El Corso Nº 1

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Eleanora Fagan Gough Billie Holliday (1915 -1959) elcorso.es 1 • Feb • 2010 70añosdejazz Blue Note

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Revista online de cultura

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EleanoraFagan GoughBillie Holliday

(1915 -1959)

elcorso.es 1 • Feb • 2010

70añosdejazzBlue Note

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4 Música: 70 años de notas azules

Literatura: Suecia y el género negro

Arte: ARCO, la gran hoguera de las vanidades

Teatro: Spamalot, la huella de los Monty Python

Cine: El último truco del mago, en 3D

Ciencia: A la espera del Big One en el sudeste asiático

Diseño:Redactor: Luis Cadenas Borges [email protected]

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El sello más famosode jazz americanollega a la vejez y diseñael futuro de la música

Con esa edad mu-chos se quedan sentados delan-te del televisor, o pasean por el parque sin ha-

cer nada más que ver consumir-se los días. Blue Note, el sello del jazz de los negros, nacido porque las discográficas de los blancos sólo grababan a ban-das blancas, llega a la séptima década de existencia con la ilu-sión intacta, con un libro-dis-

co, ‘Essential Blue Note’, que podría perfectamente servir de guía atemporal del jazz, pero también con el honor de ha-ber sido el mayor desarrollador del género desde su fundación. Porque lo que no encontraba cabida en otros sitios sí que lo tenía en Blue Note: un simple ejemplo es el acid jazz de Us3. En la introducción, Blue Note escoge una de las grandes frases del maestro perdido y maldito Ambrose Bierce, que en su ‘Dic-

cionario del Diablo’ recita como un mantra: “El ruido es música sin domesticar”. Blue Note domesticó y sofisticó como nadie el jazz puro y duro de los guettos, de aquella masa de gente negra sin asimilar que in-ventaba, sin quererlo, la auténtica “música clásica americana”. Francis Wolf y Al-fred Lion fundaron

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Miles Dewey Davis III(1926 -1991)

por Luis Cadenas

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en 1939 Blue Note con ese espíritu de hacer cantera, de dar salida a ese sonido que era ruido hermoso y puro, sin dis-ciplina y sí mucho talento, que es como debe ser el jazz: Duke Ellington, Billie Holiday, Char-lie Parker, Miles Davis, John Coltrane, Thelonious Monk, Jimmy Smith, Dinah Washing-ton, Betty Carter, Herbie Han-cock, Chick Corea, Cassandrfa Wilson, Gonzalo Rubalcaba, Bobby McFerrin… son todos nombres de la historia del jazz. Blue Note fue para el jazz americano lo que la Mo-

town para el soul: la catapulta de la industria para la gente que revolucionaría por completo el jazz. Hay que variar, hay que dejarse llevar, abrir caminos y regresar: el jazz auténtico se to-caba sin partituras, era la músi-ca de los negros que no sabían solfeo o que no lo necesitaban para vibrar. Cualquier instru-mento tiene su momento de jazz si se sabe usar: la trompeta de Miles Davis, por ejemplo. La

maraña bien hecha de un tipo que con un piano

escucha un silbido rítmico, lo aco-

pla y empie-za a hacer

variaciones hasta llenar toda una sala de notas. Fue lo que hizo el blanco Chet Baker con ‘My funny Valentine’, o Mi-les Davis, o Herbie Hancock: para cuando Blue Note ya era una realidad en los años 40 y 50 no valía ser blanco o negro, sólo valía el jazz. Madlib, cali-forniano capaz de mezclar hip-hop con jazz, uno de los nuevos embriones que salieron de Blue Note, como Us3, en los años 90 (jazz, hip-hop, rap, blues y soul en una batidora brutal), que abrieron camino

Charles Mingus, Jr. (1922 – 1979)

