Demencia y Depresion en Adulto Mayor
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U D C H
1
MONOGRAFIA
“DEMENCIA Y DEPRESIÓN EN EL ADULTO MAYOR”
SEDE:
HOSPITAL REGIONAL PNP. CHICLAYO
NOMBRE DEL INTERNO:
Manuel González Martínez
ASESOR DE SEDE:
Crnl.Ps.PNP. César Rivarola Rovegno
ASESOR DE ESCUELA:
Ps. PATRICIA FERNÁNDEZ DE AWRAMISZYN
2
Chiclayo, 2014
Dedicatoria
Dedico este trabajo a Dios,
por darme la fortaleza
espiritual
para seguir adelante.
3
INTRODUCCION
El curso del envejecimiento no implica necesariamente deterioro mental.
No obstante, con la edad aparece el declive en la capacidad de
adaptación, que se traduce en la disminución o deterioro de algunas
funciones fisiológicas y mentales; dentro de éstas, la más notable es la
pérdida de memoria inmediata, que es mayor si requiere velocidad o se
producen interferencias.
4
La alta prevalencia de enfermedades psíquicas en ancianos supone un
importante problema para la salud comunitaria, en la que se aprecia un
envejecimiento progresivo de la población.
De todos los trastornos psíquicos del anciano, el más frecuente es la
depresión.
La depresión se asocia a unos trastornos cognoscitivos y conductuales
caracterizados por una falta de motivación, fallos de atención,
bradipsiquia, síntomas vegetativos, tristeza profunda, desesperanza,
desamparo, impotencia, llanto y una profunda letargia; sin embargo, esta
sintomatología puede ser diferente en el anciano, con confusión,
distraibilidad y explosiones de irritabilidad, síntomas que pueden
parecerse a la Enfermedad de Alzheimer. Por otra parte, se estima que
aproximadamente el 20-30% de los pacientes con algún tipo de demencia
también están significativamente deprimidos; además, la EA puede
comenzar en forma de un cuadro depresivo.
Dado que muchos ancianos desarrollan trastornos depresivos con
síntomas que pueden confundirse con las manifestaciones de la
demencia, es importante que en atención primaria, los familiares o sus
cuidadores tengan en cuenta algunos datos que sirven como
diferenciadores de estas patologías
Con la edad, se incrementa el tiempo de reacción, independientemente de
la modalidad sensorial de entrada de la información, aunque la motivación
y el aprendizaje previo reducen este efecto.
La capacidad verbal declina menos que la psicomotriz, al tiempo que la
capacidad de aprendizaje se reduce, sobre todo si estos aprendizajes
incluyen elementos novedosos para el anciano.
Respecto de aspectos de personalidad, los estudios sugieren que con la
vejez aumenta la introversión y disminuye la sociabilidad. Las mujeres se
5
vuelven más activas y dominadoras, al tiempo que en los hombres
aumenta la pasividad.
Algunos de los factores que pueden sugerir deterioro mental son:
Propensión a perder o no localizar cosas.
Problemas de coherencia verbal.
Abandono personal (vestido, higiene,...)
Agresividad, ira.
Incontinencia.
Desorientación espacio-temporal.
Estos factores no siempre son síntoma de enfermedad mental, y pueden
estar apareciendo influidos por algún problema orgánico, efectos
secundarios a la medicación que el anciano esté tomando, o
simplemente, a alguna alteración significativa en el medio ambiente
habitual en que se desenvuelve.
CAPITULO I
ASPECTOS HISTORICOS
1.1. Demencia Senil
En una reunión de psiquiatras alemanes celebrada en 1906. El Dr. Alois
Alzheimer describió el caso de una mujer de 51 años con pérdida severa
de memoria, desorientación, alteraciones de lenguaje e ideas paranoides,
6
que murió cuatro años después en un estado de severa demencia. En su
autopsia se encontraron lesiones cerebrales consistentes, con atrofia
cerebral y presencia de cuerpos denominados seniles.
Comenzaba en este momento una apasionante historia, la descripción y
preocupación por una enfermedad que ha dado lugar a la mayor
investigación sobre el funcionamiento del sistema nervioso humano, y que
fue denominada con el nombre de su descubridor, la enfermedad de
Alzheimer.
Actualmente el diagnóstico de casos de demencia es diez veces superior
al detectado a principios de siglo. Diversos estudios en todo el mundo han
detectado que el crecimiento de la enfermedad corre en paralelo al
envejecimiento de las poblaciones, la mayor longevidad y el consecuente
aumento de población mayor de 65 años en un futuro inmediato
provocará un importante problema socio-sanitario.
Se estima que en muy poco tiempo cada familia tendrá que convivir al
menos con un paciente afecto de demencia. El ingreso de pacientes en
instituciones adecuadas encarece su atención y los convierte en una
carga difícil para la sociedad. Por lo que se deberá adoptar nuevas
fórmulas para una nueva aproximación racional a una situación qué ya ha
sido denominada como auténtica epidemia del Siglo XX.
Podemos definir la enfermedad de Alzheimer como una situación en la
que se producen alteraciones de varias funciones mentales superiores y
que produce una incapacidad funcional en el ámbito social, en el trabajo e
incluso dentro de la vida familiar.
Hasta hace pocos años se creía que la senilidad era la consecuencia
natural e inevitable de la edad. Sin embargo, desde 1977 los médicos a
través de trabajos realizados, han visto que el 10% de las personas
mayores de 65 años sufren lesiones cerebrales orgánicas que se
relacionan con la senilidad; de estas lesiones el 75% se diagnosticaron
7
como la enfermedad de Alzheimer y el 25% restante se corresponde con
alteraciones cerebrales producidas por infartos múltiples.
Sólo en E.E.U.U., hay alrededor de 2 millones de enfermos de Alzheimer.
En España, aunque no hay todavía un estudio epidemiológico de la
enfermedad, puede calcularse la incidencia de Alzheimer a partir de los
porcentajes indicados arriba y el número de personas mayores de 65
años.
La persona que padece una enfermedad de Alzheimer se encuentra
totalmente indefensa dependiendo de los medios familiares, sociales o
médicos con los que cuenta la sociedad en que vive.
1.2. La Depresión
Los griegos, con Hipócrates, describieron los estados de tristeza, que
denominaron melancolía (bilis negra), este estado estaba caracterizado
por una aversión a los alimentos, inmovilidad, insomnio, irritabilidad y
desesperanza. La influencia del planeta Saturno, hacia que el hígado
secretara la bilis negra, de esta manera se daba una explicación
etiológica al problema. La manía por otro lado era ya reconocida, que
como un estado de exaltación por los griegos, pero fue Areteo de
Capadocia, el que hizo la conexión entre la melancolía y maní, pudiendo
presentarse de manera alterna en una misma persona en el siglo.
La primera descripción en Inglés, que se hace de la depresión,
corresponde al libro del Robert Burton (1577-1640) Anatomía de la
Melancolía el cual se publica en 1621. El trabajo de Burton fue alabado
por los médicos de su época, dentro de los que destaca William Osler.
Burton nació en Leicestershire, y se educó en Oxford, en donde llegó a
ser bibliotecario de la "Christia’s Church College". La primera edición de la
Anatomía de la Melancolía apareció en 1621, y fue un excito de
inmediato. En vida de Burton, la revisó las cinco ediciones que le tocó
vivir.
