ELHIPERTEXTO-GEORGEPLANDOW (1)

143
Hipertexto La convergencia de la teoría crítica contemporánea y la tecnología

Transcript of ELHIPERTEXTO-GEORGEPLANDOW (1)

  • Hipertexto La convergencia de la teora crtica contempornea y la tecnologa

  • .,.

    Hipermedia George P. Landow

    1. P. Quau. Lo virtual Hipertexto2. G. P. Landow, Hipertexto La convergencia de la teora crtica contempornea y la tecnologa

    ~Ediciones Paids Barcelona-Buellos Aires-Mxico

    ,j, 1,

    ~:

  • Ttulo original: HiperText. The convergence afcontemporary crircal rhe01) and techllology Publicado en ingls por The Johns Hopkins University Press

    Traduccin de Patrick Ducher

    Cubierta de Mario Eskenazi

    Para Shoshana, Serena y Moali

    1. a edicin, J995

    1992 by TheJohns Hopkins University Press, Baltimore y Londre~ de todas las ediciones en castellano

    Ediciones Paids Ibrica, S.A., Mariano Cub, 92 - 08021 Barcelona yEditoral Paids, SAICr, Defensa, 599 - Buenos Aires

    ISBN: 84-493-0186-6

    Depsito legal: B. 40.2741995

    Impreso en Grafiques 92, S.A"

    Torrassa, 108 - Sant Adrl de Bess (Barcelona)

    Impreso en Espaa - Primed in Spain i,.,'1~ ~.!

  • .,.

    Sumario

    Agradecimientos. . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 11

    l. El hipertexto y la teora critica.. ........ 13

    Un Derrida hipertextual? Un Nelson posestluctuta-

    Otras convergencias: imertextualidad, diversidad de

    lista? . . . . . .. .'........., 13

    Definicin dd hipertexto y su historia como concepto. 14

    voces y el descentrar . . . . . . . . . . . . 19

    Vannevar Bush y el Memex. . . . . . . . . . . 26

    Texto virtual. autores virtuales e informtica literaria 31

    El modelo no lineal de red en la teora crtica actual. 37

    Causa o convergencia? Influencia o cont1uenda? . 42

    Analogas con la revolucin de Gutenberg. 45

    Predicciones . . . . . . . . . . . . . . . . . 47

    2. Reconfigurar el texto. . . . . . . . . . . . . . . 51

    Problemas de terminologa: Qu es el objeto que lee-

    Translteracin hipettextual la cultura del escriba o

    Del texto al hipertexto . . . . . . . . . . . . . . 51

    mos? Qu es el texto en hipertexto? 59

    Texto verbal y texto no verbal. . . . 61

    Elementos visuales en el texto impreso . 65

    Texto disperso . . . . . . . . . . . 72

    el manuscrito electrnico . . . . . 75

    Argwl1entadn, organzacin y retrica. 78

    Principios y finales en el texto abierto. . 79

    Los limites del texto abierto. . . . . . 81

    La categora del texto, la categora en el texto 86

    El hperrcxto y el descentrar; fundamentos filosficos. 92

    3. Reconfigurar al autor . . 95

    Erosn de la personalidad 95

    Ji, ."

  • 10

    HIPERTEXTO

    103Cmo escribo este libro. . . . . . . . . . . 113Presencia virtual. . . . . . . . . . . . . . 116Escritura en colaboracin, autora en colaboracin 124Ejemplos de escritura en colaboracin con Intermedia 1314. Reconfigurar la narrativa. . . . . . . 131El hipertexto y la concepcin aristotlica de trama 140Principios y finales en la narrativa . . . .

    Afternoon. de Michae1Joyce: la experiencia dellectot

    143como autor .. . .....

    1535. Reconfigurar la educacin literaria. 153Amenazas y promesas . . 157Reconfigurar al enseante. . . . . 160Reconfigurar al estudiante. . . . . 165Reconfigurar el momento de estudiar. . . . . . . 168Reconfigurar las tareas y los mtodos de evaluacin. 173Ejemplos estudio en colaboracin con Intermedia 184Redefinir la materia y los planes de estudio . . . . 201Qu posiblidades tiene el hipertexto en [a enseanza?

    2036. La poltica del hipertexto: Qujn controla el texto? . 20.3Oraciones hechas realidad, o la poltica de la resistencia

    La marginacin la tecnologa y el misterio de la lite205t'atura .............. .

    210Las polticas de determinadas tecnologas . . . . . . 218El hipertexto y la poItca de la lectura . . . . . . . 221La visin poltica del hipertexto, o el mensaje del medio 230La poltica del acceso. . . . . . . . . . . . 24.3Acceso al texto y derechos de autor (Copyright)

    2517. Conclusin abierta o fin de la transmjsn 253Notas ..... 269Bibliografa . . 279ndice analtico.

    Agradecimientos

    Quisiera agradecer al personal, tanto actual como antiguo, del Institute for Research in Information and Scholarship (IRIS) de la Universidad BroWIl, y sobre todo a su director y fundador: William G. Shipp y a los actuales codirectores: Norman K. Meyrowitz y Marty J. Michel. Nicole Yankelovch, coordinadora de proyecto en el IRIS en las fases tempranas de desarrollo y de aplicacin de Intermedia, y Pau] D. Kahn, coordinador de proyecto durante Dickens Web y otros proyectos posteriores de Intermedia, hicieron gala de una gran inventiva, amabilidad y buen humor, incluso en los momentos criss, y lo mismo puede decirse de Julie Launhardt, la asistenta coordinadora de proyecto. Tood VanderDoes y Larry Larrivee, ingenieros de las instalaciones de] IRIS, aseguraron el buen funcionamiento del equipo (hardware y software) en circunstancias de continuos cambios.

    A partir de 1988, cuando el Departamento de Servidos Informticos de la Universidad Brown asumi la responsabilidad del laboratorio de Intermedia, fue gradas a la labor de Steve Andrade, Chrs Chung y Vic Naif que pudimos aplicar Intermedia a la enseanza y a la investigacin. Estoy especialmente agradecido a mis ayudantes de investigacn, licenciados o no, por su gran entusiasmo, yen partivular a Randall Bass, David C. Cody, Kathryn Stockton, Shoshana M. Landow y Gary Weissman, as como a mis estudiantes de ]a Universidad Brown. El desarrollo de Jnter media fue parcialmente financiado con aportaciones y contratos de International Business Machines, de Apple Computer y de la

  • 12

    ..

    HIPERTEXTO

    Annenberg/Corporation fal' Public Broadcilsting Project, y les agradezco este apoyo.

    Asimismo, expreso m gratitud a muchos colegas y estudiantes que compartieron conmigo sus trabajos: Stuart Moulthrop, que me prest su versin en Storyspace de Parking Paths, y]. David Balter, Robert Coover, Terence Harpold, Paul D. Kahn y Gary Marchonn, que me dejaron ver los borradores o las primeras versiones de sus escritos. Tambin quisiera dar las gracias a William Crassgrove, Shela Emerson) Wi11iam Keach, Neil Lazarus, J. Hillis Mller. Elli Mylonas, Allen Renear, EUen Rooney, Gregory UImer y a los miembros del CHUG. por sus consejos y estmulo.

    Tambin debo mucho al personal de la editorialJohns Hopkins University Press, y sobre tOdo a Eric Halpern, el director de edcin, que fue lo bastante abierto para entusiasmarse por un proyecto que otros directores de edicin en otras editoriales encontraron demasiado extrao o inc1uso ininteligible. Anne Whitmore, m asistenta de edicin, sabe cunto debo a su rara combinacin de conocimentos, rigor y escepticismo y quisiera dejar bien claro que, si este libro tiene algn tipo de gracia, clardad o precisin, es en gran parte gradas a ella. Jim J ohnston y Glen Burris, de diseo y produccin, tienen el mrito de haberse atrevido a emprender algo nuevo de un modo distinto.

    Y, finalmente, he de agradecer el apoyo y el estmulo de mi es posa Ruth y de mis hijos, a quienes dedico este libro. Durante aos, han escuchado, con entusiasmo y comprensin, mis apasionados alegatos sobre nexos, tramas, lexias, Web Views y otros artilugios de seguimiento. De todos los agradecimientos que la escritura de este libro ha motivado, ste es el que ms me complace expresar.

    1. El hipertexto y la teora crtica

    El problema de la causalidad. No siempre resulta fcil dete-. minar lo cue provoc determinado cambio dado en lUla ciencia. Qu bizo posible ta! o cual descubrimiento? Por qu apareci ese concepro nuevo? De dnde surgi esrn O uquella teora? Estas preguntas suden resultar muy embarazosas ya que no h~y principios metodolgicos en los que fundamentar el anlisis, La djficultad es an mayor en el caso de cambios generales que afectan a roda una ciencia, y ms an cuando se producen diversos cambios relacionados entre s. Pero la dificultad mJxma se da en el caso de las ciencias empricas: por un lado, el papel de los instrumentos, tcnkns. instituciones, acontecimientos, intereses e ideologa resulta muy evidente, pero llO se sabe Cmo funciona realmente una articulacin de composicin can compleja y variada,

    MICHEl. FOUCtlUl.T

    The O,..df:r ofThil1gs

    Un Derrida hlpertextuat? Un Ne'son posestructura lista?

    Cuando los diseadores de programas informticos examinan

    las pginas de Glas o de O/ Grammatology (De la gramatologa),

    se encuentran con un Derrida digitalizado e hipertextual; y, cuan

    do los tericos literarios hojean Literary Machines, se encuentran

    con un NeIson posestructuralista o desconstrucdonistll, Estos en

    cuentros chocantes pueden darse porque durante las ltimas d

    cadas han do convergiendo dos campos del saber, aparentemen

    te sin conexin alguna: la teora de la lteratura y el hipertexto

    nformtico. Las dedaraciones de los tericos en literatura y del

    hipertexto han ido convergiendo en un grado notable. Trabajando a menudo, aunque no siempre, en completo desconocimiento unos de otros, los pensadores de ambos campos nos dan ndicadones que nos guan, en medio de los importantes cambios que estn ocurriendo, hasta el episteme contemporneo. Me atrevera a decir que se est produciendo un cambio de paradigma en los escritos de Jacques Derrida y de Theodor Nelson, y los de Roland Barthes y de Andres van Dam. Supongo que al menos un nom

    ,

    ~t

  • 14 15

    HIPERTFXTO

    bre de cada pareja le resultar desconocido al Jector. Los que trabajan en el campo de los ordenadores conocern bien las ideas de Nelson y de van Dam y los que se dedican a la teora cultural estarn familiarizados con las ideas de Derrida y de Barthes.1 Los cuatro, como otros muchos especialistas en hipertexto y teora cultural. postulan que deben abandonarse Jos actuales sstemas conceptuales basados en nociones como centro, margen, jerarqua y linealidad y susttuirlos por otras de multilinealidad, nodos, nexos y redes. Casi todos los pardpantes en este cambio de paradigma, que marca una revolucin en el pensamiento, consideran la escritura electrnica como una reaccin. directa a las ventajas e inconvenientes del libro impreso. Esta reaccin tendr profundas repercusiones en la literatura, la enseanza y la poltica.