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con ‘Cantaloop island’ o ‘Soo-kie Sookie’, donde bebían de las fuentes de sus mayores proscri-tos de traje y corbata para romper. A su vera surgie-ron también en el sello St. Germain (‘Tourist’), Beats & Bits o el mencionado Madlib.Todo comenzó con un concier-to y un judío emigrado (como muchas cosas en EEUU, vam-

pirizando a Europa), Alfred Lion, que huía de Hitler y se refugió en Nueva York, el gran nido del jazz: allí escuchó em-belesado una amalgama, ‘From de spirituals to swing’, que le abrió los ojos. El primer disco que publicó Blue Note fue el del dúo Albert Ammons- Meade Lewis. En 1939 se le suma otro berlinés, Fran-cis Wolff, que huyó justo a tiempo para evitar la guerra: mientras Polo-nia caía ellos se juntaban para empezar a echar a andar el in-vento: Wolff fotografiaba y Lion editaba. Durante varios años se dedicaron a grabar todo el jazz

tradicional que pudieron, para luego abrir nuevos caminos. En los 40 llegaría el be-bop y todo cambió. Antes, Blue Note ha-bía recorrido nada menos que a Count Basie y Duke Ellington. Tras la guerra llegaron todos los demás: el jazz se abrió a las mujeres, entonces Billie Ho-

liday, pero también ahora Lila Downs, Norah Jones, Patricia Barber y Holly Cole. También

el curioso dúo The Bird and the Bee, que en ‘Essential Blue Note’ hacen una versión inol-vidable de ‘How deep is your love’. Blue Note arrancó con la

voz de Billie, pero también con Di-nah Washington y Betty Carter; ya entonces los esti-los se fusionaban para dar más pro-fundidad a Blue

Note, para que no se quedara estancado como el sello del jazz de siempre. El country, el folk y el indie pop unidos al jazz, pero también, más tarde, el la-tin jazz, el acid jazz y cualquier cosa que pueda desmontarse y

reconstruirse en un club. Billie fue la primera, auge y caída de un imperio de mujer que lo vio y lo conoció todo: sin ella el jazz se habría quedado en los clubes entre las nubes de humo de ta-

baco. Se hizo popular, y luego universal. Y con Davis alcanzó el cenit de lo irreverente y brutal, desde que empezara a ha-cer música hasta cuando miraba por encima del hombro a la alta sociedad blanca de la América de Ronald Reagan. Nadie

como él encarna la fusión de individualismo, pasotismo in-diferente y personalidad que marca un poco al sello: después de todo, muchas otras disco-gráficas editaban jazz, pero sólo Blue Note se mantenía un poco al margen. Es el tiempo, aparte de Miles, de Charles Mingus,

de Dexter Gordon y del be-bop. El dúo Lion-Wolff se con-virtió en trío con otro músico

de jazz que les susurraba al oído “esto es bueno”. Era Ike Québec, respon-sable de que Blue Note espabilara y se subiera a la ola para darle la vuel-ta al jazz. Nacían los “boppers” Bud Powell,

Tad Dameron, Art Blakey, Fats Navarro… Thelonious Monk apenas vendió, pero siguieron adelante y respaldaron también la particular revolución de Mi-les Davis. A este nuevo estilo, más cool y que se fundía con los años 60 a la perfección, ayudó mucho el diseñador Reid Mi-les, que se pasó más de media vida haciendo portadas que re-sumían el alejamiento del jazz de la masificación del blues y el soul del resto del mundillo de la música negra. Puede que fuera, como dijeron muchos, por el hecho de que los que llevaban el timón eran blancos aficiona-dos: pues bendito color enton-ces. En 1957 llegó ‘Blue train’,

de John Coltra-ne, sin más pa-labras que las del hombre perdido y hundido que se revolucionaba con el saxo en las manos para ‘A

love supreme’ o ‘Locomotion’. Y a partir de ahí, el resto es le-yenda del jazz. La bruma envuelve por comple-to un género capaz de amoldarse a instrumentos, músicos, in-fluencias y todo tipo de exigen-cias. En realidad el jazz se basa en un principio único: de un punto sacar una página, de una melodía, una hora de música, de tres acordes, todo un disco. Y de los discos, la maravilla de un catálogo infinito que no para de crecer 70 años después. n