8
El alienista Esquirol, alumno de Pinel, fue el primero que observó que hay
formas de locura, que no avanzan más lejos que la tristeza profunda. Fu e
´l quien describió a la melancolía como una monomanía, y una alteración
del afecto. Jean-Pierre Falret y Jules Baillarger, discípulos de Esquirol,
estudiaron la enfermedad bipolar, a la cual le dieron el nombre de "foli a
double forme". Los psiquiatras franceses y luego los alemanes, siguieron
la observación de sus pacientes de forma longitudinal, por años, y de esta
manera pudieron correlacionar los estados de melancolía y manía.
Kraepelin fue quien hizo la separación de los tres grandes grupos de
trastornos que llenaban los manicomios entonces: esquizofrenias
(Dementia Praecox); Demencias y Enfermedad maniaco-Depresiva.
CAPITULO II
CONCEPTOS BASICOS
2.1.- Concepto de Demencia
(Del latín de-"alejado" + mens (genitive mentis)-"mente") es la pérdida
progresiva de las funciones cognitivas, debido a daños o desórdenes
9
cerebrales más allá de los atribuibles al envejecimiento normal.
Característicamente, esta alteración cognitiva provoca incapacidad para la
realización de las actividades de la vida diaria. Los déficits cognitivos
pueden afectar a cualquiera de las funciones cerebrales particularmente
las áreas de la memoria, el lenguaje (afasia), la atención, las habilidades
visuoconstructivas, las praxias y las funciones ejecutivas como la
resolución de problemas o la inhibición de respuestas. Durante la
evolución de la enfermedad se puede observar pérdida de orientación
tanto espacio-temporal como de identidad. La demencia puede ser
reversible o irreversible según el origen etiológico del desorden.
Los dementes según avanza la enfermedad pueden mostrar también
rasgos psicóticos, depresivos y delirios. Dentro de los síntomas
conductuales los primeros hallazgos consisten en cambios de
personalidad o de conducta leves, que posteriormente se hacen más
evidentes con cuadros de delirio o alucinaciones. Los dementes suelen
experimentar cuadros de confusión al ser hospitalizados o secundarios a
otras enfermedades como infecciones o alteraciones metabólicas.
La demencia puede afectar el lenguaje, la comprensión, habilidades
motoras, memoria de corto plazo, la capacidad de identificar elementos de
uso cotidiano, el tiempo de reacción, rasgos de la personalidad y
funciones ejecutivas.
Aunque la alteración de la memoria pueda, en una minoría de casos, no
ser un síntoma inicialmente dominante, es la alteración típica de la
actividad cognitiva en las demencias, sobre todo para la más frecuente
que es la Enfermedad de Alzheimer, y su presencia es condición esencial
para considerar su diagnóstico.
2.1.2.- Demencia De Tipo Alzheimer (DTA)
La demencia tipo Alzheimer (DTA) es el tipo más frecuente de demencia
(50-70% de las demencias). En España debe haber más de medio millón
10
de personas que sufren este proceso. La edad es el factor de riesgo
indiscutible. Otros factores de riesgo de DTA son:
Sexo femenino
Historia de síndrome de Down en un familiar de primer grado
Exposición a agentes tóxicos (p. ej. aluminio)
Terapia electroconvulsiva
Abuso de alcohol
Abuso de analgésicos
Inactividad física duradera
Otras enfermedades médicas
Antecedentes familiares de enfermedad de Alzheimer
Traumatismo craneoencefálico
Bajo nivel educativo
Hipertensión
2.2.- Concepto de Depresión:
(del latín depressus, que significa 'abatido', 'derribado') es un trastorno del
estado de ánimo que en términos coloquiales se presenta como un estado
de abatimiento e infelicidad que puede ser transitorio o permanente.
El término médico hace referencia a un síndrome o conjunto de
síntomas que afectan principalmente a la esfera afectiva: la tristeza
patológica, el decaimiento, la irritabilidad o un trastorno del humor que
puede disminuir el rendimiento en el trabajo o limitar la actividad vital
habitual, independientemente de que su causa sea conocida o
desconocida. Aunque ése es el núcleo principal de síntomas, la depresión
también puede expresarse a través de afecciones de tipo cognitivo,
volitivo o incluso somático. En la mayor parte de los casos, el diagnóstico
es clínico, aunque debe diferenciarse de cuadros de expresión parecida,
11
como los trastornos de ansiedad. La persona aquejada de depresión
puede no vivenciar tristeza, sino pérdida de interés e incapacidad para
disfrutar las actividades lúdicas habituales, así como una vivencia poco
motivadora y más lenta del transcurso del tiempo. Su origen es
multifactorial, aunque hay que destacar factores desencadenantes tales
como el estrés y sentimientos (derivados de una decepción sentimental, la
contemplación o vivencia de un accidente, asesinato o tragedia, el
trastorno por malas noticias, pena, y el haber atravesado una experiencia
cercana a la muerte). También hay otros orígenes, como una elaboración
inadecuada del duelo (por la muerte de un ser querido) o incluso el
consumo de determinadas sustancias (abuso de alcohol o de otras
sustancias tóxicas) y factores de predisposición como la genética o un
condicionamiento educativo. La depresión puede tener importantes
consecuencias sociales y personales, desde la incapacidad laboral hasta
el suicidio. Las diferentes escuelas psiquiátricas han propuesto varios
tratamientos para la depresión: la biopsiquiatría, a través de un enfoque
farmacológico, avalado por los éxitos de las últimas generaciones de
antidepresivos (abanderados por la fluoxetina, la "píldora de la felicidad"
del siglo XX), la escuela psicoanalítica a través de procedimientos
psicodinámicos, o la terapia cognitivo-conductual, a través de propuestas
conductuales y cognitivas.
2.3.- Concepto de Tercera Edad
La expresión tercera edad es un término antrópico-social que hace
referencia a la población de personas mayores o ancianas, normalmente
jubilada y de 65 años o más.
Este grupo de edad ha estado creciendo en la pirámide de población o
distribución por edades en la estructura de población, debido a la baja en
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la tasa de natalidad y la mejora de la calidad y esperanza de vida de
muchos países.
Las condiciones de vida para las personas de la tercera edad son
especialmente difíciles, pues pierden rápidamente oportunidades de
trabajo, actividad social y capacidad de socialización, y en muchos casos
se sienten postergados y erradicados. En países desarrollados, en su
mayoría gozan de mejor estándar de vida, son subsidiados por el Estado
y tienen acceso a mejores pensiones, garantías de salud y otros
beneficios.
Incluso hay países desarrollados que otorgan trabajo sin discriminar por la
edad y donde prima la experiencia y capacidad. Las enfermedades
asociadas a la vejez (Alzheimer, artrosis, Diabetes, Cataratas,
Osteoporosis etc.) son más recurrentes en los países en vías de
desarrollo que en los desarrollados
CAPITULO III
ETIOLOGIA DE LA DEMENCIA SENIL Y LA DEPRESION
3.1.- Etiología De La Demencia Senil
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La edad de comienzo de la demencia senil es después de los 65 años,
aunque existe otra demencia de inicio presenil.
