante que la CepaL en cuan-to a produccin de conocimientos y en relevancia poltica regional. la presencia de Prebisch al frente del mismo resulta decisiva en ese sentido.

    sin embargo, no debe exagerarse su independencia. su financia-miento provena en esa poca del Banco Interamericano de desarrollo (BId) y del Programa de las naciones Unidas para el desarrollo de las naciones Unidas (undp). adems, tiene como rgano rector una conferencia de Ministros de Planificacin, y son los propios gobier-nos los que solicitan su asesora para preparar los planes de desarrollo en el marco de la alianza para el Progreso y los que envan a sus funcionarios a estudiar planificacin en sus cursos. Todo ello indica que haba una buena sintona con otros organismos internacionales y con los gobiernos de la regin, que compartan en general la perspec-tiva desarrollista.

    En los aos 70 esa comunidad de orientacin comienza a quebran-tarse y el Instituto pierde el apoyo de los organismos financiadores y de algunos gobiernos, lo que le producir una crisis de magnitud.

    a los efectos que interesan a este libro conviene resaltar que iLpes y CepaL se convirtieron en un empleador (selectivo) de egresados de la flacso, como muestra el cuadro incluido en el anexo.

    En el mbito de CepaL/iLpes se instaura tambin el centro Panamericano de Planificacin de la salud, de la organizacin Panamericana de la salud, orientado a la formacin de personal sa-nitario de los gobiernos en temas econmicos y sociales relacionados con la salud. Para el dictado de los cursos cuenta, adems de su propio staff y de personal de la ops/paho, con el aporte de los funcionarios de la CepaL y el iLpes.

    El 13 de agosto de 1957 se firma el convenio entre las naciones Unidas y el gobierno de chile sobre la Provisin de asistencia Tcnica para Establecer un centro Regional de Enseanza e Investigaciones

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    demogrficas para amrica latina (luego conocido como cEladE).18 Esta creacin era el resultado de una poltica general de las naciones Unidas para que en las regiones subdesarrolladas, apremiadas por la aceleracin del crecimiento de la poblacin y la migracin del campo a la ciudad, surgieran centros destinados a estudiar los problemas de poblacin y a entrenar personal gubernamental en estos temas. los otros centros fueron creados en Mumbay (Bombay) y El cairo. El proyecto era por cuatro aos, luego prorrogado por otros cuatro. la representacin del pas-sede la ejerca la Universidad de chile.

    Posteriormente, el fondo Especial de las naciones Unidas otorg nuevo financiamiento y el cEladE se instal en un edificio propio. En 1971, pas a ser un organismo autnomo de la CepaL y en 1975, qued plenamente integrado en ese sistema, para finalmente ser su divisin de Poblacin. sus actividades docentes atraeran tambin un importante nmero de estudiantes latinoamericanos a sus aulas, for-taleciendo as el carcter cosmopolita en lo acadmico de santiago.

    Es importante recordar que las actividades del cEladE se iniciaron casi conjuntamente con las de flacso, en sendos pabellones vecinos al Instituto de sociologa, en la facultad de filosofa y Educacin de la Universidad de chile. asimismo cabe destacar que los Estatutos de la flacso prevean la integracin del cEladE en ella, y fijaban normas sobre cmo establecer las relaciones mientras eso se concretaba.

    se mencion anteriormente el papel desarrollado por la organizacin de los Estados americanos que, adems de porporcio-nar becas para los alumnos de algunas de las instituciones con se-des en santiago, estableci en esta ciudad su centro Interamericano de Estadstica (Cienes), para la formacin avanzada de personal. fsicamente, estuvo instalado muchos aos en las cercanas de la flacso y el cEladE, en la segunda etapa de ambas instituciones, luego que abandonaron el campus de la Universidad de chile.

    las diversas agencias especializadas de naciones Unidas (UnEsco, fao, oit, uniCef, etc.) instalan sus oficinas regionales en santiago lo que tambin aumenta la actividad de los organismos internacionales, en general, y la actividad intelectual y acadmica llevada a cabo en esta ciudad.

    18 art. 7 de los Estatutos de la flacso.