Blue Note apareció justo antes de la Segunda Guerra Mundial, cuando el jazz estaba ya a punto de dar el salto hacia delante en Estados Unidos: aprovechar la ocasión fue vital

El sello no ha parado de sacar nuevos talentos e incluso géneros: el acid jazz de Us3 o la mezcla de la ameba Norah Jones, una ola tras otra, más o menos comercial, pero siempre en la vanguardia

Si John Coltrane hubiera vivido algunos años más ha-bría superado a Miles Davis, pero también habría sido el mascarón de proa de Blue Note en esa nueva visión del jazz de emociones profundas y a flor de piel a la vez

+ INFObluenote.com

milesdavis.commingusmingusmingus.com

billieholiday.bejohncoltrane.com

El jazz tradicional de Duke Ellington y Count Basie se diluyó con la revo-lución bebop encaminada por Miles Davies: había en todos aquellos músicos de los 50 una elegancia y sofisticación que se alejaba de los clubes.

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Suecia y el genero negro

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Suecia y el genero negro

Escandinavia es una mina inagotablede escritores de serie negra,

con su propia identidad.De toda la región, sin duda alguna

Suecia se lleva la palma de éxito

por Luis Cadenas

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Todo empezó mucho tiempo atrás, con la no-vela ‘Roseanne’ de la pareja de vida y obra for-

mada por Per Wahloo y Maj Sjöwall, calificada como “reina madre”. Su producción litera-ria quedó parcialmente en el olvido hasta que apareció un periodista malogrado y algo bizarro llamado Stieg Larsson, el padre de un personaje que quedará huérfano y que no ten-drá salida si otro escritor no lo recoge en sus brazos. Se podría resumir en la frase “Totalmente colgados de Lisbeth Salander”, una bisexual menuda, introver-tida, inicialmente sociópata y con una energía desmesurada que sedujo a toda Suecia pri-mero, y al mundo después. Su saga Millenium, compuesta de tres únicos libros (murió prepa-rando el cuarto), se convirtió en un fenómeno de masas que produjo un efecto llamada so-bre muchos otros. Antes que Stieg ya figuraba un monstruo sagrado de las letras suecas y lugar común de los amantes del género: Henning Mankell, creador del perso-naje del inspector Kurt Wallander (once novelas ya a su alre-

dedor, la última en 2009, ‘Un hombre inquieto’). Y a su vera surgió también, recientemente, Asa Lars-son, que en Espa-ña ya ha repetido éxito con su prime-ra novela ‘Auro ra b o r e a l ’ y se prepara ya para continuar con la segunda, ‘Sangre derra-mada’. Ante este tipo de fenó-menos siempre surge la misma pregunta: ¿ha coincidido tanto talento o es que el pelotazo Mi-

llenium ha quitado los escom-bros del olvido sobre los demás? Tendría explicación si sólo se

t r a t a r a de Sue-cia, pero en otros p a í s e s t a m b i é n d e s p u n -tan más escritores que ava-

lan que efectivamente, el nor-te es “noir”, negro. En Islandia surge un escritor que se sube a la misma ola, pero que sólo ha llegado a España tardíamente: Arnaldur Indridason, islandés

Hen

ning

Man

kell

Asa

Lar

sson

La clave de ‘Aurora Boreal’son los monologos

y visiones interiores,las derivas personales

e insondables de cada unode los personajes femeninos

Las tres novelas de ‘Millenium’ soninequivocamente imperfectas,llenas de aristas sin resolver;

son relojes mal ajustadosque han triunfado

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y por lo tanto un tipo acostum-brado a los rigores climáticos. El mejor ejemplo es ‘La mujer de verde’, que para a l g u n o s c r í t i c o s r e c u e r d a vagamen-te al en-g a n c h ó n que tuvo en su día ‘El demonio vestido de azul’, de Walter Mosley, pero que aquí, como buen nórdico, es diferen-te. Frente al estilo detallista y casi periodístico de Larsson en ‘Millenium’ y el realismo que

imprime Mankell a sus obras, Indridason tira por el camino de lo psicológico para conectar.