El curso de acuerdo con la terapéutica puede ser, progresivo, estático o
reversible (hipotiroidismo, hematoma subdural, hidrocefalia
normotensiva).
Según la etiología puede ser de inicio brusco y curso estable (enfermedad
neurológica), de inicio insidioso y curso lentamente progresivo
(enfermedad degenerativa) y de inicio y curso lentos (tumores, hematoma
subdural, metabolopatias, etc.)
El deterioro del estado general es variable. Leve, cuando conserva la
capacidad de independencia, con un juicio relativamente intacto y una
adecuada higiene personal; moderado, cuando necesita algún grado de
supervisión y grave, cuando necesita supervisión continua, con estado
vegetativo.
A lo largo de la evolución de la enfermedad aparecen una serie de
complicaciones, auto y heteroagresividad, delirio, traumatismos,
infecciones diversas, desorientación temporoespacial, etc.
Destacando la demencia tipo Alzheimer como la más común.
Tenemos que hacer un diagnóstico diferencial de la demencia senil,
fundamentalmente con el envejecimiento normal, delirium, esquizofrenia,
episodios de depresión mayor y otros trastornos con síntomas de
deterioro cognoscitivo.
3.2.- Etiología De La Depresión
El origen de la depresión es complejo, ya que en su aparición influyen
factores genéticos, biológicos y psicosociales.
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Hay evidencias de alteraciones de los neurotransmisores, citoquinas y
hormonas que parecen modular o influir de forma importante sobre la
aparición y el curso de la enfermedad.[][] La psiconeuroinmunología ha
evidenciado trastornos en el eje hipotálamo-hipofisario-adrenal
relacionados con los neurotransmisores, así como alteraciones
inmunológicas asociadas a citoquinas en el trastorno depresivo mayor
(por ejemplo, se reducen el número de transportadores de serotonina en
linfocitos de sangre periférica de pacientes deprimidos).[4] Esto parece
apuntar a una fuerte relación entre la serotonina y el sistema inmune en
esta patología.
Sin embargo, aún no se ha descubierto ninguna alteración biológica
estable y común a todas las personas con depresión, es decir, ningún
marcador biológico. Por esta razón, estas alteraciones también pueden
ser interpretadas como correlatos biológicos (correlación), pero no implica
necesariamente una explicación del hipotético síndrome.
Algunos tipos de depresión tienden a afectar a miembros de la misma
familia, lo cual sugeriría que se puede heredar una predisposición
biológica.[ ][]En algunas familias la depresión severa se presenta
generación tras generación. Sin embargo, la depresión severa también
puede afectar a personas que no tienen una historia familiar de depresión.
Sea hereditario o no, el trastorno depresivo severo se asocia a menudo
con cambios en las estructuras o funciones cerebrales.
Las personas con poca autoestima se perciben a sí mismas y perciben al
mundo en forma pesimista. Las personas con poca autoestima y que se
abruman fácilmente por el estrés están predispuestas a la depresión. No
se sabe con certeza si esto representa una predisposición psicológica o
una etapa temprana de la enfermedad.
Desde la psicología de conducta, se entendería que la autoestima y la
depresión suponen ambas descripciones de aprendizajes adquiridos,
siendo la causa de la depresión principalmente social, es decir, aprendida.
15
Por ejemplo, la evitación y el condicionamiento han demostrado tener un
papel fundamental en la adquisición y mantenimiento de este problema.
En los últimos años, la investigación científica ha demostrado que algunas
enfermedades físicas pueden acarrear problemas mentales.
Enfermedades tales como los accidentes cerebro-vasculares, los ataques
del corazón, el cáncer, la enfermedad de Parkinson y los trastornos
hormonales pueden llevar a una enfermedad depresiva. La persona
enferma y deprimida se siente apática y sin deseos de atender sus
propias necesidades físicas, lo cual prolonga el periodo de recuperación.
La pérdida de un ser querido, los problemas en una o en muchas de sus
relaciones interpersonales, los problemas económicos o cualquier
situación estresante en la vida (situaciones deseadas o no deseadas)
también pueden precipitar un episodio depresivo. Las causas de los
trastornos depresivos generalmente incluyen una combinación de factores
genéticos, psicológicos y ambientales. Después del episodio inicial, otros
episodios depresivos casi siempre son desencadenados por un estrés
leve, e incluso pueden ocurrir sin que haya una situación de estrés.
En todo caso, la depresión es descrita desde la medicina con una serie de
síntomas. Así, cualquier problema psicológico que cumpla esos criterios
pudiera ser diagnosticable como depresión. Ya sea un problema de
neurodegeneración, ya sea aprendida, en todos los casos hablaríamos
del síndrome. Si bien, el diagnóstico médico debe indicar si es de origen
neroanatómico, hormonal... o psicológico. Debe aclararse a este aspecto
que las hipótesis biológicas anteriormente mencionadas se referían al
psicológico; muy al contrario las neuroanatómicas o endocrinas son
mucho mejor conocidas y no se deben al aprendizaje.
Es decir, aún no se ha encontrado ningún marcador biológico de la
depresión, de modo que ninguna de las alteraciones biológicas atribuidas
a la depresión puede ser usada para el diagnóstico.
16
CAPITULO IV
CARACTERISTICAS CLINICAS
4.1.- CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS DE LA DEMENCIA
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La fase INICIAL de la enfermedad puede durar unos dos años y en ella
suelen aparecer fallos en la memoria reciente, desinterés, humor
deprimido, cambios en la personalidad, episodios leves de desorientación
y falta de adaptación a situaciones nuevas.
La fase intermedia puede desarrollarse durante 3 - 5 años. El
empeoramiento de la memoria es más comprometido y afecta no solo a
la memoria reciente sino también a la remota. Emergen alteraciones del
lenguaje, la escritura, la lectura, el cálculo, apraxias y agnosias. Muestra
dificultad con el aseo, el vestir o la comida. Pueden aparecer síntomas
psicóticos. En esta fase el paciente tiene dificultad para mantener sus
relaciones sociales y es incapaz de mantener una discusión sobre un
problema.
Es sobre todo en la primera fase que plantea problemas en el
diagnóstico, y la que se podría solapar con la depresión.
En la fase terminal (demencia GRAVE) el enfermo es incapaz de andar,
se inmoviliza, se hace incontinente y no puede ejecutar ninguna actividad
de la vida diaria. El lenguaje se hace ininteligible o presenta mutismo. A
veces se produce disfagia y hay riesgos de neumonías, deshidratación,
malnutrición y úlceras por presión. Los enfermos pueden permanecer en
cama y suelen fallecer de una neumonía u otra infección intercurrente.
Las exploraciones física y neurológica son normales excepto en cuanto a
las funciones corticales superiores. El test mini-mental o miniexamen del
estado mental (MMSE) es un test rápido y de fácil interpretación, con el
que se evalúan aspectos de la esfera cognitiva como memoria,
orientación, lenguaje, habilidades o atención. Para su realización y
valoración se requieren unos 10 minutos. La puntuación máxima del
MMSE es 30. Una puntuación entre 25 y 30 es considerada normal. Una
puntuación de 24 o menos sugiere deterioro cognitivo.
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El deterioro va progresando durante meses y años. Media de deterioro de
3 puntos por año del MMSE.