    Los numerosos paralelismos entre el hipertexto y la teora crtica presentan muchos puntos de inters, de Jos cuales el ms importante tal vez sea el hecho de que la teora crtica promete teorizar el hipertexto mientras que ste promete encarnar y, as, demostrar varios aspectos de la teora, sobre todo los relativos a textualidad, narrativa ya los papeles funciones de lector y escritor. Con el hipertexto, los tericos de la crtica dispondrn, o disponen ya, de un nuevo laboratorio donde poner a prueba sus ideas, adems de las biblotecas convencionales de textos impresos. Otro punto fundamental es que una experiencia de la lectura en hipertexto, o con hipertexto, esclarece muchas de las ideas ms significativas de la teora crtica. Como lo subraya J. David Bolter al explicar cmo el hipertexto encarna los conceptos posestructuralistas de texto aberto: Lo que es antinatural en la letra impresa se vuelve natural en el mbito electrnico, y muy pronto no har ni falta decirlo, porque podr mostrarse.2

    Deftnlci6n del hipertexto y su historia como concepto

    En S/2, Roland Barrhes describe un ideal de textualidad que coincide exactamente con lo que se conoce como hipertexto electrnico, un texto compuesto de bloques de palabras (o de imgenes) electrnicamente unidos en mltiples trayectos, cadenas o recorridos en una textualidad abierta, eternamente inacabada y descrita con trminos como nexo, nodo, red, trama y trayecto.

    EL HIP~RTEXTO y LA TEORA CRhICA

    Dice Barthes: En este texto ideal, abundan las redes (rseaux) que actan entre si sin que ninguna pueda imponerse a las dems; este texto es una galaxia de significantes y no una estructura de signfcados; no tiene prindpio, pero s diversas vas de acceso, sin que ninguna de ellas pueda calificarse de principal; los cdigos que moviliza se extienden hasta donde alcance la vista; son indeterminables... ; los sistemas de significados pueden imponerse a este texto absolutamente plural, pero su nmero nunca est limitado, ya que est basado en la infinidad del lenguaje (cursiva en el origina]},J

    Como Barthes, Michel Foucault concibe el texto en forma de redes y nexos. En Archeotogy o/Knowledgc, afittna que

  • 16 17

    HII'ERTEXTO

    verbal como no verbal. Los nexos electrnicos unen lexias tanto externas,) a una obra, por ejemplo un comentario de sta por otro autor, o textos paraldos o comparativos, como internas y as crean un texto que el lector experimenta como no lineal o, mejor dicho, como multlineal o multisecuencial. Si bien los hbitos de lectura convencionales sguen vlidos dentro cada lexa, una vez que se dejan atrs los oscuros lmites de cualquier unidad de texto, entran en vigor nuevas reglas y experiencias.

    El tpico artculo acadmico de humansticas o de ciencias ilustra perfectamente las nociones subyacentes hipertexto como texto que se lee secuencialmente. Por ejemplo, en el caso de un artculo sobre Ulises de James Joyce, uno va leyendo primero 10 que convencionalmente se conoce como texto principal y se va encontrando nmeros o smbolos que indican la presenca de notas, a pie de pgina o al final de la obra; uno deja entonces el texto principal para leer dichas notas, que pueden comener una cta de un pasaje de Ulises que supuestamente apoya e1 argumento en cuestin, o bien datos sobre agradecimientos o d.iscrepancias del autor con otros escritores, etc. Las notas tambin pueden contener informacin acerca de otras fuentes, influencias y paraleHsmos con otros textos literarios. En cada caso, el lector puede seguir la conexin y salrse por completo del primer artculo, Tras leer la nota, o mirarla y decidir que una lectura completa no procede por el momento, vuelve a] texto principal y sigue leyendo hasta encontrar otra nota y volver a dejar el texto principaL Este

    de lectura constituye la experiencia bsica y el punto de pardel hipertexto, Imagnmonos que uno pueda simplemente

    tocar la pgina donde se encuentra el simbolo de la nota, referencia o anotacin para hacer aparecer instantneamente el conteni do de la nota o incluso el texto completo, en este caso Ulises entero, al que alude la nota. Los artculos acadmicos se sitan en un campo de relaciones que, en su gran mayora, permanecen ocultas en el caso de los textos impresos y relativamente difciles de seguir por encontrarse fsicamente lejos de sus referencias. En cambio, el hpertexto electrnico facilita muchsimo el seguimiento de las referencias individuales as como la navegacin por todo el campo de interrelaciones, que tambin se vuelve muy evidente. Este cambio en la facilidad para orientarse en ese contexto y acceder a las referencias individuales afecta radicalmente tanto

    El. H1PERTEXTO y LA rtOltA CRiTICA

    la experiencia de la lectura como la naturaleza de lo ledo. Por ejemplo, si dicho artculo sobre]oyce se encontrara en un sistema de hipertexto que tuviese nexos con todo el material citado, pasara a formar parte de un sistema mucho ms extenso, en el que la totalidad podra resultar ms importante que el documento individual; el artculo se encontrara entonces mucho ms entrelazado al contexto que su homlogo impreso,

    Como se ve, el hipertexto difumina las fronteras entre lector y escritor y con ello presenta otra calidad del texto deal de Barthes. A la luz de los cambios actuales en inform.tica, la distincin de Barthes entre texto de lector y texto de escrtor cOncide con distincin entre Jos textos basados en la tecnologa de la imprenta y el hipertexto, ya que este ltmo alcanza

    el objetivo de la obra literaria (o de la literatura como obra), que consiste en hacer del lector, no un consumidor sino un productor dd texto. Nuestra literatura se caracteriza pOI' el despiadado vorcio que la institucin literaria mantiene entre el prodllctor del texto y su usuario, entre el propietario y el diente. Ellectol' se encuentra sumergido en una especie de ociosidad, es intransitvo, e incluso serio: en vez de funcionar por s mismo, en lugar de ucceder a la magia del significante, a los placeres de la escritura, se lo deja slo con la pobre libertad o rechazar d texto: leer no es ms que un referndum. Frente al texto de escritor, se encuentra su contrario, su homlogo negatvo }' reactivo: lo que puede ser ledo pero no escrito: el texto de lector. Cualquier texto de lector puede considerarse texto clsico (5/2)

    Comparemos la descripcin que hacen los diseadores de Intermedia, uno de los ms avanzados sistemas de hipertexto desarrollados hasta la fecha, del lector activo que el hipertexto requie" re y crea:

    A la vez herramienta para el escritor y medio para el lector, documentos en hipertexto permten a los escritores, o a grupos de autores, conectar datos entre sf, crear trayectos en un conjunto

    material afn, anotar textos ya existentes y crear notas que remitan tanto a datos biblogrficos como al cuerpo del textu en cuestin... lector puede pasearse por esos textos anotados, referidos y conectados de forma ordenada aunque no secuencial.\>

  • -18 19

    HIPERTRXTO

    Para tener una idea de cmo el hip~rtexto produce un texto de lector de Barthes, examinemos cmo V d., lector de este libro, lo leera en una versin en hipertexto. En primer lugar, en vez de manejar un ejemplar impreso, 10 estara leyendo en una pantalla de ordenador. Las pantallas actuales, que no tienen la movilidad y tacto de los libros impresos, hacen la lectura un poco ms difcil. A las personas que, como yo, suelen leer tumbadas en la cama o en el sof, la pantalla puede parecerles algo menos prctica. Por otro lado, la lectura en Intermedia, el sistema de hipertexto con el que trabajo, ofrece varas compensaciones importantes. Al leer una versin de este libro en Intermedia, Vd. podra, por ejemplo, cambar el tamano e ncluso el tipo de letra para hacer la lectura mucho ms fcil. Aunque no podra hacer estos cambios de forma permanente para otros lectores, s podra hacerlos cuando quisiera.

    Y, ms importante an, como estara leyendo este hipertexto en una gran pantalla grfica que muestra dos pginas a la vez, tendra la posibilidad de colocar varas textos unos al lado de otros. As, al llegar a la primera nota del texto principal, al fnal del pasaje de SIZ anteriormente citado, activara el equivalente hipertextual de la referencia (tecla, smbolo de referencia) y ello hara aparecer la nota finaL La nota en hipertexto difiere de varios modos de la nota en un libro impreso. En primer lugar, se relaciona directamente con el smbolo de referencia en vez de encontrarse en una lista numerada al final del texto principal. En segundo lugar, una vez abierta y superpuesta al texto prndpal o bien colocada a un lado, la nota aparece como un documento independiente, aunque asociado, y no como una especie de texto subsidiario, secundario y eventualmente parsito.

    La nota en cuestin contiene la informacin siguiente: Roland Barthes, SIZ, trad. Richard Milier (Nueva York, Hill y Wang, 1974), pgs, 5-6. La lexia hipertextual equvalente a esta nota podra ncluir la misma informacin o, con ms probabilidad, el pa saje citado, un fragmento ms largo o todo el captulo o incluso el texto ntegro de la obra de Barthes. Adems, este pasaje podra l'iervir a su vez de nexo con otras declaraciones de Barthes al respecto, con comentarios de estudiantes suyos o con pasajes de Derrida o de Foucault acerca del mismo concepto de texto en red, Como lector, tendra Vd, que escoger entre volver a mi exposicin, seguir alguna de las conexiones sugeridas por los nexos, utilizar

    EL HJPERTEX1"O y L\ TEORA cRTrCA

    otras funciones del sistema o buscar conexiones nuevas. La versatilidad del hipertexto, que se manifiesta en mltiples conexiones entre bloques individuales de texto, requiere un lector activo.

    Adems, un sistema completo de hipertexto, a dferenda de los lbros y de algunas de las primeras aproximaciones al hipertexto actualmente disponibles (HyperCard. Guide), ofrece el mismo entorno tanto al escritor como al lector. As, con simplemente entrar en el programa de procesamiento de texto, o editor, como se lo conoce, Vd. podra tomar notas o induso rebatir por escrito mi interpretacn. Aunque no podra modifcar mi texto, si podra escribir una contestacn y luego unirla a mi documento. AS, habr leido este texto de lector de dos maneras imposibles con un libro: prmero, Vd. mismo escogi la trayectoria de su lectura y, como todos los lectores escogern distintas trayectorias individuales, la versin hipertextual de este libro podra asumir formas muy diferentes, as como sugerir tal vez el valor de rutas alternativas y dedicar seguramente menos espacio en el texto principal a los pasajes citados. Por otro lado, tal vez haba empezado a tomar notas o a produdr respuestas al texto a medida que lo lea, algunas de Jas cuales podran muy bien presentarse en forma de textos que apoyen o contradigan las interpretaciones enunciadas en mis escritos.

    Otras convergencias: intertextualldad, diversidad de voces y el descentrar

    Como Barthes, Foucaulr y Mikhail Bakhtin, ]acques Derrida utiliza constantemente trminos como ne.;.:o (liaison), trama (tot1e), red (rseau) y entretejer 'y tinen/)," que claman por ]a hipertextualidad/ pero a diferencia de Barthes, que insiste en el texto de lector y su no linealidad, Derrida enfatiza la apertura textual, la intertextualidad y la improcedencia de la distincin entre Jo interno y 10 externo a un texto dado. Este nfasis aparece con toda claridad cuando afirma que como cualquier otro texto, el de "Platn" no poda dejar de estar involucrado, al menos de manera virtual, dinmica y lateral, con todos Jos mundos que componan el sistema del

    " En francs en el orignal. T.