Q u i z á s ésa sea la otra clave el g é n e r o n e g r o s u e c o : la psi-c o l o g í a se con-

vierte en una dimensión in-trospectiva clave, y el único que lo rompe es Stieg Larsson. Sjöwall, entrevistada en su paso por España para presentar la reedición de las novelas que

firmó junto a su marido, ase-guró que “Mankell reconoció nuestra influencia en su obra, pero mi manera de escribir es distinta”. Ella es la principal beneficiaria de la cadena triple Larsson-Mankell-Larsson que ha convertido Suecia en una suerte de Parnaso helado de nieve y lagos donde el rojo san-gre siempre se notará más que en otras partes. El fenómeno Salander superó con creces el talento real de Stieg Larsson, y tuvo que ser Mario Vargas Llo-sa, en un apasionado artículo en ‘El País’, el que pusiera certi-ficado de realidad a una sensa-ción literaria. Larsson creó un producto imperfecto pero que engancha por la densidad y en-revesamiento del argumento. Es el primer caso de mala forma con un fondo descomunalmen-te convincente, de tal manera que, por una vez, la idea ganó al envoltorio. En contraposición se encuentra ‘Aurora boreal’, una novela entretenida, inte-resante, agradecida. Lo mejor de todo es la forma de abordar la propia narración, desde una perspectiva psicológica, con el espejo frente a la mente para que lo que anida en el alma de las acciones sea tan importante como los hechos en sí. En las antípodas con la ultradescrip-tiva y detallista saga ‘Mille-nium’. Comparte apellido con Stieg, pero nada más. Y todos son suecos, todos de éxito y de alguna manera son el contrape-so a otras olas literarias. Sólo queda una última duda: ¿cuán-to tiempo aguantará la moda y cuánto talento real queda en esas páginas? La respuesta sólo se consigue leyéndolas. n

Maj

Sjö

wal

l

Puede que por esohaya sido un exito en todoel planeta Steig Larsson,porque es escandinavo

sin serlo

Aislamiento,individualismo y soledad:

la marca nordica,tanto como la profundidadpsicologica en la escritura

+ INFOhenningmankell.es

fnac.escasadellibro.com

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a r c oLa gran hoguera de las vanidades

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a r c oLa gran hoguera de las vanidades

La feria de arte

más grande de España

teme el golpe de hacha de la crisis

con el ruido de rebelión

de los galeristas de fondo

Ya viene la loco-motora a toda pastilla para es-trellarse contra lo inevitable: el arte. Contemporáneo

y caro, barato o simplemente asequible. Del 17 de febrero al 21 del mismo mes, dos pa-bellones enteros de Ifema, en Madrid, se convertirán en la plataforma, un año más, de la gran hoguera de las vanidades de lo que hoy es arte. Lo sea o no lo sea, porque los límites entre el artificio y el arte son cada vez más difusos. Una cor-tina de incomprensión entre el público y los creadores que va camino de convertirse en una maldición. Mientras los artistas fusionan formatos, estilos y ele-mentos, mientras los marchan-tes y galeristas amplían su base de compradores, mientras los coleccionistas públicos y pri-vados cada vez son más elitis-tas y exquisitos, el público que sostiene la creación artística se diluye y se funde en esa masa que ni entiende ni quiere en-tender. Para colmo, este año, la “cosa” invitada es Los Ángeles, una ciudad tomada y conquis-tada por el lado más kistch del pop art, literalmente engullida por el salvaje mestizaje del arte urbano y la coctelera de razas. Lo más divertido de todo será ver (con las entradas sobre los 50 euros, pocos se podrán di-vertir, la verdad) cómo salvan los muebles este año. La crisis no perdona: los coleccionistas de las fundaciones públicas y privadas se conformarán con comprarse el catálogo y salir silbando por la puerta. Y los pri-vados ya prefieren mirar, callar y apuntar en un papelito lo que les gusta. Para todo lo demás está Mastercard; mejor dicho, estaba. Es lógico: menos dinero en circulación, menos compras. Al haber menos compras, los precios podrían bajar, pero el arte es como el amor, que si se compra y se vende tendrá que ser por un precio un poco más alto. Será también el año del cabreo sordo entre galeristas y administradores (políticos, y por tanto relativamente igno-rantes) de Ifema.