4.1.2.- Diagnóstico Clínico
4.1.2.1.-Demencia
Los criterios DSM-IV del diagnóstico de demencia (modificado de los
criterios DSM-IV de la American Psychiatric Association) son:
1. Alteración de la memoria
2. Uno de los siguientes:
Afasia (alteración de la capacidad para comprender,
nombrar, leer o escribir)
Apraxia (incapacidad para realizar ciertos
movimientos cuando se les indique)
Agnosia (incapacidad para reconocer objetos
familiares)
Trastorno de las funciones ejecutivas (deterioro de la
capacidad de planificación, organización, abstracción,
etc.)
3. Alteración de la función laboral o social
4. Empeoramiento respecto a un nivel previo de función
4.1.2.2.- Exploraciones complementarias
Análisis: Hemograma completo, V.S.G., Bioquímica e iones (sodio,
potasio, calcio, glucemia, urea, creatinina, transaminasas), pruebas
de función tiroidea, vitamina B12 y ácido fólico, serología de lúes,
serología de VIH
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TAC craneal: generalmente se evidencia dilatación ventricular y
aumento de los surcos corticales
4.1.2.3.- Instrumento De Ayuda:
Mini Mental Test
Evaluación de la orientación: Le dará un punto por cada una
de las preguntas adecuadamente respondidas (máximo 8 punts) Puntaje
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Diga el año en el que estamos
Diga el mes en el que estamos
Diga el día del mes en el que estamos
Diga en cuál día de la semana estamos
Diga qué horas son (no debe mirar el reloj y el margen de error
son 30 minutos)
Diga en qué año estamos
Diga el país en el que estamos
Diga la ciudad en la que estamos
Diga el departamento / estado en el que estamos
Diga en qué sitio (de la casa o apartamento) estamos
Diga el piso en el que estamos
Evaluación de la Atención y el Cálculo De un punto por cada
una de las cinco respuestas acertadas (máximo 5 puntos) Puntaje
Usted le explicará que él (o ella) debe comenzar a restar de 7 en
7, en forma sucesiva, por cinco veces, comenzando desde 100.
(93, 86, 79, 72, 65). Otra forma es pedirle que diga los meses del
año en sentido inverso, comenzando desde diciembre
(noviembre, octubre, septiembre, agosto, julio). Debe realizar
uno u otro
Evaluación de la Memoria Le dará un punto por cada una de
las palabras repetidas adecuadamente (máximo 3 puntos) Puntaje
Usted le explicará que él (o ella) debe repetir las palabras que se
le nombrarán: casa, mesa árbol.
Evaluación del lenguaje Le dará un punto por cada una de las
respuestas adecuadas (máximo 8 puntos)Puntaje
Muéstrele un reloj y dígale que le de el nombre de éste
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Muéstrele un lápiz y dígale que le de el nombre de éste
Dígale que repita la siguiente frase: "en el trigal había 5 perros"
Dígale una sola vez: "tome una hoja con la mano derecha,
dóblela por el centro y colóquela en el suelo". Esta orden tiene
tres partes (tomar la hoja con la mano derecha, doblarla por el
centro y colocarla en el suelo), debe darle un punto por cada
parte ejecutada adecuadamente.
Dígale que ejecute la orden que usted ha escrito en un papel, en
letras grandes y legibles: "cierre los ojos"
Dígale que ejecute la orden que usted ha escrito en un papel, en
letras grandes y legibles: "escriba una frase"
Evaluación de la Evocación Le dará un punto por cada una de
las palabras repetidas adecuadamente Puntaje
De las palabras que usted le nombró (casa, mesa árbol), dígale
que le nombre aquellas que él o ella recuerde. Es claro que
usted no debe volverlas a mencionar
Evaluación de la habilidad Le dará un punto si ejecuta
adecuadamente la orden Puntaje
Usted le dirá que copie el diseño que se adjunta. Nota: todos los
ángulos tienen que estar presentes y debe hacer la intersección.
PUNTUACION TOTAL (máximo 30 puntos)
4.1.2.4.-Pseudodemencia
El cuadro "pseudodemente" tanto puede simular una demencia tipo
cortical al estilo enfermedad de Alzheimer como también una de tipo
subcortical al estilo enfermedad vascular.
22
Si bien fue Wernicke en 1906 quien acuñó el término pseudodemencia al
describir una paciente con histeria crónica que aparentaba debilidad
mental, en realidad fue Kiloh hacia la década del sesenta quien especificó
que cuando la depresión presenta semiología cognitiva puede simular un
cuadro demencial »pseudodemencia»- tornando difícil el diagnóstico
diferencial con la Enfermedad de Alzheimer. Una de las principales
diferencias es que en la depresión los trastornos cognitivos revierten con
antidepresivos y en cambio en la Enfermedad de Alzheimer los
antidepresivos actúan nada o muy poco sobre la cognición.
La mayoría de las veces la "pseudodemencia" se debe a depresión,
pero hay que recordar que en ocasiones los trastornos afectivo -
cognitivos en un paciente de más de 60 años son el modo con que se
inicia la Enfermedad de Alzheimer.
La enfermedad depresiva que se inicia después de los 60 años parece
que tiene mayor prevalencia de "transformación" hacia la demencia que
en aquellos pacientes que iniciaron la depresión en edades tempranas.
En un estudio (1) en el que se pretendía valorar y comparar los niveles de
esta patología en 2 poblaciones de más de 70 años, partiendo de la
hipótesis que los ancianos que conviven con sus familiares padecen
menos depresión que aquellos que viven en instituciones geriátricas, se
apreció que el 82% de hombres y 66% de mujeres residentes en
instituciones presentaban niveles de depresión moderada-grave. Sin
embargo, también los ancianos domiciliados mostraron una elevada
prevalencia de estos mismos niveles de depresión, cercanos al 50% en
ambos sexos.
Los resultados significativos fueron que en ancianos institucionalizados
presentan con más frecuencia depresión moderado-grave.
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Estos datos insisten en la influencia que el medio ejerce en la prevención
de los estados depresivos en el anciano, y en el efecto positivo de la
integración social y familiar de las personas de edad avanzada.
De la misma forma que pone de manifiesto la necesidad de un mejor
control emocional y afectivo del anciano, incluso de nuevas medidas de
atención personal y comunitaria, encaminadas al diagnóstico y
tratamiento precoz.
4.2.- CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS DE LA DEPRESIÓN EN EL
ANCIANO
La sintomatología clínica de los episodios depresivos que ocurren en el
anciano es esencialmente la misma que aparece en otros períodos de la
vida. Sin embargo, existen algunos rasgos diferenciales:
Con alguna frecuencia no es la tristeza el motivo de la consulta, sino
que, en general, los ancianos deprimidos acuden por tres tipos de
circunstancias: quejas físicas, perturbaciones sociales y familiares, y
quejas de tipo económico.
Suele existir una intensa ansiedad, preocupaciones de todo tipo,
sensación de soledad y de fracaso (preocupación por problemas
físicos, miedo intenso a sucesos de baja ocurrencia de probabilidad,
etc.).
Son frecuentes las auto-acusaciones, la baja auto-estima, las ideas de
ruina y los delirios nihilistas; pensamientos negativos acerca del
pasado, decepción con los hijos. Puede aparecer ideación auto-lítica
que en general suele ser grave.