  • I

    21

    ,

    ! ..

    H!I'EKI'EXTO20

    idioma griego;.> (129),,.,1 De hecho, lo que Derrida describe aqu coincide con los actuales sistemas de hipertexto en los que el Jector, activamente ocupado en el descubrimiento y exploracin del texto, puede hacer intervenir dicdonarios con anlisis morfolgicos que conectan las palabras aisladas con smiles, derivados y contrarios. Una vez ms, lo que Derrida y otros tericos crticos expresan como una reivindicacin lmgilistica, aparentemente descabellada, resulta describir precisamente la nueva dinmica de la lectura y de la escritura en el medio electrnico, ms virtual que fsico.

    Derrida reconoce acertadamente (con antelacin, cabra decir) que una nueva forma de texto ms dca, ms libre, ms fiel a nuestra experiencia potencial, y tal vez a una experiencia real an desconocida, depende de unidades discretas de lectura, Como 10 explica, en lo que Gregory UImer considera la generalizacin fundamental de su obra,M tambin existe la posibilidad de omisin o adicin de citas, que pertenece a la estructura de cualquier marca, oral o escrita, y que constituye toda marca escrita, antes y fuera de cualquier horizonte semiolingstico de comunicacin ... Todo signo, lingstico o no, oral o escrito, puede ser citado, puesto entre comillas. La roplicacin de esta facultad para ser citado, o apartado, se manifiesta en el hecho, clave para el hipertexto, de que, como aade Derrida, de este modo, puede alearse de cualquier contexto dado y engendrar una infnidad de contextos nuevos de una forma absolutamente limitada.9

    Como Barthes, Derrida concibe un texto compuesto de unidades dscretas de lectura, La concepcin de texto de Derrida se relaciona con su metodologa de la descomposicin, que podda traspasar los lmites de la filosofa. Gregory Ulmer subraya: El rgano de este episteme filosHco es la boca, la boca que muerde, mastica, cata ... el primer paso de la descomposicin es el mordisco (57), Derrida, que describe el texto como algo muy prximo a las lexias de Barthes, explica en Ciar que el objeto de esta obra tambin es el estilo, el "morceau":k que Dlmer traduce por trozo, pedazo, fragmento; pieza de msica; tentempi, bocado, Este mOl'ceau, aade Derrida, siempre est suelto, como su nombre n

    *1. Los nmeros emre parmesis indican siempre el nmero de pgina del ltimo texto dtado, T.

    ~, En francs en el origno!. T.

    EL H1PERTEXTO y LA Tl:.ORA ClnCA

    dka, y, as, uno no se olviJ'1 de l con los dientes; eSlos dieme::>, segn adara Dlmer, se refieren a las comillas, corchetes, parntesis: cuando se cita un texto (colocndolo entre comillas), el efecto es el msmo que liberarse de un contexto limitativo>>- (58).

    Esta bsqueda a ciegas por parte de Derrida de un medio para subrayar su reconocmiento de cmo opera el texto en un medio impreso -al fin y al cabo, es un acrrmo defensor de la escritura frente a la oraHdad- ilustra la posicin, o tal vez el dilema, del pensador que trabaja con letra impresa y percibe Sus carencias pero que no puede, pese a su brillantez, encontrar un caJnmo tuera de su mentalit. *1 Segn demuestra la experiencia con hipertexto, Derrida tantea hacia un nuevo tipo de texto: lo describe, lo alaba, pero slo puede presentarlo en trminos de los recursos asociados con un modo particular de escribir, en este caso Jas marcas de puntuacin. Como nos lo recuerdan los marxisLas, el pensamiento se deriva de las fuerzas y modos de produccin, aunque, como veremos, pocos marxistas se enfrentan al ms importante modo de produccin literaria, el que depende de las tecnologas de escritura e impresin,

    De este nfasis de Derrida en la discontinuidad proviene el concepto de hipertexto como un extenso montajc, lo que en otro lugar denomin meta texto y lo que Nelson llama docuverso>~. De hecho, Derrida emplea la palabra montaje par

  • 22

    ...

    HIPERTEXTO

    El hpertexto y la intertextualidad

    El hipertexto, sistema fundamentalmente intertextual, presenta una capacidad para enfatizar la intertextualidad de la que carece el texto encuadernado en un 1bro. Como vimos, los artculos acadmicos y los libros ofrecen un ejemplo obvio de hipertextualidad explicita en un medio no electrnico. A la inversa, cualquier obra de literatura, como las que se suden ensear en la universidad y que arbitrariamente denominar noble para simplificar y aligerar la discusin, ofrece un eemplo de hipertexto t'mplicito en un meda no electrnico. Tomemos, una vez ms, el Ulises de Joyce como ejemplo. Si examinamos, pongamos por caso, el pasaje de NausCa en que Bloom contempla a Gerty McDowell en la playa, se nota que el texto de Joyce alude o se refiere (stos son los trmnos que solemos emplear) a muchos otros textos, o fenmenos que pueden tratarse como textos: los anuncios y articulas de revistas femeninas que impregnan los pensamientos de Gerty, hechos acerca del Dubln de entonces 'f de ]a Iglesia catlica y hasta el pasaje de Nausica en la Odsea o cualquier informacin relacionada con otros pasaes de la novela. Una presentacin en hipertexto de la novela conectara este pasaje no slo con la clase de material mencionado sino tambin con otras obras de Joyce, con comentarios, crticas y variantes textuales. El hipertexto permite hacer ms explcito, aunque no necesariamente intruso, e] material afn que e11ector culto pueda percibir alrededor de la obra.

    Thals Margan sugiere que la hipertextualidad, como anlisis estructural de textos en relacin con un sistema ms amplio de prcticas significativas o de usos de signos en la cultura, divierte la atencin de la trada constituida por el autor, ]a obra y la tradicin hacia otra formada por el texto, el discurso y la cultura. De este modo, la ntertextualidad sustituye e] modelo evolutivo de la historia de la literatura por un modelo estructural o sincrnico de la literatura como sistema de signos. El efecto ms destacado de este cambo estratgico es que libera el texto literario de los determinismos psicolgico, sociolgico e histrico, abrindolo a una gama aparentemente infinita de relaciones.ll Morgan describe con acierto una implicacin fundamental de la intertextualidad del hipertexto (y de los hipermedios): esta apertura, esta liberacin para crear y percibir interconexiones se produce realmente.

    EL HiPERTEXTO Y LA T.EORA CRTICA 23

    Sin embargo, aunque la ntertextuaIdad del hipertexto parezca

    debilitar cualquier reduccionismo, histrico u otro, de ningn

    modo impide a los interesados leer la obra en trminos del autOr y

    de la tradicin. Las experiencias hasta la fecha con HyperCard

    y otros sistemas de hipertexto, sugieren que el hipertexto no nece

    sariamente desva Ja atencin de dichos enfoques. Pero 10 ms in

    teresante del hipertexto no es que tal vez pueda encarnar ciertas

    reivindicaciones de la crtica estructuralista o posestructuralsta,

    sino que proporciona un medio excelente de ponerlas a prueba.

    El hipertexto y la diversidad de voce.s

    Al intentar imaginar 1a experiencia de leer y escribir en esta

    nueva forma de texto, convendra prestar atencin a lo que Mik

    hall Bakhtin ha escrito acerca de la novela dialogstica, polifnica,

    con una multiplicidad de voces, que segn l est construida, no

    como el conjunto de una nica conciencia que absorbiese en s

    misma como objetos las otras conciencias, sino como un conjun

    to formado por la nteraccin de varias conciendas, sin que nin

    guna de ellas se convierta del todo en objeto de otra.12 La des

    cripcin de Bakhtin de la forma literaria polifnica presenta las

    novelas de Dosroievsky como una ficcin hipettextual en la que

    las voces individuales asumen la forma de lexias.

    Si bien Derrda ilumina la hipertextualidad desde el punto

    de vista del pedazo o bocado, Bakhtin lo hace desde el punto de vista de su propia vida y fuerza, su encarnacin o ejemplificadn de una voz, de una opinin, de una conversacin de Rotty.!J As, segn Bakhtin, en la novela en s, las "terceras personas" no participantes no son representadas de ningn modo. No hay lugar para el1as, ni en la composicin n en el sentido ms amplio de la obra (Problems, 18). En trminos de hipertextualidad, ello apunta a una calidad importante de este medio de informacin: el hipertexto no permite una nica voz tirnica. Ms bien, la voz siempre es la que emana de la experiencia combinada del enfoque del momento, de la lexia que uno est leyendo y de la narrativa en perpetua formacin segn el propio trayecto de lectura. ,

    l

  • 24 25

    ..

    HlPEll.'fmcrO

    El hpertexto Y el descentrar

    A medida que el lector se mueve por una red de textos, desplaza constantemente el centro, y por 10 tanto el enfoque o principio organizador de su investigacin Y experiencia. En otras palabras, el hipertexto proporciona un sistema que puede centrarse una yotra vez y cuyo centro de atencin provsional depende del lector, que se convierte as en un verdadero lector activo, en un sentido nuevo de la palabra. Una de las caracters!cas fundamentales del hipertexto es estar compuesto de cuerpos de textos co

    nectados, aunque sin eje primario de organizacin. En otras pala

    bras, el metatexto o conjunto de documentos, el ente que se

    conoce como libro, obra o texto en el campo de la imprenta, ca

    rece de centro. Aunque esta ausencia de centro pueda crear pro

    blemas alieetor y al escritor, tambin significa que cualquier usua

    rio del hipertexto hace de sus intereses propios el eje organizador

    centro) de su investigacin del momento. El hipertexto se experimenta como un sistema que se puede descentrar y recentrar hasta el infinito, en parte porque transforma cualquier documento que tenga ms de un nexo en un centro pasajero, en un directorio con el que orientarse y decidir adnde ir a continuacin.

    La cultura occidental imagin estas entradas casi mgicas a una realidad en forma de red mucho antes de la aparcin de las tecnologas informticas. La tipologa bblica, que tan importante papel desempe en la cultura inglesa en los siglos XVIl y XIX, conceba la historia en forma de tipos y sombras de Cristo y de la providencia divina. 14 As, Moiss, que existe por s mismo, tambin existe como Cristo, quien cumple y completa el significado del profeta. Como lo demuestran innumerables sermones, octavillas y comentarios del siglo xvn Y de la poca vctoriana, cualquier persona, acontecmento o fenmeno serva de ventana mgica en la complea semitica de los designios divinos para la salvacin del hombre. Al igual que el tipo bblico, que permite a los acontedmientos Yfenmenos significativos participar simultneamente de varias realidades o niveles de realidad, la lexia individual aporta irremediablemente un camino en la red de conexiones. Dado que, en los Estados Unidos, el protestantismo evanglico preserva y difunde estas tradiciones de exgesis bblica, no sorprende demasiado descubrir que una de las primeras aplicaciones

    EL HlPEltfEXTO '( l.A TEORA CRTICA

    del hipertexto ha tenido que ver con la Biblia y la tradicin exegtica.u

    No slo lexias obran de forma muy parecida a los tipos, sino que se convierten tambin en Aleph borgesianos, puntos en el espacio que contienen todos los dems puntos, ya que, desde la posicin dominante que cada uno proporciona, se puede ver todo lo dems, s bien no simultneamente, en todo caso muy cerca, a uno o dos saltos de distancia, sobre todo en los sistemas que disponen de una eficiente funcin de bsqueda de texto. A dferencia de los Aleph de Jorge Lus Borges, uno no tiene que verlo todo desde un nico lugar, ni tampoco tumbarse en una bodega con la mochila debajo de la cabeza. l & El documento en hipertexto se vuelve un Aleph viajero.