por Luis Cadenas

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De todos los personajes del bestiario cultural los galeristas son los más fenicios de todos, pero con razones para serlo: viven del dinero que cosechan de los apasionados compra-dores. Y volvemos una y otra vez a la crisis: más que de arte se habla de eso, de la falta de negocio. Lo cierto es que siem-pre son los más débiles los que sucumben primero, igual que en las guerras y catástrofes: las galerías pequeñas son las

primeras en quebrar la rodilla. Pero es que este año también lo han hecho las grandes, que o van de tapadillo y con el stock de 2009 o sólo para figurar con una obra o performance. Los galeristas concentrados para la Noche Blanca en Madrid en 2009 reconocieron que el negocio del arte puede haber caído hasta un 40%. No hay clase media detrás de las com-pras, sino la burguesía poten-tada que pierde dinero, pero

no ritmo de vida. Alguien que se saca 50.000 euros limpios al año puede perfectamen-te gastarse 6.000 en obras de arte que, como los barcos, au-mentan su precio cada año o cuando menos lo mantienen, de forma que la inversión es segura. Para ir a Arco lo único que necesitará será tres claves. Primera: el dinero, imprescin-dible para comprar algo y dar el pego como coleccionista. Segunda: el conocimiento,

El salmantino Enrique Marty comentaba en una entrevista que“en tiempos de crisis el arte siempre es un buen valor para invertir,

porque no pierde valor nunca”

El arte ya no transmite conocimiento, sino neuras, obsesiones, injusticias,reivindicaciones, deseos y muchas tragedias menores sublimadas

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necesario para entender los vericuetos creativos que hacen que una aguja metálica de 10 metros enhebrada de desechos industriales sea considerada una obra de arte. Y tercera: la fama, que suple a las dos an-teriores en caso de pobreza e ignorancia a la hora de entrar en los círculos llameantes que se ciernen alrededor de la ho-guera. A partir de ahí todo lo que tiene es un gasto seguro: desde la entrada a los catálo-

gos, pasando por la suela de los zapatos. Hay que tomárse-lo con mucha calma, y sobre todo, con lo que los británicos llamaban “sana deportividad”. Patear, mirar, observar, reser-var una mañana entera, o una tarde, darse un buen garbeo y luego plantearse, si consigue que le digan precios, si merece la pena comprar. El 70% de la gente que irá serán periodistas, coleccionistas, burgueses con ganas de dejarse ver, amantes

del arte (pocos, muy pocos), estudiantes y el resto de la gente capaz de entender que la creación contemporánea es un gran mar sin puertas ni reglas, donde la inventiva total es la norma y las críticas, a veces, son porque no se entiende. Aunque realmente no se en-tienda. Especial atención al es-cultor y pintor Enrique Marty (Espacio Mínimo), a fotógrafos como Félix Curto (La Fábrica) y a la galería Adora Calvo. n

El arte contemporáneo, ya lo dijo Antonio López, echó a correr para ser auténtico y en la huída hacia delante perdió de vista al público

El salmantino Enrique Marty comentaba en una entrevista que“en tiempos de crisis el arte siempre es un buen valor para invertir,

porque no pierde valor nunca”