Entre los síntomas físicos destacan insomnio, anorexia, estreñimiento,
ansiedad, dolores erráticos, marcha encorvada a pequeños pasos.
Su aspecto es de abatimiento, tristeza, cierto estado de confusión y
falta de motivación.
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En general se estima que entre el 10% al 20% de los pacientes con
depresión presentan semiología cognitiva, cifra que crece hasta el 60% en
la edad avanzada.
4.3.- ¿QUÉ PRONÓSTICO TIENE LA DEMENCIA?
La esperanza de vida de un paciente con Demencia es muy variable, en
función de la causa, la edad, el momento del diagnóstico y las
enfermedades asociadas.
La media en la enfermedad de Alzheimer es de 4-8 ó 10 años. La muerte
suele deberse a un proceso intercurrente y la causa más habitual del
fallecimiento son las infecciones respiratorias.
4.4.- ¿QUÉ PRONÓSTICO TIENE LA DEPRESIÓN?
La depresión ene el anciano se encuentra asociada al aumento de la
mortalidad y se consideran factores ensombrecedores del pronóstico:
coexistencia con enfermedades orgánicas, trastornos distímicos
subyacentes, acontecimientos vitales desencadenantes de carácter
grave y presencia de deterioro cognitivo. Los factores psicosociales no
se han podido asociar claramente a un pronóstico por la disparidad de
los resultados y el pequeño tamaño muestral de la mayoría de los
estudios.
Un mejor pronóstico de la depresión se asocia a la aparición de la
enfermedad antes de los 70 años, corta duración del episodio, buen
ajuste premórbido, ausencia de la enfermedad física incapacitante y
buena recuperación tras episodios previos
4.5.- Enfermedad de Alzheimer complicada con depresión
Diferente es la evolución del síndrome depresivo en la Enfermedad de
Alzheimer. Si bien en las etapas iniciales de la enfermedad la depresión
puede enmascarar el cuadro demencial, parece ser que a medida que
25
aumenta la degeneración del cerebro la prevalencia de la depresión
disminuiría.
Es importante que el diagnóstico y el tratamiento del síndrome depresivo
en la Enfermedad de Alzheimer se realicen tempranamente, pues si no se
trata la depresión se potencian problemas, entre ellos:
1. Disminuye aún más las deterioradas funciones del paciente
demente
2. Acentúa las dificultades en las actividades de la vida cotidiana
3. Es responsable de internaciones geriátricas más tempranas y
4. La evolución puede conducir a la muerte.
CAPITULO V
PREVENCION Y TRATAMIENTO PARA LA DEMENCIA TIPO
ALZHEIMER Y LA DEPRESIÓN EN LA TERCERA EDAD
26
5.1.- Prevención Para La Demencia Tipo Alzheimer
Aunque no existe una forma comprobada de prevenir la enfermedad de
Alzheimer, existen algunas prácticas que se pueden incorporar en la
rutina diaria, particularmente si existen antecedentes familiares de
demencia. Se debe hablar con el médico acerca de cualquiera de estas
propuestas, especialmente aquellas que implican tomar medicamentos o
suplementos.
Consumir una dieta baja en grasa.
Consumir pescado de agua fría (como atún, salmón y caballa) rico en
ácidos grasos omega-3, al menos dos a tres veces a la semana.
Reducir la ingesta de ácido linoleico que se encuentra en las
margarinas, la mantequilla y los productos lácteos.
Incrementar el consumo de antioxidantes, como los carotenoides, la
vitamina E y la vitamina C, consumiendo muchas frutas y verduras de
color oscuro.
Mantener una presión arterial normal.
Permanecer activo mental y socialmente durante toda la vida.
Pensar en tomar medicamentos antiinflamatorios no esteroides
(AINES), como ibuprofeno (Advil, Motrin), sulindaco (Clinoril) o
indometacina (Indocin). Las drogas estatinas, un tipo de medicamento
normalmente usado para el colesterol alto, pueden ayudar a disminuir
el riesgo de enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, se debe hablar
con el médico acerca de los pros y contras de la utilización de estos
medicamentos para la prevención.
Además, se están haciendo las primeras pruebas de una vacuna contra la
enfermedad de Alzheimer.
27
5.2.- Prevención De La Depresión Senil
¿Qué se puede hacer para disminuir el riesgo de la depresión? ¿Cómo
sobreponerse a las dificultades? Hay ciertos pasos que usted puede
seguir. Trate de prepararse para los grandes cambios en la vida, como
jubilarse o mudarse de la casa en la que vivió durante muchos años. Una
de manera de hacerlo es tratando de mantener las relaciones con los
amigos por muchos años. Los amigos pueden ayudarle a aliviar la
soledad si usted pierde a su cónyuge. También puede comenzar con un
pasatiempo. Los pasatiempos ayudan a mantener la mente y el cuerpo
activos. Mantenga siempre el contacto con su familia. Permítales que lo
apoyen cuando usted se este sintiendo muy triste. Si tiene demasiadas
cosas que hacer, trate de dividirlas en pequeñas tareas que sean más
fáciles de terminar.
El ejercicio puede ayudar a prevenir la depresión o levantar su estado de
ánimo, si ya se encuentra deprimido. Los adultos mayores que estén en
estado de depresión, pueden obtener tanto beneficios mentales como
físicos a través de ejercicios suaves, tales como el caminar al aire libre o
en centros comerciales. La jardinería, el baile y la natación son otras
buenas maneras de hacer ejercicio. Escoja hacer algo que le agrade.
Empiece con solamente 10 ó 15 minutos diarios e incremente el tiempo
de acuerdo a su resistencia. Sentirse bien físicamente y llevar una dieta
balanceada, puede ayudar a evitar enfermedades que pueden provocar
incapacidad o depresión.
Recuerde, con un tratamiento, la mayoría de las personas notarán que los
pensamientos positivos, reemplazaran a los pensamientos negativos que
aparecieron debido a la depresión. Cuente con que su estado de ánimo
mejorará poco a poco. El sentirse mejor tomará un tiempo. Pero sí
ocurrirá.
28
5.3.-Tratamiento De La Demencia Tipo Alzheimer:
Infortunadamente, no existe cura para la enfermedad de Alzheimer. Los
objetivos del tratamiento son:
Disminuir el progreso de la enfermedad
Manejar los problemas de comportamiento, confusión y agitación
Modificar el ambiente del hogar
Apoyar a los miembros de la familia y otros cuidadores
Los tratamientos más prometedores abarcan cambios en el estilo de vida,
medicamentos y suplementos antioxidantes como ginkgo biloba y
vitamina E.
Cambios en el estilo de vida:
Las siguientes medidas pueden ayudar a las personas con enfermedad
de Alzheimer:
Participar en un programa de caminatas supervisadas con un tutor u
otra compañía confiable. Esto puede ayudar a mejorar las habilidades
de comunicación y disminuir el riesgo de andar deambulando.
Utilizar la terapia de luz brillante para ayudar a reducir el insomnio y el
deseo de deambular.
Escuchar música relajante que puede reducir los intentos por
deambular y la inquietud, incrementar los químicos cerebrales, mitigar
la ansiedad, aumentar el sueño y mejorar la conducta.
Conseguir un perro como mascota.