    Esta capacidad tiene una relacin obvia con las ideas de Derrida, que insiste en la necesidad de cambar de puntos de vista descentrando la discusin. Como l msmo subraya en Structure, Sigll and Play in the Discourse of the Human Sciences, el proceso o procedimiento que llama descentrar ha desempeado un papel importante en el cambio intelectuaL Por eemplo, dice:

  • 26 27

    ,.

    HIPERTEXTO

    pueden organizar sus sesiones en funcin de dichos perodos, valindose de los artculos sobre el romanticismo o la poca vctoriana como puntos de partida o puntos intermedios, mientras que otros lectores pueden partir de nociones crticas o ideolgicas, por ejemplo, el feminismo o la novela victoriana. En la prctica, los usuarios suelen utilizar la materia desarrollada en la Universidad Brown a modo de sistema centrado en el texto y enfocarse en obras individuales, y, si bien empiezan la sesin entrando en el sistema en busca de informacin acerca de un autor dado, tienden a dedicar ms tiempo a las lexias sobre textos especificas y pasando de un poema a otro (

  • I 29

    lllPERTEXTO

    28

    archivos y comunicaciones, dotado de mecanismos que permiten la consulta con gran rapidez y flexibilidad. Es un accesorio ntimo y ampljado de su memoria (32). Escribiendo antes de los tiempos del ordenador digital (la dea del Memex le vino por primera vez a mediados de los aos treinta), Bush conceba su dispositivo como una especie de mesa con superficies translddas, palancas y motores para una bsqueda rpida de archivos en forma de microfilmes.

    Adems de bu~car y recuperar informacin, el Memex tambin permitira al lector aadir notas marginales y comentarlos, valindose de un posible tipo de fotografa seca; e incluso podra hacerlo con un sistema de agujas, como en los telgrafos que se ven hoy en da en las salas de espera de las estaciones de ferrocarril, igual que sj tuviera la pgina fisica delante de l (3).

    De este aspecto crucial del Memex concebido por Bush, dos cosas llaman la atencin: primero, Bush est convencido de la necesidad de anotar, durante la lectura, los pensamientos transitorios y las reacciones al texto. Con este nfasis, lo que hace Bush es redefinir el concepto de lectura como un proceso activo que implica escritura. Y I segundo, la referencia al lector perspicaz y activo, que puede anotar un texto

  • 30 31

    HIPERTEXTO

    A contnuacin, en una obra dehistora, encuentra otro articulo relevante y une ambos, Y as sigue, construyendo un trayecto con muchos artculos. De vez en cuando, nserta un comentario propio, undo al tinerario principal o bien a un trayecto secundara. Cuando resulta evidente que las propiedades elsticas del material tenan mucho que ver con el arco, se desva por una rama lateral que lo lleva a manuales sobre elasticidad y tablas de constantes fsicas. Aade una pgina de anlisis propio. De este modo, dabora en medio de11aberinto de material disponible un recorrido en fundn de sus intereses (34-35).

    Adems, Bush aade que, a diferencia de los trayectos mentales, los del Memex del investigador no se esfuman, as que, cuando al cabo de unos aos se rena con un amigo para hablar de los modos en que la gente se opone a las innovaciones, aunque sean de vital inters (35), podr reproducir los trayectos que cre para investigar un tema o problema y aplicarlos a otro.

    La idea de Memex, a la que Bush dirigi su atencin de forma intermitente durante treinta aos, influy en Nelson, en Douglas Englebart, en Andries van Dam y en otros pioneros del hipertexto, incluido el grupo del Institute for Research in Information and Scholarship* (IRIS) de la Universdad Brown, que cre Ioterme" dia. En As We May Thinb> y Memex Revisited, Bush propone el concepto de bloques de texto unidos con nexos y tambin introduce los trminos nexos, conexin, trayectos y trama para describir su nueva concepcin de la textualidad.19 La descripcin que hace Bush del Memex contiene otras concepciones bsicas, e incluso radicales, de la textualdad. En primer lugar, requiere una reconfguracin radical de la prctica de la lectura y de la escritura, en la que ambas actividades se acercan entre s mucho ms de lo que es posible con el libro impreso. En segundo lugar, a pesar del hecho de que concibiera el Memex antes del advenmiento de la informtica digital, Bush intuy que era necesario algo como la textualidad virtual para los cambios que propugnaba. En tercer lugar, su reconfiguracin del texto introduce tres elementos completamente nuevos: los ndices por asociacin (o nexos), los trayectos entre dichos nexos y los conjuntos o tramas de trayectos. Estos ele-

    Instituto de Investigacin en Informacin y Humansticas. T.

    EL HPERTFXTo y LA TEORA CRTICA

    memos nuevos generan a su vez una clase de text'o flexible, hecho a la medida, abierto a las demandas del lector y, posiblemente, vulnerable a ellas, Tambin generan la nocin de una textualidad mltiple, ya que, en el mundo del Memex, la pa1abra texto designa: a) las unidades individuales de lectura que tradicionalmente constituyen la obra; b) dichas obras enteras; e) conjuntos de documentos creados con trayectos; y, quiz, d) Jos mismos trayectos sn documentos acompaantes,

    Tal vez 10 ms interesante para alguien que considere la relacin de las ideas de Bush con ]a crtica contempornea y la teora cultural es que este ingenero empez rechazando algunas de las premisas fundamentales de la tecnologa de la informacin que han ido dominando (y algunos incluso diran creando) cada vez ms el pensamiento occidental desde Gutenberg. Adems, Bush deseaba sustituir los mtodos esencialmente Hneales que habian contribuido al triunfo del capitalismo y del industrialismo por algo que, en esencia, son mquinas poticas; mquinas que trabajaran por analoga y asociacin, mquinas que capturaran la brillantez anrquica de la imaginacin humana. Todo eEo da la impresIn de que Bush consideraba que la ciencia y la poesa obran bsicamente de la misma manera.

    Texto virtual, autores virtuales e informtica literaria

    Los efectos caracterstcos de la informtca sobre las discipli

    nas humansticas se deben al hecho de que la informacin se al

    macena en forma de cdigos electrnicos, en vez de marcas fsicas

    sobre Una superficie fisica. Desde la invencin de la escritura y de

    la imprenta, la tecnologa de la informacin se ha enfocado en el

    problema de crear, y Juego propagar, unos registros verbales estticos y permanentes. Como innumerables autores vienen proclamado desde los inicios de la escritura, estos registros fijos COnquistan el tiempo y el espacio, por muy brevemente que sea, ya que permiten a lIna persona compartir informacin Con otras, en distintos lugares y momentos. La imprenta aade el elemento absolutamente crucial de las mltiples copias smultneas de un mismo texto; esta multiplcidad, que preserva un texto disemnando copias individuales de ste, permire a lectores separados

  • 33 '}

    ..

    HIPERTEXTO32

    en el tiempo y el espacio a la misma informacn,2o Como han demostrado Elizabeth Eisenstein, Marshall McLuhan, William M. Ivins, J. David Bolter y otros investigadores de la historia de los efectos culturales de la imprenta, el nvento de Gutenberg produjo en las disciplinas humansticas lo que hoy en da entendemos por erudicin y crtica, Una vez liberados de su tarea principal, que consista en preservar la informacin en forma de frgiles manuscritos que se deterioraban con el uso, los eruditos, trabajando ahora con libros, pudieron desarrollar nuevas nociones de erudicin, originalidad y de propiedad intelectual.

    Aunque el texto fijo mltiple producido por la tecnologa de la imprenta ha tenido tremendos efectos sobre las concepciones modernas de literatura, educacin e nvestgacin, todava enfrenta, como lo enfatizan Bush y Nelson, al investigador con el problema fundamental de un sistema de recuperacin de la informacin basado en manifestaciones fsicas del texto; es decir. el almacenamiento de la informacin en un formato ta su recuperacin,

    Este problema puede expresarse de dos maneras, En primer lugar. que ninguna ordenacin de la inform:Jcin puede resultar conveniente a todos los que la necesitan, y, en segundo lugar, aunque ambas ordenaciones, jerrquica y lineal, facilitan la informacin segn algn criterio de orden, ste no siempre coincide con las necesidades de sus uSllaros ndivduales. A lo largo de va~ ros siglos, los escribanos, eruditos. editores y otros fabricantes de libros han inventado una gama de dispositivos para aumentar la rapidez de lo que hoy en da llamarnos procesamiento y recuperacin de la informacin. La cultura del manuscrito presenci progresivamente la invencin de las pginas individuales, captulos, prrafos y espacio entre palabras. La tecnologa del libro se realz con la paginacn, los indces y las bibliografas, Estos ingenios han hecho la erudicin, s no siempre fcil o cmoda, al menos, posible.

    El procesamiento electrnico de texto representa el cambio ms importante en la tecnologa de la informacin desde el desa

    del libro impreso, Conlleva la promesa (o la amenaza) de producir cambios en nuestra cultura, sobre todo en la literatura. la educacin, la crtica y la erudicin, al menos tan radicales como los producidos por los tipos mviles de Gutenberg.

    EL HII'EJH'llX.TO y LA TEORA CRTICA

    El procesamiento texto nos proporciona textos electrnicos en vez y este paso de la tinta al cdigo electrnico Jean Baudrillard llama el paso de lo tctil a lo digital- produce una tecnologa la informacin que combina la estabilidad y la flexibilidad, el y la accesibilidad, pero a un precio.Z1 Puesto que el procesamiento J(; texto electrnico maneja cdigos electrnicos, todos los textos que el lector-escritor se encuentra en la pantalla son virtuales. Por analoga con la ptica, los informticos hablan de

  • 34 35

    H1PERTEXTO

    ejemplos sugieren que a menudo est confundido acerca de los medios que la emplean. Los puntos fuertes y dbiles del planteamiento de Baudrillard aparecen en sus comentarios acerca de la digitalizacin del saber y de la informacin. BaudrilIard percibe con acierto que el paso de lo tctH a 10 digital representa un acontecimiento esencial en el mundo contemporneo, pero luego se equivoca en cuanto a sus implcacones, o, mejor dicho, slo las percibe parcialmente. Segn l, la digitalizacn implica una oposicin binaria: La digitalizacin nos rodea. Esto es lo que se desprende todos los mensajes y signos de nuestra sociedad. La forma ms evidente en que se manfiesta es la prueba, la pregunta/contestacin, el estmulo/respuesta (Simulations, 115). Baudrillard postula esta equivalencia, que equivocadamente considera axomtica, en su declaracin de que la verdadera frmula generadora, la que abarca todas las dems y la que, de algn modo, es ,la forma estabilizada del cdigo, es la frmula binara, la digital (145). Llega a la conclusin de que el hecho primario acerca de lo digital es su relacin con el control ciberntico._.la nueva configuracin operacional, ya que la digitalizacin es su principio metafsico (el Dios de Leibnitz) yel ADN, su profeta (103).