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    as, por ejemplo, el Programa Regional sobre Empleo en amrica latina y el caribe (preaLC, de la organizacin Internacional del Trabajo, oit) se instal originalmente en santiago y desarroll una importante tarea de investigacin en temas de empleo y economa informal.

    las Universidades en especial la de chile y la Pontificia Universidad catlica tambin viven un periodo de renovacin y de inters por las ciencias sociales. Ello se traduce en mltiples institu-ciones dedicadas a estos temas al interior de ambos planteles.

    sin embargo, existen importantes diferencias entre ambas. la Universidad de chile es considerada la universidad nacional. Por ello el gobierno de chile desempea un papel muy activo en promo-ver la instalacin de nuevas instituciones en santiago, delegando su representacin en cada una de ellas en el rector de dicha universidad. Esto potencia a esta casa de estudios, le entrega recursos financieros, incrementa el nmero de institutos de su dependencia, aumenta el relacionamiento internacional por la llegada de profesores forneos, etc. la catlica, en cambio, carece de esa va para ampliar sus acti-vidades y, cuando quiere crear algn nuevo centro en el rea de las ciencias sociales, debe obtener previamente y por sus propios me-dios, el financiamiento.

    Entre las instituciones internacionales que se crean relacionadas con la Universidad de chile cabe mencionar, ante todo, la propia flacso, establecida con el apoyo del gobierno chileno, que delega en el rector de esa universidad. Este participa a travs de un representan-te en el consejo de la facultad. asimismo, el secretario General ser elegido entre los profesores de ciencias sociales de la Universidad de chile.

    se mencion tambin que el cEladE en sus orgenes fue tambin el resultado de un convenio suscrito por el gobierno chileno, repre-sentado por el rector de la Universidad de chile.

    aparte de estos organismos creados por acuerdos con institucio-nes internacionales, la Universidad de chile tena sus propios centros en el rea de ciencias sociales. as estn el Instituto de Investigaciones sociolgicas, y la Escuela de sociologa, creada en 1957, en el seno de la facultad de filosofa y Educacin.

    En algn momento tardo del periodo estudiado en este libro, la Universidad de chile estableci el centro de Estudios socioeconmicos

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    (Ceso), que dirigi tambin Eduardo Hamuy, y que tuvo relevancia es-pecial por la dedicacin a los estudios del desarrollo y a la dependen-cia. Estuvieron all, entre otros, Theotonio dos santos, Vania Bambirra, orlando caputo y sergio Pizarro.

    En 1966 se establece, por la accin de claudio Vliz, el Instituto de Estudios Internacionales, orientado, como lo indica su nombre, a las relaciones internacionales, que tendra una larga y distinguida pre-sencia. logra estabilizacin y permanencia, posee actividad docente, y publica la Revista de Estudios Internacionales.

    como se dijo, pese a no contar con las ventajas de la Universidad de chile, la Universidad catlica no se mantuvo al margen, sino que vivi un proceso silencioso de modernizacin (Brunner, 1988:232), im-portante en Medicina e Ingeniera, pero tambin en ciencias sociales. se crea en 1957 el centro de Investigaciones Econmicas, nacido de un acuerdo con el departamento de Economa de la Universidad de chicago, y en 1958, dentro de la facultad de ciencias Econmicas y sociales, nace la Escuela de sociologa, dirigida por Roger Vekemans (ibdem), que contar con apoyo de la Iglesia catlica y, en especial, de la orden jesuita. comienza sus cursos en 1959, con profesores de Blgica, Holanda y francia. Posteriormente (1962) crea un centro de Investigaciones sociales.

    Ms adelante muchos de los socilogos de estas instituciones se trasladan al centro de Estudios de la Realidad nacional (Ceren), de reconocida importancia, que lograr publicar en los aos finales de los 60 y comienzos de los 70, una revista de calidad.

    En noviembre de 1965 la Universidad catlica instaura el comit Interdisciplinario de Investigacin y Enseanza del Planeamiento y del desarrollo Urbano para manejar el grant de Us$ 100,000 pro-porcionado por la fundacin ford. En enero de 1966 se designa a Ricardo Jordn como secretario tcnico del Cidu. En 1967 se pone en marcha el primer programa de estudios de postgrado tendiente a otorgar el grado de Magster en Planificacin del desarrollo Urbano y Regional. Posteriormente pasa a llamarse centro Interdisciplinario de desarrollo Urbano, se le separa de la facultad de arquitectura, y de-pende directamente de la Vicerrectora acadmica. su director pasa a ser Guillermo Geisse. El Cidu tendr una larga vida, con vigencia en la actualidad, dictando un curso de postgrado y manteniendo una revista, EURE.