+ INFOifema.es/ferias/arco/es.html

artespain.com

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‘Spamalot’la huella de los Monty Python

La adaptación hecha

por Tricicle para España

del musical del ex grupo

británico llena en

cada representación

por Luis Cadenas

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Existe una palabra para definir el lega-do del quin-teto más im-portante que ha dado el humor

al mundo. Gustos aparte, por

supuesto, pero desde la sensa-ción de que es complicado re-sumir el humor absurdo, negro, surrealista, ácido, político e indescriptible-mente inglés de los Mon-ty Python. El resultado es “pythonesque”. Tricicle, en-cargados sus tres miembros de adaptar el musical creado con permiso y ayuda de los supervi-vientes del grupo (John Cleese, Eric Idle, Terry Jones, Michael Palin, Terry Gilliam), y siempre basándose en ‘Los caballeros de

la mesa cuadrada’, una de las cuatro películas rodadas mien-tras estaban juntos, se ha pasa-do claramente con la pimienta ibérica. Hace que surja la pre-gunta de si es capaz la cultura española de recoger e imitar el estilo pythonesque. Sencillo: sólo a ratos. Ya de por sí com-plicado por el lenguaje escéni-co, el musical no se parece al teatro del absurdo creado por el grupo, y cabe la duda de si en su versión original anglosajona la gente no se queda con ese sabor de boca a felicidad incompleta. Puede que sí, puede que no. Puede que a ratos, puede que la imitación sea la esencia misma del elogio, pero ‘Spamalot’ deja cierto regusto agrio y cierto aire a nada. Es pythonesque hasta cierto punto; no obstante, no

llega a serlo realmente. Es difí-cil de explicar, pero aunque los

sketches son los mismos, y mu-chos de los diálogos también,

es un quiero, puedo pero mire usted, no llego. La mezcla de ‘Los caballe-ros de la mesa c u a d r a d a ’ con algunos préstamos de ‘La vida de Brian’, como la canción

de los crucificados interpretada por Eric Idle en la versión ori-

ginal, puede cortar muchas alas al fan de los Monty Python. El musical tendrá la garantía de cautivar al público, que en gran parte, en España, no ha visto nunca nada del grupo (qué pena, y qué disfrute seguir siendo una minoría iniciada),

pero a los fieles pythonesque de la vida les dejará con esa sensa-ción indefinible de las noches de pasión que terminan en abu-

rrimiento. Es posible que sea la nueva franquicia para explotar

el negocio: luego vendrá el mu-sical sobre ‘La vida de Brian’, y puede que después el de ‘Fli-ying Circus’ o ‘ El sentido de la vida’. Los fans buscan al grupo pero se topan con un musical que sólo les encandila a ratos. Una pena, aunque merece la pena, valga la redundan-cia. Quizás cuando la saquen en DVD gane puntos... o no. Aunque un 50% es mejor que nada. Mientras tanto, volva-mos todos a los clásicos de la BBC de siempre. Porque, ¿pue-de una golondrina transportar un coco? Quizás, si es africana

*. n

‘Spamalot’ promete mucho, pero le falta algo de tensión desde el principio

* (Evidentemente, hay que ver la películay el musical para conocer la respuesta)

Por si acaso, recuerden:Teatro Lope de Vega (Madrid)

C/ Gran Vía, 57 -Tfno.: 915 472 011Martes a jueves: sesiones a 20.30 horas.

Viernes, 22.00 horas.Sábados, 18.00 y 22.00 horas.

Domingos: 18.00 horas.28 de febrero, última función.