    Es que la digitalizacin implica un estado binario, sobre todo en los niveles ms bsicos del cdigo de mquina y en los ms elevados de los lenguajes de programacin. Pero de este hecho no se puede extrapolar ingenuamente, como hace Baudrillard, un sstema entero de pensamiento o episteme. Por supuesto, Baudrillard puede tener razn en parte; tal vez ha percibido una conexin clave entre el modelo estmulolrespuesta y lo digital. Sin embargo, e1 hecho del hipertexto demuestra muy claramente que lo digital no nos confina necesadamente en un mundo lineal ni en uno de oposiciones binarias.

    A diferencia de Derrida, que enfatiza el papel de1libro, de la escritura y de las tecnologas de la escritura, Baudrillard nunca considera el texto verbaI, cuya ausencia se prolonga en toda su argumentacin, y reconstituye a su manera lo que a todas luces no esperaba. Sugiero que parte de la difcultad terica Baudrllard se debe a que pasa por alto los textos verbales digitalizados y se desva demasiado fcilmente, a parrir del hecho de la codficacin digital, en dos drccdones: (D hada el modelo estmu-

    EL HlPERTEXTO y LA TEORA CRITICA

    lo/respuesta y el modelo y/o; y (2) hada otros medios no alfanumricos (distintos de la escritura) como ]a fotografa, la radio y la televisin. Curiosamente, cuando Baudrillard enfatiza con aderto el papel de lo digital en el mundo posmoderno, suele tomar sus eemplos de digitalizacin de unos medios que se basan en tecnologas analgicas y no digitales, sobre todo en la poca en que escribe, y las diferencias entre las caractersticas e implicaciones de ambas son importantes. Mientras que el almacenamiento analgico de nformacn sonora y visual requiere un procesamiento lineal, la tecnologa digital suprime la necesidad de secuencia al posbilitar el acceso directo a cualquier bit particular de informacin. Cuando se desea encontrar determinado pasaje de una sonata de Bach grabada en una cinta, hay que recorrerla secuencialmente, aunque los aparatos modernos permiten pasar rpidamente de una pieza musical a otra. En cambio, cuando se quiere localizar un pasaje dado en una grabacin digtal, se puede acceder instantneamente a dicho pasaje, marcarlo para futuras referencias y manipularlo como sera imposble hacerlo con la tecnologa analgica; por ejemplo, se puede volver a escuchar instantneamente una pieza sin tener que rebobinar nada_

    Al concentrarse en los medos alfanumricos y a1 confundir, segn parece, las tecnologas analgica y digital, Baudrillard pierde la oportunidad de reconocer el hecho de que lo digital tambin tiene el potencal para impedir, bloquear y rodear la condicin lneal y binaria, y sustituirla por la multipHcidad, por una verdadera actividad y activacin del lector y ]a posibilidad para l de desviarse en varias redes. Baudrillard ha descrito un hilo princpal o constituyente de la realidad contempornea que, potencialmente, entra en conflicto con la realidad multilineal e hipertextua!.

    Adems del hipertexto, varios aspectos de la informtica en las humanidades se derivan de la virtualidad del texto. En primer lugar, la facilidad con que se puede manipular smbolos alfanumricos da lugar a un procesamiento de texto ms senciJIo. A su vez, ]a comodidad del procesamiento de texto facilita mucho ]a publicacin erudita tradcional, es decir, la creacin de textos dedignos y, en principio, doctos, a partir de manuscritos o libros publicados, justo en el momento en que la nocin misma de texto aislado, unitario y unilateral tal vez est cambiando e incluso desapareciendo.

  • 37

    '1'11 !I

    HIPERTEXTO36

    En segundo lugar, est(\ misma facilidad para cortar, copiar y manipular el texto permite formas diferentes de composicin erudita, en las que las notas del investigador y la informacin original existen en una mayor proximidad experimental. Segn Michael Heim, a medida que la textualidad electrnica vaya liberando la escritura de las limitaciones de la tecnologa del papel impreso, enormes cantidades de informacin, y ms textos todava, se volvern accesibles inmediatamente bajo la superficie electrnica del escrito... Conectando 1m pequeo ordenador con un telfono, un profesional podr leer "libros" que a su vez se abren sobre un extenso mar de bases de datos que sistemizan todo el saber humano.2} La facilidad de manejo del texto erudito, que se debe a la capacidad de los ordenadores para examinar bases de datos con gran velocidad, permite la bsqueda de textos completos, concordancias dinmicas e impresas, yotras clases de procesamientos que permiten a los eruditos en humanidades plantearse nuevos tipos de preguntas. Adems, a medida que uno escribe. el texto en progreso se encuentra conectado y unido a todo el mundo de la informacin (161).

    En tercer lugar, el texto vrtual, cuya aparienca y forma pueden ser modificados segn convenga al lector, tambin tiene el potencial de aadir un elemento completamente nuevo: el nexo electrnico o virtual que reconfigura el texto tal y como lo conocemos los que hemos crecido unto a los libros. Es la facultad de conexin electrnica lo que crea el hipertexto, una textualidad compuesta de bloques y nexos que permiten multiplcar los trayectos de lectura. Como Heim sostiene, el procesamiento de texto electrnico inevitablemente produce nexos, y stos desplazan el texto, al lector y al escritor hacia otro espacio de escritura:

    Las caractersticas distintivas de la formulacin del pen~alTIiento en el marco psquico del procesamiento de texto coinciden con la automatizacin del manejo de la informacin y producen una conexin sin precedente entre los textos. Con "conexin" no me refiero a alguna vaga conexin fsica como la de libros individuales compartiendo un espacio fsico en la biblioteca. La palabra "texto" proviene de h pabbl'3 latina para tejido y ha llegado a tener una tremenda exactitud de sentido en el caso del procesamiento de texto. En el medio electrnico, la conexin es interactiva, es decir que los textos pueden ser convocados instantneamente en un mismo marco p~quico (160-161).

    EL HfPER'tEXTO l' LA TEORA CRTICA

    La presencia de mltiples trayectos de lectura, que perturba el equilibrio entre lector y escritor y que crea as el texto de lector de Barthes, tambin crea un texto que existe con una independencia mucho menor respecto a los comentarios, analogas y tradiciones que el texto impreso. Este tipo de democratzacin no slo reduce la separacin jerrquica entre el llamado texlo principal y las anotaciones, que ahora existen como textos independientes, unidades de lectura o lexias, sino que tambin difumina las frontel'as entre textos individuales. De este modo, la conexin electrnica reconfigura nuestra experiencia tanto del autor como de la propiedad intelectual, y ello promete afectar, a su vez, nuestras nocones tanto de autor (y de autoridad) de los textos que estudiamos como de nosotros mismos como autores.

    Adems, estos cambios se producen en un entorno electrnico, el docuverso nelsoniano, en el que la publicacn camba de senUdo. El hipertexto, mucho ms que cualquier otro sistema informtico. promete convertir la publicacin en una cuestin de acceso a alguna red electrnica. Por el momento, los eruditos seguirn dependiendo del libro, y es de prever que las mejoras continuas en autoedicin e impresin lser provocarn una ltinlU tloracn del texto como objeto fsico. No obstante, estos textos fsicos sern producidos (o mejor dicho, reproducidos) a partr de textos electrnicos; y, a medida que los lectores se vayan acostumbrando a la comodidad de los textos electrnicamente conectados, el libro, ahora definido tanto como herramienta del erudito como producto acabado suyo, ir perdiendo su papel preponderante en la investigacin humanstica.

    El modelo no lineal de red en la teora crtica actual

    Las discusiones y diseos de hipertexto comparten con la teorla crtca contempornea un nfasis en el paradigma o modelo de red. Como mnimo, cuatro sgnificados de red aparecen en las descripciones y proyectos de sistemas de hipertexto, actuales y futuros. En primer lugar, cuando se transfieren teXtos impresos al hipertexto, toman la forma de bloques, nodos o lexias unidos en una red de nexos y trayectos. Red, en este sentido, se refiere a una especie de equivalente electrnico del texto impreso conectado

  • 38 39

    Hll'ERTIlXTO

    electrnicamente. En segundo lugar, cualquier conjunto de xias. tanto si se deben al autor del texto verbal como a un tercero que haya reunido textos de varios autores, toma la forma de una red; en algunos sistemas, se llama trama a cualquier conjunto de documentos, cuyos lmites cambiantes los convierten, de algn modo, en el equivalente hipertextual una obra. En tercer lugar, el trmino red tambin se refiere a un sistema electrnico que mplica ordenadores adicionales as como cables y conexiones fsicas que permiten compartir informacin entre mquinas individuales, estaciones de trabajo o terminales de lectura-escritura. Estas redes pueden tomar la forma de las actuales redes de mbito local (LAN),'~ como Ethernet, que conecta conjuntos de mquinas dentro de una institucin o parte de sta, como departamentos o unidades administrativas?4 Tambin hay redes de gran mbito (WANV! que conectan distintas instituciones geogrficamente muy alejadas. Las prmeras versones de redes de gran mbito, tanto nacionales como internacionales, incluyen JANET (en el Reino Unido), ARPANET (en los UU.), el National Research and Education Network (NREN),"'z y BITNET, que conecta unversidades y centros de nvestigacin en Amrica del Norte, Europa, Israel, Australia, Nueva Zelanda y Japn.2> Estas redes, que hasta el momento se han utilizado principalmente para el correo electrnico y para transferir archivos particulares, tambin han servido infraestructura a boletines de noticias como manist. Para que estas redes puedan soportar el hipertexto, hacen falta equipos ms potentes que puedan transferir con mucha rapidez grandes cantidades de informacin.

    La cuarta acepcin de red, en cuanto a hipertexto, se acerca mucho al sentido que se le da en la teora crtica. Red, en su sen

    ms completo, se refiere a la totalidad de los trminos para los cuales no hay trmino y que son representados por otros trminos hasta que surja algo mejor o que uno de ellos logre abarcar el sentido ms amplio y la mayor difusin: literatura, iofomundo, docuverso y, de hecho, cualquier escrito, tanto en sentido alfanumrico como derridano. Las futuras redes de gran

    .,. LAN: Local Area :-Jerworlc. 1.

    "1. WAK Wide Area Network. T.

    "2, Red Nacional de Investgadn y Educacin, T.

    EL HIPERTBXTO y LA TEORA CRiTICA

    mbito necesarias para un hipertexto interinstitucional, a gran escala y a distanda, materializarn los actuales mundos de la informacin, incluida la literatura. Dcho otro modo, para obtener informacin har falta tener acceso a algn tramo de la red. Para publicar en el mundo hpertextual, har falta tener acceso, aunque sea de forma limtada, a una red.