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    B) impLementaCin: fLaCso y eL Centro

    Ms all de lo que establezcan los reglamentos, es interesante conocer qu planteaban los fundadores de la nueva institucin. cabe aproxi-marse a ello a travs de lo que cuentan algunos entrevistados.

    Edmundo fuenzalida recuerda que Gustavo lagos, su profesor en la Escuela de derecho de la Universidad de chile, lo contrat para que colaborara en el seminario inaugural de la flacso que se rea-liz en 1958, como ya se mencion y posteriormente le prolong el contrato. Pero fuenzalida quera irse a Italia a hacer un doctorado en filosofa del derecho. Tratando de convencerlo, lagos expres su visin del papel de la sociologa y de la propia flacso: Edmundo, el futuro no est en la filosofa del derecho, sino en la sociologa. lo que estoy haciendo lo hago para que gente como usted tenga la po-sibilidad de estudiar sociologa moderna, actual, contempornea, sin moverse de su pas. cmo se va a ir a Italia? Es absurdo.

    surge all la alta valoracin en la que se tena a la sociologa, ms todava si se piensa que lagos era abogado, profesor en la Escuela de derecho, aunque con veleidades sociolgicas que haba despuntado en estudios en Pars y que posteriormente plasmara en diversas pu-blicaciones (lagos 1963, 1977).

    Tambin est presente en lo transcrito la idea de que es mejor estudiar en casa (sin moverse de su pas) que viajar al exterior. Esto puede ser cierto para los estudios de pregrado que se estaban desa-rrollando en chile en ese momento, con carreras de sociologa en las universidades de chile, catlica y posteriormente de concepcin pero resulta menos razonable para algn nivel de postgrado, no por-que no puedan haber cursos de muy buen nivel en el propio pas, sino porque el contacto con otras culturas tiene un papel formativo importante para el cientfico social.

    Pero el esfuerzo que menciona lagos, en las palabras recordadas, tendr aos despus alguna recompensa: un analista plantear que el objetivo de la creacin de la flacso fue la formacin de una nueva elite intelectual de cientficos sociales latinoamericanos, y que dicho objetivo fue alcanzado (ansaldi, 1991:37 y 40). Este tipo de reconocimiento institucional ha sido bastante general. En cambio, fue menor la valoracin del esfuerzo personal de Gustavo lagos, sin cuya audacia, perseverancia, red de contactos, etc. no se hubiera con-

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    cretado la creacin y puesta en funcionamiento de la flacso. En todo caso no faltaron algunos reconocimientos de esa labor (van Klaveren 2002, Imaz 2005).

    Pero en la preocupacin de los pioneros no slo estaban presentes los aspectos sustantivos de la nueva institucin, sino tambin los ma-teriales. a la vuelta de la conferencia de Ro, lagos haba identificado un edificio en la calle Pedro de Valdivia, con una buena construccin, un lindo jardn, y espacio suficiente para futuras ampliaciones, que le pareca adecuado para instalar la flacso. sin embargo, el rector se neg terminantemente, exigiendo que la institucin se instalara en terrenos de la Universidad de chile. as, termin ubicndose en el campus de la facultad de filosofa y Educacin (o Instituto Pedaggico), en una construccin liviana que se construy al efecto, junto al Instituto de Investigaciones sociolgicas y a otra construccin, tambin precaria, en que se instal el centro latinoamericano de demografa (cEladE). lagos siempre encontr que esta ubicacin y el tipo de construccin fueron un error, porque impedan darle a la institucin la seriedad y empaque que le correspondan (cruz coke).

    Habra que esperar varios aos para que la institucin, en realidad primero la Escuela de ciencia Poltica y ms tarde tambin la secre-tara general, se instale en una construccin (Infante 51) que cum-pla con los patrones que lagos Matus consideraba adecuados para la institucin que haba contribuido a crear.