Practicar técnicas de relajación.
Recibir masajes regulares que son relajantes y suministran interacción
social.
Tratamiento farmacológico:
Existen varios medicamentos disponibles para retardar el progreso de la
enfermedad y, posiblemente, mejorar las capacidades mentales de la
29
persona. La memantina (Namenda) actualmente es la única droga
aprobada para el tratamiento de la enfermedad o mal de Alzheimer que va
de moderada a severa.
Otros medicamentos abarcan: donepezil (Aricept), rivastigmina (Exelon) y
galantamina (Razadyne, antiguamente llamado Reminyl) y tacrina
(Cognex). Estos medicamentos afectan el nivel de un neurotransmisor en
el cerebro llamado acetilcolina y pueden también causar náuseas y
vómitos. La tacrina también produce una elevación de las enzimas
hepáticas y debe tomarse cuatro veces al día, pero actualmente casi no
se utiliza.
El Aricept se toma una vez al día y puede estabilizar o incluso mejorar las
habilidades mentales de la persona; además, generalmente se tolera
bien. El Exelon parece funcionar de manera similar y se toma dos veces
al día.
Se pueden requerir otros medicamentos para controlar comportamientos
agresivos, agitados o peligrosos, los cuales usualmente se administran en
dosis muy bajas.
Puede ser necesario suspender medicamentos que empeoran la
confusión, como analgésicos, cimetidina, depresores del sistema
nervioso, antihistamínicos, pastillas para dormir y otros. Sin embargo, los
medicamentos nunca se deben cambiar o suspender sin hablar con el
médico.
Suplementos:
El folato (vitamina B9) es esencial para la salud del sistema nervioso.
Junto con algunas otras vitaminas B, el folato también es responsable de
eliminar la homocisteína (un químico corporal que contribuye a la
enfermedad crónica) de la sangre. En las personas con enfermedad de
Alzheimer, se han encontrado altos niveles de homocisteína y bajos
niveles tanto de folato como de vitamina B12 y, aunque el beneficio de
tomar estas vitaminas B para la enfermedad de Alzheimer no está
30
completamente claro, vale la pena considerarlo, particularmente si los
niveles de homocisteína en el paciente están elevados.
Los suplementos antioxidantes, como ginkgo biloba y vitamina E, eliminan
los radicales libres, productos del metabolismo altamente reactivos que
pueden causar daño celular en todo el cuerpo.
La vitamina E se disuelve en la grasa, rápidamente entra en el cerebro y
puede retardar el daño celular. En al menos un estudio bien diseñado de
personas con enfermedad de Alzheimer, a quienes se les hizo un
seguimiento durante 2 años, aquellas que tomaron suplementos de
vitamina E tuvieron un mejoramiento en los síntomas comparadas con
aquellas que tomaron pastillas placebo. Los pacientes que toman
anticoagulantes, como warfarina (Coumadin), deben hablar con el médico
antes de tomar vitamina E.
La ginkgo biloba es una hierba ampliamente utilizada en Europa para
tratar la demencia, la cual mejora el flujo sanguíneo al cerebro y contiene
flavonoides (sustancias de la planta) que actúan como antioxidantes.
Aunque muchos de los estudios hasta la fecha han sido algo imperfectos,
la idea de que el ginkgo pueda mejorar el pensamiento, el aprendizaje y la
memoria en las personas con la enfermedad de Alzheimer ha sido
prometedora. El ginkgo NO se debe utilizar si la persona toma
medicamentos anticoagulantes como warfarina (Coumadin) o un tipo de
antidepresivos llamados inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO).
Si se está pensando en tomar cualquiera de estas sustancias, primero se
le TIENE que comentar al médico; y es importante saber que las hierbas y
suplementos disponibles sin prescripción médica NO están regulados por
la FDA.
Apoyo en el hogar:
La persona afectada con la enfermedad de Alzheimer necesita apoyo en
el hogar a medida que la enfermedad empeora. Los familiares u otras
personas encargadas del cuidado pueden ayudar comprendiendo cómo
31
percibe su mundo la persona con esta enfermedad. Deben simplificarse
los alrededores del paciente y se le deben proporcionar recordatorios
frecuentes, notas, listas de tareas de rutina o instrucciones para las
actividades diarias. A la persona con enfermedad de Alzheimer se le debe
dar la posibilidad de hablar sobre sus desafíos y de participar en su propio
cuidado.
Otras medidas prácticas:
La persona con la enfermedad de Alzheimer debe hacerse revisar los ojos
y los oídos y, de encontrarse problemas, se pueden necesitar audífonos,
gafas y cirugía de cataratas.
Las personas con esta enfermedad pueden tener requerimientos
particulares en la dieta, tales como:
Calorías adicionales debido al aumento de la actividad física por la
inquietud y el hecho de deambular.
Comidas supervisadas y ayuda en el momento de alimentarse, ya que
las personas con esta enfermedad a menudo olvidan comer y beber y,
como resultado de esto, se deshidratan.
El Programa de Retorno Seguro (Safe Return Program), implementado
por la Asociación para el Alzheimer (Alzheimer's Association), exige que
una persona con enfermedad de Alzheimer lleve puesto un brazalete de
identificación. En caso de que el paciente salga a deambular, la persona
encargada de su cuidado puede ponerse en contacto con la policía y con
la oficina nacional del programa Safe Return, donde se almacena la
información acerca de la persona y se comparte en toda la nación.
Con el tiempo, puede que el monitoreo y la asistencia durante las 24
horas del día sean necesarios para brindar un ambiente seguro, controlar
las conductas agresivas o agitadas y satisfacer las necesidades
fisiológicas. Esto puede incluir cuidado en el hogar, ancianatos y
guarderías para adultos.
32
5.4. Tratamiento De La Depresión En La Tercera Edad
De forma amplia, el tratamiento puede ser dividido en tres clases:
tratamiento físico, principalmente fármacos antidepresivos, técnicas
psicológicas y apoyo social.
Cuando la depresión es grave, que es cuando ya se encuentran afectados
de forma intensa el apetito, el peso, el sueño, la capacidad de
concentración y las ganas de vivir, se necesitará un tratamiento físico,
comenzando por los fármacos antidepresivos. En la actualidad se dispone
de diferentes tipos de antidepresivos, por lo que no será difícil el encontrar
uno que sea adecuado para usted. Todas estas pastillas pueden dar lugar
a efectos secundarios, su médico le advertirá de los más frecuentes y
probables en su caso. La mayoría de estos efectos secundarios son más
molestos que realmente graves, y suelen desaparecer o disminuir
después de unos días de tratamiento, de forma que persevere y siga
adecuadamente las indicaciones de su médico.
Las personas mayores con frecuencia reciben diferentes tipos de
medicinas. En la mayoría de los casos es bastante seguro el tomar
fármacos antidepresivos también, pero usted debería hacer saber a su
médico de cabecera todos y cada uno de los fármacos que toma.
Si conduce, es probable que sus reflejos se vean afectados, por lo que es
mejor no conducir mientras dure su tratamiento. Los antidepresivos
generalmente necesitan un mínimo de 7 a 10 días para empezar a hacer
su efecto, por lo tanto no abandone el tratamiento antes de que haya
tenido oportunidad de experimentar sus efectos beneficiosos.