Es todo un éxito que el espíritu de los Monty Python se recuperar en España, muy poco dada a rendir tributo al humor británico

Los fans no terminarán de ver el alma pythonesque en el musical, aunque sí el músculo y el humor ácido y políticamente incorrecto

+ INFOspamalotelmusical.com

Tfmo.: 915 472 011

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El último truco del mago, el 3D

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El último truco del mago, el 3D

‘Avatar’ rompe las taquillaspor el impulso de la nueva tecnología visual,

pero no será suficiente para el cine

por Luis Cadenas

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Cuenta el pro-verbio que el e s p e c t á c u l o siempre necesi-ta, cada noche, un salto mortal

más que en la función anterior. El público se acostumbra pron-to a la sorpresa, pero no deja de ser revelador que el repentino ‘boom’ del cine en 3D haya vuelto a llenar las salas. Es, por decirlo así, el canto del cisne de una forma de entender el es-pectáculo audiovisual y social por excelencia. Los canales de televisión emiten por internet, las radios también, los periódi-cos abominan cada vez más del papel y la publicidad sólo pare-ce mantenerse en plena crisis en la Red. Los músicos se han olvidado de vender discos y ha-cen caja con conciertos y giras más largas, como antes; cierto regreso a los orígenes les ha sal-vado y de paso ha equilibrado la balanza entre ellos y las pér-fidas discográficas. Avisamos: el 3D sólo es una moda pasaje-ra, hasta que alguien empiece a

fabricar gafas y a venderlas en el mercado negro, o en el top-manta junto con las copias pi-ratas. ‘Avatar’ ha roto todos los esquemas: no de calidad, sino de cantidad. Ya es la película más taquillera de la Historia, pero habrá que esperar un poco más para saber qué impacto puede tener en la cultura moderna. No hay que olvidar tampoco que ese título lo tenía antes ‘Titanic’ y que fue objeto de las bromas y burlas de medio mun-do. Esto es, que la cantidad no puede con la calidad, y el 3D es más un truco que un conteni-do. Contaba Scorsese que nin-guna tecnología podrá igualar una buena idea, un buen guión y una buena interpretación. En Madrid, por poner un ejemplo, las salas de Kinépolis (Pozuelo de Alarcón) se llenan en cada sesión y los distribuidores retra-san a posta los nuevos estrenos en 3D para exprimir al máximo el producto ‘Avatar’, una pe-lícula interesante pero que no aporta nada nuevo al género de la ciencia-ficción, que no

Cuando el 3D ya no sea suficiente para meter personal en las salas, se darán cuenta de que el

negocio está en la Red

Se cuelan películas mediocres como rompetaquillas por culpa del 3D

‘Avatar’ es una película decente que relanzará la ciencia-ficcióndurante un tiempo

‘Blade Runner’ revolu-cionó la estética visual; ‘Avatar’ ha revolucio-nado la tecnología,no el arte

Sólo el cine se mantiene en su cabezonería deno abrirse a internetcomercialmente

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21es ni de lejos la nueva ‘Blade Runner’ visual, pero sí que le doy el beneficio de la duda de que su estructura audiovisual ha metido la directa en el cine. Más de uno deberá espabilar, y pienso ahora en Gui-llermo del Toro y Peter Jack-son en plena gestación de ‘El Hobbit’. ‘Avatar’ es una buena película, pero nada más, que usa el argumento del pueblo nativo bondadoso, noble e inocente, frente a la avaricia y brutalidad imperial del hombre blanco. Esta vez no es el hombre blan-co, sino toda la raza humana la que, en busca del beneficio ma-terial y energético, debe quitar de en medio a los indígenas, en este caso de un azul siliconado muy particular. Resultado: Ja-mes Cameron debió quedarse

frito viendo ‘Bailando con lo-bos’ y se le metió el guión en el subconsciente, porque es como si Kevin Costner le hu-b i e r a e s t a d o

susurrando al oído lo que tenía que hacer. Entre tanto, y subidos al carro del espectáculo de la nueva forma de reventar el pirateo y atraer al público, esto es, el 3D, muchos recupe-ran el honor del cine, aunque

es muy posible que sea sólo algo temporal. Cómo lo harán, no se sabe, pero alguien deberá encontrar ese camino. Eso, o se sacan otro truco del mago de la

chistera. n

+ INFOavatarmovie.com

entradas.combladerunnerthemovie.warnerbros.com

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A la espera del Big One en el sudeste asiático