    1. Estructura de gobierno

    los Estatutos de la flacso y del centro fueron suscriptos el 17 de abril de 1957 en el Palacio de Itamaraty, en Ro de Janeiro, por los Estados Miembros de amrica latina y los representantes de la UnEsco, la oEa y la CepaL.

    la facultad se establece bajo el alto patrocinio del gobierno de chile, representado por la Universidad de chile, y su sede es la ciudad de santiago.

    Es, al igual que el centro, un organismo dependiente de la UnEsco. Esta aportar el financiamiento parcial durante un periodo de diez aos.

    los rganos de gobierno comunes a la flacso y al centro son:

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    a) la asamblea consultiva formada por un representante de cada Estado miembro, que deber estar capacitado en el do-minio de las ciencias sociales (sic). se reunir cada dos aos, simultneamente con la conferencia General de la UnEsco.

    b) El comit directivo centro-fLaCso integrado por ocho per-sonalidades latinoamericanas, de renombre en el campo de las ciencias sociales. cada una de ellas debe ser de nacionalidad diferente incluyendo siempre a representantes de Brasil y chile [pases sede de los centros]. los miembros sern nom-brados conjuntamente por el Presidente del Instituto Brasileo de Educacin, ciencia y cultura (iBeCC) y el Presidente del consejo de Rectores de las Universidades de chile, en consulta con onu, UnEsco, oEa, odeBa y tambin las universidades de otros centros culturales importantes de los pases de amrica latina (sic). Para estas designaciones debe tenerse en cuen-ta la ms adecuada representacin cultural de la regin. los miembros son designados por periodos de cuatro aos, siendo posible una sola reeleccin. El comit se reunir una vez por ao, rotativamente una vez en Brasil y otra en chile.19

    los rganos propios de la facultad son:

    a) El consejo de la facultad que se integra con los profesores que ensean en la misma, teniendo en cuenta que forman tam-bin parte de la facultad los profesores del centro Regional de Enseanza e Investigaciones demogrficas para amrica latina, el cEladE, creado en ese tiempo, aunque con un finan-ciamiento de otro origen. Tambin forman parte del consejo un representante de la Universidad de chile, designado por el rector y el secretario general de la facultad. Entre las funcio-

    19 los primeros nombrados son: Gino Germani (argentina), orlando carvalho (Brasil), Eduardo Hamuy (chile), Rafael arboleda (colombia), oscar chaves Esquivel (costa Rica), lucio Mendieta y nez (Mxico, al fin del segundo ao sustituido por Pablo Gonzlez casanova), Isaac Gann (Uruguay) y J. l. salcedo Bastardo (Venezuela). Hay connotados representantes de la renovacin en sociologa. Tambin hay otros que aparecen como renovadores en el plano in-ternacional, pero que son considerados socilogos de ctedra en su pas, y tienen gran oposicin de los nuevos socilogos mejor formados, por lo menos emprica-mente.

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    nes del consejo est nombrar a su presidente, quien represen-ta al conjunto de la institucin.20

    b) El secretario general se elige por un periodo de tres aos entre los profesores de ciencias sociales21 de la Universidad de chile, a propuesta del rector. sus funciones son dirigir administrativa-mente la institucin, ser jefe de su secretariado, nombrar todo el personal administrativo, y ayudar al presidente del consejo de la facultad en sus funciones representativas. El primer se-cretario general es Gustavo lagos por el periodo 1957-1960. Es reelegido para el periodo 1960-1963 y nuevamente en abril de 1963 hasta abril de 1966.22 sin embargo, al aceptar el cargo, lagos Matus informa que habiendo aceptado temporalmente un importante cargo en el Banco Interamericano de desarrollo, solicita permiso para separarse transitoriamente de sus funcio-nes [] hasta septiembre de 1964. Esto es aceptado por el presidente del comit directivo, que designa interinamente a alberto Rioseco.23 lagos renunciar definitivamente, el 21 de abril de 1965 para ejercer [como] director del Instituto para la Integracin de amrica latina creado en Buenos aires, por el BId. El presidente del comit directivo reconoce la magnfica labor cumplida por el Prof. lagos, quien contribuy en forma singular, con su talento y con su dinamismo, a colocar las prime-ras bases en la organizacin de la flacso [] sentimos un hon-do pesar al verle separado definitivamente de sus funciones en la flacso. se prorroga el interinato de Rioseco hasta la reunin

    20 En la documentacin revisada slo se ha encontrado la utilizacin de presidente de la flacso para referirse a Georges friedmann.