Probablemente necesite 4 semanas antes de que los síntomas de la
depresión mejoren o desaparezcan por completo.
Tanto en las formas menos graves de la depresión como en las más
graves, una vez que los síntomas más importantes han sido controlados
por los fármacos antidepresivos, los pacientes podrán experimentar
33
grandes beneficios con el tratamiento psicológico. La idea de tener que
"desnudar su alma" es desconcertante para muchas personas mayores,
pero la mayoría de los enfoques psicológicos son muy útiles y prácticos.
Por ejemplo, la depresión puede dar lugar aun ciclo de pensamientos
negativos que a su vez empeoran la depresión, y este patrón puede
hacerse más positivo y saludable con el tratamiento psicológico. La
ansiedad y la preocupación son frecuentes en la depresión, y el
tratamiento psicológico puede ofrecerle técnicas para ayudarle a relajarse
y preocuparse menos; que van desde las cintas de relajación a las
técnicas de manejo de la ansiedad. Su médico de cabecera intentará
ayudarle y de no mejorar podrá remitirle al psicólogo o psiquiatra de su
Unidad de Salud Mental.
Finalmente, la depresión puede estar condicionada por factores sociales,
por ejemplo una vivienda sin condiciones o un vecindario problemático.
Un trabajador social podrá aconsejarle sobre la necesidad de producir
cambios al respecto. Sin embargo, intente no tomar decisiones de este
tipo mientras se encuentre deprimido, los pacientes se suelen arrepentir
cuando mejoran. Por último, hable con los demás. La depresión
frecuentemente conduce a aislamiento social y es necesario luchar contra
el mismo.
Es importante resaltar que la mayoría de las personas mayores que
sufren de depresión son tratados en consultas ambulatorias y que el tener
que ingresar al paciente para tratamiento es un hecho realmente
excepcional.
Si usted no mejora
En una minoría de casos, la depresión no mejora con los tratamientos
descritos. Su médico de cabecera solicitará entonces la opinión del
especialista en psiquiatría. Esto no significa que el crea que usted está "
loco", sino que simplemente desea una segunda opinión sobre su caso o
34
que precisa de consejo sobre el mejor tratamiento para su caso particular.
En la actualidad, la mayor parte de nuestra región dispone de
especialistas expertos en el tratamiento de las personas mayores con
depresión. El médico psiquiatra podrá citarlo para verle en la consulta de
su Unidad de Salud Mental o incluso podrá visitarlo en su domicilio. Si
alguna persona no puede desplazarse a la consulta que precisa, el
médico de cabecera podrá concertar una cita para visitarle en su casa
acompañado por el psiquiatra. La primera entrevista con el psiquiatra
generalmente durará una hora.
El o ella solicitarán su autorización para que pueda estar presente durante
la entrevista alguien que le conozca bien, un amigo íntimo o un familiar.
Cuando una persona se deprime, puede olvidar algunos detalles sobre
como empezó su enfermedad. Esta otra persona ayudará al psiquiatra a
hacerse con un retrato lo más fiel posible de lo que le pasa.
Si la depresión es muy grave, una serie de sesiones de
Electroconvulsivoterapia (ECT) puede estar recomendada. Generalmente,
esto significa tener que ingresar en el hospital, aunque también puede ser
administrada de forma ambulatoria. Este procedimiento terapéutico es
muy seguro y la gente mayor lo suele tolerar muy bien; de hecho, incluso
existen evidencias que indican que las personas mayores se benefician
más de la ECT que los pacientes jóvenes. Durante la terapia se
administra un anestésico ligero y a continuación mientras el paciente está
dormido se hace pasar un impulso eléctrico a través de su cerebro
durante una fracción de segundo. La electroconvulsivoterapia se lleva a
cabo siempre bajo una estricta supervisión médica, dura
aproximadamente unos 15 minutos y todo de lo que usted será consciente
es que ha estado durmiendo un rato. Con posterioridad, cuando despierte
puede sentir una ligera confusión y cierto dolor de cabeza que
desaparecerán rápidamente.
35
En la actualidad no se dispone de ninguna evidencia que sugiera que la
ECT produzca daño alguno al cerebro del paciente que la recibe. Ha
existido gran cantidad de alarmismo injustificado sobre la ECT la cual
sigue siendo el tratamiento más efectivo en la depresión grave, como
mucha gente que lo ha recibido podría atestiguar.
Permaneciendo bien
Recuperarse de un episodio depresivo es generalmente fácil de
conseguir, pero los médicos de cabecera también están interesados en
mantener a la gente bien y en prevenir la repetición de la enfermedad. Por
esta razón, es importante no dar por finalizado el tratamiento que tome
hasta que su médico no se lo indique. La razón para esto es que existe el
riesgo de que la depresión regrese si usted suspende demasiado pronto
el tratamiento, incluso aunque usted ya se sienta bien. No se preocupe, a
diferencia de algunos tranquilizantes, los fármacos antidepresivos no
crean hábito ni son adictivos.
Si su salud general es buena y ha existido un trastorno obvio que le ha
llevado a la depresión, usted probablemente necesitará mantener el
tratamiento entre 6 y 12 meses. Si usted ha tenido episodios depresivos
previos al actual, o su salud física no es buena, su médico de cabecera le
recomendará que mantenga el tratamiento indefinidamente. El tratamiento
preventivo se llevará a cabo con el mismo fármaco que le mejoró de la
depresión o bien con un fármaco compuesto a base de sales de litio. El
litio es una substancia natural que ha sido empleada para prevenir la
repetición de los episodios depresivos durante décadas. Es muy eficaz
pero requiere de análisis de sangre periódicos cada tres o seis meses.
Ayudándose a sí mismos
A continuación dispone de algunas recomendaciones sobre lo que debe y
lo que no debe hacer cuando se encuentre deprimido:
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Pida ayuda. No considere normal sentirse deprimido por el simple
hecho de ser mayor.
Intente salir. Acepte los ofrecimientos de sus vecinos, amigos o
familiares. Este folleto puede ayudarles a comprender que usted
puede no sentir demasiadas ganas de charlar. Pero quedarse en
casa hará que esté continuamente dándole vuelta a las cosas en
su cabeza, cosa que no sólo no le ayudará sino que le hará
sentirse más indefenso. También, a causa de que la depresión
produce enlentecimiento, si no sale y se mueve, podrán agravarse
sus problemas de rigidez articular o de tobillos hinchados, haciendo
más difícil el caminar.
Intente alimentarse adecuadamente. Las personas con depresión
con frecuencia se alimentan incorrectamente y pierden peso, lo
cual puede hacer que estén bajos de minerales y de vitaminas. Los
cuerpos ancianos no se recuperan tan bien como los jóvenes. Evite
el comer a base de chocolates y galletas.
Recuérdese a sí mismo que usted tiene una enfermedad y que
ésta tiene tratamiento, la gran mayoría de las personas en su
situación mejoran.
Hable, cuéntele a alguien como se siente, incluso si se siente tan
hundido como si todo acabara.
Comparta sus sentimientos con los demás, de no hacerlo estará
todo el día rumiando las mismas preocupaciones inútilmente.
Hablar ayuda.
No intente beber alcohol para ahogar sus penas. El alcohol
realmente empeorará su depresión, además de que puede
interaccionar negativamente con el tratamiento que esté tomando.