    La analoga, modelo o paradigma de red, esencial en el hipertexto, aparece en todos los escritos tericos estructuralistas y posestructuralistas. El modelo de red y sus componentes rechazan la linealidad en forma y explicacin, y ello a menudo en aplicaciones inesperadas. Bastar un solo ejemplo de este pensamiento no lineal. Aunque los expertos en narratva casi siempre han subrayado la linealidad esencial de la narracin, recientemente, los crticos empezado a encontrarla no lneal. Barbara Herrnstein Smith, por ejemplo, sostiene que en virtud de la naturaleza misma del discurso, la no linealidad es ms bien la regla y no la excepcn en las obras narrativas.2 Puesto que volver al tema de la narrativa lneal y no lineal en un captulo posterior, ahora slo mencionar que la no linealidad se ha vuelto tan importante en el pensamiento crtico contemporneo, tan de moda, podra decirse, que la observacin de Smth, tanto si es acertada como si no, resultaba casi inevitable.

    Puede apreciarse la mportancia general del pensamiento no nealo antilineal por la frecuencia con que Barthes yotros crticos utlzan los vocablos nexo, red, trama y trayecto y por la destacada posicin que les dan. Ms que cualquier otro terico contemporneo, Derrida emplea los trminos nexo, trama, red, matriz y entretejido en relacin con la hipeltextualidad; Bakhtin as mismo emplea nexos (Problems, 9,25), conexin (9), interconexin (19) y entretejido (72).

    Como Barthes, Bakhtn y Derrida, Foucault concibe el texto en trminos de red y se vale precisamente de este modelo para describir su proyecto, el anlisis arqueolgico del conocimiento mismo. En Tbe arder ofTbings sostene que su proyecto implica rechazar las famosas controversias que tienen ocupados a sus contemporneos; proclama que hay que reconstruir el sistema general de pensamiento cuya red, en su aspecto positivo, hace posible la interaccin de opiniones simultneas y aparentemente contradictorias, Es esta red la que defne las condiciones que hacen posble un problema o una controversia y sostiene la bistoricidad del saber.27 Para Foucault, el orden es, en parte, la ley in

  • 41

    '11!

    lllPERTEXTO40

    terna, la red oculta (xx); l, una red es aquel fenmeno capaz de interconectar (127) una amplia gama de taxonomas, observaciones, interpretaciones, categoras y normas de observacin a menudo contradictorias.

    La descripcin de red que hace Heinz Pagels en The Dreams 01 Reason (Los sueos la razn) sugiere por qu la red seduce tanto a los que sospechan de los modelos jerrqucos o lineales. Segn l, una red no arrba" ni "abajo". Ms bien, es una pluralidad de conexiones que incrementan las posibles interacciones entre sus componentes. No hay autoridad central ejecutiva que supervise el sistema,'B Adems, como Pagels tambn explica, la red funciona en varias ciencias fsicas com un poderoso modelo terico capaz

    describir una gama de fenmenos de muy distintas escalas espaciales y temporales y, as, de ofrecer un programa de investgacin. El modelo de red ha cautivado la imaginacin de la gente en campos tan diversos como la inmunologa, la evolucin y el cerebro.

    El sistema inmunolgico, comO el evolutivo, es un poderoso sistema de reconocimiento ele con ci:\pacdad para aprender y recordar, Esta caracterstca dd sistema inmunolgico ha sugerido a varas personas que un modelo informtico dinmico que smulara el sistema inmunolgico tambin podra prender recordar. .. El sistema evolutivo obra en una escala de tiempo cientos de miles de aos, el inmunolgico en cuestin de das y el cerebro, en milsegundos. Si descubrisemos cmo el sistema inmunolgico reconoce y destruye los tal vez ello nos podra ensear cmo las rcdc:s nerviosas reconocen y destruyen ideas. Despus todo, tanto el sistema inmunolgico como el sistema nervioso estn constituidos por de millones de clulas altamente especializadas que se excitan y se inhiben unas a otras, y ambos aprenden y tienen memoria (134-135).

    El modelo red tambin ha nspirado el movimiento conexionista en informtica, que recurre a una hipottica arquitectu

    ra nerviosa para el diseo en red mquinas radicalmente d

    ferentes. Los conexionistas sugieren que las conexiones, el

    diseo mismo de la red aporta la clave de su funcionamiento y

    no algn programa interno como los de los ordenadores (125).

    Los conexionistas tambin proponen una representacin del sa

    ber en la que el saber est distribuido en toda la red; y no sim

    1,

    EL HIl'ERTEXTO y LA TEORA CRITic....

    plememe localzado en alguna memoria elecrrnica ni en ningn microinterruptor. Para los conexionistas, la representacin del saber se dstribuye entre las fuerzas de las conexiones [los nexos!], entre unidades (126).

    Como lo demuestra Pagels, la ciencia contempornea y la teora crtica proponen teoras convergentes acerca del pensamiento humano y del mundo del pensamiento basadas en el paradigma de red.

    Terry Eagleton y otros tericos marxistas, que a menudo recurren al posestrucruralismo. tambin se valen del modelo o imagen de red.z9 En cambo, los marxistas ms ortodoxos, que tienen un inters personal (o un convencimento sincero) en la narrativa o la metanarrativa lineal tienden a recurrir a red y a trama principalmente para caracterizar la equivocacin. Pierre Machery podra parecer algo fuera de lugar sif!uiendo a Barthes, Derrida y Foucault al stuar las novelas dentro de una red de relaciones con otros escritos. Segn Machery,

  • 42 43

    -

    HIPERTEXTO

    bert Marcuse, cuando explica que el deseo autntico corre el riesgo de disolverse y de perderse en la extensa red de seudosatisfacciones que constituyen el sistema de mercado (lOO-lOO. Una vez ms, el concepto de red proporciona un paradigma solamente necesario, segn parece, para describir las complejidades de una sociedad cada. Vuelve a hacerlo cuando, en el captulo sobre Sartre, discute la nocin de fetichismo de Marx, que presenta, para]ameson, ciertas comodidades y la red "objetiva" de las relaciones que mantienen entre s como la apariencia ilusoria que enmascara la realidad de la vida social, que se encuentra en el proceso mismo del trabajo (296Y.

    Causa o convergencia? Influencia o confluencia?

    Adnde lleva la relacin de la informtica, y del hipertexto en particular, con la teora de literatura de las tres o cuatro ltimas dcadas? En la conferencia de mayo de 1990 en el Elvetham Hall sobre la tecnologa y el futuro de la investigacin humanstica, J. Hillis Miller sugiri: La relacin ... es mltiple, no lineal, no causal, no dialctica y excesivamente determinada. No encaja en la mayora de los paradigmas tradicionales que definen "relan,,.3>

    El mismo Miller aporta un buen ejemplo de esta convergencia entre la teora crtica y la tecnologa. Antes de descubrir el hipertexto, hablaba del texto y del procesamiento (interpretativo) de texto de una manera que resultar familiar a cualquiera que haya ledo o trabajado con hipertexto. Por ejemplo, en Fiction tll1d Repetition describe cmo se lee una novela de Hardy de una forma que yo calificara de hipertextualidad bakhtniana: ~, en The Critic as a Hast (1979), describe bloques de texto dispersos y conectados, cuyo recorrido se puede seguir hasta un universo o metatexto que crece y aumenta sin cesar. Aplica una estrategia desconstruccionista al c-

    EL HIPERTEXTO Y LA TEORA CRTICA

    tado fragmento de un ensayo crtico que contiene a su vez una cita de otro ensayo, como un portador alberga un parsito. Prosiguiendo con la analoga microbiolgca, MilIer pasa a explcar que el "ejemplo" es un fragmento parecido a esas minsculas partculas de alguna sustancia que se introducen en un diminuto tubo de ensayo y se investigan con ciertas tcnicas de qumica analtica. Se puede llegar muy lejos, u obtener mucho de un pequeo fragmento de texto: nos gua de contexto en contexto, que se amplan hasta abarcar, como medios necesarios, toda la familia de lenguas indoeuropeas, toda la literatura y el pensamiento conceptual en estas lenguas y todas las permutaciones de nuestras estructuras sociales de economas domsticas, receptoras y dadoras de regalos.35

    Aun as, Milier subraya que el ~~Glas de Derrida y los ordenadores personales aparecieron ms o menos al mismo tiempo. Ambos trabajan consciente y deliberadamente para dejar obsoleto el tradicional modelo de libro lineal y sustituirlo por el nuevo hipertexto multilineal, que ya se est convirtiendo rpidamente en el modo de expresin caracterstico, tanto de la cultura como del estudio de las formas culturales. El "triunfo de la teora" en los estudios literarios y su transformacin por la revolucin digital son dos aspectos de un mismo cambio arrollador (Literar)' Theory, 19-20). Por supuesto, dcho cambio arrollador tiene muchos componentes, pero hay un tema que aparece tanto en escritos sobre hipertexto (y el Memex) como en la teora crtica contempornea: las limitaciones de la cultura impresa, de la cultura del libro. Bush y Barthes, Nelson y Derrida, as como todos los tericos de estos campos, quiz sorprendentemente entrelazados, empiezan con el deseo de liberarnos de las limitaciones de lo impreso. Este proyecto comn requiere que uno reconozca primero el enorme poder del libro, ya que, slo cuando hayamos tomado conciencia de la manera en que ha formado e informado nuestras vidas, podremos intentar escapar de algunas de sus limitaciones.

    En este contexto, las explicaciones de Claude Lvi-Strauss del pensamiento iletrado en The Savage Mind (El pensamiento .ralvaje) y en sus tratados sobre mitologa aparecen, en parte, como intentos de descentrar la cultura del libro, de demostrar los confinamientos de nuestra cultura literaria salindose de ella, por muy superficial y brevemente que sea. Al enfatizar medios de co

  • ..

    HIPERTEXTO44

    municacin electrnicos aunque no informticos, como la rado, la televisin y el cine, Baudrillard, Derrida, Jean Fran;ois Lyotard, McLuhan y otros se pronuncian igualmente en contra de la futura importancia de la tecnologa de la informacin basada en la mpresin, coincidendo a menudo con los que piensan en que unos medios de comunicacin anlogos con sonido, movmiento e informacin visual remodelarn radicalmente nuestras expectativas de la cultura y naturaleza humanas.

    Entre los principales crcos y tericos de la crtica, Derrida destaca como el que mejor advierte la importancia de una tecnologa de la informacin autnoma, basada en sistemas dgitales ms que analgicos. Como seala, el desarrollo de mtodos prcticos de recuperacin de la informacin ampla enormemente las posibilidades del "mensaje", hasta el punto en que deja de ser la traslacin "escrita" de un lenguaje, la transferencia de un significado que, incluso permaneciendo oral, conservara su integridad . .l6 Ms que cualquier otro terico, Derrida se da cuenta de que la informtica y los otros cambios en los medios de comunicacin han desgastado el de] modelo lineal y dellbl'o como paradgmas afines y culturalmente dominantes. Derrida declara: El fin de la escritura Hneal es en realidad el fin del libro, aunque sea en form

  • -46 HIPERTEXTO

    vamos a suponer. Estudiosos de la tecnologa y de la prctica de la lectura sealan varios cientos de aos de cambios y acomodaciones graduales, durante los cuales prevalecieron distintas prcticas de la lectura, formas de publicacin y concepciones de la literatura.