    21 como se vio en el pargrafo dedicado a la UnEsco, el concepto de ciencias socia-les que se manejaba era enormemente amplio, lo que permita una gran presen-cia de abogados.

    22 fueron candidatos en esta oportunidad francisco Walker linares, Hctor Brquez Rojas, fernando onfray B., Jorge Bonde y el elegido (amrica latina ao 6 no. 4:115).

    23 Informe del lic. oscar chaves Esquivel, Presidente del comit directivo del centro/flacso, presentado a la VII Reunin del comit directivo (amrica latina, ao 6 no. 4:116). destaca chaves, en otro lugar, que no obstante la ausencia muy sensible del Profesor lagos, cuyo conocimiento de la facultad y de sus objetivos han sido garanta de buen xito, podemos afirmar tambin que el Profesor Rioseco ha venido trabajando con dedicacin y empeo, cumpliendo a satisfaccin las delicadas tareas a su cargo (ibdem).

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    del comit directivo en septiembre.24 En esta reunin se lo de-signa secretario general, por un periodo de tres aos completos (a partir del 23 de septiembre) y luego por otro trienio. Rioseco ejercer su cargo hasta que luego del cambio de gobierno en chile es sustituido por Ricardo lagos Escobar.

    c) los directores de Escuela son nombrados por tres aos, a pro-puesta del consejo de la facultad y del secretario general. su funcin es dirigir y controlar los trabajos de su Escuela. los profesores son nombrados por el presidente de la facultad y por el presidente del consejo de Rectores de las Universidades chilenas, a propuesta del consejo de la facultad. los profe-sores que sean financiados por la UnEsco u otro organismo internacional son nombrados por estos, previa consulta con el consejo y el presidente del consejo de Rectores.

    d) El comit de coordinacin con las instituciones nacionales de enseanza e investigacin en ciencias sociales de chile se integra con el secretario general, los directores de escuelas, el director del Instituto de sociologa de la Universidad de chile y el director de la Escuela de sociologa de la misma Universidad. Es presidido por el presidente de la facultad. sus funciones son coordinar esfuerzos entre las instituciones y evi-tar la duplicacin de actividades.

    En las disposiciones Transitorias se aclara que hasta la integra-cin jurdica del centro Regional de Enseanza e Investigaciones demogrficas para amrica latina en la facultad, se establecern lazos estrechos de coordinacin. Este proceso no se concretar. El cEladE seguir su propia ruta que terminar con la integracin a la CepaL.

    Los temas frecuentados en las reuniones de los rganos directivos

    Entre los temas ms reiterados en las reuniones se encuentran los relacionados con el financiamiento de los dos centros, los cambios de

    24 Informe del Presidente del comit directivo, scar chaves Esquivel, en Amrica Latina ao 8 n 4:119-120.

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    su status jurdico, la orientacin y control de las actividades docentes, algunos relacionados con la contratacin de profesores, y los criterios para la seleccin de los alumnos, entre otros.

    a) Problemas de financiamiento

    si bien el centro y la flacso tienen asegurado un financiamiento decenal de la UnEsco adems del pago de las cuotas de los pases miembros, ya en 1963 se destaca la gravedad del problema finan-ciero ante la reduccin de los fondos provenientes de la UnEsco.25

    El comit directivo realizado el 23-24 de septiembre de 1963, despus de or la exposicin del Representante de la UnEsco sobre el futuro trmino de la ayuda planificada al centro y a la flacso, acord: 1) Expresar al director general de la UnEsco su profunda preocupacin por esta poltica y su deseo de buscar una solucin conjunta que permita establecer una nueva forma de organizacin y financiamiento para el centro y la flacso, sin que se produzca una discontinuidad [] [en] el paso del antiguo al nuevo sistema; 2) Expresar al director general de la UnEsco la conviccin del comit director de que es posible y necesario encontrar nuevas soluciones; 3) solicitar a la UnEsco su asesoramiento para el estudio de una nueva forma de organizacin 26 (Resolucin n 23). Paralelamente, estable-ci una comisin integrada por el presidente del comit director, el director del centro y el secretario general de la flacso, para que, asesorada por algn experto de la UnEsco y en estrecho contacto con los miembros del comit directivo, estudie las posibilidades de las nuevas formas de organizacin y financiamiento de ambas institucio-nes, y rinda un informe [] antes de la reunin del comit directivo de 1964 27 (Resolucin n 25).