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Un megaterre-moto de al me-nos 8.5 grados en la escala de Richter y con el potencial

de formar un tsunami tan letal como el que mató a 226.000 personas en 2004 se gesta junto a la isla indonesia de Sumatra, según varios científicos. Con la comunidad internacional des-bordada por la tragedia humana de Haití, sismólogos y geólogos de Estados Unidos, Indonesia y Reino Unido han coincidido en subrayar que un sismo de gran-des proporciones va a castigar de nuevo el Sudeste asiático. “Hay una gran probabilidad de que se produzca un gran terremoto con una magnitud de más de 8,5 en las (islas) Mentawai, junto a Su-matra. Y es muy posible que ese seísmo provoque un tsunami”, aseguró el sismólogo indonesio Fauzi, director de la Agencia Meteorológica y Geofísica de In-donesia (BMG). Un movimien-to telúrico de gran magnitud y epicentro próximo al litoral puede generar una ola gigante que arrase las pobladas costas de Sumatra y cause decenas de miles de víctimas. En concre-to, McCloskey apuntó que una de las zonas más proclives a ser devastada es Padang, capital de la provincia de Sumatra Occi-dental, con una población de un millón de habitantes y que fue parcialmente destruida en el seísmo de magnitud 7,6 que el pasado septiembre mató a, al menos, 1.100 personas. El

de 2004 mató a unas 226.400 personas y dejó varios millones de damnificados en 13 países hace algo más de cinco años. “La amenaza de un fenómeno así es clara y la necesidad de tomar ac-ciones urgentes para mitigar (el impacto) es extremadamente importante”, añadió el experto, muy reconocido en su ámbito tras prever con dos semanas de anticipación el seísmo de marzo de 2005 en la isla de Nias, al oes-te de Sumatra. El epicentro del futuro cataclismo, según Fauzi, McCloskey y otros colegas, se situará bajo la pequeña isla de Siberut, en las Mentawai, un apartado archipiélago al oeste de Sumatra con un extenso histo-rial sísmico. Atraviesa su fondo marino la falla de Sonda, donde colisionan las placas tectónicas indoaustraliana y euroasiática, una de las fracturas más activas de la corteza terrestre. Según las investigaciones de McCloskey, la región sufre, de media, un gran terremoto cada dos siglos y la falla lleva acumulando ten-sión desde 1797, el último gran seísmo, por lo que concluye que está “a punto de romper”. La cuestión sobre la que ningún experto se atreve a pronun-ciarse con exactitud es cuándo se producirá la catástrofe. “Lo más probable es que se produzca en las próximas décadas: en los próximos 30 segundos o dentro de treinta años”, aseguró Kerry

Sieh, director del Obser-vatorio Tierra de Singa-pur. Tras coin-cidir en

el diagnóstico, los sismólogos apuestan por que los gobiernos centrales y regionales se prepa-ren para minimizar el número de víctimas entre la población. “Lo verdaderamente importante no es saber cuándo ocurrirá ese me-gaterremoto, sino prepararse. La mayoría de las muertes se produ-ce por el derrumbe de edificios, los corrimientos de tierras y los tsunamis. Ahí es donde hay que

incidir”, aseguró Fauzi. n

Muchos sismólogos aseguran que habrá un terremoto por encima de 8 grados en Indonesia en los próximos diez años

La potencial pérdida de vidas sería similar

a la del tsunami del océano Índico de 2004

Cada dos siglos se produce un cataclismo telúrico.

E Indonesia lleva desde 1797 sin liberar tensión

El origen del próximo Big One indonesio podría ser el

apartado archipiélago de Mentawai, al oeste

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A la espera del Big One en el sudeste asiático

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Muchos sismólogos aseguran que habrá un terremoto por encima de 8 grados en Indonesia en los próximos diez años

por Luis Cadenas

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