No se angustie por no dormir adecuadamente. Esto es un síntoma
de la depresión y desaparecerá según esta vaya mejorando.
Preocuparse sobre no dormir es la mejor forma de asegurarse el
no poder dormir.
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No cambie el número de pastillas que toma, ni deje de tomarlas o
intente otros remedios. Si cree que está experimentando efectos
secundarios del tratamiento, hágaselo saber a su médico de
cabecera.
No piense que la depresión conduce a la senilidad o demencia; no
lo hace.
Familiares y amigos
Es frecuente que sean los amigos o los familiares los que se den cuenta
de como una persona mayor se deprime. Anímele amablemente a aceptar
ayuda. Explíquele que la depresión es bastante frecuente y que se cura
en la mayoría de los pacientes que aceptan ayuda. Sea claro respecto de
que no es una forma de locura, o sobre que acudir a un psiquiatra no
constituye una mancha para la familia. Acepte que las personas mayores
con depresión se cansan fácilmente. Con frecuencia es suficiente el que
muestre su preocupación estando allí o haciendo algo práctico. No les
fuerce a hablar. No les acose para que hagan cosas.
Las personas mayores con depresión con frecuencia se aíslan de los
demás y aunque el salir y el llevar a cabo ejercicio ligero ayuda, el
acosarles puede ser contraproducente. Sea paciente, las personas
mayores pueden preguntar constantemente, pidiendo que se les
tranquilice ya que están convencidos de que se encuentran físicamente
mal. Esto es porque ellos no comprenden que les está sucediendo y se
sienten asustados. Tranquilíceles todo lo que pueda y sea un buen
oyente.
Especialmente, tranquilíceles de que no se volverán seniles o dementes.
Las personas que han tenido depresión no poseen mayor riesgo de
desarrollar demencia que las que no. Por último, ayúdeles a comer y
beber adecuadamente.
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No crea que por intentar comprobar si el paciente ha tenido ideas suicidas
usted puede animarle o inducirle a que se suicide. Esto es un mito. Los
pensamientos suicidas son un signo seguro de que se precisa ayuda
especializada, y muchas personas deprimidas sienten alivio al contárselo
a alguien. Si se siente agotado pida ayuda.
Finalmente, evite tomar decisiones sobre donde debe vivir alguien que
conoce y que está deprimido.
CONCLUSIONES
39
La persona que padece una enfermedad de Alzheimer o depresión se
encuentra totalmente indefensa dependiendo de los medios familiares,
sociales o médicos con los que cuenta la sociedad en que vive.
La demencia senil se define como un síndrome mental orgánica que se
caracteriza por un deterioro de la memoria a corto y largo plazo, asociado
a trastornos del pensamiento abstracto, juicio, funciones corticales
superiores y modificaciones de la personalidad así como afectando el
estado anímico de la persona llevándolos a una depresión. Todas estas
alteraciones son lo suficientemente graves como para interferir
significativamente en las actividades de relación, laborales o sociales.
La edad de comienzo de la demencia senil es después de los 65 años,
aunque existe otra demencia de inicio presenil, mientras que el origen de
la depresión es complejo, ya que en su aparición influyen factores
genéticos, biológicos y psicosociales.
Es importante que el diagnóstico y el tratamiento del síndrome depresivo
en la Enfermedad de Alzheimer se realicen tempranamente, pues si no se
trata la depresión se potencian una variedad de problemas que afectan
significativamente el desenvolvimiento del paciente en su vida cotidiana.
Con un tratamiento adecuado, la mayoría de las personas notarán que los
pensamientos positivos, reemplazaran a los pensamientos negativos que
aparecieron debido a la depresión. Cuente con que su estado de ánimo
mejorará poco a poco. El sentirse mejor tomará un tiempo. Pero sí
ocurrirá. En cuanto a la demencia tipo Alzheimer, se sabe que se están
haciendo las primeras pruebas de una vacuna contra esta enfermedad.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS ALARCON VIDAL, G. (1991). Psiquiatría. Editorial Médica
40
Panamericana. Pág. 214.
ARIETI, S. (1981). Psicoterapia de la depresión. Buenos Aires, Ed.
Paidós.
BERMEJO GARCIA, L. (1993). Hogar, dulce hogar. Como mejorar su
vivienda haciéndola más sana y segura. Editorial Popular, 1era
edición. Madrid.
BRETON, S. (1998). La depresión. México, ED. Planeta. pp. 8-40, 90-
95.
CALDERÓN, N. G. (1998). Depresión, sufrimiento y liberación.
México, ED. Edamex. pp. 10-23, 36-41, 48-61, 74-89.
COSTA, M.; LOPEZ, E. (1986) Salud comunitaria. Edic. Martínez
Roca, 2da edición, Barcelona.
MILLION. (1998). Trastornos de la personalidad. Más allá del DSM IV.
Pág. 316 – 334. España.
GASTO, C. (1993). Depresiones crónicas. España, Ed. Doyma. p. 5-9.
GOETZ C., PAPPERT E. (2003). Neurología. Editorial Sanitas, 2da
edición. Philadelphia.
MOORE, J. (2004). Psicología psiquiátrica. Edit. Louis, 2da edición.
Mosby.
RAKEL P. (2005). Asistencia constante a terapia. Edit. Saunders, 57
edición. Philadelphia.
TORO YEPEZ. (1995). Fundamentos de la medicina. Psiquiatría. 4º edición.
Pág.152 – 171.
ÍNDICEPágs
DEDICATORIA 3
41
INTRODUCCION 4
CAPITULO I: ASPECTOS HISTORICOS
1.1. Demencia Senil 6
1.2. La depresión 7
CAPITULO II: CONCEPTOS BASICOS
2.1. La Demencia 9
2.2. Demencia De Tipo Alzheimer (DTA) 10
2.3. La Depresión 10
2.4. La Tercera Edad 12
CAPITULO III: ETIOLOGIA DE LA DEMENCIA SENIL Y LA DEPRESION
3.1. Etiología de La Demencia Senil 13
3.2. Etiología de La Depresión 14
CAPITULO IV: CARACTERISTICAS CLINICAS
4.1. ¿Cuáles Son Las Características Clínicas de la DTA? 17
4.1.1. Diagnóstico Clínico 18
4.2. Características Clínicas de la Depresión 23
4.3. ¿Qué pronóstico tiene la demencia? 24
4.4. ¿Qué pronóstico tiene la depresión? 24
CAPITULO V: PREVENCION Y TRATAMIENTO PARA LA DEMENCIA TIPO
ALZHEIMER Y LA DEPRESIÓN EN LA TERCERA EDAD
5.1. Prevención Para La Demencia Tipo Alzheimer 26
5.2. Prevención De La Depresión Senil 27
5.3. Tratamiento De La DTA 28
5.4. Tratamiento De La Depresión En La Tercera Edad 32
CONCLUSIONES 39
BIBLIOGRAFIA 40
FIRMA DE ASESORES DE INTERNADO
42
PRESIDENTA DEL COMITÉ DE
INTERNADO
DOCENTE ASESOR DE LA
ESCUELA DE PSICOLOGIA
INTERNO DE PSICOLOGIA ASESOR DE LA SEDE