    25 Informe del secretario General interino de flacso, alberto Rioseco, recogido en el informe del presidente del comit directivo, scar chaves Esquivel.

    26 Ver en Amrica Latina, ao 6 n 4, octubre diciembre de 1963, pp. 114-115.27 Ibdem, p. 115 El representante de la UnEsco informante es andr Bertrand,

    director del departamento de ciencias sociales. cabe hacer notar que Gustavo lagos Matus, secretario general con licencia, participa en la reunin en represen-tacin del Banco Interamericano de desarrollo, donde entonces trabajaba.

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    a partir del momento del retiro de la UnEsco, la responsabilidad financiera recae en los pases signatarios del acuerdo de flacso y en la propia capacidad de conseguir recursos que demuestre la institu-cin.

    En 1964, la IV conferencia consultiva de los centros Regionales de ciencias sociales de amrica latina considera la necesidad de aumentar los recursos financieros de que dispongan la flacso y el centro, toma nota con satisfaccin del aporte siempre creciente del Brasil al centro y de chile a la flacso, y recomienda a los Estados miembros interesados que estudien [] el eventual aumento de su propia contribucin a las dos instituciones, as como abonar a la bre-vedad posible, las sumas retrasadas.

    Pero hay optimismo. dice el presidente del comit directivo, chaves Esquivel, en 1965, la situacin transitoria que se vive en vista de los proyectos para modificar las estructuras administra-tivas y financieras [] ha influido un poco en la actitud de espera que han mantenido algunos pases. creo que una vez definida esta situacin, con la firma de un nuevo convenio y con la participa-cin ms directa de los propios representantes de los pases lati-noamericanos en el gobierno y administracin de estas dos institu-ciones, podr obtenerse una cooperacin financiera ms amplia y puntual.28

    En ocasin de la V asamblea consultiva de centro/flacso, reali-zada en Pars, el 26 de noviembre de 1966, el presidente del comit directivo Pablo Gonzlez casanova, ante el trmino del apoyo finan-ciero, manifiesta la confianza en que la UnEsco seguir colaborando con los dos centros despus del trmino de la ayuda planteada, en la obra de expansin de sus actividades y espera que, en caso de demora en entrar en funciones el acuerdo Intergubernamental, el director ge-neral de la UnEsco incluir en el Proyecto de Programa y Presupuesto para 1969 y 1970, la continuidad de la ayuda planeada a la flacso y al centro, adems de otras formas de colaboracin para que no cesen las actividades [].

    28 Amrica Latina, ao 8 n 4:120.

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    b) Orientacin y control de las actividades docentes

    El comit directivo, en 1963, adopta una resolucin sobre el con-tenido de los cursos que dicta la flacso: se establece en los planes de estudio de la flacso que los temas comprendidos en las ciencias sociales tendrn estrecha relacin con los problemas de la realidad latinoamericana 29 (Resolucin n 22).

    Tambin establece al tomar decisiones sobre un seminario titula-do las ciencias sociales y el desarrollo de amrica latina, que se llevar a cabo en chile en 1964, que el mismo tratar sobre lo que se debe ensear y cmo se debe ensear la sociologa en las distintas re-giones culturales y en especial en amrica latina. de las conclusiones del mismo deber surgir una poltica en relacin con la latinoameri-canizacin y la universalizacin de las enseanzas de la flacso 30 (Resolucin n 21).

    acuerda, asimismo, pedir al director de la Escuela de sociologa [] un informe pedaggico sobre las actividades realizadas y soli-cita asimismo a la secretara General de la flacso que enve a los miembros del comit director los programas y sinopsis de los cursos impartidos en la Escuela 31 (Resolucin n 29).