    Segn Kernan, no fue hasta principios del siglo XV1II que la tecnologa la imprenta hizo pasar a los pases ms adelantados de Europa de una cultura ora] a otra impresa, reordenando toda la sociedad y reestructurando las letras, ms que meramente

    modificndolas~> (9). Cunto tardar la informtica, y sobre todo el hipertexto, para operar cambios parecidos? Uno se pregunta cunto tardar el paso al lenguaje electrnico en volverse omnipresente en la cultura. con qu medos, apaos culturales provisionales y dems intervendr y crear un cuadro ms confuso, aunque culturalmente ms interesante?

    La segunda norma importante es que el estudio de las rela ciones entre tecnologja y literatura junto con otros aspectos de las humanidades no produce necesariamente una lectura mecnica de la cultura, como teman Jameson y otros. Como Kernan deja bien claro, la comprensin de la lgica de una tecnologa no permite hacer predicciones, ya que en condiciones diferentes la misma tecnologa producir efectos diferentes e incluso contraros. As, J. David Bolter y otros historiadores de ]a escritura sealado que, al prncpjo, la escritura, que serva Jos intereses del clero y de la monarqua al registrar leyes y acontecmientos, pare-

    puramente elitista, e incluso hiertica; ms tarde, a medida que iba progresando hada abajo en la escala social y econmica, empez a parecer democratizante e incluso anrquca. En gran medida, los libros impresos tuvieron efectos igualmente diferenciados, aunque los factores democratizan tes tardaron mucho menos en imponerse a los hierticos: unos cuantos siglos, tal vez dcadas, en lugar de milenios!

    As mismo, como Marie Elizabeth Ducreux y Roger Chartier han demostrado, tanto e] material mpreso como los manuscritos fueron utilizados como instrumentos de una aculturacn religiosa controlada por la autoridad, pero en ciertas circunstancias permitieron la resisten ca de una fe rechazada y llegaron a ser un ltimo y secreto recurso en contra de la conversin forzosa. Los libros de horas. los contratos matrimoniales y los l1amados libros

    FL H[PERTFXTO y LA TEORA 47

    co, ceremonial y eclesistico del libro u otro material impreso y la lectura privada. personal e interiodzada.J9

    El mismo Kernan insiste en que el conocimiento de los principios bsicos de la lgica de la imprenta, como la inalterabilidad, la multiplicidad y la sistematizacin, permite predecir las tendencias pero no los modos exactos en que iban a manifestarse en la historia de la escritura y en el mundo de las letras. Tanto la dealzacin del texto lteraro como su atribucin de una esenca estilstica son desarrollos de posibildades latentes de la imprenta, pero opino que no haba una necesidad previa y precisa de que las letras fueran valorizadas de estas maneras en particular (181). Kernan tambin seala ]a tensin. por no hablar de oposicin manifiesta, entre dos de las fu erzas primarias de la lgica de la mprenta: la multiplicidad y la inalterabilidad, algo que podramos denominar efectos "biblioteca" y de "librera de saldos(55), que entran en juego, o prevalecen, slo en determinadas condiciones econmcas, polticas o tecnolgicas.

    La tercera lecdn o norma que puede derivarse de la obra de Kernan y de otros historiadores de las relaciones entre las diversas prcticas de la lectura, las tecnologias de la informacn y la cultura, es que las transformaciones tienen contextos e implcaclones polticos. Las consideraciones sobre hipertexto. teora crtica y literatura han de tener en cuenta 10 que Jameson llama el reconocimiento bsico de que no hay nada que no sea. adems, social e histrico, y que, de hecho, "en ltma instancia", todo es poltco. (Polifical Unconscious, 20).

    Predicciones

    S la tecnologa de la imprenta cambi radicalmente el mundo tal y como lo expone Kernan de forma tan convincente, cu

    sern los efectos de una transicin paralela de la imprenta al hipertexto informtico? Aunque los cambios asociados con el paso de la imprenta a la tecnologa electrnica tal vez no presenten ningn paralelismo con los asociados al paso del manuscrito a la imprenta, las descripciones de los cambios ms recentes en la tecnologa del texto alfanumrico pueden sugerirnos campos

    evanglicos encarnaban una tensin bsica entre los usos pbl- ! investigacin. 1

    'il !1 !i

  • 48 49

    .,

    l:U1'ERTEXTO

    Uno de los cambios ms importantes se refiere a la realizacin del poder democratizanre de la nueva tecnologa de la informacin. Durante el paso de la cultura del manuscrito a la de la letra impresa desapareci ~(un sistema ms antiguo de cartas refinadas y cortesanas, esendalmente oral, aristocrtico, autoritario y centrado en la corte ... al ser sustituido progresivamente por un nuevo sistema literario basado en la imprenta, democrdco y centrado en el mercado, cuyos valores fundamentales aunque no estrictamente determinados por razones tcnicas, permanecan indirectamente asociados con las realidades de la imprenta (Printng Technology, 4). Si la hipertextualidad y los sistemas informticos afines llegan a tener efectos tan generalizados, cules sern? Nelson, Milier y casi todos que escriben sobre hipertexto consideran que esta tecnologa es esencialmente democratizante y que, por lo tanto, mantiene algn tipo de existencia liberada y descentralzada.

    Kernan cita numerosos casos especficos de cmo la tecnologa afecta a la vida individual y social. Por ejemplo, al modfcar su trabajo y sus escritos, la imprenta oblig a escritor, erudito y pl'Ofesor -las funciones literarias c1sicas- a redefnirse a s mismos y, aunque no creara del todo a los crticos, edtores, bibligrafos e historiadores de la literatura, s aument notablemente su nmero e importancia. La tecnologa de la imprenta as mismo redefini al pblico de la literatura al convertirlo

    de un pequeo grupo de oyentes o lectores de manllscriws, .. a un grupo de lectores... que compraban libros para leer en la intimidad de su casa. La imprenta tambin hizo que la literatura resul tara, por primera vez, objetivamente real y, por lo tanto, subjetivamente concebible como hecho universal, en grandes bibliotecas de libros impresos que comenan grandes colecciones de escritos mundiales .. La mprenta tambin reorden la relacin de las letras con otros agentes sociales, por ejemplo, liberando al escritor de la necesidad de un patrocinador y la consiguiente servidumbre a la riqueza; desafiando y reduciendo el control de la autoridad sobre los escritos mediante la censura estatal y promoviendo una ley sobre propied'ad intelectual que entregaba al autor la propiedad de sus propios escritos (Printing Technology, 4-5).

    Los nexos electrnicos desplazan los lmites entre un texto y otro, entre escritor y lector y entre profesor y estudiante. Como

    EL HIPERTI:.XTO y LA 'rEORA CRTlCA

    veremos a continuacin, tambin tienen efectos radicales sobre nuestra experiencia de escritor, texto y obra, l los que redefine. Tan bsicos y radicales son estos efectos que nos fuerzan a constatar que muchas nuestras actitudes e ideas ms queridas y frecuentes hacia la Jteratura no son sino el resultado de determinadas tecnologas de la informacin y de la memoria cultural, que proporcionaron el entorno adecuado para dchas actitudes e ideas. Esta tecnologia, la del libro impreso y sus parientes ms cercanos, que incluye la pgina impresa o mecanografiada, engendra ciertas nociones de propiedad y unicidad del escritor y del texto fsicamente aslado que el hipertexto hace nsostenibles. En otras palabras, el hipertexto ancla en la historia muchos de nuestros supuestos ms difundidos, hacindolos descender del ter la abstraccin y parecer meras consecuencias de una tecnologa dada, arragada en un tiempo y lugar dados.

    AJ hacer posibles estos planteamientos, el hipertexto tene mucho en comn con algunos de los principales pJanteamientos de las teoras literaria y semiolgica, y sobre todo con eJ nfasis de Derrida en el descentrar y con la concepcin de Bartnes de texto de lector frente al de escritOl". De hecho, el hipertexto supone una encarnacin cas embarazosamente literal de ambos conceptos, y ello, a su vez, plantea nuevas cuestiones sobre stos y su interesante combinacin de presciencia y relacin histrica (o inscripcin),

    .'::

  • -

    2. Reconfigurar el texto

    Del texto al hipertexto

    Aunque en el futuro lejano, o no tan lejano, todos los textos individuales estarn conectados electrnicamente formando as metatextos y metametatextos de un gnero slo parcialmente imaginable hoy en dia, ya han aparecido formas de hipertexto de mucho menor alcance. Existen ya transliteraciones al hipertexto de poesa, de ficcin y de otras materias originalmente concebidas para la tecnologa del libro. La fonna ms sencilla y 1imitada de esta transliteracin preserva el texto lineal, con su orden e inalterabilidad, y luego aade, a modo de apndices, crticas, variantes textuales u otros textos, cronolgicamente anteriores o posteriores. l En estos casos, el texto original, que conserva su forma antigua, se convierte en un eje fijo del cual irradian los textos conectados, y ello modifica la experiencia del lector de este original texto en un nuevo contexto.

    Se han publicado didcticas de textos clsicos en hipertexto basadas en un nico texto, originalmente creado para su difusin impresa, como eje ininterrumpido alrededor del cual se articulan comentarios y anotaciones. Paul Delany, de la Universidad Simon por ejemplo, utilz el sistema Hypercard de Apple para transcribir al hipertexto y ampliar el Joseph Andrews de Henry Fielding; en la Universdad Brown, empleamos de un modo similar el sistema Intennedia para presentar historias cortas de Kipling y Lawrence.2

    Otro procedimiento consiste en adaptar para la presentacin

  • 53 r ..

    .52 HIPERTEXTO ij

    hipertextual unos materaies originalmente concebidos para la tec

    \1 nologa del libro divdindolos en lexas discretas, sobre todo cuan

    do contienen elementos multilineales que requieren la clase de lectUf'a multisecuel1cial asociada con el hipertex[o. Un ejemplo de este tipo de hipertexto ha aparecido en CD Word: The Interactive Bible

    ,1: Libr,-y,* que un equipo del Dallas Theologcal Seminaly*l ha creaI r, do con una versin mejorada de Guide. Esta recopilacin hipertex"<

    tual de la Biblia, destinada nU1s bien al estudiante, telogo, pastor o lego que al historiador de la religin, incluye las versiones de la

    Biblia Kng James, New InternationaI, New Ameican Standard y

    Revised Standard, as como textos griegos para el Nuevo Testa

    mento y la Biblia de los Setenta. Acompaan este material tres lxi

    ' cos griegos, dos diccionarios y tres comentaras de la Bib1ia.; Con

    ! este sistema, que almacena los textos electrnicos en un disco com

    pacto, el lector de la Bibla puede yuxtaponer pasajes diferentes

    versiones y comparar las variantes, examinar la versin griega origi

    nal y acceder a una rpda ayuda en gramtica yvocabulario griegos.

    Otra recopilacn similar pero que emplea un sistema hipertexto ms sofistIcado es Chinese Uterature (Literatura china)

    de Paul Kahn, que ofrece diferentes versiones de la poesa de Tu

    (712-770) que van desde el texto chino, transcripciones en

    nuestro alfabeto y traducciones Hterales hasta otros 1ibros de

    Kenneth Rexroth y otr08.4 Literatura china tambin incluye abun

    dante material secundario que permite la interpretacin de la po

    esa de Tu Fu. Como CD Word. la recopilacin de Kahn permite,

    tanto al principiante como al iniciado, acercarse a un clsico en

    lengua extranjera a travs de varias versiones y, como la Biblia hi

    pertextual en disco compacto, tambin ubica el texto primario en

    una red de nexos con las diferentes traducciones y las referencias.