    Tambin recomienda a la flacso que realice actividades de ex-tensin universitaria, en santiago de chile, mediante la organizacin de conferencias sobre temas latinoamericanos, aprovechando el paso por santiago o la estancia en chile de conocidas personalidades lati-noamericanas.

    c) Seleccin de profesores

    El comit directivo realizado en septiembre de 1963 solicita a las universidades y gobiernos latinoamericanos el concurso de los profe-sores de ciencias sociales para que dicten cursos en la flacso, cuyos estipendios seran abonados con la participacin del pas de proce-dencia de los profesores y la flacso.

    29 Amrica Latina, ao 6 n 4, octubre-diciembre 1963, p. 114.30 Ibdem.31 Ibdem, p. 115.

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    d) Seleccin de los alumnos

    se recomienda que los candidatos a becarios de la flacso, con becas de UnEsco, sean seleccionados de preferencia a razn de uno por lo menos por cada pas de la regin, que contribuya o haya contribuido financieramente al sostn de ambos centros regionales. las becas que restaren de esa primera distribucin seran adjudicadas a candidatos de otros pases, dando prioridad a aquellos que no hubieran recibi-do ese beneficio en la ltima promocin de becarios (Resolucin n 27). se agrega: los candidatos a becarios sern examinados de preferencia conjuntamente por un representante de la flacso y uno del pas a que pertenece cada uno de aquellos, el cual debe ser pro-fesor o investigador de nivel universitario en la materia de que se trate y haya sido designado por la autoridad competente. los puntos de examen seran objeto de previo acuerdo entre los examinadores (dem).

    En 1962 se aclara que los alumnos seleccionados deben Tener un ttulo universitario en sociologa, en otra ciencia social, o en una disciplina de inters especial para la sociologa (Medicina, etc.).

    Este conjunto de decisiones parece mostrar el intento del comit directivo, integrado bsicamente por personalidades de las ciencias sociales, de establecer algn tipo de supervisin efectiva sobre la Escuela por entonces existente. dicho control se orienta a aumentar la participacin de profesores latinoamericanos, no slo chilenos, y a que los recursos aportados por los pases miembros se utilicen en alguna proporcin para financiar la participacin de sus nacionales, restringiendo as las opciones de la direccin de la Escuela.

    Respecto a la seleccin de los alumnos trata de que se cumplan ciertos requisitos mnimos (formacin previa comprobada con un grado acadmico), lo que no siempre fue respetado. se busca asimis-mo no dejar la seleccin slo al buen criterio de los reclutadores que viajaban por los pases entrevistando candidatos, sino establecer alguna injerencia de las autoridades nacionales en la seleccin. 32

    32 Vase posteriormente los choques entre Glaucio soares y el gobierno argentino de la poca respecto a este punto.

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    Otros acuerdos de apoyo

    a) con la cole Pratique des Hautes tudes en sciences sociales

    se estableci tempranamente un acuerdo de cooperacin tcnica con la universidad francesa, en el que se prev el envo anual de expertos de esa nacionalidad a la flacso para que enseen o investiguen sobre el desarrollo econmico y social latinoamericano y, en particular, respec-to a los problemas de adaptacin a los cambios tcnicos en especial los efectos psicolgicos, econmicos, demogrficos y sociales de la indus-trializacin y la urbanizacin. El proyecto incluye tambin becas para los mejores graduados de cada promocin de la flacso o de otras ins-tituciones latinoamericanas que ella indique, las que permitirn prepa-rar en francia los trabajos para el doctorat de Troisime cycle.33

    2. FLACSO, organismo internacional autnomo

    como se dijo, en el momento de su creacin, la flacso qued cons-tituida como un organismo dependiente de la UnEsco. lo mismo su-cedi con el centro. a medida que se aproxima el fin del periodo decenal de financiamiento otorgado por dicha organizacin, crece la preocupacin por mantener un flujo de fondos adecuado y por la necesidad de cambiar el status jurdico, de modo tal que la institucin pueda seguir adelante por sus propios medios.

    En la IV conferencia consultiva de los centros Regionales de ciencias sociales de amrica latina, llevada a cabo los das 13 y 14 de noviembre de 1964, en Pars, se resuelve tomar las medidas apro-piadas para permitir al centro y a la flacso transformarse en orga-nismos internacionales autnomos.34

    33 lo firman el presidente de la flacso, Georges friedmann, y el secretario general Gustavo lagos, y ferdinand Braudel por lcole.