    Antes de examinar otras clases de hipertexto, convendra recalcar las justificaciones y conclusiones implcitas de estas dos excelentes obras. CD ,"(lord ofrece a sus lectores una presentacin tecnolgica de la Biblia particularmente apropiada porque, en general, el texto se maneja en trminos de pasajes cortos o, como diran los escritores en hipertexto, como si fueran de alta resolucin. Del mismo modo, al ser ms ben concisos, los poemas de

    *. Biblioteca Bblica Interactiva, T. ;;1. Seminario Teolpeo de Dallas. T.

    Jl.ECONFIGURAR EL TEXTO

    Tu Fu se prestan muy bien a una recopilacin similar en hipertexto. A diferencia de estos dos ejemplos de realizaciones en hiper

    texto, que respaldan el estudio con nexos electrnicos entre mltiples textos paralelos, In Memoriam, otra recopilacin, esta vez en Intermedia, creada en la Universidad Brown, se vale de los nexos electrnicos para elaborar un mapa de las alusiones y referencias del texto, tanto internas como externas -su nrel' e intrr/texrualidad-5 y, asi,las materializa.

    El In Memoriam de T ennyson, radcalmente experimental, ilustra perfectanJente la validez del comentario de Benjamn:

  • ~ '"' Ou" hoVillt.by 'Vfh1Ch \~ mono I nuuJ. H.I'I! In the Long ,ulolovdy i.n-e1... lJtIrno, ,.,hMW' my ~f1~4= usrd La loMt

    $\l'l1,J!(:lc.tr.",.Hn!.k,.4I lwnd,

    .. A hnl'd lb.' {sn be dup'd 1'1" ,..al.,-

    ~tLoJd m. fw ( ~ ..nnllf ~ltIIi:'p, A.rtd "" lilL!' a. guury Ihll"lg 1~m"p

    )\1 utliMI rm:,,1J1hl!!; mo ti door.

    H. b ~ h~'l'11,l ttrnuy 1'h. l\O!1Ie ",fll~ ~m '1;I'in,

    .. A.w1W",t Ihl"Q' the dnt,lr,~ToI,11I

    On lh~ b.tlo;rn .,...Iot-[I!; rny hll!'u "U~ u~ ,'-' bNI So;) ,-uh:L.ly nol u; 0t'I~ Iba L t'II~pl'

    ""

    1 ~~lll. om~ m~: .hlt aty sl~~p"... (~melllhl: me41dtlft 111 Ih.~ ,Ilftt

    1bi'u .... d.lrp ot bip;b I ~I: ~lJIi'b, l~bllt(" trt1'I,f:J1cng-'Wilbrin'llftr\ 1'1 hehl-blu.larIe uloetrlydatm,

    Alld I}unl o:f 'l'lIorly d.}"!I ~nd 1l~1I!,

    :"l.d bllB.!:~ ItI.., lar Ih,. lil Iln bit nd.. 1\ I\d ~shllhll! b1sruf.h1p oI1hm. ~; AM in m-r1f'1IlI\.t~I~ wnlh.:et:rD!'. ~~

    r 1ft ke-lw: ~=~~ telte. h.l\d "" el E!I ?

    1"1fi>lr~"'Il0.'\.111~1

    ~ hillt'''''I~QV(1?oIr~ '-111 it> 2~ 1

  • -56 57 H 11>FRTEXTO

    En lugar la trama elegacil de Lycidas, Adonas y ~~Thyrsis, In Memoriam ofrece fragmentos entrelazados con docenas de imgenes y motivos e informados por un igual nmero de re soluciones, principales y secundarias, de las que la ms famosa es la seccin 95, con su representacin del encuentro de Tennyson con el espritu de Hallam, experiencia cumbre y maravillosamen: te ambigua y mstica. Adems, otras secciones como la 7 y la 119 o la 28, la 78 y la 104, se unas a otras de diversos modos.

    protohipertextualidad de In Memoriam atomiza y dispersa al Tennyson hombre. No se lo percibe en ningn momento, excepto tal vez en el eplogo, que aparece a continuacn y fuera del poema en s. El verdadero Tennyson, el hombre que existi, con sus y temores, no puede extrapolarse de las secciones individuales del poema, ya que una de ellas presenta a Tennyson slo en un momento dado. Recorriendo estas secciones individuales, el lector experimenta una versin algo idealizada de los momentos de pesar o de restablecimiento de Tennyson. As, In Memoram cumple la definicin de Paul Valery de la poesa como mquina que reproduce emociones. Tam

    coincide con otra observacin que hizo Benjamin en una comparacin del pintor con el camargrafo: En su trabajo, el pintor mantiene una distancia natural con la realidad mientras que el camargrafo penetra profundamente en su trama. Hay una tremenda diferencia entre las imgenes que obtienen. La del pintor es integral, la del camargrafo consiste de mltiples fragmentos que se ensamblan segn una ley nueva (

  • 58 59

    -

    HIPERTEXTO

    An Interaclion after Jorge ,""uis Borges (1987)/' de Sruart Mou1throp, una adaptacin de Forking Paths, de J. L. Borges; funciona bajo Storyspace, un sistema de hipertexto creado por J. David Bolter, Michael Joyce yJohn B. Smirh. IU

    Estos ejemplos de adaptacin al hipertexto ejemplfican formas transicin entre la textualidad convencional y la hipertextualidad. Por otra parte, existen ya obras originalmente concebidas para el hipertexto. stas conectan electrnicamente bloques de texto, o mejor dicho lexias. unos con otros y con diversos complementos grficos como ilustraciones, mapas, organigramas, esquemas y visiones generales, a1gunos de los cuales no existen en el medio impreso. En el futuro, habr ms metatextos formados por la conexin de secciones aisladas de obras individuales, aunque la nocin de obra individual y discreta se est volvendo cada vez ms dbil e nsostenible en el marco de esta tecnologa informtica, como ya haba ocurrido en el contexto de gran parte de la teora crtica contempornea. Estas obras incluyen poesa y ficcin hipertextuales, de las que hablar ms adelante, y el equivalente hipertextual de las obras criticas y eruditas impresas.

    Una las primeras obras en este nuevo medio, y desde luego la prmera con Intermedia, fue la Barry J. Fishman: The Works ofGraham Swft: A Hypertext Thess (1989),~,1 una doctoral de la Universidad Brown sobre e1 novelista britnico contemporneo. La tesis de Fishman se compone de sesenta y dos lexias, de las cuales cincuenta y cinco son documentos de texto y siete, esquemas o fotografas digitalizados. Los cincuenta y cinco documentos de texto que cre, con un tamao de media pgina hasta tres pginas a un solo espacio, contienen discusiones de las seis principales obras publcadas de Swft, las crticas que recibieron, correspondencia con el novelista y ensayos sobre temas, tcnicas y las relaciones intertextuales en cada uno de sus libros yen el conunto de su obra. Aunque Fishman cre su recopilacin en hipertexto como un conjunto de documentos relativamente autnomo, estableci nexos con varias docenas de documentos presentes en el sistema, que incluyen desde escritos de profesores de al menos tres departamentos hasta comentaros de otros estudiantes.

    *, Caminos Divergentes: una interaccin segn Luis 1. ~1, Las obras de Graham Swik una tesis hipcrtextuaL 1.

    RECONFIlaJRAR EL TEXTO

    Problemas de terminologa: Qu es el objeto que leemos? Qu es el texto en hipertexto?

    Como las primeras frases de este captulo deben de haber sugerido, escribr sobre hipertexto en un medio impreso pla~tea inmediatamente problemas de termnologa muy parecidos a los que Barthes, Derrida y otros se encontraron al intentar describir una textualidad ni representada por el carcter fsico del libro impreso ni limitada por l. Ya que el hipertexto camba radicalmente las experiencias que leer, escnbt'r y texto suponen, cmo puede uno emplear, sin inducir a errores, estos trminos tan cargados de las implicaciones la imprenta, para referirse al material electrnico? Todava seguimos leyendo de acuerdo COn la tecnologa de la mpresin y seguimos orientando hacia la publicacin presa todo lo que escribimos, pero ya empiezan a vslumbrarse las primeras manifestaciones de hipertextualidad y a percibir algunos aspectos de sus posibles porvenires. A menos que se emplee con sumo cuidado, la terminologa estrechamente asociada con la tecnologa de la imprenta puede inducir a la confusin. Bastarn dos ejemplos.

    Uno de los problemas con que nos enfrentamos surge a la hora de dar un nombre al objeto que leemos. El libro, por supuesto, es aquel objeto con el que leemos el producto de la tecnologa de la imprenta. En nuestra cultura, la palabra libro puede designar tres entidades muy distintas: el objeto en s, el texto y la manifestacin de una tecnologa dada. Llamar libro electrnico a la mquina con la que leemos el hipertexto inducira a error, ya que esta mquina con la que se lee (y se escribe y se llevan a cabo otras operaciones como mandar y recibir correo) no consttuye en s un libro, es decir, un texto: no coincide ni con el texto virtual ni con su encarnacin fsica.

    Surgen problemas adicionales ya que el hipertexto implica un lector ms activo, uno que no slo selecciona su recorrido de lectura, sino que tiene la oportunidad de leer como un escritor; es decir, en cualquer momento, la persona que lee puede asumir la funcin de autor y aadir nexos u otros textos al que est leyendo. As, el uso del trmino lector. como hacen algunos sistemas informticos en sus mensajes al usuario, tampoco parece apropiado.1l

  • 60 61

    1" ..

    HIPERTEXTO

    Una so]uCn ha sido llamar ese lugar de lectura-escritura una estacin de trabajo, por analoga con la estacin de trabajo del ingeniero; esta expresin suele referirse a mquinas relativamente potentes) a menudo conectadas en red, y con mucha ms potenda de clculo, memoria y capacidades grficas que el ordenador personal. 12 Sin embargo, ya que estacin de trabajo parece sugerir que estos objetos slo existirn en el lugar de trabajo y resultarn tiles slo en ocupaciones remuneradas, esta expresin tambin resulta confusa. Aun aS1, recurrr a ella de vez en cuando, aunque slo sea porque parece ms cercana a lo que el hipertexto requiere que cualquiera de los otros trmnos sugeridos hasta la fecha. Estos problemas de terminologa aparecen, como ya resulta evidente, porque los papeles de lector y esctitor cambian tanto en la lecnologa hpertextual que nuestro vocabulario corriente tiene muy poco que ofrecer.

    Comoquiera que se denomine ese lugar de lectura-escritura, ,I no debe concebirse la mquina que uno emplear para trabajar (y,

    ,',1, divertirse) en hipertexto como una mquina aislada, como el or

    r denador personal de hoy en da. En lugar de ello, e] objeto con \ que se lee debe concebirse como una entrada, una puerta mgi

    ca, al hperdocumento, ya que es el medio que tienen el lector y e] escritor individuales para conectarse y participar en el mundo de los nexos y documentos hipertextuales.

    Se plantea otro problema smilar de terminologa respecto a la palabra texto, que tantas veces he empleado ya en esta obra. Ms que cualquier otro trmino clave de esta exposicn, t