    34 Hubo representantes de argentina, Bolivia, Brasil, chile, colombia, costa Rica, cuba, Repblica dominicana, Ecuador, El salvador, Honduras, Mxico, nicaragua, Panam, Paraguay, Per y Venezuela. asistieron el presidente del comit directivo, oscar chaves Esquivel, el secretario general alberto Rioseco, y el director del centro, Manuel diegues Jr. Hubo observadores del consejo Internacional de ciencias sociales, la cole Pratique des Hautes tudes en

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    finalmente, la conferencia Intergubernamental (Pars, junio de 1971) resolvi que la flacso dejaba de estar bajo la tutela directa de la UnEsco. al final de dicha reunin, se firm un acuerdo multilateral en el cual los signatarios reconocieron a la flacso como un organis-mo internacional, de carcter regional y autnomo, constituido por los pases de amrica latina y el caribe, para promover la enseanza y la investigacin en el campo de las ciencias sociales. Podrn for-mar parte de este nuevo organismo los pases latinoamericanos y cari-beos que sean miembros de la UnEsco, y que adhieran al acuerdo.

    dicho acuerdo establece, adems, los rganos de gobierno de la institucin:

    a) la asamblea General, integrada por los representantes de los pases; sern miembros plenos, los que ya hayan adherido al acuerdo, y los otros podrn asistir como observadores; deber reunirse cada dos aos, o de manera extraordinaria a peticin de la mayora de los Estados Miembros plenos, o cuando lo decida el consejo superior por mayora de votos, o por la una-nimidad de los Estados miembros.

    b) El consejo superior, integrado por el presidente de la flacso, y los representantes de los Estados miembros (no menos de cuatro) que elija la asamblea General, y no menos de tres cientficos sociales de alto nivel nombrados a ttulo personal por la asamblea General; el secretario general de la flacso, quien ejercer como secretario del consejo, con derecho a voz. se reunir una vez al ao y de manera extraordinaria cuando lo disponga la mayora de sus miembros.

    c) El comit directivo integrado por el secretario general y los directores de las escuelas e institutos, y los directores de las sedes cuando corresponda.

    Posteriormente, la asamblea General Extraordinaria reunida en Quito los das 28 al 30 de abril de 1975, introduce modificaciones en el acuerdo anterior, y por nica vez elige al secretario general.

    sciences sociales, la oIT, el BId, la oEa, el consejo superior de las Universidades centroamericanas representado por Jean labbens, la comisin nacional Espaola de UnEsco, la santa sede y los Estados Unidos de amrica.

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    Delegacin chilena a la Conferencia General de la UNESCO en Nueva Delhi, 1956.Aparecen en primera lnea Hugo Montes y Gustavo Lagos, detrs el Gral. Fuentes y NN.

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    Gustavo Lagos Matus, primer secretario general de la FLACSO.

    Gustavo Lagos Matus y Marta Cruz-Coke.

    Sede de la FLACSO 1957-1966.

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    Jos Medina Echavarra, primer director de la Escuela

    Latinoamericana de Sociologa, en su juventud.

    Nieves de Medina.

    Rolando Franco, Aldo Solari y Jos Medina Echavarra.

    Gino Germani.

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    Manuel Digues Jr., director del Centro (de espaldas), Pablo Gonzlez-Casanova, presidente del Comit Centro-FLACSO, Alberto Rioseco, segundo secretario gene-ral de la FLACSO, y Juan Gmez Millas, Rector de la Universidad de Chile.

    Rioseco, Digues y Gonzlez Casanova.

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    Felipe Herrera, presidente del BID y Ral Prebisch, secretario ejecutivo de la CEPAL desde 1950, y director general del ILPES, desde 1971. Secretario general de la UNCTAD.

    Carmen Mir, directora del CELADE.

    Rodolfo Stavenhagen, Centro. Lcole.

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    Primer aniversario del fallecimiento de Medina Echavarra, en la CEPAL. Su hija Nieves, Enrique Iglesias, Secretario Ejecutivo; Jorge Graciarena y Aldo Sola